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Actitudes Hacia La Droga en Alumnos
Actitudes Hacia La Droga en Alumnos
Universidad de Murcia
Resumen: Se ha realizado una encuesta con 5263 Title: Attitudes toward drugs in E.G.B. students
alumnos de 11 a 14 años de la Región de Murcia from the Región de Murcia (Spain).
para analizar sus actitudes con respecto al con- Abstract: A survey was conducted among 5263
sumo de drogas. Los resultados indican que la high school students 11 to 14 years old in Murcia
mayoría de los alumnos encuestados no están fa- Region to find out about their attitudes towards
miliarizados con el tipo de peligros implicados en drug consumption. Results indicate that the ma-
el consumo de drogas. Otro interesante hallazgo jority of pupils surveyed are not indicate that the
revela que el consumo de bebidas alcohólicas está majority of pupils surveyed are not familiar with
cada vez más aceptado entre estos escolares. the type of dangers involved in getting hooked on
Palabras clave: Actitudes, drogodependencias, drugs. Another interesting finding reveals that
niños. consumption of alcoholic drinks is more and
more accepted by adolescents.
Key words: Attitude, drug, consumption, school
children.
Introducción
Recientemente estamos asistiendo a una abundan- cuestada: los alumnos de la segunda etapa de
te publicación de estudios en nuestro país sobre el E.G.B. de la Región de Murcia hacia el consumo
problema de las drogas, manifestación, sin duda, de drogas, recurso del todo necesario para una ac-
de la gran preocupación social que hoy existe so- tuación educativa de carácter preventivo.
bre el fenómeno de la drogadicción. Por otra par- En este ámbito específico de las actitudes
te, los distintos medios de comunicación (prensa, hacia las drogas en los alumnos de E.G.B., los
radio, TV) nos informan, casi a diario, de hechos trabajos científicos publicados en nuestro país,
relacionados con este fenómeno. con los que poder contrastar los resultados de
Observamos, sin embargo, que la mayoría de nuestro estudio, son muy escasos: el estudio diri-
los estudios publicados tienen un carácter marca- gido por el Prof. Escámez (1990) constituye, por
damente sociológico, descriptivo de una determi- ahora, el único antecedente desde una perspectiva
nada realidad: las conductas de los individuos res- sociológica. Existen otros estudios elaborados por
pecto al consumo de drogas. el Centro de Investigaciones Sociológicas
Nuestro trabajo no pretende detectar las con- (C.I.S.): Actitudes y comportamiento hacia el ta-
ductas, sino las actitudes de la población en- baco, el alcohol y las drogas (1985) y Actitudes y
opiniones de los españoles ante la droga (1988),
* si bien dichos estudios están referidos a poblacio-
Dirección para correspondencia: Pedro Ortega. Facultad
de Educación, Universidad de Murcia. Aptdo. 4021, 30080 nes distintas a la de E.G.B. que en nuestro trabajo
Murcia (España). se contempla.
© Copyright 1993. Secr. de Public. e Interc. Cient. Universi-
dad de Murcia. Murcia (España). ISSN: 0212-9728.
Fuera de nuestro país (EE.UU. y Canadá) los
Art. recibido: 22-10-92; aceptado: 2-11-92. trabajos sobre actitudes hacia la droga vienen rea-
8 P. Ortega et al.
lizándose desde hace bastantes años. Los re- de la Región de Murcia", se ha centrado en los
sultados, sin embargo, de los programas aplicados alumnos de la segunda etapa de la enseñanza pri-
para el cambio de actitudes hacia las drogas, en maria, entre los 11 y 14 años de edad, pertene-
mucho casos, han sido contradictorios (Dicicco et cientes a los colegios públicos de la Región de
al., 1984; Schlegel et al., 1984; Stein et al., Murcia. Para una población total de N = 47.848
1984). La desvinculación de la familia en los pro- alumnos de la segunda etapa de E.G.B. de los co-
gramas aplicados, la ausencia de referencia a los legios públicos en nuestra región la muestra se-
grupos de jóvenes y medios de comunicación, el leccionada de 5.263 alumnos es estadísticamente
establecimiento de objetivos no adecuados, etc. representativa a un nivel de confianza del 99.7%
estarían en la base de los resultados claramente y un margen de error del ± 2%.
insatisfactorios. La muestra aparece distribuida en once zonas,
aplicando criterios geográficos y demográficos.
