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Nombres Indígenas Trujillano

Toponimias Indígena

Estatua alegórica al Tabiskey (Jefe diez Pluma) Carachy entrada de Carache

La Nación Cuicas que ocuparon gran parte de la hoy región Trujillana estaba integrada por las
tribus siguientes : Caraches, Burbusayes, Chejendes, Guandaes, Siquisayes, Mitimbises,
Cabinbues, Miquimboyes, Mirindayes, Michacajes, Miquitas, Isduques, Bisnajaes, Cumbes,
Timiaches, Michaquies,Tirandaes, Miquinoques, Fanayes, Vitoraes, Bisnajaes, Tonojoes, Mitares,
Joyeros...

La Segunda Nación es los Tostoses la cuales habitaron la región de lo que hoy es Boconó y Campo
Elías y estaban divididas en las Tribus: Tostoses, Tiranjaes, Niquitaos, Boconoes, Mucomises,
Jabuanes,Escaquíes, Estiquisúes, Mosqueyes, Chandaes, Buyaquies , Muy-Yues, Saguayes,
Jendees, Hendees, y Condees.

La tercera nación indígenas fueron Los Timotes y la integraban las tribus Jajoes,
Esnuyaques,Quicoquis, Duríes, Mocotes, Combocos, Emiyaques, Miyayies, Timotíes.

La cuarta nación fueron los Escuqueyes y la formaron las tribus Miquimoies, Moporos, Buyayes,
Guaríes, Isnotúes, Pitijoques, Camambúes, Sicoques,Quibaos,Pocoes, Caus, Mimboses.
Finalmente la quinta nación Los Tirandaes y la formaron las tribus: Choques, Chachiques,
Cauces, Estiquatis, Curandáes, Esdoráes, Choquimbuses, Mucuches, Mitigues, Maharajá,
Timusúes, Timusúes, Butaques, Isfuques, y Estiuques.

Existieron otras tribus de menos nombradía y habitantes y fueron: Los Bucuyes, Cubicures,
Curubaes, Camacaros, Las Chinchillas, Los Guarates, Los Anaes, Los Ayabres, Los Agrases.
En el estado Mérida además de los mencionados Timotes, se encontraban Los Mucuchíes que
conformaban las tribus de Mocazo, Misintaes, Mosnachoes, Misteles y Mucuchaches.(Herencia
Aborigen - Isilio Antonio Rosales)

LOS CUICAS VIVIERON EN TODO EL TERRITORIO TRUJILLANO

MUNICIPIO BOLIVAR: Vicoyes, Los Guara MUNICIPIO CANDELARIA: Camuruco, Malambay,


Batatillo, Vistubú, Maco

MUNICIPIO BOCONÒ: Mosquey, Burbusay, Tonojo, Bisnaja, Bisnajacito, Cabimbu, Visun,


Chejendé, Guaramacal, Cunaviche, La Mesa de Cascajal, Cunaviche, Cerro Niquitao, Chejendé,
Vitisus, Esticho ,Ismambites, Cabimbu ,Corito, Sayal ,Tiranda ,Tostos ,Tatuy ,Aguada, Alto
Cabimbu , La Manjano, El Monay - Los Silos De Monay, Cumbe, Morita, Chebeto, Guauda, La
Tucuca, Monay - Moromoy ,Torococo Guaramacal, Mogotón, Mitón, Mitimbis

MUNICIPIO CARACHE: Tendal, El Carache, Cahingo, Chao, Aguada, Miquimbay, Miquimú,


Mucuche, Picachitos, Los Chaos, Los Aguada I, La Jarillos, Mirinday, Miquimbay, Moropo,
Mucuche, Cuicas, Cumbe, Curubiche, Curubichito ,Chaos, Los Reserva, La Rivera, La Biticuy
,Iscacoy, Miquimu Sisi Cabimbu Guajes Biticuy, Páramo de Paraja, Chupulun, Cambullon,
Mogotón, Tiama Cumbe

MUNICIPIO ESCUQUE Escuque Charal, El Sicoki ,Alto de Tomón ,Charal Arriba, El Yagrumal,
Caraño, El Betijoque, Girita, La Betijoque

MUNICIPIO JOSÈ FELIPE MÀRQUES CAÑIZALEZ: Chacota, La Chara, La Piguas, Las Bijao,
El Jirajara, Riito, El Bijao I, Jirajara I ,Jirajara II Piguas Parte Baja, Salvaje, El Mogote, El
Yagrumal

MUNICIPIO LA CEIBA: Buyay Moporo "Y" de Moporo, La Carambú I Fortore, El Albarical

MUNICIPIO MIRANDA: Corozo, El Acequias, Las Jaguito I Penca, La Vegas, MUNICIPIO

MONTE CARMELO: Saguaz (Sagua), Yagrumal Arriba ,Corozal, Alto Guapa, La Jarillos de las
Dantas, Los Jumangue ,Mimbos ,Chinazón ,Mimbosito

MUNICIPIO MOTATAN: Motatán Motatán - El Cacao

MUNICIPIO PAMPAN:Pampan Cumbe, El Vera, La-El Pauji ,Curbelo, Caracoles ,Monay


Estururaque - El Filo Vega de Vitú, Mitimbis I Monay

MUNICIPIO PAMPANITO:Pampanito Pampanito Esnuque Parte Alta Butaque

MUNICIPIO RAFAEL RANGEL: Betijoque Miquimbos Isnotu

MUNICIPIO SAN RAFAEL DE CARVAJAL:Cumbe Fandeo, Turagual

MUNICIPIO SUCRE: Los Caño, Pampanos, Camature


MUNICIPIO TRUJILLO:Curandá ,Esdorá, Mitembuen, Sayes, Los Sosó ,Erita de las Cocuizas,
Erita, La Esdorá I ,Marajabú, Mitembuen Bajo, Movisis, Aguaditas, Las Esturuka ,Mocoy Abajo
,Tonojo de Campos, Vichu, Boron Arriba ,Mimbate Bujay, Chaos, Teregues, Los Timbisito,
Tostao, El Tubú ,Caquites I Estapape Arriba Lo,ma de Esnacuao I Teregues I, Los Timbis Alto
Tubú Grande, Jajo Sios, Los Vega Del Río - Comboco Cuicas, Las - El Hatico Duri-Los Potreritos
Cuicas I, Las Comboco, Isnabus Mocotí Abajo, Salvaje, El Alto de Isnarun Cajuy Corozo, El
Aguada, La Estiguates Abajo Isnabuz I, Marajabu ,Tasman, Timusu, Travesias de Cabimbu,
Estiguates Abajo Chaos de Estiguates, Los Tuñame Estibuco

MUNICIPIO URDANETA: Teregues, Los Timbisito Tostao, El Tubú Caquites I Estapape


Arriba, Loma de Esnacuao I Teregues I, Los Timbis Alto Tubú Grande, Jajo, Los Sios, Vega Del
Río - Comboco Cuicas, Las - El Hatico Duri-Los Potreritos Cuicas I, Las Comboco, Isnabus
,Mocotí Abajo, Salvaje, El Alto de Isnarun Cajuy Corozo, El Aguada, La Estiguates ,Abajo
Isnabuz I Marajabu Tasman Timusu Travesias de Cabimbu, Estiguates Abajo Chaos de
Estiguates, Los Tuñame Estibuco

MUNICIPIO VALERA: Teregues Aguada, La )¡ Malpica Mocoti, La Sicoque Siquisay Biscuyos,


Los Chain Calembe-Los Guamos Cumbe, El Mujies

Timoto-cuicas
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Timoto-Cuicas

Figura masculina de Trujillo c. 500

Ubicación Región de los Andes:


Venezuela ( Mérida, Trujillo, Táchira)

Religión Chamanismo
[editar datos en Wikidata]

Los timoto-cuicas representaron los grupos indígenas más avanzados dentro del territorio
venezolano y estaban relacionados con la cultura chibcha (las muiscas) de los Andes. Se
localizaron en los estados de Mérida, Táchira y Trujillo.
Estaban formados por distintas tribus: timotos, capachos, tabayes, mucuchíes, taribas,
escuqueyes, carachis, betijoqueyes, guaraques, cuicas, guitas, chachopos y licuipos.
Según Miguel Acosta Saignes, los timotos o timotíes tenían Mérida como hábitat principal, y
los cuicas, el territorio trujillano; que los ubica como pertenecientes al área cultural de los
Andes venezolanos.1

Índice

 1Cómo era la vida


 2Aspectos político y social
 3Religión
 4Artefactos precolombinos de los Andes de Venezuela
 5Referencias
 6Enlaces externos

Cómo era la vida[editar]

El campo en Mérida, el territorio que ocupaban los timotos o timotíes

Desarrollaron la adelgaza de regadío en terrazas construidas en las áreas montañosas.


