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El documento describe el ciclo de la experiencia, una herramienta de la psicología Gestalt que describe las etapas del proceso de abrir y cerrar procesos de forma sana. Estas etapas incluyen la retirada, la sensación, la conciencia, la energetización, la acción y el contacto. No seguir este ciclo de forma sana puede dar lugar a enfermedades, mientras que vivirlo conscientemente puede conducir a la sanación.
Descripción original:
Título original
Teoria Sexualidad Sagrada. EL ciclo de la experiencia
El documento describe el ciclo de la experiencia, una herramienta de la psicología Gestalt que describe las etapas del proceso de abrir y cerrar procesos de forma sana. Estas etapas incluyen la retirada, la sensación, la conciencia, la energetización, la acción y el contacto. No seguir este ciclo de forma sana puede dar lugar a enfermedades, mientras que vivirlo conscientemente puede conducir a la sanación.
El documento describe el ciclo de la experiencia, una herramienta de la psicología Gestalt que describe las etapas del proceso de abrir y cerrar procesos de forma sana. Estas etapas incluyen la retirada, la sensación, la conciencia, la energetización, la acción y el contacto. No seguir este ciclo de forma sana puede dar lugar a enfermedades, mientras que vivirlo conscientemente puede conducir a la sanación.
El ciclo de la experiencia es una herramienta muy valiosa de la psicología
Gestalt, describe paso a paso las etapas que recorremos todas las personas para abrir y cerrar sanamente procesos. Desde el orden más vital y básico como comer dormir etc. hasta los vínculos con el entorno y la forma en que reaccionamos y vivimos estos. He usado el ciclo de la experiencia para explicar de una forma más teórica y analítica la teoría buscando también explicar las consecuencias que tiene el salirnos del ciclar sano de las emociones y los vínculos y como estas desarmonías son la raíz de la enfermedad y vivirlo en forma sana y consciente la puerta a la sanación. La etapa de retirada, da espacio al inicio de un ciclo. Cuando la persona se puede retirar y soltar la acción, da espacio para que la energía vuelva a generar una sensación y que del fondo emerja una figura. En terapia se busca entrar en el espacio del vacío, sólo en el vacío pueden manifestarse cosas nuevas. Ese es uno de los principales problemas y razones por las cuales las mujeres generamos patologías, no tenemos espacio de retirada, no existe el reposo y por lo tanto no existe el vacío. Donde no hay vacío no se puede gestar nada nuevo. Si el cuerpo no tiene tiempo y está constantemente en acción, no hay retirada, el cuerpo no puede soltar la energía y dejar ir, es decir entrar en el reposo que sería lo que corresponde a nuestra fase menstrual. En consulta se observa todo el tiempo, no hay vacío, no hay espacio están tan llenas de sensaciones, tareas, actividades y demás que no hay espacio para que la energía pueda llegar y emprender un ciclo nuevo. Este es uno de los principales motivos de la infertilidad o de la amenorrea. La sensación es la etapa donde surgen impresiones o sensaciones imprecisas que nos generan la pregunta: ¿qué necesito? Esta es una pregunta que muchas mujeres reprimen en el momento que aflora, así que nunca consiguen ni siquiera comenzar el ciclo de la experiencia lo cual solo genera frustración y malestar. En este momento la persona siente algo, le cruje el estómago, se siente caliente, se le seca la boca, se le cierra la tráquea, le sudan las manos, le duele el pecho. Por aprendizaje introyectado o por experiencias pasadas, aprendemos a no sentir, esta es la fase cuando encontramos al paciente con la voz temblorosa mientras habla de una experiencia y cuando le preguntamos ¿qué estas sintiendo mientras hablas de esto? te responde: no siento nada. Es obvio que sí siente, desde el lenguaje corporal podemos ver que sí, pero evita el contacto, intelectualiza y así se priva de entrar en el ciclo y poder darle cierre a un tema. Esto es una actitud muy propia de la mujer sumisa o la mujer criada en el patriarcado la cual termina con su útero lleno de miomas , porque se le enseñó a no decir a no expresar, y no hacer nada que no fuese correcto de una dama, así que para ello se tuvo que entrenar en matar las sensaciones para que estas jamás se materializaran en acciones, cuantas veces no hemos sentidos deseos de salir corriendo literalmente, y no hemos confiado y creído en nosotras, este es uno de los puntos que afecta más a la mujer que al hombre pues una de las facultades femeninas por excelencia es la intuición, las mujeres estamos diseñadas para saber no sólo qué nos pasa a nosotras sino para percibir qué le pasa al otro, así que imagínate el daño que nos hacemos cuando nos entrenamos en no sentir, matamos nuestras esencia primordial y la de las generaciones por venir, porque una mujer que no puede sentir no puede enseñarle nada muy distinto a sus hijos. Esto fue algo que pude aprender con claridad, con una pareja que tuve que era incapaz de sostener el contacto y describir sus sensaciones, cuando teníamos encuentros muy amorosos y sin duda estaba sintiendo cosas lindas, salía con comentarios como, “yo tenía una novia más linda que tú”. Indagando en su historia personal comprendí que el chico no podía hacer nada distinto, su mamá estaba tan entrenada en no sentir que lo regalo cuando él tenía cinco años, así que era imposible que el pudiera descifrar sus sensaciones y que claramente no quería sentir sobre todo sensaciones de amor y placer, porque la vida le enseñó desde temprana edad que no merecía. Casos como este son muchos, pero lo bueno es que así como nos entrenábamos en no sentir nos podemos volver a entrar y muy exitosamente en sentir ya que es más natural que no hacerlo. La conciencia, el darse cuenta, es el momento en que logramos traducir la sensación, nombrarla para así poder seguir al siguiente paso que