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PREFACIO

Hubo un momento durante la crucifixión de Jesucristo en que parecería que Dios había
mirado hacia otro lado, apartando su vista de lo que sucedía en la tierra. Tal parece que así
fue cuando Jesús grito: "Dios mío, Dios mío, ¿porque me has desamparado?".
Sabemos que la naturaleza de Dios estaba hecha de AMOR. Si Dios no vuelve sus ojos a
otro lugar, si Dios no hubiese desamparado a su UNIGÉNITO, el mismo por su amor a
Jesús, hubiese impedido EL SACRIFICIO DE LA CRUZ, y por lo tanto, la redención del
hombre. Al ver Dios el látigo Romano sobre las espaldas de su hijo, los esputos de los
impíos en su cara, su rostro hinchado y desecho por la barba arrancada como si fuera
pasto, las espinas que se incrustaban en toda su cabeza, la cruz que tuvo que cargar, los
clavos que tuvo que soportar, la fiebre ardiente, la sed intolerable, el sol abrasador que
aumentaba su tortura, la lanza y la hiel, tuvo que mirar hacia otro lado.
Entonces Jesús se sintió sólo. Sintió el vacío que siente el hombre sin Dios, el vacío que
siente el pecador, qué siente el que busca las cosas de este mundo y cuando las obtiene ya
no le satisfacen y quieren más. Jesús estaba acostumbrado a estar en comunión con su
Padre, estar hablando con él, hacer lo que su padre hacía Juan 5: 19, a recibir contestación
de su padre que siempre lo oía, Atendía y contestaba su clamor.

Y ahora en la cruz, Cuándo va a buscar su rostro, lo había vuelto a otro lado.


¿A dónde miro Dios? Quizás miro al infierno y allí vio los millones de perdidos que sufrían
eterna tortura. Luego miró a la tierra y nos miró a usted y a mi, camino a ese mismo lugar de
perdición eterna. Entonces Dios le diría a Jesús: "Hijo mío un poco más y todo habrá
pasado, un poco más y te veré en la gloria que te di desde un principio, un poco más y te
convertirás en el VENCEDOR. Pero por amor a ellos, para librarlos del infierno, quédate ahí
hasta el fin". Ahí se cumplía la palabra que dice:

Porqué de tal manera amó dios al mundo, que dio a su hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Juan 3: 16

Y Jesús, sometiéndose a la voluntad de su padre, desde la cruz volvió a mirar hacia abajo.
Ahí estaban los traidores, sus torturadores. Los que asesinaban sin razón, los que le
despreciaban. Allí estaba usted y estaba yo. Allí estaban los que descendían al infierno
eterno si Él no se daba en sacrificio, el ÚNICO Y PERFECTO SACRIFICIO que aceptó,
porque su naturaleza era y es como la de su padre. AMOR.
Y nos amó hasta el fin. Su amor hizo posible que pudiera consumarse EL SACRIFICIO DE
LA CRUZ.
CAPÍTULO 1
SALVACIÓN DEL ALMA

Durante el tiempo conocido como la semana Santa, la gente de multitud de países,


recuerdan en forma muy especial la muerte de nuestro señor Jesucristo en la cruz del
calvario, pero son muchos los que no entienden la profundidad de bendiciones que.
CRISTO COMPRÓ EN LA CRUZ PARA TODA LA HUMANIDAD.
Para algunos viene a ser solamente el recuerdo de una semana,pero lo importante no es
que recordemos que en esta semana Cristo murió en la cruz, lo importante es que
entendamos lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz,Cristo murió en la cruz para que
usted y yo, no vivamos una para nosotros mismos sino para Él, quien murió y fue
resucitado. Esta semana no es para recordar al señor y después seguir viviendo en pecado,
en maldad y en hipocresía. Es para recordarnos algo qué debemos tener en el corazón día
tras día, noche tras noche, porque en Cristo está la vida del hombre.
¿Que compró el en la cruz? ¿Cuáles son los beneficios gloriosos que obtuvo Jesucristo en
la cruz para toda la humanidad?. Lo más importante que el señor hizo en la cruz fue
comprar para nosotros SALVACIÓN DEL ALMA. ¿Siente usted esa salvación? ¿Siente el
gozo y la paz como resultado de esa salvación? lamentablemente hay muchos que no
pueden decir que sí, cuando se les hace esta pregunta, Pero si usted es uno de ellos,
sonríase, que Cristo le ama y lea con cuidado para que al finalizar el libro también usted
pueda exclamar un Amen! con todas sus fuerzas al recibir a Cristo como el Salvador de su
alma.

Ese es el beneficio más grande, LA SALVACIÓN DE ALMA. Tan grande que Cristo dijo:

De qué le vale al hombre ganar el mundo entero, más perdiere su alma Marcos 8: 36

Si usted disfruta de riquezas materiales, tiene fama internacional, es de los más inteligentes,
o es un profesional de gran renombre; pero no tiene a Cristo, está fracasado. Cristo lo dijo,
de qué le vale al hombre que tenga tantos logros materiales, qué son temporales, y que
tenga mucha cultura, sí a la postrer pierde su alma. Lo habrá perdido todo!. por esto es que
está establecido que lo más grande que Cristo hizo en la cruz fue COMPRAR PARA
NOSOTROS SALVACIÓN ETERNA.
Salvación del alma implica que usted podrá vivir con Cristo por la eternidad. En el libro de:

Isaías, Capítulo 53 verso 6 Porque todos nos descarriamos como ovejas y cada cual se
apartó por su camino, pero Jehová cargo en el el pecado de todos nosotros.

Dios cargo sobre Cristo el pecado suyo, el mío y el de toda la humanidad. El que se muera
perdido es porque quiere, pues ya ALGUIEN llevó su pecado; y yaa alguien pagó el precio
de nuestra maldad. Alguien hizo el sacrificio sublime que que nos ha dado a nosotros, no
condenación, ni perdición, sino el reino de los cielos y vida eterna. Nadie, sino solamente
Cristo podía haber hecho un sacrificio tan grande como ese; llevar sobre si mismo el pecado
de toda la humanidad.
Dios nos dio a su único hijo, depositando sobre Él nuestro pecado y pagando el precio que
debíamos pagar nosotros. A su propio hijo, lo hizo maldición en la cruz del calvario al cerrar
el pecado de todos nosotros. Llevando nuestra deuda, nuestras cargas, nuestras maldades.
Un sacrificio tan grande como ese, sólo Jesús podía hacerlo y con él propósito de
salvarnos. No perdamos el tiempo invocando a Pablo, ni a Juan ni a Teresa, ni a María ni a
ningún otro.
INVOQUEMOS A CRISTO, porque el padre cargo nuestro pecado solamente sobre Él.
Sobre Jesús, su hijo. Nadie más llevó el pecado, sólo Cristo. Por lo tanto, sólo Cristo salva.
Alabado sea su nombre, qué es sobre todo nombre.

Fijé su mirada en el hijo de Dios, en el Cristo maravilloso que le da eterna salvación. El


apóstol Pedro predicó sobre esto en primera de Pedro 2: 24 dijo:
Quien llevó el mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el Madero, a fin de que
nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia.

