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Diana Espíndola
Derecho Privado V
-Derechos Reales-
2019
De la lectura complementaria “Los derechos reales en el siglo XXI” Smayevsky, M., Penna,
M. A., (10 de abril de 2015).
Código Civil y Comercial de la Nación
Principios comunes
El Código Civil de Vélez Sarsfield no ha elaborado una parte general referida a la teoría de los derechos reales.
Los arts. 2502, 2503 y 2504 del Cód. Civil establecen pautas comunes así como el art. 2505 modificado por la ley 17.711 al
incorporar la inscripción registral en concordancia con la ley 17.801. De ahí que haya reiterado en diversos institutos
conceptos similares.
La comisión autora del Código Civil y Comercial de reciente promulgación, incorporó una parte general a los derechos reales
y, además, partes generales internas comunes a diversos derechos reales, siguiendo así el sistema del Proyecto de 1998, y la
metodología adoptada por los código modernos, permitiendo mayor claridad y evitando repeticiones y excesos de
preceptos.
Este criterio al agrupar las disposiciones y principios comunes a todos los derechos reales reúne todas las normas generales
que estaban dispersas en el Código actual y además las actualiza con la jurisprudencia y la doctrina actuales.
Esta expresión de forma autónoma significa que se ejerce directamente sobre el objeto sin intervención de otras
voluntades, marcando así la diferencia entre los derechos reales y personales.
Es decir, se habla de poder, a diferencia que en obligaciones se trata de facultades que tiene el acreedor frente al deudor
de exigir una prestación "destinada a satisfacer un interés lícito" ( art. 724 del Código Civil y Comercial)
El art. 1883 se refiere al objeto y expresa "El derecho real se ejerce sobre la totalidad o una parte material de la cosa que
constituye su objeto, por el todo o por una parte indivisa. El objeto también puede consistir en un bien taxativamente
señalado por la ley".
Con esta redacción se amplía el concepto de objeto, en tanto no se exige que la cosa esté en el comercio, admitiendo que
se incluyen las cosas que no están en el comercio por su inenajenabilidad relativa y aquellas cuya enajenación fuere
prohibida por una cláusula de no enajenar.
La última parte del art. 1883 al admitir bienes taxativamente señalados por la ley, alcanza a derechos sobre derechos tal
como la hipoteca del derecho de superficie con la modalidad de derecho sobre la cosa ajena, la prenda de créditos
(art.2232 y ss.), el usufructo de derechos ( art. 2130. inc. b) y aun en los casos de derechos más complejos como el caso del
tiempo compartido (art. 2087).
En paralelo con el art. 2502 que en el Cód. Civil instituía el "numerus clausus", el art. 1884 se refiere a la estructura y en
tanto a que no todas las normativas en materia de derechos reales son de orden público, establece los elementos
sustanciales que lo son. "La regulación de los derechos reales en cuanto a sus elementos, contenido, adquisición,
constitución, modificación, transmisión, duración y extinción es establecida sólo por la ley. Es nula la configuración de un
derecho real no previsto en la ley, o la modificación de su estructura"
Se señala una diferencia más respecto a los derechos personales que se rigen por el principio de la autonomía de la
voluntad, limitada por disposiciones de orden público, la moral, las buenas costumbres, la buena fe, el abuso del derecho.
En tanto que los derechos reales están inscriptos dentro del orden público por lo cual es escasa la medida de negociación,
no existen otros derechos reales que no sean creados por el orden jurídico y a la vez no pueden modificarse los mismos.
El nuevo cuerpo legal no contiene una norma similar a la última parte del art. 2502 del Cód. Civil, en cuanto se refiere a que
la constitución por contrato o disposición de última voluntad de otro derecho real no tipificado, valdrá sólo como
constitución de derechos personales, si como tal pudiese valer. De ahí que al no reglarse estos supuestos, se somete a las
decisiones judiciales definir si se configura un derecho personal o un derecho real próximo. De esta manera esta disposición
es acorde al art. 384 del mismo en cuanto a las disposiciones generales sobre ineficacia de los actos jurídicos a través de la
conversión.
La convalidación de los derechos reales de quien constituye o transmite un derecho que no tiene y lo adquiere
posteriormente se aplica a todos los derechos reales —no excluyendo a la hipoteca— como lo hace el art. 3126 del Código
de Vélez, por entender que no justifica tal exclusión.
Mantiene como características distintivas de los derechos reales el "ius preferendi", derecho de preferencia frente a otro
derecho real o personal cuya oponibilidad sea posterior y el "ius persequendi" derecho a perseguir la cosa en poder de
quien se encuentre (art. 1886)
Consecuente con el sistema de "numerus clausus" o número cerrado y con que su creación sólo reconoce como fuente la
ley legisla el art. 1887 con una enumeración taxativa de los distintos derechos reales.
Es de observar que incorpora nuevos tipos: la propiedad comunitaria indígena, los conjuntos inmobiliarios, el cementerio
privado, amplía el ámbito del derecho real de superficie legislado hasta ahora sólo como superficie forestal e incluye en esta
enumeración derechos que estaban legislados por leyes posteriores a la sanción del Código Civil como la propiedad
horizontal, y el tiempo compartido.
La virtud de esta inclusión es evitar los conflictos que se suscitaban por no tener compatibilización con la teoría general al
estar en cuerpos y tiempos distintos. El listado de esta norma resuelve estas dificultades y coloca a nuestra ley al servicio de
las necesidades económicas y sociales de las épocas actuales dando cabida a los derechos colectivos y participados.
Fuente Smayevsky, M., Penna, M. A., (10 de abril de 2015). Los derechos reales en el siglo XXI. En La Ley. 79 (65) p. 1.
Buenos Aires.
ARTÍCULO 15.- Titularidad de derechos. Las personas son titulares de los derechos individuales sobre los bienes
que integran su patrimonio conforme con lo que se establece en este Código.
ARTÍCULO 16.- Bienes y cosas. Los derechos referidos en el primer párrafo del artículo 15 pueden recaer sobre
bienes susceptibles de valor económico. Los bienes materiales se llaman cosas. Las disposiciones referentes a las
cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al servicio del hombre .
Cosa: es todo objeto material susceptible de tener un valor (no necesariamente pecuniario, puede ser afectivo o
de otra índole).
“Las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la energía y fuerzas naturales susceptibles de
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Derecho Reales – Derecho Privado V -
apropiación” (Art. 2.311, Ley 340 – Código Civil (derogado) técnicamente no son cosas, puesto que no son objetos
materiales, simplemente siguen el régimen de éstas.
Las cosas son clasificadas principalmente en muebles o inmuebles según su naturaleza y en bienes públicos o
privados, según sea titular el Estado o un particular. Sobre el particular nos explayaremos más adelante.
Patrimonio: Los objetos inmateriales susceptibles de valor, e igualmente las cosas, se llaman "bienes". El
conjunto de los bienes de una persona constituye su "patrimonio".(Art. 2.312, Ley 340 – Código Civil (derogado). Art. 15, Ley
26.994-Código Civil y Comercial)
La presente asignatura se avoca al estudio de los derechos reales. Desarrollaremos la definición dada por la Dra. Mariani
de Vidal en su manual.
Este cuadro mantiene la descripción de la lecturas CANVAS, pero separada para que sean evidente las diferencias
“un derecho porque es oponible erga omnes, o sea a toda la en contraposición a los
absoluto” comunidad, derechos relativos
(obligaciones) que son
oponibles a sujetos
determinados
“de contenido En el sentido expresado supra (con un valor para su
patrimonial” titular).
“cuyas normas, Porque en buena medida, la organización y
sustancialmente conservación de la sociedad reposa sobre las políticas
de orden público”: referentes al derecho de propiedad, basta pensar en
los derechos sobre patentes de invención, inmuebles,
bienes de dominio público, etc. “establecen una
relación entre una persona (sujeto activo) y una
cosa”: cosa en el sentido antes reseñado. (Como
supuesto de excepción y una vez avanzada la asignatura,
1. La primera: esta potestad ha sido considerada un privilegio en el sentido normado por el código
civil; esto es, un derecho dado por la ley a un acreedor para ser pagado con preferencia a otro.
Este privilegio se refiere al producido del bien en remate y se aplica a los derechos reales de
Hipoteca y Prenda.
2. La segunda: hace a la exclusión o prevalencia sobre otro derecho real o personal. Se apoya en el
principio qui prior est tempore potior est iure (primero en el tiempo, mejor en el derecho).
Significa que un derecho real correctamente constituido y publicitado, tiene preferencia sobre
cualquier otro derecho que se constituya sobre la misma cosa con posterioridad.
Demos un ejemplo:
Juan compra un inmueble a Pedro y concurre al registro de la propiedad a inscribir su derecho real de dominio sobre el
inmueble. Al día siguiente, Pablo (quien también compró a Pedro, víctima de una estafa de aquél, que vendió el inmueble
a dos personas) concurre a anotar su supuesto derecho de dominio, siendo rechazada la inscripción en virtud del principio
estudiado, pues dos dominios sobre la misma cosa no pueden coexistir.
La segunda faceta, es una prioridad o prevalencia temporal. Se dice que “primero en tiempo, mejor en derecho” y
básicamente significa: quien primero publicita su derecho, triunfa. Sería, siguiendo el ejemplo, el caso de que Juan
concurriera al registro a inscribir el derecho real de dominio sobre el inmueble y se encontrara con que, el día anterior, se
anotó un embargo sobre la vivienda. El embargo triunfa sobre la inscripción del dominio de Juan, pues se ha publicitado
primero.
En cambio, cuando fijamos la prevalencia de un derecho personal sobre otro derecho personal, el mecanismo es
distinto: allí lo que cuenta es la fecha del contrato que se hace valer entre partes, no la publicidad del derecho, (puesto
que el derecho personal no se publicita porque el único obligado ha participado del contrato y a él solo es oponible).
En nuestro código civil y comercial los derechos reales se encuentran en el libro cuarto
LIBRO CUARTO - DERECHOS REALES
Esquema general
Se verá a lo largo de la asignatura que existen tres clases de derechos:
1- Derechos extra patrimoniales
Derecho a la intimidad o a la vida (que no tienen contenido pecuniario)
2- Los derechos patrimoniales:
Dentro de los cuales se puede encontrar las obligaciones y los derechos reales propiamente dicho (que relacionan
un objeto con una persona)
3- Derechos mixtos: que son los que poseen un espectro patrimonial y un espectro extrapatrimonial (dentro de los
cuales se encuentra los intelectuales
Elementos del
Derecho Real
ARTICULO 1886.- Persecución y preferencia. El derecho real atribuye a su titular la facultad de perseguir la cosa en poder de
quien se encuentra, y de hacer valer su preferencia con respecto a otro derecho real o personal que haya obtenido
oponibilidad posteriormente.
Al abordar la definición de los derechos reales, podemos encontrar los caracteres esenciales de esta clase de derechos, a
saber:
el “tipo legal”,
la estructura “dual” y
las facultades de persecución y preferencia.
Mientras el tipo legal responde a la decisión legislativa de que cada derecho de propiedad quede sujeto por efecto del
orden público imperante en la materia al contenido y extensión que se le prescriba, la estructura dual vincula a la potestad
de usar gozar y disponer, dirigida directamente a la cosa o derecho —objeto— en una relación inmediata que no admite la
intervención de otros sujetos.
Una distinción clave entre derechos reales y personales, pone en evidencia que
para los primeros, la relación entre sujeto y cosa o derecho constituye un vínculo directo e inmediato.
Para los segundos, la estructura encuentra al objeto o prestación, y dos sujetos; uno acreedor y otro
deudor.
Las facultades de persecución y preferencia se presentan como características propias y únicas de los derechos reales.
Son, por así decirlo, una consecuencia de la estructura dual, pues, subsistiendo el derecho real, este se ejerce sobre su
objeto aunque hubiere salido del alcance de su titular, y puede reclamarlo cualquier integrante de la comunidad que la
detente —derecho de persecución—.
De igual modo, cuando pretenda serle opuesto otro derecho real o personal, gozará de la prioridad que le concede la
circunstancia de que su derecho fue constituido con anterioridad en el tiempo y con el privilegio que le conceda el
ordenamiento cuando, además, hubiere lugar.
Así como las partes no pueden inventar o adoptar de la legislación comparada o derogada derechos reales distintos de
los que fija la ley civil vigente, tampoco pueden cambiar notas esenciales del régimen de los derechos reales existentes
(por ejemplo establecer que el usufructo sea constituido a favor de una persona jurídica por más del plazo legal).
Contrariamente, algunos países como España, tienen un régimen abierto y las partes pueden crear derechos reales no
contemplados por la legislación, regulando su aplicación mediante contratos o disposiciones de última voluntad.
Las razones para la adopción de este sistema en nuestro país, se encuentran en las notas del Código Civil redactado por
Vélez Sarsfield, en especial las notas a los arts. 2502 y 2503. Transcribiremos las partes pertinentes:
(…) los autores españoles se quejan de los males que habían producido los derechos reales sobre una misma
cosa… se veía ser uno el propietario del terreno y otro el de los árboles que en él estaban. Algunas veces uno era
propietario del pasto que naciera y otro el de las plantaciones que hubiesen hecho. La multiplicidad de derechos
reales sobre unos mismos bienes es una fuente fecunda de complicaciones y de pleitos y puede perjudicar mucho
a la explotación de esos bienes y la libre circulación de las propiedades perpetuamente embarazadas, cuando por
las leyes de sucesión esos derechos se dividen entre muchos herederos, sin poderse dividir la cosa asiento de
ellos. Las propiedades se desmejoran y los pleitos nacen (…)
La persona a la cual pertenece un derecho real, puede La que tiene un derecho personal no puede perseguir
reivindicar el objeto contra todo poseedor; sino a la persona obligada a la acción o a la prestación.
Cuando muchas personas han adquirido en diversas épocas El derecho personal anterior no es preferido al derecho
sobre el mismo objeto el mismo derecho real, el derecho personal posterior.
anterior es preferido al derecho posterior.
RELACION BIPARTITA ENTRE SUJETO Y COSA RELACION TRIPARTITA ENTRE DEUDOR, ACREEDOR Y
OBJETO (PRESTACION)
Los derechos reales comprenden los derechos sobre un Los derechos personales comprenden los derechos de
objeto existente una prestación, es decir, a un objeto que tiene
necesidad de ser realizado por una acción.
El derecho real supone la existencia actual de la cosa a la El derecho personal -no teniendo en realidad por
cual se aplica, pues que la cosa es el objeto directo e objeto sino el cumplimiento de un hecho prometido
inmediato, y no puede haber un derecho sin objeto por la persona obligada-, no exige necesariamente la
existencia actual de la cosa, a la cual ese hecho deba
aplicarse.
La causa eficiente del derecho real es la enajenación, o La causa eficiente del derecho personal es la
generalmente, los medios legítimos por los cuales se obligación, siempre y únicamente la obligación,
cumple la transmisión en todo o en parte de la propiedad. cualquiera que sea su origen: un contrato, un cuasi-
contrato, un delito o un cuasi-delito, o la ley.
REGULADOS POR NORMAS DE ORDEN PÚBLICO Y COMO REGULACION POR AUTONOMIA VOLUNTAD DE LAS
EXCEPCIÓN POR AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD DE LAS PARTES Y EXCEPCIONALMENTE POR NORMAS DE
PARTES. ORDEN PÚBLICO.
TIENEN IUS PREFERENDI Y IUS PERSEQUENDI
EN NUESTRO CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL EL ARTÍCULO 1887 ENUMERA LOS DERECHOS REALES
ARTICULO 1887.- Enumeración. Son derechos reales en este Código:
a) el dominio;
b) el condominio;
c) la propiedad horizontal;
d) los conjuntos inmobiliarios;
e) el tiempo compartido;
f) el cementerio privado;
g) la superficie;
h) el usufructo;
i) el uso;
j) la habitación;
k) la servidumbre;
l) la hipoteca;
m) la anticresis;
n) la prenda.
Título + Modo
(Tradición)
1. El acuerdo de voluntades
2. La entrega, es un acto efectivo y material que pone al nuevo
poseedor en la posibilidad de ejercer el uso y goce por sí o por
otro
Título: Alude a la causa fuente de la adquisición del derecho y responde a la pregunta: ¿cómo vino a ser titular
del derecho?
El título material puede consistir en:
un hecho jurídico (aprehensión del objeto que no es de nadie),
en un acto jurídico (compraventa, constitución de hipoteca, legado, etc.), o
en un imperativo de la propia ley (como es el caso del condominio de medianeras).
Mientras que el título material es el contenido, llamamos continente al título formal, que es la manera en que la
voluntad se expresa (oral, por signos inequívocos o por escrito y –en ese caso- por instrumento privado o público).
Modo posesorio y modo inscriptorio: Es el segundo elemento necesario para que se constituya el derecho
real. Luego de celebrado el acto jurídico, o en el momento en que tiene lugar el hecho jurídico que da causa o título
al derecho, la cosa debe ser aprehendida, tomada materialmente por el sujeto (modo posesorio), o bien el derecho
debe ser inscripto (modo inscriptorio).
Inscriptorio posesorio
El derecho real necesitará de uno u otro modo, según el objeto sobre el cual recaiga.
En el caso de los automotores, el modo es inscriptorio: antes Para el resto de las cosas, el modo es
de la inscripción, no se adquiere el dominio; lo mismo sucede posesorio
con los caballos pura sangre de carrera y las palomas
mensajeras.
Se ha considerado que en el caso de la usucapión, el título es la ley y el modo es la posesión continua por el tiempo
fijado por la norma.
Antes hemos hecho alusión al modo como elemento constitutivo del derecho real, pero cuando hablamos de modos de
adquisición del derecho real, nos referimos a la manera en la cual éste puede ser adquirido (ejemplo actos jurídicos) y
que estudiaremos siguiendo las normas de adquisición del dominio. No obstante ello, al estudiar cada derecho real
específicamente, analizaremos las particularidades en la constitución de cada uno.
A título oneroso o
gratuito
derivados
La convalidación
Cuando una persona constituye o trasmite un derecho real que no tenía derecho a constituir o trasmitir, ello entra en
colisión con el principio latino “nemo plus iuris”. Es por ello que el acto jurídico celebrado sería nulo para el ordenamiento.
Aun así, razones de política legislativa en protección del tráfico mercantil inmobiliario, se ha sentado el siguiente principio
convalidante en el artículo 1885 del Código civ. Y com.
ARTICULO 1885.- Convalidación. Si quien constituye o transmite un derecho real que no tiene, lo adquiere
posteriormente, la constitución o transmisión queda convalidada.
Veámoslo en un ejemplo:
Juan le vende a Luis una colección de obras de arte perteneciente a María el 06 de abril. Al momento de la venta, la
propietaria es María y –por ende- esa venta debería ser nula. Sin embargo, con fecha 15 de mayo, Luis le compra la misma a
María. Por el fenómeno de la convalidación, cobra validez la venta efectuada por Juan y se reputa que Luis es propietario de
la colección desde el mismo día en que él piensa haberla comprado válidamente a Juan (06 de abril). Así, la convalidación
posee un efecto retroactivo.
Sobre una parte indivisa, se constituyen, por ejemplo, el condominio o el co-usufructo. Presuponen la existencia de varios
titulares, imputándose sobre cada uno una porción inmaterial o porcentaje sobre la cosa.
Por último la ley cita el caso de un “bien”, término para el cual el legislador tradicionalmente quiere significar un derecho
inmaterial. Tal supuesto toma lugar, por ejemplo, en la prenda o el usufructo sobre un derecho de crédito .
Con relación al dueño de la cosa, los derechos reales sobre cosa ajena
Según la propiedad de la cosa constituyen cargas o gravámenes reales. Las cosas se presumen sin gravamen,
excepto prueba en contrario. Toda duda sobre la existencia de un gravamen
real, su extensión o el modo de ejercicio, se interpreta a favor del titular del
bien gravado.
Algunos de los derechos reales sobre cosa ajena son de uso y goce (como el
usufructo) y otros de garantía (prenda, hipoteca y anticresis).
De la lectura complementaria “Los derechos reales en el siglo XXI” Smayevsky, M., Penna,
M. A., (10 de abril de 2015).
Clasificación de los derechos reales
Con criterio didáctico y claridad literaria, en los arts. 1888 a 1891 propone los diversos criterios para clasificar a los
derechos reales.
Así diferencia entre derechos reales sobre cosa propia o sobre cosa ajena, enunciando que se ejercen sobre cosa propia:
el dominio,
condominio,
propiedad horizontal,
conjuntos inmobiliarios,
propiedad comunitaria indígena,
tiempo compartido,
cementerio privado y
superficie,
denominando a los restantes como que se ejercen sobre cosa ajena.
Establece que para el dueño de la cosa la existencia de derechos reales sobre la cosa ajena constituye cargas o gravámenes
reales. Aplica una presunción "iuris tantum", es decir que admite prueba en contrario, en el sentido de que en principio
las cosas se presumen que no tienen gravamen, salvo que se pruebe lo contrario.
A favor del propietario se estipula que en caso de duda sobre la existencia de un gravamen real o sobre su extensión o el
modo de ejercicio, deberá interpretarse siempre a favor del titular del bien gravado.
El art. 1889 diferencia entre derechos reales principales y accesorios estableciendo que los principales son todos los
derechos reales a excepción de aquellos que garantizan un crédito y que son hipoteca, prenda y anticresis.
En relación con la registración, se distinguen entre derechos reales registrables cuando la ley exige la inscripción de los
títulos en los registros que correspondan.
En cambio, son derechos reales no registrables que son los que no requieren que sus títulos sean presentados a registros
para su inscripción.
El tercer elemento que permite clasificar a los derechos reales es la posesión. (Art. 1891) Así todos los derechos reales se
ejercen por la posesión, salvo las servidumbres y la hipoteca.
Fuente Smayevsky, M., Penna, M. A., (10 de abril de 2015). Los derechos reales en el siglo XXI. En La Ley. 79 (65) p. 1.
Buenos Aires.
Así, los actos posesorios constituyen el modo de exteriorizar la titularidad del dominio, del condominio, de la propiedad
horizontal, del usufructo, etc. y darles publicidad. Podemos citar como ejemplos de acto posesorio.
el cultivo de un inmueble,
la destrucción,
modificación material de partes de la cosa mueble o inmueble, e incluso su enajenación.
Todas estas acciones son una plena manifestación de la titularidad de un derecho real ejercido por la posesión.
No es el caso de la tenencia, como se verá más adelante, donde los actos son más acotados y de mero uso.
Tampoco es el caso de la hipoteca, donde tenemos, por un lado, el titular del derecho real de hipoteca y, por el otro, el
propietario del inmueble que es quien continúa en posesión del mismo. Así, el derecho real de hipoteca se ejerce cobrando
la deuda, inspeccionando el inmueble, fiscalizando que no se registren deterioros y –eventualmente– pidiendo
judicialmente su remate si la deuda no es cancelada. Pero jamás, por medio de la posesión.
Igual sucede con los titulares de servidumbres en fundos vecinos, que sólo tienen algunas facultades determinadas de
aprovechamiento del inmueble colindante, tales como el derecho de paso hasta la ruta, un curso de agua, la facultad de
llevar su ganado a pastar o abrevar, etc.; sin embargo, estos actos no implican en lo más mínimo el ejercicio de posesión
sobre el fundo sirviente.
no estaba inscripta a nombre del transmitente; tampoco puede serlo si los elementos identificatorios (tales
como número de serie, de edición, chasis, etc.) no coinciden.
Analicemos: para adquirir el dominio sobre la cosa mueble, por la causal del art. 1895, es necesario que quien la tiene
ejerza:
“posesión”: hemos dicho que esta implica actuar como verdadero titular de un derecho real
“de buena fe”: la buena fe se presume en todos los casos en que alguna norma no mandase a presumir mala fe.
Sobre “cosas muebles no registrables que no sean hurtadas o perdidas” el propietario debe haberse desprendido
voluntariamente de una cosa no registrable, caso de quien deja un reloj para reparar. Las cosas perdidas o
robadas siguen siendo del propietario y esta hipótesis no se aplica.
Este artículo es, en verdad, una excepción al principio general de adquisición de las cosas, pues permite repeler la
reivindicación y adquirir el dominio. El poseedor es ahora titular del domino, adquirido en forma originaria y emanada de
una disposición legal; por tanto libre de las cargas que antes tenía la cosa (como por ejemplo usufructo o prenda).
El artículo en análisis es además una excepción a la regla aplicable en materia de transmisión de derechos, principio
consagrado en el “art. 399
ARTÍCULO 399.- Regla general. Nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso que el que
tiene, sin perjuicio de las excepciones legalmente dispuestas.
Sin embargo, en este caso, el tenedor que enajena pareciera transmitir un derecho mejor que el que tiene: pero no es
realmente aquel quien lo ha transmitido, pues la causa de transmisión del dominio debe buscarse en el imperativo legal,
aplicación de la teoría de la apariencia en pos de la seguridad jurídica en las transacciones.
Acerca de la naturaleza jurídica de la adquisición operada en virtud del art.1895 (antes 2412 del código de Vélez), se han
elaborado tres teorías:
1) Es una prescripción instantánea: la teoría parece haber tenido origen en el hecho de que, en el código civil francés,
una disposición análoga a la nuestra está ubicada en el capítulo dedicado a las prescripciones; sin embargo, la idea
no tuvo demasiada cabida pues los términos “prescripción” e “instantánea”, ya son de por sí contradictorios.
2) Es una presunción de propiedad: para la mayoría de quienes sostienen esta posición, es una presunción iure et de
iure, pues mientras el título de adquisición sea oneroso, no podrá rebatirse.
3) Es una hipótesis de adquisición legal: la ley atribuye la propiedad al poseedor de buena fe de cosa mueble no
robada ni perdida (destacada doctrina sigue esta opinión: Lafaille, Bibiloni, Messineo, etc.).
Agrega el Código:
ARTICULO 1896.- Prohibición de constitución judicial. El juez no puede constituir un derecho real o
imponer su constitución, excepto disposición legal en contrario
Por regla, los derechos personales son oponibles sólo entre partes (deudor- acreedor, que son los únicos que conocen el
contrato) y sus sucesores universales, pues estos son continuadores de la personalidad jurídica del causante. Así, el
acreedor puede cobrar la deuda al deudor (y si este fallece, comparecer a la sucesión). Estos derechos se denominan
relativos (su oponibilidad es relativa a un individuo determinado).
Por su parte, los derechos reales son oponibles erga omnes (frente a toda la comunidad). Es por ello, que nadie puede
violar la propiedad privada de otro.
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Derecho Reales – Derecho Privado V -
Desde el punto de vista de la oponibilidad, los derechos los reales son absolutos.
La razón por la cual pueden oponerse a todos los individuos de la comunidad, tiene fundamento en la publicidad: todos los
derechos reales se publicitan a través de la posesión o de la registración (o ambas). Si todos podemos conocerlos, todos
debemos respetarlos.
Por ejemplo, sabemos que alguien es dueño de su ropa porque la lleva puesta, o la cuelga en su ropero (publicidad
posesoria); de la misma forma, si el objeto del derecho real es un bien registrable, a partir de la toma de razón por el
registro respectivo, se reputa que toda la comunidad está al tanto de la situación jurídica asentada (publicidad registral).
Por el contrario, se denomina inoponibilidad a la imposibilidad de hacer valer un derecho subjetivo frente a un individuo
o un grupo de individuos determinado. Es una causal de ineficacia parcial de los actos jurídicos (mucho más leve que la
nulidad o la inexistencia).
Tal sería el caso de las enajenaciones efectuadas por el fallido a título gratuito, dos años antes de la declaración de
quiebra si ya se encontraba en cesación de pagos. Dichas donaciones, serían inoponibles al conjunto de acreedores que
se insinúen en el expediente falimentario. Otro ejemplo, lo constituye la enajenación de un bien ganancial sin
asentimiento del cónyuge: en caso de divorcio, el cónyuge que no prestó la conformidad, podrá reclamar su porción
ganancial del bien, pues el acto es ineficaz frente a él (como si no hubiera sido celebrado).
En nuestra materia, la teoría de la oponibilidad se aplica a los derechos reales registrables, en especial en materia
inmobiliaria debido a que es obligatorio registrar su constitución, modificación o extinción sobre inmuebles. Si esta
publicidad registral no se llevó a cabo, decimos que la mutación real es inoponible a los terceros interesados, tales como
embargantes, acreedores, adquirentes en subasta o por boleto.
Por tanto, si alguien enajenó un inmueble pero el comprador no inscribió el dominio a su nombre, un acreedor del
primer propietario podrá válidamente lograr el embargo y posterior remate del bien. La enajenación no ha sido
publicitada correctamente y le es inoponible: el nuevo propietario no puede oponer su derecho frente al acreedor del
dueño anterior.
1- Yuxtaposición local: No aparece mencionada en el Código Civil, por no tener valor jurídico; implica un mero
contacto físico con la cosa, sin voluntad jurídica relevante, como cuando alguien coloca un sombrero en la cabeza
de otro sin que éste lo note.
Servidores de la posesión:
2- Vínculo de dependencia: Se configura cuando alguien detenta la cosa en virtud de un vínculo laboral, por ej. un
peón con las herramientas de labranza. Este tipo de relaciones es regido por el derecho laboral.
3- Vínculo de hospedaje: Existe un contrato de hospedaje con un hotel, posada, pensión, etc. que pone al
individuo en contacto con la cosa, por ej. con la cama en que duerme. La relación es regida por el derecho que
regla el contrato respectivo.
4- Vínculo de hospitalidad: El sujeto es huésped de una casa en virtud de la buena voluntad de sus moradores; por
ej. un amigo que pasa la noche en casa de otro y entra en contacto con las cosas que allí yacen.
Por su parte, las relaciones de poder del sujeto con la cosa, son posesión y tenencia y serán objeto de un estudio
detallado en los puntos siguientes.
ARTICULO 1908.- Enumeración. Las relaciones de poder del sujeto con una cosa son la posesión y la tenencia
Tenencia ARTICULO 1910.- Tenencia. Hay tenencia cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce
un poder de hecho sobre una cosa, y se comporta como representante del poseedor.
Posesión ARTICULO 1909.- Posesión. Hay posesión cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce
un poder de hecho sobre una cosa, comportándose como titular de un derecho real, lo sea o no.
El significado técnico de la palabra, alude a aquella relación real que constituye el contenido o forma de ejercicio de la
mayoría de los derechos reales.
DEFINICIÓN
POSESIÓN: La relación real en virtud de la cual, un sujeto detenta el poder material
sobre una cosa (corpus) comportándose como titular de un derecho real (animus).
Por su parte, nuestro Código Civil y Comercial Civil indica en su art. 1909 que: 1
Posesión y tenencia
ARTICULO 1909.- Posesión. Hay posesión cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce un poder de hecho sobre
una cosa, comportándose como titular de un derecho real, lo sea o no.
Posición de Savigny. Para este jurista, los elementos de la posesión son dos:
Corpus al que define como la posibilidad de actuar sobre la cosa, disponiendo físicamente sobre ella y
pudiendo defenderla jurídicamente ante cualquier ataque.
Animus: Es el elemento volitivo que acompaña al corpus y que diferencia la posesión de la mera yuxtaposición;
así, el corpus se ejerce negándose a reconocer que existe una persona con una potestad mayor sobre la cosa,
aunque de hecho exista (caso del ladrón o del usurpador, que se comportan como dueños sabiendo que otra
persona es propietaria).
Posición de Ihering. Este jurista, joven aun cuando Savigny era ya un erudito de renombre y avanzada edad, refutó varios
puntos de sus teorías, específicamente en relación a los elementos de la posesión; considera Ihering, que la inclusión del
elemento “animus”, hace que la prueba de la posesión sea “diabólica”2. Argumenta que, al depender de un elemento
interno del sujeto, los particulares podrían ser hoy poseedores, mañana tenedores y así sucesivamente, entregando la
categoría jurídica al capricho de las partes.
Para Ihering, la posesión se prueba demostrando el corpus (elemento objetivo) y, si la otra parte afirma que esa relación
real es una tenencia, deberá demostrar que una disposición legal expresa priva a ese corpus de protección posesoria.
Para él, la posesión tiene un solo elemento, el corpus.
Corpus. Lo define siguiendo un punto de vista económico: la relación exterior que normalmente vincula al propietario
de la cosa, según el destino económico de ésta más un mínimo de voluntad que la diferencie de la mera yuxtaposición
local.
Así, las monturas que yacen al pie del corral de los caballos no se consideran abandonadas aun cuando no estén en el
terreno del propietario sino en la vereda, igualmente los elementos necesarios para la conservación de una barca que se
encuentren en el muelle del puerto, pero sí se considerarán abandonados, no existiendo este mínimo de voluntad, cuando
yacen en la plaza del pueblo, pues no es lo normal en las monturas ni en los elementos relacionados a la conservación de
un barco que éstos se hallen en las plazas.
Aclaremos en este punto, que suele llamarse “cuasiposesión” a la posesión cuando es ejercida en virtud de derechos
reales distintos del dominio (usufructo, uso, prenda, anticresis, propiedad horizontal y superficie forestal).
La explicación tiene un origen histórico, ya que en Roma se identificaba al dominio con la cosa material y a la posesión y a
los demás derechos reales con objetos no corporales (específicamente, derechos intelectuales) sobre los que no
concebían el término “possessio” y por ello instituyeron el de “quasi possessio”, tradición que sobrevivió hasta nuestros
días. Así, cuando exista un titular del dominio y un titular de otro derecho real sobre la misma cosa, técnicamente
podemos hablar de un poseedor (el dueño) y un cuasiposeedor (el usufructuario), aunque normalmente nos referiremos
a ambos como poseedores de distinta naturaleza.
