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CAPÍTULO 5
bién hay una deposición más superficial, pero inconsistente, de la
ovocito es con rapidez engullido por el infundíbulo de la trompa
fibrina —estría de Rohr— en el fondo del espacio intervelloso y que
de Falopio. El transporte adicional a través del tubo se logra me-
rodea las vellosidades de fijación. La necrosis decidual es un fenó-
diante el movimiento direccional de cilios y peristalsis tubárica. La
meno normal en el primer y probablemente segundo trimestre
fecundación, que normalmente ocurre en el oviducto, debe tener
(McCombs, 1964). Por tanto, la decidua necrótica obtenida me-
lugar dentro de unas pocas horas, y no más de 1 día después de la
diante legrado después del aborto espontáneo en el primer tri-
ovulación. Debido a esta ventana estrecha, los espermatozoides
mestre no debe interpretarse como causa o efecto de la pérdida
deben estar presentes en las trompas de Falopio en el momento
del embarazo.
de la llegada de los ovocitos. Casi todos los embarazos se produ-
Ambos tipos de decidua contienen numerosos grupos celula-
cen cuando las relaciones sexuales ocurren durante los 2 días an-
res cuya composición varía con la etapa gestacional (Loke, 1995).
teriores o el día de la ovulación.
Los componentes celulares primarios son las verdaderas células
La fertilización es altamente compleja. Los mecanismos mole-
deciduales, que se diferencian de las células del estroma endome-
culares permiten que los espermatozoides pasen entre las células
trial, y numerosas células derivadas de la médula ósea materna.
foliculares; a través de la zona pelúcida, que es una capa gruesa de
La acumulación de linfocitos con propiedades únicas en la inter-
glucoproteína que rodea la membrana celular del ovocito; y en el
faz materno-fetal es esencial para evocar mecanismos de toleran-
citoplasma del ovocito. La fusión de los dos núcleos y la mezcla de
cia que prevengan el rechazo inmunitario materno del feto. Estos
cromosomas maternos y paternos crean el cigoto.
incluyen células T reguladoras, macrófagos deciduales y células
El desarrollo humano temprano se describe por días o sema-
asesinas naturales (NA) deciduales. De manera colectiva, estas cé-
nas después de la fertilización, es decir, posconcepcional. Por el
lulas no sólo proporcionan inmunotolerancia sino que también
contrario, en la mayoría de los capítulos de este libro, la datación
juegan un papel importante en la invasión de trofoblasto y vascu-
clínica del embarazo se calcula a partir del primer día del último
logénesis (PrabhuDas, 2015).
periodo menstrual (LMP, last menstrual period). Por tanto, 1 sema-
na posfecundación corresponde a aproximadamente 3 semanas a
⬛ Prolactina decidual partir del LMP en mujeres con ciclos regulares de 28 días. Como
ejemplo, la gestación de 8 semanas se refiere a las 8 semanas com-
Además del desarrollo placentario, la decidua de manera poten- pletas posteriores al LMP.
cial proporciona otras funciones. La decidua es la fuente de la Después de la fecundación, el cigoto —una célula diploide con
prolactina, que está presente en enormes cantidades en el fluido 46 cromosomas— se escinde, y las células de cigoto producidas por
amniótico (Golander, 1978; Riddick, 1979). La prolactina decidual esta división se llaman blastómeros (figura 5-7). En el cigoto de dos
es un producto del mismo gen que codifica la prolactina hipofisia-
ria anterior, pero se desconoce el papel fisiológico exacto de la
misma. De manera notable, la prolactina decidual no se debe con-
fundir con el lactógeno placentario (hPL, placental lactogen), que se
produce sólo por el sincitiotrofoblasto.
La prolactina entra preferiblemente en el líquido amniótico e
ingresa poco en la sangre. En consecuencia, los niveles de prolac-
tina en el líquido amniótico son altos de manera extraordinaria y Etapa de
Etapa de Etapa de
pueden alcanzar 10 000 ng/mL a las 20 semanas de gestación (Ty- dos celulas cuatro celulas ocho celulas
son, 1972). Esto se compara con niveles séricos fetales de 350 ng/
mL y niveles séricos maternos de 150 a 200 ng/mL. Como resul-
tado, la prolactina decidual es un ejemplo clásico de función para-
crina entre los tejidos fetales y maternos.
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células, los blastómeros y el cuerpo polar continúan rodeados por ción y adherencia parece estar estrechamente regulada por inte-
la zona pelúcida. El cigoto sufre escisión lenta durante 3 días racciones paracrinas entre estos dos tejidos.
mientras permanece en la trompa de Falopio. A medida que los El éxito de la adhesión del blastocisto endometrial implica la
blastómeros continúan dividiéndose, se produce una esfera sólida modificación en la expresión de las moléculas de adhesión celular
de células tipo mora, la mórula. La mórula ingresa a la cavidad (CAM, cellular adhesion molecules). Las integrinas —una de las cua-
SECCIÓN 3
uterina aproximadamente 3 días después de la fecundación. La tro familias de CAMs— son receptores de superficie celular que
acumulación gradual de líquido entre las células de la mórula median la adhesión celular a las proteínas de la matriz extracelular
conduce a la formación del blastocisto temprano. (Lessey, 2002). Las integrinas endometriales están hormonalmen-
te reguladas, y un conjunto específico de integrinas se expresa en
⬛ Blastocisto la implantación (Lessey, 1995). El bloqueo de las integrinas en el
sitio de reconocimiento necesario para la unión evitará el apego
Tan pronto como 4 a 5 días después de la fecundación, la blástula del blastocisto (Kaneko, 2013).
de 58 células se diferencia en cinco células productoras de
embriones, la masa celular interna (véase figura 5-7). Las 53 células
externas restantes, llamadas trofoectodermo, están destinadas a for-
⬛ Desarrollo de trofoblasto
mar trofoblastos (Hertig, 1962).
Curiosamente, se descubrió que el blastocisto de 107 células La formación de la placenta humana comienza con el trofoecto-
no es más grande que las etapas de escisión anteriores, a pesar del dermo, que da lugar a una capa de células trofoblásticas que ro-
fluido acumulado dentro de la cavidad del blastocisto. En esta eta- dea el blastocisto. Desde entonces hasta el término del embarazo,
pa, las ocho células formadoras de embriones están rodeadas por el trofoblasto desempeña un papel crítico en la interfaz mater-
99 células trofoblásticas. Y, el blastocisto se libera de la zona pelú- no-fetal. Las células trofoblásticas exhiben la estructura, función
cida secundaria a la secreción de proteasas específicas de las glán- y patrón de desarrollo más variable de todos los componentes de
dulas endometriales en la fase secretora (O’Sullivan, 2002). la placenta. Su capacidad de invadir hace posible la implantación,
La liberación de la zona pelúcida permite que las citocinas y su intervención en la nutrición del producto se refleja en su nom-
hormonas producidas por blastocistos influyan de manera direc- bre, y su función de órgano endocrino es esencial para las adap-
ta en la receptividad endometrial (Lindhard, 2002). La IL-1α y la taciones fisiológicas de la madre y para el mantenimiento del
IL-1β son secretadas por el blastocisto, y estas citoquinas proba- embarazo.
blemente influyen de manera directa en el endometrio. También En el octavo día de la posfecundación, después de la implan-
se ha demostrado que los embriones secretan hCG, lo que puede tación inicial el trofoblasto se ha diferenciado en un sincitio ex-
influir en la receptividad endometrial (Licht, 2001; Lobo, 2001). terno multinucleado, el sincitiotrofoblasto primitivo, y una capa
Se cree que el endometrio receptivo responde produciendo el interna de células mononucleares primitivas, citotrofoblastos. Es-
factor inhibidor de leucemia (LIF, leukemia inhibitory factor), la tas últimas son células germinales para el sincitio. A medida que
folistatina y el factor estimulante de colonias 1 (CSF-1, colony-sti- los citotrofoblastos proliferan, sus paredes celulares desaparecen
mulating factor-1). El LIF y la folistatina activan las vías de señali- y las células se fusionan para agregarse a la capa externa en ex-
zación que colectivamente inhiben la proliferación y promueven pansión del sincitiotrofoblasto. Cada citotrofoblasto tiene un bor-
la diferenciación del epitelio endometrial y el estroma para per- de celular bien delimitado, un solo núcleo y capacidad para expe-
mitir la receptividad uterina (Rosario, 2016b). En la interfaz ma- rimentar síntesis de DNA y mitosis (Arnholdt, 1991). Estos
terno-fetal, el CSF-1 ha propuesto acciones inmunomoduladoras carecen del sincitiotrofoblasto, que proporciona funciones de
y proangiogénicas que se requieren para la implantación (Rah- transporte de la placenta. Se llama así porque en lugar de células
mati, 2015). individuales, tiene un citoplasma amorfo sin bordes celulares,
núcleos que son múltiples y diversos en tamaño y forma, y un
revestimiento sincitial continuo. Esta configuración ayuda al trans-
⬛ porte.
Implantación
Una vez completada la implantación, los trofoblastos se diferen-
Seis o 7 días después de la fecundación, los blastocistos se implan- cian aún más a lo largo de dos vías principales, dando lugar a tro-
tan en la pared uterina. Este proceso se puede dividir en tres fases: foblastos vellosos y extravellosos. Como se muestra en la figura 5-8,
1) aposición, contacto inicial del blastocisto con la pared uterina; ambos tienen distintas funciones (Loke, 1995). Los trofoblastos ve-
2) adhesión, contacto físico incrementado por el blastocisto y la llosos generan vellosidades coriónicas, que en lo principal transpor-
decidua, y 3) invasión, penetración e invasión de sincitiotrofoblas- tan oxígeno, nutrientes y otros compuestos entre el feto y la madre.
to y citotrofoblasto en la decidua, el tercio interno del miometrio Los trofoblastos extravellosos migran hacia la decidua y el miometrio
y la vasculatura uterina. y también penetran en la vasculatura materna, entrando así en con-
La implantación exitosa requiere un endometrio receptivo tacto con diversos tipos de células maternas (Pijnenborg, 1994). Los
apropiadamente cebado con estrógeno y progesterona por el cuer- trofoblastos extravellosos se clasifican además como trofoblastos in-
po lúteo. Dicha receptividad uterina está limitada a los días 20 a tersticiales y endovasculares. Los trofoblastos intersticiales invaden la
24 del ciclo. La adherencia está mediada por receptores de super- decidua y eventualmente penetran en el miometrio para formar
ficie celular en el sitio de implantación que interactúan con los células gigantes de lecho placentario. Estos trofoblastos también
receptores de blastocisto (Carson, 2002; Lessey, 2002; Lindhard, rodean a las arterias espirales. Los trofoblastos endovasculares pe-
2002). Si el blastocisto se acerca al endometrio después del día 24 netran la luz de la arteria espiral (Pijnenborg, 1983). Ambos se dis-
del ciclo, el potencial de adhesión disminuye porque la síntesis de cuten con mayor detalle en secciones posteriores.
glucoproteína antiadhesiva impide las interacciones del receptor
(Navot, 1991).
