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ACIERTOS Y DESACIERTOS DEL PROYECTO

SEVILiA ANTI-VIOLENCIA ESCOLAR (SAVE)i

ROSARIO ORTEGA (•)


ROSARIO DEL REY C)

ResuntBtv. El proyecto Sevilla anti-violencia escolar, desarrollado entre fos cursos


académicos 1996 y 1999 ha signiFicado un trabajo investigador y de intervención
educativa en 26 centros escolares de primaria y secundaria que ha afectado de for-
ma directa e indirecta a casi 5.000 escolares. La exploración del problema de la
violencia entre iguales, el establecimiento de perfiles de centro en relación con
este problema y la implicación de los docentes de nueve escuelas en un proyecto
de prevención del maltrato entre compañeros, nos ha permitido desarrollar un mo-
delo abierto, ecológico y comprensivo de trabajo educativo que se ha mostrado
beneficioso para mejorar la convivencía y prevenir la violencia. En el artículo se
exponen las claves del desarrollo del proyecto Sevilla anti-violencia escolar y algu-
nos de sus resultados. Aciettos y errores son comentados en orden a ofrecer suge-
rencias sobre qué conviene volver a repetir y qué conviene mejorar o evitar.

INTRODUCCIÓN de ahora- (Ortega, 1997; Ortega y Mora-Mer-


chán, 1999; Ortega y Lera, 2000). El SAVE ha
Los estudios sobre violencia escolar inscri- sido un trabajo investigador que ha incluido
tos en el ámbito de las Ciencias de la Edu- un proyecto de innovación educativa desti-
cación han incluldo, en la mayoría de los nado a la prevención del maltrato entre igua-
casos, procedimientos de intervención más les, mediante el desarrollo de un proyecto de
o menos estructurados, prolongados o innovación basado en la educación para la
puntuales. Parece sensato pensar que la in- convivencia escolar.
dagación y el estudio descriptivo no es su-
ficiente cuando lo que se aborda es un Inspirado en el modelo desarrollado
problema que tiene efectos negativos para durante los años comprendidos entre 1991
el buen desarrollo de los escolares, como y 1994 en la universidad de Sheffield
ocurre con el probletna de la violencia en- (Smith y Sharp, 1994), el SAVE ha puesto
tre escolares. Tal es el caso del proyecto en marcha una serie de iniciativas educati-
Sevilla anti-violencia escolar -SAVE a partir vas basadas en la consideración del centro

(•) Universldad de Sevilla.


^ EI pnoyecto Sevilla anti-vblencia escolar ha sido poslWe gacias al apoyo eccx^ómim dei Ministerio de Edu-
cación y Culturr (Proyccto SEC-95^59 del Plan Nacional I+n).

Revlsta de Educaci6^:, núm. 324 ( 2001), pp. 253-270 253


Fecha entrada: O1-06-2000 Fecha aceptación: 30-01-2001
educativo como un ámbito de convivencia nos referimos sólo a las malas relaciones
en el que es posible, si para ello se arbitran sino, en general, al ^ambito personal, nunca
las medidas necesarias, cambiar el clima suficientemente considerado como objeto
de relaciones interpersonales y hacer de de trabajo educativo. En este contexto, los
éstas un escenario en el cual se rechace el problemas de abuso, prepotencia o malos
abuso, la prepotencia y los malos tratos, al tratos de unos escolares a otros siempre
tiempo que se estimule la cooperación y la han estado presentes en nuestras escuelas,
solidaridad. pero no han tenido un vocablo específico
Aunque aforlunadamente la sensibilidad que los denomine. La ausencia de un tér-
ante los problemas de la convivencia escolar mino verbal que lo designe no es más que
y, particularmente el de la violencla, ha au- el reflejo de la ausencia de una cultura es-
mentado mucho en los últimos cinco años, colar que comprenda el fenómeno.
no ocurría así cuando comenzamos nuestro De hecho, éste ha sido uno de los pro-
trabajo investigador sobre el asunto de los blemas con los que nos enfrentamos cuan-
malos tratos entre iguales (el llamado btc- do quislmos abordar de forma educativa el
llytng). En aquellos ailos, pocas personas se problema de los malos tratos y los abusos
interesaban por el problema de la violencia entre escolares. Se hizo patente la necesi-
escolar y, menos aún, lo consideraban un dad de explicar a profesores y alumnos en
. asunto que exigiese un trabajo educativo qué consiste este tipo de violencia que
persistente y bien planificado. unos chicos pueden ejercer sobre otros,
Lo primero que habría que decir sobre delimitar el campo conceptual y aclarar qué
los programas educativos contra los malos es un conflicto, qué son los problemas de
tratos entre escolares en España es que, en disciplina y qué son los fenómenos de vio-
su inicio, éstos chocaron con la ausencia lencia (Ortega, 1998). Sin embargo, en los úl-
en nuestra cultura de cualquier tipo de in- timos años, con la implantación obligatoria
formación sobre la naturaleza de este pro- del modelo de escuela comprensiva, para la
blema. Las escuelas españolas han Educación Secundaria Obligatoria (ESO), y
desarrollado una tradición educativa muy con la obligatoriedad de la escolarización
académica que ha dejado de lado la atención hasta los dieciséis años, se ha generado un
a aspectos del desarrollo social e ignorado, proceso de opinión pública referido a la ne-
casi totalmente, el valor del desarrollo emo- cesidad de prestar atención a los problemas
cional y afectivo. Las relaciones interperso- de convivencia escolar.
nales y los conflictos que surgen dentro de Paralelamente, un fuerte incremento
ellas -en donde hay que situar desde peque- de la sensibilidad de los investigadores ha-
ños desencuentros mal resueltos hasta los cia este tema está dando lugar a un gran
serios problemas de malos tratos y abusos avance en el desarrollo tanto de estudios
entre los escolares- no han tenido cabida descriptivos como de medidas educativas.
en el formalista y poco sensible sistema Desde los pioneros trabajos de Vieira, Fer-
educativo español. nández y Quevedo ( 1989), Ortega (1992),
El profesorado, formado para focalizar y Cerezo y Esteban ( 1992), realizados so-
su trabajo hacia el aprendizaje de discipli- bre muestras pequeñas de escolares y de-
nas curriculares básicas como el lenguaje, sarrollados en escuelas locales concretas,
las ciencias o las matemáticas, solía inter- hasta el amplio informe de la oficina del
pretar los fenómenos de convivencia más Defensor del Pueblo ( 2000), que recoge
en términos de problemas de disciplina y una muestra de escolares de todo el Esta-
trastornos individuales de la conducta que do, van unos años en los que la investiga-
de fenómenos sociales básicos para el ción se ha intensificado y extendido al
buen funcionamiento del centro. Ahora no mismo tiempo que la sensibilidad social

