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II.

- UNIDAD ESCUELAS CLASICAS DEL PENSAMIENTO; EL


IUSNATURALISMO

El Iusnaturalismo Clásico, Moderno o Racionalista

El advenimiento de los tiempos modernos significó un cambio profundo en


la vida humana, en el campo religioso surgió la reforma protestante, en el campo
político nacieron los estados nacionales y se reforzó la idea de una monarquía
absoluta, en lo artístico emerge con fuerza el Renacimiento y en el campo de la
filosofía jurídica nació la escuela clásica del derecho natural, la cual se desarrolló
entre los siglos XVI y XVIII.

Existen a lo menos tres factores que contribuyeron a la formulación del


iusnaturalismo moderno a saber;

a) La secularización: entendiendo a esta como la desaparición de los signos


o valores propios que se identifican con una creencia religiosa. Hasta el
siglo XV la religión que imperó fue el cristianismo, el cual se inició ya con
San Agustín y se propago aún más con Santo Tomas, sin embargo
bastaron solo un par de siglos para que este pensamiento diera un vuelco.
Este proceso de secularización hace que pasemos de un derecho natural
teológico a un derecho natural individual, centrado en el hombre y sus
necesidades.
b) El Racionalismo: Los nuevos enunciados del pensamiento son obtenidos a
través de un nuevo método de razonamiento y de reflexión, extraídos
principalmente a través de las ciencias empíricas y matemáticas.

c) El individualismo; Ideología que valora sobre todo al individuo antes que


a la colectividad. Se reconstruye la sociedad y el Estado basado en la
necesidad de los individuos.

Este periodo se puede sintetizar en las siguientes ideas básicas; el hombre


nace libre, luego y ante las dificultades que emanan de este estado de
naturaleza celebra un contrato con sus semejantes para constituir una
sociedad, en la cual delega parte de sus derechos a cambio de protección y
estos derechos que el hombre entrega a la sociedad no pueden ser
disminuidos por ella, porque son derechos naturales.

En el desenvolvimiento de esta etapa del pensamiento podemos distinguir


tres periodos:

a) Primer Periodo

Este periodo corresponde a la época del mercantilismo en el campo de la


economía, del absolutismo ilustrado en lo político y de la reforma protestante en lo
religioso. Según los escritos de los filósofos que la representan ( Grocio, Hobbes
y Puffendorf entre otros) el derecho natural queda entregado solamente a la
prudencia y moderación del gobernante.

Hugo Grocio (1583-1645), considerado el primer representante de la


escuela del derecho natural racionalista, señaló que el hombre no solo es un ser
racional sino que también un ser social lo que lo llevo a explicar el origen de la
sociedad civil. Grocio distingue entre un Derecho Natural y un Derecho Voluntario,
y para él el derecho natural se basa en la naturaleza racional y social del hombre
y en consecuencia solo es bueno y justo solo aquello que no va contra el hombre
como tal y lo define como “ un dictado de la recta razón que indica que algún acto
según sea o no conforme con la misma naturaleza racional contiene necesidad o
bajeza moral y consiguientemente, el creador de la naturaleza, Dios impone o
prohíbe tal acto”. Como preceptos del derecho natural señala los siguientes;
abstenerse de lo que es de otro, cumplir con los tratados y pactos, indemnizar los
daños causados culpablemente, castigar a quien lo merezca, etc.
Grocio, pensaba que el Derecho natural debía existir aun cuando Dios no
existiese , puesto que su fundamento se encontraba en la naturaleza social y
racional del hombre.
Respecto a la formación de la sociedad política, este filósofo parte del
supuesto de un estado de naturaleza en que los hombres gozaban plenamente
de sus derechos ; pero en una búsqueda de mayor seguridad constituyeron por
medio de un contrato, la Sociedad, acordando entregar a un soberano la totalidad
de sus derechos naturales . Este Soberano no estaba sometido a control jurídico
alguno, pero en el ejercicio de su omnímodo pode debe sujetarse al Derecho
Natural, así pues se reconoce en su sistema o pensamiento la existencia de un
Derecho natural basado en la naturaleza humana, de carácter inmutable,
compuesto de varios preceptos y cuya protección se encuentra confiada solo al
buen criterio del gobernante.

