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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE

VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUC. SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “SIMÓN RODRÍGUEZ”
NÚCLEO SAN JUAN DE LOS MORROS
CARRERA: EDUCACIÓN
MATERIA: EDUCACIÓN AMBIENTAL

INFORME:
LA EDUCACIÓN AMBIENTAL Y LAS CIENCIAS AMBIENTALES

FACILITADOR: PARTICIPANTES:
Lcda. Msc Ayarí Maluenga Camargo, Mayra C.I. 19.472.528
Rebolledo, Yosmary C.I. 19.725.654

Sección “I”

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SAN JUAN DE LOS MORROS, Noviembre de 2009
LA EDUCACIÓN AMBIENTAL Y LAS CIENCIAS AMBIENTALES

1.1. Educación Ambiental

Definición:

La Educación ambiental, es la educación orientada a enseñar como funcionan los


ambientes naturales y en particular, como los seres humanos pueden cuidar los
ecosistemas para vivir de modo sostenible, minimizando la degradación.
Otra definición al respecto, la define como un proceso que incluye un esfuerzo
planificado para comunicar información basado en los más recientes y válidos datos
científicos al igual que en el sentimiento público prevaleciente diseñado para apoyar
el desarrollo de actitudes, opiniones y creencias que apoyen a su vez la adopción
sostenida de conductas que guían tanto a los individuos como a grupos para que vivan
sus vidas, crezcan sus cultivos, fabriquen sus productos, compren sus bienes
materiales, desarrollen tecnológicamente, etc; de manera que minimicen lo más que
sea posible la degradación del paisaje original o las características geológicas de una
región, la contaminación del aire, agua o suelo, y las amenazas a la supervivencia de
otras especies de plantas y animales.

Origen:

El origen del término surge a principios de los años 70, momento en el que se
muestra más claramente una preocupación por las graves condiciones ambientales del
mundo.
Para buscar el origen de la educación ambiental nos remontaremos hasta las
sociedades antiguas, en las que se preparaba a los hombres en estrecha y armónica
relación con su medio ambiente. Sin embargo, el origen del término “Educación
Ambiental” surge a principios de los años 70, momento en el que se muestra más

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claramente una preocupación por las graves condiciones ambientales del mundo. Por
esta razón, en muchas ocasiones se dice que la educación ambiental es hija del
deterioro ambiental.
En España, no es hasta los años 80, con la creación del Estado de las Autonomías,
cuando surgen gran parte de los programas y actividades que utilizan la etiqueta de
“Educación Ambiental”. Tras la firma de la Conferencia de Moscú en 1987, momento
del “boom” naturalista, todos los organismos públicos y privados refuerzan sus
actuaciones encaminadas a la educación ambiental.

Funciones:

1. Lograr que tanto los individuos como las colectividades comprendan la


naturaleza compleja del medio ambiente (resultante de la interacción de sus diferentes
aspectos: físicos, biológicos, sociales, culturales, económicos, etc.) y adquieran los
conocimientos, los valores y las habilidades prácticas para participar responsable y
eficazmente en la prevención y solución de los problemas ambientales y en la gestión
de la calidad del medio ambiente.
2. La educación ambiental resulta clave para comprender las relaciones
existentes entre los sistemas naturales y sociales, así como para conseguir una
percepción más clara de la importancia de los factores socioculturales en la génesis de
los problemas ambientales.
3. Impulsar la adquisición de la conciencia, los valores y los comportamientos
que favorezcan la participación efectiva de la población en el proceso de toma de
decisiones. La educación ambiental así entendida puede y debe ser un factor
estratégico que incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo hacia
la sostenibilidad y la equidad.
4. Debe convertirse en una base privilegiada para elaborar un nuevo estilo de
vida. Ha de ser una práctica educativa abierta a la vida social para que los miembros
de la sociedad participen, según sus posibilidades, en la tarea compleja y solidaria de
mejorar las relaciones entre la humanidad y su medio.

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Objetivos:

Los objetivos de la educación ambiental, son:

(a) Toma de Conciencia: ayudar a las personas y a los grupos sociales a que
adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los
problemas conexos.
(b) Conocimientos: ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una
comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y
de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad
crítica.
(c) Actitudes: ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores
sociales y un profundo interés por el medio ambiente, que les impulse a participar
activamente en su protección y mejoramiento.
(d) Aptitudes: ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las
aptitudes necesarias para resolver problemas ambientales.
(e) Capacidad de evaluación: ayudar a las personas y a los grupos sociales a
evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los
factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales.
(f) Participación: ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen
su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de
prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten
medidas adecuadas al respecto.

