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80 Pensar en lo público
- (2006): «Las otras primarias y el problema de la enseñanza», en cualquier acercamiento interpretativo de la realidad educativa y su rela-
Flavia TER¡Cl (cornp.): Diez miradas sobre la escuela primaria. ción con las condiciones sociales, culturales, económicas y políticas en
"
Buenos Aires: Siglo XXI. que se desenvuelve la sociedad debe considerar «la precariedad concep- I
VII.AS, Carlos (2005): (,¿Estado víctima o Estado prornoror?», en Carlos tual en la que se apoya». No obstante esta pretensión, es bueno recor-
V!I.AS y otros: Estado y política en la Argentina actual. Universidad dar que siempre, se diga lo que se diga, se lo hace desde una posición
Nacional de General Sarmiento: Prornereo libros. en el campo social y en el campo científico.
WAI.nMANN, Peter (2003): El Estado anámico. Derecho, seguridad públi- En relación con la educación, ¿cuál es el concepto de educación
ca y vida cotidiana en América latina. Caracas: Nueva Sociedad. el discurso actual considera la educa-
pública vigente? En este sentido,
WHllTY, Geoff (2000): Teoría social y política educativa. Ensayos de ción como «un bien público y un derecho personal y social»:', desde un
sociología y política de la educación. Valencia: Ediciones Pomares- encuadre técnico y académico, para contribuir a entender la política
Corredor. educativa.
ZEMELMAN, Hugo (2003): «Hacia una estrategia de análisis coyuntu-
ral», en José SEOANE (cornp.): Movimientos sociales y conflicto en
América Latina. Buenos Aires: CLACSO.
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Crisis de las relaciones Eo;tadu-S(Kinlad }' ('jn dI' Ia., pulít iCIs {'(I11 c!! iV;IS
'IlIl' 11.1 d. ,.1.1" ".1' vi l'xr.ulo en otras .ircax, I':sto trae varios problc-
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¿Cómo se han transformado las políl iLI', L'lllll;lliv;lS l'll Ll 1\'1',"111 ilLI 11US. 1)«>1 1111 1.1111>, IIIl nivel de demandas a la institución escolar y al sis-
Y hacia dónde se proyectan al entrar l:11el siglo XXI?Hay un IllllllO IlI'l" tema l'dlll;llivo en su conjunto por demás exagerado e imposible de
vio para considerar, que se refiere al impacto de la crisis de las rclacio- satisfacer en su totalidad. Esta situación genera altos niveles de insatis-
nes entre el Estado y la sociedad. La declinación del Estado de bienestar facción ante instituciones que no pueden dar respuesta a todo (Terigi,
y la crisis del Estado-nación son «dos caras de un mismo proceso, 2005) y, por otro lado, deja en claro el lugar de la vacancia institucio-
donde e! Estado no puede más asumir sus funciones socioeconómicas nal producto de las políticas públicas llevadas a cabo durante las últi-
mientras que se encuentra marginalizado en e! contexto de la mundia- mas décadas en América Latina.
lización de! capital» (Bourguignon, 2002: 3). Las consecuencias de este ¿Es el tiempo que transitamos el del posneoliberalismo? Podemos,
choque dieron lugar a la emergencia de una crisis social y económica entonces, preguntarnos qué abarca ese término y qué fenómenos expli-
sin parangón en la Argentina del siglo XXI. El panorama que se instaló ca. y a partir de eso, podemos dar cuenta del sentido que aparece en
en e! país fue preocupante y se lo presenta «como uno de los casos de esta sucesión temporal entre un modelo de política, que penetró hondo
'empobrecimiento social' más acelerados ocurridos en el mundo» (ihí- en los países de la región y presidió las políticas de los años noventa, y
dern). Además, otra de las características de la crisis ocurrida es que: las expresiones que surgieron posteriormente.
«[ ... ] es total porque abarca las dimensiones de lo social, lo político, lo Ruth Felder afirma que «es erróneo entender el neoliberalismo
cultural (entendido como los valores, la identidad) y abraza todas las como la mera ausencia de intervención estatal y ampliación del merca-
esferas de la sociedad, afectando la coridianeidad de los sujetos» do y del mismo modo es erróneo entender el posneoliberalismo como la
(Miranda y Senén González, 2003: 18). recuperación de esta intervención. (2007: 4). Esto se debe a que se
Un efecto de este proceso ha sido e! deslizamiento de las po líricas trata de formulaciones más complejas. Aclara, en cambio, que:
sociales hacia propul:stas con eje en la educación. «En los años noventa
se comprueba la aparición de fuertes procesos de pobreza y exclusión, r ... ]Ia pregunta acerca de los alcances y límites de la acción de
que no encuentran respuesta en el sistema productivo ni en el mercado gobiernos progresistas en América Latina no tienen una res-
de trabajo, tal como funcionan actualmente»(Frenkel, 2000: 2). puesta simple, porque no basta con identificar las políticas que
Por ejemplo, frente al flagelo de la desocupación, se propone como se apartan de los postulados de la economía ncoclásica ni de
solución: observar e! mayor o menor activismo estatal (ibídern).
atravesado por dCllla Ild:l.'i lOil'l'I iv.rx, l','ic:d,l.'i i 11:1I1l11 t.!." dc p()!Jrn ,1 \' I.()\ 1(·',ldl.lIl,r" Oll!l'llidos:\ partir dc las rd(lrIllaS de la década de ll)l)()
exclusión, y por generaciones enteras que xohrcvivr-u e-n lOllllili()l1t"i d~' ('st;íll llll''''! ionados, se consideran socialmente insatisfactorios y coníor-
clientelas electorales y programas asistencialistas, E1lllcrcado ha dl'j:ld() mun un campo de protestas y de reclamos que derivan en conflictos sin-
de ser el «asignador eficiente» de recursos para entrar en «conos dc sos- dicales y se expresan en el descontento de los padres y tutores.