En el momento de su interacción con el endometrio, el blasto-
⬛ Invasión temprana
cisto está compuesto de 100 a 250 células. El blastocisto vagamen-
te se adhiere a la decidua por aposición. Esto ocurre con mayor Después de una erosión suave entre las células epiteliales de la
frecuencia en la pared uterina superior posterior. La unión del superficie del endometrio, los trofoblastos invasores se hunden
trofoectodermo del blastocisto a la superficie decidual por aposi- más profundamente. A los 9 días de desarrollo, la pared del blas-
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CAPÍTULO 5
Sincitiotrofoblasto
Citotrofoblasto
Arteria espiral
Miometrio
FIGURA 5-8 Los trofoblastos extravellosos se encuentran fuera de las vellosidades y se pueden subdividir en categorías endovas-
culares e intersticiales. Los trofoblastos endovasculares invaden y transforman las arterias espirales durante el embarazo para crear
un flujo sanguíneo de baja resistencia que es característico de la placenta. Los trofoblastos intersticiales invaden la decidua y ro-
dean a las arterias espirales.
tocisto enfrentada a la luz uterina es una sola capa de células apla- El mesénquima extraembrionario aparece primero como gru-
nadas. Para el décimo día, el blastocisto queda en su totalidad pos de células aisladas dentro de la cavidad del blastocisto, y más
cubierto dentro del endometrio (figura 5-9). La pared del blastocis- tarde este mesodermo recubre por completo la cavidad. Los espa-
to opuesta a la luz del útero es más gruesa y comprende dos zonas: cios se forman y luego se fusionan dentro del mesodermo extraem-
los trofoblastos y la masa celular interna que forma el embrión. brionario para formar la cavidad coriónica (celoma extraembriona-
Tan pronto como a los 7½ días de la posfecundación, la masa ce- rio). El corion se compone de trofoblastos y mesénquima. Algunas
lular interna o el disco embrionario se diferencia en una placa células mesenquimales de manera eventual se condensarán para
gruesa de ectodermo primitivo y una capa subyacente de endoder- formar el pedículo corporal. Este pedículo une el embrión al corion
mo. Algunas pequeñas células aparecen entre el disco embriona- nutriente y luego se transforma en el cordón umbilical. El pedículo
rio y los trofoblastos y encierran un espacio que se convertirá en corporal puede reconocerse en una etapa temprana en el extremo
la cavidad amniótica. caudal del disco embrionario (figura 7-3, p. 126).
Amnios
Disco embrionario
Citotrofoblasto
Endodermo
extraembrionario
Mesodermo
extraembrionario
FIGURA 5-9 Dibujo de secciones a través de blastocistos implantados. A. A los 10 días. B. A los 12 días después de la fertilización.
Esta etapa se caracteriza por la intercomunicación de las lagunas llenas de sangre materna. Obsérvese en (B) que aparecieron ca-
vidades grandes en el mesodermo extraembrionario, formando el comienzo del celoma extraembrionario. También téngase en
cuenta que las células endodérmicas extraembrionarias han comenzado a formarse en el interior del saco vitelino primitivo. (Refor-
mulado de Moore KL, Persaud, TV, Torchia, MG (eds.). The Developing Human. Clinically Oriented Embryology. 9a ed. Philadelphia:
Saunders; 2013.)
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⬛ Vellosidades coriónicas
*
Con una invasión de blastocisto más profunda hacia la decidua,
las vellosidades sólidas primarias surgen de brotes de citotrofo- Espacio
blastos que sobresalen hacia el sincitio primitivo antes de los 12 intervelloso
días posteriores a la fecundación. Las vellosidades primarias están
compuestas por un núcleo citotrofoblástico cubierto por el sinci-
tiotrofoblasto. A medida que las lagunas se van uniendo, se forma
un complicado laberinto dividido por estas sólidas columnas cito-
trofoblásticas. Los canales revestidos de trofoblasto forman el es-
pacio intervelloso, y las columnas celulares sólidas forman los ta-
llos vellosos primarios.
Comenzando aproximadamente el día 12 después de la fecun-
dación, los cordones mesenquimatosos derivados del mesodermo
extraembrionario invaden las columnas de trofoblasto sólido. Es-
tos forman vellosidades secundarias. Una vez que comienza la an-
giogénesis en los cordones mesenquimatosos, se forman vellosida-
des terciarias. Aunque los senos venosos maternos son intervenidos
al principio de la implantación, la sangre arterial materna no in- FIGURA 5-10 Micrografía electrónica del término vellosidades
gresa al espacio intervelloso hasta aproximadamente el día 15. Sin placentarias humanas. Una vellocidad capilar llena de glóbulos
embargo, alrededor del día 17, los vasos sanguíneos fetales son rojos fetales (asteriscos) se ve muy cerca del borde de las mi-
funcionales y se establece una circulación placentaria. La circula- crovellosidades. (Reproducido con permiso de Boyd JD, Hamil-
ción fetoplacentaria se completa cuando los vasos sanguíneos del ton WJ. The Human Placenta. Cambridge: Heffer; 1970.)
embrión se conectan con los vasos coriónicos. En algunas vellosi-
dades, la angiogénesis falla por falta de circulación. Se pueden ver
normalmente, pero la exageración más sorprendente de este pro- PLACENTA Y CORION
ceso se observa con la mola hidatidiforme (figura 20-1, p. 389).
Las vellosidades están cubiertas por una capa externa de sin- ⬛ Desarrollo del corion
citiotrofoblasto y una interna de citotrofoblastos, que también se Al principio del embarazo, las vellosidades se distribuyen en toda
conocen como células de Langhans. La proliferación de citotrofo- la periferia de la membrana coriónica (figura 5-11). A medida que
blasto en las puntas vellosas produce las columnas de células tro- el blastocisto con sus trofoblastos circundantes crece y se expande
foblásticas que forman las vellosidades de anclaje. No están inva- hacia la decidua, un polo mira hacia la cavidad endometrial. El
didos por el mesénquima fetal, y están anclados a la decidua en la polo opuesto formará la placenta. Aquí, las vellosidades coriónicas
placa basal. Por tanto, la base del espacio intervelloso se enfrenta en contacto con la decidua basal proliferan para formar el chorion
al lado materno y consta de citotrofoblastos de las columnas de cé- frondosum o corion frondoso. A medida que el crecimiento de los
lulas, la cubierta de sincitiotrofoblasto y la decidua materna de la tejidos embrionarios y extraembrionarios continúa, el suministro
placa basal. La base de la placa coriónica forma el techo del espa- de sangre al revestimiento del corion a la cavidad endometrial
cio intervelloso. Consiste en dos capas de trofoblastos externa- está restringido. Debido a esto, las vellosidades en contacto con la
mente y mesodermo fibroso de manera interna. La placa coriónica decidua capsular dejan de crecer y luego se degeneran. Esta por-
“definitiva” se forma entre 8 y 10 semanas cuando el mesénquima ción del corion se convierte en la membrana fetal avascular que
de la placa coriónica amniótica y primaria se fusiona. Esta forma- linda con la decidua parietal y se llama corion laeve o corion suave.
ción se logra mediante la expansión del saco amniótico, que tam- Este corion suave está compuesto por citotrofoblastos y mesénqui-
bién rodea el tallo conectivo y el alantoides y se une a estas estruc- ma mesodérmico fetal.
turas para formar el cordón umbilical (Kaufmann, 1992). Hasta cerca del final del tercer mes, el corion suave está sepa-
La interpretación de la estructura fina de la placenta provino rado del amnios por la cavidad exocelómica. A partir de entonces,
de estudios de microscopía electrónica de Wislocki y Dempsey están en contacto íntimo para formar un amniocorion avascular.
(1955). Existen microvellosidades prominentes en la superficie Estas dos estructuras son sitios importantes de transferencia mo-
sincitial que corresponden al llamado borde en cepillo descrito lecular y actividad metabólica. Además, constituyen un importan-
por la microscopía óptica. Las vacuolas y vesículas pinocitóticas te brazo paracrino del sistema de comunicación materno-fetal.
asociadas están relacionadas con las funciones placentarias de
absorción y secretoras. Las microvellosidades actúan para au- ⬛ Los reguladores de la invasión
mentar el área de la superficie en contacto directo con la sangre
materna. Este contacto entre el trofoblasto y la sangre materna es de trofoblasto
la característica definitoria de una placenta hemocorial (figura La implantación y la decidualización endometrial activan una po-
5-10). blación única de células inmunes maternas que se infiltran en el
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CAPÍTULO 5
trimestre y provocan un fenotipo inmunomodulador M2 (Williams,
2009). Recuérdese, los macrófagos M1 son proinflamatorios y los
M2 contrarrestan las respuestas proinflamatorias y promueven la
reparación de los tejidos. Además de un papel en la angiogénesis
y la remodelación de la arteria espiral, las células dNK promueven
la fagocitosis de los restos celulares (Faas, 2017). Al mismo tiem-
po, con el papel crítico de las células y macrófagos dNK maternos,
los subconjuntos de células T ayudan a la tolerancia hacia el feto
alogénico. Las células T reguladoras (Tregs) son esenciales para
promover la tolerancia inmune. Otros subconjuntos de células T
se encuentran presentes, como Th1, Th2 y Th17, aunque sus fun-
ciones están estrechamente reguladas (Ruocco, 2014).
A
⬛ Invasión endometrial
Los trofoblastos extravellosos de la placenta del primer trimestre
son altamente invasivos. Este proceso ocurre bajo condiciones de
poco oxígeno, y los factores reguladores que se inducen bajo con-
diciones hipóxicas son contributivos (Soares, 2012). Los trofoblas-
tos invasivos secretan numerosas enzimas proteolíticas que digie-
ren la matriz extracelular y activan las proteinasas ya presentes en
la decidua. Los trofoblastos producen un activador de plasminóge-
no de tipo uroquinasa, que convierte el plasminógeno en la serina
proteasa de acción general, la plasmina. Esto, a su vez, degrada las
proteínas de la matriz y activa las MMP. Un miembro de la familia
MMP, la MMP-9, parece ser crítica. El momento y el alcance de la
invasión de trofoblasto está regulado por una interacción equili-
brada entre factores pro y antiinvasivos.
La capacidad relativa de invadir el tejido materno al principio
del embarazo en comparación con la invasividad limitada al final de
éste está controlada por factores trofoblásticos y deciduales autocri-
nos y paracrinos. Los trofoblastos secretan un factor de crecimiento
B tipo insulina II que promueve la invasión a la decidua. Las células
deciduales secretan proteína de unión al factor de crecimiento simi-
FIGURA 5-11 Muestras completas de aborto. A. Inicialmente, lar a la insulina tipo 4, que bloquea este ciclo autocrino.
todo el saco coriónico está cubierto de vellosidades, y el em- Los bajos niveles de estradiol en el primer trimestre son críti-
brión dentro no es visible. B. Con un crecimiento adicional, el cos para la invasión del trofoblasto y la remodelación de las arte-
estiramiento y la presión provocan una regresión parcial de las rias espirales. Los estudios en animales sugieren que el aumento
vellosidades. Las restantes forman la futura placenta, mientras en los niveles de estradiol en el segundo trimestre suprime y limi-
que la porción suave es el corion. ta la remodelación del vaso reduciendo la expresión trofoblástica
de VEGF y receptores específicos de integrina (Bonagura, 2012).
