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A: Fons, V:. Piella, A; Valdés, M.

(2010) Procreación crianza én


Aproximaciones antropológicas a la parentahdad. B~rcelona. ~~U. eP~g. 167-188 167

La crianza a distancia: representaciones de la maternidad


y paternidad transnacionales en México, China, Filipinas
y Ecuador

Gail Mumn1en:
Centro de Estudios Antropológicos
El Colegio de Michoacdn, México

Reswnen
En este capítulo se estudia la reciente expansión de la práctica de la crianza de los hijos a
disranda a través de una comparación de cuarro casos: ~1éxico, China, Filipinas y Ecuador.
Desde la perspecriva reórico-merodológica de la construcción social de ideologías de género
en campos socfo.les rransnacionales, se examinan las condiciones históricas del capitalismo
tardío que han fomentado b. mayor frecuencia y visibilidad de esra forma de organización
familiar que implica la separación física prolongada de padres e hijos. Se exploran las repre-
senuciones sociales de la maternidad y paternidad uansnacionales construidas por las per-
sonas direcramente involucrad35 así como por instancias gubernamentales, instiruciones
religiosas, organizaciones no guberna1nentales y los medios masivos de co1nunicación.

Ahstract
This chapter examines the expansion of long-distance childrearing beginning in the final
decades of che nventierh century by means of a four country comparison: J\1lexico, Chi-
na, Philippines and. Ecuador. The roots of rhis forro of family organization involving che
pro\onged physical separadon of parents and children as \VC\l as its incrcasing frequency
and visibility around the \vorld can be found in the historical conditions oflate nventieth
ceni:ury global C3.pitalism. The social representations of rransnational 111otherhood and
fatherhood are explored: first within the inner cirde of parents, children. alternative ca-
regivers and other rebrives; then within a '>Vider circle of government agencies, rdigious
institutions, non-governmenral organizations and che mass media.

Introducción

En las postrimerías del siglo XX, se fue gestando en varios países del llamado
Tercer Mundo una novedad en las dinán1icas fanliliares: la familia transnacional
169
' NJDAD '( rxn.R~lDAD ...
L>, CRIANZA.>, DISTA~CIA. RET'RESE1'T.>,CtONES l)E LA .\·i.\.TER
168 l'R~)(:REACJ()N. CRIA:-;Z.'I YG!O'.';ERO. AI'ROXIMAC!ONES Ar-<TRlWOL(K;IC.'\.~ A L~ PARENTALll)A!)
de edad. Si consideramos
1 b. car de los menores d d
araciones familiares para e iene~ 1 nrinuidad de un cierto or en e
Plgunos de los varios intereses en JUe~od( dª· co
y la crianza a distancia de los hijos. Cuando un grupo de parien[es organiza sus
la honorabilidad de la mujer
labores productivas y reproduccivas a través de fronteras político-administrativas a l f osc1u a anos, o d
género, la producción de os U~[ lea claro que quiénes y cóni.o se e uque
internacionales, se da la separación física de padres e hijos durante períodos pro-
v, po[ extensión. del grupo familiar), rdesub alla social v cultural que rebasa con
longados. Paradójicamente, e! capitalismo global ha creado las condiciones para , · n campo e ar · d na
que más y m~í.s padres de familia estimen necesario separarse de su prole para po- a los pequen.os constituye u .
nenres
.
cercanos
en el hogar. Por en e, es u
.
círculo íntin10 d e 1os pa . , oc1'al de representaciones
mue ho el
der ofrecerles una vida n1ejor. . il . d ara asomarnos a 1a co nsrrucc1on s , . a nove-
La práctica de la crianza a distancia ha alcanzado una envergadura sin pre- venrana prrv eg1a a p . d f ·1· (la transnacional) y una pracnc
ambiguas de una forma ~eculiar e a1n1 ia .
cedente en !a historia de la humanidad, volviéndose tema de grandes polémicas
dosa (la crianza a distancia). . 1 visibilidad reciente de la enanza
sociales. Aunque su magnitud es ditlcilmente cuantificable, algunos patrones son , l es deconstrn1r a l 1
El propósito de es[e caprru o . , Ello nos llevará a exp orar a
identificables. En su vasca mayoría los flujos migratorios se presentan desde el Sur · ·en to y expans1on. ·¿ d
a distancia, para revelar su surg~~1 . d la paternidad y la n1atern1 a en
hacia el Norte y del Este hacia el Oeste; los padres y madres viajan -frecuente-
construcción politizada de reto~1cas ,l·~c~~caen :1na etapa avanz:Jda del capitalismo
mente sin el beneficio de un estatus migratorio legal- de países de bajos niveles
. reo de una nueva econ om1a po inca ·
·¿ de los proo-en1rores, las
socioeconón1icos, donde las políticas de reajuste estrucrural han cancelado mu- e1 ma bilidades comparn as :::> •, •
los debates acerca de las responsa b enrales v los Esr-.ados-nacion zns-
chas opciones de supenrivencia y de ascenso social, a países del llamado Primer V . . · nes no gu ernam ·
familias, determinadas inst1tuc10
Mundo. Aunque algunos migrantes padres de familia están altamente capacitados
a-vis los niños (Glenn, 1994). d El prime[o es teórico-metodológico
y ocupan nichos privilegiados en los n1efcados de trabajo del Norte, la vasta ma-
El capítulo se divide en cuatro aparta os. d. áticos. El segundo apartado
yoría debe aceptar empleos mal remunerados y sin la protección de leyes laborales, " d l atro casos para 1gm d .
·¡ustifica la elecc1on e os cu . . I' . s V sociales que engen ran e~[OS
predominantemente en el sector servicios. Típicamenre -sobre codo las mujeres- Y . . , nom1cas, po inca . d 1
. <lentifica las circunstancias eco . 1 labo[ de crianza e a nueva
se insertan en cadenas globales de cuidado 1 de niños, ancianos y enfermos. En este l . . d ara garannzar a I
los fluidos V n1ulns1cua os p . . ncaciones cultura ni.ente
tránsiro, los padres y las madres emigrantes se enfrenran a la desgarradora decisión arreg . d b rda Las d1snnras [eprese , .
o-ene[ación. El rercer aparta o a ~d d ! aternidad transnacionales en Me:1co,
de correr los riesgos que in1plica llevarse a los hijos o bien dejarlos a cargo de un
~onsrruidas en torno a la macern1 a y da p son evaluadas en función de ideo-.
cuidador alrernarivo, ten1poraln1enre o por un período extendido; inversamente, . gwnencan o que d 1e
China Filipinas Y Ecu~d or, ar . - . 1 :> El último aparta o propo1
en determinada coyuntura, pueden decidir "devolver" a un hijo "a casi' para que , d , 1ntero-enerac1ona es . ¿· , . - .
sea criado por familiares a la usanza tradicionaF.
loo-Ías V jerarquías e genero e . ,
n . da de investio-ación-acc1on asa a e
b
d n una visión integral de las inan11cas

