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Que dentro del término de nueve días que me fue fijado en auto de
diecinueve de abril del presente año, publicado el veinte de abril del
mismo año, estando en tiempo y forma y con fundamento en lo
dispuesto por los artículos 2.111, 2.115 y 2.116 del Código Procesal
vigente, vengo a dar contestación a la temeraria e infundada demanda
instaurada en mi contra dado que, NUNCA HA VIVIDO CON MI MENOR
HIJA DESDE QUE nació MI MENOR, SIEMPRE LA HE TENIDO A MI LADO,
IGNORANDO POR QUÉ INTENTA LA ACCIÓN DE GUARDA Y CUSTODIA
DE MI MENOR HIJA, HABIDA CUENTA QUE, NUNCA SE HA PREOCUPADO
POR MI MENOR HIJA, al efecto, manifiesto:
OBJECIÓN DE DOCUMENTOS.
.
desde su Nacimiento de la menor Camila Rivera Salazar, siempre se
acordó con el actor de que tuviera la guarda y custodia de la menor con
la suscrita y en cuanto su contenido, alcance y valor probatorio, toda
vez que con los mismos no acredita los elementos de la acción que
intenta. Sirve de apoyo la tesis con rubro “OBJECIÓN DE
DOCUMENTOS”, Octava Época, Tribunales Colegiados de Circuito, fuente
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
OBJECIÓN DE DOCUMENTOS. Es válida la fórmula antes del término
señalado en el artículo 5.36 del Código de Procedimientos Civiles para la
el Estado de México. La disposición contenida en el Artículo 5.36 del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de México, por medio
de la cual se vincula a las partes para formular sus objeciones a los
documentos, dentro de los 3 días siguientes a la apertura del término
probatorio, tratándose de los presentados hasta entonces únicamente
tiene el propósito de quitar la preclusión del derecho de las partes a
objetar los documentos presentados en juicio, es decir, precisar el límite
de tiempo en que se pueda ejercer tal prerrogativa, después de
transcurrido el cual queda extinguido, más no el impedir que tal derecho
se ejerza con antelación respecto de los documentos presentados antes
de abrir el juicio a prueba, como en el caso de los exhibidos en la
demanda y la contestación; pues tal actuación forma parte de la defensa
de las pretensiones de los litigantes y sólo puede considerarse limitada
cuando está dispuesto claramente en la ley o se advierte de manera
indudable de su interpretación jurídica o de los principios rectores del
procedimiento.
Por otra parte, el actor sabe, a ciencia cierta, que nunca sele ha negado
la facultad de convivir con la menor citada, ni mucho menos sele ha
negado el derecho de sacarla a pasear dentro de la ciudad, sin interferir
sus labores.
3). Niego derecho del actor para pretender el pago de gastos y costas
del presente juicio pues, la suscrita no ha dado lugar a que se instaure
juico alguno, dado que siempre he cumplido con mis deberes y dado que
no he infringido disposición legal alguna. En todo caso, es el actor a
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quien corresponde cubrir gastos y costas, dado que carece de
fundamento legal para reclamar en la forma y términos que lo hace.
H E C H O S:
III. Es cierto que el día que menciona el actor, nació la menor Camila
Rivera Salazar, como hija fuera de matrimonio y que los padres somos
el actor y la suscrita. Aclarando de que la suscrita tuve que realizar
todos los trámites para poder entrar al Seguro Popular, y llevar a cabo
el alumbramiento de mi menor hija en el Hospital Enrique Cabrera, que
se encuentra en la Ciudad de México, sin hacer ningún pago el actor
cuando estuve hospitalizada y estar siempre sola durante mi embarazo.
IV. Es cierto este hecho en relación a que nunca vivimos juntos y que
se acordó de que cada quien iba a vivir en su respectivo domicilio desde
que nació mi menor hija hasta la fecha, y también es cierto sobre las
discusiones pero son por qué, el actor no da y no quiere dar dinero para
la manutención de la menor hija, y los depósitos que refiere el actor es
todo el dinero que ha dado en el término de los tres años que tiene de
vida mi menor hija, considerando que no es justo e equitativo lo que da
de pensión alimenticia el actor para la manutención de la menor hija,
Camila Rivera Salazar.
VII. Este hecho también es falso y por tanto se niega, toda vez de
que nunca he dejado a mi menor hija al cuidado de mis otra hijas,
aclarando de que cuando me toca trabajar siempre me he llevado a mi
menor hija mi trabajo, desde que estaba recién nacida y siempre me
han permitido las persona a las que le trabajo llevar a mi menor hija,
como lo acreditare con las personas que llevare el día de la audiencia,
aclarando de que siempre he sido responsable del cuidado y atención de
mi menor hija, lo que acreditare con las fotos de los lugares que voy a
trabajar.
