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segunda edición

DERECHO
INTERNACIONAL
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PUBLICO
JULIO BARBOZA
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Barboza, Julio
Derecho internacional público - Buenos Aires :
Víctor P. de Zavalía, 2008.
853 p.; 23x16 cm.

ISBN 978-950-572-776-6 ' 1

l. Derecho Internacional Público. l. Título


CDD 341

"A Laurita"

©Copyright 1999, by Víctor P. de Zavalía S.A.


©Copyright 2008, by Víctor P. de Zavalía S.A.
Alberti 835, C1223AAG Ciudad de Buenos Aires

Diseño de tapa: Guadalupe de Zavalía

Impreso en la Argentina
Queda hecho el depósito que indica la ley 11. 723

ISBN: 978-950-572-776-6
El Comité Nacional para el seguimiento del programa del Decenio de
las Naciones Unidas para el desarrollo considera que el presente libro,
producido durante dicho Decenio, es una contribución hecha en su
marco.
Prólogo

Escribir, en nuestros días, un libro de enseñanza del derecho interna-


cional es una tarea mayúscula. El derecho de gentes está en plena ebu-
llición; un grupo considerable de organismos, tanto de las Naciones
Unidas como privados, proponen constantemente cuerpos normativos
que reclaman las crecientes necesidades de la comunidad internacional.
Con esos materiales, los tratados que adoptan las conferencias codifica-
doras crean una urdimbre normativa y sobre ella -y a su lado, sobre
otros textos-, la llamada "nueva costumbre" teje incansable una verda-
dera tela de araña. La creación consuetudinaria, que es el método más
antiguo y típico de nuestra disciplina, nos sorprende hoy al reconquis-
tar el lugar de privilegio que tuvo antes de la ola codificatoria.
Complejidad, dinamismo, cambio, todo eso hace difícil la epopeya
de abarcar el derecho de gentes en un libro de enseñanza. Fue así como,
a poco más de recorrer la mitad del camino, sentí la necesidad de acep-
tar la ayuda de colaboradores -y verdaderos amigos- que me prestan su
concurso en la cátedra y varios capítulos del libro vieron la luz con sus
aportes. Quedé con ellos en que la responsabilidad por lo que se publi-
ca es mía y por ende, en que me reservaba el derecho de modificar la
base recibida, de forma que mantuviese el estilo general del texto y se
adaptase a mis propias concepciones sobre el derecho internacional y
sobre lo que un libro de enseñanza debe ser. Generosamente aceptaron
la propuesta y me complazco ahora en individualizar las contribuciones
hechas. En el capítulo 5 (El derecho internacional público y el derecho
10 PRÓLOGO

interno argentino) y en el 16 (Inmunidad de jurisdicción del Estado y de Primera parte: Introducción y conceptos generales
sus bienes), Mariano García Rubio; en el 13 (El arreglo pacífico de las
controversias) Alberto Vázquez Ramos; en el 15 (Derecho diplomáti- Capítulo 1
co), Juan Manuel Gramajo; en el 20, sección C (Protección internacio-
nal del medio ambiente) Soledad Aguilar; en los dos capítulos de El Derecho Internacional Público
derecho del mar (21 y 22), Marta Vigevano; en el Capítulo 23 (Organi-
zaciones internacionales) Gastón Manes; en el Capítulo 26 (Nacionali-
dad, extranjería, minorías, asilo, asistencia judicial) Paz García Ghirelli
y en el Capítulo 27 (Protección internacional de los derechos humanos),
Raúl Comelli.
Mención aparte merece el aporte del Embajador José García Ghire-
lli, en el Capítulo 24, referente a la OEA y al Mercosur, puesto que con l. Concepto
él originalmente, hace ya bastantes años, habíamos decidido escribir es-
te libro en conjunto. Cuando finalmente tuvo lugar el envión que pro- Hay muchas definiciones, algunas diferentes de otras sólo en mati-
dujo la obra, su destino diplomático en Filipinas le impidió dedicarse al ces, del derecho internacional público (DIP). 1 La más conocida es la
trabajoso menester de escribir. No quiso, sin embargo, estar ausente de siguiente:
este emprendimiento y me alcanzó un texto que, desde luego, no me
atreví a retocar. "Conjunto de normas jurídicas que reglan las relaciones entre los suje-
tos de la comunidad internacional" 2
A cada uno de ellos les agradezco de todo corazón la valiosa coope-
ración prestada y el gesto amistoso de su ayuda, que se renueva coti-
dianamente en la cátedra universitaria. También quiero agradecer a La introducción del concepto de "comunidad internacional" nos
Victoria Sánchez y un pequeño grupo de jóvenes alumnos que en algún parece acertado, aunque desde luego también sería menesteroso de una
momento de la larga gestación del libro revisaron parte de las notas. definición, cosa por cierto nada fáciJ.3
Espero que la presente contribución, al facilitar la enseñanza de algo
de lo que aprendí, salde de alguna manera mi deuda con el sistema edu-
1
cativo argentino, al que debo mi formación básica. Enseñar y aprender Las definiciones podrían agruparse en tres categorías:
son el anverso y el reverso de la misma moneda, un ciclo que se com- • por sus destinatarios, ya que el DIP es el ordenamiento que regula las relaciones
entre los Estados.
pleta de generación en generación. Ahora me toca esta faz del proceso. • por la sustancia, o sea por el carácter internacional de las relaciones reguladas
• por la técnica de creación de las normas, esto es, por los procedimientos a través de
los cuales las normas del derecho positivo son creadas. Eric Suy, "Sur la définition du
Droit des gens" en RGDI, octubre-diciembre 1960, p. 72.
2 Moncayo, Vinuesa y Gutiérrez Posse, Derecho internacional público, T. I, p. 14,

Buenos Aires, 1987. Esta definición puede no ser aceptable para escuelas de pensamiento
que conciben al derecho como algo más que un conjunto de normas, como la de Carlos
Cossio (Teoría egológica del derecho), la de Goldschmidt, la del realismo jurídico nortea-
mericano, etc.
3 Para un tratamiento exhaustivo del tema de la comunidad internacional, ver la tesis

de Santiago M. Villalpando, L'émergence de la comnnmauté internationale dans la res·


,., », P•M,S.,, .. Q..MJH

12 Juuo BARBOZA EL DERECHO INTERNACIONAL PúBLICO IJ

Pero sabemos que comunidad y derecho van siempre juntos, no existe el derecho interno surge de varios elementos, aunque principalmente de
el uno sin la otra y viceversa, una comunidad lo es en tanto y en cuanto uno: que es el derecho de la comunidad internacional, a diferencia del
tenga un derecho que la unifique. Sabemos también que el concepto de derecho interno que lo es de una comunidad nacional. De ahí que sus
"comunidad internacional" es manejado por los juristas cuando se refie- normas sean creadas por procedimientos propios y bendecidos por
ren a intereses o a derechos de tipo colectivo, y que ciertos efectos se dicha comunidad internacional, o sea a través de las fuentes propias de
producen en el campo de las relaciones internacionales según el grado en un orden descentralizado (básicamente costumbres y tratados).
que la comunidad en cuestión se ve afectada por conductas individuales Hay que tener en cuenta también que esa comunidad original de Esta-
o grupales de los Estados. De forma, entonces, que como primera apro- dos que surgió de la paz de Westfalia -como veremos- estaba constituida
ximación a nuestro estudio, es importante saber que el derecho de gentes exclusivamente por Estados, pero que evolucionó dándose instituciones
no emana de una comunidad nacional, sino de la llamada "comunidad (las organizaciones internacionales, también sujetos) y admitiendo en for-
internacional" formada por los sujetos de ese derecho. ma limitada al individuo. Y que los Estados continúan siendo su princi-
Pastor Ridruejo, siguiendo a Miaja de la Muela, se inclina por una pal estamento. A partir de allí se tendrá una comprensión inicial de la
definición del DIP que se refiera a las fuentes formales de sus normas. materia que estamos estudiando, y eso es suficiente.
En efecto, como veremos un poco más adelante, los procedimientos de El derecho internacional suele también ser llamado en castellano
formación de las normas, o sea sus fuentes formales certifican la perte- derecho de gentes por la estrecha vinculación que mantuvo, en su ori-
nencia de dichas normas a un determinado orden jurídico. 4 gen, con el jus gentium romano (en francés, droit des gens, en alemán
volkrecht). El nombre de derecho internacional le fue puesto por
Así, una ley creada de acuerdo con el procedimiento que establece la Jeremy Bentham en el siglo XIX y ha perdurado -no obstante sus defec-
Constitución argentina, o sea emanada del Congreso de nuestro país y tos- hasta nuestros días. 6
promulgada por el Poder Ejecutivo, certificará que las normas que ella
contiene pertenecen al ordenamiento jurídico argentino, del mismo
modo que una norma emanada de un tratado o de una costumbre inter-
2. Sujetos
nacional han de pertenecer indudablemente al derecho internacional.

Los sujetos más importantes del DIP son los Estados soberanos, por-
En lo personal, desconfiamos de las definiciones. De todos modos, es
que sólo ellos tienen capacidad plena en el derecho de gentes. Son tam-
necesaria una primera aproximación al derecho de gentes, y para ello
bién legiferantes -es decir, crean el derecho internacional a través de los
cabría decir que cualquier definición que se ensaye, y se han ensayado
tratados y la costumbre-y son al mismo tiempo agentes de ese derecho,
muchas, debería tener en cuenta, en primer lugar el género próximo y
puesto que tienen la facultad de hacerlo cumplir.
luego la diferencia específica.
Otros sujetos son, como adelantamos, las organizaciones internacio-
El género próximo es el derecho, cualesquiera sean las concepciones
nales y en ciertos casos los individuos. Las organizaciones internaciona-
que se alberguen sobre el objeto derecho. 5 Y la diferencia específica con
les tienen capacidad limitada, entre otras cosas, por el objeto de su
creación, determinado en su estatuto.
ponsabilité des Etats, presentada a la Universidad de Ginebra como Tesis 659, Ginebra,
6 En efecto, internacional es una alusión a las naciones, término que a veces se usa en
2003.
4 Op. cit., pp. 47/48. la terminología jurídica anglosajona para referirse a los Estados. Un famoso manual de
5 No vale la pena introducirnos en la remanida cuestión de si el DIP es, en realidad, Brierly se titula The Law of Nations (El derecho de las naciones). Ya veremos las diferen-
un derecho. cias entre Estado y nación.
14 JULIO BARBOZA EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO 15

Actúan en el plano internacional, aunque carentes de personalidad les como en el caso de la piratería. Aparecieron luego las organizaciones
hasta el presente, una serie de entidades a las que se designa con la sigla internacionales, en particular desde mediados del siglo XIX en forma de
ONG (organismos no gubernamentales), que son corporaciones o gru- uniones administrativas y comisiones fluviales.
pos transnacionales ad hoc, esto es, para propósitos determinados. Su El derecho de gentes se fue haciendo notablemente más complejo y
importancia en el mundo de las relaciones internacionales es decidida- universal. El número de Estados aumentó desde un pequeño núcleo euro-
mente grande: piénsese si no en la influencia que ejercen corporaciones peo hasta comprender todo el planeta y la parte más notable de ese
de defensa del medio ambiente, como la Unión Internacional para la aumento se registró en la segunda mitad del siglo XX. El aporte del pro-
conservación de la naturaleza (UICN), o Greenpeace International, o en ceso de descolonización al ensanche de la comunidad internacional fue
el campo de los derechos humanos, Amnesty International, Human notable a partir, sobre todo, de 1960 y posteriormente lo fue también el
Rights Watch, etc. Según el Yearbook of International Organizations desmembramiento, luego de la caída del muro de Berlín, de varios
(Anuario de organizaciones internacionales) del año 2000, existían en países.7
el mundo 922 organizaciones internacionales y 9988 ONGs. Si a estas los organismos internacionales también proliferaron rápidamente a
últimas se le suman otras entidades asociadas con acuerdos multilatera- partir de la fundación de las Naciones Unidas. De ello se da cuenta en
les, organizaciones bigubernamentales (como las comisiones mixtas del el capítulo próximo, al tratarse de la institucionalización de la comuni-
tipo de la de Salto Grande, por ejemplo) y otras organizaciones orienta- dad internacional.
das internacionalmente, se llegaría a la sorprendente cantidad de alre- Por último, hubo dos factores que contribuyeron al gran aumento
dedor de 30.000 entidades. Es probable que, con el andar del tiempo, del objeto del derecho de gentes: uno es el acelerado desarrollo de la
algunas de estas organizaciones adquieran alguna forma de personali- tecnología, que abrió nuevos espacios (como los fondos marinos, o el
dad internacional espacio ultraterrestre) y posibilitó la aparición de actividades nuevas; el
Respecto a su calidad de legiferantes, por su capacidad plena los otro es la gran preocupación actual por la protección del ser humano y
Estados son creadores también plenos del DIP, esto es, son los que tie- de su medio ambiente. Así, se han incorporado vastos ámbitos nuevos a
nen la posibilidad de crear con su conducta las normas consuetudina- la normativa jurídica internacional: el de la protección internacional de
rias y las normas que resultan de los tratados en cualquier campo del los derechos humanos y el de su pariente próximo, aunque mantengan
derecho de gentes. Las organizaciones internacionales pueden también entre sí las diferencias que se verán, el derecho humanitario, el de la
crear normas jurídicas internacionales en tratados y costumbres, pero reglamentación de los fondos marinos allende las jurisdicciones nacio-
sólo dentro de su limitada capacidad. nales, el del derecho ambiental.

3. Objeto 4. Características del derecho internacional

El campo del derecho internacional se ha ampliado enormemente El rasgo más importante del DIP, como orden jurídico que es de una
desde su época clásica, y muy particularmente en el período que va des- comunidad descentralizada como la CI, es su propia descentralización.
de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días. Tras el estableci- De este rasgo surge la mayoría de las características especiales del dere-
miento del sistema occidental de Estados, luego de la paz de Westfalia, cho de gentes, lo que hay que tener siempre presente a medida que se
se limitaba en forma casi exclusiva a las relaciones interestatales, aun-
7
que el individuo fuera objeto, desde antiguo, de sanciones internaciona- En particular, de la Unión Soviética y de la antigua Yugoslavia.
16 Juuo BARBOZA EL DERECHO INTERNACIONAL PúBLICO 17

avanza en su estudio. Se dice que el derecho internacional es como un sobre todo el grupo. El grupo es una unidad básica del sistema, es más,
mariscal de campo, que sólo puede impartir instrucciones a generales, es su unidad principal.
que serían los Estados. A su vez, los Estados sólo pueden actuar a tra- En cuanto a la segunda, la responsabilidad es colectiva un poco a cau-
vés de individuos. sa de la anterior característica, ya que al imputarse la conducta al Esta-
Según Kelsen, se habla de un orden jurídico centralizado "cuando las do, o sea, a la comunidad nacional, las consecuencias de esa conducta -si
normas de este orden son creadas y aplicadas por órganos especiales que viola una obligación internacional- las soportan generalmente todos los
funcionan de acuerdo con el principio de la división del trabajo y espe- miembros de esa comunidad, sean culpables o inocentes, hayan o no
cialmente cuando las sanciones son ejecutadas por dichos órganos".8 tenido participación en la conducta que infringió la obligación interna-
Los órganos de creación, interpretación y aplicación del derecho en cional. Este es también un mecanismo característico del derecho primiti-
un orden jurídico centralizado son los de los poderes legislativo, ejecuti- vo, particularmente en la institución que se llamó "venganza de la
vo y judicial. A diferencia con los órdenes jurídicos internos, el DIP sangre", según la cual un grupo afectado por ciertos graves delitos por
carece de tales órganos centrales que creen sus normas, otros que las algún miembro de otro grupo, podía extender su venganza a un número
interpreten oficialmente y las apliquen, otros que las hagan cumplir. indefinido de miembros del grupo ofensor. La llamada "Ley del Talión"
Esos rasgos típicos del derecho de gentes, en particular su descentra- vino a limitar esa responsabilidad en el sentido de que había que devol-
lización, hacen que se lo haya comparado con un derecho primitivo, ver el daño recibido, y no más: "ojo por ojo, diente por diente" no es
comparación que a muchos internacionalistas les parece agraviante, una regla cruel, por el contrario, introdujo en aquel derecho la propor-
pero que no deja de tener asidero al menos formal. Otra aproximación cionalidad, algo que es muy importante en las sanciones (contramedidas)
está dada por el hecho de tratarse, básicamente, de un derecho de gru- del derecho internacional moderno. Ya veremos que la proporcionalidad
pos, en el que los individuos juegan un papel escaso o nulo y valen, en juega un papel importante en varios aspectos de la responsabilidad.
principio, en cuanto miembros del grupo (familia, clan, tribu o nación). A este respecto, menester es advertir que ese rasgo de la responsabili-
La responsabilidad vicaria y colectiva son otras características generali- dad colectiva también existe, aunque en un grado mucho menor, en los
zadas de nuestra disciplina jurídica. En cuanto a la primera, el Estado derechos internos, y que hay también responsabilidad individual en el
actúa a través de individuos y la conducta de estos individuos se imputa derecho internacional, como sucede en los crímenes internacionales, en
al Estado, ya sean aquellos sus propios órganos de jure o de facto y particular luego de la Segunda Guerra Mundial en que los juicios de
aunque actúen sin instrucciones o aun en contra de ellas. Nüremberg y de Tokio inauguraron una nueva época del derecho cri-
minal internacional en que los individuos son responsables internacio-
Este es un mecanismo del derecho en general, según el cual la conduc- nalmente de ciertas conductas ofensivas para la comunidad internacional,
ta de un sujeto origina responsabilidad para otro sujeto: el padre es aunque actúen como órganos del Estado. 9 Ya veremos también que no
responsable por los daños causados por sus hijos menores, el patrón sólo en el orden sancionatorio el individuo es elevado al plano interna-
por los de sus empleados cuando lo son con ocasión de su trabajo, etc. cional: la protección internacional de los derechos humanos también
Es la responsabilidad indirecta o vicaria.
confiere una medida -por cierto cuidadosamente acotada- a los indivi-
duos, que encuentran en el derecho de gentes una protección contra sus
Lo que estos individuos hacen compromete al grupo, o lo que es lo propios Estados.
mismo, las consecuencias de la conducta de ciertos individuos recaen
9En realidad, los llamados "crímenes de guerra" ya eran objeto de represión desde antes
8 de Nüremberg. No así los crímenes contra la humanidad ni los crímenes contra la paz.
Principios de derecho internacional público, Buenos Aires, 1965, p. 88.
·r

18 Juuo BARBOZA EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO 19

La lejanía de una comunidad, no personificada en un Estado como como solían ser denominados antes, tratados-leyes) que han proliferado
en la comunidad del derecho interno, fue la causa de que en el derecho notablemente, sobre todo como resultado del intenso proceso de codifi-
de gentes clásico no se hiciera consciente la existencia de obligaciones cación del DIP en el marco de las Naciones Unidas.
de los Estados hacia la comunidad internacional en su conjunto. No se Estos tratados son, naturalmente, sólo válidos entre las partes con-
percibía en la época clásica la presencia de un orden público internacio- tratantes, pero suelen adquirir gran generalidad cuando un número
nal, como existe en el orden doméstico y todo transcurría en un nivel importante de Estados -en algunos casos, también de organizaciones
de reciprocidad en el que el orden comunitario estaba normalmente internacionales- se incorpora a ellos, hasta cubrir a veces una gran
ausente. En nuestros días, la comunidad internacional hizo irrupción y mayoría o la casi totalidad de los miembros de la comunidad interna-
tras un famoso dictum en la sentencia de la Barcelona Traction, que se cional. Esto último sucedió con algunas de las convenciones codificado-
considerará oportunamente, aparecieron a la luz pública las obligacio- ras, como las de Viena sobre el derecho diplomático.
nes erga omnes y con motivo de la Convención de Viena de derecho de También suele ocurrir un fenómeno muy particular al derecho inter-
los tratados, las obligaciones de jus cogens, que son imperativas y que nacional de nuestra época: pueden ser recogidos, en su totalidad o en
no pueden ser modificadas aun mediando el consentimiento de los Esta- algunas de sus normas, por la práctica de los Estados y transformarse
dos participantes. La responsabilidad criminal de los individuos, trasla- eventualmente en costumbres internacionales de carácter universal. El
dada en ciertos crímenes hacia la comunidad internacional, es otn papel de la costumbre, particularmente de la llamada "nueva costum-
síntoma de la aparición de un orden público internacional. bre'', como ya veremos, es un factor notable en la proliferación de nor-
Veamos ahora cómo las funciones propias de un Estado se trasladan, mas internacionales.
de una u otra manera, a la comunidad internacional y a su derecho.
La costumbre crea normas generales, a través de la práctica uniforme ob-
a) Las funciones legislativas: creación de normas por los tratados y servada durante un cierto tiempo y bendecida por la llamada opinio juris,
esto es, la aceptación generalizada de una práctica internacional como
por la costumbre
una norma general obligatoria para toda la comunidad internacional.
Como veremos, las normas jurídicas internacionales se crean a través
de las fuentes propias del DIP, y principalmente por la costumbre y por
Ya veremos con más pormenor el papel que juega la que ha sido lla-
los tratados.
º
mada "nueva costumbre internacional" 1 en la generalización de ciertas
Costumbre y pacto son los modos de creación típicos del derecho pri- normas de tratados y hasta de otros textos emanados de la Asamblea
mitivo, eminentemente descentralizado. En ese sentido, puede decirse General de la ONU, que adquieren pronta y general aceptación de la
que el DIP es un derecho primitivo, sin que ello quiera decir que es Cl. Baste por ahora adelantar que, sobre la base de textos como los
rudimentario o carente de elaboración doctrinaria. mencionados, y gracias a su desarrollo en los foros de las Naciones
Unidas, se ha desarrollado un proceso cuasi - legislativo de creación
Como consecuencia del proceso de institucionalización de la comuni- normativa. Un ejemplo impresionante de este proceso fue la III Confe-
dad internacional, que ha otorgado a ésta mayor gravitación y presencia rencia de las Naciones Unidas sobre derecho del mar, ya que sobre la
en los asuntos internacionales y que ha venido acelerándose luego de las base de consensos elaborados durante su realización muchas de sus
dos grandes guerras, hay una tendencia a la creación de normas genera-
les a través de tratados multilaterales, algunos de los cuales comprenden
10 Abi-Saab, profesor que fue del Institut des Hautes Etudes Internationales de Ginc·
un gran número de Estados. Son los llamados tratados normativos (o, bra la ha llamado así en un interesante artículo que comentaremos más adelante.
!ti Juuo BARBOZA EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO 21

11on11as húsicas fueron costumbres internacionales antes mismo de que Existe un pequeño núcleo de jurisdicción obligatoria de la Corte
sns lcxlos entraran en vigencia a través del tratado multilateral -la Internacional de Justicia (CIJ), órgano judicial principal de las Naciones
( :011vcnción de Montego Bay- que las contiene. Unidas, en relación con aquellos Estados que la aceptaron previamente,
ya sea a través de las Declaraciones de aceptación del artículo 36 (2) de
b) Las funciones ejecutivas y administrativas su Estatuto, depositadas ante el Secretario General de la ONU, ya por
Tocante las funciones ejecutivas, obviamente se distingue el orden declaraciones aún vigentes -cuando entró en vigor el Estatuto de la
jurídico internacional de los órdenes internos en carecer de un poder actual Corte- en favor de la antigua Corte Permanente de Justicia Inter-
central ejecutivo o administrador. Sin embargo, se prestan desde mitad nacional, que se traspasaron a la actual Corte por virtud del inciso 5
del siglo XIX funciones administrativas a través de los llamados "servi- del mismo artículo. 11
cios públicos internacionales" creados convencionalmente. También existe la jurisdicción obligatoria de la CIJ respecto a los
Estados que la aceptaron en tratados bilaterales o multilaterales. Esta
jurisdicción puede referirse a las diferencias que pudieran surgir de la
Comenzaron a prestarse estos servicios primero por las llamadas
"uniones administrativas" como la Unión Telegráfica Internacional interpretación o aplicación de esos mismos instrumentos o bien de tra-
creada en 1865, o la Unión Postal Universal de 1878. En 1883 se fun- tados generales de solución de controversias internacionales.
dó la Unión para la protección de la propiedad industrial, complemen-
tada en 1884 por la protección de la propiedad literaria y artística y Hay otros tribunales internacionales permanentes, como la Corte de las
en 1890 surgió la Union para el transporte internacional por ferroca- Comunidades Europeas o las Cortes europea e interamericana de Dere-
rril. Las Comisiones fluviales, anexas a los tratados por los cuales se chos Humanos, que tienen carácter regional y las dos últimas jurisdic-
creaban regímenes para los grandes ríos internacionales, son otro ción relativa a la protección de los derechos humanos fundamentales.
ejemplo de órganos que brindan servicios públicos. Asimismo, la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del
Mar (CNUDM) creó una Corte de Derecho del Mar, con sede en Ham-
burgo. Para el juzgamiento de individuos por crímenes internacionales,
Hoy en día, hay gran cantidad de órganos de la familia de las Nacio-
el Consejo de Seguridad de la ONU instituyó una Corte Penal Interna-
nes Unidas que prestan casi todos los servicios públicos imaginables en cional para la ex-Yugoslavia con sede en La Haya y otra para Ruanda,
un Estado, desde la protección de la salud pública (OMS) hasta los de con sede en Arusa. Asimismo, una conferencia codificadora reunida en
estudio y previsión del clima (OMM). Roma en junio de 1998 adoptó el Estatuto de la Corte penal internacio-
En cuanto a las funciones ejecutivas propiamente dichas, la sobera- nal, en el que se incluye una tipificación de los crímenes internacionales
nía de los Estados -reverso de la descentralización- las hace difícil. de su competencia. Su sede está también en La Haya.
Algunas funciones de tipo policial tiene el Consejo de Seguridad cuando
actúa dentro del Capítulo VII de la Carta, pero no alcanzan a configu- Luego, los Estados pueden resolver sus disputas mediante el arbitra-
rar, ni de lejos, un poder ejecutivo. je, que es un método ad-hoc, esto es, en relación con cada controversia
individual. El método judicial, en cambio, es permanente y tiene un
c) Las funciones judiciales procedimiento propio. Existe también una Corte Permanente de Arbi-
Por último, si bien no hay ningún órgano jurisdiccional con c'ompe- traje en La Haya, producto de la Convención de La Haya de 1899 para
tencia obligatoria universal, existen a disposición de los Estados medios
de solución pacífica de las controversias internacionales, enumerados 11 Ver Julio Barboza, "Traspaso de la jurisdicción obligatoria de la Corte Permanente

en el artículo 33 de la Carta de la ONU. a la Corte Internacional de Justicia'', La Ley, 1961. ,


22 JULIO BARBOZA EL DERECHO INTERNACIONAL PúBLICO 23

la Resolución Pacífica de Disputas, que es fundamentalmente una lista e) Derecho de subordinación y derecho de coordinación
de árbitros para resolver controversias entre Estados, entre Estados y Suele decirse también que otro rasgo fundamental del orden jurídico
entidades privadas, así como entre organizaciones internacionales con internacional es que es un derecho de "coordinación", aludiendo al
Estados y entidades privadas y un tribunal creado bajo los auspicios del mismo rasgo de descentralización antes comentado, a diferencia del
Banco Mundial, el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferen- derecho interno, que lo es de "subordinación".
cias Relativas a Inversiones) y destinado a resolver controversias entre Internamente, se dice, el Estado como poder soberano es superior a
Estados y particulares sus súbditos, y establece el ordenamiento de la conducta de estos últi-
mos. En cambio, detrás del derecho de gentes no hay autoridad ni
d) Los Estados como sujetos y como órganos del DIP: la autotutela poder soberano alguno: los sujetos son ellos mismos soberanos y están
de los propios derechos entre ellos en un mismo plano.
Como vimos más arriba, y también como efecto de la descentraliza- Esto parece olvidar, sin embargo, el papel de la costumbre en el
ción del derecho internacional, el Estado es sujeto al par que creador de orden interno, particularmente en sistemas jurídicos como el anglosa-
normas jurídicas internacionales. En un orden centralizado, "los órga- jón; obviamente donde hay derecho consuetudinario no hay derecho
nos que crean y aplican el orden jurídico, y en particular los órganos "impuesto" por un superior a sus subordinados. También parece olvi-
que ejecutan las sanciones, son diferentes y más o menos independien- dar que, tanto en el orden interno como en el internacional, existe una
tes de los individuos sujetos al orden". 12 En cambio, el Estado actúa en subordinación de todos, aun del Estado-legislador, al derecho.
el plano del derecho de gentes al mismo tiempo como sujeto de una
norma jurídica y -si no está sometido a una obligación de solución de
controversias por terceros- actúa también como intérprete de los dere- 5. Derecho internacional general y derecho internacional particular
chos que esa misma norma le otorga. Eventualmente, a través de la lla-
mada "auto-tutela" de los derechos, el Estado es órgano del derecho Se llama "derecho internacional general" al que conforman las normas
internacional para hacerla cumplir. jurídicas internacionales que son válidas para todos los sujetos de derecho
internacional y es una denominación que puede aplicarse prácticamente
Aunque el uso de la fuerza armada está actualmente prohibido en el sólo al derecho consuetudinario, ya que es casi imposible que las normas
DIP, hay formas permitidas de ejercer otros tipos de coerción, como la de un tratado valgan, como tales, para todos los Estados de la comunidad
reciprocidad o las represalias, que tienden a obligar al cumplimiento internacional. Es un derecho de la comunidad internacional entera.
de sus obligaciones al Estado remiso.
La expresión "derecho internacional particular'', en cambio, se aplica al
derecho vigente para una comunidad particular, la comunidad creada por
En suma, mientras el derecho interno tiene órganos centrales para un tratado o por una costumbre regional, especial o bilateral. Sus normas
las anteriores funciones, el DI tiene órganos que no funcionan de acuer- son válidas solamente para ciertos Estados: carecen de validez universal.
do con el principio de la división del trabajo, órganos descentralizados
que son los Estados mismos.13
suerte que solo el derecho de un Estado se tendría como derecho en el verdadero sentido."
Ibid. Kelsen encuentra que lo que realmente importa para categorizar un orden social
como derecho es el monopolio del uso de la fuerza, ya sea este monopolio centralizado
12
Kelsen, op. cit., p. 88. (esto es, sólo a cargo de órganos centrales) o descentralizado, donde estará en manos de
hay ninguna razón para limitar el concepto de derecho al orden coercitivo
13 " ... no órganos descentralizados, esto es, de los Estados actuando como tales órganos, aunque
que constituye el Estado, esto es, a un orden coercitivo relativamente centralizado, de tal solamente en los casos prescriptos por el derecho (legítima defensa, por ejemplo). .
JULIO BARBOZA

Kclsen incluye dos especificaciones respecto a esta nomenclatura. En Capítulo 2


relación con el derecho general, dice que las normas son potencialmente
obligatorias para todos los Estados "si se cumplen las condiciones en La comunidad internacional
las cuales aquellas pueden ser obligatorias" . 14 Como ejemplo cita el de
un Estado ribereño al mar, que tiene todas las obligaciones y derechos
inherentes a su condición de tal y que no posee un Estado mediterráneo
pero que automáticamente le corresponderán si adquiere territorio con
litoral marítimo. Y que son válidas no sólo para los Estados, sino para
todos los otros sujetos del derecho de gentes.15
En cuanto al derecho particular, agrega Kelsen que si bien es cierto
que sus normas obligan directamente sólo a un cierto número de suje-
tos del DIP, en cambio indirectamente son válidas para todos, porque 1. Desde la organización del Estado moderno hasta el Congreso de Viena

"tales normas pueden constituir una situación jurídica que, como tal, La evolución de la comunidad internacional tiene un concepto clave:
deba ser respetada por todos los demás Estados. Todo Estado tiene la es su institucionalización, su tránsito de lo simple a lo complejo. La que
obligación jurídica de respetar los derechos que los demás Estados hayan emerge de Westfalia es una sociedad de Estados meramente yuxtapues-
adquirido en virtud del derecho internacional. Así, por ejemplo, los Esta- tos, que coexisten juntos sin ninguna forma de superestructura; de ahí
dos están obligados a respetar la integridad territorial de los demás, lo se llega hoy a una constelación de instituciones que de diversas maneras
que significa que los Estados están obligados a respetar el derecho que persiguen el interés común de la comunidad global o de comunidades
algún otro Estado tenga sobre un territorio. La obligación de los Estados regionales.
de respetar los derechos de los demás Estados, adquiridos en virtud del
derecho internacional es la consecuencia del hecho de que el derecho
a) La comunidad de Estados
internacional particular que constituye el derecho adquirido se crea siem-
Se suele comenzar la historia del derecho de gentes a partir de la paz
pre sobre la base de una norma del derecho internacional general".16
de Westfalia de 1648 (Tratados de Munster y de Osnabruck), que puso
fin a la Guerra de treinta años. Es un punto de partida conveniente,
Las obligaciones de los tratados reconocen su fundamento de validez
porque allí comienza a generalizarse el sistema de Estados en Europa, y
en la norma consuetudinaria pacta sunt servanda, como veremos un
como vimos antes, el Estado es el factor más importante en la forma-
poco más adelante. Por tanto, concluye Kelsen, no existe, en el sentido
ción y en la aplicación del derecho internacional.
absoluto del término, un derecho internacional particular. "El derecho
El feudalismo -etapa anterior a Westfalia- era una organización de
internacional es, como todo derecho, un derecho general, aunque la
la sociedad basada en la tenencia de la tierra, en que los poderes de un
mnyor parte de sus normas tengan el carácter de derecho particular en
Estado como los actuales se dispersaban entre diferentes instituciones.
d sentido relativo del término". 17
La autoridad civil no era exclusiva o suprema: a su lado, la Iglesia con
el Papa a la cabeza ejercía un poder que a veces incursionaba en la esfe-
14 Kclscn, Principios de derecho internacional público, Buenos Aires, 1965, p. 162. ra temporal. Esa estructura piramidal del feudalismo culminaba en el
1.i Id., p. 162. Papa y el Emperador como jefes espiritual y temporal, respectivamente,
11• J/iid.
l"I Id., p. 163.
de la Cristiandad.
JULIO BARBOZA LA COMUNIDAD INTERNACIONAL 27

Sin embargo, ya algunas entidades territoriales alcanzaron a formarse rica, entre las fechas de 1810 y 1821. Con el Tratado de París de 1856,
durante ese período. Schwarzenberger sostiene que la mencionada se abrió también hacia el oriente. Finalmente, tras las dos grandes gue-
pirámide feudal "casi nunca se realizó plenamente" y que dejó lugar rras mundiales se universalizó el derecho internacional a través de la
para las relaciones en un pie de igualdad "entre los que eran, a menu- descolonización.
do, Estados independientes de hecho". Dice que, aún dentro del Impe-
i) La soberanía estatal
rio, "las relaciones entre los príncipes feudales más poderosos,
El principio más importante que se afirma en este primer período,
caballeros independientes y ciudades libres se regían por reglas indis-
tinguibles, excepto en la forma, de las del derecho internacional y for-
que continuará algo relativizado hasta nuestros días, es el de la sobera-
maban un sistema de derecho cuasi-internacional" . 1 nía del Estado, esto es, que no hay sobre los Estados que componen la
comunidad internacional forma alguna de poder superior. En él se ins-
pira todo el derecho internacional llamado "clásico" y, con su naturale-
La consolidación del poder monárquico en varias de las unidades
za relativa, también el derecho actual.
territoriales que se formaron al desintegrarse el Imperio Romano por
ii) La igualdad jurídica de los Estados
un lado, y la reforma religiosa por el otro minaron las bases del sistema
El principio de la igualdad jurídica de los Estados es corolario de la
feudal, a tal punto que ni el Papa ni el Emperador fueron invitados a la
soberanía estatal. En lugar de la pirámide feudal, la comunidad se acható
celebración de la Paz de Westfalia, a partir de la cual se consolidó el sis-
-para expresarlo gráficamente- a un solo plano de príncipes que no reco-
tema de Estados soberanos e independientes.
nocían encima de ellos poder alguno y que eran, por ende, iguales entre sí.
Esta primera etapa se extiende hasta el fin de las guerras napoleóni-
iii) El equilibrio del poder
cas, que en sí mismas son otro episodio de la lucha por mantener el
Para conservar la pluralidad de Estados soberanos e iguales entre sí,
equilibrio político, ya que Gran Bretaña se ubica en la coalición opuesta
se requiere que ninguno de ellos adquiera hegemonía sobre los demás,
a una Francia empeñada en ejercer hegemonía en Europa. La victoria de
porque de esa manera se vuelve en alguna medida a la unidad del Impe-
los monarcas aliados se consagra en los Tratados de París de 1814 y
rio con centro en el Estado hegemónico. Es por ello que un tercer prin-
1815.
cipio, corolario de los dos anteriores, es imprescindible: el equilibrio del
Una nueva etapa empieza con la celebración del Congreso de Viena
poder. Para ello, los Estados celebraban alianzas cuando alguno adqui-
en 1815, en el que se realizará un nuevo gran arreglo territorial y políti-
ría, o amenazaba adquirir, una peligrosa preponderancia.
co europeo.
Una expresión jurídica de este concepto es la cláusula del Tratado de
b) El derecho internacional de esta etapa Utrecht de 1713, que puso fin a la Guerra de Sucesión Española,
El derecho internacional como lo conocemos ahora se formó en el según la cual los Barbones españoles no podían establecer alianzas
seno de la christianitas medioeval y fue, hasta el siglo XIX, un orden casi con los Barbones franceses, puesto que la conjunción de las dos fami-
exclusivamente vigente en el perímetro de Europa, al punto que se lo lias reinantes en tan importantes países de Europa amenazaba el equi-
librio del continente. Inglaterra, vencedora y beneficiaria del Tratado,
solía llamar "derecho público europeo". Sólo más tarde se fue expan-
pone ya de manifiesto su vocación de fiel de la balanza, papel que
diendo, primero a través de la independencia norteamericana en 1783 y
desempeñó hasta el siglo XX.
luego al incorporar a las antiguas colonias españolas del resto de Amé-
iv) Otros desarrollos del derecho de gentes
I A Manual of lnternational Law, Londres, 1960, Cuarta edición, T. I, p. 4. (Traduc- Los progresos realizados en materia de comunicación marítima per-
d611 nuestra.) mitieron ensanchar los límites de la comunidad europea. En este perío-
'H Juuo BARBOZA LA COMUNIDAD INTERNACIONAL 29

.¡., '• 1' '1>11.rnlidú la institución de la actividad diplomática, se instituyó ran juzgadas las más saludables para el reposo y la prosperidad de los
1·1 p1111npio de libertad de los mares -que evita toda dominación unila- pueblos y para el mantenimiento de la paz en Europa".
lna 1 dl'I mar-, surgieron algunos principios relativos a la adquisición
d" lnritorios y a la navegación marítima. La guerra era frecuente El cambio es radical, porque significa una relativización de la sobe-
1·11t 1T los monarcas absolutos de la época, y aparecía como un medio ranía estatal y de la igualdad jurídica de los Estados: la soberanía plena
normal y necesario de su política: no hubo prohibición legal de recu- -dentro de su carácter relativo- ahora sólo podrá valer para las grandes
rrir a ella, pero aparecieron algunas reglamentaciones de su conduc- potencias. Estos rasgos de la comunidad internacional persisten hasta
ciún, en particular de la guerra marítima y en alguna medida también nuestros días.
de la neutralidad. 2 El equilibrio de poder es garante de la pluralidad,
pero no de la paz. Tetrarquía y Pentarquía. La Santa Alianza
El Tratado de París dio origen a la Tetrarquía, alianza de Austria,
Luego de que Grocio intentara desterrar de la legalidad a las guerras Gran Bretaña, Prusia y Rusia, que se transformó en Pentarquía en el
que no fueran justas, Vattel en el siglo XVIII, consecuente con su posi- congreso de Aquisgrán de 1815, cuando la Francia de Luis XVIII adhi-
ción de que el Estado es el único que puede interpretar lo que el dere- rió al Tratado. Otros congresos de la Alianza fueron los de Troppau,
cho natural exige de él en cada circunstancia, decide que la justióa de Leybach y Verana, este último en 1823.
una causa es algo subjetivo. Por ende, los Estados convienen en la Suele también llamarse a este corto período el del Directorio euro-
práctica que la guerra justa es la que reviste ciertas formas: una guerra
peo, que alude precisamente a la dirección ejercida por aquellas poten-
conducida abiertamente y no una guerra clandestina o no declarada.
cias. Influenciada por la Santa Alianza, tratado que se firmó entre
Austria, Prusia y Rusia, 3 el Directorio se empeñó en mantener el princi-
pio de legitimidad, o sea el de que en los tronos se sentaran aquellas
2. Del Congreso de Viena a la Primera Guerra Mundial
personas señaladas por las leyes de sucesión monárquica. Se valió para
ello de la intervención, que alcanzó la dignidad de un principio del
a) El Directorio europeo
derecho de gentes.
La presencia de un genio militar como Napoleón encabezando un
país de la importancia de Francia había demostrado la fragilidad del En tal sentido, ejerció presiones: no reconocimiento de regímenes polí-
equilibrio político sin otras instituciones que le dieran sustento. Derro- ticos ilegítimos, uso de la fuerza armada, delegado en alguno de sus
tado aquél, nació del Tratado de Paz de París de 1815 y del Congreso miembros. El Congreso de Troppau decidió que Austria interviniera
de Viena de ese mismo año el primer ensayo de organización de la militarmente en el Reino de las Dos Sicilias en 1820 para reponer a
comunidad internacional bajo la égida de las grandes potencias. Fernando 1yen1821 el de Laybach la autorizó para dominar la insu-
rrección del Piamonte; a su vez el de Verona delegó en Francia la
El artículo 6 del Tratado de París de 1815 establece la intención de sus
firmantes "para el bienestar del mundo" en "convocar, en épocas
determinadas, ... reuniones consagradas a los grandes intereses comu- 3 Estos países habían firmado, el 26 de septiembre de 1815, el Tratado que se llamó

nes Y al examen de las medidas que, en cada una de esas épocas, fue- de la "Santa Alianza'', inspirado por el Zar Alejandro I, y que los comprometía a "tomar
como única guía los preceptos de la Justicia, de la Caridad Cristiana y de la Paz". Todos
los otros soberanos de Europa fueron invitados a unirse a esta Santa Alianza, menos el
2
Véase a este respecto Nguyen Quoc Dinh, Patrick Daillier y Alain Pellet Droit Inter- Papa y el Sultán. El único que se negó a hacerlo fue el Príncipe Jorge, Regente de Gran
11<1tio11al Public, 5' cdicion, París, 1994, p 48. ' Bretaña.
111 JULIO BARBOZA LA COMUNIDAD INTERNACIONAL 31

1111,1011 tk reponer a Fernando VII en el trono de Madrid, lo que ésta Evolución y fin del Concierto europeo
111111pliú con la expedición llamada de los "cien mil hijos de San Luis". Importantes transformaciones políticas se fueron produciendo en
este interín. En 1830 una revolución liberal en Francia hizo subir al tro-
1>t-sdc el principio, sin embargo, Gran Bretaña fue reticente a la no a la Casa de Orleáns con Luis Felipe6 al tiempo que tomaba ímpetu
1111 t•rvc11ción en los asuntos internos de los Estados. En particular, no el principio de las nacionalidades. Austria, Prusia y Rusia formaron un
t't 111ve11ía a sus intereses comerciales la reconquista de sus antiguas colo- bando con intereses opuestos a los de Gran Bretaña y Francia.
11i:1s por España, 4 en lo que coincidía con el presidente Monroe y su
declaración de 1823. En 1825 Canning anunció, en persecución de esa Los movimientos nacionalistas y socialistas hicieron de 1848 un año
política, el reconocimiento de las repúblicas sudamericanas independi- de revoluciones. La de París dio nacimiento a la Segunda República, a
zadas de España. cuya Presidencia fue electo Carlos Luis Napoleón Bonaparte, sobrino
del Emperador, quien poco después se transformó en Emperador bajo
b) El Concierto europeo el nombre de Napoleón III; se produjeron movimientos constituciona-
Las resistencias británicas terminaron con el Directorio europeo, listas en la Confederación Germánica, y en Austria el hundimiento
pero un sistema más laxo de gobierno de las potencias continuó con el político de Metternich dio fin a la Santa Alianza.
llamado "Concierto europeo", durante el cual fueron convocadas con-
ferencias siempre que surgía alguna cuestión de particular importancia En 1870 se produjo la unidad italiana alrededor del Piamonte y en
en el continente. Las grandes potencias europeas entonces existentes se 1871 la unidad alemana por obra de Prusia y Bismark.
arrogaban a veces la representación de todos, como cuando la Confe-
rencia de Londres de 1831 decidió la secesión de Bélgica respecto de La guerra de Crimea de 185 3 y la franco-prusiana de 1870 enfrenta-
Holanda, o cuando se intervino militarmente en Creta en 1897. Otras ron a grandes potencias entre sí y marcaron el principio de la decaden-
veces el grupo de grandes potencias convocó a las medianas o no euro- cia del Concierto europeo en cuanto significaron la ruptura del
peas, como se hizo cuando el Congreso de París de 1856, tras la guerra consenso mínimo entre ellas que le servía de piso.
de Crimea, o el de Berlín de 1885, donde se fijaron las reglas de la
expansión colonial europea. Pero las grandes potencias conservaron en Hacia 1880, la segunda oleada colonial en África motivó la reunión
todo momento la primacía en cuanto a la convocatoria, la conducción del Congreso de Berlín (1885) en el que se fijaron reglas respecto a la
y las negociaciones en tales conferencias. ocupación y adquisición de territorios.
En 1888 nace el sistema interamericano, en cuyo seno fueron toman-
Se siguió utilizando la presión política (demostraciones navales, blo- do forma nuevos principios del derecho de gentes. El proceso europeo,
queos pacíficos y demás) para imponer las recomendaciones de las por su parte, se fue encaminando hacia la guerra de 1914/18, con el
potencias. Otro mecanismo: la garantía colectiva de aquellas para enfrentamiento de dos bandos (Alemania, Austria y Turquía de un lado,
mantener el status creado por un Tratado. Por el Protocolo de Lon-
Francia, Gran Bretaña y Rusia, luego también Italia, del otro, más la tar-
dres de 1830 se extendió esta garantía a Grecia y en 1831 se garantizó
día pero decisiva intervención de los Estados Unidos). El estallido de la
la neutralidad de Bélgica. 5
Primera Guerra Mundial significó también el fin del Concierto europeo.
4
Por temor a que ésta reinstalara el monopolio comercial con la metrópoli. Recorde-
1110s que Gran Bretaña se beneficiaba mucho con la libertad de comercio. 6 Hijo del famoso regicida Philippe Egalité, muerto en la guillotina el mismo año de la
1
Violada por Alemania, uno de los garantes, durante la guerra de 1914/1918. ejecución de Luis XVI.
LA COMUNIDAD INTERNACIONAL 3S
11 Jtil.IO l\ARBOZA

iii) El régimen de mandatos


1 .i la regla de la unanimidad, tradicional práctica
.'ic H 1nL1d mantuvo
La Sociedad tuvo logros importantes. Creó el sistema de mandatos,
.¡,. ¡,,., 1 tt<'lpos diplomáticos, aunque los artículos 15 (7) y (10) trajeron
bajo el cual colocó a ciertos territorios separados del imperio otomano
,.,, 1·¡i1111I11·s importantes.
y del régimen colonial de Alemania para ponerlos bajo administración
FI 1111-canismo de la garantía colectiva del Concierto es conservado y de "las naciones más adelantadas". Lo importante de este sistema es
lll't ll'n·ionado por el Pacto. En su artículo 10, se dice que
que consideraba que el bienestar y el desarrollo de los pueblos de esos
territorios era una "misión sagrada de la civilización" y que las nacio-
"los Estados miembros se comprometen a respetar y mantener contra
nes tutoras actuaban bajo un mandato de la Sociedad, no como sobera-
toda agresión exterior, la integridad territorial y la independencia
política presente de los miembros de la Sociedad". nas territoriales y daban cuenta anualmente del estado de sus pupilos.
iv) Protección de minorías y refugiados
La SN también tuvo a su cargo la protección de las minorías nacio-
Una evidente mejora sobre su antecedente, que era un régimen de
nales, que alcanzaron bajo los tratados de paz y otras declaraciones y
/iicto, es el carácter de jure de la Sociedad, desde que su creación fue
acuerdos, importantes derechos de carácter político, religioso, educa-
obra de un tratado multilateral; otro progreso sobre lo anterior fue la
circunstancia de poseer la organización una sede permanente en la ciu- cional y lingüístico. Asimismo, la ayuda a los refugiados alcanzó desta-
cables niveles y se nombró a un Alto Comisionado para que supervisara
dad de Ginebra y una Secretaría, de las que carecía el Concierto,
cuyos congresos y conferencias se reunían en diferentes ciudades. La esta tarea.
v) La Corte Permanente de Justicia Internacional y la OIT
existencia de un Secretariado daba a la Organización una deseable con-
tinuidad. Dos instituciones creadas por el Pacto e íntimamente relacionadas
ii) Vocación de universalidad con la Sociedad fueron la Corte Permanente de Justicia Internacional y
la Organización Internacional del Trabajo. La Corte significó una inno-
El Pacto consagró para la Sociedad de Naciones una vocac10n de
vación importante sobre la situación existente, desde que agregó a los
universalidad. "Vocación" porque el principio no tuvo completa ejecu-
medios de solución pacífica de controversias el arreglo judicial. Demás
ción, lo que provocó el retiro de la Argentina. Pero evidentemente la
SN significa una culminación del crecimiento de la comunidad interna- está destacar su papel como antecedente de la actual CIJ, así como en
lo relativo a la interpretación y aplicación del derecho internacional
cional y tiene representatividad de orden prácticamente universal para
su tiempo. mientas duró su existencia.
La OIT, por su parte, fue clave en el avance de legislaciones labora-
La Argentina asistió a la primera reunión de la Sociedad en 1919, les uniformes que configuraron gran parte del sistema laboral de enton-
representada por Honorio Pueyrredón y por Marcelo T. de Alvear, ces y, siendo autónoma, pudo continuar con su actividad durante la
Canciller el primero del presidente Hipólito Yrigoyen. En esa oportuni- Segunda Guerra.
dad, introdujo tres proyectos de reformas al Pacto: uno consistente en vi) Balance de la Sociedad de Naciones
admitir el criterio de universalidad mencionado, o sea que la condición Fueron muchos los fracasos de la SN. Los Estados Unidos, cuyo pre-
de Estado acarreaba automáticamente la de miembro de la Sociedad; sidente (Wilson) había sido el inspirador del Pacto, no ratificó el Trata-
otro que procuraba el establecimiento del arbitraje obligatorio y un ter- do de Versalles y por ende no accedió a la Organización. Esta sensible
cero que admitía que los pueblos coloniales tuvieran voz, ya que no ausencia afectó a la Organización desde sus orígenes. Alemania y Rusia
voto, en la Asamblea. Obviamente, ninguno de los tres prosperó, dada fueron al comienzo excluidas, luego ingresaron, para retirarse poste-
la composición misma de la Asamblea, lo que motivó el retiro argentino riormente. También Japón se retiró en su momento.
para no volver sino en 1932, siendo presidente Marcelo T. de Alvear.
Juuo BARBOZA LA COMUNIDAD INTERNACIONAL 37

Tampoco fue efectivo su sistema de sanciones descentralizadas y libra- de reconstrucción y fomento, o Banco mundial), la UIT (telecomunica-
das a los miembros, como quedó demostrado en 1931 con la cuestión del ciones), la OACI (aviación civil internacional), la OMM (organización
Manchukuo, en 1935 con el conflicto de Italia con Etiopía, en 1938 con meteorológica mundial), la UPU (Unión postal universal), la OIEA
el Anchluss de Austria y en 1939 con Checoslovaquia y Albania. (Organismo internacional de energía atómica).
En cuanto al uso legítimo de la fuerza, quedó supeditado al someti- Hay también organizaciones que trabajan en estrecha relación con la
miento previo de la cuestión a arbitraje o al Consejo: sólo podía emple- ONU, corno la OIR (refugiados), el Alto Comisionado de las Naciones
arse contra la parte que no hubiera acatado el laudo arbitral o la Unidas para los refugiados, la OMC, o sea la Organización Mundial
resolución del Consejo. Este sistema fue modificado en la práctica des- del Comercio, que reemplaza al GATT (Acuerdo General de Aranceles
de la adopción y generalización del Pacto Kellogg-Briand de 1928, que y Comercio) pero que es más amplio porque incluye competencias de
prohibió el uso de la fuerza como instrumento de política nacional. las que carecía el GATT.
La dinámica internacional creada por las Potencias del Eje Roma- Además de esta frondosa familia de la ONU, hay muchas organizacio-
Berlín-Tokio fue rápidamente sobrepasando la capacidad de la Socie- nes regionales, como la Organización de Estados Americanos, la actual
dad para manejar situaciones conflictivas y la invasión de Finlandia por Unión Europea, la Liga Árabe, la Organización de la Unidad Africana o la
la URSS le asestó un golpe del que no se sobrepuso, trabado como esta- ASEAN, de las naciones del sudeste asiático. Existen otras de tipo exclu-
ba el conflicto de 1939. sivamente económico, como el Mercosur, la ALADI, el Pacto Andino, la
ODECA de los Estados centroamericanos, el CARICOM o Mercado
b) Las Naciones Unidas común del Caribe, el NAFTA (North American Free Trade Area) conoci-
Al terminar la Segunda Guerra Mundial en 1945 se convocó a la Con- do en español por su sigla TLC, o Tratado de libre comercio. También
ferencia de San Francisco, donde se aprobó la Carta de las Naciones existen, formando una espesa red en la estructura de la comunidad interna-
Unidas, que es el intento más logrado hasta ahora de organización de la cional, muchos organismos no gubernamentales (ONG) y entidades inter-
comunidad internacional. nacionalmente orientadas, que como se vio en el capítulo anterior, actúan
El objetivo primordial de la ONU es el mantenimiento de la paz y de la en el marco de las relaciones e~tre Estados y entre éstos y las organizacio-
seguridad internacionales y la promoción de la cooperación de todo orden nes internacionales, aunque carecen hasta hoy de personalidad jurídica.
entre los Estados. Veremos en capítulos posteriores, con detenimiento, lo Esta espesa red de entidades demuestra claramente el proceso de
relativo al sistema de las Naciones Unidas. Baste por ahora decir que su estructuración de la comunidad internacional. Repitiendo lo que diji-
acción ha sido determinante del impresionante desarrollo del derecho mos al principio, el hilo conductor en la historia de la comunidad de
internacional en nuestros días, como también lo veremos oportunamente. naciones es su creciente institucionalización, ya que se pasó de una pri-
mera etapa de Estados meramente yuxtapuestos a una segunda en que
c) La estructuración de la Comunidad internacional se ensayó un esbozo de gobierno de Europa -y por ende del mundo de
La estructura de la comunidad internacional es actualmente muy ese entonces- con el Directorio y el Concierto europeos y a una tercera
compleja. Sin pretender ser exhaustivo, conviene referirse en primer tér- en que la cooperación internacional está alcanzando concreciones insti-
mino a los organismos especializados de la ONU, como la FAO (Orga- tucionales considerables.
nización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura),
la UNESCO (Educación, ciencia y cultura), la OIT (Organización interna- La comunidad internacional escindida y reunificada
cional del trabajo), la OMS (salud), el UNICEF (Fondo para la infancia), Gran parte de los anteriores logros tuvieron lugar con una comuni-
d FMI (Fondo monetario internacional), el BIRF (Banco internacional dad de naciones escindida por efectos de la Guerra Fría, que después de
LA COMUNIDAD INTERNACIONAL .19
\ ,,,. Juuo BARBOZA

bles dentro de una interpretación constructiva de la Carta, no parecían


l '! 1IS causó una división de la sociedad internacional en bandos ideoló-
haber sido contempladas originalmente. Algunas otras decisiones del
1',Irns y políticos enfrentados y al borde mismo de la guerra real. Aunque
Consejo de Seguridad provocaron debates acerca de su legalidad, como
de fuerte impacto en el derecho internacional, este enfrentamiento no
la creación de tribunales (antigua Yugoslavia, Ruanda) para juzgar la
:dcanzó a dividirlo, desde que los adversarios ideológicos y sus aliados
comisión de crímenes internacionales. El Tratado de Roma, de julio de
llegaron a algunos importantes entendimientos, como las limitaciones
1998 creó una Corte penal internacional cuyo origen convencional está
que se acordaron en materia de desarme, prohibición parcial de ensayos
libre de la crítica que suscitaron los dos tribunales penales creados por
nucleares (Tratado de Moscú, 1963), no proliferación de armas nuclea-
el Consejo.
res (Tratado de Londres, 1968), limitación de armas estratégicas (Trata-
En todo caso, algunos episodios en que la acción de las Naciones
dos SALT), eliminación de misiles de corto y mediano alcance (Tratado
Unidas encontró graves dificultades, como los de Bosnia o Somalia,
de 1987).
abrieron un compás de espera en la evolución de estos desarrollos. La
En el mismo sentido cabe apuntar la adopción por la Asamblea
intervención de los Estados Unidos en el asunto de Kosovo y la amena-
General en 25 de octubre de 1970 de la "Declaración de los principios
za de acción por la OTAN, según Washington en consecuencia de una
de derecho internacional que rigen las relaciones de amistad y coopera-
Resolución del Consejo de Seguridad -de dudosa aplicación- parece
ción entre los Estados'', que implicaba la aceptación por ambos bandos
haber tenido cierto éxito, así como la acción de las Naciones Unidas,
de la Guerra Fría de una serie de principios universales y fundamentales
amplificada e impulsada también por Estados Unidos, pareció contar
del derecho de gentes, y que será estudiada en pormenor más adelante.
con cierta medida de acatamiento, no obstante las periódicas rebelio-
La existencia de estos principios comunes fue ratificada en el Acta de
nes, por parte de Irak.
Helsinki, al final de la primera reunión de la Conferencia sobre Seguri-
Pero subsiguientes desarrollos, como la segunda intervención de la
dad y Cooperación en Europa (CSCE), zona que constituyó el corazón
OTAN en la crisis yugoslava, que se produjo sin la autorización del
de la Guerra Fría, por treinta y cinco Estados firmantes que abarcaban
Consejo de Seguridad de la ONU y su declaración con motivo del cin-
todos los países europeos menos Albania, más los Estados Unidos y
cuentenario de haber sido creada, en la que declara su intención de
Canadá, en el Acta de Helsinki.
intervenir en ciertos casos especificados (particularmente por violación
A partir de 1989, en que se produce el colapso del bloque comunista
masiva de los derechos humanos) con o sin el consentimiento de aquel
en el mundo, se concluyen varios importantes instrumentos. La Carta de
órgano, causaron un peligroso retroceso al derecho internacional del uso
París para la Nueva Europa, firmada también en el seno de la CSCE el
de la fuerza. Esta situación se tornó aún más complicada cuando el Con-
21 de noviembre de 1990 pone oficialmente fin a la Guerra Fría, y el voto
sejo de Seguridad pareció abdicar de sus atribuciones al permitir el desa-
afirmativo de la Resolución 678 del Consejo de Seguridad por la Unión
rrollo de la campaña militar en Afganistán como una operación de
Soviética el 28 de noviembre de 1990, que autoriza el empleo de la fuer-
legítima defensa colectiva y particularmente cuando la llamada "coali-
za contra Irak por su invasión a Kuwait, marca un largo paso en la nue·
ción de voluntarios" (coalition of the willing) invadió Irak contra la
va dirección.
voluntad del Consejo de Seguridad. Por su parte, la doctrina estableci-
El Consejo de Seguridad pareció llamado a desempeñar, tras más de
da por la Nacional Security Strategy (Estrategia de seguridad nacional)
cincuenta años de demora, el papel que los fundadores de las Naciones
de los Estados Unidos de la "guerra preventiva" (pre--emptive), estira
Unidas le habían asignado. Podría decirse que incluso fue más lejos: las
hasta límites inaceptables una concepción como la "legítima defensa
operaciones de mantenimiento de la paz que se desarrollaron bajo sus
preventiva", que no goza de unánime aceptación ni es ubicada correcta-
auspicios y que consagraron formas de nation building (reconstrucción
mente por sus partidarios, como veremos, dentro de la legítima defensa.
de países en vías de disolución, como en Somalia y Haití), aunque posi-
111 JULIO BARBOZA
LA COMUNIDAD INTERNACIONAL 41
d) ¡.;¡desarrollo del derecho
Sl'rÍa vano intento sintetizar en pocas palabras el desarrollo del dere- do considerablemente configuran un cambio casi cualitativo. No ha
,·ho de gentes desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta ahora. dejado el derecho actual de ser liberal, descentralizado y oligocrático,
(,as Naciones Unidas han promovido una impresionante tarea de codi- pero lo es mucho menos y en algunos casos se ha revertido la tendencia.
ficación y desarrollo progresivo del derecho internacional, con lo que El derecho de la independencia de las naciones está siendo rápidamente
han cumplido el mandato del artículo 13, 1, (a) de su Carta. La Comi- reemplazado por el de la "interdependencia". Una nueva y extraordina-
sión de derecho internacional (CDI), subsidiaria de la Asamblea Gene- ria etapa del derecho de gentes ha comenzado en nuestros días. Asimis-
ral y principal órgano codificador, tiene a su lado otros órganos de las mo, el uso de la fuerza por los Estados ha sido reglamentado, con todas
Naciones Unidas que cumplen similar misión. las incertidumbres y lagunas que conocemos, y prohibida la agresión.
El derecho que resultó de este proceso, a partir de 1945, tiene carac- La creciente institucionalización de la comunidad internacional, el
teres que lo separan del llamado "derecho internacional clásico", con carácter más humanista que caracteriza las creaciones jurídicas actua-
sus típicos rasgos de liberalismo, extrema descentralización y carácter les, han precipitado la aparición de principios protectores del indivi-
oligocrático. 8 duo, de las minorías y de los pueblos. Hoy no se acepta la dominación
colonial, los derechos humanos fundamentales son protegidos interna-
"El Derecho internacional clásico era liberal, porque sus normas se cionalmente, y la participación de todos los Estados en la formación y
preocupaban fundamentalmente de distribuir las competencias entre aplicación de las normas internacionales es más generalizada y, en tal
los Estados y de regular las relaciones entre ellos. Como ha dicho sentido, más democrática que antes.
Friedman, se trataba de la 'esfera tradicional de las relaciones diplo- La comunidad internacional tiene mayor presencia que en el derecho
máticas interestatales"' .9 clásico e impone ciertos valores e intereses comunitarios: algo semejan-
te al orden público ha aparecido con las normas de jus cogens que
Notablemente, este derecho clásico autorizaba la guerra y se preocu- aceptó la Convención de Viena sobre derecho de los tratados y con las
paba poco de los pueblos, desde que la dominación colonial estaba obligaciones erga omnes declaradas en el famoso dictum del fallo de la
enteramente legalizada, o de los individuos, desde que no existía la pro- CIJ en el caso de la Barcelona Traction.
tección internacional de los derechos humanos. También ha habido nueva creación jurídica en el campo del derecho
Era extremadamente descentralizado, por ser la costumbre su expre- humanitario, en lo relativo a la protección de las víctimas de la guerra,
sión normativa más importante y porque la satisfacción de algunos particularmente como consecuencia de las Convenciones de Ginebra de
intereses comunes se canalizaba por la vía de tratados que no establecí- 1949 y de los Protocolos adicionales de 1977, celebrados bajo la égida
an instituciones permanentes. del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Por último, el derecho clásico era esencialmente oligocráticó; entre Creemos que es esta mayor presencia de la comunidad internacional
otras cosas porque su índole descentralizada y liberal permitía a las y consecuentemente esta creciente influencia de los intereses comunita-
grandes potencias ejercer su predominancia sin mayores trabas. 1 º rios, lo que ha promovido el cambio de espíritu que insufla el derecho
A nuestro parecer, los anteriores rasgos siguen caracterizando en de gentes actual. En los nuevos ámbitos que ha abierto al derecho inter-
alguna medida al actual derecho de gentes, sólo que al haberse atenua- nacional el adelanto tecnológico, como los fondos marinos allende las
jurisdicciones nacionales o el espacio ultraterrestre, han surgido princi-
8
Ver Pastor Ridruejo, op. cit., p. 84. pios poco probables antes de 1945: la caracterización de los recursos de
9 Id.
1
º
Id., p. 85. "la Zona" como patrimonio común de la humanidad (artículo 136 y
siguientes de la Convención de la ONU sobre derecho del mar), concep-
1) jllLIO BARBOZA

10 que se hizo extensivo a los cuerpos celestes en el Tratado de la Luna,


son un ejemplo notable. Capítulo 3
En el mismo sentido, cabe apuntar que en el reciente desarrollo del
derecho de protección internacional del medio ambiente han surgido Fundamento del derecho internacional
principios igualmente sorprendentes para una óptica clásica: el del
"interés común de la humanidad'', aludido en el preámbulo de impor-
tantes convenciones multilaterales recientes, el de la "equidad interge-
neracional" o el del desarrollo sustentable que inspiran la conservación
de los recursos naturales.
Si se comparan algunas de estas convenciones modernas con el Tra-
tado de Berlín de 1885, por el cual las principales potencias coloniales
fijaron las reglas para su expansión a costa de las sociedades más débi-
les y atrasadas, como si fuera la cosa más natural del mundo, se podrá l. La validez del derecho internacional
advertir la magnitud del cambio. Cambio que incluye, recientemente,
los desarrollos relativos a la Corte penal internacional y al creciente La cuestión del fundamento del derecho internacional es la de su
juzgamiento y castigo de los crímenes internacionales. validez: por qué es válido el derecho de gentes y por ende, por qué obli-
gan sus normas. La pregunta es particularmente delicada tratándose de
un derecho que rige las relaciones de entidades soberanas, como los
Estados.

a) Teorías formalistas
Hay doctrinas que buscan la respuesta a la anterior pregunta en la
forma, más que en el contenido, del derecho internacional. Dentro de
ellas, los voluntaristas y los normativistas.
i) Los voluntaristas
La premisa fundamental del voluntarismo es que las normas jurídi-
cas son producto de la voluntad humana. Las normas de derecho inter-
no derivan de la voluntad de una entidad que es superior porque ocupa
la posición suprema en la sociedad: el Estado.

Entre la forma y la materia, el positivismo voluntarista elige la prime-


ra. No retiene sino el aspecto formal del derecho ... y considera ... que
no puede poner en tela de juicio el carácter jurídicamente obligatorio
de una regla regularmente "puesta". 1

I Nguyen Quoc Dinh, Patrick Daillier y Alain Pellet, op. cit., p. 99.
FUNDAMENTO DEL DERECHO INTERNACIONAL 45
·l·I Juuo BARBOZA

l .a voluntad creadora de normas jurídicas debe necesariamente ser de coexistir, los Estados las mantienen. Por ende, y en tanto y en cuanto
,11111í11mna. Por hipótesis es una voluntad superior y desde el momento esas relaciones sean necesarias, el derecho internacional también lo es.
c11 que la fuerza obligatoria de ese derecho no depende de su contenido,
O sea que estaría en la naturaleza de las cosas que un Estado entre
sino simplemente de que se cumplan los requisitos formales, aquella en relaciones con los otros Estados por su mera situación de coexisten-
voluntad es de autonomía absoluta.2 cia. De allí que un aspecto de la crítica de Triepel sea que, por temor a
No es de extrañar que las teorías voluntaristas encuentren que el aceptar un poder superior a los Estados, Jellinek introduce algo que
fundamento de la obligatoriedad del DI es la voluntad del Estado, para un positivista es mucho peor: introduce un fundamento de dere-
influenciadas como están por una concepción absoluta de su soberanía cho natural.
exterior, a la que encuentran incompatible con obligaciones impuestas Otro aspecto de la crítica es que si el fundamento del DI se encuen-
en forma heterónoma por alguna voluntad o instancia superior. Suelen tra exclusivamente en la voluntad del Estado, así como éste entró en la
también ser llamadas "subjetivistas" por cuanto la voluntad del Estado obligación, así también puede salir de ella por su sola voluntad. La
es un elemento subjetivo. voluntad de hoy puede sustituir a la voluntad de ayer.
• La autolimitación de la voluntad (Jellinek}
La primera de las teorías voluntaristas es de Jellinek, que suele ser Jellinek se había anticipado a esta crítica, al decir que la voluntad del
Estado no habría de variar porque ella está firmemente dirigida a
designada como de la "autolimitación" de la voluntad estatal. Se inspi-
alcanzar los fines que persigue, y la voluntad de los Estados respecto a
ra en Hegel, quien dice que "los derechos que tienen fos Estados contra
las relaciones internacionales es la de desarrollarlas. Eso daría estabili-
otros derivan de sus voluntades particulares, no d~ una voluntad dad a la voluntad estatal. Pero esta defensa preventiva no fue conside-
común constituida en vista de un poder sobre los Estados" .3 rada convincente por Triepel.
Jellinek sigue estas aguas y explica que, siendo el Estado soberano,
no pyede ser obligado por un poder extraño a sí mismo. Por lo tanto, el Resulta de ahí la segunda crítica de Triepel: el DI de Jellinek es más
derecho internacional público no es sino el resultado de una autolimita- bien un conjunto de derechos públicos externos.
ción: El Estado por su propia voluntad se impone a sí mismo las obliga-
ciones internacionales. Dice Trieppel que "es exacto, ciertamente, en el dominio de la ética,
Así como un Estado puede autolimitarse en su derecho interno en que la voluntad pueda someterse a sus propias órdenes, pero que una
relación con los individuos, así también puede hacerlo con respecto limitación jurídica pueda ser impuesta a un sujeto en relación con otro
de otros Estados en el plano internacional. Los Estados son libres de sujeto solamente por su propio mandato interno, lo tengo por una
mantener o no relaciones entre ellos si así lo quieren, pero si las man- quimera" .4
tienen deben aceptar los aspectos objetivos que rigen estas relaciones,
que se convierten por voluntad estatal en normas limitativas de su • La volun~ad común (Triepel)
voluntad. El maestro Trieppel no se contenta con criticar; propone su propia
Triepel, otro profesor de Berlín, lo critica: lo quiera o no Jellinek, teoría también voluntarista. Para él, el fundamento del DI es también la
aquellas relaciones entre Estados son necesarias, pues por el sólo hecho voluntad estatal, pero no la individual de un Estado sino la voluntad
común, la que él llama en alemán la vereinbarung, que define como la
manera por la cual varios sujetos se unen para obtener un resultado que
2 Ibid.
·1
La expone en su obra Grundlinien der Philosophie des Rechts publicada en su terce-
ra edición en Berlín, 1854. 4 Droit intemational et droit interne, p. 76.
fUNDA:VIENTO DEL DERECHO INTERNACIONAL
Juuo BARBOZA
dice que la voluntad tiene dos modos de expresarse: por actos y por
... 111~;!;1¡',a igualmente sus intereses similares o comunes. No incluye den-
palabras. La forma más simple de la voluntad común es aquella en la
tro dl' l'stc dominio las estipulaciones de tipo sinalagmático, en las que
cual los Estados declaran expresamente su voluntad por palabras.
la obligación de una parte se compensa con la contraprestación de la Esos son los tratados internacionales. Pero también hay otra forma,
otra, porque según él no hay allí una voluntad común que se exprese cuando los Estados dan a entender por actos concluyentes que quie-
sobre una misma cosas, sino voluntades complementarias.
ren estar ligados por una cierta regla de derecho. Así se crea el dere-
Habría vereinbarung en los que se llamaron entonces tratados-leyes, cho consuetudinario; la costumbre no sería para Triepel sino un
Y que ahora se denominan tratados normativos, o sea aquellos que acuerdo tácito.
imponen a sus Estados miembros normas generales.
• Comentarios sobre Triepel
El concepto de fundamento en Triepel no puede sustraerse a las críti-
Como ejemplos de voluntad común, Trieppel menciona los siguientes:
cas de todo sistema voluntarista: en primer lugar, ¿por qué es obligato-
la declaración del Congreso de Viena sobre libertad de la navegación
ria la voluntad común? Él la ubica, como vimos, en la base misma del
fluvial, las reglas sobre el rango de los agentes diplomáticos, la decla-
ración de París de 1856 sobre derecho del mar, la convención de Gine- orden jurídico, pero según los normativistas no es ese su lugar. El
bra de 1864 sobre derecho humanitario, la convención de San acuerdo de voluntades, en todo ordenamiento jurídico, obliga porque
Petersburgo de 1868, que prohibe el empleo de ciertos proyectiles en hay una norma de ese mismo ordenamiento que así lo impone. Esa es la
caso de guerra, las disposiciones del Acta del Congo de 1865 sobre manera de pensar de los juristas: no hay un derecho subjetivo ni una
ocupación de territorios res nullius en África, las reglas antiesclavistas obligación sin una norma que la imponga. En el derecho argentino, por
de Bruselas de 1890, etc. 5 ejemplo, la norma del artículo 1197 del Código Civil es el fundamento
de validez de las obligaciones contractuales para las partes. 6 En el dere-
¿Cuál es, entonces, el aporte de Triepel a la doctrina voluntarista? cho de gentes, Kelsen nos hace ver que la regla pacta sunt servanda se
Principalmente lo es su argumento de que si una regla ha sido creada cumple y hace cumplir los tratados porque es ella misma una norma
por voluntad común, las obligaciones que ella impone no pueden ser consuetudinaria internacional.
derogadas sino por la misma voluntad común, que aunque es distinta de En el campo de la costumbre, también Triepel debe comulgar con la
la voluntad individual de los Estados que la formaron, no es una volun- rueda de molino del acuerdo tácito como fundamento de su validez,
tad completamente ajena a aquellas ni le impone por ende nada que no tesis hoy día sólo sustentada por los voluntaristas y cuya crítica se
se haya impuesto el Estado mismo. En esa voluntad común encuentra el expone más abajo.
Estado la valla a retirarse de sus obligaciones por su sola voluntad. ii) Las teorías normativistas
Por último, se pregunta Triepel si la voluntad común tiene funda- Las teorías normativistas buscan un fundamento al derecho interna-
mento a su vez en otra norma que establezca su capacidad de crear nor- cional que esté en consonancia con la forma de pensar de los juristas, y
mas jurídicas y concluye en que semejante norma no se puede encontrar emplean para ello un razonamiento peculiar a la lógica jurídica: el de
porque ella misma debería ser, a su vez, producto de una voluntad fundar la validez de una norma en una norma superior, y así llegar a
común. otra norma que da fundamento a la obligatoriedad de todo el derecho
• El fundamento de la costumbre. internacional, llamada por eso mismo norma fundamental.
Lo anterior rige para los tratados, donde se advierte claramente la
participación de la voluntad estatal. En cuanto a la costumbre, Triepel
6 Artículo 1197: "Las convenciones hechas en los contratos fqrman para las partes

5
una regla a la cual deben someterse como a la ley misma".
Tricpel, op. cit., p. 76.
I ,," Juuo BARBOZA
FUNDAMENTO DEL DERECHO INTERNACIONAL

• l .:i norma /Jacta sunt servanda como norma jurídica fundamental Comentario sobre Anzilotti
( ¡\ nzi lot ti) Anzilotti, a nuestro modo de ver, es un voluntarista apenas disimula-
Para el maestro italiano, la norma fundamental es la que se expresa do, porque en realidad su norma fundamental no hace más que expre-
por el adagio latino pacta sunt servanda, o sea que los pactos deben ser sar normativamente el mismo hecho básico de los voluntaristas, esto es,
rnmplidos. la voluntad del Estado como fundamento del derecho de gentes. Sólo
Esto es natural en su pensamiento, que basa la fuerza obligatoria de que evade las objeciones que se hacen a los voluntaristas simplemente
las normas internacionales en el acuerdo entre los Estados: acuerdo refugiándose en el carácter normativo de su premisa (necesidad de una
expreso en el caso de los tratados y tácito en el de la costumbre. norma que dé validez a la voluntad común) y en que esta norma tiene a
Para Anzilotti, la observación de los hechos demuestra la existencia su vez el carácter de una hipótesis indemostrable. Además, como nece-
de un sistema regulador de la sociedad de Estados, que resulta sobre sidad del voluntarismo que subyace a su posición, Anzilotti debe tam-
todo de dos elementos: de fuerzas dirigentes como la opinión pública y bién aceptar la naturaleza de la costumbre como un acuerdo tácito.
de normas de conducta que determinan los límites y la forma en que • La norma hipotética fundamental (Kelsen)
debe desenvolverse la actividad de los Estados en coexistencia. El maestro vienés, también normativista, difiere entre otras cosas de
Anzilotti en que para él la norma fJacta sunt servanda da fundamento al
"Una categoría especial de estas normas, ciertamente la más importante, derecho de los tratados, pero no sirve para dar fundamento a la cos-
está formada por aquellas que se constituyen mediante acuerdo, tácito o tumbre, que no sería un acuerdo tácito.
expreso, entre los Estados mismos; acuerdos con los cuales aquéllos En realidad, la norma pacta sunt servanda es ella misma consuetudi-
recíprocamente convienen en comportarse de un modo determinado, de naria y da validez a las obligaciones nacidas de los tratados porque se
forma que verificándose ciertas hipótesis, ellos sean obligados a hacer o a formó en la comunidad internacional la costumbre de que los tratados
no hacer una cosa y puedan avanzar sus correspondientes pretensiones" .7 deben ser cumplidos.
La costumbre, entonces, provee la norma fundamental de los trata-
El principio pacta sunt servanda no es susceptible de demostración dos pero entonces, ¿cuál es la norma básica de la costumbre? Pues es
del punto de vista normativo; debe ser asumido como una hipótesis pri- una norma que no pertenece al ordenamiento jurídico, porque si a él
maria e indemostrable a la que necesariamente se remonta éste como perteneciera debería existir una norma anterior que le dé a su vez vali-
cualquier otro orden de conocimiento humano. Considera Anzilotti que dez como inexorablemente lo reclama la teoría normativista, y así
la demostración desde otro punto de vista (ético, político, etc.) es irrele- suc~sivamente. Como ella, por la razón anterior, no existe en el ordena-
vante para nuestra disciplina y que la norma fundamental determina miento jurídico, es menester ponerla como hipótesis del fundamento de
cuáles son las normas que componen un ordenamiento jurídico dado. la costumbre, y por ello se llama "norma hipotética fundamental".
Lo que distingue al ordenamiento jurídico internacional del interno Así entonces la norma hipotética fundamental del derecho de gen-
es que el principio pacta sunt servanda no reposa como en el derecho ' una que' expresara algo así como que los Estados deben seguir
tes sería
interno en una norma superior, sino que es él mismo una norma supre- comportándose como lo han venido haciendo hasta entonces.
ma; es el criterio formal que distingue las normas internacionales y les
da unidad. 8
Kelsen elabora mucho más esa idea en relación con los órdenes jurídi-
cos internos: las fuentes de validez de las normas jurídicas son otras
7 Anzilotti, Corso di Diritto lnternazionale, Padua, 1964, Vol. !, p. 43. Nuestra tra-
normas que regulan su creación: en el derecho interno, "la Constitu ..
ducción.
8 Id., pp. 43/44. ción de un Estado es la fuente de las leyes creadas conforme a la Cons-
50 .Juuo BARBOZA
FUNDAMENTO DEL DERECHO INTERNACIONAL 51
titución, una ley es la fuente de las decisiones judiciales basadas en
ella, una decisión judicial es la fuente de la obligación impuesta a una
ción como norma del DI. 11 Para Ago, para identificarlas bastaría com-
de las partes, y así sucesivamente" .9
probar si esas normas son efectivas, esto es, si se cumplen dentro de la
El estrato normativo superior que es la Constitución crea un órga-
co_munidad internacional. 12 Julio Barberis sugiere que la pregunta por
no encargado de dictar las leyes, el parlamento, y un procedimiento
para elaborarlas. Las normas generales (leyes) creadas por ese órgano la fuente de la costumbre es una pregunta sin sentido 13 y nuestro análi-
son válidas si su contenido no está en contra de normas constituciona- sis parece corroborarlo.
les sustantivas, por ejemplo, una ley que controle la prensa puede
estar en contra de la libertad constitucional de expresión. Comentario sobre Kelsen
Las leyes crean otros órganos que pueden dictar normas jurídicas, La norma hipotética fundamental no es una norma jurídica, porque si
como los jueces. Las sentencias judiciales son normas individuales dic- lo fuera sería menesterosa a su vez de fundamento en otra norma, ésta a
tadas por los órganos judiciales y según los procedimientos estipula- su vez en otra y así sucesivamente. No es entonces sino una hipótesis de
dos por las leyes procesales. Estas normas individuales pertenecen a trabajo, una confesión de que el derecho no puede encontrar en sí mismo
un estrato inferior al de las lcyes. 10 Esta es la pirámide jurídica de un un fundamento de su obligatoriedad y una renuncia a encontrarlo, lo
orden interno. cual no es de extrañar en un autor como Kelsen, que quiere purificar al
derecho de toda otra consideración ajena a él. Como juristas, en suma,
En el orden internacional, llega Kelsen a la conclusión de que la cos- debemos respetar la lógica jurídica que nos dice que una norma encuen-
tumbre es un hecho creador de derecho y que eso se expresa -para tra su fundamento de validez en otra norma; cuando llegamos al límite
seguir con el método lógico-jurídico empleado- mediante una norma, inferior del derecho debemos detenernos, porque de proseguir estaríamos
que no es jurídica puesto que no pertenece al derecho positivo, que es actuando no como juristas, sino como filósofos, teólogos o lo que fuere.
hipotética porque su existencia debe ponerse como hipótesis para cerrar
lógicamente el ciclo anteriormente descripto, y que es fundamental por- b) Más allá del formalismo
que da validez a la última norma de la pirámide del derecho positivo Las teorías que buscan un fundamento no formal del derecho de
internacional y con ello da fundamento al derecho de gentes. gentes tratan de encontrarlo en ciertos contenidos, que en una forma o
en otra explican su obligatoriedad.
Creación espontánea de la costumbre i) El jusnaturalismo
Roberto Ago sostuvo que, si bien los tratados tienen como fuente a El jusnaturalismo proclama un fundamento para el derecho interna-
la norma consuetudinaria pacta sunt servanda, la costumbre no se crea cional que es coherente con su concepción del derecho en general: para
según un procedimiento establecido por una norma anterior, sino que los jusnaturalistas religiosos, cuya cumbre es Santo Tomás de Aquino,
aparece en forma espontánea. La costumbre, entonces, no tendría fuen- el derecho natural es fruto de nuestra percepción de la ley eterna y ésta
te y por ende plantearía automáticamente el problema de su identifica- es parte de la ley divina, que rige todo el universo. La teoría es clara: el
derecho positivo forma parte de un sistema en el que la ley divina es el
9 fundamento último.
Hans Kelsen, Principios de Derecho Internacional Público, Buenos Aires, 1965,
p. 259.
10
El Poder Ejecutivo, creado por la Constitución, puede también dictar normas gene-- 11 Habíamos visto que las fuentes identifican a las normas como pertenecientes a un
rales reglamentarias de leyes, por ejemplo, cuyo contenido no debe ser contrario al de cierto orden jurídico.
dichas leyes, Y puede dictar actos administrativos (normas individuales) en consecuencia 12 En "Diritto Positivo e diritto internazionale", Scritti di diritto internazionale in
de ciertas leyes o de la Constitución. onore di Tomaso Perassi, Milán, 1957, Vol. I, p. 44.
13 Op. cit., p. 77.
52 JULIO BARBOZA fUNDA~1ENTO DEL DERECHO INTERNACIONAL

Grocio, en cambio, sin renegar de su fe cristiana, encuentra que el Le Fur emite una opinión muy parecida, ya que encuentra qpc la
derecho natural consiste en ciertos principios de la recta razón que nos norma pacta sunt servanda no es suficiente para fundamentar el DI,
hacen ver que una acción es honesta o deshonesta según esté o no de desde que ella misma es menesterosa de fundamento. Lo encuentra en
acuerdo con una naturaleza razonable o sociable. Para Grocio hay un una especie de orden público internacional cuyo contenido estaría dacio
derecho natural y un derecho voluntario: éste se fundamenta en aquél por los principios generales del derecho.
porque procede válidamente de la voluntad de los Estados y la regla Verdross y Le Fur encarnarían un neojusnaturalismo, puesto que
pacta sunt servanda es un principio de derecho natural. Por lo demás, deducen de ciertos principios puestos en una instancia objetiva y supe-
su obligatoriedad sólo existe si su contenido se conforma con los otros rior todo el orden jurídico internacional.
principios del derecho natural. ii) El objetivismo.
ii) El neo-jusnaturalismo (Verdross, Le Fur) Las normas jurídicas son obligatorias porque son impuestas por las
Verdross encuentra que fórmulas como las de Anzilotti o de Kelsen necesidades sociales: su contenido es necesario, tanto como lo es su
tienen que dar por supuesto que existen los Estados y que éstos forman carácter obliga torio.
una comunidad. Al prescindir del trasfondo sociológico y jusnaturalis- Para León Duguit, las normas jurídicas forman parte de una categoría
ta, son por ende fórmulas vacías. Propone entonces partir de los princi- más amplia, las normas sociales, cuyo objeto es preservar a las socieda-
pios jurídicos que los pueblos civilizados reconocen normalmente, des humanas. Como el hombre es un ser social, que vive necesariamente
en sociedad, aquella categoría de normas es necesaria. Dentro de ellas,
" ... toda vez que las normas del DI positivo se han ido constituyendo
las que dan origen a una sanción que aplica la coacción organizada por
sobre la base de la conciencia común de los pueblos. Ejemplo claro de
ello es el viejo DI de la cultura mediterránea, que brotó del jus gen- su incumplimiento, son normas jurídicas. El proceso de formación tiene
tium de la antigüedad. El mismo proceso se repite en la Edad Media: lugar a través del conjunto de individuos que forman la sociedad y que
también el DI de entonces tiene como base los principios jurídicos advierten que tales normas son tan esenciales para la vida societaria que
comunes del mundo cristiano" . 14 la fuerza se hace necesaria para sancionar su incumplimiento.
Añade Duguit más adelante que aquel conjunto de individuos no
Piensa Verdross que tales principios solamente deberá percibir la aplicación de la coacción organizada como
i necesaria, sino también como justa -no de una justicia inmutable en el
"tomados de los ordenamientos jurídicos incorporados, rigen ya, por ; 1 tiempo y espacio, sino cambiante con los tiempos y con los lugares-
consiguiente, antes de que el DI haya producido normas propias por
la vía consuetudinaria o contractual".
con lo cual se introduce en su concepción un juicio ele valor,
Son, entonces, las normas jurídicas una clase más importante que las
Sostiene que todo uso presupone principios jurídicos y que el dere- otras ele las normas sociales, necesarias para mantener lo que Duguit
cho convencional se basa en el principio de la buena fe y "no en el uso, llama la solidaridad social, y tienen un carácter de derecho objetivo
que muchas veces lo infringe" . 15 porque son obligatorias para todos y su formación no depende de la
Para Verdross, entonces, "la norma fundamental del DI exige de los voluntad del Estado.
sujetos del mismo que acaten, por tradición y por convención, los prin- En el orden internacional, las normas responden a una necesidad
cipios jurídicos de referencia y sus determinaciones próximas". intersocial, dentro de un proceso de creación paralelo al anteriormente
descripto.
14
Verdross, Derecho internacional público, Madrid, 1955, p. 36. Un continuador de la escuela de Duguit, aunque con considerables
15 !bid. variaciones, es en Francia Georges Scelle.
Capítulo 4

Derecho internacional y derecho interno

l. Introducción
Al abordar este tema, conviene puntualizar que hablamos de un
derecho internacional y de muchos derechos internos, tantos como
Estados agrupe la comunidad internacional.
¿Cuál es la relación entre el uno y los otros? A ese respecto, existen
dos posiciones: una que sostiene la separación e independencia del DIP
y de los órdenes jurídicos internos (teoría dualista) y otra que afirma
que el derecho de gentes y los derechos internos forman un solo orden
jurídico (teoría monista)
Asimismo, esta última teoría admite dos variantes: la de los que sos-
tienen la primacía del DI sobre el interno y a la inversa, la de los que
creen que el derecho interno prevalece sobre el internacional.

2. La tesis dualista

a) Triepel
Esta posición se origina en nuestro conocido profesor Hans Triepel,
quien en 1899 trató el tema en su libro Volkerrechts und Landesrecht y
fue reafirmada en 1905 por Anzilotti. 1 Ambos postularon la separación
completa entre los órdenes jurídicos internos y el internacional.
Esto es así, dice Triepel, porque tienen diferentes fundamentos, distin-
tos sujetos y existe una diferencia de relación en ambos casos. Así como

1 En su obra Il Diritto Internazionale nel giudizi interni.


'111
Juuo BARBOZA
DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO INTERNO 57
('I dnt:cho interno tiene como fundamento la voluntad de un solo Estado
('I DI tiene como fundamento -ya lo vimos antes- la voluntad común d~ la práctica internacional, una ley interna que esté en contradicción con
los Estados; los sujetos del derecho interno son los individuos y los del DI una obligación internacional del Estado que la adoptó no es por ello
son los Estados y por último la relación es de subordinación entre el Esta- nula. Sigue vigente y en todo caso acarrea la responsabilidad del Estado
do -que crea el derecho- y los individuos en el orden interno, mientras en cuestión en el plano del derecho de gentes. Ello probaría la separa-
que en el internacional la relación es de coordinación entre los Estados. ción de ambos órdenes jurídicos.
i) La transformación del derecho internacional en interno Asimismo, agrega Anzilotti que no puede haber conflictos, propia-
Los dualistas piensan que el DI, por reglar las relaciones entre los mente hablando, entre el DI y el derecho interno pero en cambio que
Estados, no puede aplicarse directamente a los individuos súbditos de entre uno y otro orden jurídico pueden existir reenvíos y recepciones.
ninguno de ellos sino que exige su transformación en derecho interno.
O sea que, para que una norma de derecho internacional sea aplicable a
un individuo, es menester que el Estado en cuestión haya dictado una 3. Las teorías monistas
ley interna con el mismo contenido que el tratado.
Sostiene Triepel que, en realidad, un tratado internacional no es a) Kelsen
nunca un medio de creación de derecho interno, sino una invitación a Opuestas al pluralismo, las teorías monistas creen en la existencia de
crear ese derecho: una fuente de derecho internacional es tan incapaz de un solo orden jurídico universal. La principal escuela monista es la de
crear por sí misma una regla de derecho interno como una fuente de Viena, representada por el profesor Kelsen, que como sabemos encuen-
derecho interno de producir por sí misma una norma de DIP. tra que el fundamento de un orden jurídico es una norma hipotética
fundamental, y que es dicha norma la que le da unidad. ,
b) Anzilotti Respecto a los argumentos de Triepel y Anzilotti arriba expuestos,
El maestro italiano era de opinión que, como emanan de normas Kelsen responde que:
fundamentales diferentes, el DI y el interno son órdenes separados. • El comportamiento de un Estado se reduce al comportamiento de
los individuos que representan al Estado. La pretendida diferencia
respecto al contenido del DIP y del derecho nacional "no puede ser
"La norma fundamental, según la cual los Estados deben comportarse
como lo han convenido con los otros Estados, constituye el criterio una diferencia entre la clase de sujetos cuya conducta regulan" .2
determinante de cuáles son las normas que componen el ordenamiento $ En cuanto a la diferencia de contenido, o sea al argumento relati-
jurídico internacional y lo distingue formalmente de las normas perte-- vo a que el derecho interno se ocuparía de los asuntos internos y
necientes a los varios ordenamientos jurídicos internos". el internacional de las relaciones externas, es imposible distinguir
los llamados asuntos internos de los asuntos exteriores. Según una
Como consecuencia de lo anterior, bien conocida jurisprudencia de la CIJ, todo asunto de los conoci-
dos como "internos" puede ser objeto de un tratado internacional
"las normas internacionales no pueden influir sobre el valor obligato- y salir así del dominio reservado del Estado. Kelsen cita el ejem-
rio de las normas internas, y viceversa". plo de la relación entre patronos y obreros, que es aparentemente
un asunto interno y regulado por leyes también internas. En cuan-
En efecto, un argumento que utilizan los dualistas para demostrar la
separación e independencia de ambos tipos de ordenamiento es que en
1 Op. cit., p. 346.
. ,, DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO INTERNO .'ilJ
"' jlll.IO llAIUIOZA

sistemas de normas válidas. Esto, sin embargo, como veremos, implica


11> 1111 l·: ... 1.1d1> l1rn1c un tratado sobre la regulación de esas relacio-
una contradicción". 6
lll's, se u 111 v il'rtc en un asunto internacional. 3

Cuando diversos sistemas normativos, como los derechos internos,


A11aliza el profesor vienés el fundamento de los derechos internos y pertenecen a un sistema único, deben estar coordinados o en subordina-
rnrnl'.ntra, remontándose en su conocida pirámide jurídica, que la nor- ción. Si están coordinados, tales sistemas suponen la existencia de un ter-
111a que les da fundamento es la que impone la obligación de obedecer cero distinto que delimita sus respectivas esferas de validez. Por tal razón,
:ti legislador originario, al que impuso la primera Constitución. y por ser el derecho internacional el que provee a los derechos internos de
Pero al mismo tiempo, esa primera Constitución sólo será válida si es su norma fundamental relativa, es que aquél tiene primacía sobre éstos.
efectiva, es decir si en general se cumple el derecho que ella fundamenta.
Originariamente, Kelsen no se pronunció por la primacía del DIP,
" ... nosotros presuponemos la primera Constitución como una norma limitándose a decir que tendría esa superioridad el orden jurídico en el
válida solamente bajo la condición de que el orden jurídico estableci- que se encontrara la norma fundamental suprema. Pero más tarde ubi-
do sobre la base de esta Constitución sea, de una manera general, có esta norma fundamental suprema como dando fundamento al DIP.
efectivo, esto es, que sea efectivamente aplicado y obedecido. Esto
resulta manifiesto en caso de revolución".4 Tocante el argumento de la continua validez de normas internas
opuestas a una obligación internacional, Kelsen desarrolla una larga
El derecho de gentes reconoce a un Estado cuando su orden jurídico argumentación tendiente a demostrar que tal situación es corriente en el
es efectivo, en aplicación de una conocida norma consuetudinaria inter- derecho. En un sistema interno, por ejemplo, las leyes contrarias a la
nacional conocida como principio de efectividad. De allí deduce Kelsen Constitución no son nulas y sin valor ah initio: mientras la ley no se
que el fundamento de esa primera norma del derecho interno se encuen- anule, permanecerá válida. 7
tra en el derecho de gentes.
Es, entonces, la norma fundamental del derecho internacional la que "El acto ilícito no está en contradicción con el derecho; no es una
fundamenta el sistema jurídico único. Por lo demás, negación de éste, es una condición determinada por el derecho ... La
elaboración de una determinada norma podrá ser -de acuerdo con
otra norma superior- un acto ilícito y exponer a su autor a una san-
"no es posible, desde el punto de vista lógico, sostener que normas
ción, pero esa norma podrá -también de acuerdo con otra norma
válidas simultáneamente pertenezcan a sistemas distintos e indepen-
superior- ser válida, no sólo en el sentido de que podrá continuar
dientes entre sí. Los pluralistas 5 no niegan que las normas del derecho
siendo válida mientras no sea anulada, sino también en el sentido de
internacional y las del derecho nacional sean simultáneamente válidas.
que no podrá ser anulable simplemente por el hecho de tener su origen
Por el contrario, admitiendo que ambos órdenes jurídicos sean simul-
en un acto ilícito. Esto es exactamente lo que ocurre en la relación
táneamente válidos, sostienen que uno es válido independientemente
entre derecho internacional y derecho interno". 8
del otro, lo que significa que no existe relación alguna entre los dos

3 6 Id., p. 346.
Id., p. 347.
7
4
Id., p. 352. Id., p. 361.
5 8 Id., p. 362.
Otra forma de referirse a los dualistas.
td 1 Juuo BARBOZA DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO INTERNO (, 1

·I. l .i1 ¡1r11di<:11 internacional Otro problema conexo es el de la necesidad, en algunos casos, de
leyes internas que posibiliten la ejecución de tratados internacionales. En
1 l:t y por cierto un creciente campo de aplicación del derecho interna- ciertos casos, los tratados las exigen; en otros surge de la necesidad
' io11al en el orden interno y cada vez más los particulares pueden invo- cuando los tratados por su naturaleza no son operativos (self-executing).
rn r derechos que les otorgan tratados internacionales de sus países, Al igual que las leyes internas requieren, por su generalidad, ser
panicularmente en los casos de integración regional, como viene pasan- reglamentadas por el Poder Ejecutivo, algunos tratados deben ser
do desde hace un tiempo en Europa con su adelantado proceso de inte- complementados por leyes internas que los hagan aplicables. 9 En todo
gración y está sucediendo actualmente en los países miembros del caso, la inadecuación al derecho internacional de una norma interna no
Mercosur. supone, como hemos visto, su automática nulidad ni su derogación. De
Los problemas de adaptación al plano doméstico de las normas del hecho, pueden seguir coexistiendo aunque, naturalmente, el Estado en
derecho de gentes han sido abordados de diferentes maneras en los cuestión podrá tener responsabilidad en el plano internacional.
derechos internos de los Estados, pues es normalmente en sus órganos Conviene pasar revista, aunque sea sumariamente, al panorama
jurisdiccionales donde estos problemas se presentan. constitucional de algunos sistemas jurídicos importantes, para tener
Hay que distinguir también según que se trate del derecho consuetu- una idea de cómo funciona el mecanismo de adaptación del derecho
dinario y de los tratados, ya que en este último caso se presentan cues- internacional al derecho interno. Asimismo, examinar también cómo
tiones relativas a la limitación constitucional del llamado treaty making han tratado la cuestión los tribunales internacionales.
power, limitación tendiente a impedir que el Ejecutivo invada faculta-·
des propias del Legislativo a través de su poder de celebrar tratados. a) Las Constituciones nacionales
La cuestión doctrinaria en la práctica se desdibuja un poco. Una posi- i) El Reino Unido
ción estrictamente dualista, que exigiera que las disposiciones de un tra- La costumbre internacional es parte del common law de Inglaterra,
tado fueran repetidas en el texto de una ley para tener validez interna según lo dice Blackstone en sus Comentarios ( "international law is the
seria difícil de encontrar en el derecho constitucional comparado. Gene-- law of the land")
ralmente, la participación legislativa se requiere antes de que el tratado
adquiera validez y sea, por ende, obligatorio para el Estado. En la "El derecho internacional es adoptado en plenitud por el derecho de
Argentina, la ley del Congreso que aprueba un tratado es ley de carácter Inglaterra y cuando se plantee cualquier cuestión que corresponda a
formal, no sustantiva, y significa meramente que el Congreso autoriza al su jurisdicción se sostiene que es parte del derecho interno" . 10
Ejecutivo para ratificar el tratado en cuestión. Sólo después de este trá--
mite el tratado es obligatorio para el país. En Estados Unidos es el Sena-- No hay, por ende, necesidad alguna de transformación del derecho
do el que presta un similar consentimiento, y esa intervención del Senado, internacional consuetudinario en derecho interno.
amén de ser, como en la Argentina, previa al tratado, no tiene el carácter En cambio, los tratados que afectan derechos privados, o que modi-
de una ley interna desde que sólo una de las Cámaras participa. fican el common law, o imponen cargas financieras, deben ser objeto de
Estas maneras parecen técnicas de participación del poder legislativo
en la aprobación de un tratado por razones constitucionales prácticas y
9
no configurarían un sistema dualista stricto sensu en el que es indispen- Ver, un poco más adelante, el caso Gregario Alonso c!Haras Los Cardos, resuelto
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
sable que las normas de un tratado sean recogidas a novo por el meca-
10 Blackstone, Commentaries on the Law of Engla11d, Londres, cuarta edición, Vol.
nismo legislativo de un Estado. IV, p. 55. Nuestra traducción.
,, ' Juuo BARBOZA
DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO INTERNO 63
1111.1 il'y aprobatoria para formar parte del derecho interno. Jirnénez de
1\1 li:1ga lo explica diciendo que es así porque, siendo la conclusión y
('1. hubiere alguna disposición contraria en su Constitución o en los Códi-
1.11 il icación de tratados, por una disposición constitucional británica, gos de los Estados".
prerrogativa exclusiva de la Corona, ésta podría, a través de su facultad
dl' suscribir tratados (treaty making power), legislar en los casos indica- Naturalmente, la intervención del Senado no equivale, en modo
dos sin concurrencia del Parlamento e invadiría así sus facultades legis- alguno, a una ley, que debe ser dictada por ambas cárnara~,Y promulga-
lativas. De ahí la prohibición. da por el Poder Ejecutivo. Por ende, no hay transformaczon de la nor-
La aprobación parlamentaria se realiza antes de que las disposicio- ma internacional en norma interna.
nes del tratado sean para el Reino Unido normas internacionales vigen- iii) Alemania
tes, puesto que no se han cumplido, cuando esa aprobación se otorga, El artículo 25 de la Constitución alemana actual dice:
los pasos necesarios para la validez internacional de aquellas normas.
Quedaría, además, sin explicación el caso de los tratados que no incu- "Las reglas generales del derecho internacional público son parte del
rren en las tres prohibiciones citadas (afectar derechos privados, modi- derecho federal. Ellas prevalecen sobre las leyes y producen en forma
inmediata derechos y deberes para los habitantes del territorio federal"·
ficar el common law o crear cargas financieras), tratados que se aplican
sin más y directamente a los individuos.
Obviamente, el derecho internacional general es parte del derecho
interno alemán.
Por lo demás, hay una presunción juris tantum en sentido de que el
iv) Italia
Parlamento no ha tenido el propósito de ir contra un tratado interna-
El artículo 10 de la Constitución establece que:
cional, de forma que los jueces a su vez deben tratar de interpretar la
relación entre tratado y estatuto (ley del Parlamento) en forma que, de
ser posible, no haya conflicto. "El ordenamiento jurídico italiano se ajustará a las normas del dere-
cho internacional generalmente reconocido".

ii) Estados Unidos Se trata de una adaptación automática, esto es, sin necesidad alguna
En los Estados Unidos, la costumbre internacional es parte del dere- de un acto interno.
cho interno, corno en el Reino Unido, puesto que su common law se ori- v) Francia
gina en el inglés. No se requiere, por ende, transformación alguna de
esas normas que se aplican directamente a los súbditos norteamericanos. "Los tribunales franceses han considerado las reglas del derecho inter-
Los tratados aprobados por el Senado y debidamente ratificados son nacional consuetudinario como directamente aplicables toda vez que
parte del derecho interno, aun cuando estén en conflicto con legislación fueran relevantes a la solución del problema en cuestión y para el cual
interna previa al tratado, a la que derogan. La Constitución, en cambio, no hubiera ley o reglamento aplicable. No han sido en absoluto
tiene supremacía. influenciados por la doctrina 'dualista', que hubiera requerido previa
transformación de las normas internacionales como requisito de su
aplicación judicial". 11
"Esta Constitución, las leyes de los Estados Unidos que en virtud de
ella se promulguen y todos los tratados estipulados o que se estipulen
bajo la autoridad de los Estados Unidos serán la suprema ley del país.
Los jueces de cada Estado estarán obligados a observarla, aun cuando --,1-Jiménez de Aréchaga, Curso de derecho internacional público, Centro de Estudian-
tes de Derecho, Montevideo, 1959, p. 195.
DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO INTERNO 65
Juuo
'"' BARBOZA

tamente al Código de Comercio "por la ley aprobatoria respectiva,


Toca111c los tratados, ellos son aplicables directamente a los indivi- 11.132".
duos c11 virtud del artículo 26 de la Constitucion de 1946, "sin necesi- La Suprema Corte también aplicó el mismo criterio al artículo III, 1
d:1d de que se los incorpore en una ley o decreto". 12 de la Convención Universal de Ginebra sobre derecho de autor, en
Naturalmente, las disposiciones de los tratados en cuestión deben ser modificación de la ley argentina sobre propiedad intelectual y al artícu-
lo suficientemente detalladas como para ser aplicables sin necesidad de lo 31, c) de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas. 15
una reglamentación más detallada. De lo contrario, habrá que esperar a Respecto a la costumbre
que dicha reglamentación las haga funcionales. La costumbre internacional también se aplica directamente en el
vi) La Constitución argentina derecho argentino, no obstante que la Constitución no contiene referen-
Tampoco nuestra Constitución, ni antes ni después de la reforma de cia expresa al respecto. La ley 48, de 1863, dice en su artículo 21 que
l 994, requiere de la transformación de las normas internacionales en los tribunales federales deben aplicar la Constitución como ley suprema
internas para que puedan ser aplicadas a los individuos, súbditos de la de la Nación, las leyes del Congreso, los tratados, las leyes de las pro-
República. En realidad, un tratado del cual la República sea parte, se vincias y los principios de derecho internacional, en ese orden.
aplicará directamente si es operativo, esto es, si sus normas pueden Sin embargo, no es esa la interpretación que estableció la Suprema
aplicarse sin condicionamientos especiales ni necesidad de reglamenta- Corte de la Nación en su jurisprudencia. 16 El caso Manauta, Juan José
ción interna. y otros e/Embajada de la Federación Rusa si daños y perjuicios es ilus-
En cuanto a los tratados trativo al respecto.
Dos casos ilustrarán lo anterior, en relación con los tratados. Uno En su considerando 9), 17 la Corte resume su jurisprudencia respecto
es el de Gregario Alonso c/Haras Los Cardos 13 en el que una conven- a la aplicación del principio de inmunidad de jurisdicción de los Esta-
ción internacional en materia laboral cambiaba el régimen de repara- dos, o sea de la aplicación interna de una costumbre internacional, que
ción por accidentes del trabajo en la agricultura. La Corte Suprema había sido constante en el sentido de la inmunidad absoluta de jurisdic-
encontró que la ratificación por la Argentina de tal convención no ción. Interesa tomar nota del porqué de esa línea jurisprudencia! de la
derogaba automáticamente la aplicación de la ley 9688 por cuanto Corte, expresada en el mismo considerando:
aquella convención obligaba a las partes a "tomar las medicfas necesa-
rias para hacer efectivas sus disposiciones". Tales medidas consistían, 15 Respectivamente, en los casos de SA Editorial Noguet, Fallos: 252:262 y Martínez,
precisamente, en la sanción de una ley que reglamentara "'en forma Enrique M. dRamos, José I. sldespido, Fallos: 284:28, también citados como en las dos
clara y concreta los derechos y obligaciones de los asalariados agríco- notas anteriores.
16 Una exposición más completa de este punto puede verse en la obra de Moncayo,
las" y no implicaban la transformación del derecho internacional en
Vinuesa y Gutiérrez Posse ya citada, pp. 67 a 71. Se llega allí a la conclusión de que, en
interno. efecto, la Corte Suprema de la Nación ha aplicado la costumbre internacional directa-
El otro fallo es el de SA Quebrachales fusionados el capitán, arma- mente en numerosos fallos. "A través de frecuentes invocaciones al 'derecho de gentes', la
dores y dueños del vapor nacional Aguila, 14 en el que la Corte Suprema Corte Suprema de Justicia de la Nación ha hecho directa aplicación de normas consagra-
das por la costumbre internacional y se ha pronunciado con la convicción de que 'la
decidió que ciertas reglas de la Convención de Bruselas de 1910 sobre jurisdicción que se le ha acordado, en los términos de los artículos 100 y 101 de la Consti-
abordaje, asistencia y salvamento marítimos fueran incorporadas direc- tución Nacional, respecto de las 'causas' o 'asuntos' concernientes a los Embajadores Y
Ministros extranjeros lo ha sido con arreglo al derecho de gentes y en garantía del más
eficaz cumplimiento de las altas funciones de aquellos' .(Fallos: 244:255; 284:28)". Los
12 Id., p. 196. artículos citados tienen la numeración anterior a la reforma.
u Fallos: 186:258. Citado en Moncayo, Vinuesa y Gutiérrez Posse, op. cit., p. 66. 17 SC, M 817, LXXV, del 22 de diciembre de 1994.
14 Fallos: 150:80, también citado en la obra referida en la nota anterior.
Juuo BARBOZA

DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO INTERNO

"Al reconocer la inmunidad de jurisdicción la Corte siempre consideró


que lo hacía porque debía actuar 'según Jos principios del derecho de sus aguas y que cuando cambió la costumbre internacional la Corte
gentes; de modo que no resulten violadas las bases del orden público cambió su jurisprudencia en la forma que vimos y por ende la derogó
internacional', que son de aplicación prioritaria (Fallos: 295:176) pues parcialmente. En tal caso, podría decirse que la costumbre internacional
el desconocimiento de los principios que rigen las relaciones diplomá- es superior a la ley interna según el ordenamiento jurídico argentino.
ticas internacionales no tendría otro desenlace que conducir al aisla- Una manera de esquivar esta conclusión sería contemplar el asunto
miento de nuestro país en el concierto de las naciones". como un caso de interpretación del artículo 24, en el que la Corte
encontró una circunstancia no mencionada por la ley pero que estaba
Lo interesante de este fallo, que gira alrededor del artículo 24, inciso como implícita: los requisitos del texto legal corresponden en los casos
1, párrafo 2, del decreto-ley 1285/58, 18 es que la Corte cambia su juris- en que no hay competencia del Tribunal de derecho interno según la
prudencia respecto a la inmunidad absoluta de jurisdicción de los Esta- nueva costumbre internacional.
dos extranjeros en la Argentina, porque la costumbre internacional al
respecto también cambió. La Corte sostiene en su considerando 7) que b) En el ámbito internacional
En el derecho de gentes, tanto la jurisprudencia invariable de los tri-
"La doctrina establecida desde antiguo por el Tribunal, en el sentido de bunales internacionales como el sistema de la Convención de Viena
reconocer a los Estados extranjeros el privilegio de la inmunidad abso- sobre derecho de los tratados consagran la primacía de las normas del
luta de jurisdicción no encontraba su origen en la citada norma legal derecho internacional en caso de conflicto con normas internas. En
-posterior a dicha doctrina y limitada a la jurisdicción originaria- sino suma, los Estados tienen la obligación internacional de adaptar ~u dere-
en un principio de derecho internacional público que impedía que en cho interno al derecho de gentes, so pena de que se origine responsabili-
cualquier tipo de causas un Estado extranjero pudiera ser llevado -sin dad internacional del Estado.
su consentimiento- ante los tribunales de otros país". (Confr. fallos: Fitzmaurice dice, respecto a la supremacía del derecho de gentes
123:58; 125:40; 178:173; 292:461, entre otros.)(Bastardillas añadidas.) sobre el interno:

La Corte encontró entonces, tras un correcto análisis de la práctica "Este es, por cierto, uno de los grandes principios del derecho interna-
internacional, que ese principio establecido por la vía consuetudinaria cional, que informa todo su sistema y que se aplica a todas sus ramas,
había cambiado, que ahora se distinguía entre actos juri gestionis y juri incluyendo naturalmente el derecho de los tratados. Sin él, el derecho
imperii 19 y que la inmunidad sólo correspondía a los últimos. de gentes no podría funcionar desde que no le faltarían los medios a
ningún Estado para evitar o eludir sus obligaciones internacionales" .20
Resultaría de interés, en una investigación más específica que la que alienta
este libro, averiguar qué papel juega el texto citado del artículo 24. Porque Es importante subrayar que para los tribunales internacionales, el dere-
aunque la Corte diga que su jurisprudencia no se debía al citado artícu- cho interno es considerado como un hecho, tal como lo establece la CPJI
lo, el hecho es que la jurisprudencia de la Corte había estando siguiendo en el caso de los Intereses alemanes en la Alta Silesia polaca, de 1926:

18 Su texto es el que sigue: "No se dará curso a la demanda contra un Estado extranjero "Desde el punto de vista del DI y del Tribunal que es su órgano, las
sin requerir previamente de su representante diplomático, por intermedio del Ministerio de leyes internas son simples hechos, manifestaciones de la voluntad y de
Relaciones Exteriores y Culto, la conformidad de aquel país para ser sometido a juicio". la actividad del Estado, de la misma manera que sus resoluciones judi-
19 Más o menos equivalente a los "comerciales" y "no comerciales" de las leyes

anglosajonas, o los actos del Estado como ente politico o ente civile de los italianos. 20 Academie de Droit Intemational. Recueil des Cours, 1957, II, p. 86 (traducción
nuestra).
68 Jt11.10 BARBOZA DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO INTERNO 69

ciales o sus medidas administrativas. El Tribunal no está llamado a El artículo 27 trata de la observancia de los tratados, y el 46 está en
interpretar la ley polaca como tal, pero nada impide que se pronuncie la parte de nulidades. Es aquí donde la Convención trae la única excep-
sobre la cuestiún de si, al aplicar dicha ley, obra o no Polonia de con- ción a la disposición anterior, en su inciso 1.
formidad con las obligaciones que la Convención de Ginebra le impo-
ne respecto a Alemania".21 "El hecho de que el consentimiento de un Estado en obligarse por un
tratado haya sido manifestado en violación de una disposición de su
En idéntico sentido, la CPJI en el caso del Tratamiento de nacionales derecho interno concerniente a la competencia para celebrar tratados
polacos en Danzig: no podrá ser alegado por dicho Estado como vicio de su consenti-
miento, a menos que esa violación sea manifiesta y afecte a una norma
"Debe ... observarse que ... de acuerdo con principios jurídicos genera- de importancia fundamental en su derecho interno".
les ... un Estado no puede alegar contra otro Estado su propia Consti-
tuciún con vistas a evadir obligaciones que le incumben de acuerdo Y en su segundo inciso aclara el concepto de "violación manifiesta":
con el derecho internacional o con tratados vigentes ... " .22

"Una violación es manifiesta si resulta objetivamente evidente para


En el caso de las Pesquerías anglo-noruegas, Lord McNair dijo que:
cualquier Estado que proceda en la materia conforme a la práctica
habitual y de buena fe".
"Es una regla bien establecida que el Estado nunca puede alegar una
disposición, o la falta de una disposición, en su derecho interno, o un
acto u omisión de su poder ejecutivo como defensa contra un cargo de La regla general está en el artículo 26 y la excepción es discutible y
violación del derecho internacional. Esto se decidió desde 1870 en el de escasa utilidad práctica. ¿Cómo podría argüir de buena fe el Estado
arbitraje en Ginebra, en el caso de las reclamaciones del Alabama ... "_23 que pide la nulidad del tratado, que no conocía la violación manifiesta
que representaba la conclusión del tratado por su propio órgano
Asimismo, la CPJI, en el caso de las Comunidades greco-búlgaras incompetente, cuando dicha violación debe ser manifiesta para "cual-
decidió que: quier Estado que proceda en la materia conforme a la práctica habitual
y de buena fe"?
"Es un principio generalmente aceptado del derecho internacional que
en las relaciones entre las potencias que son partes contratantes de un
tratado, las disposiciones del derecho interno no pueden prevalecer 5. Algunas conclusiones
sobre las del tratado".

Este somero examen nos hace ver que las Constituciones de algunos
La Convención de Viena en su artículo 2 7, dice que:
países de primera importancia aceptan que el derecho internacional es,
"Una parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno a) incorporado como parte del derecho interno y b) tiene supremacía
como justificación del incumplimiento de un tratado. Esta norma se sobre éste. La reiterada jurisprudencia y otra práctica internacional citada
entenderá sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 46". son claras en el sentido de que en el ámbito internacional, a) el derecho
interno es simplemente un hecho a tener en cuenta y b) en caso de conflic··
21
CPJI, Serie A, Nº 7, p. 19. to entre uno y otro, prevalece invariablemente el derecho internacional.
22
CPJI, Serie A/B, Nº 44, p. 24 (traducción nuestra).
23
ICJ Reports, 1951, p. 181 (traducción nuestra).
Capítulo 5

La relación entre los tratados internacionales y el derecho


interno argentino 1

Consideramos conveniente considerar separadamente la relación entre


tratados y costumbre con el derecho interno argentino.

l. Antes de la reforma de 1994

a) El sistema normativo
Las dos normas pertinentes de la Constitución nacional eran el artícu-
lo 27, según el cual los tratados deben estar "en conformidad con los
principios de derecho público establecidos en esta Constitución", y el
artículo 31, según el cual la Constitución, las leyes y los tratados inter-
nacionales "son la ley suprema de la Nación".

b) La jurisprudencia
i) Hasta el caso "Ekmedjián"
Aquella normativa dejó a la interpretación jurisprudencia! aspectos
de importancia, como la jerarquía entre los tipos de normas que son
"ley suprema de la Nación": la Constitución, las leyes y los tratados.