pecha» por promover la corrupción y sostener las asimerrías sociales a Sin embargo, son escasos los estudios evaluad ores de la aplicación
fin de ampliar sus beneficios, de la Ley Federal de Educación (LFE) en su conjunto. Esto se deba,
En este trabajo, pretendemos abordar el análisis de la política edu- quizás, a que había ópticas encontradas entre los propios ejecutores
cativa y las propuestas de cambio como textos y como discursos, de políticos y entre ellos y los académicos. Hay algunos documentos ofi-
acuerdo con el dispositivo analítico de Stephen Ball. En este caso, los ciales que revisan un conjunto de programas de! Ministerio de
textos serán la etapa final de propuestas para formular una ley; y los dis- Educación, Ciencia y Tecnología (MFCyT)'. El Centro de Implementación
cursos, las políticas ya formuladas, que si bien no producen las prácti- de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPECC)i rea-
cas, crean las circunstancias para que ellas se realicen, en concordancia lizó un estudio descriptivo de la gestión de la LFE en las provincias,
o en conflicto con el contexto, que constituye la recopilación más completa y detallada al respecto.
Stephen Ball señala que es crucial reconocer que los textos en los Hubo un interesante aporte de estudios cualitativos; focalizados en los
que se formulan las políticas mismas -y esto incluye especialmente las cambios sobre e! comportamiento de los jóvenes y el sufrimiento insri-
leyes- no son siempre claros ni completos, En este caso, la propuesta tucional de los docentes".
de ley será e! «resultado de compromisos y negociaciones en varias eta- El sistema educativo formal es una enorme organización de una
pas de su gestación», (Ball, óp. cit.: 16). Esto se comprueba en diversas gran complejidad y heterogeneidad. En 2005, el total de alumnos de!
~ircun:tan~ia~, .por ejemplo, cuando algunos grupos influyentes empu- sistema ascendía a 9,890.037, un poco más de! 25% (25,35%) de la
Jan la Id~a inicial, en e! proceso previo a la formulación legislativa y en población argentina total. En relación con la coexistencia de un siste-
e! devenir del proceso parlamentario. Un momento de negociación es ma gobernado por el Estado y otro gestionado por e! sector privado,
la elaboración de las instancias reglamentarias, que regulan la aplica-
ción de! texto normativo. Otro terreno tértil de compromisos se
, Véansc, por ejemplo, GIlJ, Nora, Liliana C\1I1El((lN, Daniel GALt\IVA, Dora GOl\l.iÍLFI., Sonia
encuentra en las políticas y las micropolíticas de articulación de grupos
HIRSCHHFR1; (2000): El trabajo docente en el Tercer Ciclo, Informes de investigación núm. 4, Unidad
de interés. de Investigaciones Educativas. Buenos Aires: lvlinisterio de Educación; AA. Vv. (2000): lnoestioaciones
Las micropolíticas adquieren fuerte significado, no sólo como arti- sobre el Tercer Ciclo, Informes de investigación n un: , 5, Unidad de Investigaciones Educativas.
Buenos Aires: Ministerio de Educación; SLRR..\, Juan Carlos (2000): la politica de capacitacián
culada ras de voluntades y de expresiones de los conflictos, sino en rela-
docente en Argcntillfl, Informes de Investigación núm. 8, Unidad de Investigaciones Educativas,
ción con las configuraciones insritucionales postcrisis (Duschatzky, Buenos Aires: Ministerio de Educación,
2007). An:pliando nuestro campo conceptual, nos referimos a las par- , CiUONI, Alherto y Axel RIVAS (dir.) (2002): Las provincias cducntn'as. Estudio comparado sobre el
ticulares situaciones que atraviesan las escuelas, los alumnos y los Estado, el poder y III educacián 1'11 ias 24 prouincias argentinas. Buenos Aires: ClPECe.
j V éanse, por ejemplo, DUSt:HAII.I(Y Silvia y Cristina CO](lA (2002): Chicos CI1 bllJlcla. Los caminos
docentes en contextos de pobreza, de exclusión y de violencia que
de la en el dccliue de las instituciones. Buenos Aires: Paidós: Dt 'SC:!!AI!.KY, Silvia y
resultan en nuevas estrategias para potenciar recursos y ampliar los Alejandra BIRC;IN (cornps.) (200l): ¿Dónde esta la escuela? sobre la institucional ClI
márgenes de gobernabilidad dentro de las instituciones. de turbulencia. Buenos Aires: FLACSO-Manantial; DUSCIIAT7KY, Silvia (cornp.) (2()()1I):
La Argentina presenta un escenario donde la macropolítica define la Tutelndo, y asistidos. Programas sociales, politicas públicas y subjetividad. Buenos Aires: I'aidós: /'1 '1'1'1,
Ana María y otros (2006): Al cabo c/c los noucnta. LaJ innovaciones auriculares IIUIÓIIOJIIII' m /d /',,,
e~7~Ctlción,desde la organización nacional en 1853, como una responsa- uincia de ¡ujlt)'. San Salvador de [ujuy: Universidad Nacional de Jujuy
bilidad conjunta del Gobierno central y de las jurisdicciones, y un " FELDFEBER, Myriarn y Ardía IV,\NIER (2003): "La descentralización educativa cn ;\11',' 1111111 ,1
campo propicio para los conflictos ideológicos y la puja por los recursos. proceso de transferencia de las instituciones de formación docente", /(1'1'111,( ,1¡,5', .,,, ,
lnucstioacián taliCilti1ia, núm. 18, Volumen VIII. mayo-agosw,
HH 1'. 11.,tI '111,. l'Id.II'" 1',,1111, 1,1, " l' ,111' ,1, 1"11 l{t,
segúlI da(os dc iOO'). h 111.HrÍc1ILI,\(' divid •. ,'11 1111 '1,"" ,'11 ..1 .\1',1111 I'0lí(ic:t:' I;,s 1Il'!.'l's;¡rio IK'lIsar cu.il es la
In'. ,:""111111'11.111,,1111111,111.11'11
público y UIl 241Yc) en el privado, pobl.uióu di~(lil'llhl.l dd ,\il'lIi('III(' 1I1('(lil!;. ,1.- ,".,' "lIld,io y. vn esa di rccci ('lI1 , qué sucedió COI1 la Ley