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hacia el problema de la violencia. Durante
En lo que sigue de este artículo, anali-
estos años, hemos desplegado en Sevilla
zaremos las principales líneas de "trabajo
un amplio trabajo investigador y de inter-
desarrolladas por el proyecto SAVE, los re-
vención educativa, en el que ha participa-
sultados más relevantes que hemos obteni-
do un número considerable de profesores
do y los errores que creemos haber
y profesoras repartidos en nueve escuelas
cometido y que esperamos no repetir.
de primaria y secundaria; es el proyecto
Sevilla anti-violencia escolar.
Pocos trabajos han enfocado la pre-
vención de la violencia escolar y, especial- LAS ESCUELAS DEL SAVE
mente, la del maltrato entre escolares,
desde una perspectiva integradora y global
que considere el centro escolar y su ecolo- En el curso 1995-96 se seleccionaron varios
gía humana como el ámbito de actuación centros de educación primaria y secunda-
en todos los sentidos. El proyecto SAVE ria de Sevilla caracterizados por pertenecer
(Ortega, 1997) sí lo ha considerado. Este a zonas denominadas por la Administra-
proyecto ha realizado un esfuerzo por arti- ción como Centros de Atención Preferente,
cular investigación e intervención de forma así llamados por estar enclavados en ámbi-
sistemática y cotidiana. Creemos que esta tos poblacionales de bajos ingresos y altos
ligazón es la que da carácter e identidad al índices de desempleo y marginalidad so-
proyecto SAVE, que ha sido un proceso cial. Para contactar con ellos, se realizó un
original de investigación ligado a la acción seminario sobre el problema de la violen-
innovadora. El SAVE ha tratado de incorpo- cia escolar, al que fueron invitados el di-
rar al profesorado de las escuelas a un pro- rector/a del centro, el orientador del centro
ceso de paulatina toma de decisiones o la zona y, al menos, tres profesores del
respecto al problema de la violencia escolar, claustro. De este encuentro salió el com-
focalizando el tema de los malos tratos entre promiso por parte de 23 centros de partici-
escolares, pero sin olvidar que todo el siste- par en la primera fase del proyecto, que
ma humano y de actividad del centro es un consistiría en la recogida de información
amplio escenario de convivencia. Profesora- sobre el problema de la intimidación y los
do, alumnado y familias han tratado de ir in- malos tratos entre escolares, mediante un
tegrando sus propias medidas preventivas, al cuestionario diseñado con ta] fin (Ortega,
tiempo que han ido elevando su nivel de Mora-Merchán y Mora, 1995). A estas es-
conciencia y rechazo de la violencia. cuelas se unieron, posteriormente, tres
Conseguir que el profesorado aprenda más, interesadas tanto en conocer sus índi-
a discriminar el fenómeno del maltrato en- ces de violencia como por participar en un
tre iguales, le preste atención y asuma que programa de intervención preventiva. En
la prevención del abuso y la prepotencia total se aplicó el cuestionario a 4.914 esco-
tiene que formar parte de sus finalidades lares entre 8 y 18 años, cuyas respuestas
educativas, ha sido el gran objetivo del han sido analixadas y publicadas (Ortega y
proyecto: la toma de conciencia sobre la Mora-Merchán, 2000).
necesidad de no tolerar la violencia, no De estos 26 centros, no todos se inte-
considerarla un problema individual de un grarían en el proceso de intervención edu-
niño concreto (del agresor o la víctima), cativa, porque para iniciarlo los centros
sino asumir que es un problema de toda la escolares deberían aceptar una serie de
comunidad educativa, porque tiene efectos condiciones que garantizaran el manteni-
destructivos para todos los miembros que miento de las iniciativas tomadas y el con-
en ella participan. tacto sostenido entre el equipo docente y

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el equipo de investigación que, desde la sistema social del centro: el de la convI-
Universidad de Sevilla, coordinaba el pro- vencia y el de la actividad. Estos dos pla-
ceso. Las condiciones requeridas para for- nos, considerados dos grandes factores
mar parte de la pequeña red de centros del articulados entre sí, nos dan una visión de
proyecto fueron las siguientes: que un gru- la realidad social, psicológica y académica
po, de al menos tres docentes y el orienta- del centro como una verdadera comunidad
dor/a del centro, se constituyese como de convivencia en la que se aprende no
grupo de trabajo SAVE; obtener el recono- sólo lo que se proyecta como currículum
cimiento y la aceptación por parte del explícito, sino también lo qué no se plani-
claustro como grupo de trabajo; diseñar su fica y se convierte en currículum implícito
propio plan de actuación preventiva y soli- u oculto; se trata de rescatar para el análisls
citar al Centro de Profesores de su zona su escolar el viejo modelo comunitario.
inscripción como equipo de innovación El modelo comunitaHo, importado de
educativa. También era necesario elegir un otras áreas científicas y profesionales,
coordinador de proyecto y que éste acep- como la antropología, la epistemología o
tara acudir periódicamente (una vez cada las cienclas de la salud, resulta particular-
cuatro semanas aproximadamente) a cele- mente útil para la propuesta de trabajo in-
brar reuniones de coordinación del pro- vestigador y educativo con la que nos ha
yecto con el resto de los equipos SAVE y parecido idáneo abordar la prevención de
con los investigadores de la Universidad. la violencia escolar. Desde esta perspectiva
Del núsmo modo, debían buscar y aceptar de intervención, cada centro se presenta
el apoyo del orientador/a de zona o de como una unidad de convivencia, conflgu-
centro. A1 igual que los grupos de innova- rada a partir de la coexistencia y la articu-
ción educativa constituidos por docentes, lación -mejor o peor- de los siguientes
los orientadores escolares, a su vez, se grupos humanos: el profesorado, el alum-
constituirían en Seminario Permanente, nado y las familias. La planificación con-
igualmente reconocido y aceptado por el creta de la actuación, dentro del proyecto
Centro de Profesores de la Zona. que cada centro diseña, se realiza median-
te los llamados programas de trabajo.

EL MODELO DE INTERVENCIÓN SAVE


PROGRAMA3 DE TRAfl^O OUMO 1NSTRUMFNI^08
DE INTERVENCION PREVENTIVA
En el Proyecto SAVE (Ortega, 1997; Ortega
y otros, 1998) hemos propuesto un modelo
de intervención educativa que, partiendo El proyecto SAVE no nace preconfigurado
de un análisis ecológico, vaya más allá de más que en sus bases conceptuales: el aná-
lo personal, para abordar el propio sistema lisis de los sistemas de actividad (instruc-
de normas, valores, sentimientos y com- ción, reparto de tareas, actividad recreativa
portamientos que están detrás de una vio- y de tiempo libre, etc.) y el análisis de los
lencia que se repite, se encubre y brota modelos de convivencia (distribución y
con múltiples formas. ejercicio del poder, modos de comunica-
Este modo de trabajar propone, al pro- ción, normas y convenciones que regulan
fesorado de cada centro que se interesa la vida cotidiana, etc.). El concepto de pro-
por luchar contra la violencia, el diseño de grama, como tal diseño de metas y accio-
un proyecto educativo concreto focalizado nes para conseguir diclios fines, nace
en la atención a las relaciones interperso- como consecuencia lógica de la necesidad
nales bajo dos planos de análisis del eco- de ordenar las iniciativas que cada equipo