Cultivaron maíz, papa, tabaco, cacao, y yuca dulce.2 Domesticaban animales
(pavos, paujíes y guacharacas). Realizaban intercambios comerciales con mantas, alfileres
etc. Utilizaban como moneda las semillas de cacao. Usaban sistemas de riego y construían
andenes (terrazas) para evitar la erosión. Conocían la cerámica ―fueron excelentes
alfareros― y elaboraban objetos de oro, y también eran textileros.
Practicaban el comercio con otras comunidades indígenas mediante el intercambio de sus
artesanías por productos y frutos como el algodón y la sal. De acuerdo con algunos estudios,
se cree que los timotocuicas practicaron el trueque con los arahuacos y los caribes,
sostuvieron enfrentamientos y sometieron a otras pequeñas tribus, que comenzaron a
depender de ellas, sobre todo en el campo lingüístico.

Aspectos político y social[editar]


Toponimia timoto y cuica

El jefe de la tribu era el varón más viejo y con mayor experiencia en la agricultura. Eran
guerreros, luchaban tirando piedras con hondas. Usaban veneno y macanas como armas de
guerra. Se sabe que enterraban vivos a sus prisioneros.1
Existía diferenciación social marcada. Los sacerdotes tenían una cierta importancia dentro de
la tribu. Antes del matrimonio, el novio debía residir en la casa de la novia. Practicaban la
división de trabajo.2

Religión[editar]
Practicaban el fetichismo y adoraban ídolos de piedra y arcilla. 1

Artefactos precolombinos de los Andes de Venezuela[editar]


El Dr. Renato Pennino del Cuerpo Consular Italiano acreditado en Mérida desde 1956 ha
llevado a efecto varias exploraciones arqueológicas en la cercanía de la población de San
Rafael de Mucuchíes, y ha logrado encontrar varios objetos precolombinos entre ellos un
puma de cerámica, un ídolo entero y varios instrumentos musicales en barro, una figurilla
semejante a un ángel y un cincel de sílice. Estos últimos objetos se cree los llevaban colgados
al pecho los indios.
El Dr. Pennino, quien practicaba en sus días de descanso estas investigaciones, dice que
posiblemente los objetos hallados pertenecieron a los indios Timotos y Timemes que habitaron
esa región hace más de 450 años.
Antepasados Indígenas - Nación Cuicas
fragmentos de Breve historia Ilustrada de Trujillo. Autora : Dra Diana Rengifo
Adaptado para este blog por: Carlos Arrieche
Antepasados Ki.Kuikas
Hace mas de 20.000 años, la nación Kuikas que ocupó el territorio que hoy conforma al estado
Trujillo, no tenían límite alguno y estuvieron poblados por hombres y mujeres libres, que se
agruparon de generación en generación en comunidades de acuerdo a los ambientes geográfico y
climáticos por grupos sedentarios, pacíficos ;trabajadores, otras guerreras y mas primitivas que se
mudaban de sus territorio donde convivían para la sobrevivencia de grupos de cazadores,
pescadores entre otros. Provenían de el sur y del oriente de este continente,Se habían organizado
en tribus y alcanzaron a desarrollar una economía incipiente basada en la explotación de sus
conucos y en la elaboración de tejidos

los periodos de ocupación territorial por parte de los aborígenes ocupantes de la América
prehispánica, en cuatro etapas: paleoindia (20.000 a.n.c. 5.000 a.n.e) mesoindia (5.000 a.n.e – 1.000
a.n.e). neoindia (1.000 a.n.e – 1500 a.n.c) e indobispanica (1.500 a.n.e).

Dialecto
se definían dos grandes familias lingüísticas, la Caribe y la arawac, y que fueron estos últimos
grupos, los de dialecto arawac, quienes introdujeron la sedentarización y la agricultura.
Se distinguían entre sí por los dialectos con los que se comunicaban, por las decoraciones de la
cerámica que elaboran para el uso común y algunos de ellos,
Hombre Arawaco

en las zonas más altas, porque las mujeres elaboran tejidos de algodón con los que fabricaban
unas sayas que usaban para cubrirse desde el pecho a las rodilla, con el fin de protegerse de los
vientos y del frio, así como las cortas capaz que llevaban los hombres en las ceremonias religiosas.
También porque trabajaban el fique o cocuiza, planta de la que se extrae la fibra para la
elaboración de la cabuya, con la que tejían alfombras para los rituales de adoración a los dioses.

Las tribus estaban compuestas por varias familias que generalmente vivían cerca, pero no en
aldeas, porque los terrenos no lo permitían. Pero la cercanía de los conucos, facilitaba el trabajo
común, en cayapa, para la construcción de viviendas, acequias o muros de piedra.

No eran vasallos de nadie ni tenían avasallados a otros pueblos.

Conformaban una sociedad sin complicaciones, las tribus estaban dispersas en el espacio
geográfico que hoy denominamos Trujillo y formaban grupos de varias familias emparentadas,

Cada una de las cuales vivían en construcciones hechas de barro, paja y piedras con techos No
están poblados en pueblos… porque la disposición de la tierra es la mayor parte no les da lugar,
porque no todo es tierra aparejada para poder labrar, y cada uno hace su casa sobre su
labranza…

Para la supervivencia: domesticaron ciertos animales; elaboraron utensilios en arcilla que les
permitieron guardar algunos de los productos que cosechaban; averiguaron el modo de hacer
fuego y también descubrieron las bondades de la sal, lo que hacía posible la salazón de carnes y
pescados para su conservación por tiempos prolongados, y muchas otras cosas.

Cada una de estas etapas y descubrimientos, llevó mucho tiempo, pero es a partir de ellos y de la
organización inicial comunitaria que surgieron las tribus e igualmente se inicio el crecimiento
y desarrollo cultural de los pueblos, pues al estar cubiertas sus necesidades básicas (alimentación y
vivienda inicialmente), los individuos pudieron dedicarse a otras actividades no ligadas a la
producción de alimentos, como la creación de cerámica decorada para el uso doméstico, la cestería
y los tejidos, también embellecidos con dibujos y colores particulares.

De este modo fueron organizándose pueblos estables y se inició el intercambio de productos entre
sus habitantes.

Al mismo tiempo comienzan a crearse los factores que dan origen a una jerarquización social en el
seno de las tribus. Estas características son comunes a casi todos los grupos indígenas sedentarios
asentados en lo que hoy es el territorio Venezolano al momento de la llegada de los europeos.

En el territorio de la actual Venezuela, esto se manifestó a través de la presencia de un jefe o


cacique, que entre los aborígenes timotìes y cuicas recibió el calificativo de tabiskey o chacoy.

Los cuicas tenían también costumbres definidas respecto a sus muertos importantes, a quienes
enterraban en cuevas con algunos objetos rituales como cuencos o tazones votivos de arcilla.
Estas cuevas recibían el nombre de mitoyes o mintoyes.
Las más conocidas en la región Trujillana son las de la Teta de Niquitao y Carache. Cuevas con el
mismo nombre eran también usadas para el resguardo de los granos cosechados a modo de silos.

Los cuicas rendían culto al sol y a la luna, porque tenían la creencia que de las bondades de la
naturaleza y sobre todo de estos astros, dependían los cultivos y las buenas cosechas. Para eso les
tenían altares ovillos de algodón y sartas de piedrecillas o conchas marinas (quintero), muy
apreciadas entre ellos, a figurillas de barro antropomorfas. También quemaban manteca de cacao
como tributo a los dioses.

El cacao se cultivaban a las orillas del lago de Maracaibo y este uso en los rituales religiosos, se
vincula a los que daban también al cacao,

Los cuicas usaban igualmente, distintas hierbas para rituales de sanación o cura de sus enfermos,
costumbres heredada por los campesinos de la región entre quienes actualmente es habitual el uso
de plantas tradicionales en la cura de distintas enfermedades.
La deidad a quien rendían culto los escuqueyes, que fue la primera nación con que se toparon los
españoles en esta región, , Icaque, cuyo nombre da origen al de la comunidad de Escuque.
El mismo autor afirma que era representada en los alteres por un disco de oro, lo cual, de ser
cierto, seguramente habría sido adquirido en intercambio con los muiscas o chibcha del actual
territorio colombiano, pues los cuicas no conocían el modo de fundir el metal y los primeros
exploradores y conquistadores del territorio de los escuqueyes no hablan en sus informes de haber
encontrado oro sino de grandes siembras de algodón. No había oro en esta región.

Estos grupos aborígenes con los que establecieron contacto los conquistadores europeos tenían
ascendencia chibcha, Caribe y arawac, que, como se ha dicho, llegaron en oleadas sucesivas,
asentándose en un amplio territorio sin fronteras, generalmente cerca de ríos o fuentes de agua
dulce.

Según los datos aportados por arqueólogos y antropólogos, los más antiguos en la región
Trujillana eran los ubicados en la zona de Carache quienes aparentemente s e consolidaron en el
lugar como pobladores durante el siglo VII a.n.e.