1. Población y muestra seleccionada La selección de los colegios en cada una de las
zonas se ha hecho al azar.
Nuestra investigación: "Actitudes hacia el consu- Las zonas y su muestra representada son las
mo de drogas en la población escolar de E.G.B. siguientes:
Zonas Muestra
1. Molina de Segura (Molina de Segura, Alguazas, Torres de Cotillas) ............................................ 413
2. Lorca-Aguilas ................................................................................................................................ 529
3. Murcia-Ciudad . ............................................................................................................................ 592
4. Murcia-Periferia ........................................................................................................................... 511
5. Cartagena-Ciudad ......................................................................................................................... 491
6. Cartagena-Periferia . ..................................................................................................................... 317
7. Totana-Alhama . ............................................................................................................................ 255
8. Yecla-Jumilla . .............................................................................................................................. 633
9. Mar Menor (San Javier, Santiago de la Ribera, San Pedro del Pinatar, Torre-Pacheco) ............. 418
10. Cieza-Archena (Cieza, Abarán, Blanca y Archena) . ................................................................... 532
11. Caravaca-Mula (Caravaca, Cehegín, Bullas y Mula) .................................................................. 572
Total muestra: ..................................................................................................... 5.263
3.1. Actitudes hacia el consumo de drogas 1986), efecto que los mismos jóvenes entre los 12
y 17 años reconocen en un 49%, según se des-
3.1.1. Las drogas no perjudican a la sa- prende de los datos de un estudio del C.I.S.
lud (1988). Es de destacar, por otra parte, el escaso
porcentaje (8%) de alumnos encuestados que no
Alumnos que manifiestan las creencias y sus ven peligro alguno para su salud en el consumo
correspondientes actitudes sobre el consumo de de las llamadas drogas "ilegales". En el estudio
drogas y su no incidencia negativa en la salud. El del C.I.S. (1988) este porcentaje obtiene aún ni-
Cuadro I nos muestra los items referidos a este veles más bajos, llegando al 0% para el consumo
punto. regular de la cocaína y heroína.
Cuadro I
3.1.2. Presión social para el consumo de
Item 1: Estoy convencido de que si tomara bebidas al- drogas
cohólicas no perjudicaría mi salud: 16.5 %
Item 9: Cuando los chicos de mi edad fuman perjudican su Alumnos que manifiestan las creencias sobre
salud: 14.55 %
el consumo de drogas y su aceptación por los
Item 13: Fumar de vez en cuando no me perjudicaría en
absoluto: 23.43 % compañeros. Véanse los items correspondientes
Item 15: El uso de medicinas, sin necesidad, puede per- en el Cuadro II.
judicarme: 18.19 %
Item 17: No es necesario probar "los porros" para saber que Cuadro II
dañan mi salud: 15.83 %
Item 19: Aunque tomara drogas no me perjudicarían: 6.71 % Item 2: Estimo que consumir alcohol me ayuda a tener ami-
Item 23: Estoy convencido de que el consumo de drogas no gos: 4.18 %
me perjudicaría tanto como dicen mis padre, maestros Item 12: Es conveniente que fume para no ser rechazado por
o la televisión: 9.58 % los compañeros: 6.20 %
Item 14: Fumar me ayudaría a sentirme mayor: 7.11 %
A la vista de estos datos, podemos decir que Item 21: Mis amigos me rechazarían si no tomase drogas:
la información de que dispone la población esco- 15.21 %
lar sobre el peligro del consumo de las drogas, en
general, podría considerarse satisfactorio. En Los resultados obtenidos, a todas luces bajos
efecto, sólo un 14.97% de la población encues- (8,17%) en la presión social ejercida sobre los
tada declara que las drogas no perjudican a la sa- alumnos hacia el consumo de drogas coincide bá-
lud. Un análisis más detallado nos permite identi- sicamente con los obtenidos por Escámez et al.
