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Unidad IV Romanos
Unidad IV Romanos
DERECHO ROMANO II
UNIDAD IV y V TALLER
CONTRATOS ROMANOS.
DERECHO HEREDITARIO.
Chávez Zuleima.
CI: 12 555042
Valero Areanny.
CI: 19.986.924
Carrera: Derecho.
Interanual
Diciembre 2021
UNIDAD IV CONTRATOS ROMANOS
CONTENIDO:
1) Sistema Contractual Romano.
Gayo (3, 89) nos dice que las obligaciones que nacen de contrato se contraen re,
aut verbis, aut litteris, aut consensus, esto es, mediante la dación de una cosa,
mediante las palabras, la escritura, o el simple consentimiento. A partir de esta
afirmación se suelen tradicionalmente dividir los contratos en verbales, literales,
reales y consensuales. En todos ellos existe un elemento subjetivo, el acuerdo, y
otro objetivo, la causa civilis, que los distingue entre sí.
Consentimiento
Para que sea válido, el consentimiento ha de ser prestado con libertad por
personas capaces y "será nulo el prestado por error, violencia, intimidación o dolo"
Objeto
Causa
No se debe confundir la causa con los motivos que tuvieron los contratantes para
celebrar el contrato. Pues la causa es siempre la misma, mientras que los motivos
son variables. La causa ha de ser existente, verdadera y lícita.
3.3) Naturales.
Son aquellos elementos que, sin ser de la esencia del Contrato, forman parte del
mismo, aun cuando los contratantes no se hayan referido expresamente a ellos.
Tal es el caso de la garantía de evicción saneamiento en los contratos a título
oneroso.
3.4) Accidentales (Condición, Modo y Término).
Son aquellos que pueden ser incluidos en los Contratos por manifestación de la
voluntad de las partes. • Tal es el caso de las modalidades de las obligaciones
como la condición, el plazo, el cargo, que pueden agregarse a convención.
LA CONDICIÓN
“Es un evento futuro e incierto de cuya verificación depende, de distintas
maneras, la eficacia de un contrato”. (Antonio Marín)
Se habla de un evento en lugar de un acontecimiento, debido a que un
acontecimiento es un hecho importante que ocurre, mientas que un evento es un
suceso no previsto o de realización incierta o circunstancial.
EL MODO
Para Barbero, “el modo (del latín modus=medida) consiste en un peso que,
sólo en los negocios a título gratuito (testamento o donación), puede ser impuesto
al destinatario de la liberalidad, de hacer o dar algo a favor del disponente o de un
tercero o del beneficiario, o en general, de emplear de una determinada manera el
objeto de la disposición”.
El modo no altera la eficacia del contrato, sino que es completamente
extraño y razón por la cual produce consecuencias jurídicas distintas a las de la
condición y del término; es una obligación accesoria que puede imponerse al
beneficiario siendo posible en contratos a título gratuito y puede ser por actos
entre vivos o mortis causa.
Efectos del modo.
En el caso del no cumplimiento por parte del sujeto pasivo, el disponente
puede conseguir la resolución del contrato, pero el efecto de dicha resolución es
exclusivamente obligatorio. Los bienes que se han establecido como el objeto del
contrato no resultaran afectados, ni los terceros con los que el beneficiario de la
liberalidad haya contratado a su vez.
EL TÉRMINO.
Messineo define el término como “el momento del tiempo en el cual el
efecto del contrato empieza (y es el término llamado inicial o, extendiendo la
nomenclatura propia de la condición, el término suspensivo), o bien -
respectivamente- cesa (y es el término final o resolutorio).
El término consiste en el tiempo estipulado para iniciar o extinguir efectos
derivados de un contrato, con la realización de un evento futuro y cierto. Para la
existencia del término como tal deben cumplirse tres requisitos:
a) Debe tratarse de un hecho futuro, pues de una manera diferente no podría
referirse a empezar o finalizar los efectos del contrato;
b) Debe existir la más absoluta certeza de que el hecho sucederá;
c) No debe depender de él la existencia misma del contrato, ni su eficacia, y menos
aún tener efectos retroactivos, ya que de suceder algo así, se estaría en presencia
de otra figura jurídica, pero no es un término.
5) Contractus Verbi.
CONTRATOS VERBIS O VERBALES Constituyen las formas de contratos más
antiguas que conocieron los romanos, son esencialmente formales y las palabras
solemnes que los perfeccionan son fijadas por el ius civile.
5.2) Caracteres.
6) Contractus Litteris.
6.1) Nociones Generales.