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docente sugiere. Por lo tanto, el concepto huido del concepto de aplicador de pro-
de programa, cerrado en sus elementos de grama en el sentido clásico. El profesorado
planes concretos, encaja mal con un mo- nunca ha sido considerado un instructor,
delo teórico tan abierto como el SAVE se ni un monitor de una idea única centraliza-
propuso ser. De ahí que los programas no da, sino un educador creativo que sobre la
hayan sido en ningún momento en el SAVE base de unos ciertos compromisos toma-
un diseño cerrado y ordenado desde el dos en grupo, se esfuerza por prestar aten-
grupo coordinador. Este sólo diseñó tres ción a partes de su propio trabajo que han
grandes líneas de programación (intencio- podido estar oscurecidas anteriormente,
nes ordenadas) a las que vinculamos con tales como las que hemos considerado
el concepto metafórico de •caja de herra- nuevas líneas programáticas. A1 profesora-
mientas• <recursos posibles). do del SA`VE no se le ha exigido ni contro-
La •caja de herramíentas•, víeja metáfo- lado una accián educativa diferente de la
ra vigotskiana (Vigotski, 1934/7$), expresa que éVella misma ha diseñado. Se le ha es-
la necesidad de disponer de instrumentos timulado a que piense y decida en estos
útiles para realizar trabajos. Los programas tres grandes ámbitos de su acción educati-
del SAVE han sido eso, líneas de actuación va. Tres ámbitos que pensábamos cubrían
para las cuales era necesario disponer de ciertas necesidades de cambio: la gestión
herramientas conceptuales, procedimenta- de la vida cotidiana en términos de demo-
les y actitudinales. Tres grandes líneas pro- cracia viva (analizar normas y convencio-
gramátícas fueron elaboradas con la ayuda nes y procurar que no sean incoherentes ni
de los docentes que se enfrentaban a su ta- autoritarias, sino democráticas y posibles);
rea de prevenir la violencia tratando de analizar la forrnación en valores que esta-
mejorar la convivencia: el programa de mos haciendo, y observar cómo no es po-
ed:ccación en sentimientos, emociones que sible valorar aquello que nos hace sufrir o
fue visualizado como la intención de incor- que no nos perrnite sentirnos queridos y
porar la atención a la vida afectiva y emo- respetados (de ahí la vinculación formal de
cional de los escolares como el camino la edueación emocional y sentimental con
idóneo para la educación en valares. EI los valores morales); analizar el tipo de en-
programa de gesttón democrática de !a señanza que hacemos y observar cómo la
conuivencia, que fue visualizado como la cooperación, el diálogo y la discusión son
necesidad de prestar atención a cómo se más productivos que la adquísíción indíví-
diseñan y se cumplen las convenciones, dualista y competitiva. Nuestros programas
las normas y reglas que regulan la vida co- son líneas de trabajo que permiten la pues-
tidiana en el aula y en el centro escolar. El ta en común de todas aquellos que se de-
programa de trabajo en grlipo cooperattvo ciden por dichas vías y no por doctrinas
que fue considerado como !a elección idó- instructivas que no necesitan ser discuti-
nea para la actividad instructiva; aprender das, observadas o modificadas porque
y enseñar considerando que la unidad de todo está en el catecismo del programa.
Ia acción instructíva es el grupo de alum- Hemos buscado la alianza con un pro-
nos/as que se enfrenta a la tarea como una fesorado en el que creíamos; un profesora-
unidad humana de aprendizaje y desarro- do innovador, seguro de sí mismo, que
Ilo, conversando y regulando las iniciativas conoce y comprende las necesidades de
que dan lugar al cumplimiento de las ta- sus alumnos/as y que sólo actuará cam-
reas que sugiere el profesor/a. biando su propia práctica cuando esté ver-
Las líneas programáticas nunca fueron daderamente convencido de que el
un único programa de aplicación uniforme cambio que están realizando es el cambio
en todas las escuelas. El proyecto SAVE ha en el que éVella mismo/a cree. EI SAVE lta

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sido un proyecto ideológico en gran medi- positivo hacia la libertad, la igualdad y la
da, pero en el sentido más serio de la pa- solidaridad entre los miembros de la co-
labra ideología. Un proyecto cuyo principio munidad, abren un camino progresivo de
es que sólo se cambia cuando se está con- acercamiento entre el profesorado y el
vencido intelectual y moralmente de que el alumnado a una tarea que no puede ser
cambio es necesario. sino común, porque la convivencia no es
Profesorado y alumnado son dos micro- patrimonio de nadie en particular, sino de
sistemas sociales muy diferenciados que ne- todos los que viven juntos.
cesitan encontrar sus propias formas de La descripción y comprensión de la
gestión de la vida contidiana conjunta, cosa gestión de la vida social de cada aula y
nada fácil cuando se vive sobreexigido por centro permite disponer de un perfil sobre
las tareas escolares. La intersección del plano lo que habitualmente sucede y predecir lo
de la convivencia con el plano de la activi- que es posible que suceda en términos de
dad escolar pone ante nuestros ojos tres relaciones de unos con otros, no sólo entre
grandes procesos: la actividad instructiva, la el profesor y sus alumnos, sino en el mi-
gestión de la convivencia y los sentimientos crosistema de relaciones entre escolares,
y emociones que la vida en común va ha- que es el que ahora nos interesa destacar.
ciendo aflorar. De ahí que el SAVE se plan- El análisis de los sistemas de gestión
teara sus programas de actuación bajo la de la convivencia se convierte en un ins-
etiqueta de estas tres líneas de actuación. trumento conceptual necesario para abor-
Veamos algunos principios básicos de los dar los problemas que pueden surgir. Se
programas del SAVE. trata de considerar la gestión de la convi-
vencia como un factor importante para
comprender la vida en el aula.
EL PROGRAMA DE GESTIbN DEMOCRAITCA DE Algunas propuestas concretas que ha
Ln coNVivENCin desarrollado el SAVE dentro de este progra-
ma son: asambleas de aula, establecinúento
concensuado de normas, debates sobre
Tomar conciencia que la actividad de aula y asuntos de interés común, resolución de
de centro se puede gestionar de varias for- conflictos cuando éstos se presentan, diseño
mas, es una manera de clarificar si esta ges- de materiales específicos para animar los
tión adquiere un formato participativo o no. diálogos, buzón de sugerencias y, en gene-
Así pues, lo primero es asumir que la vida ral, actividades para el desarrollo de la parti-
del aula requiere una gestión y que ésta pue- cipación en la vida de aula y centro.
de y debe ser democrátlca, sin que ello eli-
mine la autoridad moral del profesorado.
La propuesta de atender a la gestión de- EL PROGRAMA DE TRAI3A^J0 EN GRUPO
mocrática en el aula y en el centro incluye el cooPER^Trvo
análisis de los acontecimientos de la convi-
vencia diaria. Se trata de ir profundizando
juntos en aquello que, tanto el profesorado La tarea central del centro y el aula es la
como el alumnado, entienden por participa- enseñanza y el aprendizaje, que puede ha-
ción cooperativa y democrática. cerse de muchas formas. Desarrollar un
La elaboración de normas explícitas y currículum de forma cooperativa implica
claras, el establecimiento de un modelo aceptar que ciertos contenidos se apren-
disciplinar, sencillo, justo y transparente, den mejor si se trabajan, no sólo en com-
con unas prohibiciones claramente acepta- pañía de otros, sino en cooperación con
das por todos y con un estímulo amplio y ellos. Abordar la actividad de la instrucción

