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en las PRISI NES

Fundación Emmanuel, I.A.P.

Sirviendo a

en las PRISI NES

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carcelarios y prisioneros de habla hispana en México, Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.

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Texto bíblicos tomados de la Biblia Reina Valera 1960 © Sociedades Bíblicas Unidas.

2
Fundación Emmanuel, I.A.P.

Acuérdense de los presos,


como si estuvieran presos
juntamente con ellos; y
de los maltratados, como
que también ustedes
mismos están en el
cuerpo.
Hebreos 13:3

3
Fundación Emmanuel, I.A.P.

está cambiando
estas vidas

4
Fundación Emmanuel, I.A.P.

þ Obreros carcelarios.
þ Cristianos con carga por los que están en prisión.
þ Misioneros con un llamado a las cárceles.
þ Líderes carcelarios.
þ Dirigentes con deseos de iniciar un verdadero
servicio a las personas privadas de su libertad.
þ Dirigentes que quieran expander sus ministerios.
þ Autoridades carcelarias.
þ Todo aquel que desee saber un poco más acerca de
las prisiones, los internos y cómo ganarlos para Cristo
y colaborar en la expansión del reino de Dios.

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Fundación Emmanuel, I.A.P.
Dedicado a ti, Jesucristo,
precioso Señor, Amigo,
Maestro y Libertador,
bendito Salvador, por
habernos amado y lavado
de nuestros pecados con
tu sangre, y permitirnos
visitarte y servirte en cada
hombre y mujer privado
de su libertad.

Autores:
Los presos y sus familiares, así como todos aquellos que de una manera anónima
durante todos los años del cristianismo han visitado las prisiones.
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Fundación Emmanuel, I.A.P.

INDICE
Bosquejo general 8

Capítulo 1: Fundamento Bíblico del servicio en las prisiones 9


A. 10 razones bíblicas por las cuales debemos servir en las prisiones 11
B. Todas las personas que pueden ser alcanzadas a través del preso 19
C. La importancia de las prisiones a la luz de la Biblia 21
D. La obra misionera mundial y las prisiones 25
E. Las siete etapas del preso Jesús 34
F. El clamor de un prisionero y el clamor de Dios 37
G. Las prisiones y Dios 42

Capítulo 2: Las prisiones 48


A. Definición y antecedentes 49
B. Historia bíblica de las prisiones 50
C. Propósitos e importancia 52
D. Estructura organizacional 53

Capítulo 3: El preso 55
A. Características del preso 57
B. Las necesidades del preso 59
C. ¿Cómo ganarlos para Cristo? 60
D. El preso primodelincuente 62
E. El preso reincidente 63
F. El preso político 65
G. El preso extranjero 66
H. El preso psiquiátrico o inimputable 67
I. La mujer en prisión 71

Capítulo 4: La familia del preso 74


A. Características la familia del preso 75
B. Las necesidades de la familia del preso 77
C. ¿Cómo ganarlos para Cristo? 79

Capítulo 5: La autoridad carcelaria 81


A. Características la autoridad carcelaria 82
B. Las necesidades de la autoridad carcelaria 83
C. ¿Cómo ganarlos para Cristo? 84

Capítulo 6: Los guardias 86


A. Características los guardias 87
B. Las necesidades de los guardias 88
C. ¿Cómo ganarlos para Cristo? 88

Capítulo 7: El obrero carcelario 90


A. Perfil del obrero carcelario 91
B. Evaluando una genuina conversión 92

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Sirviendo a Jesucristo en las prisiones

Capítulo 1: Fundamento del Servicio en las Prisiones

Capítulo 2: Las Prisiones

Capítulo 3: El prisionero

Capítulo 4: La familia del prisionero

Capítulo 5: Las autoridades

Capítulo 6: Los guardias

Capítulo 7: El obrero carcelario

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Capítulo 1: Fundamento del Servicio en las Prisiones

A. 10 RAZONES BÍBLICAS POR LAS CUALES DEBEMOS SERVIR EN LAS


PRISIONES

1ª Razón: Porque desde la eternidad ha estado en el corazón de Dios

2ª Razón: Porque Jesucristo mismo se identifica plenamente con el preso

3ª Razón: Porque Jesucristo mismo fue puesto en prisión

4ª Razón: Porque a los presos también los incluye la gran comisión de Cristo

5ª Razón: Porque no hay un verdadero ministerio" hacia ellos

6ª Razón: Porque ellos nos necesitan, ya que están desamparados y dispersos

7ª Razón: Porque el testimonio de vidas cambiadas es de gran impacto para la


sociedad

8ª Razón: Porque Dios nos ordena que nos acordemos de ellos

9ª Razón: Porque el amor de Cristo nos constriñe

10ªRazón: Porque se puede alcanzar a muchas personas libres que rodean al


preso

B. TODAS LAS PERSONAS QUE PUEDEN SER ALCANZADAS A TRAVÉS DEL


PRESO

C. LA IMPORTANCIA DE LAS PRISIONES A LA LUZ DE LA BIBLIA

1. Se mencionan a través de toda la Biblia.

2. Se relaciona con el suceso más relevante de la historia Bíblica.

3. Antes de la creación del mundo ya existían las cárceles

4. El primer misionero que Dios envió, José, estuvo en prisión.

5. Los más grandes hombres de Dios estuvieron en prisión.

6. El primer libertado físicamente por Jesús fue un prisionero.

7. El primer salvado espiritualmente por Jesús fue un preso.

8. El primer perdido espiritualmente por no creer en Jesús fue un preso.

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9. Las más grandes revelaciones de Dios fueron dadas dentro de las cárceles.

10. El diablo y sus ángeles van a ser encarcelados durante el milenio

D. LA OBRA MISIONERA MUNDIAL Y LAS PRISIONES

1. El corazón de Dios y las misiones.

2. El misionero José.

3. El misionero Moisés.

4. El misionero Isaías.

5. El misionero Jeremías.

6. El misionero Juan Bautista.

7. El misionero Jesús.

8. Los misioneros a los judíos.

9. Los misioneros a los gentiles.

10. Los misioneros hasta lo último de la tierra.

E. LAS SIETE ETAPAS DEL PRESO JESÚS

1. Complot para prenderlo.

2. Traición.

3. Arresto violento.

4. Maltrato, interrogatorio y vejación.

5. Encarcelamiento.

6. Abandono y rechazo.

7. Sentencia.

F. EL CLAMOR DE UN PRISIONERO Y EL CLAMOR DE DIOS

1. El clamor.

2. El clamor de un prisionero.

3. El clamor de Dios.

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G. LAS PRISIONES Y DIOS

1. La relación entre la prisión y Dios.

2. Causas de la existencia de las cárceles.

3. Dios y el poder judicial.

4. Dios, los creyentes, y el preso.

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A. 10 RAZONES BÍBLICAS POR LAS CUALES DEBEMOS SERVIR EN LAS


PRISIONES

1ª Razón: Porque desde la eternidad ha estado en el corazón de Dios

Yo, el Señor, te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré


y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los
ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de
prisión a los que moran en tinieblas.
Isaías 42:6-7

En el principio...
Desde la caída del hombre en el Edén, todos los seres humanos hemos quedado sujetos a la
esclavitud o prisión del pecado. Desde entonces, en el corazón de Dios ha estado el libertar a los
hombres de la esclavitud, esto es, de redimirnos. Por eso es que prometió al Redentor, al nacido de
mujer y nacido bajo la ley, a fin de que redimiese a los que estaban bajo la ley, a los que estábamos
bajo maldición, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

El ministerio de Jesucristo
Y todo esto tenía que ver con el ministerio de Jesucristo, el cual Dios mismo, por boca del profeta
Isaías, lo definió indicando que:
· su llamado era en justicia,
· lo sostendría con su mano,
· lo guardaría,
· lo pondría por pacto al pueblo,
· sería luz de las naciones.
Pero ¿con qué propósito? ¿cuál era el objetivo de ese ministerio tan glorioso? Eso se describe en el
versículo 7, y básicamente era de tres cosas:
1. abrir los ojos de los ciegos,
2. sacar de la cárcel a los presos,
3. sacar de casas de prisión a los que moran en tinieblas.
Es necesario tomar la Escritura literal y espiritualmente. Jesús abrió los ojos de los ciegos físicos
(Mateo 20:29-33), pero también abrió los ojos de los ciegos espirituales (Juan 9:39). Entonces, El
vino a abrir los ojos de los ciegos físicos y también a abrirnos los ojos para poder verle y creer. Por
lo tanto, El no sólo vino a sacar a los presos de las cárceles espirituales, como podrían ser los vicios,
la amargura, el odio, el rencor, etc., sino también vino a sacar a los presos de cárceles físicas. Esto
podemos constatarlo con el hecho de que El mismo, literalmente, murió en lugar de un prisionero
llamado Barrabás, que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio (Lucas 23:25). Jesús,
pues, sacó de la cárcel física a un preso. Esto también se confirma claramente en el momento de la
manifestación pública de Jesús, cuando en el día de reposo entró a la sinagoga y, conforme a su
costumbre, se levantó y leyó delante de todos el siguiente pasaje:

El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a
pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a
los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.
Lucas 4:18-19

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Jesús leyó la Escritura de Isaías y se la atribuyó a él mismo, identificándose como el Mesías:

El Espíritu de Dios el Señor está sobre mí, porque me ungió Dios; me ha


enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados
de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la
cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Dios.
Isaías 61:1-2

2ª Razón: Porque Jesucristo mismo se identifica plenamente con el preso

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con
él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él
todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las
ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su
izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi
Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui
forastero, y me recogisteis; estuve desnudo y me cubristeis; enfermo y en la
cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor,
¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de
beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo y te
cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y
respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a
uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Mateo 25:31-46

Las necesidades de Jesús


¿Puede el Señor Jesucristo padecer necesidades? ¿Puede Él tener hambre o sed? Seguramente que sí,
porque el mismo dijo: Tuve hambre, y no dijo: "mis hermanos tuvieron hambre". Este pasaje de la
Escritura es impresionante. Jesucristo mismo en su trono de gloria y todas las naciones reunidas
delante de él, apartados los unos de los otros: las ovejas a la derecha y los cabritos a la izquierda.
¿La razón? Jesucristo mismo lo dijo: porque lo habían atendido a él en los más necesitados. Jesús se
identifica tanto con el necesitado que cuando nosotros hacemos algo a favor de una persona con
hambre, sed o desnudez, es hacérselo directamente a él. Jesús dice que tuvo hambre y le dieron de
comer, tuvo sed y le dieron de beber, estuvo desnudo y lo cubrieron, fue forastero y lo recogieron,
estuvo enfermo y lo cubrieron, en la cárcel y vinieron a él. Jesucristo, el pan de vida, ¿tuvo hambre?
Jesucristo, la fuente de agua viva, ¿tuvo sed? Jesucristo, el que suple todas nuestras necesidades,
¿estuvo desnudo? Jesucristo, el que hace habitar el familia al desamparado, ¿fue forastero?
Jesucristo, el sanador y por cuya llaga fuimos nosotros curados, ¿estuvo enfermo? Jesucristo, el que
vino a dar libertad a los cautivos y a proclamar a los presos apertura de la cárcel, ¿estuvo preso? Así
es, Jesús estuvo preso. Jesús padece necesidades hoy en día. Pero ¿cómo se suplieron esas
necesidades?

NECESIDAD RESPUESTA A LA NECESIDAD


Hambre Le dieron de comer
Sed Le dieron de beber
Forastero Lo recogieron
Desnudez Lo vistieron
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Enfermedad Lo visitaron
En la cárcel Vinieron a él

Fijémonos que en cada situación menciona una necesidad: hambre, sed, forastero, desnudez,
enfermedad. Pero cuando menciona la cárcel no menciona ninguna necesidad, sino solo que estuvo
en la cárcel. ¿Por qué? porque en la cárcel podemos encontrar todas las necesidades mencionadas:

· Un preso tiene hambre. La comida generalmente no es muy abundante. Tiene hambre


física y hambre espiritual también.

· Un preso tiene sed. Es increíble ver lo que muchos de ellos hacen por conseguir un
refresco o una bebida fresca. Tienen sed de justicia también.

· Un preso es forastero. Vive en una cultura diferente, separado de su hogar y de sus


seres queridos, de sus amigos, privado de su libertad.

· Un preso padece desnudez. No hay persona más necesitada que un preso. A veces usan
la misma ropa por semanas o meses. La ropa a veces no es de él, es del Estado.

· Un preso padece de muchas enfermedades físicas, emocionales y espirituales muy


frecuentemente, además de que las condiciones de vida dentro de una prisión se prestan
para contagios y contaminación de cuerpo, alma y espíritu.

Supliendo las necesidades de Jesús en el preso


Al tenderle las manos a un preso se las estamos tendiendo a Jesús mismo.

Al visitar a un preso podemos darle de comer al hambriento, darle de beber al sediento, darle un
hogar al forastero, vestir al desnudo y estar con el enfermo.

Al visitar un preso estamos visitando a Jesucristo.

Que Dios nos libre ser cristianos mediocres, egoístas, legalistas y complacientes, que nos olvidemos
de servir y de amar al prójimo.

Jesucristo mandó amar a Dios con todo el corazón, alma, mente y fuerzas, y a nuestro prójimo como
a nosotros mismos.

Al amar al necesitado estamos amando a Dios.

El apóstol Juan lo dijo muy claramente:

Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo
a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su
hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y
nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a
su hermano.

Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y


cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos,
no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

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1a. Juan 4:19-21; 3:17-18

Que Dios nos libre de que a nosotros se nos pueda aplicar el siguiente pensamiento:

Tuve hambre...
Y tú formaste un grupo humanitario
para discutir mi hambre

Estuve encarcelado...
Y tú, silenciosamente,
te fuiste a la capilla para orar por mi libertad.

Estuve desnudo....
Y en tu mente se debatió la moralidad de mi apariencia.

Estuve enfermo...
Y tú te arrodillaste para agradecer a Dios por mi salud.

Estuve sin hogar...


Y tú predicaste del refugio espiritual del amor de Dios.

Estuve solo...
Y tú me dejaste, para orar por mí.

Tú ...
que pareces tan santo,
tan cerca de Dios.

Pero yo...
todavía tengo hambre...
me siento muy solo...
tengo mucho frío...
Autor desconocido

3ª Razón: Porque Jesucristo mismo fue puesto en prisión

Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron


delante de él a toda la compañía;
Mateo 27:27

Ahora bien, en el día de la fiesta les soltaba un preso, cualquiera que


pidiesen...Y Pilato les respondió diciendo: ¿Quieren que les suelte al Rey de
los judíos?
Marcos 15:6,9

Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos,


prendieron a Jesús y le ataron...
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Juan 18:12

Nuestro Señor Jesucristo estuvo preso.

Jesús mismo sufrió el horror de un encarcelamiento.

El pasó por las siete etapas que atraviesa todo aquel que llega a una prisión:
· Complot para prenderlo (Mateo 26:3-4)

· Traición (Mateo 26:14-16)

· Arresto violento (Mateo 26:47-50,55-56)

· Maltrato, interrogatorio y vejación (Mateo 26:57-68; 27:27-30)

· Encarcelamiento (Marcos 15:1,6,9)

· Abandono y rechazo de su familia y amigos (Lucas 23:18,20-21; Mateo 26:69-74)

· Sentencia (Mateo 26:65-66; 27:22)

4ª Razón: Porque a los presos también los incluye la gran comisión de Jesucristo

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será condenado.
Marcos 16:15-16

Jesús dijo claramente que fuéramos por todo el mundo y predicáramos el evangelio a toda criatura, a
todo ser humano. Los hombres y mujeres que están privados de su libertad son seres humanos como
nosotros. Algunos de ellos han cometido delitos; otros son inocentes, pero no dejan de ser criaturas.
Hay periodistas que han llamado "hiena humana" a una persona que cometió un crimen, y usan otros
apelativos de animales y dan la idea de que no son humanos. Pero sí lo son, y no son más pecadores
ni más malos que ninguno de nosotros. Alguien dijo una vez que "si todos los que deberían estar en
la cárcel lo estuvieran, entonces ¿quién cerraría la puerta?". Estamos convencidos de que la única
diferencia entre un preso y una persona libre es que al primero lo descubrieron en su delito y al se-
gundo no. A la luz de la palabra de Dios todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de
Dios y además, el que cumple toda la ley pero desobedece un solo mandamiento, se hace transgresor
de toda la ley y es como si hubiera desobedecido todos. Entonces, a los ojos de Dios, una "mentirita
piadosa" es tan pecaminosa como un asesinato. Es más, la Escritura es muy clara en cuanto a que el
que se enoja contra su hermano o lo aborrece es un homicida, un criminal. Entonces ¿quién está
libre de culpa? ¿quién, que esté limpio de pecado, se atreverá a tirar la primera piedra? Los presos
también están incluidos en la Gran Comisión que nos dejó nuestro Señor Jesucristo.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo.
Mateo 28:19-20

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Todas las naciones del mundo tienen cárceles, todas. El servicio en cárceles es parte integral e
inseparable de la Gran Comisión que nos ordenó realizar el Señor Jesucristo. Además, una prisión,
por definición, es una nación, pues tiene sus propias leyes, fronteras, gobierno, policía, costumbres,
lenguaje, comida, tipo de cambio, ropa y tradiciones. Entonces, como Jesucristo mandó ir a todas las
naciones, las prisiones están incluidas.

5ª Razón: Porque no hay un verdadero “ministerio” hacia ellos

porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo pues
invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien
no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo
predicarán si no fueren enviados?
Romanos 10:14-15
Las palabras, con el tiempo, se desvirtúan. No utilizaremos la palabra "ministerio" porque a través
de los años ha perdido su verdadero significado. En vez de ministerio, usaremos la palabra servicio,
porque es la que mejor define lo que es. Algunos otros sinónimos de ministerio son: administración,
empleo, tarea, oficio.

La palabra de Dios dice que para que la gente sea salva, es necesario que invoque el nombre de
Cristo. Pero para que lo invoque, necesita creer; y para creer necesita oír; y para oír necesita que
alguien le predique; y para que alguien lo haga, necesita ser enviado. Los enviados son a los que se
les encarga un servicio específico. Para que los presos puedan llegar a ser salvos, es necesario ir a
ellos y servirles. Pero es muy triste ver en todo el país, y en muchos otros lugares del mundo, que las
cárceles han sido relegadas y desplazadas por el cuerpo de Cristo. En muchos grupos cristianos, las
cárceles no son más que un evento anual por unos cuantos días. Tienen contemplado el ir a la cárcel
pero como si fuera un sacrificio o una "obra de caridad" porque "pobrecitos presos, nos dan
lástima".
Ese es el sentir de muchos cristianos. Esto produce, obviamente, que no exista un verdadero
ministerio hacia ellos y que los que visitan se conviertan en:

· Profetas del juicio venidero, predicando a fuego e infierno;

· Almas caritativas, haciéndoles sentir cuánta lástima sienten por ellos;

· Grandes siervos de Dios, que sólo van porque buscan el aprecio y el reconocimiento de
su congregación;

· Sabelotodos, que sólo quieren ir a compartir la "última revelación" que recibieron del
Señor;

· Jueces, que sólo regañan a los pecadores y les recuerdan el castigo de Dios; o

· Experimentadores, que sólo usan a los internos como conejillos de indias.

La realidad es que no hay un servicio integral a los presos, que no sólo se preocupe por sus
necesidades espirituales sino que también atienda sus necesidades emocionales, físicas, materiales,
familiares, laborales, legales y sociales.

El propósito de este manual es el de proporcionar una herramienta práctica a hombres y mujeres que
deseen iniciar o fortalecer un servicio integral a las personas privadas de su libertad. Más adelante
veremos a detalle cada una de estas áreas y cómo pueden ser suplidas eficazmente.
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6ª Razón: Porque ellos nos necesitan, ya que están desamparados y dispersos

Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas


y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Mateo 9:36

La verdadera situación de un preso


No hay persona más desamparada ni más necesitada que un preso. El hombre o la mujer privados de
su libertad son personas tremendamente necesitadas. Las raíces de rechazo, amargura, rencor, odio,
resentimiento y venganza están arraigadas en sus almas. Están heridos, maltratados, abandonados,
separados, aislados. También están dispersos, ya que han sido alejados de su trabajo, de su familia,
de sus amigos, de sus actividades, de todo. La televisión y los medios de comunicación han pintado
una imagen distorsionada de las prisiones. No es cierto que sea una especie de jungla, en donde
todos los visitantes son acosados y corren grave peligro, no. No hay nada que más aliente a un
prisionero que alguien de afuera lo visite. La necesidad de afecto es tan tremenda que podemos a
veces ganarnos su respeto con sólo invitarles un refresco.

Nuestra actitud hacia ellos y la de Jesús


¿Cómo vemos al preso? ¿Qué reacción experimenta usted cuando ve a u oye hablar de un
"criminal", o de un alcohólico, o drogadicto, u homosexual, o enfermo de SIDA, o asesino o
violador? ¿Será acaso su reacción de juicio, condenación o rechazo? ¿Tal vez piense: "está así por-
que se lo buscó"? o ¿tal vez siente temor de ser "contaminado"? Si esa es su reacción, usted es un
religioso, pero usted no es cristiano. ¿Cómo estará su conciencia para que reaccione así? En el amor
no hay temor, pues el perfecto amor echa fuera el temor. Desconocemos el trasfondo de las
personas. Si conociéramos los motivos por lo que ellos son así, concluiríamos que nosotros también
haríamos lo mismo.

La realidad es que al "criminal", al asesino, al violador y al homosexual y a la prostituta, los


hombres lo han hecho así. Todos ellos son personas tremendamente lastimadas y desamparadas y
nos necesitan urgentemente.

Jesús nunca condicionó sus milagros ni su ayuda. El sanó al leproso, al paralítico y al sordo y no les
puso condiciones. Dio la vista al ciego de nacimiento y liberó al endemoniado de Gadara sin que
ellos lo pidieran y ni siquiera investigó ni cuestionó su trasfondo; tampoco les exigió que debían
tener fe. Del mismo modo salvó al preso crucificado junto a él y no le reprochó nada.

Jesús ve más allá, y ve en todo hombre o mujer "peligrosos" a personas tremendamente necesitadas
de ayuda, de afecto, amor y comprensión.

Jesús siente compasión por ellos. Nosotros debemos también sentir compasión, no lástima, por los
presos, e ir a ellos tal y como somos.

Los presos no necesitan de predicadores, ni de teólogos, ni de almas caritativas, ni de psicólogos, o


psiquiatras, o sociólogos, o educadores, o criminólogos. No. Ellos necesitan alguien en quien
confiar, en quien depositar sus cargas, a quien contarle sus penas y sus alegrías. En pocas palabras,
un amigo íntimo en quien confiar. Por eso es que es fascinante ir a las prisiones, porque no se
necesita más que ser uno mismo, con todo y defectos, con todo y problemas, con todo y fallas, tal y
como somos, para poder identificarnos con ellos y ganarlos para el Señor Jesucristo.

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7ª Razón: Porque el testimonio de vidas cambiadas es de gran impacto para la
sociedad

Solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica
la fe que en otro tiempo asolaba. Y glorificaban a Dios en mí.
Gálatas 1:23-24
Es impactante para la sociedad en que vivimos el que "un criminal peligroso" cambie su forma de
vida y se vuelva a Dios. Los encabezados de muchos periódicos han sido llenados con noticias de
éstas. Asimismo la radio, y aún la televisión. En Julio de 1967 salió un encabezado en los principa-
les periódicos de México: Asaltabancos cambia la ametralladora por una Biblia.
Eso fue cuando de Lecumberri se escaparon por los juzgados una banda de suramericanos
asaltabancos. Pero este hombre, que pertenecía a esta banda, no se fue con ellos. Al ser entrevistado
por los medios de comunicación, les explicó que fue porque había conocido a Cristo y ahora servía a
Dios. Hace poco salió otro encabezado en un periódico de la ciudad: "En la cárcel se acercó a Dios",
en donde se narra el testimonio de un ex-narcotraficante que ahora sirve a Dios en la Penitenciaría
del D.F. Actualmente incluso, los pastores de las iglesias dentro del Reclusorio Norte, Sur, Oriente y
la Penitenciaría de Santa Martha en México D.F. están sentenciados a 40 y más años de prisión, y el
cambio en su vida ha sido tal que tiene perplejos a las autoridades y sus compañeros.
Cuando la gente ve en la calle a una persona que estuvo en la cárcel y que trabaja, vive una vida
honesta, mantiene a su familia y muestra signos de superación, se sorprende, se asombra y se
maravilla. "¿Cómo es posible?" dicen todos, ya que el hombre con toda su ciencia y medicina no ha
podido, hasta la fecha, cambiar la conducta maligna de un hombre y hacerlo un hombre de
provecho. Solamente Jesucristo es capaz de cambiar una vida, porque "el que está en Cristo nueva
criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas".

8ª Razón: Porque Dios nos ordena que nos acordemos de ellos

Acordaos de los presos como si estuvierais presos juntamente con ellos, y de


los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo.
Hebreos 13:3

Es muy interesante notar que el capítulo 13 de los Hebreos habla acerca de los deberes cristianos.
Aquí hay 10 mandamientos: acerca del amor fraternal, de la hospitalidad, de los presos y los
maltratados, del matrimonio, de las costumbres, de la obediencia y sujeción a los pastores, de la sana
doctrina, de los sacrificios que agradan a Dios, del hacer bien y de la ayuda mutua y de la oración.
¡Qué interesante es que el tercero de estos mandamientos es que nos acordemos de los presos
como si estuviéramos presos juntamente con ellos! El acordarnos de los presos no es una su-
gerencia o una opción para nuestro cristianismo, es un deber. Y un deber es una tarea, una
obligación, un cometido, una carga, una labor, una necesidad. Claro, los que estamos en Cristo
cumplimos nuestros deberes cristianos no por obligación ni por necesidad sino por amor, por
gratitud a Aquel que nos lavó de nuestros pecados con su sangre. El deber es para cada uno de
nosotros, para cada cristiano. Fíjese que, a la luz de las sagradas Escrituras, tan importante es amar
al prójimo y acordarnos de nuestros pastores como el de acordarnos de los presos. Es un imperativo
y es una orden directa de Dios.