CONTRATOS LITTERIS O ESCRITOS Los contratos litteris son aquellos que se
perfeccionan por ciertas palabras escritas establecidas por la tradición. Es
característica general de las obligaciones litteris el hecho de que para constituirse
es necesaria la formalidad de su escrituración, siendo irrelevante la causa del
negocio en sí; son, por lo tanto, contratos formales y abstractos. Este carácter
literal abstracto, corresponde guardada toda proporción, a la legra de cambio
moderna.
1.- Nomina transcriptitia Los de nómina transcriptitia son los más antiguos y eran
aquellos que se consignaban en los libros de contabilidad del acreedor, no siendo
menester que el deudor también los transcribiese. Eran contratos unilaterales y de
estricto derecho, que tenían por objeto una determinada cantidad de dinero; por
ello, estaban protegidos por la condictio certae pecuniae para exigir su
cumplimiento.
2.- Quirógrafos Consistía en un documento (un solo ejemplar) que permanecía en
poder del acreedor en el que el deudor reconocía su deuda.
El derecho romano con lideraba, con razón, como inmoral que los herederos, para
obtener una ventaja se opusieran a una donación que el propio autor de la
herencia había mantenido. Este es un principio que se encuentra su reflejo en el
derecho moderno.
En lugar de ella, apareció una nueva restricción, menos severa a las donaciones:
la insinualtio. Esta era la inscripción obligatoria de donaciones que excedieran de
cierto límite en registros públicos ( quinientos solidie en tiempos de de Justiniano,
con el doble fin de que el donante no pudiera hacer válidamente donaciones
importantes bajo el impulso del momento, y que los terceros (acreedores del
donante) pudieran saber que una persona estaba desprendiéndose gratuitamente
de sus bienes, en cuyo caso, a veces, tenían acción para anular la donación,
como en el supuesto de la actio paulina o de la querela inofficiosae donationis.
CUASICONTRATOS:
CONTENIDO:
1) Conceptos Generales del Derecho Hereditario (Hereditas, de Cujus,
Haeredes).
El derecho hereditario constituye parte del Derecho Civil, la casi totalidad de sus
normas y principios jurídicos emanan del Código Civil.
Entonces decimos que el Derecho Hereditario o Derecho de sucesiones es el
conjunto de normas y principios jurídicos que gobiernan la transmisión del
patrimonio que deja una persona que fallece, a la persona o las personas que le
suceden.
2) Objetos y Requisitos.
El pretor, para evitar que la h. estuviera demasiado tiempo yacente, es decir, sin
aceptación, podía dar al heredero un plazo de 100 días para aceptar, pasado el
cual se entendía repudiada la h., o bien podía hacer al heredero una interrogatio in
iure sobre an heres sit, de tal forma que, si el heredero no aceptaba, se llamaba a
los siguientes del orden pretorio. De todos modos, la forma más común de aceptar
la h. un heredero voluntario era la pro herede gestio, es decir, la realización de
algún acto (p. ej., toma de posesión) respecto a los bienes hereditarios. También
podía ocurrir que el heredero hubiese sido obligado por el testador a la aceptación
de la h. en forma solemne (cretio, derivado de cernere, decidir), que debía tener
lugar en el plazo de 100 días, de modo que una declaración de aceptar sin esta
forma solemne no producía la adquisición de la h. La exigencia de forma para la
aceptación desapareció ya en época posclásica.
Son herederos necesarios no sólo los hijos e hijas del causante, sino también el
propio esclavo instituido heredero y manumitido en el testamento. Esta colocación
del heredero en la misma posición jurídica del difunto se llama successio, pues
aquél es continuador de la personalidad del causante en todas las relaciones
jurídicas trasmisibles (no, en cambio, en las intrasmisibles, como son, p. ej., las
obligaciones que derivan del contrato de sociedad, de delitos, de la manus, de la
Paternidad, del derecho de usufructo, etc.). La característica más importante de la
sucesión es su carácter universal y no particular, puesto que el heredero sucede
en el ius hereditario y no en la propiedad de las cosas particulares.
La sucesión hace referencia, ante todo, a las relaciones jurídicas, de modo que
el heredero, aunque se haga propietario de los bienes hereditarios desde que
adquiera la herencia, sin embargo tiene que tomar posesión de aquellosbienes
para ser considerado poseedor de ellos. El heredero es responsable de las
deudas no personalísimas del causante, y el acreedor puede hacerlas efectivas no
sólo sobre los bienes de la h., sino también sobre los del heredero, con lo cual
puede ocurrir que éste tenga que pagar con sus propios bienes las deudas del de
cujus. Esta responsabilidad, llamada ultra vires hereditatis, sólo puede ser evitada
en parte:a) Si el heredero es voluntario, repudiando la h., pactando con los
acreedores una reducción proporcional de sus créditos o pidiendo a los
acreedores que le manden (v. MANDATO) aceptar la h., con lo cual queda a salvo
de todo perjuicio, en cuanto que es mandatario.
