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Universidad Regional del Sureste – Facultad de Psicología

Materia: Consejo psicológico


Alumno: Emmanuel Galván María 8º A
Fecha: 28 de enero 2022

El consejo psicológico pretende explicar el fenómeno de los problemas de salud


mental desde una perspectiva despatologizante debido a que considera que tal
perspectiva parte de presupuestos erróneos que no explican adecuadamente los
conflictos vitales que aquejan a la persona, es por ello que López Méndez y Costa
Cabanillas realizan un abordaje de tipo psicosocial y cultural para comprender las
problemáticas que una persona puede traer a consulta sin que estas sean vistas
necesariamente como una enfermedad sino como un conflicto de adaptación a las
circunstancias.

Se considera que las psicopatologías son mayormente un mito debido a que no


existen argumentos sólidos sobre el origen biológico de los problemas de salud
mental, no obstante conviene valorar que tales problemas genera afectaciones en
el sistema nervioso central y en la función de distintos neurotransmisores como
dopamina, serotonina y norepinefrina de ahí que el uso de fármacos pueda ayudar
a disminuir tales afectaciones, no obstante, el tratamiento farmacológico no puede
explicar por completo el fenómeno de las enfermedades mentales catalogadas de
tal manera, los autores plantean que problemas como el TDAH en realidad son
inventados para beneficiar a las industrias farmacéuticas.

Tomando en cuenta que el psicólogo siempre debe de actuar en favor del paciente
antes que de una industria es que los autores sugieren que un tratamiento sin
fármacos puede ser aún más eficaz evitando etiquetar a la persona desde un
conjunto de criterios diagnósticos donde la conducta de la persona ya no se
interpreta como parte de su día ordinario sino como elementos que pueden
contribuir a confirmar o descartar un determinado diagnóstico olvidando que las
personas no solo actúan en función de una enfermedad y aún cuando esta es real
no tiene dominio total de la conducta o conflictos de la persona.
En siglos anteriores el modelo de sede y causa (Méndez, 2012) era suficiente para
explicar desde la medicina que el conflicto de salud mental en la persona partía
exclusivamente de ella y que por lo tanto una intervención de dicha área era
suficiente, los autores consideran que esta perspectiva de enfermedad mental es
reduccionista lo cual es cierto pues no considera los factores sociales que
precipitan el desarrollo, origen o mantenimiento de un determinado conflicto vital,
si estos elementos se toman en cuenta en un tratamiento es probable que la
solución sea mucho más eficaz y respetuosa de la dignidad de la persona.

La perspectiva puramente psicopatológica tiene algunos aspectos negativos y


perjudiciales para la persona según Méndez y Cabanillas puesto que se etiqueta y
pone en un estado de indefensión (Méndez, 2012) social e individual a la persona
que padece por algún conflicto que al ser puesto en la categoría de enfermedad
mental pesa sobre la persona el hecho de creer que es una condición irremediable
o que le hace menos capaz para afrontar las circunstancias cotidianas de su vida
además del juicio o la crítica que pueden venir de las personas con las que se
rodea debido a que aún existe gran desconocimiento sobre lo que implica tomar
psicofármacos o acudir a psicoterapia, esto aún resulta un tema que genera
vergüenza para quien se ve involucrado en el acompañamiento psiquiátrico.

Es tan importante el impacto negativo que ha tenido la perspectiva psicopatológica


según Méndez y Cabaña que sugieren que esta ha sido lo que los exorcismos
para la Iglesia, un medio externo a la persona que la cura asumiendo que dicha
persona es incapaz de hacer algo por resolver las circunstancias en las que se
encuentra, “Cuando la intervención coercitiva queda pretendidamente legitimada
como acto terapéutico, siempre se podrá decir qué tiene de malo lo que están
haciendo, lo están curando”. (Méndez, 2012) Más no todo intento de
acompañamiento terapéutico entra en el marco de la ética profesional del
psicólogo o del psiquiatra.