A su vez, en el caso de que existan varios poseedores o cuasiposeedores (dependiendo del derecho real de que se trate),
hablaremos de co-posesión (ej. condóminos) o co-cuasiposesión (ej. Varios usufructuarios).
2La prueba diabólica (en latín, probatio diabolica) o prueba inquisitorial es una expresión del ámbito del Derecho que describe la práctica de exigir
una prueba imposible. En una probatio diabolica el interpelado deberá, por ejemplo, demostrar que algo no ha ocurrido, la inexistencia de algo, o su
propia inocencia en un proceso judicial, cuando lo correcto según el Derecho moderno es que la «carga de la prueba» corresponde a quien alega la
existencia de algo, o acusa a otro
2. Interpretación
La norma sienta el principio de la inmutabilidad de la causa de la relación de poder.
Nadie puede cambiar por sí —“por su mera voluntad”, como dice la norma— la especie de relación —posesión o
tenencia— respecto de determinada cosa.
La sola voluntad interna del sujeto se muestra impotente para modificar la causa de la relación real, y así, quien
comenzó como tenedor, continúa en ese carácter, y si lo fue como poseedor, lo mismo.
El transcurso del tiempo tampoco influye en la cuestión.
Por más que transcurran 40 o 50 años, el tenedor o el poseedor persisten como tales hasta tanto se acredite que se
ha verificado un cambio en la relación de poder. El principio enunciado, sin embargo, no es absoluto y cede en
ciertos casos. Dándose determinadas circunstancias es posible que quien es poseedor degrade la categoría de la
relación de poder a la tenencia, y viceversa, que el tenedor se convierta en poseedor.
Ello tiene lugar mediante la interversión.
Para que se configure la interversión no basta el cambio interno de la voluntad, ni siquiera su exteriorización por
simples actos unilaterales.
Antes bien, es menester que el cambio se produzca mediando actos exteriores suficientes de contradicción del
derecho del propietario. Se trata, pues, de una conducta unilateral porque la mutación de la categoría de la relación
de poder se produce a partir de la actuación de quien de ese modo cambia su condición, pero también se logra ese
resultado si media acuerdo entre este último y el anterior poseedor.
Ejemplos de ello son los supuestos de la traditio brevi manu y constituto posesorio mencionados en el art. 1923 CCyC.
El CCyC no ha previsto el caso de interversión producida por sentencia, como sí lo hacía el art. 2462, inc. 5, CC, más
nada impide admitir dicho supuesto, que tiene lugar cuando el poseedor continúa en la ocupación de la cosa después
de la sentencia que anulase su título, o que le negase el derecho de poseerla. Existe otro supuesto que también debe
considerarse pese a la falta de regulación específica.
Es el caso —admitido por la doctrina anterior— del locatario que compra un inmueble a quien considera su dueño y
se comporta como tal. En este supuesto, quien revestía la condición de tenedor se transforma, producto de la
adquisición, en poseedor, pese a la falta de intervención del verdadero dueño de la cosa, y sin verificarse a su
respecto la realización de actos exteriores referidos en la segunda parte de la norma que se glosa.
3 Friedrich Karl von Savigny, eminente jurista prusiano que vivió entre 1779 y 1861 y fundó la escuela histórica del derecho al emana; tuvo gran influencia en la obra de
nuestro codificador.
4 Nota al art. 2470: “… la posesión se nos presenta en su primer aspecto como un poder de hecho sobre la cosa, como un no derecho, algo en fin, completamente
extraño al derecho; sin embargo ella es protegida contra ciertas violaciones. El motivo de esta protección y de esta asimilación de la posesión a un derecho, es la
conexión íntima que existe entre el hecho de la posesión y el poseedor…”; nota al título 2 del Libro II del código civil (que comienza con el art. 2351) “… en cuanto a la
posesión misma, como ella no es sino una condición requerida para el ejercicio de las acciones posesorias, no es un derecho y no puede por lo tanto pertenecer a
ninguna clase de derechos…”
5 Caspar Rudolf von Ihering (* Aurich, 22 de agosto de 1818 - † Göttingen, 17 de septiembre de 1892), también conocido como Caspar Rudolf von Jhering, fue un ilustre
jurista alemán así como uno de los mayores filósofos del Derecho de Europa y de la historia jurídica continental. Maestro, en un primer momento, de la dogmática
pandectística, fue después fundador y autor eminente de la sociología del Derecho. Sus teorías tuvieron gran trascendencia e influencia en el desarrollo de la doctrina
jurídica moderna, especialmente en los campos del Derecho civil, penal y constitucional.
6
Art. 1915, ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
Objeto de la posesión
El objeto de la posesión debe ser un bien con las siguientes características:
De existencia actual:
Esto es un corolario de los derechos reales, ya que la posesión es una circunstancia fáctica concreta, mal
podría darse sobre un bien que no existe.
No podría, por ejemplo, haber posesión sobre los frutos que aún no han sido separados del árbol pues, en
todo caso, se posee el árbol.
Exclusividad:
Porque no pueden concurrir sobre una cosa varias relaciones de poder de la misma especie que se
excluyan entre sí. Dos posesiones iguales y de la misma naturaleza no pueden concurrir sobre la misma
cosa, pero dos o más personas pueden poseer en común una cosa, cada una por una parte indivisa del
todo (serán coposeedores) o por una porción material determinada.
ARTICULO 1913.- Concurrencia. No pueden concurrir sobre una cosa varias relaciones de poder de la misma especie que se
excluyan entre sí.
Así, cuando la cosa cuya posesión se va a adquirir se hallase confundida con otras, es indispensable, para la
adquisición de la posesión, que sea separada y designada distintamente. Se deriva de ello que, para tomar la
posesión de una parte de una cosa divisible, es indispensable que esa parte haya sido material o
intelectualmente determinada, en tanto no se puede poseer una parte incierta.
Principalidad:
Son cosas accesorias aquellas cuya existencia y naturaleza son determinadas por otra cosa de la cual
dependen o a la cual están adheridas.
Su régimen jurídico es el de la cosa principal, excepto disposición legal en contrario.
La posesión de una cosa hace presumir la posesión de las cosas accesorias a ella. Por ejemplo, si poseo
un camión al lado del cual se encuentra un acoplado, se entiende, salvo prueba en contrario, que está
bajo mi posesión.
ARTÍCULO 230.- Cosas accesorias. Son cosas accesorias aquellas cuya existencia y naturaleza son determinadas por otra cosa
de la cual dependen o a la cual están adheridas. Su régimen jurídico es el de la cosa principal, excepto disposición legal en
contrario.
Si las cosas muebles se adhieren entre sí para formar un todo sin que sea posible distinguir la accesoria de la principal, es
principal la de mayor valor. Si son del mismo valor no hay cosa principal ni accesoria.
Singularidad:
La posesión de una cosa compuesta de muchos cuerpos distintos y separados, pero unidos bajo un
mismo nombre, como un rebaño, una piara, comprende solo las partes individuales que comprende la
cosa, en tanto no se posee “el rebaño”, sino cada animal por separado y debe tomarse posesión de cada
uno por separado.
Así, si dentro de él hay presentes animales ajenos, el dueño no los posee.
Integralidad: La relación de poder puede ejercerse sobre una parte indivisa del todo o sobre una porción material
determinada, pero ello no afecta la unión e integralidad de la cosa, ni su esencia.
7
Art. 1912, Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación.
Inicio y extensión: “se presume que [toda] relación de poder comienza desde la fecha del título y tiene la
extensión que en él se indica”.9
ARTICULO 1914.- Presunción de fecha y extensión. Si media título se presume que la relación de poder comienza
desde la fecha del título y tiene la extensión que en él se indica
Presunción de legitimidad. “Las relaciones de poder se presumen legítimas, a menos que exista prueba
en contrario”.11
ARTICULO 1916.- Presunción de legitimidad. Las relaciones de poder se presumen legítimas, a menos que exista
prueba en contrario. Son ilegítimas cuando no importan el ejercicio de un derecho real o personal constituido de
conformidad con las previsiones de la ley.
Decía Vélez en nuestro antiguo Código Civil: “art. 2.363. El poseedor no tiene obligación de producir su
título a la posesión, sino en el caso que deba exhibirlo como obligación inherente a la posesión. Él posee
porque posee”12.
Dice el nuevo Código en su art. 1916: 13
ARTICULO 1916.- Presunción de legitimidad. Las relaciones de poder se presumen legítimas, a menos que exista
prueba en contrario. Son ilegítimas cuando no importan el ejercicio de un derecho real o personal constituido de
conformidad con las previsiones de la ley.
7
Art. 1916, Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación. 9 Art. 1914, Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación. 10 Art. 1911, Ley
26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación. 11 Art. 1916, Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación. 12 Art. 2363. Ley 340 - Código Civil de la
Nación (derogado)
Buena fe15
ARTÍCULO 1918.- Buena fe. El sujeto de la relación de poder es de buena fe si no conoce, ni puede conocer que carece
de derecho, es decir, cuando por un error de hecho esencial y excusable está persuadido de su legitimidad.
Si es de mala fe, a su vez, puede tener vicios o no (los vicios son distintos según se posean muebles o inmuebles).
A su vez, la tenencia será legítima cuando importa el ejercicio de un derecho personal, como es el del locador o del
comodatario, constituido de conformidad a la normativa propia de cada uno de esos contratos.
ARTICULO 1919.- Presunción de buena fe. La relación de poder se presume de buena fe, a menos que exista
prueba en contrario.
La mala fe se presume en los siguientes casos:
a) cuando el título es de nulidad manifiesta;
b) cuando se adquiere de persona que habitualmente no hace tradición de esa clase de cosas y carece de medios
para adquirirlas;
c) cuando recae sobre ganado marcado o señalado, si el diseño fue registrado por otra persona.
ARTICULO 1920.- Determinación de buena o mala fe. La buena o mala fe se determina al comienzo de la
relación de poder, y permanece invariable mientras no se produce una nueva adquisición.
No siendo posible determinar el tiempo en que comienza la mala fe, se debe estar al día de la citación al juicio.
ARTICULO 1921.- Posesión viciosa. La posesión de mala fe es viciosa cuando es de cosas muebles adquiridas por
hurto, estafa, o abuso de confianza; y cuando es de inmuebles, adquiridos por violencia, clandestinidad, o abuso
de confianza. Los vicios de la posesión son relativos respecto de aquel contra quien se ejercen. En todos los casos,
sea por el mismo que causa el vicio o por sus agentes, sea contra el poseedor o sus representantes.
13Art. 1916, Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación. 14 Art. 1916, Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación. 15 Art. 1918, Ley
26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación
Legítima: La posesión legítima es la que ostentan los titulares de derechos reales que se ejercen por la posesión
(todos menos hipoteca y servidumbre). El código reputa poseedores legítimos a los adquirentes por boleto de
compraventa de inmuebles, aunque no tengan un título válido ni hayan adquirido el derecho real. El legislador
ampara así, un gran cúmulo de transacciones inmobiliarias que se efectivizan por este medio.
Ilegítima:
Buena fe: creencia basada en error de hecho excusable. La buena fe se presume iuris tantum.
Mala fe:
Simple: Es por exclusión la que carece de vicios. Sería el caso de quien ha sido negligente
y por ello no puede alegar buena fe, (en este caso el error de hecho no es excusable).
Estos poseedores, a diferencia de los viciosos, cuentan con las acciones posesorias
propiamente dichas.
Viciosa: los poseedores viciosos carecen de acciones posesorias propiamente dichas y
no pueden ejercer el derecho de retención sobre la cosa por mejoras y gastos. Comienza
el cómputo para la prescripción adquisitiva el día que cesan los vicios.
Importancia de la clasificación
Es de gran aplicación práctica, como se verá en los capítulos sucesivos; por ejemplo:
respecto de las cosas muebles, la posesión de buena fe de cosas no robadas ni perdidas hace presumir la
propiedad, y
de inmuebles, pone freno a la acción reivindicatoria en casos de adquisición onerosa por título nulo o anulable.
Asimismo, los efectos de la sentencia que ordena la restitución de la cosa al verdadero dueño son completamente
distintos según el poseedor haya sido de buena o mala fe, en especial en relación a los frutos percibidos o que debió
percibir, las mejoras efectuadas sobre la cosa y los daños sufridos por aquélla.
Así, indica el código civil que el poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos y los naturales devengados no
percibidos. El de mala fe debe restituir los percibidos y los que por su culpa deja de percibir. Sea de buena o mala fe, debe
restituir los productos que haya obtenido de la cosa.
ARTICULO 1935.- Adquisición de frutos o productos según la buena o mala fe. La buena fe del poseedor debe
existir en cada hecho de percepción de frutos; y la buena o mala fe del que sucede en la posesión de la cosa se
juzga sólo con relación al sucesor y no por la buena o mala fe de su antecesor, sea la sucesión universal o
particular.
El poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos y los naturales devengados no percibidos. El de mala
fe debe restituir los percibidos y los que por su culpa deja de percibir. Sea de buena o mala fe, debe restituir
los productos que haya obtenido de la cosa.
Los frutos pendientes corresponden a quien tiene derecho a la restitución de la cosa.
Purga de los vicios: Hay una división doctrinaria entre quienes entienden que
- los vicios de la posesión dejan de existir cuando cesa la causa que les dio origen (por ej. cuando se deja de
ejercer la violencia)
- y aquellos que entienden que el vicio se purga al año del cese, en tanto recién entonces prescriben las acciones
posesorias del anterior poseedor.
Recordemos, de todas formas, que los vicios son relativos y sólo puede alegarlos la víctima que los ha sufrido. Para el
resto de la comunidad, el poseedor no es vicioso.
Presunciones y reglas:
La buena fe se presume, salvo prueba en contrario: Las relaciones de poder se presumen legítimas, a menos que
exista prueba en contrario. Todo aquel que alegue que hay posesión ilegítima, debe probarlo, salvo en los casos en que la
ley indica presumir la ilegitimidad
ARTICULO 1916.- Presunción de legitimidad. Las relaciones de poder se presumen legítimas, a menos que exista prueba
en contrario. Son ilegítimas cuando no importan el ejercicio de un derecho real o personal constituido de conformidad
con las previsiones de la ley.
Las cualidades de la posesión se juzgan al momento de adquirirla: La legitimidad, así como la buena o mala fe, se
determinan al comienzo de la relación de poder y permanecen invariables mientras no se produce un nuevo título o la
interversión del título original. No siendo posible determinar el tiempo en que comienza la mala fe, se debe estar al día de
la citación al juicio.
Asimismo, la buena fe del poseedor debe existir en el origen de la posesión, y en cada hecho de la percepción de los
frutos que genere la cosa, en tanto ellos se adquieren de forma independiente.
ARTICULO 1920.- Determinación de buena o mala fe. La buena o mala fe se determina al comienzo de la relación de
poder, y permanece invariable mientras no se produce una nueva adquisición.
No siendo posible determinar el tiempo en que comienza la mala fe, se debe estar al día de la citación al juicio.
La buena fe debe tener origen en ignorancia o error de hecho excusable: Esto implica que el poseedor tiene pleno
convencimiento de haber adquirido efectivamente un derecho real de que no es titular; debe tener una razón excusable
para errar, debe haber sido diligente (Ej. haber averiguado los antecedentes registrales del bien)
La calificación es independiente para cada sujeto : Cuando dos o más personas poseyeren en común una cosa, cada
una de ellas responderá de la buena o mala fe de su posesión. En las personas jurídicas, en la práctica, la buena o mala fe se
juzga en cabeza de su representante
ARTICULO 1922.- Adquisición de poder. Para adquirir una relación de poder sobre una cosa, ésta debe establecerse
voluntariamente:
a) por sujeto capaz, excepto las personas menores de edad, para quienes es suficiente que tengan diez años;
b) por medio de un contacto con la cosa, de la posibilidad física de establecerlo, o cuando ella ingresa en el ámbito
de custodia del adquirente.
Veamos entonces los dos casos posibles: mortis causa e inter vivos
Se denomina heredero a la persona a quien se transmite la universalidad o una parte indivisa de la herencia;
Legatario, al que recibe un bien particular o un conjunto de ellos.
Desde la muerte del causante, los herederos tienen todos los derechos y acciones de aquél de manera indivisa,
con excepción de los que no son transmisibles por sucesión, y continúan en la posesión de lo que el causante
poseía.
Así, cuando se es heredero forzoso (ascendiente, descendiente o cónyuge), se tiene la posesión de los bienes que
componen la masa hereditaria desde el momento del deceso y el juez, en la “sentencia de declaratoria de
herederos”, se limita a reconocer la posesión que los herederos forzosos tienen por imperio de la ley, otorgando
en cambio, la posesión a los no forzosos y a los legatarios, quienes deberán concurrir a tomar posesión de cada
cosa, muñidos de un oficio emanado del juez y en compañía de un Oficial de Justicia.
ARTICULO 2277.- Apertura de la sucesión. La muerte real o presunta de una persona causa la apertura de su sucesión y la
transmisión de su herencia a las personas llamadas a sucederle por el testamento o por la ley. Si el testamento dispone sólo
parcialmente de los bienes, el resto de la herencia se defiere por la ley.
La herencia comprende todos los derechos y obligaciones del causante que no se extinguen por su fallecimiento.
ARTICULO 2278.- Heredero y legatario. Concepto. Se denomina heredero a la persona a quien se transmite la universalidad o
una parte indivisa de la herencia; legatario, al que recibe un bien particular o un conjunto de ellos.
ARTICULO 2280.- Situación de los herederos. Desde la muerte del causante, los herederos tienen todos los derechos y acciones
de aquél de manera indivisa, con excepción de los que no son transmisibles por sucesión, y continúan en la posesión de lo que
el causante era poseedor.
Si están instituidos bajo condición suspensiva, están en esa situación a partir del cumplimiento de la condición, sin perjuicio de
las medidas conservatorias que corresponden.
En principio, responden por las deudas del causante con los bienes que reciben, o con su valor en caso de haber sido
enajenados.
2. Inter vivos:
Adquirir la posesión significa asumir el poder físico sobre la cosa; es en ese momento cuando, según Savigny,
deben reunirse los dos elementos corpus y animus. La importancia del acto adquisitivo radica en el hecho de
que es allí donde se exterioriza la causa de la posesión, se plasman sus caracteres y comienza el cómputo de la
anualidad, condición necesaria para ejercer las acciones posesorias propiamente dichas. En los derechos reales
que se ejercen mediante posesión, ésta tiene carácter constitutivo del derecho (como se verá después).
La posesión:
en cuanto poder de hecho, solo puede ser asumida mediante actividades del mundo físico, no bastando la
mera declaración contractual del transmitente; asimismo, en cuanto poder de hecho, técnicamente, este
no se transmite, lo que se transmite es, en primer lugar, la cosa poseída y en segundo lugar los derechos
que emanan de la posesión.
Así, habrá una posesión que culmina y una que empieza (a salvo lo normado sobre accesión de
posesiones a los fines de usucapir).
La citada adquisición puede consistir en un acto jurídico unilateral o bilateral.
Cuando hablamos de tradición, siempre la posesión es transmitida por el poseedor anterior al siguiente. Cada posesión
tiene origen en la anterior y, en ciertos casos, dichas posesiones pueden accederse o sumarse a los fines de adquirir el
derecho real por medio de la usucapión.
La tradición es el acto jurídico bilateral por el cual una parte entrega a la otra la posesión de una cosa y ésta
voluntariamente la recibe.
Tiene dos elementos:
1. un acuerdo entre las partes y
2. la posterior entrega.
En palabras del codificador, sería, en el art. 1925: .2
ARTÍCULO 1925.- Otras formas de tradición. También se considera hecha la tradición de cosas
muebles, por la entrega de conocimientos, cartas de porte, facturas u otros documentos de
conformidad con las reglas respectivas, sin oposición alguna, y si son remitidas por cuenta y
orden de otro, cuando el remitente las entrega a quien debe transportarlas, si el adquirente
aprueba el envío.
Es necesaria plena capacidad, o sea la edad de 18 años. Debe consistir en actos materiales que pongan al adquirente en
posición de disponer físicamente de la cosa, como la entrega de llaves del lugar donde ella se encuentra. Estos actos no se
suplen por meras declaraciones verbales, tales como manifestaciones vertidas en la escritura de compraventa en relación
a que por ese acto “se entrega la posesión”. Sí, en cambio, se podría hacer entrega efectiva en frente del escribano,
dejando constancia en la escritura.
ARTICULO 1924.- Tradición. Hay tradición cuando una parte entrega una cosa a otra que la
recibe. Debe consistir en la realización de actos materiales de, por lo menos, una de las partes,
que otorguen un poder de hecho sobre la cosa, los que no se suplen, con relación a terceros,
por la mera declaración del que entrega de darla a quien la recibe, o de éste de recibirla.
También se considera hecha la tradición de cosas muebles, por la entrega de conocimientos, cartas de porte, facturas u
otros documentos de conformidad con las reglas respectivas, sin oposición alguna, y si son remitidas por cuenta y orden
de otro, cuando el remitente las entrega.
ARTÍCULO 1925.- Otras formas de tradición. También se considera hecha la tradición de cosas
muebles, por la entrega de conocimientos, cartas de porte, facturas u otros documentos de
conformidad con las reglas respectivas, sin oposición alguna, y si son remitidas por cuenta y
orden de otro, cuando el remitente las entrega a quien debe transportarlas, si el adquirente
aprueba el envío.
En relación a los títulos de crédito, se juzgará efectivizada luego de que el deudor cedido haya sido fehacientemente
notificado del traspaso del crédito. Hablamos de títulos nominativos, no de los endosables (como un pagaré o un
cheque), pues en estos la calidad de acreedor se transfiere con el mero endoso, pasando así de mano en mano sin que
sea necesario celebrar un contrato de cesión de crédito.
Relación de poder vacua: “Para adquirir por tradición la posesión o la tenencia, la cosa debe estar libre de toda relación
excluyente, y no debe mediar oposición alguna.”4
ARTICULO 1926.- Relación de poder vacua. Para adquirir por tradición la posesión o la tenencia, la cosa
debe estar libre de toda relación excluyente, y no debe mediar oposición alguna.
Relación de poder sobre universalidad de hecho: La relación de poder sobre una cosa compuesta de muchos
cuerpos distintos y separados, pero unidos bajo un mismo nombre, como un rebaño o una piara, abarca sólo las
partes individuales que comprende la cosa.
ARTICULO 1927.- Relación de poder sobre universalidad de hecho. La relación de poder sobre una cosa
compuesta de muchos cuerpos distintos y separados, pero unidos bajo un mismo nombre, como un rebaño o
una piara, abarca sólo las partes individuales que comprende la cosa.
El apoderamiento: Para adquirir una relación de poder sobre una cosa, esta debe establecerse voluntariamente
por sujeto capaz, excepto las personas menores de edad, para quienes es suficiente que tengan diez años y por
medio de un contacto con la cosa, de la posibilidad física de establecerlo, o cuando ella ingresa en el ámbito de
custodia del adquirente.
ARTICULO 1922.- Adquisición de poder. Para adquirir una relación de poder sobre una cosa, ésta debe
establecerse voluntariamente:
a) por sujeto capaz, excepto las personas menores de edad, para quienes es suficiente que tengan diez años;
b) por medio de un contacto con la cosa, de la posibilidad física de establecerlo, o cuando ella ingresa en el
ámbito de custodia del adquirente.
El desapoderamiento: Es una de las causales de cese de la posesión y acontece cuando otro sujeto priva al
poseedor del contacto físico con aquella, sin mediar su voluntad.
ARTICULO 1931.- Extinción. La posesión y la tenencia se extinguen cuando se pierde el poder de
hecho sobre la cosa.
En particular, hay extinción cuando:
a) se extingue la cosa;
b) otro priva al sujeto de la cosa;
c) el sujeto se encuentra en la imposibilidad física perdurable de ejercer la posesión o la tenencia;
d) desaparece la probabilidad razonable de hallar la cosa perdida;
e) el sujeto hace abandono expreso y voluntario de la cosa.
ARTICULO 1928.- Actos posesorios. Constituyen actos posesorios sobre la cosa los siguientes: su
cultura, percepción de frutos, amojonamiento o impresión de signos materiales, mejora,
exclusión de terceros y, en general, su apoderamiento por cualquier modo que se obtenga.
A su vez, la posesión puede ser ejercida por distintos titulares de derechos reales, tales como el propietario y el
usufructuario, el usuario y el habitador, siempre que sean de distinta naturaleza.
Por su parte, cuando hay condominio, todos los condóminos poseen el todo y no una porción material determinada.
ARTICULO 1983.- Condominio. Condominio es el derecho real de propiedad sobre una cosa que
pertenece en común a varias personas y que corresponde a cada una por una parte indivisa. Las partes de
los condóminos se presumen iguales, excepto que la ley o el título dispongan otra proporción.
Conservación de la posesión
Hemos dicho que para adquirir la posesión era necesario reunir los elementos corpus y animus.
Una vez adquirida la posesión, no es necesario estar en contacto permanente con la cosa; el corpus se conserva
mientras se tiene la posibilidad de acceder a ella y el animus se mantiene hasta que se expresa la voluntad en
contrario.
Así, una persona puede olvidar temporalmente que posee una cosa o en qué lugar la ha guardado, sin perder por ello la
posesión.
En relación a las cosas perdidas, se conserva la posesión mientras haya esperanza de hallarlas.
La relación de poder se conserva hasta su extinción, aunque su ejercicio esté impedido por alguna causa transitoria. Art.
1929.
También se presume, a menos que exista prueba en contrario, que el sujeto actual de la posesión o de la tenencia que
prueba haberla ejercitado anteriormente, la mantuvo durante el tiempo intermedio. Art. 1930
La posesión se conserva también cuando es ejercida por representantes, aunque estos manifiesten poseer para sí y
aunque abandonaren la cosa, fallecieren o devinieren incapaces, así como cuando sus herederos comenzaren a poseer
pensando que les correspondiere a nombre del representante fallecido.
ARTICULO 1929.- Conservación. La relación de poder se conserva hasta su extinción, aunque su ejercicio esté
impedido por alguna causa transitoria.
ARTICULO 1930.- Presunción de continuidad. Se presume, a menos que exista prueba en contrario, que el sujeto
actual de la posesión o de la tenencia que prueba haberla ejercitado anteriormente, la mantuvo durante el tiempo
intermedio.
Extinción de la posesión
La pérdida de la posesión puede acaecer:
1. corpore, aunque se conserve el animus, como sucede cuando se destruye o pierde el objeto, o un tercero
desapodera al poseedor.
2. ánimo -aunque se conserve el corpus-. Es decir, puede desaparecer el deseo o intención de sujetar la posesión al
poder de hecho.
3. corpore y ánimo, cuando se pierde el acceso a la cosa y media ánimo en tal sentido; tal como acontece cuando
el sujeto efectúa tradición.
El Código brinda las siguientes hipótesis:
ARTICULO 1931.- Extinción. La posesión y la tenencia se extinguen cuando se pierde el poder de hecho sobre la
cosa.
En particular, hay extinción cuando:
a) se extingue la cosa;
b) otro priva al sujeto de la cosa;
c) el sujeto se encuentra en la imposibilidad física perdurable de ejercer la posesión o la tenencia;
d) desaparece la probabilidad razonable de hallar la cosa perdida;
e) el sujeto hace abandono expreso y voluntario de la cosa.
ARTICULO 1935.- Adquisición de frutos o productos según la buena o mala fe. La buena fe del poseedor debe existir
en cada hecho de percepción de frutos; y la buena o mala fe del que sucede en la posesión de la cosa se juzga sólo
con relación al sucesor y no por la buena o mala fe de su antecesor, sea la sucesión universal o particular.
El poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos y los naturales devengados no percibidos. El de mala fe debe
restituir los percibidos y los que por su culpa deja de percibir. Sea de buena o mala fe, debe restituir los productos
que haya obtenido de la cosa.
Los frutos pendientes corresponden a quien tiene derecho a la restitución de la cosa.
Todo sujeto de una relación de poder puede reclamar el costo de las mejoras necesarias, excepto que se hayan
originado por su culpa si es de mala fe.
Puede asimismo reclamar el pago de las mejoras útiles, pero sólo hasta el mayor valor adquirido por la cosa. No puede
reclamar indemnización por las mejoras de mero mantenimiento ni por las suntuarias. Las suntuarias, pueden ser
retiradas si con ello no se produce daño a la cosa. Si las mejoras son producto de un fenómeno natural, no deben ser
indemnizadas.
ARTICULO 1938.- Indemnización y pago de mejoras. Ningún sujeto de relación de poder puede reclamar indemnización por las mejoras
de mero mantenimiento ni por las suntuarias. Estas últimas pueden ser retiradas si al hacerlo no se daña la cosa. Todo sujeto de una
relación de poder puede reclamar el costo de las mejoras necesarias, excepto que se hayan originado por su culpa si es de mala fe.
Puede asimismo reclamar el pago de las mejoras útiles pero sólo hasta el mayor valor adquirido por la cosa. Los acrecentamientos
originados por hechos de la naturaleza en ningún caso son indemnizables.
7Art. 1934, 8 art. 1935 Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
ARTICULO 1936.- Responsabilidad por destrucción según la buena o mala fe. El poseedor de buena fe no responde de la
destrucción total o parcial de la cosa, sino hasta la concurrencia del provecho subsistente. El de mala fe responde de la
destrucción total o parcial de la cosa, excepto que se hubiera producido igualmente de estar la cosa en poder de quien tiene
derecho a su restitución.
Si la posesión es viciosa, responde de la destrucción total o parcial de la cosa, aunque se hubiera producido igualmente de
estar la cosa en poder de quien tiene derecho a su restitución.
La tenencia:
ARTICULO 1910.- Tenencia. Hay tenencia cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce un poder de hecho
sobre una cosa, y se comporta como representante del poseedor.
En la tenencia existe corpus pero no animus domini, ya que el tenedor reconoce la propiedad en otro.
Tenencia = Corpus
2- Tenencia relativa: en este caso, el tenedor está poseyendo en nombre de otro con quien lo une un vínculo
jurídico, tal como un contrato de locación, comodato, depósito, etc.
Al igual que la adquisición de la posesión, la tenencia puede provenir de un hecho voluntario unilateral o bilateral.
En forma unilateral, mediante apropiación con animus tenendi; por ejemplo, una peón que caza animales
para el dueño del campo.
En forma bilateral, mediante tradición -que es una forma de adquirir tanto la tenencia como la posesión-;
es de hacer notar que, si bien el código civil no prescribe formalidades para la tradición con fines de adquirir
la tenencia, habrá que estarse a las cláusulas del acuerdo entre partes, (contrato de depósito, mandato,
etc.).
Sujeto anónimo e
indeterminado, miembro de
la comunidad, hace uso de
Uso común bienes de dominio público.
No existe un derecho
Tenencia pura o subjetivo
absoluta
Existe relación real e/ el
sujeto y la cosa Sujeto individualizado
(tenencia pura), Facultad de uso sobre
ciertos bienes. Se adquiere
Vínculos regulados por Uso especial o de tres maneras
Dcho. Administrativo e/ privativo
sujeto y Estado 1. Permiso de uso
Tenencia = corpus 2. Concesión de uso
3. Prescripción de uso
El tenedor posee en
Desinteresada: no debería servirse de
nombre de otro lo une
la cosa, por ej. mandatario, depositario.
un vínculo jurídico
Ej. Contrato de
locación, comodato,
depósito, etc.
Defensas posesorias
Esquema general
Las defensas de las relaciones de
Poder
Defensa extrajudicial art. 2240 Acción de Despojo art. 2241 Acción de Manutención art. 2242
Dos hipótesis:
Casos previstos:
Se otorga a: 1- El tenedor o poseedor es privado 1) Actos: turbación con el fin de tomar
Poseedores de el con o sin violencia
posesión sobre una cosa o una
Tenedores 2- Una persona comienza una obra
universalidad de hecho en todo o en
Servidores de la posesión sobre la cosa que se posee o se
parte del objeto.
Se aplica para protegerse y repeler tiene
2) Amenaza frustrada de
una agresión
desapoderamiento o comienzo de
Persona turbada en el ejercicio del ejecución de la obra
CORPUS de su propiedad y no
puede pedir el ejercicio de la fuerza
pública ya que la misma llegaría Propiamente dicha o de obra nueva
tarde. Entonces emplea un medio
físico o de reticencia a ese ataque. Debe diferenciarse:
Lo hace sin un intervalo de tiempo, Turbación: una persona se ve afectada en el libre ejercicio de su derecho. Por
entre el ataque y la defensa, con un ej., le rompen un portón para tomarle posesión o tenencia
medio apropiado y sin exceder la Desposesión propiamente dicha: ha perdido ese derecho. Puede ser a través
legítima defensa, de método vicioso ej. Hurto, robo o clandestinidad.
Método NO vicioso: alguien que ve una puerta abierta y se introduce
Es la única que puede ser realizada
en la propiedad
por mano propia Esta acción se realiza cuando el fin último es privar de la propiedad a la
persona.
ARTICULO 2239.- Acción para adquirir la posesión o la tenencia. Un título válido no da la posesión o tenencia
misma, sino un derecho a requerir el poder sobre la cosa. El que no tiene sino un derecho a la posesión o a la
tenencia no puede tomarla; debe demandarla por las vías legales
1
Art. 2239, Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
Cuando existe turbación, quien ostenta el corpus es obstaculizado en el ejercicio pleno de su posesión o tenencia, por
alguien que realiza actos materiales con el fin de tomarla, como romper un portón, candados, comenzar a almacenar
mercadería en el predio, afincar animales, derribar los alambrados, etc. Y todo ello con el fin ulterior de privar al tenedor
o poseedor del poder de hecho sobre la cosa; estos actos no llegan a excluir totalmente al tenedor o poseedor, pues en
tal caso habría desposesión.