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mediante un modelo cooperativo, supone nal, es más o menos agradable, nos provo-
considerar el proceso comunicativo (siem- ca una actitud positiva o entusiasta, o una
pre implícito en la actividad de enseñar) actitud negativa, de frialdad, rechazo o in-
en su inserción con la actividad de apren- comodidad, cuando no de miedo o ira,
der, como una tarea única y enriquecedora siendo éstas últimas las emociones que
para todos. Los sistemas de actividad están quisiéramos prevenir.
impregnados de valores que son o no cohe- Aunque el tratamiento curricular ha in-
rentes con la acción que se realiza. Por ello, cluido la educación de las actitudes y la
el trabajo preventivo contra la violencia es- educación en valores como transversali-
colar exige modif`icar la forma de enseñanza dad, es interesante, desde nuestro punto
y aprendizaje hacia un modelo cooperativo de vista, desarrollar un programa concreto
que estimule la comunicación y la negocia- de trabajo cuyos contenidos se refieran a
ción. Sólo de esta forma tendrán lugar expe- los sentimlentos, las actitudes y los valores.
riencias que favorezcan la mejora del clima Se trata de trabajar directamente con el lla-
afectivo, las actitudes y los valores positivos mado conocimiento interpersonal o psico-
de unos escolares hacia otros. lógico; de profundizar de forma expresa
La cooperación se ha destacado como en el conocimiento de uno mismo y de los
la vía más eficaz para cumplir objetivos de otros en todas sus dimensiones, pero espe-
aprendizaje, tanto para aquellos que son cialmente como seres cuyas emociones y
ayudados por otros, como para los que sa- sentimientos afectan a la vida de relación
ben más y ayudan a los que son más inex- social; de comprender que podemos hacer
pertos. Cooperar es unir ideas, actividades, daño si no aprendemos a conocerlos y res-
críticas y evaluación en una acción conjun- petarlos; y también, de aprender a apreciar
ta. Por ello, el SAVE ha propuesto el traba- los propios sentimientos y valores para
jo en grupo cooperativo como modelo de evitar ser herido y lesionado en los dere-
aprendizaje y enseñanza. En este sentido chos personales.
se han diseñado una serie de actividades El SAVE ha ejemplificado esta línea de
(ver Ortega y otros, 1998) en las que se in- actuación con algunos recursos y técnicas,
cluye en algún momento el diálogo y la como son: el uso del juego, los cuentos, la
cooperación sobre los propios contenidos simulación de papeles y el estudio de casos.
de la enseñanzas. Unidades de trabajo didáctico en el que el
foco central está puesto en el análisis de sen-
timientos necesarios como la solidaridad, el
EL PROGRAMA DE EDUCACIbN DE EMOCIONE4,
respeto mutuo, el reconocimiento y modula-
SENfA^1VT08 Y AC1Tl'[IDES
ción emocional, la autoestlma, etc.
Pero además de la acción preventiva,
que debe estar inserta en el desarrollo del
Toda la actividad de enseñanza y aprendi- currículum, el SAVE ha propuesto medidas
zaje se realiza sobre la base de las motiva- de trabajo directo con aquellos chicos/as
ciones e intereses que, tanto el profesor/a que, por sus condiciones personales, fami-
como los alumnos/as, pongan en ello, y liares y sociales, están en riesgo de impli-
esta motivación depende fundamental- carse en problemas de violencia. El equipo
mente de sus estados actitudinales y afecti- docente debe disponer de recursos para la
vos. EI sistema educativo tradicional intervención en riesgo y para la interven-
español ha vivido de espaldas a la vida ción directa. Para los chicos/as que se en-
afectiva y emocional de sus protagonistas, cuentran en estas situaciones, el SAVE ha
pero todo lo que sucede en el aula, como liecho una selección de seis programas:
lo humano, tiene una connotación emocio- Los círctilos de calidad (Sharp, Cowie y

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Smith, 1994), n^ediación en conflictos (Fer- de la Universidad que hemos trabajado
nández, 1998), ut ayuda entre iguales (Co- con ellos. El equipo de la Universidad,
wie y Wallace, 1998), El método de repartir compuesto por los investigadores del pro-
responsabilidades <Pikas, 1989), Las estra- yecto (ver Ortega y otros, 1998) ha desple-
tegias de desarrollo de la asertividad y Las gado una actividad de apoyo, colaboración y
estrategias de desarrollo de la empatía (Or- ayuda, cuando ha sido requerido para ello.
tega, 1998). El objetivo común y principal Dicha ayuda, además de la coordinación
de los tres primeros es ofrecer a los chi- de las reuniones periódicas (una cada mes
cos/as un apoyo social, en la mayoría de durante cada curso) ha consistido en la
los casos de sus compañeros, para resolver aportación de recursos (desde referencias
situaciones ante las que éVella se siente in- bibliográficas, pequeños programas de for-
seguro. En este sentido, la experiencia nos mación específica en estrategias concretas,
ha revelado que los compañeros pueden invitación a seminarios y conferencias con
llegar a desempeñar una importante labor expertos, hasta asistencia a las reuniones
en pro del desarrollo socio-afectivo de es- de trabajo del equipo docente cuando éra-
tos chicos, debido a que estos los prefíeren mos requeridos para ello). Haremos un
porque entre los propios alumnos existen breve resumen del proceso dividiéndolo
convenciones homogéneas, valores com- en fases temporales.
partidos y una reciprocidad moral, que en
muchas ocasiones a los adultos nos es im-
posible acceder. PRA4FFRA FASEs SENSIBII]"lAQÓN Y EXPIARACIbN
DII. FitUffiEMA

EL PROCESO DE DESARROLLO DEL SAVE


La primera fase, de sensibilización e inclu-
sión de personas en el proyecto, se realizó
El SAVE se ha implementado durante tres mediante un sistema de seminarios, donde
cursos académicos y ha supuesto un movi- se presentó, al equipo rector de las escue-
miento de sensibilización, toma de con- las de la provincia (Delegado, Equipo Pro-
ciencia, formación y actuación de un total vincial de Inspección, Equipo Central de
de 70 profesores/as, repartidos en diez Orientación Escolar, responsables de pro-
grupos de trabajo, nueve docentes y un gramas especiales, etc.), la iniciativa del es-
grupo de orientadores escolares de prima- tudio, aportando aspectos conceptuales
ria y secundaria, con los que hemos traba- sobre la naturaleza del problema de la vio-
jado de forma sostenida durante este lencia entre iguales y algunos datos prove-
intervalo de tiempo. Todos ellos han esta- nientes de estudios anteriores. EI objetivo
do organizados en equipos que han recibi- de este encuentro fue no sólo obtener per-
do apoyo económico y reconocimiento miso de la administración educativa pro-
institucional del Centro de Profesores de vincial, necesario para establecer contactos
su zona. Cada uno de ellos ha desarrollado con los centros escolares, sino también
su propio proyecto de prevención de la sensibilizar a un conjunto de agentes ex-
violencia escolar en su centro, basado en ternos, pero influyentes en la vida escolar
el modelo antes descrito, pero desarrolla- desde la política provincial, sobre la im-
do de forma particular por cada grupo. portancia del problema.
Cada uno de ellos ha realizado una memo- En un modelo de sensibilización, que
ria final de curso sobre su trabajo y acudi- intenta ir incorporando personas a un pro-
do regularmente a las reuniones de yecto común, es necesario que cada grupo
coordinación con los miembros del equipo humano tenga un papel en el proceso. No

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se trata sólo de informar, sino de requerir lo deseaban. En todo caso, para reanudar
la implicación de las personas a las que se la marcha del proyecto, debían decirlo ex-
informa y de ofrecerles tareas adecuadas al presamente o aceptar nuestra invitación a
papel que desempeñan, y eso fue lo que una nueva reunión que se hizo por escrito
hicimos. Por ello, sugerimos que fueran y telefónicamente cuando los informes so-
ellos los que señalaran las escuelas en las bre el perfil del centro estuvieron disponi-
que debíamos trabajar, mediante la selec- bles.
ción de centros localizados en zonas con
necesidades específicas sobre este proble-
ma y asI lo hicieron. LA SEGUNDA FASEt 11iAB^ANDO JUNTOS

