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FITZPATRICK,

56 Sheila, La Revolución Rusa, SigloSHEILAXXI, Bs. As.,


F1TZPATRICK

2005, Cap. 2-5.


los partídos políticos, los zemstvos y el comité de industrias de gue- 2. 1917: las revoluciones de febrero
rra de los industriales, que eran agentes potenciales de transición y octubre
entre el viejo régimen y el nuevo mundo.
En vísperas de la Primera Guerra Mundial, la situación de la
autocracia era precaria. La sociedad estaba profundamente dividi-
da y la estructura burocrática era frágil y su capacidad estaba exce-
dida. El régimen era tan vulnerable a cualquier tipo de sacudida u
obstáculo que es difícil imaginar que hubiera podido sobrevivir En febrero de 1917, la autocracia se derrumbó ante las manifes-
por mucho tiempo, aun sin la guerra, si bien está claro que, bajo taciones populares y el retiro del respaldo de la élite al régimen. En
otras circunstancias, el cambio podía haberse producido menos la euforia de la revolución, las soluciones políticas parecían fáciles.
violentamente y con menos consecuencias radicales que la forma La futura forma de gobierno de Rusia sería, por supuesto, demo-
en que esto ocurrió en 1917. crática. El sentido exacto de ese ambiguo término y la naturaleza
La Primera Guerra Mundial expuso e incrementó la vulnera- de la nueva constitución de Rusia serían decididos por una asam-
bilidad del antiguo régimen ruso. El público aplaudió las victorias, blea constituyente, que sería elegida por el pueblo ruso en cuanto
pero no toleró las derrotas. Cuando éstas tenían lugar, la sociedad las circunstancias lo permitieran. Entretanto, las revoluciones de
no se unía tras el gobierno (una reacción relativamente normal, élite y popular —políticos liberales, las clases propietarias y profe-
especialmente si el enemigo invade el suelo patrio, y que fue la de sionales y la oficialidad en la primera categoría; políticos socialis-
Rusia en 1812 y en 1941-2) sino que se volvió violentamente con- tas, la clase obrera urbana y los soldados y marineros rasos en la
tra éste, denunciando su incompetencia y atraso en tono de des- segunda— coexistirían, tal como lo hicieran en los gloriosos días
precio y superioridad moral. Ello sugiere que la legitimidad del ré- de la solidaridad nacional revolucionaria en 1905. En términos
gimen ya era extremadamente precaria, y que su supervivencia institucionales, el nuevo gobierno provisional representaría la re-
estaba estrechamente vinculada a los logros tangibles que obtuviera volución de élite, mientras que el recientemente revivido soviet de
y, de no haberlos, a la mera suerte. El viejo régimen fue afortuna- Petrograclo sería el portavoz de la revolución del pueblo. Su rela-
do en 1904-6, otra ocasión en que las derrotas bélicas lo sumieron ción sería complementaria más que competitiva y el "poder dual"
en la revolución, pues pudo salir de la guerra con relativa pronti- (el término se aplicaba a la coexistencia del gobierno provisional
tud y honor, obteniendo además un importante empréstito pos- y el soviet) sería una fuente de fortaleza, no cíe debilidad. A fin de
bélico de Europa, que por entonces estaba en paz. No tuvo tan- cuentas, los liberales rusos habían tendido a considerar aliados a
ta suerte en 1914-7. La guerra se prolongó demasiado, agotando los socialistas, cuyo interés especial en la reforma social era sólo
no sólo a Rusia, sino a toda Europa. Más de un año antes de que comparable —y compatible— con el interés especial de los libera-
el armisticio se celebrara en Europa, el viejo régimen de Rusia había les en la democratización política. En forma similar, la mayor parte
muerto. de los socialistas rusos estaban dispuestos a ver a los liberales co-
mo aliados, ya que aceptaban la noción marxista de que la revo-
lución liberal burguesa tenía el primer lugar en la agenda y que
los socialistas estarían dispuestos a respaldarla en la lucha contra
la autocracia.
Pero ocho meses más tárele las esperanzas y expectativas de fe-
brero se habían derrumbado. El "poder dual" resultó ser una ilusión
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que enmascaraba algo que se parecía mvicho al vacío de poder. La re- emigración de grandes cantidades de rusos educados en el trans-
volución popular se hizo cada vez más radical, mientras que la curso e inmediatamente después de la guerra civil que siguió a la
revolución de élite se desplazó hacia una ansiosa posición conser- victoria bolchevique. Para los emigrados, la revolución bolchevi-
vadora en defensa de la propiedad, la ley y el orden. El gobierno que no fue tanto una tragedia en el sentido griego como un desas-
provisional apenas si sobrevivió al intento de golpe de derecha del tre inesperado, inmerecido y esencialmente injusto. A la opinión
general Kornilov lo suficiente como para sucumbir al golpe de iz- pública occidental y en particular estadounidense, le pareció que
quierda de los bolcheviques, popularmente asociado al lema "to- al pueblo ruso le había sido quitada con engaños la democracia li-
do el poder a los soviets". La tan esperada Asamblea Constituyen- beral por la que había combatido por tanto tiempo con tanta no-
te se reunió pero no obtuvo nada, y, en enero de 1918, fue disuelta bleza. Teorías conspirativas que explicaban la victoria bolchevique
sin ceremonias por los bolcheviques. En la periferia de Rusia, ofi- ganaron amplia aceptación: la más popular era la de la conspira-
ciales del antiguo ejército zarista convocaban a sus fuerzas para » ción judía internacional, ya que Trotsky, Zinoviev y muchos otros
combatir a los bolcheviques, algunos bajo la bandera monárqviica líderes bolcheviques eran judíos; pero otra teoría, revivida por Sol-
que parecía haber desaparecido para siempre desde 1917. La re- yenitzin en Lenin en Zurich, representaba a los bolcheviques como
volución no llevó la democracia liberal a Rusia. En cambió, trajo la a títeres de los alemanes, parte de un complot victorioso para sa-
anarquía y la guerra civil. car a Rvisia de la guerra. Por supuesto que los historiadores tien-
El paso directo del febrero democrático al octubre rojo asom- den a considerar las teorías conspirativas con escepticismo. Pero
bró por igual a vencedores y vencidos. Para los liberales rusos, fue las actitvides que permitieron que tales teorías proliferaran pue-
un choque traumático. La revolución —su revolución, tal como lo den haber influido en los enfoques académicos occidentales del
demostraba la historia de Europa occidental, y como lo aceptaban problema. Hasta muy recientemente, la mayoría de las explicacio-
los marxistas que veían las cosas con objetividad— finalmente ha- nes históricas de la revolución bolchevique enfatizaban de una u
bía ocurrido, sólo para serles arrebatada por fuerzas siniestras e in- otra forma su ilegitimidad, como si buscasen absolver al pvieblo
comprensibles. Los mencheviques y otros marxistas no bolchevi- ruso de toda responsabilidad por el episodio y sus consecuencias.
ques se sintieron igualmente ultrajados: el momento aún no En la clásica interpretación occidental de la victoria bolchevi-
estaba maduro para una revolución socialista proletaria y era inex- que y la subsiguiente evolución del poder soviético, el deus ex ma-
cusable que un partido marxista rompiera las reglas y se adueñase china era el arma secreta bolchevique: organización y disciplina
del poder. Los aliados, socios de Rtisia en la guerra en Europa, partidaria. El panfleto de Lenin ¿Qiiéhacer? (véase supra, p. 46), en
quedaron horrorizados ante la catástrofe y se negaron a recono- el que se fijaban los requisitos para la organización exitosa de vm
cer al nuevo gobierno, que se disponía a retirar unilateralmente partido ilegal y conspirativo, se solía citar como texto básico; y se
a Rusia de la guerra. Los diplomáticos apenas si conocían los argüyó que las ideas de ¿ Qiié hacer? moldearon al Partido Bolche-
nombres de los nuevos regentes de Rusia, pero sospechaban lo vique en los años formativos y siguieron determinando la conduc-
peor y rogaban por una rápida resurrección de las esperanzas de- ta bolchevique aun después de la salida de la clandestinidad en fe-
mocráticas a las que habían dado la bienvenida en febrero. Los brero de 1917. La política abierta, democrática y pluralista que
occidentales lectores de diarios se enteraron con horror del des- imperó en Rusia en los meses que sigviieron a febrero fue así sub-
censo de Rusia desde la civilización a las profundidades bárbaras vertida, lo que culminó con la toma ilegal del poder por parte de
del comunismo ateo. los bolcheviques en octubre mediante un golpe organizado. La
Las cicatrices que dejó la revolución de octubre fueron hon- tradición bolchevique de organización centralizada y estricta dis-
das e hicieron más dolorosa y visible para el mundo exterior la ciplina partidaria llevó al nuevo régimen soviético al autoritarismo
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represivo y echó los cimientos para la ulterior dictadura totalitaria La relación de "poder dual" entre el gobierno provisional y el
de Stalin.1 soviet de Petrogrado solía interpretarse en términos de clase como
Pero siempre ha habido problemas para aplicar este concep- una alianza entre burguesía y proletariado. Su supervivencia de-
to general sobre los orígenes del totalitarismo soviético a la situa- pendía de que continuase la cooperación entre estas clases y los
ción histórica específica que se desarrolló entre febrero y octubre políticos que decían representarlas; pero para el verano de 1917
de 1917. En primer lugar, el viejo Partido Bolchevique clandestino quedó claro que el frágil consenso de febrero había quedado se-
recibió un enorme aporte de nuevos integrantes, sobrepasando a riamente comprometido. A medida que la sociedad urbana se po-
todos los demás partidos en términos de afiliaciones, en particular larizaba crecientemente entre la derecha comprometida con la ley
en las fábricas y las fuerzas armadas. Para mediados de 1917, se ha- y el orden y la izquierda revolucionaria, el campo intermedio de la
bía convertido en un partido de masas abierto, y se parecía poco a coalición democrática comenzó a agrietarse. En julio, multitudes
la élite disciplinada de revolucionarios de tiempo completo des- de obreros, soldados y marineros salieron a las calles de Petrogra-
cripta en ¿ Qué hacer? En segundo lugar, en 1917, ni el partido en do, exigiendo que el soviet tomase el poder en nombre de la clase
conjunto ni su dirigencia estaban unidos en las más básicas cues- trabajadora y repudiando a los "diez ministros capitalistas" del go-
tiones de política. Por ejemplo, en octubre, los desacuerdos en el bierno provisional. En agosto, mes del abortado golpe del general
seno de la conducción del partido sobre cuan deseable o no era la Kornilov, un líder industrial urgió a los liberales a ser más decidi-
insurrección fueron tan agudos que los bolcheviques debatieron dos en la defensa de sus intereses de clase:
el tema en forma pública en la prensa diaria.
Bien puede ser que la mayor fuerza de los bolcheviques en Deberíamos decir... que la presente revolución es una revolución bur-
1917 no consistiera en la estricta organización partidaria y la disci- guesa, que el orden burgués que existe en este momento es inevita-
plina (que apenas si existía para ese momento), sino más bien en ble y que, dado que es inevitable, uno debe llegar a la conclusión
la posición partidaria de radicalismo intransigente, a la extrema iz- completamente lógica e insistir en que aquellos que rigen el estado
quierda del espectro político. Mientras que otros grupos socialis- piensen en forma burguesa y actúen en forma burguesa.2
tas y liberales competían por cargos en el gobierno provisional y
en el soviet de Petrogrado, los bolcheviques se negaron a transigir El "poder dual" fue concebido como un acuerdo interino que
y denunciaron la política de coalición y compromiso. Mientras funcionaría hasta la convocatoria a una asamblea constituyente.
que otros políticos, hasta entonces radicales, convocaban a la me- Pero su desintegración bajo el ataque de la izquierda y la derecha
sura y a ejercer el liderazgo en forma responsable y propia de esta- y de la creciente polarización de la política rusa planteó preguntas
distas, los bolcheviques se mantuvieron en las calles con la irres- perturbadoras acerca del futuro y del presente, a mediados de
ponsable y belicosa muchedumbre revolucionaria. A medida que 1917. ¿Seguía siendo razonable esperar que los problemas políticos
se desintegraba la estructura de "poder dual", desacreditando a la de Rusia fueran resueltos por un asamblea constituyente elegida
conducción de los partidos de la coalición representados en la diri- por el voto popular y por la institucionalización formal de una de-
gencia del gobierno provisional y del soviet de Petrogrado, sólo los mocracia parlamentaria de modelo occidental? La solución de la
bolcheviques quedaron en posición de beneficiarse. Entre los parti- asamblea constituyente, al igual que el "poder dual" interino, reque-
dos marxistas, sólo los bolcheviques habían superado los escrúpulos ría cierto grado de consenso político y de acuerdo en la necesidad
marxistas, interpretado el ánimo de la multitud y declarado su de un compromiso. Las alternativas que se percibían al consenso
disposición a adueñarse del poder en nombre de la revolución y al compromiso eran la dictadura y la guerra civil. Así y todo, pa-
proletaria. recería que estas alternativas posiblemente fueran elegidas por


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una sociedad turbulenta y violentamente polarizada que se había acuerdo. Pero tras aceptar inicialmente la sugerencia de que abdi-
quitado los frenos gubernativos. cara en favor de su hijo, pensó más a fondo en la delicada salud
del zarevich y decidió en cambio abdicar en nombre propio y de
Alexei en favor de su hermano, el Gran Duque Miguel. Siempre
La revolución de febrero y el "poder dual" había sido un hombre de familia y pasó lo qtie quedaba del viaje
reflexionando con notable calma e inocencia política acerca de su
En la última semana de febrero, la escasez de pan, las huelgas, futuro como ciudadano privado:
paros y, finalmente, una manifestación en honor del Día Interna-
cional de la Mujer realizada por obreras del distrito de Vyborg lle- Dijo que se iría al extranjero mientras continuaran las hostilidades
varon a las calles de Petrogrado una multitud que no pudo ser di- [de la guerra contra Alemania], regresaría después a Rusia, se afin-
sxielta por las autoridades. La cuarta Duma, que había llegado al caría en Crimea y se consagraría exclusivamente a la educación de
fin de su mandato, le pidió ttna vez más al Emperador un gabine- su hijo. Algunos de sus asesores dudaron de que se le permitiera ha-
te responsable y solicitó permanecer en sesiones mientras la crisis se cerlo, pero Nicolás replicó que en ninguna parte se negaba a los pa-
prolongase. Ambas solicitudes fueron denegadas; pero un comité dres el derecho a educar a sus hijos.3
de la Duma no autorizado, dominado por los liberales del partido
cadete y el bloque progresista se mantuvo en sesión. Los ministros (Tras llegar a la capital, Nicolás fue enviado a reunirse con su
del Emperador mantuvieron una última, indecisa reunión y luego familia a las afueras de Petrogrado, y de ahí en más, permanecie-
abandonaron sus puestos. Los más cautos de entre ellos dejaron la ron discretamente bajo arresto domiciliario mientras el gobierno
ciudad de inmediato. El propio Nicolás II estaba ausente, ya que es- provisional y los aliados trataban de decidir qué hacer con él. No se
taba visitando el estado mayor del ejército en Moguilev; su res- alcanzó una solución. Ulteriormente, toda la familia fue enviada
puesta a la crisis fue una lacónica instrucción telegrafiada de que primero a Siberia, después a los Urales, siempre bajo arresto domi-
los desórdenes debían finalizar de inmediato. Pero la policía se ciliario, pero en condiciones cada vez más difíciles que Nicolás so-
desintegraba y las tropas de la guarnición de Petrogrado llevadas portó con entereza. En julio de 1918, tras el estallido de la guerra
a la ciudad para controlar a la muchedumbre, comenzaron a civil, Nicolás y su familia fueron ejecutados por orden del soviet
confraternizar con ésta. Para la noche del 28 de febrero, el co- bolchevique de los Urales. Desde el momento de su abdicación
mandante militar de Petrogrado debió informar que la multitud hasta su muerte, Nicolás realmente actuó corno un ciudadano
revolucionaria había tomado todas las estaciones de ferrocarril, privado, sin desempeñar absolutamente ningún papel político.)
tocio el parque de artillería y, por lo que sabía, toda la ciudad; le En los días que siguieron a la abdicación de Nicolás, los polí-
quedaban muy pocas tropas confiables y ni siquiera funcionaban ticos de Petrogrado estaban en un estado de gran excitación y ac-
los teléfonos. tividad frenética. Su intención original había sido deshacerse de
El comando supremo del Ejército tenía dos opciones, o enviar Nicolás, no de la monarquía. Pero al renunciar Nicolás en nom-
nuevas tropas que podían o no responderle o buscar una solución bre de su hijo anuló la posibilidad de una regencia mientras éste
política con ayuda de los políticos de la Duma. Escogió la segunda al- fuese menor de edad; y el gran duque Miguel, que era un hom-
ternativa. En Pskov, el tren que traía a Nicolás de regreso de Mogui- bre prudente, declinó la invitación a suceder a su hermano. De
lev se encontró con emisarios del comando supremo y de la Duma fado, por lo tanto, Rusia ya no era una monarquía. Se decidió que
quienes sugirieron respetuosamente que el Emperador abdicara. la futura forma de gobierno del país sería determinada a su debi-
Tras discutirlo por un tiempo, Nicolás se demostró amablemente de do tiempo por una asamblea constituyente y que entre tanto un
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autoridades autoconstituiclas que aspiraban a un papel de alcance
"gobierno provisional" autodesignado se haría cargo de las res-
nacional. La segunda era el soviet de Petrogrado, conformado se-
ponsabilidades del antiguo Consejo de Ministros imperial. El prín-
gún el patrón del soviet de Petersburgo de 1905 por obreros, solda-
cipe Gueorguii Lvov, un liberal moderado que encabezaba la Liga
dos y políticos socialistas. El soviet ya sesionaba en el palacio de Tau-
cíe zemstvos, fue designado al frente del nuevo gobierno. Su gabi-
ride cuando la creación del gobierno provisional fue anunciada el
nete incluía a Pavel Milyukov, historiador y teórico del partido ca-
2 de marzo.
dete, dos destacados industriales como ministros de finanzas y de
La relación de "poder dual" entre el gobierno provisional y el
comercio e industria y al abogado socialista Alexander Kerensky
soviet de Petrogrado emergió en forma espontánea, y el gobierno
como ministro de justicia. la aceptó en buena parte porque no tenía más remedio. En los tér-
El gobierno provisional no tenía mandato electoral, y deriva-
minos prácticos más inmediatos, una docena de ministros sin fuer-
ba su autoridad de la ya extinguida Duma, del consentimiento del
zas de seguridad a su disposición mal podrían haber desalojado
comando supremo del ejército y de acuerdos informales con orga-
del palacio (punto de reunión inicial tanto del gobierno como del
nizaciones públicas como la liga de zemstvos y el comité de indus-
soviet) a la desharrapada muchedumbre de obreros, soldados y
trias de guerra. La vieja burocracia zarista proveyó su mecanismo
marineros que allí entraba y salía, pronunciaba discursos, comía,
ejecutivo pero, debido a la disolución de la Duma, no tenía un
dormía, debatía y escribía proclamas; y el ánimo de la multitud,
cuerpo legislativo que lo sustentase. Dadas su fragilidad y su falta
que cada tanto irrumpía en la cámara del soviet con un policía cau-
de legitimidad formal, la asunción del poder por parte del nuevo
tivo o ex ministro zarista para depositar a los pies de los diputados,
gobierno pareció notablemente fácil. Las potencias aliadas lo re-
debe de haber disuadido cualquier intento en ese sentido. En tér-
conocieron de inmediato. Las simpatías monárquicas parecían ha-
minos más amplios, tal como le explicó a comienzos de marzo el
ber desaparecido de un día para otro en Rusia: en todo el décimo
ministro de guerra Guchkov al comandante en jefe del ejército,
ejército, sólo dos oficiales se negaron a jurar lealtad al gobierno
provisional. Como recordó más tarde un político liberal,
El gobierno provisional no tiene ningún poder real; y sus directivas
son llevadas adelante sólo en la medida en que se lo permite el so-
... individuos y organizaciones expresaron su lealtad al nuevo poder.
viet de obreros y de delegados de los soldados, que usufructúa to-
La siavka [cuartel general de ejército] en su totalidad, seguida por
dos los elementos reales del poder, ya que las tropas, ferrocarriles,
todo el estado mayor, reconoció al gobierno provisional. Los minis-
correo y telégrafo están todos en sus manos. Para decirlo en dos
tros zaristas y algunos de los ministros asistentes fueron encarcela-
palabras, el gobierno provisional sólo existe en tanto el soviet le
dos, pero todos los demás funcionarios continuaron en sus puestos.
permite hacerlo.5
Ministerios, oficinas, bancos, de hecho todo el mecanismo político
de Rusia, no dejó de funcionar nunca. En ese respecto, el golpe de es-
Durante los primeros meses, el gobierno provisional estuvo
tado [de febrero] se produjo con tal suavidad que uno hasta llegaba a
integrado básicamente por liberales, mientras que el comité ejecu-
tener el vago presentimiento de que las cosas no habían terminado
tivo del soviet estaba dominado por intelectuales socialistas, sobre
aquí, que la crisis no pasaría tan pacíficamente,4
todo mencheviques y SR en términos partidarios. Kerensky, inte-
grante del gobierno provisional pero también socialista, quien había
De hecho, desde el comienzo mismo, había razones para du-
participado de la organización de las dos instituciones, actuaba de
dar de la efectividad de la transferencia del poder. La razón más
enlace entre ambas. Los socialistas del soviet pretendían ser cus-
importante para esto era que el gobierno provisional tenía un com-
todios del gobierno provisional, protegiendo los intereses de la
petidor: la revolución de febrero había producido no una sino dos

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clase trabajadora hasta el momento en que la revolución burgue- la forma menos practicable de poder dual, es decir, una situación
sa concluyese. Esta deferencia hacia la burguesía era en parte re- en la cual los reclutados para servir en las fuerzas armadas sólo re-
sultado de la buena educación marxista de los socialistas y en par- conocían la autoridad del soviet de Petrogrado, mientras que la
te producto de la cautela y la incertidumbre. Como notó Nikolai oficialidad sólo reconocía la autoridad del gobierno provisional.
Sujanov, uno de los líderes mencheviques del soviet, era previsible El comité ejecutivo del soviet hizo cuanto pudo por no com-
que hubiese problemas en el futuro, y era mejor que los liberales prometerse con la postura radical que implicaba la orden núm. 1.
fuese responsables y, de ser necesario, culpables, de ellos: Pero en abril, Sujanov comentó acerca del "aislamiento de las ma-
sas" producido por la alianza defacto del comité ejecutivo con el go-
La democracia soviética debió confiarle el poder a los elementos bierno provisional. Por supuesto que se trataba sólo de una alianza
propietarios, sus enemigos de clase, sin cuya participación no habría parcial. Había conflictos recurrentes entre el comité ejecutivo del
podido aplicar las técnicas de administración bajo tan desesperadas soviet y el gobierno provisional en materia de política laboral y de
condiciones de desintegración ni lidiar con las fuerzas del zarismo y los reclamos de tierras por parte de los campesinos. También ha-
la burguesía, combinadas contra ella. Pero la condición de esta trans- bía importantes desacuerdos referidos a la participación rusa en la
ferencia era que se asegurara a la democracia de una victoria com- guerra europea. El gobierno provisional continuaba firmemente
pleta sobre el enemigo de clase en el futuro cercano.6 comprometido con el esfuerzo bélico; y la nota del 18 de abril del
ministro de relaciones exteriores Milyukov implicaba que seguía
Pero los obreros, soldados y marineros que constituían las fi- existiendo un interés en extender el control ruso a Constantinopla
las del soviet no eran tan cautelosos. El 1a de marzo, antes del es- y los Estrechos (tal como se había acordado en los tratados secretos
tablecimiento formal del gobierno provisional o de la aparición pactados entre el gobierno zarista y los aliados). Pero el rechazo
de una "conducción responsable" en el soviet, se propaló la famosa público y nuevas manifestaciones callejeras lo forzaron a renun-
orden núm. 1 en nombre del soviet de Petrogrado. La orden núm. 1 ciar. El comité ejecutivo del soviet adoptó la posición defensista,
era un documento revolucionario y una afirmación del poder del so- favoreciendo la continuación de la guerra en tanto el territorio ru-
viet. Convocaba a la democratización del ejército mediante la crea- so fuese atacado, pero oponiéndose a los objetivos bélicos anexio-
ción de comités de soldados, la reducción de los poderes discipli- nistas y a los tratados secretos. Pero en el soviet —y en las calles, las
narios de los oficiales y, lo más importante, el reconocimiento de fábricas y especialmente en los cuarteles— la actitud hacia la gue-
la autoridad del soviet en todas las cuestiones políticas que tuvie- rra tendía a ser más simple y drástica: basta de pelear, salir de la
ran que ver con las fuerzas armadas: afirmaba que ninguna orden guerra, regresar las tropas a casa.
del gobierno referida a las fuerzas armadas sería considerada váli- La relación qtie se desarrolló entre el comité ejecutivo del so-
da sin la aprobación del soviet. Si bien la orden núm. 1 no indica- viet y el gobierno provisional durante la primavera y el verano de
ba en forma explícita que se realizaran elecciones para confirmar 1917 fue intensa, íntima y pendenciera. El comité ejecutivo guar-
a los oficiales en sus puestos, de hecho tales elecciones tenían lu- daba celosamente su identidad independiente, pero en última ins-
gar en las unidades más rebeldes; y hubo informes que afirmaban tancia ambas instituciones estaban demasiado ligadas como para
que cientos de oficiales navales habían sido arrestados o muertos ser indiferentes a su mutuo destino o para disociarse en la even-
por los marineros de Kronstadt y de la flota del Báltico durante los tualidad de un desastre. El vínculo se estrechó en mayo, cuando el
días de febrero. Por lo tanto, la orden núm. 1 tenía fuertes conno- gobierno provisional dejó de ser exclusivamente liberal y se trans-
taciones de guerra de clases y no daba esperanza alguna sobre la formó en una coalición de liberales y socialistas, atrayendo a re-
posibilidad de una cooperación entre las distintas clases. Presagiaba presentantes de los principales partidos socialistas (mencheviques

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y SR), cuya influencia era predominante en el comité ejecutivo del de la guerra, pues los bolcheviques no sólo se oponían a la partici-
soviet. Los socialistas no estaban ansiosos por ingresar en el go- pación rusa sino que argüían que una derrota rusa favorecería los
bierno, pero llegaron a la conclusión de que era su deber afianzar intereses de la revolución. Los líderes bolcheviques que habían es-
el vacilante régimen en un momento de crisis nacional. Continua- tado exiliados en Siberia, incluyendo a Stalin y Molotov, estuvie-
ron considerando al soviet como su esfera natural de acción política, ron entre los primeros que regresaron a las capitales. Pero aque-
especialmente cuando quedó claro que los nuevos ministros socialis- llos que habían emigrado a Europa encontraron mucho más
tas de agricultura y trabajo no podrían implementar sus políticas de- difícil regresar, por la sencilla razón de que Europa estaba en gue-
bido a la oposición liberal. Así y tocio, habían realizado una elección rra. Regresar por el Báltico era peligroso y requería de la coopera-
simbólica: al asociarse más estrechamente con el gobierno provisio- ción de los aliados, mientras que las rutas terrestres atravesaban te-
nal, los socialistas "responsables" se separaban (y por extensión, tam- rritorio enemigo. Sin embargo, Lenin y otros integrantes de la
bién lo hacía el comité ejecutivo del soviet) de la revolución popular comunidad que estaba emigrada en la Suiza neutral estaban muy
"irresponsable". ansiosos por volver; y, tras negociaciones conducidas por interme-
La hostilidad popular hacia el gobierno provisional "burgués" diarios, el gobierno alemán les ofreció la oportunidad de cruzar
creció a fines de la primavera, a medida que aumentaba el rechazo Alemania en un tren precintado. Estaba claro que a Alemania le
hacia la guerra y la situación económica se deterioraba en las citi- convenía permitir que revolucionarios rusos que se oponían a la
dades. Durante las manifestaciones callejeras que tuvieron lugar guerra regresaran a Rusia, pero los revolucionarios mismos de-
en julio (las jornadas de julio), los manifestantes llevaban pancar- bían evaluar cuan deseable era regresar frente al riesgo de quedar
tas donde se exigía "todo el poder a los soviets" lo cual en la prácti- comprometidos políticamente. Lenin, junto a un pequeño contin-
ca hubiera significado que el gobierno provisional fuese expulsado gente de emigrados predominantemente bolcheviques, decidió co-
del poder. Paradójicamente —aunque lógicamente en términos de rrer el riesgo y partió hacia fines de marzo. (Un grupo mucho más
su compromiso con el gobierno— el comité ejecutivo del soviet de importante de revolucionarios rusos exiliados en Suiza, incluyendo
Petrogrado rechazó el lema de "todo el poder a los soviets"; y, de a casi todos los mencheviques, decidió que sería más prudente es-
hecho, la manifestación se dirigía tanto contra la presente diri- perar, una jugada astuta, pues evitaron toda la controversia y las
gencia del soviet como contra el gobierno mismo. "¡Toma el po- acusaciones que provocó el viaje de Lenin. Un mes después, este
der, hijo de puta, criando te lo dan!", gritó un manifestante, agi- grupo siguió los pasos del primero, también en un tren precintado
tando su puño ante un diputado socialista.7 Pero éste era un obtenido mediante un arreglo similar con los alemanes.)
reclamo (¿tal vez una amenaza?) que aquellos que se habían Antes del regreso de Lenin a Petrogrado a comienzos de abril,
comprometido al "poder dual" no estaban en condiciones de los ex exiliados en Siberia habían comenzado a reconstruir la or-
conceder. ganización bolchevique y publicar un periódico. En ese punto, los
bolcheviques, como otros grupos socialistas, daban indicios de nu-
clearse en una coalición amplia en torno del soviet de Petrogrado.
Los bolcheviques Pero los dirigentes mencheviques y SR del soviet no habían olvida-
do cuántos problemas podía causar Lenin, y aguardaban su regre-
Para el momento de la revolución de octubre, virtualmente so con intranquilidad. Ésta resultó justificada. El 3 de abril, cuan-
todos los principales bolcheviques habían emigrado al extranjero do Lenin descendió del tren en la estación de Finlandia de
o estaban exiliados en regiones remotas del imperio ruso, a donde Petrogrado, respondió brevemente al comité de recepción del so-
habían ido a dar tras ser arrestados en masa después del estallido viet, le dirigió unas pocas palabras a la multitud en la voz áspera
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que siempre molestó a sus oponentes y partió abruptamente para había perdido contacto con las realidades de la vida en Rusia, Pe-
una recepción privada y un conciliábulo con sus colegas del Parti- ro en los meses siguientes, los bolcheviques, bajo las exhortaciones
do Bolchevique. Estaba claro que Lenin no había perdido svis vie- y reproches de Lenin, efectivamente adoptaron una postura más
jos hábitos sectarios. No demostró señal alguna de las gozosas intransigente que los aisló cíe la coalición socialista. Sin embargo,
emociones que a menudo llevaban a viejos antagonistas políticos a sin una mayoría bolchevique en el soviet de Petrogrado, el lema
abrazarse como hermanos en honor de la victoria revohicionaria. de Lenin "¡Todo el poder a los soviets!" no proveía a los bolchevi-
La evaluación que hizo Lenin de la situación política, conoci- ques de una guía de acción práctica. Si la estrategia de Lenin era
da en la historia como las tesis de abril era belicosa, intransigente la de un maestro de la política o la de un desequilibrado extremis-
y decididamente desconcertante para los bolcheviques de Petro- ta —una contrapartida izquierdista al viejo socialista Plejánov, cu-
grado, quienes habían aceptado tentativamente la línea del soviet yo patriotismo irrestricto en el tema de la guerra lo había sacado
de unidad socialista y apoyo crítico al nuevo gobierno. Apenas de- de la corriente principal de la política socialista rusa— era una
teniéndose en los logros de febrero, Lenin ya apuntaba a la segun- cuestión abierta.
da etapa de la revolución, el derrocamiento de la burguesía por La necesidad de unidad socialista parecía evidente a la mayor
parte del proletariado. No se debía respaldar al gobierno provisio- parte de los políticos asociados al soviet, quienes se enorgullecían
nal, afirmaba Lenin. Las ilusiones socialistas de unidad y la "con- de dejar de lado sus viejos desacuerdos sectarios. En junio, durante
fianza ingenua" de las masas en el nuevo régimen debían ser des- el primer congreso nacional de los soviets, un orador preguntó re-
truidas. La actual dirigencia del soviet había sucumbido a la tóricamente si algún partido político estaba por sí solo en condicio-
influencia burguesa y era inútil (en un discurso, Lenin empleó la nes de asumir el poder, dando por sentado que la respuesta sería
caracterización de Rosa Luxemburgo acerca de la socialdemocra- negativa. "¡Ese partido existe!", interrumpió Lenin. Pero a la mayor
cia alemana y la llamó "un cadáver hediondo"). parte de los delegados esto les sonó más a bravata que a un desafío
Así y todo, Lenin predijo que los soviets —bajo una renovada serio. Sin embargo, lo era, pues los bolcheviques ganaban apoyo
conducción revolucionaria— serían las instituciones clave en la popular, mientras que los socialistas de la coalición lo perdían.
transferencia de autoridad de la burguesía al proletariado. "¡Todo Los bolcheviques aún estaban en minoría en el congreso de
el poder a los soviets!", uno de los lemas de las tesis de abril de Le- junio de los soviets, y aún debían ganar en alguna elección en las
nin era, en efecto, un llamado a la guerra de clases. "Paz, pan y tie- principales ciudades. Pero su creciente fuerza era evidente a nivel
rra", otro de los lemas de abril de Lenin, tenía implicaciones igual- de las bases: en comités de los obreros de fábricas, en los comités
mente revolucionarias. "Paz", según el empleo que le daba Lenin, de soldados y marineros de las fuerzas armadas y en los soviets lo-
no sólo significaba retirarse de la guerra imperialista sino recono- cales de los distritos. La afiliación al Partido Bolchevique también
cer que tal retirada ues imposible... sin derrocar al capital". 'Tierra" crecía en forma espectacular, aunque los bolcheviques nunca to-
significaba confiscación de las fincas de los terratenientes y su re- maron una decisión formal de lanzar una campaña de recluta-
distribución a los propios campesinos, algo muy cercano a las to- miento en masa y parecieron casi sorprendidos por su propia con-
mas de tierras espontáneas. No es sorprendente que un crítico ha- vocatoria. Las cifras de afiliación al partido, por más que son
ya acusado a Lenin de "plantar la bandera de la guerra civil en inciertas y tal vez exageradas, dan una idea de sus dimensiones:
medio de la democracia revolucionaria".8 24.000 afiliados al Partido Bolchevique para el momento de la revo-
Los bolcheviques, aunque respetaban la visión y el liderazgo hición de febrero (aunque esta cifra es particularmente sospechosa,
de Lenin se sintieron conmovidos ante las tesis de abril: algunos se ya que la organización del partido en Petrogrado sólo pudo
sintieron inclinados a opinar que durante sus años de emigrado identificar a unos 2.000 de sus integrantes en febrero y la de
72 SHE1LA FITZPATRICK. 1917: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 73