Cuando las molestias no tienen por fin obtener la posesión o tenencia, la acción correspondiente es la de daños. (art.
2238 último párrafo) Tal es el caso de quien apedrea los vidrios de una vivienda, con el fin de molestar a su vecino.
ARTICULO 2239.- Acción para adquirir la posesión o la tenencia. Un título válido no da la posesión o tenencia misma, sino
un derecho a requerir el poder sobre la cosa. El que no tiene sino un derecho a la posesión o a la tenencia no puede
tomarla; debe demandarla por las vías legales.
(ius possidendi)
Este es el fundamento de todo el sistema protectivo que estamos estudiando y que se encontraba en el viejo art. 2468 del
código de Vélez.3 Esta acción es, en realidad, personal y lo que se demandará en juicio es el cumplimiento de un
contrato luego del cual va a nacer el derecho real. Así, vemos que el tenedor o poseedor ostenta un título válido para
ser puestos en posesión o tenencia, pero quien debe hacerlo no lo efectúa.
Es el caso de quien firmó un contrato de alquiler y el dueño de la propiedad no lo pone en tenencia, y también de quien
adquirió un inmueble por escritura o adquirió derechos por boleto de compraventa y no es puesto en posesión.
En tales casos, la ley no inviste al aspirante a tenedor o poseedor para tomar la cosa por mano propia, sino que le ordena
enervar el aparato jurisdiccional, solicitando al juez competente que así lo ordene.
1
Art. 2239, Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
2
Art.2468, Ley 340- Código Civil (derogado).
3
Art. 2468 ley 340 código civil derogado
ARTICULO 2240.- Defensa extrajudicial. Nadie puede mantener o recuperar la posesión o la tenencia
de propia autoridad, excepto cuando debe protegerse y repeler una agresión con el empleo de una
fuerza suficiente, en los casos en que los auxilios de la autoridad judicial o policial llegarían demasiado
tarde. El afectado debe recobrarla sin intervalo de tiempo y sin exceder los límites de la propia
defensa. Esta protección contra toda violencia puede también ser ejercida por los servidores de la
posesión.
Analicemos la disposición:
Legitimación activa: Es la más amplia, pueden servirse de este medio de defensa los titulares de derechos reales,
todos los poseedores (aún viciosos) y todos los tenedores (interesados o desinteresados), así como los servidores
de la posesión.
Legitimación pasiva: se inicia en contra de quien turbe o desposea.
Supuesto fáctico: deben cumplirse los siguientes requisitos:
1) Existencia de un ataque contra el propietario o tenedor, turbando o impidiendo el corpus y una
defensa de éste por mano propia, sin que medie intervalo de tiempo entre uno y otra. En caso de
desposesión clandestina, ésta se juzga consumada cuando, estando el propietario ausente, se le
impide tomar posesión a su retorno. La inmediatez debe interpretarse según el contexto, puede
mediar una hora, varias, etc. según las circunstancias; en general se configura cuando el desposeído se
defiende apenas le sea posible.
2) Debe haber razonabilidad en la defensa, o sea, los medios elegidos deben ser proporcionales
cualitativa y cuantitativamente a los empleados para la agresión. Ej. ambos amenazan con armas de
fuego, ambos utilizan la agresión física, uno de ellos amenaza con arma blanca y el otro con un
elemento cortante. Este requisito es similar al exigido para la legítima defensa en Derecho Penal.
3) Los auxilios de la justicia llegarían demasiado tarde, por ej. si la desposesión tiene lugar en una zona
rural, a muchos kilómetros de la comisaría más cercana o si se trata de un arrebato en la vía pública,
sin oficiales de policía cerca a quien recurrir. En tal caso, puede impedirse el arrebato o perseguir al
delincuente y –a su vez- arrebatarle el objeto, pues es sabido que las probabilidades de recupero al
hacer la denuncia, son bajísimas.
1. El tenedor o poseedor es privado del corpus de una cosa determinada En este caso se solicita al juez
o una universalidad de cosas (tales como las que componen un fondo la restitución de la cosa o
de comercio, una herencia vacante o un fideicomiso), con o sin universalidad
violencia;
2. Una persona comienza una obra sobre la cosa que se posee o se tiene; En este caso se acciona
por ejemplo, cavar cimientos o levantar muros o derrumbar los pidiendo la orden de remoción
existentes. Estos actos implican también un desapoderamiento, en de las construcciones u obras
tanto son impeditivos del ejercicio pleno de la tenencia o posesión. efectuadas.
ARTICULO 2241.- Acción de despojo. Corresponde la acción de despojo para recuperar la tenencia o la posesión
a todo tenedor o poseedor sobre una cosa o una universalidad de hecho, aunque sea vicioso, contra el
despojante, sus herederos y sucesores particulares de mala fe, cuando de los actos resulte el desapoderamiento.
La acción puede ejercerse aun contra el dueño del bien si toma la cosa de propia autoridad.
Esta acción comprende el desapoderamiento producido por la realización de una obra que se comienza a hacer
en el objeto sobre el cual el actor ejerce la posesión o la tenencia.
La sentencia que hace lugar a la demanda debe ordenar la restitución de la cosa o de la universalidad, o la
remoción de la obra que se comienza a hacer; tiene efecto de cosa juzgada material en todo cuanto se refiere a
la posesión o a la tenencia.
ARTICULO 2242.- Acción de mantener la tenencia o la posesión. Corresponde la acción de mantener la tenencia o la
posesión a todo tenedor o poseedor sobre una cosa o una universalidad de hecho, aunque sea vicioso, contra quien lo
turba en todo o en parte del objeto.
Esta acción comprende la turbación producida por la amenaza fundada de sufrir un desapoderamiento y los actos que
anuncian la inminente realización de una obra.
La sentencia que hace lugar a la demanda debe ordenar el cese de la turbación y adoptar las medidas pertinentes
para impedir que vuelva a producirse; tiene efecto de cosa juzgada material en todo cuanto se refiere a la posesión o
a la tenencia.
5
Art. 2241, ley 26.994 – Código Civil y Comercial. Congreso de la Nación. 6. Art. 2242, ley 26.994 – Código Civil y Comercial. Congreso de la Nación.
• Acción de despojo:
Legitimación ACTIVA Corresponde a todos los Legitimación PASIVA Se puede interponer esta acción
tenedores y poseedores (aún viciosos) y –aunque la contra el o los despojantes o quienes estén realizando
disposición no lo diga- a los titulares de derechos la obra nueva, (aun cuando se trate del propio dueño
reales. Quedan excluidos los servidores de la de la cosa), sus herederos legítimos y los sucesores
posesión quienes, al ser despojados, deben avisar particulares de mala fe.
inmediatamente al tenedor o al poseedor, para que
interponga la acción.
ARTICULO 2245.- Legitimación. Corresponden las acciones posesorias a los poseedores de cosas, universalidades de
hecho o partes materiales de una cosa.
Cualquiera de los coposeedores puede ejercer las acciones posesorias contra terceros sin el concurso de los otros, y
también contra éstos, si lo excluyen o turban en el ejercicio de la posesión común. No proceden estas acciones cuando
la cuestión entre coposeedores sólo se refiere a la extensión mayor o menor de cada parte.
Los tenedores pueden ejercer las acciones posesorias por hechos producidos contra el poseedor y pedir que éste sea
reintegrado en la posesión, y si no quiere recibir la cosa, quedan facultados para tomarla directamente.
ARTÍCULO COMENTADO http://universojus.com/ccc-comentado-infojus/interpretacion-art-2245
ARTICULO 2244.- Conversión. Si durante el curso del proceso se produce una lesión mayor que la
que determina la promoción de la acción, el afectado puede solicitar su conversión en la que
corresponde a la lesión mayor, sin que se retrotraiga el procedimiento, excepto violación del derecho
de defensa en juicio.
Las acciones posesorias se tramitan por el proceso de conocimiento más abreviado que establecen las leyes procesales
o el que determina el juez, atendiendo a las circunstancias del caso. En estos procesos, es inútil la prueba del derecho
real, salvo que sea el único modo de probar la posesión, recordemos que ésta se presume si hay título.
Lo que debe probarse es el hecho del despojo, la turbación o la obra nueva, mientras el actor se encontraba en posesión
o tenencia.
Se deben tomar en cuenta todas las presunciones estudiadas en relación a la posesión. A ellas, se suman otras propias del
campo defensivo en estudio. Así, se presume que ejercía la relación de poder al tiempo de la lesión, quien acredita el
contacto con la cosa de fecha más próxima a la lesión. De no producirse esta prueba, se juzga que es poseedor o
tenedor quien pruebe una relación de poder más antigua.
Si existen coposeedores sobre la cosa, cualquiera de ellos puede ejercer las acciones posesorias contra terceros, sin el
concurso de los otros, e incluso puede iniciarlas en contra de éstos, si lo excluyen o turban en el ejercicio de la posesión
común.
Los tenedores pueden ejercer las acciones posesorias por hechos producidos contra el poseedor y pedir que éste sea
reintegrado en la posesión, y si no quiere recibir la cosa, quedan facultados para tomarla directamente.
Puede suceder que el turbado o desposeído sea titular de una relación de poder nacida del derecho real que ostenta. En
ese caso, puede optar por iniciar acciones posesorias o reales. Si es vencido en juicio posesorio, luego puede iniciar las
reales, más si inicia en primer lugar la acción real, pierde el derecho al juicio posesorio. Tampoco puede acumular las
acciones reales con las acciones posesorias. Si se elige la vía del juicio posesorio, no podrá iniciarse ni continuarse acción
real alguna hasta que el posesorio haya terminado y el actor haya satisfecho las costas a su cargo.
El art. 2244, instituye la conversión. Esta institución permite que, si durante el curso del proceso se produce una
lesión mayor que la que determinó la promoción de la acción, el afectado puede solicitar su conversión en la que
corresponde a la lesión mayor, sin que se retrotraiga el procedimiento, excepto violación del derecho de defensa
en juicio.7 Todas las acciones posesorias, prescriben al año (art. 2564).8
La obra nueva
Este tema ha sido tratado en forma conjunta con las acciones de despojo y manutención.
Se ha dicho que la obra nueva, o el comienzo de ejecución de una obra nueva, implica toda amenaza fundada
sobre la cosa que es objeto de la tenencia o posesión.
Asimismo, cuando la obra ha llegado a su fin, ya se considera consumado el despojo.
ARTICULO 2052.- Mejora u obra nueva que requiere unanimidad. Si la mejora u obra nueva, realizada por un propietario o por el
consorcio sobre cosas y partes comunes, aun cuando no importe elevar nuevos pisos o hacer excavaciones, gravita o modifica la
estructura del inmueble de una manera sustancial, debe realizarse con el acuerdo unánime de los propietarios.
También requiere unanimidad la mejora u obra nueva sobre cosas y partes comunes en interés particular que sólo beneficia a un
propietario.
ARTICULO 2053.- Mejora u obra nueva en interés particular. Si la mejora u obra nueva autorizada sobre cosas y partes comunes es en
interés particular, el beneficiario debe efectuarla a su costa y so-portar los gastos de la modificación del reglamento de propiedad
horizontal y de su inscripción, si hubiera lugar a ellos.
ARTICULO 2054.- Reparaciones urgentes. Cualquier propietario, en ausencia del administrador y de los integrantes del consejo de
propietarios puede realizar reparaciones urgentes en las cosas y partes comunes, con carácter de gestor de negocios. Si el gasto resulta
injustificado, el consorcio puede negar el reintegro total o parcial y exigir, si corresponde, la restitución de los bienes a su estado
anterior, a costa del propietario.
ARTICULO 2055.- Grave deterioro o destrucción del edificio. En caso de grave deterioro o destrucción del edificio, la asamblea por
mayoría que represente más de la mitad del valor, puede resolver su demolición y la venta del terreno y de los materiales, la reparación
o la reconstrucción.
Si resuelve la reconstrucción, la minoría no puede ser obligada a contribuir a ella, y puede liberarse por transmisión de sus derechos a
terceros dispuestos a emprender la obra. Ante la ausencia de interesados, la mayoría puede adquirir la parte de los disconformes, según
valuación judicial.
ETAPAS
Las provincias comienzan a crear registros
Segunda provinciales de inmueble
PRINCIPIOS REGISTRALES
De prioridad Primero En el tiempo, primero en el derecho
Prioridad directas
Prioridad indirecta
EN NUESTRO PAÍS es prioridad directa inicial
De inscripción Todos estos derechos son anotados e inscriptos en el registro respectivo (INMOBILIARIO) e incluso
el REGISTRO AUTOMOTOR entre otros
De especialidad Todos los asientos que se van a registrar deben estar perfectamente identificados en su OBJETO,
SUJETO y CAUSA (especial importancia en la HIPOTECA)
De tracto sucesivo Debe haber una correcta y concatenada relación entre los antecesores y los sucesores en los
derechos. Es decir si A transmite a B, B debe ser quien se lo transmite a C.
existe una serie de excepciones, por ej., cuando una persona transmite bienes de su causante
De legalidad El registro al momento a ingresar el pedido de inscripción hace lo que se denomina función
calificadora, es decir analizar las constancias y las formalidades intrínsecas y extrínsecas de las
mismas solicitudes, y dependiendo de ello es que va 3 caminos:
1- Si no hay ninguna observación se anota definitivamente el mismo.
2- Puede ser que haya una observación, por ejemplo en una causa de nulidad relativa,
entonces lo que se hace es inscribir el mismo por un lapso provisorio de 180 días a los
fines de su correcta modificación
3- Si hay nulidad absoluta se procede a rechazar el mismo
De rogación Establece que el Registro no hace nada de oficio. Todo a petición de partes
De publicidad y fe Da publicidad y hace cognoscible los actos a las personas.
pública Le brinda la posibilidad de cada uno los conozca por sí mismos
(…) el derecho real debe manifestarse por otros caracteres, por otros signos que no sean los del derecho
personal, y que estos signos deben ser tan visibles y tan públicos como sea posible. No se concibe que una
sociedad esté obligada a respetar un derecho que no conoce.1
En la nota al viejo art. 3203, Vélez Sársfield explicaba las causas por las cuales no adoptó el sistema de publicidad registral
para el resto de los derechos reales, tales como carencia de experiencia en el país, falta de efecto saneatorio en la
inscripción, ausencia de título de la mayoría de los inmuebles de la época, poco valor de los mismos y falta de personal
capacitado para emplear en los registros.
A pesar de lo expresado por el codificador, en el afán de consolidar la seguridad del tráfico jurídico, las provincias
extendieron las funciones de los registros de hipotecas (únicos previstos por el Código Civil) a la inscripción de todos los
actos jurídicos que causaban mutaciones en los derechos reales sobre inmuebles.
El primero en implementar dicho sistema fue el Registro de la Provincia de Buenos Aires, inaugurado en el año 1879
Las leyes que creaban los registros provinciales, solían exigir la inscripción de los títulos a los fines de dotar de
oponibilidad a los derechos y (al ser materia delegada el régimen de adquisición y pérdida de la propiedad, etcétera) eran
inconstitucionales, tal como manifestó la Corte Suprema de Justicia de la Nación en numerosas ocasiones; en casos
extremos, se llegó a dotar de carácter constitutivo a la inscripción de derechos reales sobre inmuebles deshabitados
(provincia de La Rioja).
1 Nota al art. 577 – Ley 340 – Código Civil derogado por ley 26.994.
A pesar del escollo de la inconstitucionalidad (considerada por la doctrina una “sana anomalía”), el requisito de
registración se generalizó en todo el país, al comprobarse sus conveniencias prácticas (incluso algunos lo consideraban
parte del poder de policía no delegado).
En un principio, estos registros estuvieron a cargo de los particulares (caso actual de los registros del automotor), pasando
posteriormente a depender de oficinas administrativas del Estado o (en algunas provincias) del Poder Judicial.
Con la reforma de la Ley 17.711, se modifica el art. 2505 del Código Civil de Vélez Sársfield, agregando un requisito a la
transmisión de derechos reales sobre inmuebles: la inscripción.
Ello dio lugar a la sanción de la Ley Nacional Registral 17.801 (Registro de la Propiedad Inmueble). Nuestro Código Civil y
Comercial vigente, en su art. 1893, reza: “La adquisición o trasmisión de derechos reales constituidos de conformidad a las
disposiciones de este Código no son oponibles a terceros interesados y de buena fe mientras no tengan publicidad
suficiente”2.
Se considera publicidad suficiente la inscripción registral o la posesión, según el caso.
Si el modo consiste en una inscripción constitutiva, la registración es presupuesto necesario y suficiente para la oponibilidad
del derecho real. No pueden prevalerse de la falta de publicidad quienes participaron en los actos, ni aquellos que conocían
o debían conocer la existencia del título del derecho rea l3.
ARTICULO 1893.- Inoponibilidad. La adquisición o transmisión de derechos reales constituidos de
conformidad a las disposiciones de este Código no son oponibles a terceros interesados y de buena fe
mientras no tengan publicidad suficiente.
Se considera publicidad suficiente la inscripción registral o la posesión, según el caso.
Si el modo consiste en una inscripción constitutiva, la registración es presupuesto necesario y suficiente
para la oponibilidad del derecho real.
No pueden prevalerse de la falta de publicidad quienes participaron en los actos, ni aquellos que
conocían o debían conocer la existencia del título del derecho real.
La inscripción es meramente declarativa, pues sabemos que el derecho real nace con título y modo (tradición), y el efecto
es la oponibilidad; esto surge del articulado de la ley, particularmente de su art. 20:
Ley 17.801: http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/50000-54999/53050/norma.htm
LEY 17.801
Registro de la propiedad inmueble
Artículo 20. - Las partes, sus herederos y los que han intervenido en la formalización del documento, como el
funcionario autorizante y los testigos en su caso, no podrán prevalerse de la falta de inscripción, y respecto de
ellos el derecho documentado se considerará registrado. En caso contrario, quedarán sujetos a las
responsabilidades civiles y sanciones penales que pudieran corresponder. 4
La sanción de la Ley 17.801 del Registro de la Propiedad Inmueble en 1968, trajo aparejada la adecuación de las leyes
provinciales. Así, ya los registros provinciales eran constitucionales y seguían los lineamientos de la Ley Nacional.
El artículo de nuestro Código Civil transcripto más arriba, indica dos tipos de publicidad:
1. posesoria y
2. registral.
Fernando López de Zavalía define la publicidad registral como “la cognoscibilidad permanente y general de hechos
jurídicos en base a la declaración señalativa de un órgano competente, puesta a disposición del público por los medios
previstos por la ley” (1983, pág. 56).
2 Art.
1893 –Ley 26.994 - Código Civil y Comercial de la Nación. 3 Art. 1893 –Ley 26.994 - Código Civil y Comercial de la Nación 4 Art. 20 – Ley 26.994
– Código Civil y Comercial de la Nación
Vemos entonces que, para este eminente jurista tucumano, publicidad no es conocimiento efectivo sino posibilidad de
conocer, conocimiento puesto a disposición del público; asimismo:
será permanente toda vez que el dato se encuentre en el registro disponible en cualquier momento, y
es general porque está destinado a la generalidad de los individuos de la comunidad, sin distinciones.
Esta cognoscibilidad será posible gracias a una declaración señalativa efectuada por el registrador (o sea el asiento), que
señala o hace presente los datos que figuran en los títulos presentados.
Por último, los medios de publicidad mencionados pueden ser: exhibición directa de libros, copias, informes o
certificados. Veremos cada uno más adelante.
Artículo 23. - Ningún escribano o funcionario público podrá autorizar documentos de transmisión, constitución,
modificación o cesión de derechos reales sobre inmuebles, sin tener a la vista el título inscripto en el Registro,
así como certificación expedida a tal efecto por dicha oficina en la que se consigne el estado jurídico de los
bienes y de las personas según las constancias registradas.
Los documentos que se otorguen deberán consignar el número, fecha y constancias que resulten de la
certificación.
Artículo 24. - El plazo de validez de la certificación, que comenzará a contarse desde la cero hora del día de su
expedición, será de quince, veinticinco o treinta días según se trate, respectivamente, de documentos
autorizados por escribanos o funcionarios públicos con domicilio legal en la ciudad asiento del Registro, en el
interior de la provincia o territorio, o fuera del ámbito de la provincia, territorio o Capital Federal.
Queda reservada a la reglamentación local determinar la forma en que se ha de solicitar y producir esta
certificación y qué funcionarios podrán requerirlas. Asimismo, cuando las circunstancias locales lo aconsejen,
podrá establecer plazos más amplios de validez para las certificaciones que soliciten los escribanos o
funcionarios públicos del interior de la provincia o territorio. 7.
El plazo de validez del certificado se cuenta en días corridos, pues los escribanos están autorizados a celebrar escrituras
en días inhábiles.
Los únicos que pueden solicitar certificados registrales son los escribanos con registro otorgado en la provincia.
Si se solicita un nuevo certificado, mientras el primero está vigente, tal circunstancia será consignada en el segundo
certificado.
Artículo 17. - Inscripto o anotado un documento, no podrá registrarse otro de igual o anterior fecha que se le
oponga o sea incompatible, salvo que el presentado en segundo término se hubiere instrumentado durante
el plazo de vigencia de la certificación a que se refieren los artículos 22 y concordantes y se lo presente
dentro del plazo establecido en el artículo 5º o, si se trata de hipoteca, dentro del plazo fijado en el artículo
3137 del Código Civil. 8.
. 6 Art. 5 – Ley 17.801 - Registro de Propiedad Inmueble. Poder Ejecutivo Nacional. 7 Art. 24 – Ley 17.801 - Registro de Propiedad Inmueble. Poder
Ejecutivo Nacional. 8 Art.17 – Ley 17.801 - Registro de Propiedad Inmueble. Poder Ejecutivo Nacional
Prioridad directa
Puede ser La colocación registral se obtiene al momento de su efectivo asiento en
Final la matrícula
Nuestro sistema
Es de prioridad directa inicial, no se tiene en cuenta el momento del asiento definitivo sino el
momento de ingreso al libro de entradas del registro; es por ello que en la matrícula del inmueble
figura el número y fecha de ingreso del documento en el libro diario.
A esto se ha dado en llamar retroprioridad endógena, porque el asiento del folio real retrocede al
momento del asiento en el libro diario
Prioridad directa:
Puede ser inicial o final, según la colocación registral se obtenga al ingreso del documento presentado, o al momento de su
efectivo asiento en la matrícula.
En el sistema germánico, la prioridad es directa final, pues el tiempo se determina por el asiento efectivo en el libro
correspondiente y el asiento que se encuentra antes en la matrícula, es el que prevalece. Si dos escrituras son presentadas
simultáneamente, triunfa la primera que logra que se le practique el asiento.
Prioridad indirecta:
Cualquier factor que contravenga la prioridad directa, la torna indirecta.
Es una retroprioridad exógena, porque va a tomar lugar fuera del registro, tal el caso del art. 5 de la N° 17.801 (Registro de
la Propiedad Inmueble), cuando la escritura es presentada para su registración dentro de los 45 días de celebrada y el
asiento toma la fecha de celebración del instrumento y no el de presentación.
Artículo 5º - Las escrituras públicas, con excepción de las de hipoteca, que se presenten dentro del plazo de
cuarenta y cinco días contando desde su otorgamiento, se considerarán registradas a la fecha de su
instrumentación.
También es el caso de la reserva de prioridad acaecida con el bloqueo registral. Dicha reserva, retrotrae la fecha de la
prioridad a la de expedición o solicitud del certificado (según la ley provincial de que se trate). El efecto del bloqueo es
mantener inmutable la situación jurídica registral del inmueble por el plazo de validez del certificado, de 15, 25, o 30 días
corridos según el caso (art. 24), con más el de subsanación de los vicios señalados y/o de la tramitación de los recursos
administrativos contra dichas observaciones o el rechazo del instrumento presentado.
Artículo 24. - El plazo de validez de la certificación, que comenzará a contarse desde la cero hora del día de su
expedición, será de quince, veinticinco o treinta días según se trate, respectivamente, de documentos autorizados
por escribanos o funcionarios públicos con domicilio legal en la ciudad asiento del Registro, en el interior de la
provincia o territorio, o fuera del ámbito de la provincia, territorio o Capital Federal.
Queda reservada a la reglamentación local determinar la forma en que se ha de solicitar y producir esta certificación
y qué funcionarios podrán requerirlas.
Asimismo, cuando las circunstancias locales lo aconsejen, podrá establecer plazos más amplios de validez para las
certificaciones que soliciten los escribanos o funcionarios públicos del interior de la provincia o territorio.
La certificación está prevista también en el régimen de automotores y produce un bloqueo de 15 días (art. 16, Decreto-
Ley N° 6582/58 Registro de Propiedad Automotor) y en el Registro de Buques (Ley 19.170 Registro Nacional de Buques).
Ley N° 6582/58 ARTICULO 16.-A los efectos de la buena fe previstos en los artículos 2º, 3º y 4º del presente, se presume
que los que adquieren derechos sobre un automotor, conocen las constancias de su inscripción y de las demás anotaciones
que respecto de aquel obran en el Registro de la Propiedad del Automotor, aun cuando no hayan exigido del titular o del
disponente del bien, la exhibición del certificado de dominio que se establece en este artículo.
El Registro otorgará al titular de dominio o a la autoridad judicial que lo solicite un certificado de las constancias de su
inscripción y demás anotaciones que existan el que tendrá una validez de QUINCE (15) días a partir de la fecha de su
emisión y de cuyo libramiento se dejará nota en sus antecedentes. Este certificado podrá ser requerido al titular del
dominio en las transferencias del automotor o en la constitución de gravámenes, por los interesados en dichas
operaciones, las que se inscribirán dentro del plazo de validez.
Durante el mismo plazo de validez, los embargos y demás anotaciones que se soliciten con respecto al automotor tendrán
carácter condicional y solo quedarán firmes y producirán sus efectos legales una vez vencido dicho plazo, siempre que no
hayan modificado el dominio o la situación jurídica del automotor. Idéntico plazo de validez tendrá el certificado a que se
refiere el artículo 18, del Decreto-Ley Nº 15.348/46, ratificado por Ley Nº 12.962., en los casos de transferencia de
automotores sometidos al régimen presente.
Ley 19.170 Registro Nacional de Buques: http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-64999/63207/norma.htm
El único que puede solicitar el certificado en relación a inmuebles, es el escribano que se propone autorizar un acto que
causará una mutación en los derechos reales sobre el mismo.
Para el caso de subasta judicial, no se pide certificado sino anotación preventiva de subasta y quien libra el oficio a tales
fines es el juez interviniente, y el martillero designado por el juez debe diligenciarlo. Llevado a cabo el remate, el juez
comunica que dicha anotación preventiva de subasta, debe volverse definitiva.
Tanto la certificación expedida a solicitud de los escribanos, como la anotación preventiva para subasta, cumplen una
doble función:
Brindan un informe sobre el estado jurídico del bien y de los titulares (esto es, si están inhibidos o
inhabilitados o pueden disponer libremente).
Producen el bloqueo registral (art. 25) a favor de quien requiera en el plazo legal la inscripción del documento
para cuyo otorgamiento se hubiese solicitado (art. 25). Esto no quiere decir que el Registro no ingrese las
subsiguientes peticiones de anotación o inscripción en la matrícula; puede anotar embargos, inscribir
transferencias de dominio, otorgar nuevos certificados y hasta anotar preventivamente nuevas subastas, pero
todas estas anotaciones o inscripciones no le serán oponibles al beneficiario del bloqueo, que podrá vender,
subastar, etc., como si no hubiese ingresado nada posteriormente.
Artículo 25. - Expedida una certificación de las comprendidas en los artículos anteriores, el Registro
tomará nota en el folio correspondiente, y no dará otra sobre el mismo inmueble dentro del plazo de su
vigencia más el del plazo que se refiere el artículo 5º, sin la advertencia especial acerca de las
certificaciones anteriores que en dicho período hubiere despachado.
Esta certificación producirá los efectos de anotación preventiva a favor de quien requiera, en el plazo
legal, la inscripción del documento para cuyo otorgamiento se hubiere solicitado.
Es el caso de que deje vencer los plazos del bloqueo porque, por ejemplo, no ingresó en término la Escritura de venta o la
comunicación de subasta, quienes lograron anotar o inscribir sus títulos luego del bloqueo, tendrán prioridad temporal
sobre el ex beneficiario, y sus actos o cautelares serán plenamente válidos. Aquí, quien gozaba del bloqueo, ha perdido
colocación registral.
Autonomía de la voluntad: otro aspecto que pude influir sobre la prioridad, se refiere a la posibilidad de alteración
del principio por la voluntad de las partes. La Ley Registral Inmobiliaria 17.801, en su art.19, prevé esta posibilidad no sólo
para el derecho real de hipoteca, como lo hace el Código Civil anterior con posterioridad a la reforma de la Ley 17.711 sino
para todos los derechos registrables que sean reales u otras anotaciones que no lo sean, siempre y cuando las mismas no
sean excluyentes entre sí
En este punto es de destacar que el legislador le otorga mucha importancia a la voluntad de las partes respecto al principio
de prioridad. Ello se ve reflejado en la posibilidad que tienen las partes de acordar, mediante una declaración de voluntad
precisa y clara, un orden de prioridad distinto al establecido por ley.
Artículo 19. - La prioridad entre dos o más inscripciones o anotaciones relativas al mismo inmueble se
establecerá por la fecha y el número de presentación asignado a los documentos en el ordenamiento a que se
refiere el artículo 40. Con respecto a los documentos que provengan de actos otorgados en forma simultánea,
la prioridad deberá resultar de los mismos. No obstante las partes podrán, mediante declaración de su
voluntad formulada con precisión y claridad, substraerse a los efectos del principio que antecede
estableciendo otro orden de prelación para sus derechos, compartiendo la prioridad o autorizando que ésta
sea compartida.
Hay allí un gran acierto del legislador ya que logra de esta manera, respecto del principio de prioridad, llegar a la afirmación
de que:
(…) las leyes registrales en lugar de coartar el funcionamiento de la autonomía de la voluntad vienen a
ensanchar su campo de aplicación y permiten conceder mayor libertad a las partes, porque al dar publicidad a
sus actos se brinda suficiente seguridad a los terceros y al tráfico jurídico… (Moisset de Espanés, 1972, pág.
24).
Y más lejos aún llega López de Zavalía al decir que “el problema del tiempo es un problema bastante relativo
(…), ya que a esa determinación legal (refiriéndose siempre a la prioridad) puede efectuarse una modificación
por una determinación de tiempo voluntaria” (1983, p.56 y ss.).
No quedan dudas que el legislador ha optado por mantener incólume el derecho de las personas de autodeterminarse,
que no es otra cosa que haberle dejado abierta la puerta para poner en funcionamiento la autonomía de la voluntad,
poniendo de manifiesto que brinda de esta manera mayor seguridad a los terceros y al tráfico jurídico, ya para todos los
que somos operarios del derecho, el lograr que no se vulnere el derecho a la autonomía de la voluntad (siempre que no se
oponga al orden público), y que nos podamos substraer al principio de prioridad demuestra la madurez que ha alcanzado
el derecho argentino.
Art. 19 (última parte): No obstante las partes podrán, mediante declaración de su voluntad formulada con precisión y
claridad, substraerse a los efectos del principio que antecede estableciendo otro orden de prelación para sus derechos,
compartiendo la prioridad o autorizando que ésta sea compartida. 9
Casos:
Reserva de rango: La reforma al Código Civil de la Ley 17.711 introduce una nueva redacción referente a la
hipoteca donde contempla la posibilidad de la reserva de rango. El propietario de un inmueble, al momento de
constituir un derecho, reserva la posibilidad de constituir con posterioridad otro, de grado preferente. Esta
convención entre el acreedor hipotecario y el constituyente puede celebrarse al momento de la constitución de la
hipoteca o como lo expresa un reconocido sector de la doctrina, con posterioridad a ella.
Parte de la doctrina sostiene que es posible que se constituyan más de una, siempre que los montos
garantizados en su conjunto no superen el monto previsto en la convención.
Arean (2003) sostiene que a la hora de determinar el monto garantizado sólo se debe computar el capital. Pero
otros autores, entre ellos Mariani de Vidal (2004), son partidarios a la postura de que al momento de calcular el
monto es necesario computar el capital, los intereses y las eventuales costas del juicio.
Posposición de rango: El titular de un derecho inscripto de rango compatible decide retroceder en su derecho, a
favor de otro derecho que se constituye en ese momento que será de grado preferente. Esta posibilidad también
la encontramos en el art.19 de la Ley 17.801. Se diferencia de la reserva de rango en que en esta última la
convención se realiza con la posibilidad a futuro de constituir otra hipoteca de grado preferente, y en el caso de
la posposición de rango, en esta el convenio por el cual se retrocede en el orden de prelación se realiza al
momento de constituir la nueva hipoteca .
Permuta de rango: Cuando dos titulares inscriptos deciden cambiar, o permutar sus rangos.
Es el intercambio del rango entre dos derechos inscriptos, sea de dos hipotecas o de una hipoteca y un usufructo,
o de una hipoteca y un embargo, etcétera.
