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A nais ab*elos uascos, d.e qaienes


be beredado, en pafie, mi a.ttzora la
Libertad,y a España y, acaso,mi toza-
d,ez en la d'efensa d'e mis i'd'easy de
rti¡ i.deahes,
Hace macltos nr¿les n e sorprendió lt?ra cafid d.etrpd're Go*
zalo Martlnez Díez, entoaces ca¡edrátieo d'e Hioorib del, Derecho
de la Facaltd de San Seba¡tün, Me proponía en ella h publicación
de *na "Misceánea de e¡trdios sobre la historia d'el pals utsco",
rcamieado mis ftabaios sobre el te¡na. Le conte¡té qlte rro ,ne aon-
sidera.ba especialista en etr pasado de ,an aiejo paeblo, Me replicó
enuütdome la lnga lista d,e mh nzonogralías sobre temas cot cer-
nientes.al leiano ayer de lo¡ r)asco-rataéffoÍ.AI, conctmsata la cátedra
d,e la Unioersidad, de Valldolid insiaió sobre el dsürrto con gran
apremio, J*zgaba que serla ¡lril ¡e*ni¡ la oeiüena de mis nabajos
rclat'ioo¡ a h hiaoria aascal Me de.jé ganar por !* insiaencia y tre
ü carta bhnca para l¿ edición qr..e ,ne proponla, S* intel,igente
dinamismo rcsobió todas l,at d'ificaltades. Y ahí aa Ia niscelánca
por él proyectad,a.
Me be q*edado asomb¡ad,o al rcanhla del interés qae babla
prertado atr pasado tettoto de Io¡ aascos,Ese paiado se babla e*tre-
crazado íntim¿naente con eI de las otra¡ gentes qüe hablan inicido
la ¡esistencia contra los hntaso¡es sdffttcenos. Sinctónicanente ba-
bían peledo con los nu¿sulm¿nes.del su los paeblot de Galicia,
Asttrias, Cantabria I Vasconia. Los aauárros babl¿n aiaido alidos
a los Banú Qasl, m*salmanes de origen godo qae tri*nfaron en
el. aalle del, Ebro, Sas gratdes caudillos, Iñ.igo Arista y Maza, el
"rercet rel¡ de Etpaña", babl¿n nacido del útero d,e *a¿ mitma rntt-
,jet Esa fuaemidd, la aarual al.ianza gte prod*jo, y el exfrenta- babrla llegado basta el' golfo d'e Vizcaya y habría nraigdo en s*t
tniento de los nuladíes con l,o¡ oecinot rcyes de Ouiedo, me bablan oúllas.
fonado a est*diar el pasado de los ieaegdos y d,e los pamploneses. Y tto prcdo tarnpoco reprod,ach aqú las páginas que be es-
Ua gho en etr c*ad'ran e histórico ttinc*I,ó a n&)atros y a asg*ria- crito ¡obre la colonizaoión aaco-naaatrA en etr solar db Castill,a' pá'
nos, los nietoi de Maza cornbarieron desp*és a Alfonso lll,-, y po- ginas gue be trazúo atr e¡tudiar la Despoblación y repoblación del
d'ría seg*h explicando cómo g por qae me habh ad,enrad,o en la valle del Duero. Alganas registto entpero aboru que ,permiten úi-
bistoria del país oasco, oinar La interuenoión d'e los aascos en el nacimiearo ! ttiunto hi's-
¿Interesarán estat pági.tus al e*rioso leclor? No sé, Bl,las le mos- tóúco de Casti.ltra,
t¡arán al, ncenos cómo los oascos aiaieron los mismos peligros que He sostenido mrís d'e una ttez, incluso en algtna monografla
I'os otros paeblos tistianos del, Norte que constit*yeron el, gernert aq*l reprod'uci.da parcial'men e, qüe Casti'lla no babúa nacüo ni
de España, Y cóno ¿ ellos se ¿tcerctuona la postre lot naaarros en babría si.do corno fue sin las l,argasI bárbaras iornad,as de tra resis-
la gran batalla con ra Cóú,oba. tencia conjunta d,e Io¡ prirzitioos castel'knos y d'e s*s oecinos aJ*
Los moradore¡ en la gran deprcsiún oasca, inoonscientes, a i)eoeÍ, oeses, En Córdoba no se ignoruba la real,idad de los pel,igros q*e
de w fraternidad, con tras otrds genter del ¡eino d.e Asturias, que ereaba al. Islam la con1unción en re Alata y AI,Q;Iá. (Los cati.llos),
ellos integrabaa, I otraidando sa ínti.ma solidarid.ad. bistórica ion Y por ello descargaron qael.es za'rpazos en la zond d'e úangencia
eltros rc alzdron en ocasiones contra qaienes regían el embrién de de las d,os conxttrcds;I'os nombres de I'as batall'as del úo Oún, d'e
Españ.a deú,e Ooiedo, La bi¡tori¿ demue¡fia qü? pagdron cato su Claai'jo, de la Morc*eru,., descubrcn el intento de l,os islamitas de
errcr, porqile tales reauelras facilitaron los bruratres ataqüer d,e las aplasur esa doble rcsistencia, La bemaand'ad,de arma¡ de al,aaesesy
fuerzas ncusulmanas qüe a sü pl,acer asol,aton bárbarumente él pals caaellanos ueó una bermand'ad, bistórica d'e la que f*e en gran
ante¡ alzad,o conba lo: reyes nietos de Petrayo,Los e,jércitos d,e Cór- parte fruto Castihl'a.
