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INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA DE ADMINISTRACIÓN

INDUSTRIAL
EXTENSIÓN REGIÓN CAPITAL
SEDE CENTRAL
COMERCIO EXTERIOR
UNIDAD CURRICULAR: PRINCIPIOS ADMINISTRATIVOS

EL PAPEL QUE JUEGA LA ADMINISTRACIÓN EN LA ACTUALIDAD


DENTRO DEL CONTEXTO DE LA CRISIS ECONÓMICA VENEZOLANA.

Profesora: Autora
William Perez Yormary Benítez
Cl.30.931.711
INTRODUCCIÓN

Las habilidades conceptuales se demuestran en la capacidad de analizar y


diagnosticar una situación y de distinguir entre causa y efecto. Los gerentes de
alto nivel requieren las mejores habilidades conceptuales, ya que sus
responsabilidades primarias o básicas son la planeación, la organización y el
control. Es por ello que la educación formal y la capacitación son muy importantes
como ayuda de los gerentes para mejorar la eficacia organizacional, como la
administración de calidad total. Además, las organizaciones están interesadas en
desarrollar las habilidades de un gerente en un área específica; ya sea aprender
un componente avanzado de habilidades necesarias en su departamento, como
operaciones internacionales de bonos, aprender las habilidades necesarias para
aplicar una administración de calidad y emprender acciones ante una crisis
económica.
Por otro lado, la crisis económica en Venezuela se debe a la explosión de
distintos factores que tienen sus orígenes al cambio geopolítico de la gran
industria PDVSA, el crecimiento de la deuda externa, la crisis energética la
estatización de empresas privadas y agroindustriales, la inflación, la dependencia
al petróleo, la falta de divisas (para individuos y empresas), y finalmente, el
aumento de desempleo; lo que se tradujo en el surgimiento de movimientos
sociales encaminados a cambiar el modelo económico y productivo, así como para
cuestionar el sistema político, exigiendo una renovación democrática.
Por otro lado, la crisis se ha extendido más allá de la economía para afectar
a los ámbitos institucionales, políticos y sociales, dando lugar a la denominada
crisis en Venezuela que continúa en la actualidad, y además ha entrado en un
proceso de hiperinflación, proyectada por el Fondo Monetario Internacional (FMI)
en más de 10.000.000 % para el 2020, convirtiéndola así en una de las peores de
América Latina.
Bajo esta perspectiva, los gerentes deben poseer habilidades humanas que
incluyen la capacidad de entender, modificar, dirigir o controlar la conducta de
otros individuos y grupos. Así mismo la capacidad de comunicar, coordinar y
motivar a la gente, y moldear a los individuos para que formen un equipo
cohesionado, distingue a los administradores eficaces de los ineficaces, además
de las habilidades técnicas son específicas del puesto que se requieren para
cumplir a alto nivel con un tipo particular de trabajo u ocupación. Visto así, Los
gerentes eficaces necesitan las tres clases de habilidades: conceptuales,
humanas y técnicas, para que sus organizaciones actúen con mayor eficiencia y
eficacia. La falta de una sola de estas habilidades puede llevar al fracaso de las
organizaciones.
EL PAPEL QUE JUEGA LA ADMINISTRACIÓN EN LA ACTUALIDAD
DENTRO DEL CONTEXTO DE LA CRISIS ECONÓMICA VENEZOLANA.