1
Consideramos más adecuado hacer referencia a la relación entre los tratados interna-
cionales y el derecho interno, y no a la generalmente utilizada por la doctrina (relaciones
entre el derecho internacional y el derecho interno), toda vez que los tratados internacio-
nales tienen un tratamiento específico, tanto en la Constitución de 1853 c;:omo en su refor-
ma de 1994. '
Juuo BARBOZA
LA RELACIÓN ENTRE LOS TRATADOS INTERNACIONALES Y EL DERECHO ARGENTINO '7.1

1)¡·•,dc cl caso Martín y Cía. Ltda. el Administración Gral. de Puertos, 2


1 Volviendo a nuestro derecho, es claro que esta doctrina de la Corte
1 /·.,,<!, la Corte determinó que ni el artículo 31niel100 4 de la Cons-
Suprema de Justicia de la Nación, si bien podía generar responsabilidad
11111L·iú11Nacional atribuían superioridad a los tratados respecto a las
internacional para el Estado argentino en caso de que se hiciera preva-
ll'ycs d<:I Congreso Nacional. Leyes y tratados eran igualmente califica-
lecer una disposición constitucional o una legal sobre un tratado, por
d()s como "ley suprema de la Nación" y no existía fundamento norma-
no contemplar el principio pacta sunt servanda en el ámbito internacio-
l i vo para acordar prioridad de rango a ninguno.
nal, no producía conflictos de derecho interno: la supremacía const.itu-
El principio aplicable al conflicto entre norma de tratado y ley del
cional sobre leyes y tratados estaba fuera de discusión, 8 y el confücto
Congreso Nacional era: leges posteriores priores abrogant, o sea que si
entre leyes y tratados se resolvía de la manera antes indicada.
una ley posterior modificaba las disposiciones de un tratado, las nuevas
ii) El primer gran cambio, el caso Ekmedjian
normas se consideraban las vigentes y derogadas las del tratado que
En 1980 se incorporó la Convención de Viena sobre derecho de los
aquellas afectaban, y si un tratado modificaba una ley interna, eran las
tratados al ordenamiento nacional (ley 19.895). Por tanto, se ratifica-
disposiciones del tratado las que prevalecían.
ron por tratado dos principios que ya estaban incorporados a nuestro
Esta solución, conocida como last in time doctrine, había sido adop-
derecho positivo por virtud de la costumbre internacional. También se
tada por la Corte Suprema de los Estados Unidos desde 1870, cuando
incorporó, a través de dicha Convención, la excepción a uno de ellos.
en el caso Cherokee Tobacco un tratado con los indios cherokees en
Tales principios fueron:
1866 aparecía en contradicción con una ley posterior.
• El principio fJacta sunt servanda aplicable a los tratados interna-
"Indudablemente -dijo la Corte- uno de ellos debe ceder. La contra- cionales (artículo 26).
dicción es clara y no pueden permanecer juntos". 5 • La prohibición de alegar el derecho interno para justificar el
incumplimiento de tratados {artículo 27).
A partir de allí, la doctrina afirmada en casos posteriores por la mis-
• La excepción a este principio por violación manifiesta de una nor-
ma Corte Suprema norteamericana, 6 sostenía que:
ma fundamental de derecho interno relativa a la competencia
"Según la Constitución, un tratado está ubicado en el mismo rango, y para celebrar tratados (artículo 46).
constituye una obligación igual a una ley ... Cuando un tratado y una En relación con lo anterior, en el caso Ekmekdjian, Miguel Angel c.
ley versan sobre el mismo objeto, los tribunales deben siempre procu- Sofovich, Gerardo y otros, que se decidió en 1992, 9 la Corte sostuvo en
rar dar efecto a ambos, si es que esto puede ser hecho sin violar la un obiter dictum sobre las relaciones entre el derecho internacional y el
letra de ninguno; pero, si los dos son incompatibles, el último en el interno, que
tiempo debe prevalecer sobre el otro" .7
" ... acorde con las exigencias de cooperación, armonización e integra-
ción que la República Argentina reconoce"," ... ya no es exacta la pro-
2 Fallos: 257:99.
3 Fallos: 2.71 :'7.
4
Actuales artículos 116 y 11'7. (treaty and statute) relate to the same subject, the courts will always endeavor to construe
s 78 U.S. (11 Wall.) 616 ( 1870). them so as to give effect to both, if that can be do11e without violating the language of ett-
6
Head Mo11ey Cases (112 U.S. 580 (1844 )), Whitney v. Robertson (124 U.S. 190 her; but, if the two are i11consiste11t, the one last in date will co11trol the other''.
( 1888)). 8 En este sentido: Bielsa, Rafael, "Observaciones sumarias sobre algunos puntos de
7
Glennon, Michael J., op. cit., pp. 232 y ss. "By the Constitution, a treaty is placed derecho público concernientes al carácter jurídico de ciertas leyes", Revista La Ley, 120,
"" the same footing, and made of like obligation, with an act of legislation ... When Octubre-Diciembre 1965, p. 1079.
9 E. 64 XXIII. La Ley, 1992-C, 541.
LA RELACIÓN ENTRE LOS TRATADOS INTERNACIONALES Y EL DERECHO ARGENTINO 7S
'I JULIO BARBOZA

"impone al Estado argentino asignar primacía al tratado ante un even-


posición jurídica según la cual no existe fundamento normativo para
tual conflicto con cualquier norma interna contraria o con la omisión
acordar prioridad al tratado frente a la ley",
de dictar disposiciones que, en sus efectos, equivalgan al incumplimien-
to del tratado internacional en los términos del citado artículo 2 7".
El cambio jurisprudencia! encuentra, para la Corte, un doble funda- (Bastardillas nuestras.)
mento:
• De derecho constitucional, pues considera a los tratados internacio- El artículo 27 de la Convención de Viena da a los tratados jerarquía
nales orgánicamente federales, y a su celebración "un acto complejo fede- superior a la propia Constitución no sólo en el ámbito internacional sino
ral" dado que los concluye y firma el presidente, los aprueba o desecha el también, según lo interpretó la Corte Suprema de la Nación, en el inter-
Congreso mediante una ley federal, y los ratifica posteriormente el titular no. La Corte sostuvo en el considerando 18 del fallo Ekmekdjian que
del PEN. En consecuencia, la Corte concluyó que
" ( ... ) Ahora esta prioridad de rango integra el ordenamiento jurídico
"La derogación de un tratado internacional por una ley del Congreso argentino. La convención es un tratado internacional, constitucional-
violenta la distribución de competencias impuesta por la misma Cons- mente válido, que asigna prioridad a los tratados internacionales
titución, dado que mediante una ley se podría derogar el acto comple- frente a la ley interna en el ámbito del derecho interno, esto es, un
jo federal de la celebración de un tratado" . 1 º reconocimiento de la primacía del derecho internacional por el pro-
pio derecho interno" . 11
y de esta manera avanzaría el Congreso sobre el Presidente, que condu-
ce las relaciones exteriores. Es claro que en la formación de un tratado El caso "Fibracca"
internacional no interviene solamente la voluntad del Estado nacional. La conclusión de la Corte hizo necesaria una salvedad toda vez que
De allí que, si se han previsto procedimientos especiales para la celebra- la expresión "cualquier norma interna" comprendía, obviamente, a la
ción, ratificación y disolución de los tratados, deba el Estado abstenerse Constitución.
de utilizar otros que no sean los previamente establecidos. De este Por ello, al reiterar la doctrina del caso Ekmekdjian en el caso Fibracca
modo, una ley que pretenda dejar sin efecto un tratado no es suficiente Constructora S.C.A. el Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, 12 la
para desconocerlo hasta tanto el titular del Poder Ejecutivo nacional no Corte aclaró sin embargo que los tratados tendrían primacía sobre el
lo denuncie, siguiendo los caminos que el derecho internacional o el derecho interno "una vez asegurados los principios de derecho público
mismo instrumento de que se trate prevean. constitucionales" .13
" De derecho internacional: lo prescripto por la Convención de Vie-
na. Por primera vez reconoce la Corte que, al ser la Argentina parte de 11 Para el derecho internacional carece a este respecto de importancia la jerarquía de
la Convención, no puede alegar su derecho interno para justificar el la norma interna violada. Como bien se señala en Henkin, Louis y otros (International
incumplimiento de la norma de un tratado internacional, y que el dere- Law. Cases and Materials, Second Edition, West Publishing Co, 1987, p. 432) una provi-
cho de Viena sión constitucional no tiene mayor status en derecho internacional que otra provisión de
derecho interno. Este, en su conjunto, es considerado como un hecho, lo que confirma
que los tratados inconstitucionales comprometen la responsabilidad internacional del
10 Estado si no se cumplen.
Sobre la utilización incorrecta del término "derogación" utilizado por la C.S.J.N., 12 F. 433 XXIII RHE, del 7 de julio de 1993.
ver Barberis, Julio, "La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados y la Cons-
13 El juez Boggiano ya había abordado esta cuestión, aunque tangencialmente, en su
titución Argentina", en Prudentia ]uris, Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias
voto de la causa Servini de Cubría si amparo (S. 289 XXIV RHE cons. 12), expresando
Políticas de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos
que los tratados internacionales deben estar de acuerdo "a los principios de derecho
Aires, Diciembre 1985 - Abril 1986.
LA RELACIÓN ENTRE LOS TRATADOS INTERNACIONALES Y EL DERECHO ARGENTINO 77
Juuo BARBOZA

"Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser ejecutado de


Esta apreciación se a justa a los artículos 31 y 2 7 de la Constitución buena fe; las partes no podrán invocar las disposiciones de su Consti-
11:1cional, pero desde el punto de vista exterior puede implicar -si los tución o de sus leyes como justificación del incumplimiento de ese
principios de derecho público de la Constitución son incompatibles con deber". (Énfasis nuestro.) 15
1111 tratado internacional de la República- una violación a dicho tratado
que comprometería, eventualmente, la responsabilidad internacional de En el debate, la delegación chilena expresó que
nuestro país.
El quid del asunto está en si el artículo 27 de la Convención de Viena "Nada hay que oponer a que un Estado pueda invocar su Constitu-
incluye a la Constitución al referirse a "derecho interno". Si no la inclu- ción para negarse a suscribir un tratado, pero cuando un Estado se
ye, es decir si se entiende que "derecho interno" en el artículo 27 no obliga mediante un tratado no es justificable que trate después de el_u-
abarca la Constitución, se abre la puerta para interpretar que la excep- dir su cumplimiento invocando su Constitución y aún menos su legis-
ción del artículo 46 puede extenderse a cualquier conflicto entre un trata- lación interna" .16
do y la Constitución y no sólo a la cuestión de la competencia del La eventual colisión del proyectado artículo con la Constitución
Nacional no fue pasada por alto por la delegación argentina. Al discu-
órgano. La mera enunciación del planteo anuncia la debilidad de esta
tirse la propuesta planteó que los llamados "tratados con cláusula
alternativa.
constitucional" dejaban ciertos aspectos librados a lo que la misma Cons-
titución prescribiera y que, por propio imperio del tratado, la Consti-
c) La interfJretación de los tratados internacionales tución Nacional prevalecería. En otras palabras, este tipo de cláusulas
La Convención de Viena contiene reglas de interpretación de los tra- establecían, en criterio de la delegación argentina, una excepción al
tados que se aplican a su propia interpretación. El artículo 32 permite artículo 27, y como esta posibilidad no se infería claramente de la
acudir a "medios complementarios" de interpretación cuando redacción del artículo y podían llegar a producirse interpretaciones
erróneas, nuestro país se abstuvo de votar sobre su inclusión. La Cor-
"la expresión de la intención de las partes resultó ambigua u oscura, te Suprema, ya en vigor la Convención para nuestro derecho interno,
o bien cuando de la lectura del texto se infieren resultados absurdos o albergó sospechas de inconstitucionalidad del artículo que nos ocupa.
irrazonables" .14 En el caso Washington Cabrera v. Comisión Técnica Mixta Salto
Grande, el voto de los Dres. Gabrielli y Guastavino declara inválida la
En la búsqueda de aquellos "medios complementarios" veamos los inmunidad de jurisdicción acordada por el tratado sobre el que versa-
travaux préparatoires, en este caso los antecedentes del debate en la ba la causa " ... aún con prescindencia de la constitucionalidad del artí-
conferencia codificadora. La inclusión del artículo 27 fue propuesta por culo 27 de la Convención (de Viena) citada".
la delegación de Paquistán y pretendía enmendar el artículo 23, que así
sentaba el principio pacta sunt servanda: La propuesta fue aprobada en la 29a Sesión Plenaria por 55 votos
contra ninguno y treinta abstenciones. La Convención fue ratificada
público" a los que hace referencia el artículo 27 CN, no a las normas concretas de la 17
Constitución (S.289 XIV RHE cons. 12). por la Argentina sin reservas en este sentido.
14 Hummer, Waldemar, op. cit. En el caso de los Servicios postales de Danzig, la

C.P.J.l. estableció que es un principio esencial de interpretación que las palabras deben
ser interpretadas en el sentido que ellas normalmente tendrían en el contexto, al menos
15 Confr. NCONF.39/C.1/L.181 (énfasis nuestro).
que de esa interpretación resultara algo irrazonable o absurdo ("lts a cardinal principie
16 Documento citado.
o( i11terpretation that words must be interpreted in the sense with they would normal/y 17 La decisión argentina de abstenerse en la votación del artículo fue toma~a ~?rquc
have i11 their context, unless such interpretation would /ead to something unreasonable or no admitía que los tratados tienen superioridad jerárquica frente a la Const1tuc10n en
abs11rd" (Op. Cons. C.P.J.l., Ser. B, Nº 11, 1925, p. 39).
"'
,\
Juuo BARBOZA
LA RELACIÓN ENTRE LOS TRATADOS INTERNACIONALES Y EL DERECHO ARGENTINO 79
1-:11 la redacción final, la expresión "disposiciones de la Constitución
() dl' sus leyes'', fue reemplazada por "derecho interno", pues ésta era la Sostener lo contrario sería desconocer el principio del artículo 27,
ler1n'.11ología utilizada por el artículo 43, pero esto en modo alguno sig- , moperante
que que dana . , de con t emºd o. 20
y vaCLo
11111co una alteración en el sentido del texto.
El "derecho. interno" del artículo 27 incluye, entonces, no sólo a las
leyes nacionales que pudieran entrar en conflicto con un tratado inter- 2. Los tratados en el texto constitucional de 1994
nacional, sino a la Constitución misma.
La reforma ha convalidado en parte los criterios de la Corte en el
La excepción del artículo 46
caso Ekmekdjian y otros posteriores, reafirmando también una tenden-
Veamos ahora la excepción. Un sector de la doctrina entiende que, cia puesta de manifiesto en otras Constituciones latinoamericanas. 21
pese a que el artículo 27 incluye a la Constitución como parte del dere- La nueva Constitución ha hecho clasificaciones. Todos los tratados
cho interno, la excepción del artículo 46 es amplia.1 8 Estas interpreta- son "ley suprema de la Nación", según el artículo 31 de la CN, por
c10nes, sm embargo, van más allá de lo que el artículo 46 prescribe, pertenecer al derecho federal, que tiene preeminencia sobre los derechos
dada la limitación en su texto relativa a la incompetencia del órgano provinciales. Pero algunos tendrán jerarquía constitucional y otros
en violación al "treaty-making power" establecido en la Constitución. ' serán meramente supralegales.
La jurisprudencia internacional ha sido clara. La CIJ, en su opinión Cada una de estas categorías presenta particularidades propias y
consultiva sobre el tratamiento de los nacionales polacos en Danzig sos- dudas en cuanto a su aplicación e interpretación; ya son objeto de estu-
tuvo que un Estado
dio doctrinario y la jurisprudencia deberá armonizar y resolver los pro-
blemas que se desprenden del texto constitucional. Analicemos, pues,
"no puede invocar su propia Constitución para sustraerse de las obli- en particular, cada una de las categorías antes enunciadas.
gaciones que le imponen el derecho internacional o los tratados en
Yigor" . 19

20 Entre otros, en el acuerdo de garantías de inversión firmado con España (ley


ciertos casos en que ésta debiera prevalecer frente a aquéllos, como ocurría en los "trata-· 24.418, sancionada el 5/8/92 y promulgada el 319193, B.O. 15/9/92) se establece que el
dos condáusula constitucional". Pero se aceptó el principio general de que el derecho conflicto entre un Estado miembro e inversores de otro Estado puede ser sometido a un
mternac10nal prevalece aun sobre la Constitución Nacional. tribunal arbitral si habiendo decidido los tribunales nacionales el fondo del asunto, la
18
Barb:ris sostiene que " ... Si_ se efectúa la comparación de ambos regímenes se llega a controversia subsistiera entre las partes (artículo X, inciso 3, a)). Es claramente una pró-
la conclus1on de que son compatibles entre sí. En efecto, los casos en que un tratado pue- rroga de jurisdicción contraria a los artículos 116 y 117 de la Constitución. La excepci~n
de ~er declarado '.~constitucional según la Constitución argentina son los casos en que, constitucional no puede alegarse, porque el consentimiento prestado por el Estado nac10-
segun la Convenc1on ~e Viena, se ha violado manifiestamente una norma de importancia nal al obligarse no contraviene ninguna norma fundamental en cuanto a la competencia
fundamental". Op. cit. del órgano que lo suscribió. . , . .
21 Varias Constituciones latinoamericanas han dotado de ierarquia constitucional o
Según Travieso, el mencionado artículo 46 "elimina la posibilidad de que el Estado
al~gue la nulidad_ por esa causa (contradicción con el derecho interno) salvo que la viola- supralegal a ciertos tratados, especialmente los de derechos humanos: la del Perú de 1979
cion de derecho mterno sea manifiesta y afecte una norma de importancia fundamental estableció que los tratados de derechos humanos tenían "jerarquía constitucional", pero
de su derecho interno". Travieso, Juan Antonio, Derechos Humanos y Derecho Interna- tal criterio no fue reafirmado en la nueva Constitución de 1993; para Guatemala, los tra-
rnma/, Buenos Aires, Ed. Heliasta, 1990, p. 72. tados tienen "prevalencia sobre el derecho interno" (y por ende, sobre la Constit~ción).
19
Advisory Opinion on Treatment of Polish Nationals in Danzig 1932 P.C.I.J. Ser. Una disposición similar contiene la Constitución de Colombia (93). ~lgunas Const1tuc10-
A/B Nº 44. ' ' ' nes de estados centroamericanos, a su vez, han optado por una opcion 111termed1a, otor-
gando a los tratados jerarquía supralegal, pero infraconstitucional, tal el caso de Honduras,
El Salvador o Costa Rica.
Juuo BARBOZA LA RELACIÓN ENTRE LOS TRATADOS INTERNACIONALES Y EL DERECHO ARGENTINO 81

a) '/'rata dos con jerarquía constitucional


En cambio, si "valen" como ella, y esto es lo que cabe interpretar del
Timen jerarquía constitucional los instrumentos internacionales de texto constitucional, un hipotético conflicto entre alguno de ellos y una
derechos humanos explícitamente mencionados en el artículo 75, inciso norma de la primera parte de la Constitución, debería resolverse decla-
.U, y los que en el futuro incluya el Congreso con el voto de las dos ter- rando la inconstitucionalidad del tratado, toda vez que "no derogan
ceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara. artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben enten-
derse complementarios de los derechos y garantías por ella reconoci-
Entre los primeros hay no sólo tratados, sino también declaraciones dos" (artículo 75, CN). 23
que han sido así dotadas internamente de un carácter vinculante res-
Por exclusión, las normas de los pactos con "jerarquía constitucio-
pecto a la Argentina que no les confiere el derecho de gentes en el pla-
no internacional.22 nal" podrían eventualmente dejar sin efecto artículos de la segunda par-
te de la Constitución. Así, por ejemplo, no presentaría inconvenientes la
prórroga de jurisdicción a favor de la Corte Interamericana de Dere-
El artículo 75, inciso 22 de la Constitución menciona a la Declara-
chos Humanos establecida en el Pacto de San José. 24
ción Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración
Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Dere-
b) Tratados por encima de la ley pero debajo de la Constitución
chos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos Socia-
' i) Son los tratados internacionales, así como los concordatos celebra-
les y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y
dos con la Santa Sede de carácter ordinario a los que se refiere el artícu-
su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la San-
lo 75, inciso 22 "in limine".
ción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eli-
Tienen jerarquía supralegal, pero infraconstitucional, porque están
minación de todas las Formas de Discriminación Racial, la Convención
sujetos a los principios de derecho público de la Constitución según el
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
artículo 27 de la CN. Esto permite concluir que pueden ser declarados
Mujer; la Convención sobre la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
inconstitucionales, generando la correspondiente responsabilidad interna-
Inhumanos o Degradantes y la Convención sobre los Derechos del Niño.
cional para el Estado Argentino, pero no pueden ser declarados ilegales.
Con fecha 18 de octubre de 1995, el Congreso Nacional aprobó la
Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada de Personas
por ley 24.556, a la que otorgó jerarquía constitucional por ley 24.820
del 29 de mayo de 1997. 23 Esta salvedad evitaría conflictos entre algunos de los instrumentos mencionados en
el artículo 75, inciso 22, y el texto de la primera parte de la Constitución, por ejemplo, el
¿Qué significa tener "jerarquía constitucional"? Si los instrumentos
derecho de rectificación o respuesta contenido en el Pacto de San José de Costa Rica, que
"son parte" de la Constitución, a) no podrían ser declarados inconsti- podría ser reputado como contrario a lo prescripto por los artículos 14 y _32_ CN-_, .
tucionales por aplicación del principio de identidad y b) se habría habi- 24 En este sentido, ver Bidart Campos, Germán y Bianchi, Alberto, "La ¡unsdiccion mter-

litado un nuevo sistema de reforma constitucional diferente al del nacional prevista por el Pacto de San José de Costa Rica viola la Constitución Argentir~a?",
ED-118-976 y ss. Ciertamente podría sostenerse que, en el caso de nuestro e¡emplo, la prorro-
artículo 30 al incorporar instrumentos internacionales por ley del Con- ga de jurisdicción es violatoria de principios de derecho público constitu~ional, como d de
greso, aunque se exija para ellos una mayoría especial. defensa en juicio, 11011 bis in idem y cosa juzgada. Al haberse violado el articulo 27, la aphca-
ción del artículo 75, inciso 22 impondría declarar inconstitucional al tratado. Sm embargo,
esta interpretación originaría una pugna entre dos normas constitucionales, que no"es conv~­
22 niente resolver mediante un vaciamiento del contenido de una de ellas, dado que la ¡erarqma
Aunque es posible considerar que muchas normas de tales declaraciones, como por constitucional" de los tratados de derechos humanos quedaría eventualmente desvirtuada. La
c:jcmplo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos son obligatorias para la Constitución misma establece un criterio de interpretación armónico entre sus normas Y las
Argentina por haberse convertido en costumbres universales.
contenidas en los instrumentos internacionales que menciona (artículo 75, inciso 22).
LA RELACIÓN ENTRE LOS TRATADOS INTERNACIONALES Y EL DERECHO ARGENTINO
8.\

Juuo BARBOZA
La delegación de competencias a entidades no regionales presenta
11) Tratados que deleguen competencias estales a estructuras de inte- más obstáculos que en el caso de organizaciones de la región; pueden
1'.r;1ciú11 latinoamericana, que bajo ciertas condiciones, cuentan con no ser necesariamente tratados de integración en sentido estricto. La
J\'L1rquía supralegal (artículo 75, inciso 24). delegación podría realizarse a favor de una organización internacional
Cabe destacar que la integración regional influyó en alto grado para que sin las características ni funciones de un órgano supraestatal de integra-
Li Corte Suprema de Justicia cambiara su tradicional jurisprudencia so- ción económica y/o política.
hre la jerarquía de los tratados internacionales en el caso Ekmekdjian. 25 Nada se dice en el texto constitucional acerca de la jerarquía norma-
El artículo 75 inciso 24 de la Constitución alude a los tratados por tiva de estos tratados. En nuestra opinión, tienen prevalencia por sobre
los cuales el Estado, como soberano, delegue ciertas competencias y las leyes -como cualquier otro tratado-, además de tenerla por sobre
jurisdicción a estructuras de orden supraestatal. Las condiciones de los tratados y concordatos "comunes", es decir, los aprobados sin el
aprobación son las siguientes: voto de mayorías especiales.
• que se observen condiciones de igualdad y reciprocidad, En tanto delegan competencias estatales, modifican indirectamente
• que se respete el orden democrático, la Constitución, en especial la segunda parte, por lo que deberían estar
• que se respeten los derechos humanos, dotados también de "jerarquía constitucional".
• que se aprueben por mayoría absoluta de los miembros de cada iv) Convenios internacionales celebrados por las provincias en virtud
Cámara. del artículo 124.
Bajo estas condiciones, las normas dictadas en consecuencia de estos El nuevo artículo 124 ofrece la posibilidad a las provincias de cele-
tratados de integración (el llamado "derecho derivado"), tiene jerarquía brar "convenios" internacionales. El Estado Argentino, sujeto de dere-
superior a las leyes (artículo 75, inciso 24, primer párrafo in fine). 2 6 cho de gentes, les concede competencia en materia internacional en uso
iii) Tratados de integración con Estados que no son latinoamericanos, de la facultad que el derecho internacional otorga a los estados federa-
en los que se deleguen competencias estatales. Bajo condiciones distintas les para descentralizar su organización. 27 Estos convenios de las provin-
a las aplicables a los tratados de integración latinoamericana, también cias están sujetos a una triple condición:
cuentan con jerarquía superior a las leyes (artículo 75, inciso 24). • no deben ser incompatibles con la política exterior de la Nación,
Su aprobación está sujeta a doble condición: • no deben afectar las competencias federales de la Nación,
• que la mayoría de los miembros presentes de cada Cámara decla- • y no deben afectar el crédito público.
ren la conveniencia de su aprobación. El Congreso debe tomar "conocimiento" de dichos tratados, con lo que
• que la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada quedan dudas si ese "conocimiento" debe ser una "aprobación" como en
Cámara lo apruebe dentro de los ciento veinte días posteriores al los tratados internacionales celebrados por la Nación, acaso como un
acto declarativo. control de la observancia de las condiciones del artículo 124.
Sin embargo, de haber sido esa la intención del artículo, se hubiera
25
empleado el término específico "aprobación". Por otro lado, no se ve
Esta intención ha quedado reafirmada en el caso Cafés La Virginia S.A. si apelación
(/JOr denegación de repetición), del 12 de octubre de 1994 (C. 572. XXIII) en el que se dio
la importancia práctica de que el Congreso tome un mero "conoci-
prcminencia a la disposición de un tratado celebrado en el marco de ALADI frente a una miento" del tratado, si no va a poder obstaculizar su ratificación en
norma arancelaria interna que desvirtuaba la naturaleza de la obligación internacional. caso de incumplimiento del artículo 124.
26 El texto no hace referencia a la jerarquía interna de los llamados "tratados marco"

de integración; sólo se refiere a las normas dictadas en su consecuencia. Pues bien, es lógi-
27 Vcrdross, Derecho Internacional Público, Madrid, 1967, p. 137.
rn que aquellos tengan jerarquía supralegal y, a su vez, preminencia por sobre las normas
q11e de ellos deriven.
8.5
LA RELACIÓN ENTRE LOS TRATADOS INTERNACIONALES Y EL DERECHO ARGENTINO
JULIO BARBOZA

Subsiste la duda de si, para el derecho internacional, la responsabili- greso y se ratifican posteriormente. Contemplados en _la Convenci?n de
d,1d del Estado central por el incumplimiento del tratado permanece Viena (artículos 11 y ss.), permiten que el consentimiento en obligarse
rnmprometida de todas maneras, independientemente del órgano que pueda emitirse por la simple firma o mediante el canje de instrumentos,
contrajo la obligación. comprometiéndose de esa manera la responsabilidad internacional.
¿Serán, entonces, las legislaturas provinciales las que otorguen la Resulta interesante preguntarse si las provincias podrían hacer uso de
;¡probación? De no ser así, podría argumentarse, las provincias contarí- esta modalidad, "con conocimiento del Congreso Nacional" de acuer-
an con un mecanismo más simple de celebración de convenios interna- do con el artículo 124, pero sin la "aprobación" por parte del Poder
cionales que la Nación. Legislativo y si, en caso de que la ejerza el PEN, esos tratados serían
reputados como "ley suprema de la Nación". .
Algunas provincias, como Córdoba, La Rioja, Jujuy y San Juan, han Las modificaciones a la Constitución Nacional, desde el punto de vista
incorporado a sus Constituciones la posibilidad de gestionar interna- de las formas de comprometer responsabilidad internacional del Estado,
cionalmente sus intereses propios, sin perjuicio de la política exterior arrojan un balance positivo sin perjuicio de las observaciones hechas.
del estado central. 28 Otras Constituciones provinciales, como la de La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha entendido cabalmente
Buenos Aires recientemente reformada, no contemplan tal posibilidad: la importancia del respeto a las obligaciones contraídas por el Estado,
el gobernador estaría facultado por la Constitución Nacional para
celebrar convenios internacionales, pero el orden normativo provincial afirmando que
tendría una laguna al respecto y por ende las legislaturas no estarían
" ... el Tribunal debe velar porque la buena fe que rige la actuación del
llamadas a "aprobar" los convenios internacionales que se celebraren.
Estado Nacional en el orden internacional para el fiel cumplimiento
Si el Congreso Nacional toma de ellos un mero "conocimiento'', en
de las obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes de
esa provincia podrían ser celebrados, eventualmente, sin la interven-
derecho internacional... no se vea afectada a causa de actos u omisio-
ción de ningún órgano legislativo.
nes de sus órganos internos, cuestión a la que no es ajena la jurisdic-
. . 1 . 1 ,, 29
ción de esta Corte cuan do pue da const1tuc10na mente evitar a .
Tampoco se establece en el artículo 124 quién determinaría la even-
tual incompatibilidad del convenio con "la política exterior de la
Ha llegado incluso a sostener que la demora en la sustanciación de
Nación". Por lo demás, si el incumplimiento de una obligación interna-
cional contraída por una provincia acarrea responsabilidad para el un proceso de extradición puede determinar
Estado central, todos los convenios de esta naturaleza pueden afectar el
"la responsabilidad del Estado argentino en el cumplimiento de sus
crédito público de la Nación.
deberes de cooperación y asistencia jurídica internacional en materia
Conclusiones . , de1 del'1to,, .30
de repres10n
Puede observarse, a través del análisis que hemos efectuado, que los
problemas de interpretación y aplicación que acarrea consigo la refor- Con esta disposición deberían resolverse las múltiples cuestiones
ma constitucional en materia de tratados, no son pocos.
derivadas de la interpretación de las normas constitucionales en materia
Una omisión que puede ser importante es la relativa a los llamados
de tratados internacionales.
"acuerdos simplificados", que se celebran sin la aprobación del Con-

29 P. 48, XXXI, Recurso de hecho, Priebke, Erik si solicitud de extradición si cuader-


28 Pedro J. Frías "Las provincias y las relaciones internacionales", en La Nación, 19
no de prueba de la defensa -causa N" 172-112-94-., fallo del 20 de marzo de 1995.
de marzo de 1988, citado por De la Guardia, Ernesto, "El nuevo texto constitucional y
30 Ibid.
los tratados'', ED-31-10-94.
Juuo BARBOZA

1 ;1 reforma constitucional de 1994 ha introducido importantes cam-


1no., el esquema normativo que regula las relaciones entre los tratados
L'll Segunda parte: Formación del derecho internacional
111tl'rnacionales y el derecho interno, adaptando la Constitución Nacio-
nal a las nuevas demandas de la vida de interrelación internacional. Capítulo 6
Este esquema normativo está constituido, en primer término, por el
mecanismo por el cual la República es capaz de obligarse internacional- Fuentes del derecho internacional. La costumbre
mente. En este sentido, el gran cambio lo constituye quizás la posibilidad
conferida a las provincias de obligarse internacionalmente, comprometan
o no -la doctrina no es clara en derecho internacional- a su vez, la res-
ponsabilidad del Estado todo. En lo demás, el Presidente de la nación es
quien concluye y firma tratados internacionales (artículo 99, inciso 11), 31
que deben ser aprobados por el Congreso (artículo 75, inciso 22), 32 y
ratificados posteriormente con efectos internacionales e internos por el 1. Las fuentes del derecho internacional
PE para ser considerados como parte del ordenamiento jurídico vigente,
independientemente de que se hayan establecido mayorías especiales para a) El concepto de fuente del derecho .
dotar de especial jerarquía en el ámbito interno a tratados que tutelen Hay fuentes materiales y formales del derec~o: Las pnmeras, son las
derechos humanos o que tengan como fin la integración regional o la que proveen Jos contenidos de las norma.s J~r~dJCas, ya sea,n estos de
delegación de competencias estatales a órganos supraestatales. naturaleza política, moral, económica, soc10log1ca o de otra mdole. _Las
El sistema normativo se completa con la Convención de Viena sobre fuentes materiales, traducciones directas de las conductas, ~al~res e ide-
el Derecho de los Tratados, aprobada por ley 19.895 y en vigor desde ologías predominantes, en una comunidad, tienen una dma'.111~a qu e no
el 27 de enero de 1980, que vimos más arriba y que proclama la supe- pueden tener las fuentes formales, simples proced1m1entos tecrncos. 1
rioridad de los tratados sobre cualquier norma del derecho interno, con El concepto que nos interesa y que vamos a desar~c~llar, es el de
la excepción establecida por el artículo 46. "fuentes formales" 0 sea los procedimientos de creac1on de nor'.11as
jurídicas internacionales. Esta acepción responde a la pregunta ¿como
se forma el DIP? . .
Como ya vimos al comentar las ideas de Anzilott1 y de Kelsen, tales
procedimientos sirven para la identificación de las normas como
pertenecientes a un cierto orden jurídico.

Como ejemplo de lo dicho, nos recuerda Barberis que "la Ley d~ ~itas
(426) de Valentiniano III dio valor de norma jurídica a la op1~10n de
cinco jurisconsultos de la época clásica y que en una monarqma abrn-_
Juta, la voluntad del príncipe es la fuente del derecho (Quo Prmct/Jt
placuit legis habet vigorem)" -2

·11 Artículo 86, inciso 14 del antiguo texto constitucional.


12
· Artículo 67, inciso 19 del antiguo texto constitucional. 1 Ver Nguven Quoc Dinh, Daillier y Pellet, op. cit., p. 111. . .
2 Ver Juli~ Barberis, Formación del derecho internacional, Buenos Aires, 1994, p. 21.
FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL. LA COSTUMBRE
89
88 Juuo BARBOZA
Como veremos, el artículo 38 no agota sin embargo la enumeración
b) El artículo 3 8 del Estatuto de la CI] de fuentes formales en el DI actual si se considera que las fuentes del
"1. La Corte, cuya foncicín es decidir conforme al derecho interna- derecho no se limitan a las que crean normas universales.
cional las controversias que le sean sometidas, deberá aplicar: ¿Hay jerarquía de normas en el artículo 38? , .
a) Las convenciones internacionales, sean generales o particulares, Una segunda pregunta es si el orden en que estan enunciadas las
que establecen reglas expresamente reconocidas por los Estados fuentes implica una jerarquía entre ellas. La respuesta es que .carecen de
litigantes; una jerarquía absoluta, pero que las normas emanadas de dichas fu~~­
b) la costu1nhrc internacional como prueba de una práctica general- tes pueden tener una jerarquía relativa, esto es, la que les d~ s~ ~osic1on
mente admitida conw derecho; en el tiempo 0 su mayor o menor generalidad. Ese es un ~nnc1p10 gene-
c) los principios gennaks del derecho reconocidos por las naciones ral de interpretación: la ley posterior deroga a la antenor, .ergo en:re
civilizadas; una norma consuetudinaria que no constituya una norma 1mperat1va
d) las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor del derecho internacional (jus cogens) y una posterior de un tratado que
competencia de las distintas naciones, como medio auxiliar para se le opone, prevalece -entre los Estados partes del tratado- la poste-
la determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de lo dis- rior. La relación entre un tratado multilateral y una costumbre poste-
puesto en el artículo 59. rior que se oponga total o parcialmente a él es más compleja. Si todos
2. La presente disposición no rcst ringe la facultad de la Corte para los miembros del tratado dejan de cumplirlo, puede aquél caer en desu-
decidir un litigio exaequo et bono, si las partes así lo convinieren". so (desuetudo) y ser abandonado. En el mismo caso, si todos los miem-
¿Fuentes sólo para la CI]? bros adoptan una nueva costumbre que se opone total o parcialmente
Una primera pregunta es si estas fuentes, que son formales y directa- al tratado, las reglas de la costumbre sustituirán a las del tratado a las
mente aplicables por la Corte, lo son solamente para dicha Corte o si el que se contraponen. . .
artículo consagra las fuentes que identifican todas las normas del DI. Asimismo, entre una norma general y otra más particular aplicable
La frase relativa a que la misión de la Corte es "decidir conforme al al caso predomina la particular. ,
derecho internacional las controversias que le sean sometidas" ha sido También en esta elección de fuentes aplicables a un caso en razon de
interpretada en sentido de que efectivamente el artículo estipula cuáles las normas que originan, es claro que una norma imperativa ~el DI h~
son las fuentes del DI y no sólo las que la Cort'e debe tener en cuenta. de tener primacía sobre otra que no lo sea, y que entre normas 1mperat1-
Además, según la misma interpretación y en abono de la universalidad vas la posterior deroga a la anterior, por más que pueda ser un caso
de las fuentes del artículo 38, se ha hecho notar que:·1 raro.
En cuanto a las fuentes auxiliares (jurisprudencia y doctrina) serán
" ... todos los Estados miembros de las Naciones Unidas son ipso facto vistas con detenimiento más adelante, pero conviene decir que ni la
miembros del Estatuto de la Corte y vinculados por sus disposiciones.
Igualmente, casi todos los pocos Estados no miembros de la ONU lo
han aceptado expresamente, con vistas a ser autorizados a que la Cor- en la medida en que los términos del artículo 38 se retoman en otros tratados sobre
te entienda las diferencias en las que estén implicados". 4 arreglo pacífico de controversias o les sirven de referencia (caso de n~merosos tratados
de arbitraje entre las dos Guerras). Por su parre, las orgamz.actones mternac10nales no
están en posición de contestar una toma de posición t.an clara de parte de los Estados;
3 Es decir, si se incluyen las fuentes de normas individuales o que se aplican a un gru- no se conoce precedente de una organización internac10nal que ~aya pu~~to en duda _el
carácter de fuentes formales que tienen las enumeradas en el arnculo 38 . (Traducc1on
po de Estados, como en un tratado multilateral normativo o en una costumbre especial.
4 Nguyen Quoc Dinh, Patrick Daillier y Alain Pellet, op. cit., p. 111. Se agrega en la nuestra.)
misma página que: ·"En realidad, su campo de aplicación es más vasto que el Estatuto,
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segunda edición
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DERECHO
INTERNACIONAl
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PUBLICO
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segunda edición

DERECHO
INTERNACIONAL
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PUBLICO
JULIO BARBOZA

. J
Barbaza, Julio
Derecho internacional público - Buenos Aires :
Víctor P. de Zavalía, 2008.
853 p. ; 23x16 cm.

ISBN 978-950-572-776-6

1. Derecho Internacional Público. l. Título


CDD 341

"A Laurita"

©Copyright 1999, by Víctor P. de Zavalía S.A.


©Copyright 2008, by Víctor P. de Zavalía S.A.
Alberti 835, Cl223AAG Ciudad de Buenos Aires

Diseño de tapa: Guadalupe de Zavalía

Impreso en la Argentina
Queda hecho el depósito que indica la ley 11. 723

ISBN: 978-950-572-776-6
80 Juuo BARBOZA LA RELACIÓN ENTRE LOS TRATADOS INTERNACIONALES Y EL DERECHO ARGENTINO 81

a) Tratados con jerarquía constitucional En cambio, si "valen" como ella, y esto es lo que cabe interpretar del
Tienen jerarquía constitucional los instrumentos internacionales de texto constitucional, un hipotético conflicto entre alguno de ellos y una
derechos humanos explícitamente mencionados en el artículo 75, inciso norma de la primera parte de la Constitución, debería resolverse decla-
22, y los que en el futuro incluya el Congreso con el voto de las dos ter- rando la inconstitucionalidad del tratado, toda vez que "no derogan
ceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara. artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben enten-
derse complementarios de los derechos y garantías por ella reconoci-
Entre los primeros hay no sólo tratados, sino también declaraciones dos" (artículo 75, CN).23
que han sido así dotadas internamente de un carácter vinculante res- Por exclusión, las normas de los pactos con "jerarquía constitucio-
pecto a la Argentina que no les confiere el derecho de gentes en el pla- nal" podrían eventualmente dejar sin efecto artículos de la segunda par-
no internacionai. 22
te de la Constitución. Así, por ejemplo, no presentaría inconvenientes la
prórroga de jurisdicción a favor de la Corte Interamericana de Dere-
El artículo 75, inciso 22 de la Constitución menciona a la Declara-
chos Humanos establecida en el Pacto de San José. 24
ción Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración
Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Dere- b) Tratados por encima de la ley pero debajo de la Constitución
chos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Socia- i) Son los tratados internacionales, así como los concordatos celebra-
les y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y dos con la Santa Sede de carácter ordinario a los que se refiere el artícu-
su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la San- lo 75, inciso 22 "in limine".
ción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eli-
Tienen jerarquía supralegal, pero infraconstitucional, porque están
minación de todas las Formas de Discriminación Racial, la Convención sujetos a los principios de derecho público de la Constitución según el
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la artículo 27 de la CN. Esto permite concluir que pueden ser declarados
Mujer; la Convención sobre la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, inconstitucionales, generando la correspondiente responsabilidad interna-
Inhumanos o Degradantes y la Convención sobre los Derechos del Niño. cional para el Estado Argentino, pero no pueden ser declarados ilegales.
Con fecha 18 de octubre de 1995, el Congreso Nacional aprobó la
Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada de Personas
por ley 24.556, a la que otorgó jerarquía constitucional por ley 24.820
23 Esta salvedad evitaría conflictos entre algunos de los instrumentos mencionados en
del 29 de mayo de 1997.
el artículo 75, inciso 22, y el texto de la primera parte de la Constitución, por ejemplo, el
¿Qué significa tener "jerarquía constitucional"? Si los instrumentos derecho de rectificación o respuesta contenido en el Pacto de San José de Costa Rica, que
"son parte" de la Constitución, a) no podrían ser declarados inconsti- podría ser reputado como contrario a lo prescripto por los artículos 14 y 32 CN.
24 En este sentido, ver Bidart Campos, Germán y Bianchi, Alberto, "La jurisdicción inter-
tucionales por aplicación del principio de identidad y b) se habría habi-
nacional prevista por el Pacto de San José de Costa Rica viola la Constitución Argentina?",
litado un nuevo sistema de reforma constitucional diferente al del ED-118-976 y ss. Ciertamente podría sostenerse que, en el caso de nuestro ejemplo, la prórro-
artículo 30 al incorporar instrumentos internacionales por ley del Con- ga de jurisdicción es violatoria de principios de derecho público constitucional, como el de
greso, aunque se exija para ellos una mayoría especial. defensa en juicio, 11011 bis in idem y cosa juzgada. Al haberse violado el artículo 27, la aplica-
ción del artículo 75, inciso 22 impondría declarar inconstitucional al tratado. Sin embargo,
esta interpretación originaría una pugna entre dos normas constitucionales, que no es conve-
niente resolver mediante un vaciamiento del contenido de una de ellas, dado que la "jerarquía
22
Aunque es posible considerar que muchas normas de tales declaraciones, como por constitucional" de los tratados de derechos humanos quedaría eventualmente desvirtuada. La
ejemplo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos son obligatorias para la Constitución misma establece un criterio de interpretación armónico entre sus normas y las
Argentina por haberse convertido en costumbres universales. contenidas en los instrumentos internacionales que menciona (artículo 75, inciso 22).
LA RELACIÓN ENTRE LOS TRATADOS INTERNACIONALES Y EL DERECHO ARGENTINO 8:1
Juuo BARBOZA

La delegación de competencias a entidades no regionales presenta


ii) Tratados que deleguen competencias estales a estructuras de inte- más obstáculos que en el caso de organizaciones de la región; pueden
gración latinoamericana, que bajo ciertas condiciones, cuentan con no ser necesariamente tratados de integración en sentido estricto. La
jerarquía supralegal (artículo 75, inciso 24). delegación podría realizarse a favor de una organización internacional
Cabe destacar que la integración regional influyó en alto grado para que sin las características ni funciones de un órgano supraestatal de integra-
la Corte Suprema de Justicia cambiara su tradicional jurisprudencia so- ción económica y/o política.
bre la jerarquía de los tratados internacionales en el caso Ekmekdjian. 25 Nada se dice en el texto constitucional acerca de la jerarquía norma-
El artículo 75 inciso 24 de la Constitución alude a los tratados por tiva de estos tratados. En nuestra opinión, tienen prevalencia por sobre
los cuales el Estado, como soberano, delegue ciertas competencias y las leyes -como cualquier otro tratado-, además de tenerla por sobre
jurisdicción a estructuras de orden supraestatal. Las condiciones de los tratados y concordatos "comunes", es decir, los aprobados sin el
aprobación son las siguientes: voto de mayorías especiales.
• que se observen condiciones de igualdad y reciprocidad, En tanto delegan competencias estatales, modifican indirectamente
• que se respete el orden democrático, la Constitución, en especial la segunda parte, por lo que deberían estar
• que se respeten los derechos humanos, dotados también de "jerarquía constitucional".
• que se aprueben por mayoría absoluta de los miembros de cada iv) Convenios internacionales celebrados por las provincias en virtud
Cámara. del artículo 124.
Bajo estas condiciones, las normas dictadas en consecuencia de estos El nuevo artículo 124 ofrece la posibilidad a las provincias de cele-
tratados de integración (el llamado "derecho derivado"), tiene jerarquía brar "convenios" internacionales. El Estado Argentino, sujeto de dere-
superior a las leyes (artículo 75, inciso 24, primer párrafo in fine). 26 cho de gentes, les concede competencia en materia internacional en uso
iii) Tratados de integración con Estados que no son latinoamericanos, de la facultad que el derecho internacional otorga a los estados federa-
en los que se deleguen competencias estatales. Bajo condiciones distintas les para descentralizar su organización. 27 Estos convenios de las provin-
a las aplicables a los tratados de integración latinoamericana, también cias están sujetos a una triple condición:
cuentan con jerarquía superior a las leyes (artículo 75, inciso 24). • no deben ser incompatibles con la política exterior de la Nación,
Su aprobación está sujeta a doble condición: • no deben afectar las competencias federales de la Nación,
• que la mayoría de los miembros presentes de cada Cámara decla- • y no deben afectar el crédito público.
ren la conveniencia de su aprobación. El Congreso debe tornar "conocimiento" de dichos tratados, con lo que
• que la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada quedan dudas si ese "conocimiento" debe ser una "aprobación" como en
Cámara lo apruebe dentro de los ciento veinte días posteriores al los tratados internacionales celebrados por la Nación, acaso como un
acto declarativo. control de la observancia de las condiciones del artículo 124.

Sin embargo, de haber sido esa la intención del artículo, se hubiera


25 Esta intención ha quedado reafirmada en el caso Cafés La Virginia S.A. si apelación empleado el término específico "aprobación". Por otro lado, no se ve
(por denegación de repetición), del 12 de octubre de 1994 (C. 572. XXIII) en el que se dio la importancia práctica de que el Congreso tome un mero "conoci-
preminencia a la disposición de un tratado celebrado en el marco de ALADI frente a una miento" del tratado, si no va a poder obstaculizar su ratificación en
norma arancelaria interna que desvirtuaba la naturaleza de la obligación internacional.
26 El texto no hace referencia a la jerarquía interna de los llamados "tratados marco" caso de incumplimiento del artículo 124.
de integración; sólo se refiere a las normas dictadas en su consecuencia. Pues bien, es lógi-
7
co que aquellos tengan jerarquía supralegal y, a su vez, preminencia por sobre las normas 2 Verdross, Derecho Internacional Público, Madrid, 1967, p. 137.
que de ellos deriven.
86 Juuo BARBOZA

La reforma constitucional de 1994 ha introducido importantes cam-


Segunda parte: Formación del derecho internacional
bios en el esquema normativo que regula las relaciones entre los tratados
internacionales y el derecho interno, adaptando la Constitución Nacio-
Capítulo 6
nal a las nuevas demandas de la vida de interrelación internacional.
Este esquema normativo está constituido, en primer término, por el
Fuentes del derecho internacional. La costumbre
mecanismo por el cual la República es capaz de obligarse internacional-
mente. En este sentido, el gran cambio lo constituye quizás la posibilidad
conferida a las provincias de obligarse internacionalmente, comprometan
o no -la doctrina no es clara en derecho internacional- a su vez , la res-
ponsabilidad del Estado todo. En lo demás, el Presidente de la nación es
quien concluye y firma tratados internacionales (artículo 99, inciso 11),31
que deben ser aprobados por el Congreso (artículo 75, inciso 22),32 y
1. Las fuentes del derecho internacional
ratificados posteriormente con efectos internacionales e internos por el
PE para ser considerados como parte del ordenamiento jurídico vigente,
a) El concepto de fuente del derecho
independientemente de que se hayan establecido mayorías especiales para
Hay fuentes materiales y formales del derecho. Las primeras son las
dotar de especial jerarquía en el ámbito interno a tratados que tutelen
que proveen los contenidos de las normas jurídicas, ya sean éstos de
derechos humanos o que tengan como fin la integración regional o la
naturaleza política, moral, económica, sociológica o de otra índole. Las
delegación de competencias estatales a órganos supraestatales.
fuentes materiales, traducciones directas de las conductas, valores e ide-
El sistema normativo se completa con la Convención de Viena sobre
ologías predominantes, en una comunidad, tienen una dinámica que no
el Derecho de los Tratados, aprobada por ley 19.895 y en vigor desde
pueden tener las fuentes formales, simples procedimientos técnicos. 1
e~ 2?de enero de 1980, que vimos más arriba y que proclama la supe-
El concepto que nos interesa y que vamos a desarrollar, es el de
nondad de los tratados sobre cualquier norma del derecho interno, con
"fuentes formales" o sea los procedimientos de creación de normas
la excepción establecida por el artículo 46.
jurídicas internacionales. Esta acepción responde a la pregunta ¿cómo
se f arma el D IP?
Como ya vimos al comentar las ideas de Anzilotti y de Kelsen, tales
procedimientos sirven para la identificación de las normas como
pertenecientes a un cierto orden jurídico.

Como ejemplo de lo dicho, nos recuerda Barberis que "la Ley de Citas
(426) de Valentiniano III dio valor de norma jurídica a la opinión de
cinco jurisconsultos de la época clásica y que en una monarquía abso-
luta, la voluntad del príncipe es la fuente del derecho (Quo Principi
placuit legis habet vigorem)". 2

31 Artículo 86, inciso 14 del antiguo texto constitucional.


1 Ver Nguyen Quoc Dinh, Daillier y Pellet, op. cit., p. 111.
32 Artículo 67, inciso 19 del antiguo texto constitucional.
2 Ver Julio Barberis, Formación del derecho internacional, Buenos Aires, 1994, p. 21.
88 FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL. LA COSTUMBRE 89
Juuo BARBOZA

Como veremos, el artículo 38 no agota sin embargo la enumeración


b) El artículo 38 del Estatuto de la CI]
de fuentes formales en el DI actual si se considera que las fuentes del
"l. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho interna-
derecho no se limitan a las que crean normas universales.
cional las controversias que le sean sometidas, debed aplicar:
¿Hay jerarquía de normas en el artículo 38?
a) Las convenciones internacionales, sean generales o particulares,
Una segunda pregunta es si el orden en que están enunciadas las
que establecen reglas expresamente reconocidas por los. Estados
litigantes; fuentes implica una jerarquía entre ellas. La respuesta es que carecen de
una jerarquía absoluta, pero que las normas emanadas de dichas fuen-
b) la costumbre internacional como prueba de una práctica general-
tes pueden tener una jerarquía relativa, esto es, la que les da su posición
mente admitida como derecho;
en el tiempo o su mayor o menor generalidad. Ese es un principio gene-
c) los principios generales del derecho reconocidos por las naciones
civilizadas; ral de interpretación: la ley posterior deroga a la anterior, ergo entre
una norma consuetudinaria que no constituya una norma imperativa
d) las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor
del derecho internacional (jus cogens) y una posterior de un tratado que
competencia de las distintas naciones, como medio auxiliar para
se le opone, prevalece -entre los Estados partes del tratado- la poste-
la determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de lo dis-
rior. La relación entre un tratado multilateral y una costumbre poste-
puesto en el artículo 59.
rior que se oponga total o parcialmente a él es más compleja. Si todos
2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para
los miembros del tratado dejan de cumplirlo, puede aquél caer en desu-
decidir un litigio exaequo et bono, si las partes así lo convinieren".
¿Fuentes sólo para la CI]? so (desuetudo) y ser abandonado. En el mismo caso, si todos los miem-
bros adoptan una nueva costumbre que se opone total o parcialmente
Una primera pregunta es si estas fuentes, que son formales y directa-
al tratado, las reglas de la costumbre sustituirán a las del tratado a las
mente aplicables por la Corte, lo son solamente para dicha Corte o si el
que se contraponen. .
artículo consagra las fuentes que identifican todas las normas del DI.
Asimismo, entre una norma general y otra más particular aplicable
La frase relativa a que la misión de la Corte es "decidir conforme al
al caso predomina la particular.
derecho internacional las controversias que le sean sometidas" ha sido
También en esta elección de fuentes aplicables a un caso en razón de
interpretada en sentido de que efectivamente el artículo estipula cuáles
las normas que originan, es claro que una norma imperativa del DI ha
son las fuentes del DI y no sólo las que la Corte debe tener en cuenta.
de tener primacía sobre otra que no lo sea, y que entre normas imperati-
Además, según la misma interpretación y en abono de la universalidad
vas la posterior deroga a la anterior, por más que pueda ser un caso
de las fuentes del artículo 38, se ha hecho notar que:3
raro.
" ... todos los Estados miembros de las Naciones Unidas son ipso facto En cuanto a las fuentes auxiliares (jurisprudencia y doctrina) serán
miembros del Estatuto de la Corte y vinculados por sus disposiciones. vistas con detenimiento más adelante, pero conviene decir que ni la
Igualmente, casi todos los pocos Estados no miembros de la ONU lo
han aceptado expresamente, con vistas a ser autorizados a que la Cor-
te entienda las diferencias en las que estén implicados". 4 en la medida en que los términos del artículo 38 se retoman en otros tratados sobre
arreglo pacífico de controversias o les sirven de referencia {_cas~ de n~merosos tratados
de arbitraje entre las dos Guerras). Por su parte, las orgamzac10nes mternac10nales no
3 están en posición de contestar una toma de posición tan clara de parte de los Estados;
Es decir, si se incluyen las fuentes de normas individuales o que se aplican a un gru- no se conoce precedente de una organización internac10nal que ~aya pu~~to en duda ,el
po de Estados, como en un tratado multilateral normativo o en una costumbre especial. carácter de fuentes formales que tienen las enumeradas en el articulo 38 . (Traducc10n
4
Nguyen Quoc Dinh, Patrick Daillier y Alain Pellet, op. cit., p. 111. Se agrega en la nuestra.)
misma página que: ·"En realidad, su campo de aplicación es más vasto que el Estatuto,
94AA$!

90 JULIO BARBOZA
FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL. LA COSTUMBRE 91

jurisprudencia ni la doctrina son consideradas en el artículo 38 fuentes


2. La costumbre internacional
principales de derecho, y que sirven para ayudar a la Corte a determi-
nar la interpretación de las normas emanadas de las fuentes principales,
a) Introducción
a mejor fijar sus perfiles, pero no para ser utilizadas como única base
La costumbre, como fuente de reglas generales de DI, es muy anti-
para dar solución a un caso o fundamentar una opinión consultiva.
gua. Nuestra disciplina era principalmente consuetudinaria hasta que
Una tercera pregunta es si solamente son consideradas fuentes las
aparecieron los llamados tratados leyes -hoy mejor conocidos como
que proveen al DIP de normas generales. Sin duda que, aparte de las
tratados normativos- que con el movimiento de codificación del DI
fuentes de normas generales, como las estudiadas aquí, existen en el
adquirieron enorme difusión. En la actualidad, quedan todavía áreas
derecho de gentes fuentes de normas individuales, que se aplican a per-
importantes entera o parcialmente consuetudinarias, como por ejemplo
sonas determinadas. Según Virally, por fuentes deben entenderse "no
la responsabilidad internacional, 8 el procedimiento arbitral, la protec-
sólo las fuentes de las normas generales de conducta, sino también a las
ción diplomática y en buena medida la sucesión de Estados.
de situaciones individuales u obligaciones particulares (tratados bilate-
rales, costumbre local, actos unilaterales)". 5 De ser así, se amplía el
La sucesión de Estados ha sido objeto de convenciones codificadoras
abanico de las fuentes del derecho y además, la jurisprudencia sería
en lo relativo a los tratados, así como en materia de bienes, deudas y
fuente auxiliar de las normas generales pero fuente directa de normas
archivos de Estado, 9 pero quedan otras materias susceptibles de ser
individuales. codificadas dentro de ese tema. Asimismo, el número de Estados que
ratificaron las citadas convenciones es muy reducido, de forma que
Brownlie se pregunta si el párrafo 1 del artículo 38 establece el orden gran parte del derecho de la sucesión de Estados es consuetudinario. Lo
en que las fuentes deben ser aplicadas, y recuerda en ese sentido que mismo puede decirse de la inmunidad jurisdiccional de los Estados y de
en alguno de los borradores del texto aparecía la palabra "sucesiva- sus bienes, sobre lo que existe un proyecto de la Comisión de Derecho
mente". Concluye en que es razonable esperar que la Corte, en la Internacional a consideración de la Asamblea General de la ONU.
práctica, siga en efecto el orden anterior. Los párrafos (a) y (b) se
refieren a las fuentes más importantes y el (a) se aplica normalmente
En un primer momento, cuando se produjo el auge del movimiento
en primer término porque los tratados crean obligaciones específicas
de codificación del derecho internacional, pareció que la costumbre iba
inter se para las Partes mismas. En cuanto a la naturaleza de las fuen-
a ser relegada a un papel secundario como fuente de DI. Sin embargo,
tes, sostiene que los tratados no serían fuente formal, 6 ni tampoco los
medios subsidiarios en tanto que (b) y (c) sí lo serían.7 Con lo cual se el mismo proceso de codificación y desarrollo progresivo del DI y las
podría concluir que el artículo 38 no distingue bien entre fuentes for- resoluciones normativas de la Asamblea General sobre varias materias
males y materiales. jusinternacionales, que han servido de base para el desarrollo de nuevas
costumbres, le dio renovado impulso.

8 Aunque entregó a la Asamblea General sus artículos sobre la responsabilidad por

hechos ilícitos, la CDI solicitó simplemente que la Asamblea General tomara nota de ellos
5"Cours général'', Recueil des cours, 1983-V-pp. 160/170. y los hiciera circular entre los Estados miembros. La codificación de este sector no ha
6Suponemos que debido al hecho de que crean obligaciones solamente válidas para cumplido aún su segundo ciclo, que depende de que la aceptación generalizada de las
sus miembros, o sea que no crean obligaciones universales. Ver más abajo lo que se dice normas propuestas convierta estas proposiciones en costumbres universales del derecho
respecto a la creación de normas generales y particulares. internacional.
7 Principies of Public Internacional Law, Oxford, 1966, p. 3. 9 La convención sobre esta última materia no ha entrado aún en vigencia y la relativa

a la sucesión en los tratados tiene muy pocos Estados miembros.


JULIO BARBOZA FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL. LA COSTUMBRE '!,\

Fue precisamente al finalizar la llamada "década prodigiosa" de la El artículo 38 se refiere a ambos significados: a la conducta cuando
codificación, hacia el año 1969, cuando la Corte Internacional de Jus- la menciona como "una práctica" y a la norma jurídica consuetudina-
ticia emitió su conocida sentencia en el caso de la Plataforma conti- ria cuando exige que aquélla sea "generalmente aceptada como dere-
nental del Mar del Norte, en la que pone de relieve las relaciones entre
cho". La práctica es lo que ven los ojos, es la conducta que se da en el
las normas convencionales y las costumbres, así como la posibilidad
mundo de los hechos, o si se quiere, el sustrato de la norma que en ella
de que sólo sea necesario, en ciertos casos, un breve período para la
se origina. La norma consuetudinaria es entonces la que surge de una
transformación de una norma convencional en consuetudinaria.
práctica cuando ésta es aceptada como derecho.
Siendo esto así, resulta claro que la costumbre, la norma, no es
Resulta paradoja! que un movimiento consistente en codificar el prueba de nada, y menos de una práctica. Más bien, una práctica deter-
derecho consuetudinario, o sea en traducir a jus scriptum la costumbre minada puede ser una de las pruebas para demostrar que existe una
internacional, haya redundado en un florecimiento notable de la cos- norma consuetudinaria (o lo que es lo mismo, una costumbre jurídica)
tumbre. Pero así sucedió por la conjunción de dos factores de extraor- basada en dicha práctica.
dinario efecto; el primero la edificación de la costumbre sobre textos de Esta redacción ya viene del artículo 38, inciso 2 del Estatuto de la
tratados multilaterales, recogidos por la práctica de la comunidad inter- anterior Corte (CPJI).
nacional, el segundo, la intervención de las Naciones Unidas en el pro-
ceso codificatorio. Aquella organización prestó sus foros para la Haggenmacher traza una larga explicación donde demuestra que
discusión y elaboración de otros textos, además de los de tratados mul- "como prueba de" se deriva de varias versiones que se manejaron en
tilaterales o convenciones codificadoras, y esos otros textos sirvieron de el curso de la negociación del Estatuto de la CPJI. Particularmente, de
base a las costumbres. Constituyen un ejemplo notable de lo anterior la interacción entre la versión inglesa, manejada por los "realistas"
las costumbres marítimas formadas en corto tiempo sobre algunos con- Phillimore y Elihu Root y la francesa presentada como proposición
sensos alcanzados en la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas por el Barón Descamps. Originalmente, se habría querido decir algo
sobre derecho del mar, que fueron recibidos por la comunidad interna- así como: "La costumbre como expresión de una práctica generalmen-
cional antes de que terminaran los debates y transformados en costum- te aceptada como derecho". 10
bres universales por la vía de aquella aceptación generalizada antes
mismo de que se firmara la convención. En todo caso, la segunda parte del artículo 38.2 nos pone en presen-
cia de los dos elementos que tradicionalmente se asignan a la costum-
bre: la práctica y la opinio juris. La primera sería el elemento material y
b) Definición
la segunda el llamado "psicológico".
El artículo 38, 1, b. del Estatuto de la CIJ habla de la "costumbre i) El elemento material
internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada Una práctica que pueda ser sustrato de una costumbre se constituye
como derecho". La fórmula no es feliz en ciertos aspectos, pero es acer- por el comportamiento uniforme de los sujetos del DIP en ciertas situa-
tada en otros. ciones, o sea por la repetición constante de ciertas conductas de aque-
Para comenzar su análisis, debemos referirnos a los dos significados llos sujetos durante un período de tiempo.
de la palabra costumbre. Uno de ellos apunta a la norma jurídica for-
mada al amparo de una conducta constante y repetida en el tiempo.
Otra es la práctica misma, la conducta que al repetirse originó, a partir 1° "La doctrine des deux éléments du droit coutumier dans la pratique de la Cour inter-
de un cierto momento, la obligatoriedad de su propia repetición. nationale", en la Reuue générale du droit i11ternatio11al public, T. LXXXX, 1986, pp. 19/32.
FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL. LA COSTUMBRE 95
94 Juuo BARBOZA
an la existencia de una costumbre por tratarse de Estados no miem-
En el caso del derecho de asilo, la CIJ decidió que había incertidum- bros, se trataba de una delimitación entre países enfrentados, y no
bres y contradicciones en el ejercicio del asilo diplomático en América como era el caso ante la Corte, de países contiguos. 13 Distaba, enton-
latina, y que los textos de los tratados habían sido aceptados por algu- ces, de haber una práctica general sobre este aspecto que originara una
nos y rechazados por otros, lo que "hacía imposible deducir de todo costumbre.
ello una costumbre constante y uniforme aceptada como derecho". 11
Este requisito de la generalidad es, sin embargo, relativo a las cos-
Este sería un ejemplo negativo de la proposición anterior: no hubo en
tumbres universales. Hay, como veremos, costumbres regionales que
ese caso repetición constante de las mismas conductas.
sólo exigen la adhesión de los miembros de la región y hay costumbres
bilaterales que no comprenden sino a dos países.
Respecto a los sujetos, las costumbres se originan principalmente
Coinciden en la necesidad de una aceptación general numerosos
entre Estados, pero también los organismos internacionales pueden par-
fallos de la CIJ.
ticipar en configurarlas, sobre todo en cuanto a sus prácticas internas.
"Las fórmulas empleadas por la jurisprudencia para evocar esta con-
En su opinión consultiva sobre Namibia, la CIJ interpretó que la regla
dición son variadas, y a título de ejemplo pueden citarse las siguientes:
en sentido de que la abstención de un miembro permanente del Conse-
'reglas generalmente aplicadas', práctica generalmente aceptada',
jo de Seguridad de la ONU no equivalía a un veto "ha sido general-
'principios universalmente admitidos', 'práctica casi universal', 'regla
mente aceptada por los miembros de las Naciones Unidas y constituye
generalmente observada', 'regla generalmente aplicada', 'principio
la prueba de una práctica general de la Organización" . 12
genera 1mente reconoc1'd o"' . 14

ii) La generalidad
Al mismo tiempo, la generalidad parece ser una noción flexible.
Tradicionalmente se exige generalidad a la práctica idónea para for-
Según Akehurst:
mar costumbre. En relación con este requisito, la CIJ rechazó que la
regla de la equidistancia del artículo 6 de la Convención de Ginebra
" ... si no hay una práctica que vaya en contra de una proclamada nor-
sobre la plataforma continental se hubiera convertido en una norma ma consuetudinaria, parece que una práctica no muy intensa bastaría
consuetudinaria que vinculara a la entonces Alemania Federal por fal- para crearla, aunque dicha práctica concierna solament.e a un pequeño
ta de generalidad. La Corte comprobó que más de la mitad de los . 'd o durante un breve tiempo
número de Estados o se haya e1erc1 . "15
.
casos citados por Dinamarca y Holanda concernían a Estados partes
de la Convención -y por tanto entre ellos aplicaban la norma conven-
cional- y que en la mayor parte de los otros, que eran los que indicarí- 13 Ibid., p. 43.
14 J. Barberis, "Réflexions sur la coutume internationale", in Annuaire fran~ais de
11 CIJ Recueil, 1950, p. 277. Se trataba de un aspecto del derecho de asilo diplomáti- droit international, XXVI-1990-Editions du CNRS, París, p. 23. En cuanto a las citas en
co en América latina: la crucial facultad de la Embajada que lo concede de calificar si el el párrafo: "reglas generalmente aplicadas" (CPJI, Serie A, Nº 7, p. 22; Serie A, Nº 9, p.
delito de que se acusa al asilado es político o común. 27); "práctica generalmente aceptada" (CIJ, Recueil, 1956, p.85); "principios unive~sal­
2
1 CIJ Recueil, 1971, p. 22 (traducción nuestra.) Esta sería, sin embargo, una práctica mente admitidos"(Scott, op. cit., T. I, p. 558); "práctica ... casi universal" (CPJI, Séne B,
interna de la Organización, que se habría gestado por obra de la conducta de los Estados Nº 6, p. 36); "regla ... generalmente observada" (CIJ, Recueil, 1959, p. 27); "regla gene-
que formaron parte de las sucesivas composiciones del Consejo de Seguridad donde esta ralmente aplicada" (RIAA, Vol. II, p. 1247); "principio generalmente reconocido" (CPJI,
práctica se fue conformando. Puede muy bien pensarse en costumbres especiales en las Série A, Nº 9, p. 31, Série B, Nº 17, p. 32).
15 "Custom as a source of international law'', British Yearbook o( International Law,
que intervengan exclusivamente organizaciones internacionales, y hasta en costumbres
universales en cuya formación intervengan Estados y organizaciones internacionales y Vol. 47, 1974, p. 1 (traducción nuestra).
que se aplique indistintamente a unos y a otras.
9(, JULIO BARBOZA FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL. LA COSTUMBRE 97

Sin duda ha tenido en cuenta Akehurst para afirmar lo anterior las grado en que se ejerce la presión social: si constituye una sanción como
costumbres del espacio ultraterrestre, que se formaron con la participa- la pérdida de la libertad, una mutilación o la pérdida de la vida, es una
ción de un número reducido de Estados. Lo mismo sucedió en el pasa- costumbre jurídica. 18
do con algunas costumbres del derecho del mar. Lo anterior puede traspolarse al orden internacional, mutatis mutandi.
iii) El llamado elemento "psicológico": la opinio juris Podría decirse que un uso social internacional, no jurídico, como
Se considera que el elemento material no es suficiente para que una podría ser el saludo de dos buques que se cruzan en alta mar, a veces
práctica adquiera el carácter de costumbre; según opinión corriente, es puede acarrear alguna consecuencia desagradable, pero no origina sin
necesario que sea acompañado de la convicción de que aquélla es obli- embargo responsabilidad internacional.
gatoria. La CIJ, en el caso señero de la Plataforma continental del Mar
del Norte expresó que: El tema de la distinción entre costumbres jurídicas y usos sociales es
complejo y la frontera entre ambos es, en el mejor de los casos, una
"No sólo deben representar los actos considerados una práctica cons- línea muy fina. La omisión de un saludo entre civiles puede acarrear
tante, sino que además deben dar testimonio, por su naturaleza o por alguna indefinida sanción social; entre militares es una obligación
la manera en que son cumplidos, de la convicción de que esta práctica dura merecedora de una sanción que no suele diferenciarse de otras
es obligatoria por la existencia de una regla de derecho. Los Estados sanciones jurídicas. Acaso la mejor manera de distinguir unos de otras
interesados deben tener el sentimiento de conformarse a lo que equi- sea por la opinio juris, entendida como la aceptación generalizada de
vale a una obligación jurídica" .16 una costumbre como una norma jurídica y no como una obligación
"blanda". Al respecto se abunda algo un poco más adelante.
Hay prácticas que no configuran costumbres jurídicas. La CIJ, <le
iv) El tiempo de formación
nuevo en el mismo caso dice que:
Tradicionalmente, se exigía para la formación de una costumbre el
"Hay un número de actos internacionales, en el dominio protocolar transcurso de un largo tiempo; la expresión "tiempo inmemorial" fue
por ejemplo, que se cumplen invariablemente, pero que son motivados utilizada en más de una ocasión. 19 Actualmente no se requiere un lapso
por simples consideraciones de cortesía, de oportunidad o de tradición tan prolongado, debido a características propias de las relaciones inter-
y no por el sentimiento de una obligación jurídica". 17 nacionales en la actualidad.
En cuanto a la costumbre clásica, dichas relaciones ocurren en un
La doctrina más corriente señala que es la opinio juris lo que identi-- medio en que las comunicaciones son, a diferencia de antaño, práctica-
fica a la costumbre jurídica y la hace distinguible de otras maneras de mente instantáneas y en que los transportes han aumentado increíble-
repetición de conductas que no son jurídicas, como por ejemplo los mente en velocidad. Las relaciones entre los sujetos del DI se han
usos sociales. intensificado notablemente, y las reacciones a los comportamientos
Barberis distingue entre el uso, que responde a la imitación y la sim- estatales se conocen rápidamente, con lo que se acortan proporcional-
ple costumbre, a la que el grupo social considera como regla a seguir y mente los períodos de tiempo necesarios para que una práctica adquie-
cuyo incumplimiento despierta crítica y prcsiún social. De nuevo, entre
esa simple costumbre y la costumbre jurídica habría diferencia en el 18
Op. cit., p. 96. Agrega que "No es necesario para ello que haya un órgano encargado
de aplicar las sanciones, pues puede tratarse simplemente de un régimen descentralizado".
19 La empleó, por ejemplo, Negulesco, juez rumano ad-hoc de la Corte Permanente.
16 CIJ Recueil, 1969, p. 44.
17 Op. cit. Ver CPJI, Serie B, Nº 14, p. 105.
98 Juuo BARBOZA
FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL. LA COSTUMBRE 99
ra el carácter general, o uniforme o constante necesario para que la
práctica sea suficientemente madura. Ahora bien, la doctrina exige que muchas veces lo son, una solución aceptable en general para todos los
durante el período de su formación la práctica haya tenido cierta inten- Estados y solucionan el problema de una falta de normas específicas en
el terreno cubierto por el tratado. Al haber sido negociados en comités
sidad y coherencia. En cuanto a la llamada nueva costumbre, se comen-
de amplia composición donde están representados prácticamente todos
ta a continuación.
los intereses existentes en relación con un asunto determinado, suelen
v) La llamada "nueva costumbre"
tales textos ser la expresión de equilibrados compromisos. También es
El dinámico proceso de codificación, a cargo principalmente de la cierto que la mera existencia de un núcleo normativo coherente y siste-
Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), asistida por un sis- mático en un cierto terreno del DI ejerce una presión grande sobre los
tema de órganos a cuyo centro se encuentra la Comisión de Derecho Estados que no adhirieron al tratado, en el sentido de su aceptación y
Internacional y de otros cuerpos codificadores en terrenos específicos o que la comunidad del tratado ejerce presión muchas veces en el sentido
ad-hoc20 ha producido una gran cantidad de tratados que, o bien pre- de propagar sus normas.
tenden declarar la costumbre, o bien desarrollar progresivamente el DI
prescribiendo nuevas normas jurídicas. Suele citarse en relación con el lapso que actualmente requiere la for-
• Costumbres formadas sobre tratados normativos mación de la costumbre, el fallo de la CIJ en el caso de la plataforma
Algunos de los tratados normativos, esto es, los que incluyen normas continental del Mar del Norte.
generales, han logrado una adhesión considerable, algunos hasta muy
"Aunque el hecho de que no haya transcurrido sino un breve lapso no
mayoritaria de la comunidad internacional. Sus normas se aplican entre
constituye necesariamente por sí solo un impedimento a la formación de
los Estados miembros. Pero por más que los tratados multilaterales una nueva regla de derecho internacional consuetudinario a partir de
agrupen un gran número de Estados, raramente o nunca comprenden a una regla puramente convencional en su origen, continúa siendo indis-
toda la comunidad internacional y sus normas no son, por ende, nor- pensable que en ese lapso, por breve que haya sido, la práctica de los
mas de DI general. Estados, incluyendo las de quienes son particularmente interesados,
Entre los Estados no miembros del tratado, así como entre éstos y haya sido frecuente y prácticamente uniforme". 21 (Bastardillas nuestras.)
los Estados miembros, no rigen las provisiones de aquél. Se ha registra-
do el fenómeno, sin embargo, que muchas veces las normas del tratado De todos modos, lo importante es que la Corte admite la existencia
son recibidas y acatadas por los Estados no miembros, se van generali- de costumbres formadas en un lapso relativamente corto, aún muy bre-
zando en su aplicación y se transforman en costumbres del DI general. ve ("por breve que haya sido" dice el pasaje) siempre que la práctica
que les da base haya sido "frecuente y prácticamente uniforme".
Esto sucede por varias razones, pero principalmente porque los textos • Costumbres formadas sobre la base de resoluciones de la AGNU
cuidadosamente redactados de aquellos instrumentos pueden ser, y Otra vía importante de creación de normas consuetudinarias son las
resoluciones -no ya tratados y por ende sin fuerza obligatoria- de la
20 Un organismo permanente que ha actuado como codificador, por ejemplo, ha sido
Asamblea General. Por ejemplo, la declaración respecto a los Principios
el Subcomité jurídico de la Comisión del espacio ultraterrestre en el que se originaron la
de Derecho Internacional sobre amistad y cooperación entre los Esta-
mayor parte de los tratados que forman el corpus juris del espacio cósmico. Como ejem-
plos de comités ad hoc la ONU, que han realizado una vasta labor son el Comité de Prin- dos, de acuerdo con la Carta de la ONU, declaró por un lado derecho
cipios de Derecho Internacional sobre amistad y cooperación entre los Estados, de consuetudinario existente e introdujo por el otro textos normativos que
acuerdo con la Carta de la ONU, el Comité de Derecho del Mar que preparó la III Confe- ingresaron al DI general por la vía consuetudinaria.
rencia de las Naciones Unidas sobre derecho del mar, el Comité para la definición de la
agresión, etc.
21 CIJ Recueil, 1969, p. 43.
FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL. LA COSTUMBRE 101
100
Juuo BARBOZA
futuras. En el caso de resoluciones normativas de la Asamblea Gene-
La famosa resolución sobre el derecho del espacio, emitida por la
ral, el asentimiento general de la comunidad internacional está parcial-
AGNU en 1963 motivó que el profesor Bin Cheng llamara a esas
mente adelantado, aunque deba confirmarse en la práctica constante y
resoluciones "co~tumbres instantáneas", algo así como el "café instan-
táneo" llevado al campo normativo. Vaya esto como ilustración; la uniforme según el dictum de la Corte. En el caso de tratados multilate-
doctrina no acepta que tales resoluciones creen automáticamente cos- rales, ese asentimiento general debe adquirirse a través de la propaga-
tumbres, si no están respaldadas por un proceso posterior de acepta- ción de la práctica durante un cierto tiempo, también por supuesto en
ción en el campo de la práctica internacional, por breve ~ue sea, o forma constante y uniforme. Podría esto expresarse diciendo que el
bien si la resolución se limita a reflejar una costumbre ya existente. proceso es inverso al anterior, y que la norma está ya dada y a disposi-
ción del intérprete, sólo que su texto y su adopción por la Asamblea
Lo cierto es que la abrumadora mayoría de la doctrina está hoy con- General o por el tratado codificador no son suficientes para declarar-
teste en considerar "que las resoluciones normativas de la Asamblea las costumbres y tendrá que pasar por un proceso, mucho más breve
General pueden suscitar los mismos modos de interacción ~,on la cos- que en la antigua costumbre pero proceso al fin, al cabo del cual de
tumbre que aquellos que la Corte ha identificado en relac10n con los una forma o de otra su aceptación por la CI en su conjunto se haga
22 explícito.
tratados de codificación" -
• Costumbre formada sobre otros textos • Resurrección de la costumbre
Un ejemplo interesante de costumbres formadas sobre la ~ase de tex- Si se tiene en cuenta el gran número de tratados codificadores y de
tos que no alcanzan la jerarquía de tratados, o de resoluc10nes de.!ª resoluciones de la AG sobre cuestiones jurídicas que han caracterizado la
Asamblea General, es el de las reglas sobre, por ejemplo; l~ extens1on labor de las Naciones Unidas en las últimas décadas, se tendrá una idea
del mar territorial (hasta las 12 millas) o de la zona economica. ~xcl~~t­ de la enorme importancia adquirida por la costumbre, en esta versión
va (hasta las 200 millas), que surgieron del proceso de cod1ficac10n nueva, en la formación del derecho de gentes, reflejada por la frase del
emprendido por la III Conferencia de la ONU sobre el derecho del mar, profesor Paul Reuter: "la costumbre es aún más central que el tratado" .23
y fueron consideradas indudablemente normas consuetudi~aria~ mucho • Costumbres regionales y locales. Costumbres especiales
antes de que la Convención correspondiente entrara en vzge,ncta. Entre La CIJ admitió, en el caso del Derecho de asilo la existencia de cos-
otras razones porque las leyes nacionales de muchos paises fueron tumbres regionales, pero exigió, en cuanto a su oponibilidad a un Esta-
recogiendo e~ sus textos los conceptos de la Convención adoptada, do de la región, la prueba de que éste las había aceptado. 24 De esto y de
pero aún entonces no vigente. otras circunstancias del caso se desprende que el consentimiento es la
• Rasgos diferenciales de la nueva costumbre , . . condición necesaria para la existencia de una costumbre regional.
La nueva costumbre se diferencia de la costumbre claszc~ en va~1os Asimismo, la CIJ reconoció que una costumbre bilateral podía for-
aspectos, pero el principal es el siguiente: en lugar de inducir una c1e~­ marse entre dos Estados en el caso del Derecho de pasaje sobre territorio
ta regla común de una serie de actos uniformes de los Estados, repeti- indio, un caso entre la India y Portugal, en el que Portugal reclamaba
dos en el tiempo y esperar hasta tener la prueba ~e qu.e se cm~plen derecho de paso entre su colonia de Damao y ciertos enclaves en territo-
como obligatorias por la generalidad de la comunidad mternac10nal, rio indio para restablecer el orden perturbado por insurrección local.
ahora la regla misma está preparada cuidadosamente en un texto que
no se inspira enteramente en actos pasados, sino que prevé conductas 2 3 llltroduction au droit des traités, Coll. U, París, Armand Colin, 1972, p. 38. (Tra-

ducción nuestra.)
22 Gcorges Abi-Saab, "La coutume dans tous ses états", L~ droit internatio11al a l'heu- 24 CIJ, Recueil, 1950, p. 276.
re de sa codificatio11. Etudes en ho1111eur de Roberto Ago, M1lan, 1987, P· 56.
102 JULIO BARBOZA FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL. LA COSTUMBRE
103

"Es difícil ver por qué el número de Estados entre los cuales puede mos de lado las diferencias que distinguen entre sí a los hechos individua-
constituirse una costumbre local sobre la base de una práctica prolon- les ocurridos y tomamos de ellos lo que tienen de conceptualmente
gada debería necesariamente ser superior a dos". 25 común, como "mar territorial", "buque'', "paso continuado'', etc.

Por cierto que también el consentimiento es de rigor para la forma- • Además, ~orno lo que se repite es conducta, y no puede haber con-
ción de una costumbre de este tipo. ducta sm sentido, la identidad genérica del número anterior tendrá una
Tanto las costumbres regionales como las bilaterales se distinguen, urndad ~e sentido. Esa unidad de sentido genérico es la de un paso inin-
por la circunstancia recién apuntada, de las costumbres universales, que terrumpi.do, ~ue no compromete el orden público ni la seguridad del
son oponibles a Estados que no han participado en su formación y por Estado n~ereno, y todas las demás notas del paso inocente que consa-
ende no han otorgado su consentimiento para que les sean aplicables. gra, por e¡emplo, la Convención de Montego Bay de 1982.
. • La repetición así descrita genera, si adquiere el sentido de obligato-
c) Una versión diferente de la costumbre 26 nedad entre los Estados protagonistas, una costumbre válida. Su perío-
i) El período formativo do formativo no puede ser demasiado extenso y tiene como base el
A nuestro modo de ver, conviene distinguir tajantemente el período consentimiento en obligarse de los mencionados Estados. La comuni-
formativo de la costumbre de aquel otro que comienza cuando no que- dad creada por un tratado multilateral, o una comunidad de Estados
dan dudas de que una práctica es ya una norma del DI general. dentro de ella, será en la práctica la que actúe de pionera esto es de
• Según lo vemos, la costumbre es esencialmente conducta repetida. propulsora de la costumbre entre ella y terceros Estados. si
se trat~ de
Esa repetición ocurre en el ámbito de una conducta compartida, esto es, una resolución normativa en el seno de las Naciones Unidas pionera 1
de la conducta de un Estado A con respecto a otro Estado B, que tiene comunidad f~rmada por lo_s Estados que hayan impulsado ¡~ adopció~
la posibilidad de permitir o de impedir dicha conducta. Si tomamos de la resoluc10n y que termmaron por imponerla.
como ejemplo la formación de la costumbre del paso inocente de En la Tercer~ Conferencia de las Naciones Unidas sobre derecho del
buques de todas las banderas por el mar territorial de los Estados coste- mar, la comurndad .de Estad~s latinoamericanos y algunos otros que
ros, el Estado costero estuvo originalmente en situación de poder impe- propugnaban extens10nes de ¡urisdicción marítima de hasta 200 millas
dir que por sus aguas territoriales navegaran buques de otro pabellón. marinas. fueron influyendo sobre la conferencia y finalizaron por impo-
Esto habría colocado la situación en el terreno jurídico: si un sujeto de ner esa ide~, que se concretó en un consenso y éste a su vez originó las
derecho tiene la facultad de impedir la conducta de otro sujeto de dere- correspondientes costumbres respecto a la extensión del mar territorial
cho, existe entre ambos una relación jurídica y no simplemente de cor- de la zona contigua y de la zona económica exclusiva así como lo:
tesía o de uso social. derechos y obligaciones de ribereños y terceros Estados e~ dichas exten-
s10nes. Naturalmente, dentro y fuera de la conferencia, antes y después
Repetir un hecho individual de conducta significa que los hechos indivi- del .consenso, la comunidad pionera siguió actuando, dictando leyes
duales en cuestión pertenecen a un género común. En el ejemplo del paso
nacionales en consonancia con los consensos, etc. Así se extendieron las
inocente, son distintos los buques, que entran por diferentes lugares en
norma~ que expresaban esos consensos hasta ser adoptados por la
distintos mares territoriales, que hacen un recorrido diferente, etc. Deja-
generalidad de la comunidad internacional.

CIJ, Recueil, 1960, p. 39.


25
26
Desarrollamos este razonamiento en un artículo aún inédito, titulado "The Custo- Otros ejemplos del mismo proceso pueden ser dos costumbres regio-
mary Rule: from Chrysalis to Butterfly", para el liber amicorum del Dr. José María Ruda. nales americanas que luego fueron adoptadas por la comunidad inter-
104 JULIO BARBOZA FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL. LA COSTUMBRE 10.'i

nacional en su conjunto: las reglas panamericanas relativas a las reser- iii) La opinio juris. Se hace difícil aceptar que en el período formati-
vas a los tratados multilaterales, que dieron fin a la unanimidad vo de una costumbre, o sea, cuando ésta no se ha consagrado todavía,
requerida por el derecho anterior y la formulación del principio de no
exista en los Estados que se van plegando a la práctica la convicción de
intervención. estar obrando de acuerdo a una norma de derecho universal. Kelsen
calificó esta posición de "manifiestamente falsa" .27 Tal convicción, en
b) La costumbre universal la etapa formativa de la costumbre, se basaría en un error, puesto que
i) Toma de conciencia y declaración los que adoptaran la práctica lo habrían hecho en la errónea convicción
Subsiste la incógnita de cuándo se opera este cambio cualitativo, esto de que se trataba de una norma obligatoria de derecho, siendo que en
es ese cambio entre una práctica que es obligatoria por el consentí- esa etapa formativa la práctica no es aún obligatoria. 28 No parece, por
'
miento de los Estados obligados y exclusivamente para ellos Y esa mis-
.
lo demás, creíble que un Estado pudiera albergar tal convicción respec-
ma práctica, obligatoria para todos por la aceptación generalizada (no to a una práctica claramente nueva. 29 El prestigio de la opinio juris
necesariamente unánime). Entendemos que el poder legislativo del dere- como convicción acaso provenga de su origen, el derecho romano canó-
cho de gentes reside en la comunidad internacional, pero que se trata de nico, a través del cual se importó la doctrina al derecho internacional
un poder difuso, por cuanto dicha comunidad carece de órganos cen- en el siglo XIX. La doctrina de la convicción puede referirse al descubri-
trales que lo ejerciten. Entendemos que, sin embargo, ciertos órganos miento de que una cierta práctica internacional no hace sino reflejar
son tácitamente reconocidos por la comunidad entera como sus una regla ya establecida del derecho natural. 30
voceros: la Corte Internacional de Justicia es uno de ellos, la Asamblea Una vez declarada la costumbre universal, resulta más creíble la
General de las Naciones Unidas es otro, acaso también la doctrina. corriente de opinión que identifica la opinio juris con la convicción de
Normalmente, son sus declaraciones las que deciden que una costum- obligatoriedad. Sin embargo, no es una doctrina pacífica. El pasaje de
bre ha llegado a ser universal: la CIJ muchas veces dice, simplemente, la sentencia de la CIJ citado más arriba, en sentido de que es necesaria
que tal o tal práctica es una costumbre internacional, o un principio la convicción de que una práctica es obligatoria porque refleja una
generalmente aceptado de derecho internacional, sin añadir ~ayores regla de derecho existente y de que los Estados interesados "deben
argumentos ni mostrar el proceso de investigación que la condu10 a esa tener el sentimiento de conformarse a lo que equivale a una obligación
conclusión. Cuando la comunidad internacional toma conciencia de la jurídica" parecería dirimir decisivamente lo relativo a la existencia y
generalidad de una cierta práctica, todavía faltaría una declaración entidad del elemento "psicológico". Sin embargo, los análisis hechos en
para consagrarla públicamente como costumbre universal. . medulosos estudios por autores como Haggenmacher y Virally demues-
ii) Cuando la costumbre llega a esta etapa, los Estados que no parti- tran que tanto la Corte Permanente como la actual han rendido home-
ciparon en su formación la deben aceptar obligatoriamente. Prueba de naje verbal a la opinio juris pero no lo han utilizado en la resolución de
ello es lo sucedido con los Estados surgidos de la descolonización, que sus casos.
debieron aceptar la generalidad de las costumbres ya establecidas, aun-
que consiguieron la revisión de algunas de ellas invocando razones 27 "Theorie du droit international coutumier", Revue internationale, 1939, p. 263.
importantes. Esta aceptación no implica un consentimiento li?remente 28 Aunque el mismo Kelsen suavizara más tarde su afirmación, al admitir la existencia
otorgado; acaso aquí exista la convicción entre los nuevos obh~ados ~e de un elemento psicológico en la creación de la costumbre, el peso de su argumento pre-
que se está actuando de acuerdo con una norma de derecho obhgatona, vio permanece intacto.
29 Kelsen Hans, op. cit., p. 263.
a través del sentimiento de que se debe obedecer lo que acepta la gene- 30 El argumento, por lo demás, no es nuevo. Haggenmacher dice que puede ser rastre-
ralidad de los Estados miembros de la comunidad internacional. ado hasta Celcius (Digesto, 1, 3, 39, p. 108). Op. cit., 1986, p. 114.
····~~

FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL. LA COSTUMBRE 107


106 JULIO BARBOZA

En otro lugar, dice: "En efecto, en nuestra opinión, el contenido de la


"La verdad es que la Corte, aunque rinda homenaje verbal al concep-
opinio juris de cada Estado dependerá de su situación de poder en el
to de opinio juris y aunque haya tenido ocasión de hablar de esa
orden internacional. La voluntad de un Estado, aún si no es voluntad
'consciencia de un deber jurídico', se interesa menos en el análisis de
de poder, implica un elemento de poder. Así, ciertos Estados tendrán
estados mentales que en el examen y apreciación de los hechos proba-
el sentimiento de estar ligados porque lo quisieron, porque a ello con-
dos. Lo que busca es determinar si ellos revelan el ejercicio efectivo de
sintieron libremente, otros sentirán que están obligados porque no
un derecho por parte de un Estado ligado al reconocimiento por otro
podían no quererlo, porque la regla les ha sido impuesta ... " " ... es
Estado de una obligación correspondiente". 31
norma consuetudinaria internacional la que se considera como tal por
Por nuestra parte, consideramos que hablar de "aceptación generaliza- la voluntad de Estados que pueden imponer su punto de vista".
da" deja de lado la cuestión subjetiva de la "convicción"estatal, que une
v) La "novedad" de la nueva costumbre
dos términos incompatibles desde que el Estado no es una persona física
Pensamos también que el fenómeno de la nueva costumbre no es tan
y pone el acento en la objetiva comprobación por el órgano competente
nuevo: un proceso similar ha existido desde que aparecieron los trata-
del Estado de que la generalidad de los Estados se comporta de manera
dos multilaterales de tipo normativo, o tratados-leyes, sólo que el corto
que indica claramente su acatamiento a la regla en cuestión como obliga-
número de esos tratados no permitió apreciar cabalmente el fenómeno.
toria. Acaso esa aceptación generalizada sea lo que debe entenderse por
Pero la proliferación de convenciones codificadoras y otros tratados
opinio juris y acaso también sea esta opinión más fácilmente comproba-
multilaterales ha traído el fenómeno de la transformación de normas
ble si media la declaración de alguno de los voceros señalados.
convencionales en consuetudinarias al primer plano.
iv) ¿Hay un elemento de compulsión?
En realidad, el factor nuevo con respecto a los tiempos clásicos está
Parece difícil excluir todo elemento de compulsión o de imposición
dado por la intervención masiva de los foros de Naciones Unidas en la
en la formación de la costumbre. La voluntad de ciertos Estados puede
formación de costumbres. En tales foros, las reacciones de los Estados
a veces ser influida por alguna presión, en algunos casos, de otros Esta-
representados son inmediatas y no es necesario el "tiempo inmemorial"
dos más poderosos o más interesados en el sector de que se trate, o con
de que hablaba el juez Negulescu para que una costumbre se forme.
mayor influencia en ese sector, que predominen sobre el consentimiento
Parece más bien que, desde que aparece esta nueva manera de for-
de los demás. El estado anímico, si alguno puede asignarse a un Estado,
mar la costumbre, hay dos bases diferentes para una norma consuetudi-
parece ser más que la convicción, una cierta resignación -más o menos
naria: en el caso clásico, una regla consuetudinaria se deduce de ciertos
libre- de seguir con una práctica puesto que acaso ésta representa una
actos. Los actos, por lo demás, son distintos que las palabras, puesto
solución aceptable de compromiso para ciertas necesidades o intereses
que suelen ser ambiguos, o necesitar aclaración o prestarse a muy diver-
encontrados y le es más o menos impuesta por las circunstancias.
sas interpretaciones. Esta dificultad se advierte claramente cuando quie-
Brigitte Stern, citando a Kelsen, Scelle y Basdevant, hace ver "el lugar re expresarse una costumbre clásica en forma de texto escrito, como
central de la efectividad en la creación consuetudinaria y el papel pre- sucede en el proceso de codificación: suelen aparecer entonces muy dis-
ponderante de las grandes potencias y de los Estados particularmente pares interpretaciones sobre el alcance y definición exacta de la conduc-
interesados en la cuestión reglada por la norma consuetudinaria ... ". 32 ta a que la costumbre se refiere.
Hasta que los actos que conforman una conducta se hacen inequívo-
31 M. Virally, "The sources of International Law" en M. Sorensen, Manual of lnter- cos y claros, amén de suficientemente generales y uniformes y hasta que
11ational Law, Londres, 1968, pp. 134/135. se manifiesta a su respecto la opinión de la comunidad internacional
32 Brigitte Stern, "La coutume au coeur du droit international. Quelques réflexions ... ",
debía forzosamente transcurrir un tiempo considerablemente largo. '
p. 494. (Traducción nuestra.)
108 Juuo BARBOZA

La costumbre creada sobre la base de un texto perfectamente redac- Capítulo 7


tado en palabras, con un cierto consenso de la CI sobre su carácter de
normas jurídicas deseables, obviamente requiere lapsos mucho menores Los tratados
para madurar y por lo demás puede decirse que hoy en día es esta for-
ma de creación de normas consuetudinarias la que predomina.
vi) El "objetor persistente"
Precisamente respecto al consenso ha surgido, según cierta opinión
doctrinaria, la excepción del objetor persistente. Es decir, de un Estado
que durante el período de formación de una costumbre, se ha opuesto
invariablemente a que sea aplicada a su respecto. En tal caso, dice
aquella doctrina, la objeción no impide la creación de la regla consuetu-
dinaria, pero una vez creada, aquella regla no le es aplicable. 1. Concepto y nomenclatura
El Restatement of the Foreign Relations Laws of the United States
(1987) dice que "en principio, un Estado disidente que indica su disenso Suele definirse a los tratados como acuerdos de voluntades entre
con una práctica mientras el derecho está aún en proceso de desarrollo, sujetos del DI, destinados a crear, modificar o extinguir obligaciones
no está obligado por la regla de derecho aún después de su madura- internacionales.
ción" .3 3 Philippe Cahier34 nos recuerda que el tema fue primeramente Existen varias denominaciones para designar a los tratados: convencio-
tratado, entre otros, por M. Dupuy y J. Charney. Benedetto Conforti se nes, convenios, protocolos, acuerdos, etc. "Convenios" o "convenciones"
manifiesta en contra de la real entidad de esta doctrina por varias razo- suele aplicarse a los tratados multilaterales o codificadores (Convenio
nes y dice que estaría apoyada solamente en dos fallos: el del derecho de sobre protección de la diversidad biológica, Convención de Viena sobre
asilo de 20/XI/50 y el de las pesquerías de 18/XII/51 (ambos citados más relaciones diplomáticas, etc.). "Cartas" o "pactos" designan a los instru-
arriba). 35 Según la propia doctrina del objetor persistente, la objeción mentos constitucionales de organizaciones internacionales (Carta de las
debe presentarse en el período formativo de la costumbre, cuando sola- Naciones Unidas, Pacto de la Sociedad de las Naciones). "Protocolos"
mente los Estados que han prestado su consentimiento son obligados son normalmente instrumentos que sirven de corolarios a otros (Protoco-
por la nueva práctica. Si un Estado no lo presta, no va a ser obligado lo de Montreal dentro del marco del Convenio de Viena sobre protección
mientras la práctica en cuestión no sea objeto de una aceptación genera- de la capa de ozono). Puede darse incluso otros nombres a los tratados:
lizada. Pero cuando ésta se produzca y la práctica o costumbre especial "compromiso", "modus vivendi", "concordato" -si la Iglesia es parte-
se transforme en costumbre universal, parece difícil que el objetor persis- "estatuto", etc., pero su denominación general es el de tratados y respon-
tente pueda por mucho tiempo quedar al margen de su cumplimiento. den todos al concepto de un acuerdo de voluntades dado anteriormente.
En todo caso, creemos que habrá que considerar las circunstancias de
cada caso para poder resolverlos de acuerdo a derecho.
2. La Convención de Viena de 1969

33
Las normas jurídicas que regían la formación, efectos, nulidades, etc.
Citado por P. Cahier, op. cit., p. 233. (Traducción nuestra.)
34 Op. cit., p. 233 y nota 368. de los tratados eran eminentemente consuetudinarias hasta la vigencia de
35 Ver su Curso General, Recueil, 1988, V, pp. 74 y ss. la Convención de 1969, relativa a los tratados entre Estados, que codifi-
110 Juuo BARBOZA
Los TRATADOS 111

có ese sector normativo y lo desarrolló progresivamente también en


quier otro contrato en que los Estados actúen como personas del dere-
algunos aspectos. Fue complementada en 1986 con otra convención cho privado. Aunque el trato fuera de Estado a Estado, como solía
sobre tratados concluidos entre Estados y organizaciones internaciona- suceder en el caso de compras de inmuebles en Estados socialistas, que
les u organizaciones internacionales entre sí, que mutatis mutandi, sigue poseían numerosos inmuebles, se trataría de un contrato celebrado en
muy de cerca a la anterior. el marco del derecho interno del Estado territorial y no de un tratado.
Suele mencionarse la paradoja de que las reglas que rigen los tratados
estén contenidas a su vez en un tratado, que como tal solamente obliga a ii) Celebrado por escrito
los Estados que son sus miembros. Hoy en día, sin embargo, parece La Convención no se ocupa de los acuerdos orales, a los que sin
innegable que las normas contenidas en la Convención de Viena, hayan embargo no excluye según su artículo 3. Los acuerdos orales pueden ser
o no reflejado el derecho consuetudinario en el momento de su entrada reconocidos por un juez internacional en ciertas circunstancias; Barbe-
en vigencia, han sido hoy recogidas y aceptadas por la comunidad inter- ris da incluso el ejemplo de un acuerdo por signos: un cese del fuego
nacional y forman parte del derecho consuetudinario de nuestra época. señalado por banderas. 2 Tampoco hay dudas de que tales acuerdos son
extremadamente raros, y un árbitro los encontró contrarios a los usos
a) Definición internacionales.
El artículo 2.1 de la Convención restringe el concepto de tratado a
aquellos acuerdos internacionales hechos por escrito y entre Estados. Se En un asunto entre Alemania y Gran Bretaña, la primera pretendió
desarrollan a continuación los elementos de la definición. que el Sultán había manifestado verbalmente a su cónsul la disposi-
i) Acuerdo internacional ción de conceder a una compañía alemana la aduana del puerto de
Comienza el artículo 21 por mencionar el acuerdo internacional Lamu. La única constancia de esta promesa o transacción era un
informe del Cónsul a su central. Es interesante lo que dijo el árbitro,
como elemento esencial de los tratados. El concurso de voluntades es la
en 1899, a este respecto: "Si bien es cierto que ninguna norma jurídica
definición misma del tratado, debe ocurrir en el plano internacional y
prescribe una forma especial para las convenciones entre Estados inde-
ser regido por el derecho de gentes. La validez y obligatoriedad de cual-
pendientes, no es menos contrario a los usos internacionales contratar
quier acuerdo está determinada por el marco jurídico en que se da, y en verbalmente compromisos de tal naturaleza e importancia". 3 (Traduc-
este caso ese marco es el derecho internacional. ción y bastardillas nuestras.)
La expresión "internacional", corroborada un poco después en el
mismo inciso por la frase "y regido por el derecho internacional", "es Sin embargo, en el asunto de Groenlandia Oriental, entre Noruega y
utilizada para distinguir los acuerdos internacionales regidos por el Dinamarca,4 la CPJI reconoció valor a una declaración verbal del Can-
derecho internacional público de aquellos otros que, aunque conclui- ciller noruego formulada en respuesta a una pregunta, también verbal,
dos entre Estados, están regidos por las disposiciones del derecho del Ministro danés en Oslo. El juez Anzilotti reconoció en ese intercam-
interno de una de las partes ... " según surge de manifestaciones de la bio verbal un verdadero tratado y agregó que:
Comisión de Derecho Internacional que redactó el proyecto. 1
"No parece, por otra parte, que exista una regla de derecho interna-
Podría éste ser el caso de un Estado que contrata para su Embajada la ci~nal que exija que los acuerdos de este género deben ser hechos por
compra de una casa del dominio privado del Estado receptor o cual-
2 Op. cit., p. 35, nota 36.
3 Affaire de l'ile de Lamu, Lafontaine, Pasicrisie, pp. 335-340.
1 ACDI, 1966, II, p. 205.
4 CPJI, Serie A/B, Nº 53.
Juuo BARBOZA Los TRATADOS 113
112

ii) Abiertos son aquellos a los que se puede acceder sin haber toma-
escrito para ser válidos" .5 Sin embargo, el mismo Anzilotti reconoció
do parte en su negociación, cerrados aquellos que no admiten nuevos
que había constancias escritas de la pregunta del Ministro danés y de
miembros sin que ello implique la celebración de un nuevo acuerdo.
la declaración del Canciller Ihlen en memoranda oficiales.
iii) Los acuerdos en buena y debida forma son los que asumen la for-
iii) Entre Estados ma clásica, en un proceso completo: se negocia y se adopta un texto
La Convención sólo se ocupa de los tratados entre Estados. único, que luego se firma y eventualmente se ratifica, según la manera
Hay otros sujetos internacionales que no tienen capacidad para de expresión del consentimiento que se haya adoptado.
hacer tratados. Por ejemplo, una compañía comercial, o un individuo.
En algunos casos, se dirá en el texto mismo del tratado si las partes
Asunto Texaco: "Decir que el derecho internacional regla las relacio- acordaron que aquél entrara en vigencia por la simple firma. Si no hay
nes contractuales de un Estado y de una persona privada extranjera nada dicho, y no se desprende de otro modo que ésa haya sido la
no significa que ésta sea asimilada a un Estado ni que el contrato con- intención de los negociadores, el tratado debe seguir los trámites inter-
cluido con aquél sea asimilable a un tratado". 6 Asimismo, la CIJ se nos completos, según se exijan en las Constituciones de los Estados
declaró incompetente en el caso de la Anglo-Iranian Oil Co entre el que adoptaron el texto. Ver artículo 12 de la Convención.
Reino Unido e Irán (22 de julio de 1952) por entender que la conce-
sión era un contrato entre un gobierno y una sociedad extranjera, El hecho de que normalmente se repartan tantos ejemplares como
siendo el gobierno el del Irán, y que d Reino Unido no era parte. 7 Estados miembros tiene el tratado no le quita a éste su carácter de texto
único.
Acaso lo mejor sea decir que los tratados son creados por "una Los tratados en forma simplificada son generalmente bilaterales y se
manifestación de voluntad común de dos o más sujetos de derecho de perfeccionan por un cambio de notas: en la nota de una de las partes se
gentes con capacidad suficiente ... ". 8 hace la propuesta del texto y se dice que si la otra lo acepta, ese texto
iv) Formas será un tratado entre ambos Estados. La respuesta expresa que la pro-
" ... ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos puesta hecha, que suele transcribirse íntegra y fielmente, es aceptada y
conexos y cualquiera sea su denominación particular". que por ende el texto es un tratado entre ambas partes.
La Convención es muy flexible en cuanto a las formas que puede Actualmente, la cantidad de acuerdos en forma simplificada es muy
asumir un tratado; ya sea la de un acuerdo de los llamados en buena y grande, debido a la informalidad que es característica del DI y a la
debida forma como los hechos en forma simplificada. Enseguida vere- necesidad de contar con formas rápidas que estén de acuerdo con la
mos esto mismo con más detalle. intensificación de las relaciones internacionales.
iv) Tratados contratos y tratados normativos
b) Clasificación Se diferencian en que los tratados-contrato expresan una voluntad
i) En cuanto al número de partes contratantes, los tratados bilatera- de una parte que es distinta y complementaria de la voluntad de la otra
les son aquellos en que participan dos sujetos y multilaterales los cele- (una parte quiere comprar y la otra vender, por ejemplo) y los normati-
brados entre tres o más. vos traducen una voluntad común, que se expresa en normas generales,
como en la Convención de las Naciones Unidas sobre derecho del mar,
5 Id., p. 91. por ejemplo. Para Triepel sólo los segundos, a los que llama tratados
6 Affaire Texaco el vs Libia, ]DI 1977, p. 361. leyes serían fuente del DI. Kelsen, en cambio, piensa que en ambos exis-
7 CIJ, Recueil, 1952, p. 112.
8 Barberis, op. cit., p. 49. te una voluntad común, sólo que complementaria: un contrato de com-
Los TRATADOS 115
114 JULIO BARBOZA

la firma, la firma ad referendum o la rúbrica de los representantes, ya


praventa crea una sola norma jurídica que impone conductas diferentes
sea puesta en el texto del tratado, o bien en el acta final de la Conferen-
a cada parte, a una entregar la cosa y recibir el precio; a la otra recibir
cia en que figure el texto (artículo 10, párrafo 2). Naturalmente que si
la cosa y entregar el precio.
en el texto mismo adoptado o por resolución aparte de la Conferencia
se prevé otro procedimiento de autenticación, él tendrá precedencia
En todo caso, y pese a que la expresión tratados leyes pueden introdu-
cir confusión, al inducir a la idea de que tales instrumentos imponen sobre la regla anterior (artículo 10, párrafo 1).
leyes de carácter universal, los tratados leyes no obligan a los Estados La autenticación, en suma, es la prueba formal de la adopción de un
que no son miembros. La calificación de normativos tampoco los con- texto.
vierte en los únicos que pueden crear normas, porque los tratados ii) Manifestación del consentimiento en obligarse
contrato también crean normas, aunque sean normas individuales. Una vez cumplidos estos pasos, las Partes deben manifestar su con-
sentimiento en vincularse por ese texto que aún no los obliga a nada. El
c) Celebración consentimiento se manifiesta en alguna de las siguientes maneras:
Las diversas etapas en la celebración de un tratado son las siguientes: • Por la firma
i) Conformación del texto Normalmente, ese instrumento se abre a la firma de los Estados par-
En este primer trecho, las Partes llegan a conformar un texto sobre el ticipantes por un período determinado.
que están de acuerdo y a autenticarlo. Para eso recorren el siguiente Algunas veces, la mera firma del texto es suficiente para obligar a los
cammo: Estados participantes. Eso sucede cuando en el tratado mismo se ha
• Negociación estipulado expresamente que la firma tendrá ese efecto, o bien cuando
Las negociaciones se conducen normalmente a través de los repre- de otro modo conste que los negociadores han convenido ese efecto
sentantes de las Partes, debidamente acreditados, que formulan pro- para la firma, o cuando la intención de un Estado en ese sentido surja
puestas, contrapropuestas y realizan los pasos necesarios con vistas a de los plenos poderes de su representante o se haya manifestado duran-
arribar a un acuerdo. Esto puede hacerse en conversaciones directas o a te la negociación (artículo 12.1 ).
través de una conferencia internacional. Es muy importante recordar que los Estados firmantes de un tratado
• Adopción del texto tienen una obligación fundamental, aunque éste no haya todavía entra-
Cuando todas las partes han manifestado su opinión de que un cier- do en vigencia: la de abstenerse de actos en virtud de los cuales se frus-
to texto refleja lo negociado y que, por ende, ya no habrá de ser objeto tre el objeto y fin del tratado (artículo 18).
de cambio alguno, se dice que ese texto ha sido adoptado.
Pueden presentarse varias situaciones: en un tratado bilateral las par-
tes lo han firmado, pero no ha entrado aún en vigencia porque se esti-
El artículo 9 dispone en su segundo párrafo que, cuando la negocia-
puló que era necesaria la ratificación; o bien en un tratado multilateral
ción es conducida en una conferencia internacional, la adopción pue-
un Estado firmó el texto pero no lo ratificó aún, o bien lo ratificó pero
da producirse por la decisión de dos tercios de sus miembros presentes
el acuerdo no entró todavía en vigencia porque se exigía en él un cier-
y votantes, a menos que la misma conferencia haya decidido por la
to número mínimo de ratificaciones para ello.
misma mayoría aplicar una regla diferente.
• Por la ratificación
• Autenticación del texto
Normalmente, no alcanzará la firma; será necesaria una instancia
Una vez que se cumplió con la etapa anterior, y el texto ha sido
posterior, representada por un instrumento de ratificación.
adoptado, su autenticación se verificará normalmente ya sea mediante
116 Juuo BARBOZA Los TRATADOS l 17

Para Grocio, la ratificación del soberano se desprendía del mandato En realidad, el acto legislativo que aprueba un tratado sólo es una
que éste daba a sus representantes y de la facultad que aquél se reservaba ley en sentido formal, ya que el tratado no adquiere vigencia interna
de aprobar o no lo hecho por ellos. Modernamente, la ratificación parece por el sólo hecho de ser aprobado: sólo la adquiere luego de su vigencia
surgir más bien de la división de poderes imperante en una democracia; internacional por la ratificación por el Ejecutivo y el canje de los instru-
siendo el Ejecutivo normalmente el encargado de conducir las relaciones mentos de ratificación -si se trata de un acuerdo bilateral- o el depósito
internacionales, a él le toca el manejo de las negociaciones. Sin embargo, de dicho instrumento en el país que actúa de depositario, o con el
llegado el momento de concluir un tratado el Parlamento ha adquirido Secretario General de las Naciones Unidas si se trata de una convención
también normalmente la atribución de aprobarlo para autorizar al Ejecu- realizada bajo sus auspicios, o en todo caso con quien se indique en el
tivo a emitir el instrumento de ratificación. En todo caso, los pasos con- texto mismo del tratado. 10
cretos de la ratificación dependerán de la Constitución de cada país. 9
El artículo 14 de la Convención de Viena establece que la ratifica- d) Reservas
ción será necesaria cuando lo disponga el tratado, o conste de otro "Se entiende por 'reserva' una declaración unilateral, cualquiera sea
modo que los negociadores así lo han convenido. Si el representante de su enunciado o denominación, hecha por un Estado al firmar, ratificar,
un Estado lo firmó bajo reserva de ratificación, o si de sus plenos pode- aceptar o aprobar un tratado o al adherirse a él, con objeto de excluir o
res surge que la intención de ese Estado es que la ratificación será nece- modificar los efet'.'tos jurídicos de ciertas disposiciones del tratado en su
saria para obligarlo, deberá cumplirse con ese paso, lo mismo que si esa aplicación a ese Estado" (artículo 2, d).
intención se ha manifestado durante la negociación (artículo 14, d). Es importante en esta definición subrayar,
• Por la adhesión - el carácter de declaración unilateral de una reserva presentada,
Si un Estado no participó en la negociación puede acceder a un tra- indicativo de la posición particular de un cierto Estado de entre los
tado por la adhesión posterior, cuando así se dispusiere en el tratado, o negociadores del tratado o un Estado que adhiere posteriormente, y
constare de otro modo que los Estados negociadores lo han convenido - que esta declaración tiene por objeto modificar el alcance de alguna
así, o cuando se hubiere llegado a ese mismo consenso posteriormente de sus disposiciones particulares con respecto al Estado reservante.
al tratado (artículo 15). Esto sucede en los llamados tratados abiertos. Conviene anotar que una reserva es sólo aparentemente un acto uni-
iii) El proceso constitucional argentino lateral: lo es en cuanto a su formulación, porque se presenta unilateral-
En nuestro país, el Ejecutivo conduce las negociaciones de un tratado mente por el Estado interesado, pero carece de efectos jurídicos
y tiene facultades para firmarlo. Luego de la firma, y a menos que se trate mientras no haya una reacción de los otros miembros del tratado, ya
de un acuerdo ejecutivo (ver infra) el tratado se envía al Congreso para sea que la acepten o la rechacen. Eso hace que, en el fondo, la reserva
su aprobación. Este es considerado y eventualmente aprobado en cada cree una situación que no puede ser resuelta en forma unilateral.
Cámara, y pasa de nuevo al Poder Ejecutivo para que éste lo ratifique. La Un Estado que seguramente ha querido imponer una cierta posición
aprobación es un acto legislativo, la ratificación un acto ejecutivo. en el curso de las negociaciones pero no ha logrado hacerlo, busca el
mismo objetivo por la interposición, luego de adoptado el texto, de una
9 reserva que exprese aquella posición aislada o en el mejor de los casos
Diez de Velazco dice que "los sistemas internos de ratificación se pueden dividir en
la práctica en cuatro grandes grupos: 1) de competencia exclusiva del Poder Ejecutivo, 2) minoritaria.
de competencia exclusiva del Cuerpo Legislativo; 3) de competencia del Ejecutivo con
previa aprobación obligatoria del Legislativo; 4) de competencia conjunta del Legislativo \O La vigencia -interna e internacional- del tratado se producirá después de la ratifica-
y el Ejecutivo". Instituciones de derecho internacional público, Madrid, 1994, p. 148. El ción, pero en los términos del mismo tratado. Por ejemplo, si el tratado dice que entrará
sistema argentino pertenece a la tercera categoría enunciada. en vigor para cada Estado a los treinta días de la ratificación.
118 Juuo BARBOZA
Los TRATADOS 119

Puede también suceder que el Estado en cuestión tenga respecto a un


mayor participación de Estados al permitir a los reservantes su incorpo-
tema particular una posición que considere importante en su política
ración si algún otro Estado acepta la reserva.
exterior o interior, y que si no presenta una reserva que la salve, le
resulte imposible entrar en un tratado que de otra forma le interesa. iii) La opinión consultiva de la CIJ en el caso de las reservas a la
Convención de Genocidio.
Es necesario tener en cuenta este conflicto de intereses para com- La AGNU pidió una opinión consultiva a la Corte en vista de que
prender las soluciones que se han impuesto en la práctica internacional. existían ciertas reservas presentadas respecto a los medios de solución
Surge de esa comprensión que el tema de las reservas sólo atañe a las de controversias de la Convención sobre la prevención y el castigo del
convenciones multilaterales, ya que en un tratado bilateral la presenta- crimen de genocidio, ya que la Convención misma nada establecía a ese
ción de una reserva equivale a la solicitud de reabrir las negociaciones. respecto. El nudo de la cuestión era saber si el Estado que presentaba
i) La regla de la unanimidad una reserva podía ser considerado parte en la Convención en caso de
La norma de la Sociedad de las Naciones, que resumía el derecho que fuera objetada por algún Estado parte.
consuetudinario de la época, exigía que una reserva fuera aceptada por La Corte reconoció estar en presencia de circunstancias excepciona-
la totalidad de los Estados negociadores para que pudiera ser incorpo- les en un tratado como el que consideraba, desde que uno de sus más
rada al tratado. Equivalía entonces a una modificación del texto des- importantes objetivos era obtener el mayor número posible de partici-
pués de su adopción, porque naturalmente en materia contractual el pantes. En tales casos, todos y cada uno de los Estados contratantes tie-
consentimiento de todas las partes puede operar cualquier cambio. nen "un interés común, el de preservar los fines superiores que
Esta regla hacía prevalecer la integridad del tratado, esto es, un mis- constituyen la razón de ser de la Convención". Por tanto, desechó la
mo texto para todas sus Partes. Corte para el caso argumentos como las ventajas y desventajas indivi-
ii) La regla panamericana duales que las reservas reporten a cada Estado o el equilibrio contrac-
tual entre derechos y cargas.12
El Consejo Directivo de la Unión Panamericana adoptó en 1932 tres
reglas sobre el efecto de las reservas en las convenciones multilaterales La respuesta a la pregunta era, entonces, que un Estado reservante
interamericanas, que se impusieron en la práctica. podía ser miembro de la Convención no obstante el rechazo de la reser-
"1. Un tratado estará en vigor en la forma en que fue firmado entre va por otros Estados, pero siempre que la reserva no fuera contra el
aquellos países que lo firmen sin reservas, en los términos en los objeto y fin del instrumento puesto que la Corte consideró válidas tales
reservas.
cuales fue originalmente firmado y redactado.
2. Entrará en vigor entre los gobiernos que lo ratifiquen con reservas A la segunda pregunta, la Corte respondió que un Estado que objeta
y los firmantes que acepten las reservas en la forma en que quede una reserva por estimarla contraria al objeto y fin de la Convención
modificado por dichas reservas. puede considerar al "Estado que ha formulado esa reserva como no
siendo parte de la Convención" .13
3. No estará en vigor entre un Estado que haya ratificado con reser-
vas y otro que no acepte tales reservas" . 11 La Corte se inclinó por el espíritu de la regla panamericana, sin duda
Estas reglas no tienen en cuenta la integridad del tratado, puesto que porque en acuerdos como el que le fue sometido a su consideración
se formará entre sus miembros más de un sistema según se acepten o no necesitaban de una gran participación de los Estados de la CI.
las reservas presentadas, pero en cambio favorece notablemente la

12
11
CIJ, Recueil, 1951, p. 23.
Podestá Costa-Ruda, Derecho internacional público, Buenos Aires, 1984, p. 52. 13 Id., p. 29.
Los TRATADOS 121
120 Juuo BARBOZA

lo demás, si otro Estado quiere que el tratado no tenga vigencia entre él


En el derecho internacional clásico, la comunidad internacional no tenía
mismo y el reservante, debe indicarlo así expresamente, no basta su
pretensiones de universalidad. "En el derecho internacional contempo-
ráneo han cambiado los presupuestos: las conferencias internacionales
silencio (artículo 20.4, b)). O sea que, si objeta la reserva presentada por
adoptan el texto del tratado por mayoría de dos tercios y además la otro Estado, debe además manifestar su intención contraria a que el
comunidad internacional se ha universalizado de una manera real" .14 tratado rija entre él y el reservante.
• Subsistemas
iv) La Convención de Viena En suma, la presentación de una reserva aceptada por algún o algu-
La conferencia codificadora tuvo como base de su trabajo el proyec- nos de los Estados miembros del tratado, crea diferentes subsistemas
to enviado por la Comisión de Derecho Internacional. Su último Rela- dentro del tratado:
tor Especial, Humphrey Waldock, había previsto su adaptación a los - Entre el reservante y los que aceptan la reserva, rige el tratado con
nuevos tiempos al seguir en general la opinión consultiva de la Corte la modificación que la reserva le introduce.
que se acaba de comentar. Se fundó en tres consideraciones principales: - Entre el reservante y los que no aceptan la reserva, no rige el trata-
• que se requería flexibilidad en materia de reservas porque la do si los que no la aceptan manifiestan expresamente su intención de
Comunidad internacional había aumentado mucho el número de que no rija el tratado entre ellos.
sus miembros desde 1951, fecha en que la Convención había - El tratado rige en su forma original entre todos los otros Estados.
entrado en vigencia. - Entre un Estado que haya hecho objeción a la reserva, pero no se
• que los inconvenientes atribuidos a las reservas se superaban con ha opuesto a la entrada en vigor del tratado entre él y el autor de la
las ventajas que aportaba la incorporación de muchos Estados en reserva, las disposiciones a que se refiera ésta no se aplican entre los
convenciones que tenían un interés general. dos Estados en la medida determinada por la reserva. 16
• que en la práctica, las reservas versaban sobre puntos generalmen-
te menores, lo que presentaba como exagerados los temores acer-
ca de su efecto sobre la integridad de los tratados. 15 16 La situación no es clara en el caso e}. Cahier (op. cit., pp. 178/179) nos recuer<la

La Convención de Viena trata de las reservas en los artículos 19 a 23, que ni los trabajos de la CD! ni los de la Conferencia codificadora aclaran la situación,
por lo que se pudo sostener que en suma la reserva triunfaba. Pero distingue entre dos
y siguen la tendencia moderna inaugurada por la regla interamericana. tipos de reservas: unas que hacen inaplicable una disposición del tratado, en cuyo caso,
Según el artículo 19, un Estado podrá presentar una reserva en el por cierto, la objeción carece de efecto y triunfa la reserva. Pero no cuando la reserva sólo
momento de firmar, ratificar, aceptar o aprobar un tratado, o adherirse modifica la disposición, o sujeta su aplicación a condiciones. Cita el caso de la delimita-
ción de la plataforma continental entre el Reino Unido y Francia. Esta última había sus-
a él, a menos que la reserva esté prohibida en el tratado, o éste sólo per-
cripto la Convención de Ginebra de 1958 con una reserva a su artículo 6, que sujetaba la
mita determinadas reservas y ésta no pertenezca a esa categoría, o que aplicación de la regla de la equidistancia a ciertas condiciones. La reserva había sido obje-
no sea compatible con el objeto y fin de la Convención. tada por el Reino Unido. El Tribunal Arbitral, en su sentencia, dijo:
~ Objeción a la reserva "Así como el efecto de las reservas francesas es impedir que el Reino Unido invoque
las disposiciones del artículo 6, salvo en las condiciones enunciadas en las reservas, así
La Convención es muy flexible en esta materia: basta que un solo también el rechazo de las reservas es impedir que la República francesa imponga sus
Estado contratante acepte la reserva para que el que la presentó forme reservas al Reino Unido para oponerle como obligatoria una delimitación efectuada en
parte en el tratado con respecto al aceptante (artículo 20.4, a) y c)). Por conformidad con las condiciones contenidas en las reservas ... El efecto de las reservas y
de su rechazo es hacer el artículo inaplicable entre los dos Estados en la medida prevista
por las reservas". (Sentencia del 30 de junio de 1977, RSA, XVIII, pp. 171/172.)
La Corte añade que, en este último caso, no quiere ello decir que no hay reglas aplica-
14 Reuter, Introduction au droit des traités, París, 1972, pp. 88/99. bles, sino que son las reglas consuetudinarias las que rigen.
15 Ver Cahier, op. cit., p. 176.
122 Juuo BARBOZA
Los TRATADOS 123

• Casos de aceptación unánime necesaria


la décimosexta ratificación o adhesión). Generalmente, estas disposicio-
Por último, y siendo la conveniencia de una participación extendida
nes se ubican en las llamadas cláusulas finales del tratado.
la razón decisiva para la vigencia del régimen anterior en relación con
ciertos tratados de interés general, parece natural la disposición del ar-
f) Observancia y aplicación
tículo 20, inciso 2, que exige la aceptación por todas las partes de una
El artículo 26 dice que
reserva cuando se desprenda, por el número reducido de los Estados
negociadores y del objeto y fin del tratado que su aplicación íntegra "Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por
entre todas las partes es condición esencial del consentimiento de cada ellas de buena fe".
una de ellas en obligarse por el instrumento.
Asimismo, cuando el tratado sea el instrumento constitutivo de una Esta es la regla "pacta sunt servanda". En realidad, esta regla con-
organización internacional, y a menos que en él se disponga otra cosa, vencional no es más que la expresión de una norma consuetudinaria
una reserva exigirá la aceptación del órgano competente de la organiza- preexistente que, como vimos en el capítulo relativo al fundamento del
ción (artículo 20, inciso 3). derecho internacional, otorga validez a todo el derecho de los tratados,
Por último, conviene saber que la Comisión de derecho internac;ional incluyendo a esta Convención de Viena, como vimos antes. Agrega que
incluyó el tema en su agenda en el período de sesiones de 1993, con el debe ser cumplido por las partes de buena fe.
título de "La ley y la práctica en materia de reservas a los tratados", un
título que más tarde se cambió por el de "Reservas a los tratados". Su La buena fe en el derecho de gentes se presume; todas las obligaciones
alcance es restringido: no el de modificar la Convención de Viena sino internacionales deben cumplirse de buena fe y ella inspira varias insti-
más bien el de llenar sus vacíos, especialmente en el campo de la protec- tuciones, como el estoppel y el mismo artículo 18 de la Convención de
ción internacional de los derechos humanos y del medio ambiente, así Viena que consideramos. Ha sido recogido en la Carta de las Nacio-
como también en el campo del desarme. nes Unidas y en la Resolución 2625 (XXV) de la AGNU.

e) Entrada en vigor El artículo 2 7 ya lo hemos comentado oportunamente: proclama la


Los tratados entran en vigor de la forma y en la fecha que en ellos se supremacía del derecho internacional sobre el derecho interno y en algu-
indique, o bien como acuerden los Estados negociadores (artículo 24.1) na medida puede pensarse que sea una aplicación también del principio
y a falta de tales indicaciones ·o acuerdos, cuando haya constancia del de la buena fe. Ya examinamos también su relación con el artículo 46.
consentimiento expresado por todos los Estados negociadores en obli-
garse por el tratado (artículo 24.2). g) Irretroactividad
O sea, que si el tratado guarda silencio respecto a su entrada en vigor i) El artículo 28 consagra la irretroactividad de un tratado respecto a
y los Estados negociadores nada hayan resuelto al respecto, aquélla se actos o hechos que hubieren tenido lugar antes de su fecha de entrada
producirá cuando se hayan perfeccionado los pasos que vimos antes en vigor o de situaciones que hubieren dejado de existir para ese enton-
como necesarios para la expresión inequívoca del consentimiento. Pero ces. Excepto, naturalmente, que una intención diferente se desprenda
hay algunas disposiciones que necesariamente se deben aplicar desde del tratado o surja de alguna otra manera.
antes de la expresión del consentimiento, porque se refieren justamente a
la forma de esa expresión, o a la fecha o manera en que entrará en vigor Este artículo recoge dos fallos de la Corte Permanente respecto a su
el tratado (por ejemplo, tres meses transcurridos después del depósito de competencia: el caso de los Fosfatos de Marruecos entre Italia y Fran-
cia, en el que se declaró incompetente porque los hechos que habían
124 JULIO BARBOZA Los TRATADOS 1)1

dado origen al pleito eran anteriores al reconocimiento por Francia de Entre los Estados que sean parte en ambos sucede lo mismo que ('11
la competencia obligatoria de la Corte, 17 y el fallo respecto a las con- los supuestos anteriormente considerados. Entre un Estado que sea pnr-
cesiones Mavrommatis en Palestina, que enfrentó a Gran Bretaña (por te en ambos tratados y otro que lo sea solamente en uno de ellos, rige el
su mandato de Palestina) y Grecia, en el que declaró su competencia tratado en que ambos sean partes (artículo 30.4, b ).
porque, no obstante haber ocurrido los hechos que configuraban el
litigio antes de haber entrado en vigor el Protocolo XII del Tratado de Si la celebración del segundo tratado por parte del Estado que es parte
Lausana, la característica esencial de este instrumento era "producir en ambos implica una violación de los derechos del Estado o de los
efectos con relación a situaciones jurídicas que se remontan a una épo- Estados que sólo son partes en el primero, entonces puede aplicarse el
. . . . ,, 18
ca antenor a su propia ex1stenc1a . artículo 60 sobre tanto la terminación de un tratado como la suspen-
sicín de su aplicación como consecuencia de su violación, o el 73 res-
ii) Aplicación de tratados sucesivos concernientes a la misma materia pecto a la responsabilidad del Estado o los Estados partes en ambos.
• Cláusula expresa Si implica una modificación, se aplica el artículo 41, todo ello por vir-
Un tratado multilateral puede ser seguido en el tiempo por otro tra-· tud del párrafo 5 del artículo 30.
tado sobre la misma materia. En tal caso, si uno de ellos establece que
está subordinado al otro (anterior o posterior), se estará a lo dicho en En resumen, la regla es que el tratado posterior tiene primacía sobre
ese tratado. el anterior entre las partes de ambos, en la medida en que sean incom-
• Todas las partes en uno son partes en el otro patibles, pero hay una excepción, la del artículo 30.2: cuando en el tra-
Si todas las partes en el tratado anterior son partes en el tratado pos- tado posterior se establezca que está subordinado al tratado anterior o
terior, el primer tratado queda terminado en dos casos (artículo 59): utilice con el mismo fin la fórmula de decir que no será incompatible
- si se desprende del segundo o consta de otro modo la intención de con el otro tratado {artículo 30.2). Y por supuesto, la preeminencia dis-
las partes de que la materia se rija por el segundo. puesta en el artículo 103 de la Carta de las Naciones Unidas.
- si sus disposiciones son incompatibles con los del pnmero en su
totalidad. h) Interpretación
• Aplicación parcial del primer tratado En relación con los métodos interpretativos de tratados en general,
Pero puede suceder que las disposiciones de ambos no sean total- la Comisión de derecho internacional, al considerar el proyecto de dere-
mente incompatibles. En tal caso, las disposiciones del primer tratado cho de los tratados, revisó la doctrina referente a su interpretación y
se aplicarán en la medida en que no sean incompatibles con las del concluyó que existían tres criterios interpretativos:
segundo (artículo 30.3). - El objetivo o textual, que dirige lo principal de su atención al texto del
iii) Coincidencia parcial de las partes instrumento, aunque no desecha, en casos de duda, la investigación de la
Existe otra posibilidad: solamente algunas de las partes en un trata- voluntad real de las partes o del papel que juega el objeto y fin del tratado.
do lo son también en el otro; habrá entonces relaciones entre los Esta- - El subjetivo, que acude frecuentemente a la exploración de las
dos que sean partes en ambos y entre un Estado que sea parte en ambos intenciones de los contratantes.
y otro u otros que no lo sean. ·· El teleológico, según el cual los objetivos y los fines que persigue un
tratado son las guías de la interpretación. 19

17 CPJI, Serie A/B, Nº 74, p. 24.


19 A11uario de la Comisión de derecho internacional, Vol. II, 1966, p. 240.
18 CPJI, Serie A, Nº 2, p. 34.
Los TRATADOS ID
JULIO BARBOZA

•La buena fe
Parecería que en relación con los tratados bilaterales, que comparten Como ya dijimos, la buena fe es primordial en el derecho de gentes;
la naturaleza de un contrato, debería buscarse principalmente la inten- en realidad se presume y casi es innecesario mencionarla expresamente.
ción de las partes, determinante como fue de la redacción del texto. A veces, sin embargo, se lo hace para recalcar el papel importante que
juega en el tema de que se trate. La excepción a la regla del "sentido
Esta es una tendencia muy antigua. Las reglas del Digesto para la her- corriente" de los términos está en el párrafo 4, cuando conste que la
menéutica contractual sirvieron como cánones de interpretación de los
intención de las partes fue la de asignar a algunos de ellos un sentido
tratados recomendados por Vattel, y la Corte Permanente de Arbitraje
especial, que no es el común.
en el caso de la isla de Timor declaró que la regla aplicable era "bus-
car la intención común de las partes, más bien que detenerse en el sen- • Predominio del texto. El contexto
tido literal de los términos". lO Hay un predominio obvio del texto, que debe interpretarse en pri-
mer lugar dentro del marco del texto mismo -que incluye el preámbulo
Pero en cuanto a los tratados multilaterales y de carácter normativo, y los anexos del tratado- y en su contexto. (Método textual.) Forma
que se parecen mucho a las leyes del derecho interno, no sólo formalmente parte del contexto aquello a que se refieren los puntos a) y b) del párra-
sino también en su propósito de reglar conducta futura con normas gene- fo 2, esto es,
rales, la intención de las partes al redactar el tratado se desvanece algo.
"a) Los acuerdos a que se refiera el tratado y que hayan sido concerta-
Por de pronto, cabría preguntarse cuál fue la intención de los Estados que
dos entre todas las Partes con motivo de la celebración del tratado", y
adhirieron al tratado, o sea, que no participaron en la negociación.
"b) todo instrumento formulado por una o más Partes con motivo de
La Convención de Viena en este campo es ecléctica, y de una forma
la celebración del tratado y aceptado por los demás como instrumento
o de otra se refiere a todos los métodos arriba enunciados. Se nutre referente al tratado".
muy concretamente de la práctica de los Estados, a algunas de las cua-
les ha convertido en normas jurídicas, y particularmente de fallos de la El punto a) se refiere al Protocolo de firma y a los acuerdos comple-
CPJI y de la CIJ ment;rios del tratado concluidos en el momento de celebración de
i) Las reglas principales: el artículo 31 dicho tratado. Al b) pertenecen "las declaraciones que uno o más de los
El subtítulo que lleva el artículo 31 es el de "regla general de inter- Estados contratantes hacen en el momento de la conclusión del tratado
pretación". Son en realidad varias reglas, pero todas ellas se refieren a y que los Estados contratantes declaran, a su vez, aceptar como instru-
elementos que podrían ser llamados auténticos 21 y que son provistos mentos diplomáticos conexos con el tratado" .22
por las partes mismas. • Acuerdos y práctica ulteriores
Aparte del texto y de su contexto, hay otros elementos "auténticos"
"l. Un tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido
suministrados por las partes mismas y que figuran en el párrafo 3 del
corriente que haya de atribuirse a los términos del tratado en el con-
artículo 31:
texto de éstos y teniendo en cuenta su objeto y fin.
4. Se dará a un término un sentido especial si consta que tal fue la
"a) Todo acuerdo ulterior entre las partes acerca de la interpretación
intención de las partes".
del tratado o de la aplicación de sus disposiciones.