Por estos motivos es importante trabajar de forma ética e interdisciplinar para


encontrar el punto medio de las labores de la psiquiatría, la psicología y todas las
disciplinas involucradas en el acompañamiento a las personas con el fin de que se
vean beneficiadas en su salud física y mental.

Se hace especial énfasis dentro del artículo el llamado a hacer una reflexión crítica
de cuánto pueden beneficiar o perjudicar los psicofármacos a las personas por lo
que se pide a los profesionales de la salud mental considerar las circunstancias de
cada persona puesto que la psicofarmacología lejos de ayudar podría ser ineficaz
en términos de comprender la narrativa de la persona ya que se le puede
encasillar en un diagnóstico donde se desconoce sobre todo la forma subjetiva y
valiosa en que el paciente vive sus circunstancias y la manera en que sus
familiares y personas cercanas experimentan y acompañan en dicho conflicto.

La postura del consejo psicológico desde la mirada de Méndez y Cabanilla es


totalmente contraria a lo que pretende ofrecer la psicopatología pues le acusa de
ser una ideología basada en suposiciones erradas y al mismo tiempo sólidamente
establecidas por organismos internacionales de medicina y psiquiatría así como de
industrias farmacéuticas, es considerada una ideología también porque toda
aquella persona que de forma oficial se atreva a hacer una confrontación al
método psiquiátrico es descalificada en automático y catalogada como anticuado.

Después de la disertación que los autores presentan hacen además una


propuesta o modelo llamado ABC (Méndez, 2012) el cual es eminentemente
transaccional y narrativo donde se incorpora todo el acervo de conocimiento de la
psicología en sus distintas áreas de conocimiento, baste decir aquí que ABC es un
modelo radical porque va a la raíz del comportamiento y de los problemas de
comportamiento, puede sustentar el cambio radical de paradigma al que se
refieren los autores al principio respecto al modelo psicopatológico. Es además un
modelo biográfico porque cada comportamiento y problema de comportamiento se
revela como un suceso biográfico integral, como la obra de la persona entera que
tiene además una historia biográfica, única e irrepetible.

Al hablar de transacciones en psicología hacemos referencia la forma en que la


persona interactúa con su contexto por medio de los recursos y habilidades con
las que cuenta y aquellas que puede desarrollar por medio de un acompañamiento
psicológico adecuado que potencialice tales recursos, desde la perspectiva
transaccional deben considerarse los aportes serios y con evidencia de las
neurociencias en especial de la neuropsicología. Los problemas psicológicos no
son emanaciones del cerebro, pero, como es obvio, sin cerebro, y sin los sistemas
neuroendocrinos que lo vinculan con el resto del cuerpo, no hay comportamiento
ni problema de comportamiento. Sin biología no hay biografía. Negar que los
delirios sean “secreciones” cerebrales, no equivale a negar que los procesos
neurofisiológicos intervienen en los delirios. Éstos y otros muchos procesos
fisiológicos, bioquímicos, celulares y genéticos son la base estructural de la
biografía y están siempre implicados, como condición necesaria, como
copartícipes que habilitan las transacciones.

La sugerencia al concluir la exposición y análisis de las ideas de Méndez y


Cabanillas es realizar estudios científicos rigurosos e interdisciplinares que
permitan comprender el fenómeno de la salud mental sin irse a los extremos de
negar la mente o la biología de la conducta, sino que, entre otros elementos, estos
puedan ser el punto de partida para un acompañamiento respetuoso que
reconozca a la persona en su totalidad con el fin de beneficiarla en su salud física
y mental.

Referencias bibliográficas.

Méndez, E. (2012). Desvelar el secreto de los enigmas despatologizar la


psicología clínica. 28 de enero 2022, de Ayuntamiento de Madrid Sitio web:
http://www.papelesdelpsicologo.es/pdf/2135.pdf

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