El hecho de que el fenómeno de la separación padres-hijos haya sido en di- una ao-en t:o • ¡
pecul~ares de las fa1nilias t[ansnac1ona es.
versos países terna recurrente de reportajes de periodismo de investigación, así
como de películas documentales y comerciales, lo ha catapultado a la mira públi-
ca, desatando la formulación de políticas públicas, intervenciones de organismos ·~nonacionalismo e ideologías de género
Los l entes dd u~~
no gubernan1enrales y debares enconados acerca de las implicaciones de estas se-
La crianza. a d-istancia en la nzira
l. Desde una perspectiva de economía política y de ideologías de género, Parreii.as (2005:
cap. J) analiza las desigualdades globales de cuidados p;ua enrendcr los flujos n1igr;1rorios enrre . bre la ráctica de crianza de los hijos a t.ravés de
p;úses qLJ<:.' exponan y otros que in1panan persorus para realizar testas tareas. Hondagn<:u-Sordo Nuestra mi[ada comparanva so p b . ndamia1·e teórico ubicado en
· · descansa so re un ª , d
(2001) revela !a incesan[e de1n;1nda de cuidadora.> b.rinoan1ericanas en ciudades glob;¡les como fronteras político-admin1stranvas . al la construcción social de ideologias e
Los Ángdcs, insistiendo en la ironía de nwdres morenas pobres que deben st:pararse de sus propios . . , del enfoque cransnac1on y
la 1nte[secc1on . ,.
hijos par;¡ cuidar a los de 1nujeres blancas de clases acon1odadas.
. k Pé.re1 Domíngul:'."""J. en la revisión hibliogr::ifica
2. O rellana a al. (2001: 583) n1uestran qut: la aine!laza de ''ser devudro" -parriculannence , "'o-radccemos la concienzuda labor d<: En a .
:J·t"l.i::i
para híjos nacidos en el país de desdno de sus padres- constiruye un.i. especie de pdctica discipli-
que sus[enta esra co1nparaóón.
naría rransnaciona!.
171
L~ CRIAN LA A DIW-~;.;CIA: REPl\ESE:-IT.~CIONES l)E LA MATERNIDAD y P.~TEH:-<IDA[) ...
17() PRüCREACIÓN, CRIA.'\l.' Y (,E:-:ERO. Al'RlJXJMACJONE.S ANTROP()LÓGIC.~S AL' f'A.RENTALll)AD

. res osreriormente, los niños no eran ~imple-


conocimiento de que las_mu¡e y, p al 2001: 578), sino actores sociales en
género. En los años 90, los conceptos del transnacionalismo y transmigran tes fue-
mente "equipaje" del varen (Orellanda et .,dHerentes a los hombres, supuso un
ron elaborados provocacivamente por Glick-Schiller et al ( 1992) como un nuevo . -. alidades y eseos
paradign1a para comprender los vínculos, compromisos y sentidos de pertenencia sí mismos con inrenc1on . ., d, . Al runos analistas co1nenzaron
l · iaacion aca e1n1ca. o .
que algunos migrantes mantenían simulcáneamence con más de un Estado-nación. antes y un después en a ~nvesr o ilenciados e invisibilizados. Segundo, gracias
Rompiendo con el molde de la asimilación gradL1al e inevitable de los inmigrantes
a dar voz a grupos antenormente s
a investi""ación de corte cual
r tativo. ' se d escu b. ne. bronos !·is vivencias muchas veces
<
de la fanülia rransnac1ona'
• 1
en la sociedad receptora, este enfoque insistía en prácticas cotidianas que organi- " b. as de los diferentes mrem r d f .
zaban la vida familiar a través de grandes distancias. Las personas que migraban, contradictorias y am igu . das ta1nbién a través e ronceras
. , de narranvas expresa 6) ..
así como sus fainiliares que se quedaban, aparecían entonces como envueltas en recurriendo a la captac1011 , d 1 . ·1·a (Turner y Bruner, 198 guia
¡ aia e a expenenc • fi ¡
internacionales. La antropo 0 o l ·,nen díadas especí casen as
complejos y contradictorios circuitos por donde transitaban ideas. bienes y capi- ., d l'f. nía al centrar a atenc10 -r -
tales también. Dicho de otra manera, llevaban vidas transnacionales. la explorac1on e esta po 1 o ' .. d . idadores sustitutos) . .iercero, se
·¿ d (
cadenas de cu1 a os e. g.,
padres-h1¡os, pa res-cU
.
·¡·
d l ·elaciones inrrafam1 iares es e
d d
Desarrollado posteriormente por autores como R.C. Smith (2006), el enfo- ·f . o de la caia negra e as r , d
que transnacional abarca hoy día diversas vertientes y preocupaciones, pero todas avanzó en el desc1 ram1enr d elaciones de poder y jerarqu1as e
una óptica dd grupo doméstico atravesa olpor r Bictividad cohabitaba con la soli-
enfatizan una implicación metodológica clave: la necesidad de reconceptualizar . 1 Por lo tanto, a con . ·fi - ,
aénero e intergenerac1ona es. . , .. - d 'sticas Dar este paso s1gn1 co
Ja labor etnográfica para estudiar vidas rransnacionales, de volverla muldsiruada " . h las d1narmcas orne . ¿·
claridad.; es decir, era in erente a . d . tesco: sin desechar la tra 1-
(el investigador se desplaza por dichos circuitos) y polifónica (de recuperar ex- ¿· 1 s de las relaciones e paien ·¿ d afi .
periencias vividas por los diversos sujetos sociales con intereses frecuenten1ente replanteamientos ra ica e . d , culos de consangttin1 a y n1-
, . . l '~ca centra as en v1n 1
encontrados). Nuestra investigación en México, así como la mayoría de la lire- ción antropolog1ca y socio o... . . d nexión (Carsten, 2000) y exp orar
. ·1 . los sennm1enros eco . .
rarura consultada para esre ejercicio comparativo, comulgan con la perspectiva dad, hubo que pnv1 egiar 1994) que orientan las acciones y
(Stack y Burron, . .
los ruiones de parentesco d 1 ientos metodológicos arro1aron
transnacional. " l · Estos tres esp azam . al
sentimientos de os parientes. . . 1 - ¿· de las familias rransnac1on es y
El matrimonio del enfoque rransnacional con una noción relacional, siruacio- . de anál1s1s para e e.stu io
nal y cotidiana del género (Wesr y Zimmerman, 1991) -como algo que "se hace" poderosas herramientas l h os mano en este capítulo.
la crianza a distancia, de las cua es ec arem
frente a los demás y no como un atributo del ser femenino o masculino-- nos
permitirá ver cómo la crianza a distancia es una práctica atravesada por procesos
Cuatro casos paradig;náticos
de construcción social de ideologías de género. La valoración diferencial de los
· eleo-in1 os cuatro ca-
atributos y las rareas realizadas por hombres y mujeres se fundamenta en ideas . . . omparativo exp 1oratono, :;, . .
Para llevar a cabo es re e1erc1c10 c ~ 1 - .. , bedece a varios entenas.
n1uy enraizadas de una asimetría naturalizada (y pcr lo ranro incuestionable) de F·r . E ·uador ~u se ecc1on o d
los sexos. Aquí nos centraremos en prácticas de la maternidad y de la paternidad; sos: México, China, i 1~1nas y c¿·c . t•s continentes a lo L.1rgo de perío os
.
Abarcan flujos m1grator ios sobre neren e . mbos. han constHUl o !·1•
. ·d
ambas experiencias vividas parten de una innegable base biológica que es elabora- 1 al hombres mujeres, o a d
históricos diferentes en os cu e~ d 1'1·· Mundo hacia el Primero. A e-
da culruralmenre. Como explica Lozano (2007: 30): "La maternidad, en definiti- l amientos e ercer d
unta de lanza d e 1os d esp az ., . d los mejor documenta os,
va, no es puramente natural ni exclusivainenre cultural; implica ranro lo corporal P l al tuvimos acceso , son e ,1.
más de la literatura a a cu l· . emarografía. Por u nn10,
como lo psíquico, lo consciente e inconsciente y participa en los registros de lo , . d, . s corno por li prensa y a c1n d
tanto por estudios aca en11co , d. l· . ··1nza a distancia desde a entro
real, lo imaginario y lo simbólico". · d l fenomeno <::: a en.
en cuanto a las valoraciones e . ·ai ) ncontramos en esros cuatro
La mirada novedosa sobre la crianza a distancia que proponemos aquí ha sido d d distintos sujetos soc1 es e . . ,.
Y desde afuera ( e parte e b .- d !'ricas intervenciones y ju1c1os mas o
posible gracias a tres giros rnerodológicos importantes en las ciencias sociales y,
.Estados-nación un interesante a a111co e po 1 '
específicamenre, en el campo de los estudios migratorios que impactaron nues-
_ ______. 1 caso chino, nuesua búsqueda se vio limir;1da a bs publi-
tra con1prensión del fenómeno. Primero, se produjo una ruptura con un análisis 4. Es menester señalar que, para e · ·
basado en el hombre como protagonista central de los flujos y decisiones. El re- cacioncs en Inglés.
173
L"' CR!.'\NZA."' 01$TASCIA' Ri':l'll.ESENTACl()NES DE LA .\1ATEi\NlDA0 YPATERN\DAD ..