Otro Filosofo de este periodo es el Ingles Tomas Hobbes ( 1588-1679) ,


quien al igual que Grocio, reconoce en el hombre un estado de naturaleza, pero
agrega que este es intrínsecamente egoísta y malo y al ser todos los hombres
iguales y tener derecho a todas la cosas se produce un continuo batallar de “todos
contra todos” . La razón le indica al hombre la conveniencia de la paz que permita
la conservación de la vida, así nace el Derecho natural que Hobbes define como
“el dictado de la razón acerca de aquello que deba hacerse u omitirse, tanto
cuanto fuere posible, para la conservación de la vida de cualquiera de los
miembros”. De este dictado de la recta razón se derivan otros principios de
Derecho natural que persiguen la misma finalizad de mantener la paz por ejemplo;
respetar los pactos.

Señala Hobbes que la guerra de todos contra todos no acabara mientras


cada uno tenga derechos a todas las cosas, y por ello es necesaria la entrega de
estos derechos a la sociedad, representada por un soberano, quien debe
proteger a los hombres de la maldad de sus semejantes, para esto debe detentar
todo el poder y no estar sometido a control, no obstante debe respetar el derecho
natural y procurar la felicidad de sus súbditos. El ejercicio de poder de esta
soberano no debe ser extremo, puesto que debe reconocer a sus súbditos ciertos
derechos que este filósofo llama “inocuos” tales como comerciar, elegir profesión
etc. Para el soberano el Derecho natural tiene valor de una mera norma moral,
mientras que para sus súbditos adquiere valor jurídico a través de las leyes
positivas, las cuales solo obligan en virtud de ser mandatos del gobernante.

Ya terminando este primer periodo aparece el filósofo Alemán Samuel


Puffendort (1632-1694), quien sostuvo la idea de que coexisten en el hombre dos
tendencias innatas; a su propia conservación y a la vida en sociedad con los
demás hombre. Así el Derecho natural es el reflejo de ambas y consiste en “ que
cada uno trate celosamente de preservarse a sí mismo en forma que no perturbe
la sociedad de los demás hombres” y en que “nadie se conduzca hacia otra
persona de modo que esta última pueda quejarse con razón de que se ha violado
su igualdad de sus derechos”. Asimismo señalaba que el estado de naturaleza
del hombre es un estado de debilidad e indigencia, lo que le lleva a buscar
seguridad para su vida y sus derechos asociándose a otros hombres. Entonces
para constituir la sociedad y garantizar la aplicación del Derecho tanto natural
como positivo se requieren dos pactos; uno que significa la cesión de los
derechos individuales a la sociedad, seguido de un decreto que establezca la
forma de gobierno, y otro posterior entre ciudadano y soberano en virtud del cual
este se compromete a asegurar la paz y aquellos a apoyarle en todo cuanto
persiga el bien de la comunidad. El soberano debe cumplir el Derecho Natural que
para el tiene valor jurídico y no meramente moral, aunque no exista tribunal
humano que lo juzgue.

Podemos concluir que los filósofos de esta primera etapa de la escuela


moderna o racionalista del Derecho natural sostienen que existen principios
absolutos que guían la conducta humana, pero que su aplicación no esta
asegurada sino con la buena voluntad del gobernante. Esta posición un tanto
ajurídica no debe extrañarnos si consideramos las circunstancias políticas del
momento ya que se encontraba presente el recuerdo de una de las mayores
anarquías y a cambio de evitarla nuevamente estos autores estaban dispuestos a
entregar al soberano la totalidad del poder , quedando los derechos individuales
confiados solo a su prudencia, otra poderosa razón para proceder en este sentido
era el deseo de independizar a los nuevos estados nacionales, sobre todos
aquellos protestantes de la influencia de la iglesia. El Derecho se presenta a estos
autores fundamentalmente como un medio de asegurar una situación estable e
independiente en cada estado, sin embargo no escapaba a estos filósofos el
hecho que dejaban los derechos individuales en una peligrosa orfandad y por eso
en todas sus declaraciones y reflexiones señalaban que el soberano debe
someterse en el ejercicio de su potestad a los preceptos del Derecho
Natural.-

b) Segundo Periodo

Este periodo es la época del liberalismo político y filosófico y del


capitalismo. Para los autores y filósofos de este periodo (Locke y Montesquieu) el
Derecho natural precisa de una mayor protección y creen poder otorgársela a
través de una separación de los poderes del estado. Asimismo en este segundo
periodo veremos acentuarse el carácter protector de las garantías individuales que
tiene el Derecho, ahora más que salvaguardar el orden importa ahora más la
libertad que la seguridad , esto se explica por la experiencia de los excesos a los
que puede conducir la doctrina de la omnipotencia soberana.

