Está en la página 1de 14

DOS TIPOS DE RESTAURACIÓN

I JUAN 3:8b NTV

“…8 Pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo.”

La palaba de Dios nos enseña que las obras de Satanás propiciaron la entrada del
pecado en el mundo, lo cual fue la causa principal que generó toda clase de
desgracias, tragedias dolor, sufrimiento angustia desesperación, heridas, muerte,
llanto.

Todo esto al fin y al cabo redundó en destrucción en la vida, el alma el corazón el


espíritu, las familias, la sociedad y aun en el cuerpo de la humanidad hasta el día
de hoy.

El Señor en una ocasión dijo que la labor del diablo era robar, matar y destruir.

Satanás por naturaleza es malvado, sumamente perverso, homicida y destructor, y


todo lo que planea debido a su naturaleza tiende siempre a la muerte y a la
devastación.

Pero precisamente, por causa de ello el Señor Jesucristo tuvo que venir a este
mundo, aparte de salvar al hombre, a sanarlo y restaurarlo, de la destrucción
generada por la obra maligna del diablo y del pecado.

La biblia dice que Dios es un Dios que se duele del sufrimiento de la humanidad y
siempre anda buscando acercarse al hombre para salvarlo, sanarlo y
RESTAURARLO.
____________

En este día quiero hablar de dos clases de RESTAURACIÓN:

 Una por causa de la desventura e infortunios de la vida y por la maldad de


otros
 Y otra por causa de los pecados y errores personales.

Como sabemos el Señor Jesucristo siempre es bueno ha sido bueno y siempre se


compadece y se ha compadecido de la aflicción de la gente por las causas que sea.

El Señor siempre estará solicito a acercarse al hombre para ofrecerle su salvación y


restauración, esperando que este le pida que lo ayude.

En este día quiero usar dos historias para hablar de las formas en que Dios sana,
restaura y salva al hombre de muchas calamidades y aflicciones, desde luego
cuando el hombre sigue las instrucciones y las ordenanzas del Señor para poder
darle el alivio que tanto desea y necesita.

RESTAURACIÓN DE LOS INFORTUNIOS Y DESVENTURAS DE LA


VIDA

La sanidad del paralítico de Betesda

JUAN 1:1-9ª NTV


“1 Después Jesús regresó a Jerusalén para la celebración de uno de los días
sagrados de los judíos.

2 Dentro de la ciudad, cerca de la Puerta de las Ovejas, se encontraba el estanque


de Betesda, que tenía cinco pórticos cubiertos.

3 Una multitud de enfermos —ciegos, cojos, paralíticos —estaban tendidos en los


pórticos.

4 -.-

5 Uno de ellos era un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.

6 Cuando Jesús lo vio y supo que hacía tanto que padecía la enfermedad, le
preguntó: —¿Te gustaría recuperar la salud?

7 —Es que no puedo, señor —contestó el enfermo—, porque no tengo a nadie que
me meta en el estanque cuando se agita el agua. Siempre alguien llega antes que
yo.

8 Jesús le dijo: —¡Ponte de pie, toma tu camilla y anda! 9 ¡Al instante, el hombre
quedó sano! Enrolló la camilla, ¡y comenzó a caminar!..

No sabemos el nombre del paralitico de Betesda, pero lo que sí sabemos es que era
una persona que había estado sufriendo a causa de una desventurada enfermedad
que había padecido por 38 años.

El para lítico en su angustia y necesidad, buscaba la restauración a través de un


mito judío que existía en ese entonces.

La gente creía que cada cierto tiempo descendía el ángel Rafael, y al agitar las aguas
estas adquirían propiedades curativas.
Pero como todo buen mito era inefectivo, aparte de que su incapacidad le impedía
descender rápido al agua para obtener la supuesta sanidad.

Pero cuando el Señor Jesucristo lo encuentra y sabe de su padecimiento y larga


aflicción, decide darle la sanidad y restauración, que creemos que no solo fue de su
cuerpo, sino también a su alma y corazón debió a haber venido alivio, paz y gozo.

Así como al paralitico de Betesda, hoy en día mucha gente sufre los desventuras
que la vida le impone, o que otros le imponen a ellos. Y no saben cuál es el camino y
forma correcta de sanidad y restauración.

Por ello el primer paso para la restauración es conocer al Cristo VERDADERO


que realmente sana, restaura y salva de la desgracia producto del pecado.

Pero el Señor Jesús que es Dios y siempre es bueno, que se conmisera de los
afligidos y necesitados, siempre busca encontrarse con ellos para que lo
conozcan, pongan su fe y esperanza en Él y les pueda ayudar.