doba llegaban en esas canzpañashasta l,as l,ejaalas ,odaaía paganas Hija de los aascos, Castilla, sin bipérbole lte hablad'o amtdñn
de Los uasdo¡ adoradores del, !*ego. Y con loi cráneos de los e-aldos de que al prcceso centenario de rc¡nanización del pals aasco, aún
en la l,*cba tornaaban colinas sobte las caales trepaba el, nz¿tezln ,ro co?rcluso,tiguió otro d,e signo coarraúo: el d'e tra aasoonización
pma alaba.r a Alá, el Clemen e y Misericordioso, Su oht.ido de sa de EQañ.a por s* ca¡tellanización, proceso tarn|oco terminad'o,
fuaernid,ad con cántabros, dsrilres I gal.Iegosatrala l,a tormenta sobrc Pero basta, No quiero deiarme deslizar a la forja de interpre-
s*s cabezai.y su sola,r twcional eru bárbaunente de¡trozad,o. taciones d,el ayer de Españ.aal socaire d,e esta miscel,ánead,e esta-
Y otro tanto pued,e dechse d,e la al,ianza de los Aristos 1t los dios sobre la hi¡toria del' puebl,o aaico-rulwdrto, Aspi'ro a búndar aq*í
Mwzas, No fue lecunda en bienes par4 l,os cristianos de Naaana, estampas de ese rcntoro ayer de un puebl'o que fae la ralz cúbica
p&es con frecuencia ell.a deterrninó el, t¡enzend.o descargat sobre de Españ.a, Como pi.ed'recitas d,el mosaico q*e coutituyen ,rtuestru
bistoria: la de todos los españ,ol'esq*'e habitan d'esclelrún a Gibraltar
Pa.mplona d,el,uyo de .los ataquet cord,obeses,
y desde el cabo de Creas basta eI d'e F'ini¡terre.
No siempre es fáci,l a I,o¡ ltombres comprend.er los debercs que
impone la superior *üdad, de destino con sas conuecínos y no lo
Buenos Aires, 28 marzo 1974.
es calcular lo¡ nzales que la satisfacción dre miopes apetitos ,uisce-
ruIes aoarrea, ClaudioS,{ncsnz-ArBoRNoz
No pwedo íncluir aqui mis páginas sobre el gran nzomerzto er?