El título de heredero puede adquirirse, o bien por una llamada de la ley (sucesión
legítima o abintestato, v.), o bien por una declaración de voluntad del difunto
(sucesión testamentaria, v. TESTAMENTO, I). Rige en Derecho romano el
principio de que nemo pro parte testatus pro parte intestatus decedere potest, es
decir, que son incompatibles entre sí la sucesión testamentaria y abintestato, pero
en el caso de que exista un testamento válido, se da preferencia al heredero
llamado por él frente al abintestato. El citado principio de incompatibilidad entre las
dos delaciones no tiene vigencia cuando el testamento tiene que modificarse para
beneficiar a los herederos forzosos (sucesión forzosa o de legitimarios), y en tales
casos vienen a combinarse los dos tipos de delación (v. LEGÍTIMA).
El Derecho romano hereditario tiene su base más remota en la Ley de las XII
Tablas (v.), completadas y modificadas luego por la bonorum possessio pretoria y
por la legislación senatorial, y aparece unificado, por último, en las Novelas de
Justiniano.
Concepto
Cuando la sucesión se defiere por el título sucesorio “Testamento” se
denomina testamentaria y su régimen, salvo contadas excepciones impuestas por
la ley, lo determina la voluntad del causante o causantes.
Por ello, en el caso de la sucesión intestada los herederos son establecidos por la
ley (herederos legales). La solución final adoptada difiere en cada sistema jurídico,
aunque suele basarse en relaciones de consanguinidad y afinidad y suele incluir
por este orden, a descendientes, ascendientes, cónyuge, colaterales y El Estado
en último lugar.
4) Sistema Civil y Pretorio de la Sucesión Hereditaria.
La bonorum possessio que el pretor concedía fue en un primer momento sine re,
de manera que se daba preferencia al heredero civil que reclamase la herencia.
En el caso de que solo existiese un documento que no había estado precedido por
el acto libral, y apareciese un heredero instituido con las formalidades per aes et
libram, cosa que se demostraba con testigos, quien salía triunfadora era la
segunda de las personas.
Con la llegada al poder del emperador Antonino Pío la situación cambió de forma
drástica, pues se pasó a conceder
Las dos causas de delación son incompatibles, de forma que una persona no
puede morir intestada en una parte, y en otra con testamento (regla, nemo ex
parte testatus et ex parte intestatus decedere potest: I. Inst. 2.14.5).
Transmisión de la herencia
Tiene por carácter personal, al hacerse en favor de determinadas personas. Es
intransmisible a los herederos del llamado y en principio no puede tampoco
enajenarse. Sin embargo la sucesión intestada, antes de aceptar la herencia, el
agnado puede hacer una in iure cessio a favor de otra persona, que en virtud del
magistrado se convierte en heredero.
Herencia yacente
Cuando los llamados a la herencia son herederos extraños o voluntarios puede
darse un espacio de tiempo entre la delación o llamada y la aceptación.
7) Confusión Hereditaria.
Adquirida la herencia tiene forma de ipso iure, si los herederos son necessarii, o
bien si el heredero era de los necessarii si se trataba de un heredero extreneus o
voluntarius se da el fenómeno jurídico que los clásicos indicaban con el termino
successio, es decir, que el heredero se coloca en el puesto jurídico del difunto y le
reemplaza en todas las situaciones jurídicas transmisibles de que fuese titular el
difunto
1) Confussion Hereditaria: por cuya virtud una vez fundidas en una personalidad
las del heredero y del causante que antes existían con independencia quedan
también extinguidas todas aquellas relaciones que mediasen entre ambos y en las
cuales uno de ellos fuese sujeto activo y otro pasivo. Se produce por tanto la
confussion en la persona del heredero entre la titularidad de su patrimonio propio
que ya le pertenecía con anterioridad y el patrimonio que adquiere de su
causante.
- La Satisdatio suspecti heredis: Era una fianza asegurativa del pago de los
créditos frente al decuius y que el pretor a instancia de los acreedores podía
obligar a prestar al heredero y so pena de ir al procedimiento ejecutivo.
8.2) Derecho de Acrecer.
COLLATIONES
Sobre este particular dispone el art 818 cc que para fijar la legítima se
atenderá al valor de los bienes que quedasen a acorde del testador con reducción
de las deudas y cargas y sin comprender entre ellas las impuestas en el
testamento.