172 , . ycf.
PR<.)CREACIÓN . CRl,\:-.;Z'\ .. ..'\PR<.1Xl.\lACIONl'.S ANT!Kll'OL(JCIC
' ~ER\J . L'\ PARENTALJOAD
' A).'\

de los anos 80, las reformas implementadas por el primer ministro Deng Xiao
~s e pr~cnca
menos
. positivos, mas, o menos ambicuos de la , . Ping desataron flujos considerables. Madres y padres campesinos y de clase traba-
que implica la separación padres-hr de una migración laboral
cesario resumir apretadarnent . ) . orno telon de fondo del análisis es ne- jadora se dirigían hacia las pujames zonas urbanas, dejando a sus hijos a cargo de
e c1ertos rascos peculi d l ' los abuelos. Un estudio pionero (Ye etaL, 2005, 2010) en una región considerada
caso que los convierte en parad. , . o ares e os cuatro estudios de
rgmancos. "'atrasada" en la parre central de China estima que varios millones de niños han
sido "'dejados" y el gobierno central se refiere a este grupo emergente, que consi-
lvléxico dera en situación de vulnerabilidad, como liushouertong (Ye et aL, 2010: 253). De
manera paralela, grandes contingentes de chinos (de la República Popular Chi-
A_ lo largo del siglo XX las migraciones cíe!' c . na, pero también quienes se identifican étnicamente como chinos, residentes de
han sido muv voluminosas , . l as de mexicanos hacia "el Norte"
L ' Ynprcamenre de varones " ¡ '' Hong Kong, Taiwan u otro país) se desplazaron hacia el extranjero (notablemente
a paternidad transnacional se . . , e so os en busca de empleos
., l insntuvo rormal d d , Estados Unidos, Canadá y Europa), La diáspora china constituye un caso particu-
ero e Programa Bracero, un acuerdo bil mente es e 1942 cuando se ini-
reclutaba rnano de obra n1as- l .. d ater~ entre México y Estados Unidos que larmenre complejo, ya que el fenómeno de las familias uansnacionales es uanscla-
cu ina esprovrsta d f ·¡· se: tanto de clases económicamente privilegiadas como de las capas trabajadoras.
campos agrícolas, ferrocarr1·Jes ·1: c'b . d 1 e su anu 1a para laborar en los
a en plena Segunda Guerra Mundial La rá ~ vec~n~ e Norte que se enconrra-
b ,ra neas epaí · dl Las primeras han dado lugar al fenómeno conocido como familias astronauras e
hijos paracaidistas en paises como Estados Unidos y Canadá'. Las segundas han
de la esposa en el país de ericen se . -,-¡¡ pb enea ane1a de dejar a los hijos a cargo
l . o JUS I ca a por r alimentado una creciente y heterogénea diáspora china en estos dos países y en
1acer rendir n1ás los al1orros en d, 1 ) azorres tanto económicas (para
"co · ,, 0 ares con10 culturales ( · l 8
ntam1nante de la esposa h"· . para evitar e contacto varios de Europa •
p e IJOS con otro mod 1 f; -1· )
rograma Bracero en 1964 d e o am1 lar . La cancelación del
L h . no etuvo estos B.ujos· l .
uego, ac1a los años 80 cu d l bl . ' por e contrario aumentaron Filipinas
' ano apo a , . . ·
devaluacióndelamonedayp l'. d c.1on meXJcana vivía los vaivenes de una
·, 0 incas e rea1uste e al · • Este archipiélago destacó en nuestra búsqueda bibliográfica sobre la,< familias
surg10 la maternidad rransnacio al E . structur impuestas desde fuera
, n · n pnmer lucar ·, ' rranmacionales por varias razones_ En primer lugar, la predominancia de mujeres
e varon a que Ja muJ·e 1 al " 'apareao como "una llamad ,,
d 1 r o canzara, dando lua 1 . a filipinas como emigrantes internacionales al menos desde los años 60 deja clara su
e n1anera desfasada. Pero e - , . .,ar a a parental1dad transnacional6
. . ' n anos mas recientes h . inserción en procesos de globalización y mercantilización de los cuidados, ya sea
os u;os migratorios d J. d h.. , se an sumado muJeres "solas"
lj fl , e an o a sus !JOS a carao d •• a como enfermeras (generalmente las de extracción clase media en Filipinas) o bien
a abuela o ría materna. t:> e otras madres"' generalmente
como empleadas domésticas (clase trabajadora en las islas), Segundo, al coexis-
tir las ues categorías de familias uansnacionales, constituye un lugar privilegiado
China para yuxtaponer las representaciones de familias en donde la madre, el padre o
ambos se han ausentado. Dada la profundidad histórica de estas n1igraciones, otro
"El Tigre de Asia" había vivido lar os años . aspecto fascinante del caso filipino es el surgimiento de una segunda generación
plazamientos de la poblacio'n r. _g d 1 de estnctos controles sobre los des-
. e¡ exterior cuando , a fi nes
l.i interior e país Y h ac1a de familias transnacionales formadas precisamente por hijos e hijas que vivieron
la separación prolongada de sus progenitores. Por último, la gran dispersión de su
diáspora alrededor del mundo (Europa, Asia, Medio Oriente, América del Norte)
5. En 2005 iniciamos d escudio co1n ararivo , . .
'.n el cenrro-occidenre mexicano. A difece:cia d 1 do ¡, marorn•dad y porernidad «ansnacionale>
fica, Ótc se fund;unenta en una invescicración ·t e º~, or~os tres casos basados en revisión bibliográ~
uno de ¡,, cegione< de mayoc pcevale~cia de~. nogdfica.lbada a cabo en Michoacán fodc 19.'J 1 7. Cf Man (1995 y 2006), Zhou (1998).
8. Pieke et al. (2004) llev<tron a cabo una investigaciún rnuldsituad~t
cn China, Iulia, Gran
(2005, 2009, 2010 ,v -?QIO •n
... Pe
r nsa ). 1· '!
a em1grac1on hacia Estados Unidos· · CY iv ummerr,
Brecalla y Hungría de esta nueva oleada de emigración china, cenrrindose en ho1nbres y mujeres
6. Por parenra.lidad [farn;naciona! entend . ..
nos uno de sus hijos. enios la :;eparac1on de ambos progenirores de ;u
_, n1e- indocuinentados originarios de la provincia sureña de Fujia!l.
174
PROCREACIÓN, CRIA:-..'ZA YGe:.:ERO. Al'l\0XL\1ACIONE~ ANn:.Ol'OLOCICAS AL~ PARENTALIDAD
u.. CRIANZA A DISTA"iC!A: REPl\ESENTAC\ONE~ DE L.\.\\ATERN!I'Al1 y r.nERSIDAO. 175
permite explorar la toma de decisiones de f: ·¡·
nacionales más o menos . . ami ias concretas insertas en contextos
resrr1cttvos en sus políticas 1·nmigra
. .
ro nas. Economía política de la formación de familias transnacionales
y la crianza a distancia
Ecuador