es mover la energía hacia saciar la sensación, esta etapa suena súper sencilla, pero no lo es para muchos, pues la traducción que las personas hacemos, es en base a los condicionamientos previos que tenemos y acompañada de impulso y de un no darnos tiempos para sentir y traducir. Por eso el primer obstáculo que aparece para el darse cuenta es el espacio de lo que conozco, conozco que si siento un hueco en la barriga es que tengo hambre así que la energetización de esta sensación sería ir a la nevera y comer, pero después de comer el hueco sigue, lo cual significa que no era eso, pero como los perros de Pavlov, el condicionamiento está tan integrado que no creo que sea necesario ni siquiera cuestionarme antes de ir a la nevera, ¿es verdad que esto es lo que necesito? Esta pregunta tan sencilla sería una puerta de entrada a la solución de muchos de nuestros problemas. En consulta trabajo mucho con esta fase a nivel sexual, porque esta tan erróneo el concepto que tenemos de la sexualidad, que cualquier sensación en los genitales los traducimos desde lo que conocemos y la sociedad nos enseña, que estas súper ávido de sexualidad, y así por ejemplo se da puerta a patologías como la ninfomanía, no es que tengan la cabeza dañada, tiene el radar y el GPS dañados, por eso no saben que sienten, ni qué hacer con lo que sienten, y hacen lo que se supone que se debe hacer, al terminar el coito y emprender la retirada la sensación sigue allí ardiendo sin mesura, así que necesitas ir por otro round o peor aún por otra persona. Este trabajo sobre todo con los hombres ha sido de inmensa satisfacción para mí, hombres súper bellos y enérgicos que se estaban dañando a sí mismo y a las mujeres porque no sabían que necesitaban, haciendo terapia, pudieron ir mas adentro, derretir las corazas, entrar en el espacio de lo que sabían, y en el vasto espacio de lo que no sabían, entrar allí y elegir que otras formas desconocidas de traducir podrían encontrar, casi todos encontraron el amor en el espacio de lo desconocido, casi todos añoraban utilizar ese fuego sexual en la construcción de algo más sólido que un encuentro sexual, muchos de ellos hoy están en parejas estables y muchos están formando hogares maravillosos, con una gran capacidad de crear, porque es una forma más de usar su energía sexual que no conocían. La energetización y la acción, es poner nuestra energía en movimiento con el fin de conseguir saciar mi necesidad, una persona sana puede hacer esto sin ningún problema ni conflicto, traduce con claridad que necesita y se lo proporciona ya sea en el sentido más material como ir al baño o más emocional como poner un límite y decir ¡basta! . En esta fase del ciclo suelen aparecer los mandatos que nos frustran y desenergetizan, alejándonos de actuar, cuando tengo toda la energía allí disponible para pegar un grito y expresar con toda la intensidad lo que siento, aparece el Pepe Grillo de la voz de la conciencia que te regalaron tus padres, diciendo una niña buena “no debe”, o “tú no eres tan fuerte para salir adelante sola”, “no puedes”, esto hace que la ráfaga de energía creativa que se estaba moviendo en ti de repente baja como espuma y te quedas allí pasmada, intoxicada de toda esa energía ávida de movimiento a la que tu nutres con inmovilidad. Esta es la fase donde más frustración se genera. En las anteriores hay frustración pero es a un nivel más inconsciente, porque eras ciega, ni siquiera sabías lo que necesitas o sentías, pero aquí ya lo has traducido ya lo has nombrado pero no has podido realizarlo, es aún peor porque te genera culpa y autocritica que solo logra dañar tu autoimagen de ti y afirmarte más en esos mandatos destructivos que sigues. El contacto es el punto donde finalmente llego a cumplir con lo que pensé que necesitaba y hacia donde moví mi energía para accionar y contactar o concretar. Si logro llegar hasta aquí he cumplido un gran recorrido pero no garantiza que esté todo bien. Es aquí donde muchos de nosotros podemos perder todos los logros anteriores, llegamos hasta aquí decididos, claros de que quiero, como lo quiero y de lo que necesito de mí y el entorno para cumplirlo, pero falta un paso más lograr hacer contacto. Hacer contacto nos puede costar mucho, sentimos que necesitamos tener una conversación pendiente, logramos ponernos en acción y caminar hacia el lugar donde se encuentra la persona con quien queremos hablar, pero al llegar y estar en su presencia no logro hacer contacto y suelto la energía, evito el contacto y frustro la acción, retornando a casa sola y llena de cosas por decir. Esto nos pasa mucho a las personas en las manifestaciones del amor. Tengo muchos amigos hombres con un gran conflicto para decir palabras dulces y entrar en espacios de vulnerabilidad emocional porque se sienten frágiles, sienten que están enamorados, y que quieren que ella lo sepa, la citan para decírselo, van llenos de energía y vitalidad para hablar y cuando llega el momento se acaba la noche y no fueron capaces de hablar y entra en contacto con sus sentimientos y dejarlos salir, se retiran frustrados y tristes. Esto es algo que nos pasa a muchos tanto para expresar amor, como para poner límites, decir no, y pedir lo que necesitamos. Tenemos la cabeza llena de juicios y el amor propio tan dañado que no nos sentimos merecedores, y eso nos hace vivir en el miedo y el miedo nos aleja del contacto y la autenticidad de nuestros sentimientos y acciones. Describo el ciclo de la experiencia porque me parece una pauta importante donde las lectoras puedan darse cuenta donde están y cuál es el patrón que tienen y así poder trabajarse y reflexionar sobre esto. Como decía anteriormente aunque parezca que algo anda mal en nosotras no hay de qué preocuparse, todo esto son aprendizajes y bobadas que nos hemos repetido como propias pero lo que importa es que la luz que opacamos sigue brillando con la misma intensidad dentro nuestro esperando a salir.