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Trabaja la gratitud y el altruismo

Dice el refrán que “es de bien nacidos ser agradecido”, lo que no dice
es que, además de ser positiva para los que nos rodean, la
gratitud es una herramienta poderosa para sentirnos bien con
nosotros mismos y así mismo el aspecto de nuestro carácter más
fuertemente asociado a la satisfacción vital. La gratitud nos puede
ayudar a superar los traumas y el estrés, aumenta nuestra autoestima
y nos ayuda a disolver las emociones negativas.

 
La mayor expresión de gratitud es el altruismo: hacer el bien sin
esperar nada a cambio. Numerosos estudios han demostrado que
la solidaridad está directamente relacionada con el bienestar, la
salud, y la longevidad. Los actos de bondad hacen que nos sintamos
bien con nosotros mismos y las emociones positivas que generamos
hacen que tengamos una mayor capacidad de recuperación
psicológica y física. Por ello, el voluntariado es una de las
actividades más saludables que pueden realizar las personas
mayores.

2. Mantén en buen estado tus redes sociales


No nos referimos a estar todo el día en Facebook, sino a mantener la
conexión con nuestros amigos, familiares, vecinos y compañeros de
trabajo. Los buenos amigos deben cuidarse para no perderse y es de
sobra conocida la capacidad que tiene la amistad para generar
felicidad en nuestro entorno. Las tasas de depresión llevan creciendo
de forma sostenida desde hace 50 años y una de sus principales
causas es la soledad. Puedes creer que solo necesitas a tu pareja, tus
padres y algún que otro amigo para ser feliz, pero lo cierto es que el
egoísmo y la desidia en cuestiones de amistad se paga caro. No
en vano, haber descuidado nuestras amistades perdiendo el contacto
con estas, es uno de los aspectos que más lamentamos en
nuestro lecho de muerte.

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