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Martín Rodríguez Girón

Curso 2021/2022

TEORÍA DE LA SOCIEDAD: HISTORIA DE LAS


TEORÍAS FEMINISTAS
CONTENIDO:

1.- La teoría feminista como teoría crítica: de la igualdad a la diferencia. Recorrido histórico. Esto
es una introducción general, para quien no haya tenido previamente un contacto. Es una
exposición general de lo que iremos desarrollando.

2.-El pensamiento feminista y la Ilustración: crítica del prejuicio: Poullain de la Barre. Cómo se
genera el pensamiento crítico feminista en el siglo XVIII, de la mano de este filósofo,
representante del racionalismo cartesiano.

3.- La "mujer doméstica" en la Modernidad y la lucha ilustrada contra el Antiguo Régimen.

4.-El discurso rousseauniano como tematización moderna de la feminidad normativa: las críticas
feministas de Carole Pateman

5.-La novela libertina anti-rousseauniana y el pensamiento del marqués de Sade: lecturas crítico-
feministas.

6.-La irrupción de un sujeto femenino y de sus vindicaciones políticas. Olympe de Gouges: La


Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana de 1791. El igualitarismo político de
Condorcet.

7.-Influencia de la Revolución en Inglaterra: el círculo de los radicales ingleses. Mary


Wollstonecraft: Vindicación de los Derechos de la Mujer.

8.-La Ilustración alemana y el tema de los sexos: Kant: la anti-ilustrada filosofía de los sexos de
"lo bello" y "lo sublime". Von Hippel: defensa del derecho de ciudadanía para las mujeres.

9. La misoginia romántica (Hegel, Schopenhauer, Nietzsche): lectura feminsita. NO DADO

10.-John Stuart Mill y Harriet Taylor Mill: la igualdad entre los sexos desde el utilitarismo liberal.
La Declaración de Seneca Falls: nacimiento del movimiento sufragista. Ilustración y sufragismo
en España.

11.- Simone de Beauvoir y el neofeminismo norteamericano de los sesenta: Betty Friedan y La


mística de la feminidad. Política sexual de Kate Millett ". Shulamith Firestone y la Dialéctica del
sexo.

EVALUACIÓN: Examen, dos textos tratados en clase, elegir uno, analizar el tema. Hacer énfasis
en los títulos de la biografía mínima. El examen es PRESENCIAL.

BIBLIOGRAFÍA:

Amorós, C. y de Miguel, A. (eds.), Teoría feminista: de la Ilustración a la globalización, Madrid,


Minerva Ediciones, 2005, 3 vols. -> LIBRO DE CONSULTA MUY BUENO
Moreno, Rebecca. Feminismos. La historia. 2019. -> MUY BUENO
Duhet, Paul-M.: Mujeres y la revolución (1789-1794), Península, Barcelona, 1974.
Martín Gamero, Amalia, Antología del feminismo, Madrid, Alianza Ed., 1975.
Posada Kubissa, Luisa: Sexo, vindicación y pensamiento, editorial Huerga y Fierro, Madrid, 2012.
-> COMO UN MANUAL

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Curso 2021/2022

Clase 1, 16/09/2021 / Clase 2, 16/09/2021

Vamos a hacer un recorrido histórico desde la consolidación del feminismo en el siglo XVIII, hasta
el feminismo contemporáneo. Además, leeremos textos de actualidad. Pero el recorrido, es un
recorrido histórico-crítico.
Se van a alternar lecturas con clases teóricas. Las lecturas son unas que están en el CV, “Dossier
de textos de clase” + cuatro textos en “Lista sesiones lecturas contemporáneas“, que son textos
actuales, que vienen acompañados de cuatro preguntas que nos orientan sobre cómo leer el
texto. Estos se leen previamente. De cada tema hay una bibliografía mínima.

La evaluación es desarrollar un tema a raíz de dos textos (examen).

TEMA 1. LA TEORÍA FEMINISTA COMO TEORÍA CRÍTICA: DE LA IGUALDAD A LA DIFERENCIA.


RECORRIDO HISTÓRICO.

Casi todas las teóricas feministas son filósofas. Si vamos a ver de qué hablamos cuando hablamos
de teoría feminista, tenemos que tener claro que es una teoría crítica (es decir, quiere hacer una
transformación de las formas de vida, de las relaciones sociales, que no se queden solo en lo
especulativo). Va, generalmente, de la mano de otras teorías críticas.

El pensamiento feminista se consolida en la Ilustración del siglo XVIII. Si esto es así, y en su origen
el pensamiento feminista va de la mano de la primera gran tradición crítica, que fue la
Ilustración. Se engarza con el primer gran discurso crítico, el discurso ilustrado.

Podemos situar ahí el origen porque la ilustración reivindicó el paradigma de igualdad, que es
un paradigma que reclama la ciudadanía y la igualdad entre ciudadanos. Se trata de la idea de
romper con la idea de súbdito y poner en primer plano no al súbdito sino al ciudadano. El
ciudadano debe ser libre e igual.

En el siglo XVIII surge una corriente de mujeres que va a reclamar la igualdad para ellas. Se va a
vincular a la idea de igualdad ilustrada y llevarla a la igualdad a los sexos. Nace el feminismo
ilustrado. Se habla de feminismo en obras que no son específicamente sobre feminismo.

La ilustración tiene una cruz positivista, que serían las normas y formas de vida que está dando
la sociedad moderna, cuando emerge el nuevo orden, es decir, las nuevas formas de vida que
se prescriben desde el orden de la burguesía; y una cara romántica, compuesta por los discursos
emancipatorios. Es lo que podemos llamar el feminismo ilustrado, la primera ola del feminismo.

Se vincula además con otras corrientes críticas, como el Marxismo de Frankfurt (Adorno y
Horheimer), que escriben La dialéctica de la Ilustración, en la que se declaran herederos de los
ideales ilustrados, pero hacen una crítica tremenda a la ilustración por sus insuficiencias, para
llevar a cabo sus propios proyectos emancipatorios.

A la teoría feminista le interesa esta crítica de la ilustración, porque aunque es heredera de ella,
también es crítica con la Ilustración, que no fue capaz de llevar adelante el proyecto de igualdad
entre los sexos.

La última gran teoría crítica fue la que realizó Michel Foucault. Su aportación, entre los años 60-
80, es dar un giro en el sentido de sostener que el sujeto de la modernidad está muerto. El sujeto
no es un sujeto constituyente del poder y del discurso, sino que está constituido por el poder y

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el discurso. Foucault analiza las microprácticas sociales, y desvela las relaciones de poder que
hay en ellas, en la sexualidad, en lo carcelario, en la psiquiatría… Esto le interesará también al
feminismo para analizar las relaciones de poder entre los sexos y en la sexualidad. Una de las
máximas representantes de la teoría Foucaultiana llevada al feminismo, es Judith Butler.

Deberíamos poder hacer una clasificación de la teoría feminista, que es una teoría
absolutamente heterogénea, que sería difícil poder clasificar. La clasificación más utilizada en
el feminismo es la de la politóloga Alison Jaggar, que se realiza en 1983, en su obra “Políticas
feministas y naturaleza humana”. Es un intento que tiene dos requisitos: solo clasifica el que
tiene que ver con la filosofía política y solo clasifica el pensamiento contemporáneo (XIX-XX).
Dice, el feminismo se divide en tres:

 Liberal. Está representado por J. S. Mill, B. Firedan, Susan Moller Oking. El feminismo
liberal es un reformismo, que piensa que mejorar la situación de las mujeres pasa por
hacer reformas al sistema.
 Socialista/Marxista, representado por Clara Zietten, Z. Einsestein, A. Jagger. Dice que la
opresión de las mujeres se debe a un sistema dual: patriarcal y capitalista. La superación
del sistema patriarcal pasa por el superar el sistema capitalista.
 Radical. Años 60-70 siglo XX. Kate Miller. Es el que piensa que el feminismo es una
posición política autosuficiente, que no necesita ser de otros discursos. Da lugar al
feminismo cultural (EEUU), que defiende que hay una cultura propia y específica de las
mujeres, que hay una diferencia esencial entre hombres y mujeres, y que hay que
preservarla. Es lo que en Europa conocemos como feminismo de la diferencia. Están
en contra de las medidas de igualdad.

Va metiendo nombres de autores y autoras, asignando cada pensamiento a lo liberal, lo


marxista…

Otra clasificación, más amplia, sería la siguiente. Una clasificación cronológica, simple y
funcional:

 Feminismo premoderno. Hay quien no acepta esta expresión, como Celia Amorós, que
sostiene que no se puede hablar de un feminismo premoderno, porque si el feminismo
nace con la modernidad ilustrada, hablar de feminismo premoderno, es contradictorio.
Realmente son los antecedentes del feminismo del siglo XVIII. Nos podemos ir hasta
muy atrás. En el siglo V a.C y pensar en los sofistas. Los sofistas reivindicaron la idea de
isonomía, que quiere decir lo mismo que ahora decimos con igualdad. Ellos la
reivindicaron para bárbaros y esclavos; y parece ser, que una rama de la sofística
(Antifonte), defendió la isonomía para las mujeres. Como solo tenemos información de
los sofistas a partir de Platón, nos cuesta ir más allá en toda esta especulación.
Más tarde, en el inicio del renacimiento (XV), nos encontramos con una obra escrita por
una mujer, Cristine de Pisan, que se titula La ciudad de las damas. Esta obra pertenece
al género utópico del Renacimiento. En esta obra, la autora imagina una ciudad utópica,
ideal, donde las mujeres pueden venir a refugiarse de los malos tratos que reciben por
parte de los varones. Ella se refiere al maltrato que no es solo simbólico, sino que ella
también habla de violencia y de maltrato físico, de los maridos sobre las mujeres. Lo que
hace la autora es contestar a obras misóginas publicadas hasta ese momento, como El
poema de la Rosa, de Jean de Meun, donde vitupera a todo el género femenino. La
ciudad de las damas está escrita en forma de diálogo. Es un diálogo de la propia autora
que dialoga con tres figuras alegóricas femeninas: la señora razón, la señora prudencia

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y la señora justicia. En ese diálogo, defiende que las damas tienen la misma capacidad
intelectual que los hombres, y además va a hacer un repertorio de mujeres notables. Su
obra, sin embargo, es escasamente reivindicativa. Ella nunca reclama la igualdad para
las mujeres, y eso llega a por ejemplo, Celia Amorós considere que su obra no es todavía
una obra propiamente feminista porque está inscrita en el memorial de agravios, algo
así como un catálogo de quejas y protestas. Considera al “memorial de agravios” como
un género anterior al feminista, que sería un género de “vindicación”.
Si seguimos en el feminismo premoderno, encontramos el rastro de “las preciosas”. Las
preciosas fueron mujeres cultas que se convirtieron en anfitrionas de los salones
franceses, del siglo XVII y XVIII. En estos salones se discutía el conocimiento de la época,
y en consecuencia ellas alcanzaron un grado elevadísimo de erudición. Pero estas
mujeres protagonizaron los salones franceses por su relación con un varón (eran
esposas, hermanas, hijas, de varones notables, que llevaban estos salones) y que
además eran mujeres de la clase acomodada. Eran un grupo minoritario pero tuvieron
gran relación entre ellas. No dejaron nada por escrito, pero tenemos constancia de su
existencia en muchas partes, como por ejemplo en obras de Giacomo Casanova, quien
las retrata en su biografía; testimonios despectivos en la obra de Moliere, quien escribió
Las preciosas ridículas, y el de Chordelos de Laclos, quien en Las amistades peligrosas,
relata de manera epistolar la vida de una preciosa, que es protagonista. Este libro está
versionado en cine.
 Feminismo moderno. Aquí es donde el feminismo hunde realmente sus raíces. El
feminismo moderno podemos decir que se inicia en un texto de autor de la segunda
mitad del siglo XVII (Poulain de la Bard), filósofo cartesiano, que escribe una obra que
se llamó Sobre la igualdad de los dos sexos (1673). Fue muy criticado por sus
contemporáneos, y fue llamado el “filósofo de las preciosas”. Es cartesiano porque
retomados ideas básicas del racionalismo cartesiano: la primera es que la filosofía tiene
que dedicarse a disolver los prejuicios (el prejuicio más universal, dice, es el de la
inferioridad de las mujeres) y que hay que partir de una evidencia (lo claro y distinto, lo
que ya no necesita demostración), en este caso, parte de una evidencia práctica que
dice que la razón no tiene sexo. Este es el primer texto explícito sobre la igualdad de los
sexos, y es el origen del pensamiento feminista.
Después aparecen dos textos, emblemáticos, fundacionales.
o En 1791 O. de Gouges escribe la Declaración de los derechos de la mujer y la
ciudadana, en tres hojas, que envía a la Asamblea francesa, donde ni siquiera
fue discutida. Esta Declaración toma como modelo la declaración de los
derechos del hombre y del ciudadano, reescribiendo uno por uno esa
declaración, incluyendo a las mujeres. No fue discutida porque tiene un artículo
premonitorio, el décimo, en el que escribe las mujeres tienen derecho a subir al
cadalso, por tanto tienen que tener derecho a participar de la tribuna pública.
Es decir, si se las puede guillotinar, deberán poder participar en la vida pública.
En 1793 ella será guillotinada, por querer ser hombre de Estado y olvidarse de
las obligaciones de su sexo.
o El otro texto emblemático es el de M. Wollstonecraft, que publica en 1792 en
Gran Bretaña la Vindicación de los derechos de la mujer. Este libro es una
argumentación contra los autores que defendían la inferioridad de las mujeres.
Ella piensa que para que las mujeres accedan a la igualdad, lo primero es que
tengan acceso a la educación. Su obra es muy importante porque además,
desde el punto de vista filosófico, en el capítulo V de su obra, se pone en pie de

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igualdad con Rousseau, discutiendo con él sus tesis. Rousseau en 1772 escribió
El Emilio (sobre la educación), en donde habla de cómo debe ser educado el
hombre en el nuevo orden. En su capítulo V, titulado Sofía, explica cómo debe
ser educada la compañera del hombre, diciendo que hay que formar una mujer
doméstica, completamente sometida al varón, educada para ese sometimiento.
Wollstonecraft, que era seguidora de Rousseau, al leer eso, se sintió obligada a
responder. Dice ella, yo no quiero que las mujeres tenga poder sobre los
hombres, sino sobre ellas mismas.
Estos dos casos son dos publicaciones que aparecen en el transcurso de apenas un año,
y se publican en dos lugares muy distintos (Francia y Gran Bretaña), dando cuenta de
que la reclamación de la igualdad de las mujeres no es una cuestión excepcional e
individual, sino una suerte de conciencia colectiva.
Tenemos que incluir en el feminismo moderno al siglo XIX y al comienzo del XX (a
diferencia de la periodización de la Historia, esto es feminismo moderno), porque no se
considera feminismo contemporáneo hasta que no hay voto. En el siglo XIX se reclama
la igualdad en varios frentes: es el siglo del abolicionismo (esclavitud), y es el siglo del
Manifiesto comunista (1848), la mayor declaración de igualdad hasta el momento. Ese
mismo año se promulga la Declaración de Séneca Falls, que se llama así porque la
promulgaron un grupo de mujeres y algunos hombres, en la capilla de Séneca Falls
(EEUU), bajo el título en aquella época, Declaración de sentimientos y pareceres. Esta
declaración establece varias reclamaciones que hablan del derecho de la mujer a la
educación, al trabajo, a la propiedad… Doce considerandos. El último fue aprobado por
una minoría del grupo, y era el que pedía el voto político de las mujeres. Esta
declaración se considera el texto fundacional del sufragismo. El sufragismo se inicia aquí
y se concluye con la Declaración universal de los Derechos Humanos (1948). Ver película
Las sufragistas (2015).
En Europa, la transición entre el XIX y XX, se entiende al feminismo como un movimiento
político supeditado a otros movimientos políticos nuevos (marxismo –A. Kolleton,
socialismo –C. Zetin, liberalismo –J. Mill, anarquismo – E. Goldman).
 Feminismo contemporáneo. Cuando entrado el siglo XX se conquista el voto femenino,
parece que se ha llegado a la meta, por lo que el feminismo tiene que transformarse.
Uno de los países más tardío en dar el voto es Francia, que había sido la cuna del
feminismo. Se sufre un parón al conseguirse el voto, y el feminismo resurge en clave de
movimiento político, pero en una clave más teórica, apareciendo la consolidación de la
Teoría feminista.
El interés resurge con Simone de Bouvoir, en su obra El segundo sexo (1949). En esta
obra, la autora dice y hace muchas cosas. En el primer volumen, que llama “los hechos
y los mitos”, y el segundo que llama “la experiencia vivida”. En el primer volumen analiza
como la mujer ha sido conceptualizada como LO OTRO del hombre, lo que ella llama
“heterodesignada” (designada desde fuera). La mujer ha sido heterodesignada en la
mitología, en la biología, en el marxismo y en el psicoanálisis. Es un volumen más
conceptual, más filosófico. El segundo volumen es más sociológico, en el que se dedica
a describir cuál es la condición y la situación de la mujer, en la sociedad en la que vive.
Habla de la infancia, la adolescencia, la mujer casada, la prostituta… La influencia que
tiene Simone de Bouvoir es lo que da pie a lo que conocemos como neofeminismo
contemporáneo. Al hablar de neofeminismo contemporáneo hablamos de los años 60-
70 del siglo XX, especialmente por parte de pensadoras estadounidenses (Bouvoir fue
profesora en EEUU).

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La primera autora, directamente heredera de Bouvoir, es Betty Friedan, quien en 1963


publica La mísitica de la feminidad. Lo que hace es analizar cuál es la situación de las
mujeres en la sociedad en la que ella vive, la de posguerra en EEUU. Ella es psicóloga
social e incluye entrevistas y análisis cualitativo. Su hipótesis es que las mujeres que
están ya en sociedades donde hay voto femenino, siguen viviendo una especie de
malestar que no saben enunciar, y que ella llama “el problema que no tiene nombre” y
como esto provoca patologías femeninas (alcoholismo, histeria, depresión…), que se
produce por este problema que no tiene nombre. Este malestar, dice, se debe al doble
papel que tienen que ocupar las mujeres: ser amas de casa y ser a la vez
profesionales/estudiantes. Aunque la mujer ha accedido a profesiones y estudios, sigue
siendo definida desde fuera, sigue siendo heterodesignada, y esa designación dice que
sigue siendo prioritariamente la de “ama de casa”.
Hacia el año 1968 podemos decir que este neofeminismo ya no está por la labor de
seguir supeditado a organizaciones y partidos de izquierdas. El feminismo no quiere
seguir siendo supeditado a otras organizaciones con las que había confluido en la “new
left” americana, que era una izquierda unida por la común oposición a la Guerra de
Vietnam. El feminismo empieza a reclamarse como una posición propia, que no necesita
ser “liberal”, “socialista”, “marxista”, sino que es autónoma y puede estar
independizado. Esto lo encontramos en lo que se llama feminismo radical (Fireston, La
dialéctica del sexo, 1970). En este texto la autora se considera una heredera de las
sufragistas, y aplica los análisis marxistas a las relaciones entre los sexos, llamando a las
mujeres “clase biológica” o “clase social”. Dice que la contradicción principal no es la
lucha de clases, sino el antagonismo de sexos, y dice que hay una infraestructura
económica que no es la relación entre las clases, el modo de producción; sino la
dialéctica entre los sexos. Otra feminista radical muy importante es Kateh Millett, quien
aporta en 1970 su obra “Política sexual”, que es su tesis doctoral en antropología. En
esta obra lo que hace es retomar críticamente dos discursos en boga de la izquierda
universitaria estadounidense (psicoanálisis y marxismo), para reformularlo y utilizarlos
para la investigación feminista. Quiere asentar que las relaciones entre los sexos son
relaciones de poder. Ella dice, además, que la relación entre los sexos, es la relación de
poder por excelencia. Ella resignifica conceptos como el de GÉNERO y PATRIARCADO,
que retoma y reformula.
Desde 1975 hasta la actualidad, se delimita el feminismo. En este momento el
feminismo se diversifica y se fragmenta mucho. Hablar de feminismo es hablar de raza,
de ecologistas, de preferencias sexuales… Un ejemplo sería, en los años 80, el feminismo
nórdico de Noruega, que en estos años está embarcado en un “Feminismo estatal”, que
consistiría en hacer un gran pacto entre mujeres políticas de cualquier espectro, para
invadir el Estado y hacerse con el poder. Consiguieron la mayor representación
femenina de la Historia: 40%, y tuvieron la primera presidenta mujer en Europa (Hay un
libro sobre esto, El poder, las mujeres y el estado de bienestar). En esos mismos años
80, vemos que las estadounidenses hacen una cosa distinta: discutir sobre pornografía.
Se enfrentan las antipornógrafas y las propornógrafas. En los años 80 Reagan propone
la quinta enmienda, para incluir la censura de la pornografía, desde su pensamiento
conservador, y esto da lugar a un enfrentamiento entre las que apoyan esa censura
(K.Bard) y las que sostienen que no se puede pactar con un gobierno conservador y
aliarse con la censura (C. Vance). Esto se narra en La construcción sexual de la realidad,
de R. Osborne.

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Clase 3, 23/09/2021

YOUTUBE: Agenda política del feminismo, Amelia Valcarcel.