Según sus costumbres y dialectos, las tierras tomaron localmente las denominaciones de las
“naciones” o grupos que las ocuparon o los de sus jefes y por esto en Trujillo, muchas localidades,
ríos y accidentes geográficos tienen nombres indígenas: Boconò, Tostòs, Chejende, Castàn,
Musabàs, etc.
Para sacar provecho a las laderas de las montañas para las siembras, los cuicas construían
terrazas que apuntaban con muros que también hacían de piedra y que llamaban catafos.
Estos muros son todavía fabricados y utilizados con fines semejantes por los campesinos de las
zonas altas. Así como se siguen construyendo acequias para los regadíos en las regiones más áridas
de las zonas altas, recogiendo el agua de las lluvias en estanques artificiales, conocimiento también
heredado de los antepasados aborígenes.

Los cuicas cultivaron la papa, el maíz, el apio, el ñame, la auyama, el algodón, el ocumo y el tabaco
que es de donde se produce el chimó era un producto ampliamente usado por ellos para cuando
llegaron los europeos por sus elementos curativos, es decir que conocían y cultivaban el tabaco que
es de donde se produce el chimó. Producían igualmente chirimoya, piña y lechosa. Usaban la rosa
a partir de la quema para la preparación de la tierra y se valían de coas o Bastón de sembrar,
hecho de madera, para abrir el orificio donde echaban la semilla.
También se comunicaron y juntaron, después que llegaron los europeos, por razones de defensa, es
decir, para hacer la guerra a los enemigos blancos.
El comercio o intercambio de productos entre las aldeas era constante y se desarrolló
ampliamente. Las comunidades se comunicaban entre sí con rapidez y eficacia para la celebración
de fiesta comunes o para el intercambio de lo que producían y no necesitaban; lo que excedía o
sobraba una vez cubierta las necesidades de la comunidad. Por ejemplo, hacían intercambio con
los jirahara del valle de Quibor o con los motilones de la Goajira, de tejidos o productos agrícolas,
por sal o pescado. Igualmente con los aborígenes de la actual Mérida con quienes comerciaban sus
cultivos por la sal de urao que usaban en la elaboración del chimó.
Entre las tribus y naciones la comunicación se efectuaba a través de caminos muy angosto que
atravesaban montes y valles: las trochas que aún utilizaban nuestros campesinos para cubrir
asombrosas distancias en un mínimo de tiempo. Si encontraban hondonadas que pudieran
impedirles el paso, se valían de tarabitas que a manera de puentes colgantes, les permitían el paso.
Este instrumento también es usado aún por campesinos de las zonas altas.
Así como existía un permanente intercambio de productos entre comunidades indígenas de
distintos lugares, también se intercambiaban hábitos, costumbres y expresiones del lenguaje. Por
eso se creyó que timotìes y cuicas hablaban las misma lengua, aunque no era así, y por la misma
razón en distintos estados del País se encuentran sitios con nombres iguales o comidas de origen
indígena cuya preparación apenas varía. Los caminos, en este sentido funcionaban para la ida y
para la vuelta.
Fue por estos contactos entre tribus y naciones aborígenes diferentes, que los españoles asentados
en El Tocuyo, tuvieron noticias de los cuicas y del algodón que producían, noticia que resulto de
gran interés para sus pobladores que desde la fundación de la ciudad acordaron desarrollar la
industria de los telares para la fabricación de “paños” o telas.

Así que para 1549 enviaron a la tierra de los cuicas una expedición exploratoria sin fines de
poblamiento, al mando del para entonces Contador, Diego Ruiz de Vallejo.
La relación de 1578 que ya nombramos, también de testimonio de que para cuando se inició en
esta región el proceso de conquista y colonización habría en la misma, entre catorce o quince mil
indios y que para cuando se escribió ese documento, sólo quedaban cinco o seis mil. En diez años
habían muerto diez mil personas. Como razones, los Acaldes alegaron: los estragos de la guerra de
conquista sobre este territorio, porque los indígenas cuicas pelearon en esos años iníciales por el
mantenimiento de sus tierras, familias y costumbres, pero fueron vencidos porque los europeos
contaban con armas más eficaces; la conquista fue una guerra siempre desigual.
Otro motivo de muerte fue el traslado obligado de los indios nativos y habitantes de las zonas altas
y frías, como la región de Niquitao, a zonas bajas y calientes como las de Monay, y viceversa; estos
cambios generaban muertes masivas entre los aborígenes no preparados para esas mudanzas;
igualmente fue causa del inquilinato indígena una epidemia de viruela que azotó la zona en 1573.
Según el derecho Indiano- legislación establecida por la Corona específicamente para el gobierno
de las provincias de Ultramar, como también se llamó a América, los indios fueron considerados
desde el primer momento “vasallos” de la Corona al igual que los españoles, pero sujetos a
tutoraje mientras eran “cristianados” es decir, convertidos a la Fe Católica y aprendían el
Castellano.
Pero eso sólo se consideró en el papel. La acción de los conquistadores y pobladores rompió de
modo con la normativa impuesta por la Corona y los indígenas fueron tratados en muchas
regiones de América como esclavos y usados en actividades depredadoras como la minería y la
extracción de perlas a gran escala, actividad esta, que fue uno de los principales motivos para que
se murieran y se redujera su población.
Esto quiere decir que el aniquilamiento progresivo de las comunidades indígenas se inició con el
encuentro entre europeos y aborígenes, pueblos no solamente con culturas diferentes, sino con
niveles tecnológicos desiguales lo cual se reflejo en los encuentros armados del proceso de
conquista.
La violencia es una de las características esenciales de los procesos de conquista y colonización que
los pueblos más fuertes ejercen sobre otros más débiles o menos avanzados tecnológicamente
durante todas las épocas, incluida la actual.
Para el momento en que los europeos se desplazaron hacia lo que hoy es el continente americano,
España era un imperio que llegó a ser tan grande, que se decía que el “no se ponía el sol”. Como
Imperio en expansión cumplió con los cánones de crueldad vigentes en la época; por ello los
primeros cincuenta años de la conquista y colonización española significaron mayormente un
periodo de caos y destrucción para la población indígena aún cuando a partir de él, se dio origen a
la primera generación de criollos mestizos. Dolorosa e injustificante, de la violencia, nace la raza
nueva que conformará a partir de distintas mezclas y yuxtaposiciones étnicas, la de los próceres
libertadores.
Esa lucha desigual y sin esperanzas que libran a pesar de saberse perdidos, los aborígenes
americanos, se refleja en el llamado “canto guerrero de los Cuicas” el cual según se cuenta, fue
recopilado de la tradición oral, es decir, de palabra, no escrita, de algunos descendientes de los
cuicas, por el maestro Trujillano Don José María Urrecheaga, el cual le dio forma y cadencia en
castellano. Es una invocación que, sin embargo, pudieron haber hecho todas las tribus de América
ante el paso del europeo invasor:
“Madre Chía estás en la montaña, con su pálida luz alumbra mi cabaña. Padre Chès que alumbras
con ardor, no alumbres el camino al invasor!
Oh! Madre Icaque! Manda tus jaguares, desata el ventarrón suelta tus cóndores, afila los colmillos
de la mapanare y aniquila a los blancos con dolores!
Madre Icaque que vives en Quibao, Padre Reupa, Madre Chaseung, alimenta mi espíritu con vino de
rencor! Echa el fuego que calcina, el agua que destruye los rayos de las nubes, truenos de las
montañas.
Padre Reupa, a mi troja repleta con granos abundosos, llena mis ollas con la fuerte chicha y mi pecho
con valor. A mi mujer que cría, dale pechos que manen ríos de leche blanca! Padre Reupa! Dame
una flecha aguda que mate al invasor!
Tiempla el brazo que dispare esa flecha sin temor!
Yo soy tu hijo, oh Reupa, mi señor Yo soy tu esclavo o Chía, mi señora. Dame a beber el vino de tu
inmenso valor; dame a comer la carne del odio al invasor…”
++

Al capitán fundador se le asignaba el derecho a conceder tierras a quienes con él fundase un


pueblo, a través de la Capitulación o contrato que firmaba con el rey o sus representantes – en este
caso los Gobernadores de la Provincia, y la distribución de solares y tierras de labranza eran muy
importantes porque cada pueblo, al fundarse, debía contar con al menos 30 vecinos y a cada
vecino el Capitán fundador debía dotarlo de: 10 vacas que pudieran parir; 4 bueyes para
labranza, 2 novillos, 1 yegua, 5 puercos, 6 gallinas y 1 gallo y 20 ovejas. Todos animales para la
crianza. El solar, era para la construcción de la vivienda y las tierras de labranza para la
producción agrícola y cría de los animales.
Después, entre los nuevos propietarios, el Capitán fundador encomendaba los grupos de indígenas
a los que adoctrinarían como cristianos y enseñarían la lengua castellana, que les servirían
igualmente en las tareas de construir el pueblo, que hasta ese momento, solo existía en el
pensamiento de quienes lo habitarían.
Estas acciones de entrega de tierras de labranza y adjudicación de grupos aborígenes para su
cristianización a los nuevos pobladores, fueron las otras instituciones españolas que habiendo sido
usadas desde los tiempos feudales en los reinos que integraron España, fueron trasladadas a
América con los nombres de Repartimiento y Encomienda respectivamente. Son fundamentales
para conocer de qué manera se inició la apropiación de la tierra y el latifundismo en los países de
la América Latina.
Durante los dos primeros siglos coloniales la Encomienda fue la institución reguladora de la fuerza
de trabajo y la distribución de la mano de obra en las ciudades americanas. Consistía como se ha
dicho, en la entrega de una comunidad o grupo de indios a un español para que les enseñe el
castellano y la religión católica; los indios a su vez “pagaban” este servicio con trabajo o con el
producto de su trabajo en sus propias tierras. Por eso las Encomiendas fueron llamadas de
servicio o de tributo.

