Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MUJERES AL SOL
Obra registrada
Tel:
4-374-2841
15-4-172-8732
mensaje70@yahoo.com.ar
Mensaje70@hotmail.com
Personajes:
ONDINA / VISITANTE
RUBY
(2 mujeres)
ONDINA: (Al teléfono)¡Hola! Acá tengo una interferencia que me pide que les
mande saludos, pero no sé a quiénes.
RUBY: Preguntales cómo están.
ONDINA: Pregunta cómo están... ¡¿Cómo?! ¡¿Cuándo, dónde, cuánto?!
RUBY: Mandales besos.
ONDINA: ¡Qué horror! ¡No lo puedo creer!
RUBY: ¿A cuál de las dos?
ONDINA: No lo puedo creer (Corta)
RUBY: ¿A cuál no le creés?...Decime.
ONDINA: Fue así, nomás...
RUBY: Así, ¿cómo?
ONDINA: La noticia, así, de repente...¡Tía Ludovica!... de chiquita siempre me
decía hola...
RUBY: Y de grande, chau. ¿Pero cuál?
ONDINA: Nunca lo hubiera imaginado.
RUBY: Cuál, te pregunto.
ONDINA: ¿Cuál qué?
RUBY: ¿Tu tía o mi tía?
ONDINA: Ya te dije. Ludovica.
RUBY: Ahora me queda claro.
ONDINA: ¡Tía Ludovica, siempre presente, no he dejado siquiera una noche sin
pensar en tía Ludo! Y ahora... ¡la infausta noticia!
RUBY: Cierto...yo también la he recordado noche por medio, una noche a cada
una, y quisiera saber si a partir de acá, tendré que evocar a las dos, a una sola, o a
ninguna.
ONDINA: No sé cómo pudo pasar algo así....(Se cubre con una servilleta)
Acompañame en la oración...Tía Ludo, desde ignotos parajes queremos que te
llegue nuestro clamor, clamor incipiente, clamor sin final, clamor infinito, aunque
no tanto, porque no sé si tendremos aguante, y para terminar queremos
comunicarte que tampoco creo que tengamos el coraje necesario como para
acercarnos a tan aciago encuentro, y entonces, por si acaso y por todo esto, lo
dejamos acá.
RUBY: ¡Pero qué decís! Tenemos que ir.
ONDINA: No. No quiero. Tía, conformate con este improvisado discurso y el
deseo de que al menos, tu viaje sea placentero.
RUBY: (Repite, en oración) Que al menos, tu viaje sea placentero... ¿Placentero,
dijiste?
ONDINA: Si.¡Tía Ludo, ya quisiera yo también, acompañarte!
RUBY: ¿Pero qué te pasa?
ONDINA: Tenés razón, es el dolor que me hace hablar. Sentido pésame, tía
Ludo...
RUBY: Sentido pésame y ojalá lleguemos a enterarnos de qué tía.
ONDINA: Ya te lo dije: Nuestra tía.
RUBY: ¿Nuestra? ¿Entonces es la misma? Eso quiere decir que... (Se dispone a
abrazarla) ¡Somos primas!
ONDINA: ¡Sí, qué lamentable!
RUBY: ¿Lamentable?
ONDINA: Hablo de tía Ludo.
RUBY: Por supuesto, pero, ¿cuál fue la causa?
ONDINA: ¿Qué causa?
7
ONDINA: No, siempre. Acordate de que en una época, al igual que vos, no sólo
me daba el lujo de mirar, sino también de elegir, ¡y más que nada, de elegir!
RUBY: Eso, antes de haber quedado para el descarte...
ONDINA: ¡Lo dirás por vos!
RUBY: Claro, sí...Siempre me acuerdo de aquél chico, el de la librería...
ONDINA: ¿Quién?
RUBY: El chico de la librería.
ONDINA: ¿Qué chico, qué librería?
RUBY: La única librería que había en el barrio...chico tan lindo, de flequillo, ojos
celestes...
ONDINA: ¿Flequillo, ojos celestes?...No sé.
RUBY: En esa época yo estaba perdidamente enamorada de él, y no sabía cómo
decírselo ¿Te acordás que llegué a mandarle una carta por intermedio tuyo?
ONDINA: No sé de qué hablás. No me acuerdo.
RUBY: ¡Pero sí!, acordate que me dijiste que no la quiso leer.
ONDINA: No. No me acuerdo.
RUBY: Y yo esperaba, ansiosa, la respuesta, ahí mismo, en el zaguán. Así quedé,
esperando...
ONDINA: No te preocupes, como amante no sabía hacer nada.
RUBY: ¿Te lo transaste?
ONDINA: Ya te dije. No sabía hacer nada.
RUBY: Mirá vos...Tantos años para esta confesión. Hubiera preferido no saberlo
nunca.
ONDINA: Vos insististe.
RUBY: ¡Ondina! ¡Vos destruiste mi idilio!