Si entre los dos derechos que permutan su rango existen otros intermedios también inscriptos, es necesario el
consentimiento de los titulares de estos derechos, en tanto y en cuanto puedan resultar perjudicados por la
permuta. Este perjuicio se produce si, por ejemplo, en una permuta de rango entre dos hipotecas, una en primer
grado y otra en tercero, la que asciende en rango es de un monto mayor a la otra, lo que perjudica entonces a la
de segundo grado. Aquí, se obtiene la conformidad del acreedor en segundo grado o, en su defecto, la de tercer
grado sólo pasa a primer término hasta el mismo monto que tenía la de primer término, y por el saldo coparticipa
el rango con la que baja de primer a tercer término. Así por ejemplo se podrán permutar rangos entre dos
hipotecas que garanticen cinco mil pesos, pero si la de primer grado garantiza cinco mil pesos y la de tercer grado
que pretende permutar con la de primero es de diez mil, se deberá obtener la conformidad del acreedor de
segundo grado, o en su defecto la de tercer grado avanzara en el orden de prelación sobre los cinco mil pesos
garantizados por la permutante.
Coparticipación rangos: estamos en presencia de ella cuando dos o más hipotecas tienen el mismo rango, a
pesar de tener diferentes fechas de constitución y de ingreso en el registro.
- La coparticipación puede darse entre dos o más hipotecas ya constituidas o que se constituyen en ese
momento, o
- también entre una hipoteca ya constituida o que se constituye en ese acto y otra u otras a constituirse en
el futuro, en cuyo caso la coparticipación es una variante de la reserva de rango. En efecto, en lugar de
reservarse el derecho de constituir otra hipoteca de grado preferente, la reserva sería la de constituir otra
u otras hipotecas de rango compartido con la que se constituye en ese acto.
Es dable mencionar que si existe un tercero registral perjudicado, se necesita su consentimiento, por ejemplo, si
el titular de una hipoteca en tercer grado desea escalar al primer grado, quien sea titular de la hipoteca en segundo
grado deberá consentirlo.
El art. 3 nos brinda los requisitos que deben tener los documentos que ingresen al registro:
Artículo 3º - Para que los documentos mencionados en el artículo anterior puedan ser inscriptos o anotados,
deberán reunir los siguientes requisitos:
a. Estar constituidos por escritura notarial o resolución judicial o administrativa, según legalmente corresponda;
b. Tener las formalidades establecidas por las leyes y estar autorizados sus originales o copias por quien esté
facultado para hacerlo;
c. Revestir el carácter de auténticos y hacer fe por sí mismo o con otros complementarios en cuanto al contenido
que sea objeto de la registración, sirviendo inmediatamente de título al dominio, derecho real o asiento
practicable.
Para los casos de excepción que establezcan las leyes, podrán ser inscriptos o anotados los instrumentos privados,
siempre que la firma de sus otorgantes esté certificada por escribano público, juez de paz o funcionario
competente.
10 Art.
2 – Ley 17.801 - Registro de la Propiedad Inmueble. Poder Ejecutivo Nacional. 11 Art. 2 – Ley 17.801 - Registro de la Propiedad Inmueble. Poder
Ejecutivo Nacional 12 Art. 2 - Ley 17.801 - Registro de la Propiedad Inmueble. Poder Ejecutivo Nacional. 13 Art. 3 - Ley 17.801 - Registro de la Propiedad
Inmueble. Poder Ejecutivo Nacional
Instrumentos privados que acceden : el principio es que sólo ingresan instrumentos públicos al registro. Las
excepciones son pocas y deben estar consignadas expresamente en ley nacional o provincial, por ejemplo
boletos de compraventa de lotes adquiridos en remate según Ley 14.005 (Normas para la venta de inmuebles),
boletos de compraventa de PH, Ley 19.724 (Ley de Prehorizontalidad) o
contratos de leasing (Ley 25248 Contrato de leasing).
No son documentos registrables: del dominio público del Estado, los documentos que corresponden a bienes y
restricciones que se realizan en interés público.
Asimismo, el art. 10 in fine de la Ley 17.801 excluye de la exigencia de la matriculación de los inmuebles a los del dominio
público. Ello en razón de que esos bienes son inalienables, imprescriptibles e inembargables. Por ello no son registrables
los documentos en los que conste la transmisión de derechos sobre sepulcros, cualquiera que sea la variante o
característica. El dominio puede ser objeto de limitaciones fundadas en el interés público, las que conforme al Código Civil
y Comercial están regidas por el derecho administrativo.
Artículo 10. - Los inmuebles respecto de los cuales deban inscribirse o anotarse los documentos a que se
refiere el artículo 2º, serán previamente matriculados en el Registro correspondiente a su ubicación.
Exceptúanse los inmuebles del dominio público.
Asiento: instrumento público registral que consta en el libro respectivo y donde se plasma por escrito la
situación jurídica registrada.
Tipos de asiento
Cuando produce una mutación real.
Constitutivos Es el caso del Registro del Automotor y el de Equinos de pura sangre de
Según los carrera. El derecho real nace o muta a partir de que es asentado en el
efectos que registro. Antes, no genera efectos ni siquiera para las partes.
puede tener la La mutación real tienen lugar fuera del registro y la inscripción le otorga
inscripción oponibilidad frente a los terceros.
Declarativos
El derecho real nace antes de la registración.
Es el caso del Registro de la Propiedad Inmueble, el de Buques (Ley 19.170) o
el de Aeronaves (art. 50 del Código Aeronáutico).
Dan cuenta de una mutación real, haciendo nacer un asiento.
Positivos
Tal es el caso de la inscripción de una transferencia dominial o la
Según las constitución de una hipoteca.
formas Dejan sin efecto un asiento anterior.
Negativos
Es el caso de la cancelación de hipoteca, extinción de servidumbres,
levantamiento de medidas cautelares.
Primera inscripción Es la que conduce a la matriculación del inmueble y debe contener los
Según el
datos que ordena el art. 12 de la Ley registral.
tiempo
Inscripciones Se asientan en la matrícula ya existente.
posteriores
Inscripción se asienta una mutación real
- Se asienta una medida cautelar o una nota aclaratoria (por ejemplo de
Según la subsanación de un error en una fecha o nombre en la matrícula) o
situación - notas de correlación (como la que vincula una matrícula madre con las
Anotación
registrada desmembraciones por subdivisión del inmueble);
- También se usa el término para designar todos los asientos que obran
fuera de la matrícula, por ejemplo constancias del libro diario de
entradas.
Definitivo Cuando el documento es admitido por el registrador.
Cuando el documento es observado, se inscribe provisionalmente hasta los
Según la 180 desde su presentación, a los fines de que sea subsanado. Cuando el
función documento es rechazado, se inscribe provisionalmente por el plazo del
Provisonal
calificadora recurso respectivo.
Las inscripciones provisionales caducan de pleno derecho cuando se
convierten en definitivas o transcurre el plazo de su vigencia.
La registración definitiva es retroactiva.
Según su Es el caso del art. 18 inc. b de la Ley 17.801, “…Si al solicitarse la inscripción
relación con el o anotación existieren otras de carácter provisional, o certificaciones
resto de los Condicionado vigentes, o esté corriendo respecto de éstas el plazo previsto en el artículo 5º,
asientos aquélla se practicará con advertencia de la circunstancia que la
condiciona…”; por lo tanto, dependen del resultado de otra anotación o
inscripción para producir efectos.
Incondicionado Cumplen sus efectos sin ser afectadas por el resto de los asientos
relacionados.
14 Art. 12 - Ley 17.801 – Registro de la Propiedad Inmueble. Poder Ejecutivo Nacional
Matriculación: Siguiendo los resultados obtenidos por el VI Encuentro de Directores de Registro entendemos por
matriculación de un inmueble el procedimiento que, tomando como base una inscripción de dominio, tiene por objeto
el ingreso en forma originaria o por vuelco al nuevo sistema de un inmueble al registro, abriendo folio donde se le
determina y se le da una característica de ordenamiento que, mientras no se presente otro documento público
posterior que modifique dicha determinación, permanece inalterable. Artículos 10, 11, 12 y 44 de la Ley 17.801.
Artículo 10. - Los inmuebles respecto de los cuales deban inscribirse o anotarse los documentos a que se
refiere el artículo 2º, serán previamente matriculados en el Registro correspondiente a su ubicación.
Exceptúanse los inmuebles del dominio público.
Artículo 11. - La matriculación se efectuará destinando a cada inmueble un folio especial con una característica
de ordenamiento que servirá para designarlo. 15
Artículo 12. - El asiento de matriculación llevará la firma del registrador responsable. Se redactará sobre la
base de breves notas que indicarán la ubicación y descripción del inmueble, sus medidas, superficie y linderos
y cuantas especificaciones resulten necesarias para su completa individualización. Además, cuando existan, se
tomará razón de su nomenclatura catastral, se identificará el plano de mensura correspondiente y se hará
mención de las constancias de trascendencia real que resulten. Expresará el nombre del o de los titulares del
dominio, con los datos personales que se requieran para las escrituras públicas. Respecto de las sociedades o
personas jurídicas se consignará su nombre o razón social, clase de sociedad y domicilio. Se hará mención de la
proporción en la copropiedad o en el monto del gravamen, el título de adquisición, su clase, lugar y fecha de
otorgamiento y funcionario autorizante, estableciéndose el encadenamiento del dominio que exista al
momento de la matriculación. Se expresará, además, el número y fecha de presentación del documento en el
Registro.
Artículo 44. - A partir de la fecha de vigencia de la presente ley todos los inmuebles ya inscriptos en los
Registros de la Propiedad, como los que aún no lo estuvieren, deberán ser matriculados de conformidad con
sus disposiciones, en el tiempo y forma que determine la reglamentación local.
Respecto del Sistema Registral Inmobiliario en nuestro país, podemos enunciar los siguientes caracteres:
La inscripción tiene un carácter puramente declarativo, que se limita al perfeccionamiento de la adquisición del
derecho para su oponibilidad a terceros, no participa en la constitución del derecho real ni convalida los títulos
viciados.
La falta de inscripción no invalida la adquisición del derecho real, pero si menoscaba profundamente su valor, el
carácter erga omnes del derecho real: su derecho no será oponible a aquel que haya obtenido colocación
registral.
Se trata de un registro de títulos: la función registral consiste en una toma de razón, mediante breves notas, de
los puntos principales que hacen a las personas, causa y objeto de la situación asentada.
El asiento registral sirve como prueba de la existencia de la documentación que le dio origen en los casos en que
el protocolo notarial se hubiese destruido.
Se utiliza la técnica del folio real, que consiste en destinar a cada inmueble un folio especial con una característica
de ordenamiento que servirá para designarlo (Número de Matrícula).
En la matrícula existe un tracto sucesivo vertical (encadenamiento de las titularidades) y un tracto sucesivo
horizontal (encadenamiento y coherencia entre las medidas cautelares, enmiendas, cancelaciones, etcétera).
Proceso inscriptorio
Artículo 24. - El plazo de validez de la certificación, que comenzará a contarse desde la cero hora del día de su expedición,
será de quince, veinticinco o treinta días según se trate, respectivamente, de documentos autorizados por escribanos o
funcionarios públicos con domicilio legal en la ciudad asiento del Registro, en el interior de la provincia o territorio, o
fuera del ámbito de la provincia, territorio o Capital Federal.
Queda reservada a la reglamentación local determinar la forma en que se ha de solicitar y producir esta certificación y
qué funcionarios podrán requerirlas. Asimismo, cuando las circunstancias locales lo aconsejen, podrá establecer plazos
más amplios de validez para las certificaciones que soliciten los escribanos o funcionarios públicos del interior de la
provincia o territorio.
Para llevar a cabo el acto la ley otorga 15, 25 o 30 días corridos desde que el certificado ha sido expedido (si quiere
conservar el bloqueo registral que se generó con la solicitud – art. 24, Ley 17.801).
Una vez celebrado el acto, según el art. 5 de la ley citada, hay 45 días para presentar el título al registrador (distinto al
caso de subasta, donde el Tribunal debe comunicar su realización inmediatamente).
Artículo 5º - Las escrituras públicas, con excepción de las de hipoteca, que se presenten dentro del plazo de
cuarenta y cinco días contando desde su otorgamiento, se considerarán registradas a la fecha de su
instrumentación
Una vez que el documento es presentado al Registro para la toma de razón, éste da inicio a un proceso de calificación o
control de legalidad del instrumento, según el cual puede adoptar tres actitudes básicas:
Rechazarlo.
Admitirlo y practicar la registración definitiva.
Sólo admitirlo y observarlo practicando registración provisional que deja en suspenso la suerte final
de la inscripción o anotación que se pretende para el caso de que el interesado subsane los defectos
que se observen.
Por lo tanto, un proceso donde un documento ha sido observado, puede desembocar más adelante en la registración
definitiva o en la caducidad del proceso por vencimiento de su término sin que hayan sido subsanadas las observaciones
practicadas.
El art. 9 de la Ley 17.801 dispone que cuando el documento no puede ser inscripto definitivamente porque tiene defectos
subsanables, la oficina practica una registración provisional.
Este asiento tiene un plazo de validez de 180 días corridos desde la fecha de presentación del documento, ampliable o
extensible mediante prórrogas legales o facultativas, contenidas en la Ley nacional y leyes provinciales
Las inscripciones y anotaciones provisionales caducan de pleno derecho cuando se convierten en definitivas o
cuando transcurre el plazo de su vigencia.
a) Inscribe
Expedición certificado Ingresa documento al
b) Rechaza
15-25-30 días para Registro. 30 días para
c) Observa el
celebrar acto –art. 23 calificar – arts. 8 y 9 documento
Si se ordenó inscribir como consigna el ítem a), ha finalizado el proceso inscriptorio en forma exitosa.
Ahora bien, puede suceder también que el Registro rechace u observe el documento.
Podrá observar o rechazar documentos cuando surjan, de manera manifiesta, defectos en los mismos que ataquen su
validez.
Si los defectos no son manifiestos, no tendrá forma de saber que su información no es veraz y los inscribirá
(documentos anulables).
Y el art. 9 consigna:
Artículo 9º - Si observare el documento, el Registro procederá de la siguiente manera:
a) Rechazará los documentos viciados de nulidad absoluta y manifiesta;
b) Si el defecto fuere subsanable, devolverá el documento al solicitante dentro de los treinta días de presentado, para
que lo rectifique. Sin perjuicio de ello lo inscribirá o anotará provisionalmente por el plazo de ciento ochenta días,
contado desde la fecha de presentación del documento, prorrogable por períodos determinados, a petición fundada
del requirente. Si esto no estuviere de acuerdo con la observación formulada, deberá solicitar el Registro que
rectifique la decisión. Esta solicitud implica la prórroga del plazo de la inscripción o anotación provisional si antes no
se hubiere concedido. Cuando la decisión no fuese rectificada podrá promoverse el recurso o impugnación que
correspondiere según la ley local, durante cuya sustanciación se mantendrá vigente la inscripción o anotación
provisional.
La reglamentación local fijará los plazos máximos dentro de los cuales deben sustanciarse los recursos.
Las inscripciones y anotaciones provisionales caducan de pleno derecho cuando se convierten en definitivas o
transcurre el plazo de su vigencia. 17.
Es decir que se rechaza cuando estos defectos provocan una nulidad absoluta.
Las nulidades son absolutas cuando afectan intereses de orden público, como por ejemplo cuando le faltan las firmas. Al
Estado le interesa velar por la veracidad de los Instrumentos Públicos, por consiguiente cuando un instrumento público
carece de firmas, no hay certeza de su veracidad y las normas civiles lo consideran nulo de nulidad absoluta, también
cuando contienen actos cuyo objeto está prohibido (venta de personas) o cuando le faltan las formalidades que la ley
exige para ese tipo de acto (por ejemplo, una donación de inmueble si no es efectuada por Escritura, es nula de nulidad
absoluta).
La nulidad absoluta es insubsanable y deberá celebrarse un acto jurídico nuevo de acuerdo a la ley.
Observa cuando el documento está viciado de nulidad relativa. Esta especie de nulidad está establecida en defensa del
interés de una persona particular (ya no de la comunidad en general) y puede subsanarse. Un ejemplo típico, es el acto
celebrado por un menor de edad, es nulo de nulidad relativa pero puede subsanarse fácilmente celebrando un nuevo acto
donde el representante legal del menor presta conformidad y ratifica lo actuado por aquél.
En el caso de anulabilidad, o sea cuando el documento sea anulable, el Registrador deberá inscribirlo por ser plenamente
válido hasta que un juez lo declare nulo.
Es anulable cuando el vicio no es manifiesto y se necesita de la investigación y prueba judicial para descubrirlo. Por
ejemplo, si hubo amenazas o coacción para celebrar el acto jurídico. El vicio no surgirá del documento.
16 17 Art.
Art. 8 - Ley 17.801 – Registro de la Propiedad Inmueble. Poder Ejecutivo Nacional 9 - Ley 17.801 – Registro de la Propiedad Inmueble. Poder
Ejecutivo Nacional
A partir de la presentación del documento, hay un plazo de 180 días para subsanar las observaciones, si bien
puede reducirse porque dentro de los primeros 30 días el Registro está calificando.
Es decir que si el día 29 planteó la observación, el presentante tendrá 151 días para subsanar.
Sin embargo, las leyes 17.801 y las diversas leyes provinciales, prevén varias prórrogas a tales fines.
Durante todo plazo para subsanar, el documento es inscripto provisionalmente y si las observaciones son
subsanadas a tiempo, el proceso inscriptorio habrá finalizado con éxito.
Puede ocurrir también que el presentante no esté de acuerdo con el rechazo del documento o con las
observaciones efectuadas; en este caso, la última parte del art. 9 antes transcripto, habla de recursos.
La encargada de dar forma a estos recursos, es cada provincia (por ser ley adjetiva no delegada).
En Córdoba, por ejemplo, los recursos están contenidos en los arts. 15 al 20 de la Ley 5.771 (Ley del Registro
General de la Provincia). http://www.cba.gov.ar/registro-general-de-la-provincia/normativa-registral/
Artículo 16º - En los casos en que mediara observación motivada, el interesado podrá interponer recurso de rectificación
fundado ante el Registrador interviniente, dentro de los 30 días de haber sido notificado formalmente de la observación
que impugna, debiendo acompañar todos los elementos de prueba que hagan a su derecho. El registrador resolverá la
cuestión dentro de los 15 días. Los escritos en que se interpongan los recursos previstos en este artículo y en los
siguientes, deberán reunir las formalidades que establece la Ley de Procedimiento Administrativo. Todos los plazos
establecidos en este capítulo, con excepción del de inscr Todos los plazos establecidos en este capítulo, con excepción del
de inscripción o anotación provisional, se contarán de acuerdo a lo establecido por la Ley de Procedimiento
Administrativo. La presentación de los escritos podrá hacerse hasta los primeros 30 minutos del horario administrativo
del día hábil inmediato siguiente al del vencimiento del plazo, a cuyo efecto se deberá requerir la colocación del cargo
respectivo en la oficina designada para la recepción del documento.
Artículo 17º - Contra la resolución que mantenga la observación, o si no fuera resuelta dentro del plazo previsto, podrá el
interesado interponer dentro del plazo de 15 días, recurso de apelación ante el Director General, quien deberá dictar
resolución dentro del plazo de 30 días. El plazo para interponer este recurso se computará a partir de la fecha de
notificación de la resolución denegatoria del recurso de rectificación o a partir del vencimiento del plazo para resolver,
según el caso. La resolución del Director cerrará la instancia administrativa y dejará expedita la jurisdiccional.
Artículo 18º - En caso de que la resolución recaída en el recurso de apelación dispusiere la toma de razón requerida, la
inscripción o anotación provisional se convertirá en definitiva. Si la resolución mantuviere la observación del documento,
para lograr su registro definitivo deberá el interesado subsanar las observaciones dentro del nuevo plazo de inscripción
provisional que deberá fijar la resolución denegatoria y que será de 60 días contados desde la fecha de notificación; todo
ello sin perjuicio de su derecho a recurrir jurisdiccionalmente en la forma y plazo que establece el artículo siguiente.
Transcurrido el plazo de inscripción o anotación provisional y su prórroga, sin que hubieren subsanado los defectos que
impedían el registro definitivo o sin que se hubieren intentado los recursos establecidos en este capítulo, la inscripción o
anotación provisional caducará de pleno derecho.
Artículo 19º - Contra la resolución denegatoria de la Dirección General se podrá recurrir por ante la Cámara de
Apelaciones en lo Civil y Comercial de turno de la Capital. El recurso deberá interponerse ante el Registro General dentro
de los diez días de notificada la resolución denegatoria en el mismo acto. Interpuesto el recurso, la Dirección General
deberá elevarlo dentro de los 5 días al Excmo. Tribunal Superior de Justicia para su remisión a la Cámara que
corresponda. La Cámara resolverá el recurso sin sustanciación. Mientras dure la sustanciación de este recurso se
considera extendido el plazo de la inscripción o anotación provisional.
Artículo 20º - En los casos en que los Tribunales insistieran en las inscripciones dispuestas, la Dirección General elevará
los antecedentes al Excmo. Tribunal Superior de Justicia para su remisión a la Cámara de Apelaciones en lo Civil y
Comercial de turno de la Capital, dentro de los 15 días en que se devolviere el documento al Registro General, para que
resuelva el conflicto, manteniéndose la inscripción o anotación provisional durante la sustanciación del mismo. Los
efectos y consecuencias de la Resolución de la Cámara se regirán por lo dispuesto en el artículo 18º. .18
En resumen:
contra la decisión de rechazo del documento se puede interponer recurso de apelación en el plazo de diez días,
acompañando toda la prueba.
Rechazado, queda expedita la vía civil en Tribunales.
Contra la decisión del registrador de observar el documento, se puede interponer recurso de rectificación en el
plazo de 30 días.
Puede que el registrador cambie de opinión e inscriba; pero en el caso de no ser así, contra la decisión de
mantener la observación, se puede interponer recurso de apelación por ante el Director del Registro en el plazo
de quince días, acompañando toda la prueba.
De mediar silencio o rechazo, queda abierta la vía jurisdiccional para que decida la Cámara de Apelaciones en lo
Civil y Comercial que por turno corresponda.
Para el caso en que el Registro se negare a proceder a un asiento ordenado por un juez, éste puede interponer
recurso de “insistencia” (art. 20) y resuelve la Cámara en lo Civil y Comercial en turno.
Mientras se sustancia el recurso, se mantiene la inscripción provisional.
18 Arts. 15 al 20 - Ley 5.771 - Registro general de la Provincia, el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Córdoba
"...Mientras dure la sustanciación de los recursos registrales, se considera extendido el plazo de la inscripción o anotación
provisional".19
En la Ley Provincial Registral se receptan tres recursos registrales divididos en dos etapas claramente diferenciadas, por
ser:
1. la primera interna al registro Forman la primera etapa los recursos de rectificación (ante el Registrador
interviniente) y de apelación (ante el Director General).
2. la segunda externa al mismo. La segunda etapa está conformada por el recurso jurisdiccional ante la justicia
ordinaria
Recurso de rectificación: debe ser presentado ante el registrador interviniente, en su calidad de autor intelectual de la
observación registral.
Por registrador, debe entenderse al funcionario o firma autorizada que lo sustituya, quedando por lo tanto
excluidos los agentes registrales.
Los agentes registrales son los autores materiales de las observaciones, son quienes las redactan y suscriben,
los registradores, son quienes -se supone- las han decidido.
Para presentar el recurso se conceden treinta días hábiles administrativos comenzando a contarse el plazo
desde el día, inclusive, en que se considera notificada la observación.
El registrador tiene quince días para resolver el recurso, iniciando el cómputo desde el mismo día de la
presentación del recurso (art. 68, Código Procedimiento Administrativo) y en caso de no responder en este plazo
su silencio será entendido como una denegación tácita del recurso, consecuencia que surge de la primera parte
del art. 17 de la Ley 5.571.
Denegado que fuere el recurso de rectificación o no contestado en el plazo de quince días desde su interposición,
el rogante tiene tres opciones:
1. subsanar las observaciones y reingresar el documento para su inscripción;
2. solicitar prórroga para poder cumplimentar con la observación;
3. continuar la vía recursiva a través del recurso de apelación. Éste debe ingresarse al registro dentro de los
quince días de haberse notificado la denegación del recurso o del vencimiento del plazo para resolver el
recurso de rectificación. En la contestación de este recurso entiende el Director General. El director tiene
treinta días para resolver el recurso y si no lo hiciere en este plazo se tendrá por denegada la petición.
19 Art. 19 - Ley 5.771 - Registro General de la Provincia, el Senado y Cámara de Diputados de la Prov. de Córdoba
“Art. 18.- En caso en que la resolución recaída en el recurso de apelación dispusiere la toma de razón requerida, la
inscripción o anotación provisional se convertirá en definitiva...”20
(En los hechos no es automático, sino que hay que retirarse el documento y reingresarse por mesa de movimientos a fin
de continuar con el proceso inscriptorio)
Artículo 18º - En caso de que la resolución recaída en el recurso de apelación dispusiere la toma de razón requerida, la
inscripción o anotación provisional se convertirá en definitiva. Si la resolución mantuviere la observación del documento,
para lograr su registro definitivo deberá el interesado subsanar las observaciones dentro del nuevo plazo de inscripción
provisional que deberá fijar la resolución denegatoria y que será de 60 días contados desde la fecha de notificación; todo
ello sin perjuicio de su derecho a recurrir jurisdiccionalmente en la forma y plazo que establece el artículo siguiente.
Transcurrido el plazo de inscripción o anotación provisional y su prórroga, sin que hubieren subsanado los defectos que
impedían el registro definitivo o sin que se hubieren intentado los recursos establecidos en este capítulo, la inscripción o
anotación provisional caducará de pleno derecho. 21.
En caso de recaer resolución negativa, se ocasiona una nueva inscripción provisional por sesenta días a contarse de la
fecha de su notificación.
De la interpretación textual de la norma surge que la denegatoria del recurso de apelación genera un nuevo plazo de
sesenta días para la inscripción provisional, si esto fuere así, significa que el plazo faltante para completar los ciento
ochenta días (incluyendo en este sus prórrogas automáticas) perdería todos sus efectos, aun cuando faltaren más de los
sesenta días del nuevo plazo.
Sin embargo también se puede entender que este nuevo plazo nunca puede acortar la duración de los ciento ochenta
días originales atribuidos como propios de toda inscripción provisional. Si aceptáramos que la interposición de recursos
puede acortar el plazo de la inscripción provisoria estaríamos castigando a quien recurre y desalentándolo para que lo
haga. Por ello, se entiende que el nuevo plazo de sesenta días implica que al recurrente no le podrá quedar en ningún
caso menos de esa cantidad de días a partir de la notificación para intentar la subsanación de las observaciones.
La resolución del director clausura la etapa recursiva registral quedándole al interesado la opción de subsanar la
observación o presentar el recurso en el que conocerá la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial en turno.
Las decisiones que adopta el registrador, no deben ser revisadas por el procedimiento contencioso administrativo, sino
ante la justicia ordinaria, ya que están en juego cuestiones de fondo: los asuntos atinentes al derecho de propiedad
hacen al derecho civil (privado) y no al derecho administrativo (público).
El recurso ante la Cámara es pertinente tanto cuando se ha denegado el recurso de apelación como cuando se hubiere
resuelto no practicar la registración por haberse rechazado el documento.
En efecto, según el art. 15, el rechazo sólo puede ser efectuado por la Dirección General, ello significa que el Director ha
tomado conocimiento y se ha expedido sobre el tema. Como consecuencia de esta intervención directa del Director, el
art. 15 prevé la presentación del recurso del art. 19, es decir, el recurso ante la Cámara de Apelaciones.
Los arts. 9 y 15 establecen que para los documentos rechazados, se inscriben provisoriamente por el tiempo necesario
para interponer el recurso del art. 19, es decir, diez días hábiles administrativos. Pero el procedimiento recursivo especial
que tienen los documentos judiciales en el art. 20 tiene claras diferencias con el contenido en los arts. 9 y 15. Por ello, es
posible sostener que los documentos judiciales tienen un procedimiento recursivo diferenciado respecto de los otros tipos
de documentos, tanto sea respecto de su observación como de su rechazo.
La posición explicada encuentra su respaldo en las siguientes causas:
a) aunque el art. 15 es en general aplicado a todo tipo de documentos, la remisión que se efectúa al art. 19
sólo puede caber para aquellos documentos compatibles con el régimen recursivo del mismo, es decir, se
exceptúan los que tienen recursos determinados;
b) en el art. 20 no se especifica si la insistencia procede sólo en caso de observaciones o comprende
cualquier supuesto de falta de registración, sea por observación o rechazo;
c) ante la falta de referencia expresa a documentos judiciales en los artículos citados, la extensión de la
anotación provisoria por rechazo de documentos judiciales debe surgir del texto de la ley de fondo, más
exactamente del art. 18 inc. a) de la Ley 17.801 que la determina en ciento ochenta días al igual que la
inscripción provisional ordinaria.
En síntesis, entendemos que al rechazo de documentos judiciales, sin distinguir el contenido de ellos, le
corresponde el plazo de la inscripción provisoria dispuesto en el inc. a) de la Ley Nacional Registral 17.801 y el
recurso establecido en el art. 20 de la Ley Provincial Registral 5.771 de la Provincia de Córdoba.
Insistencia judicial: contemplada en el art. 20, esta norma prevé un trámite especial para el resolver las
discrepancias que se produzcan entre el registrador y los magistrados.
Artículo 20.- En los casos en que los Tribunales insistieran en las inscripciones dispuestas, la Dirección
General elevará los antecedentes al Excmo. Tribunal Superior de Justicia para su remisión a la Cámara de
Apelaciones en lo Civil y Comercial de turno de la Capital, dentro de los 15 días en que se devolviere el
documento al Registro General, para que resuelva el conflicto, manteniéndose la inscripción o anotación
provisional durante la sustanciación del mismo. Los efectos y consecuencias de la Resolución de la
Cámara se regirán por lo dispuesto en el artículo 18.
Cuando el documento judicial no llegare a ser registrado, y el magistrado no compartiere la observación del registrador,
aquél puede utilizar la figura de la insistencia, acto consistente tanto en reiterar la solicitud de inscripción del documento
como en mantenerse firme en las mismas condiciones originales en las que fue presentado el documento en el Registro.
El sentido de la insistencia es reiterar las condiciones originarias para que el registrador opte por registrar
definitivamente el documento o enviarlo a la Cámara para que ésta tome la decisión definitiva.
La insistencia no obliga al registrador a actuar de la manera entendida por el magistrado, el juez carece de las facultades
suficientes para imponer la inscripción bajo las condiciones que él determina. El mandato legal es claro, las diferencias
de criterios no se resuelven por la jerarquía sino por la insistencia y ésta deviene en una petición que será resuelta por la
Cámara correspondiente.
Sólo pueden formular la insistencia los tribunales, no pueden interponerla los interesados o los rogantes, sólo la
autoridad judicial.
No hay plazo para interponer la insistencia, por lo que puede ser presentada en cualquier momento durante la vigencia
de la inscripción provisoria.
Interpuesta la insistencia, el director tiene quince días para remitir la documentación al Tribunal Superior de Justicia de
Córdoba para que este a su vez lo envíe a la Cámara Civil y Comercial en turno de la Ciudad de Córdoba, la que no
tendrá plazos para resolver la cuestión.
Tercero registral: se denomina así a la persona que tiene un interés legítimo en relación a un asiento, como son en
general:
los acreedores del titular registral o del adquirente sin adquisición asentada,
los sucesores universales o singulares de aquéllos,
el síndico de la quiebra respecto de los bienes del fallido, o
el acreedor a quien se ha burlado simulando la venta del bien e inscribiendo la misma para hacerla oponible
Artículo 12. - El asiento de matriculación llevará la firma del registrador responsable. Se redactará sobre la
base de breves notas que indicarán la ubicación y descripción del inmueble, sus medidas, superficie y linderos
y cuantas especificaciones resulten necesarias para su completa individualización. Además, cuando existan, se
tomará razón de su nomenclatura catastral, se identificará el plano de mensura correspondiente y se hará
mención de las constancias de trascendencia real que resulten. Expresará el nombre del o de los titulares del
dominio, con los datos personales que se requieran para las escrituras públicas. Respecto de las sociedades o
personas jurídicas se consignará su nombre o razón social, clase de sociedad y domicilio. Se hará mención de la
proporción en la copropiedad o en el monto del gravamen, el título de adquisición, su clase, lugar y fecha de
otorgamiento y funcionario autorizante, estableciéndose el encadenamiento del dominio que exista al
momento de la matriculación. Se expresará, además, el número y fecha de presentación del documento en el
Registro.
Análisis:
Objeto: ubicación y descripción del inmueble, sus medidas, superficie y linderos, nomenclatura catastral y
plano de mensura si existieran, proporción de la propiedad y monto del gravamen.
Sujetos: nombre del o de los titulares del dominio, sus datos personales requeridos para las escrituras
públicas Respecto de las personas jurídicas o sociedades, nombre o razón social, clase de sociedad y
domicilio.
Causa: se hará mención del título de adquisición, su clase, lugar y fecha de otorgamiento y funcionario
autorizante.
En la matrícula del Registro de Córdoba, por ejemplo, hay un casillero para la determinación de los sujetos titulares del
derecho que se registra, y allí se consignan los datos exigidos para individualizar los sujetos en las Escrituras públicas, los
datos de la causa formal donde está contenido el acto o hecho jurídico (Escritura, número, fecha y número de registro del
Escribano, generalmente) y la causa material contenida en el acto (compraventa, donación, etcétera.); en cuanto a la
determinación del objeto (inmueble), se hallan en el encabezado de la matrícula, luego del número de folio real abierto
para el inmueble.