21l Ver Jiménez de Aréchaga, Curso de derecho internacional público, Montevideo,


1959, T. 1, p. 150. 22 Diez de Velazco, op. cit., Vol. 1, p. 186.
21 Así lo llaman Moncayo y otros, op. cit., p. 120·.
128 Juuo BARBOZA Los TRATADOS 129

b) toda práctica ulteriormente seguida en la aplicación del tratado en ro o ·ambig_uo, o bien conduce a un resultado manifiestamente absurdo
la cual conste el acuerdo de las partes acerca de la interpretación del o irrazonable, hay que acudir a otros medios de interpretación.
tratado".
Ya la Corte Permanente había emitido esa opinión en el Asunto fran-
Ejemplos de ambos casos se pueden encontrar en el litigio entre la co-heleno de los faros de Creta y Samos: "Si el contexto no es sufi-
Argentina y Chile por el asunto del Canal de Beagle. Como "acuerdo cientemente claro para establecer el sentido exacto en el que las
ulterior entre las partes" sobre la interpretación del Tratado de límites Partes en litigio han empleado estas palabras en el compromiso, el
de 18 81, la Argentina citó al Protocolo Adicional y Aclaratorio del 1 de Tribunal, según su jurisprudencia, debe recurrir a los trabajos pre-
Mayo de 1893, firmado entre las mismas Partes. Su artículo 2 decía que paratorios de este Acto para informarse sobre la verdadera inten-
" ... entendiéndose que, por las disposiciones de dicho Tratado, la sobe- ción de las Partes". 2 5
ranía de cada Estado sobre el litoral respectivo es absoluta, de tal suerte
que Chile no puede pretender punto alguno hacia el Atlántico, como la Son trabajos preparatorios, por ejemplo, las actas que recogen las
República Argentina no puede pretenderlo hacia el Pacífico" .23 negociaciones -propuestas y contrapropuestas- de los Estados previas a
Como "práctica ulteriormente seguida" Chile invocaba: la adopción del texto, principalmente en los tratados multilaterales. En
los bilaterales, suele haber notas diplomáticas referentes al contenido o
"La intención de los dos Gobiernos, como lo muestran los mapas rele- alcance de cláusulas del tratado. En ambos casos, y teniendo en cuenta
vantes y la conducta posterior de las Partes, fue delimitar las respecti- que en materia de tratados siempre hay un ancla en la voluntad de las
vas soberanías de ambos países a lo largo de una línea que seguía Partes, esos datos son útiles para determinar el exacto sentido de ciertos
aproximadamente por la mitad del canal, de forma de dejar a ambos términos o iluminar el objeto y fin del tratado.
Estados costeros las islas pertenecientes a la propia costa. Por esta
Este pasaje de la sentencia, referente a los travaux préparatoires, es
razón el artículo III del Tratado debe interpretarse como dando a la
aplicable a cualquier otro medio de interpretación complementario,
Argentina, junto con la parte Este de Tierra del Fuego, las islas pertene-
como pueden ser las circunstancias de la celebración del tratado, y fue
cientes a b costa norte del Canal de Beagle y a Chile, junto con todas
las islas al sur del Canal, los islotes pertenecientes a su costa sur" .24 recogido en el artículo 32 de la Convención.
• Interpretación de tratados autenticados en dos o más idiomas
Por último, el sub-párrafo c) incluye Por último, suele suceder que existan textos auténticos y oficiales de
un mismo tratado en diferentes idiomas, todos los cuales dan igualmen-
"Toda norma pertinente de derecho internacional aplicable en las te fe. También sucede, a veces, que discrepen los textos en algunos pun-
relaciones entre las partes". tos en las diferentes versiones. En tal caso, y si no hay un texto que
prevalezca sobre los otros por disposición expresa del tratado, o acuer-
Aunque la Convención no lo dice, seguramente son de aplicación las
do de las partes fuera del tratado, y si la discrepancia de sentido no
normas vigentes al momento de la celebración del Tratado.
puede resolverse aplicando las reglas de los artículos 31 y 32,
ii) Las reglas complementarias
El predominio del texto con su contexto tiene sus límites: cuando
'.'se adoptará el sentido que mejor concilie esos textos habida cuenta
luego de ejercitados los métodos anteriores, el sentido permanece oscu- del objeto y del fin del tratado" (artículo 33.4 ).

23 Memorial of the Argentine Republic, I, Text. 1973, p. 413.


24 Memorial of the Gouermnent of Chile, 1973, p. 65. 25 CPJI, Serie A/B, Nº 62, p. 13.
1\() Juuo BARBOZA

Los TRATADOS 111


i) Nulidad de los tratados
La nulidad de un tratado puede surgir de diversas causas. La primera, aunque relativamente sólida en teoría, tropezaba 1 ·011
i) Falta de capacidad del órgano del Estado dificultades prácticas. Un Estado tendría que estudiar la Const it lll"i< 111
Es el caso en que el órgano que decidió el consentimiento del Estado de los que negocian con él un tratado, y la manera en que se aplica;
en cuestión actuó en violación de una disposición de su derecho interno eventualmente darles lecciones sobre sus propios derechos constitucio
concerniente a la competencia para celebrar tratados (artículo 46). Se nales. Además, introduce inseguridad jurídica en las relaciones intcrn: 1
trata de una norma de aplicación excepcional, porque no cumple con la cionales. Por ello predominó la tercera corriente, encabezada en la
regla de que el derecho internacional prevalece sobre cualquier disposi- Comisión de Derecho Internacional por el último Relator Especial cn d
ción del derecho interno. Por ello es que se ha rodeado su aplicación de tema, el inglés Waldock, y terminó por ser aceptada por la Convenciún
varias precauciones, comenzando con la redacción inversa del inciso 1: codificadora. La jurisprudencia en ese momento no era decisiva aun-
"El hecho ... no podrá ser alegado por dicho Estado como vicio de su que había un importante precedente en el caso de Groenlandia Orien-
consentimiento, a menos que ... " y a continuación enumera las condi- tal, resuelto por la CPJI en favor de aceptar la capacidad del canciller
ciones: la violación debe ser "manifiesta" y debe afectar una norma de Ihlen para que su declaración fuera imputada al Estado, no obstante la
importancia fundamental de su derecho interno, que será normalmente alegación por parte de Noruega de su incompetencia para hacerlo
su Constitución. según la Constitución del Estado.27
En el inciso 2 se define lo que debe entenderse como "violación ii) Vicios del consentimiento: error, dolo, coacción
manifiesta": "si resulta objetivamente evidente para cualquier Estado •Error (artículo 48)
que proceda en la materia conforme a la práctica usual y de buena fe". Es admitido cuando se refiere a un "hecho o a una situación'', 0 sea
Va de suyo también que debe tratarse de una violación, no sólo mani- que se excluye el error de derecho.
fiesta sino también grave. Una transgresión mínima no tendría el efecto Ese hecho o situación debe reunir dos condiciones:
que la Convención tiene en cuenta. - haber sido tenido por supuesto por el Estado que lo alega en el
La doctrina se dividía en tres corrientes al respecto: momento de la celebración del tratado·
• La voluntad real del Estado no pudo formarse, ya que su Consti- - haber constituido una base esenc:al de su consentimiento en obli-
tución no se respetó. Además, el DI reenvía al derecho interno lo garse por el tratado (inciso 1 ).
relativo al procedimiento de conclusión de tratados. Por ende, en El inciso 2 excluye la posibilidad de interponer el propio error cuan-
todos los casos de violación de la Constitución hay nulidad. do el Estado contribuyó a su producción con su conducta, 0 cuando las
9 No importa la manera en que la voluntad estatal se forma. Lo circunstancias fueran de tal índole que hubiera quedado advertido de la
importante es su manifestación exterior. 26 Por ende, en ningún posibilidad de error.
caso de violación constitucional hay nulidad. •Dolo (artículo 49)
<> Sólo hay nulidad cuando la violación de normas internas es de tal Consiste en una "conducta fraudulenta" de otro Estado negociador
carácter que cualquier Estado de buena fe no puede ignorarlas. que ha inducido al que lo alega a celebrar un cierto tratado.
. La corrup~ión del representante de un Estado es una causal indepen-
26 En dichos de Anzilotti, el DI "imputa al Estado la declaración de voluntad de esti-
diente de nulidad (artículo SO), no obstante que podría ser un caso par-
pular hecha en debida forma por el Jefr del Estado" y asimismo "las declaraciones de
ticular de la conducta fraudulenta que constituye dolo según el artículo
voluntad de los órganos debidamente autorizados a conducir las negociaciones y a con-
anterior.
cluir el acuerdo". Ver Cahier, op. cit., p. 185. En esa misma obra, entre las páginas 184 a
189, se desarrolla este tema con mayor amplitud.
27
CPJI, Serie A/B, Nº 53, p. 71.
132 Juuo BARBOZA Los TRATADOS l.U

Los dos primeros vicios (error y dolo) son de poca importancia prác- derechos fundamentales de la persona humana, incluida la protecciún
contra la práctica de la esclavitud y de la discriminación racial. Algu-
tica, por lo inverosímil que resulta admitir que un Estado en los tiem-
nos derechos de protección correspondientes se han incorporado al
pos actuales esté sujeto a ellos.
derecho internacional general (Reservas a la Convención para la pre-
•Coacción
vención y la sanción del crimen de genocidio, Opinión consultiva, CIJ,
Por último, la coacción ejercida tanto sobre el representante de un Recueil, 1951, p. 23), otros son conferidos por instrumentos interna-
Estado como sobre el Estado mismo son causales de nulidad. El primer cionales de carácter universal o casi universal".
supuesto tiene antecedentes famosos, como la coacción ejercida sobre el
representante del Estado checoeslovaco, el presidente Hacha, por los • Obligaciones imperativas
nazis en 1939, y es recogido en el artículo 51. Debe tratarse de actos o Algunas, dentro del género de obligaciones citadas, son de tal carác-
amenazas contra la persona misma del representante o de su familia. ter que no admiten pacto en contrario: son imperativas y constituyen
Tocante el segundo, es una consecuencia inevitable de la prohibición un innegable núcleo de orden público internacional. En su artículo 53,
del uso o amenaza de la fuerza que impera a partir del Tratado Kellog- la Convención admite la existencia de normas imperativas del derecho
Briand de 1928 y particularmente desde la sanción de la Carta de las internacional general, y las define como aquellas aceptadas y reconoci-
Naciones Unidas, que prohibe el uso o amenaza de la fuerza por los das como tales por la comunidad internacional en su conjunto, que no
Estados en sus relaciones internacionales. Se trata de la fuerza armada, admiten acuerdos en contrario y que sólo pueden ser modificadas por
y no de otras formas de coacción. una norma ulterior de DIG que tenga el mismo carácter.
iii) Violación de una norma de jus cogens Tanto en la Comisión de derecho internacional como en la conferen-
Un tipo de obligaciones de naturaleza inadvertida hasta entonces cia codificadora de Viena hubo un consenso sobre la existencia de un
comienza a atraer la atención de la doctrina desde que, en 1970, la CIJ cierto sector del derecho de gentes representativo del orden público
las menciona en un célebre dictum de su decisión en el caso de la Barce- internacional, aunque no hubiera consenso sobre los criterios que per-
lona Traction. 28 Son las llamadas "obligaciones erga omnes", así des- mitieran determinar las normas pertenecientes a ese sector.
critas en el citado pasaje: El conocimiento doctrinario de las obligaciones erga omnes e impe-
rativas es todavía incompleto. Se las ha estudiado en relación con su
" ... debe hacerse una distinción entre las obligaciones de los Estados
incumplimiento en el campo de los tratados y recientemente en el de la
para con la comunidad internacional en su conjunto y las que nacen
responsabilidad. La idea predominante, expresada en forma algo sim-
respecto de otros Estados en el marco de la protección diplomática.
Por su naturaleza misma, las primeras conciernen a todos los Estados. plista, es que ambas clases de obligaciones lo son con respecto a la
Dada la importancia de los derechos que están en juego, puede consi- comunidad internacional en su conjunto, sólo que algunas obligaciones
derarse que todos los Estados tienen un interés jurídico en que esos erga omnes son también imperativas, esto es, que no admiten su dero-
derechos sean protegidos; las obligaciones de que se trata son obliga- gación por tratado. Aunque no todas las obligaciones erga omnes sean
ciones erga omnes. imperativas o de jus cogens, la inversa sería cierta.
En el derecho internacional contemporáneo, esas obligaciones dima-
nan, por ejemplo, de la proscripción de los actos de agresión y de Sin embargo, como decimos en los capítulos de la responsabilidad del
genocidio, pero también de los principios y normas relativos a los Estado, la Comisión de derecho internacional en su Comentario es
menos esquemática. Encuentra la Comisión una "coincidencia sustan-
cial" entre ambas, pero se diferenciarían "en cuanto a la importancia
2R "Barcelona T raction, Light and Power Company Ltd.", Arret CIJ Recueil, 1970, p. 32.. que se les asigna": las normas imperativas "se centran en el alcance y
Los TRATADOS

Juuo BARBOZA
1 \·I
imperativa. Dadas esas exigencias, son pocas las normas impcra1iv;1~
la prioridad que ha de darse a un cierto número de obligaciones fun- existentes sobre las que exista un consenso suficiente en la comunitLid
damentales" mientras las simplemente erga omnes lo hacen en el inte- internacional en su conjunto.
rés jurídico de todos los Estados en su cumplimiento, es decir, desde el
ángulo de la responsabilidad, el poder invocar la responsabilidad de La Corte suprema constitucional de la antigua República Federal de
un Estado que corneta una violación. La violación de obligaciones Alemania se expidió al respecto: "Solo unos pocos y elementales prin-
imperativas acarrea consecuencias adicionales, en los artículos sobre cipios jurídicos pueden considerarse normas de derecho internacional
responsabilidad, para el Estado responsable y eventualmente para consuetudinario que no pueden ser dejadas de lado convencionalmen-
todos los demás Estados de la comunidad internacional, mientras que te. La calidad de normas perentorias puede atribuirse sólo a aquellas
la de obligaciones simplemente erga omnes se limita a otorgar el dere- normas firmemente enraizadas en la convicción jurídica de la comuni-
cho a todos los Estados de invocar la responsabilidad del Estado vio- dad de naciones e indispensables para la existencia del derecho de gen-
lador (artículo 48) 29 y a pedir las medidas autorizadas por el artículo tes corno un orden jurídico internacional. .. ". 30
48 de la Resolución 56/83.
k) Efectos de la nulidad
• jL1risdicción obligatoria de la CIJ . . El efecto principal de la nulidad de un tratado es invalidar sus dispo-
El r:emor de que los Estados pudieran desligarse de sus obltgac1ones siciones ab initio. Todo Estado parte puede exigir el restablecimiento,
conve ¡[lcionales invocando normas imperativas sobre las que no hubiera . en sus relaciones con el Estado que incurrió en una causal de nulidad,
criteriPS precisos de identificación fue la causa por la cual se introdu¡o de la situación que hubiera existido si no se hubiesen realizado actos
, ulo 66 que en su inciso 1 establece la jurisdicción obligatoria de
0
como consecuencia del tratado (artículo 69.2).
e1 ar t H- '
la CIJ en casos relativos a la interpretación o aplicación .de los ª~,tículos El Estado autor no puede pedir la referida anulación de los actos
5 3 y 64. El primero ya lo conocemos, el segu.ndo determma que s1 sur- consecuentes al tratado si la causal es de dolo o coacción (sobre el
ge una" nueva' norma imperativa de derecho mternac1onal general,. todo , representante o sobre el Estado). Si la causal invocada es la oposición a
trata d 'J., existente que esté en oposición con esa norma se convertlra en una norma imperativa de derecho internacional vigente al tiempo de su
nulo y terminará". celebración, las partes tienen la obligación de eliminar, en cuanto sea
En todo caso, una norma imperativa debe ser una norma general, o posible, las consecuencias de actos hechos conforme al tratado y de
sea, o ::>nsuetudinaria de ese carácter y además . también reconocida ajustar a la norma imperativa sus relaciones (artículo 71 ).
como imperativa por la comunidad en su con¡unto, de forma tal que la La alegación de nulidad generalmente se opone a todo el tratado,
io' n aeneralizada de esa norma como consuetudinaria debe ser aunque puede oponerse a una cláusula o cláusulas determinadas con
accp t a C b . , . .

compt je
sta en su contenido·· debe determmar que la practica es obhga- alcance limitado, si se dan tres condiciones, según el artículo 44:
toria _·o sea, que es una costumbre- y también que esa costumbre es • las cláusulas objetadas son separables del resto del tratado.
• si tales cláusulas no han constituido para la otra parte o partes una
base esencial de su consentimiento en obligarse por el tratado,
2"-y:r Informe ... , 2001, pp. 3021303. Es cierto que, como lo expresa también el • si la continuación del cumplimiento del tratado en esas condicio-
. uio "los ei'emplos que la Corte internacional ha dado de las obligaciones respec- nes no es injusta.
Co111cnt. ' . . .
. I· comunidad internacional en su conjunto se refieren todos a obligaciones que,
to e1e .1 . . h · · 1
. . -ve¡ ta generalmente dimanan de normas 1mperat1vas de derec o mternac1ona
segun se '..._ 1 L ' • • • , •• _,

g~ner:il. Asimismo, los ejemplos de normas 1mperat1vas_ .que dio la Com1_s1on en su


· -·,J º lo que luego fue el artículo 53 de la Convenc1on de Viena entranan obliga-· .lO Citado en Cahier, op. cit., p. 199.
comcnrn11 " · .
·
crones n·
·spcc'to de la comunidad internacional en su con¡unto" (Id., p. 304 ).
1 \(1 JULIO BARBOZA
Los TRATADOS IJ7
En todo caso, cuando se alega coacción (sobre el representante del
Estado o sobre el Estado mismo), así como la contradicción con una que también se requiere el asentimiento del Estado o Estados de que se
norma imperativa, no pueden separarse cláusulas de la integridad del trate, existe una presunción de que el tercero o terceros aceptan el dere-
tratado. cho concedido mientras no haya indicación en contrario. En cuanto a su
La nulidad es subsanable en ciertos casos. El artículo 45 la admite revocación o modificación, depende de las condiciones en que el derecho
cuando la impugnación es por causa de violación de una norma interna fue concedido: las Partes estarán en condiciones de hacerlo, a menos que
de importancia fundamental relativa a la competencia para celebrar tra- conste que fue su intención que esa concesión no fuera modificada ni
tados, error, dolo y corrupción de los representantes del Estado. revocada sin el consentimiento del tercero (artículo 37.2).
iii) Normas de tratados transformadas en consuetudinarias
[) Los tratados y los terceros Estados En cuanto a la extensión a terceros Estados de disposiciones de un
La regla general está contenida en el artículo 34: tratado que han llegado a ser costumbre internacional, la Convención
de Viena se limita a sancionar esa posibilidad en el artículo 38. Tam-
"Un tratado no crea derechos ni obligaciones para un tercer Estado bién es lógico que así sea: las obligaciones y derechos que surjan de esa
sin su consentimiento". manera para terceros Estados son impuestos por la costumbre emergen-
te de la disposición del tratado, no por el tratado mismo.
A la vez, los párrafos g) y h) del artículo 2, sobre el significado de los
términos empleados, determinan quién es un tercero y quien es parte en m) Enmienda y modificación de los tratados
un tratado. Una enmienda, en la terminología de Viena, significa el cambio en
alguna, o algunas disposiciones en relación con todos los Estados
"Se entiende por 'parte' un Estado que ha consentido en obligarse por
miembros del tratado; modificación es el cambio que afecta sólo a algu-
el tratado y con respecto al cual el tratado está en vigor".
nas de las partes, que lo acordaron entre ellas.
"Se entiende por 'tercer Estado' un Estado que no es parte en el tratado".
i) Una enmienda a un tratado puede asimilarse a un tratado nuevo, y
i) En cuando a las obligaciones
por tanto se requerirá acuerdo entre las partes y le serán aplicables
Tocante las obligaciones, es natural que la Convención sea muy todas las disposiciones de la Convención en cuanto a su celebración y
estricta en lo relativo a su creación para un tercer Estado, y que esta- entrada en vigor, salvo por supuesto que el tratado mismo disponga
blezca que sólo se originará si éste "acepta expresamente por escrito esa otra cosa (artículo 39).
Todas las partes de un tratado tienen derecho a participar en las
obligación" (artículo 35). Es una carga cuya aceptación no puede pre-
sumirse. Una vez establecida, se transforma en un vínculo del mismo negociaciones y decisiones relativas a una enmienda, así como en su
carácter que el tratado, por lo cual su revocación o modificación sólo celebración, y a ser partes en el tratado enmendado. Por ende, toda
podrá tener lugar mediante un nuevo acuerdo de todas las partes en el propuesta en ese sentido debe ser notificada (artículo 40.2). Si algunas
convenio y el tercer Estado (artículo 37.1). de las partes no aceptan la enmienda, se formarán dos subsistemas den-
tro del sistema del tratado:
ii) Derechos
En cuanto a los derechos creados por una disposición de un tratado • El tratado enmendado sólo regirá entre los Estados que han acep-
en favor de un tercer Estado (o de un grupo de Estados, o de todos los tado la enmienda, los demás Estados se regirán por el tratado original.
Estados de la comunidad internacional, como podría suceder con res- Eso quiere decir que entre las partes que no han aceptado la enmienda,
pecto al libre paso por una vía de agua internacional, por ejemplo), aun- así como entre las que la aceptaron y las que no la aceptaron, regirá el
tratado original (artículo 40.4).
Los TRATADOS 139
138 Juuo BARBOZA
tado en su conjunto" y por último que la continuación del cumplimien-
Habría un tercer subsistema en relación con los Estados que llegaren to del resto del tratado no sea injusta (artículo 44, párrafos 1, 2 y 3).
a ser partes en el tratado después de la aprobación de la enmienda por También podrá pedirse la terminación de una cláusula o cláusulas
un grupo de Estados miembros. Estos recién llegados, a menos que determinadas en virtud del artículo 60, cuando haya habido una violación
manifiesten una intención diferente, se regirán con los Estados que del tratado, como veremos enseguida. En cambio, en caso de los artículos
aceptaron la enmienda por el texto del tratado modificado, y con los 51 (coacción sobre el representante de un Estado), 52 (coacción sobre un
demás por el original (artículo 40.5). Estado por la amenaza o el uso de la fuerza) y 53 (tratados en oposición a
ii) Una modificación sucede cuando dos o más Estados miembros de una norma de jus cogens) la terminación afecta a todo el tratado.
un tratado multilateral quieren alterar algunas de sus cláusulas en sus ii) Denuncia o retiro
relaciones entre sí. Tal podría ser el caso de un tratado de integración Si nada se dice en el texto del tratado sobre la posibilidad de denun-
regional, dentro del cual algunas partes prefirieran cambiar algunas dis- cia, cabe siempre la posibilidad de encontrar que ha habido una cláusula
posiciones para adaptarlas mejor a las condiciones de una subregión, o tácita en ese sentido (artículo 56). Para ello debe demostrarse "que fue
de un estado específico de desarrollo económico, etc. Podrán hacerlo, intención de las partes admitir la posibilidad de denuncia o retiro" o que
naturalmente, si tal posibilidad está prevista en el tratado, de acuerdo ello "puede inferirse de la naturaleza del tratado". Decididamente, un
con el artículo 41, 1, (a); y aunque no esté prevista, si no existe una tratado de límites que establece una frontera no es de naturaleza tal que
prohibición en el texto del instrumento, según el mismo artículo punto admita la denuncia o retiro, porque la estabilidad es de la esencia en esa
1 (b). Pero en este último caso, la modificación que se propone no debe materia, en tanto que un tratado de comercio o de cooperación técnica
afectar el disfrute de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones podría ser compatible, según su texto, con la posibilidad enunciada.
de las demás partes ni ser incompatible con el objeto y fin del tratado. iii) El cambio fundamental de circunstancias
Se acepta en doctrina que puede pedirse la revisión o extinción de un
n) Terminación de los tratados tratado en virtud de una supuesta cláusula implícita rebus sic stantibus,
Los tratados deben continuar en vigor hasta su terminac10n por y la Convención de Viena así lo ha establecido en su artículo 62. Varios
alguna de las causales previstas en la Convención de Viena. requisitos deben cumplirse, el cambio debe:
i) Por voluntad expresa o tácita de las partes • ser imprevisto;
En primer lugar, se termina un tratado de acuerdo con los términos • ser fundamental, esto es de una gran importancia;
especificados en el mismo tratado, o en cualquier momento por la volun- • estar en relación con las circunstancias existentes en el momento
tad común de todas las partes (artículo 54). O sea, mediante una expresa de la celebración del tratado;
manifestación de voluntad de las partes. Puede ser también una voluntad • alterar radicalmente el alcance de las obligaciones todavía a cumplir;
tácitamente expresada la de terminación a un acuerdo: por ejemplo, • ser base esencial del consentimiento de las partes al obligarse
cuando todas las partes en un tratado celebran otro sobre la misma (inciso 1).
materia, que sea totalmente incompatible con el anterior (artículo 59). De nuevo, no podrá alegarse en relación con un tratado que establez-
• Terminación total o parcial ca una frontera o cuando el cambio resulta de la violación, por parte de
La terminación de un tratado será normalmente total, a menos que - quien la invoca, de una obligación del tratado o de otra obligación inter-
la causal en cuestión se aplique a una cláusula o cláusulas determina- nacional hacia cualquier otra parte en el tratado.
das, pero esto último siempre que ellas sean separables del resto del tra- Es importante señalar que el principio rebus sic stantibus no autoriza
tado en cuanto a su aplicación, que no constituyan para las demás a una denuncia unilateral. Si la pretensión de la parte que la invoca no
partes "una base esencial de su consentimiento en obligarse por el tra-
140 juuo BARBOZA Los TRATADOS
1'"

es aceptada por otra u otras partes, deberá aplicarse el artículo 33 de la Por último, el inciso 5 dice que lo establecido más arriba no se aplica a
Carta de la ONU sobre solución pacífica de controversias y si no se lle- las disposiciones de un tratado de carácter humanitario relativas a la pro-
ga por esa vía a una solución, se deberá acudir al procedimiento de tección de la persona humana, especialmente en cuanto a las represalias
conciliación obligatoria previsto en el anexo. respecto de las personas protegidas. En otras palabras, si las partes en un
tratado humanitario se han obligado, por ejemplo, a tratar a sus propios
Después del fallo de la CIJ sobre jurisdicción en materia de pesquerías, nacionales de cierta manera, el hecho de que una de ellas no cumpla con
quedó claro que no solamente los cambios fácticos pueden invocarse, su obligación y los trate por debajo del standard admitido en ese tratado,
sino también los cambios en el derecho. "Algunos de los cambios ocu- no autoriza a las otras partes a tratar, por vía de represalia, a sus propios
rridos en el derecho pueden, en ciertas condiciones, justificar que se nacionales en forma igualmente violatoria de su obligación.
invoque un cambio de circunstancias que influyan sobre la duración v) La suspensión de un tratado
del tratado". 31
Un tratado puede ser suspendido en su aplicación; en tal caso las
partes están exentas del cumplimiento de las obligaciones que emanan
iv) La violación del tratado
de él durante el período en que dicha suspensión tiene efecto.
Se ocupa de esta hipótesis el artículo 60 y comienza en su inciso 1
Las causas de suspensión, corno las de terminación, están especifica-
con los tratados bilaterales: si una de las partes comete una violación
das taxativamente en la Convención (artículo 42).
grave del tratado, la otra puede pedir la terminación o la suspensión de
Un tratado se suspende por voluntad de las partes. Ahora bien, si se
su aplicación total o parcialmente.
trata de Estados miembros de un tratado multilateral, la suspensión del
En los multilaterales el asunto es algo más complicado, y hay que
tratado entre algunos de ellos está sujeta a condiciones: una sería que la
distinguir según que la terminación sea pedida por todas las partes, por
suspensión esté prevista en el propio tratado, o si no lo está, que la sus-
la parte especialmente perjudicada por la violación, o por una cualquie-
pensión no afecte el goce de los derechos o el cumplimiento de las obli-
ra de las partes. En el primer caso, si hay acuerdo unánime, las partes
gaciones de los otros Estados que no participan de la suspensión. En
pueden suspender el tratado total o parcialmente, o darlo por termina-
todo caso, las partes interesadas deberán notificar a las demás, tanto su
do, ya sea en las relaciones de ellas con el Estado autor de la violación
ya sea entre todas las partes. En el segundo caso, la parte especialment~
intención de suspender como las disposiciones que serían afectadas.
Según lo establece el artículo 60, una violación grave puede even-
perjudicada puede alegar la causal para suspender el tratado total o
tualmente alegarse para suspender, en lugar de terminar, el tratado y
parcialmente entre ella y el Estado autor de la violación. En el tercer
esa suspensión puede ser total o parcial, según el mismo artículo. El
caso, la parte en cuestión puede pedir lo mismo que en el anterior, pero
mecanismo para pedir la suspensión, así como entre quiénes ésta puede
sólo si el tratado es de tal índole que una violación grave de sus disposi-
tener efecto es igual que en el caso de la terminación.
cicmes por una de las partes modifica radicalmente la posición de cada
Las consecuencias de la suspensión son las del artículo 72: simple-
parte con respecto al cumplimiento de sus obligaciones. (Incisos 1 y 2.)
mente las partes afectadas estarán exentas de cumplirlo durante el perí-
La misma norma indica, en su inciso 3, lo que se debe entender por
odo de suspensión en sus relaciones recíprocas y el resto de sus
"violación grave": un rechazo no admitido por la Convención o la vio-
relaciones en el tratado no se verá afectada.
lación de una disposición esencial para la consecución del objeto o del
vi) Solución pacifica de controversias relativas a la terminación o
fin del tratado. 32
suspensión de un tratado, así como a su nulidad
La Convención de Viena que comentamos está en el origen de una
.ll CIJ, Rerneil, 1973, p. 18.
32 "Material brea ch" en la versión inglesa. tendencia que se viene manifestando en sucesivas convenciones mutila-
JULIO BARBOZA 143
Los TRATADOS

terales y que significa un pequeño avance en relación con lo que es nor- El registro de los tratados respondió, en la era de la Sociedad d.e
mal en la materia. Vale decir, las partes tienen a su disposición todos Naciones, a la preocupación del presidente Wilson por los efectos n,oc'.-
los medios de solución de controversias del artículo 33 de la Carta y vos de la diplomacia secreta: los tratados debían registrarse y ser publi-
tienen también la elección del medio. Pero para las diferencias que se cas. El artículo 18 del Pacto establecía la obligación y sancionaba ~u
refieran a cualesquiera otros artículos de la Parte V que no sean el 53 y
incumplimiento: no tendría el tratado fuerza obligatoria ~asta ser. r~g1~­
el 64, relativos al jus cogens, está disponible un procedimiento de con- trado. En la Carta de la ONU se impone a los Estados miembros 1dent1-
ciliación que es obligatorio, desde que se establece a pedido de una ca obligación, aunque su incumplimiento sólo impide hacer valer el
cualquiera de ellas y que se regla en el Anexo a la Convención. Esto
tratado ante cualquier órgano de la ONU.
quiere decir que existe la obligación de sentarse a la mesa de la conci-
liación, aunque no la de llegar a un acuerdo que resuelva el asunto, lo
que representa un paso adelante con relación con el mero protocolo tipo
que acompañó a anteriores grandes convenciones multilaterales de
codificación, que aceptaba la jurisdicción de la CIJ o de un árbitro, pero
que era independiente del instrumento principal y sobre todo de firma
facultativa.
En lo relativo a diferencias que versen sobre la existencia o no de
una norma de jus cogens, ya vimos que cualquiera de las partes puede
acudir a la jurisdicción obligatoria de la CIJ (artículos 53 y 64 ), a
menos que de común acuerdo prefieran someterla a arbitraje, transcu-
rridos doce meses desde la fecha de trabada la controversia sin que
hubieran logrado resolverla.
vii) Depósito, registro y publicación
Tradicionalmente, el depositario de los instrumentos de ratificación,
aceptación o adhesión de un tratado multilateral era el gobierno del
Estado que hubiera actuado como sede de la conferencia internacional
en la que el instrumento hubiere sido negociado. Con la aparición de
organizaciones internacionales que auspician o de otra forma patroci-
nan la realización de éonferencias internacionales en que se adopten
textos de convenciones multilaterales, la práctica de designar a la orga-
nización o a su funcionario administrativo más importante como depo-
sitario fue imponiéndose. La Convención de Viena no hizo más que
recoger esa práctica, y en su artículo 76 establece que el depositario
puede ser uno o más Estados, una organización internacional o el prin-
cipal funcionario administrativo de dicha organización. En los tratados
que se celebran bajo los auspicios de Naciones Unidas, es normalmente
el Secretario General quien actúa como depositario.
Capítulo 8

Principios generales del derecho. Fuentes auxiliares. Otras fuentes

1. Los jJrincipios generales del derecho


La tercera fuente principal enunciada en el artículo 38 son "los prin-
cipios generales del derecho aceptados por las naciones civilizadas".

a) Naturaleza de los princijJios en cuestión


Los principios generales del derecho mencionados en el inciso 1, (c)
del artículo 38 son de derecho interno. Se trata de normas jurídicas
muy generales que tienen vigencia en la mayor parte de los ordenamien-
tos jurídicos internos de las naciones "civilizadas". No es necesario que
un principio determinado pertenezca a todos aquellos ordenamientos,
pero sí lo es que tenga vigencia en la generalidad de ellos.
Tal es lo que se desprende de las deliberaciones del Comité Consultivo de
Juristas que redactó el Estatuto de la Corte Permanente, o sea de la predece-
sora de la actual CIJ. 1 Especialmente, de los dichos de Lord Phillimore,
según quien son aquellos principios que se aplican in foro domestico.
Coincide con él Elihu Root, el miembro norteamericano de ese Comité.
La doctrina ha puesto énfasis, correctamente, en este punto. Lo
importante es que tengan vigencia en los órdenes internos: no son prin-
cipios de derecho internacional, sino princi¡Jios generales del derecho.

Los principios generales propios del derecho internacional no son sino


normas muy generales de la costumbre internacional, como la sobera-

1
Cour Permanente de Justice lnternationale-Comité Consultatif de Juristes, Proces-
verbaux des séances du Comité, pp. 335 y 344.
PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO. FUENTES AUXILIARES. ÜTRAS FUENTES 147
146 Juuo BARBOZA

• Transferibles al orden internacional


nía y la igualdad jurídica de los Estados, la prohibición del uso o de la Por otra parte, para ser fuente del derecho de gentes, estos principios
amenaza de la fuerza en las relaciones internacionales, etc. de derecho interno deben ser transferibles al orden internacional, como
lo quería Basdevant. Esto es, deben ser compatibles con los caracteres
Es interesante la reflexión de Pastor Ridruejo, en sentido de que los fundamentales del orden internacional y para ello han de considerarse
principios generales del derecho: caso por caso, teniendo en cuenta la diferencia de estructura entre el
derecho interno y el internacional.
"Constituyen en realidad un fondo normativo común a los derechos
interno e internacional. Pero como aquellos -los derechos internos-
están en una fase más adelantada de desarrollo que el derecho interna- b) Autonomía como fuente del derecho de gentes
cional, el sentido general de la transposición de los principios es siem- Los autores voluntaristas han puesto en duda que se puedan aplicar
pre el mismo. Se trata de principios formulados antes en los derechos estos principios en forma autónoma, esto es, si no media en cada caso
internos y que luego, cuando surgen problemas y necesidades similares una autorización expresa de un tratado particular.
en el derecho internacional, son aplicados en este". 2
Esta actitud del voluntarismo jusinternacional es natural si se conside-
Por cierto, si son principios inherentes al derecho, deben también ra la esencia de su posición doctrinaria, esto es, que todo el derecho de
pertenecer al derecho internacional como fondo propio de reserva. gentes nace por obra y gracia de la voluntad soberana de los Estados,
Puede haber algunos de tales principios que no sean aplicables al y por ende de los tratados. Estos principios generales han sido estable-
derecho de gentes debido a las especiales características que éste tiene cidos, no por tratados, sino que han surgido por la aplicación del
y, a la inversa, principios generales del derecho de gentes que no son derecho interno de la generalidad de los países.
aplicables internamente, como aquellos atinentes a la soberanía esta-
tal. Pero en todo caso, estos principios se encuentran siempre en un En realidad, la utilización de los principios generales del derecho
muy alto grado de generalidad y responden, creemos, a valoraciones como fuente directa fue consistente desde 1794 a 1920, o sea que a su
jurídicas universalmente compartidas, como el del enriquecimiento respecto existía una verdadera costumbre internacional3 por la cual un
sin causa, el de la cosa juzgada, el de la buena fe, el de que nadie pue- tribunal podía aplicarlos. Al ser resucitados en el Estatuto de la Corte
de transmitir a otro un derecho mejor ni más extenso que el que tiene, Permanente de Justicia Internacional (TPJI) provocaron alguna perpleji-
el de que nadie puede alegar su propia torpeza para beneficiarse en dad respecto a si su introducción implicaba un elemento nuevo o bien si
derecho, el de que el daño causado por un hecho ilícito debe ser repa- se refería a la práctica internacional ya vigente. La discusión finalmente
rado, etc. se resolvió en favor de que existía una costumbre internacional que
En cuanto a la expresión de "naciones civilizadas" cualquiera haya consideraba que los principios generales del derecho se podían aplicar
sido el significado que se le asignó en su origen, actualmente se entien- en forma supletoria.
de por ella a todo Estado que maneja sus relaciones internacionales de Algo similar ocurre con las normas emanadas de los tratados, ya que
acuerdo con el derecho de gentes. La comunidad internacional dejó su fuente autónoma es el tratado de donde surgen, aunque éstos reco-
de estar constituida exclusivamente por las naciones cristianas de
Europa, y se amplió hasta hacerse universal.
3 Véase a este respecto Barberis, op. cit., pp. 223/227. Asimismo, Nguyen Quoc Dinh,
Patrick Daillier y Alain Pellet, op. cit., p. 340.
2 Op. cit., p. 63.
148 juuo BARBOZA PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO. FUENTES AUXILIARES. ÜTRAS FLIEN'J'l'.S

nozcan como su fuente de validez a la costumbre: como hemos visto, A nuestro parecer, esta fuente tiene que ver con la facultad que l'll
pacta sunt servanda no es sino una norma consuetudinaria. 4 algunos órdenes jurídicos se otorga al juez para que no se vea const rt··
ñido al non liquet cuando la controversia caiga dentro de lo que sudl'
c) ¿Fuentes formales? llamarse una "laguna del derecho". Kelsen mostró que, de un punto dl'
Estos principios generales no parecen ser fuentes formales del dere- vista lógico, no existen tales lagunas puesto que, o bien hay una norma
cho de gentes, en tanto no se ajustan a la definición de que partimos, o jurídica que ampara las pretensiones de una parte -en cuyo caso la sen-
sea en tanto no constituyen un procedimiento de creación de normas. tencia le es favorable- o bien no existe tal norma y la controversia se
Se asemejan más bien a una reserva de conceptos jurídicos ya hechos, resuelve en su contra. Pero puede suceder que esto último choque fla-
aplicables en ciertos casos y por ende más cercanos a la categoría de grantemente con la valoración jurídica del juez, que se sentiría constre-
fuentes materiales, como lo sugiere Virally, 5 por ser elementos exterio- ñido a dar una sentencia injusta simplemente porque el caso escapó de
res al derecho de gentes, aunque naturalmente no al derecho mismo. la previsión del legislador, si se trata del derecho interno o de la cos-
Una reflexión interesante es la que hace Georges Abi-Saab: tumbre o el tratado en el internacional.
Es significativo el artículo 16 del Código Civil argentino, que dice:
"Otra noción de 'fuente' -que podría igualmente reclamar el calificati-
vo de 'formal'- es, no la de un procedimiento o un proceso, sino de un
'lugar' (topos en griego o locus en latín) donde ir a buscar las reglas. "Si una cuestión civil no puede resolverse, ni por las palabras ni por el
Esta noción remonta a la Antigüedad, al menos a los filósofos griegos, espíritu de la ley, se atenderá a los principios de leyes análogas y si
sobre todo a los Tópicos y a la Retórica de Aristóteles (retomada por aún la cuestión fuere dudosa, se resolverá por los principios generales
Cicerón y a través suyo por el derecho romano). Son, entonces, los del derecho teniendo en consideración las circunstancias del caso".
'lugares' originariamente de naturaleza lógica, el 'depósito' o las pre-
ntisas donde se apoya el argumento y la prueba que convencen" . 6 Cabe señalar que el Código no se refiere a los principios del derecho
argentino, sino a los principios generales del derecho.
d) Aplicación supletoria. Las llamadas "lagunas del derecho" • Travaux préparatoires
La aplicación de los principios generales del derecho por la CIJ debe Esta naturaleza supletoria y su relación con las lagunas del derecho
ser supletoria, esto es, cuando la Corte no encuentre una norma con- se ve claramente si se acude a los trabajos del Comité de Juristas. Éstos
vencional o consuetudinaria aplicable al caso sub judice. tenían a la vista el artículo 7, inciso 2 de la Convención XII de La Haya
relativo al Tribunal internacional de presas que daba a los jueces el
4
Para Benedetto Conforti (Derecho internacio11al, Buenos Aires, 1995, p. 62), los prin·· poder de sentenciar, llegado el caso, "de acuerdo con los principios
cipios generales del derecho "no son sino una categoría s11i generis de normas internacio-
nales consuetudinarias, respecto de las cuales la diuturnitas está dada por su previsión y generales de la justicia y de la equidad" (bastardilla nuestra). Esta fór-
aplicación uniforme por parte de los Estados dentro de sus respectivos ordenamientos''. mula, según expresiones del propio Relator, equivalía a autorizar al
Pero la diutumitas o sea la praxis, que es como sabemos uno de los dos elementos de la Tribunal a crear derecho; por ende su reemplazo por "principios gene-
costumbre, debe ser una práctica internacio11al, esto es, que surja de la interferencia de las
conductas entre Estados y no una norma o principio aplicable dentro de los Estados mis·
rales del derecho" equivalía a remitirlo a principios ya existentes en los
mos, por extendida o uniforme que pueda ser su aplicación. derechos positivos internos y así objetivizar la facultad judicial y limi-
5 "Panorama du droit international contemporain", Academie du Droit Internatio11al.
tarla a la comprobación de la existencia de tales principios.
Recueil des Cours 1983-V, p.171.
6 La fórmula del Estátuto del Tribunal Permanente de Justicia Interna-
Georges Abi-Saab, "Les sourccs du droit international. Essai de déconstruction", en
El derecho i11ternacional en un mundo en transformación. Homenaje al profesor Eduardo cional representaría así un compromiso entre los positivistas voluntaris-
Jiménez de Aréchaga, Montevideo, Fundación de Cultura Universitaria, 1994, pp. 31/32. tas, que sólo admitían como fuentes a los tratados y la costumbre, y los
150 Juuo BARBOZA
PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO. FUENTES AUXILIARES. ÜTRAS FUENTES 15 !
jusnaturalistas que querían extenderlas a la "conciencia jurídica de los
pueblos". 7 aplicar, cuando ella "no ha sido formulada con precisión por la prácti-
ca reiterada de los Estados" .10
e) Aplicación quasi internacional Es indudable la función especificadora de la jurisprudencia, esto es,
Digamos, finalmente, que los principios generales del derecho se han la de establecer especies subordinadas a los géneros legales.
aplicado en los casos de diferencias transnacionales, esto es entre un
Estado y una compañía multinacional, cuando no se ha estipulado que "Esta es la función precisa de la jurisprudencia en un sistema de dere-
deba ser de aplicación el derecho nacional del Estado contratante. Lord cho legislado: determinar especies que se incluyen o excluyen del mar-
Asquith, árbitro en el caso Petroleum Development (Trucial Coast) Ltd co genérico de la ley. Así, donde la ley establece que la obligación de
and the Sheik of Abu Dhabi, decidió en 1951 que eran de aplicación al una persona de reparar un daño se extiende a los causados por las per-
contrato los principios generales del derecho, puesto que no encontró sonas que están bajo su dependencia (Cód. Civil, artículo 1113 ), la
que el caso fuera enmarcable en el derecho interno de Abu Dhabi ni en jurisprudencia incluye la especie del daño causado por un empleado en
el británico. 8 ejercicio de sus funciones, del que hace responsable al patrón y excluye
la especie del daño causado por el empleado que no se encuentra en
ejercicio de sus funciones. Donde la ley establece el delito de lesiones,
2. Las fuentes auxiliares la jurisprudencia excluye de la penalidad la especie de las lesiones
deportivas, etc." 11
El artículo 38 del Estatuto de la CIJ considera que la jurisprudencia
Y la doctrina son fuentes auxiliares del DIP. Eso quiere decir que no se La anterior, que es una reflexión relativa al derecho argentino legis-
trataría de fuentes autónomas -esto es, productoras de normas jusinter- lado, parece igualmente válida para la aplicación de una costumbre o
nacionales- sino de fuentes a las que el Tribunal puede recurrir para de un tratado por un tribunal internacional.
mejor discernir los perfiles de normas provistas por las fuentes princi- El artículo 59 del Estatuto de la CI]
pales. En suma, las fuentes auxiliares no producen normas generales del Respecto a la jurisprudencia, además del artículo 38, cabe mencio-
DIP, sino que trabajan sobre las que les proveen las fuentes principales nar también el artículo 59 del Estatuto, que dice:
para determinar mejor su significado y alcance.
"La decisión de la Corte no es obligatoria sino para las partes en liti-
Algunos autores las han llamado "fuentes de evidencia" o sea modos gio y respecto del caso que ha sido decidido''.
de verificación de la existencia de normas jurídicas.9
Ello significa que la doctrina del precedente obligatorio, conocida
a) La jurisprudencia en el common law anglosajón como stare decisis no tiene vigencia en
El papel de la jurisprudencia sería el de verificar "el contenido y el derecho de gentes. También significa que la jurisprudencia no crea
alcance" de la norma consuetudinaria que la CIJ ha sido llamada a normas generales de aplicación obligatoria a otros casos, sino sólo
una norma individual que regla los derechos de las partes en el caso
7
Ver Georges Abi-Saab, op. cit., pp. 33/34. particular.
8
Pastor Ridruejo, op. cit., p. 62. Otros ejemplos en el mismo sentido allí comentados
son el caso Lena Goldfields, 1930, arbitraje que versó sobre una concesión otorgada por la
lJRSS a una compañía británica y el de Qatar c!lnternational Marine Oil Co. Ltd., 1953. !O !bid.
9
Moncayo y otros, op. cit., p. 76. 11 Aftalión y Vilanoba, httroducción al derecho, Buenos Aires, Abeledo Perrot, 1994,
pp. 723/724, nota 51.
PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO. FUENTES AUXILIARES. ÜTRAS FUENTES IS.\
152 Juuo BARBOZA
En todo caso, la doctrina según el artículo 38 tiene la misma función
En el DIP la jurisprudencia tiene particularidades propias. Por de que la jurisprudencia, aunque su influencia sobre las decisiones de los
pronto, no existen muchas líneas jurisprudenciales que consoliden en el tribunales internacionales sea menor que la de aquélla.
tiempo una determinada interpretación, debido al pequeño número de
casos en comparación con la densidad de relaciones y de fallos que
caracterizan el derecho interno. Luego, hay que diferenciar entre las 3. Otras fuentes
sentencias de la CIJ y las de los tribunales arbitrales: estos últimos son
escasamente citados o tenidos en cuenta por aquélla. El apego de la CIJ
a) ¿Es la equidad una fuente de derecho?
por sus propios precedentes es considerable; aun cuando no se sienta
El inciso 2 del artículo 38 reconoce la facultad de la CIJ para decidir
estrictamente obligada por ellos 12 trata de mantener coherencia entre
un litigio ex aequo et bono "si las partes así lo convinieren". Esto es, la
las decisiones nuevas y las que han recaído en casos similares. Por lo
solución de la controversia por la pura equidad, sin tener en cuenta las
demás, la CIJ raramente menciona otros precedentes que los propios -o
normas del derecho internacional eventualmente aplicables. Esto equi-
los de su predecesora, la CPJI- y en los casos en que se aparta de ellos
vale a decir que la equidad sería una fuente de normas individuales de
en algunos aspectos, la CIJ normalmente trata de demostrar que existen
aplicación al caso.
circunstancias que justifican esa conducta, porque diferencian el caso
Más que una fuente en el sentido de procedimiento de formación del
subjudice del anterior aparentemente similar.
derecho, la equidad parecería dictar a la Corte el contenido de la norma
individual que aquélla eventualmente aplicaría en un caso de éstos.
b) La doctrina La CIJ se apresuró a aclarar, en su fallo sobre la Plataforma conti-
El artículo 38 se refiere a "las doctrinas de los publicistas de mayor nental del Mar del Norte, que no aplicaba la equidad cuando recomen-
competencia de las distintas naciones". En realidad, la doctrina com- daba a las partes (Alemania, Holanda y Dinamarca) acudir a principios
prende las opiniones o datos proporcionados, no solamente por los equitativos en la división de la plataforma continental entre ellas, sino
autores, sino también por las sociedades científicas, como el Institut de que se limitaba a hacer funcionar una norma consuetudinaria que esta-
droit international, la International Law Association, el Instituto His- blecía, precisamente, ese envío a la equidad. 14
pano -luso- americano de derecho internacional, etc. que presentan la Bien mirado, la equidad no parece ser, en manera alguna, fuente for-
ventaja de admitir comparaciones más amplias de las prácticas naciona- mal de normas generales de derecho, por cuanto su aplicación significa
les y un debate científico menos subjetivo" . 13 que se dejará, precisamente, de lado el derecho por pedido de las par-
Es fácil advertir que la CIJ raramente o nunca cita la doctrina como tes. Suele decirse que la equidad "es la justicia del caso particular'', por
fundamento de sus propias opiniones. Tampoco los tribunales arbitra- lo que su generalización sería, por hipótesis, inconveniente. Tampoco
les la citan, aunque es innegable la influencia que ésta puede ejercer fuente formal de normas individuales, en el sentido de procedimiento
sobre hombres de derecho como son los que constituyen tanto la Corte para crear tales normas, porque la equidad no es un procedimiento sino
como los tribunales de arbitraje. una intuición de justicia particular. La fuente directa de las normas
individuales en casos resueltos por equidad sería, más bien, la jurispru-
dencia de los tribunales internacionales que la aplicaron.
12 En relación con el derecho argentino, Afralión y Vilanoba dicen que " ... en ge11eral,

11i11gún tribunal se considera obligado por sus propios precedentes" (bastardilla nuestra).
Op. cit., pp. 739/740. 14 CIJ, Reports, 1969, pp. 47/48.
13 Ver Nguyen Quoc Dinh, Pellet y Dallier, op. cit., p. 387.
154 Juuo BARBOZA
PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO. FUENTES AUXILIARES. ÜTRAS Flll'.NTF~. 1\ 1

b) Los actos unilaterales


Hay que distinguir entre los actos unilaterales de los Estados y los de Los actos unilaterales de los Estados que han sido objeto de llII ('s111
los organismos internacionales. dio especial en la doctrina y en la jurisprudencia son aquellos que cr(·a11
i) Actos unilaterales de los Estados obligaciones para el Estado que los efectuó. Su fundamento final t's la
Entre estos actos de los Estados hay que separar aquellos que se refie- buena fe.
ren a un tratado o a una costumbre internacionales de aquellos otros Suele citarse como ejemplo de una promesa unilateral que tuvo cfrc
que son autónomos. tos jurídicos claros la declaración del Presidente de Francia, apoyada
Los primeros no interesan aquí, porque no crean obligaciones rn por una similar de su Ministro de Relaciones Exteriores en el sentido dl'
derechos ni norma alguna: es el tratado o la costumbre en cumplimien- que su país no realizaría más explosiones nucleares en la atmósfcr:i.
to de los cuales surgió el acto unilateral el que da nacimiento a cual- Cuando tales declaraciones fueron emitidas, la CIJ estaba juzgando,
quier derecho u obligación. precisamente, el caso de los Ensayos nucleares, que Australia y Nueva
Zelanda habían incoado contra Francia en relación con las explosiones
Los actos autónomos atómicas en la atmósfera que aquel país realizaba en el Pacífico.
Son la notificación, el reconocimiento, la protesta, la renuncia y la El Tribunal reconoció la validez de la obligación que Francia creaba
promesa unilateral. Todos ellos producen efectos jurídicos por sí mismos. para sí misma como consecuencia de esas declaraciones. Son interesan-
• La notificación pone al Estado notificado en la imposibilidad de tes algunos de los considerandos de la sentencia:
negar su conocimiento del hecho o de la situación que fue notifi-
cada. "Se acepta que las declaraciones que revisten la forma de actos unilatera-
• El reconocimiento tiene vasta aplicación en el derecho de gentes les y afectan a situaciones de derecho o de hecho puedan tener como efec-
to crear obligaciones jurídicas. Las declaraciones de esta naturaleza
por la naturaleza descentralizada de la comunidad internacional:
pueden tener y de hecho tienen a menudo un objeto muy preciso. Cuan-
a falta de una autoridad central que dé fe de ciertos hechos o
do el Estado autor de la declaración tiene la intención de quedar obligado
situaciones (como por ejemplo, la efectividad de un gobierno de por sus términos, esta intención confiere a la declaración el carácter de un
facto, o la legalidad de una adquisición territorial) el reconoci- compromiso jurídico, quedando obligado el Estado interesado a seguir en
miento por parte de los Estados puede crear para ellos la imposi- el futuro una línea de conducta conforme con su declaración" .15
bilidad de negar posteriormente lo reconocido.
• La protesta, por el contrario, implica el no reconocimiento por Aclara la sentencia a continuación que para completar sus efectos,
parte de un Estado de un derecho de otro Estado, y significa una las declaraciones no necesitan forma alguna de contraprestación por
reserva del propio. Es oportuna en ciertos casos, cuando una cierta parte ele los otros Estados, ni de aceptación, réplica o reacción alguna
conducta de un Estado exige una reacción del otro, cuyo silencio de éstos, lo que sería incompatible con la naturaleza estrictamente uni-
en tales circunstancias podría interpretarse como una aquiescencia. lateral del acto jurídico en cuestión. Menester es destacar del párrafo
• La renuncia no necesita mayor explicación, significa que un Esta· transcripto que la declaración debe proclamar de modo inequívoco la
do declina ejercer un cierto derecho o ventaja. intención de comprometerse por parte del Estado que la emite. La CIJ
• Por último, la promesa unilateral es un acto por el cual un Estado en la controversia fronteriza entre Burkina Faso y Ma!í 16 desechó el
se compromete a adoptar cierta conducta en relación con otro valor de una declaración de prensa del Jefe del Estado de Malí por
Estado u otros Estados. Para producir efectos jurídicos, la volun-
tad de obligarse por parte del Estado debe ser inequívoca. 15 CIJ, Re¡1orts, 1974, p. 267.
16 CIJ, Reweil, 1986, pp. 571/574.
i!#P)fE'9.fllR·

156 Juuo BARBOZA PRlNCIPIOS GENERALES DEL DERECHO. FUENTES AUXILIARES. ÜTRAS FUENTlll

entender que fue hecha en el contexto de las negociaciones y no genera- '"En suma, puede decirse que las resoluciones de las organi&
ba efectos jurídicos en cuanto al asunto de fondo. internacionales y particularmenu de ia Asamblea geneira,1.
ii) Actos unilaterales de organismos internacionales Naciones Unidas no son una fuerite independiente de derecho,'i'-l
La resolución de un organismo internacional puede interpretarse cional. Pueden contribuir a la formación de nuevas reglas al dar,
como una manifestación de voluntad de dicho organismo. Hay resolu- ba de que un consenso natural se está formando y puede dcclat
derecho existente .al definirlo e interpretarlo" .18 ,'
ciones obligatorias, o decisiones, y otras que no lo son sino que tienen
el carácter de meras recomendaciones.
Las decisiones que son obligatorias, generalmente pertenecen al orden
4. Una conclusión interesante respecto a las fuentes del derec ,
interno de la Organización, y se dirigen a sus propios órganos o funcio-
internacional parece ser que, fuera de las citadas por el artículo 3:8
narios, o bien en algunos casos atañen a los Estados miembros, ya que
hay fuente alguna que provea normas universales ni geriér~les oel de•.
en los tratados constitutivos de organizaciones internacionales puede
cho de gentes. Entre las citadas en aquel artículo, la costumbre seda\
preverse que ciertas resoluciones sean obligatorias para los Estados
único procedimiento creador de normas universales·, los tratados m,'',,
miembros, o que lo sean si se cumplen determinadas condiciones. Por
tilaterales crearían normas generales de aplicación restringida a hi
ejemplo, en el Estatuto de la OACI (Organización de la Aviación Civil
sujetos del derecho internacional que fueran sus miembros; los princi
Internacional) figura que el Consejo -donde no todos los Estados miem-
pios generales del derecho tendrían más bien el carácter, no de pro~,,
bros están representados- tiene la facultad de adoptar reglamentos en la
cedimientos de creación de normas sino de un sitio donde ·s•é,
esfera de su competencia. Los Estados pueden, dentro de un plazo,
comunicar a la Organización que no se consideran ligados por el regla-
encontrarían normas muy generales aplicables a casos particulares. 1 La
jurisprudencia de los tribunales internacionales proveería normas ind:i~
mento de que se trate, y éste no les será aplicable. Esta práctica, llamada
viduales de aplicación solamente al caso juzgado, por virtud del artÍCl:l• ·
contracting out en inglés, permite adoptar con rapidez los reglamentos
lo 59 del Estatuto de la CIJ, pero decididamente no normas generales
en cuestión y preservar al tiempo la soberanía de los Estados miembros.
ni universales, y los actos unilaterales crearían obligaciones para los ,
Ejemplo de decisiones vinculantes son las del Consejo de Seguridad,
Estados que los efectúen. Estas obligaciones parecerían fundamentarse
dentro del Capítulo VII de la Carta, que tienen carácter obligatorio
en normas individuales cuya fuente de validez habría que buscar en 'la
según el artículo 25 de la misma Carta.
costumbre internacional o en los principios generales del derecho, que
Las resoluciones de otros órganos, como principalmente de la Asam-
establecerían que "las promesas formuladas deben cumplirse" (por
blea General, pueden también ser obligatorias para los Estados miem-
ejemplo).
bros si se trata, por ejemplo, de resoluciones relativas al presupuesto, o
Resultaría así que resulta imposible decir que las fuentes principales
a ciertos nombramientos como el de jueces, Presidente de la Asamblea
son todas formales, esto es, simples procedimientos de creación de nor-
General, o cualquier otro.
mas, si incluimos los principios generales del derecho entre ellas, puesto
Por lo demás, la enorme mayoría de las resoluciones de organismos
internacionales tienen un carácter recomendatorio, conllevan una auto-
ridad moral y una cierta compulsión de ese orden o de tipo político, clusión de que su rasgo común es no ser obligatorias. Ver K. Skubiczewski, "L'élaibo-
pero no son jurídicamente obligatorias. 17 , ration des grandes conventions multilaterales et des instruments non conventionnels a
fonction ou a vocation normative'', Annuaire .de l'Institut de droit international, 1985,
pp. 29-241.
17
Tal la conclusión de un informe al Institu de Droit International, donde tras 18 H. Mossler, "The international Sooiety as a Legal Community", RCADI, T. 40
examinar los diferentes tipos de resoluciones de las Naciones Unidas, se llega a la con- (1973-iv), p. 106.
158 Juuo BARBOZA
Tercera parte: Los sujetos del derecho internacional
que tales principios no son un procedimiento sino normas ya creadas de
carácter muy general, y que hay que distinguir si hablamos de normas Capítulo 9
universales, de normas meramente generales o de normas individuales,
porque si de estas últimas se trata, la jurisprudencia sería tan principal La personalidad internacional
como las otras.

1. Introducción

La personalidad jurídica en general es la capacidad de un ente de


adquirir derechos y contraer obligaciones dentro de un cierto orden
jurídico. Además, debe considerarse la capacidad para reclamar los
remedios que ese orden jurídico pone a disposición de sus sujetos cuan-
do se han violado sus derechos. Para determinar la capacidad de una
persona, el marco jurídico de referencia es esencial.
Por consiguiente, para referir la definición anterior al derecho inter-
nacional hay que agregar que las obligaciones y derechos mencionados
ocurren en el orden internacional y que los entes en cuestión son sujetos
del derecho internacional. Corno veremos, el contacto con el derecho
debe ser inmediato, o sea que las obligaciones y derechos deben ser
otorgadas sin intermediarios, ya que si una entidad los recibe a través
de otra entidad, no estará actuando por sí misma -o sea, como persona
internacional- por lo menos en cuanto a esos particulares derechos u
obligaciones se refiere. ·

Tal es la situación clásica del individuo, que generalmente actúa en el


plano internacional a través del Estado de su nacionalidad. El derecho
internacional utiliza una ficción: los Estados son perjudicados en la
persona de sus nacionales (daño mediato) lo que les permite represen-
tarlos y extenderles su protección diplomática. 1 En la medida, sin

1
En el caso Mavrommatis, la CPJI expresó que los Estados tenían el derecho de hacer
cumplir el derecho internacional en la persona de sus nacionales.
1<10 JULIO BARBOZA LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL

embargo, en que los individuos sean titulares de derechos y obligacio- de Mónaco, dependiente casi totalmente el primero, en forma co11j1111-
nes en el orden internacional -y veremos que, en efecto, lo son en ta, del Presidente de Francia 3 y del Obispo de Urgell y el segundo di'
algunos casos- y que puedan poner en marcha los mecanismos proce- Francia, particularmente a partir de varios tratados franco-moncgas-
sales para reparar las violaciones de aquellos derechos, tendrán en esa cos comenzando con el de 1861.
misma medida personalidad internacional, o dicho de otro modo,
serán en esa medida sujetos de ese derecho. En cambio, la comunidad internacional no ha sido personalizada: no
existe en el derecho de gentes un sujeto que represente a dicha comuni-
dad, ni siquiera las Naciones Unidas, de filiación tan universal como es.
2. Los sujetos del derecho internacional Lo mismo cabe decir de la Humanidad, a la que se ha atribuido en abs-
tracto ciertos derechos. Así, el artículo 1 del Tratado del Espacio, dice
a) Los Estados que la exploración y la explotación del espacio extraterrestre, incluyen-
En el derecho de gentes, los sujetos o personas más importantes son do la luna y otros cuerpos celestes, son "de incumbencia de la Humani-
los Estados. Como vimos en el Capítulo 1, éstos tienen personalidad dad'', e idéntica referencia se hace en el artículo 137 de la Convención
originaria, son al tiempo que sujetos, legiferantes, porque crean las nor- de derecho del mar de 1982, donde se inviste a la Humanidad con dere-
mas jurídicas y de su voluntad derivan las otras personas o sujetos en el chos sobre los recursos de los fondos marinos allende las jurisdicciones
plano internacional. Y sobre todo tienen personalidad plena, esto es, nacionales y sería la Autoridad de los fondos marinos quien actuaría
capacidad ilimitada para ejercer derechos y asumir obligaciones cuando por su cuenta. Lo cierto es, como se pregunta Philippe Cahier, 4 que no
son soberanos, mientras que todos los otros sujetos reconocen impor- se advierte cómo podría la Humanidad hacer valer sus derechos en rela-
tantes limitaciones en su capacidad de hecho y de derecho. Conviene ción con la dicha Autoridad.
recordar, a este respecto, la opinión consultiva de la CIJ de 1949, que
declaró que: b) Las organizaciones internacionales
Como se verá más adelante, las organizaciones internacionales son
"Los sujetos de derecho, en un sistema jurídico, no son necesariamente también sujetos del derecho de gentes.
idénticos en cuanto a su naturaleza o a la extensión de sus derechos". 2
c) Sujetos ligados a la actividad religiosa
Al lado de los Estados soberanos, existen Estados que han cedido, ya Existen asimismo sujetos del derecho internacional ligados a la acti-
sea parcial, ya sea totalmente, sus competencias a un Estado soberano; vidad religiosa, como son la Iglesia Católica, el Estado de la ciudad del
en el primer caso tendrán una personalidad internacional limitada a las Vaticano y la Soberana Orden Militar de Malta.
competencias que en efecto ejerzan en el plano internacional y en el i) La Iglesia Católica
segundo carecerán totalmente de personalidad internacional. Los pro- Según algunos autores, la Iglesia Católica no sería sujeto de derecho
tectorados y los Estados vasallos de la Sublime Puerta darían ejemplos ya que por su índole no participaría de la comunidad internacional, y
de ambos tipos referidos. sus relaciones en ese plano serían llevadas por la Santa Sede. Otros opi-

En la actualidad existen, como resabio de antiguos tiempos, Estados 3 Julio Barberis llega a la conclusión de que el copríncipc de Andorra es el Presidente
de una condición muy particular, como son Andorra, o el principado de Francia y no el Estado francés. Ver Los sujetos del derecho internacional actual,
Madrid, 1984, p. 52.
2 CIJ, Reweil, 1949, p. 179. 4 Op. cit., p. 96.
····~~

162 Juuo BARBOZA


LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 163
nan que la Iglesia y la Santa Sede son dos sujetos distintos, en unión
real en la persona del Papa. to a la Iglesia Católica y no primariamente la de velar por las necesida-
des de su población, cuya nacionalidad es funcional, supletoria y tempo-
La práctica internacional, sin embargo, "demuestra que, en sus relacio- ral. 7 Parece ser más bien un territorio puesto al servicio de una finalidad
nes con los Estados y otras personas internacionales, la Iglesia Católica espiritual que trasciende ampliamente sus límites materiales. Al mismo
se rige por las normas del derecho de gentes. Por consiguiente, es posi- tiempo, se realizan en el Vaticano actos de legislación, administración y
ble deducir del examen de las normas internacionales y de su aplica- jurisdicción que son distintos de las funciones sacerdotales de la Iglesia.
ción en la práctica, que la Iglesia es un sujeto del derecho de gentes".
De esta persona, la Santa Sede sería el órgano de su gobierno que la El ordenamiento jurídico de la Ciudad del Vaticano se integra con su
representa en el plano internacional, aunque la Iglesia puede eventual- ley fundamental y otras normas internas. El Papa tiene la plenitud de
mente servirse de otros órganos para algunos actos internacionales. 5 los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Existe también otra ley, lla-
mada de las fuentes del derecho que establece cuál es el derecho vigente
ii) La Ciudad del Vaticano en el Vaticano y la prelación de sus normas. En primer término, el
Un caso algo particular de personalidad internacional es el de la Ciu- Código Canónico y las Constituciones Apostólicas. Luego las leyes dic-
dad del Vaticano. Como consecuencia del proceso de unidad italiana, tadas por el Sumo Pontífice o la autoridad que él delegue y por último
los Estados Pontificios fueron en 1870 incorporados al novel Reino de los reglamentos dictados por autoridad competente. Algunos cuerpos
Italia. El Papado quedó entonces sin territorio ni por ende calidad esta- normativos vigentes entonces en Italia se declaran también vigentes
tal, y el Papa fue considerado por Italia como un "soberano en suelo para la Ciudad del Vaticano.
italiano", por la Ley de garantías del 13 de mayo de 1871. Por dicha Los servicios públicos, como el suministro de agua o la vinculación
ley se le reconocían los palacios del Vaticano y de Letrán, se le respeta- por ferrocarril, las comunicaciones y demás, son aseguradas por Italia,
ba el derecho de legación activo y sobre todo pasivo, esto es de recibir país que también se encarga de la represión de los delitos cometidos en
enviados diplomáticos en Roma. El Papa continuó celebrando concor- el territorio vaticano. La Santa Sede, por su parte, renunció a su tradi-
datos -esto es, tratados internacionales- con los Estados y enviando cional derecho de asilo.
nuncios e internuncios. Esta anómala situación fue remediada por los Por lo demás, el artículo 24 establece la neutralidad de la Santa Sede
Pactos de San Juan de Letrán, de 11 de febrero de 1929. 6 Por el artícu- a perpetuidad y ésta proclamó su propósito de permanecer ajena a
lo 26 del Tratado, Italia reconoció a la Ciudad del Vaticano bajo la todos los conflictos internacionales y a las conferencias que se mantu-
soberanía del Sumo Pontífice. vieren para solucionarlos, a menos que las partes acudieran a ella como
sucedió con su mediación en el conflicto de las Carolinas y en el del
Este sujeto del derecho de gentes tiene características únicas. Su exten- Beagle entre la Argentina y Chile.
sión territorial no excede las 44 hectáreas y su población sólo lo habita
por razón de sus funciones. Su finalidad casi exclusiva es servir de asien- El Vaticano es miembro de varias organizaciones internacionales,
entre ellas de la Unión Postal Universal (UPU), de la Unión Internacio-
nal de Telecomunicaciones (UIT) y de la Organización Mundial de la
5 Id., pp. 99/100. Recuerda el autor que el Concilio de Constanza celebró en 1418 con- Propiedad Intelectual (OMPI).
cordatos con España, Francia, Alemania e Inglaterra. (Ver nota 14, en cita de Mercati.)
6 Un concordato y un tratado, compuesto este último de cuatro anexos, constituyen
7
los pactos de Letrán, cuyo objeto es otorgar a la Iglesia la independencia necesaria para el _ Es funcional porque se otorga cuando se ejercen funciones en el Vaticano, es suple-
cumplimiento de su misión espiritual. tona porque se superpone a la propia y es temporal porque cesa cuando el nacional está
fuera de los límites del Vaticano y se recupera cuando vuelve a entrar en ellos.
Juuo BARBOZA LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL
'" \

iii) l ,a Soberana Orden Militar de Malta lidad internacional por sus obligaciones frente al derecho humanitario,
Es una orden religiosa vinculada con la Iglesia Católica y también un que es el caso anterior. También puede afectar a terceros Estados, como
sujeto del derecho de gentes, de capacidad muy restringida. Con sede en por ejemplo a través del tratamiento dado a extranjeros por los insu-
Roma, goza del derecho de legación activo y pasivo, concierta tratados rrectos, o puede suceder que el propio Estado contra el cual va dirigida
internacionales, amén de ser miembro de una organización interguber- la insurrección estime conveniente la aplicación del derecho internacio-
namcntal con sede en Lieja, Bélgica. 8 Sabido es que mantiene una nal a sus relaciones con el grupo insurgente, por ejemplo, para ejercer
Embajada en nuestro país. sus derechos respecto a terceros Estados mediante el bloqueo de puer-
tos en la zona rebelde. En tales casos, puede reconocer la beligerancia
d) Sujetos ligados a la beligerancia de los insurgentes a discreción del Gobierno del Estado territorial y
i) Sujetos del derecho humanitario éstos convertirse en una persona internacional, la comunidad beligeran-
Hay sujetos cuya existencia se relaciona con la situación de belige- te. Pero es importante señalar que los terceros Estados no pueden reco-
rancia en que ciertos grupos se encuentran contra Estados y que, aun- nocer la beligerancia de cualquier grupo insurgente en cualesquiera
que puedan parecer a primera vista materia exclusiva del derecho condiciones: deben cumplirse ciertos requisitos objetivos, sin los cuales
interno, afectan intereses o valores de la comunidad internacional o de tal reconocimiento por terceros Estados sería una injerencia inadmisible
otros Estados en particular, y son por ende materia del derecho de gen- en los asuntos internos del Estado territorial.
tes. Tales serían algunos sujetos exclusivos del derecho humanitario, o Tales requisitos están sintetizados en los artículos 7 y 8 del Regla-
sea los grupos armados que deben respetar el artículo 3 común a las mento sobre la guerra civil adoptado por el Institut de Droit internatio-
Convenciones de Ginebra de 1949 y al Protocolo adicional de 1977. nal en 1900 y que requiere:
• la posesión por el movimiento insurrecciona! de una parte del
Las mencionadas normas (artículo 3 común a las Convenciones y el territorio nacional;
Protocolo II de Ginebra) imponen a las partes contendientes en una • los elementos de un gobierno regular, que ejerza de hecho sobre
lucha armada de carácter no internacional la obligación de tratar dicha parte del territorio los derechos aparentes de la soberanía;
humanitariamente a las personas que no participan directamente en • la conducción de las hostilidades por tropas regulares, sometidas
las hostilidades y prohibe la adopción contra ellas de ciertas medidas. a la disciplina militar y que se conforman a los usos y costumbres
de la guerra.9
ii) La comunidad beligerante De esa manera, la nueva comunidad tiene responsabilidad interna-
Un caso distinto, aunque también se trate de un conflicto no interna- cional por sus actos. La situación termina con la derrota del movimien-
cional, es el de la comunidad beligerante. Cuando un grupo se levanta to o con su triunfo, ya sea que se convierta en el gobierno del Estado o
en armas contra el gobierno de su propio Estado, se produce una situa- que se separe de éste y se convierta en un Estado distinto.
ción de insurgencia que es materia del derecho interno del Estado en iii) Los movimientos de liberación nacional
cuestión. El grupo insurgente carece de personalidad internacional. Con la lucha por la independencia de los países y pueblos coloniales
Si bien el conflicto es interno, obviamente puede afectar ciertos valo- surgieron los movimientos de liberación nacional. A través de numerosas
res de la comunidad internacional y los insurgentes adquirir la persona- resoluciones de la Asamblea General se fueron reconociendo la calidad de
sujetos del derecho internacional a los partidos en armas de las colonias
8 El Comité Internacional de Medicina y Farmacia Militares, donde actúa en un mis-
9 An1111aire ID!, 1897/1904, p. 639.
mo plano que los Estados. Ver Barberis, op. cit., p. 109 y nota 61.
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 167
166 juuo BARBOZA
'f 3. Los Estados. Condiciones del Estado
que luchaban contra sus metrópolis para obtener la independencia. Esta
misma calidad se otorgó a movimientos cuya finalidad era la derrota de Preferimos llamar a la población, al territorio y al gobierno, "condi-
un régimen impuesto por la fuerza por una minoría racista, como el apar- ciones" mejor que "elementos", porque esta última palabra da la impre-
heid en Sudáfrica o contra una ocupación foránea, como la Asamblea sión de que un Estado estuviera "compuesto" de esas tres cosas, que son
General consideraba que era el caso de Palestina. Algunas de sus resolu- tan heterogéneas. Más bien, una entidad debe reunir aquellas condicio-
ciones, por lo demás, equiparaban todas estas y algunas otras manifesta- nes para poder ser un Estado en derecho internacional.
ciones de dependencia dentro de un concepto amplio de "colonialismo".
El movimiento de liberación nacional es considerado, entonces, un En el asunto Deutsche Continental Gas Gessellschaft, el Estado se
sujeto del derecho de gentes y su conflicto contra la metrópolis no es, definía por el tribunal arbitral germano-polaco así: "Un Estado no
existe sino a condición de poseer un territorio, una población que
por ende interno sino internacional.
habüe dicho territorio y un poder público que se ejerza sobre la
Es importante destacar que la Asamblea exige que el movimiento en
población y el territorio" .11 Asimismo, el artículo 1 de la Convención
cuestión haya sido reconocido como tal por la organización regional en
de Montevideo de 1936 sobre derechos y deberes de los Estados esta-
que se encuentre el territorio colonial por cuya autodeterminación bre- blece que un Estado, como persona del derecho internacional, debe
ga, y así lo hizo en varios casos la Organización de la Unidad Africana tener una población permanente, un territorio definido y un gobierno,
(OUA) o la Liga de los Estados Árabes. Los movimientos así reconoci- así como la capacidad para entrar en relaciones con otros Estados.
dos gozan de indudables ventajas internacionales; pueden recibir ayuda
en su lucha armada, son reconocidos como representantes legítimos de Para que el Estado en cuestión tenga personalidad plena debe agre-
sus pueblos y tienen carácter de observadores en organismos de la fami- garse un cuarto elemento: la soberanía.
lia de las Naciones Unidas.
Algunas de estas ventajas reconocidas en el derecho de las Naciones a) La población
Unidas repercuten en el derecho internacional general, dentro del cual No hay un número fijo debajo del cual -o sobrepasado que fuere-
podemos decir que los movimientos de liberación nacional son un suje- un grupo humano no pueda aspirar a ser un Estado. Los hay de muy
to nuevo, con características diferentes de los otros ya existentes. pequeña población, como San Marino (30.000 habitantes) o Nauru
Todos estos casos mencionados en i), ii) y iii) tienen un carácter (7.000), mientras que la China tiene cerca de 1.500 millones.
común: que la personalidad jurídica constituida durante la beligerancia La población de un Estado se compone de r1acionales y de extranje-
termina con ésta para dar paso a una situación definitiva y diferente. ros que habitan en forma permanente en su territorio. Sobre los prime-
iv) El individuo ros, el Estado tiene una supremacía personal, que se .origina en el
También veremos posteriormente cuál es la situación del individuo vínculo de la nacionalida~ y que le permite ejercer sus poderes, en la
como persona internacional, que es por cierto materia de discusión doc- medida que las circunstancias lo permitan, cuando estas personas no se
trinaria. Baste por ahora decir que es difícil negarle personalidad pasi- encuentren en su territorio. 12 Sobre los segundos ejerce una supremacía
va, tanto en derecho convencional como consuetudinario (piratería, por
ejemplo), y que a través de tratados tienen cierta participación activa en través del mecanismo de la nueva costumbre, en normas universales, los individuos por ellas
el plano internacional en el campo de los derechos humanos. 10 protegidos adquirirían personalidad (muy circunscripta) en el derecho internacional general.
11 Recueil des arrets des tribunaux arbitraux mixtes, IX, p. 336.
12 Por ejemplo, puede llamar a sus nacionales en el extranjero para el servicio militar,
10 En la medida en que ciertas normas contenidas en tratados multilaterales, y sobre de acuerdo con sus leyes.
todo en la Declaración de Derechos Human~s de las Naciones Unidas se hayan convertido, a
168 JULIO BARBOZA
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 169

territorial, por el simple hecho de que se encuentran habitual o acciden-


Dicha competencia es general puesto que un Estado intenta satisfa-
talmente dentro del ámbito en que ejerce su soberanía territorial, aun-
cer todas las necesidades de su población y por eso ha sido calificádo
que no tengan su nacionalidad.
de civitas perfectae. 13 Otras formas de asociación humana tratan de
Estado y nación
satisfacer ciertas necesidades específicas del grupo, mientras que el
Un grupo humano puede organizarse de diferentes maneras, si lo hace
Estado tiene vocación de totalidad a ese respecto.
en forma de Estado podrá adquirir personalidad internacional y ésta es
Se trata también de una competencia exclusiva porque excluye la
una cuestión jurídica. Dentro de un Estado o a través de varios Estados,
competencia de todo otro Estado o sujeto internacional en su territorio,
un grupo de personas puede asumir la condición de una nación si se dan
excepto en casos que se verán oportunamente, como cuando existe
ciertas circunstancias. Dentro de Yugoslavia hay varias naciones, algu-
alguna forma de exterritorialidad o la intervención de otro Estado en
nas de ellas hoy Estados independientes, formadas por los serbios, los
ese territorio está permitida por el derecho de gentes.
croatas, los eslovenos, montenegrinos, etc. Inversamente, antes de la
fundación del Estado de Israel se decía que la nación judía estaba distri-
En el asunto de la Isla de Palmas, el juez Huber se explayó a este res-
buida en el territorio de varios Estados. Este es un concepto eminente-
pecto: "El desarrollo de la organización nacional de Estados durante
mente político y se basa en factores diferentes de aquellos requeridos los últimos siglos y su corolario, el desarrollo del derecho internacio-
para ser Estado. Según una teoría llamada objetiva, habrá una nación si nal, han establecido el principio de la competencia exclusiva del Esta-
existe una comunidad de territorio, de lengua, de raza y de religión, esto do en relación con su propio territorio" . 14
es, elementos objetivos de unión. Según una posición subjetiva, en cam-
bio, el cemento nacional es un cierto clima espiritual que hace de ese Esta exclusividad debe ser respetada por los otros Estados, y así lo
grupo una familia, como lo quería Renan. Dentro de la misma corriente, determinó la CIJ en el asunto del Canal de Corfú, al decir que
Bergson resumía lo anterior en un solo concepto, al decir que una
nación era una misión. Por último, para Mancini, representante de una "Entre Estados independientes, el respeto de la soberanía territorial !'S
corriente mixta, la comunidad de territorio, de origen, de costumbres y una de las bases esenciales de las relaciones internacionales" . 15
de idioma (elementos objetivos) engendraba una comunidad de vida y
de conciencia social (elementos subjetivos). y en el anteriormente citado caso de la Isla de Palmas, el árbitro
El Estado-nación es una aspiración de las nacionalidades: cada Huber expresaba que la contrapartida para el Estado de esa exclusivi-
nación debe constituirse en Estado. Eso no se demostró posible en la dad de competencias estaba en el deber de proteger en ese territorio el
práctica, pero constituyó una bandera con gran poder de convocatoria, derecho de otros Estados, en particular en la persona de sus súbditos.16
particularmente en el siglo XIX y primera mitad del XX, y una fuerza Tampoco hay reglas fijas en cuanto a la extensión del territorio o a su
considerable en lo político. En medida importante, presidió el arreglo perfecta delimitación; la extensión puede ser mínima o enorme y perma-
territorial emergente de los tratados de paz que pusieron fin a la guerra necer incierta en algunos lugares. Hay casos en que porciones -algunas
de 1914-1919.
13 Verdross, op. cit., p. 93. Reuter dice que: " ... en este sentido, la sociedad nacional
b) El territorio
es una sociedad perfecta, de lo que se sigue que las competencias del Estado son en cuan-
El territorio de un Estado, desde el punto de vista jurídico, puede to a su objeto generales". Op. cit., p. 94.
definirse como el ámbito dentro del cual aquél ejerce una competencia 14 Recueil des sentences arbitrales, II, p. 838.

15 CIJ, Recueil, 1949, p. 35.


que es general y exclusiva. 16 Recueil des sentences arbitrales, II, p. 839.
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 171
170 JULIO BARBOZA

tomada en el derecho de gentes en un sentido relativo, como una sobe-


relativamente importantes- de territorio han estado en disputa, sin que
ranía limitada, por contradictorios que ambos términos parezcan. De
eso afectara la calidad de Estados de los reclamantes de tales extensiones.
otro modo, no admitiría una coexistencia entre iguales, puesto que con-
cebida en términos absolutos la soberanía solamente podría ser patri-
c) El gobierno
monio de un único Estado.
El derecho internacional exige que haya un gobierno efectivo que
ejerza las potestades del Estado en ese territorio y sobre esa población. Eso hubiera implicado, en la historia de Europa, volver al Imperio. En
La forma de gobierno que esa población tenga -monárquica, republica- efecto, esa historia muestra la vocación de ciertas potencias de reconsti-
na, dictadura o democracia- no es relevante para el derecho de gentes: tuir el Imperio romano y la resistencia de las otras a someterse a esa
sólo interesa que el gobierno sea efectivo, esto es, que los poderes esta- soberanía. La palabra con que algunas designaban a sus Jefes de Estado
tales se ejerzan en general de manera efectiva. así lo indicaba: Kaiser, Czar, son deformaciones locales de caesar (césar).

Decimos "en general" porque el cumplimiento efectivo del derecho en Así es que el dicho del árbitro Huber en el caso de la Isla de Palmas,
ningún caso alcanza a un cien por ciento.· El hecho de que no haya parece aceptable:
una obediencia perfecta a las normas jurídicas de ningún modo perju-
dica la condición requerida por el principio de efectividad, tan impor- "La soberanía en las relaciones entre Estados significa su independen-
tante en el derecho de gentes. cia" .18

d) La soberanía Como consecuencia, el Estado no está sometido a ninguna autoridad


superior y de ello se deducen dos importantes conceptos:
Para ser persona plena del derecho de gentes, el Estado necesita el
• en su relación con el derecho internacional, las limitaciones a la
atributo de la soberanía. Otras comunidades que disponen de cierta
soberanía estatal no se presumen, como lo dijo la CPJI en el Asunto
autonomía no son sujetos de aquel derecho, o lo son con una personali-
Lotus;l 9
dad limitada. Los Estados particulares de una federación carecen de
• en su relación con otros Estados, tiene la facultad de restringir su
personalidad internacional excepto en la medida en que la Constitución
propia soberanía, ya sea a través de tratados, ya sea por actos
del Estado central les otorgue alguna capacidad en el plano exterior.
unilaterales, como también lo afirmó la misma CPJI en el asunto
Las provincias argentinas, por ejemplo, carecen de personalidad inter-
del vapor Wimbledon.
nacional plena.1 7 Hay otros sistemas federales en que los Estados parti-
culares carecen totalmente de capacidad internacional. "La Corte se niega a ver en la conclusión de un tratado cualquiera,
La soberanía, en el plano internacional, encuentra sus límites natura- por el cual un Estado se compromete a hacer o a no hacer algo, un
les en la igualdad soberana de los Estados y en el propio derecho inter- abandono de la soberanía ... Pero la facultad de contraer compromisos
nacional, que impone a éstos obligaciones. En rigor, la soberanía -que unilaterales es, precisamente, un atributo de la soberanía estatal" .20
sugiere la idea de un poder por encima de todos los otros- debe ser

18
Corte Permanente de Arbitraje, Laudo del 4/IV/1928. R.S.A., Vol. II, p. 838. La prácti-
17
Por la reforma constitucional de 1994 (artículo 124) las provincias pueden celebrar
ca internacional está de acuerdo con esta definición, como lo dice la opinión consultiva de la
convenios internacionales bajo ciertas condiciones y tendrían, por ende, una personalidad CPJI (5/IX/1931) sobre el régimen aduanero austro-alemán, Serie A!B, Nº 41, pp. 45 y 52.
internacional restringida. (Ver p. 83, Cap. V, 2, b) iv). Con los elementos interpretativos 19 CPJI, Serie A, Nº 10, p. 18.
existentes hasta ahora no es fácil caracterizar la capacidad internacional de las provincias 2
º CPJI, Serie A, Nº 1, p. 25.
argentinas.
172 Juuo BARBOZA LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 173

La inmediatez La unificación de Italia (entre 1860 y 1870) y Alemania (1871) signi-


Suele decirse que, por ser soberano, el Estado está sometido inmedia- ficaron cambios radicales. Más tarde, la Revolución rusa planteó el
tamente al orden jurídico internacional, a diferencia del ya citado caso problema de que la URSS no guardaba identidad con el Imperio de los
de los Estados de un Estado federal o del individuo, que normalmente zares, lo que afectó principalmente al pago de la deuda pública externa
lo está en forma indirecta. 21 Inmediatez significa que entre el Estado y existente. Después de la Segunda Guerra Mundial, ni los Estados socia-
el derecho de gentes no hay intermediarios: no es soberano un Estado listas que continuaron en Europa del Este a sus antecesores capitalistas,
que cedió el manejo de sus relaciones exteriores a otro Estado, por ni la República Popular China en Asia, aceptaron el principio de la
ejemplo, a través de un tratado (protectorado). continuidad. En cambio, la Federación Rusa que sucedió a la URSS
proclamó su identidad con ésta y asumió sus obligaciones y derechos,
Conviene aclarar, sin embargo, que la inmediatez parece ser una cuali- con el consenso de la comunidad internacional, y el reconocimiento de
dad inherente a la personalidad internacional más que un dato especí- la mayoría de las otras Repúblicas soviéticas, cuando se resolvió crear la
fico de la soberanía. Todo sujeto de derecho tiene, en la medida que es CEI (Comunidad de Estados independientes) en la conferencia de Alma
persona de ese derecho, inmediatez con él. La soberanía, en cambio, es Ata de 21 de diciembre de 1991.
exclusiva de los Estados: ni las organizaciones internacionales ni los
Eso valió a Rusia ocupar el asiento soviético, no sólo en la Asamblea
individuos la poseen.
General, sino también el permanente en el Consejo de Seguridad. No
sucedió lo mismo con la República Federal de Yugoslavia, formada por
Conviene también señalar que la soberanía estatal es un verdadero
Serbia y Montenegro luego de la escisión de las otras repúblicas que
principio constitucional de la comunidad internacionai, 22 ya que la des-
conformaban la antigua Yugoslavia: su solicitud de continuar ocupan-
centralización de aquella comunidad y la soberanía estatal forman el
do el mismo sitio que esta última no fue aceptada por la Asamblea
anverso y el reverso de la misma moneda. Ya habíamos visto en el
General (Resolución 47/1, de 27/9/92) por recomendación del Consejo
Capítulo 1 que la descentralización es acaso el rasgo más característico
de Seguridad por Resolución 777, de 1919192. Debió, por ende, solici-
de la comunidad internacional, del cual derivan la mayoría de los otros
tar su admisión como nuevo miembro.
principios del derecho de gentes.
La jurisprudencia internacional se inclina por la continuidad de la
identidad estatal, como lo atestigua el caso Tinaco, resuelto por el árbi-
e) La identidad del Estado
tro Taft en 1923, en el que se decidió que las obligaciones internaciona-
El problema de la continuidad en la identidad de un Estado se pre-
les de un Estado (en el caso, Costa Rica) no se veían afectadas por un
senta cuando hay un cambio importante en alguna de las condiciones
cambio de gobierno, aun proveniente de un golpe de Estado.
que sustentan su personalidad internacional: el territorio, la población
o el gobierno. De los dos primeros casos se ocupa la teoría de la suce-
sión de Estados, que se verá más adelante. Son los cambios en el gobier-
4. Formas de organización de los Estados
no de un Estado los que tocan la cuestión de su continua identidad.
En muchos casos los Estados adoptan una forma simple o unitaria:
21 Aunque a veces el individuo adquiera derechos o contraiga obligaciones internacio- un Esta.do, una persona. Hay formas compuestas, en cambio, cuando
nales en forma directa, y esté inmediatamente sometido al orden jurídico internacional, dos o más Estados se presentan ante la comunidad internacional como
cuando los tratados o el derecho consuetudinario se los conceden o imponen expresamente.
22 Carrillo Salcedo, Soberanía del Estado y derecho internacional, 2ª edición, Madrid, una sola persona, como sucede según vimos con los Estados federales y
1976, pp. 289 y SS. con las llamadas "uniones reales".
174 Juuo BARBOZA LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 175

En éstas últimas, dos o más países están unidos por un mismo sobera- 5. Estados sin personalidad internacional o con personalidad parcial
no a perpetuidad como consecuencia de un tratado internacional entre
ellos según haya sido reconocido por terceros Estados. Casos típicos
El Estado soberano es, entonces, la única persona plena del derecho
de unión real fueron el de Austria-Hungría hasta el tratado de Versa-
lles, así como Suecia-Noruega de 1902 a 1905. de gentes. Pero hay algunos Estados que gozan, o han gozado histórica-
mente, de una personalidad parcial y que tienen personalidad en la
a) El Estado federal medida de esa capacidad.
Un Estado federal es una sola persona frente al derecho de gentes, ya
que sus Estados miembros han aceptado la Constitución que consagra a) Protectorados y Estados vasallos
su unidad. Rasgo fundamental de estos Estados es que el poder central Los protectorados y los Estados vasallos, que rendían al protector o
tiene jurisdicción no sólo sobre los Estados miembros sino -en medida suzerain la conducción de las relaciones exteriores, podían conservar
variable, según lo indique la Constitución- directamente también sobre una medida más o menos importante de personalidad internacional en
la población dentro de esos Estados, cosa que no sucede en las confede- forma de competencias propias, según fueran los términos del tratado
raciones. En realidad, el poder del Estado federal y el de los Estados que establecía el protectorado o el vasallaje y el reconocimiento que de
particulares sobre la población está dividido según los términos de la ellos hicieran las terceras potencias a las que dichos tratados intentaran
Constitución, en competencias diversas. Esa distribución interna de oponerse. 23
competencias internas es indiferente al derecho internacional, siendo
que la representación ad exteros es una y única. "Vasallaje" fue el régimen que la Sublime Puerta impuso sobre una
serie de Estados, principalmente de los Balcanes, del norte de África y
b) La confederación de Asia. De entre ellos, algunos tenían un importante grado de inde-
Una confederación agrupa a Estados que mantienen su personalidad pendencia, como Egipto o Bulgaria. 24 Protectorados y Estados vasa-
internacional completamente; hay entonces varias personas internacio- llos fueron sometidos posteriormente al régimen de mandatos de la
nales. Generalmente, el órgano central de una confederación es una Sociedad de Naciones.
Dieta, esto es, una corporación ante la cual los Estados miembros se
representan por enviados de carácter diplomático. b) Mandatos
El poder central es muy reducido; se limita a funciones comunes y El Pacto de la Sociedad de Naciones dio origen al régimen de manda-
parciales, tanto de defensa como de representación exterior. tos, aplicado a las antiguas colonias de Alemania y de Turquía, ambos
derrotados en la Primera Guerra Mundial. Por este régimen, se enco-
Las confederaciones son de frágil consistencia y por lo común han sig- mendó a ciertos Estados vencedores, como mandatarios de la Sociedad
nificado un tránsito a otra forma de organización estatal, ya sea por
ensanche del poder central como en los Estados Unidos, que fueron
confederación desde 1778 (Artículos de confederación y unión perpe- 2.l CPJI, Serie B, Nº 4, p. 28.
24 Estos países podían realizar ciertos actos internacionales sin necesidad de la autori-
tua) hasta 1787, año de su Constitución federal, o por hegemonía de zación de Turquía, y así lo hicieron, celebrando tratados sobre correos, ferrocarriles y
uno de sus Estados, como la Prusia de la Confederación germánica otros. Ejercieron el derecho de legación activo y pasivo a través de cónsules actuando
(1815-1866) y de la Confederación de Alemania del norte (1867- como agentes diplomáticos. Egipto adquirió un "condominio" con Gran Bretaña en
1870) en parte transformada en el Reich alemán. Otras veces se 1898, y en su consecuencia ejerció soberanía, conjuntamente con aquel país, sobre el
Sudán siendo aún vasallo de Turquía. Bulgaria mantuvo una guerra con un país sobera-
disuelven, como la República Centroamericana, que existió entre
no, como Serbia, en 1885. Ver Oppenheim's foternational Law, Londres, Lauterpacht,
1895 y 1898, y comprendía a Honduras, Nicaragua y San Salvador.
Vol. I, 1955, p. 190, nota 3.
176 Juuo BARBOZA LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 177

de Naciones, la administración de aquellos territorios según condicio- Estados que hasta entonces ejercieran sobre ellos soberanía. Se celebra-
nes establecidas con precisión en los "mandatos", que eran convenios ron convenios de tutela, preparados por los fideicomisarios y aproba-
entre aquella Sociedad y los países administradores (mandatarios). dos por la Asamblea General de la ONU y todos los antiguos mandatos
Es importante señalar que si Alemania y Turquía perdían así su fueron traspasados por los mandatarios al nuevo régimen, excepto el
soberanía sobre tales países, ella no era adquirida por los administrado- que la Unión sudafricana ejercía sobre el África sudoccidental (Nami-
res, ya que no existió una cesión de territorio, ni aun en el mandato bia), que dio origen a un largo proceso internacional: fueron seis, entre
otorgado a la Unión Sudafricana sobre la lindera África Sudoccidental, fallos y opiniones consultivas, las intervenciones de la CIJ al respecto.
actualmente Namibia. 25 El artículo 76 de la Carta establecía como obligaciones primordiales
Por lo demás, los mandatarios contraían una serie de obligaciones de los países tutores "promover el progreso político, económico y edu-
relacionadas con la población del territorio, con su bienestar y su capa- cacional de los habitantes de los territorios en fideicomiso", hacer res-
citación para el eventual gobierno propio, de cuyo cumplimiento rendí- petar en esos ámbitos los derechos humanos fundamentales y capacitar
an cuenta al Consejo de la SN. a la población para el gobierno propio o la independencia, según las
circunstancias particulares de cada territorio y la voluntad libremente
El artículo 22 del Pacto establecía tres tipos de mandato, según el expresada de los pueblos interesados.
grado de desarrollo del territorio: al "A" pertenecieron, entre otros, La responsabilidad por el cumplimiento de los convenios correspon-
Irak y Palestina, al "B" Tanganica, Ruanda-Urundi y los Camerones, de a la Asamblea General, a la que los países tutores presentan un
entre otros, y al "C" Samoa, el África Sudoccidental y algunas islas informe anual y al Consejo de Tutela, uno de los seis órganos principa-
del Pacífico.
les de la ONU.