Vemos un espectro de intereses diversificados, pero sí hay dos posturas que se oponen entre sí:
el feminismo de la igualdad y el feminismo de la diferencia, que son de finales de los 80 y
principios de los 90. El feminismo de la igualdad es que se configura con toda la historia del
feminismo (desde el XVIII-actualidad, es decir, se consolida a partir de la Ilustración), y el de la
diferencia es mucho más reciente (surge en el feminismo cultural a finales de los años 70 y
tendrá su auge en los 80-90), y se va a dar en Europa en clave filosófica y psicoanalista, y su
teórica fundacional es Lucy Ingaray. Esta corriente es la misma que en Estados Unidos se llama
Feminismo Cultural. Feminismo Cultural es como se denomina en EEUU a lo que nosotros
llamamos feminismo de la diferencia. Cultural aquí no significa constructo, sino que existe una
cultura propia de las mujeres.

La teoría feminista, como tal, se va a consolidar con el feminismo contemporáneo, a partir de


Simone de Bouvoir. Especialmente el neofeminismo de los años 60-70, se empiezan a manejar
conceptos que actualmente manejamos en el análisis feminista: patriarcado, género. Son
conceptos de cuño contemporáneo.

 Patriarcado. Este concepto no lo inventa el feminismo. Se manejaba en la antropología


de principios del siglo XX (Morgan, Bachoffen, Engels ->En El origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado). La tesis antropológica inicial que manejan estos autores
es que en sociedades prehistóricas habrían existido sistemas matriarcales, donde las
mujeres tenían el poder; y por un golpe de mano, los varones habrían usurpado este
poder a las mujeres, construyendo el patriarcado. Engels no explica muy bien este
proceso, pero su hipótesis es que esta usurpación del poder en las mujeres se debió a la
aparición de la propiedad privada, y concretamente a la aparición de la monogamia. La
antropología actual deshecha esta hipótesis. Una de las primeras que la impugna es Kate
Millet. Dice que había sociedades matrilineales (línea de descendencia materna) o
matrilocales (la familia se asienta en el territorio de la mujer); pero esto no se puede
confundir con que las mujeres tuvieran el poder. Millet se dedica a analizar qué es el
patriarcado y cómo definirlo. Dice que es un poder de los varones sobre todas las
mujeres, una política de dominación de un sexo sobre el otro, presente en todos los actos
públicos y privados.
 Género. Lo que se vino a significar es que lo masculino y lo femenino son construcciones
culturales, y por tanto, construcciones de poder; que se superoponen a la frontera
biológica entre los sexos. Esta idea ya estaba en Simone de Bouvouir, que no habla de
género. Es Kate Millet la primera que la utiliza en el feminismo. Millet la retoma de un
médico psiquiatra que se llama Stoller, que es el primero que lo usa, para sus estudios
sobre la intersexualidad.
A partir de los años 70 proliferan en EEUU los llamados “estudios de género”, lo cual
vino a modificar sustancialmente el pensamiento social y político. Si entendemos la
sociedad dividida real y simbólicamente en dos géneros, y entendemos que el género
es construido, se puede impugnar la estratificación política y económica, los roles de

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hombres y mujeres, los trabajos asignados… Es decir: si la sociedad está dividida en dos
géneros y los géneros son construidos, todo podría ser diferente.
Tenemos que entender que todo esto se relaciona con el sistema género-sexo. De esto,
ha hablado G. Rubin y Sheyla Benhabib. El sistema género-sexo es la construcción social
de la desigualdad entre los sexos, que con diferentes manifestaciones, ha pervivido a lo
largo de la Historia humana. Aquí nos encontramos con una disensión, por parte de
Celia Amoros, que dice “el sistema género-sexo implica la pertenencia a un grupo social
como seña de identidad, por ejemplo, las mujeres; ahora bien, esa seña de identidad no
existiría si no fuera porque existe un sistema de dominación que la sostiene y produce,
en este caso, el patriarcado”. Dice que el género es consecuencia del patriarcado.
Esto provoca una disensión importante, de nuevo, viene de la mano de la separación del
feminismo de la igualdad y del feminismo de la diferencia. Un choque de paradigmas.

El feminismo de la diferencia sostiene que el género no es simplemente construido, y que por


tanto la diferencia de género es algo que hay que preservar: lo masculino y lo femenino no son
puras construcciones culturales, sino que es una diferencia que hay que preservar y mantener.
El feminismo de la igualdad dice que de lo que se trata es de superar los géneros, crear una
sociedad de individuos y no de géneros.

Vamos a ver qué es eso del feminismo de la diferencia. El concepto de diferencia no es nuevo y
ha ido asociado siempre a discursos androcéntricos, discursos que tienen lo masculino en el
centro, y se ha entendido siempre que lo diferente es inferior y por tanto las mujeres, como
diferentes, son inferiores. Lucy Ingaray en las dos últimas décadas del siglo XX lo desarrolla. Se
mueve en el contexto de la filosofía posmoderna francesa. Desde este contexto le van a interesar
las teorizaciones que los filósofos posestructuralistas sobre “la diferencia”. Habla de Deleuze y
de Derrida. Ellos teorizan que “lo diferente” no es “lo inferior”, sino “lo otro” o “lo no idéntico”.
Lo femenino es “lo otro”, “lo no idéntico”, “lo diferente”; respecto al orden logocentral. Ingaray
se interesa por esto y dice que es el orden de la razón masculina dominante, y dice que lo
femenino es lo diferente del orden logofalocentrico (razón masculina dominante).

Clase 4, 24/09/2021

Si el género es construido, hay que superarlo = FEMINISMO DE LA IGUALDAD

Si el género es algo cultural positivo, hay que reclamarlo = FEMINISMO DE LA DIFERENCIA

A Inigaray publica Speculum, donde inicia esta trayectoria del pensamiento de la diferencia,
enunciando sus ideas. Existe y hay que preservar la “diferencia femenina”. Hay que preservarla
para construir un orden simbólico nuevo, en femenino, que sea distinto del orden simbólico
masculino imperante. El orden simbólico es una expresión que toma de Lacan, que es el orden
no material de la vida, el orden de pensamiento, del lenguaje, de cultura… Propone ella crear un
orden de pensamiento femenino, distinto, desde la diferencia. Es el orden que se opone a la Ley
del Padre de Lacan.

Ella ha publicado muchas obras posteriormente, tiene una obra enorme. Tiene muchas ideas,
pero sus ideas fundamentales son tres:

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1. El ser humano no existe como único, como unidad. El ser humano es DOS: hombre y
mujer.
2. Si el ser humano es DOS, DOS habrá de ser también el orden simbólico, el pensamiento
y el lenguaje. Habla de unos deberes y de unos derechos que no serán los mismos para
la población masculina y femenina.
3. Este orden dual, de género, no es algo puramente construido (cultural), pero tampoco
es algo que se reduzca al dimorfismo biológico de la especie. Ella no aclara exactamente
qué es, pero dice que es “el orden mismo de las cosas”. El orden dual, de género, es el
orden mismo de las cosas. Está hablando de un orden ontológico, del ser mismo de las
cosas.

Luisa Muraro. Es la representante en los años 90 más importante del feminismo de la diferencia
(Italia, Milán). Retoma a Irigaray y aporta otra versión de la diferencia. Es la teórica más
importante desde que en 1991 publica El orden simbólico de la madre. En este libro dice que la
igualdad es un capítulo a cerrar, que la igualdad ya no sirve al pensamiento feminista, para
concentrarse en la diferencia femenina, para (como Irigaray), crear un orden simbólico
femenino, nuevo. En ella, es un orden que se crea a partir de la figura de la madre. Si en Lacan
lo que hay es la Ley del padre, en Muraro se sustituye la figura del padre, por la figura de la
madre. Se priman las relaciones entre mujeres, que se confieran autoridad entre sí, dando lugar
al “afidamiento”, en una relación entre mujeres que se da una maestra que enseña este nuevo
orden a las estudiantes.

Actualmente el debate entre igualad y diferencia ya no se da, pero sí existen muchas prácticas
que recogen este feminismo de la diferencia. ¿Cuáles son los valores femeninos para crear este
orden simbólico nuevo? Que las mujeres son más pacíficas, el valor de la maternidad, estar más
cerca de la naturaleza… Se reapropian en positivo de valores que el patriarcado ha puesto en lo
femenino.

El feminismo de la diferencia no tuvo casi recorrido político, porque no querían participar en


política, no era “su orden simbólico”; pero fue muy permeable en la sociedad, a día de hoy
perduran posturas de la diferencia, de manera inconsciente.

En España destaca la figura de M. M. Rivera (Cataluña), la mayor representante del feminismo


de la diferencia. En esta ciudad está el centro Duoda. En Madrid hay un centro que se llama La
fundación entre dos, donde hay encuentros, textos, tertulias… orientados desde la diferencia.

Pero mientras se mantiene la diferencia, sigue el feminismo de la igualdad. Este se vincula a las
primeras grandes reivindicaciones ilustradas, como la libertad, la fraternidad, la de igualdad…
Estas consignas se presentaron como universales, pero estas consignas se autoimpugnaron,
porque no contemplaron a las mujeres, con lo que su vocación de universalidad se ve
autoimpugnada. A pesar de eso es posible hacer extensiva la reivindicación de igualdad a las
mujeres, eso es lo que defiende el feminismo. La igualdad se maneja como reivindicación, pero
también como categoría analítica (de análisis; es decir, lo que se hace es enfatizar lo que los
seres humanos tienen en común, en tanto que humanos). Este feminismo entendería que las
identidades de género son construcciones interesadas porque son construcciones de una razón
patriarcal. Dicen que utilizan estereotipos y normas que nunca resultan ser buenos para las
mujeres.

Dentro del feminismo de la igualdad hay muchas autoras. Destacamos Amelia Valcarcel, Celia
Amoros. Valcarcel sostiene que la posición de la igualdad entiende que el colectivo de las

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mujeres soporta una identidad estereotipada inaceptable, ha de conseguir la igualdad,


equipolencia, reconocimiento mutuo de la individualidad.

Se abre a multiples corrientes. Por ejemplo, feminismo negro (Ángela Davis), feminismo
poscolonial o decolonial (Mohanty, de la India; Spivack). Se abre también la corriente del
postfeminsimo, que da lugar a la Teoría Queer, que es lo que ahora está más en boga. Esto se
da a partir de las enunciaciones de Jusith Butler. También aparece el ecofeminsimo. Hay una
corriente curiosa que es la del feminismo gordo, en contra de la delgadez impuesta en las
mujeres.

La posmodernidad provoca problemas en el feminismo, que se supone es heredero de la


Modernidad Ilustrada. ¿Qué hacer, por tanto, con una posmodernidad, que quiere acabar con
los análisis y los discursos de la modernidad? La filosofía de la posmodernidad empieza en
Francia y lo que quiere es deconstruir lo que fue la modernidad ilustrada. Leotard dice, “la
posmodernidad es deconstruir los grandes relatos que la cultura se ha contado a sí misma”, esto
lo dice en su obra “La condición posmoderna”, que la profesora recomienda leer. ¿Y qué relatos
serían estos? Entre otros, el relato de la igualdad, que la revolución francesa había puesto de
pie, y con esto, el relato de las mujeres iguales. Otro relato es el relato del sujeto moderno, ese
que se creía que generaba discursos y al final, lo que se dice en la posmodernidad es que los
discursos constituyen al sujeto.

En el marco de la posmodernidad, el feminismo se tiene que enfrentar a cómo vincularse con


eso que tiene que lidiar. Esto da lugar a un debate teórico, que se da en la actualidad también,
entre tres teóricas que siguen vivas:

1. Nancy Fraser.
2. Judith Butler.
3. Sheyla Benhabib.

Este debate se dio en un congreso en 1990, el Congreso de Filadelfia. Las posiciones que
mantienen estas pensadoras se publicaron más adelante en un libro no traducido (1995,
Feminists contentions). Este congreso de Filadelfia, se planteó una cuestión a debate: ¿le
interesa al feminismo la posmodernidad? Y aquí cada una de ellas mantuvo posiciones
diferentes, pero hubo un gran enfrentamiento entre Butler y Benhabib. Fraser tuvo que mediar.

Pero, ¿qué dicen cada una de ellas?

1. Nancy Fraser. Pensadora estadounidense socialista. Se mueve en lo que ella llama


“pragmatismo feminista”, que quiere decir, que hay que ser pragmática y que el
feminismo lo que tiene que hacer es recoger los discursos positivos de la
posmodernidad, los discursos antiesencialistas de la posmodernidad. Es decir, acabar
con todas las posiciones esencialistas; pero que el feminismo siga siendo teoría crítica
(proyecto de transformación social). Teniendo estas dos premisas, ¿de qué se tiene que
ocupar el feminismo? Se tiene que ocupar de la JUSTICIA, es decir, llevar a cabo un
proyecto de justicia de género. Para ello, hay que llevar a cabo dos paradigmas:
a. Paradigma de la redistribución (igualdad). Es decir, redistribución de las
riquezas, que llevaría a la redistribución de otras cosas. El feminismo tiene que
ser un proyecto político económico de transformación social.
b. Paradigma del reconocimiento (de las diferencias). Por ejemplo, de colectivos
minoritarios (LGTBi). Solo va asociado a cambiar los valores culturales que

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

tenemos. No es un proyecto para cambiar las estructuras económicas o


políticas, sino para cambiar los valores culturales.
Quiere ir más allá del antagonismo entre feminismos de la igualdad y de la diferencia.
Para ella, la justicia está truncada si solo se centra en uno de los aspectos.
En Iustitia interruptia recoge toda su teorización. En 2008 publica Escalas de justicia,
donde dice que la justicia es tridimensional, y que debe añadir un nuevo paradigma, el
Paradigma de la representación, que es pensar que en el mundo globalizado en el que
vivimos, el marco en el que se ejerce la justicia, no es el marco de los estados nación,
sino que es un marco transnacional, porque las injusticias en el mundo de la
globalización son injusticias transnacionales, y no se pueden resolver en las fronteras
del Estado-Nación.
2. Judith Butler. En este debate, dice lo mismo que en una obra suya, El género en disputa.
Butler dice que sí, que la posmodernidad le interesa al feminismo. Ella se vincula mucho
a la filosofía de la deconstrucción. ¿Por qué? Ella dice en El Género en Disputa que toda
identidad es normativa y excluyente, porque toda identidad establece unas normas a
las que hay que ajustarse para pertenecer a ella (es normativa); y además, deja fuera lo
que no se ajusta a esas normas (es excluyente). Esto pasaría también con la identidad
“mujeres”. Como todo es normativo y excluyente, hay que deconstruir las identidades.
Su feminismo quiere doconstruir o desestabilizar la identidad “mujeres”, no como fin
en sí mismo, sino para dar paso a una proliferación de géneros, y romper así con el
binarismo sexual. Propone crear identidades contingentes, no sustantivas e invariables.
Llevado al extremo, no habría forma de clasificar, seríamos individuos con identidades
múltiples y contingentes. Otras obras: “Cuerpos que importan” (1993).
El proyecto político de Butler es complicado. Habla de una democracia radical,
entendiendo por tal, una sociedad en la que no haya clases sociales. En su obra “Vida
precaria”, denuncia como la globalización conduce a los seres humanos a la
precariedad, por lo que se induce acabar con esta precariedad que impone el
neoliberalismo global. También defiende acabar con las guerras y asumir una ética de
la interdependencia, de la vulnerabilidad, ir a una sociedad donde se imponga una ética
de la no violencia. Butler no es una pensadora muy política.
3. Sheyla Benhabib. Liberal. Sostiene lo contrario a Butler. Defiende que el feminismo
tiene que seguir siendo teoría crítica. El feminismo tiene que ser un proyecto para
transformar políticamente la sociedad, heredando los ideales de la modernidad: el ideal
de sujeto, de igualdad y de ciudadanía. Ella entiende que estos ideales se han
presentado como universales pero que realmente no lo son. Si estos conceptos se han
hecho pasar por universales pero no lo han hecho, la respuesta no es olvidarlos, sino
cambiar el concepto de universalidad. La universalidad se ha entendido como asimilar
lo universal a lo masculino. Hay que hacer una “universalidad interactiva”, no
universalidad tradicional androcéntrica, sino una que tenga en cuenta las diferecias.
Para ese proyecto al feminismo no le interesa la posmodernidad, al menos no en
sentido fuerte. Esa posmodernidad desactivaría la lucha feminista.
¿Y qué le contesta a Butler? Si seguimos ese proyecto Butleriano y deconstruimos el
sujeto mujeres, nos quedamos sin sujeto político que lleve adelante el proyecto de
emancipación de la lucha feminista. Este debate entonces deriva sobre el debate del
sujeto político del feminismo.

Clase 5, 30/09/2021

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

Hoy repasamos el texto de Sheyla Benhabib. Empieza diciendo que tanto el feminismo como la
posmodernidad tienen en común acabar con los grandes relatos de la Ilustración Occidental
(Modernidad del siglo XVIII). La reclamación de igualdad es un gran relato de la Ilustración que
deben descostruirse. Feminismo y posmodernidad parecen ir de la mano, pero no está tan
claro… algunas cosas nos hacen plantear la disyuntiva entre feminismo o posmodernidad.

Lo primero que tenemos que hacer es aclarar qué es la posmodernidad. Se refiere para esto a la
obra de Jane Flax se refiere a la muerte de tres instancias o concepciones de la Modernidad:

 Muerte del Hombre. Los posmodernos quieren destruir las concepciones


existencialistas del ser o de la naturaleza humana. Se entiende que el hombre no es una
esencia, no es esencialismo, el posmodernismo rompe con eso, el hombre es un
artefacto, una construcción social, histórica y lingüística. No existe el concepto de
hombre que encontramos en Kant. El sujeto como esencia no existe, el sujeto que
constituye el poder y el discurso no existe; sino que está constituido con el poder y el
discurso.
 Muerte de la Historia. Ya no es un único relato, que además tenía como idea central el
progreso. La historia es otra construcción, algo que hacemos con los hechos del pasado.
La Historia no es nada sustantivo.
 Muerte de la metafísica. En la tradición la metafísica ha sido una “metafísica de la
presencia”, la idea del Ser que se manifiesta; la posmodernidad dirá que es un intento
de dominar el mundo, es otro relato.

Luego dice que es posible interpretarse desde el feminismo estas tres tesis de la posmodernidad.
Es decir, se puede ser afín a la posmodernidad dentro del feminismo desde aquí:

 Desmitificación del sujeto masculino de la razón. Esto es lo que Irigaray llama


PENSAMIENTO LOGOFALOCENTRICO. La tradición de pensamiento occidental se ha
construido de manera androcéntrica, hay un universalismo androcéntrico. Para ello, la
tradición filosófica ha dejado fuera las diferencias de género, a las mujeres.
 Generización de la narración histórica. La Historia es la historia del hombre, de sus
logros, de sus aspiraciones, de sus metas. La Historia no ha contemplado la historia de
las mujeres. La Historia no ha tenido en cuenta los distintos tiempos, lo otro, la
diferencia… Hegel decía: “África no ha tenido Historia”.
 Escepticismo feminista hacia la pretensión de la Razón Trascendental. La muerte de la
metafísica, desde el feminismo, se puede leer así: si entendemos que se ha querido
relatar la historia de un sujeto suprahistorico y trascendente, para dominar e imponer
el conocimiento dominante; pero el feminismo no tiene esos intereses, sus interés
cognoscitivos son analizar la propia lucha de género y las relaciones de género desde el
punto de vista del poder. Escepticismo feminista hacia la pretensión de este sujeto
central del discurso, con la emergencia de un sujeto que está en lucha.

Esta forma de interpretación va a dar lugar a diversas estrategias, concluyendo ella que en el
contexto de la crisis del feminismo, estos caminos pueden poner en duda al feminismo mismo
como proceso emancipatorio.

2. El escepticismo feminista hacia la posmodernidad.

Aquí hace una diferencia entre la posmodernidad débil (compatible con la teoría feminista) y el
fuerte (incompatible).

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Martín Rodríguez Girón
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Para explicarlo, vuelve a reconsiderar la tesis de la muerte del Hombre.