Puede haber dos o tres sujetos involucrados en el asiento: acreedor, deudor y constituyente de la hipoteca que puede
no ser el deudor, ya que se puede hipotecar el inmueble propio para garantizar una deuda ajena.
La inscripción hipotecaria dura 20 años: “Los efectos del registro de la hipoteca se conservan por el término de VEINTE
(20) años, si antes no se renueva”24.
ARTICULO 2210.- Duración de la inscripción. Los efectos del registro de la hipoteca se conservan por el término
de veinte años, si antes no se renueva.
Esto significa que –a los fines de su oponibilidad ante los terceros- la hipoteca se puede hacer valer durante ese lapso,
con más el de sus reinscripciones.
Sin embargo, el constituyente no puede prevalerse de tal caducidad, pues él conoce de su existencia.
Por su parte, la existencia de la obligación garantizada, no depende de la inscripción de la hipoteca, que sólo constituye
una seguridad del crédito y no una condición de su validez.
23 Art.
2209 –Ley 26.994 - Código Civil y Comercial de la Nación. 24 Art. 2210 –Ley 26.994 - Código Civil y Comercial de la Nación. 25 Art. 15 - Ley 17.801 -
Registro de la propiedad inmueble – Poder Ejecutivo Nacional
Cuando se abre la matrícula de un inmueble sobre el que no figuraba inscripción alguna con anterioridad, como el que es
usucapido, no existirá titular registral anterior ni encadenamiento posible.
Podemos afirmar que este art. 15 se compone de dos partes:
1. En la primera parte está lo que se llama principio de identidad, que sería el que regularía propiamente lo que
denominamos tracto sucesivo.
2. En la segunda parte del artículo está el principio de continuidad, que es la aplicación práctica del principio de
identidad consagrado en la primera parte.
Esto de la continuidad significa que si se respeta el principio de identidad la consecuencia va a ser que leyendo el asiento
final del folio se observen una serie de asientos que constituyen como los eslabones de una cadena que nos lleva desde el
primer eslabón que es el asiento de matriculación del inmueble al asiento final.
Estos principios de identidad y continuidad que conforman el tracto sucesivo, funcionan de manera correcta en los
llamados registros completos, es decir en los registros en los que el inmueble ya se encuentra matriculado.
Pero hay registros incompletos en los que aún existen dominios que no han sido registrados, y es aquí donde el principio
de tracto sucesivo encuentra un importante obstáculo. Este obstáculo subsistirá hasta que se realice el primer asiento de
inmatriculación del inmueble, que dé inicio a la cadena de transmisiones.
El art. 16 nos plantea cuatro hipótesis en las cuales se permite realizar la inscripción de una mutación real, en la cual el
disponente no es quien figura como titular del derecho real en la matrícula. Ello se fundamenta en razones de economía
inscriptoria pues, de no existir estas excepciones, se produciría la inscripción a nombre de ciertos adquirentes al solo
efecto de proceder inmediatamente a la inscripción de un sucesor particular. Sin embargo, la inscripción practicada debe
contener todos los datos del tracto y esto incluye los del transmitente que no figuraba previamente como titular.
Esta hipótesis es conocida como tracto sucesivo abreviado o comprimido, o bien llamado tracto sucesivo.
Al mismo podemos conceptualizarlo, siguiendo a Falbo como “una modalidad del tracto sucesivo por la que se permite
concentrar en un asiento único dos o más transmisiones operadas desde el titular inscripto” (1981, págs. 78 y 81).
Veamos los casos: Artículo 16. - No será necesaria la previa inscripción o anotación, a los efectos de la
continuidad del tracto con respecto al documento que se otorgue, en los siguientes casos:
Son elementos necesarios para que tenga aplicación el dispositivo contemplado en el inciso d):
Pluralidad de actos. Es necesario que existan dos o más negocios jurídicos de naturaleza registral que
involucren el mismo inmueble.
Pluralidad de instrumentos. Debe haber dos o más instrumentos receptores de los actos causales. No importa
que deba existir un instrumento por cada acto causal. Lo que se requiere es que al menos sean dos los actos y que
se instrumenten separadamente, de allí en más podrán reunirse más de un acto en cada instrumento
ilimitadamente.
Simultaneidad. La polémica viene dada en torno a la significación y alcance que debe dársele al giro
instrumentaciones simultáneas, es decir, qué recaudos deben reunir para ser consideradas simultaneas.
Una vez que el registrador ha calificado (para lo cual la ley otorga treinta días desde la presentación del instrumento)
tiene tres opciones:
lo inscribe,
lo observa Si es observado, se inscribirá provisionalmente a los fines de su subsanación (contando 180 días
desde su presentación), también podrá presentar recurso de rectificación en el término de treinta días de
notificada la observación;
lo rechaza si es rechazado, se inscribirá provisionalmente por el plazo de diez días para dar tiempo al
presentante a interponer Recurso de Apelación en contra de la decisión.
30 Art. 8 – Ley 17801 - Registro de la propiedad inmueble – Poder Ejecutivo Nacional 31 Art. 9 – Ley 17801 - Registro de la propiedad inmueble
Resumen:
Si hay nulidad absoluta y manifiesta: Rechaza.
Si hay nulidad relativa y manifiesta: Observa e inscribe provisoriamente.
Si hay nulidad relativa no manifiesta: Inscribe definitivamente.
De nulidad absoluta:
Está comprometido el orden público
(por ejemplo, casos de objeto ilícito como venta de material genético, o de
nulidad material de los instrumentos públicos cuando no reúnen los requisitos
esenciales); estos actos son insubsanables y el registro rechaza el documento,
que es inscripto provisionalmente a los fines de dar tiempo a la interposición
del recurso.
Actos anulables: aquéllos en El registrador procederá a la inscripción o anotación del documento, pues no
donde el vicio está oculto y tiene potestades para la investigación de los vicios no manifiestos; de todas
es necesaria una formas, no le será posible detectarlos.
investigación en sede judicial. Sería el caso de una compraventa en donde el disponente fue amenazado, o en la
cual se han falsificado los documentos y un tercero se hace pasar por el
disponente.
Artículo 7º - La petición será redactada en la forma y de acuerdo con los requisitos que determine la
reglamentación local. 32
Como menciona el inciso b) del art. 6, en la Ley Registral de las provincias se pueden establecer otros requisitos. Veamos
la Ley 5.771 de la provincia de Córdoba:
Artículo 4º - La petición para variar una situación registral deberá formularse exclusivamente por notario de registro,
autoridad judicial o autoridad administrativa de la Provincia, según la naturaleza del documento. La inscripción o
anotación de documentos privados se efectuará con intervención de un abogado de la matrícula o notario de registro
de la provincia.
El Registro General de la Provincia efectuará las inscripciones y anotaciones de modificaciones de hipotecas y
gravámenes constituidos mediante instrumento privado a favor de las entidades financieras adheridas a la Ley
Nacional Nº 22.510. La petición deberá ser suscripta por la autoridad que ejerza su representación, sus apoderados,
funcionarios de la Entidad Financiera, Gerencia de Sucursales o Filial. 33.
El Registro General de la Provincia habilitará un protocolo especial para registrar esos instrumentos.
Se denomina petición a la solicitud de inscripción, anotación, cancelación, etc., que efectúa el interesado. Debe ir
acompañada de los títulos que invoca y estar contenida en el formulario tipo que cada registro establece.
Hay casos en que las mutaciones registrales se producen sin rogación. Son las excepciones al principio,
veamos los casos:
1- Rectificación de asientos
Artículo 34. - Se entenderá por inexactitud del Registro todo desacuerdo que, en orden a los
documentos susceptibles de inscripción, exista entre lo registrado y la realidad jurídica
extrarregistral.
Artículo 35. - Cuando la inexactitud a que se refiere el artículo precedente provenga de error u
omisión en el documento, se rectificará, siempre que a la solicitud respectiva se acompañe
documento de la misma naturaleza que el que la motivó o resolución judicial que contenga los
elementos necesarios a tal efecto.
Si se tratare de error u omisión material de la inscripción con relación al documento a que
accede, se procederá a su rectificación teniendo a la vista el instrumento que la originó. 34
32Arts. 6 y 7 – Ley 17.801 - Registro de la propiedad inmueble – Poder Ejecutivo Nacional. 33 Art. 4 - Ley 5.771 Registro General de la Provincia, el
Senado y Cámara de diputados de la Provincia de Córdoba34 Arts. 34 y 35 - Ley 17801 - Registro de la propiedad inmueble – Poder Ejecutivo Nacional.
Caducidad: se produce Artículo 37. - Caducan de pleno derecho y sin necesidad de solicitud
de pleno derecho por el alguna, por el transcurso del tiempo que expresa este artículo o por el
que, en su caso, establezcan leyes especiales:
transcurso del tiempo,
no requiere petición de a) La inscripción de la hipoteca, al vencimiento del plazo legal si antes no
parte ni un asiento para se renovare;
que se considere caduca b) Las anotaciones a que se refiere el inciso b) del artículo 2º, a los cinco
la inscripción (art. 37, años, salvo disposición en contrario de las leyes.
Ley 17.801)
Los plazos se cuentan a partir de la toma de razón.
Según López de Zavalía (1983, pág. 71), “cancelación es la extinción de un estado jurídico registral preexistente en virtud de
la modificación de la situación extrarregistral que le daba origen”.
Si hay cancelación (asiento negativo), debe haber un asiento positivo que cancelar o dejar sin efecto, tal como la
inscripción de una hipoteca o un usufructo.
Algunas cancelaciones proceden por rogación y otras de pleno derecho, veamos la Ley Nacional:
1) A petición de parte: es la generalidad de los casos.
Art. 36.- Las inscripciones y anotaciones se cancelarán con la presentación de solicitud, acompañada del documento
en que conste la extinción del derecho registrado; o por la inscripción de la transferencia del dominio o derecho real
inscripto a favor de otra persona; o por confusión; o por sentencia judicial o por disposición de la ley. Cuando
resulten de escritura pública, ésta deberá contener el consentimiento del titular del derecho inscripto, sus sucesores
o representantes legítimos. Tratándose de usufructo vitalicio será instrumento suficiente el certificado de defunción
del usufructuario. La cancelación podrá ser total o parcial según resulte de los respectivos documentos y se practicará
en la forma determinada por la reglamentación local35.
2) De pleno derecho:
es el caso de las hipotecas (a los 20 años de la toma de razón),
las medidas cautelares (a los 5 años de la toma de razón)
y las inscripciones provisionales para subsanar (a los 180 días de presentado el título, o más si hay prórrogas)
y también los certificados del art. 24, si no son usados en término.
Art. 37: Caducan de pleno derecho y sin necesidad de solicitud alguna, por el transcurso del tiempo que expresa este
artículo o por el que, en su caso, establezcan leyes especiales:
a) La inscripción de la hipoteca, al vencimiento del plazo legal si antes no se renovare;
b) Las anotaciones a que se refiere el inciso b) del artículo 2º, a los cinco años, salvo disposición en contrario de las
leyes. Los plazos se cuentan a partir de la toma de razón.36
Los recursos internos y judiciales han sido desarrollados en el punto 5.5 al cual remitimos.
c) Oponibilidad: Este efecto se relaciona con el de cognoscibilidad, es decir con la posibilidad de dar a conocer a
ciertos terceros la situación jurídica de un bien. Nuestro ordenamiento en el caso de la constitución de derecho
reales sobre inmuebles exige la registración de las mismas con dichos efectos (art. 2505, Código Civil), pero a
dichas transmisiones no siempre les será necesaria la registración para ser oponible a ciertos terceros, y así lo
establecido en el art. 20 de la Ley Registral 17.801 que establece que no podrán prevalecerse de la falta de
registración de un documento del cual éstos hubieran participado, para los cuales el mismo se considerara como
registrado, aun cuando no lo estuviera.
Artículo 20. - Las partes, sus herederos y los que han intervenido en la formalización del documento, como el
funcionario autorizante y los testigos en su caso, no podrán prevalerse de la falta de inscripción, y respecto de ellos
el derecho documentado se considerará registrado. En caso contrario, quedarán sujetos a las responsabilidades
civiles y sanciones penales que pudieran corresponder.
El certificado del art. 23 de la Ley Registral es una diligencia previa a todo acto jurídico de disposición sobre inmuebles,
y tiene una doble naturaleza.
Está dotado de publicidad formal, informa el estado de las personas disponentes (inhibición, titularidad, etcétera) y de
los bienes a disponer (cautelares, cargas reales, etcétera).
Su aspecto de publicidad material hace al bloqueo registral, pues genera un efecto de inoponibilidad.
Artículo 23. - Ningún escribano o funcionario público podrá autorizar documentos de transmisión,
constitución, modificación o cesión de derechos reales sobre inmuebles, sin tener a la vista el título inscripto
en el Registro, así como certificación expedida a tal efecto por dicha oficina en la que se consigne el estado
jurídico de los bienes y de las personas según las constancias registradas.
Los documentos que se otorguen deberán consignar el número, fecha y constancias que resulten de la
certificación.
Fe pública registral: un asiento es exacto cuando coincide con la realidad jurídica material extrarregistral, o sea
aquella que los jueces declararían llegado el caso de un litigio.
Algunos sistemas registrales presumen esta exactitud iure et de iure y cuentan con un sistema de seguros para los casos
en que no es así (Alemania). En nuestro país esta presunción no opera, pues el art. 4 de la Ley Registral indica que la
inscripción no es convalidante.
El principio de fe pública registral se refiere, en nuestro registro inmobiliario, a la presunción de autenticidad de los
documentos emanados del registro. Los certificados e informes son instrumentos públicos que hacen plena fe de su
contenido, acreditado reflejar los asientos sobre los que informan. Si se hubiese registrado un título nulo o viciado, el
informe sólo acreditará que el título existe y que su contenido es el reflejado allí, no saneará el título.
Los informes
Da a conocer la situación jurídica de un bien, que puede ser la situación actual o la histórica.
Sólo nos da cognocibilidad.
Se solicita a través de martillero, escribano, abogado.
Cumplen solamente la función de publicidad.
Gozan de fe pública pero no garantiza inmutabilidad y no tienen plazo de vigencia.
Carece de reserva de prioridad y bloqueo registral.
No se deja constancia en el folio real de su expedición.
Los certificados
Es un instrumento público.
Hacen conocer la situación jurídica del inmueble y garantizan que dicha situación jurídica por ellos publicitada se
mantendrá inmutable durante el plazo establecido en la Ley Registral en su art. 24 (15, 25 o 30 días dependiendo la
distancia entre el domicilio del funcionario interviniente y el registro), reservando prioridad para un negocio que se
encuentra en gestación.
Produce los efectos materiales de la reserva de prioridad y el bloqueo registral.
De su expedición se deja constancia en el folio.
Modo: es el segundo elemento necesario para que se constituya el derecho real. Puede ser inscriptorio o
posesorio.
MODO INSCRIPTORIO MODO POSESORIO
El derecho real necesitará de uno u otro modo, según el objeto sobre el cual recaiga.
Antes hemos hecho alusión al modo como elemento constitutivo del derecho real, pero cuando hablamos de modos de
adquisición del derecho real nos referimos a la manera en la cual éste puede ser adquirido (Ej. actos jurídicos) y que se
estudiará según las normas de adquisición del dominio. No obstante ello, al estudiar cada derecho real en particular, se
analizan las particularidades en la constitución de cada uno.
Inter vivos:
Adquirir la posesión significa asumir el poder físico sobre la cosa; es en ese momento cuando, según Savigny,
deben reunirse los dos elementos corpus y animus. La importancia del acto adquisitivo radica en el hecho de que
es allí donde se exterioriza la causa de la posesión, se plasman sus caracteres y comienza el cómputo de la
anualidad, condición necesaria para ejercer las acciones posesorias propiamente dichas. En los derechos reales
que se ejercen mediante posesión, ésta tiene carácter constitutivo del derecho
A título oneroso o
gratuito
derivados
La apropiación
En este apartado nos referimos a un modo de adquirir derechos reales, es decir cuando se produce la unión del
mencionado derecho con una persona, que de ese modo se convierte en su titular. Por consiguiente, para que opere
dicho efecto jurídico, debe haber necesariamente un supuesto de hecho (apropiación) al cual el ordenamiento
jurídico reconoce como condicionante de la adquisición.
Definición
Al igual que la adquisición de la posesión, la apropiación dominial consiste en la aprehensión del objeto, pero no con
ánimo de poseer solamente, sino de ser titular del derecho real. El adquirente debe tener capacidad (mayores de diez
años no dementes), la cosa debe ser mueble abandonada o sin dueño y susceptible de apropiación.
Diana Espíndola Página 93
Derecho Reales – Derecho Privado V -
Recordemos que, si bien las cosas que no tienen dueño se reputan del Estado, es necesario un acto positivo de
aquél para efectivizar el principio; hasta tanto, son apropiables por los particulares.
Los bienes se reputan cosas perdidas cuando han salido del ámbito donde usualmente se conservan (elemento
objetivo), en virtud de un caso fortuito o una negligencia de su propietario (elemento subjetivo), lo que excluye el
caso de abandono voluntario.
Las cosas perdidas son cosas con dueño, por ello no son apropiables. Debe procurarse su devolución al dueño,
quien restituirá los gastos efectuados por el hallador y le proveerá una recompensa (acordada o, en su defecto,
fijada por el Juez). El dueño puede exonerarse de estas obligaciones y abandonar la cosa en manos del hallador.
ARTICULO 1948.- Caza. El animal salvaje o el domesticado que recupera su libertad natural, pertenece al cazador
cuando lo toma o cae en su trampa. Mientras el cazador no desista de perseguir al animal que hirió tiene derecho a la
presa, aunque otro la tome o caiga en su trampa. 1.
Pertenece al dueño del inmueble el animal cazado en él sin su autorización expresa o tácita. 1
Según estas disposiciones, quien hallase el animal en la trampa, tendría la obligación de entregarlo al cazador porque él
tiene prelación sobre éste; cuando hay entrampamiento existe apropiación aunque sin acto de aprehensión material.
El Código Civil y Comercial considera que los animales salvajes son res nullius, sin embargo, en el caso de que los terrenos
donde cazare estuvieren cercados, plantados o cultivados (o sea con signos evidentes de tener un poseedor) y fueren
atrapados sin consentimiento del dueño del fundo, la ley le atribuye a aquél la propiedad de los animales, como una
sanción para el cazador.
Asimismo, se ha optado por considerar que la adquisición del dominio se produce recién cuando el animal es tomado por
el cazador o cuando ha caído en sus trampas.
En relación a la pesca:
La pesca es también otra manera de apropiación. Ocurre en el momento en que el pez cae en las redes del pescador. El Art.
1.949 establece:
ARTICULO 1949.- Pesca. Quien pesca en aguas de uso público, o está autorizado para pescar en otras aguas,
adquiere el dominio de la especie acuática que captura o extrae de su medio natural. 2.
A más de las disposiciones del Derecho Civil, el derecho de cazar y de pescar está sujeto a los reglamentos de las
autoridades locales.
Como se puede apreciar, la persecución de las abejas demuestra que el dueño mantiene vivo su derecho, y que sólo si no
lo persigue o cesa en su intento pierde el dominio del enjambre y éste pasa a pertenecer a quien lo toma.
1 Art.1.948 – Ley N° 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
2 Art. 1949 – Ley N° 26.994. Op. cit.
3 Art. 1.950 – Ley N° 26.994. Op. cit.
El tesoro
La presente temática se encuentra desarrollada en la Sección 2° (Adquisición de un tesoro) del Capítulo 2 (Modos
especiales de adquisición del dominio) del Título III (Dominio) del Libro IV (Derechos Reales) del Código Civil (Arts. 1951-
1954).
Definición
Art. 1951.-Es tesoro toda cosa mueble de valor, sin dueño conocido, oculta en otra cosa mueble o inmueble. No lo es
la cosa de dominio público, ni la que se encuentra en una sepultura de restos humanos mientras subsiste esa
afectación4.
El tesoro es una cosa mueble en condición de res nullius y debe ser hallada de modo causal. Debe poseer
individualidad propia, ser de valor y estar enterrada o escondida.
Adquisición de un tesoro
ARTICULO 1951.- Tesoro. Es tesoro toda cosa mueble de valor, sin dueño
conocido, oculta en otra cosa mueble o inmueble. No lo es la cosa de dominio
público, ni la que se encuentra en una sepultura de restos humanos mientras subsiste
esa afectación.
En el caso de los tesoros hay una adquisición lege (Relativo a la ley.)Esto es así, porque al ser cosas muebles,
correspondería su propiedad a quien se los apropiara y por el mero acto de la apropiación; sin embargo, el articulado nos
da una solución diferente. La mitad del tesoro pertenece al dueño del fundo y la otra mitad al descubridor.
En el caso de que el descubridor fuese el propio dueño del fundo, el cincuenta por ciento del tesoro lo adquirirá
por apropiación, como descubridor y el porcentaje restante, por su calidad de dueño del fundo y sería una
apropiación lege.
4 Art.1.951 – Ley N° 26.994. Op. cit. 5 Arts. 1952 y 1953 – Ley N° 26.994. Op. cit. 6 Art. 1957 – Ley N° 26.994. Op. cit.
Cuando alguien pretende que tiene un tesoro que dice haber guardado en predio ajeno y quiere buscarlo, puede hacerlo
sin consentimiento del dueño del predio; debe designar el lugar en que se encuentra, y garantizar la indemnización de todo
daño al propietario. Si prueba su propiedad, le pertenece. Si no se acredita, el tesoro pertenece íntegramente al dueño del
inmueble.
Régimen de cosas perdidas
ARTICULO 1955.- Hallazgo. El que encuentra una cosa perdida no está obligado a tomarla, pero si lo
hace asume las obligaciones del depositario a título oneroso. Debe restituirla inmediatamente a quien
tenga derecho a reclamarla, y si no lo individualiza, debe entregarla a la policía del lugar del hallazgo,
quien debe dar intervención al juez.
Transformación
Las personas a través de sus oficios, industrias o trabajos constantemente transforman las cosas. Por consiguiente la ley
tuvo que regular, como verás a continuación, los distintos supuestos que se podían plantear a los fines de poder dilucidar a
quien le correspondía, en cada caso, la propiedad y el dominio de la cosa transformada.
Transformación y accesión de cosas muebles
ARTICULO 1957.- Transformación. Hay adquisición del dominio por transformación si alguien de buena
fe con una cosa ajena, mediante su sola actividad o la incorporación de otra cosa, hace una nueva con
intención de adquirirla, sin que sea posible volverla al estado anterior. En tal caso, sólo debe el valor de la
primera.
Si la transformación se hace de mala fe, el dueño de la materia tiene derecho a ser indemnizado de todo
daño, si no prefiere tener la cosa en su nueva forma; en este caso debe pagar al transformador su trabajo o
el mayor valor que haya adquirido la cosa, a su elección.
Si el transformador es de buena fe y la cosa transformada es reversible a su estado anterior, el dueño de la
materia es dueño de la nueva especie; en este caso debe pagar al transformador su trabajo; pero puede
optar por exigir el valor de los gastos de la reversión.
Si el transformador es de mala fe, y la cosa transformada es reversible a su estado anterior, el dueño de la
cosa puede optar por reclamar la cosa nueva sin pagar nada al que la hizo; o abdicarla con indemnización
del valor de la materia y del daño.
ARTICULO 1958.- Accesión de cosas muebles. Si cosas muebles de distintos dueños acceden entre sí
sin que medie hecho del hombre y no es posible separarlas sin deteriorarlas o sin gastos excesivos, la cosa
nueva pertenece al dueño de la que tenía mayor valor económico al tiempo de la accesión. Si es imposible
determinar qué cosa tenía mayor valor, los propietarios adquieren la nueva por partes iguales.
Definición
Según el Art. 1957 del Código Civil y Comercial "hay adquisición del dominio por transformación si alguien con una cosa
ajena, mediante su sola actividad o la incorporación de otra cosa, hace una nueva con intención de adquirirla"6.
En el Derecho Romano existía una disputa entre dos escuelas doctrinarias:
los sabinianos entendían que la cosa debía pertenecer al dueño de la materia prima y
los proculeyanos, entendían que era más importante el trabajo del especificador y por ello creían que era a éste a
quien debía pertenecer. Esta famosa polémica es reseñada por Vélez Sarsfield en la nota al Art. 2567 del Código
Civil derogado.
6. art. 1957
Distintos casos
Las soluciones de nuestro actual Código Civil y Comercial son las siguientes:
Cuando el trabajo no es reversible:
- Si el especificador hace el trabajo de buena fe, adquiere el dominio y debe pagar el valor de la materia
prima a quien era su dueño.
- Si la transformación se hace de mala fe, el dueño de la materia tiene derecho a ser indemnizado de todo
daño, si no prefiere tener la cosa en su nueva forma; en este caso debe pagar al transformador su trabajo o
el mayor valor que haya adquirido la cosa, a su elección.
ARTICULO 1958.- Accesión de cosas muebles. Si cosas muebles de distintos dueños acceden entre sí sin que
medie hecho del hombre y no es posible separarlas sin deteriorarlas o sin gastos excesivos, la cosa nueva
pertenece al dueño de la que tenía mayor valor económico al tiempo de la accesión. Si es imposible determinar
qué cosa tenía mayor valor, los propietarios adquieren la nueva por partes iguales. 7.
Debemos distinguir el caso en que medie intención de ambos dueños para formar la unión, porque en ese caso sería un
hecho del hombre que hace nacer un condominio voluntario. Tradicionalmente, se distinguen los siguientes casos:
Mezcla: hay fusión de ambas cosas muebles sólidas y ordinariamente no podrán separarse, por ejemplo A tiene
una tonelada de piedra caliza y se mezcla con una tonelada de piedras del mismo mineral, pertenecientes a B.
Confusión: ídem al anterior, sólo que la fusión se lleva a cabo entre cosas líquidas; por ejemplo, mil litros de gasoil
de A se confunden con cien litros de gasoil pertenecientes a B.
Adjunción: unión de dos cosas muebles sin fusionarse. Por ejemplo, un portaequipajes que se adosa al techo de un
auto. En estos casos, generalmente ambas cosas podrán separarse sin mayor dificultad.
7 Art. 1958 – Ley N° 26.994. Op. cit.
De cosas inmuebles:
a) análisis del supuesto de aluvión;
b) análisis del supuesto de avulsión;
c) análisis del supuesto de construcción, siembra y plantación;
d) caso invasión del inmueble colindante
Accesión en inmuebles. Casos.
a) Aluvión (Art. 1959):
ARTICULO 1959.- Aluvión. El acrecentamiento paulatino e insensible del inmueble confinante con aguas durmientes
o corrientes que se produce por sedimentación, pertenece al dueño del inmueble. No hay acrecentamiento del
dominio de los particulares por aluvión si se provoca por obra del hombre, a menos que tenga fines meramente
defensivos.
No existe aluvión si no hay adherencia de la sedimentación al inmueble. No obsta a la adherencia el curso de agua
intermitente.
El acrecentamiento aluvional a lo largo de varios inmuebles se divide entre los dueños, en proporción al frente de
cada uno de ellos sobre la antigua ribera.
Se aplican las normas sobre aluvión tanto a los acrecentamientos producidos por el retiro natural de las aguas,
como por el abandono de su cauce.
Es un modo de adquirir terreno, de los dueños de heredades colindantes con ríos o arroyos. El fundamento
de la atribución de propiedad de estos trozos de terreno a los propietarios de las heredades colindantes
reposa en el hecho de que los cauces de agua son variables y, debido a que muchas veces los ribereños
pierden terreno por acción del agua, es justo también que otras veces lo ganen. Es dable destacar que debe
producirse exclusivamente de la acción de la naturaleza, es decir, en forma espontánea.
El aluvión puede darse:
- Por acarreo: se refiere a los acrecentamientos de tierra que reciban paulatina e insensiblemente por
efecto de la corriente de las aguas y produce sedimentación. Este acrecentamiento pertenece al dueño
del inmueble. No hay acrecentamiento del dominio de los particulares por aluvión si se provoca por obra
del hombre, a menos que tenga fines meramente defensivos; tampoco se consideran aluvión aquellos
casos en que no hay adherencia de la sedimentación al inmueble.
"El acrecentamiento aluvional a lo largo de varios inmuebles se divide entre los dueños, en proporción al
frente de cada uno de ellos sobre la antigua ribera"8.
Por abandono: los terrenos que el curso de las aguas dejare a descubierto y se retiraren
insensiblemente de una de las riberas hacia la otra; podría darse, por ejemplo, que el cauce se secara (lo
que se denomina cauce viejo o madrejón). Se aplican a estas hipótesis las normas del aluvión por
acarreo.
ARTICULO 1960.- Cauce del río. No constituye aluvión lo depositado por las aguas que se encuentran
comprendidas en los límites del cauce del río determinado por la línea de ribera que fija el promedio de las
máximas crecidas ordinarias..9
Si se desplaza parte de un inmueble hacia otro, su dueño puede reivindicarlo mientras no se adhiera naturalmente.
El dueño del otro inmueble no tiene derecho para exigir su remoción, mas pasado el término de seis meses, las
adquiere por prescripción.
Cuando la avulsión es de cosa no susceptible de adherencia natural, se aplica lo dispuesto sobre las cosas perdidas
Mientras que en el supuesto anterior la acción del agua es paulatina, la avulsión es un modo de adquirir el
dominio por el cual un río o un arroyo lleva por una fuerza súbita alguna cosa susceptible de adherencia natural,
como tierra, arena o plantas, y las une, sea por adjunción, sea por superposición, a un campo inferior, o a un
fundo situado en la ribera opuesta.
El propietario del fundo adquiere lo adherido desde que las cosas desligadas por avulsión se adhieren
naturalmente al terreno ribereño en que fueron a parar; durante el proceso de adherencia, el propietario de la
cosa desprendida, puede reivindicarla pero tiene sólo seis meses; pasados estos y consecuentemente prescripta
su acción, el dueño del fundo adquiere el dominio.
Puede darse el caso de que la cosa desprendida (digamos un árbol o un conjunto de rocas), moleste al
propietario del fundo y que el dueño de las cosas desprendidas no efectúe ninguna manifestación.
Por otra parte, no es posible forzarlo a reivindicar las cosas, puesto que esto es una facultad y no una obligación.
Para solucionar este supuesto, algunos autores echan mano de una acción: la acción interrogatoria, cuyo fin es
interrogar al propietario de la cosa respecto de su voluntad de reivindicarla o no.
Cuando la avulsión es de cosa no susceptible de adherencia natural, se aplica lo dispuesto sobre las cosas
perdidas.
1. Terreno propio y materiales ajenos: El dueño del terreno se hace propietario de las obras en todos los casos,
pero además se debe distinguir:
Buena fe del edificador: debe el valor de los materiales.
Mala fe del edificador: ídem, pero además debe pagar una indemnización por daños y perjuicios
ocasionados y, en su caso, se hace pasible de una acción penal.
En ambos casos, si los materiales son posteriormente separables, su anterior propietario puede
reivindicarlos.
Es el supuesto de que sólo una parte de la obra se asentara en terreno ajeno, caso muy común en terrenos donde
los mojones se han corrido o los límites eran poco claros. Así, el Código indica que quien construye en su inmueble,
pero de buena fe invade el inmueble colindante, puede obligar a su dueño a respetar lo construido, si éste no se
opuso inmediatamente de conocida la invasión. Ello, en tanto permitir la reivindicación de la franja de terreno
pertinente y la correlativa demolición de las obras, implicaría un abuso del derecho.
Así, el dueño del inmueble colindante puede exigir la indemnización del valor de la parte invadida del inmueble,
también puede reclamar su adquisición total si se menoscaba significativamente el aprovechamiento normal del
inmueble y, en su caso, la disminución del valor de la parte no invadida. Si el invasor no indemniza, puede ser
obligado a demoler lo construido.
Si el invasor es de mala fe y el dueño del fundo invadido se opuso inmediatamente de conocida la invasión, éste
puede pedir la demolición de lo construido. Sin embargo, si resulta manifiestamente abusiva, el juez puede rechazar
la petición y ordenar la indemnización. 11
8 Art. 1.959 –Ley N° 26.994. Op. cit.
9 Art. 1.960 –Ley N° 26.994. Op. cit.
10 Art. 1.962–Ley N° 26.994. Op. cit.
11 Art. 1.963 –Ley N° 26.994. Op. cit.
Esquema sintético
Se distinguen los siguientes casos:
Mezcla: hay fusión de ambas cosas muebles sólidas y
Accesión de cosas ordinariamente no podrán separarse
muebles Confusión: ídem al anterior, sólo que la fusión se lleva a cabo
entre cosas líquidas;
ARTÍCULO 1958
Adjunción: unión de dos cosas muebles sin fusionarse.
Origen y fundamento
El derecho real sobre cosas muebles se adquiere de igual forma que sobre inmuebles:
un negocio jurídico (título) y
la entrega (modo).
El caso de algunos muebles registrables como los automotores es diverso y lo estudiarás más adelante.
Sin embargo, cuando nos topamos con un poseedor y otra persona que dice ser el verdadero propietario, es difícil saber
quién es el verdadero dueño de la cosa mueble porque, en general, estas carecen de título documentado.
Es necesario, entonces, establecer si pertenecen al poseedor y, en caso contrario, en qué medida son reivindicables por el
verdadero propietario.