Moscú, a 600); más de 100.000 afiliados para fin de abril; y, en oc- las nuevas líneas de conducta— percibían que tanto los oficiales co-
tubre de 1917, un total de 350.000 miembros, incluyendo a 60.000 mo el gobierno provisional pertenecían a la clase de los "amos",
en Petrogrado y la provincia en torno de éste y 70.000 en Moscú y mientras que ellos identificaban sus intereses con los de los obre-
la adyacente región industrial central.9 ros y con el soviet de Petrogrado. Para mayo, según reportó alarma-
do el comandante el jefe, el "antagonismo de clase" entre oficiales
y tropas había socavado hondamente el espíritu de solidaridad
La revolución popular patriótica del ejército.
Los obreros de Petrogrado ya habían demostrado su espíritu
A comienzos de 1917, había siete millones de hombres bajo revolucionario en febrero, si bien ni habían sido suficientemente
bandera y otros dos millones en la reserva. Las fuerzas armadas ha- militantes ni estaban preparados en lo psicológico para resistirse a
bían sufrido pérdidas tremendas, y el hastío con la guerra se evi- la creación del gobierno provisional "burgués". En los primeros me-
denciaba en la creciente tasa de deserción y en la respuesta de los ses después de la revolución de febrero, los principales reclamos
soldados a la confraternización impulsada por los alemanes en el formulados por los obreros de Petrogrado y otros lugares eran de
frente. Para los soldados, la revolución de febrero era una prome- índole económica, y se centraban en temas tan inmediatos como la
sa implícita de que la guerra no tardaría en concluir y esperaban jornada de ocho horas (rechazada por el gobierno provisional, ale-
impacientes a que el gobierno provisional se encargase de que es- gando la situación de emergencia que creaba la guerra), salarios,
to ocurriera, si no por iniciativa propia, entonces bajo presión del horas extra y seguro de desempleo.11 Pero nada garantizaba que esa
soviet de Petrogrado. Al comienzo de la primavera de 1917, el ejér- situación continuase, dada la tradición de militancia política de la
cito, con su nueva estructura democrática de comités electos, sus clase obrera rusa. Era cierto que la guerra había cambiado la com-
viejos problemas de suministros inadecuados y su ánimo inquieto posición de la clase obrera, aumentando en forma importante el
e impredecible era, en el mejor de los casos, una fuerza de comba- porcentaje de mujeres, además de incrementar un poco el número
te dudosa. En el frente, la moral no se había desintegrado por total de trabajadores; y se creía habitualmente que las mujeres eran
completo. Pero la situación en los cuarteles de todo el país, donde menos revolucionarias que los hombres. Sin embargo, fue la huel-
se encontraban estacionadas las tropas de reserva, era mucho más ga de las trabajadoras en el día internacional de la mujer lo que pre-
amenazadora. cipitó la revolución de febrero; y era de esperar que las que tenían
Tradicionalmente se ha calificado como "proletarios" a los maridos en el frente se opusieran con más vigor a la continuación
soldados y marineros de 1917, sea cual haya sido su ocupación en de la guerra. Petrogrado, como centro de la industria de municio-
la vida civil. De hecho, la mayor parte de los reclutas eran campe- nes en la cual muchos trabajadores expertos habían sido eximidos
sinos, aunque había una cantidad desproporcionada de obreros del servicio militar, mantenía una proporción comparativamente al-
en la flota del Báltico y en los ejércitos de los frentes septentrional ta de su clase obrera masculina anterior a la guerra. A pesar de las
y occidental, ya qvie habían sido reclutados en un área relativamen- redadas policiales antibolcheviques del comienzo de la guerra y el
te industrializada. En términos marxistas, puede argumentarse que siguiente arresto o conscripción en las fuerzas armadas de grandes
los integrantes de las fuerzas armadas eran proletarios en virtud de cantidades de otros agitadores políticos, las principales plantas
su presente empleo, pero lo más importante es que así se veían a sí metalúrgicas y de producción de armas de Petrogrado empleaban
mismos. Como lo indica el estudio de Wildman,10 en la primavera a una cantidad sorprendentemente alta de obreros enrolados en
de 1917, los soldados de la línea de batalla —aunque estaban dis- los bolcheviques u otros partidos revolucionarios, llegados a la ca-
puestos a colaborar con los oficiales que aceptaban la revolución y pital desde Ucrania y otras partes del imperio tras el estallido de la
74 SHEILA FITZPATRICK 19J7: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 75

guerra. Otros obreros revolucionarios regresaron a sus fábricas tras influencia en los comités de fábrica. Militancia significaba hostili-
la revolución de febrero, incrementando así el potencial de nuevos dad a la burguesía y afirmación de la primacía de los obreros en la
desórdenes políticos. revolución: así como el significado revisado de "control obrero"
La revolución de febrero había dado nacimiento a un formi- era que los obreros debían ser amos de las plantas en las que tra-
dable surtido de organizaciones obreras en tocios los centros in- bajaban, entre la clase trabajadora surgía una conciencia según la
dustriales de Rusia, especialmente en Petrogrado y Moscú. Los so- cual "poder del soviet" significaba que los obreros debían ser los
viets de obreros se creaban no sólo a nivel metropolitano, como únicos amos de sus distritos, ciudades y, tal vez, la totalidad del
en el caso del soviet de Petrogrado, sino en el nivel inferior de dis- país. Como teoría política, esto se aproximaba más al anarquismo
trito urbano, y allí la dirigencia solía surgir de los propios obreros o al anarcosindicalismo que al bolchevismo, y de hecho los líderes
más bien que de la inteliguentsia socialista, con el resultado de bolcheviques no compartían la idea de que la democracia obrera
que allí el ánimo solía ser más radical. Se establecieron nuevos sin- directa encarnada en los comités de fábrica y los soviets fuesen
dicatos; y a nivel de plantas, los trabajadores comenzaron a organi- una alternativa viable ni deseable a su concepto de una "dictadura
zar comités de fábrica (que no eran parte de la estructura sindical clel proletariado" conducida desde el partido. De todos modos, los
y a menudo coexistían con las ramas sindicales locales) para tratar bolcheviques eran realistas y la realidad política de Petrogrado en
con los administradores. Los comités de fábrica, más cercanos a las el verano de 1917 era que el partido tenía un fuerte apoyo en los
bases, tendían a ser las organizaciones obreras más radicalizadas. comités de fábrica y no quería perderlo. Por lo tanto, los bolchevi-
Para fin de mayo de 1917, los bolcheviques tenían una posición ques estaban a favor del "control obrero", sin definir con demasia-
dominante en los comités de fábrica de Petrogrado. da precisión qué entendían por este término.
La función original de los comités de fábrica era actuar como La creciente militancia obrera alarmó a los empleadores: una
vigilantes de los intereses de los obreros en los tratos de éstos con cantidad de plantas cerraron, y un destacado industrial opinó cau-
los administradores capitalistas de las fábricas. El término emplea- tamente que "la huesuda mano del hambre" podía ser en última
do para designar esta función era "control obrero" (rabochii kon- instancia el medio que regresara al orden a los trabajadores urba-
Irol1), lo cual denotaba supervisión más bien que control en el sen- nos. Pero en el campo, la alarma y el miedo de los terratenientes
tido administrativo de la palabra. Pero en los hechos, los comités ante los campesinos era mucho mayor. Las aldeas estaban tranqui-
de fábrica solían ir más allá y hacerse cargo de las tareas de admi- las en febrero y muchos de los jóvenes campesinos no estaban allí
nistración. En ocasiones, esto se vinculaba a disputas sobre contra- pues habían sido reclutados para las fuerzas armadas. Pero para
taciones y despidos, o era producto del tipo de hostilidad de clase mayo, estaba claro que, al igual que en la revolución de 1905, el
que llevó a los obreros de algunas plantas a poner capataces y ad- campo se deslizaba hacia el desorden en respuesta a la revolución
ministradores impopulares en carretillas y arrojarlos al río. En urbana. Del mismo modo que en 1905-6, las casas solariegas fue-
otras instancias, los comités de fábrica tomaban las riendas para ron saqueadas e incendiadas. Además, los campesinos se apodera-
salvar a los obreros del desempleo cuando el propietario o el ad- ban para su propio uso de tierras privadas y estatales. Durante el
ministrador abandonaban la planta o amenazaban con cerrarla verano y con el avmiento de los disturbios, muchos terratenientes
porque estaba perdiendo dinero. A medida que estos episodios se abandonaron sus fincas y huyeron del campo.
hacían más comunes, la definición de "control obrero" se aproxi- Aunque aun después de las revueltas de 1905-6 Nicolás II se
mó más a una autogestión de los trabajadores. había aferrado a la idea de que los campesinos rusos amaban al zar,
Este cambio tuvo lugar mientras los ánimos políticos de los obre- sean cuales fueren sus opiniones sobre los funcionarios locales y los
ros se volvían cada vez más militantes y los bolcheviques ganaban terratenientes nobles, los campesinos demostraron que esto no era
1917: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 77
76 SHEILA FITZPATRICK.

en absoluto así con su reacción a las noticias de la caída de la mo- mismo modo en que había repartido las viejas tierras. Además,
narquía y la revolución de febrero. En toda la Rusia campesina el mira, menudo reafirmaba su autoridad sobre sus ex integran-
parece haberse dado por sentado que esta nueva revolución signi- tes en 1917-8: los "separatistas" de Stolypin, quienes habían deja-
ficaba —o se debía hacer qxie significara— que la antigua preten- do el ?rarpara instalarse como pequeños granjeros independientes
sión de posesión de las tierras por parte de los nobles quedaba revo- en los años anteriores a la guerra fueron, en muchos casos, forza-
cada. La tierra debería pertenecer a quien la trabaja, escribieron los dos a regresar e integrar sus propiedades a las tierras comunales
campesinos en las muchas peticiones que dirigieron esa primavera al de la aldea.
gobierno provisional.12 Al parecer, lo que esto significaba para los A pesar de la seriedad del problema de la tierra y de los infor-
campesinos en términos concretos era que la tierra que habían tra- mes sobre tomas de tierra que comenzaron con el verano de 1917,
bajado para los nobles cuando eran siervos, y que había sido conser- el gobierno provisional le dio largas al problema de la reforma
vada por éstos tras el acuerdo emancipador, ahora debía pertene- agraria. En principio, los liberales no se oponían a la expropiación
cerles. (En esos momentos, buena parte de esa tierra era arrendada de tierras privadas, y, en términos generales, parecen haber consi-
por los terratenientes a los campesinos; en otros casos, quienes la cul- derado que los reclamos campesinos eran justos. Pero estaba claro
tivaban eran los terratenientes, empleando a los campesinos como que cualquier reforma agraria radical plantearía problemas formi-
mano de obra paga.) dables. En primer lugar, el gobierno debería instalar un complica-
Dado que los campesinos aún daban por sentado puntos de do mecanismo oficial de expropiación y transferencia de tierras, lo
vista referidos a la tierra que se retrotraían más de medio siglo a la que casi con certeza estaba más allá de sus capacidades administra-
época de la servidumbre, no es sorprendente que las reformas tivas. En segundo lugar, no podía permitirse pagar las elevadas
agrarias llevadas adelante por Stolypin en los años que antecedie- compensaciones a los terratenientes que la mayor parte de los libe-
ron a la Primera Guerra Mundial hubieran hecho escasa mella en rales consideraba necesarias. La conclusión del gobierno provisio-
la conciencia campesina. Aun así, la evidente vitalidad del mir cam- nal fue que sería mejor dejar de lado los problemas hasta que éstos
pesino en 1917 sorprendió a muchos. Desde la década de 1880, los pudieran ser satisfactoriamente resueltos por la asamblea constitu-
marxistas afirmaban que, en lo esencial, el mir se había desintegra- yente. En el ínterin, advirtió al campesinado (aunque con escaso
do internamente y que sólo sobrevivía porque era una herramien- resultado) que de ningún modo tomara la ley en sus manos.
ta útil para el estado. Sobre el papel, el efecto de la reforma de
Stolypin había consistido en disolver el miren una importante can-
tidad de las aldeas de la Rusia europea. Pero así y todo, en 1917, el Las crisis políticas del verano
mir era claramente un factor básico en la percepción que los cam-
pesinos tenían de la tierra. En sus petitorios, los campesinos solici- A mediados de junio, Kerensky, en esos momentos ministro
taban una redistribución igualitaria de la tierra en poder de la no- de Guerra del gobierno provisional, alentó al ejército ruso a lan-
bleza, el estado, la iglesia; es decir, el mismo tipo de reparto zar una importante ofensiva en el frente de Galitzia (Polonia). Era
equitativo entre hogares aldeanos que el mir había organizado tra- la primera iniciativa militar seria que se hacía desde la revolución
dicionalmente con los campos de la aldea. Cuando en el verano de febrero, pues los alemanes se habían conformado con contem-
de 1917 comenzaron las tomas de tierra no autorizadas y a gran es- plar la desintegración de las fuerzas rusas sin comprometerse más
cala, éstas se realizaron en nombre de las comunidades aldeanas, no en el este, y el mando supremo ruso, temiendo el desastre, se ha-
de hogares campesinos individuales, y el patrón general era que ul- bía resistido hasta el momento a la presión aliada para que toma-
teriormente el mir dividía las nuevas tierras entre los aldeanos del se la ofensiva. La ofensiva rusa en Galitzia fracasó y se estima que
78 SHE1LA F1TZPATRICK
1917: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 79

los rusos sufrieron unas 200.000 bajas. Fue un desastre en todo Pero en otro sentido las jornadas de julio fueron un desastre para
sentido. La moral en las fuerzas armadas se desintegró aún más y los bolcheviques. Estaba claro que Lenin y el comité central bol-
los alemanes comenzaron xm exitoso contraataque que continvió chevique habían sido tomados por sorpresa. Ellos hablaban de in-
durante el verano y el otoño. Las deserciones rusas, qtie ya crecían surrección en un sentido general, pero no tenían nada planeado.
con la respuesta de los soldados a las noticias de las tomas de tie- Los bolcheviques de Kronstadt, respondiendo al estado cíe ánimo
rra, creció hasta alcanzar proporciones epidémicas. La credibili- de los marineros, habían tomado una iniciativa que, en los he-
dad del gobierno provisional resultó gravemente dañada y la ten- chos, había sido desautorizada por el comité central bolchevique.
sión entre gobierno y jefes militares aumentó. A comienzos de Todo el episodio dañó la moral bolchevique y la credibilidad de
julio, una crisis gubernamental se precipitó con la retirada de to- Lenin como líder revolucionario.
dos los ministros del partido cadete (liberales) y la renuncia de la El daño era aun mayor porque los bolcheviques, a pesar de la
cabeza del gobierno provisional, el príncipe Lvov. vacilante e incierta respuesta de su líder, fueron culpados por las
En medio de esta crisis, Petrogrado volvió a entrar en una jornadas de julio por el gobierno provisional y los socialistas mode-
erupción de manifestaciones de masas, violencia callejera y desor- rados del soviet. El gobierno provisional decidió reprimir, cance-
den popular entre el 3 y el 5 de julio, fase que fue conocida como lando la "inmunidad parlamentaria" que tenían los políticos de to-
"las jornadas de julio".13 La multitud, que testigos contemporá- dos los partidos desde la revolución de febrero. Varios destacados
neos calculan en hasta medio millón de personas, incluía grandes bolcheviques fueron arrestados, además de Trotsky, quien había
contingentes organizados de marineros de Kronstadt, soldados y adoptado una posición cercana a la de Lenin en la extrema izquier-
obreros de las plantas de Petrogrado. Para el gobierno provisional, da desde su regreso a Rusia en mayo y que en agosto se afiliaría ofi-
parecía un intento de insurrección bolcheviqíie. Los marineros de cialmente al Partido Bolchevique. Se emitieron órdenes para el
Kronstadt, cuya llegada a Petrogrado precipitó los desórdenes, te- arresto de Lenin y uno de sus más cercanos colaboradores en la di-
nían bolcheviques entre svis líderes, llevaban banderas con el lema P rección bolchevique, Grigorii Zinoviev. Además, durante las jorna-
bolchevique "todo el poder a los soviets" y su destino inicial fue el ' das de julio, el gobierno provisional había afirmado que contaba
cuartel general del Partido Bolchevique en el palacio Kseshinskaya. con evidencia que confirmaba los rumores que sostenían que Le-
Pero cuando los manifestantes llegaron al palacio Kseshinskaya, la
nin era un agente alemán, y los bolcheviques fueron vapuleados
recepción de Lenin fue moderada, incluso abrupta. No los alentó
por vina ola de denuncias patrióticas en la prensa que socavaron
a que realizaran actos de violencia contra el gobierno provisional temporariamente su popularidad en las fuerzas armadas y las fá-
ni la dirigencia del soviet; y aunque la multitud se dirigió hacia el bricas. El comité central bolchevique (e indudablemente también
soviet, en torno del cual se arremolinó amenazadoramente, no lle- el propio Lenin) temía por la vida de Lenin. Pasó a la clandestini-
vó a cabo ninguna acción. Confundidos y carentes de dirección y dad y, a comienzos de agosto, disfrazado cíe obrero, cruzó la fron-
de planes específicos, los manifestantes vagaron por la ciudad, se • . tera y se refugió en Finlandia.
dieron a la bebida y al saqueo y finalmente se dispersaron.
Pero si bien es cierto que los bolcheviques estaban en proble-
En cierto sentido, las jornadas de julio fueron una vindicación
[j mas, lo mismo puede decirse del gobierno provisional, que a partir
de la posición intransigente que Lenin había tomado a partir de
de julio encabezó Kerensky. La coalición liberal-socialista estaba en
abril, pues indicaban la fuerte oposición popular al gobierno provi-
constante agitación, pues los socialistas eran impulsados hacia la iz-
sional y al "poder dual", la impaciencia hacia los socialistas de la coa-
quierda por los integrantes del soviet y los liberales se desplazaban
lición y la buena disposición de los marineros de Kronstadt y otros
hacia la izquierda bajo la presión de los industriales, terrate-
para la confrontación violenta y probablemente la hmvrrección.
|; nientes y comandantes militares, crecientemente alarmados por
80 SHEILA FITZPATRICK 1917: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 81

el derrumbe de la autoridad y los desórdenes populares. Ke- caída de Riga en manos alemanas la víspera de la intentona de
rensky, a pesar de un exaltado sentido de su propia misión de sal- Kornilov sumó al ambiente de pánico, suspicacia y desespera-
var a Rusia era esencialmente un intermediario y negociador de ción que cundía entre los líderes civiles y militares de Rusia. La
compromisos políticos, a quien no se consideraba muy confiable ni última semana de agosto, desconcertado pero decidido, el gene-
respetable. Según su triste queja: "lucho con los bolcheviques de la ral Kornilov despachó tropas del frente a Petrogrado, con el pro-
izquierda y los bolcheviques de la derecha, pero la gente pretende pósito manifiesto de aplacar los desórdenes en la capital y salvar
que me apoye en uno u otro de ellos... quiero tomar un camino la república.
intermedio, pero no me lo permiten".14 El intento de golpe falló en buena parte debido a lo poco
Cada vez parecía más posible que el gobierno provisional ca- confiables que eran las tropas y al enérgico accionar de los obreros
yera en una u otra dirección. La pregunta era: ¿en cuál? La ame- de Petrogrado. Los ferroviarios desviaron y obstruyeron los trenes de
naza de la izquierda era una insurrección popular en Petrogrado tropas; los impresores detuvieron la edición de los diarios que respal-
o un golpe bolchevique. Este planteo había fracasado en julio, pe- daban la intentona de Kornilov; los metalúrgicos se precipitaron al
ro la actividad alemana en los frentes del noroeste había agudi- encuentro de las tropas y les explicaron que Petrogrado estaba en
zado la tensión en las fuerzas armadas qtie rodeaban Petrogrado calma y que sus oficiales los habían engañado. Sometida a esta pre-
hasta un punto gravemente ominoso, y la llegada de desertores re- sión, la moral de las tropas se desintegró, el golpe abortó antes de
sentidos, armados y desempleados presumiblemente aumentaba su ingreso en Petrogrado sin que hubiera enfrentamientos milita-
el peligro de violencia callejera en la ciudad misma. La otra ame- res importantes y el general Krymov, el oficial al mando que ac-
naza al gobierno provisional era la posibilidad de un golpe desde tuaba bajo las órdenes de Kornilov, se rindió al gobierno provi-
la derecha para que se estableciese una dictadura empeñada en la sional y después se suicidó. El propio Kornilov, arrestado en el
restauración de la ley y el orden. Por supuesto que, para el verano, estado mayor de ejército, no ofreció resistencia y asumió toda la
esta posibilidad estaba siendo discutida en los altos círculos milita- responsabilidad.
res y contaba con el apoyo de algunos industriales. Había indicios En Petrogrado, los políticos del centro y la derecha se apresu-
de que incluso el partido cadete, que obviamente debía oponerse a raron a reafirmar su lealtad al gobierno provisional, aún encabeza-
un episodio de esa naturaleza en sus pronunciamientos públicos y do por Kerensky. Pero la posición de Kerensky se había deteriora-
antes de que ocurriese, podía llegar a aceptar el hecho consumado do aún más con su manejo del episodio de Kornilov y el gobierno
con considerable alivio. resultó debilitado. El comité ejecutivo del soviet de Petrogrado
En agosto, el golpe de derecha finalmente fue intentado por también emergió del paso con escasa credibilidad, ya que la resis-
el general Lavr Kornikov, a quien Kerensky había designado re- tencia a Kornilov se organizó en gran parte en sindicatos y fábricas
cientemente comandante en jefe con la misión de restaurar el or- locales; y ello contribuyó a un crecimiento del respaldo a los bol-
den y la disciplina en el ejército ruso. Es evidente que Kornilov no cheviques que casi de inmediato permitió que éstos desplazaran a
actuaba impulsado por el interés personal sino por su sentido del la vieja dirección menchevique-SR del soviet. El golpe más duro lo
interés nacional. De hecho, puede haber creído que Kerensky da- recibió el comando supremo del ejército, dado que el arresto del
ría su beneplácito a una intervención del ejército para crear un go- comandante en jefe y el fracaso del golpe lo dejaron desmoraliza-
bierno fuerte que lidiara con los agitadores de izquierda, ya que Ke- do y confuso; las relaciones entre oficiales y tropas se deterioraron
rensky, advertido hasta cierto punto de las intenciones de Kornilov, drásticamente; y, como si todo eso fuese poco, el avance alemán
trató con él con peculiar ambigüedad. Los malentendidos entre los continuaba, aparentemente con el objetivo final de ocupar Petro-
dos principales actores complicaron la situación y la inesperada grado. A mediados de septiembre, el general Alexéiev, sucesor de
SHEILA FITZPATRICK 1917: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 83
82
cambió tras el episodio de Kornilov y la pérdida cíe control por
Kornilov, renunció súbitamente a su cargo cíe comandante en je-
parte cíe los moderados. Los bolcheviques ganaron la mayoría en
fe, prologando su renuncia con un emotivo tributo a los elevados
el soviet de Petrogrado el 31 de agosto y la mayoría en el soviet de
motivos cíe Kornilov. Alexéiev sentía que ya no podía hacerse res-
Moscú el 5 cíe septiembre. Si el segundo congreso nacional cíe so-
ponsable de un ejército en el cual la disciplina se había derrumba-
viets, que debía reunirse en octubre sigtüera la tendencia de lo
do y "cuyos oficiales eran martirizados".
ocurrido en las capitales ¿cuáles serían las consecuencias? ¿Que-
rían los bolcheviques una transferencia de poder cuasi-legal a los
En un sentido práctico, en esta hora de terrible peligro, puedo afir-
soviets, basada en una decisión del congreso en el sentido de que
mar con horror que no tenemos ejército (al pronunciar estas pala-
el gobierno provisional ya no tenía mandato gxibernativo? ¿O su
bras, la voz del general tembló, y derramó algunas lágrimas) mien-
viejo lema realmente era un llamado a la insurrección, o una afir-
tras los alemanes se disponen, de un momento a otro, a lanzar su
mación de que los bolcheviques (a diferencia de los demás) te-
último y más poderoso golpe contra nosotros.15
nían el valor cíe tomar el poder?
En septiembre, Lenin escribió desde su escondite en Finlandia
La izquierda fue la que más ganó con el episodio Kornilov, ya
urgiendo al Partido Bolchevique a prepararse para la insurrección
que éste dio sustancia a la hasta entonces abstracta noción cíe un
armada. El momento revolucionario había llegado, dijo, y debía
golpe contrarrevolucionario derechista, demostró la fuerza del
ser aprovechado antes de que fuera tarde. La demora resultaría fa-
sector obrero y, al mismo tiempo, convenció a muchos trabajado-
tal. Los bolcheviques debían actuar antes de la reunión del segun-
res de que sólo la vigilancia armada salvaría a la revolución de sus
do congreso de los soviets, adelantándose a cualquier decisión que
enemigos. Los bolcheviques, muchos de cuyos dirigentes estaban
pudiera tomar el congreso.
encarcelados o escondidos, no desempeñaron un papel especial
El llamado de Lenin a la inmediata insurrección armada fue
en la resistencia concreta a Kornilov. Pero el nuevo giro de la opi-
apasionado, pero no del todo convincente para quienes compar-
nión popular hacia ellos, ya discernible a principios de agosto, se
tían con él el liderazgo. ¿Para qué los bolcheviques habían de ju-
aceleró mucho tras el abortado golpe de Kornilov; y, en un senti-
garse en vina apuesta desesperada cuando los acontecimientos cla-
do práctico, cosecharían beneficios futuros de la creación de mili-
ramente evolucionaban como a ellos les convenía? Además, Lenin
cias obreras o "guardias rojos" que comenzó como respuesta a la
amenaza de Kornilov. La fuerza de los bolcheviques radicaba en no regresó a tomar las riendas ¿actuaría así si realmente hablara
que eran el único partido que no estaba comprometido por su en serio? No cabe duda de que las acusaciones que se le habían
asociación con la burguesía y el régimen de febrero, además de formulado en el verano lo habían dejado alterado. Es posible que
ser el más firmemente identificado con las ideas de poder obrero se hubiera quedado cavilando sobre éstas y sobre la vacilación del
comité central durante lasjornadas de julio, convencido de haber
e insurrección armada.
perdido una infrecuente ocasión de tomar el poder. Como sea, al
igual que todos los grandes líderes, Lenin era temperamental. Su
estado de ánimo podía pasar.
La revolución de octubre
Ciertamente, el comportamiento de Lenin en ese período era
De abril a agosto, el lema de los bolcheviques "todo el poder a contradictorio. Por un lado, insistía en la insurrección bolchevi-
los soviets" tuvo una intención esencialmente provocadora; era un que. Por otro, se quedaba durante semanas en Finlandia, a pesar
desafío dirigido a los moderados que controlaban el soviet de Petro- de que el gobierno provisional había liberado a los políticos de iz-
grado y se resistían a tomar la totalidad del poder. Pero la situación quierda encarcelados en julio, que por entonces los bolcheviques
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SHEILAFITZPATRICK. 1917: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 85

controlaban el soviet y que el momento en que Lenin corría grave sólo se trataba de un acto de desafío, sino de un anuncio público de
peligro ya había pasado. Cuando finalmente regresó a Petrogrado, que los bolcheviques planeaban secretamente vina insurrección.
probablemente al final de la primera semana de octubfe, conti- Bajo tales circunstancias, puede parecer notable que el golpe
nuó escondido, aislado hasta de los bolcheviques, comunicándose bolchevique de octubre haya sido exitoso. Pero, de hecho, la publi-
con el comité central a través de iracundas cartas de exhortación. cidad anticipada probablemente haya más bien ayudado a la cau-
El 10 de octubre, el comité central bolchevique acordó que, sa de Lenin qvie Jo contrario. Puso a los bolcheviques en vina posi-
en principio, un alzamiento era deseable. Pero estaba claro que ción en la que habría sido difícil no actuar, a no ser que antes
muchos bolcheviques se sentían inclinados a visar su posición en el hubieran sido arrestados o hubieran percibido fuertes indicios de
soviet para lograr una transferencia de poder cuasi legal y no vio- que los obreros, soldados y marineros del área de Petrogrado re-
lenta. Según recordó ulteriormente un integrante del comité bol- pudiarían cualquier acción revolucionaria. Pero Kerensky no
cheviqvie de Petrogrado: adoptó medidas preventivas decisivas contra los bolcheviques, y el
control por parte de éstos del comité militar-revolucionario del so-
Apenas si alguno de nosotros consideró que el principio consistiría viet de Petrogrado hizo que organizar un golpe fuese relativamen-
en una toma armada de todas las instituciones de gobierno a una te fácil. El propósito básico del comité militar-revolucionario era
hora dada... Considerábamos que el alzamiento sería una simple to- organizar la resistencia de los trabajadores contra la contrarrevo-
ma de poder por parte del soviet de Petrogrado. El soviet dejaría de lución encarnada en episodios como el de Kornilov, y Kerensky
acatar las órdenes del gobierno provisional, declararía que él mismo claramente no estaba en posición de interferir con tal actitud. La
era la autoridad y sacaría de en medio a cualquiera que intentara evi- situación bélica también era vin factor importante: los alemanes
tar que esto fuese así.16 avanzaban y Petrogrado estaba amenazada. Los trabajadores ya ha-
bían rechazado vina orden del gobierno provisional de evaquar las
Trotsky, recientemente salido de prisión y ahora afiliado al principales plantas industriales de la cividad: no confiaban en las
Partido Bolchevique, era ahora el jefe de la mayoría bolchevique intenciones del gobierno para con la revolución y, por cierto, tam-
del soviet de Petrogrado. En 1905 también había sido uno de los poco creían en su voluntad de combatir a los alemanes. (Paradóji-
dirigentes del soviet. Aunque no discrepaba abiertamente con Le- camente, dada la adhesión de los obreros al lema de "paz" de los
nin (y ulteriormente afirmara que los puntos de vista de ambos bolcheviques, tanto ellos como los bolcheviques reaccionaron be-
eran idénticos), parece probable que también él albergara dudas licosamente cuando la amenaza alemana se volvió inmediata y
acerca de la insurrección, y que opinara que el soviet podía y de- |, concreta: tras la caída de Riga, en el otoño y el invierno de 1917
bía ocuparse del problema de derrocar al gobierno provisional.17 I ; apenas si se oyeron los viejos lemas pacifistas.) Si Kerensky hubie-
Dos de los viejos camaradas bolcheviques de Lenin, Grigorii se intentado desarmar a los obreros mientras los alemanes se
Zinoviev y Lev Kamenev presentaron fuertes objeciones a la idea aproximaban, probablemente habría sido linchado por traidor y
de una insurrección bolchevique. Opinaban que era irresponsa- lj. capitulacionista.
ble que los bolcheviques se adueñaran del poder mediante un gol- La insvirrección comenzó el 24 de octubre, víspera del comien-
pe y poco realista creer que podían retener el poder por su cuen- zo del segundo congreso de los soviets, cuando las fuerzas del co-
ta. Cuando Zinoviev y Kamenev expusieron estos argumentos ¡:, mité militar-revolucionario de los soviets comenzaron a ocvipar
firmándolos con sus propios nombres en un diario no bolchevi- instalaciones gubernamentales clave, tomando las oficinas de te-
que (el Navaja zhizn, de Máximo Gorki), la ira y la frustración de légrafo y estaciones de ferrocarril, bloqueando los puentes de la
Lenin alcanzaron nuevas cotas. Ello era comprensible, ya que no ciudad y rodeando el Palacio de Invierno, donde sesionaba el
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gobierno provisional. Casi no encontraron resistencia violenta. legitimar la toma del poder por parte de los bolcheviques).18
Las calles permanecieron en calma, y los ciudadanos continuaron Cuando la novedad se difundió por las provincias, la versión más
con sus tareas de riitina. Durante la noche del 24-25 de octubre, difundida afirmaba que los soviets habían tomado el poder.
Lenin salió de la clandestinidad y se unió a sus camaradas en el La cuestión no quedó totalmente aclarada en el congreso de
instituto Smolny, una ex escuela de señoritas devenida en cuartel los soviets que se inauguró en Petrogrado el 25 de octubre. Según
general del soviet; también él estaba en calma, recuperado al pare- resultó, una neta mayoría de los delegados del congreso acudió
cer de su acceso de ansiedad nerviosa, y retomó sus funciones de con un mandato que respaldaba la transferencia de todo el poder
dirigente con toda normalidad. a los soviets. Pero éstos no eran un grupo exclusivamente bolche-
Para la tarde del 25, el golpe prácticamente había triunfado, vique (300 de los 670 delegados eran bolcheviques, lo que le daba
con la irritante salvedad de que el Palacio de Invierno, que alber- al partido una posición dominante pero no una mayoría), y tal
gaba a los integrantes del gobierno provisional, no había sido to- mandato no implicaba necesariamente la aprobación de la ac-
mado. El palacio cayó tarde por la noche, en el transcurso de un ción preventiva de los bolcheviques. Ésta fue violentamente criti-
confuso ataque contra un cuerpo de defensores que iba en rápida cada en la primera sesión por un importante grupo de Menche-
disminución. Fue un episodio menos heroico que lo que preten- viques y SR, quienes luego abandonaron el congreso en señal de
dieron los ulteriores relatos soviéticos: el acorazado Aurora, ama- protesta. Fue cuestionada en un tono más conciliador por un gru-
rrado en el río Neva frente al palacio no disparó ni un tiro con po encabezado por Martov, el viejo amigo de Lenin; pero Trotsky,
munición activa, y las fuerzas atacantes permitieron que Kerensky en una frase memorable, consignó estas críticas al "basurero de la
se escurriera por una puerta lateral y abandonara la ciudad en au- historia".
tomóvil. También fue ligeramente insatisfactorio como espectáculo En el congreso, los bolcheviques llamaron a una transferencia
político, ya que el congreso de los soviets —que postergó su prime- del poder a los soviets de obreros soldados y campesinos en todo
ra sesión por unas horas a instancias de los bolcheviques— final- el país. En lo que hacía al poder central, indudablemente la con-
mente comenzó a sesionar antes de la caída del palacio, frustran- secuencia lógica era que el lugar del viejo gobierno provisional se-
do así el deseo de los bolcheviques de hacer tin espectacular ría tomado por el comité central ejecutivo permanente de los so-
anuncio de apertura. Aun así, el hecho de base era indiscutible: el viets, elegido por el congreso y que incluía a representantes de
régimen de febrero había sido derrocado y el poder había pasado distintos partidos políticos. Pero esto no fue así. Para sorpresa de
a los triunfadores de octubre. muchos delegados, se anunció que las funciones del gobierno cen-
Claro que esto dejaba una pregunta sin respuesta. ¿Quiénes tral serían asumidas por un nuevo consejo de comisarios del pue-
eran los triunfadores de octubre? Al instar a los bolcheviques a la blo, cuyo padrón enteramente bolchevique fue leído al congreso
insurrección ante el congreso de los soviets, Lenin claramente ha- el 26 de octubre por un portavoz del Partido Bolchevique. La ca-
bía querido que ese título les correspondiera a los bolcheviques. beza del nuevo gobierno era Lenin y Trotsky era comisario del
Pero el hecho es que los bolcheviques habían organizado el alza- pueblo (ministro) de Asuntos Exteriores.
miento por medio del comité militar-revolucionario del soviet de
Petrogrado; e, intencionalmente o no, el congreso le había dado Algunos historiadores han sugerido que el gobierno unipar-
largas al asxmto hasta la víspera del encuentro del congreso nacio- tidista de los bolcheviques fue el resultado de un accidente histó-
nal de los soviets. (Ulteriormente, Trotsky describiría esto como rico más bien que de una intención,19 es decir, que los bolchevi-
una estrategia brillante —presumiblemente de su autoría, ya que ques no tenían el propósito de tomar el poder para ellos solos. Pero
está claro que no la trazó Lenin— que empleó a los soviets para si la intención que está en cuestión es la de Lenin, el argumento