qüe ün rey bi¡o d,e un guerrerc god,o-cántabro,Fraela l, 1t de una
prisignela aasca, Munia -alad,o a Al,fonso ll-, por contar con la
¡olidaridad. d.e ,od,os los pueblos d,el norte cantábiico, d,esd,eVasco-
yk hgta Gal.icia, pudo enfrentar el intenúo cord.obés d,e aniquilar
Ia criaiandad norteña. Y .saloó para siemere La libeoad de l) Es-
paña euoped.! Iror end,e I,a |,ibertad de los aascos abwelos de su
10 nad,re, Sin esa anión cod,ial, bajo el eetuo ilel Rey Casto, el lslam 11
los vascones vasconizan venció de nuevo en 442, en tierta de los Aracellitanos (Hidatio,
la depresión vasca * 128), cuya capital, Aracelli, se hallaba e¡ los confines occidentales
de Vascónia (S. Alborno": Di¡tisiones tribaJe¡ y ad,núnistratbas del
solar d,el rcino d,e Astwrias. "Bol' Ac. }la." 1929). Y, criando años
más tarde, en 449, otra Yez, aParecenen la historia (Hid¡tio, 141)
llegaron a asesinar al obispo de Tyriassone (Taraznna), junto a-la
ray=ameridional de los vascones (S. Albornoz: Diuisiones triba'
tet,., (mapa) y Taracena: Vías roruanas del' dlto D*ero' "Anuario
del cuerpó facultativo de Archiveros, bibliotecarios y argueólogos"
TT,L934),
A cornpletar la anarguln eo gue había caído aquella cg1nalca
debieron di contribuir las expediciones del rey suevo Rechiario:
contra Vasconia, en feb¡ero de tal año (Hidatio, 140), y contra
Tangoza y lÁrida, en julio del mismo (Hidatio, L42). Los bagau-
das lue habían vuelto'a devastar la provincia' al socaire de esas
expeáicion.t, hubieron de ser combatidos en 455 por-Federilo, h9¡;
mino del rey Godo Teodorico (Hidatio, 158). Rechiario invadió
de nuevo esas tierras en 456, Poco antes de su derrota junto al
Orbigo, de su prisión y de su muerte (Hidatio, 172-173).
He estudiado la desbordante actividad de los vasconesduranre La desapariiión en la zosa occidental de la Tarraconense de
el siglo v en mi obra En torno a los orígenes d.el todo resto de las fuerzas imperiales, acreditada por tales sucesosy'
feadalisrno fif, especialmente,por la intervención de Federico contra los bagaudas;
qagiiilS 62-64, na. 83. A la entrada de los"bárba¡os ia región occi-
dental de la Tarracone¡rse cayó probablemente en la aíarqula al la ruina a la muerte de Rechiario, del poderoso reino suevo, que con
desarticularse la otganiz.aciónmiiitar y adminisuativa de ln *n^ f¡ecuencia hacla llegar sus ejércitos hasa el valle del Ebro; y las
como natural consecuenciade la invasión. Libre además el país de guerras que durante algunos años mantuvieron los generales godos
la ocupación de los invasores, establecidos en el NO, los en Galicia, en la Lusitania y en la Bética, permitieron oüa vez a
que en él habitaban vivirían durante decenios-a la intemperie his-
iueblos los vascosvivir libres de todo yugo y aún de toda amenaza.Eutico
tórica, faltos de las habituales fuerzas coactivas que madtenían la los sometió a su imperio hasta el 481, conquistando Tangoza y
autoridad de Roma y sin gue ningunas orras las siustiruyeranen el Pamplona (S. Isidoro, 34), pero los desastresde Alarico y Gesaleico,
mantenimiento de la paz civil. El primer ¡esultado de tal acefalia en las Galias, y las dificultades gue acompañaron al reinado de
fue sin duda el crecimiento de hs üandas de bagaudasgue infesi"- Amalarico, debiiron de facilitar, de nuevo, a los pueblos del valle
ban la Tarraconense. Que estuvieran integradas" por .,rir.ona, ,ro del alto Ebro y del Pirineo Occidental el volve¡ a actuar a su
puede afirmarse con cefteza pero sí sospácharsey no sin razón. albedrío, du¡ante, la primera mitad del siglo vl. La entrada de los
f¡ancos hasta Zarago,za,eÍr 54I, reinando Teudis; el desástre del
Po¡ lo que sabemos de la ferocidad vaicona 4. ella aluden el mismo delante de Ceuta, y las largas guerras civiles que acompa'
!9:t" 459r.9 _y el senador Paulinq en las carras que cruzaron enffe ñaron los reinados de Teudiselo, Atila y Atanagildo, guertas que
389 394 (Ed. Peiper)-.y porque-los bagaudasse muesrran ejer_
.y determiqaron el establecimiento de los bizantinos en España, apaf-
ciendo sus terribles fechorías en [as f¡ontera-so dent¡o del solar'de
taron del Norte la atención y la autotidad de ,los godos, y sólo
la vasconia clásica. Fueron vencidos no sabemos dónde .por Astu-
lmvigildo volvió hacia ellos sus armas en 581 (Juan de Biclara,
r'rus,dux,.utriutque mil,itiae enviado a España en ALlt(Hidratio
M. G, H. Auct, lntq. XI, p. 216).
núm, 125). Pero el poeta Merobaudes,yernó y sucesorde aquél los
--7Vlis*r, Durante siglo y medio, con ratos intervalos, los vascos vivie-
de h n¿eió¡respañola.