El Señor Dios omnipotente y con poder ilimitado puede salvar y restaurar a cada
persona de su aflicción y calamidad.

Para Él no cosa difícil que no pueda componer y sacar adelante.


Para ello es necesario que el mundo lo conozca para que pueda recibir de su gracia
y misericordia. Que lo conozca como persona por medio de la biblia y que lo
conozca en intimidad como Dios, Amo y Rey por medio de la comunión intima.

Jesús es Rey y Señor, y quien se acerca aun rey debe hacerlo con la actitud y
comportamiento adecuado para que pueda recibir su gracia y misericordia. Con
Dios es similar.

También cabe mencionar que es necesario acercarse a Él por el medio y camino que
Dios marca en su palabra: fe sincera y profunda y fidelidad y obediencia a sus
mandamientos.

La sanidad y restauración comienza con la salvación del hombre. Pero eso no se


puede recibir más que por el medio indicado por Dios en su palabra: su palabra es
Su ley.

Nadando en el camino correcto Según Dios y su palabra, de lo demás el


Todopoderoso y bondadoso Hijo de Dios se encargara sin fallar. ¿Por qué?, porque
Dios dice en su palabra:

ROMANOS 10:11 NVI

“11 Así dice la Escritura: "Todo el que confíe en él no será jamás defraudado."

SALMO 25:3-6 PDT

“3 Quien crea en ti nunca será derrotado; pero en cambio, los traidores serán
derrotados y quedarán con las manos vacías.

4 SEÑOR, enséñame a vivir a tu manera. Muéstrame el camino que tú seguirías.


5 Guíame y enséñame tu verdad, porque tú eres mi Salvador y en ti pongo
siempre toda mi esperanza.

6 SEÑOR, recuerda siempre ser bueno y misericordioso conmigo, como lo has


sido siempre.”

Nadie absolutamente nadie que deposite su esperanza en el Señor Jesucristo


quedara defraudado. El Señor le concederá los anhelos de su corazón y la
restauración y libertad que necesita.

Pero hay que hacer las cosas como el indica para que todo salga como lo
esperamos…

Testimonio.

Cuando nos convertimos a Cristo, mi esposa padecía mal de Parkinson, una


enfermedad crónica degenerativa e incurable, ella entrego su vida a Cristo, y se
puso a cuentas con Dios y se arrepintió y aparto de toda clase de pecado.

Al mes de mi conversión en el mes de noviembre de 1999, en un evento


cristiano, cuando hicieron oración por los enfermos, ella le rogo al Señor que la
sanara y la restaurara de su enfermedad.

El Señor le escucho y le sano para siempre de ello.

Para recibir restauración primero fu necesario que se arrepintiera y se entregara a


Él para servirlo y obedecerlo. Lo demás después vino por añadidura.

PROVERBIOS 28:13 NTV


“13 Los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los
abandonan, recibirán misericordia.”

RESTAURACIÓN DE LOS PECADOS Y ERRORES PERSONALES.

LAMENTACIONES 3:31-33 NBE

“31 Porque el Señor no rechaza para siempre; 32 aunque aflige, se compadece


con gran misericordia, 33 porque no goza afligiendo o apenando a los hombres.”

A veces tanto en la vida en Cristo como en el mundo, mucha gente cosecha el fruto
de sus pecados contra Dios y sus errores, y recibe tanto las consecuencias así como
el juicio divino por ello.

Como es lógico, el Señor castigara a aquellos que violen sus mandamientos.

Pero como dice la palabra de Dios, Dios es un Dios que se duele del castigo y llega
el tiempo que siente compasión por los que ha reprendido con justa razón.

Entonces estará dispuesto a perdonar y a restaurar y liberar la vida del que ha


estado sufriendo Su juicio.

Desde luego si los que están siendo quebrantados hacen lo que deben hacer.

El perdón y restauración del rey Manasés

II CRÓNICAS 33:1-17 NTV


“1 Manasés tenía doce años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén cincuenta
y cinco años.

2 Hizo lo malo a los ojos del SEÑOR y siguió las prácticas detestables de las
naciones paganas que el SEÑOR había expulsado de la tierra al paso de los
israelitas.

3 Reconstruyó los santuarios paganos que su padre Ezequías había derribado.


Construyó altares para las imágenes de Baal y levantó postes dedicados a la
diosa Asera. También se inclinó ante todos los poderes de los cielos y les rindió
culto.

4 Construyó altares paganos dentro del templo del SEÑOR, el lugar sobre el cual
el SEÑOR había dicho: «Mi nombre permanecerá en Jerusalén para siempre».