Concretamente, los trofoblastos extravellosos expresan receptores
útero y desempeñan funciones críticas en la invasión de trofo- del integrina que reconocen las proteínas de matriz extracelular
blasto, la angiogénesis, la remodelación de la arteria espiral y la colágeno IV, laminina y fibronectina. La unión de estas proteínas
tolerancia materna a los aloantígenos fetales. Las células deci- de matriz a los receptores de integrina inicia señales para promo-
duas asesinas naturales (dNK, decidual natural killer) constituyen ver la migración y diferenciación de las células del trofoblasto. Sin
el 70% de los leucocitos deciduales en el primer trimestre y se embargo, a medida que avanza el embarazo, los niveles de estra-
encuentran en contacto directo con los trofoblastos. A diferencia diol ascienden bajo regulación del VEGF y la expresión de los re-
de las células asesinas naturales en la sangre periférica, éstas ca- ceptores de integrina. Esto reprime y controla la extensión de la
recen de funciones citotóxicas. Producen citoquinas específicas y transformación del vaso uterino.
factores angiogénicos para regular la invasión de los trofoblastos
fetales y la remodelación de la arteria espiral (Hanna, 2006). És-
⬛ Invasión de la arteria espiral
tas y otras propiedades únicas distinguen a las células dNK de las
citolíticas naturales circulantes y de las asesinas naturales en el Una de las características más destacables del desarrollo placenta-
endometrio antes del embarazo (Fu, 2013; Winger, 2013). Las rio humano es la modificación extensa de la vasculatura materna
células dNK expresan tanto IL-8 como la proteína 10 interferón por las células del trofoblasto, que son por definición de origen
inducible, que se unen a receptores en células trofoblásticas in- fetal. Estos eventos ocurren en la primera mitad del embarazo y se
vasivas para promover su invasión decidual hacia las arterias es- consideran en detalle debido a su importancia para el flujo sanguí-
pirales. Las células dNK también producen factores proangiogé- neo uteroplacentario. También son esenciales para algunas afec-
nicos, que incluyen VEGF y el factor de crecimiento placentario ciones patológicas como la preeclampsia, la restricción del creci-
(PlGF, placental growth factor), que promueven el crecimiento miento fetal y el nacimiento prematuro. Las modificaciones de la
vascular en la decidua. arteria espiral se llevan a cabo por dos poblaciones de trofoblastos
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extravellosos, trofoblastos endovasculares, que penetran en la luz invadidas y modificadas hasta el borde entre la decidua y el mio-
de la arteria espiral y trofoblastos intersticiales que rodean las ar- metrio. La segunda etapa, entre las 12 y 16 semanas, supone va-
terias (véase figura 5-8). rias invasiones de los segmentos intramiometriales de las arterias
El trofoblasto constituye la porción más importante de la pla- espirales. Remodelando convierte la luz estrecha, las arterias mus-
SECCIÓN 3
taforma placentaria. Penetra la decidua y el miometrio adyacente culares espirales, en vasos uteroplacentarios dilatados de baja re-
y se agrega alrededor de las arterias espirales. Aunque menos de- sistencia. Los mecanismos moleculares de estos cruciales eventos,
finida, sus funciones pueden incluir la preparación venosa para la su regulación por las citoquinas, las vías de señalización, y su sig-
invasión de trofoblasto endovascular. nificado en la patogénesis de la preeclampsia y el restringido de-
El trofoblasto intravascular primero entra en la luz de las arte- sarrollo fetal puede ser consultado por varios autores (Pereira de
rias espirales y de forma inicial forma tapones celulares. Ellos lue- Sousa, 2017; Xie, 2016; Zhang, 2016).
go destruyen el endotelio vascular a través de un mecanismo de Aproximadamente 1 mes después de la concepción, el flujo
apoptosis, e invaden y modifican la capa media vascular. Enton- sanguíneo materno entra en el espacio intervelloso y explota co-
ces, un material fibrinoide reemplaza el músculo liso y el tejido mo una fuente desde las arterias espirales. El flujo es impulsado
conjuntivo de la capa media vascular. Las arterias espirales luego fuera de los vasos maternos y es dispersado por encima del sinci-
regeneran el endotelio. La invasión endovascular de los trofoblas- tiotrofoblasto al que irriga directamente.
tos puede extenderse varios centímetros a lo largo de la luz del
vaso y deben migrar en contra del flujo arterial. Como nota, la ⬛ Ramificación de vellosidades
invasión por trofoblasto envuelve sólo la arteria espiral decidual y
no las venas deciduales. Aunque ciertas vellosidades del corion frondoso se extienden desde
El desarrollo de los vasos uteroplacentarios avanza en dos sen- la placa coriónica hasta la decidua a fin de servir como vellosidades
tidos o fases (Ramsey, 1980). La primera ocurre antes de las 12 de anclaje, la mayoría de éstas arborizan y terminan libremente
semanas posteriores a la fecundación, y las arterias espirales son dentro del espacio intervelloso. A medida que avanza la gestación,
A C
Sincitiotrofoblasto
Sincitiotrofoblasto
Citotrofoblasto
Vellosidades terminales
Espacio intervelloso
B D
FIGURA 5-12 Microfotografías electrónicas (A, C) y fotomicrografías (B, D) de placentas humanas tempranas y tardías. A y B. Se ob-
serva una ramificación limitada de vellosidades en esta placenta temprana. C y D. Con la maduración de la placenta, se advierte un
aumento de la arborización vellosa, y los capilares vellosos se encuentran más cerca de la superficie de cada vellosidad. (Fotomi-
crografías usadas con permiso del Dr. Kurt Benirschke. Microfotografías electrónicas reproducidas con permiso de Rey BF, Menton
DN. Scanning electron microscopy of human placental villi from early and late in gestation. Am J Obstet Gynecol 1975;122:824.)
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CAPÍTULO 5
un lóbulo placentario o cotiledón. Cada lóbulo se irriga con una Amnios
sola arteria coriónica. Y cada lóbulo tiene una sola vena, de modo
que los mismos constituyen las unidades funcionales de la arquitec-
tura placentaria.
Decidua
⬛ Crecimiento y maduración placentaria vera
Corion
En el primer trimestre, el crecimiento de la placenta es más rápido
que el del feto. Pero alrededor de las 17 semanas de gestación, los Amnios Decidua
pesos placentarios y fetales son aproximadamente iguales. A basal
término, el peso placentario es próximo a un sexto del peso fetal. Placenta
La placenta madura y sus formas variantes se discuten en de-
talle en el capítulo 6 (p. 112). Brevemente, visto desde la superficie
materna, el número de áreas convexas un poco elevadas, llamadas
lóbulos, varía de 10 a 38. Los lóbulos están separados de forma
incompleta por surcos de profundidad variable que se superponen
a tabiques placentarios, los cuales surgen como proyecciones as-
cendentes de la decidua. El número total de lóbulos placentarios
sigue siendo el mismo durante toda la gestación, y los lóbulos in-
dividuales continúan creciendo, aunque menos activamente en las FIGURA 5-13 Útero que muestra una placenta normal y sus
semanas finales (Crawford, 1959). Aunque estos, enormemente membranas in situ.
visibles, son por lo regular referidos como cotiledones, esto no es
exacto. Usado de manera adecuada, los lóbulos o cotiledones son mina basal de trofoblasto o capilares, obliteración de ciertos vasos
unidades funcionales provistas por cada una de las vellosidades fetales, mayor estroma velloso y deposición de fibrina en la super-
del tronco principal. ficie vellosa.
Como las vellosidades continúan bifurcándose y las ramifica-
ciones terminales se convierten en más pequeñas y numerosas, el
⬛ Circulación placentaria
volumen y la importancia de los citotrofoblastos disminuye. A me-
dida que el sincitio se reduce, los vasos fetales se vuelven más pro- Debido a que la placenta es funcionalmente una aproximación ínti-
minentes y se ubican más cerca a la superficie (véase figura 5-10). ma del lecho capilar fetal a la sangre materna, su anatomía macros-
El estroma velloso también muestra cambios a medida que la ges- cópica se refiere en lo principal a las relaciones vasculares. La super-
tación progresa. Al principio del embarazo, las células de ramifica- ficie fetal está cubierta por el amnios transparente, por debajo del
ción del tejido conjuntivo son separadas por una abundante matriz cual corren los vasos coriónicos. Una sección a través de la placenta
intracelular suelta. Más tarde, el estroma velloso se vuelve más incluye amnios, corion, vellosidades coriónicas y espacio intervello-
denso, y las células son más altas y estrechamente compactadas. so, placa decidual (basal) y miometrio (figuras 5-13 y 5-14).
Otro cambio en el estroma involucra la infiltración de células de
Hofbauer, que son macrófagos fetales. Estos son casi redondos con
núcleos vesiculares, a menudo excéntricos y citoplasma muy granu- Amnios
lar o vacuolado. Crecen en número y estado de maduración duran- CNS
Corion
te el embarazo y parecen ser importantes mediadores de protección
en la interfaz materno-fetal (Johnson, 2012). Estos macrófagos son Vellosidades
fagocíticos, tienen un fenotipo inmunosupresor, pueden producir
diversas citoquinas y son capaces de regular paracrinamente las
funciones trofoblásticas (Cervar, 1999; Reyes, 2017). Como se ana-
liza con más detalle en el capítulo 64 (p. 1219), estudios recientes
sugieren que el virus del Zika puede infectar las células de Hof-
bauer permitiendo la transmisión fetal (Simoni, 2017).
Algunos de los cambios histológicos que acompañan al creci-
miento y la maduración de la placenta mejoran el transporte y el Decidua basal
intercambio para cumplir con los requisitos metabólicos del feto.
Entre estos cambios se encuentran un sincitiotrofoblasto más del-
gado, un número de citotrofoblastos reducido de manera muy
significativa, estroma disminuido y un mayor número de capilares
con una estrecha aproximación a la superficie sincitial. A las 16
semanas de gestación, se pierde la continuidad aparente de los
citotrofoblastos. A término, las vellosidades se pueden reducir fo-
Miometrio
calmente a una capa delgada de sincitio que cubre el tejido con-
juntivo velloso mínimo en el cual los capilares fetales de paredes
delgadas colindan con el trofoblasto y dominan las vellosidades. FIGURA 5-14 Fotomicrografía del blastocisto implantado tem-
Hay algunos cambios en la arquitectura placentaria que pue- prano. Los trofoblastos se ven invadiendo la decidua basal.
den causar una disminución en la eficiencia del intercambio del CNS (central nervous system): sistema nervioso central. (Utiliza-
mismo si son sustantivos. Estos incluyen engrosamiento de la lá- do con permiso del Dr. Kurt Benirschke.)
