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TAPA

TIGRE ESCRIBE

MICROFICCIÓN
2021
a-J

Talleres Literarios Municipales

Subsecretaría de Educación

logo
Noviembre 2021

Los textos que aquí se publican fueron escritos por los integran-
tes de los Talleres Literarios Municipales que impulsa la Subse-
cretaría de Educación.

Todos los derechos reservados.

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Publicación de distribución gratuita.


“Microficción: pieza en prosa compuesta de pocas pa-
labras y elocuente silencio concebida para ser comple-
tada por el lector y disparar en él una o varias posibili-
dades de sentido.”
Raúl Brasca
Microficciones

Alejandro Stero

Se puso guantes, saltó a la palestra y ganó la lucha.

y
Hay un sincretismo, una amalgama, entre el saludo clásico y la
astronomía de posición. Cuando el horizonte que está al este de-
clina, muestra la imagen del astro y se generan las primeras luces
del día. El sol parece subir culminando al mediodía. Luego, el
otro horizonte, el del oeste, eleva su plano hasta que finalmente
el astro queda oculto.
Así oscila mi universo interno en el eclipse de tu mirada.

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Tigre Escribe 2021 Microficciones

Ángel Oscar Taibo Ángel PEtrocelli

Las palabras
Leer, partir, llorar Quería escribir un breve relato de misterio, pero no estaba ins-
La escuchó decir “me voy”. Dejó el libro de Cortázar sobre la pirado esa noche. Dejó la hoja en blanco junto a su lapicera y se
mesita y la siguió hasta la puerta. La vio subir a un taxi. Pensó en encaminó resignado hacia el balcón. De pronto, cayó al vacío.
su “yo” sin ella. Pronto su imaginación lo llevó al pájaro muer- La brisa que entró desde el ventanal dio vuelta la hoja en cuyo
to, cubierto de hormigas, que encontró en el jardín. Luego a la dorso se podía leer: la baranda sigue oxidada y no soportará tu
barca perdida en una bahía del estrecho de Magallanes. Su ros- peso.
tro se contrajo y un sonido espasmódico brotó de sus adentros,
acompañado de lágrimas y mocos. Se tapó la cara usando ambas
manos con las palmas hacia adentro. Se sonó la nariz y volvió a
la lectura.

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Tigre Escribe 2021 Microficciones

Ángela Ceferina Alarcón ANNIE CÓRDOBA

Todos salieron en defensa de ellos, era injusto lo que pensaban La tela


hacer. La gente tenía miedo que los sacrificaran al trasladarlos a Suspendidos en el hilo de la tela, se miraron un instante, inmó-
otros lugares, pero hubo muchas personas que hicieron lo impo- viles. Él la amaba. Ella supo que le haría daño. Quedó atrapado,
sible para que no se fueran de su lugar de orígen, los humedales. pero feliz.
Ya que se encuentran ahí desde tiempos remotos, antes que esas
tierras fueran ocupadas.
Son animales pacíficos, solo si se los atacan responden. Así que,
en este momento, están todos contentos y felices por haber ter-
minado con el conflicto. y
y Despojos
Aquí yacen los despojos de dos amantes que mutaron en una
Estas líneas son para agradecerte por todo lo que haces y hiciste emboscada de fuego y pólvora.
por mí. Te extrañé cuando no podía caminar por mí lumbago
Roca y Espuma.
por el dolor que me producía al apoyarte, pero pese a esto nunca
me abandonaste. Me decías “adelante, sos fuerte”. Nunca me caí,
fuiste mi sostén. Sos un pie normal, ni grande ni chico, pero muy
importante para mí, querido pie izquierdo.
Me despido de vos, hasta la próxima caminata. Que descanses,
hasta mañana.

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Tigre Escribe 2021 Microficciones

Beatriz Dejtiar Benedicto Manuel Galván

El golpe fue fatal. En realidad, fue un asesinato. Lo último que Volvió después de 40 años
vio fue a su asesino. Antes de irse de este mundo, tiene dos pre- Cruzó la plaza en diagonal, como lo había hecho diariamente
guntas. ¿Por qué? y ¿quién? Quizás para ir a un mundo mejor. en dirección a su empleo. La fuente estaba despintada, gris, el
Sin envidias ni rencores, donde todo sea paz. césped seco. Al llegar a la esquina, vio la amplia vidriera; buscó
en ella al joven, que todas las mañanas respondía sonriente a su
saludo con el pulgar levantado y una sonrisa pícara.
y Siguió avanzando y se enfrentó con un hombre grande, grueso,
de barba blanca que avanzaba lentamente arrastrando los pies y
que respondió a su saludo con el pulgar hacia abajo y una mueca
Ella no fue tan buena ni tan santa, pero ¿para matarla? No era como sonrisa.
para tanto. Encima, cuando se despierta, vuelven a asesinarla.
Para procesar el hecho, escribe su propia historia con sangre des-
parramada en el piso. Toda. Sin quedar ni una gota.

