Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTRODUCCIÓN
En el siglo XIX se dio inicio a la época republicana del Perú donde se dieron
sucesos importantes como la proclamación de la independencia del Perú, guerras
contra Colombia, Bolivia, la era del guano, guerra contra ecuador, España, la crisis
hacendaria, la guerra del pacifico, el tratado de Ancón, la reconstrucción nacional,
una serie de gobiernos provisionales, para así dar inicio la república aristocrática y
al siglo XX.
Así como se marcaron hitos importantes para la historia del Perú, también se dio el
surgimiento de personajes importantes en el campo de la educación, la escuela
normal, y sobre todo cobra importancia la educación de la mujer y su inclusión en
el nivel primario y secundario, el nacimiento de la primera mujer que cursó estudios
superiores y la primera jurista del Perú.
Durante los comienzos de la vida independiente del Perú, ya sea en la etapa del
Protectorado o de la República establecida por el primer Congreso Constituyente
(20 de Setiembre de 1822), la educación no sufrió cambios cualitativos y prosiguió
como privilegio de la élite económica, heredera y continuadora de la nobleza
virreinal, tal como se pudo constatar por lo señalado por el Decreto del 6 de julio
de 1822. Sin embargo, la educación femenina empezó a ser considerada desde
los tiempos de la Independencia cuando se crearon colegios de alumnas en Lima,
Cuzco y Arequipa32. Esta formación era de nivel primario, porque las mujeres
estaban prohibidas de ingresar a los colegios mayores (secundaria) y a las
universidades.
A mediados del siglo XIX, la educación nacional aún aplicaba el método memorista
lancasteriano, que absorbía todas las actividades de la enseñanza confundiéndose
la idea con la expresión, la compresión mental con el automatismo mecánico, la
repetición inconsciente con la asimilación del conocimiento. Algunos docentes y
periódicos de la época critican estos métodos de enseñanza y piden que sean
renovados.
Sin embargo, las mujeres no estudiaban el segundo grado, que comprendía tanto
a los colegios menores como mayores, porque para ellas existían los colegios de
niñas donde estaban excluidas de las Matemáticas puras, Física, Historia Natural,
Economía Política, Filosofía, Latín, Disposiciones de la Constitución política,
Química, Geografía universal, antigua y moderna, Teneduría de libros, Nociones
de lógica y ética y otras asignaturas. La diferencia de cursos para hombres y
mujeres aparece cuando se mencionan las materias que se les impartían a los
estudiantes en segundo grado, tal como nos muestra el siguiente cuadro:
Era evidente la reducción cultural de las mujeres porque a mediados del siglo XIX
en el Perú, las mujeres no estudiaban en la universidad y por tanto no podían
ejercer una carrera profesional dado que se creía que las mujeres no tenían la
suficiente capacidad racional para ejercer estudios superiores y se creía que sus
responsabilidades se limitaban al ámbito doméstico para cuidar a los hijos y sus
esposos.
En vista de la penosa situación del erario público, el Gobierno ordenó que “las
escuelas estén bajo inmediata dependencia e inspección económica y
administrativa de las Municipalidades Provinciales o de Distrito que hagan sus
gastos”56. Ahora bien, debemos recordar que los principales núcleos económicos
e intelectuales urbanos fueron afectados por la guerra con Chile, ya que sus bases
materiales de ingresos habían sido destruidas durante el conflicto. Por tanto, no
existían fuentes que generasen recursos para mantener a las autoridades locales
ni sus planes de educación.
Nuevamente notamos que las mujeres recibían cursos de ciencias, pero si nos
fijamos bien el curso inicia con el nombre “Ligeras nociones de Física, Química e
Historia Natural” a diferencia de los varones que llevaron cursos elementales de
las materias anteriormente mencionadas, lo cual no implicaba que las mujeres
estuvieran preparadas para ingresar a la universidad (recordemos que recién en
1908 se permitió el ingreso de las mujeres a los centros de educación superior).