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9ª Razón: Porque el amor de Cristo nos constriñe

Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por
todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven ya no
vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
2a. Corintios 5:14-15

El sólo hecho de que Cristo ha muerto por nosotros y que nos amó aún cuando estábamos muertos
en nuestros delitos y pecados debería bastar para que de rodillas viviéramos agradecidos con él.
Cristo murió por todos, Cristo murió también por los presos, por los criminales, por las prostitutas,
por los transgresores y desobedientes, por los impíos y pecadores, por los irreverentes y profanos,
por los parricidas y matricidas, por los homicidas, por los fornicarios, por los sodomitas, por los
secuestradores, por los mentirosos y perjuros y aún por los que se oponen a la sana doctrina. El amor
de Cristo en nosotros nos hace lamentar, sentir la necesidad tremenda de ellos, apiadarnos, conmo-
vernos, condolernos, dolernos en el corazón, compungirnos y compadecernos de los que tanto daño
han hecho y se han hecho a sí mismos. Es el amor de Cristo el que nos mueve a misericordia y debe
ser el amor de Cristo el que nos impulse a servir a los presos, ya que en la gracia lo único que vale
es la fe que obra por el amor, y se nos exhorta a servirnos por amor los unos a los otros (Gálatas
5:6,13). Además, la palabra es muy clara en cuanto a que, si no tenemos amor, de nada nos sirve
hablar lenguas humanas o angélicas, o tener profecía y entender todos los misterios y toda ciencia, o
tener toda la fe, o repartir todos nuestros bienes para dar de comer a los pobres o entregar nuestro
cuerpo para ser quemado. El amor es lo más importante y debe ser el motor que nos impulsa para
servir a las personas privadas de su libertad y a sus familiares.

10ª Razón: Porque se puede alcanzar a muchas personas libres que rodean al preso

Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey,
y estuvo allí en la cárcel. Pero el Señor estaba con José y le extendió su
misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. Y el jefe de la
cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en
aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía...Entonces Faraón envió y
llamó a José. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudó
sus vestidos, y vino a Faraón.
Génesis 39:20-22; 41:14

El caso de José es impresionante. A través de él como prisionero y como ex prisionero, tuvo


influencia sobre 7 grupos de personas:

· El jefe de la cárcel Génesis 39:21


· Todos los presos de la cárcel Génesis 39:22
· Oficiales del rey Génesis 40:2-5
· El rey de Egipto, Faraón Génesis 41:14-15
· Todos los siervos del rey Génesis 41:37-42
· Todo el pueblo de Egipto Génesis 41:43-47
· Todos los pueblos de la tierra conocida de ese tiempo Génesis 41:57

B. TODAS LAS PERSONAS QUE PUEDEN SER ALCANZADAS A TRAVÉS DEL


PRESO

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¡Es increíble cuántas personas rodean al preso! Aproximadamente (y siendo conservadores) hay más
de 40 personas que están alrededor de un hombre o mujer privados de su libertad desde el momento
en que llegan a la prisión. Esto es porque el proceso de un encarcelamiento involucra directamente a
los acusadores, las víctimas y a la familia del interno. Posteriormente a los policías, que lo llevan
ante el Ministerio Público. Entonces llega la prensa y toma los datos y le da seguimiento. Luego son
llevados a un Reclusorio, se les toman sus datos, sus huellas, y se les interna. Después tienen que ser
entrevistados por el psicólogo, el criminólogo, el trabajador social y el pedagogo. Su caso jurídico
empieza a ser determinado por el abogado defensor, el fiscal y el juez. Tenemos, por tanto, una red
amplia de más de 40 personas que están al tanto de lo que ocurre con ellos desde el momento en que
caen en prisión.
A continuación los enumeramos:
GRUPO DE PERSONAS Cantidad Aprox.
· SUS ACUSADORES Y/O VÍCTIMAS 3

· LAS AUTORIDADES JUDICIALES 3


La Policía y el Ministerio Público.

· LAS AUTORIDADES DE LA CÁRCEL 10


El director, el Subdirector técnico, el Jefe de vigi-
lancia, el Jefe de grupo, el Custodio, el Psicólogo, el
Trabajador Social, el Criminólogo y el Pedagogo.

· SUS COMPAÑEROS DE PRISIÓN 5


· SU FAMILIA 10
Padres, Esposa/o, Hijos, Hermanos, Parientes
· LAS AUTORIDADES JURÍDICAS 5
El Abogado defensor, el Fiscal, el Juez, y otros em-
pleados administrativos
· MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN 5
Prensa, Radio y Televisión
Total Aproximado: 41
Todo esto a partir de que él o ella caen en prisión. Si nosotros empezamos a servirles y a llevarles el
evangelio de Cristo, entonces el cambio de sus vidas se hace patente y notorio a todos ellos y el
número de personas que le rodean se puede incrementar tremendamente hasta poder alcanzar:
GRUPO DE PERSONAS Cantidad Aprox.
· GOBIERNO 6
Presidente Municipal, Gobernador, Director General
de Reclusorios, Diputados, Senadores, Secretarios de
gobierno, hasta el mismo Presidente de la República.

· PROFESIONISTAS 5
Médicos, Odontólogos, Pediatras, Ginecólogos, etc.

· EMPRESARIOS 5
Ejecutivos, Directores generales, Gerentes de finan-
zas, de Recursos Humanos, etc.

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· BANQUEROS 5
Directivos, Gerentes, Finanzas, Asesores, etc.

· INSTITUCIONES DE AYUDA SOCIAL 5


Presidentes de Fundaciones y Comisión de Educa-
ción, Cruz Roja Internacional, etc.

· IGLESIAS Y GRUPOS CRISTIANOS 5


Gedeones Internacionales, Ejército de Salvación, etc.
Total Aproximado: 31

Esto es algo muy emocionante en el servicio a las cárceles: que cuando le hablamos del Señor
Jesucristo a un sólo interno, ¡en realidad estamos llegando a más de 40 personas! Así que cuando
tengamos un grupo de 5 internos, no nos desanimemos, ya que en realidad estamos ministrando a
más de 200 personas. ¿Se imagina entonces cuando el grupo de internos llega a crecer a un número
de 50? ¿No es emocionante?

Esto es necesario que el pastor Y los líderes internos lo sepan, así como cada obrero carcelario que
visita las prisiones y, por supuesto, los pastores y directores externos.

C. LA IMPORTANCIA DE LAS PRISIONES A LA LUZ DE LA BIBLIA


Las prisiones juegan un papel muy importante a través de toda la Biblia y de los sucesos más
importantes de nuestra redención y vida eterna. En esta sección veremos 10 razones que hacen que
las cárceles sean importantes en el plan divino de Dios.

1. Se mencionan a través de toda la Biblia.

En toda la Biblia se menciona muchas veces las cárceles, directa o indirectamente:


Palabra No. de veces
Cárcel(es) 69
Carcelero(s) 3
Prisión(es) 23
Prisionero(s) 20
Preso(s) 48
Mazmorra(s) 2
Cautivo(s) 138
Cautiverio(s) 29
Cautividad 70
Esclavo(s) 99
Esclavitud 26
Reo 3
Encarcelar 6
Custodia 15
Guardia(s) 112
Vigilan(te)(s) 19
Vigilar 11
Captura(r) 21
Celda(s) 12
22
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Total 726

2. Se relaciona con el suceso más relevante de la historia Bíblica.

El evento más mencionado en toda la Biblia es la salida de Israel del cautiverio en Egipto (más de
500 veces). Esto marcó un suceso sin precedentes, porque a partir de su liberación de Egipto se
estableció la pascua, símbolo del sacrificio de Jesucristo, el cordero de Dios que quita el pecado del
mundo. Además, el proceso de liberación de la esclavitud del pueblo de Egipto es totalmente similar
al proceso de nuestra redención. En cuanto a las cárceles, hay una similitud impresionante entre la
esclavitud que los hijos de Israel sufrieron y las cárceles de la antigüedad. Aquí algunos paralelos:
1. Tenían capataces sobre ellos. Exodo 1:11
2. Les molestaban con cargas pesadas de trabajo. Exodo 1:11
3. Los hacían trabajar para sus propios beneficios. Exodo 1:12
4. Los hacían servir con dureza. Exodo 1:13
5. Les amargaban su vida con dura servidumbre. Exodo 1:14
6. Los obligaban a trabajar con rigor, sin salario. Exodo 1:14
7. Tenían potestad aún para matar a sus hijos y controlar la natalidad entre ellos. Exodo
1:15-16,22
8. Los tenían privados de su libertad (Egipto era la gran cárcel para ellos, cerca de 3
millones). Exodo 5:2
9. Los presionaban a producir. Exodo 5:13
10. Los azotaban. Exodo 5:14
Todo el país de Egipto era como una gran cárcel. Ellos tenían que trabajar duramente cada día y no
tenían libertad de salir, pues fueron reducidos a esclavitud, a prisión.

3. Antes de la creación del mundo ya existían las cárceles

Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia


morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio
del gran día.
Judas 6

Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al
infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio.
2a. Pedro 2:4

Las cárceles tienen que ver con la eternidad, ya que antes de que fuese creados los cielos y la tierra
en el tiempo, ya existían las cárceles, y estas tienen el propósito de guardar a ángeles que pecaron y
no guardaron su dignidad hasta el juicio del gran día. Las cárceles existirán por toda la eternidad en
el infierno, para guardar ahí al diablo, a sus demonios y a todos los que no conocieron a Dios ni
obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

4. El primer misionero que Dios envió, José, estuvo en prisión.

Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del
rey, y estuvo allí en la cárcel. Pero el Señor estaba con José y le extendió su
misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel.
Ahora, pues, no se entristezcan, ni les pese el haberme enviado acá; porque
para preservación de vida me envió Dios delante de ustedes...Dios me envió

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delante de ustedes, para preservarles posteridad sobre la tierra, y para darles
vida por medio de gran liberación.
Génesis 39:20-21; 45:5,7
Dios permitió que el primer misionero estuviera en la cárcel por varias razones:
· Tratar con su vida personal y hacerle madurar en todos los aspectos.
· Anunciar el mensaje de Dios a los presos también.
· Hacerle identificarse con su descendencia, que estaría en esclavitud en Egipto.
· Hacerle comprender el plan divino de redención.
· Conocer el estado triste de las prisiones para, a la postre, beneficiar a los presos y
procurarles mejores condiciones de vida.
· Mostrarle su poder y soberanía.

5. Los más grandes hombres de Dios estuvieron en prisión.

Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y


cárceles.
Hebreos 11:36
Es increíble ver como casi todos los grandes hombres de Dios sufrieron prisiones y cárceles de un
modo directo o indirecto, tal vez con los mismos propósitos que José. Los siguientes hombres de
Dios y personajes bíblicos estuvieron ya sea en prisión (sea judicial, de guerra o de cautiverio):
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
· Lot. Génesis 14:14
· José. Génesis 39:20-21
· Sansón. Jueces 16:21
· Micaías. 1a. Reyes 22:27
· David. Salmos 142:7
· Jeremías. Jeremías 37:21; Lamentaciones 3:5
· Daniel. Daniel 1:1-3,6
· El pueblo de Israel. Salmos 107:14

EN EL NUEVO TESTAMENTO
· Juan el Bautista. Génesis 14:14
· Nuestro Señor Jesús. Mateo 27:27; Juan 18:18
· Todos los apóstoles. Hechos 4:3; 5:18
· Los primeros misioneros del cristianismo. Hechos 8:3; 22:4
· El apóstol Pedro. Hechos 12:5
· El apóstol Pablo. 2 Corintios 6:5; Filipenses 1:13;Colosenses 4:18
· El misionero Pablo y el profeta Silas. Hechos 16:22-27
· Timoteo, discípulo de Pablo. Hebreos 11:36

6. El primer libertado físicamente por Jesús fue un prisionero.

Entonces Pilato sentenció que se hiciese lo que ellos pedían; y les soltó a aquel
que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, a quien habían
pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.
Lucas 23:24-25

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Literalmente, Jesús murió en lugar de Barrabás, un prisionero. Es decir, el murió para que Barrabás
viviera, el sufrió la cruz para que Barrabás fuera libre. Es de mucha trascendencia el hecho de que,
visto desde el punto de vista meramente humano, Jesús dio su vida por un homicida, por un
prisionero, para que este pudiera vivir y salir en libertad. Jesucristo, como en esa ocasión, hoy en día
sigue sacando de la cárcel a muchos presos.

7. El primer salvado espiritualmente por Jesús fue un preso.

Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le


dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Lucas 23:43
¡En la cruz del calvario Jesús ganó la primer alma para el cielo! Y se trataba ¡nada más ni nada
menos que el preso que estaba crucificado junto a él y que momentos antes lo estaba injuriando!
¡Cuán grande e inescrutable es la misericordia y la gracia de Dios! Este prisionero, sentenciado a
muerte, clamó a Jesús, reconoció su pecado, el justo juicio de Dios, la justa retribución por sus
maldades, la inocencia de Jesús, el carácter de Jesús como Rey; comprendió la eternidad, el reino de
Dios, la segunda venida de Cristo, la resurrección de los muertos y la divinidad de Jesús. Todo eso
¡solo por estar a lado del cordero de Dios! Pero ¿de dónde le vino toda esa sabiduría? Ciertamente
no de su razonamiento humano, ni de su lógica, sino que, como a Pedro cuando confesó que Jesús
era el Mesías, el Espíritu Santo se lo reveló para que pudiera ser salvado por la fe en Jesús. Vemos,
pues, la importancia que tienen para Dios los presos, ya que se reveló a un prisionero condenado a
muerte para que este pudiera llegar al cielo.

8. El primer perdido espiritualmente por no creer en Jesús fue un preso.

Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al


otro que había sido crucificado con él.
Juan 19:32
Este es el otro lado de la moneda. Somos salvos por la fe, por creer en Jesús, en el evangelio. Pero
ese mismo poder para salvarnos nos condena si no creemos. Jesús dijo que el que cree en él no es
condenado, pero el que no cree ya ha sido condenado, por cuanto no creyó en el nombre del
unigénito Hijo de Dios (Juan 3:18). Tristemente, la primer persona que se fue al infierno por causa
de Jesús fue el prisionero que estaba crucificado al otro lado de él en el Calvario. Es decir, a partir
de la muerte de Jesús en la cruz, la diferencia entre el cielo o el infierno radica en creer en Jesús o
no, y eso se manifiesta por medio de la obediencia o rebeldía a su palabra.

9. Las más grandes revelaciones de Dios fueron dadas dentro de las cárceles.

Vino palabra del Señor a Jeremías la segunda vez, estando él aún preso en el
patio de la cárcel, diciendo: Así ha dicho el Señor, que hizo la tierra, el Señor
que la afirmó para afirmarla; el Señor es su nombre: Clama a mí y yo te
responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Jeremías 33:1-3

Esta Escritura, así como la revelación del nuevo pacto, le fue dado a Jeremías cuando el estaba
dentro de la cárcel. Pero ¿qué no las cárceles son lugares inmundos y no deseados? Pues al Señor le
ha placido hablar a sus siervos y revelarles secretos cuando ellos estuvieron en la cárcel. ¿Por qué?

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tal vez porque es un lugar en donde la persona puede estar en quietud y en espera. Pero, sea como
fuere, esto solamente denota la importancia que las cárceles tienen a la luz de la Biblia.

Todo el Nuevo Testamento fue escrito por los apóstoles, excepto Lucas y Hechos (que fueron
escritos por el Médico Lucas) y el libro de Hebreos (que fue escrito por Dios). Es bien conocido que
todos los apóstoles estuvieron en prisión al principio de su ministerio cuando aún no se escribía nada
del Nuevo Testamento. Por lo tanto, ellos experimentaron la cárcel antes de escribir y, podemos
decir con certeza, que el Nuevo Testamento fue escrito por puros exinternos (excepto Lucas). Es
más, muchas cartas del canon fueron escritas desde adentro de la prisión y por sí solas denotan su
vital importancia en cuanto a revelación divina. Dios le permitió a Pablo escribir 13 epístolas, de las
cuales 7 las escribió dentro de la prisión:
• Efesios
• Filipenses
• Colosenses
• 1ª y 2ª Timoteo
• Tito
• Filemón
Y la última carta, la más profunda en revelación escatológica y que describe el final de los tiempos y
que completa la revelación divina, el Apocalipsis, fue escrito por el apóstol Juan ¡desde adentro de
una prisión en la isla de Patmos, a donde había sido exiliado por causa de la palabra de Dios y del
testimonio de Jesucristo!

10. El diablo y sus ángeles van a ser encarcelados durante el milenio

Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran
cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo
y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su
sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen
cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de
tiempo.
Apocalipsis 20:1-3

El diablo sabe perfectamente el destino que le espera y por eso es que odia tanto la obra de Dios y el
trabajo en cárceles y los obstruye y siempre está tratando de anularlos. El diablo odia las cárceles
porque muchos de sus demonios están guardados ahí hasta el juicio del gran día. Odia las cárceles
porque sabe que él mismo será encarcelado por mil años, atado y sellado, y no podrá hacer nada,
absolutamente nada, y tendrá que esperar ahí por mil años, luego será soltado por un tiempo y por
último será lanzado al infierno, al lago de fuego y azufre, y será atormentado día y noche por los
siglos de los siglos, en compañía de la bestia, el falso profeta, la muerte, el Hades, y todos los que no
se hallaron inscritos en el libro de la vida (Apocalipsis 20:10-15).

Como podemos apreciar, las cárceles juegan un papel muy importante en el plan de Dios para la
humanidad. Por tanto, no desechemos el clamor de Dios que nos manda:

Acuérdense de los presos como si estuvieran presos juntamente con ellos;


Hebreos 13:3

D. LA OBRA MISIONERA MUNDIAL Y LAS PRISIONES.

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1. El corazón de Dios y las misiones.

¿En dónde está el corazón de Dios? Desde el principio podemos ver que el corazón de Dios está en
las misiones, en la obra misionera. Dios siempre ha tenido en cuenta al mundo entero, a todas las
naciones. El quiere que Su Nombre sea conocido por todos los seres humanos. Y esa es la base de la
obra misionera: alcanzar a todas las gentes de todos los pueblos, naciones, tribus y lenguas con el
mensaje del Señor. A través de toda la Biblia vemos que el corazón de Dios está en las misiones.

En el principio...
Cuando Dios creó al hombre, ese era su plan original, ya que les dijo: "Fructifiquen y
multiplíquense; llenen la tierra, y subyúguenla" (Génesis 1:28). El plan de Dios era que el hombre
tuviera muchos hijos y que llenara la tierra. Adán pudo haberse convertido en un misionero, ya que
tendría que ir a visitar cada lugar de la tierra para instruir a su descendencia en los caminos de Dios.

Después del diluvio


Dios le dijo a Noé y a sus hijos: "Fructifiquen y multiplíquense, y llenen la tierra" (Génesis 9:1)
¡Lo mismo que le dijo a Adán! El plan seguía incluyendo a todo el mundo, un plan misionero.
En el llamamiento a los patriarcas
Después que se multiplicaron los hijos de Noé, se multiplicó también la maldad y los hombres se
apartaron de Dios y, como resultado, quisieron construir en Sinar (esto es, Babilonia) una ciudad y
una torre cuya cúspide llegara al cielo. Entonces Dios tuvo que confundir las lenguas y los hombres
fueron esparcidos sobre la faz de la tierra (Génesis 11:8). Después de esto, Dios puso sus ojos en
Abram y lo llamó y le dijo:

Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te


mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu
nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te
maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Génesis 12:1-3

Otra vez vemos que el plan de Dios contempla a todas las familias de la tierra, todas las naciones
de la tierra. Lo mismo dijo a Isaac y a Jacob (Génesis 26:1-5; 48:3-4).

En la liberación de su pueblo de la esclavitud


El pueblo de Dios cayó en cautividad en Egipto. Pero Dios envió un libertador, Moisés, y el plan
seguía siendo el mismo: que el Nombre de Dios fuera anunciado en toda la tierra (Exodo 9:16;
19:5).

En la visión de Isaías
Esto también podemos notarlo cuando el profeta Isaías tuvo la visión tremenda del trono de Dios y
oyó la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" e Isaías respondió:
"Heme aquí, envíame a mí" (Isaías 6:1-8).

2. El misionero José.

Pero, ¿qué es un misionero? Básicamente, es una persona enviada por Dios a un lugar específico,
con una misión definida. No todos los misioneros son enviados por Dios. En este caso,
consideraremos sólo los que han sido enviados por Dios con la misión de proclamar un mensaje de
parte de él. A continuación consideraremos en las Escrituras la vida de cada misionero y veremos
qué relación tienen las misiones con las cárceles y qué vínculo hay entre la obra misionera y el
servicio a las prisiones.
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El primer misionero que se menciona en la Biblia es José, el hijo de Jacob:

Entonces dijo José a sus hermanos: Acérquense ahora a mí. Y ellos se


acercaron. Y él dijo: Yo soy José, el hermano de ustedes, el que vendieron
para Egipto. Ahora, pues, no se entristezcan, ni les pese de haberme vendido
acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de ustedes...Y
Dios me envió delante de ustedes, para preservarles posteridad sobre la tierra,
y para darles vida por medio de gran liberación. Así, pues, no me enviaron acá
ustedes, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda
su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.
Génesis 45:4-5,7-8

A la edad de diecisiete años, José recibió dos sueños de parte de Dios en los que a él se le postraban
sus hermanos y sus padres. Esto despertó la envidia de sus hermanos y, en un intento por deshacerse
de él y matarlo, lo vendieron como esclavo a unos mercaderes que iban de paso. José fue comprado
después en Egipto por Potifar, un capitán de la guardia de Faraón. José tenía una visión de Dios, un
mensaje que dar. La Escritura nos dice que el Señor estaba con José y hacía prosperar todo lo que
hacía y fue hecho jefe de toda la casa de Potifar. ¿De qué hablaría José con la gente cuando le
preguntaban acerca de su vida? Seguramente les contaba que era hebreo y que su Dios era el Señor.
Pero ese mensaje tenía que ser predicado también en otro lugar que, como veremos más adelante,
siempre ha estado incluido en la proclamación de las buenas nuevas: la cárcel. Y efectivamente, más
tarde José es calumniado y echado en la cárcel, donde estaban los presos del rey. Y la palabra dice
que el Señor estaba con José y que le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de
la cárcel, de tal manera que el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los
presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. Y no necesitaba atender el
jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque el Señor estaba con José,
y lo que hacía, el Señor lo prosperaba (Génesis 39:20-23). Pero ¿de qué hablaría José adentro de la
cárcel? pues de lo mismo que hablaba afuera: del Señor.

3. El misionero Moisés.

El segundo misionero al que hace mención la sagrada Escritura es a Moisés, el que promulgó la ley
de Dios para el pueblo israelita:

El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he


visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te
enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.
Exodo 3:9-10

Moisés era un ex convicto cuando fue llamado. El había dado muerte a un varón egipcio por
defender a un compatriota suyo, y tuvo que salir huyendo de la justicia de Egipto. Si Moisés se
hubiera quedado, seguramente habría caído preso. Vemos en esto que Dios no hace acepción de
personas. Moisés tenía un mensaje de parte de Dios para Faraón, y era que Israel era hijo de Dios, su
primogénito, y que, como no quería dejarlos ir a pesar de todas las señales que le había mostrado,
iba a matar a todo primogénito en Egipto, comenzando por su hijo. Este mensaje también llegó a la
cárcel (Éxodo 3:20; 4:21-23; 12:29).

4. El misionero Isaías.

Tal vez el misionero que más claro habló acerca de las cárceles fue Isaías. El es el que, inspirado por
el Espíritu Santo, dijo:
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Yo, el Señor, te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré
y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los
ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de
prisión a los que moran en tinieblas.
Isaías 42:6-7

En su libro menciona las cárceles de la siguiente manera:

· Que las autoridades injustas se inclinarían ante los presos. Isaías 10:4
· Cuando hace referencia al diablo, y dice que nunca abrió Isaías 14:17
la cárcel a los presos.
· El día del juicio los demonios y los reyes de la tierra serán Isaías 24:21-22
encarcelados.
· Jesucristo sacaría de la cárcel a los presos, y de casas de Isaías 42:6-7
prisión a los que moran en tinieblas.
· Que el pueblo de Israel, en su rebeldía, se escondería en Isaías 42:18-22
cárceles.
· Que Jesucristo estaría preso. Isaías 53:8
· Jesucristo sería ungido para publicar a los presos apertura Isaías 61:1
de la cárcel.

5. El misionero Jeremías.

El profeta Jeremías juega un papel muy importante entre los misioneros de Dios:

Y me dijo el Señor: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás
tú, y dirás todo lo que te mande.
Jeremías 1:7
Jeremías tenía un mensaje tremendo de Dios:
· Los juicios divinos
· La destrucción de Jerusalén
· El cautiverio en Babilonia de setenta años
· La persecución en Egipto
· El Nuevo Pacto en Jesucristo.

El fue enviado al pueblo de Israel. Todos oyeron el mensaje del profeta. Pero, ¿qué de los que
estaban en prisión? Tal vez todos nos olvidemos de ellos, pero Dios nunca se olvida de ellos. Por
eso Jeremías fue puesto en prisión, y ahí, dentro de la cárcel, recibió las revelaciones más
sorprendentes. Es muy conocido el pasaje que dice: "Clama a mí y yo te responderé" (Jeremías
33:3). Precisamente, esa palabra, le fue dada "estando él aún preso en el patio de la cárcel"
(Jeremías 33:1).

Podemos ver, otra vez, como el misionero enviado por Dios da el mensaje a los libres y también a
los presos. ¿Por qué? porque los presos también están incluidos dentro del plan misionero de Dios.

6. El misionero Juan Bautista.

Juan el bautista es el misionero más impactante e importante, ya que fue enviado por Dios delante
del Mesías para prepararle el camino:

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Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo:
Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que
bautiza con el Espíritu Santo.
Juan 1:33

Juan tenía un mensaje importantísimo: el del arrepentimiento y perdón de pecados en Jesucristo, que
el Cristo vendría para bautizar en Espíritu Santo y fuego, a preparar el camino del Señor. El salió al
desierto y la gente iba a él desde Jerusalén, toda Judea y toda la provincia de alrededor del Jordán
(Mateo 3:5). Pero, ¿quiénes no podían ir al desierto? pues los presos, los que estaban en prisión. Por
eso es que fue puesto en la cárcel, para que los presos pudieran oír el tremendo mensaje que él tenía
de parte de Dios. ¿Cómo podemos asegurar esto? porque Jesús no iba a comenzar su predicación
pública hasta que terminara el ministerio de Juan. Y la palabra dice bien claro que:
Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea...Desde entonces
comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos
se ha acercado.
Mateo 4:12,17

Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el


evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de
Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio.
Marcos 1:14

¿Qué significa esto? Pues que Cristo no empezó a predicar públicamente hasta que se cumpliera el
tiempo, y el tiempo se cumplió hasta que Juan terminó, es decir, hasta que anunció el mensaje que
había recibido dentro de la cárcel. ¡Cuánto ama Dios a los presos que los tomó en cuenta para tan
gran noticia! Ciertamente todos se podrán olvidar de los presos, pero Dios nunca lo hará, por eso
nos manda que nos acordemos de los presos como si nosotros estuviéramos presos juntamente con
ellos (Hebreos 13:3).