Cuando venimos a Cristo y le aceptamos de corazón, él nos da el poder que necesitamos


para vivir muertos al pecado, pero vivos para el Dios de la gloria. No hay religión, ni ay
hombre,ni criatura aquí abajo en la tierra que nos pueda dar ese poder, pero Cristo lo hizo
en la cruz del calvario.él lo hizo para que nosotros vivamos y tengamos la victoria de ser un
ciudadano del reino de los cielos por la eternidad.
En Mateo 26Ñ 28, dice, que la sangre de Jesucristo fue derramada por muchos para
remisión de pecados. En la cruz, Él llevó el pecado, pero en la cruz, Él derramó SANGRE y
esa sangre limpia y desaparece el pecado. Cuando aceptamos a Cristo como nuestro
salvador, su sangre nos limpia de todo pecado. Dios no ve nuestros pecados, él no se
acuerda ya más de ellos; son lanzados a lo profundo del mar, ya no hay nada de que
acusarnos, porque la sangre de Jesús nos limpio.
Por su sangre tenemos la redención, el perdón delos pecados, conforme a las riquezas de
su gracias.

En Efesios 1: 7 dice que sin DERRAMAMIENTO DE SANGRE, no hay remisión de


pecados.

Por eso Cristo tuvo que derramar su sangre inocente para poder satisfacer los requisitos de
la ley del padre celestial. De ahí que nadie más puede salvarte,ya que sólo Jesús derramó
sangre en la cruz por nuestras maldades. uno solo fue el cordero de Dios inmolado por
nuestras iniquidades. Ven a él y vive para él, y así escaparas de la condenación.
El que tiene salvación puede decir. "Tengo el tesoro más grande que jamás nadie ha
podido comprar". Si no tiene a Cristo, está perdido. Aunque tenga religión, si está hundido
en el pecado y se muere, se va a la condenación eterna. Pero hay oportunidad aún, VENGA
A CRISTO Y SÁLVESE. La paga del pecado es muerte eterna, pero EL REGALO DE DIOS
ES VIDA ETERNA EN CRISTO JESÚS.

Lo más grande que Cristo hizo fue librarnos del infierno. Librarnos de la paga del pecado
que es muerte terna, de la eterna perdición, muriendo él en nuestro lugar. Él no sustituyó.
Usted y yo teníamos que morir, porque todos hemos pecado, pero él dijo: "Yo voy a morir
por ellos, padre, yo voy a pagar el precio de su maldad, voy a rescatarlos, a librarlos, yo los
voy a comprar con mi sangre". Y lo hizo en la cruz.

Usted y yo fuimos comprados con precio de sangre. La salvación es nuestra, por la fe en


Cristo Jesús el hijo de Dios.

Alabado sea su nombre.

CAPÍTULO 2
SALUD DEL CUERPO

El Señor compró multitud de beneficios en la cruz, que son bendición gigante para
nosotros. La Biblia dice, que en la cruz él compró SALUD PARA NUESTRO CUERPOS.
Hay quienes no lo creen, pero yo lo creo, porque está en la Biblia. y lo creo porque lo he
vivido y lo sigo viviendo todos los días.

En Mateo 8: 17, la Biblia dice: Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras
dolencias.

El mismo cuerpo que llevo el pecado, llevo también la enfermedad.el mismo sacrificio a
través del cual compró salvación para nuestras almas, también compró salud para nuestros
cuerpos. Según venimos a Cristo confiadamente para salvar nuestras almas, podemos venir
confiadamente a Él para sanar nuestros cuerpos.

En Isaías 53: 4, dice. El ciertamente sufrió nuestros Dolores.

Quiere decir que pagó un precio de sufrimiento por nuestras enfermedades y dolencias.

En el verso 5, dice. Y por su llaga fuimos nosotros curados: Cristo compró en la cruz libertad
espiritual y libertad física para que no seamos más esclavos, sino que seamos libres. El
pago el precio por nuestra libertad

Así que, si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Juan 8:36

Esto significa que en la cruz del calvario, el redimió al hombre en su totalidad. No fue una
redención a medias, no fue una libertad corta, pequeña o mediocre. Fue una libertad total.
Nos liberto espiritualmente para que seamos eternos, cómo eterno es Dios, y nos liberto
físicamente para que seamos sanos, cómo sano fue él mientras vivió aquí en esta tierra.
Por lo tanto, si aún no ha recibido AL LIBERTADOR en su vida, yo le invito a que lo reciba.
El libertador de libertadores quiere entrar a su vida y salvarlo de la eterna condenación.
Acepte a Cristo y sálvese para siempre de la condenación y sánese sí está enfermo, pues
Cristo, en la cruz, llevo la enfermedad.
En el salmo 103: 2 al 3, el Señor nos dice que no olvidemos estos dos beneficios de los
cuales tenemos hablado. ·"Dice porque yo soy el que perdona todas tus iniquidades".

Entiéndase claro que es una cuestión personal entre usted y Dios. No dice, Pedro, ni Juan,
ni Santiago, ni María, ni alguno otro; sino que dice YO SOY y el que perdona tus pecados y
el que sana todas tus dolencias; Llámese cáncer, sida, artritis, diabetes, parálisis, ceguera,
o cualquiera sea el nombre de la enfermedad. el Señor dice:

"Yo sano todas tus dolencias y también perdono todos tus pecados, la Biblia dice: Y no
olvides ninguno de sus beneficios" salmo 103: 2

Dios demanda que nos acordemos de esas dos grandes bendiciones: qué en Cristo está la
LIBERTAD ESPIRITUAL Y LA LIBERTAD FÍSICA.

Es cuestión de venir al Señor, de creer en el, acercarse a él y decidirse a vivir para él. No
es cuestión de una religión muerta, de una hipocresía religiosa, no es cuestión de una
estatua paralítica, muda y sorda. Es cuestión de un Cristo Vivo, resucitado, que tienen los
brazos extendidos para recibirle y darle vida y vida en abundancia, vida espiritual y física.
Esto es para todo el que crea en su nombre.

En nuestra Campaña en Caguas, del año 1988, trajeron un jovencito que tenía los dientes
muy grandes y salidos hacia fuera. Estos no le cabían en la boca, por lo que al cerrarla se le
quedaban por fuera de la boca. Era algo horrible y algunos se burlaban de él. Su mamá lo
llevó a la campaña creyendo que Dios podía hacer semejante milagro, al orar por los
enfermos, el jovencito sintió una cosquilla en la boca, y también sintió cuando los dientes
comenzaban a achicarse.
En cuestión de segundos los dientes tomaron un tamaño normal, se introdujeron en la boca,
se acomodaron bien, le quedaron parejos, y el joven podía cerrar la boca sin que le
quedarán por fuera. La mamá subió a la tarima a testificar y nos mostró una foto de su
estado anterior, el cual era realmente trágico.
Era impresionante verlo ahora con su nueva dentadura totalmente normal. Todo es posible
para el que cree.