Se consideró, en suma, que la administración de esos territorios no


d) Estados miembros de una federación
autónomos era un deber de la comunidad internacional hacia sus habi-
Las Constituciones de algunos Estados federales suelen otorgar algu-
tantes, que ésta delegaba en los mandatarios. El concepto era totalmen-
nas competencias internacionales a sus Estados miembros, y estas com-
te nuevo y aunque acaso no se haya notado la diferencia entre una
petencias los autorizan a realizar ciertos actos que son válidos en el
colonia y un territorio bajo mandato en los primeros tiempos, se plantó
plano internacional.
la semilla que años más tarde, bajo el régimen de las Naciones Unidas,
se transformaría en uno de los rasgos más importantes en las relaciones Entre los miembros de las Naciones Unidas figuraban Bielorrusia y
internacionales del siglo pasado: el proceso de descolonización. Ucrania, cuando eran simplemente dos repúblicas del Estado federal
soviético. Podían ejercer todos los derechos y eran sujetos de todas las
c) Fideicomisos obligaciones de la Carta. En realidad, la Constitución soviética de 1977
Siguiendo parecidas líneas se implantó, a través de la Carta de las extendía a las repúblicas, teóricamente al menos, el derecho de "entrar
Naciones Unidas, el régimen de fideicomiso o tutela. Según el artículo en relación con los Estados extranjeros, de concluir con ellos tratados y
77, éste comprende los siguientes territorios: (A) los que estaban bajo de intercambiar representaciones diplomáticas y consulares, de partici-
mandato de la SN; (B) los separados de los vencidos en la Segunda Gue- par en las actividades de las organizaciones internacionales" (artículo
rra Mundial, y (C} los colocados voluntariamente bajo tutela por los 80). 26 Asimismo, durante el Imperio alemán de 1871, Baviera y Wür-
temberg conservaron su capacidad para concluir ciertos tratados y la

25 Ver la opinión consultiva de la CIJ, Reports, 1950, p. 132. 26 Ver Nguyen Quoc Dinh, Daillier y Pellet, op. cit., p. 412.
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 179
178 JULIO BARBOZA

El Estrecho de Magallanes fue neutralizado a perpetuidad por el Trata-


primera mantuvo asimismo el derecho de legación. En la Constitución
do de 1881 entre la Argentina y Chile, la Convención de Constantino-
alemana de 1949, en vigor actualmente, los laender son calificados de
pla de 1888 neutralizó el Canal de Suez, la Renania fue neutralizada
"sujetos del derecho internacional público" y pueden celebrar tratados
por el Tratado de Versalles de 1919, artículos 42 a 44.
dentro de sus competencias legislativas propias, siempre que sean com-
patibles con los del Estado federal. Asimismo, el artículo 124 de nues-
tra Constitución reformada en 1994 concede algunos poderes, como
vimos, a las provincias en el plano internacional. 6. Reconocimiento de Estados

e) Estados y territorios neutralizados Cuando surge a la vida internacional un Estado nuevo, éste busca su
Es menester no confundir el caso de un Estado con personalidad par- admisión en la familia internacional. Se produce así la cuestión de su
cial con aquel de un Estado soberano que, voluntariamente y en forma reconocimiento.
parcial, restringe su capacidad de obrar. Aquí, el Estado continúa sien-
do soberano y su personalidad en el plano internacional sigue intacta. Un Estado nace de varias maneras. Puede ser por ocupación de un
Un Estado puede ser neutralizado a perpetuidad por un tratado interna- territorio res nullius, si en él se asienta una comunidad con un go-
cional y estará imposibilitado legalmente para declarar la guerra y para bierno efectivo e independiente. Tal fue el caso de Liberia, donde se
instaló un grupo de negros norteamericanos en 184 7. Los boers
formar parte de alianzas que puedan conducirlo a la guerra. A su vez,
(campesinos holandeses) fundaron en el sur de África las repúblicas
los terceros Estados deben respetar esa neutralidad, eventualmente
del Transvaal y de Orange en la primera mitad del siglo XIX. Tam-
garantizada por el mismo instrumento que la crea, como en el caso de
bién se originan nuevos Estados por secesión (separación de Suecia y
Bélgica en 1831. Noruega en 1905) o desmembramiento (Imperio austrohúngaro tras
la Primera Guerra Mundial, Unión Soviética y Yugoslavia reciente-
El ejemplo clásico es Suiza, cuyo estatuto nace del arreglo europeo mente), o bien por agrupamiento de varios menores, como la unifica-
consagrado en el Congreso de Viena en 1815. El Tratado de Versalles ción italiana bajo la hegemonía piamontesa o la de Alemania bajo la
confirmó su condición de neutral, respetada en ambas guerras mun- de Prusia.
diales. Suiza ingresó en las Naciones Unidas recién en marzo de 2002,
y no lo hizo antes por considerar que algunas obligaciones de la Carta La creación de un nuevo Estado se produce cuando tienen lugar cier-
eran incompatibles con su neutralidad. Austria, por ley de 26 de octu-
tos hechos: una comunidad, establecida en un cierto territorio y con un
bre de 1952, proclamó su neutralidad, confirmada por acuerdo de las
gobierno efectivo e independiente, aspira a ser reconocida como Estado
Grandes Potencias en 1955. Ingresó a la ONU en ese año, e interpuso
una declaración según la cual las obligaciones de la Carta cederían a miembro de la comunidad internacional. Los demás Estados deberán
las de su particular condición de neutral. comprobar si efectivamente tales hechos tienen existencia real. Puede
también suceder que el Estado que busca reconocimiento sea un anti-
guo Estado que perdió su independencia, como los países bálticos ane-
No hay que confundir la neutralización de un Estado con la de un
xados a la URSS como consecuencia del pacto Ribbentrop - Molotov.
territorio determinado, en que el soberano territorial se compromete
Por declaración del 27/8/91, los miembros de la Comunidad europea
por un acto internacional a no hacer la guerra en ese lugar ni tampoco
acogieron calurosamente la restauración de la soberanía e independen-
a realizar actos que impliquen su preparación. Le está prohibido, por lo
cia de aquellos países y confirmaron su decisión de establecer sin demo-
tanto, fortificarlo o mantener en él tropas, bases militares, navales o
ra con ellos relaciones diplomáticas.
aéreas.
180 JULIO BARBOZA LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 181

La necesidad del reconocimiento de un Estado por los demás es con- sostienen que el acto de reconocer no es sino declarativo de una situa-
secuencia de la descentralización del derecho y de la comunidad inter- ción preexistente.
nacionales. En un orden centralizado, los hechos a los que el derecho i) Constitutiva
asigna consecuencias jurídicas pueden ser comprobados por órganos En su mayor parte, los primeros son de la escuela voluntarista, de las
especiales; en la comunidad internacional, en cambio, y por la falta de postrimerías del siglo XIX, que partían de la primacía de la voluntad del
una autoridad que imprima el sello de su comprobación a aquellos Estado en el derecho de gentes y que no podían admitir por ende que
hechos, el derecho de gentes se vale de sus órganos descentralizados tra- ocurriera algo tan importante corno el ingreso de un nuevo Estado en la
dicionales, los Estados. comunidad internacional sin que participara la voluntad de los demás.
Los Estados aplican su discreción para declarar la existencia de Para estos pensadores, sólo la voluntad del Estado podía crear nue-
hechos o situaciones, aunque desde luego existan reglas al respecto que vos sujetos con capacidad en el plano internacional, siendo los ya esta-
deben ser respetadas. Dice Reuter en este sentido: blecidos los que decidían si querían o no que el ordenamiento
internacional los ligara a esas nuevas entidades aspirantes a ser sujetos
"En derecho internacional no hay autoridad que pueda hacer patente
del derecho de gentes.
para todos los sujetos de derecho la existencia de una regla o de una
Podría suceder, entonces, que el rec1en llegado fuera un Estado en
situación. Son los Estados quienes lo efectúan, cada uno por sí mismo.
relación con algunos miembros establecidos de la comunidad de nacio-
De ahí la importancia en derecho internacional de las diferentes varie-
dades de reconocimientos. Sin duda, el empleo mismo de la palabra
nes que lo reconocieran y no lo fuera en relación con los Estados que
'reconocimiento' implica que la regla o la situación existe, aparte del no lo reconocieran. U na característica del reconocimiento constitutivo
Estado que la reconoce, pero como no hay autoridad que pueda obli- sería, entonces, la relatividad de situaciones que engendraría.
gar al Estado a reconocer, todo ocurre frecuentemente como si fuese
Esta relatividad, no es, sin embargo, un argumento decisivo contra la
su voluntad la que diera existencia a una regla o una situación" .27
doctrina constitutiva. Aunque Brierly, en su conocido manual, la con-
El Institut de droit international, en su sesión de Bruselas de 1936, sidere "una curiosidad legal" ,29 Reuter la estima perfectamente nor-
ensayó una definición del reconocimiento de Estados: º
mal y corriente en el derecho internacional 3 y Kelsen, como veremos,
también la acepta.
"Un acto libre por el cual uno o más Estados comprueban la existen-
cia sobre un territorio determinado de una sociedad humana política- Una segunda característica estaría constituida por la discrecionalidad
mente organizada, independiente de cualquier otro Estado existente, del reconocimiento: la voluntad del Estado en trance de reconocer o no
capaz de observar las prescripciones del derecho internacional y mani- la existencia de otro Estado no podría coartarse con reglas o normas. Y
fiestan consiguientemente su voluntad de considerarlo como un miem- la tercera y última característica sería, naturalmente, que el reconoci-
bro de la comunidad internacional" .28 miento es atributivo de la personalidad internacional.

a) Doctrinas
29 The Law of Nations, Oxford, 1963, p. 138.
La doctrina se ha dividido entre los partidarios de que el reconoci- 3°Cuando el autor habla de las relaciones de coordinación entre los Estados, caracte-
miento es constitutivo de la personalidad del nuevo Estado y los que rísticas para él de la sociedad internacional. "Una consecuencia muy importante se dedu-
ce de aquí y es la relatividad de las reglas y de las situaciones jurídicas. Una situación
puede perfectamente tener una existencia jurídica con relación a un Estado, pero no res-
27 Instituciones internacionales, Barcelona, Editorial Bosch, 1959, p. 108. pecto a otro. Las obligaciones contradictorias, perfectamente válidas cada una en su
28 Annuaire, 1936, Vol. II, pp. 175 y ss. orden, son múltiples". Op. cit., p. 108.
··--~

182 Juuo BARBOZA


LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 18.l

ii) Declarativa
delimitar sus derechos soberanos de jurisdicción interna por el ejercicio
Además de la objeción de la relatividad de situaciones, arriba
de los derechos de otros Estados "conforme al derecho internacional".
comentada, se han alzado contra la doctrina constitutiva críticas seve-
El derecho de gentes sería entonces aplicable a los estados antes de su
ras. La principal es que una entidad con todos los atributos estatales no
reconocimiento según esta disposición del sistema interamericano.
sería un Estado antes del reconocimiento y que carecería por ende de
Naturaleza del reconocimiento según Kelsen.
derechos y deberes en el plano internacional: no tendría obligación
Para este autor, los inconvenientes a este respecto se originan en que
alguna que cumplir y podría -teóricamente- cometer una agresión sin
los Estados no han separado, en la práctica, los aspectos jurídicos de los
consecuencia jurídica alguna. La práctica internacional demuestra cla-
políticos del reconocimiento, que se referirían principalmente a la dispo-
ramente que eso no es así, ya que se han interpuesto reclamos por
sición de un Estado de entrar en relaciones diplomáticas con la entidad
supuestas violaciones del derecho internacional cometidas por Estados
que reclama reconocimiento. Por otra parte, las conveniencias políticas
no reconocidos por los reclamantes.
pueden indicar la ventaja de acelerarlo o retardarlo más allá de la com-
Alguna jurisprudencia internacional se ha manifestado también con-
probación de las condiciones objetivas del reconocimiento de un Estado.
tra el carácter constitutivo del reconocimiento. Así, el Tribunal arbitral
En ambos casos, el reconocimiento debería ser otorgado si las condi-
germano-polaco declaró, en el año 1929, que
ciones exigidas para que una entidad sea un Estado, que vimos más
arriba, concurren, y rehusado si éstas no concurren, so pena de come-
" ... el reconocimiento de un Estado no es un acto constitutivo, sino
declarativo. El Estado existe por sí mismo, y el reconocimiento no es ter, en cualquiera de los dos casos, una violación de una obligación
sino la comprobación de esa existencia". 31 . internacional. De todos modos, un Estado puede reconocer a otro y no
entrar en relaciones con él, ya que nada lo obliga a hacerlo.
Por su parte, la Carta de la OEA en su capítulo relativo a los dere- Partiendo de una premisa opuesta a la del voluntarismo, Kelsen se
chos y deberes fundamentales de los Estados, declara en su artículo 9: manifiesta sin embargo partidario del carácter constitutivo del recono-
cimiento, y dice que el DIP es sólo aplicable a las relaciones entre un
"La existencia política del Estado es independiente de su reconoci- nuevo Estado y otro existente sólo si este último ha reconocido al pri-
miento por los demás Estados. Aún antes de ser reconocido, el Estado mero. Para este autor, tal sería el contenido de una norma consuetudi-
tiene el derecho de defender su integridad e independencia, proveer a naria del derecho internacional.
su conservación y prosperidad y, por consiguiente, de organizarse
como mejor lo entendiere, legislar sobre sus intereses, administrar sus "En realidad, el derecho internacional establece efectivamente que una
servicios y determinar la jurisdicción y competencia de sus tribunales. comunidad, para llegar a ser Estado en el sentido del derecho interna-
El ejercicio de estos derechos no tiene otros límites que el ejercicio de cional, deberá ser reconocido como tal por un Estado que ya exista
los derechos de otros Estados conforme al derecho internacional". según el mismo derecho". 3l

Aunque el artículo se refiere a la existencia política del Estado, es Esta afirmación kelseniana podría parecer que deja todas las ventajas
obvio que trata de la personalidad jurídica internacional, desde que se en el Estado al que le toca reconocer. Sin embargo, si realmente la nor-
refiere a los derechos que le cabrían. Su última parte es expresiva, al ma existe en el DI general como lo piensa Kelsen, un Estado incurriría
en la violación de una obligación internacional si no reconociera a otro
·11 Deutsche Kontinental-Gasgessellschaft, citado en Kelsen, Principios de Derecho
i11temacional público, Buenos Aires, 1965, p. 231. 12
Op. cit., p. 233.
.... ,'"""""ll!\I

LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 18.,


184 Juuo BARBOZA

Si se acepta el reconocimiento declarativo, no cabría la posibilidad


en condiciones de ser reconocido, cosa que la práctica internacional de someterlo a condiciones, desde que los Estados se limitarían a c.:0111·
parece desmentir. La existencia legal de un Estado sería en aquel caso probar la existencia de un hecho con efectos jurídicos, como lo haría 1111
relativa a los Estados que lo reconocieran, situación que Kelsen encuen- notario del derecho interno que dé fe sobre la existencia de un hecho.
tra poco satisfactoria pero que atribuye a la descentralización del DIP. En cambio, podría y hasta debería ser retirado si una comunidad estatal
Respecto a si un Estado puede violar obligaciones del derecho inter- con el tiempo dejara de serlo, por ejemplo por haber sido absorbido
nacional antes de ser reconocido, Kelsen dice que sí, pero que el Estado
por otro Estado.
que demanda la reparación está por ese mismo hecho reconociendo al
Estado autor de la violación. 33 Semejante retiro podría tener forma tácita, al reconocer los Estados la
Panorama actual nueva situación. Pero también puede ser expreso, como fue el recono-
De todo lo anterior surge una mayor vigencia en la práctica de los cimiento por el Reino Unido de la desaparición del Reino de Nápoles
Estados y en la doctrina, de la concepción declarativa, según la cual el al operarse la unidad italiana. Modernamente, la Comunidad europea
reconocimiento se limita a comprobar una situación de hecho y está adoptó, en reunión de Ministros de relaciones exteriores ciertos crite-
sujeto a ciertas reglas. Por lo demás, esa misma práctica enseña que el rios para el reconocimiento de Estados de la URSS y de Europa del
no reconocimiento de un Estado que reúne plenamente las condiciones Este en la Declaración relativa a las líneas directrices sobre el recono-
de tal no ha acarreado nunca responsabilidad internacional. En cam- cimiento de nuevos Estados en Europa oriental y en la Unión soviéti-
bio, los ejemplos en contrario abundan, lo que parecería indicar que no ca y Declaración sobre Yugoslavia. Tales reconocimientos se
otorgarían si los nuevos Estados contaran con una base democrática y
existe la norma cuya existencia Kelsen supone en el derecho consuetu-
se comprometieran a respetar "una serie de obligaciones internaciona-
dinario internacional.
les, derivadas de la Carta de la ONU, el Acta de Helsinki (1975) y la
En realidad, la situación aquí no parece muy diferente de otras en el Carta de París (1990), así como ciertos compromisos asumidos en el
derecho de gentes en las que se mezclan consideraciones políticas o marco de la CSCE (OSCE) en materia de derechos humanos, derechos
intereses particulares de los Estados con las exigencias jurídicas, siendo de las minorías, inviolabilidad de las fronteras, desarme y no prolife-
precisamente los Estados los agentes del derecho internacional y por ración nuclear, arreglo pacífico de las controversias, en particular
ende quienes deben aplicarlo. Ya lo dice Oppenheim, quien siendo par- sobre sucesión (negociación o arbitraje) y no reconocimiento de las
tidario del reconocimiento constitutivo, no admite sin embargo una entidades nacidas de la agresión". En el caso de Yugoslavia se añadió
entera discreción en su otorgamiento. la necesidad del informe previo de la Comisión Badinter respecto al
cumplimiento de las condiciones expuestas. Asimismo, la prohibición
"Indudablemente, como el Estado que reconoce es en este particular de adoptar nombres que escondieran reivindicaciones territoriales. 35
asunto al mismo tiempo el guardián de sus intereses y un agente del Va de suyo que muchas de estas condiciones son de tipo político y
derecho internacional, es inevitable que las consideraciones políticas exceden con mucho lo que exige el derecho internacional general.
puedan, de tanto en tanto, ejercer influencia sobre el acto positivo del
reconocimiento o de su rechazo. Sin embargo, esta dualidad de funcio- b) Oportunidad del reconocimiento
nes no afecta su naturaleza esencialmente legal". 34 El reconocimiento debe ser otorgado oportunamente, según las cir-
cunstancias del caso. Esto se aplica en particular cuando existe una

33
Id., pp. 235/236.
34
Oppenheim's lnternatio11al Law, Londres, Lauterpacht, 1955, pp. 127/128. (Tra- 35 Remiro Brótons, op. cit., p. 5 5.
ducción nuestra.)
186 juuo BARBOZA LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 187

separación respecto a un Estado anterior, como sucedió en lo relativo a Pero la admisión de un Estado como miembro de una organización
la independencia de colonias. El nuevo Estado, además de reunir las internacional no significa su reconocimiento automático por los demás
condiciones arriba apuntadas -población, territorio, gobierno, sobera- miembros. En las Naciones Unidas, el artículo 4 de la Carta implicaría
nía- debe ofrecer cierta expectativa de estabilidad. Un reconocimiento una delegación de la potestad estatal del reconocimiento a la Organiza-
prematuro puede ser visto como una intervención en los asuntos inter- ción, puesto que a partir del ingreso todos los derechos y deberes de la
nos del Estado del cual el nuevo intenta separarse. Carta son de aplicación entre el nuevo y los antiguos miembros Y tales
Así, cuando en 1776 Francia reconoció la independencia de las colonias obligaciones y derechos son establecidos por normas del derecho de
británicas que formarían los Estados Unidos, Gran Bretaña le declaró la gentes como son las disposiciones de la Carta.
guerra. Asimismo, fue prematuro el reconocimiento de la República de Sin embargo, la solución que prevaleció en la ONU es que el ingreso
Panamá por el gobierno del presidente Theodore Roosevelt, otorgado no trae consigo para el nuevo miembro el reconocimiento universal de
apenas Panamá proclamó su independencia de Colombia en 1903. Res- los demás. Esta posición se expresa en un memorándum del Secretario
pecto a las colonias españolas, tanto Estados Unidos como Gran Breta- General (UN Doc.S/1466) donde se dice justamente que no existe en
ña fueron cautos: el primero reconoció nuestra independencia de este caso el reconocimiento implícito. La solución vigente en la Organi-
España en 1822 y el segundo lo hizo entre 1824 y 1825. Generalmente, zación tiende a facilitar la admisión de nuevos miembros, y es política-
hay que esperar hasta que la metrópoli reconozca la independencia o mente flexible puesto que aquellos que no quieren reconocer al nuevo
bien a que haya abandonado la lucha por imponer su autoridad o en
Estado tienen bajo esta regla menos motivos de oposición a su ingreso.
último caso, hasta que no tenga posibilidad verosímil de continuarla
con éxito. Otras veces, el reconocimiento sirvió como arma para acele-
rar la descolonización: Guinea-Bisau fue admitida como miembro de d) Reconocimiento expreso o tácito
Naciones Unidas siendo que Portugal controlaba aún una parte de su Según sea la forma adoptada, el reconocimiento de un Estado puede
territorio, la OUA admitió a la República árabe saharaoui democrática ser expreso o tácito: si se le envía una nota, por ejemplo, que manifieste
(RASD) a pesar de la ocupación marroquí del territorio del Sahara. 36 dicho reconocimiento será expreso, 37 y tácito si uno o varios Estados
realizan a su respecto actos que inequívocamente lo impliquen, como
c) Admisión a una organización internacional y reconocimiento por ejemplo si le hacen patente el deseo de establecer relaciones diplo-
Una organización internacional puede reconocer a un Estado, en máticas o celebran con él un tratado o lo tratan como ordinariamente
cuyo caso habría un reconocimiento colectivo de dicho Estado. se trata a los Estados, sin efectuar reservas al respecto.
O una recomendación de no reconocerlo, por ejemplo, si el Estado en
cuestión nació en violación de una norma imperativa del derecho
internacional, como la que prohibe el uso de la fuerza por los Estados. x 7. Reconocimiento de gobiernos
Tal sería el caso de la Sociedad de Naciones en relación con el no
reconocimiento del Estado títere del Manchukuo por Japón en 1932, La cuestión del reconocimiento de gobiernos se presenta cuando un
sobre el territorio de la Manchuria o el de la República Turca de Chi- gobierno del Estado sucede a otro de una manera no prevista en su
pre, proclamada como Estado independiente por la administración
turco-chipriota instalada en el norte de la isla y mencionada en resolu-
ción del Consejo de Seguridad. 37 Bosnia y Serbia, al firmarse la paz de París de diciembre 14, 1995, se reconocieron
mutuamente como "Estados soberanos e independientes con sus fronteras internacionales
36
actuales", mediante un intercambio de notas. (La Nación de Buenos Aires, diciembre 15
Id., p. 54.
de 1995, p. 3.)
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 189
188 JULIO BARBOZA

Constitución. En cambio, cuando la suces1on tiene lugar de manera traídas por el Estado y tiene capacidad para ello, así como para respe-
regular, los demás Estados continúan sin más sus relaciones con el nue- tar el derecho de gentes. Naturalmente que el quid del asunto estaría en
vo gobierno. que las nuevas autoridades efectivamente ejerzan las co.~petencias del
Estado en todo el territorio nacional (principio de efect1v1dad) o en su
En ocasiones se ha planteado el caso de gobiernos constituidos en el mayor parte y que esta situación ofrezca razonables expectativas de
exilio, cuando un grupo reclama autoridad legítima sobre un territorio estabilidad.
que no ocupa. Este tipo de gobiernos obedece a razones de convenien- El reconocimiento de gobiernos también puede ser expreso o tácito,
cia o necesidad políticas. Durante la Segunda Guerra Mundial se cons- según la voluntad se exprese de una o de la otra manera. Aquí también,
tituyeron en Londres varios gobiernos en el exilio de países ocupados claro está se mezclan con las jurídicas consideraciones políticas. Ya
por Alemania. En México, el Gobierno republicano español en el exi- ' ,
vimos cómo la Santa Alianza trataba a las autoridades que no surg1an
lio duró muchos años. de la legitimidad monárquica; no sólo no las reconocía sino que en
varias ocasiones envió expediciones para derrocarlas e instalar al suce-
No se plantea aquí el interrogante acerca de si el acto de reconocer
sor legítimo o reponer al monarca derrocado.
al gobierno tiene una naturaleza constitutiva o declarativa, ya que la
personalidad del Estado continúa invariable con los cambios de gobier- a) El reconocimiento según Jefferson y Wilson
no. Si las nuevas autoridades de un Estado no son reconocidas por otro Jefferson había aconsejado, en su momento, reconocer a los gobi~~­
miembro de la comunidad internacional, no implica ello en general que nos que no emanaran de la voluntad popular sólo si recibían una leg1t'.-
ponga en duda la existencia de un gobierno en el país en cuestión, por- mación subsiguiente. El presidente Wilson decidió, en 1913, segmr
que de ser así tendría que admitir que a ese Estado le está faltando un durante su mandato esa regla respecto de varios países de la América
elemento esencial para su condición de tal y se plantearía entonces la Latina, sacudida como estaba por golpes de Estado frecuentes. Esta
cuestión de retirar el reconocimiento de Estado que en algún momento política fue seguida por los Estados Unidos hasta 1931.
anterior le había sido concedido. Normalmente, el reconocimiento sólo
quiere decir en estos casos que la autoridad reconocida representa al Ya vimos, sin embargo, que otro ilustre norteamericano, el presidente
Estado en cuestión y puede obligarlo. Taft afirmó en su laudo arbitral en el caso Tinoco, entre Gran Breta-
ña y' Costa Rica (octubre 18 de 1923), que era irrelevante el hecho de
Al DIP sólo le interesa que haya un gobierno efectivo. Dado el princi- que el Gobierno de Tinoco en Costa Rica fuera inconstitucional según
pio de la igualdad soberana de los Estados, de su independencia y el propio derecho costarricense. Incluso el hecho de que Gran Bretaña
libre determinación, el Estado tiene el derecho de elegir su sistema misma -así como otros Estados- no había reconocido al Gobierno de
político (ver Resolución 2625 (XXV). En el caso de Nicaragua contra Tinoco era también irrelevante.
los Estados Unidos, la Corte determinó que el principio de la sobera-
nía de los Estados deja a éstos libertad de elección en cuestiones como b) Doctrina Tobar
el sistema político, económico, social y culturaI. 38 En América Latina existieron diferentes prácticas y doctrinas en
cuanto al reconocimiento de gobiernos de facto. La llamada "doctrina
Asimismo, quien reconoce debe tener confianza en que el nuevo Tobar" lleva ese nombre por el Ministro de Relaciones Exteriores del
gobierno está dispuesto a cumplir con las anteriores obligaciones con- Ecuador que le dio origen en 1907. Propugnaba el no reconocimiento
de los gobiernos de facto hasta que representantes libremente elegidos
38 Recueil, 1986, p. 109. por el pueblo reorganizaran constitucionalmente el país. La doctrina
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL 191
190 JULIO BARBOZA

con lo que la acc10n de Serbia-Montenegro, que hubiera configurado


Tobar tuvo vigencia en Centroamérica. En 1907 las repúblicas de esa una defensa del orden constitucional pudo ser considerada una agresión,
región celebraron un tratado cuyas disposiciones básicas contenían el a cuya luz se pudo considerar legal la intervención de terceros Estados.
enunciado de la doctrina expuesta. Idéntica norma se adoptó en el Tra- Asimismo, un Estado no reconocido no podría litigar en los tribuna-
tado General de Paz y Amistad que las mismas partes firmaron años les del Estado que no lo reconoce ni se otorgaría el exequatur y ejecu-
más tarde, en 1923. ción de sentencias dictadas por sus tribunales. Tampoco podría
reclamar o hacer efectivo su derecho de propiedad sobre bienes ubica-
c) Doctrina Estrada
dos en territorio de aquel Estado. Sin embargo, parecería que la inmu-
En las antípodas de esta posición se encuentra la doctrina Estrada.
nidad jurisdiccional continúa protegiéndolo.
En 1930 el Canciller mexicano de ese nombre anunció su intención de
que en lo sucesivo su país evitaría la práctica del reconocimiento. Par-
tiendo del concepto que tal práctica significa la emisión de un juicio 8. Reconocimiento de otras situaciones
sobre la legitimidad del gobierno -aunque fuera positivo- Estrada afir-
mó que su país mantendría o no sus representantes diplomáticos donde Otras situaciones pueden admitir su reconocimiento por terceros Esta-
se presentaran situaciones de gobiernos de facto y consecuentemente dos, dando así origen a consecuencias jurídicas. Por ejemplo, en casos de
aceptaría o no, según fuera el caso, la continuación de los agentes de guerra civil, los terceros Estados pueden encontrar necesario para su
esos gobiernos acreditados en México, sin que ello significara en modo comercio o para la protección de sus súbditos o de sus intereses en gene-
alguno juzgar la legitimidad de las autoridades en cuestión ni el derecho ral, reconocer la beligerancia del bando rebelde, siempre que se cumplan
de los países extranjeros para darse los gobiernos que quisieren. las condiciones objetivas que demanda el derecho internacional.
Sabido es que si la insurrección no cumple con las condiciones para
Si se considera que el reconocimiento implica un juicio de valor que no
ser reconocida como comunidad beligerante (no ha alcanzado propor-
debe emitirse sobre el gobierno de otro Estado, es claro que el retiro de
Embajadores o su continuidad son formas tácitas de ese mismo juicio ciones determinadas, o los insurrectos no dominan un cierto territorio,
de valor. Acaso Estrada haya querido simplemente combatir con su o no tienen alguna forma de gobierno, etc.) el reconocimiento de la
doctrina formas subjetivas y políticas del reconocimiento y bregar por beligerancia por un tercer Estado significaría una intervención en los
el cumplimiento del principio de no intervención en América. asuntos internos del país donde ocurre la lucha. Pero si las condiciones
para el reconocimiento se presentan y un tercer Estado en efecto reco-
d) Efectos noce la beligerancia de los rebeldes, se aplica entre ellos y aquel Estado
Los efectos del reconocimiento se producen principalmente en el las leyes de la neutralidad y de la guerra, incluso el derecho del bando
campo político, pero también ocurren en el jurídico. Los atributos bási- rebelde de proclamar el bloqueo de los puertos gubernamentales, impe-
cos del Estado son oponibles erga omnes, por ejemplo, la soberanía dir el contrabando de guerra y ejercer a su respecto el derecho de visita
territorial del Estado no reconocido debe ser respetada, tal Estado no en alta mar.
puede ser objeto de agresión, etc.
Un efecto importante del reconocimiento puede ser un cambio en la
situación jurídica, como sucedió respecto al reconocimiento como Esta-
dos independientes, por parte de los países de la Unión Europea, de
algunas de las Repúblicas que habían formado parte de la antigua
Yugoslavia: el conflicto se transformó de guerra civil en internacional,
Capítulo 10

Espacios jurisdiccionales de los Estados. Sucesión de Estados

A. Ámbito de las competencias del Estado

1. El territorio del Estado

Ya habíamos anticipado algunos conceptos relativos al territorio esta-


tal cuando hablamos de las condiciones del Estado (ver Capítulo 9).

a) Naturaleza jurídica del territorio


i) Teorías
La naturaleza de la relación jurídica entre el Estado y su territorio.ha
sido materia de distintas teorías.
• La teoría del territorio-sujeto, propuesta entre otros por Jellinek
en Alemania y en Francia por Hauriou y Carré de Malberg, con-
sidera al territorio como un componente, como el "cuerpo" del
Estado-persona, o un "elemento de la naturaleza del Estado". El
territorio es el Estado mismo, contemplado dentro de sus límites. 1
Para esta teoría no existe la cuestión de los derechos del Estado
sobre su territorio, desde que se confunden ambos como integran-
do la misma entidad.
• La del "territorio-objeto", en cambio, disocia al Estado de su
territorio, sobre el que le atribuye una especie de derecho real de

1
Recht des Modernen Staten. Ver Cavaré, Le droit international public positif, T. 1,
París, 1967, p. 323 y nota 172.
Juuo BARBOZA ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 195
194

dominio. En su origen, esta teoría se relaciona con la monarquía dico de un Estado más allá de sus fronteras -como en la alta mar o en
absoluta y con su época, en la que prevalecía una concepción los territorios polares- pero no lo que tradicionalmente se entiende
patrimonial del Estado, de cuyo territorio el monarca era dueño. como territorio de nn Estado. 5
Para esa concepción, el territorio era un concepto dominante: las
personas eran súbditos del Estado porque se encontraban en su La definición que da el árbitro Huber de territorio en el caso de la
territorio. En la actualidad no es aceptada porque implica una isla de Palmas, al referirse 'a la soberanía territorial, sería la que indica
analogía incorrecta entre el dominio civil y la soberanía. el siguiente párrafo:
• La del territorio-ámbito. Modernamente, se concibe el territorio
como un ámbito; para Kelsen, sería el ámbito de validez del orden "La soberanía, en las relaciones entre Estados, significa la independen-
cia. La independencia t;n relación con una parte del globo es el derecho
jurídico del Estado. 2 de ejercer, a exclusión de todo otro Estado, las funciones estatales".6
(Cursivas nuestras.)
Esta primera posición kelseniana no explica, sin embargo, por qué
algunas normas del ordenamiento jurídico estatal tienen validez extra
territorial. Por eso, restringió posteriormente 3 el alcance antedicho al O sea, la de un ámbito donde el Estado ejerce sus funciones, que son
"espacio dentro del cual en principio un solo Estado, el Estado al que exclusivas y, como veremos, generales.
pertenece el territorio, está facultado para ejercer su poder jurídico y,
especialmente, para llevar a cabo actos coercitivos; es un espacio del Pensamos que el hecho de ejercer potestades estatales no es una varita
4 mágica que convierta en territorio del Estado los lugares donde aquél
que están excluidos todos los demás Estados" .
ejerza tales potestades. No son territorio de un Estado ni sus embaja-
Tampoco parece satisfactoria esta limitación del territorio al ámbito das ni sus buques de guerra -ni mucho menos sus buques mercantes-
como lo quería la antigua ficción. El substrato territorial está dado
de aplicación por el Estado de actos coercitivos, ya que los hay que son
por cierto espacio físico dentro de las fronteras que, de acuerdo con el
ejecutados por los Estados allende sus fronteras con la bendición del
derecho internacional, tiene un Estado: el terrestre, el marítimo en la
derecho de gentes. extensión del mar territorial y el aéreo suprayacente al territorio
terrestre y marítimo. "Territorio" en sentido jurídico es el espacio
Jiménez de Aréchaga no lo acepta. Para él, Kelsen se ve forzado a dentro del cual el Estado tiene la tacultad de ejercer en forma exclusi-
admitir un territorio en sentido estricto (el de adentro de las fronteras) va las funciones estatales que configuran competencias territoriales
y otro en sentido amplio (el dominio total de validez posible del régi- mayores.
men jurídico de cada Estado particular). Este último se compenetra
con sus equivalentes de otros Estados en ciertos espacios, como lo
ii) La soberanía territorial
reconoce el propio Kelsen, lo que marcaría el fracaso conceptual de la
La soberanía en relación con el territorio se llama soberanía territo-
teoría: en derecho internacional, la expresión "territorio" se usa para
designar el territorio incluido dentro de las fronteras del Estado y lo rial y es un poder que, en ese ámbito, el Estado ejerce sobre las perso-
que Kelsen describe no es el territorio, sino la extensión del orden jurí- nas. Dentro de su territorio, el Estado ejerce una "competencia territorial

5 Jiménez de Aréchaga, Curso de derecho intemacio11al público, T. II, pp. 375/376 y


2 Teoría general del Estado, Madrid, 1934, p. 183.
3 Principios de derecho internacional, Buenos Aires, 1965, pp. 183/184. notas 9 y 10.
6 R.S.A., Vol. II, p. 281.
4 /bid.
196 JULIO BARBOZA
faPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 19/

mayor". Fuera de su territorio, puede ejercer competencias menores, no dnecho de "elegir sus objetivos y medios de desarrollo, de movilizar y
territoriales o externas, basadas en títulos específicos. utilizar cabalmente sus recursos, de llevar a cabo reformas económicas
En cuanto a la competencia mayor, ésta se caracteriza por la fJleni- Y sociales progresivas y de asegurar la plena participación de su pue-
tud de su contenido y por la exclusividad de su ejercicio. blo en el proceso y los beneficios del desarrollo". Conforti es de la
•Plenitud op111ión que estos conceptos van, en realidad, dirigidos a modificar la
El Estado es dueño de reglamentar y de administrar las instituciones reglamentación ele los límites a la soberanía respecto al tratamiento a
extranjeros y a sus bienes.
y actividades humanas más diversas. La competencia estatal se aplica
por vía de legislación, de reglamentación, de jurisdicción o de adminis-
• Exclusividad
tración.
Hay limitaciones a esta plenitud, impuestas por la coexistencia inter- Cada Estado ejerce a través de sus propios órganos, los poderes de
nacional de los Estados. Éstos han aceptado comprometer competencias leg1slac1ón, administración, jurisdicción y coerción en su territorio. La
soberanas, ya sea absteniéndose de llevar adelante ciertas políticas en su igualdad soberana de los Estados prohíbe a los demás inmiscuirse en
territorio, o aceptando otras impuestas desde afuera, o bien prohibiendo prin~ipio, con el ejercicio interno de tales poderes, incluyendo el de
o reglamentando ciertas actividades también por imposición exterior. proh1b1r el acceso al territorio de ciertos extranjeros o de expulsar a los
extranjeros indeseables.
Aunque estas limitaciones vienen de antiguo, como sucede con los
extranjeros en el territorio nacional -que no deben ser tratados por
debajo de ciertos estándares internacionales- modernamente se han "La limitación primordial que impone el derecho internacional al
Estado es la de excluir -salvo la existencia de una regla permisiva en
acentuado debido a la creciente interdependencia entre los Estados que
contrario- todo ejercicio de su poder sobre otro Estado". 7
apareja la globalización, y se han extendido a través de tratados a nue-
vos terrenos, a veces por imperativo del jus cogens, como el de la protec-
En consecuencia, el titular puede oponerse a cualquier actividad de
ción de ciertos derechos humanos fundamentales (de los propios
otro Estado en su territorio. En particular, todo acto de fuerza de un
nacionales), o bien por el principio de la utilización razonable del terri-
Estado en el territorio de otro Estado es ilegítimo si se realiza sin su
torio, que impone la prohibición o reglamentación de actividades que consen ti mi en to.
pueden causar daños transfronterizos (actividades peligrosas o de ries-
La CIJ no admitió en el asunto del Estrecho de Corfú, que la even-
go). Asimismo, se está llegando a la imposición a los Estados de ciertos
tual violación del derecho internacional por un Estado (Albania) autori-
deberes respecto a recursos naturales dentro de su territorio, como en la
zara a otro Estado (el Reino Unido) a ejercer un acto de fuerza en el
Convención sobre protección de la diversidad biológica de 1992.
terri,torio del primero (el rastrillaje del Estrecho de Corfú por la flota
bntarnca) en búsqueda de pruebas.
Las resoluciones de la AGNU sobre soberanía permanente del Estado
sobre sus recursos naturales, que inspiran el alguna vez llamado nuevo En el asunto en que comandos israelíes, en 1960, secuestraron en
orden económico internacional, implican una protección de la sohera·· territorio argentino a Eichmann, antiguo alto funcionario de la Alema-
nía territorial de los Estados. En particular, la Carta de derechos y nia nazi, para juzgarlo en Israel, el Consejo de Seguridad de la ONU
deberes económicos de los Estados contenida en la Resolución resolvió que este último país debía a la Argentina "una reparación ade-
3281 (XXIX), del 12112/1974, "todo Estado tiene y ejerce libremente cuada conforme a la Carta de las Naciones Unidas y a las normas del
soberanía plena y permanente sobre toda su riqueza, recursos natura- derecho consuetudinario" (Resolución del 23/6/1960).
les y actividades económicas". Igualmente milita el principio conteni-
7
do en el artículo 7 de la Carta, en el sentido de que el Estado tiene el C:PJI, caso Lotus, Serie A, Nº 10, pp. 18/19.
ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 199
198 juuo BARBOZA
de soberano con exclusión de Panamá. 9 Las "capitulaciones" son otro
Por el contrario, en el caso Alvarez Machain, secuestrado en México
ejemplo de limitaciones como las que estamos considerando; eran con-
por personas que actuaron por cuenta de los Estados Unidos, la Corte venios entre ciertos Estados occidentales y otros "fuera de la Cristian-
Suprema de ese país consideró que las jurisdicciones penales norteame- dad", como los celebrados por Potencias occidentales con el Imperio
ricanas eran competentes para juzgar a un súbdito extranjero secuestra- Otomano, y más tarde con Persia y Afganistán. Por su virtud, las pri-
do en el territorio del Estado de su nacionalidad, aun cuando existiera meras se reservaban el derecho de juzgar -generalmente a través de los
entre las partes un tratado de extradición vigente. Pero ese fallo no fue cónsules- a sus propios súbditos por hechos o actos cometidos en
bien recibido en la comunidad internacional ni aceptado por ésta como jurisdicción de los otros miembros del Tratado. 10 Esos convenios per-
dieron vigencia y el sistema no volvió a utilizarse.
derecho vigente.
Limitaciones a la exclusividad
Las limitaciones a la exclusividad de la soberanía territorial se consa- También hay limitaciones a la soberanía territorial en las relaciones
gran principalmente en las normas sobre inmunidades de jurisdicción de los Estados con las organizaciones internacionales, limitaciones que
en territorio nacional de jefes de Estado y de diplomáticos extran¡eros se establecen a veces en el tratado constitutivo de tales organizaciones o
así como de buques y aeronaves de guerra de esa misma condición. bien resultan del convenio de sede que se celebra entre la organización
Dichas normas imponen a los Estados territoriales un deber de absten- y el Estado huésped. En el primer caso rigen para todos los Estados
ción respecto a ciertos actos sobre las personas referidas (jefes de Esta- miembros, en el segundo entre el Estado territorial y la organización y
do, diplomáticos) o en los ámbitos mencionados (buques Y aeronaves en ambos casos se imponen para que la organización pueda cumplir
de guerra). Hay excepciones o limitaciones a la soberanía sobre ciertos con los fines de su Estatuto.
territorios establecidas por tratado, como el Tratado de Límites entre l~
Argentina y Chile de 1881, que neutraliza el Estrecho de Magallanes. Un ejemplo de las primeras es el artículo 43 de la Carta de la ONU,
Por la vía convencional, un Estado puede también contraer la obliga- que impone a los Estados miembros la obligación de acordar el dere-
cho de paso por su territorio a las fuerzas multinacionales creadas en
ción jurídica de autorizar a otro Estado el ejercicio de ciertos actos de
virtud de los poderes que el artículo 42 confiere al Consejo de Seguri-
soberanía en su territorio. dad y de las segundas, las obligaciones que impone a los Estados Uni-
dos su Convenio de Sede con la ONU y que se refieren a las misiones
Tales serían los casos de arrendamientos, en que un Estado cede a
acreditadas ante la ONU en Nueva York y a los delegados que inte-
otro parte de su territorio por un período de tiempo, reservándose una
gren tales misiones en forma permanente o temporaria.
soberanía meramente residual. Hong Kong fue cedido por la China en
arrendamiento al Reino Unido y Macao a Portugal. El primero volvió
9
a la soberanía plena de la República Popular China el 1 de julio de La República de Panamá asumió la responsabilidad total por la administración, funcio-
1997, en virtud de un posterior tratado entre ambas partes, y el segun- namiento y mantenimiento del Canal de Panamá al mediodía del 31 de diciembre de 1999
do en 1999. Algo parecido son las cesiones de administración, como (ver Tratado Torrijos-Carter). La entidad gubernamental, denominada la Autoridad del
Canal de Panamá, creada por la Constitución Política de la República de Panamá y organi-
la Zona del Canal de Panamá, de 1O km de ancho, dentro de la cual zada por la Ley 19 del 11 de junio de 1977 es la responsable de la administración del canal.
los Estados Unidos gozarían de todos los derechos, poder y autoridad JO Oppenheim dice que los nacionales de ciertos Estados europeos" ... al entrar en el terri-
tono de estos Estados asiáticos y africanos permanecían enteramente bajo la jurisdicción de
su Estado nacional, cuyos cónsules ejercitaban esa jurisdicción sobre sus compatriotas, nor-
8 Artículo V: "El Estrecho de Magallanes queda neutralizado a perpetuidad Y asegura- malmente sobre las bases de leyes del derecho interno de aquel Estado nacional; por ejemplo
da su libre navegación para las banderas de rodas las nacione.s .. End interés de ascgura.r en el caso de Gran Bretaña sobre la base del Acta de jurisdicción extranjera" (Foreign Juris-
esta libertad y neutralidad no se construirán en las costas fort1f1cac10ncs m defensas mili- diction Act). Intematio11al L.aw, T. !, s·• edición, 1962, p. 683 (traducción nuestra).
tares que puedan contrariar ese propósito".
JULIO BARBOZA ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 201
200

El árbitro Huber examina en forma medular la naturaleza de la


b) Espacios que comprende
El territorio de un Estado comprende: adquisición de territorios en un célebre laudo sobre la isla de Palmas,
• el territorio terrestre, incluyendo el suelo y el subsuelo; cuya lectura es indispensable para el que quiera captar esta institución
• las aguas interiores y el mar territoria_l, así_ como su lecho ~ subsuelo; correctamente. En su laudo, Huber examina las formas de adquisición
• el espacio aéreo sobre tierra, aguas mtenores y mar terntonal. y ve que en todas ellas hay un acto de efectiva aprehensión: en la con-
quista -cuando no estaba proscrita como lo está hoy- o en la ocupa-
· 1 s lagunas ' esteros ' baña-
Las aguas interiores compren d en 1os nos, ago , . ción, así como en la cesión cuando el cedente tiene la facultad de
A · · las aguas de c1er-
dos y demás dentro del territorio terrestre. s1m1sm 0 ' . . . . disponer efectivamente del territorio. Lo mismo sucede en la acreción,
tas bahías y las de puertos y radas, así como las mantimas situadas que ocurre cuando hay un soberano capaz de extender su soberanía a
'neas de base recta. El mar terntonal y las aguas
entre la cos t a Y las ll cualquier punto que caiga en la esfera de su actividad.
interiores marítimas constituyen el territorio marítimo del Estado. Esta efectiva aprehensión se traduce en el despliegue de las funciones
estatales en el territorio de que se trate. Tal es, en efecto, la esencia de
Más allá del mar territorial, el Estado tiene derechos soberanos _espe-
la adquisición, que requiere por un lado el animus domini y por el otro
cíficos, pero no soberanía plena: en la zona contigua con.serva c1ert~s
un efectivo ejercicio de las competencias estatales, el corpus del derecho
··ompetencias y en la zona económica exclusiva (ZEE) as1 como en a
romano.
;lataforma continental allende las aguas terri_t~riales, los llamado~
Pero ni aún el derecho internacional, con su énfasis en la efectividad
"derechos soberanos" de exploración y explotac1on de r~cursos natura
. 'fºica, etc. N o son, por ende ' ni la zona cont1- y en el positivo control del territorio puede prescindir de otra noción: la
les de investigación c1ent1 del título, que asegura que no sea necesario un ejercicio efectivo de la
' . .
ua ni la ZEE parte de su terntono. . . soberanía todo el tiempo y en toda la extensión del territorio. El título,
g Los dominios marítimo y aéreo son dependencia del domm10 terrestre.
o sea, el derecho a ejercer la soberanía territorial, garantiza que no se
"Es la tierra la que confiere al Estado ribereño un derecho sobre las aguas
pierda la soberanía por el mero hecho de su no ejercicio temporal sobre
- tas" 11 La tierra es "la fuente jurídica de la potestad que parte del territorio.
que banan sus cos · .. ,, 1J
un Estado puede ejercer sobre las prolongaciones mantimas . -

2. Modos de adquisición de territorios. Formas originales y derivadas


B. Territorio terrestre
Hay formas originales y derivadas de adquisición. Son originales
cuando el territorio adquirido es res nullius, esto es, un territorio sobre
1. Introducción el que ningún Estado ejerce soberanía y son derivadas aquellas en que
un territorio bajo la soberanía de un determinado Estado pasa a some-
¿Qué significa que un Estado adquiere u~ te~ritorio? Significa que terse a la de otro Estado. Hoy en día, no quedando prácticamente terri-
. . 1 suyo propio otra parcela terntonal por alguno de los torios res nullius en el mundo, las formas de adquisición son derivadas.
mcorpora a .
medios que el derecho de gentes autonza. Sin embargo, cuando se trata de resolver disputas de soberanía sobre
un territorio, muchas veces es necesario desentrañar la situación jurídi-
ca de ese territorio en épocas anteriores y de ahí la utilidad del conoci-
11 CIJ caso Pesquerías, Reports, 1951, P· 133. 37
12 CIJ'. caso de la .Plataforma continental del Mar del Nurte, Reports,
1969
'p. -· miento de las formas originales de adquisición. Lo mismo sucede en los
202 Juuo BARBOZA ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 203

casos en que un territorio es abandonado por su soberano y se transfor- iii) La ocupación


ma en res derelicta, o sea vuelve a ser de nadie. Como dijimos antes, inspirada en el derecho romano de la propie-
dad, la adquisición de un territorio en el derecho de gentes necesita de
a) Las formas originales ~n animus de apropiación y de ciertos hechos concretos que lo mani-
i) Asignación de territorios por el Papado fiesten. Tales hechos son normalmente las funciones estatales desplega-
El Papado asignó, a través de bulas pontificias en los siglos XIV y XV, das en el ámbito territorial de que se trate; ellas pueden asumir formas
a España las islas Canarias y a Portugal la costa occidental del África. diferentes que configuren o no una ocupación efectiva según las cir-
En el tiempo de los grandes descubrimientos, el papa Alejandro VI, por cunstancias particulares de cada caso.
su Bula Intercaetera de mayo 4 de 1493, otorgó a España título sobre La efectividad es la clave para que la ocupación tenga el efecto de
todas las tierras nuevas al Oeste del meridiano que pasaba a 100 leguas adquirir el territorio de que se trate. El somero examen de varios casos
de las islas de Cabo Verde, y a Portugal las que se encontraran al Este de j~rispr~dencia lo mostrará: desde actos casi impalpables de compe-
del mismo meridiano. Por el Tratado de Tordesillas, ambos países t~nc1a terntonal como en el caso de la isla de Clipperton, 0 con actos
corrieron la línea divisoria hacia el Oeste, lo que fue confirmado por el aislados y escasos sin ocupación física, como en el de Groenlandia orien-
papa Julio II en 1506. En todo caso, las potencias que no fueron favo- tal, hasta un despliegue mayor como el exigido para la isla de Palmas.
recidas en ese reparto, como Francia, Inglaterra y los Países Bajos, no • Isla Clipperton
reconocieron la decisión papal. La isla de Clipperton está situada en el Pacífico a 1200 km al SE de
ii) El descubrimiento México y fue objeto de una disputa entre este país y Francia.14 En 185 8
La reforma religiosa conspiró contra la asignación de territorios a un teniente francés que viajaba en un buque mercante cerca de la isla
través de decisiones papales. Grocio limitaba los efectos de tales deci- -deshabitada- la declaró territorio francés, dio aviso al cónsul de su
siones sólo entre los Estados beneficiarios, excluyendo así a los terce- naci~n~lidad en H.~nolulu, quien lo notificó al gobierno de Hawai y
ros Estados para los que no tendrían fuerza obligatoria. A partir del publico la declarac10n en el diario local.
siglo XVI tuvo alguna influencia la teoría de la prioridad del descubri- F~ancia no ocupó materialmente la isla. En 1897 un buque de guerra
miento como título de adquisición, pero nunca el mero descubrimiento mexicano desembarcó en ella y forzó a sus tres habitantes a izar la ban-
fue factor decisivo en cuanto a dicha adquisición; según algunos auto- dera ~exicana. México declaró que la isla había sido descubierta por
res debía ser seguido de un acto simbólico de aprehensión, como la Espana, a la que había sucedido en el título de soberanía.
instalación de una cruz con las armas reales o algo en ese estilo. 13 En El árbitro decidió que la isla era francesa, porque México no pudo
todo caso, muy pronto se estableció que esa ocupación ficta no basta- probar el hecho del descubrimiento por España y por su parte Francia
ba y que el descubrimiento daba solamente una preferencia al descu- nunca había abandonado su reclamación.
bridor y mantenía esa preferencia por un tiempo razonable, el El ~-escubrimiento alegado por México no fue reforzado por mani-
suficiente para que el Estado beneficiario lo completara con una ocu- festac10n alguna de soberanía hasta la excursión de la cañonera. La isla
pación efectiva. Era, entonces, un título embrionario o provisional, lo era terra nullius y susceptible por ende de ocupación cuando Francia
que los angloamericanos llaman un inchoate title que debía ser com- procl~mó su soberanía sobre ella, y aunque Francia no la ocupó jamás
plementado. matenalmente, el árbitro determinó que los actos exteriores del animus
occupandi podían asumir diferentes formas y que, estrictamente

14
13 Jiménez de Aréchaga, op. cit., p. 382. (1932) 2 RIAA 1105. Árbitro único el rey de Italia, Víctor Manuel III.
204 JULIO BARBOZA EsPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 205

hablando, y en los casos ordinarios, eso sólo sucede cuando el Estado oriental no hubiera sido poblada. La legislación, por ejemplo, es una
establece en el territorio mismo una organización capaz de hacer respe- forma obvia de ejercicio del poder soberano, y ésta había sido dictada
tar sus leyes. para todo el territorio de Groenlandia. Hubo también concesiones de
Pero agregó que pueden existir casos en que no es necesario acudir a comercio, caza y minería hechas sobre la base de que el rey de Dinamar-
este método de toma de posesión, como cuando un territorio está com- ca estaba en posición de otorgar un monopolio válido en la costa Este.
pletamente deshabitado. En tal caso, desde el momento en que el Esta- Idéntica cosa sucedió en cuanto a concesiones para la erección de líneas
do ocupante aparece allí, el territorio queda a su entera disposición y la telegráficas y a la legislación que fijaba los límites del mar territorial.
ocupación debe considerarse completa. Asimismo, en numerosos tratados, Dinamarca en conjunción con los
otros Estados partes, había excluido de su aplicación a todo el territo-
Este caso es un ejemplo de que cuando dos reclamaciones concurren, rio de Groenlandia.
por pequeña que sea la ventaja de una sobre la otra, es suficiente para Teniendo en cuenta lo anterior, y la ausencia de toda reclamación de
que el título se le otorgue. En todo caso, no es demasiado convincente soberanía sobre Groenlandia por ninguna otra potencia, Dinamarca
esta sentencia arbitral, considerando que Francia no completó el título debe ser considerada como habiendo desplegado durante el período de
que pudo darle el descubrimiento o si se quiere, la impalpable toma de 1814 a 1915 su autoridad sobre la parte no colonizada del territorio en
posesión del teniente francés y que por 39 años jamás dio señal de un grado suficiente como para conferirle un título válido de soberanía.
querer incorporar ese territorio al suyo propio. • Isla de Palmas16
La isla de Palmas, o Miangas, está situada al sur de la isla de Minda-
• Groenlandia oriental1 5 nao en el archipiélago de las Filipinas. Estados Unidos alegaba que
En julio de 1931, Noruega ocupó la porción oriental de Groenlan- España se la había cedido por el Tratado de París de 1898. El título
dia, aduciendo que se trataba de una terra nullius. Dinamarca sostenía, español se basaba a su vez en el descubrimiento y en la contigüidad de
en cambio, que su soberanía se había extendido sobre toda Groenlan- la isla con el archipiélago de las Filipinas, de soberanía española.
dia desde cerca de 1721. Merece destacarse que Dinamarca, fuera de Holanda se basó principalmente en los actos de soberanía realizados
toda duda, había colonizado una parte de Groenlandia occidental, lo por ella sobre la isla desde alrededor de 1700.
que no le fue discutido. El árbitro único Huber falló en favor de Holanda. Conviene recor-
El tribunal decidió que Dinamarca poseía un título válido de sobera- dar, como lo hizo él, que la isla estaba habitada permanentemente, y
nía sobre Groenlandia oriental. Explicó en su decisión algo que deci- ocupada por una población suficientemente numerosa como para que
mos más arriba, en el sentido de que en muchos casos los tribunales se fuera posible que sobre ella se ejercieran actos de administración por
han satisfecho con muy poco en cuanto al efectivo ejercicio de derechos períodos largos.
soberanos sobre un territorio, en tanto y en cuanto el rival no pudiera Los títulos invocados por los Estados Unidos fueron rechazados:
exhibir un reclamo superior, lo que era particularmente cierto en caso España no podía haberle cedido sino los que ella misma poseyera sobre
de reclamaciones de soberanía en áreas poco pobladas o en Estados no la isla. Analiza entonces el fallo el valor del descubrimiento, del derecho
bien establecidos. intertemporal, de la cesión y de la contigüidad.
En suma, el Tribunal encontró que el rey de Dinamarca había realiza-
- Descubrimiento. No crea un título definitivo, sino sólo incoado
do actos de jurisdicción válidos para toda Groenlandia, aunque su parte -esto es, imperfecto- que, según la opinión que prevaleció al menos

16 (1928) 2 RIAA 829. Árbitro único Huber.


l5 Corte Permanente de Justicia Internacional (1933), Series A/B, N" 53.
206 Juuo BARBOZA ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 207

durante el siglo XIX, debe completarse dentro de un lapso razonable con despliegue real, continuo y pacífico de las funciones estatales por
la ocupación efectiva sobre el territorio reclamado. Cualquiera hubiese Holanda en el territorio objeto de la controversia.
sido la concepción anterior, Huber consideró que en el derecho interna- iv) La accesión
cional de su propia época, un acto de aprehensión efectiva fundamenta- La accesión es otra forma original de adquirir territorios: nuevos
ba o estaba detrás de todas las formas de adquisición de territorio. El terrenos se agregan al territorio propio por obra de la naturaleza, como
derecho "intertemporal" exigía entonces esa ocupación efectiva para el llamado aluvión, o la avulsión, o bien por obra del hombre, como en
completar el título, que el nuevo derecho consideró "incoado'', del des- los casos de ganancia de terreno al mar (polders holandeses). La avul-
cubrimiento. sión sucede cuando un terreno se incorpora en bloque y súbitamente y
- Derecho intertemporal. La insistencia creciente, desde mediados del el aluvión cuando el proceso es lento, como sucede con la formación de
siglo XVII, de que la ocupación fuera efectiva, sería inconcebible si sólo islas en un delta (islas del delta del Paraná y del Río de la Plata).
se exigiera para el acto de adquisición de un derecho y no igualmente v) Adyacencia, continuidad y contigüidad
para su mantenimiento. El árbitro Huber se pronunció por el llamado Acabamos de ver cómo Huber descalifica la contigüidad como títu-
derecho "intertemporal" para calificar un acto jurídico. Eso quiere lo invocable y su posición es correcta en un contexto como el de la isla
decir que no basta con que dicho acto sea válido según el derecho de Palmas. En otros contextos, sin embargo, han sido invocadas la con-
vigente al tiempo de su realización, sino que es necesario que el titular tinuidad y la adyacencia, siendo esta última una forma extrema de
del derecho subjetivo que ese acto creaba hubiera ido cumpliendo con contigüidad, del territorio como título de apropiación de algunos
las exigencias normativas de tiempos posteriores para la creación o sub- espacios marítimos con ciertas particularidades físicas que los hacían
sistencia de ese mismo derecho. 17 En el mismo sentido, la CIJ en el aparecer como la "prolongación" de un territorio estatal y por ende
asunto del Sahara Occidental. 18 su accesono.
- Cesión. Aun cuando se considerara que el título de España todavía
valía como incoado en 1898, fecha del tratado de París en cuyo artículo "El derecho del Estado ribereño sobre su plataforma continental tiene
III se habría hecho la cesión, aun así un título incoado no puede preva- por fundamento la soberanía que ejerce sobre el territorio del cual la
lecer sobre el despliegue continuo y pacífico de autoridad que Holanda plataforma continental es la prolongación natural bajo el mar" . 19
había venido ejerciendo.
- Contigüidad. Aunque los Estados han sostenido en ciertas circuns- Este dicho de la Corte Internacional de Justicia fue modificado más
tancias que islas relativamente cercanas a sus costas les pertenecían en tarde por la misma Corte en el caso de la Plataforma continental
razón de su situación geográfica, es imposible mostrar la existencia de Libia/Malta para adaptarlo a las modificaciones en el concepto de pla-
una regla de derecho internacional positivo que establezca que islas taforma continental que incorporó la Convención de las Naciones Uni-
situadas fuera de las aguas territoriales pertenecen a un Estado por el das sobre derecho del mar.
mero hecho de que su territorio constituye la terra firma (el continente En el texto de Montego Bay se introduce la noción de adyacencia,
o isla de tamaño considerable más cercano). haya o no conformación geográfica de plataforma, como resultado de
- La ocupación efectiva. En varios pasajes de su fallo, el árbitro lo cual las nociones de "prolongación natural" y de "distancia" se
Huber se refirió a la ocupación efectiva, a la que caracterizó como un hacen complementarias

17 RSA, Vol. II, p. 84.5. 19


Sentencia del 20 de febrero de 1969, CIJ, caso de la Plataforma contine11tal del Mar
18 Reports, 197.5, pp. 38/39. del Norte, Reports, 1969, p. 30.
208 Juuo BARBOZA ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 209

"Cuando el margen continental no llega a las 200 millas, la prolonga- a "todas las tierras bañadas por las aguas situadas entre una línea que
ción natural que, no obstante su origen físico ha adquirido a lo largo se extienda hasta el norte desde su extremidad oriental y otra línea que se
de su evolución el carácter de una noción jurídica crecienteme_nte com- extienda hasta el norte desde su extremidad occidental". 23
pleja, se define en parte por la distancia de la costa, cualquiera sea la
naturaleza física del fondo y del subsuelo del mar más acá de esa dis- En suma, aquellos países que como Rusia, Noruega, Dinamarca a
tancia. En consecuencia, las nociones de prolongación natural y de través de Groenlandia, el Canadá y los Estados Unidos, tienen un lito-
distancia no son nociones opuestas sino complementarias, que conti- ral que da sobre el Océano Ártico tendrían derecho, según esta noción
núan siendo una y otra elementos esenciales de la concepción jurídica
de la contigüidad y continuidad aplicada a las regiones polares, a un
de la plataforma continental". 2 º sector de ese territorio con vértice en el Polo Norte y con lados en los
dos meridianos que lo unen con los puntos extremos de su litoral sobre
La noción de "adyacencia" se perfilaba en las sentencias de la CIJ
el Ártico. En 1920, la URSS formuló una proclamación adoptando esta
del 24 de febrero de 1982 y del 12 de octubre de 1984, en el asunto de
teoría y en 1926 precisó los límites de su sector.
la Plataforma continental (Túnez y Libia),21 así como de la Sala que
Tocante su validez, debe recordarse que en el Ártico fue adoptada
entendió en el asunto del Golfo de Maine. 22 Veremos a continuación
por Canadá y la ex-URSS y en la Antártida por varios países, entre
cómo han jugado estas nociones en el caso de las regiones polares.
otros la Argentina.

b) Las regiones polares


En un curso que dio Dollot en la Academie de Droit lntemational de
El fallo sobre la Groenlandia oriental aplicado a las regiones polares La Haya, dijo que "los demás Estados árticos la han aplicado sin
demuestra que, para el derecho de gentes, aquellas regiones pueden ser nombrarla " 24 y sin duda que en esa zona del mundo la teoría introdu-
objeto de apropiación por los Estados. A ese respecto, también las teo- ce un factor de orden en cuanto a la soberanía de aquellos Estados
rías de la contigüidad y de la continuidad han recobrado algún impul- sobre las islas que allí se encuentran, amén de que es difícil que Esta-
so, teniendo en cuenta que el medio físico de que se trata es de tal dos exteriores o no contiguos puedan ser admitidos en la competencia
índole que la ocupación permanente resulta muy difícil. por el dominio sobre tales tierras.
i) El Ártico
En cuanto al Ártico, la teoría de la contigüidad se expresa a través ii) La Antártida
de los sectores, y ha sido invocada por varios países. Como se sabe, en A diferencia del Ártico, se trata de un continente cubierto por los hie-
el casquete polar norte sólo hay una gruesa capa de hielo, así como los. Varios países tienen reclamaciones sobre la Antártida en forma de
ciertos archipiélagos y otras islas. sector, incluso el nuestro, que ha proclamado su soberanía entre los meri-
dianos de 25º y de 74º. Ellos son, además de la Argentina, Australia, Chi-
El senador Pascual Poirier la invocó en el Senado canadiense en 1907 y le, Francia, Noruega, Nueva Zelandia, y el Reino Unido. En algunos
la consideró aplicable en el Ártico, cuyas características climáticas no casos, tales sectores se superponen parcialmente, como el chileno, el
permitían, en su concepto, la ocupación material. Los países cuyo territo- argentino y el británico. Los Estados Unidos no han reclamado ningún
rio se extendiera hasta dentro del casquete polar ártico tendrían derecho sector, pero tampoco reconocen las reclamaciones de los demás países.

20 23
Sentencia del 3 de junio de 1985, Rec. 1985, pp. 33/34. Debates of the Senate of the Do111i11ion of Ca11ada, 1906/1907, pp. 266/273. Cita-
21 Rec. 1982, p. 61. do en Jiménez de Aréchaga, op. cit., p. 396.
24 Recueil, T. 75, p. 170.
22 Rec. 1984, p. 277.
210 JULIO BARBOZA ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 211

En 1955, el Reino Unido presentó ante la CIJ una solicitud para que pacíficas, en particular a la investigación científica. El primer principio es
ésta confirmara su alegada jurisdicción respecto de la Argentina y Chile confirmado en el artículo 1, que prohibe su militarización, al no permitir
en relación con su pretendido sector antártico, basado en su posesión el establecimiento de bases militares, y la realización de maniobras o de
sobre las islas Malvinas y dependencias. No habiendo aceptado la juris- ensayos de cualquier clase de armas, aunque no se prohiba el empleo de
dicción de la Corte ninguno de los dos países invitados a comparecer, el personal o de equipos militares en la realización de actividades pacíficas.
asunto debió ser radiado de su agenda en 1956. El artículo 5 excluye toda explosión nuclear en el ámbito del tratado
iii) El Tratado antártico o la introducción en dicha zona de desechos radioactivos.
Con el objeto de excluir a la Antártida del campo de la Guerra Fría y • La investigación científica
para facilitar la investigación científica, se firmó en Washington el lla- El artículo 2 se ocupa de la investigación científica, cuya libertad pro-
mado Tratado antártico en diciembre 1 de 1959. Su ámbito de aplica- clama y que se ve facilitada por la circunstancia de que, como cualquier
ción es la zona comprendida al sur del paralelo de 60º de latitud austral otra actividad en la Antártida, no genera título alguno de soberanía para
y dentro de ella el continente y los hielos adheridos a las costas, mientras el futuro. La cooperación es materia del artículo 3; está muy desarrollada
que las aguas se consideran alta mar aunque estén congeladas tempora- entre los países miembros del Tratado antártico y se aplica a todas las
riamente. Además de la Argentina, los otros miembros originales son actividades en la zona incluyendo en especial la investigación científica.
Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelandia, Noruega, • Las partes consultivas
Unión Sudafricana, Unión Soviética, Reino Unido y Estados Unidos. Los miembros originales y aquellos que manifiesten un interés espe-
• La "cláusula paraguas" cial en la Antártida, concretado en actividades o establecimiento de
El Tratado incluye una "clásula paraguas" que, al tiempo que preser- bases, son las Partes consultivas y gozan de una situación especial. Se
va los eventuales derechos originados en las reclamaciones de las Partes reúnen cada dos años para considerar cualquier tema relativo a la vida
hasta ese momento, congela las pretensiones de soberanía mientras dure del tratado y adoptan recomendaciones por unanimidad.
su vigencia y priva a las actividades antárticas de toda posibilidad de • Protección del medio ambiente antártico
generar títulos para el futuro o de reforzar los que pudieran tener. La existencia de recursos naturales marinos, la falta de reglamenta-
ción en lo relativo a zonas de pesca y de la plataforma continental, así
Dicha cláusula es considerablemente elaborada. En su primer párrafo, como el temor a la eventual contaminación en una zona tan delicada y
niega que las disposiciones del tratado puedan ser invocadas como una de tanta importancia ecológica determinó la celebración de varios ins-
renuncia de las Partes a sus derechos de soberanía territorial ni a cual- trumentos internacionales de protección del medio ambiente. Así, la
quier fundamento de reclamación de soberanía territorial ni afectará su Convención de Canberra de 1980 relativa a la protección de la flora y
reconocimiento o no reconocimiento de la soberanía territorial de otro fauna marinas y luego la de Wellington de 1988 sobre responsabilidad
Estado en la región. En su segundo párrafo establece que ningún acto o
por daños causados debido a la exploración y explotación de los recur-
actividad que tenga lugar en la Antártida servirá de fundamento para
sos minerales en la Antártida, que quedó sin embargo en suspenso por
hacer valer, apoyar o negar cualquier reclamación de soberanía territo-
rial ni para crear derechos de soberanía. Tampoco se podrán ampliar la cerrada oposición de Francia y de Australia a cualquier actividad
las reclamaciones ya existentes ni formularse nuevas reclamaciones. minera en la zona hasta nueva decisión.
Asimismo, se celebró en octubre 4 de 1991 el Protocolo de Madrid
• Exclusividad de actividades pacíficas que protege el medio ambiente antártico. El Protocolo en cuestión
En el preámbulo se expresa el objeto y fin del tratado: que en interés de declara a la Antártida una reserva natural, consagrada a la paz y a la
la Humanidad, la Antártida se reserva exclusivamente a las actividades ciencia y reglamenta cuidadosamente, con ese propósito, las actividades
212 JULIO BARBOZA ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 21.l

generales allí realizadas. Establece la obligatoriedad de un EIA (evalua- el Reino Unido, a cambio del reconocimiento alemán del protectorado
ción del impacto ambiental) antes de iniciar cualquier nueva actividad. británico en Zanzíbar y de algunas concesiones territoriales en Uganda.
Prohibe asimismo toda actividad minera por cincuenta años, a menos Finalmente, la cesión requiere para perfeccionarse el despliegue en el
que la unanimidad de las Partes decida otra cosa. territorio cedido de las competencias territoriales del Estado sucesor. La
• La Antártida, ¿es un espacio común internacional? CPJI determinó que la soberanía en el territorio cedido continúa siendo
Existe la tendencia, en algunos autores y sobre todo entre algunos del anterior soberano hasta que se produzca "la completa desaparición
Estados, a considerar que toda la Antártida es un espacio común inter- de todo vínculo político con el Estado cedente, aunque el tratado relati-
nacional y por ende a invalidar las reclamaciones de soberanía territorial vo a la cesión hubiera entrado en vigor" .26
hechas. Es posible que, si la opinión de la comunidad internacional en su ii) La conquista
conjunto así lo considerara, las partes de la Antártida que no han sido Desde el Pacto Kellogg-Briand de 1928, en que comienza a prohibir-
objeto de reclamaciones territoriales hasta el presente se caracterizaran se el uso de la fuerza en forma absoluta, la conquista deja de ser un
como un espacio común internacional, no susceptible por ende de apro- medio lícito para adquirir territorios. El régimen de la Carta de las
piación. Pero no es correcto que, en tiempos en que los países interpusie- Naciones Unidas (artículo 2, inciso 4) y la confirmación explícita hecha
ron tales reclamaciones, ello fuera así. La Antártida en ese entonces era por la Resolución AGNU 2625 (XXV) han prohibido formalmente la
res nullius y nadie contrarrestó los actos de ocupación ni las pretensio- conquista de territorios por la fuerza. Esta última resolución, en el tex-
nes territoriales que fueron su consecuencia basándose en que existía to que consagra la interdicción del uso de la fuerza como principio de
sobre ella un derecho superior o dominante de la comunidad internacio- derecho internacional, dice así en relación con el territorio:
nal que la constituyera en un espacio público internacional.
"El territorio de un Estado no será objeto de adquisición por otro
Estado derivada de la amenaza o el uso de la fuerza. No se reconocerá
c) Las formas derivadas de adquisición territorial
como legal ninguna adquisición territorial derivada de la amenaza o el
i) La cesión
uso de la fuerza".
Las formas derivadas más corrientes son las que emergen de una
cesión, esto es, de un traspaso voluntario del título a través de un trata- La ocupación militar japonesa de la Manchuria y la instalación allí
do. La cesión ha sido definida como "la renuncia efectuada por un del gobierno títere del Manchukúo motivaron la reacción de los Esta-
Estado, en favor de otro, de los derechos y títulos que el primero pudie- dos Unidos cuyo Secretario de Estado, el señor Stimmson, en nota diri-
ra tener sobre el territorio en cuestión" .2 5 gida a los Gobienos de China y Japón hizo presente la actitud de su
Las cesiones se hacían en diversas ocasiones: por un tratado de paz, Gobierno de no reconocer situaciones de hecho o tratados que modifi-
como en la cesión de la Alsacia-Lorena por Francia a Alemania luego de caran la soberanía de China ni situaciones o acuerdos que surgieran de
la guerra de 1870; como contraprestación por un servicio recibido, como medios contrarios al Pacto Kellogg-Briand. Tal fue el contenido de la
en la cesión de Saboya y del condado de Niza de Cerdeña a Francia, por doctrina Stimmson, recogida por la Asamblea de la Sociedad de Nacio-
la ayuda de ésta a la concreción de la unidad italiana; o resultado de una nes, el 11 de marzo de 1932, al proclamar la obligación de sus Estados
compra, como la de Alaska, por los Estados Unidos a Rusia o, en fin, en miembros de no reconocer ninguna situación, tratado o acuerdo obteni-
forma de permuta, como la cesión de la isla de Heligoland a Alemania por dos por medios contrarios al Pacto de la Sociedad de Naciones o al Pac-
to de París de 1928 (Kellogg-Briand).
l.I Arbitraje entre Alemania y la Comisión de reparaciones, sobre interpretación del
artículo 260 del Tratado de Versalles, citado en Rousseau, op. cit., p. 241 y nota 14. 26 CP]l, Serie A, N" 7, p. 30.
214 Juuo BARBOZA
ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 215

En el ámbito interamericano, merece recordarse por su condición de Como quiera que se lo llame, existe un mecanismo doble de adquisi-
precursora de posteriores pronunciamientos universales, el Pacto Saave- ción por el despliegue de funciones estatales en un territorio: la ocupa-
dra Lamas, celebrado en Río de Janeiro el 10 de octubre de 1933 y el ción cuando es res nullius, en cuyo caso el tiempo no juega mayor
artículo 11 de la Convención sobre derechos y deberes de los Estados papel, y el otro cuando el ejercicio de soberanía es adverso, o sea, se
de Montevideo, 1933, así como las declaraciones de la Conferencia aplica a un territorio que tenía un soberano original, en el cual el tiem-
interamericana de Buenos Aires de 1936 y la de Lima de 1938, que se po serviría, si hay aquiescencia del soberano, para certificar su abando-
reflejaron en el artículo 20 de la Carta de la OEA de 1948: no del título. El abandono sería la verdadera razón por la cual el nuevo
lo adquiere.
"El territorio de un Estado es inviolable; no puede ser objeto de ocu-
pación militar ni de otras medidas de fuerza tomadas por otro Estado,
El profesor Charles De Visscher prefería referirse a ambos bajo el títu-
directa o indirectamente, cualquiera que fuere el motivo, aun de
lo de "consolidación por títulos históricos", fórmula utilizada en su
manera temporaria. No se reconocerán las adquisiciones territoriales
voto como juez de la CIJ en el caso de las pesquerías noruegas. En rea-
o las ventajas especiales que se obtengan por la fuerza o por cualquier
lidad, en el caso citado se trató de la adquisición de una parte del mar
otro medio de coacción" (bastardillas nuestras).
por el ribereño con la aquiescencia 28 de la generalidad de la comuni-
dad internacional.
iii) La prescripción adquisitiva
Se ha discutido en la doctrina si esta institución es parte del derecho La condición del abandono está abonada por la opinión, entre otros,
internacional general. La jurisprudencia no se ha pronunciado claramente de Sir Gerald Fitzmaurice, cuando consideró en su curso general de La
al respecto: los tribunales internacionales han evitado cuidadosamente Haya el principio ex injuria non oritur jus: un Estado puede, por una
fallar sobre su base los casos en que hubiera podido aplicarse. Suele citar- violación legal consentida por otros Estados, construir un derecho pres-
se en apoyo de la existencia de la prescripción adquisitiva la opinión de criptivo o histórico, y da como uno entre otros ejemplos, " ... la adquisi-
Huber, que en su célebre fallo de la isla de Palmas hizo predominar el ción de título a un territorio mediante el proceso conocido como
despliegue pacífico de soberanía durante un cierto tiempo por encima prescripción adquisitiva".
del descubrimiento. Se habría hecho predominar en este caso la efecti- Considera que la esencia del proceso por el cual un Estado adquiere
vidad sobre el título. Pero hay que considerar que para él, el descubri- un derecho al territorio de otro por prescripción, es el ejercicio de la
miento era un mero título incoado o incompleto, que había sido dejado posesión adversa o ilegal o se basa en otros actos asertivos de soberanía
por muy largo tiempo sin completar con la ocupación efectiva. sobre el territorio, igualmente ilegales y nulos, ejecutados por ese Esta-
Rousseau quita importancia al debate, por cuanto si el territorio sobre do. No obstante lo anterior, Sir Gerald concluye que el derecho así
el cual se pretende adquirir el título es res nullius, pues entonces se trata- adquirido no se fundamenta en la ilegalidad de los actos que le dan ori-
rá de la ocupación, y si es prescripción adversa -esto es, contra un título gen, sino en otro proceso paralelo al primero y que consiste en la inac-
anterior- el asunto se resuelve solo: o bien no hay protestas del anterior ción del antiguo soberano, que abandona su título o permite su
soberano, en cuyo caso el título es del que posee en aplicación de la teoría extinción o lo pierde por su omisión de mantenerlo. 29
del silencio y por ende del abandono del título, o bien aquél se resiste y
protesta, en cuyo caso no hay abandono ni transferencia de título. 27
28 ICJ, Reports, 1951, p. 130.
29 "The General Principies of International Law considered from the standpoint of the
rule of law", Recueil des Cours de l'Académie de Droit hzternational, 1957, 11, pp.
27 Charles Rousseau, Derecho internacional público, Barcelona, 1957, p. 243. 120/122.
J. I (, Juuo BARBOZA ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 21'/

Esta necesidad del abandono del título anterior explica también el rizaba la situación territorial existente al final de una guerra, cuando la
valor de las protestas contra la posesión ilegal del Estado que intenta ocupación militar lograda por una de las partes durante las hostilidades
hacer valer la prescripción adquisitiva, desde que aquéllas certifican el se hacía permanente con un título de soberanía basado en el tratado de
ánimo del legítimo soberano de no abandonar el territorio en cuestión. paz. El ocupante militar continuaba poseyendo como venía haciéndolo,
pero ahora con un título.
"Más aún, si la posesión es adversa, no es suficiente que el Estado pre- El uti possidetis juris de 181 O significa algo diferente. Se utilizó en la
tensor despliegue actos de soberanía; debe también existir una aquies- Constitución de Colombia por primera vez en 1819 y apareció luego en
cencia de parte del soberano original. Si éste mantiene su derecho vivo varias Constituciones sudamericanas. Se proclamó oficialmente como
por protestas o a través de alguna acción, no habrá tal posesión no un principio de derecho público hispanoamericano en el Congreso de
perturbada o 'pacífica' que es la única que capacita a un Estado a Lima de 1848. Su utilidad fue la de servir como criterio para establecer
prescribir un título". 30
las fronteras entre los Estados independientes que surgieron de las anti-
guas colonias españolas en América. Tales fronteras debían seguir las
Lo relativo al tiempo está explicado en otro pasaje del fallo de
de los antiguos virreinatos o capitanías generales coloniales españolas.
Huber sobre la Groenlandia oriental:
De ese modo, no quedaban en América territorios res nullius que pudie-
"Es suficiente que ese ejercicio" -de soberanía- "haya ya existido ... ran ser ocupados por los nuevos Estados y -más importante aún- por
como continuo y pacífico por un tiempo suficientemente largo como Estados exteriores al continente.
para asegurar a cualquier Potencia que se hubiera considerado como Modernamente, el principio fue adoptado también por los Estados
poseyendo la soberanía sobre la isla, o como con derecho a esa sobe- africanos de reciente independencia. Su alcance es explicado en la sen-
ranía sobre la isla, una posibilidad razonable, de acuerdo con las con- tencia arbitral del asunto Determinación de la frontera marítima Gui-
diciones locales, de comprobar la existencia de un estado de cosas nea Bissau/Senegal como más extenso en África que entre los Estados
contrario a sus derechos reales o pretendidos". de la América hispana:

iv) El uti possidetis juris " ... el uti possidetis tiene un alcance mayor porque concierne tanto a los
Cuando las colonias hispanoamericanas accedieron a la independen- límites entre países nacidos de un mismo imperio colonial como aquellos
cia, en su mayor parte establecieron para sus límites territoriales la doc- que en la época colonial ya tenían carácter internacional por el hecho de
trina del uti possidetis juris a la época de su separación de España separar colonias pertenecientes a imperios coloniales diferentes". 31
(1810 para la América del Sur, 1820 para América Central).
Sin embargo, parece preferible el concepto contenido en la opinión
En derecho romano, aquella expresión describía un interdicto poseso- disidente de Mohammed Bedjaoui anexada al fallo, que no veía diferen-
rio que protegía al poseedor actual de facto: "como poseéis, seguiréis
cias entre la institución latinoamericana y la africana, puesto que el uti
poseyendo"(uti possidetis ita possideatis).
possidetis juris también era de aplicación en fronteras internacionales,
como las del Brasil -colonia portuguesa- con sus vecinas colonias de
En derecho internacional, el término fue adoptado por primera vez
España. 12
en la Paz de Breda, entre los Países Bajos e Inglaterra en 1667 y regula-

ll Citada por Marcelo G. Kohen, op. cit., p. 437 .


R. Y. Jennings, The Acq11isitio11 of Territory in International Law, p. 23. Manches-
.lO
tcr University Press, 1963. .l2 !bid., nota 22.
218 JULIO BARBOZA
ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 219

>- C. Espacio aéreo y marítimo


aeronaves en registros llevados por los Estados miembros, que les
otorgaban por ese hecho su nacionalidad y creó un organismo inter-
nacional, la CINA o Comisión internacional de navegación aérea con
1. El espacio aéreo el objeto de coordinar y controlar el tráfico.

a) Introducción c) La Convencion de Chicago de 1944


El Estado ejerce también su soberanía sobre el espacio aéreo supra- En la Segunda Guerra Mundial la importancia del arma aérea fue
yacente a su territorio. Esta noción es ya parte del derecho consuetudi- decisiva y las exigencias bélicas impulsaron notablemente el avance tec-
nario internacional y se fue imponiendo sobre la que propiciaba los nológico de la navegación aérea. La actividad civil en la inmediata pos-
cielos abiertos, esto es, la libertad de la navegación aérea en tales espa- guerra fue extraordinaria; la previsión de estos desarrollos promovió la
cios. La razón principal de la predominancia de la soberanía fue el convocatoria en Chicago de una conferencia internacional en 1944, que
temor de los Estados de ser atacados y observados desde el aire, y natu- produjo la Convención que lleva el nombre de esa ciudad y que reem-
ralmente el gran auge de la aviación durante las dos guerras mundiales, plaza a la de París como marco de la actividad aérea en el mundo.
así como en los períodos de posguerra, contribuyó a que la actividad Esta Convención ratifica la soberanía plena y exclusiva del Estado
aérea con todas sus inmensas posibilidades en relación con el territorio sobre su espacio aéreo. En cuanto a las aeronaves, se aplica solamente a
de superficie, no quedara fuera del control del Estado. Factor decisivo las civiles, puesto que las del Estado están expresamente excluidas, hace
en la formación consuetudinaria fueron las diferentes leyes estatales depender su nacionalidad del registro en las matrículas del Estado,
que, sin cuidarse de la polémica teórica al respecto, consagraron la determina las condiciones que deben reunir en relación con sus equipos
soberanía estatal sobre el espacio aéreo, entre otras la Aerial Naviga- de radio y en cuanto a sus documentos. Crea en reemplazo de la CINA
tion Act del Reino Unido, dictada en 1913. otra importante entidad, la Organización de la aviación civil internacio-
nal (OACI), a la que dota de funciones más amplias que su antecesora
b) La Convención de París de 1919 en el mismo campo.
La Primera Guerra Mundial demostró claramente la importancia de En lo que concierne a la navegación aérea, la Convención distingue
la aviación como arma bélica y en el período que le siguió cobró mucho entre los vuelos regulares y no regulares: sujeta a los primeros a la auto-
impulso la navegación aérea civil, por lo que se decidió convocar en rización especial del Estado territorial y permite a los últimos el dere-
París a una conferencia internacional que redactó la Convención de cho del paso inocente, sujeto al poder reglamentario del Estado. Este
París del 13 de octubre de 1919, primer instrumento multilateral sobre puede suspenderlo temporalmente en parte del territorio, o aun en su
la materia. La conferencia contó con la participación de 38 Estados, totalidad, por razones de seguridad pública excepcionales. También
con la notable ausencia de tres muy importantes: Estados Unidos, Rusia puede prohibir o reglamentar los vuelos sobre ciertas partes de su terri-
y Alemania. torio, siempre que lo haga siri discriminar entre los Estados extranjeros
y que las zonas bajo restricción no impidan el vuelo fuera de su área.
Esta Convención proclamó la soberanía del Estado sobre su espacio
aéreo, que admitía sin embargo el sobrevuelo inocente de aeronaves En la práctica, los poderes del Estado territorial se extienden bastante
civiles y reconocía al Estado un poder reglamentario. Esta concesión más allá del mar territorial, particularmente desde que la aparición de
estaba sujeta a autorización especial si se trataba de vuelos de itinera- los aviones a reacción introdujo velocidades muy superiores a las
rio fijo. Asimismo estableció la necesidad de matriculación de las medias anteriores. Así, se fueron creando, principalmente por razones
de seguridad, las llamadas zonas de identificación que llegan conside-
220 JULIO BARBOZA ESPACIOS JURISDICCIONALES DE LOS ESTADOS. SUCESIÓN DE ESTADOS 221

rablemente adentro de la alta mar, en las cuales las aeronaves que se d) Triunfo del bilateralismo
dirigen a las costas deben identificarse y ser objeto de ciertas formas Los vuelos regulares están sujetos, como se dijo, a autorización pre-
de control desde tierra. via. Esto significó el predominio total del bilateralismo sobre el multila-
teralismo y se concretó en una verdadera red de tratados en los que los
El Estado podrá exigir que las aeronaves que actúen en violación de Estados mantienen celosamente la reciprocidad y el control que ejercen
lo anterior aterricen inmediatamente en el aeropuerto que se les indique sobre la navegación aérea.
o cambien de ruta. Para hacer cumplir tales instrucciones, el Estado no La Convención no pudo superar el enfrentamiento de quienes querí-
debe utilizar la fuerza de modo que ponga en peligro la vida de las perso- an, como los Estados Unidos, que se concedieran automáticamente a
nas a bordo de la aeronave o su seguridad. Tal fue la materia del artículo todos los Estados las llamadas "libertades del aire" con aquellos otros
3 bis, redactado en modificación del texto de Chicago por el Protocolo que buscaban la "internacionalización" como Australia y Nueva Zelan-
de Montreal de 1984, como reacción de la comunidad internacional dia y aquellos que, en posición intermedia, las concebían solamente
frente al incidente aéreo que tuvo lugar en territorio de la entonces sujetas a ciertos controles bilaterales, como el Reino Unido y Canadá.
URSS y como consecuencia del cual fue abatido un avión de la Korean
Airlines en su vuelo 007, con 269 personas a bordo, que se había des- Las libertades del aire son cinco, dos técnicas y tres comerciales. Las
viado de su ruta e ingresado sin permiso. técnicas son: 1) el sobrevuelo sobre territorio extranjero sin aterrizar y
2) el derecho de aterrizar en dicho territorio por razones técnicas. Las
La misma Unión Soviética había abatido otro avión de la Korean Air- comerciales: 1) la libertad de desembarcar en territorio extranjero
lines en 1978, en circunstancias parecidas. Lamentablemente, no fal- pasajeros, carga y correo provenientes del Estado de nacionalidad de
tan otros ejemplos: el avión de las líneas aéreas de Irán, derribado la aeronave, 2) la de embarcar en territorio extranjero pasajeros, carga
y correo con destino al país de la nacionalidad de la aeronave y 3) la
como consecuencia de un alegado error por misiles lanzados desde un
buque de guerra norteamericano (el crucero Vincennes), apostado en de embarcar en territorio extranjero a pasajeros, carga y correo desti-
el Golfo Pérsico en 1988, o el de un avión libio abatido por Israel nados al territorio de un tercer Estado.
sobre el Sinaí en 1973, o posteriormente la de un par de avionetas de
una organización cubana en el exilio por el arma aérea de Cuba. Entre los numerosos convenios bilaterales que regulan la navegación
aérea de nuestros días, hubo uno cuyas líneas generales inspiraron a
Tocante la jurisdicción sobre las aeronaves, las de Estado permane- muchos otros, el de Bermuda de 1946 entre Estados Unidos y el Reino
cen bajo jurisdicción del de su nacionalidad. En cuanto a las civiles, Unido, denunciado por este último en 1976 y reemplazado por el Ber-
conviene distinguir según que éstas vuelen sobre espacios internaciona- mudas II prontamente.
les o sobre el territorio, incluyendo el mar territorial, de un Estado La denuncia y el posterior reemplazo se debieron a las particulares
extranjero y según que la jurisdicción se ejerza sobre la aeronave o circunstancias imperantes en esa época, en especial la crisis petrolera,
sobre las relaciones de la pequeña comunidad de a bordo. En espacios que pusieron en crisis a la navegación comercial y movieron a los Esta-
internacionales, toda la jurisdicción corresponde al Estado de la nacio- dos a aumentar su protección de las líneas aéreas nacionales.
nalidad. Sobre espacios aéreos extranjeros, la jurisdicción sobre la nave
es ejercida por el Estado territorial, que puede fijarle rutas, obligarla a e) Actos ilícitos relacionados con la aviación civil internacional
aterrizar, y todo lo que vimos antes. En cambio, sobre la vida a bordo La proliferación de ilícitos en relación con las actividades aéreas
la jurisdicción continúa perteneciendo al Estado de nacionalidad, en internacionales motivó la celebración, bajo los auspicios de la OACI, de
cuanto no se relacione con el Estado territorial ni la contradiga. varios convenios destinados a facilitar su represión, en particular a tra-
) ) )
ESPACIOS JURISDICUON.-\LlS DE LOS EsTADOS. SUCESIÓN DI·. h 1,\1"1•, ' ' I
JULIO BARBOZA
---------------------------------
2. El territorio marítimo
vés de la creación de figuras penales y deternu nación de competencias
para juzgarlas.
Son consideradas territorio marítimo de un Estado sus aguas 111.11111
i) Convenio de Tokio de 1963
mas interiores, esto es, las aguas encerradas entre la costa y las lí11<'.l'; dc-
Este instrumento, que cuenta con la adhcsi<'>n de 21 Estados, se
base recta, así como el mar territorial, ya que las potestades c¡cnid.1 ·,
refiere a las infracciones y otros actos cometidos a bordo de las aero-
por el Estado en esas zonas son amplias. Con el mismo critni(), L1·,
naves, se aplica tanto a delitos penales como a todo acto que, sin serlo,
aguas archipelágicas también se incluirían dentro de la misma catcgon.1.
ponga o pueda poner en peligro la seguridad de la aeronave, de las
personas o bienes a bordo o de su buen ordrn y disciplina. La jurisdic-
ción para el juzgamiento penal corresponde al Estado de matrícula en
principio, aunque también se admite en ciertos casos la jurisdicci6n de
otro Estado.
Por lo demás, se dota al comandan te de facultades para a pi ica r
medidas razonables de coerción a quien perturbe el orden de a bordo.
ii) Convenio de La Haya de 1970
l

¡

El apoderamiento ilícito de aeronaves es la materia de este convenio,


de amplia composición ya que tiene 109 Estados partes. Lo más impor-
tante de este tratado es que establece la jurisdicción universal (aut dcde- 1
re, aut fmnire) y de ese modo hace más fácil la represión y castigo de 1
los culpables. Tienen competencia penal concurrente todos los Estados 1
miembros del convenio. El Estado en que se encuentre el acusado tiene
la obligación de detenerlo y notificar de ello al Estado de la nacionali-
dad de la aeronave, al de la nacionalidad del detenido y eventualmente
a todos los demás Estados interesados. En todo caso, el Estado de
detención tiene el deber de juzgarlo o conceder la extradición para que
sea juzgado por los tribunales de otro Estado miembro.
iii) Convenio de Montreal de 1971
Los actos ilícitos contra la seguridad de la aviación son el objeto del
convenio, al que adhirieron 103 Estados, y las figuras delictivas com-
prenden actos como la destrucción de la aeronave de que se trate, o
actos cometidos contra personas o bienes a bordo de ella o instalacio-·
nes de los aeropuertos. Establece el mismo sistema de jurisdicción uni-
versal que acabamos de ver tocante el Convenio de La Haya.
Los tres convenios referidos anteriormente se aplican sólo a aerona-
ve:; civiles, no a las del Estado.
,~.,~

Capítulo 11

La sucesión de Estados

1. Introducción

La CDI preparó, y las conferencias codificadoras reunidas en Viena


adoptaron, dos convenciones sobre este asunto: la primera sobre suce-
sión de Estados en materia de tratados, de 1978 y la segunda sobre
sucesión en materia de bienes, archivos y deudas del Estado de 1983.
Aunque, sin duda, los textos de tales convenciones contribuyeron a cla-
rificar este capítulo del derecho internacional, son pocos los Estados
que las han ratificado o adherido a ellas: aunque la primera entró en
vigor el 6/11/1996, a los 30 días del décimoquinto depósito de ratifica-
ción, la segunda no ha entrado en vigencia hasta el presente (julio de
2007). Es por ello que la materia continúa en gran parte regida por el
derecho consuetudinario anterior a su adopción.
Abordaremos de entrada la parte general, en segundo lugar la suce-
sión en materia de tratados y en tercero el traspaso de bienes, archivos
y deudas. Por último, se desarrollará un tema que -no fue codificado por
la CDI: el relativo a los derechos adquiridos, así como a ciertos dere-
chos públicos, como la nacionalidad.
La CDI proyectó su tarea en dos partes; primeramente redactaría un
proyecto de convención sobre la sucesión en materia de tratados, luego
propondría artículos para otra convención relativa a la sucesión en las
demás materias. Pero habiendo encontrado que esta segunda parte era
demasiado vasta y ofrecía dificultades grandes a la codificación, se limi-
tó a presentar un proyecto referido solamente a los bienes, archivos y
deudas.
226 Juuo BARBOZA LA SUCESIÓN DE ESTADOS 1 I'/
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - .... _.

Más recientemente, en 1999, la Comisión emprendió el estudio del Son muchos los casos: acceso a la independencia de antiguas colonias
tema de la nacionalidad de las personas, tanto físicas como ideales. En o territorios dependientes, cesión (Alsacia-Lorena, de Francia a Ale-
vista de que los Gobiernos no contestaron los cuestionarios y preguntas mania en 1871 y viceversa en 1919); unificación (Tanganica y Zanzí-
respecto a la segunda parte, o sea lo referente a las personas morales, la bar para formar Tanzania en 1964 ), separación (República checa y
Eslovaquia en 1993, Noruega y Suecia en 1905); desmembramiento
Comisión decidió dar por terminada su labor respecto del tema con los
(disolución del Imperio Austro-húngaro después de la Primera Guerra
artículos enviados a la Asamblea General sobre las cuestiones de nacio-
Mundial, de la URSS en 1990, etc.).
nalidad de las personas físicas. En relación con estos textos, la Comi-
sión solicitó a la Asamblea General que emitiera una declaración con el
La mayoría de la doctrina no acepta que cumpla esta condición un
propósito de alentar la elaboración de tratados multilaterales de carác-
cambio revolucionario de gobierno, por radical que fuere la mutación
ter regional que sirvieran, en particular, para evitar la ocurrencia de la
del régimen político del Estado. Ello en virtud de la continuidad del
apatridia de las personas en relación con la sucesión de Estados.
Estado consagrada en varios fallos j urisprudenciales, como el arbitral
de Tinoco citado en otra parte, el de Cuculla·1 y el de HojJkins.4

2. Definición Conforti, en cambio, como adherente que es a la teoría del Estado-


organización, piensa que al cambiar radicalmente el régimen de
La transmisión de derechos y obligaciones en que consiste la suce- gobierno, como en Rusia en 1917, en Checoslovaquia en 1948 y en
sión de Estados en derecho internacional ocurre siempre que se produce Chile en 1973, cambia también la persona internacional. Se trataría ,
un cambio de soberanía sobre un territorio. Es por eso que las dos con- entonces, de un nuevo Estado conformado sobre el mismo ámbito
venciones de las Naciones Unidas sobre el tema adoptaron la siguiente territorial y con la misma población al que se le aplicarían los criterios
definición en su artículo 2.l(a): de la sucesión de Estados. 5

"Se entiende por 'sucesión de Estados' la sustitución de un Estado por


otro en la responsabilidad de las relaciones internacionales de un terri- 3. Teoría de la sucesión de Estados
torio" .1
En el derecho de gentes no existe una sucesión que signifique la con-
Se prefirió esta definición a la de "sustitución en la soberanía respec- tinuación por el sucesor de la personalidad del causante. No hay, por
to al territorio" por ser más neutral cuando se trata de territorios de ende, sucesión universal según la cual todo el patrimonio del causante
distintos status, ya se trate del territorio de un Estado, o de un territo- es traspasado al sucesor en la universalidad de sus bienes y deudas.
rio en fideicomiso, o bajo mandato, protectorado, o lo que fuere, que Esta falta de continuidad entre el Estado antecesor y el sucesor se
pueden no ser soberanos. 2 debe a la naturaleza característica de la soberanía del Estado: este últi-
mo extiende sobre el territorio que es objeto de la sucesión su propia
1 Vimos en el capítulo anterior que el Estado ejerce jurisdicción también en lugares
soberanía, que no es recibida del anterior, sino que es original. Hay
fuera de su territorio. El Estado sucesor en el territorio también recibe esas jurisdicciones,
que le vienen por añadidura. El territorio, según nuestra posición expresada en el capítulo
3
anterior, sería el ámbito de validez espacial de la jurisdicción del Estado ubicado dentro Estados Unidos vs. México, citado en Moore, Arbitratio11s, p. 2876.
de sus fronteras internacionales. ~ Estados Unidos vs México, 31 de marzo de 1926, RSA, Vol. IV, p. 41.
2 A 1111 ario de la Comisión de Derecho i11ternaáo11al, Vol. II, parte primera, 1974, p. 176. ' Ver Benedetto Conforti, Derecho i11temaci01zal, Buenos Aires, 199.5, p. 166.
LA SUCESIÓN DE ESTADOS 229
228 Juuo BARBOZA

entonces una cierta ruptura en la situación jurídica del territorio, y eso una ocupación bélica, pero no debe ser considerado como el sucesor del
mueve a considerar que el sucesor entra a la vida internacional con lo legítimo soberano (artículos 6 y 40 de la Convención de 1978 y 3 de la
que se ha dado en llamar una tabula rasa, esto es, como si la anterior de 1983 sobre sucesión arriba mencionadas).
situación no hubiera existido.
Pero el sucesor extiende su soberanía, no sobre un espacio vacío sino
sobre una colectividad territorial, o sea sobre los individuos que habi- 4. Sucesión en materia de tratados
tan el territorio. 6 Esto quiere decir, según la definición del capítulo
anterior, sobre todos los individuos que habitan el espacio delimitado a) Estados de reciente independencia
por las fronteras del Estado, dentro del cual aquél ejerce sus potestades La Convención de 1978, luego de definir la sucesión de Estados como
generales y exclusivas. 7 se indicó más arriba, se dedica a reglar la situación de los Estados de
La ruptura, entonces, con la anterior situación no puede ser total ni reciente independencia, o sea de aquellos que surgieron de la descoloni-
la teoría de la tabula rasa absoluta, porque el derecho de gentes con- zación y necesitan aclarar cuáles son sus derechos y obligaciones. Res-
templa ciertas situaciones especiales del nuevo Estado en relación con pecto a tales Estados, esta convención tanto como la de 1983 tiene una
esos individuos, con su status, sus derechos y obligaciones y con la actitud protectora.
comunidad que ellos forman. Esta consideración aboga en ciertos otros La cuestión, entonces, es la de saber cuándo un Estado es de reciente
casos a favor de la continuidad, la tendencia opuesta a la de la tabula independencia. Lo es cuando se trata, según el artículo 2, 1, (f), de
rasa en esta materia. Asimismo, hay que tener en cuenta los derechos y
obligaciones del Estado sucesor con respecto a terceros Estados vincula- "Un Estado sucesor cuyo territorio, inmediatamente antes de la fecha
dos jurídicamente con el Estado predecesor. de la sucesión de Estados, era un territorio dependiente de cuyas rela··
La cuestión que se presenta al derecho internacional en los casos de ciones internacionales era responsable el Estado predecesor".
transferencias territoriales es la de saber qué derechos -y eventualmente
obligaciones- del Estado predecesor pasan al Estado sucesor. Es precisamente la situación colonial, que origina consecuencias
importantes en ambas convenciones, la que distingue a un Estado de
El tema de la sucesión de Estados, que parecía haberse agotado en reciente independencia de otro surgido de la secesión o separación de su
1960, recobró auge con el ingreso de tantos Estados nuevos como territorio del de otro Estado ya existente.
resultaron del proceso de descolonización que se produjo en la década i) La norma general
que aquel año inició y nuevamente cuando el fin de la Guerra Fría La norma que adopta la convención para los Estados de reciente
produjo la disolución de la URSS y de Yugoslavia. independencia no se aparta de la costumbre internacional respecto a los
Estados nuevos, es la llamada tabula rasa, esto es, la de que el Estado
Por último, no es válida en el DIP actual la sucesión operada por el sucesor no está ligado en principio por los tratados del predecesor. Ten-
uso o amenaza de la fuerza. El Estado que las ha utilizado podrá ejercer gamos esto bien presente, porque advertiremos que la Convención
adopta la regla contraria -y por ende contra la costumbre establecida-
6 Esa es, precisamente, la característica de la soberanía, pues decir que se ejerce sobre en relación con los Estados nuevos surgidos de la separación o secesión.
un territorio es una manera de hablar: se ejerce sobre la colectividad que en él habita Yen En suma, que en este aspecto favorece a los Estados de reciente inde-
relación con terceros Estados, que tienen la obligación de respetarla. pendencia (coloniales) con respecto a los surgidos de otra de las formas
7 O sea, valga la redundancia, todos los individuos sobre los que el Estado ejerce su
de creación de nuevos Estados.
jurisdicción territorial.
230 Juuo BARBOZA LA SUCESIÓN DE ESTADOS 2.11

ii) Excepciones a la regla anterior se perturbaría por el ingreso de un Estado que tuviera el derecho
Dijimos "en principio" porque hay dos excepciones de carácter pare- de acceso automático.
cido, ya que ambas atañen a los tratados territoriales: 8
• Los tratados que establecen una frontera pasan al sucesor, ya que b) Casos de sucesión en que no participan Estados de reciente inde-
es esencial la estabilidad de las fronteras en las relaciones interna- pendencia
cionales (artículo 11). La Convención considera los diferentes casos que dieron origen a la
• También pasan al sucesor los tratados que crean derechos u obli- sucesión.
gaciones que están ligadas al territorio, como por ejemplo la neu- i) La secesión
tralización, una servidumbre de tránsito, etc. (artículo 12). Este es un caso en que, como el anterior, en el territorio separado del
iii) Excepción a la excepción Estado predecesor se instala un nuevo Estado. Sólo que el territorio en
Esta segunda excepción fue objeto de resistencia por los países del cuestión no ha sido colonia del anterior, sino parte integrante de su
Tercer mundo, porque temían que su operación mantuviera las bases territorio.
militares existentes al tiempo de la colonia en los territorios de los paí-
ses de reciente independencia. Por ello se introdujo en la convención Recordemos la separación de Bélgica del territorio de Holanda en
que consideramos una excepción a la excepción: no se aplica esta cláu- 1831, la de Noruega de Suecia en 1905 y más cerca de nuestros tiem-
sula, precisamente, a los casos en que la obligación vinculada al territo- pos, la de Paquistán de la India, la de Bangladesh de Pakistán y más
rio es la de aceptar la continuación de la existencia de una base militar recientemente, la de numerosas repúblicas de la antigua Unión Soviéti-
ca y las de Macedonia, Serbia, Montenegro, Eslovenia, Croacia y Bos-
(artículo 12.3 ).
nia Herzegovina de la antigua Yugoslavia.
iv) Los tratados multilaterales
Los Estados de reciente independencia pueden acceder a un tratado La gran influencia que en la época en que se negoció la Convención
multilateral del que la antigua metrópoli fuera parte, y que fuesen apli- de 1983 tenían los países del Tercer mundo se nota en el tratamiento
cables al territorio materia de la sucesión, simplemente notificando a otorgado a los Estados surgidos de la secesión, ya que aquellos países,
los otros Estados miembros. debido a las cuestiones tribales tan características del África subsaharia-
Sabido es que los Estados coloniales, cuando accedían a un tratado na, buscaban proteger por todos los medios su integridad territorial.
multilateral, incluían o no a los territorios por cuyas relaciones interna- No por ello, sin embargo, es menos criticable la regla que surgió de la
cionales eran responsables dentro del ámbito de validez del tratado. Conferencia respecto a los Estados que surgían de una secesión, ya que
Pues bien, aquellos territorios incluidos se benefician con esta regla, que se aparta sin razón justificable de la costumbre consagrada: los nuevos
tiene también lógicas excepciones: Estados no se encontraban ligados por los tratados anteriores celebra-
o Cuando la aplicación al nuevo Estado del tratado en cuestión fue-
dos por el Estado antecesor.
ra incompatible con su objeto y fin, y La costumbre internacional no hacía diferencia alguna entre los Esta-
• Cuando el tratado fuera restringido a un pequeño número de dos de reciente independencia y los surgidos de una secesión: para ambos
Estados. Como vimos cuando consideramos el derecho de los tra·· aplicaba el principio de la tabula rasa. Pues bien, la Convención en cam-
tados, estos instrumentos suelen ser intuitu personae y su régimen bio establece para los que emanan de una separación clásica la regla de la
continuidad: siguen ellos ligados por los tratados del predecesor. En esto
8 Llamados también dispositivos, reales o localizados: relativos a fronteras, al tránsito no sólo se apartaron de la costumbre, sino del propio proyecto de la CD!
por cursos de agua internacionales, a la desmilitarización o neutralización de un territorio. que contemplaba las mismas reglas para ambas situaciones.
LA SUCESIÓN DE ESTADOS 233
232 JULIO BARBOZA

ii) Cesión de una parte del territorio. (Regla de la movilidad de los nuidad de los tratados, tanto de los celebrados por cada uno de los
miembros de la unión antes de fusionarse, como los celebrados por la
tratados.)
Un Estado cede a otro una parte de su territorio: la Convención no unión misma.
innova de la costumbre y aplica la llamada regla de la movilidad de los v) Participación en organizaciones internacionales
tratados. No habiendo creación de un Estado nuevo, los tratados del El único caso de los anteriormente considerados que interesa aquí es
Estado predecesor dejan de aplicarse al territorio en cuestión, que pasa el de un Estado nuevo, ya sea de reciente independencia o por cesión,
al régimen de los tratados del sucesor. La excepción al primer aspecto fusión o disolución de uniones.
de la regla son los tratados territoriales, que continúan en vigencia. Pues bien, cuando el Estado predecesor continúa existiendo, no pue-
iii) Fusión de Estados. (Continuidad dentro de los límites antiguos.) de absolutamente ser desplazado por el nuevo o nuevos. Estos deben
Hay bastantes ejemplos históricos de unificación de Estados: la de solicitar su admisión, cualquiera sea su origen, puesto que se trata del
los países que formaron la República Centroamericana; Siria y Egipto acceso a un tratado multilateral intuitu personae.
en la República Árabe Unida en 1958; Tanganica y Zanzíbar como Si el Estado anterior ha desaparecido y tenía un asiento en la organi-
zación, todos los sucesores deben pedir su admisión, o sea que no se
Tanzania en 1964.
Se trata de la unión de dos Estados, cada uno de los cuales tenía su admite una sucesión automática. Ha habido, sin embargo, excepciones
propia personalidad internacional. En la Convención se confirma la notables. Cuando la India británica se dividió en dos Estados indepen-
regla consuetudinaria de la continuidad de los tratados, de forma tal dientes, la India y Pakistán, la primera ocupó el lugar en la ONU que
que aquellos anteriores a la fecha de la fusión siguen rigiendo dentro de pertenecía al dominio británico de la India, del cual obviamente fue
considerada sucesora y Pakistán debió solicitar separadamente su admi-
los límites de cada uno de los miembros del nuevo Estado.
sión. Recientemente, Alemania se limitó a notificar a todas las organi-
Las excepciones a la anterior regla se producen cuando se desprende zaciones internacionales de que era miembro la República Federal que
del tratado o consta de otro modo que la aplicación al Estado sucesor el campo de aplicación del tratado constitutivo se ampliaba al territorio
de los tratados iría contra el objeto y fin del tratado o cambiaría radi- incorporado de la RDA. En cambio, la RFA no sucedió a la RDA en la
calmente las condiciones de su ejecución (artículos 31.1.b y 34.2.b). calidad de miembro de organizaciones donde esta última era miembro.
Esta regla fue seguida fielmente en cuanto al Yemen unificado, pero La más importante excepción surgió en nuestros días, cuando Rusia
no enteramente tocante la Alemania actual: los tratados de la Repúbli- notificó al Secretario General de la ONU que, por el acuerdo de Alma-
ca Federal Alemana (RF A) fueron extendidos a la República Demo-
Ata de diciembre 21 de 1991, los miembros de la Comunidad de Esta-
crática Alemana (RDA), en particular el de la CE. Pero respecto a los
dos Independientes (CEI) habían aceptado que fuera Rusia la sucesora
tratados de la RDA se debió examinar cada uno de ellos, porque podí-
de la antigua Unión Soviética en las Naciones Unidas, lo que fue acep-
an ser incompatibles con los otros, debido a los campos opuestos en
que militaban y a las diferencias ideológicas existentes. Las consultas tado sin protestas por los otros Estados miembros de la Organización.
9 Se apreciará la magnitud de este reconocimiento si se tiene en cuenta
con 130 Estados llevaron a la terminación de dos mil tratados.
que incluye la calidad de miembro permanente del Consejo de Seguri-
iv) Disolución de uniones de Estados dad y el consiguiente derecho de veto. Las otras repúblicas debieron
Una unión, como la de Egipto y Siria en 1960, se disuelve. La regla solicitar su ingreso, menos Ucrania y Belarus (ex Bielorrusia), que ya
de la Convención sigue la costumbre internacional, y mantiene la conti-- eran miembros.
En cambio, el Consejo de Seguridad recomendó a la Asamblea Gene-
ral la exclusión de sus trabajos de la República Federal de Yugoslavia,
9 Ver Remiro Brótons, op. cit., p. 63.
234 Juuo BARBOZA LA SUCESIÓN DE EsTADOS 235

por haber ésta dejado de existir (Resolución 777, del 19/9/1992). La El conjunto de los bienes inmuebles y de los muebles pertenecientes
Asamblea General aceptó por Resolución 47/1del221911992 y determi- al predecesor pasan al sucesor. Esto fue tempranamente establecido por
nó que Yugoslavia (reducida a Serbia y Montenegro) debía solicitar la CPJI en el caso de la Universidad Peter Pazmany contra el Estado
ingreso. De hecho, quedó suspendida -no excluida- de otros organis- checoslovaco 10 por lo que puede decirse que la Convención no se apar-
mos como la UNESCO, la OACI, la OMI y la OIEA. En cuanto a las ta aquí de la costumbre.
otras repúblicas, la Comisión de arbitraje para la paz en Yugoslavia • Bienes sin sujeción al territorio
consideró que ninguno de los Estados que surgieron tras su desmem- Respecto a los bienes sin sujeción al territorio, como por ejemplo
bramiento tenía la calidad de sucesor del antiguo Estado yugoslavo y reservas de oro y divisas del Estado predecesor, o su participación en
debía por ende terminar su calidad de miembro de todas las organiza- sociedades, etc., si se tiene en cuenta que dichos bienes servían un inte-
ciones internacionales en las que tuviera participación. rés público y en parte podían deberse a los aportes del territorio en
cuestión, parece justo que una parte de ellos se transfiera al sucesor. La
Convención de 1983 establece que, en caso de que el territorio pase a
5. Sucesión en materia de bienes, archivos y deudas del Estado depender de la soberanía de otro Estado, así como si se erige en Estado
independiente o en caso de disolución del antecesor, tales bienes mue-
a) Transmisión de los bienes del Estado bles pasan al sucesor "en una proporción equitativa". La regla es muy
• Bienes con sujeción al territorio vaga y se refiere a la pura equidad, sin dar al intérprete directiva algu-
El artículo 8 de la segunda Convención sobre sucesión de Estados, na, por lo que ha sido considerablemente criticada.
de 1983 define tales bienes como "los bienes, derechos e intereses que
en la fe;ha de la sucesión de Estados y de conformidad con el derecho b) Sucesión en las deudas
interno del Estado predecesor, pertenecían a éste". La Convención se refiere aquí a deudas internacionales del Estado, o
El criterio adoptado para determinar la pertenencia de tales bienes es sea a aquéllas en favor de otro Estado, de una organización internacio-
su sujeción al territorio, lo que en caso de inmuebles es muy claro. Tra- nal o de cualquier otro sujeto del derecho internacional.
tándose de muebles, se hizo necesario buscar algún criterio de sujeción,
porque el hecho de su situación en un Estado no implica necesariamen- Se excluyen entonces las deudas del Estado predecesor en favor de
te su pertenencia a dicho Estado. Por ejemplo, el oro del Ban~o de personas privadas, lo que no deja de sorprender desde que la mayor
Francia fue remitido, durante la Segunda Guerra Mundial, a_! Africa parte de las deudas contraídas por los Estados consisten en emprésti-
Occidental Francesa. tos suscritos, precisamente, por personas privadas.
La CDI propuso como fórmula que por bienes muebles pertenecien-
La práctica internacional no estaba bien definida a este respecto al
tes a un Estado debía entenderse aquellos ligados a la actividad del
momento de reunirse la conferencia codificadora en 1983. La regla fija-
Estado predecesor en relación con el territorio, lo que fue finalmente
da por el laudo arbitral en el asunto de la deuda otomana podía -yaca-
recogido por la Convención.
so pueda serlo aún hoy en día- ser aceptada como vigente:
Durante su discusión en el seno de la CDI se manejaron otras fórmu-
"No puede considerarse un principio establecido en derecho interna-
las como la de "bienes con un vínculo directo y necesario con el terri-
cional el que un Estado que adquiere parte del territorio de otro deba
to:io" o "bienes necesarios para el ejercicio de la soberanía sobre el
territorio". La frase finalmente elegida es más amplia.
IO Sentencia de 1933, Serie A/B, Nº 61, pp. 237/238.
236 Juuo BARBOZA LA SUCESIÓN DE EsTADOS 237

cargar una fracción correspondiente de su deuda pública. Semejante manes. La misma posición adoptó la CPJI en los asuntos de los Intere-
obligación no puede surgir sino de un tratado en que el Estado en ses alemanes en la Alta Silesia polaca 14 y de la Fábrica de Chorzow. 15
cuestión la asuma y no existe sino en las condiciones y límites dentro
de los cuales ha sido estipulada" .11 Dentro de esta misma idea se incluyeron los contratos de derecho
público, como las concesiones de servicios públicos, sujetas sin embar-
La Convención de 1983 innova al respecto al decir que el sucesor go a cancelación mediante indemnización adecuada como es normal
deberá asumir la deuda de Estado del antecesor, a menos que haya un en este tipo de contratos. En el asunto Mavrommatis, la CPJI decidió
acuerdo diferente entre ellos: que Gran Bretaña, al hacerse cargo de su mandato en Palestina, debía
respetar una concesión de servicios públicos hecha anteriormente por
" ... en una proporción equitativa, habida cuenta notablemente de los Turquía a un ciudadano griego 16 y lo mismo sucedió en el Asunto
bienes, derechos e intereses que pasan al Estado sucesor, en relación franco-helénico de los faros. 17
con dicha deuda de Estado". Esta clara posición fue desafiada en la segunda posguerra, tanto por
los Estados socialistas como por los del Tercer mundo, muy particular-
Como lo señala Cahier, 12 aquí no se remite la Convención a la pura mente las antiguas colonias, que se encontraban al acceder a la inde-
equidad, sino a una apreciación de equidad en relación con otros ele- pendencia con que su soberanía estaba limitada por decisiones tomadas
mentos, o sea, de los bienes, derechos e intereses que pasan al Estado en el cuadro de un orden jurídico que no era el suyo. Esgrimían en
nuevo. Se remedia así la situación, algo dura, existente en el derecho favor de sus tesis el consensualismo que consideraban básico al derecho
consuetudinario, en que el predecesor perdía un territorio y una serie de internacional.
bienes relacionados con ese territorio, sin que al mismo tiempo se viera
aliviado con el traspaso de alguna parte de la deuda. b) Los derechos públicos de los ciudadanos
Sobre derechos como la nacionalidad, el derecho a la función pública,
etc., no hay reglas bien definidas de derecho consuetudinario. Deben ser
6. Relaciones entre Estados a través de los derechos individuales materia de arreglos entre los Estados predecesor y sucesor para tratar de
resolver las cuestiones con el menor perjuicio posible para las personas,
a) Los derechos adquiridos particularmente sin que se afecten sus derechos humanos fundamentales.
Se trata de derechos adquiridos por particulares bajo el orden jurídi- Por supuesto, el Estado sucesor no está obligado a retener a los funcio-
co del Estado antecesor. Tradicionalmente, la jurisprudencia de los tri- narios públicos de su predecesor. Respecto a las indemnizaciones o pen-
bunales internacionales interpretaban que el sucesor debía respetar tales siones, a veces ellas corren por cuenta del anterior soberano.
derechos, por razones de equidad.

Tal fue la doctrina de la CPJI. Opinión consultiva sobre los Colonos ale-
manes en Polonia, 1923, 13 cuando el gobierno polaco intentó cuestionar
las concesiones de tierras hechas por el gobierno alemán a colonos ale-
14 Sentencia del 25 de mayo de 1926, Serie A, Nº 7, pp. 20-21.
11 RSA, I, p. 571. 15 Expropiación por Polonia, sentencia del 26 de julio de 1927, Serie A, Nº 9, pp. 27/28.
12 Op. cit., p. 130. 16 Sentencia del 26 de marzo de 1925, Serie A, Nº 5, pp. 46/47.

13 Serie B, Nº 6, p. 36. 17 Sentencia del 17 de marzo de 1934, Serie A/B, Nº 62, p. 25.
Cuarta parte: Las relaciones internacionales

Capítulo 12

Los grandes principios del derecho internacional

1. Introducción

Este es un capítulo muy importante de la materia, cuyo contenido


figura a veces bajo el rótulo de "derechos y deberes fundamentales de
los Estados" y que fue objeto de una resolución de la Asamblea General
de la ONU, la 2625 (XXV) del 24 de octubre de 1970. Hemos preferi·-
do adoptar la denominación de "grandes principios" debido al título
mismo de aquella Resolución: "Declaración sobre los principios de
derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y a la coo-
peración entre los Estados, de conformidad con la Carta de las Nacio-
nes Unidas".
Los principios contenidos en la Declaración son los siguientes:
a) No uso de la fuerza.
b) Arreglo pacífico de controversias internacionales.
c) No intervención.
d) Cooperación.
e) Igualdad de derechos y libre determinación de los pueblos.
f) Igualdad soberana de los Estados.
g) Buena fe en el cumplimiento de las obligaciones internacionales.
Desarrollaremos los principios en el orden transcripto, excepto el de
cooperación, por entender que éste no da 1ugar a reales obligaciones.
2'10 Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNAUONAI. ! ·11

A. El no uso de la fuerza 2. El derecho antes de la Carta de la ONU

a) El uso de la fuerza hasta la Sociedad de Naciones


l. Introducción La guerra, en el derecho internacional clásico, se considt:ralia tn11111
una facultad inherente a la soberanía: no estaba, pues, prohibitb.
El tema del uso de la fuerza por los Estados es fundamental para el
derecho de gentes, como lo es para el ordenamiento jurídico de cual- No obstante, la llamada "Escuela cspaiiola de derecho intcrnacio11;d ",
quier comunidad establecer la distinción entre el uso legal y el ilegal de en el siglo XVI había intentado una distinción entre guerras ¡11s/11' 1·
la fuerza. Dos aclaraciones previas son indispensables: la primera es ilzjustas, siendo las primeras aquellas que reunían las siguientes crn1d1
que la expresión "fuerza" se refiere exclusivamente a la fuerza armada ci(rnes: tenían una justa causa, se acudía a ellas por necesidad, t'slo ,.,,
por la carencia de otro medio para obtener justicia, eran condm id.1"
que utiliza un Estado contra otro Estado, no a la llamada "agresión
de manera también justa y estaban precedidas de una declaraciú11 poi
económica" ni a la presión política, que pueden caer bajo otros rubros,
el soberano. Según c;rocio, la guerra no era legítima a menos qul' n·'
como el de la intervención; la segunda que no está comprendido en este
pondiera a una causa justa, como por ejemplo la respuesta a un agr.1
rubro el uso de la fuerza permitido expresamente por el Consejo de vio o el intento de hacer prevalecer un derecho injustamente negado.
Seguridad en virtud de sus funciones del Capítulo VII de la Carta; en Pero lo que era un agravio o un derecho negado podía ser materia d1·
este caso se dice que el Consejo está ejerciendo una acción coercitiva. controversia y, al no existir forma obligatoria de resolverla, el asu1110
entraba en terreno subjetivo; en los hechos le bastaba al Estado "cn·tT"
La enmienda brasileña, propuesta en San Francisco, en sentido de que actuaba en persecución de una causa justa para que la guerra f11l'
incluir la coerción económica dentro de la prohibición del artículo 2.4 ra legítima.
no fue aceptada. Mucho después, en el llamado "Comité de princi-
pios" de la ONU, que preparó la Resolución 2625 arriba citada, se Ya hacia el siglo XVIII, el predominio del pos1t1v1smo hizo qul' st·
registró una seria tentativa por parte de los países del Tercer mundo abandonara esa posición y se admitiera un jus ad bellum ilimitado, esto
para incluir la coerción económica o política en parejos términos con es, simplemente el derecho soberano de cada Estado de recurrir a la
la fuerza armada, pero fracasó. guerra por cualquier razón que fuera.

Hoy en día, la prohibición del uso o amenaza de la fuerza constituye "El derecho de gentes no tiene otra alternativa que aceptar la guerra,
una norma de jus cogens. independientemente de la justicia de su origen, como una relaciún q11l'
pueden establecer entre sí las partes si así lo desean y ocuparse sola
Hay a este respecto dos posiciones doctrinarias, una que considera mente con reglamentar los efectos de esa relación". 1
que la norma de jus cogens cubre cualquier uso de la fuerza; otra que
la limita sólo a los usos de la fuerza que configuran un ataque arma- En tales condiciones, era inútil considerar la ilegalidad o no de la
do. Como veremos, el DIP asigna diferentes consecuencias jurídicas al agresión, de la legítima defensa o de las represalias armadas, ya qu<'
uso mayor de la fuerza (que caracteriza como ataque armado, esto es, todo uso de la fuerza era lícito.
un ataque de cierta magnitud) y a los usos menores, como podrfa ser
un incidente fronterizo u otro uso de la fuerza de menor cuantía.

1
Citado en Brierly, Intematúmal Law, 8" edición, p. 82.
242 Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL 243

Sin embargo, ciertas limitaciones se impusieron a la conducción de la ii) Al parecer, el artículo 10 se subordinó en la práctica de la SN al
guerra a través del llamado jus in bello, limitaciones que buscaban estable- artículo 15.7: no fue utilizado en la acción del Consejo y habría sido
cer con claridad la posición de los neutrales y humanizar las hostilidades. 2 debilitado por la Resolución interpretativa de la Cuarta Asamblea que,
según Brownlie, dio libertad de decisión a los miembros en cuanto a la
b) El derecho de la Sociedad de Naciones ejecución de la garantía de integridad territorial e independencia políti-
Cierta reglamentación de la guerra fue introducida por el Pacto de la ca en él contenida. 3
SN a través de sus artículos 10 a 16, que originaron algunas restriccio- iii) La guerra estaba prohibida por el artículo 12 respecto a una contro-
nes al jus ad bellum como venía siendo admitido hasta entonces. Un versia, cuando se produjera antes de los tres meses "desde el fallo arbitral
importante rasgo del Pacto fue que, sin contradecir enteramente la nor- o judicial o el informe del Consejo" que recayera sobre dicha controversia.
ma consuetudinaria entonces existente, esto es, el derecho de los Estados A esta moratoria de la guerra se añadía, en el caso de las controversias,
a acudir a la guerra en último extremo para arreglar sus diferencias la prohibición, por el artículo 13, de la guerra contra todo miembro de la
internacionales, la considera sin embargo un recurso excepcional y un Sociedad que se conformara con una sentencia de la Corte Permanente de
motivo legítimo de preocupación de toda la comunidad internacional. Justicia Internacional (CPJI) o con un informe del Consejo adoptado por
La noción de la guerra como un duelo privado enteramente en el ámbito unanimidad (artículo 14). En tales casos, el Miembro que recurría a la
de la voluntad de los beligerantes es desterrada del derecho de gentes. guerra era "considerado como habiendo cometido un acto de guerra con-
i) El artículo 10 establecía el compromiso de los miembros de respe- tra todos los demás miembros de la Sociedad" y el Consejo recomendaba
tar la integridad territorial y la independencia política de todos los "a los Gobiernos interesados los efectivos militares, navales o aéreos con
miembros de la Sociedad y a mantenerlas contra toda agresión exterior. los cuales los miembros de la Sociedad contribuirán respectivamente a las
También que "en caso de agresión, de amenaza o de peligro de agre- fuerzas armadas destinadas a hacer respetar los compromisos de la Socie-
sión" el Consejo emitiría opinión "sobre los medios de asegurar la eje- dad" (artículo 16). Como se ve, sólo se trataba de una recomendación.
cución de esta obligación". Como se ve, la sola .consecuencia prescrita iv) El Pacto no se refirió, en cambio, a los usos de la fuerza menores
para tal caso era apenas una reunión del Consejo para que emitiera opi- que la guerra, con lo que su contribución al tema se redujo a realzar la
nión sobre los medios para asegurar el cumplimiento de esta obligación legitimidad de la defensa propia y la creciente calidad de derechos que
violada. Además de tan débil reacción, el texto aludido debía conciliar- iban adquiriendo modalidades menores del uso de la fuerza, en la mis-
se con el artículo 15, parágrafo 7, por el cual en caso de que una con- ma medida en que se ponían algunos inconvenientes a la utilización
troversia hubiere sido sometida al Consejo y su decisión -excluyendo a irrestricta de la fuerza.
las partes- no hubiere sido tomada por unanimidad, entonces los
miembros de la Sociedad se reservaban "el derecho de proceder como c) El pacto Kellogg-Briand
lo juzgaran necesario para el mantenimiento del derecho y de la justi- En 1928 se celebró el Tratado general de renuncia a la guerra, origi-
cia", lo que no descartaba la guerra. nalmente entre el Secretario de Estado de los Estados Unidos, señor

2 La Segunda Conferencia de La Haya, de 1907, reglamentó en manera considerable 3


Este mismo autor dice que "Sin embargo, el artículo fue invocado un número consi-
la conducción de la guerra, a través de una serie de convenciones. La misma Conferencia derable de veces en la vida de la Sociedad y parece haber sido considerado un principio
impuso una cierta limitación al jus ad bellum al adoptar la propuesta Porter que prohibe general al cual apelar cuando surgía una seria amenaza a la personalidad de un Estado".
el uso de la fuerza para el cobro de deudas contractuales y de ese modo recoge parcial- (Traducción nuestra.) Tan Brownlie, Internationa/ Law and the Use of Force by States,
mente la tesis del Canciller argentino Drago. Oxford University Press, 1963, pp. 62/64.
' 1
244 Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL JA.,

Kellogg y el Canciller francés, señor Briand, pero al que fue accediendo mica que divide actualmente a la doctrina respecto a los alcances del uso
1
posteriormente la casi totalidad de los países entonces independientes. 4 i legítimo de la fuerza con posterioridad a la Carta de las Naciones Unidas.
1
¡

El artículo 1 de este tratado condenaba "el recurso a la guerra para d) El Pacto antibélico de Saavedra Lamas
resolver las controversias internacionales" y consignaba la renuncia En 1932, el Gobierno argentino a través de su Canciller, Saavedra
por las Partes a la guerra "como un instrumento de política nacional Lamas, propuso al de Brasil la conclusión de un pacto antibélico. Fue
en sus relaciones recíprocas". suscrito por la Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay y Uruguay y
adhirieron luego, a invitación de la Séptima Conferencia Interamericana
El Pacto fue invocado en varias ocasiones, dio fundamento a la doc- (Montevideo, 1933), Bolivia, Costa Rica, Honduras, Cuba, la República
trina Stimson, de no reconocimiento de situaciones originadas en la Dominicana, Nicaragua, El Salvador, Estados Unidos, Venezuela, Perú,
fuerza y fue confirmado en varios instrumentos internacionales, entre Colombia, Haití, Guatemala y Panamá. Accedieron también potencias
otros el Pacto antibélico Saavedra Lamas. extracontinentales, como Italia, Bulgaria, Noruega, Rumania, España,
Es de señalar que nada se decía respecto a los usos menores de la Checoslovaquia, Finlandia, Grecia, Portugal, Turquía y Yugoslavia.
fuerza, con lo que quedaba ese sector sumido en incertidumbre, y que En su artículo 1, el Pacto condenaba las guerras de agresión y propug-
tampoco se mencionaba el derecho de legítima defensa, aunque los tra- naba el arreglo pacífico de las controversias internacionales de cualquier
vaux préparatoires del Pacto indicaban claramente la intención de las clase que fueran. En el artículo 2 declaraba que entre las partes contratan-
partes de considerarlo como una excepción a la prohibición general. tes las cuestiones territoriales no debían ser solucionadas por la violencia
y que no se reconocerían los arreglos territoriales obtenidos violentamente
La utilización de la palabra "guerra" aparejaba algunas dificultades. ni la validez de la ocupación o adquisición de territorios por la fuerza de
Por ejemplo, China y Japón pretendieron encubrir sus conflictos
las armas. Incluía también un procedimiento de conciliación.
armados respecto a Manchuria (1931y1937) diciendo que la guerra
no había sido oficialmente declarada y que se mantenían las relaciones
diplomáticas entre ambos.
3. El derecho de la Carta
De resultas de la creciente distinción entre "guerra" y otros "usos de
La Carta de las Naciones Unidas introduce en el derecho del uso de
la fuerza menores que la guerra" que reconocía la práctica internacional
la fuerza modificaciones importantes. La Corte Internacional de Justi-
y de la participación de un creciente número de Estados en el Pacto,
cia, en el caso Nicaragua, 5 deja en claro que el derecho vigente se ha
cuyas disposiciones centrales muy posiblemente alcanzaron ya entonces el
formado alrededor de los conceptos introducidos por la Carta, pero que
rango de costumbre internacional, el derecho anterior a 1945 parecía
en primer lugar la Carta no es todo el derecho al respecto, puesto que se
prohibir la guerra pero autorizar otros usos de la fuerza que no configu-
limita a sentar algunos principios fundamentales y hace un reenvío a la
raban técnicamente una guerra, como los motivados por la defensa de los
costumbre; en segundo lugar, como muchos tratados multilaterales,
nacionales en peligro, las represalias armadas o incluso la intervención
contribuyó a la formación de un sistema consuetudinario. Este sistema
humanitaria. Esta comprobación es importante para comprender la polé-

4 Sesenta y tres Estados ratificaron o adhirieron al Pacto. Cuatro países no adhirieron, a 5 Affaire des activités militaires et /){lramilitqires au Nicaragua et co11tra celui-ci

saber la Argentina, Bolivia, El Salvador y Uruguay, pero todos ellos fueron partes del posterior (Nicaragua c. États U11ies d'Amerique) Fond. Arret du 27 Juin, 1986. La posición actual
Pacto Antibélico de Saavedra Lamas, como se verá en seguida, que ratifica el Briand-Kellogg. de los Estados Unidos al respecto ha variado fundamentalmente.
246 Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL 2'17

consuetudinario se completó con las resoluciones que dictó la Asam- De la opinio juris de los Estados dan fe las resoluciones de la Asam-
blea General que se comentan poco más abajo y seguramente conser- blea General que en su mayor parte integran el sistema mismo y aclaran
vó del sistema anterior a la Carta todas aquellas normas compatibles la extensión de sus reglas, como la Resolución AGNU 2625 (XXV), la
con los nuevos principios que ésta impuso. 3314 (XXIX) y la 2131 (XX), al menos en sus normas universalmente
aceptadas.13 La doctrina mayoritaria está de acuerdo en que el derecho
En el caso Nicaragua, la posición de los Estados Unidos sobre este consuetudinario en cuestión adoptó, tras la sanción de la Carta, un siste-
punto era que "no existía otro derecho internacional general y consue- ma consistente, en sus líneas generales, en una prohibición general del
tudinario sobre el que Nicaragua pudiese fundar sus demandas que el
uso de la fuerza por los Estados, y en una única excepción que es la legí-
de la Carta de las Naciones Unidas" y que "las disposiciones de la
tima defensa individual o colectiva. Dentro de ese sistema, el Consejo de
Carta de las Naciones Unidas pertinentes a este respecto resumen y
Seguridad puede autorizar el uso de la fuerza dentro de los poderes que
suplantan los principios del derecho internacional general y consuetu·
dinario en la materia". 6 le confiere el Capítulo VII de la Carta, o sea en situaciones de amenazas
contra la paz, de quebrantamiento de la paz o de actos de agresión.
La Corte, en cambio, declaró que si "los principios mencionados y
reconocidos como tales, son codificados o incorporados en convencio- a) La regla general
nes multilaterales no quiere decir que cesan de existir y de aplicarse El artículo 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas reza:
como principios de derecho consuetudinario, incluso a países miem-
"Los miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales,
bros de tales convenciones" 7 y llegó a la conclusión de que las normas
se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la
consuetudinarias al respecto no habían sido "suplantadas" por la Car-
8 integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado,
ta, ya que la misma reenvía, sobre un punto esencial, al derecho con-
o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las
suetudinario preexistente. Ese reenvío al derecho consuetudinario es Naciones Unidas".
expresado por el texto mismo del artículo 51 que menciona el derecho
inmanente 9 de legítima defensa individual o colectiva que "ninguna dis- Como se ve, este artículo llena los vacíos hasta entonces existentes
posición de la Carta menoscabará" y que se aplica en caso de "ataque en el DIP, puesto que se refiere al uso de la fuerza, no ya a la guerra,
armado" .1° Agrega la Corte que "comprueba que el artículo 51 de la con lo cual remedia el defecto del Pacto Briand-Kellogg. Incluye, ade-
Carta no tiene sentido sin la existencia de un derecho de legítima defen- más, a la amenaza de la fuerza dentro de la prohibición. Asimismo, va
sa 'natural' o 'inherente', 11 que no se ve cómo pueda ser sino de natura- más allá del artículo 10 del Pacto cuando extiende la prohibición al uso
leza consuetudinaria, aun en el caso de que su contenido haya sido o amenaza de la fuerza "en cualquier otra forma incompatible con los
confirmado por la Carta e influenciado por ella" .12 Propósitos de las Naciones Unidas".
Tales resoluciones, juntamente con el artículo 2.4, han consagrado la
6
prohibición general del uso de la fuerza como una regla del derecho
Id., p. 93, § 17.3 (traducción nuestra).
7
Ibid., p. 93, § 174.
consuetudinario, como lo dijo la CIJ en el caso de Nicaragua vs Esta-
8 Id., p. 95.
9
"Naturel" en la versión francesa e "inherent" en la inglesa.
10 Id., p. 94, § 176.
13 Somos de opinión que algunas normas de un tratado multilateral pueden dar origen n
11
"Inmanente" en la versión española del artículo 51. costumbres nuevas mientas que otras, por diversas razones, no se "universalizan" y ¡wnn:t·
12 Ibid.
necen convencionales, esto es, obligatorias solamente para los Estados partes del tratado.
248 JULIO BARBOZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL

dos Unidos. Más aún, la doctrina no parece dividida en cuanto a que la la propia Carta nada se dice al respecto. Por ende, los usos limlt~
prohibición general de los usos mayores de la fuerza (ataque armado) de la fuerza con ciertos propósitos compatibles con los de la Ca·
es una norma imperativa del derecho de gentes. 14 En cambio, está suje- deben, en su concepto, ser permitidos.
to a debate el alcance exacto de la regla, así como el de la excepción de ·., ,;'j
legítima defensa, y el de algunas variantes que examinaremos. En cambio el profesor Jan Brownlie 16 sostiene que la expre~i
"integridad territorial e independencia política" se refiere a la totalid
b) Alcance de la regla general del artículo 2.4 de los derechos de un Estado en el orden internacional y es compi:o•
¿Hasta dónde llega la norma general del artículo 2.4 de la Carta? va de todo lo que el Estado es. La frase final, relativa a los Propósi
¿Su alcance entraña una prohibición absoluta o deja terreno sin cubrir? de las Naciones Unidas, habría sido incluida para asegurar que la. fu
Por otra parte, ¿cuál es el alcance de la excepción de legítima defensa? za tampoco debía emplearse contra entidades no estatales, como pod'
Entre estos dos parámetros, esto es, entre la extensión que tienen tanto an considerarse a las colonias o protectorados (se la consideraría e
la norma prohibitiva como la excepción, se mueve la legalidad del uso estos casos como ejercida contra los Propósitos de las Naciones U
de la fuerza por los Estados. En la doctrina se debatió este punto y al das), y así lo demuestran los travaux préparatoires de la Conferencia
respecto hubo dos posiciones; una más bien permisiva del uso de la San Francisco. Es decir, que dicha frase se incorporó para reforzar,
fuerza y otra más bien restrictiva. para atenuar, el principio. ,
Tocante el alcance de la regla general del artículo 2.4, la fórmula De cualquier modo, el uso de la fuerza en casi todos los casos produ
empleada es aparentemente ambigua: no es lícito utilizar la fuerza con- dos en los últimos 50 años fueron calificados por los Estados protago
tra "la integridad territorial o la independencia política" de un Estado tas como formas de legítima defensa, esto es, sin poner en tela de juicio
miembro. Esto querría decir, sostuvieron los permisivos, que la fuerza universal alcance del artículo 2.4, se ampararon en la excepción. '~
podía usarse si no estaba dirigida contra estos dos bienes jurídicamente
protegidos. No constituía obstáculo a esta interpretación la otra frase Tanto la invasión de la República Dominicana por fuerzas de los E•t'
del mismo artículo, que la prohibe cuando se use "en cualquier otra dos Unidos (1965), como la de Grenada (1983), la invasión por fuerz·
forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas", por- de la India del Pakistán oriental (1971 ), la de Cambodia por Vietq11
que habría en efecto algunos usos de la fuerza, permitidos además en el (1978), la de Uganda por Tanzania (1979) y el bombardeo israelí'
las instalaciones iraquíes de Osirak (1981), fueron hechas en' nom
antiguo derecho consuetudinario, que podrían ser considerados compa-
de la legítima defensa, lo que probaría que hay cierto consenso e
tibles con aquellos propósitos.
los Estados en aceptar la interpretación amplia de la regla general p
que, en cambio, cuando buscan exceptuarse de ella lo hacen invoc:
Uno de los máximos representantes de la escuela permisiva, el profe-
la excepción más reconocida, esto es, la legítima defensa.17 .
sor Bowett, 15 esgrime este argumento y añade que no puede interpre-
tarse aquella frase del artículo 2.4 como la restricción de un derecho "
existente (el derecho consuetudinario anterior a la Carta) desde que en O sea, entonces, que la interpretación amplia de los conceptos'·(
gridad territorial e independencia política prevalece en la práctic'á "'
como la de los Propósitos de la Carta. Es menester examinar, ento ·'"
14 Y a anticipamos que la doctrina es unánime en cuanto a que la prohibición del uso

de la fuerza equivalente a un ataque armado es una norma imperativa (o de ;us cogens)


del derecho internacional general, pero está dividida en cuanto a que los usos menores de :~ Internati~nal Law and the Use of Force by States, Oxford, 1963, p. 268.· ,. 1il
la fuerza también estén prohibidos por una norma de esa naturaleza. Ver Martm D1xon, Textbook 011 International Law, Londres, Blackstone Pre
15 Self-Defence in International Law, 1958, pp. 184/187.
1993, p. 253.
,,,.,,.~"''i"""?"'!