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Circulación fetal uterina durante la gestación. En general, las arterias espirales son
perpendiculares a la pared uterina, pero las venas son paralelas a la
La sangre fetal de tipo venoso desoxigenada fluye a la placenta a
misma. Esta disposición ayuda al cierre de las venas durante una
través de las dos arterias umbilicales. A medida que el cordón se
contracción uterina y evita la salida de la sangre materna del espa-
une a la placenta, estos vasos umbilicales se ramifican de manera
cio intervelloso. El número de aberturas arteriales en el espacio in-
SECCIÓN 3
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tráfico entre la madre y el feto en ambas direcciones. Esta situa- puede ser inmunológicamente permisivo del desajuste del antí-
ción se ejemplifica mejor desde el punto de vista clínico median- geno materno-fetal (LeBouteiller, 1999). El HLA-G tiene un pa-
te la aloinmunización con antígeno D de eritrocitos (capítulo 15, pel propuesto para proteger los trofoblastos extravellosos del
p. 301). La mezcla de sangre materna y fetal es quizás pequeña rechazo inmunitario mediante la modulación de las funciones de
CAPÍTULO 5
en la mayoría de los casos aunque rara vez la sangre fetal pasa a dNK (Apps, 2011; Rajagopalan, 2012). Por último, Goldman-Wo-
la circulación materna. hl y asociados (2000) han proporcionado evidencia de expresión
Las células fetales también pueden injertarse en la madre du- anormal de HLA-G en trofoblastos extravellosos de mujeres con
rante el embarazo e identificarse décadas después. Los linfocitos preeclampsia.
fetales, las células madre mesenquimales CD34+ y las células for-
madoras de colonias endoteliales residen en la sangre materna, la
médula ósea o los vasos uterinos (Nguyen, 2006; Piper, 2007; Si- Células inmunes deciduales
pos, 2013). Conocido como microquimerismo, tales células madre Las células asesinas naturales son la población predominante de
residuales se han visto implicadas en la relación desigual entre leucocitos presentes en la capa media del endometrio y en la deci-
hombres y mujeres de los trastornos autoinmunes (Greer, 2011; dua a lo largo del primer trimestre (Johnson, 1999). Al término,
Stevens, 2006). Como se discute en el capítulo 59 (p. 1139), están sin embargo, relativamente pocas células dNK están presentes en
asociados con la patogénesis de la tiroiditis linfocítica, la esclero- la decidua. En el primer trimestre de la decidua, las células dNK
dermia y el lupus eritematoso sistémico. se encuentran cerca de trofoblastos extravellosos, y allí supuesta-
mente sirven para regular la invasión. Estas dNK tienen un feno-
tipo distinto caracterizado por una alta densidad superficial de
⬛ Interfaz materno-fetal CD56 o moléculas de adhesión de células neurales (Manaster,
La supervivencia del injerto semialogénico fetal requiere interac- 2008; Moffett-King, 2002). Su infiltración se ve incrementada por
ciones complejas entre los trofoblastos fetales y las células inmu- la progesterona y por la producción de células estromales de IL-15
nitarias deciduales maternas. La interfaz feto-materna no es desde y prolactina decidual (Dunn, 2002; Gubbay, 2002). Aunque las
el punto de vista inmunológico inerte. Más bien, es un centro ac- células dNK tienen la capacidad de citotoxicidad, no son citotóxi-
tivo de interacciones que permite la implantación y el desarrollo cas para las células trofoblásticas fetales. Su potencial en este sen-
placentario apropiado y asegura la inmunotolerancia del feto. A tido se previene mediante señales moleculares de macrófagos de-
pesar de esto, se debe mantener un sistema inmune funcional pa- ciduales. Además, la expresión de moléculas HLA específicas
ra proteger a la madre. protege contra la muerte de dNK. Además, las células dNK fun-
cionan para restringir la invasividad del trofoblasto al proteger a
la madre.
Inmunogenicidad de los trofoblastos Analizando otros tipos celulares, los macrófagos deciduales son
distintos de los macrófagos M1 proinflamatorios o M2 antiinfla-
Las células trofoblásticas son las únicas células derivadas del feto
matorios. Los macrófagos deciduales expresan el receptor del
en contacto directo con los tejidos y la sangre de la madre. El
complemento CD11c en niveles altos o bajos: CD11cHI y CD-
sincitiotrofoblasto fetal sintetiza y secreta numerosos factores que
11cLO. Estas células funcionan para regular respuestas de células
regulan la respuesta inmune de las células de la madre tanto en el
T adaptativas; controlar la diferenciación, activación y citotoxici-
sitio de implantación como sistémicamente.
dad de dNK; y producir citoquinas antiinflamatorias tales como
Los antígenos leucocitarios humanos (HLA, human leukocyte
IL-10 para asegurar la tolerancia fetal y la inhibición de las res-
antigens) son el análogo humano del complejo mayor de histocom-
puestas inmunes dañinas.
patibilidad (MHC, major histocompatibility complex) (Hunt, 1992).
Las células dendríticas son aquellas que presentan antígenos a
Hay 17 genes HLA de clase I, incluidos tres genes clásicos, HLA-A,
las células T. Desempeñan un papel importante en el desarrollo de
-B y -C, que codifican los principales antígenos de trasplante de
un endometrio receptivo para la implantación.
clase I (clase Ia). Otros tres genes de clase I, denominados HLA-E,
Las células T maternas, como parte de la respuesta inmune
-F y -G, codifican antígenos HLA de clase Ib. Los antígenos MHC
adaptativa, aumentan en número y función después del encuentro
clases I y II están ausentes de los trofoblastos vellosos, que pare-
con un antígeno específico. Estas células conservan posteriormen-
cen ser inmunológicamente inertes en todas las etapas gestaciona-
te la capacidad de responder de manera muy rápida en un en-
les (Weetman, 1999). Los citotrofoblastos extravellosos invasivos
cuentro posterior con el mismo antígeno. Poblaciones específicas
expresan moléculas MHC de clase I. Por tanto, la capacidad de
de células Treg persisten y pueden proteger contra respuestas in-
estas células para eludir el rechazo de trasplantes es el objetivo de
munes aberrantes. Durante el embarazo, hay una expansión sisté-
un considerable número de estudios.
mica de las poblaciones de células Treg maternas. Estas células
Moffett-King (2002) explicó que la implantación normal de-
son células FOXP3+ con especificidad fetal definida. Son inmuno-
pende de la invasión trofoblástica controlada de la decidua mater-
supresores y juegan un papel en la tolerancia fetal
na y las arterias espirales. Dicha invasión debe avanzar lo suficien-
te como para permitir el crecimiento y desarrollo normal del feto,
pero un mecanismo debe regular la profundidad de la invasión.
Ella sugiere que las células dNK, combinadas con la expresión úni- AMNIOS
ca de tres genes HLA de clase I específicos en citotrofoblastos ex-
travellosos, actúan en concierto para permitir y posteriormente A término, el amnios es una membrana resistente y tenaz pero
limitar la invasión de trofoblasto. flexible. Esta membrana fetal avascular más interna es contigua
Los antígenos de clase I en citotrofoblastos extravellosos se al fluido amniótico y juega un papel de increíble importancia en
explican por la expresión de HLA-C clásica y moléculas de clase el embarazo humano. El amnios proporciona casi toda la resis-
Ib no clásica de HLA-E y HLA-G. El antígeno HLA-G se expresa tencia a la tracción de las membranas fetales. En consecuencia,
sólo en humanos, con expresión restringida a citotrofoblastos su resistencia a la ruptura es de vital importancia para el éxito
extravellosos contiguos a tejidos maternos. Los embriones utili- del embarazo. De hecho, la rotura prematura de membranas fe-
zados para la fertilización in vitro no se implantan si no expresan tales es una de las principales causas de parto prematuro (capí-
una isoforma HLA-G soluble (Fuzzi, 2002). Por tanto, HLA-G tulo 42, p. 819).
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El epitelio amniótico también sintetiza péptidos vasoactivos, ciado por la interacción de fibrillas con proteoglicanos como la
que incluyen la endotelina y la proteína relacionada con la hormo- decorina y el biglicano (capítulo 21, p. 409). Se informa que la re-
na paratiroidea (Economos, 1992; Germain, 1992). El tejido pro- ducción de estos proteoglicanos altera la función de la membrana
duce péptido natriurético cerebral (BNP, brain natriuretic peptide) y fetal (Horgan, 2014; Wu, 2014). Estas membranas, que recubren
CAPÍTULO 5
hormona liberadora de corticotropina (CRH, corticotropin-releasing el cuello uterino, tienen un cambio regional en la expresión gené-
hormone), que son péptidos que invocan la relajación del músculo tica y la activación de linfocitos que activan una cascada inflama-
liso (Riley, 1991; Warren, 1995). La producción de BNP está regu- toria (Marcellino, 2017). Este cambio puede contribuir a la remo-
lada positivamente por el estiramiento mecánico en las membra- delación tisular y la pérdida de resistencia a la tracción en el
nas fetales y se propone que funcione en la quietud uterina. El amnios (Moore, 2009).
factor de crecimiento epidérmico, un regulador negativo del BNP,
se regula positivamente en las membranas a término y conduce a
una disminución de la inactividad uterina regulada por BNP (Car- ⬛ Funciones metabólicas
vajal, 2013). Parece razonable que los péptidos vasoactivos produ- El amnios es metabólicamente activo, participa en el transporte de
cidos en amnios tengan acceso a la superficie adventicia de los solutos y agua para la homeostasis del fluido amniótico y produce
vasos coriónicos. Por tanto, el amnios puede estar involucrado en una impresionante variedad de compuestos bioactivos. El amnios
la modulación del tono del vaso coriónico y el flujo sanguíneo. Los responde de manera aguda y crónica al estiramiento mecánico, lo
péptidos vasoactivos derivados de amnios funcionan en tejidos que altera la expresión del gen amniótico (Carvajal, 2013; Neme-
maternos y fetales en diversos procesos fisiológicos. Después de th, 2000). Esto, a su vez, puede desencadenar respuestas autocri-
su secreción, estos agentes bioactivos entran en el líquido amnió- nas y paracrinas que incluyen la producción de MMP, IL-8 y cola-
tico y, por consiguiente, están disponibles para el feto al tragarlos genasa (Bryant-Greenwood, 1998; Mogami, 2013). Tales factores
e inhalarlos. pueden modular los cambios en las propiedades de la membrana
durante el parto.
Células mesenquimales de amnios
Las células mesenquimales de la capa de fibroblastos amnióticos CORDÓN UMBILICAL
son responsables de otras funciones principales. La síntesis de co-
lágenos intersticiales que componen la capa compacta del amnios El saco vitelino y la vesícula umbilical en los que se desarrolla
—la principal fuente de su resistencia a la tracción— tiene lugar en son notorios al principio del embarazo. Al principio, el embrión
las células mesenquimales (Casey, 1996). Al término del embarazo es un disco aplanado interpuesto entre el amnios y el saco viteli-
la generación de cortisol por 11β hidroxiesteroide deshidrogenasa no (véase figura 5-9). Su superficie dorsal crece más rápido que
puede contribuir a la ruptura de la membrana a través de la reduc- la superficie ventral, en asociación con el alargamiento de su tu-
ción de la cantidad de colágeno (Mi, 2017). Las células mesenqui- bo neural. De esta forma, el embrión protruye en el interior del
males también sintetizan citoquinas que incluyen IL-6, IL-8 y saco amniótico, y la parte dorsal del saco vitelino se incorpora al
MCP-1. La síntesis de citoquinas aumenta en respuesta a toxinas cuerpo del embrión para formar el intestino. La alantoides se
bacterianas e IL-1. Esta capacidad funcional de las células amnió- proyecta hacia la base del tallo del cuerpo desde la pared caudal
ticas mesenquimatosas es una consideración importante en el es- del saco vitelino y, posteriormente, desde la pared anterior del
tudio del líquido amniótico de la acumulación de mediadores in- intestino posterior.
flamatorios asociada al trabajo de parto (García-Velasco, 1999). A medida que avanza el embarazo, el saco vitelino se vuelve
Finalmente, las células mesenquimatosas pueden ser una fuente más pequeño y su pedículo relativamente más largo. A mediados
mayor de PGE2 que las células epiteliales, especialmente en el caso del tercer mes, el amnios en expansión borra el celoma extraem-
de ruptura prematura de la membrana (Mogami, 2013; Whittle, brionario, se fusiona con el corion leve y cubre el abultado disco
2000). placentario y la superficie lateral del tallo del cuerpo. Este último
se llama cordón umbilical o funis. Una descripción más detallada
⬛ Resistencia a la tracción de este cordón y posibles anomalías se encuentra en el capítulo 6
(p. 117).
Durante las pruebas de resistencia a la tracción, la decidua y luego El cordón a término normalmente tiene dos arterias y una ve-
la capa del corion ceden mucho antes de que se rompa el amnios. na (figura 5-17). La vena umbilical derecha por lo general desapa-
De hecho, las membranas son elásticas y pueden expandirse al rece temprano durante el desarrollo fetal, dejando sólo la vena
doble de tamaño normal durante el embarazo (Benirschke, 2012). izquierda original.