Las vías de formación de familias transnacionales son múhiples y fluidas. En


Este pequeilo país andino se catapulro· al re d orro ensayo (Mummert, 201 O en prensa) elabora1nos una tipología que abarca
. rreno e las emi · d
manera esrrepHosa en el cambio del siolo XX al XXI grac1ones e a nueve modalidades diferentes de paternidad, maternidad y parentalidad que
económica y política en su h. t . ~ . l ' a la zaga de la peor crisis redundan en la fundación de una familia transnacional'1• No obstante la utilidad
is or1a nac1ona Si b · h b fl .
(sobre todo de campesinos d d la ,. len u o UJOS masculinos
es e s serramas del S d l , ) h . heurística de dicha ripología, no debe tomarse con10 estática pues son comu-
Unidos desde los años 70 l0 ll . d I ur e pa1s acra Estados nes las transiciones de una modalidad a o(ra contOrme el padre y/o la madre
' amanvo e caso fue la " . · . , ,,
yas características son resumi·d ki h nue\.a em1grac1on cu- realice(n) desplazamientos, in1ple1nente(n) estrategias de reagrupamiento familiar
repentina (los calificativos de , . d
,
ta gráfica de es re carácter). b)
hombres quienes miO'rab
'
as por Jo· se
.' .

enea eza a por m ·


. . al
p "bT k (
y n_ 1 is y 2002): a) masiva y
exo o, pa111co por em10'rar )'
b d b
(,
·¿ d
estamp1 a an cu en-
.
u;eres estas sustHuyen a los
1 ~-
o decida(n) la ruptura de la pareja progenitora. Pero tras las ton1as de decisiones -a
nivel individual y familiar- que producen escas distintas morfologías de las f2.mi-
l'
b an pnnc1p mente hacia N . y; k lias transnacionales operan procesos similares que deben ubicarse desde una pers-
eslabón en estrategias de . ., f . . Ue\.a or ~como el primer
em1°rac1on amiliar)- ) d" . d
clases sociales y niveles educa~vos· d' d" .. , c ~vers1 6ca a en términos de
España, Italia y los Paises Bajos. , y ) ir1g1da hacia Europa, particularmente
[ pectiva de economía política en el mundo crecienten1ente globalizado del cambio
del siglo XX al XXI.
Haciendo un esfuerzo por rebasar la retórica e imágenes producidas por gobier-
Al iniciar nuestro estudio, partimos de lln es . . r nos, medios masivos de comunicación y las mismas familias en torno a la crianza
que ubicaba a los cuatro . quema clasrficatono nluy simple
casos con respecto a d · l) ¡ a distancia, proponemos problemarizar su conceptualización como producto de
lecienre de crianza a dista . . 2) l os e;es: a modalidad preva-
. . llCia, Y as aparentes · · b decisiones individuales por parte de padres y/o madres. Escas decisiones, dicho sea
vzs-a-vis la crianza a dista . e posiciones gu ernamentales '
ncia. orno veremos más ad l
el análisis, los marices v amb· .. d d d
L
e ante, conrorme avanzaba [ de paso, son consideradas muchas yeces por otras personas como inadecuadas e
, io-ue a es e esros p · · · r incluso irresponsables. Insistimos en sicuar escas decisiones en la intersección de
cieron evidentes. ti osrcionam1enros iniciales se hi-
procesos de globaliz.1ción y reestructuración econón1ica y política que propician
e incluso requieren de la separación física de padres e hijos. Es decir, se trata de
MODALIDAD pensar procesos locales globaln1ente.
MODALIDAD
PREDOMINANTE Afortunadan1ente contamos con un corpus crt.-ciente de literatura sobre el fe-
PREDOMINANTE
POSICIÓN GUBERNAMENTAL frlaternidad nómeno de las familias transnacionales, el cual ha esclarecido las varias razones de
Paternidad
Tranmacional TransnaaOnal su expansión global en décadas recientes. Partictdarn1ente estudios sociológicos y
Aprobatoria y facilitadora
Filipinas antropológicos han revelado su clara vinculación con movimientos migratorios sin
Neutral (apa.ren[e ausencia
precedente, producto de procesos de desindustrialización y subcontraración de la
de políticas públicas) Ecuador (a Europa) Ecuador
(a Esrados Unidos) n1ano de obra, desplon1e del sector agrícola. degradación an1biental y reestructu-
lv1é.'Cico
ración económica. Especial atención ha sido prestada a la expansión de un sector
Desaprobatoria e intervencionista
China de servicios en el Primer Iviundo dependien[e de mano de obra (principalmente
Chin..1
femenina) proveniente del Tercer Mundo (Parreñas, 2005; Hondagneu-Sotelo,
2001) . .Asimismo se ha puesto de manifiesto la relación entre el aurnento en las

9. Estas son: dos di: paci:rnidad {padre-i:sposo provc<.'.dor. p~1dre solo): do:> de in;ireroidad
(madre--<..--::;posa sob, madre sola); y cinco de parenralidad (desfasada, n1arido iniciador, csposa iní-
cüdora, siinuldnc::i.. hijo "parncaidisca"). '/v·[u1n1ncrt (2010 en prensa, cu~idro 2).
1
JI L.\ CRJANLAA [)l~T.~SCI,\. ru:t•ttESE:-JTACIONb DE LA"-1ATERN\l)AD YPATé.R¡.,;!DAD..
177

f. ,, re agudos procesos de reestruc-


familias rransnacionales y el adelgazamiento dd Estado benefactor, traducido en i . .
, .
d · "válvula d e escape an
to, estas m1grac1ones e npo
1
curación econom1ca en os pai
M d bravan el oriaen oeopohnco
'ses del Tercer l un o su ,
d . ¡
o o
,.