• utl&í
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parece dudoso; y Lenin aplastó las objeciones de otros dirigentes en las boletas de sufragio). Los bolcheviques esperaban un mejor
de su partido. Parece claro que en septiembre y octubre Lenin resultado y ello tal vez es explicable si uno examina más de cerca
quería que el poder lo tomaran los bolcheviques, no los soviets la votación.21 Los bolcheviques ganaron en Petrogrado y Moscú
multiparticlarios. Ni siquiera pretendía usar a los soviets como fa- y posiblemente en el conjunto de la Rusia urbana. En las fuerzas
chada, sino que aparentemente hubiera preferido hacer un golpe amadas, cviyos cinco millones de votos se contaron en forma in-
abiertamente bolchevique. No hay duda de que en las provincias dependiente, los bolcheviques tuvieron la mayoría absoluta en
el resultado inmediato de la revolución de octubre fue que los so- los ejércitos de los frentes septentrional y occidental y en la flota
viets tomaron el poder; y los soviets locales no siempre estaban do- del Báltico, los electorados que mejor conocían y donde eran
minados por los bolcheviques. Aunque la actitud de los bolchevi- más conocidos. En los frentes meridionales y en la flota del mar
ques hacia los soviets está abierta a distintas interpretaciones,20 tal Negro, perdieron ante los partidos SR y ucraniano. La victoria
vez sea justo decir que en principio no tenían objeción a que los so- general de los SR se debió al voto campesino de las aldeas. Pero
viets ejercieran el poder a nivel local, siempre y cuando fuesen con- había cierta ambigüedad en esto. Es probable que al votar, los
fiablemente bolcheviques. Pero este requisito difícilmente fuera campesinos sólo tomaran en cuenta un tema, y los programas
compatible con las elecciones democráticas en las que participaran agrarios de los SRy los bolcheviques eran casi idénticos. Pero los
otros partidos políticos. SR eran mucho más conocidos para los campesinos, quienes
Ciertamente Lenin tenía una postura muy firme en lo que eran sus votantes tradicionales. En los lugares donde los campe-
respecta a coaliciones en el nuevo gobierno, el concejo de comisa- sinos conocían el programa bolchevique (generalmente como
rios del pueblo. En noviembre de 1917, cuando el comité central resultado de su proximidad a ciudades, cuarteles o ferrocarriles,
bolchevique discutió la posibilidad de pasar de un gobierno total- lugares donde la campaña bolchevique había sido más intensa)
mente bolchevique a una coalición socialista amplia, Lenin se opu- los votos se dividían entre los bolcheviques y los SR.
so férreamente, incluso cuando varios bolcheviques renunciaron Como sea, en la política democrática, una derrota es una de-
al gobierno como protesta. Ulteriormente, unos pocos "SR de iz- rrota. Pero los bolcheviques no adoptaron ese punto de vista en
quierda" (integrantes de una división del partido SR qvie había las elecciones a la asamblea constituyente: no abdicaron al no
aceptado el golpe de octubre) fueron admitidos al concejo de comi- triunfar (y cuando la asamblea se reunió y demostró hostilidad, la
sarios del pueblo, pero se trataba de políticos que no tenían una ba- disolvieron sin más trámite). Sin embargo, en términos de su man-
se partidaria fuerte. Fueron separados del gobierno en 1918, cuan- dato para gobernar, argumentaron que no pretendían represen-
do los SR de izquierda organizaron un alzamiento en protesta tar al total de la población. Habían tomado el poder en nombre
contra el tratado de paz recientemente firmado con Alemania. de la clase obrera. La conclusión que se deduce de las elecciones
Los bolcheviques no hicieron ningún otro esfuerzo por formar del segundo congreso de los soviets y la asamblea constituyente es
una coalición con otros partidos. que, en octubre y noviembre de 1917, obtenían más votos obreros
Los bolcheviques ¿tenían, o creían tener, mandato popular pa- que ningún otro partido.
ra gobernar solos? En las elecciones para designar la asamblea cons- ¿Pero qué ocurriría si en algún momento los obreros les retira-
tituyente (que se celebraron, tal como estaba previsto antes del gol- ran su apoyo? La pretensión bolchevique de representar la voluntad
pe de octubre, en noviembre de 1917) los bolcheviques obtuvieron del proletariado estaba tan basada en la fe como en la observación.
el 25 por ciento del voto popular. Esto los ubicó detrás de los SR, En términos de Lenin, era muy posible que en algún momento del
quienes obtuvieron el 40 por ciento de los votos (los SR de izquier- futuro la conciencia proletaria de los trabajadores fuera menos
da, que respaldaban el golpe bolchevique, no estaban diferenciados aguda que la del Partido Bolchevique, lo cual no necesariamente
90 SHEILA FITZPATRICK
3. La guerra civil
revocaría el mandato gubernativo del partido. Probablemente, los
bolcheviques no esperaban que esto ocurriese. Pero muchos de sus
oponentes de 1917 sí esperaban que fuese así y daban por sentado
que el partido de Lenin no cedería el poder si perdía el apoyo cíe
la clase obrera. Engels había advertido que un partido socialista
que tomara prematuramente el poder podía quedar aislado y
verse obligado a convertirse en una dictadura represiva. Estaba La toma de poder de octubre no fue el fin de la revolución
claro que los líderes bolcheviques, en particular Lenin, estaban bolchevique sino su comienzo. Los bolcheviques tomaron el con-
trol de Petrogrado y, después de una semana de combates calleje-
dispuestos a correr ese riesgo.
ros, de Moscú. Pero los soviets surgidos en la mayor parte de los
centros provinciales aún debían seguir el ejemplo de la capital en
lo que se refería a derrocar la burguesía (a nivel local, esto a me-
nudo significaba expulsar a un "comité de seguridad pública"
constituido por la ciudadanía más sólida de la ciudad); y, si un so-
viet local era demasiado débil como para adueñarse del poder, di-
fícilmente pudiera esperar refuerzos de las capitales. En las pro-
vincias, como en el centro, los bolcheviques debían adaptar sus
actitudes a los soviets locales que habían afirmado exitosamente
su autoridad pero en los que predominaban los mencheviques y
SR. Además, la Rusia rural había en gran medida descartado la au-
toridad emanada de las ciudades. Las áreas fronterizas y no rusas del
viejo imperio exhibían diferentes grados y complejidades cíe desor-
den. Si los bolcheviques habían tomado el poder con la inten-
ción de gobernar en un sentido convencional, los esperaban largos
y difíciles enfrentamientos contra las tendencias anárquicas, descen-
tralizantes y separatistas.
De hecho, la futura forma de gobierno de Rusia seguía sien-
do una pregunta sin respuesta. A juzgar por el golpe de octubre
en Petrogrado, los bolcheviques sentían reservas hacia su propio
lema "todo el poder a los soviets". Por otro lado, en el invierno de
1917-8, este lema parecía adecuado al ánimo imperante en las pro-
vincias, aunque tal vez esto no sea más que otra forma de decir que
por el momento la autoridad gubernamental central se había de-
rrumbado. Aún quedaba por ver qué querían decir exactamente los
bolcheviques con su otro lema: "dictadura del proletariado". Si, tal
como había sugerido Lenin en sus escritos recientes, significara
SHEILA F1TZPATRICK LA GUERRA CIVIL 93
92

aplastar los esfuerzos contrarrevolucionarios de las antiguas clases era un fenómeno aislado, comenzaron a revaluar su posición con
propietarias, la nueva dictadura debería instalar órganos coerciti- respecto al mundo externo, y, para ese entonces la costumbre de
vos comparables en su función a la policía secreta zarista; si signi- mezclar llamados a la revolución con contactos más convenciona-
ficara una dictadura del Partido Bolchevique, como sospechaban les entre estados se había afirmado.
muchos de los oponentes políticos de Lenin, que otros partidos Los límites territoriales de la nueva república soviética y la po-
políticos continuaran existiendo planteaba serios problemas. Pe- lítica a seguir con respecto a las nacionalidades no rusas eran otro
ro, ¿podía el nuevo régimen permitirse actuar en forma tan repre- gran problema. Antes de la guerra, Lenin había prestado un cauto
siva como la vieja autocracia zarista, y podía conservar el respaldo aval al principio cíe autodeterminación nacional. Sin embargo, pa-
popular si lo hacía? Además, el concepto de "dictadvira del prole- ra los marxistas, la cuestión de clase siempre fue más importante
tariado" parecía implicar poderes amplios e independencia de to- que la nacional; y a los bolcheviques les costaba mucho creer que
das las instituciones proletarias, incluyendo sindicatos y comités movimientos separatistas nacionales dirigidos contra un estado "ca-
de fábrica. ¿Qué ocurriría si los sindicatos y comités de fábrica pitalista" o "autocrático" fuesen comparables en modo alguno a los
tuvieron diferentes conceptos de los derechos de los trabajadores? movimientos separatistas que repudiaban la causa revolucionaria
Si el "control obrero" en las fábricas significara la autogestión internacionalista que representaba la nueva república soviética.
obrera ¿era esto compatible con la planificación centralizada del Para los bolcheviques de Petrogrado era igualmente natural
desarrollo económico que los bolcheviqties percibían como obje- esperar un poder revolucionario triunfante en Azerbayán que en
Hungría, aunque difícilmente los azeríes, como ex subditos del
tivo socialista básico?
El régimen revolucionario de Rusia también debía considerar Petersburgo imperial que eran, apreciaran esto. También era na-
su posición en el escenario mundial. Los bolcheviques se conside- tural que los bolcheviques respaldaran los soviets obreros en Ucra-
raban parte de un movimiento proletario revolucionario interna- nia y se opusieran a los "burgueses" nacionalistas ucranianos, más
cional, y esperaban que su éxito en Rusia disparase revoluciones si- allá del hecho de que los soviets (que reflejaban la clase obrera
milares en toda Europa; originariamente, no concebían a la nueva ucraniana) estaban compuestos de rasos, judíos y polacos que no
república soviética como a un estado-nación que tendría relaciones sólo eran "extranjeros" para los nacionalistas, sino también para el
diplomáticas convencionales con otros estados. Cuando Trotsky fue campesinado ucraniano. El dilema de los bolcheviques —que tu-
designado comisario de Asuntos Exteriores, esperaba propalar unas vo su ilustración más espectacular cuando el Ejército Rojo entró
pocas proclamas revolucionarias y luego dedicarse a otra cosa; como en Polonia en 1920 y los obreros de Varsovia se resistieron a la "in-
representante soviético en las negociaciones de paz con Alemania vasión rusa"— era que, en la práctica, las políticas del internacio-
que se desarrollaron en Brest-Litovsk intentó (sin éxito) subvertir nalismo proletario tenían una desconcertante similitud con las
todo el proceso diplomático pasando por alto a los representantes prácticas del viejo imperialismo ruso.1
oficiales alemanes y dirigiéndose directamente al pueblo alemán y Pero la conducta y las políticas de los bolcheviques tras la re-
en particular a los soldados alemanes del frente oriental. El reco- | volución de octubre no se gestaron en un vacío, y el factor de la
nocimiento de la necesidad de practicar una diplomacia conven- guerra civil es casi siempre crucial para explicarlas. La guerra civil
cional se demoró debido a la profunda convicción de los líderes estalló a mediados de 1918, pocos meses después de la conclusión
bolcheviques de que durante sus primeros años la revolución rusa | formal del tratado de paz de Brest-Litovsk entre Rusia y Alemania
no sobreviviría por mucho tiempo sin el respaldo de otras revolu- y de la retirada definitiva de Rusia de la guerra europea. Se comba-
ciones obreras en los países capitalistas avanzados de Europa. Só- tió en varios frentes contra una variedad de ejércitos blancos (es de-
lo cuando gradualmente quedó claro que la Rusia revolucionaria cir, antibolcheviques) que tenían el respaldo de diversas potencias
LA GUERRA CIVIL 95
SHE1LA FITZPATRICK
94
durante la guerra civil, el partido era una hermandad de comba-
extranjeras, incluidas algunas de las que fueron aliadas cíe Rusia en tientes en el más literal de los sentidos. Los comunistas que habían
la Primera Guerra Mundial. Los bolcheviques la percibieron como servido en el Ejército Rojo llevaron la jerga militar al lenguaje de
una guerra cíe clases, tanto en términos domésticos como interna- la política partidaria e hicieron que las botas y la chaqueta militar
cionales: proletariado ruso contra burguesía rusa; revolución inter- —que vestían incluso aquellos que habían permanecido en pues-
nacional (encarnada por la república soviética) contra capitalismo tos civiles o eran demasiado jóvenes para combatir— fuesen prác-
internacional. La victoria roja (bolchevique) de 1920 era, por lo tan- ticamente un uniforme para los integrantes del partido entre la
to, un triunfo proletario, pero lo arduo de la lucha había dejado década de 1920 y el comienzo de la de 1930.
claras la fuerza y la determinación de los enemigos cíe clase del pro- Según juzgó un historiador, la experiencia de la guerra civil
letariado. Aunque las potencias capitalistas intervencionistas se ha- "militarizó la cultura política revolucionaria del movimiento bol-
bían retirado, los bolcheviques no creían que tal retirada fuese chevique", dejando un legado que incluía "la disposición a em-
permanente. Esperaban que cuando el momento les resultara opor- plear la coerción, el gobierno por medio de decretos (administri-
tuno, las fuerzas del capitalismo internacional regresarían y aplasta- rarvanié), la administración centralizada [y] la justicia sumaria".4
rían la revolución obrera internacional en su lugar de origen. Esta visión de los orígenes del autoritarismo soviético (y estalinis-
Es indudable que la guerra civil tuvo un inmenso impacto so- ta) es, en muchos aspectos, más satisfactoria que la tradicional in-
bre los bolcheviques y sobre la joven república soviética. Polarizó terpretación occidental, que enfatiza el pasado prerrevolucionario
la sociedad, dejando perdurables resentimientos y cicatrices; y del partido y el aval de Lenin a una organización partidaria centra-
la intervención extranjera produjo en los soviéticos, un temor lizada y una disciplina estricta. Sin embargo, otros factores que re-
permanente, con connotaciones de paranoia y xenofobia, a ser forzaron las tendencias autoritarias del partido también deben ser
"rodeados por el capitalismo". La guerra civil devastó la economía, tomados en cuenta. En primer lugar, la dictadura de vina minoría
paralizó casi por completo la industria y vació las ciudades. Ello tuvo debía ser casi fatalmente autoritaria y aquellos que estuvieran a su
implicaciones políticas además de económicas y sociales, ya que sig- servicio tendrían una extrema propensión a desarrollar la tenden-
nificaba una desintegración y dispersión, al menos temporaria, del cia al autoritarismo y la prepotencia que Lenin criticó frecuen-
proletariado industrial, la clase en cuyo nombre los bolcheviques ha- temente en los años que siguieron a 1917. En segundo lugar, el
bían tomado el poder. Partido Bolchevique debió sus éxitos de 1917 al respaldo de los
Los bolcheviques hicieron su primera experiencia de gobier- trabajadores, soldados y marineros de Rusia; y tales personas sentían
no en el contexto de la guerra civil e indudablemente esto moldeó mucha menos inclinación que los intelectuales del viejo bolchevis-
en muchos aspectos importantes el desarrollo ulterior del parti- mo a preocuparse por aplastar a la oposición o por imponer su
do.2 Más cíe medio millón de comunistas sirvieron en el Ejército autoridad por la fuerza más bien que mediante una considerada
Rojo en un momento u otro de la guerra civil (y, de este grupo, persuasión.
aproximadamente la mitad se unió al Ejército Rojo antes de afiliar- Finalmente, al considerar la relación entre la guerra civil y el
se al Partido Bolchevique). De todos los integrantes del Partido Bol- gobierno autoritario, debe recordarse que había una relación de
chevique en 1927, el 33 por ciento se habían afiliado en los años reciprocidad entre los bolcheviques y el ambiente político de 1918-
1917-20, mientras que sólo un 1 por ciento lo había hecho antes de 20. La guerra civil no fue un imprevisible acto de Dios en el que los
1917.3 De modo que la vida clandestina del partido prerrevolucio- bolcheviques no tenían responsabilidad alguna. Por el contrario,
nario —la experiencia formativa de la "vieja guardia" de dirigentes los bolcheviques se asociaron al enfrentamiento armado y la violen-
bolcheviques— sólo era conocida de oídas por la mayoría cíe los in- cia en los meses que mediaron entre febrero y octubre de 1917; y,
tegrantes del partido. Para la cohorte que se había unido al partido
SHEILA FITZPATRICK LA GUERRA CIVIL 97
96

como los líderes bolcheviques bien sabían antes de que ocvirriera, vina estrategia de "ni guerra, ni paz", lo cual significaba que los ru-
su golpe de octubre fue percibido por muchos como una provoca- sos ni continuarían la guerra ni firmarían una paz inaceptable. Es-
ción directa a la guerra civil. La guerra civil ciertamente le dio al to no era más que una bravata, pues el ejército ruso que estaba en
nuevo régimen su bautismo de fuego, influenciando así su futu- el frente se estaba disgregando, mientras que el alemán, a pesar de
ro desarrollo. Pero los bolcheviques se habían arriesgado y tal vez los llamados bolcheviques a la hermandad de la clase obrera, no.
incluso habían buscado un bautismo cíe esa índole.5 Los alemanes ignoraron el alarde de Trotsky y ocuparon grandes
sectores de Ucrania.
Lenin consideraba imprescindible que se firmara la paz cuan-
La guerra civil, el Ejército Rojo y la Cheka to antes. Ello era muy racional, dado el estado de las fuerzas com-
batientes rusas y la posibilidad de que los bolcheviques pronto se
Inmediatamente después del golpe bolchevique de octubre, encontrasen comprometidos en una guerra civil; además, antes de
los diarios del Partido Cadete propalaron una convocatoria a las la revolución de octubre, los bolcheviques afirmaron en repetidas
armas para salvar la revolución, las tropas leales del general Kras- oportunidades que Rusia debía retirarse de inmediato de la guerra
nov se enfrentaron sin éxito contra fuerzas probolcheviques y imperialista europea. Sin embargo, sería bastante erróneo conside-
guardias rojos en la batalla de los altos de Pulkovo cerca cíe Petro- rar que antes de octubre los bolcheviques eran algo que pudiera
grado, y hubo intensos combates en Moscú. En ese enfrentamien- considerarse seriamente un "partido de la paz". Los obreros de Pe-
to preliminar, los bolcheviques resultaron victoriosos. Pero existía trogrado que habían estado dispuestos a combatir a Kerensky jun-
la casi certeza de que deberían combatir otra vez. En los grandes to a los bolcheviques en octubre, habían estado igualmente dis-
ejércitos rusos de los frentes meridionales de la guerra contra Ale- puestos a combatir por Petrogrado contra los alemanes. Este ánimo
mania y Austria-Hungría, los bolcheviques fueron mucho menos belicoso se reflejó fuertemente en el Partido Bolchevique durante
populares que en el noroeste. Alemania continuaba en guerra con los primeros meses de 1918, y ulteriormente fue un valioso recurso
Rusia y, a pesar de que a los alemanes les convenía que hubiera para el nuevo régimen a la hora de pelear en la guerra civil. Para la
paz en el frente oriental, el nuevo régimen ruso no podía contar época de las negociaciones de Brest, Lenin tuvo grandes inconve-
con la benevolencia de Alemania, ni con la simpatía de las poten- nientes para persuadir incluso al comité central bolchevique de la
cias aliadas. Como escribió en su diario el comandante de las fuer- necesidad de firmar la paz con Alemania. Los "comunistas de iz-
zas alemanas del frente oriental a comienzos de febrero de 1918, quierda" del partido —grupo que incluía al joven Nikolai Bujarin,
en vísperas de la renovada ofensiva alemana que siguió a la ruptura quien posteriormente ganaría un lugar en la historia como último
de las negociaciones de paz en Brest-Litovsk, dirigente de la oposición a Stalin— abogaban por una guerra de
guerrillas revolucionaria contra el invasor alemán; y los SR de iz-
No hay otro camino, pues de otra forma estas bestias [los bolchevi- quierda, quienes en ese momento estaban aliados con los bolchevi-
ques] aniquilarán a los ucranianos, los fineses y los baltos, luego re- ques, adoptaron vina postura similar. Lenin finalmente forzó la apro-
vil clutarán a la callada un nuevo ejército revolucionario y convertirán bación de svi decisión en el Concejo Comité Central bolchevique
al resto de Europa en una pocilga... toda Rusia no es más que un amenazando con renunciar, pero fue una dura batalla. Lo términos
gran montón de gusanos, una miserable masa pululante.6 que Alemania impviso tras svi exitosa ofensiva fueron considerable-
mente más duros qvie los que habían ofrecido en enero. (Pero los
Durante las negociaciones de paz de enero en Brest, Trotsky ha- bolcheviques tuvieron suerte: posteriormente, Alemania perdió la
bía rechazado los términos que ofrecieron los alemanes e intentado guerra europea, y, por lo tanto sus conquistas en el Este.)
SHEILA FITZPATRICK
98 LA GUERRA CIVIL 99

La paz de Brest-Litovsk sólo dio un breve respiro a la amenaza región de los Urales y del Volga, donde bolcheviques locales domi-
militar. Oficiales del antiguo ejército ruso concentraban fuerzas naban esporádicamente muchos de los soviets urbanos) y ejércitos
en el sur, el territorio cosaco del Don y el Kuban, mientras que el blancos amenazaban a la república soviética desde el este, el no-
almirante Kolchak establecía un gobierno antibolchevique en Si- roeste y el sur. Entre las potencias aliadas, Gran Bretaña y Francia
beria. Los británicos desembarcaron tropas en los dos puertos más eran muy hostiles al nuevo régimen ruso y respaldaban a los blan-
boreales de Rusia, Arjangelsk y Murmansk, con el propósito decla- cos, aunque su intervención militar directa fue en una escala bas-
rado de combatir a los alemanes, pero en los hechos con inten- tante pequeña. Tanto los Estados Unidos como Japón enviaron tro-
ción de apoyar a la oposición local al nuevo régimen ruso. pas a Siberia —los japoneses con la esperanza de conquistas
Por un extraño capricho de la guerra, había hasta tropas no territoriales, los estadounidenses en un fallido esfuerzo de refrenar
rusas atravesando el territorio ruso, la legión checa, compuesta de a los japoneses, garantizar la seguridad del ferrocarril transiberiano
unos 30.000 hombres pretendía alcanzar el frente occidental antes y tal vez respaldar al gobierno siberiano de Kolchak si éste resultara
de que terminase la guerra europea, de modo de reforzar su vieja compatible con los estándares democráticos estadounidenses.
pretensión independentista combatiendo junto a los aliados con- > Aunque en 1919 la situación de los bolcheviques parecía real-
tra sus antigvios amos austríacos. Al encontrarse con que no po- mente desesperada y el territorio que controlaban firmemente
dían cruzar las líneas de batalla desde el lado ruso, los checos co- equivalía aproximadamente a la de Rusia moscovita del siglo XVI,
menzaron im inverosímil viaje hacia el este por el ferrocarril svis oponentes también enfrentaban problemas formidables. En
transiberiano, con la intención de llegar a Vladivostok y regresar a primer lugar, los ejércitos blancos operaban en gran medida inde-
Europa por mar. Los bolcheviques autorizaron el viaje, pero ello pendientemente unos de otros, sin dirección central ni coordina-
no impidió que los soviets locales reaccionasen con hostilidad al ción. En segundo lugar, el control de los blancos sobre sus bases te-
arribo de contingentes de extranjeros armados a las estaciones de rritoriales era aún más tenue que el de los bolcheviques. Donde
ferrocarril que jalonaban el trayecto. En mayo de 1918, los checos instalaba gobiernos regionales, la maquinaria administrativa debía
chocaron por primera vez con un soviet dominado por los bolche- ser instalada prácticamente desde cero, con resultados extremada-
viques en la ciudad de Chelyabinsk en los Urales. Otras unidades mente insatisfactorios. Los sistemas de comunicaciones y transporte
checas respaldaron a los SR rusos en Samara cuando éstos se alza- de Rusia, históricamente altamente centralizados en torno cíe Moscú
ron contra los bolcheviques y establecieron una fugaz república y Petersburgo no facilitaban las operaciones de los blancos en la pe-
del Volga. Los checos prácticamente terminaron por abrirse pa- riferia. Los fuerzas blancas no sólo eran hostigadas por los rojos si-
so peleando para salir de Rusia y pasaron muchos meses hasta no por los llamados "ejércitos verdes" —bandas de campesinos y
que todos fueron evacuados de "Vladivostok y enviados de vuelta cosacos que no se comprometían con ningún bando pero que de-
a Europa por mar. sarrollaban la mayor parte de su actividad en las áreas en que esta-
La guerra civil en sí —"rojos" bolcheviques contra "blancos" ban basados los blancos. Los ejércitos blancos, bien provistos de
rusos antibolcheviques— comenzó en el verano de 1918. En ese oficiales del antiguo ejército zarista, tenían dificultades para man-
momento, los bolcheviques trasladaron su capital a Moscú, pues tener sus filas dotadas de reclutas y conscriptos que obedecieran a
Petrogrado se había librado del peligro de captiira por parte de aquéllos.
los alemanes sólo para ser atacada por un ejército blanco al ; '• • La fuerza de combate de los bolcheviques era el Ejército Rojo,
mando del general ludenich. Pero amplias áreas del país no se en- organizada bajo el mando de Trotsky, designado comisario de gue-
contraban bajo el control efectivo de Moscú (entre ellas Siberia, Ru- rra desde la primavera de 1918. El Ejército Rojo debió ser organiza-
sia meridional, el Cáucaso, Ucrania e incluso buena parte de la do desde la nada, pues la desintegración del antiguo ejército ruso
100 SHEILA FITZPATRICK
LA GUERRA CIVIL 101

Además de sus fuerzas militares, el régimen soviético no tardó


había llegado demasiado lejos para ser detenida (los bolcheviques en crear una fuerza de seguridad: la Comisión Extraordinaria de
anunciaron su total desmovilización en cvianto llegaron al poder). todas las Rusias para la lucha contra la contrarrevolución, el sabo-
El núcleo del Ejército Rojo, formado a comienzos de 1918, consis- taje y la especulación, conocida como Cheka. Cuando se fundó es-
tía en gviardias rojos de las fábricas y unidades probolcheviques ta institución en diciembre de 1917, su misión inmediata fue
del ejército y la armada. Se expandió mediante el reclutamiento controlar el brote de bandidismo, saqueos y pillaje de locales de be-
voluntario y, a partir del verano de 1918, la conscripción selectiva. bidas alcohólicas que siguió a la toma del poder de octubre. Pero
Obreros y comunistas eran los primeros en ser reclutados, y duran- no tardó en asumir las funciones más amplias de policía de seguri-
te toda la guerra civil proveyeron una alta proporción de las tropas dad, a cargo de lidiar con las conspiraciones contra el régimen y
de combate. Pero para el fin de la guerra civil, el Ejército Rojo era vigilar a los grupos de cuya lealtad se sospechaba, incluyendo a los
una institución inmensa con un total de cinco millones cíe inte- "enemigos de clase" burgueses, funcionarios del antiguo régimen
grantes, en su mayor parte campesinos conscriptos. Sólo aproxi- e integrantes cíe los partidos políticos de oposición. Tras el estalli-
madamente una décima parte de éstos eran combatientes (las do de la guerra civil, la Cheka se convirtió en un órgano de terror,
fuerzas desplegadas por rojos o blancos sobre un frente dado rara administrando justicia sumaria, lo que incluía ejecuciones, hacien-
vez sobrepasaban los 10.000 hombres), mientras que los demás re- do arrestos en masa y tomando rehenes al azar en áreas domina-
vistaban en las áreas de suministros, transporte o administración. das por los blancos o que se sospechaba que simpatizaban con és-
Hasta un punto considerable, el Ejército Rojo debió salvar la brecha tos. Según cifras bolcheviques referidas a veinte provincias de la
dejada por el derrumbre de la administración civil: era la mayor Rusia europea en 1918 y la primera mitad de 1919, al menos
burocracia, y la que mejor funcionaba, de las que el régimen so- 8.389 fueron fusilados sin juicio por la Cheka y 87.000 resultaron
viético tuvo en svis comienzos, y tenía prioridad sobre los recursos arrestados.7
disponibles. El terror rojo de los bolcheviques tuvo su equivalente en el
Aunque nruchos bolcheviques sentían una predilección ideo-
terror blanco que practicaron las fuerzas antibolcheviques en las
lógica por unidades de tipo miliciano como los guardias rojos, el regiones que controlababan, y ambos bandos se acusaron mutua-
Ejército Rojo estaba organizado desde el principio como un ejér-
mente del mismo tipo de atrocidades. Sin embargo, los bolchevi-
cito regular, los soldados estaban sometidos a la disciplina militar
ques no ocultaban su empleo del terror (que no sólo incluía justi-
y los oficiales no eran elegidos sino designados. Debido a la esca-
cia sumaria sino también castigos aleatorios no relacionados con
sez de militares profesionales entrenados, Trotsky y Lenin insistie-
transgresiones específicas, cuyo propósito era la intimidación de
ron en emplear oficiales del antiguo ejército zarista, aunque esta
un grupo específico o de la población en su conjunto); y se
política era muy criticada en el Partido Bolchevique y la facción
enorgullecían de su dura actitud acerca de la violencia, que evi-
llamada "oposición militar" intentó revertiría en dos congresos
taba la melindrosa hipocresía de la burguesía y que admitía que
partidarios consecutivos. Al final de la guerra, el Ejército Rojo con- el gobierno de cualquier clase, incluido el proletariado, implica
taba con más de 50.000 ex oficiales zaristas, la mayor parte de ellos
la coerción sobre otras clases. Lenin y Trotsky se mostraron
conscriptos; y la gran mayoría de sus comandantes militares de al-
despectivos hacia los socialistas que no comprendían la necesi-
ta graduación provenía de este sector. Para asegurarse de que los
dad del terror. "Si no estamos dispuestos a fusilar a un sabotea-
viejos oficiales mantuvieran su lealtad, se le adjudicaba a cada uno
dor o un guardia blanco ¿de qué revolución estamos hablan-
un comisario político, por lo general comunista, quien debía con-
do?", preguntó Lenin en tono admonitorio a svis colegas del
firmar todas las órdenes y compartía la responsabilidad última de
nuevo gobierno.8
éstas con los comandantes militares.
LA GUERRA CIVIL 103
102 SHEILAFITZPATR1CK

Tanto el Ejército Rojo como los ejércitos blancos reclutaban


Cuando los bolcheviques buscaban paralelos históricos a las campesinos en los territorios que controlaban y ambos tenían im-
actividades de la Cheka, normalmente se referían al terror revolu- portantes tasas cíe deserción. Sin embargo, a medida que la guerra
cionario de 1794 en Francia. No percibían paralelo algvmo con la civil progresaba, las dificultades de los blancos con sus conscriptos
policía secreta del zar, aunque éste ha sido trazado a menudo por campesinos se volvieron más serias que las de los rojos. Los campe-
historiadores occidentales. De hecho, la Cheka actuaba en forma ¡f sinos se sentían resentidos por la política de reqvjisición de granos
mucho más abierta y violenta que la antigua policía: por un lado, su de los bolcheviques (véase infra pág. 108), pero los blancos no
estilo se asemejaba más a la 'Venganza de clase" de los marineros del eran distintos en este aspecto. A los campesinos no los entusiasma-
Báltico contra sus oficiales en 1917, por otro a la pacificación ar- ba servir en ningún ejército, como quedó ampliamente demostra-
mada del campo conducida por Stolypin en 1906-7. El paralelo do por la experiencia del ejército ruso en 1917. Sin embargo, las
con la policía secreta zarista se volvió más apropiado despules de la deserciones en masa de campesinos en 1917 estaban estrechamen-
guerra civil, cuando la Cheka fue reemplazada por la GPU (el te vinculadas a las tomas de tierras y su redistribución por parte de
nombre de la policía secreta de Stalin cambió varias veces, GPU, las aldeas. Para fines de 1918, este proceso se había completado en
OGPU, NKVD, etc. Para simplificar hemos utilizado GPU en to- | gran parte (lo cual redujo considerablemente la oposición de los
do el texto, hasta el período más reciente, en que se denomina campesinos a servir en el ejército) con aprobación de los bolche-
KGB) —una medida asociada con el abandono del terror y la ex- viques. Por su parte, los blancos no aprobaban las tomas de tierra
tensión de la legalidad— y los órganos de seguridad se hicieron | y respaldaban la posición de los antiguos terratenientes. De modo
más rutinarios, más burocráticos y discretos en sus métodos ope- que en el crucial tema de la tierra, los bolcheviques eran el mal
rativos. En esta perspectiva a largo plazo, se perciben claramente menor.9
fuertes elementos de continuidad (aunque al parecer no hubo
continuidad de personal) entre las policías secretas zarista y so-
viética; y cuanto más claros se hacían éstos, más evasiva e hipócri- Comunismo de guerra
ta era la forma en que los soviéticos se referían a sus organismos
de seguridad. Los bolcheviques se hicieron cargo de una economía de gue-
Tanto el Ejército Rojo como la Cheka hicieron importantes j- rra en un estado próximo al colapso y su primer y abrumador pro-
contribuciones a la victoria bolchevique en la guerra civil. Sin em- blema fue cómo hacer para mantenerla en funcionamiento.10 Es-
bargo, sería inadecuado describir esa victoria simplemente en tér- I' te fue el contexto pragmático de las políticas económicas de la
minos de poderío militar y de terror, especialmente dado que hasta guerra civil que posteriormente fueron denominadas "comunis-
ahora nadie ha dado con una forma de estimar la relación de fuer- mo de guerra". Pero también había un contexto ideológico. En úl-
zas entre rojos y blancos. El respaldo activo y la aceptación pasiva de tima instancia, los bolcheviques pretendían abolir la propiedad
la sociedad también deben ser tomados en cuenta y de hecho es privada y el libre mercado y distribuir la producción de acuerdo
probable que tales factores haya sido crticiales. Los rojos contaban con las necesidades, y, en el corto plazo, era de esperar que esco-
con el respaldo de la clase obrera urbana y el Partido Bolchevique gieran las políticas que los acercasen a la consecución de estos idea-
suministraba su núcleo organizativo. Los blancos contaban con el
respaldo de las antiguas clases media y alta, mientras que el princi-
pal agente organizativo era un sector de la antigua oficialidad zaris-
ta. Pero indudablemente fue el campesinado, que constituía la gran
Í les. El equilibrio entre pragmatismo y la ideología en el comunismo
de guerra ha sido motivo de debate durante mucho tiempo,11 con
el problema de que políticas como la nacionalización y la distribu-
E ción por parte del estado pueden ser explicadas plausiblemente
mayoría de la población, el que definió la situación.
' LA GUERRA CIVIL 105
104 SHEILAFITZPATRICK