1.2. Ciencias Ambientales

Definición:

La definición de ciencia ambiental es una tarea compleja justamente porque se


trata de un ámbito que va más allá de las definiciones disciplinarias canónicas.

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En este sentido, las Ciencias Ambientales son una disciplina científica cuyo
principal objeto es buscar y conocer las relaciones que mantiene el ser humano
consigo mismo y con la naturaleza. Implica un área de estudio multidisciplinar que
abarca distintos elementos. Incluye el estudio de problemas ambientales y la
propuesta de modelos para el desarrollo sostenible.

Objetivos:

Las Ciencias Ambientales reúnen la evaluación científica de las potencialidades,


limitaciones y susceptibilidades del ambiente, con el desarrollo de soluciones a los
problemas de deterioro de la calidad ambiental. Constituyen una respuesta a los
requerimientos de armonizar el desarrollo con la preservación de la calidad de los
recursos naturales renovables y con la conservación de la calidad del ambiente.
De allí, que dentro de los objetivos orientados a las ciencias ambientales son los
siguientes:

1. Caracterizar, de manera integral, la heterogeneidad espacial y temporal de los


recursos naturales.
2. Identificar los factores de estrés (contaminación, factores de deterioro,
perturbaciones entrópicas de distinta naturaleza, cambios globales, etc.) que operan
sobre los ecosistemas y caracterizar sus efectos sobre la estructura y funcionamiento
de los ecosistemas.
3. Diseñar, implementar y gestionar planes de mitigación de daños, restauración
y/o remediación ambiental.
4. Identificar, caracterizar y valorar los bienes y servicios provistos por los
ecosistemas. Diseñar, ejecutar, evaluar y/o supervisar planes de gestión ambiental en
empresas, instituciones públicas y privadas.
5. Diseñar, desarrollar y ejecutar programas de certificación ambiental para
distinto tipo de actividades (productivas, comerciales, de ordenamiento).
6. Ejecutar y evaluar estudios de impacto ambiental.

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7. Planear, ejecutar y evaluar planes de manejo para el aprovechamiento, la
conservación y la protección de los recursos naturales.
8. Intervenir en la definición de la sostenibilidad de actividades productivas y de
planes de desarrollo desde la perspectiva ambiental, económica y social.

1.3. Importancia de la Educación Ambiental

La importancia que la educación ambiental le atribuye a la formación del


individuo, se ve ratificada, por cuanto esta nueva educación pretende sobre todo,
abarcar el medio social y natural como un todo interrelacionado entre sí y vincular los
modelos de crecimiento, con un desarrollo integral sustentado en un ambiente sano,
facilitar la comprensión de la esencia de los procesos, desenmascarar sus apariencias
para con ello propiciar un acercamiento crítico integral a la realidad y convertirse en
un proceso social que facilite una formación que proporcione armas intelectuales y
emotivas para la acción consciente.
Esto, por cuanto el objetivo de la educación ambiental es restablecer las
condiciones de interacción hombre/hombre y hombre/naturaleza, que orienten el
quehacer desde una perspectiva globalizadora, crítica e innovadora, que contribuya a
la transformación de la sociedad. El objetivo fundamental de la educación ambiental,
consiste en lograr que los individuos y las colectividades comprendan la naturaleza
compleja del medio ambiente natural y del creado por el hombre, resultante de la
interacción de sus aspectos biológicos, físicos, sociales, económicos y culturales; y
adquieran los conocimientos, los valores, los comportamientos, y las habilidades
prácticas para participar responsable y eficazmente en la prevención y solución de los
problemas ambientales y en la gestión relacionada con la calidad ambiental del
medio.
En base a lo anterior, es que se considera que el medio ambiente es el entorno en
el cual una entidad opera donde se incluyen el aire, el agua, la tierra, los recursos
naturales, la flora, la fauna, los seres humanos y sus interrelaciones, o sea, su impacto
ambiental.

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1.4. Ecología

Definición:

La ecología, es la biología de los ecosistemas. Estudia los seres vivos, su


ambiente, la distribución y abundancia, cómo esas propiedades son afectadas por la
interacción entre los organismos y su ambiente. El ambiente incluye las propiedades
físicas que pueden ser descritas como la suma de factores abióticos locales, como el
clima y la geología, y los demás organismos que comparten ese hábitat (factores
bióticos).

