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DESPRENDIMIENTOS

Son fallas repentinas de taludes verticales o casi verticales que producen el desprendimiento

de un bloque o múltiples bloques que descienden en caída libre. La volcadura de los bloques

generalmente desencadena un desprendimiento. En suelos, los desprendimientos son causados

por socavación de taludes debido a la acción del hombre o erosión de quebradas. En macizos

rocosos son causados por socavación debido a la erosión. En algunos casos los desprendimientos

son el resultado de meteorización diferencial (Arango, 2014).

Figura 1: Desprendimiento de bloques

Figura 2: Volcadura de bloques


Los desprendimientos o caídas son relevantes desde el punto de vista de la ingeniería porque

la caída de uno o varios bloques puede ocasionar daños a estructuras o a otros taludes que se

encuentren en la parte inferior y podría originar una destrucción masiva; también se producen

comúnmente en taludes verticales o casi verticales en suelos débiles a moderadamente fuertes y

en macizos rocosos fracturados. Generalmente, antes de la falla ocurre un desplazamiento, el

cual puede ser identificado por la presencia de grietas de tensión.

ANÁLISIS DE LOS MOVIMIENTOS DE ROCAS DESPRENDIDAS

El análisis de caída de rocas es un proceso que permite obtener una probable trayectoria del

bloque desde su desprendimiento hasta su ubicación final. El desprendimiento de rocas es el tipo

de falla más simple y sucede cuando una o varias cosas se movilizan a causa de una pequeña

perturbación que hace cambiar su estado de reposo y el análisis de trayectorias de bloques de

roca ha permitido apreciar que en estos fenómenos se pueden producir cuatro tipos o modos de

movimiento a lo largo de la caída, a saber:

- Caída libre.

- Rebote.

- Rodadura.

- Deslizamiento.

Una roca que se desprende por un talud puede sufrir uno o varios de estos mecanismos en su

trayectoria, pudiéndose producir algunos de ellos de manera simultánea. Si se tiene además en

cuenta la naturaleza tridimensional de los bloques y la superficie por la que caen, y que además

el bloque puede fragmentarse en la caída, se comprende la dificultad de su análisis (Ramírez &

Alejano, 2004).
Caída libre

El movimiento de caída libre de un bloque es descrito convenientemente por la ecuación de

una parábola si se desprecia la fricción del aire, que no suele tener una influencia demasiado

significativa teniendo un algoritmo de proyectil usado para calcular el movimiento de la roca a

través del aire, saltando de un punto a otro. Cada bloque de roca se modela como una partícula y

se considera como un elemento infinitesimal, significando que no hay interacciones entre

partículas, sólo con el talud y con las barreras. Cada roca se comporta como si estuviera sola en

la simulación (Arango, 2014).

Aunque la roca no tiene medidas si se asume que tiene masa y ésta es utilizada únicamente

para calcular la energía cinética. La masa se determina al inicio y permanece constante. No

considera la fragmentación de la roca en la simulación. El valor de la masa puede ser estimado

como un solo valor o en un rango aleatorio.

Aceleración Velocidad Desplazamiento


Figura 3: Trayectoria de la caída libre de un bloque. Parámetros y punto P de impacto.

El punto de impacto está determinado por la intersección entre la ecuación de la parábola y la

poligonal que representa el terreno. Las coordenadas x e y del punto P, se determinan

resolviendo el siguiente sistema de ecuación:

Donde:

- : son las componentes de la velocidad inicial en el punto P 0 (origen del desplazamiento

y de la trayectoria) en los ejes X e Y.

- : son las coordenadas iniciales del segmento en el que se produce el impacto.

- : son las coordenadas finales de dicho segmento.

- : son las coordenadas del origen.

Rebote
El rebote ocurre cuando la roca que cae impacta sobre la superficie del talud y está regido por

un coeficiente de restitución, que expresa la cantidad de energía disipada durante el impacto. La

disipación de energía depende del comportamiento elasto-plástico de la superficie en la que el

bloque impacta, la generación de ondas elásticas en el terreno, la energía perdida en la

destrucción de granos del material del bloque o terreno, la posible fragmentación del bloque y la

resistencia a la rodadura y al deslizamiento (Ramírez & Alejano, 2004).

En general el parámetro clave que controla el fenómeno del rebote es el coeficiente de

restitución y está definido como la medida de la conservación de la energía cinética en una

colisión de partículas, relaciona las velocidades después del choque con las velocidades antes del

mismo y los parámetros de restitución para el análisis de caída de rocas describen el modo en el

que el comportamiento de la roca varía cuando impacta contra el talud y está comúnmente

definida por parámetros separados para la pérdida de velocidad en cada una de las direcciones

normal y tangencial al talud.

El coeficiente de restitución normal vendrá dado por:

Y tangencial, se calculará del siguiente modo:

Donde:

: son las componentes normales de la velocidad de rebote e impacto respectivamente

que tienen sentidos contrarios.

: son las componentes tangenciales de la velocidad de rebote e impacto respectivamente

que tienen la misma dirección y sentido.


Figura 4: Trayectoria de la caída libre de un bloque en superficie inclinada.

La caída libre en superficies horizontales, la primera de las ecuaciones anteriores se convierte

en:

Donde:

: son la altura del rebote y la altura de caída respectivamente.