 Versión débil. Entiende que el sujeto está sometido a prácticas sociales, lingüísticas y
discursivas, PERO eso no significa renunciar al sujeto, hacer que muera… sino seguir
manteniendo una idea de sujeto diferente (no fuerte, no constituyente, entendido como
resultado de las prácticas de poder. No es el sujeto trascendental, pero es una noción
de sujeto. Podemos mantener la noción de sujeto, y esto nos interesa porque tiene
cierta forma de autonomía y racionalidad. Si no hablamos de sujeto no podemos hablar
de la responsabilidad racional de lo que uno hace, de proyectarse… Esta versión débil
permitiría la teoría feminista.
 Versión fuerte. En ella, el sujeto es una posición del lenguaje, sin realidad ulterior fuera
de él. No se puede mantener el sujeto como una realidad autorreflexiva y racional, ya
que el sujeto es solo una posición del lenguaje, que enunciamos. Esta es la utilización
del sujeto que tiene, por ejemplo, Judit Butler. Del sujeto desaparecen así todo lo que
le separa del contexto (intencionalidad, autonomía, reflexibilidad…). Esta tesis, dice, NO
ES COMPATIBLE CON LOS OBJETIVOS DEL FEMINISMO. El sujeto está estructurado en el
lenguaje, porque a través de él narramos quiénes somos, pero somos autor y personaje
a la vez, es decir, podemos actuar sobre la realidad. Ella dice que el sujeto sí puede
actuar, se puede tener cierto grado de libertad, porque si no es imposible pensar un
proyecto de emancipación. Este proyecto de emancipación femenina necesita un sujeto.
Es imposible un sujeto de emancipación sin un sujeto. Butler se sitúa más allá de la
dicotomía del feminismo radical de los años 80 (la dicotomía sexo-género), en la que el
sexo era biológico y el género lo cultural. Butler va más allá de esta distinción. Para ella
el sexo es producido por el discurso. Desde el género es desde donde hablamos el sexo.
Las consecuencias de esto es que se rompe el binarismo sexual, la identidad sexual se
multiplicaría. Ella critica que aquí nos pone solo como actores, pero nosotros también
escribimos esta obra. Butler dice que no hay identidad de género tras expresiones de
género, dice que la identidad no existe, que es algo excluyente y normativo, lo único
que hay son las normas de género que se ponen en acción y crean la ilusión de que
existe una identidad. Butler dice que esta identidad es la performatividad, la puesta en
acto de las normas de género, que crean la ilusión de que existen identidades de género.
Esta idea la toma de Austin (la noción de performatividad). Austin escribe en 1962
“Cómo hacer cosas con palabras”, donde dice que “hay enunciados constatativos, que
describen la realidad que percibimos; y luego hay otros que son performativos, que no
constatan nada, sino que forman parte del sujeto hablante, como yo prometo, yo
actuo…, enunciados que se ponen en acto al ser dichos”. Butler no cree que haya una
identidad estática dada, en general, Benhabib sí cree que existe que hay identidades. Si
adoptamos esta idea del Yo de Butler, dice la autora que no hay posibilidad de detener
la representación porque no hay nada que subyace, dice que no tendríamos capacidad
de acción, de actuar, seríamos actuados. Podemos criticar el modelo binario y la
heterosexualidad, ¿pero es necesario acabar con ellos para criticarlos? ¿Realmente
tenemos que acabar con el sujeto? Esta actitud ante el sujeto refiere perjudicaría más a
las mujeres, porque se les ha asignado una identidad más frágil y tenue.

Respecto a la tesis de la muerte de la Historia, le parece la menos problemática. Aquí también


habla de una tesis fuerte y de una tesis débil:

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

 Tesis débil. Se puede entender de dos maneras:


o Conclusión de los grandes relatos monocausales, que explican el recorrido de la
Historia siempre desde una sola causa.
o Final político de los relatos totalitarios y totalizadores.

Podría asumirse esta crisis, tal como Foucault, Derrida y Lyotard. A Benhabib le parece
bien la muerte de la Historia en estos sentidos “débiles”. Este fin de la historia como un
gran metarrelato, tiene en parte sus raíces también a la crítica feminista del monorrelato
del feminismo blanco, de clase media, heterosexual… Es decir, el feminismo (negro,
lesbiano…) había permitido también acabar con esos grandes relatos.

 Tesis fuerte. Implica rechazar todo relato histórico que se ocupe de grandes periodos y
de situaciones “macro”, y no “micro”. El peligro es que con esto podemos perder que
los grupos en lucha pierdan su legitimidad (su memoria histórica) de lucha.

Dice que la teoría feminista posmoderna renuncia a la idea de sujeto y a la idea de Historia, y
esto sería paralizante.

Clase 6, 1/10/2021

Continuamos donde lo dejamos ayer. Íbamos a hablar de la tesis fuerte y de la tesis débil de la
metafísica en la posmodernidad.

La posmodernidad tiene una tesis importante de crítica a la metafísica occidental, que consiste
en que desde Platón se trata de un metafísica de la presencia (comprensión de que se da la
aparición del ser), la metafísica sería la aparición de un ser unívoco y sustantivo. Para la ella esto
es un metarrelato, va más allá del relato. Esta crítica está presente en Heidegger y en Derrida.
Ella apunta una crítica, que es que esta idea de Heidegger y desarrollada por Derrida, es también
un metarrelato, y por tanto también la crítica posmoderna a la crítica de la presencia es en sí
mismo un metarrelato. Ella critica que si entendemos en este metarrelato que toda la metafísica
ha sido la presencia del ser, entender la tradición filosófica de esta manera, la estamos
tergiversando porque estamos dando una opinión que estos autores no están dando, la
estaríamos entendiendo como homogénea, como que todo ha sido lo mismo, desde Platón. La
estaríamos pensando como un esencialismo, porque la estaríamos pensando de manera
monolítica, pero hay diferencias importantes en esta tradición. Hacer un solo relato de todas las
metafísicas es monolítico, y eso es tergiversar. Suscribe este gran metarrelato y como
consecuencia, haría irreconocible la Historia de la filosofía y que en ella ha habido concepciones
que han estado en competencia. No podremos diferenciarlas si lo hacemos así.

Rorty plantea una muerte de la metafísica en un sentido distinto. Dice que en la Modernidad se
da el proyecto de la epistemología, en el que convergen el empirismo y el racionalismo. Este
proyecto consiste en que la labor de la filosofía es fundamentar la verdad de todo conocimiento.
La filosofía sería un discurso de justificación, un metadiscurso que da los criterios de validez de
todos los conocimientos. Con todo lo que hace la posmodernidad y acabamos con este proyecto,
la filosofía ¿en qué se convierte? Se convierte dice Rorty en una forma de conversación de la
humanidad, como la poesía. Se convertiría –dice la autora- en una sociología del conocimiento,
en la que explicaría como cada pueblo generaría sus formas de interpretación válidas. Se
perdería la pretensión de universalidad de la filosofía, que es un criterio ilustrado.

Pero, ¿por qué nos interesa esto en la teoría feminista? Hay teóricas feministas que quieren
hacer teoría crítica sin filosofía. Ella cree que no podemos prescindir de la filosofía, tampoco

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

para la teoría crítica feminista. Sin filosofía no podríamos hacer crítica social porque sería
imposible un proyecto de una teoría feminista que se comprometa con el conocimiento y con la
emancipación. El feminismo no puede aspirar solo a ser reformismo. La posmodernidad se
enfrenta a un dilema: o admitimos que el feminismo quiere poner el mundo al revés
(revolucionario), o nos quedamos con el pensamiento cínico de que siempre habrá opresión
porque no hay nada que hacer (según ella, esto sería lo que dice la posmodernidad). Para las
pensadoras posmodernas que aceptan la crítica sin filosofía, el feminismo se debería basar en
que las herramientas propias de un contexto sirven para hacer crítica, y nos tendríamos que
quedar sin el largo proceso de la memoria histórica, quedándonos con los relatos locales, los
pequeños recitados… No podremos analizar grandes periodos con una gran reflexión
epistémica. Para la autora, la tarea de feminismo es la crítica social y transformación política
radical, y tenemos que ver si sirve para eso una crítica “situada” (desde un lugar, desde una
cultura…), pero que no echa mano de una reflexibilidad (propia de la filosofía).

Obviamente, la escritora dice NO. Esto lo cuenta en “el feminismo como crítica situada”.
Quienes son partidarios de la crítica situada, no se dan cuenta de que todas las características
que se puedan hacer (tradición latinoamericana), son tipos ideales, monolíticos, que no recogen
la heterogeneidad. El feminismo que defiende esto cae en esta mentira de los tipos ideales. Ella
dice que la crítica situada cae en el “monismo hermenéutico del significado”, que es que habría
un solo relato del propio contexto, que no requiere una interpretación externa. La crítica situada
evalúa de manera monolítica y da una interpretación única del significado. La crítica social
necesita por tanto de la filosofía porque cuando hay tantos relatos, hace falta reconstruir sus
fundamentos y reconciliarlos. Esta reconstrucción es filosófica. La crítica social necesita de la
filosofía, contra los que defienden una crítica situada. El segundo defecto de la crítica situada es
pensar que es suficiente para proyectar al futuro la crítica centrarse solo en un aspecto tan
pequeño. La crítica situada no puede diseñar un proyecto de futuro. Además, no puedes
reflexionar desde dentro de la propia cultura, especialmente cuando ésta está dominada con
fuerzas tan brutales, en las que el debate no es tan admisible. El crítico social es un exiliado
social: para poder reflexionar sobre la ciudad, tiene que exiliarse de ella.

 Tesis débil. Aceptar que hay una construcción retórica que dice que la filosofía ha sido
metafísica de la presencia. Esto lo acepta.
 Tesis fuerte. Eliminar todos los relatos. Eliminar con ellos la práctica de la legitimación
y crítica. Esto no lo acepta.

Si la crítica es situada, tiene dos defectos:

 No se exime de la justificación filosófica porque las culturas son inconexas. El monismo


hermenéutico de significado, tienes que justificarlo.
 La crítica social requiere de exilio, alejarse.

El último apartado del texto, en él habla de EL FEMINISMO Y LA RENUNCIA POSMODERNA A LA


UTOPÍA. Las tres tesis interpretadas de manera fuerte son incompatibles con el feminismo. La
posmodernidad ha renunciado a la posibilidad de utopías. La utopía entendida como un
proyecto de futuro, imperativo práctico moral. Pero no todo vale para llegar a esta utopía. La
posmodernidad pone en crisis la existencia de aspectos prácticos como la ética, la política o la
estética. Ella ofrece como proyecto de ética el pensamiento autónomo de la justicia y solidaridad
empática, y un modelo de individualidad autónoma. Las políticas feministas deben ofrecer un
futuro mejor basado en la democracia y la solidaridad de los pueblos, el antimilitarismo y la
ecología. Ella vincula mucho el feminismo con la democracia.

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Ella es partidaria de mantener la utopía en estos términos.

Clase 7, 7/10/2021

TEMA 2. De la crítica al prejuicio.

La bibliografía es lo que habla de Paulain Celia Amoros (Tiempo en femenismo), del propio
Poulain “De la educación de las damas”, de Alicia Puleo “La ilustración olvidada”, Nancy
Amstrong “Deseo y ficción doméstica”.

Nos situamos en este tema en Poulain de la Bare, en la segunda mitad del siglo XVII, justo cuando
“La crisis de la conciencia Europea”, un libro de filosofía, se dice que la ilustración empieza en
segunda mitad del siglo XVII.

Hablamos de un pensamiento ilustrado, porque pertenece a una de esas dos dimensiones de la


ilustración: una cara romántica (discursos emancipatorios, como el feminismo), y una cara
positivista (todos los discursos sobre las normas de vida). El feminismo ilustrado se sitúa en la
cara romántica.

Si nos situamos en la segunda mitad del siglp XVII, ve,os que el orden social y político está
vinculado al “orden natural de las cosas, que es el de Dios”, es decir, un orden TEOCRÁTICO. Rige
el orden estamental feudal, donde la familia es todavía la familia premoderna, que es la “familia
extensa”, formada por la nuclear y parientes más cercanos (sobrinos, primos …) y los siervos. Es
una familia patriarcal que incluye muchos miembros. En esta familia el que tiene del poder es el
“padre de familia”, que ejerce la autoridad en el ámbito privado, de manera similar a cómo el
Rey lo hace en el público (poder absoluto).

A mediados del signo XVIII se produce un cambio en el modelo de familia, y nos quedamos solo
con lo que conocemos como familia nuclear. La familia moderna es la familia nuclear. Hay un
libro clásico llamado “Los orígenes de la familia burguesa”, que recomienda leer.

Si hablamos de un momento ilustrado, nos estamos situando en un orden que va a acabar con
el orden feudal. Es el paso a la modernidad. En este tránsito se sitúa el CONTRACTUALISMO,
autores que creen que no hay un orden natural o teocrático detrás del origen de la sociedad,
sino un contrato entre personas libres e iguales. Son los postulados de ROUSSEAU, Hobbes y
Locke. Rousseau es el paradigma fundamental del origen contractual de la sociedad.

Este nuevo orden que se instaura, se instaura a partir de la idea de igualdad. Se rompe con la
adscripción estamental (el orden feudal), para ordenarse ahora por la familia. Los individuos
ahora se convierten en ciudadanos por razón de mérito. Ya no hay adscripción de cuna (donde
naces, te quedas), sino movimiento.

Carol Pateman ha analiazado el ocntractualismo en “El contrato sexual”, 1988, dice que
Rousseau es el gran pensador de la igualdad, porque defiende la igualdad política, social y
ECONÓMICA (esto le separa del resto de contractualistas). Pero a la vez, es también el pensador
del patriarcado moderno, el gran pensador que instaura el orden de lo que sería el patriarcado
moderno, diferente del estamental.

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Rousseau se dirige a lo que se llama el “tercer estado” (el que no es estado de cuna –aristocracia-
, el que no es estado de toga –jueces, magistrados y eclesiásticos). Podemos entender que es
“el pueblo”. Olimpia de Gouges dirá que las mujeres son el Tercer Estado del Tercer Estado.

El siglo XVIII no acaba con el patriarcado, sino que lo reformula. ¿Por qué? El último representate
del patriarcado estamental (premoderno) es Robert Filmer, que escribe en 1680 una obra, “El
patriarcado”, donde defiende el poder absoluto del padre en el ámbito privado. Contra Filmer
es contra quien escriben los contractualistas. Pero su oposición no supone que se esté acabando
con el patriarcado, sino que lo que se impugna es ese modelo de patriarcado, pero se teoriza
sobre un modelo de patriarcado reformulado para la sociedad moderna.

La gran transformación que lleva a cabo la modernidad es repartir el poder del padre absoluto
entre los miembros libres e iguales. Matar al padre y repartir su poder.

Carol Pateman empieza a ejercer el feminismo como filosofía de la sospecha, en el Contrato


sexual. Ella lo que sospecha es que hay una mitad de la Historia que no se ha contado. Ella se
pregunta por qué las mujeres no participan de ese pacto social y concluye que no participan
porque ya estaban excluidas de ese pacto. Previamente al contrato social, hay un contrato
sexual, en el que se establece el acceso de los varones al cuerpo de las mujeres (matrimonio y
prostitución), además, hace que las mujeres estén sometidas al ámbito privado doméstico, y se
establece dejarlas fuera del ámbito público-político.

Esto implica que cuando se firma el contrato social, el patriarcado no desaparece, y se


transforma de un patriarcado premoderno a un patriarcado fraterno, es decir, el patriarcado
entre hermanos, entendidos como individuos libres e iguales. Quienes firman ese pacto social,
quienes establecen este contrato, son solo los varones, aunque en las narraciones de los
contractualistas se quiera encubrir esta discriminación, usando términos sexualmente neutros
como “individuos”. Pateman dice, “detrás de un individuo, siempre hay un varón”.

En el pensamiento Moderno se deja fuera a las mujeres como sujetos del pacto, como individuos
libres e iguales.

Rousseau parte de un modelo, el modelo de mujer paradigma del nuevo orden burgués
emergente. Esta mujer queda destinada al espacio doméstico, el espacio propio. Es el espacio
doméstico porque es del hogar, pero también tiene la acepción de domesticar. Una mujer
destinada a la casa y una mujer domesticada. Este modelo patriarcal moderno se ve en El Emilio
o de la educación, de Rousseau. En esta obra, Rousseau divide el espacio social en dos: uno sería
el espacio privado, y otro sería el espacio público-político. Es el espacio en el que se sitúa lo
femenino. El espacio público político es el que asigna lo masculino.

En el capítulo V del Emilio, Rousseau define esta nueva mujer doméstica, “desorden”, “esposa y
madre”, “impulsiva”, “encarna el mal con su sexualidad”, “falta de control”…

Rousseau es el gran pensador del matrimonio por amor, que es algo que nace en la modernidad.
Esta idea no había existido antes, en la Edad Media el matrimonio era trueque, intercambio. El
amor en el matrimonio no existía antes, se conocía pero no era lo típico, lo habitual.

Poullain (Poulain) de la Barre. (1647-1725)

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De la vida de Poulain no sabemos prácticamente nada. Fue sacerdote católico y se pasó al


Protestantismo. Está situado en la segunda mitad del siglo XVII, cuando se inician los primeros
cambios en el orden estamental y según algunos autores, fermentan las ideas ilustradas.
Cronologicamente es “preilustrado”, pero sus ideas son plenamente ilustradas. En 1673 publicó
su obra principal: Sobre la igualdad de los dos sexos. Es un discurso originario, explícito sobre la
igualdad entre los sexos; y hay partes donde elogia a las mujeres, situándose entre un discurso
de la igualdad, y un discurso de la excelencia. Estas ramificaciones se pueden deber a muchos
motivos: es heredero de la literatura cortés. Es un pensador claramente que está en contra de
la sociedad estamental, con ideas modernas que se opone a la estratificación por estados, y
también es contrario al discurso de la exclusión de las mujeres.

Es un filósofo discípulo y seguidor del RACIONALISMO CARTESIANO. A Descartes se le considera


el primer filósofo Moderno. La filosofía moderna se fecha con su muerte (1650). Comparte con
el racionalismo cartesiano, muchas ideas:

1. Antiescolástico, contrario a la filosofía escolástica, hay que acabar con el escolasticismo.


2. Hay una razón humana que es natural y universal. El “bon sens”. Hay un buen sentido,
una razón humana, que es universal y es natural, la tiene cualquier ser humano.
Siguiendo a Descartes, la razón se debe dirigir a disolver los prejuicios. En su caso, el de
la inferioridad de las mujeres, de manera particular.
3. Para disolver el prejuicio, la razón debe seguir una serie de reglas. Descartes propuso
21 inicialmente, que redujo a 4 en el discurso del método. Paulain acepta estas 4 reglas:
a. Evidencia. Partir de lo claro y distinto. Es la que más le interesa a Poulain, la
idea de evidencia. Dice que hay que encontrar algo evidente, claro y distinto.
Para Descartes es el cogito. Pero para Poulain no es una evidencia
epistemológica como esa, si no pragmática: LA RAZÓN NO TIENE SEXO. Esto
quiere decir que el razonamiento lo tienen todo el mundo, también las mujeres.
La igualdad se fundamente en ese bon sans como natural. Es lo que Celia
Amorós llama “la pragmatización del cogito cartesiano”: llevar la evidencia
epistemológica al ámbito de las relaciones entre sexos, a un caso práctico.
b. Análisis. Descomponer lo complejo en las primeras verdades, o verdades más
simples.
c. Síntesis. Deducir lo más complejo de esas primeras verdades.
d. Enumeración. Repasar cadena deductiva para ver que se ha hecho bien.

La filosofía de este autor es precedente de los contractualistas, por dos motivos:

1. También habla de un estado de la naturaleza, en el que no se darían desigualdades entre


los ciudadanos, ni entre los sexos.
2. El contrato social o el pacto social es una necesidad civilizatoria. Es necesario para salir
del estado de naturaleza y organizarse en sociedad.

Como preilustrado, su filosofía se propone disolver los prejuicios, y su estrategia para eso es
primero definir el prejuicio, después aislarlo (poniendo ejemplos) y después aterrizar en el
prejuicio de la inferioridad de las mujeres que es el que considera más ancestral y primito, que
vertebra todos los demás.

Poulain intenta explicar el origen de la desigualdad de las mujeres. Su respuesta es que es


porque no participaron de las guerras tribales que se dieron en el paso de la endogamia a la
exogamia. Es decir, las guerras que se dieron para pasar de las relaciones intratríbicas a las

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relaciones con otras tribus (paso civilizatorio). Este paso no se dio de manera pacífica, sino que
hubo guerras. No usó esas palabras exactamente pero viene a decir esto, que como las mujeres
se dedicaron a dar la vida, no se dedicaron a quitarla; y en ese momento de guerras se valoraba
más quitar la vida que darla, pero las mujeres permanecieron en su registro. Simone de Bouvoir
usará esta misma explicación.

Pulain reclama la educación para las mujeres, y reclama que puedan participar en profesiones
históricamente relacionadas con los hombres, también plantea leyes que compensen la
situación de la mujer (discriminación positiva). Sus discusiones tienen un carácter
protosociológico.

Fue el filósofo de las preciosas del siglo XVII. De la educación de las damas. De la excelencia de
los hombres. Son dos obras de él. La igualdad de los dos sexos es la más importante. Es la
primera vez donde las mujeres se convierten es sujetos epistemológicos.

Celia Amorós lo estudió mucho. Creó un seminario de Feminismo e Ilustración. Dice que en él,
la “bon sans” adquirió tintes universalizadores, al incluir a las mujeres. La crítica al escolasticismo
se extiende con él al terreno de las costumbres y de la moral, constituyendo la senda perdida
entre Descartes y Rousseau. Es el cartesianismo social. Se pone en el centro la idea ilustrada de
igualdad. Esta idea de igualdad es la que interesa al feminismo. EL filósofo dice que la diferencia
es solo corporal, pero no intelectual. Considera que el feminismo tiene que ser un movimiento
político. El cogito de Poulain es como “la capacidad de actuar”, y no “de pensar”. Es decir,
transformar el prejuicio usando un cogito heredado del cartesianismo, reformulado, que diría
puedo derivar mi existencia de mi capacidad de actuar.

Descartes elabora una moral provisional mínima, pero en Poulain la moral es el eje de su
discurso. Es la piedra angular de su pensamiento, enfocado pragmáticamente, a la
transformación social y política. Concluye que la razón no tiene sexo, y dice que la desigualdad
se debe fundamentalmente a la educación. Además, el bon sans de las mujeres no está matizado
por la educación, es más puro.

Poulain sigue una senda del racionalismo, que es la que abre Spinoza, la senda ética y política.
Su discurso es mucho más radical que lo que muchos discursos ilustrados. Por su concepción de
la razón como razón eminentemente moral, por la crítica que hace al prejuicio de las mujeres, y
por su radical reclamación aunque tenga pasajes de la experiencia, de la igualdad entre los sexos.
Esto hace de su discurso el primer discurso de la igualdad.