A(^RC.A^NPO A IAS E4CUF.IA9 DEL PRO'YECrU El tránsito de un curso a otro implicó la


modiflcación del mapa de centros debido
a la implantación de la Educación Secun-
El segundo círculo humano que necesi^iba- daria Obligatoria, lo que afectó a casi la to-
mos sensibilizar e involucrar era el profeso- talidad de las escuelas del proyecto, que
rado. Lo hicimos mediante el mismo sufrieron una caótica movilización de su
procedimiento. Los centros seleccionados profesorado. A pesar de todo, diez escue-
recibieron una carta de presentacián del pro- las solicitaron formar parte del proyecto
yecto junto con una invitación a participar en para la segunda fase.
un seminario en el que se hablaría del pro- No fue nada fácil arrancar, pues de-
blema de la violencia y al que debían asistir, bían hacer su propio proyecto anti-violen-
además de un grupo de al menos tres profe- cia de forma autónoma, creando su propio
sores/as, el director/a del centro y el/los modelo de trabajo dentro del marco de es-
orientadores escolares de la zona. trategias de intervención que nosotros les
Este fue un seminario de 20 horas, rea- proponíamos. Y todo ello, en las estresan-
lizado en el marco institucional del Centro tes condiciones profesionales en que fre-
de Profesores de Sevilla, que culminó con cuentemente trabaja este profesorado,
un compromiso, por parte de la mayoría debido a las caractertsticas sociales de la
de ellos, para participar en la primera fase población a la que atienden, en el lfmite
del proyecto. El profesorado y el resto de mismo, o claramente dentro, de lo que se
los agentes educativos tuvo un nivel muy conoce como marginalidad.
alto de participación. Pudieron introducir Así, el curso 1996-97 fue, para el equi-
no sólo sus preocupaciones sobre el tema, po de la Universidad del proyecto SAVE,
sino también sus planteamientos educati- un año itinerante: asistimos a las reuniones
vos. Tras la recogida de información en los de los grupos docentes en los centros; ce-
centro, ellos debian madurar su compro- lebramos varios seminarios formativos, en
miso mientras nosotros estudiábamos los algunos de los cuales contamos con la pre-
datos e informes. Lo que nos mantuvo uni- sencia y la participación de un par de cole-
dos fue el contacto estable con los equipos gas del proyecto Sheffield que nos
de orientación educativa de las zonas, con ilustraron sobre su propia experiencia; y
los que llevábamos un año trabajando en gestionamos el reconocimiento oficial del
un seminario permanente institucional- proyecto como algo unitario -todos los
mente apoyado por el CEP de Sevilla. Du- equipos forman parte del SAVE- aunque
rante el tiempo que nosotros analizábamos cada uno de ellos es independiente en sus
los datos se gestaban las iniciativas del objetivos concretos, en el desarrollo del
profesorado y estábamos en contacto si así programa y en el ritmo de trabajo.

261
En junio de 1997 celebramos una jor- equipo continuaran en el mismo centro.
nada de puesta en común sobre la marcha Así fue, y al inicio de ese curso escolar
del proyecto. 75 profesores/as hicieron ba- continuamos trabajando con la red de cen-
lance de sus actividades, en una sesión de tros anti-violencia escolar del proyecto.
reflexión sobre el proceso, propiciada por Aunque habían vuelto a cambiar las condi-
el CEP de Sevilla, al que pertenecían la ma- ciones de vinculación al CEP, la mayoría de
yoría de los docentes en calidad de equi- los equipos obtuvieron el reconocimiento
pos de formación en servicio. institucional de su trabajo. Los equipos
En aquella reunión se puso de mani- afrontaron los nuevos retos, propiciando
fiesto que la experiencia había merecido la que ciertos equipos cambiaran en alguna
pena y que queríamos continuar trabajan- medida las propuestas de intervención
do de esta forma el curso próatimo. En sin- para su cenuo.
tesis, allí descubrimos que algunos
equipos docentes habían progresado rápi-
damente en autonomía y desenvolvimien- 1^RCERA FASEc CONSOLIDAR L09 EQUII'OS Y
to de su propio proyecto, mientras otros LOGRAR AVfONOMU DOCENIB
iban más lentamente. Para casi todos, las
sesiones de trabajo, que tenían una perio-
dicidad quincenal y una duración de dos Durante los cursos siguientes, la dinámica
horas aproximadamente, significaron una del proyecto ha evolucionado hacia la con-
suerte de apoyo mutuo y la experiencia de solidación de los grupos docentes y ha cre-
compartir preocupaciones profesionales, cido en autonomía. En el curso 1998-99,
iniciativas y recursos que fortalecían su co- algunos centros comenzaron a focalizar su
hesión como grupo y afirmaba su motiva- actuación en los chicos/as en situación de
ción para seguir juntos. Todos empezaron a riesgo o implicados. Se seleccionaron cua-
comprender que se trataba de un proyecto a tro de ellos (dos de primaria y dos de se-
largo plazo que implicaba una paulatina mo- cundaria) para realizar un programa de
dificación de sus propias concepciones y ac- Ayuda entre iguales, lo que implicó un tra-
titudes ante el problema de la violencia; que bajo de formación específica con los do-
fundamentalmente era necesario ir modifi- centes y una secuencia de acción directa
cando el clima de convivencia y la gestión con grupos de escolares seleccionados
de la vida en el cenuo mediante un tipo de para participar en dicho programa. Sólo
trabajo curricular más cooperativo y demo- dos centros consiguieron culminar el pro-
crático en el que se atendieran no sólo los grama, pero los resultados de ambos fue-
conocimientos, sino muy especialmente, ron buenos (ver Ortega y Del Rey, 1999).
los sentimientos y los valores. Muchos co- A1 final de cada curso, todos los profe-
menzaron a reconocer en sus propios sores implicados en el proyecto SAVE se
comportamientos, si no generadores de han reunido para sacar conclusiones sobre
violencia, sí actitudes intolerantes o ambi- los logros conseguidos y diseñar los pasos
guas. Lo mejor de todo fue observar que se a dar en el siguiente curso.
podía ser autocrítico y reflexivo sin culpa- Durante el curso 1999-00 se detuvo la
bilidad ni miedo. atención sostenida por parte del equipo de
1Vos despedimos con el compromiso la Universidad (aunque seguimos nuestro
de continuar el trabajo conjunto el curso trabajo de cooperación con los dos centros
próximo, en la medida en que la nueva red en que se continuaba el trabajo de inter-
de centros escolares que la reforma educa- vención directa [Fox y Ortega, 2000; Del
tiva estaba reestructurando permitiera que Rey, Ortega y Rendón, 2000D y se empezó
un mínimo de cuatro o cinco docentes del la evaluación.