Esta secxiencia queda claramente ilustrada por una de las


tanto como respxiesta pragmática a las exigencias de la guerra o áreas clave de la política económica, la nacionalización. Como
como imperativo ideológico del comunismo. Se trata de un deba- buenos marxistas que eran, los bolcheviques nacionalizaron la
te en el cual los estudiosos de ambos bandos pueden citar los pro- banca y el crédito muy poco tiempo después de la revolución de
nunciamientos de Lenin o de otros prominentes bolcheviques, ya octubre. Pero no se embarcaron de inmediato en una total nacio-
que los propios bolcheviques no estaban seguros de cuál era la res- nalización de la industria: los primeros decretos de nacionaliza-
ptiesta. Desde la perspectiva bolchevique de 1921, cuando el co- ción sólo se aplicaron a grandes establecimientos como los talleres
munismo de guerra fue descartado en favor de la nueva política Putilov, que ya estaban estrechamente ligados al estado a través de
económica, está claro que es preferible la interpretación pragmá- la producción para la defensa y los contratos gubernamentales.
tica: dado que el comunismo de guerra fracasó, cuanto menos se Sin embargo, diversas circunstancias extendieron el alcance
hable de su sustrato ideológico, mejor. Pero desde la perspectiva de la nacionalización mucho más allá de las intenciones de corto
marxista temprana —por ejemplo, la de Bujarin y Preobrayensky plazo de los bolcheviques. Los soviets locales expropiaron plantas
en su clásico ABC del comunismo (1919)— lo contrarío era cierto. por cuenta propia. Algunas plantas fueron abandonadas por sus
Mientras las políticas del comunismo de guerra estaban en vigor, propietarios y administradores; otras fueron nacionalizadas a pe-
era natural que los bolcheviques les dieran una justificación dido de los trabajadores, quienes habían expulsado a los antiguos
ideológica, para afirmar que el partido, armado de la ideología administradores o incluso a pedido de los administradores, que re-
científica del marxismo controlaba por completo la realidad, no querían protección contra obreros revoltosos. En el verano de
que se debatía como mejor podía para seguirla. 1918, el gobierno promulgó un decreto que nacionalizaba toda la
La pregunta que subyace tras el debate es ¿a qxié velocidad industria pesada y para el otoño de 1919 se estimaba que más del
creían los bolcheviques que podían avanzar hacia el comunismo? 80 por ciento de tales empresas habían sido nacionalizadas. Éste
La respuesta depende de si se habla de 1918 o de 1920. Los prime- excedía ampliamente las capacidades organizativas del flamante
ros pasos de los bolcheviques fueron cautelosos, como también lo Supremo Consejo Económico: en la práctica, si los trabajadores
eran sus prominciamientos acerca del futuro. Sin embargo, desde mismos no podían mantener las plantas en funcionamiento orga-
el estallido de la guerra civil a mediados de 1918 la cautela inicial nizando el suministro de insumes brutos y la distribución de pro-
de los bolcheviques comenzó a desaparecer. Para lidiar con una si- ductos manufacturados, a mentido las plantas simplemente eran
tuación desesperada, se volvieron hacia políticas más radicales y, al cerradas. Pero, ya que habían llegado hasta allí, los bolcheviques
hacerlo, trataron de extender la esfera de control centralizado del decidieron ir aún más lejos. En noviembre de 1920, el gobierno
gobierno más lejos y a más velocidad de lo que era su intención nacionalizó aun la industria en pequeña escala, al menos sobre el
original. En 1920, mientras los bolcheviqties se dirigían a la victo- papel. Por supuesto que en la práctica los bolcheviques encontra-
ria en la guerra civil y al desastre en lo económico, se impuso un ban difícil poner nombre o identificar sus nuevas adquisiciones,
ánimo de euforia y desesperación. Mientras el viejo mundo desa- por no hablar de dirigirlas. Pero en teoría todo el circuito de
parecía entre las llamas de la revolución y la guerra civil, a muchos producción ahora estaba en manos del poder soviético, e inclu-
bolcheviques les parecía que estaba por alzarse un mundo ntievo, so los talleres artesanales y los molinos de viento eran parte de la
como un fénix, de entre las cenizas. Esta esperanza, tal vez, le debía economía centralizada.
más a la ideología anarquista que al marxismo, pero aun así estaba Hacia el fin de la guerra civil, una secuencia similar llevó a los
expresada en términos marxistas: con el triunfo de la revolución pro- bolcheviques a una prohibición casi absoluta del libre comercio y a
letaria, la transición al comunismo era inminente y posiblemente una economía virtualmente carente de dinero. De sus predecesores
ocurriera en semanas o meses.
SHEILAF1TZPATRICK
LA GUERRA CIVIL 107
106
práctica estrictamente igualitaria. Para maximizar la producción,
habían heredado el racionamiento en las ciudades (introducido
intentaron mantener las remuneraciones por cantidad de trabajo
en 1916) y el monopolio estatal del granos que en teoría reqviería
prodvicido en la industria, aunque los trabajadores consideraban
que los campesinos entregasen todos sus excedentes (introducido
qxie esta base de pago era esencialmente no igualitaria e injusta. Las
en la primavera de 1917 por el gobierno provisional). Pero en las
escasez y el racionamiento probablemente hayan tendido a redu-
ciudades aún escaseaban el pan y otros alimentos porque los cam- cir las desigualdades urbanas durante el período de guerra civil,
pesinos eran refractarios a venderlos cuando casi no había bienes
pero esto mal podía computarse como un triunfo bolchevique.
manufacturados qtie comprar en el mercado. Poco después de la
De hecho, el sistema de racionamiento bajo el comunismo de
revolución de octubre los bolcheviques trataron de aumentar la
guerra favorecía a ciertas categorías de la población, que incluían
oferta de granos ofreciéndoles a los campesinos bienes manufac-
el personal del Ejército Rojo, los obreros especializados de indus-
turados más bien que dinero a cambio de éste. También naciona-
trias clave, los administradores comunistas y algunos grupos de la
lizaron el comercio mayorista y, tras el estallido de la guerra civil,
inteliguentsia.
prohibieron la venta minorista de hasta los alimentos más básicos
Otra cuestión delicada era la organización en las fábricas. ¿Las
y los productos manufacturados e intentaron transformar las coo-
fábricas debían ser administradas por los propios obreros (cómo
perativas de consumidores en una red de distribución propiedad
parecía sugerir el aval dado por los bolcheviques en 1917 al "con-
del estado. Éstas eran medidas de emergencia orientadas a mane-
trol obrero") o por administradores designados por el estado que
jar la crisis de alimentos en las cividades y los problemas de sumi-
siguiesen las directivas de agencias centrales de planificación y
nistros del ejército. Pero obviamente los bolcheviques podían jus-
coordinación? Los bolcheviques preferían la segunda opción, pero
tificarlas en términos ideológicos, y así lo hicieron.
el resultado efectivo en el transcurso del comunismo de guerra fue
A medida que empeoraba la crisis de los alimentos en las ciu-
un compromiso, con considerables variaciones entre un lugar y
dades, el trueque se convirtió en la forma básica de intercambio y
otro. Algunas fábricas continuaron siendo administradas por comi-
el dinero perdió su valor. Para 1920, los sueldos y salarios se paga-
tés obreros electos. Otras lo eran por un director designado, a me-
ban parcialmente en especie (comida y mercadería) y hubo hasta
nudo un comunista pero aveces el antiguo administrador, ingenie-
un intento de diseñar un presupuesto basado en bienes de consu-
ro jefe o hasta el propietario de la planta. En otros casos, un
mo más bien que en el dinero. Los servicios urbanos, en la medi-
trabajador o grupo de trabajadores del comité de la fábrica o el sin-
da en que funcionaban en las ciudades en crisis, ya no debían ser
dicato local era designado para que administrase la planta y este
pagados por los xisuarios individuales. Algunos bolcheviques afir-
acuerdo de transición —a mitad de camino entre el control obre-
maron que éste era un triunfo ideológico: vina "extinción del dine-
ro y la administración designada— era a menudo el más exitoso.
ro" que indicaba cvián cerca se encontraba la sociedad del comunis-
En sus tratos con los campesinos, el primer problema de los
mo. Sin embargo, para observadores menos optimistas, se parecía
bolcheviques era la cuestión práctica de conseguir comida. La ob-
más a una inflación descontrolada.
tención de grano por parte del estado no mejoró con la proscripción
Desgraciadamente para los bolcheviques, la ideología y las ne-
del comercio privado de granos ni ofreciendo productos manufactu-
cesidades prácticas no siempre convergían con tanta precisión.
rados en lugar de dinero a modo de pago: el estado aún tenía dema-
Las divergencias (además de ciertas incertidumbres bolcheviques
siados pocos bienes que ofrecer y los campesinos aún se mostraban
acerca de qué significaba exactamente su ideología en términos
reticentes a entregar su producción. Dada la urgente necesidad de
prácticos) eran particularmente evidentes en las políticas que afec-
alimentar a las ciudades y al Ejército Rojo, al estado no le queda-
taban a la clase obrera. Por ejemplo, en lo que hacía al salario, los
ba mucha más opción que apoderarse de la producción de los
bolcheviques tenían más bien instintos igualitarios que una política
SHEILA F1TZPATRICK LA GUERRA CIVIL 109
108

campesinos mediante la persuasión, la astucia, las amenazas o la que estaba desmryendo la unidad de la comunidad aldeana y que
fuerza. Los bolcheviques adoptaron una política cíe requisición de en última instancia quebraría la autoridad del mir,12 Por su parte,
granos, y enviaron brigadas de obreros y de soldados —a menudo los campesinos consideraban al mir una auténtica institución cam-
armados y, de ser posible, provistos de mercancías para el true- pesina, históricamente abusada y explotada por el estado, que fi-
que— para sacar el grano escondido en los graneros de los campe- nalmente se había librado de la autoridad estatal y llevado a cabo
sinos. Obviamente, ello tensó las relaciones entre el régimen sovié- una revolución campesina.
tico y el campesinado. Pero los blancos hacían lo mismo, como Aunque en 1917-8 los bolcheviques les habían permitido a los
siempre lo hizo todo ejército de ocupación. Que los bolcheviques campesinos hacer las cosas a su manera, sus planes de largo plazo
necesitaran vivir de la tierra probablemente los haya sorprendido para el campo eran tan intrusivos como lo habían sido los de Stoly-
más a ellos que a los campesinos. pin. Desaprobaban casi todos los aspectos del orden rural tradicio-
Pero había otros aspectos de la política bolchevique que ob- nal, desde el miry la práctica de dividir la tierra en franjas hasta la
viamente sorprendían y alarmaban al campesinado. En primer lu- familia patriarcal (el ABC del comunismo incluso esperaba con an-
gar, procuraron facilitar la obtención de grano dividiendo las al- helo el momento en que las familias campesinas abandonaran la
deas en bandos opuestos. Como creían que el crecimiento del costumbre "bárbara" y dispendiosa de comer en familia y se unie-
capitalismo rural ya había producido diferenciaciones de clase sig- sen a sus vecinos en un comedor comunitario).13 Como Stolypin,
nificativas entre los campesinos, los bolcheviques creían que reci- intervenían en los asuntos de la aldea; y, aunque en principio no
birían el respaldo instintivo de los campesinos pobres y carentes podían compartir el entusiasmo de éste por una pequeña burgue-
de tierra y la oposición instintiva de los más ricos. Por lo tanto, co- sía de granjeros de pequeña escala, aún sentían un desagrado tan
menzaron a organizar comités de pobres en las aldeas, alentando hondo por el atraso campesino como para continuar la política de
a éstos a cooperar con las autoridades soviéticas en la extracción Stolypin de consolidar las dispersas parcelas familiares en bloques
de grano de los graneros de los campesinos más ricos. El inten- sólidos aptos para la producción agrícola moderna a pequeña
to resultó en un lamentable fracaso, en parte por la habitual so- escala.14
lidaridad de la aldea frente al mundo exterior y en parte porque Pero lo que de veras interesaba a los bolcheviques era la agri-
muchos campesinos que antes eran pobres y carecían de tierra cultura a gran escala y sólo la necesidad política de ganarse a los
ahora tenían una mejor posición como consecuencia de las to- campesinos los había llevado a avalar la distribución de grandes
mas y redistribuciones de tierra de 1917-8. Lo que era peor, les fincas que ocurrió en 1917-8. En algunas de las tierras estatales
demostró a los campesinos que la comprensión de los bolchevi- que quedaban, instalaron granjas del estado (sovjozy) —qxie eran,
ques de la revolución en el campo era muy diferente de la que en efecto, el equivalente socialista de la agricultura socialista a
tenían ellos. gran escala, con administradores designados que supervisaban la
Para los bolcheviques, que aún pensaban en términos del vie- tarea de trabajadores agrícolas que se desempeñaban a cambio de
jo debate marxiste con los populistas, el mir era una institución en una remuneración. Los bolcheviques también creían que las gran-
decadencia, corrompida por el estado zarista y socavada por el sur- jas colectivas (koljozy) eran preferibles, en términos políticos a la
gimiento del capitalismo rural y carente de todo potencial para el agricultura campesina tradicional o de pequeñas propiedades; y
desarrollo socialista. Además, los bolcheviques creían que la "prime- algunas de estas granjas colectivas se establecieron en el período
ra revolución" del campo —tomas de tierra y redistribución iguali- de guerra civil, habitualmente por parte de obreros o soldados li-
taria—ya estaba siendo seguida por una "segunda revolución", una cenciados que huían del hambre que reinaba en las ciudades. Las
guerra de clases de campesinos pobres contra campesinos ricos, granjas colectivas no dividían su tierra en parcelas, como la aldea
110 SHEILA FITZPATRICK.
LA GUERRA CIVIL 111
campesina tradicional, sino que trabajaban la tierra y comerciali-
zaban la producción en forma colectiva. A menudo, los primeros comunismo, que propulsó las últimas políticas económicas del co-
granjeros comunitarios tenían una ideología semejante a la cíe los munismo de guerra, apenas si encontraba alguna justificación en
fundadores de las comunidades agrícolas utopistas de los Estados la teoría marxista. Para 1920, la percepción que los bolcheviques
Unidos y otros lugares, y unificaban prácticamente tocios stis recur- tenían del mundo real estaba distorsionada casi cómicamente en
sos y posesiones; y, como los utopistas, rara vez tenían éxito como muchos aspectos. Ordenaron al Ejército Rojo que avanzara sobre
Varsovia porque les pareció evidente que los polacos reconocerían
granjeros o siquiera en sobrevivir como comunidad armoniosa. Los
campesinos veían con suspicacia tanto a las granjas estatales como a que las tropas eran hermanos proletarios, no agresores rusos. En
el frente doméstico, confundieron la inflación galopante y la deva-
las colectivas. Eran demasiado pocas y demasiado débiles como pa-
ra representar un peligro serio para la agricultura campesina tra- luación de la moneda con la desaparición del dinero que traería
el comunismo. Cuando la guerra y la hambruna produjeron ban-
dicional. Pero el mero hecho de que existieran les recordaba a los
das de niños sin hogar durante la guerra civil, algunos bolcheviques
campesinos que los bolcheviques tenían ideas raras y que no había
consideraron que se trataba de una bendición disfrazada, ya que el
que confiar mucho en ellos.
estado les podría dar una edticación verdaderamente colectivista
(en orfanatos) y no estarían exptiestos a la influencia burguesa de
la antigua familia.
Visiones del ntievo mundo
Este mismo espíritu se percibía en el primer enfoque bolche-
Había una veta locamente impracticable y utópica en buena vique de las tareas de gobierno y administración. En este caso, los
parte del pensamiento bolchevique durante la guerra civil.15 Indu- textos utópicos consistían en la afirmación cíe Marx y Engels de
dablemente todas las revoluciones exitosas tienen esa característi- que bajo el comunismo el estado terminaría por extinguirse y los
pasajes de Estado y revolución (1917) de.Lenin en los que éste suge-
cas: los revolucionarios siempre deben estar impulsados por el en-
ría que en última instancia la administración dejaría de ser asunto
tusiasmo y las esperanzas irracionales, ya de que otra forma, una
evaluación de sentido común haría que los riesgos y costos de la de profesionales de plena dedicación y se transformaría en una ta-
revolución sobrepasasen a sus posibles beneficios. Como su socia- rea rotativa de toda la ciudadanía. Sin embargo, en la práctica, Le-
nin siempre mantuvo un duro realismo acerca de las tareas de go-
lismo era científico, los bolcheviques creían ser inmunes al utopis-
mo. Pero tuvieran o no razón sobre la naturaleza intrínsecamente bierno: no fue de esos bolcheviques que, al ver el derrumbe de la
científica del marxismo, hasta la ciencia requiere de intérpretes antigua maquinaria en los años que mediaron entre 1917 y 1920,
humanos, quienes formulan juicios subjetivos y tienen sus propias llegaron a la conclusión de que el estado se extinguía a medida
que Rusia se aproximaba al comunismo.
inclinaciones emocionales. Los bolcheviques eran entusiastas de la
Pero Bujarin y Preobrayenski, autores del ABC del comunismo
revolución, no asistentes de laboratorio.
Que Rusia estaba lista para la revolución de 1917 era una esti- (1919) fueron mucho más lejos. Tenían la clase de visión de un
mación subjetiva, por más que los bolcheviques citaran a la ciencia mundo despersonalizado y científicamente regulado que el escritor
social marxista para sustentarla. Que la revolución mundial era in- ruso contemporáneo Evguenii Zmyatin satirizó en Nosotros (1920) y
minente era una cuestión de fe más que una predicción científica que George Orwell describiría posteriormente en 1984. Este mun-
(a fin de cxientas, en términos marxistas, los bolcheviques podían do era la antítesis de cualquier Rusia real pasada, presente o futu-
haber cometido un error y tomado el poder demasiado pronto). ra; y esto debe haberlo hecho particularmente atractivo en me-
La creencia de que Rusia estaba al borde de la transformación al dio del caos de la guerra civil. Al explicar cómo sería posible
llevar adelante una economía de planificación centralizada una
SHE1LAF1TZPATRICK LA GUERRA CIVIL 113
112
vez que se hubiese extinguido el estado, Bujarin y Preobrayenski consignas revolucionarias en las paredes de los antiguos palacios,
poniendo en escena recreaciones en masa de las victorias calleje-
escribieron: ras de la revolución, incorporando acrobacia y mensajes de rele-
La dirección central se confiará a distintas oficinas contables o divi- vancia política al teatro convencional y diseñando monumentos
siones estadísticas. Allí se mantendrá un control diario de la produc- no figurativos a los héroes revolucionarios del pasado. De haber
ción y sus necesidades; también se decidirá si enviar o no trabajado- ocurrido las cosas como querían los artistas de vanguardia, el arte
res a uno u otro lugar, cuándo hacerlo y cuánto trabajo hay para tradicional burgués habría sido liquidado aún más rápidamente
realizar. Como todos estarán acostumbrados desde la infancia al tra- que los partidos políticos burgueses. Sin embargo, los líderes bol-
bajo social, y como todos comprenderán que el trabajo es necesario cheviques no estaban mviy convencidos de que el futurismo artísti-
y que la vida es más fácil cuando se conduce de acuerdo a un plan co y el bolchevismo fuesen inseparables aliados naturales y adop-
predeterminado y cuando el orden social se asemeja a vina máquina taron vina actitud más cavita hacia los clásicos.
bien regulada, todo se hará según las indicaciones de las divisiones La ética de la liberación revolucionaria era aceptada en forma
estadísticas. No habrá necesidad de ministros de estado en particu- más entusiasta por los bolcheviques (o al menos por los intelectua-
lar, ni de policía, ni prisiones, ni de leyes ni decretos —nada de eso. les bolcheviques) en lo que hacía al tema de las mujeres y la fami-
Del mismo modo que en vina orqviesta todos los intérpretes obser- lia. Los bolcheviques respaldaban la emancipación de la mujer, co-
van la batvita del director y actúan siguiendo las indicaciones de és- mo lo había hecho la mayor parte de la inteliguentsia radical rusa
ta, aquí todos consultarán los informes estadísticos y orientarán sus desde la década de 1860. Como Friederich Engels, quien escribió
que en la familia moderna el marido es el "burgués" y la esposa la
tareas según lo qvie éstos indiquen.16
"proletaria", veían a las mujeres como a un grupo explotado. Para
Para nosotros, esto puede tener resonancias siniestras debido el fin de la guerra civil, se habían aprobado leyes que facilitaban el
al 1984 de Orwell, pero en términos contemporáneos era un pen- divorcio, anulaban el estigma que hasta entonces pendía sobre los
samiento osado y revolucionario tan excitantemente moderno (y hijos ilegítimos, autorizaban el aborto y dictaminaban qvie las mu-
alejado de la realidad cotidiana) como el arte futurista. La guerra jeres tenían los mismos derechos —incluyendo los salariales— qvie
civil fue una época en que florecieron la experimentación intelec- los hombres.
tual y cultural, y en que una actitud iconoclasta hacia el pasado era Mientras que sólo los pensadores bolcheviques más radicales
de rigor entre los jóvenes intelectuales radicales. Las máquinas —in- hablaban de destruir la familia, se daba por sentado en forma ge-
cluyendo la "máquina bien regulada" de la sociedad futura— neral que mujeres y niños eran las víctimas potenciales de la opre-
fascinaban a artistas e intelectuales. Los sentimientos, la espiri- sión en el interior de las familias y que la familia tendía a inculcar
tualidad, la tragedia humana y la psicología individual no eran lo valores burgvieses. El Partido Bolchevique estableció secciones fe-
que se usaba y solían ser denunciados como "pequeño burgueses". meninas independientes (ienotdeli) para organizar y educar a las
Artistas de vanguardia como el poeta Vladimir Maiakovsky y el di- mujeres, proteger svis intereses y ayudarla a desempeñar roles in-
rector teatral Vsevolod Meyerhold percibían el arte revolucionario dependientes. Los jóvenes comunistas tenían sus propias organi-
y la política revolucionaria como parte de la misma protesta contra zaciones independientes: el Komsomol [Juventud Comunista] pa-
el viejo mundo burgués. Se contaron entre los primeros integran- ra adolescentes y adultos jóvenes, los jóvenes pioneros para
tes de la inteliguentsia que aceptaron la revolución de octubre y quienes tenían entre diez y catorce años, que instaban a svis inte-
ofrecieron sus servicios al nuevo gobierno soviético, produciendo grantes a detectar tendencias "burguesas" en sus hogares y escuelas e
carteles propagandísticos en estilo cubista y futurista, pintando intentaran reeducar a padres y maestros que sintieran nostalgia del
LA GUERRA CIVIL 115
SHEILAFITZPATRICK
114
revolucionarios profesionales, u obreros o periodistas indepen-
pasado, rechazaran a los bolcheviques y a la revolución o se aferra- dientes (Lenin daba como profesión la de "hombre de letras" [li-
ran a "supersticiones religiosas". Aunque algunas de las consignas terator]). Despreciaban a las burocracias y sabían poco respecto a
empleadas durante la guerra civil, "¡abajo la tiranía capitalista de la forma en que funcionaban. No sabían nada sobre presupuestos.
los padres!", era vin poco demasiado entusiasta para los bolchevi- Como Anatolii Lunacharsky, jefe del Comisariato de Ilustración
ques de más edad, por lo general se apreciaba el espíritu de rebe- Poptilar, escribió sobre su primer funcionario de finanzas:
lión juvenil y, en los primeros años del partido, se lo respetaba.
Sin embargo, la liberación sexual era vina causa de los jóvenes Cuando nos trajo dinero del banco, lucía una expresión del asom-
comunistas que más bien incomodaba a la dirigencia bolchevique. bro más profundo. Aún le parecía que la revolución y la organiza-
Debido a la postura del partido con respecto al aborto y al divorcio, ; ción del nuevo poder eran una suerte de juego mágico, y que en un
generalmente se daba por sentado que los bolcheviques preconiza- juego mágico es imposible recibir dinero de verdad.17
ban el "amor libre", por lo cual se entendía el sexo promiscuo. Cier-
tamente, ése no era el caso de Lenin: su generación estaba contra la Durante la guerra civil, la mayor parte del talento organizati-
moralidad hipócrita de la burguesía, pero enfatizaba el valor de las vo de los bolcheviques se volcó al Ejército Rojo, el comisariato de
relaciones de camaradería entre los sexos y consideraba que la pro- alimentos y la Cheka. Los organizadores competentes de los comi-
miscuidad era frivola. Hasta Alexandra Kollontai, la dirigente bol- tés partidarios y soviets locales eran continuamente destinados al
chevique que más escribió acerca de cuestiones sexuales y era más o Ejército Rojo o enviados a otras misiones de detección de proble-
menos feminista, creía más bien en el amor que en la teoría del se- mas. Los ex ministerios del gobierno central (ahora llamados co-
xo como 'Vaso de agua" que a menudo se le atribuía. misariados populares) eran administrados por un pequeño grupo
Pero el enfoque 'Vaso de agua" era popular entre los jóvenes co- de bolcheviques, casi todos intelectuales, bajo quienes se desem-
munistas, especialmente los hombres que habían aprendido su ideo- peñaban funcionarios que en su mayor parte habían trabajado an-
logía en el Ejército Rojo, para quienes el sexo indiscriminado era ca- teriormente para los gobiernos zarista y provisional. La autoridad
si un rito de iniciación comunista. Su actitud reflejaba una relajación central estaba confusamente dividida entre el gobierno (Consejo
bélica y posbélica de la moral qtie fue aún más marcada en Rusia que de Comisarios del Pueblo), el Comité Ejecutivo Central de los So-
en los demás países europeos. Los comunistas de más edad debían viets y el Comité Central del Partido Bolchevique y su secretaría y
tolerarla —daban por sentado que el sexo era una cuestión privada división para asuntos organizativos y políticos, respectivamente
y, al fin y al cabo, eran revolucionarios, no burgueses hipócritas— llamados Orgburó y Politburó.
así como debían tolerar a los cubistas, los partidarios del esperan- Los bolcheviques describían su gobierno como una "dictadu-
to y los nudistas quienes, en un acto de afirmación ideológica, a ve- ra del proletariado", concepto que, en lo operativo, se parecía mu-
ces abordaban desnudos los tranvías de Moscú. Pero les parecía que cho a una dictadura del Partido Bolchevique. Desde el principio
tales cosas iba en detrimento de la alta seriedad de la revolución. estuvo claro que éste dejaba poco lugar a otros partidos políticos:
los que no fueron proscriptos por apoyar a los blancos o (en el caso
de los SR) por organizar una revuelta fueron acosados o intimidados
Los bolcheviques en el poder por los arrestos durante la guerra civil y forzados a autodisolverse a
comienzos de la década de 1920. Pero qué significaba la dictadura en
Una vez tomado el poder, los bolcheviques debían aprender términos de gobierno estaba mucho menos claro. Parecían haber
a gobernar. Prácticamente ninguno de ellos tenía experiencia dado por sentado que la organización del partido se mantendría
administrativa: hasta el momento, la mayor parte de ellos eran
116 SHEILA F1TZPATR1CK LA GUERRA CIVIL 117

independiente del gobierno y libre de toda función administrativa, embargo, debe recordarse que, en los hechos, los integrantes de
tal como habría ocurrido si los bolcheviques hubieran llegado a ser su gobierno eran, en efecto, escogidos por el comité central bol-
partido gobernante en un sistema político multipartidario. chevique y su politburó. Lenin encabezaba el gobierno pero tam-
Lo bolcheviques también describían sti gobierno como "poder bién era la cabeza defacto del comité central y el politburó; y eran
de los soviets". Pero ésta nunca fue una descripción muy precisa, estos órganos partidarios más bien que el gobierno los que se
en primer lugar porque la revolución de octubre fue ante todo el ociipaban de las cuestiones centrales militares y de política exte-
golpe de un partido, no de los soviets y en segundo lugar porqtie el rior durante la guerra civil. Según la opinión de Lenin, la gran
nuevo gobierno central (designado por el comité central bolchevi- ventaja del sistema desde el punto de vista gubernativo probable-
que) no tenía nada que ver con los soviets. El nuevo gobierno asu- mente fuera que sus burocracias incluían muchos expertos técni-
mió el control de las diversas bxvrocracias ministeriales del gobier- cos (especialistas en finanzas, ingeniería, ley, salud pública, etc.),
no provisional, que a su vez las había heredado del consejo de el empleo de cuyos conocimientos Lenin consideraba esencial. El
ministros del zar. Pero los soviets sí desempeñaban un papel a nivel Partido Bolchevique estaba desarrollando su propia burocracia,
local, donde la vieja maquinaría administrativa se había desintegra- pero no empleaba a quienes no fuesen afiliados al partido. En el
do por completo. Ellos (o más precisamente sus comités ejecuti- partido, particularmente entre los afiliados obreros, existía gran
vos) devinieron en órganos locales del gobierno central, creando suspicacia hacia los "expertos burgueses". Esto ya había qtiedado
sus propios departamentos burocráticos de finanzas, educación, por la fuerte oposición bolchevique en 1918-9 al empleo por par-
agricultura, etc. Esta función administrativa justificaba la existencia te del ejército de militares profesionales (los antiguos oficiales
de los soviets, aun después de que las elecciones en los soviets se zaristas).
••' La naturaleza del sistema político que emergió después de
hubieran vuelto apenas más que una formalidad.
Al comienzo, el gobierno central (el Consejo de Comisarios que los bolcheviques tomaran el poder debe explicarse no sólo en
del Pueblo) parecía ser el eje del nuevo sistema político. Pero pa- términos de eficiencia institucional sino en los que hacen a la na-
ra fines de la guerra civil ya había indicios de que el comité central turaleza del Partido Bolchevique. Era un partido con tendencias
del Partido Bolchevique y el politburó tendían a usurpar los pode- autoritarias, y que siempre había tenido un líder fuerte, incluso
res del gobierno, mientras que a nivel local, los comités del parti- dictatorial, según quienes se oponían a Lenin. Siempre se habían
do predominaban sobre los soviets. La primacía del partido sobre enfatizado la unidad y la disciplina partidaria. Antes de 1917, los
los órganos de estado llegaría a ser una característica permanente I bolcheviques que estaban en desacuerdo con Lenin en alguna
del sistema soviético. Sin embargo, se ha argumentado que Lenin I cuestión importante habitualmente abandonaban el partido. En
(quien enfermó gravemente en 1921 y murió en 1924) se habría ] el período 1917-20, Lenin debió enfrentarse con el disenso y aun
resistido a tal tendencia de no haber estado alejado de la escena con facciones disidentes organizadas dentro del partido, pero
por su enfermedad, y que su intención era que el gobierno, no el parece haber considerado que ésta era una situación anormal e
irritante, y finalmente tomó pasos decisivos para cambiarla
partido, desempeñara el papel dominante.18
Es cierto que para tratarse de un revolucionario creador de i (véase infra, pp. 130-131). En cuanto a la oposición o las críticas
un partido revolucionario, Lenin exhibía una tendencia extraña- I que se originaran fuera del partido, los bolcheviques no estuvie-
mente conservadora en lo qtie hace a las instituciones. Quería un ron dispuestos a tolerarlo con paciencia ni antes ni despvaés de
gobierno de verdad, no una suerte de directorio improvisado, del la revolución. Según comentó admirado años más tarde Vya-
mismo modo en que quería un verdadero ejército, verdaderas le- • cheslav Molotov, joven allegado a Lenin y a Stalin, Lenin era
yes y tal vez, en última instancia, un verdadero imperio ruso. Sin ;, aún más duro que Stalin a comienzos de la década de 1920 y "no
118 SHEILA FITZPATR1CK LA GUERRA CIVIL 119

habría tolerado oposición alguna, de haber habido ocasión de En los antiguos tribunales, la minoría de clase de los explotadores
que ésta se manifestara".19 juzgaba a la mayoría trabajadoras. Los tribunales del proletariado
Otra característica clave del Partido Bolchevique era su perte- son instituciones en las que la mayoría obrera juzga a la minoría ex-
nencia a la clase obrera, debido a la imagen que tenía de sí mismo, plotadora. Han sido establecidos con ese propósito. Los jueces desig-
a la natiiraleza de su respaldo en la sociedad y, en btiena parte, de nados provienen exclusivamente de la clase obrera. El único dere-
los afiliados al partido. Según la opinión prevaleciente en el parti- cho que les queda a los explotadores es el derecho a ser juzgados.20
do, los bolcheviques de clase obrera eran "duros", mientras que
aquellos que provenían de la inteliguentsia tendían a ser "blan- Es evidente que no se trata de principios igualitarios. Pero du-
dos". Probablemente esto tenga algo de cierto, aunque Lenin y rante el período de la revolución y transición al socialismo, los bol-
Trotsky, intelectuales ambos, eran notables excepciones. Bien pue- cheviques nunca pretendieron ser igualitarios. Desde el punto de
de ser que los rasgos autoritarios, antiliberales, duros y represivos vista bolchevique, era imposible considerar que todos los ciudada-
del partido hayan sido reforzados por el influjo de afiliados obre- nos eran iguales, dado que algunos de ellos eran enemigos de cla-
ros y campesinos en 1917 y los años de guerra civil. se del régimen. De modo que la constitución de la república rusa
El pensamiento político de los bolcheviques se centraba en de 1918, concedía el derecho al voto a todos los "trabajadores"
los temas de clase. Creían que la sociedad se dividía en clases anta- (sea cual fuere su nacionalidad y sexo), pero se lo negaba a todos
gónicas, que la lucha política reflejaba la lucha social y que los in- los integrantes de las clases explotadoras y otros enemigos identi-
tegrantes del proletariado urbano y de otras clases hasta entonces ficables del estado soviético: patronos, personas que vivieran de in-
explotadas, eran aliados naturales de la revolución. Según esa in- gresos que no se había ganado o de rentas, kulaks, sacerdotes, ex
terpretación, los bolcheviqxies consideraban enemigos naturales a gendarmes y algunas otras categorías de funcionarios zaristas, y
los integrantes de las antiguas clases explotadoras y privilegiadas. oficiales del ejército blanco.
Mientras que la cercanía de los bolcheviques al proletariado hacía SÍ 'i- La pregunta "¿quién gobierna?" puede ser planteada en tér-
parte de su identidad emocional, su odio y su suspicacia hacia los minos abstractos, pero también tiene el significado concreto cíe
"enemigos de clase", ex nobles, integrantes de la burguesía capita- "¿quién obtendrá los puestos de trabajo?". El poder político había
lista, kulaks (campesinos prósperos) y otros eran aún más hondo cambiado de manos y (según creían los bolcheviques, como recur-
y tal vez, en última instancia, más significativo. Para los bolchevi- so temporal) se debían encontrar nuevos jefes que tomaran el lu-
qvies, las antiguas clases privilegiadas no sólo eran contrarrevolu- gar de los que había hasta el momento. Dada la orientación del
cionarias por definición; el solo hecho de que existieran consti- pensamiento bolchevique, la clase era un criterio de selección ine-
tuía vina conspiración contrarrevolucionaria. Lo que hacía aún vitable. Tal vez algunos intelectuales, incluyendo a Lenin, arguye-
más amenazadora a esta conspiración interna era que, como ran que la educación era tan importante como la clase, mientras
demostraban la teoría y la realidad de la intervención extranjera que algunos otros temían qvie los obreros que se alejaban de sus
en la guerra civil, estaba respaldada por las fuerzas del capitalismo puestos fabriles perdieran su identidad proletaria. Pero en gene-
internacional. ral, el consenso predominante del partido estipulaba que los úni-
Los bolcheviques creían que para consolidar la victoria prole- cos a quienes el nuevo régimen podía confiar el poder eran los
taria en Rusia era necesario no sólo eliminar las viejas formas de proletarios que habían sido víctimas de la explotación del viejo
explotación de clase, sino invertirlas. Una forma de hacerlo era régimen.21
aplicando los principios de la "justicia de clase": Para el fin de la guerra civil, decenas de miles de trabajadores,
soldados y marineros —al principio bolcheviques y aquellos que
120 SHEILATTTZPATRICK
4. La NEP y el futuro de la revolución
pelearon junto a éstos en 1917, pero más adelante los que se dis-
tinguían en el Ejército Rojo o en los comités de fábrica, quienes
eran jóvenes y comparativamente bien edxicados, o simplemente
aquellos que demostraban ambición de ascender— se habían
vuelto "cuadros", es decir personas a cargo de tareas de responsa-
bilidad, generalmente administrativas. Estaban en el mando del La victoria de los bolcheviques en la guerra civil los enfrentó
Ejército Rojo, en la Cheka, la administración de alimentos y en la a los problemas internos del caos administrativo y la devastación
burocracia del partido y de los soviets. Mvichos fueron designados económica del país. Las ciudades estaban hambreadas y medio va-
administradores de fábricas, generalmente los que provenían de cías. La producción de carbón había caído en forma catastrófica,
comités de fábrica o sindicatos locales. En 1920-1, no les quedaba
los ferrocarriles se derrumbaban y la industria estaba casi paraliza-
completamente claro a los jefes del partido si este programa de
da. Los campesinos expresaban un revoltoso resentimiento ante
"ascenso obrero" podía continuar en gran escala, ya que el padrón
las requisiciones de alimentos. Había decaído la siembra y dos
originario de obreros afiliados al partido había quedado muy ra- años consecutivos de sequía habían llevado a la región del Volga,
leado y el derrumbe industrial y la escasez de alimentos en las ciu-
entre otras, al borde de la hambruna. Las muertes producidas por
dades que se produjeron durante la guerra civil dispersaron y des-
el hambre y las epidemias de 1921-2 sobrepasaron a la totalidad de
moralizaron a la clase obrera industrial de 1917. Así y todo, la las bajas producidas por la Primera Guerra Mundial y la guerra ci-
experiencia les había enseñado a los bolcheviques qué era aquello
vil. Además, la emigración de unos dos millones de personas du-
que llamaban "dictadura del proletariado". No era tina dictadura
rante los años de guerra y revolución había privado a Rusia de
colectiva de clase ejercida por obreros que conservaban sus viejos
buena parte de su élite educada.
trabajos fabriles. Era una dictadura administrada por "cuadros" de Había más de cinco millones de hombres en el Ejército Rojo,
plena dedicación o por jefes, en la cual la mayor cantidad posible
y el fin de la guerra civil significó que muchos de ellos fueron da-
de jefes eran ex obreros. dos de baja. Para los bolcheviques, ésta fue una operación mucho
más difícil de lo previsto: significó desmantelar bviena parte de lo
que el régimen había logrado construir desde la revolución de oc-
tubre. El Ejército Rojo había sido la espina dorsal de la administra-
ción bolchevique durante la Primera Guerra Mundial y la eco-
nomía del comunismo de guerra. Además, los soldados del Ejército
Rojo consumían el mayor cuerpo de "proletarios" del país. El prole-
tariado era la base de sustentación social escogida por los bolche-
viques, y que desde 1917, a todos los fines prácticos, definían al pro-
letariado como los obreros, soldados, marineros y campesinos
pobres de Rusia. Ahora, un importante sector del grupo de solda-
dos y marineros estaba a punto de desaparecer; y, peor aún, los
soldados licenciados —desempleados, hambrientos, a menudo
varados lejos de sus hogares por los problemas de transporte—
122
SHEILA FITZPATRICK. LA NEP Y EL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 123