modo: Nivel Inicial: 1.324,52~; Primaria/l':CB l. ,) v ,\: (1,) i(ux,); h'dn;¡[ lk hllll;¡ci('lIl sancionada en 1993, En nuestra opinión:
Media/Polimodal: l.545.992; Superior no universiral:ia: '50<),1 Yí, IJ
número de docenres (825.250) está asignado de la siguiente manera: l." J una vez realizada la devolución de servicios educativos
Sector público: 70,8%; sector privado: 22,2%; ambos sectores: 7% , nacionales secundarios, técnicos y de formación docente a las
Estas cifras gen~rales muestran grandes disparidades en su interior, jurisdicciones (1991-1993), se adaptó rápidamen-
el organismo
que resultan en la fragmentación de los conocimientos que reciben los te al nuevo instrumento de regulación: la Ley Federal de
alumnos en función de la realidad social y regional. Inés Dussel señala Ed ucación, que le asignaba nuevas funciones y responsabi l ida-
qu: ~(esta desigualdad no debe pensarse como expresión de un mapa des, Con una planta reducida, y eliminadas las pnrr idas presu-
estanco, como un dato del paisaje (el norte es pobre, el sur es rico) sino puestarias y la operaroria correspondiente a los servicios de
como la combinación de faclores físicos, económicos, políticos y socia- gestión de establecimientos, la decisión se concentró en armar
les» (2005: 96), ' un O/ganismo con capacidad de generar propuestflS y con [ortaleza
técnica para acompañar a las jurisdicciones en el tránsito a la
La ley, ¿ilusión o verdad? poluica de transiormacián cducatiu« (Senén Conólez, 2000b:
117-118),
Hemos mencionado como rasgo del último lustro dos fenómenos
que consideramos característicos:
En este caso, la Ley operó como política; y el rediseño organizativo
• el deslizamiento de las políticas sociales hacia programas educati-
vos, y y operativo del Ministerio de la Nación se hizo siguiendo las nuevas
• la recuperación del sentido político del discurso educativo, funciones incorporadas al texto de la Ley 24195, que aún conserva.
No se trató de cambios automáticos, sino de marcos regulatorios
Respecto del primer punto, surgen evidencias acerca de cómo la
que guiaron el desempeño de los actores sociales y políticos, y la rein-
edu~~ción y las políticas educativas funcionan como «bloques de con-
tencion» a la desprotección de los ciudadanos en los márgenes del geniería de las instituciones.
modelo económico, El impacto de las leyes sobre los actores sociales y las instituciones
es tema de debate. Naishtat (2005) trata sobre la «reificación de las
En relación con el segundo punto, esta reasunción de las oblizacio-
leyes», es decir, su transformación en una cosa u objeto, que va más allá
nes del ES,t~do se muestra a través de la sanción por parte del COJ~greso
de las ilusiones y las expectativas sociales, y permanece en el tiempo,
de la Nación, entre 2004 y 2006, de varias leyes que regulan aspectos
centrales de la organización y del funcionamiento de la educación hasta afectar a la «matriz de comportamientos sociales y políticos»,
Considerando el caso de la Ley de Converribilidad y su incidencia
argentina, El reco~10c~miento de la educación como derecho social; pro-
sobre la gobernat17.a y gobernabilidad de la Argentina en los últimos
movido desde el Gobierno nacional", reinstala el tema para el futuro.
Cabe preguntarse en qué medida es realista pensar que una ley se años, el autor muestra cómo su vigencia provocó:
transforma en una política, En ese sentido, elaborar y sancionar una
l" .l inercia y «congclamiento» en el desempeño de los cuadros
dirigentes, arrastrando también al conjunto social. ¿Por qué esta
- 1.05 datos Iueron extraídos de la rágin'l de Internet del Ministerio de Educación de la Nación' ley y esta política se transformaron en una jaula para el gobier-
www.1lle.gov.ar/monilor/nrol0/ccnso.hrm. '
no nacional, impidiendo cualquier desempeño autónomo?
, Véase ,CONSEJO FFIlERtll.DE C!;lIl1RA y EDUCACI()N, Presidencia de 1.<1Nación (200(,): Le)' de
Porque tomó vida el supuesto de que un cambio quebraría la
Edncaclán Nacional. Hncin una educaciáu de calidad pam una sociedad mdsjusra. Documento pa-ra el
Debate, Buenos Aires: CFCE, gobernabilidad de la sociedad y sobrevendría el caos. ASÍ, la ley
'10 , 1',,1111. ;1,1, ',' ",1", .1+ ""'1 1'1
Asimismo , ('q' ue suce di10'1 en a ArgcntIn'\. l'ri mcro Sl' transliricí y luego se establecieron las responsabilida-
Ed ., ' con "\,l)'1, l''n I lTI , , , '
u~aclOn? Durante el debate previo a la sanción de la l " ,;' .:,( dcs de los distintos niveles de gobierno de la educación: la
aClOna126206 di d d .cydcl,dul,\ll(1I1
" , a me ia os e 2006 t d 1 1 ' nación, las provincias y los municipios, En este sentido, la ley
do se r e .c. , 11, v hahí ' o o o ma o que hahla ocurri
el ella a e a, la no abía ard d e vino a prescribir lo que de hecho estaba prescripto (Kisilevsky,
Si b orosos erensores, nada en rCS'''II'1
bl e in em ar J
,
m' ruvo Ia i . '
go, rasra que comenzó el tratamiento en el
onglC;;() se
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s. f.: 5),
an uva a Il1cogl1lta pública respecto de si la LFE ía rler l. '
. Id" sena eloga(;\ v
leemp aza a por otra o SI sim 1 'e . Cabe señalar que este complejo proceso se motorizó ante la indife-
E, . d d ', ,p ernenre, sena rerormada en su texto
sra u a recien se develó cuando el Poder EJ'ecut¡'vO N' 1 ' rencia de las sociedades provinciales, que estaban más preocupadas por
tó -1 'J ' aciona prescn ..