262
En la actualidad, muchos de los cen- probar hasta qué punto se ha producido
tros que han participado en ei proyecto un cambio en el alumnado, en términos de
SAVE continúan su trabajo preventivo y al- mejora de sus relaciones interpersonales y
gunos están implementando medidas con- de disminución de los problemas de vio-
cretas con alumnos/as que tienen lencia, así como de cambio de actitudes
problemas de victimización o que son agre- hacia el problema de la violencia, ha sido
sivos con sus compañeros. El proyecto origi- realizada. De esta evaluación extraemos al-
nal ha ido sufriendo cambios, porque éste ha gunos de las más relevantes conclusiones
sido un proyecto abierto. Los centros que in- que son las aquí presentes.
cluían entre sus planes una línea de trabajo La evaluación de los efectos del mode-
del SAVE han seguido manteniéndola aun- lo SAVE se ha realízado desde dos marcos
que hayan cambiado algunos de los miem- de informacíón diferentes. En primer lugar,
bros de los equipos docentes de cada centro. hemos usado un modelo de pretest-postest
Los programas se han ido modificando, para medir, sobre todo, el n ^mero de im-
siempre en la linea de ir manteNendo lo que plicados en el problema, asf como posibles
salía bien e ir abandonando lo que no fun- cambíos en actitudes del alumnado en rela-
cionaba, por distintas razones. ción al maltrato entre iguales. Para ello, he-
mos utilizado el Cuestionario sobre
Intimidactón y Maltrato entre Iguales de Or-
ACIII^S Y DISACII^t POS: IA EUALUACIÓN tega, Mora-Merchán y Mora (1995). Este ins-
DEL SAVE tiumento ha sido aplicado en dos momentos
diferentes: antes de comenzar la interven-
ción (curso 1995-96) y cuatro años más tarde
Evaluar un proyecto como éste en el que (curso 1999-00) en algunos de los cenvos
se han ido implicando distintas personas, que habían trabajado bajo la cobertura del
sobre todo docentes y alumnos/as, pero mocielo SAVE, ya descrito. Concretamente, el
también oríentadores escolares, algunos alumnado de cinco centros ha vuelto a res-
padres y madres, directores de centro, in- ponder al cuestionario sobre intimidación, lo
vestigadores, expertos de distinto nivel, e que supone el 50% de las escuelas que han
incluso la propia administración educativa desarrollado programas SAVE de prevencíón
(que unas veces ha sido más activa apo- del abuso entre iguales, mediante disúntos
yando el trabajo docente y otras veces in- programas de Edr^cación para la cont^it^ert-
diferente, cuando no inconveniente) es cta (ver Ortega y otros, 1998).
muy difícil y requiere medidas de muy di- Dentro de este mismo marco de eva-
verso orden. Los documentos producidos luación objetiva, desarrollado hasta el mo-
por los docentes, las actividades de acción mento, está la comparación de ciertos
externa, como conferencias y seminarios aspectos relevantes entre centros que han
organizados desde el centro para informar trabajado bajo el paraguas metodológico
y sensibilizar a familias y sociedad, los del SAVE y centros que no lo han hecho y
cambios de actitudes diversas, las decisio- que pertenecen a ámbitos poblacionales
nes de la administración, el papel de la for- semejantes; así se aplicó también el cues-
mación permanente del profesorado y de tionario a tres centros (dos de primaria y uno
los Centros de profesores, el cambio o no de secundaria) de condiciones socioculturales
de actitudes de los docentes, las familias, parecidas a las del SAVE, y comparamos sus
etc., requieren un trabajo más profundo resultados en cl^anto a niveles de violencia es-
del que hemos podido realizar hasta el colar, actitudes l^acia la núsma, etc.
momento. No obstante, una primera eva- El segundo de los marcos de evafua-
luación objetiva destinada a tratar de com- ción elegidos ha sido la percepción dc

263
efectividad de la intervención realizada, te- considerar el fenómeno de los abusos entre
niendo en cuenta el punto cíe vista del pro- escolares más como un fenómeno de rela-
pio alumnado. Consideramos que la labor ciones interpersonales que como un com-
de los docentes, a veces inespecífica y titu- portan^iento aislado. EI siguicnte grupo de
beante, otras veces segura y entusiasta, información recoge aspectos tales coma ti-
puede tener un reilejo en el bienestar del pos de violencia, diferencias relacionadas
alumnado o no, dependiendo de muchos con el género y la edad, lugares de riesgo,
factores, pero era imprescindible pregun- etc. Por último, se analizará la percepción
tarle a los chicos/as si habían observado del alumnado sobre la intervención reali-
cambios y en qué dirección. Así pues, he- zada por los docentes. Y todo ello será ex-
mos explorado la efectividad de los pro- puesto de forma comprensiva y ofreciencío
gramas SAVE desde la perspectiva de los un comentario explicativo a cada uno de
alumnos/as que se han beneficiado de los grandes grupos de información.
ellos. Para ello, hemos utilizado un peque-
ño cuestionario con tres cuestiones en las
que se pregunta a los alumnos sobre qué SG !IA REDUCIDO EL NYIMF.RO DE ESCOLARIiS
cosas han hecho sus profesores para mejo- [MPIICAIX)S
rar las relaciones entre los compañeros,
desde cuáncío las hacen y cuáles han sido
los efectos de dichas intervenciones. "Cras analizar los resultados del pretest en
Expondremos los resultaclos que pro- los centros experimentales y compararlos
vienen de estos dos marcos exploratorios con las respuestas obtenidas cuatro años
en tres grandes gnipos de información: el después, observamos que la participación
nivel de presencia de los fenómenos de de los alumnos lia^ía cantt>iado de forma
abuso y malos tratos en[re escolares, mi- significativa. Ll número de espectadores Irr
diendo el número total de alumnos/as del aumentado (de 86% a 92%), el de víctimas
centro implicados en problemas de violen- (cíe 9^% a 4%) y víctimas provoc:rtivas (de
cia y su distribución en los distintos pape- 0,7% a 0,3%) se ha reducido más de Icr mi-
les que estos asumen dentro del problema tad y el de agresores también ha distninui-
de relaciones interpersonales. En este sen- do. En la gráfica 1 se resumen las
tido, continuamos con el criterio ya expli- diferencias pretest y postest entre víctimas,
citado (Ortega y Mora-Mechán, 1997) de intimidadores y brrlly/rictinrs.

Víctlmas Agresores wv

■ Pretest ■ Postest

Lcf i
Del núsmo modo, si comparamos los re- que los ínclices cie n^lltrato entre compañe-
sult<zdos con los centros control encontramos ros son más leves en los centros SAVE.

Víctimas Agresores A/V

■ Control ■ Experimental

I-IAN M111^J(>KAUO LAS R1iIA(:IONliti el período cle intervención, los alumnos/as


nv^1:xl^racticmnl.t:s ctv't^Kr: r.sc:c>Inxl:s de los centros evaluaclos muestran más sa-
tisfaccicín con las relaciones que mantie-
nen con sus iguales (de 66% a 77%),
Para analizar este gntpo de resultacios, he- mientras que la valoración negativa con la
mos orgarúzacío la información alrededor de vida en general en el centro clisminuye (cie
cuatro grandes bloques de contenido: las re- 2,2% a 1,8%). A1 mismo tiempo, los estu-
laciones interpersonales entrc los escolares; diantes afirman sentirse solos o aislados en
la experiencia de victinvzación sentida por menos ocasiones durante el perioclo cle re-
los alutnnos/as que han sufrido agresiones creo, disminuyendo prácticamente a la mi-
por parte cie sus compañeros/as (cíuración tad tanto el número cíe alumnós que se
de la experieneia y Lritsquecía cíe ayuda); las sentían aislados muchas veces (de 7% a
actitudes de los escolares hacia el problema 3,5%), coma los que afirman sentirlo pocas
del maltrato entre compañeros/as; y las for- veces (de 31,5% a 15%^).
mas, lugares y causas de los fenómenos de
malos tratos entre escolares.
Las relaciones interpersonales de cali-
dad se han mostrado como un eficar. pro- Hn t^ ^ sMrnulho t.A ^r:xcet'clbN nc
tector en la vida social y, por tanto, de VI(:TIMI7.AC1(SN
prevención c1e la violencia. Tener buenas
relaciones con los demás facilita el en-
La intervención del SAVF: también se ha
cuentro con el otro y disuelve cle forma
mostraclo intluyente sot^re las cxpericncias
más rápida los posibles cont7ictos. Para
dC V1Ct11171"I.ación. 1✓specialmente en dos as-
nuestros objetivos, cobra espccial impor-
pectos: la ciuración de estas experiencias y
tancia su estudio, ya que el SAVE se ha basa-
la bítsquecla aetiva de apoyo por parte cíe
do en la idea c1c la mejor.t de la convivencia
las víctimas. En relación al primero de los
como prevención de la violencia.
puntos, el modelo SAVG Ita lograclo reducir
Los resultacíos que liemos ol>teniclo (cfe 25% a 15%) cl número cie vícticnas c1e
son bastante positivos en este senticlo. '1'ras Iarga cluración (•ciesde principios cle curso•