ONDINA: No exageres, que enseguida te mandaste a otros idilios.
RUBY: Y, sí...la flor de la edad, después vino Abraham, Alberto, Humberto,
Rigoberto. ¡Ah!, me olvidaba de Ruperto, que fue entre Humberto y Rigoberto...
ONDINA: Y después, etcétera.
RUBY: Etcétera, ese mismo. Fue una profusión de idilios…
ONDINA: También fugaces.
RUBY: Más que fugaces, se fugaron.
ONDINA: No te preocupes.
RUBY: ¿Qué....?
ONDINA: Tampoco sabían hacer nada.
RUBY: ¿Y esperás que te perdone tantos años de traición?
ONDINA: ¿Te olvidás de que vos te casaste con Gualterio?
RUBY: ¿Con ese también...?
ONDINA: Ese sí que sabía hacer.
RUBY: ¡Ah, no! ¡Esto es el colmo!...¡Tendría que irme ya...!
ONDINA: No Ruby, perdoname, no vas a desperdiciar por una pavada así.
RUBY: ¿Desperdiciar qué?
ONDINA: Estos tres meses de sol...Nos une, además del sol, la luz de nuestra
amistad, y como te decía, al fin y al cabo, ustedes llegaron a casarse.
RUBY: Pero lo que más me indigna...lo que más me indigna...
ONDINA: El desencuentro, claro.
RUBY: No, lo que más me indigna es que conmigo no sabía hacer nada...¡Ondina,
vos tenés que enseñarme, yo sé que guardás un secreto encanto!
ONDINA: Por supuesto. No tenés más que mirarme.
RUBY: Contame por favor, contame tu secreto.
10
joven para viajar!... ¡Cuénteme algo más, tía!, no de viajes, no...Quiero saber de la
nena....Sí, el cumpleaños de quince ¿Cómo?, ¿de treinta, ya? ¡Y sigue pasando el
tiempo!...¿Tía, está segura de que no es centenaria?, ¿ciento veinte no?...¡Hola,
Ludo, hola...!
ONDINA: (Se la escucha llegar) Pipí, pipí, pipí...
RUBY: (Aún hablando por el tachito) ¡Ondy! Volviste!
ONDINA: ¡Si, volví, mi amor, volví!
RUBY: ¡Mostrame, que trajiste!
ONDY: Mirá, mirá...(Muestra unas revistas)
RUBY: Revistas de la farándula… ¿Así vienen los galanes de ahora?
ONDINA: Pero ya no tienen las virtudes del anciano Mikoni.
RUBY: No importa. Los ojos son los espejos...
ONDINA: (Interrumpe) De donde vos sabés.
RUBY: ¡Pero que alegría, Ondy, hay tantas cosas que quiero contarte! Virtudes de
la vida natural... No, de eso no, ¡quiero saber de ella!
ONDINA: ¿Ah, sí? Tengo un notición.
RUBY: ¿Un notición?
ONDINA: ¿Te lo digo?
RUBY: ¡Decilo, por favor!
ONDINA: ¡Se casa!
RUBY: ¡Se casa! ¿Sí? ¡Contame cómo es el vestido!
ONDINA: Bueno, no sé si sabrás. Ya no se usan aquellos que vos conociste.
RUBY: Y con mucha razón. Solo servían para pisarlos.... ¡La nena, blanca,
radiante...!
ONDINA: “Blanca y radiante va la novia...” ¡Pero no, no!
RUBY: ¿No, qué?
ONDINA: Blancas, tampoco.
RUBY: ¿Tampoco?
ONDINA: (Por la revista) Fijate.
RUBY: ¿Más cambios?
ONDINA: Ahora de negro. Más auténtico.
RUBY: ¡De negro! ¡Lo que siempre soñé!...Me vas a invitar, ¿no es cierto?
ONDINA: Por supuesto. Más que nada, fue idea del padre. El otro día, me dijo:
“¿Por qué no llamamos a la flaca?”
RUBY: ¿Y la flaca soy yo?
ONDINA: Sí, claro, podés venir cuando quieras.
RUBY: Ay, bueno, entonces aconséjame, aconséjame qué ropa.
ONDINA: ¿Te vas a vestir?
RUBY: Nunca fui nudista.
ONDINA: No, si, claro... ¡Vení así como estás!
RUBY: ¿Así?
ONDINA: Encanto de lo natural.
RUBY: Cierto, el encanto, pero...
ONDINA: ¿Qué?
RUBY: Ayudame también con el regalo...
ONDINA: ¿El regalo?
RUBY: ¡El regalo, sí, lo estará esperando!
ONDINA: Y…Llevale algún bicho de los que andan por acá. A ella le causan
espanto. Sería una broma maravillosa.
RUBY: ¿También eso? ¡Como cambia todo!...Pero, ¿cuándo, cuándo?
15
FINAL
(2011)