d e proyecto en e, Congreso, Entonces podemos preguntamos' CU'IIl- las consecuencias de las crisis hiperinflacionarias y por su supervivencia
o se deroga, ¿reafIrma la ilusión de la opinión pública y 11' .J (Sigal y Kessler, 1997),
1o 1na 1o que Imp irnoli 'd
ICO mame su vigencia?
se eva todo
En relación con la denominación, [ederal parece opuesto a lo no
federal, es decir, a lo central y unitario, En este sentido, podríamos pre-
El nombre de la ley guntamos si las representaciones de la Ley Federal de Educación, los
El camino de la Ley Federal a la Ley Nacional modos limitados en que esta fue comunicada a la sociedad, las dificul-
tades de los padres y de los alumnos para comprender la estructura de
A fin de poner en h ag d J' ' I
, 1 P d.' " en, a po rtica e tema de una nueva ley educa- los ciclos de la Educación General Básica, no produjeron, acaso, desa-
rrva, e ,o ~¡ Ejecutlvo, Nacional convocó a una «consulta» abierta en
zón en las imágenes que sobre la educación pública se habían construi-
un proceso ande se avizoraba que, sin duda, sería una le con muchas
do en nuestro país. En ese sentido, una Ley de Educación Nacional
~alabras, en ~ayúscula, Es que la Ley Nacional tiene un f~ene conteni-
proporciona una sensación de integración social, de amparo, disposi-
e!~ ;t::~~~~:~:)L:n ~~~e9n5ti% d~ reforzar lo ~lac~onal, no explicitado ciones todas que nos ubican en otro lugar a la hora de recuperar e! sen-
, ' y ,anonal es un rerrruno que no actualiza tido político de! discurso educativo y de responder a las urgencias y
~e~csemaclOnes opues,tas, La nacionalidad se vincula más con la identi~
demandas para abordar la complejidad de! contexto sociopolítico.
a ..' con la textura SOCIal de pertenencia, sin discusiones político- arti-
Los sindicatos docentes encabezaban e! reclamo para la derogación
darias, De esta manera un Estad
,
. 1
o naciona , como garan t de la i "
P
lisa y llana de la LFE, pero no había suficiente consenso entre las fuer-
so~ial, v~Ia por la c,ali~ad educativa de todos los estable:in:ie:jt~:t~~~
zas políricas que integraban e! Parlamento, principalmente en e! arco
pars y atiende las principales carencias con mayores recursos
La LFE en bi fI ' ', ideológico del partido justicialista. Algunas provincias de ese signo
,. " " ca~ ,10, ue el paso posterior a la transferencia de los ser- habían avanzado en la transformación de sus sistemas educativos, se
\ lClOSde la educación secundaria la técnica y de le, ión d
I " "a rorrnacron ocen- adaptaron al nuevo esquema de funcionamienro y realizaron grandes
te, a as proVII1C1as y a la Ciudad Autónoma de Bu A' E
ti" , , enos lres 'ste inversiones en infraestructura y en la capacitación de los docentes. En
raspase rue una II1IClativa del Gobl'erno naclOl1a '1 que t ' l'
repercusio' , ,uvo
1
amp las tanto otras, en especial en e! arco opositor al oficialismo, se mantenían
ries e ImpaCtos en las jurisdicciones", Kisilevsky señala la
en sintonía con e! «viejo esquema» de organización de la estructura
educativa.
',' Véase, po; ejemplo, SFNfN CON7.:Ü,I-:l.,
Silvia (2000): «Aiuste v r orrn. ' , ' Este movimiento en pos de la aparición de una nueva ley presupo-
Pugna», en [homas F[.L\'lINC
)' Silv SE :" G ' _ J ; ef )rma, educativa: Dos loglcas en
, , la NI.:i ON/t\LEZ (comps ), R,I ' ducnti ,
)' Cal1tldd, Trama social, ecstián y IIgmte d. ' , b' B ," " <JUImas e IiCtltWIIS en Algelltllltl nía un escenario positivo para anticipar e! futuro de la educación, a la
Canadá, ó, J e cnm to. ucnos Aires: Biblioteca Narre/Sur-Embajada de
vez que se recuperaba el sentido político del discurso educativo. La base
d" l·.qa ojlli('1I1 n;1 n"'lHllldn ,1 1.1.\1I'l',!'II' i,I,' 11,11.1
,d"",I.!! .!,',d •.•. 1 ',1', '1:111'1111<",,,(' 1(';1\;1d!' 1111v.uu» vivrnci.i]. sino lilo la sumaroria de
terna educativo la cOlllpkjillad dd COllIl'Xlo :--O!iOjloll1 h '1, ,'11 Il:lllIillll" njlni!·IHi.ls hisl(')I'icas y COllll'1l1IHH;íIlL1S.EII este caso, la aparición del
de necesidades postergadas y de sarislacción dc dCill,llHlas d(' ;](1<11<", proyl'UO de Ley de Educación Nacional se dio en el marco de lo dibu-
sociales. Pero también, dar respuesta a la necesidad dc cont.u COII 1111.1 j;ldo )' lo desdibujado, de lo estructurado y lo desestructurado, por
Nación, en un sentido federal, que permitiera incluir estados fl'dnadm (11ras normas que marcaron hitos en la política educativa de los aÍ10s
sólidos y capaces en materia educativa, Por otro lado, era ncccs.i ri( I noventa: la Ley de Transferencia", la Ley Federal" y la Ley de
superar el trauma)' las desigualdades emergentes de las transferencias 1'~dLlcación Superior". ¿Cuál es el saldo de las dos primeras normas
realizadas, iniciadas más de 20 años atrás, El escenario social y políliLO desde un análisis político?