ficar qué drogas son consideradas como menos (1990) y por nosotros mismos (Ortega y Mínguez,
peligrosas por los alumnos. El 16.5% de éstos no 1990). Diversos estudios (Cano y Berjano, 1988;
considera peligroso para la salud el consumo de Comas, 1990; Alvira, R. 1986; y C.I.S., 1988) po-
alcohol. Dicho resultado coincide básicamente nen de relieve la importancia del grupo como va-
con el obtenido en investigaciones recientemente riable especialmente influyente en el consumo de
publicadas a este respecto (Escámez y García, drogas. A esta edad (11-14 años) el grupo de-
1990; Torres Hernández, 1987, 1989). Lo mismo sempeña un papel fundamental en la vida del ado-
puede afirmarse respecto del uso del tabaco. Ta- lescente. La integración en un grupo que le permi-
les porcentajes revelan un conocimiento bastante ta el desempeño de roles no gratuitamente asig-
generalizado en la población escolar sobre los pe- nados, sino conseguidos a través del recono-
ligros del consumo del tabaco y alcohol, similares cimiento de la competencia personal, es una ex-
a los obtenidos en poblaciones análogas de otros periencia decisiva en el proceso de configuración
lugares del Estado. Más preocupante nos parece de la personalidad del adolescente. Las imposi-
el porcentaje de alumnos que se muestra favora- ciones del grupo, el miedo a ser rechazado pue-
ble al uso de medicinas sin necesidad, y a fumar den ser determinantes para el inicio del consumo
"porros" por el efecto "cascada", que el consumo de drogas.
de tales productos puede generar en los usuarios, La presión del grupo obtiene niveles distintos
como lo acreditan suficientemente abundantes in- según el tipo de drogas. Así el 4% declara que el
vestigaciones al respecto (Varó, 1983; Comas, consumir alcohol le "ayuda a tener amigos",
mientras que el 6.2% y 15.2% manifiesta que
Cuadro IV Cuadro V
Item 4: El beber alcohol me ayuda a resolver mis problemas Item 5: El consumo de bebidas alcohólicas perjudica mi ac-
personales ( timidez, disgustos ...): 6.69 % tividad deportiva: 17.84 %
Item 6: Las bebidas alcohólicas hacen que me sienta bien: Item 11: El consumo de tabaco me impediría ser un buen de-
5.32 % portista: 17.25 %
Item 16: Tomaría algunos productos farmacéuticos para sen- Item 22: Si consumiera drogas obtendría peores notas: 26 %
tirme bien aun sin receta médica o consejo de mis pa-
dres: 8.87 % Los datos obtenidos sobre la no-influencia ne-
gativa del consumo de drogas en la práctica del
Diversos estudios (Elzo, 1984; EDIS, 1984; deporte y en el rendimiento académico coinciden
CIS, 1988) ponen de manifiesto que una de las básicamente con los obtenidos respecto a la no-
motivaciones más frecuentemente aducidas para peligrosidad para la salud. La amplia información
el inicio del consumo de drogas es la curiosidad divulgada a través de los medios de comunicación
por tener experiencias nuevas, la búsqueda del y la acción educativa de los centros escolares so-
placer o la huída de situaciones personales desa- bre el binomio droga-deporte puede haber inci-
gradables. En el estudio del CIS (1988), el 49% dido positivamente en el elevado porcentaje
de los jóvenes entre los 12 y 17 años, declara que (73%) de alumnos que perciben una clara in-
consume droga por presión de sus amigos y com- fluencia negativa de las drogas en el deporte. En
pañeros; el 38% por no tener un trabajo y abu- estas edades (11-14 años) los deportistas de élite
rrimiento; el 26% porque es una experiencia constituyen modelos a imitar más al alcance que
agradable que quieren tener y el 34% porque las los hombres de ciencia.