IX. Es cierto este hecho, en parte y falso toda vez, que es muy poco
dinero lo que ha depositado el actor para la manutención de la menor,
siendo muy poco, aclararando que es todo el dinero que ha depositado
el actor de pensión alimenticia durante los tres años que tiene mi menor
hija, porque en este acto solicito se ordene UN SALARIO MÍNIMO
VIGENTE en esta entidad Federativa como pensión alimenticia para mi
menor hija, misma que será depositada en este H. Juzgado
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D E R E CH O:
Los preceptos que invoca el actor no son aplicables pues la suscrita no
ha dado motivo alguno para que sele pretenda privar de la guarda y
custodia de la menor citada.
E X C E P C I O N E S:
Esta excepción se funda en el artículo 4.173 del Código Civil del Estado
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de México.
PENSIÓN ALIMENTICIA
P R U E B A S:
Desde luego, ofrezco como pruebas de mi parte, relacionándolas con
todos y cada uno de los puntos de hecho contenidos en el proemio, en el
capitulo de hechos y en el capitulo de excepciones de este ocurso de
contestación a la demanda, las siguientes:
R E C O N V E N C I O N:
Que por medio de la presente contestación y con fundamento en lo
establecido por el artículo 2.118 del Código de Procedimientos Civiles en
vigor para el Estado de México, y en LA VIA DE CONTROVERSIA
SOBRE EL ESTADO CIVIL DE LAS PERSONAS Y DEL DERECHO
FAMILIAR vengo a reconvenir al señor David Rivera Contreras,
quien tiene su domicilio donde puede ser emplazado y notificado el
ubicado en Calle Ópalo número 45, Colonia LA Joya Ixtacala, Municipio
de Tlalnepantla, Estado de México, en base a las siguientes:
P R E S T A C I O N E S:
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C). El pago y aseguramiento de una pensión alimenticia, bastante y
suficiente provisional y en su momento definitiva, a favor de la suscrita
y de mi menor hija de nombre Camila Rivera Salazar, lo anterior con
fundamento en los artículos 4.127, 4.128, 4.129, 4.138, 4.143 del
Código Civil para el Estado de México, quien tiene la presunción legal y
humana de necesitarlos al tenor de lo dispuesto por el artículo 4.145 del
Código Civil aplicable para el Estado de México;
V.- Es el caso que, el pasado día once de abril del presente año, y hasta
la fecha de presentación de esta demanda, el demandado me ha
impedido ver a la menor antes mencionada, también me ha puesto
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obstáculos y comentando el demandado y su abogada que ya no puedo
tener la guarda y custodia de mi menor hija como la venia teniendo
desde su nacimiento hasta que se la llevó con engaños el demandado a
mi menor hija, no desea que la menor adquiera malos ejemplos, sin
decirme o explicarme perfectamente a que se refiere con eso, hasta ha
llegado a indicarme el demandado que se llevará a la menor a su pueblo
natal que está en el Estado de Puebla, para que se la cuide su señora
madre.
MEDIDAS PROVISIONALES:
Esta prueba se relaciona con todos y cada uno de los hechos de este
escrito inicial de reconvención y se estima que con la misma se podrá
acreditar la abstención del hoy demandado en cumplir con la obligación
alimentaria a su cargo y la guarda y custodia que convenimos desde el
nacimiento de mi menor hija, tanto para la suscrita como para su menor
hija, la necesidad de recibir alimentos por parte de los referidos
acreedores y la amplia capacidad económica del deudor, hoy
demandado.
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D E R E C H O:
Son aplicables, por cuanto al fondo del asunto, lo que estatuye los
artículos 4.117, 4.118, 4.126, 4.129 fracciones I y II, 4.203 y 4.204
fracción I y demás relativos y aplicables del Código Civil para el Estado
de México en vigor.
PROTESTO LO NECESARIO.
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Olga Salazar Cruz.
Abogado patrono
Lic. Jaime Magaña Lemus
Cedula Profesional. 3737727 Nip. 32793.