de mundialización plantea, por otro lado y casi en simultáneo, la nece-
sidad de reforzar la nueva presencia y dirección que adquiere la Nación, Las arduas disputas de la macropolítica
en su intento por fortalecer lazos solidarios entre los individuos, la La etapa de la transferencia de los servicios educativos gestionados
sociedad y la política (Rosanvallon, 2007),
por el Ministerio Nacional dio lugar a arduas disputas y fue aceptada por
los gobernadores de las provincias, pero condicionada a la «disponibi-
Los márgenes de la construcción de una ley lidad de los recursos necesarios para el eficaz funcionamicnto del siste-
Volvemos a preguntamos: una ley, ¿es una política? ¿Cómo se cons- ma educativo», que f nalmen te no obtuvieron 1,;.
tituye el texto de la ley en la encarnación de la política? ¿O así ocurre De inmediato, la correlación de fuerzas pareció resolverse a favor de
en un escenario de vaciamiento de contenido político, donde la inercia los gobernadores, como indica la investigadora Tulia Falleri, El argu-
adaptariva pone a la administración como prioridad ante la política y mento central de su estudio es que:
subordina las acciones a las urgencias de la coyuntura? Siguiendo a Ball
(óp. cit.}, los textos de la ley se transforman en discursos que confor- l...
] el fedcralismo tuvo un doble impacto en el proce~o de des-
man nuestras prácticas, y «los discursos hacen que se hagan las cosas, centralización educativa. Primero, el federalisrno facilitó la legi-
que se lleven a cabo las tareas, generan autoridad". Pero también logran timación y aceptación por parte de los gobernadores de la
Otros efectos: resistir, omitir, silenciar, censurar. Entra en juego el poder transferencia de establecimientos y personal docente del nivel
de los actores, y sus estrategias para cambiar o conservar,
dominar o ser federal a las provincias sin la correspondiente transferencia de
dominados, gritar o susurrar, ya que «sólo ciertas voces se puedcn oír recursos. Segundo, el federalismo irn primió con características
como importantes y con autoridad» (ibídem). especiales al proceso de negociación de la descentralización
La elaboración de una norma nunca se da en un vacío simbólico. educativa en Argentina: a) los gobernadores tuvieron mayor
No estamos en el principio de los mundos, «en las estrechas grietas de
su caverna" (Zcrzan, 20(6), sino inrnersos en una cultura y en proce-
sos cada vez más intensos de transculturación e hipcrinformación. n Ley 24049, sancionada en diciembre de 1991 para legitil1lar la transferencia de csrablecimienros edu-
Cargados de símbolos, «una existencia cada vez más tecnológica nos cativos nacionales a las provincias. El artículo 14 establece una "retención» de la masa de recursos (opar-
empuja a desdeñar la mayor parte de lo que podríamos experimentan> ticipablcs para cubrir el COStOde los servicios transferidos por la Nación. Véase SININ (;()~/,~I.I.z, Silvia
y otros (1 ~96): la práctica di- la planilicacion educntio« en el contexto del proceso de descelllmlizllcióll
(ibídem). Acuden a la mente las im~í.genes de Matrix'", film ejemplar
CII París: 1II'E-UNESCO.
que plantca la irrealidad de nuestras diarias tribulaciones. l'Ley 24195, sancionada en 1993, conocida como Ley Fedem! de Educacián.
" Le)' 24521 de Educación Superior.
11Véansc SFNícN GON/ÁI.I'.I" Silvia y Aida AII.ANGO (1997): "La descentralización educativa ¿Política
educativa o política fiscal?», en 05(;;1' OS/IAK (cornp.]: bracio y Sociedad: IriS nuevas regllls del jlleKo,
'" 7he Matrix, escrita y dirigida por Larry y Alldy \'í!achowsky, tUl' estrenada en los btados Unidos el31 Buenox Aires: Universidad de Buenos Aires-CEA-CBC; MORDUCllO\XilCl., Alejandro (2005):
de marzo de 1999. Descentralizacián, finilllciamimto)' después en el sistema educatiuo m;'(.CIltillo. Buenos Aires: "rE.
'11 l'.""." 1"1."101,.,,
rl'ln'.lIlt i.1 t!IW ('11",,1"1 Iq',I\I.IIII·" 11.', ,,,,,.,1: 1,) l., 1" •...• ", l., .1. ur-,
----
rituciom-, 1(:dLTak~ lall"O'II0 l·1 (:III1\l'jO h·.In.d .1,. 1-.111•. 1<''''1 I)ellomillación completa Fecha de sanción Fecha de promulgación
ElCilitóla coordinación entre provinci.i, y \'1 aprl'lllli¡;lj(".I(" ("\1;\, de la ley
para las siguientes rondas de negociaciones con el poder ccm r.rl
(2001: 1). I.·y 2(,20(" I.ey de 14 de diciembre de 2006 27 de diciembre de 2006
1·:,IIIClciún Nacional
Al sancionarse en 1993 -un año más tarde- la LFE, un nuevo l.cy 261')0: Programa 4 de octubre de 2006 23 de octubre de 2006
equipo político estaba instalado en el Ministerio de Educación de la Nacional de Educación
Nación, LU1 ministerio sin escuelas", con una visión tecnocrática e iris- Sexual Integral
t~'umental para aplicar la Ley. La relación entre la nación y las provin-
l.ey 26075: Ley de 21 de diciembre de 2005 9 de enero de 2006
c~a~en el campo educativo ya formaba paree de las tensiones que se
Finauciamicnto Educativo
VIVIana nive] general, agravadas por el desfinanciamienro paulatino del
Estado. El resurgimiento del "poder federal» se mantuvo ya que: Ley 26058: Ley de 7 de septiembre de 2005 R de septiembre de 2005
Educación Técnico
[... se] crearon oportunidades y condiciones institucionales Profesional
para fortalecer la autonomía de acción de las provincias. Esta
Ley 25919: Fondo 1 1 de agosto de 2004 31 de agosto de 2004
cara se percibió durante los años 2000 al 2002, cuando los
Nacional de Incentivo
ministros provinciales, reunidos en el Consejo Federal de Docente
Cultura y Educación, mostraron una capacidad de coordina-
ción en la defensa de los intereses que represeman (Miranda, Ley 25864-180: Ley de los 4 de diciembre de 2003 R de enero de 2004
Senén Gonz,ílcz y Larnfri, 2003: 98). 180 días de clase
La etapa posneoliberal que se inicia después de la crisis de 2001- Como puede observarse, estas leyes constituyen un importante
2002. abre nuevos interrogantes que, al recuperar la dimensión política marco para la regulación de! sistema educativo, de los recursos que lo
del dIscurso)' del quehacer educativo, parecen responder, como se indi- forman y de sus modalidades de funcionamiento y de financiamiento.