7. El misionero Jesús.

Sin lugar a dudas, Jesucristo es el misionero de Dios, el modelo a seguir:

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para
que el mundo sea salvo por él.
Juan 3:17

Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a ustedes. Como me envió el Padre, así
también yo los envío.
Juan 20:21

Acabamos de ver qué tan importante era el hecho de que a los presos también fuera predicado acerca
de la venida de Jesús y del reino de Dios que se esperó hasta que Juan estuviera preso para que él
comenzara su ministerio público en la tierra.
Pero no sólo eso, sino que al iniciar su ministerio también mencionó las cárceles y a los presos:

El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a

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pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a
los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.
Lucas 4:18-19

Esta Escritura hace referencia a Isaías 61:1-4 y también dice que fue enviado a publicar a los
presos apertura de la cárcel. Jesús mismo estuvo en prisión, y eso fue antes de dar su vida por los
pecados de la humanidad. ¿Por qué? porque también a los presos era necesario que se les anunciase
acerca de la salvación en Jesús. Más adelante veremos qué papel tan importante juegan las cárceles
en el contexto del sacrificio de Jesucristo por todos nosotros.

8. Los misioneros a los judíos.

Los once apóstoles fueron los primeros misioneros enviados por Jesucristo:

Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a ustedes. Como me envió el Padre, así
también yo los envío.
Juan 19:21

El problema fue que los discípulos, todos judíos, tal vez pensaron que era ir a todos los judíos en
todo el mundo que estaban en la dispersión, pero nunca a los gentiles, ya que ellos eran judíos y
siguieron practicando su religión judía. El Señor tuvo que hablar a Pedro en visión y por el Espíritu
para que abriera la puerta de la salvación a los gentiles en casa de Cornelio, pero después de ahí no
se menciona que hallan enviado a nadie a hablar de la fe a los no judíos. No fue sino hasta la
persecución por mano de Saulo de Tarso, como veremos más adelante, que la obra se extendió hasta
los gentiles. Veamos algunos aspectos interesantes acerca de estos primeros misioneros:

La primer cosecha: la predicación del evangelio


· Cuando el Espíritu Santo llega a la tierra sobre los ciento veinte que estaban reunidos,
los discípulos predican a los judíos y extranjeros que estaban en la fiesta de Pentecostés
y ese día se añaden como tres mil personas más al cristianismo (Hechos 2:1-42).
· Este mensaje, obviamente, no llega a los presos, porque ellos no podían asistir a la fiesta
de Pentecostés a ofrecer sacrificios.

La segunda cosecha: la sanidad de un cojo


· Posteriormente Pedro y Juan sanan, en el nombre de Jesús, a un cojo de nacimiento y,
como fue evidente a todo el pueblo que estaba en el templo y en las calles, les predican
de la fe en Jesucristo y ese día se añaden como cinco mil persona más (Hechos 3:1-26;
4:4)
· El mensaje acerca de la resurrección del Señor y del perdón de pecados había llegado ya
a los extranjeros que se encontraban en la fiesta de Pentecostés y a la gente del pueblo.
Pero, ¿quiénes hacían falta? pues los presos, porque ellos no pueden ir a la fiesta a
ofrecer sacrificios, ni tampoco pueden ir al templo ni transitar por las calles.
· Tal vez a los apóstoles se les olvidó ir a los presos (como comúnmente nos sucede a
nosotros) pero a Dios no, ya que, después de testificar con señales y prodigios en la
calle, tenían que testificar en la cárcel. Y entonces sucede lo inevitable: las autoridades
echan mano de los discípulos y los ponen en la cárcel (Hechos 4:1-3)
· ¿Se imaginan el impacto de todos los presos en la cárcel, de saber que habían caído unos
por predicar? ¿Predicar de qué? ¡Seguramente que les preguntaron acerca de eso! Y ¿qué
habrán dicho los discípulos? pues les predicaron acerca de Jesús. ¡Gloria a Dios! A los
presos también llegó el mensaje.

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Fundación Emmanuel, I.A.P.
· Lo más sorprendente es que, después de un juicio al día siguiente (y eso ante las
máximas autoridades de la nación), los ponen en libertad. ¡Qué testimonio! ¿Verdad? y
eso a pesar de que Pedro y Juan fueron "insolentes" ante ellos.

La cosecha continúa: señales y maravillas


· Los apóstoles siguieron haciendo en el nombre de Jesús maravillas, señales y prodigios
en el pueblo. Los discípulos aumentaban en gran número y muchos llevaban a sus
enfermos a los pies de los apóstoles y todos eran sanados (Hechos 5:12-16)
· Todos podían acudir a los apóstoles para recibir sanidad. Pero, ¿quiénes no podían ir?
pues los presos. Vemos otra vez cómo posiblemente se les olvidó, pero al Señor no.
Todos podrán olvidar a los presos, pero el Señor jamás.
· Entonces, sucedió de nuevo lo inevitable: las autoridades se llenaron de celos por las
maravillas y milagros y les echaron mano y los pusieron en la cárcel pública (Hechos
5:17-18).
· Los apóstoles ya habían anunciado el mensaje de Jesús dentro de la cárcel. Pero faltaban
los milagros. Y de pronto sucede algo inesperado y maravilloso: un ángel del Señor abre
las puertas de la cárcel en la noche, los saca, y los envía de nuevo a predicar de pie en el
templo. Nadie se da cuenta, nadie lo nota. Al otro día, ¡oh sorpresa! la cárcel se halla
cerrada con toda seguridad, y los guardas de pie afuera, pero la celda vacía. ¡Los
apóstoles escaparon de la cárcel! (Hechos 5:19-25)
· No hay nada más milagroso para un preso que el salir en libertad, como sea. En la mente
de la mayoría pasa la idea de escapar. Los que logran hacerlo, son tenidos en gran estima
y respeto por los demás presos. Pensemos en esto: ¿qué mejor demostración de un
milagro que el que ellos escaparan sin ser vistos, sin hacer ruido, sin golpear a nadie, sin
siquiera usar armas? Ese sí que fue un testimonio de milagro para todos los presos.
· Y el milagro mayor se dio al otro día: los presos que habían escapado son enjuiciados
y...¡no se les sentencia a purgar una condena sino que son puestos en libertad otra vez!
¡Qué tremendo! Y lo más sorprendente es que los azotan y ellos salen "gozosos de haber
sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre".

9. Los misioneros a los gentiles.

La persecución
Los apóstoles y los nuevos convertidos permanecieron en Jerusalén por varios años. Tal parece que
la obra misionera que Jesús les había encomendado se les había olvidado, pues no había planes para
enviar misioneros a otros lados. Entonces vino la persecución y, a causa de ésta, comenzó la obra
misionera al mundo, ya que los que fueron esparcidos iban por todos lados predicando el evangelio:

En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en
Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y Samaria, salvo
los apóstoles.
Hechos 8:1

Felipe: misionero a Samaria


Los conocedores bíblicos reconocen que aquí, en Hechos 8, da inicio la obra misionera a todo el
mundo. Algo muy interesante es la secuencia del relato en este capítulo, ya que en los versículos 3 al
5 menciona los inicios y es bien claro que la obra inicia en las cárceles y después por todas partes.
Posteriormente, relata cuando Felipe desciende a Samaria, luego al desierto con el eunuco y después
de Azoto hasta Cesárea anunciando el evangelio:

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Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a
mujeres, y los entregaba en la cárcel. Pero los que fueron esparcidos, iban por
todas partes anunciando el evangelio. Entonces Felipe, descendiendo a la
ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
Hechos 8:3-5

¿Por qué entregaba Saulo hombres y mujeres a la cárcel? Por causa de la fe de ellos en Jesucristo,
debido a que no los había podido hacer blasfemar el Nombre de Jesús. ¿De qué otra cosa hablarían
esas personas dentro de la cárcel sino de Cristo? Siempre hay curiosidad en los internos de una
cárcel por saber por qué causa entró su compañero. ¿Podemos imaginar el impacto de todos al saber
que estaban allí por un hecho heroico de no haber negado su fe? ¡Qué testimonio tan maravilloso!
Así, pues, podemos ver que la obra misionera comenzó en las cárceles. Después se extendió por
Judea, Samaria, y de Azoto hasta Cesárea.
Después de la persecución de la iglesia, que sirvió más que nada para que los primeros misioneros
salieran a predicar a otros, Saulo, el perseguidor, se convierte al cristianismo y se une a los
discípulos. Entonces reinó de nuevo la paz en las iglesias por toda Judea, Galilea y Samaria, y eran
edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo
(Hechos 9:1-31).
Pedro: misionero a los gentiles
Entonces Pedro, obedeciendo ya al Señor, hace un viaje misionero para visitar a todos y, durante ese
viaje en el que Dios obra milagros extraordinarios por medio de él, recibe una visión y el Espíritu
Santo le habla para que vaya y visite a Cornelio, un gentil que fue visitado por un ángel y que le
ordenó que mandara por Pedro, para que él le hablara palabras por las que sería salvo él y toda su
casa. Entonces Pedro fue, predicó a los gentiles y la puerta de la fe fue abierta oficialmente a todos
los seres humanos, "de manera que también a los gentiles dio Dios arrepentimiento para vida"
(Hechos 9:32-43; 10:1-48; 11:1-18). Lo que es importante notar aquí es que ya oficialmente, la
salvación se había abierto a los gentiles. Una prueba es que los que habían sido esparcidos pasaron
por Fenicia, Chipre y Antioquía predicando la palabra a los judíos, pero unos varones de Chipre
hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús, y muchos se convirtieron
al Señor. Esto llegó a oídos de los apóstoles en Jerusalén y enviaron a un misionero, Bernabé, y en
Antioquía se estableció la primer iglesia formada por gentiles (Hechos 11:19-26). Ya todos en Jeru-
salén sabían que los gentiles también tenían acceso a la gracia, pero ¿quiénes hacían falta? pues los
presos. Es entonces cuando Pedro es puesto en prisión para que también a ellos les fuera anunciada
la buena nueva para los gentiles:

Y habiéndole tomado preso (a Pedro), le puso en la cárcel, entregándole en


cuatro grupo de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se
proponía sacarle al pueblo después de la pascua. Así Pedro estaba custodiado
en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.
Hechos 12:4-5

No nos dice la Biblia cuánto tiempo estuvo preso Pedro, pero tal vez fue el suficiente para que
anunciara a los gentiles la buena nueva (tomemos en cuenta que los soldados eran gentiles, y los
guardias también). Otra vez vemos cómo Dios tiene presente las cárceles en cada paso que se da en
la obra misionera, en su corazón, en la razón de ser de cada uno de nosotros: anunciar las virtudes de
aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.

10. Los misioneros hasta lo último de la tierra.

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Pablo y Silas: misioneros a Filipos
Después del primer viaje misionero desde Antioquía, se organizó el segundo viaje misionero el cual,
aseguran los expertos en materia bíblica, fue la tremenda diferencia que hoy existe entre oriente y
occidente, ya que el Espíritu Santo prohibió que se predicara la palabra en Asia y a través de una
visión, permitió que se anunciara en Filipos, punto central desde el cual toda Europa fue alcanzada
para Cristo. (Hechos 16:1-10). Es muy interesante notar cómo las cárceles siguen jugando un papel
importantísimo en la obra misionera, ya que Pablo, Silas y Timoteo, después de varios días pudieron
hablar a unas mujeres junto al río. Algunas creyeron y hasta hubo bautizos. Entonces comenzaron a
levantar la congregación piloto que sería la puerta para alcanzar toda Europa. Pero, volvemos otra
vez al mismo cuestionamiento que hemos estado considerando ¿quiénes faltaban de oír el mensaje?
pues sí, los presos, porque ellos no pueden salir. Fíjese cómo a todos se nos pueden olvidar los que
están en la cárcel, pero a Dios nunca se le olvidarán. Como eso solía suceder (y sucede aún en
nuestros días), Pablo y Silas fueron puestos en prisión, acusados de agitadores públicos y
sublevadores, es decir, de delincuentes políticos. Los azotan mucho con varas, los echan en la cárcel
y mandan al carcelero que los guardase con seguridad y los encierran en el calabozo de más adentro
y les aseguran sus pies en el cepo (Hechos 16:11-24). Entonces sucedió lo inevitable: los presos, que
no tenían la oportunidad de escuchar el evangelio, pudieron hacerlo nada más y nada menos que de
boca de Pablo y Silas. ¡Y de qué manera!

Después de haberlos azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al


carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandamiento,
los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero
a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los
oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los
cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas,
y las cadenas de todos se soltaron.
Hechos 16:23-26

¡Es tremendo este testimonio! Todos los presos oyeron los cantos y las oraciones, todos los presos
sintieron el temblor, todos los presos vieron sus puertas abrirse, todos los presos vieron sus cadenas
soltarse, ¡todos los presos recibieron el testimonio del evangelio! ¡Y de qué manera tan sor-
prendente! (un poco parecido al Pentecostés, cuando hubo un estruendo o cuando los discípulos
oraron y el lugar donde estaban reunidos tembló). ¿Cuál fue el resultado de esto? que el carcelero, al
ver abiertas todas las puertas, quiso matarse, pero Pablo se lo impidió (Hechos 16:27-29). Después
el carcelero, reconociendo que todo eso había sucedido por causa de Pablo y Silas -así como todos
los demás presos obviamente- fue y se postró a los pies de ellos, los sacó y les dijo, dentro de la
cárcel, la pregunta cuya respuesta todos los cristianos conocemos y reclamamos como promesa:

¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y
serás salvo, tú y tu casa.
Hechos 16:30-31
Posteriormente fueron a la casa del custodio, le predicaron a toda la familia, los bautizaron y fueron
agregados a la Iglesia del Señor. ¿Cómo habrá sido la vida de aquel carcelero después de todo esto?
Seguramente fue añadido a la Iglesia que ya estaba establecida (porque en Hechos 16:40 menciona
que ya habían hermanos en la fe en casa de Lidia). Seguramente contaba su testimonio a sus amigos,
a sus compañeros de trabajo y, por supuesto, a los demás presos. Otra vez podemos ver cómo por la
misericordia del Señor, los presos no se quedan sin auxilio ni sin el testimonio del evangelio, y
cómo estos también forman parte de la Iglesia del Señor.

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Pablo: Misionero a Roma
Después del incidente en Filipos, se fueron a Tesalónica, luego a Berea, luego a Atenas, luego a
Corinto, después a Efeso, luego a Jerusalén, y terminan el viaje misionero en Antioquía de Siria.

Es muy interesante notar que el apóstol Pablo estuvo preso en algunas cárceles de las ciudades en
que fue a predicar. Posteriormente se organizó un tercer viaje misionero fue desde Antioquía de
Siria a través de Galacia, Efeso, Corinto, Troas, Mileto, Tiro y Jerusalén, en donde finalmente
encarcelan a Pablo por muchos años (Hechos 18 al 21).

Es muy interesante notar que el cuarto viaje misionero (o el viaje de Pablo a Roma, como es mejor
conocido) lo hizo en calidad de prisionero y como tal le predicó a sus compañeros en prisión, a los
carceleros, a funcionarios políticos, a gobernantes, a reyes y hasta al mismo Cesar (¡Ah! de paso en
su viaje a Roma levantó una Iglesia en la isla de Malta, en donde naufragaron. Y todo en calidad de
preso).

Por último, hay algo muy interesante en el final del libro de los Hechos, ya que aparentemente
quedó inconcluso (aunque todos sabemos que no es porque Dios no lo haya terminado, sino porque
los Hechos del Espíritu Santo siguen vigentes aún hasta ahora) el cual termina así:

Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar,


pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase...Y
Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los
que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor
Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.
Hechos 28:16,30-31

¡Bendito sea Dios! ¡Cómo tiene Dios en cuenta las cárceles en su obra! El apóstol Pablo, un
prisionero, desde su cárcel (una casa alquilada custodiada) recibía a todos los que venían a él y les
hablaba y enseñaba de Jesucristo. Esa es nuestra meta, que algún día las cárceles de México se
conviertan en lugares de entrenamiento, de capacitación, de retiro espiritual y de refrigerio para los
demás presos, para los que caen en prisión, y aún para los que están en libertad. Que Dios nos
permita vivir para verlo con nuestros propios ojos cumplido en toda su plenitud en México, en
Latinoamérica, en Estados Unidos y el resto del mundo.

E. LAS SIETE ETAPAS DEL PRESO JESÚS.


Tal vez muchos de los que sirven a Jesucristo en las prisiones nunca hayan estado presos, pero
deben saber que Jesucristo, que está en nosotros, sí estuvo preso y él entiende al que lo está, pues
pasó por todas las etapas que a mayoría de los presos pasan. Veamos cada etapa.

1. Complot para prenderlo.

Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se
reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, y tuvieron consejo
para prender con engaño a Jesús, y matarle.
Mateo 26:3-4
¿A qué criminal "peligroso" lo capturan a la primera? Generalmente, después del "chivatazo"
(cuando alguien lo traiciona y denuncia), andan detrás de sus pasos, planeando cómo y dónde

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prenderlo. A Jesús le pasó lo mismo, y el complot fue hecho por las autoridades espirituales más
altas de su nación después de la traición de Judas.

2. Traición.

Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales
sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me quieren dar, y yo se lo entregaré? Y ellos le
asignaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaba oportunidad para
entregarle.
Mateo 26:14-16

No hay nada que destruya más el corazón de una persona que la traición.

La mayoría de los presos han sido traicionados y esa es una de las causas por las que han caído en
prisión. El Abogado Gene Neil, ex interno sentenciado a 50 años en una prisión de máxima
seguridad que ahora sirve al Señor, dice que si todos supiéramos mantener la boca cerrada, las
prisiones estarían vacías.

Jesucristo mismo también fue traicionado por uno de los hombres de su mayor confianza, ya que a
Judas le había asignado la bolsa del dinero y siempre lo llamó amigo y compañero.

3. Arresto violento.

Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente
con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos
del pueblo. Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo
besare, ése es, préndanlo. Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve,
Maestro! Y le besó. Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se
acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron...En aquella hora dijo Jesús
a la gente: ¿Como contra un ladrón han salido con espadas y con palos para
prenderme?
Mateo 26:47-50,55

Una de las experiencias que más grabada se quedan en el interno es el día de su arresto.
Generalmente es en forma violenta, sin aviso, de repente, abruptamente y con muchos elementos.
Jesús no fue la excepción, por él fue mucha gente con espadas y palos, una compañía de soldados
(algunos creen que se forma de 100 elementos) y alguaciles con linternas y antorchas, y con armas
(Juan 18:3). ¿Tanta gente, soldados y armas para capturar a un sólo hombre?

4. Maltrato, interrogatorio y vejación.

Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le


abofeteaban, diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó...y
habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado. Entonces los
soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron delante de él
a toda la compañía, y desnudándole, le echaron encima un manto escarlata, y
pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano
derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve,

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Rey de los judíos! Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la
cabeza.
Mateo 26:67-68; 27:27-30

¿Habrá alguno que caiga en prisión sin que lo golpeen para que "suelte la sopa"? El maltrato físico
es parte de la suerte que corre la mayoría de los que van a prisión.

A Jesús lo maltrataron sobremanera con puñetazos y bofetadas y lo azotaron con un látigo que
laceró sus espaldas. Y no solo eso, sino que lo desnudaron y le pusieron un manto escarlata y en la
cabeza una corona de espinas ¡un maltrato terrible!

Jesús padeció en sí mismo los siete tipos de heridas que el hombre es capaz de recibir:

1. Heridas en la espalda (los azotes)


2. Heridas en la cara (los puñetazos)
3. Heridas en la sien (la corona de espinas)
4. Heridas en las manos (los clavos)
5. Heridas en los pies (los clavos)
6. Heridas en el cuerpo (la lanza en su costado)
7. Heridas en el alma (el rechazo de todos)

Jesucristo sabe lo que es estar preso. El sabe lo que es ser maltratado y vejado.

Por eso nos pide que nos acordemos de los presos y de los maltratados, como si nosotros mismos
estuviésemos en el cuerpo (Hebreos 13:3)

5. Encarcelamiento.

Muy de mañana, habiendo tenido consejo los principales sacerdotes con los
ancianos, con los escribas y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le
entregaron a Pilato...Ahora bien, el día de la fiesta les soltaba un preso,
cualquiera que pidiesen...Y Pilato les respondió diciendo: ¿Quieren que les
suelte al Rey de los judíos?
Marcos 15:1,6,9

¿Qué interno no recordará el día en que entró a la prisión, lo revisaron, le pidieron sus datos, le
cambiaron sus ropas y le llevaron a un cuarto frío y obscuro? Es una experiencia terrible y ate-
rradora. El hombre es privado de su libertad y deja de ser dueño de sus actos, otros le di cen lo que
tiene qué hacer, cómo, cuándo y dónde. Cuando la persona se da cuenta de su encierro, el
"carcelazo" es irremediable. El carcelazo es una enfermedad de la cárcel, y se define como una
depresión muy fuerte por causa de la impotencia de estar en prisión. Algunos que no lo superan, han
llegado a quitarse la vida; otros, se entregan a la violencia, a las drogas u otros vicios; la mayoría
busca separarse y estar a solas. Jesús lo vivió en carne propia.

6. Abandono y rechazo.

Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.


Mateo 26:56b

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Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con éste, y suéltanos a
Barrabás! Les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; pero ellos
volvieron a dar voces, diciendo: ¡Crucifícale, crucifícale!
Lucas 23:18,20-21

Esta es la suerte que corre la mayoría de los que son recluidos. Poco a poco le empiezan a dejar
todos, empezando con sus amigos, sus parientes, su esposa, sus hijos, y hasta sus padres. Una de las
cosas peores que le pueden suceder a un preso es que lo deje su esposa. Son muy contados los que
no son abandonados. También son rechazados, marcados injustamente por la sociedad, misma que
contribuyó para que él cayera en la cárcel. Jesús padeció lo mismo: lo abandonaron sus más
allegados y lo rechazó la multitud de muchos de los que él mismo antes les había hecho bienes.
Jesús también sabe lo que un preso siente cuando es abandonado y rechazado. Las únicas personas
que no abandonan al preso son sus madres. Lo mismo sucedió con Jesús: María, su madre,
permaneció cerca de él aún hasta su muerte y sepultura.

7. Sentencia.

Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado!


¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo han oído su
blasfemia. ¿Qué les parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte!
Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos quieren que les
suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás. Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús,
llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!
Mateo 26:65-66; 27:21-22

Todo hombre o mujer que llega a la cárcel es juzgado para ser sentenciado. Es imposible definir la
angustia y la ansiedad que se produce en ellos entre su proceso y su sentencia. El interno no hace
otra cosa mas que pensar, hablar y especular acerca de su sentencia. La sentencia puede levantar o
hundir a un prisionero; si es favorable, es decir, de muy poco tiempo o absolutoria, se convierte en la
persona más dichosa de la tierra; en cambio, si es de varios años, puede llegar a deprimirlo y a
hundirlo en un pozo de decepción y amargura interminables. El caso de nuestro Señor fue
terminante, ya que la sentencia sobre él fue de muerte. Él fue juzgado siete veces:

1. El juicio de Anás (Juan 18:12-24)


2. El juicio de Caifás (el sumo sacerdote) y el Concilio (Mateo 26:57-68)
3. El juicio de Pilatos (Lucas 23:1-5,13-17,24-25)
4. El juicio de Herodes (Lucas 23:6-12)
5. El juicio de los soldados (Mateo 27:27-31)
6. El juicio del pueblo (Mateo 27:20-26; 39-44)
7. El juicio de Dios (Mateo 27:46; Isaías 53:5-6; Deuteronomio 21:23)

Jesús también, como los presos, sabe lo que es recibir una sentencia terrible sobre sí mismo. Por eso
es que, su hay alguien que verdaderamente entiende a los presos, ese es Jesús, nuestro bendito y
amado Salvador.

F. EL CLAMOR DE UN PRISIONERO Y EL CLAMOR DE DIOS.

1. El clamor.

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Vino palabra del Señor a Jeremías la segunda vez, estando él aún preso en el
patio de la cárcel, diciendo: Así ha dicho el Señor, que hizo la tierra, el Señor
que la afirmó para afirmarla; el Señor es su nombre: Clama a mí y yo te
responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Jeremías 33:1-3

Definición de clamor
Es muy interesante notar que esta Escritura, tan conocida y tan reclamada por todos los cristianos,
Dios se la halla dado a un preso dentro de la cárcel. ¿Por qué? porque el clamor de un prisionero es
uno de los clamores más angustiantes, desde el fondo del corazón, pues una de las peores cosas que
le pueden suceder al hombre en su vida es que lo priven de su libertad, ya que fuimos creados libres.

¿Qué es un clamor?
Un clamor no es cualquier cosa.

El diccionario lo define como un grito de angustia, una queja implorando favor o socorro, la
necesidad de algo muy urgente que no puede ser aplazado.

Algunos sinónimos de clamor son: grito, lamento, gemido, queja, lloriqueo, gimoteo, vocerío,
vociferación, estruendo, griterío, ruido, bulla, fragor.

El clamor es el grito en tono de súplica por la necesidad más profunda, más apremiante, más
urgente, más inmediata.

Los distintos clamores


Hay distintos clamores de acuerdo a distintas necesidades y situaciones. Veamos algunos ejemplos
que, según los conocedores, son las necesidades más profundas y urgentes de cada tipo de persona
listada a continuación:

El clamor del es...


que se está ahogando ¡SÁLVENME!
enfermo ¡SÁNENME!
moribundo ¡NO QUIERO MORIR!
hambriento ¡COMIDA!
sediento ¡AGUA!
drogadicto ¡MÁS DROGA!
alcohólico ¡MÁS LICOR!
soltero ¡QUIERO CASARME!
esposo ¡INTIMIDAD SEXUAL!
esposa ¡SEGURIDAD!
que ha sido rechazado ¡ACEPTACIÓN!
amargado ¡CARIÑO!
niño ¡ATENCIÓN!
adolescente ¡INDEPENDENCIA!

El clamor, la mayoría de las veces, generalmente es algo que la persona en necesidad no quiere reconocer
o no puede ver.

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El alcohólico, por ejemplo, no reconoce que es un borracho y piensa que puede prescindir del licor. Sin
embargo no lo hace porque no puede, aunque él argumenta que es porque no quiere, aunque lo anhela y lo
necesita realmente.

Lo mismo sucede con el drogadicto, con el enfermo, con el casado, con el soltero, etc.

