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De medio vivienda, ambiente familiar)

 Lugar de nacimiento y posteriores lugares de residencia: pueden


orientar sobre patologías vinculadas con el ámbito geográfico o étnico. Por
ejemplo: bocio en las zonas alejadas del mar; parasitosis, en regiones con
infraestructura pobre y sin servicios sanitarios, etcétera.
 Casa-habitación: permite conocer el tipo de hábitat del enfermo, los
servicios sanitarios y la calidad del agua que bebe, que pueden estar
relacionados con la presencia de enfermedades o interferir con las medidas
terapéuticas indicadas. Se debe consignar también el contacto con
animales y la exposición a tóxicos.
Se preguntara de que material está hecha su casa (paredes, piso, techo,
etc.). Se le interrogara también sobre cuantas personas viven en ella,
cuantas habitaciones tiene y si tiene alguna mascota, si cuenta con los
servicios básicos.
 Escolaridad: Conocer el nivel de instrucción de una persona puede ser
importante a la hora de explicarle las características de una enfermedad o
bien proporcionarle las instrucciones con respecto a su tratamiento.
 Ocupación: se averigua el oficio o profesión, el lugar donde se desarrollan
las tareas y el horario de estas. Existen enfermedades vinculadas con
ciertos trabajos como el saturnismo en los que fabrican baterías eléctricas,
la neumoconiosis en los mineros o picapedreros, la brucelosis en los
matarifes, los trastornos visuales en las bordadoras, los dolores de cuello y
dorso del tórax en quienes pasan muchas horas frente a la pantalla de una
computadora, etcétera.
 Núcleo familiar: se preguntara sobre las fechas de casamiento y el estado
civil actual; el nacimiento de los hijos y el número y edad de éstos. Este
apartado permite indagar acera de las características psicológicas del
enfermo, su relación con los familiares y con las personas en general, sus
estados de ánimo habituales, su disposición frente a la enfermedad y sus
responsabilidades. Todos estos factores pueden estar involucrados en la
génesis de la enfermedad y también serán importantes para instituir un
tratamiento con mayores o menores probabilidades de éxito. Es diferente
un enfermo que vive solo que aquel rodeado por su familia y sus afectos, de
otro con su conyugue enfermo y sin hijos o parientes cercanos.
 Servicio militar: informará acera de la salud del enfermo a los 18 o 20
años de edad, ya que este implica una revisión médica con la posibilidad de
diagnóstico de cuadros patológicos. Si hubo excepciones se consignaran
las causas. Este antecedente puede no existir, ya que el servicio militar
obligatorio ha sido eliminado desde 1994 en Argentina.