250 JULIO BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL )\ 1

el alcance de la excepción, también a la luz de la praxis internacional, • También, de organizar o fomentar la organización de fuerz;1s irn·
pues es la extensión del concepto de legítima defensa el que introduce la guiares o de bandas armadas, incluidos los mercenarios, para
variable en el uso de la fuerza. Pero antes veamos los puntos salientes hacer incursiones en el territorio de otro Estado. 21
de la Resolución que informa el presente capítulo. • Asimismo, de organizar, instigar, ayudar o participar en actos dt'
guerra civil o en actos de terrorismo en otro Estado o de consentir
c) La Resolución AGNU 2625 (XXIX) de 1970 en actividades organizadas dentro de su territorio encaminadas :t
La Resolución enuncia, como principio, el mismo texto del artículo !~ ~ la comisión de dichos actos, cuando los actos a que se hace rcfc
''
2.4 de la Carta. Al desarrollar el contenido del principio, la Resolución rencia en el presente párrafo impliquen recurrir a la amenaza o a 1
declara, entre otras cosas que: uso de la fuerza.
• Una guerra de agresión constituye un crimen contra la paz que,
con arreglo al derecho internacional, entraña responsabilidad.18
• Los Estados tienen el deber de abstenerse de recurrir al uso o 4. La legítima defensa, alwnce de la excejJción
amenaza de la fuerza para violar las fronteras internacionales de
otro Estado, incluyendo las líneas internacionales de demarca- El concepto de legítima defensa como se entiende en el derecho de la
ción, tales como las líneas de armisticio, que se establezcan por un Carta, esto es, contra un ataque armado, 22 es parte del orden jurídico
acuerdo internacional del que sea parte o esté obligado a respetar internacional desde hace relativamente poco tiempo, puesto que sólo
por otras razones, o de conformidad con ese acuerdo. De la mis- tiene sentido en un sistema donde exista una prohibición general del
ma manera, deben abstenerse de emplearla para la solución de uso de la fuerza por los sujetos de ese derecho y donde la única excep-
controversias internacionales, incluyendo las territoriales y los ción sea su uso en resistencia a un ataque violento de otro sujeto. Sabi-
problemas relativos a las fronteras de los Estados. do es que hasta 1928, año del Pacto Kellog-Briand, no existían esas
• Los Estados tienen el deber de abstenerse de actos de represalia condiciones en el derecho de gentes.
que impliquen el uso de la fuerza.19 Además, la legítima defensa es excepcional: es la excepción en una
" Asimismo, de cualquier medida de fuerza que prive de su derecho norma -esta sí general- que reserva para la autoridad central el mono-
a la libre determinación, a la libertad y a la independencia de los polio, o un cuasi monopolio de la fuerza consistente en que dicho uso
pueblos a los que se alude en la formulación del principio de la por sujetos particulares sea legal sólo cuando éstos sean atacados y la
igualdad de derechos y de la libre determinación.20 autoridad central no pueda asegurar su defensa en forma suficiente-
mente rápida o eficaz. La legítima defensa es la única forma de auto-
18
protección armada que el derecho de gentes reconoce al Estado; sólo
. El crimen de agresión sólo se aplicó por el Tribunal de Nüremberg a individuos y refé-
tiene por objetivo repeler un ataque y debe terminar allí donde ese obje-
ndo a una "guerra de agresión". Figura como proyecto para ser eventualmente incorporado
al Estatuto de la Corte Penal Internacional Permanente de La Haya y figuró también en el tivo se ha logrado. 23 Desde luego, el castigo del atacante no puede
proyecto de la CDI sobre Código de Crímenes contra la Paz y la Seguridad internacionales constituir, en manera alguna, un elemento de la defensa.
que sirvió de base para una parte del Estatuto de aquella Corte. Desde luego, no es un crime~
ele Estado, desde que no existen los crímenes ele Estado en el derecho internacional actual.
19 21 O sea, la agresión indirecta, que si tiene la entidad de un ataque armado autoriza la
Expresa la prohibición total ele las represalias armadas.
20 ,\•'
Se refería a los pueblos coloniales, los sometidos a dominación extranjera (en parti- legítima defensa con sus plenos derechos.
cular los territorios árabes bajo ocupación israelí) y los sometidos a regímenes racistas (o 22 En sentido técnico, esto es, un ataque de cierta magnitud.

sea, los pueblos som~tidos al entonces vigente régimen sudafricano del apartheid), que 23 En tal sentido, suele decirse que la legítima defensa tiene por finalidad frustrar el
nan los ob1et1vos polit1cos ele los países no alineados. objetivo del ataque.
]llLIO BARBOZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAi. ·''• 1

Como dijimos más arriba, los artículos que Ja Carta dedica a Ja legíri-
son acatadas puede dictar otras medidas necesarias para aquellos li111·:;,
ma defensa dcl)(:n ser integrados con el derecho consuetudinario e;1 la
materia. Y,1 d1J1mos que la CIJ j - N. · por ejemplo autorizar el uso de la fuerza a una coalición de Estado::
, . . . · • , en e caso 1caragua, menciona que Ja
voluntarios. Esto quiere decir que debe tratarse de medidas dic:H·c·s,
Caita no 111trodu10 una normativa sistemática sobre la legítima defen-
sa, puesto que j)Or e1emplo no 1 · · · no simples resoluciones en el papel. Hasta allí, el Estado bajo ataq1w
. , , reg amenta m s1qmcra menciona rasgos
ncccsanos de ese derecho como la proporcionalidad, ni tampoco define sigue actuando en legítima defensa, pero a partir de allí el es aslllllt' la
lo q uc es un "ata ¡u responsabilidad de la operación. En consonancia con la reserva d<'
. • l e arma d o " , amen, d e que se remite a] "derecho
111manente" de legítima def , 1 c
ensa que a orte naturalmente encuentra poder del Consejo de Seguridad, el Estado que actúa en reaccic.>11
que no puede pertenecer sino a Ja costumbre internacionaJ.24 defensiva debe comunicarle las medidas adoptadas, que dicho Consejo
puede simplemente aceptar o bien interferir dictando otras, si lo consi
El artículo 51 al que nos estamos refiriendo reza así: dera necesario para el mantenimiento de la paz y seguridad internacio
nales que constituyen su competencia primaria.
"Ning_una disposición ele esta Carta menoscabad el derecho inmanente La Carta no lo menciona, pero el derecho consuetudinario demanda
de leg1t1111a defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado que la reacción defensiva sea razonablemente inmediata, de lo contrario
~c'.ntra un Miembro de las Naciones Unidas hasta tanto el Consejo de podría considerarse más bien una represalia armada. Tampoco dice que
, egun~.ad haya tomado las medidas necesarias para restablecer la paz el objetivo de la defensa debe ser el de repeler el ataque y que por cndt'
Y. seg.uudad mternac1onalcs. Las medidas tomadas por los miembros en
debe mantenerse dentro de los límites de la necesidad defensiva, so
e1erc1eio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediata-
mente al Consei·o de Se ·d d f , pena de exceder la proporcionalidad y convertirse a su vez en una agre-
. , gun a Y no a ectaran en manera alguna la
sión. Pero todo eso debe ser apreciado con una cierta flexibilidad.
autondad Y responsabilidad del Consejo conforme a b present~ Carta
par.a e¡ercer en cualquier momento Ja acción que estime necesaria con
Aunque la expresión "legítima defensa'', entonces, tiene un significa··
el fm de mantener o restablecer la paz y seguridad mternacwn,iles" do amplio, como el de reaccionar contra cualquier uso de la fuerza, téc-
nicamente, sólo la hay en derecho internacional cuando media un
He aquí,. entonces, _las condiciones de ejercicio de la legítima defensa ataque armado, expresión que si bien no está definida en la Carta, tiene
a que se refiere el reoen mencionado texto: por lo menos una dimensión bien establecida: 25 debe ser una operación
$ Debe haberse producido un ataque armado. bélica de cierta intensidad y magnitud, un uso mayor de la fuerza, a
• El Consejo.de Seguridad no debe haber adoptado todavía las medi- diferencia de lo que la CI.J llamó un "incidente de frontera" .26 Sola-
d.as necesarias para mantener o restablecer la paz y seguridad interna- mente la reacción frente a una agresión de ese volumen e intensidad
c10nales. trae consigo el ejercicio de todos los derechos que la situación de legíti-
Los. términos del artículo 51 reafirman claramente el carácter ma defensa a u to riza, en particular la utilización transfronteriza de la
excepc10nal de la legítima defensa El Conse¡·o de Segur·d d fuerza, esto es, el poder de usar la fuerza en el territorio del propio país
l · · 1 a se reserva
e mane¡o del asunto: normalmente dicta recomendaciones 0 resolucio- atacante. Para usos de la fuerza menores que un ataque armado, hay
nes q.ue, s1 son obedecidas, conducen al restablecimiento de la paz y otras consecuencias, aunque desde luego se autoriza una reacción
segundad mternac1onales, como por ejemplo ordenar un cese del fuego defensiva, siempre que se confine al territorio del Estado bajo ataque.
Y el retiro de las fuerzas a sus posiciones ante 1·1ºores , pero si éstas no
25Particularmente luego Je! fallo Je la CIJ en el asunto Nicaragua.
24 C N . 21•
Asunto Nicaragua, cit., § 19 !.Agregaríamos que Jcbería ser también un acto rn111 i
,aso tcaragua, cit., p. 94, especialmente parágrafo 176.
nuaJo.
254 Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL J.S)

Siendo esto así, ante un ataque armado como se ha descrito, la nece- definición de la legítima defensa frente a un uso de la fuerza que no
sidad de defensa propia "urgente, abrumadora, que no dejara lugar a la equivalía a la guerra.
elección de los medios ni tiempo a la deliberación" 27 que popularizó
Webster en el caso del Caroline estaría implícita como una consecuen- Gran Bretaña debía probar, en los términos de Webster, "una necesi-
cia automática y no necesitaría ser probada. dad de defensa propia urgente, abrumadora, que no dejara lugar a la
elección de los medios ni tiempo a la deliberación". Además, y para
a) El caso del Caroline legitimar su incursión dentro del territorio de los Estados Unidos, los
Aunque, como dijimos antes, la legítima defensa sólo tiene sentido si británicos debían establecer que no habían hecho "nada irrazonable o
existe una prohibición del uso de la fuerza, en el derecho internacional excesivo, desde que los actos justificados por la necesidad de la defensa
anterior a la Carta hubo oportunidades en que los Estados la alegaron propia deben ser limitados por esa necesidad y mantenidos claramente
para justificar usos de la fuerza menores ante otro Estado, no obstante dentro de sus límites". 2 8
la libre posibilidad que tenían de declarar la guerra entre sí. La apela- Esta definición de la legítima defensa pasó a convertirse en la del dere-
ción a la legítima defensa podía evitar la creación de un status de gue- cho consuetudinario de la época y exigía la presencia de tres elementos:
rra con todos sus efectos, entre otros la suspensión de los tratados, o • que la reacción fuera respuesta a una necesidad de defensa propia
creación de obligaciones emergentes hacia terceros Estados como con- apremiante,
secuencia de su estado de neutralidad como terceros Estados. • que la amenaza no pudiera evitarse por otros medios (necesidad), y
Según adelantamos, esta variedad de la legítima defensa no sería • que la fuerza utilizada fuera proporcional al peligro.
aceptable actualmente, ya que según el artículo 51 de la Carta ésta pro- Algunos de los conceptos de Webster han pasado como afirmaciones
cede únicamente ante un ataque armado, o sea solamente ante un uso o como dudas al derecho internacional general. Ellos pueden haber ins-
mayor de la fuerza. El famoso caso del Caroline proporciona un ejem- pirado la idea de que no solamente corresponde la legítima defensa en
plo al respecto. En 1837, durante la rebelión canadiense contra Gran respuesta a un ataque armado en desarrollo, sino que también es proce-
Bretaña, algunos ciudadanos norteamericanos fletaron un buque, el dente -incluso cuando el ataque no se hubiere aún producido- si aquél
Caroline, que ayudó considerablemente a los rebeldes, siendo neutral su es inminente (necesidad de defensa propia "urgente, abrumadora, que
país, los Estados Unidos. no dejara lugar a la elección de los medios ni tiempo a la deliberación").
Es la llamada defensa fJreventiva.
El Caroline fue apresado por fuerzas inglesas, incendiado y hecho En relación con lo que dijimos antes, el caso del Caroline indica que
caer en las cataratas del Niágara. Dos nacionales de los Estados Uni- la concepción de la legítima defensa en ese entonces se aplicaba a situa-
dos, que estaban a bordo, fueron muertos en la ocasión. En los años ciones prácticamente inversas a las actuales. Los hechos ejecutados por
1841-1842 en correspondencia diplomática con Gran Bretaña, el el buque configuraban un uso menor de la fuerza ejercido por particu-
Secretario de Estado norteamericano, sr. Webster, aclaró el concepto lares y en plena paz entre Gran Bretaña y los Estados Unidos. En cam-
de su país respecto a la legítima defensa, considerando que no había
bio, técnicamente, la legítima defensa solamente corresponde hoy en
un estado de guerra entre Gran Bretaña y Estados Unidos y que el
día ante un uso mayor de la fuerza, esto es, ante un ataque armado.
Caroline era, por ende, de bandera neutral. Eso hacía oportuna la
Gran Bretail.a alegó la legítima defensa seguramente para no incurrir
respecto a los Estados Unidos en una causal de guerra. La definición de
27
Que ha sido calificado por algún autor como 011 the s¡;ot reaction (reacción en el
lug~r). 28 The Caroli11e Case, 29 British and Foreign Papers, 1137.
256 Juuo BARBOZA Los GRANDES i'RINLIPIOS DEL DEREU 10 INTERNACIONAL )SI

Webster, la primera que se ensayó sobre la legítima defensa respecto de


Ientes.31 Sin duda, los actos descritos en a), b) y d) de dicha Resolu
un uso menor de la fuerza, tuvo por esa circunstancia tanta repercu-
ción configurarían ataques armados, pero no aquellos de que se oc11-
sión. El Reino Unido, en el fondo, la aceptó y trató de demostrar que su
pan los otros incisos.
acción se adaptaba a la figura descripta por Webster.
Son los siguientes: "inciso a) La invasión o el ataque por las fuerzas
b) El uso transfronterizo de la fuerza 29 armadas de un Estado del territorio de otro Estado, o toda ocupacic'in
Acaso el principal corolario de la legítima defensa sea la posibilidad militar, aun temporal, que resulte de dicha invasión o ataque, o toda
jurídica, no sólo de usar la fuerza en el propio territorio, sino también en anexión mediante el uso de la fuerza, del territorio de un Estado o de
territorio del atacante si ello es necesario para sus objetivos, y hasta de parte de él; b) El bombardeo, por parte de las fuerzas armadas de un
ocupar provisionalmente territorio enemigo para prevenir la renovación Estado, del territorio de otro Estado o el empleo de cualesquiera
del ataque inicial. O sea, que las principales consecuencias de la legítima armas por un Estado contra el territorio de otro Estado; ... d) El ata-
defensa ocurren en lo relativo al uso transfronterizo de la fuerza. que por las fuerzas armadas de un Estado contra las fuerzas armadas
Por otra parte, es allí donde mejor se advierte, por ejemplo, la terrestres, navales o aéreas de otro Estado, o contra su flota mercante
0 afrca". A los que debe agregarse el ataque armado indirecto del ar-
importancia del factor necesidad: no sería lícito llegar al extremo de
tículo 3.g), que se comenta bajo el numeral ii).
atacar un territorio ajeno si no fuera estrictamente necesario para la
propia defensa, siendo que la necesidad del uso de la fuerza parece
Aún así, el Consejo de Seguridad tiene por el artículo 2 de esa Reso-
como implícita cuando se trata de defenderse en el propio territorio. Lo
lución, facultades para apreciar si estos actos no alcanzan a configurar,
mismo puede decirse respecto a la proporcionalidad en la defensa, res-
en realidad, un acto de agresión "a la luz de otras circunstancias perti-
pecto a la que debe haber flexibilidad si se desarrolla en territorio pro-
nentes, incluido el hecho de que los actos de que se trata o sus conse-
pio, y más rigor cuando se ejercita en el del atacante. 30
i) El "ataque armado" cuencias no son de suficiente gravedad" (bastardillas nuestras).
Es la llamada "cláusula de minimis'', que contempla como criterios
La noción de "ataque armado'', fundamental para el ejercicio de la
para apreciar la magnitud del acto, su escala y las consecuencias perju-
legítima defensa y condición previa para el ejercicio transfronterizo de
diciales para el Estado agredido, que deben ser importantes. Se descar-
la fuerza, no ha sido -como vimos- definida en la Carta. Tampoco en
tarían, así, de la noción de "ataque armado" ciertos "usos menores de
la Resolución AGNU 3314 (XXIX), en la que sólo algunos de los
la fuerza", como los incidentes fronterizos, el apoyo a bandas armadas
actos de agresión descriptos pueden ser considerados ataques armados.
0 irregulares para que incursionen en el territorio de otro Estado, o la
La noción de "ataque armado" resulta más restringida que la de "agre-
organización, instigación, ayuda o participación en actos ?e guerra ~1vil
sión armada" y por ende no pueden utilizarse como conceptos equiva-
0 terrorismo, o la aquiescencia al desarrollo en su terntono de activida-
des encaminadas a dichos actos. 32
29
Un término más correcto que el de "transfronterizo", desde que se aplica a líneas
que no son fronteras, como las de demarcación o armisticio, sería el de "transjurisdiccio·· La Corte dt:cidió, en el asunto Nicaragua, que el suministro de armas,
na!", porque tales líneas, aunque no sean fronteras, marcan efectivamente diferencia de el financiamiento, las facilidades para el entrenamiento y el genl'r:tl
jurisdicciones. Lo mismo sucedería si un buque de guerra ataca a otro en alta mar.
°
3
Cabe legítimamente preguntarse si puede reprocharse a un Estado que se defiende
en su propio territorio que utilice medios muy superiores a los utilizados por el atacante, 31 C:f. Arenas Meza, Los límites al recurso a la fuer.za tra11sfrcmteriza e11 el actual ,¡,.,.,.
o al presumible peligro que éstos impliquen para el Estado atacado. Siempre, naturalmen- cho i11temacio11al. El /Jri11cif!io de f!rof!orcio11alidad, Santiago de Compostela, 2<HM, P· ),'I,
te, que tales medios no violen el derecho humanitario. 32. Caso Nicaragua, cit., p ..33.
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL l.'i ')
258 JULIO BARBOZA

apoyo a los "contras" para pelear contra el Gobierno de Nicaragua iii) La acumulación de eventos
constituían un uso ilegal de la fuerza, que equivalían a una intervención Puede suceder que los "incidentes de frontera" u otros usos menores
en los asuntos de Nicaragua, pero no a un ataque armado que autoriza- de la fuerza se repitan, de modo tal que sus efectos traigan consecuen-
ra a este Gobierno a responder por la fuerza fuera de su territorio. Sólo cias graves para el Estado que los soporta. En ese caso, es concebible
podría tomar contra el Estado que ha organizado el apoyo a los insur- que su acumulación equivalga, por su gravedad y por las consecuencias
gentes "contramedidas proporcionadas'', que la Corte no define. que puede acarrear, a un acto único que pueda equipararse a un ataque
armado justificativo de la legítima defensa. El profesor Bowett sostiene
ii) El ataque armado indirecto que "Si un Estado ha sido objeto de repetidos ataques armados en el
El envío de bandas armadas, no regulares, de un Estado a otro para pasado y éstos amenazan continuar esporádicamente en el futuro, pue-
ejercer la violencia se consideraría un ataque armado, de acuerdo con el de ello equivaler por acumulación a un ataque contra el Estado que lo
artículo 3.g de la Resolución AGNU 3314 (XX) sobre agresión, siem- autorice a emplear la legítima defensa". 34 Si los episodios armados pro-
pre que su acción tuviera entidad suficiente y que dichas bandas arma- venientes de una misma fuente se repiten, las acciones armadas en res-
das se encontraran en una situación de dependencia respecto al Estado puesta configuran en opinión de Bowett legítima defensa, puesto que
que las envía como para ser consideradas órganos de facto suyos. La tienen como objetivo frustrar nuevos ataques.
CIJ, en el caso Nicaragua mencionó aquella norma y afirmó que ema- En dos oportunidades la CIJ pareció aceptar, o al menos, no descar-
naba del derecho consuetudinario. 33 tar la doctrina en cuestión. En el caso Nicaragua dijo, en relación con
las incursiones nicaragüenses en territorio hondureño que
Fue la justificación aducida por los Estados Unidos para su interven-
ción en Vietnam: sobre un tiempo largo y gradualmente, fuerzas del "La Corte dispone de muy poca información tocante las circunstan-
Vietcong se habrían infiltrado en la región sur del país. Respecto a la cias de estas incursiones, lo que hace difícil decidir jurídicamente si
"implicación sustancial" del Estado, puede interpretarse que se refiere ellas pueden ser consideradas como que configuran, individual o
a la participación del Estado en el envío de las bandas o bien la parti- colectivamente, un ataque armado por Nicaragua a cualquiera de
cipación del Estado en los actos de dichas bandas. En el caso Nicara- ellos, o a ambos Estados". 35 (Bastardillas nuestras.)
gua la CIJ inclinándose por lo primero, desechó que la ayuda y
asistencia prestada a los "contras" pudiera indicar el grado de cone- La palabra "colectivamente" parecería referirse a la acumulación de
xión necesaria como para considerarlos órganos de facto del Gobierno
pequeños ataques. Posteriormente, en el caso de las plataformas petrolí-
de los Estados Unidos.
feras (Irán el Estados Unidos) de 2003, en relación con el argumento de
Estados Unidos de que debían sumarse los ataques previos de Irán con-
Otra dificultad que presenta esta modalidad de ataque indirecto es la
tra los buques norteamericanos y de otros países para considerar el ata-
forma de actuar de las bandas en cuestión, que generalmente adoptan
que a las plataformas petrolíferas iraníes como en legítima defensa, la
la forma de guerrillas y en lugar de un ataque frontal que pudiera con--
CIJ se planteó la cuestión de si ese ataque, "ya sea considerado en sí
siderarse el "ataque armado" del artículo 51 ejercitan una serie de ata-
ques menores. La acumulación de tales actos, sin embargo, puede
también en el caso de ataque indirecto configurar un "ataque armado", 34 66 A]IL 1, Jan. 1972, pp. 33 y ss. (Traducción nuestra.) Aquí la expresión "armed
attacks" no puede ser interpretada en el sentido del artículo 51 de la Carta, sino como
como veremos enseguida.
actos de fuerza armada que, cada uno en sí mismo, no equivale a un "ataque armado" en
sentido técnico, pero cuya acumulación sí equivaldría.
35 Caso Nicaragua, cit., § 231. (Traducción nuestra.)
33 ICJ Reports, 1986, cit.,§ 195.
260 Juuo BARBOZA Los GRAl~DES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAi.

mismo, ya en combinación con el resto de la serie de ataques" (bastar- ello que en la práctica se ha intentado cubrir muchas represalias :1rn1:1
dillas nuestras), llegaba a constituir un ataque armado, y decidió que das con aquel manto defensivo. La Asamblea General reconoce i111plil i
"aun tomados cumubtivarnente" no asumían ese carácter. 36 tarnente el uso transfronterizo de la fuerza en la Resolución 378 (V) <li-1
17 de noviembre de 1950 (Deberes de los Estados en caso de m/1/11r.1
La doctrina no ha calificado, que sepamos, la naturaleza jurídica del de hostilidades): "Un Estado puede, en caso de encontrarse en co11llivto
hecho antecedente, tanto de la legítima defensa como de las represa- armado con otro Estado o Estados tomar todas las medidas que S\':111
lias armadas, pero parece interesante señalar que en el caso del ataque practicables en las circunstancias existentes y que sean compatibles ro11
armado, éste debería configurar un hecho co11ti11uado, al menos nor·· el principio de legítima defensa" incluyendo la "invasión del territorio
malrnente, mientras que en la acumulación de eventos, parecería ser
de otro Estado o de sus aguas territoriales o el cruce de las líneas dl'
una especie innominada de hecho compuesto; aunque atención, no un
demarcación existentes", esto es, medidas tocias ellas que implica11 el
hecho co!llpuesto por hechos que considerados individualmente sean
uso transfronterizo de la fuerza.
lícitos, aunque acumulados no lo sean, sino un hecho compuesto por
hechos ilícitos que, al ser sumados, adquieren otro cadcter de ilicitud A veces la defensa del territorio propio no puede alcanzarse con 1:1
más grave.·"\? expulsión de las fuerzas atacantes y es menester trasladar las operacio
nes al territorio del agresor: eso responde al principio de la efectividad
iv) El objetivo necesario para el empleo transfronterizo de la fuerza de la acción d<:fensiva. Prohibir hacerlo significaría imponer al Estado
Para ser legítima, el ejercicio transfronterizo de la fuerza debe tener víctima de un ataque armado límites inaceptables por restar eficacia :1
por objetivo proteger y defender la integridad territorial del Estado ata- su respuesta. Esto se aplicaría, mutatis mutandi a los ataques indirectos
cado, y no uno diferente, como por ejemplo, castigar al Estado atacante. que equivalgan a un verdadero ataque armado, porque la única res.
Frente a un ataque armado con las características arriba especificadas, el puesta efectiva en estos casos es combatir las fuentes de donde emana 11 .
Estado atacado vería en serio peligro aquella integridad territorial y por v) La proporcionalidad

ende estaría autorizado por el derecho internacional para emplear todos La acció11 defensiva debe ser proporcional al ataque, máxime tratú11-
los medios necesarios para su protección, incluyendo la fuerza transfron- dose de la aplicación transfronteriza ele la fuerza. Esta proporcionali·
teriza. Hay que tener en cuenta que el Estado es una organización terri·· dad está en estrecha relación con el objetivo de la defensa del territorio:
torial y por ende que una violación de sus fronteras es inseparable de la la respuesta debe ser proporcional al objetivo de protegerlo del ataque.
idea de la agresión contra el propio Estado. 38 No debe, entonces, convertirse a dicha acción defensiva transfronteriza
El uso transfronterizo de la fuerza puede constituir legítima defensa en una acción agresiva u ofensiva.
o una represalia armada. La doctrina más ortodoxa enseña que el único
admitido por el derecho de gentes como lícito es la primera, y es por Este razonamiento es particularmente aplicable a la acción que comt ¡.
tuye una respuesta única y más amplia a una serie de ataques previos,
sobre todo si esos ataques son indirectos. En tal sentido, debe cjncnst·
36 Case Crmcer11i11g Oil Platfurms (Islamic Re/JllÍJ!ic o( lran us. U11ited States o( A111e- una cierta flexibilidad y medirse la licitud de la acción transfro11tt·1"il.;1
ric<1) Merits. ]udge111e11/. IC] Re/wrts 2003, §§ 6.3-ú4. únicamente ''con arreglo a su aptitud para alcanzar el resultado h11sc;1
.l"/ Los hechos continu<1dos no son definidos en los artículos de la CD! anexos a la
do", que es el de detener y repeler una agresión armada. ' 9 Naturali11t•11
Resolución AGNU 56/83; los segundos se definen así en el artículo l ~. l: "!.a violación por
el Estado de una obligaciún internacional mediante una serie de acciones u omisiones, dcfi-
te que este razonamiento aplicado a la realidad política irnernat·irnlitl
nith en su conjunto con10 ilkita, tiene lugar cuando se produce la acción u rnn1sió11 que,
1
tolll;ida con 18s demás ;iccioncs u omisiones, es suficiente para constituir el hecho ilícito". " Ago, Roberto, /\1111,nio ... , .1980, Vol. 11, l'rimcr;i parte, "Adición al octavo i11lo11111·
\8 Ver Miguel Arenas Meza, o/J. cit., pp. 47/50. sobr" la responsahilido.d de los Est.1dos, por el set'íor Roberto Ago", p. 71.
262 Juuo BARBOZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL
puede dar lugar a abusos. Para evitarlos, debe ponerse especial aten-
ción en vigilar que la utilización transfronteriza de la fuerza sea, en rea- vi) Los criterios de valoración de la proporcionalidad ":¡

lidad, el único medio para lograr el objetivo de defensa del territorio . Hay d.os ~octrin.as ~especto a la cuestión del acápite: a) la que~p
prop10. c1a un entena cualitativo que pone en relación la fuerza transfrom
utilizada con el fin defensivo que la alienta; es el criterio de 101
Respecto al principio de la proporcionalidad, la doctrina es coinci- vos; b) el criterio cuantitativo que la relaciona con el ataque previ
dente en cuanto a que es necesaria en las acciones defensivas, particu- su gravedad y con los medios empleados; es el criterio de los act,q1¡
larmente en aquellas consistentes en el ejercicio transfronterizo de la
fuerza, pero en cuanto a su contenido y alcance, en cambio, la doctrina La doctrina de los objetivos es mayoritaria; relaciona la a~~i6~··
permanece indecisa. siva con su aptitud para alcanzar el resultado buscado.44
1
6 Eri'
Se ha atacado la vigencia general del principio diciendo que el artícu- ocasiones una acción en legítima defensa, para ser eficaz, deber./'
proporciones que no se corresponden necesariamente con I~••::
lo 51 de la Carta no contiene a su respecto referencia alguna, pero el
agresión sufrida.
artículo 51 se remite al derecho internacional general en el que sin duda
ese principio es vigente.
El criterio de los actos es invocado por la CIJ en el asunto Nica~ '
cuando se refiere a la proporción existente entre la acción de Esé1
Desde el fallo en el asunto Nicaragua no se puede dudar de que el
derecho general coincide con los textos de la Carta: hay una identidad Unidos de minar los puertos nicaragüenses y atacar puertos e insta'
entre ambos derechos. 40 En la práctica del Consejo de Seguridad los n~s petrolíferas de Nicaragua en relación con la asistencia prestada
Estados que han hecho uso transfronterizo de la fuerza han insistido Nicaragua a los rebeldes salvadoreños del FMLN.45 No menciona~
en que tal uso constituía un medio proporcionado a las circunstancias Corte la necesaria adecuación de aquellas acciones al propósito defe' '
46
del caso. En el debate mantenido en el Consejo de Seguridad con moti- vo. Igualmente, la CIJ en su fallo sobre las plataformas petrolífer' 1M1
vo del bombardeo británico contra Yemen del Sur, en 1964, el Repre- que relaciona el ataque norteamericano a las plataformas petrollfe"
sentante británico adujo que se trataba de una medida proporcionada, Irán con los alegados ataques previos de Irán contra bienes de ·tÓs
limitada a las necesidades del caso, y que de ningún modo podía con- dos Unidos. 47
siderarse una represalia. 41 Asimismo, el bombardeo de la aldea siria
de Almanjor, en julio de 1966, fue declarado por Israel, el Estado ata- Como suele suceder, existe una doctrina intermedia, según la '
cante, como una acción limitada y apropiada en las circunstancias. 42 doctrina de los actos sería adecuada para los ataques de meno~
Por su parte, el Consejo de Seguridad condenó muchas de estas accio- tía o intensidad, mientras que la de los objetivos se adecuaría tñ'l
nes transfronterizas debido a sus excesos. las reacciones ante ataques militares de cierta entidad, o bien fre
las sucesiones de actos diferentes de agresión armada, siempre1
puedan equiparar a un único ataque armado por su escala y efe~
40 Lo confirma la Opinión consultiva en el asunto de la licitud de la amenaza o el
,,
empleo de armas nucleares, del 18 de julio de 1996, que reafirma las condiciones de nece- 43
sidad y proporcionalidad basadas en el derecho internacional consuetudinario. ICJ Arenas Meza, op. cit., p. 184. ,¡
Report (1996), p. 226. :; Ver Ago, Roberto, Adición al octa~o informe .. ., cit., p. 72. ¡1,¡¡'(\
41 Repertorio de la práctica seguida por los órganos de las Naciones Unidas, Vol. 1, Recordar que Estados Urndos adu¡o concumr, en uso de la legítima defensa ;
Suplemento Nº 3, Nueva York, 1981, p. 155. va, en ayuda de El Salvador contra Nicaragua.
46
42 Repertoire of the Practice of the Security Council. Supplement 1966168, Nueva Reports, 1986, cit., p. 122.
47
York, 1971, p. 125. . Case Concerning Oil Platforms. Islamic Republic of Iran vs. United Stato1 o
rica, November 6, 2003, § 77. ,
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECllO INTERNACIONAi. ,1(,'1
264 JULIO BARBOZA

La legítima defensa colectiva es un concepto novedoso, i111rnd11, 1d11


Cuando exista un conflicto armado en gran escala, la apreciación de
en el derecho internacional a través de la Carta, 49 y en los 1lt-h.1l1",
la proporcionalidad tendrá que hacerse en términos más flexibles y que precedieron a su sanción se discutió sobre si se tratah;1 .¡,. 1111
elásticos que en otros supuestos, ya que la respuesta defensiva podrá ser "derecho" autónomo de cualquier Estado, esto es, si un Est;1do pod1.1
mucho más intensa y amplia que el ataque previo. 48 acudir por su propia iniciativa en defensa de otro atacado o si s11l11
podía hacerlo a su pedido, o bien si sc'ilo podía hacerlo en caso d" qt1<'
c) Legítima defensa colectiua fuera también víctima del ataque o si su interés resultara co111pr11111<'
tido por dicho ataque. En disidencia en el caso Nicaragua, el j11<'1,
La legítima defensa colectiva ocurre cuando un Estado es víctima de
Jennings opinó que para que existiera defensa propia colectiva dl'h<'
un ataque armado y otros acuden en su ayuda. No hay mucha pfélctica
ría haber en dicha defensa, además del elemento "colectivo", ta111hll'·11
internacional en esta materia, aunque existan numerosos tratados de
algo del elemento "propio'', esto es, el ataque debía amenazar 1;1111
asistencia recíproca cuyo objeto es, precisamente, proveer a dicha defensa. bién a los otros Estados. !'uso en duda, entonces, que fuera lcgít i11111
que Estados que no habían sido atacados participaran en la dcft.ma
Fue invocada por Estados Unidos en el Líbano en 1958, en Vietnam del que sí lo había sido. Este punto de vista, sin embargo, no parl'l"l'
en 1961/75, en Kuwait en 1990 (junto con el Reino Unido, antes de la haber prevalecido en la práctica de los Estados ya que dejaría sin
autorización del Consejo de Seguridad) y en 2001 en Afganistán. El ob1eto a los tratados defensivos existentes. so También se discutiú _,¡
Reino Unido la invocó en Jordania en 1958 y en la federación de Ara- era necesario un tratado previo autorizando esta intervención, por
bia del Sur en 1964; Francia en el Chad en 1983/84 y en 1986 y la que se aducía que de otra manera sería contraria al espíritu dl'I ar
Unión Soviética en Hungría en 1956, en Checoslovaquia en 1968 y en tículo 51.
Afganistán en 1979.

La CI.J tuvo oportunidad de expedirse sobre este tema in extenso l'll


Curiosamente, y no obstante haber sido muy debatida la inclusión el caso Nicaragua. Allí determinó que lo dicho respecto a la naturakza
de la defensa colectiva en el artículo 51 de la Carta, hoy en día no del ataque armado en cuanto a la legítima defensa individual vale igtt:il·
hay mayores desacuerdos doctrinales respecto a su contenido. En la mente para la defensa colectiva, esto es, no hay legítima defensa colel'l i
práctica han sido los hechos el objeto de controversias: si existió real- va sin un ataque armado con las mismas características requeridas para
mente un ataque armado que diera origen a esta defensa, si hubo un la defensa individual. También que era necesario un pedido formal del
auténtico pedido de intervención defensiva por parte del Estado vícti- Estado que sufre el ataque, cuando determine'> que no existía ese pedido
ma, etc. Su inclusión en aquel artículo de la Carta fue debida al pedi- por parte de Honduras o El Salvador a Washington ante ataques atri
do expreso de los países latinoamericanos, que querían mantener la buidus a Nicaragua.
compatibilidad del sistema interarnericano de asistencia recíproca con
el que se establecía en la Carta de la ONU. No obstante este antece-
dente, fue incluido en el Capítulo VTI relativo a los poderes del Con·
sejo de Seguridad en lugar de serlo en el Capítulo VIII de los acuerdos
regionales. -~-
19
' El juez Oda, en l'I ca"' Nicaragua, hizo notar que, por esa circunstancia, no po.!1.1
ser referido como un "derecho inmanente'º, tal como lo hace el artículo 51 de la< .. 111,1.
!C] Rcj}()rfs, 1958, cit.,§§ 91/96_
1
' X Arrnas .Meza, o¡;. cit., p. 2.00.
'° ICJ Reports, 1986, p. 545.
266 Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL

5. El uso de la fuerza fuera de la legítima defensa garla. En 1962, durante la crisis de los misiles cubanos, los Estados
Unidos invocaron el Capítulo VIII de la Carta (acuerdos regionales)
a) Legítima defensa preventiva para justificar su cuarentena de Cuba; en 1967 Israel atacó preventi-
Han existido casos de uso de la fuerza emprendido por Estados en lo vamente a Egipto y pudiendo invocar esa defensa, adujo en cambio
que se ha dado en llamar "legítima defensa preventiva" ante la alegada que había existido un ataque previo de Egipto al bloquear este país el
inminencia de un ataque armado por otro Estado. Estrecho de Tiran; en 1988 los Estados Unidos alegaron que el buque
de guerra Vincennes había atacado al vuelo 655 Airbus de Irán en ple-
Así procedió, por ejemplo, Israel contra fuerzas armadas de Egipto en na batalla iniciada por un ataque previo iraní, y en 1999 los Estados
1967, y contra Irak en 1981 al bombardear en Osirak una planta Unidos y el Reino Unido cambiaron sus reglas de empeñamiento (rules
donde Irak habría estado en proceso de fabricar armas nucleares que of engagement) para que sus aviones, que vigilaban el cui,nplimiento
Israel consideraba se utilizarían inexorablemente en su contra. de las prohibiciones de vuelos en las zonas correspondientes, atacaran
preventivamente blancos iraquíes sospechosos, antes de ser ellos mis-
Obviamente, esta concepción choca contra un obstáculo insalvable mos atacados.
dentro de la definición misma de la legítima defensa en el artículo 51 de
la Carta, que la concibe: "en caso de ataque armado". No mediando tal Para los autores de tendencia penms1va, sin embargo, la Carta no
ataque, no cabría la posibilidad de defensa legítima. derogó el derecho consuetudinario anterior que permitía el uso de la
Remiro Brotóns dice que el DI no obliga a los Estados "a diferir su fuerza cuando surgía "una necesidad de defensa propia urgente, abru-
acción defensiva hasta el momento en que el agresor consuma su ata- madora, que no dejara lugar a elección de medios ni tiempo a delibera-
que, pues ha de entenderse que el ataque armado existe a partir del ción" como rezaba la descripción de Webster.
momento en que se ponen en marcha los efectivos que han de desenca- En nuestros días defiende la posición preventiva, entre otros, el autor
denarlo" y cita como ejemplo que "el ataque británico contra Argenti- norteamericano Me Dougall 53 con un razonamiento práctico: dada la
na por la recuperación de las islas Malvinas se inició ... cuando (la existencia actual de armas de destrucción en masa y de vectores muy
flota) zarpó en misión de guerra con rumbo al Atlántico sur" .51 rápidos para hacerlas llegar a destino, así como medios eficaces de _i~te­
Acaso asista la razón a este autor, particularmente en cuanto al ligencia para detectar movimientos de ese tipo, sería absurdo no utilizar
ejemplo citado, puesto que la preparación y objetivos de la expedición la fuerza preventivamente en tales casos. Un Estado, en particular uno
británica habían sido ampliamente publicitados. Otros ejemplos podrí- pequeño, podría ser borrado de la faz de la tierra si se obstinara en
an ofrecer algunas dudas. Si la flota japonesa, que salió en secreto y en cumplir con el artículo 51 de la Carta.
plena paz, para bombardear Pearl Harbor en 1941 hubiera sido ataca- ,.
da por fuerzas de los Estados Unidos cuando se encontraba en camino Un autor israelí, Y. Dinstein, distingue el uso "preventivo" de la fuer-
a su blanco, lo hubiera sido en legítima defensa? ¿O sólo cuando za contra un ataque armado simplemente previsible o simplemente
comenzó a descargar sus cañones? concebible, de un uso "interceptivo" de la fuerza, frente a un ataque
"inminente y prácticamente inevitable" y ejemplifica lo último con el
De todos modos, las Resoluciones 2625 (XXV), 3314(XXIX) y la ataque a Pearl Harbar en 1941 y la acción de Israel en 1967 frente a
41/76 52 nada dicen sobre la defensa preventiva, y antes de que apare- un "ataque armado incipiente" de Egipto. 54 En su concepción, sólo el
ciera la doctrina Bush, los Estados en general fueron renuentes a ale-
53 "The Soviet-Cuban Quarantine and Self-Defence", AJIL, 57 (1963), pp. 597/601.
11 Op. cit., p. 926. 54 War, Aggression and Self-Defence, Cambridge, Cambridge University Prcss, 199'1,
12 Declaración sobre no uso de la fuerza, del 3 de diciembre de 1986.
pp. 188/191.
268 Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINC:ll'IOS DEL DEREC:HO INTFRNAUONAI.

uso "interceptivo" sería legal. Por otra parte, autores que niegan en Resolución 262. Israel atacó el Cuartel general de la 01.1' t·11 11111<"1. 1·11
absoluto la legalidad de la defensa preventiva, corno Théodore Chris- 1985, en reacción contra ataques palestinos, por lo que fue co11d1·11.1.!11
takis, se inclinan a buscar en el estado de necesidad la justificación por Resolución 573 del Consejo y posteriormente emprcndit'> L1 t11 w1.1
para este uso de la fuerza.SS ción "Paz en Galilea" en junio de 1992, contra el Líbano. I-:11 rna11t11 •1
los Estados Unidos, este país bombardeó Trípoli en 1986 tras el at.1q111·
b) Las represalias armadas en Berlín Occidental a ciudadanos norteamericanos y otros atrnt;1.!m
"Represalias" se llamaban antiguamente las "contramedidas"; ahora contra blancos norteamericanos cuya autoría se imputó a 1.ihia. l'.l 1{1·1

se suele reservar aquel nombre para las que implican el uso de la fuerza. no Unido y Francia, conjuntamente con los Estados Unidos, vt·tar1111 la
condena. El mismo Estados Unidos dirigió un ataque con mi,ilt·, ;1 I• 1•,
Ya sabernos en qué consisten, y que están prohibidas. En el derecho
cuarteles de inteligencia en lbgdad, en junio 1993, tras el all'g;1do dt""
anterior a la Carta, cuando el uso de la fuerza era en principio libre, las
cubrimiento por sus servicios ele inteligencia de un proyecto de atrnt.1
represalias armadas estaban permitidas.
do -nunca llevado a cabo- contra el presidente Rush (padre) c11 v1,11.1
No parece caber duda de que el artículo 2.4 prohibe el uso de la en Kuwait. En el C:onsc¡o dl' Seguridad, sólo Rusia apoyó la pmiuo11
fuerza en las represalias, y que ello se ha ratificado expresamente por la norteamericana, el Reino Unido tuvo una intervención matizada y ( :1t1
Resolución AGNU 2625 (XXV). Los autores "permisivos" sostienen na condenó. M;Ís tarde, l'll 1998, misiles norteamericanos impac·tarn11
que, si bien tal era la concepción original de la Carta, las graves defi- sobre campos de entrenamiento alcgadamente terroristas en Afg;lllist;i11
ciencias que se originaron en la seguridad colectiva debido a las fallas y una planta en Sudán, sospechada de fabricar armas químicas di" dt".,
cn el funcionamiento del Consejo ele Seguridad dieron origen a una cos- truccic'm masiva, respondiendo a los ataques a las Embajadas de I-:...1;1
tumbre nueva que se aparta de aquella concepción original. dos Unidos en Kcnia y Tanzania. Este ataque se justificú por l"I
Pero cualesquiera fueren las elucubraciones doctrinarias al respecto, presidente Clinton el 21 de agosto de 1998 como "respuesta par;1 pn·

lo cierto es que los Estados que han incurrido en represalias armadas venir v disuadir de nuevos ataques de una amenaza terrorista l'lara
mente identificada". Sólo el Reino Unido y Rusia apoyaron la ani.-111
raramente o nunca las caracterizaron como tales, sino como legítima
norteamericana, y Rusia cambió postenormcntc de posición. En todt10.,
defensa, lo cual parecería indicar que la ofJinio juris de tales Estados
esos casos se alegó legítima defensa, pero sin éxito. Las acciones arri11;1
-siguiendo la de la comunidad internacional en su conjunto-- es contra-
relatadas tuvieron, por cierto, la apariencia de represalias armadas, y sr
ria a su legalidad.
las consideró más bien punitivas que defensivas. Como tuvieron luga1
contra ataques pasados, aquellas intervenciones no fueron considn;1
La historia reciente registra una serie de ataques que fueron hechos en das necesarias para frustrarlos. 56 También cabe citar el ataque dr
norn brc de la legítima defensa, pero q uc en realidad parecen ser más Sudúfrica ;1 Angola, en diciembre de 1983 y el ataque británico ,·011tr;1
bien represalias armadas, y que obtuvieron condenas del CS. Israel Yemen en 1964. En los casos arriba \eiialados, hubo notificacio11t·o., .il
atacó, en 1968, el aeropuerto de lkirut, en respuesta a un ataque C:S por los fatados actuantes, que nunca pidieron la intcrvcnci<'111 d1·I
terrorista contra un avión israelí en el aeropunt(J de Atenas. Se alegó Consejo ni su autorización para cmprl'mkrlos.
complicidad del Líbano porque éste había permitido la instalación de
los cuarteles generales y de bases de organizaciones terroristas árabes
c) Algunas reflexiones marginales sobre las rc¡nesalias armadas
en su territorio. E! Consejo de Seguridad condenó la acción israelí en la
La Asamblea General, el Consejo de Seguridad y la Corte l11tcrt1;1ci11
nal de Justicia se han pronunciado en contra de la legalidad rk 1:1•,
'i~ "Vcrs une reconnaissance de la notion de gucrrc préventivc?" en L,ntterueJitioil CJ!
1¡-,¡/, et le dmit internaticmal, París, Cedin, 2004, pp. 28/45. Asimismo, Ago, en Adi-
<1u11 .. ,, •:Íl., nota 59, p. 40.
270 Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL UI
Juuo BARBOZA

represalias armadas en todos los casos, con un resquicio para la doctri- entre ataque y defensa y la continuidad que exige -en principio- la lt·¡•,1
na de la acumulación de eventos, como vimos. Los Estados, por su par- tima defensa. La diferencia entre defensa y represalia en relación rn11 l'i
te, invariablemente han tratado de justificar lo que a todas luces hecho antecedente estribaría en la magnitud que éste ha asumido, y l'i
parecen represalias con la excusa de la legítima defensa, dejando traslu- momento en que la reacción tiene lugar: la legítima defensa podría L'<>II
cir así su propia o¡Jinio juris y la de la comunidad internacional. Por siderarse una medida aplicada mientras el ataque se desarrolla, o srn,
consiguiente, es claro que las represalias armadas están totalmente durante un tal ataque, la segunda una medida aplicada después dt: pro
prohibidas en el derecho internacional. <lucido el episodio de fuerza.
Pero menester es confesar que no resulta siempre fácil llevar esta
Tampoco es eso tan tajante: por ejemplo, un Estado se apodera por la
prohibición a sus últimas consecuencias.
fuerza de una región de otro Estado y la ocupa. Un contraataque pos
terior no deja de ser legítima defensa por el hecho de que entre ataqut·
Supongamos que un Estado realiza una acción de fuerza limitada con-
y contraataque haya transcurrido un período como para hacerlo parl'--
tra otro y se retira antes de que el atacado esté en condiciones de opo-
cer una represalia.
ner ninguna acción. La víctima acude al Consejo de Seguridad, cuya
acción se paraliza por un veto. ¿Qué sucedería si, ante estas circunstan-
cias, el Estado que sufrió el ataque responde con fuerza y efectos pro·
Se dice, por lo demás, que la legítima defensa tiene por finalidad
porcionales? La posición ortodoxa a este respecto no autoriza el uso de esencial la de frustrar un ataque actual, pero no deja de tener también
la fuerza en las represalias, aun en casos extremos como cuando res- un ingrediente de disuasión respecto a futuros ataques, lo que parece u11
ponden a un hecho también de fuerza. Tal el contenido de la Resolu-- elemento propio de las represalias, pues aparte de la finalidad puniti-
ción AGNU 2625 (XXV), que las prohibe en todos los casos. En los va58 que pudieran tener, y que los artículos de la CDI anexos a la Reso-
hechos, sin embargo, aventuras de este tipo no quedan sin respuesta. lución 53/86 no aceptan para las contramedidas -género del que las
represalias son una especie- la represalia tiende indudablemente a
Aunque conceptualmente se distinguen las represalias armadas de la disuadir que se repita la agresión anterior, particularmente cuando ata-
legítima defensa, están aquéllas y ésta íntimamente ligadas y hasta pare- ca sus fuentes mismas.
cen tener zonas de tangencia. Para que una acción configure una repre-
salia y no algo distinto, debe referirse a un hecho antecedente de Parecería abonar esta conclusión el hecho de que la legítima defensa
carácter puntual, aunque sus efectos perduren (artículo 14.1, artículos pueda completarse con la prosecución de la lucha, no sólo hasta
de la CDI anexos a la Resolución 56/83), tal como podría ser una expulsar al invasor fuera del territorio invadido, sino hasta donde
incursión aérea no repetida, una incursión fronteriza aislada o en suma pareciera necesario como para que el ataque original no pudiera Sl'I'
un uso de la fuerza menor y circunscrito, porque uno mayor nos condu-
ciría al terreno de la legítima defensa. 58 Parece existir la opinión de que las represalias armadas son, por así decirlo por
Asimismo, debe ser un episodio que se ubique completamente en el esencia, desproporcionadas al ataque recibido, para ser realmente disuasivas. Sin emh:H
pasado con respecto a la reacción y que no cree por su continuidad una go, esa nota de desproporción o de punición no parece ser de la esencia de las represalia,.;
todo lo contrario. Cuando las represalias armadas estaban permitidas, era condiciú11 d1·
persistente situación de ilegalidad 57 , todo lo contrario de la inmediatez
su licitud el que no fueran desproporcionadas con la violación que intentaban contrarrt''•
tar. La decisión del Naulilaa así lo sentó, si bien es cierto que utilizó la forma nega1iv11
17 (en sentido de que no debían ser manifiestamente desproporcionadas), la idea de la pro
Recordar que la doctrina de la ac1111111/ació11 de eventos permitiría equiparar los actos
porción está allí e indica que las represalias, armadas o no, debían observarla so pt·1111 d ..
puntuales de us_o d_e la fuerza contra un Estado con un ataque armado si asumen cierta pers-
incurrir en ilicitud.
pecnva de cont111u1dad y sus efectos sumados tienen gravedad suficiente para el atacado.
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL )./ 1
272 JULIO BARBOZA

reanudado en un futuro más o menos inmediato (Objetivo de la defen- En realidad, hay dos argumentos que la justificarían, a saber que el
sa del propio territorio). La temporal ocupación de territorio enemigo, atentado a la vida de los nacionales de un Estado equivale a un ataque
así como otras medidas conducentes al mismo fin, pueden caer bajo el contra ese Estado y que así como el Estado se protege de la fuerza ejcr··
palio de la legítima defensa dentro de una unidad de significación que cida contra su integridad territorial y su independencia política con la
en parte abarca la frustración del ataque en cuestión y en parte la pre- fuerza así también tiene derecho a usar la fuerza para defender a sus
vención de un ataque futuro. '
nacionales en ciertas condiciones.

Es que, en realidad, las conductas humanas y por ende las estatales No está claro si el ataque contra los nacionales del Estado debe asu-
ocurren en un contexto de unidad de sentido. Tanto la legítima defensa mir una entidad equivalente a la del ataque armado que técnicamente
como las represalias armadas tienen lugar en un marco de agudo conflic-· autoriza la legítima defensa, con lo cual un paralelo estricto resulta
to, que ha pasado de los intercambios verbales o de medidas más o difícil de hacer.
menos pacíficas, a hechos de violencia. En la medida en que veamos las
acciones de fuerza distribuidas en el tiempo como un continuum y no Asimismo, se alega que en todo caso, la acción no va dirigida contra
como episodios desconectados entre sí, las represalias armadas adquieren la integridad territorial ni la independencia política del Estado territo-
un matiz de legítima defensa también en continuum y tienden a frustrar y rial, argumento que no ha hecho camino ni en éste ni en otros terrenos
contrarrestar un ataque armado distribuido también él en el tiempo. 59 del uso de la fuerza. Eso en cuanto a la vida misma de los nacionales;
tocante los bienes aquellos argumentos pierden fuerza y la práctica
d) Protección de nacionales y bienes en el exterior reciente no registra antecedentes al respecto. Hay que remontarse a
Esta causal ha sido invocada generalmente por potencias occidenta-· 1956, cuando el Reino Unido lo alegó en relación con sus acciones mili-
les cuando la vida de sus nacionales estaba en peligro en un país tares en el Canal de Suez, destinadas a proteger la vida de sus nacionales
extranjero, a veces alegando que el gobierno del Estado en cuestión no pero también las instalaciones y demás bienes en dicho canal.
podía o no quería protegerlos. Sin embargo, el hecho frecuente de que
esa causal fuera invocada conjuntamente con otras contribuyó a que la Para algunos autores, como Cassesse, esta norma del derecho consue-
práctica internacional no fuera muy clara a su respecto. Más de una tudinario anterior a la Carta pervive por las fallas del Consejo de
vez, por otra parte, ha sido un mero pretexto para utilizar la fuerza Seguridad para conjurar las amenazas a la paz. Pero se requerirían
estrictas condiciones para admitirla: peligro serio, no disponibilidad
contra otros Estados.
de otro medio, exclusivo propósito de salvar nacionales, proporciona-
lidad fuerza-peligro, terminación tan pronto desaparezca la amenaza,
En ocasiones se ha utilizado la fuerza sin el consentimiento del Estado
comunicación al Consejo de Seguridad tan pronto se use la fuerza. 60
territorial: el Reino Unido y Francia en Suez en 1956, Bélgica en el
Congo en 1960, los Estados Unidos en diversas oportunidades, como
en la República Dominicana en 1965, en el asunto del Mayaguez en Puede darse el caso de que el Estado territorial, no pudiendo prote-
1975, en Irán en 1980, en Grenada en 198.3 y en Panamá en 1989. ger con sus propios medios a los nacionales extranjeros, otorgue con-
sentimiento al Estado de que se trate para intervenir en su territorio en
59
El autor de este libro ha considerado, en otra parte, que tanto la legítima defensa protección de sus nacionales. En tal caso, el consentimiento debería ser
como las contramedid;1s ·-·incluyendo por supuesto a las represalias armadas- son miem- 1) real; 2) por gobierno establecido; 3) ad-hoc, esto es para cada caso
bros de la familia de la necesidad, lo que acentúa su presunto parentesco. Ver su artículo
''Nccessity (revisited) in internacional Law'', en Essays in lntemacio11al Lzw in Honour
()(ft1dge Manfred Lachs, The Hague-Boston-Lancaster, 1984, pp. 27/43. 60 Cassese, Antonio, fotematio1wl Law, Oxford, 2001, p. 317.
274 Juuo BARBOZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL .' / '1

particular y no uno de tipo general. Además, la intervención armada no


No fue invocada formalmentl:, como causal principal, ni por la 111111.1
debe ir contra la integridad territorial o la independencia política del
cuando intervino en Pakistán oriental en 1971, ni por Vietnan1 rna11
Estado territorial; ni contra una regla de jus cogens. 6l
do atacó a Cambodia en 1978 (exterminio de la población propia 1·11
De todos modos, un paralelo de este tipo de acción con la legítima
manos de los Kmers rouges) ni por Tanzania en su intervencic°>11 co11
defensa tropieza con dificultades técnicas y conceptuales demasiado tra Uganda en 1979 63 (para deponer al sangriento dictador !di A111i11
grandes, de ahí que alguna doctrina que le es favorable se inclina por Dada), ni por Francia en República Centroafricana (cuando depuso a
considerar a esta acción una "intervención lícita".6 2 otro arbitrario dictador, Bokassa), en 1979.Tampoco lo fue por partl'
de los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia cuando intervinil'ro11
e) Intervención humanitaria en lrak para proteger a las poblaciones kurda y chiíta (recordar Lis
Vamos a detenernos algo en la consideración de esta causal, ya que zonas de prohibición de vuelo (110-fly zo11es) en partes del lrak), aú11
es uno de los campos en que el derecho del uso de la fuerza está más en cuando en todos esos casos pudieron ser invocadas razones humani-
crisis. A diferencia de lo que sucede con la protección de nacionales en tarias relativas a la protección de las poblaciones de esos países con-
el extranjero (intervención "protectora"), la llamada "intervención tra graves represiones de sus gobiernos. Respecto a la acción de
humanitaria" ocurre cuando un Estado emplea la fuerza contra otro ECOW AS 64 en Liberia y Sierra l.cona, el Consejo de Seguridad pan"
ció simplemente ignorar irregularidades en cuanto al empleo de las
Estado que somete a sus propios nacionales, o a nacionales de terceros
fuerzas armadas que actuaban en nombre de la organización regio-
Estados, a tratamientos que importan una violación masiva y grave de
nal. Por su parte, la Cl.J declaró, en el caso Nicaragua, que "el uso de
sus derechos humanos y de esa manera ponen en peligro sus vidas o su la fuerza no es el método apropiado para supervisar o asegurar tal
integridad física. respeto" (de los derechos humanos). 65 Sostiene Cassesse que la inter-
vención humanitaria no ha cristalizado en regla internacional, por el
No debe ser confundida con la intervención del Consejo de Seguridad, escaso 11s11s y falta de generalidad en cuanto a la opinio y que la Car-
como en Somalia y en Haití, que sería lícita por caer dentro de su ta hace prevalecer la paz y la seguridad por sobre la prevención de
competencia. Tampoco se la debe confundir con la asistencia humani- atrocidades. 66
taria prestada por uno o varios Estados particulares, que no impli4ue
el uso de la fuerza armada.
Sin embargo, los acontecimientos que tuvieron lugar con ocasión de
la crisis de la antigua Yugoslavia, en particular la intervención armada
La legalidad de la intervención humanitaria es sumamente dudosa, de la OTAN en relación con los episodios de violación masiva de los
por no decir abiertamente ilegal. La Resolución AGNU 2625 excluye el derechos humanos en Kosovo, ha vuelto a poner sobre el tapete la cues-
derecho de intervención y no hace excepción alguna a favor de la inter- tión de la legalidad de la intervención humanitaria, puesto que la
vención humanitaria, y por su parte, la Resolución AGNU 3314 que OTAN amenazó con la fuerza y luego la utilizó contra Yugoslavia (Ser-
define la agresión dice terminantemente en su artículo 5 .1 que "ningu-
na consideración, cualquiera sea su índole, política, económica, militar
o de otro carácter, podrá servir de justificación de una agresión". 61 No hubo condenas en las Naciones Unida'., por las intervenciones de la India ni la
de Tanzania, mientras que muchas voces se alzaron contra la de Vietnam, que terminú
con el horroro:;o exterminio conducido por los lw1ers rouges, por razones políticas pro·
61 Id., pp. 318/319. pias de la la Guerra Fría.
62 4
Simétricamente a la intervención ilícita que supone el apoyo, entrenamiento y 6 Economic C:omrnunitv of Wcst African Sta tes. Tocante estos episodios, ver Chris1i
demás, de tropas que intervienen en un conflicto interno de otro país, como calificó la ne Gray, /11tenwtio11al Law.aizd the Use o/Forcc, Oxford, 2004, pp. 2.94/299.
6 5 Caso Nicaragua, cit., p. 134, § 268.
CIJ al apoyo brindado por los Estados Unidos a los "contras" r;n Nicaragua.
66 Cassesse, Antonio, l11tenzaáo11al Law, cit., p. 2.98.
276 .Juuo BARBOZA Los CRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL. '1/'/'

bia más Montenegro y Kosovo) sin contar para ello con autorización intentaba transformarla, de una alianza defensiva, en la gara11te dl' L1
del Consejo de Seguridad. paz y seguridad de la región euro-atlántica, incluyendo la prevc11ció11 d(·
conflictos y el manejo de crisis.
En efecto, la Resolución 1199 (1998) del CS se limitó, en este aspecto, En marzo de 1999 comenzó la operación Fuerza aliada de la O'l'J\ N
a declarar que el deterioro de la situación en Kosovo "constituía una
para detener la catástrofe humanitaria en Kosovo. El Secretario Gencrnl
amenaza a la paz y a la seguridad en la región" y finalmente que si las
de las Naciones Unidas manifestó que debía mediar autorización del
medidas que se pedían a la República Federal de Yugoslavia en esa
Consejo de Seguridad. En la primera reunión del Consejo los que defc11
misma resolución y en la 1160 (1998) no eran adoptadas, el Consejo
dieron la acción de la OTAN mencionaron las anteriores resoluciones
examinaría "la posibilidad de adoptar medidas nuevas y adicionales
para mantener o restablecer la paz en la región". La posición británica del mismo Consejo y la necesidad de detener las violaciones masivas de
cambió diametralmente, con respecto a la que mantuvo hasta ese los derechos humanos cometidas por los serbios. Tras el exitoso fin de
momento, pues de afirmar la ilegalidad de la intervención humanitaria la campaña, el CS aprobó la Resolución 1244 que avalaba el acuerdo
pasó a defenderla, si bien imponiendo condiciones bastante severas a entre las partes sobre los principios para una solución política a la crisis
su ejecución. Christine Gray argumenta que solamente son ciertos de Kosovo. l·-Iubo controversia respecto a si dicha resolución implicaba
doctrinarios quienes sostienen la legalidad de esta intervención, mien- una aceptación retroactiva de la legalidad de la acción de la OTAN o
tras que los Estados jamás la invocan. 67 una simple aceptación de la necesidad de terminar con la crisis ele
Kosovo, pero los miembros del Consejo que habían estado contra la
Actualmente, y a partir precisamente de esta intervención, se ha pola- legalidad de la intervención no se plegaron a la interpretación de la
rizado la opinión de los Estados entre los agrupados en la OTAN por un legalización retroactiva.
lado y por el otro Rusia, China y el Movimiento de países no alineados.
Posteriormente, Yugoslavia inició juicio ante la CJ.J contra los miem-
Cuando se produjo la rebelión de los kurdos y chiítas contra Bagdad bros individuales de la OTAN que habían participado en la operación
el Consejo de Seguridad aprobó la Resolución 688, que llamaba al Fuerza aliada, sobre la base de que la llamada "intervención humani-
Gobierno de Irak a terminar con su represión de aquellas poblaciones. taria" era ilegal y que, en caso de que lo fuera, la forma en que había
Esta Resolución no se dictó en ejercicio de las funciones del Capítulo sido llevada revelaba que no había existido un propósito humanitario
Vil de la Carta (uso de la fuerza) pero fue utilizada por los Estados (bombardeo de áreas pobl:idas desde una altura de ~.000 metros para
Unidos, el Reino Unido y Francia para protegerlas militarmente, adu· proteger a una minoría en una determinada región, mientras se ataca-
ciendo que actuaban en su cumplimiento. Fue la primera vez que se ba al re!-.to de las comunidades yugoslavas). Bélgica fue el único país
apeló al recurso de la autorización implícita del Consejo para usar la que contestó estos argumentos apoyándose en el cumplimiento implí-
fuerza, que luego utilizaría Estados Unidos en el caso de [rak, encabe- cito de las resoluciones del Consejo de Seguridad y en la obligación de
zando la "Coalición de países voluntarios". 68 intervenir para evitar una cat<Í:;trofr humanitaria al proteger derechos
humanos fundamentales que habían adquirido la calidad de jus
La OTAN intervino dos veces en la crisis yugoslava. En la primera coge11s. Se añadió que la OTAN no había atentado contra la integri-
(1991-1995) lo hizo con autorización expresa del es, en función del dad territorial ni contra la independencia política de Yugoslavia.
nuevo papel que buscaba desempeñar en materias de seguridad y que
Los partidarios de la intervención humanitaria, en particular Estados
67
Op. cit., p. 33. como el Reino Unido que habían mantenido una posición abiertamente
GX Id., p. 34. contraria a su legalidad, no explican bien por qué habría cambiado la
:¡ Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL
278 juuo BARBOZA 1
¡
~
(
El fundamento jurídico alegado por los dos principales países inva-
norma que la contemplaba tan desfavorablemente. Una de las causales sores (Estados Unidos y el Reino Unido) se expresó en una carta ele
alegadas es la creciente consideración que impera en la comunidad ambos al Consejo de Seguridad, invocando la legítima defensa indivi-
internacional respecto a la protección de los derechos humanos funda- dual o colectiva del artículo 51 de la Carta.
mentales, pero queda sin explicar debido a qué mecanismo jurídico esa
protección debería llegar a la utilización de la fuerza. De todos modos No quedó claro el alcance de la Resolución 1368 del Consejo, en el
la oposición de varios Estados importantes a esta forma de intervenció~ sentido de si ella sentaba precedente o se trataba de un caso aislado.
es suficiente para asegurar que el proceso consuetudinario no se ha ope- En todo caso, el asentimiento con que se benefició Estados Unidos en
rado a este respecto. ese momento pareció desvanecerse cuando se produjo el segundo ata-
que a Irak, esta vez bajo la presidencia de George W. Bush.

Hasta la agresión terrorista del 11/9, la opinio juris de los Estados


6. La guerra contra el terrorismo internacional
había sido, en general, contraria a la invocación de la legítima defensa
contra ataques terroristas, esto es, contraria al uso transfronterizo de la
a) Antes del 1119 (Ataque terrorista a las Torres gemelas y al Pentá-
fuerza contra Estados supuestamente cómplices de los terroristas por
gono)
parte de los Estados que habían sufrido los ataques. Los protagonistas
El masivo ataque terrorista de 11/9 pareció inaugurar una nueva eta-
de tales usos transfronterizos fueron principalmente los Estados Unidos
pa en la consideración jurídica del uso de la fuerza. El Gobierno de
e Israel; también hubo casos a cargo de Sudáfrica en Angola y del Rei-
Estados Unidos proclamó "una clase distinta de guerra contra un ene-
no Unido en Yemen.
migo de diferente clase". La cuestión que se plantea es la de saber si
esta "guerra" ha efectivamente cambiado el derecho del uso de la fuer-
b) Des¡més del 1119
za por los Estados, y en caso afirmativo, hasta qué punto.
Como se dijo más arriba, hubo un apoyo universal a los Estados
La respuesta a esos ataques terroristas fue unánime: fueron condena-
Unidos y a su derecho de legítima defensa tras el ataque del epígrafe.
dos en el Consejo de Seguridad, que en el preámbulo de su Resolución
Ese general ambiente de condena a los atentados terroristas y de apoyo
1368 declaró por primera vez que cabía la legítima defensa contra ata-
a las acciones de los Estados Unidos reafirmó a unos en su convicción
ques terroristas; también las hubo de la Asamblea General de las Nacio-
de que el antiguo y amplio derecho de legítima defensa no había cadu-
ne_s Unidas. La Organización de los Estados Americanos proclamó
cado y a otros en su apreciación de que se trataba, en realidad, del sur-
as1m1smo la legítima defensa y la OTAN declaró, también por primera
gimiento de un nuevo derecho basado en la reinterpretación del artículo
vez, que era aplicable al caso el artículo 5 de su Tratado.69
51, en un proceso de formación consuetudinaria acelerado.
El Gobierno norteamericano reclamó la entrega de Bin Laden, la
La nueva regla que parecía surgir era que, bajo ciertas condiciones,
clausura en Afganistán de los campos de entrenamiento terrorista y la
hay un derecho a ejercer la legítima defensa ante un ataque terrorista
apertura del país a inspecciones de los Estados Unidos. Tras la negativa
ejecutado por actores no estatales, y que esa acción podía dirigirse con-
de los talibán a cumplir con esas condiciones, se produjo la operación
tra el Estado o Estados que los albergaran. El exacto alcance, sin
Libertad duradera y la consiguiente invasión de Afganistán principal-
embargo, ele esta supuesta nueva regla era dudoso.
mente por tropas norteamericanas y británicas en octubre 7 de 2001.
i) Ataque armado
¿Cambió el concepto de ataque armado? En la norma tradicional,
0Q
_ ue proc 1ama que un ataque contra un Estado
. .
miembro es un ataque contra todos tratándose de particulares, sólo se configuraba por el envío por parl'l' d1·
los Estados miembros.
.>.HO Juuo BARROZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL 2.H 1

un Estado de bandas armadas, grupos irregulares o mercenarios cuya


papel de los miembros de Al Quaeda como funcionarios de facto tilo
actuación equivaliera a un ataque armado de fuerzas regulares. Resolu-
ción AGNU 3314 (XIX). Afganistán.

En doctrina, una corriente se inclinó por admitir que había habido


Cassese hace notar que la Resolución 1368 del CS es ambigua y con-
tradictoria, puesto que reconoce en el preámbulo el derecho de legíti- un cambio en la concepción de la legítima defensa para dar cabida a su
ma defensa de los Estados Unidos contra una "amenaza a la paz" utilización contra Estados que albergaran terroristas, otros rechazaron
(primer párrafo operativo), cuando aquélla sólo corresponde contra la justificación norteamericana de lleno y por último una tercera opi-
un ataque armado. 70 nión consideró que, en realidad, la relación entre Al Quaeda y Afganis-
tán cumplía con el grado de complicidad requerido por la Resolución
Clásicamente, como hemos visto en la Resolución AGNU 2625 AGNU 3314 (XXIX).7 3
(XXV), se requería una complicidad del Estado que enviara las bandas
armadas o grupos de irregulares o mercenarios de tal índole que trans- Ni los Estados Unidos ni el Consejo de Seguridad cumplieron con los
formara a dichas personas en agentes de facto de aquel Estado. Sin requisitos de la Carta tras el ataque norteamericano contra Afganis-
embargo, tras los acontecimientos del 11/9, el presidente Bush anunció tán. Recordar que el artículo 51 dice que "Las medidas tomadas por
los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa ... no afecta-
que no distinguiría entre los terroristas y los Estados que los alberga-
rán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo con-
ran,71 esto es, dejando de lado la anterior regla relativa a la necesaria
forme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción
complicidad del Estado anfitrión. Las consiguientes especulaciones doc-
que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la
trinarias se refirieron entonces a si en el caso particular de Al Quaeda seguridad internacionales". Habiéndose producido el ataque del
con el Estado que les daba albergue, los ataques del 11/9 originaban un 11109, correspondía al es hacerse cargo de la situación en nombre ele
derecho de los Estados Unidos de atacar Afganistán. la comunidad internacional, tomar "las medidas necesarias" para con-
jurar la "amenaza a la paz internacional" y no dejar a Estados Unidos
En relación con el caso de Afganistán, no obstante la declaración ante·· que tomara la situación en sus manos bajo el escudo ele la legítima
dicha, la nota dirigida por los Estados Unidos al CS se esforzó por defensa. 74 El CS abdicó de sus propias atribuciones y de esa manera
encuadrar su acción en términos más ortodoxos, al expresar que tenía extendió excesivamente el derecho de legítima defensa individual o
pruebas de que Al Quaeda había jugado un papel central en los aten- colectiva que ejerció la coalición. En tocio caso, si se admitiera como
tados del 1119, que el régimen talibán los había posibilitado al permi- regla general la legítima defensa contra ataques terroristas, ele forma
tirle que utilizara su territorio como una base operacional y que esa tal que se asimilara un ataque por una organización terrorista al ata-
organización terrorista seguía utilizando aquel territorio para entrenar que armado de un Estado, habría que resolver algunos problemas,
Y apoyar a terroristas que continuaban atacando los nacionales y los como que el objetivo de la acción defensiva podrían ser varios Esta··
intereses de los Estados Unidos, tanto en territorio norteamericano dos. La base ele esta defensa sería la violación, por dichos Estados, del
. n
como en el extenor. O sea, buscando aparentemente establecer el deber ele abstenerse de permitir en su territorio las actividades ele
terroristas que permitieran atacar objetivos en otros países, estableci-
do en la Resolución 2625 (XXV). Asimismo, debería abandonarse la
7
° Cassesse, Antonio, "Terrorism is Also Disrupting Sorne Crucial Legal C:ategories of necesidad de inmediatez en la reacción defensiva y eventualmcnt'l'
lnternational Law", E]IL 12 (2001), p. 996.
71
La palabra inglesa empleada fue "harbour".
72 73
40 ILM (/ntemational Legal Materia/s) (2001) 1280. !bid.
74 Y al Reino Unido bajo el de la legítima defensa colectiva.
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL
J.X l
282 ]uuo BARBOZA
actuar, debido al peligro que ofrece la nueva combinación de terroris-
admitir una respuesta diferida. En lo tocante al fin del proceso defen- mo global, Estados canallas y armas de destrucci_ón mas1v:, antes de
sivo, no podría fijarse anticipadamente, ya que la "guerra" puede que el peligro se concrete 0 se haga inminente, estirando as1 la defen~a
durar indefinidamente y en cuanto a los medios a empicarse, en lugar · mue ¡10 ma's alla' de lo que el derecho de uso de la fuerza habw
de los que se aceptan hoy en día por el derecho humanitario, varios propia
hasta entonces, como ahora, considerado aceptable.
Estados parecen propiciar la legitimación de cualquier medio antite-
rrorista, incluyendo los asesinatos selectivos y hasta el uso de armas
Un párrafo del documento sobre la National Security Strategy c.s
nucleares. 75
explicativo: "No podemos dejar que nuestros enemigos golpeen pri-
mero ... Debemos prepararnos para detener a los Estados 'canallas' Y a
ii) Doctrina de la legítima defensa preventiva (pre-emptive) sus clientes terroristas antes de que estén en condiciones de amenazar
En septiembre de 2002 se publicó la Estrategia Nacional de Seguri- con el uso de armas de destrucción masiva a los Estados U111dos. La
dad de los Estados Unidos (National Security Strategy of the United doctrina de la legítima defensa debe ser revisada a la luz de las moder-
States) en la que se proclamó el derecho de aquel país de actuar preven- nas condiciones. En particular, el requisito de que la amenaza sea
tivamente (pre-emptively) contra presumibles ataques terroristas. inminente debe reconsiderarse" 76 (traducción nuestra).

En esta materia, hay que tener en cuenta el significado que se da por Los dos elementos 11 uevos de esta doctrina parecen ser el abandon~>
los juristas anglosajones a dos expresiones parecidas: preventive y pre- de la inminencia, de forma tal que operaciones como la de Üs!fak sen-
emptive. Ambas se refieren al uso de la fuerza en previsión de un ata- an para ella legales, y aplicarse en relación con ciertos Es~~dos que, por
que, pero la primera alude a la acepción tradicional del término, esto
su conducta y antecedentes, han incurrido en la califICa·CI·on -por. Was-
es, a la defensa contra un ataque inminente que responda a las carac-
hington- de Estados canallas, teniendo en vi_s,ta la procl1v1dad atnbm~a
terísticas que Webster requería en el caso del Caroline. La segunda, en
a estos Estados de contribuir a la proltferac1on de armas nucleares aun
cambio, significa la defensa contra una simple amenaza, que puede o
no desatarse tras un cierto tiempo, como sucedió en el ataque israelí en manos de terroristas. .
contra la planta de Osirak, respecto a la hipótesis de que las armas Esta concepción no parece haber hecho camino en la doctnna Y ha
nucleares que se estarían produciendo podrían utilizarse contra Israel. encontrado abierta oposición en la operación Libertad para Irak. Au'.1
los Estados más cercanos a la política antiterrorista de los Estados Un'.-
En realidad, hay que relacionar el concepto de defensa anticipada dos corno el Reino Unido 0 la OTAN, no han dado muestras de cons1-
(pre-emptive) de esta declaración con el peligro que ofrecen, en el len- der~rla como la expresión de una norma general del derecho de uso de
guaje utilizado en los documentos norteamericanos, los llamados "Esta- la fuerza. 77
dos canallas" (rogue States) que estén en condiciones de proveer armas iii) Uso de la fuerza para el cambio de régimen . ,
de destrucción masiva a organizaciones terroristas, en particular de El tema se planteó cuando se produjo la invasión a Afgamstan Y nue-
armas nucleares, para hacerlas explotar en ciudades importantes de los vamente con más fuerza, cuando la de lrak. Estados Unidos so.stuvo,
Estados Unidos o de sus aliados. en el primer caso, que su intención era derrocar el. régimen talibán e
Entre los Estados "canallas" la declaración estratégica cita a Irán y instalar un nuevo gobierno. La comunidad internacional no opuso en
Corea del Norte específicamente, aunque en diversas épocas también se
incluyó a otros, como Libia y Siria. La concepción de esta estrategia es
76 41 ILM (lntemational Legal Materials) l478.
77 Gray, Christine, op. cit., pp. l 78/1"79.
75
Casscse, Intematin11aol Law, cit., pp. 997/998.
Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL 28S

ese entonces objeciones mayores, desde que el regunen en cuest10n se Carta. Hay dos momentos normativos importantes en ese período, ;\
había aislado internacionalmente y no había sido reconocido por las saber, los años 1945 y 1970.
Naciones Unidas corno el legítimo gobierno de Afganistán, amén de El primero inaugura el período de la Carta, con sus artículos 2.4
haber sido objeto de sanciones por parte de aquella Organización. {prohibición general) y 51 (legítima defensa). Luego también los artícu-
Respecto a Irak, sin embargo, la reacción fue diferente. El gobierno de los 53 (organismos regionales) y 107 (Estados enemigos).
Washington quiso poner en ejecución una ley del Congreso llamada La doctrina mayoritaria estima que el sistema de la Carta innova a
"Acta de liberación del Irak" de la época del presidente Clinton, que tal punto que es revolucionario respecto a la situación anterior. La
nunca había sido aplicada, y que declaraba que "La política de los Esta- intención que orienta al nuevo sistema, al menos en su origen, fue la de
dos Unidos debe apoyar los esfuerzos para derrocar el régimen de Sad- centralizar el uso de la fuerza a través de su total monopolio por el
dam Hussein en Irak y promover la instalación en su lugar de un Consejo de Seguridad y la consiguiente prohibición a los Estados de
gobierno democrático que lo reernplace" 78 {traducción nuestra). Francia, ejercerla. Eso explica el texto del artículo 2.4, cuya única excepción fue
Alemania, Rusia y China, que se oponían al uso de la fuerza contra Irak la del artículo 51, o sea el de la legítima defensa ante un ataque arma-
argumentaron que, en realidad, lo que se proponía Estados Unidos era el do. La Guerra Fría y la paralización del Consejo de Seguridad impidie-
derrocamiento de Hussein y para eso usar ilegalmente de la fuerza. Esta ron el funcionamiento previsto para el sistema. Corno consecuencia,
oposición, así corno el matiz de diferenciación que impuso a su justifica- surgieron alegadas situaciones de necesidad respecto al uso de la fuerza,
ción el Gobierno del Reino Unido, pueden considerarse decisivos para así como considerables abusos. Se alegó que, como consecuencia de las
descartar el cambio de régimen corno excusa para el empleo de la fuerza. aludidas fallas del Consejo de Seguridad, se había operado una vuelta
al sistema consuetudinario anterior a la Carta, que permitía ciertos usos
El Reino Unido proclamó como objetivo de su acción en Afganistán menores de la fuerza.
llevar a Bin Laden y demás líderes a la justicia, impedirles continuar su
Esto llevó al segundo momento normativo, en 1970. Las negocia-
acción terrorista y que Afganistán continuara dando albergue y apoyo
ciones se llevaron entre tres partes: los Estados desarrollados, los
al terrorismo internacional. Para ello se requería un cambio de dirigcn-
socialistas, y los del Tercer mundo que se aliaban, éstos, a ratos con
cia. Respecto a Irak, alegó que un cambio de dirigencia en Irak sería
bienvenido si era consecuencia de su intervención, pero que dicha inter··
unos y a ratos con otros. El resultado fue la Resolución AGNU 2625
vención no tenía como objetivo derrocar a Saddam Hussein. 79 (XXV), que marcó acuerdos sobre puntos importantes. Luego, en
1974, apareció la Resolución AGNU 3314 (XXIX) sobre definición de
la agresión.
7. Las etapas en el derecho de la Carta80 Las posiciones del Tercer mundo en estas negociaciones de la Reso-
lución fueron:
Luego de la visión panorámica del tema expuesta hasta aquí, resulta • El uso de la fuerza no está permitido contra los pueblos que bus-
de interés una breve recapitulación histórica a partir de la sanción de la can su libre determinación en territorios no autónomos, ocupados
(Israel) o regímenes racistas (Sud África - Rhodesia). Estos pue-
blos estaban autorizados, en el sistema propugnado por el Tercer
78
"It should be the policy of the United States to sup¡Jort efforts to remove the regi .. mundo, para utilizar la fuerza.
me headed by Saddam Husseill fmm power i11 Iraq a11d to ¡mm10te the e111erge11ce o( a
democratic gouem111e11t to replace that regime", cit., en Christine Gray, op. cit., p. 191.
• La coerción económica debe ser causal para reaccionar en lcgíti.,
79
Id., p. 191. ma defensa.
80
Seguimos en esta exposición a Antonio Cassesse, op. cit., pp. 302 y ss. • Las conquistas territoriales no deben ser reconocidas.
2S6 JULIO BARBOZA

Las de los países desarrollados: Capítulo 13


• No modificar el equilibrio existente mediante la excepción de los
movimientos de liberación nacional. La Carta de las Naciones Los grandes principios del derecho internacional (continuación)
Unidas es un tratado entre Estados. Por lo demás, no es fácil
determinar cuándo el movimiento que reclama su reconocimiento
es un verdadero movimiento de liberación nacional, siendo
menester el mayor cuidado a este respecto porque su autorizaría
la legítima defensa colectiva y eso facilitaría a las dos Superpoten-
cias la intervención a favor de alguno de sus clientes.
• La agresión económica constituye un concepto muy vago y peligroso.
Corno en el caso anterior, se podría invocar la legítima defensa
colectiva y usar la fuerza armada contra la coerción económica. El arreglo pacífico de las controversias internacionales
• Hay que interpretar literalmente la cláusula final del artículo 2.4,
o sea, una agresión sólo se configura si atenta contra la integridad 1. Las controversias internacionales
territorial o la independencia política de un Estado. Se legalizaban
así los usos menores de la fuerza. El DIP moderno busca que los conflictos entre los Estados se resuelva1~
• Debe extenderse la legítima defensa a la reivindicación de derechos pacíficamente, con exclusión de métodos viol:ntos: e.orno vimos, esta
en el orden internacional, y al cumplimiento de sentencias de tri- prohibido el uso de la fuerza en las relaciones 111ternac1onales, de forma
bunales internacionales, así como para las represalias armadas. que el principio anteriormente estudiado y el actual son co.mpleme~tanos.
La noción de "controversia internacional" fue defm1d.a as1 por la
• Es aceptable el concepto de legítima defensa preventiva (en su
sentido clásico, ante un ataque inminente). Corte Permanente de Justicia Internacional, en la sentencia del 20 de
• [Compromiso (Expresado en las Resoluciones 2625 de 1970 y agosto de 1924 en el caso Mavrommatis:
3314 de 1974)).
• La amenaza o el uso de la fuerza no pueden utilizarse contra Esta- "Una controversia es un desacuerdo sobre un punto de derecho o '~,e·
hecho, una oposición de tesis jurídicas o de intereses entre dos Estados ·
dos ni contra pueblos con organización representativa (se conside-
raba que ciertos movimientos de liberación nacional eran
representativos de aquellos pueblos). Se aplica a los pueblos colo- Los métodos de solución de controversias contemplados en ~ª. Cartn
niales, bajo ocupación extranjera o bajo regímenes racistas. . ONU (artículo 33) son la negociación, los buenos of1c1os, la
d e la d. · ¡
'" No se admite la adquisición por la fuerza de territorios. Aunque mediación, la conciliación, el arbitraje y el arreglo ju 1oa ·
haya ocupación de facto y autoridad sobre el territorio, no se
reconoce título a la soberanía (Resolución 242 CS, 1967). a) Controversias jurídicas y />olíticas. . .
'" Según Cassesse, no se reconoce la validez de la legítima defensa pre- La doctrina y la práctica distinguen <los clases de controversias 111t!'r ·
ventiva, salvo casos excepcionales. No se admitió la legítima nacionales:
· , · 11 1 ales las partes se hallan l'll
defensa contra la agresión indirecta (Caso Nicaragua). • las de tipo 1und1co: son aque as en as,cu . ., , .... i
desacuerdo acerca de la interpretac1on o aplicac1on del dt l l <.he
vicrente a un conjunto determinado de hechos, Y
b
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUACIÓN) 289
288 Juuo BARBOZA

miento de la paz y la seguridad internacionales, establece en el artículo


• las de tipo político: son aquellas en las cuales una de las partes busca
la modificación del derecho existente. .3.3.1 de la Carta lo siguiente:
En realidad, y según los mismos argumentos kelsenianos en favor de
"l.Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible
la idea del derecho como un orden hermético, todas las controversias
de poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad interna-
son susceptibles de una solución jurídica, según que haya o no una nor- cionales tratarán de buscarle solución, ante todo, mediante la negocia-
ma que dé la razón a una de las partes. Si no la hay, entonces la parte ción, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el
actora debe sufrir un "no ha lugar". Pero hay ocasiones en que un arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros
Estado no busca la aplicación del orden vigente, sino su subversión: el medios pacíficos de su elección.
Tercer Reich no amparaba sus pretensiones en normas existentes del 2. El Consejo de Seguridad, si lo estimase necesario, instará a las par-
derecho de gentes, que se expresaban a través del Tratado de Versalles, tes a que arreglen sus controversias por dichos medios".
sino que buscaba su derogación. Obviamente, este tipo de disputas
raramente encontrará una solución sino en el reino de los hechos. Es decir, que la organización más importante de la comunidad inter-
nacional menciona expresamente cuales son los medios de solución
b) La solución de controversias en algunos instrumentos internacio- pacífica que deben utilizar los sujetos del DIP, aunque deja librado a su
nales libertad la elección de otros medios de solución pacífica, diferentes de
Los primeros intentos de codificación de estos métodos tuvieron los enunciados, que las partes pudieran elegir.
lugar en las conferencias de la paz de La Haya de 1899 y 1907, en don-
de se suscribieron convenciones sobre la materia. Posteriormente, los A partir de las convenciones de La Haya de 1899 y 1907 sobre solu-
tratados multilaterales que codifican el derecho internacional incluye- ción pacífica de litigios internacionales, hay documentos y tratados
ron procedimientos de solución pacífica. Por ejemplo, la Convención de internacionales de todo tipo que se refieren a los diversos métodos de
Viena sobre el derecho de los tratados de 1969 en la sección que trata solución pacífica de conflictos y recomiendan a los Estados que los
utilicen para poner fin a sus diferencias. El terna de la solución de las
del procedimiento que deberá seguirse con respecto a la nulidad o ter-
controversias internacionales ha adquirido creciente importancia,
minación de un tratado, el retiro de una parte o la suspensión de la
sobre todo después de las grandes guerras mundiales cuyos desastres
aplicación de un tratado, dispone en su artículo 65(3):
demostraron el peligro del uso de la fuerza en las relaciones entre
Estados.
"Si, por el contrario, cualquiera de las demás partes ha formulado una
objeción, las partes deberán buscar una solución por los medios indi-
c) Naturaleza del arreglo pacífico de controversias.
cados en el artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas".
El arreglo pacífico de controversias tiene dos características, que se
deducen de los textos mencionados anteriormente.
Remite pues al artículo de la Carta que obliga a los Estados a recurrir • La primera, 1 es que se trata de una obligación general, impuesta
a los medios mencionados. Tocante las controversias respecto de los artí- por el derecho internacional moderno, por la cual los estados
culos 5.3 y 64 (normas de jus cogens), el mismo instrumento hace obliga- deben arreglar sus controversias por medios pacíficos y según
toria la jurisdicción de la CIJ y en cuanto a los otros artículos de la Parte
V, refiere a las partes al procedimiento de conciliación del Anexo.
La Organización de las Naciones Unidas, como entidad con voca- 1 Pastor Ridruejo, op. cit., p. 606; A. Remiro Brotóns, id., p. 828; Dixon y McQuor-

ción universal y en cumplimiento de su fin principal que es el manteni- codale, Cases aud Materials on Intemational Law, Londres, 1991, p. 510.
1l
¡

1
290 JULIO BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINl/1\Ll(lN) ·''JI

algunos autores que dicha obligación procede de una norma de de la Carta de las Naciones Unidas como uno de los métodos de ·" 1! 11, 11111
jus cogens. pacífica de controversias internacionales. No es necesario insistir «11 1·!
carácter fundamental de este método de solución salvo para se1-1;dar t¡lll'
• La segunda es que los Estados conservan una amplia libertad en la
adquiere aún mayor importancia en virtud del hecho observable de q11«
elección del medio que emplearán para solucionar sus diferencias.
la solución judicial o arbitral no es aceptada universalmente". 2
i) ¿Obligación de jus cogens?
La obligación de arreglo pacífico de controversias tendría el carácter
Lo que hace tan particular este deber es su contenido, que no es otro
de una obligación general en virtud del artículo 2.3 de la Carta, entre
que el de sentarse a la mesa de las negociaciones para emprenderlas de
otros fundamentos. Aquella disposición dice:
buena fe, aunque no sea obligatorio llegar a un acuerdo. La CIJ, en los
"Los miembros de la Organización arreglarán sus controversias inter- asuntos relativos a la plataforma continental del Mar del Norte, dcfi11ii'i
nacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan en la obligación de negociar:
peligro ni la paz y la seguridad internacionales ni la justicia".
"Las partes están obligadas a entablar negociaciones a fin de lograr un
Tocante su presumido carácter de jus cogens, conviene advertir que acuerdo y no simplemente a proceder a una negociación formal ...
el lenguaje utilizado, tanto en la Carta como en otros instrumentos, no están obligadas a comportarse de manera que las negociaciones tl'n-
es terminante: "tratarán de buscarle solución" (artículo 33 citado) gan sentido, lo que no sucede cuando una de ellas insiste en su propia
posición sin pensar en la posibilidad de modificarla". 3
"procurar un arreglo pronto y justo" (Resolución 2625). Asimism?'. ~s
claro que la obligación de arreglo pacífico deja a las partes la pos1b1h-
dad de acudir a cualquier medio que no sea la fuerza, ya sean los nom- En el mismo sentido, la Corte Permanente, en su opinión consultiva
brados en el artículo 33 o cualesquiera "otros medios pacíficos de su sobre el asunto del Tráfico ferroviario entre Lituania y Polonia afirmú
que la obligación de negociar consistía:
elección", como reza también la misma norma. A nuestro modo de ver,
estas características convierten a la obligación de arreglar las controver-
" ... no sólo en entablar negociaciones sino también en proseguir éstas
sias por la vía pacífica en una obligación sui generis de un contenido
lo más lejos posible con miras a concertar acuerdos" .4
especial cuyo cumplimiento se basa enteramente en la buena fe de las
partes. En efecto, hay una obligación de tratar de llegar. a un acuerdo
Parece difícil, entonces, imaginar una obligación de jus cogens con-
de buena fe, una obligación de sentarse a la mesa del arreglo pacífico,
cebida en tales términos. La que sí es imperativa, y asumible por cada
pero no de alcanzar dicho acuerdo, como es lógico, dada la naturaleza
uno de los Estados individualmente, es la obligación de no resolver la
de las cosas, porque no se trata de una obligación individual, sino de
controversia por la fuerza.
un mandato dirigido a dos Estados soberanos. Poner.se de acuerdo
sobre algo puede ser filosóficamente imposible, ya que la obligación del
Cabría argumentar que si el uso de la fuerza, utilizada en este caso
uno dependería también de la actitud del otro. Recordemos el pasaje de para resolver una controversia internacional, viola eventualmente una
la sentencia de la CIJ en los asuntos de la Plataforma continental del obligación de jus cogens, la obligación de no resolverlas por la fuerza
Mar del Norte: es también de jus cogens. Pero es que esta última obligación admirl'

"La Corte recuerda que la obligación de negociar. .,constituye simple- 2


CIJ, Recuei/, l 969, p. 47.
3 Id., pp. 46/4 7.
mente una aplicación especial de un principio que informa todas las rela-
4
ciones internacionales y que, además, está reconocido en el artículo 33 CPJI, Serie AJB, Nº 42, 1931, p. 116.
2'!2 Juuo BARROZA
Los C.RANDES PRINCll'IOS DEL DERECHO INTERNACIONAL ( ( ( >N 1INI l;\I [( 111) 11
11

también una tercera posibilidad, que es la de dejar la controversia


También está establecido este principio en la Carta de la ( )Nl 1, . 11111
latente y sin resolver, con lo que no se violaría la obligación del no 11
uso de la fuerza, que es lo que está prohibido, ya sea para resolver una
lo 3~, en la Resolución sobre Principios de derecho intern;Kio 11 .tl ( H, .. ,,,
controversia internacional o por cualquier otro motivo, excluida la luc1on 2625.XXV), en la Declaración de Manila y en 1: 1 p1.1< 1 1< • .
11
legítima defensa. El asunto, entonces, es más complejo de lo que apa- doctrma rnternacionales, totalmente pacíficas al respecto.
rece a primera vista: el no uso de la fuerza es un límite a la conducta
de los Estados parte de una controversia, pero no es la fuente de la
obligación de resolverla por medios pacíficos. La pregunta, entonces, 2. Procedimientos difJÍOmáticos y jurisdiccionales
es la siguiente: excluido el uso de la fuerza, ¿tienen los Estados real-
mente la obligación de resolver las controversias internacionales? La Generalmente se distingue entre:
respuesta parece ser que tienen una obligación general de negociar, 5
• Procedimientos no jurisdiccionales, políticos o diplorn:í 1ll'Cl.s. ,1.,., 11
esto es, de sentarse de buena fe a la mesa de la negociación y no
la negociación, los buenos oficios, la mediación, la investig: 1,- 1" 11 , ,
empicar la fuerza. Pensamos también que las controvLTsias "cuya con-
encuesta y la conciliación.
tinuación sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la
paz y la seguridad internacionales" pertenecen a una fauna diferente. • Procedimicntos judiciales. Son el arbitraje y el arreglo judici: 11.
Si bien es cierto que en ellas tampoco los Estado'.; estjn obligados a
entenderse, sus obligaciones caen bajo el imperio de:! Consejo de Segu- a) Procedimientos di/JÍumáticos
ridad y entran, por consiguiente, en un régimen distinto. i) La negociaciún
_La negociación diplomática es el método más utilizado. OfrcLT 1.,. 11
ii) Libre elección de medios ta¡as que derivan de la relación directa y exclusiva entre las panes y cli·
Este segundo rasgo tiene, entre sus fundamentos, el fallo de la CPJI la ~alta de formalismo en el procedimiento. Entre los inconvl'11ic· 11 ¡, .. ,
en el caso del Estatuto de Carelia orienta/: 6 c_sra la eventual asimetría en la importancia política y económica dl' '"'·
btados,
_
que posibilita la presión de los más fuertes para llllpO!H'I' Sii'>
"Está perfectamente establecido en derecho internacional que 111ngún intereses.
Estado puede ser obligado a someter sus controversias con otros Esta- __ En realidad, es el procedimiento por excelencia al que se acudl' ¡>;ii ;J
dos a la mediación, al arbitraje o a cualquier otro medio d<: solucic'in m~c1ar cualquier otro de los métodos existentes y más de una Vl'Z 1; 1111
pacífica sin su consentimiento". Esto quiere decir que cada una ele las b1e11 para aplicar las soluciones emergentes de aquellos.
partes en una controversia no está obligada, en derecho internacional 11) Buenos oficios y mediacic'm
general, a seguir un procedimiento en particular, pero no que no c~;tén
En los demás métodos diplom<Í ricos ya interviene un tercero ¡• . .
obligadas a ningún medio. Su obligación es tratar de resolver la con- 1 ' ,( 11<
ra men,te otro Estado o una personalidad internacional y rnodcriLtlll<'tJ
troversia por algún medio.
~e a lgun representante de un organismo internacional, que hitsc:t
1ac1 11tar 1a solución.
1
La obligacióu de negociar parece ser otra de las consecuenuas de la dcscentralizacic'rn En el procedimiento de buenos oficios, el tercero toma la i 11 i, J;ll iv;i
del orden jurídico internacional: al no haber jurisdicción compulsona de lo:; tribunales
de acercar a las partes distanci;1das por el conflicto sin participar dirn
internacionales, el derecho irnponc a los Estados al menos esa obliga•:iéin. En el orden
i11fcrno, los individuos no tienen semejante oblig:Jción porque cualquier disputa puede se1 tamente en las negoci;1cio11es, esto es, sin proponer soluciones.
sometida a los tribunales y cualquier persona puede ser obligado a rt;solverh pur irnpcno
de su jurisdicción y competencia.
1 Un ejemplo de este proc<:d1rnicnto es la intervención de 10 .., co 11 "iic·,
' CPJI, Serie B, N" 5, p. 27.
noncarncricanos Thrnnas A ' ( hborn
' .v Tl1c>111a'·' O . () s·1 )0111,
· ljlll" ;l',l .,,.
294 Jll 1.10 l\A RBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (C:ONTINll¡\( h ll~)