2. El clamor de un prisionero.

Lo que pensamos que es


Muchos pensamos que el clamor de uno que está privado de su libertad es: ¡SÁQUENME DE
AQUÍ! pero no es así en realidad, ya que es una necesidad que, la mayoría de las veces, no se puede
satisfacer a corto plazo.

Además muchos de ellos, cuando son puestos en libertad, se sienten igual o peor, y en poco tiempo
reinciden y caen de nuevo.

Es más, hay algunos que ya se han acostumbrado a vivir ahí.

Hay muchos que desde pequeños han vivido de cárcel en cárcel durante más de treinta años o más a
veces y hasta algunos tienen el ideal de llegar a las cárceles más peligrosas.

El clamor de ellos tampoco es por dinero, vicios, mujeres o compañía, ya que todo eso se puede
llegar a obtener fácilmente adentro. Muchos, con todo y eso, siguen igual y van de mal en peor.

Lo en realidad es el clamor de un prisionero


Pero ¿qué dice la Biblia al respecto?

¿Cuál es el clamor de un prisionero realmente?

A continuación se listan algunos prisioneros en la Biblia y cuál era su clamor:

Prisionero Texto bíblico


José Acuérdate, pues, de mí cuando tengas este bien, y te ruego que
uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí a Faraón...
Génesis 40:14-15
Sansón Entonces Sansón clamó al Señor, y dijo: Señor Dios, acuérdate
ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios...
Jueces 16:28
Nehemías Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de todo lo que hice por
este pueblo.
Nehemías 5:19
Jeremías Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo...
Lamentaciones 3:19
Un cautivo Acuérdate de mí, oh Señor, según tu benevolencia ...
israelita Salmos 106:4
El preso junto Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
a Jesús Lucas 23:43
Pablo La salutación es de mi propia mano, de Pablo. Acuérdense de
mis prisiones. La gracia sea con ustedes. Amen.
Colosenses 4:18

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...Acuérdense de mí, que estoy en prisión...
Versión de la Biblia "Dios habla Hoy"

El clamor de un prisionero es, pues, ¡ACUÉRDATE DE MÍ! Y en realidad es eso, ya que cuando
un hombre o mujer cae en prisión, pierde sus amigos, familia, compañeros y hasta su identidad (pues
se le reduce a un simple número). Con el tiempo son muy contados los que se acuerdan de ellos (si
es que hay quienes).

El por qué de ese clamor


¿Por qué es ese el clamor de un recluso? Por la sencilla razón de que son personas, seres humanos
como cualquiera que han sido etiquetados como "criminales", "convictos", "peligrosos", "asesinos",
"ladrones" y la mayoría de la gente ve en ellos no al ser humano que siente sino a una especie como
de extraterrestre o animal raro. Dentro de las prisiones son olvidados aún entre ellos mismos. Ellos
necesitan de alguien que se acuerde de ellos como personas, como individuos, como seres humanos
que han cometido un error pero que están arrepentidos.

La verdad es que cuando una persona es puesta en prisión, en su corazón hay una lamentación por lo
que ha hecho. Pero al juez no le importa que esté arrepentido, él cometió un delito y tiene que pagar.
Al abogado defensor tampoco le importa, no pudo ganar el caso y ni modos. A la policía tampoco le
importa, ellos cumplieron con su deber. A los custodios menos les importa que estén arrepentidos,
su trabajo consiste en cuidarlos y que no se escapen. A los otros presos tampoco les interesa si está
arrepentido o no, suficientes problemas tienen como para echarse otro encima. Solo hay dos
personas a las que sí les interesa si la persona que ha cometido un delito, por grave que este sea, está
arrepentida de lo que ha hecho: a Jesucristo y a los verdaderos cristianos. He ahí la importancia de
visitar las cárceles, pues hay miles de prisioneros hambrientos del perdón de sus pecados, de la
misericordia divina y de otra oportunidad, necesitados urgentemente de atención y de que se
acuerden de ellos como seres humanos sensibles. Pero he ahí también el peligro de no visitar las
cárceles: que los corazones de esos hombres, al no recibir ayuda ni esperanza, se endurecen y se
entregan con desenfreno a la maldad. ¿Cuál es la diferencia? que de unos sí se acordaron y de otros
no, porque ese es el clamor, la necesidad urgente que debe ser suplida en los internos de toda
prisión.

3. El clamor de Dios.

Acuérdense de los presos, como si estuvieran presos juntamente con ellos; y


de los maltratados, como que también ustedes mismos están en el cuerpo.
Hebreos 13:3

El autor de la epístola a los Hebreos


Todos los cristianos sabemos que Dios, por medio del Espíritu Santo, escribió toda la Biblia
inspirando y utilizando a hombres consagrados a Él.

Hay algo muy interesante respecto a las epístolas a las iglesias. En la cultura romana, heredada de la
griega, la primer palabra siempre identificaba al autor o remitente de la misma. Por eso es que la
primer palabra de casi todas las cartas comienza con el nombre de quien la enviaba:

Libro 1er. palabra


Romanos 1:1 Pablo
1 Corintios 1:1 Pablo
2 Corintios 1:1 Pablo
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Gálatas 1:1 Pablo
Efesios 1:1 Pablo
Filipenses 1:1 Pablo y Timoteo
Colosenses 1:1 Pablo
1a. Tesalonicenses 1:1 Pablo, Silvano y Timoteo
2a. Tesalonicenses 1:1 Pablo, Silvano y Timoteo
1a. Timoteo 1:1 Pablo
2a. Timoteo 1:1 Pablo
Tito 1:1 Pablo
Filemón 1:1 Pablo
Hebreos 1:1 Dios
Santiago 1:1 Santiago
1a. Pedro 1:1 Pedro
2a. Pedro 1:1 Simón, Pedro
2a. Juan 1:1 El anciano
3a. Juan 1:1 El anciano
Judas 1:1 Judas

Respecto a la carta a los Hebreos los teólogos aún no se ponen de acuerdo en quien fue que la
escribió y especulan si fue Pablo, o Apolos, u otro. Hay tanto misterio alrededor de esta carta que lo
mejor es ir a la primera palabra e investigar quién es el autor. La primera palabra es: Dios. Entonces,
a la luz de la cultura y costumbres de esa época ¿quién es el autor? pues Dios mismo. No es de
extrañarse que sea una de las cartas más profundas y la que más habla acerca de Jesús como Dios,
de la salvación, del autor de la salvación, del ministerio de Jesús superior al de Moisés, del reposo,
de Jesús como sumo sacerdote, de Melquisedec, del nuevo pacto, del sacrificio de Cristo, de la fe,
del autor y consumador de la fe y de los deberes cristianos. Se habla de todos estos temas con una
profundidad tal que hacen que esta carta sea única en su género y sea difícil atribuirla a algún autor
humano (sobre todo porque trae revelaciones que solamente se encuentran descritas aquí en este
libro y en ningún otro más, ni en el Antiguo Testamento).

Entonces debemos tener en cuenta que es Dios quien habla directamente en esta carta.

Un deber de TODO cristiano


El capítulo trece de Hebreos es acerca de los deberes cristianos, de lo que Dios manda a los que han
conocido a Jesucristo y viven por la fe. Los cristianos tenemos 10 deberes supremos ordenados por
Dios:
1. Hacer que permanezca el amor fraternal, v1
2. No olvidarnos de la hospitalidad, v2
3. Acordarnos de los presos y de los maltratados, v3
4. Honrar el matrimonio y mantener su pureza, v4
5. Evitar la avaricia contentándonos con lo que tenemos, v5
6. Acordarnos de nuestros pastores, considerar el resultado de su conducta e imitar su fe,
v7
7. No dejarnos llevar por doctrinas diversas y extrañas, v9
8. Ofrecer siempre a Dios sacrificio de alabanza, v15
9. No olvidarnos de hacer el bien y de la ayuda mutua, v16
10. Obedecer a nuestros pastores, sujetarnos a ellos y orar por ellos, v17-18

¡El acordarse de los presos está en tercer lugar! El ir a las cárceles es un deber de todo el que se
dice ser cristiano. El clamor de Dios es que nos acordemos de los presos como si nosotros mismos
estuviéramos presos juntamente con ellos. ¡Qué tremendo! Dios nos está diciendo: "Acuérdate de
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los presos", en otras palabras: "¡No te olvides de los presos!", o, "ya que se te olvidan los presos,
¡Acuérdate de ellos!". Dios manda que nuestra identificación con los presos sea tal como si nosotros
mismos estuviéramos con ellos en sus celdas, en sus prisiones, en sus aflicciones, en su dolor, en su
impotencia, en su desesperación por estar privados de su libertad. Cuando lo hacemos de verdad y
vemos que estamos en libertad, no dudamos un momento en hacer lo que ellos tanto desearían hacer
si pudieran salir por un momento. Entonces nos convertimos en sus ojos, sus manos, su boca, sus
pies y sus oídos en el exterior; pasamos a ser una extensión de ellos en la calle, y así podemos ser de
bendición para sus vidas. Si nos identificamos plenamente con ellos, sentiremos el hambre física y
espiritual que tienen, y les llevaremos comida y palabra de Dios; sentiremos la sed física y de
justicia, y les llevaremos bebida refrescante y dulce y les daremos de la fuente de agua de vida de la
palabra; sentiremos su desnudez y el frío que cala sus huesos, y les llevaremos ropa y cobija;
sentiremos su soledad, rechazo y abandono, y les llevaremos amistad y compañerismo; sentiremos
su enfermedad y su dolor, y les llevaremos medicina para su cuerpo y medicina para su alma;
sentiremos su arrepentimiento y les ofreceremos el perdón de los pecados que solo Jesucristo puede
dar. Entonces estaremos obedeciendo uno de nuestros deberes como cristianos.

La razón por la que se nos manda "acordarnos"


¿Por qué nos manda Dios que nos "acordemos" de ellos? ¿Por qué Dios nos manda acordarnos de
ellos hasta el punto en que nos identifiquemos tanto con ellos como si nosotros estuviéramos en la
misma celda dentro de la cárcel? La razón es que los seres humanos somos, por naturaleza, muy
dados a olvidar y quitar de nuestra mente las cosas desagradables y tristes; todo eso, por instinto, lo
desechamos y no lo meditamos, no pensamos mucho acerca de ello. Por eso es que los seres
humanos a menudo nos hundimos en nuestro egoísmo y en nuestros propios asuntos y nos
olvidamos del dolor ajeno. "Al fin y al cabo, cada quién su vida..." dicen algunos, "que cada quien
se rasque con sus propias uñas" dicen otros, "ni modos, no podemos cambiar el mundo" argumenta
la mayoría. Pero Dios nos ha llamado a ser santos, diferentes, a tener un estilo de vida distinto al de
los demás. Por eso nos condiciona, para seguirle, a desechar todo nuestro egoísmo: "Si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame" dijo Jesucristo a las
multitudes que le seguían, y sostiene su palabra hoy en día, porque "Jesucristo es el mismo ayer, y
hoy, y por los siglos".

Otra razón es que Dios manda que nos acordemos de lo que fácilmente olvidamos. En la Biblia se
nos insta a acordarnos de siete cosas que muy a menudo olvidamos:

1. Que Dios no es semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte o imaginación de


hombres. Isaías 46:8
2. De lo que Dios ha hecho en el pasado. Isaías 46:9
3. De la ley de Moisés. Malaquías 4:4
4. De la mujer de Lot. Lucas 17:32
5. De la palabra que Jesús nos habló. Juan 15:20
6. De los presos y los maltratados. Hebreos 13:3
7. De nuestros pastores. Hebreos 13:6

¡Con qué facilidad los seres humanos rebajan a Dios a la semejanza de una escultura de oro, plata o
piedra! ¡Con qué facilidad los cristianos nos olvidamos de lo que Dios ha hecho por nosotros, de
cómo perdonó nuestros pecados, de cómo nos ha ayudado en ocasiones anteriores y por eso fla-
queamos y caemos! ¡Con qué facilidad nos olvidamos de la ley de Moisés, que nos hace ver nuestro
pecado y nuestra insuficiencia para llegar a Dios por nuestras obras, y caemos en el pecado del
orgullo propio! ¡Con qué facilidad volteamos atrás y olvidamos que la mujer de Lot se convirtió en
estatua de sal por voltear atrás, olvidando ciertamente que el que pone su mano en el arado y mira
hacia atrás no es digno de Cristo y por eso fracasamos y nos retrasamos en la fe! ¡Con qué facilidad
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nos olvidamos de las palabras de Cristo y edificamos nuestras vidas sobre la arena y somos
derribados cuando vienen los vientos, las lluvias y los ríos de la vida! ¡Con qué facilidad también
nos olvidamos de los presos y de los que sufren y vivimos una vida de autocomplacencia,
autocompasión y centrada en nosotros mismos! ¡Con cuán mayor facilidad nos olvidamos de
nuestros pastores y los menospreciamos, sufriendo en nosotros mismos las consecuencias de no
considerar el resultado de su conducta ni de imitar su fe! Es urgente que fijemos nuestro corazón
para tener presente estas siete cosas y así cumplir nuestros deberes como cristianos, si es que hemos
sido lavados con la sangre del Cordero y queremos vivir vidas victoriosas y abundantes en Cristo
Jesús.

G. LAS PRISIONES Y DIOS.

1. La relación entre la prisión y Dios.

Yo, tú, él, nosotros, ustedes y ellos, sabemos algo de la prisión y algo de Dios, algunos con más o
menos experiencia pero tenemos cierta noción de la prisión y de Dios.

Hay un paralelo entre la prisión y Dios: muchas personas son impactadas en una confrontación en la
prisión por lo que representa o por lo que es, o por lo que se sabe y de Dios por lo que es, por lo que
se sabe y por lo inevitable de su persona y presencia.

Muchas personas prefieren quitarse la vida antes que permanecer recluidas. Y Muchos otros aún
quitándose la vida, no evitarán enfrentarse a Dios, sea como Padre o sea como Juez.

Por lo general muchas de las razones, cualesquiera que sean, que afligen el corazón de los que se
interesan por el detenido, el procesado y el preso, es porque Dios ocupa el lugar debido en el
corazón de esas personas.

Entonces, la relación es bilateral:


1. Muchos caen en la prisión porque no conocen a Dios.
2. Otros, sin embargo, son encarcelados por conocer a Dios (la persecución).
3. Muchos no quieren saber nada de las cárceles y aborrecen a los presos, porque no conocen a
Dios ni su corazón por los necesitados y los presos.
4. Otro, muy pocos por cierto, son impulsados a visitar y ayudar a los presos, porque conocen a
Dios y su corazón.

Hay personas privadas de la libertad detenidas que cuando han recibido en su corazón a Jesucristo,
gozan de una libertad espiritual que otras personas supuestamente libres no tienen, pues su vida está
encarcelada presa entre los barrotes del pecado, el egoísmo, los vicios, las envidias, las venganzas,
los robos, etc.

Fácilmente nosotros como cristianos podemos hacer conciencia de la importancia inmensa que
representa nuestra presencia o colaboración para estas personas en muchos casos no solo olvidados
por la sociedad, a quien sin duda afectaron, sino también de sus propias familias, también afectadas.

Nuestra presencia, nuestra colaboración significa mucho para sus vidas, sólo a través nuestro, puede
Jesús demostrarles amor, compasión comprensión y misericordia. Los internos, los presos, pueden
estar padeciendo lo que sus hechos merecieron o padecer también injusticias. Sabemos que los
primeros cristianos y más de un apóstol padecieron los rigores de la prisión.

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En el código penal hebreo no figura la prisión como castigo legal sino tan solo como una medida
policíaca a disposición de las autoridades.

 Las primeras alusiones a la prisión se refieren a las cárceles Egipcias. Génesis 39: 21;
41:4 puestos en prisión en espera de sentencia.
 Un blasfemo y un violador del sábado terminaron apedreados. Levíticos 24:12; Números
15:34
 Sansón fue encarcelado por los filisteos y cargado de cadenas por lo general eran puestos
en cepos y mal alimentados.
 En 1º Reyes 22:26-27 el rey Acab mandó a Micaías echándolo a la prisión y manténganlo
con pan de angustia y aguas de aflicción.
 Jeremías pasó por duras pruebas. Jeremías 37:16, cisternas secas sirvieron para
confirmarlo.
 El juicio de Dios para los reyes de la tierra y el ejército de los cielos ángeles rebelados.
Isaías 24:22 y serán amontonados, como se amontonan a los encarcelados en mazmorras
y en prisión quedarán encerrados y serán castigados después de muchos días.
 En el Nuevo Testamento es castigo frecuente en la vida civil de palestina.
 Mateo 11:2 Juan el Bautista es encarcelado.
 Pablo la sufrió en sus variadas modalidades, hebreas, griegas y romanas.
 Jesús estima y promete premio, galardón a la obra de misericordia que es la visita y
socorro de los encarcelados.

Estuve en la cárcel y vinieron a verme; les aseguro que todo lo que hicieron
por uno de estos hermanos míos más humildes, por mi mismo lo hicieron.
Mateo 25:36

Por lo que la Biblia nos enseña hay cantidad de casos de presos, de presidios, de justicia y de
injusticia. Pero lo importante tanto para ellos como para nosotros es que conozcamos el amor de
Cristo, que nos enteremos que ni ellos ni nosotros estamos solos a pesar de las circunstancias de
ambos. Dios tiene el propósito eterno para la vida de ellos y la nuestra.

y no sólo ésto sino también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación produce paciencia y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza y
la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Romanos 5:3-5

2. Causas de la existencia de las cárceles.

Por la delincuencia e infracciones a la ley


Consideremos los internos por infracciones cometidas. Las gentes pueden convertirse en de-
lincuentes por diferentes motivos, trastornos en su personalidad que agraden a la sociedad para
vengar algún resentimiento que no han podido superar. Otros no viendo otra alternativa para
solucionar sus problemas, se meten en problemas buscando salidas falsas y aparentemente fáciles y
rápidas, robo, asalto, falsificación, deudas, etc.

Podemos incluir también a personas que delinquen porque son mal influenciados por amistades o
parientes y se asocian para cometer ilícitos de índoles diversas, pero sabemos o debemos dar a
conocer lo que la Biblia nos dice:

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Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en
Cristo Jesús Señor Nuestro.
Romanos 6:23

Aunque podríamos pasar tiempo mencionando tipos de situaciones de orillar a delinquir, no es malo
desconocer pero nuestra labor es de orientación, visitación y colaboración como dice la Biblia:

¿Cómo pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en


aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin saber quién les predique? ¿Y
cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: Cuán hermosos
son los pies de los anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas.
Romanos 10:14-15

Por la desobediencia a la autoridad establecida


La desobediencia a la autoridad ameritó, una sanción que es aplicada por la misma autoridad.
Sabemos que un encuentro con Jesucristo es un enfrenta-miento con la autoridad, como nos dice
Dios:

Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad,


sino de parte de Dios y las que hay por Dios han sido establecidas. De modo
que quien se opone a la autoridad a lo establecido por Dios resiste; y los que
resisten acarrean condenación para sí mismos.
Romanos 13:1-2

Cuando se produce un cambio total de vida en una persona es porque le ha dado Jesús autoridad en
su corazón. Entonces se pasa de tinieblas a luz de desorden a orden de desobediencia a obediencia,
de prisionero a libertado.

Dios es amoroso, único, todopoderoso, santo, personal y ético, recto en su relación con el hombre,
es justo y redentor.

Sólo dando lo que Él nos da, estaremos en condiciones de compartir buenas noticias y ya nos la ha
dado todo, en Jesucristo.

Por causa del pecado


La causa última de la existencia de la cárcel, es el pecado del hombre... sea el motivo justo o injusto.
Sólo Dios es justo, es uno de los atributos morales de Él.

Tu justicia es eterna y tu ley verdad


Salmos 119:142.

Fuimos creados a su imagen y semejanza como seres morales e injustos.

Antes de que lo traicionáramos, después de cometida esa infidelidad nos pervertimos


convirtiéndonos en egoístas, injustos e inmorales; como está escrito:

Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Romanos 5:12.

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Así que no hay justo ni aún uno. Allá muy lejos quedó un vestigio de conciencia de lo que es bueno
y de lo que es malo, de lo que es justo y de lo que es injusto, de lo que es legal e ilegal, de lo que es
infracción y castigo.

Mostrando la obra de la ley escrita en los corazones, dando testimonio su


conciencia, acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos.
Romanos 2:15

Es pues el hombre sin Cristo, quien hace lo malo e injusto en contra de su prójimo y, a su vez, es el
mismo hombre quien establece correctivos humanos para los individuos que transgreden las normas
legales. La autoridad es pues para nosotros un ministro de Dios para bien, así que si haces lo malo,
si te portas mal teme, preocúpate, porque no en vano la autoridad hará que te castiguen, para eso los
ha puesto Dios, para actuar con justicia y castigar al transgresor.

El principio del correctivo empieza aislado, rodeando paredes, en la cárcel.

3. Dios y el poder judicial.

Potifar tomó a José y lo puso en la cárcel


Génesis 39:20

Esta es la primera referencia en la Biblia de encarcelamiento de un lugar asignado para privación de


la libertad donde eran recluidos individuos con un delito tipificado -Después entraron el coopero y el
panadero del Faraón -La justicia del hombre se llama poder judicial no es un problema nuevo que el
hombre caído de la gracia de Dios se esfuerce por intentar organizar la administración de la justicia.

La primera referencia de una estructura judicial donde se menciona:


1. Un delito
2. Un acusado
3. Una sanción
4. Una prisión o cárcel
5. Una ejecución o sentencia
6. Una libertad por falta de méritos
7. Un indulto
8. Un Juez
9. Un celador
Genesis 40 y 42

Aconteció después de estas cosas que el coopero del Rey de Egipto y el Pana-
dero - DELINQUIERON - contra su señor el Rey de Egipto. Y se enojó
Faraón contra sus dos oficiales, contra el jefe de los coperos y contra el jefe de
los panaderos. Y los puso en -PRISIÓN - en la casa del capitán de la guardia,
en la CÁRCEL, donde José estaba PRESO.
Génesis 40:1-3

1. El delito fue un agravio de Faraón.


2. Los acusados el panadero y el coopero.
3. La sanción, pena de muerte para el panadero.
4. La prisión, lugar y tiempo para reconsiderar.
5. La ejecución para el panadero fue la pena capital.
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6. La libertad por falta de méritos fue para José.
7. El indulto fue para el jefe de los coperos.
8. El juez, el celador y el jefe de la prisión son parte de la estructura judicial de Egipto.

La humanidad desde muy al principio se ha visto obligada a instruir la cárcel por la naturaleza caída
del hombre y como una normatividad social, protección, prevención y corrección.

La justicia que se origina en Dios demanda una retribución del mismo tamaño de la falta.

Por eso Jesucristo, (Dios mismo hecho carne), pudo pagar la falta, la transgresión que el hombre
cometió contra Dios.

En el Nuevo testamento la cárcel es un lugar donde se encadena, o atar con cadenas, y también
significa calabozo o guardar. En Mateo 11:2 dice que al oír Juan en la cárcel, los hechos de Cristo,
le envió dos de sus discípulos. O como dice en Mateo 5:25-26 “Ponte desacuerdo con tus
adversarios pronto, entre tanto que estás con Él en el camino, no sea que el adversario te entregue al
Juez y el juez al alguacil y seas echado en la cárcel. De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta
que pagues todo lo que debes”.

En el pasaje Mateo 5:25-26 que corresponde a la doctrina de Jesucristo y en las enseñanzas con-
tenidas en él, notamos cómo es la justicia cristiana, los fundamentos, los elementos y la puesta en
práctica. Jesucristo está enseñando la conducta de un súbdito del Reino de Dios, de un cristiano, en
relación con el sistema de gobierno del hombre.

Jesús no ataca a la institución judicial, ni al juez, ni al alguacil. Ni critica la sentencia irreprensible


ante su prójimo y con las instituciones judiciales.

4. Dios, los creyentes, y el preso.

Acuérdense de los presos, como si estuvieran presos juntamente con ellos; y


de los maltratados, como que también ustedes mismos están en el cuerpo.
Hebreos 13:3

La Biblia nos aconseja la manera más práctica y efectiva de expresar el amor al prójimo privado de
su libertad.

Hebreos 13:3 es una de las maneras de agradar a Dios. Acuérdense de los presos, como si también
ustedes estuvieran presos con ellos. Piensen en los que han sido maltratados, ya que ustedes también
pueden pasar por lo mismo.

Un preso está aislado de las relaciones sociales y familiares cotidianas, al visitarlo, al tratar con el,
se mitiga un poco la pena de la separación. Si a esto le añadimos la bendición de lo que Jesucristo
dijo; estuve desnudo y me dieron ropa, estuve enfermo y me visitaron, estuve en la cárcel y vinieron
a verme. Mateo 25:36

Jesucristo nos encarga una gran comisión, suplir la necesidad de anunciar las buenas nuevas a los
pecadores Marcos 16:15 es la razón por la cual la iglesia aún permanece en la tierra. Mateo 24:14
dice que ésta buena noticia del Reino será anunciada en todo el mundo para que todas las naciones
la conozcan. Entonces vendrá el fin.

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Es precisamente en la cárcel en donde se encuentra uno de los grupos más necesitados de la gracia y
misericordia de Dios.

En Efesios 4:11 Dios nos destella cómo en la unidad del espíritu de una congregación se hace
indispensable y urgente la acción de la obra evangelística pastoral. Jesucristo mismo concedió a
unos apóstoles y a otros profetas, a otros anunciar el mensaje de salvación y a otros ser pastores y
maestros, que hermosa oportunidad para servir.

El trabajo en la cárcel es urgente y laborioso, oraciones, ayunos, planes, estrategias y sobre todo,
personas con el amor a éste trabajo. Así la elaboración y la ejecución de este ministerio no será
gravoso.

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Capítulo 2: Las Prisiones

A. DEFINICIÓN Y ANTECEDENTES

1. Definición y sinónimos.

2. Antecedentes.

B. HISTORIA BÍBLICA DE LAS PRISIONES

1. La cárcel en el Antiguo Testamento.

2. La cárcel en el Nuevo Testamento.

3. La cárcel en los pueblos gentiles.

4. La cárcel en la actualidad.

C. PROPÓSITOS E IMPORTANCIA

1. Propósitos de las cárceles.

2. Importancia de las cárceles

D. ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL

1. Estructura mínima.

2. Condiciones generales mínimas.

3. Algunos sistemas penitenciarios.

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A. DEFINICIÓN Y ANTECEDENTES

1. Definición y sinónimos.

La cárcel es un edificio donde se custodian presos. Es un establecimiento penitenciario dentro del


cual cumplen una condena los que han infringido la ley y se les ha impuesto una pena, la cual es la
privación de su libertad.