ei"o ·ideolóaico detrás de su


recorres presupuesrales en capítulos clave del gasto social y mayor vulnerabilidad ' · evi encia e man
para niúos, mujeres y personas de la tercera edad (Lerablier, 2007). J\lfan (2006), t de la crianza a distancia y ponen en
presenrac1
l
·o' n como producto de decisiones persona es.
o

refiriéndose al retiro del Estado neoliberal canadiense desde los años 80, muestra
cómo la eliminación de progran1as sociales ha implicado la transferencia de res- 1
ponsabilidades de cuidado a las mujeres en los hogares por ser eilas consideradas
"naturalmente" aptas.
l Representaciones y valoracionesddiferenci~esales
de la paternidad y la maternida nansnac10n
Por otra parre, la disciplina psicológica, preocupada por la salud mental de
familias migrantes (sobre todo aquellas que han experimentado considerable 1 . , bl. cosen torno a la crianza a distancia en familias
trauma en el proceso nligratorio), ha idenüficado varios factores de riesgo y de Típicamente los discursos pu 1 . d dicotomia valorativa: por un
protección de los individuos que forman familias transnacionales (Arrice, 2003). 1 b·
rransnacion al es se u ican en
d
dos extren1os e una
.
acríncamente com
o a1·rcalos acordados entre dos
o
Aunque manejada retóricamente como una decisión de la pareja de progenitores, lado, pueden ser presenta os -. , d l "tnterés supremo del niño. En este
, d l · d por su ¡Jercepc1on e p
la crianza a distancia de hecho ha sido propiciada e incluso instituida por polí- o mas a u ros, guia os , . l "" 's" ni quiénes lo definen. or
. e consiste ta tntere
C<lSO, no se pro blemanza en qu . l ente en los n1edios masivos de
ticas concretas implen1enradas por los Estados-nación. En primer lugar, con las _ · ados -parncu arm ..
reformas neoliberales impuestas a países del Tercer Mundo por el Banco Mundial otro lado, sue l en ser caracrenz . al. f nnas indeseables de fanuha,
. ., d . sensac1on isra corno o .
y plasmadas en el lla1nado "Consenso de Washington", han proliferado formas de comun1cac1on- e manera d . onsables que se han equ1vo-
d d 1 h'"os por pa res 1rresp ,
flexibilización y reclutamien(o de la mano de obra que obligan a los/las trabaja- producto del aban ano e os iJ l d en1·uiciamienros sociales de una
. 'd d Se trata e aramente e .
dores a forn1ar funilias transnacionales. Por ejemplo, para el caso mexicano, los cado en sus pnon a es. . . , f; ·r que se aleja de la norma presenta
ráctica de formación y otgan1zac1on ami iares . .
programas de (rabajadores (emporales -desde el ya mencionado Programa Bracero P "al te de los dos progenitoles.
entre Mé.xico y Estados Unidos hasta los actualmente vigentes de contratación de de la crianza presenc1 por par , . b. ¡". posiciones frecuente-
. ro nea para u 1car """
Es necesario de-construir esta re . . . , v rechazo por una parte,
mano de obra agrícola y no agrícola por temporadas de cultivo o de empaque de d· · de esnamanzac1on , '
productos (e. g., pesqueros)- ofrecen visas válidas únicamente para los hombres o mente ambiguas y contra icron~ o -· , n que encontramos entre los
., ¡·¿ ·¿. d e incluso ptomoc10 ,
mujeres reclutados, no para sus familiares. Como muestra Preibisch (2000) para 0 de aceptac1on. so 1 an ª ' ·¿ el fenómeno. Para ello es
. -al e sienten concern1 os por
los trabajadores temporales nlexicanos cor;trarados en Canadá, la intención es diversos SUJetos soc1 es que s , . ~ ·Quiénes hablan en nombre
. . -Qué intereses estan en Juego. ~ l
disponer de una mano de obra dócil, dispuesta a rr.iliajar en condiciones difíciles esencial preguntarnos. e • - n, . : están interesados en asegurar e
·¡·¿ d femeninas~ ·'-<.u1enes ,
y has(a peligrosas, sin !as distracciones y costes adicionales de acompañantes. Esro de la honor ab 11 a y pureza . . n,· .', . bolan el esrandan:e de la union
control de la sexualidad femenina: ¿'-<.u1enes enar 11 ~
se logra con la complicidad de autoridades de estos tres gobiernos vinculados en el . ¿· rancia una a1nenaza a e a.
Tratado de Libre Comercio de A.mérica del Norte firmado en 1992.
l
familiar y ven en a enanza a _is . 1 rados en la construcción de represenra-
Dado que el abanico de su1eros inv~ uc b·· t en el tiempo haremos una
Por su parte. analistas del caso ecuatoriano como Pedone (2003) y Pribilsh.-y . ¿· · mpho v caro ian e ' .
(2007) han establecido claran1ente que las olas emigratorias conocidas localmente ciones de la enanza a isran~1a es a . , d d dentro (miembros de la familia
., al' · t e quienes lo muan es e l
como "el pánico por emigrar" de fines de los años 90 se vincularon directamente distinc1on an 1uca en r . ) d d e (oraanisnlOS aubernamenta es
· arientes y es e iuera 0 ti
con un brutal empobrecimiento de arnplias capas de la población, crecientes in- transnacional misma y sus P l e las representaciones de unos y
al ) E · mportante ac arar qu
equidades sociales y decisiones políticas (con10 la dolarización forn1al y toral de la y no gubernament es . s I d f·ontera artificial v heurística que
otros se influyen mutuamente, arravesan o esta 1 ,
economía decidida en el 2000). Al igual que en los otros tres casos analizados, la
formación de f..1.nlilias transnacionales y la práctica de la crianza a distancia entre hemos construido.
los ecuatorianos es inseparable de éxodos de ho1nbres y mujeres jóvenes quienes
intentaban extraerse de un panorama crecienren1ente desesperanzador. Por lo tan-
178 l'i{<)CREACl\)N <'RIA~ZA y ( 0 •

