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ACTIVIDAD 3

Variación del esfuerzo con la orientación del plano


La magnitud y tipo de esfuerzo depende de la orientación o inclinación del
elemento que se considera. Imaginemos un sólido sometido a la acción de fuerzas
en equilibrio y hagamos pasar por el mismo punto dos secciones de exploración.
Para el punto O de la sección a-a obtendremos los esfuerzos normal y tangencial
(σ, τ). En el caso de la sección b-b obtendremos unos esfuerzos normal y
tangencia (σ’, τ’) distintos a los anteriores en el mismo punto
O.

En general, no es posible encontrar directamente los valores de los esfuerzos en


un plano que tenga una dirección cualquiera. En vigas, por ejemplo, la flexión da
los valores del esfuerzo normal que aparecen en un plano perpendicular al eje de
la viga. En torsión, se puede calcular el esfuerzo cortante en planos
perpendiculares aleje de la barra. En una barra sometida a flexión y torsión se
pueden calcular los esfuerzos normales y tangenciales en un elemento diferencial
orientado como muestra la figura: Existen dos procedimientos para determinar la
posición en la que los esfuerzos son máximos. Uno es analítico y el otro es gráfico
(basado en el círculo de Mohr).
Si consideramos un elemento sometido a un estado bidimensional de esfuerzos,
los esfuerzos normales tenderán a alargar ó acortar el elemento diferencial en la
dirección en que actúen, produciendo deformaciones normales unitarias ( ). El
esfuerzo cortante distorsionará el elemento en el plano en que actúe, produciendo
una deformación angular

Estados de esfuerzos
Una de las tareas mas importantes en la mecánica de solidos es la determinación
de los esfuerzos en un punto arbitrario de un elemento de máquina sujeto a
fuerzas arbitrarias. Si es posible determinar el estado de esfuerzos en un punto
arbitrario del elemento de máquina, será posible determinar si el elemento de
máquina puede soportar las fuerzas a las que está sujeto. Esta determinación
involucra la selección y aplicación de una teoría de falla apropiada al material de
que está formado el elemento de máquina, sea dúctil o frágil, y el tipo de carga,
sea estática o dinámica. El estado de esfuerzos en un punto, P, representa los
esfuerzos a los que está sujeto el punto en tres planos que usualmente se
seleccionan mutuamente perpendiculares que pasan por el punto. El estado de
esfuerzos en un punto, P, se representa como un cubo en cuyas caras aparecen
los esfuerzos a los cuales está sujeto el punto. Es importante notar que los planos
pasan por el mismo punto P, y que por lo tanto, las dimensiones del cubo son
infinitamente pequeñas.
Combinación de variables de esfuerzos que caracterizan la condición de un
material sometido a un campo de fuerzas. Estas variables forman tensores de
esfuerzos y deben ser independientes de las propiedades físicas del material. El
estado de esfuerzos en un punto puede ser analizado considerando todos los
esfuerzos que actúan en los planos que forman un elemento cúbico
infinitesimal. El esfuerzo efectivo y la presión intersticial son variables de estado
de esfuerzos en los suelos saturados; en los suelos no saturados son
el esfuerzo neto y la succión.

Circulo de Mohr
El círculo de Mohr es un método gráfico para determinar el estado tensional en los
distintos puntos de un cuerpo. Entre las tensiones que existentes en un cuerpo
sometido a un cierto estado de cargas y con unas ciertas restricciones, importan
en general las tensiones principales, que son las tensiones que existen sobre
ciertos planos del cuerpo, donde las tensiones de corte nulas. Estas tensiones son
de importancia para el estudio de la resistencia mecánica de una pieza. Este
método tiene aplicación para estados tensionales en dos y tres dimensiones.

Teoría del círculo de Mohr para dos dimensiones: Considere un cuerpo sobre el
cuál actúa un estado plano de cargas. Consideremos al plano de carga para
nuestro sistema al plano xy (ver figura 1), de modo de que no existan esfuerzos en
el sentido perpendicular a este (esfuerzos en z nulos). Adoptamos un elemento
triangular donde se supone que los ejes x e y son principales, o sea las tensiones
de corte en esos planos son nulas.

