Cómo es de pleno conocimiento público, la Personería Distrital de Santa Marta abrió
proceso disciplinario contra el suscrito “POR NO VELAR POR EL CUMPLIMIENTO ADECUADO DE LA PUESTA EN MARCHA DEL PLAN NACIONAL DE VACUNACION CONTRA EL COVID-19 EN SANTA MARTA”.
Este proceso está plagado de manera flagrante de múltiples irregularidades y violentando
por completo el fundamental derecho al debido proceso en todas sus etapas, con claro tinte político, por lo que el día de ayer he presentado DENUNCIA ANTE LA FISCALÍA GENERAL DE LA NACION por las posibles conductas punibles de PREVARICATO POR ACCIÓN Y ABUSO DE AUTORIDAD POR ACTO ARBITRARIO E INJUSTO contra los siguientes funcionarios de la Personería Distrital de Santa Marta: DIDIER EDUARDO SANTOS TORRES, PERSONERO DELEGADO CON FUNCIONES DE CONOCIMIENTO Y JUZGAMIENTO LIZETH CAROLINA MARTÍNEZ VILARETE, PERSONERA DELEGADA PARA ASUNTOS ADMINISTRATIVOS Y DISCIPLINARIOS JUAN MIGUEL PRADA RIVERO, ABOGADO CONTRATISTA WILLINGTON MAIGUEL, ABOGADO EXTERNO CONTRATISTA
Igualmente, presentamos QUEJA DISCIPLINARIA contra estos mismos funcionarios, ante la
Procuraduría General de la Nación, solicitándoles también el acompañamiento dentro del proceso disciplinario que cursa contra el suscrito y asumir el poder preferente. La Personería Distrital de Santa Marta no brinda garantía de transparencia e imparcialidad.
Por reserva del sumario, no entraremos en detalles inherentes a la denuncia, pero sí de
manera general informar que la postulación que la Secretaría de Salud Distrital hizo de los funcionarios de planta y contratistas para ser vacunados en primera línea, se realizó bajo estrictos parámetros técnicos a los que debían realizar las actividades de campo en atención a la pandemia en sus diferentes frentes; no se postularon directivos ni administrativos. Esto fue lo que nos permitió sortear de manera exitosa el fuerte y grave 2° pico de la pandemia que afectó al Distrito de Santa Marta durante los 4 meses comprendidos del 7 de marzo - fecha en que decretamos la alerta roja hospitalaria por ocupación total de las camas UCI de la ciudad -, hasta el 9 de julio del 2020, pico que nos causó la más alta mortalidad, la mayor cantidad de pacientes trasladados a otras ciudades y las más altas estancias hospitalarias en Cuidados Intensivos de pacientes con COVID19.
El rigor que me caracteriza, el juramento hipocrático y mis principios, reafirman mi plena y
total convicción de que se actuó correctamente.
Quedo a la espera de un pronto proceder por la Fiscalía General de la Nación y por la
Procuraduría General de la Nación, para poder dilucidar en estas instancias, las irregulares actuaciones realizadas por estos funcionarios. Batallaremos hasta las últimas instancias.