Un encomendero (que generalmente lo fueron conquistadores – fundadores de los pueblos de


españoles o sus descendientes) podía tener varias encomiendas distribuidas en sitios distintos y
cada encomienda podía agrupar a varios grupos o tribus de indígenas con las tierras que
ocupaban.

El Cronista de Tucutucu.
...Habitante en mis sueños, de aquella montaña mágica llena de leyendas: La Peña de Tucutucu.
Una muralla natural, usada como defensa por nuestros antepasados Cuicas.Donde se siente el
murmullo de los Momoyes y de los Duendes; con el dulce y tierno canto de las aves, viajando sobre
las alas de la brisa montañera...

EL SERAFIN DE ASIS.

San Francisco de Asís. Talla en madera policromada. Segunda Mitad del Siglo XVII. Colección Catedral de Trujillo.
Estado Trujillo. Venezuela.

LOS ARCHIVOS DE TUCUTUCU.


La Psicologia del Poder en Venezuela.
LA SEÑAL DE UN ENTIERRO
El Hada de la Callearriba
TRUJILLO Y SUS LIBROS
Los Viejitos de Tucutucu
La Fe. El Mayor Milagro de José Gregorio Hernández
LA MESA TRUJILLANA
Pan de Jamon de Rafael Angel Terán
AERODROMO DE VALERA
El Pintor del Tocuyo en Trujillo.
HALLACAS NAVIDEÑAS.
Horóscopo Trujillano.
Dr. JOSE VICENTE NUÑEZ CARRILLO.
Los Trujillanos en el Panteon Nacional.
EL SABIO RAFAEL RANGEL.
La Casa de la Guerra y de la Paz.
TEXTO DEL DECRETO DE GUERRA A MUERTE
La Muerte Del Diablo Antonio Nicolas Briceño.
JOSE ANTONIO ABREU ANSELMI.
Arnoldo Gabaldon.
MARIO BRICEÑO PEROZO.
Mario Briceño Iragorri.
JOSE GREGORIO HERNANDEZ.
Juan Bautista Carrillo Guerra.
REBELION MILITAR CONTRA EL PRESIDENTE DEL ESTADO TRUJILLO EN 1899.
Antonio Nicolas Briceño. "El Diablo"
CRUZ CARRILLO.
Cristobal Mendoza.
PINCELADAS SOBRE LA FUNDACION DE TRUJILLO DE VENEZUELA.
Trujillo: Raices Aborigenes. Poblacion Prehispanica (I)
TRUJILLO. RAICES ABORIGENES. TRIBUS DE LA ZONA (II)
Trujillo. Raices Aborigenes. Habitos de Vida (III)
SALVADOR VALERO.
Antonio Jose Fernandez. "El Hombre del Anillo"
El Gran Ferrocarril de la Ceiba.
VALERA FUE CAPITAL DE TRUJILLO.
Prohibieron por Decreto las Arepas Trujillanas.
PROHIBIERON EL USO DE CAPAS A LAS MUJERES TRUJILLANAS.
El Precursor del Monumento a La Virgen de la Paz.
RECUERDOS DEL TELEGRAFO. EL PRIMER TELEGRAFISTA DE TRUJILLO.
LA FABULA DEL POCITO.
El Oso Frontino.

VIERNES, 31 DE JULIO DE 2009


TRUJILLO. RAICES ABORIGENES. TRIBUS DE LA ZONA (II)

Continuamos en clase con Don Mario Briceño Perozo:

2.- TRIBUS DE LA ZONA.- Como antes se dijo, los cuicas fueron la nación
indígena del territorio trujillano, subdividida en muchas parcialidades, las cuales estuvieron
diseminadas en diversos lugares, a los que, en definitiva les dieron sus nombres y se conservaron a
pesar de la dominación española.

LOS MUCAS estuvieron ubicados en lo que es hoy la capital trujillana, en el valle que riegan el río
Castán y la quebrada de Los Cedros; muy cerca de los mucas estaban los bombás, los sisíes o misíes,
los bujayes, tonojoes, monayes y tirandaes. Estos últimos se dividían a su vez en otros grupos
menores como los chachíes, chiquimbués, mitisúes, chachiques, chachúes, marajabúes, timusúes,
estivandaes, isnabuses, cajuíes, isnarunes, escacoyes, curupúes, y estiguates, que moraban en tierras
que después pasaron a ser asiento de los municipios Pampán, San Lázaro y Santiago.

En Boconó las tribus principales fueron los tostoses, niquitaos, burbusayes, guandaes y miquichaes.
En Carache estuvo el núcleo central de las cuicas, que se acercaban a los Humocaros y comprendían
varios subgrupos, entre éstos los visupites, los caraches y los chejendes.

En la Quebrada Grande - Distrito Urdaneta - los miquimboyes, jajoes, duríes, esnujaques, mucutíes
y otros que estaban en las vecindades con los timotes. A los indios de las riberas del Momboy, en lo
que fue después La Puerta, se les distinguió con el nombre de timotes.

En Escuque y de allí hacia Betijoque, la zona baja hasta las inmediaciones del Lago de Maracaibo
moraban los jirajaras, los escuqueyes, los isnotúes, los mosqueyes, los moporos, los tomoporos y los
misoas.

La mayor parte de las comarcas trujillanas derivan su nombre de los antepasados aborígenes, tales,
entres otras: Cuicas, Escuque, Betijoque, Tostós, Niquitao, Burbusay, Siquisay, Monay, Chejendé,
Jajó, Durí, Bucay, Bitubú, Bisnajá, Bujay, Cabimbú, Carambú, Moporo, Cubistús, Curandá, Cuguí,
Curubuy, Comboco, Chiquimbú, Chandá, Esdová, Saguá, Mucuche, Butaque, Mocoy, Isnabús, Jají,
Vichú, Timirisis, Iznarún, Cajuí, Marajabú, Estivandá, Chachí, y Mocojó.

................................

La foto que ilustra este post, pertenece al Museo de Ciencias Naturales. Caracas. (Origen: Nación
Cuicas)

Es una figura plano convexa de piedra.

A pesar que el hombre prehispanico no disponía de herramientas de hierro para tallar la piedra,
logró realizar bellas piezas de acabado perfecto , trabajandolas por abrasión. Representaban idolos.
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ASI LO VEO DESDE TUCUTUCU:


“Una verdadera Revolución, está ejecutando el ilustre trujillano JOSE ANTONIO ABREU ANSELMI,

fortaleciendo los valores morales e intelectuales de los niños y jóvenes; como líder de la mayor Gesta

Civilizadora de la Paz, en la Historia Contemporánea Latinoamericana y del Resto del Mundo”.

El Cronista de Tucutucu.

http://www.youtube.com/watch?v=Uintr2QX-TU

http://www.youtube.com/watch?v=WXoobyEi470

http://www.youtube.com/watch?v=PwxPZMDDm_k

http://www.youtube.com/watch?v=BF5BCQVfcCU

http://www.youtube.com/watch?v=_El7qwib0dc

http://www.youtube.com/watch?v=amSqQ5XNaGE

cronistadetucutucu@gmail.com
TRUJILLO DE VENEZUELA.
Fecha de Fundación: 9 de octubre de 1557.

Fundador: Primer Gobernador y Maestre de Campo: Diego García de Paredes.

Aborigenes que habitaban los territorios: La Nación de LOS CUICAS.

Patrona: Nuestra Señora de la Paz.

La ciudad de Trujillo: es la capital del Estado Trujillo, y se encuentra situada en el Valle de los
Mucas, que es regado por la Quebrada de los Cedros y el Rio Castán.

El Estado Trujillo: tiene una superficie de 7.532 kilometros cuadrados, es el mas pequeño de los
estados andinos , es una porción de la Cordillera de los Andes, en el Occidente de Venezuela.

El Cronista de Tucutucu.
...Habitante en mis sueños, de aquella montaña mágica llena de leyendas: La Peña de Tucutucu.
Una muralla natural, usada como defensa por nuestros antepasados Cuicas.Donde se siente el
murmullo de los Momoyes y de los Duendes; con el dulce y tierno canto de las aves, viajando sobre
las alas de la brisa montañera...

EL SERAFIN DE ASIS.

San Francisco de Asís. Talla en madera policromada. Segunda Mitad del Siglo XVII. Colección Catedral de Trujillo.
Estado Trujillo. Venezuela.

LOS ARCHIVOS DE TUCUTUCU.