, , , .E:\EIK>..A1'R<)XJMAC!0NE.S ANTR0POL(l<.;JC.'<:> .~ L~ PARENT ALll)AD


179
Construcci'on pol'f.' ·
l on1ca de representaciones sociales

de la crianza a distancia pensando en el fucuro de sus hijos y contra lo que ellos como padres hubieran
querido. La noción de sacrificio ocupa un lugar central en sus narrativas.
En cuanto a los niños que se encuentran en arreglos de cuidado a distancia
D.::;dc fuera ~ de sus progenitores, empezaron a aparecer en tanto participantes en los procesos
lnstanci.ts gubcrnamcnra!cs migratorios -y no simples títeres de decisiones adultas- hacia los años 90. El acer-
Dcs<lc dentro
can1iento a menores de edad que viven en situaciones f.'lmiliares emocionalmente
desgarradoras implica considerables retos metodológicos y éricos. No obstante,
Padres y i'vfadrcs t aparte de estudios psicológicos basados en una clara relación de terapeuta-pa-
1 ciente (Artico, 2003), algunos académicos (Orellana et al., 2001; Thorne et al.,
2003) han recurrido a varias estrategias y técnicas para tratar de incluir el punto
Organiz.teioncs 1 de vista de los menores en nuestra visión de las familü-.s transnacionales 11 • En
lnstitu<.:ioncs
1
No
Familian:s i cambio, investigaciones sobre los niños que se quedan en zonas rurales de China
guhcrnamcnralcs religiosas
difieren en su entOque metodológico y metas: Ye et al. (2005) utilizaron encuestas
comunfrarias y luego cuestionarios individuales para comparar la vida cotidiana
Hiios Cuidador<::> de aquellos hijos cuyo padre y/o madre se encontraba(n) trabajando lejos de la
subsriturivos
aldea con aquellos que vivían con sus dos progenitores. Exploraron impactos en,
1 por ejemplo, el desempeño escolar, salud mental y fi'.sica. rareas de colaboración
realizadas en el hogar, etc.
J\kdios masivos ¿Qué expresan los hijos acerca de la crianza a distancia? En los cuatro paí-
de .:omunicadón
ses, los sentimientos más captados son: abandono, soledad, resentimiento (hacia
sus progenitores y hacia hermanos o medios-hermanos que sí viven con ellos) e
impotencia ante una situación que no pueden ca1nbiar, lo cual conduce a la sen-
Desde dentro sación de estar arrapados en un callejón sin salida. Los impac1os negativos de la
ausencia de los progenitores son innegables, pero las familias transnacionales han
El rriánoulo
;:. de padres- h..1;os-cu1"d a d ores sustituto · ¡ , . desarrollado -gracias a avances tecnológicos- formas de mantenerse en comuni-
n1ente involucrado en la cr· d· . s constituye e nucleo d1recta- cación constante: además de las tradicionales car(as, utilizan el teléfono, el correo
1anza a 1stanc1a De lo5 · al
Pribilskv (2004: 315) en 5 d. d ¡ . · . . progemrores, r como seríala electrónico, los videos. Van ensayando forn1as novedosas de mantener los vínculos
' - u estu 10 e e;erc1c10 del ·¿ d
jóvenes ecuatorianos en la e· d d d N a patern1 a entre hon1bres familiares fuertes ante el peligro de distancian1iento emocional, no sólo físico.
lU a e ueva York, d d ¡ · ¡
Hondagneu-Sotelo v Avila (1997) l . ¿· . es e e arncu o senlinal de Con algunas excepciones notables (Parreñas, 2005: 112-118; Fresnoza-Flot,
las voces de las mad~es separadas deo.ses~· ios ~x1stentes han tendido a privilegiar 2008; Mummert, 2009; Dreby, 2010: cap. 6), en esta triangulación siguen siendo
analizados aquí han .d di sus r;os. o obstante, para los cuatro países
surg1 o estu os centrados en l ·¿ d menos escuchadas las personas que toman el relevo del padre o madre migran-
o que cornparan maternidad .d ¿10 a patern1 a transnacional te y asumen las responsabilidades cotidianas de crianza -generaln1ente parien-
Y patern1 a , De m , . ¡
n1adres narran su decisión d . d . anera unan1me, os padres y tes fen1eninos muy cercanos (preferentemente la abuela o la da materna por su
e separarse e su prole con resignación: fue tomada
proximidad con la madre biológica; a veces una hermana mayor) en los cuatro

1O. q: para ;-,:[éxico: Busran an[<: v AJeinán (? )ff')


1 '"l 11. Frccucnreinentc los niúos son contactados. observados ~· cnuevistado.s en <imbitos esco-
{2004 Y 2007), Pedone (2006); China'· 'X'· . ('"')_( i '?r~by C. . 006 Y 2010); Ecuador: Pribilsh.·y
. ,ucrs -009); Fil1p1nas: Parreiías (2005, 2008). lares y se les propone realizar escriros, dibujos y juegos, ro1nar forografia.~ y parricipar en grupos
focales. Son incluidos también su.s p;1drcs en d dis(.:ño de la investigación.
ISO 181
PROCREACJ()N. CRIAC'.Z.< Y ( :t:"iEl1.U_ APl\OXl.\1,\CIONE~ ANTRlll'OLt'll:ICA.~ A LA PARENTALID .... D LA CRI.'i.NZ·\ A DIST.~-.;Cl.\. l\EPl<bENT.'i.Cl<lNE.'I DE LA 1'\ATE!\NIC>AD Y r.'i.TERSlDAD

países estudiados. Cuando son tomadas en cuenta estas "otras madres'', emercre nacional (México, Filipinas y Ecuador), es de no(ar que inicialmente el ~~nómeno
una imagen mucho m::ls marizada de los arreglos entre adultos en donde la pues~a no mereció tanta atención. Dada la naturalización de la crianza de los hqos como
en escena de guiones de parentesco explica la aceptación de una responsabilidad rarea primordial femenina, el que los hombres emigrantes dejaran a sus .hijos a
que en realidad "no le toca": cuidar al sobrino, hermano menor 0 nieto. cargo de sus esposas no cuestionaba el orden de género imperJ.nte en sociedades
Con el paso del tiempo la cuidadora puede sentirse abrumada y frustrada patriarcales como las cuatro bajo estudio. Fue precisamente en el momento en
ante una carga demasiada grande y difícil. En dichas circunstancias su~cren resen- que la maternidad rransnacional proliferó cuando se desataron feroces deba:es
timientos hacia la madre biológica que se encuentra en el extranjero, ; inclusive sobre el supuesto atentado contra la unión familiar que in1plicaba. C~n10 se~::i­
~acia el padre. Esto es evidente en el caso filipino en donde los padres -aunque fí- la Pedone (2006: 156) en su estudio de la migración ecuaroriana hacia Espana,
sicamente presentes- tienden a evitar las rareas domésticas y de cuidado de sus hi- sólo entonces "sonó la alanna social''. En Filipinas, por ejemplo, las madres que
jos (~arreñas, 2005: 114). En ocasiones se mercantilizan estas relaciones de apoyo, aceptan contratos de einpleo en países extranjeros son tildadas de "n1alas madres",
mediante el pago monetario a la persona responsable de los cuidados cotidianos, pues no cumplen con el deber cívico que la nación filipina les ha encomendado.
sea o no pariente, para cubrir la 1nanurención de los n1enores de edad v retribuir En un discurso pronunciado en 1995, el presidente expresó claran1e~1te la a~1.ena­
el esfuerzo del adulto. Tal n1ercantilización fue reportada por Fresnoza-flot (2008: za percibida: "No nos oponemos a la contratación ultramar d~ m.~Je~~s filip1~as.
391-392) para madres rransnacionales filipinas residentes en Francia y por Ore11a- Nos oponeinos a dicha contratación a costa de la solidaridad tam1har (Parrenas,
na et al. .(2001: 581) para hijos paracaidistas en CalifOrnia, encargados a familias 2005: 38).
compatnoras por sus progenitores que residían en Asia. Seo-ún Pribilsky (2004: 315), la to1na de posición del Estado-nación ecua-
C~mo p~de1:1os apreciar, aun dentro del circulo íntimo de parientes que se su- torian~ frente a la emigración de sus ciudadanos masculinos ha fomentado una
pondn<.111 sol1danos con los padres y madres emigrantes se crea un caldo de cultivo representación negaüva de estas salidas, supuestamente por propiciar aba~~ono
propicio para el surgimiento y propagación de una representación de la familia del cónvucre divorcios y "hocrares desorganizados". En cambio, como reacc1on en
' b' ' b d .
transnacional como indeseable, como una equivocación. cadena a la representación reprobatoria, un número in1portante e .orga~1sn1os
no o-ubernan1enrales han surgido en Ecuador para luchar por desesngn1auzar al
Desde jitera mig~ante y a los llan1ados "niños de las remesas" (Hidalgo, 2004). Algunas de es~as
oro-anizaciones han tejido redes transnacionales que abarcan a agentes en los pnn-
ci;ales países europeos destino de las emigraciones: España e Ir~lia • De n1anera
12
En el circulo que mira la crianza a distancia desde fuera destacan las instan-
cias gubernamentales, los medios masivos de con1unicación v: crecientemente las paralela, en Filipinas han proliferado organizaciones compromet~das ~~n la defen-
organizaciones no gubernamentales. Esta última categoría ;barca una diversidad sa de los n1 icrranres que se han constituido en vigilantes de su s1tuac1on: llevan a
de instituciones y agrupaciones, generalmente de cone religioso y de defensa de cabo cabilde~ y ejercen presión sobre instancias del Estado filipino (Fresnoza-Flot,
los derechos hun1anos (especialmente de mujeres y de la infancia), en ocasiones 2008: 188).
surgidas de redes transnacionales de activistas. Los medios masivos de con~unicación suelen ser controlados por empresas
Como vimos anteriormente, el principal interés de los funcionarios y diri- muy vinculadas a los intereses de la clase política reinante. Como ta~es.' ,la ra~i~, la
genres de los Estados-nación en el asunto de la crianza a distancia radica en sus prensa y la televisión pueden presentar reportajes formadores de op1n10~ publica,
implicaciones para el n1antenimiento o desestabilización de un cierro orden social aunque carezcan de fundamento e1npírico. Por ejemplo, Parreñas (200J: 40). se-
Y de género, así como para la producción de futuros ciudadanos. En este sentido, ñala un reportaje que asociaba la ausencia de la madre trabajadora en el extran¡ero
las ~cdidas, leyes y políricas elaboradas a nivel nacional -o su ausencia- permiten
medir el grado de injerencia y la dirección de la participación de esta esfera de ~Él Plan lvfigración, Comunicación y Desarrollo que aglurin;l a varL1s in.'ititucione~ en Ecua-
accores en la construcción de un imaginario de la paternidad y 1narernidad rrans- dor v .:n España es un ejcniplu destacldo de csfuerLos blnacionaks e intcrinsriuicion-.t1cs. Tiene
nacional. En los tres países en donde la paternidad precedió a Ja maternidad rrans- con1:) objerivo ·'rranstOrmar b migt·ación en un ekrnento posiüvo para el intercarnbio cultural Y d
codes:u-rollo cnuc Ecuador y EspafJ.a". Consulrado en \V\.V'.v.ccuadornligrantc.org.
LA Cl\l.'\~ZA A Dl~TASCL'\. llEPRDE.'°'TACil)t"E.'> DEL\ .\i.>.TERNIDM) Y !'.'\Tl:.RSlllAD. ·
183
182 l'ROCRIOACJ()t\'. Ul.IA:"'Z.:I y (,E'.:-;-Ell.U. Al'ROXIMACIO.\;ES AN"l l\<.)l'OL()c1c.~s -~ L~ rARENT·\LIDA!)