El mundo en que vivimos es una sociedad institucionalizada y compuesta de


organizaciones. En este sentido, El deterioro de la economía venezolana durante
la actualidad del 2020-2021 sufrimos una de las crisis económicas más fuerte
que haya encarado país latinoamericano alguno en su historia moderna, con
oscuras perspectivas de recuperación económica en el corto plazo, con
incertidumbre decisiva para diseñar e implementar un programa económico
integral, que atienda los desequilibrios macroeconómicos, las profundas
distorsiones de los precios relativos, escazas garantías a los inversionistas y la
disfuncionalidad de instituciones que mantienen la economía en un estado de
caos.
Por lo tanto, desde la concepción administrativa se debe considerar
seriamente un cambio de las políticas económicas y sociales hasta ahora
aplicadas sin efectos. Visto así, se requiere de reformas económicas más de fondo
que impulsen el crecimiento económico, la fortaleza de las organizaciones o
empresas, educación y experiencia debido a que permiten a los gerentes
reconocer y desarrollar las habilidades personales que necesitan para usar los
recursos organizacionales de la mejor manera.
Es por ello que, Chiavenato (2008:09) manifiesta “que todas las actividades
están relacionadas con la producción de bienes (productos) o con la prestación de
servicios (actividades especializadas) las planean, coordinan, dirigen y controlan
las organizaciones”; es decir, a éstas las constituyen personas y recursos no
humanos (físicos y materiales, financieros, tecnológicos, mercadológicos, entre
otros.)
Por otro lado, la administración se presenta como un área del conocimiento
humano repleta de complejidades y desafíos. Visto así, Jones y George (2006:75
señalan que la administración “es la planeación, organización, dirección y control
de los recursos humanos y de otra clase, para alcanzar con eficiencia y eficacia
las metas de la organización”. Debido a que los recursos de una organización
comprenden bienes, como la gente y sus capacidades, habilidades (know-how) y
experiencia; la maquinaria, materias primas; tecnologías de cómputo y de
información, y patentes, capital económico y empleados y clientes leales.
Por consiguiente, una de las metas más importantes que las organizaciones
y sus miembros tratan de alcanzar es proporcionar un bien o servicio que los
ciudadanos valoren o deseen ajustadas a sus necesidades. Aunado a ello, hoy día
en Venezuela los gerentes han olvidado las funciones de la administración
(Organizar, Planificación, Organización y Control) trayendo como consecuencia el
colapso de la economía venezolana que no tiene nada que ver con las sanciones,
es el resultado natural de una mala aplicación de estrategias económicas, que
combinado con una estructura connivente ha llevado al país a ser considerado
como un Estado fallido.
Cabe destacar que la economía venezolana acumulo en el primer semestre
del 2020 una escasez de gasolina, que no solo afecta a las empresas por la
ausencia de insumos, materias primas y bienes, sino a la población en general
que hoy dedica buena parte de su tiempo de vida a la búsqueda de bienes
esenciales para la subsistencia. Además, El Banco Central de Venezuela se ha
quedado sin reservas internacionales operativas, en un contexto en el que los
insignificantes ingresos petroleros ya no alcanzan para cubrir la pesada carga de
obligaciones financieras externas heredadas de la bonanza, que en promedio se
han comido 45% de las exportaciones anuales de la economía durante los últimos
años.
Por consiguiente, el país presenta un pragmatismo económico que, para
enfrentar tal crisis, se ha desplegado un nuevo discurso y ha implementado
prácticas económicas con un giro neoliberal. Siendo su rasgo más significativo es
la acentuación de la dolarización, que venía dándose en la práctica, aunque en
menor escala y de manera informal.
Aunque estos no se plasmaron formalmente en una reforma económica, la
dolarización, junto con la desregulación de los precios y la apertura hacia el sector
privado, constituyó una válvula de escape, así mismo el colapso de la actividad
petrolera y la fuerte contracción de la industria manufacturera, de construcción y
del sector privado han llevado a una gran fragilidad externa y a la caída brusca del
producto interno bruto: según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional
(FMI), se contrajo 15% en 2020. De acuerdo con Petróleos de Venezuela
(PDVSA), la actividad petrolera no se sostuvo en el primer trimestre del año 2020
pues la producción petrolera disminuyó a unos 700.000 barriles diarios.
Por otra parte, la restricción del crédito bancario, a través del encaje legal,
reduce la expansión que se crea a través del préstamo y la consecuencia es un
efecto recesivo en la economía. Así mismo dificulta el acceso a la divisa impides a
las empresas la adquisición de divisas destinadas a la reposición (insumos,
materias primas) que no solo responde a expectativas de devaluación.
En relación con el colapso del factor trabajo paraliza la economía, debido a
que la oferta no tiene espacio para crecer con políticas restrictivas como la del
encaje bancario que impide el financiamiento de las empresas y la eliminación de
aranceles a las importaciones de bienes terminados. Es por ello que Adán Celis,
presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria),
comenta que la industria nacional funcionaba, en promedio, a 20% de su
capacidad y para el mes de junio de 2020, el 45% de las industrias estaban
inactivas, según una encuesta flash del organismo gremial que midió el impacto en
las empresas.
Razón por la cual, la baja en la demanda de productos y servicios
(disminución de las ventas), deficiencia en servicios públicos, fallas de transporte,
escasez de materia prima y falta de personal fueron los factores que incidieron de
manera negativa, además de la falta de inversión. Así mismo sin acceso al
