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1. CASAS ECOLÓGICAS
Lagunillas de Agua
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Lagunillas de Agua fue una localidad del estado Zulia, Venezuela,
fundada por los indígenas, donde se estableció una misión de
frailes en el siglo XVI y que se incendió totalmente en 1939.
Lagunillas es el diminutivo castellano para Lagunas, fue llamada así
debido a los pantanos vecinos que existían desde tiempos
ancestrales.
Lagunillas junto con los
actuales Ceuta, Tomoporo, Moporo y Sinamaica era uno de los
"Pueblos de Agua", construidos por los indígenas sobre palafitos
hincados en el fondo del lago de Maracaibo. Américo
Vespucio cuando entró al lago junto a Alonso de Ojeda bautizó el
territorio como Venezuela, porque le recordaban los canales
de Venecia.
Historia
Lagunillas de Agua o Paraute en lengua Arawaca, fue fundada en
tiempos ancestrales por los indígenas Zaparas, quienes vivían de la
pesca y el comercio en el lago, entre otros pueblos de agua y con
las tribus de tierra firme como los Caquetíos (Costa Oriental), los
Bobures (Sur del Lago), los Onotos y los Wayuú.
En el siglo XVI se fundó la primera misión de frailes, la cual tuvo
una acción intermitente sobre los indígenas, mas por los malos
tratos de los conquistadores que por la acción de los frailes.
Los indios añú de Paraute fueron protagonistas de la defensa del
Lago frente a la pretensión colonial castellana. El cacique
Tomaenguola es un símbolo de esa épica resistencia, que
continuaron Camiseto y Mataguelo sumados a la gesta nigaleana
de 1607.
A principios del siglo XVI el cacique Nígale de los indios Zaparas
creó una confederación con Ceuta, Tomoporo, Moporo, Zapara,
Lagunillas (Paraute), Sinamaica e Isla de Toas, para luchar contra
los españoles saboteando el comercio en el lago de Maracaibo.
Nígale fue capturado y ejecutado en 1607 por Juan Pacheco
Maldonado terminando así la resistencia indígena en la región.
Con el descubrimiento del campo Lagunillas en 1926 con el pozo
Lago-1, el pueblo experimentó un rápido crecimiento dada la
afluencia de obreros desde otras partes del país y desde
las Antillas. La riqueza fácil lo convirtió en sitio de bares y riñas.
5.- Siniestro
El 13 de noviembre de 1939 un pavoroso incendio destruyó
Lagunillas de Agua con un saldo de más de 200 muertos . Existen
varias hipótesis sobre las causas del incendio que impulsó el
definitivo y determinante traslado de la población a tierra firme. Lo
cierto es que la actividad petrolera produjo una capa aceitosa sobre
el lago, la cual tenía el potencial de incendiar las casas de madera
construidas sobre palafitos en el lago. Una hipótesis es la caída
accidental de una lámpara de kerosene al lago desde el Bar
Caracas. Otra es un incendio provocado por una compañía
petrolera cuando se iba a vencer su concesión, dicha compañía
ayudó a la reconstrucción y conservó la concesión después de todo,
no hay pruebas de este hecho. Los diarios de la época enfatizaban
el bien que se había producido con la destrucción del antro del vicio,
sin contar en las pérdidas humanas, lo que sugiere intereses en la
destrucción de Lagunillas de Agua y la construcción
de Lagunillas de Tierra y Ciudad Ojeda.
Un testimonio clave para descifrar los enigmas del genocidio de
Paraute, lo dejó un honorable venezolano, el luchador social Jesús
Faría. "En noviembre de 1939 me encontraba en Lagunillas.
Trabajaba para el PCV y para el sindicato, sin ninguna
remuneración. El día 14 de noviembre (debería decir el 13) de 1939
estalló un oleoducto sublacustre, precisamente frente a Lagunillas.
La capa de petróleo "vivo" empezó a cubrir las orillas del lago,
donde estaban levantadas sobre maporas las casas de aquella
pequeña "Venecia" tropical y aborigen".
"Como los peligros aumentaban, empezamos a reclamar ante las
autoridades y ante la Gulf, empresa responsable del "reventón". Sin
embargo, nada se hizo para evitar el incendio que se veía como
algo inevitable, si no cerraban la válvula del oleoducto roto. A eso
de las ocho de la noche estalló un violento incendio y cubrió miles
de metros cuadrados de superficie sobre las aguas y debajo de las
casas de madera levantadas sobre estacas. Este fuego, animado
por una fuerte brisa que soplaba en aquel momento, atrapó a miles
de hombres, mujeres, niños y ancianos. Algunas personas salvaron
sus vidas partiendo lago adentro en cayucos. Otros cruzaron el
fuego por la planchada, pero ésta quedó cortada a los pocos
minutos".
Continúa su conmovedor testimonio Faría: "Como el pueblo estaba
atrapado entre los muelles de la Gulf y la VOC, los marinos de turno
allí anclados acercaron sus lanchas y salvaron mucha gente, pero
los que vivían en el centro casi todos murieron quemados o
ahogados. Cuando estalló el incendio, yo daba mis clases de
primeras letras a pocos metros de la orilla. Tres de mis alumnos
corrieron a salvar sus pertenencias, pero los tres desaparecieron.
Eran obreros jóvenes, poderosos, buenos nadadores y, sin
embargo, perecieron. ¿Qué se podría esperar para las infelices
madres cargadas de niños pequeños?"
EL gobierno del general López Contreras, trató de ocultar el
incidente y la prensa llegó a desmentir sus propias primicias
minimizando la tragedia, al punto que en pocos días ya parecía que
nada hubiese pasado.