2.4 EL PRIMER CONGRESO HIGIÉNICO ESCOLAR PERUANO (1899)
Debemos reconocer que el Gobierno tomó una buena decisión en preocuparse por
las condiciones de salubridad en que estudiaban los alumnos de los colegios y
escuelas, dado que Lima era propensa a sufrir enfermedades terribles como
consecuencia de los hábitos antihigiénicos de sus habitantes. Sin embargo, los
problemas de salubridad e infraestructura de los colegios y escuelas aún
persistieron hasta en la primera década del siglo XX.
Biografía
Hijo de Sebastián Lorente y Saavedra e Isabel Ibáñez y Aparicio, inició sus
estudios en el Seminario Mayor de San Fulgencio de Murcia, donde obtuvo el
grado de bachiller en Teología en 1828, pasó a la Universidad de Valencia, en
cuya facultad de medicina optó grado de médico en 1834. Con el propósito de
cursar derecho se trasladó a Madrid en el año de 1835. Por concurso obtuvo la
cátedra de Filosofía en el Colegio Real de San Isidro; y vista su eficiencia, fue
recomendado para enseñar a los hijos del marqués de Santa Cruz. Pero su
adhesión al liberalismo lo expuso al ensañamiento de la reacción absolutista; y en
tal coyuntura, optó por acogerse a las proposiciones que le hiciera el entonces
Presidente del Perú, Domingo Elías, en 1842, y viajó al país para incorporarse al
Colegio Nuestra Señora de Guadalupe. Inicialmente asumió la enseñanza de
geografía en 1843, luego ejerció la dirección entre los años 1844 a 1849 y efectuó
una fundamental reforma en sus orientaciones, introduciendo nuevas asignaturas;
Historia Antigua, Media y Moderna, Historia General de América y particularmente
del Perú, Literatura, Economía Política, Estadística e Historia Natural, elevando la
calidad de sus lecciones hasta convertirlo en un centro de instrucción media, y
renovando la metodología. Por falta de profesores se ve obligado a dictar hasta
diez asignaturas en 1846, y por añadidura, asumió en el Convictorio de San Carlos
la enseñanza de Geografía y Literatura, y en el Colegio de Medicina inició la de
Filosofía, Higiene, Historia Natural y Medicina Legal.
Por segunda vez viajó a Europa permaneciendo entre 1870 y 1872, a fin de
estudiar las orientaciones educativas aplicables al Perú. Y restablecido en el
decanato el 10 de abril de 1872, inauguró la enseñanza de historia de la
civilización peruana en 1875, donde tuvo oportunidad de defender a la institución
universitaria contra las intromisiones autorizadas por Nicolás de Piérola durante su
gobierno dictatorial en 1880 y contra las depredaciones chilenas.
Obras:
Biografía
En octubre de 1894, formó una sociedad llamada Auxiliadora para asistir a los
heridos en los hospitales y a los presos en las casamatas. Recibió apoyo del
presidente Andrés A. Cáceres y prestó invalorables servicios durante la guerra civil
que ensangrentó las calles de Lima en 1895. En esta ocasión, instaló una
ambulancia en la Plazuela del Teatro, que contó con 50 camas y tuvo que atender
a 227 heridos. Durante los dos meses siguientes continuó como hospital de sangre
provisional.
Al finalizar la guerra civil, todos regresaron a casa, pero fue entonces cuando
quedó patente el desamparo de los niños que habían quedado huérfanos. Imbuido
de un noble espíritu de solidaridad hacia los desvalidos, Juana convocó la
colaboración de las damas de la sociedad, e impulsó el nacimiento de la Sociedad
Auxiliadora de la Infancia, a la que habría de dedicar el resto de su vida. A través
de dicha institución promovió la creación en 1896 de una Escuela Maternal, que se
instaló en la calle Tayacaja, donde recibirían alimentación y enseñanza niños de
siete años a doce años. Con tal fin, numerosas voluntarias fueron capacitadas
como maestras, y como anexo se abrió un consultorio de atención médica gratuita.