Si tan sólo puede creer, todas las cosas les serán posibles, pues por las llagas de
Jesucristo, fuimos nosotros sanados.
Hace algunos años fuimos a predicar una campaña a la gran ciudad de Maracaibo,
Venezuela. La última noche, un matrimonio inconverso y desesperado, llegó a la cruzada.
Ella tenía cáncer en los pulmones y sólo le había dado tres días de vida. Cuando hicimos el
llamado para aceptar a Cristo, ellos pasaron al frente y recibieron al Señor. Al orar por los
enfermos el poder de Dios cayó sobre ella y la sacudía violentamente, mientras el esposo la
sostenía ya que ella no se sostenía en pie sola. Al terminar la manifestación del Espíritu
Santo, ella le dijo a su marido: "suelteme que me siento y estoy respirando normal". El la
soltó y se marcharon a su hogar. Al otro día fueron al médico este le examinó
cuidadosamente y no la encontró ni trasas del cáncer. 7 años más tarde,volvimos a llevar
una cruzada evangelística a Maracaibo y ella subió a la tarima testificar lo que Dios hace
permanece. Le pregunté por su esposo y me señaló hacia el grupo de pastores. Allí estaba
de pie saludándome con la mano bien gozoso. Era uno de los pastores que respaldaba la
campaña. Es una gloriosa realidad que CRISTO SANA y para él no hay nada imposible. Se
cumple la gran verdad que dice la Biblia:
El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias
Reciba a Cristo como su salvador personal y viva para él. Él también es tu sanador.
CAPÍTULO 3
ACCESO LIBRE AL TRONO DE LA GRACIA

Además de la salvación del alma y la sanidad del cuerpo, qué son los dos beneficios más
prominentes y más conocidos, Él señor compró otros beneficios extraordinarios en la cruz.
Por su muerte en la cruz nosotros podemos tener acceso libre hasta al mismísimo trono de
Dios en el cielo.

Nosotros tan pequeñitos tenemos ese beneficio tan grande. Ese privilegio de que podemos
mirar hacia arriba y decir "PADRE" y nuestra voz llega al trono y es oída y atendida.
En los días del antiguo testamento no era así. Vemos que el pueblo de Israel, con todo y ser
el pueblo de Dios, pues Dios los llama sus hijos, no podían llegar con su oración arriba al
cielo. Solamente los levitas sacerdotes y sumo sacerdotes, y hombres como Moisés y
David, tenían acceso para ser atendidos y en forma muy especial. Para alcanzar el perdón,
el pueblo tenía que llevar ciertos y determinados animales que el sacerdote sacrificaba.
Este derramamiento de sangre cubría el pecado. Los sacerdotes eran los únicos que
podrían llevar los sacrificios del pueblo a través de la sangre de animales que ellos
derramaban en el altar a favor de su pecado, para que fueran perdonados por el Dios del
cielo.
El pecador no tenía derecho de ir cara a cara con Dios a pedirle perdón y decirle que estaba
arrepentido. Es decir, que no tenía acceso de ir personalmente al trono de Dios. El sacrificio
de Jesús en la cruz abolió el rito de los sacrificios de animales. Jesús fue el perfecto
sacrificio y ahora él es el sumo sacerdote a través de quién tenemos acceso al trono de
Dios, en forma personal, en cualquier momento y en cualquier parte.

En el templo había un velo muy grande que separaba el lugar santo del lugar santísimo y
que solamente el sumo sacerdote podía atravesar una vez al año para derramar sangre por
el pecado del pueblo.

En Mateo 27: 51, dice la Biblia,que en el momento en que Jesús entregó el espíritu, la tierra
tembló, se partieron las rocas, se abrieron los sepulcros y EL VELO DEL TEMPLO SE
RASGO EN DOS DE ARRIBA ABAJO.
¿Qué quiso decir esto? que ahora no era a través de los sacerdotes, era a través de Cristo
que podíamos llegar hasta el mismísimo trono del Dios del cielo. Ahora todo creyente de
Cristo iba a ser un sacerdote. todo creyente tendría acceso libre al trono de Dios a través de
Cristo, que en la cruz nos redimió, comprandonos, limpiandonos, salvandonos por virtud de
su sangre derramada en el Gólgota.
¿Donde menciona la Biblia eso en forma más clara?

en la carta a los Hebreos 4: 14, dice:


Por tanto teniendo un gran sumo sacerdote que traspaso los cielos, Jesús el hijo de Dios,
retengamos nuestra profesión.

Ahora tenemos un sumo sacerdote alto, que penetró a los cielos; Jesús el hijo de Dios, que
fue tentado en todo, pero sin pecado, hebreos 4: 15. A través de él podemos acercarnos
confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia y ser socorridos en el tiempo
oportuno, hebreos 4: 16.
Antes, en el Antiguo Testamento, los que se arrepentian tenían que venir con el animal para
el sacrificio y el sacerdote lo mataba y derramaba la sangre del mismo para poder
restablecer la comunión del pecador con Dios. se hacía un sacrificio y esa persona volvía a
estar en comunión con el Dios del cielo.
Ahora no hay que sacrificar animales, ya Dios mismo sacrificó su propio cordero en la cruz
a favor de nosotros.

No hay que ir donde esté un sacerdote, porque ahora tenemos un sacerdote alto, Cristo
Jesús, el hijo de Dios, que se encumbró a los cielos y está arriba a la diestra del Padre e
intercede día y noche por nosotros.a través de él alcanzamos misericordia y la presencia de
Dios. hoy día todo el que tiene a Cristo tiene el privilegio precioso de que en cualquier lugar
puede hablar con Dios. Sea en su casa, en la iglesia, en el supermercado, en el auto o en la
calle, simplemente podemos cerrar los ojos un segundito y decir "PADRE", y allí está Cristo.
Él también dice "PADRE, ahí está su hijito, clamando porque tiene necesidad". Dios tiene
que decir "AMÉN", porque el que intercede por nosotros, es JESUCRISTO, es quién
compró para nosotros la victoria en la cruz del calvario.
Ahora no hay que sacrificar animales, y a Dios mismo sacrificó su propio cordero.

En la carta a los hebreos 7: 25 dice: Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los
que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

Cristo salva perfectamente a todos los que por él se acercan a Dios, porque él vive siempre
para interceder por ellos.
Eso significa que nosotros tenemos un Salvador, un redentor, un Cristo maravilloso.
Tenemos un ABOGADO a la diestra del padre, un INTERCESOR que todo el tiempo está
allá preparado para defendernos. Por eso tenemos que ir a Dios única y exclusivamente a
través de este Cristo maravilloso. Nadie más puede representarnos en el cielo ni en la tierra.
Si usted cree que puede ir a través de Pedro, Juan, oh María, la madre de Jesús yo le
pregunto, ¿cuándo Pedro, Juan o María murió en la cruz por usted?. No podemos ir a Dios
a través de Pedro, ni de Juan, ni de María, ni de algún otro, porque ninguno de ellos murió
en la cruz por nosotros, ni ninguno de ellos derramó SANGRE qué limpiará nuestros
pecados.
Para ir al padre tenemos que hacerlo a través del único que en la cruz murió por nosotros,
el único que derramó la sangre que limpió el pecado, que subió victorioso, sin pecado a la
diestra del padre para ser abogado de todos los creyentes del Evangelio.
Sólo Cristo salva. La doctrina más grande y fundamental de los apóstoles es que sólo
Cristo salva. Fijéla en su corazón, SÓLO CRISTO SALVA. Únicamente Cristo salva nadie
más puede librar lo de la muerte. Sólo Cristo nos compró con sangre en la cruz del
calvario.a través de Cristo tenemos acceso libre diariamente hasta el mismísimo trono de
Dios con nuestra oración. Gloria al nombre de Jesús. Cristo salva, Cristo sana y por la fe en
él podemos hablar cara a cara con Dios todos los días.
CAPÍTULO 4
AUTORIDAD SOBRE EL DIABLO