El filósofo inglés John Locke (1634-1704),sostiene que el estado de


naturaleza los hombres tienen el derecho de aplicar por sí mismos las normas del
Derecho Natural, pero que por los inconvenientes del sistema anterior en el cual
no existía ninguna garantía para la vida, la propiedad y la libertad los hombres
pactan una sociedad en la que se delega solo el derecho de aplicar las normas del
Derecho natural y El Estado para ser legítimo, deberá respetar los derechos
individuales ya existentes en el estado de naturaleza. Los demás derechos
siguen inherentes a los hombres y significan un obstáculo para el poder excesivo.
El poder legislativo tiene la misión de asegurar la vida, la propiedad y la
libertad a través de leyes generales de las que nadie puede escapar y si el poder
legislativo se excede Locke entrega la protección del Derecho Natural al Poder
Judicial.

Por otra parte el filósofo y jurista francés Carlos de Monstequieu (1689-


1755) fue uno de los ensayistas ilustrados más relevante en especial por la
articulación de la teoría de la “separación de los poderes” quien toma las idea
de Locke y la desarrolla extensamente, lo cual se ve plasmado en su obra el
espíritu de la leyes, en la cual manifiesta su admiración por las instituciones
políticas, señalando;
“En cada Estado existen tres clases de poderes: la potestad legislativa, la
potestad ejecutiva de las cosas que proceden del derecho de gentes y la potestad
ejecutiva de aquellas que dependen del derecho civil.
En virtud de la primera, el Príncipe o Magistrado hace leyes transitorias o
definitivas, y enmienda o deroga las existentes. Por la segunda, hace la paz o la
guerra, envía o recibe embajadas, establece la seguridad pública y previene las
invasiones. Por la tercera, castiga a los criminales, o determina las disputas que
surgen entre los particulares. Se dará a ésta ultima el nombre de potestad de
juzgar, y la otra, simplemente, la potestad ejecutiva del Estado.
«Cuando en la misma persona o en el mismo cuerpo de magistratura, la potestad
legislativa y la potestad ejecutiva están reunidas, no puede haber libertad; porque
se puede temer que el mismo monarca o senado pueda hacer leyes tiránicas,
para ejecutarlas tiránicamente.
De nuevo, no hay libertad, si la potestad de juzgar no está separada de la
potestad legislativa y de la ejecutiva. Si estuviese unido a la potestad legislativa, el
poder sobre la vida y la libertad de los ciudadanos sería arbitrario; debido a que el
juez sería el legislador. Si se uniera a la potestad ejecutiva, el juez podría tener la
fuerza de un opresor.
Todo estaría perdido, cuando el mismo hombre, o el mismo cuerpo, ya sea de los
nobles o del pueblo, ejerza esos tres poderes: el de hacer las leyes, el de ejecutar
las resoluciones públicas, y el de juzgar los crímenes o las diferencias entre los
particulares”
Montesquieu, El espíritu de las leyes, Libro XI.

Este gran filósofo consideró que la mejor protección del Derecho natural es
la separación de los poderes del estado.
c) Tercer periodo
La creencia en la soberanía popular y en la democracia son los caracteres
distintivos de este periodo. Se considera que el Derecho Natural precisa de
protección, pero se cree que ella solo puede otórgasela la voluntad general del
pueblo.