Tres razones para considerarlo discurso fundacional (Amoros):

1. Su concepción de la razón como razón eminentemente moral.


2. Crítica al prejuicio de la inferioridad de las mujeres.
3. Su reclamación de la igualdad entre los sexos.

O. de Gouges

M. Wolstonecraft

Clase 8, 8/10/2021

Hoy vamos a leer los textos de Poulain de la Barre y Celia Amorós. El texto de Poulain lo hemos
visto en clase y tomé apuntes en el propio texto.

Clase 9 y 10, 14 y 15/10/2021

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

Hoy vamos a leer los textos de Poulain de la Barre y Celia Amorós. Celia Amorós propone hacer
un feminismo filosófico, que es que el feminismo pueda ser tematizado filosóficamente. El texto
de Celia Amorós lo hemos visto en clase y tomé apuntes en el propio texto.

Es un estudio actual de la obra de Poulain:

Ideas fundamentales:

1. El bone sens (racionalismo).


2. El bone sens no entiende de sexos.
3. La pragmatización del cógito: esto es lo más importante. Poulain supone una
pragmatización del cógito cartesiano, llevarlo a lo terrenal.

Vamos a ver ahora una conferencia de Celia Amorós.

Clase 12, 21/10/2021

TEMA 3. ROUSSEAU.

Vamos a empezar un tema nuevo, entrando directamente en la Ilustración. Vamos a ver un


pequeño video que nos resume las líneas fundamentales del pensamiento ilustrado

Peyman, leer.

Clase 13, 22/10/2021

No fui. ARITZ:

El ideal de la ‘dama’ da lugar en este periodo (el de la Ilustración) a un nuevo ideal, promovido
por la burguesía ilustrada: el ideal de la ‘mujer doméstica’. En la Enciclopedia de Diderot
podemos ver descrito esta ideal, desde tres puntos de vista: desde el punto de vista
antropológico del Abad de Mallet, desde el punto de vista de la moral del Señor de ¿Damahis?,
y desde el punto de visto del derecho natural del Caballero de Jaucourt. Es este último el que
nos interesa, pues además señala una contradicción ilustrada.

Diderot, en otra de sus obras (…) señala la dicotomía cultura/naturaleza, dicotomía presente en
todo el pensamiento ilustrado y posterior. La asociación de la mujer con la naturaleza lo que
hace es sentar las bases de la concepción de la sexualidad femenina como invariable, inmutable,
y esto, a su vez, justifica su inferioridad.

Voltaire se enfoca en que las mujeres son fisiológicamente inferiores a los hombres, más
susceptibles a las enfermedades.

La mujer es retratada como naturaleza y sexualidad. Esto se muestra, por ejemplo, en las novelas
del XVIII. Podemos distinguir en ellas cuatro estereotipos de mujer según M. Beaujean: la
virtuosa (que moraliza al hombre, por muchas que sean las cosas malas que le ha hecho), la
sentimental (en cuya vida se guía por los sentimientos), el alma bella (ese ideal de una unidad
originaria que no se habría roto entre lo bueno y lo bello, por lo que este estereotipo reconoce
lo buen y lo ve como bello, lo que reconforta espiritualmente al varón que contempla este alma
bella), y la abnegada (la mujer que se sacrifica al orden de las relaciones sociales, que renuncia
a la pasión y la libertad propia en aras de la ley o el bien superior).

Además de las novelas, hay otras formas literarias que van a contribuir a estos estereotipos
femeninos. Nancy Armstrong habla de ellas: los libros de economía doméstica y los libros de

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

conducta femenina del siglo XVIII. Y, ¿cómo se da en el ámbito de la filosofía? El primero que
traslada esto al ámbito de la filosofía es Rousseau. Los principios filosóficos en que se basa la
filosofía de Rousseau son la libertad y la igualdad, pero estos solo se pueden garantizar
relegando a la mujer al ámbito doméstico. El varón debe ocupar el espacio público y la mujer el
espacio privado, y podemos decir que todo su sistema político descansa en esta división de
funciones. Pues, ¿qué ocurriría si esto no fuera así? Que el tiempo del varón para la vida pública
quedaría muy mermada; el varón no podría desarrollarse igual. Rousseau simplemente cristaliza
la reconceptualización de la familia y las ideas que se van gestando entre el XVI y el XVIII. La
familia premoderna está constituida por padre, madre, hijos, primos, todo tipo de parientes
cercanos y lejanos… sin embargo, en la época que nos ocupa se da el paso de la familia extensa
a la familia nuclear (padre, madre e hijos). La autoridad del padre no desaparece pero disminuye
(antes ejercía el poder absoluto en el ámbito privado que el monarca ejercía en el ámbito
público). La Iglesia influyó en esta concepción de la familia, porque entendió que el ámbito
privado era fundamental para la educación de los fieles. La Iglesia Católica toma conciencia de
esto en la lucha por la contra-reforma. A partir del XVIII encontramos que las relaciones
familiares se han sentimentalizado, pues el amor ya no se considera una pasión terrible que no
tenga cabida dentro de la familia. Además, el Estado deja de tener tantos poderes sobres los
hijos y se responsabiliza más del cuidado de éstos al padre y a la madre, sobre todo a esta última.

A Rousseau hay que entenderle desde una perspectiva unitaria. De los intérpretes que ha tenido,
la mayoría han desechado por incomprensible sus pasajes sobre la mujer, porque esos pasajes
del capítulo V del Emilio (llamado ‘Sofía’) se contradicen con el igualitarismo radical que
Rousseau defiende. Pero es que Emilio no podría cumplir el rol que cumple si no existiera Sofía.
La soberanía del varón (y la garantía de que sus propiedades las recibirán sus verdaderos
herederos) reposa sobre el sometimiento de las mujeres. Rousseau maneja dos conceptos
diferente de Estado de Naturaleza: uno que funda el orden público (que va dirigido a toda la
especie y es el que todos conocemos) y que funda el orden privado (que va dirigido solo a la
mitad de la especie y legitima la feminidad y la relegación de la mujer). Mientras que EL buen
salvaje es teorizado como un individuo, LA buena salvaje ya está inscrita en una forma de
organización mínima que es la familia (vive ya en el umbral de la historia).

EMPEZAMOS A LEER EL TEXTO DE ROUSSEAU DEL DOSSIER.

Hay que remitirse en primer lugar al hecho de la biología para legitimar la superioridad del
hombre: el hombre superior porque así lo ha querida Dios

Clase 14, 28/10/2021

Lectura del texto de Rousseau sobre Sofía del Emilio.

Clase 15, 29/10/2021

Hemos seguido y acabado el texto de Rousseau.

Vamos a hablar de la filosofía política de Rousseau. La bibliografía para este tema es la misma
que el anterior, además de N. Armstrong (Deseo y ficción doméstica) de Rosa Cobo
(Fundamentos del patriarcado moderno), Amorós (lo que viene sobre Rousseau en las actas
del seminario permanente de feminismo e ilustración) y de Pateman el que veremos en casa.

En 1750 publica el Discurso sobre las ciencias, las artes y las letras. En este discurso hace una
crítica a la noción de la razón ilustrada. Rousseau entiende que es una razón insuficiente para

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

descubrir la realidad. Critica el uso de la razón en su momento porque le parece un uso


insuficiente. Rousseu dice que es impotente para realizar los objetivos que se espera de ella,
porque la razón de la ilustración es la razón de una minoría, y él propone construir una
subjetividad universal, que se extienda al conjunto de todos los individuos.

Politicamente nos tendremos que centrar en el Contrato Social (1762), que es su obra
fundamental en política. Rousseau no acepta los principios de sujeción en la formación del
Estado: el estado se debe formar sin ofrecer ninguna sujeción. Se opone así al modelo político
medieval o estamental, está encarnadoen Robert Filmer, que publica el patriarca en 1608. En
esta obra sostiene el modelo de que hay constituido un populus, un pueblo, y que ese pueblo
acata por sujeción lo que prescribe el Príncipe. Lo que el príncipe delibera es Ley. El populus le
concede poder al príncipe. Este es el modelo de PACTO DE SUJECCIÓN. En el paso a la
modernidad, empieza la relación de filósofos contracutalistas, este modelo va a ser
impugnado, porque explica el pacto de sujeción pero deja fuera cómo se ha constituido el
populus, es decir, el pactum societatis. Locke, Rousseu y el resto de contractualistas critican
que se pueda establecer el poder político solo con sujeción, y que hay que ver cómo se ha
creado el pueblo. El referente polémico de Rousseau es FILMER, el último pensador del
Estamental.

Son necesarias dos cosas para formar un estado: pacto social (se unen las gentes) + pacto de
sujeción (se someten a un poder).

Para Rousseu, solo el pacto societatis es suficiente para legitimar el modelo político. Rousseau
solo acepta el pacto social, es por tanto un gran referente revolucionario. EL PACTO DE
ASOCIACIÓN elimina el PACTO DE SUJECIÓN a la hora de hablar de la creación del Estado.

Antes del pacto de asociación solo hay voluntades individuales (dice), que se reúnen y se
sintetizan en lo que llama “voluntad general”. La soberanía va a ser el ejercicio de la voluntad
general. Rousseau además en el contrato social manifiesta el temor de que pueda ser
usurpado el poder al pueblo, y por eso va a diseñar que los representantes político y el
gobierno mismo son solo comisiones de trabajo, que son válidas mientras llevan a cabo lo que
el pueblo les pide, pero que si no lo cumplen, pueden ser cambiados.

Él critica la democracia representetativa. Para él la columna del Estado es la ASAMBLEA, donde


las voluntades generales se unen en una sola. Él defiende la democracia directa. Pero, ¿cómo
saber que hay una correspondencia entre las voluntades individuales y en la voluntad general?
El pueblo debe votar (SUFRAGIO LIBRE Y UNIVERSAL).

Rousseu está inserto en la corriente democrática, fundamentalemente por su rechazo del


pacto de sujeción, pero también porque teoriza la libertad del individuo, pero no solamente la
libertad individual, sino también la igualdad. Rousseau defiende la igualdad política y ADEMAS
(es el único), critica la desigualdad económica. El modelo de contrato que defiende es propio,
es suyo, dice que la propiedad debe tener unos límites: que la propiedad no puede extenderse
a la persona del individuo (que nadie es libre de consentir su esclavitud). Es decir, ni el
consentimiento individual permitiría a uno ser esclavo: nadie puede pactar su propia
esclavitud. Nadie es libre de convertirse en esclavo.

Hay un autor (McPherson) que dice que Rousseu está fuera del “individualismo posesivo”. Este
autor dice que Rousseau, con esta tesis de no poder pactar tu esclavitud, se separa de Locke y
de Hobbes (la idea de que un individuo es su propio propietario y puede pactar su sujeción).

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

Su igualitarismo no obstante, excluye a las mujeres. Los hombres se juntan en la sociedad de


manera libre e igual.

Peyman, en su obra “El contrato sexual”, hace crítica feminista al contractualismo. Lo que dice
es que la categoría de individuo aparenta ser sexualmente neutra, y sin embargo, detrás de
ella siempre hay un varón. Los contractualistas tienen vocación de universalidad, para
legitimarse. Cuando tienen que concretar aspectos del sexo (por ejemplo, la Constitución de
Córcega que hace Rousseau), habla de tres tipos de ciudadanía, y todos son hombres. Es decir,
aquella categoría “neutra” no lo es.

El pensamiento contractualista se construye por oposición al modelo político estamental. Por


oposición a un referente (Filmer). Filmer sostiene que los hombres nacen ya en un estado de
sujeción (bajo gobierno paternal), y este gobierno paternal hacen que luego se pueda
desarrollar el derecho político. El derecho político se deriva del derecho paternal. Esto lo
rechazan los constractualistas. Rousseau dice que la más antigua de las sociedades, y la única
natural, es la familia. Los hijos no se vinculan al padre más que el tiempo que necesitan para
subsistir. Peyman dice que se pasa del patriarcado paterno (Filmer), en la modernidad se pasa
al patriarcado fraterno (entre los iguales), que es el modelo de patriarcado que se abre paso en
la Modernidad Ilustrada.

Es el nuevo modelo de patriarcado que permite a la sociedad burguesa, existir. Aquellos que
simbólicamente han asesinado al padre y se han dividido su poder. Comprende a todos los
varones, concede el derecho político a todos los varones, por lo que es la PRIMERA VEZ QUE
PASA. Rousseau está dentro de este pensamiento. En él no encontramos solo esto en lo
teórico, sino también en lo práctico. Su crítica de la desigualdad política y económica, su
apelación a la democracia directa, su idea de repartición del poder entre iguales, su idea de
impugnar la representación política… etc, van a proporcionar al individuo la garantía de su
libertad y de su igualdad.

El problema es que estos principios políticos de Rousseau presentan quiebras, y la principal es


la exclusión de las mujeres de lo que es la ciudadanía. Hay que decir que no solo los
contractualistas, como Rousseau, sino también los iusnaturalistas también, ninguno pensó en
la mujer como sujeto político. Pero el problema es que en Rousseau la crítica que hace a toda
sujeción, habría precisado que concediese también a las mujeres la idea de ciudadano. Y no es
que en su época no se debatiera, sí los había. Hay una incoherencia, una quiebra.

Pero ¿ porqué excluyen los contractualistas a las mujeres del contrato social? Se pregunta
Peymann. Su hipótesis central es que previo al contrato social, los varones establecen un
contrato sexual. Un contrato sexual por el cual los varones pactan varias cosas:

1. Acceso sexual al cuerpo de las mujeres en forma de matrimonio y prostitución.


2. Someterlas al espacio doméstico privado.
3. Dejarlas fuera del espacio político, público.

Este contrato sexual se habría producido en algún momento del “Estado de naturaleza”. Se
habría dado en las mujeres, quienes habrían aceptado a cambio de su protección.
Intercambian sujeción a cambio de protección. Y este contrato sexual, dice, luego se
transforma en DERECHO CIVIL, donde se enmascara ese contrato sexual, y se recupera en el
derecho con el contrato del matrimonio.

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

Rousseu va hablando como a través de los años el hombre se separa de su estado de


naturaleza y van apareciendo desigualdades, habla de todas ellas menos de la femenina.

Clase 16 y 17, 4 y 5 /11/2021

Hemos visto el texto largo de PATEMAN y hemos hecho un ejercicio en clase al respecto.

Clase 18 y 19 11 y 12/11/2021

TEMA 5. La novela libertina anti-rousseauniana y el pensamiento del marqués de Sade:


lecturas crítico-feministas.

Para entrar en el tema del pensamiento libertino, debemos conocer el contexto y el espíritu de
la época. Lo que vamos a ver en primer lugar es qué fue la filosofía popular y de damas de los
siglos XVII-XVIII, después veremos cuatro casos de novelas libertinas NO sadeanas y después
veremos el discurso de Sade, sus personajes y conceptualizaciones femeninas; para acabar con
una crítica feminista a este autor por parte de tres autoras.

Nos situamos a finales del XVII y principios del XVIII. Ursula P. Jauch escribe en Filosofía de
damas y moral masculina, lo que analiza es como a finales del 17 y a lo largo del 18, se da una
filosofía “popular”, una filosofía de antiacademia que quiere sacar el saber de la Academia y
divulgarlo. Esto es típico del siglo XVIII. Esta filosofía tiene varios ejes, cuatro coordenadas
fundamentales:

 Materialismo.
 Filosofía de damas.
 Salones franceses.
 Interés por el harén oriental.

A estos cuatro ejes se suma además la oposición común a la filosofía de Rousseau. Es decir, la
filosofía popular tiene estos cuatro ejes más el eje antiroussionano.

MATERIALISMO. Aparece en todos los pensadores enciclopedistas franceses. Está muy claro en
Diderot, en su obra La religiosa, donde defiende una visión mecanicista del ser humano,
mecanicista y materialista. A Diderot se le atribuye una obra de un libertino que es el Marqués
de Argens, ya que los libertinos y Diderot (y los enciclopedistas) comparten esta visión
mecanicista del ser humano. Además, ambos grupos son ANTICLERICALES.

FILOSOFÍA DE DAMAS. La filosofía popular lleva a cabo una filosofía de damas, que quiere decir
divulgar el saber para que lo entiendan incluso las mentes femeninas. Es decir, que hasta las
mujeres, que no tenían formación, entiendan el saber. Es un saber para ser divulgado. De la
filosofía de damas tenemos muchas referencias: Fontanelle, que escribe “Entretenimientos
sobre la pluralidad de los mundos”. En esta obra Fontanelle explica la nueva astronomía
(heliocéntrica) a una dama. Este libro está estructurado como un diálogo entre un astrónomo,
que explica a una dama en un jardín francés, la nueva astronomía a partir de lo que son las
preguntas de la dama. Se trata de hacer accesible el conocimiento de ese momento a las damas.
Esta obra se considera la primera referencia completa a esta filosofía, pero hay una previa que
es una referencia incompleta, de Albeé de Gerard, que escribió “Filosofía para cortesanos”, obra
que está incompleta. En este caso, el diálogo es entre dos filósofos y uno de ellos, que se llama
Teantre, niega que las mujeres puedan estudiar filosofía, y otro defiende que las mujeres sí
pueden dedicarse al estudio.

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

Esto no se dio solo en Francia. Otra obra, “Discurso sobre lo que hay que imitar de los franceses”,
de Tomasius, defiende que lo más importante a imitar en Alemania de los franceses es la idea
de que las mujeres puedan acceder a estos conocimientos. Es decir, incluir su demanda de
acceder al estudio. En Italia Algarotti “Newtonianismo para damas”. Más en Francia:
“Astronomía para damas” (siglo XVIII), J. Landande. En Inglaterra: Sr. Formey (siglo XVIII) escribe
“La bella wolffiana”, que es una explicación a una hipotética mujer de la teoría filosófica de
Wolff. Es una filosofía de damas que también fue practicada por las mujeres, por ejemplo en
Alemania, Von Knigge escribe “Lógica para damas”.

INTERÉS COMÚN POR EL HARÉN ORIENTAL: Es decir, un interés por lo exótico. Esto lo
encontramos en Giaccomo Cassanova, quien describe en el tomo último de su autobiografía, el
harén oriental. Esto tiene su antecedente en Montesquieu (1721, escribe Cartas Persas, donde
dos persas mantienen un diálogo sobre la situación política en el Oriente, al tiempo que aparece
reflejada la erótica del harén).

Una mujer que se llama Lady Mantagu escribe entrado el siglo XVIII “Cartas desde oriente”. Era
la mujer de un embajador francés destinado a Oriente. Se dedica a recorrer los harenes y hacer
una descripción detallada de los mismos, que no coincide con la versión de Cassanova o
Montesquieu. Ellos lo critican, ella dice que es un “paraíso para las mujeres en medio de las
guerras”. Para ella no es algo despreciable porque las mujeres llevan una vida agradable
dedicada a las visitas, los baños placenteros y las compras caprichosas.

SALONES FRANCESES: Esos salones que se inician fundamentalmente en París, y son tertulias
donde se discute sobre el saber del momento, muchos de los cuales presididos por las preciosas
(hijas, hermanas o esposas del señor que abría el salón).

La filosofía libertina se enmarca en esto. Pero no lo podemos entender solo por esto. Hemos de
entenderlo como una especie de revuelta intelectual contra las tesis roussonianas. Es un
contradiscurso sobre la mujer, del discurso roussoniana. Rousseau explicó cómo debía ser la
mujer moderna con el Emilio (Sofía), y el pensamiento libertino se expresa como una reacción
en contra de ese prototipo (mujer virtuosa de Rousseau), tendiendo a una “filosofía del placer y
del vicio”.

Ursula Piagaut dice que el pensamiento libertino es una deconstrucción del catálogo de las
vitudes femeninas que ofrece Rousseau. Se quiere deconstruir esa mujer virtuosa que
representa Sofía y la novela del siglo XVIII (mujer bella, abnegada, sentimental). Se podría decir
entonces que el pensamiento libertino es en lo que tiene que ver con la conceptualización de la
mujer, una revuelta contra el pensamiento roussionano y de la virtud femenina.

Esto lo podemos ver atendiendo al propio pensamiento libertino. Este pensamiento es muy
distinto al de Rousseau, pero es coetáneo a él.

Autores de novele libertina no sadeana.

F. de Monbron.

En Hamburgo, a lo largo del XVIII, aparece una obra, “Margot la remendona”. Tuvo muchas
multas del tribunal real y del juzgado correccional, que además le sirvieron de propaganda
involuntaria. Es una novela que trata sobre la vida de una prostituta retirada, que le cuenta al
filósofo escritor (Monbron), cuál ha sido su vida sexual. Esto es común a casi todas las novelas
libertinas: prostituta que le pasa algo. Es distinto en esta novela que Margot se ha retirado con
ahorros y tiene una vida sin preocupaciones, en contra de la representación de la mujer libertina,

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

que suele ser que acaba viviendo mal. Le cuenta los distintos clientes que ha tenido (un forense,
un clérigo…). Lo que hace Monbron aquí es querer desvelar las máscaras de lo que podríamos
considerar una MORAL HIPÓCRITA: le da voz a la prostituta y la muestra como una mujer que ha
conseguido triunfar, sin un desenlace fatal.

No se puede saber con exactitud la fecha, pero cita al Marqués de Argèns, por lo que es
posterior. Hay una filiación de las novelas de los libertinos. Margot empezó su oficio en un tonel,
por eso es la “remendona”, empezó como zurcidora y acabó de prostituta.