ca en un párraf~ anrer.ior, a las urgencias para abordar la complejidad Puede decirse que es la primera vez que la Argentina cuenta con un
del. cont~~to soclopolítlco, en términos de necesidades postergadas y de esquema tan diverso como marco de política que se constituye en esque-
sarisfacción de demandas de actores sociales.
ma regulatorio.
A continuación, se enuncia el conjunto de leyes relativas a la educa- La hipótesis es que, a partir de los cambios políticos del nuevo mile-
ción sancionadas entre los años 2003 y 200(í:
nio, se produjo una mirada diferente sobre la problemática educativa.
Se comenzó a pensar en e! sentido de la educación, no desde lo técni-
co, como en los años noventa, sino desde la dimensión política, y se
buscó crear resortes legales para resolver los problemas pendientes.
Puede afirmarse que cada una de las normas surgió de acuerdo con las
urgencias del contexto social y político, Una demostración fue la rápi-
" AI~lInos gobcr!ladores reclamaban su extinción o degradación institucionrl, al finalizar su función de da sanción, en mayo de 2002, de la Ley 25584, para proteger el inicio
gcsuon escolar directa.
o la continuidad del ciclo escolar de las alumnas embarazadas.
'1/, 1',,,,,,,, 1"1,,,101,,,, 1'"111,,
.,.1,,.· ..... 1".... ,'." ')'
Discusión y sanción de las Il'Yl's en la l'Iapa 20(U .'11111, I;~.I.I 1I1,,,l.dl,l.l¡[ lk l'll\ll[lll'IIIl'IILICil'l\l xnl.ui.r] Sl' rct orua, como VLrL'-
HJgamos un recorrido LTollo!<'>gicopar;1 h ilv.m.u l·1 11IlHl'~ll tll' l \(',1 III()S,;¡) ,,;llll i(III;lrsl' b I,ey de l-innuciarnicnro.
ción de estas leyes. 1'~1llO()'), se sanciona la Ley 26058 de Educación Técnico Profesional
, En dic~embre de 2003, se sanciona la Ley 25864, quc hllsCI g;Ir;111 'jllt' Iuc eliscutida entre las autoridades del Instituto Nacional de
nzar un CIclo mínimo de 180 días de clase en las jurisdicciones. UI1 1.t1ucaci6n Tecnológica (INET) y los representantes de las jurisdiccio-
im~ulsor de la medida, Juan Carlos Tedesco (2004), manifestó qUl' ncs, l':ste subsisterna, según los especialistas, había sido el más castiga-
«,mlentras q~le en 2003 sólo tres provincias lograron alcanzar este objc- do por la llamada «transformación educativa», lo que coincidía con una
tIVO, en el CIclo lectivo 2004 hubo once provincias por encima de esa altísima población desocupada en todo el país y con la escasez de recur-
cantidad», El Ministro de Educación en funciones, Juan Carlos sos calificados que denunciaba el sector empresario ante una incipien-
Tcdesco, sostiene que anteriormente no llegar a los 180 días de clase re recuperación de la economía. Las conclusiones del Coloquio
«era un problema, ahora es una ilegalidad», y destaca la relevancia de Nacional, realizado en 2003 con motivo de los diez años de la sanción
cumplir con las leyes «que el país debe alcanzar si quiere fortalecer su de la LFE, se refieren a «la desaparición de las Escuelas Técnicas a las
institucionalidad y su democracia» (2005: 161). que se visualizan como el sector más golpeado por la reforma educati-
En agosto de 2004, como réplica a la compleja situación gremial va, proyecto en el que está implícito un modelo de país y de región»
que sacudía a las administraciones educativas provinciales y a las teso- (2003). Se expresa, asimismo,
rerías, el Congreso sancionó la Ley 25919, que otorga continuidad al
Fondo Nacional de Incentivo Docente (I;ONID), que fue creado por [" ,] un duro cuestionamienro al proceder de los funcionarios
Ley 25053 en noviembre de 1998. El texto era una respuesta a las de la reforma que «con absoluto desconocimiento» 110conside-
d~m,andas concretas para equilibrar las diferencias salariales enrre juris- raron las necesidades de la avanzada tecnológica en cuanto a
dicciones y para incrementar los magros ingresos de todos los docentes capacidades técnicas básicas, ya que la industria en la Argentina
del país. En busca de una solución a este problema, se decidió dar un está aún alejada de la automarización y la robótica (ibídem).