drogas les hacen olvidar los problemas que tie- Por otra parte, el uso indiscriminado de ciertas
nen. sustancias, supuestamente beneficiosas para un
Los datos obtenidos en nuestra investigación mayor rendimiento académico, puede haber in-
parecen apuntar en otra dirección: sólo un 6.96% fluido en una mayor aceptación o tolerancia del
reconoce los efectos placenteros del consumo de uso de drogas respecto del estudio. Las investiga-
drogas. Es preciso hacer notar, a este respecto, ciones del profesor Escámez y colaboradores (Es-
que la población aquí estudiada es aún adoles- cámez et al. (1990) coinciden también en este
cente, y en su casi totalidad sin experiencia de punto con nuestros resultados. No obstante, con-
conductas o consumo frecuente de drogas. Por sideramos de cierta importancia que el 20.36% de
otra parte, estudiamos sólo las actitudes hacia las los adolesecentes encuestados desconozca la inci-
drogas, no las veces que los sujetos la han consu- dencia negativa del consumo de drogas para el es-
mido. Esto explicaría los bajos porcentajes obte- tudio y la práctica del deporte. Más aún, si tene-
nidos (6.96%) sobre los efectos placenteros espe- mos en cuenta que el 7.3% se muestra indiferente
rados del consumo de drogas. De otro lado, nues- a este respecto, y que la formación de actitudes
tros resultados coinciden, básicamente, con los positivas hacia la salud, y por consiguiente el re-
obtenidos por López Campos (1989) y ligera- chazo del consumo de drogas, encuentra en la
mente inferiores a los de Escámez et al. (1990) y práctica del deporte una de las vías más eficaces
Torres (1989). en estas edades.
porcentajes que alcanzan niveles del 50% en las nificativas, mostrándose las chicas más indiferen-
zonas de Cartagena, Lorca-Aguilas y colegios de tes a este respecto.
poblaciones marginales, frente al 11% en las fa-
milias con estudios medios y superiores.
Respecto a la "profesión de los padres" y su 4.3. Las drogas no perjudican a la salud
incidencia en las actitudes hacia la droga en sus
hijos, los datos obtenidos ponen de manifiesto De nuevo la variable sexo aparece significa-
que los hijos de obreros no cualificados o traba- tivamente asociada a la actitud hacia las drogas en
jadores discontínuos desconocen en mayor por- los alumnos de E.G.B. En las cinco zonas es-
centaje (48%) la incidencia negativa del tabaco y tudiadas las chicas consideran mayor porcentaje
del alcohol en la práctica del deporte, y en un que los chicos que las drogas perjudican a la sa-
33% la de las lud. Así el 76% de los chicos responden favora-
drogas "ilegales". El resto de las profesiones ob- blemente al item: "estoy convencido que el con-
tienen porcentajes notablemente más bajos. Estos sumo de drogas no me perjudicaría tanto como
datos se refieren sólo a las zonas de Cartagena, dicen mis padres, maestros o la televisión", frente
Molina de Segura y poblaciones marginales; en el al 24% de las chicas. El 73% de los chicos en los
resto de las zonas no se ha producido asociación colegios marginales responden favorablemente al