llamaban los que cumplían funciones en Buenos Aires y en Santiago,


en la redacción del Tratado de 1881 entre ambos países, que estable- tipo de comisiones. También fue objeto de los Tratados l\ry;111,x q111·
ció los límites entre la Argentina y Chile y al hacerlo solucionó el con- las impusieron entre los Estados Unidos y una serie de países, alg1111m
flicto mayor sobre la Patagonia. Como no había relaciones diplomáticas latinoamericanos y fue utilizado, a través de un instrumento de j1111111
entre los dos países, los cónsules hicieron de medio transmisor de pro- de 1990 entre los Estados Unidos y Chile, en el caso de los ascsi11a1m
puestas y contrapropuestas a través de telegramas. Normalmente, sin de Letelier -un exiliado chileno- y de su secretaria en Washi11g1011.
embargo, el que cumple buenos oficios se limita a poner a las partes Asimismo, se crea una Comisión permanente de investigacic'>n de
en contacto y se retira de la escena. hechos en el Protocolo 1 de 1977 a las Convenciones de Ginebra sohrc
derecho humanitario de 1949.
En la mediación, en cambio, el tercero elabora una propuesta de
solución luego de escuchadas ambas partes, sobre la que éstas tendrán Determinados que son los hechos, suele suceder que el derecho sea
que pronunciarse. La propuesta no es vinculante y por ende las partes claramente aplicable, o bien que, sobre su base, puedan instalarse otros
pueden no aceptarla, lo que no impide al mediador presentar nuevas procedimientos, en especial la conciliación, como lo establece la Conven-
propuestas. ción europea de 1957 para solución de controversias en el artículo 12.
La mediación y los buenos oficios pueden ser solicitados por las par-
tes u ofrecidos por terceros Estados o personalidades internacionales. En el Tratado ele paz y amistad entre la Argentina y Chile de 1984 se
establece un procedimiento de conciliación al que puede acudir cual-
En 1979 (Tratado de Montevideo), la mediación papal ayudó a la Argen- quiera de las partes. En su artículo 12 establece que "Si la controversia
tina y Chile a salir de una situación prebélica en relación con la diferen- versara únicamente sobre cuestiones de hecho, la Comisión se limitará
cia en la zona del Canal Beagle. En el asunto del Rainhow Warriur, a la investigación de ellas y consignará sus conclusiones en un acta".
-un buque de la organización ecologista Greenpeace Intemational- el
informe del Secretario General de la ONU, mediador entre Francia y En la práctica se crea generalmente una Comisión Mixta de expertos
Nueva Zelanda, fue aceptado como decisivo por las partes mediante que elaboran un dictamen sobre la realidad de los hechos planteados.
un pacto previo de 19 de junio de 1987. La Asamblea General de las Naciones Unidas, por Resolución 46/59, de
1991, recomendó a los órganos encargados del mantenimiento de la
iii) La investigación o encuesta (determinación de hechos) paz y seguridad internacionales la utilización de este método para pre-
Este método se aplica fundamentalmente a determinar los hechos vención de los conflictos.
motivo de la controversia, puesto que muchas veces son los hechos mis- iv) La conciliación
mos los cuestionados por las partes. Este método es parecido a la mvestigac10n, ya que autoriza la deter-
minación de los hechos de la controversia, y a la mediación, puesto que
Concebido originalmente en la primera Conferencia de La Haya busca finalizar la controversia mediante una propuesta de la comisión
(1899), fue perfeccionado en la segunda Conferencia ( 1907) en vista de conciliación basada en el derecho internacional.
de su aplicación al caso del Dogger Bank entre Gran Bretaña y Rusia 7 Normalmente se designa una comisión de conciliación compuesta
en 1904. La Convención resultante regló el funcionamiento de este por tres o cinco miembros: cada Estado nombra uno o dos de su nacio-
nalidad y el restante se designa de común acuerdo entre las partes o se
7 Cuando la flota rusa del Báltico, en su cammo a encontrar a la japonesa en las antí-
podas de\ mundo, confundió unos pesqueros ingleses con buques de guerra japoneses y
lm atacó. 8
Por el nombre del ~ecretario <le Estado que en 1913 comenzó con esrn práctica.
296 Juuo BARBOZA
~~~~1_.o_s_c_;1_zA_N_D_E~S~P~R~IN~(~:JJ~>J~O~S~D~EL':....':'.D~IJ~ZE~'(.~H~O~J~N~T~ER~N~,~\(~"J~r::~'.:_-~~
(CON llNll1\< i< lJ'-1) llJ.

deja librado a la elección de los ya nombrados, o es nombrado por un importante instancia judicial de las Nac· U .d d
tercero, por ejemplo, por el Secretario General de las Naciones Unidas n(. d .. l . tones 111 as, cL1qt1l'1'• llt¡'t
>JU teta pnncipal, según el artículo 92 Existe h()y t· 1 . . , ,.
u otro personaje que merezca la confianza de las partes. La comisión nal 1 · am 11c11 1111 111'1 11
para reso ver las disputas sobre el derecho d 1
como dijimos elabora un informe, en el cual se determinan los hechos, Hamburgo. e mar, co11 s<·d1· c·11
se estudian todos los aspectos del caso y se propone una solución que Las circunstancias especiales que d d
no es obligatoria para las partes. lar h , l . ro.een a ca a controvcrsi;1 p:1rl1<"
, aran que os Estados se decidan a veces por un arbitr1 ·e , .
La conciliación es el método más utilizado en los grandes convenios por un arreglo judicial; dacia la flexibilidad . , 1 } 1111.i"
multilaterales de codificación, y en algunos casos se establece su obliga- mternacionales en esta . q_ue reqmeren las rchL·10111",
. . . ' corno en otras matenas la libertad de ·I ...
toriedad, o sea, que las partes tienen la obligación de sentarse a la mesa es l)tenvemda y ·¡ ·1· ' ' l tu11111
. pos1 )l ita un mayor uso ele los pro d' . . . . .
de la conciliación aunque, desde luego, las propuestas que la comisión Cto'.1ales para resolver las disputas. ce 1m1entos 1un.~d11
les someta no son vinculantes. Esta es la tendencia actual en los men-
i) El arbitraj_e. Los convenios de La Haya de 1899 1907
cionados convenios multilaterales y significa un avance de cierta consi- La mst1tuc1on ar bit 1 , . d · y
. ra es e ra nc10 abolengo en el DIP 1,· I·
deración con respecto a la absoluta libertad de elegir un medio de M ed 1 1p l
. . a, e . apa y e Emperador del Sacro Imperio
n 1 hL1d
. ~ ,
solución, que puede en la práctica traducirse en no elegir ninguno. Así, vece ¡ d arbitraron 111ucli:1.»
s as tsputas entre los príncipes cristianos.
se provee a las partes en el tratado un medio para cumplir con su obli- los d E d Tras el surgimiento d1·
. gran es ·sta os nacionales cayó en d
gación general de resolver las controversias. J d 1 esuso, pero volvió a utiliza1· ..,,.
a me d 1ac1os e siglo pa~ado.

b) Procedimientos jurisdiccionales
La Argentina ha sido muy partidaria del arb"t . . .·
Puede también utilizarse un órgano jurisdiccional (árbitro o juez) medio de solución ·'f... 1 . I ra¡e mternactonal u>1110
pac1 Ic,1 le controversias Lo t·¡·. , 1
para resolver la controversia. Aunque la aceptación de su jurisdicción In'la
·· · . . fl · . . . · ·· u 1 izo mue las Vl'l"n
sus con retos lim1trofcs y en 1919 10 . .
N .· . . . . . propuso en la Sociedad d"
sea voluntaria, una vez aceptada las partes quedan obligadas a cumplir auones como proced1m1ento obligatorio.
el laudo arbitral o el fallo judicial en su caso. Esta obligación encuentra
su fundamento en un tratado previo que ambas celebraron, un compro-- Inicialmente desempcí"iado por Jefes de Esr-1do 1 b. . . .
· . . · · ' , e ar 1tta1e p:iso .1 ..
miso en el que fijaron la competencia del árbitro o en el caso de solu- ma t ena para Jllrtstas es¡Jecial1'z· d . l d s1'
· ' -ª os norn Jra os por las <. ,

ción judicial, uno en que someten el caso al tribunal judicial de que se malmente designan un árlJ1't.10 . el· , . partes, que llor
ca a una Los arb1t " 1 "
ser eleg.idos de común acuerdo por amb.os litigant:~sy e~e;::~~~ tt,lch.rn
<

trate. Si una de las partes no acata la decisión judicial o arbitral incurre


en responsabilidad internacional. necesariamente un neutral. en l s11 :1
Como queda dicho, existen dos modos jurisdiccionales de solución
de las controversias entre Estados: el arbitraje y el arreglo judicial. La Suelen nombrarse árbitros o jueces ad ho1 orlas . . .
ye un ·· . , .. . , . P partes. Esto comt 1111
distinción fundamental entre ambos consiste en que uno es ad hoc y el . rasgo caractcnst1co del procedimiento internacional 1 . 1 1·1
re11 '!'" 't 1 ' l lit () ( 1 ,.
otro permanente. El arbitraje, por ser ad hoc, requiere el establecimien - e ,1 ne amente le los p1·occdirnientos internos d I· .
sos¡1 .. l d 1 · , OIH e u11 Jlll'/
to por las partes, para cada caso, de un tribunal con competencia deter- . . l l. la o le parual puede ser recusado o bi , ·. .
excusarse Fn ¡ CIJ , . . . ' en esta autonzado p.11. 1
minada y de un procedimiento. El arreglo judicial utiliza un tribuna\ . . . a . , en cambio., los Jueces de la nac1·( n 1·d 1 1 1
t'·'
es en un 1u1c10 · · · no se excusan· ¡· . . ' >a1allc·1s¡1·ir ,. ,
permanente, con sus jueces ya designados, con un procedimiento esta Jar , . .. , . , , . . ' , icrmancccn en su puesto y si una d!' Lis
1 tes carece de un JUC( permanente de su nacionalid- d t" , , 1 , .. 1
hkcido de antemano y una competencia general dentro de la cual debe nombnr
.
· ,. ¡ ¡
' un ¡ucz a( JUc para el asunto. Acaso s f" . 1·d· l
ª , 1u11 l 1 1 'L t<l .1
l·acr el caso de que se trate. La Corte Internacional de Justicia es la más F,s·r·,1 d os tengan
, u ma 1 a< sea q11c· '"'
un mayor control del mane¡· o intern<J d l t -·¡ 1 .
e 11 1un;1 .
_'-'JX juuo BARBOZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINll1\( I! IN) lijlj

Los Convenios de La Haya de 1899 y 1907 establecen que:


trumentos generales y delinea la competencia del árbitro al fq;ir Jm ,.
1 1
mmos de la diferencia.
"El arbitraje internacional tiene por objeto arreglar los litigios entre
los Estados mediante jueces por ellos elegidos y sobre la base del res-
El compromiso
A - es indispensable en todos· los casos
· . i'<>i· ,.1,·11q111 1 l.1
peto al derecho ... El convenio de arbitraje implica el compromiso de
rgentrna Y Chile tenían suscrito el Tratado General de J\rhii 1 .qi·' .i,
someterse de buena fe a la sentencia arbitral".
1902, por el cual se someterían al arbitni·e de S M !'1·1.t-'1 .. " 1
1 ' • . ) ' llll .1 1( )1 ""

os asuntos, de cualquier naturaleza que fueren" que p 1· .


• , b , Ul ll'I <111 '111 ¡:11
• La Corte Permanente de Arbitraje entre am os paises. Pero la competencia del árbitro pa(. 1-.(_1 ,-. I· 1
~ ...... 1(. .. 111 lt ) 1 1'
Aquellas convenciones crearon la Corte Permanente de Arbitraje, esos asuntos ;olo queda definida después que ambas parres dl'l1·11111
que no es otra cosa que una lista de juristas, formada a razón de cuatro nan, de comun acuerdo, el alcance v~ los- límites de la, co11t1ovc·1·.i.1
- -
por cada Estado signatario, de entre los cuales los litigantes pueden ele- entre am~as. Así, en el asunto del Bcagle, las partes trazaron l'll ,.¡
gir libremente los que formarán el tribunal, y de una oficina con sede i:iapa un arca dentro de la cual el árbitro debía determinar la lí1tl'.t .¡,.¡
en La Haya. Este tribunal en la práctica ha funcionado poco, pero ha lurnte enrre ambos países. El Tratado general de arbitrai·e de l '") ¡ .
. ' 1 ' b. .. /\ '· "' 1
m1tta _a ar itro fqar , el com11romiso
. arbitral
, en caso de qLte 1as p;1r1 ,.. ,
servido como antecedente para promover el arbitraje internacionaL
no
__ ~acordaran sus
~ .
termrnos:
. csa chusula
.. · ' otorgab' a a l (',,onvr1110
. '111
'" Arbitraje facultativo y obligatorio
caractcr ª.L'.tomattco; sm ella podía muy bien suceder que no ohs1.11111·
Hemos visto que el procedimiento es voluntario, pero podemos dis-
la. obligac1011 general de arbitrar ' el ¡1ro¡1ósito
· del Conven·10 Sl'
- . 1lll 1lll"l .l
tinguir, según el momento en que se fJresta ese consentimiento, entre
visto frustrado ror falta del consenso de las partes sobre el co11tl'111d11
arbitraje facultativo y obligatorio. El primero tiene lugar cuando las Y alcance de la disruta Y por ende sobre la competencia del ;írhit ro. y
partes pactan el arbitraje después del nacimiento de la controversia en efecto, en la disruta sobre el Río Encuelltro como l A - .
CI ·1 . , a 1grn1111.1 y
mediante un tratado, en el que se eligen los árbitros, se establece cómo , ll e no pudieron ponerse de acuerdo sobre sus términos ·I .- ·1 ..
t ' 1 l ., e .u 11t111
funcionará el tribunal (lugar, plazos, etc.), se delimita el objeto del liti 1ntan1co o e etermi11ó por sí mismo, en abril 1 de 1965.
gio, se pacta el derecho aplicable y eventualmente el procedimiento, etc.
• El derecho aplicable
El segundo tiene lugar cuando las partes acordaron, antes de que
surgiera la controversia, someter todas o algunas de sus futuras dispu- -. Las partes
_ determinan,
. normalmente en el tratado p rev10
. o c11 1· 1
tas ante un órgano arbitral, como en los tratados generales de ::irbitraje. compromiso arbitral, qué derecho deberá aplicar el árbitro. l'uedl'lt
Tales "tratados pueden ser bilaterales o multilaterales y combin::ir el pedirle que aplique el derecho internacional general o un tratad .
e l ' < o p:t rl 1
arbitraje con otros medios pacíficos de solución. :u ª.r, o aun que el caso sea resuelto ex aequo et bono, o sea por l.1
Otras veces, un tratado sobre cualquier otra materia, incluye una eq u~d~d .. ~ u~,hos trnta_dos genera les antiguos decían que el úrbi t rn
cláusula compromisoria que obliga a ir a un arbitraje en caso de discre- deb1a .ipltear los pnnetp1os del derecho internacicJnal" lo ¡·
· b · · ' , que s1g111 1
ca a s1rnplemente que se aplicaría ese derecho.
pancias sobre su interpretación o aplicación.
e El compromiso arbitral
Que l~ controversia sea resucita en equidad significa que el árhit ro 1111
El arbitraje se instrumenta, en todos los casos, a través de un com- dcbcrn aplicar nmguna norma jurídica, sino más bien sus propia, ¡w1
¡nomiso arbitral. Cuando no hay tratado general ni cláusula compro- c>cpc1011cs de lo que es justo o injusto según las circunstancias dl'I c:t" '·
misoria alguna, el compromiso es el fundamento jurídico del arbitraje. l ucde suceder que las rancs 110 estén conformes con las solurn>IH",
Cuando, en cambio, existen tales otros instrumentos, aún es necesario que el derecho contenga en relacic'Jn con el asunto que quierrn d1r111111
el compromiso que individualiza la cuestión a la que se aplican los ius- Y ~.ienta.
. .
n que la mejor solución seda ¡m.:scindir
·
de 'ac¡u"ll·is . 1
'- .... SOlll'IOIH",
V remitirse a la decisión de una persona justa.
\()() Juuo BARBOZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINllAUl'>N)
101
• El procedimiento .
La Argentina y Chile utilizaron, en dos ocasiones, el recurso d1· i111t'I'
El procedimiento del tribunal arbitral puede ser establecido sea '.ª pretación del Laudo arbitral de S.M. Británica de 1902. La priI11n.1
directamente por las partes o indirectamente si éstas delegan al tnbunal
fue en el asunto del Río Encuentro, en la que se recurrió al 111i~1110
su formulación.
árbitro británico en 1965 puesto que surgió una diferencia de hl'd10
Generalmente comprende dos fases: la instrucción escrita y las en la Comisión mixta de límites al intentar la demarcación de la fro11
audiencias orales. La instrucción comprende la presentación por la_s tera, y la segunda en Laguna del desierto. En ambos casos, el tTcd10
partes de memorias y contramemorias, y en su caso de réplicas Y dúpli- disputado se encontraba dentro de la zona resucita por el árbitTo ·11
1
cas. En las audiencias orales los abogados y los agentes de las partes 1902. El últimamente citado sirve doblemente de ejemplo del recurso
discuten la cuestión planteada y examinan y analizan la prueba presen- de interpretación, porque se acudió a él en interpretación del fallo hri
tada.9 Los medios de prueba más utilizados son la prueba docum_ental, tánico y luego la propia sentencia del tribunal arbitral fue objeto dl'
testimonial, pericial, dictámenes de expertos, etc. El procedim1_ento, un recurso en el mismo sentido por parte de Chile. Es también una
principalmente el de los tribunales ar_bitrales es normalmente ~lex1ble Y muestra de la flexibilidad del procedimiento arbitral, porque por u11
poco formal· una vez concluido el tnbunal dicta el laudo arbitral, que compromiso ad hoc las partes se apartaron del árbitro fijado en el
habitualmen,te se funda en derecho como una sentencia judicial y se Trata do de paz y amistad de 1984 y eligieron a un tribunal compuesto
por tres juristas latinoamericanos.
admite que las disidencias se expresen por separado. En el siglo pasado,
los árbitros, generalmente Jefes de Estado, no se molestaban den1:asiado
en fundar sus laudos, pero esa actitud fue cambiando con el, tiemp?, - El de revisión, que tiene lugar cuando una de las partes alega un
particularmente desde que la función arbitral fue recayendo mas Y mas hecho nuevo con posterioridad al cierre del procedimiento. Se habla de
en personas privadas. "hecho nuevo" porque llegó a conocimiento de la parte que lo alega
• El laudo arbitral después de dictado el laudo arbitral, aunque necesariamente debió
El efecto jurídico principal del laudo, es que es vinculante para las haber sucedido antes. El hecho debió ser desconocido por la parte que
partes y produce los efectos de la cosa juzg_ada, pero únicamente entre lo alega -y no debió serlo por su negligencia- y por el Tribunal y su
las partes y sólo para ese caso. Debe cumplirse de buena fe; en ca_s~ de naturaleza debe ser tal que, de haber sido conocido antes de la se~ten­
incumplimiento sólo cabe ejercer los mecamsmos de la responsa~,1ltdad cia por el Tribunal, hubiera ejercido una influencia decisiva sobre la
internacional. De todos modos, en el estado actual de la evoluc10n del sentencia. El Tribunal podrá ordenar la suspensión del cumplimiento
DIP, los Estados son generalmente escrupulosos en el cumplimiento de del laudo hasta tanto resuelva sobre su modificación.
'" Nulidad del laudo
los laudos arbitrales.
La sentencia deberá ser fundada y la instancia es única, por lo que no Con respecto a la validez del laudo, en forma excepcional se puede
existe un tribunal de alzada que pueda revisar la resolución, a menos ejercer un recurso de nulidad, en caso que hayan existido ciertos vicios
que las partes lo establezcan de común acuerdo. ~in embargo son adrm- importantes. La CDI, en su Informe a la Asamblea General sobre la tarea
sibles ciertos recursos ante el mismo Tribunal Arbitral. Ellos son: realizada en 1958, presentó un "Modelo de reglas sobre procedimiento
_ El de interpretación, cuando haya surgido entre las partes contro arbitral", que la AGNU sei'íaló a la atención de los Estados miembros
versia respecto a la interpretación o el alcance del laudo. para que las tomaran en consideración y las utilizaran al redactar trata··
dos de arbitraje o compromisos "cuando lo consideren oportuno y en la
medida en que lo estimen apropiado". Las causales allí admitidas son:
---~~=~ntervenciones de agentes y asesores son verdaderos alegatos de bien probado. - Exceso de poder del tribunal, esto es, cuando el tribunal falló cxn·
diéndose en su competencia.
302 Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAi. (CON'I INll,\< I< l/J) 1111

Este exceso de poder puede referirse a un fallo más allá del alcance del Al finalizar la Primera Guerra Mundial, se creó por l'i ar1111d11 l ·1
compromiso, como cuando el Rey de Holanda, en el caso de la fronte-
del Pacto de la Sociedad de Naciones un Tribunal Permanrntl' d<' 111 .. 1
ra N.E. entre Estados Unidos y Canadá, invitado a elegir ent.re dos 1
cia Internacional que, actuando entre 1922 y 1939, intcrvi110 1·11 .' .'
líneas de frontera, eligió una tercera. 10 Algo semejante sucedio en el
casos y emitió 2 7 opiniones consultivas. Este tribunal, por la a 11;1 le 1 11
Laudo de S.M. Británica de 1902, dictado en el asunto entrda Argen: 1
tina y Chile sobre el límite en la cordillera sur, donde el árbitro ehg10 petencia de sus jueces y la importante labor desarrollada, sirvi1·1 vc1111"
una línea que no era la propuesta por ninguna de las part.es. No obs- antecedente a la Corte Internacional de Justicia, creada al co11stit11i1.,c·
tante su falta de competencia para hacerlo según los termmos del la Organización de las Naciones Unidas de la que es un órga110 pri 111 ¡
compromiso arbitral, las partes en el litigio no lo objetaron. pal permanente y funciona con un estatuto similar al de la :1111 i¡',11;1
Corte Permanente. Es el único tribunal universal con compete11l'Í;1
- Corrupción de un miembro del tribunal. general existente hasta el presente.
_ Falta de motivación de la sentencia o infracción grave de una regla • Cortes regionales y con competencias específicas
fundamental de procedimiento. . Aunque los Estados son renuentes a someter sus litigios a trihu11:il!'.'.
_ Nulidad del convenio en que figura la estipulación o el compromi- internacionales y prefieren otros sistemas de solución menos comprn
so arbitral, según las normas del derecho de los tratados. metidos para ellos, empieza a incrementarse su número. Hay tribunales
ii) Arreglo judicial . . regionales, como el de las Comunidades europeas en Luxemburgo, co11
Ya vimos que el arreglo judicial es un procedumento por el que las tinuador del tribunal de la Comunidad europea del carbón y del acero
partes someten la solución del litigio a un órgano Judicial perma_nente, creado en 19 51 o el de los países del Pacto Andino, establecido por l'i
integrado por jueces independientes consrnmdo en forma mstJtunonah- Acuerdo de Cartagena de 1969. En el orden de los derechos humano.~,
zada, que emite una sentencia obligatona sobre la base del derecho la Corte Interamericana, en San José de Costa Rica, producto de l:i
internacional -aunque también pueda hacerlo, en algunos _casos, ex Convención interamcricana de los derechos humanos de 1969 y la Cor·
aequo et bono a pedido de partes- y a través de un procedurnento pre- te europea creada en 1950.
establecido. También existen tribunales con competencias específicas, creados
Los tribunales internacionales son parecidos a los internos, pero los por tratados multilaterales del tipo de la Convención sobre el Derecho
diferencia el hecho que la jurisdicción internacional es siemp_re volunta- del Mar, suscrita en Montego Bay, Jamaica, en 1982. Este instrumc to
11
ria, y la forma de ejecución de la sentencia, ya q_ue no disponen de establece su propio órgano judicial, que quedó plenamente constituido
órganos ejecutivos a su servicio como en el derecho mterno. en 1997, con competencia en materias de derecho del mar y ratio11 ·
1
• Antecedentes . personae, entre otras entidades, sobre los Estados partes en la Convc11
Los primeros antecedentes de creación de tribunales internacionales ción de Montego Bay de 1982.
permanentes son e1 Trl.bunal de Presas y -para honra_ del derecho mter- ., Los tribunales creados por el Consejo de Seguridad, tienen compt'
nacional americano- el tribunal creado en 190/ por la Convenc1on tencia para juzgar a los individuos que cometieron crímenes internacio
. 1 Establecimiento de un Tribunal Centroamericano de Just1c1a, nales en la antigua Yugoslavia y en Ruanda; no son permanentes, si110
para e - d ·,
con sede en Costa Rica, que actuó entre 1908 y 1918, ano en que e10 que se cerrarán cuando su tarea se cumpla. En cambio, la Corte I11lLT
de funcionar por no renovarse el tratado instituyente. nacional Penal Permanente, creada por el Tratado de Roma de l 9lJ8
tiene, como lo indica su nombre, carácter permanente.
-;·~~~~- Moore, History and Digest al the International Arbitratio11s to which the U11i-
ted States has been a Part)', Vol. l, pp. 119, 133-134.
304 Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINllACJÚN)

3. La Corte Internacional de Justicia a) Jurisdicción


i) Contenciosa
Como vimos, el Estatuto de la Corte forma parte de la Carta de la La Corte ejerce dos tipos de jurisdicción, contenciosa una y consul1 i
ONU, y está basado en el de la CPJI, como lo reconoce expresamente el va la otra.
artículo 92. Todo miembro de la ONU es ifJso facto parte en el Estatu- Tocante la primera, su competencia se extiende a todos los litigios
to y aun los no miembros pueden serlo, 11 de acuerdo con las condicio- que las partes le sometan y a todos los asuntos especialmente previslos
nes que en cada caso fije la AG a recomendación del CS (artículo 93 ). en la Carta o en los tratados y convenciones vigentes, como lo establccr
La CIJ está integrada por quince jueces, elegidos conjuntamente por la el artículo 36.1.
Asamblea General y el Consejo de Seguridad en votaciones separadas Pueden recurrir a la Corte, todos los Estados Miembros de las Naciones
pero simultáneas. Unidas, también pueden hacerlo Estados no miembros en las condiciones
que fije el Consejo de Seguridad. En todos los casos, este procedimiento
Al examinar la costumbre internacional, en particular la llamada contencioso va a concluir con la adopción de sentencias obligatorias.
"nueva costumbre" advertimos d papel que algunas instituciones,
como la AGNU, la C:l.J, o incluso la CD!, tienen en la formación de la Cada miembro de la ONU se compromete a cumplir las decisiones de
conciencia internacional respecto a la aparición de una nueva norma la CIJ en los litigios en que sean partes (artículo 94.1 de la Carta) y si
consuetudinaria, a la que pueden virtualmente "cristalizar" o declarar. alguna de ellas no cumpliere con las obligaciones que el fallo le
imponga, la otra podrá recurrir al es, el que podrá, si lo considera
• Los jueces necesario, "hacer recomendaciones o dictar medidas con el objeto de
Los requisitos para ser juez los establece el estatuto en su artículo 2: que se lleve a efecto la ejecución del fallo"(artículo 94.2).
deben gozar de "alta consideración moral" y reunir "las condiciones
requeridas para el t:jercicio de las más altas funciones judiciales en sus La jurisdicción contenciosa de la Corte se ejerce exclusivamente
entre Estados (artículos 34.1 del Estatuto) y es voluntaria.
respectivos países" o ser "jurisconsultos de reconocida competencia en
materia de dert:cho inlnnacional". Cuando las partes en un juicio care- El consentimiento puede ser dado, como en el arbitraje, con anterio-
ridad o con posterioridad al surgimiento de un hecho litigioso.
cen de jueces de su nacionalidad, puede designar cada una un juez ad
hoc. El de la nacionalidad de alguna de las partes, o de ambas si se da Consentimiento otorgado con anterioridad. Si es anterior, se deriva
necesariamente de alguna de las siguientes posibilidades:
el caso, permanecen en su consideración como jueces plenos.
No puede haber dos jueces nacionales del mismo Estado. Cada juez - Las cláusulas opcionales, o sea las declaraciones del artículo 36.2
del Estatuto:
dura en su cargo nueve aí'ios, y puede ser reelegido. En su elección se
procura que estén representados, por lo menos, los principales sistemas "Los Estados partes en el presente Estatuto podrán declarar en cual-
jurídicos del mundo. quier momento que reconocen como obligatoria ipso facto y sin con·
venio especial, respecto a cualquier otro Estado que acepte la misma
De hecho, el criterio de la distribución geográfica equitativa que se obligación, la jurisdicción de la Corte en todas las controversias de
aplica tanto en la Corte como en el resto de las Naciones Unidas cum- orden jurídico que versen sobre: a) la interpretación de un tratado; h)
ple, grosso modo, con ambos requisitos. cualquier cuestión de derecho internacional; c) la existencia de todo
hecho que, si fuere establecido, constituiría violación de una obliga
ción internacional; d) la naturaleza o extensión de la reparación qt1l'
11 Tal fue el caso de Suiza, por ejemplo, hasta su incorporación a la ONU. ha de hacerse por el quebrantamiento de una obligación internacional.
306 Juuo BARBOZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUACIÓN) .\Oº/

Las declaraciones de aceptación podrán hacerse incondicionalmente o


mera parte, que a diferencia con el que conduce a un arbitraje, no nen:-
a condición de reciprocidad por parte de varios o determinados Esta-
dos, o por determinado tiempo (artículo 36.3) y las relativas a la CPJI
sita nombrar a los miembros del tribunal, que ya están nombrados, ni
se consideran extendidas a la actual Corte por el término que les que- especificar el procedimiento, puesto que también preexiste al caso, ni
de de vigencia" (artículo 36.5). referirse al derecho aplicable, a menos que opten por la equidad.
El consentimiento también puede ser otorgado incluso luego de inco-
Las declaraciones presentadas han sido condicionadas por importan- ado el asunto en la Corte por la solicitud de un solo Estado, si el otro lo
tes reservas, que muchas veces desvirtúan el propósito de la declaración. acepta ya sea en forma expresa o implícitamente, según la doctrina del
- Un tratado general de solución pacífica de controversias, como la forum prorrogatum que elaboró la propia Corte. Así sucedió en el caso
Convención Europea para arreglo pacífico de controversias de 1957, o de Haya de la Torre, entre Perú y Colombia (1951), en que la solicitud
un tratado bilateral como el Tratado General sobre solución de contro- de la segunda ante la Corte fue contestada sin oponer excepciones.
versias entre la República Argentina y la de Chile, de abril 5 de 1972. 12 • Competencia personal
Dijimos que son los Estados los únicos sujetos que tienen personería
Asimismo, la jurisdicción concedida a la Corte Permanente por una para litigar en la CIJ. Pero la Asamblea General de la ONU y el Conse-
gran cantidad de tratados bilaterales en materia de conciliación, arre- jo de Seguridad se encuentran facultados para solicitarle opiniones con-
glo judicial y arbitraje, fue transferida a la CIJ. sultivas, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 96 de la Carta.
Asimismo, la Corte funcionó como tribunal de alzada, en instancia con-
- Una cláusula compromisoria, que puede ser general o particular, en sultiva, del Tribunal Administrativo de las Naciones Unidas y con res-
un tratado sobre otra materia. pecto a las decisiones del Tribunal Administrativo de la Organización
Internacional del Trabajo, aunque actualmente no lo haga más.
No son pocos los tratados de paz, amistad, comercio y navegación ii) Consultiva
que traen cláusulas compromisorias de carácter general, o sea para La otra función que ejerce la Corte es consultiva: a solicitud de la
someter a la Corte todas las controversias entre los países miembros. Asamblea General o del Consejo de Seguridad, la CIJ puede emitir una
Algunos, como en los bilaterales mencionados en el párrafo anterior,
opinión sobre cualquier cuestión jurídica que se le plantee (artículo
dieron origen a casos ante la Corte. En cuanto a las cláusulas particu-
96.1) A su vez, la AG puede autorizar a otros órganos de la ONU o a
lares, esto es, las que le someten las diferencias relativas a la interpre-
organismos especializados para que requieran de la CIJ tales opiniones,
tación y aplicación del propio tratado, hay también una gran cantidad
que las incluyen y que en algunos casos fueron base de su jurisdic- siempre sobre cuestiones jurídicas que surjan dentro de la esfera de sus
ción. Algunas importantes convenciones codificadoras traen anexos actividades.(artículo 96.2)
protocolos de acceso facultativo para la jurisdicción obligatoria de la
Corte. Los órganos de la ONU que han sido autorizados son, entre otros, el
Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiducia-
ria, la Comisión interina de la AG y en su momento la Comisión de
• Consentimiento otorgado con posterioridad
peticiones de revisión de los fallos del Tribunal Administrativo. Los
Normalmente, el consentimiento dado a posteriori lo es por un pac- organismos especializados con idéntica autorización, entre otros,
to especial, o compromiso, según lo admite el artículo 36.1 en su pri- son la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización
de la ONU para la agricultura y alimentación (FAO), la Organiza-
12 Que reemplazó al Tratado General de arbitraje de 1902, y fue reemplazado a su vez
ción de la ONU para la educación, la ciencia y la cultura (UNESCO), la
por el Trata do de paz y amistad de 1984, entre los mismos países.
Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial (BIRF), el
JULIO BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUACIÓN) . \()'I
308

Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización de la Aviación • Un juicio se incoa por notificación a la Corte del compromiso por
Civil Internacional (OACI), la Unión Internacional de Telecomunica- una o ambas partes, o una solicitud si hay otras bases de jurisdic-
ciones (UIT), la Organización Meteorológica Mundial (OMM). 13 ción. El Secretario deberá notificar a los Estados partes y a otros
Estados con interés en el pleito, del objeto de la cuestión planteada.
La jurisdicción consultiva implica cuestiones delicadas, ya que puede 0 La fase escrita, basada en el principio de contradicción, se inicia
disimularse una controversia determinada bajo la guisa de una consulta con la presentación de una memoria y su contestación, cualquiera
in abstracto, y en la práctica las consultas son hechas en respuesta a· que sean los nombres que estos escritos reciban, pudiendo conti-
situaciones reales. La Corte ha mostrado en este aspecto un criterio fle- nuar con réplicas y eventualmente dúplicas. En esta situación las
xible y no ha escatimado dar sus dictámenes. 14 partes invocan todos los elementos de hecho y de derecho de los
En cuanto al procedimiento, es éste bastante formal y parecido al que pretendan valerse. También suele sustanciarse en esta etapa la
contencioso. Se escucha a los Estados y 01 interesadas y en ciertos prueba documental.
casos los Estados pueden nombrar jueces ad hoc. i) Excepciones preliminares y medidas provisionales
Puede haber excepciones preliminares, negando la competencia de la
Las opiniones consultivas, que carecen de obligatoriedad, en ciertos
Corte o la admisibilidad de la demanda, oponibles normalmente por el
casos son vinculantes. Lo eran cuando se podía acudir a la Corte en demandado en su contestación. La Corte deberá resolverlas previamente a
impugnación de una sentencia de alguno de los tribunales administra- que se abra la parte sustantiva o de fondo, ya sea para rechazarlas o para
tivos del sistema (el de las Naciones Unidas y el de la OIT, según sus aceptarlas, en cuyo caso la acción incoada no prosperará. En cuanto a las
Estatutos), y lo son para algunos casos particulares en la actualidad, medidas provisionales (llamadas en inglés precautionary measures) tienen
como por ejemplo para las cuestiones que puedan presentarse entre por principal objetivo resguardar los derechos de la parte que las pide has-
organizaciones internacionales o entre éstas y Estados, en la interpre- ta que se pronuncie la sentencia definitiva. La Corte puede dictarlas inclu-
tación o aplicación del Convenio sobre derecho de los tratados entre so antes de decidir sobre su competencia como se vio en los casos de los
Estados y organizaciones internacionales o de éstas entre sí (Viena, ensayos nucleares (1973), Plataforma Continental del Mar Egeo (1976) y
1986, artículo 66). actividades militares y paramilitares en y contra Nicaragua (1984), entre
otros; basta con que aquella competencia se acredite prima facie.
b) El procedimiento contencioso Finalizada esta parte, a veces los tribunales podrán decidir de oficio
Tiene el procedimiento varias fases y está regido por el Estatuto y el medidas de instrucción o solicitar dictámenes periciales.
Reglamento que la Corte se dio a sí misma y que fue modificado en -- La fase oral se utiliza para que las partes examinen sus argumentos
1972 y 1978. y pruebas, respecto a los que el Tribunal suele hacer preguntas. Even-
tualmente puede substanciarse la prueba testimonial. Salvo excepcio-
nes, estos debates son públicos.
13 Los Estados no pueden solicitar opiniones consultivas, pero ciertos tratados entre ··Finalmente viene la fase deliberativa y de dictado de la sentencia. El
un Estado y una organización internacional, como el Convenio de privilegios e inmunida-- proceso de la adopción de la decisión es normalmente reservado; cada
des de las Naciones Unidas prevé la posibilidad de que se pida una opinión consultiva a la
Corte respecto a diferencias que pudieren surgir entre la ONU y un Estado miembro (ar- juez podrá dejar a salvo su opinión en forma de disidencia o de opinión
tículo VIII, Sección 30), y que tal opinión se tenga como "decisiva" para las partes. separada. Las decisiones se toman por mayoría y en caso de empate
14 Ver Pastor Ridruejo, op. cit., p. 766. La Corte ha ejercido "su función consultiva decide el Presidente. Obviamente, la decisión es obligatoria para las
desde el momento en que una cuestión tuviese aspectos jurídicos, y justamente respecto a
partes y deberá estar fundada en derecho internacional.
esos aspectos, con independencia de las implicaciones políticas de la misma".
.llü Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUACIÓN) .111

• Los fallos nal diplomático y consular de los EE.UU. en Teherán (1980) y el segundo
Los fallos son siempre obligatorios pero exclusivamente para las par- en el asunto de las actividades militares en y contra Nicaragua (1986). En
tes en litigio y sólo respecto del caso planteado (artículo 59 del Estatu- ambos supuestos los fallos se pronunciaron en rebeldía, con la franca opo-
to). Esto quiere decir que no existe la doctrina del precedente obligatorio sición de Irán y EE.UU. que no aceptaban la jurisdicción del Tribunal.
o stare decisis del derecho anglosajón y que la CIJ procede a este respec-
to, en grandes líneas, como nuestros tribunales. Las sentencias deben
contener un resumen del caso y estar fundadas en derecho internacional. 4. La solución de controversias a través de las organizaciones interna-
Se hará mención de las opiniones separadas o disidentes en su caso. cionales
Como en el arbitraje, la sentencia pone fin al pleito, ya que no hay tribu-
nal de alzada y sólo se admiten los recursos establecidos en el estatuto. El desarrollo de las organizaciones internacionales las hace desempe-
• El recurso de interpretación y de revisión ñar un creciente papel en este tema, sobre todo la ONU como organis-
La CIJ reconoce el recurso de interpretación, en caso de desacuerdo mo universal, -que dedica su capítulo sexto al arreglo pacífico de
sobre el sentido o el alcance del fallo (artículo 60), y el recurso de revi- controversias- y los organismos regionales de carácter político como la
sión basado en la aparición de un hecho nuevo de tal importancia que OEA. Obviamente, las organizaciones pueden intervenir en aquellos
hubiera sido decisivo al tiempo de dictar el fallo y que fuera desconocido asuntos que les competen directamente, cuando son ellas las que entran
por el Tribunal y la parte que lo alega en ese momento. Es común la pre- en conflicto con otros Estados u otras organizaciones. Pero el factor
sentación de recursos de interpretación, siendo el recurso de revisión fundamental es que estos sujetos del DIP intervienen en conflictos que
escasamente utilizado en la práctica. Ante la Corte Internacional de Justi- afectan a los Estados entre sí.
cia hubo un recurso de revisión en el caso relativo a la Plataforma Conti-
nental entre Libia y Túnez (1985), en el que Túnez alegó error material a) El Consejo de Seguridad
en la sentencia y la existencia de un hecho nuevo desconocido. El tribunal La carta de la ONU faculta al Consejo de Seguridad a intervenir,
se declaró facultado en el caso para corregir errores materiales, aunque pero restringe su competencia a los conflictos que pueden poner en peli-
no lo dijera el Estatuto y desestimó el hecho nuevo por irrelevante. gro la paz y la seguridad internacionales. El Consejo de Seguridad es el
• Cumplimiento órgano encargado de solucionar los conflictos y puede intervenir de ofi-
En cuanto al cumplimiento, los Estados habitualmente acatan la sen- cio, pero también a solicitud de la Asamblea General, por requerimien-
tencia. Es pertinente a este respecto el artículo 94 del Estatuto de la CIJ: to del Secretario General, o por iniciativa de cualquier Estado, incluso
por un Estado no miembro de la Organización como indica el artículo
"l. Cada miembro de las Naciones Unidas se compromete a cumplir 35 inciso 2 de la Carta. El procedimiento tiene varias etapas:
la decisión de la Corte Internacional de Justicia en todo litigio en que - El Consejo puede iniciar una investigación (artículo 34) que sirve
sea parte. 2. Si una de las partes en un litigio dejase de cumplir las para fijar los hechos y ayudarlo a decidir si la continuación de la con-
obligaciones que le imponga un fallo de la Corte, la otra parte podrá troversia pone en peligro la paz y la seguridad internacionales.
recurrir al Consejo de Seguridad, el cual podrá, si lo cree necesario, - En cuanto a los procedimientos del Consejo, existen dos variedades
hacer recomendaciones o dictar medidas con el objeto que se lleve a según se aplique el artículo 36 o el 37.
efecto la ejecución del fallo".
a) Por invitación a las Partes a acudir a un método de solución deter-
En la práctica internacional de la CIJ sólo Irán y los EE.UU. descono- minado. En este caso, el Consejo recomienda a las partes la solución del
cieron recientemente fallos de la Corte, el primero en el asunto del perso- conflicto mediante los métodos de ajuste que considere apropiados (con
312 Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUACIÓN) 31.1

seguridad alguno de los procedimientos de la amplia panoplia del artícu- Miembro de las Naciones Unidas o el Consejo de Seguridad o que un
lo 33 de la Carta), teniendo en consideración todo procedimiento que Estado que no es miembro de las Naciones Unidas presente de confor-
las partes hayan adoptado para el arreglo de la controversia (artículo midad con el artículo 35, párrafo 2, y salvo lo dispuesto en el artículo
36.2) y también que si la controversia es de índole jurídica deben, por 12, podrá hacer recomendaciones acerca de tales cuestiones al Estado o
regla general, ser referidas a la Corte Internacional de Justicia (artículo Estados interesados o al Consejo de Seguridad o a éste y a aquéllos".
36.3 ). Así sucedió en el asunto del Estrecho de Corfú, cuando recomen-
dó al Reino Unido y a Albania acudir con la controversia a la Corte Y el artículo 12, párrafo 1 dice:
Internacional de Justicia. El CS ha recomendado frecuentemente tareas
"Mientras el Consejo de Seguridad esté desempeñando las funciones
especiales en este sentido a órganos subsidiarios creados ad hoc, como
que le asigne esta Carta con respecto a una controversia o situación, la
cuando encargó al Secretario General que nombrara un representante
Asamblea General no hará recomendación alguna sobre tal controver-
especial para el Sabara Occidental por Resolución CS 621 (198_8) y lue-
sia o situación, a no ser que lo solicite el Consejo de Seguridad".
go la creación por Resolución CS 690 (1991) de una Misión de la ONU
para la organización de un referéndum en esa misma región, y en
c) El Secretario General
muchos otros casos que sería largo enumerar.
El Secretario General también juega hoy, un papel cada vez más des-
b) Por acción directa del Consejo. Cuando ha establecido su compe-
collante en esta materia, sobre todo ejerciendo funciones de buenos ofi-
tencia bajo los artículos 37 o 38, podrá recomendar los términos mis-
cios y de mediador en los conflictos internacionales. Por el artículo 99
mos del arreglo que estime apropiado. Actúa el Consejo, en principio, a
de la Carta, podrá llamar la atención del Consejo de Seguridad hacia
través de recomendaciones pero tiene el poder, según se determinó en la
cualquier asunto que, a su entender, ponga en peligro la paz y seguri-
opinión consultiva de la CIJ de junio 21, 1971, 15 de imponer su deci-
dad internacionales.
sión aunque no se trate de cuestiones dentro del Capítulo VII, por inter-
pretación del artículo 25 de la Carta. También aquí el CS cumple su
d) Los acuerdos regionales
tarea por intermedio de órganos nombrados ad hoc, como en la Reso-
El capítulo VIII de la Carta menciona el importante papel que en
lución CS 505 (1982) en el asunto de las islas Malvinas, en el que
esta materia deben jugar los acuerdos regionales. El artículo 52, párrafo
encargó al Secretario General una misión de buenos oficios.
2 expresa que los miembros de la ONU que formen parte de organis-
mos regionales, harán todos los esfuerzos posibles para lograr el arreglo
b) La Asamblea General
pacífico de aquellas controversias de carácter local por medio de estos
La Asamblea General de la ONU, posee también ciertas facultades
acuerdos antes de someter la cuestión o situación al Consejo de Seguri-
en aquellas cuestiones que pongan en peligro la paz y la seguridad
dad. Por lo tanto, los organismos regionales tienen mecanismos propios
internacionales, pero obviamente subordinadas a las del Consejo, que
de solución de conflictos. De todos modos, siempre estos acuerdos
en esta materia tiene responsabilidad primordial. La AG, según el ar-
regionales están subordinados en última instancia al Consejo de Seguri-
tículo 11, párrafo 2:
dad, ya que para adoptar medidas coercitivas se precisa la autorización
de este órgano, de conformidad al artículo 53 de la Carta. En el contex-
"Podrá discutir toda cuestión relativa al mantenimiento de la paz y la
to americano, el Pacto de Bogotá de 1948 (Tratado interamericano de
seguridad internacionales que presente a su consideración cualquier
soluciones pacíficas) sobre medios de solución pacífica de conflictos
debió haber constituido uno de los pilares del sistema, ya que establece
15
Affaire de la Namibie, Recueil des Tours, 1971, p. 53. un régimen de solución de controversias que lleva inexorablemente a su
314 Juuo BARBOZA

soluciún, eventualmente por la CIJ. Lamentablemente, los Estados que Capítulo 14


lo ratificaron interpusieron reservas que "inciden considerablemente en
la validez y eficacia de este instrumento. Las formuladas por algunos Los grandes principios del derecho internacional (continuación)
países son de tal alcance que, obviamente, dejan sin efecto para esos
países las estipulaciones más importantes del sistema de arreglo pacífico
del Pacto" 16 El Pacto de Bogotá sólo fue aplicado una sola vez, en la
controversia entre Honduras y Nicaragua de 1957 sobre el laudo arbi-
tral del Rey de España. En ese caso, el Consejo Permanente de la OEA
esta blcció una comisión ad-hoc que colaboró con los Estados para
solucionar la diferencia entre ellos. El asunto fue sometido a la CIJ y su
fallo 110 terminó de calmar la controversia, de forma tal que tuvo que
intervenir la Comisión Interamericana de Paz para terminar felizmente A. La no intervención
con este episodio. 17 En otras ocasiones han sido el Consejo de la Orga-
nización o el Órgano de Consultas quienes resultaron convocados en l. Introducción
(asos de controversias que amenacen la paz de América.
En el ámbito europeo la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación Si los Estados que conforman la CI son soberanos e iguales, ello
en Europa produjo la Carta de París para una nueva Europa, de 1990, quiere decir que en sus relaciones recíprocas ninguno puede ejercer
que crea un Centro de Prevención de Conflictos, marcando la expresa autoridad sobre otro. Eso se traduce en el DI general en el principio de
voluntad de los Estados europeos que tanto han sufrido por las guerras no intervención de un Estado en los asuntos internos o externos de
que devastaron su continente, con vocación de solucionar pacíficamen- otro, corolario de la igualdad soberana.
te los conflictos internacionales. Remiro Brotóns define la intervención como un acto por el cual un
Estado, o grupo de Estados se entromete por vía de autoridad en los
asuntos de la jurisdicción doméstica de otro Estado para imponerle un
comportamiento determinado. 1 Acaso faltara aquí la nota de la interfe-
rencia en los asuntos externos, que figura en la Resolución 2131.

2. En el DI clásico

En el DI clásico, la intervenc10n no estaba prohibida. Vimos en el


capítulo correspondiente a la historia de la comunidad internacional
cómo, tras el Congreso de Viena, se formaron las alianzas que configu-
raron una especie de gobierno europeo y que utilizaron la intervención
como un medio normal de imponer algunas de sus ideas e intereses,
sobre todo la idea de legitimidad monárquica.
16 Mauricio Alicc, E/ sistema jurídico interamericano, Buenos Aires, ISEN, 2006, p. 142. 1 Op. cit., p. 84.
17 Id., p. 143.
l
. ~·

Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUACIÓN) .11'/

. l'ostc:iormente, se fue restringiendo el concepto de intervención legí- la fuerza. La segunda, en cambio, se amparaba en la introducción del
11111aa Ciertos casos, entre otros: artículo 2 que textualmente dice:
• cuando existía un tratado que las autorizara;
• a petición del Gobierno legítimo de un Estado; "Para la realización de los Propósitos consignados en el artículo 1, la
• en nombre de la comunidad internacional, como en la intervención Organización y sus miembros procederán de acuerdo con los siguien-
humanitaria; tes Principios:"
• para el cobro de deudas públicas;
0 Con lo que suponía la extensión a los miembros de la Organización
para la protección de nacionales en el exterior.
del deber impuesto a esta última por el principio.
La CIJ, en el caso del Canal de Corfú, se expresó claramente en con-
tra de un pretendido derecho de intervención, que en su parecer no era
sino la manifestación de una política de fuerza que había dado lugar en 4. Las Resoluciones 2131 (XX) y 2625 (XXV)
el pasado a los más graves abusos y que no podía encontrar un lugar en
el derecho internacional actual. Menos admisible aún, agregó la Corte, En esas circunstancias, las resoluciones del epígrafe vinieron a termi-
en casos como el de marras en que el derecho se reservaría para los nar con las especulaciones, puesto que se ocupan específicamente de la no
Estados más poderosos, lo que tendería fácilmente a una perversión de intervención en el plano de Estado a Estado. Dada la aceptación con que
la administración de justicia.2 ambas fueron recibidas por la comunidad internacional, no cabe duda de
que al presente sus textos han llegado a ser normas consuetudinarias y así
lo dijo la propia CIJ en el asunto de Nicaragua vs. Estados Unidos.
3. El artículo 2.7 de la Carta •' Bajo el título de "El principio relativo a la obligación de no interve-

nir en los asuntos que son de la jurisdicción interna de los Estados" la
"Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones Unidas Declaración de 1970 dice:
a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción
interna de los Estados, ni obligará a los Miembros a someter dichos "Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir directa o
asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta, indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o exter-
pero este principio no se opone a la aplicación de las medidas coerciti- nos de cualquier otro. Por lo tanto, no solamente la intervención armada
vas prescritas en el Capítulo VII". sino también cualesquiera formas de injerencia o de amenaza atentatoria
contra la libertad del Estado o de los elementos políticos, económicos o
culturales que lo constituyen, son violaciones del derecho internacional.
Una primera observación: el texto no menciona sino a la Organiza-
Ningún Estado puede aplicar o fomentar el uso de medidas económicas,
ción, esto es, no se refiere en forma directa a los Estados. ¿Debe inter-
políticas o de cualquier otra índole, para coaccionar a otro Estado a fin de
pr~tarse entonces que el derecho de las Naciones Unidas no se ocupa de
lograr que subordine el ejercicio de sus derechos soberanos y obtener de él
la mtervención de un Estado en los asuntos de otro? ventajas de cualquier orden. Todos los Estados deberán también abstener-
En la práctica, se hicieron dos distintas lecturas de esta norma, una se de organizar, apoyar, fomentar, financiar, instigar o tolerar actividades
restrictiva y la otra amplia. La primera identificaba intervención con armadas, terroristas o subversivas encaminadas a cambiar por la violencia
uso de la fuerza: eso era lo prohibido, la intervención con utilización de el régimen de otro Estado y de intervenir en la guerra civil de otro Estado.
El uso de la fuerza para privar a los pueblos de su identidad nacional
2
constituye una violación de sus derechos inalienables y del principio de
CIJ, Recuei/, 1949, p. 35.
no intervención.
\ 1X JULIO BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CON"l"INll,\( l(>N) \\'I

Todo Estado tiene el derecho inalienable de elegir su sistema político, ción llamada "humanitaria". La ayuda a la lucha de lil1n:1< 11111
económico, social y cultural, sin injerencia en ninguna forma por par- nacional contra la colonización sería, sin embargo, excepcio11 ;1 l.1
te de ningún otro Estado. regla anterior, pero esta excepción se forjó sólo en la ckcad:i d«
Nada en los párrafos precedentes deberá interpretarse en el sentido de 1960/70, con motivo de la descolonización.
afectar las disposiciones pertinentes de la Carta relativos al manteni- • "Sean cuales fueren los medios empleados" tiene por fin i11cl11ir <'11
miento de la paz y seguridad internacionales". forma indudable en esta prohibición a los medios econú1111rn.o;,
El primer párrafo del texto transcripto fue tomado, poco menos que a que no lo fueron en lo relativo al uso de la fuerza.
la letra, del artículo 18 y la primera parte del segundo del artículo 19, del
Capítulo 4 (Derechos y deberes fundamentales de los Estados) de la Car-
ta de los Estados Americanos. A su vez, el párrafo relativo al derecho de 5. La naturaleza del principio
los pueblos de elegir libremente su sistema político, económico, social Y
"El principio de no intervención supone el derecho de todo Estado
cultural reconoce su inspiración en el artículo 16 del mismo cuerpo legal.
soberano de conducir sus asuntos sin injerencia exterior; aunqu<' lo\
En realidad, el principio de no intervención es un aporte notable del ejemplos de violación del principio no sean raros, la Corte estima q11<'
sistema interamericano y fueron su motor los países de América lati- forma parte del Derecho internacional consuetudinario" ... "l .a ex i\
na, determinados a poner sus relaciones con los Estados Unidos sobre tencia del principio de no intervención en la opinio juris de los Fsta
bases de cierta igualdad. En efecto, las numerosas intervenciones de dos se apoya en una práctica importante y bien establecida. Por otra
ese país, particularmente en México, América Central y el Caribe, parte, se ha presentado este principio como un corolario del principio
habían provocado una resistencia que intentó infructuosamente plas- de igualdad soberana de los Estados". 3
marse en la Conferencia interamericana de La Habana, 1928, median-
te la inserción del principio en una Declaración sobre los derechos Y Tal fue la opinión de la CI.J en el caso concerniente a las actividad!'s
deberes fundamentales de los Estados. La posición norteamericana en militares y paramilitares en y contra Nicaragua (Nicaragua vs. Estado.\
esa oportunidad fue de rechazo y recién en 1933, en la Conferencia de Unidos) de 27 de junio de 1986. La Corte reconoce, entonces, la cxis
Montevideo, el principio se aceptó, aunque con una frustrante reserva tencia de este principio en el derecho internacional general y su o/Ji11io
de Estados Unidos relativa al mantenimiento de las causales del dere- juris fundamentada en la aceptación general del principio como dcrl'
cho internacional. Sucedió eso durante la presidencia de Franklin D.
cho y en su estrecha relación con otro principio indudablemente co11
Roosevelt, e inaugurada que fue la política del buen vecino y levanta--
suetudinario, como el de la igualdad soberana de los Estados.
da la Enmienda Platt a la Constitución cubana, que autorizaba la
Respecto a su carácter imperativo, esto es, de su pertenencia al llamado
intervención de los Estados Unidos en ciertos casos en la isla. Sólo en
1936 aceptó Estados Unidos lisa y llanamente el principio de no inter- jus cogens, la Corte no se expidió en ese asunto. 4
vención, en la Conferencia interamericana de Buenos Aires y en oca- Contenido del princi¡Jio. Medios
sión de la visita a la Argentina del Presidente de los Estados Unidos. La misma Corte se ha encargó de delimitar el alcance del principio.

La Resolución 2625 contiene interesantes especificaciones. "La intervención prohibida debe, pues, recaer sobre materias rcsp<Tlo
• La frase "directa o indirectamente" contenida en el primer párra- de las cuales el principio de soberanía de los Estados permite a L·ada
fo excluye la intervención a través de terceros intermediarios.
• La frase "sea cual fuere el motivo" destierra las causales del dere- 3 CIJ, Recueil, 1986, p. 106.
4 A. Remiro Brotóns sostiene que se trata de una norma imperativa. 0/>. cit., I'· H'I
cho internacional clásico como el cobro de deudas y la interven-
320 JULIO BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUACIÓN) 321

uno de ellos decidir libremente. Ello ocurre con la elección del sistema Ya vimos (Capítulo 9, p. 170) lo relativo a la soberanía del Estado, y
político, económico, social y cultural y con la formulación de la políti- que el famoso árbitro Huber llegaba a la conclusión, en su fallo sobre
ca exterior. La intervención es ilícita cuando utiliza medios de coer- el caso de la isla de Palmas, que la soberanía, en las relaciones entre
ción respecto a esas elecciones, que deben permanecer libres. Este Estados, significaba la independencia.
elemento de coerción, constitutivo de la intervención prohibida y que
Ese puede ser el verdadero significado que resta de una palabra utili-
forma parte de su propia esencia, es particularmente evidente en el
zada a veces en las relaciones internacionales o en la política interna
caso de una intervención que utiliza la fuerza, bien bajo la forma
con un sentido absoluto. Soberano es el poder supremo en un determi-
directa de una acción militar, bien bajo la forma indirecta de apoyo a
actividades armadas subversivas o terroristas en el interior de otro nado ámbito, y con las limitaciones que la democracia impone por la
Estado". 5 (Bastardillas nuestras.) sujeción de los gobiernos a las propias leyes, en lo interno puede encon-
trarse algo que se parezca a un soberano, 6 pero no en lo internacional,
Del interesante pasaje transcripto surgen varias comprobaciones. La donde el sentido verdadero de la palabra se encuentra con obstáculos
primera es que la intervención tiene lugar cuando se refiere a aquellos insalvables: la coexistencia de otros iguales y el derecho internacional
a~u1~tos en que el Estado está autorizado, por el derecho de gentes, a ele- que regla sus relaciones. El concepto absoluto de soberanía es incompa-
gir libremente su conducta. Y ello parece indudable en cuanto al meollo tible, entonces, con el derecho de gentes que le impone limitaciones y
de derechos que supone lo relativo al sistema político, económico, social con la mera coexistencia con otras entidades que reclaman para sí los
o cultural de un Estado y a la formulación de su política exterior. mismos derechos que el que se pretende soberano.
Quiere ello decir que, aun cuando la intervención tuviera el mejor
propósito, como el de ayudar a una facción del país que busca la
implantación de un régimen democrático, o la implantación de una 2. La igualdad
conducta estatal acorde con el respeto a los derechos humanos funda-
mentales de la población, no adquiriría con ello legitimidad. Decía Vattel que
En cuanto a los medios, es claro que ellos deben ser coercitivos aun-
que no medie la fuerza armada, y que su utilización configuraría ~¡ gra- "Un enano es tanto un hombre como un gigante, una pequeña repú-
do sumo de la intervención. blica no es menos un Estado soberano que el reino más poderoso". 7

La igualdad soberana de los Estados se consagra en el artículo 2. l de


B. El principio de la igualdad soberana de los Estados la Carta de las Naciones Unidas.

"La Organización está basada en el principio de la igualdad soberana


de todos sus miembros".
l . La soberanía

Y la Resolución 2625 (XXV) agrega que:


La igualdad de los Estados es otro corolario de su soberanía: son
iguales porque son soberanos.

6 Las concepciones democráticas suelen encontrar la soberanía en el pueblo.


5 Id., p. 108. 7
Citado en Cahier, Philippe, op. cit., p. 34.
322 JULIO BARBOZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUACIÓN)

"Todos los Estados gozan de igualdad soberana. Tienen iguales dere-


chos e iguales deberes y son por igual miembros de la comunidad C. El principio de la libre determinación de los pueblos
internacional, pese a las diferencias de orden económico, social, políti-
co o de otra índole".
1. El derecho internacional "clásico"
Este texto se refiere a dos cosas distintas; una es la igualdad de dere-
chos de Estados grandes y pequeños, otra es la desigualdad que, en los La noción de que los pueblos tienen derecho a disponer de su destino;.
hechos, tienen los Estados lo mismo que los seres humanos. Hay, es moderna: el derecho internacional clásico no la admitía. Es cierté)f,
entonces, una igualdad formal y una desigualdad real. que un concepto pariente, como el de nación o nacionalidades, tuvo "'"
La igualdad jurídica de los Estados implica la no discriminación de el orden político, mucha vigencia y su resultado fue la independencia de
algunos frente a normas generales, pero ello no quiere decir que todos pueblos como Bélgica y Grecia en la primera mitad del siglo XIX, la unl•
deban ser tratados igualmente. La CPJI, en su opinión consultiva sobre ficación de otros en Estados-naciones, como Alemania e Italia hacia el
Escuelas minoritarias en Albania (1935) determinó que la verdadera último tercio del mismo siglo y, luego de la Primera Guerra Mundial, la
igualdad puesta en marcha de combinaciones nacionales como Checoeslovaquili/
y Yugoslavia sobre los restos del Imperio austro-húngaro, complemert~(
"hacía necesario tratamientos diferentes para llegar a un resultado que tada con un régimen de protección de las minorías que habían quedado¡~
estableciese el equilibrio entre situaciones diferentes". 8 encerradas en los nuevos recintos nacionales. Pero tales eran movimi~n
tos y acciones en el campo político; en el jurídico no se registrara
Esto introduce la idea de la "desigualdad compensadora" 9 que fun- equivalentes resultados respecto de los pueblos.
damenta todo el llamado "derecho del desarrollo", de naturaleza con- El caso de las islas Aaland, situadas entre Finlandia y Suecia sobreie
vencional, y que impone a algunos Estados "todo un sistema de ayuda, Mar Báltico, es indicativo de la situación jurídica vigente en la época,cl
de transferencias de tecnología, de sistemas de preferencias sin recipro- la Sociedad de Naciones: la Comisión de Juristas que el Consejo de···
cidad, etc." . 10 Sociedad nombró en 1920 para que se pronunciara sobre el deseo de 1
En el derecho del mar, la Convención de Montego Bay otorga ciertas población sueca de las islas de pertenecer a Suecia -en lugar de Finla .
ventajas a los Estados sin litoral, y en algunos convenios de integración dia- fue categórica en determinar que el principio de libre determin
se habla de "países de menor desarrollo económico relativo" que obtie- ción, que no estaba mencionado en el Pacto de la Sociedad, no consthU!
nen por ello mismo ciertas ventajas. una norma de derecho internacional positivo, aunque hubiera jugad
Esto en el orden del derecho internacional particular, en el que los un cierto papel en el terreno político. 11
Estados en ejercicio de su soberanía pueden comprometerse a prestacio- Es de hacer notar, ya que el principio comentado alcanzó partic~I
nes desiguales. En el derecho general, esta situación no tiene lugar, al relevancia en el proceso descolonizador de las Naciones Unidas, que'
menos hasta el presente. esta relación el derecho clásico era totalmente indiferente y dan tCI .
monio de ello todo el sistema colonial cuya armazón culminó en el Ji '
XIX sin que se levantara la menor objeción por parte de los juristas di"

CPJI, Serie A!B, Nº 64 (1935:94).


8 época.
9
Ver Michel Virally, "La Charte des droits et devoirs economiques'', en el Annuaire
fram;:ais du droit international, 1974, p. 75.
10 Cahier, op. cit., p. 37. 11 Ibid. Ver también el ]ournal officiel de la Sociedad de Naciones, suplemento¡
octubre de 1920, p. 5. ·;·1•'
324 JULIO BARBOZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUM:l(lN)

2. El derecho de la Carta y su evolución posterior Asimismo, la Resolución establece que:

"Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la u11i-


En cambio, tras un comienzo algo tibio en la Carta de las Naciones Uni-
dad nacional o la integridad territorial de un país es incompatible con
das, es en el seno de esta institución donde el principio de libre determina-
los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas".
ción como un derecho de los pueblos coloniales se forja decididamente.
La Carta disponía (artículo 77) que pasaran al régimen de tutela del Este principio, a través de la uniforme, constante e intensa práctica
Capítulo XII los territorios que: de las Naciones Unidas se ha transformado, indudablemente, en una
• estuvieran bajo el régimen de mandatos de la Sociedad de Naciones, norma consuetudinaria que va más allá de la Carta misma, lo que fue
• los que hubieran sido colonias de los Estados enemigos, y confirmado por la CIJ en su opinión consultiva sobre Namibia.
• los que fueran colocados voluntariamente bajo este régimen por
los Estados responsables de su administración.
Las potencias encargadas de la administración de territorios tenían 3. Alcance del principio
ciertas obligaciones, pero no la de conceder la independencia a sus pue-
blos. Para las potencias colonizadoras, su relación con esos territorios era En nuestra opinión resulta claro que el principio que estudiamos es
una materia de derecho interno y la libre determinación apenas una aplicable a los pueblos coloniales, pero sólo a estos pueblos y que en el
expresión de los objetivos de la Carta (artículo 1.2) que no alcanzaba a derecho internacional general el derecho de libre determinación de los
constituir una norma jurídica creadora de obligaciones duras y de cum- pueblos no incluye a las minorías que quieran separarse del Estado dentro
plimiento inmediato. Lo mismo respecto a la obligación del artículo 73 b, del cual están enroladas, y que por ende no existe el derecho a la secesión.
relativa a "desarrollar el gobierno propio" y a "tener debidamente en Esto es así porque la regla consuetudinaria se formó sobre la prácti-
cuenta las aspiraciones políticas de los pueblos" y a "ayudarlos en el ca de Naciones Unidas solamente con respecto a los pueblos coloniales,
desenvolvimiento progresivo de sus instituciones políticas". cuyo territorio se define, en la Resolución 1541, como
Sólo a través de la famosa Resolución 1514 (XX), de 1960, la AGNU
estableció las bases de tal derecho, que dio fundamento al importante "geográficamente separado y étnicamente o culturalmente distinto del
proceso de descolonización que todos conocemos. país que lo administra".
Su artículo 2 reza:
Concepto que fue así reafirmado por la Resolución 2625:
"Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación; en virtud "El territorio de una colonia u otro territorio no autónomo tiene, en
de ese derecho determinan libremente su condición política y persi··
virtud de la Carta, una condición jurídica distinta y separada de la del
guen libremente su desarrollo económico, social y cultural". territorio del Estado que lo administra y esa condición jurídica distin-
ta y separada conforme a la Carta existirá hasta que el pueblo de la
Este texto es reforzado por uno de similar tenor de la Resolución colonia o el territorio no autónomo haya ejercido su derecho de libre
2625 (XXV) ya citada y puesto en términos de corto plazo por el artícu- determinación de conformidad con la Carta y en particular con sus
lo 3 ("La falta de preparación en el orden político, económico, social o propósitos y principios".
educativo no deberá nunca servir de pretexto para retrasar la indepen··
dencia") y protegido por el artículo 4, que prohibe la acción armada o Con estas disposiciones se quiso evitar que, mediante una declara-
toda medida de cualquier índole dirigida contra aquellos pueblos. ción del Estado administrador de que el territorio no autónomo de que
326 Juuo BARBOZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUACIÓN) .\.'.'/

que formaban parte y que el entonces Secretario General de la ONU,


se tratare es una parte integrante de su propio territorio, se transforma-
Sr. U Thant declaraba en 1970 que "Como organización internacional,
ra el asunto de su libre determinación en una cuestión de derecho inter-
las Naciones Unidas nunca han aceptado y no creo que jamás acepten
no y por ende fuera del alcance de la acción de Naciones Unidas.
el principio de la secesión de una parte de un Estado miembro" . 12
Siendo, además, un asunto internacional, la ayuda que pueda prestarse
por terceros Estados al pueblo colonial no configura una intervención
Lo anterior no quiere decir que en la vida internacional no se pro-
en los asuntos internos del Estado colonizador.
duzcan secesiones; éstas ocurren tanto por la vía del acuerdo como de
Es claro, entonces, que el principio de libre determinación de los
la fuerza y los terceros Estados finalmente las reconocen cuando tienen
pueblos se refiere a los de las colonias, no a minorías secesionistas den-
garantías razonables de que el nuevo Estado es viable. Pero una cosa es
tro del territorio de un Estado. Extraordinario sería que, en vista de tan
que sea un derecho de los pueblos, al que no podría oponerse el propio
temible amenaza a la estabilidad y a la integridad territorial estatales,
Estado territorial y respecto del cual otro Estado podría prestar asisten-
fuera el principio aceptado en un orden jurídico en cuya formación
cia, y otra distinta es que se reconozca una situación de acuerdo con el
intervienen decisivamente los Estados.
principio de efectividad.
Es cierto que la Resolución 2625 contiene ciertas alusiones que
podrían tomarse como excediendo el alcance explicado. a) Pueblos y territorios
Surge la tentación de aplicar a los "pueblos" de este principio el con-
En efecto, la inclusión del derecho de autodeterminación de los pue-
cepto de "nación", de forma que las definiciones de éstas -harto vagas
blos dentro de los Pactos de Naciones Unidas sobre derechos huma-
por lo demás- servirían para describir a aquéllos.
nos, unida a la referencia que se hace en el texto del principio de libre
determinación como un derecho humano y libertad fundamental Dudamos mucho al respecto. Los principales destinatarios de la
podría ir contra la interpretación de más arriba. Asimismo, el penúlti- Resolución 1514 (XV) fueron los pueblos coloniales principalmente del
mo párrafo de dicha Resolución parece, a contrario sensu, sólo prohi- África, divididos en forma totalmente arbitraria por las potencias colo-
bir la quiebra de la integridad territorial cuando se trate de "Estados nizadoras, que sobre una realidad eminentemente tribal superpusieron
soberanos e independientes" que estén "dotados de un gobierno que fronteras trazadas de acuerdo a conveniencias propias enteramente aje-
represente a la totalidad del pueblo perteneciente al territorio, sin dis- nas a aquella realidad. El pueblo de cualquiera de los Estados subsaha-
tinción por motivo de raza, credo o color". rianos actuales es normalmente un mosaico de etnias diferentes, que
hablan lenguas distintas y responden a tradiciones tribales dispares.
Pero es menester recordar que el párrafo citado de la Resolución Nada más lejano a una nación.
ocurrió en el contexto de la descolonización y que, en todo caso, en la Es que en la determinación de las entidades a las que se aplica el princi-
medida en que no se tratara de ese proceso, no fue adoptada por la pio que estudiamos intervienen ciertas consideraciones territoriales (uni-
práctica internacional. Por ende, esa frase continúa teniendo el carácter dad, preexistencia), que juegan un papel más importante que las referentes
recomendatorio de todas las resoluciones de la AGNU, a diferencia de a la población misma, como la homogeneidad étnica o la lengua.
otras partes del texto que pasaron a incorporarse al derecho consuetu- Dice Philippe Cahier:
dinario internacional.
"Se ve que el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos apunta a los
Nos recuerda Cahier que la Organización de la Unidad Africana pueblos sometidos a la dominación colonial. De allí que aparezca el terri-
(QUA) jamás reconoció los movimientos de independencia de Biafra,
12
Op. cit., p. 48.
Katanga o Eritrea que tendían a separar estas regiones del Estado del
328 Juuo BARBOZA Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUACJ(JN) .l.('I

torio como de más importancia que la población. En efecto, no se exige miembros de las Naciones Unidas y gozan de un gobierno autó11rn110.
que ésta sea homogénea, lo que hubiera sido impensable habida cuenta Asimismo, que Sabah y Sarawak, en el norte de Borneo, se integraron
de la arbitrariedad con que fueron trazadas las fronteras coloniales. Lo con la Federación de Malasia en 1963.
que se ha querido, y toda la historia de la descolonización lo prueba, es
encaminar hacia la independencia a los territorios en los límites de las También pueden adquirir "cualquiera otra condición política libre-
fronteras administrativas trazadas por la antigua metrópolis" .13
mente decidida por el pueblo".
Para asegurar su libre determinación, las resoluciones de la AGNU
Y más adelante:
separan la condición jurídica del territorio colonial y metropolitano,
" ... debe subrayarse, las Naciones Unidas no parecen acordar gran como vimos. Al no pertenecer a su soberanía, el Estado colonizador
importancia a los deseos de la población, particularmente cuando debe respetar la integridad del territorio colonial, y tiene a su respecto
desea elegir una solución distinta a la independencia. Lo que prueba el deber de no intervención, de no hacer uso ni amenaza de la fuerza y
una vez más que es el territorio lo que cuenta. Así, no obstante un el territorio puede pedir y recibir apoyos externos "de conformidad con
referéndum cuyo resultado favorecía el mantenimiento de los lazos los Propósitos y Principios de la Carta." El conflicto armado de un pue-
con Francia, la Asamblea General siguió apoyando la reivindicación blo colonial con su colonizador se considera un conflicto internacional.
de las Comores sobre Mayotte. Para ella, lo que cuenta es la unidad
Para asegurar la integridad de sus recursos naturales, el territorio colo-
del territorio. La voluntad de las poblaciones no parece tampoco ser
nial es también protegido en cuanto a la disposición de sus recursos natu-
determinante en relación con las Malvinas y Gibraltar ... " . 14
ra les, que no son enajenables por la metrópolis (Resolución 1514,
A ello cabría agregar que la Carta de las Naciones Unidas se refiere Resolución 2625, Pacto de Derechos civiles y políticos, artículos 1, 2 y 47,
todo el tiempo a "territorios" para identificar a los objetos del princi- Pacto de derechos económicos, sociales y culturales, artículos 1, 2 y 25).
pio de libre determinación: amén de que el término es utilizado cons-
tantemente en los capítulos XI y XII, el título de la Declaración D. El principio de la buena fe
contenida en el Capítulo XI habla de "territorios no autónomos", y el
artículo 75 dice que: "A dichos territorios se les denominará 'territorios
1. Introducción
fideicometidos"'.
La buena fe es frecuentemente invocada en el derecho de gentes y en
b) Contenido del principio
la vida internacional: tratados, declaraciones, fallos judiciales, declara-
En suma, los territorios no autónomos o fideicometidos pueden optar,
ciones de las Naciones Unidas y un sinnúmero de instrumentos la citan
en ejercicio de la libre determinación, no sólo por la independencia, sino
constantemente. Está mencionada en el artículo 2.2 de la Carta de la
también por la asociación o la integración con un Estado soberano.
ONU, en los artículos 26 y 31 de la Convención de Viena sobre derecho
Remiro Brotóns nos recuerda 15 que las islas Cook en 1965 y Niue en de los tratados, para no mencionar tantos otros. Es, para un importante
1974 se asociaron con Nueva Zelandia y las Islas Marshall y la Fede- sector de la doctrina, un verdadero principio de derecho internacional.
ración de Micronesia con Estados Unidos. Estas últimas son incluso En la Declaración anexa a la Resolución 2625 (XXV), se comienza
diciendo que:
13 Id., p. 45.
14 Id., p. 47. " .. .los Estados cumplirán de buena fe las obligaciones contraídas por
1.5 Brotóns, op. cit., p. :t 11. ellos de conformidad con la Carta".
330 Juuo BARBOZA
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINLIAU(>N) \ 11

En suma, todas las obligaciones internacionales deben ser cumplidas "El principio es de aplicación delicada. En tanto está en n:laciún rn11
el honor de los Estados, su aplicación se paraliza. En cambio, cua11do
por los Estados de buena fe, según la enumeración de la Declaración:
se atenúa la coloración penal del principio, cuando se relativiw11 1:1.~
las que emanen de la Carta, las que surjan de los tratados y de los prin-
sanciones, la buena fe permite introducir un poco de orden rn la crn1
cipios y normas generalmente reconocidos del DI. clusión de un tratado''. 18

Es obvio que, como está expresado en la Carta y en la Declaraciú11


2. Autonomía y contenido del principio de 1970, la buena fe se refiere al cumplimiento de obligaciones estable
ciclas y en tal sentido sería carente de autonomía, pero no por eso deja·
Para otro sector doctrinario, el principio carece de autonomía y tiene ría de ser un principio.
un contenido sumamente vago. Encontramos además que en ciertos casos, como en el de los actos
Cahier 16 encuentra que la buena fe siempre está ligada a algo dife- unilaterales y del estoppel, se originan obligaciones de la parte actuante
rente: el cumplimiento de tratados, las negociaciones, los actos relacio- cuya única base podría ser la buena fe y ésta, por consiguiente, funcio-
nados con organizaciones internacionales o lo que fuere. Por tanto, na también como un principio autónomo. En el Asuntos de los ensayos
carece de autonomía. Además, es de contenido impreciso, no agrega nucleares de 1974, la Corte expresó que:
nada al concepto de cumplimiento de las obligaciones de que se trate y
los tribunales internacionales mal podrían pronunciar a un Estado "Uno de los principios básicos que presiden la creación y ejecución de
soberano como actuando de mala fe. El mismo autor cita a Elizabeth las obligaciones jurídicas, cualquiera sea la fuente, es el de la buena
Zoller y a Jean-Pierre Cot; la primera compara la buena fe al aceite que fe ... Así como la regla misma pacta sunt servanda del derecho de los
hace girar la mecánica social, pero que no es causa del movimiento. tratados, el carácter obligatorio de un compromiso internacional ase-
gurado por declaración unilateral reposa sobre la bue11a fe. Los Esta··
"En efecto, no hay obligación jurídica general de ser y de actuar de dos interesados pueden por ende tener en cuenta las declaraciones
buena fe en el derecho internacional". unilaterales y planear en su consecuencia; ellos pueden exigir que la
obligación así creada sea respetada" . 19
Dice también que la buena fe es más bien un "principio moral" o
"un precepto tan general que no puede tener efectividad jurídica" que Es cierto que su contenido es difícil de establecer con precisión, des-
en la medida en que se le dé una "forma jurídica suficiente". de que su sentido está librado a apreciaciones subjetivas de los Estados,
pero el campo de lo subjetivo no está totalmente desterrado del derecho
"El derecho internacional no gobierna estados de ánimo, que no pue- de gentes. Por ejemplo, si bien es cierto que el tratamiento de la culpa
den ser útilmente captados sino en comportamientos objetivos" . 17 -un aspecto enteramente subjetivo de la actuación de los Estados- no se
incluyó en el proyecto de responsabilidad por hecho ilícito de la CD!,
Por su parte, Jean-Pierre Cot hace observaciones que nos parecen parece difícil negar toda significación o todo papel a la culpa. 20
acercarse más a la realidad en esta materia:
18
Id., pp. 89/90. J.-P. Cot, "La bonnc foi et la conclusion des traités'', RBDI, ] lJ(,8,
pp. 158/159. (Traducción nuestra.)
16 l9 Id., p. 87. (Traducción nuestra.)
Op. cit., p. 89. 20
17
Ibid. E. Zoller, La bomze foi en droit international, París, Pedone, 1977, p. 6. (Tra- Es que cuando se la echa afuera por la puerta, la culpa reingresa por la ventana, ya
ducción nuestra.) que se trata de un concepto necesario en el derecho.
Los GRANDES PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL (CONTINUACl<'>N) .111
332 Juuo BARBOZA

En otras palabras, encontró que un Estado parte había mentido en d


En el proyecto citado de la CDI, ciertas causales de exclusión de la ili-
citud, como la fuerza mayor o el caso fortuito, carecerían de explica- procedimiento y por ende había actuado de mala fe, sin decirlo con
ciún si la culpa no fuera en absoluto tomada en cuenta en el proyecto, todas las letras.
porque su razón de ser estriba en la falta de participación de la volun- Tocante a la naturaleza moral del principio, entendemos que cual-
tad en esos casos. quiera sea su contenido se transforma en un principio jurídico al ser
contenido de una norma de ese tipo, desde que adquiere las característi-
El hecho de que una norma sea de contenido vago o que su funciona- cas de heteronomía y obligatoriedad que son típicas de lo jurídico. No
miento dependa de la subjetividad de los Estados no es óbice para que la olvidemos que del derecho se ha dicho que es un mínimo de ética, pero
norma en cuestión sea una norma verdadera del derecho de gentes, en lo es en el contenido de sus normas, no en la parte formal: si un precep-
este caso un principio. Entendemos que recursos como éste, de erigir en to moral se erige formalmente en norma jurídica entra en la esfera del
principio un precepto de contenido no muy preciso, tiende a dejar al derecho.
juez una cierta laxitud de interpretación. Son unidades de medida que,
como "razonable" -que también se usa en derecho- o "el buen paterfa-
milias", o el "daño sensible" permiten al intérprete facilitar la aplicación
de una norma jurídica o ajustar sus rigideces al caso concreto.
No parece tampoco ser exacto que la buena fe nada agregue al cum-
plimiento de una obligación; puede darse a una obligación un cumplimien-
to aparente, pero que no sea en el fondo un cumplimiento satisfactorio.
Por ejemplo, en los casos citados en el Capítulo 13, c), i) el tribunal dio
ciertas pautas para reconocer cuando una negociación no era conduci-
da de buena fe por una de las partes. Vale decir, que como siempre que
el derecho trata con situaciones subjetivas, deduce las intenciones de
ciertos hechos exteriores que, como tales, son objetivos.
Por lo demás, los tribunales internacionales a veces se pronuncian
implícitamente, sobre la mala fe de un Estado. En el caso del Estrecho
de Corfú, en que Albania alegó ignorancia respecto al minado de sus
aguas, la Corte encontró que ese país había vigilado estrechamente el
Estrecho y esa circunstancia, sumada a su falta de protesta por el mina-·
do, a la falta de notificación de dicho minado a la navegación interna-
cional, y a la carencia de investigación judicial sobre ciertos hechos
relacionados con el minado, hacía aparente que aunque aquel país cono-
cía la existencia de minas, quiso mantener el hecho en secreto. Por lo
demás, dadas las facilidades de observación del Estrecho desde la costa y
las opiniones de expertos en la materia, la Corte concluyó que no pudo
haberse cumplido con el minado sin conocimiento de Albania. 21
21 CIJ, The Corfú Cha1111el Case (Merits), Reports, 1949.
Capítulo 15

El derecho diplomático y consular

A. Las relaciones diplomáticas

1. Introducción

La actividad diplomática es el conjunto de actos tendientes a la eje-


cución de la política exterior que el Estado decide en su más alto nivel
de poder. El derecho diplomático regula aquellas facetas de esa activi-
dad que conciernen al DIP. 1
Siguiendo a Cahier pnede definirse al derecho diplomático de fuente
internacional (DDI) como:

"La parte del derecho internacional público que regula las relaciones
entre los órganos de los sujetos de aquel derecho, encargados de
manera permanente o temporal de sus relaciones exteriores". 2

2. El derecho aplicable

Lo principal de la actividad diplomática es regido por la Convención


de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1963. Este instrumento se
basó en artículos propuestos por la Comisión de derecho internacional

1 Hay que tener en cuenta que la organización del servicio exterior y otros aspectos de

la actividad diplomática de un Estado son competencia del derecho interno.


2 Philippe Cahier, Le droit diplomatique contemporain, Ginebra, París, 1962, pp. 5/6.
336 Juuo BARBOZA fa DERECHO DIPLOMÁTICO Y CONSULAR 11/

que constituyeron uno de sus más exitosos proyectos. La CIJ dijo en el ne escasos poderes o se limita a funciones meramente representativas y
caso de Estados Unidos vs. Irán que una gran parte de la Convención .;:
:~¡,
. las ejecutivas son asumidas por el jefe de Gobierno, normalmente un pri ..
refleja el derecho consuetudinario. t mer ministro. Ambos personajes, por la importancia de sus funciones,

En la Sexta Conferencia Interamericana de La Habana de 1928 se


i
. :
:
son acreedores a los mismos privilegios e inmunidades cuando están en
territorio extranjero y a parecido trato protocolar, salvo en lo que se
redactó una Convención sobre agentes diplomáticos, pero naturalmen- refiere a la precedencia, que siempre le corresponde a los jefes de Estado.
¡.
te su alcance era sólo regional. El tema no se incluyó en la agenda de la • Privilegios e inmunidades
Conferencia de codificación de la Sociedad de Naciones, en 1930. El jefe del Estado, su familia y su séquito oficial gozarán en el Estado
que visiten de los siguientes privilegios e inmunidades:
¡: - Protección en su persona o su honor contra cualquier ataque físi-
3. Los órganos del Estado para las relaciones internacionales
co o verbal.
- Inmunidad absoluta en materia penal. Se ha discutido si existe en
La diplomacia se encauza por diversos canales: frecuentemente se
materia civil por actos realizados a título privado. La doctrina
desplazan altos funcionarios del Estado, cancilleres o aun jefes de Esta-
actual parece inclinada a aceptar su inmunidad en cuestiones ori-
do al exterior o reciben a sus pares en el país. También ha aumentado
ginadas en responsabilidad contractual y acciones reales o en jui-
la cantidad de conferencias o reuniones internacionales que, paralela-
cios universales.
mente a las actividades desarrolladas en numerosos organismos interna-
- Exención de impuestos directos y tasas, salvo sobre bienes poseí-
cionales, exigen el envío de delegaciones especiales. Asimismo, los
dos a título personal.
cónsules tienen funciones, que si bien difieren de las diplomáticas, se
relacionan con ellas y son regidas por principios parecidos.
b) Ministro de Relaciones Exteriores
Se puede distinguir entre órganos centrales, como el jefe del Estado o
El ministro de Relaciones Exteriores es cabeza del Ministerio a cargo
el de Gobierno y el Ministro de relaciones exteriores y los periféricos
del manejo de las relaciones internacionales del Estado. La Convención de
como los agentes diplomáticos. Los primeros tienen capacidad para
Viena sobre Relaciones Diplomáticas establece en su artículo 41.12 que
obligar al Estado y no necesitan poderes especiales para representarlo.
todos los asuntos oficiales de una misión diplomática extranjera deberán
Lo relativo a los aspectos internacionales de los órganos centrales se
tratarse con el Ministerio de Relaciones Exteriores o con el que se haya
rige por el derecho internacional consuetudinario, desde que no existen
convenido. La Cancillería argentina (Ministerio de Relaciones Exteriores,
convenciones multilaterales al respecto. En los casos de los ensayos
Comercio Internacional y Culto) tiene una vasta gama de funciones ya
nucleares así como en el de Groenlandia oriental, la CIJ reconoció la
que, añadida a las considerables que poseía, se le agregaron después de
capacidad de estos órganos para obligar al Estado.
1992. la ejecución de las políticas de promoción de exportaciones.

4. Órganos centrales
5. Órganos periféricos
a) Jefes de Estado y de gobierno
El jefe de Estado ejerce la más alta representación del Estado. En cier·- a) La misión diplomática
tas Constituciones, como la nuestra, es titular del poder ejecutivo y está a A través de la misión diplomática -órgano permanente de un Estado
la cabeza de la administración. En otras, como la británica o italiana, tie- en territorio de otro Estado- canalizan los Estados sus relaciones, aun-
EL DERECHO DIPL0~1ÁTICO Y CONSULAR .l.\')
338 Juuo BARBOZA

misión contra una ley interna del Estado receptor que afecta intereses
que algunas, por su específica naturaleza política o técnica, queden a
de nacionales del Estado acreditante (como una desgravación impositi-
cargo de otros órganos estatales.
va discriminatoria contra ellos), estaría dentro de su función protectora
Jurídicamente, la misión diplomática es un órgano del Estado acredi-
de los intereses de sus nacionales, siempre que no se hiciera en forma
tante, con personalidad y estatuto diferenciado del de los miembros del
¡ pública. Distinto sería si tomara partido en una elección, apoyando a
personal de la misión.
l algún candidato, criticara al gobierno del Estado receptor o tomara
i) Funciones
parte en conjuras para derrocarlo (artículo 41, Convención de Viena).
• Representación
• Comunicaciones con el gobierno local
No siendo la misión un sujeto del derecho internacional, su represen-
Las comunicaciones de la misión con el Estado receptor deben
tación del Estado no es la que tiene un mandatario respecto a su man-
encauzarse siempre a través del Ministerio de Relaciones Exteriores de
dante: expresa directamente la voluntad del Estado (que es sujeto) y sus
éste o del ministerio que se haya convenido (artículo 41.2 CV) y la
actos son atribuibles directamente al sujeto de derecho internacional
prohibición al Estado acreditante de establecer oficinas de la misión en
cuya voluntad expresa.
lugares diferentes a su sede sin el consentimiento del Estado receptor
• Protección diplomática
(artículo 12 CV).
La protección de los intereses del Estado acreditante y de sus nacio-
• Sumisión a la ley local
nales, para quienes reclama el tratamiento que prescribe el derecho de
La inmunidad de jurisdicción de que gozan la misión y sus miem-
gentes, tienen fundamento en la soberanía estatal. Los límites de estas
bros, tiene como único efecto paralizar la sanción legal contra la viola-
funciones estarán dados por el derecho internacional, en particular el
ción de las leyes del Estado receptor pero no la de eliminar la obligación
que impone el deber de no intervención en los asuntos internos del Esta-
de su cumplimiento. La violación de las leyes del Estado receptor bajo
do receptor.
el amparo de los privilegios e inmunidades diplomáticas constituiría un
• Negociación
abuso.
La esencia de la diplomacia es la negociación en todas aquellas cues-
Los miembros de la misión deberán, por ejemplo, respetar las nor-
tiones que afecten la relación bilateral, como las originadas en un recla-
mas de tránsito, entrar y salir del Estado receptor en la forma y a través
mo por derechos o intereses económicos de los nacionales del Estado
de los puntos establecidos por éste, etc. Solamente estará exento de
acreditante, o el cumplimiento de un tratado, etc.
cumplir con las normas que se oponen directamente al goce de los pri-
• Observación e información
vilegios e inmunidades diplomáticas (p. ej. el pago de impuestos, las
Es fundamental para el manejo de las relaciones con otros Estados el
normas sobre admisión de extranjeros, etc.) (artículo 41 CV).
conocimiento de su política interna y exterior. La misión diplomática es
una buena fuente de informaciones en tal sentido. Cuando el artículo
c) Los miembros de la misión
3.1.d de la Convención de Viena menciona que la información debe obte-
i) El jefe de Misión
nerse "por cualquier medio lícito" está poniendo una clara barrera entre
Hasta 1815, los Estados aplicaban órdenes de precedencia entre jefes
el cumplimiento de esta función y las prácticas ilícitas como el espionaje.
de Misión que reflejaban el rango, la importancia o los lazos de familia
con los soberanos a los que representaban, lo que solía provocar con··
b) Deberes de la misión
flictos.
• No intervención en los asuntos internos del Estado receptor
En 1815, por el Reglamento de Viena, se establecieron cuatro cah.'··
Este deber deriva del principio de no intervención del derecho inter-
gorías de jefe de Misión, dentro de las cuales el orden de preccdc11d11
nacional. En algunos casos puede haber dudas: la crítica de un jefe de
340 juuo BARBOZA EL DERECHO DIPLOMATICO Y CONSULAR 341

sólo se determinaría por la fecha de notificación de su llegada. Las cate- ii) Nombramiento del jefe de Misión
gorías adoptadas fueron las siguientes: El nombramiento del jefe de Misión es de competencia interna del
- Embajadores, legados o nuncios. Estado acreditante, pero debe obtener el consentimiento del Estado
! receptor, lo que se llama pedido de placet o agrément. Tal pedido pue-
- Enviados, ministros y otros acreditados ante los soberanos.
- Ministros residentes.
¡
1
de ser rechazado sin explicar las razones de tal actitud (artículo 4 CV).
- Encargados de negocios, acreditados ante los ministros de asuntos iii) Entrada en funciones
exteriores. El jefe de Misión se considera en funciones desde que presenta al jefe
Los primeros tenían, históricamente, naturaleza de extraordinarios y del Estado receptor las cartas credenciales, firmadas por el jefe de su
eran enviados para negociar asuntos concretos, por lo que su misión Estado, que lo acreditan oficialmente para ejercerlas. Los encargados de
era de duración limitada. Lo mismo sucedía con los de la segunda, que negocios, tienen cartas de gabinete firmadas por el ministro de Relacio-
a diferencia de aquéllos no representaban directamente al monarca. Los nes Exteriores del Estado acreditante para ser presentadas ante su par
terceros se mantenían en forma permanente en el Estado receptor. del Estado receptor (artículo 13 CV). La fecha de presentación de cre-
Como los dos primeros eran acreedores a mayores honores y considera- denciales o de comunicación de llegada, según sea la práctica del Esta-
ciones, los soberanos comenzaron a acreditar siempre jefes de Misión do receptor, determinará el orden de precedencia entre los jefes de
Extraordinarios, aun cuando en realidad eran permanentes. El resulta- Misión (artículo 13.1 CV).
do de esta práctica fue la desaparición de los ministros residentes y la iv) Acreditaciones múltiples
generalización del título extraordinario para todos los embajadores y El Estado acreditante podrá, previa notificación, acreditar a un úni-
ministros. co jefe de Misión ante dos o más Estados, caso de los llamados "emba-
La Convención de Viena consagra este estado de cosas, y reduce las jadores concurrentes'', o bien destinar a ellos a cualquier miembro del
categorías a tres: personal diplomático, salvo que alguno de los Estados receptores se
- Embajadores o nuncios, acreditados ante los jefes de Estado, o jefes oponga expresamente (artículo 5.1 CV).
de misión de rango equivalente. Si un Estado acredita a un jefe de Misión ante dos o más Estados podrá
- Enviados, ministros o internuncios, acreditados ante los jefes de establecer una misión diplomática dirigida por un encargado de negocios
Estado. "ad interim" en cada uno de los Estados en que el jefe de Misión no tenga
- Encargados de negocios, acreditados ante los ministros de Relacio- su sede permanente (artículo 5.2 CV). A la inversa, dos o más Estados
nes Exteriores. pueden acreditar a una única persona como jefe de Misión ante un tercer
La segunda categoría se refiere a las legaciones, misión diplomática Estado, salvo que éste se oponga expresamente a ello.
de rango inferior a las embajadas, que se mantenían en los países fuera v) Fin de funciones
del concierto de las grandes potencias. Esta categoría ha caído en desu- Cuando el Estado acreditante, ya sea por razones de rotación interna
so ya que durante nuestro siglo todas las misiones han alcanzado el dentro del servicio exterior o por razones políticas o particulares, que
rango de embajada. conciernan a la persona del jefe de Misión (jubilación, enfermedad,
El encargado de negocios, que es permanente, no debe confundirse etc.), pone fin a sus funciones, lo hace mediante la presentación de un
con el encargado de negocios "ad interim'', que reemplaza temporaria- documento análogo a las cartas credenciales denominado cartas de reti-
mente al jefe de Misión cuando no puede hacerse cargo de sus funcio- ro 0 recredenciales, que el jefe de Misión presenta antes de su partida al
nes. Aquél es un jefe de Misión de pleno derecho y por ello se lo jefe del Estado receptor o, en el caso de los encargados de negocios en
denomina encargado de negocios en propiedad. propiedad al ministro de Relaciones Exteriores.
342 Juuo BARBOZA EL DERECHO DIPLOMÁTICO Y CONSULAR 343

vi) El encargado de negocios ad interim la correspondencia del mismo carácter, etc., gozan de un estatuto privi-
Producida la partida del jefe de Misión o en caso de ausencia tempo- legiado, muy similar al diplomático.
ral, el funcionario que le sigue en jerarquía pasa a reemplazarlo, sin i) Nombramiento y remoción
necesidad de acreditación. El jefe de Misión saliente antes de su partida, No hay diferencias al respecto con los del personal diplomático (ar-
o el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado acreditante, comu- tículo 10.1 a CV).
nica al Estado receptor el nombre del funcionario que quedará como
encargado (artículo 19.1 CV). Si no existiere ningún funcionario diplo- f) El personal de servicio . .
mático que pudiere hacerse cargo de la misión, un miembro del perso- Son personal de servicio aquellos miembros afectados al serv1c10
nal administrativo y técnico podrá encargarse de sus asuntos doméstico de la misión (artículo 1, g CV). Esta categoría comprende los
administrativos corrientes con el consentimiento del Estado receptor criados de la residencia del jefe de Misión, sus choferes, etc. No deben
(artículo 19.2 CV). Esta persona no reviste, sin embargo, carácter de confundirse con los criados particulares de los miembros de la misión,
encargado de negocios ni está investido de función diplomática. que no forman parte de ella.
i) Nombramiento y remoción
d) El personal diplomático Igual al del personal diplomático (artículo 10.1 a CV).
Se considera personal diplomático a todo miembro de la misión que
esté directamente afectado al desempeño de las funciones de la misión g) Personas no pertenecientes al personal de la misión que gozan de
descriptas en el artículo 3 CV y explicadas más arriba. Son los minis- un estatuto especial
tros consejeros, consejeros y secretarios de Embajada, así como los i) Familiares de los agentes diplomáticos
agregados especializados. Los miembros de la familia, desde los del jefe de Misión hasta los del
i) Entrada en funciones personal administrativo y técnico, que formen parte de su casa, esto es
A diferencia del jefe de Misión, la designación de los miembros del que residan junto al funcionario en forma permanente, gozarán de los
personal por parte del Estado acreditante no requiere el previo consen- mismos privilegios e inmunidades que el miembro de la misión. En el
timiento del Estado receptor (artículo 7 CV), basta la notificación caso de los agentes diplomáticos, será requisito no tener la nacionalidad
correspondiente (artículo 10.1 a y b CV). Se exceptúan de este princi- del Estado receptor; en el del personal administrativo y técnico, no
pio, por razones de seguridad, los agregados militares que requieren el tener tampoco residencia permanente en el Estado receptor, aun si no
consentimiento del Estado receptor (artículo 7 CV). se tiene su nacionalidad (artículo 3 7.1 y 2 CV).
ii) Fin de funciones ii) Criados particulares
Previa notificación al Estado receptor, el acreditante renueva libre- Son las personas empleadas por los miembros de la misión para tare-
mente a los miembros de la misión (artículo 10.1 a CV). as domésticas. Los que no sean nacionales del Estado receptor ni ten-
gan en él residencia permanente, aunque no tienen derecho a privilegios
e) El personal técnico y administrativo e inmunidades, gozan de ciertas facilidades, reconocidas por la Conven-
Componen el personal técnico y administrativo los miembros de la ción de Viena que serán analizadas más adelante.
misión que, careciendo de estado diplomático, están afectados al cum-
plimiento de tareas de apoyo (secretarios privados, clavistas, archive- h) Declaración de "Persona Non Grata"
ros, intérpretes, etc.). Debido a que sus funciones son delicadas y se Cuando un miembro de la misión realiza actos que hicieren imposi-
relacionan con las diplomáticas, como el manejo de claves secretas, de ble su permanencia en el Estado receptor, como la comisión de un deli-
EL DERECHO DIPLOMÁTICO Y CONSULAR 3'1)
344 }ULIO BARBOZA

ca, el derecho reputa que el agente diplomático nunca ha abandonado


to u otra violación grave de las leyes del Estado receptor, o la violación
su territorio nacional y Grocio, principal defensor de esta teoría, extien-
de las obligaciones de no intervención mediante actos de injerencia ilíci-
de la ficción a los locales de la misión diplomática.
ta en los asuntos internos, etc., el Estado receptor, encontrándose inhi-
bido de recurrir a coacción alguna contra el funcionario, sólo puede Cualquier hecho ocurrido dentro de la misión sería, según la aplica-
ordenarle la salida de su territorio mediante la declaración de "persona ción estricta del criterio, como sucedido en el propio Estado acreditan-
non grata" para los agentes diplomáticos o de "persona no aceptable" te (nacimientos, delitos, etc). Lo infundado de esta teoría se demuestra
para los demás miembros de la misión. con un ejemplo: si un delito es cometido en el interior de la misión
El retiro debe realizarse en un plazo razonable, que dependerá de las diplomática, bastará con que su jefe llame a la policía del Estado
circunstancias de cada caso. Todo miembro de la misión puede ser decla- receptor y la autorice a detener al delincuente mientras que si la
rado "persona non grata" o no aceptable antes de su llegada al Estado misión fuera territorio del Estado acrcditante, sería necesario el proce-
receptor (artículo 9.1 CV). Si el Estado acreditante no cumple con la obli- dimiento de la extradición.
gación de retirar al funcionario así objetado, el Estado receptor podrá
desconocerlo en su carácter de miembro de la misión (artículo 9.2 CV). •Teoría del interés de la función
Surge del pensamiento de Vattel pero alcanza su consagración recién
i) Privilegios e inmunidades diplomáticos en este siglo. Dice aquel jurista que los embajadores y otros ministros
La misión diplomática y sus miembros gozan de un estatuto especial públicos son instrumentos necesarios para el mantenimiento de esta
de privilegios e inmunidades, en cuya virtud quedan exentos de la apli-- sociedad general, de esta correspondencia mutua de las naciones. Pero
cación de ciertas normas de derecho interno y del cumplimiento coactivo su función no puede alcanzar el fin para el cual han sido designados si
de otras. Se distingue entre privilegios, que son beneficios extraordina- no se hallan provistos de todas las prerrogativas necesarias para asegu-
rios que se garantizan a la misión y a sus miembros e inmunidades, esto rar el éxito legítimo, que les permita ejercer sus funciones con toda
es, garantías extraordinarias que se les otorgan contra la aplicación libertad, seguridad y fidelidad. 3
coactiva de las normas jurídicas del Estado receptor. Mal podría el agente diplomático desempeñar sus funciones someti-
i) Fundamento do a la amenaza de coerción o a limitaciones a su libertad por imperio
•Teoría del carácter representativo del agente diplomático del orden jurídico del Estado receptor.
Esta teoría, la más antigua, es hija del prístino concepto de soberanía La doctrina posterior a las primeras décadas de este siglo se ha incli-
que imperó hasta la Revolución Francesa, en virtud del cual las relacio- nado definitivamente por esta teoría que es consagrada en el preámbulo
nes exteriores se daban entre los príncipes, es decir, entre personas. El de la Convención de Viena.
agente diplomático, como representante del monarca, era casi un "alter ii) La inviolabilidad diplomática
ego" de su mandante y acreedor del mismo respeto y consideración; un Puede caracterizarse a la inviolabilidad como la inmunidad contra la
insulto o descortesía se consideraba como directamente infligido al coerción e implica que el Estado receptor está inhibido de ejercer cual-
príncipe. El status de los agentes diplomáticos era, en esta teoría, para- quier medida de carácter coactivo o que, de algún modo, implique el
sitario de aquél del jefe de Estado. uso de la fuerza contra personas o cosas afectadas a la actividad diplo-
•Teoría de la extraterritorialidad mática o, en el caso de las personas, la limitación de la libertad ambula-
Superando a la anterior, fue la teoría tradicional para fundamentar
los privilegios e inmunidades diplomáticos desde el siglo XVII hasta
3 E. Vattel, Le droit des gens, T.2, Libro IV, Cap.VIII, París, 1830, PP- 364/365.
principios del XX, superando a la anterior. Mediante una ficción jurídi-
...., ..
~

346 Juuo BARBOZA EL DERECHO DIPLOMÁTICO Y CONSULAR 347

toria. Acaso sea el privilegio más antiguo de los agentes diplomáticos, En cuanto a los archivos, su inmunidad es obvia y también subsiste
que originariamente derivaba de su carácter sacral. en caso de ruptura de relaciones diplomáticas (artículo 24).
• Inviolabilidad de la sede iii) Protección especial de la misión .,
Los agentes del Estado receptor tienen la prohibición de ingresar a Mientras que la inviolabilidad de la misión se refiere a su protecc1on
los locales de la misión o a la residencia particular de los agentes diplo- contra actos de los agentes del Estado receptor, la protección especial es
máticos (artículos 22.1 y 30.1 CV). Tampoco pueden aquellos agentes una obligación impuesta a éste para prevenir actos de particulares que
realizar medidas de ejecución forzada dentro de los locales de la misión sean lesivos contra la misión.
o de la residencia particular de los agentes diplomáticos (artículos 22.3 Esta protección se traduce en una vigilancia especial en los locales de
y 30.1 CV). Esta prohibición rige aun en caso de ruptura de relaciones la misión dentro de límites razonables. Si aparecieren situaciones de
diplomáticas (artículo 45 CV). peligro r:al, como manifestaciones hostiles o tumultos, la obligación
La inviolabilidad se extiende a los bienes muebles, ya que éstos son aumenta ya que cualquier hecho ilícito que resultare lesivo contra la
de un uso esencial para la misión, aun los que no se encuentren necesa- misión dará lugar a la responsabilidad internacional del Estado que no
riamente dentro de sus locales, como un automóvil o un barco (artículo brindó la protección suficiente (vg. disponer de un cordón policial para
22.3 CV). prevenir ataques).
• Inviolabilidad de la correspondencia oficial y de los archivos iv) Inviolabilidad de los agentes diplomático_s ., . ,
Uno de los presupuestos de la libertad de acción de que goza la Esta inviolabilidad es absoluta y no admite excepc1on en nmgun
misión diplomática es la absoluta libertad en sus comunicaciones con el caso aún si se tratare de flagrante delito (artículo 29, CV) con' los lími-
Estado acreditante, sin interferencias de ningún tipo por parte de las tes ~ue hemos señalado en caso de referirnos al derecho diplomático
agencias del Estado receptor. Esta libertad, que se extiende no sólo a las internacional como sistema autónomo. La inviolabilidad, igual que en
comunicaciones con el Estado acreditante sino también con todas sus el caso de la misión, alcanza a sus documentos, correspondencia Y bie-
demás misiones y consulados tiene como límite el consentimiento del nes (artículo 30.2 CV). Del mismo modo, el agente diplomático n~ tie-
Estado receptor para instalar equipos de radio (artículo 27.2 CV). ne obligación de comparecer ante un tribunal como testigo (articulo
La correspondencia oficial de la misión tiene inviolabilidad absoluta. 31.1 CV).
Está prohibido abrir o retener la valija diplomática y garantizada la v) Protección especial de los agentes diplomáticos
inviolabilidad del correo diplomático que la lleve (artículo. 27.5 CV). La protección física de los agentes diplomáticos obliga al Estado
Este puede sustituirse por un correo "ad hoc" (artículo. 27.6 CV) que receptor a tomar los recaudos necesarios para impedir cualquier acto de
cesará en sus funciones al entregar la valija o, directamente, por el particulares contra su persona o decoro. Esta protección es much~ _más
comandante de la aeronave que la transporta (artículo 27.7 CV) que, difícil de hacer efectiva que la de la misión, por el número y movilidad
en ese caso, no reviste carácter de correo ni tiene inviolabilidad. de los agentes diplomáticos presentes en el Estado receptor.
vi) Inmunidad de jurisdicción . .
La CDI completó en 1989 un proyecto de artículos que reglamenta
A diferencia de los demás extranjeros residentes en su terntono, los
con amplitud lo referente a los correos diplomáticos y a las valijas no
acompañadas por tales correos y recomendó a la AG la convocatoria agentes diplomáticos no pueden ser sometidos a la jurisdicción de los
de una conferencia codificadora para celebrar un tratado sobre la base tribunales del Estado receptor. Esta inmunidad complementa y refuerza
de los artículos presentados. La AG, en 1995 por decisión 50/46 de la inviolabilidad personal y tiene su mismo fundamento. La inmunidad
diciembre 11, 1995, decidió en cambio postergar la eventual codifica- no exime al agente diplomático de la jurisdicción de los tribunales del
ción de este tema del DIP. Estado acreditante, o sea, de su propio Estado (artículo 31.4 CV).
348 Juuo BARBOZA EL DERECHO DIPLO:vtÁTIC:O Y CONSULAR 349

• Inmunidad penal provinciales y municipales, ya sean personales o reales (artículo 34 CV)


La inmunidad de jurisdicción penal es absoluta e ilimitada para cual- con excepciones: impuestos sobre inmuebles, sucesiones y actividades
quier clase de delitos (artículo 31.1 CV). Si se prueba la participación profesionales o comerciales personales del agente diplomático, impues-
de un agente diplomático en un delito, se lo puede declarar "persona tos indirectos y derechos de registro, aranceles judiciales, hipoteca y
non grata" y luego pedir la extradición una vez regresado a su país timbre en bienes inmuebles.
para someterlo a la jurisdicción territorial.
• Inmunidad civil
La inmunidad de jurisdicción civil ha sido objeto de un largo debate 6. Misiones especiales
en el derecho internacional e incluso resistida por la práctica de muchos
Estados. Recién en el siglo XX comenzó a admitirse y está consagrada La Convención de Nueva York del 8 de diciembre de 1969 sobre
en el artículo 31. l CV con tres excepciones allí mencionadas: acciones Misiones Especiales (CNY) la define como una misión temporal, con
reales, sucesorias y derivadas de actividades profesionales o comercia- carácter representativo, enviada por un Estado a otro Estado, con el
les. Se fundamentan estas excepciones en la irrelevancia que ellas tienen consentimiento de este último, para tratar con él asuntos determinados
para el desempeño de la función diplomática. o realizar ante él un cierto objetivo (artículo 1.a, CNY). Su régimen
La inmunidad de jurisdicción civil cede si el agente diplomático presen- general es análogo al de la Convención de Viena sobre relaciones diplo-
ta una demanda ante un tribunal civil del Estado receptor y es objeto de máticas y, por ello, remitirnos a lo dicho con relación a ella en todos los
una reconvención o contradernanda por parte del accionado: ya no podrá puntos que no se especifican a continuación.
invocar la inmunidad contra dicha reconvención (artículo artículo CV).
La inmunidad administrativa de los agentes diplomáticos es comple- a) Entrada en {unciones
mento de la anterior, y se refiere a las sanciones de tipo contravencional Tanto el envío de una misión especial como la determinación de sus
o de policía (vg. infracciones de tránsito). Tiene idéntico alcance que la funciones se fijarán por mutuo consentimiento de los Estados acredi-
civil. tante y receptor. El envío de una tal misión no requiere la existencia de
vii) Renuncia a la inmunidad relaciones diplomáticas entre los Estados (artículo 7 CNY). El consenti-
Corno la inmunidad de jurisdicción se otorga teniendo en cuenta no miento del Estado receptor será indispensable, igual que en el caso de
la persona del agente diplomático sino el interés del Estado acreditante las misiones diplomáticas, para que la misma misión se envíe a dos o
y de sus relaciones con el Estado receptor, sólo el Estado que envía al más Estados o que dos o más Estados envíen una única misión a otro.
agente es capaz de renunciar a ella. Debe ser expresa (artículo 32.l y 2
CV). La renuncia a la inmunidad de jurisdicción posibilitará la puesta b) Personal de la misión
en marcha del mecanismo jurisdiccional del Estado receptor en relación A diferencia de las misiones diplomáticas permanentes, la m1s1on
con el agente diplomático, pero la sentencia que se dicte no podrá ser especial puede estar encabezada por el jefe de Estado o de Gobierno,
ejecutada a menos que medie una nueva renuncia (artículo 32.2 CV). ministro de Relaciones Exteriores o algún funcionario de alto rango,
Esto se denomina inmunidad de ejecución. cuyos privilegios e inmunidades serán los acordados en cada caso por el
viii) Exención fiscal derecho internacional, además de los que otorga la propia Convención
En vista de las características de la función diplomática, los agentes (artículo 21 CNY). En cuanto al régimen de privilegios e inmunidades,
están fuera del alcance de la potestad tributaria del Estado receptor. La hay diferencias en lo tocante a la inmunidad de jurisdicción en materia
exención fiscal alcanza a todos los impuestos o gravámenes nacionales, civil. A las excepciones de la CV se le agrega la acción de daños resul-
EL DERECHO DIPLOMÁTICO Y CONSULAR 1~ 1
350 Juuo BARBOZA
El régimen jurídico de las misiones ante organismos internaci'.i_11aks
tante de un accidente ocasionado por un vehículo utilizado fuera de las está establecido por la Convención de Viena sobre la representacro11 dl"
funciones oficiales de la persona de que se trate (artículo 31.2.d CNY). los Estados en sus relaciones con Organismos Internacionales de Car;Íl'
En materia de inviolabilidad de la misión, se presume el consentimien- ter Universal de 1975 (CVI). Esta convención, como su nombre lo indi
to del jefe de Misión para que los agentes del Estado receptor puedan ca, se aplica sólo en organismos de carácter universal ~ no a los dl'
penetrar en los locales de la misión en caso de incendio u otro siniestro carácter regional, entendiéndose por universales a las Nac10nes Urnda~,
que amenace gravemente la seguridad pública (artículo 25 CNY). sus organismos especializados, el Organismo Internacional. d_e, Energ1a
Atómica y cualquier otra organización similar cuya composIC1on Y atn-
c) Comienzo y fin de la misión especial buciones sean de alcance mundial (artículo 1.2 CVI).
Se considera que la misión especial entra en funciones cuando toma
contacto oficial con el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado b) Misiones permanentes
receptor o con el órgano que se hubiere convenido, sin ser necesaria la Dentro de sus diferentes funciones, mencionadas en el artículo 6
presentación de cartas credenciales (artículo 13 CNY). La misión especial CVI, que no difieren casi de las de una misión diplomática,. l~, más rele-
finaliza por mutuo consentimiento entre las partes, por cumplimiento de vante es lo prescrito por el inc. c) que establece que la m1s10n penna-
su cometido, por expiración del período señalado para ella o la notifica- nente podrá celebrar negociaciones con el organismo y dentro de su
ción del Estado que envía o del Estado receptor (artículo 20.1 CNY). marco. Este elemento nos da la pauta de la naturaleza multilateral de
las relaciones en los organismos, en contraposición con el carácter bila-
teral de las relaciones diplomáticas entre Estados.
7. Misiones ante organismos internacionales i) Establecimiento de la misión
Las misiones pueden establecerse libremente, sin necesidad de con-
a) Introducción sentimiento previo del país huésped o del organismo, salvo que el orga-
Los Estados miembros de los organismos internacionales se hacen nismo hubiere establecido otra cosa (artículo 5 CVI).
representar en ellos por delegaciones permanentes que les permitan ii) Personal de la misión
ejercer los derechos inherentes a su pertenencia a dichas entidades. En El personal de la misión se clasifica de forma análoga con el personal
el caso de conferencias internacionales convocadas por estos organis- de las misiones diplomáticas. El jefe de Misión se acredita normalmente
mos, se envían delegaciones especiales. ante el secretario general del organismo y podrá actuar en todos los
Los Estados no miembros podrán enviar una misión especial ante el órganos que lo componen y que no exijan una acreditación especial
organismo para tratar alguna cuestión específica. En todos estos casos, (artículo 11.2 CVI). El resto del personal será libremente nombrnd_o Y
existe un régimen diferente al de las misiones diplomáticas o especiales removido mediante notificación previa al organismo, quien lo notifica-
que se envían de un Estado a otro, ya que la acreditación se realiza ante rá a su vez al país huésped (artículo 15 CVI).
un organismo internacional, sujeto diferente del Estado. El organismo iii) Terminación de funciones
no tiene territorio y, como veremos en el capítulo dedicado a este tema, En caso de transgresión de la obligación de respeto de las leyes loca-
disfruta de prerrogativas, privilegios e inmunidades dentro del territorio les 0 de intervención indebida en los asuntos internos del país huésped
del Estado sede por acuerdos especiales como, en el caso de las Nacio- (artículo 77 CVI), la convención no contempla la posibilidad de que el
nes Unidas, son la Convención sobre privilegios e inmunidades y los miembro de la misión que goce de privilegios e inmunidades pueda ser
Acuerdos de sede. Hay aquí tres actores: El Estado que envía, el orga- declarado "persona non grata". El Estado que envía tendrá la obliga-
nismo internacional y el país huésped del organismo.
352 Juuo BARBOZA EL DERECI 10 DIPLOMÁTICO Y CONSULAR
'" 1

ción de retirar al miembro de la misión que haya violado sus obligacio- • La tarea del cónsul no es política.
nes en caso de infracción grave y manifiesta a la legislación penal del • El cónsul carece del carácter representativo del Estado que til'11c el
Estado y de ingerencia grave en los asuntos internos del país huésped. agente diplomático.
Estas disposiciones no se aplicarán, sin embargo, a los actos cometidos • Su misión esencial es la defensa de los intereses de las personas fís1
en ejercicio de las funciones. El país huésped queda resguardado por la caso jurídicas del Estado que envía; a la misión diplomática correspo11
facultad que se le reconoce de adoptar las medidas necesarias para su de la defensa del interés del Estado en sus relaciones políticas.
propia protección. Esta diferencia fundamental entre los agentes diplomáticos y los fu11
iv) Privilegios e inmunidades cionarios consulares tiene su explicación en la génesis de la instituciú11
El régimen de los privilegios e inmunidades es similar al de las misio·· consular, que tiene un origen privado y comercial, siendo los primeros
nes diplomáticas. Las obligaciones que la CV le impone al Estado cónsules aquellos representantes de los grupos de mercaderes de los paí
receptor en materia de privilegios e inmunidades corresponderán al ses occidentales que se habían establecido en el Imperio Bizantino a
Estado huésped. Como diferencias significativas podemos seüalar una partir del siglo XII ( Consules Electi), que más tarde adquirieron prerro
norma similar a la CNY en materia de inviolabilidad de los locales de gativas especiales como la función jurisdiccional a través de las capit 11
la misión: se presume el consentimiento del jefe de Misión para la laciones, institución desaparecida durante el siglo XIX. A partir del XVI,
entrada en caso de incendio, etc. (artículo 25 CVI). y en la medida en que se fue consolidando, el Estado nacional tendiú ;1
absorber las funciones consulares y a designar a los cónsules (Consul<•s
c) Misiones de obsemación Missi).
Su régimen de privilegios e inmunidades es el mismo que el de las
misiones permanentes. La función de las mismas es estrechar los lazos Antiguamente, los funcionarios diplomáticos y consulares provenían
con un organismo internacional por parte de Estados no miembros y siempre de dos carreras diferentes. Fn la actualidad, ambas carrera~.
tutelar sus intereses (el caso de la Santa Sede en la ONU). han tendido a unificarse y hoy, en la mayoría de las cancillerías, el ser
vicio exterior comprende bs funciones diplom<lticas y consulares. S11s
miembros desempeñan indistinta y a veces sucesivamente cualquiera
B. Las relaciones consulares de las dos, como sucede en el servicio exterior argentino.

La normativa internacional sobre esta materia está codificada por la


l. Introducción Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963 (CVC) que,
en su artículo 5, especifica detalladamente las funciones consulares.
La institución consular, si bien guarda analogía con la diplomática y su
régimen jurídico, tiene una naturaleza y carácter claramente diferenciados. a) La Ofiána Consular
Los cónsules son funcionarios destacados por un Estado en el territorio Las funciones consulares pueden ser ejercidas por cónsules de c1rrc
de otro para defender, dentro de los límites de su función, los intereses del ra o por cónsules honorarios. Los primeros son funcionarios del Estado
Estado que envía y de los nacionales que allí se encuentren, promover las
!i'
que éste envía para permanecer durante un cierto período en la sede, al
relaciones bilaterales económicas y comerciales así como ejecutar en el igual que los agentes diplomáticos. Los segundos, por su parte, son pn
territorio del Estado receptor actos administrativos, notariales y de regis-
J sonas que residen normalmente en el Estado receptor que incluso p1w
tro que tendrán efecto en el territorio del Estado que los envía. Por ende:

I
,t '.
den tener su nacionalidad y que por su relevancia o méritos espcualc~;,
354 JULIO BARBOZA EL DERECHO DIPLOMÁTICO Y CONSULAR .l.1.1

obtienen la designación consular honoraria de parte del Estado que Misiones diplomáticas. Su designación y remoción es libre, previa noti·
envía, con un régimen de privilegios e inmunidades diferente, como ficación al Estado receptor.
veremos, en uno y otro caso.
Las oficinas consulares tienen las siguientes jerarquías, que se esta- Normalmente, los consulados generales o los consulados de gran impor-
blecen por varios criterios, como podrían ser la importancia de la ciu- tancia enrolan uno o más funcionarios consulares de carrera, subordi-
dad sede, de los negocios con la región de la que la ciudad es cabeza, de nados al jefe de Oficina, que tienen la calidad de cónsules adjuntos.
los vínculos culturales, etc.
• Consulados Generales. Los empleados contratados localmente están sometidos al régimen
• Consulados. laboral común del Estado receptor. En caso de ausencia temporánea o
• Viceconsulados. definitiva del titular, la oficina consular quedará a cargo del funciona-
• Agencias Consulares. rio consular de carrera que le siga en jerarquía (artículo 15 CVC).
Toda oficina consular ejerce sus funciones dentro de un ámbito
territorial determinado que, normalmente, abarcará una porción del d) Fin de las funciones
Estado receptor constituida por las regiones más próximas a la ciudad Los cónsules pueden cesar en sus funciones por las mismas causas
donde la oficina tenga su sede. Este ámbito se denomina circunscrip- que los de la Misión diplomática (traslado, renuncia, etc.), y el hecho se
ción consular, y sus límites no pueden alterarse sin el consentimiento notifica al Estado receptor. Éste, por su parte, puede remover al jefe de
del Estado receptor. En algunos sistemas nacionales, además, los con- Oficina mediante revocación del exequatur y a los demás miembros
sulados generales tienen una potestad de contralor y supervisión sobre mediante notificación de que ha cesado de considerar a la persona de
las oficinas consulares de menor rango. que se trate como miembro del personal consular (artículo 25 CVC).

b) El jefe de la Oficina Consular e) Privilegios e inmunidades consulares


Para designar al jefe de Oficina Consular, el Estado que envía deberá La CVC contiene una detallada reglamentación de los privilegios e
recabar el asentimiento del Estado receptor. El Estado que envía remite inmunidades consulares. En todo aquello que no se mencione en estas
al receptor una carta patente en la cual consignará la circunscripción en líneas, debe entenderse que el régimen es coincidente con el de la Con-
la que el designado ejercerá sus funciones. El Estado receptor manifies- vención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
ta su asentimiento a través del exequatur, que podrá ser denegado sin i) Inviolabilidad de la Oficina Consular
expresar la razón (artículo 12 CVC). El régimen de inviolabilidad es sensiblemente más restringido que el de
la Misión diplomática, por cuanto los agentes del Estado receptor sólo
En tanto el exequatur estuviere pendiente de otorgamiento y el jefe de tienen limitado su acceso a los locales consulares en la parte destinada
Oficina Consular ya se encontrara en la sede de ésta, podrá ser autori- exclusivamente para trabajo de oficina, salvo con el consentimiento de su
zado por el Estado receptor a ejercer sus funciones mediante la admi- titular, el que se presumirá en caso de incendio u otro peligro grave (artícu-
sión provisional (artículo 13 CVC). lo 31 CVC). No está prevista la exención de embargo, registro y medidas
de ejecución vigentes para la Misión diplomática. Tampoco goza de
c) El personal de la Oficina Consular inviolabilidad la residencia particular del jefe y miembros de la Oficina
Además del jefe, la Oficina Consular cuenta con personal consular Consular. Del mismo modo, los locales, bienes y medios de transporte de la
de carrera y personal administrativo y técnico, al igual que en las Oficina Consular, si bien no podrán ser objeto de requisa, esto es, de <lesa"
356 Juuo BARBOZA EL DERECI 10 llll'LO.\IATIC:O Y CONSULAR 1 ...

poderamiento temporario, sí podr<Ín serlo de expropiación, vale decir de exento de prestar testimonio en actos vinculados con sus h111,·1<111(",.
desapoderamiento definitivo, por causa de defensa o utilidad pública. (artículo 63 CVC).
ii) Inviolabilidad de los miembros de la Oficina Consular • La exención fiscal sólo se extiende a los sueldos percibidos por ("I
Los funcionarios y demás miembros de la Misión consular no pue- cónsul honorario en su calidad de tal (artículo 66 CVC).
den ser detenidos, salvo casos de delitos graves o cuando exista senten- • La exención de la inscripción de extranjeros o de prestaciones ¡w1
cia firme. En caso de procedimiento penal deber;ín comparecer y las sonales de que gozan los funcionarios consulares honorarios 110 '""
autoridades deberán tratarlos con deferencia (artículo 41 CVC). En extienden a los miembros ele su familia ni a los demás miembros de L1
caso de que fueren llamados a testificar deber;Ín comparecer, salvo para oficina (artículos 66 y 67 CVC). Tampoco está prevista la excnrn'¡¡¡ de
declarar sobre aquellos hechos vinculados con el ejercicio de sus funcio- permiso de trabajo o régimen de seguridad social del Estado receplm.
nes. Tampoco estarán obligados a exhibir documentos o corresponden-
cia oficial. En caso de detención de un miembro de la Oficina Consular g) Secciones consulares de las misiones diplomáticas
o de inicio de un proceso penal en su contra, el Estado receptor deber<Í Tanto la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (;1rl írn
comunicarlo de inmediato al Estado que envía. lo 3.2) como aquélla sobre Relaciones Consulares (artículo 25) autori1.a
iii) Inmunidad de jurisdicción el ejercicio de funciones consulares por las misiones diplomáticas. l·:s1;1
Los funcionarios ele carrera y demás miembros de la Misión estarán pr:íctica es usual en países que, por razones económicas, no pucdc11
exentos de la jurisdicción de los tribunales del Estado receptor por mantener una oficina consular en la capital del Estado receptor separa
actos ejecutados en el ejercicio de sus funciones oficiales, con las excep- da de la misión diplomática. En estos casos, ésta habilita una secci<'>11
ciones previstas en materia civil para los agentes diplomáticos, y de consular y asigna a determinados funcionarios para el ejercicio de la
accidentes ocurridos fuera del ejercicio de sus funciones (artículo 43 función consular. Como estos funcionarios son miembros de la misi<'>i1
CVC). diplornática, estar:ín protegidos por los privilegios e inmunidades pro
píos de su calidad.
f) Cónsules honorarios
Como hemos ya adelantado, el reg1men de _los cónsules honorarios
es más restringido aún que el de los cónsules de carrera en materia de
facilidades, privilegios e inmunidades. A continuación, pasaremos una
rápida revista a las principales normas sobre esta materia:
• Los locales consulares honorarios no gozan de ninguna forma de
inviolabilidad (artículo 59 CVC). El Estado receptor tiene la obligación
de protegerlos contra toda intrusión o daiio.
• Los archivos de la oficina consular honoraria sólo gozarán de
inviolabilidad en la medida en que estén separados de los papeles priva-
dos de su titular (artículo 61 CVC).
• Las franquicias aduaneras sólo se extienden a los artículos de uso
oficial de la oficina consular honoraria (artículo 62 CVC).
• El cónsul honorario no goza de inmunidad de jurisdicción salvo
para actos vinculados al ejercicio d<". sus funciones oficiales. Sólo está
Capítulo 16

Inmunidad de jurisdicción del Estado

1. Introducción

Hemos visto antes que el Estado goza, dentro de su ámbito territorial,


de exclusiva jurisdicción sobre todas las personas físicas y jurídicas. Los
Estados admiten la realización en su territorio de una serie de actos de
otros Estados, como por ejemplo la compra o alquiler de inmuebles, el
contrato de servicios, la emisión de empréstitos, etc. Reciben con fre-
cuencia la visita de jefes de Estado, de misiones especiales encabezadas
por ministros u otros altos funcionarios y aceptan en su territorio a
agentes diplomáticos y consulares permanentes. A este respecto, surgen
dos preguntas:
• ¿Qué tratamiento deben los Estados acordar a los Estados extran-
jeros y a sus representantes cuando éstos actúan dentro del ámbi-
to que es de su exclusiva competencia?
• ¿Qué sucede si surgen, con motivo de tales actividades, diferen-
cias que caerían normalmente dentro de la competencia de sus tri-
bunales de derecho interno?
Existe un amplio espectro de excepciones a la jurisdicción territorial
que componen un régimen de inmunidades y de tratamientos especiales
otorgados a los Estados extranjeros y a sus representantes. Tales excep-
ciones y tratamientos fueron impuestos desde antiguo por el derecho
internacional consuetudinario, y en la actualidad existen paralelamente
importantes convenciones multilaterales al respecto.
En la práctica conviene dividir las inmunidades en dos categorías; la
primera incluiría las del Estado, la segunda, las de los agentes diplom:í-
360 Juuo BARBOZA
INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN DEL ESTADO

ticos y consulares, así como los deberes que a su respecto tiene el Esta-
carácter a no menoscabar la dignidad de su nación, situándose o .litµ ·
do receptor, que ya hemos visto en el capítulo anterior. do a sus derechos soberanos en el ámbito de jurisdicción de otro¡,q'
suponer que entra en un territorio extranjero sólo con licencia e~pr,,
con la seguridad de que las inmunidades propias de su condición sob
2. Inmunidades del Estado y de sus bienes na e independiente, aun cuando no se hayan estipulado expresamenc
están implícitamente reservadas y le serán reconocidas". '
La cuestión de la inmunidad de un Estado surge cuando existe una 1 (<

disputa sobre la cual el tribunal local tiene jurisdicción ratione materüe, . E,ste p~incip~o. ~a sufrido una evolución asimilable a la del que. ~~'
pero no puede ejercerla porque una de las partes es un Estado sobera- cnb1a la 1mpos1b1hdad de demandar al Estado ante sus propios trib ·