demostraban su descontento. Con los dos millones cíe hombres héroes de las jornadas de julio de 1917, que habían apoyado a los
dados de baja en los primeros meses de 1921, los bolcheviques des- bolcheviques en la revolución de octubre, habían devenido en fi-
cubrieron que los combatientes de la revolución podían transfor- guras cuasi legendarias de la mitología bolchevique. La prensa so-
marse en bandidos de un día para otro. viética, en lo que parece haber sido svi primer intento importante
El destino del núcleo del proletariado de obreros industriales de esconder verdades desagradables, afirmó que la revuelta había
era igualmente alarmante. El cierre de industrias, la conscripción sido inspirada por emigrados y conducida por un misterioso gene-
en las fuerzas armadas, el ascenso a tareas administrativas y, ante ral blanco. Pero los rumores que circularon en el décimo congreso
todo, el abandono de las ciudades producido por el hambre había del partido no decían lo mismo.
reducido el número de trabajadores industriales de 3,6 millones La revuelta de Kronstadt pareció una separación simbólica
en 1917 a 1,5 millones en 1920. Una considerable proporción de entre la clase obrera y el Partido Bolchevique. Fue una tragedia,
estos trabajadores había regresado a sus aldeas natales, donde aún tanto para quienes opinaron qxie los trabajadores habían sido trai-
tenían familiares, y recibido parcelas de tierra como integrantes cionados como para quienes opinaban que los trabajadores ha-
de la comunidad de la aldea. Los bolcheviques no sabían cuántos bían traicionado al partido. Por primera vez el régimen soviético
trabajadores había en los aldeas ni cuánto tiempo éstos permane- había apuntado sus armas sobre el proletariado revolucionario.
cerían allí. Tal vez simplemente se hubieran reabsorbido en el Además, el trauma de Kronstadt ocurrió en forma simultánea con
campesinado y no regresaran jamás a las ciudades. Pero, sean cua- otro desastre para la revolución. Comunistas alemanes, alentados
les fueren las perspectivas a largo plazo, la situación inmediata es- desde Moscú por dirigentes de la Internacional Comunista, hicieron
taba clara: más de la mitad de la "clase dictatorial" de Rusia se ha- tina intentona revolucionaria que fracasó miserablemente. Su derro-
bía esfumado.1 ta significó que aun para los más optimistas de los bolcheviques la
Originariamente, los bolcheviques contaban con que el prole- revolución europea dejó de parecer inminente. La revolución rusa
tariado europeo —que para el fin de la Primera Guerra Mundial debería sobrevivir por su cuenta, sin ayuda de nadie.
parecía al borde la revolución— apoyara la revolvición rusa. Pero Las revueltas de Kronstadt y de Tambov, alimentadas por recla-
la ola revolucionaria europea de posguerra se aplacó, dejando a mos económicos y políticos, hicieron patente la necesidad de una
los bolcheviqties sin pares eviropeos a los que pudieran considerar nueva política económica para remplazar al comunismo de gue-
aliados permanentes. Lenin llegó a la conclusión de que la falta de rra. El primer paso, tomado en la primavera de 1921, fue finalizar
apoyo externo hacía imprescindible que los bolcheviques obtuvie- las requisas de productos a los campesinos, sustituyéndolas por un
ran el respaldo del campesinado ruso. Pero las requisas y el de- impuesto en especie. Lo que ello significaba en la práctica era que
rrumbe del mercado producidos por el comunismo de guerra ha- el estado sólo tomaba un monto fijo en vez de apoderarse de todo
bían alejado a los campesinos quienes, en algunas zonas, estaban aquello a lo que pudiera echarle mano (ulteriormente, con la rees-
en abierta insurrección. En Ucrania, vm ejército campesino enca- tabilización de la moneda durante la primera mitad de la década de
bezado por Néstor Majno combatía contra los bolcheviques. En 1920, el impuesto en especie devino en un más convencional
Tambov, importante región agrícola de Rusia central, un alza- impuesto en dinero).
miento campesino sólo logró ser reprimido mediante el envío de -' Como presumiblemente el impuesto en especie les dejaba a
50.000 tropas del Ejército Rojo.2 los campesinos un excedente comercializable, el paso lógico si-
El peor golpe para el nvievo régimen llegó cuando, tras un bro- guiente era permitir una resurrección del comercio privado legal
te de huelgas obreras en Petrogrado, los marineros de la cercana y un intento de aplastar el floreciente mercado negro. En la pri-
base naval de Kronstadt se rebelaron.3 Los hombres de Kronstadt, mavera de 1921, Lenin aún se oponía con energía a la legalización
SHEILA FITZPATR1CK LA NEP YEL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 125
124
del comercio, a la que consideraba un repudio a los principios a los fieles, prostitutas, pordioseros y carteristas desempeñando su
comunistas, pero la ulterior resurrección espontánea del comer- actividad en calles y estaciones de ferrocarril, canciones gitanas en
cio privado (a menudo avalada por los autoridades locales) enfren- los clubes nocturnos, gente que asistía al teatro vistiendo abrigos
tó a la dirigencia con un hecho consumado, que aceptó. Estos pasos de pieles y medias de seda. En este Moscú, los comunistas de cha-
fueron el comienzo de la maeva política económica, generalmen- queta de cuero aún parecían sombríos extranjeros y el lugar don-
te conocida por el acrónimo NEP.4 Se trató de una respuesta im- de se podía ver a los veteranos del Ejército Rojo era haciendo cola
provisada a circunstancias económicas desesperadas, iniciada con en la agencia de empleos. Los dirigentes revolucionarios, incon-
escasas discusión y debate (y poco disenso visible) en el partido y gruentemente alojados en el Kremlin o en el Hotel Luxe, miraban
su dirigencia. El impacto benéfico sobre la economía fue rápido y al futuro con desconfianza.
espectacular.
Siguieron nuevos cambios económicos, qvie en su conjunto
representaron el abandono del sistema que, en forma retrospecti- La disciplina de la retirada
va, comenzó a ser denominado "comunismo de guerra". En la in-
dustria, el programa de nacionalización total fue abandonado y se La retirada estratégica que representó la NEP fue, decía Le-
permitió que el sector privado volviese a constituirse, aunque el es- nin, forzada por condiciones económicas desesperadas y por la
tado mantuvo el control de los elementos clave cíe la economía, in- necesidad de consolidar las victorias alcanzadas por la revolu-
cluyendo la industria pesada y la banca. Se invitó a inversionistas ción. Su propósito era restaurar la destrozada economía y cal-
extranjeros a tomar concesiones en empresas industriales y mine- mar los temores de la población no proletaria. La NEP implica-
ras y proyectos de desarrollo. El Comisariato de finanzas y el ba concesiones al campesinado, la inteliguentsia y la pequeña
Banco del estado comenzaron a seguir los consejos de los viejos ex- burguesía urbana; relajar los-controles sobre la vida económica,
pertos en finanzas "burgueses", y a presionar para obtener la estabi- social y cultural; la sustitución de la coerción por la conciliación
lización de la moneda y limitar el gasto público y del gobierno. El en el trato de los comunistas con el conjunto de la sociedad. Pe-
presupuesto del gobierno central fue severamente recortado, y se ro Lenin dejó muy claro que este relajamiento no debía exten-
hicieron esfuerzos por aumentar los ingresos fiscales originados derse a la esfera política. Dentro del partido comunista, "la más
en la recaudación impositiva. Servicios como las escuelas y la aten- leve violación de la disciplina debe ser castigada severa, estricta,
ción médica, gratuitos hasta ese momento, ahora debían ser paga- implacablemente".
dos por los usuarios individuales; el acceso a las pensiones por ju-
bilación, enfermedad o desempleo fue restringido dándoles vina '". Un ejército en retirada requiere de cien veces más disciplina qiie un
ejército que avanza, pues durante un avance, todos emptijan hacia
base contributiva.
Desde el punto de vista comunista, la NEP fue un retroceso, y adelante. Si ahora todos comenzaran a retroceder a toda prisa, se
una admisión parcial de fracaso. Muchos comunistas se sintieron produciría un desastre inmediato e inevitable... cuando un verdade-
hondamente decepcionados: la revolución parecía haber cambia- ' ro ejército está en retirada, las ametralladoras se mantienen listas y
do muy pocas cosas. Moscú, capital soviética desde 1918 y cuartel cuando una retirada ordenada degenera en retirada desordenada,
general de la Internacional Comunista se transformó en una ata- se da la orden, con toda razón, de abrir fuego.
reada ciudad en los primeros años de la NEP, aunque en lo exter-
no aún era el Moscú de 1913, con campesinas que vendían papas En lo que respecta a los demás partidos políticos, su libertad pa-
en los mercados, campanas de iglesia y sacerdotes que convocaban ra expresar sus puntos de vista debía ser restringida con aún más se-
LA NEP Y EL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 127
SHEILA FITZPATRICK
126
de Shuia, así como de... Moscú... y otros centros espirituales. Cuantos
vendad que durante la guerra civil, en especial cuando pretendían más representantes del clero reaccionario y la burguesía reaccionaria
hacer propias las nuevas actitudes moderadas de los bolcheviques. logremos fusilar en esta ocasión, mejor. Ha llegado el momento de
darles a esos especímenes una lección tal qiie por algunas docenas de
Cuando un menchevique dice, "te retiras; yo siempre aconsejé reti- años ni se les ocurra pensar en resistir.6
rarse; estoy de acuerdo contigo, soy de los tuyos, retirémonos jun-
tos", le respondemos, "las manifestaciones públicas de menchevismo En forma simultánea, la cuestión cíe la disciplina dentro del par-
son penadas con la muerte por nuestros tribunales, pues de no ser tido comunista estaba siendo reexaminada. Por supuesto que los
así, no serían nuestros tribunales, sino Dios sabe qué".5 bolcheviques siempre habían puesto un marcado énfasis teórico en
la disciplina partidaria, que se remontaba al panfleto ¿ Qué hacer?
La introducción de la NEP fue acompañada del arresto de un publicado por Lenin en 1902. Todos los bolcheviques aceptaban el
par de miles de mencheviques, incluyendo a todos los integrantes principio de centralismo democrático, lo que significaba que los
del comité central menchevique. En 1922, un grupo de SR de de- afiliados al partido podían debatir libremente cualquier tema has-
recha fue sometido ajuicio público por crímenes contra el estado: ta que se alcanzara una decisión política al respecto, pero que que-
a algunos se Jes dieron sentencias de muerte, aunque al parecer daban comprometidos a aceptar la decisión que contara con el vo-
éstas no se ejecutaron. En 1922 y 1923, algunos cientos de promi- to final en el congreso del partido o en el comité central. Pero el
nentes cadetes y mencheviques fueron deportados por la fuerza principio de centralismo democrático no bastaba para determinar
de la república soviética. A partir de este momento, todos los par- las convenciones partidarias referidas al debate interno, cuánto de-
tidos qae no fueran el gobernante partido comunista (como aho- bate era aceptable, cuan severamente podían ser criticados los líde-
ra se llamaba habitualmente al Partido Bolchevique) fueron efec- res del partido, si los críticos podían o no organizar "facciones" o
tivamente proscriptos. grupos de presión referidos a cuestiones específicas, etcétera.
La disposición de Lenin a aplastar ala oposición real o poten- Antes de 1917, el debate partidario interno significaba, a todos
cial quedó demostrada en forma alarmante en vina carta secreta los fines prácticos, el debate interno de la comunidad de intelec-
enviada al politburó el 19 de mayo de 1922, en la que instaba a sus tuales bolcheviques emigrados. Debido a la posición dominante
colegas a aprovechar la oportunidad que daba la hambruna de de Lenin, los emigrados bolcheviques eran un grupo más unifica-
quebrar el poder de la iglesia ortodoxa. "Precisamente ahora, y só- do y homogéneo que sus pares mencheviques y SR, quienes tendían
lo ahora, cuando en las regiones afectadas por la hambruna se co- a aglutinarse en pequeños grupos, cada uno de los cuales tenía sus
me carne humana y cientos, si no miles, de cadáveres yacen en los propios dirigentes e identidades políticas. Lenin se opuso con
caminos, podemos (y por lo tanto, debemos) llevar adelante la re- fuerza al desarrollo de cualquier situación como ésa en el bolchevis-
quisición de bienes eclesiásticos con la energía más desesperada e mo. Cuando otra poderosa personalidad bolchevique, Alexander
implacable..." En Shuia, donde la campaña para apoderarse de Bogdanov, comenzó a formar un grupo de discípulos que compar-
bienes de la iglesia para aliviar la hambruna había provocado vio- tían su enfoque filosófico y político entre los emigrados pos-1905,
lentas manifestaciones, Lenin aconsejó que "la mayor cantidad po- Lenin obligó a Bogdanov y a su grupo a abandonar el Partido Bol-
sible" de eclesiásticos y burgueses locales fuese arrestada y llevada chevique, aunque el grupo realmente no era una facción política
ajuicio. El juicio debía finalizar ni una oposición partidaria interna.
La situación cambió en forma radical tras la revolución de febre-
... con el fusilamiento de una cantidad muy importante de los más in- ro, con la fusión de los contingentes de bolcheviques emigrados y
fluyentes y peligrosos integrantes de las centurias negras de la ciudad
SHEILA FITZPATRICK LA NE? Y EL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 129
128
clandestinos en una dirigencia del partido más amplia y diversifi- intransigencia y el profesionalismo revolucionario eran condiciones
cada y el enorme aumento en el número total de afiliados. En esenciales para cualquier partido comunista que debiera operar en
1917, los bolcheviques se preocupaban más por aprovechar la ola un ambiente hostil.
de revolución popular que por la disciplina partidaria. Mtichos in- Por supuesto que esas mismas reglas no se aplicaban a los bol-
dividuos y grupos dentro del partido no estaban de acuerdo con cheviques mismos, dado que éstos ya habían tomado el poder. Po-
Lenin en temas políticos centrales, tanto antes como después de día haberse argumentado que el partido gobernante de un estado
octubre, y la opinión de Lenin no prevalecía siempre. Algunos unipartidario debía, en primer lugar, convertirse en partido de
grupos se consolidaron en facciones semipermanentes, aun des- masas y, en segundo lugar, dar cabida e incluso institucionalizar la
pués de que sus plataformas fueran rechazadas por mayoría en el diversidad de opiniones. De hecho, eso era lo que venía ocurrien-
comité central o en un congreso del partido. Las facciones minori- do en el Partido Bolchevique desde 1917. Dentro de su dirigencia
tarias (compuestas en gran parte de antiguos intelectuales bolche- se habían desarrollado facciones divididas por temas políticos es-
viques) habitualmente no abandonaban el partido, como lo ha- pecíficos que (violando los principios del centralismo democráti-
brían hecho después de 1917. Ahora, su partido estaba en el poder co) tendían a seguir existiendo aun después de perder en la vota-
en un estado virtualmente tinipartidario; de modo que abandonar ción final. Para 1920, las facciones que participaban en el debate
el partido significaba abandonar por completo la vida política. corriente sobre el papel de los sindicatos habían devenido en gru-
Sin embargo, a pesar de esos cambios, las viejas premisas teó- pos bien organizados que no sólo ofrecían plataformas políticas
ricas de Lenin sobre la disciplina y la orientación partidaria aún que competían entre sí, sino que buscaron respaldo en los comités
hacían parte de la ideología bolchevique hacia el fin de la guerra partidarios locales durante las discusiones y la elección de delega-
civil, como quedó claro por la forma en que los bolcheviques ma- dos que precedió al décimo congreso del partido. En otras pala-
nejaron la nueva organización internacional comunista con base bras, el Partido Bolchevique exhibía una versión propia de la polí-
en Moscú, la Internacional Comunista. En 1920, cuando el segun- tica "parlamentaria" en la que las facciones desempeñaban el
do congreso de la Internacional Comunista discutió los requisitos papel de los partidos políticos en un sistema multipartidario.
de admisión, los dirigentes bolcheviques insistieron en imponer Desde el punto de vista de los historiadores occidentales pos-
condiciones claramente basadas en el modelo pre-1917 del Parti- teriores —y de hecho, del de cualquier observador externo con
do Bolchevique ruso, aunque en su momento ello significó excluir valores liberaldemocráticos— éste era obviamente un desarrollo
al importante y popular Partido Socialista Italiano (que quería admirable y un cambio positivo. Pero los bolcheviques no eran li-
unirse a la Internacional sin purgarse antes de sus grupos de dere- berales-demócratas; y existía considerable inqviietud en las filas
cha y de centro) y debilitar a la Internacional Comunista como bolcheviques con respecto a la posibilidad de que el partido se
competidor de la renacida Internacional Socialista europea. Las fragmentase, perdiendo así su legendaria unidad poderosa y su
"21 condiciones" para la admisión adoptadas por la Internacional sentido de la orientación. Lenin ciertamente no aprobaba este
Comunista requerían, en efecto, que los partidos afiliados a ella nuevo estilo de política partidaria. En primer lugar, el debate por
debían ser minorías ubicadas en la extrema izquierda, que reclu- los sindicatos —que era totalmente periférico con respeto a los
taran exclusivamente revolucionarios de alto compromiso y pre- problemas urgentes e inmediatos que los bolcheviques enfrenta-
ferentemente formadas a partir de una escisión (comparable a la ban con el fin de la guerra civil— consumía una enorme cantidad
de bolcheviques y mencheviques en 1903) en la cual la izquierda del tiempo y las energías de los dirigentes. En segundo lugar, las
partidaria se hubiera separado en forma demostrable de las "re- facciones cuestionaban en forma implícita el liderazgo personal
formistas" alas de centro y de derecha. La unidad, la disciplina, la de Stalin en el partido. Una de las facciones en el debate por los
SHEILAFITZPATR1CK. LA NEP Y EL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 131
130
sindicatos será conducida por Trotsky, el hombre más importante Lenin dijo que la prohibición de las facciones sería temporal.
del partido después de Lenin a pesar de su afiliación relativamen- Es concebible que haya sido vina afirmación sincera, pero es más
te reciente. Otra facción, la "oposición de los trabajadores", con- probable que Lenin se haya dado así espacio para retroceder en el
ducida por Alexander Shlyapnikov, pretendía tener una relación caso de que su prohibición resultase inaceptable para la mayoría
con los afiliados obreros del partido, lo que potencialmente podía del partido. Ocurrió que esto no fue así: la totalidad del partido
ser muy dañino para el núcleo de la antigua dirigencia de emigra- parecía bien dispuesta a sacrificar las facciones en aras de la uni-
dos intelectuales encabezados por Lenin. dad, probablemente porque las facciones no habían arraigado en-
Por lo tanto, Lenin se dispuso a destrair las facciones y el fac- tre las bases partidarias y nrachos las contemplaban como prerro-
cionalismo dentro del Partido Bolchevique. Para hacerlo, empleó gativa de intelectuales intrigantes.
tácticas que no sólo eran facciosas, sino directamente conspirativas. La resolución "de la unidad partidaria" contenía una cláusula
Tanto Molotov como Anastas Mikoian, un joven armenio pertene- secreta que permitía al partido expulsar a los facciosos recalcitran-
ciente al grupo de Stalin, describieron posteriormente el entusiasmo tes y al comité central expulsar a cualquiera de sus integrantes
y la dedicación con que comenzó su operación durante el décimo electos que fuese considerado culpable de faccionalismo. Pero ha-
congreso del partido, celebrado a comienzos de 1921, reuniéndose bía fuertes reservas con respecto a esta cláusula en el politburó, y
en secreto con sus partidarios, dividiendo las grandes delegaciones nunca fue invocada formalmente en vida de Lenin. Sin embargo,
provinciales comprometidas con facciones de oposición y elaboran- en el otoño de 1921 se condujo una purga total del partido a ins-
do listas de opositores que debían ser excluidos mediante el voto en tancias de Lenin. Ello significó que para conservar la afiliación al
las elecciones del comité central. Lenin incluso quiso convocar a partido, todo comunista debía comparecer frente a una comisión
"un antiguo camarada comunista de la clandestinidad, quien tiene de purga, justificar sus credenciales revolucionarias y, de ser nece-
tipos móviles y una imprenta manvial", para imprimir y distribuir sario, defenderse de las críticas. El principal objetivo declarado de
panfletos en forma secreta, sugerencia a la que Stalin se opuso argu- las purgas de 1921 era deshacerse de los "carreristas" y "enemigos
mentando que podía ser tildada de faccionalismo.7 (Ésta no fue la de clase"; no estaba dirigida formalmente a los partidarios de las
única ocasión en los primeros años soviéticos en que Lenin reverti- facciones derrotadas. Aun así Lenin enfatizaba que "todos los in-
ría a los hábitos conspirativos del pasado. Según recordó Molotov, tegrantes del partido comunista ruso que sean sospechosos o no
durante un momento difícil de la guerra civil, Lenin convocó a los confiables en el grado más mínimo... deben ser eliminados" (es
dirigentes y les dijo que la caída del régimen soviético era inminen- decir, expulsados del partido); y, como comenta T. H. Rigby, es di-
te. Había falsos documentos y direcciones secretas preparados para fícil creer que no había opositores entre el 25 por ciento de inte-
todos: "El partido pasa a la clandestinidad".)8 grantes del partido que se consideró necesario descartar.9
Lenin derrotó a la facción de Trotsky y a la oposición de los >' Mientras que ningún opositor destacado fue expulsado del
trabajadores en el décimo congreso, asegurándose una mayoría le- partido en la purga, no todos los integrantes de las facciones opo-
ninista en el nuevo comité central y remplazando dos integrantes sitoras de 1920-1 escaparon sin castigo. La secretaría del comité
trotskistas de la secretaría del comité central por un leninista, Mo- central, encabezada ahora por uno de los hombres de Lenin, esta-
lotov. Pero de ningvma manera esto fue todo. En una jugada que ba a cargo de los nombramientos y la distribución de personal del
paralizó a los líderes facciosos, el grupo de Lenin presentó, y el dé- partido; y procedió a enviar a una cantidad de destacados inte-
cimo congreso aprobó, una resolución, "de la unidad partidaria", grantes de la llamada oposición de los trabajadores a destinos que
que ordenaba que las facciones existentes se disolvieran y prohibía los mantuvieran lejos de Moscú y, por lo tanto, los excluyeran en
toda actividad facciosa en el interior del partido. la práctica de participar activamente de la política directiva. La
LA NEP YEL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 133
132 SHEILAFITZPATR1CK.

de preparar y llevar a cabo vina revolución era claramente inade-


práctica de tales "métodos administrativos" para reforzar la uni- cuada a la situación posterior a octubre.
dad del liderazgo fue muy desarrollada ulteriormente por Stalin La antigua burocracia gubernamental, ahora bajo el control
cuando éste llegó a secretario general del partido (es decir, jefe de de los soviets, aún empleaba a muchos funcionarios y expertos he-
la secretaría del comité central) en 1922; y a menudo los estudio- redados del régimen zarista, y los bolcheviques temían la capaci-
sos han considerado que ése fue el momento preciso de la muerte | dad de éstos para socavar y sabotear sus políticas revolucionarias.
de la democracia en el seno del partido comunista soviético. Pero En 1922, Lenin escribió que la "nación conquistada" que era la
se trató de una práctica qxie nació con Lenin y surgió de los con- vieja Rusia ya estaba en el proceso de imponerle sus valores a los
flictos del décimo congreso partidario, cuando Lenin aún era el "conquistadores" comunistas:
estratega en jefe y Stalin y Moloiov sus fieles secuaces.
Si tomamos a Moscú, con sus 4.700 comunistas en puestos de res-
ponsabilidad, si tomamos' esa enorme maquinaria burocrática, esa
El problema de la burocracia gigantesca pila, debemos preguntarnos: ¿Quién dirige a quién? Du-
do mucho de que se pueda decir verazmente que los comunistas la
Como revolucionarios que eran, todos los bolcheviques estaban dirigen. A decir verdad, no dirigen sino que son dirigidos... [la] cul-
en contra de la "burocracia". No tenían problemas para verse en tura de la [antigua burocracia] es miserable, insignificante, pero
el papel de dirigentes partidarios o comandantes militares, pero ' aun así, está en un nivel más elevado que la nuestra. Miserable y ba-
¿qué verdadero revolucionario admitiría que se había vuelto un . . ja como es, es superior a la de nuestros administradores comunistas
burócrata, un chinovnik del nuevo régimen? Al discutir las fun- ¿ responsables, pues a éstos les falta capacidad administrativa.10
ciones administrativas, su lenguaje se llenaba de eufemismos:
los funcionarios comunistas eran "cuadros" y las burocracias co- ' Aunque Lenin percibía el peligro de que los valores comunis-
munistas eran "cuadros" y "órganos del poder soviético". La pa- tas quedaran refundidos en la antigua burocracia, opinaba que los
labra "burocracia" siempre era peyorativa: los "métodos burocrá- comunistas no tenían más remedio que trabajar con ésta. Necesi-
ticos" y las "soluciones burocráticas" debían ser evitados a toda taban los conocimientos técnicos de la antigua burocracia —no
costa, y la revolución debía ser protegida de la "degeneración sólo la técnica administrativa, sino sus conocimientos especializa-
burocrática". do de áreas como las finanzas gubernamentales, la administración
Pero todo esto no debe oscurecer el hecho de que los bolche- ferroviaria, pesos y medidas o relevamiento geológico que los co-
viques habían establecido una dictadura que tenía el propósito de munistas mismos no podían pretender proveer. Para Lenin, cual-
gobernar la sociedad pero también el de transformarla. No po- quier afiliado al partido que no se diera evienía de la necesidad
dían lograr esos objetivos sin una maquinaria burocrática, ya que | que el partido tenía de los "expertos burgueses" —incluidos aque-
rechazaban de plano la idea de que la sociedad fuese capaz de au- llos que habían trabajado como funcionarios o consultores del an-
togobernarse o de transformarse en forma espontánea. De modo tiguo régimen— era culpable de "soberbia comunista", lo cual sig-
que la pregunta era: ¿qué clase de maquinaria administrativa ne- nificaba una creencia ignorante e infantil de que los comunistas
cesitaban? Habían heredado una vasta burocracia gubernamental podían resolver por sí mismos todos los problemas. Pasaría mucho
centralizada, cuyas raíces en las provincia se habían desintegrado. tiempo antes de que el partido pudiera abrigar la esperanza de
Tenían soviets, que se habían hecho cargo parcialmente de las entrenar a una cantidad suficiente de comunistas expertos. Hasta
funciones de los gobiernos locales en 1917. Finalmente, tenían al entonces, los comunistas debían aprender a trabajar junto a los
propio Partido Bolchevique, una institución cuya función previa
134 SHEILAFITZPATRICK. , LA NEP Y EL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 135

expertos burgvieses manteniéndolos firmemente controlados al Pero había un problema. El aparato del partido —una jerar-
mismo tiempo. quía de comités y "cuadros" (en realidad funcionarios designados),
Las opiniones de Lenin sobre los expertos eran generalmen- encabezados por la secretaría del comité central clel partido— era,
te aceptadas por otros dirigentes del partido, pero eran menos po- a todos los fines y propósitos, una burocracia; y la burocracia era
pulares entre las bases comunistas. La mayor parte de los comunis- algo que a los comunistas les desagradaba por principio. En la lu-
tas tenían escasa idea del tipo de experiencia necesario en los cha por la sucesión ocurrida a mediados de la década de 1920
niveles más altos del gobierno. Pero tenían una idea clara de qvié (véase infra, pp. 140-141), Trotsky intentó desacreditar a Stalin, se-
significaba a nivel local que los funcionarios subalternos del anti- cretario general del partido, señalando que éste había construido
guo régimen lograran insertarse en los soviets en funciones simila- una burocracia partidaria y la estaba manipulando para sus pro-
res a las que desempeñaban anteriormente, o que un contador je- pios fines políticos. Sin embargo, esta crítica parece haber hecho
fe desaprobase a los activistas comunistas locales de una planta a poca mella en el partido en general. Una de las razones de esto
su cargo, o incluso que el maestro de escuela de una aldea fuera era que la designación (más que la elección) de secretarios del
un creyente religioso que causaba problemas con el Komsomol y partido no estaba tan alejada de las tradición bolcheviqtie como
enseñaba el catecismo en la escuela. pretendía Trotsky: en los viejos días del partido clandestino ante-
Para la mayor parte de los comunistas era evidente que si de- rior a 1917, los comités siempre se basaron en gran parte en la
bía hacerse algo importante, había que hacerlo por medio del par- conducción de revolucionarios profesionales enviados por el cen-
tido. Por supuesto que el aparato central del partido no podía com- tro bolchevique; e incluso cuando los comités dejaron la clandes-
petir con la vasta burocracia gubernamental en la administración tinidad en 1917, tendían a enviar solicitudes urgentes de "ctiadros
cotidiana; era demasiado pequeño para eso. Pero a nivel local, don- del centro" más que a insistir en su derecho democrático a elegir
de los comités del partido y los soviets construían desde cero, la si- a sus dirigentes locales.
tuación era distinta. El comité del partido comenzó a surgir como Sin embargo, en términos más generales, la mayor parte cíe los
autoridad local dominante pasada la guerra civil, cuando los soviets comunistas simplemente no consideraban el aparato del partido co-
comenzaron a decaer a un papel secundario no muy distinto del de mo una burocracia en sentido peyorativo. Para ellos (igual que para
los antiguos zemstvos. Las políticas transmitidas a través de la cade- Max Weber) una burocracia operaba mediante un conjunto clara-
na de mandos del partido (del politburó, el orgburó o el comité mente definido de leyes y precedentes, y también se caracterizaba
central a los comités partidarios locales) tenían muchas más opor- por un alto grado de especialización y deferencia ante el conoci-
tunidades de ser ejecutadas que la masa de decretos e instrucciones miento especializado. Pero el aparato partidario de la década de
que el gobierno central les transmitía a los caóticos y poco coope- 1920 no estaba especializado en ningún aspecto significativo y
rativos soviets. El gobierno no tenía poderes para contratar ni des- (fuera de los asuntos militares y de seguridad) no daba lugar a ex-
pedir a los integrantes de los soviets, y tampoco tenía un control pertos profesionales. No se instaba a sus funcionarios a que hicieran
presupuestario muy efectivo. Por otro lado, los comités partidarios las cosas según las reglas: al comienzo, no había compilaciones de
estaban controlados por comunistas que estaban obligados por la decretos del partido a las qvie recurrir y, posteriormente, cualquier
disciplina partidaria a obedecer a las instrucciones de los órganos secretario que adhiriese a la letra de alguna vieja directiva del comi-
partidarios superiores. Los secretarios del partido que encabeza- té central más bien que responder al espíritu de la línea partidaria vi-
ban estos comités, aunque formalmente eran elegidos por sus orga- gente se exponía a ser reprendido por sus "tendencias burocráticas".
nizaciones partidarias locales, en la práctica podían ser desplazados **•••" Cuando los comunistas decían que no querían vina burocra-
y remplazados por la secretaría del comité central del partido. cia, lo que querían decir era que no querían una maquinaria ad-
LA NEP Y EL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 137
136 SHEILATTTZPATRICK
Para 1927 y tras tres años de intenso reclutamiento entre la
ministrativa que no pudiera o no quisiera responder a órdenes re- clase obrera, el partido comunista tenía un total cíe más cíe un mi-
volucionarias. Pero, según ese criterio, querían, y mucho, contar llón entre afiliados plenos y aspirantes; el 39 por ciento de ellos
con una estructura administrativa que sí respondiera a órdenes re- era, en ese momento, obrero y el 56 por ciento había sido obrero
volucionarias; una que tuviese funcionarios dispuestos a aceptar en el momento de afiliarse al partido.12 La diferencia entre esos
órdenes de los líderes revolucionarios y que estuviera dispuesta a dos porcentajes indica el tamaño aproximado del grupo de comu-
llevar adelante políticas radicales de transformación social. Ésa era nistas obreros que se había desplazado en forma permanente a
la función revolucionaria que el aparato (o burocracia) del partido empleos administrativos y otras tareas jerárquicas. Para los obreros
podía llevar a cabo, y así lo reconocían instintivamente la mayor que se unieron al partido en el transcurso de la primera década de
poder soviético, las posibilidades de ulterior ascenso a tareas admi-
parte de los comunistas. nistrativas (aun si se excluyen los ascensos posteriores a 1927) eran
La mayor parte de los comunistas también creían que los ór-
ganos de la "dictadura proletaria" debían ser proletarios, con lo al menos del 50 por ciento.
que querían decir que debían ser ex obreros qviienes ocuparan los El aparato del partido era más popular entre los ascendentes
puestos administrativos de responsabilidad. Tal vez no fuese exac- comunistas de clase obrera que la burocracia del gobierno, en par-
tamente esto lo que Marx tenía en mente cuando hablaba de una te porque los trabajadores se sentían más cómodos en un ambien-
dictadura proletaria, y tampoco era exactamente la idea de Lenin. te partidario y en parte porque las deficiencias educativas eran un
(Los obreros, escribió Lenin en 1923, "quieren construir un mejor problema menor para un secretario de partido a nivel local que
aparato para nosotros, pero no saben cómo hacerlo. No pueden para, digamos, un jefe de departamento en el comisariato de fi-
construirlo. Aún no han desarrollado la cultura que ello requiere; nanzas del gobierno. En 1927, el 49 por ciento de los comunistas
y lo que se requiere es cultura").11 Aun así, se daba por sentado en que ocupaban cargos de responsabilidad en el aparato del partido
todos los debates del partido qvie la salud política, fervor revolu- eran ex obreros, mientras que la proporción de comunistas que
cionario y ausencia de "degeneración burocrática" de una institu- ocupaban puestos en el gobierno y en la burocracia de los soviets
ción dada estaban en relación directa con el porcentaje de sus cua- era del 35 por ciento. Esta discrepancia era aún más marcada en
dros que se originara en la clase trabajadora. El criterio de clase se los niveles más altos de la jerarquía administrativa. Muy pocos de
aplicaba a todas las burocracias, inchiido el aparato partidario. Tam- los comunistas que ocupaban los puestos gubernativos de más al-
bién se aplicaba al reclutamiento de afiliados del partido, que nece- to nivel eran de extracción obrera, mientras que casi la mitad de
sariamente afectaría la composición de la futura élite administrativa los secretarios regionales de partido (jefes de organizaciones
oblasl', guberniya, y krai) eran ex obreros.13
soviética.
En 1921, la clase obrera industrial estaba en ruinas, y la rela-
ción del régimen con la misma estaba en estado de crisis. Pero pa-
ra 1924, la reactivación económica había allanado algunas de las La lucha por el liderazgo
dificultades, y la clase obrera comenzaba a recuperarse y crecer.
Ese año, el partido reafirmó su compromiso con vina identidad Mientras Lenin vivió, los bolcheviques lo reconocieron como
proletaria al anunciar la "leva Lenin", una campaña para afiliar al líder del partido. Sin embargo, formalmente el partido no tenía
partido a cientos de miles de obreros. En esta decisión estaba I un jefe, y la idea de que necesariamente necesitaban uno repug-
implícito el compromiso de continuar la creación de una "dicta- I naba a los bolcheviques. En momentos de turbulencia política,
dura proletaria" al alentar a los obreros a desplazarse a tareas podía llegar a ocurrir que sus camaradas del partido reprendieran
administrativas.
SHEILAF1TZPATRICK LA NEP Y EL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 139
138