con un incremenco de los casos de niños víctimas de abusos sexuales en Manila. 56) contrasta la i1nagen construida de "la madre que abandona" con la del
Otro argumenco, magnificado comúnmence por reportajes poco confiables, es que "varón viajero y aventurero que emprendía un peligroso viaje hacia Estados
los hijos que carecen del amor, la convivencia y la guía cercana de sus progenicores Unidos que aseguraría el bienestar de mujeres, niflos/as y ancianos/as en (el
se encuentran en riesgo de caer en comportamientos desviados o autodestructivos país de] origen".
(Parreñas, 2005: 117). Es común que las representaciones sociales del migrante en
general en los medios masivos oscilen enrre héroe y víctima (Fresnoza-Flot, 2008: 2) Las responsabilidades de madres y padres que se encuentran lejos de sus hijos
190). Pero la familia transnacional tiende a ser demonizada. En Ecuador, la ima- son distintas.
gen que los medios de comunicación proyectan de la crianza a distancia es de hijos Como reporta Parreñas (2005: 118), !os misn1os hijos rienden a tener ex-
con problen1as de desempeño escolar .y fuera de control debido a la desintearación pectativas 1nás exigentes para sus madres que para sus padres. Sobre su rela-
~

de sus familias (Pedone, 2010; Pedone y Gil, 2008). ción con éstos últimos, señalan disrancian1iento en1ocional y se quejan de que
la comunicación padres-hijos se lin1ita a intentos por disciplinarlos (Parreñas
\ 2008: 1066).
Conclusiones y propuesta de agenda de investigación-acción En un aparente contrapunto con este hallazgo, algunos autores reportan
el deseo de los padres ausentes de ser no sólo proveedores económicos, sino
Este ejercicio exploratorio de las representaciones sociales de la crianza a dis- también cuidadores de sus hijos. Pribilsky (2001: 255) entrevistó a padres
tancia sugiere lo lünitado de nuestra clasificación inicial de los cuatro países bajo que argurnentaban que la experiencia migratoria les había llevado a apreciar
estudio. Revela una maraña mucho n1ás compleja de sujetos sociales, quienes des- f más a sus hijos y convertirse en mejores padres. Así, de manera similar a la
de dentro y desde fuera de la práctica de la crianza, construyen representaciones reconstrucción de la maternidad transnaciona.I propuesta por Hondagneu-
ambiguas de la paternidad y maternidad transnacionales. Las actuaciones -o su Sotelo v Avila (1997), estos padres están replanteando los contornos de la
i
ausencia- de sujetos que ocupen jerarquías familiares, puestos políticos o dirigen- paternidad y las car<lCterísric.is del buen padre. Dreby (2010: cap. 4), quien
cias de organizaciones no gubernamentales subrayan el carácter de terreno dispu- 1 realizó un estudio etnográfico de familias rransnacionales mexicanas y sus
tado que es la crianza de hijos a distancia. 1 hijos divididos por la frontera, registra que en. algunos casos de ruptura de
Como lecciones de la mirada comparativa, podemos señalar tres constantes. la unión matrimonial se ha dado un acercan1iento inédito del padre a sus
hijos en México, ante el distanciamiento de la inadre, quien ha formado
1) La desaprobación y estigmarización de la maternidad transnacional es mayor otra unión.
que la de la paternidad transnacional.
Este hallazgo está enraizado en ideologías de género patriarcales que na- 3) Las madres üenden a vivir de manera n1ás conflictiva y emocionalmente
turalizan los cuidados de n1enores de edad como una labor femenina. Como descarradora que los padres la separación de sus hijos.
argumenta Parreñas (2005) en su estudio de las familias transnacionales fi- =>Para el caso mexicano, Dreby (2010: 81) explica que el cúmulo de presio-
lipinas, la fuerza de la domesticidad -concepto que ella acuña para referirse nes sociales y la aplicación de la maternidad intensiva (Solé y Parella, 2005)
al relegamiento de las tareas domésticas a ser responsabilidad de las mujeres como vara de medir producen expectativas mayores en las mujeres que en los
y la persistencia de la ideología de la domesticidad femenina en el mercado hombres. i\!Iientras que éstos construyen su éxito o fracaso en función de ser
de trabajo, la familia, la comunidad n1igrante, políticas migratorias y le- buen proveedor, ellas consideran la intin1idad y cercanía emocionales como
yes- moldea las experiencias migratorias. En consonancia, la mayoría de los claves en la relación con los hijos que se quedaron atrás. Sus intentos por
grupos comunitarios filipinos contactados por la investigador; opina que lograrlas a pesar de la distancia, por alcanzar una presencia cotidiana en las
si alguno de los padres tiene que ernigrar, es preferible que sea el padre y vidas de su prole, pueden resultar frusrrantes y desgastantes, Otras madres
no la madre. (Parreñas, 2005: 42). Para el caso ecuatoriano, Pedone (2006: centroamericanas entrevistadas en Los Ángeles en el estudio de Orellana et ti!.
185
184 rR<'JCRE:.N:J(JN. c:R1Ac;ZA y (.,~:-;ERll_ APl1.0XIMA(l(_)1''ES ANTR()l'OUlCICA.', A LA PARENTALJl)A!)