Qué más hizo el Señor en la cruz por nosotros?. En la cruz, Jesucristo nos dio a nosotros
PODER, o sea autoridad contra nuestro enemigo el diablo. Cristo dijo que Satanás sólo
viene a matar, robar y destruir, Juan 10: 10. Hay un diablo suelto que trata de
cortarnos de este mundo antes de tiempo. El trata de destruir la mente, el cuerpo y el alma.
Él odia al hombre porque fue creado a imagen y semejanza de Dios. ¿cuántos hay en este
mundo que no duermen si no es con pastillas para los nervios? ¿cuántos hay oprimidos por
diversas enfermedades?. Eso es obra del diablo para Oprimirlos, destruirlos y deshacerlos.
¿Cuántos hay que no tienen paz mi gozo, que se sienten fracasados en todos los sentidos?
¿Cuántos ay qué es tan sumidos en todo tipo de vicios, como las drogas y el alcohol?. Esta
es la obra de nuestro enemigo, pero Cristo en la cruz nos dio poder, nos dio autoridad
contra toda esa obra satánica.

La Biblia dice en el Evangelio de San Juan 16: 11, qué Jesucristo poco antes de ser
arrestado le dijo a sus discípulos:
"Y ahora es el juicio del príncipe del mundo". Hablaba del diablo, el príncipe del mundo.
Satanás fue juzgado y fue vencido.fui avergonzado y despojado de toda potestad cuando
Cristo inocente y sin pecado, murió en la cruz del calvario, probandole a Satanás que si él
como humano pudo vivir aquí sin pecar; cuanto más un ángel como el, pudo haber vivido en
el cielo sin pecar. Su sacrificio también mostró que si nosotros vivimos en comunión con
Dios y en obediencia a él, también seremos vencedores sobre el pecado.

En la cruz, Jesucristo probó la culpabilidad del diablo.


Con su muerte, el juzgo a Satanás para siempre, ya para el diablo no hay juicio, ya fue
encontrado culpable y está condenado. ¿Y que hace todavía el diablo?. él está tratando de
arrastrar hacia el infierno a todos los que pueda. Usted y y yo somos uno de los objetivos de
Satanás. Él está al acecho nuestro como León rugiente, tratando de hacernos pedazos.

Pero cada vez que viene contra me choca contra Cristo tiene este escudo pues dice la
palabra que si Dios es por nosotros, quién contra nosotros romanos 8: 31.

En la cruz del calvario el Señor venció al diablo, lo derrotó,lo despojo de todo lo que le
había robado a Adán y Eva cuando los hizo pecar. Por lo tanto, los que tenemos a Cristo
sabemos que tenemos autoridad total contra un diablo derrotado por Cristo en el calvario. El
señor lo dice en la palabra,

Marcos 16: 17, "Cristo dijo. En mi nombre echarán fuera demonios".

Eso es EN SU NOMBRE. Y nadie más está la autoridad contra el diablo. Pedro tuvo
autoridad contra el diablo porque Pedro se convirtió a Cristo. Asi mismo Pablo, Esteban y
Felipe tuvieron autoridad contra el diablo porque se convirtieron a Cristo Jesús el hijo de
Dios, y Cristo les dio la autoridad.
Si usted se convierte a Cristo Jesús, él también le da a usted la autoridad para en su
nombre echar fuera al diablo. Los de Cristo, dice la Biblia, resistirán al diablo, "y de vosotros
huirá"Santiago 4 7. Pero hay que tener la autoridad del señor. De lo contrario, viene el
diablo y nos hace pedazos, porque Satanás sólo viene a matar, robar y destruir. millares
son cortados antes de tiempo de la tierra por el poder del maligno ya sea en accidente, por
criminales, por el cáncer y por cuántas otros agentes de muerte que tiene Satanás aquí
abajo. millares Pérecen antes de tiempo por no tener la protección de Dios de la gloria.
Usted necesita la autoridad de Cristo para pararsele en el cráneo a Satanás y decirle cara a
cara: "diablo derrotado, yo tengo autoridad en Cristo contra ti, tú no tienes potestad sobre
mí" .Cristo le dijo a los discípulos "Satanás no tiene parte ni suerte con migo. Y nosotros los
de Cristo, dice la Biblia, somos el cuerpo del Señor aquí abajo en la tierra por lo que
también podemos decir el no tiene parte ni suerte con migo,porque soy parte de Cristo
Jesús el hijo de Dios". Alabado sea Dios!.

El Señor dice en la palabra, qué los creyentes de su evangelio hollarán serpientes y


escorpiones y estos no los dañarán. No está hablando de animales ponzoñosos que hay
aquí en la tierra, está hablando de demonios de todo tipo. Y dice la Biblia, que los
hollaremos. Esto es, que nos pararíamos encima de ellos y no podrían dañarnos porque la
autoridad de Cristo, el poder de Dios, el Cristo que está con nosotros no permite que nos
puedan dañar. Pero si usted no tiene a Cristo, tarde o temprano el diablo lo va dañar. De
modo, que si no tiene a Cristo proclame Victoria y diga. "A mí no me va a hacer daño
porque hoy acepto a Cristo como mi salvador y yo también voy a tener autoridad contra el
diablo. Él no me va a dañar, no me va a enviar a la condenación, no va a poder conmigo
porque hoy yo me apropio de estas bendiciones que Cristo tiene para mí. Yo también voy a
tener el poder y la autoridad contra el diablo".
Venga a Jesús y no tenga temor, pues en Cristo está la victoria de los siglos para toda la
humanidad. Cristo dijo a sus creyentes.

Y aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del
enemigo, y nada os dañará. Lucas 10: 19

No importa cuán gigante parezca ser la oposición del enemigo en contra nuestra, Cristo
dice: "Tienen autoridad contra todo poder del enemigo". Alabado sea Dios. "No temas que
yo estoy contigo". Dice el Señor. Es cuestión de tener a Cristo, porque si no tenemos a
Cristo, estamos en peligro.
Dice la Biblia, que el diablo anda como León rugiente buscando a quien devorar. Pero sus
poderes fueron aniquilados por Jesús en la cruz del calvario. En la cruz Jesucristo nos dio
salvación del alma, perdón de pecados, salud para el cuerpo, la bendición gloriosa de poder
llegar directo hasta la presencia de Dios a través de la oración y también nos dio autoridad
contra el diablo, el engañador del universo. Dale a Cristo una oportunidad de ayudarle a ser
un vencedor.