y
Yo miraba su corbata con dos nudos y me arrebataba toda. Puso
su mano sobre la mía y yo lo dejé. Y fue así hasta que me poseyó.
Yo era una señora. ¿Estaría loca?
Llegó mi parada. Me arreglé, bajé del colectivo y me fui a limpiar
mi cocina.
¿Fue un sueño? De todas maneras, lo volvería a soñar.

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Tigre Escribe 2021 Microficciones

Carmela Caso Daniela Acuña

Cuando te conocí, y durante mucho tiempo, pensaba que esta- Hazte fama que eso engorda el ganado y el que calla, vuela. En
ba tocando el cielo con las manos. Hoy me siento decepcionada. la casa de herrero no se le miran los dientes y eso que donde
El carrusel enloqueció, giraba sin parar, los chicos sobre los hubo fuego se ríe mejor.
caballitos se reían sin entender nada. No te cases ni te embarques, que dure cien años, le decían. Y así
a buen entendedor, cría cuervos. Claro, que el que ríe último en
martes, cuchillo de palo y te diré quién eres.
Ay, ay, ay, cenizas quedan.
y
Estrujaba sus manos. Luego bailoteaban. Quizá decírselo. Pero
no pudo.

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Tigre Escribe 2021 Microficciones

Eva Valentina Sosa Elda Solé

Añoro. Todo lo pasado en mi infancia no olvida. Los que quise


mucho y me han querido ¡ya no están! Mis queridos padres que La encontró sentada en el murallón, buscando sobre el horizonte
amé. Estoy muy agradecida por la educación que me dieron. Me la silueta del Stella Maris. Las lágrimas inundaban su rostro, su
casé, tuve hijos, los eduqué como ellos hicieron conmigo. Mis hijo la abrazó. Y, con dolor, recordó que se cumplían 10 años que
padres. Añoro. Estoy muy orgullosa de ellos. Cuando crecieron, ella cada día visitaba el muelle hasta el anochecer.
mis hijos me agradecieron, como yo agradecí a mis padres. Ellos,
mis hijos, educaron a sus hijos de la misma manera. Los buenos
ejemplos están en la casa.

y
Tigre, hermosa ciudad. No le falta nada para disfrutar al aire
libre. Pasar el día es poco tiempo para todo lo que ofrece. Uno
no sabe por dónde empezar. El río con sus lanchas, el rugir de
los motores, la gente feliz por miles, sus árboles de toda clase que
refrescan y oxigenan ¡Qué placer! ¡No tiene precio! Los chicos
juegan en la arena a la pelota y con sus palitas y baldecitos. Las
familias con el mate y el termo hacen una rueda grande. ¡Qué
felicidad nos da nuestra madre naturaleza!

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Tigre Escribe 2021 Microficciones

Fabiana Ariala Flora Mabel Martínez

El encuentro Justicia
Por fin pude concretar ese encuentro único, tantas veces postergado Elenita era una niña hermosa, rubia y frágil. Padres grandes, a cargo
al que ya lo daba por perdido. de su hermana mayor que la odiaba con todas las letras. Disfrutaba
Fue un espectáculo natural memorable, que oscilaba entre lo hostil pellizcar sus bracitos blancos, tirar de su cabello al peinarla y bañarla
y lo amistoso. con agua fría. Hasta que comenzó el colegio, su vida fue un infierno.