Esta obra es un retrato de la época, de costumbres. Ese mismo espíritu de retrato de costumbre
tiene la obra del Marqués de Argèns.

Marqués de Argèns

En un principio es dudosa la atribución de autoria a De Argèns, pero se cree que sí es suya (Sade
se la atribuye). Este autor escribió “Teresa filósofa” (1748), que es la que fue atribuida a Diderot.
Hay un cruce entre los mecanicistas y los materialistas encicopledistas y libertinos. El Marqués
fue el cabeza de los pensadores mecanicistas de Francia, junto con La Metierre, por lo que se
tuvo que exiliar de Francia a Berlín (la corte de Federico II no toleraba ese fervor excesivo en las
fuerzas materialistas y mecanicistas de la fuerza humana). Es decir, se exilió por nada que ver
con la sexualidad.

La obra en cuestión es la narración de una novela filosófica que tiene poco de novela (casi no
hay trama). Es un monólogo de Teresa que quiere sistematizar las ideas del propio autor. Es una
novela en la que “no pasa nada”, sino que es una novela en la que Teresa filósofa diserta, sobre
el anticlericalismo (típico de los intelectuales de la época), contra el matrimonio, sobre principios
morales…. Pero con una visión radicalmente materialista. Es una diatriba que ataca
directamente a los ideales femeninos el momento (la idea de la virtud femenina). Esta obra es
anterior al Emilio (1762), pero sí ataca esa imagen que ya se empezaba a formar.

Esta novela filosófica, la de Teresa, toma como inicio de la acción un hecho verídico, muy
polémico, que traspasó las fronteras. Ese hecho narra como una señorita fue seducida,
embarazada y obligada a abortar, por su confesor espiritual (rector de los jesuitas). El clérigo se
libró de la hoguera por un solo voto.

La disertación de Teresa filosófa es desarrollar un discurso hedonista (del placer), una actitud
materialista (muy propia de los pensadores libertinos), y por tanto desarrollar un espíritu muy
propio de la literatura libertina. Esta novela es testimonio de la tradición libertina arraigada en
el siglo XVIII.

Al final de la novela, el Marqués escribe sobre los apetitos y los deleites que debemos saciar.

Mairobert.

El discurso libertino también es un discurso de la Ilustración, y salta incluso por encima de las
barreras de la moral heterosexual. Vemos aquí la obra de un autor, que se llama Mateo Francisco
Pidasant de Mairobert, que escribe y publica entre 1778-1779 una obra que llama “La confesión
de la señorita Safo”. Esta novela está compuesta por las tres últimas cartas de una novela que
ya había publicado este autor (El observador inglés), es decir, retoma dicha obra epistolar, y en
la Señorita Safo reúne las tres últimas cartas. Una novela en la que intervienen el caballero “todo
ojos” y el caballero “todo oídos”, que se escriben y mantienen correspondencia sobre cuestiones
atravidas. La confesión de la señorita Safo se subtitutla “Historia ingenua, rara y deliciosa, de

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

una libertina precoz y de una sociedad secreta de amor sáfico”. Lo que hace es narrar las
aventuras de la “bella ninfa” (Señorita Safo), entregada para su educación sáfica (lésbica) a la
dueña de un burdel. Esta obra es un relato libertino consagrado por completo a la figura de
mujeres, mujeres reales de la época, que aparecen con nombres ficticios por trasposición de
fonemas. En este juego de fonemas se esconden nombres de mujeres reales de esa época. En
este burdel es donde comienza (como en toda la literatura libertina) su andadura, hasta que es
entregada a una mujer para ser educada de esa manera. Primero le enseñan a tocar
instrumentos y cosas así, dice “es una vida que me hace la más feliz de las mujeres”. Pero hay
un episodio que interrumpe la felicidad: el peluquero de la señorita Safo se viste de mujer y la
engaña, y consigue tener una relación sexual con ella. Safo la describe diciendo que este episodio
marca su trayectoria sexual, y que es una expresión de la vinculación de los términos de placer
y dolor, como aparecerán en Sade. Dice, “el dolor me devolvía a la vida”. Tras esto vuelve al
burdel y deja su vida lésbica.

Chordelos de Laclós.

Su obra “Las amistades peligrosas” fue llevada al cine en dos ocasiones. Es una novela epistolar
de 1782. Esta novela está dedicada a desvelar la hipocresía moral imperante: hay una corrosión
de los mandatos morales que en teoría se mantienen. La trama es que una mujer se alia con un
hombre para traicionar a otra mujer.

Tiene la obra una marcada actitud anterrousoniana. La narradora principal se llama también
Sofía, una marquesa, que es el anticatalogo de virtudes rousonianas (es coqueta, es hipócrita,
es fría, finge mucho, se dedica al juego de las apariencias…). Aparecen las virtudes de Rousseau
invertidas: es una ANTI-Sofía.

También se ha interpretado la obra como una crítica moral edificante. Así la interpreta, por
ejemplo, Marivaux, cuando dice “esta obra es el ballet del deseo y la vanidad”. Y se puede dar
esta interpretación moralista, como una condena del vicio, como algo edificante. Es decir, como
si fuera una condena del vicio, la propia obra.

La novela realmente se vincula al espíritu crítico antirrousionano de la novela libertinadel siglo


XVIII. Aunque el final para los personajes sea triste, lo que realmente quiere el autor es criticar
el modelo propuesto por Rousseau.

Vemos que en el siglo XVIII se da esta tradición de la novela libertina. Vemos que no es solo
Sade, que no es que sea un maniaco sexual. Había una tradición, que es donde se inserta el
Marqués de Sade.

Marqués de Sade.

Donatien Alphonse François, más conocido como el Marqués de Sade, vive entre 1740 y 1814.
Pero hay que decir que, contra toda su posición, Sade llevó una vida más monacal que libertina,
porque se pasó la vida encarcelado, por diversas razones (escándalos morales, después en la
Etapa del Terror –después de la Revolución Francesa- por oponerse a la pena capital, también
cuando su suegra le delató…). Los últimos años de su vida los pasó en un manicomio, el
Manicomio de Charenton.

Escribe: Justine (1795), La filosofía en el tocador (1795), Juliette (1797) (esto lo publica en
vida),”La marquesa de Ganges” (1813). El resto de su obra permanece inédita hasta que la

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

recuperan los surrealistas franceses, que publican “Diálogos entre un sacerdote y un


moribundo” (1926), “Los 120 días de Sodoma” (1931), “La historia secreta de Isabel de Baviera”
(1950) y así otras obras a lo largo del siglo XX.

Sade no cuestiona la existencia o inexistencia de un código moral natural. No habla de que haya
leyes naturales o no, sino que la naturaleza es indiferente ante la moral. No hay unas leyes
morales relacionadas con la naturaleza. Por eso en Justine, Sade muestra la figura de una mujer
buena, que quiere salvaguardar su virtud, entendiendo que esto es el orden natural de la moral;
pero no en balde Sade subtitula esta obra “Los infortunios de la virtud”, porque lo que trata de
mostrar es todo el martirio que sufre esta mujer por mantener su virtud y su virginidad, es
gratuito, y que aunque intenta mantenerlo por naturaleza, realmente va en contra de su
naturaleza y sufre mucho. Sade lo que quiere mostrar es que como no se corresponde con un
orden natural, la moral que sigue Justine va contra-natura. La trama de esta novela es que
Justine se cría en un convento porque era huérfana. Cuando sale, es huérfana, pobre y está
abandonada a su suerte, con una serie de normas morales que ha recibido. En esta situación,
recorre las estaciones de un viacrucis (robo, violación, huida constante, cárcel, comete un
crimen sin quererlo…), y todo ese recorrido es consecuencia de la voluntad que Justine tiene de
practicar los valores de la moral judeo-cristiana, la moral burguesa. Esa moral que había
cristalizado en la Sofía de Rousseau. En esa trama finalmente Justine se reencuentra con su
hermana, Juliette, de la que se había separado al salir del convento. Su hermana la cuida, su
hermana representa al vicio: es el vicio el que salva la virtud. Cuando ya está Justine bien, entra
un rayo por la ventana y la parte en dos.

Lo que nos interesa es la figura de la hermana, que es Juliette. Juliette es la hermana prostituta
y libertina de Justine. Juliette se subtitula “el triunfo del vicio”. Igual que su hermana sale del
convento, pobre y sola, y decide tomar el camino de la maldad: pierde enseguida su virginidad,
entra en un burdel, hace apostasía de todas las creencias recibidas. Esa decisión la lleva a formar
parte de los triunfadores, de aquellos que saben que no hay ningún catálogo moral por
naturaleza, sino una relativización ética (no hay códigos morales absolutos). Juliette deviene a
una mujer rica y poderosa, y Sade dice que vive “en perpetua subversión moral” y entra a formar
parte de la hermandad de los amigos del crimen, una asociación de libertinos que Sade retrata.
Precisamente por sus escándalos morales, Juliette se tiene que ir de Francia y se va a Roma,
donde mantiene el mismo estilo, incluso tiene un romance por el Papa. Al final de la obra, forma
una alianza amorosa con otras mujeres: Juliette vive y convive íntimamente con una bruja
ilustrada. Incluso Juliette llega a participar de la intriga política, cometiendo crímenes políticos
a gran escala.

La trayectoria de Juliette es diametralmente opuesta a la de su hermana, pero más allá de las


diferencias, habría unas afinidades que permiten reconocerlas como hijas de Sade,
fundamentalmente porque son mujeres totalmente irreales. Representan prototipos
exacerbados que no se dan en la práctica:

 Paradigma virtuoso, cristiano de Justine. Es el paradigma que cristaliza las proyecciones


masculinas sobre la mujer buena. Es una proyección del pensamiento masculino, lo que
es una mujer buena. Prototipo de María.
 Juliette, por su parte, es el prototipo de la prostituta atea, que es también una
proyección de las fantasías transgresoras de la conciencia masculina. Prototipo de Lilith.

Es decir, dos prototipos que no se dan en la práctica y que emanan del hombre. Justine se nos
presenta como un ser objeto, al que el destino se la juega, en tanto que ella es una pasiva

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Curso 2021/2022

representante de los valores femeninos que la tradición masculina ha atribuido a las mujeres.
Pero Juliette no deja de infundir sospechas, porque ella se convierte en una especie de
super(contra)heroína, que deviene como sujeto pleno, situándose “más allá del bien y del mal”.
Es decir, Juliette consigue ser sujeto pleno situándose en la inversión moral, por tanto, más allá
del bien y del mal.

Por tanto, los dos modelos son susceptibles de revisión crítica, algo que ha hecho el
pensamiento feminista.

Pero, ¿qué papel juega en la triada Justine, Juliette, Sade… la madre? La figura de la madre en
Sade aparece en la “Filosofía en el tocador”, que es una obra de teatro donde narra la iniciación
de una adolescente en el libertinaje. Cuando termina su formación, realiza un acto de suma
violencia vaginal contra su madre, cosiéndole la vagina. Es el nacimiento a la sexualidad y la vida
efectivos, por medio del asesinato de la sexualidad materna. Su madre es una figura castradora.
(Angela Carter, psicoanalista)

Esta obra de teatro, el discurso es siempre una impugnación de la religión, de las injusticias de
la ley, una defensa radical de la óptica republicana (lo cual no es ajeno a que Sade, una de sus
excarcelaciones, se debe al estallido de la revolución francesa), y es anticlerical, materialista,
ateo… Pero ante todo le sirve a Sade para fundamentar una ANTI-Moral (una ética de la
transgresión), que sitúa el placer sexual como ley universal. El deber universal es el placer sexual.
Ese placer sexual en Sade pasa por el dolor del otro (sadismo), y el dolor propio (masoquismo).
El placer sexual se entiende de manera sado-masoquista. Es una obra de iniciación en la
perversión.

La protagonista en el texto tiene poco discurso, no tiene estatuto de sujeto pleno, sino que
permanece como ese “eterno femenino” de la mujer mediadora, para que otros obtengan su
placer, y devengan sujetos de ese placer.

Estos otros se conforman como una fraternidad de iguales, cuando el padre de la protagonista
entrega a su hija al círculo de los amigos libertinos. Parece que el padre quiere librar a Eugenia
de la educación represora que ejerce sobre ella su madre, pero de lo que se trata es de convertir
a Eugenia en ese modelo de mujer que los libertinos proyectan. Este modelo de mujer que
leemos en la obra, que la mujer sea la morada de la sexualidad reprimida: la mujer tiene que ser
compartida y fuente inagotable de placer.

Pero, ¿qué pasa con la figura de la madre? ¿Qué nos dice Sade de la fuera reproductiva de la
mujer? Sade rechaza de manera explícita la maternidad: nada debemos a nuestras madres, el
feto debe su existencia al esperma del hombre. Esta idea también la tenía Santo Tomás, por
ejemplo (el motor activo de la generación de la vida es el padre, y la madre un receptáculo
pasivo), Aristóteles también lo sostenía así. Hay en Sade un ODIO a la maternidad.

Vamos a ver contestaciones feministas a la obra de Sade. Son tres autoras que lo que hacen es
una reflexión. Son tres mujeres, que eran las principales protagonistas de la obra de Sade.

1955. Simone de Beauvoir. Escribe un escrito muy cortito que se llama ¿Hay que quemar a Sade?
En este libro no hace crítica feminista, sino una revisión de Sade desde una perspectiva filosófica.
Hace un acto de “tolerancia ilustrada” con Sade. Simone vincula a Sade con Freud, porque dice
que Sade se ha hecho eco de lo que luego Freud teoriza como el inconsciente. Sade es un
antecedente de lo que el psicoanálisis freudiano desarrolla como el inconsciente, inconsciente
que “siempre habría permanecido sin voz” y que aunque haya sido solo por ponerle voz, Sade

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

no merece ser quemado. Ese inconsciente tiene la transgresión moral, la crueldad y la violencia,
el lado oculto del ser humano. El mérito de Sade es haberlo desvelado. A Sade le interesa
convertir el destino psicofisiológico en una elección ética. Ella era existencialista: Sade dice que
el destino psicofisiológico no esta determinado, se puede elegir. Habría que preguntarle a
Beauvoir si la mujer tiene opción para esa elección ética, es una objeción que se le podría hacer.
Sade dice que no hay destino psicofisológico (por el que estás marcado por la pertenencia a una
fisiología y a una estructura psíquica determinada), se puede elegir (libertad, existencialismo);
esto le interesa mucho a Simone. Uno es libre hasta ese extremo.

Podemos interpretar que la existencia de las mujeres sadeanas es imaginaria, están siempre
constreñidas a la fantasía de otro, no pueden traspasar esa frontera de ser objetos de la fantasía
de otro. Aparecen siempre asimiladas a la ficción literaria y metafórica (Beauvoir). Convertidas
así en objetos de ficción, cabría preguntarse si eso las incluye de factos en la comunidad de
miembros de la especie humana, o las hace parecer como seres ideados de esta literatura, y no
como seres reales de la comunidad humana.

Beauvoir dice que la aceptación del mal como componente ontológico en Sade convierte la
existencia del ser humano en un código sin dioses, pura libertad, un código sin leyes, donde “la
crueldad y el coito adquieren la condición existencial de correlatos”. La libertad permite elegir
el componente ontológico bueno, pero se pregunta la profesora, si en este universo literario, la
libertina es libre de elegir, o se le asigna el permanecer en posición de desigualdad, sin entrar
en la cómplice fraternidad masculina. La libertina no es igualmente libre que el libertino. No
tiene garantizado ser sujeto pleno. A la profe le parece que Beauvoir es demasiado benevolente.

Clase 20 18/11/2021

1979. Angela Carter. Escribe una obra titulada “La mujer sadeana”. Empieza por celebrar la
desmitificación que hace Sade del paradigma virtuoso, que conlleva además que la sexualidad
femenina va unida a la reproducción. Carter sí está más dentro de la polémica feminista, en
concreto sobre el debate en torno a la pornografía. El debate de la pornografía se recoge en el
libro de R. Osborne (La construcción social de la realidad). ¿Es o no es censurable la pornografía
desde la óptica feminista? Carter dice que Sade no es un pornógrafo. En Sade, dice, hay una
“pornografía al servicio de la mujer”, porque nos ofrece una cantidad sorprendente de
percepciones del interior femenino. Las mujeres participan de los juegos sexuales y son también
sujetos del deseo, participan en el juego del libertinaje: no es una pornografía al servicio de los
varones, sino también le puede servir a las mujeres para liberarse. Con los distintos juegos
eróticos que narra, puede liberarse la mujer de las constricciones de la doctrina virtuosa. Ella
dice, “Sade nos ofrece una extraordinaria variedad de las fantasías de la mujer y un montón de
percepciones sobre el interior femenino”. Carter se refiere a que Sade tenía prácticas
homosexuales, y a partir de esto, interpreta que desde esta posición es más fácil tener
conocimiento del “interior femenino”. Carter nos dice que en el imaginario Sadeano, Justine es
la Santa Virgen y Juliette la puta profana. Carter dice que esta es una nueva tipología sadeana
de mujer, una mujer cuyo advenimiento Sade anticipó y que tendrá alas y se extenderá por el
mundo.

Pero veamos, ¿nos movemos todavía con el modelo fantasmagórico masculino? ¿No estaremos
pasando de un discurso estructural a otro, diseñado siempre desde las voces masculinas y su
deseo?

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Curso 2021/2022

1990. Ursula Pia Jauch. Sin embargo, coincidiendo con Beauvoir, no deberíamos quemar a Sade,
especialmente por la interpretación que hace esta autora. Escribe una obra en la que menciona
a Sade, “Filosofía de damas y moral masculina” (1990), donde hace una reinterpretación de Sade
donde dice que el discurso libertino sadeano se propone deconstruir el discurso tedioso
rousseauniano sobre la virtud femenina. Por tanto, Jauch propone revisar a Sade, entendiéndolo
como un pensamiento de la deconstrucción que se enfrenta a la tradición intelectual judaica en
su visión sobre la mujer. En la filosofía del erotismo de Sade hay una teoría del sujeto femenino,
la mujer deviene “sujeto”. Es un sujeto con inteligencia astuta e ingeniosa.

En las tres interpretaciones, desde el pensamiento feminista, no son negativas con Sade. Son
bastante positivas. Pero hay otras interpretaciones que también se dan y que entienden que
Sade es un pornógrafo sin más (Andrea Dworkin, “Pornografía: los hombres dominan a las
mujeres”, donde llama a Sade “Ave de rapiña sexual”). ¿Estamos ante una filosofía
emancipadora o estamos en un nuevo discurso ideado por el pensamiento masculino que tipifica
otro modelo de mujer?

Leemos texto: La filosofía en el tocador (Sade), del Dosier de Textos.

Tras leerlo, ¿podemos pensar que la libertina está más liberada que la mujer de Rousseau?
Parece que no: fuerzan a la madre, Eugenia es ordenada por él y manipulada. Parece una
voluntad masculina actuando. Eugenia no decide su propio deseo. El placer como fundamento
de la ética, discurso anticlerical… Es Sade. Carter interpreta que todos tienen el mismo derecho,
pero en el texto no se ve que Eugenia haga algo que no sea el papel de mediadora. En otras
obras, como Juliette y Justine, sí se ve ese afán en una mujer. También en Madamme de Saneit
en La Marquesa de Ganges.

Clase 21 18/11/2021

TEMA 6. La irrupción de un sujeto femenino y de sus vindicaciones políticas. Olympe de


Gouges: La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana de 1791. El
igualitarismo político de Condorcet.

En el Antiguo Régimen, la situación de la mujer es de opresión. En la Modernidad Ilustrada


vemos que, en la Enciclopedia, que recoge los temas del momento, se conceptualiza el
ciudadano. Es decir, qué se entiende en la enciclopedia como ciudadano. Ciudadano es miembro
de una sociedad libre de varias familias y añade “no se otorga este título a mujeres, niños o
sirvientes, más allá de la pertenencia a la familia de un ciudadano”. Las mujeres, los niños y los
sirvientes no son ciudadanos propiamente dicho, sino que lo son en cierta manera, por
pertenecer a la familia de un ciudadano. Las mujeres quedan adscritas a su condición de
nacimiento, a diferencia de los niños, y nunca serán ciudadanas de pleno derecho.

En “Musa de la razón”, J. Fraisse analiza como después de la Revolución Francesa, la situación


de las mujeres incluso empeora. Aunque ellas participan de las luchas revolucionarias, desde el
inicio de la Revolución, lo cierto es que cuando se acaba la revolución, se intensifica la represión.

Hay un periódico de la época que publica en 1793 una noticia que dice que tres mujeres son
guillotinadas (Maria Antonieta; la reina, Olympe de Gouges, una dramaturga marginal, y
Madame ROland, una burguesa que presidia salones). El ajusticiamiento de Olympe es una
advertencia para las mujeres republicanas, que no se alejen de su sexo, que no pretendan ser
“hombres de Estado”. No hay diferencias entre sus estamentos, hay una política del sexo.

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Con la RF se instaura un nuevo orden basado en la igualdad ante la ley. La idea de igualdad se
expande en el pensamiento. Eso se ve claramente con la declaración de agosto 1789
(Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano), inmediatamente después de darse
la RV. Esta declaración, a juicio de Olympe, solo incluye a los hombres, y ella lo que hace es
reescribir esa declaración, los diecisiete artículos, uno por uno, en la Declaración de los
Derechos de la Mujer y la Ciudadana.