Una vez regrese a mi hogar tarde en la noche. Venía de predicar en un lejano campo de mi
país. Estaba extenuado y anhelaba acostarme a descansar. Cuando entraba a mi
habitación, escuché la voz del Espíritu Santo que me dijo: "Vete a la otra habitación a orar".
Estaba que me caía de sueño y de cansancio, sin embargo intercedi profundamente, y al
cabo de varias horas sentí que me podía ir a la cama. Me acosté y me dormí al instante. Al
cabo de un rato fui despertado, y el abrir los ojos, vi a mi lado junto a la cama, un hombre
alto, mulato, hombros muy anchos y rostro desagradable. Entendí enseguida que era
Satanás. En ese instante, vi cuando levanto sus manos y me las puso en el cuello. Yo no
sentía miedo alguno. Por eso Dios me había puesto a orar aquella noche.
Él sabía el ataque mortal que venía de parte del enemigo.
Fortalecido por las horas de oración, estaba tranquilo y en espíritu de batalla. Al ver sus
manos sobre mi cuello reprendí diciéndole: "Te reprendo en el NOMBRE DE JESÚS".
Instantáneamente sus manos soltaron mi cuello y se fue de espaldas, pero en segundos se
repuso y sus manos volvieron agarrar mi cuello. De nuevo grité:
"TE REPRENDO EN EL NOMBRE DE JESÚS". Hizo una mueca horrible y se fue de
espaldas otra vez, pero prontamente volvió a la carga y me agarró por el cuello de nuevo.
Esta vez, Lo reprendí una y otra vez sin cesar, y ahí soltó mi cuello y desapareció. Aleluya.
Satanás es un ángel caído, es una personalidad real y destructiva. Ha matado y enviado al
infierno a millares. Esto quiere hacer con usted, pero los creyentes de Cristo, en su nombre,
echaremos fuera demonios. JESÚS NOS DIO AUTORIDAD TOTAL CONTRA TODA
POTESTAD DEL ENEMIGO. Alabado sea su nombre.
CAPÍTULO 5
AUTORIDAD SOBRE LA MUERTE

Hay algo maravilloso que Cristo también hizo por nosotros en la cruz, NOS DIO
AUTORIDAD CONTRA LA MUERTE.
En el libro de romanos 8: 1 al 2 dice: Ya no hay condenación para los que están en Cristo
Jesús, porque la ley del Espíritu de vida que está en Cristo, nos ha librado de la ley del
pecado y de la muerte.

Sonríase, pues es una victoria grande, que la muerte no tiene potestad sobre nosotros.
¿Y qué es la muerte?. La Biblia dice que el que tiene el imperio de la muerte es el diablo y si
Cristo derrotó al diablo en la cruz y lo despojó de toda potestad, entonces su imperio de la
muerte está derrotado hebreos 2: 14. No hay que temer. Tenemos autoridad sobre los dos.

Dice la Biblia, en hebreos 9: 27, "Que está dado al hombre morir una sola vez y luego el
juicio".

Todo el mundo está dado a morir, pero es por la maldición del pecado, porque antes del
pecado no había muerte. Adán y Eva no estaba para morir, pero cuando pecaron, la muerte
tuvo potestad sobre ellos. Hoy día, la muerte tampoco tiene potestad alguna sobre los que
están en Cristo. Los lavados por su sangre y llenos del Espíritu, tenemos ya por la fe en
Cristo, VICTORIA SOBRE LA MUERTE.
Cristo murió en la cruz y nos redimió, murió en la cruz y compró para nosotros otra vez la
bendición original. Es por eso que ahora no estamos señalados para morir estamos
señalados para vivir con Cristo por la eternidad. Dada esta situación sonríase y no se
muera. Que se muera el diablo que está condenado y perdido, sonríase y diga "Para mí no
hay muerte, para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia". Gloria sea a Dios.

Cristo habloó esas palabras en forma muy clara, veamos el evangelio de Juan

Todo aquel que vive y cree en mi no morirá eternamente. Juan 11: 26

Puede que usted diga: "Bueno, pero yo he visto creyentes, pastores, siervos de Dios que
han muerto y los han enterrado".
Pues en realidad ellos no han muerto. El cuerpo dejó de respirar aquí abajo porque Dios
llamó a su hijo para irse a vivir con él para el cielo y como Dios no se iba a llevar este
cuerpo de debilidad, mediocre y corrompido que tenemos ahora, sencillamente sacó a su
hijo del cuerpo y se lo llevó con Él.

En el salmo 116: 15, dice estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos.

En palabras más sencillas, el ama la partida de sus santos porque van a reunirse con Él.
¿Qué padre no quiere que sus hijos estén con el?. Y el amor de Dios es más grande que el
amor de todos los padres de la tierra juntos
Quiere decir, que si usted viene a Cristo, no Vera muerte eterna. Cuando Dios quiera
llamarlo a su descanso, lo hará Y continuará viviendo para siempre. Cuando Dios quiera
llamarlo a su perfecto gozo, a su paz, a su reino; se lo lleva y deja su cuerpo aquí abajo. La
gente dice: "se murió" El cuerpo si muere, deja de respirar y ya no sirve, pero la persona
que se salva se va del cuerpo, en brazos de ángeles, hasta la mismísima presencia de Dios
y allá arriba hay una fiesta esperándolo. Verá al Señor tal como él es y lo abrazará y el
Señor le dirá. Bienvenido hijo mío, estamos esperándote, para que vivas con nosotros por la
eternidad".
De modo que para nosotros no hay muerte, al salir de este cuerpo es que empieza la vida.
Gloria a Dios. La vida que Cristo, y la cruz compró con sangre, está disponible para usted.
Tendrá autoridad sobre la muerte, la muerte no tendrá potestad sobre usted, sí tiene a
Cristo Jesús en su corazón. El señor dijo que la ley de vida que está en el Espíritu del
Señor, nos ha dado a nosotros la victoria sobre la ley del pecado y de la muerte. QUIERE
DECIR QUE HAY UNA LEY DE VIDA EN CRISTO Y HAY UNA LEY DE MUERTE EN EL
PECADO.
Son dos leyes que rigen la humanidad. Todo el que está en pecado está bajo la ley de la
muerte, ley de maldición eterna. Todo el que está en Cristo, está bajo la ley de vida, ley de
vida eterna. No hay muerte que lo pueda dañar, no hay diablo ni demonio que le pueda
hacer daño y no hay otro que se lo pueda llevar, usted es propiedad privada de Cristo
Jesús, el hijo de Dios y en él está bajo una ley de vida. El lo dijo:

Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10: 10

Es tan abundante que va a ser eterna. Gloria al nombre de Jesucristo.


Esta es una maravillosa oportunidad que Cristo le está ofreciendo a los que no tienen esta
vida. Él está con los brazos abiertos, está disponible y él le ama como nadie le amo.
¿Quién más murió en la cruz por usted?. Nadie más. Sólo Cristo murió tanto amó al mundo
que dio su propia vida, su propia sangre derramó en el Madero del calvario, para que
nosotros pudiéramos ser salvos e inmortales como inmortal es él. Para que pudiéramos vivir
en Victoria, como en victoria style y pudiéramos ser herederos del reino de los cielos, como
heredero es él e hijos de Dios, como hijo es él. Seremos hijos de Dios juntamente con
Cristo, herederos para siempre en la gloria eterna. Gloria sea a Dios.