Como maestras destacaron Luisa Beausejour, Elvira García y García, y la propia
hija de Juana, Luisa Dammert. Como no fuera suficiente las donaciones obtenidas
para mantener esta obra, organizó la primera kermés benéfica el 21 de octubre de
1900.
Formación
En 1878 Trinidad se graduó de Bachiller. Fue entonces cuando desde Lima las
damas de sociedad le mandaron una medalla y felicitación. Se convertiría así en la
primera jurista del Perú. El diputado cusqueño Francisco Gonzales presentó al
Congreso de la República, durante su gestión, una petición para que este órgano
la declare apta para graduarse como abogada, para hacer los dos años de práctica
en un estudio forense y recibirse en alguna Corte Superior. Gonzales alegó que
este pedido no tenía que ver sólo con el Cusco sino con toda la República.
Gonzales fue apoyado por el diputado por Huánuco José Manuel Pinzás quienes
propusieron ante la cámara de diputados que se establezca que las mujeres
consigan, con los requisitos de ley, los mismos grados universitarios que los
hombres. Esta propuesta fue apoyada por el ministro de Instrucción, Justicia y
Culto Mariano Felipe Paz Soldán. Este proceso fue interrumpido por la Guerra del
Pacífico y recién luego de esta, el Congreso resolvió autorizar, en calidad de
"gracia", que Enriquez pueda optar el grado de bachiller en Derecho.
Biografía
Nació el 1 de junio de 1862 en Lambayeque, costa norte del Perú. Fue hija del
contralmirante Aurelio García y García y de Eulogia Bert. Inició sus estudios en el
Colegio de Educandas de Trujillo, culminándolos en Lima. Empezó a dedicarse a
la enseñanza en 1880, cuando contaba con dieciocho años de edad, como
profesora del Colegio Santa Isabel.
Entre 1917 y 1918 recorrió Argentina, Uruguay y Brasil, para conocer de cerca la
realidad educativa en dichos países. De vuelta a Lima, y como fruto de sus
experiencias, instituyó una Academia de Enseñanza Superior para Mujeres, que
funcionó de 1920 hasta 1932.
Aporte y pensamientos
Mujer educadora
Elvira García y García consideró que las mujeres reunían las condiciones propias
que las hacen las educadoras por excelencia, ya que los niños en sus primeros
años requería de grandes dosis de ternura, que solo las mujeres podrían ofrecerle:
“Las condiciones propias de la mujer hacen de ella la educadora por excelencia, y
debe ser preferida al hombre, sobre todo, cuando se trata de la primera
enseñanza, en la que, por lo mismo que es necesario tomar al niño en edad tan
tierna, que requiere gran dosis, el manejarlo, se adapta más aún al trato materno,
como es el que la mujer puede ofrecerle”
Capacitación de maestras
Otra labor para las mujeres que también estaba relacionada con la educación
infantil, era la docencia. Para Elvira García y García era importante que para una
excelente formación académica de las profesoras, éstas deberían estudiar en el
extranjero para perfeccionar sus conocimientos, para que de esta manera las
profesoras sepan aplicar un buen método de enseñanza. “La maestra al salir a
poner en práctica lo que ha recibido en la Escuela, tiene la tendencia de vaciar
como en un molde, las mismas nociones que ella recibió, y continúa en lo relativo a
disciplina, organización y dirección, rumbos idénticos, sin que le sea dable
decidirse por ninguna otra cosa”
Enfermeras
Elvira García y García consideraba que otro trabajo adecuado para las mujeres era
la Enfermería porque ella posee un instinto maternal innato que le permite tratar a
los enfermos como si fuera un hijo o familiar suyo. Por ese motivo, Elvira García y
García sugería que los grandes hospitales de Lima, así como los de las grandes
ciudades del Perú organizasen Escuelas de Enfermeras.
Obras:
V. BIBLIOGRAFIA