5 Construyó estos altares para todos los poderes de los cielos en ambos atrios del
templo del SEÑOR.

6 Manasés también sacrificó a sus propios hijos en el fuego en el valle de Ben-


hinom. Practicó la hechicería, la adivinación y la brujería, y consultó a los
médiums y a los videntes. Hizo muchas cosas que eran malas a los ojos del
SEÑOR y con eso provocó su enojo.

7 Incluso Manasés tomó un ídolo que había tallado y lo colocó en el templo de


Dios, en el mismo lugar donde Dios les había dicho a David y a su hijo Salomón:
«Mi nombre será honrado para siempre en este templo y en Jerusalén, la ciudad
que he escogido entre todas las tribus de Israel.

8 Si los israelitas se aseguran de obedecer mis mandatos —todas las leyes, los
decretos y las ordenanzas que les di por medio de Moisés—, no los expulsaré de
esta tierra que aparté para sus antepasados».

9 Sin embargo, Manasés llevó al pueblo de Judá y de Jerusalén a cometer cosas


aún peores de las que habían hecho las naciones paganas que el SEÑOR había
destruido cuando el pueblo de Israel entró en la tierra.
10 El SEÑOR les habló a Manasés y a su pueblo, pero no hicieron caso a sus
advertencias.

11 De modo que el SEÑOR envió a los comandantes de los ejércitos asirios y tomó
a Manasés prisionero. Le pusieron un aro en la nariz, lo sujetaron con cadenas de
bronce y se lo llevaron a Babilonia;

12 pero cuando estaba sumido en profunda angustia, Manasés buscó al SEÑOR su


Dios y se humilló con sinceridad ante el Dios de sus antepasados.

13 Cuando oró, el SEÑOR lo escuchó y se conmovió por su petición. Así que el


SEÑOR hizo que Manasés regresara a Jerusalén y a su reino. ¡Entonces Manasés
finalmente se dio cuenta de que el SEÑOR es el único Dios!

14 Después de esto, Manasés reconstruyó la muralla exterior de la Ciudad de


David, desde el occidente del manantial de Gihón en el valle de Cedrón, hasta la
Puerta del Pescado, y continuó alrededor del monte Ofel; edificó la muralla muy
alta. Además colocó a sus oficiales militares en todas las ciudades fortificadas de
Judá.

15 Manasés también quitó los dioses ajenos y el ídolo del templo del SEÑOR.
Derribó todos los altares que había construido en el monte donde estaba el templo
y todos los altares que había en Jerusalén, y los arrojó fuera de la ciudad.

16 Después restauró el altar del SEÑOR y allí sacrificó ofrendas de paz y ofrendas
de acción de gracias. También alentó al pueblo de Judá para que adorara al
SEÑOR, Dios de Israel.

17 Sin embargo, la gente seguía ofreciendo sacrificios en los santuarios paganos,


aunque sólo los ofrecía al SEÑOR su Dios.”

(DAR PUNTO)

Como bien podemos ver Manases fue un rey judío que hizo muchas cosas malas
ante los ojos del SEÑOR, violo sus mandamientos, sacrifico a sus hijos en el fuego
en honor al dios Baal, practico la hechicería, practico la adivinación, construyo
altares a los dioses paganos dentro del templo del Señor, etc.

El Señor en su misericordia les envió profetas para reprenderlos y que


arrepintieran, pero él y el pueblo neciamente rechazaron la voz del Señor.

Como era de esperar el juicio de Dios por la perversidad de ellos no se hizo esperar
y lo castigo severamente entregándolo a los sirios y a profundo sufrimiento.
Cuando se arrepintió sinceramente el Señor lo perdono y lo restauro.

De forma muy parecida, cuando alguien en el pueblo de Dios o en el mundo, el


Señor lo castiga y lo reprende por sus pecados y perversidad, y los va a entregar a
sufrimiento extremo.

Y como casi siempre es de esperar, cuando la gente se encuentra en un profundo


estado de quebrantamiento y dolor, entonces, se humillan ante Dios y le piden
perdón y restauración.

Y la mayoría de las veces, el Señor tiene misericordia y les permite volver a


recuperar su paz y prosperidad que tenían cuando las cosas marchaban bien entre
el Señor y la persona.

El Padre es un Padre que ama a sus hijos y como un buen Padre, les dará vara de
disciplina, pero si se arrepienten, les perdonara y sanará. Les ayudara a componer
todo lo que destruyeron y les concederá volver a tener paz y una nueva relación más
profunda con Él.
Siempre después de cada quebrantamiento, normalmente la relación entre el Señor
y la persona se vuelve mas profunda.