ARTICULO 1895.- Adquisición legal de derechos reales sobre muebles por subadquirente Adquisición legal de
derechos reales sobre muebles por subadquirente. La posesión de buena fe del subadquirente de cosas muebles
no registrables que no sean hurtadas o perdidas, es suficiente para adquirir los derechos reales principales
excepto que el verdadero propietario pruebe que la adquisición fue gratuita...1.
Respecto de las cosas muebles registrables no existe buena fe sin inscripción a favor de quien la invoca.
Tampoco existe buena fe aunque haya inscripción a favor de quien la invoca, si el respectivo régimen especial prevé
la existencia de elementos identificatorios de la cosa registrable y éstos no son coincidentes
Posesión: hemos dicho que ésta equivale a corpus + animus, sin embargo muchos autores entienden que por imperio de
la disposición que indica “El sujeto de la relación de poder sobre una cosa no tiene obligación de producir su título a la
posesión o a la tenencia, sino en el caso que deba exhibirlo como obligación inherente a su relación de poder”2 y, como ya se
ha expresado: el poseedor posee porque posee, cuando hay corpus la posesión se presume.
De buena fe: la buena fe se presume en todos los casos en que alguna norma no mandase a presumir mala fe; este
principio está contenido expresamente en el Código Civil y Comercial cuando dice: “La relación de poder se presume de
buena fe, a menos que exista prueba en contrario...”3. Luego, enumera algunas situaciones en que se presume mala fe.
ARTICULO 1895….Respecto de las cosas muebles registrables no existe buena fe sin inscripción a favor de quien
la invoca.
Tampoco existe buena fe aunque haya inscripción a favor de quien la invoca, si el respectivo régimen especial prevé
la existencia de elementos identificatorios de la cosa registrable y éstos no son coincidentes
Subadquirente: debe existir una persona que ejerza una relación de poder sobre la cosa sin ser el propietario y que luego
entregue la posesión o tenencia a favor de un subadquirente, sin tener derecho a hacerlo.
Cosa no robada ni perdida: el propietario debe haberse desprendido voluntariamente de la cosa, caso contrario el
principio no se aplica.
El poseedor es ahora titular del domino y es este un derecho adquirido en forma originaria emanada de una disposición
legal y por tanto ha adquirido libre de las cargas que antes tenía la cosa (como, por ejemplo, usufructo). Lo normal, cuando
trasmitimos un derecho, es que lo hacemos con el mismo alcance del que tenía bajo nuestra titularidad, este es el principio
consagrado en el Código Civil y Comercial cuando dice:
"Nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso que el que tiene, sin perjuicio de las excepciones
legalmente dispuestas"4.
Título oneroso: este requisito surge contrario sensu de la disposición transcripta. La onerosidad se presume y la prueba
recae en contrario en el propietario reivindicante.
Para que sea mejor entendida la dinámica del artículo estudiado, brindaremos un ejemplo:
Juan (A) deja su reloj en reparación a su relojero de confianza, Pedro (B); este se confunde y lo vende a Lucas (C).
Posteriormente, Juan quiere reivindicar su reloj de manos de Lucas, que repele la acción y alega haberse hecho titular en
virtud del Art. 1895 (poseedor de buena fe de cosa mueble y a título oneroso).
A B C
Acerca de la naturaleza jurídica de la adquisición operada, la doctrina había distinguido tradicionalmente tres teorías:
1. Prescripción instantánea: la teoría parece haber tenido origen en el hecho de que en el Código Civil francés una
disposición análoga a la nuestra está ubicada en el capítulo dedicado a las prescripciones; sin embargo, la idea
no tuvo demasiada cabida pues los términos “prescripción” e “instantánea”, ya son de por sí contradictorios.
2. Presunción de propiedad: para la mayoría de quienes sostenían esta posición, era una presunción iure et de iure,
pues mientras el título de adquisición sea oneroso, no podría rebatirse.
3. Adquisición legal: la ley atribuye la propiedad al poseedor de buena fe de cosa mueble no robada ni perdida.
La controversia fue resuelta por el nuevo Código Civil y Comercial que, expresamente, establece la tercera postura.
Lo mismo ocurrirá, si está inscripto y el régimen de la cosa mueble involucrada prevé la existencia de
elementos identificatorios cuya realidad no concuerde con el asiento respectivo (caso de los
automotores con la “verificación física” al momento de la venta de los automóviles usados).
Excepciones a la hipótesis de adquisición legal:
Semovientes.
Automotores.
Cosas robadas o perdidas.
Los semovientes
Los semovientes son los que se pueden trasladar de un lugar a otros por sí mismos. Estos animales merecen especial
atención ya que, al igual que los automotores y las cosas robadas y perdidas se encuentran fuera del ámbito de aplicación
de la presunción legal establecida en el Art. 1895 del Código Civil y Comercial. Es por ello y su vital importancia en nuestro
país que analizarás el régimen de los mismos a continuación.
Antecedentes
Nuestro territorio ha sido siempre eminentemente agrícola ganadero, por ello se hizo necesario desde épocas coloniales, la
implementación de sistemas de marcación y señalamiento del ganado, que permitieran identificar la propiedad de los
animales.
La Constitución Nacional en 1853 atribuyó al Congreso de la Nación la potestad de dictar el Código Civil y las normas sobre
derecho de fondo (que abarca la determinación de la propiedad de cosas muebles, incluidos los semovientes). Sin embargo,
el Código de Vélez no contenía una sola norma al respecto, algunos afirman que esto se debe a que el codificador lo
consideraba una potestad del poder del policía, delegado a las provincias.
Debido a este vacío legal, según el régimen implementado por el Código Civil, operaba la hipótesis de “adquisición legal” y
el poseedor de buena fe de un semoviente era dueño, en tanto éste se encontraba equiparado a cualquier otra cosa
mueble.
Esta ley, en su Art. 6, establece la obligatoriedad de marcar el ganado mayor (bovino, equino y mular) y señalar el ganado
menor (caprino, ovino, porcino, etc.).
La marca (Art. 1) es a)...la impresión que se efectúa sobre el animal de un dibujo o diseño, por medio de hierro
candente, de marcación en frío, o de cualquier otro procedimiento que asegure la permanencia en forma clara e
indeleble que autorice la Secretaría de Agricultura y Ganadería .
En el supuesto anterior, si el relojero hubiese regalado el reloj a Lucas, la reivindicación de Juan procede.
La señal es un corte o incisión, o perforación, o grabación hecha a fuego, en la oreja del animal5.
Artículo 6º: Es obligatorio para todo propietario de hacienda marcar su ganado mayor y señalar
su ganado menor. En el ganado porcino se autoriza también el uso de alguno de los otros medios
alternativos de identificación animal indicados en el artículo 1º de la presente ley, a elección del
propietario del ganado. En los ejemplares de pura raza, la marca o señal podrá ser sustituida por
tatuajes o reseñas, según especies.
Art. 5.- "Es obligatorio para todo propietario de ganado tener registrado a su nombre el diseño que empleare para
marcar o señalar..."6.
Artículo 5º: Es obligatorio para todo propietario de ganado mayor o menor tener registrado a su
nombre el diseño que empleare para marcar o señalar, conforme a lo dispuesto en la presente ley.
Queda prohibido marcar o señalar sin tener registrado el diseño que se emplee, con excepción de la
señal que fuera usada como complemento de la marca en el ganado mayor.
Es obligatorio para todo propietario de ganado porcino tener registrado a su nombre el diseño que
empleare para señalar, o el medio alternativo de identificación elegido según lo propuesto por la
presente ley y de uso exclusivo para la especie porcina.
Queda prohibido señalar o identificar el ganado porcino con alguno de los medios alternativos de
identificación propuestos exclusivamente para la especie porcina, sin tener registrado el diseño de la
señal que se emplee, o el medio alternativo de identificación elegido entre los propuestos por la
presente ley
La norma más importante es el Art. 9, que nos dice: “se presume, salvo prueba en contrario… que el ganado mayor
marcado y el ganado menor señalado, pertenecen a quien tiene registrado a su nombre el diseño de la marca o señal
aplicada al animal”7.
Aquí se ve en forma clara la diferencia entre el régimen común de cosas muebles (Art. 1895) y el de semovientes, pues no
es la posesión de buena fe sino el registro de marca o señal, lo que otorga la presunción de propiedad del ganado.
Continúa el artículo: “se presume igualmente, salvo prueba en contrario, que las crías no marcadas o señaladas
pertenecen al propietario de la madre. Para que esta presunción sea aplicable, las crías deberán encontrarse al pie de
la madre”8.
Artículo 9º: Se presume, salvo prueba en contrario, y sin perjuicio de lo dispuesto en el Título IV de la
presente ley, que el ganado mayor marcado y el ganado menor señalado, o en el caso exclusivamente
del ganado porcino, señalado o identificado con alguno de los medios alternativos descritos en el
artículo 1º de la presente ley pertenece a quien tiene registrado a su nombre el diseño de la marca o
señal, o medio de identificación alternativo aplicado al animal.
La Ley N° 20.378
Quedan excluidos los caballos de pura sangre de carrera, pues están regulados por la Ley N° 20.378.
Los registros genealógicos a que se refiere el artículo, poseen una larga tradición y funcionan eficientemente. Han sido
llevados por
la Sociedad Rural Argentina para el ganado bovino, ovino, porcino y asnal y
por la Asociación Civil Jockey Club para los caballos de pura sangre de carrera (Stud Book Argentino).
En ellos, los criadores conservan un cuidadoso registro del pedigree del animal y su rigurosa individualización; son
registros privados y sus reglamentos a veces han sido cuestionados como de dudosa constitucionalidad, tal el caso del
reglamento del Stud Book Argentino que en su Art. 55 dice: “la propiedad de un caballo de pura sangre de carrera resulta
exclusivamente de las constancias de su inscripción en el Registro respectivo. En consecuencia, es propietario de un caballo
de sangre pura de carrera, la persona, personas o entidades a cuyo nombre está inscripta la propiedad”9.
Esta disposición (emanada no del Congreso de la Nación, sino de una entidad privada) carecía de potestad para extraer
estos animales del régimen del Art. 1895; sin embargo, con la sanción de la Ley N° 20.378 (se recomienda su lectura atenta
para la aprobación del módulo) el problema quedó resuelto, pues declara la inscripción del dominio constitutiva y
oficializó los registros genealógicos habilitados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
El Art. 10 de la Ley N° 22.939 habla del ganado no marcado ni señalado, que recibe el nombre de “orejano” y del que tiene
una marca o señal no suficientemente clara: la propiedad de este tipo de animales cae bajo el régimen común, o sea es
regido por el Art. 1895 del Código Civil y Comercial y la posesión de buena fe hace presumir su propiedad.
Además de los diseños sobre la marca y la señal, el propietario de ganado debe registrar los actos jurídicos mediante los
cuales transfiera la propiedad del ganado, a través de formularios tipo (Art. 12). A su vez, para transportar el ganado es
obligatorio el uso de guía expedida por la autoridad de aplicación provincial.
ARTICULO 10. — El poseedor de hacienda orejana y de aquella cuya marca o señal o medio alternativo de
identificación propuesto exclusivamente para el ganado porcino no fuere suficientemente clara, quedará
sometido en su derecho de propiedad al régimen común de las cosas muebles, sin perjuicio de las sanciones que
estableciere la autoridad local
ARTICULO 12. — Todo acto jurídico mediante el cual se transfiera la propiedad de ganado mayor o menor, deberá
instrumentarse con un certificado de adquisición que, otorgado por las partes, será autenticado por la autoridad
local competente.
En síntesis:
1) Animales orejanos: → Régimen cosas muebles no registrables;
GANADERIA
Equinos.
Registros Genealógicos
LEY N° 20.378
Artículo 1°- La inscripción de animales equinos de sangre pura de carrera en los registros genealógicos reconocidos
por el Ministerio de Agricultura y Ganadería acredita su origen, calidad, como ejemplares de pedigree y la propiedad
a favor del titular. Se considerarán como tales registros genealógicos los actualmente existentes, los cuales deberán
ajustar su organización y funcionamiento a las condiciones que establezca el Poder Ejecutivo nacional, que los
controlará a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería así como a los que, de acuerdo con dichas condiciones
se reconozcan en el futuro.
Art. 2°- La transmisión del dominio de los animales a que se refiere el artículo anterior sólo se perfeccionará entre las
partes y respecto de terceros mediante la inscripción de los respectivos actos en los registros genealógicos.
Los registros genealógicos estarán habilitados para cumplimentar la anotación de actos de disposición, medidas
precautorias, gravámenes u otras restricciones al dominio convenidas entre las partes u ordenadas por disposición
judicial.
Art. 3°- No serán aplicables a los animales inscriptos en los registros genealógicos la prohibición del pacto comisorio
en la venta de cosas muebles establecida por el artículo 1374 del Código Civil ni tampoco la disposición del artículo
1429 del mismo Código.
Art. 4°- La presente ley entrará en vigencia juntamente con la reglamentación de la organización y funcionamiento de
los registros a que se refiere el artículo 1°.
Los automotores
Los automotores, tal como se expresó anteriormente y al igual que los semovientes, se encuentran exceptuados del
principio consagrado en el Art. 1895. Los mismos, tal como desarrollaremos a continuación, son cosas muebles
registrables, cuya anotación tiene un carácter constitutivo, por lo que hasta no mediar dicha inscripción en el Registro
correspondiente no nace el derecho real.
El Art. 2, indica que la inscripción de buena fe de un automotor en el registro confiere al titular de la misma la propiedad del
vehículo y el poder de repeler cualquier acción de reivindicación, si el automotor no hubiese sido hurtado o robado. Así
vemos cómo el requisito de la posesión es reemplazado por el de la inscripción.
Cosas muebles → Régimen general: posesión + buena fe + onerosidad = propiedad;
Automotores → Régimen especial: inscripción + buena fe = propiedad.
ARTICULO 2º- La inscripción de buena fe de un automotor en el registro confiere al titular de la misma la
propiedad del vehículo y el poder de repeler cualquier acción de reivindicación, si el automotor no hubiese sido
hurtado o robado
Recuerda que la buena fe implica haber caído en un error de hecho excusable y quien lo alegue, deberá acreditar que ha
tomado todos los recaudos pertinentes, especialmente que ha revisado las constancias registrales (nadie puede alegar
buena fe si desconoce lo publicitado en los registros), por ende, para ser considerado de buena fe, debe adquirir el bien de
quien se encuentre inscripto como titular registral, exigir la exhibición del título del automotor, peticionar del Registro el
certificado de dominio y gravámenes que regula el Art. 16 del Decreto Ley y efectuar la verificación física del vehículo (que
generalmente se hará ante autoridades de la dirección de tránsito y con los formularios correspondientes).
Entonces, si una persona vende su vehículo a varios compradores (una estafa), resultará propietario el comprador de
buena fe que logre inscribir la transferencia.
Asimismo, si alguien vende a otra persona un vehículo haciéndose pasar por el dueño (o sea mediante un título nulo),
pero el comprador es de buena fe y logra inscribir el vehículo, se hará propietario.
ARTICULO 16.-A los efectos de la buena fe previstos en los artículos 2º, 3º y 4º del presente, se presume
que los que adquieren derechos sobre un automotor, conocen las constancias de su inscripción y de las
demás anotaciones que respecto de aquel obran en el Registro de la Propiedad del Automotor, aun cuando
no hayan exigido del titular o del disponente del bien, la exhibición del certificado de dominio que se
establece en este artículo.
El Registro otorgará al titular de dominio o a la autoridad judicial que lo solicite un certificado de las
constancias de su inscripción y demás anotaciones que existan el que tendrá una validez de QUINCE (15)
días a partir de la fecha de su emisión y de cuyo libramiento se dejará nota en sus antecedentes. Este
certificado podrá ser requerido al titular del dominio en las transferencias del automotor o en la constitución
de gravámenes, por los interesados en dichas operaciones, las que se inscribirán dentro del plazo de validez.
Durante el mismo plazo de validez, los embargos y demás anotaciones que se soliciten con respecto al
automotor tendrán carácter condicional y solo quedarán firmes y producirán sus efectos legales una vez
vencido dicho plazo, siempre que no hayan modificado el dominio o la situación jurídica del automotor.
Idéntico plazo de validez tendrá el certificado a que se refiere el artículo 18, del Decreto-Ley Nº 15.348/46,
ratificado por Ley Nº 12.962., en los casos de transferencia de automotores sometidos al régimen presente.
ARTICULO 5º- A los efectos del presente Registro serán considerados automotores los siguientes vehículos:
automóviles, camiones, inclusive los llamados tractores para semirremolque, camionetas, rurales, jeeps,
furgones de reparto, ómnibus, microómnibus y colectivos, sus respectivos remolques y acoplados, todos ellos
aun cuando no estuvieran carrozados, las maquinarias agrícolas incluidas tractores, cosechadoras, grúas,
maquinarias viales y todas aquellas que se autopropulsen. El Poder Ejecutivo podrá disponer, por vía de
reglamentación, la inclusión de otros vehículos automotores en el régimen establecido
ARTICULO 6º- Será obligatoria la inscripción del dominio en el Registro Nacional de la Propiedad del
Automotor, de todos los automotores comprendidos en el artículo anterior, de acuerdo con las normas que
al efecto se dicten.
La primera inscripción del dominio de un automotor, se practicará en la forma que lo determine la
reglamentación.
El Art. 27 establece la responsabilidad civil del titular inscripto por daños y perjuicios producidos por la cosa
(responsabilidad objetiva).
Para eximirse de responsabilidad, debe haber iniciado la inscripción de la transferencia o efectuado la comunicación de
venta antes del hecho productor. Esta comunicación implica también la revocación de la autorización para circular y
acarrea el pedido de secuestro del automotor.
El registro del automotor es dirigido por el Encargado y sus decisiones son atacables por medio de recursos
administrativos, que tramitan ante la Cámara Federal con jurisdicción en el lugar de asiento del Registro.
ARTICULO 27.- Hasta tanto se inscriba la transferencia el transmitente será civilmente responsable por los
daños y perjuicios que se produzcan con el automotor, en su carácter de dueño de la cosa. No obstante, si
con anterioridad al hecho que motive su responsabilidad, el transmitente hubiere comunicado al Registro
que hizo tradición del automotor, se reputará que el adquirente o quienes de este último hubiesen recibido
el uso, la tenencia o la posesión de aquel, revisten con relación al transmitente el carácter de terceros por
quienes él no debe responder, y que el automotor fue usado en contra de su voluntad. La comunicación
prevista en este artículo, operará la revocación de la autorización para circular con el automotor, si el titular
la hubiese otorgado, una vez transcurrido el término fijado en el artículo 15 sin que la inscripción se hubiere
peticionado, e importará su pedido de secuestro, si en un plazo de TREINTA (30) días el adquirente no
iniciare su tramitación.
El Registro notificará esa circunstancia al adquirente, si su domicilio fuere conocido. Una vez transcurrido el
plazo mencionado o si el domicilio resultase desconocido, dispondrá la prohibición de circular y el secuestro
del automotor.
El automotor secuestrado quedará bajo depósito, en custodia del organismo de Aplicación, quien lo
entregará al adquirente cuando acredite haber realizado la inscripción y previo pago del arancel de
rehabilitación para circular y de los gastos de estadía que hubiere ocasionado.
Una vez efectuada la comunicación, el transmitente no podrá hacer uso del automotor, aunque le fuese
entregado o lo recuperase por cualquier título o modo sin antes notificar esa circunstancia al Registro. La
violación de esa norma será sancionada con la pena prevista en el artículo.
Además los registros seccionales del lugar de radicación del vehículo notificarán a las distintas reparticiones
oficiales provinciales y/o municipales la denuncia de la tradición del automotor, a fin de que procedan a la
sustitución del sujeto obligado al tributo (patente, impuestos, multas, etcétera) desde la fecha de la
denuncia, desligando a partir de la misma al titular trasmitente. (Párrafo incorporado por art. 1° de la Ley
N° 25.232 B.O. 31/12/1999)
¿Qué pasa cuando un automotor es robado o hurtado? Ya viste que en el régimen general de las cosas muebles, éstas
quedaban al margen de lo normado por el Art. 1895; sería justo que también quedasen al margen del régimen que indica
el Art. 2 del presente decreto, o sea que la inscripción de buena fe no hiciera adquirir el dominio. Así es, efectivamente:
ARTICULO 3º- Si el automotor hubiese sido hurtado o robado, el propietario podrá reivindicarlo contra quien lo
tuviese inscripto a su nombre, debiendo resarcirlo de lo que hubiese abonado si la inscripción fuera de buena fe y
conforme a las normas establecidas por este decreto-ley.
De este modo, quien ha sido víctima de un robo y encuentra que su vehículo se ha vendido a un tercero de buena fe que
logró inscribirlo a su nombre, deberá abonar a este tercero lo que hubiese pagado por el automotor; esta disposición hace
que la reivindicación pierda valor, pues muy pocos serán los interesados en incoar la acción.
A su vez, en forma análoga al régimen general de cosas muebles y según el principio de la seguridad jurídica en las
transacciones, es justo que quien haya adquirido e inscripto un vehículo a su nombre y tenga buena fe, logre
eventualmente la certidumbre de su derecho aun cuando el automotor sea robado o perdido.
Art. 4º: “El que tuviese inscripto a su nombre un automotor hurtado o robado, podrá repeler la acción reivindicatoria
transcurridos DOS (2) años de la inscripción, siempre que durante ese lapso lo hubiese poseído de buena fe y en forma
continua...”11.
ARTICULO 4º- El que tuviese inscripto a su nombre un automotor hurtado o robado, podrá repeler la
acción reivindicatoria transcurridos DOS (2) años de la inscripción, siempre que durante ese lapso lo hubiese
poseído de buena fe y en forma continua.
Cuando un automotor hurtado o robado hubiera sido adquirido con anterioridad a la vigencia del presente en
venta pública o en comercio dedicado a la venta de automotores, el reivindicarte deberá resarcir al poseedor
de buena fe del importe pagado en la venta pública o en el comercio en que lo adquirió. El reivindicante
podrá repetir lo que pagase, contra el vendedor de mala fe.
Entonces:
Inscripción + posesión + buena fe + dos años = usucapión secundum tabulas.
Esta usucapión, se denomina secundum tabulas porque se cumple a favor de quien se halla inscripto como titular. Ahora
bien: ¿cuál será el plazo de usucapión contra tabulas, o sea en contra de quien se halle inscripto como titular? Pues será el
de veinte años, plazo genérico de usucapión; nótese que en este caso no puede alegarse buena fe (pues la titularidad
registral se presume conocida por todos).
Posesión + veinte años = usucapión automotores contra tabulas.
Es de hacer notar, que a los veinte años el vehículo habrá perdido gran parte de su valor; por este motivo la doctrina
propicia una reforma que acorte en plazo de la usucapión contra tabulas, así como la efectuada de mala fe (para la cual se
exige 20 años de plazo también).
iii) el agua pluvial que caiga en lugares públicos o corra por ellos.
b) no son susceptibles de apropiación:
i) las cosas perdidas. Si la cosa es de algún valor, se presume que es perdida, excepto prueba en contrario;
ii) los animales domésticos, aunque escapen e ingresen en inmueble ajeno;
iii) los animales domesticados, mientras el dueño no desista de perseguirlos. Si emigran y se habitúan a vivir en otro
inmueble, pertenecen al dueño de éste, si no empleó artificios para atraerlos;
iv) los tesoros.
ARTICULO 1955.- Hallazgo. El que encuentra una cosa perdida no está obligado a tomarla, pero si
lo hace asume las obligaciones del depositario a título oneroso. Debe restituirla inmediatamente a
quien tenga derecho a reclamarla, y si no lo individualiza, debe entregarla a la policía del lugar del
hallazgo, quien debe dar intervención al juez.
Si se trata de una cosa mueble registrable robada o perdida, y la inscripción registral se obtiene de buena fe,
el reivindicante debe reintegrar al reivindicado el importe abonado.
En caso de reembolso, el reivindicante tiene derecho a repetir el pago contra el enajenante de mala fe.
2. Actualmente, el Art. 1956 establece que para restituir la cosa, previamente debe hacerse el pago de los gastos
y de la recompensa. Si se ofrece la misma el hallador puede aceptarla o reclamar que sea fijada por el juez.
Asimismo el dueño puede librarse de todo reclamo del hallador transmitiéndole su dominio (abandono
traslativo). Por último, si el propietario no la reclama en el lapso de seis meses, la misma se vende en subasta
pública y puede adelantar dicha fecha cuando sea una cosa perecedera o bien sea de conservación costosa.
ARTICULO 1956.- Recompensa y subasta. La restitución de la cosa a quien tiene derecho a reclamarla debe
hacerse previo pago de los gastos y de la recompensa. Si se ofrece recompensa, el hallador puede aceptar la
ofrecida o reclamar su fijación por el juez. Sin perjuicio de la recompensa, el dueño de la cosa puede liberarse
de todo otro reclamo del hallador transmitiéndole su dominio.
Transcurridos seis meses sin que se presente quien tiene derecho a reclamarla, la cosa debe venderse en
subasta pública. La venta puede anticiparse si la cosa es perecedera o de conservación costosa. Deducidos los
gastos y el importe de la recompensa, el remanente pertenece a la ciudad o municipio del lugar en que se
halló.
1 Art. 1.895 –Ley N° 26.994 (2014)- Código Civil y Comercial de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
2 Art. 1.917 –Ley N° 26.994. Op. cit.
3 Art. 1.919 –Ley N° 26.994. Op, cit.
4 Art. 399 –Ley N° 26.994. Op. cit.
5 Art. 1 – Ley N° 22.939 (1983). Régimen de Marcas y Señales, Certificados y Guías – Poder Ejecutivo Nacional.
6 Art. 5– Ley N° 22.939. Op. cit.
7 Art. 9 – Ley N° 22.939. Op. cit.
8 Art. 9 – Ley N° 22.939. Op. cit.
9 Art. 55 - Reglamento Stud Book Argentino (2002). Sub-Comisión del Stud Book Argentino.
10 Art. 3 –Decreto N° 1114 (1997).Régimen Jurídico del Automotor. Poder Ejecutivo Nacional.
11 Art. 4 –Decreto N° 1114. Op. cit.
12 Art. 2259 - Ley N° 26.994. Op. cit.
Referencias
Decreto N° 1.114 (1997). Régimen Jurídico del Automotor. Poder Ejecutivo Nacional.
Ley N° 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Ley N° 22.939 (1983). Régimen de Marcas y Señales. Certificados y Guías – Poder Ejecutivo Nacional.
Ley N° 20.378 (1973). Registros Genealógicos Equinos. Poder Ejecutivo Nacional.
López de Zavalía, F. (1983) Curso introductorio al Derecho Registral. Buenos Aires, Argentina: Ed. Víctor P. de Zavalía.
Reglamento Stud Book Argentino (2002). Sub-Comisión del Stud Book Argentino.
Prescripción
La prescripción es el efecto que produce el transcurso del tiempo sobre
Prescripción Adquisitiva o los derechos
usucapión
ARTICULO 1897.- Prescripción adquisitiva. La prescripción para adquirir
es el modo por el cual el poseedor de una cosa adquiere un derecho real
sobre ella, mediante la posesión durante el tiempo fijado por la ley
Comienza el cómputo de la
CIVIL: Se da por ej. En el caso
de un reclamo judicial
Interrupción prescripción nuevamente
administrativo o un
(vuelve a contarse desde reconocimiento
cero)
Alteraciones NATURAL: por ejemplo por la
desposesión por el lapso de 1
El cómputo se paraliza año
Suspensión
mientras dure la causal
ARTÍCULO 1898.- Prescripción adquisitiva breve. La prescripción adquisitiva de derechos reales con justo título y
buena fe se produce sobre inmuebles por la posesión durante diez años. Si la cosa es mueble hurtada o perdida el plazo
es de dos años.
Si la cosa es registrable, el plazo de la posesión útil se computa a partir de la registración del justo título.
ARTÍCULO 1899.- Prescripción adquisitiva larga. Si no existe justo título o buena fe, el plazo es de veinte años.
No puede invocarse contra el adquirente la falta o nulidad del título o de su inscripción, ni la mala fe de su posesión.
También adquiere el derecho real el que posee durante diez años una cosa mueble registrable, no hurtada ni perdida, que
no inscribe a su nombre pero la recibe del titular registral o de su cesionario sucesivo, siempre que los elementos
identificatorios que se prevén en el respectivo régimen especial sean coincidentes.
ARTÍCULO 1900.- Posesión exigible. La posesión para prescribir debe ser ostensible y continua.
ARTÍCULO 1902.- Justo título y buena fe. El justo título para la prescripción adquisitiva es el que tiene por finalidad
transmitir un derecho real principal que se ejerce por la posesión, revestido de las formas exigidas para su validez,
cuando su otorgante no es capaz o no está legitimado al efecto.
La buena fe requerida en la relación posesoria consiste en no haber conocido ni podido conocer la falta de derecho a ella.
Cuando se trata de cosas registrables, la buena fe requiere el examen previo de la documentación y constancias
registrales, así como el cumplimiento de los actos de verificación pertinente establecidos en el respectivo régimen
especial.
ARTÍCULO 1903.- Comienzo de la posesión. Se presume, salvo prueba en contrario, que la posesión se inicia en la
fecha del justo título, o de su registración si ésta es constitutiva.
La sentencia declarativa de prescripción breve tiene efecto retroactivo al tiempo en que comienza la posesión, sin
perjuicio de los derechos de terceros interesados de buena fe.
ARTÍCULO 1904.- Normas aplicables. Se aplican a este Capítulo, en lo pertinente, las normas del Título I del Libro
Sexto de este Código.
ARTÍCULO 1905.- Sentencia de prescripción adquisitiva. La sentencia que se dicta en los juicios de prescripción
adquisitiva, en proceso que debe ser contencioso, debe fijar la fecha en la cual, cumplido el plazo de prescripción, se
produce la adquisición del derecho real respectivo.
La sentencia declarativa de prescripción larga no tiene efecto retroactivo al tiempo en que comienza la posesión.
La resolución que confiere traslado de la demanda o de la excepción de prescripción adquisitiva debe ordenar, de oficio,
la anotación de la litis con relación al objeto, a fin de dar a conocer la pretensión.
ARTÍCULO 1906.- Transmisibilidad. Todos los derechos reales son transmisibles, excepto disposición legal en
contrario.
ARTÍCULO 1907.- Extinción. Sin perjuicio de los medios de extinción de todos los derechos patrimoniales y de los
especiales de los derechos reales, éstos se extinguen, por la destrucción total de la cosa si la ley no autoriza su
reconstrucción, por su abandono y por la consolidación en los derechos reales sobre cosa ajena
ARTICULO 2532.- Ámbito de aplicación. En ausencia de disposiciones específicas, las normas de este Capítulo son
aplicables a la prescripción adquisitiva y liberatoria. Las legislaciones locales podrán regular esta última en cuanto al
plazo de tributos
No es válido ningún pacto que determine reglas distintas a las fijadas por la ley. Se determina la regla de que todas
las acciones son prescriptibles, salvo disposición expresa en contrario. A lo largo del articulado del Código Civil y
Comercial se encuentran normas que fijan estas excepciones (v.g. acción para perseguir la declaración de una
nulidad absoluta, artículo 387)
adquisitiva, el juez debe ordenar de oficio la anotación de litis, a fin de dar publicidad a terceros de la
pretensión en curso
En este punto en particular desarrollarás y analizarás este último supuesto, con especial hincapié en sus requisitos propios.
Noción y fundamento
La prescripción es el efecto que produce el trascurso del tiempo sobre los derechos;
la extinción, en el caso de los derechos personales u obligaciones: liberatoria; y
el nacimiento, en el caso de los derechos reales: adquisitiva.
El cómputo y las alteraciones que éste puede sufrir, se rigen por los mismos principios, sea la prescripción liberatoria o
adquisitiva.
Las normas relativas a la prescripción no pueden ser modificadas por convención y por ello son de orden público.
Según nuestro Código Civil y Comercial, "la prescripción para adquirir es el modo por el cual el poseedor de una cosa
adquiere un derecho real sobre ella, mediante la posesión durante el tiempo fijado por la ley "1.
ARTICULO 1897.- Prescripción adquisitiva. La prescripción para adquirir es el modo por el cual el poseedor de una
cosa adquiere un derecho real sobre ella, mediante la posesión durante el tiempo fijado por la ley.
El fundamento de la prescripción radica en la necesidad de consolidar la seguridad jurídica y con ello promover la paz social,
otorga certidumbre a situaciones de inestabilidad y delimita claramente el patrimonio de las personas.
En el caso de la prescripción adquisitiva, se agrega una función social de introducción en el tráfico de los bienes que están
ociosos al no ser usados por sus propietarios, ante la realidad de personas que les dan utilidad y los hacen producir.
Según el tiempo de posesión que requiera para la adquisición del derecho real, la prescripción adquisitiva de inmuebles
puede ser de dos tipos:
1. veinteañal se lleva a cabo mediante una posesión continuada durante el tiempo que exige la ley y es de 20 años
sin justo título
2. decenal: 10 años con justo título
Los derechos reales que pueden adquirirse por prescripción, son de variada índole:
dominio,
propiedad horizontal,
ciertas clases de servidumbre,
el usufructo, etc.
Se excluye a los derechos reales de garantía, en tanto su constitución debe ser convencional y también a ciertos tipos de
servidumbre.
Requisitos generales
Posesión: la posesión, como hemos visto, implica comportarse como titular del derecho real.