Olympia de Gouges es una pensadora ilustrada, que ya tenía cierta fama por su obra de teatro
“La esclavitud de los negros”, obra contra la esclavitud. Es una pensadora girondina, y no
jacobina. La diferencia es que los girondinos son aquellos que son partidarios de una monarquía
parlamentaria, y los jacobinos de una república (y son los triunfantes). Estos últimos son
seguidores de las doctrinas de Rousseau.

Olympia alude al paradigma de la naturaleza, como casi todos los ilustrados. Dice que los
animales y los vegetales no muestran una separación de sexo tan fuerte, sin cooperación, como
en el caso humano. Lo que dice es que lo natural es la igualdad entre los sexos, y que la
desigualdad es una construcción (que hoy denominaríamos patriarcal). La desigualdad es una
degeneración del estado de naturaleza, y ella se pregunta, ¿cómo es posible esto en el Siglo de
las Luces?

Ella argumenta por tanto recurriendo al Derecho Natural, que es el derecho que se da a sí misma
la burguesía ascendente del momento. Este Derecho se opone al Derecho histórico
(aristocracia).

Dice ella que las mujeres recibieron todas las facultades intelectuales, y que ahí reside la
fundamentación para la igualdad (en la RAZÓN). Una razón universamente repartida, por lo que
su pensamiento se inscribe en la línea del RACIONALISMO, que apela al “bonne sans”, a la razón;
y que ya habíamos visto en Poulain de la Barre. El derecho a la igualdad se fundamenta en que
ambos sexos comparten la misma razón.

Al final de su declaración ella invoca al ser supremo. Esto es un rasgo típico de los ilustrados y
de los enciclopedistas: el DEISMO. Es decir, la creencia en un ser supremo, pero que no es
identificable con ningún Dios de las religiones positivas, existentes. Es un ser supremo,
abstracto. Esto lo comparte también Voltaire, por ejemplo.

Y, ¿cuáles son los derechos que reescribe? Se reagrupan en CUATRO derechos naturales:

 Libertad. La declaración del hombre dice que los hombres nacen libres y con derechos,
ella dice: La mujer nace libre e igual al hombre en derechos. En el caso de la declaración
de los hombres, la libertad se define por sus límites, en negativo,”libertad es hacer lo
que se quiera sin dañar a los demás”. Ella cuando lo reescribe, añade la idea de justicia
a la idea de libertad, y dice “La libertad y la justicia, consisten en devolver todo lo que
pertenece a los otros, así el ejercicio de los derechos de la mujer solo tiene los límites
que la naturaleza del hombre le pone, que deben ser corregidos”. Es decir, DEVOLVER,
ella quiere expresar que los derechos de las mujeres han sido arrebatados por los
hombres, usurpados. Esto es el artículo 4.
En el artículo 11, la declaración de los hombres habla de la libertad de expresión como
un derecho natural. Ella lo reelabora es que la libre comunicación de los pensamientos
es un derecho, pero ella incluye a las mujeres en esos derechos. En ese derecho a la
libertad de expresión ella incluye un caso nuevo, específico, que es el de los derechos
de los hijos ilegítimos. Ella tiene mucho interés en eso porque ella se crio como hija de

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un carnicero, pero ella era hija ilegítima de un marqués. Dice que los hijos tienen
derecho a ser reconocidos por su padre y heredar.
Por otra parte, la libertad de expresión pretende que sirva para amparar a las mujeres
engañadas por las prácticas de los libertinos, dice que hay una ley que debe favorecer a
las viudas y señoritas engañadas por las falsas promesas del hombre. Para evitar la
seducción y engaño de los libertinos.
Igualdad (centrada en aspectos fiscales). Los nobles y el clero no pagaban impuestos, y
recibían dinero del tercer estado. En la declaración del hombre, se propone una
contribución equitativa (artículo XIII). Ella retoma este artículo, le da la vuelta y dice “a
iguales impuestos, iguales puestos”. Las mujeres ya pagaban impuestos como los
hombres, ella dice, “si pagan impuestos, pueden acceder a puestos y empleos, cargos y
dignidades”.
Seguridad. Ella expresa que la moralización de la sociedad pasa por erradicar el prejuicio
de la desigualdad de las mujeres.
También se decía que ningún hombre puede ser detenido fuera de la ley, y habla
también de la presunción de inocencia. Esto es la declaración del hombre. Estas
garantías son suprimidas por ella: aparece simplemente la aceptación de todo el peso
de la ley por parte de las mujeres. Pero ¿por qué suprime estas garantías y quiere que
todo el peso caiga sobre ellas?
En el artículo X Olimpia de Gouges dice que las mujeres tienen derecho a subir al cadalso
(ser guillotinadas), por lo que deben tener derecho a subir a la tribuna (participar en la
vida pública). Podemos explicarnos que en los artículos acepta todo el rigor de la ley
para exigir la contrapartida, que es muy difícil de obtener, y que es que las mujeres
participen de la vida pública. Ella acepta a cambio un total sometimiento ante la ley.
 Propiedad. En el artículo XVII de la declaración del hombre, se habla de esto. Esto lleva
a que el marxismo denomine a esta declaración, la declaración burguesa. En el AR el
único propietario era el Rey, que podía expropiar a los súbitos; por lo que esto sí es un
cambio revolucionario, que la propiedad se reparta entre los iguales.

El modelo político que se propone es el de Montesquieu, que aparece en el artículo XVI y es el


modelo político de la separación de poderes. Ella lo repite, palabra por palabra, en su artículo
XVI y añade que una Constitución es nula si la mayoría de individuos de la nación no participan
en su redacción. Ella de esta manera está criticando la exclusión de la mujer de la redacción de
la Constitución que se está gestando.

Termina la declaración declarando que debe existir una monarquía parlamentaria, y pide más
fuerza para el poder legislativo (parlamento) que el ejecutivo (rey), y hace una analogía entre
esos dos poderes y lo que supone la reforma del matrimonio. A estos dos poderes los considera
como al hombre y la mujer, que deben estar unidos pero iguales en fuerza y virtud, para hacer
un buen matrimonio.

Las expectativas de cambio se centran en la sustitución de la figura paterna del rey y la


sustitución por el reparto del poder entre los ciudadanos. Esto despierta las reivindicaciones del
colectivo femenino, que se siente excluido. La expresión de esta reivindicación de igualdad es la
declaración universal de los derechos de la mujer, que aparece en plena revolución francesa,
llevando al terreno de la política este problema.

Olympia llevó en 1791 su declaración a la Asamblea, que ni la discutió. Dos años después, fue
guillotinada.

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Otra figura importante fue el MARQUES DE CONDORCET. Él ocupó varios cargos políticos, desde
donde defendió el derecho de las mujeres a la ciudadanía. La gran mayoría de los autores del
siglo XVIII construyen sus modelos a partir de una idea de libertad, que se define por propiedad.
Ellos teorizan la libertad en relación con la propiedad, pero se olvidan de la igualdad. Condorcet
se mantiene al principio en esta forma de pensar. Pero poco a poco va desplazando el acento de
los conceptos de libertad-propiedad al de igualdad. En 1792 publica su obra más tardía, donde
sistematiza la obra de su pensamiento, “Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del
espíritu humano”. Aquí sistematiza las ideas que habían ido apareciendo dispersas en sus otras
obras.

En esta obra dice que hay tres tipos de desigualdades:

 De riqueza.
 De estado, que es la desigualdad entre aquellos que han heredado los medios de
subsistencia y los que tienen que trabajar para conseguir esos medios.
 De instrucción.

Dice que estos tres tipos de desigualdades se pueden aminorar, pero no deben desaparecer del
todo, porque son causas naturales que sería peligroso destruir. Para disminuirlas, ofrece tres
formas distintas:

 La riqueza => Tradicion liberal: dejar a las fortunas a su propio desarrollo para que estas
se redistribuyan.
 De estado => Proyecta seguros sociales, pensiones, subsidios… que pueden ser llevadasa
cabo por el Estado o por entidades privadas, y que deben mejorar la situación de los que
no han heredado sus medios de subsistencia.
 De instrucción => El Estado debe garantizar una educación para toda la sociedad.

Su práctica política se realiza en dos frentes, que el feminismo aún lucha:

1. Reforma educativa.En1791 publica “Cinco memorias de la instrucción pública”, tras lo


que es elegido presidente del comité de instrucción pública. Él presenta un proyecto de
cómo organizar la instrucción pública. Es un proyecto claramente ilustrado: la educación
es el elemento emancipador del ser humano, y por tanto debe ser universal e igual para
todo el mundo. En su proyecto establece 5 grados de instrucción, en centros financiados
por el Estado, y a los que tendría acceso tanto niñas como niños. Contempla la
coeducación, ya que los maestros serían hombres y mujeres. A él le parece fundamental
aminorar la desigualdad por cuestión de instrucción, porque considera que la
desigualdad es fruto de un prejuicio, que debe ser sacado a la luz para erradicarlo. De lo
que se trata es de acabar con la discriminción educativa de las mujeres, sacando a la luz
el prejuicio.
2. Reforma jurídica (política), para reconocer los derechos y el reconocimiento como
ciudadanas de las mujeres. En 1790 publica “Sobre la admisión de las mujeres al derecho
de ciudadanía”. Esta obra es la más conocida. Él empieza mostrando sorpresa por el
hecho de que la población acepte que se puedan violar determinados derechos, por
cuestiones de hábito (privar a la mitad del ser humano del derecho de ciudadanía). La
causa de este hábito, para él, es el prejuicio. Dice que el prejuicio se da porque no hemos
podido demostrar que las mujeres no tienen derechos naturales o que no son capaces
de ejercerlos. Dice que las mujeres pertenecen a la misma especie y comparten la misma
razón que los hombres. Es una argumentación inscrita en la tradición de Paulain de la

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Barre. Dice que es un prejuicio absurdo, sin fundamento. Queda claro que las mujeres
tienen derechos naturales. Luego quiere desmontar el segundo prejuicio: el de que las
mujeres tienen derechos naturales pero que no los saben ejercer. Esto es lo que más le
interesa. Lo que hace es irracionalizar las razones del prejuicio. Por ejemplo: primero
habla de lo que sería el prejuicio fisiológico. Uno de los motivos que se da para
argumentar que las mujeres no son capaces de ejercer sus derechos, es la supuesta
inferioridad de las mujeres en un plano fisiológico. Él lo que hace es retomar el prejuicio
y preguntarse por qué no se retira esos derechos a las personas que se resfria fácilmente
o tiene gota todos los inviernos. También se decía: las mujeres son inferiores
intelectualmente, y los hombres tienen superioridad intelectual frente a ellos (no ya
fisiológica, sino intelectual). Y él dice: bueno, suponiendo que sea así, la superioridad
intelectual de los varones tiene que ser de dos tipos: superioridad intelectual de
invención o de extensión de conocimientos. Pero, los varones con estas capacidades
(invención y extensión de conocimiento) son una minoría. Si se pone a esta minoría
brillante aparte, la desigualdad y la inferioridad se reparten de manera equitativa entre
los sexos. Son argumentaciones, las que da, de corte iusnaturalista (contraargumentar
basándose en una posición basada en la naturaleza). Pero, él sabe muy bien que hay
quien no acepta este tipo de argumentos iusnaturalistas, y hace objeciones de tipo
pragmático (de la utilidad). Por ejemplo, se argumentaba que si las mujeres tuvieran
iguales derechos, las mujeres tendrían más influencia sobre los hombres; y él dice,
razonando, que la influencia es más temible cuanta más desigualdad hay porque las
mujeres tienen eso como medio para defenderse y escapar de la opresión. También se
decía que la igualdad de las mujeres haría que dejaran de lado sus tareas diarias, pero
él argumenta que esta objeción no tiene en cuenta el estado real de las Naciones
Europeas y sus políticas, donde solo un pequeño número de ciudadano se puede dedicar
a la política: no habría más que un número muy pequeño de ciudadanos que podría
ocupar esto, por lo que el impacto es muy pequeño.

Eso sí, él no renuncia a que la educación recaiga en las madres y no los padres. La aceptación
acrítica que hace de la institución familiar, traiciona un poco su idea de igualdad. Lo que propone
es que aunque de Derecho las mujeres sean ciudadanas, de HECHO solo sean ciudadanas a
medias. No se les puede excluir legalmente, pero pueden ser excluidas por otros motivos.

Sabemos, hoy, que en 1795 se prohíbe por decreto la participación política de las mujeres, por
no estar facultadas para asistir a asamblea política. En 1793 se habían prohibido también los
clubs y sociedades femeninas, y en 1793 tenemos noticia del guillotinamiento de las tres
mujeres que ya sabemos.

Condorcet fue primero considerado sospechoso, después fue proscrito y en 1794 se murió
encarcelado, parece que por suicidio “obligado”.

Clase 22 25/11/2021

Leemos texto de Declaración Universal de los Derechos de la Mujer (Dossier de Textos).

7. Influencia de la Revolución en Inglaterra: el círculo de los radicales ingleses. Mary


Wollstonecraft: Vindicación de los Derechos de la Mujer.

Estamos ahora hablando de la Ilustración Inglesa. La Ilustración fue distinta en los diferentes
lugares, hay como tres modelos:

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 Ilustración Inglesa, enligthmen,


 Ilustración Francesa, el enciclopedismo.
 Ilustración alemana, Aufkiaring.

La ilustración inglesa es menos política. En Inglaterra, en el siglo XVII, ya se había acabado con
el absolutismo (Guillermo de Orange), y ya se había instaurado un sistema representativo,
basado en la cámara baja (diputados) y cámara alta (lores).

Además, es donde comienza en Gran Bretaña la revolución industrial, que comienza en el XVIII
con la aparición de las primeras fábricas y la industrialización de la producciónagrícola. En el
siglo XVIII hay un gran enriquecimiento que se acompaña de un gran éxodo rural. Las masas
urbanas finalmente, en el XIX, se verá cómo se empobrecen, algo que se ve en las novelas que
hace Dickens.

Y por qué esta ilustración no es igual a la alemana? La inglesa no tiene raíces metafísicas, la
tradición que tiene detrás esta ilustración es una tradición empirista, y que tiene también
referentes en el siglo XVII con la Royal Society de Newton. Es una tradición empirista muy
diferente a la metafísica de Alemania, y además es una tradición anticartesiana, frente al
continente. También se vive un espíritu anticatólico por la expansión del protestantismo, desde
el siglo XVI. En el siglo XVIII todo el país se ha convertido al anglicanismo, con María Tudor. Estas
son algunas características diferenciadas entre una y otra ilustración.

En la Ilustración Inglesa se recibe el estallido de la revolción francesa, que genera mucho


entusiasmo en el círculo de los radicales ingleses, admiradores y seguidores de Voltaire,
D’Alambert y especialmente, de Roussou. Este círculo de admiradores de pensadores franceses,
estará formado por Thomas Blake, Paine, Godwing… En este círculo es donde entra Mary
Wollstronkraft.

En 1790, justo die años después de la revolución francesa, Burke escribe “Reflexiones sobre la
revolución Francesa”, donde critica el estallido, especialmente la violencia. Es un escrito contra
la RF. Contra ese escrito, reacciona rápidamente Paine, que escribe “Los derechos del hombre”;
contestando a Burke. Paine anima a Mary para que también escriba algo, y ella escribe (1790)
“Defensa de los derechos del hombre”, donde defiende la libertad de tener derechos
INDIVIDUALES, la libertad civil y religiosa, y ya habla un poco de la discriminación que sufren las
mujeres.

Pero, ¿quién es Mary Wollstronkaft? Nace en 1759, hija de un padre alcohólico, que sufre
muchos cambios de domicilio, no educación escolar, autodidacta, con 18 años empieza a
trabajar y se independiza económicamente. Fue prostituta, institutriz… hasta que entra en la
redacción de la revista “Revista Analítica”, que era la de los radicales. En 1787 publica
“Reflexiones sobre la educación de las niñas”; que es un embrión de “Vindicación de los
derechos de la mujer”. Esta primera obra se dedica a denunciar la discriminación de las niñas en
la educación. En 1787 también publica “Cartas sobre la educación”, donde profundiza en el tema
de la educación, tocando dos aspectos fundamentales:

 La educación de las niñas está encaminada al matrimonio y la vida doméstica.


 Esta pedagogía parte de un prejuicio: la inferioridad (intelectual) de las mujeres.

Cuando acaba de publicarlas, entra en la redacción de la revista de los radicales. En 1788 publica
su novela Mary, que es autobiográfica. En 1788 también publica “Historias originales”, donde
describe retratos de las mujeres de su tiempo. En 1790 escribió contra Burke la “Defensa de los

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Curso 2021/2022

derechos del hombre”, y en 1792 publica “Vindicación de los derechos de la mujer”, su gran
obra, que escribió animada por Paine. Lo escribió en seis semanas. En esta obra retrata la
situación de las mujeres inglesas en su época, y se encarga de nuevo de la educación
discriminatoria de la mujer. Para ella, el acceso de las mujeres a la igualdad, pasa por el acceso
de las mujeres a la educación.

Considera al matrimonio una prostitución legal. Ataca a los autores de su época por defender la
discriminación educativa de la mujer. En el capítulo V (mismo número de El Emilio) critica a
Rousseau. Se casó y se separó de Bodwing.

Siguiendo con la cronología, la autora vive en parís entre 1793-1794, y entra en contacto con los
girondinos, que sabemos que no serán la facción triunfadora (defendían una monarquía
parlamentaria).

A partir de vivir en París publibca el “Análisis histórico y moral de la Revolución Francesa”, en


1794. En 1795 se intentó suicidar (tirándose al Támesis), pero fue rescatada. En 1795 empieza
otra novela, “María o el infortunio de ser mujer”, donde lo que cuenta es una serie de historias
que tiene como tema fundamental las injusticias que sufren las mujeres. Esta obra de relatos no
la terminó, y se publicó póstumamente. En 1797 fallece al dar a luz una hija: M. Shelly, la
escritora de Fránkestein. Su padre fue Godwing.

Godwing hizo que se escribiera en el epitafio de ella que era autora de la Vindicación, para que
veamos lo importante que era para ella esa obra.

Vamos a ver ahora la obra principal, Vindicación de los derechos de la mujer. En esta obra
compara la situación de las mujeres con la de la esclavitud. Para reconocer los derechos de los
individuos, primero hay que reconocer que son individuos. En el Capitulo V, ataca a Rousseau,
ataca el capitulo V del Emilio. Trata de otros temas que habla Rousseau. Ella extrae citas literales
de Rousseau y los va comentando.

Los temas principales son:

1. El tema de la educación.

Mary Wollstronkaft es seguidora de La Barre. Señala que hay una razón natural, un bone sans,
repartido en toda la humanidad, y que es universal. Y pensar que no lo es, como hace Rousseau,
es prejuicio. Uno de los objetivos de Mary Wollstronkaft es el de disolver el prejuicio de la
inferioridad racional de las mujeres. Se encarga de disolver todo prejuicio que vaya en contra de
la razón. Quieren hacer pasar por rasgos femeninos aquellos rasgos que son instruidos por la
educación, y la degeneración de las costumbres. No son cosas naturales.

Rousseau habría creado una segunda naturaleza, que es de carácter social, y no es una
verdadera naturaleza. No puede mantenerse que hay virtudes específicamente femeninas, no
se puede sostener esto. No se puede hablar de una virtud diferenciada. Las virtudes no están
definidas por masculinas o femeninas, sino una universalidad de la moral. No hay una moral
femenina o diferenciada, solo hay una moral universal.

Mary Wollstronkaft asemeja el trato que dan los hombres a las mujeres, al trato que daba en el
AR la nobleza al pueblo llano. Al no dejar a las mujeres desarrollar sus razones, no desarrollan
su virtud. Si se deja a las mujeres en la ignorancia, ¿cómo pueden ellas socializar a los hijos? Ella
termina apelando al buen sentido de la Humanidad (discurso ilustrado), para acabar con la

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

degeneración de la idea de igualdad, que ha dejenerado, cuando se aplica a la igualdad entre los
sexos.

Es una autora que conviene leerla, más que explicarla.

Leemos Texto Dossier de Rosa Cobo.

Clase 23 26/11/2021

Leemos capítulo V del texto de Mary Wollstronkaft del dossier de textos. Su estrategia es ir
comentando citas de Rousseau. Damos por vista a Wollstonecraft, lo importante es leerla.

8. La Ilustración alemana y el tema de los sexos: Kant: la anti-ilustrada filosofía de los sexos
de "lo bello" y "lo sublime". Von Hippel: defensa del derecho de ciudadanía para las
mujeres.

Lo primero que hay que señalar es que nos situamos dentro de la “aufklarung”, que es la
“iluminación de la razón”. Kant en 1784 en su obra “Respuesta a la pregunta, ¿Qué es
Ilustración?”, se define la razón en sentido ilustrado, como razón: UNIVERSAL, NATURAL,
AUTÓNOMA y CRÍTICA. En ese sentido, Kant responde a la pregunta diciendo que “Ilustración es
salir de la minoría de edad racional”, es decir, que la razón se guie por sí misma y no haya tutores
para la misma.

Pero Kant tiene una influencia directa de Rousseau, y entre las cosas que hereda es la
contradicción entre el discurso de la igualdad (que en Rousseau es radical, ya que él defendió la
igualdad política, social Y ECONÓMICA, siendo el único de sus contemporáneos que hizo esto
último) y el patriarcalismo. Kant no escribe tanto como Rousseau sobre los sexos, pero veremos
que en él hay algunos textos sobre los sexos y las mujeres.