incentivo de reconocimiento para el trabajo de los docentes, que se
había iniciado al final de la década de 1990, Para ello fueron necesarios El carácter reparatorio de la Ley 26058 puede también interpretar-
1003 días de protesta y ayuno de los docentes en la Carpa Blanca, que se por las presiones que los sectores interesados ~empresarios, sindica-
concluyeron en lacreación del FONID por la Ley 25053, que estable- tos, cámaras, asociaciones de supervisores- llevaron adelante frente él
ció que el Estado nacional debía garantizar la financiación anual del las autoridades de la Nación.
incremento en las remuneraciones de los maestros argentinos. La En esta interpretación que relaciona las iniciativas regulatorias y
Unión de Trabajadores de la Educación entendió que esto significaba legales con la situación del contexto socioeconómico, se sanciona la
que «el Estado Nacional vuelve a hacerse cargo del financiarnienro de Ley 22317 de Financiamienro en septiembre de 2006. En el mismo
la Educación», y, además, afirmó que: cuerpo legal, se prorroga hasta 2009 la Ley de Incentivo Docente, y se
crea el Programa Nacional de Compensación Salarial Docente para
r ... ] el Incentivo Docente fue producto de la resistencia y la subsanar las desigualdades interprovinciales en el salario inicial.
lucha de la docencia argentina contra las políticas neoliberales El entonces ministro de Educación Daniel Filmus expresó, en oca-
rnencmisr.is que desresponsabilizaron al Estado Nacional de su sión de presentar la Ley 22317, que la educación era una prioridad de
compromiso indciegable en el sostenimiento de la Escuela la gestión de Néstor Kirchner, y que <<110 hay forma de construir justi-
Pública (UTE, 2006), cia social sin educación),'(;. Además, agradeció a los sindicatos de todo
11.
Véase La Nacuhr. jueves 12 de enero de 200(,: "Promulgó Kirchncr la ley de Iinanciamienro educativo»,
1', 11111' .t I,"y'"". '\' 1",11" .¡ , 1"'11 1")
obtiene recursos qUl' 11<1SOl] lOp;lltil ipahle,s, ,Sllltl 1,.11,1'.111 \1111',11'.11111 1,,1I.I/t'll t':lllil;1 ,·s <jllC, ,'11 clcolljllllto de los recursos, la inciden-
lización. Así ocurre, desde 2003, COIl la rccaud.uióu dt' Itl,"dt'ln 110.\,k , i;1dc hs rct cncioncs a la exportación y del impuesto sobre los créditos
exportación y de algunos tributos específicos, que am pl LIII LI (;1palÍLhd y los débitos bancarios (conocido popularmente como «impuesto al
financiera del Gobierno nacional y, por ende, sus recursos para i Il llu ir ~hcqlle>') es cercana al 20(% del total de ingresos, lo cual vuelve más vul-
sobre las finanzas provinciales. De este modo, se intensifica la tensión ncrablc la posición financiera de las provincias.
en las relaciones de la Nación con las provincias, lo que fortalece la Según Alejandro Arlía, los recursos nacionales de distribución no auto-
capacidad nacional para regular y reccntralizar la dirección de las polí- mática (discrecionales) han crecido en su participación en el total de los
ticas públicas. recursos nacionales transferidos a provincias. «Que lo han hecho en detri-
La Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) recauda los princi- mento de la participación de los recursos de distribución automática en el
pales impuestos en todo el territorio nacional (derechos de exporta- total de los recursos transferidos es matemáticamente cierto también»
ción, impuesto al valor agregado, impuesto a las ganancias y seguridad (2007). Según este experto, el sistema de distribución de los recursos regi-
social), que luego redistrihuye en el nivel nacional y e! provincial. El do por la Ley 23548 y la Constitución Nacional estaría girando hacia una
régimen legal de coparticipación vigente otorga e! 44% al primero yel «asistencia financiera» programada con cada jurisdicción, que ampliaría la
56% al conjunto de las jurisdicciones. Sin embargo, estos parámetros discrecioualidad en la distribución de recursos y la imprevisibilidad de su
han sido frecuentemente alterados y constituyen un permanente continuidad (óp. cit., 2007). ¿Se avanza hacia una «concertaciór» o hacia
campo de conflicto y de puja, que muestran e! predominio de la polí- una «imposición» de formas federales con contenidos unitarios?
tica de! Gobierno nacional (Morduchowicz, 2002). En este contexto, hay una mayor discrecionalidad en la distribución
A continuación, se presentan algunos datos sobre la coyuntura fis- de los recursos y una ampliación del margen de maniobra del Gobierno
cal y los cambios producidos en torno a la distribución de los recursos central. Nuevas presiones fueron apareciendo en el escenario de las pro-
financieros que disciplinan a los gobiernos provinciales. En relación vincias, ya que e! aumento salarial otorgado a la administración del
con e! financiamiento de la educación, las provincias -responsables Estado nacional (entre 2005 y 2006, luego de casi diez años de conge-
de! presupuesto y de la administración del personal- cargan sobre sus lamiento) incentivó las demandas salariales en las provincias. El ingreso
hombros con una parte muy dura del programa educativo, que devie- de los trabajadores nacionales creció en 2005, un 12,8°1<)(Clarín, 2006)
ne frecuenremente en conflictos locales que afectan a la continuidad respecto de los provinciales. Este incremento alimentó las demandas de
del ciclo escolar.
trabajadores de los estados provinciales, a los que Arlía califica como
«una amenaza fiscal latente» (óp, cit.). Estas gestiones desencadenaron
La coyuntura financiera fuertes conflictos con los docentes y otros trabajadores estatales en varias
A partir de la asunción a la presidencia del Dr. Néstor Kirchner en provincias, que desembocaron en huelgas y movilizaciones.
mayo de 2003, el Estado nacional increrncnró visiblemente la recauda- El reflejo de estas políticas financieras sobre la actividad educativa es
ción de impuestos. La reactivación económica iniciada en el segundo indudable. Corresponde explorar la mirada de otros actores que apor-
año de su Gobierno fue uno de los motores del aumento del volumen tan nuevas perspectivas para tratar de detectar las representaciones y
de los ingresos públicos. Sin embargo, la novedad de esto es que lo hizo orientaciones de estas posturas. Dice Ball que. las políticas son:
principalmente con impuestos que no son coparricipados, o sea, que no
se redistribuyen a las provincias. Tal es el caso del impuesto al cheque y [... ] representaciones codificadas en formas complejas [que] se
de las retenciones a las exportaciones. En una palabra, la torta se agran- expresan mediante peleas, compromisos, interpretaciones y
dó para la Nación, en tanto el segmento de las jurisdicciones permane- rcinterpretaciones de la autoridad pública y también, decodifi-
ció sin cambios. cadas por la vía de reinterpreraciones de los actores y sus expe-
riencias, habilidades y recursos (óp. cit.: 24).