Origen y Evolución:

J. B. Lamarck en 1810 y a partir de su Filosofía Zoológica define y señala la


importancia del cambio de los hábitos a partir de las circunstancias en la
transformación de los organismos, lo que hoy llamamos evolución biológica. Por
aquel entonces, E. Saint Hilaire brindó su apoyo a las ideas de Lamarck pero con una
diferencia conceptual muy importante; para Saint Hilaire el ambiente imponía las
condiciones de transformación. La teoría darwiniana se siguió de las lamarckianas
pero cincuenta años después. Haeckel, profundo admirador de la obra de Lamarck y
defensor de las ideas de Darwin, funda el ámbito de su ökologie con la idea de la
relación organismo-entorno en una época en que los conceptos termodinámicos
(Segunda ley de la termodinámica) resultaban contradictorios respecto de los
procesos de complejidad y organización crecientes propios de la concepción
evolucionista en ciencias naturales.
Ya en nuestro siglo y desde la década del sesenta, los conceptos sobre teoría de
sistemas, comunicación y cibernética comenzaban a dar forma a una incipiente teoría
ecológica. En esta misma época el discurso "romántico" pregonaba la idea de
constancia de condiciones en los ecosistemas, como también la idea de permanencia
de las especies, de estas concepciones se acrecienta el conservacionismo y la idea de
equilibrio.

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En este contexto, tal vez por pretender forzar los aspectos ambientales de una
problemática creciente, se acuña y populariza la redundancia "medio-ambiente",
sobre todo a partir de su utilización por movimientos ecologistas y su introducción en
los discursos políticos. Las ideas del período romántico de la ecología formaron y
forman parte del marco conceptual del ecologismo actual, mientras que los conceptos
en teoría ecológica siguieron su evolución.
Ya en la década de los noventa, las perspectivas en termodinámica, que se ha
venido proyectando desde los setenta, introducen la idea de estabilidad de las
condiciones ecosistémicas, entendiendo que la estabilidad comporta cambio (a
diferencia del equilibrio), fluctuación en todos los parámetros que puedan componer
un ecosistema a favor de mantener la estabilidad y el no-equilibrio como condición
del estar alejados de los regímenes termodinámicos lineales.
El ambientalismo se suele presentar en algunos argumentos como la presión
unidireccional que modifica de alguna manera la condición los organismos, esta
postura, legada tal vez de las diferencias Lamarck-Saint Hilaire y a favor de este
último, nada tiene que ver con la idea y teoría de la relación, solo genera una
disyunción que lleva a separar al organismo (por pasivo) de su entorno y de sus
mutuas dependencias.
La complejidad ecológica emerge en la aparente paradoja de que como organismos
estamos en un entorno y al mismo tiempo participamos con él.

1.5. Ecosistema

Definición:

El concepto de ecosistema humano se basa en desmontar de la dicotomía


humano/naturaleza y en la premisa de que todas las especies están ecológicamente
integradas unas con otras, así como con los componentes abióticos de su biotopo.
A manera concreta, un ecosistema es un sistema natural vivo que está formado por
un conjunto de organismos vivos (biocenosis) y el medio físico en donde se

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relacionan, biotopo. Un ecosistema es una unidad compuesta de organismos
interdependientes que comparten el mismo hábitat. Los ecosistemas suelen formar
una serie de cadenas tróficas que muestran la interdependencia de los organismos
dentro del sistema.

Tipos:

En la Tierra hay regiones muy diferentes: unas tienen árboles y otras no; en unas


hay agua abundante y otras están casi secas; en unas zonas las temperaturas son
elevadas y en otras hace mucho frío la mayor parte del año. Por tanto, podemos
diferenciar muchos ecosistemas diferentes. Una clasificación básica distingue entre
ecosistemas terrestres y ecosistemas acuáticos.
Las plantas y los animales que viven en un ecosistema son distintos a los que
viven en un ecosistema diferente, aunque es cierto que algunos animales se han
adaptado a vivir en condiciones muy diversas. Por ejemplo, las personas. Y no
encontraremos la misma fauna en un bosque templado de España que en un bosque
templado de Australia.

1. Los ecosistemas terrestres

Dentro de los ecosistemas terrestres podemos distinguir los bosques, las praderas,


los desiertos o los ecosistemas polares.