estadística significativa. item: "aunque tomara drogas no me perjudicaría",
frente a un 27% de las chicas. En el resto de las
zonas no se ha producido asociación estadística
4.2. Las drogas no generan dependencia significativa.
De los datos obtenidos se desprende que la
En este estudio hemos destacado el hecho variable sexo aparece asociada a las actitudes de
preocupante del elevado porcentaje (25.8%) de consumo del tabaco y alcohol. En efecto, el
alumnos que desconoce el peligro de la depen- 70.4% de los chicos de Cartagena-ciudad mani-
dencia que genera el consumo de drogas. Nos in- fiesta que fumar "de vez en cuando" no perjudica
teresa ahora constatar si existe asociación entre la salud, frente al 29.5% de las chicas. En cuanto
dicho desconocimiento y las variables antes refe- al alcohol, el 58.8% de los chicos de Murcia-ciu-
ridas. dad considera que el tomar bebidas alcohólicas
Si atendemos a la variable sexo, se observa no daña la salud, frente al 41% de las chicas. En
que sólo en los colegios de poblaciones margina- el estudio de Comas (1985) la consideración del
les se da dicha asociación. En efecto, el 60% de alcohol y tabaco como no perjudiciales a la salud
los chicos desconoce el peligro de la habituación se obtienen también porcentajes diferentes en el
al consumo de drogas, frente al 40% de las chi- varón y en la mujer (35% y 25% respectiva-
cas. En el resto de las zonas estudiadas no se ha mente).
observado asociación estadística significativa a Si atendemos a la variable "profesión de los
este respecto. padres" y actitudes hacia la droga en sus hijos, los
En cuanto al "nivel de estudios de los padres" resultados obtenidos muestran una escasa asocia-
y el desconocimiento de la drogodependencia en ción entre dicha variable y la creencia de los
sus hijos, los resultados obtenidos no presentan alumnos encuestados sobre el perjuicio de las
asociación estadística significativa en ninguna de drogas para la salud. En efecto, sólo respecto al
las cinco zonas estudiadas. Lo mismo cabe afir- alcohol, y en Murcia-ciudad, los hijos de obreros
mar respecto a la variable "profesión de los pa- no cualificados y trabajadores discontínuos consi-
dres". Estos resultados confirman los obtenidos deran en un 31% que el tomar bebidas alcohólicas
en nuestro estudio ya citado sobre la escasa inci- no perjudica la salud, frente al 14% de los hijos
dencia de la variable familiar en las actitudes de de empresarios, directivos, altos cargos, profesio-
los hijos hacia la droga en poblaciones "norma- nes liberales, etc. Y al 20.7% de los pequeños
les". Y difieren notablemente de los resultados comerciantes y trabajodres por cuenta propia. En
obtenidos por Comas (1985). En este estudio sólo el resto de las zonas no aparece asociación esta-
un 10.8% de la población encuestada niega que dística significativa entre la profesión de los pa-
las drogas generen dependencia y un 20.5% se dres y las actitudes hacia las drogas en sus hijos.
muestra indiferente. Atendiendo al sexo, en los Sin embargo, del estudio de Comas (1990) se
menores de 21 años, no aparecen diferencias sig- desprende que son las profesiones liberales, em-
presarios y empleados de nivel superior las más ciudad se observa asociación estadística sig-
asociadas al consumo de drogas en los hijos. No nificativa entre la variable sexo y la presión al
obstante, el mismo autor advierte que si bien es consumo de drogas "ilegales". En efecto, el 70%
cierto que el status socio-económico alto se co- de los chicos de Cartagena-ciudad declara que sus
rrelaciona con un mayor consumo de drogas, amigos les rechazarían si no tomasen drogas,
otros factores ajenos al mismo, o relacionados frente al 30% de las chicas.
con él, poseen un impacto superior. Es respecto al tabaco donde se produce aso-
Respecto al "nivel de estudios de los padres" ciación entre sexo y dicha droga. Así el 80% de
puede hablarse, en líneas generales, de una aso- los chicos de la zona de Lorca-Aguilas afirma que
ciación entre los niveles más bajos de estudios y el fumar les ayuda "a sentirse mayores", frente al
una mayor aceptación de las drogas "ilegales" en 20% de las chicas. Estos porcentajes se sitúan en
los hijos. Así en el item 23: "estoy convencido el 64% y 35.8% para los chicos y chicas respecti-
que el consumo de drogas no me perjudicaría tan- vamente en Murcia-ciudad. Fumar para no verse
to como dicen mis padres, maestros o la televi- rechazado por los compañeros es aceptado por el
sión", el 7.4% de los alumnos de Murcia-ciudad 66.6% de los chicos, frente al 33.3% de las chicas
cuyos padres tienen estudios medios y superiores en la zona de Molina de Segura.