Hábito

 Alimentación: se interrogara acerca del tipo, cantidad, calidad y horario de


las comidas. Así se podrá conocer si existen carencias o excesos capaces
de generar una enfermedad o coadyuvar con ella. Si la alimentación es
variada se consigna como mixta.
 Intolerancias alimentarias: algunos alimentos, por su contenido en
principios nutritivos o por su preparación, pueden provocar síntomas de
intolerancia que ayudan como orientación de diversas enfermedades, en
general, del aparato digestivo. Los alimentos muy condimentados o muy
azucarados no son bien tolerados por los enfermos con ulcera péptica
gastroduodenal. En estos pacientes es característica la intolerancia al mate
con azúcar, al café y a ciertas bebidas alcohólicas, que pueden generar un
cuadro de dispepsia, pirosis y epigastralgia. Las comidas que contienen
colecistocineticos provocan cuadros dispépticos o dolorosos a los enfermos
con patología vesicular. La yema de huevo, la crema y el chocolate son mal
tolerados, así como los alimentos grasos, los fritos y las salsas,
responsables, con frecuencia, de cuadros de dispepsia con dolorimiento en
el hipocondrio derecho, eructos, meteorismo, náuseas y vómitos. El dolor
puede ser muy intenso y constituir el síndrome del cólico biliar. Los
pacientes con dispepsias (dolor en la parte alta del vientre que se
manifiesta, sobre todo, después de comer). intestinales toleran mal los
alimentos con fibras y los azucares simples.
 Apetito: Las modificaciones del apetito son muy características de ciertos
grados patológicos. Las neoplasias, infecciones y las enfermedades febriles
o que afectan el estado general evolucionan habitualmente con disminución
del apetito (inapetencia, hiporexia) o anorexia franca que, si persisten,
pueden estar acompañadas por adelgazamiento. El aumento del apetito o
hiperorexia es típico de la diabetes mellitus y del hipertiroidismo y es digno
de destacar que en ambos cuadros nosológicos el incremento de la ingesta
puede no ser concomitante con un aumento correlativo del peso corporal. El
apetito es el deseo de ingerir alimentos con una connotación placentera, y
que presupone una experiencia anterior. El hambre, en cambio, es una
sensación desagradable, con necesidad imperiosa de comer, que puede
estar acompañada por dolores localizados en el epigastrio.
 Catarsis intestinal: lo normal es que se produzca una deposición de
materias fecales desde 1 o 2 veces por día, hasta 2 veces por semana. Si
los intervalos se alargan se denomina estreñimiento, y diarrea, en caso de
aumento de la velocidad intestinal y del contenido de agua de la materia
fecal. Es importante averiguar si en los últimos tiempos hubo
modificaciones en el ritmo o en los horarios de las deposiciones; esto, en
ocasiones, es el primer signo de carcinoma de colon. La ingestión crónica
de laxantes debe investigarse, ya que es común que los enfermos no la
refieran. Algunos de estos medicamentos son irritantes para los tractos
digestivos y capaces de provocar enfermedad en el intestino. Se debe
interrogar además sobre cambios en el color de las deposiciones, presencia
de sangre roja (enterorragia) o mucus y aparición de parásitos. La ausencia
de color, acolia, es característica del síndrome coledociano; la coloración
negra, como de petróleo, es signo de hemorragia digestiva alta.
 Higiene: Baño, cambio de ropa, cepillado dental. Frecuencia de baño,
lavado de manos, cambio de ropa, aseo bucal
 Diuresis: normalmente, la cantidad de orina es de 1,5 litros por día, cifra
que varía ampliamente de acuerdo con la ingesta de líquidos. Por otro lado
se debe tener en cuenta que este dato del interrogatorio es difícil o casi
imposible de recabar salvo que el paciente este instruido en cuanto a la
recolección de sus micciones. Si es mayor a 3000 ml se denomina poliuria y
si es menor de 500 ml, oliguria. Anuria es la ausencia de formación o
emisión de orina. La poliuria es típica de la diabetes mellitus
descompensada, la diabetes insípida y la insuficiencia renal compensada.
La oliguria caracteriza a la deshidratación, los estados febriles, la
insuficiencia renal terminal y la insuficiencia cardiaca. La anuria es signo de
insuficiencia renal aguda o crónica en etapas terminales o de obstrucción
de las vías urinarias. La polaquiuria es el aumento de la frecuencia en las
micciones y en la mayoría de los casos, la consecuencia de la irritación o
infección de las vías urinarias inferiores. La nicturia es el aumento de las
micciones durante la noche. La disuria es el trastorno o el dolor durante la
emisión de la orina, y es signo de infección urinaria baja. Es importante
preguntar sobre los cambios en el hábito y sobre las modificaciones en la
frecuencia, el color, el olor, la espuma; también sobre la presencia de
turbiedades o sustancias en suspensión, La hematuria es la presencia de
sangre, y la coluria, la presencia de bilis. La incontinencia urinaria es la
incapacidad para retener voluntariamente la orina. Es fisiológica en el
lactante y frecuente en algunas enfermedades neurológicas y en la vejez.
 Sueño: lo normal, en el adulto, es el sueño nocturno de 8 horas, con
variaciones según edad, trabajo, etc. Así los lactantes duermen hasta veinte
horas por día, en tanto que en los ancianos es frecuente el dormir 4 o 5
horas. La hipersomnia, dormir más de lo habitual, puede deberse a distintas
enfermedades como la diabetes, el hipotiroidismo y la uremia, pero se debe
indagar sobre la ingestión de sedantes. El insomnio es la falta de sueño;
hay dos tipos principales: el insomnio de conciliación, en el que cuesta
tomar el sueño y que se debe en muchas ocasiones a preocupaciones, y el
insomnio de terminación, en el que el paciente se despierta temprano y no
puede retomar el sueño. Es característico de los ancianos y también puede