La Psicologia del Poder en Venezuela.
LA SEÑAL DE UN ENTIERRO
El Hada de la Callearriba
TRUJILLO Y SUS LIBROS
Los Viejitos de Tucutucu
La Fe. El Mayor Milagro de José Gregorio Hernández
LA MESA TRUJILLANA
Pan de Jamon de Rafael Angel Terán
AERODROMO DE VALERA
El Pintor del Tocuyo en Trujillo.
HALLACAS NAVIDEÑAS.
Horóscopo Trujillano.
Dr. JOSE VICENTE NUÑEZ CARRILLO.
Los Trujillanos en el Panteon Nacional.
EL SABIO RAFAEL RANGEL.
La Casa de la Guerra y de la Paz.
TEXTO DEL DECRETO DE GUERRA A MUERTE
La Muerte Del Diablo Antonio Nicolas Briceño.
JOSE ANTONIO ABREU ANSELMI.
Arnoldo Gabaldon.
MARIO BRICEÑO PEROZO.
Mario Briceño Iragorri.
JOSE GREGORIO HERNANDEZ.
Juan Bautista Carrillo Guerra.
REBELION MILITAR CONTRA EL PRESIDENTE DEL ESTADO TRUJILLO EN 1899.
Antonio Nicolas Briceño. "El Diablo"
CRUZ CARRILLO.
Cristobal Mendoza.
PINCELADAS SOBRE LA FUNDACION DE TRUJILLO DE VENEZUELA.
Trujillo: Raices Aborigenes. Poblacion Prehispanica (I)
TRUJILLO. RAICES ABORIGENES. TRIBUS DE LA ZONA (II)
Trujillo. Raices Aborigenes. Habitos de Vida (III)
SALVADOR VALERO.
Antonio Jose Fernandez. "El Hombre del Anillo"
El Gran Ferrocarril de la Ceiba.
VALERA FUE CAPITAL DE TRUJILLO.
Prohibieron por Decreto las Arepas Trujillanas.
PROHIBIERON EL USO DE CAPAS A LAS MUJERES TRUJILLANAS.
El Precursor del Monumento a La Virgen de la Paz.
RECUERDOS DEL TELEGRAFO. EL PRIMER TELEGRAFISTA DE TRUJILLO.
LA FABULA DEL POCITO.

El Oso Frontino.

VIERNES, 31 DE JULIO DE 2009


Trujillo: Raices Aborigenes. Poblacion Prehispanica (I)
El ilustre historiador Trujillano DR. MARIO BRICEÑO PEROZO, en su obra: HISTORIA
DEL ESTADO TRUJILLO. Italgrafica. Caracas. 1984; hace una síntesis de: la Población
Prehispánica, las Tribus de la Zona, y Los Hábitos de Vida de nuestros aborígenes.

En esta primera entrega, transcribimos textualmente de dicha obra:

1.- POBLACION PREHISPANICA:


"

Antes de la llegada de Colón y los demás descubridores de América a tierra de Venezuela, el


territorio de lo que es hoy el Estado Trujillo, lo ocupaban los aborígenes. Los viejos cronistas
llamaron a esta región EL PAIS DE LOS CUICAS o simplemente LA NACION CUICAS, por ser,
dentro de la comunidad indígena, el grupo sobresaliente en número y en cultura.

La voz CUICAS en el dialecto aborigen, significa: HOMBRES, HERMANOS, varones, gentes de


trabajo, hombres de la tierra que se dan al cultivo de la misma y la defienden con sus armas; en el
vocablo hay, sin duda, una connotación de virilidad, de hombría, de trabajo, de lealtad, de bien, de
hermandad por encima de todo, proclives, siempre, a la colaboración con los demás, al fomento de
ideales de solidaridad. Del otro lado, LOS CHIBCHAS, con la expresión GUATE CUICA decían alta
tierra del hombre, del hermano. Hay una similitud innegable entre las dos palabras.

EL PAIS DE LOS CUICAS, se comunicaba por el norte con los llanos de Carora y el lago de
Coquivacoa, por el sur con las montañas de Mérida y los llanos de Barinas, por el este, con tierras
de lo que son hoy los llanos de Lara y Portuguesa y por el oeste con tierras del Zulia y lago de
Maracaibo, antes de Coquivacoa.

Con propósitos de defensa y otros fines, los CUICAS se unieron con sus vecinos del sur: LOS
TIMOTÍES o TIMOTES, unión que ha hecho que muchos etnógrafos e historiadores, los consideren
como una misma parcialidad, y así los han denominado: TIMOTO-CUICAS. Claro que entre los
dos grupos hay puntos comunes, como bien pueden encontrarse con NACIONES mas distantes y
distintas, por ejemplo, la manera de contar el tiempo de los Cuicas era igual a la de los Mayas y
Aztecas y se han precisado afinidades idiomáticas de los Cuicas con los naturales de Honduras y
Costa Rica, y en muchos aspectos con los Incas del Perú, lo que en nada compromete la
individualidad de unos y otros. Se ha de romper la amalgama Timoto-Cuicas para la especificidad
de su estudio. Recuérdese que se ha hablado, con mucho tino, de dos dialectos: el Cuicas y el Timotí
o Mucuchíes, para hacer más palpable la separación.

La raíz étnica de los Cuicas está en los Chibchas, miuscas o moscas; situados en la Cordillera
Oriental de lo que es hoy la Republica de Colombia, distinguida por los españoles como Nueva
Granada o Nuevo Reyno de Granada. En la Cordillera Oriental están Boyacá, Cundinamarca y
una parte de Santander. Los Chibchas con los Caribes, los quimbayas, los zenúes, los catíos, los
guanes, los pastos y los quillacingas fueron las tribus más importantes de las que poblaron el
territorio del Hermano país. El grupo mas fuerte fue el de los Caribes, que dominaron las costas y
los valles.

Entre los indios de Trujillo y los de Tunja y otras regiones de influencia Chibcha en Colombia, se
advirtieron analogías muy especiales, tanto en el físico, como en las costumbres, espíritu de
sociabilidad, adaptación, disposición de servir, de ser útiles y hasta en el dialecto.

Asimismo se perfilan vinculaciones entre los Cuicas y los indios del pueblo Quechua, en las
pinturas rupestres y en ciertas piezas de cerámica, vinculación que se nota hasta en la trama y
relación de leyendas, en la construcción de calzadas, baluartes, terraplenes, huacas, pretiles,
acequias, cultivo de la tierra y ciertas industrias. También se fijan puntos de coincidencia CUICA-
INCA en la ornamentación y en los ritos funerarios y teogónicos, de estos últimos en la adoración
del sol, el astro- rey, cuyo descenso celebraban con análoga ceremonia; para los del Perú era la
bajada del sol: INTI, su dios supremo; para los Cuicas: la bajada de NA-REUPA, cuya
significación era la misma. "
................................................................................

La foto que ilustra este post, pertenece al Museo de Ciencias Naturales. Caracas. (Origen: Nación
Cuicas).

Es una figura femenina, de arcilla modelada y ornamentación policromada.

La mayoría de las figuras de este tipo tienen la cabeza achatada y tocado trenzado; ojos y boca
figurados por una incisión ancha horizontal. El cuerpo es corto con brazos pequeños a manera de
asas; muslos abultados , senos y orejas sugeridos por una perforación. La decoración pintada casi
siempre es lineal, cruzada y escasamente curvilinea.
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ASI LO VEO DESDE TUCUTUCU:


“Una verdadera Revolución, está ejecutando el ilustre trujillano JOSE ANTONIO ABREU ANSELMI,

fortaleciendo los valores morales e intelectuales de los niños y jóvenes; como líder de la mayor Gesta

Civilizadora de la Paz, en la Historia Contemporánea Latinoamericana y del Resto del Mundo”.

El Cronista de Tucutucu.

http://www.youtube.com/watch?v=Uintr2QX-TU

http://www.youtube.com/watch?v=WXoobyEi470
http://www.youtube.com/watch?v=PwxPZMDDm_k

http://www.youtube.com/watch?v=BF5BCQVfcCU

http://www.youtube.com/watch?v=_El7qwib0dc

http://www.youtube.com/watch?v=amSqQ5XNaGE

cronistadetucutucu@gmail.com
TRUJILLO DE VENEZUELA.
Fecha de Fundación: 9 de octubre de 1557.

Fundador: Primer Gobernador y Maestre de Campo: Diego García de Paredes.

Aborigenes que habitaban los territorios: La Nación de LOS CUICAS.

Patrona: Nuestra Señora de la Paz.

La ciudad de Trujillo: es la capital del Estado Trujillo, y se encuentra situada en el Valle de los
Mucas, que es regado por la Quebrada de los Cedros y el Rio Castán.

El Estado Trujillo: tiene una superficie de 7.532 kilometros cuadrados, es el mas pequeño de los
estados andinos , es una porción de la Cordillera de los Andes, en el Occidente de Venezuela.
Venezuela y el
Mundo
Venezuela, its presence in the world today is popular due to its importance in the international
political scene and the many resources available: the black gold (oil), yellow gold (Mining) and
white gold (Hydropower) . The blog is aimed at all groups concerned, to keep the community
informed on various issues and developments needed to know about news and culture.

miércoles, 5 de febrero de 2014


EL PROMINENTE REINO DE LOS CUICAS (I).

