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El desierto antes que la herencia

2 Reyes 3:1-8

1
Joram hijo de Acab comenzó a reinar en Samaria sobre Israel el año
dieciocho de Josafat rey de Judá; y reinó doce años.

  2  E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, aunque no como su padre y su


madre; porque quitó las estatuas de Baal que su padre había hecho. 


pero se entregó a los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a
Israel, y no se apartó de ellos.

Eliseo predice la victoria sobre Moab


entonces Mesa rey de Moab era propietario de ganados, y pagaba al rey de
Israel cien mil corderos y cien mil carneros con sus vellones. 


pero muerto Acab, el rey de Moab se rebeló contra el rey de Israel. 


salió entonces de Samaria el rey Joram, y pasó revista a todo Israel. 


y fue y envió a decir a Josafat rey de Judá: El rey de Moab se ha rebelado
contra mí: ¿irás tú conmigo a la guerra contra Moab? Y él respondió: Iré,
porque yo soy como tú; mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como los
tuyos.

  8  y dijo: ¿Por qué camino iremos? Y él respondió: Por el camino del desierto
de Edom.

Cuando hablas del desierto, inmediatamente imaginas un lugar seco


donde no crece cosa ver de alguna. Todo allí es marrón y no existe
nada atractivo a los ojos. Ningún color alegra el paisaje. Todo se ha
adaptado a vivir en este tipo de clima. Muy pocas veces llueve, y
cuando así sucede, las plantas almacenan la humedad que necesitan
ya que no hay seguridad de cuando volverá a llover.
Al atravesar nuestra propia experiencia en el desierto, debemos
ser como los arboles y los demás animales. Debemos aprender a
adaptar nuestra fe a los desafíos que el desierto trae consigo.
Los animales en el desierto han aprendido a desplazarse y a cazar
durante la noche, ya que es mas fresco.
Espiritualmente, también debemos encontrar un lugar donde el
Señor pueda ministrarnos en nuestro desierto.
Mateo 6:6
6
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a
tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público.
Este es un lugar donde El puede darnos instrucciones sobre que es lo
siguiente que debemos hacer.
Como arboles que almacenan agua sin certeza de cuando lloverá
nuevamente, debemos almacenar su palabra en nuestros corazones.
Muchos de nosotros nos encontramos
en el desierto por varios motivos.
El desierto es un lugar de muerte, donde se acaban todas aquellas
cosas que nos hacen tropezar en nuestro caminar con Dios.
Muchos de nosotros hemos estado en el desierto y
hemos intentado librar, de manera insatisfactoria,
la batalla, utilizando nuestras propias fuerzas.
Como que el desierto es un lugar donde Dios dice: "Finalmente te
he puesto en un lugar donde puedo hablarte".
Ya que Joram no estaba preparado para la vida en el desierto,
necesitó de alguien que supiera algo acerca de este lugar.
Por lo tanto, pidió ayuda a Josafat.


y fue y envió a decir a Josafat rey de Judá: El rey de Moab se ha rebelado
contra mí: ¿irás tú conmigo a la guerra contra Moab? Y él respondió: Iré,
porque yo soy como tú; mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como los
tuyos.

No te engañes creyendo que puedes estar totalmente preparado


para la vida en el desierto.
A veces Dios nos conduce a este lugar de manera abrupta.
El Señor se arriesga con nosotros, ya que sabe que no puede -y no
lo hará pasar por alto nuestra voluntad.
Dios nos ama tanto que esta dispuesto a correr este tipo de riesgo
por ti.
Sabe que puedes servirlo o rechazarlo.
Puedes decir: "Señor, adonde me lleves, te seguiré, aun a través
del desierto".
puedes tomar la decisión de decir: "No puedo con esto. Pensé que la
vida sería mejor que esto. Me voy".
Pero Dios sabe que debemos ser probados en el fuego de manera que
nos volvamos tan puros como el oro.
1 pedro 1:7 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más
preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego,
Dios nos conduce al desierto para perfeccionar nuestra fe.
Tu fe se perfecciona en el horno de la aflicción y de la adversidad.
Se produce algo, al atravesar crisis y problemas,
que nos conduce al lugar donde
descubrimos aspectos sobre Dios que no hubiéramos conocido en
otras circunstancias.

Los pecados en la vida de Joram no le permitieron caminar con


Dios como debería haberlo hecho.

Su relación con El era superficial.

Sin embargo, cuando se encontró en medio de un problema


necesitó a Dios como una escalera para incendios. L

o llamó solo cuando las circunstancias estaban mal.

En esencia, deseaba usar al Señor como su sirviente, en lugar de


servirlo.

Estaba interesado en El solo si era útil para cumplir sus prop6sitos


egoístas.
Muchos de nosotros hemos intentado usar a Dios para beneficio
personal.
Como un Santa Claus espiritual quien esta allí para cumplir cada
uno de nuestros caprichos, aquel que nos traerá obsequios que están
mas allá de nuestro alcance. Solo hablamos con El cuando
necesitamos algo.