Destaca en este periodo el filósofo y polimata Suizo-francés Juan


Jacobo Rousseau (1712-1778), Este forjo uno de los trabajos más importantes
de la época de la Ilustración; a través del  El contrato social, haciendo surgir una
nueva política, Esta nueva política está basada en la volonté générale, la
voluntad general, y en el pueblo como depositario de la soberanía. Expone
que la única forma de gobierno legal será aquella de un Estado republicano,
donde todo el pueblo legisle; independientemente de la forma de gobierno, ya sea
una monarquía o una aristocracia, no debe afectar la legitimidad del Estado. En
sus estudios políticos y sociales Rousseau desarrolló un esquema social, en el
cual el poder recae sobre el pueblo, argumentando que es posible vivir y sobrevivir
como conjunto, sin necesidad de un último líder que fuese la autoridad. Es una
propuesta que se fundamenta en la libertad natural, con la cual, Rousseau
explica ha nacido el hombre. En el Contrato Social, Rousseau argumenta que el
poder que rige a la sociedad es la voluntad general que mira por el bien común de
todos los ciudadanos. Este poder solo toma vigencia cuando cada uno de los
miembros de una sociedad se une mediante asociación bajo la condición, según
expone Rousseau, de que “Cada uno de nosotros pone en común su persona y
todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y cada miembro
es considerado como parte indivisible del todo”. Rousseau plantea que la
asociación asumida por los ciudadanos debe ser capaz de defender y proteger,
con toda la fuerza común, la persona y los bienes de cada uno de los asociados,
pero de modo tal que cada uno de éstos, en unión con todos, solo obedezca a sí
mismo, y quede tan libre como antes.
La obra rousseauniana argumenta que esta asociación de los hombres no
es algo natural, el hombre sale de su estado natural de libertad porque le surgen
necesidades de supervivencia que le imponen la creación de algo artificial, ya que
el hombre no es sociable por naturaleza y no nació para estar asociado con otros,
es voluntariamente que se unen los unos a los otros y fundamentan este vínculo
con el desarrollo de la moralidad y la racionalidad para satisfacer las necesidades
que la naturaleza le ha impuesto. La moral y la razón se hacen evidentes en la
sociedad al establecer un modelo normativo capaz de crear un orden social que
evite la dominación de unos sobre otros y que involucre una representación
participativa de todos los miembros de la sociedad. Mediante El Contrato Social,
Rousseau le abre paso a la democracia, de modo tal que todos los miembros
reconocen la autoridad de la razón para unirse por una ley común en un mismo
cuerpo político, ya que la ley que obedecen nace de ellos mismos. Esta sociedad
recibe el nombre de República y cada ciudadano vive de acuerdo con todos. En
este Estado social son necesarias las reglas de conductas creadas mediante la
razón y reflexión de la voluntad general, puesto que se encargan de desarrollar
las leyes que regirán a los hombres en la vida civil. Según Rousseau, es el pueblo,
mediante la ratificación de la voluntad general, el único calificado para establecer
las leyes que condicionan la asociación civil. Es por esta razón que Rousseau no
descarta la posibilidad de la monarquía como un gobierno democrático, ya que si
los asociados a la voluntad general pueden convenir, bajo ciertas circunstancias,
la implementación de un gobierno monárquico o aristocrático, entonces tal es el
bien común.

En su modelo político, Rousseau atribuye al pueblo la función de soberano.


A este término no le asigna características que designan a una
sola clase o nación, sino la representación de una comunidad de los que desean
formar un Estado y vivir bajo las mismas leyes que son la expresión de la voluntad
general. El pueblo, como soberano, debe llevar a cabo una deliberación pública,
que ponga a todos los ciudadanos asociados en un plano de igualdad, en la cual r
nada atente contra los intereses legítimos de cada uno. Las leyes en
la república de Rousseau están desarrolladas conforme al orden social,
establecido por la naturaleza del pacto social y no por las convenciones humanas
de un solo individuo. En este sentido las leyes deben fundamentarse en las
convenciones que traducen en reglas las exigencias de la racionalidad y moralidad
humana, al tiempo que no atentan contra el ideal de la justicia que impone que
todos los asociados se respeten los unos a los otros.

Rousseau concebía la democracia como un gobierno directo del pueblo. El


sistema que defendía se basaba en que todos los ciudadanos, libres e iguales,
pudieran concurrir a manifestar su voluntad para llegar a un acuerdo común, a un
contrato social, que  diría que “toda ley que el pueblo no ratifica, es nula y no es
ley”.

La relación de las teorías de Rousseau con el nacionalismo moderno es


uno de los temas más abundados por la teoría política y la historia de las ideas. En
sus obras, Rousseau planteó las bases para el nacionalismo moderno
atribuyéndole los sentimientos de identificación con la república o sociedad a la
cual el hombre se ha asociado, aunque argumentó que estos sentimientos solo
hubiesen sido posibles en Estados pequeños y democráticos.

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