ser signo de depresión. La somnolencia puede ser normal en las personas
recién despiertas o en trance de dormir, pero puede ser también signo de
trastornos neurológicos o metabólicos.
 Bebidas alcohólicas: el alcohol es un alimento que proporciona 7 calorías
por gramo y posee potencialidad toxica neurológica y digestiva. Es habitual
que la ingesta exagerada de bebidas alcohólicas, se disimule, se oculte o
se niegue. Abstemio es aquel que no ingiere bebidas alcohólicas. La
dependencia del alcohol configura una enfermedad social por sus
implicaciones para el desarrollo armónico de un individuo y sus
responsabilidades sociales. Desde un punto de vista médico, la patología
que produce es la afectación del sistema nervioso central y periférico
(polineuritis), las hepatopatías tóxicas y las gastritis. Puede ser, así mismo,
causa de desnutrición. Hay divergencias con respecto a que cantidad de
alcohol se considera perjudicial para la salud, aunque se acepta que lo es
una ingestión diaria de más de 60 g en el hombre y 40 g en la mujer. Las
bebidas alcohólicas se dividen en 3 categorías:
-Fermentadas: las clásicas son la cerveza y el vino; la primera tiene un
tenor de 4-6%, en el segundo es de 12.5%. El porcentaje también se
denomina graduación alcohólica.
-Destiladas: también llamadas bebidas blancas o de alta graduación;
provienen de la destilación de las bebidas fermentadas, como el coñac, el
whisky, la grapa, el vodka y las llamadas aguardientes. La graduación es de
40-50%.
-Absínticas: son los licores, bebidas que contienen aceites esenciales
aromatizantes. Lo habitual es que contengan de 20 a 30 g de alcohol por
100 ml y contengan azúcar.
Una forma de evaluar este tipo de ingesta es mediante una estimación de la
cantidad de alcohol ingerida.
Se identifica el licor y las cantidades ingeridas.
También se debe precisar qué papel desempeña en la vida diaria la ingesta
de bebidas con alcohol.
Infusiones: los más habituales son el café, el té y el mate. El café puede
provocar gastritis, taquicardia e insomnio, en especial si es azucarado. El
azúcar tiene 4 calorías por gramo, razón por la cual, los habituados a tomar
mate de bombilla azucarado varias veces por día pueden tener una
sobrecarga calórica importante.
 Tabaco: es uno de los factores más importantes de riesgo cardiovascular y
está involucrado en la génesis de diversas neoplasias malignas, en especial
las del aparato respiratorio. El fumador presenta un riesgo de cáncer de
pulmón 17 veces mayor que el no fumador, sobre todo si fuma cigarrillos.
En los fumadores de cigarros o de pipa aumenta el riesgo de cáncer de
boca; por otra parte estas formas de tabaco poseen un tenor de nicotina
mayor, por lo cual el riesgo cardiovascular se incrementa, dado que el
alcaloide se absorbe por la mucosa bucal. Se debe averiguar qué tipo de
fumador es el paciente, desde cuando fuma y, en caso de que haya
abandonado el hábito, cuanto hace que no fuma. La cantidad que se fuma
puede expresarse cigarrillos/día o paquetes/años. Esta última al valorar
también la duración del tabaquismo, sirve para estimar el riesgo para el
desarrollo de EPOC y cáncer de pulmón.
Se debe precisar cuántos cigarrillos fuma la persona cada día y cuántos
años lleva fumando.
 Drogas: es uno de los problemas sociales más graves de nuestra época; el
consumo de alguna droga ilícita tiene una prevalencia de alrededor del 12%
entre la población de alumnos de enseñanza media. No hay drogas blandas
y duras, ya que todas tienen una capacidad adictógena importante y
provocan daños en diversas regiones del organismo, en especial el sistema
nervioso. Las sustancias que se emplean con mayor frecuencia son la
marihuana, la cocaína, la morfina, la heroína y otros compuestos sintéticos.
Lo habitual es que provoquen la destrucción de la personalidad y una seria
de trastornos orgánicos graves. La drogadicción se oculta o se niega, por lo
cual conviene realizar la anamnesis con mucho cuidado y tratando de evitar
situaciones embarazosas. Los drogadictos que se inyectan poseen otro
riesgo: el SIDA y la hepatitis.
Consumo de marihuana, cocaína, inhalantes, etc. Edad de inicio y
frecuencia.
 Medicamentos: Muchas personas tienen el hábito de tomar medicamentos;
los grupos terapéuticos involucrados con mayor frecuencia son los
analgésicos, los tranquilizantes y los laxantes. Los analgésicos son una
causa frecuente de trastornos digestivos, en especial, hemorragias
digestivas altas. Los tranquilizantes tomados en forma continuada pueden
provocar adicción y cambios en la personalidad, Los laxantes, sobre todo
los irritantes, pueden crear hábito y determinar alteraciones intestinales,
funcionales y orgánicas. Los pacientes que padecen enfermedades
crónicas requieren tratamientos medicamentosos en forma permanente.
Como todo medicamento posee acciones principales y efectos secundarios,
es conveniente una cuidadosa investigación de los fármacos que se
ingieren. Es común que las personas ancianas estén medicadas con
numerosos preparados (polifarmacia), no siempre con una indicación
precisa. En este caso se debe averiguar si el enfermo presenta
intolerancias o reacciones alérgicas frente a ciertos fármacos.
 Hábitos sexuales: se deberá interrogar sobre las prácticas sexuales,
fundamentalmente el número de parejas, la actividad homosexual, las
medidas para tener sexo seguro y los métodos anticonceptivos. Además, se
preguntara sobre antecedentes de enfermedades de transmisión sexual y
alteraciones relacionadas con la práctica sexual (dolor, impotencia,
eyaculación precoz, frigidez, anorgasmia y falta de deseo.
 Actividad física: debido a su importancia como indicador de buena salud,
se interrogara sobre la realización de actividad física, su cantidad y calidad.

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