L65
o»desde siempre»). Así mismo, resulta de una mayor sensibilización ante las formas
interés observar que también han cambia- menos visibles de violencia. Igualmente
do, en los centros en los que se ha trabaja- aparecen cambios en los lugares de mayor
do de forma preventiva, la actitud y el riesgo. En los datos posteriores a la inter-
comportamiento de búsqueda de ayuda vención, el aula se ha convertido en un lu-
por parte de las víctimas, que ahora son gar más seguro ya que disminuye el
más las que buscan un apoyo activo a su número de chicos que la señalan como es-
problema; ya que el número de alumnos cenario de la violencia (de 38% a 27%).
que decide no decir nada sobre su expe- En relación a las causas del maltrato
riencia como víctima disminuye (de 12% a percibidas por los escolares, también apa-
9%). Sin embargo, no cambia la elección recen cambios. Se reduce el volumen de
de las personas en las que se busca el apo- atribuciones que señalan la provocación
yo. La preferencia es contárselo a sus com- previa o las ganas de gastar una broma
pañeros, después a la familia y por último como posibles causas, aumentando las
a los profesores. afirmaciones relacionadas con la ganancia
de estatus social de los intimidadores. Posi-
blemente, estas variaciones responden a una
HAN CAMBIADO IA3 ACTTfUDFS AN1^ LOS MA-
mayor precisión por parte de los alumnos a
Los TRATOS
la hora de atribuir las razones de los actos de
malos tratos en la medida en que son más
conscientes, están mejor infortnados y valo-
Han cambiado algunas de las actitudes ran más los detalles del problema.
ante el fenómeno de la violencia entre
compañeros/as. En los resultados del pos-
test, aumenta el número de alumnos/as LOS ALiJMN03/AS PERCIBIERON Y
que valora de forma negativa a aquellos APRECIARON IAS INNOVACIONES
que intimidan a sus compañeros, dismiuu-
yendo de forma importante el número de
quienes aprueban o justifican estos com- Otro de los indicadores que usamos para
portamientos (de 13% a 9%). Igualmente, evaluar la efectividad de la intervención es
se aprecia un cambio importante cuando la valoración de los alumnos sobre la ac-
se pregunta a los escolares si serían capa- tuación desarrollada en el centro contra el
ces de intimidar a otros compañeros/as, ya problema del maltrato. Para ello, distingui-
que el número de chicos que afirman nun- remos entre las diferentes actuaciones rea-
ca intimidarían aumenta de 43% a 52%, y lizadas por los docentes dentro del marco
los que sí lo harían por distintas razones general del SAVE (gestión democrática de
disminuye (de 369'o a 27%). la convivencia, trabajo en grupo cooperati-
También se aprecian cambios en cuan- vo; educación de sentintientos, actitudes y
to a las formas, lugares y causas atribuidas valores; trabajo con fanúlias; intewención cíi-
al maltrato entre escolares. Aunque se recta con agresores y víctlmas; resolución cíe
mantiene la nominación del maltrato direc- conflictos y otras) y las respuestas de los es-
to (agresión física y verbal), aumenta la no- colares apreciando y valorando los cambios
minación de formas indirectas de malos observados en su aula y centro.
tratos (agresión indirecta, exclusión so- Dentro de cada una de estas categorías
cial). Este dato parece contradictorio con o programas de intervención, las respues-
los que indican un descenso en el número tas se lian codificado atendiendo al cfecto
de agresiones; sin embargo, desde nuestro que los alumnos/as les atribuyen. Este im-
punto de vista, esta transformación reEleja pacto se ha evaluado alrededor de tres ni-

266
veles de respuesta: •no ha servido para inespecíficas, reconocidas por el 23% de los
nada•, «el problema ha mejorado» -con tres alumnos, han mostrado valores estadística-
posibilidades a su vez: •disminuye el mal- mente significativos. No obstante, la mayoría
trato•, «mejoran las relaciones entre los (64%) continúa señalando que se producen
compañeros/as« y se producen •mejoras no mejoras en las relaciones interpersonales del
especificas•- y, finalmente, la categoría «el centro. Esta estrategia es la que mayor por-
problema ha empeorado• (con las mismas centaje de alumnos ha agrupado, e131%, se-
posibilidades que el anterior pero en senti- ñalando que carecía de efectividad.
do negativo). Las actuaciones del profesorado dirigi-
No se ha distinguido entre agresores, das a los chicos que maltratan a sus com-
espectadores y vlctimas puesto que no han pañeros también son valoradas como
aparecido diferencias significativas entre efectivas. EI 65°Yo de los alumnos afirma
los diferentes tipos de alumnos al contestar que el clima de relaciones mejora y el 174^0
a este indicador. Nos centraremos sólo en que las situaciones de maltrato entre com-
aquellas relaciones que se han mostrado pañeros disminuyen. Sin embargo, el por-
más relevantes en el análisis. También hay centaje de alumnos que piensan que no
que destacar que en ningún caso se han causa ningún tipo de efecto también es re-
encontrado valoraciones negativas hacia lativamente alto (22%).
cualquier tipo de intervención de carácter La intervención directa con las vícti-
significativo. mas se percibe como positiva especial-
En relación al trabajo con las familias, la mente de cara a la reducción de los
mayoría de los chicos y chicas han señalado problemas de bt^llying (29% de los alum-
que este tipo de actuaciones es efectiva para nos), así como la mejora del clima de rela-
mejorar las relaciones entre ellos (71%). ciones interpersonales ( 709^o de los
La educación en sentimientos y valo- alumnos). Sólo el 10% consideró que esta
res también ha sido bien valorada por los intervención carecía de eficacia.
alumnos. La mayoría (73%) señala el efecto La intervención sobre las situaciones
positivo que tiene sobre la mejora del cli- conflictivas también se ha valorado como
ma de relaciones interpersonales en el cen- positiva. El 72% de los alumnos señala que
tro. Adetnás existen otras opiniones más mejora el clima de relaciones interpersona-
minoritarias: que ha favorecido el descen- les; el 164^o que bajan los episodios de vio-
so de los episodios de maltrato (224io), que lencia y el 9% que las mejoras en el centro se
aparecen otras mejoras sin especificar han producido en otros aspectos. A1 igual
(22%) y que no ha sido efectivo (16%). que en otras propuestas, el porcentaje de
Las intervenciones dentro del programa alumnos que opinan que esta propuesta no
de la gesdón democrática de la convivencia presenta resultados es reducida (6%).
han sido, con diferencia, las mejor valoradas Por último, en los centros también se
por parte de los alumnos y alumnas de nues- han desarrollado otras intervenciones de
tra muestra. E184% de los estudiantes que se- carácter más general .e inespecífico para
ñala este tipo de intervención afirma que el mejorar el problema como teatros, activi-
clima de relaciones interpersonales mejora, dades fuera del centro, etc. que los alumnos
el 21% que los episodios de maltrato entre también han valorado como positivas. El
compañeros disminuyen, y únicamente el 73% af'irma que las relaciones interpersona-
2% de los alumnos señala esta propuesta de les mejoran, el 14% que las situaciones de
intervención como sin resultado. maltrato entre compañeros disminuyen y
El trabajo con grupos cooperativos es el 19% que se producen otro tipo de mejo-
la propuesta que menos intensidad ha al- ras. El 15% piensa, por el contrario, que es-
canzado en su valoración. Sólo las mejoras tas actuaciones no han servido para nada.