Duró un tiempo breve, pero quedará en mi memoria sensorial por Las maestras amaban a esa niña triste, temerosa y solitaria. Hasta que
siempre. la señorita dijo que tenía que hablar con la asistente social por los
moretones. Abrió los ojos llenos de espanto, se dió vuelta y comenzó
Cada vez que intente recuperarlo aparecerán imágenes de esas balle- a correr. No vió el coche. Quedó tendida en el asfalto.
nas marcando el ritmo musical con sus aletas en las aguas saladas del
enorme océano. Y sentiré que me saludan e invitan a sumergirme en Elena sonreía.
su silencioso y apaciguado mundo.

y
Destino
Soñaba con esa gente, con su ritmo explosivo, otra raza. Su piel blan-
ca, suave, aterciopelada. Su hermoso cabello rubio, cien cepilladas.
Se acostaba a soñar, no con un hombre; con un país. Lo buscaba en
Internet. En cine lo veía en películas, en el celular, en revistas. Cuando
creciera, viajaría para buscar trabajo. Nada la haría más feliz que vivir
en Brasil, con sus hermosas ciudades, con sus favelas, con sus playas.
Un pueblo lleno de ritmo y pasión.
Al fin el viaje. La encontraron muerta en la playa. Inexplicablemente,
su rostro reflejaba en su dulce sonrisa una inmensa paz.

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Tigre Escribe 2021 Microficciones

Flora Mabel Martínez Guillermo Legaspe

Y después de veinte años de ausencia, el barrio tenía sus cambios, la 03:33 AM


calle perdió sus adoquines y en los baldíos florecieron los edificios, Mira el reloj digital a la izquierda de su cama. Meses despertan-
hijos del progreso. El exilio forzado acomodó los recuerdos y los do a la misma hora.
arrinconó sin remordimientos en el casillero del olvido. Fue la única
forma de continuar Se tapa hasta la cabeza. El miedo lo invade. Sus sentidos se in-
tensifican y se siente parte de esa comparsa de ultratumba que
Cada mirada extraviada, esquivada, solapada, toque de alerta que sucede. Su alma se desprende de su cuerpo, uniéndose a la fiesta
nunca percibió. La vió tomar a su pequeña. Hundiéndola en la ba- paranormal.
ñera, sonreía con demencial placer. Con un salto se la arrebató, des-
esperado, tratando que volviera a respirar. Cuando levantó la cabeza, La hora de los fantasmas comenzó y amenaza su razón. Paraliza-
ella ya estaba en la baranda tirándose al vacío. do, su cuerpo está tieso.
Alrededor de su cama hay sombras amorfas que lo sobrevuelan.
El calor es insoportable. Transpira frío.
De repente todo es silencio.
El tiempo muerto ha finalizado. Son las 03:35, vuelve a dormir.

y
Otra mañana solo
Todas las mañanas se lava los dientes, enciende una vela, prepara
café, enciende un cigarro y mira por la ventana hacia la estación
fantasma de trenes que nunca volverán a pasar. Sabe que está
solo en el mundo. El virus mató a todos. Suena la bocina del tren.

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Tigre Escribe 2021 Microficciones

Gustavo Trejo de episodios de su vida pasaron por su mente. Desesperado, salió


rápidamente de allí, llegó hasta la calle y se perdió bajo la espesa
niebla de la noche, seguro de haber estado dentro del baúl oscuro
Claroscuro de sus recuerdos.
Su silueta oscura se confundió en la noche. Caminó hacia el
Obelisco, tomó un taxi. Siempre en silencio, vio pasar el mundo
con sus ojos grandes.
Bajó en la costanera. Ese jueves gris le había traído pensamientos
y
extraños. Aún no había salido el sol, observó el río. Fue entonces
cuando apareció él, un caballero enigmático bañado en misterio. Carrusel
Ambos se confundieron en un abrazo y así, con los primeros Subió a su caballo blanco imaginario. Recorrió los rincones más
rayos del sol, desaparecieron junto a las últimas sombras de la secretos de su niñez. Sus amores y desamores, sus tiempos de
noche. estudiante. Esas noches serenas junto al mar, cara a cara con la
Un hombre que pasaba por allí se preguntó “¿se volverán a en- luna. Sus aventuras en los conventillos de San Telmo y los carna-
contrar el próximo amanecer?”. vales multicolores. Las vistosas casitas del barrio de La Boca y la
algarabía de los turistas.
Súbitamente, el Carrusel se detuvo, descendió del caballo y re-
emprendió el camino de su destino.
y
El Sótano
Avanzó bajo la fría llovizna. Llegó a la esquina donde se levan-
taba el viejo bar y entró. Los pocos parroquianos que había a
esa hora parecían rígidos muñecos de cera. Se dirigió hacia el
sótano, bajó las escaleras y fue entonces cuando escuchó su voz.
Ella estaba de espaldas, pero pudo reconocer su silueta. Una serie

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Ilda Tomatis Inés Gigliotti

La Muerte Perspectivas
Soñó que la muerte lo esperaba. Ella no tenía prisa. Cuando des- El globo rojo ascendía rápidamente por el cielo celeste. Era her-
pertó aún estaba allí. moso verlo danzar con el viento. Se alejaba en su vaivén.
Al bajar la mirada descubrí la tristeza en el rostro de un niño.
Él también miraba el globo. Su padre lo consolaba. Juntos de la
mano se acercaron al vendedor de globos para comprar otro.