Los bosques. En ellos abundan los árboles. Existen bosques diferentes en función
del clima. El bosque boreal es propio de regiones frías. Ahí viven pinos, abetos y
otras coníferas; y también lobos, osos o alces. Los bosques templados crecen en
regiones con clima templado. En ellos hay hayas, encinas, arbustos…; y también
osos, ardillas o ciervos. Y los bosques tropicales aparecen en zonas próximas a los
trópicos, donde las precipitaciones son abundantes. En estos bosques existe una
mayor diversidad de seres vivos: plantas trepadoras, plantas carnívoras, insectos,

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ranas, tapires, monos, pumas, serpientes… En los trópicos la diversidad de vida es
mayor que en otras regiones del planeta. En el Ecuador, por ejemplo, ¡viven 150
especies diferentes de colibríes!

Las praderas. En ellas crecen hierbas o pastos. Por eso abundan los animales
capaces de alimentarse de estas hierbas, como el bisonte, las jirafas o insectos como
las termitas. Y también algunos carnívoros que cazan estos animales, como el
guepardo, las hienas, los leones… La tundra es una pradera fría, la estepa es una
pradera templada, y la sabana es una pradera tropical.
Los desiertos. En estas regiones llueve muy poco. Existe poca vegetación y pocos
animales son capaces de sobrevivir. Los seres vivos que viven en los desiertos, como
el cactus, el camello o algunas serpientes, se han acostumbrado a vivir con muy poca
agua.

Las montañas. En estos ecosistemas, la temperatura desciende a medida que


ascendemos por la montaña. Por tanto, encontraremos distintos animales y plantas a
distintas alturas. En las montañas templadas encontramos ciervos, halcones, carneros
o pumas. En las montañas tropicales hay gorilas, colobos, ranas, vicuñas o colibríes.

Ecosistema urbano. Para los animales, las ciudades ofrecen muchos sitios donde
cobijarse, obtener comida o cuidar a las crías; por ejemplo los árboles y jardines,
salientes de edificios, techos, sótanos… Algunos animales, sin embargo, no se
acostumbran a vivir en las ciudades y se desplazan cuando un pueblo crece. Pero
otros son ya prácticamente animales urbanos. Por ejemplo las ratas pardas, los
gorriones o las palomas bravías. También abundan en las ciudades los insectos, como
algunas mariposas, las cucarachas, las arañas de patas largas o las moscas domésticas.

Los ecosistemas polares. Las temperaturas son bajas durante todo el año. En
muchas zonas, debido al frío, la vegetación es casi inexistente. Algunos animales

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típicos son el zorro ártico, el oso polar y el reno en el Ártico; y los pingüinos, las
focas o la ballena azul en los ecosistemas antárticos.

2. Los ecosistemas acuáticos

La gama de ecosistemas acuáticos es muy amplia: arrecifes de coral, manglares,


ecosistemas acuáticos litorales y de aguas someras, ecosistemas de mar abierto o los
ecosistemas de aguas dulces.

Ecosistemas de litoral. En las aguas poco profundas la luz penetra hasta el lecho
marino, donde pueden crecer las algas y otros organismos que aprovechan la luz
solar. Otros animales se alimentan de estos seres vivos. Algunos animales que habitan
cerca de la costa son las langostas y peces como el lenguado. Pero cerca de la costa
también hay animales que viven en mar abierto: ballenas, tiburones, medusas…
¡Menuda sorpresa se llevan los bañistas de las playas por las que merodea un tiburón!
Un tipo especial de ecosistema marino costero son los arrecifes de coral, en los que
existe una gran variedad de vida: corales, tortugas, esponjas, estrellas de mar,
mejillones, aves marinas, y muchos tipos de peces, por supuesto: pez loro, pez
payaso.

Ecosistemas de mar abierto. Como la luz no llega hasta el fondo del mar, los
animales abundan más en la zona cercana a la superficie. Allí hay organismos
microscópicos capaces de producir alimento a partir de la luz del Sol y animales que
se alimentan, a su vez, de estos organismos microscópicos. El océano es el hogar de
muchos peces, algunos mamíferos, como el delfín, y reptiles, como algunos tipos de
tortuga.

Los manglares. Estos ecosistemas son característicos de las zonas pantanosas


tropicales próximas a la costa, por ejemplo en Centroamérica o Sudamérica. En ellos

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abundan los mangles, árboles acostumbrados a vivir en el lodo del manglar. En ellos
viven numerosas aves, mamíferos, reptiles y peces.

