Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ocurre al hablar, leer o escribir. Casi sin que nos demos cuenta, nuestro cerebro
organiza o procesa las palabras siguiendo una serie de reglas. Así, comprender un
idioma no solo implica aprender las palabras y su significado (semántica). También
las reglas que las gobiernan (sintaxis).
De hecho, al estudiar una segunda lengua, hay un punto en el que somos capaces
de entender, pero nos cuesta mucho hablar. Ocurre, quizá, porque estudiar
gramática no necesariamente implica que la hayamos automatizado. Esto sí sucede
con nuestro idioma materno.
Emociones y sintaxis
Así, por ejemplo, se sabe que cuando leemos una oración con este tipo de error, la
información emocional positiva o negativa previa afectaría al
procesamiento sintáctico. De esta forma, se necesitarían más recursos para detectar
el error.
Mientras que, para las palabras positivas, en comparación con las neutras, el
procesamiento del error requeriría menos recursos.
En definitiva y contra todo pronóstico, parece que las emociones son capaces de
afectar a la sintaxis. Incluso si se percibe la emoción de forma inconsciente.
Además, parece hacerlo de forma diferente dependiendo de cómo se presenta esta:
previamente, concomitante, enmascarada, etc.
Otro elemento adaptativo clave que puede afectar a la comprensión del lenguaje
son
los aspectos sociales. De hecho, la mayoría de los autores proponen que este
evolucionó por la necesidad de reunir e intercambiar la compleja información
social.
Si el lenguaje es una herramienta fundamental en la interacción social, cabría
esperar, al igual que en el caso las emociones, que la interacción social afectara a la
sintaxis.
Esta pregunta, que parece obvia, no ha sido contestada hasta hace muy poco. Una
vez más, midiendo la actividad eléctrica cerebral mediante EEG, se comprobó el
efecto que produce leer en compañía y en soledad en la comprensión del lenguaje y
el
procesamiento cerebral. Los participantes leían oraciones que contenían errores
sintácticos o semánticos, la mitad del tiempo solos y la otra mitad acompañados.
Por tanto, es necesario empezar a considerar las claves sociales y emocionales que
afectan a la sintaxis y, por ende, a la comprensión del lenguaje, en ámbitos
educativos, personales y profesionales. Contextos donde la comprensión del
lenguaje desempeña un papel fundamental.
Todavía hacen falta investigaciones para ver en qué dirección afectan las emociones
y el contexto social a la sintaxis y a la comprensión del lenguaje. Es muy probable,
en línea con varias propuestas pedagógicas recientes, que los ambientes sociales
ricos emocionalmente la faciliten. Por tanto, también al aprendizaje.