Figura 5: Trayectoria de la caída libre de un bloque en superficie horizontal.

Movimientos de rodadura y deslizamiento


El principal problema en el análisis de la caída de rocas es la determinación de las condiciones

bajo las cuales ocurre un movimiento de deslizamiento o de rodadura. Cuando un bloque que

viene cayendo impacta en la superficie del terreno, las velocidades normal y tangencial tras el

impacto se pueden calcular y componer para obtener el valor de la velocidad de salida en módulo

y dirección, mediante los coeficientes de restitución normal y tangencial. Si el modelo considera

el volumen del bloque y el centro de gravedad no coincide con el punto de impacto, el

movimiento tras el impacto ha de ser estudiado mediante las leyes de momentos (Ramírez &

Alejano, 2004).

En modelos de partícula, que no consideran el volumen ni la forma del bloque, se deben

realizar algunas hipótesis para determinar cuándo ocurre un cambio de tipo de movimiento.

Típicamente cuando la velocidad de salida del impacto está próxima a 0, o es inferior a un valor

denominado velocidad mínima, el bloque se detiene en el punto de impacto. Cuando el ángulo de

salida del impacto, β, es inferior a un valor mínimo, se produce la transición de rodadura a

deslizamiento.

Hungr y Evans proponen el siguiente método para estimar el punto de transición de rebote a

deslizamiento. En el aire el bloque tiene como altura equivalente energética:

Donde:

z: es la posición

v: es la velocidad.

Tras el impacto la perdida de potencial energético se puede calcular (siendo β’ el ángulo de

incidencia) como:
A partir de aquí se puede calcular una “línea de energía” para cada salto. El diagrama

resultante dará una serie escalones separados por líneas horizontales cuya longitud es al de la

trayectoria entre dos rebotes, .

Cuando la relación , siendo α la inclinación del talud, el bloque acelera de

manera continua, cuando , el bloque se desacelera y la distancia de cada rebote

disminuye. En el modelo de Hungr y Evans, la transición hacia la rodadura se produce cuando se

cumple la relación , donde θ es el ángulo de fricción de rodadura y deslizamiento,

ya que la rodadura se convierte en más eficiente que el rebote.

La transición entre rebote y rodadura es compleja, ya que ambos modos se pueden producir

simultáneamente. El deslizamiento, que viene muy marcado por la geometría del bloque, suele,

no obstante, ser el modo dominante cuando un bloque empieza a moverse o tiende a pararse,

pero también puede tener lugar tras los impactos. Si el bloque adquiere energía suficiente puede

pasar a deslizar a rodar que vendrá marcada por un umbral de energía cinética que expresa la

condición de que la energía cinética del bloque es suficiente para elevar el centro de gravedad del

mismo.

En los modelos de partícula, se pueden asignar ángulos de fricción frente a deslizamiento y

rodadura, de forma que se vaya optando por el modo de desplazamiento energéticamente más

eficiente.

Trayectorias en general
Se efectuó un estudio para profundizar en el conocimiento de la mecánica de los

desprendimientos, así como para analizar con más detalle el estudio y modelización de estos

fenómenos, para lo cual realizaron e interpretaron múltiples ensayos en dos taludes diferentes y

con distintos tipos de roca donde se obtuvieron diversas conclusiones que se aprecia a

continuación (Ramírez & Alejano, 2004):

- Las variaciones locales de la irregularidad del talud inducen cambios muy significativos a las

trayectorias de bloques de similar forma y volumen desprendidos desde el mismo punto.

- La configuración geométrica del bloque tiene una influencia muy importante en la trayectoria

y su alcance; la eficiencia del movimiento es mucho mayor para bloques de forma redondeada

y superficie suave que para bloques irregulares y con asperezas superficiales.

- La posición relativa del bloque en el momento del impacto con la superficie es fundamental,

de forma que si la colisión se produce en una arista la pérdida de energía en el impacto es

mínima, mientras que si se produce en un plano puede incluso detenerse el movimiento.

- La velocidad rotacional del bloque es una función de su momento de inercia en la sección en

la que se produce el movimiento y para conocer éste es necesario estimar el volumen y la

geometría del bloque. El momento de inercia de un mismo bloque en dos secciones

ortogonales puede diferir tanto, que el recorrido del bloque será extremadamente variable.

- El fenómeno de fragmentación por impacto del bloque sobre la superficie del talud produce

frecuentemente pérdidas de energía tan grandes, que puede dar lugar a que todos los

fragmentos se detengan, acabando su recorrido. Sin embargo, también se da un número no

despreciable de casos en los que los fragmentos generados en el impacto son proyectados de

tal manera que originan trayectorias más largas que las de los bloques normales. Esto se debe

a la generación de fragmentos con formas de mayor eficiencia de movimiento.


Figura 6: Reconstrucción del impacto de un bloque con sus diferentes posiciones en
diferentes intervalos, realizado a partir de una grabación de video.

Referencias

Arango, I. (2014). Desprendimiento de rocas en laderas. Una guía para la evaluación del

riesgo en vías. Trabajo de grado para la obtención del grado de Maestría en

Ingeniería. Universidad EAFIT, Medellín.

Ramírez, P., & Alejano, L. (2004). Mecánica de Rocas: Fundamentos e Ingeniería de

Taludes.

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