a Lenin por su excesivo empleo cíe la autoridad personal; y, aun- Durante la enfermedad de Lenin —y, en realidad, aun des-
que lo habitual era que Lenin insistiera en que las cosas se hicie- pués cíe su muerte— el politburó se comprometió a actuar como
ran a su modo, no requería adulación ni ninguna demostración dirigencia colectiva, y tocios sus integrantes negaron vehemente-
en particular de respeto. Los bolcheviqties sólo sentían desprecio mente que alguno de ellos estuviera en condiciones de remplazar
por Mxissolini y sus fascistas italianos, y los consideraban primitivos a Lenin ni de aspirar a vina posición de autoridad similar a la de és-
en lo político debido a sus uniformes de opereta y sus juramentos te. Sin embargo, una feroz aunque furtiva lucha por la sucesión se
de lealtad a ilDuce. Además, habían aprendido las lecciones de la desarrollaba en 1923, entre el triunvirato de Zinoviev, Kamenev y
historia y no tenían intención cíe dejar que la revolución rusa de- Stalin por un lado y Trotsky por el otro. Trotsky —quien siempre
generara como lo hizo la revolución francesa cuando Napoleón se tuvo una posición independiente en cuestiones de liderazgo, tan-
declaró a sí mismo emperador. El bonapartismo —la transforma- to por su ingreso tardío al Partido Bolchevique como por su espec-
ción de un líder guerrero revolucionario en dictador— era un pe- tacular desempeño desde ese momento— era percibido como un
ligro que se solía discutir en el Partido Bolchevique, en general en ambicioso aspirante a la posición suprema, aunque él lo negaba
referencia implícita a Trotsky, creador del Ejército Rojo y héroe de enérgicamente. En El nuevo camino, escrito a fines de 1923, Trotsky se
la juventud comunista durante la guerra civil. Se daba por senta- defendió advirtiendo que la vieja guardia del Partido Bolchevique es-
do que cualquier Bonaparte en potencia sería una figura carismá- taba perdiendo su espíritu revolucionario, sucumbiendo al "faccio-
tica, dotada de una oratoria contagiosa y visiones grandiosas, y nalismo conservador y burocrático" y comportándose cada vez más
que probablemente vistiera uniforme. como una pequeña élite gobernante cuya única preocupación era
Lenin murió en enero de 1924. Pero su salud había estado gra- mantenerse en el poder.
vemente deteriorada desde mediados de 1921, y a partir de entonces Lenin, alejado por su enfermedad de la conducción activa,
su participación activa en la vida política sólo fue intermitente. En pero que aún estaba en condiciones de observar las maniobras de
mayo de 1922, un ataque de apoplejía lo dejó parcialmente parali- quienes aspiraban a sucederlo, estaba desarrollando una percep-
zado y un segundo ataque, en marzo de 1923, provocó un incre- ción igualmente escéptica del politburó, al que comenzó a califi-
mento de la parálisis y la pérdida del habla. Por lo tanto, su muerte car de "oligarquía". En el llamado "testamento" de diciembre de
política fue un proceso gradual y el propio Lenin pudo observar sus 1922, Lenin pasaba revista a las cualidades de diversos dirigentes
primeros resultados. Sus responsabilidades como jefe de gobierno partidarios —incluyendo a los dos que identificó como los más
fueron tomadas por tres suplentes, de los cuales el más importan- destacados, Stalin y Trotsky— en la práctica condenándolos a to-
te era Alexei Rykov, quien sucedió a Lenin como jefe del consejo dos con sus leves elogios. Su comentario sobre Stalin fue que éste
de comisarios del pueblo. Pero estaba claro que la principal sede había acumulado enormes poderes como secretario general del
del poder no estaba en el gobierno sino en el politburó del parti- partido, pero que tal vez no fuese capaz de emplearlos con la sufi-
do, que tenía siete miembros plenos, entre los que se contaba Le- ciente cautela. Una semana después, tras un choque entre Stalin y
nin. Los otros integrantes del polirtmró eran Trotsky (comisario la esposa de Lenin, Nadezhda Krupskaya, con respecto al régimen
de guerra), Stalin (secretario general del partido), Zinoviev (jefe que debía seguir Lenin en su lecho de enfermo, Lenin agregó una
de la organización partidaria de Leningrado y también cabeza de posdata a su testamento en la que afirmaba que Stalin era "dema-
la Internacional Comunista), Kamenev (jefe de la organización siado insolente" y que debía ser desplazado de su cargo de secreta-
partidaria de Moscú), Rykov (primer presidente suplente del con- rio general.14
sejo de comisarios del pueblo) y Mijail Tomsky (jefe del consejo En esos momentos, muchos bolcheviques se habrían sorpren-
central de sindicatos). |,: dido de haberse enterado de que la estatura política de Stalin se
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SHEILA FITZPATRICK
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inclinaciones facciosas indeseables. Las organizaciones partidarias
asemejaba a la de Trotsky. Stalin no tenía ninguno de los atributos locales elegían delegados a las conferencias y congresos naciona-
que los bolcheviques asociaban normalmente a van liderazgo des- les del partido, y se hizo cada vez más frecuente qvie los secretarios
tacado. No era vina figura carismática, ni un buen orador, ni un fuesen elegidos habitualmente como cabezas de la lista local de
distinguido teórico marxista como Lenin o Trotsky. No era héroe delegados. A svi vez, los congresos nacionales del partido elegían a
de guerra, hijo destacado de la clase obrera y ni siquiera valía na- los integrantes del comité central del partido, el politburó y el org-
da como intelectual. En palabras de Nikolai Sujanov, era "un bo- bviró, y, por supviesto, de las secretarías. En síntesis, el secretario
rrón grisáceo", buen político de bambalinas, experto en los meca- general no sólo podía castigar a sus oponentes políticos sino mani-
nismos internos del partido, pero que carecía de atractivo pular los congresos qvie aseguraban qvie él continuara en su cargo.
personal. Se daba por sentado en forma general que quien domi- Una vez que ganó la crucial batalla de 1923-4, Stalin pasó a
naba en el triunvirato del politburó era Zinoviev más bien que Sta- consolidar svi ventaja en forma sistemática. En 1925, rompió con
lin. Sin embargo, Lenin estaba en mejor posición que los demás Zinoviev y Kamenev, forzándolos a una posición defensiva que hi-
para estimar las capacidades de Stalin, pues éste había sido su ma- zo que ellos parecieran los agresores. Posteriormente, Zinoviev y
no derecha en las luchas internas del partido en 1920-1. Kamenev se unieron a Trotsky en una oposición conjunta, que Stalin
La batalla entre el triunvirato y Trotsky se definió en el invier-
venció fácilmente: los partidarios de aquéllos se encontraron con
no de 1923-4. A pesar de la existencia de una prohibición formal que los designaban en puestos en provincias lejanas; y, aunque los
de las facciones partidarias, la situación era comparable en mu- líderes opositores aún podían hacer oír svi voz en los congresos
chos aspectos a la de 1920-1, y la estrategia de Stalin se pareció mu- partidarios, los delegados opositores presentes eran tan pocos qvie
cho a la empleada por Lenin en esa ocasión. En las discusiones sus jefes quedaban como intrigantes irresponsables qvie habían
partidarias y la elección de delegados que precedieron a la deci- perdido todo contacto con el ánimo que predominaba en el parti-
motercera conferencia del partido, los partidarios de Trotsky hi- do. En 1927 los líderes de la oposición y muchos de quienes los
cieron vina campaña opositora, mientras que el aparato partidario respaldaban fueron finalmente expulsados del partido por violar
fue movilizado en respaldo de la "la mayoría del comité central", la regla que prohibía las facciones. A continuación, Trotsky y mu-
es decir, del triunvirato. "La mayoría del comité central" triunfó, si chos otros opositores fueron enviados a un exilio administrativo
bien hubo bolsones de resistencia pro Trotsky en las células parti-
en provincias distantes.
darias de la burocracia del gobierno central, las universidades y el
En el debate entre Stalin y Trotsky se invocaron temas de fon-
Ejército Rojo.15 Tras la votación inicial, una intensa presión sobre do referidos a la estrategia de industrialización y a la política hacia
las células pro Trotsky hizo que muchos integrantes de éstas se pa-
los campesinos. Pero Stalin y Trotsky no estaban hondamente di-
saran a la mayoría. Unos pocos meses después, cuando se eligie-
vididos en estos importantes asuntos (véase infra, pp. 147-149):
ron delegados en la primavera de 1924 para el inminente congre-
ambos eran industrializadores que no sentían particular ternura
so del partido, el respaldo a Trotsky parecía haberse evaporado
hacia los campesinos, si bien la postura de Stalin a mediados de la
casi por completo. década de 1920 fue más moderada que la de Trotsky; y, vinos años
Se trató esencialmente de una victoria del aparato partidario;
después Stalin fue acusado de plagiar las políticas de Trotsky en su
es decir, de una victoria para el secretario general, Stalin. El secre-
primer plan quinquenal de industrialización rápida. Para las bases
tario general estaba en condiciones de manipular lo qvie un estu-
partidarias, el desacuerdo entre los contendientes sobre temas de
dioso ha llamado "un flujo circular del poder".16 El secretariado
fondo se percibía con mvicha menos claridad que algunas de sus
designaba a los secretarios que encabezaban las organizaciones
características personales. Se sabía generalmente (aunque ello no
partidarias locales y también podía despedirlos si demostraban
SHEI1A FITZPATRICK LA NEP Y EL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 143
142
necesariamente suscitaba aprobación) qvie Trotsky era un intelectual en el Mausoleo Lenin para que inspirase al pueblo.19 El culto pos-
judío que durante la guerra civil había demostrado implacabili- tumo a Lenin había destruido el viejo mito bolchevique de un par-
dad, así como un estilo de conducción pomposo y carismático; de tido sin líderes. Si el nuevo líder quería ser más que el primero
Stalin, una figura más neutra y oscura, se sabía que no era carismá- ente pares, ahora tenía un cimiento sobre el cual construir.
tico ni intelectual ni judío.
En cierto sentido, el tema de fondo en un conflicto entre la
maquinaria partidaria y qtiienes la desafían es la maquinaria mis- Construyendo el socialismo en un país
ma. De modo qvie fueran cuales fuesen sus desacuerdos con la fac-
ción dominante, todas las oposiciones de la década de 1920 termina- Desde el poder, los bolcheviques resumieron sus objetivos co-
ban formulando la misma queja: el partido se había "burocratizado" mo "la construcción del socialismo". Por más vago que fuese su
y Stalin había matado la tradición de democracia interna partida- concepto del socialismo, tenían una clara idea de que las claves pa-
ria.17 Este punto de vista "oposicionista" se le ha atribuido a Lenin ra la "construcción del socialismo" eran el desarrollo económico y
en svis últimos años,18 tal vez con alguna razón, pues también él la modernización. Como prerrequisitos para el socialismo, Rusia
había sido alejado a la fuerza del círculo interno de dirigentes, necesitaba más fábricas, ferrocarriles, maquinarias y tecnología.
aunque en su caso ello ocurrió más bien por enfermedad que por Necesitaba urbanización, que la población se desplazara del cam-
haber sido derrotado políticamente. Pero es difícil interpretar a po a las ciudades y una clase obrera urbana más vasta y permanen-
Lenin, mentor político de Stalin en tantos aspectos, como a un te. Necesitaba una alfabetización popular más amplia, más escue-
verdadero converso a la causa de la democracia partidaria en tan- las, más obreros calificados y más ingenieros. Construir el
to oposición a la maquinaria del partido. En el pasado, lo que socialismo significaba transformar a Rusia en una sociedad indus-
preocupaba a Lenin no había sido tanto la concentración del po- trial moderna.
der per se, sino la cuestión de en manos de quién se concentraba el Los bolcheviques tenían una imagen clara de esta transforma-
poder. En este orden de cosas, en su testamento de diciembre de ción porque se trataba esencialmente de la misma transformación
1922 Lenin no proponía reducir los poderes de la secretaría del producida por el capitalismo en los países occidentales más avan-
partido. Simplemente dijo que alguien que no fuera Stalin debía zados. Pero los bolcheviques habían tomado el poder en forma
ser designado como secretario general. "prematura", es decir que se habían comprometido a realizar por
Aun así y sean cuales fueren los elementos de continuidad en- su cuenta en Rusia la tarea de los capitalistas. Los mencheviques
tre Lenin y el Stalin de la década de 1920, la muerte de Lenin y la opinaban que esto era riesgoso en la práctica y altamente dudoso
lucha por su sucesión constitxiyeron un punto de inflexión políti- en teoría. Los propios bolcheviques no sabían realmente cómo lo
co. En su lucha por el poder, Stalin empleó métodos leninistas harían. En los primeros años después de la revolución de octubre,
contra sus oponentes, pero lo hizo con un esmero y una implaca- a menudo daban a entender que Rusia necesitaría de la asistencia
bilidad que Lenin —cuya avitoridad personal en el partido estaba de la Europa occidental industrializada (una vez que Etiropa hu-
bien establecida— nunca alcanzó. Una vez llegado al poder, Stalin biera seguido el ejemplo revolucionario de Rusia) para avanzar
comenzó por hacerse cargo del papel desempeñado originariamen- hacia el socialismo. Pero el movimiento revolucionario europeo se
te por Lenin: el de primero entre sus pares del politburó. Pero, en derrumbó y dejó a los bolcheviques en la duda de cómo seguir
el transcurso, Lenin había sido transformado por la muerte en el Lí- adelante; así y todo, seguían decididos a avanzar de alguna mane-
der, dotado de cualidades cuasi divinas, más allá del error o del re- ra. En 1923, al reevaluar las discusiones referidas a la revolución
proche, y su cuerpo, embalsamado, fue depositado reverentemente prematura, Lenin continuaba opinando qvie las objeciones de los

,
SHEILAFITZPATRICK LA NEP YEL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 145
144
mencheviques eran "infinitamente triviales". En una situación re- Pero la actitud de los bolcheviques hacia el sector privado du-
volucionaria, como dijo Napoleón de la guerra, "on s'engage elpuis rante la NEP siempre fue ambivalente. La necesitaban para restau-
on voit". Los bolcheviques habían corrido el riesgo y, según conchi- rar la economía, destrozada despviés de la guerra civil, y daban por
yó Lenin, ahora —seis años después— no cabía duda de que "en sentado que probablemente la necesitarían para las etapas tem-
términos generales" habían tenido éxito.20 pranas del desarrollo económico ulterior. Sin embargo, una resu-
Tal vez esto fuera hacer de necesidad virtud, pues hasta los rrección parcial del capitalismo repugnaba y asustaba a la mayor
bolcheviques más optimistas habían quedado conmovidos por la parte de los afiliados al partido. Cuando se otorgaron "concesio-
situación económica que debieron enfrentar al finalizar la guerra nes" para mamifacturas y minas a empresas extranjeras, las autori-
civil. Era como si, bxirlándose de los anhelos de los bolcheviques, dades soviéticas merodeaban inquietas, a la espera del momento
Rusia se hubiese deshecho del siglo XX y hubiera revertido de un en que la empresa pareciera lo suficientemente sólida como para
atraso comparativo a un atraso total. Las ciudades se extinguían, quitarle la concesión y comprarles el negocio a los inversores. Los
las máquinas se herrumbraban en fábricas abandonadas, las minas empresarios privados locales ("hombres de la NEP") eran objeto
se habían inundado y la mitad de la clase trabajadora había sido de gran suspicacia, y las restricciones sobre sus actividades llega-
aparentemente reabsorbida por el campesinado. Como revelaría ron a ser tan agobiantes que para la segunda mitad de la década
el censo de 1926, la Rusia europea estaba en realidad ramos urba- de 1920 muchas de las empresas de éstos fueron a la quiebra, y los
nizada en los años inmediatamente posteriores a la guerra civil que quedaron tomaron la apariencia de dudosos especuladores
que en 1897. Los campesinos habían regresado a su tradicional que operaban en los límites de la ley.
agrictütura de subsistencia, al parecer con la intención de recrear La relación de los bolcheviques con los campesinos durante la
la edad de oro anterior a la institución de la servidumbre. NEP fue aún más contradictoria. La agricultura colectiva y en gran
La introducción de la NEP en 1921 fue una admisión de que escala era su objetivo de largo plazo, pero las opiniones predomi-
los bolcheviques tal vez pudieran hacer el trabajo de los grandes nantes a mediados de la década de 1920 afirmaban que ésta era
capitalistas pero que, por el momento, no podían seguir adelante una perspectiva realizable sólo en un futuro lejano. En el ínterin,
sin los pequeños. En las cividades, se permitió revivir al comercio se debía conciliar con el campesinado, permitiéndole seguir su
privado y a la industria privada en peqvieña escala. En el campo, propia senda de pequeño burgués; e iba en interés del estado
los bolcheviques ya habían permitido que los campesinos hiciesen alentar a los campesinos a mejorar sus métodos agrícolas y aumen-
como mejor les pareciese en lo referido a la tierra, y ahora estaban tar su producción. Ello implicaba que el régimen toleraba y hasta
ansiosos de asegurarse de que desempeñaran adecuadamente su aprobaba a los campesinos que trabajaban duro y eran exitosos en
papel de "pequeños burgueses" proveedores del mercado urbano sus explotaciones individuales.
así como el de consumidores de los bienes de consumo produci- Sin embargo, en la práctica, los bolcheviques eran suspicaces
dos en las ciudades. La política de asistir a los campesinos para hacia los campesinos que prosperaban más que sus vecinos. Con-
qxie consolidasen sus propiedades (comenzada por Stolypin) fue sideraban que tales campesinos eran explotadores en potencia y
continuada por los autoridades soviéticas en la década de 1920, capitalistas rurales, clasificándolos a menudo como "kulaks", lo
aunque sin ataques frontales contra la autoridad del mir. Desde el cual se traducía en que sufrían muchas discriminaciones, entre
punto de vista bolchevique, la agricultura capitalista campesina en otras, la pérdida del derecho al voto. A pesar de todo lo que de-
pequeña escala era preferible a los tradicionales cviltivos comunita- 1 cían sobre forjar una alianza con el campesino "medio" (categoría

rios de cuasi subsistencia de la aldea, e hicieron cuanto pudieron intermedia entre "próspero" y "pobre", que englobaba a la gran ma-
yoría de los campesinos) los bolcheviques estaban constantemente
por estimularla.
LA NEP YEL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN
147
146 SHE1LAFITZPATRICK.

aunque, inevitablemente, el tema fue invocado por uno y otro


atentos a signos de diferenciación de clase entre los campesinos, bando durante los enfrentamientos cíe facciones de mediados de
esperando la oportunidad de participar en una lucha de clases, la década de 1920. A Trotsky, uno de los pocos bolcheviques que
respaldando a los campesinos pobres contra los ricos. apoyó la planificación económica estatal, aun en los sombríos pri-
Pero era la cividad, no la aldea, lo qtie los bolcheviques perci- meros años de la NEP, le habría gustado defender la causa de la in-
bían como clave del desarrollo económico. Cuando hablaban de dustrialización contra sus adversarios políticos. Pero en 1925 Sta-
construir el socialismo, el principal proceso que tenían en mente lin dejó claro que la industrialización ahora era su causa, además
era la industrialización, que en última instancia transformaría no de una de las más altas prioridades. En el octavo aniversario cíe la
sólo la economía urbana sino también la rural. En el período que revolución de octubre, Stalin comparó la reciente decisión del
siguió inmediatamente a la guerra civil, tan sólo restablecer la pro- partido de embarcarse en la industrialización sobre la base de un
ducción industrial a los niveles de 1913 parecía una tarea gigantes- plan qtiinquenal con la histórica decisión de Lenin de tomar el
ca: el plan de electrificación de Lenin fue prácticamente el único poder en 1917.22 Era vina comparación audaz, que sugería no sólo
esqviema de desarrollo de largo alcance de la primera mitad de la la importancia a la qxie Stalin aspiraba para sí, sino la importancia
década de 1920 y, a pesar de toda la publicidad que se le dio, sus que le concedía a la política de industrialización. Al parecer, ya esta-
objetivos originales eran bastante modestos. Pero en 1924-5, una ba reservando su lugar en la historia como sucesor de Lenin: Stalin
recuperación inesperadamente veloz de la industria y la economía el Industrializador.
en general provocó una oleada de optimismo entre los líderes bol- La nueva orientación del partido se expresaba en la consigna
cheviques, así como una revaluación de las posibilidades de un desa- de Stalin "socialismo en un solo país". Con esto qtiería decir que
rrollo industrial importante en el futuro cercano. Feliks Dzerzhinsky, Rusia se preparaba a industrializarse, a volverse fuerte y poderosa
jefe de la Cheka durante la guerra civil y uno de los mejores organi- y a crear las condiciones necesarias para el socialismo mediante
zadores del partido, ocupó la presidencia del Consejo Económico sus propios esfuerzos independientes. La modernización nacio-
Supremo (Vesenja) en 1924 y comenzó a forjar a partir de él un nal, no la revolución internacional, era el objetivo prioritario del
poderoso ministerio de indtistria que, al igual que sus predeceso- partido comunista soviético. Los bolcheviques no necesitaban re-
res zaristas, se centraba mayormente en el desarrollo de la indus- voluciones en Europa como soporte de sti propia revolución pro-
tria metalúrgica, metalmecánica y de construcción de máqxiinas. letaria. No necesitaban la buena voluntad de los extranjeros —fue-
El nuevo optimismo en materia de rápido desarrollo indvistrial ran éstos revolucionarios o capitalistas— para construir el poder
quedaba reflejado en la confiada afirmación que Dzerzhinsky hi- soviético. Como en octtibre de 1917, les bastaba con sus propias
zo a fines de 1925: fuerzas para triunfar.
$':'¡' Ante el hecho innegable del aislamiento soviético del resto
Estas nuevas tareas [de industrialización] no sólo son tareas de aquellas del mundo más la intención de Stalin de industrializar a cualquier
que considerábamos en términos abstractos hace diez, quince o hasta precio, "socialismo en un solo país" era un lema convocante útil y
veinte años, cuando decíamos que es imposible construir el socialismo una buena estrategia política. Pero era la clase de estrategia que
sin fijar un curso para la industrialización del país. Ahora, no plantea- los antiguos bolcheviques, entrenados en la estricta escuela de la
mos esa cuestión en términos teóricos generales, sino como objetivo teoría marxista, a menudo se sentían obligados a discutir aunque
definido y concreto de nuestra actual actividad económica.21 no tuvieran objeciones prácticas serias al respecto. Al fin y al cabo,
había problemas teóricos que solucionar, perturbadoras resonancias
No existía un verdadero desacuerdo entre los dirigentes del de chovinismo nacional, corno si el partido hiciese concesiones a las
partido respecto a cuan deseable era una rápida industrialización,
148 SHEILAFITZPATRICK. LA NEP YEL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 149

masas políticamente atrasadas de la población soviética. Primero de la revolución, Rusia ya no podía seguir el ejemplo cíe "Witte y
Zinoviev (jefe de la Internacional Comunista hasta 1926) y luego obtener capitales de Occidente, el régimen debería recurrir a sus
Trotsky mordieron el anzuelo, planteando objeciones ideológica- propios recursos y a los de la población, que aún era predominan-
mente impecables y políticamente desastrosas al "socialismo en un temente campesina. De modo que ¿la industrialización soviética
solo país". Las objeciones permitieron a Stalin denigrar a sus significaba "oprimir a los campesinos"? Si así era ¿podría el régi-
oponentes, señalando al mismo tiempo el hecho políticamente men sobrevivir al enfrentamiento político que probablemente se
ventajoso de qxae Stalin había tomado una postura favorable a la produciría?
construcción de la nación y a la fuerza nacional de Rusia.23 A mediados de la década de 1920, este tema era motivo de de-
Cuando Trotsky, un intelectual judío, señaló qvie los bolchevi- bate entre el oposicionista Preobrayensky y el por entonces estali-
ques siempre habían sido internacionalistas, los partidarios de Sta- nista Bujarin. Estos dos, coautores en su momento del ABC del co-
lin lo tildaron de cosmopolita a quien Rusia le importaba menos munismo, eran conocidos teóricos marxistas, respectivamente
que Europa. Cuando Trotsky afirmó, correctamente, que él no era especializados en economía y en teoría política. Durante el deba-
menos industrializador que Stalin, los hombres de Stalin recorda- te que los enfrentó, Preobrayensky—argumentando como econo-
ron que había preconizado el reclutamiento laboral en 1920 y qxie mista— dijo que sería necesario extraer del campesinado un "tri-
por lo tanto, a diferencia de Stalin, probablemente fuera un indus- buto" para pagar la industrialización, en buena parte inviniendo
trialista dispuesto a sacrificar los intereses de la clase obrera rusa. los términos de intercambio en detrimento del sector rural. A Bu-
Sin embargo, cuando la forma en que se financiaría la industria- jarin esto le parecía inaceptable en términos políticos, y objetó
lización se convirtió en tema de debate y Trotsky argüyó que el que era probable que alienara a los campesinos y que el régimen
comercio exterior y los créditos eran esenciales si no se quería no podía arriesgarse a quebrar la alianza obrero-campesina que
que la población rusa sufriera más allá de lo tolerable, esto no sólo según Lenin constituía la base de la NEP. El debate no tuvo un re-
se tomó como otra prueba del "internacionalismo" de Trotsky, por sultado concluyeme, ya que Bujarin concedió que era necesario
no hablar de su falta de realismo, ya que cada vez parecía más le- industrializar y, por lo tanto, acumular capital de alguna manera y
jana la posibilidad de que el comercio exterior en gran escala y Preobrayensky concedió que la coerción y el enfrentamiento vio-
los créditos fuesen obtenibles. En contraste, Stalin tomaba una lento con los campesinos no eran deseables.24
posición que era simultáneamente patriótica y práctica: la Unión Stalin no participó en el debate, lo que llevó a muchos a dar
Soviética no necesitaba ni deseaba rogarle favores al Occidente por sentado que compartía la postura de su aliado Bujarin. Sin
embargo, ya había algunos indicios de que la actitud de Stalin ha-
capitalista.
Sin embargo, el financiamiento del camino a la indxistrializa- cia el campesinado era menos conciliadora que la de Bujarin: ha-
ción era un tema serio, que no sería resuelto mediante alardes re- bía adoptado una línea más dura frente a la amenaza representa-
tóricos. Los bolcheviques sabían que la acumulación de capital ha- da por los kulaks y, en 1925, se había disociado en forma explícita
bía sido un requisito previo para la revolución industrial burguesa de la alegre exhortación de Bujarin al campesinado a "enriquecer-
y que, como Marx había descripto vividamente, ese proceso había se", con la bendición del régimen. Además, Stalin se había com-
implicado el sufrimiento de la población. El régimen soviético prometido muy firmemente con el programa industrializador; y la
también debía acumular capital para industrializarse. La antigua conclusión que se extrajo del debate Preobrayensky-Bujarin era
burguesía rusa ya había sido expropiada, y la nueva burguesía de que Rusia debía posponer su industrialización o arriesgarse a un
los "hombres de la NEP" y los kulaks no había tenido tiempo de importante enfrentamiento con el campesinado. Stalin no era
acumular demasiado. Si, aislada políticamente como consecuencia hombre de anunciar políticas impopulares por adelantado, pero,
150 SHEILAFITZPATRICK. LA NEP Y EL FUTURO DE LA REVOLUCIÓN 151

en retrospectiva, no es difícil ver qué conclusión prefería. Como alternativa Bujarin consistía en prolongar en lo inmediato la NEP,
notó en 1927, la recuperación económica que trajo la NEP, que lo que entrañaba la posibilidad de que, una vez alcanzado el po-
llevó la producción industrial y el tamaño del proletariado indus- der, los bolcheviques hubieran podido alcanzar sus metas revolu-
trial casi a los niveles cíe preguerra, había cambiado el eqxiilibrio cionarias económicas y sociales mediante métodos evolutivos.
cíe poder entre ciudad y campo en favor de la ciudad. Stalin tenía El interrogante de si Lenin habría abandonado la NEP para
intención de industrializar, y si ello significaba un enfrentamiento fines de la década de 1920 o no es una de esas cuestiones de "si..."
político con el campo, Stalin consideraba que ganaría "la ciudad", de la historia que jamás tendrán respuesta definitiva. Durante sus
es decir, el proletariado urbano y el régimen soviético. últimos años, 1921-3, era pesimista ante las perspectivas de trans-
formación radica] —como lo eran todos los líderes bolcheviques
Al presentar la NEP en 1921, Lenin la describió como una reti- en esos momentos— y se sentía ansioso por que el partido dejara
rada estratégica, un período para que los bolcheviques reagrtiparan de lado cualquier añoranza que quedara sobre las recién descarta-
sus tropas y recuperaran fuerzas antes de renovar el asalto revolucio- das políticas del comunismo de guerra. Pero él era un pensador y
nario. Menos de una década más tarde, Stalin abandonó la mayor político excepcionalmente volátil, cuyo punto de vista —como el
parte de las políticas de la NEP e inició una nueva fase de transfor- de otros líderes bolcheviques— podría haber cambiado radical-
mación revolucionaria con el primer plan quinquenal de industriali- mente en respuesta a la veloz recuperación económica de 1924-5.
zación y la colectivización de la agricultura campesina. Stalin afirmó, Al fin y al cabo, en enero de 1917, Lenin habría creído posible que
e indudablemente así lo creía, que ése era el verdadero camino le- "las batallas decisivas de la revomción" no llegarían dtirante su vi-
ninista, la senda que Lenin habría seguido de haber vivido. Otros da, pero en septiembre de ese mismo año, insistía en la necesidad
dirigentes del partido, entre ellos Bujarin y Rykov no estuvieron absoluta de tomar el poder en nombre del proletariado. A Lenin
de acuerdo, como se discutirá en el siguiente capítulo, pues seña- generalmente no le gustaba ser objeto pasivo de las circunstancias,
laron que Lenin había dicho que las políticas moderadas y conci- y en esencia, ésta era la visión que los bolcheviques tenían de sí
liadoras de la NEP debían ser seguidas "seriamente y por un largo mismos en lo que respecta a la NEP. Era un revolucionario por
tiempo" antes de que el régimen estuviese en condiciones de dar temperamento y, en términos políticos y sociales, la NEP no era de
nuevos pasos decisivos hacia el socialismo. ningún modo la realización de stis objetivos revolucionarios.
Los historiadores están divididos con respecto al legado polí- Sin embargo, más allá del debate referido a Lenin queda la
tico de Lenin. Algunos aceptan qtie, para bien o para mal, Stalin cuestión mayor de si el conjunto del Partido Bolchevique estaba
fue su verdadero heredero, mientras que otros ven a Stalin esen- dispuesto a aceptar a la NEP como fin y resultado de la revolución
cialmente como al qtie traicionó la revomción de Lenin. Por su- de octubre. Tras la denuncia por parte de Jrushov de los abusos de
pviesto que esta última visión fue la qvie adoptó Trotsky, qxiien se la era de Stalin en el vigésimo congreso del partido en 1956, mu-
veía como el heredero rival, pero así y todo no tenía, en principio, chos intelectuales soviéticos de la antigua generación escribieron
desacuerdos con el abandono de Stalin de la NEP y con el impul- memorias sobre sus juventudes en la década cíe 1920 en las cuales
so de éste hacia la transformación económica y social mediante el la NEP casi parecía una edad de oro; y a menudo los historiadores
primer plan quinquenal. En la década de 1970 y luego, brevemen- occidentales han adoptado un punto de vista similar. Pero, vistas
te durante la era de la pereslrmka de Gorbachov en la Unión Sovié- en retrospectiva, las virtudes de la NEP —relativas relajación y di-
tica, los estudiosos que veían una divergencia fundamental entre versidad dentro de la sociedad, actitud comparativamente laissez-
el leninismo (o "bolchevismo original") y el estalinismo se sintie- faire de parte del régimen— no eran cualidades que los comunis-
ron atraídos a Stalin por la "alternativa Bujarin".25 En efecto, la tas revolucionarios apreciaran demasiado en su momento. Los
152 SHE1LAFITZPATRICK
5. La revolución de Stalin
comunistas de la década de 1920 temían a los enemigos de clase,
intolerantes hacia la diversidad cultural y se sentían incómodos
ante la falta de unidad en la dirigencia partidaria, así como ante la
pérdida del sentido de unidad y propósito. Querían que su trans-
formación transformara al mundo, pero durante la NEP quedó
claro que mucho del mundo viejo había sobrevivido.
Para los comunistas, la NEP olía a Termidor, el período de de- El programa industrializador del primer plan qxrinquenal
. generación de la gran revolución francesa. En 192&-7, el enfrenta- (1929-32) y la colectivización forzada de la agricxiltura que lo
miento entre la dirigencia del partido y la oposición alcanzó nue- acompañó se han descripto a menudo como una "revolución
vas cotas de encono. Ambos bandos se acusaban de conspiración y desde arriba". Pero la imaginería de la guerra se le puede aplicar
de traición a la revolución. Se citaban frecuentemente analogías en forma igualmente apropiada y en su momento —"en el furor
con la revolución francesa, a veces con respecto a las acusaciones de la batalla", como les gustaba decir a los comentaristas sovié-
de "degeneración termidoriana", otras —ominosamente— en re- ticos—; las metáforas bélicas eran aún más comunes que las revo-
ferencia a los efectos salutíferos de la guillotina. (En el pasado, los lucionarias. Los comunistas eran "combatientes"; las fuerzas
intelectuales bolcheviques se enorgullecían de su conocimiento soviéticas debían ser "movilizadas" a los "frentes" de la indtistria-
de la historia revolucionaria, que les enseñó cómo las revoluciones lización y la colectivización; eran de esperar "contraataques" y
"emboscadas" de los enemigos de clase burgueses y kulak. Era
caen cuando comienzan a devorar a los suyos.)26
También había indicios de que el descontento no se limitaba una guerra contra el atraso de Rusia y al mismo tiempo, una
a la élite del partido. Muchos comunistas y simpatizantes de las ba- guerra contra los enemigos de clase del proletariado, dentro y
ses, especialmente los jóvenes, comenzaban a desilusionarse, y se fuera del país. Según la interpretación de historiadores posterio-
inclinaban a creer que la revolución no había sido más que una res éste fue, de hecho, el período de la "guerra de Stalin contra
etapa pasajera. Los obreros (incluidos los obreros comunistas) la nación".1
sentían resentimiento ante los privilegios de los "expertos burgue- La imaginería bélica tenía la clara intención de simbolizar un
ses" y los funcionarios soviéticos, las ganancias de los astutos hom- retorno al espíritu de la guerra civil y del comunismo de guerra y
bres de la NEP, el elevado desempleo y la perpetuación de la desi- . un repudio de los poco heroicos compromisos de la NEP. Pero
gualdad de oportunidades y estándares de vida. Los agitadores y , Stalin no se limitaba ajugar con símbolos, pties, en muchos aspec-
propagandistas del partido debían responder frecuentemente a la tos, la Unión Soviética bajo el Plan Quinquenal realmente parecía
airada pregunta "¿Entonces, por qué peleamos?". El ánimo rei- un país en guerra. La oposición política y la resistencia a las políti-
nante en el partido no era de satisfacción porque finalmente la jo- cas del régimen eran denunciadas como traición y a menudo cas-
v tigadas con severidad propia de tiempos de guerra. La necesidad
ven república soviética hubiera ingresado a un remanso de paz.
Era un ánimo de descontento, insatisfacción y beligerancia apenas • de estar atentos a espías y saboteadores se transformó en un tema
contenida y, particularmente entre la juventud del partido, de nos- ¡h constante en la prensa soviética. Se exhortaba a la población a la
talgia por los viejos días heroicos de la guerra civil. Para el partido ['••; solidaridad patriótica, y ésta debió hacer muchos sacrificios por el
comunista—que en la década de 1920 era un partido joven, forja- "esfuerzo bélico" de la industrialización: como una recreación más
do por las experiencias de la revolución y la guerra civil, y que aún profunda (aunque no intencional) de las condiciones de tiempos
se percibía como (según la frase de Lenin en 1917) "la clase obre- de guerra, se reintrodujo el racionamiento a las ciudades.
ra en armas"— la paz tal vez había llegado demasiado pronto.
SHEILAF1TZPATRICK LA REVOLUCIÓN DE STALIN 155
154
cíe guerra. Luego, a mediados de 1927, con gran habilidad enfocó
Aunque la atmósfera de crisis de época de guerra a veces se per- la discusión sobre la oposición. Aunque negó que la guerra era in-
cibe como una mera respuesta a las tensiones producidas por las minente, vilipendió de todas formas a Trotsky por haber afirmado
forzadas industrialización y colectivización, en realidad era anterior que, como Clemenceaví durante la Primera Guerra Mundial, con-
a éstas. El estado psicológico de emergencia bélica comenzó con la tinuaría la oposición activa a la dirigencia de su país aun si el ene-
gran alarma de guerra de 1927, momento en qxie se difundió am- migo estuviese a las puertas de la capital. A los comunistas leales y
pliamente la creencia de que una nueva intervención militar de los patriotas soviéticos, esto casi les sonaba a traición; y probablemen-
países capitalistas era inminente. La Unión Soviética acababa de su- te tuvo un papel decisivo en permitirle a Stalin que asestase su gol-
frir una serie de reveses en su política exterior y en la Internacional pe final a la oposición pocos meses después, cuando Trotsky y
Comunista: un allanamiento británico a la misión comercial soviéti- otros dirigentes opositores fueron expulsados del partido.
ca (ARCOS) de Londres, el ataque del Kuomintang nacionalista El enfrentamiento entre Stalin y Trotsky en 1927 dio ocasión
contra sus aliados comunistas en China, el asesinato político de un a un ominoso aumento de la temperatura política. Quebrando lo
diplomático plenipotenciario soviético en Polonia. Trotsky y otros que hasta entonces había sido un tabú del Partido Bolchevique, la
oposicionistas responsabilizaban a Stalin de los desastres de la polí- dirigencia autorizó el arresto y el exilio administrativo de oposito-
tica exterior, en particular el de China. Una cantidad de dirigentes res políticos, así como otras formas de acoso de la GPU a la oposi-
soviéticos y de la Internacional Comunista interpretaron pública- ción. (El propio Trotsky fue exiliado a Alma-Ata tras su expulsión
mente estos reproches como evidencia de tina conspiración antiso- del partido; en enero de 1929, por orden del politburó, fue depor-
viética dirigida por Gran Bretaña, que probablemente culminaría tado de la Unión Soviética.) A fines de 1929, en respuesta a infor-
con un ataque militar combinado contra la Unión Soviética. La ten- mes de la GPU sobre el peligro que representaba un golpe de la
sión en el frente interno aumentó cuando la GPU (sucesora de la oposición, Stalin presentó al politburó una serie de propuestas
Cheka) comenzó a detener a presuntos enemigos del régimen y que sólo se pueden comparar a la tristemente célebre ley de sospe-
la prensa informó acerca de incidentes de terrorismo antisoviético chosos de la revolución francesa.2 Sus propuestas, que se acepta-
y del descubrimiento de conspiraciones internas contra el régi-
ron, pero no se hicieron públicas eran que
men. En espera de una guerra, los campesinos comenzaron a reta-
cearle grano al mercado; y hubo compras de bienes de consumo ... quienes propaguen las opiniones de la oposición deben ser consi-
impulsadas por el pánico por parte de la población rural y urbana. derados cómplices peligrosos de los enemigos externos e internos de
La mayor parte de los historiadores occidentales llegan a la
la Unión Soviética y qvie tales personas serán sentenciadas como "es-
conclusión de qtie no había un peligro de intervención real e in- pías" por decreto administrativo de la GPU; que la GPU debe organi-
mediato; ésta era también la opinión del Comisariato soviético de : ' zar una red de agentes vastamente ramificada con la misión de de-
asuntos exteriores y, casi con certeza, de integrantes del Politburó 4 tectar elementos hostiles dentro del aparato gubernativo, aun en los
como Alexei Rykov, poco inclinados a pensar en términos conspi-
niveles más altos de éste, y dentro del partido, incluyendo en órganos
rativos. Pero otros integrantes de la dirigencia del partido se alar- i'f conductivos. "Quienquiera que despierte la más pequeña sospecha
maban con más facilidad. Entre ellos, el excitable Bujarin, por en-
''$$ debe ser desplazado", concluyó Stalin...3
tonces a cargo de la Internacional Comunista, donde medraban
&•
los rumores alarmistas y escaseaban las informaciones concretas
íi*v La atmósfera de crisis generada por la culminación del en-
sobre las intenciones de los gobiernos extranjeros. frentamiento con la oposición y el temor a una guerra se exacerbó
La actitud de Stalin es más difícil de evaluar. Se mantuvo en si-
en los primeros meses de 1928 con el estallido de un importante
lencio durante los meses de ansiosas discusiones sobre el peligro
LA REVOLUCIÓN DE STALIN 157
156 SHEILAF1TZPATR1CK