La resistencia a la tracción del amnios reside casi exclusivamente El cordón umbilical se extiende desde el ombligo fetal hasta
en la capa compacta, que está compuesta de colágenos intersticia- la superficie fetal de la placenta, es decir, la placa coriónica. La
les reticulados I y III y cantidades menores de colágenos V y VI. sangre fluye desde la vena umbilical hacia el feto. La sangre toma
Los colágenos son las macromoléculas primarias de la mayoría un camino de menor resistencia a través de dos rutas dentro del
de los tejidos conjuntivos. El colágeno I es el principal colágeno feto. Uno es el conducto venoso que desemboca de manera direc-
intersticial en los tejidos caracterizados por una gran resistencia a ta en la vena cava inferior (figura 7-9, p. 130). La otra ruta consis-
la tracción, como el hueso y el tendón. En otros tejidos, se cree te en numerosas aberturas más pequeñas en la circulación hepá-
que el colágeno III contribuye a la integridad del tejido y propor- tica. La sangre del hígado fluye hacia la vena cava inferior a través
ciona tanto la extensibilidad del tejido como la resistencia a la de la vena hepática. La resistencia en el conducto venoso está
tracción. Por ejemplo, la proporción de colágeno III a colágeno I controlada por un esfínter que está situado en el origen del ducto
en las paredes de varios tejidos altamente extensibles —saco am- en el receso umbilical y está inervado por una rama del nervio
niótico, vasos sanguíneos, vejiga urinaria, conductos biliares, in- vago.
testino y útero grávido— es mayor que en los tejidos no elásticos La sangre sale del feto a través de las dos arterias umbilicales.
(Jeffrey, 1991). Estas son ramas anteriores de la arteria iliaca interna y se obliteran
La resistencia a la tensión del amnios está regulada en parte después del nacimiento para formar los ligamentos umbilicales
por el ensamblaje de colágeno fibrilar. Este proceso está influen- mediales.
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CAPÍTULO 5
Gonadotropina coriónica humana — LH, FSH, TSH Mantiene la función del cuerpo lúteo
(hCG) Regula la secreción de testosterona
testicular fetal
Estimula la tiroides materna
Lactógeno placentario (PL, — GH, prolactina Ayuda a la adaptación materna para los
placental lactogen) requerimientos de energía fetal
Adrenocorticotropina (ACTH, Hipotálamo —
Adrenocorticotropin)
Hormona liberadora de Hipotálamo — Relaja músculo liso; ¿inicia el parto?
corticotropina (CRH) Promueve la producción de
glucocorticoides fetales y maternos
Hormona liberadora de Hipotálamo — Regula la producción de trofoblasto
gonadotropina (GnRH, hCG
gonadotropin-releasing hormone)
Tirotropina (TRH, thyrotropin) Hipotálamo Desconocida
Hormona liberadora de la hormona Hipotálamo — Desconocida
del crecimiento (GHRH, growth
hormone-releasing hormone)
Variante de la hormona de — Variante GH no Potencialmente media la resistencia de
crecimiento (hGH-V, growth encontrada en la la insulina en el embarazo
hormone variant) hipófisis
Neuropéptido Y Cerebro Potencialmente regula la liberación de
CRH por los trofoblastos
Proteína liberadora de paratiroides — Regula la transferencia de calcio y
(PTH-rp, parathyroid-releasing otros solutos; regula la homeostasis
protein) mineral fetal
Inhibina Ovario/testículos Inhibe potencialmente la ovulación
mediada por FSH; regula la síntesis
de hCG
Activina Ovario/testículos Regula la síntesis placentaria de GnRH
GH (growth hormone): hormona del crecimiento; FSH: hormona foliculoestimulante; LH: hormona luteinizante; TSH (thyroid-stimulating hormone):
hormona estimulante de la tiroides.
5
hPL(mg/mL)
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El patrón de aparición de hCG en sangre fetal es similar al de la partir de entonces, a medida que los niveles de hCG disminuyen,
madre. Los niveles de plasma fetal, sin embargo, son sólo alrededor la LH hipofisiaria mantiene una modesta estimulación testicular.
del 3% de los del plasma materno. La concentración de hCG en lí- La glándula tiroides materna también es estimulada por gran-
quido amniótico al comienzo del embarazo es similar a la del plas- des cantidades de hCG. En algunas mujeres con enfermedad tro-
ma materno. A medida que progresa el embarazo, la concentración foblástica gestacional, a veces se produce evidencia bioquímica y
SECCIÓN 3
de hCG en el líquido amniótico disminuye y, a corto plazo, los ni- clínica de hipertiroidismo (capítulo 20, p. 391). Esta vez se atribu-
veles son aproximadamente del 20% de los del plasma materno. yó a la formación de tirotropinas coriónicas por trofoblastos neo-
La orina materna contiene la misma variedad de productos de plásicos. Sin embargo, se demostró con posterioridad que algunas
degradación de hCG como el plasma materno. La forma principal formas de hCG se unen a receptores de TSH en tirocitos (Hersh-
de la orina es el producto terminal de la degradación de la hCG, man, 1999). Y el tratamiento de los hombres con hCG exógena
conocido como el fragmento del núcleo-β. Las concentraciones de aumenta la actividad tiroidea. La actividad estimulante de la tiroi-
este fragmento siguen el mismo patrón general que el de un plas- des en el plasma de mujeres embarazadas en el primer trimestre
ma materno alcanzando su punto máximo a las 10 semanas de varía apreciablemente de una muestra a otra. Es probable que las
gestación. Lo más importante, el llamado anticuerpo de subuni- modificaciones de los oligosacáridos de hCG sean importantes en
dad β utilizado en muchas pruebas de embarazo reacciona tanto la capacidad de la hCG para estimular la función tiroidea. Por
con hCG intacto —la forma principal en el plasma— como con frag- ejemplo, las isoformas ácidas estimulan la actividad tiroidea y al-
mentos de hCG, la forma principal encontrada en la orina. gunas isoformas más básicas estimulan la captación de yodo
(Kraiem, 1994; Tsuruta, 1995; Yoshimura, 1994). Finalmente, el
Regulación de hCG receptor LH-hCG es expresado por tirocitos, lo que sugiere que la
hCG estimula la actividad tiroidea a través del receptor LH-hCG
La hormona liberadora de gonadotropina placentaria (GnRH) pro- así como también por el receptor TSH (Tomer, 1992).
bablemente está involucrada en la regulación de la formación de Otras funciones de hCG incluyen la promoción de la secre-
hCG. Tanto la GnRH como su receptor se expresan por citotrofo- ción de relaxina por el cuerpo lúteo (Duffy, 1996). Los receptores
blastos y por el sincitiotrofoblasto (Wolfahrt, 1998). La administra- LH-hCG se encuentran en el miometrio y en el tejido vascular
ción de GnRH eleva los niveles circulantes de hCG, y los trofoblas- uterino. Se ha formulado la hipótesis de que la hCG puede pro-
tos cultivados responden al tratamiento con GnRH y aumentan la mover la vasodilatación vascular uterina y la relajación del múscu-
secreción de hCG (Iwashita, 1993; Siler-Khodr, 1981). La produc- lo liso del miometrio (Kurtzman, 2001). La gonadotropina corió-
ción de GnRH hipofisiaria también está regulada por la inhibina y nica también regula la expansión del número de células dNK
la activina. En células placentarias cultivadas, la activina estimula durante las primeras etapas de la placentación, asegurando así el
y la inhibina inhibe la producción de GnRH y hCG (Petraglia, 1989; establecimiento apropiado del embarazo (Kane, 2009).
Steele, 1993).
El aclaramiento renal de hCG representa el 30% de su elimina-
ción metabólica. El resto es probablemente eliminado por el meta- Niveles anormalmente altos o bajos
bolismo en el hígado (Wehmann, 1980). Las separaciones de las Hay varias circunstancias clínicas en las cuales se encuentran ni-
subunidades β y α son alrededor de 10 y 30 veces, respectivamen- veles de hCG en plasma maternos sustancialmente más altos. Al-
te, mayores que las de la hCG intacta. En embarazos complicados gunos ejemplos son el embarazo múltiple, la eritroblastosis fetal
por enfermedad renal crónica, el aclaramiento de hCG puede re- asociada con la anemia hemolítica fetal y la enfermedad trofoblás-
ducirse marcadamente. tica gestacional. Se pueden encontrar niveles de hCG relativa-
mente más altos en mujeres que tienen un feto con síndrome de
Down. Esta observación se usa en pruebas de detección bioquími-
Funciones biológicas ca (capítulo 14, p. 281). La razón de la elevación no está clara,
Ambas subunidades de hCG son necesarias para unirse al recep- pero se ha especulado sobre la madurez placentaria reducida. Va-
tor de LH-hCG en el cuerpo lúteo y el testículo fetal. Los recepto- rios tumores malignos también producen hCG, a veces en gran-
res de LH-hCG están presentes en varios otros tejidos, pero sus des cantidades, especialmente neoplasmas trofoblásticos (capítu-
roles allí están menos definidos. los 9, p. 159 y 20, p. 391).
La función biológica más conocida de hCG es el llamado res- Se encuentran niveles plasmáticos de hCG relativamente más
cate y mantenimiento de la función del cuerpo lúteo, es decir, la bajos en mujeres con un embarazo prematuro, incluido el emba-
producción continua de progesterona. Esta es sólo una explicación razo ectópico (capítulo 19, p. 373). La hCG se produce en cantida-
incompleta de la función fisiológica de la hCG en el embarazo. Por des muy pequeñas en tejidos normales de hombres y mujeres no
ejemplo, las concentraciones máximas de hCG en plasma se al- embarazadas, tal vez principalmente en la glándula hipofisiaria
canzan mucho después de que haya cesado la secreción de proges- anterior. No obstante, la detección de hCG en sangre u orina casi
terona del cuerpo lúteo estimulada por hCG. De manera específi- siempre indica embarazo (capítulo 9, p. 158).
ca, la síntesis de progesterona en el cuerpo lúteo comienza a
disminuir aproximadamente a las 6 semanas a pesar de la produc-
ción de hCG continuada y creciente. ⬛ Lactógeno placentario humano
Un segundo rol de la hCG es la estimulación de la secreción de
testosterona testicular fetal. Esto es máximo aproximadamente Biosíntesis
cuando los niveles de hCG alcanzan su punto cumbre. Por tanto, Se trata de una cadena polipeptídica única no glucosilada con un
en un momento crítico en la diferenciación sexual masculina, la peso molecular de 22 279 Da. Las secuencias de hPL y de hormo-
hCG ingresa al plasma fetal a partir del sincitiotrofoblasto. En el na de crecimiento humana (hGH) son sorprendentemente simila-
feto, actúa como un sustituto de LH para estimular la replicación res, con un 96% de homología. Además, el hPL es estructuralmen-
de las células de Leydig y la síntesis de testosterona para promover te similar a la prolactina humana (hPRL, human prolactin), con una
la diferenciación sexual masculina (capítulo 3, p. 35). Antes de al- semejanza de secuencia de aminoácidos del 67%. Debido a estas
rededor de 110 días, no hay vascularización de la hipófisis anterior similitudes, se llamó lactógeno placentario humano u hormona de
fetal del hipotálamo. Por consiguiente, la secreción de LH hipofi- crecimiento coriónico. En la actualidad, la mayoría usa el término
siaria es mínima, y la hCG actúa como LH antes de este momento. A lactógeno placentario humano.
