Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Introducción
Hemos reiterado a lo largo de las páginas precedentes que la conducción es una actividad
compleja que implica la intervención de diferentes elementos que componen el sistema de tráfico,
estos son: el conductor, el vehículo y la vía y su entorno.
En el sistema de tráfico, las fuentes de peligro y riesgo son numerosas y, en muchos casos
interactivas, actuando de forma conjunta y acumulativa, agravando la potencial severidad de sus
consecuencias.
Por ejemplo, a mayor densidad en el tráfico, mayores serán los datos que tiene que manejar el
conductor, y por tanto mayores las posibilidades de cometer un error, circunstancia que puede
verse agravada con unas condiciones climatológicas adversas. Igualmente a mayor densidad en
el tráfico, menor será la posibilidad de adoptar ciertas conductas de riesgo (como el exceso de
velocidad), y en consecuencia menor la probabilidad de tener un accidente como consecuencia
de este factor.
A efectos clarificadores, los diferentes componentes o elementos de los que venimos
hablando, conductor-vehículo-vía, se pueden reducir a dos perspectivas posibles y necesarias
sobre lo que la persona hace como conductor: una externa y otra interna.
• La perspectiva externa, o variables objetivas de la conducción incluye las condiciones de la
vía e infraestructuras y su entorno y el vehículo, lo que constituye lo que denominamos
«situación» en la que tiene lugar la conducción. Se trata de la influencia externa ambiental
que actúa como estímulo, jugando un papel importante y en ocasiones determinante en la
conducta del sujeto.
Estas variables objetivas hacen referencia, entre otros factores, a la seguridad de las
infraestructuras desde distintas perspectivas: su planteamiento, diseño, construcción,
explotación y rehabilitación; al diseño del entorno de la vía, desde su aspecto perceptivo y
el problema que plantea el diseño correcto de la señalización, tipos de letra, tamaños,
situación visibilidad e iluminación de las mismas; y, a los problemas que plantea el diseño
ergonómico de algunos de los principales componentes del vehículo, así como los sistemas
de seguridad, tanto activa como pasiva, etc.
• Por otra parte, la perspectiva interna o variables subjetivas, hace referencia a los aspectos
internos del conductor que le llevan a la acción: sus sensaciones, percepciones,
pensamientos, decisiones, emociones, sentimientos, motivaciones, actitudes, etc.
Es esta última perspectiva la que vamos a desarrollar, es decir la esfera individual del
conductor, las variables psicológicas que configuran su mundo interno, y en definitiva su
1 Extracto del Capítulo 3, titulado Introducción a los Principios Explicativos del Comportamiento del
Conductor, del Manual de Seguridad Vial: El Factor Humano; Luis Montoro; Francisco Alonso; Cristina
Esteban; Francisco Toledo; Editorial Ariel Intras; España, 2000.
Introducción a los Principios Explicativos del Comportamiento del Conductor
54
Introducción a los Principios Explicativos del Comportamiento del Conductor
55
Introducción a los Principios Explicativos del Comportamiento del Conductor
56
Introducción a los Principios Explicativos del Comportamiento del Conductor
relacionadas con la habilidad del conductor para adaptarse a las exigencias que impone una
situación de conducción: habilidades sensoperceptivas, sobre todo de percepción visual,
atencionales, de coordinación motriz y psicoreactivas. Esta «idoneidad para la conducción» se
traduce en la exigencia de unos niveles mínimos de habilidad psicofísica en el sistema actual de
selección de conductores (Tortosa, Esteban, Tejero y Molero, 1995).
57
Introducción a los Principios Explicativos del Comportamiento del Conductor
3. El proceso de asimilación-decisión-acción
Lo que hemos denominado proceso de asimilación–decisión-acción, o de forma tradicional
percepción-decisión-ejecución, parte de la consideración de la conducción de un automóvil como
una tarea compleja de control de un mecanismo móvil en un entorno sometido a perpetuo cambio
en el cual el ajuste de la trayectoria del vehículo al entorno se realiza de un modo continuo (Soler
y Tortosa, 1985).
El conductor para realizar este ajuste debe asimilar e interpretar el conjunto de las
informaciones que le circundan en cada momento, con el fin de prevenir cómo evolucionará la
situación sin su intervención, o como cambiará en función de la decisión que tome, estimando las
posibles consecuencias de estas distintas posibilidades de acción.
La acción o comportamiento que lleva a cabo el conductor de un vehículo, como toda
conducta humana, puede ser dividida en tres grandes componentes o dominios que han de actuar
simultáneamente en el proceso de asimilación-decisión-acción: el dominio afectivo-motivacional,
el dominio cognitivo y el domino sensomotor, que van a mediatizar todo el proceso, y en
particular el proceso cognitivo de la toma de decisiones.
58
Introducción a los Principios Explicativos del Comportamiento del Conductor
59
Introducción a los Principios Explicativos del Comportamiento del Conductor
4. La situación de la conducción
Las situaciones en que se ve implicado un conductor pueden ser de dos tipos (Huguenin,
1988):
• Situaciones rutinarias: serían aquellas situaciones que, dadas la predisposición y los
determinantes de la acción, pueden ser tratadas utilizando patrones de conducta habituales,
es decir sin implicar en ellas procesos de elección y decisión; estas acciones tienen lugar de
formas casi automática
• Situaciones complejas: situaciones que incluyen la elección entre respuestas alternativas, en
el curso de las cuales la acción precedente es interrumpida, debido a que una decisión
implica acciones alternativas que deben realizarse. Las situaciones complejas suponen un
conflicto: por ejemplo cuando una situación inesperada tiene lugar de forma repentina.
Las características permanentes o transitorias del vehículo, la infraestructura del tráfico y la
vía pueden ser considerados factores situacionales que afectan a la actividad de conducción y al
riesgo de accidente.
60