"Estudioscríticossob¡ela histo¡iadel ¡eino ron, pues, a su arbitrio, sin otra ley que su capricho. En esa época
12 de Asturias",I, Oviedo,1972, páes.10l.106, no sólo combatieron con Asturio, Merobaudes,Rechiario, Federico, 73
Eurico y Leovigildo, sino también, probablemente, con sus vecinos de Vardulia y.Caristia pudieron, por tanto, en verdad, llevar con-
del Noroestq várdulos y caristios. sigo un idioma gue seguían empleando -lo lleva¡on también hacia
Han admitido la entrada de los vasconesen la depresión vasca el sur cuando repoblaron Rioja en el siglo x (V. mi Despoblación
Schulten: Ia; rcferencias sobre los udscones,"Rev. Intl Est. Vasc.", y repobl.acióndel aalle del Duero)-. Y porque, conua la opinión
1923, )fVlll, pátg. 32; Gómez Moreno: Sobre los iberos y sa len- de Caro Baroja, la coincidencia ent¡e los límites dialectalesy triba-
gua. "lJomenaje a Menéndez Piilal", III, págs. 477 y 483, y Me- les antes favorece que contradice lo tardío de la adopción del vasco
néndez Pidal El, sffio-en: su d,ifusi.ón en la onomástica hitpana. por várdulos y caristios, pues también coinciden con las f¡onreras
"Emerita", YIII, 1940, pátgs. 3435.
de las otras tribus septenttionales de España, las de los dialectos
Me inclinaron a r¡nirme a tales ilustres autores diversas razo- romancesde astures,cántabros, iavaffo-atagoneses...,que recibieron
nes históricas: Et 456 todavía asomaban al Cantábrico los v¿i¡du- el latín de los conquistadoresromanos.
los, cuaado sus costas, y las de los cá¡tabros, fueron atacadas pct IIay que distinguir, además, entre penetración polltica o hu-
naves.de los é¡ulos (Hidatio, 171); es decir, mediado el siglo v, mana e invasión lingülstica. Pudieron várdulos, caristios y autri-
todavfa ocupaban los várdulos la zona donde los colocaron lós au- gones hablar una lengua atáloga a la de los vasconesy haber éstos,
tores clásicos. Pero en los comienzos de la Reconguista ya aparecen sin embargo, entrado en tieffas de aquéllos durante los siglos v
desplazadoshacia Occidente y establecidos en las aniiguui sedes y vr. Gemelo del vascón era el aquitano, y no cabe dudar de la in-
de log. autrigones (Crónica de Alfonso III, Fd. Vilhda, pá,gs. 69 vasión de Aguitania por los moradores de la Vasconia cispirenaica
y_ L16),.mientra-s-los vascos ocupaban ya .Alava ¡Barrau-Dihigo: a fines del siglo v.
Reclterches sur llhístohe da, rcya*me a¡iuirn. .'Rev. Hispaniqrie., Si como Caro Baroja ha defendido con argumentos de peso
Lll,
-1927,- pág. 23r. Ahora bien, sólo podemos explicatnos éstos (Lot pueblos del Norte, págs. 82 y ss.), cántabros, aurrigones, ca-
cambios de rcsidencia suponiendo qoe do¡ante .r. iielo v medio ristios y várdulos habla¡on la misma lengua y era segura su unidad
de libertad y de potencia de los vaicos, más fuertes ístos'que los política y social (ob. cit,, pág. 87), sólo una invasión de Vardulia
pueblo-s habitantes en las ptovincias vascongadas y en los- valles y Caristia por los vascones explicaría las diferencias que las se-
altos de Burgos, de la misma mar¿eraque-después cruzaron los pararon luego de Cantabria y las relaciones que las aproximaron a
Pirineos y se establecieron en las Galias, s<tendiéndose hacia el No- Vasconia.
roestq vascorlizaron aquellas ri€rras hispanas lirnftrofes.