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Hay cinco genes en el grupo de genes de lactógeno de la hormo- Hormonas liberadoras de tipo hipotalámico
na del crecimiento y placenta que están conectados y localizados en
Las conocidas hormonas hipotalámicas liberadoras o inhibidoras
el cromosoma 17. El hPL está concentrado en el sincitiotrofoblasto,
incluyen GnRH, CRH, hormona liberadora de tirotropina (TRH,
pero similar a hCG, el hPL se demuestra en citotrofoblastos antes
thyrotropin-releasing hormone), hormona liberadora de hormona
CAPÍTULO 5
de las 6 semanas (Grumbach, 1964; Maruo, 1992). Dentro de los 5
del crecimiento y somatostatina. Por cada una, existe una hormo-
a 10 días después de la concepción, el hPL es demostrable en la
na análoga producida en la placenta humana (Petraglia, 1992; Si-
placenta y se puede detectar en el suero materno a las 3 semanas.
ler-Khodr, 1988).
Los niveles de mRNA del hPL en el sincitiotrofoblasto permanecen
La GnRH en la placenta muestra su expresión más alta en el
relativamente constantes durante todo el embarazo. Este hallazgo
primer trimestre (Siler-Khodr, 1978, 1988). Curiosamente, se en-
apoya la idea de que la tasa de secreción de hPL es proporcional a
cuentra en el citotrofoblasto, pero no en el sincitiotrofoblasto. Las
la masa de la placenta. Los niveles aumentan de manera constante
funciones de GnRH derivadas de placenta para regular la produc-
hasta las semanas 34 a 36 de gestación. La tasa de producción de
ción de hCG en el trofoblasto y la invasión de trofoblasto extrave-
hPL cercana al término —aproximadamente 1 g/d— es, con mucho,
lloso a través de la regulación de MMP-2 y MMP-9 (Peng, 2016). La
la mayor de todas las hormonas conocidas en humanos. La semivi-
GnRH derivada de placenta también es la causa probable de nive-
da del hPL en el plasma materno es de entre 10 y 30 minutos
les elevados de GnRH materna en el embarazo (Siler-Khodr, 1984).
(Walker, 1991). Al final del embarazo, las concentraciones séricas
La CRH es un miembro de la familia más grande de péptidos
en la madre alcanzan niveles de 5 a 15 µg/mL (véase figura 5-18).
relacionados con CRH que incluye CRH y urocortinas (Dautzen-
Se detecta muy poco hPL en sangre fetal o en la orina de la
berg, 2002). Los niveles de CRH en suero materno aumentan de 5
madre o del recién nacido. Los niveles de líquido amniótico son
a 10 pmol/L en la mujer no embarazada a aproximadamente 100
algo más bajos que en el plasma materno. El hPL se secreta prin-
pmol/L en el tercer trimestre temprano del embarazo y a casi 500
cipalmente en la circulación materna, con cantidades muy peque-
pmol/L abruptamente durante las últimas 5 a 6 semanas (véase
ñas en la sangre del cordón umbilical. Por tanto, se cree que su
figura 5-18). La urocortina también es producida por la placenta y
papel en el embarazo está mediado a través de acciones en los
secretada a la circulación materna, pero a niveles mucho más ba-
tejidos maternos en lugar de en los fetales. No obstante, continúa
jos que los observados para la CRH (Florio, 2002). Después de que
el interés por la posibilidad de que el hPL tenga funciones selectas
comienza el trabajo de parto, los niveles de CRH en plasma ma-
en el crecimiento fetal.
terno aumentan aún más (Petraglia, 1989, 1990).
Acciones metabólicas La función biológica de la CRH sintetizada en la placenta, las
membranas y la decidua ha sido un tanto definida. Los receptores
El hPL tiene acciones putativas en varios procesos metabólicos de CRH están presentes en muchos tejidos, incluida la placenta.
importantes. En primer lugar, el hPL promueve la lipólisis mater- El trofoblasto, el amniocorion y la decidua expresan receptores
na con niveles aumentados de ácidos grasos libres circulantes. CRH-R1 y CRH-R2 y muchos receptores variantes (Florio, 2000).
Esto proporciona una fuente de energía para el metabolismo ma- Tanto la CRH como la urocortina potencian la secreción trofoblás-
terno y la nutrición fetal. Los estudios in vitro sugieren que el hPL tica de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), lo que respalda
inhibe la secreción de leptina por sincitiotrofoblasto a término un papel autocrino-paracrino (Petraglia, 1999). Grandes cantida-
(Coya, 2005). Estadios de ayuno prolongado materno en la prime- des de CRH trofoblástica ingresan a la sangre materna.
ra mitad del embarazo conducen a concentraciones plasmáticas Otras funciones biológicas propuestas incluyen la inducción
de hPL más elevadas. de la relajación del músculo liso en el tejido vascular y miometrial
En segundo lugar, el hPL puede ayudar a la adaptación mater- y la inmunosupresión. El reverso fisiológico, sin embargo, la in-
na a los requerimientos de energía fetal. Por ejemplo, el aumento ducción de contracciones miometriales, se ha propuesto para los
de la resistencia a la insulina materna asegura el flujo de nutrien- niveles crecientes de CRH observados a corto plazo. Una hipótesis
tes al feto. También favorece la síntesis de proteínas y proporciona sugiere que CRH puede estar involucrada con el inicio del parto
una fuente de aminoácidos fácilmente disponible para el feto. Pa- (Wadhwa, 1998). Alguna evidencia sugiere que la expresión de
ra contrarrestar la mayor resistencia a la insulina y prevenir la hi- urocortina 2 se induce a término e induce la expresión de marca-
perglucemia materna, acrecientan los niveles de insulina materna. dores proinflamatorios y la expresión del receptor de prostaglan-
Tanto el HPL como la prolactina señalizan a través del receptor de dina F en la placenta y el miometrio (Voltolini, 2015). La forma-
prolactina para aumentar la proliferación de células beta maternas ción de prostaglandinas en la placenta, el amnios, el corion leve y
para aumentar la secreción de insulina (Georgia, 2010). En los la decidua aumenta con el tratamiento con CRH (Jones, 1989b).
animales, la prolactina y el hPL regulan la síntesis de serotonina, Estas observaciones respaldan una posible acción en el momento
lo que aumenta la proliferación de las células beta (Kim, 2010). Sin del parto.
embargo, los cambios a corto plazo en la glucosa o insulina en Los glucocorticoides actúan en el hipotálamo para inhibir la
plasma tienen un efecto relativamente pequeño en los niveles de liberación de CRH, pero en el trofoblasto, los glucocorticoides es-
hPL en plasma. Los estudios in vitro de sincitiotrofoblasto sugie- timulan la expresión del gen CRH (Jones, 1989a, Robinson, 1988).
ren que la síntesis de hPL es estimulada por la insulina y el factor Por tanto, puede haber un nuevo ciclo de retroalimentación posi-
de crecimiento insulínico-1 e inhibida por PGE2 y PGF2α (Bhau- tiva en la placenta mediante el cual la CRH placentaria estimula la
mick, 1987; Genbacev, 1977). ACTH placentaria para estimular la producción de glucocorticoi-
Por último,el hPL es una potente hormona angiogénica. Puede des adrenales fetales y maternos con la posterior estimulación de
cumplir una función importante en la formación de la vasculatura la expresión placentaria de CRH (Nicholson, 2001; Riley, 1991).
fetal (Corbacho, 2002). La hormona liberadora de la hormona del crecimiento tiene un pa-
pel desconocido (Berry, 1992). La grelina es otro regulador de la
⬛ Otras hormonas proteínicas placentarias secreción de hGH que es producido por el tejido placentario (Hor-
La placenta tiene una notable capacidad para sintetizar numero- vath, 2001). La expresión de la grelina de trofoblasto alcanza su
sas hormonas peptídicas, incluidas algunas análogas o relaciona- punto máximo a mitad del embarazo y es un regulador paracrino
das con las hormonas hipotalámica e hipofisiaria. A diferencia de de la diferenciación o un regulador potencial de la producción de
sus contrapartes, algunas de estas hormonas peptídicas/proteicas la variante de la hormona del crecimiento humano, que se descri-
placentarias no están sujetas a la inhibición por retroalimentación. be a continuación (Fuglsang, 2005; Gualillo, 2001).
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Hormonas similares a la hipófisis la homeostasis mineral fetal en los huesos, el líquido amniótico y
la circulación fetal (Simmonds, 2010).
La ACTH, la lipotropina y la β-endorfina, que son todas productos
proteolíticos de la proopiomelanocortina, se recuperan de los ex-
tractos placentarios (Genazzani, 1975; Odagiri, 1979). La acción Leptina
SECCIÓN 3
fisiológica de la ACTH placentaria no está clara. Como se discutió, Esta hormona normalmente es secretada por los adipocitos. Fun-
la CRH placentaria estimula la síntesis y la liberación de ACTH ciona como una hormona antiobesidad que disminuye la ingesta
coriónica. de alimentos a través de su receptor hipotalámico. También regu-
Una variante de la hormona del crecimiento humano (hGH-V) que la el crecimiento óseo y la función inmune (Cock, 2003; La Cava,
no se expresa en la hipófisis lo hace en la placenta. El gen que co- 2004). En la placenta, la leptina se sintetiza tanto por citotrofoblas-
difica hGH-V se encuentra en el grupo de genes hGH-hPL en el tos como por sincitiotrofoblasto (Henson, 2002). Las contribucio-
cromosoma 17. A veces denominado hormona de crecimiento pla- nes relativas de la leptina del tejido adiposo materno versus pla-
centaria, la hGH-V es una proteína de 191 aminoácidos que centa no están bien definidas en la actualidad, aunque evidencia
difiere en 15 posiciones de aminoácidos de la secuencia de hGH. reciente destaca un papel regulador clave de la leptina placentaria
Aunque la hGH-V conserva funciones promotoras del crecimiento en el transporte de aminoácidos placentarios y el crecimiento fetal
y antilipogénicas similares a las de la hGH, ha reducido las funcio- (Rosario, 2016a). Los niveles séricos en la madre son significativa-
nes diabetogénicas y lactogénicas en relación con la hGH (Vic- mente más altos que en las mujeres no embarazadas. Los niveles
kers, 2009). La hGH-V placentaria se sintetiza presumiblemente de leptina fetal se correlacionan de manera positiva con el peso al
en el sincitiotrofoblasto. Se cree que la hGH-V está presente en el nacer y es muy probable que funcionen en el desarrollo y creci-
plasma materno hacia las 21 a 26 semanas de gestación, aumenta miento del feto. Los estudios sugieren que las reducciones en la
en la concentración hasta casi 36 semanas y permanece relativa- disponibilidad de leptina contribuyen a la programación metabó-
mente constante a partir de entonces. Existe una correlación entre lica fetal adversa en la descendencia restringida al crecimiento
los niveles de hGH-V en el plasma materno y los del factor de intrauterino (Nusken, 2016).
crecimiento insulínico-1. Además, la glucosa inhibe la secreción
de hGH-V por el trofoblasto in vitro de forma dependiente de la Neuropéptido Y
dosis (Patel, 1995). La sobreexpresión de hGH-V en ratones causa
resistencia a la insulina extensa, por lo que es un candidato proba- Este péptido de 36 aminoácidos se distribuye ampliamente en el
ble para mediar la resistencia a la insulina del embarazo (Liao, cerebro. También se encuentra en las neuronas simpáticas que
2016). inervan los sistemas cardiovascular, respiratorio, gastrointestinal
y genitourinario. El neuropéptido Y se ha aislado de la placenta y
se ha localizado en citotrofoblastos (Petraglia, 1989). Los trofoblas-
Relaxina tos poseen receptores de neuropéptido Y, y el tratamiento de estos
Se ha demostrado la expresión de relaxina en el cuerpo lúteo hu- con el neuropéptido Y causa la liberación de CRH (Robidoux,
mano, la decidua y la placenta (Bogic, 1995). Este péptido se sinte- 2000).