Ecosistemas de agua dulce: río, charcas, lagos, marismas. En estos ecosistemas


viven algas microscópicas que sirven de alimento a renacuajos y otros pequeños
animales. También existen otros animales más grandes, como las ranas y otros
anfibios, insectos como las libélulas, reptiles como los caimanes y las tortugas, aves
como la garza real o peces, como el salmón.

Características:

Lo más determinante para diferenciar los ecosistemas, es su geografía y su clima.


Las condiciones climáticas de un lugar, como las lluvias y temperatura harán que se
asienten una mayor o una menor cantidad de especies en un lugar. También la
posición geográfica que ocupan en el mundo. Su Latitud: porque hacia los polos el
clima es más frío y hacia la línea ecuatorial, el clima es más cálido. Y su Altitud:
porque a mayor altura, se producen mayores precipitaciones y existe menor
temperatura.
Otra característica de los Ecosistemas es su Diversidad. Si existe una gran
variedad de especies, diremos que es un ecosistema con una gran diversidad, como
sucede en los bosques tropicales, donde habitan muchas plantas y animales. Por el
contrario, si existen pocas especies en un ecosistema, como en los desiertos, diremos
que tiene poca diversidad.

Funcionamiento (relaciones alimentarias, ciclos de la materia, flujo de energía):

Relaciones alimentarias. Vinculan los organismos de un ecosistema y son un buen


ejemplo de cómo la materia y la energía se transfieren a través de el. Una cadena
alimentaría es, entonces, una representación simplificada de la interacción que se

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establece en la naturaleza sobre el consumo de alimento. En la naturaleza, las cadenas
se entrecruzan formando complejas redes. La cadena alimentaría esta compuesta por
distintos eslabones. El primer eslabón corresponde a los productores representados
generalmente por Vegetales y algas. Estos organismos son autótrofos porque son
capaces de crear su propio alimento. A estos le siguen los consumidores, organismos
que se alimentan de otros organismos vivos. Y por ultimo los descomponedores y
detritívoros, aquellos que desintegran los restos orgánicos muertos. Este último
permite reiniciar el ciclo nuevamente. Un individuo puede servir de alimento a
muchos otros. La ecología trófica centra su estudio en estos flujos de materia y
energía entre los distintos niveles tróficos.

Ciclos de la materia. Mientras que desde el punto de vista energético el planeta


tierra constituye un ecosistema abierto, desde el punto de vista de la materia, él
nuestro es un ecosistema cerrado.

Los ciclos del carbono biogeoquímico:


El ciclo del carbono. El dióxido de carbono atmosférico y disuelto en el agua es
utilizado por las plantas verdes para sintetizar la materia orgánica vegetal, que tras
diversas transferencias, es transformada de nuevo, parcialmente en dióxido de
carbono por la respiración.
El ciclo del nitrógeno. El nitrógeno atmosférico es transformado en amoniaco
mediante una serie de bacterias del suelo. Otras bacterias transforman el amoniaco en
nitrito y nitratos, y estos últimos disueltos en el agua, son absorbidos por las plantas,
que los incorporan a la cadena alimenticia.
El ciclo del fósforo. El fósforo se presenta en la naturaleza de forma de fosfatos,
ya sea como las rocas fosfatadas o como guano. Disueltos en el agua se incorporan a
las plantas y posteriormente al resto de la cadena alimenticia.

Flujo de energía a través de los ecosistemas. Para que un ecosistema funcione,


necesita de un aporte enérgico que entra en la biosfera en forma, principalmente de

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energía luminosa la cual proviene del sol y a la que se le llama comúnmente el flujo
de energía.
El flujo de energía es aprovechado por los productores primarios u organismos
fotosintéticos (plantas y otros) para la síntesis de compuestos orgánicos que, a su vez,
utilizaran los consumidores primarios o herbívoros, de los cuales se alimentaran los
consumidores secundarios o carnívoros. De los cadáveres de todos los grupos, los
descomponedores podrán obtener la energía para lograr subsistir. De esta forma se
obtendrá un flujo de energía unidireccional en el cual la energía pasa de un nivel a
otro en un solo sentido y siempre con una perdida en forma de calor. Los diferentes
niveles que se establecen (organismos fotosintéticos, herbívoros, carnívoros y
descomponedores) reciben el nombre de niveles tróficos.
En los ecosistemas acuáticos en cada paso se pierde el 90% de la energía, y solo
queda el 10% para el siguiente nivel trófico. En los terrestres el porcentaje que llega
es aun menor.

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