los vasconespene.traron hasta m'uy dentro de las Ga,lias en los
_Bosch Gimpera, en Lo formación de lo¡ pueblos de España, siglos vr y vII, según acreditan numerosos pasajes de Venancio
México, t945, págs. 1.30, 152 y 343, cree celtás a los caristios y Fortunato: Carmina, IX, I, 73; X, 19, ll (M, G, H, Auct. Antq.,
a los autrigones y supone que renació en ellos el vasquisrno des- IV,203 y Z5l); Gregorio de Tours:.Historia Francorum, VI, 12,
pués de ¡oto. el poderío céltico por los romanos, Io que equivale y X,73 (M. G, H. Scri,pt.Rer. Mer.,I, pá.gs.257 y 263), y el Seudo
a suponer una penetración cultural vascona en elloi en tiempos Fredegario: Cbronica,IV',27,54 y 73 (M. G. Sui,pt. Rer Mer,, IÍ,
hisróricos. págs. l2), 148 y 153); pasajes utilizados por Bladé: Les aascons
Niega todo cor¡imiento va'scón hacia el solar de vrirdulos, ca- aaant le¿tr établisienzenten Nooempopulania, 1891; Longnon: Géo-
ristios y autrigones Carc Baroja: Los pueblos detr norte de I,a Penln- grapbie de Ia Gaule au VIe siécle, pág. 247; Blade: IlAquitaine et
sula lbérica, págs.77 y ss. y 103 y ss. Se basa: a) En la conradic- la Vd.sconie ci.spyrénéenne depuis la tzort d.e Dagobert I i*squ')
ción que implicaría la intensa rcmanización del tenitorio vascón ll époque du fu¿cEudes, "Annales de la Faculté des Letues de Bor-
y la supuesta emigración desde é1, a la depresión vasca acrual, de deaux", X[I, 1891, y Ganshof: Les destínéesde lEmpire en Oc-
una lengua ya olvidada. á) La coincidencia de los llmites dialecta- cident, Histoire Glotz H. dw Moyen Age, I, págs. 269-270, 277
les del vasco de hoy con los límites geográficos de vascones,vár- y 289-293.
dulos y caristios, coincidencia que excluirla, a su juicio, la tardía Los vascones lle¿taron luego a sitiat Zarcgoza en riempos de
adopción por los dos rlltimos del habla de los primeros. Pero tales Recesvinto, según atestigua la carta de Taion a Quirico (Esp, Sagr.,
argumentos carecen de fuerza. Porque la tomanización intensa del X)Oü, pág. 172). Bien pudieron comenzar por descendera la ac-
territorio vascón no alcanzó,como el rnismo Caro Baroja reconoce, tual depresión vasca, empuiando a los várdulos hacia el solar de
74 sino la zona meridional de aquéI, y los invasores vasconesdel solar Castilla. to
Caro Batoja nos ofrece, por último -sin proponérselo-, prue' dutante los siglos vrrr y rx, pues el país vasco acrual se hallaba
bas seguras de tal invasión en su magnífico libto Matetial'es pa,ta entonces unido al reino de Oviedo y Navarra giraba en la órbita
und hi¡toria d,e I'a I'engua oasca en su releción con tra l,atina, Sala- de la España musulmana, incluso despuésdel año 800, en gue los
A¡ista se alzaton en Pamplona; lo he demostrado en La a*téntica
rnaoca, 1946. Reconocegue "ninguno de ios pueblos gue Ptolomeo
induye dentro de ter¡itorio várdulo tiene nombre de claro tipo baal.la de Clayi1o, "Cuad. Ha, Esp.", IX, 1!48; en Los oascos1¡ lcis
vasco-aquitano; los nombres que da parecen celtas o ligures"; y rnusulmanes dtrante lot ptbneros siglos de la Reconquisu, óon-
greso Internacional de Estudios Vascos, Boletín del Instituto Ame-
confiesa que "análoga dificultad ofrecen los nombres de la tribu
de los caristios y. sus ciudades" (ob, cit., pág. 87). ¿Cómo explicar ¡icano de Esrudios Vascos. Año III. Vol. III, núm. 9, 1952, y en
Problemas de la historia naaara d,arante el úgl.o X, .Cu"i.'ft".