Si alguien que amamos adquiere una enfermedad grave,


inmediatamente recurrimos a Dios. Estamos dispuestos a derribar la
puerta del pastor para que ore por nosotros o recurrimos a los santos e
imploramos sus plegarias y respaldo espiritual. P

ero, para algunos, tan pronto como el problema desaparece,


¿y que sucede?

Descendemos nada menos que hasta la condición en la que nos


encontrábamos antes de que el problema nos movilizara a orar.

Esta es la razón por la cual muchos de nosotros nos hallamos


constantemente en problemas.
2 Pedro 2:22
11
como perro que vuelve a su vómito, Así es el necio que repite su necedad.
y la puerca lavada a revolcarse en el cieno. Prov 26 11

Dios esta absolutamente consciente del triste hecho de que, si


tuviéramos todas nuestras necesidades satisfechas, nunca lo
buscáramos con todo nuestro corazón.
Como los hijos de Israel, somos propensos a volvernos
arrogantes y orgullosos, y a olvidar que debemos reconocer
completamente a Dios en los tiempos de prosperidad,
así como en los de adversidad.
Joram era bastante listo, y tenia un conocimiento superficial de
Dios.
Al darse cuenta de que no poseía una relación estrecha con el
Señor, cultivó la amistad con alguien que si la tenía.
Dijo a Josafat: "Debo ir a la guerra y deseo que pelees conmigo".
Josafat respondió:
"Si vas a la guerra, iré contigo.
Tienes a tu disposición mi ejercito.
Asumiré la responsabilidad de lograr la victoria,
y están a tu disposición todos mis capitanes, así como todos mis
guerreros".
Buscaron la voluntad de Dios sobre este asunto.
Uno de los sirvientes del rey de Israel le habló a Josafat sobre Eliseo,
quien tenía palabra de Dios. Por consiguiente, Josafat, Joran y el rey de
Edom viajaron a ver a Eliseo, el profeta.

Pero Eliseo le dijo al rey de Israel:

¿Que tengo yo que ver con usted? Váyase a consultar a los profetas de su
padre y de su madre (. ... )Le juro que si no fuera por el respeto que le
tengo a ]Josafat, rey de Judá, ni siquiera le daría a usted la cara. tan cierto
como que vive el Señor Todopoderoso, a quien sirvo!
-2 Reyes 3:13-14

A veces nos encontramos tan obsesionados con nuestra meta, que


olvidamos que para llegar allí debemos atravesar diversas etapas.
Tal vez, y así como el bebe en el útero materno,
debamos dejar atrás algo que se ha convertido en parte de
nuestra vida.
Siempre declaramos que deseamos la voluntad perfecta de Dios
para nuestra vida,
pero olvidamos que es nuestra obligación superar los obstáculos
que se encuentran en nuestro camino hacia el éxito futuro, en el cual
se lleva a cabo la voluntad suprema de Dios.
El rey Josafat formula la pregunta:
"iCómo iremos contra Moab para alcanzar la victoria?"
La respuesta inesperada fue: "Debes atravesar el desierto de
Edom para alcanzar la victoria" (observa 2 Reyes 3:8).

Mi amigo, si deseamos alcanzar la victoria debes estar dispuesto a


atravesar el desierto.
No siempre es fácil alcanzar la victoria, ya que se encuentra al
otro lado del desierto.
Debemos estar dispuesto a atravesar ciertos momentos de
humillación, confusión, adversidad y aun oposición, antes de que
llegues a tu meta.

Muchas personas piensan que es injusto que atravesemos esta


etapa.
Pero, es el desierto el que separa a los santos de los "que no son".
Este lugar es el que separa a las personas que desean realmente servir
a Dios, de aquellos que solo tienen una relación momentánea, su
pericial y mundana con El.
Es el lugar donde algunos retroceden y dice: "No puedo mas con esto".
El desierto,
el campo de destrucción de Dios,
eliminara a todos los obstáculos

Debemos atravesar el desierto para alcanzar la voluntad de


Dios para tu vida.

Eso nos enseña a soportar y a centrar nuestra atención en El.

Aprendemos a descansar y

Aprendemos a depender totalmente de El

ya que sabemos que a su debido tiempo cosecharemos, si no nos


damos por vencidos.

El diablo ha empleado esta mentira con buen resultado,


para que desistamos de nuestra búsqueda del Padre celestial.
Recuerda a Josué y Caleb.
Como Josué y Caleb, debemos persistir en la fe aun en este lugar,
donde los problemas están en su punto crítico.
La batalla mas importante que libramos mientras estamos en el
desierto, es aquella entre el hombre nuevo y el viejo.
El hombre viejo que Dios esta intentando matar allí, se niega a morir.

La batalla mas importante que libramos es aquella entre el hombre nuevo y el


viejo.

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