Amigo, Cristo le ama y le llama.


No es su voluntad que se pierda y perezca para siempre. No es la voluntad de Dios que
Satanás arrebaté su alma en el momento de partir de este mundo. Dios no quiere que el
diablo sea el compañero suyo por la eternidad. La voluntad de Dios es que todos procedan
al arrepentimiento y se salven porque para eso Cristo murió, para darnos vida por los siglos
de los siglos. El Señor está con los brazos abiertos buscando corazones que se dispongan
a vivir para él dispuestos a rendirse a él para lavarlos con sangre y darles la victoria que él
pago con precio de dolor en el calvario. Bendito sea el nombre de Jesucristo.
En resumen, con su sacrificio en la cruz Jesucristo nos dio las siguientes bendiciones:
salvación del alma, perdón de pecados, salud del cuerpo, Victoria sobre la enfermedad y
poder y autoridad contra Satanás y contra la muerte. Y sobre todo nos dio a nosotros la
bendición gigante de poder ser llamados hijos de Dios; y como hijos poder hablar cara a
cara con nuestro padre todos los días en cualquier lugar.
Aquí en la tierra los hijos le hablan a sus padres en cualquier momento y en cualquier lugar.
En el supermercado, en la calle, en el auto, en la casa, en el trabajo. Los hijos de Dios
hablamos con él también, en cualquier momento porque él es nuestro Padre que siempre
está con nosotros. El lo dijo y eso es para sus hijos, para los creyentes, para los lavados en
la sangre de Cristo. Él dijo:

He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28: 20

Como diciendo. "Todos los días podrán hablar conmigo, porque todos los días voy a estar
abrazado con ustedes, todos los días van a estar bajo mi protección". Venga a Cristo hoy,
para que tenga la victoria que solamente Cristo puede dar.
Hablando con los discípulos, Jesús les dijo: "Nosotros hablamos lo que sabemos y
testificamos lo que hemos visto".

Hablamos su palabra, y él nos da experiencias que confirman la verdad de las escrituras.


En una ocasión, me encerré en una habitación en mi hogar, a orar. Y la madrugada estaba
de rodillas, me levante, Y fui a recostarme en un sillón reclinable. Ahí continue orando, Y de
pronto alguien abrió la puerta de la habitación.
Me asombré, ya que la cerradura estaba con su seguro puesto.
Ese personaje abrió fácilmente la puerta y caminó hasta colocarse detrás de mí, levantó
sus brazos y lo puso por encima de los míos,en tal forma que cubría mis brazos entonces
me pidió una persona de mi familia, que en esos días no estaba firme en el Señor. A toda
voz le grité. No!! "ante mí negativa", el personaje levantó un lienzo y me envolvió en él.
Sentí que se me iba la respiración. Traté de levantarme del sillón y no pude. Hice un
esfuerzo sobrenatural y logré ponerme de pie. Camine hacia la puerta y traté de abrirla,
pero la cerradura no cedía. Mire hacia atrás y me quedé asombrado. Aquí estaba mi cuerpo,
recostado en el sillón, sin movimiento. Yo, mi espíritu, se había salido del cuerpo. Caminé
hasta colocarme frente al cuerpo y entré en el. Era como cuando uno entra por una puerta
dentro de una casa. Entonces, traté de levantarme con todo y cuerpo, pero no pude. Hice
más fuerza por levantarme, pero de nuevo me salí del cuerpo. Mi persona interior, alma y
espíritu, camino por la habitación. Volví a acercarme al cuerpo y entre en él.
Al ver que de ninguna manera podía ponerme de pie con todo y cuerpo, grité a toda voz:
"Cristo ayúdame". El Espíritu Santo se dejaba sentir como corrientes por todo mi ser, di un
salto, y con mi cuerpo quedé de pie en aquella habitación.
Caminaba de arriba a abajo, mientras el poder de Dios corrió como ríos de agua viva por
todo mi ser. Aleluya
Estaba intrigado, por lo que le pedí al Señor una explicación. Segui orando, y mientras
clamaba de rodillas, el Señor me dijo. Mi siervo, "era la muerte". aquel personaje que me
había visitado era un ángel de la muerte. Al envolverme en aquel lienzo, mi cuerpo quedó
sin vida y por eso yo me salí de el. Al invocar a Cristo, mi cuerpo recobro la vida y pudo
caminar. El ángel de la muerte tocó mi cuerpo, pero mi PERSONA INTERIOR no lo pudo
tocar, ya que esa es propiedad privada de Jesús. Al invocar al Señor, todo mi ser volvió a la
vida: Es lo que Cristo dijo:

Yo soy la resurrección y la vida, el que en mí cree, aunque esté muerto vivirá.

Gloria al nombre de Jesús!.


Dios me permitió esta experiencia para que yo viera que hay ángeles de la muerte, qué
puede matar el cuerpo, pero el alma, si es de Cristo, no se la puede llevar Aleluya.

Amado, en cualquier momento el ángel de la muerte puede tocar a sus puertas. Si no tiene
a Cristo se perderá para siempre. Arrepientas y viva para él, y la muerte no tendrá potestad
sobre usted. Gloria nombre de Jesús.
CAPÍTULO 6
LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO

Dice la Biblia que en su muerte en la cruz, Jesucristo compró para nosotros una bendición
maravillosa, sobrenatural, que muchos ya la han recibido. Es que con su muerte en la cruz
él hizo posible que todos sus creyentes puedan ser llenos del Espíritu Santo. El pueblo de
Israel no tenía esa bendición en el Antiguo Testamento. Para ese tiempo sólo había unción
del Espíritu Santo para reyes, sacerdotes y profetas, pero en el pueblo no había nadie que
tuviera el Espíritu Santo.
De modo, que el pueblo sólo oía voz de Dios a través de los sacerdotes, y profetas.
Más cuando Cristo murió en la cruz compró para todos los creyentes la bendición increíble
de que todos sus hijos sean llenos del Espíritu Santo, con el cual fue lleno Cristo para darle
la victoria en esta tierra. Dios le había mostrado a Juan el Bautista que sobre quién él viera
posar el Espíritu Santo como paloma, ese era el que bautizaría con el Espíritu Santo. Cristo
conquistó esta bendición para nosotros en la cruz. Él dijo:

Y yo rogaré al padre y os dará otro consolador, para que esté con vosotros para siempre.
Juan 14: 16
Y añadió en Juan 14: 26 Más el consolador, en Espíritu Santo, a quién el padre enviará en
mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

De modo que a través del Espíritu Santo, recibimos poder para ya no ser carnales, ni
mundanos, ni pecadores, sino para ser espirituales, santos, limpios, hijos del dios de la
gloria y poder ser herederos de su reino y testigos de Jesús. Gloria sea al nombre de Dios.