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tal que, no únicamente debe atenderse al perjuicio que le
cause al menor estar con su madre, sino también al mayor
beneficio que pueda obtener, ya sea viviendo con ella o con
su padre. Por lo cual cuando existan elementos en el juicio
que prueban que sería de mayor beneficio para el menor
quedar bajo la guarda y custodia de su padre, no obstante
que es menor de diez años y que no existan datos que
conduzcan a que sería perjudicial para él quedar bajo la
guarda y custodia de su madre, pero sí que le reporta mayor
beneficio el quedar bajo la custodia de su padre, entonces
hay razón suficiente para decretar que la guarda y custodia
sea asignada al padre.
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los hijos menores de edad. En orden con lo anterior, es
indispensable precisar que en los casos de desintegración familiar
provocados por la separación de los cónyuges, los hijos resultan ser
los menos responsables y, sin embargo, son los que más la resienten
en el ámbito psicológico, social y económico. Luego, en aras de ese
supremo derecho que tienen los niños de ser amados y respetados,
sin condición alguna, sus progenitores deben ejercer la guarda y
custodia en un ambiente de comprensión, amor y máximo respeto,
recurriéndose a terapeutas especializados en salud mental, con la
única finalidad de entablar una mejor relación de convivencia con
sus menores hijos, despojándose de todo resentimiento que llegase a
perjudicarles, de modo tal que la convivencia de los infantes con
uno y otro de sus padres, no debe generarles ningún desequilibrio
emocional sino, por el contrario, que al convivir con cada uno de
ellos se sientan queridos, respetados y protegidos, nunca
manipulados o utilizados para satisfacer diversos intereses.
Entonces, en aras de prevenir algún posible daño psicológico,
incluso corregirlo, si es que lo hubiere, los padres deben asumir una
responsabilidad absoluta respecto de sus menores hijos, pues el
hecho de que se encuentren divorciados o separados de ningún
modo implica que no puedan ser excelentes guías paternales, incluso
mejores que si vivieran juntos, por cuanto se encuentran obligados a
compensar el terrible inconveniente que a los niños les produce la
separación de aquéllos. Por consiguiente, en términos de lo que
estatuye el numeral 4.203 del código sustantivo en cita, para ayudar
a los niños a que no sufran incertidumbre alguna respecto de su
futuro y, por el contrario, que crezcan tranquilos y sanos en todos
los ámbitos personales y ante la sociedad, es menester que los
menores sean protegidos, y que sus progenitores actúen honesta y
responsablemente en cuanto a sus sentimientos filiales, y así,
prescindirán de egoísmos al disputarse la guarda y custodia, y en
especial en cuanto al derecho de los aludidos infantes a convivir con
sus progenitores, fortaleciéndose entre ellos los lazos de amor y
respeto. De ahí que los referidos menores, no deben ser inmiscuidos
en los conflictos de sus padres, quienes deben asumir
responsablemente su misión, con la mejor disposición, para seguir
conviviendo con sus menores hijos, educándolos consciente e
integralmente, incluso, inculcándoles valores y principios
conductuales, pues la paternidad nunca termina con una separación
o el divorcio, por lo que ambos deben permitir que se lleve a cabo
una convivencia en beneficio evidente de sus hijos, libre de celos,
resentimientos o envidias, fungiendo como verdaderos padres,
plenos e íntegros, inculcándoles sentimientos de amor, inspiración,
superación, esperanza y, sobre todo, de responsabilidad, evitándose
así, en la medida de lo posible, cualquier conflicto emocional,
personal o judicial que involucre a dichos niños, por lo que, a partir
de esa referencia podrán organizar su futuro, pues no tienen la
mínima opción de desampararlos, por su corta edad. En ese orden, y
de acuerdo con el artículo 4.207 del Código Civil del Estado de
México, las anteriores reflexiones encuentran sustento en el hecho
de que el derecho de familia es un conjunto de normas jurídicas
dirigidas a regir la conducta de los miembros del grupo familiar
entre sí, propiciándose así las condiciones para que se desarrollen
las relaciones conyugales y consanguíneas constituidas por un
sistema de derechos y obligaciones, poderes, facultades y deberes
entre consortes y parientes e, incluso, tales facultades y deberes de
carácter asistencial surgen entre los padres, hijos, parientes
colaterales (hermanos, tíos, sobrinos, etcétera), y tienen como
objetivo tutelar y fortalecer las relaciones y los derechos entre
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ascendientes y descendientes, sujetándose a las normas
fundamentales establecidas para la protección de los hijos.
ARTÍCULO 9
3. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño que esté separado
de uno o de ambos padres a mantener relaciones personales y contacto
directo con ambos padres de modo regular, salvo si ello es contrario al
interés superior del niño.
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