Las cárceles son instituciones públicas destinadas a la internación de quienes se encuentran


restringidos de su libertad corporal por una resolución judicial o administrativa.

La cárcel también se define como un establecimiento penitenciario en el que se cumplen penas


privativas de libertad bajo un régimen especial de vida, disciplina y trabajo distintos según los casos.

Algunos sinónimos de cárcel son prisión, penitenciaría, presidio, correccional, galera, trena, chirona,
gayola, caponera, penal, encierro, engástula, calabozo, mazmorra, trápana, banasto, reclusorio.

2. Antecedentes.

Antes del Diluvio


Las cárceles existen desde tiempos muy remotos a partir del surgimiento del gobierno humano.
Antes del Diluvio no existía gobierno humano, y por lo tanto no habían autoridades y, por
consiguiente, tampoco cárceles. La situación de la tierra era la siguiente:

La humanidad se había corrompido a la vista de Dios y la tierra estaba llena de


violencia. La depravación llegó a tal extremo que un día Dios le dijo a Noé: -He
decidido destruir a la humanidad, porque por culpa del hombre la tierra está
llena de violencia y de corrupción.
Génesis 6:11-13

Después del Diluvio


Después del Diluvio, entonces surgió el gobierno humano y por ende las autoridades en gobiernos
teocráticos, monárquicos o regidos por sacerdotes o jueces. A partir de entonces se establecen las
cárceles.

El propósito para lo cual surgieron


A la luz de la Biblia, podemos inducir que las cárceles fueron diseñadas como un lugar de refugio,
protección y disciplina para todo aquel que violara inintencionalmente las normas establecidas en la
ley. En los pueblos primitivos, las cárceles eran lugares de aislamiento en donde se castigaba al que
transgredía las reglas establecidas por el grupo étnico y ponía en peligro a los pobladores. Lo que se
hacía con los transgresores era aislarlos del grupo étnico para luego:
· Ejecutarlos, sacándoles los ojos, mutilándolos, cortándoles los pulgares, etc.
· Enviarlos lejos a ciudades o lugares apartados con la consigna de no regresar hasta el
cumplimiento de condiciones que ellos mismos establecían;
· Venderlos como esclavos;
· Negociar con ellos por dinero o tierras a cambio de su libertad;
· Torturarlos para que confesaran más delitos y se descubrieran cómplices;
· Exhibirlos públicamente para servir de ejemplo o para burlarse de ellos;
· Utilizarlos como mano de obra para construir obras públicas y/o religiosas;

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· Usarlos como esclavos y someterlos a trabajos forzados.
Las cárceles también surgen como una necesidad a causa de las guerras entre los pueblos para
guardar a los prisionero de guerra. Los asirios, por ejemplo, le sacaban los ojos a sus prisioneros y
los ataban con cadenas, lo mismo que los filisteos y los babilonios:

Mas los filisteos le echaron la mano [a Sansón], y le sacaron los ojos, y le


llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel.
Jueces 16:21

Otros eran sometidos a duros trabajos forzados en estado de esclavitud, como el caso de los
gabaonitas, que fueron hechos esclavos del pueblo de Israel (Josué 9:1-27). Muchos de ellos eran
ejecutados:

Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya, y a Sedequías le


sacaron los ojos, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia.
2a. Reyes 25:7

(Otras referencias son: Números 31:7; Deuteronomio 20:13; 2 Samuel 8:2).

Otros eran mutilados:

Mas Adoni-bezec huyó; y le siguieron y le prendieron, y le cortaron los


pulgares de las manos y de los pies. Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes,
cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían migajas debajo de
mi mesa; como yo hice, así me ha pagado Dios. Y le llevaron a Jerusalén,
donde murió.
Jueces 1:6-7

B. HISTORIA BÍBLICA DE LAS PRISIONES

1. La cárcel en el Antiguo Testamento.

Las cárceles surgen en el pueblo de Israel como una medida policiaca para mantener al transgresor a
disposición de las autoridades, ya que el código penal hebreo no conocía la cárcel como castigo
legal, porque los israelitas no privaban a nadie de su libertad; bajo este sistema penal dado por Dios,
los sospechosos eran puestos temporalmente bajo custodia mientras esperaban una rápida sentencia,
como es el caso de uno que blasfemó el nombre de Dios y uno que violó el sábado (Levíticos 2:10-
16; Números 15:34), pero ese breve confinamiento no era la sentencia, sino una espera para la
misma. Ambos fueron sentenciados a morir apedreados. Esto constituye una importante diferencia
entre aquel sistema y el actual.

Para los que eran culpables de alguna actividad delictiva, se prescribían diversas formas de castigo.
En el caso de algunos delitos, había que restituir a la víctima el doble de la cantidad que había
perdido. Si el culpable no tenía los medios necesarios para hacer la restitución, se le hacía trabajar
como siervo hasta que pagara la deuda. A veces se aplicaban castigos físicos, como la flagelación, y
para muchos delitos la pena de muerte era obligatoria, como en los casos de:

· Homicidio. Exodo 21:12; Números 35:17,31


· Herir a los padres. Exodo 21:15
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Fundación Emmanuel, I.A.P.
· Robar una persona y venderla. Exodo 21:16
· Maldecir a los padres. Exodo 21:17
· Practicar la hechicería. Exodo 22:18
· Cohabitar con bestia. Exodo 22:19
· Sacrificar a dioses ajenos. Exodo 22:20
· Trabajar el día de reposo. Exodo 35:2
· Adulterio. Levítico 20:10
· Ofrecer a los hijos en sacrificio. Levítico 20:2
· Incitación a la idolatría. Deuteronomio 13:6-9
· Desobedecer al sacerdote o al juez. Deuteronomio 17:12
· Rebeldía persistente contra los padres. Deuteronomio 21:18-21

Entonces, en el tiempo de Moisés y la peregrinación en el desierto, la cárcel solo era un lugar de


custodia temporal. Durante el tiempo de los jueces parece que seguía igual. Pero en el tiempo de los
reyes el encarcelamiento aparece por decisión regia, y los textos dan a entender que existía la cárcel
permanente, en que los presidiarios eran puestos en cepos y mal alimentados:

Entonces el rey de Israel dijo: Toma a Micaías, llévalo a Amón gobernador de


la ciudad, y a Joás hijo del rey; y dirás: Así ha dicho el rey: Echad a éste en la
cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo
vuelva en paz.
1a. reyes 22:26-27

Otro caso más lo vemos cuando el rey Asa se enoja con un profeta porque éste le reprende de parte
de Dios y lo pone en la cárcel (2a. Crónicas 16:10).

Antes del exilio, durante la agitadísima vida de Jeremías, el cual también fue puesto en prisión como
ya hemos visto, se menciona la existencia de tales cárceles junto al Templo y cerca de la Puerta de
Benjamín, para las que solía habilitarse cisternas secas (Jeremías 20:2; 29:26; 32:2; 37:16; 38:6).
El profeta Zacarías también lo menciona (Zacarías 9:11). Isaías, en un pasaje profético, menciona
las mazmorras o cárceles como elemento primitivo del juicio de Dios (Isaías 24:22). Después del
exilio, aparece la pena legislativa para los transgresores de la ley (Esdras 7:26), es decir, el que
desobedeciera la ley de Dios o la ley del rey, debería ser juzgado y su sentencia podría ser: muerte,
destierro, multa o prisión.

2. La cárcel en el Nuevo Testamento.

En tiempos del Nuevo Testamento la cárcel ya era un castigo frecuente en la vida civil de los judíos
por influencia de la legislación romana. Juan fue puesto en prisión por reprender a Herodes y fue
ejecutado allí mismo (Mateo 14:3,10). En Jerusalén habían por lo menos tres cárceles:

· La cárcel que estaba en el pretorio de Poncio Pilatos (Juan 18:28-33).

· La cárcel en que fueron echados Pedro y Juan (Hechos 4:3)

· La cárcel pública (Hechos 5:17-23).

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Fundación Emmanuel, I.A.P.
3. La cárcel en los pueblos gentiles.

Las cárceles eran conocidas en los pueblos vecinos. Antes de que Israel recibiera de Dios su código
civil y penal, las prisiones ya existían en las naciones gentiles. Las menciones de la cárcel se refieren
precisamente:

· A las cárceles egipcias, una en donde estuvo preso José, el hijo de Israel (Génesis 39:21;
40:15; 41:14) y otra de la cárcel de la ciudad cuando Moisés fue enviado por Dios a
liberar al pueblo israelita de la esclavitud (Ex 12:29).
· La cárcel de los filisteos, donde estuvo preso Sansón (Jueces 16:21).
· Las cárceles babilónicas, en donde se encarceló al rey Sedequías y donde éste murió
(Jeremías 52:11) y de donde salió el rey Joaquín después de un largo tiempo (Jeremías
52:31).
· Las cárceles de los asirios, en donde se encarceló a un conspirador (2R 17:4).
· La cárcel en Filipos, a donde pusieron a Pablo y a Silas (Hechos 16:23-27).
· La cárcel romana, en donde estuvo preso Pablo (Hechos 28:16; Fil 1:13-17).

4. La cárcel en la actualidad.

En la actualidad las leyes han evolucionado radicalmente, tanto que se ha desarrollado todo un
sistema ejecutivo, jurídico y judicial para gobernar a las sociedades en el cual el sistema
penitenciario juega un papel de suma importancia y que son parte integral de todas las naciones de la
tierra. De hecho, no hay nación que no tenga cárceles. Con esto no estamos diciendo que es la mejor
manera de tratar con el crimen y las transgresiones a la ley, pero es un hecho innegable que existen
cárceles y cada día se crean más y es necesario atender el llamado de Cristo de ayudar y socorrer a
los que están en prisión (Mateo 25:36).

C. PROPÓSITOS E IMPORTANCIA

1. Propósitos de las cárceles.

Los propósitos de las cárceles en el contexto de la sociedad son los siguientes:

1. Disciplinar y castigar al ofensor.


2. Proteger a la sociedad de más transgresiones de parte del mismo.
3. Proteger a los ofendidos (o víctimas) de infringir las leyes al tomar venganza por ellos
mismos.
4. Proteger al ofensor de la venganza de los agraviados.
5. Readaptar al ofensor para su posterior re-integración a la sociedad.

¿Qué tan efectivas son las cárceles en cuanto a sus propósitos? En muchas ocasiones las cárceles son
escuelas de delitos en donde, en vez de componerse el individuo, se empeora y aprende a delinquir
con más eficacia. También son de carácter vengativo, en donde se mezclan emociones y pasiones y
se aplica "todo el rigor de la ley", produciendo odios, rencores y sed de venganza.
En cuanto a disciplinar y castigar al ofensor, efectivamente son una disciplina y castigo para el
ofensor, pero se ha probado que por más dura que sea una cárcel y por más severo que sea el
castigo, no es suficiente para cambiar el corazón del hombre. Por lo general, entre más rigor se
aplica al prisionero, más duro y rebelde se convierte.
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Fundación Emmanuel, I.A.P.

En cuanto a proteger a la sociedad de más transgresiones de parte del mismo, eso solo es
temporalmente, porque cuando es puesto en libertad sale con elementos más sofisticados y
entrenados para transgredir y afectar a la sociedad.

En cuanto a proteger a las víctimas de tomar venganza por su propia mano, de todas maneras lo
hacen al acusar y hasta llegar a corromperse, infringiendo la ley, con el fin de que al transgresor se
le aplique todo el rigor de la ley.

En cuanto a proteger al ofensor de la venganza de los agraviados, esto es relativo, puesto que
estando en libertad se puede dar a la fuga y las víctimas no siempre tienen los recursos para
emprender una persecución contra él. En cambio, al ser puesto en prisión, el daño que los agraviados
le hacen puede ser mucho mayor.

En cuanto a readaptar al agresor, ¿readaptarlo a qué? Si cometió un crimen ¿por qué lo hizo?
¿estaba acaso habituado a eso? Si es así, seguirá haciéndolo aún dentro de la prisión. Si robó, ¿cuál
fue el motivo? ¿hambre? ¿codicia? ¿venganza? ¿hábito? De todas maneras lo seguirá haciendo
dentro de la prisión. Es muy compleja la situación dentro de una cárcel. Pero, si no da resultados
¿por qué hay cárceles? Las cárceles existen debido a la importancia que representan para la sociedad
como veremos en el siguiente punto.

2. Importancia de las cárceles.

Las cárceles son necesarias como mediadoras de justicia y preservación de la humanidad. Fueron
diseñadas como un lugar de refugio, protección y disciplina para todo aquel que violaba las normas
establecidas de un grupo social y que ponían en peligro de una forma u otra a sus integrantes. Antes
del Diluvio no había gobierno humano, y por lo tanto, no habían cárceles. Cada quien hacía como
mejor le parecía y la tierra se llenó de violencia y corrupción al grado que Dios tuvo que destruirlos
a todos por causa de su maldad, porque si no hubieran por terminado destruyéndose entre ellos
mismos.

Imagínese por un momento que no hubiera cárceles. ¿Se puede imaginar el caos y el desorden en
que caería la sociedad? Porque al no existir la cárcel, no ten-dría razón de ser la policía, que está
puesta para cuidar el orden y detener y encarcelar a los que lo infringen. La sociedad se llenaría de
violencia, robos, secuestros, homicidios, violaciones y delitos al por mayor. Imperaría la ley de la
selva, cada quien haría justicia por su propia mano y se-ría un círculo vicioso que nunca tendría fin
sino hasta el total exterminio del hombre por el hombre.

Las cárceles entonces, aún cuando no producen resultados positivos ni logran sus propósitos para lo
cual fueron establecidas, cumplen una función social importantísima para preservar orden y
equilibrio social.

D. ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL

1. Estructura mínima.

Una cárcel, en su mínima, cuenta por lo menos con los siguientes elementos:

· Un lugar físico, ya sea casa, edificio o galera.

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Fundación Emmanuel, I.A.P.
· Un encargado o jefe de ese lugar (a veces llamado alcaide)

· Guardias que vigilan que los presos no se escapen y guarden el orden.

2. Condiciones generales mínimas.

Suelen ponerse como condiciones generales mínimas en la organización de estos establecimientos:

· la separación absoluta de personas de distintos sexos y edades;

· la separación individual nocturna;

· la asistencia moral, intelectual y material;

· la existencia de un régimen de trabajo;

· el sometimiento de un sistema disciplinario; etc.

3. Algunos sistemas penitenciarios.

La disciplina, modo de vida y trabajo es diferente a tenor del sistema penitenciario adoptado. Una de
las estructuras carcelarias más rígidas es el sistema "filadélfico", caracterizado por el aislamiento
celular absoluto, nocturno y diurno, sólo interrumpido por el paseo en el patio celular. El sistema
"auburn" combina el aislamiento celular nocturno con un régimen de vida común diurno. El régimen
penitenciario "progresivo" divide la pena en fases o etapas, aplicando en la primera el aislamiento, a
continuación un régimen de trabajo, y por último la libertad provisional. Hoy también se ensayan los
establecimientos "penales abiertos", que carecen de los medios generalmente empleados para im-
pedir la evasión: rejas, fosos, muros, etc.

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Fundación Emmanuel, I.A.P.

Capítulo 3: El prisionero

A. CARACTERÍSTICAS DEL PRESO

1. Características generales.

2. El preso descrito por él mismo.

3. Lo que pierde un hombre al caer preso.

B. LAS NECESIDADES DEL PRESO

1. Un amigo íntimo.

2. Una relación de respeto y honestidad.

3. Sentirse parte de la familia de Dios.

4. Sentirse útil.

5. Contar con alguien en la calle.

6. Tener correspondencia con alguien.

C. CÓMO GANARLOS PARA CRISTO

1. Siendo constantes.

2. Cumpliendo lo que se les promete.

3. Dándoles confianza.

4. Interesándose genuinamente por ellos.

5. Nunca criticándolos a ellos ni a nadie.

6. Teniendo un cristianismo auténtico.

7. Predicando acerca de la vida de Jesús.

D. EL PRESO PRIMODELINCUENTE

1. ¿Quién es?

2. ¿Cómo lo llama la sociedad?

3. Las causas por las que cayó en prisión.

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Fundación Emmanuel, I.A.P.
4. Sus temores

5. Su comportamiento en prisión.

6. Su actitud hacia el cristianismo.

E. EL PRESO REINCIDENTE

1. ¿Quién es?

2. ¿Cómo lo llama la sociedad?

3. Las causas por las que cayó en prisión.

4. Sus temores

5. Su comportamiento en prisión.

6. Su actitud hacia el cristianismo.

F. EL PRESO POLÍTICO

1. ¿Quién es?

2. ¿Cómo lo llama la sociedad?

3. Las causas por las que cayó en prisión.

4. Sus temores

5. Su comportamiento en prisión.

6. Su actitud hacia el cristianismo.

G. EL PRESO EXTRANJERO

1. ¿Quién es?

2. ¿Cómo lo llama la sociedad?

3. Las causas por las que cayó en prisión.

4. Sus temores

5. Su comportamiento en prisión.

6. Su actitud hacia el cristianismo.

H. EL PRESO PSIQUIÁTRICO O INIMPUTABLE

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1. Definición.

2. Exposición del problema.

3. Verdades acerca de ellos.

4. Sus necesidades.

5. Soluciones posibles.

6. Un plan de trabajo hacia ellos.

7. Ministrándolos efectivamente.

8. Resultados de trabajar con ellos.

I. LA MUJER EN PRISIÓN

1. Necesidades de la mujer en prisión.

2. Ministrándoles integralmente.

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A. CARACTERÍSTICAS DEL PRESO

1. Características generales.

A continuación veremos las características de un hombre o mujer que ha sido privado de su libertad
y vive dentro de una prisión. Esto de ninguna manera significa que todos sean así, o que todos
posean estas características, no. Simplemente son generalidades y por supuesto, hay muchas
excepciones. Esto sencillamente es lo que se ha definido a través de los años por los mismos
internos y ex internos que hoy sirven a Dios en las cárceles:
1. Es un individuo de la sociedad que justa o injustamente ha sido privado de su
libertad, separado de la sociedad y de su familia.
2. No es un extraterrestre ni una fiera salvaje.
3. Es un ser humano tremendamente necesitado.
4. Es muy inestable emocionalmente.
5. Es tremendamente sensible.
6. Es un observador minucioso.
7. Es engañado por su familia, su abogado, amistades y las autoridades.
8. Es muy hábil y capaz y esas aptitudes naturales y habilidades hacia el mal se
pueden canalizar en beneficio de la sociedad.
9. Es adaptable a cualquier circunstancia y medio ambiente.
10. Es a veces un manipulador obstinado.
11. Regularmente es muy mentiroso y engaña a los demás.
12. Es oportunista y saca provecho de las circunstancias.
13. Es incomprendido en cuanto al motivo por el cual delinquió.
14. Cuando es pobre y vicioso, es de sentimientos muy nobles.
15. Tiene necesidades físicas, emocionales y espirituales con una intensidad mucho
muy superiores a las de un ser humano normal.
16. Generalmente tiene algún mal hábito o vicio fuerte en el cual se refugia para
escapar de su realidad (droga, alcohol, pastillas, etc.)
17. Tiene mucho rencor acumulado contra todos, sobre todo contra el "chiva", el
que lo traicionó.
18. Se siente marcado, desamparado, olvidado y rechazado.
19. Por lo regular está en la ruina económica.
20. Está desadaptado socialmente.
21. Está amargado por la vida marginada en que se desarrolló y en la que vive
actualmente.
22. Está fastidiado de la vida y de sus circunstancias dentro de la prisión.
23. Cuando tiene medios económicos está lleno de orgullo y soberbia.
24. Su hogar está en caos y en crisis económica también, ya que son explotados
ruin y vilmente por abogados sin escrúpulos.
25. Vive en expectación y angustia contínuas por su libertad, su supervivencia y su
familia.
26. Todos le han fallado; sus seres queridos, familiares y amigos le empiezan a
fallar y lo abandonan poco a poco.
27. Por lo general piensa que, por su situación de preso, todos tienen la obligación
de ayudarle y a veces presionan y hasta exigen la ayuda.
28. Fantasea mucho en cuanto al delito por el cual llegó a la cárcel y su "vida
delictiva" en la calle.
29. Se rebela muy fácilmente contra todo lo que represente autoridad.

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30. Proviene de un hogar donde hubo separación, divorcio, abandono, maltrato y/o
incesto. Muchos nunca conocieron a su papá, o bien fueron hijos no deseados. La
mayoría aborrece a su papá.

2. El preso descrito por él mismo.

Soy una persona como todas los demás aunque he sido descartado por la
sociedad, a la cual no le importa si transgredí o no la ley sino solo el hecho de
que estoy aquí en prisión. He sido olvidado hasta por mi propia familia. Soy
incomprendido pues nadie me entiende por qué delinquí. Estoy fastidiado de la
vida, amargado por mi pobreza, aunque soy un luchador por naturaleza, transa
hasta que me cansa, pero con un destello de esperanza.

"El preso"
Todos me llaman "el preso"
por un delito que cometí
yo no sabía el significado de eso
pero acá adentro lo comprendí
Unos roban por gusto
otros roban por placer
y yo aunque con todo y susto
pero robaba por comer
Por las calles me paseaba
y en los parques me dormía
y por más que me cuidaba
me agarró la policía
Ya me estaba fastidiando
de vivir como vivía
y que bueno que robando
me agarro la policía
Me metieron en la cárcel
mi alma mucho miedo sintió
pero alguien me habló de Cristo
y mi vida transformó
Fernando Chi Chavez
3. Lo que pierde un hombre al caer preso.

El control de su propio espacio


Ya que tiene que compartir una celda de 6 x 10 metros con otros, generalmente 3, 4 o hasta 6 en
algunas cárceles. Hay incluso dormitorios en forma de galeras en donde llegan a hacinar hasta 150
internos.

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Su privacidad
Su vida privada en cuanto a sus hechos, sus bienes y sus pertenencias.

Su prestigio
Ya que la sociedad lo marca dándole la identidad de preso, sea inocente o culpable.

El derecho de hacer sus propias decisiones


Dentro de la cárcel deciden por él:

· Las horas de pase de lista,


· Cuándo y dónde comer,
· Cuándo y dónde dormir,
· A qué horas levantarse,
· Cuándo y dónde bañarse,
· Cuándo y qué tiempo recibir visitas.

El derecho de escoger sus propios compañeros de celda

El control del nivel del ruido


Hay ruidos por todos lados y a toda hora: candados, gritos de internos y de la guardia.

El contacto con sus seres queridos


La libertad de poner sus hijos en la cama, abrazarlos, besarlos, estar con su esposa y darle afecto,
ternura, cariño a deshoras.

El sentir del campo, la fauna, el río y el mar

Su dignidad y autoestima

La confianza en la fidelidad de su esposa

B. LAS NECESIDADES DEL PRESO

1. Un amigo íntimo.

Alguien que lo escuche, sea un apoyo para él en todo momento. Necesita alguien con quien pueda
hablar y desahogarse. Alguien que se interese genuinamente en él, que le crea, que lo anime. Un
amigo que no lo critique ni lo juzgue, sino que lo acepte.

2. Una relación de respeto y honestidad.

Es necesario ser bien sinceros y transparentes, abrirnos del todo hacia ellos de modo que nos puedan
sentir y aceptar. Hay que aprender a respetar sus ideas y los conocimientos que tienen, ellos no
quieren recibir imposiciones, sino que se les acepte tal y como son. Es necesario que nos vean a la
par de ellos y que sepan que también pasamos por pruebas, tentaciones y que cometemos errores al
igual que ellos, sin tratar de imitarlos sino llevar la frescura de Jesucristo y de la calle, ya que es de
lo que ellos carecen.

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3. Sentirse parte de la familia de Dios.

Es necesario que ellos sepan que no solo cuando estén sin su libertad es cuando se les va a tomar en
cuenta, sino que en el momento en que salgan habrá gente que los estima y los acepta. Si deseas que
alguien de ellos venga a la congregación, tendrás que ir por él. Es necesario hacerles ver que una
mentira no lleva la misma consecuencia que un crimen, pero que ante los ojos de Dios no hay
pecado grande ni chico, sino que para él es pecado. Necesitamos involucrarnos con su familia,
conociéndolos a través de ellos. Nunca los exhibamos con la gente por cuánto han pasado o han
estado en una cárcel.

4. Sentirse útil.

Que vean que son útiles, que sirven y que valen en esta vida, para que en ellos se desarrolle
autoestima y autoaceptación. Necesitan perdonarse ellos a sí mismos y saber que son personas que
valen y que no son lo peor ante los ojos de Dios. Es necesario hacerles sentir que son útiles y
animarlos en todo lo que lleven a cabo, especialmente a que trabajen, estudien y se ocupen en
labores productivas.

5. Contar con alguien en la calle.

Alguien que les pueda llevar un recado, hacer una llamada telefónica, llevarles correspondencia, ir a
los juzgados, y hacerles compras de material para su trabajo o aseo personal. Es importante que lo
que les compren, lo hagan con dinero de ellos, ya que podrían provocarle que se hagan
dependientes o que ya no les tengan confianza para pedirles otro favor. Ambas cosas les hacen daño
pues son muy susceptibles.

6. Tener correspondencia con alguien.

Al interno le gusta mucho escribir y recibir correspondencia. Es un desahogo y un alivio muy grande
para él. Por eso es importante que pueda tener alguien a quien escribirle y que éste le conteste
también. Pueda ser que lo vaya a visitar cada seis meses, pero el simple hecho de mantener contacto
escrito con él, ayudará a que el preso se sienta aceptado y escuchado. Hay que tener cuidado con la
correspondencia entre sexos opuestos porque suele ser contraproducente.

C. CÓMO GANARLOS PARA CRISTO

1. Siendo constantes.

Al interno le da mucha confianza cuando somos constantes porque él siempre quiere ver gente de
afuera y al estar cumpliendo las citas semanales a la hora y el día indicado, se demuestra que se
cumple lo que se promete, que se puede confiar en nuestra palabra, que nos interesamos
genuinamente por ellos, y que puede contar con seguridad con nuestra visita. Tal vez este sea el
punto más importante para ganarlos para Cristo porque, a la larga, quebranta y derriba todas las
barreras que pudieran haber y fortalece la fe de ellos. Es como un golpecito continuo de un martillo
que rompe duras rocas, o la gota de agua que puede perforar el mismo fierro y desmorona montañas.
Esto es lo más efectivo.

Tal vez si no se cuenta con muchos recursos, ni con habilidades teológicas, ni oratoria, ni el respaldo
de la congregación, ni muchos voluntarios, ni un programa eficiente, ni el reconocimiento de la
iglesia ni las autoridades ni de algún grupo, pero tan solo se es constante, con esto basta para tener el
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Fundación Emmanuel, I.A.P.
éxito que Dios desea que tengamos en el servicio a las personas privadas de su libertad. Esta es la
clave del éxito en el ministerio carcelario y no depende de si la organización cumple o si se delega
en otros la constancia, sino en la perseverancia personal.