1',,1111' 1,1", •.•. ' ,1", ,i' ."" 10 \
I().' 1', "ti, 11 ' H 1•• I q ti ,11, ••
l...
] si queremos ser una sociedad con un desarrollo equilibrado, [.. ,] esta nueva ley tendrá que señalar cómo el gobierno nacional
armónico en el territorio nacional no hay otra manera de corregir y los gobiemosjurisdiccionales uan el ir entretejiendo y articulando
o achicar diferencias territoriales si no potenciamos un centro, una sus acciones para que podamos unir fuerzas, Creo que eso tam-
instancia central, en este caso el Ministerio de Educación de la bién va a ser un trabajo pedagógico -hacia las instituciones y
Nación con la capacidad de asignar recursos donde hay más o la sociedad entera-; una práctica de pluralismo mostrando que
donde hay menos [... ] recuperar para el Estado nacional ciertas es posible el proyecto educativo nacional único, homogéneo
bases institucionales y financieras para hacer política (2006), pero a la vez plural y desafiante, capaz de recoger todas las
demandas de las distintas regiones de la Argentina y de buscar
cuál es ese ámbito de consenso; )'0 diría ese espejo donde nos
", En el foro, organizado por el Senado de la Nación durante mayo y junio de 200(;, participaron,
entre otros, Daniel Filmus, Emilio Tcnri Fanfani, Gllillermina Tiramonti, Alberto Sileoni, Elena podremos mirar -creo que lo vamos a construir entre rodos=-,
Duro, María Rosa Almancioz, Darfo Pulfer, Juan Carlos Tedesco, Hugo Yasky,Jorge Dobal (AM ET)
Y Sergio Romero (UDA),
lO" "'''',01 "" 1" ,,,0101,, ••
1'"1",, ',1,,",' ""1,,, ,', ,••" 10',
!, Onega y Gasset se dirigió a las provincias: «Es preciso que dejéis de ser provincianas. iHe aquí lle- [ ... 1
estudiosos del área educativa, funcionarios, opositores .y
gada la hora en que tenéis que aprontar vuestros impulsos intactos' ¡El Estado renacerá de vosotras o líderes gremiales sólo coinciden en dos de las causas: la precaria
no renacerá! iEh, las provincias de pie .. .!» (1926).
1',,1111' 1,11',1' ',1,111' ·1' 1"11 111
y pO"lngaciolll'-' ,~igllifi';lIi\';L' (d fi,l;lIlti.lll1i('lllo t'd'Il.III\·1) v /;, "'!"t ,1 1" l.« k,., v .1111
pl i;1r 1;1lOlllil'llli;1 ci ud.ulau«. Rcxulu; necesario construir
ción técnica) que t(lrIllall parte de 1;1 gl'sli('lIl ,'(lIidi;III;1 y ti l' !;ISdif~Tl'11 t (1IISl'IISOSrl'Spn:LO de los cambios que proponen las leyes, y sobre todo,
tes realidades del sistema educativo. .lllTGI dc la forma de llevados a cabo. La gestión es tributaria de la polí-
Se trata de un amplio marco que ordena y regula dif'crellll's as!)('L' IiC;I, y no a la inversa. Buscar respuestas comunes no implica imponer
[Osde la complejidad del sistema educativo en la Argentina. Siguielldo f('JI'In~tlas, sino reconocer las diferencias y revitalizar las carencias.
a Ball, el análisis de la trayectoria de las políticas no es lineal y «simplis- En este esquema emergente de mayor densidad política,. no cabe
ta», sino que exige un «recorrido transaccional rastreando la formula- preguntarse si están listos los actores sociales. y polític~~, sino SI pueden
ción de la política, la lucha y las respuestas desde dentro del estado cumplir las condiciones para promover su intervencion, su comp~'en-
mismo pasando por y llegando a los diferentes receptores de la políti- sión y sostener su esfuerzo y su interés. Pero con eso no alcanza, SI no
ca» (óp. cir.). En este contexto, resurge la referencia a «los encontrona- se convoca a los miles de actores sociales que cotidianarnente expresan
zos sobre la implemenración real de las leyes». Al respecto, el conjunto sus demandas y asumen sus compromisos en el sistema educativo real.
de las leyes muestran una inrencionalidad de englobar a todos los sec-
tores postergados y excluidos para atenuar la fragmentación y la pérdi-
da de calidad. Como ocurrió en el pasado, la educación se encuentra
nuevamente frente al desafío de poner en marcha regulaciones muy Bibliografía
profundas, como ocurrió en 1992 con la Ley de Transferencia Educativa
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La pregunta que surge es cómo hacer para que el nuevo escenario
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no se transforme en una vieja réplica de situaciones anteriores, lo que
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llevaría a los actores a la inacción, la resistencia, la conservación del statu
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Frente a la declinación del Estado, la sanción de seis leyes educati-
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vas en dos anos implica que las instancias públicas recuperan un rol.
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el Banco de la Nación, julio. Buenos Aires.
que actuaron en forma oportuna para crear resortes legales que permi-
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