Al doctor Francisco González Cruz, rector de la Universidad Valle del Momboy, en


Valera, Venezuela. Dedico.

Amigos invisibles. Este tema a tocar para mí es permanente, pues


desciendo de aquel reino ficticio e indígena donde nací y en parte me
formé, de donde a mis años puedo escribir con sensatez y claridad sobre
tantos aspectos del hasta ahora poco conocido grupo cultural que viene a
ser un ícono dentro de esa Venezuela indígena entre la variedad de tribus
establecidas en el país, porque a su desarrollo dediqué el libro “Diccionario
general de los indios cuicas” (Caracas, 1997) y otro trabajo condensado con
el mismo epígrafe identificador en este blog el 28 de abril de 2.012, siendo
producto del estudio respectivo y que ahora prometo ampliar lo necesario
(con el permiso de los pacientes cuanto interesados lectores) para que
todos sepan los intríngulis de ese mundo casi desaparecido entre un mar
de leyendas y por cuanto suficientes amigos me han pedido que insista
sobre el trabajo realizado a fin de darlo a conocer entre los antropólogos e
indigenistas, académicos y otros amantes extranjeros, lo que comienzo a
imbricar en varias sesiones de enseñanza, porque de otra manera no podría
ser.

ORIGEN GENÉTICO.

La cadena de montañas que conforman la parte andina de


Venezuela, por lo contrario del macizo guayanés, son las tierras más
nuevas de nuestro territorio, pobladas lentamente y quizás desde hace
unos cinco mil años, una vez que se retirara de aquellos lugares el período
glacial. Desde luego que en el contexto de esa masa autóctona americana y
dentro de dos teorías, la mongólica siberiana o la polinesia del etnólogo
Paúl Rivet, gentes extrañas vinieron a establecerse en los nuevos
territorios, de donde a Venezuela entran por el Sur dos grandes oleadas
indígenas, arahuacos y caribes que con el curso del tiempo tomaron
posición en el entorno de las fronteras establecidas, para así irrumpir desde
el llano sabanero y hacia los escarpados Andes venezolanos parte de esa
nación arahuaca, entonces más desarrollados culturalmente, mientras los
guerreros caribes salían a través del río Orinoco para extenderse por el
amplio mar al que dieron su nombre.
Dentro de la superposición de sociedades y costumbres, hacia el
comienzo del segundo milenio aparecieron desde el Occidente y en
nuestros Andes venezolanos, pueblos de otra realidad cultural, más
sedentarios incluso, que provenían como desprendimientos avanzados de
la fronteriza gran nación muisca o cundiboyacense colombiana, que en la
mezcla subsiguiente se fueron aposentando en lo que hoy son los tres
estados andinos y otras tierras cercanas, con buen entendimiento de sus
habitantes, desde las montañas altas del Estado Lara hasta la extensa
altiplanicie de Cundinamarca, donde predominaba la etnia chibcha, dueña
de mucho oro por el trueque que hacía en la venta de ricos placeres de sal
minera (kuchafi o mumbúh). Pero ese negocio interactivo vino a decaer
cuando las aguerridas tribus caribes entran por el lago de Maracaibo o de
Coquivacoa y se adueñaron de sitios estratégicos fluviales pertenecientes al
hoy Estado Táchira, con lo que en la ruptura habida se perdió aquel
comercio tribal y el entendimiento establecido de siglos atrás, de donde los
indios mukus de Mérida y los cuicas de Trujillo (nunca unidos en una sola
nación, en la falacia y leyenda de lo absurdo comienzan a llamarlos
timotocuicas) despojados de ese cordón umbilical formativo, dentro de una
nostalgia acompañante quedaron apenas con una relación no muy
dinámica entre ellos mismos.

DOS NACIONES, DOS RÍOS.


Delineados así estos comienzos del estudio debemos afirmar, por
tanto, que dos grupos culturales indígenas afines por su procedencia pero
no iguales, existieron para el momento en que los conquistadores
españoles penetran por primera vez en territorio andino de Venezuela, es
decir, el extenso grupo mukus correspondiente a Mérida, y el poblado
cuicas, establecido en Trujillo. Ambas grandes naciones compuestas por
numerosas tribus mantuvieron buenos contactos étnicos y culturales sin
perder su identidad, e incluso en ciertos sitios territoriales se relacionaban
de manera estrecha, como fue el caso de los fronterizos indios timotíes.

A objeto de mejor separarlos, basta decir que la nación mukus tenía


como vértice de su existencia el merideño río Chama y sus afluentes, y
dividido por la impar cordillera nevada andina en sus altas montañas hacia
el oriente de aquel territorio se hallaba establecido el fantástico mundo de
los cuicas, cuyo eje vital también era el caudaloso río Motatán (Hitatán),
que en un principio dio nombre a esos terrenos de su cuenca, y a la vez el
río Boconó, cuyas aguas son servidoras hacia los grandes cauces llaneros.
Es menester aquí decir que los nombres para identificar tales culturas no
provienen de alguna superposición de jerarquías, pues la mukus (así
respeto la “k” determinante) o para otros chama, deriva de la toponimia
existente, y la cuicas se debe a la extensión lingual que dieron los
conquistadores a los pueblos situados en lo que hoy conforma el Estado
Trujillo, al haber penetrado inicialmente sus huestes por tierras de los
indios cuicas, pues en verdad estos lugares estaban poblados por cuatro
importantes familias indígenas al mando de caciques diversos, que se
emparentaban entre sí y que por cierto no anduvieron muy de buenas unas
con otras parcialidades, lo que dio oportunidad a ser pronto sojuzgadas por
el invasor europeo al mando del extremeño Garcia de Paredes, a pesar de
las oposiciones armadas que por cerca de dos décadas les hicieron algunos
connotados caudillos indígenas (ergo Pitijai) y sus huestes.

LOS CUICAS Y LA PENETRACIÓN ESPAÑOLA.

Para ampliar el concepto debemos señalar que la palabra “cuicas”


proviene del término chibcha “cuate quica”, que significa “tierras altas”, y
que esta nación se hallaba asentada sobre una superficie serrana de 362
leguas, según el cálculo español, mas las tierras bajas adyacentes, es decir,
algo así como 8.000 kilómetros cuadrados, correspondientes a un poco más
del hoy Estado Trujillo, tierras que corren desde el páramo Serrada hasta el
macizo de Comuñere, para llegar al portachuelo y llanos de Carora y
Monay, la quebrada Tafajes, hacia el occidente timotí, las aguas vertidas
rumbo a los llanos barineses y piedemontes andinos, y los otros fluidos
acuosos que encauzados por el Motatán, río padre de la nación cuicas,
vierten su caudal en el lago de Coquivacoa (Maracaibo).
Sea oportuno asentar que los primeros españoles que exploran
terrenos de esta nación andina son algunos soldados dispersos al mando
del capitán y justicia mayor Pedro de San Martín, de la soldadesca
extraviada a cargo del alemán welser Ambrosio Alfinger, que un tanto
perdidos deambularon por tierras lindantes con el lago de Maracaibo. Años
después y por alguna información de confidentes indígenas sobre supuestas
riquezas auríferas (que en verdad eran vetas de mica o silicatos brillantes)
se arma una expedición al mando del mestizo coriano Diego Ruiz Vallejo,
que sale de El Tocuyo en 1549 y con adversidades presuntas va hasta el
valle de Boconó, sin obtener mayor éxito de riqueza en tal búsqueda
apresurada. Y es al extremeño trujillano Diego García de Paredes, hijo del
famoso “Sansón de Extremadura”, a quien toca el honor de incursionar de
manera definitiva y oficial sobre el territorio cuicas, quien desde El Tocuyo y
a través de los Humocaros larenses da vueltas para al fin hallar un sitio
propicio a objeto del asentamiento humano requerido, en el populoso sitio
de Escuque, de donde una vez fundada la población llamada Trujillo con el
protocolo de costumbre, debió cambiarse aprisa de lugar a esta “ciudad
portátil” rehecha en siete oportunidades, de donde su cognomento
nominal varió por causa de los traslados, debido en casos puntuales como
los latrocinios y violaciones con la población autóctona, otros desmanes,
malos terrenos infecundos para la agricultura y variadas calamidades
naturales como la invasión de grandes hormigas llamadas bachacos, la
salubridad, etc., hasta que al final el también extremeño Francisco de
Labastida con olfato zahorí la asentó en un pequeño valle pacífico de los
indios Mucas, abrigándola así contra las posibles excursiones y guasábaras
indígenas.

POBLACIÓN Y FAMILIAS.