declara que el consumo de drogas no perjudica la Las otras variables: profesión y estudios de
salud, frente al 48% y 44% de padres con estu- los padres, no aparecen asociadas a la presión
dios primarios y sólo leer y escribir, respectiva- ejercida sobre los adolescentes para el consumo
mente. Resultados análogos se obtienen en Car- de drogas, según se desprende de los datos obte-
tagena-ciudad y zona de Lorca-Aguilas. En los nidos en este estudio.
colegios de poblaciones marginales sólo el 3.3%
de alumnos cuyos padres tienen estudios medios o
superiores no reconocen que las drogas perju- 4.5. Tolerancia-aceptación social del con-
dican la salud, frente al 43.3% y 53.3% de padres sumo de drogas
con estudios primarios y sólo leer y escribir, res-
pectivamente. De las zonas objeto de estudio, los alumnos de
De los datos obtenidos se desprende que la los colegios ubicados en las poblaciones mar-
variable "estudios de los padres" está asociada a ginales son los más tolerantes, como cabía espe-
la actitud de los hijos hacia las drogas, aunque di- rar, con el consumo de drogas. Si atendemos a la
cha asociación no alcance niveles estadísticos asociación entre sexo y tolerancia de las drogas,
significativos en ninguna de las zonas estudiadas. observamos que el 82% de los chicos en colegios
El estudio de Comas (1990) llega a conclusiones de poblaciones marginales considera que "es con-
distintas. Del mismo se desprende que a mayor veniente conocer y probar todas las drogas" frente
nivel de estudios de los padres, mayor es el riesgo al 17.6% de las chicas. Respecto al alcohol, el
de consumo de drogas por los hijos. Esta correla- 67% de los chicos considera que "aunque algún
ción la considera coherente con el propio con- miembro de mi familia bebiera mucho alcohol no
sumo de los adultos, ya que son los que tienen por ello tendría problemas", frente al 32.8% de
mayor nivel de estudios los que consumen más las chicas.
drogas, tanto legales como ilegales. En cuanto a la variable "estudios de los pa-
dres" y su asociación con la tolerancia de las dro-
gas en sus hijos, los datos obtenidos no parecen
4.4. Presión social para el consumo de dro- confirmar dicha asociación: mientras en la zona
gas de Lorca-Aguilas el 42.5% de los alumnos cuyos
padres poseen estudios medios o superiores dicen
De las variables estudiadas, sólo el sexo apa- estar de acuerdo con el item "prefiero no estar en
rece significativamente asociado a una mayor lugares donde se consumen drogas" por sólo el
presión social para el consumo de drogas en los 16.9% de los que sólo saben leer y escribir, y el
alumnos de E.G.B. de nuestra región. No obs- 40.4% con estudios primarios; en la zona de
tante, la presión ejercida sobre los adolescentes es Murcia-ciudad, por el contrario, el porcentaje
desigual en cada una de las drogas: no se da pre- mayor de acuerdo con el item propuesto lo ob-
sión alguna para el consumo de alcohol en ningu- tiene el nivel de estudios primarios con un 46.3%,
na de las zonas en estudio; y sólo en Cartagena- frente al 32.6% de los de estudios medios y supe-
riores, y el 20.9% de los que sólo saben leer y es- consumo de drogas, si se compara con la pobla-
cribir. ción de núcleos urbanos.