Si algo lindo el Señor hizo en la cruz por nosotros fue conseguir esa bendición tan grande y
maravillosa. Dice la Biblia, que cuando el Señor, ya resucitado de entre los muertos, y
llevando ya 40 días apareciéndose a los discípulos y a otros testigos; ya apunto de irse al
cielo, le dijo a los discípulos que permaneciese en Jerusalén hasta que recibieran la
promesa del padre, pues recibirían el Espíritu Santo en pocos días:

Hechos 1: 4 al 5 les dijo Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos. Hechos 1:8

Cuándo el Espíritu Santo entra a nuestro ser, recibimos autoridad y poder de Dios contra
todas las huestes del enemigo. Recibimos la mente de Cristo y todo lo que necesitamos
para vivir como Cristo vivió. El Espíritu Santo que entra en nosotros, se instala dentro de
nosotros, juntamente con nuestro espíritu y nos va a dirigir. Cuando digo nosotros, no estoy
hablando de este cuerpo que vemos. Estoy hablando del usted o el yo que está dentro del
cuerpo. Los creyentes de Cristo tiene a Dios dentro de ellos, abrazado ahi con su Espíritu.

Este cuerpo de afuera es la casa, el tabernáculo donde Mora el Señor con usted. Es como
en los días del Antiguo Testamento, cuando en el tabernáculo la gloria de Dios descendía y
Moisés entraba en el tabernáculo y hablaba cara a cara como Dios. Nosotros todos,
tenemos un tabernáculo que es este cuerpo. Dentro de este tabernáculo, si somos de
Cristo, está el Señor estamos nosotros nuestro espíritu podemos hablar ahí dentro con el
Señor todos los días y a cualquier hora cara a cara hablamos con el. Recibimos dirección,
que hace bendición de él. También recibimos sus caricias,porque dice la palabra que el
Espíritu Santo correría por nuestro ser como ríos de agua viva, dándonos testimonio de que
somos herederos del cielo.
En la primera iglesia apostólica, todos los creyentes eran llenos del Espíritu Santo. ¿Porque
hoy día hay muchos que no lo han recibido?. El Señor le dijo a los discípulos que al Espíritu
Santo, el mundo no lo podía conocer. Por lo tanto, los creyentes mundanos de hoy día,
difícilmente van a recibir el Espíritu Santo. Tienen que convertirse de verdad; de corazón.
Tienen que apartarse de las obras de este mundo depravado para ser realmente un
ciudadano del reino de los cielos.

Cristo lo dijo, que estamos en el mundo, pero no somos del mundo, pues somos ciudadanos
del reino de los cielos.
Estamos aquí físicamente, pero espiritualmente, estamos sentados en regiones celestiales
con el Señor. ¿Y para que estamos aquí entonces?. Estamos aquí para alumbrar en las
tinieblas de este mundo, para dar ejemplo, para llevar la palabra, para que por nuestra
conducta, con nuestro amor, con nuestra forma de actuar, la gente se convierta a Cristo y
así salven sus almas.
El Señor, a cada uno de sus hijos, qué son sinceros tienen sed de El, los llene de su
Espíritu Santo. Y todo el que hoy reciba Cristo, todo el que lo aceptaré corazón, él no va a
fallar en llenarle del Espíritu Santo para que usted sea más que vencedor. Gloria sea al
Señor.
CAPÍTULO 7
NO IREMOS A JUICIO
Hay un beneficio más que el Señor compró en la cruz para toda la humanidad. Otro
beneficio gigante maravilloso, que él compró en la cruz para nosotros, es que jamás iremos
al juicio final.

En apocalipsis 20:11 al 15 dice que todos los que murieron en pecados serán levantados y
se enfrentarán a Dios delante de un trono blanco en el cielo.

Será un momento terrible. A los pecadores le van a probar la culpabilidad y los van a enviar
a la eterna perdición, al lago de fuego que arde con azufre. Allí estarán también el diablo, la
bestia y el falso profeta. Pero los creyentes de Cristo, dice la Biblia, que jamas irán a juicio.
Dice la palabra que está dado al hombre morir una sola vez y luego el juicio, pero eso es
para los que mueren en pecado, perdidos, sin Cristo.
¿Qué es lo que hay para los que tienen a Cristo?. El Señor mismo lo predicó, en:

Juan 5: 24, Jesucristo dijo: De cierto, de cierto os digo. El que oye mi palabra, y cree al que
me envió, tiene vida eterna y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida.

Todos los de Cristo, dice la Biblia, pasaron de muerte a vida, ya no hay muerte, ahora hay
vida. Por lo tanto, ya no hay juicio para ellos, el juicio es para los pecadores, los que mueren
en su pecado, los que han rechazado a Cristo, que han rechazado la sangre vertida por el
hijo de Dios. A los pecadores, horrible expectación de juicio les espera. En el día postrero,
el infierno dará sus muertos para el juicio final y allí le será probada su culpabilidad. Luego
serán lanzados al lago de fuego. Si no tiene a Cristo, Ríndale su vida a él, no sea usted uno
de los muchos que van a enfrentar el juicio final. Sino que hoy sea usted de este grupo
maravilloso que se librara de toda maldición porque han puesto la fe en el que venció en el
calvario, crucificando toda maldición y haciendo posible toda Victoria para nosotros, los hijos
de Dios.
No importa su pecado, no importa su condición, no importa cómo usted se sienta, si usted
viene Cristo, en un segundo su destino de muerte cambia por destino de vida.
En un segundo el destino más trágico que puede estar enfrentando alguna persona aquí es
cambiado en destino de Victoria, por la fe en Jesucristo nuestro salvador. Más entienda que
SOLAMENTE CRISTO PUEDE DARLE ESA VICTORIA HOY. Solamente Jesucristo salva.
Cuenta un siervo de Dios que ministraba en distintos lugares de los Estados Unidos, que
en una ocasión el Señor Le dio una revelación con la cual se había muerto e iba subiendo
hasta que se encontró frente a la ciudad celestial. Cuando estaba frente a esa ciudad de
indescriptible belleza, salió un personaje y le preguntó:
¿Qué hace usted aquí?
Vengo a entrar a esa ciudad porque yo le servi a Cristo abajo en la tierra, me gané multitud
de almas para él y vengo a reclamar mi herencia ahora en el cielo le dijo.
El personaje le dijo:
Lo siento, si usted no está escrito en el libro no puede entrar en la ciudad.
Estoy seguro que mi nombre está escrito en el libro, yo predique a Cristo en la tierra, le
serví, y gané muchas almas contestó.
La persona le dijo: Un momentito, déjeme entrar a la ciudad a ver si usted está escrito en el
libro, de lo contrario no podrá entrar.
Al rato salió y lo miró cara a cara y le dijo
Lo siento, usted no está escrito en el libro.
¿Cómo no voy a estar en el libro?. Yo me llamo Daniel Queri, prediqué a Cristo en la tierra,
me gané muchas almas, serví el Señor de todo corazón mi nombre debe estar en el libro.
Investigue de nuevo, pues debe estar equivocado contestó.
Aquel personaje muy pacientemente le dijo:
Voy a investigar de nuevo.
Cuando regresó le dijo. Lo siento, no está escrito en el libro y no puede entrar.
Desesperado el siervo de Dios respondió. Cómo es posible. Tengo que estar en el libro.
La persona dijo: No está, pero si quiere apele al trono blanco.
En su angustia grito. Apeló al trono blanco.
inmediatamente sintió que empezó a flotar en el espacio en cierta dirección y de pronto se
encontró que estaba frente a una luz resplandeciente como él nunca había visto. De pie
frente a esa luz oyó una voz poderosa, como un trueno, que lo llamó por su nombre y dijo
Daniel Queri, ¿mintió usted alguna vez en la tierra?
No señor, nunca mentí contestó.
Entonces, en medio de la luz aparecieron una enorme cantidad de mentiritas que nunca le
había parecido muy serias o importantes y el enmudeció. De nuevo oyó aquella voz de
trueno que le gritaba: Daniel Queri, ¿robó usted alguna vez en la tierra?
Él iba a decir no, no robe, pero antes de que hablara aparecieron un montón de negocios,
que no parecían muy limpios, en aquella luz resplandeciente y enmudeció. Se quedó tenso.
La voz del Padre volvió a hablarle y le dijo
Daniel Queri, ¿usted fué perfecto en la tierra?:
Entonces él con voz muy débil dijo:
No Señor, yo no era perfecto.
Hoyo entonces la voz del Padre que le dijo
Para entrar en mi lugar hay que ser perfecto.
El hermano dice que enmudeció y que él sólo esperaba oír aquella voz que le gritara, "vete
al fuego eterno, maldito, junto al diablo y sus ángeles". De pronto, detrás de él oyó unos
pasos que se acercaba y pensó que era un verdugo que lo echaría al infierno para siempre.
Miro hacia atrás y a lo lejos vio aquel personaje que se acercaba. Temblando de arriba
abajo, sólo su cabeza de frente a la luz que emanaba de aquel majestuoso trono. Ya sentía
los pasos muy cerca de él y de momento sintió que aquél personaje le echó el brazo
suavemente sobre su espalda.
Cuando miró, Hera el Señor Jesucristo que mirando hacia la luz dijo:
Padre, Daniel Queri no era perfecto, cometió faltas, se equivocó muchas veces, vivió con
flaquezas y debilidades, pero me sirvió un la tierra. Habló mi palabra y la tierra, trato de
agradarme en todo, me respaldó en la tierra y yo, padre, estoy aquí para de respaldarlo el
cielo. Y con voz de autoridad dijo:

Padre, abónale sus pecados en mi cuenta. Gloria al nombre de Jesús.


La palabra de Dios dice en primera de Juan 2: 1 al 2 Si alguno tiene pecado, abogado
tenemos ante el padre, a Jesucristo el justo, él es la propiciación por nuestros pecados.
Gloria sea al nombre de Dios

Y propiciación quiere decir cubrir. El es el qué puede cubrir los pecados. Usted pecó, yo
peque, aquí no hay nadie que me pueda decir que no ha pecado. Si alguien dice, "yo no he
pecado" la Biblia dice: "el tal es mentiroso". Todo el mundo ha pecado, pero Cristo es
nuestra propiciación, él cubrió nuestro pecado con sangre.

Él cubrió nuestro pecado con su muerte, él nos sustituyó. El venció por nosotros, usted en
Cristo no es ya un pecador, es un hijo de Dios. Y en Cristo, cubierto por la sangre, Dios lo
ve limpio y acepto para ser ciudadano del cielo.
Este es el momento de aceptar a Cristo. Viva para Cristo y verá bendiciones grandes en su
vida. Solamente la sangre bendita del hijo de Dios hará posible que usted sea limpio por la
eternidad. Venga a Jesús y sálvese que sólo Cristo salva y en su sangre tenemos la
redención, el perdón de los pecados conforme a las riquezas de su gracia. Así estará
haciendo suyas las bendiciones que ya Cristo conquistó en el SACRIFICIO DE LA CRUZ.

Resumen de las bendiciones que alcanzamos a través del sacrificio de Cristo en la cruz del
calvario:
1.- salvación del alma
2.- salud para nuestro cuerpo
3.- acceso libre al trono de los cielos a través de Jesús
4.- poder y autoridad contra toda obra del diablo
5.- autoridad contra la muerte
6.- recibir la llenura del Espíritu Santo
7.- jamás iremos a juicio.

RESUMEN
EL SACRIFICIO QUE TE HACE LIBRE

Luego de haber leído este libro sobre el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario, le
decimos que ese sacrificio lo hizo por amor a usted y a mi. Lo hizo porque no quería que su
alma se perdiera. Él quiere salvar su alm.a
Si ya tiene a Cristo como su único y suficiente salvador, pero se siente triste porque algún
área de su vida aún no se la ha rendido, debe acercarse a Cristo en ayuno y oración y
ofrecerle esas áreas para que sienta gozo y paz. Dios hará de usted un cristiano vencedor.
Si con corazón sincero confiesa sus debilidades y se esfuerza en superarse. Recuerde que:

Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción
de fortalezas 2a Corintios 10: 4.
Si su vida está vacía y aún no aceptado a Cristo como su único y exclusivo Salvador, abra
su corazón y recibalo en este momento. Que él haga morada ahí y le de la salvación.
Ese fue el propósito de su sacrificio en la cruz.
¿Reconoce que necesita a Cristo en su vida? ¿desea depositar su vida en las amorosas
manos de Dios y dejar que El controle todos sus movimientos? sólo así alcanzará Victoria
para su vida y su alma.
1.- Tiene usted una gran necesidad en su vida y es la necesidad del perdón de sus
pecados. Romanos 3:23 dice: "Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de
Dios".
2.- Confiese sus pecados a Cristo. En primera de Juan 1:9, dice: "Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad".
Este es un paso de arrepentimiento en que nos duele haber sido participes de los pecados
de este mundo.

3.- Por medio de la oración, invita a Jesús a entrar en su corazón y que tome control de su
vida. Recíbalo como su Salvador y Señor Romanos 10: 9, dice: Que si confesares con tu
boca que Jesús es el señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo.
Cuando Jesús entra en su corazón, el cambiará toda su pasada manera de vivir y con gozo
podrá decir
"Soy una nueva criatura en Cristo Jesús".

4.- Persevere en el Señor. para esto debe hacer el hábito de orar y leer la Biblia
diariamente; además de asistir regularmente a una iglesia que predique que Cristo salva,
sana, bautiza con el Espíritu Santo y regresa otra vez a la tierra.

Marcos 13: 13, dice: "Más el que persevere hasta el fin este será salvo"

ORACIÓN DE CONFESIÓN:
" Amado Jesús, reconozco que soy un pecador y necesito tu perdón. Creo en mi corazón
que diste tu vida en la cruz por mí y que tu sangre me limpia de todo pecado. Perdona mis
muchos pecados y escribe mi nombre en el libro de la vida.
Bautizame con tu Santo Espíritu y toma control de mi mente y todo mi ser. Ayúdame a serte
fiel para poder perseverar hasta el fin. Gracias por la salvación de mi alma. Te amo Jesús.
Derrama tu amor en mi corazón, por ese sacrificio soy libre en Cristo Jesús. Gloria sea a tu
nombre amén".

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