El Kant precrítico (anterior a las famosas críticas) habla de esto en “Observaciones sobre el
sentimiento de lo bello y lo sublime” (1764). El Kant crítico (posterior a las críticas) habla de esto
en “Antropología desde el punto de vista pragmático” (1798).

En estos momentos Alemania está atomizada en pequeños estados, no hay unidad nacional,
mucho retraso político y en consecuencia social, lo que implica que las mujeres alemanas están
peor que las inglesas y sin el movimiento revolucionario de las francesas. Kant se encuentra en
Alemania con el debate sobre si las mujeres deben acceder al estudio o a la Academia.

Cuando Kant escribe sobre los sexos, Ursula Nolte (autora alemana) en un texto (1963)
interpreta a Kant de manera positiva, ella dice que Kant en las “Observaciones sobre el
sentimiento de lo bello y lo sublime”, entiende a los sexos como dos partes de una totalidad.
Con esto, dice ella, se abre la puerta a que se pueda superar el dualismo sexual, en una nueva
concepción de lo humano. Otras interpretaciones, como la de Buytendik (1953), anterior incluso
a la de Úrsula, en una obra hace una interpretación en la que concluye que Kant era simple y
llanamente un misógino.

El debate es si las mujeres deben acceder a la Academia, Kant dice, “las mujeres cultivadas
necesitan un libro tanto como un reloj, aunque esté parado y no lo use”. Kant declara que él no
es partidario de que las mujeres estudien, porque va en contra de la caracterología femenina.

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

Nolte, cuando celebra la filosofía kantiana, interpreta que estas citas se deben a un “desajuste
intelectual”.

Clase 24 2/12/2021

Hoy no traje el Dossier de textos.

Habíamos entrado en la filosofía alemana. Vamos a leer el texto. Recordar que Kant se encontró
con el tema de si las mujeres se podían incluir en el estudio, y él lo rechaza. Kant establece la
relación entre los sexos en una de sus obras precríticas. El Kant precrítico (anterior a las famosas
críticas) habla de esto en “Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime” (1764).
Aquí pone en relación los conceptos bello y sublime. Él presenta observaciones, no conclusiones.
En estas observaciones lo que subyace es un pensamiento bastante esencialista sobre los sexos.
Él dice que lo bello y lo sublime se diferencia también en la naturaleza (bello, las praderas/
sublime, las montañas), y en el arte y finalmente traslada esta dualidad a las relaciones humanas:
dice que hay caracteres sublimes (que despiertan admiración) y bellos (que despiertan ternura).
Lo sublime actúa por el “deber”, en tanto que lo bello actúa solo conforme/no conforme al
deber.

Kant aplica esta diferencia a las relaciones entre los sexos, y dice que las mujeres tienen virtudes
bellas (adoptadas, no sustantivas en sí mismas), y que tienen parentesco con las “virtudes
auténticas” (propias de los hombres). Esto se ve claramente en que las mujeres evitan el mal,
no porque sea malo, sino porque es feo: es una razón de gusto. El género femenino es insensible
al deber y la obligación.

 Mujeres: virtudes bellas -> Insensibles al deber y la obligación -> Sexo bello.
 Hombres: virtudes auténticas -> Sensibles al deber y la obligación -> Sexo noble.

Se establece así una relación de DUALIDAD y DESIGUALDAD, que debe ser trasladada a la
educación distintiva de ambos sexos: la educación debe embellecer el sexo bello, y ennoblecer
el sexo noble.

Además, las mujeres tienen un entendimiento BELLO, que solamente puede tener como objeto
aquello que está emparentado con el sentimiento. El entendimiento bello solo se relaciona con
lo sentimental, y sus saberes no pueden ser abstractos o teóricos, sino sentimentales. La mujer
no aprenderá por tanto geometría, geografía y aspectos similares.

El plan de educación se resume en proponer a las mujeres educarlas en sus sentimientos, hay
un carácter distintivo que debe abordarse con educación diferenciada.

Dice que cuando la mujer se hace mayor puede leer libros para compensar las gracias perdidas,
pero el maestro debe ser el marido.

Pero, ¿dónde encontrar, en esta dualidad, el punto en común de unidad entre ambos sexos?
Para ello plantea las siguientes observaciones en diversos textos:

 En comentarios sobre la obra anterior. El terreno común es el matrimonio. La pareja


tiene que estar compuesta por el entendimiento del hombre y la sensibilidad de la
mujer. Así se forma esta “unidad”. Pero ojo, unidad no es para él indiferenciación: cada
sexo debe mantener sus caracteres específicos, y querer apropiarse de los del otro sexo,
rompe la persona moral que nace de la unión.

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

 Antropología desde el punto de vista pragmático (Poscrítica). La diversidad de los sexos


por sí misma, convoca a la unidad. Hay una orientación teleológica hacia la unidad,
inscrita en el mismo orden natural de las cosas. Ese orden sería, que al ser la mujer el
sexo más débil, se requiere de la fuerza del sexo masculino para completarse. En esta
obra dice que la mujer ha de mandar y el hombre reinar: el reinar precisa de una visión
racional, el mandar es una inclinación ciega.

No hay una síntesis auténtica: lo que propone es reducir el polo femenino al masculino.

La filosofía kantiana de los sexos no ha sido muy estudiada. Ha sido estudiada por algunas
pensadoras de filosofía alemana. Tenemos la interpretación de Úrsula Nolte que dice que Kant
es dualismo, pero que orienta su dualismo hacia una superación en una totalidad futura. Otras
interpretaciones, Úrusla Piajauch, que dice en “Sobre la filosofía de los sexos en Kant”, que en
Kant hay un proyecto de perceptibilidad del sexo femenino. Dice que en Kant la mujer no es,
pero puede llegar a ser. Otra interpretación es la de Bárbara Duden, quien en “La bella
propiedad”, interpreta que el pensamiento de Kant supone un cruce cronológico: por un lado es
premoderno, porque sitúa la relación de los sexos como una guerra que hay que pacificar; pero
a la vez es moderno, en el sentido de que entiende el terreno del matrimonio como un terreno
que configura esa sola persona moral, que vendría a constituirse por amor.

Pero no podemos justificar a Kant con su época. En su época, en Alemania, tenemos otro autor
(Theodor von Hippel), que se convirtió en un defensor anónimo de las mujeres. Nacido en una
localidad de Prusia, vivió y se formó en Koinsberg, en el mismo pueblo de Kant, y efectivamente
compartieron los mismos círculos y se conocieron (los dos estudiaron teología). Este autor nace
en 1741, y fue un político que detentó varios cargos importantes (director de policía, alcalde,
presidente de la ciudad…). Además, era masón y fue un hombre muy poderoso. Él escribió, de
manera anónima, varios ensayos (para no influir en su carrera política).

Entre las obras que escribió destacamos “Sobre el mejoramiento civil de las mujeres” (1793).
Aquí mantuvo una posición radical, en favor de los derechos de las mujeres. Su tesis no es nueva:
la tesis es que el bajo lugar que ocupan las mujeres en la sociedad, ha sido impuesto por los
hombres y no por la naturaleza (es una posición iusnaturalista).

Él escribe su obra como reacción a la revolución francesa. Cuando la revolución proclamó los
derechos del hombre y del ciudadano, dejó fuera a las mujeres, a las que no consideró
ciudadanos. Esto ya fue criticado por Olimpia de Gouges (Declaración de los derechos de la
mujer y la ciudadana), habiendo sido guillotinada. Von Hippel critica la revolución francesa por
no aportar nada a la igualdad jurídica de las mujeres. Él escribe en esta obra que todas las
personas deben tener los mismos derechos. Los argumentos que utiliza son los siguientes:

 Argumento teológico: la desigualdad no proviene de la creación, los dos sexos habrían


sido creados igualmente por Dios.
 Argumento fisiológico/físico: ¿las mujeres son inferiores por su naturaleza física? Él dice
que no, porque hay culturas en las que las mujeres llevan la carga de trabajo. Además,
dice que algunas “supuestas enfermedades femeninas” son resultado del peor modo de
vida de las mujeres.
 Argumento del alma: ¿hay almas predestinadas a ocupar el cuerpo femenino, desde la
inferioridad? Dice que NO. Los hombres plantean que son intelectualmente superiores,
pero él dice que es porque las mujeres no han sido desarrolladas. No es que sean

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

naturalmente menos inteligentes, sino que su capacidad intelectual no ha sido


potenciada.
 Argumento sobre el catálogo de mujeres excepcionales en la Historia: las mujeres han
sido tan importantes y valiosas como los hombres a lo largo de la Historia.

En su obra hay una contradicción: exigir la igualdad jurídica de ambos sexos por un lado, y por
otro hablar de una naturaleza femenina diferenciada. Es decir, dice que sean iguales pero las
define como distintas.

Von Hippel se plantea también cuál es el origen de que los hombres se posiciones en puestos de
poder. Dice que los hombres se dedicaron a la caza, en la prehistoria, y las mujeres al hogar.
Aquí empieza dice la división sexual del trabajo. Esta situación no cambia con el paso a la
sociedad civil. El derecho romano, como el alemán, no considera a las mujeres como personas.
Los derechos civiles que los romanos concedieron a las mujeres es una parte mínima a lo que
les corresponde por naturaleza –dice.

Las leyes limitan a las mujeres en la administración de sus bienes, y las condenan a la minoría de
edad. Pero esto no sucede a la hora de castigarlas, que son tratadas igual que los hombres. Esta
situación de desventaja de las mujeres, en las leyes escritas por los hombres, se debe al miedo
que los hombres tienen de las mujeres, miedo a que las mujeres puedan dominarlos.

Por último, hace propuestas ilustradas para mejorar la situación de las mujeres. Es para él
fundamental el acceso de las mujeres a la educación, como primer paso. Solo por medio de
educación, instrucción y experiencia, se puede conseguir. Defiende una educación igual para
ambos sexos hasta los 12 años. A partir de los 12 años comienzan a desarrollarse los órganos
sexuales de las niñas, que haría que se necesitaran educaciones diferentes. Después propone
una educación parcialmente separada, hasta los 16 años de ellas, y 18 años de ellos.

Con esto, vemos que sus ideas están llenas de contradicciones. Esta última parte de libro, donde
hace las propuestas, él lo que hace es contestar a las objeciones masculinas que pueden hacerle,
y lo hace recurriendo al discurso de la EXCELENCIA. Habla de una superioridad natural de la
mujer. Él defiende que las mujeres participen en la administración del Estado, en “asuntos más
serios”, en la medicina (de manera activa, especialmente en sus dolencias propias). Él considera
que las profesiones más adecuadas para mujeres son las de profesora de baile y de canto (no se
pueden usar profesores masculinos para potenciar la virtud femenina de mujeres que cantan y
bailan). Otras profesiones serían de Sastra y Peluquera.

Estas contradicciones y sus tesis hacen que su pensamiento haya pasado casi desapercibido, casi
no hay obras que lo comenten.

Él es pietista, como Kant, y tiene aversión como Kant a todo lo que tiene que ver con el pecado
en relación del sexo.

Ahora va a leer el texto, no lo traje, tomaré apuntes. El texto es de ella. Kant se olvida de su
consigna “Atrévete a saber”. Iluminar este punto ciego de Kant le tiene que interesar al
feminismo filosófico (idea de que el feminismo puede ser tematizado filosóficamente). La
Ilustración fue una Ilustración masculina: dominaron los ilustrados, casi todos ellos no
pensadores de la igualdad, pero a la vez la ilustración DIO LUGAR A ese movimiento teórico de
la igualdad, el feminismo.

Kant piensa la relación entre los sexos como una guerra (pensamiento premoderno), pero a la
vez lo piensa también como un contrato (pensamiento moderno): es un cruce. La persona moral

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

de Kant está unida, pero no diferenciada. Hay interpretaciones positivas de la filosofía de Kant,
Úrsula Piajauch puede mejorar su posición. Otras autoras, critican, dicen que no es tan positivo
la antropología de los sexos porque contradicen el proyecto racionalista de atribuirle a toda la
humanidad la racionalidad, y entonces marca un abismo infranqueable entre ambos sexos.
Ahora Kant iría en contra de esta unidad racionalista, de este “bone sans”. Luego habla de la
interpretación de Peyman, lo del contrato sexual. Lo lee a saltos. El miedo de la interpretación
crítico feminista de Kant es que se pierda por completo el discurso kantiano. Las mujeres no son
sujetos, no pueden ser responsables de su minoría de edad. Kant es muy rusoniano en su
patriarcalismo. La unidad de los sexos se da en el matrimonio. Kant piensa que el matrimonio
monógamo es una conquista del orden burgués que favorece sobre todo a las mujeres. La mujer
se hace libre con el matrimonio, es un pensamiento de complementariedad de los sexos,
presente en Kant y en Rousseau. El género humano no llega a la edad de la razón si no se
comprende que no hay un ser humano, sino dos partes (Lucy Irigaray).

Entre Irigaray y Kant, podemos establecer afinidades, especialmente en cuanto a la idea de


diferencia.

Clase 25 3/12/2021

10. John Stuart Mill y Harriet Taylor Mill: la igualdad entre los sexos desde el utilitarismo
liberal. La Declaración de Seneca Falls: nacimiento del movimiento sufragista. Ilustración y
sufragismo en España.

Vamos a centrarnos en Stuart Mill. Con él, junto con Harriet Taylor Mill, nace el sufragismo en
Gran Bretaña. Ambos son herederos del círculo de pensadores radicales que ya vimos,
admiradores de la RF y de los Ilustrados. Stuart Mill nace en 1806, nos situamos ya en el siglo
XIX. Stuart Mill tiene una educación muy potente, que le lleva a una crisis de juventud.

Harriet tuvo mucha influencia en el autor. En laInglaterra victoriana, se conocen, y ella estaba
casada. Ambos trataron de no deshonrar a John Taylor, y matuvieron en secreto la relación 28
años. Cuando John Taylor se muere se casa, pero renuncian a los poderes que otorgaba el
matrimonio.

Stuart Mill empieza siendo partidario de las tesis utilitaristas, concretamente del utilitarismo de
Bentham, cuya doctrina fundamental era que BUENO es aquello que es ÚTIL para la mayoría de
personas. Esta es la base de la formación filosófica de Stuart Mill. Él también leyó a Hume y a
Locke.

Con 18 años funda una sociedad utilitarista, que era una tertulia donde se discutían cuestiones
de filosofía. Escribió una obra con 21 años sobre lógica (Esquema de Lógica), que le convierte en
el precursor de la teoría positivista. A lo largo de su vida pasa de un liberalismo extremo,
individualista; a posiciones corporativistas y casi socialistas. Para este paso le influye mucho su
pareja.

Él parte del principio de igualdad y de la idea de progreso. Se propone reformar la sociedad y


mejorar la humanidad, proponiendo para ello cosas como abolir el privilegio, el reconocimiento
de las dignidades básicas de todos los seres humanos, el derecho al sufragio universal, partidario
de la abolición de la esclavitud, contrario al racismo y defensor del respeto de los pueblos frente
al colonialismo.

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

Es heredero del círculo de los radicales, y esta herencia le lleva a defender también la igualdad
entre mujeres. William Fox, otro heredero de este grupo, escribe artículos en este sentido. Las
obras más conocidas de Mill son: Sobre la libertad y El utilitarismo. Ambas suponen el marco en
el que va a plantearse luego las reividincaciones feministas, que se plasmarán en su obra “La
sujeción de las mujeres” (principalmente) y en sus “Ensayos sobre el matrimonio y el divorcio”.

El pensamiento de Mill se mueve inicialmente en torno a la idea de libertad, que entiende como
LIBERTAD SOCIAL (suma de libertades individuales). La libertad social es la suma de las libertades
individuales. En “Sobre la libertad” dice que una sociedad libre se compone de individuos libres.
La conducta que tiene una sociedad, depende de la conducta que tengan sus individuos. La
conducta de los individuos está a su vez condicionada por varios principios:

 La COSTUMBRE (punto clave para entender sus ideas de la mujer).


 La PROPIA INCLINACIÓN (prejuicios)
 Los INTERESES DE LA CLASE DOMINANTE (la clase dominante sobre las mujeres, dice,
serán los hombres, entorno a quienes gira toda la vida de ellas).
 Por el SERVILISMO, es decir, la tendencia del individuo a subordinarse a alguien.
 Por la OPINIÓN DE LA MAYORÍA.

En Sobre la Libertad dice que la humanidad se beneficia si cada cual vive como quiera. Esta idea
es fundamental para su escrito en “Sobre la sujeción de las mujeres”, donde dice que la
emancipación femenina es buena no solo porque ayude a las mujeres, sino porque nos ayuda a
todos, nos es útil para una mayoría. Pero, ¿qué ventajas aportaría la emancipación de las
mujeres?

1. Si las mujeres consiguen la igualdad, las relaciones humanas se regirían por la justicia y
no por la injusticia.
2. Si se igualara el sexo femenino y el masculino, se multiplicarían las facultades
intelectuales, y de esta manera podría mejorarse más la humanidad. Más facultades =
Más posibilidad de ayuda a la Humanidad.
3. Si se da la igualdad entre hombres y mujeres, mejorarían las relaciones familiares.
4. Si se da la igualdad entre hombres y mujeres, mejorarían las relaciones familiares y
conyugales.
5. Incrementaría la felicidad para un mayor número de personas (criterio utilitarista).

Mill es muy crítico con la indisolubilidad del matrimonio. Si una ley prohíbe ciertas actividades,
es porque esas actividades son posibles: la ley está coartando una actividad que se puede dar.
Si la libertad de la mujer se coarta, es porque esa libertad existe e incluso, es temible.

Los argumentos que se manejan a favor de la subordinación de la mujer, argumentos que hablan
de la naturaleza de la mujer, no tendría sentido que necesiten de leyes que institucionalicen esa
diferencia supuestamente natural. Es decir, si una mujer no es capaz de hacer X por naturaleza,
no hay que prohibírselo, porque no lo va a hacer. En los casos en los que la incapacidad es real,
la propia conducta del individuo es suficiente. La diferencia entre los sexos, no es más que
producto de la educación.

Ahora bien, por naturaleza los sexos son iguales, entonces la ley debería contemplar esta
realidad. Además de la educación, reivindica para la mujer el estatuto de individuo. Es contrario
a la posición de subordinación de la mujer en el matrimonio. Se queja también de que se les

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

vende a las mujeres que mejorarán su situación con el matrimonio, pero eso es falso, en su
criterio.

John Stuart y Harriet Tylor coinciden en rechazar la indisolubilidad del matrimonio y ambos
creen que las mujeres deben ser educadas, pero de diferente manera. John dice que deben ser
educadas para adornar y cuidar a los hijos, no está de acuerdo de que tengan que trabajar fuera
del hogar, no cree que lo vayan a hacer. Harriet no está de acuerdo y dice que a las mujeres se
le tiene que dar la oportunidad para ello, que pueden optar libremente si desean dedicarse a la
vida matrimonial o profesional. Mill sostiene que si la mujer trabajara sería en aquellos campos
que tienen que ver con la belleza, o que requieren delicadeza y gusto. Harriet no está de
acuerdo: pide trabajo fuera de casa, y sueldo para mujeres; y en su defecto, si no lo hiciera, pide
el derecho a que posea una parte de los ingresos familiares.

Harriet Taylor firme la admisión de la mujer en todos los derechos políticos, civiles y sociales.
Que pueda participar fuera incluso del trabajo doméstico, el sufragio universal, y educación que
facilite que la mujer se integra. Ella es crítica con los “reformadores moderados”, donde
seguramente incluya a Stuart Mill, que son los que piden mejorar la situación de la mujer, para
servir mejor al hombre. Esto lo explica en “La emancipación de la mujer”, una de sus principales
obras en solitario. Ella dice que la emancipación interesa no solo para ellas mismas, sino porque
es útil para la sociedad. Ella contraargumenta los tres argumentos que había en contra de la
igualdad:

1. Se argumenta que hay una incopatibilidad entre la vida profesional y la maternidad y las
tareas domésticas. Ella dice que la mujer debe tener libertad de opción. No tiene que
estar condenada a ser madre o no ser nada.
2. Si las mujeres se incorporan al mundo laboral, habría un aumento de la competencia
con los hombres. Pero ella dice que si se mete a las mujeres a trabajar, se podría liberar
a los niños del trabajo, y eso es un bien mayor.
3. El hecho de trabajar endurecería el carácter de la mujer. Ella dice, en las condiciones de
la sociedad en la que se vive, que es la sociedad de la industrialización de las fábricas, el
embrutecerse ya está repartido entre hombres y mujeres.

Volviendo a Stuart Mill, dice que la desigualdad de las mujeres se basa en la “ley del más fuerte”.
Sostiene que la dominación de los hombres sobre la mujeres es la más brutal, por la inmensa
tradición que tiene, porque está arraigada en las costumbres, porque afecta a la mitad e la
humanidad, porque el hombre exige servicios y SENTIMIENTOS, y porque se ejerce desde el
mismo momento del nacimiento.

Las ideas modernas, o Ilustradas, sobre la libertad, son incompatibles con la situación de la mujer
en el mundo contemporáneo. La subordinación surge como un hecho aislado en medio de las
instituciones. Él no plantea una igualdad material, sino una igualdad formal, teórica.

Ahora vamos al texto del dossier de textos.

Va a colgar dos videos sobre sufragismo en el CV. VER.

Clase 26 9/12/2021

Breves apuntes sobre el sufragismo.