Testimonio:

Hace muchos años cuando tenía como unos 4 o 5 años de conocer de Dios y al
Señor, conocí a una mujer que servía como pastora junto a su esposo en Atoyac,
ver.

Nosotros le dabas servicio de lavandería, y en una ocasión me conto que ellos


habían recibido el llamado al ministerio, pero ella no quería servir a Dios en la obra
ni mucho menos prepararse y obviamente consagrarse más.

Siguió llevando una vida tibia espiritualmente, a medias y sin preocuparse por
capacitarse teológica y ministerialmente.

Mientras tanto su esposo decidió capacitarse e intensificar su comunión y


preparación bíblica, pero se sentía mal por ver la indolencia y frialdad espiritual de
su mujer.

Como al año y medio o dos años, un día comenzó a sentirse muy mal de salud, su
esposo la al médico. Por los síntomas el dr le mando a hacer algunos análisis.

Las pruebas arrojaron un alto nivel de glóbulos blancos. Eso indicaba que
probablemente tenia na infección muy fuerte o lo peor, CÁNCER.
Después de varios estudios le detectaron cáncer en el páncreas. La mujer se
quebrantó profundamente, gimió, lloro y suplico misericordia y perdón al Señor
por su rebeldía.

Le pidió que la sanara, y si le permitía sanar y ser restaurada totalmente le serviría


sin condiciones. Estuvo en tratamiento por un buen tiempo pero no le servía, al
contrario parecía que más le avanzaba.

La mujer me decía que ya se había conformado y le dijo al Señor: “pues bueno


Señor, si has decidido quitarme la vida, está bien por mí, lo entiendo, yo tuve la
culpa por rebelde, mucho tiempo me estuviste hablando, te ruego por mis hijos y
mi esposo que no los abandones, y te gradezco mucho por la misericordia que
siempre me mostraste, pero, si fuera posible y hallara gracia y compasión delante
de tus ojos, por favor te suplico que me sanes y me restaures”

Pasaron unos 15 días más menos y un buen día cuando despertó, dice que sentía
bien en paz y contenta, pero noto que las molestias que le causaba la enfermedad ya
no las sentía.

Se espantó porque sabía que cuando los enfermos se van a morir muchas veces
experimentan una mejoría como si se hubieran compuesto. Su esposo abrumado la
llevo al dr, le mando a hacer un estudio.

Cuando le entregaron los resultados esperaban lo peor. Pero resulta que el cáncer
había desaparecido, estaba totalmente restaurada en su salud.
La mujer llena de gozo agradeció enormemente al Señor, dio testimonio, y se
comprometió con Dios a cumplir lo que le había prometido: servirle en el pastorado
junto a su esposo, prepararse teológica y doctrinalmente.

Y lo que más me llamaba la atención, era su actitud cuando contaba lo que le había
ocurrido, era una actitud entre gozo pero a la vez de temor a Dios y reverencia al
Señor, como diciendo, con Dios no se juega.

Para poder ser restaurado:

 Hay que venir al único que es la fuente de la sanidad y restauración:


Jesucristo el Hijo de Dios
 Poner toda la fe y esperanza en Su Persona y su obra maravillosa y divina de
restauración
 Seguir sus instrucciones: arrepentimiento, fidelidad y obediencia a sus
mandamientos
 Tener una comunión íntima con él y su palabra
 Poner por obra cada una de sus instrucciones

(Parte de la restauración en nuestros ser interior solo depende de sus obra, la


restauración a nuestro alrededor, la mayoría de las veces depende de nosotros. Por
ejemplo en la restauración de un matrimonio, depende de nosotros hacer las cosas
pertinentes como pedir perdón, llevar un trato apacible y bondadoso, vivir con
integridad, tener interés mutuo uno por el otro, etc.)

_____________

IMAGEN DE Jesús SANANDO

CONCLUSIÓN.
Sea cual fuere la causa de nuestro quebrantamiento y destrucción, siempre de los
siempres en Cristo Jesús nuestro Dios y Señor habrá forma de restauración.

Él es Dios sabio y todo poderoso que tiene toda la capacidad de sanar, restaurar y
libertar de la opresión, la enfermedad y el dolor.

Pero recuerde siempre, todo comienza con la salvación de Cristo y el


arrepentimiento, sin eso no se puede hacer nada…

Todo inicia con el Señor Jesucristo.

CON PROFUNDO AFECTO EN EL SEÑOR JESUCRISTO:

PS. GUSTAVO MÉNDEZ, CÓRDOBA MÉXICO

También podría gustarte