tiza como una única molécula de preprorelaxina de 105 aminoáci-
dos que se divide en moléculas A y B. La relaxina es similar de
forma estructural a la insulina y al factor de crecimiento similar a
Inhibina y activina
la insulina. Dos de los tres genes de relaxina —H2 y H3— se trans- Estas hormonas glucoproteicas se expresan en tejidos reproducti-
criben en el cuerpo lúteo (Bathgate, 2002; Hudson, 1983, 1984). La vos masculinos y femeninos y pertenecen a la familia del factor de
decidua, placenta y membranas expresan H1 y H2 (Hansell, 1991). crecimiento transformante β (Jones, 2006). La inhibina es un hete-
El aumento de los niveles de relaxina circulante en la madre rodímero formado por una subunidad α y una de dos subunidades
que se observan al inicio del embarazo se atribuye a la secreción β distintas, ya sea βA o βB. Esto produce inhibina A o inhibina B,
del cuerpo lúteo y los niveles son similares a los de la hCG. La respectivamente. La activina está formada por la combinación de
relaxina, junto con el aumento de los niveles de progesterona, las dos subunidades β. La activina, la inhibina y sus respectivos
puede actuar sobre el miometrio para promover la relajación y la receptores se expresan en la placenta. Tanto la activina como la
inactividad del embarazo temprano (capítulo 21, p. 407). Además, inhibina A tienen funciones propuestas durante la fusión de cito-
la producción de relaxina y factores similares a la relaxina dentro trofoblasto en el sincitiotrofoblasto (Debiève, 2000; Jones, 2006).
de la placenta y las membranas fetales puede desempeñar un pa- La activina también estimula la producción de hormonas placen-
pel autocrino-paracrino en la regulación posparto de la remodela- tarias tales como hCG, hPL, progesterona y estrógeno (Luo, 2002;
ción de la matriz extracelular (Qin, 1997a, b). Una función impor- Morrish, 1991; Petraglia, 1989; Song, 1996). La inhibina A se opo-
tante de la relaxina es la mejora de la tasa de filtración glomerular ne a la acción de la activina en la placenta para inhibir la produc-
(capítulo 4, p. 66). ción de hCG y esteroidogénesis (Petraglia, 1989). Los niveles
anormales de inhibina o activina se correlacionan con las patolo-
Proteína relacionada con la hormona gías placentarias. Por ejemplo, la elevación en los niveles de inhi-
bina A en el segundo trimestre es indicativa del síndrome de
paratiroidea
Down fetal. Además, los niveles bajos de inhibina al principio del
En el embarazo, los niveles circulantes de proteína relacionada embarazo pueden indicar una falla en el embarazo (Prakash, 2005,
con la hormona paratiroidea (PTH-rP) están significativamente Wallace, 1996). Se informan elevaciones en los niveles circulantes
elevados en la circulación materna pero no fetal (Bertelloni, 1994; de inhibina y activina en mujeres con preeclampsia (Bersinger,
Saxe, 1997). Se han propuesto muchas funciones de esta hormo- 2003).
na. La síntesis de PTH-rP se encuentra en varios tejidos adultos
normales, especialmente en órganos reproductores que incluyen
⬛ Producción de progesterona placentaria
miometrio, endometrio, cuerpo lúteo y tejido mamario durante la
lactancia. La PTH-rP no se produce en las glándulas paratiroides Después de 6 a 7 semanas de gestación, se produce poca progeste-
de adultos normales. La PTH-rP placentaria puede tener una fun- rona en el ovario (Diczfalusy, 1961). La extirpación quirúrgica del
ción importante para regular los genes implicados en la transfe- cuerpo lúteo o incluso la ooforectomía bilateral durante la séptima
rencia de calcio así como de otros solutos. También contribuye a a la décima semanas no disminuye las tasas de excreción de preg-
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Progesterona debe confiar en una fuente exógena, que es, colesterol materno,
para la formación de progesterona. El trofoblasto utiliza preferen-
temente colesterol LDL para la biosíntesis de progesterona (Simp-
100.0 son, 1979, 1980). Este mecanismo difiere de la producción placen-
CAPÍTULO 5
taria de estrógenos, que se basa principalmente en precursores
50.0 suprarrenales fetales.
Esteroide no conjugado en plasma (ng/mL)
Progesterona Estradiol Aunque existe una relación entre el bienestar fetal y la produc-
(no embarazada) ción placentaria de estrógenos, este no es el caso de la progestero-
Estriol na placentaria. Por tanto, la función endocrina placentaria, que
10.0
incluye la formación de hormonas proteicas como la hCG y la bio-
Estrona
síntesis de progesterona, puede persistir durante semanas des-
5.0 pués de la muerte fetal.
La tasa de eliminación metabólica de progesterona en mujeres
embarazadas es similar a la hallada en hombres y mujeres no em-
barazadas. Durante el embarazo, la concentración plasmática de
Estetrol 5α-dihidroprogesterona aumenta desproporcionadamente debido
1.0 a la síntesis en el sincitiotrofoblasto tanto de la progesterona produ-
cida por la placenta como del precursor derivado del feto (Dom-
0.5 broski, 1997). Por consiguiente, la relación de concentración de
este metabolito de progesterona a progesterona es elevada durante
el embarazo. Los mecanismos para esto no están completamente
definidos. La progesterona también se convierte en el potente mi-
Estradiol neralocorticoide desoxicorticosterona en mujeres embarazadas y
0.1
(no embarazada) en el feto. La concentración de desoxicorticosterona es sorprenden-
temente más alta en los compartimientos materno y fetal (véase
0.05
cuadro 5-1). La formación extraadrenal de desoxicorticosterona a
partir de la progesterona circulante representa la mayor parte de su
4 8 12 16 20 24 28 32 36 40
producción durante el embarazo (Casey, 1982a, b).
Edad gestacional
FIGURA 5-19 Niveles plasmáticos (semanas)
de progesterona, estradiol,
estrona, estetrol y estriol en mujeres durante el curso de la ⬛ Producción placentaria de estrógeno
gestación. (Modificado y redibujado con permiso de Mesiano S.
The endocrinology of human pregnancy and fetoplacental neu- Durante las primeras 2 a 4 semanas de embarazo, los niveles cre-
roendocrine development. In Strauss JF, Barbieri RL (eds.). Yen cientes de hCG mantienen la producción de estradiol en el cuerpo
and Jaffe’s Reproductive Endocrinology: Physiology, Pathophy- lúteo materno. La producción de progesterona y estrógenos en los
siology, and Clinical Management. 6a. ed. Philadephia: Saun- ovarios maternos disminuye de manera significativa en la séptima
ders; 2009.) semana de embarazo. En este momento, hay una transición lú-
tea-placentaria. Para la semana 7, más de la mitad del estrógeno
que ingresa a la circulación materna se produce en la placenta (Mac-
Donald, 1965a, Siiteri, 1963, 1966). Posteriormente, la placenta
nanediol en orina, el principal metabolito urinario de la progeste- produce una magnitud continuamente creciente de estrógeno. A
rona. Antes de este momento, sin embargo, la extracción del cuer- corto plazo, el embarazo humano normal es un estado hiperestro-
po lúteo dará como resultado un aborto espontáneo a menos que génico, y el sincitiotrofoblasto produce estrógenos en cantidades
se administre una progestina exógena (capítulo 63, p. 1198). Des- equivalentes a las producidas en 1 día por los ovarios de no menos
pués de alrededor de 8 semanas, la placenta asume la secreción de de 1 000 mujeres ovulatorias. Este estado hiperestrogénico termina
progesterona, lo que resulta en un aumento gradual de los niveles abruptamente después del alumbramiento.
séricos en la madre durante el embarazo (figura 5-19). Por térmi-
no, estos niveles son de 10 a 5 000 veces los encontrados en muje-
res no embarazadas, dependiendo de la etapa del ciclo ovárico. Biosíntesis
La tasa de producción diaria de progesterona en embarazos En el trofoblasto humano, ni el colesterol ni, a su vez, la progeste-
únicos, normales y tardíos es de casi 250 mg. En embarazos mul- rona pueden servir como precursores de la biosíntesis de estróge-
tifetales, la tasa de producción diaria puede exceder los 600 mg. nos. Esto se debe a que el esteroide 17α-hidroxilasa/17,20-liasa
La progesterona se sintetiza a partir del colesterol en una reacción (CYP17A1) no se expresa en la placenta humana. Esta enzima
enzimática en dos pasos. Primero, el colesterol se convierte en esencial convierte 17-OH progesterona (un esteroide C21) en an-
pregnenolona dentro de las mitocondrias, en una reacción catali- drostenediona, que es un esteroide C19 y un precursor de estróge-
zada por la enzima de escisión de la cadena lateral del colesterol no. En consecuencia, la conversión de esteroides C21 a esteroides
del citocromo P450. La pregnenolona abandona la mitocondria y C19 no es posible.
se convierte en progesterona en el retículo endoplásmico por la Sin embargo, la dehidroepiandrosterona (DHEA, dehydroe-
3β-hidroxiesteroide deshidrogenasa. La progesterona se libera in- piandrosterone) y su sulfato (DHEA-S) también son esteroides C19
mediatamente a través de un proceso de difusión. y se producen por las glándulas suprarrenales materna y fetal. Es-
Aunque la placenta produce una prodigiosa cantidad de pro- tos dos esteroides pueden servir como precursores de estrógenos
gesterona, el sincitiotrofoblasto tiene una capacidad limitada para (figura 5-20). Ryan (1959a) descubrió que la placenta tenía una
la biosíntesis del colesterol. El acetato radiomarcado se incorpora capacidad excepcionalmente alta para convertir los esteroides C19
en el colesterol por el tejido placentario a una velocidad lenta. La apropiados en estrona y estradiol. La conversión de DHEA-S a
enzima limitante de la velocidad en la biosíntesis del colesterol es estradiol requiere la expresión placentaria de cuatro enzimas clave
la 3-hidroxi-3-metilglutaril coenzima A (HMG-CoA, 3-hydroxy- que se encuentran principalmente en el sincitiotrofoblasto (Bon-
3-methylglutaryl coenzyme A) reductasa. Debido a esto, la placenta enfant, 2000; Salido, 1990). Primero, la placenta expresa altos ni-
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Colesterol LDL
Circulación materna
SECCIÓN 3
StAR
Estriol Estradiol
17βHSD 1
CYP17
Aromatasa
Sulfotransferasa
3βHSD 1
Suprarrenal fetal
Sulfatasa DHEA-S
Placenta
16α-Hidroxilasa
Suprarrenal fetal
160H-DHEA-S
FIGURA 5-20 Presentación esquemática de la biosíntesis de estrógenos en la placenta humana. El sulfato de dehidroepiandroste-
rona (DHEA-S, Dehydroepiandrosterone sulfate), secretado en cantidades prodigiosas por las glándulas suprarrenales fetales, se
convierte en sulfato de 16α-hidroxido dehidroepiandrosterona (16αOH-DHEA-S, 16α-hydroxydehydroepiandrosterone sulfate) en el
hígado fetal. Estos esteroides, DHEA-S y 16αOH-DHEA-S, se convierten en la placenta a estrógenos, es decir, 17β-estradiol (E2) y es-
triol (E3). A corto plazo, la mitad de E2 se deriva de DHEA-S suprarrenal fetal y la otra mitad de DHEAS materno. Por otro lado, 90%
de E3 en la placenta proviene de 16α OHDHEA-S fetales y sólo 10% de todas las demás fuentes.