2. Cumpliendo lo que se les promete.

No hay nada que lastime más a un interno que el que se le prometa y no se le cumpla. A ellos todos
le han fallado. Cuando les fallamos, estamos haciendo grietas en su fe. Es preferible, si se cree no
poder hacer las cosas, no comprometerse. La palabra de Dios lo confirma cuando dices que es mejor
que no prometamos a que prometamos y no cumplamos. Jesucristo fue radical en esto: el dijo que no
juráramos por nada, es decir, que no nos comprometiéramos con garantía, sino que nuestro sí fuera
sí y nuestro no fuera no.

3. Dándoles confianza.

Es importante dejarlos hablar, expresarse, externar sus opiniones sin corregirlos duramente ni
humillarlos ni hacerlos quedar en ridículo. Es recomendable hacer dinámicas de grupo para que se
rompa el hielo; dinámicas en que el interno pueda reír, gritar, correr, salir de la rutina. También es
necesario hacerles encargos y darles responsabilidades, por ejemplo, la de anotar las alabanzas en
cartulinas, de asear el salón, responsabilizarlos de la biblioteca, de los diezmos, de dirigir los cantos
o la reunión, de hacer oraciones en público, de permitirles de vez en cuando compartir sus
experiencias, etc.

4. Interesándose genuinamente por ellos.

Aceptarlos tal y como son sin condicionarlos. Llevarles regalitos personales, ya sea un chicle, un
pastelito, una ropa, un libro con dedicatoria especial, una palabra de aliento, pero hacerlo
personalmente a un solo interno. Hay que tener cuidado de no hacer favoritismos, porque esto
lastima a los demás y los hace sentirse menos. Estas atenciones deben de darse especialmente a los
internos que tengan una más baja autoestima, los que no tienen visita, los extranjeros, los que su
familia vive muy lejos, los más pobres, los que menos hablan.

Otra manera de interesarnos por ellos es la de ver por su familia, hacerles una visita, preguntarles
por su familia, orar por sus peticiones y recordarles acerca de esto. Es decir, si nos cuentan algo o
nos piden oración, a la siguiente visita preguntarles cómo va su situación, o bien escribirles una
notita diciéndoles que hemos estado orando por su problema. También es de suprema importancia
aprender sus nombres y llamarlos por medio de ellos. Hay un proverbio que dice que el sonido más
dulce que podemos oír es el de nuestro nombre en los labios de otra persona.

5. Nunca criticándolos a ellos ni a nadie.

La mayoría de las veces los internos callan su trasfondo religioso y delictivo y se sienten atacados
constantemente cuando oyen que alguien ataca a otra persona o a algún tipo de personas, por
ejemplo el que habla mal de los homosexuales, o de los violadores, o de los ateos, o de los ladrones.
Tampoco debemos criticar ni ridiculizar ninguna religión, secta, costumbre o tradición, porque
sienten que están atacándolos a ellos personalmente. Tenemos que respetarlos. Con el amor del
Señor ellos van a poder ver la diferencia y a través de la enseñanza, el Espíritu Santo les dará
discernimiento para descubrir las mentiras del enemigo. Ellos necesitan ver un verdadero amor
incondicional para que tengan confianza en nosotros y no tambaleen y fluctúen entre una doctrina y
otra, Recordemos que es el amor el que cubre multitud de pecados.

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Si alguno expresa una opinión o un concepto equivocado, sea teológico, bíblico o acerca de la vida,
es mejor usar de misericordia en vez del conocimiento, porque el conocimiento envanece mas la
gracia edifica, el conocimiento ridiculiza y humilla a los que ignoran las verdades de las sagradas
escrituras, pero la misericordia los guía al arrepentimiento. Nunca debemos hablar mal de nadie, ni
de los internos que no se congregan, ni de algún hermano interno que se ha apartado, ni de los que
no creen, ni de otros de otros grupos, religiones o sectas que les visitan. En conclusión, nunca hablar
mal de nadie. Si de alguien vas a hablar mal, hazlo de ti mismo o del diablo y sus demonios.

6. Teniendo un cristianismo auténtico.

Ser transparentes y transmitir la vida de Cristo tal y como la estamos viviendo, sin fingimiento, ni
poses, ni apariencias, ni hipocresías, porque los internos están tan interesados en conocer nuestras
vidas en la calle, que de una forma u otra, siempre consiguen saber cómo nos comportamos en la
calle.

No es para nada bien aceptado ni recibido por ellos el que nosotros tratemos de imitarlos, hablando
con caló (deformaciones del vocabulario) o hablando acerca de crímenes, robos, asaltos, en sí de
delincuencia. El interno ya está experimentado en eso y, lo que menos quiere oír, es aquello de lo
que quiere salir y que es parte de su vida dentro de la cárcel. Ellos están ansiosos por aprender lo
que no saben, como es la vida de cristiana, la oración, el estudio de la Biblia, el ayuno, en sí, asuntos
espirituales y que tienen que ver con la vida eterna y la palabra de Dios.

7. Predicando acerca de la vida de Jesús y enseñando acerca de Jesús.

La vida de Jesús fascina, cautiva e impacta sobremanera al interno. Le impacta mucho el hecho de
que todo a su alrededor era inmundo y el siempre se mantuvo limpio. Su vida siempre estuvo
rodeada de ignorantes, criticones, blasfemos, religiosos, maleantes, endemoniados, soldados crueles,
traidores, de mucha inmundicia, y él siempre se supo mantener santo y victorioso. Le impacta la
autoridad que tenía sobre los demonios, las enfermedades, los elementos de la naturaleza y aún
sobre la misma muerte. Le impactan sus palabras de amor, de sabiduría, de comprensión, y de
reprensión también. Cada suceso de la vida de Jesús es todo un acontecimiento para el interno.

D. EL PRESO PRIMODELINCUENTE

1. ¿Quién es?

Es el que cae por primera vez en prisión. Es la persona más desorientada de su situación. Tiene un
fuerte deseo de que no fuera verdad lo que le está pasando. Es aquel que creyó que jamás le iba a
pasar a él. La mayoría de ellos entra en una crisis, ya que fue detenido con rapidez por las
autoridades, sin poder despedirse de sus seres queridos ni llevar consigo útiles personales y de
primera necesidad. Generalmente es requisado, la mayoría de las veces torturado y despojado de
cualquier dignidad humana. Llega a sentir desconsuelo y depresión y mucho miedo por la
expectación a lo desconocido.

2. ¿Cómo lo llama la sociedad?

Para la sociedad no hay ninguna diferencia, es un preso más, un delincuente, un criminal que bien se
lo merecía. La gente dice: "¡Ni cuenta nos habíamos dado en las que andaba!". En otros casos: "¡Al
fin cayó después de tantas que hizo!", o, "¿Quién hubiera pensado que andaba mal?". Muchos
dicen: "¡Y a nosotros nos decía que se había sacado la lotería y por eso tenía dinero!".

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3. Las causas por las que cayó en prisión.

Las causas principales por las que es detenido y puesto en prisión son:
· Inexperiencia,
· alcoholismo,
· drogadicción,
· malas amistades,
· el medio ambiente que lo rodea,
· ambición mal encauzada,
· pobreza,
· venganza.

4. Sus temores

· A lo desconocido;
· lo que ha oído acerca de las cárceles en cuanto a violencia y ultrajes;
· que lo maltraten, lo golpeen o lo hieran;
· que lo violen;
· que le pidan dinero;
· que a alguien de su familia lo pudieran agarrar;
· quedarse en la cárcel mucho tiempo.

5. Su comportamiento en prisión.

· Anda preocupado todo el tiempo.


· Le entra un terror espantoso.
· Es presa fácil de los internos más viejos y sin escrúpulos.
· Lo invade un desconcierto de impotencia ante su situación.
· Algunos, no pudiendo superar su situación llegan a psiquiatría, o inclusive, al sucidio.
· Fanfarronea mucho por el miedo.
· La mayoría están en silencio y a la expectativa, esperando que de un momento a otro les
pase algo.
· No pueden dormir tranquilamente (a veces pagan para que los cuiden).
· Se empieza a ambientar con los demás o se aíslan herméticamente.
· Les preocupa mucho su situación jurídica y preguntan con quien sea.
· Se informan con los demás internos acerca de la cárcel, de la mafia interna, y de otros
con una situación jurídica similar.

6. Su actitud hacia el cristianismo.

· Muchas veces se refugia en los grupos de oración.


· Busca alivianar su situación.
· Si se le sabe tratar, sembrándole buenos principios cristianos, será a la postre, un
excelente cristiano.
· Ve a los cristianos internos como gente sincera, tratando de buscar una relación con Dios
y cambiar sus vidas para el bien.
· Al voluntario cristiano lo ve como si viera a un ángel, como alguien perfecto.

E. EL PRESO REINCIDENTE

1. ¿Quién es?
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Fundación Emmanuel, I.A.P.
Es aquel que, de un modo u otro, vuelve a infringir la ley y es puesto de nuevo en prisión. Es una
persona que está buscando "sacársela" ya que la primera vez no la hizo bien. Su pensamiento es el
de: "yo soy delincuente, no sé hacer otra cosa, nací para eso".

Se ha dado cuenta que todo lo que ha rodeado el medio de la cárcel, el miedo y la fantasía que hay
ahí, hasta cierto le benefician y explota esa situación.

2. ¿Cómo lo llama la sociedad?

· Criminales
· Los que no tienen remedio
· Árbol que nace torcido
· Delincuentes
· Estafadores
· Indeseables
· Ladrones
· Cínicos
· Sinvergüenzas
· Mal ejemplo

3. Las causas por las que cayó en prisión.

· La mayoría delinque de nuevo por necesidad.


· Algunos lo hacen por hábito.
· Otros consideran que ese es su oficio.
· Asociación delictuosa por delitos pasados.
· Algunos primodelincuentes se volvieron expertos en el arte de delinquir cuando cayeron
en prisión y por eso lo vuelven a hacer.
· Otros, que no han delinquido pero fueron puestos en la cárcel injustamente, se vuelven
amargados y por venganza delinquen de nuevo.
· Hay quienes aprenden a hacerlo en la cárcel y eso los lleva a reincidir.
· Su malicia se ha desarrollado mucho y se convierte de pronto en un vicio.

4. Sus temores

· Encontrarse con enemigos de delincuencia o con los que ha agraviado dentro de la cárcel
durante su estancia anterior.
· Sabe que va a ser más difícil salir pues no alcanza beneficios y las sentencias por el
delito que vaya son en un promedio de la media y muy próxima a la alta.
· Casi ya no le tiene miedo a nada porque ya es un medio que conoce.

5. Su comportamiento en prisión.

· Sabe qué hablar y qué no, qué hacer y qué no hacer, con quien juntarse y con quien no,
por dónde moverse y por dónde no.
· Es como un pez en al agua.
· Manipula las circunstancias a su conveniencia.
· Trata de "hacer carrera" dentro de la prisión, de alcanzar un liderazgo o pertenecer a
alguna banda o grupo mafioso interno y luchan por el control.

6. Su actitud hacia el cristianismo.

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Fundación Emmanuel, I.A.P.
· Entre ellos, se burlan del cristianismo y ponen apodos.
· Frente a los cristianos, guardan respeto.
· Piensan que todos los del grupo cristiano son hipócritas.
· Del voluntario cristiano piensan que es buena onda, que van a hacer sus buenas obras ahí
y son de fiar o son ingenuos, fáciles de engañar.
· En general sienten un profundo respeto y admiración por Jesucristo, las religiones y
quienes las representan.

F. EL PRESO POLÍTICO

1. ¿Quién es?

El preso político puede ser un hombre o una mujer, estudiante universitario, profesionista, graduado,
campesino. Son hijos de familia, esposos y padres. Son ciudadanos patriotas que generalmente
buscan reformas en su país.

2. ¿Cómo lo llama la sociedad?

Algunos nombres que la autoridad o el público en general le da son:


· Guerrilleros
· Subversivo
· Terrorista
· Agitador
· Revoltoso
· Radicales
· Izquierdistas
Otros nombres más generosos son:
· Defensor de los Derechos Humanos
· Activista
· Animador
· Reformador
· Demócrata
· Sindicalista

3. Las causas por las que cayó en prisión.

Generalmente por causa de:


· Violación de los derechos humanos
· Lucha por la igualdad social a favor de los pobres (falta de atención, medicina,
educación, trabajo, servicios públicos)
· Propiedad
· Trabajo
· Salarios justos
· La explotación extranjera de las riquezas nacionales
· Oposición a dirigentes políticos
· Condiciones estudiantiles
· Empatía y preocupación por el oprimido.

4. Sus temores

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Fundación Emmanuel, I.A.P.
Le teme a los infiltrados, que le puedan hacer daño dentro de la cárcel. Nunca da su nombre propio.
Teme a los traidores, a su propia debilidad durante el interrogatorio y el efecto de su estadía en la
cárcel sobre su propia familia.

5. Su comportamiento en prisión.

· Se gana el respeto de las autoridades


· Le gusta estar metido en la biblioteca
· Siempre quiere formar parte de comités de derechos de internos, comités pro-derechos
humanos, comités de educación, comités de promoción de reformas, etc.
· Hace ejercicio y practica algún deporte;
· Formula horarios para leer, escribir y estudiar;
· Fomenta la solidaridad entre los demás internos;

6. Su actitud hacia el cristianismo.

· Generalmente critican la religión;


· Admiran a Jesús y su servicio y compasión a los oprimidos y necesitados;
· Piensan que los cristianos somos materialistas, no estamos dedicados enteramente a la
causa de Cristo, no nos sacrificamos, en resumen, que no tenemos convicciones.

G. EL PRESO EXTRANJERO

1. ¿Quién es?

Es una persona extranjera que justa o injustamente ha sido privado por su libertad en un país
diferente al suyo. Es alguien muy vulnerable y que se siente en otro planeta.

2. ¿Cómo lo llama la sociedad?

Generalmente se tienen muchos prejuicios contra ellos, y los llaman:


· Yanquis fracasados
· Entrometidos
· Asaltantes internacionales
· Espías
· Desestabilizadores de la sociedad
· Usurpadores

3. Las causas por las que cayó en prisión.

· Asalto a instituciones bancarias


· Narcotráfico
· Falsificación de documentos o dinero
· Espionaje
· Sublevación
· Sospechas de instituciones policiacas
· Asociación delictuosa
· Cohecho

4. Sus temores

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Fundación Emmanuel, I.A.P.
· No salir nunca de la cárcel.
· Que sea escondido o muerto en secreto.
· Su salud por causa de la comida y las costumbres extranjeras.
· Que no se pueda comunicar con alguien en su propio idioma.
· No tener nada que leer en su idioma.
· No tener comunicación ni noticias de su familia.

5. Su comportamiento en prisión.

· Al principio su carácter es áspero.


· Se siente vulnerable, rechazado (especialmente si no conoce el idioma).
· Se siente asustado, que todo su mundo ha caído.
· Se dedica a aprender el idioma de una forma u otra.
· Trata de comprender la cultura local.
· Hace amistades con otros extranjeros o de su mismo país.
· Intenta trabajar en lo que sea dentro de la cárcel.

6. Su actitud hacia el cristianismo.

· Es un poco indiferente.
· Si se les puede hablar del Señor en su idioma se abren y reciben, pero muy rara vez
participan de las reuniones internas si no conocen el idioma.
· Conservan su cultura y tradición religiosa, ya que eso les ayuda a mantener su identidad
como persona.
· Si se les ayuda siendo el intermediario entre ellos y la embajada, las autoridades
carcelarias, las autoridades del gobierno y su familia en el extranjero, es muy probable
que tomen una decisión de seguir a Jesucristo y ser parte de la obra de Dios dentro y aún
fuera de la cárcel.
· Si es extranjero pero habla el idioma, sentirá interés y admiración por el cristianismo y,
si se muestra interés por ellos, responderán satisfactoriamente.

H. EL PRESO PSIQUIÁTRICO O INIMPUTABLE

1. Definición.

El término “psiquiátrico” ó "Inimputables" se aplica a las personas que han infringido una ley y se
encuentran sometidas a un proceso judicial, pero que no gozan de salud mental, es decir, muestran
alguna sintomatología de enfermedad mental (cualquiera de sus modalidades: esquizofrenia, pa-
ranoia, oligofrenia, etc.) por lo que no se les puede imputar todas las agravantes que marca la ley,
debido a la imposibilidad de abogar por sus derechos legales por no tener sus facultades mentales
aptas para el caso de demostrar su inocencia o demostrar su culpabilidad.

Algunos han cometido el delito estando en pleno uso de sus facultades mentales y son puestos en
prisión, pero con el paso del tiempo, pierden sus facultades. A estos se les llama en algunos lugares
“presos psiquiátricos”. Otros han infringido la ley en medio de su enfermedad mental. A estos se les
clasifica como inimputables. Sea cual fuere la circunstancia, necesitan atención y ayuda.

Esta situación jurídica y médica de tal sujeto impide su total libertad, ya que representa un peligro
potencial para la sociedad, pero merece toda la atención médica y legal posible para lograr su
rehabilitación e integración a la sociedad como un elemento útil y productivo de la misma, por lo
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Fundación Emmanuel, I.A.P.
que en su estancia en el reclusorio se persiguen estos objetivos, utilizando diferentes técnicas y
métodos para lograr su recuperación.

2. Exposición del problema.

 Es sector de la población (aún carcelaria) que viven al margen de la sociedad.


 Es un sector muy limitado en los aspectos cultural, económico, familiar, y espiritual.
 Es un sector muy menospreciado por el aparato jurídico y burocrático del gobierno y de
las autoridades carcelarias.

3. Verdades acerca de ellos.

 El Inimputable es un prójimo con una identidad física y espiritual aún cuando el


problema radica en lo anímico.
 Ellos están incluidos en el plan de salvación del Padre Celestial a través de Cristo.
 Representan un alto costo económico y moral para la sociedad y su familia.
 Tienen necesidades urgentes en cada área de su vida que deben ser regeneradas a través
de la obra de Jesucristo en su interior.

4. Sus necesidades.

 Amar y ser amados por alguien


 Ser aprobados
 Ser estimados
 Ser valorados como personas
 Seguridad
 Aceptación
 Reconocimiento
 Respeto
 Sentirse útiles (productivos)
 Ser parte de algo
 Tener una imagen adecuada de sí mismos

5. Soluciones posibles.

 Integración de equipos de trabajo (se detallan características).


 Instaurar actividades prácticas de manualidades y estudios bíblicos.
 FOMENTAR LAS INTERRELACIONES A TRAVÉS DEL AMOR DE DIOS
 Sostenimiento económico del ministerio.
 Sostenimiento espiritual del ministerio.

6. Un plan de trabajo hacia ellos.

Introducción
Daniel 4:33-34
oDios nos mandó que nos acordáramos de los presos y los visitáramos (Hebreos 13:3; Mateo 25:36).
Ellos son parte de la población carcelaria. El problema de ellos no sólo es espiritual o mental, sino
anímico y físico. De ahí surge la dificultad para llevarlos a Cristo, aunque Dios ha provisto la
manera de lograrlo siendo transmisores del amor de Dios y la gracia de Jesucristo. Los que son
llamados a este ministerio deben ser personas con disposición, disciplina y espiritualidad.
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Fundación Emmanuel, I.A.P.
Justificación
En la mayoría de las cárceles, los inimputables son el sector de la población más olvidado, ya que el
natural rechazo a un enfermo psiquiátrico agresivo limita mucho a la gente dispuesta para trabajar
con ellos. Por eso es que ha surgido la urgente necesidad de que Dios levante obreros dispuestos a
ministrarles y a cumplir el mandamiento de Dios y de Jesucristo de visitar los presos para cumplir la
gran comisión y así extender el reino de Dios en la tierra.

Objetivos inmediatos
Suplir las necesidades espirituales, anímicas y físicas (ropa, objetos personales, etc.).

Objetivos medianos
Lograr por el poder del evangelismo la liberación y regeneración espiritual del interno, completando
su rehabilitación total.

Método de trabajo
Material:
a) El que dispongan las autoridades en cuanto a:
- Identificaciones.
- Permisos pertinentes de las autoridades competentes.
- Ropa y calzado permitido y demás efectos personales.
b) Instrumentos musicales (de taller), les encanta alabar a Dios.
c) Biblias (en caso justificado), la mayoría no sabe leer.
d) Folletos visuales más que la lectura.
e) Material audiovisual o visual: franelógrafos, ilustraciones, láminas.
f) Comida permitida en cada visita.
g) Ropa autorizada y necesaria para los internos.
h) Efectos personales autorizados (jabones, toallas), decir el por qué.
i) Ayuda extra, previo diálogo con las autoridades, según necesidades propias de ellos.
j) Medios de transporte del personal. (Es importante la puntualidad).

Del personal: (mínimo 3 personas: responsable, maestro(a) y alabanza).


a) Creyente lleno del Espíritu Santo.
b) Que tenga el llamado de Dios en esta área, no movido por la emoción.
c) Convencido de que es una obra divina, no es una labor social o de obras buenas, sino
una labor para extender el reino de Dios y ver su gloria.
d) Dispuesto a dar: vida de oración, intercesor constante, tiempo necesario dentro y fuera
del reclusorio, constancia estricta para asistir al reclusorio, dedicación en energía y
económica, buscar la fuente de medios económicos (aún inconversos); bazares de ropa,
etc.
e) Movidos por el amor y la misericordia de Dios, no lástima ni auto justificación de ser
buenos; sino deje que el fluir del amor de Dios es el que les restaurará, sanará y liberará.
f) Sugerimos conferencias de: abogados, médicos, trabajadores sociales, maestros(as), etc.

Dinámica de un día de trabajo:


a) Llegar con puntualidad a la prisión para que entre todo el grupo junto.
b) Registrarse, identificarse, pasar por revisión y entrar a las áreas permitidas.
c) Oración de apertura (saludo previo).
d) Alabanza y adoración (tiempo sujeto al estado general de las internas).
e) Impartir la clase bíblica los primeros 2 meses, de 3 a 5 minutos:
Con material visual (historias para niños).
f) Impartir la clase bíblica de 3 a 6 meses en adelante:
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Fundación Emmanuel, I.A.P.
Identificarlas con la persona de Jesús y las diferentes facetas de la persona de Jesucristo
(forma práctica, aplicada a su vida), dar testimonio personal a ellas, sobre todo del
perdón de Dios, ya que así verán a Dios como Padre, ésto les llevará a la dependencia a
Dios y a nosotros.
g) Repartir comida, objetos personales, premios y recompensas (no hacerlos muy
notorios éstos últimos, para no lastimar a las que no lo obtuvieron).
h) Dejarles tarea (dibujos, manualidades, como para niños).
i) Oración, peticiones y ministración personal.
j) Tiempo de estancia: 3 horas.

Actividades fuera del reclusorio


a) Visitar y dialogar con las autoridades (abundar acerca del trabajo que se desarrolla).
b) Visitar a los familiares.
c) Visitar a los ex-internos (seguimiento).
d) Buscar ayuda de otras personas que no estén involucradas en el ministerio pero puedan
apoyar: abogados, médicos, etc.

7. Ministrándolos efectivamente.

La Palabra de Dios es nuestra única y absoluta fuente de verdad y la herramienta más adecuada para
ministrar a los inimputables con efectividad.
Necesidad Es necesario enseñarles con la Biblia acerca de:
 Dios los ama tanto que dio a su Hijo por ellos. Juan 3:16
Ser amados(as)  Dios los ama tal y como son. Romanos 5:6;
 Dios, en su amor, les ha dado vida por gracia. Efesios 2:1-10
Amar  Deben amar a Dios con todo el corazón. Marcos 12:28-31
 Deben amarse unos a otros como Cristo. Juan 15:12-17
 Son hijos de Dios. Juan 1:12
 Son amigos de Cristo. Juan 15:15
 Han sido justificados por la fe. Romanos 5:1
 Son un espíritu con Dios. 1 Corintios 6:17
Aceptación  Fueron comprados por precio (pertenecen a Dios). 1Cor 6:20
 Son miembros del cuerpo de Cristo. 1 Corintios 12:27
 Son santos. Efesios 1:1
 Son adoptados y aceptados por Dios en el amado. Efesios 1:5
 Tienen acceso directo a Dios por su Espíritu Santo. Efesios 2:18
 Han sido redimidos y perdonados de todos sus pecados. Col 1:14
 Estan completos en Cristo. Colosenses 2:10
 Están libres de condenación para siempre. Romanos 8:1-2
 Todas las cosas les ayudan a bien (hasta estar presos) Rom 8:28
Seguridad  Están libres de toda acusación condenatoria. Romanos 8:33-34
 Nada los puede separar del amor de Dios. Romanos 8:35
 Han sido establecidos, ungidos y sellados por Dios. 2 Cor 1:21
 Están escondidos con Cristo en Dios. Colosenses 3:3
 La obra que Dios empezó en ellos será perfeccionada. Fil 1:6
 Son ciudadanos del cielo. Filipenses 3:20
 Dios les ha dado espíritu de poder, amor y dominio propio. 2Ti 1:7
 Pueden alcanzar gracia y ayuda en tiempos de necesidad. Heb 4:16
 Son nacidos de Dios y el maligno no los puede tocar. 1 Juan 5:18
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 Son la sal y la luz de la tierra. Mateo 5:13-14


Importancia,  Son ramas de la vid, un canal de vida. Juan 15:1-5
Aprobación,  Han sido elegidos por Cristo y puestos para llevar fruto. Juan 15:16
Reconocimiento,  Son testigos personales de Cristo con poder del Espíritu. Hch 1:8
Valoración,  Son el templo de Dios. 1a. Corintios 3:16
Estimación,  Son ministros de reconciliación, embajadores de Cristo. 2Co 5:17-20
Imagen,  Son colaboradores de Dios. 2a. Corintios 6:1
Sentirse útiles, etc.  Están sentados con Cristo en lugares celestiales. Efesios 2:6
 Son hechura especial de Dios. Efesios 2:10; Salmos 139
 Pueden acercarse a Dios con libertad y confianza. Efesios 3:12
 Todo lo pueden en Cristo que los fortalece. Filipenses 4:13

8. Resultados de trabajar con ellos.

 Los internos se dan cuenta de que no nos mueve un acontecimiento social, sino un
mandato de Dios, un amor al prójimo, en base a la constancia.
 En el área emocional se estabilizan al saber que son importantes para alguien y que hay
personas que se interesan por ellos.
 Su auto imagen se supera y el amor a sí mismos se refleja, y esto se ve DESDE EL
ARREGLO PERSONAL.
 Su situación legal es transmitida espontáneamente por ellos, por lo que se repetirá
constantemente ACERCA DEL PERDÓN DE DIOS (nunca preguntarles por qué están allí).
 Permiten recibir afecto, empiezan a darlo y tienen confianza para hacer cosas personales.
 SE EMPIEZAN A INTERESAR POR LA BIBLIA Y LA ORACIÓN. Dios empieza a sanarlos y se
dan cuenta de que Él es real.
 Sus primeras oraciones son por nosotros mismos y son muy efectivas, y nos damos
cuenta de que no sólo damos, sino que ellos pueden dar a través de la oración.
 A través del tiempo, y a veces en días o semanas, son bautizados en el Espíritu.
 Entre ellos empieza haber un despertar del AMOR FRATERNAL y del PERDÓN mutuo.
 Empiezan a colaborar con las autoridades: TRABAJAN, ASEAN SU ESTANCIA, CUIDAN EL
LUGAR, SON MÁS OBEDIENTES PARA PODER IR A LA REUNIÓN , LES DA POR IR A LA
ESCUELA, POR TRABAJAR, ETC.
 EMPIEZAN A SALIR LIBRES, YA QUE YA HAN SIDO SANADOS EN TODAS LAS ÁREAS.
 Se forman grupos de INTERCESIÓN, LECTURA BÍBLICA, MEMORIZACIÓN DE VERSÍCULOS,
HACEN TAREAS JUNTOS, ETC.
 Los que han tenido mejoría evidente, ayudan a sus compañeros en el área espiritual, así
como en su aseo personal.
 Aceptan el cambio de voluntarios, no dependen de las personas o de nosotros, aprenden
a DEPENDER SOLAMENTE DE DIOS.