no: se trataría de una excepción ratione personm. les: a la tesis absoluta de su inmunidad se opuso otra que la mane
Tal inmunidad se divide en dos tipos: la de jurisdicción, según la cuando ejercía funciones inherentes a su calidad de Estado pero
cual el Estado no puede ser llevado a los tribunales de otro Estado y la cuando actuaba como un sujeto del derecho privado. La distinción en
de ejecución, que impide a los órganos del Estado territorial ejecutar la "actes de gouvernement" y "actes d'autorité" del derecho administ{.
&entencia que eventualmente se hubiere dictado contra aquél ni aplicar- vo, puede considerarse análoga a la de actos iure imperii y iure gestlo·
le compulsivamente una decisión administrativa. en el plano internacional. '
Conviene aclarar que ni aun en el primer caso el Estado extranjero El principio absoluto de inmunidad del Estado se ha ido relativiz
está exento de cumplir con la ley del Estado territorial; simplemente no do en dos frentes: en el interno, con el consecuente surgimiento '
puede ser sometido a la jurisdicción de sus tribunales. También que esta derecho administrativo y en el internacional, con la generació''
inmunidad nada tiene que ver con la responsabilidad internacional de exce~ciones que permiten en ciertos casos demandar a un Estado '
un Estado: si la conducta del Estado extranjero viola una obligación los tribunales de otro Estado. · .
internacional de dicho Estado en relación con el territorial, su responsa-
bilidad deberá dilucidarse en el plano del derecho de gentes. b) Evolución de las inmunidades
Las normas de derecho internacional consuetudinario que rcghJ.
a) Fundamento las inmunidades en cuestión presentan la peculiaridad de haberse:!
La inmunidad que tratamos nace de la igualdad soberana de los Esta- mado a través de la práctica judicial interna de los Estados. Fueron,
dos y se expresa en el dicho latino: par in parem non habet imperium. bunales como la Corte de Casación francesa en 1849 y la Corte Suprl'
Si bien la idea es anterior, el juez Marshall expresó sus fundamentos de los Estados Unidos, quienes delinearon la tesis absoluta de la in¡
11
con claridad en el primer caso que se presentó ante la Corte Suprema nidad de jurisdicción. ''

de los Estados Unidos en 1812.


En el Reino Unido, el Tribunal de Apelación reconoció en 1880 la In
En "The Schooner Exchange vs. McFaddon and others", 1 Marshall nidad de un buque que tenía funciones mixtas; tripulado por mie
expresó que:"( ... ) Puesto que ningún soberano está subordinado en nin- de la armada belga, hacía de correo y llevaba pasajeros y ca~ga 1
gún sentido a otro y como está vinculado por obligaciones del más alto Estados Unidos, la Corte Suprema reconoció inmunidad a un buqu
gobierno italiano dedicado al transporte comercial de mercadería1,S 1

1 Henkin, Louis y otros, International Law. Cases and materials, 2nd. edition, West
2
Asunto del Parlement Beige, 5 PD 197.
Publishing Co., 1987, p. 894. (Traducción nuestra.) 3
Asunto Berizzi Brothers Co vs ss Pesara. 271 U.S. 562 (1925).
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362 JULIO BARBOZA INMUNIDAD DE JURISDIC:CIÓN DEL ESTADO \(, \

l
Fueron los mismos tribunales internos los que más tarde la cuestio- c) La actividad mercantil del Estado extranjero
naron: hacia 1887, entre muchos otros, 4 los tribunales italianos realiza- Una forma de distinguir entre las actos del Estado inmunes dl' los
ban ya la distinción entre "atti d'impero" y "atti di gestioni" ,5 en tanto . l actos sujetos a jurisdicción es la división de tales actos en comerciales o
que en 1903 la Corte de Casación de Bruselas sostuvo que "si el Estado l no, dualidad que responde a criterios similares a los de actos jure i111/"'
i
l rii y actos jure gestionis.
extranjero puede demandar ante nuestros tribunales persiguiendo a sus l
deudores, debe responder también ante ellos hacia sus acreedores". La dificultad consiste en establecer cuándo un acto de un Estado l'S
En el mismo orden de ideas, dijo la Corte de Casación francesa en comercial y cuándo no lo es, teniendo en cuenta que los actos de 11at 11
194 7: "La función del Estado consiste en gobernar, ejercer la autoridad raleza comercial suelen vincularse, cuando los realiza el Estado, con
legislativa, judicial y administrativa; pierde la dignidad e igualdad de finalidades públicas. Por ejemplo, las actividades económico-financieras
un soberano si desciende al plano comercial". 6 que realiza llll Estado en una plaza extranjera comprometen sin duda
Y por cierto que una razón importante para el cambio de actitud fue su crédito público. 7
la creciente intervención de los Estados en el campo industrial y comer- Hay autores para quienes " ... la distinción entre actos iure imperii y
cial, donde el amparo de la inmunidad absoluta se traducía en perjui- iure gestionis, aunque superficialmente atractiva como modo de mante-
cios para los particulares y creaba una situación de clara desigualdad. ner a la inmunidad de los Estados dentro de límites razonables, carece
Así la tesis restrictiva fue ganando la jurisprudencia de los tribunales de base lógica siendo que implica hacer presunciones acerca de cuáles
de muchos países y motivó, especialmente a partir de la década de 1970, son las funciones propias del Estado. Las opiniones acerca de cuáles
la sanción de leyes específicas por algunos países. Estados Unidos son las funciones del gobierno y cuál el límite de su actividad económi-
(1976), el Reino Unido (1978), Singapur (1979), Sudáfrica (1981), ca pueden variar considerablemente". 8
Pakistán (1981), Australia (1985), Canadá (1982), y Argentina (1995), i) ¿Finalidad o naturaleza del acto?
son algunos de los Estados que cuentan con legislación específica sobre Para la doctrina de la finalidad, un acto será no comercial (o jure
la materia. im/Jerii) si persigue una finalidad pública, aunque su naturaleza pudiere
En el orden internacional, cabe destacar la Convención Europea en indicar otra cosa. La compra de municiones, o de botas, para el ejército
materia de jurisdicción de los Estados de 1972, en el marco del Consejo es un caso típico de acto comercial con finalidad pública (proveer a la
de Europa y el "Proyecto de artículos sobre las inmunidades jurisdiccio- defensa del Estado). Se critica a esta doctrina que, si bien se mira, cual-
nales del Estado y de sus bienes" de la CDI. En el ámbito latinoameri- quier acto del Estado puede vincularse con una finalidad de ese tipo,
cano, el Comité Interamericano de Juristas redactó un proyecto de aun los que persiguen un mero afán de lucro, porque su resultado tien-
convención en 1983. de a fortalecer la hacienda pública.
Esta dificultad llevó a algunos países a recibir la doctrina de la natu·
raleza del acto, que privaría sobre cualquier otro criterio y por supuesto
por encima de la finalidad que el acto pudiere teneL
4
Para un análisis más detallado de la evolución de la práctica jurisprudencia!, ver
Onetto, C., "Actual concepto de inmunidad soberana", ED, T_ 193, p. 914.
5 Gutiérrez Posse, H.D.T., "Inmunidad de Estado", Derecho Comparado, 1987, 6, 7
Ver Zuppi, Alberto L., "·La inmunidad soberana de los Estados y la emisión de la
P- 12.3. deuda pública", Ll. 6-10-92; y Delaume, Georgcs, "Thc Foreign Sovereign Immunitics
6 Cour de Cassation, 5/2/1946, Procurateur Général pres de la Cour de Cassatio11 us. Act and Public Debe l.itigation: sorne fifteen years la ter", en American Joumal of [11t1~m11
Vestwig et autres. Rec. Sirey 1947, 1, p.139. Citado por Diez de Velasco, Instituciones de tio11al Law, Vol. 88, Nº 2, Abril 1994, p. 257.
8
derecho internacional público, X edición, Madrid, Ed. Tecnos, 1994, p. 292. Brierly,J., "The law ofNations", 6 ch. Edition, Oxford University Press, 1963, p. 2.'iO.
364 juuo BARBOZA INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN DEL ESTADO

La legislación norteamericana define "actividad comercial" como en desarrollo que, invocando el criterio de la finalidad pretenden anular
todo comportamiento comercial ordinario o transacción o acto comer- prácticamente la posibilidad de demandar a un Estado extranjero.
cial aislado. El carácter comercial de una actividad quedará determinado ii) La lista de casos de inmunidad
con referencia a la naturaleza del comportamiento o de la transacción o Las anteriores dificultades en la aplicación pura de una u otra posi-
acto de que se trata y no en relación con su objetivo. 9 ción han llevado a la propuesta de un criterio algo distinto, esto es, al
abandono de la formulación general en favor de la enumeración expre-
Utilizando este criterio, la Corte Suprema de los Estados Unidos falló sa de los casos en que no corresponde la inmunidad del Estado.
en contra de la Argentina en el caso Waltover, JO concluyendo que la
deuda pública de los Estados extranjeros no debe ser tratada en forma Esto puede hacerse de dos maneras; una que asienta un principio
diferente a la de otras entidades públicas y deben ser consideradas general -el de la inmunidad de jurisdicción de los Estados- y que con-
como actos comerciales, toda vez que atender a la personalidad de sidera como excepciones a los casos en que el Estado carece de inmu-
quien emite el título, implica apartarse del criterio de la naturaleza del nidad. Tal es el enfoque de la ley norteamericana de 1976 e inglesa de
acto que dispone la ley. 1978. En cambio, el proyecto de la CD! dice en su artículo 5 que un
Estado goza de inmunidad "de la jurisdicción de los tribunales de otro
También el proyecto de la CDI se inclina por el criterio de la natura·· Estado con arreglo a lo provisto en los siguientes artículos", sin esta-
leza del acto, pero con un atenuante: " ... se tendrá en cuenta también su blecer a la inmunidad como regla general y a su carencia como excep-
finalidad si, en la práctica del Estado que es parte en una u otra (tran- cicmes. La diferencia está en que si se postula un principio general y
sacción o actividad), tal finalidad es pertinente para la determinación excepciones, la actividad estatal que no caiga directamente en una de
del carácter no mercantil del contrato o transacción" . 11 Este criterio ellas tendría necesariamente inmunidad. La interpretación de las
excepciones es normalmente restringida.
procura dar a los Estados la posibilidad de probar que el contrato no es
mercantil debido a su finalidad netamente pública que puede estar
basada en una "cuestión de Estado" . 12 Generalmente aceptadas corno excepciones, o corno casos de no
Evidentemente, la posición de la CDI ensaya un compromiso entre la inmunidad, serían los siguientes:
posición de los países desarrollados que, mediante la aplicación irres- • sometimiento voluntario del Estado a la jurisdicción interna,
tricta del criterio de la naturaleza del acto recortan sustancialmente el corno cuando presenta una demanda ante un tribunal doméstico o
principio de inmunidad de jurisdicción, y la posición de algunos países realiza cualquier acto procesal que no sea la impugnación de la
jurisdicción de dicho tribunal; a ello se agrega en una hipótesis de
9 FSIA, Sección 1603 d): " ... either a regular course of commercial co11duct ora parti-
similar naturaleza: la renuncia que puedan hacer los Estados a
cular commercial transaction or act. The commercial cbaracter of an activity sball be través de tratados;
determined by reference to the nature of the course of conduct or particular transaction • la actividad comercial del Estado, con algunas lirnitaciones; 13
or act, rather than by reference to its purpose". (Ya sea una conducta regular o una parti··
cular transacción comercial o acto de comercio, más bien que la referencia a su intención.
Traducción nuestra.) l3 La ley norteamericana de 1976 sigue el criterio de la naturaleza del acto, la ley
10 112 S.Ct. 2160 (1992, 31 lnternational Legal Materials 1220). inglesa de 1978 señala dos casos específicos: suministro de bienes y servicios y los
11 Artículo 2.2 de Proyecto. empréstitos y operaciones financieras. A eso agrega un criterio general: todo acto que no
12 No debe confundirse esto con la doctrina del "Acto de Estado". Sobre el particular, sea en ejercicio de su actividad soberana. La Convención europea de 1972 exige, para
ver Grigera Naón, H., "Nuevas orientaciones en materia de inmunidad de jurisdicción de que una actividad sea considerada comercial, que el Estado tenga en el Estado territorial
los Estados", en Anuario de Derecho Internacional Público, Vol. 1, 1981, p. 48. Tam- una oficina, agencia o establecimiento a través del cual ejerza la actividad como lo haría
bién Conforti, op. cit., p. 304. una persona privada. El proyecto de la CD! dice que para considerar a un acto comercial,
366 JULIO BARBOZA INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN DEL ESTADO

• las cuestiones laborales, civiles o que se relacionen con inmuebles d) Entidades a las que se aplica
situados en el Estado territorial o con la participación de un Esta- Tampoco aquí la regla es enteramente clara. Diez de Velasco 11 die<'
do en una sociedad comercial, etc. que no lo es respecto a si la inmunidad del Estado
iii) Resumen
Philippe Cahier 14 sintetiza así la evolución del derecho consuetudina- "se extiende a los Estados miembros de una federación, rcgIOJH'S,
rio en esta materia: comunidades autónomas, ere. Si se consideran parte del Estado, dl'hl'-·
• Hay certeza de que, por lo menos, todo a lo largo del siglo XIX el rían reconocérscles la inmunidad de que goza éste; si por el contrario
se estima que carecen de poder político y no participan de las funcio-
principio de la inmunidad absoluta de jurisdicción estaba bien
nes soberanas del Estado, debería negárseles la inmunidad. Lo mús
establecido en la costumbre internacional, como resultado de una
razonable quizá sea atender a la estructura constitucional del Estado
práctica constante de los tribunales internos. Ciertas excepciones
en cuestión y a la naturaleza del asunto".
se admitían en materia de acciones sobre inmuebles, sucesorias o
en caso de renuncia. No parece ofrecer dudas que las subdivisiones políticas de un Estado
• Desde el principio del siglo XX hasta cerca de 1970 la costumbre extranjero se beneficiarán también de la inmunidad jurisdiccional, en
no es tan clara. En ciertos foros se admite la distinción entre actos tanto actúen en ejercicio del poder público del Estado.
de imperio y actos de gestión, pero aun así la jurisprudencia no
fue constante ni clara en cuanto a la distinción entre ambos tipos Queda librado a la interpretación jurisprudencia] si los Estados consti-
de actos: finalidad o naturaleza del acto. En medio de esa incerti- tutivos de un Estado federal gozan de inmunidad de jurisdicción res-
dumbre, la práctica anglosajona se pronunciaba fielmente por la pecto a los actos que realizaren en ejercicio de su propio poder
inmunidad absoluta. No había, por ende, regla consuetudinaria a público. La CDI se inclina por la postura más amplia, entendiendo
este respecto. Si el acto emanaba claramente de la potestad públi- que dichos elementos constitutivos se consideran como Estados. 16
ca, la inmunidad se acordaba pero en caso de duda los tribunales
tenían toda la libertad para tomar sus decisiones. La Foreign Sovereign Immunity Act (FSIA) de Estados Unidos esta-·
• Esto cambia a partir de 1970, particularmente por la decidida blece en su sección 1603, que "por organismo o entidad de un Estado
conversión de las leyes norteamericana (Sovereign Inmunities Act extranjero" se entenderá: " ... 2) un órgano de un Estado extranjero o
de 1976) e inglesa (United Kingdom State Inmunity Act de 1978), de una subdivisión política de éste o una cornpail.ía en la que el Estado
a lo que cabe agregar la Convención europea de 1972. La tenden- extranjero o una de sus subdivisiones políticas sea titular de la mayoría
cia es ahora la de enunciar un criterio general de inmunidad y los de las acciones u otro derecho de propiedad ... ".
casos de excepción específicamente expresados, tal como lo expu-
simos más arriba. 15 Op. cit_, p. 297_
16
Según Conforti "cuando se habla de órganos estatales, se entiende hacer referencia
a todos los órganos y, por lo tanto, a todos los que participan del poder de gobierno en el
"se atenderá principalmente a la naturaleza del contrato o de la transacción, pero se ten-· ámbito del territorio: en definitiva, no se trata sólo de los órganos del Poder Ejecutivo
drá en cuenta también su finalidad si, en la práctica del Estado que es parte en uno u (_ .. ) ni tampoco de los órganos del pode1 central solamente_ También las administracio·
otra, tal finalidad es pertinente para la determinación del carácter no mercantil del con- nes locales y los entes públicos menores -que tienen una personería jurídica distinta a la
trato o de la transacción" (artículo 2.2, ONU, Doc. NCN 4/L.457). del Estado desde el punto de vista del derecho interno- se consideran, en virtud de la cos
14 Curso general de 1985 de la Academie de droit international de La Haya: "Change-
tumbre, componentes de la organización del Estado en cuanto sujeto de derecho interna·
ments et continuité du droit internacional", Recueil des cours, T. 195 (1985-VI), PP- 112 cional" .Conforti, Benedetto, Derecho lntemacional, ed_ en español revisada y anotada
y SS. por Raúl E. Vinuesa, Zavalía, 1995, p. 25.
IN,\1l/NIIJ,\IJ DF. JLllUSDICCIÓN lllL EST,\llü
368 Juuo l\AIU\0/A

17 f) El proyecto de la CD! y su evolución ¡wsterior


En sentido inverso, en el caso Etat de CeariÍ u. Dorr et a u tres ( 1932),
La Comisión de derecho internacional consideró el tema que nos ocup;1
un Tribunal francés entendió que el Estado de Cearú, carecía de
en este capítulo y envió a la Asamblea General, en 1991, un proyecto
"personalidad propia en sus relaciones con los demús países desde el
punto de vista del derecho internacional público" por imperio de la completo de inmunidad jurisdiccional de los Estados y de sus bienes. No
Constitución brasilci1a y estaba "privado de representación diplomú- obstante los esfuerzos hechos por la Comisión para arribar a un texto qul'
tica". concitara el asentimiento general de la comunidad de naciones, el proyec
to que presentó en 1991 estuvo lejos de alcanzar aceptación general, desde
e) Inmunidad de ejecución que despertó críticas en algunos sectores de opinión. La extrema dificultad
Aunque la inmunidad de ejecución se haya considerado tradicional- del tema, originada entre otras cosas en Lis divergencias profundas entre
mente como distinta de la de jurisdicción, y exigido a su respecto una países des~1rrollados y en desarrollo, se refleja en las extraordinarias idas y
nueva renuncia para hacerla efectiva, resulta incongruente que se admi- venidas del mencionado proyecto en l:i Asamblea Cenera! de la ONU.
ta una inmunidad restringida de jurisdicción y que en los casos en que Sucesival1lente, fue examinado por diversos grupos de trabajo y
el Estado debe comparecer ante los tribun:ilcs locales, conserve sin objeto de consultas con los Estados miel1lbrns de la ONU. Contra todo
embargo inmunidad de ejecución. Ha habido, entonces, un cambio en precedente, fue reenviado a Li CD!, donde un grupo de trabajo exami-
lo relativo a esta última inmunidad y hoy en día las jurisprudencias n(J nuevamente la cuestiún y produjo un informe, que la Comisión
nacionales varían: mientras la suiza considera que la ausencia de la cnvi<Í a la J\G en 1999. 19 Con posterioridad, la J\sal1lhlea General deci-
inmunidad de jurisdicción implica también la ausencia de la inmunidad dió en noviembre de 2001, con idéntica misión que los anteriores, la
de ejecución, las de Francia, Italia y Bélgica indican que, en relación fo1 mación de un Comité especial, que en febrero de 2003 redactó un
con la inmunidad o su ausencia, debe distinguirse entre la ejecución de proyecto completo to!llando en cuenta los trabajos anteriores, y que en
bienes afectados a los gastos públicos del Estado extranjno y de bienes marzo S de 2004 se reunió nuevamente para redactar el preámbulo y
que se utilizan con fines comerciales. 1~1s cL1usulas finales del mismo proyecto, que sometió a la consideración
de la Sexta C:omisi<Ín. finalmente, se adoptó como Convención de las
La Corte constitucional alemana, en 1983 y respecto a un embargo Naciones Unidas sobre inmunicbd de jurisdicción de los Estados y de
preventivo a la National Iranian Oil Corporation, opm(·J que un pro- sus bienes por Resolución AGNU 59/38 de diciembre 2, 2004.
fundo examen de la práctic1 internacional demostraba que la inmu· l.os trabajos se concentraron en cinco grandes temas que son tam-
nidad de ejecución no se aplicaba sino a los fondos afccr,1dos a bién los cinco grandes temas de la Convención:
gastos de interés público, lo que no sucedía en el caso s11f;-exm11i111:. • El concepto de Estado, a efectos de la inlllunidad.
El proyecto de la CD! excluye expresamente ciertas categorías de
• l.os criterios para la determinación del carácter mercantil de un
bienes: los utilizados por las misiones diplomáticas, los de carúcter
contrato o transacción.
militar, los del banco central y los que forman p:.lrtt· del patrimonio
• El concepto de empresa estatal u otra entidad creada por el Estado
cultural. 1g
con respecto a las transacciones mercantiles.
•Los contratos de trabajo.
• Las medidas coercitivas contra h1ene'.; del Estado.
17 Dalloz, Rec11eil jJeriodique et critique de jurisjJrudmce, París, parte l, 193\ p 196,

citado por el informe de la CDI, o¡i cit. Ver además otras referencias doctrinales y ¡uris·
J<J Ver ill(nrme de la Co1111s1ÓJ1 de daeclw inttr!lllci<iiwl sobre la labor realizada eJI s11
prudenciales citadas en el mismo informe bajo la nota Nº 40.
•/IÚ11i·uag,;sinw /iri111c1 periódo de sesi(}ncs, .3 de mayo ;l 23 de julio de 1999 (N54/10).
IX Ver a este respecto Ca hin. (}/J. cit., p. 121.
INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN DEL ESTADO 1: 1
370 Juuo BARBOZA

La Convención que finalmente se adoptó siguió en estos aspectos, consenso de que, en ciertos terrenos, la inmunidad de jurisdin·¡,·,11 ,.., J.1
prácticamente a la letra, el texto del proyecto de 2003. regla, como respecto a los actos realizados en ejercicio dl'I l""'''I
público (o de la autoridad soberana del Estado, en el lenguaje ;ul<1pl .1
do últimamente por la COI), mientas que otros sostenían qul' '" 1T;d
Se incluyó en el envío por el Comité especial un documento sobre
mente excepcional debía ser la inmunidad con respl'rto ;1 l.1
existencia o no de inmunidad jurisdiccional en acciones originadas en
jurisdicción del Estado del foro, una excepción que debe ser j11st il ¡, .1
violaciones de normas del ius cogens, en el que el Grupo se limita a
da en cada caso.
señalar simplemente el asunto a la Sexta Comisión como expresión de
una tendencia actual.
En suma, la cuestión era si se trataba de una norma general \'()11
g) Una observación introductoria excepciones, o de dos reglas distintas del derecho internacional. FI tn:
Conviene en este punto observar que la CDI adoptó en el artículo 5, to adoptado parece consagrar esta última posición bien indicativa di' L1
con respecto a la aplicación de las reglas establecidas en su proyecto, tendencia general del proyecto.
una posición interesante que no se puede pasar por alto. Reza así:
h) El concepto de Estado a efectos de la inmunidad
"Todo Estado goza, para sí y sus bienes, de inmunidad de jurisdicción El debate sobre este aspecto del proyecto giró principalmente en tor
ante los tribunales de otros Estados, según lo dispuesto en los presen- no a si, al incluir los elementos constitutivos de Estados federales dl'!l
tes artículos". tro del concepto de Estado, aquellos elementos participaban directa111e11tl'
de la inmunidad estatal al actuar por cuenta y en nombre propios.
Este texto abandona la pos1c1on clásica de que la inmunidad es la En definitiva, la redacción propuesta del 2003 y adoptada fue L1
regla y la jurisdicción del Estado territorial la excepción, lo que implica siguiente:
una acotación de la inmunidad estatal desde que las excepciones a las
reglas deben ser interpretadas restrictivamente. "(b) Se entiende por 'Estado':
i) El Estado y sus diversos órganos de gobierno;
Esto se confirma yendo a los travaux préparatoires del proyecto. El ii) Los elementos constitutivos ele un Estado federal y las subdivisi<1
título de la Parte III, originalmente concebido como dos variantes nes políticas del Estado que están facultados para realizar actos r11
entre corchetes 20 [Limitaciones de] y [Excepciones a] reflejaba dos ejercicio de la autoridad soberana del Estado y actúen en tal car;Íl'I n;
tendencias opuestas en el seno de la COI. La corriente partidaria del iii) Los organismos o instituciones del Estado y otras entidadl's, •·11
título "Limitaciones" quería expresar de esa manera que el derecho la medida en que estén facultados para realizar actos en el cjnu1i<1
internacional, directamente, no reconocía la inmunidad jurisdiccional de la autoridad soberana del Estado".
de los Estados en los temas de que trata la Parte IIl (transacciones
mercantiles, contratos de trabajo, lesiones a las personas y da1'ios a los i) Determinación del carácter mercantil de un contrato o trm1s11n·it i11
bienes, propiedad intelectual o industrial, participación en sociedades La Convención adoptó el siguiente texto:
u otras colectividades, etc). El asunto se complicaba porque había

"Artículo 2.
1. Para los efectos de los presentes artículos:
211 Las palabras o frases entre corchetes significan, en la simbología de las Naciones

Unidas, una propuesta que no recibió aceptación general, pero que queda para ulterior
u>11sidcración.
c) Se entiende por 'transacción mercantil':
!N.\lLINllJAll llE Jl!RISDICCJ(lN DEL ESTADO 1'1
JULIO BARBOZA

i) todo contrato o transacción mercantil de venta de bienes o presta- Malasia (Commomuealth de Australia u. Midford). 24 En c;111d1111, .1

ción de servicios; favor del criterio de la finalidad, el Tribunal supremo de hl1pi11.1" rn


ii) todo contrato de préstamo u otra transacción de carácter financie- cuanto a la compra de un terreno, transacción a la que negó l'i ';11.1<

ro, incluida cualquier obligación concerniente a ese préstamo o a ter de mercantil por el propósito que la animaba (The /-/uh .\1·1· I'.

esa transacción; incluida cualquier obligación de garantía o de Starbright Sales bzterprises /11c., diciembre l de 1994 ). 25 Por su p.11 I <',
indemnización concerniente a ese préstamo o a esa transacción. algunos tribunales franceses se pronunci;uon en sentido de q11<", .,¡
iii) cualquier otro contrato o transacción de naturaleza mercantil, bien es principal la naturaleza de la actividad, es menester ta111l11f'11
industrial o de arrendamiento de obra o de servicios, con exclusión tener en cuenta la finalidad que la guía en ciertos casos (Sociell; c11ru1'
de los contratos individuales de trabajo. q11ipeme11t c. Centre e11ropéen de la Mo11racade c. Yemen). 2(, 27
Para determinar si un contrato o transacción es una 'transacción mer-
cantil' según lo dispuesto en el apartado c) del párrafo 1 se atended j) Ll conce/Jto de empresa estatal u otra entidad creada por el Esti1il11
principalmente a la naturaleza del contrato o de la transaccic'm, pero con respecto a las tra11saccio11es mercantiles
se tendrá en cuenta también su finalidad si ~1sí lo acuerdan las partes La costumbre de crear empresas estatales con una personalidad juri
en el contrato o en la transacción o si en la práctica del Estado que es
dica propia y un patrimonio separado de los bienes estatales era extendi
parte en uno u otra, t<il finalidad es pertinente para la determinación
da entre los países socialistas, y algunos miembros de la Comisió11
del carácter no mercantil del contrato o de la transacción.
provenientes de ese grupo presionaron en el sentido de introducir alguna
2. Las disposiciones de los párrafos 1 y 2 relativos a la terminología
empleada en los presentes artículos se entenderán sin perjuicio del normativa que alejara el peligro de que la inmunidad de jurisdicción dl'I
empleo de esta terminología o del sentido que se le pueda dar en otros Estado pudiera afectarse por la falta ele inmunidad de esas compañías.
instrumentos internacionales o •:n el derecho interno de cualquier La Convención consagró en su artículo 1O el siguiente texto, bajo l'I
Estado". subtítulo de "Transacciones mercantiles":

El criterio principal es el de la naturaleza de la transacción, pero se "1. Si un Esudo realiza con una persona natural o jurídica extranjera
tiene en cuenta la finalidad de interés público en casos de hambre o de una transacciún mercantil, y si en virtud de las normas aplicables de
derecho int<:rnacion;1! privado los litigim. relativos a esa transacci1'>11
otra situación similar imprevista. Se pensó también en dar facultades
mercantil corresponden a la jurisdicción de un tnbunal de otro Es1a-
discrecionales a los tribunales del foro en vez de especificar las circuns
do, el Estado no podrá hacer valer la inmunidad de jurisdicción a111t·
tancias especiales. 7· 1
ese tribunal en ningún prnceso basado en dicha transacción mcre<mtil.
2. Lo dispuesto en el p<Írrafo 1 no se aplica:
En reLición con la jurisprudencia reciente en este aspecto, pareciera
a) En el caso de una transacción mercantil rntrc F.stados, o
que los tribunales de los paises que tienen una ley de inmumdad de
b) Si las partes en la tr;rnsaccic'm mercantil han pactado i:xprcsamcnl<"
jurisdicción se han rronunciado en general por el exclu-,ivo criterio
otra cosa.
de la naturaleza de la actividad. T«il sería el caso del Reino Unido (A
limited v B Ba11k and lfonk of X.)u En el rnismo sentido lm tribuna
les supremos de Zimbabwe (Harl.:.a McCormal:z (l'vt) u. Kellia) 23 y
1lTrihunal Superior dcJusticia, 16dccnerodc l98S (84, IR!., 18).
l·l Trihunal Supremo., Ma"1sia, febrero 9 de 1990 (86, llU., 640).
~1 Anuario de la Comisirm de derecho i11temacimza!, Vol. ll (segunda parte), J 99 !, hJ02,IRLl61.
21' Tribunal 1_k Apclauirn, París, 20 de fchrcfO de 199 l, en 119 ]DI .l98 ( 19'!._!)_
pp. 14 y 19/21.
27 Id., p;\rrafo 49.
2.'. Tribunal de Apelación, Reino Unido, .ll de juÍio de l 996.
374 Juuo BARBOZA INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN DEL ESTADO 1/'•

3. Cuando una empresa estatal u otra entidad creada por un Estado que porque su tarea implica el ejercicio del poder público. Algunos 1rih111¡¡1
esté dotada de personalidad jurídica propia y tenga capacidad: a) para les han concedido inmunidad también en trabajos que se corrcspo11dt·11
demandar o ser demandada; y b) para adquirir bienes, tener su propie-
con el sector privado pero que implican el ejercicio del poder p1'1hlil·o
dad o posesión y disponer de ellos, incluidos bienes que ese Estado le
por parte de las personas empleadas. Pero a pesar de que la inmunidad
haya autorizado a explotar o a administrar, intervenga en un proceso
se concede cuando el proceso versa sobre la contratación, la renovaci<,)11
relativo a una transacción mercantil en la cual sea parte dicha entidad, la
inmunidad de jurisdicción de que goce ese Estado no resultará afectada''. del contrato o la reposición de un candidato, esa inmunidad no cxcluyl'
"la jurisdicción por sueldos no satisfechos o, en algunos casos, la
k) Contratos de trabajo indemnización por despido" .2 9
En materia de contratos laborales, la Comisión trató de conservar un La Convención, en su artículo 11, aceptó aquí también la letra del
equilibrio bastante delicado entre los intereses del Estado empleador de texto del proyecto de 2003.
mantener intacto su terreno de inmunidad o eventualmente de aplicar
"l. Salvo que los Estados interesados convengan otra cosa, ningún Esta-
su propia legislación laboral y el del Estado territorial de aplicar la suya
do podrá invocar la inmunidad de jurisdicción ante un tribunal de
propia, particularmente en lo que se refiere a la protección del emplea-
otro Estado, por lo demás competente, en un proceso relativo a un
do, y más en particular por la posibilidad que se le puede ofrecer de contrato de trabajo entre el Estado y una persona natural respecto de
tener acceso a un procedimiento con garantías judiciales. un trabajo ejecutado o que haya de ejecutarse total o parcialmente en
En el proceso posterior de revisión del que estamos dando cuenta, el territorio de ese otro Estado.
hubo dos cuestiones que motivaron divergencias de opiniones. En pri- 2. Lo dispuesto en el párrafo 1 no se aplica:
mer término, se manifestaron dudas respecto a la frase "estrechamente a) si el trabajador ha sido contratado para desempeñar funciones
relacionadas con el ejercicio del poder público'', que no pareció a algu- especiales en el ejercicio del poder público;
nos ofrecer la suficiente claridad para su aplicación por los tribunales. b) si el empleado es:
Tocante la segunda cuestión, se puso en cuestión su compatibilidad con i) un agente diplomático, según se define en la Convención de Vie-
el principio de no discriminación por motivo de nacionalidad. na de 1961 sobre Relaciones Diplomáticas;
ii) un funcionario consular, según se define en la Convención de
La jurisprudencia reciente relativa a contratos de trabajo ha conside-
Viena de 1963 sobre Relaciones Consulares;
rado, en algunos casos, que eran "simplemente un tipo especial de con-
iii) un miembro del personal diplomático de las misiones perma-
trato comercial o de derecho privado" .28 En los Estados que tienen
nentes ante las organizaciones internacionales, de las misiones
legislación sobre inmunidades soberanas que se refieran en concreto a especiales, o ha sido contratado para representar al Estado en
los contratos de trabajo, la tarea judicial se limita a verificar si el con- conferencias internacionales; o
trato en cuestión corresponde a las especificaciones establecidas en la iv) cualquier otra persona que goce de inmunidad diplomática;
ley, mientras que en aquellos que no hayan dictado una ley de tales c) si el objeto del proceso es la contratación, la renovación del contra-
características se hace menester determinar si el contrato es comercial o to de trabajo o la reposición de una persona natural;
de derecho privado para que corresponda la excepción. d) si el objeto del proceso es la destitución o la rescisión del contrato
Del examen de la jurisprudencia surge que la inmunidad se concede de una persona y, conforme determine el Jefe de Estado, el Jefe de
invariablemente cuando se trata de empleos diplomáticos o consulares Gobierno o el Ministro de Relaciones Exteriores del Estado emplc-

29 En el Informe ... citado se hace un resumen de la jurisprudencia que se ha seguido


28 Id., p. 350. en el principal. Véase en especial la nota 97 en la p. 350.
376 Juuo BARBOZA INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN DEL ESTADO \/'/

ador, dicho proceso menoscabe los intereses de seguridad de ese res al fallo como el embargo y la ejecución, sino en los casos y dentro
Estado; de los límites siguientes:
e) el empleado fuese un nacional del Estado empleador en el momen- a) cuando el Estado haya consentido expresamente en la adopción de
to en que se entabló el procedimiento, a menos que esta persona tales medidas, en los términos indicados:
tenga su residencia permanente en el Estado del foro· o i) por acuerdo internacional;
f) si el Estado empleador y el trabajador han convenid~ otra cosa por ii) por un convenio arbitral o en un contrato escrito; o
escrito, salvo que por motivos de orden público los tribunales del iii) por una declaración ante el tribunal o por una comunicación escri-
Estado del foro tengan conferida jurisdicción exclusiva por razón ta después de haber surgido una controversia entre las partes; o
de la materia objeto del proceso". b) cuando el Estado haya asignado o destinado bienes a la satisfac-
ción de la demanda objeto de ese proceso; o
l) Inmunidad del Estado respecto a medidas coercitivas c) cuando se ha determinado que los bienes se utilizan específicamen-
Es perceptible la diferencia de enfoque entre la simple inmunidad de te o se destinan a su utilización por el Estado para fines distintos de
jurisdicción del Estado y su inmunidad en lo relativo a medidas de los fines oficiales no comerciales y que se encuentran en el territo-
carácter coercitivo, puesto que en lo tocante a éstas la regla es que no rio del Estado del foro, si bien únicamente podrán tomarse medi-
das coercitivas posteriores al fallo contra bienes que tengan un
pueden adoptarse tales medidas coercitivas con algunas excepciones
nexo con la entidad contra la cual se haya incoado el proceso".
taxativamente enumeradas. En la segunda lectura del proyecto se incor-
poraron algunas de las observaciones de los Gobiernos, tanto como en m) Efecto del consentimiento a la jurisdicción sobre las medidas
la Sexta Comisión y en la propia CDI. El proyecto de 2003 y la Con- coercitivas
vención (artículos 18, 19 y 20) adoptaron los textos que siguen: Cuando se requiera el consentimiento para la adopción de medidas
"Artículo 18
coercitivas de conformidad con los artículos 18 y 19, el consentimiento
Inmunidad del Estado respecto de medidas coercitivas anteriores al fallo.
para el ejercicio de jurisdicción en virtud del artículo 7 no implicará
No podrán adoptarse contra bienes de un Estado, en relación con un consentimiento para adoptar medidas coercitivas.
proceso ante un tribunal de otro Estado, medidas coercitivas anterio- Respecto a los bienes que pueden ser objeto de las anteriores medi-
res al fallo como el embargo y la ejecución, sino en los casos y dentro das, dice el
de los límites siguientes:
"Artículo 21
a) cuando el Estado haya consentido expresamente en la adopción de
tales medidas, en los términos indicados: Clases especiales de bienes:
i) por acuerdo internacional; l. No se considerarán bienes utilizados o destinados a ser utilizados
específicamente por el Estado para fines que no sean un servicio público
ii) por un convenio arbitral o en un contrato escrito; o
no comercial conforme a lo dispuesto en el apartado c) del artículo 19:
iii) por una declaración ante el tribunal o por una comunicación escri-
a) los bienes, incluida cualquier cuenta bancaria, que sean utilizados
ta después de haber surgido una controversia entre las partes; o
o estén destinados a ser utilizados en el desempeño de las funciones
b) cuando el Estado haya asignado o destinado bienes a la satisfac-
ción de la demanda objeto de ese proceso". de la misión diplomática del Estado o de sus oficinas consulares,
sus misiones especiales, sus misiones ante organizaciones interna-
"Artículo 19 cionales o sus delegaciones en órganos de organizaciones interna-
Inmunidad del Estado respecto de medidas coercitivas posteriores al fallo. cionales o en conferencias internacionales;
No podrán adoptarse contra bienes de un Estado, en relación con un b) los bienes de carácter militar o los que sean utilizados o estén desti-
proceso ante un tribunal de otro Estado, medidas coercitivas posterio- nados a ser utilizados en el desempeño de funciones militares;
378 JULIO BARBOZA
INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN DEL ESTADO 379

c) los bienes del banco central o de otra autoridad monetaria del Estado;
En este marco, una constante jurisprudencia de la Corte Suprema,
d) los bienes que formen parte del patrimonio cultural del Estado, o
parte de sus archivos, y no se hayan puesto ni estén destinados a
afianzó la tesis de la absoluta inmunidad con la única excepción del
ser puestos en venta; consentimiento, aun en asuntos en que pudiera comprometerse el orden
e) los bienes que formen parte de una exposición de objetos de interés público, como las cuestiones laborales. 33
científico, cultural o histórico y no se hayan puesto ni estén desti-
nados a ser puestos en venta. b) El cambio de jurisprudencia y la ley 24.488
2. Lo dispuesto en el párrafo 1 se entenderá sin perjuicio de lo previsto El 22 de diciembre de 1994, en el caso Manauta, Juan José y otros el
en el artículo 18 y los apartados a) y b) del párrafo 1 del artículo 19". Embajada de la Federación Rusa si daños y perjuicios varios, la CSJN,
en atención a la práctica actual de los Estados en la materia y conside-
rando el tratamiento que nuestro país recibió en tribunales
3. La legislación argentina extranjeros, 34 adhirió a la tesis restringida de inmunidad de jurisdic-
ción, basada fundamentalmente en la distinción entre actos de imperio
a) Introducción y actos de gestión. 35
El 31 de mayo de 1995, el Congreso Nacional sancionó la ley 24.488 Este cambio impulsó la sanción de la ley 24.488 que, aunque con
sobre inmunidad jurisdiccional de los Estados extranjeros ante los tri- algunas falencias, satisface la necesidad de alguna certidumbre en la
bunales argentinos, promulgada parcialmente el 22 de junio del mismo materia.
año (B.O. 28/6/95). Según el artículo 1,

Anteriormente, aunque la inmunidad de jurisdicción de los Estados "Los estados extranjeros son inmunes a la jurisdicción de los tribuna-
extranjeros no figuraba expresamente en la Constitución Nacional,30 la les argentinos, en los términos y condiciones establecidos en esta ley".
Corte Suprema había recurrido a los principios generales del derecho de
gentes para justificar la aplicación a aquellos Estados de la inmunidad La forma adoptada es similar a la del proyecto de la CDI y sus con-
absoluta y la validez del decreto-ley 1285/58. 31 Este decreto reglamen-
secuencias, por ende, iguales a las comentadas más arriba.
tario de los artículos 116 y 117 de la Constitución, que organiza la jus-
ticia nacional y fue ratificado por ley 14.467, era la única normativa
aplicable en la materia. Su artículo 24 establece la competencia de la 33 Entre otros casos, ver: "José B. Zubiaburre c. Gobierno de Bolivia" en Fallos
CSJN para entender originaria y exclusivamente en causas concernien- 79:124; "Baima y Bessolino c. Gobierno del Paraguay", Fallos 123:58; "Fisco Nacional
tes a diplomáticos extranjeros y en litigios que involucren a una provin- c. Rodolfo Monez Cazón y otro'', Fallos 125:40; "Antonio Romay c. Royal Commission
on Wheat Supplies'', Fallos 135:263; "!barra y Cía. c. Capitán del Vapor Español Ibaí",
cia con un Estado extranjero. En este último caso, nuestro país otorgaba
Fallos 178:173; "MacLean Carlos A. c. Gobierno de los Estados Unidos de América",
inmunidad de jurisdicción bajo condición de reciprocidad,3 2 aunque la Fallos 292:461; "Samuel Gómez c. Embajada Británica", Fallos 295:176; "López, Eisa C.
práctica no registra casos de inmunidad no concedida por su falta. y otro c. Departamento Cultural y de Cooperación Científica de Francia'', Fallos
295:187.
34 En especial el caso "Weltover" fallado por la Corte Suprema de los Estados Unidos
30
En este sentido Bidart Campos, Germán, Derecho Constitucional del Poder, Ediar, el 12 de Junio de 1992, en el que aceptó una demanda contra la Argentina por la reprogra-
T. Il, pp. 399 y SS. mación unilateral de los vencimientos nominativos en dólares, aun cuando resulta extre-
31
"Embajada de Francia", CS, Junio 24-976; "Gómez, Samuel c. Embajada Británi- madamente discutible que tal acto pueda no ser considerado como un acto de imperio.
ca'', ED, T. 68, p. 233, entre otros. 35 Para un análisis del fallo, ver: Dreyzin de Klor, Adriana S., "Comparecencia de un
32
Modificación al decreto-ley 1285/58 introducida por el decreto-ley 9015/63. Estado extranjero ante los tribunales argentinos. (Una oportunidad aprovechada)'', en La
Ley, 1 de septiembre de 1995.
381
INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN DEL ESTADO
380 Juuo BARBOZA
39
i) Los alcances de la inmunidad concedida ",. \'jcrcicio de las prerrogativas del poder público del Es.ta.do" : Tales
11
El texto legal omite el tratamiento de las inmunidades de ejecución y ·.i·n;tlllos elementos constitutivos del gobierno central, m1111stenos Y sus
embargo de los bienes de un Estado extranjero. drlcgaciones (se incluyen aquí las embajadas), secreta.rías subsecreta- '!
i tas de Estado
Ante esta omisión se ha sostenido que es necesario un nuevo planteo 0 sus equivalentes, direcciones y subd1reccwnes genera-

de inmunidad para obtener la ejecución o el embargo.3 6 Tal interpreta- ks, :1sí también como las fuerzas armadas.
ción parece dudosa. Si bien esa es la solución del artículo 32.4 de la Con- • Ante quien se goza la inmunidad jurisdiccional . .
vención de Viena sobre relaciones diplomáticas, que exige para ello "una En el concepto de "tribunales argentinos" deben mclmrse todos,
nueva renuncia", hay que considerar que la inmunidad de jurisdicción de "independientemente del nivel órgano". Este es el criterio empleado por
los Estados es un instituto diferente de la inmunidad de jurisdicción de los rl Proyecto de la CDI (artículo 2), así como tambi~n por la FSIA (secc.
agentes diplomáticos y que la norma consuetudinaria no está bien esta- 1603) y por el Proyecto de Convención Interamencana sobre la Inm,u-
blecida, así como que hay jurisprudencias nacionales que distinguen I1idad de Jurisdicción de los Estados de 1983 en su artículo 2. A~emas,
según la calidad de los bienes, como se dijo más arriba.37 entendemos que deben quedar comprendidos aquí no sólo los tnbuna-
• Alcance ratione personare lcs judiciales, sino también los administrativos, sin pretender por e~lo
Se otorga, en primer lugar, a los Estados extranjeros que hubieran adentrarnos en la bizantina discusión sobre si éstos ejercen o no func10-
sido reconocidos como tales por la República Argentina, de conformi- 11es jurisdiccionales. . . . .,
dad con las normas de derecho internacional. • Casos en que no se aplica la inmunidad de ¡unsd1cc10n
También a entidades equiparables a ellos. La Corte ha concedido - La renuncia expresa
inmunidad de jurisdicción a un diplomático de la Soberana Orden de El artículo 2 de la ley prescribe que:
Malta, por su carácter de "entidad internacional independiente" recono-
"Los Estados extranjeros no podrán invocar inmunidad de jurisdic-
cido por la Argentina, aun cuando no es un Estado en sentido estricto.38
La ley no determina: ción en los siguientes casos:
a) Cuando consientan expresamente a través de un tratado internacio-
" qué órganos del Estado extranjero pueden invocar la inmunidad nal, de un contrato escrito o de una declaración en un caso determma-
jurisdiccional, y do, que los tribunales argentinos ejerzan su jurisdicción sobre ellos"·
• si también gozan de ella las subdivisiones políticas del Estado
extranjero.
En este supuesto, el Estado extranjero, voluntariamente, se somete a
Hay una cierta tendencia a ampliar el concepto. La CDI ha entendi- 40
la jurisdicción de los tribunales locales.
do que pueden invocarla los órganos del Estado en la medida que actúen

36 Zuppi, Alberto Luis, "La inmunidad jurisdiccional de los Estados extranjeros ante
39 Informe de Ja Comisión de Derecho Internacional sobre la labor realizada en su 43º
los tribunales argentinos conforme a la ley 24.488 ", ED, 14 febrero 1996.
Período de Sesiones (A/46/10). . . .
40 La CSJN sostuvo durante Jécadas que la renun~ia_ expresa a la mmurndad, con1un-
37
_ En el mismo sentido, C:onforti, Benedetto, Derecho Internacional, ed. en español
revisada Y anotada por Raúl E. Vinuesa, Zavalía Editor, 1995, p. 302, y Henkin, Louis y tamcnte con Ja falta de reciprocidad, eran las dos urncas excepciones al prmc1p1,o. de
otros, International Law. Cases and Materials, American Casebooks Series, 1987, p. 930 · ·d d dp ·ur"isdicción no reconociendo de esta manera supuestos de renuncia tacita.
y sus citas. mmurn a ' 1 · ' · ·, " 11 292 461
Ver" Mac Lean, Carlos el Gobiemo de los EE.UU. si cobro de co1111szon , Fa os · :_ . ;
38 Ver Radziwill, Carlos si causa N" 9439, C:S, sentencia del 13/5/93. Si bien la inmu-
"Baima y Bessalino el Gobierno de Paraguay", Fallos 123:58; "Towse11d el_ O_f1c111a
nidad de los diplomáticos no debe ser confundida con la de los Estados, como ya aclara- · · ¡ d e d ,,, F 11 e 215·7 53· "Romay c Royal Comn11ss1on 011
Departamento Comercia e ana a , a O> • ·-· , •
mos, en el presente caso la inmunidad concedida al funcionario deriva directamente de la
Wheat Supplies", o/J. cit., entre otros.
reconocida a la Soberana Orden Militar de Malta.
J82 ]uuo BARBOZA INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN DEL ESTADO 383

• La renuncia tácita contemplada expresamente por la ley (artículo 2 f)), la constitución de


La, le~ 24.488 ~revé ~olamente que los Estados extranjeros no un domicilio especial puede efectuarse en cualquier otro tipo de contra-
podran mvocar su mmumdad de jurisdicción " ... cuando fuere objeto to. Sobre el particular, creemos que no ofrece lugar a dudas el artículo
de una reconv_ención directamente ligada a la demanda principal que el 102 del Código Civil, en el sentido que "(L)a elección del domicilio
Estado extran¡ero hubiere iniciado" (artículo 2 b)). implica la extensión de la jurisdicción que no pertenecía sino a los jue-
. Sin _embargo, determinados actos procesales podrían probar la inten- ces del domicilio real de las personas". Pese a su poco clara redacción,
c10nal~dad de los Estados extranjeros de someterse a la jurisdicción de significa que " ... la competencia territorial que normalmente tiene el
los tnbunales nacionales. La interposición o contestación de una juez del domicilio general (... ) del demandado, se prorroga (transfiere)
demanda, el planteamiento de un recurso judicial o administrativo 0 al de su domicilio de elección" .43
u_na tercería y la comparecencia como tercero interesado son claros Particularmente, no parece haber razón para que no resulten de aplica-
e¡emplos de aceptación de la jurisdicción. ción los artículos 1209 y 1215 ce a un contrato celebrado en el país, que
d:
~a pre~enta~ió~ ~n Estado extranjero ante un tribunal para alegar produce sus efectos en él, y que fue celebrado por una persona jurídica
su 1,nmumdad ¡unsd1cc1~nal, no implica aceptación de su competencia con capacidad suficiente como lo son los Estados extranjeros (artículo 34
segu~ lo. establece el articulo 4 de la ley. Esa presentación, suspenderá CC). Por lo demás, este criterio fue seguido por una antigua jurispruden-
los termmos procesales hasta tanto dicho planteamiento sea resuelto cia de la Corte Suprema en la demanda iniciada por el Ministro Plenipo-
(artículo 4 in fine). tenciario de Chile contra Carlos Porta, curador del concurso "Fratelli
- La constitución de un domicilio especial en un contrato Lavarello fú Gio Batta" por nulidad de venta del vapor "Águila". 44
Puede un Estado extranjero celebrar un contrato comercial en nues- • La jurisdicción de los tribunales locales emergente del "derecho
tro país en el que no conste expresamente la jurisdicción de los tribuna- internacional"
les argentinos, pero en el cual aquel Estado constituye un domicilio El inciso c) del artículo 2 de la ley que analizamos, establece que la
especial. La jurisdicción de nuestros tribunales, ¿"surge del contrato" jurisdicción de los tribunales locales puede surgir del derecho internacio-
como requiere la ley? nal. Aunque resulta difícil establecer cuándo la práctica de los Estados
llega a constituir una norma de derecho consuetudinario internacional,
En "Suárez de Solares, J. el Estado de Turquía",41 la Cáma::a Federal
la redacción de este artículo inteligentemente deja abierta la posibilidad
entendió que la Constitución de un domicilio especial en un contrato
de locación implicaba la sumisión a la jurisdicción de los tribunales
de "aggiornamiento" de la ley a través de la jurisprudencia de los tribu-
locales. No obstante, el Poder Ejecutivo facultó en ese caso a la Procu- nales locales.
ración del Tesoro, y a través de ella a la Procuración Fiscal Federal - Cuestiones laborales
para iniciar acciones tendientes a obtener la declaración de nulidad Desde 1974, cuando una Sala de la Cámara Nacional del Trabajo
inexistenci~ ~ ~nconstitucionalidad de la sentencia, por considerar qu; puso en duda la aplicación del decreto-ley 1285/58 para causas labo-
durante el JUICIO Turquía había gozado de inmunidad de jurisdicción.42 rales en el ya célebre caso "Roldán" ,45 se inició una suerte de debate
jurisprudencia!. El tribunal había calificado ex leg fiori que la celebra-
s'. bien ~~ f~lta de inmunidad para demandas derivadas de operacio-
nes mmob1hanas sobre bienes situados en el territorio nacional ha sido
43Aráuz Castex, Manuel, Derecho Civil. Parte General, T. I, p. 467.
41
"Suárez de Solares, ]udith el Estado de Turquía" LL 117-141 44Fallos 47:248.
42 G ., ' ·
ut1errez Posse, H.D.T., "Inmunidad del Estado", en Derecho Comparado 1987 45 Cámara Nacional del Trabajo, Sala IV, octubre 24-1974; "Roldán, Segundo B. el
6, p. 16. , ,
Emba¡ada de Vietnam del Sur" en LL, Vol. 1975 B, p. 527.
384 JULIO BARBOZA INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN DEL ESTADO 385

ción de un contrato de trabajo era un acto de iure gestionis del Estado - Otros casos de ausencia de inmunidad
extranjero y que por ende no correspondía la inmunidad de jurisdicción. Casos como los del acápite, que no presentan dificultades interpreta-
La CSJN fué largamente reticente a aceptar esta postura. Así, en tivas, revisten importancia. Tales serían las acciones sobre bienes
Embajada de Francia 46 y en Gómez, Samuel e/Embajada Británica,47 la inmuebles situados en territorio nacional,51 que no gozan de inmunidad
tesis de la inmunidad absoluta prevaleció solventada en los principios de · jurisdiccional, como tampoco aquellas en las que el Estado extranjero
derecho internacional público recibidos por el Alto TribunaJ.48 Como ya sea heredero o legatario de bienes situados en el territorio nacional 52 o
hemos mencionado, en el caso Manauta, juan fosé y otros el Embajada en procedimientos relativos a la validez o interpretación de un convenio
de la Federación Rusa si daños y perjuicios varios, la Corte produjo un arbitral sobre una transacción mercantil. 53
giro radical en la materia al adoptar los principios ya imperantes en el - Las inmunidades ya reconocidas
derecho de gentes: la inmunidad "se refiere exclusivamente a la materia Según el artículo 6 ninguna disposición de la ley afectará las inmuni-
política propia de las delegaciones extranjeras y no a los ilícitos prove- dades conferidas por las Convenciones de Viena de 1961 sobre relacio-
nientes del fraude previsional" (considerando 5). nes diplomáticas, o de 1963, sobre relaciones consulares.
La ley 24.488 refleja esta doctrina al establecer que los Estados Este artículo parece superfluo; una ley nacional tiene menor jerar-
extranjeros no gozarán de inmunidad de jurisdicción " ... d) Cuando quía que los tratados referidos, de acuerdo con el artículo 75, inc. 22 y
fueren demandados por cuestiones laborales, por nacionales argentinos concordantes de la Constitución Nacional.
o residentes en el país, derivadas de contratos celebrados en la Repúbli- - Un caso de "amicus curice"
ca Argentina o en el exterior, y que causaren efectos en el territorio La ley faculta al juez a ampliar los plazos de contestación de deman-
nacional. .. ". 49 das y oposición de excepciones a pedido del Estado demandado (artícu-
- Responsabilidad civil por la comisión de delitos y cuasi-delitos lo 5), y admite en su artículo 7, que el Ministerio de Relaciones
El artículo 2.e) de la ley bajo análisis, no reconoce inmunidad de Exteriores exprese su opinión sobre aspectos de hecho o de derecho
jurisdicción a un Estado extranjero ante una demanda por responsabili- ante el tribunal interviniente, en calidad de "amicus curice".
dad civil derivada de un delito o cuasi-delito cometido en el territorio
nacional. El decreto 9015/63, que modifica el decreto-ley 1285/58, ya permitía
al Poder Ejecutivo intervenir en cuestiones relativas a la inmunidad de
Para la ley norteamericana lo que debe ocurrir en los Estados Unidos Estados extranjeros, facultándolo a declarar la falta de reciprocidad
es el daño, lo que posibilita la demanda a Estados extranjeros por por medio de un decreto debidamente fundado. La opinión del Minis-
actos cometidos fuera del territorio de Estados Unidos, pero que pro- terio de Relaciones Exteriores a este respecto no tiene carácter vincu-
ducen sus efectos en él. 50 Parece una redacción preferible. lante, de acuerdo a la ley.

El instituto del "amicus curice", del derecho procesal norteamericano


46 es, junio 24-976. e internacional está reservado a organizaciones no gubernamentales que
47 es, junio 24-976.
48 persigan un interés válido y genuino y acrediten especialización en el
Para un detenido análisis sobre estos fallos ver, entre otros: Bidart Campos, Ger-
mán, "Jurisdicción originaria de la Corte en causas concernientes a embajadas extranje-
ras'', ED 24/3/80; Goldshmidt, Werner, "La Corte Suprema de Justicia de la Nación en
su actual composición y el Derecho Internacional Público", ED, T. 68, p. 233. · 51 Artículo 2 f).
49
Ley 24.488; artículo 2, inc. d). 52 Artículo 2 g).
so FSIA, Sección 1605, a), 5. S3 Artículo 2 h).
Juuo BARBOZA

tema, por lo que no resultaría del todo exacta esa denominación para la
intervención de un poder del Estado en una cuestión judiciai.54 Capítulo 17
De todas maneras, es interesante el instituto para dar al juez una
valoración política de la cuestión, y para que la Cancillería lo provea de La responsabilidad de los Estados por hechos ilícitos:
dictámenes completos respecto del estado de las normas internacionales origen de la responsabilidad
en la materia y de los casos similares por los cuales la Argentina haya
sido demandada en el exterior. Así se reducirían las posibilidades de
incurrir en una eventual responsabilidad internacional.

A. Conceptos generales

1. Introducción

La mejor expresión del estado actual del derecho internacional gene-


ral en materia de responsabilidad del Estado es el texto anexo a la
Resolución 56/83 de la Asamblea General, que reproduce el proyecto
respectivo de la Comisión de Derecho lnternacional. 1 Las normas pro-
puestas por la CDI son en parte importante codificación del derecho
consuetudinario existente y en parte desarrollo progresivo. En cuanto a
estas últimas normas, son sin duda las más creíbles para originar -con
el tiempo y la práctica, tal como lo quería la CIJ en el asunto de la Pla-
taforma continental del Mar del Norte-2 nuevas costumbres universa-
les. Los artículos de la CDI cambian fundamentalmente la óptica

1 La CD! terminó la segunda lectura del proyecto en 2001 y lo elevó a la Asamblea


General con la recomendación de que ésta siguiera a su respecto un procedimiento en dos
fases: en la primera, se tomaría nota de los artículos y se los incorporaría como un anexo
y en la segunda se consideraría, transcurrido un lapso razonable, la posibilidad de convo-
car a una conferencia para redactar una convención codificadora. En dicha oportunidad
la Asamblea General examinaría también la posibilidad de incorporar, en todo o en par-
te, lo relativo a la solución pacífica de controversias (tercera parte del proyecto) que, en
la presente oportunidad, había sido suprimido de los artículos enviados. La Asamblea
General aceptó la recomendación y determinó la inclusión del tema "Responsabilidad de
54 los Estados" en su agenda futura.
CNCrim y Corr. Fed., en pleno, mayo 18-1995. Hechos ocurridos en el ámbito de
2 Véase Capítulo 6 de nuestro libro Derecho Internacional Público, Buenos Aires,
la Escuela Superior de Mecánica de la Armada. Voto de la mayoría. ED-15-9-95.
1999, p. 75.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS
388 Juuo BARBOZA
en la Resolución 56/83, aunque simplemente co~o una "guía i_urídica"
doctrinaria anterior, que sólo consideraba la responsabilidad dentro del .. ºba a utilizar "los principios establecidos en los articulos en
tratamiento a extranjeros y al tiempo que toman decisiones necesarias y d110 que 1 ., ·d " J
cuanto puedan ser útiles para determinar la cuestion sornen a .
en que la doctrina estaba vacilante, como en lo relativo al daño o a la
incidencia de la culpa, intentan seguir la evolución más reciente en Al proponer normas o principios nuevos, la CDI, natur~lmente, ha
cuanto a las contramedidas y a las consecuencias de las violaciones de actuado dentro de sus facultades de desarroll~r progresivamente el
obligaciones internacionales colectivas, entre ellas las debidas a la derecho internacional, según lo establece el articulo 15 y correspon-
comunidad internacional en su conjunto. Algunos de los artículos ane-
dientes de su Estatuto.
xos a la actual Resolución 56183 han sido ya proclamados por la juris-
prudencia de los tribunales internacionales como pertenecientes al La Comisión de derecho internacional, al elevar a la Asamblea Gen~-
derecho general. de artículos sobre temas determinados, puede pedir
ra ! sus pr Oyectos b' d '
que la Asamblea convoque a una conferencia con el o 1eto e que est~
En efecto, menciones en el sentido indicado, y muy numerosas, fueron redacte una convención codificadora sobre la base de los te~tos pro
hechas en el caso de United States Diplomatic and Consular Staff in <lucidos o bien que tome nota o adopte los artículos mediante una
Teheran (United Status vs. Iran, 1981); en el de Gabcikovo-Nagyma- resoluciÓn, o bien que no tome acción alguna al respecto. En el cas~
ros Project (ICJ Reports 1997, p. 7, en el parágrafo 47 (p. 38); en los actual pidió que, provisoriamente, los textos se adoptaran por r.e~olu
parágrafos 50/53 (pp. 39/41); parágrafo 58 (p. 46), parágrafo 79 (p. ción para evitar que una conferencia pudiera alterar el equ1hbno
54), parágrafo 83 (pp. 55/56); o el de Difference Relating to Immu- interno trabajosamente obtenido, entre los textos aprobado~ y se~ura­
nity from Legal Process of a Special Rapporteur of the Comisión of mente :ambién para comprobar su recepción por la comumda~ mter-
Human Rights (ICJ Reports 1999, p. 62, en el parágrafo 62 (p. 87). . 1 No se descartó la posibilidad de convocar, tras un penod~ de
nac10na · ·, ble
Asimismo, en el caso arbitral del Rainbow Warrior entre Nueva conferencia codificadora. En nuestra opm10n, es pos1
prue b a, Una 'd d ·
Zelandia y Francia (RIAA Vol. XX, p. 217 (19 90) en el parágrafo 114 que ello no sea necesario si los textos legados a la comum .ª .mtern~-
(pp. 270/271) y en el caso MIV Saiga (Nº 2) de San Vicente y Grana- . 1 . en de base para un conjunto de costumbres s1gmendo a
c1ona s1rv ., "
dinas contra Guinea, lnternational Tribunal for the Law of the Sea, mecánica apuntada en el mecanismo de formac10.n de 4la nueva cos-
Fallo de julio 1, 1999, ILM vol. 3 (1999), p. 1323 K K. Después de su tumbre" considerada en el Capítulo 6 de nuestro hbro.
adopción por la AGNU, hubo al menos dos menciones judiciales a la
Resolución 56/83: en la Opinión consultiva sobre el muro de Israel en
los territorios palestinos ocupados (2003/04) y en el Tribunal para la
2. Cuatro aspectos de la nueva normativa
antigua Yugoslavia (TICA Y) en el caso Prosecutor vs. Dragan
La doctrina hizo notar, al terminarse la primera parte del proyec~o,s
Nikolic, que precedió a la anterior. En la primera, la CIJ aceptó clara-
mente que las consecuencias legales de las violaciones por Israel de sus
cuatro aspectos en que éste innovaba respecto al derecho consuetudma-
obligaciones internacionales eran precisamente las que se proponían
en los artículos de la CDI. En particular, resulta notable su aceptación rio existente. Eran éstos:
de las relativas a las violaciones graves de obligaciones erga omnes: la
obligación de todos los Estados de no reconocer la ilegal situación y Nikolic Decision on Defence Motion Chal/enging the Exerci-
3 Prosecu t ar v. Dragan · 94 2 PT 60
de no prestar ayuda o asistencia para mantener la situación creada. El se of ]urisdiction by the Tribunal. 9 October 2002. Case No IT- - - , para .
Derecho internaciodnall público, Bulen~D~1r~~ ¡:;;g.unda lectura pueden introducirse
Tribunal para la antigua Yugoslavia, aunque con gran cautela, reco- 4
noció la aplicación analógica a organizaciones internacionales de dis- 5Hay dos lecturas e os temas en a ·
posiciones de la responsabilidad de los Estados como fuera codificada modificaciones, ya sean supresiones o aditamentos.
390 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILfCITOS \'IJ

• el enfoque general de la responsabilidad, en lugar del exclusivo responsabilidad internacional del Estado, de sus causas y dl~ s11s
punto de vista del tratamiento a extranjeros; modalidades, en cualquier esfera en que aquella responsabilidad
• la ausenci.a de mención de la culpa lato sensu (esto es, del dolo 0 se ongmare.
de la negligencia) como constituyente del hecho ilícito· • Inversamente, el hecho de estudiar la responsabilidad exclusiva-
• idénticamente, la ausencia de mención al daño, y ' mente en relación con un sector determinado de obligaciones -las
• el desdoblamiento de la responsabilidad internacional del Estado del trato a extranjeros- no evitaba que los mismos problemas se
en ilícitos simples y en crímenes internacionales. presentaran tocante la violación de obligaciones en otros sectores.
Cuestiones como el origen de la responsabilidad, las circunstan-
a) Enfoque general de la responsabilidad. El tratamiento a extranje- cias que excluyen la ilicitud, la responsabilidad de un Estado por
ros los actos de otro Estado, las consecuencias del hecho ilícito, etc.
En los tratados clásicos de derecho internacional lo relativo a la res- podían y debían ser objeto de una conceptuación general, de una
ponsab~lidad de los ~stados se trataba en el capítul~ de las obligaciones teoría única.
que reg1an el tr~tam1ento a los extranjeros. Igual enfoque adoptaron Jos • El hecho de no haber separado claramente las normas de fondo
intentos de codificación al respecto, que fueron varios.6 relativas a la condición de extranjeros y las normas de la respon-
La Comisión consideró, luego de trabajosos debates que tuvieron sabilidad por su incumplimiento añadía a las dificultades propias
lugar en rn seno Y en la Sexta Comisión de la Asamblea General que del tema de la responsabilidad las relativas a la condición de los
era necesano cambiar dicho enfoque y encarar el tema de un mod; más extranjeros. La codificación de este sector era, en definitiva, más
general, esto es, como la difícil que la de las normas generales relativas a la responsabilidad
pura y simple. 8
'.'situaci~n resultante del incumplimiento de una obligación jurídica i) Normas primarias y secundarias
mternac1onal por un Estado, cualesquiera que sean la naturaleza de El instrumento lógico-jurídico utilizado por la Comisión para cam-
esa obligación y la materia a que se refiere". 7 biar de enfoque fue la distinción que hizo entre normas y obligaciones
primarias y secundarias, en el DIP. Para definirlas, conviene considerar-
Las razones de tan fundamental paso fueron: las en orden inverso: son secundarias las que nacen de la violación de
• que se hizo patente la imposibilidad en la práctica de tratar de la una obligación primaria y son primarias las que impone primariamente
responsabilidad por daños a la persona o bienes de extranjeros sin el DIP a los Estados. Son, pues, normas primarias las consuetudinarias
plantear, en relación con este sector particular, todos los proble- o convencionales -para los Estados miembros de un tratado- que los
mas fundamentales que se presentan en general a propósito de Ja sujetan a obligaciones primarias, como podría ser para el Estado ribere-
ño la de respetar en su mar territorial el paso inocente, bajo ciertas con-
diciones, de buques de terceras banderas, o aquella que impone al
6
, Hubo proyecto,s privados, antecedente y estudios dentro del sistema interamericano Estado receptor la obligación de velar por la seguridad de las embaja-
asi ~om_o de bs paises afroasiáticos, y de la Sociedad de Naciones. En la etapa de Ja~ das extranjeras. Pueden dividirse en sectores según su contenido (dere-
Naciones Unidas, la CDI encomendo al miembro cubano Garc 1'a Amad J J '
· 1 l 1 , or, a re atona cho del mar, derecho del uso de la fuerza, derecho de protección del
especia e e tema; La gran mayoría de los proyectos fruto de tales intentos enfocaron el
asunto desde el angulo de la responsabilidad por daños a t
García Amador.
· · J d 1d
ex ran1eros, me uyen o e e
medio ambiente, etc.). Siendo las normas del derecho internacional que
7
132. Anuario de la Comisión de Derecho Internacional, 1969 , Vo.I II , pnmera
· parte, p. 8 Id., p. 39.
192 Juuo BARBOZA

LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS 3'.l:l


regulan el tratamiento a extranjeros normas primarias, forman un sec-
tor como otro cualquiera del derecho positivo. culpa, por residir esencialmente en una persona física, no puede en
. Las_ normas secundarias son las típicas de la responsabilidad. Las ningún caso ser traspasada al Estado. El derecho interno determina
v1olac_10nes a las obligaciones creadas por las normas primarias son cuándo un acto de una persona es atribuible al Estado. Establecido
matena del derecho de la responsabilidad. esto, Anzilotti considera las dos únicas hipótesis posibles: a) que el
hecho violatorio de la obligación internacional hubiera sido cometido
b) La culpa en violación también del derecho interno, en cuyo caso existiría culpa
de la persona-órgano, pero no sería transmisible al Estado porque éste
Dos aspectos sumados hacen la responsabilidad:
había prohibido esa conducta; no era por ende un hecho del Estado;
• el elemento subjetivo que es la conducta de una persona (órgano b) que el hecho violatorio de una obligación internacional estuviera
del Estado, por ejemplo) atribuible al Estado (hecho del Estado) autorizado por el derecho interno; en cuyo caso la conducta del órga-
• el aspecto objetivo (violación), que es el contraste de ese hecho del no es imputable al Estado, pero habiendo cumplido con el derecho
Estado con la conducta exigida por una obligación internacional. interno, la persona-órgano no tenía culpa alguna que transmitir: la
Part~ importante de la doctrina, que se remonta a Grocio, exigía la conducta imputada al Estado no lleva en sí misma la culpa. Sin
presencia de un tercer elemento: la culpa9 del sujeto imputado. embargo, Anzilotti comprobaba que para el derecho internacional
vigente existía violación y responsabilidad en ambos casos: está bien
El Príncipe no respondía por los actos de sus ministros si no había cul- establecido que la conducta del órgano que actúa ultra vires o aun en
pa_ de su parte, esto es, si no había mediado la patientia, que era un contra de sus instrucciones en violación de una obligación internacio-
de¡ar hacer a los individuos sin prevenir ni impedir, pudiendo hacerlo, nal del Estado origina responsabilidad para éste. 11 La conclusión de
la conducta contraria a la obligación internacional. Habiendo patien- Anzilotti era que, si el derecho de gentes hacía responsable al Estado
tia, el Príncipe hacía suya la conducta ilícita. Esta concepción dominó aun cuando éste no tenía culpa se debía a que en el derecho de gentes
la doctrina largo tiempo. la responsabilidad era enteramente objetiva y la culpa irrelevante.

Anzilotti asume una posición antitética. La imputabilidad (atribu- En su famoso curso en la Academia de La Haya de 1939 Ago, que
ción al Estado de un comportamiento objetivamente contrario al dere- fue el primer relator especial después del fallido intento de García Ama-
cho) se basa en una mera relación de causalidad: basta comprobarla dor, criticó la posición de Anzilotti. Para este profesor, el momento
para establecer la ilicitud de la conducta. La responsabilidad internacio- lógico en que se presentaba la cuestión de la culpa era cuando una cier-
nal es entonces, según Anzilotti, enteramente objetiva. ta conducta era imputable al Estado. Si la conducta de un órgano del
Estado era contraria a una obligación internacional de ese Estado, aún
El dolo Y la culpa son actitudes de la voluntad humana como hecho podía hacer falta la culpa de aquel órgano para que la conducta fuera
psicológico, estrictamente propio de personas físicas. El Estado, como ilícita. Recordar que en la responsabilidad del Estado el sujeto autor de
persona colectiva, carece de la posibilidad de tener culpa propia.10 La la conducta (un individuo) es distinto del sujeto que carga con la res-
ponsabilidad (el Estado).
9
Culpa lato sensu, esto es, tanto la intención de violar la obligación que importa e]
dolo, como el descuido en la conducta misma que implica la negligencia.
JO Circunvalar el obstáculo acudiendo a la culpa in eligendo del Estado por la conduc- 11
Anzilotti sortea esa primera dificultad diciendo que en ese caso no había verdadera-
ta cul~able de! órgano no serviría, porque finalmente el depositario de la culpa ¡11 eligen- mente responsabilidad estatal sino un mecanismo de garantía que el Estado habilitaba
1º sena otro organ? del Estado, esto es, otra persona física 0 grupo de personas si es un para hacerse cargo de las lesiones que ocasionara el funcionamiento del aparato estatal.
organo colectivo. Solo se retrocedería un paso sin cambiar de situación. El Estado se hacía cargo, no de una conducta que no podía serle imputada, sino de las
consecuencias de los hechos de sus órganos.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS EsTADOS POR HECHOS ILÍCITOS 395
394 JULIO BARBOZA
El asunto de la culpa dividió la doctrina internacional y culminó en la
La negativa de Anzilotti se basaba, precisamente, en la separac10n célebre sesión del Institut de droit international de 1927, en que los
entre la persona del Estado y su órgano: el Estado estaba sometido al partidarios de la culpa triunfaron por escaso margen. Pero Ago, no
derecho internacional y el órgano al derecho interno. Pero señaló Ago obstante su convencimiento, advirtió que dividiría la opinión de la
Comisión de derecho internacional si introducía implícitamente el
que el órgano no era diferente y separado del Estado; era el Estado mis-
asunto de la culpa como constitutiva del hecho del Estado. Como
mo. Y el derecho internacional contemplaba esa conducta a la luz de
veremos, sin embargo, el proyecto de Ago precluye la ilicitud de tales
sus propias reglas, y por ende, podía considerar que la conducta tenía
hechos en casos como el estado de necesidad y la fuerza mayor, en los
dolo o culpa aunque no lo considerase así el derecho interno. que se excluye la culpa porque, o bien la voluntad no participa o
15
A diferencia de Anzilotti, para quien la asignación al Estado de la bien participa pero hay imposibilidad mora!. 16
voluntad y acción de la persona-órgano era obra exclusiva del derecho
interno, para Ago la imputación al Estado de una conducta en el plano c) El daño
internacional debía ser hecha por las normas vigentes en ese plano, o Clásicamente, la responsabilidad se definía como la reparac10n del
sea en el plano del derecho internacional. Este sólo tenía en cuenta la daño causado por la violación de una obligación. Eran tres los pilares
organización del Estado para saber cuáles eran los órganos que actua- que sostenían su arquitectura: el hecho ilícito, el daño, el vínculo de
ban por cuenta de aquél, 12 pero era libre de imputar al Estado, como
causalidad. 17
sujeto del derecho de gentes, la acción y voluntad de sus órganos o de El artículo 1 actual dice simplemente:
otras personas, como en realidad lo hace. La teoría objetiva, en el senti-
do de excluir completamente la culpa del derecho internacional, se "Todo hecho internacionalmente ilícito del Estado genera su respon-
derrumba. sabilidad internacional".

Desaparece esa dualidad de derecho internacional y derecho interno No menciona el daño. Por eso se dice ahora que el daño está elimi-
que hacía lógicamente imposible que, o bien no existiera culpa (cuan- 18
nado como ingrediente necesario para que exista la responsabilidad :
do el derecho interno no prohibía la acción del órgano), o bien que el mero hecho de la violación, entonces, bastaría para generarla. Esta
existiera y no fuera transmisible (por ser contraria al derecho interno
definición implica un paso trascendente en la concepción de la respon-
del Estado). 13

La Comisión decidió que, en efecto, son las obligaciones emanadas 15 En la fuerza mayor el cumplimiento de la obligación resulta materialmente imposi-
de una norma primaria las que determinan cuándo la culpa es exigible. ble (artículo 23).
l6 Como en el estado de necesidad, en que se habla de una imposibilidad "moral", ya
Así sucede, por ejemplo, en las obligaciones de debida diligencia, cuya
que nada impide materialmente al Estado cumplir con su obligación.
violación requiere el elemento subjetivo de la culpa (negligencia).1 4 17 Esta última un mero puente entre la violación y el daño.
18 Alain Pellet nos dice a ese respecto que "en tal perspectiva, el daño ha sido deste-
rrado, no del derecho de la responsabilidad internacional, sino de su definición (o de su
12
Para el derecho internacional, el derecho interno es un simple hecho. origen). Ya no es más necesario para contraer responsabilidad ... la Comisión ... descartó,
Tampoco hay necesidad de recurrir a la teoría de la garantía ni razón lógica que
13 a justo título, la idea enteramente artificial de 'perjuicio jurídico' que no agrega estricta-
impida al derecho internacional tener en cuenta -o no- el carácter voluntario de la infrac- mente nada a la concepción objetiva de la responsabilidad definida como consecuencia
ción del órgano para dar valor jurídico al dolo o la culpa como condición de la existencia exclusivamente del hecho internacionalmente ilícito". Pellet, "Remarques sur une révolu-
de un hecho ilícito del Estado. tion inachevée. Le projet d'articles de la CDI sur la responsabilité des Etats", 42 AFDI
14 Ver James Crawford, The International Law Commission's Articles on State Res- (1996), 7-32, en 6-7. (Traducción nuestra.)
ponsibility, Cambridge, Cambridge University Press, 2002, pp. 13/14.
396 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD DE LOS EsTADOS POR HECHOS ILÍCITOS 397

sabilidad del Estado, aunque como veremos, s1 al daño se le cierra la campo de la responsabilidad, que era el reino exclusivo de las normas
puerta, vuelve a entrar por la ventana. secundarias. Si bien, entonces, la introducción de los crímenes interna-
cionales del Estado no fue aceptable, el artículo 19 tuvo el mérito de
introducir una escala de consecuencias correspondientes a la violación
d) El desdoblamiento de la responsabilidad
de obligaciones de diferente nivel. No puede tener las mismas conse-
Por último, el proyecto introdujo un desdoblamiento de la responsa-
cuencias -aunque para algunos autores las diferencias encontradas no
bilidad unitaria del período clásico, en el famoso artículo 19 (de la pri-
sean particularmente impresionantes- el incumplimiento de las obliga-
mera lectura) sobre crímenes internacionales. El desdoblamiento ciones de la Convención de genocidio que el de una cláusula secunda-
consistía en atribuir consecuencias distintas según se violaran obligacio- ria de un tratado de amistad, comercio y navegación. La CDI cumplió,
nes comunes u otras que protegieran un interés esencial de la comunidad al menos, con su deber de explorar el funcionamiento de las obligacio-
internacional. Tales violaciones constituían "crímenes internacionales" nes erga omnes y de jus cogens en el campo de la responsabilidad de
del Estado. los Estados por hechos ilícitos. El proceso está abierto y el artículo 54,
La Comisión, sin dejar de lado la concepción del desdoblamiento, como veremos, mantiene la puerta entornada. .
abandonó la terminología anterior en la segunda lectura del proyecto,
tras haber provocado en la doctrina discusiones interminables sobre la
posibilidad o no de la existencia de esos crímenes internacionales del 3. Las nuevas relaciones jurídicas
Estado, y terminó por considerar las consecuencias -algo diferentes de
las comunes- que seguirían a la violación de las obligaciones imperati- Las violaciones crean relaciones jurídicas nuevas y por ende diferen-
vas o de jus cogens, sin calificarlas de crímenes. Era necesario: el terre- tes situaciones jurídicas subjetivas.
no propio de tales obligaciones había sido solamente examinado en
relación con los tratados, en la Convención de Viena de 1967. Ahora se "Situaciones jurídicas subjetivas" son aquellas en las que se encuentra
estudia el funcionamiento de tales obligaciones -y de todas las erga el sujeto en relación con la norma. En el caso que nos ocupa, las situa-
omnes- en lo relativo a la responsabilidad. 19 ciones jurídicas subjetivas son por un lado el derecho del sujeto (dere-
cho subjetivo) que es víctima de la violación, de exigir el cumplimiento
Esto aumenta el número de los Estados que entran en el campo de las
de las nuevas obligaciones, básicamente, de aquellas que conforman la
relaciones creadas por la responsabilidad, al poner en contacto al autor
reparación. A este derecho subjetivo, que reemplaza al derecho subje-
de la violación con todos los Estados miembros de un grupo con un
tivo violado, corresponde una nueva obligación por parte del sujeto
interés colectivo protegido o con los miembros de la CI en su conjunto. autor de la violación, la obligación de reparar, que remplaza a la obli-
gación primaria violada. Otra situación subjetiva es la facultad del
Asimismo, hace que el contenido de las normas primarias -que deter- sujeto (Estado víctima) de imponer una sanción, a la cual no corres-
mina si se trata o no de una norma de jus cogens- entre a jugar en el ponde obligación alguna y es facultativa -de ahí su nombre- para el
primero.
19 Recordar el famoso dictum de la CIJ en el asunto de la Barcelona Traction, Light

and Power Company Ltd., que reconoció la existencia de obligaciones erga omnes cuya • ¿Unicidad o pluralidad de relaciones?
violación, como en el caso del genocidio y de la agresión, afectan el derecho de todos los La doctrina no era unánime en cuanto a la unicidad o pluralidad de
miembros de la comunidad internacional. Recordar también que la Convención de Viena relaciones jurídicas del tramo secundario. La corriente más clásica era
de derecho de los tratados declaró la existencia de ciertas obligaciones, llamadas impera·
tivas o de jus cogens que tienen mayor jerarquía que las otras y no admiten su derogación partidaria de la unicidad: el Estado autor del hecho ilícito tiene el único
por pacto en contrario. deber de reparar y el Estado víctima posee el derecho subjetivo de exi-
:1. x ... _a4;
¡

398 JULIO BARBOZA


LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS
,\'!')

gir aquella reparación, entendida ésta en sentido amplio. 20 Ello es así, autor de la violación; en la segunda el Estado lesionado tiene una facul-
porque en el orden internacional sólo existiría la obligación de borrar tad jurídica que puede o no ejercer, pero a la que no corresponde una
las consecuencias del hecho ilícito y la punición sería ajena a la natura- obligación de la otra parte.
leza de las relaciones entre Estados. 21 Responsabilidad sería, entonces,
Dentro de la misma corriente unicista, otra concepción llega a un
resultado enteramente opuesto, desde que parte de una premisa contra- "la situación de un sujeto de derecho internacional frente al derecho
dictoria con la que venimos de enunciar. En efecto, al considerar que el de otro sujeto a exigirle una reparación, o frente a la facultad de este
. de imponer
otro sujeto . le una sanc1on
. ' "24
.
derecho internacional es un orden coercitivo -como todo derecho- la
única consecuencia posible de una violación dentro de ese orden es una
sanción coactiva. La reparación sería relegada a la categoría de un Conviene aclarar que en el derecho de gentes actual, la reparación
deber subsidiario entre el hecho y la real consecuencia que es la san- tiene prioridad en el sentido de que antes de aplicar una sanción, el
ción. A este deber subsidiario, o sustitutivo sólo puede llegarse por un Estado lesionado debe intentar obtener la reparación, lo que quedó
acuerdo entre el Estado autor -que busca evitar la sanción- y el Estado bien establecido a partir del caso Naulilaa, 25 y como claramente lo
;:ifecta.do por la violación. 22 establece el proyecto de la CDI en su segunda parte, cuando trata de las
El entonces relator especial, profesor Roberto Ago, propuso en cam- contramedidas, cuya única función es la de forzar el cumplimiento de la
bio una tercera posición obligación violada.
También que el hecho ilícito de un Estado puede poner a éste en rela-
" ... en todo sistema jurídico, el hecho ilícito puede dar lugar, no a un ción con otros Estados diferentes del lesionado, como en algunos trata-
tipo único de relaciones jurídicas, sino a una duplicidad de relaciones dos multilaterales o en la violación de obligaciones erga omnes, e incluso
caracterizadas por diferentes situaciones jurídicas de los sujetos que con una organización internacional, lo que sucede con ciertas competen-
intervienen en ellas" .2 3 cias del Consejo de Seguridad. Todo lo relativo a las obligaciones colec-
tivas, esto es, aquellas referentes a un grupo de Estados o a la
Para resumirlo en pocas palabras, el sujeto cuyo derecho ha sido vio- comunidad internacional en su conjunto, son materia de los Capítulos
lado se encuentra, según sea el caso, o bien en condición de exigir una III de la Segunda Parte y 1 de la Tercera Parte de los artículos de la CDI.
reparación al Estado que ha incumplido su obligación, o bien de apli-
carle una sanción. En la primera alternativa, al derecho subjetivo del
Estado lesionado corresponde una nueva obligación a cargo del Estado 4. Calificación de la ilicitud por el derecho internacional

º
2 Ya anticipamos que forman parte de la obligación general de reparar diversas otras, Un principio general que la Comisión reconoció fue el de que " .. .la
como la restitución (natura/is restitutio), la indemnización, la satisfacción y las garantías existencia de un hecho del Estado en el plano internacional no está con-
de no repetición. En el texto se hace referencia, entonces, a aquella obligación general de
dicionado en absoluto por la existencia de un 'hecho del Estado' en el
reparar.
21 Ver Anuario, 1970, Vol. II, la parte, p. 194. Dentro de esta concepción, contrame- plano interno" .26 En otras palabras, para que haya un ilícito interna-
didas como las represalias no serían sanciones --.:on su motivación represiva o de castigo-
sino exclusivamente maneras coercitivas a disposición del Estado lesionado para restable-
cer su derecho afectado. 24
2 2 Id., p. 195. Kelsen respalda esta posición. [bid.
23 !bid.
25 UN Recueil des sentences arbitrales, Vol. II, pp. 1027/1028.
26 Anuario, 1971, Vol. II, la parte, p. 242.
'100 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS •IO 1

cional debe existir el incumplimiento de una obligación también inter- derecho interno del Estado autor. Este último es sólo un instrumento
nacional. Asimismo, tal violación no puede ser excusada por disposi- que se utiliza en una operación que cae de lleno en el plano del orden
ción alguna del orden interno del Estado autor del incumplimiento. jurídico internacional. 30
Esto no es más que un aspecto de la relación existente entre el derecho
de gentes y el interno que hemos visto en el Capítulo IV. a) La atribución de una conducta al Estado
Cuando la conducta de ciertas personas puede ser atribuida al Esta-
do, nos encontramos en presencia de un "hecho del Estado". ¿Quiénes
B. Los elementos del hecho ilícito2 7 son aquellas personas cuya conducta se atribuye al Estado y en qué
casos?
i) Los órganos del Estado
La ilicitud se conforma con un elemento subjetivo y otro objetivo. Siendo el Estado una persona moral, no puede actuar sino por inter-
medio de personas físicas y, en primer término, por intermedio de esas
1. El hecho del Estado personas físicas a las que su derecho interno asigna el carácter de
"órganos del Estado", siempre y cuando hayan actuado en la ocasión
La atribución28 al Estado, como sujeto del derecho internacional, de la como tales órganos.
conducta de ciertos individuos es uno de los dos elementos de la respon- La ubicación del órgano en el marco del orden interno del Estado es
sabilidad. El otro apunta a que la conducta en cuestión constituya el irrelevante, ya sean sus funciones internacionales o internas, pertenezca
incumplimiento de una obligación internacional de aquel Estado. Suele al Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial, cualquiera sea su posición en
llamarse al primero elemento subjetivo, 29 y elemento objetivo al segundo. la organización del Estado y tanto si pertenece al Gobierno central
La conducta atribuida al Estado puede ser positiva u omisiva, siendo como a una división territorial del Estado (artículo 4).
esta última la más frecuente en el campo de los hechos ilícitos interna- Estos últimos serían, por ejemplo, los Estados miembros de un Esta-
cionales. do federal, los cantones, regiones, departamentos, municipios, adminis-
traciones autónomas de ciertos territorios o de territorios dependientes,
Por ejemplo, las conductas de particulares que causen daños a extran- etc. Estas entidades, si bien son diferentes del Estado central y gozan de
jeros no son las que originan la responsabilidad del Estado -cuando una personalidad jurídica distinta en el derecho interno del Estado,
ésta corresponde- sino la inacción de los órganos propios que tenían están encargadas de prestar servicios públicos o desempeñar funciones
la obligación de evitarlos.
públicas, es decir, de ejercer actividades por cuenta de la colectividad,
según un sistema de reparto de tales funciones ratione loci que respon-
Importa señalar que esta atribución sólo puede ser hecha por el dere-
de a una técnica de organización variable de un sistema a otro.3 1
cho internacional, aunque al hacerse puede tenerse en cuenta también el

27
Son entidades encargadas de ejercer actividades por cuenta de la colec-
La CDI eligió "hechos" en lugar de "actos", tanto en la versión española como en
tividad, como ciertos bancos con funciones de emisión o control de la
la francesa (faits illicites), entre otras razones porque la palabra escogida comprende tan-
to los actos como las omisiones. moneda. La cuestión se ventiló en la CIJ (Asunto relativo a determina-
28
De nuevo, la Comisión prefirió utilizar "atribución" en lugar del clásico término dos empréstitos noruegos) entre francia y Noruega. André Gros,
"imputación" del derecho interno, que tiene connotaciones referentes a elementos como
la conciencia o la capacidad del sujeto. 30 Ver Anuario 1971 cit., p. 204.
29 11
Porque incumbe al sujeto de la obligación. Id., p. 277.
Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS 40.1

agente fra~cés, dijo: "En derecho interno, .. .la creación de un estable- El artículo 5 no proporciona datos precisos en cuanto al alcance con
cimiento publico re_sponde a una necesidad de descentralización; resul- que debe entenderse la expresión "atribuciones del poder público" para
ta a veces_ necesario conceder cierta independencia a determinados que la conducta de la entidad de que se trate pueda atribuirse al Estado.
establec1m1entos u orga · .
. . msmos, ya sea por motivos presupuestarios, ya Según el comentario correspondiente a la mencionada norma, lo que es
sea pm razon de la fmahdad que persiguen, por ejemplo un objetivo
considerado como una delegación suficiente guarda relación no sola-
de as1st~nc1a social o cultural. Pero si en derecho interno la personali-
mente con la extensión de los poderes conferidos, sino también con la
dad J~nd1ca de los establecimientos públicos, distinta de la del Estado
entrana. como consecuencia que los procedimientos relativos a eso: manera en que éstos son conferidos, los propósitos para los que van a
ser ejercidos y el grado de responsabilidad de la entidad hacia el
establec1m1entos deben ser entablados contra ellos y no contra el Esta-
~-o, ... no hay que transponer al derecho internacional esa consecuen- Gobierno por su ejercicio. 35
c1~· ·: Desde el punto de vista del derecho internacional, esas personas iii) Órganos puestos a disposición de un Estado por otro Estado
publicas se confunden con el Estado". 32 Si un Estado pone un cierto órgano a disposición de otro Estado, y
este órgano actúa en ejercicio del poder público del Estado a cuya dis-
ii) Personas o en~idades que ejercen atribuciones del poder público posición se encuentra, su comportamiento se considerará en el derecho
. Estrechamente v111culados con el punto anterior están los comporta- internacional como un hecho de este último Estado.
m1en~os de pers?nas o entidades que no sean órganos del Estado según Tal el contenido del artículo 6, que se refiere a casos en que un órga-
el articulo anten?r, pero a las cuales el derecho interno de dicho Estado no, prestado por un Estado a otro, actúa en conjunción con la maqui-
las facult~ par~ ~~ercer atribuciones del poder público (artículo 5). naria del Estado prestatario y bajo su exclusiva dirección y control, en
Est_a d1spos1c1on comprende una gran variedad de entes, como cor- lugar de hacerlo por instrucciones del Estado prestador.
p~~~~1ones estatales privatizadas pero que conservan algunas funciones
pu icas o ~e reglamentación, o como empresas privadas de seguridad Los fallos del Comité Judicial del Privy Council británico (que fue consti-
con conces10nes ~~tatales para administrar prisiones, que ejerzan el tuido por tratados en Tribunal de apelación final para varios Estados
derecho de detenc1?n y de disciplina, o líneas aéreas a las que el Estado independientes de la Comunidad británica de Naciones) son atribuibles a
pueda delegar funciones relativas a inmigración o control de cuarentena. dichos Estados y no al Reino Unido. Lo mismo sucede con los fallos de
A veces el Estado puede ejercer el poder de poi· • d . la Suprema Corte de Australia dados en apelación de la Suprema Corte
d • . icia en una zona eterm1- de Nauru, como consecuencia del Tratado entre ambos países del 21 de
na a a traves de su propia fuerza o confiar esta tarea o algunos de sus
septiembre de 1976. 36 Otro ejemplo está dado por los órganos de las
aspectos, a entes autónomos.33 Una compañía de ferroc ·¡ 1
d d d · arn es sue e ser Potencias protectoras en caso de ruptura de relaciones diplomáticas entre
_ora a. e c_1ertos poderes de policía en relación con su actividad y con dos Estados, como sucedió con la Embajada de Brasil en Londres que se
ciertos amb1tos. 34
hacía cargo de los intereses argentinos en el Reino Unido o la Embajada
de Suiza que ejercía la misma función en Buenos Aires por los británicos.

32
Id., p. 275. En contraste con lo que sucedía con el antiguo artículo 13, nada dice
33
Ver L 0f N ·
. eague
Bases o f D 1srnss1on aht1ons. Conference on the Codification of International Law el texto actual de lo que sucedería cuando el órgano fuera prestado por
for t e Con(er d· b ¡ '
Responsibility of States 'or Damageenccaeuseiadwn tulp . ~Je _Preparatory Committee, Vol. III:
. !' m Je1r 1 erntory to the p p f
Fore1gners, Doc. C.75.M.6 9 1929 V erson or roperty 0
34 .• ' , , P· 9 O. 35 J. Crawford, The International Law Commission's Articles on State Responsibility,
Ver la observac10n del Gobierno alemán l Cambridge, Cambridge University Press, 2001, p. 101.
citada en la nota anterior, ibid. a a encuesta de que da cuenta la obra
36 UNTS, Vol. 1216, p. 151.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS 40.í
404 JULIO BARBOZA

Comisión Mixta decidió que dichos funcionarios, aun cuando hubie-


una organización internacional, que a diferencia de los Estados, actúan
ran actuado más allá de su competencia y aun en desobediencia de
por regla general en territorio de otro Estado. Aunque los casos no son
órdenes superiores, comprometieron la responsabilidad del Estado
frecuentes, los ha habido y el objeto del artículo era principalmente el desde que "actuaron bajo la cobertura de su status como oficiales y
de excluir al Estado territorial de la imputación de ciertos hechos noci- usaron medios puestos a su disposición por razón de dicho status".
vos eventualmente realizados por órganos de organizaciones internacio- (Traducción nuestra.) 40
nales.
v) Comportamiento dirigido o controlado por el Estado. La noción
Tal fue el caso de la Fuerza de las Naciones Unidas en el Congo
de control
(ONUC). La ONU celebró acuerdos con Bélgica, Grecia, Italia, La conducta de una persona, o de un grupo de personas, que actúen
Luxemburgo y Suiza para reparación de daños causados a personas o
de hecho por instrucciones o bajo la dirección o control de un Estado
bienes de nacionales de tales países como consecuencia de las opera-
es atribuida a ese Estado, tal como lo expresa el artículo 8 del texto de
ciones de sus fuerzas en el Congo. La ONU decidió tratar equitativa-
la CDI. Los casos más directos son aquellos en que un órgano del Esta-
mente las reclamaciones interpuestas por aquellos particulares
diciendo que no eludirían responsabilidades "cuando se comprobase do mueve a ciertas personas a actuar como auxiliares suyos y bajo sus
que los agentes de las Naciones Unidas habían causado daños injusti- instrucciones para tareas policiales o como voluntarios para actuar
ficados a terceros inocentes".3 7 como milicias aunque permanezcan constantemente fuera de la estruc-
tura oficial del Estado.
iv) Actuación ultra vires o contra instrucciones de órganos del Estado El artículo 8 se refiere a que la actuación de tales personas lo fue
En cuanto a la atribución al Estado de hechos de sus órganos o de "por instrucciones o bajo la dirección o el control de ese Estado". A ese
personas o entidades facultadas para ejercer atribuciones del poder respecto, la palabra "control" puede evocar diferentes grados de suje-
público, cuando éstos actúan más allá de su competencia, o aún en con- ción al Estado. Por ejemplo, en el caso Nicaragua, surgió la cuestión de
tra de sus instrucciones, la Comisión se pronuncia claramente en su si ciertas violaciones del derecho internacional humanitario cometidas
favor en el artículo 7. Así confirma el giro que la práctica y la jurispru- por los llamados "contras" podían ser atribuidas a los Estados Unidos
dencia internacionales tomaron desde fines del siglo pasado. y la Corte se remitió al significado de la palabra "control". No obstan-
En efecto, un Estado no puede escudarse en que, según lo dispuesto te que los Estados Unidos habían asumido el "planeamiento, la direc-
por su derecho interno o sus instrucciones, los hechos de estas personas o ción y el apoyo" de la actividad de los "contras", la Corte rechazó la
entidades deberían haber sido diferentes o no debieran haber ocurrido. 38 alegación nicaragüense. No había, según la Corte, pruebas claras de
Si tal no fuera el caso, se terminaría por autorizar el abuso, ya que en la que aquel país "hubiera en realidad ejercido tal grado de control en
mayoría de los casos no habría prácticamente manera de probar que un todos los campos como para justificar que los 'contras' actuaran por
agente ha procedido o no de acuerdo con las órdenes recibidas. 39 cuenta de aquel Estado ... " .41
Una versión algo diferente de "control" fue dada por la Cámara de
En el caso Caire, en que un súbdito francés fue muerto por dos oficia- Apelaciones del Tribunal para la antigua Yugoslavia en el caso Tadic,
les mexicanos por no responder a una extorsión que le hicieron, la en el que se debatía la cuestión de si el control ejercido por Yugoslavia

37 Anuario ... , 1975, vol. II, p. 95.


38 40 RIAA, Vol. V, p. 516 (1929), p. 531.
Id., p. 106.
39 !bid. 41 Nicaragua vs United States of America Merits, ICJ Reports, 1986, p. 14.
406 Juuo BARBOZA
LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS '10'/

sobre las tropas serbias luchando en Bosnia 42 convertía al conflicto en


uno de carácter internacional. vi) Comportamiento bajo la dirección o control del Estado
El Tribunal emprendió el análisis primero desde el punto de vista del El artículo 8 de la resolución 56/83 reza así:
derecho humanitario y citó artículos de la Tercera Convención de Gine-
"Se considerará hecho del Estado según el derecho internacional el
bra de. ~949: el artículo 4(A)l y 2, según el cual las milicias, 0 grupos
comportamiento de una persona o de un grupo de personas si es~ per-
paramilitares o umdades pueden ser considerados legítimos combatientes sona o ese grupo de personas actúa de hecho por instrucciones o bajo la
s'. forman parte de [las] fuerzas armadas de una Parte en el conflicto (ar- dirección o el control de ese Estado al observar ese comportamiento".
ticulo 4(A)l o "pertenecen [... ] a una Parte en el conflicto" (artículo
4(A)2. Era necesario entonces decidir en el caso particular qué es lo que Esta redacción es posterior al fallo del Tribunal de la antigua Yugos-
se entendía por "pertenecer" a una Parte en el conflicto. La Tercera Con- lavia y seguramente habrá tenido en cuenta las diferencias con el de la
vención de Ginebra, según el Tribunal, se estaba refiriendo implícitamen- CIJ. En el Comentario, la CDI se limita a subrayar las distintas circuns-
te a un "test" de control al establecer el requisito de la "pertenencia". tancias vigentes en uno y otro caso, esto es, que uno era cuestión de
En la práctica internacional, los beligerantes sólo están autorizados atribución de conducta al Estado para asignarle responsabilidad y el
a utilizar unidades paramilitares u otros irregulares en la conducción otro simplemente para determinar el grado de control necesario para
de hostilidades bajo la condición de asumir responsabilidad por las considerar que una tropa "pertenecía" a un determinado país y así
v10lac10nes del derecho de los conflictos armados que aquellos puedan decidir sobre la naturaleza internacional del conflicto. Termina el
cometer. El Tribunal debía, entonces, establecer el grado de autoridad comentario diciendo que "De todos modos, es cuestión de apreciación
o control del Estado extranjero sobre las fuerzas que actuaban por su en cada caso si una conducta particular estaba o no bajo el control de
cuenta para determmar su "pertenencia". un Estado al punto que la conducta controlada pudiera atribuírsele" .43
Co~o el derecho humanitario no contiene un criterio único para vii) Comportamiento en caso de ausencia o defecto de autoridades
determmar cuando un grupo debe ser considerado bajo control de un oficiales
Estado, esto es, actuando como funcionarios de facto de ese Estado, hay Puede suceder que personas privadas, individual o colectivamente,
que acudir al derecho internacional general y consiguientemente el Tri- actúen como órganos del Estado sin serlo. Tal podría ser el caso de per-
b~nal examinó la noción de "control" establecida por la CIJ en el caso sonas que ante la necesidad asumen prerrogativas del poder público. Por
Nicaragua Y llegó a la conclusión de que lo que decidía sobre la natura- ejemplo, si una catástrofe natural, o una revolución, conflicto armado u
l~·~ª i.nternacional -o no- del conflicto era la relación de control que el ocupación extranjera deja sin autoridades a una determinada localidad.
E¡erc1to yugoslavo mantenía sobre las tropas serbias que luchaban en El caso se dio, durante la Segunda Guerra Mundial, de autoridades
Bosnia. Sostuvo el Tribunal que tratándose de un cuerpo militar, como que huyeron ante el avance de ejércitos hostiles y otras personas debie--
tal. e.structurado en forma disciplinada y jerárquica, el grado de control ron asumir provisoriamente y sin nombramiento alguno el papel de fun-
ex1g1do por la práctica internacional era menor que el requerido en el cionarios públicos. Más recientemente, los Guardias Revolucionarios o
caso de individuos o grupos de individuos que no presentaran las carac- "Komitehs" que surgieron inmediatamente de producida la revolución
terísticas de un Ejército regular. Llegó entonces a la conclusión de que iraní fueron considerados por el Tribunal de Reclamaciones Irán-Esta-
en efecto, las tropas serbias luchando en Bosnia tenían la característica dos Unidos como ejemplos de casos cubiertos por el actual artículo 9. 44
de una fuerza extra-nacional y que el conflicto era internacional.
42 43 Crawford, James, op. cit., p. 112.
Case IT-94-1, Prosecutor vs. Tadic, 1999, IL.M, Vol. 38, p. 1518. 44 Ver Yeager v. Islamic Republic or lran, donde la conducta de los Guardias revolu-
cionarios fue atribuida al Estado de Irán por haber ejercido "elementos del poder público
LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS

•108 Juuo BARBOZA

Gobierno de Israel que hiciese reparación adecuada al Gobierno


viii) Comportamiento que el Estado reconoce y adopta como propio argentino, de acuerdo con la Carta de Naciones Unidas y con el den~­
El artículo 11 se refiere al caso de una conducta que al momento de cho internacional. La cuestión quedó arreglada con un comunicado
46
producirse no es atribuida al Estado y cuya atribución sólo tiene lugar conjunto de los dos gobiernos, del 3 de agosto de 1960. Similar fue
a posteriori y por un hecho ulterior del Estado. el Asunto del Personal diplomático y consular de los Estados Unidos
El artículo 11 respeta el principio de que la conducta de personas en Teherán (Estados Unidos vs. Irán), considerado por la CIJ. Un gru-
po de iraníes ocupó, el 4 de noviembre de 1979, la Embajada de Esta-
privadas no puede atribuirse al Estado, pero indica que lo será "en el
dos Unidos en Teherán y tomó a miembros de esa Representación
caso y en la medida en que el Estado reconozca y adopte ese comporta-
como rehenes, amén de violar numerosas otras inmunidades y causar
miento como propio". daños de todo tipo. La cuestión era si la conducta de esos ciudadanos
(los "estudiantes islámicos") podía atribuirse al Gobierno de Irán,
En el Lighthouses arbitration, el Tribunal atribuyó a Grecia la conducta siendo que ellos no tenían forma alguna de status oficial ni eran agen-
de Creta en violación de un contrato de concesión, parcialmente sobre tes reconocidos u órganos de aquel Estado. La Corte hizo una distin-
la base de que aquella conducta había sido "endosada por [Grecia] ción tajante entre la situación que siguió inmediatamente a la toma de
como si hubiera sido una transacción regular. .. y finalmente continuada la Embajada y la que se produjo a raíz de un decreto gubernamental
por ese país, aún después de haber adquirido soberanía territorial sobre que aprobó expresamente y mantuvo la situación creada por los estu-
la isla ... " .45 diantes islámicos, y que produjo en opinión de la Corte el efecto de
47
convertir los actos de los estudiantes "en actos de aquel Estado".
Otros ejemplos son un par de situaciones donde se advierte que el "Los militantes, autores de la invasión y carceleros de los rehenes, se
Estado objeto de demandas internacionales endosó, de hecho, la con- transformaron en agentes del Estado iraní por cuyos actos el propio
48
ducta objetada y la continuó, de modo tal que puede decirse que la hizo Estado se hizo internacionalmente responsable ... " .
suya. Nos referimos a los asuntos Eichmann y el del apoderamiento por
estudiantes islámicos de la Embajada norteamericana en Teherán. ix) Comportamiento de un movimiento insurrecciona! o de otra
índole
Adolf Eichmann, un nazi refugiado clandestinamente en la Argentina, No se considera "hecho del Estado" la conducta de personas que no
fue secuestrado por comandos israelíes y llevado a Israel para su juz- actúen por cuenta de aquél. Eso no debe confundirse con la imputación
gamiento por crímenes internacionales el 25 de mayo de 1960. La al Estado de hechos propios, cuando los actos de los particulares están
Argentina acusó a Israel de complicidad en el mencionado secuestro, relacionados con ciertos deberes del Estado y éste no los cumple. Por
cargo que no fue aceptado ni negado expresamente en el Consejo de ejemplo, el Estado receptor tiene la obligación de proteger a los diplo-
Seguridad por la primera ministra Golda Meir, quien se refirió a los
máticos extranjeros que están acreditados ante él contra actos de perso-
secuestradores como a "un grupo de voluntarios". El Consejo de
nas privadas que puedan atentar contra su seguridad. Si no lo hace,
Seguridad, en su Resolución 138 (23/VI/60) sugirió que el Gobierno
teniendo los medios para hacerlo, tiene una responsabilidad que emerge
israelí había, por lo menos, tenido conocimiento del plan de captura
de Eichmann en la Argentina y dado su consentimiento. Señaló los de la negligencia de sus propios órganos y no de aquellos hechos de
peligros que entrañaría la repetición de actos semejantes y pidió al particulares que no le son atribuibles.

en ausencia de autoridades oficiales de las que el nuevo Gobierno debió haber tenido 46 Id., p. 287.
conocimiento y a las cuales no objetó específicamente" (1987)Iran - US C. T.R.92, p. 47 Uirited States Diplomatic and Consular Stctff i11 Teherán, ICJ Reports, 1980 p. 35.
104, para. 43). 48 !bid.
45 RIAA, Vol. XII, p. 155 (1956) en p. 198.
410 JULIO BARBOZA
LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS

Se encuentra dentro de la misma hipótesis la conducta de los órga-


COI considera actualmente un proyecto de codificación de la responsa-
nos de un movimiento insurrecciona! (artículo 10). Es cierto que tam-
bilidad de las organizaciones internacionales.
bién se trata de particulares, y se admite que, antes de convertirse en un
movimiento insurrecciona!, la acción de las personas privadas puede no
diferenciarse mayormente de otros disturbios o agitaciones.
2. El elemento objetivo (la ilicitud)
"Pero la situación varía a partir del momento en que surge un movi-
miento insurrecciona!, en el sentido que se da a ese concepto en dere- Cuando un hecho le es atribuido al Estado según alguno de los crite-
cho internacional. Desde ese momento existe, paralelamente al rios arriba comentados, queda aún por ver si tal hecho viola una obli-
Estado, una organización dotada de su propio a12arato institucional, gación internacional del Estado. Si ello fuere así, concurriría el
cuyos órganos pueden actuar por cuenta del movimiento insurreccio- elemento objetivo y nacería su responsabilidad internacional.
na! mismo en una parte del territorio que está bajo la soberanía o la
administración del Estado''. Tales órganos "pueden observar un com- a) La violación de una obligación internacional
portamiento que podría dar lugar a una responsabilidad internacional La Comisión prefirió "violación de una obligación internacional" a
del propio movimiento insurrecciona!, si tales comportamientos cons- otras expresiones como "violación de una norma de derecho interna-
tituyeran una violación de una obligación internacional que se recono-
cional", porque "la norma es el derecho en sentido objetivo y su fun-
ciese que incumbía al movimiento insurrecciona!" .49
ción es atribuir a sus destinatarios, si se reúnen ciertas condiciones,
La práctica diplomática y la jurisprudencia, sin embargo, son contes- situaciones jurídicas subjetivas: derechos, facultades, poderes, obliga-
tes en negar la atribución al Estado de los actos de un movimiento insu- ciones". 52 Las normas, en suma, ni se ejercitan ni se violan.
rrecciona!. En el caso Salís, así lo reconoció el comisionado Nielsen, Es importante señalar que se requieren ciertas condiciones para que
pues consideró que ningún Gobierno puede ser tenido por responsable una obligación se considere violada, y que además la violación tendrá
por las acciones de grupos rebeldes cometidas en violación de su autori- características especiales según se produzca mediante un hecho puntual o
dad, si no es atribuible al Estado mismo culpa o ruptura de la buena fe, bien por uno continuado o compuesto. En primera lectura se consideró,
o negligencia en suprimir la insurrección. Lo calificó de "un principio bajo la influencia del relator especial profesor Roberto Ago, que la viola-
bien establecido del derecho internacional" .so ción también se producía en forma distinta según el tipo de obligación
En cambio, sí es atribuible la conducta de un tal movimiento al Esta- violada, ya fuera ésta una de las que el proyecto llamaba "de comporta-
do si el movimiento triunfa y se convierte en el nuevo Gobierno del Esta- miento" o "de resultado", o bien de "prevenir un acontecimiento dado".
do (artículo 10.1), o si establece un nuevo Estado en parte del territorio Sin embargo, la Comisión decidió en segunda lectura, suprimir los artícu-
del Estado preexistente o en un territorio sujeto a su administración: los que se habían aprobado provisoriamente relativos a estos aspectos.
aquellos actos se atribuirán a la nueva entidad estatal (artículo 10.2).
x) Hechos de una organización internacional
Las razones aducidas fueron varias, entre ellas que habría "un cierto
peligro en establecer provisiones de naturaleza demasiado abstracta,
A diferencia del proyecto en primera lectura, 51 el actual nada dice
por ser difícil anticipar su alcance y aplicación", amén de ser "imprácti-
sobre la atribución de conductas a una organización internacional. La
cas para los Estados ajenos a las tradiciones jurídicas de la Europa con-
tinental'', como lo observó Alemania en su respuesta. 53 También
49 Anuario ... ,1975, cit., Vol. II, p. 99.
50 RIAA, Vol. IV, 1928, p. 361.
51 Antiguo artículo 13. 52 Anuario .. ., 1975, cit., p. 206.
53 Doc. NCN.4/488, sobre el artículo 20 del proyecto en primera lectura.
412 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD DE LOS EsTADOS POR HECHOS ILfCITOS 413

porque la conceptuación de las obligaciones de comportamiento y de que, tomada con las demás acciones u omisiones, sea considerada sufi-
conducta eran exactamente inversas a las de la doctrina francesa, como ciente como para constituir el hecho ilícito (artículo 15.1) Pero no será
lo hizo notar Pierre Marie Dupuy. 54 En cuanto a los llamados "hechos ese el momento en que se entenderá que ha comenzado la violación: al
complejos", que también fueron suprimidos del texto, la CDI consideró producirse la suma necesaria de actos u omisiones que ya configuran la
que su existencia había sido eficazmente refutada por Jean Salmon.55
violación, ésta se proyecta retroactivamente al primer acto u omisión y
ese será el punto en que se considerará que ha comenzado la violación,
El proyecto define en el Capítulo III la violación de una obligación
que además no terminará mientras se mantenga la falta de conformidad
internacional por un Estado cuando un hecho de este Estado no está en de la conducta delictiva con la obligación internacional (artículo 15.2).
conformidad con lo que de él exige esa obligación cualquiera fuere el
origen o la naturaleza de la obligación violada (artículo 12) y es menes- b) La violación de una obligación internacional como crimen del
ter que la obligación de marras esté en vigencia para el dicho Estado, Estado
según declara el artículo 13. Vimos que el origen -consuetudinario, convencional u otro- de la obli-
Las nuevas reglas consideran, como las anteriores, la cuestión de gación no afectaba la responsabilidad que correspondiera por su violación.
cómo se produce la violación de una obligación internacional, según que Respecto, sin embargo, del objeto de la obligación o de la gravedad de la
el hecho violatorio del Estado se produzca en forma instantánea o de infracción cometida, ocurre algo diferente en la concepción de la CDI.
manera continua. Esto tiene su importancia, sobre todo respecto a la lla- Ya en los debates de la Asamblea General de los años 1960 a 1962,
mada obligación de "cesación" que se examinará un poco más adelante. cuando se consideraron los informes de la CDI sobre sus trabajos de
La violación se produce en el momento mismo en que tiene lugar el esos años, la Unión Soviética, otros países socialistas y del Tercer Mun-
hecho violatorio del Estado, a menos que se trate de un hecho de carác- do criticaron el proyecto de García Amador porque no preveía el casti-
ter continuo (artículo 14.1) en cuyo caso la violación se extiende duran- go de infracciones que, como la agresión, conmovían los fundamentos
te todo el período en que el hecho continúa y se mantiene su falta de mismos del derecho de gentes.
conformidad con la obligación internacional (artículo 14.2). Por últi- Recogiendo esa preocupación, el Relator Especial profesor Ago reco-
mo, y en relación con las obligaciones de prevenir un acontecimiento noció que tocante las consecuencias de la violación de ciertas obligacio-
dado, el artículo ·14 establece en su inciso 3 que la violación comienza nes era admisible una dualidad de tratamiento según la importancia
cuando se produce el acontecimiento en cuestión y se extiende durante que para la comunidad de naciones en su conjunto revistieran dichas
todo el tiempo en el cual el acontecimiento continúa y se mantiene su obligaciones y según la gravedad de la violación misma. 56 El derecho
falta de conformidad con la obligación. internacional, según esta posición, reconocía dos regímenes de respon-
Si el hecho violatorio del Estado es compuesto, esto es, si se configu- sabilidad: para los ilícitos ordinarios cabría la obligación de reparar y
ra por la sucesión de accione~ u omisiones definida en su conjunto sólo en caso de no obtenerse una reparación adecuada entraría a jugar
como ilícita, el momento en que se considerará que la obligación de que una sanción; para los ilícitos más graves la sanción correspondería
se trate ha sido violada será cuando se produzca la acción u omisión inmediatamente, 57 sin aquel requisito previo, amén del derecho del
Estado lesionado a reclamar reparación. 5 8
54
"Reviewing the Difficulties of Codification: on Ago's Classification of Obligations
of Means and Obligations of Result in Relation of State responsibility, E]IL, Vol. 10, 56 Anuario ... , 1969, Vol. I, p. 257.
1999, p. 371. 57 Sin que se especificara, en aquel momento, ni la naturaleza ni la magnitud de la
55
En "Le fait étatique complexe: une notion contestable", AFDI, Vol. XXVIII sanción.
(1982), p. 709. 5 8 Anuario ... , 1969, Vol. I, cit., p. 257.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS 415
414 Juuo BARBOZA

El artículo 19 no incluía un catálogo de crímenes internacionales; se


Varias circunstancias coadyuvaban a esta posibilidad, y fueron traí- remitía a los que ya podrían existir porque habrían sido establecidos
das a colación en los debates: el reconocimiento de la existencia de nor- como tales por la comunidad internacional en su conjunto, o a los que
mas que imponían obligaciones erga omnes según el conocido dictum lo fueran en el futuro. Simplemente, el párrafo 2 del artículo 19 equiva-
de la CIJ en el asunto de la Barcelona Traction, así como de normas lía a decir que los crímenes del Estado existían en el derecho de gentes,
imperativas en el DIG (normas de jus cogens) que impondrían obliga- y a expresar cuáles serían los criterios para distinguirlos. Al considerar-
ciones de particular importancia para la comunidad internacional, el se la segunda parte, que se ocupa de los contenidos, formas y grados de
castigo de los individuos-órganos en los juicios de Nüremberg, y el con- la responsabilidad, la Comisión se encargaría de determinar las conse-
senso de que había conductas que implicaban violaciones particular- cuencias que corresponderían a tales violaciones.
mente graves, como los actos de agresión, fueron elementos que
abonaron la admisibilidad del nuevo criterio. Por "comunidad internacional en su conjunto" la CDI entendía, no la
Esta categoría de hechos tendría otro rasgo diferencial con los ilíci- unanimidad de los Estados, sino todos los "componentes esenciales"
tos comunes: establecerían una nueva relación jurídica del Estado de la comunidad 61 esto es, países pertenecientes a todos los sectores
autor, no solamente con el afectado, sino también con todos los Esta- de la comunidad internacional, del Tercer mundo tanto como occiden-
dos de la comunidad internacional. 59 tales y socialistas cuando éstos existían como un "mundo" separ.pdo.
El artículo 19 de la antigua versión, que consagraba estas ideas, se La invocación de la "comunidad en su conjunto" recuerda el lenguaje
y el criterio del artículo 53 de la Convención de Viena sobre derecho
adoptó en 1976. Intentaba fijar (inciso 2) el criterio general para la
de los tratados, para referirse a las normas imperativas del DIG, pero
determinación de un crimen internacional. con la salvedad -expresa en ese momento- de que no toda violación a
"La obligación violada debe ser tan esencial para la salvaguardia de una norma de jus cogens sería un crimen internacional, ni que única-
intereses fundamentales de la comunidad internacional que su viola- mente era crimen internacional una violación de tales normas. 62
ción esté reconocida como crimen por esa comunidad en su conjunto".
El artículo 19 -dejado de lado actualmente- citaba cuatro terrenos
Tales infracciones constituían crímenes internacionales del Estado, Y en que hubieran podido encontrarse ejemplos de crímenes internaciona-
el comentario al artículo ponía en guardia al lector contra otras expre- les del Estado, a saber la violación de una obligación que protegiera:
siones como "crímenes de derecho internacional", o "crímenes de gue- • la paz y seguridad internacionales, como la agresión;
rra" utilizadas para referirse a ciertas violaciones cometidas por • la libre determinación de los pueblos, como el establecimiento o
individuos: los de este proyecto eran considerados como crímenes atri- mantenimiento por la fuerza de una dominación colonial;
buibles a los Estados que acarreaban para éstos consecuencias diferen- • ciertos derechos humanos fundamentales, como la esclavitud, el
tes de aquellas correspondientes a los ilícitos comunes. 60 genocidio, o el apartheid. En estos casos, la violación debe ser,
La responsabilidad individual por crímenes internacionales fue el meca- además, "en gran escala";
nismo que los tribunales de Nüremberg y de Tokio hicieron cumplir, Y
el que hoy emplean los tribunales ad-hoc creados por el Consejo de
61 Ibid., p. 10.
Seguridad para la antigua Yugoslavia y Ruanda, así como la Corte
62 Marina Spinedi, Les criines internationaux de l'Etat dans les travaux de codification
Penal Internacional permanente creada por el Estatuto de Roma.
de la responsabilité des Etats entrepris par les Nations Unies, Badia Fiesolana, San Dome-
nico di Fiesole, 1984, p. 81. El actual desdoblamiento, sin embargo, pasa por líneas algo
59 Anuario ... , 1969, cit., Vol. II, l' parte, p. 243. diferentes: entre violaciones a obligaciones imperativas y a obligaciones no imperativas.
60 Id., Vol. II, 2' parte, p. 117.
416 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD DE LOS EsTADOS POR HECHOS ILÍCITOS 417

• el medio humano, como la contaminación masiva de la atmósfera Esto no debe sorprendernos. Desde el comienzo del debate en la CDI
o de los mares. 63 y en el exhaustivo análisis de la cuestión en la Conferencia de Florencia
La noción de "crimen internacional del Estado" despertó resistencias de 1984, se afirmó repetidamente que los Estados no tienen responsabi-
tanto en la doctrina como en las propias Naciones Unidas. Las objeciones lidad criminal por la comisión de los denominados "crímenes de los
más fuertes se levantaron contra la idea de que pudiera existir una res- Estados". Esto significa que en derecho internacional, las conductas de
ponsabilidad criminal del Estado, acaso porque el nombre elegido para los Estados tipificadas en el artículo 19 del Proyecto no tienen un corre-
estas infracciones más graves, tomado del derecho interno, tiene un lastre lato de medidas punitivas. También significa que los "padres fundado-
de significación inaceptable en el plano de las relaciones interestatales. res" de los crímenes de los Estados nos ofrecen, en el artículo 19, una
suerte de "café descafeinado" 67 al negar criminalidad a esos "críme-
Según Marina Spinedi, una de las causas principales de la confusión nes". ¿Por qué, entonces, hablar de crímenes? 68
que se originó en los debates de la Sexta Comisión surge de que algu-
nos delegados se refirieron a la responsabilidad penal de los Estados, Los entes colectivos, como los Estados, no tienen una "conducta" pro-
cuando la intención de la CDI no era en forma alguna la de "ligar a pia en la vida real. La atribución de la conducta de un individuo a un
esos hechos formas de responsabilidad análogas a las previstas por el Estado es una ficción legal: imputar una conducta individual a una
64
derecho penal de los modernos órdenes jurídicos internos" . entidad colectiva es una conveniente manera de "antropomorfizar" a
los entes ideales en el ámbito de la responsabilidad. Lo que sucede real-
Cabe terminar este tema diciendo que la CDI, al emprender su mente es que la comunidad misma (el Estado) debe sufrir las conse-
segunda lectura en 1998, puso en tela de juicio todo lo actuado al res- cuencias de las conductas de personas que han sido elegidas para
pecto y que finalmente decidió abandonar el antiguo artículo 19. representarla. Esta es una forma de responsabilidad colectiva que -aun-
El Primer Informe Crawford 65 concluye, de~pués de examinar la que continúa siendo parte del derecho de gentes- debe aplicarse tan
práctica de los Estados, la del Consejo de Seguridad y la jurisprudencia, restrictivamente como sea posible, particularmente en materia criminal.
que un crimen de Estado, en el sentido clásico del término, no está con-
sagrado en la normativa del derecho internacional positivo. 67 Véase Julio Barboza, "State Crimes: a Decaffeinated Coffce" en el Liber Amicorum
Este enunciado está confirmado en Fiscal v. Blaskic, en el cual la para Georges Abi-Saab, titulado The foternational Legal System in Quest o( Equity and
Cámara de Apelaciones del Tribunal Penal Internacional Ad Hoc para Universality, The Hague/London/Boston, 2001, pp. 357/377.
68 La mejor oportunidad para tratar a Alemania y a Japón como Estados criminales se
la ex Yugoslavia afirmó:
presentó durante los juicios de Nüremberg y Tokio, y nada de esto sucedió: sólo los indi-
viduos fueron juzgados y condenados. Algunas entidades, como la Gestapo o la S.S. fue-
"Está claro que, en el actual derecho internacional, los Estados, por ron declarados criminales. Pero ni la división y ocupación de Alemania ni la ocupación de
definición, no pueden ser sujetos de sanciones criminales semejantes a Japón pueden ser consideradas sanciones penales desde que fueron justificadas por los
.
aquellas instituidas por los ordenamientos pena 1es nac10na
. 1es "66
. aliados como medidas políticas y de seguridad. En cuanto a Irak, las medidas tomadas en
su contra por el Consejo de Seguridad se limitaron a reparar los daños causados. La
Resolución 674, del 29 de octubre de 1990, recuerda a lrak que "bajo el derecho interna-
cional es responsable por los daños y perjuicios respecto de Kuwait y de terceros Estados
y de sus nacionales y corporaciones como resultado de su invasión y ocupación ilegal de
63 Id., p. 120. Kuwait" (parágrafo 8). Las Resoluciones 687 (1991) y 692 (1991) proveen al estableci-
Marina Spinedi, op. cit., p. 47.
64 miento de un fondo destinado a solventar las compensaciones y una Comisión para admi-
Primer Informe sobre Responsabilidad de los Estados, por James Crawford, Relator
65 nistrar dicho fondo. Tales medidas no son punitivas sino que buscan la reparación por el
Especial. Addendum, Doc. NCN.4/490/Add.2, pp. 2/6. daño causado. En contra, Alain Peller, en su interesante y reflexivo artículo "Vive le cri-
66 Prosecutor v. Blaskic, cit., pp. 697/698. (Traducción nuestra.) me", en Le droit international a /'aube du XXI siecle, p. 304.
418 juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS 419

Acaso sea éste el fundamento de la máxima latina societas delinque- o asistencia o ejerció la dirección o control (artículos 16 y 17), o
re non potest: las personas colectivas son siempre indirectamente res- en el caso de la coacción, hubiera sido un hecho ilícito del Estado
ponsa bles por los actos de sus representantes y la responsabilidad coaccionado de no haber mediado la coacción mentada (que lo
criminal nunca es -o nunca debería ser- indirecta. La responsabilidad exime de responsabilidad).
colectiva, en cambio, es una forma de responsabilidad indirecta, típica El principio fundamental que inspira estos textos es que un Estado
del derecho primitivo 69 y generalmente hace que paguen justos por no debe poder hacer por intermedio de otro Estado lo que le está prohi-
pecadores. bido a él mismo. Debe también recordarse que las meras incitaciones a
cometer un hecho ilícito no son suficientes para originar responsabili-
c) La responsabilidad del Estado en relación con la violación por dad derivada. 71
otro Estado de una obligación internacional
Los artículos 16, 17 y 18 tratan de la llamada "responsabilidad deri- A primera vista, la hipótesis del artículo 16 no parece estrictamente de
vada", esto es, de la que recae sobre un Estado por el hecho de otro Esta- responsabilidad derivada, porque el Estado que asiste podría conside-
do. En estos casos, sin embargo, no se imputa la conducta de un Estado a rarse responsable por su propia intervención. Sin embargo, es la ilici-
otro, 70 simplemente se transfieren las consecuencias de la violación come- tud del acto del protagonista la que tiñe con su propio color a la del
que asiste. Un ejemplo sería la venta de armamentos por un Estado
tida por el otro Estado. Es, entonces, un caso de no aplicación de la regla
para que otro cometa una agresión contra un tercer Estado. Vender
general y por ende muy excepcional: la conducta ilícita que origina la res-
armas está permitido por el derecho internacional, pero se transforma
ponsabilidad derivada debe guardar una relación muy estrecha con el en ilícito si es para que otro Estado cometa una agresión. Naturalmen-
sujeto que es derivadamente responsable. Las disposiciones pertinentes te, el Estado vendedor debe estar al tanto de las circunstancias del
contemplan tres cursos posibles: hecho ilícito.
• Ayuda o asistencia de un Estado a otro para cometer un hecho ilí-
cito (artículo 16). El Estado que asiste es responsable "hasta tanto su conducta causó,
• Dirección y control por un Estado del hecho ilícito de otro Estado o contribuyó a causar, el hecho ilícito", de forma que si, claramente, el
(artículo 17). hecho hubiera ocurrido de todas maneras, no hay responsabilidad para
• Comisión de un hecho ilícito por un Estado bajo coacción de otro aquel Estado. 72
Estado (artículo 18 ). En los dos otros dos casos (dirección y control, coacción) los Estados
Los artículos establecen condiciones limitativas para que se ongme actuantes juegan un papel secundario, casi nulo. Si un Estado asume la
responsabilidad: dirección o control del hecho ilícito del otro, o si ejerce coacción sobre
• En todos los casos, el Estado que presta asistencia, dirige o con- éste, la voluntad del Estado en cuestión apenas participa. En la hipóte-
trola el acto, o ejerce la coacción, debe haber tenido conocimiento sis del artículo 17 (dirección y control) el hecho ilícito es dirigido o con-
de las circunstancias del hecho internacionalmente ilícito. trolado por otro Estado, pero es lógico presuponer una etapa anterior
• El hecho en cuestión debiera haber sido también internacional- en la que un Estado le cedió al otro, ya sea en forma voluntaria (por
mente ilícito de haberse cometido por el Estado que prestó ayuda tratado, por ejemplo) o forzado por una ocupación militar u otra situa-
ción parecida, la conducción de ciertos asuntos. El artículo no se ocupa
69 Como la "venganza privada" por ejemplo, que autorizaba la muerte de un número
indefinido de miembros de un clan por el homicidio de un miembro de otro clan.
71
70 Vale decir, no se pasa por la ficción de atribuir la conducta de un sujeto de derecho Crawford, op. cit., p. 147.
72 Id., p. 148.
a otro.
420 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS

de esa etapa previa, sino de la ejecución del acto mismo. El Comentario tud y no simplemente de la responsabilidad? Porque el efecto de estas
explica que "los tribunales internacionales se han negado consistente- causas es el de convertir en lícita una conducta que de otro modo sería
mente a inferir la responsabilidad del Estado dominante meramente ilícita y no simplemente el de desproveer de consecuencias a un hecho
porque éste tenía el poder de interferir en asuntos de la administración que continúa siendo ilícito.
interna del Estado dependiente, si ese poder no fue ejercido en el caso
particular". "El comportamiento de un Estado, cuando tiene lugar, por ejemplo,
en circunstancias de legítima defensa, fuerza mayor o ejercicio legíti-
En el caso Robert E. Brown, el Tribunal decidió que Gran Bretaña, que mo de una sanción, no constituye un hecho internacionalmente ilícito,
ejercía soberanía sobre Sudáfrica antes de la guerra de los boers, "no ya que en tales circunstancias el Estado no tiene que observar la obli-
alcanzaba a lo que se requería para ser responsable por el daño causado gación internacional que normalmente debería respetar ni, por lo tan-
a Brown". 73 En el caso de los Herederos del duque de Guisa, Italia fue to, puede haber violación de tal obligación. Falta, por consiguiente,
hecha responsable por una requisición que llevó a cabo en Sicilia, no una de las condiciones esenciales para la existencia de un hecho inter-
obstante que Italia estaba bajo ocupación militar por los Aliados: aun- nacionalmente ilícito". 76
que éstos tenían poder para detener esas requisiciones, la Comisión de
Requisiciones Franco-italiana encontró que no hubo "intromisión de Lo anterior es importante, de un punto de vista teórico, para no ir
parte del Comandante de las fuerzas de ocupación, o de ninguna autori- contra el principio del artículo 1: "Todo hecho internacionalmente ilíci-
dad aliada que hubiera impuesto los decretos de requisición". 74 to del Estado genera su responsabilidad internacional".