la posterior vasconizaciónde la toponimia de Vardulia y Caristia
sino como resultado de la entrada de los vasconesen el solar de Esp.", XXV-XXVI. Y en el curso del siglo x, cuando la nueva
los dos pueblos? Y acredita ese corrimiento el desplazamiento del dinastía navarra colonizó la Rioja y colonias vascasse estableciei'on
único nomb¡e de población várdula que ha perdurado, el de Tul.lo- en tierras castellanas-de esa época data, sin duda alguna y con-
tra lo que
niurn, que desde la llanada de Alava, donde era mansión en la vía -c¡e-eJulio Caro Baroia, la expansión del vasco por
-en tales
romana de Asturica a Burd'igala -cabe idendficarla con Alegrla zonas, estudiada por Merino Urrutia. El, oa¡cuence hablado Rioia
(Sánchez-Albortoz: Diaisiones tribales. "Bol. Ac. Ha.", L929, pá- y Bugos, "Rev. Inst. Est. Vasc.", XXVL 1935; Et aa¡c*ence en-el
ginas 352 y 356)-, p^s a designar una sierra, la de Tolonio, que all.e d,e_Ojacastro. "Bol. de la Soc. de Geografia', LXXI, 1931, y
Mfu ¡obre el uascuenaed,e Ojacatru "Bol. Soc. Geogr.", LX*d,
se alza rnuy al suf, en el límite de las tierras de Alava y Rioja;
probablementela sierra a que se acogieron los habitantes de la ciu- 1932- no se extendieron ya hacia el sur los nombres sn -a;n,
dad de Tulloniunz ante el empuje de los vascones. de abolengo_.romano,sino los en -uri, de clara estirpe vasca, y
no se extendieron tampoco las oras palabras gue Caro- Baroja su.
También reconoce Caro Baroja "que probablemente el origen
pone
de los pueblos con nomb¡es terminados en -ain de Guipúzcoa y -inuoducidas por los navarros en Varduliá y en Caristia. La
enuada de los vascones en ellas hubo de tener lugar, por tanto,
del este de Alava -el solar de Vardulia conforme he probado en
durante los siglos v al vn,
mis Dioisiones tribales. "Bol. Ac. Ha.", 1929, págs. 35I y ss., y
todos aceptan- esté estrechamentevinculado a un período en que -Esa penetración vascona en tierras de várdulos y caristios que
.los navarros colonizaron parte de las tierras abandonadas,o poco nadie tiene por iberos, explicaría, además,la adopción en ellas'de
instrumentos y prácticas también usadas en Vascónia y de origen
pobladas, de aquellas regiones y que tales nombres no sean pro-
ibé¡ico,
ducto de una evolución fonética'caracterlstica de alavesesy guipuz- _p_orejemplo, la adopción de la rüeda maciia empleáda
hoy en Navarra y en las Vascongadashasta el Nervión, rued" q.re,
coanos". Y añade: "Por colonizacionessemeianteshay que explicar
como reconoce el mismo Caro Baroia (Los puebl,os d,et Noná...,
acaso también cie¡tas concordancias especialesentre dialectos vas-
págs. 745-146), aparece en exvoros iMricos. * .s" penetración ex-
cos separadosen el espacio -se refiere a las aproximaciones enffe
plicatía a la par las diferencias que separan aún a navarros de
el vizcaíno y el soulletino- así como la introducción en el habla
vascos,
de las partes más fragosas, de palabras latinas que aluden a una _porque ninguna colonización extirpa las viejas esenciásde
los pueblos colonizados.
otganización urbana social que en ellas parece que nunca existiól'
(ob. cit,, pág. 97). Recientemente Ana Maria Echalde al estudiar Lo¡ tobónirno¡
No cabe más explícita confesión de la entrada de los vascones ?--o, en el país aasco español, "príncipe de Viana,', 106-107,
7967, ha demostrado que sóló se cónservanen el no¡te de Nava¡¡a
en Vardulia y Caristia en los siglos v y vI. Los reyes de Navarra
y sus vecindades,es decir, en la zona norteña del primitivo
no se apoderaron de talés tierras hasta el siglo xI, y ni hay el solar
qe los vascones.Su ausencia
menor indicio de que tal incorporación implicara una colonización de la zona meridional del mismo es
u¡a nueva prueba de la despoblación sufrida por ella durante los
de las mismas, cuando se brindaban los feraces campos del Ebro stglos primeros de la Reconquista.
a la repoblación de los navarros, ni entonces exportaban ya éstos, ¿Cómo explicar que no se re-
gistren en tierras de várdulós y caristios si'éstos ñubiesen
a las tierras por ellos colonizadas,las formas lingüísticas que Caro sido
desde siempre ramas del mismo rronco que los vasconesnavar¡os?