I. LA MUJER EN PRISIÓN

1. Necesidades de la mujer en prisión.

La mujer interna tiene una gran necesidad de conocer a Jesucristo y de ser amada y respetada como
ser humano. La palabra de Dios nos pide que ministremos de la siguiente manera: "Y el mismo Dios
de Paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado
irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo" (1 Tesalonicenses 5:23).
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La mayoría de ellas, tienen gran necesidad en tres áreas principales de su alma:

Área Afectiva
Es importante darles tiempo para que te compartan sus frustraciones, necesidades personales,
problemas familiares, problemas con otras internas, etc. Tienen gran necesidad de ser amadas y de
amar genuinamente. Tener convivios con ellas las motiva en su autoestima, y el organizar
congresos, llevar oradores invitados, proyectar películas, dramas, etc., son claves para su
crecimiento.

Área Económica
La mayoría no tienen trabajo y tienen carencias de primera necesidad, tales como jabón, pasta de
dientes, toallas sanitarias, etc. Ayudarles a conseguir trabajo, 2Tes. 3:10 Enseñarles a diezmar.

Área Legal
Siempre están al pendiente de los casos y se deprimen porque nadie ve sus casos con interés.
Nosotros contamos con abogados cristianos.

Es indispensable que cuando tu le prometas algo a alguien debes cumplirlo, sea lo que sea, están
acostumbradas a que siempre les han fallado y como cristianos no podemos fallarles porque somos
ejemplos: "Que tu si sea si y que tu no sea no"

2. Ministrándoles integralmente.

Es importante ministrar al espíritu a través del Espíritu Santo de la siguiente manera:

Ministrando a su espíritu
a) Ministrando la palabra de Dios: Es Importante el alimento espiritual que les das.

b) Alimentando y desarrollando el liderazgo en las internas: Lc. 9:1-5; 22:35-38, el fin es lograr que
de un ministerio dependiente se desarrolle uno independiente, identificar a las líderes internas es
importante, así como discipularlas, para que ellas continúen la labor adentro.

c) Orando constantemente: la oración es la clave para oír instrucciones del Señor y después delegar
y ver a quienes les das responsabilidades tales como: Dirigir un grupo de oración apoyándose unas a
otras, guiando la alabanza, observando necesidades de cualquier tipo de sus compañeras y una vez
capacitadas, desarrollar evangelismo interno.

Ministrando a su alma
El alma involucra los pensamientos, los sentimientos y la voluntad y es un área sumamente
importante a considerar para las internas. Sus pensamientos constantemente están enfocados hacia
su familia, sus hijos y esposos. Enseñarles a renovar sus mentes por medio de la palabra. Ef. 4:23-
24.

En cuanto a los sentimientos, generalmente están llenas de ira, odio, contiendas y necesitan sanidad;
escucharlas y ministrarlas conforme a su necesidad en básico.

En cuanto a la voluntad, necesitan una motivación que debe ser guiada por el Espíritu Santo y de
esta manera ellas puedan decidir caminar la nueva vida en Cristo con la convicción sobrenatural del
poder del Espíritu Santo y aprender a tomar decisiones radicales conforme a la Palabra de Dios.

La mayoría de las internas son madres y por lo tanto hay varias áreas que abarcar tales como:
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Fundación Emmanuel, I.A.P.
- Madres con hijos abandonados: indagar quién los cuida; a veces tienen hogares
temporales como el DIF u otros.
- Madres abandonadas por sus esposos o familiares, ya que en ocasiones ni siquiera saben
que éstas se encuentran en algún centro de readaptación social. Buscamos por lo tanto
conectarlas con los mismos y aprovechar esa ocasión para ministrar reconciliación. "Y
Dios nos dio el ministerio de la reconciliación 2 Cor. 5:18.
Si la interna tiene bebé, suplirles alimentos básicos como la leche, ropa, medicinas, etc.
- Madres embarazadas:
a) Las que no saben quién es el padre.
b) Las que han sido violadas.
c) Las que tienen el esposo o compañero y desean abortar.

Ministrando a su cuerpo
Nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo (1ª Corintios 6:19). Es necesario que la interna
aprecie su apariencia física, pues esto afecta en su área emocional (Oseas 4:6).

La mayoría son mujeres de poca instrucción o educación, debido a ello es recomendable el


instruirlas en el área de educación sexual así como que soliciten exámenes físicos pues la mayoría
tiene enfermedades venéreas; la enseñanza es básica, ya que, dentro del penal se sigue practicando la
fornicación, el adulterio, la prostitución.

Aunado a esto hay un alto índice de drogadicción entre los internos. Sólo Jesucristo puede cambiar
sus vidas. "El es el camino la verdad y la vida".

Debido a que su preocupación máxima es la familia, y en su mayoría con pocos recursos, se les
provee ropa, calzado, medicamentos, tanto para cada uno de sus hijos, como para ellas.

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Capítulo 4: La familia del preso

A. CARACTERÍSTICAS LA FAMILIA DEL PRESO

1. Características generales.

2. La familia descrita por ellos mismos.

3. Lo que sufre una mujer para visitar a su esposo en prisión.

B. LAS NECESIDADES DE LA FAMILIA DEL PRESO

1. Amistades verdaderas.

2. Atención y cuidado para los niños.

3. Ropa, comida y artículos de aseo.

4. Trabajo digno y remunerado.

5. Orientación y asesoría legal honesta.

6. Consejería y apoyo moral y espiritual.

7. La presencia del esposo.

8. Atención médica gratuita.

9. Mucha visita y contacto informal.

10. Un lugar diferente para vivir.

C. ¿CÓMO GANARLOS PARA CRISTO?

1. Visitándoles constantemente.

2. Siendo generosos al dar.

3. Respetándoles en todo aspecto.

4. Cumpliendo lo que se les promete.

5. Poniéndonos a su disposición.

6. Ayudándoles a conseguir empleo.

7. Consiguiéndoles asesoría legal honesta.

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Fundación Emmanuel, I.A.P.

A. CARACTERÍSTICAS LA FAMILIA DEL PRESO

1. Características generales.

La familia del interno cae en una crisis social, económica y emocional desesperante. Piense usted
mismo en su familia, reflexione por un momento cuál sería su situación como padre, madre o hijo de
familia si usted, por alguna circunstancia ajena o conocida fuera puesto en una prisión...hoy
mismo...
1. La familia del interno es la más afectada aun cuando ellos no han cometido
ningún delito.
2. Los hijos quedan prácticamente huérfanos, desamparados por el padre que ya
no puede sostener el hogar.
3. La esposa se queda como una viuda (y peor aún, ya que no solo tiene que ver
por ella y sus hijos, sino ahora también por su esposo)
4. La madre se ve forzada a sostener la casa, trabajando horas extras y obligada a
abandonar los hijos.
5. Los hijos abandonan la escuela para ayudar con el gasto y porque ya no alcanza
para pagar la colegiatura ni el transporte.
6. Son rechazados por sus vecinos, familiares y amigos (y aún por cristianos
"religiosos"). Sobre ellos cae la carga del prejuicio.
7. Representan la única ayuda y esperanza para el interno tanto económica como
moralmente.
8. A veces son empujados a un abismo de inmoralidad buscando escapar de su
realidad abrumadora. Esto provoca que el interno, al volver a su familia, se ve obligado
a delinquir y reincidir.
9. Son engañados, explotados y abusados económica y materialmente por
abogados sin escrúpulos y aun por el mismo interno cuando éste ha perdido toda
sensibilidad y respeto para su familia.
10. Están muy heridos, con resentimiento y amargura y a veces no quieren saber
absolutamente nada del interno.
11. Las esposas padecen lo indecible para visitar a su esposo interno.
12. Son acosadas por rufianes que desean "consolarlas en su dolor".
13. Se vuelven desconfiadas y ásperas por todo lo que tienen que vivir.
14. La familia casi siempre se desintegra física y emocionalmente.
15. Nada vuelve a ser igual que antes; todo es desconcierto y tragedia.

2. La familia descrita por ellos mismos.

Somos una familia normal, común y corriente. Mis hijos van a la escuela. Nosotros no sabíamos en
lo que andaba mi marido, él nos dijo que se había sacado la lotería. Ahora lo han detenido, nos han
interrogado. De eso hace más de dos años. La gente nos señala, los vecinos ya no nos hablan. Mi
familia se ha alejado también de mí. "Tengan cuidado", dicen, "no sea que nos vayan a inmiscuir
con el patán ése". En mi mente recuerdo los gritos de mis "amigas": "¡Comadre, deje a ese hombre,
no le sirve para nada!, ¿ya ve lo que les hizo?". El dinero ya se nos acabó; con eso de que pa´l juez,
que para gastos del abogado ése, que a mi marido le cobran cuota sus compañeros, que esto, que el
otro, ¡pues ni que fuera mina de oro!. Acabo de encontrar un trabajo, el horario es agotador y no
tengo con quien dejar a los niños. El sueldo es muy bajo; apenas alcanza para la renta. Por el favor
de Dios hemos comido. ¿La escuela de mis hijos? Jum, ya debemos varios meses; estamos espe-
rando que los corran. Tengo que andarme escondiendo por que mi marido dejó cuentas pendientes
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Fundación Emmanuel, I.A.P.
(¡quién sabe de dónde salió tanto cobrador!). La ropita de mis hijos, aunque ya la remendé, ya les
está dejando de venir. Ahora sí que tenemos que recortarnos en todo: comida, agua, luz y gas, por
que el mes pasado no alcanzó. Espero que Dios haga un milagro por mí y por mis hijos. Mientras
tanto, hay que seguirle dando duro, para poder ir a ver al viejo, ¡pobrecito! Mi mamá insiste en que
lo deje, pero ¿qué no prometimos ante el altar que en las buenas y en las malas? Ganas no me
faltan de ya mandar todo al carajo. Pero de todas maneras ¿a quién nos arrimamos? Mejor vamos
a seguir luchando pa´ver si mi viejito logra salir pronto y así podamos echarle ganas juntos. ¿No
cree usted? O,...¿qué me aconseja, pues?

3. Lo que sufre una mujer para visitar a su esposo en prisión.

Tiene que sacar tiempo de su sobrevivencia


Ya que tiene que trabajar para sostener el hogar, encima de ver por sus necesidades personales, las
de sus hijos y las de la casa, tiene que ver por las de su esposo. Entonces tiene que trabajar doble:
afuera, para ganar el sustento; adentro, la limpieza, la comida, la ropa, los niños. ¿De dónde le queda
tiempo? pues tiene qué hacérselo y esto implica que se tenga que desvelar o desmañanar.

Hace un largo y pesado viaje contra reloj para llegar a la prisión a visitar a su esposo
Generalmente las prisiones están ubicadas a las afueras de la ciudad (como si fuera un panteón o
algo por el estilo) y quedan lejos de cualquier punto. Hay mujeres que, incluso, tienen que
trasladarse de un poblado a la ciudad para ir a ver a sus maridos. En promedio, les toma más de 2
horas ir de su casa a la prisión (¡hay algunas mujeres que les toma de 5 a 7 horas! yo conozco
muchas de ellas). Aparte de todo, ¡es contra reloj que tienen que ir! porque tienen un horario de
entrada y salida muy estricto, ya sea para visita familiar o visita íntima. Además, tienen que ir
cargando "el barco" que llevan al interno (una bolsa con comida y víveres). En fin, es una
incomodidad terrible.

Tienen que hacer largas colas para entrar


Una vez que han llegado a la cárcel después de tanto tiempo, tienen que enfrentarse a las filas
enormes para entrar. Comúnmente esperan más de 1 hora para entrar y a veces tienen que formarse
debajo de la lluvia, o de un sol abrasador, o de un viento polvoso.

Tienen que dejar encargados los hijos


No siempre es posible llevar a los hijos a visitar al papá. En muchos casos, éstos ignoran que su
papá está preso. Entonces, se convierte en un grave problema con quién se quedarán los niños ya
que mamá sale "de viaje" y no los puede llevar con ellos. Si le va bien, los niños se quedan con los
abuelos. En la mayoría de los casos los dejan con los vecinos o solos en casa cuidados por cualquier
persona. Esto es un grave riesgo, pues los niños comúnmente son maltratados y a veces abusados, lo
que es bien conocido por todos.

Tienen que soportar requisas humillantes


Al entrar a la prisión tienen que ser revisadas para la seguridad del penal. Esto se ha tenido que
hacer debido al tráfico de drogas incontrolable y porque algunas mujeres han sido utilizadas para
introducir estupefacientes. Como siempre, "pagan justos por pecadores". La realidad es que son
revisadas y es una situación muy fea y humillante a veces y ellas tienen que pasar por eso y
soportarlo. Además, ella se ha esforzado para que la comida que lleva a su cónyuge vaya bien or-
ganizada y bonita, pero con las requisas a los alimentos, queda todo desordenado y revuelto.
Algunas veces, por llevar un color de ropa parecido al no autorizado, no las dejan entrar. He
platicado con muchas que han tenido que hacer el viaje de 2 1/2 horas de regreso y vuelta para
cambiarse y poder entrar por lo menos 1 hora, ya que iba con un color no adecuado.

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Fundación Emmanuel, I.A.P.
Tiene que aguantar un trato no agradable
Generalmente el trato que ella recibe es como si ella misma fuera "criminal". Es rechazada por su
familia y sus vecinos. Las personas que saben que va a visitar a un hombre en prisión, se forman
prejuicios acerca de ella y especulan si ella era "cómplice" del "delincuente" que está preso. Algunos
hombres depravados las asedian, creyendo que son mujeres fáciles o que pueden propasarse con
ellas. Algunas mujeres no quieren ni darles el saludo, y las tratan con desprecio.

Tiene que cargar también las angustias de su marido y lo deprimente de la prisión


Al entrar a la cárcel, siente el encierro y la angustia del encarcelamiento. Cuando por fin puede
hablar con su esposo, se entera del incumplimiento del abogado, o que su marido tuvo un roce con
un custodio o se peleó con otro interno, o que le han robado, o que ha visto un crimen, o que lo están
extorsionando o amenazando. A veces, lo que encuentra la mujer es un hombre duro de corazón que
la trata mal, le exige más o le reprocha y le critica lo que llevó o lo que no le llevó. En otras
ocasiones, lo halla drogado o en un estado depresivo muy lamentable. Puede ser también que éste
haya sido castigado y aislado y la esposa no puede verlo.

¡Cuánto tiene que sufrir la esposa de un interno! ¿Y todo para qué? para poder entrar a visitar a su
esposo que está en prisión. ¡Cuán admirables son estas mujeres valientes y esforzadas que pasan por
tantos trabajos y penurias por amor a sus esposos!

B. LAS NECESIDADES DE LA FAMILIA DEL PRESO

1. Amistades verdaderas.

La familia del interno necesita amigos que los estimen de verdad, que no juzguen a su pariente en
prisión, que no les señalen, que les visiten regularmente y que se interesen genuinamente por ellos
sin hacerlos sentir incómodos ni que les falten al respeto o les tengan lástima o conmiseración.
Necesita amigos que sean puente entre ellos y el hombre en prisión, para llevar recados, cartas,
artículos, noticias, etc.

2. Atención y cuidado para los niños.

Alguien que cuide a los niños mientras la esposa se va a visitar al marido a la cárcel, alguien que los
lleve al médico, alguien que vaya a recogerlos a la escuela, alguien que los saque a pasear al cine o
al parque.

3. Ropa, comida y artículos de aseo.

Cuando el hombre cae en prisión la economía se ve muy afectada. La familia entonces tiene que
recortar el gasto y, con el tiempo, las necesidades se vuelven cada vez más críticas. La familia
necesita ropa, aunque sea usada pero en buen estado. La familia necesita comida, de preferencia
alimentos imperecederos, como son latas, cereales, pastas, semillas, etc. La familia también necesita
los artículos de aseo personal que son de uso diario y continuo, como jabón, pasta de dientes,
rastrillo, detergente, desodorante, cremas, talco, etc. En menor grado, pero muy necesarios, son los
artículos escolares para los hijos, como son plumas, cuadernos, colores, etc. Todo esto es "olor
fragante, sacrifico acepto, agradable a Dios" (Filipenses 4:18).

4. Trabajo digno y remunerado.

¡Qué importante es que los miembros de la familia puedan tener un trabajo digno y remunerado!
Ayuda mucho que los hijos que ya estén en edad de trabajar lo puedan hacer de medio tiempo sin
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Fundación Emmanuel, I.A.P.
tener que abandonar sus estudios. Mucho más ayuda si la esposa puede trabajar de tiempo completo
o medio tiempo si antes no lo hacía, porque esto ayuda a la estabilidad económica y libera muchas
tensiones entre todos los miembros de la familia. Un buen trabajo, por humilde que sea, beneficia a
todos y previene la desintegración familiar. Es muy triste como algunas mujeres o hijas han caído en
el abismo de la prostitución, la explotación o la delincuencia por la urgente necesidad económica.
Un trabajo digno contribuye para evitar en gran manera todo eso.

5. Orientación y asesoría legal honesta.

¡Cómo abundan los hombres malignos y perversos que se aprovechan del dolor y angustia de las
personas para enriquecerse! La familia del interno necesita de un abogado que no los engañe, que no
los extorsione, que no les robe con mentiras lo que tienen. He visto familias llegar a la miseria por
que algún buitre profesional les fue pidiendo y pidiendo dinero y bienes para "sacar pronto" a su
esposo o familiar de la cárcel por medio de mentiras y engaños. Hay casos que ya no tienen solución
legal y solamente se puede esperar de un milagro de Dios. En esas situaciones la familia necesita
que se le hable con la verdad y no que se les alimenten falsas esperanzas y se les extorsione
cruelmente.

6. Consejería y apoyo moral y espiritual.

La familia comúnmente cae en crisis emocional y, en esas condiciones, se cometen muchos errores y
se toman muchas decisiones equivocadas. Ellos necesitan de alguien que les oriente y les recuerde
los valores morales que deben ser cuidados. Asimismo, necesitan oración por sus problemas, para
aliviar sus tensiones, para poder descansar en el Señor. Es muy hermoso ver cómo responden
positivamente cuando se ora por y con ellos. Ellos necesitan la paz de Dios "que sobrepasa todo
entendimiento"; necesitan ser perdonados y perdonar también para que no brote en ellos ninguna
raíz de amargura que les impida alcanzar la gracia de Dios; necesitan ser sanados de sus heridas,
restaurados, levantados y animados. Todo eso se logra solamente por medio de la consejería, de
hablar con ellos con amor, con paciencia, no con afán proselitista sino considerándonos a nosotros
mismos, como si fuera nuestra propia familia.

7. La presencia del esposo.

A la larga se siente la ausencia del esposo o del pariente en el hogar. Tal vez la familia esté resentida
o a veces hasta prefiera que esté en la cárcel a que viva con ellos, pero sin lugar a dudas la ausencia
llega a ser tal como si la persona hubiera muerto. A los niños les afecta mucho, pues necesitan de la
presencia paterna. A la esposa también, porque de un modo u otro le proveía seguridad.

8. Atención médica gratuita.

Los doctores y especialistas aseguran que las angustias y las tensiones son fuente de multitud de
enfermedades. La familia del interno vive en constante angustia y stress, lo que hace que se
enfermen más frecuentemente de lo normal. Por eso necesitan atención médica gratuita ya que,
como su economía es menoscabada, la mayoría de las veces prescinden de ir al doctor porque no
tienen dinero y sufren las consecuencias. Por eso es necesario que se les consiga o se les oriente a
consultas ya sea con instituciones de salud pública, de asistencia social, o con médicos voluntarios.

9. Mucha visita y contacto informal.

Aparte de tener visitas para recibir ayuda de todo tipo, la familia del interno necesita que le vaya a
ver o que se le hable sin otro motivo más que para saludarles o pasar tiempo con ellos. Ellos

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Fundación Emmanuel, I.A.P.
necesitan saber que hay personas que les aman y que les aceptan tal y como son y no solamente que
los visitan por la situación en que se encuentran.

10. Un lugar diferente para vivir.

Cuando el esposo cae en prisión, la familia se vuelve la "comidilla" de la colonia. Sobre todo la
esposa, que anda de boca en boca y le inventan chismes por aquí y chismes por allá. Esta es una
situación muy incómoda tanto para la esposa como para los hijos, pues la sociedad ya los ha mar-
cado. La familia necesita mudarse a otro lugar en donde tengan tranquilidad y no les sea añadida una
pena amarga más a las que ya tienen.

C. ¿CÓMO GANARLOS PARA CRISTO?

1. Visitándoles constantemente.

Es necesario formar equipos de voluntarios que visiten a los familiares de los internos. Para esto,
hay que conseguir la autorización y el domicilio de parte del interno. Por lo general, cuando un
interno se ha convertido verdaderamente, busca la reconciliación con su familia y pide que se les
visite. Es menester usar de sabiduría y no esperar que las primeras visitas sean exitosas. Ellos están
heridos (incluso hay familias que prefieren que su esposo o hijo esté en la cárcel a que esté en el
hogar). Pero hay que ser constantes y no desanimarse, pues tal vez hasta la cuarta o quinta visita
empiecen a tenernos confianza para que les podamos hablar entonces del amor de Dios y del plan
que tiene para sus vidas en Cristo.

2. Siendo generosos al dar.

¡Ninguno llega a ser pobre por ser generoso! La palabra de Dios dice que no debe de haber
necesitado entre nosotros porque el Señor nos va a bendecir con abundancia para que podamos
compartir con los demás (Deuteronomio 15:4-5). En Proverbios dice que a los que reparten les es
añadido más, que el alma generosa será prosperada, que el que da al pobre no le faltará nada
(Proverbios 11:24-25; 14:21; 28:27). El apóstol Pablo nos exhorta a trabajar para ayudar a los
necesitados, para tener qué compartir con el que tiene necesidad (Hechos 20:35; Efesios 4:28).
¡Nadie más necesitado que la familia de un prisionero! Por eso es necesario dar con generosidad, ya
sea alimentos, víveres, artículos de aseo, ropa, etc. Esto es un reto y una gran bendición para poner
por obra. Si primero suplimos sus necesidades materiales, seguramente que después estaremos
supliendo sus necesidades espirituales.

3. Respetándoles en todo aspecto.

La familia del interno estará a la defensiva. Necesitamos respetar sus creencias y costumbres
religiosas, su situación familiar, sus opiniones personales. Ellos tal vez tratarán de convencernos de
la inocencia del esposo. No debemos hacerlos sentir incómodos mostrando lástima hacia ellos;
debemos ver por sus problemas y cómo suplir sus necesidades sin hacerlos sentir mal, sin dañar su
autoestima ni su orgullo propio. Debemos orar por sabiduría para dar sin ofender, pues aunque no
estarán muy orgullosos de su situación sino humildes, no por eso dejan de ser muy sensibles y
vulnerables. Considerémonos a nosotros mismos y ganemos primero su confianza como amigos.
Eso hará que después abran su corazón para Cristo. Recordemos que no debemos de ninguna
manera presionarlos u hostigarlos para que vayan a la congregación o acepten nuestras ideas, no.
Eso es trabajo del Espíritu Santo. Nuestra labor se debe limitar a mostrar el amor de Cristo,
ayudándoles desinteresadamente, sean de nuestro grupo o no, crean en Dios o no, aceptándoles tal y
como son.
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Fundación Emmanuel, I.A.P.
4. Cumpliendo lo que se les promete.

Hay una tendencia natural de los seres humanos de querer ayudar a los demás aún más allá de
nuestras fuerzas o posibilidades. No debemos prometer lo que no podemos dar. Dios no nos pide
que le demos lo que no tenemos, sino de lo que tenemos. Claro que hay mucho más bendición si
damos más allá de nuestras fuerzas, pero es preferible que no se les ofrezca una ayuda que no
estamos seguros que se les puede dar. La Biblia dice que es mejor no prometer, que prometer y no
cumplir. Hace mucho daño el prometerles alguna ayuda y fallarles. Esto es fatal, destruye su fe y les
endurece el corazón. Por eso solo hay que prometer lo que estamos cien por ciento seguros que
podemos dar. De lo demás, preferible no decírselos y, si llega a ser posible, darles más de lo que se
les prometió.

5. Poniéndonos a su disposición.

La familia del interno por lo general es muy desconfiada dadas las circunstancias que le rodean. Si
se cierran a nuestra visita, basta con ponernos a su disposición desinteresadamente para ayudarles en
lo que podamos y, cuando recurran a nosotros, hacer todo lo posible por tenderles la mano sin
ponerles condiciones de ningún tipo. Si pasa un tiempo y no acuden a nosotros, ir de nuevo
llevándoles una despensa y víveres y ratificar nuestra ayuda.

6. Ayudándoles a conseguir empleo.

Platicando con ellos podemos ver sus capacidades, aptitudes y preparación para algún empleo.
Entonces podemos ayudarles recomendándolos con los hermanos de la congregación. O bien,
trabajos que necesitamos en la casa o que el equipo del ministerio necesita (pintura, lavado,
planchado, cocina, aseo, mecanografía, ventas, etc.) se les pueden dar a las esposas o a sus hijos en
vez de darlo a otros y con esto contribuimos en mucho a que salgan adelante.