Cargas de impacto
Hasta este momento nos hemos ocupado de estudiar las tensiones y
deformaciones producidas por las cargas estáticas, es decir, cargas que insumen
un tiempo considerable en aplicarse. Las cargas estáticas varían su magnitud de
cero a los valores definitivos tan lentamente, que las aceleraciones que en estas
condiciones reciben los elementos de las estructuras son despreciablemente
pequeñas. Un ejemplo claro de este tipo de carga es la que soporta una columna
de un edificio de viviendas, la cual tarda en recibir el total de las cargas
gravitacionales aproximadamente dos años, que es el tiempo que usualmente
media entre la construcción de la propia columna y la habilitación del edificio.
Cuando una carga se aplica en un período relativamente corto recibe el nombre de
“carga dinámica”, la misma puede tomar muchas formas, algunas cargas se
aplican y suprimen de modo repentino, son las cargas de impacto, otras actúan
por períodos más prolongados de tiempo y varían de intensidad, son las
denominadas cargas fluctuantes. Las cargas de impacto se producen cuando dos
objetos colisionan, o cuando un objeto cae sobre otro. Las cargas fluctuantes en
general son producidas por maquinaria rotatoria, tránsito pedestre o vehicular,
ráfagas de viento, olas marinas, sismos. Las cargas dinámicas se distinguen de
las estáticas por el hecho de originar modificaciones tanto en la magnitud de las
tensiones como en las deformaciones a que dan lugar, afectando también la forma
y límite de rotura de los materiales. En los materiales solicitados dinámicamente la
deformación de rotura se reduce en forma considerable. Asimismo, las
experiencias realizadas demuestran incrementos del límite de fluencia y de la
tensión de rotura. Muchos materiales que frente a cargas estáticas tienen un
comportamiento dúctil, en el caso de cargas dinámicas presentan un
comportamiento frágil. Las cargas dinámicas producidas por el impacto de un
cuerpo en movimiento pueden originar en la estructura o en parte de ella efectos
vibratorios. Si la carga dinámica se repite en forma periódica, y su frecuencia
coincide con el período de vibración del elemento, éste puede entrar en
resonancia. Cuando esto ocurre se originan deformaciones tan grandes que
conducen al colapso de la estructura. La determinación en forma rigurosa de las
tensiones que se originan como consecuencia de las cargas dinámicas resulta
compleja y en cierto modo, un tanto indefinida. En el caso de solicitaciones
estáticas las cargas actuantes pueden determinarse en forma mucho más cierta
que en el caso de solicitaciones dinámicas, dónde ocurre una transferencia de una
cierta cantidad de energía cinética, la cual en la práctica es muy difícil de
cuantificar. La determinación del estado tensional también depende de la zona de
contacto en el impacto y del proceso de variación, en función del tiempo, de las
fuerzas de contacto. Un ejemplo de esta situación se presenta en el caso de la
colocación de material granular en una tolva, En el instante inicial de contacto la
masa granular tiene una forma bastante diferente de la que adquiere cuando ha
terminado de caer. Otro efecto que juega un papel importante en el proceso de
choque es la disipación de la energía, lo que es muy difícil de cuantificar. En este
sentido, el amortiguamiento que pudieran proveer los vínculos es sumamente
importante. En base a lo que hemos dicho, en la mayoría de los casos se tratan de
cuantificar los efectos dinámicos en forma experimental. Para que los cálculos de
solicitaciones resulten sencillos se utilizan “cargas estáticas equivalentes”, que no
son sino cargas ficticias que actuando estáticamente producen el mismo efecto
que las cargas verdaderas actuando en forma dinámica. Las cargas estáticas
equivalentes se obtienen multiplicando las cargas verdaderas por un “coeficiente
de impacto o dinámico”. Este coeficiente depende de numerosas variables, y en la
mayoría de los casos se determina en forma experimental. Para ciertos problemas
tipo quedan establecidos por los correspondientes reglamentos de cálculo en
función de las variables más significativas.
Conociendo el estado de carga para una cierta terna de ejes se pueden conocer
las tensiones principales de un sistema dado.
Teoría del círculo de Mohr para estados tensionales tri - dimensionales: Sea un
tetraedro con tres caras ortogonales las cuales definen un punto O el cuál
adoptamos como nuestro origen de coordenadas, y la cuarta cara es un plano
oblicuo.

Supongamos que elegimos los ejes coordenados de modo que estos son los
principales (ejes principales: aquellos en donde la tensión normal de las caras es
máxima o nula y el corte nulo). El tensor de tensiones en ese caso para un
elemento cúbico será:

Estas tres ecuaciones generan tres circunferencias en el plano y son las


ecuaciones que definen los círculos de Mohr para un estado tridimensional de
tensiones, las circunferencias son simétricas respecto del eje de ordenadas y las
tensiones principales se ubican en el eje de ordenadas. Las desigualdades de esta
indican el conjunto de estados tensionales posibles en ese punto para distintos
planos, con distintas inclinaciones.

Una gráfica a modo de ejemplo se presenta a continuación:

Caso particular: Existe un caso en donde las tensiones principales son iguales en
módulo, este caso se denomina de tensiones hidroestáticas, en éste, el círculo de
Mohr se representa por un punto. Se llama así porque este caso se da cuando por
ejemplo un objeto cúbico diferencial se sumerge en un líquido, sus seis caras
están sometidas a la misma tensión y esta es normal a todas las caras, no importa
la inclinación de este objeto, las tensiones siempre serán normales.

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