El siglo XIX es un siglo de revoluciones por la igualdad (abolicionismo, sufragismo…). En 1848 se


promulga la mayor declaración de igualdad hasta la fecha, el Manifiesto Comunista. Este mismo

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Curso 2021/2022

año, se produjo la declaración de Séneca Falls, promulgada por un grupo de mujeres (y algún
hombre) abolicionistas, que promulgaron esta declaración con 12 demandas, muy en línea con
las reivindicaciones de Olimpe de Gouges. Pero en la 12 es donde pide el derecho de la mujer al
voto político. Por eso se considera que es la declaración fundacional del sufragismo. Se llamó
“Declaración de sentimientos y pareceres”, aunque ahora la conozcamos como Séneca Falls.
Estaban implicadas mujeres como Cady Stanton y S. B. Anthony.

Este sufragismo compone lo que conocemos como segunda ola del feminismo, que se extiende
durante casi cien años (1848-1948, cuando se promulga la Declaración Universal de Derechos
Humanos). La primera ola es el feminismo ilustrado, la segunda ola es el sufragismo y la tercera
el neofeminismo. En la tradición americana y anglosajona se considera al sufragismo como
primera ola (no se incluye la ilustración).

11. Simone de Beauvoir y el neofeminismo norteamericano de los sesenta: Betty Friedan y La


mística de la feminidad. Política sexual de Kate Millett ". Shulamith Firestone y la Dialéctica
del sexo.

Simone de Beauvoir.

En el siglo XX el feminismo se transforma, porque antes era esencialmente sufragismo, y cuando


se conquista el voto, ¿qué queda? El feminismo tiene que transformarse, y empieza a ocuparse
mas de aspectos teóricos, aunque no deja de ser reivindicativo. Cuando se va conquistando el
voto femenino, hay un parón dentro del feminismo. Este impás resurge fundamentalmente de
la publicación de Simone de Beauvoir, El Segundo Sexo. Este resurgir del feminsimo tiene una
dirección claramente teórica, aunque sigue siendo un movimiento reivindicativo.

Este texto se publica en 1949, y esta obra es el estudio más completo hasta el momento, sobre
la situación de las mujeres. Se escribe en un contexto donde ya se ha conquistado el voto.
Simone de Beauvoir, asociada con Sartre, es una filósofa existencialista. Aplica categorías
existencialistas a las mujeres.

Lo primero que hace es aplicar el término “lo otro”, para referirse a que la mujer es
heterodesignada (desde fuera) como “lo otro”, en una relación de asimetría. Beauvoir toma de
Hegel la famosa dialéctica del amo y del esclavo, ya que la mujer siempre aparece como vasalla
del varón. Lo otro es ser vicaria o vasalla del varón.

Además de lo otro como categoría existencialista, pone en juego categorías como


“trascendencia” y “autorrealización”. La trascendencia va unida en Sartre a la idea de libertad,
y la de autorrealización al reconocimiento recíproco de las conciencias; y estos son los
conceptos que constituyen al ser humano (trascendencia-> libertad; autorrealización ->
reconocimiento recíproco de las conciencias, es decir, no hay realización propia si no se es
reconocido por las otras conciencias). Beauvoir retoma esto para señalar que la mujer no forma
parte de ellas, no forma parte de lo que se considera ser humano. La mujer no es trascendencia,
es inmanencia; y no queda reconocido en el juego de las conciencias. Ella dice que desde el
mito, la mujer ha sido asociada a la naturaleza, en tanto que fuente de vida: ha quedado
inmanente a la naturaleza por su capacidad reproductiva. Ha quedado adscrita a ser la
mediadora de la vida de los otros.

Además de estas categorías, recoge de Sartre la categoría de “situación”. Sartre dice que la
situación es libertad en situación, proyecto y circunstancia. Ella dice que la situación es el marco

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Martín Rodríguez Girón
Curso 2021/2022

objetivo en el que se ejerce la libertad, y esta situación no es de libertad en el caso de las


mujeres, sino una situación de opresión. Ella elaborará en el libro diferentes “situaciones
femeninas”.

En el Segundo Sexo critica también las tesis de Engels, cuando “En el origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado”, sostiene que el sometimiento de la mujer a los hombres se debe
a la aparición de la propiedad privada, y en consecuencia, a la monogamia. Dice que esto no
explica suficientemente el sometimiento, por lo que Beauvoir decide retomar lo que decía La
Barre en su obra “Sobre la igualdad de los dos sexos”. En un estado supuestamente prehistórico
de la humanidad, las guerras tribales llevarían a que se valorara más quitar la vida que darla.
Esto se habría producido con el paso de la endogamia a la exogamia, y con este paso, que no
habría sido pacífico, se habría dado mediante guerras, se valoró más el poder quitar la vida en
la guerra, que cuidar de la vida y de la economía doméstica.

El segundo sexo tiene dos partes diferenciadas. Las dos partes son:

1. Los hechos y los mitos. Empieza con dos citas: una de Pitágoras (Hay un principio bueno
que ha creado el orden, la luz y el hombre; y un principio malo que ha creado el caos,
las tinieblas y la mujer). y otra de La Barre (todo en cuant han escrito los hombres sobre
las mujeres es sospechoso, porque son a la vez juez y parte). Este libro tiene tres partes:
a. El destino biológico: analiza la creencia común de que la desigualdad tiene
asiento en la diferencia biológica. Dice que la sexualidad femenina ha ido unida
tradicionalmente a la reproducción, y se ha seguido la norma aristotélica,
conforme a la cual el principio activo de la reproducción es el masculino, y lo
femenino es un receptáculo pasivo. Esta idea traspasa los siglos y llega a la
modernidad de los siglos XVII y XVIII, y se entiende que la morfología masculina
es la humana, y que la morfología (sexual) femenina se supedita a ella. La norma
es la morfología masculina, incluso los ovarios son “testículos femeninos”. Esta
idea sobre la morfología humana, está presenta también en el siglo XIX y entra
también en el siglo XX. Pero la biología no puede ser destino, por lo que la
marginación de las mujeres se debe a razones culturales, políticas y sociales. Se
convierte a la mujer en lo otro no por una razón biológico, sino por razones
culturales, políticas y sociales.
b. El psicoanálisis. Lo que quiere mostrar es que ambos discursos (este y el
materialismo) son insuficientes para mostrar cómo se ha convertido a las
mujeres en “lo otro”. El psicoanálisis da clave para entender la cultura, los
individuos… pero no da una explicación en clave material de lo que habría
pasado. El psicoanálisis por ejemplo no puede explicar la división sexual del
trabajo.
c. El materialismo histórico. Discute con Engels aquí: el sometimiento no es por el
paso de las sociedades tribales a las sociedades complejas, no es por aparición
de la propiedad privada.
En este volumen hace un análisis también de la heterodesignación de la mujer en
discursos científicos, religiosos, literarios… y ella va mostrando cómo en estos discursos
se va convertido a la mujer en lo otro, en aquello que se puede someter.
2. La experiencia vivida. Es la más conocida, se piensa que es la totalidad del Segundo Sexo.
Es una parte más sociológica, menos conceptual, menos filosófica. En esta obra describe
situaciones femeninas en la sociedad en la que vive, y lo divide en varios capítulos

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(infancia, iniciación sexual, casada, madre, prostituida, madurez, vejez). En este tomo
ella enuncia su lema más conocido, el lema de que la mujer no nace, sino que se hace.
Añade un último capítulo, “Hacia la liberación”. Aquí dice que no es posible la
independencia femenina sin independencia económica, sin educación y maternidad
libremente elegida. Beauvoir es consciente de que las mujeres necesitan una
transformación de muchos planos: cultural, político, económico, social… Para esto, no
es suficiente con mujeres individuales, sino que se necesita de un colectivo que tenga
como objetivo, la igualdad de los sexos.
Tras publicar el libro participó en conferencias y en presentaciones de libros, pero hasta
1970 no formó parte de movimiento feminista.

Pero, ¿qué aspectos son decisivos de su obra para el neofeminismo de los años 60-70? Ella
influye en este neofeminismo, que se da sobre todo en EEUU, primero en una cosa evidente:
sirvió de paradigma de que se pueden hacer estudios teóricos sobre la situación de las mujeres.
Otra gran influencia su visión constructivista de lo femenino, lo femenino como algo no dado,
sino cultural, la mujer se hace. Esto impacta directamente en el neofeminismo. Ella también dijo
que la maternidad, tal como estaba concebida en nuestra sociedad, es un escollo para la
liberación femenina. Influyó también en la idea de trabajo remunerado como condición de
posibilidad para dicha emancipación.

Mantuvo polémicas en torno al tema de la sexualidad, con el movimiento feminista. En los años
60-70 se dice que el placer femenino no es solo el orgasmo vaginal (que requeriría de la
penetración), sino también clitoriano (que no requeriría del hombre). Ella se opuso a las
llamadas feministas que rechazaban el papel masculino en el placer femenino. Ella sí aceptaba
que la sexualidad puede ser una trampa terrible, porque puede atarla a su opresor.

Neofeminismo (60s y 70s).

Incluye:

 Feminismo liberal (Friedan).


 Feminismo radical. Piensa que el feminismo no necesita de
apellidos para legitimarse.

A) Betty Friedan.

Con estas ideas de Bouvoir, aparece en el neofeminismo de los 60-70. Son una cascada de
teóricas que aparecen en EEUU. La primera escritora es Betty Friedan, que publica en 1963 La
mística de la feminidad. Ella funda con otras activistas una organización que llamaron “NOW:
National Organization of Women”, que es una organización de un feminismo liberal. Se funda
en 1966.

Friedan escribe en 1963 esta obra, que quiere dar cuenta de la situación de las mujeres en la
sociedad norteamericana de su momento, que ya es libre e igualitaria, en teoría. Ella empieza
por plantear el tema de la identidad, y recoge de Beauvoir que la identidad de las mujeres es
una identidad heterodesignada. Esta heterodesignación es la designación de ama de casa. En
este momento a la mujer se la heterodesigna como ama de casa, con todo lo que eso implica.
Esta identidad, dice, reprime las potencialidades y las energías de la mujer. Como ella es
psicóloga social, lo que le preocupa es que esa represión genere consecuencias patológicas.
Estas consecuencias son “el problema que no tiene nombre”. Pero es un problema real, un
problema del malestar de las mujeres. Es un malestar que se debe a esta represión por la

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heterodesignación, y se traduce en consecuencias patológicas (ansiedad, alcoholismo y suicidio).


Ese problema que no tiene nombre no es un problema social, ni de clase, ni tiene que ver con la
cultura. Es un problema que afecta a las mujeres. Ella habla de cómo en la sociedad de la
posguerra se pretende que las mujeres vuelvan a su rol previo a la guerra, es decir, que vuelvan
a ser amas de casa. Ella reivindica a las feministas clásicas, especialmente a Mary Wollstroncaft
(y esto es importante, porque se inaugura así la idea de que hay una conciencia genealógica en
la que insertarse) y de las sufragistas.

Ella reclama ideas que son ilustradas: la razón para las mujeres, la idea de igualdad, el feminismo
lo que debe es disolver los prejuicios. El primer prejuicio que debe disolver el feminismo es la
visión esencialista de la mujer como sujeto pasivo, sometido al varón y cuya meta es la crianza.
Ella dice que las mujeres han sido cómplices de su propio sometimiento, y esto es polémico. Ella
no entiende el patriarcado como un sistema de dominación, porque si entendemos el
patriarcado como sistema de dominación debería haber alienación, y no complicidad.

En 1981 publica La segunda fase. Usa una metodología similar a la anterior obra (tests
psicológicos, encuestas…), y concluye señalando que el problema central es que se asigne a las
mujeres el papel de “doble jornada”: profesionales y trabajadoras fuera del hogar, y a la vez
cumplir con ser buenas amas de casa. Esto es el problema, este papel de “doble identidad”.

Ella propone una serie de reformas programáticas: dar soluciones institucionales a las tareas
que no pueden ser compartidas (creando bloques comunitarios para tener servicios comunes),
aceptar la pluralidad de combinaciones en la familia (no rechazar la familia, aceptar nuevas
formas de familia), redefinir nuevos horarios de trabajo adaptados a las necesidades de la
familia, crear guarderías en los centros de trabajo…

En esta obra dice que hay dos métodos de lucha:

 Método alfa. Agresivo. Ella es contraria.


 Método beta. Menos agresivo, dice, más femenino: consiste en pactos y consensos. La
lucha feminista debe ser así. Con esto quiere oponerse al feminismo radical, embarcado
en una lucha agresiva, tipo alfa. Porque lo que hace es transitar del feminismo liberal de
su primera obra, a posiciones más socialdemócratas, en la segunda fase. Su feminismo
se mueve en la órbita de las reformas legales.

B) Feminismo radical.

Kate Millet, que publica “Política sexual” en 1970. Frente al feminismo liberal, está el feminismo
radical, que viene de otras fuentes muy distintas. Viene fundamentalmente de los nuevos
movimientos sociales que emergen en EEUU a partir de los años 60 (movimientos por los
derechos de la población afroamericana, el movimiento de oposición a la Guerra de Vietnam…).
Estos movimiento sociales confluyen formando lo que se conoce como new left, confluyen sobre
todo por la oposición a la Guerra de Vietnam. Kate Millet proviene de ahí.

Millet perteneció en un inicio a NOW, pero después se desgajó y formó otro grupo: New York
Radical Women. Este grupo fue siempre minoritario, su número máximo de afiliadas fueron 30.
Era un grupo anticapitalista, antifascista y antipatriarcal, y se le conocía como “odiadoras de
hombres”. Se centró en el análisis psicológico y sociológico del patriarcado, y dejó fuera
completamente las propuestas de mejoras de Friedan. Millet decía que había había que analizar
más las condiciones materiales y no tanto psicológicas. Este grupo desaparece en 1969. La
autobiografía de Friedan recoge su funcionamiento (En pleno vuelo).

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Kate Millet, que publica “Política sexual” en 1970, era su tesis doctoral de antropología,
presentada en 1969. Ella retoma críticamente los discursos hegémonicos en ese momento entre
la izquierda universitaria están, y los resignifica para su propio interés. Estos discursos son el
psicoanálisis y el marxismo.

1. En la primera parte, ella reformula conceptos como el del patriarcado o el del género.
El concepto de Patriarcado lo toma de Engels, de su obra sobre el origen de la familia,
donde plantea su hipótesis matriarcalista. Es decir, él dice que en sociedades
prehistóricas existía un matriarcado, pero que los varones habrían accedido al poder.
Millet se dedica a demostrar, como hoy piensa la antropología, que es una hipótesis que
no se sostiene, porque no hay testimonio alguno de la existencia de sociedades en las
que mujeres tuvieran el poder. Ella analiza como esto se debe a la confusión entre
sociedades matriarcales (poder en las mujeres) y las sociedades matrilocales (donde la
familia se asienta en el territorio de la mujer) y matrilineales (donde la línea de
descendencia es la materna). El error de Engels es confundir las sociedades matriarcales
con las matrilineales y las matrilocales. Ella recoge el concepto de patriarcado y lo
reformula como una relación de poder entre los sexos. El patriarcado dice, es la relación
más elemental de poder, que se da en los actos públicos y privados.
Ella también resignifica el concepto de género, que será entendido como una
construcción cultural que se superpone a lo que sería una frontera puramente biológica
entre los sexos. Establece aquí la distinción entre sexo-género. La dicotomía sexo-
género la toma de un psicólogo (Stoller), que habla de esto en sus estudios de
reasignación de sexo.
2. En la segunda parte de la obra, aplica esos conceptos a la crítica literaria. Autores como
D.H. Lawrence, Henry Miller, Norman Mailer… Lo que quiere demostrar es que aunque
estos autores son supuestos aliados, quiere mostrar cuánto de patriarcalismo hay en
estos autores.

El objetivo de Millet en esta obra es LA ABOLICIÓN DEL PATRIARCADO, que dice que es la
principal forma de dominio, que se produce, no por clase sino por género. Es importante su
resignificación de patriarcado, porque es como se entiende en el momento actual. El patriarcado
es un sistema de dominación básico a partir del cual todas las dominaciones restantes (de clase,
de raza…), son posibles. Queda así el patriarcado situado como la relación más elemental de
poder.

Ella se declara seguidora de Bouvoir, pero dice que su feminismo es más político y menos
psicológico que el de Bouvoir. Ella aplica términos propios de la nueva izquierda (colonialismo,
imperialismo -> las mujeres sufren una colonización interior). Los aspectos centrales del
patriarcado son dos:

1. El sometimiento de las mujeres a los hombres.


2. El sometimiento de los hombres jóvenes a los mayores.

El patriarcado actúa por género y por generación. El patriarcado para ella no surge con el
capitalismo, sino que se va a adaptando a los distintos sistemas socioeconómicos con los que
convive. En las sociedades anteriores a la modernidad, algunas mujeres habrían participado
más en la vida pública, de lo que tienen en las sociedades posteriores.

Hay que distinguir dos aspectos de patriarcado:

1. Ideológico: justifica que haya que socializar de manera diferenciada dos sexos.

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2. Biológico: fundamenta toda diferencia entre los sexos en la biología. Y este aspecto
biológico, está presente en Freud, a quien acusa de biologicista.

Solo superando estos dos aspectos podemos saber las verdaderas diferencias entre los sexos, y
cuanto pesan.

Sulamite Firestone

Publica en 1970 su obra “Dialéctica del sexo”, donde parte de la lectura marxista que se hace
del psicoanálisis (lectura freudomarxista, Marcuse y Rewch). Ella elabora un discurso peculiar, y
habla de la mujer como clase biológica porque ella invierte los términos del marxismo. El
marxismo dice que hay una infraestructura económica que se refleja en las relaciones jurídicas,
religiosas, científicas, culturales…(la súperestructura). Ella acepta esta división, pero invierte el
orden: la infraestructura dice está compuesta por la relación entre los sexos, lo que llama la
dialéctica del sexo. Eso compone las relaciones de infraestructura de una sociedad, y las
relaciones económicas, serían parte de la superestructura.

Fireston lo que se propone es pasar de un feminismo utópico, a un feminismo científico,


emulando el paso del socialismo utópico al socialismo científico. Para eso, el feminismo tiene
que tener un método riguroso, y ella usa el método dialéctico marxista. Aunque usa su método,
empieza criticando el marxismo, porque dice que nunca ha establecido que la contradicción
principal no es la lucha de clases, sino la lucha de sexos. Es decir, usemos el método marxista
porque es científico, pero critiquemos la insuficiencia de ese método, que no ha comprendido
que la contradicción principal no es el antagonismo de las clases, sino de los sexos, y que este
sería el motor de la historia.

Ella se mueve en dos planos de análisis:

 Plano micro: análisis de las relaciones familiares.


 Plano macro: análisis de las relaciones sociales.

Lo que vale para el análisis de un plano, vale para otro. Y eso es porque, como dijo Millet, lo
personal es político. Y también coincide con Millet en declararse seguidora de Simone de
Beauvoir, a quien considera la primera feminista científica, que ha seguido un método riguroso
de análisis. De ella retoma la idea de que la humanidad prefiere al sexo que mata que al sexo
que engendra, y también de ella que la repartición desigual de poder se origina en la familia,
porque es donde se inferioriza la cualidad de la mujer.

Fireston dice que la mujer es una casta discriminada por sus características biológicas, y por eso,
para la liberación de la clase biológica / casta discriminada / clase sexual; se vuelve a las
tecnologías reproductivas que en ese momento están despuntando en los EEUU. Ella entiende
que esas tecnologías pueden acabar con la servidumbre que es la maternidad.

Ella cifra la emancipación en seis pasos:

1. Revuelta de las mujeres para controlar los medios de reproducción. Esto está en
paralelismo con la revolución marxista, que sostenía que el proletariado se tenía que
hacer con los medios de producción.
2. Neutralizar la diferencia sexual. Es decir, abolición del sistema género-sexo.
3. Acabar con la represión sexual y favorecer una pansexualidad. De lo que se trata es ir a
una sociedad donde los modos de relación entre los sexos no respondan solo al modero
heterosexual.

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4. Si se abole el sistema género-sexo, se acabaría con la división sexual del trabajo.


5. Propone, tomando a Marcuse, establecer un “socialismo cibernético”, que consiste en
conectar ordenadores a cadenas de máquinas automáticas y abolir el trabajo asalariado.
6. Propone acabar con la psicología del poder, cuyo germen es la familia. Es decir, para
acabar con la psicología del poder, habría que desmantelar la familia.

Son fundamentales las influencias de los pensadores freudomarxistas. De Reich toma la idea de
“la función del orgasmo”, que dice que el psicoanálisis no puede ser individual, sino colectivo;
porque la sexualidad se sitúa en un entorno social. Además, de él toma que en las
identificaciones de niño/niña, existe un poder diferencial. Dice que la famosa “envidia del pene”
de la que hablaba Freud, esa una gran metáfora del poder.

De Marcuse, de Eros y vicilización, dice que hay que acabar con la tiranía del principio de realidad
frente al principio de placer, para instaurar el principio de placer. Ella dice que el camino para
eso, es desmantelar la familia, porque la familia es el centro neurálgico de la represión, y esta
es la única vía para erotizar la vida cotidiana.

La idea de que las mujeres se independizan por la independencia económica, es una de sus ideas
básicas. La segunda, crear un socialismo cibernético. La tercera, una sociedad sin diferencias
sexuales, donde se pudiera establecer una pansexualidad.

Con estas ideas pretende que está haciendo un socialismo científico. Podemos preguntarnos si
esto es así o no, o si prefería esbozar utopías antes que corregir defectos del sistema (esto lo
dice Amorós).

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