Está en la página 1de 2

Acoso sexual

Conducta personal. Los empleados de las organizaciones confesionales deben ser un ejemplo de la
vida de Cristo y deben evitar toda apariencia de maldad. No deben por un momento permitirse un
comportamiento sexual que sea dañino para ellos mismos o para otros y que ensombrezca su
dedicación al modo de vida cristiano.

Respeto mutuo. Los empleados deben respetarse y elevarse unos a otros. Nunca deben poner a otro
empleado en una posición de vergüenza o falta de respeto debido a los matices sexuales. Hacerlo
sería una violación de la ley de Dios y de la ley de la tierra que protege los derechos humanos en el
lugar de trabajo.

Definición. El acoso sexual incluye pero no se limita a lo siguiente:

Avances sexuales no deseados, solicitudes de favores sexuales, y otras conductas verbales o físicas
de naturaleza sexual que afecten el estatus de empleo de un individuo. Tales insinuaciones
constituyen acoso sexual cuando:

La sumisión a tal conducta se hace explícita o implícitamente como un término o condición del
empleo de un individuo.

El sometimiento o el rechazo de tal conducta por parte de un individuo se utiliza como base para las
decisiones de empleo que afectan a dicho individuo.

Tal conducta tiene el propósito o efecto de interferir irrazonablemente con el desempeño laboral de
un individuo o crear un ambiente de trabajo intimidatorio, hostil u ofensivo.

Se hacen amenazas o sugerencias de que el trabajo del individuo, los futuros ascensos, los salarios,
etc., dependen de si se somete o no a exigencias sexuales o tolera el acoso.

Comentarios inoportunos orientados al sexo (bromas, burlas, chistes, etc.);

Sutiles presiones o peticiones de actividad sexual;

Tocamientos innecesarios de un individuo (por ejemplo, palmadas, pellizcos, abrazos, roces


repetidos contra el cuerpo de otra persona, etc.);

Demanda de favores sexuales.

Ambiente de trabajo. Las organizaciones confesionales informarán a sus empleados de que no se


tolerará el acoso sexual en el lugar de trabajo. Se espera que todos los empleados eviten cualquier
comportamiento o conducta no deseada hacia cualquier otro empleado que pueda ser interpretado
como acoso sexual. Cada organización designará a un hombre y a una mujer a los que se puedan
presentar quejas.
Reportando incidentes. Si un empleado encuentra acoso sexual por parte de supervisores,
compañeros de trabajo, clientes o no empleados, se tomarán inmediatamente las siguientes medidas:

Se dejará claro que tal comportamiento es ofensivo.

Los incidentes serán reportados a la persona apropiada. Si es posible, la denuncia se hará por escrito.

La discusión se llevará a cabo de forma objetiva y exhaustiva, y se aconsejará al denunciante que no


discuta el asunto en otro lugar debido a lo delicado de la queja. La persona a la que se presente la
denuncia mantendrá la información recibida en estricta confidencialidad, salvo que sea necesario
para investigar o rectificar el asunto.

Informes de terceros. Todos los empleados que tengan conocimiento de incidentes de aparente acoso
sexual en el lugar de trabajo son responsables de reportar tales incidentes a la persona apropiada para
su investigación.

Investigación. Las denuncias de acoso sexual se investigarán con prontitud. La determinación de si


una acción particular constituye o no acoso sexual se hará a partir de los hechos, caso por caso. Para
determinar si la conducta alegada constituye acoso sexual, el supervisor o el funcionario competente
examinará el expediente en su conjunto y la totalidad de las circunstancias, como la naturaleza de las
propuestas sexuales y el contexto en que se produjo el presunto incidente.

Acción. Si se descubre que existe acoso sexual, los funcionarios competentes tomarán rápidamente
medidas correctivas. Según la gravedad del acto, la disciplina puede ir desde una advertencia por
escrito, cuya copia se coloca en el expediente personal de la persona infractora, hasta el despido
inmediato.

Estas directrices fueron aprobadas por la Conferencia General del Comité Ejecutivo de los
Adventistas del Séptimo Día en la reunión anual del Consejo celebrada en Nairobi (Kenya) el 6 de
octubre de 1988.

También podría gustarte