Dentro de un territorio poco poblado (500.000 personas) como era


Venezuela, el número de los habitantes cuicas para aquel tiempo de la
colonización española podía exceder algunos 20.000 naturales, si tomamos
en cuenta la alta mortalidad de sus miembros debido a causas comunes
como enfermedades infantiles (diarreas), sarampión, deficiente ingesta
alimenticia (tuberculosis) y a la relación con el hombre barbudo, blanco
(karachu), que produjo encuentros guerreros, trabajos extenuantes y
nuevos padecimientos, por ejemplo la terrible viruela, para la cual no
tenían defensas corporales los nativos, de donde fallecieron por miles a
causa del terrible flagelo transportado. Otros padecimientos que se
ensañaron con el elemento indígena fueron el ancestral bocio, el importado
tifus, la malaria o paludismo, la fiebre amarilla de las tierras bajas, y la
terrible lepra, sobre todo en las regiones altas o parameras trujillanas.

Cuatro importantes familias conformaban esta nación, que fueron :


1) Los tostóses, identificados por boconoes, con quince parcialidades
(majunt); 2) los timotes, con ocho parcialidades en Trujillo, estos muy
consustanciados con los demás cuicas, y otras doce parcialidades del lado
merideño, aguas arriba del río padre Motatán, que hacía de franja divisoria
y que sirvió durante la colonia como frontera entre Santa Fe y Venezuela;
3) Los valientes escuques o escuqueyes, conformados por doce
parcialidades habitantes de tierras altas por las montañas del emblemático
cerro El Conquistado, y las bajas hacia Betijoque y los llanos cercanos al
lago marabino; 4) Los propiamente cuicas, más cercanos a El Tocuyo, con
veinticinco parcialidades. A este linaje característico hay que agregar la
peculiar familia cuicas de los tirandáes, con catorce parcialidades
principales centradas alrededor de lo que hoy se llama el emblemático
Santiago (chachí). Esas familias principales dependían anímicamente de
los villajes o centros indígenas (kustomós) de Boconó, Jajó, Escuque y
Carache. Dentro del sedentarismo existente a que estaban
acostumbrados, en dichas tribus podían contarse diecisiete pueblos
aborígenes con dialecto común, salvo localismos y algunas influencias
exógenas fronterizas, de donde bien se entendían en la diaria relación
social. A estos pueblos aborígenes una vez llegados los españoles pronto
los reubican en lo que ellos llamaron “asentamientos”, que luego algunos
cambiaran de emplazamiento por disposición legal española, siendo así
otros indios repartidos y colonizados mediante las llamadas encomiendas.

En definitiva los cuicas se componían de cinco grandes familias y un


total de ochenta y seis parcialidades, que le dieron característica y
presencia a esta nación y que por rara concordancia como caso especial
siempre ha identificado in extenso a su pueblo con el territorio trujillano.
Debemos indicar igualmente que la nación cuicas estuvo rodeada en sus
fronteras de otras tribus indígenas, entre las que señalamos: A) Los fieros
jirajaras y betoyes, de origen nómada caribe, establecidos hacia las zonas
de los llanos de Monay y Carora los primeros, quienes emparentaron
mezclándose en algunos casos con los cuicas caracheros (verbigracia el
caso de Pitijay), y al Sur del Estado en el piedemonte portugueseño y
barinés, los segundos; B) Los quiriquires, motilones y aliles, también de
origen caribe, a través de contactos mantenidos por el lago de Maracaibo,
como expertos navegantes en curiaras; C) Los caquetíos y homocaros
(humocaros) larenses cuyo hábitat correspondía por el piedemonte andino
y caroreño; D) Los aracayes, gayones y cambambas, hacia las estribaciones
llaneras; E) Los caratanes y calderas, también vagabundeando en el
piedemonte barinés; F) Y los chamas, mucuchíes y chachopos, hacia las
alturas de la cordillera andina, una vez traspasado el río Motatán. Otra
penetración indígena también existió por parte de la nación mukus, es decir
los timotíes, que algunos se establecieron en una faja desde las márgenes
del río Motatán hasta Castil de Reina, cerca de Mendoza Fría, con prácticas
culturales muy influenciadas por la cultura cuicas.

AMBIENTE GEOGRÁFICO.

Con respecto a la materia geográfica podemos agregar que en el


mundo territorial de los cuicas hay treinta ríos principales o cursos de agua,
con buena contención de líquido para aquellos tiempos debido al espeso
follaje de sus bosques, y que además se podía divisar treinta y cuatro picos
montañosos, algunos parameros (gank), con más de tres mil metros de
altura, donde reinaban las plantas mágicas como el frailejón de hojas
aterciopeladas (fho) y el vigorizante díctamo real (drossera condeensis), el
reino mágico de la neblina y el silencio mayor entre bellas lagunas
existentes, y donde pasearon sus imponentes cuerpos territoriales el
característico oso frontino y el alado cóndor altanero, que también domina
el escudo de armas trujillano.

El río Motatán, caudal emblemático de aquellos indios cariñosos


porque era fuente de vida y esperanzas, de un inicio separó el territorio
dependiente de Pamplona en Colombia y el que correspondía a El Tocuyo,
cabeza colonial de Venezuela, según la división de sus aguas, lo que se
hiciera ley mediante convenio firmado en el valle de Tostós (Boconó) a
principios de 1559, entre representantes de ambas partes jurisdiccionales, o
sea al inicio de la conquista de este territorio indígena. A ese río padre
(kombok) que desemboca por rico delta en el lago de Maracaibo, le son
afluentes muchos cauces y quebradas, como el Momboy, Misturnucú
(Jiménez) y el Carache, y dentro de la división colonial que separaba a
Santa Fe de Venezuela en la orilla granadina se hallaba establecida la
floreciente Mucurujún (Timotes), en la vía que parte de los Cuatro Caminos
(op) indígenas para después unidos atravesar el territorio cuicas, mientras
el natural indígena entre bucares y cedros milenarios contempla la belleza
paramera de Cabimbú y Tuñame, con el Musi por frente (Teta de Niquitao),
y donde mediante otras veredas ascendían las calzadas indígenas
encontradas por Barinas, en la senda lenta pero segura hacia el intercambio
permanente con Mucuchíes y Tatui (Mérida).

VIDA SOCIAL.

En cuanto a la manera de ser de estos indígenas trujillanos diremos


que eran sedentarios por esencia, agricultores y también practicaban la
cacería con trampas y flechas envenenadas (o la pesca con plantas
ponzoñosas usando así el tóxico llamado barbasco y la lanza delgada), pero
lo que excediera en riqueza natural dentro de sus diversos territorios fríos,
templados o calientes fue la abundancia de venados, chiguires, picures,
conejos, lapas, joques (hurones pequeños), dantas, loros, monos, aves
(kchú) y otras carnes para el diario consumo. En materia de agricultura
tradicional se valían de los sistemas andinos heredados de esos ancestros
muiscas para practicarla mediante terraplenes o vallas de piedra (catafós)
con riego incorporado (tobaley) a través de guaduas, árboles huecos de
yagrumo y acequias trabajadas, utilizando también estanques de
almacenamiento (quinpués) y trojas para guarecer productos de la tierra.
Usaban igualmente las hachas talladas, picos y la coa, duras y puntiagudas,
chícora o barretones hechos con maderas fuertes y afiladas para sembrar,
teniendo a la mano marusas, manares, cataures, sacos de henequén y otras
bolsas artesanales a fin de transportar los productos, muchas veces
llevados a la espalda (kasembeuch), la frente o el hombro (kukutan), hasta
cuando llegaron los españoles y aportan el valioso uso del burro, el mulo y
el caballo.
Por tradición ancestral toda la propiedad era colectiva, aspecto
también de origen muisca, y se vivía de preferencia en aldeas o grupos
comunitarios, en chozas grandes o pequeñas (kfok o kurokotas) de tierra y
palmas (kúrkutas) o bahareque, pero en las regiones parameras era
necesario utilizar la piedra (teunch) a objeto de resguardarse del frío
(cheúch) tenaz. Para el dormitorio (tetmuí) utilizaban como camas
(kuaken), las tejidas esteras (petates) de plátano, cubiertos con mantas
(cupak), las trojes (kaken), barbacoas, y en lugares calientes los espaciosos
chinchorros o hamacas de henequén o cabuya sostenidos por cuerdas y
mecates. En las casas usaban además de cuernos (shiayá) de venado para
colgar, el fafoy con que recoger agua a mantener en fresca pimpina, la
paleta o curandún, un fogón primitivo o anafe con tres topias y leña (tishep)
de carbón, prendido con tizones o mediante el frotamiento de maderas
secas, para en ollas (nayú) hacer los hervidos de carnes y legumbres (kozó)
con cambur cocido y arepas abundantes, mientras la piedra de moler maíz
(“kiangue”, y “metate”, o sea la piedra labrada redonda, más pequeña y
mejor alargada), para hacer arepas en el budare, las vasijas de barro cocido,
algunas a manera de botijos, y otras con asas o agarraderas, eran
indispensables con la necesaria jícara y totuma para líquidos calientes como
el chocolate, a fin de así revivir la vida social e intimista de esa nación
indígena de los cuicas, en Venezuela.
ESTE TRABAJO SOBRE LOS INDIOS CUICAS CONTINUARÁ PRÓXIMAMENTE.