7. Consiguiéndoles asesoría legal honesta.

Buscando abogados cristianos honestos en la congregación o conocidos para que les asesoren
gratuitamente acerca del caso jurídico de su esposo y sepan con claridad cuál es la situación sin que
tengan que ser engañados o alimentados de falsas esperanzas.

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Capítulo 5: Las autoridades

A. CARACTERÍSTICAS LA AUTORIDAD CARCELARIA

B. NECESIDADES DE LA AUTORIDAD CARCELARIA

1. Que se respete y acate su autoridad.

2. Que la seguridad esté garantizada.

3. Ayuda de todo tipo del exterior.

4. Mantener ocupados a los internos.

5. Reconocimiento ante la sociedad.

C. ¿CÓMO GANARLOS PARA CRISTO?

1. Sujetándonos a su autoridad.

2. Siendo constantes.

3. Organizando eventos.

4. Promoviendo el trabajo adentro.

5. Ampliando el programa.

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A. CARACTERÍSTICAS LA AUTORIDAD CARCELARIA

Las autoridades carcelarias, como toda autoridad establecida, han sido puestas por Dios. Por lo tanto
debemos someternos a su autoridad, desde el Director de la prisión, pasando por el Subdirector
Administrativo, Subdirector Técnico, Subdirector Jurídico, el Subdirector de Seguridad y las
autoridades delegadas por ellos mismos. Ellos también están incluidos en el Servicio Carcelario, por
eso es que debemos conocerlos para poder alcanzarlos y ganarlos para Cristo. He aquí algunas
características generales de ellos:

1. Son gente muy bien preparada académicamente. (De hecho, el puesto requiere
de un nivel de licenciatura o mayor).

2. Están conscientes de la tremenda y delicada responsabilidad que les ha sido


encomendada.

3. Saben el peligro constante que corren ellos, sus colaboradores y sus familiares.

4. Pasan mucho tiempo en la cárcel, pues el trabajo es agotador y desgastante. A


veces hasta viven ahí y salen por cortos períodos de tiempo para estar con su familia.

5. Saben que su puesto es de confianza, y que en cualquier momento y sin previo


aviso los pueden cambiar. Por eso viven en constante incertidumbre de si todo su
esfuerzo y dedicación se va a venir abajo o no será valorado cuando ya no estén.

6. Llegan a encariñarse con los presos y a estimarlos (de hecho, son de los
primeros en darse cuenta del cambio en las vidas de ellos). Les preocupa que vivan en
condiciones dignas, pero muy pocas veces pueden hacer algo de peso, dada la escasez de
recursos.

7. Están conscientes de su necesidad de ayuda del exterior y que no pueden


hacerlo todo ellos solos. Es más, hay muchos que están convencidos de que sin la ayuda
de Dios no pueden salir adelante.

8. Les agrada mucho que voluntarios de organizaciones o iglesias visiten la


prisión y realicen labores de cualquier tipo (social, cultural, deportiva, etc.) debido a que
los recursos económicos asignados a la prisión son muy reducidos y limitados.

9. Viven en continua tensión emocional por lo que ven, saben y oyen.

10. Hacen intentos sobre humanos para frenar la corrupción y el narcotráfico y se


dan cuenta que no es posible hacerlo, que no depende de una sola persona, sino que es
una labor de todos. Los que enérgicamente se oponen a la corrupción se enfrentan a
problemas indecibles. Hay quienes optan por callar y hacerse de la "vista gorda". Otros,
desafortunadamente, sacan provecho de las circunstancias y se unen al desenfreno de
codicia y perversión.

Un director de una cárcel dijo una vez:


La readaptación es un mito ... a no ser que el hombre desarrolle una
nueva manera de pensar.

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Fundación Emmanuel, I.A.P.
(Revista Corrections, 1982)

B. NECESIDADES DE LA AUTORIDAD CARCELARIA

1. Que se respete y acate su autoridad.

Ya sea directa o delegada, la autoridad carcelaria necesita que se acaten sus órdenes. Por eso la
palabra de Dios dice: "Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad
sino de parte de Dios, y las que hay por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a
la autoridad, a lo establecido por Dios resiste." (Romanos 13:1-2).

2. Que la seguridad esté garantizada.

La autoridad carcelaria necesita que la seguridad esté garantizada tanto para el personal de
vigilancia, el personal administrativo, los trabajadores sociales, los psicólogos, los voluntarios y
toda persona que accese al establecimiento, así como la convivencia pacífica de los internos y que
las condiciones de vigilancia aseguren que no hay posibilidad de fuga, porque no hay nada peor para
la autoridad carcelaria que una fuga se lleve a cabo debido a fallas o debilidades en el sistema de
seguridad implantado.

3. Ayuda de todo tipo del exterior.

Las autoridades carcelarias están conscientes de que necesitan ayuda del exterior debido a que los
recursos siempre son escasos. Por lo tanto, toda ayuda que les pueda hacer llegar recursos materiales
o eventos culturales, deportivos, espirituales y sociales son bien recibidos por ellos, dado que eso les
beneficia a ellos en el sentido de que están permitiendo actividades que los auxilian en la ardua tarea
de "readaptación" de los internos que les ha sido encomendada.

4. Mantener ocupados a los internos.

La autoridad necesita mantener a los internos en algún oficio útil o actividad educativa, cultural o
espiritual. Por eso es que necesita que en el interior del penal se impartan talleres acerca de oficios
prácticos como carpintería, pintura, orfebrería, etc.; que se impartan cursos de educación académica
(primaria, secundaria, preparatoria, etc.); cursos técnicos de electricidad, electróni-ca, costura,
cocina, etc. que se realicen maquilas de todo tipo a empresa, etc.
Algunas autoridades se especializan en talleres, otros en cultura, otros en limpieza, otros en
deportes, etc.

En fin, necesitan que haya actividades para mantener la convivencia pacífica del los internos en el
interior del establecimiento.

5. Reconocimiento ante la sociedad.

Que su imagen y su estima ante sus superiores y el pueblo sea de una persona que realmente juega
un papel importante al proteger a la sociedad y mantener la seguridad, que es uno de los objetivos de
las prisiones. También que se le reconozca como alguien que trabaja arduamente a favor de la
sociedad en el hecho de ayudar en la readaptación de los individuos que han cometido un delito y
que representan un verdadero peligro para la comunidad.

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C. ¿CÓMO GANARLOS PARA CRISTO?

1. Sujetándonos a su autoridad.

Las autoridades carcelarias están muy al pendiente de quiénes acatan sus órdenes y quienes no.
Cuando nosotros, como voluntarios carcelarios, sostenemos una actitud de sujeción, eso es de
impacto para ellos. Es más, no solamente debemos obedecer, sino hacerles saber que nuestra labor
no es independiente de la de ellos, sino que nuestra tarea es la de ayudarles en la ardua misión de
readaptación que les han encomendado y que pueden contar con nosotros para eso mismo. Esto trae
consigo el reconocimiento de parte de ellos de que somos diferentes a todas las demás religiones
(porque aunque les digamos que no somos una religión, por el simple hecho de cargar una Biblia
nos asocian con eso). La Biblia nos confirma esto en Romanos 13:3b: "... (las autoridades) no están
para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo
bueno, y tendrás alabanza de ella;". Una actitud así también prepara el terreno para que cuando se
les hable de Jesucristo ellos presten atención y el mensaje pueda llegar a ellos. Por eso ese proverbio
chino que dice: "lo que haces habla tan fuerte que no puedo oír lo que dices".

2. Siendo constantes.

¡Es increíble cuántas organizaciones, empresas, denominaciones, iglesias, grupos y asociaciones


desfilan ante las autoridades carcelarias prometiendo tantas cosas! Desafortunadamente, muy pocas
son las que realmente cumplen y de esas más pocas son las que se mantienen brindando la ayuda a
través de los años. Por eso es mejor ser como la gota de agua, peco a poco pero efectivo. Y cuando
se logre alguna ayuda grande, no anunciarla sino hasta tener todo asegurado, en otras palabras,
"tener el rabo en la mano". La constancia propicia que nos escuchen y les podamos hablar de Dios.

3. Organizando eventos.

En la manera de lo posible, organizar por lo menos un evento grande al año y ser constantes a través
del tiempo. Es muy importante comunicar de los eventos que se piensan realizar a las autoridades
carcelarias con bastante anticipación, para solicitar su autorización y para que tengan algo más qué
informar a sus superiores. En cada evento, invitarles a que estén presentes, presentándole la
oportunidad para que los internos vean el apoyo y las facilidades que les da. Es entonces cuando,
durante el programa, ellos pueden escuchar tal vez por primera vez el evangelio de nuestro Señor
Jesucristo.

Una estrategia muy conveniente y efectiva es la de organizar un desayuno anual para las autoridades
de la(s) cárcel(es) que se están visitando con motivo de presentar al voluntariado, o bien de
agradecerles las facilidades y el apoyo que nos brindan. El desayuno puede ser en un restaurante o
algún salón de prestigio para que asistan, y ahí, en alguna parte del programa, se les testifica del
Señor Jesús.

4. Promoviendo el trabajo adentro.

Animando y exhortando a los internos que van al grupo a que se ocupen en algún oficio de los que
ya estén implementados adentro del establecimiento, o a que inicien sus propias labores para que
estén ocupados y sean productivos, ayudándoles nosotros a comercializar sus productos en el
exterior. Otra forma es la de visitar empresas para que instalen maquiladoras en la prisión. En este
caso lo único que tenemos que hacer es presentar el proyecto y contactar al director con el
empresario. Lo demás lo hacen ellos.
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Hacer esto les presenta muchas interrogativas a las autoridades carcelarias, ya que se dan cuenta de
que realmente queremos ayudarles y no vamos porque queremos "ganar adeptos para nuestra
religión" o a convertir a los internos en vagos y fanáticos religiosos. Esto los hace pensar y prepara
el terreno para que, cuando Dios nos de la oportunidad, podamos hablarles de Jesucristo
abiertamente, con la seguridad de que van a oír y tener la oportunidad de salvarse y ser ganados para
Cristo.

5. Ampliando el programa.

Cuando ampliamos nuestro programa y no solo incluimos aspectos espirituales sino educacionales,
culturales, deportivas y de salud, eso impacta también a las autoridades carcelarias (aunque molesta
un poco a los legalistas y religiosos). Estas ampliaciones pueden incluir cursos sobre educación
sexual, de matrimonios, de educación científica y tecnológica; presentación de obras de teatro,
conciertos, recitales, concursos de poesía o drama; torneos de fútbol, basketbol, volibol o ajedrez;
campañas de medicina general, de optometristas, de dentistas; asesoría legal gratuita, etc. Todo esto
se puede lograr a través de animar a los miembros de la congregación y de la comunidad a integrarse
al trabajo en cárceles.

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Capítulo 6: Los guardias

A. CARACTERÍSTICAS LOS GUARDIAS

B. NECESIDADES DE LOS GUARDIAS

1. Respeto a su investidura.

2. Motivación y auto estima.

3. Reconocimiento de su labor.

4. Orientación y capacitación.

C. ¿CÓMO GANARLOS PARA CRISTO?

1. Teniendo los permisos al día y a la mano.

2. Incluyéndolos para todo.

3. Respetando su autoridad.

4. Realizándoles eventos.

5. Interesándonos genuinamente por ellos.

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A. CARACTERÍSTICAS LOS GUARDIAS

El personal de seguridad y custodia es el que se encarga de resguardar y mantener la seguridad


dentro del establecimiento de reclusión. Las siguientes son características generales acerca de ellos y
de ninguna manera se deben aplicar a todos los custodios, porque siempre hay excepciones en todos
los sentidos:
1. Es la seguridad primaria del establecimiento.
2. Es quien al fin de cuentas termina por ejecutar la sentencia judicial de la
condena.
3. Es la persona de más influencia sobre el recluso.
4. Es quién más conoce a fondo al interno y el que puede testificar si realmente ha
habido un cambio en ellos o no.
5. Llegan a ser muy buenos amigos o enemigos de los internos.
6. No es un mero vigilante sin importancia. Su labor es muy delicada.
7. Es comúnmente menospreciado por la sociedad.
8. Tiene un salario muy bajo.
9. Casi nadie le reconoce su trabajo.
10. Tiene un nivel académico y de preparación bajo y, aunque es entrenado al
principio, después se le abandona intelectual, académica y espiritualmente.
11. Cuando es nuevo, tiene muy buenos ideales y quiere cumplir cabalmente con su
deber de rehabilitador, psicólogo e influir positivamente en la población carcelaria.
12. Las condiciones de la prisión y muchos otros factores destruyen sus buenos
propósitos y por lo general se dejan envolver por el sistema.
13. Vive en medio de un ambiente hostil, violento y represivo, que lo hace vivir en
tensión y preocupación.
14. Tienen problemas constantemente con internos amargados que han tenido
malas experiencias y creen que todos los custodio son iguales.
15. La vigilancia constante llega a ser aburrida y tediosa, sin propósito, lo que hace
que la vida le sea fastidiosa y molesta.
16. Se vuelve muy desconfiado.
17. Se le endurece el corazón de tanta maldad y violencia, y por causa de los
criminales habituales y los crímenes tan horribles que conoce. Eso lo hace insensible y
pasivo.
18. A menudo se siente inútil debido a que no ve muchos casos de rehabilitación,
sino al contrario, ve que todo empeora.
19. Se vuelve pesimista y amargado, e interpreta todo gesto, mirada, o tono de voz
del interno o de las visitas como algo en su contra.
20. Quiere hacer sentir su autoridad a toda costa, para que se le respete. A veces
usan la fuerza física o el niegan el acceso para hacerse notar. Eso por causa de que
muchas veces, tanto para el interno como para el externo, el custodio no es más que un
estorbo, un don nadie.
21. Es muchas veces despreciado por sus jefes o sufre abusos de autoridad que
después tiende a desquitar con el interno o su familia.
22. A menudo es odiado por la población carcelaria.
23. Piensa que su responsabilidad es castigar y actuar represivamente con castigos
físicos, emocionales o mentales.
24. Generalmente es pobre y vive una vida desorganizada, lejos de su familia, en
soledad, refugiándose en el alcohol o algún otro vicio para escapar de su realidad.
25. Muchos de ellos buscan constantemente otras fuentes lucrativas debido a su
salario insuficiente y a la situación en que se encuentra.
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B. NECESIDADES DE LOS GUARDIAS

1. Respeto a su investidura.

La mayoría de las personas que visitan una cárcel sienten molestia cuando tratan a un custodio o
bien lo ignoran, pues los consideran un estorbo o un obstáculo para entrar a ver a su interno.
Además son tantas las cosas que se oyen de ellos que generalizan y piensan que todos son iguales.
Ellos son seres humanos sensibles como todos y por la investidura necesitan que se les respete y se
les trate como tal.

2. Motivación y auto estima.

El custodio necesita ser motivado a que no mueran sus ideales ni sus buenos propósitos de ser parte
de la rehabilitación, readaptación y saneamiento de la sociedad en la que viven. Necesitan saber que
tienen un propósito, un blanco definido, un objetivo claro, y que no son un simple vigilante como la
mayoría de la gente piensa.

3. Reconocimiento de su labor.

La mayoría de los custodios sienten fastidio o a veces vergüenza por su trabajo. Eso es porque ellos
necesitan sentir y saber que son parte importante del sistema penitenciario. Necesitan que se les
reconozca por lo menos el peligro al que a veces se exponen. Es triste pero a veces se les reconoce
solo hasta que algún custodio es herido o muerto.

4. Orientación y capacitación.

Debido a la vida tan desorganizada que muchos de ellos viven, necesitan que alguien que les pueda
ayudar escuchen sus problemas y les ofrezcan alternativas para su manera de vivir. Necesitan
orientación de cómo educar sus hijos, tratar a su cónyuge, cómo no formar parte del círculo de
corrupción, cómo administrar su dinero, etc. Necesitan capacitación también respecto a oficios
prácticos que puedan desempeñar en sus días libres y así tener una fuente extra de ingresos.

C. ¿CÓMO GANARLOS PARA CRISTO?

1. Teniendo los permisos al día y a la mano.

Los custodios saben de la labor que nosotros desempeñamos. Cuando somos constantes, llegan a
conocernos y a establecerse amistad con ellos. Pero ellos reciben ordenes y hay ocasiones que, por
permitirnos el acceso sin que llevemos todos los permisos al día y en orden, ellos son arrestados o
castigados por nuestra causa. Esto provoca conflictos en ellos porque, por un lado quieren ayudarnos
porque ya nos conocen, pero por el otro temen que sea notorio que no obedecieron al pie de la letra.
Eso no es un buen testimonio. Es mejor si tenemos todo en orden y a la mano y así no les causamos
problemas ni conflictos y ellos se darán cuenta que nos preocupamos por tener los permisos
necesarios que a ellos les exigen verificar y solicitar para el acceso al establecimiento.

2. Incluyéndolos para todo.

Cada vez que se lleve algo a los internos, ya sea comida, folletos, estudios, libros, nuevos
testamentos, artículos de aseo, etc. siempre incluir a los custodios. Si no se puede a todos, por lo
menos al de la entrada, al que revisa y al que recoge la credencial. La Biblia dice que para los puros

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todo es limpio, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro. Si hacemos esto no es para
comprar a los custodios, o para sobornarlos. De ninguna manera en lo absoluto. Esto se hace debido
a que ellos también son parte del servicio a las cárceles y a ellos también queremos alcanzarlos con
el evangelio de Jesucristo. El custodio se siente muy ofendido y molesto cada vez que alguien lleva
algo a un interno. Ellos piensan que no deben tener derecho a nada, pues son criminales. Por eso es
que el tomarlos en cuenta es una forma de reconocer su trabajo.

3. Respetando su autoridad.

Sujetándonos a sus disposiciones, cuando nos hagan esperar, cuando nos soliciten los permisos,
cuando nos revisen y cuando nos den cualquier instrucción respeto al acceso o al horario de salida o
tiempo de permanencia en la prisión. Es importante no quejarse de ellos con los internos si es que
hemos sido objeto de algún tipo de abuso de autoridad. Tampoco debemos avergonzarlo delante de
los reclusos, sino respetarlos (ese es un ejemplo positivo para los internos). Recordar que no todos
son iguales por tener el mismo uniforme. Además, ellos han sido puestos por Dios, ellos son
servidores de Dios para nuestro bien y para castigo del malo, pues no en vano llevan el arma
(Romanos 13:4-5). Por lo tanto, es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino
también por causa de la conciencia. Con esta actitud, el custodio sabrá que somos diferentes y
querrá oírnos acerca de nuestro mensaje.

4. Realizándoles eventos.

Planear programas, eventos o actividades exclusivamente para ellos o para sus niños. Fomentar la
consejería familiar o cursos especiales. Una buena fecha podría ser Navidad, el día del niño o de
Reyes, en el que se les puede organizar un festival a sus niños y alcanzarlos ahí con el evangelio de
Jesucristo.

5. Interesándonos genuinamente por ellos.

En cada visita tomar un tiempo para platicar con algún custodio. Procurar que sea algo espontáneo.
Algunas preguntas para conocerle y entablar una amistad pueden ser: ¿'su familia vive en la ciudad?
¿en qué otras cárceles ha trabajado? ¿cuántos niños tienen y que estudian? ¿qué es lo que le gusta
hacer en sus días libres? ¿qué parte del país le gusta más? ¿qué opina de la situación actual del país?
¿qué es lo más difícil de su trabajo? Necesitamos ser genuinos y escucharles. El momento oportuno
llegará en que ellos nos pregunten: "Y ustedes, ¿por qué hacen todo esto?" o algo similar. Es
entonces cuando podremos exponerles el plan de salvación y ganarlos para Jesucristo.

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Capítulo 7: El obrero carcelario

A. PERFIL DEL OBRERO CARCELARIO

1. Requisitos mínimos.

2. Perfil deseable.

B. EVALUANDO UNA GENUINA CONVERSIÓN

1. Advertencia de la Escritura.

2. Siete señales de una verdadera conversión.

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A. PERFIL DEL OBRERO CARCELARIO

1. Requisitos mínimos.

Los hombres y las mujeres que desean integrarse al Servicio Carcelario deberán tener COMO
MÍNIMO éstas tres características en sus vidas :

1. Haber nacido de nuevo.

2. Tener un llamado de Dios para servir a Jesucristo en los hombres y mujeres privados
de su libertad y a sus familiares.

3. Disponer de un día a la semana para ser entrenado y para visitar la prisión.

2. Perfil deseable.

La Escritura dice que debemos buscar hombres fieles e idóneos para encargarles la tarea. Esto lleva
mucho tiempo y no es necesario tener todas las cualidades para servir sino servir para ir
desarrollando esas cualidades. Como Jesucristo dijo: “Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el
labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; pero todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto” (Juan 15:1-3).

Las siguientes características integran el perfil deseable partiendo de las mínimas mencionadas y
que se desarrollarán a través del tiempo, el servicio, la oración y el ayuno:
1. Ser Nacido de nuevo. Juan 3:3
2. Ser una nueva criatura. 2 Corintios 5:17
3. Estar verdaderamente convertido, esto es, realmente arrepentido de su vida
pasada 1a. Tesalonicenses 1:9
4. Estar seguro de su salvación. 1a. Juan 5:12-13
5. Estar dando frutos. Juan 15:5
6. Estar en orden en su familia, sea estudiante, esposo, ama de casa etc. Efesios
5:21 (tener la aprobación de su autoridad familiar).
7. Estar en orden con los de afuera. 2a Pedro 2:17
8. Estar en proceso de renovación. Colosenses 3:1-17
9. Tener realmente un llamado de Cristo. Romanos 10:13-17
10. Identificarse con los presos. Hebreos 13:3
11. Ser parte del cuerpo de Cristo. 1a. Corintios 12:2,13,27
12. Congregarse fielmente. Hebreos 10:23-25
13. Ser lleno del Espíritu Santo. Hechos 6.3
14. Dar buen testimonio. Hechos 6:3
15. Conocer la Biblia. Oseas 4:6; 2a. Timoteo 2:15
16. Ser una persona que lea y estudie la Palabra como hábito diario. Juan 5.39
Josué 1.7-8 Salmo 1:2
17. Ser una persona de oración (que interceda por los presos). Romanos 1:9; 1a.
Corintios 1.4; Efesios 1.15-16
18. Negarse a sí mismo. Mateo 16:24
19. Tomar su cruz cada día. Mateo 16:24
20. Seguir a Jesucristo, imitándolo en todo. Mateo 16:24

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B. EVALUANDO UNA GENUINA CONVERSIÓN

1. Advertencia de la Escritura.

La Escritura advierte que habrán:


 Falsos Cristos. Mateo 24:24

 Falsos Apóstoles. 2a. Corintios 11:13

 Falsos Profetas. Mateo 24:24; Lucas 6:26; 1ª Juan 4:1

 Falsos pastores. Ezequiel 34:2

 Falsos Maestros. 2a. Pedro 2:1

 Obreros fraudulentos. 2a. Corintios 11:13

 Falsos Hermanos. 2a. Corintios 11:26; Gálatas 2:4

Un falso profeta no empezó siendo profeta, sino siendo hermano. Después fue obrero y así se fue
desarrollando hasta llegar a ser falso profeta. Esto concuerda con la enseñanza del Señor Jesucristo
cuando dijo que el trigo y la cizaña crecen juntos (Mateo 13:30).

¿Qué debemos hacer? Jesucristo dijo que nos guardáramos de ellos (Mateo 7:15) y nos dijo como
identificarlos:

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas,
pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se
recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da
buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar
malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen
fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en
aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y
entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Mateo 7:15-23

LOS IDENTIFICAMOS POR SUS FRUTOS, NUNCA POR SUS DONES.

La Escritura dice:

Examínate a ti mismo si estás en la fe. 2a. Corintios 13:5

No creamos a todo espiritu sino que los probemos. 1a. Juan 4:1

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2. Siete señales de una verdadera conversión.

La Biblia nos marca siete aspectos claves para evaluar si hay una genuina conversión en nuestra
vida personal y para no ser sorprendidos ni engañados por algunos internos.

Primera señal: el convertido busca a toda costa la reconciliación con su familia.


Sabe que les ha hecho daño, no los culpa, ni los juzga, sino reconoce sus pecados y procura
repararlos. Debemos evitar términos hirientes a nuestra familia como el de presentarlos como "mi
hermano en la carne".
La Escritura dice:
Ve a tu casa, a los tuyos, le dijo Jesús al que liberó (Marcos 5: 19).
Amamos "los hermanos" (1a. Juan 3:10- 16) hermanos de la familia, habla de Caín y Abel.

Segunda señal: el convertido trabaja y se gana su propio sustento.


¿Cuál fue el primer testimonio público de Jesús en Nazaret? Marcos 6:3. Fue de trabajo.
La Escritura dice que:
El que no trabaje que no coma 2a. Tesalonicenses 3:10-12
El que hurtaba no hurte más ... Efesios 4:28
El que no provee para los suyos: peor que un incrédulo 1a. Timoteo 5:8

Tercera señal: el convertido se sujeta a la autoridad establecida.


La rebeldía es un principio satánico (al diablo no le preocupa que un rebelde predique).
La Escritura dice:
Someterse a toda autoridad Romanos 1:1-2
Sujeción a la palabra, a los custodios, al director, al liderazgo. Tito 3:1

Cuarta señal: el convertido cambia sus hábitos personales.


Respecto al aseo, orden, vocabulario, etc.
La Escritura dice:
Despojados del viejo hombre, vestidos del nuevo Efesios 4:22-25,29,31-32

Quinta señal: el convertido lee la palabra de Dios y ora a solas (en secreto)
Una gallina come maíz y no leche porque esa es su naturaleza. Así el cristiano Mateo 4:4.
La Escritura dice:
Como niños recién nacidos. 1a. Pedro 2:1-3;
Cuando oremos, debemos hacerlo en secreto Mateo 6:

Sexta señal: el convertido comienza a obedecer a Jesús.


El que es fiel en lo poco es fiel en lo mucho. La obediencia se manifiesta en lo poco: se congrega,
ora, lee su Biblia, diezma, testifica, POR AMOR.
La Escritura dice:
El que conoce a Jesucristo lo obedece. Juan 14:21-24; 1a. Juan 2:3-6; 3:18-19; 4:20-21;

Séptima señal: el convertido sirve a los demás.


Sirve por amor a los demás y no se sirve de ellos. Sirve “en lo que lo pongan”
La Escritura dice:
Sírvanse por amor los unos a los otros. Gálatas 5:13.
Jesucristo nos dio el ejemplo: Marcos 10:45

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