Quedan excluidos, por tanto, los actos de mera tolerancia o buena vecindad, tales como permitir el paso del
vecino al río porque es más fácil desde mi fundo; para usucapir, es necesario un obrar en detrimento y sin
consentimiento del propietario, que permanece inactivo.
ARTÍCULO 1900.- Posesión exigible. La posesión para prescribir debe ser ostensible y continua.
Tiempo: el poseedor debe reunir los años exigidos por la norma, a cuyo fin puede unir su posesión a la de su
antecesor (accesión de posesiones, Art. 1901), de la siguiente forma:
ARTICULO 1901.- Unión de posesiones.
El heredero continúa la posesión de su causante.
El sucesor particular puede unir su posesión a la de sus antecesores, siempre que derive inmediatamente de las
otras.
En la prescripción breve las posesiones unidas deben ser de buena fe y estar ligadas por un vínculo jurídico.
Sujetos: La prescripción opera a favor y en contra de todas las personas, excepto disposición legal en contrario.
Todos aquellos que puedan adquirir, pueden prescribir. Por tanto, podrán hacerlo tanto personas físicas como
jurídicas y dentro de estas últimas, no habría óbice para que fueran personas públicas estatales (por ejemplo, un
ente autárquico o el Estado Nacional, Provincial o Municipal). Sólo deben tenerse en cuenta las reglas para adquirir
la posesión ya estudiadas.
A su vez puede prescribirse una cosa perteneciente a cualquier sujeto, en tanto sea susceptible de ser poseída. No
lo son los bienes que pertenecen al dominio público del Estado.
Los acreedores y cualquier interesado pueden oponer la prescripción, aunque el obligado o propietario no la
invoque o la renuncie.
Objeto: pueden adquirirse por prescripción todas las cosas cuyo dominio o posesión puede ser objeto de una
adquisición. En el Código Civil de Vélez sólo era posible usucapir bienes inmuebles; él consideró los muebles
suficientemente reglados con lo dispuesto por el viejo Art. 2412 (adquisición legal por subadquirente).
La accesión de posesiones
Como se mencionó anteriormente, el poseedor debe reunir los años exigidos por la norma. A dichos efectos, el Art. 1901
del Código Civil y Comercial faculta al poseedor a unir su posesión a la de su antecesor en los siguientes casos:
Ejemplo:
A usucapió una vivienda.
si A ejerce las defensas posesorias antes del año, recupera la posesión, y el lapso de
prescripción continúa como si nunca hubiera sido desposeído.
si A deja pasar un año, pierde las acciones posesorias y (aunque recupere la posesión)
comenzará a usucapir de nuevo como si nunca hubiese estado en posesión de la cosa
(efecto erga omnes).
La interrupción natural favorece a quien la causó (pues le otorga acciones posesorias) y al propietario (pues es a
quien conviene que el término se tenga por no cumplido).
Interrupción civil (Demanda, reconocimiento del poseedor o compromiso arbitral). puede darse por tres
causales, a saber
1- Reclamo judicial o administrativo: el curso de la prescripción se interrumpe por toda petición del titular del
derecho ante autoridad judicial que traduce la intención de no abandonarlo, contra el poseedor, su
representante en la posesión, o el deudor, aunque sea defectuosa, realizada por persona incapaz, ante tribunal
incompetente, o en el plazo de gracia previsto en el ordenamiento procesal aplicable (lo que en la jerga judicial,
se denomina “cargo de hora”).
Se entiende “demanda” en un sentido muy amplio, como cualquier petición judicial (inclusive beneficio de
litigar sin gastos o embargo preventivo), inclusive se ha considerado interruptora la demanda dirigida contra un
tercero y no contra el usucapiente, cuando ha mediado un error de hecho excusable.
El efecto interruptivo subsiste hasta que la sentencia pase en autoridad de cosa juzgada y se inicia, para la
mayoría de la doctrina, con la interposición de la demanda (la minoría inicia el cómputo desde la notificación)
En casos de absolución del demandado (cuando la defensa posesoria fracasa), así como de perención de instancia
(la que implica el fenecimiento del proceso pero no del derecho, pudiéndose incoar la acción nuevamente), la
interrupción se tiene por no acaecida y, por tanto, todo el tiempo que tramitó el proceso se computa para el plazo
de la usucapión.
Por otro lado, el curso de la prescripción se interrumpe por reclamo administrativo si es exigido por la ley como
requisito previo para deducir la acción judicial. Sin embargo, el efecto interruptivo se tiene por no sucedido si no
se interpone demanda judicial dentro de los plazos previstos en las leyes locales o, en su defecto, por SEIS (6) meses
contados desde que se tiene expedita la vía judicial aplicable.
Dispensa de la prescripción
ARTICULO 2550.- Requisitos. El juez puede dispensar de la prescripción ya cumplida al titular de la acción, si
dificultades de hecho o maniobras dolosas le obstaculizan temporalmente el ejercicio de la acción, y el titular hace
valer sus derechos dentro de los seis meses siguientes a la cesación de los obstáculos.
En el caso de personas incapaces sin representantes el plazo de seis meses se computa desde la cesación de la
incapacidad o la aceptación del cargo por el representante.
Esta disposición es aplicable a las sucesiones que permanecen vacantes sin curador, si el que es designado hace
valer los derechos dentro de los seis meses de haber aceptado el cargo.
Artículo comentado: http://universojus.com/codigo-civil-comercial-comentado/articulo-2550
Así, en caso de que el plazo de la prescripción (ya sea de diez o veinte años), se cumpla en una fecha en la cual el
propietario del bien usucapido adolece de un impedimento para ejercer la defensa de su propiedad, siempre que tal
impedimento tenga origen en un acontecimiento de fuerza mayor o dolo en su contra, y no en la voluntad de quien invoca
la dispensa, y ya sea que tenga carácter colectivo (como una inundación) o individual (enfermedad y ausencia de
representación, secuestro, etc.), natural (cataclismos) o humano (por ejemplo una guerra), el propietario usucapido tendrá
seis meses desde que la causal cesare para presentarse ante un juez competente y solicitar se lo dispense de la
prescripción cumplida.
Si bien el artículo indica que los jueces podrán liberar al propietario de los efectos, una vez probados los hechos alegados,
no podrá dejar de otorgar este beneficio si se cumplen los requisitos legales.
Definición y requisitos
ARTICULO 1898.- Prescripción adquisitiva breve. La prescripción adquisitiva de derechos reales con justo título y
buena fe se produce sobre inmuebles por la posesión durante diez años. Si la cosa es mueble hurtada o perdida el
plazo es de dos años.
Si la cosa es registrable, el plazo de la posesión útil se computa a partir de la registración del justo título.
Usucapión abreviada. Para comprender esta institución, es necesario definir las siguientes nociones:
Justo título: el justo título para la prescripción adquisitiva es el que tiene por finalidad transmitir un derecho real
principal que se ejerce por la posesión, revestido de las formas exigidas para su validez, cuando su otorgante no
es capaz o no está legitimado al efecto. (art. 1902)
Es distinto del título putativo (aquel que no existe o si existe se refiere a un objeto distinto de la cosa poseída) y
aquel no sirve de base para este tipo de usucapión.
El justo título puede referirse a cualquiera de los derechos reales que se ejercen por posesión, no necesariamente
dominio; por ejemplo, podría hacerse valer para usucapir un usufructo.
Buena fe: La buena fe requerida en la relación posesoria consiste en no haber conocido ni podido conocer la falta
de derecho a ella. (art. 1902)
Cuando se trata de cosas registrables, la buena fe requiere el examen previo de la documentación y constancias
registrales, así como el cumplimiento de los actos de verificación pertinente establecidos en el respectivo régimen
especial2.
La buena fe se presume, salvo en los casos en que se presume mala fe. Para calificar la posesión de buena o mala
fe, se tiene en cuenta el momento de su adquisición y en el caso de frutos, el de su percepción. La mala fe se define
por exclusión, toda vez que falta la buena fe.
Debe tenerse presente que un poseedor de buena fe, pasa a ser de mala fe desde el momento en que se le notifica
la demanda de reivindicación y en tal sentido se juzgará la restitución de frutos, mejoras, los riesgos de pérdida de
la cosa, etc.
ARTÍCULO 1902.- Justo título y buena fe. El justo título para la prescripción adquisitiva es el que tiene por finalidad
transmitir un derecho real principal que se ejerce por la posesión, revestido de las formas exigidas para su validez,
cuando su otorgante no es capaz o no está legitimado al efecto.
La buena fe requerida en la relación posesoria consiste en no haber conocido ni podido conocer la falta de derecho
a ella.
Cuando se trata de cosas registrables, la buena fe requiere el examen previo de la documentación y constancias
registrales, así como el cumplimiento de los actos de verificación pertinente establecidos en el respectivo régimen
especial
Posesión: ya hemos dicho que ésta debe ser pública, pacífica, continua e ininterrumpida. Además, el animus
posidendi debe connotar el derecho real que se intenta usucapir (dominio, usufructo, etc.).
Tiempo: el tiempo requerido para la usucapión breve debe ser de:
- 10 años para inmuebles;
- 2 años para cosas muebles, en caso de que sea un bien registrable con inscripción constitutiva, el plazo se
cuenta desde que se practica el asiento.
Si la cosa es registrable, el plazo de la posesión útil se computa a partir de la registración del justo título
A los fines de su cómputo podrá efectuarse unión de posesiones.
Se presume, salvo prueba en contrario, que la posesión se inicia en la fecha del justo título, o de su registración si
ésta es constitutiva. (Art. 1903)
ARTICULO 1903.- Comienzo de la posesión. Se presume, salvo prueba en contrario, que la posesión se inicia en la
fecha del justo título, o de su registración si ésta es constitutiva.
La sentencia declarativa de prescripción breve tiene efecto retroactivo al tiempo en que comienza la posesión, sin
perjuicio de los derechos de terceros interesados de buena fe.
Análisis de la misma
Efectos: "la sentencia declarativa de prescripción breve tiene efecto retroactivo al tiempo en que comienza la
posesión, sin perjuicio de los derechos de terceros interesados de buena fe" (art. 1903 2do párrafo).3
A diferencia de lo expresado anteriormente para el caso de la prescripción adquisitiva corta, en este caso no existe justo
título ni buena fe, es decir quien intenta la prescripción conoce que otra persona es la dueña del bien. Es por ello que el
Código Civil y Comercial de la Nación, a los fines de proteger el derecho de propiedad del dueño, estipula un plazo de
posesión mayor al anteriormente analizado.
Definición y requisitos
Usucapión veinteañal. Si no existe justo título o buena fe, el plazo de posesión deberá ser de veinte (20) años. Una vez
cumplido, no podrá invocarse contra el adquirente la falta o invalidez del título o de su inscripción, ni la mala fe de su
posesión.
Si la cosa mueble es registrable y no es hurtada ni perdida, y el título no se registra, adquiere el derecho real el que posee
durante diez (10) años, siempre que el poseedor la reciba del titular registral o de su cesionario sucesivo, siempre que los
elementos identificatorios que se prevén en el respectivo régimen especial sean coincidentes (usucapión contra tabula).
Los únicos elementos exigidos en este tipo de usucapión, son el plazo de veinte años y la posesión ostensible y continua,
en este caso no es necesaria la buena fe ni el título.
Puede un poseedor de mala fe vicioso usucapir, pero el cómputo de los veinte años requeridos comenzará el día que se
hayan purgado los vicios (al cesar aquéllos o al año, cuando el propietario pierde las acciones posesorias).
En este caso, a diferencia de la usucapión corta hay un título, será poco probable que el usucapiente invoque otro derecho
real diferente al de dominio.
En relación al usufructo, el uso y la habitación, rigen las mismas reglas que para prescribir el dominio y respecto de las
servidumbres, que se estudiarán en la parte especial, diremos por ahora que sólo pueden usucapirse las que son continuas
y aparentes.
El juicio de usucapión
El Código Civil y Comercial indica que:
La prescripción puede alegarse como acción o excepción;
El juicio debe ser contencioso;
La sentencia debe fijar la fecha en la cual, cumplido el plazo de prescripción, se produce la adquisición del derecho
real respectivo;
La resolución que confiere traslado de la demanda o de la excepción de prescripción adquisitiva debe ordenar, de
oficio, la anotación de la litis con relación al objeto, a fin de dar a conocer la pretensión.
ARTICULO 1905.- Sentencia de prescripción adquisitiva. La sentencia que se dicta en los juicios de
prescripción adquisitiva, en proceso que debe ser contencioso, debe fijar la fecha en la cual,
cumplido el plazo de prescripción, se produce la adquisición del derecho real respectivo.
La sentencia declarativa de prescripción larga no tiene efecto retroactivo al tiempo en que
comienza la posesión.
Efectos de la sentencia
La sentencia declarativa de prescripción larga no tiene efecto retroactivo al tiempo en que comienza la posesión.
Al igual que la prescripción corta, puede hacerse valer en juicio como acción o como excepción. La oportunidad para
oponerla, es al contestar la demanda o en la primera presentación en el juicio que haga quien intente oponerla. Para el caso
de que se haga valer como acción, se deben cumplimentar los requisitos exigidos por los artículos pertinentes de la Ley N°
14.159, a saber:
Ley N° 14.159 La prescripción adquisitiva de inmuebles
ARTICULO 24.- En el juicio de adquisición del dominio de inmuebles por la posesión continuada de los mismos (art. 4015 y
concordantes del Cód. Civil), se observarán las siguientes reglas:
a) El juicio será de carácter contencioso y deberá entenderse con quien resulte titular del dominio de acuerdo con las
constancias del Catastro, Registro de la propiedad o cualquier otro registro oficial del lugar del inmueble, cuya
certificación sobre el particular deberá acompañarse con la demanda. Si no se pudiera establecer con precisión quién
figura como titular al tiempo de promoverse la demanda, se procederá en la forma que los códigos de Procedimientos
señalan para la citación de personas desconocidas;
b) Con la demanda se acompañará plano de mensura, suscripto por profesional autorizado y aprobado por la oficina
técnica respectiva, si la hubiere en la jurisdicción;
c) Se admitirá toda clase de pruebas, pero el fallo no podrá basarse exclusivamente en la testimonial. Será especialmente
considerado el pago, por parte del poseedor, de impuestos o tasas que graven el inmueble, aunque los recibos no
figuren a nombre de quien invoca la posesión;
d) En caso de haber interés fiscal comprometido, el juicio se entenderá con el representante legal de la Nación, de la
provincia o de la Municipalidad a quien afecte la demanda.
Las disposiciones precedentes no regirán cuando la adquisición del dominio por posesión treintañal no se plantea en juicio
como acción, sino como defensa.
Serán asimismo subsidiarias del régimen especial a que puede someterse por leyes locales, la adquisición por posesión de
inmuebles del dominio privado de la Nación, provincias o municipios.
Es el caso de quien ya ha usucapido el bien y renuncia al derecho adquirido sobre la cosa, caso análogo al abandono. Al
ser un acto de disposición, se necesita capacidad plena (18 años y ausencia de inhabilidades o incapacidades).
Al ser una renuncia a un derecho patrimonial que sólo interesa al ámbito privado, no hay óbice para llevarla a cabo.
Distinto es el caso de la prescripción futura, cuya renuncia no está amparada por el ordenamiento.
La doctrina ha estudiado esta institución a partir del Código Civil derogado; en la nota al Art. prohibición, fundamenta Vélez
Sársfield en la nota al art. 3965:
Renunciar a una prescripción cumplida es renunciar al objeto mismo que la prescripción ha hecho adquirir y por
consiguiente, puede hacerlo el que tenga capacidad para enajenar. Pero renunciar con anticipación a la prescripción, es
derogar por pactos una ley que interesa al orden público…5
La renuncia puede ser expresa o tácita.
Analicemos un ejemplo.
Ante un juicio de reivindicación del antiguo propietario de un inmueble, el demandado (poseedor veinteañal) opone
excepción de prescripción. Sin embargo, al efectuarse la constatación de la vivienda, cuando es interrogado por el
oficial público, el poseedor contesta que es el reivindicante el verdadero propietario del inmueble. Allí renuncia a la
prescripción cumplida. Asimismo, podría hacerlo por escritura pública.
Referencias
Ley N° 340 (1869). Código Civil de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Ley N° 14.159 (1952). Catastro Nacional. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Ley N° 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentino
1 Art. 1.897 –Ley N° 26.994 (2014) - Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
2 Art. 1.902 – Ley N° 26.994. Op. cit.
3 Art. 1.903 – Ley N° 26.994. Op. cit. -
4 Art. 24 - Ley N° 14.159 (1952.) Catastro Nacional. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
5 Nota al art. 3965 – Ley 340 (1869) – Código Civil. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
LEY 17801
Registro de la propiedad inmueble
Buenos Aires, 28 de junio de 1968
En uso de las atribuciones conferidas por el artículo 5º del Estatuto de la Revolución Argentina,
CAPITULO I
Artículo 1º - Quedarán sujetos al régimen de la presente ley los registros de la propiedad inmueble
existentes en cada provincia, en la Capital Federal y Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas
del Atlántico Sur.
Artículo 2º - De acuerdo con lo dispuesto por los artículos 2505, 3135 y concordantes del Código Civil, para
su publicidad, oponibilidad a terceros y demás previsiones de esta ley, en los mencionados registros se
inscribirán o anotarán, según corresponda, los siguientes documentos:
a) Los que constituyan, transmitan, declaren, modifiquen o extingan derechos reales sobre inmuebles;
Artículo 5º - Las escrituras públicas, con excepción de las de hipoteca, que se presenten dentro del plazo
de cuarenta y cinco días contando desde su otorgamiento, se considerarán registradas a la fecha de su
instrumentación.
Artículo 7º - La petición será redactada en la forma y de acuerdo con los requisitos que determine la
reglamentación local.
Artículo 8º - El Registro examinará la legalidad de las formas extrínsecas de los documentos cuya
inscripción se solicite, ateniéndose a lo que resultare de ellos y de los asientos respectivos.
CAPITULO III
Matriculación. Procedimientos
Artículo 10. - Los inmuebles respecto de los cuales deban inscribirse o anotarse los documentos a que se
refiere el artículo 2º, serán previamente matriculados en el Registro correspondiente a su ubicación.
Exceptúanse los inmuebles del dominio público.
Artículo 11. - La matriculación se efectuará destinando a cada inmueble un folio especial con una
característica de ordenamiento que servirá para designarlo.
Artículo 12. - El asiento de matriculación llevará la firma del registrador responsable. Se redactará sobre la
base de breves notas que indicarán la ubicación y descripción del inmueble, sus medidas, superficie y
linderos y cuantas especificaciones resulten necesarias para su completa individualización. Además, cuando
existan, se tomará razón de su nomenclatura catastral, se identificará el plano de mensura correspondiente
y se hará mención de las constancias de trascendencia real que resulten. Expresará el nombre del o de los
titulares del dominio, con los datos personales que se requieran para las escrituras públicas. Respecto de las
sociedades o personas jurídicas se consignará su nombre o razón social, clase de sociedad y domicilio. Se
hará mención de la proporción en la copropiedad o en el monto del gravamen, el título de adquisición, su
clase, lugar y fecha de otorgamiento y funcionario autorizante, estableciéndose el encadenamiento del
dominio que exista al momento de la matriculación. Se expresará, además, el número y fecha de
presentación del documento en el Registro.
Artículo 13. - Si un inmueble se dividiera, se confeccionarán tantas nuevas matrículas como partes
resultaren, anotándose en el folio primitivo la desmembración operada.
Cuando diversos inmuebles se anexaren o unificaren, se hará una nueva y única matrícula de las anteriores,
poniéndose nota de correlación. En ambos casos se vinculará la o las matrículas con los planos de mensura
correspondientes.
CAPITULO IV
b) Las hipotecas, otros derechos reales y demás limitaciones que se relacionen con el dominio;
d) Las constancias de las certificaciones expedidas de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 22, 24 y
concordantes.
Los asientos mencionados en los incisos precedentes se llevarán por estricto orden cronológico que impida
intercalaciones entre los de su misma especie y en la forma que expresa el artículo 12, en cuanto fuere
compatible, con la debida especificación de las circunstancias particulares que resulten de los respectivos
documentos, especialmente con relación al derecho que se inscriba.
Artículo 16. - No será necesaria la previa inscripción o anotación, a los efectos de la continuidad del tracto
con respecto al documento que se otorgue, en los siguientes casos:
a) Cuando el documento sea otorgado por los jueces, los herederos declarados o sus representantes, en
cumplimiento de contratos u obligaciones contraídas en vida por el causante o su cónyuge sobre bienes
registrados a su nombre;
b) Cuando los herederos declarados o sus sucesores transmitieren o cedieren bienes hereditarios inscriptos
a nombre del causante o de su cónyuge;
En todos estos casos el documento deberá expresar la relación de los antecedentes del dominio o de los
derechos motivo de la transmisión o adjudicación, a partir del que figure inscripto en el Registro,
circunstancia que se consignará en el folio respectivo.
Artículo 17. - Inscripto o anotado un documento, no podrá registrarse otro de igual o anterior fecha que se
le oponga o sea incompatible, salvo que el presentado en segundo término se hubiere instrumentado
durante el plazo de vigencia de la certificación a que se refieren los artículos 22 y concordantes y se lo
presente dentro del plazo establecido en el artículo 5º o, si se trata de hipoteca, dentro del plazo fijado en el
artículo 3137 del Código Civil.
Artículo 18. - No obstante lo dispuesto en el artículo anterior y a los efectos a que hubiere lugar por
derecho, el Registro procederá de la siguiente forma:
a) Devolverá los documentos que resulten rechazados, dejando constancia de su presentación, tanto en el
Registro como en el documento mismo. La forma y tiempo de duración de esta anotación serán los que
rigen respecto de la inscripción provisional;
La advertencia o información indicada se dirigirá a quien hubiera efectuado la petición o a quien tuviere
interés legítimo en conocer la situación registral, mediante notificación fehaciente.
Artículo 19. - La prioridad entre dos o más inscripciones o anotaciones relativas al mismo inmueble se
establecerá por la fecha y el número de presentación asignado a los documentos en el ordenamiento a que
se refiere el artículo 40. Con respecto a los documentos que provengan de actos otorgados en forma
simultánea, la prioridad deberá resultar de los mismos. No obstante las partes podrán, mediante declaración
de su voluntad formulada con precisión y claridad, substraerse a los efectos del principio que antecede
estableciendo otro orden de prelación para sus derechos, compartiendo la prioridad o autorizando que ésta
sea compartida.
Artículo 20. - Las partes, sus herederos y los que han intervenido en la formalización del documento, como
el funcionario autorizante y los testigos en su caso, no podrán prevalerse de la falta de inscripción, y
respecto de ellos el derecho documentado se considerará registrado. En caso contrario, quedarán sujetos a
las responsabilidades civiles y sanciones penales que pudieran corresponder.
Artículo 21. - El Registro es público para el que tenga interés legítimo en averiguar el estado jurídico de los
bienes, documentos, limitaciones o interdicciones inscriptas. Las disposiciones locales determinarán la forma
en que la documentación podrá ser considerada sin riesgo de adulteración, pérdida o deterioro.
Artículo 22. - La plenitud, limitación o restricción de los derechos inscriptos y la libertad de disposición,
sólo podrá acreditarse con relación a terceros por las certificaciones a que se refieren los artículos
siguientes.
Artículo 23. - Ningún escribano o funcionario público podrá autorizar documentos de transmisión,
constitución, modificación o cesión de derechos reales sobre inmuebles, sin tener a la vista el título inscripto
en el Registro, así como certificación expedida a tal efecto por dicha oficina en la que se consigne el estado
jurídico de los bienes y de las personas según las constancias registradas.
Los documentos que se otorguen deberán consignar el número, fecha y constancias que resulten de la
certificación.
Artículo 24. - El plazo de validez de la certificación, que comenzará a contarse desde la cero hora del día
de su expedición, será de quince, veinticinco o treinta días según se trate, respectivamente, de documentos
autorizados por escribanos o funcionarios públicos con domicilio legal en la ciudad asiento del Registro, en el
interior de la provincia o territorio, o fuera del ámbito de la provincia, territorio o Capital Federal.
Queda reservada a la reglamentación local determinar la forma en que se ha de solicitar y producir esta
certificación y qué funcionarios podrán requerirlas. Asimismo, cuando las circunstancias locales lo aconsejen,
podrá establecer plazos más amplios de validez para las certificaciones que soliciten los escribanos o
funcionarios públicos del interior de la provincia o territorio.
Artículo 25. - Expedida una certificación de las comprendidas en los artículos anteriores, el Registro tomará
nota en el folio correspondiente, y no dará otra sobre el mismo inmueble dentro del plazo de su vigencia
más el del plazo que se refiere el artículo 5º, sin la advertencia especial acerca de las certificaciones
anteriores que en dicho período hubiere despachado.
Esta certificación producirá los efectos de anotación preventiva a favor de quien requiera, en el plazo legal,
la inscripción del documento para cuyo otorgamiento se hubiere solicitado.
Artículo 26. - En los casos de escrituras simultáneas o cuando deban mediar referencias de expedientes, la
relación que se hará respecto a los antecedentes del acto que se instrumenta, se podrá verificar
directamente en los documentos originales o en sus testimonios. En lo que se refiere a las constancias de la
certificación registral en escrituras simultáneas, la que se autorice como consecuencia podrá utilizar la
información que al respecto contenga la que antecede.
Artículo 27. - Aparte de la certificación a que se refiere el artículo 23, el Registro expedirá copia
autenticada de la documentación registral y los informes que se soliciten de conformidad con la
reglamentación local.
Artículo 28. - En todo documento que se presente para que en su consecuencia se practique inscripción o
anotación, inmediatamente después que se hubiere efectuado, el Registro le pondrá nota que exprese la
fecha, especie y número de orden de la registración practicada, en la forma que determine la
reglamentación local. Quien expida o disponga se expida segundo o ulterior testimonio de un documento ya
registrado, deberá solicitar al Registro ponga nota de la inscripción que había correspondido al original. El
Registro hará constar en las inscripciones o anotaciones pertinentes, la existencia de los testimonios que le
fueren presentados.
CAPITULO VI
b) Toda otra registración de carácter personal que dispongan las leyes nacionales o provinciales y que incida
sobre el estado o la disponibilidad jurídica de los inmuebles.
Artículo 31. - Cuando fuere procedente, las anotaciones mencionadas en el artículo anterior deberán ser
relacionadas con el folio del inmueble que corresponda. En cuanto sea compatible, les serán aplicables las
disposiciones establecidas en esta ley para la matriculación de inmuebles e inscripción del documento que a
ello se refiera.
Artículo 32. - El registro de las inhibiciones o interdicciones de las personas físicas se practicará siempre
que en el oficio que las ordene se expresen los datos que el respectivo Código de Procedimientos señale, el
número de documento nacional de identidad y toda otra referencia que tienda a evitar la posibilidad de
homónimos.
Cuando no se consigne el número del documento de identidad a que se ha hecho referencia, serán anotadas
provisionalmente según el sistema establecido en el artículo 9º, salvo que por resolución judicial se declare
que se han realizado los trámites de información ante los organismos correspondientes, sin haberse podido
obtener el número del documento identificatorio.
CAPITULO VII
Artículo 33. - De acuerdo con la forma que determine la reglamentación local, el Registro practicará
inscripciones y anotaciones provisionales en los casos de los artículos 9º y 18, inciso a) y las anotaciones
preventivas que dispongan los jueces de conformidad con las leyes.
El cumplimiento de condiciones suspensivas o resolutorias que resulten de los documentos inscriptos, así
como las modificaciones o aclaraciones que se instrumenten con relación a los mismos se harán constar en
el folio respectivo por medio de notas aclaratorias, cuando expresamente así se solicite.
CAPITULO VIII
Rectificación de asientos
Artículo 34. - Se entenderá por inexactitud del Registro todo desacuerdo que, en orden a los documentos
susceptibles de inscripción, exista entre lo registrado y la realidad jurídica extrarregistral.
Artículo 35. - Cuando la inexactitud a que se refiere el artículo precedente provenga de error u omisión en
el documento, se rectificará, siempre que a la solicitud respectiva se acompañe documento de la misma
naturaleza que el que la motivó o resolución judicial que contenga los elementos necesarios a tal efecto.
Si se tratare de error u omisión material de la inscripción con relación al documento a que accede, se
procederá a su rectificación teniendo a la vista el instrumento que la originó.
CAPITULO IX
Cuando resulten de escritura pública, ésta deberá contener el consentimiento del titular del derecho
inscripto, sus sucesores o representantes legítimos. Tratándose de usufructo vitalicio será instrumento
suficiente el certificado de defunción del usufructuario. La cancelación podrá ser total o parcial según resulte
de los respectivos documentos y se practicará en la forma determinada por la reglamentación local.
Artículo 37. - Caducan de pleno derecho y sin necesidad de solicitud alguna, por el transcurso del tiempo
que expresa este artículo o por el que, en su caso, establezcan leyes especiales:
b) Las anotaciones a que se refiere el inciso b) del artículo 2º, a los cinco años, salvo disposición en
contrario de las leyes.
CAPITULO X
Artículo 39. - La guarda y conservación de la documentación registral estará a cargo de quien dirija el
Registro, quien deberá tomar todas las precauciones necesarias a fin de impedir el dolo o las falsedades que
pudieren cometerse en ella.
Artículo 40. - El Registro, por los procedimientos técnicos que disponga la reglamentación local, llevará un
sistema de ordenamiento diario donde se anotará la presentación de los documentos por orden cronológico,
asignándoles el número correlativo que les corresponda.
Artículo 41. - No podrá restringirse o limitarse la inmediata inscripción de los títulos en el Registro
mediante normas de carácter administrativo o tributario.
CAPITULO XI
Disposiciones complementarias y transitorias
Artículo 42. - La presente ley es complementaria del Código Civil y comenzará a regir el 1º de julio de
1968.
Artículo 43 - Las leyes locales podrán reducir los plazos establecidos en esta ley.
Artículo 44. - A partir de la fecha de vigencia de la presente ley todos los inmuebles ya inscriptos en los
Registros de la Propiedad, como los que aún no lo estuvieren, deberán ser matriculados de conformidad con
sus disposiciones, en el tiempo y forma que determine la reglamentación local.
Artículo 45. - Las normas y plazos establecidos por las leyes locales, en cuanto sean compatibles, con la
presente ley, conservan su plena vigencia.
Artículo 46. – Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese.
https://www.youtube.com/watch?v=aJzc0oMD4VM
https://www.youtube.com/watch?v=iaSCX_6arNc
Ley 26.478
TITULO I
Artículo 2º: Para obtener el registro del diseño de una marca, señal o medio
alternativo de identificación propuesto exclusivamente para la especie porcina,
deberá cumplirse con las formalidades establecidas en cada provincia.
La autoridad de aplicación establecerá las características técnicas a las que deberá
ajustarse cada medio de identificación establecido en el artículo anterior.
Artículo 4º: El registro del diseño de las marcas y señales del ganado en general y
de los medios alternativos de identificación propuestos exclusivamente para la
especie porcina confiere a su titular el derecho de uso exclusivo por el plazo que las
respectivas legislaciones provinciales establezcan, pudiendo ser prorrogado de
acuerdo con lo que dichas normas dispongan. Este derecho es transmisible y se
prueba con el título expedido por la autoridad competente, y en su defecto por las
constancias registrales. En los casos de transmisión, deberán efectuarse en el
registro las anotaciones respectivas.
Artículo 5º: Es obligatorio para todo propietario de ganado mayor o menor tener
registrado a su nombre el diseño que empleare para marcar o señalar, conforme a
lo dispuesto en la presente ley.
Queda prohibido marcar o señalar sin tener registrado el diseño que se emplee, con
excepción de la señal que fuera usada como complemento de la marca en el
ganado mayor.
Queda prohibido señalar o identificar el ganado porcino con alguno de los medios
alternativos de identificación propuestos exclusivamente para la especie porcina,
sin tener registrado el diseño de la señal que se emplee, o el medio alternativo de
identificación elegido entre los propuestos por la presente ley.
Todo animal de la especie porcina que transite fuera del establecimiento donde ha
nacido deberá estar identificado mediante señal o medio alternativo de
identificación propuesto exclusivamente para el ganado porcino, aunque no haya
alcanzado la edad establecida precedentemente.
Texto Ordenado por Decreto 1114/97, con las modificaciones posteriores introducidas
por las Leyes Nros. 25.232, 25.345 y 25.677.
ARTICULO 1º- La transmisión del dominio de los automotores deberá formalizarse por
instrumento público o privado y solo producirá efectos entre las partes y con relación a terceros
desde la fecha de su inscripción en el Registro Nacional de la Propiedad del Automotor.
ARTICULO 3º- Si el automotor hubiese sido hurtado o robado, el propietario podrá reivindicarlo
contra quien lo tuviese inscripto a su nombre, debiendo resarcirlo de lo que hubiese abonado si la
inscripción fuera de buena fe y conforme a las normas establecidas por este decreto-ley.
ARTICULO 4º- El que tuviese inscripto a su nombre un automotor hurtado o robado, podrá
repeler la acción reivindicatoria transcurridos DOS (2) años de la inscripción, siempre que
durante ese lapso lo hubiese poseído de buena fe y en forma continua.
Cuando un automotor hurtado o robado hubiera sido adquirido con anterioridad a la vigencia del
presente en venta pública o en comercio dedicado a la venta de automotores, el reivindicarte
deberá resarcir al poseedor de buena fe del importe pagado en la venta pública o en el comercio
en que lo adquirió. El reivindicante podrá repetir lo que pagase, contra el vendedor de mala fe.