Como en las películas de vaqueros


Timotes y cuicas
Recreando una cultura
Secretos de nuestro pasado agrícola
Un poco de lenguaje
Destierro y reencuentro
Frutos de la resistencia

Bolso creado por el grupo étnico: Yu’pa procedente de la Sierra de Perijá.


Portada del libro La persistencia de los dioses (1985)

Figura antropomorfa
Piñango, Estado Mérida.
Portada del libro La cultura campesina en Los Andes venezolanos (1976)

Río Chama

Habitante de las montañas de Mérida


Nohelí Pocaterra, reprentante oficialista de los grupos indígenas en Venezuela.

Como en las películas de vaqueros

Al llegar los españoles a Venezuela, los indígenas tuvieron distintas reacciones. Unos se defendieron con resistencia armada.
Aquí en Mérida la hubo hasta muy entrado el siglo XIX, es decir, hasta muy tarde, sobre todo en los grupos de origen Chibchas,
con focos de resistencia en las alturas. Bajaban y atacaban los pueblos españoles y luego a los criollos. En el siglo XIX se
mudaron, se fueron al sur del Lago de Maracaibo y a la Sierra de Perijá y fueron llamados Motilones. Tenían una gran identidad
étnica, por eso es que resistieron tanto. Incluso, a principios del siglo XX, atacaban los trenes –como en las películas de
vaqueros- de las compañías norteamericanas de petróleo que llevaban el petróleo desde la zona Machiques hasta Maracaibo.
En la década de los 80 el gobierno inició trabajos para canalizar los ríos de la zona y eliminar varios pantanos donde los
indígenas vivían en montículos. Fueron una vez más excluidos de sus tierras y terminaron finalmente sólo en la Sierra de
Perijá.

Timotes y cuicas

Los historiadores erróneamente llaman a los indígenas de Mérida “Timotocuicas”, término que estamos combatiendo los
antropólogos de occidente. Nosotros utilizamos ese término "Los Muku-Chama" ofreció Julio César Sálas, que fue un
investigador de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Había “timotos” en el páramo y había “cuicas” en Trujillo, en la
zona que se llama todavía así “Cuica”. También existían los Mucuchíes y los Chiguaray. En todas partes había familias que
pertenecían a una misma cultura, como lo demostraba su agricultura, los rituales mortuorios según la jerarquía social, la
artesanía… pero hablaban lenguas distintas. Cuando llegaron los españoles a Lagunillas se encontraron con una ciudad con
árboles frutales, plantas de todos tipos, conucos muy bien organizados y que criaban pavos que hoy todavía los campesinos
merideños los llaman con su nombre chibcha “piscos”. Los únicos sitios donde los cronistas de la colonia reportaron la cría de
pavos ha sido en México y en Lagunillas, por eso nuestro campesino merideño está acostumbrado a criar pavos, a comer
huevos de pava, mientras que los otros campesinos venezolanos no.

Recreando una cultura

Estar en Mérida desde 1971 me ha permitido profundizar en la cultura de la zona; se ha hecho una investigación más
sistemática de nuestra población criolla campesina que en otras regiones. En ella se puede observar cómo la cultura indígena
resistió reestructurándose cuando tuvo contacto con la cultura española. Los campesinos tienen conciencia de ese proceso y
conservan su historia, la cual hemos recogido muchas veces… Claro está, no es la misma historia que enseñan en las
escuelas.

Hemos observado que conservan sus mitos transformándolos en función de elementos nuevos. Por ejemplo sus dioses
tomaron la forma de los santos católicos. Transformaron sus animales míticos en función de los nuevos animales que trajeron
los españoles. Vemos así cómo además de los venados, tigres, jaguares, pumas, leones, águilas, cóndores, cachicamos se
integraron a los ritos los caballos, chivos y los perros – bueno, había perros, pero como ellos dicen “perros mudos” –. Cuándo
hablan del arco iris, por ejemplo, dicen que tiene forma de culebra y cabeza de caballo. Los danzantes de Pueblo Nuevo del
Sur tienen la fiesta de Santa Rita. Cada caserío viene con su animal mítico para bailar, los cuales representan seres del pasado
que dieron origen a los hombres. Usan animales autóctonos como la iguana, el cachicamo y el oso, pero agregaron el chivo, el
perro y el toro. Eso es creatividad, una creatividad que también es una forma de resistencia; han conservado la estructura de
sus expresiones culturales y al mismo tiempo han creado nuevas.

Secretos de nuestro pasado agrícola


Antes de la llegada de los españoles Mérida era más agrícola que ahora, porque los indígenas tenían la tecnología de las
terrazas. Las crónicas del principio de la conquista hablan de cómo las laderas estaban terraceadas y teníamos sistemas de
riego por todas partes. Ellos llamaron a los canales de riego de los indígenas “acequias”. Muchas desaparecieron; las utilizaron
para haciendas o para hacer acueductos para las ciudades. Por eso la zona de Acequias en Mérida se llama así, porque –es
impresionante, de verdad- posee kilómetros y kilómetros de canales de riego de origen indígena.

Los españoles que estuvieron aquí no entendieron la importancia de la agricultura en terrazas. En Perú, en cambio, sí supieron
apreciarlas porque a ese país llegaron grupos más educados. Incluso, llegaron a hacerlas. Los que llegaron aquí las eliminaron
cuando ingresaron el arado. Hoy en día todas las terrazas están cubiertas por algunas selvas, pero también hay algunos
vestigios en Mucurubá y Escaguey.

Un poco de lenguaje

Otra de las características de nuestros indígenas es que en la composición de su lenguaje utilizan los radicales “mu” y “ku”. La
gente creía erróneamente que se trataba de una sola sílaba “mu-ku” y que su significado era “lugar”. Pero el “mu” en realidad
significa “la tierra sagrada de los antepasados” en los idiomas chibchas y “ku" que tiene que ver con los clanes, matrilineales y
matrilocales, porque ellos estaban organizados alrededor de la familia materna, como en el caso de los actuales Wayuu.

Ellos tenían varias lenguas; las de origen chibcha y otras arawuacas que llegaron desde los llanos y desde el lago de
Maracaibo. Ahora se conocen como Muku-chamas. “Mu-ku”, porque es cierto que aparece muy a menudo estos radicales en
los nombres de la tipografía y “Chama”, porque es el río principal de la zona -y con ello se distinguen de otros grupos indígenas.
De seguro tenían su propio nombre, pero no lo hemos logrado conocer, porque los españoles nunca recogieron eso en sus
crónicas y si lo hacían los llamaban erróneamente con el nombre de algún Cacique.

Destierro y reencuentro

Para no perder su cultura y su lengua los indígenas de nuestro país se iban lejos de los asentamientos que tuvieron antes de la
colonización. Otros fueron encomendados. Al principio el rey español mandaba a que ellos tuvieran tierras ( que llamaban en
esa época resguardos ). Pero muy rápidamente fueron invadidas; primero por los españoles y después por los criollos.
Nosotros tenemos todavía indígenas en Mérida que preservan esas tierras y los estamos asesorando para que se las puedan
reconocer a través de las nuevas leyes sobre tierras indígenas.

En la constitución anterior a la de 1999 no se habla ni una vez de los indígenas, como si no existieran; cuando teníamos 34
etnias en Venezuela. Al principio del siglo XX había 52; desparecieron 18. En otras zonas -como Mérida, Trujillo y Lara- existen
descendientes de antiguas etnias que aunque perdieron su lengua -infelizmente en las últimas décadas las perdieron
definitivamente- aún conservan costumbres como la tierra colectiva, las creencias, los rituales, las formas de trabajar la tierra y
sus productos.

Frutos de la resistencia

Ahora me siento optimista, porque creo que en los últimos años ha habido avances para que los derechos de nuestros
indígenas sean reconocidos. La constitución de 1999 reconoce el derecho a la tierra y también a la participación. Nohelí
Pocaterra ha sido presidenta de la Asamblea dos veces; eso nunca antes pasaba.

La vida del indígena ha sido difícil, pero están empezando a recuperarse. Les gusta muchísimo que hayan reconocido su
lengua y que donde quiera que exista población indígena las escuelas obligatoriamente deben ser bilingües.

Todavía existen muchos problemas, por ejemplo para la entrega de los títulos de propiedades colectivas. Desde 2000 casi
todos los grupos poseen una autodemarcación de sus territorios (de sus resguardos), pero ha habido retrasos y ahora –casi
cinco años después- es que acaban de reconocer algunos.

Hace poco vinieron 222 representantes de los indígenas, además de antropólogos y gente que ha trabajado en eso, para
estudiar por qué no se le da término a ese proceso. Una de nuestras conclusiones es que tal vez los mismos funcionarios
encargados no están convencidos de la necesidad de entregar esas tierras, porque están formados en la Venezuela de ayer,
en la historia que muestra que el indio es irracional, infantil, que no tiene por qué tener tanta tierra, pero repito, soy optimista, se
trata de cuestiones que poco a poco se están resolviendo y los indígenas ahora están pendientes y tienen poder para que
finalmente se haga

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