267
DEBATE Y CONCLUSIONES En relación a nuestro gran objetivo, ir
ganando para la paz y la convivencia fruc-
tífera la batalla contra la violencia escolar,
EI SAVE ha tenido aciertos y desaciertos. pensamos que los resultados obtenidos
Entre los primeros quisiéramos destacar la nos permiten ser optimistas: el clima mejo-
propia experiencia de trabajo conjunto de ra, los escolares son conscientes de ello, el
investigadores y educadores. Ambos gru- profesorado se entusiasma cuando cree
pos se han enriquecido. Los investigadores que puede cambiar las cosas, etc. Sin em-
porque han entrado en contacto directo bargo, ni el problema ha desaparecido, ni
con las escuelas, su cultura, su forma de todos los indicadores son óptimos: la bata-
ver las cosas y la necesidad de que éstas lla contra la violencia escolar no ha hecho
sean tenidas en cuenta en cualquier acción más que empezar. No todos los factores
investigadora que busque rnejorar la cali- que desencadenan el fenómeno de los ma-
dad del cllma y la reducción de la violen- los tratos entre escolares se generan en el
cia. El profesorado de escuelas concretas propio centro. Muchos son factores exter-
nos ha enseñado que toda intervención re- nos, de influencia difusa, como las propias
quiere contar con ellos, asumir su perspec- convenciones y estilos de vida social, cuyo
tiva, escucharlos, apoyarlos y esperar que efecto es difícil de determinar. Otros son
sea el ritmo del propio desarrollo curricu- factores muy personales, cuyo valor es
lar el que e^cija cambios. Sálo así el docen- también difícil de observar y medir en un
te está dispuesto a cambiar. De esta forma, proceso educativo. No podemos olvidar que
lo que cambia es ya lo que éVella conside- en la permanencia de fenómenos de violen-
ra que debe ser modificado. cia no inciden sólo las condiciones escolares
Asumir, así mismo, la concepción que sino, muy especialmente, las condiciones de
el equipo docente tiene sobre las claves de vida familiar y las características personales
la dinámica relacional de su centro, es fun- de los chicos y chicas que se ven seriamente
damental. Nada cambia si no es desde lo afectados por estos problemas. Desde las ca-
que antes existía. Una representación cogni- racterísticas personales de algunos chicos/as
tiva de las necesidades del centro, de los re- (particularmente de víctimas y agresores) a las
cursos que ya tiene, y de lo que requiere condiciones familiares y sociales en las que
para hacer modificaciones es imprescindible éstos se desenwelven, pasando por las for-
para que la intervención se adecue a lo exi- mas de integración escolar se extiende un
gido, en cada momento histórico de la vida amplio conjunto de elementos que siem-
del centro. El concepto de programa como pre hay que tener en cuenta.
línea de trabajo y su complementario, el con- Sin embargo, muchos de los problemas
cepto de •caja de herramientas•, como ámbi- personales y sociales se presentan en forma
tos de conocimiento conceptual y de violencia escolar que hay que atajar, aun-
procedimental respectivamente, optimizan el que estos no hayan sido generados por la
proceso de cambio porque permiten al do- propia escuela. Para ello, los métodos pre-
cente sentlrse seguro en la medida que con- ventivos son idóneos, aunque no eficaces al
trola sus propios instrumentos para el cien por cien. Que el profesorado y el alum-
cambio, sabe lo que quiere y por qué lo nado sienta que han mejorado las cosas no
quiere hacer así. En este sentido, teorías ge- debe hacemos pensar que ha desaparecido
nerales como la Filosofía educativa de la in- el problema o que acontecimientos terribles,
vestigación-acción (Stenhouse, 1984) y el aunque puntuales, de violencia no puedan
modelo de profesionales reflexivos (Schán, volver a repetirse, aunque creamos estar
1992) ha tenido en el SAVE una presencia en el buen camino al hacer prevención
que creemos ratifica su idoneidad. mediante la acción educativa.

268
El trabajo dentro del SAVE, como in- sorado que empezó y tuvo que retirarse al
vestigadores y promotores del cambio do- ser trasladado, así corno la incorporacián de
cente, nos ha permitido adquirir una nuevos profesores/as cada año y la necesi-
valiosa información sobre los elementos dad de acelerar su formación, ha sido un fac-
que deben potenciarse de cara a futuras in- tor que ha perjudicado el proceso evaluador,
tervenciones. En este sentido, estamos se- aunque no así el proceso de implementación,
guras de que aumentar las iniciativas de permanentemente enriquecido por mentali-
gestión democrática de la convivencia es dades nuevas y entusiasmos de novato.
siempre benéfico. El trabajo curricular de Los modificaciones del mapa escotar
carácter cooperativo modula las relaciones de !as zonas afectadas, los cambios de los
interpersonales, da coherencia a las pro- docentes del centro, la diversidad de ac-
puestas de educación de las acutudes y po- tuaciones de los orientadores escolares, asf
tencía un clitna de tolerancia y comprensión como la inegular implantación de los nue-
mutua necesario para profundizar en la edu- vos tramos educativos obligatorios (sepa-
cación moral. Finalmente, que la escuela ración de la primaria y la secundaria,
debe ser más sensible a los factores emocio- diferencia en la implantación de los nuevos
nales y afecdvos de todos sus protagonistas programas LOGSE, entre otros) ha dificulta-
(profesorado y alumnado) ha sido clara- do la lectura del proceso, pero quizás eso re-
mente evidenciado a través de este proyec- vele que la realidad escolar nunca es
to conjunto en el que hemos trabajado independiente de la realidad profesional de
juntos investigadores y docentes. sus docentes y de la realidad social, econó-
Para terminar, y aunque no estaba en- mica y cultural de todos sus protagonistas:
tre nuestros objetivos más directos, cree- profesorado, alumnado y familias. En defini-
mos que el SAVE, que ha sido bastante tiva, el SAVE nos ha enseñado mucho; nues-
difundido entre los docentes y agentes tra valoración es positIva, pero aún nos
educativos en seminarios y grupos de for- queda mucho que aprender, para hacer de
mación, ha contribuido a crear un estado las escuelas esos lugares de convivencia pa-
de opínión sobre la necesidad de afrontar cífica y enriquecedora que deseamos y sobre
los problemas de violencia de forma seria, todo para erradicar de ellos !a violencia, el
prolongada y sistemática. abuso y los malos tratos.
Desaciertos ha habido muchos. Posi-
biemente eI primero de ellos se reiacione
con lo anterior: el amplio número de es-
cuelas implicadas nos ha impedido ejercer
mecanismos de control más rigurosos y BIBLIOGRAFIA
por tanto la evaluación ha debido realizar-
se sobre indicadores que no recogen, en
su totalidad, ni los recursos movllizados ni CEtzEZO RAMtttEZ, F. (edJ: Conductas agresi-
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de control es necesario, sobre todo si se de, 1997.
quiere evaluar con verdadero rigor, y no CEREZO y ESTEBAN: •La dinámica bully-victi-
tiene por qué estar reñido con el modelo ma entre escolares. Diversos enfoques
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