Baroja les supone inuoduciendo en los solares de várdulos y ca' una conjenrra se impone para aclarar la diferencia. Los noinbres
76 ristios. La entrada de los navarros en ellos no pudo tener lugar ¡t 77
t
t

t
ei -oz no habrían sido conocidospor
los pueblosque habitaban
defresión vascay no habríaniiao i*porr"d";
¡¡ -!
lnvasotesvascones. ^.;;;;i;,
Po¡ rfltimo la entradade éstos en ella puede
explicarsepor
el curso de la historia hispanad. l"--ep*u.'f"
¡nurriái-;;r.á;
en las provincias our.oogidu, pudo ,.i
. ¡esultadoJ; l; ñ;;¿;
ellos.por,tá, ejé¿i;; godo, o.r,..doresde los ba.
:f::11"-sobre
gaudas,como es sabidode estirpevasca(remito
^¡ otÁ-niloíio
dyt.feudatismo,ill,pJgr.-ó: ell " ¿, t^ tú;';;:
f-,1:: por
r'da. .o:ttr?es
el pueblo vascóncon ocasiéndel cruée de i
los pñineo,
g::"lT -l:^rT codrr,,cuandoen tos días á. alurico p.;r;;';
Espanay toma¡onsedeen ella (remito
a Reinhardt: i"b;;;-;;
tanzientode los .ttisipo(9sen tn
)unior)ú.lar.n. Erp. Arq.,,,-Xliii,
1945,y a mi Traiición-!_¡r;r;i;-;;;;solo,
"Cuad. Ha. Eso.".'xKx:xxx, ,o León 1t Ca¡t.iila.
19jt. "C;;o reaccióncontra las
dos presionerr'egíst tor oá.oíáí'r."iu¡rrrn
de várdulosv caristios "d.s, co'ido ar solar
y habtían.;;r"d; ei us Gatias.I¿ crono-
logía compaiadade b! á; p-;;r*-;ü.r"dos
hispano-godade una parrc y di los de ta historia
dos ¡íov¡mientosvasconesde
la oúa parececonfirmar t" rorp.Juau
ln.uu.i¿n enffe elros.Im_
porta ademásno olvid¿rla enira.rla
.n frp"n" po, f"*fiárru-in
541 de cuat¡o reyesfr,.1.9, que llegaron hásta
caesaraugastana.'M. Zangoza (Chrcnica
G. H. Á;;.:2;;;'; xl, p¿g. 223). Esa inva-
acenruarel movimienro¿, iérücones hacia
;; la depre_
#:l
de es-tu
d¡osdispersos #t' ;':i; :7r:' :'J1X ii.',ilffi lffr::l
don Claudio Sánchez-Albornoz..Íratarde ""ru...:
descifrar:
'V et ániomá
histórico de pueblos tan. singulaieb como vascos navai¡"óS:
apasionante.Ninguno más competente que Sánch'ez_AibóÉné¿-
ATBORruOZ
"s

ffiru
que ha buceado en las .$uentosdocurneñtales dél ,pl,imitivo ,
reino asturiano, al que perténecíaesta raza, indóniita al Vuqo
de los romanos. Las divisioneStribales administrativasdel -
so-larvasco en lá España prerromana, ra vaiConiiació; d"
várdulos, caristios-y autrigones,el. protagonismo vasco en la
rl.neaqetenstvadel naciente reino astur¡ano,lós oríqénes del
reino de Navarra y sus contactos c.q¡ los muladíes'del'Ebió y
otroq capítulgs más constituyen,la,'péripecia
máS sóbresalientede este'p¡eblo, .gstd no qr,rieredácir
lye.gl en¡gma
q u e d e
histórica
p l e n a m e n t é ' : d e s V e l a dNoo. p a r t i c i p a
Sánchez-Albornezdel optimismo dei qran prehisioriador
HÑTruff
aüstríaco Menghiz, para quie.n ,.ya no;exisie el. enigma vasco". ed,cidn
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