Esta materia viene complementada por los art 1036 y 1037. En cuanto al
Derecho romano hubo 2 tipos de collatio:
1) Collatio Bonorum o emancipati: Es una consecuencia del unde liberis hecho por
el Pretor a la bonorum possessio , en esta undi liberis el Pretor llama a la bonorum
possessio a todos los que el derecho civil consideraba como sui heredes, es
decir , todas personas que al fallecer el causante están impuestos a la heredis.
El Pretor también llama a los hijos legítimos aunque estuviesen
emancipados. En su calidad de hijos concurría a dilla collatio emancipiti tanto los
que al morir el causante se hallaran sometidos a su patria potestas como los
emancipados. Resultaba así que mientras las adquisiciones fruto de la actividad
de los emancipados habían sido para ellos dada su condición de sui iuris en
cambio el beneficio del trabajo de los otros hijos sometidos a patria potestas se
había incluido en el patrimonio paterno. No era justo repartir dicho patrimonio en
condiciones de igualdad por ello el pretor ordeno a los liberi emancipados la
collatio bonorum por virtud de la cual se consideraban sumadas al caudal
hereditario a repartir las adquisiciones efectuadas por dichos liberi desde su
emancipación y que de no haber tenido lugar esta hubiesen ido a aumentar el
patrimonio paterno.
A partir de las 12 tablas las obligaciones tanto activa como pasivamente quedaron
fraccionadas entre los coherederos, cada uno de los cuales solo debía pagar o
podía cobrar la proporción correspondiente a su cuota.
Pero además el ius civile conocio una acción especifica con la cual el heredero
podía reclamar la totalidad del haber hereditario, partes o cosas concretas del
mismo y en general cualquier pretensión ligada a su cualidad de heredero
invocando para ello su condición de heres. Dicha acción civil es la denominada
hereditatis petitio.
En los derechos antiguo y clásico fue considerada como una actio in rem y en
cambio en el Derecho justinianeo fue considerada como una acción mixta y de
buena fe, es el demandante, el heredero civil legítimo o testamentario. Más tarde
esta acción fue otorgada como acción útil a personas tales como el fideicomisario
universal que se encontraba en situación análoga al heredero.
De igual modo que la hereditis petitio respecto de los herederos civiles también el
denominado interdictum quorum bonorum constituyen la más antigua y típica vía
de amparo procesal para los herederos pretorios, es decir para los bonorum
possessores. Era un interdicto adipiscendae possessionis (adquirir la posesión );
tenía por objeto tan solo las cosas corporales y se podía dirigir únicamente contra
el que las poseía pro herede o pro possessore y más tarde contra quien dejaba
dolosamente de poseer.
8) Sucesión Testamentaria.
El testamento
Se podría definir como el acto por el cual una persona dispone de sus bienes o
parte de ellos para después de su muerte.
Una persona al morir siempre deja algo, pues en el peor de los casos deja su
cuerpo; así que, al fallecer, dejará siempre bienes patrimoniales o deudas
pendientes de satisfacer.
UNILATERAL. -Porque la voluntad del testador es suficiente sin contar con nadie
para darle eficacia al mismo. Está rigurosamente prohibido que dos o más
personas testen conjuntamente, salvo foralidades.
como por ejemplo, el que quiera ser enterrado en determinado cementerio, con un
vestido determinado o que se digan misas por su alma, etc.
Tipos de testamentos
Nuestro ordenamiento jurídico, prevé los siguientes:
CERRADO, cuando el testador, sin revelar su última voluntad, declara que ésta se
halla contenida en el pliego que presenta a las personas que han de autorizar el
acto.
Podemos definir el fideicomiso como el acto o acuerdo a través del cual una
persona natural o entidad jurídica denominada Fideicomitente, entrega a una
entidad llamada Fiduciaria, que puede ser una persona física o jurídica, uno o más
bienes con el objeto de cumplir una determinada finalidad en beneficio del propio
Fideicomitente o de un tercero que él mismo determine.
10.2) Legados.
También recibe por extensión ese nombre el conjunto de bienes que son objeto
del legado.
Las donaciones mortis causa son válidas, aunque excedan de la tasa establecida
para las donaciones y se otorguen en codicilo –es decir, sin insinuación judicial–.
Se hallan sujetas a las normas deductivas de la quarta Falcidia a favor del
heredero, y coinciden también con los legados en que su efectividad presupone la
solvencia del caudal hereditario, es decir, que sólo pueden satisfacerse cuando
queden bienes líquidos suficientes después de saldar las deudas.