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Los Santos Inocentes es una novela del escritor Miguel Delibes, que trata sobre la
vida rural de una familia de campesinos en los años 60, que viven y trabajan para
servir a los señores del cortijo soportando decenas de humillaciones, debido a las
injusticias sociales producto de la diferencia de clases, tema principal de esta
novela, y que, aunque hoy en día sigue siendo evidente, para ese entonces
pareciera una situación de semi esclavitud.
El libro como tal, está compuesto de seis capítulos, a los que el autor decidió llamar
“libros” y a pesar de que cada uno de estos posee argumentos independientes, al
leerlos en su totalidad, todas las historias se complementan.
Este informe tiene como objetivo resumir y analizar, desde el punto de vista de mi
lectura personal, el libro de Los Santos Inocentes como tal y las situaciones que se
presentan en cada capítulo con los diferentes personajes descritos en el.
Este capítulo del libro habla sobre Paco, el cuñado de Azarías, y su familia. Estos
reciben una orden de abandonar su finca y se dirigen al cortijo, en una casa para
criados en la finca del señorito Iván. Paco tenía la esperanza de que sus hijos
finalmente pudieran ir a la escuela, pero los planes de Don Pedro “el périto” eran
otros. En especial para Nieves, a quien pone a su disposición como doméstica de la
casa, sin importar que esta solo tiene 14 años. Los temas principales de este
episodio son, la educación de los campesinos, el espíritu cristiano a la España
franquista y la confrontación entre servidores y amos.
El señorito, que mientras habla del concilio rebaja a Nieves y sus iguales a una
categoría infrahumana, se asoma al escote de Doña Pura que coquetea con él sin
vergüenza alguna ante la mirada enfurecida de su marido.
La figura central vuelve a ser Azarías que reaparece expulsado de su cortejo por
“sucio e inútil” debido a que este se orinaba en las manos y hacía otras cosas sin
sentido y debe integrarse en la familia de su hermana Régula.
Se inician los 15 días en los que el señorito se instala en el cortijo. Un día cuando
Paco descendía de una encina gigantesca, le falló la pierna dormida y cayó
partiéndose la pierna. Mientras Paco aguarda en su casa a que Iván lo acompañe al
médico, el señorito llama a Quirce para que supla a su padre pero no entiende
porque el joven se muestra tan distante e inexpresivo. Cuando el médico
diagnostica la fractura de peroné de Paco y su incapacidad durante varias semanas,
Iván no disimula su fastidio ya que su egoísmo solo le da para pensar que lo
necesita para la batida del 22, pero la pierna escayolada una semana después está
inutilizada.
Llegado el día de la esperada batida Iván recoge temprano a Paco, que con ayuda
de unas muletas intenta cumplir su misión en el campo, pero las prisas del señorito
que ignora el dolor de Paco hacen que esté resbale y vuelva a romperse el hueso
ante el irritable comportamiento de Iván. Al día siguiente Iván recurre a Quirce como
secretario pero siguen sin congeniar por el desprecio que tiene Quirse al dinero de
su señor. El accidente de Paco da ocasión para que Iván se ría con desdén hacia el
padecimiento de su criado cuya invalidez de por vida le trae sin cuidado.
Este episodio se abre con la cínica burla de Don Pedro que nada sabe de su mujer,
una semana después de echarla de menos. Iván visita a Paco para retarlo a salir de
secretario al día siguiente, pero su evidente incapacidad hace que esto no sea
posible. El señorito prefiriendo no recurrir a Quirce, llama a Azarías para el día
siguiente. Cuando lo va a buscar, ve cómo alimenta a su milana y la cariñosa
despedida que le dedica.
La mañana de caza fue pésima, hecho que el cazador atribuye a qué Azarías no
movía adecuadamente el reclamo, de modo que se fue poniendo de mal humor
hasta que perdió sus cabales y empezó a disparar alocadamente. De camino a casa
Azarías le avisa sobre un bando de grajetas, para que no les vaya a disparar, y le
pide que tenga cuidado con mucho miedo. La milana va hacía Azarías y el señorito
se echa la escopeta a la cara y aprieta el gatillo, ignorando todas las súplicas y los
llantos de Azarías matando a su milana bonita ante la profunda tristeza de Azarías.
Al día siguiente el señorito llega a recoger Azarías otra vez, que toma lo necesario
para cazar, y al llegar al lugar de caza, se trepa a un árbol y una vez arriba le pide al
señor la jaula, y cuando este se le acerca le enlaza el cuello con una soga hasta
ahorcarlo mientras mira al cielo llamando a su milana bonita.
Conclusión
Esta novela relata una historia muy interesante, basándose en las injusticias
sociales del siglo XX, que hoy en día aun percibimos, aunque sea en menor medida.
Cada personaje nos deja un aprendizaje a su manera, la inocencia de Azarías, o el
egoísmo del señor Iván, la sumisión de Paco, el bajo, o el amor de Régula, la
relación incomprendida de Don Pedro y doña Pura, que no respetaba ni su
presencia.
El amor que Azaría desarrollo hacia su milana bonita fue lo más grande que el pudo
tener, a tal nivel que lo llevó a cometer un crimen, en venganza de que le quitaron lo
que más apreciaba en su vida.
Todos estos personajes se dividieron en dos, los culpables y los santos inocentes.
Referencias Bibliográfica