financiamiento en los mercados internacionales, el gobierno debe centrarse en
recuperar los niveles de consumo y ello será posible de la mano de las empresas,
por lo que habría que reenfocar la política arancelaria que desplaza la demanda.
Desde esta perspectiva, las acciones administrativas juegan un papel
primordial en la implementación del nuevo modelo acompañado de las reformas
modernizadoras, con la apertura comercial y los ajustes económicos para lograr el
cambio estructural anhelado, como una respuesta novedosa a la crisis, un trabajo
conjunto entre autoridades económicas y sector privado para que se pueda
generar confianza en política económica. Sin embargo, es un equilibrio precario,
pues los cambios económicos no han permitido superar la grave crisis
humanitaria, que la comunidad internacional ha calificado de «emergencia
humanitaria compleja».
Es importante señalar que para reactivar la industria apremia atender el tema
del deficiente suministro eléctrico y de combustible. A pesar de los intentos más
recientes de las autoridades por garantizar gasolina, se trabaja en la posibilidad de
rescatar las refinerías o lograr continuidad en las importaciones, es decir el
combustible es un factor que induce la recesión, por cuanto la economía
venezolana se mueve por electricidad y combustible.
Cabe destacar que Venezuela es un país en default, con un riesgo país de
30.000 puntos, lo que quiere decir que para que sea rentable una inversión el
rendimiento anual en dólares debe estar sobre 300%, lo que no ocurre en ninguna
parte del mundo. Razón por la cual el mejor grupo de acciones de la BVC presenta
un rezago, desde el punto de vista del inversionista, pero desde el lado
propiamente de la cobertura del ciudadano, las opciones que tienen son comprar
dólares en efectivo o acciones en la BVC, que ha aguantado el pulso de inflación y
tipo de cambio. Es por ello que, entregado elevado encaje legal que ha secado el
crédito bancario, los empresarios pueden emitir deuda en papeles comerciales y
obligaciones quirografarias.
En este sentido, el escaso financiamiento en dólares, que ameritan las
pequeñas y medianas empresas (Pymes) para apalancar sus inversiones, además
las grandes compañías a fin de emitir deuda en divisas y las pymes se valdrán de
pagarés para obtener el financiamiento que no pueden obtener por otra vía. Visto
así la crisis, convertida en depresión, ha desaparecido del mapa a cientos de
empresas, muchas de ellas del sector industrial. Para ello el mercado de capitales
ofrece más ventajas que desventajas para que la actividad privada encuentre un
mecanismo de escape que le permita mantenerse en pie.
Es importante señalar que en Venezuela toda la acción administrativa ante la
crisis económica es difícil de diagnosticar. Un mal manejo de la crisis tiene
consecuencias políticas muy graves, sin embargo, lo primero es que en Venezuela
el proceso de crisis se ha acelerado. En lo económico, las medidas dictadas
fueron muy débiles, no hay ningún incentivo para la empresa privada ni para el
consumidor. A las empresas les están costando mantenerse a flote porque no
están produciendo, y no se sabe ni cuándo ni cómo van a reactivarse: ahora la
crisis de servicios, incluyendo el suministro de combustible ponen muy difícil la
actividad económica, lo que se traducirá en desempleo y subida de los costos.
Bajo esta perspectiva, en el mundo empresarial converge un gran deseo de
producir, emprender y trabajar. Pero al mismo tiempo la poca garantía de servicios
públicos, combustible, posible incremento de tensión política, de sanciones y toda
esta inestabilidad hacen muy difícil vislumbrar el panorama, condiciones de
competencia, de seguridad jurídica y física, entre otras. Es evidente y mensurable
el deterioro del país, la caída del PIB será cercana a 30 puntos, y ningún indicador
económico es bueno.
CONCLUSIÓN
La inflación con un 65.4% además, la hiperinflación continuará durante el
año, es por ello que primordial motivar la producción nacional y se priorice la
importación de materia prima para reactivar la industria. Debido a que la economía
históricamente ha estado orientada a las exportaciones del petróleo y sus
derivados, y ha sido dependiente de las importaciones de importantes rubros
exhorta la necesidad de emprender cambios sustanciales, rompiendo con políticas
ineficaces. Destacando la imperiosa necesidad de rescatar pleno de las empresas.
Es importante señalar que para reactivar la industria apremia atender el tema
del deficiente suministro eléctrico y de combustible. A pesar de los intentos más
recientes de las autoridades por garantizar gasolina, se trabaja en la posibilidad de
rescatar las refinerías o lograr continuidad en las importaciones, es decir el
combustible es un factor que induce la recesión, por cuanto la economía
venezolana se mueve por electricidad y combustible.
Por consiguiente, una de las metas más importantes que las organizaciones
y sus miembros tratan de alcanzar es proporcionar un bien o servicio que los
ciudadanos valoren o deseen ajustadas a sus necesidades. Aunado a ello, hoy día
en Venezuela los gerentes han olvidado las funciones de la administración
(Organizar, Planificación, Organización y Control) trayendo como consecuencia el
colapso de la economía venezolana que no tiene nada que ver con las sanciones,
es el resultado natural de una mala aplicación de estrategias económicas, que
combinado con una estructura connivente ha llevado al país prácticamente al
colapso.
REFERENCIAS
Chiavenato, I (2006) Administración de recursos Humanos. 6º Edición Editorial Mc
Graw-Hill. México DF.
Jones, G y George, J. (2006). Administración Contemporánea. 4ta Edición.
México: Mc Graw Hill.
https://eldiario.com/2020/07/24/economia-venezolana-se-hundira-mas-en-lo-que-
resta-de-2020/

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