Los resultados obtenidos en este estudio no Los resultados globales nos muestran una po-
establecen asociación estadística significativa en- blación que desconoce en un porcentaje elevado
tre tolerancia social del consumo de drogas (taba- (25.8%) las dificultades para dejar el consumo de
co, alcohol y drogas ilegales) y la profesión de los drogas. Si a este dato se añade que el 17.2% no
padres de los alumnos encuestados en ninguna de tiene aún una posición tomada o se declara indife-
las cinco zonas estudiadas. rente, se pone aún más de manifiesto una clara si-
tuación de desprotección de los alumnos de
E.G.B. frente al fenómeno de la droga. Asimismo,
nos parece elevado el porcentaje (20.3%) de los
5. Conclusiones alumnos que afirman que las drogas no tienen in-
cidencia negativa en la práctica del deporte. Por
De los datos de nuestro estudio se desprende una lo que a la aceptación de las drogas se refiere, los
estrecha asociación entre sexo y actitudes hacia la porcentajes obtenidos alcanzan niveles más bien
droga, mostrándose más favorable los chicos en bajos (14.9%), singularmente las drogas ilegales
porcentajes altamente significativos, resultados (8%). El carácter doméstico y uso habitual en to-
que vienen a confirmar los obtenidos en otros es- das las clases sociales del tabaco y alcohol facilita
tudios (Ortega y Mínguez, 1990). Igualmente se su aceptación y no inclusión en la categoría de las
confirma una relativa asociación entre nivel de es- drogas. No obstante, el porcentaje de aceptación
tudios de los padres y actitudes de sus hijos hacia de las mismas es, en cierto modo, bajo (16.15% y
la droga y prácticamente nula con la profesión de 18.9% alcohol y tabaco respectivamente). Estos
los padres. datos revelan una creciente aceptación del con-
Dada la importancia que la familia ejerce en la sumo de alcohol en la población joven. En nues-
organización de la personalidad de los hijos, en tro estudio (Ortega y Mínguez, 1990) el porcenta-
cómo piensan y actúan, como ponen de mani- je de alumnos de BUP-FP que manifiesta actitu-
fiesto abundantes investigaciones al respecto, ca- des positivas hacia el alcohol se sitúa en el
bría esperar que el nivel socio-profesional de los 28.7%, no registrándose aumento alguno respecto
padres, y singularmente de los estudios, se tra- al tabaco.
dujera, a su vez, en diferentes modos de respon- Estos datos deben constituir para todos un se-
der al fenómeno de la droga en sus hijos. La aso- rio motivo de reflexión. Es cierto que los niveles
ciación, por el contrario, ha sido más bien escasa. de aceptación de las drogas son bajos, por ahora.
De nuestro estudio se desprende que en nues- Sin embargo, las posiciones de "comprensión" o
tra región las actitudes de los alumnos de E.G.B. "tolerancia social", de desconocimiento de la de-
frente a la droga presentan perfiles bastante pendencia que el consumo de drogas genera, re-
homogéneos, por lo que no puede hablarse de flejadas en este estudio, ponen de manifiesto la
comportamientos "diferenciados" en los alumnos existencia de un colectivo considerable de alum-
según la zona geográfica a la que pertenezcan. nos, carentes de los recursos o conocimientos ne-
Sólo en los colegios ubicados en poblaciones cesarios que les permitan afrontar, con garantías
marginales se ha obtenido una cierta asociación de éxito, el rechazo de un mundo supuesamente
entre las actitudes favorables hacia la droga y la feliz que la droga les ofrece.
situación de marginalidad de los alumnos en- Preocupación especial nos merece el colectivo
cuestados, confirmando los resultados de otros es- de alumnos de poblaciones marginales: mayor
tudios (Vega, 1984). Los alumnos de poblaciones presión social y mayor comprensión o tolerancia
marginales se muestran más "tolerantes" y "com- del consumo de drogas, aunque, todavía no se
prensivos" con el consumo de drogas, y creen haya traducido en un aumento significativo de las
percibir, en un mayor porcenataje, una mayor actitudes favorables hacia las mismas. Pero dado
presión del ambiente hacia dicho consumo. Sin el elevado índice de abandono escolar en dichas
embargo, la presión del medio socio-familiar en poblaciones, la escasa protección que los niños
estos alumnos, no se traduce en una actitud más reciben de sus familias frente a la droga, junto a
favorable de éstos hacia las drogas en un nivel es- la dureza del medio social, permite abrigar pocas
tadístico significativo; ni tampoco en un mayor esperanzas de que muchos de estos niños puedan
desconocimiento de la dependencia que genera el escapar de la amenaza de la droga. La apuesta de-
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