" bl . " Hav que incorporar al


(2001: 580) confesaron que, con el paso de los aúos. tanto los hijos como ellas nünada situación consriruye para e llos un pro em,1 . , . rden
análisis y cuesüonar las ideologías de género que fund~me~tan u~ cierto~ vul-
nLismas desarrollaban sentimientos de desafecto. La culpabilidad y la sensación
sociil que coloca a las mujeres, niños y ancianos en s1tuac1on~s e mayo
de haber fallado cozno buena madre pesan mucho en la autoestima de estas muje-
bTdad que los hombtes.
res migrantes. En Ecuador, los estudios emprendidos por Herrera et al (2005)
neraC~~sideranLOS que una vL1 pron1etedora sería trabar alianzas entr~ a~a-
subrayan la mayor angustia que experimentan los hijos en familias cuya madre
ha emigrado; explican que es producto de la ideología de género dominante démicos, agencias gubernamentales y organisntos no g-~~erna~cn~~~~lo~~:
intentar una coordinación efectiva de programas de ate~c1on'. enc<lm . -a
que estipula que el lugar "correcto" para una madre está al lado de sus hijos en
-· . es tendientes a reducir los altos niveles de incerndumbre y nesb~s
el hogar. haL.1a acc1on · al af ran con-
. al . de s·1l11d que muchas f::unilias transnac1on- es < ro11
Sin duda, para un hijo, ser criado en una familia transnacional y vivir emoc1on es y ,< l · ·'
. t As1" avanzaríamos en el can1ino a vivir sanan1ente a separac1on
una "cotidianidad a distancia" in1plica retos especiales ya que la ausencia fí- d ianamen e.
sica del padre y/o la madre introduce tensiones e incluso conflictos abiertos familiar.
en las dinámicas familiares; éstos pueden colocar a sus nliembros en situa-
ción de vulnerabilidad social. Es innegable que la fluidez, la incertidumbre
y el sacrificio son tres ingredientes del día a día en fanlilias transnacionales. Bibliografía
Pero al mismo tiempo las componendas que desarrollan para salir adelante y . · The Adofescents 'PerceptionJ,
Artico, C.L (2003). Latino Farnilies Broken b~1 l rnnug7atwn.
sus estructuras familiares novedosas crean oportunidades para ser detectadas
y potencializadas. Como analistas comprometidos con la migración y sus pro- New YOrk: LLB Scholarly Publishing. -- . . . . The Case
Al , {')007) "Perperuarino- .)pht-household Fam1hes.
blemáticas, concluimos con una propuesta de agenda de investigación-acción Bustamanre, J.J. Y e · eman - ' ' 0
· ¡ F ¡ ~ h d Practi-
. ~ . . ivfd :V"lichio-an and their Transnanona ::u 1cr oo
que pretende involucrar a los diversos sectores sociales en la desestigmatización of !v1exican So¡ourners in 1 l - 1 o
de las millones de tamilias alrededor del mundo que llevan a cabo sus labores Ces". lvfiuraciones

fntenutcionales, v. 4. n. l, PP· 65-86.
¡ to :he studv._, of" killslnp,
000)
reproductivas y productivas a través de fronteras internacionales y de !os hijos e arsten, J. (ed). (2 ' Cultures of''J relatednesJ: ;zew approac 1es 'J

que son criados a distancia. Cambridge: Cambridge Univcrsicy· Press. . . - ·~ ~ . Uni-


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Proponen1os una visión integral, interdisciplinaria y vivencial de la migra-
ción que reconozca las experiencias diferenciales para los hombres, nlujeres, versir.,r. ofCalifornia Press. . l . '" C ·1dcr
. . the uansnaoona context ' .re1
- (2006), "Honor and Virtue: Mexican parcnnng in .
niños y adultos mayores que conforman las familias transnacionales. Aunque
'2 -9
sabemos que los diferentes grupos de edad tienen necesidades específicas ante and Soáery, v. 20, n. 1. PP· J - ) · . . ¡ l' . ,ple des ;néres
-Fl A (2003), Mi'(!ation, (7enre et Farndle Trr1nsnationa c. e~en1 .
la n1igración, falta traducir este reconocimiento en programas y políticas que Fresno-z.a ot. · L d S · l ' Univi:.·rs1dad de Pa-
rnigrantes philippines en France, Tesis de doctora o en ocio og1a,
atiendan dichos requerirnientos. Una visión abarcadora de la diversidad ge-
nérica, generacional y étnica de las familias es esencial para la formulación rís VlL A themanc Overvte\v", en
Gl EN (1994) "Social Consnucnons of lvíorheung
de una agenda eficaz de acciones tendientes a disminuir los riesgos y mejorar enEnN, ~"'l. (' e'hang v L. R Forccy (eds). Jv!othering Ideology, Expoieiue and Age11-
• \ J enn,
la calidad de vida de las familias transnacionales. Hay que fomentar las redes • 1 .

de apoyo que propicien relaciones sanas entre las diversas díadas involucra- Nev·.r York: Rourledge. PP· 1-29. . . AN ,
lJ', ~ . - , C Scanton-Blanc (1992), "TransnaCJonal1sm: e''
das, particularmente abuelos-nietos, hermanos-medio hermanos, padrastro/ Glick-Sch1ller, N., L. Basch Y · . l\1' . " N Glick-Schiller et al.,
Anolytical Framework for Llnderstand1ng '. igranon ' en . . . d :-.r .
madrastra-hijastro( a). , /vf' . , R C!w.. Ethnu:ity an 1wu1011tt-
Toward a Trttmruttional Ptrspective on tgrrttzon: uc~,. :i,_ _ 14
La investigación-acción debe ser diseñada por especialistas de diversas
. R ·¿ .,¿ Ne\v York·· New York A.cademy of Sc1ences, PP· 1 ... .
disciplinas conjuntamente con las mismas familias transnacionales, a fin de lu 1n econsz e1< ,
identificar sus problemáticas prioritarias, en vez de suponer a príori que deter-
L.·\ CR!.~:-;z,1 .A DIST.>\;.;( :rA_ REl'l~ESE'.'ffACIONE~ l)E LA .\-IATEilSID1\l) y l'.~TEHS![)Al) 187
186 1'1'<J<:JU-.ACIÓN. U<IA~ZA Y Ct'.'<ER\l APR(JXJ.\IACIONES ANTR<.ll'OL(.l(.;;C.>\.~ .-1 L.~ l'>.RENTALID.~D

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