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Tigre Escribe 2021 Microficciones

Irma Sconfienza Iván Rosati

Apariencias
Siempre te dijo que quién mal anda mal acaba, a buen entende- Él era único, un artista innato. Era creativo como pocos, la música era
dor pocas palabras bastan, pero no entendiste. su segundo idioma, el cual manejaba con la gracia de un joven Mozart,
Cuando sucedió, los demás dijeron “dime con quién andas y te uno moderno y adaptado a las últimas tendencias. Tenía confianza en
diré quién eres” y te acusaron también a vos. sí mismo, no era engreído, era consciente de su propio potencial. No
era un diamante en bruto, estaba pulido, listo para convertirse en el
Dijiste “hazte la fama y échate a dormir”. Me apena verte en la accesorio de lujo de una bella dama.
cárcel, pero no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor
sordo que el que no quiere oír. Era único y ella lo sabía, había visto a mil como él.

Ellos dicen “el que las hace las paga”. Yo no sé si lo hiciste, ten-
dría que ver para creer.

y
El ser humano
Muerde que te muerde. Con dientes filosos, dientes que no son suyos,
que son de acero; que fueron de obsidiana, de cobre, de bronce, de
hierro…
Muerde y no come, muerde y destruye. Nunca se atraganta, nunca se
llena. Muerde la comida de los otros. Muerde a los otros. Es la gula,
nunca menos.
El ser humano muerde hasta que no tiene nada que morder, entonces
se muerde a sí mismo. Y si Dios existiera, lo mordería también.
Sin dudas, está mordiendo más de lo que puede tragar.

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Iván Rosati Juan Paulino Nocetti

Arranque Una siesta de perros


Esa exhalación antes del primer sorbo de mate a la mañana. Ese cjjj En la tremenda soledad, en el corazón mismo del monte, es la hora
del vinilo antes que las largas uñas rasguen el acorde inicial. El frío del de la siesta. El hombre montaraz y casi desnudo entra a su rancho
piso antes de meterme en la bañera una tarde de invierno. El ronro- construido bajó un árbol, pobre y deshilachado como un nido de pá-
neo del motor al girar la llave. El vértigo del blanco lienzo antes de la jaros. Un lobo salvaje olisquea rastreando la tierra y el pajonal, mira
pincelada fundadora. La mirada asesina antes del beso. El indómito con recelo el lugar.
palpitar de nuestros corazones antes de arrancarte la última prenda. Adentro del rancho ladran los perros alarmados porque ellos duer-
Todo eso y más, todo ese cúmulo de hermosas sensaciones se dispa- men de a ratos y aúlla el hombre que ha olvidado que es humano.
ran cuando te miro.

Amores otoñales
Su casa quedaba a media legua de distancia, apartada y huraña. Ella
solía andar por el pueblo, con sus otoños a cuestas y casi un invierno
en los ojos. Mujer de amores con hombres tardíos y repetidos como
una mala costumbre. Dios lo salve de su calvario —decían— las
otras mujeres, cuando ella sumaba un amor más a su larga lista. El
día que la acusaron, nadie lo podía creer.
Había matado un hombre viejo por cada otoño cumplido.

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Juan Paulino Nocetti

Brevedad
Hay que escribir un microrrelato — sugirió— la profesora de
literatura y el joven alumno se puso a pensar, tanto que hoy lo está
terminando de escribir su nieto.

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Equipo literario
Subsecretaría de Educación
Tigre Municipio

Belen Borsani
María Carla Mozzone
Silvina Maciel
Coordinón literaria: Julia Martín
Coordinación general: Verónica Rui Díaz
Dirección general: Melina Fabiana Ávalos
Subsecretario: Ing. Renso David Heredia
Intendente: Dr. Julio Zamora

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