conspiración y sabotaje eran tan inverosímiles, y las confesiones cíe


enfrentamiento con el campesinado (véase infra, pp. 158-164) y la los acusados, fraudulentas u obtenidas mediante coerción, a menu-
formulación de cargos por deslealtad contra la antigua inteli- do se da por sentado que no es posible que Stalin y sus colegas ha-
guentsia "bvirguesa". En marzo de 1928, el fiscal del estado anun- yan creído en ellas. Sin embargo, a medida que surgen nuevos datos
ció que un grupo de ingenieros en la región de Shajti en la cuen- de los archivos, se refuerza cada vez más la impresión de que Stalin
ca del Don sería juzgado por sabotaje deliberado cíe la industria (arinque no necesariamente sus colegas del politburó) realmente
minera y conspiración con potencias extranjeras.4 Éste fue el pri- creía en estas conspiraciones —o al menos, creía a medias, dándose
mero de una serie de juicios ejemplificadores a expertos burgtie- cuenta al mismo tiempo de que se le podía dar un ventajoso empleo
ses, en los cuales la parte acusadora asoció la amenaza interna de político a esa creencia.
los enemigos de clase con la amenaza de intervención de poten- Cuando Viacheslav Menyinskii, cabeza del OGPU (anterior-
cias capitalistas extranjeras y los acusados confesaron su culpabili- mente GPU) le envió a Stalin material originado en el interrogatorio
dad y ofrecieron pormenorizados testimonios de sus actividades a expertos a quienes se acusaba de pertenecer al "partido indus-
clandestinas. trial", cuyos dirigentes supuestamente habían planeado un golpe
Los juicios, amplios extractos de los cuales se dieron a cono- respaldado por capitalistas emigrados y coordinados con planes
cer literalmente en los diarios, implicaban el abierto mensaje de para una intervención militar extranjera, Stalin replicó en térmi-
que, a pesar de svi pretendida lealtad hacia el poder soviético, la nos que sugieren que aceptó literalmente las confesiones y que se
inteliguentsia burguesa seguía siendo un enemigo de clase con tomaba muy en serio el peligro de guerra inminente. La evidencia
el cual, por definición, no se podía contar. Menos abierto, pero más interesante, le dijo Stalin a Menyinskii, era la que se refería a
claramente audible para los capataces y administradores comu- la ocasión de la planeada intervención militar:
nistas que trabajaban con expertos burgueses era que también
ellos estaban en falta, que eran culpables de estupidez y creduli- Resulta que habían planeado la intervención para 1930, y que luego
dad, si no de cosas peores, al haber permitido que los expertos la pospusieron para 1931 o incluso 1932. Eso es muy probable y es
los engañaran.5 importante. Es tan importante porque es información que se origi-
La nueva política recurría a los sentimientos de suspicacia y na en una fuente primaria, es decir, del grupo de Riabushinskii, Gu-
hostilidad hacia las antiguas clases privilegiadas que eran endémi- kasov, Denisov y Nobel' [capitalistas que tenían importantes intere-
cos en la clase obrera rusa y las bases comunistas. Sin duda, era en ses en la Rusia prerrevolucionaria], que representa el más poderoso
parte una respuesta al escepticismo de muchos expertos e ingenie- de todos los grupos socioeconómicos en la URSS y en la emigración,
ros de que los elevados objetivos que se fijaba el primer plan quin- los más poderosos en términos de capital y de conexiones con los
quenal pudieran alcanzarse. Aun así, fue una política que tuvo gobiernos francés e inglés.
enormes costos para un régimen que se disponía a embarcarse en
un programa de industrialización a marchas forzadas, así como la Ahora que tenía la evidencia en sus manos, concluía Stalin, el
campaña de 1928-9 contra los enemigos "kulak" del sector agríco- régimen soviético podría darle intensa publicidad en el frente do-
la. Al país le faltaban expertos de toda clase, en especial ingenie- -. méstico y en el exterior "paralizando y deteniendo así todo inten-
ros, cuyos conocimientos eran cruciales para el impulso moderni- ' to de intervención durante los próximos vino o dos años, lo cvial es
zaclor (en 1928, la gran mayoría de los ingenieros rusos calificados i de la mayor importancia para nosotros".6
eran "burgueses" y no comunistas). ;? Más allá de qué, o en qué forma, Stalin y los otros dirigentes
Las razones de Stalin para lanzar su campaña antiexpertos ?• creyeran con respecto a conspiraciones antisoviéticas y amenazas
han desconcertado a los historiadores. Como las acusaciones de
LA REVOLUCIÓN DE STALIN 159
158 SHEILAF1TZPATR1CK

pesinado y, por lo tanto, había hecho concesiones cuando, como


militares inmediatas, estas ideas se diseminaron ampliamente en ocurrió en la "crisis de las tijeras" de 1923-4, la discrepancia entre
la Unión Soviética. Ello no sólo fue así por los esfuerzos propagan- los precios agrícolas e industriales era demasiado pronunciada.
dísticos del régimen, sino porque tales conceptos, al reforzar pre- Sin embargo, en 1927, el inminente programa de industriali-
juicios y temores ya existentes, eran creíbles para amplios sectores zación cambió la ecuación en nmchas formas. Que el suministro
de la opinión pública soviética. A partir de fines de la década de de granos no fuera confiable ponía en peligro los planes para una
1920, se invocaban regularmente conspiraciones internas y exter- exportación de grano en gran escala que compensaría la importa-
nas para explicar problemas como la escasez de alimentos y las in- ción de maquinarias extranjeras. Una suba del precio del grano
terrupciones en la indtistria, el transporte y la energía. En forma reduciría los fondos disponibles para la expansión industrial, y tal
similar, el peligro de guerra se incorporó a la mentalidad soviética vez hiciera imposible cumplir con el plan quinquenal. Además, co-
de la época, y recurrentes alarmas de guerra ocuparon la atención mo se daba por sentado que vina proporción muy importante de
del politburó y del público lector de periódicos hasta el verdadero todo el grano que se comercializaba venía de sólo una pequeña
estallido de la guerra en 1941. proporción de los agricultores campesinos de Rusia, parecía de es-
perar que el aumento del precio del grano beneficiaría a los "ku-
laks" —enemigos del régimen— más bien que al conjunto del
Stalin contra la derecha campesinado.
En el decimoquinto congreso del partido, celebrado en di-
En el invierno de 1927-8, la conducción del partido se dividió ciembre de 1927, los principales temas de discusión pública fue-
sobre la política a seguir respecto del campesinado, con Stalin cíe ron el plan quinquenal y la excomunión de la "oposición de iz-
un lado y un grupo que ulteriormente se conoció como "la oposi- quierda" (trotskista-zinovievista). Pero entre bambalinas, el tema
ción de derecha" del otro. El problema inmediato era el suministro del suministro de granos ocupaba buena parte del pensamiento
de grano. A pesar de tma buena cosecha en el otoño de 1927, la co- de los dirigentes, y se mantenían ansiosas discvisiones con los dele-
mercialización por parte de los campesinos y el suministro por par- gados de las principales regiones productoras de grano del país.
te del estado cayeron muy por debajo de lo que se esperaba. El te- Poco después del congreso, una cantidad de integrantes del polit-
mor a la guerra era un factor, pero también lo era el bajo precio buró y del comité central partieron en misiones investigativas de
que el estado pagaba por el grano. Ante la inminencia del progra- urgencia a esas regiones. El propio Stalin, en uno de sus infre-
ma industrializador, la pregunta era si el régimen debía correr el cuentes viajes a la provincia desde la guerra civil, fue a investigar la
riesgo político de presionar más a los campesinos o aceptar las con- situación en Siberia. El comité del partido en Siberia, encabezado
secuencia económicas de comprar la bviena voluntad de éstos. por una dé las estrellas ascendentes del partido, el bien educado y
Durante la NEP, parte de la filosofía económica del régimen eficiente Serguei Syrtsov, estaba intentando evitar enfrentamien-
consistió en aumentar la acumulación de capital del estado pagan- tos con los campesinos por los stmiinistros, y Rykov (jefe del go-
do precios relativamente bajos por la producción agrícola de los bierno soviético e integrante del politburó) le había asegurado
campesinos, cobrando al mismo tiempo precios relativamente altos que ésa era la línea correcta a seguir. Pero Stalin opinaba de otra
por los bienes manufacturados que producía la industria nacionali- manera. Al regresar de Siberia a comienzos de 1928, dio a conocer
zada. Pero en los hechos, esta situación siempre había estado miti- su punto de vista ante el politburó y el comité central.7
gada por la existencia de un mercado libre de granos, qxie mantenía '<• • <'• Stalin llegó a la conclusión de que el problema básico era que
los precios que pagaba el estado cercanos al nivel que señalaba el los kulaks estaban acuimilando grano a escondidas con el propósito
mercado. Por entonces, el estado no quería enfrentarse al carn-
160 SHEILA FITZPATR1CK
LA REVOLUCIÓN DE STALJN 161

partidaria de Moscú y aspirante a integrar el politburó) daba con-


de tener como rehén al estado soviético. Las medidas conciliato-
sejos parecidos en la región del Volga inferior, notando de paso
rias como elevar el precio del grano o incrementar el sxiministro
que la excesiva presión desde el centro había llevado a algunos
de bienes manufacturados para el campo no tenían sentido, ya
funcionarios locales del partido a emplear indeseables métodos pro-
que las demandas de los kulaks no harían más que ir en aumento.
pios del "comunismo de guerra" para obtener el grano.8 Accidental
De todas maneras, el estado no podía permitirse ceder a tales de-
o deliberadamente, Stalin había dejado mal parados a hombres co-
mandas, pues la inversión industrial tenía la prioridad. La solu-
mo Frumkin y Uglanov. En el politburó, dejó de lado su práctica
ción de corto plazo (a la que se ha designado como el método
inicial de construir un consenso y simplemente hacía aprobar
"Urales-Siberia" de lidiar con el campesinado) era la coerción: los
sus decisiones políticas a la fuerza de la forma más arbitraria y
"especuladores" campesinos debían ser combatidos mediante el
provocativa.
artículo 107 del Código Penal, designado en origen para lidiar
Una oposición de derecha a Stalin comenzaba a aglutinarse
con especviladores urbanos. en la dirigencia del partido a comienzos de 1928, a pocos meses de
Stalin sugirió que la solución de largo plazo era forzar la co-
la derrota final de la oposición de izquierda. La esencia de la pos-
lectivización agrícola, lo que aseguraría un suministro de grano
tura de la derecha era que el marco político y las políticas sociales
confiable para las necesidades de las ciudades, el Ejército Rojo y la
básicas de la NEP debían permanecer inmutables, y que éstas re-
exportación, qtiebrando además el dominio de los ktilaks en el
presentaban el verdadero enfoque leninista de la construcción del
mercado de granos. Stalin negaba que esta política implicara me-
socialismo. La derecha se oponía a la coerción a los campesinos, el
didas radicales contra los kulaks ("dekulakización") o un regreso
excesivo énfasis en el peligro kulak y las políticas destinadas a esti-
a las prácticas de requisición de grano de la guerra civil. Pero la
mular una guerra de clases en el campo que enfrentara a los cam-
negativa misma tenía una resonancia siniestra: para los comunis-
pesinos pobres con los más ricos. Al argumento de que la coerción
tas a la busca de líneas orientativas, la referencia a las políticas de
contra los campesinos era necesaria para garantizar el suministro
la guerra civil unidas a la ausencia de toda referencia a la NEP
de granos (y por lo tanto, la exportación de granos que financia-
equivalía a una señal de ataque. ría el proyecto de industrialización), la derecha respondía sugi-
La política de Stalin —confrontación antes que conciliación,
riendo que las metas de producción industrial del primer plan
persecxiciones, registro de graneros, bloqueo de rutas para impe-
quinquenal debían mantenerse "realistas" es decir, relativamente
dir que los campesinos llevasen su producto a comerciantes que
bajas. La derecha también se oponía a la nueva política de guerra
ofrecieran precios más altos que los del estado— se puso en mar-
de clase agresiva contra la antigua inteliguentsia ejemplificada por
cha en la primavera de 1928 y produjo una mejora temporaria en
el juicio de Shajti, e intentaba neutralizar la atmósfera de crisis en-
el nivel del suministro de granos, además de un marcado ascenso
gendrada por la constante discusión de la inminencia de la guerra
de la tensión en el campo. Pero también había mucha tensión en
y el peligro de espías y saboteadores.
torno a la nueva política en el interior del partido. En enero, orga-
í1 Los dos principales derechistas del politburó eran Rykov, cabe-
nizaciones partidarias locales habían recibido diversas instruccio-
za del gobierno soviético y Bujarin, editor en jefe de Pravda, ca-
nes, que a veces se contradecían, de los inspectores del politburó y
beza de la Internacional Comunista y destacado teórico marxista.
el comité central. Mientras Stalin les decía a los comunistas siberia-
Tras sus desacuerdos políticos con Stalin subyacía la noción de
nos que fuesen duros, Moshe Frumkin (comisario suplente de fi-
que éste había cambiado unilateralmente las reglas del juego po-
nanzas) recorría la vecina región de los Urales septentrionales acon-
lítico según se jugaba éste desde la muerte de Lenin, descartan-
sejando conciliar y ofrecer bienes mantifacturados en intercambio
do abruptamente las convenciones de la conducción colectiva y
directo por el grano; y Nikolai Uglanov (jefe de la organización
162 SHE1LAHTZPATRICK. LA REVOLUCIÓN DE STALIN 163

aparentemente abandonando en forma simultánea las bases polí- central de sindicatos, encabezado por el derechista integrante del
ticas fundamentales de la NEP. Bujarin, ardiente polemista pro politburó Mijail Tomsky. El primero cayó en manos cíe los estalinis-
Stalin en las batallas con los trotskistas y zinovievistas experimenta- tas en el otoño de 1928, tras lo cual fue sometido a una purga diri-
ba una partictilar sensación de haber sido traicionado en lo perso- gida por el viejo allegado a Stalin, Viacheslav Molotov. El segun-
nal. Stalin lo había tratado como a un par político, asegurándole do cayó unos meses después, esta vez mediante una operación
que ambos eran los dos "Himalayas" del partido, pero sxis acciones conducida por un ascendente partidario del estalinismo, Lazar
sugerían que sentía poco respeto genuino por Bujarin en lo polí- Kaganovich, por entonces sólo aspirante a integrar el politburó, pe-
tico y en lo personal. Bujarin reaccionó impetuosamente ante esta ro ya conocido por su dureza y su habilidad política gracias a su in-
decepción, dando el paso, políticamente desastroso, de iniciar tervención previa en la notoriamente problemática organización
conversaciones secretas con algunos de los dirigentes de la derro- del partido en Ucrania. Aislados y sin iniciativa, los derechistas
tada oposición de izquierda en el verano de 1928. Acusó en priva- del politburó finalmente fueron identificados por sus nombres y
do a Stalin de ser un "Gengis Khan" qtie destruiría a la revolución, llevados ajuicio a comienzos de 1929. Tomsky perdió la conduc-
lo cual llegó rápidamente a oídos de éste, pero no contribuyó a la ción de los sindicatos y Bujarin fue desplazado de sus puestos de la
credibilidad de Bujarin entre aquellos a los que tan recientemente Internacional Comunista y del consejo editorial de Pravda, Rykov
—el decano de los derechistas del politburó, político más cauto y
había atacado en nombré de Stalin. pragmático que Bujarin, pero tal vez una fuerza a ser tomada más
A pesar de esta iniciativa privada de Bujarin, los derechistas
del politburó no hicieron ningún intento real de organizar una en serio que éste en la cúpula del partido— continuó al frente del
facción opositora (ya que habían observado los castigos por "faccio- gobierno soviético por casi dos años después del derrumbre de la
nalismo" que había recibido la izquierda), y llevaron adelante sus derecha, pero fue remplazado por Molotov en 1930.
discusiones con Stalin y sus partidarios en el politburó a pxiertas La verdadera fuerza de la derecha en el seno del partido y la
cerradas. Sin embargo, esta táctica también resultó tener serias élite administrativa es difícil de evaluar, dada la atisencia de con-
desventajas, ya que los derechistas encubiertos del Politburó se vie- flicto abierto o facciones organizadas. La purga intensiva de la bu-
ron obligados a participar en ataques públicos a un vago y anóni- rocracia del partido y el gobierno que siguió a la derrota de la de-
mo "peligro derechista" —lo ciial significaba la tendencia a la co- recha, hace suponer que tal vez la derecha tenía (o se creía que
bardía, la falta de seguridad en el liderazgo y la falta de confianza tenía) considerable apoyo.9 Sin embargo, los funcionarios despla-
revolucionaría— en el partido. Para quienes estaban afuera del zados por derechismo no necesariamente eran derechistas ideoló-
círculo cerrado de la dirigencia partidaria quedaba claro que se gicos. El rótulo de derechistas se aplicaba tanto a los disidentes
estaba desarrollando alguna clase de lucha por el poder, pero pa- ideológicos como al "peso muerto" burocrático —es decir, aque-
saron muchos meses hasta que se definió claramente ctiáles eran llos funcionarios a quienes se consideraba demasiado incompe-
los temas en discusión y la identidad de los acusados de derechis- tentes, apáticos y corruptos para estar a la altura de los requeri-
tas. Los derechistas del politburó no podían buscar un apoyo en mientos de la agresiva revolución desde arriba ejectutada por
gran escala en el partido, y su plataforma sólo fue dada a conocer Stalin. Está claro que estas categorías no eran idénticas: ponerles el
en forma de distorsionada paráfrasis por sus opositores, además mismo rótulo era simplemente una de las formas de los estalinistas
de a través de ocasionales sugerencias y referencias propias de las de desacreditar a la derecha ideológica.
Del mismo modo que quienes se habían opuesto previamen-
fábulas de Esopo por los propios derechistas.
Las dos principales bases de poder de la derecha eran la organi- te a Stalin, la derecha fue derrotada por la máquina partidaria
zación del partido de Moscú, encabezada por Uglanov y el consejo que controlaba Stalin. Pero en contraste con otras luchas por el
LA REVOLUCIÓN DE STALIN 165
164 SHEILAFITZPATRICK.

más amplia dentro del partido, ello tenía un valor dudoso a la ho-
liderazgo, ésta implicaba temas de discusión de principios y políti- ra de obtener votos comunistas. Los funcionarios partidarios loca-
cas claramente definidos. Como tales temas no eran sometidos a les se quejaban de que socavaba su autoridad. En una discusión
voto, sólo podemos especular con respecto a la actitud del conjun- particularmente áspera ocurrida en los Urales, a Rykov se le dijo
to del partido. La plataforma de la derecha entrañaba un menor que la intención de la derecha parecía ser la de atacar a "los secre-
riesgo de conmoción social y política, y no requería que los cua- tarios [regionales] del partido",10 es decir, cxilparlos por cualquier
dros del partido cambiaran los hábitos y la orientación de la NEP. cosa que anduviera mal y, además, pretender que no tenían dere-
Del lado del debe, la derecha prometía mucho menos que Stalin en cho a stis cargos por no haber sido elegidos como corresponde.
materia de logros; y, a fines de la década de 1920, el partido tenía Desde el punto de vista del funcionario provincial intermedio, los
hambre de logros y no contaba con nuestro conocimiento retros- derechistas eran más bien elitistas que demócratas, hombres que,
pectivo de cuáles sería los costos. A fin de cuentas, lo que proponía tal vez por estar demasiado tiempo en Moscú, habían perdido
la derecha era un programa moderado, de poca ganancia y poco contacto con las bases partidarias.
conflicto para un partido que era belicosamente revolucionario, se
sentía amenazado por una variedad de enemigos internos y exter-
nos y continuaba creyendo que la sociedad podía y debía ser trans- El programa industrializador
formada. Lenin había ganado aceptación con un programa como
ése en 1921. Pero en 1928-9, la derecha no tenía un Lenin que la Para Stalin, como para el principal modernizador del último
condujera; y las políticas de retirada de la NEP ya no podían ser jus- período zarista, el conde Witte, un veloz desarrollo de la industria
tificadas (como en 1921) por la inminencia del colapso económico pesada de Rusia era un requisito previo a la fuerza nacional y el
total y la revuelta popular. poderío militar. "En el pasado", dijo Stalin en febrero de 1931,
Si los líderes de la derecha no buscaron publicitar su platafor-
ma o forzar un debate generalizado en el partido sobre los temas ... no teníamos patria, ni podíamos tenerla. Pero ahora que hemos
en discusión, ello puede haberse debido a que tenían buenas razo- derrocado al capitalismo y el poder está en nuestras manos, en ma-
nes que iban más allá de sus declamados escrúpulos sobre la unidad nos del pueblo, tenemos una patria y debemos defender su indepen-
partidaria. La plataforma de la derecha era racional y tal vez tam- dencia. ¿Queréis que nuestra patria socialista sea derrotada y pierda
bién (como ellos decían) leninista, pero no era una buena platafor- su independencia? Si no queréis que eso ocurra, debéis terminar
ma para hacer campaña dentro del partido comunista. En términos con su atraso lo antes posible y construir su economía socialista con
políticos, los derechistas tenían la clase de problemas que, por ritmo, genuinamente.
ejemplo, enfrentarían los líderes conservadores británicos si debie-
ran hacer concesiones importantes a los sindicatos o los republica- Éste era un asvmto de total urgencia, pues el ritmo de la in-
nos estadounidenses si planearan aumentar los controles federales dustrialización determinaría si la patria socialista sobrevivía o se
e incrementar la regulación gubernamental a las empresas priva- derrumbaba ante sus enemigos.
das. Por razones pragmáticas, tales políticas podían prevalecer en
las discusiones a puertas cerradas del gobierno (en eso consistía la Aminorar el ritmo significaría quedar por el camino. Y los que que-
esperanza y la estrategia dé la derecha en 1928). Pero no proveían dan por el camino son derrotados. Pero no queremos ser derrota-
de buenas consignas con'las que movilizar a los fieles del partido. dos. ¡No, nos negamos a ser derrotados! Una característica de la his-
Mientras que la derecha, como las oposiciones que habían exis- toria de la vieja Rvisia fueron las continuas derrotas que le hizo sufrir
tido previamente, tamb'ién enarbolaba la causa de una democracia
LA REVOLUCIÓN DE STALIN 167
166 SHEILA F1TZPATRICK

significa "acero"; y, a comienzos de la década de 1930, el culto a la


su atraso. Fue derrotada por mogoles. Fue derrotada por beys tur- producción de acero y hierro de fundición sobrepasaba incluso al
cos. Fue derrotada por gobernantes feudales suecos. Fue derrotada naciente culto a Stalin. Todo se sacrificaba al metal en el primer
por nobles polacos y lituanos. Fue derrotada por capitalistas británi- plan quinquenal. De hecho, la inversión en carbón, energía eléc-
cos y franceses. Fue derrotada por barones japoneses. Todos la de- trica y ferrocarriles fue tan insuficiente que las escaseces de
rrotaban —debido a su atraso, debido a su atraso militar, atraso cul- combustibles y energía a menudo amenazaban con paralizar a las
tural, atraso agrícola... estamos cincuenta o cien años por detrás de plantas metalúrgicas. Para Gleb Krzhizhanovsky, el antiguo bol-
los países avanzados. Debemos compensar esa brecha en diez años. chevique que encabezó la comisión de planificación estatal hasta
O lo hacemos o nos hundimos.11 1930, Stalin y Molotov estaban tan obsesionados con la produc-
ción de metal que tendían a olvidar que las plantas dependían de
Con la adopción del primer plan quinquenal en 1929, la in- la materia prima que les llegaba por ferrocarril y del suministro
dustrialización se convirtió en la primera prioridad del régimen sostenido de combustible, agua y electricidad.
soviético. La agencia estatal que encabezaba la marcha a la indus- Así y todo, la organización de suministros y distribución fue
trialización, el Comisariato de la Industria Pesada (sucesor del Su- posiblemente la más formidable de las tareas de las que se hizo
premo Consejo Económico) fue dirigido entre 1930 y 1937 por cargo el estado en el transcurso del primer plan quinquenal. Tal
Sergo Orzhonikidze, vino de los integrantes más poderosos y diná- como lo hizo (sin éxito y en forma temporal) una década antes ba-
micos de la dirigencia estalinista. El primer plan quinquenal se jo el comunismo de guerra, el estado tomó el control casi total de
centró en el hierro y el acero, llevando las plantas ya establecidas la economía, la distribución y el comercio urbanos; y esta vez su
en Ucrania a su máxima capacidad productiva y constrayendo des- participación fue permanente. La limitación de las manufacturas
de cero nuevos complejos inmensos como Magnitogorsk en los y el comercio privado comenzó en los últimos años de la NEP, y el
Urales meridionales. Las plantas de producción de tractores tam- proceso se aceleró con una campaña contra los hombres de la
bién tenían alta prioridad, no sólo por las necesidades inmediatas NEP —que combinó la denigración en la prensa, el acoso legal y
de la agricultura colectivizada (acimentadas por el hecho de que financiero con el arresto de mvichos hombres de negocios por "es-
los campesinos habían sacrificado svis animales de tiro durante el peculación"— en 1928-9. Para comienzos de la década de 1930,
proceso de colectivización) sino porque podían ser reconvertidas hasta los pequeños artesanos y tenderos habían sido forzados a
para producir tanques con relativa facilidad. La indvtstria de má- abandonar sus actividades o a integrar cooperativas supervisadas
quinas-herramienta se expandió rápidamente con el fin de librar por el estado. Con la colectivización simultánea de buena parte
al país de la importación de maquinarias del extranjero. La indus- de la agricultura campesina, la vieja economía mixta de la NEP
tria textil languidecía, a pesar del hecho de que el estado había in- desaparecía rápidamente.
vertido intensamente para desarrollarla durante la NEP y de que Para los bolcheviques, el principio de planificación centrali-
contaba con una fuerza de trabajo amplia y experta. Pero, como se zada y control estatal de la economía tenía gran significado, y la
dice que dijo Stalin, el Ejército Rojo no combatiría con cuero y te- introducción, en 1929, del primer plan quinquenal fue un hito en
la sino con metal.12 el camino al socialismo. Ciertamente fue en estos años que se
La prioridad qvie se le dio al metal estaba inextricablemente echaron los cimientos institucionales de la economía planificada
ligada con consideraciones de seguridad nacional y defensa, pero, soviética, aunque fue un período de transición y experimentación
en lo que respecta a Stalin, parecía tener un significado que iba en el cual el componente "planificador" del crecimiento econó-
más allá de esto. A fin de cuentas, Stalin era un revolucionario bol- mico no siempre puede ser tomado muy literalmente. El primer
chevique que había tomado su nombre de la palabra rusa slal', que
LA REVOLUCIÓN DE STALIN 169
168 SHEILAF1TZPATRICK.
la lista oficial de los proyectos y empresas de máxima prioridad
plan quinqvienal tenía una relación mucho más tenue con el fun- (udarnyé), ya que ser incluido en ella significaba que los proveedo-
cionamiento real de la economía que los planes quinquenales pos- res debían ignorar todos los contratos y obligaciones previos hasta
teriores: de hecho, era un híbrido de planificación económica ge- que cumplieran con sus obligaciones hacia los iidarnye.
nuina con exhortación política. Una de las paradojas de la época Pero las máximas prioridades cambiaban constantemente en
era que en el momento álgido del plan, los años 1929-31, las agen- respuesta a la crisis, a inminentes desastres o a una nueva eleva-
cias planificadoras estatales estaban siendo tan implacablemente ción de las metas en alguno de los sectores industriales clave. Las
purgadas de derechistas, ex mencheviqxies y economistas burgueses "rupturas en el frente industrializador" significaban que nuevas re-
que apenas si conseguían mantenerse en funcionamiento. servas de hombres y materiales debían ser desviadas hacia allí, pro-
Tanto antes como después de su introducción en 1929, el pri- veían un elemento de emoción a la cobertura realizada por la
mer plan quinquenal pasó por muchas versiones y revisiones, con prensa soviética que, de hecho, se extendía a la vida cotidiana de
distintos equipos planificadores que respondían en distinto grado los industrializadores soviéticos. El industrial soviético exitoso du-
a la presión de los políticos.13 La versión básica que se adoptó en rante el plan quinquenal probablemente no fuese un funcionario
1929 no tomó en cuenta la colectivización de la agricultura, subes- independiente sino más bien un movedizo empresario, dispuesto
timó ampliamente la necesidad de mano de obra de la industria y a tomar atajos y aprovechar cualquier oportunidad de ganarles de
trató en forma harto difusa temas como la producción y el comer- mano a sus competidores. El fin —cumplir con las metas y aun ex-
cio artesanales, en los que la política del régimen seguía siendo cederlas— era más importante que los medios; y hubo casos en
ambigua e inarticulada. El plan fijó metas de producción —aun- que plantas desesperadamente necesitadas de suministros embos-
que en áreas clave, como la metalúrgica, éstas fueron elevadas re- caron trenes de carga y requisaron lo que llevaban, sin consecuen-
petidamente una vez que el plan estuvo en marcha— pero sólo cias más graves que una ofendida nota de queja de las autoridades
dio indicaciones muy vagas con respecto a la obtención de los recvir- a cargo del transporte.
sos necesarios para aumentar la producción. Ni las sucesivas versio- Sin embargo, a pesar del énfasis puesto en el aumento inme-
nes del plan ni la declaración final de los logros del plan tenían mu- diato de la producción industrial, el verdadero propósito del
cha relación con la realidad. Incluso el título del plan resultó no ser primer plan quinquenal era construir. Los gigantescos nuevos pro-
exacto, pues finalmente se decidió completar (o concluir) el primer yectos de plantas en construcción —de autos en Nizhny Novgorod
plan quinquenal en su cuarto año. (Gorki), tractores en Stalingrado y Jarkov, metalurgia en Kuznetsk
Se instó a la industria a exceder las metas del plan más bien y Magnitogorsk, acero en Dniper (Zaporoye) y muchas otras—
que simplemente cumplir con ellas. En otras palabras, este plan consumieron inmensas cantidades de recursos durante el primer
no pretendía adjudicar recursos o equilibrar demandas, sino ha- plan quinquenal, pero sólo llegaron a su capacidad productiva
cer avanzar la economía a cualquier costo. Por ejemplo, la planta total después de 1932, durante el segundo plan quinquenal
de fabricación de tractores de Stalingrado sólo podía cumplir con (1933-7). Eran una inversión a futuro. Debido a la magnitud de
el plan produciendo más tractores que lo planeado, aun si esto la inversión, las decisiones tomadas durante el primer plan quin-
produjera un total desbarajuste en las plantas encargadas de sumi- quenal con respecto a la ubicación de los nuevos gigantes indus-
nistrarle metal, partes eléctricas y neumáticos. Las prioridades de triales rediseñaron en los hechos el mapa económico de la Unión
suministro no estaban determinadas por un plan escrito sino por Soviética.14
una serie de decisiones ad hoc del comisariato para la indxistria Ya en 1925, en el transcurso del conflicto entre Stalin y la opo-
pesada, el consejo gubernamental de trabajo y defensa y aun el sición zinovievista, el tema de las inversiones había desempeñado
politburó del partido. Había feroces competencias en torno de
LA REVOLUCIÓN DE STAUN 171
SHEILA FITZPATRICK
170
la autorización para constrair dos plantas independientes, una en
un papel en la política interna partidaria, ya que quienes hacían cada región, aun si la intención original de los planificadores ha-
campaña en nombre de Stalin se habían asegurado de que los di- bía sido la de construir sólo una planta. Éste fue uno de los facto-
rigentes partidarios regionales comprendieran los beneficios qtie res que provocaron el continuo aumento cíe las metas y el creci-
los planes industrializadores de éste traerían a svis regiones. Pero miento incontrolable de los costos que caracterizaron al primer
fue en los últimos años de la década de 1920, cuando las decisio- plan quinquenal. Pero ése no fue el único factor, pues los políti-
nes del primer plan quinquenal se hicieron inminentes, cuando cos y planificadores centrales de Moscú obviamente padecían de
los ojos de los bolcheviques realmente se abrieron a una dimen- "gigantomanía", la obsesión con lo enorme. La Unión Soviética
sión política totalmente nueva: la competencia entre regiones por debía construir y producir más que ningún otro país. Sus plantas de-
ser sedes cíe la industrialización. En la decimosexta conferencia del bían ser las más nuevas y mayores del mundo. No sólo debía alcanzar
partido de 1929, a los oradores les costó mantenerse concentrados el desarrollo económico de Occidente, sino superarlo.
en la lucha ideológica con la derecha ya que estaban intensamen- Como Stalin no se cansaba de señalar, la tecnología moderna
te preocupados por asuntos más prácticos: como notó con acri- era esencial para el proceso de alcanzar y sobrepasar. Las nuevas fá-
tud un viejo bolchevique: 'Todos los discursos terminan con... bricas de automóviles y tractores fueron construidas para producir
' ¡Dennos una fábrica en los Urales y al demonio con los derechistas! mediante el sistema de línea de montaje, aunque muchos expertos
¡Dennos una usina eléctrica y al demonio con los derechistas!'"15 habían aconsejado que éste no se adoptara, porque el legendario
Las organizaciones partidarias de Ucrania y de los Urales se capitalista Ford debía ser derrotado en su propio jtiego. En la prác-
enfrentaron duramente por la distribución de fondos de inversión tica, las nuevas cintas transportadoras a menudo permanecieron
para la construcción de complejos mineros y metalúrgicos y de ociosas durante el primer plan quinquenal, mientras los obreros ar-
plantas para la construcción de máquinas; y su rivalidad —que maban trabajosamente los tractores sobre el piso de la fábrica con
atrajo la participación de importantes políticos de nivel nacional el sistema tradicional. Pero incluso una cinta transportadora ociosa
como Lazar Kaganovich, ex secretario del partido en Ucrania y Ni- cumplía una función. En términos concretos, era parte de la inver-
kolai Shvernik, quien encabezó la organización partidaria en los sión del primer plan quinquenal para la producción futura. En tér-
Urales antes de hacerse cargo de la dirección de los sindicatos a ni- minos simbólicos, al ser fotografiado por la prensa soviética y admi-
vel nacional— continuaría durante toda la década de 1930. Tam- rado por los visitantes oficiales y extranjeros, transmitía el mensaje
bién svirgieron intensas rivalidades respecto a la ubicación de que Stalin quería que el pueblo soviético y el mundo recibieran: la
plantas específicas cuya construcción estaba prevista como parte atrasada Rusia no tardaría en convertirse en la "América soviética";
del primer plan quinquenal. Media docena de ciudades rusas y su gran paso al desarrollo económico ya estaba siendo dado.
ucranianas se postularon para que se radicara en ellas la planta de
tractores que finalmente se instaló en Jarkov. Una batalla pareci-
da, probablemente la primera de sti tipo, se venía disputando en- Colectivización
carnizadamente desde 1926 en torno de la ubicación de la planta
de fabricación de máquinas de los Urales (Uralmash): la ciudad Los bolcheviques siempre creyeron que la agricultura colecti-
que finalmente triunfó, Sverdlovsk comenzó la construcción con va era superior a la explotación agrícola campesina individual, pe-
fondos propios y sin autorización central de modo de forzar la de- ro durante la NEP se dio por sentado que convertir a los campesi-
cisión de Moscú con respecto al lugar de radicación.16 nos a este punto de vista sería un proceso largo y arduo. En 1928,
La fuerte competencia entre regiones (por ejemplo, entre las granjas colectivas (koljozy) sólo ocupaban el 1,2 de la superficie
Ucrania y lo Urales) a menudo terminaba con una doble victoria:
LA REVOLUCIÓN DE STALIN 173
172 SHEILAFTTZPATR1CK
bien parecía fortalecerse que derrumbarse internamente ante las
sembrada total, el 1,5 de la cual estaba ocupada por explotaciones presiones externas.
del estado y el restante 97,3 cultivada individualmente por campe- En el verano de 1929, una vez que eliminó en buena parte el
sinos.17 El primer plan quinquenal no preveía ninguna transición mercado libre de granos, el régimen impuso cuotas de suministro
a gran escala a la agricultura colectivizada durante su desarrollo; y, y penas por no cumplir con ellas. En otoño, los ataques a los ku-
de hecho, los formidables problemas de la industrialización rápi- laks se hicieron más estridentes, y los dirigentes del partido co-
da parecían más que suficientes para mantener ocupado al régi- menzaron a hablar de un irresistible movimiento campesino hacia
men durante los siguientes años aun sin agregarles una reorgani- la colectivización en masa. Indudablemente, esto reflejaba su sen-
zación fundamental de la agricultura. sación de que el enfrentamiento del régimen con las campesinos
Sin embargo, como lo reconocía Stalin —y como también lo había llegado tan lejos que ya no le era posible retroceder, ya que
hicieron Preobrayensky y Bujarin en sus debates de pocos años an- pocos pueden haberse engañado con la idea de que el proceso pu-
tes (véase supra, pp. 148-150)— la cuestión de la industrialización diera ser llevado adelante sin una áspera lucha. En palabras de lu-
estaba estrechamente vinculada a la cuestión de la agricultura rii Pyatakok, un ex trotskista que se había convertido en entusias-
campesina. Para que el proyecto de industrialización fuese exito- ta partidario del primer plan quinquenal:
so, el estado necesitaba suministros de grano confiables y bajos
precios del grano. La crisis de suministros de 1927-8 destocó el he- No hay solución para el problema de la agricultura en el marco de
cho de que los campesinos —o al menos la pequeña minoría de la explotación individual, y por lo tanto, estamos obligados a adoptar
campesinos relativamente prósperos que suministraban la mayor una tasa extrema de colectivización de la agricultura.,. En nuestra tarea,
cantidad de grano del mercado— podían "tomar al estado de re- debemos adoptar los ritmos de la guerra civil. Claro que no digo
hén" en tanto existiera un mercado libre y los precios que el esta- que debamos adoptar los métodos de la guerra civil, sino que cada
do le adjudicaba al grano fuesen negociables en la práctica, tal co- vino de nosotros... debe obligarse a trabajar con la misma tensión
mo había ocurrido durante la NEP. con que trabajábamos en tiempos de la lucha armada contra nues-
Ya en enero de 1928, Stalin había manifestado que considera- tro enemigo de clase. Ha llegado el período heroico de nuestra construc-
ba al especulador kulak culpable de la crisis de suministros, y que ción del socialismo.19
creía qxie la colectivización de la agricultura campesina proveería
el mecanismo de control que el estado necesitaba para garantizar Para fines de 1929, el partido se había comprometido en un
suministros al precio y en el momento que el estado considerase programa absoluto de colectivización de la agricultura campesina.
adecuados. Pero el aliento a la colectivización voluntaria en 1928 Pero los kulaks, enemigos de clase del régimen soviético, no serían
y la primera mitad de 1929 sólo produjo resultados modestos; y admitidos en las nuevas granjas colectivas. Sus tendencias explota-
los suministros siguieron siendo un problema agudo, que preo- doras ya no podían ser toleradas, anunció Stalin en diciembre. Los
cupaba al régimen no sólo por la carestía de alimentos en las ciu- kulaks debían ser "liquidados como clase".
dades sino por el compromiso de exportar granos como medio El invierno de 1929-30 fue una época de frenesí, en la cual el
de financiar la compra de bienes industriales en el exterior. A ánimo apocalíptico y la retórica encendidamente revolucionaria del
medida que iban en aumento los métodos coercitivos de obten- partido realmente recordaban a las del "período heroico" previo, la
ción de suministros preconizador por Stalin, aumentó la hostili- desesperada culminación de la guerra civil y el comunismo de gue-
dad entre el régimen y el campesinado: a pesar de los intensos rra en 1920. Pero en 1930, lo que los comunistas llevaban a las al-
esfuerzos por desacreditar a los kulaks y estimular el antagonis- deas no sólo era una revolución retórica, y no se limitaban a saqviear
mo de clase en el seno del campesinado, la unidad aldeana más
SHE1LAFITZPATRICK LA REVOLUCIÓN DE STALIN 175
174
prefirieron sacrificarlos de inmediato, o se apresuraron a vender-
sus alimentos y después partir, como hicieron durante la guerra ci-
los en la cixidad más próxima. Algunos kulaks expropiados huye-
vil. La colectivización era un intento de reorganizar la vida campe-
ron a las ciudades, pero otros se escondían en los bosques duran-
sina, estableciendo al mismo tiempo controles administrativos que
te el día y regresaban a aterrorizar la aldea por la noche. Llorosas
llegaran hasta las aldeas. La naturaleza exacta de la reorganización
campesinas, a menudo acompañadas del sacerdote, insultaban a
requerida no debe haber quedado clara para nvuchos comunistas
los colectivizadores. A menudo los funcionarios eran golpeados,
de provincia, dado que las instrucciones del centro eran tan fer-
apedreados o víctimas de disparos de agresores invisibles cuan-
vientes como imprecisas. Pero sí quedaba claro que el control era
do llegaban a las aldeas o se alejaban de éstas. Muchos nuevos
uno de los objetivos, y que el método de la reorganización era el
integrantes del koljoz dejaban apresuradamente las aldeas para
enfrentamiento beligerante. encontrar trabajo en las ciudades o en los nuevos proyectos en
En términos prácticos, la nueva política requería que los fun-
cionarios del campo forzaran un enfrentamiento inmediato con los construcción.
Ante este evidente desastre, el régimen reaccionó cíe dos mane-
kulaks. Ello significaba que los comunistas locales entraban en las al-
ras. En primer lugar, llegó la OGPU a arrestar a los kulaks expro-
deas, juntaban una pequeña banda de campesinos pobres o codicio-
piados y a otros revoltosos, y ulteriormente organizó deportaciones
sos y procedían a intimidar a un puñado de familias de "kulaks"
en masa a Siberia, los Urales y el norte. En segundo lugar, la diri-
(que en general eran los campesinos más ricos, pero aveces simple-
gencia del partido retrocedió algunos pasos del enfrentamiento
mente campesinos que no eran queridos en las aldeas o que habían
extremo con el campesinado a medida que se acercaba el momen-
incurrido en el desagrado de las autoridades locales por algún otro
to de la siembra de primavera. En marzo, Stalin publicó el famoso
motivo), los expulsaban de sus casas y confiscaban sus propiedades.
artículo titulado "Mareados por el éxito", en el qtte culpó a las
Al mismo tiempo, a los funcionarios se les ordenaba alentar a
autoridades locales por excederse en el cumplimiento de sus
los demás campesinos a organizarse voluntariamente en comunas,
instrucciones y ordenó qiie la mayor parte de los animales co-
y quedaba claro por el tono de las instrucciones centrales en el in-
lectivizados (con excepción de aquellos que habían pertenecido a
vierno de 1929-30 que ese movimiento 'Voluntario" tenía que pro-
los kulaks) fueran devueltos a sus propietarios originales.19 Apro-
ducir resultados rápidos y espectaculares. Lo que esto significaba
vechando la ocasión, los campesinos se apresuraron a retirar sus
habitualmente en la práctica era que los funcionarios convocaban
nombres de las listas de integrantes de los koljoz, haciendo caer la
a una reunión en la aldea, anunciaban la organización de un kol-
proporción de hogares campesinos oficialmente colectivizados en
joz y sermoneaban y amedrentaban a los aldeanos hasta que un
toda la Unión Soviética de más de la mitad a menos de un cuarto
número suficiente de éstos aceptaba inscribir sus nombres como
entre el 1a de mayo y el ls de junio de 1930.
integrantes voluntarios del koljoz. Una vez que esto se lograba, los
Se dice que algunos colectivizadores comunistas, traiciona-
iniciadores del nuevo koljoz debían intentar hacerse de los ani-
dos y humillados por la publicación de "Mareados por el éxito",
males de los aldeanos —el principal bien mueble entre los que
volvieron el retrato de Stalin de cara a la pared y se sumieron en
constitviian las propiedades de los aldeanos— y declararlos pro-
la melancolía. Así y todo, el colapso del proyecto de colectiviza-
piedad de la comuna. Además, los colectivizadores comunistas (y
ción sólo fue temporario. Decenas de miles de comunistas y obre-
en particular aquellos que pertenecían al Komsomol) solían pro-
ros urbanos (incluidos los conocidos "25.000-ers", reclutados an-
fanar la iglesia e insultar a los "enemigos de clase" locales, como
1 te todo en las grandes plantas de Moscú, Leningrado y Ucrania)
el sacerdote y el maestro. « fueron urgentemente movilizados para que trabajasen en el cam-
Estas acciones produjeron inmediatamente indignación y caos
i po como organizadores y presidentes de koljoz. Una vez más, se
en el campo. Antes qtie entregar sus animales, muchos campesinos
176 SHEILAFITZPATRICK LA REVOLUCIÓN DE STALIN 177