ARTICULO 5º- A los efectos del presente Registro serán considerados automotores los siguientes
vehículos: automóviles, camiones, inclusive los llamados tractores para semirremolque,
camionetas, rurales, jeeps, furgones de reparto, ómnibus, microómnibus y colectivos, sus
respectivos remolques y acoplados, todos ellos aun cuando no estuvieran carrozados, las
maquinarias agrícolas incluidas tractores, cosechadoras, grúas, maquinarias viales y todas
aquellas que se autopropulsen. El Poder Ejecutivo podrá disponer, por vía de reglamentación, la
inclusión de otros vehículos automotores en el régimen establecido.
ARTICULO 6º- Será obligatoria la inscripción del dominio en el Registro Nacional de la Propiedad
del Automotor, de todos los automotores comprendidos en el artículo anterior, de acuerdo con las
normas que al efecto se dicten.
ARTICULO 7º- La Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor y
de Créditos Prendarios será el Organismo de Aplicación del presente régimen, y tendrá a su cargo
el Registro Nacional de la Propiedad del Automotor.
El Poder Ejecutivo Nacional reglará la organización y el funcionamiento del mencionado Registro
conforme a los medios y procedimientos técnicos más adecuados para el mejor cumplimiento de
sus fines. Asimismo determinará el número de secciones en las que se dividirá territorialmente el
Registro y fijará los límites de cada una de ellas a los efectos de las inscripciones relativas a los
automotores radicados dentro de las mismas; podrá crear o suprimir secciones, y modificar sus
límites territoriales de competencia.
Con observancia de los requisitos que se reglamenten podrán ser microfilmados dichos
instrumentos y los respectivos antecedentes que se archiven. Los microfilmes autenticados por el
Director Nacional o el funcionario que se designe, tendrán a los fines registrales la misma validez
que los originales.
ARTICULO 9º- Los trámites que se realicen ante el Registro Nacional de la Propiedad del
Automotor, deberán abonar el arancel que fije el Poder Ejecutivo Nacional, salvo los casos
expresamente exceptuados por la reglamentación.
No podrá restringirse o limitarse la inmediata inscripción del dominio de los automotores o de sus
transmisiones, por normas de carácter administrativo ajenas a los aranceles del Registro.
El beneficio que otorga este artículo no regirá cuando el adquirente y el vendedor sean
comerciantes habituales, y este último haya hecho uso de la exención al efectuar su adquisición.
El Organismo de Aplicación establecerá los requisitos que deberán cumplir los interesados para
inscribirse como comerciantes habituales en la compraventa de automotores, y las causas por las
cuales se suspenderá o cancelará esa inscripción.
ARTICULO 10.- En las inscripciones del dominio de automotores nuevos, de fabricación nacional o
importados, el Registro deberá protocolizar con la solicitud respectiva, el certificado de origen del
vehículo que a esos fines expedirá el organismo de aplicación, a petición de los respectivos
fabricantes e importadores.
ARTICULO 11.- El automotor tendrá como lugar de radicación, para todos sus efectos, el del
domicilio del titular del dominio o el de su guarda habitual. Tales circunstancias se acreditarán
mediante los recaudos que establezca la autoridad de aplicación.
En caso de existir medidas judiciales precautorias sobre el automotor cuyo cambio de radicación
se gestiona, solo podrá autorizarse dicho cambio cuando obren en poder del Registro la
correspondiente orden judicial.
ARTICULO 13.- Los pedidos de inscripción o anotación en el Registro, y en general los trámites
que se realicen ante él, solo podrán efectuarse mediante la utilización de las solicitudes tipo que
determine el Organismo de Aplicación, el que fijará su contenido y demás requisitos de validez.
Cuando las solicitudes tipo no se suscribieren por los interesados ante el Encargado de Registro,
deberán presentarse con las firmas certificadas en la forma y por las personas que establezca el
Organismo de Aplicación.
Dichas solicitudes serán expedidas gratuitamente por el Organismo de Aplicación o los Registros
Seccionales, según ante quien se realice el trámite, y deberán ser presentadas ante ellos por los
interesados dentro de los NOVENTA (90) días de su expedición. Vencido ese plazo perderán su
eficacia, excepto cuando instrumentaren el otorgamiento de derechos, en cuyo caso una vez
vencidos los NOVENTA (90) días, abonarán un recargo progresivo de arancel por mora de
acuerdo a lo que fije el Poder Ejecutivo Nacional. Lo dispuesto en este párrafo no será aplicable a
las solicitudes tipo por las cuales se peticione la inscripción inicial de automotores nuevos de
fabricación nacional.
Los Encargados de Registros, y las demás personas con facultad certificante, no podrán
validamente certificar firmas en solicitudes que han perdido su eficacia. y las que hicieren en
violación de esta norma carecerán de valor, ello sin perjuicio de las sanciones a que pudiere dar
lugar esa transgresión,
Si las solicitudes tipo no se encontraren suscriptas por las partes o por sus representantes
legales, el apoderado interviniente deberá acreditar su personería mediante mandato otorgado
por escritura pública.
Los mandatos para hacer transferencias de automotores, o para realizar trámites o formular
peticiones ante el Registro o el Organismo de Aplicación, caducarán a los NOVENTA (90) días de
su otorgamiento, excepto cuando las facultades aludidas estén contenidas en poderes generales o
se tratare de poderes para interponer recursos administrativos o judiciales.
Cuando la transferencia se formalice por instrumento público o haya sido dispuesta por orden
judicial o administrativa, se presentará para su inscripción junto con el testimonio u oficio
correspondiente, la solicitud tipo de inscripción suscripta por el escribano autorizante o por la
autoridad judicial o administrativa.
Será nula toda cláusula que prohiba o limite esta facultad. Idéntico derecho tendrá el propietario
de un automotor que por cualquier título hubiese entregado su posesión o tenencia, si el
poseedor o tenedor no inscribe su titulo en el Registro en el plazo indicado en este artículo.
Una vez hecha la inscripción el Encargado del Registro dará constancia de ella en el título del
automotor, en el cual actualizará también las demás anotaciones que existan en el mismo.
ARTICULO 16.-A los efectos de la buena fe previstos en los artículos 2º, 3º y 4º del presente, se
presume que los que adquieren derechos sobre un automotor, conocen las constancias de su
inscripción y de las demás anotaciones que respecto de aquel obran en el Registro de la
Propiedad del Automotor, aún cuando no hayan exigido del titular o del disponente del bien, la
exhibición del certificado de dominio que se establece en este artículo.
ARTICULO 17.- La inscripción de un embargo sobre un automotor caducará a los tres (3) años de
su anotación en el Registro.
ARTICULO 18.-El Estado responde de los daños y perjuicios emergentes de las irregularidades o
errores que cometan sus funcionarios en inscripciones, certificados o informes expedidos por el
Registro Nacional de la Propiedad del Automotor.
ARTICULO 19.-Cuando el Poder Ejecutivo Nacional disponga que las prendas sobre automotores
se inscriban en el Registro Nacional de la Propiedad del Automotor, se aplicarán las siguientes
normas:
b) La prenda sobre automotores se registrará con sujeción a las normas del presente decreto-ley
y su reglamentación. Los trámites posteriores relativos al gravamen constituido, se ajustarán a
las disposiciones del Decreto-Ley 15.348/46;
ARTICULO 20.-El título del automotor a que se refiere el artículo 6º deberá contener los datos
siguientes:
f) Indicación de los instrumentos y/o elementos probatorios en virtud de los cuales se anota el
dominio:
g) Modificaciones introducidas al vehículo siempre que ellas alteren algunos de los datos previstos
en el inciso c).
ARTICULO 22.- Sin perjuicio de la expedición del título a que se refiere el artículo 20, juntamente
con la inscripción originaria, o con cada una de las correspondientes a las sucesivas
transferencias de dominio, el Registro entregará al titular del automotor una o más cédulas de
identificación de éste, en las que se consignarán los datos que, con respecto al automotor y a su
propietario, establezca la autoridad de aplicación. Dichas cédulas deberán ser devueltas por el
enajenante del automotor, expidiéndose nuevas para el adquirente. Su tenencia acreditará
derecho o autorización para usar el automotor, pero no eximirá de la obligación de justificar la
habilitación personal para conducir. La cédula, la licencia para conducir y el comprobante de pago
de patente son los únicos documentos exigibles para circular con el automotor, y las autoridades
provinciales o municipales no podrán establecer otros requisitos para su uso legítimo. Será
obligatorio exhibir esos documentos a la autoridad competente, pero no podrán ser retenidos si
no mediare denuncia de hurto o robo del automotor u orden de autoridad judicial.
ARTICULO 23.- El Organismo de Aplicación determinará los distintos tipos de cédulas que se
expedirán, su termino de vigencia y forma de renovación. También podrá requerir la colaboración
de las autoridades que determine el Poder Ejecutivo Nacional para controlar que los automotores
circulen con la documentación correspondiente, para verificar cambios o adulteraciones en las
partes que lo conforman como tal, y para fiscalizar que las transferencias se inscriban en el
Registro dentro del término fijado por esta ley. Asimismo, podrá disponer la exhibición de los
automotores y su documentación y la presentación de declaraciones juradas al respecto.
El que se negare a exhibir a la autoridad competente la cédula de identificación del automotor, o
que no justificare fehacientemente la imposibilidad material de suministrarla, será sancionado por
el Organismo de Aplicación con una multa equivalente al precio de DIEZ (10) a DOSCIENTOS
(200) litros de nafta común.
ARTICULO 24.- Cada automotor, durante su existencia como tal, se identificará en todo el país
por una codificación de dominio formada por letras y números, la que deberá figurar en el título y
demás documentación. Dicha codificación deberá ser reproducida en placas de identificación
visibles exteriormente, que se colocarán en las partes delantera y trasera del automotor.
El Registro notificará esa circunstancia al adquirente, si su domicilio fuere conocido. Una vez
transcurrido el plazo mencionado o si el domicilio resultase desconocido, dispondrá la prohibición
de circular y el secuestro del automotor.
El automotor secuestrado quedará bajo depósito, en custodia del organismo de Aplicación, quien
lo entregará al adquirente cuando acredite haber realizado la inscripción y previo pago del arancel
de rehabilitación para circular y de los gastos de estadía que hubiere ocasionado.
Una vez efectuada la comunicación, el transmitente no podrá hacer uso del automotor, aunque le
fuese entregado o lo recuperase por cualquier título o modo sin antes notificar esa circunstancia
al Registro. La violación de esa norma será sancionada con la pena prevista en el artículo.
Además los registros seccionales del lugar de radicación del vehículo notificarán a las distintas
reparticiones oficiales provinciales y/o municipales la denuncia de la tradición del automotor, a fin
de que procedan a la sustitución del sujeto obligado al tributo (patente, impuestos, multas,
etcétera) desde la fecha de la denuncia, desligando a partir de la misma al titular
trasmitente. (Párrafo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.232 B.O. 31/12/1999)
ARTICULO 28.- El propietario del automotor que resuelva retirarlo definitivamente del uso por no
estar en condiciones de servir para su destino específico, deberá dar inmediata cuenta a la
autoridad competente, quien procederá a retirar el título respectivo y practicará las anotaciones
pertinentes en el registro. La autoridad policial y las compañías aseguradoras deberán igualmente
comunicar al Registro los siniestros que ocurrieran a los automotores, siempre que estos sean de
tal naturaleza que alteren sustancialmente las características individualizantes de los mismos.
ARTICULO 29.- El propietario que resuelva desarmar el vehículo de su propiedad para usar el
material por partes, alterando el destino natural del vehículo, deberá comunicarlo a la autoridad
competente con las mismas previsiones dispuestas en el artículo anterior.
ARTICULO 30.- Las aduanas de la Nación no darán curso a los trámites tendientes a la
exportación de automotores comprendidos en las disposiciones del presente decreto-ley, sin que
medie la exhibición del título e informe del registro sobre las condiciones del dominio y la
existencia de gravámenes. Una vez autorizada por este la exportación, previa aprobación judicial
en su caso, las aduanas retendrán el título del automotor y lo remitirán al registro
correspondiente. Iguales requisitos deberán cumplirse con los automotores que salgan
temporariamente del país con fines turísticos, sin que, en cambio, se les retenga el título,
dándose solamente constancia en este de la autorización para salir de la República.
ARTICULO 31.- Los propietarios de vehículos introducidos al país en forma temporal deberán dar
cumplimiento a los recaudos exigidos por el presente decreto-ley en los casos en que dicha
introducción se considere efectuada con carácter definitivo. La reglamentación determinará las
circunstancias que darán lugar a la aplicación de la norma anterior.
ARTICULO 32.- Los automotores nuevos, sean importados o fabricados en el país, mientras se
hallen en poder de los importadores, fabricantes o concesionarios, solamente podrán circular
antes de su comercialización munidos de una placa provisoria. También podrán hacerlo, cuando
se hallen en poder de los adquirentes, durante el período de inscripción. La autoridad de
aplicación determinará los requisitos y la forma de uso de las placas provisorias.
ARTICULO 33.- Para satisfacer exigencias de la policía de seguridad y a efectos de cumplir fines
estadísticos, los Registros remitirán al Registro Nacional de la Propiedad del Automotor informes
periódicos de las inscripciones cumplidas ante cada uno de ellos. Idéntica información se remitirá
a la Policía Federal y a los ministerios técnicos que lo soliciten.
ARTICULO 34.- Será reprimido con prisión de uno ( 1) a seis (6) años, siempre que el hecho no
constituya un delito más severamente penado, el que insertare o hiciere incorporar en las
solicitudes tipo o comunicaciones presentadas ante el Organismo de Aplicación o los Registros
Seccionales declaraciones falsas, concernientes a hechos o circunstancias que tales documentos
deban probar.
ARTICULO 35.- Todos los términos establecidos en el presente decreto-ley se computarán en días
hábiles.
ARTICULO 36.- Los jefes de los Registros Seccionales dependientes de los Registros Nacionales
de la Propiedad del Automotor y de Créditos Prendarios, serán designados y removidos por el
Poder Ejecutivo a propuesta de la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad
del Automotor y de Créditos Prendarios, y permanecerán en sus cargos mientras mantengan su
idoneidad y buena conducta.
Podrán ser removidos, previa instrucción de sumario con audiencia del interesado por las
siguientes causas:
a) Abandono del servicio sin causa justificada;
c) Ser declarado en concurso civil o quiebra, salvo que concurran circunstancias atendibles;
d) Inconducta notoria;
j) Indignidad moral;
Además, podrán ser removidos cuando se resuelva la supresión del cargo que desempeñan.
ARTICULO 37.- Las decisiones de los Encargados de Registro en materia registral, podrán ser
recurridas ante la Cámara Federal de Apelaciones con competencia territorial en el lugar donde
tenga su asiento el Registro Seccional contra cuya decisión se recurre. En la Capital Federal será
competente la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal de la Capital
Federal.
También podrá recurrirse ante el tribunal mencionado en último término, de las decisiones del
Organismo de Aplicación en cuestiones de materia registral, relativas a conflictos o casos de
carácter individual, o en los supuestos de cancelación o suspensión en el registro de los
comerciantes habituales previstos en el artículo 9º o de aplicación de sanciones de multa
contemplado en el artículo23.
Las actuaciones se elevarán al Tribunal por intermedio del Organismo de Aplicación. Cuando el
recurso se interpusiera contra una decisión de este último se hará por intermedio del Ministerio
de Justicia.
El plazo para dictar sentencia será de sesenta (60) días hábiles judiciales desde que se encuentre
firme el llamamiento de autos.
Dentro del plazo que el Poder Ejecutivo establezca para remitir las actuaciones el Tribunal, quien
dictó la resolución recurrida podrá revocarla por contrario imperio. Dentro del mismo plazo, el
Organismo de Aplicación, cuando se tratare de decisiones de los Encargados de Registro, o el
Ministerio de Justicia, cuando se tratare de decisiones de este último, podrán dejar sin efecto el
acto impugnado.
ARTÍCULO 38.- El Organismo de Aplicación queda legitimado para iniciar acciones con el objeto
de obtener la declaración de nulidad de las inscripciones registrales o de los documentos que las
acrediten.
LEY 17801 Registro de la propiedad inmueble
CAPITULO I
b) Tener las formalidades establecidas por las leyes y estar autorizados sus
originales o copias por quien esté facultado para hacerlo;
Para los casos de excepción que establezcan las leyes, podrán ser inscriptos o
anotados los instrumentos privados, siempre que la firma de sus otorgantes esté
certificada por escribano público, juez de paz o funcionario competente.
CAPITULO II
Cuando por ley local estas tareas estuvieren asignadas a funcionarios con
atribuciones exclusivas, la petición deberá ser formulada con su intervención.
La reglamentación local fijará los plazos máximos dentro de los cuales deben
sustanciarse los recursos.
CAPITULO III
Matriculación. Procedimientos
Artículo 10. - Los inmuebles respecto de los cuales deban inscribirse o anotarse
los documentos a que se refiere el artículo 2º, serán previamente matriculados en
el Registro correspondiente a su ubicación. Exceptúanse los inmuebles del dominio
público.
CAPITULO IV
b) Las hipotecas, otros derechos reales y demás limitaciones que se relacionen con
el dominio;
Los asientos mencionados en los incisos precedentes se llevarán por estricto orden
cronológico que impida intercalaciones entre los de su misma especie y en la forma
que expresa el artículo 12, en cuanto fuere compatible, con la debida especificación
de las circunstancias particulares que resulten de los respectivos documentos,
especialmente con relación al derecho que se inscriba.
Artículo 15. - No se registrará documento en el que aparezca como titular del
derecho una persona distinta de la que figure en la inscripción precedente. De los
asientos existentes en cada folio deberán resultar el perfecto encadenamiento del
titular del dominio y de los demás derechos registrados, así como la correlación
entre las inscripciones y sus modificaciones, cancelaciones o extinciones.
a) Cuando el documento sea otorgado por los jueces, los herederos declarados o
sus representantes, en cumplimiento de contratos u obligaciones contraídas en vida
por el causante o su cónyuge sobre bienes registrados a su nombre;
Artículo 20. - Las partes, sus herederos y los que han intervenido en la
formalización del documento, como el funcionario autorizante y los testigos en su
caso, no podrán prevalerse de la falta de inscripción, y respecto de ellos el derecho
documentado se considerará registrado. En caso contrario, quedarán sujetos a las
responsabilidades civiles y sanciones penales que pudieran corresponder.
CAPITULO V
CAPITULO VI
b) Toda otra registración de carácter personal que dispongan las leyes nacionales o
provinciales y que incida sobre el estado o la disponibilidad jurídica de los
inmuebles.
CAPITULO VII
CAPITULO VIII
Rectificación de asientos
Artículo 34. - Se entenderá por inexactitud del Registro todo desacuerdo que, en
orden a los documentos susceptibles de inscripción, exista entre lo registrado y la
realidad jurídica extrarregistral.
CAPITULO IX
Artículo 37. - Caducan de pleno derecho y sin necesidad de solicitud alguna, por el
transcurso del tiempo que expresa este artículo o por el que, en su caso,
establezcan leyes especiales:
b) Las anotaciones a que se refiere el inciso b) del artículo 2º, a los cinco años,
salvo disposición en contrario de las leyes.
CAPITULO X
CAPITULO XI
Artículo 43 - Las leyes locales podrán reducir los plazos establecidos en esta ley.
Gobierno de la
Provincia de Córdoba
Fiscalía de Estado
Dirección de
Informática Jurídica
Número: 5771
LEY N° 5771
DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA,
LEY Nº 5771
TITULO I
TITULO II
REGISTRO DE LA PROPIEDAD INMUEBLE
CAPITULO I
Artículo 5º - Cuando la petición sea motivada por escritura notarial, resolución judicial
o administrativa de otra jurisdicción, la petición se formulará con intervención del
funcionario o profesional competente de la Provincia, según la naturaleza del
documento.
Artículo 8º - Las escrituras públicas pueden presentarse hasta los primeros treinta
minutos del horario administrativo del día hábil inmediato al del vencimiento del plazo
fijado por el Art. 5º del Decreto-Ley 17.801.
Artículo 9º - Los documentos rechazados por aplicación del Art. 9º inc. a) del Decreto-
Ley 17.801, serán inscriptos o anotados provisionalmente hasta que quede firme el
rechazo o se disponga su inscripción o anotación.
Artículo 10º - Cuando fuere observado el documento vencido los treinta días que la ley
le acuerda al Registro para ello, la inscripción provisional por el término de ciento
ochenta días, legislada por el inc. b) del art. 9º del Decreto-Ley 17.801, se tendrá por
prorrogada de pleno derecho, por un plazo igual a contar desde la fecha de notificación
de la observación, sin perjuicio de las prórrogas por períodos determinados que el
citado inciso y articulado contemplan.
DE LOS RECURSOS
El rechazo del documento por estar viciado de nulidad absoluta y manifiesta será
dispuesto por la Dirección General, suscribiendo el acto el titular o quien lo reemplace
a ese efecto. El interesado podrá recurrir ante la Justicia en la forma y plazo previstos
en el artículo 19º. El documento que fuere rechazado, será inscripto o anotado
provisionalmente por el término para interponer el mencionado recurso.
*Artículo 16º - En los casos en que mediara observación motivada, el interesado podrá
interponer recurso de rectificación fundado ante el Registrador interviniente, dentro de
los 30 días de haber sido notificado formalmente de la observación que impugna,
debiendo acompañar todos los elementos de prueba que hagan a su derecho.
Los escritos en que se interpongan los recursos previstos en este artículo y en los
siguientes, deberán reunir las formalidades que establece la Ley de Procedimiento
Administrativo.
Todos los plazos establecidos en este capítulo, con excepción del de inscr Todos los
plazos establecidos en este capítulo, con excepción del de inscripción o anotación
provisional, se contarán de acuerdo a lo establecido por la Ley de Procedimiento
Administrativo.
La presentación de los escritos podrá hacerse hasta los primeros 30 minutos del horario
administrativo del día hábil inmediato siguiente al del vencimiento del plazo, a cuyo
efecto se deberá requerir la colocación del cargo respectivo en la oficina designada para
la recepción del documento.
*Artículo 20º - En los casos en que los Tribunales insistieran en las inscripciones
dispuestas, la Dirección General elevará los antecedentes al Excmo. Tribunal Superior
de Justicia para su remisión a la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de
turno de la Capital, dentro de los 15 días en que se devolviere el documento al Registro
General, para que resuelva el conflicto, manteniéndose la inscripción o anotación
provisional durante la sustanciación del mismo.
CAPITULO III
MATRICULACION - PROCEDIMIENTOS
Artículo 22º - El folio de matriculación consistirá en una hoja con las medidas y
características que determine la Dirección del Registro, de manera tal que permita
contener los siguientes asientos y anotaciones:
e) Nombre del o de los titulares del dominio y demás datos que requieren para las
escrituras públicas, así como sus posteriores transmisiones. Respecto de las Sociedades
o personas jurídicas se consignará su nombre o razón social, clase de sociedad,
domicilio e inscripción en el Registro pertinente, cuando la ley exija tal requisito.
A tal fin, los escribanos o funcionarios que intervengan en todo acto por los que se
otorguen, constituyan, trasmitan, adquieran, modifiquen o extingan derechos reales
sobre inmuebles ubicados en el territorio provincial deberán incorporar
obligatoriamente en sus registros, como dato clave, la NOMENCLATURA
CATASTRAL, asignada por la Dirección de Catastro.
Artículo 24º - El Registro deberá llevar índices de acceso al folio por nombre y
apellido del titular del derecho inscripto; por calle y número y entrecalles, en los casos
que fuere posible; y por nomenclatura catastral si la hubiere.
Artículo 25º - La Dirección determinará el texto que corresponda a cada uno de los
asientos que deban practicarse, así como el código de abreviaturas que resulte
conveniente aplicar para la brevedad de las inscripciones y anotaciones, como para las
referencias e informes; procurando en todos los casos reflejar fielmente el contenido de
los títulos que se presenten para su inscripción.
Artículo 27º - Cuando las registraciones agoten la capacidad de un folio, los nuevos
asientos que deban practicarse se efectuarán en otros folios sucesivos que aseguren la
continuidad, agregando éstos al primero por su numeración de matrícula.
Artículo 29º - La incorporación se hará en este caso, sobre la base de los siguientes
antecedentes:
CAPITULO IV
Artículo 31º - Se considera que tienen interés legítimo en averiguar el estado jurídico
de los bienes y de las personas los funcionarios, profesionales o particulares que se
enuncian a continuación:
Artículo 33º - El título inscripto en el Registro General que debe tener a la vista el
Escribano según lo dispuesto por el Art. 23º de la Ley 17.801, puede ser título con
inscripción definitiva o provisional, pero cuando tenga este último carácter, el
Escribano deberá hacer constar esa circunstancia al tercero, quien deberá aceptarla
expresamente.
*Artículo 34º - El estado jurídico de los bienes y de las personas según las constancias
registradas, podrá acreditarse con relación a terceros para la autorización de los demás
documentos, actos y circunstancias necesarias, con los informes y copias expedidos por
el Registro General de conformidad a lo dispuesto por el Artículo 27 del Decreto Ley
N° 17.801/68, a requerimiento de los Notarios, Tribunales o autoridades
administrativas de la Nación o de las Provincias, o a petición de quien tenga interés
legítimo según lo establecido por el Artículo 31 de esta Ley. Esos informes y copias se
expedirán sin dejar constancia en el folio de esos actos registrales.
Artículo 38º - El Registro General sólo certificará, informará o expedirá copias sobre la
base de referencias concretas y a los efectos que expresamente se determinen. Cuando
esas referencias no se consignaran en la petición, las búsquedas por índices personales
se remontarán hasta la fecha de nacimiento de la persona o de constitución de la
sociedad, y a falta de estos antecedentes, hasta el primero de enero de 1935.
Artículo 40º - La nota de inscripción en los títulos, se asentará en la parte libre o en los
márgenes de la última foja útil del documento. Si diversos actos estuvieren
instrumentados en un solo documento y se presentaren para su inscripción en forma
simultánea, la nota consignará las registraciones que se efectúen, comenzando por la
del dominio. Los raspados interlineados o enmendados, serán salvados de puño y letra
del inscriptor responsable, a continuación de la última palabra del texto y antes de su
firma, la que cerrará el contenido del asiento. Las notas ampliatorias, complementarias
o modificatorias, deberán consignarse por separado, expresando la fecha en que se
realicen, con iguales recaudos que los determinados para el principal.
CAPITULO V
CAPITULO VI
CAPITULO VII
RECTIFICACION DE ASIENTOS
Artículo 48º - La rectificación de los asientos registrales inexactos por error u omisión
en el documento inscripto, respecto de la matriz o expediente original, se efectuará
mediante documento de la misma naturaleza, judicial, notarial o administrativo que el
que motivó el asiento. El error u omisión en el asiento registral por diferir con el
documento a que accede, se rectificará mediante el reintegro del documento inscripto a
fin de rectificar el asiento inexacto teniendo a la vista y tomando en consideración el
documento mismo. El error u omisión en el asiento registral por diferir éste de la
rogación que acompañó el documento inscripto, se rectificará mediante el reintegro del
documento inscripto portando rogación acorde con el mismo, la cual deberá señalar la
diferencia entre el asiento producido y la rogación originaria.
CAPITULO VIII
a) Las que se refieren al dominio y demás derechos reales, o los que se constituyen en
relación a éstos, mediante breves notas en los lugares pertinentes del folio.
a) Que la formulación del mismo sea expresa y dentro del plazo que pudiere mediar
entre el asiento de presentación del documento y su registración definitiva, no pudiendo
exceder dicho plazo los 180 días desde la presentación del documento. La solicitud
debe estar suscripta por el beneficiario del derecho cuya inscripción se desiste, con
autenticación de la firma respectiva. Cuando se trate de documentos cuya inscripción se
hubiere ordenado judicialmente, el desistimiento únicamente se admitirá por esa misma
vía.
Quedan exceptuados del plazo de 180 días desde la presentación del documento, los
títulos presentados al Registro con anterioridad al primero de Octubre de 1968.
TITULO III
b) Las resoluciones judiciales que disciernen la tutela o curatela hecha por el Tribunal
competente y las que acepten la renuncia u ordene la cesación de dichos cargos.
*TITULO IV
TITULO V
b)Poseer título de abogado o notario, con cinco (5) años, como mínimo, de ejercicio
profesional o de funciones en el Registro General de la Provincia.
Artículo 61º - La Dirección General tendrá las atribuciones y deberes que fijan las
disposiciones de carácter general y las que especialmente se le asignan en esta Ley.
Resolverá las cuestiones que se promuevan por aplicación o interpretación de las
normas legales y reglamentarias a las que deba ajustarse el Registro General y adoptará
las disposiciones de carácter general para el mejor funcionamiento del mismo. Las
resoluciones generales que dicte se ajustarán a la reglamentación que previamente
determine. Propondrá además, las reformas que estime conveniente introducir en leyes,
decretos y reglamentaciones relativas al Registro.
*Artículo 62º - Sin perjuicio de las atribuciones que esta Ley confiere a la Dirección
General, compete a la misma:
b)Organizar las distintas dependencias a su cargo en la forma que fuere necesario para
el mejor cumplimiento de sus fines.
c) Orientar el servicio del Registro General dando al personal las instrucciones que
convenga al mejor servicio, estableciendo la unidad funcional y uniformando criterios
de interpretación.
e) Proponer las modificaciones que requiera la estructura orgánica pre e) Proponer las
modificaciones que requiera la estructura orgánica prevista en la presente ley,
adoptando las medidas de urgencia que la continuidad del servicio exija.
f) Fijar los turnos de tareas y de atención de las distintas dependencias, conforme con
sus funciones específicas.
g) Establecer los elementos que han de utilizarse según las distintas funciones del
Registro General, con sujeción a las normas legales vigentes y resoluciones de la
Dirección que se dicten.
k) Oponerse, cuando lo considere oportuno por las exigencias del servicio, a que se
acuerde licencia al personal fuera de los casos taxativamente enumerados por las
normas respectivas, haciendo constar los fundamentos que la motivan.
l) Establecer y coordinar las relaciones con las instituciones ligadas al servicio registral.
a) Ser argentino, y
b) Poseer título de graduado en ciencias económicas, con cinco (5) años, como mínimo,
de ejercicio profesional o de funciones en el Registro General de la Provincia.
Artículo 65º - Los funcionarios y empleados del Registro General son responsables por
la falta de cumplimiento de las obligaciones que le imponen las leyes y sus
reglamentaciones. La Provincia tomará a su cargo la reparación de los daños y
perjuicios que el Registro cauce, y podrá ejercitar las acciones civiles y penales contra
los que resultaren personalmente responsables y sus fiadores, en su caso, por dolo,
imprudencia o negligencia grave en el desempeño de sus funciones. Los empleados del
Registro no responderán por los daños que resulten por la falta de servicios.
TITULO VI
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 68º - Las normas registrales que contiene el título sobre el Registro de la
Propiedad Inmueble, serán aplicables al Registro de Mandatos, Representaciones y
Autorizaciones y al Registro Público de Comercio, en cuanto fueren compatibles.
Artículo 70º - Quedan derogados los títulos XIV y XV de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y toda otra disposición que se opusiere a la presente Ley.
NOTICIAS ACCESORIAS
FUENTE DE PUBLICACION:
B.O. 12.11.74
TEXTO ART. 2 ÚLTIMO PÁRRAFO: DEROGADO POR ART. 8 L.Nº 9343 (B.O.
27.12.06).
TEXTO ART. 15: CONFORME SUSTITUCIÓN POR ART. 3 L.Nº 6737 (B.O.
13.05.82).
TEXTO ART. 16: CONFORME SUSTITUCIÓN POR ART. 3 L.Nº 6737 (B.O.
13.05.82).
TEXTO ART. 17: CONFORME SUSTITUCIÓN POR ART. 3 L.Nº 6737 (B.O.
13.05.82).
ANTECEDENTE ART. 17: MODIFICADO POR ART. 1 L.Nº 6335 (B.O. 16.11.79).
TEXTO ART. 18: CONFORME SUSTITUCIÓN POR ART. 3 L.Nº 6737 (B.O.
13.05.82).
TEXTO ART. 19: CONFORME SUSTITUCIÓN POR ART. 3 L.Nº 6737 (B.O.
13.05.82).
TEXTO ART. 20: CONFORME SUSTITUCIÓN POR ART. 3 L.Nº 6737 (B.O.
13.05.82).
TEXTO ART. 23 INC. a): CONFORME SUSTITUCIÓN POR ART. 5 L.N° 9201
(B.O. 16.12.04).
TEXTO ART. 34: CONFORME MODIFICACIÓN POR ART. 1 L.Nº 8846 (B.O.
08.06.00).
OBSERVACION TÍTULO II CAPÍTULO II: POR ART. 14 L.Nº 6074 (BO. 18.08.77)
SE ESTABLECE QUE LAS RESOLUCIONES DEL REGISTRO GENERAL
PODRÁN SER RECURRIDAS EN LA FORMA LEGISLADA EN ESTE
CAPÍTULO.
ANTECEDENTE ART. 67: MODIFICADO POR ART. 1 L.Nº 8510 (B.O. 08.11.95)
Y POR ART. 1 L. Nº 8662 (B.O. 29.12.97)
OBSERVACIÓN ART. 67: LA LEY 8510 (B.O. 08.11.95) MODIFICATORIA DE
ESTE ARTÍCULO TIENE UN PLAZO DE VIGENCIA DE DOCE (12) MESES
CONFORME TEXTO DE DICHA LEY.