veles de esteroide sulfatasa (STS, steroid sulfatase), que convierte el Este movimiento direccional del esteroide recién formado ha-
DHEA-S conjugado en DHEA. Luego, la 3β-hidroxiesteroide des- cia la circulación materna se deriva de las características básicas
hidrogenasa tipo 1 (3βHSD, 3β-hydroxysteroid dehydrogenase type de la placentación hemocorioendotelial. En este sistema, los este-
1) actúa sobre la DHEA para producir androstenediona. A conti- roides secretados por el sincitiotrofoblasto pueden ingresar de
nuación, la aromatasa del citocromo P450 (CYP19) convierte la forma directa a la sangre materna. Los esteroides que salen del
androstenediona en estrona, que luego se convierte en estradiol sincitio no entran directamente en la sangre del feto. Primero de-
por la 17β-hidroxiesteroide deshidrogenasa tipo 1 (17βHSD1, ben atravesar la capa de citotrofoblasto y luego ingresar al estroma
17β-hydroxysteroid dehydrogenase type 1). del núcleo velloso y luego a los capilares fetales. Desde cualquiera
DHEA-S es el principal precursor de los estrógenos en el emba- de estos espacios, los esteroides pueden reingresar al sincitio. El
razo (Baulieu, 1963; Siiteri, 1963). Sin embargo, las glándulas supra- verdadero resultado de esta disposición hemocorial es que la en-
rrenales maternas no producen cantidades suficientes de DHEA-S trada de esteroides en la circulación materna es sustancialmente
para representar más de una fracción de la biosíntesis de estrógenos mayor que en la sangre fetal.
placentarios totales. Las glándulas suprarrenales fetales son cuanti-
tativamente la fuente más importante de precursores de estrógenos
placentarios en el embarazo humano. De esta forma, la producción INTERACCIONES GLÁNDULA SUPRARRENAL
de estrógenos durante el embarazo refleja las interacciones únicas FETAL-PLACENTA
entre las glándulas suprarrenales fetales, el hígado fetal, la placenta
y las glándulas suprarrenales maternas. De manera morfológica, funcional y fisiológica, las glándulas su-
prarrenales fetales son notables. A término, las glándulas supra-
Secreción direccional rrenales fetales pesan lo mismo que las del adulto. Más del 85% de
Más del 90% del estradiol y el estriol sintetizado en el sincitiotro- la glándula fetal se compone de una zona fetal única, que tiene
foblasto ingresa al plasma materno (Gurpide, 1966). El 85% o más una gran capacidad para la biosíntesis de esteroides. La produc-
de la progesterona placentaria ingresa al plasma materno, y la pe- ción diaria de esteroides de las glándulas suprarrenales fetales
queña progesterona materna atraviesa la placenta hacia el feto cerca del término es de 100 a 200 mg/d. Esto se compara con la
(Gurpide, 1972). secreción de esteroides adultos en reposo de 30 a 40 mg/d.
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La zona fetal se pierde en el primer año de vida y no está pre- la ligadura del cordón umbilical con el feto y la placenta dejados
sente en el adulto. Además de ACTH, el crecimiento de la glándu- in situ, la producción placentaria de estrógenos disminuye nota-
la suprarrenal fetal está influenciado por factores secretados por la blemente (Cassmer, 1959). Sin embargo, como se discutió con
placenta. Esto se ejemplifica por el crecimiento continuo de las anterioridad, se mantiene la producción de progesterona placen-
CAPÍTULO 5
glándulas fetales durante la gestación y por la involución rápida taria. En resumen, una importante fuente de precursores de estró-
inmediatamente después del nacimiento y la administración pla- genos placentarios, pero no de la biosíntesis de progesterona, se
centaria. elimina con la muerte fetal.
Los fetos anencefálicos tienen glándulas suprarrenales notable-
⬛ mente atróficas. Esto se debe a la ausencia de la función hipotála-
Síntesis placentaria del estriol mo-hipófisis, que impide la estimulación suprarrenal por ACTH.
El estradiol es el principal producto de estrógeno placentario a Con la ausencia de la zona fetal de la corteza suprarrenal, la for-
término. Además, se encuentran niveles significativos de estriol y mación placentaria de estrógenos —en especial estriol— está grave-
estetrol en la circulación materna, y los niveles también aumentan, mente limitada debido a la menor disponibilidad de precursores
en particular al final de la gestación (véase figura 5-19). Estas for- de esteroides C19. De hecho, los niveles de estrógenos urinarios en
mas hidroxiladas de estrógeno se derivan de la placenta utilizando mujeres embarazadas con un feto anencefálico son sólo alrededor
sustratos formados por los esfuerzos combinados de la glándula del 10% de los que se encuentran en un embarazo normal
suprarrenal fetal y el hígado fetal. Para esto, los altos niveles de 16 (Frandsen, 1961). Con un feto anencefálico, casi todos los estróge-
α-hidroxilasa hepática del feto actúan en los esteroides adrenales nos producidos surgen del uso de placenta del plasma materno de
derivados. Ryan (1959b) y MacDonald y Siiteri (1965b) encontra- DHEA-S.
ron que los esteroides C19 de 16 α hidroxilados, en particular La hipoplasia cortical suprarrenal fetal ocurre en quizás 1 de cada
16α-hidroxidehidroepiandrosterona (16-OHDHEA), se convirtie- 12 500 nacimientos (McCabe, 2001). La producción de estrógenos
ron a estriol por tejido placentario. Por tanto, el aumento despro- en estos embarazos es limitada, lo que sugiere la ausencia de pre-
porcionado de la formación de estriol durante el embarazo se debe cursores de C19.
a la síntesis placentaria de estriol principalmente a partir de La deficiencia de sulfatasa placentaria-fetal se asocia con niveles
16-OHDHEA-sulfato transportado por plasma. A corto plazo, el muy bajos de estrógeno en embarazos que por lo demás son nor-
feto es la fuente del 90% de los precursores de estriol y estetrol males (Francia, 1969). Concretamente, la deficiencia de sulfatasa
placentarios en el embarazo humano normal. El estriol y el este- impide la hidrólisis de sulfatos de esteroides C19, el primer paso
trol maternos se producen casi exclusivamente por precursores de enzimático en el uso placentario de estas prehormonas circulantes
esteroides fetales. Por ello, en el pasado, los niveles de estos este- para la biosíntesis de estrógenos. Esta deficiencia es un trastorno
roides se utilizaron como un indicador de bienestar fetal. Sin em- ligado a X y, por tanto, todos los fetos afectados son varones. Su
bargo, la baja sensibilidad y especificidad de tales pruebas ha pro- frecuencia estimada es de 1 en 2 000 a 5 000 nacimientos y se
vocado su descarte. asocia con retraso en el inicio del parto. También se asocia con el
desarrollo de la ictiosis en los hombres afectados más adelante en
la vida (Bradshaw, 1986).
⬛ Precursor de esteroides suprarrenales La deficiencia de aromatasa fetal-placentaria es un trastorno auto-
fetales sómico recesivo raro en el que los individuos no pueden sintetizar
El precursor de la esteroidogénesis suprarrenal fetal es el coleste- estrógenos endógenos (Grumbach, 2011; Simpson, 2000). Para
rol. La tasa de biosíntesis de esteroides en la glándula fetal es tan recordar, el DHEA-S adrenal fetal se convierte en la placenta en
grande que su esteroidogénesis sola es equivalente a la cuarta par- androstenediona, pero en los casos de deficiencia de aromatasa
te del recambio total diario de colesterol LDL en adultos. Las glán- placentaria, la androstenediona no se puede convertir en estra-
dulas suprarrenales fetales sintetizan el colesterol del acetato. To- diol. Por el contrario, los metabolitos androgénicos de la DHEA
das las enzimas involucradas en la biosíntesis de colesterol son producidos en la placenta, incluida la androstenediona y algo de
elevadas en comparación con las de la glándula suprarrenal adulta testosterona, se secretan a la circulación materna o fetal, o ambas
(Rainey, 2001). De manera que la tasa de síntesis de colesterol por cosas. Esto puede causar virilización de la madre y el feto femeni-
primera vez por el tejido suprarrenal fetal es extremadamente al- no (Belgorosky, 2009, Harada, 1992, Shozu, 1991).
ta. Aun así, es insuficiente para dar cuenta de los esteroides pro- Trisomía 21 —el examen de detección del síndrome de Down—
ducidos por las glándulas suprarrenales fetales. Por tanto, el coles- busca niveles anormales de hCG, alfa-fetoproteína y otros analitos
terol debe ser asimilado de la circulación fetal y principalmente (capítulo 14, p. 281). Se descubrió que los niveles séricos de estriol
del LDL (Carr, 1980, 1981b, 1982; Simpson, 1979). no conjugado eran bajos en las mujeres con fetos con síndrome de
La mayor parte del colesterol plasmático fetal surge por la sín- Down (Benn, 2002). La razón probable de esto es la formación in-
tesis por primera vez en el hígado fetal (Carr, 1984). El bajo nivel adecuada de esteroides C19 en las glándulas suprarrenales de estos
de colesterol LDL en el plasma fetal no es la consecuencia de la fetos trisómicos.
alteración de la síntesis de LDL fetal, sino que resulta del uso rá- La eritroblastosis fetal en algunos casos de aloinmunización con
pido de LDL por las glándulas suprarrenales fetales para la este- antígeno D fetal extensa puede conducir a niveles elevados de es-
roidogénesis (Parker, 1980, 1983). trógeno en el plasma materno. Una posible causa es la mayor ma-
sa placentaria de la hipertrofia, que se puede observar con dicha
anemia hemolítica fetal (capítulo 15, p. 300).
⬛ Condiciones fetales que afectan
la producción de estrógenos ⬛ Condiciones de la madre que afectan
Varios trastornos fetales alteran la disponibilidad del sustrato la producción de estrógenos
para la síntesis de esteroides placentarios y, por consiguiente, El tratamiento con glucocorticoides puede causar una reducción no-
resaltan la interdependencia del desarrollo fetal y la función pla- table en la formación de estrógenos placentarios. Los glucocorti-
centaria. coides inhiben la secreción de ACTH de las glándulas hipofisiarias
La muerte fetal es seguida por una sorprendente reducción en maternas y fetales. Esto disminuye la secreción suprarrenal mater-
los niveles de estrógeno en la orina. Del mismo modo, después de na y fetal del precursor de estrógeno placentario DHEA-S.
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Con la enfermedad de Addison, las mujeres embarazadas mues- Belgorosky A, Guercio G, Pepe C, et al. Genetic and clinical spectrum of
tran niveles más bajos de estrógeno, principalmente niveles de aromatase deficiency in infancy, childhood and adolescence. Horm Res
estrona y estradiol (Baulieu, 1956). La contribución suprarrenal 2009;72(6):321.
Benirschke K, Burton GJ, Baergen RN, et al. Pathology of the Human Pla-
fetal a la síntesis de estriol, en particular en el embarazo posterior, centa. 6a ed. Heidelberg: Springer; 2012.
es cuantitativamente mucho más importante.
SECCIÓN 3
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