persuadió o forzó pacientemente a los aldeanos a que se enrola- mayoría de ellos trabajaba en un régimen de libertad y no como
ran en los koljoz, esta vez conservando sus vacas y pollos. Según convictos, aún se les prohibía abandonar la región a la que habían
sido deportados y no podían regresar a sus aldeas natales).
cifras oficiales soviéticas, para 1932, el 62 por ciento de los hoga-
res aldeanos había sido colectivizado. Para 1937, la cifra había as- Las granjas colectivas debían entregar cantidades fijas de gra-
no y alimentos al estado, cuyo costo se dividió entre los integran-
cendido al 93 por ciento.20 tes del koljoz según su contribución en trabajo. Sólo el producto
Es indudable que la colectivización representó una verdadera
de las pequeñas parcelas privadas de los campesinos se seguía co-
"revolución desde arriba" en el campo. Pero no fue exactamente
mercializando en forma individual y esta concesión no se formali-
la clase de revolución que describió la prensa soviética de la épo-
ca, que exageró enormemente el alcance de los cambios acaeci- zó hasta muchos años después del proyecto colectivizador. Para el
producto general de cada koljoz, las cuotas de entrega eran muy
dos; y en algunos respectos, fue una reorganización de la vida cam-
altas —hasta el 40 por ciento de la cosecha, lo que equivalía a dos
pesina menos drástica que la intentada durante las reformas de
o tres veces el porcentaje que los campesinos comercializaban has-
Stolypin durante el período zarista tardío (véase supra, p. 150). Se-
ta entonces—y los precios muy bajos. Los campesinos recurrieron
gún la prensa soviética, el koljoz era una unidad mucho más gran-
a todo su repertorio de evasión y resistencia pasiva, pero el régi-
de que la antigua aldea y sus métodos agrícolas se habían transfor-
men se mantuvo firme y tomó todo lo que pudo, incluyendo ali-
mado con la mecanización y la introducción de tractores. De
mentos y semillas. El resultado fue que las principales zonas de
hecho, buena parte de los tractores eran imaginarios para comien-
zos de la década de 1930; y los muy publicitados "koljoz gigantes" producción de granos del país —Ucrania, Volga central, Kasajstan
de 1930-1 se derrumbaron rápidamente o simplemente fueron eli- y el Cáucaso meridional— quedaron sumidos en la hambruna du-
minados, como habían sido creados, sobre el papel. El típico kol- rante el verano de 1932-3. La hambruna dejó un legado de enorme
resentimiento: según rumores que circulaban en la región del Volga
joz era la antigua aldea, con sus campesinos —ahora en cantidad
algo menor debido a la emigración, las deportaciones y la consi- central, los campesinos la consideraron como un deliberado castigo
derable merma de los animales de tiro— viviendo en las mismas del régimen por haberse resistido a la colectivización. Cálculos re-
cabanas de madera y arando los mismos campos de la aldea que cientes basados en datos de archivo soviéticos han demostrado que
las muertes producidas por la hambruna de 1933 oscilaron entre los
antes. Las principales transformaciones ocurridas en la aldea fue-
ron las vinculadas a su administración y a sus procedimientos de tres y cuatro millones.22
Una de las consecuencias inmediatas de la hambruna fue que
comercialización. en diciembre de 1932, el régimen reintrodujo los pasaportes inter-
El mir aldeano fue abolido en 1930, y la administración del
koljoz que lo remplazó estaba encabezada por un presidente de- nos, concediéndolos en forma automática a la población urbana
signado (al comienzo, habitualmente un obrero o un comunista aunque no a la rural: durante toda la crisis se hicieron todos los es-
de la cividad). Dentro de la aldea-koljoz, la dirigencia tradicional fuerzos posibles para que los hambreados campesinos no abando-
campesina había sido intimidada y en parte eliminada con la de- naran el campo en busca del refugio y las raciones ofrecidas por
portación de los kulaks. Según el historiador ruso V. P. Danilov, las ciudades. Es indudable que esto reforzó la creencia de los cam-
381.000 hogares campesinos —al menos un millón y medio de per- pesinos de que la colectivización era una segunda servidumbre; y
sonas— fueron dekulakizados y deportados en 1930-1, sin contar a también produjo entre algunos observadores occidentales la impre-
aquellos que sufrieron el mismo destino en 1932 y los primeros me- sión de que uno de los propósitos de la colectivización era mantener
ses de 1933.21 (Más de la mitad de los kulaks deportados fueron a los campesinos confinados en las granjas. Esta no era la inten-
puestos a trabajar en la industria y la construcción; y, arinque la ción del régimen (a no ser bajo las circunstancias especiales que
LA REVOLUCIÓN DE STALIN 179
178 SHEILAF1TZPATR1CK

menos diez millones de personas dejaron la agricultura y se con-


creó la hambruna), ya que su objetivo principal durante la década virtieron en asalariados.2'1 Éstas eran cifras enormes, un trastorno
de 1930 era una rápida industrialización, la que implicaba una rá- demográfico sin precedentes en la experiencia de Rusia, y, se ha
pida expansión de la fuerza de trabajo urbana. Hacía tiempo que afirmado, de ningún otro país en un período tan corto. Los cam-
se daba por cierto que el campo ruso tenía un gran exceso de po- pesinos jóvenes y sanos estaban desproporcionadamente repre-
blación, y los dirigentes soviéticos esperaban qvie la colectivización sentados en la migración, e indudablemente esto contribuyó al
y la mecanización racionalizaran la prodticción agrícola, de ese subsiguiente debilitamiento de la agricultura colectivizada y la des-
modo reduciendo aún más la cantidad de brazos requerida por la moralización del campesinado. Pero, en esos mismos términos, la
agricultura. En términos funcionales, la relación entre colectiviza- migración hizo parte de la dinámica de la industrialización cíe Ru-
ción y el movimiento indvistrializador soviético tenía mucho en co- sia. Por cada tres campesinos que se unían a granjas colectivas du-
mún con el movimiento de cercamiento privado de tierras hasta rante el primer plan quinquenal, im campesino dejaba la aldea pa-
entonces comunales y la revolución industrial ocurridos en Gran ra convertirse en obrero o empleado administrativo en algún otro
Bretaña hacía más de un siglo. lugar. Los desplazamientos fueron una parte tan grande de la re-
Claro que probablemente ésta no fuera una analogía que los volución de Stalin como la colectivización misma.
dirigentes soviéticos evocaran: a fin de cuentas, Marx había enfati-
zado el sufrimiento provocado por el cercamiento y el desarraigo
campesino en Gran Bretaña, aunque ese proceso rescató a los ;' Revolución cultural
campesinos de "la idiotez de la vida rural" y, en el largo plazo, los
elevó a un nivel superior cíe existencia social al transformarlos en La lucha contra los enemigos de clase fue una gran preocupa-
proletarios urbanos. Los comunistas soviéticos pueden haber sen- ción de los comunistas durante el primer plan quinquenal. Duran-
tido alguna ambivalencia acerca de la colectivización y la resultan- te la campaña de colectivización, la "liquidación de los kulaks como
te emigración campesina, que era una desconcertante mezcla de clase" era el punto focal de la actividad comunista. En la reorgani-
partida voluntaria hacia los recientemente creados empleos indus- zación de la economía urbana, los empresarios privados (hombres
triales, huida de los koljoz y partida involuntaria por medio de la de la NEP) eran los enemigos de clase a eliminar. Estas políticas
deportación. Pero también está claro que se sentían a la defensiva —todas las cuales implicaban el repudio del enfoque más conci-
y avergonzados por los desastres provocados por la colectivización liador que había prevalecido durante la NEP— tenían su contra-
y trataron de esconder todo el proceso detrás de una cortina de partida en la esfera cultural e intelectual, en la cual el enemigo de
humo de evasivas, afirmaciones increíbles y falso optimismo. Así, clase era la inteliguentsia burguesa. La lucha contra la vieja inteli-
en 1931, un año en que dos millones y medio de campesinos emi- guentsia, los valores culturales burgueses, el elitismo, el privilegio y
gró definitivamente a las ciudades, Stalin hizo la increíble afir- la rutina burocrática constituyeron el fenómeno que los contempo-
mación de que los koljoz habían restallado tan atractivos para los ráneos llamaron "revolución ctiltural".25 El propósito de la revolu-
campesinos que éstos ya no sentían la tradicional urgencia de ción cultural era establecer la "hegemonía" comunista y proletaria,
huir de las miserias de la vida rural.23 Pero esto sólo fue el preám- lo que en términos prácticos significaba tanto afirmar el control del
bulo de su argumento principal, que el reclutamiento de mano de partido sobre la vida cultural como abrir la élite administrativa y pro-
los koljoz debía sustituir a la espontánea e impredecible partida de fesional a una nueva cohorte de jóvenes comunistas y trabajadores.
los campesinos. La revolución cultural fue iniciada por la dirigencia del par-
Durante el período 1928-32, la población urbana de la Unión tido —o, más precisamente, por la facción de Stalin dentro de la
Soviética se incrementó en unos doce millones de personas, y al
180 SHEILAF1TZPATR1CK LA REVOLUCIÓN DE STALIN 181

dirigencia— en la primavera de 1928, cuando el anuncio del in- ra los jóvenes radicales, la revolución cultural era una vindicación y,
según lo expresó un observador, tina liberación.
minente juicio de Shajti (véase supra, p. 155) se unió a un llama-
do a la vigilancia comunista en la esfera cultural, un nuevo exa- Desde esta perspectiva, la revolución cultural fue un movi-
men del papel de los expertos burgueses y el rechazo de las miento jxivenil iconoclasta y beligerante, cuyos activistas, como las
pretensiones de la antigua inteliguentsia a la superioridad cul- de los guardias rojos de la revolución cultural china de la década
de 1960 no eran de ninguna manera una dócil herramienta de la
tural y al liderazgo. Esta campaña se vinculaba estrechamente a
dirigencia partidaria. Eran de mentalidad intensamente partidis-
la lucha de Stalin contra la derecha. Se representaba a los dere-
chistas como a protectores de la inteliguentsia burguesa, dema- ta, y afirmaban que, como comunistas, tenían derecho a conducir
y dar órdenes a los demás, pero al mismo tiempo, tenían una hos-
siado confiados en lo consejos de expertos no pertenecientes al
tilidad instintiva hacia la mayor parte de las autoridades y las insti-
partido, complacientes ante la influencia de los expertos y ex
tuciones existentes, sospechadas de tendencias burocráticas y
funcionarios zaristas en el seno de la burocracia gubernamental
"objetivamente contrarrevolucionarias". Eran conscientes de su
y propensos a ser infectados por el "liberalismo corrupto" y los
identidad proletaria (aunque la mayor parte de los activistas per-
valores burgueses. Se inclinaban a preferir los métodos burocrá-
tenecían, por origen o por ocupación, a los sectores medios), des-
ticos antes que los revolucionarios y favorecían al aparato del
gobierno antes que al partido. Además, probablemente fuesen deñosos de la burguesía y en particular, de los respetables y madu-
ros "burgueses hipócritas". Su piedra de toque revolucionaria era
intelectuales europeizados que habían perdido contacto con las
la guerra civil, donde también se originaba buena parte de la ima-
bases partidarias. ginería de su retórica. Eran enemigos jurados del capitalismo, pe-
Pero la revolución cultural iba más allá de una lucha faccio-
ro tendían a admirar a los Estados Unidos, pues su capitalismo era
sa en el interior de la dirigencia. El combate contra el dominio
moderno y en gran escala. La innovación radical en cualquier
cultural burgués atraía mucho a la juventud comunista, así co-
mo a una cantidad de organizaciones militantes comunistas cu- campo los atraía enormemente.
yo crecimiento se había visto frustrado por la dirigencia del Como muchas de las iniciativas tomadas en nombre de la re-
partido durante la NEP, y aun a grupos de intelectuales no co- volución cultural eran espontáneas, producían algunos efectos
munistas pertenecientes a distintos campos que disentían con la inesperados. Los militantes llevaron sus campañas antirreligiosas a
dirigencia establecida de sus profesiones. Grupos como la aso- las aldeas durante el momento álgido de la colectivización, confir-
ciación rusa de escritores proletarios (RAPP) y la Liga de ateos mando así las sospechas de los campesinos de que el koljoz era
militantes se habían agitado durante toda la década de 1920 en obra del Anticristo. Ataques de la "caballería ligera" del Komso-
favor de políticas de confrontación cultural más agresivas. Los mol interrumpían el trabajo en las oficinas del gobierno; y el "ejér-
jóvenes estudiosos de la Academia comunista y del Instituto de cito cultural" del Komsomol (creado con el objetivo principal de
profesores rojos deseaban a toda costa enfrentarse a los enquis- combatir al analfabetismo) estuvo a punto de tener éxito en su in-
tados estudiosos de más edad, en su mayoría no comunistas que tención de abolir los departamentos de educación locales —lo
aún dominaban en muchos campos académicos. El comité cen- cual ciertamente no era un objetivo de la dirigencia del partido—
tral del Komsomol y su secretaría, qvie siempre tendían al 'Van- a los que consideraban burocráticos.
guardismo" revolucionario y aspiraban a un papel más importan- Jóvenes entusiastas interrvimpían la representación de obras
te en la definición de política, sospechaba que hacía tiempo las "burguesas" en los teatros del estado silbando y abucheando. En
muchas organizaciones con las que el Komsomol tenía divergen- literatvira, los militantes de la RAPP lanzaron una campaña con-
cias políticas habían sucumbido a la degeneración burocrática. Pa- tra el respetado (aunque no estrictamente proletario) escritor
182 SHEILA F1TZPATRICK LA REVOLUCIÓN DE ST 183

Máximo Gorki en el preciso momento en que Stalin y otros diri- expresaban su propio deseo de dominar el campo literario y de ser
gentes del partido trataban de persuadirlo de que regresara de su reconocidos como únicos representantes acreditados del partido
exilio en Italia. Aun en el dominio de la teoría política, los radica- comunista en las organizaciones literarias. Sin duda, los arepistas
les seguían su propio camino. Creían, como lo habían creído mu- no eran totalmente cínicos al invocar el nombre del proletariado,
chos entusiastas comunistas durante la guerra civil, qvie un cambio pues hacían cuanto podían por alentar actividades culturales en las
apocalíptico era inminente: que el estado se extinguiría, llevándo- fábricas y abrir canales de comunicación entre los escritores
se consigo a instituciones tales como la ley y las escuelas. A media- profesionales y la clase obrera. Pero todo esto se parecía mucho
dos de 1930, Stalin afirmó muy claramente que tal creencia era un al espíritu del "ir al pueblo" de los populistas de la década de
error. Pero su pronunciamiento prácticamente fue ignorado has- 187027 (véase supra, pp. 138-139). Los dirigentes de la inteli-
ta que, más de un año después, la dirigencia del partido comenzó guentsia de la RAPP eran más bien partidarios del proletariado
un serio intento de disciplinar a los activistas de la revolución cul- que parte de éste.
Donde el aspecto proletario de la revolución cultural sí tenía
ttiral y terminar con svis "estúpidas intrigas".
En campos como la ciencia social y la filosofía, los jóvenes re- solidez era en la política de "ascenso" proletario que el régimen es-
volucionarios culturales a veces eran empleados por Stalin y por la timulaba vigorosamente durante ese período. La traición de la in-
dirigencia del partido para desacreditar teorías asociadas con teliguentsia burguesa, dijo Stalin refiriéndose al juicio de Shajti,
Trotsky o con Bujarin, atacar a ex mencheviques o facilitar la subor- hacía imprescindible entrenar a stis reemplazantes proletarios a la
dinación de respetadas instituciones culturales "burguesas" al con- máxima velocidad posible. La vieja dicotomía que enfrentaba a los
trol del partido.26 Pero este aspecto de la revolución cultural coe- rojos con los expertos debía ser abolida. Era hora de que el régi-
xistió con un breve florecimiento de titopismo visionario que men soviético adquiriera su propia inteliguentsia (término que,
estaba lejos del mundo de la política práctica y de las intrigas fac- en la forma en que lo empleaba Stalin se aplicaba tanto a la élite
ciosas. Los visionarios —a menudo marginales en sus propias pro- de especialistas como a la administrativa), y esa nueva inteliguent-
fesiones cuyas ideas habían parecido hasta entonces excéntricas e sia debía ser reclutada entre las clases bajas, en particular la clase
irrealizables— se ocupaban de planes para nuevas "ciudades socia- obrera urbana.28
listas", proyectos para la vida comunitaria, especulaciones sobre la La política de "ascender" a los trabajadores a tareas adminis-
transformación de la naturaleza y la imagen del "nuevo hombre trativas y de enviar a jóvenes trabajadores a recibir educación supe-
soviético". Se tomaban en serio la consigna del plan quinquenal rior no era nueva, pero nunca había sido implementada con tanta
que afirmaba que "estamos construyendo un nuevo mundo"; y, urgencia o en vina escala tan enorme como durante la revolución
durante unos pocos años, entre el fin de la década de 1920 y el co- cultural. Enormes cantidades de trabajadores fueron ascendidos
mienzo de la de 1930, sus ideas también fueron tomadas seriamente directamente a la administración industrial, se convirtieron en
y recibieron amplia publicidad además de, en muchos casos, consi- funcionarios de los soviets o del partido o fueron designados co-
derable financiación de diversas agencias del gobierno y otros mo reemplazantes de los "enemigos de clase" purgados del gobier-
, no central o de la burocracia sindical. De las 861.000 personas cla-
organismos oficiales. sificadas como "cuadros conductivos o especialistas" en la Unión
Aunque la revolución cultural se describía como proletaria,
ello no debe ser tomado literalmente en lo que hace al dominio cíe Soviética a fines de 1933, más de 140.000 —más de uno en seis—
la alta cultura y la erudición, En literatura, por ejemplo, los jóvenes habían estado empleados en trabajos manuales sólo cinco años an-
activistas de la RAPP empleaban "proletario" como sinónimo de "co- tes. Pero ésta era sólo la punta del iceberg. La cantidad total de tra-
munista": cuando hablaban de establecer la "hegemonía proletaria", bajadores que se desplazaron a trabajos administrativos durante el
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abandonado las aldeas, expulsados por la colectivización, la dekvi-


primer plan quinquenal fue probablemente de al menos un millón lakización o la hambruna, o habían sido atraídos por las nuevas
y medio. oportunidades de trabajo surgidas en las ciudades. Las esposas de
Al mismo tiempo, Stalin lanzó una campaña intensiva para los hogares urbanos también trabajaban, porque con un salario no
enviar a jóvenes obreros y comunistas a recibir educación supe- alcanzaba; las esposas rurales habían sido abandonadas por esposos
rior, produciendo vin importante trastorno en las universidades y que desaparecían en las ciudades; los niños perdidos o abandona-
escuelas técnicas, indignando a los profesores "burgueses" y, mien- dos por sus padres merodeaban en bandas de jóvenes sin hogar
tras duró el primer plan quinquenal, haciendo muy difícil que los (beprizornye). Estudiantes de secundaria "burgueses" que habían
egresados de la educación secundaria pertenecientes a familias contado con ir a la universidad se encontraban con el camino blo-
del sector medio pudieran acceder a la educación terciaria. Unos queado, mientras que jóvenes obreros que sólo tenían una educa-
150.000 obreros y comunistas ingresaron en la educación superior ción general de siete años eran reclutados para que estudiaran
durante el primer plan quinquenal, la mayor parte para estudiar ingeniería. Hombres de la NEP y kulaks expropiados huían a ciu-
ingeniería, ya que por entonces se consideraba qxie los conocimien- dades a donde no fueran conocidos para iniciar allí una nueva vi-
tos técnicos, no la ciencia social marxista, eran la mejor calificación da. Los hijos de sacerdotes abandonaban sus hogares para evitar el
para el liderazgo en una sociedad en vías de industrializarse. El gru- estigma de la condición de sus padres. Trenes llevaban cargas de
po, qxie incluía a Nikita Jrushov, Leonid Brezhnev, Alexei Kosyguin y deportados y convictos a lugares desconocidos y no deseados. A
una miríada de otros futuros dirigentes del partido y el gobierno, se los trabajadores especializados se los "ascendía" a administradores
transformaría en el núcleo de la élite política estalinista tras las gran- o se los "movilizaba" a distantes lugares donde se construía, como
des purgas de 1937-8. Magnitogorsk; los comunistas eran enviados al campo a adminis-
trar granjas colectivas; los oficinistas eran despedidos durante las
Para los integrantes de este grupo privilegiado —"hijos de la "limpiezas" de agencias gubernamentales. Una sociedad que ape-
clase obrera", como posteriormente se llamaban a sí mismos— la nas había tenido tiempo de asentarse después de los trastornos de
revolución realmente había cumplido con sus promesas de darle la guerra, la revolución y la guerra civil hacía una década, era con-
el poder al proletariado y transformar a los trabajadores en amos mocionada despiadadamente otra vez por la revolución de Stalin
del estado. Sin embargo, para otros integrantes de la clase traba- La declinación del nivel y la calidad de vida afectaban a prác-
jadora, el balance final de la revolución de Stalin fue mucho me- ticamente todas las capas de la población, urbana y rural. Quienes
nos favorable. Durante el primer plan quinqvienal, los niveles de más sufrían de resultas de la colectivización eran los campesinos.
vida y el salario real cayeron marcadamente para la mayor parte Pero la vida en las cividades era dura debido al racionamiento de
de los trabajadores. Los sindicatos fueron agotados tras la desti-
alimentos, las colas, la constante escasez de bienes de consumo, in-
tución de Tomsky y perdieron toda capacidad real de presionar en
cluyendo calzado y vestimenta, el grave hacinamiento habitacio-
nombre de los derechos de los trabajadores en las negociaciones
nal, las infinitas incomodidades asociadas a la eliminación del co-
con los administradores. A medida que nuevos trabajadores de ori-
mercio privado y el deterioro de todos los servicios urbanos. La
gen campesino (incluyendo a ex kxilaks) ocupaban en masa los
población urbana de la Unión Soviética se disparó, pasando de los
puestos de trabajo industriales, la sensación de los dirigentes del
29 millones de comienzos de 1929 a casi 40 millones a comienzos
partido de que tenían una relación especial con la clase obrera, y
. de 1933: un incremento del 38 por ciento en cuatro años. La po-
con obligaciones especiales, se debilitó.29 í blación de Moscú saltó de algo más de dos millones a fines de
El trastorno social y demográfico dxirante el período del pri-
1926 a 3,7 millones al comienzo de 1933; en el mismo período, la
mer plan quinquenal fue enorme. Millones de campesinos habían
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población de Sverdlovsk (Ekaterinburgo), una ciudad industrial 1917, pero en la década cíe 1920 había bastante tráfico y comuni-
cación. Los intelectuales aún podían ptiblicar en el exterior; aún
de los Urales, aumentó un 346 por ciento.30
También en la esfera política había habido cambios, aunque se podían leer diarios extranjeros. Pero la suspicacia hacia los ex-
de tipo más sutil y gradual. El culto a Stalin empezó en serio al fin tranjeros fue un rasgo prominente en los juicios ejemplificadores
de 1929 con la celebración de su quincuagésimo cumpleaños. En de la revohición cultural, que reflejaba una creciente xenofobia
las conferencias del partido y otras grandes reuniones, se volvió de la dirigencia e indudablemente también de la población. La
habitual recibir la entrada de Stalin con frenéticos aplausos. Pero meta de "autarquía económica" del primer plan quinquenal tam-
Stalin, quien recordaba el ejemplo de Lenin, parecía no darle im- bién implicaba alejarse del mundo exterior. En esta época las fron-
portancia a tanto entusiasmo; y su posición de secretario general teras cerradas, la mentalidad de asedio y el aislamiento cultural
que caracterizarían a la Unión Soviética del período de Stalin (y
del partido no cambió en lo formal.
Con el recuerdo del implacable ataque a la oposición de iz- post-Stalin) se establecieron firmemente.31
quierda, los líderes "derechistas" se cuidaban; y una vez qtie fue- Como en tiempos cíe Pedro el Grande, el pueblo enflaquecía
ron derrotados, su castigo fue proporcionalmente mesurado. Pe- mientras el estado engordaba. La revolución de Stalin había ex-
ro ésta fue la última oposición abierta (o cxiasi abierta) en el seno tendido el control estatal directo a toda la economía urbana y au-
del partido. La prohibición a las facciones, que desde 1921 existía mentado en gran medida la capacidad del estado de sacar prove-
en teoría, ahora existía en la práctica, con el resultado de que las cho de la agricultura campesina. También fortaleció mucho el
potenciales facciones automáticamente devenían en conspiracio- brazo policial del estado y creó el gulag, el imperio de campos de
nes. Los desacuerdos abiertos en materia de política ahora eran trabajo que se asoció íntimamente al proyecto industrializador
una rareza en los congresos partidarios. La conducción del parti- (primordialmente como fuente cíe fuerza de trabajo de condena-
do cada vez tenía una actitud más secreta acerca de sus delibera- dos para las áreas donde la mano de obra libre escaseaba), que
ciones y las minutas de las reuniones del comité central ya no cir- crecería rápidamente en las siguientes décadas. La persecución a
culaban rutinariamente ni eran accesibles a las bases partidarias. Los los "enemigos de clase" dvirante la colectivización y la revolución
líderes —en particular el supremo Líder— comenzaron a cultivar cultural dejó un complejo legado de resentimiento, miedo y suspi-
cacia, además de alentar prácticas como la denuncia, las purgas y
atributos divinos, haciéndose misteriosos e inescrutables.
La prensa soviética también cambió, volviéndose mucho me- la "autocrítica". Cada recurso, cada nervio habían llegado a su má-
nos vivaz e informativa en materia de asuntos internos que en la dé- xima tensión en el curso de la revolución de Stalin. Quedaba por
cada de 1920. Se pregonaban los logros económicos, a menudo de ver hasta qué punto había logrado su objetivo de sacar a Rusia del
una forma que implicaba una flagrante distorsión de la realidad y atraso.
manipulación de las estadísticas; y las noticias referidas a la ham-
bruna de 1932-3 nunca llegaron a los diarios. Las exhortaciones a
mayor productividad y a estar atentos a los "saboteadores" eran la
orden del día. Los diarios ya no incluían anvmcios de estilo occi-
dental de la última película de Mary Pickford ni reportaban hechos
menudos como accidentes callejeros, violaciones y robos.
El contacto con Occidente se volvió mucho más restringido y
peligroso durante el primer plan quinqttenal. El aislamiento de Rti-
sia frente al mundo exterior había comenzado con la revolución de

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