En el artículo 18, el sujeto actuante carece totalmente de voluntad.


El Comentario dice que la coacción debe tener el mismo carácter esen-- 2. Las circunstancias eximentes
cial que la fuerza mayor del artículo 23, 75 que es definida como "una
fuerza irresistible o un acontecimiento imprevisto, ajenos al control del Las circunstancias que tienen el antedicho efecto son: el consenti-
Estado, que hacen materialmente imposible, en las circunstancias del miento, la legítima defensa, las contramedidas respecto a un hecho
caso, cumplir con la obligación" (bastardillas nuestras). internacionalmente ilícito, la fuerza mayor, el peligro extremo, y el
estado de necesidad.

C. Circunstancias que excluyen la ilicitud a) El consentimiento


Un Estado no puede reclamar contra el hecho de otro para el cual
prestó válidamente su consentimiento, en la medida en que el hecho en
1. Introducción cuestión permanezca dentro de los límites del consentimiento otorgado
(artículo 20). Es que, en realidad, dicho consentimiento equivale a un
El quinto y último capítulo de esta primera parte del proyecto trata acuerdo entre las partes que hubiera quitado fuerza a la obligación en
de las causas de exclusión de la ilicitud. ¿Por qué exclusión de la ilici- el caso particular.

73 Id., p. 154.
74 !bid.
75 76
Id., p.156. A1111ario, 1979, Vol. II, 2" parte, p. \2?.
422 juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS 423

b) La legítima defensa como en aquel caso, la exclusión de la ilicitud está dada por la conduc-
No cabe duda alguna acerca de la admisibilidad jurídica de la legíti- ta previa del otro sujeto.
ma defensa, aunque haya problemas en cuanto a su real extensión, Debe tratarse de una medida "legítima", o sea que esté de acuerdo
como vimos en el Capítulo 12. La CDI decidió que su tarea en esta par- con lo dispuesto en el Capítulo II, Tercera parte, o sea debe cumplir
te del proyecto consistía, no en introducirse en las complicaciones que con todos los requisitos que se establecen en aquél para que una contra-
presentaba la norma primaria de la legítima defensa, sino simplemente medida sea legal. Ya se verá, con más pormenor, lo relativo a las con-
en remitirse a ese concepto sin definirlo ni codificarlo, al igual de lo que tramedidas. El artículo 22, que trata de las contramedidas, es casi
hizo en el caso de las otras causales de exención de ilicitud. 77 idéntico a su antecesor de la primera lectura y dice que la ilicitud en
A juicio de la Comisión, "una codificación que se realice en el marco cuestión queda excluida "en el caso y en la medida en que ese hecho
y bajo los auspicios de las Naciones Unidas no puede inspirarse en cri- constituya una contramedida tomada contra ese otro Estado de acuer-
terios que ... no estén en plena conformidad con aquellos en los que se do con lo dispuesto en el Capítulo II de la Tercera parte".
inspira la Carta", particularmente en materias de paz y seguridad. 78
No quiso la Comisión interpretar las disposiciones de la Carta, tarea d) La fuerza mayor
que según dijo, excedería su competencia. Simplemente quiso establecer que Este es un concepto válido en la generalidad de los órdenes jurídicos
internos. Las expresiones, tanto de "fuerza mayor" como de "caso for-
"Cuando surge una situación de legítima defensa, no concurre el ele- tuito" no son, sin embargo, utilizadas siempre con la misma acepción
mento objetivo del hecho internacionalmente ilícito, a saber la viola- por los gobiernos, por los jueces o por los árbitros internacionales, así
ción de la obligación que prohibe recurrir al uso de la fuerza y, por corno por los diferentes tratadistas. 80 A lo que cabría agregar la multi-
ende, no ha podido producirse ningún hecho ilícito". 79 plicidad de concepciones particulares correspondientes a los derechos
nacionales de los miembros de la COI.
Las causales estudiadas en este capítulo son las que generalmente se En la primera lectura del proyecto, el consenso fue encontrar dentro
admiten en el derecho internacional actual. Eso no quiere decir que la de esta variedad un común denominador, esto es, que los Estados podí-
enumeración del proyecto sea taxativa y excluyente de otras que pue- an quedar, por circunstancias ajenas a su voluntad en la imposibilidad
dan surgir en su proceso evolutivo. de seguir la conducta prescrita por la obligación, ya fuere materialmen-
El artículo 21 de la CDI es igual al de su antecesor de la primera lectura. te, porque una fuerza exterior se los impedía, o bien porque no pudie-
ran percatarse de que el comportamiento seguido configuraba el de la
c) Las contramedidas en razón de un hecho internacionalmente ilícito prohibición legal. 81
Las llamadas "contramedidas" se refieren, en particular, a las repre- El caso fortuito y la fuerza mayor habían quedado juntos, pero como
salias; acciones que serían ilícitas si no fuera por el hecho de que el diferentes el uno de la otra, en el mismo artículo (31) y hubo acuerdo en
Estado contra el cual van dirigidas ha cometido anteriormente, contra que la última consistía en una fuerza irresistible y el primero (o casus) en
el que toma la contramedida, un hecho también ilícito. un acontecimiento imprevisible con los efectos ya explicados.
Como en el caso del consentimiento, se trata aquí de una circunstan- En segunda lectura, sin embargo, se cambió el enfoque para incluir
cia que invalida la obligación sólo para el caso particular y también, bajo el palio de la fuerza mayor a ambas hipótesis. Otra condición

77 íd., p. 58. 80 Id., pp. 138/140.


78 Jbid.
81 Id., p. 148.
79
Id., p.58.
424 JULIO BARBOZA LA RESPONSABILIDAD DE LOS EsTADOS POR HECHOS ILfCITOS

necesaria, entonces como ahora, es que no hubiera sido el propio Esta- f) Estado de necesidad (del Estado)
do quien contribuyera intencionalmente o por negligencia a producir la He aquí una causal que provocó no pocas hesitaciones tanto al Re
situación de imposibilidad material que le impidiera cumplir la obliga- tor Especial como a la Comisión misma.
ción. 82 Se le ha agregado en segunda lectura, por ende, que la fuerza
mayor no tiene que deberse "al comportamiento del Estado que la "En el derecho internacional, la necesidad tenía una reputación d4q
invoca", ya sea únicamente o en combinación con otros factores, y sa. Bajo nombres como 'doctrina de la necesidad' o 'derecho de .ne~
sidad' había sido abusivamente invocada por los Estados poderos
también que no vale como causa si el Estado hubiere asumido el riesgo
para justificar ataques contra otros más débiles". "En la mayor par·
de que se produjera la situación de fuerza mayor.
de los escritos clásicos, la necesidad se equiparaba con la 'autocons
vación' considerada por la doctrina jusnaturalista como un derec
e) Peligro extremo (distress, détresse) fundamental de los Estados. Como tal, era un derecho supremo ¡{
Esta causal se refiere a la situación de necesidad en que se encuentra, el cual los derechos de otros Estados debían ceder. Además de es
no el Estado, sino el órgano del Estado que está actuando ya que la privilegiada posición, la conducta de un Estado que actuara en 'aut
alternativa que se le presenta es la de violar una obligación internacio- conservación' no podía ser revisada en derecho". 84
nal del Estado que representa o en su defecto poner en peligro su pro-
pia vida o la de las personas confiadas a su cuidado. La CDI juzgó conveniente incluir la causal, pese a todo.
No interviene en esta figura una fuerza irresistible o un aconteci- Dice en su comentario:
miento fortuito cuyo efecto sea excluir la participación de la voluntad o i
de la intención en la conducta seguida. Hay una "imposibilidad moral" "La noción de estado de necesidad está arraigada demasiado profun·,. ·
de obrar en cumplimiento del deber internacional. En nuestra opinión, <lamente en la teoría general del derecho para que el silencio que se·.
guardara respecto de ella pudiera, por sí solo, interpretarse como un~
se trata de una hipótesis algo restringida en su alcance y que funciona
exclusión absoluta de la aplicabilidad de esa noción al derecho inter-
según un mecanismo diferente al de las otras causales de exclusión. No nacional, exclusión que, por otra parte, si verdaderamente fuera total,
sería aquí cuestión de que una conducta estatal, un hecho del Estado, se no estaría justificada". BS
despoje de ilicitud por virtud de las circunstancias del artículo 32, sino
más bien que la conducta de ese órgano no se atribuya al Estado. Deci- Además, se trata de un mecanismo jurídico imprescindible, que exis-
mos en otra parte: te en la mayor parte de los derechos nacionales, destinado a evitar lo
que el adagio latino describe como summum jus, summa injuria. Era,
"Como dijimos antes, no hay en realidad una situación de necesidad en cambio, importante que la disposición correspondiente fuera cuida-
para el Estado, sino sólo para la persona que actúa como su órgano. dosamente redactada, para evitar nuevos abusos.
Utilizando un mecanismo como el del artículo 51 de la Convención de
El estado de necesidad del actual artículo 25 ocurre cuando un "inte-
Viena sobre el derecho de los tratados (coacción sobre el representante
rés esencial" del Estado se pone en peligro si ese Estado intenta cumplir
de un Estado), el derecho aquí no debe considerar que el acto del
órgano es realmente un acto del Estado". 83 con una cierta obligación internacional. Si, para proteger ese interés
esencial viola la obligación, se dice que actúa en necesidad y por ende
que su conducta está desprovista de ilicitud. A diferencia con lo que

82 Id., p. 158. 84 Id., p. 28.


83 "Necessity (revisited) in International Law", cit., p. 33. (Traducción nuestra.) 85 Anuario .. ., 1990, Vol. II, 2ª parte, p. 4 7.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS
426 Juuo BARBOZA

sucede en el consentimiento y en las contramedidas, así como en la legí- • El cumplimiento de normas imperativas
tima defensa que veremos enseguida, el estado de necesidad no se justi- No se puede invocar el estado de necesidad contra una norma impe-
fica por el comportamiento previo del Estado contra el que va dirigida rativa del derecho internacional general, según lo afirma el artículo 26.
la acción. En esto se asemeja a la fuerza mayor y al peligro extremo, del En otras palabras, no hay excusas para el incumplimiento de una nor-
cual está naturalmente muy cercano por ser ambas hipótesis semejantes ma de jus cogens.
que tocan, uno al órgano y otro al Estado mismo.
Esta disposición quiere contemplar la figura del estado de necesidad
Se diferencia de la fuerza mayor en que, como en el peligro extremo,
del artículo 25, que en nuestro criterio es sólo una figura de la familia
la conducta adoptada en violación de una obligación internacional pue-
de la necesidad, pero advertimos que claramente eso no sucede respec-
de ser perfectamente deliberada y el cumplimiento no forzado por una to a otros miembros de la familia. En la legítima defensa, que pertene-
compulsión irresistible. ce legítimamente a dicho grupo familiar, la violación legitimada por el
Al decir un "interés esencial" del Estado, la Comisión no restringe el antecedente va contra una norma de jus cogens, como es la que prohi-
caso solamente a la protección de la existencia del Estado, puesto que se be el uso de la fuerza, pero el antecedente implica una violación de
encontró que en la práctica internacional se habían invocado en ocasio- una norma también de jus cogens. Habría que ver si realmente se apli-
nes bienes jurídicos distintos de la existencia del Estado y había sido pre- ca a un caso del artículo 25 en que el "interés esencial" en peligro esté
cisamente en casos como esos cuando no se habían registrado abusos. protegido él también por una norma de jus cogens.
El peligro que amenace a ese "interés esencial" debe ser grave e inmi-
nente y la conducta violatoria de la obligación el único medio para con- El artículo 27 trae una muy necesaria limitación de las circunstancias
jurarlo. El Estado que lo invoca, además, no debe haber dado lugar él que excluyen la ilicitud de un hecho del Estado. Recoge la concepción
mismo al estado de necesidad y el interés sacrificado del otro Estado no del antiguo artículo 35, sólo que lo hace en términos aún más explícitos
debe ser, a su vez, uno de sus intereses esenciales, o pertenecer a la al decir que la exclusión de ilicitud no perjudica "la cuestión de la
comunidad internacional en su conjunto. Con lo que se advierte la com- indemnización de cualquier pérdida efectiva causada por el hecho en
paración entre los intereses en juego -proporcionalidad- y la protección cuestión".
del más importante, ya por serlo intrínsecamente, ya por pertenecer a la El actual artículo 2 7 agrega, también muy correctamente, el carácter
comunidad internacional en su conjunto. provisional de la exclusión de ilicitud en el inciso a) que impone "el
Tampoco puede invocarse el estado de necesidad si la obligación vio- cumplimiento de la obligación de que se trate, en el caso y en la medida
lada establecía la imposibilidad de invocar esa causal. en que la circunstancia que excluye la ilicitud haya dejado de existir".
Las causales de exención de ilicitud no valen cuando la obligación
violada emana de una norma imperativa del derecho internacional
general. Esta es una regla general a todas las anteriores causales y está 3. La familia de la necesidad
expresada en el artículo 26.
Asimismo, como se indica en el artículo 27, la invocación de una cir- Algo de lo dicho en el punto anterior requiere una explicación. A
cunstancia que excluye la ilicitud debe entenderse sin perjuicio del cum- nuestro modo de ver, el mecanismo básico del estado de necesidad pre-
plimiento de la obligación de que se trate, en el caso y en la medida en visto en el artículo 25, que es el mismo que el de la figura de "peligro
que la circunstancia que excluye la ilicitud haya dejado de existir, como extremo", se repite también en las contramedidas y en la legítima
se dice en el inciso (a) ni de la indemnización de cualquier pérdida efecti-· defensa, que forman la familia de la necesidad. Se diferencian del caso
va causada por el hecho en cuestión, de acuerdo con el inciso b). fortuito y de la fuerza mayor -que no admiten participación alguna de
428 Juuo BARBOZA

la voluntad del órgano del Estado- en que en los casos de necesidad el Capítulo 18
sujeto tiene una alternativa entre dos bienes, ambos jurídicamente pro-
tegidos, y uno de ellos de su esencial interés. El derecho, frente a esta La responsabilidad internacional
alternativa, no sanciona al sujeto que elige su propio, legítimo y esen-
cial interés, siempre naturalmente que se cumplan ciertas condiciones, Responsabilidad internacional por hechos ilícitos:
como que el camino elegido sea el único posible para mantener incólu- contenido, formas y grados
me el bien jurídico protegido, lo que hace alusión directa a la necesi-
dad, y que la acción no vaya más allá de lo necesario para proteger el
bien jurídico, lo que también se relaciona con la necesidad y con la pro-
porcionalidad -que se exige en las figuras parientes- entre la magnitud
del bien sacrificado y del protegido. La proporcionalidad, si bien se
mira, no es otra cosa en este caso que no emplear medios ni causar A. Contenido de la responsabilidad internacional del Estado
efectos más allá de lo necesario para la protección del propio derecho.
En suma, la necesidad permite la protección y marca su límite.
En la legítima defensa el rasgo familiar se advierte de inmediato: si 1. Introducción
no se utilizara la fuerza para defender la integridad territorial o la inde-
pendencia política del Estado, se perderían esos preciados bienes. No El plan de la segunda parte del proyecto de la CDI comprende un
puede tampoco haber exceso en la defensa, o sea, debe imperar la pro- primer capítulo que contiene principios generales, un capítulo segundo
porcionalidad, so pena de incurrir en la ilegalidad. En las contramedi- que se ocupa de la reparación del perjuicio y que enfoca, desde el punto
das, parece claro que tales hechos -que serían ilícitos de no mediar el de vista del Estado responsable, las consecuencias de la violación y un
antecedente del incumplimiento anterior por el Estado al que se aplican capítulo tercero que trata de las violaciones graves de normas imperati-
de una obligación internacional- son el único medio ¡1ara el Estado de vas del derecho internacional general.
hacer valer su derecho, o lo que es lo mismo, de proteger su bien jurídi- El proyecto contenía, en primera lectura, un capítulo relativo a la solu-
co atacado por el incumplimiento. Eso queda claro si se advierte que, ción de controversias. La Comisión decidió, esta vez, no incluir por ahora
desde el famoso caso del Naulilaa, 86 la jurisprudencia acepta que es disposiciones sobre mecanismos de solución de controversias, desde que
necesario agotar los otros medios pacíficos antes de emprender las con- no pidió que se elaborara una convención sobre la base de sus artículos.
tramedidas.

2. Principios generales

a) Consecuencias de la violación
Esta parte se ocupa de las consecuencias que siguen al hecho genera-
dor de la responsabilidad, o sea a la violación de una obligación inter-
nacional.
El primer capítulo introduce varios conceptos generales. El primero es
86 Recueil des décisions des tribwzaux arbitraux mixtes, 409, 413. que los hechos ilícitos producen ciertas consecuencias, que son las que se
430 Juuo BARBOZA
LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 431

establecen en esta parte del proyecto; se expresa en el artículo 28 y mar-


estaban separados. La Comisión consideró que ambos tendían al "res-
ca la continuidad entre la primera y la segunda parte del proyecto.
tablecimiento y reconstitución de la relación jurídica afectada por la
violación" ,3 la primera porque pone fin al comportamiento ilícito y las
b) Continua vigencia de la obligación primaria
segundas porque refuerzan el cumplimiento futuro. En ambos casos se
Otro principio incorporado a las provisiones generales es el del segun-
presupone la vigencia ulterior de la obligación violada y son una aplica-
do ~árr~fo del artículo 29, que mantiene la vigencia de la obligación pri-
ción del concepto del artículo 29 arriba comentado.
mana v10lada: sin perjuicio de las consecuencias jurídicas que establece el
proyecto, el Estado que ha cometido el hecho internacionalmente ilícito El Tribunal arbitral del Rainbow Warrior encontró que debían darse
sigue sujeto al deber de cumplir la obligación que ha violado. Las nuevas dos condiciones "íntimamente ligadas" para la cesación: "que el
obligaciones que para el Estado autor nacen respecto al lesionado, enton- hecho ilícito tenga carácter continuo y que la norma violada siga en
ces, no harían desaparecer ipso facto la obligación anterior.1 vigor en el momento en que se dicta esa providencia". 4

c) Cambio de óptica: el Estado lesionado El artículo 30 no define la cesación: simplemente establece la obliga-
La primera parte, que consideramos en el capítulo anterior, asume el ción del Estado "de ponerle fin" -al ilícito- "si ese hecho continúa". El
punto de vista del Estado responsable. En esta segunda parte, en cam- efecto de la obligación de cesar sería, sin perjuicio de la responsabilidad
bio, la CDl prefirió encarar la redacción de los textos desde el ángulo ya incurrida por el Estado autor, el de poner fin al acto internacional-
del Estado lesionado, que es el titular de los nuevos derechos subjetivos mente ilícito. Recordar que, según el artículo 14.2, la violación por un
nacidos como consecuencia de la violación. Es importante entonces hecho continuo se produce en el momento en que comienza ese hecho y
fijar los criterios que señalan cuáles son los Estados lesionad~s. El ante~ abarca todo el período durante el cual el hecho continúe y siga sin estar
rior proyecto (primera lectura) intentaba, en su largo artículo 40, iden- en conformidad con la obligación internacional.
tificar al Estado lesionado mediante la remisión a diferentes categorías En su última versión, la CDI considera a la cesación como "una de
de obligaciones violadas. La Comisión cambió esta técnica y prefirió las dos consecuencias generales de un hecho internacionalmente ilícito"
hacerlo de manera más general en el artículo 42, como veremos. Tam- (siendo la otra la reparación). 5 Señala que, con frecuencia, "es el foco
bién introdujo, en el artículo 48, la categoría de "Estados distintos del central de la controversia" y que tanto Estados como organizaciones
Estado lesionado" que, no obstante su denominación, tienen algunos
derechos muy importantes.2
3 Informe ... , 2001, p. 226 (http://www.un.org/law/ilc/reports/2001/2001report.htm)
d) Cesación y no repetición 4 UNRRIA, Vol. XX, p. 217 (1990) en p. 270, párr. 113. Parece implícito en el razo-
Se juntan en el artículo 30 dos conceptos: el de la cesación de un namiento de la Comisión que la continua vigencia de la obligación primaria es un supues-
to necesario para el concepto de "violación continuada" y por ende de la cesación de una
acto ilícito y el de garantías y seguridades de no repetición, que antes tal violación: si la obligación primaria dejara de ser vigente no bien se inicia la violación,
no habría posibilidad lógica de violación continuada (para ser violada, una obligación
necesita estar y seguir vigente, aun mientras se está produciendo la violación). Esto apor-
ta alguna dificultad de comprensión: en una violación por acto continuado la obligación
_1 Esta enunciación nos parece algo innecesaria, si su intención, según surge del comen-
primaria no se extingue hasta que la violación no termina, ya que sólo en ese momento es
tano, es 1mped1r que un Estado, por haber satisfecho la reparación consiguiente a la vio-
reemplazada, en el razonamiento de la Comisión, por la nueva obligación de reparar.
lación de la obligación primaria, se crea en la posibilidad legal de incumplirla en el
futuro. Que la obligación primaria continúe en vigencia mientras es violada pero se extinga cuan-
2 do cese de serlo es, de por sí, algo contradictorio.
Y que son, en realidad, Estados lesionados en cierta forma. 5 Informe ... , 2001, cit., p. 217.
432 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 433

internacionales suelen estar más interesados en obtener la cesación de Es que el concepto de cesación sirve para ocultar otro concepto. Cesar,
una conducta ilícita que en la reparación.6 en el sentido que le da la CDI -que es el de poner fin al acto ilícito- no es
simplemente parar: la conducta que reemplaza al acto continuo de la vio-
En anteriores informes, la CDI vacilaba en cuanto a la naturaleza de lación no es indiferente al derecho: si hay toma de rehenes, matarlos pone
la cesación. Arangio Ruiz (uno de los Relatores Especiales del tema),
fin al acto ilícito continuado de retenerlos, pero no es ese el concepto de
la ubicaba "entre" la norma primaria y la secundaria. 7 Afortunada-
cesación del artículo 30. La cesación implica siempre una restitución, un
mente, este concepto parece descartado por la Comisión y, aunque no
retorno a un cierto statu qua ante, por ejemplo, si la violación consiste en
se pronuncia expresamente sobre si pertenece a la norma primaria o a
la secundaria, la considera claramente como la consecuencia de una un acto positivo (toma de rehenes, apoderamiento ilegítimo de cosas), no
violación continuada, lo que la desterraría de la norma primaria. hay cesación sin devolver los rehenes o las cosas apoderadas.
El error es más visible aún en los "actos ilícitos omisivos" que, según
Es menester hacer notar, sin embargo, la relación existente entre la el profesor Arangio Ruiz, son actos continuados acaso más frecuentes
cesación y la restitución, o sea, entre la cesación y la vuelta al statu qua que los comisivos. 9 Piensa este Profesor que, mientras la omisión "se
ante de que trata el artículo 35 (no perteneciente a este capítulo). Aunque prolonga más allá de la fecha de vencimiento de la obligación, el incum-
la CDI admite esa estrecha relación, insiste en que hay que distinguirlas. plimiento de una obligación de hacer es un acto ilícito continuado" . 10
Sin embargo, la cesación no parece ser sino una forma de restitución. Me permito disentir con tan autorizada opinión: la violación de una
La Corte Internacional de Justicia compartiría esta idea en su recien- obligación de hacer se completa si no se cumple apenas vencido su plazo
te opinión consultiva sobre el muro que construye Israel en Cisjordania, y además, ya nunca podrá cumplirse porque el plazo es un elemento
en un pasaje en el que encuentra que cesación es bastante más que sim- esencial de la obligación, y el plazo ya expiró. Tendrá el deudor una obli-
plemente cesar: gación nueva, por operación del derecho, y no por el contrato que puede
haber sido su fuente, 11 de reparar el daño causado pagando la misma
"Israel, por ende, tiene la obligación de cesar inmediatamente los tra- suma adeudada con más los intereses u otros daños producidos por la
bajos de construcción del muro que está construyendo en el territorio
mora (por ejemplo, el lucro cesante). Una obligación jurídica no es sino
palestino ocupado, incluyendo en Jerusalén oriental y sus alrededores.
un vínculo entre dos o más sujetos de derecho y su contenido puede ser
Más aún, visto que la Corte encontró (véase párrafo 143) que las vio-
laciones israelíes de sus obligaciones se originan en la construcción del
el mismo, pero si su fuente es distinta, será una diferente obligación. 12
muro y en su régimen asociado, la cesación de tales violaciones impli-
can desmantelar inmediatamente aquellas partes de la estructura situa-
~ Arangio-Ruiz, "Preliminary Report on State Responsibility" (Doc.NCN.4/416), para. 42.
das dentro del territorio palestino ocupado, incluyendo en Jerusalén
lO !bid.
oriental y sus alrededores. Todos los actos legislativos y reglamenta- 11 Citamos el contrato por vía de ejemplo, la obligación incumplida pudo haber ema-
rios adoptados con vistas a su construcción y al establecimiento de su nado <le otra fuente.
régimen asociado, deben ser abrogados o desprovistos de efecto inme- 12 En el caso del Rainbow Warrior Francia habría incurrido en una "omisión conti-

diatamente". 8 (Bastardillas nuestras.) nuada" de las que imagina el profesor Arangio Ruiz, al no restituir dos agentes franceses
para su internación en la isla de Hao, de donde los había extraído ilegalmente. Estando
Francia en incumplimiento de esa obligación, la cesación sólo se conseguía por la interna-
6 Id., p. 228. ción <le los agentes en dicha isla, o sea por la ejecución <le la nueva obligación de repara-
7
Anuario ... , 1993, Vol. 11, segunda parte, p. 55. Punto (4) del Comentario al artículo 6. ción, equivalente a una restitución del artículo 35. Expresar esa simple idea diciendo que
8
Legal Consequences of the Construction of a Wall in the Occupied Palestiuia11 Francia debía cesar de no entregar a los agentes parece un ejercicio de acrobacia verbal.
Territory, de julio 9, 2004 (texto electrónico en <http://www.icj-cij.org>). Para. 151. Tra- Lo que se pedía a Francia era hacer algo específico, más bien que dejar de no hacer algo.
ducción nuestra. ¿Para qué llamarlo cesación?
LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 435
434 Juuo BARBOZA

El real significado de lo que la CDI llama "cesación" parece ser "haz puede repetir el ilícito, por eso dice el párrafo (b) del artículo 30: "si las
esto en lugar de lo que estás haciendo" o sea, "haz lo que te indica la circunstancias lo exigen".
obligación de restitución establecida en el artículo 35" que es la de "res- Mientras que las seguridades se dan normalmente en forma verbal,
tablecer la situación que existía antes de la comisión del hecho ilícito". las garantías implican algo más que palabras, como podrían ser me~idas
específicas para evitar la repetición temida (derogación de una ley mter-
Para diferenciar la cesación de la restitución, se maneja, en el Comen- na contraria a los términos de un tratado internacional, por e1emplo).
tario el argumento de que la prioridad de la restitución está limitada
por la onerosidad, en el caso del artículo 35, (b ), 13 siendo en cambio En el caso La Grand, la CIJ consideró que el pedido de tales seguridades
que la cesación vale en todos los casos. 14 Acaso se pudiera contrarres- y garantías por parte de Alemania no correspondía, porque los Estados
tar ese argumento diciendo que tal requisito (la proporcionalidad) no Unidos habían adoptado amplias medidas para garantizar que los fun-
es de la esencia de la restitución, simplemente una exigencia contin- cionarios federales v estatales cumplieran en el futuro con la obligación
gente del proyecto: se adopte o no esa condición, la naturaleza de la que se había violad.o en ese caso (notificación al cónsul de la nacionali-
16
restitución no es alterada. En todo caso, la cesación -cualquiera sea la dad del detenido, Convención de Viena de 1963, artículo 36).
significación que se le dé- está al servicio de la vuelta a la legalidad y,
junto con esa vuelta, de la reparación por el "daño jurídico". Respecto a su naturaleza, originalmente, la CDI las asimilaba a la
satisfacción, con la que tienen algunos puntos en común, pero consideró
Acaso también la pregunta que conviene formularse para determinar últimamente que era mejor tratarlas separadamente, como otro aspecto
el exacto papel de la cesación, sería sobre si la cesación no es sino la de la continuación y restauración de la relación jurídica afectada por el
restitución en las violaciones por hechos continuados. En estas violacio- incumplimiento. La doctrina no es unánime a ese respecto y la CDI_ !ªs
nes, para volver las cosas al statu quo ante, y poner realmente fin al ubicó entre los principios generales y no en el capítulo de la reparac1on:
hecho violatorio 15 es menester antes que nada parar de hacer lo que se se dice que miran hacia el futuro, no al pasado como las medidas de
estaba haciendo y luego hacer lo necesario para que las cosas vuelvan a reparación. Es cierto, pero en nuestra opinión tienen dos caras, y una de
su estado anterior a la violación. En las violaciones por actos continua- ellas mira al presente, en el cual producen un efecto no despreciable:
dos, la restitución deja de ser una prioridad para convertirse en un además de su aspecto disuasivo para el futuro, también reafirman en el
requisito sine qua non. presente la legalidad deteriorada por la violación ocurrida en el p~sado Y
dan mayor seguridad al Estado lesionado. Calman, entonces, su mcert1-
e) Seguridades y garantías de no repetición dumbre y por eso se llaman "seguridades". No es aventurado decir que
Tocante las seguridades y garantías de no repetición, ellas son exigi- constituyen una manera de completar la reparación cuando las circuns-
bles cuando hay buenas razones para pensar que el Estado responsable tancias del caso hacen creíble una repetición del incumplimiento.

f) La reparación integral. La regla de Chorzow


13 Que establece que la obligación de restituir vale siempre y cuando "no entrañe una El criterio básico de la reparación es la restitución integral, plena, de
carga totalmente desproporcionada con relación al beneficio que derivaría de la restitu- todos los daños causados por el hecho ilícito. Es el principio de la in
ción en vez de la indemnización".
14 "Informe de la Comisión de derecho internacional sobre su 53 período de sesiones",

en Anuario ... Texto electrónico en http://www.un.org/law/ilc/index.htm, p. 229, punto 7). 16 La Grand (Alemania e.Estados Unidos de América} Merits, fallo de 27 de junio de
15 El artículo 30 (cesación y no repetición) dice que "el Estado responsable del hecho 2001, párr. 123 (texto electrónico en http://www.icj .. cij.org/icjwww/idocket/igus/igusfra-
internacionalmente ilícito está obligado: a) A ponerle fin, si ese hecho continúa;" me.htm).
LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 437
436 JULIO BARBOZA

"La reparación íntegra del perjuicio causado por el hecho internacio-


integrum restitutio consagrado por la Corte Permanente en el asunto de
nalmente ilícito adoptará la forma de restitución, de indemnización y
la Fábrica de Chorzow.
de satisfacción, ya sea de manera única o combinada, de conformidad
con las disposiciones del presente capítulo".
"Es principio de derecho internacional que el incumplimiento de un
compromiso impone la obligación de reparar en forma adecuada ... la
Esta plena reparación podrá alcanzarse, según el caso, por una cual-
reparación debe, en la medida de lo posible, borrar todas las conse-
cuencias del hecho ilícito y restablecer la situación que, según toda quiera de las formas enunciadas o bien por una combinación de aqué-
probabilidad, habría existido si dicho hecho no se hubiera cometi- Ilas. Por ejemplo, si la violación de la obligación internacional ha
do.17 (Bastardillas nuestras.) originado un daño material y uno moral del Estado, el primero puede
repararse con la restitución si ella es posible, y si la restitución fuese
Conviene prestar atención a las palabras utilizadas por la Corte. La imposible o incompleta, con una indemnización que reemplace sus defi-
Comisión eligió distinguir entre la reparación plena y el simple retorno ciencias, con el eventual agregado de una satisfacción por el daño
a la situación anterior al hecho ilícito (statu quo ante), que sería la res- moral del Estado. 19
titución.
La regla de Chorzow ubica la reparación plena en el momento en g) Irrelevancia del derecho interno
que tiene lugar, no en el momento anterior al hecho ilícito; entre ambos El artículo 32 reafirma el principio general, expresado en el artículo
momentos pudieron surgir daños que también es menester compensar 3 de este mismo cuerpo normativo y en el artículo 27 de la Convención
{pago de intereses o de lucro cesante, por ejemplo). Eso surge del texto de Viena de derecho de los tratados, de que tampoco en el campo de la
del fallo, cuando dice que "la reparación" -lato sensu- "debe ... resta- responsabilidad puede el Estado "basarse en su derecho interno para
blecer la situación que, según toda probabilidad, habría existido si justificar el incumplimiento de sus obligaciones internacionales". Cita
dicho acto no se hubiera cometido". La situación anterior al hecho ilíci- el Comentario la revisión de la legislación del Estado de California
to no admite que se hable de ella en esos términos: es un hecho históri- (derecho interno) para evitar (como imponía el derecho internacional)
co que ocurrió y no una situación que hubiera ocurrido "con toda la discriminación contra los japoneses, así como la enmienda de la
probabilidad" si el ilícito no hubiera intervenido. En suma, reparación Constitución alemana de Weimar para dar cumplimiento al artículo 80
se toma en sentido amplio, y restitución en sentido específico. 18 Para del Tratado de Versalles. 20
que la reparación plena se produzca es necesario que cada uno de los
tipos de daño anteriormente analizados encuentre su compensación, h) Alcance de las obligaciones internacionales enunciadas en la pre-
por eso el artículo 34 dice que: sente parte
Según el artículo 33, las obligaciones del Estado responsable pueden
existir con relación a un solo Estado, o a varios Estados, o a la comuni-
17 Factory at Cborzów. Merits, 1928, CPJI, Serie A, Nº 17, p. 47.
18 "El concepto de restitución no es uniformemente definido. Según una definición, la
restitución consiste en restablecer el statu qua ante, esto es, la situación existente antes de
19 A las que deberían agregarse, si es necesario, las seguridades o garantías de no repe-
la ocurrencia del hecho ilícito. De acuerdo a otra definición, la restitución es el restableci-
tición, según nuestro concepto, aunque acaso no de la CD!, que no las nombra en el ar-
miento de la situación que habría existido si no se hubiera cometido el hecho ilícito. La
tículo. Así podrán ser borradas todas las consecuencias del hecho ilícito, según la regla de
primera definición es la más estricta: no extiende la compensación que puede deberse a la
parte lesionada por pérdidas sufridas por el uso de los bienes retenidos pero subsecuente- Chorzow.
20 Informe .. ., 2001, párr. 3, p. 245. Se cita allí mismo el caso de la Universidad Peter
mente devueltos". (Informe ... , 2001, Sup. Nº 10, Doc.Af56/10). Comentario sobre el ar-
tículo 35, parr. (2). Pazmany, resuelto por la CPJI.
438 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 439

dad internacional en su conjunto, según la naturaleza de la obligación sito didáctico, preferimos considerar en primer término el daño, porque
violada (una obligación erga omnes, por ejemplo, o erga omnes partes) y las formas de reparación corresponden a los diferentes tipos de daños.
las circunstancias de la violación. Tales son las diversas posibilidades en i) El daño directo (indemnizable)
cuanto a quiénes pueden ser los sujetos titulares de los derechos subjeti- Conviene partir de la base de que no todo daño es indemnizable. Sin
vos correspondientes a las obligaciones de esta Parte de la Resolución. embargo, no se hace en el proyecto distinción entre daños directos e indi-
No olvidemos que aquí, a diferencia de la primera parte, el punto de vis- rectos, distinción según la cual los primeros son indemnizables y los
ta es el del sujeto obligado, o responsable, que es siempre un Estado. segundos no. El distingo en cuestión tiene que ver con la relación de cau-
salidad entre el hecho ilícito y el daño, siendo directo un daño que el dere-
La CDI no trató, en sus artículos, de la invocación de la responsabili- cho considere causalmente unido al hecho ilícito e indirecto un daño que
dad de un Estado por un sujeto que no fuera, a su vez, un Estado. se ha producido por la intervención de un factor extraño en la cadena
Será la norma primaria (del tratado o de la costumbre) la que determi- causal, una concausa, que la ha desviado y así producido, o contribuido a
ne de qué manera y hasta qué punto los sujetos que no sean Estados producir, el daño en cuestión. Pero no está enteramente claro en doctrina
pueden invocar, por su cuenta, la responsabilidad de un Estado. o en la jurisprudencia a qué se refieren exactamente esos términos.

El Comentario da este ejemplo para ilustrar lo relativo al número de "En la jurisprudencia internacional la expresión 'daño indirecto' se ha
Estados que pueden ser titulares de derechos: "la contaminación del utilizado para justificar decisiones de no conceder indemnización por
mar, en caso de ser extensa e importante, puede afectar a la comunidad daños y perjuicios. Sin embargo, no se ha dado ninguna indicación
internacional en su conjunto o a los Estados ribereños de una región; clara acerca del tipo de relación entre un acontecimiento y las pérdi-
en otras circunstancias podría afectar tan sólo a un Estado vecino" 21 das que justificarían su calificación de 'indirectas"' .23
El beneficiario de la obligación violada puede ser también una enti-
dad diferente de un Estado, por ejemplo, "la responsabilidad de un El Comentario indica que la asignación de un perjuicio a un cierto
Estado por la violación de una obligación que le incumbe conforme a hecho ilícito es un proceso legal, no sólo histórico o fáctico. 24 Cita
un tratado relativo a la protección de los derechos humanos puede exis- varios criterios, como el de "causa próxima", o "daño indirecto, remo-
tir en relación con todas las partes del tratado, pero las personas intere- to o de apreciación incierta", o "previsible" y llega a la conclusión de
sadas deben considerarse como beneficiarias en última instancia, y en que el asunto de la lejanía del daño con respecto al hecho al que se asig-
tal sentido, como titulares de los derechos pertinentes" .22 na "no es una parte del derecho que pueda ser satisfecha con una fór-
mula verbal única" y que "la noción de un nexo causal suficiente que
no sea demasiado remoto está implicada en el requerimiento general del
3º El daño y la reparación artículo 31 de que el daño debe ser consecuencia del hecho ilícito, pero
sin el agregado de ninguna frase que lo califique" .25 En suma, que el
a) El daño proyecto no trae un criterio general de daño directo, ya que "el requisi-
En el Capítulo II (reparación del perjuicio), el artículo 31 trata de la to de un nexo causal no es necesariamente el mismo en relación con
reparación en su primer inciso y en el segundo del daño. Con un propó-

23 Informe ... , 1993, p. 184.


21 Id., p. 247. 24 Crawford, op. cit. Nota para. (10) en p. 204.
22 Ibid. 25 Id., p. 205.
440 JULIO BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 441

cada violación de una obligación internacional" .26 La causalidad, y por quo ante) o si eso no es posible, una indemnización q~e susti~uy~, o
ende el carácter de indemnizable o no del daño, es algo que debe ser complete lo que la restitución no alcance a compensar: s1 la rest1tuc1on
apreciado en cada caso. es parcialmente posible, se completa con una indemniz~ci~n por lo qu.e
ii) Distintas especies de daño reparable falta. Al daño moral del Estado, sufrido en su honor, d1gmdad y presti-
Los artículos de la CDI sólo hablan del daño material y del moral. gio suele asignarse la satisfacción.
En la doctrina de la responsabilidad de los Estados por hechos ilícitos,
suele admitirse la existencia de distintas clases de daño; una primera Anteriormente, el daño material y el moral del Estado a veces se con-
distinción a hacer se refiere al daño inmediato y mediato. El primero es fundían al otorgarse la indemnización; el segundo era absorbido den-
el que sufre el Estado, de orden material cuando afecta su territorio, o tro del primero y se tornaba difícil de individualizar. Pero otras veces
su organización, sus bienes en el país y en el exterior, sus instalaciones había una reparación especial para este daño, que subsiste en el dere-
cho internacional actual: la satisfacción.
militares, locales diplomáticos, buques, aeronaves, naves espaciales, etc.
Es de orden moral cuando afecta a su prestigio, su personalidad moral.
Pero el daño moral de los nacionales del Estado se cubre por medio
El daño mediato, en cambio, es el que se inflige al Estado a través de
las personas físicas o jurídicas de sus nacionales o representantes, así de una indemnización, como parte integrante del daño principal sufrido
como de los bienes que a éstas pertenecen, y puede también dividirse en por el Estado. 28 .,

daño material o moral. iii) ¿Es necesario el concepto de "daño"? Significado de la expres1on
La identificación del daño a los nacionales como daño respecto del "responsabilidad internacional" del artículo 1 ,
cual el Estado tiene derecho de acción está bien establecida en la prácti- De la definición del artículo 1 surge también la pregunta: ¿a que se
ca y jurisprudencia internacionales. refiere la expresión "responsabilidad internacional" en ese texto? 29
Pues bien, no puede sino referirse a las consecuencias de la .violación. ~l
En el asunto de las concesiones Mavrommatis en Palestina dijo la CIJ:
Estado autor de la violación debe soportar las consecuencias que estan
·
especificadas en la mISma reso luc10n:
· , cesac1on,
· ' 30 reparac10
· 'n, 31 contra -
"Es un principio elemental del derecho internacional el que autoriza a
un Estado a proteger a sus nacionales lesionados por actos contrarios medidas. 32 Las tres categorías de consecuencias están destinadas a repa-
al derecho internacional cometidos por otro Estado, del que no han rar, o a imponer la reparación, jamás a castigar, y por ende comparten
podido obtener satisfacción por las vías ordinarias. Al encargarse de la la naturaleza de la reparación. 33 Puede decirse entonces, puesto que el
causa de uno de los suyos, al poner en movimiento en su favor la
acción diplomática o la acción judicial internacional, ese Estado hace
28 Asunto del Lusitania, Naciones Unidas, Recueil des sentences arbitrales, Vol. 7, p.
valer, a decir verdad, su propio derecho, el derecho que tiene de hacer 75 Las indemnizaciones por tales daños carecen de carácter penal. Otros antecedentes
respetar en la persona de sus súbditos el derecho internacional" .27 co~firmatorios son los asuntos Chevreu, Gage, Di Caro y Maninat en Recueil des ~enten­
ces arbitrales, Vol. 11, p. 1139, Vol. IX, p. 226, Vol. X, p. 598, Vol. X, p. 55, as1 como
Grimm en lrán-United States Claims Tribunal Reports, Vol. 11, p. 78. .
A los diversos tipos de daños que puede sufrir el Estado lesionado
29 Recordar: "Todo hecho internacionalmente ilícito del Estado genera su responsabi-
por efectos del hecho ilícito corresponden diversas formas de repara- lidad internacional".
ción. Al daño material se asigna, según lo vimos en los principios gene- 30 Y no repetición, artículo 30. . .
31 Artículo 31, en todas sus formas (artículo 34 ): restitución (artículo 35), mdemmza-
rales, o bien la restitución en sentido restricto (o sea, la vuelta al statu
ción (artículo 36), satisfacción (artículo 37).
26 32 Artículo 49, y en general, todo el Capítulo II de la Cuarta parte. .
Id., pp. 204/205.
33 En efecto en una violación por acto continuado es necesario cesar de cometer dicho
27 CPJI, Serie A, Nº 2, p. 12.
acto para posib,ilitar la reparación, por ejemplo, para cuantificarla. A partir de que se cese
442 Juuo BARBOZA
LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 443

elemento de la punición ha sido desterrado del derecho de la responsa-


iv) El daño jurídico
bilidad, que el mecanismo de la responsabilidad está íntegramente des-
Otros autores sostienen que siempre hay un daño originado por el
tinado a la reparación del daño causado y que "responsabilidad" en el
incumplimiento, que es el daño "jurídico". 36 Los Estados son afectados
texto del artículo 1 es equivalente a "obligación de reparar". La repara-
por la violación de una obligación internacional en su derecho subjetivo.
ción del daño causado es, entonces, el objetivo primario de la responsa-
Eso se ve claramente en el caso de obligaciones individuales, pero sucede
bilidad, como lo sugiere el conocido pasaje de la decisión de la CPJI en
también en las colectivas, como se verá al examinarse el artículo 48.
el caso de la usina de Chorzow:
v) Daño moral y daño jurídico
Parte de la doctrina estima que el daño jurídico se incluye dentro del
"Es un principio de derecho internacional, e incluso una concepción
daño moral porque la mera violación afecta la persona moral, el honor
general del derecho, que toda violación de un compromiso implica
obligación de reparar". 34 o la dignidad soberana del Estado lesionado. La satisfacción sería la
forma de restaurar la legalidad. Sin embargo, no toda violación causa
Pero si por "responsabilidad" queremos decir "reparación'', enton- daño moral, desde que puede ser cometida por una interpretación equi-
ces es necesario el concepto de "daño". La reparación es reparación de vocada, aunque de buena fe, de los propios derechos, y sin embargo la
un daño: daño y reparación son inseparables, como el anverso y el violación legal (y el dañó jurídico consiguiente) subsistirían. Su repara-
reverso de la misma moneda. Si no hay daño, ¿qué es lo que se repara? ción integral no demandaría la satisfacción, sino simplemente la repara-
No habría en tal caso reparación posible, ni por ende responsabilidad. ción del daño material sufrido, si lo hubo. Otras violaciones sí pueden
causar, además del jurídico, un daño moral, por ejemplo si se cometen
¿Qué sucede, entonces, cuando la violación de una obligación inter- en forma desafiante, o humillante o moralmente dañina para ese Esta-
nacional no produce daño material ni moral? Según el derecho de la do, pero el daño moral no sigue necesariamente a la violación de una
responsabilidad, hay consecuencias, por ejemplo la declaración, obligación, en tanto que el daño jurídico lo hace siempre.
hecha por un tribunal o directamente por el Estado responsable, de
que se violó una obligación internacional. Eso restituye al Estado La malignidad de algunas violaciones puede causar daño moral ade-
afectado en su derecho subjetivo y restablece el imperio del derecho más del jurídico; la satisfacción en esos casos compensará ese daño.
objetivo. 35 No habiendo daño material ni moral, la reparación requiere una
declaración del tribunal que confirme la ilicitud del hecho motivo de
litigio, o el reconocimiento del Estado responsable de que ha violado
el acto continuado que constituye la violación, será posible medir el quantum de la repa- la obligación. A veces el mero hecho de un fallo contrario puede equi-
ración. Mientras el hecho ilícito no se interrumpa, el daño continuará acumulándose y el valer a la declaración de la ilicitud del hecho. Así se repara el daño
monto de la reparación aumentando.
4 jurídico, se reafirma el orden legal objetivo y se opera el retorno a la
3 CPJI, Serie A, Nº 17, p. 24.
35
Pellet intenta superar este obstáculo a su razonamiento diciendo que en tales casos, legalidad. Otro rasgo del daño jurídico es que si está acompañado de
la responsabilidad es "platónica". "[L]a responsabilité pour manqueme11t a une regle de algún daño material o moral, basta reparar estos últimos para volver a
droit international demeure purement théorique si le fait internationalement i//icite n'a la legalidad (sin necesidad de reparar específicamente el daño jurídico)
causé aucun préiudice ... Si le fait intemationalement i/licite ¡z'a causé auctm dommage, la
responsabilité demeurera platonique et ne pourra donner lieu a réparation". Nguyen
Quoc Dinh, Daillier and Pellet, Droit international public (6'h ed., 1999), 765. A nuestro
36 Ver artículo de Brigitte Stern, "Et si on utilisait le concept de préjudice juridique?
modo de ver, ese platonismo equivale a la inexistencia de la responsabilidad y por ende a
Retour sur une notion délaissée a l'occasion de la fin des travaux de la CDI sur la resp_on-
decir que no hay responsabilidad sin alguna forma de daño, lo que contraría la afirmación
sabilité des États" en el Annuaire frani;ais de droit international, XLVII, París, CNRS Edi-
de que el daño ha sido desterrado de la responsabilidad.
tions, 2001, pp. 1144.
444 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 445

porque el daño jurídico se repara cuando aquellos se reparan. En cam- herramienta para más usos de los que le corresponde por su funciona-
bio, existiendo daño moral y material, las excusas por la violación lidad específica: una llave inglesa como martillo.
pueden satisfacer el daño moral, pero si no se repara el material, sub-
siste el daño jurídico y no hay retorno a la legalidad. La legalidad se restaura no sólo con respecto al Estado individual-
mente afectado, sino también a la colectividad del tratado multilateral si
vi) La "vuelta a la legalidad" la obligación violada es erga omnes partes, o a la comunidad internacio-
Al restituir al Estado en sus derechos y restaurar el derecho objetivo, nal en su conjunto en el caso de las erga omnes. Veremos, al examinar el
la responsabilidad hace volver la situación a su cauce de legalidad. El artículo 48 de la CDI, cómo el "daño jurídico" obra de vehículo para
texto del artículo 1 es elocuente en ese sentido, como lo dice Pierre- abrir una dimensión comunitaria de la responsabilidad internacional.
Marie Dupuy: Para terminar con el tema del daño, digamos que la CDI considera
que si la obligación primaria (por ejemplo, en un tratado) 39 está conce-
"Ninguna fórmula marca mejor (... ) el vínculo directo y esencial que bida en tales términos que exige la producción de un daño para consi-
une a la responsabilidad con la legalidad. Una es la consecuencia derar que ha sido violada, el daño sí será esencial aun cuando no se
directa, si no siempre inmediata, de la otra". 37 mencione en los textos anexos a la Resolución 56/83. 40

El DIP, debido a su característica descentralización, acude al meca- b) Reparación del perjuicio


nismo de la responsabilidad para efectuar lo que los autores franceses i) Formas de la reparación
llaman el "control de la legalidad", cosa innecesaria en el derecho inter- El artículo 34 aplica la regla de Chorzow, al determinar la manera
no que tiene otras posibilidades de actuación. 38 en que puede cumplirse la reparación íntegra:

Por ejemplo, las contramedidas (medios de ejecución) han sido inclui- "La reparación íntegra del perjuicio causado por el hecho internacio-
das dentro de la normativa de la responsabilidad de los Estados. Es nalmente ilícito adoptará la forma de restitución, de indemnización y
como incluir, en derecho interno, al código de procedimientos dentro de satisfacción, ya sea de manera única o combinada, de conformidad
del código civil. Debido a las deficiencias estructurales del derecho de con las disposiciones del presente capítulo".
gentes, la responsabilidad juega varios papeles: el derecho utiliza una
ii) La restitución
37 Pierre-Marie Dupuy hace notar que, en realidad, ambas han estado desde siempre El artículo 35 equipara la restitución a la vuelta al statu qua ante, o
íntimamente relacionadas. "Como una de las dos condiciones indispensables a la genera- sea al restablecimiento de "la situación que existía antes de la comisión
ción de la responsabilidad de un Estado es el establecimiento del carácter ilícito de su
hecho generador, el contencioso de la legalidad aun en su forma más clásica, o sea como
del hecho ilícito". Del comentario de la Comisión surge claramente que
reparación del daño causado al Estado lesionado, se liga por la fuerza de las cosas al con- la restitución no incluye medida alguna de reparación. 41
trol de la legalidad: establecer la responsabilidad internacional de un Estado es comprobar La Comisión estudió los casos en que la restitución no es exigible al
la existencia a su cargo de un incumplimiento del derecho". Ver "Responsabilité et legali-
Estado autor. El del inciso a) (imposibilidad material) se explica por sí
té" en La responsabilité dans le systeme intemational. Col/oque du Mans. Societé fraiu;ai-
se pour le droit international, París, Éditions Pédone, 1991, p. 273. (Traducción nuestra.)
38 En suma, que como el derecho internacional carece de los mecanismos de los órde· 19 También pueden citarse obligaciones consuetudinarias: el daño es esencial en la

nes centralizados, la responsabilidad suple esa carencia y desempeña varios papeles como mayor parte de las obligaciones primarias de origen consuetudinarias que protegen la con-
no lo hace en el derecho interno. Dominicé, Christian, "Observations sur les droits de dición de los extranjeros: si no hay daño no hay violación.
l'Etat victime d'un fait internationalement illicite'', Droit international 2, Institut des hau- 40 Crawford, James, op. cit., pp. 13/14.
4 1 Informe ... , 2001, cit. en nota 174. Comentario al artículo 35, para. (2).
tes études internationales de Paris. Cours et Travaux. 1981/1982, pp. 4 y ss.
446 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL

solo. El b)) trata de la onerosidad, que ocurre cuando el costo de la res- tución. Esto cubre las posibilidades de que no haya habido en ab1~ ·
titución para el Estado autor sea desproporcionado con el beneficio que restitución, o bien la de que ésta haya sido insuficiente para la rep~
para el lesionado se derive de esta forma de reparación en lugar de la ción plena del daño material. ' 1~.l'
indemnización. La indemnización se aplica a todo daño económicamente estima .
La restitución tiene prioridad sobre la indemnización debido a que es que haya sufrido el Estado lesionado, e incluye los intereses y cuaitd
lo que más se acerca a la definición de Chorzow, esto es, a borrar todas proceda las ganancias no obtenidas (lucro cesante) en la medida en q ·
las consecuencias del hecho ilícito. Es por eso que es buscada normal- éstas hayan sido comprobadas.
mente en primer término, antes de intentar otra forma de reparación. • Los intereses
Conviene recapitular respecto a los distintos significados de los térmi- Los intereses deben completar, llegado el caso, la reparación segÚ¡ni·l'
nos que se emplearon en primera lectura y los que se utilizan ahora. La regla de Chorzow. En la práctica internacional se acepta el pagd! 4
reparación plena o íntegra es la reparación de todos los daños causados intereses; sólo hay discrepancias respecto a la fecha inicial y a la tasa,
(tanto de orden material como moral, y cuando no ocurre ni uno ni criterio más usual es el de la fecha de producción del daño, pero '
otro, el daño jurídico). Es la del artículo 34. Restitución, según el mismo otros, corno el momento de la sentencia que fijó el monto de la inde'
artículo, es la devolución de la cosa retenida ilegalmente, la entrega de nización principal, o el de la interposición de la demanda. · •1
los rehenes con vida, etc. La restitución, como vimos en el comentario al El texto actual del artículo 38 impone el pago de intereses, justamentt
artículo 35, es tomada en el sentido de devolver la cosa en el estado en en la medida en que sean necesarios para completar la reparación !ntei«.í
que se encuentra, puesto que no se incluyen los trabajos de reparación. gra, para lo cual se deben ajustar la tasa y el modo del cálculo. Comen•
zarán a devengar desde la fecha en que debería haberse pagado la suma
Lo cual, hablando con rigor, no sería realmente retornar al statu qua principal hasta aquella en que se haya cumplido la obligación de pago; d .
ante, porque éste requeriría devolver la cosa en el mismo estado en • El lucro cesante . ' ,1 I
que se encontraba antes de la comisión del hecho ilícito, esto es, en En cuanto al lucro cesante, éste había provocado algunas dificulta•
buen estado de conservación. Esta restitución en sentido restringido des en la práctica de los tribunales, lo que queda reflejado en la fralt
equivaldría a un devolver lo que se tenga de la cosa, por lo que para
del artículo que dice en cuanto proceda.
llegar a la reparación íntegra del daño material debería agregarse una
indemnización para cubrir lo que no se ha podido devolver, o bien
En el asunto del Alabama, el Tribunal arbitral había decidido que
ejecutar los trabajos necesarios para devolver a la cosa a su estado
las ganancias dejadas de percibir "no pueden ser objeto de resarc:i~
anterior, por ejemplo, restaurar los defectos producidos por el uso o el
miento porque por naturaleza dependen de cir.cunstancias oscuras e··
abuso de la cosa objeto de la restitución, con más acaso una indemni-
inciertas" .42
zación por la privación de su uso, por el lucro cesante, etc. La repara-
ción completa, a diferencia de la restitución en el sentido que le da la
CDI, exige situarse en el momento en que la reparación se efectúa y La Comisión, sin embargo, se inclinó por incluir el lucro cesante
compensar por todos los daños producidos hasta ese momento (inclu- porque considera que no repara un daño indirecto y es por ello pari~•
yendo intereses y lucro cesante, por ejemplo). integrante de la indemnización. Basta la presunción de que en el cufi~ .
ordinario y normal de los acontecimientos, la pérdida no habría ocurH~í
iii) La indemnización do si no se hubiera producido el hecho ilícito.
El texto actual del artículo 36 establece la indemnización por el daño
causado, en la medida en que no haya sido reparado mediante la resti- 42 Sentencia del 14/IX/1872. Moore, Digest, Vol. I, pp. 653 y ss.
448 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL

iv) La satisfacción habría entonces derechos subjetivos violados. El razonamiento, en c1111


En la práctica de los Estados, la satisfacción ha asumido, o bien la bio, podría ser aplicable al medio ambiente de los espacios co11111111•s
forma de una reparación autónoma, o bien la de un agregado a otros internacionales, conocidos en inglés como global commons, ya qul' l'S
modos de reparación. Vimos que cubre el daño a la dignidad, al honor difícil encontrar el sujeto lesionado por un daño al medio ambicnlc de
o al prestigio del Estado y en la opinión de algunos autores, también el un tal espacio. ¿Quién sería el Estado lesionado por un daño al medio
marino en el alta mar que no lesionara en forma especial a ningún
daño originado en la violación del derecho subjetivo del Estado lesiona-
Estado?
do, o da11.o jurídico. Hay pocos casos de decisiones judiciales en que se
conceda, 43 pero en cambio la práctica diplomática es abundante. En el
La satisfacción puede tomar diferentes formas según el caso, por
proyecto figura en el artículo 3 7.
ejemplo las del inciso b) del artículo 37 (reconocimiento de la violación
Para el Relator Especial (Arangio Ruiz) la satisfacción tenía un carác-
o disculpas formales) u otras semejantes, como la indemnización nomi-
ter punitorio mayor que el de las otras formas de reparación. Aquel
nal (por ejemplo, pago de un dólar por ese rubro), y si hay violación
carácter punitorio o retributivo fue impugnado por algunos miembros
grave de los derechos del Estado lesionado, una indemnización acrecida
de la CDI que sólo veían en ella una forma de reafirmación de la norma
que refleje la gravedad de la violación.
infringida. Otros no pensaban que la retribución pudiera ser un rasgo
Si el hecho ilícito resulta del comportamiento irregular grave de fun-
distintivo de la satisfacción, porque encontraban que todas las otras
cionarios, puede corresponder al Estado autor tomar medidas discipli-
modalidades de reparación también incluían un elemento retributivo.
narias contra los responsables, y si proviene de un comportamiento
Tocante el tipo de daño que cubría la satisfacción, se dijo en el deba-
criminal, su castigo por una sanción penal.
te que no podía ser el daño jurídico, puesto que éste existe en toda vio-
En ningún caso, las demandas de satisfacción deben tener modalida-
lación de un derecho subjetivo y por ende en todo caso de responsabilidad.
des que menoscaben la dignidad del Estado responsable. En realidad,
Debía ser sólo el daño moral del Estado, sufrido en su dignidad, honor
en ningún caso debe tener la satisfacción una naturaleza punitoria, ni
o prestigio. Se prefirió mantener la actual redacción porque en caso de
por consiguiente incluir daños o intereses punitorios.
violación de derechos humanos fundamentales cometido por un Estado
v) Contribución al perjuicio
contra sus propios súbditos no habría un Estado cuyo derecho subjeti-
En el artículo 39 se trata del caso en que la víctima de la violación
vo fuera violado.
"ha contribuido materialmente al perjuicio por alguna acción u omi-
sión intencional o negligente" 45 (culpa concurrente). La víctima en
El Relator Especial cita en el mismo sentido la violación de obligaciones
respecto a la protección del medio ambiente. Pero el Estado puede tener cuestión puede ser un Estado o una persona física. En tal caso, la repa-
derechos subjetivos en relación con el medio ambiente en su territorio:44 ración debe fijarse teniendo en cuenta la existencia de la contribución al
perjuicio y su incidencia en el perjuicio mismo. El artículo menciona,
43
como únicas causas contributorias, aquellas debidas a la intención o a
Ha habido algunos casos en la jurisprudencia arbitral o judicial, como el del C:art-
bage (R.S.A, Vol. 11, p. 475), del Manouba (Id., p. 458), del Canal de C:orfu (CI.J Rec11eil, la negligencia de la víctima.
1941, p. 12), el I'am Alone (Recueil des se11te11ces arbitrales, VoL III, p. 1618) y el Rai11-
bow Warrior (Id., Vol. XIX, p. 199).
44 El daño ambiental puede perjudicar a personas privadas y también al Estado, quien

como representante de la comunidad nacional de que se trate, y por ende soberano en el


espacio daüado, puede perfectamente ser considerado el sujeto lesionado por el daño, ya
sea éste producido por un hecho ilícito o no. Para el caso nos interesa el supuesto del
hecho ilícito. 45 foforme .. ., 2001, cit., p. 296.
450 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 451

B. Violaciones graves de obligaciones emanadas de normas imperativas tivas en el DIG (normas de jus cogens) que impondrían obligaciones de
(Capítulo III) particular importancia para la comunidad internacional, el castigo de
los individuos-órganos en los juicios de Nüremberg, que trajo elemen-
tos del derecho penal interno al campo del DIP y el consenso de que
1. El desdoblamiento de la responsabilidad había conductas estatales que implicaban violaciones particularmente
graves, como los actos de agresión, fueron todos hechos que abonaron
a) La importancia de la obligación violada la admisibilidad del nuevo criterio.
Vimos que el origen -consuetudinario, convencional u otro- de la Esta categoría de hechos tendría otro rasgo diferencial de los ilícitos
obligación no afectaba la responsabilidad que correspondiera por su comunes: establecerían una nueva relación jurídica, no sólo entre el
violación. Respecto, sin embargo, del objeto de la obligación o de la Estado autor y el afectado sino también eventualmente con la comuni-
gravedad de la infracción cometida, ocurre algo diferente en la concep- dad internacional entera. 48 Además, los derechos a que se referían las
ción qe la CDI. obligaciones creadas por tales hechos eran tan importantes que todos
Ya en los debates de la Asamblea General de los años 1960 a 1962, los Estados de la CI tenían un legítimo interés en su protección.
cuando se consideraron los informes de la CDI sobre sus trabajos de
esos años, la Unión Soviética, otros países socialistas y del Tercer mun- El fallo, ya mencionado, de la CIJ y algunos instrumentos internacio-
nales, como notoriamente la Convención de Viena sobre derecho de
do criticaron el proyecto de García Amador porque no preveía el casti-
los tratados reafirmaron esa primera tendencia. En el asunto relativo a
go de infracciones que, como la agresión, conmovían los fundamentos
Aplicación de la Convención para la prevención y la sanción del delito
mismos del derecho de gentes. de genocidio, la CIJ se refirió a las obligaciones de interés general, y lo
Recogiendo esa preocupación, el Relator Especial profesor Ago reco- mismo hizo en su fallo, muy posterior, sobre Timor oriental, específi-
noció que tocante las consecuencias de la violación de ciertas obligacio- camente a las de jus cogens. Los artículos 53 y 64 de la Convención de
nes era admisible una dualidad de tratamiento según la importancia que Derecho de los tratados reconocen la existencia de normas imperati-
para la comunidad de naciones en su conjunto revistieran dichas obliga- vas del DI general, de carácter tan fundamental que no pueden ser
ciones y según la gravedad de la violación misma. 46 El derecho interna- derogadas por los Estados entre sí por medio de tratados.
cional, según esta posición, reconocía dos regímenes de responsabilidad:
para los ilícitos ordinarios cabría la obligación de reparar y sólo en caso b) Las obligaciones imperativas
de no obtenerse una reparación adecuada entraría a jugar una sanción; Al desterrar la CDI la noción de crímenes del Estado, quedó sin
para los llamados crímenes internacionales del Estado (ilícitos más gra- embargo la idea de que la violación grave de ciertas obligaciones (las
ves) la sanción correspondería inmediatamente, sin aquel requisito pre- obligaciones imperativas) puede acarrear ciertas consecuencias adicio-
vio, amén del derecho del Estado lesionado a reclamar reparación. 47 nales a aquellas que siguen a la violación de las obligaciones comunes.
Varios elementos coadyuvaban a esta posibilidad, y fueron traídos a El conocimiento doctrinario de las obligaciones erga omnes e imperati-
colación en los debates: el reconocimiento de la existencia de normas vas es todavía incompleto. Se las ha estudiado en relación con su incum-
que imponían obligaciones erga omnes según el conocido dictum de la plimiento en el campo de los tratados y ahora en el de la responsabilidad,
CIJ en el asunto de la Barcelona Traction, así como de normas impera- y la idea predominante, expresada en forma algo simplista, es que ambas

46 Anuario, 1969, Vol. 1, p. 257. 48 Anuario cit., Vol. II, 1ªparte, p. 243.
47 lbid.
452 juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL •l'i \

clases de obligaciones lo son con respecto a la comunidad internacional determinación. Esta enumeración no es exhaustiva, ya que puede halH'r
en su conjunto, sólo que algunas obligaciones erga omnes son también otros ejemplos y además crearse nuevas en el futuro.
imperativas, esto es, que no admiten su derogación por tratado. Para acarrear las consecuencias establecidas en este capítulo, las vio-
Pues bien, la Comisión en su Comentario es menos esquemática y laciones de la normas imperativas deben ser graves, esto es, ser aquellas
expresa que, sean o no ambas categorías de obligaciones "aspectos de que impliquen un "incumplimiento flagrante o sistemático" de la obliga-
una idea básica'', tienen una "coincidencia sustancial" entre sí, pero se ción. Flagrante se refiere a "la intensidad de la violación o de sus efec-
diferencian "en cuanto a la importancia que se les asigna": las normas tos"5º que implique "un ataque directo y abierto contra los valores que
imperativas "se centran en el alcance y la prioridad que ha de darse a protege la norma", y sistemático al carácter organizado y deliberado de
un cierto número de obligaciones fundamentales" mientras que en las la violación. 51
otras "el centro de atención es esencialmente el interés jurídico de todos Las consecuencias de este tipo de violaciones figuran en el artículo
los países en su cumplimiento, es decir, desde el punto de vista de los 41: tales consecuencias consisten en nuevas obligaciones que el derecho
presentes artículos, en tener derecho a invocar la responsabilidad de un impone sobre todos los Estados, además de las consecuencias corrientes
Estado que cometa una violación". Es por ello que la Comisión refleja en un ilícito internacional para los Estados responsables. Los dos prime-
en sus artículos esa distinción, ya que la violación de obligaciones impe- ros incisos de aquel artículo describen las consecuencias mismas de la
rativas acarrea consecuencias adicionales para el Estado responsable y violación, mientras que el tercero trae una cláusula de salvaguardia. El
además, para todos los demás Estados de la comunidad internacional inciso 1 establece que todos los Estados -no solo los afectados principal-
(como se establece en el presente capítulo), mientras que la de obliga- mente- tienen el deber de cooperar para poner fin al hecho ilícito.
ciones simplemente erga omnes se limita a otorgar el derecho a todos los
Estados de invocar la responsabilidad del Estado violador (artículo 48). 49 Cuando se trata de las violaciones más graves, puede decirse que esta
cooperación ya existe en el marco de las organizaciones internaciona-
c) Aplicación del Capítulo III les. Este artículo la extiende al derecho internacional general.
Según el artículo 53 de la Convención de Viena sobre tratados, una
norma imperativa debe reunir dos consensos para ser considerada tal: No abunda el artículo respecto a qué medidas deben adoptarse para
primero, el necesario para ser aceptada como una norma consuetudina- poner fin a las violaciones graves del artículo 40, a un que naturalmente,
ria, y segundo, el relativo a su carácter de imperativa. El número de debe ser "por medios lícitos" 52 y dependiendo de las circunstancias de
tales normas es escaso; diversos tribunales internacionales y de derecho cada caso.
interno han declarado que lo son las normas que imponen prohibicio- El inciso 2 exige específicamente:
nes como la de agresión, genocidio, esclavitud, discriminación racial, • que no se reconozca como lícita ninguna situación creada por una
crímenes contra la Humanidad y tortura, o el ataque al derecho de libre violación de las del artículo 40, y
• que no se preste ayuda ni asistencia para mantener esa situación.
Tocante la prohibición de a), la doctrina Stirnson es su antecedente
49 Ver Informe ... , 2001, pp. 3021303. Es cierto que, como lo expresa también el más directo.
Comentario, "los ejemplos que la Corte Internacional ha dado de las obligaciones respec-
to de la comunidad internacional en su conjunto se refieren todos a obligaciones que,
según se acepta generalmente, dimanan de normas imperativas de derecho internacional
general. Asimismo, los ejemplos de normas imperativas que dio la Comisión en su comen- so ld., p. 308.
51 lbid.
tario a lo que luego fue el artículo 53 de la Convención de Viena entrañan obligaciones
12 ld., p. 310.
respecto de la comunidad internacional en su conjunto."(Jd., p. 304).
454 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 455

Se recordará que Stimson, Secretario de Estado de los Estados Uni- C. Modos de hacer efectiva la responsabilidad internacional
dos, envió una nota a los gobiernos chino y japonés, en la que negaba del Estado
reconocimiento al Estado del Manchukuo, creado como consecuencia
de la agresión japonesa contra China. Dicha nota fue adoptada por la
Asamblea de la Sociedad de Naciones el 11 de marzo de 1932. 53 La
l. Invocación de la responsabilidad
Resolución AGNU 2625 (XXV) recoge el principio al declarar que
no se reconocerán como legales las adquisiciones territoriales deriva-
das de la fuerza y el consentimiento posterior de la comunidad inter- a) Introducción
nacional da a esa declaración su carácter de norma consuetudinaria Los artículos de la CDI establecen dos categorías de Estados, con los
internaciona!. 54 En el mismo sentido, la Resolución 662(1990) del máximos derechos frente al Estado autor o Estados autores del incum-
Consejo de Seguridad respecto a la anexión de Kuwait proclamada plimiento. Tales Estados, a los que llama "lesionados" tienen derecho a
por Irak, declarándola "nula y sin valor". Asimismo, resoluciones del invocar la responsabilidad de otro Estado o Estados por incumplimien-
CS como la Resolución 216 (1955) respecto a la situación en Rhode- to de una obligación internacional y el de obtener de él o de ellos la
sia y de los batustanes de Sudáfrica. 55 En lo referente al punto (b), cesación/garantías de no repetición si se trata de una violación por
las resoluciones sobre Sudáfrica: 301 (1971), 418 (1977) y 569 hecho continuado, amén de la reparación. Pero además poseen la facul-
(1985) y sobre los territorios coloniales portugueses: la 218 (1955). tad de tomar ciertas contramedidas para forzar el cumplimiento de la
obligación violada.
En cuanto a la prohibición de ayuda o asistencia, el Comentario ¿Qué significa "invocar" la responsabilidad de un Estado? Eso quie-
expresa que, aunque podría considerarse como una "prolongación lógi- re decir reclamarla de manera formal a un Estado que ha incurrido en
ca del deber de no reconocimiento" , 56 se refiere a hechos que "no la violación de una obligación internacional. Se da por supuesto que el
implicarían un reconocimiento de la situación creada por las violacio- Estado que así proceda tiene derecho a hacerlo porque está incluido en
nes graves en el sentido del artículo 40" .57 alguna de las circunstancias y condiciones que a ese respecto enuncian,
El tercer inciso establece que las consecuencias referidas en la Segunda ya el artículo 42, ya el artículo 48, y que se examinarán enseguida. La
parte del texto se aplican también a las violaciones graves de obligaciones responsabilidad es siempre una cuestión entre un Estado y otro, u
imperativas del derecho internacional general, o sea la cesación, la repa- otros, no puede "estar en el aire". La invocación no puede limitarse a
ración y eventualmente las garantías y seguridades de no repetición. una mera declaración general: deben hacerse representaciones diplomá-
Además de lo anterior, corresponden todas las otras consecuencias ticas formales y explícitas acerca de la obligación violada y la manera
que existan en el derecho internacional y las que se puedan desarrollar en que se violó y si es posible también el remedio buscado. Otra mane-
en el futuro. En este sentido, cabe relacionar este tercer inciso con el ra de efectuar esta invocación podría ser la de presentar una reclama-
artículo 54, que se comentará. ción ante una instancia arbitral o judicial.

Había que identificar al Estado o Estados con derecho a invocar la


53 League of Nations Oficial ]ournal, marzo de 1932, suplemento especial Nº 191, p. 80.
responsabilidad de otro, en el entendimiento de que sólo pueden
54 "Military and Paramilitary Activities in and Against Nicaragua (Nicaragua v. Uni- hacerlo los Estados lesionados. En primera lectura, el entonces Relator
ted States of America)", ICJ Reports, 1986 p. 14 en p. 100. Especial,58 propuso el artículo 40, que encaraba la responsabilidad
55 Véase Informe .. ., 2001, cit., p. 313, especialmente nota Nº 694.
del punto de vista de los derechos del Estado lesionado y no de las
56 Id., p. 315.
57
obligaciones del Estado responsable, y consagraba la posibilidad de
Ibid.
( .:;qg¡

456 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL

una verdadera actio popularis, en caso de violación de ciertas obliga- ción. Éstas han sido llamadas obligaciones integrales, porque su violaciú11
ciones colectivas. Los actuales artículos han encogido considerable- por una de las Partes obligadas imposibilita su cumplimiento futuro por
mente este campo en que Estados "distintos al Estado lesionado"
las demás, o bien altera radicalmente su situación en relación con su
pueden invocar la responsabilidad.
cumplimiento futuro: incumplimiento de un tratado de desarme, emi-
sión de pretensiones de soberanía nuevas en violación del Tratado
b) El actual artículo 42
antártico, y similares.
Este artículo contempla la situación de los Estados lesionados, con
Los del artículo 42 son los personajes centrales, con plenitud de
plenos derechos, no sólo a invocar la responsabilidad del Estado autor,
derechos y facultades, porque la violación los afecta más especialmente
sino también a tomar contramedidas.
que a los del artículo 48. Cada uno de los Estados afectados se va a ver
Los incisos 1 y 2 del antiguo artículo 40, en sus cuatro primeras
en situación difícil para cumplir con la obligación debido al incumpli-
letras son recogidos en el inciso 1 del actual artículo 42. Es el caso de la
miento del Estado responsable. De alguna forma, la violación los afecta
lesión más individualizada al derecho de un Estado. Los otros incisos
en forma especial, casi individual por su situación respecto al paquete
del artículo 42 se refieren a la participación de un Estado en el derecho
de obligaciones y derechos que los une.
protector de un interés compartido. Es este derecho colectivo el que
sufre, pero de algún modo la lesión general repercute especialmente en
La identificación de un Estado como lesionado por una cierta viola-
el Estado lesionado. Es clara la situación del punto (b)(i), que trata de ción no excluye que los otros del mismo grupo puedan tener un inte-
una repercusión que afecta al Estado lesionado individualmente. El rés de carácter general en el cumplimiento del derecho internacional y
punto (b)(ii) menciona la situación de un Estado o Estados que pueden en la continuación de ciertas instituciones o arreglos internacionales
pertenecer, tanto a una comunidad particular creada por un tratado edificados a través de años, que resultan también afectados por la vio-
multilateral como a la comunidad internacional en su conjunto, según lación. Para los Estados miembros de la Convención de Viena sobre
el caso. Pero la mera pertenencia al grupo o a la comunidad internacio- relaciones diplomáticas, las violaciones por Irán de las reglas diplo-
nal no basta para otorgar la calidad de Estado lesionado: es necesario máticas consuetudinarias cuando un grupo de estudiantes islámicos
algo que individualice la lesión o que haga que ésta impacte sobre cada se apoderaron de la Embajada de los Estados Unidos en Teherán
uno de los Estados en cuestión de manera individual. La violación debe alcanzaron tal gravedad que todos los Estados pudieron considerarse
ser de tal índole que cambie la posición de todos los Estados a quienes afectados. 60
la obligación es debida con respecto a la ejecución futura de esa misma
c) El artículo 48
obligación, pero no cualquier cambio, sino uno que los afecte en mane-
Llegamos aquí a esa otra categoría de Estados, también lesionados,
ra radical.
Esta disposición se tomó del artículo 60 de la Convención de Viena pero paradójicamente llamados "Estados distintos del Estado lesiona-
sobre tratados, en relación con la violación grave (material breach) 59 de do". Obviamente, la Comisión no sabía cómo llamarlos, porque son
un tratado. La analogía se justifica porque la lesión estropea o destruye también lesionados sólo que en manera diferente en que lo son los del
las bases para la ejecución por todos los otros de su parte en la obliga-· artículo 42. Tampoco podía llamarlos "Estados interesados" ya que los
de aquel artículo también tienen interés jurídico en el cumplimiento. En

58 Profesor Riphagen. 60 Anuario ... , 2001. Informe, cit., p. 258, para. 9. Hay que agregar que no por ello
59 Una violación que vaya contra el objeto y fin de un tratado. cambiarían su calidad de Estados distintos del Estado lesionado.
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458 JULIO BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL

todo caso, el artículo 48 trata de la invocación de la responsabilidad general en que se cumpla este tipo de obligaciones y el particular de los
por Estados que no son los del artículo 42 y que se amparan en un Estados especialmente afectados por la contaminación.
interés colectivo. El primer adverbio que surge a la mente es "directa o La Comisión prefirió no utilizar la expresión "obligaciones erg11
indirectamente lesionados" pero la Comisión, como vimos, rechazó omnes" ni incorporar una lista de cuáles son esas obligaciones, dcsdt•
esa manera de referencia. Comienza el texto diciendo "Todo Estado" que la lista puede cambiar con el tiempo. Agrega la Corte algo dd
para indicar que no se exigen presentaciones conjuntas ni el consenti- mayor interés, que no ha sido desarrollado en la práctica internacional
miento de los otros Estados en idénticas condiciones. La obligación del hasta sus últimas consecuencias:
inciso a) debe ser de las llamadas erga omnes partes, esto es, ser debi-
da a un grupo de Estados del cual el invocante forme parte y dirigirse "En vista de la importancia de los derechos en cuestión, puede sostener-
a proteger un interés colectivo de ese grupo. Obligaciones semejantes se que todos los Estados tienen un interés jurídico en su protección''.62
son consagradas, tanto por tratados multilaterales como por normas
consuetudinarias. El Comentario cita como ejemplos tratados que crean Y en efecto, si todos los Estados tienen un interés en su cumplimien-
una zona libre de armas nucleares o un sistema regional para la protec- to, cada uno de ellos debería tener acción, o sea algún derecho a inter-
ción de los derechos humanos. También menciona el caso de un grupo venir para reparar esa situación. No es ese el caso de la práctica
de Estados que crean un sistema en beneficio de otros Estados en su internacional, donde toda forma de actio popularis ha caído en el vacío
misma condición y cita el caso del vapor Wimbledon, donde la Corte doctrinario y judicial. La CIJ, en su decisión sobre el caso del África
Permanente hizo notar la "intención de los autores del Tratado de Ver- Sudoccidental dijo a este respecto:
salles de facilitar el acceso al Báltico al establecer un régimen interna-
cional y consecuentemente mantener el canal abierto todo el tiempo a "Más aún, el argumento de la necesidad equivaldría a peticionar que la
buques extranjeros de todas clases'', 61 y por ende admitió el interés del Corte permitiera algo equivalente a una actio popularis, o derecho de
cualquier miembro de la comunidad de tomar acción legal en persecu-
Japón en intervenir en el procedimiento. El mismo inciso que comenta-
ción de un interés público. Pero un derecho semejante no es conocido en
mos se extiende a casos en que los Estados han fijado ciertos estándares
el derecho internacional como se entiende actualmente, y la Corte no
de protección a favor de un grupo de personas, y han consecuentemente
puede contemplarlo como una importación de los principios generales
asumido obligaciones con entidades no estatales. del derecho referidos en el artículo 38, párrafo 1 (c) de su Estatuto".63
Tocante el inciso (b), no hubo necesidad de referirse al grupo, por-
que todos los Estados forman parte de la comunidad internacional, ni El párrafo 2 establece los derechos de estos Estados "distintos del
tampoco a que la obligación protegiera un interés colectivo, porque Estado lesionado", que son de menor alcance: pueden reclamar del
todas las obligaciones erga omnes están establecidas en el interés colec- Estado responsable la cesación y, eventualmente, las garantías y seguri-
tivo de la comunidad. Ese carácter no impide que la violación afecte dades de no repetición. Podrán también reclamar el cumplimiento de la
particularmente a uno o varios Estados, por ejemplo, las obligaciones obligación, pero no en su propio interés sino en el del Estado lesionado
de protección del medio marino pueden ser violadas por una contami- o, en su caso, de los beneficiarios de la obligación violada.
nación que, afectando en particular las costas de ciertos Estados, hicie-
ra coexistir dos tipos distintos de intereses tocados, esto es, el interés
62
Barcelona Traction, Light and l'ower Compa11y, Limited, Second Phase, ICJ
Reports 1970, p. 32. párr. 33.
63
West Africa cases {second phase}, decisión del 18 de julio de 1996. Internet, IC.J·
61 1928, PCIJ, Serie A, Nº 1, p. 23. CIJ@un.org
460 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL

El tercer inciso somete la invocación de responsabilidad del artículo comunidad de Estados: erga omnes partes cuando se debe a la C0'1t
a las condiciones de los artículos 43 (aviso de la reclamación), 44 dad de un tratado multilateral o de una costumbre especial, erga o'
(admisibilidad de las reclamaciones) y 45 (pérdida del derecho a invo- si se debe a la comunidad internacional en su conjunto. A una obll'
car la responsabilidad). ción de ese tipo, corresponde un derecho, porque tal correspondencia
Son éstas obligaciones colectivas, destinadas a proteger un interés inevitable. Ese derecho está en cabeza, ya de una colectividad particu
también colectivo: esta categoría de Estados puede invocar la responsa- de varios Estados (erga omnes partes), ya de la comunidad internac
bilidad del o de los responsables porque también ellos son afectados, na! en su conjunto (erga omnes). En ambos casos, como ninguna del
aunque en manera menos especial, o menos individual. La solución del dos comunidades está personificada, no hay forma de hacer cumplir .,
artículo va más lejos que aquella decisión de la Corte respecto a la actio derecho si no se lo divide en cabeza de cada uno de los miembros de,¡
popularis y representa alguna medida de desarrollo progresivo, como lo comunidad, para ser jecutado uti singuli: tal es el mecanismo típico• .
reconoce el Comentario, 64 sin llegar a la extensión de las correspondien- un orden descentralizado. Por ende, si se produce el incumplimien•.
tes del antiguo artículo 40 del entonces relator especial, señor Riphagen. por alguno de los Estados responsables de una obligación de este tipo~ i
Pero no queda bien resuelto el tipo de reacciones jurídicamente permiti- se produce l_a violación del derecho subjetivo de cada miembro de 1-;
das, además de la invocación de la responsabilidad, a estos Estados. El comunidad y por ende el daño en el derecho subjetivo de cada uno d•
texto de los artículos de la CDI no los autoriza a tomar contramedidas ellos. Por eso decimos que el concepto de daño jurídico hace de vehíc~ .
para forzar el cumplimiento de las obligaciones del Estado responsable. lo para llegar a la dimensión comunitaria de la violación de ciertas obli~ .
Como veremos en el capítulo respectivo, la CDI no se decidió a autori- gaciones. La fórmula de Chorzow, en el contexto de la valoración .
zar contramedidas que la práctica internacional no convalida pero tam- jurídica de la época, confina a la responsabilidad en el recinto clásico .
poco a evitar que adquiriera eventualmente carta de ciudadanía en el de la bilateralidad, ya que sólo considera la reparación del daño mate•
derecho de gentes la actual tendencia a adoptar "sanciones". En tal sen- ria! y moral, pero no del daño jurídico. El control de la legalidad toda·
tido, la CDI retrocedió de la permisividad del proyecto de Riphagen, que vía no aparece explícito en esa concepción judicial, pero eso cambia
consideraba Estados lesionados a todos los de la comunidad internacio- desde que la CIJ nos advierte, en su famoso dictum del fallo de la Bar·
nal cuando se trataba de un crimen internaciona/. 6 5 celona Traction, que existen obligaciones de interés de la comunidad
Si bien se mira, entonces, la práctica internacional hasta el presente internacional en su conjunto. Su violación interesa y da derechos a
se refiere a contramedidas adoptadas por ciertos Estados respecto a Estados no lesionados en el sentido clásico del término.
supuestas violaciones de obligaciones de jus cogens y no simplemente
erga omnes. O sea que estaríamos más cerca de las consecuencias de los
otrora llamados crímenes internacionales del Estado que de cualquier 2. Consecuencias procesales: las contramedidas
otra cosa. Luego de examinado lo relativo a las contramedidas, repasa-
remos la práctica internacional a este respecto, pues es precisamente de a) Introducción
las contramedidas que trata el artículo 54. Las contramedidas configuran un capítulo escabroso del derecho
Conviene volver al tema del daño jurídico en relación con las obliga- internacional, debido particularmente a que favorecen al Estado fuert~
ciones colectivas. Una obligación colectiva, en realidad, lo es hacia una en relación con el débil y a que no existe en el Derecho internacion,al
general una forma satisfactoria de control de su legalidad. La histo~i~
Crawford, James, op. cit., p. 278.
64
de las relaciones internacionales está plagada de abusos de las entonc~j .:
65
Considerando que un crimen internacional del antiguo artículo 19 violaba, entre
otras, obligaciones imperativas. llamadas "represalias", un nombre que trataremos de reservar, j4nti>,
462 JULIO BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL

con la mayoría de la doctrina, para aquellas contramedidas que im'pli- contramedidas resultan imprescindibles para asegurar el cumpll~
quen el uso de la fuerza. de las obligaciones internacionales. Pero como no todos los E1.
tienen la misma capacidad para adoptar las contramedidas, el si
es primitivo. 69 Sin embargo, la práctica internacional las admite
En un ordenamiento internacional descentralizado, carente en la
otra parte no podría negarse que pueden también configurar un,a.
mayoría de los casos de métodos de solución obligatoria de controver-
ción legítima contra un comportamiento ilícito. El reconocimien
sias, los Estados recurren a medidas unilaterales de autoayuda (llama-
adoptar contramedidas debe ser, entonces, sometido a estrictas éÓ
das en este proyecto contramedidas).66
ciones para evitar los abusos.

A diferencia del texto en primera lectura, el actual no define a las


La práctica internacional establece que los fines permitidos dé'{
contramedidas, 67 que fueron despojadas de su ilicitud por virtud del
contramedida son obtener la cesación del hecho ilícito y la reparación ..
artículo 22 del Capítulo V.68
sentido amplio. De ninguna forma una sanción contra el Estado autof;t
El antiguo artículo 4 7 así las describía: "A los efectos de los presentes
Frente al hecho ilícito de un Estado, las reacciones son de dos tipÓ
artículos, por adopción de contramedidas se entiende que el Estado
unas centralizadas a cargo de las Naciones Unidas, persiguiendo~(
lesionado no cumple con una o varias de sus obligaciones para con el '"
interés de la comunidad internacional o de una organización regioriiif¡
Estado autor de un hecho internacionalmente ilícito con el objeto de
como comunidad particular, y otras descentralizadas y ejecutadas por.
inducirle a cumplir con sus obligaciones a tenor de los artículos 45 y
el Estado lesionado. Últimamente, se ha estado reservando el nombré
46 ... ". (0 sea, los que imponen las consecuencias de un hecho ilícito.)
de sanciones para las primeras, por su carácter vertical (de la comuni•
dad al Estado individual) y de contramedidas a las segundas, por SU
Llamaremos "Estado lesionado" al perjudicado en primer término y carácter horizontal (de Estado a Estado). En cuanto a las medidas des•
que adoptó la contramedida, y "Estado autor" al que fue autor del ilíci- centralizadas, hay dos tipos: las tomadas por un Estado lesionado, 70 o
to internacional que dio origen a la reacción. las que adopte un Estado distinto de los lesionados del artículo 4871
de la misma Resolución. Estas últimas son ilegales, o a lo sumo, de
Las contramedidas implican sanciones y procedimientos internaciona- legalidad dudosa y la Resolución prevé para ellos una cláusula de sal·
les que en el orden interno están a cargo de autoridades judiciales o vaguardia contenida en su artículo 54.
aun policiales. Son algunas de las reacciones descentralizadas de los
Estados frente a los ilícitos de los que son víctimas. Como, en virtud
de la descentralización de la comunidad internacional, los Estados
69 Ya que sólo aprovechan a las potencias mayores en relación con las más pequeñas:
carecen de un recurso judicial para hacer cumplir sus derechos, las
no toma contramedidas quien quiere, sino quien puede y su utilización se ha prestado en
el pasado a abusos incalificables de parte de los Estados más fuertes.
70 Es decir, cuando la obligación violada existe con relación a ese Estado individual·

66 "Informe de la Comisión de derecho internacional a la Asamblea General sobre la mente, o con relación a un grupo de Estados del que ese Estado forme parte, o con relación
labor realizada en su 48º período de sesiones'', Doc A/51110, p. 163. a la comunidad internacional en su conjunto. En estos dos últimos casos, debe cumplirse
67 La definición contenida en el Comentario de la CDI dice que son: " ... medidas que con un requisito más: que la violación de esa obligación afecte especialmente al Estado en
serían contrarias a obligaciones internacionales del Estado lesionado respecto al Estado cuestión o sea de tal índole que modifique radicalmente la situación de todos los demá1
responsable que puede tomar aquél en respuesta a un hecho internacionalmente ilícito Estados con los que existe esa obligación con respecto al ulterior cumplimiento de ésta. 1¡
71 O sea, un Estado que forme parte de un grupo de Estados cuyo interés colectivo sea
cometido por este último a fin de obtener la cesación y reparación del hecho'', Anuario,
2001, cit., p. 356, para. (1). protegido por la obligación violada o bien cualquier Estado cuando la obligación violadll
68 Sobre circunstancias que excluyen la ilicitud. exista con relación a la comunidad internacional en su conjunto.
1

464 JULIO BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL

b) Naturaleza jurídica ción. La responsabilidad juega aquí un papel secundario, o comple-


¿Pertenecen las contramedidas al dominio de la responsabilidad? mentario, en caso de que hubiera surgido algún daño en el ínterin. En
Según una posición crítica, las conductas de que se valen las contrame- el derecho de gentes, el único mecanismo aplicable con el mismo fin es
solamente el de la restitución como parte de la responsabilidad. 74 Las
didas son, por definición, contrarias al derecho internacional y por
contramedidas, entonces, no son las únicas que no responden al con-
ende no debieran ser admitidas ni menos codificadas. Prevaleció, sin
cepto restricto de la responsabilidad que prima en el derecho interno y
embargo, la posición de codificarlas dentro del tema de la responsabili-
su carta de ciudadanía en este capítulo se debe al papel más amplio
dad con el argumento de que eran admitidas por el derecho internacio- que juega la institución de la responsabilidad en el derecho de gentes.
nal general y en tal caso lo más conveniente era reglamentarlas con
textos cuidadosos que evitaran, en lo posible, los abusos. Es importante señalar que la obligación que resulte incumplida como
Una segunda objeción contemplaba su naturaleza "procesal": son objeto de la contramedida no necesita corresponder a la obligación vio-
meros procedimientos autorizados por el derecho para forzar el cumpli- lada que le sirve de antecedente ni tampoco estar directamente conecta-
miento de una obligación. 72 Mantenerlas dentro de la responsabilidad da con ella. Lo mismo sucede si tanto el antecedente como el consecuente
sería como legislar en el orden interno el código penal conjuntamente comprenden varias obligaciones. 75
con el procesal penal, o el civil y el de procedimientos civiles, como Otra característica de las contramedidas es su calidad de facultades,
materias homogéneas. en la nomenclatura de Ago, y no de derechos subjetivos. Vale decir, a
diferencia de las consecuencias que podríamos llamar sustantivas de la
Christian Dominicé dice que la responsabilidad juega, en el derecho
responsabilidad, esto es, básicamente la reparación del incumplimiento,
internacional, un papel mucho más amplio que en el derecho interno.
que responden a la cupla derecho subjetivo - obligación, en el campo de
Comienza por señalar un significado diferente del incumplimiento de
una obligación, que es calificado de "ilícito" aun cuando sólo afecte a
las contramedidas a la facultad del Estado lesionado de imponerlas no
'ei,

una cláusula contractual, siendo que sólo el incumplimiento de la ley correspondería ninguna obligación por parte del Estado responsable.
es llamado acto ilícito en el derecho interno. Además, en el orden
doméstico la conducta antijurídica desencadena una variedad de con- c) El sistema de las contramedidas en el texto de la CD!
secuencias y mecanismos, alternativamente o en forma sucesiva. En Las contramedidas se tratan en dos partes de la Resolución: simple-
ese proceso, la institución de la responsabilidad es importante pero mente se mencionan entre las circunstancias que excluyen la ilicitud y
circunscripta y su función particular se combina con otras institucio-- luego se tratan con más pormenor corno modos de hacer efectiva la res-
nes, 73 por ejemplo, con varios medios jurídicos otorgados a la parte ponsabilidad del Estado (Tercera parte, Capítulo 11).
lesionada para obtener, primero, la ejecución de la prestación adeuda- Ya el artículo 22 excluye a terceros Estados de las contramedidas: la
da: el secuestro de la cosa en poder del deudor recalcitrante, o la reali-
ilicitud del hecho constitutivo de la contramedida "queda excluida en el
zación por un tercero de la prestación a costas del deudor moroso, u
caso y en la medida en que ese hecho constituya una contramedida
otras maneras de coerción destinadas al cumplimiento de la obliga-
tomada contra ese otro Estado", o sea contra el Estado responsable. El
artículo termina: "de acuerdo con lo dispuesto en el Capítulo 11 de la
72 El Informe de la CD! en Anuario ... , 1989, Vol. 11, Segunda parte habla de "conse-
Tercera parte."
cuencias adjetivas, de forma o procesales". de la violación de una obligación internacional
(p. 80).
73
"Observations sur les droits de l'Etat victime d'un fait internationalement illicite"
Droit international 2, lnstitut des hautes études internationales de Paris. Cours et Tra- 74 Id., pp. 4 y ss.
vaux, 1981/1982, pp. 4 y ss. 75 Ver Crawford, op. cit. p. 282.
466 JULIO BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 467

El Capítulo II mencionado toma varias disposiciones. Sólo serán e) Las limitaciones. El artículo 50
contramedidas legales y excluirán la ilicitud del hecho aquellas que: Hay ciertas obligaciones que no pueden ser afectadas por contramedi-
• No involucren el uso de la fuerza (artículo 50, 1, a). das. En general, no pueden serlo aquellas impuestas por normas peren-
• Estén dirigidas al Estado responsable y no a terceros Estados (ar- torias del derecho internacional general, como se dice en el inciso 1 d).
tículo 49, 1 y 2). Es natural que, si tales obligaciones no pueden ser derogadas por trata-
• Sean instrumentales (procuren la cesación y la reparación respecto dos, mucho menos podrían serlo por decisiones unilaterales. En particu-
del hecho internacionalmente ilícito y no punitivas); tengan carác- lar, el inciso 1 a) toca el tema de las represalias que involucren el uso de
ter temporario y en lo posible sean reversibles en términos de las la fuerza, que están ya prohibidas en la Resolución AGNU 2625/XXX),
futuras relaciones jurídicas entre los dos Estados (artículo 49.2 y así como en las decisiones de la Corte Internacional de Justicia en los
3; artículo 53). casos Nicaragua78 y Estrecho de Corfú; 79 el inciso 1 b) las obligaciones
'" Sean proporcionadas (artículo 51). que protejan derechos humanos fundamentales, como ya se establecía en
• No contravengan ciertas obligaciones básicas (artículo 50) en par- el caso Naulilaa80 así como en el Informe del Institut de Droit lnterna-
ticular aquellas impuestas por normas perentorias del derecho tional en su reunión de 1934. 81 Se ha ampliado la panoplia de protec-
internacional general. ción de tales derechos a través de numerosos tratados. 82
En suma, el capítulo trata de las contramedidas tomadas por el Esta- El inciso 1 c) se refiere a las obligaciones del derecho humanitario
do lesionado en su parte del derecho colectivo violado. que no pueden ser afectadas por las represalias. Sabido es que bajo las
convenciones de La Haya de 1929 y de Ginebra de 1949, así como en
d) Tres rasgos fundamentales. El artículo 49 el Protocolo Adicional I de 1977, se prohíben las represalias contra cla-
Este artículo contiene tres principios básicos. ses allí definidas de personas protegidas.
<» Primero, el ya anunciado sobre que las contramedidas sólo deben El inciso 2 toca dos tipos de obligaciones que se sustraen del terreno
ser dirigidas contra el Estado responsable. 76 de las contramedidas por constituir !ex specialis entre las Partes. El
.. Segundo, el principio relativo a que el objeto de la contramedida 2(a) menciona las obligaciones impuestas por un procedimiento de
debe ser inducir a aquel Estado a que cumpla con sus obligaciones arreglo de controversias vigente entre ellas y que esté relacionado con
establecidas en la segunda parte de la Resolución, esto es, a las la disputa en cuestión, tanto con la disputa referente a la violación ini-
que configuran la reparación in integrum (regla de Chorzow). cial como con la relativa a la legitimidad de la contramedida. Cabe
• Tercero, que las contramedidas significan sólo una suspensión del citar en este sentido el caso del Personal diplomático y consular (Esta-
cumplimiento de la o las obligaciones que son su objeto y, por dos Unidos v. Irán), en el que la Corte hizo valer el Tratado de Amis-
ende, deben ser en lo posible, reversibles. Este principio se apoya tad en lo concerniente al arreglo pacífico de disputas entre las Partes. 83
también en el caso citado en la nota anterior. 77

78 Military and Paramilitary Activities in and against Nicaragua (Nicaragua vs United


States of America) Merits, ICJ Reports, 1986, para. 16, en p. 127.
76En relación con el primero, la Corte dice: "Para ser justificable, una contramedida 79 ICJ Reports, 1949, para. 4 en p. 35.
debe cumplir con ciertas condiciones ... En primer lugar, debe tomarse en respuesta a un 80 "Responsibility of Germany far Damage Caused in the Portuguese Colonies in the
previo hecho ilícito de otro Estado y debe dirigirse contra ese Estado". (Traducción nues- South of Africa", RIAA, Vol. II, 1928, p. 1026.
tra.) (Id., p. 55). 81 Annuaire de l'Institut de droit international, Vol. 38, 1934, p. 710.
77 "La medida debe, por tanto, ser reversible". (Traducción nuestra.) Ver CIJ Reports,
82 Ver Crawford, op. cit., p. 289, nota 803.
1997,para. 83,p.55. 83 ICJ Reports, 1980, p. 3.
'~·~,,~

468 JULIO BARBOZA


LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 469

El inciso 2 b) trata de las obligaciones establecidas en los regímenes flexibilidad el alcance de la contramedida. Anteriormente, la sentencia
diplomático y consular, particularmente en lo relativo a la inviolabili- en cuestión había establecido que "la represalia debe estar aproxima-
dad de los funcionarios. damente en relación con la ofensa" lo que concuerda con la flexibili-
A ese respecto, la Corte dijo en un párrafo muy citado que: "Las dad preconizada en el párrafo anteriormente citado. En el caso de los
reglas del derecho diplomático, en suma, constituyen un régimen autó- servicios aéreos, el Tribunal fija criterios que son tenidos en cuenta
nomo" (self-contained), "que por una parte establece las obligaciones por el artículo 51, cuando al referirse a la contramedida adoptada por
del Estado receptor en cuanto a las facilidades, privilegios e inmunida- los Estados Unidos, dice que establecer la proporcionalidad "no es
des que se acuerdan a las misiones diplomáticas y por otra prevé su tarea fácil" y debe ser hecha por aproximación". Sigue diciendo que
no era suficiente comparar los perjuicios sufridos por Pan Am por la
posible abuso por miembros de la misión y especifica los medios a dis-
suspensión de los servicios proyectados, sino que era necesario tener
posición del Estado receptor para contrarrestar cualquier abuso".84
en cuenta "la importancia de las posiciones de principio que se toma-
ron en ocasión de la negativa de .las autoridades francesas, esto es,
f) La proporcionalidad. El artículo 51 cuando la interrupción de principio de las rupturas de carga", que en
"Las contramedidas deben ser proporcionales al perjuicio sufrido" su criterio afectaba el cuadro general de la política de transporte aéreo
comienza diciendo la disposición del acá pite. 85 Vale esto decir que, de los Estados Unidos, aplicada en gran número de acuerdos de aquel ·
básicamente, dicha proporcionalidad debe ser medida en relación con Estado con otros además de Francia. Sobre esa base el Tribunal juzga-
los daños que violación y contramedida produjeron, pero la segunda ba que las contramedidas tomadas por los Estados Unidos "no parecí-
parte del artículo refina y matiza esa inicial medición, al agregar: an ser claramente desproporcionadas si se comparan con las que tomó
"teniendo en cuenta la gravedad del hecho internacionalmente ilícito y Francia" (traducción nuestra) y terminaba por declarar que el Tribu-
los derechos en cuestión". Un exceso de la contramedida, calculada nal debía satisfacerse con una apreciación aproximativa. 87
sobre la base de los anteriores parámetros, haría incurrir al Estado
lesionado en responsabilidad internacional. En el caso de Gabcikovo-Nagymaros la CIJ tuvo en cuenta la calidad
o el carácter de los derechos en cuestión como un asunto de principio y
El artículo 51 sigue las líneas de tres casos importantes: el Naulilaa, el no en términos meramente cuantitativos. 88 Además, utilizó casi las mis-
de los Servicios aéreos entre los Estados Unidos y Francia y el de Gab- mas palabras después incorporadas al texto del artículo 51: "teniendo
cikovo-Nagymaros. En el primero de ellos, el Tribunal arbitral utiliza- en cuenta los derechos en cuestión". 89 El artículo, siguió las aguas de la
ba un lenguaje diferente para decir aproximadamente lo mismo que la misma decisión en otra línea importante: adoptó una redacción positi-
norma del artículo 51: las represalias (recordar que se trataba de va, en lugar de la negativa que utilizaron las dos decisiones anteriores.
medidas armadas) que estuvieran "fuera de toda proporción con el La CDI consideró que en otras materias donde la proporcionalidad
acto que las motivan" debían ser consideradas ilegales. 86 Aunque la tenía importancia, los textos adoptaban esa redacción aun cuando su
diferencia pueda ser algo sutil entre ese texto y la redacción del artícu-
determinación fuera aproximativa. Se pensó que darle forma negativa
lo 51, surgiría del lenguaje del laudo referido que éste pone el acento
daba demasiada flexibilidad al intérprete, teniendo en cuenta la posibi-
en la desproporción más que en la proporción y que mide con mayor

84 Id., p. 40. 87 Affaire concernant l'accord relatif aux services aériens du 27 Mars 1946, entre les
85
Resulta significativo comparar la proporcionalidad exigible a las contramedidas de Etats-Unis d'Amerique et la France. Sentence arbitra/e du 9 décembre 1978 citado, p.
hoy con su presumible y remoto antecedente de la primitiva Ley del Talión, que limitaba 483, para. 83.
la represalia representada por la venganza de la sangre.
86 88 Crawford, op. cit., p. 295.
Caso citado, p. 1028 (bastardillas nuestras).
89 "Gabcikovo-Nagymaros Project (Hungary/Slovakia)", ICJ Reports, 1997, p. 27.
470 JULIO BARBOZA
LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 471

lidad de los abusos a que las contramedidas se prestaban.90 Por lo y peligroso mundo de las contramedidas un test de legalidad. La Comi-
demás, esta misma preocupación por no dejar demasiado margen a la sión, sin embargo, decidió abandonarlo debido a que consideró que
interpretación tuvo que ver con la posibilidad que, de hacerlo, se dejara darle al Estado responsable (el que supuestamente había cometido el
alguna forma de entrada a las finalidades punitivas, que habían sido hecho ilícito) un derecho unilateral de arbitrar era privilegiarlo y crear
estrictamente prohibidas. una desigualdad injusta en principio. Además, podía incitar a un Esta-
do que se considerara lesionado a tomar contramedidas -incluso con-
g) El procedimiento tramedidas exageradas- para obligar a la otra parte a arbitrar sobre la
El artículo 52 establece los pasos procesales correspondientes a la legalidad de la conducta que motivó la contramedida. 91
adopción de contramedidas. Previamente a tomarlas, hay que requerir Acaso pudieran contrarrestarse, al menos en parte, los anteriores
al Estado responsable que cumpla con las obligaciones de la segunda razonamientos argumentando que privilegiar al Estado presuntamente
parte y notificarlo de cualquier decisión de tomar contramedidas, amén responsable -esto es, el Estado que es objeto de la contramedida- servi-
de ofrecerle negociar a ese respecto (inciso 1 a) del artículo 52). No ría para equilibrar la balanza en una situación en que la práctica inter-
obstante lo prescripto anteriormente, el Estado lesionado podrá tomar nacional muestra al otro Estado como el más fuerte, a tal punto que es
las medidas urgentes que sean necesarias para asegurar sus derechos por temor a la repetición de abusos cometidos en el pasado por esos
(52.2), como por ejemplo, congelar los fondos que el Estado responsa- Estados fuertes que algunos miembros de la CDI y algunos delegados
ble pueda tener en bancos del Estado lesionado. Las contramedidas no en la Sexta comisión se oponían a la inclusión de las contramedidas en
podrán tomarse, y si hubiesen sido tomadas, deberán cesar de inmedia- el proyecto de artículos. Por otra parte, tomar contramedidas -que
to, si concurren dos circunstancias: que el hecho ilícito hubiera cesado constituyen un derecho del Estado lesionado-, si es con el objeto de for-
(inciso 3 a) del artículo 52) y que la controversia esté sometida a un tri- zar al otro Estado a un arbitraje sobre la legalidad de la contramedida y
bunal o corte facultados para dictar decisiones vinculantes para las Par- sobre la dilucidación de la controversia a que dio lugar el hecho antece-
tes (inciso 3 b) del artículo 52). Cabe señalar que no basta con que dente, no es siempre un resultado indeseable, todo lo contrario. No
exista entre las Partes un procedimiento para resolver controversias; otra cosa hicieron los Estados Unidos con su contramedida, que originó
para que se cumpla la condición que examinamos es menester que el el arbitraje de los servicios aéreos, sin que a nadie se le ocurriera repro-
tribunal esté constituido y el asunto sometido a su jurisdicción, porque charle esa actitud. Un Estado que provoca un arbitraje, en primer lugar,
así el Tribunal tiene potestad para dictar medidas provisionales y otras debe tener importantes razones para litigar, ya que si descuenta que lo
medidas que cumplirían las mismas funciones que las contramedidas. va a perder seguramente que no se lanzaría a esa provocación. Es posi-
Lo anterior no es válido si el Estado responsable no aplica de buena fe ble que la realidad que ofrece la comunidad internacional de nuestros
los procedimientos de solución de controversias (52.4 ). días no haya permitido el avance que, a nuestro criterio, hubiera signifi-
En primera lectura se había aprobado provisionalmente un intere- cado ese test de legalidad tan necesario en el terreno de las contramedi-
sante mecanismo, según el cual el Estado contra el cual se hubiera das: sólo nos queda lamentar el retroceso.
tomado una contramedida, podía someter unilateralmente a un tribunal
arbitral la disputa que hubiere surgido entre las Partes respecto a la h) Terminación
interpretación o aplicación de los artículos del proyecto. Claro está, la El artículo 53 fija la obligación por parte del Estado lesionado de
importancia de esta disposición era notable: introducía en el arbitrario terminar con las contramedidas cuando el Estado responsable hubiera

90 Crawford, op. cit., p. 296, para. 6. 91 Id., pp. 10/11.


472 ]uuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL
""/.!
cumplido con sus obligaciones establecidas en la Parte 11, esto es, si ha previstas en los artículos de la Resolución 56/83. Continúa el Comenta-
habido cesación y reparación. rio diciendo que la práctica internacional a este respecto es embrionaria
y limitada. Es cierto que han existido ocasiones en que Estados en las
condiciones arriba indicadas han adoptado -sin haber pretendido ser
3. Medidas tomadas por Estados distintos del Estado lesionado individualmente lesionados- "sanciones" económicas o de otra naturale-
za, como veremos enseguida. El artículo 54 establece que el capítulo no
Hasta aquí habíamos visto las contramedidas en cuanto éstas eran prejuzga acerca del derecho de cualquier Estado, facultado por el párra-
tomadas por el Estado lesionado. Pero hay otros Estados que pueden fo 1 del artículo 48 para invocar la responsabilidad de otro Estado, a
invocar la responsabilidad del Estado que hubiera incurrido en la viola- tomar medidas lícitas contra este Estado para asegurar la cesación de la
ción de una obligación internacional, según lo establece el artículo 48, violación y la reparación en interés del Estado lesionado o de los benefi-
esto es, aquellos que formen parte de un grupo de Estados para la pro- ciarios de la obligación violada. A nuestro modo de ver, la clave está en
tección de cuyo interés colectivo la obligación violada hubiera sido ins- la palabra lícitas. Su significado sería que, si bien al presente las contra-
tituida, o cualquier Estado cuando la obligación violada fuera con medidas no son medidas lícitas para los Estados del artículo 48 -que no
relación a la comunidad internacional en su conjunto. las incluye-, si en el futuro la práctica incipiente se convierte en costum-
Vimos que los Estados que se encuentren en estas últimas condicio- bre jurídica -esto es, si cuenta con la aceptación generalizada de la Cl-
nes pueden reclamar al Estado responsable la cesación del hecho ilícito, las contramedidas se transformarán en medidas lícitas. Por ende, el cuer-
así como las seguridades y garantías de no repetición (artículo 48.2.a). po normativo de la Resolución 56/83 las recibiría en su seno.
También que pueden reclamarle la reparación en interés del Estado Esta salvaguardia del artículo 54 parecería innecesaria, desde que la
lesionado o de los beneficiarios de la obligación violada (artículo 48.2. costumbre universal posterior puede muy bien derogar una disposición
b). El comentario al artículo 54, que trata justamente del tema del acá- que ni siquiera es de un tratado, ya que sólo pertenece a una resolución
pite,92 hace notar que las circunstancias recién enumeradas demuestran de la Asamblea General. Parece, en cambio, querer decirnos que la
que a los Estados del artículo 48 se les reconoce un interés legal en el práctica occidental está actualmente en una zona gris que puede trans-
cumplimiento de la obligación violada. La cuestión abierta y no resuel- formarse pronto en una zona lícita.
ta por los artículos de la CDI es hasta dónde puede llegar legalmente la Examinemos la práctica existente, en la cual debemos distinguir
reacción de tales Estados y las contramedidas son sin duda uno de los entre "sanciones" que implican contramedidas y "sanciones" que sólo
pasos siguientes a la invocación de la responsabilidad. ¿Pueden esos son casos de retorsión, es decir, que no van contra ninguna obligación
Estados tomar contramedidas contra el Estado responsable? internacional.
Una primera reflexión, contenida en el párrafo (2) del Comentari 0 ,93 • En 1978 Estados Unidos prohibió la exportación de bienes y de
es que hay que distinguir entre las medidas individuales, tomadas por un tecnología a Uganda, así como importaciones de todo tipo prove-
Estado o grupo de Estados que actúan cada cual en su capacidad indivi- nientes de ese país, aduciendo que el Gobierno ugandés había
dual Y a través de sus propios órganos, de las reacciones institucionales cometido un genocidio contra su propio pueblo.
en el marco de una organización internacional: obviamente las situacio- • En 1981, ciertos Estados occidentales y los Estados Unidos toma-
nes contempladas en el Capítulo VII de la Carta, por ejemplo, no están ron medidas contra Polonia y la Unión Soviética con motivo de la
imposición de la ley marcial en Polonia. Tales medidas incluyeron
92
Ver id., pp. 302 y ss.
la suspensión de derechos de aterrizaje de Aeroflot en los Estados
93 Id., p. 302. Unidos y de LOT en aquel país así como en el Reino Unido, Fran-
474 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL 475

cia, Holanda, Suiza y Austria en contravención con lo establecido • En 1982, los Países Bajos suspendieron un tratado bilateral de
en los respectivos tratados. asistencia al desarrollo de Surinam y con ello el otorgamiento de
• En 1982, la Argentina resultó ser objeto de varias medidas cuan- ciertos subsidios financieros El Tratado en cuestión no contenía
do asumió el control de las islas Malvinas. Con posterioridad a la cláusulas de suspensión o de terminación de tales subsidios, pero
Resolución del Consejo de Seguridad de abril 3 de 1982, y a pedi- el Gobierno de La Haya alegó el mencionado cambio fundamen-
do del Reino Unido, los miembros de la CE, así como Australia, tal de circunstancias.
Nueva Zelanda y Canadá adoptaron sanciones económicas. • En 1991, miembros de la CE suspendieron y denunciaron luego el
Prohibición temporaria de toda importación de productos argen- Acuerdo de Cooperación con Yugoslavia de 1983, yendo más allá
tinos (contrariamente a lo previsto en los artículos XI.1 y III del del embargo de armas ordenado por el Consejo de Seguridad en
GATT). 94 Los embargos adoptados por los países europeos cons- su Resolución 713 del 2519191. Tal medida contrariaba el mencio-
tituyeron también una suspensión de los derechos de la Argentina nado Acuerdo de cooperación, que sólo establecía la denuncia
según dos acuerdos sectoriales, sobre el comercio de textiles y con seis meses de preaviso. Las medidas fueron justificadas con
sobre el comercio en corderos y ovejas, a los que no se les aplica- una mención explícita a la amenaza a la paz y seguridad que
ba la cláusula de seguridad nacional del GATI. implicaban las acciones yugoslavas, pero básicamente por un
• En 1986, tras recomendación del Consejo de Seguridad en sentido cambio fundamental de circunstancias.
de boicots económicos sectoriales y congelamiento de relaciones Como se ve, se trata de una práctica adoptada por los países occidenta-
culturales y deportivas, los Estados Unidos suspendieron derechos les, que da por lícitas las contramedidas adoptadas por la alegada viola-
de aterrizaje de South African Airways en su territorio. Esto iba ción de normas imperativas (artículo 40), como fueron las invocadas en la
contra los términos del Acuerdo de Aviación de 1947 entre los práctica comentada. Pero es que el propio artículo 40 admite, no sólo la
Estados Unidos y Sudáfrica. posibilidad, sino la obligación de los Estados de que no se reconozca
• En 1990, como consecuencia de la condena por el Consejo de como lícita ninguna situación creada por una violación de las del artículo
Seguridad de la invasión iraquí a Kuwait, miembros de la CE y 40 y de que no se preste ayuda ni asistencia para mantener esa situación.
los Estados Unidos adoptaron embargos comerciales y congelaron No dice que puedan adoptarse contramedidas. Son éstas, por tanto, ilega-
fondos iraquíes, medidas todas ellas adoptadas con el consenti- les y tropezaron con protestas de los países afectados por ellas y en más
miento del Gobierno de Kuwait. de una ocasión con pronunciamientos contrarios de terceros Estados. No
• En 1998, como respuesta a la crisis humanitaria de Kosovo, los se advierte, a menos que la generalidad de los Estados de la CI se pliegue
Estados miembros de la CE congelaron fondos yugoslavos y esta- a esta práctica, cómo podría transformarse en una costumbre universal, a
blecieron una prohibición de vuelos, que violaban acuerdos exis- menos naturalmente que cambie el mecanismo de creación de normas
tentes para Francia, Alemania y el Reino Unido. Yugoslavia consuetudinarias y la generalidad en cuestión se refiera a los Estados desa-
protestó contra estas medidas. rrollados, lo que no es previsible en un futuro más o menos indefinido.
• Hubo otros casos de suspensión de derechos emanados de trata-
dos pero que no fueron fundados en la facultad de tomar contra-
medidas, sino en un cambio fundamental de circunstancias. 4. Disposiciones finales

94
Y no justificadas claramente por la excepción de seguridad nacional del artículo
Los artículos 55 a 59 contienen las disposiciones finales de la Reso-
XXI (b). (iii) del mismo GATT. lución 56/83.
476 Juuo BARBOZA

Al hacer referencia al principio de !ex specialis, el artículo 55 hace Capítulo 19


saber que los artículos en cuestión tienen el carácter de supletorios, esto
es, de que si una ley especial rige la situación, los presentes artículos no se La responsabilidad sine delicto
aplican. El artículo 56, a su vez, nos dice que tampoco son exhaustivos y
no afectan los temas que no han sido cubiertos en la Resolución 56/83.
Amén de supletorios y no exhaustivos, los artículos aclaran a través
de lo dispuesto en el número 57 que expresamente se excluye de su
palio a las organizaciones internacionales, que tienen otro régimen al
presente en consideración de la COI para su codificación y desarrollo
progresivo. Tampoco incluyen, por imperio de la misma disposición, a
la responsabilidad de los Estados por hechos de las organizaciones
internacionales de las que fueran miembros. Asimismo, el artículo 58 se 1. Introducción
encarga de desterrar del reino de la responsabilidad de los Estados todo
aquello que se refiera a la responsabilidad de los individuos, una mate- La responsabilidad sine delicto es la que se genera en ciertos casos en
ria que en lo criminal está motivando importantes desarrollos del dere- que se causa un daño sin violación de obligación, a diferencia de la que
cho de gentes. vimos anteriormente, que se basa en el hecho ilícito de un Estado. 1 En
Finalmente, se hace en el artículo 59 una reserva de los efectos de la el derecho interno de los países de tradición jurídica romana, el terreno
Carta de las Naciones Unidas. del acápite esta ocupado en su casi totalidad por la llamada responsabi-
lidad por riesgo y emerge precisamente de la creación de un riesgo acre-
cido a través del desarrollo de una cierta actividad peligrosa.

En la tradición jurídica anglosajona, la responsabilidad sine delicto es


parte de la llamada strict liability, una responsabilidad sin culpa que
admite escasas excepciones.

Tiene antigua prosapia: ya en el derecho romano existía ese tipo de


responsabilidad por el mantenimiento de animales salvajes, y el princi-
pio que la establece ha sido recogido por gran número de órdenes jurí-
dicos del mundo, particularmente en nuestros días. Se aplica a actividades
que, aunque peligrosas, son lícitas debido a su utilidad para la sociedad
que las permite, y en las que la responsabilidad por los daños causados
surge aunque se hubieran empleado las precauciones debidas para tra-
tar de evitar los accidentes. No interesa, por ende, la culpa: si se produ-

1
O sea, cuando un Estado viola una obligación internacional y por ende comete un
hecho ilícito.
478
Juuo BARBOZA
LA RESPONSABILIDAD SINE DEl/CTO 479

ce un daño y la relación causal entre incidente y daño queda estableci-


vida moderna en forma tal que no se las puede erradicar. La reparación
da, debe indemnizarse sin más. Un ejemplo serían las indemnizaciones
de los daños debe ser expeditiva, lo que sería imposible -además de
por accidentes del trabajo en la legislación interna de muchos países,
incluso el nuestro. injusto- si se cargara a la víctima la prueba de la culpa. . .
Son otros los razonamientos que se imponen: los daños ongmados se
En lo que toca al derecho internacional, si bien una corriente mayo-
consideran costos inherentes a la actividad, que si no se hicieran recaer
ritaria de opinión considera que no existen normas de derecho interna-
sobre el explotador o el empresario originarían un enriquecimiento sin
cional general que consagren este tipo de responsabilidad, ella es
causa. Los daños producidos por la actividad peligrosa quedarían
recogida en numerosos tratados en los que la responsabilidad se canali-
externos a la empresa si debieran ser soportados por las víctimas, sien-
za hacia el explotador y en algunos casos, como en las convenciones de
do que son inherentes al riesgo que la actividad crea; sus costos deben
responsabilidad por daños nucleares (de París y de Viena), el Estado
por ende interna/izarse. . .
tiene una responsabilidad residual. Hay sólo una convención en la que
No se detiene ahí el razonamiento: en último extremo, siendo soCial
se atribuye exclusiva responsabilidad sine delicto al Estado: la relativa a
la utilidad de la actividad peligrosa, no sería apropiado tampoco que
los daños producidos por objetos lanzados al espacio.
esos costos estuvieran sólo a cargo de una persona, aunque fuera el
Como veremos más adelante, el tema fue materia de codificación en
explotador de la actividad: deben transitar al conjunto de la sociedad.
la Comisión de derecho internacional de las Naciones Unidas. En el
Es por ello que se los hace recaer en primera instancia sobre el explo~a­
debate, la Comisión insistió en que "prevenir era mejor que curar'', o
dor, que es el mejor colocado para aumentar los precios de sus serv1c10s
sea, que prevenir el daño era mejor que indemnizarlo e incluyó la pre-
y así trasladar el costo de las indemnizaciones, o de los seguros qu.e
vención del daño como parte integrante del tema. Lo transformó con
tome para cubrirse, al conjunto social. Se cierra así el círculo: una_ acti-
ese aditamento en un proyecto de régimen internacional de las activida-
vidad que se permite por ser socialmente útil aunque cause danos a
des peligrosas, que son las más propicias a producir incidentes causan-
individuos aislados debe compensar a esas personas por sus pérdidas Y
tes de daños transfronterizos y lo dividió en dos cuerpos normativos: el
las indemnizaciones ser financiadas en última instancia por la sociedad,
uno sobre prevención y el otro sobre responsabilidad. El primero servi-
destinataria final del beneficio de la actividad.
ría de base a una convención que hiciera obligatorios sus términos para
Como se ve, no faltan argumentos para fundamentar este tipo de
los Estados que la suscribieran y el segundo enunciaría simplemente
responsabilidad. Incluso para satisfacer a quienes no conciben la repa-
principios sobre la responsabilidad que no tendrían carácter vinculante.
ración sin previa culpa [en sentido lato: negligencia o dolo], se pu~de
Como ambos proyectos están unidos por aplicarse al mismo género de
pensar en la existencia de una culpa condicional consistente en apare¡ar
actividades, existen conceptos que les son comunes. Por ejemplo, el con-
a la creación del riesgo una forma de culpa que queda latente hasta que
cepto de "riesgo", que califica a las actividades materia de las normas.
se produce la condición -el daño- que la trae de la potencia al acto.
Suele también llamarse a esta responsabilidad "objetiva". Por nues-
2. Naturaleza de esta responsabilidad tra parte, propusimos "causal" ,2 puesto que opera por el mero n~,xo
causal entre el acto y el resultado perjudicial. Tras posterior reflex1on,
llamarla "responsabilidad sine delicto" nos parece lo más apropiado Y
La indiferencia del derecho hacia la culpa en estas actividades se
debe a que predominan a su respecto consideraciones de tipo práctico:
las actividades en cuestión no pueden prohibirse, a pesar del riesgo que
engendran, por ser socialmente útiles, o por haberse incorporado a la 2 Ver Julio Barboza, "La responsabilité causale dans la Comission du Droit lnterna-
tional" en el Annuaire Fra111;ais du Droit Iutemational, 1988, pp. 513/523.
]uuo BARBOZA
LA RESPONSABILIDAD SINE DELICTO ·IH 1
tspccífico al tema de la CDI, porque surge sin que se viole obligación
alguna, esto es, sin hecho ilícito.3 binado de la probabilidad de ocurrencia de un accidente y de la 111;tg·
nitud de su impacto dañino. Las actividades que impliquen una h;1ja
probabilidad de un daño simplemente sensible están excluidas.
3. Diferencias entre la responsabilidad por hecho ilícito
y la "sine delicto" La CDI dijo, al separar el tema de la responsabilidad por hechos ilí-
citos del presente, en un célebre párrafo:
Las actividades no prohibidas por el derecho internacional que entra-
"En vista del fundamento enteramente distinto de la llamada respon-
ñen el riesgo de causar, por sus consecuencias físicas, un daño transfron-
sabilidad por riesgos y de la naturaleza diferente de las normas que la
terizo sensible son la materia del tema que estamos estudiando.
prevén y habida cuenta de su contenido y de las formas que puede
adoptar, un examen conjunto de ambas cuestiones no podría sino
Algunos miembros de la Comisión de derecho internacional hubieran hacer más difícil la comprensión de una y otra". 5
querido restringir el alcance del proyecto a las llamadas "actividades
ultra-peligrosas" (ultra-hazardous activities), o sea a aquellas que apa-
A continuación se desarrollan las diferencias existentes entre la res-
re¡an una baja probabilidad de daño catastrófico, como la industria
nuclear, las actividades espaciales, etc. La mayoría favoreció un enfo- ponsabilidad por hecho ilícito, materia de los capítulos anteriores, y la
que más amplio, que comprendiera también aquellas actividades que responsabilidad sine delicto. 6 Veamos primero las que menciona el
tienen una probabilidad alta de daños simplemente de cierta significa- párrafo transcripto.
ción (daños sensibles).
a) Distinto fundamento
El concepto básico es el de "riesgo de causar un daño transfronterizo El fundamento de la responsabilidad por ilicitud es la violación de la
sensible". Se define como el que abarca desde una "baja probabilidad obligación, el hecho ilícito que causa un daño jurídico y que exige el retor-
de causar un daño catastrófico a una alta probabilidad de causar otro no a la legalidad; el de la responsabilidad sine delicto, por el contrario,
daño sensible" (artículo 2. a). 4 En suma, en lugar de definir separada- encuentra su fundamento en el daño producido por un hecho lícito. No
mente el concepto de riesgo y el de daño sensible, era preferible definir hay daño jurídico ni existe por ende el reclamo de retorno a la legalidad.
la expresión: riesgo de causar un daño transfronterizo sensible. Y eso Estas diferencias aparejan varias otras de que se da cuenta enseguida.
debido a la interrelación entre riesgo y daño y a la relación que guar-
dan ambos con el adjetivo sensible. b) Normas primarias y secundarias
A diferencia de las obligaciones que emergen del hecho ilícito para el
La Comisión combinó el riesgo y el daño para fijar un umbral debajo Estado autor, impuestas en normas secundarias, la responsabilidad sine
del cual no hay efectos jurídicos. Y ese umbral se refiere al efecto com- delicto se ubica en el terreno de las normas primarias. Es natural, ya que
la responsabilidad surge sin violación de obligación y por ende pertenece
3
. El título era "Responsabilidad por las consecuencias perjudiciales de actos no prohi-
bidos por el derecho mternac1onal", o sea que el énfasis se ponía en la licitud de los actos
que causaban el daño. Por lo demás, la responsabilidad objetiva puede ocurrir con 0 sin 5 Anuario de la Comisión de Derecho lnternacio11al, 1973, Vol. 11, p. 172, doc. A/90
v1olac1ó_n de obligación. Una considerable parte de las obligaciones que no son de debida 10/Rev.1, para. 38.
d1lrgenc1a caen bajo este rubro. 6 Conviene poner de manifiesto las diferencias entre ambos tipos de responsabilidad,
4
Del proyecto sobre prevención, aplicable también al de responsabilidad. puesto que en la Comisión subsistió durante mucho tiempo -y acaso no esté superada
todavía hoy en la mente de algunos de sus miembros- la confusión entre dichos tipos.
LA RESPONSABILIDAD SINE DELICTO ·IH 1
482 Juuo BARBOZA
c) La atribución de conducta al Estado
al trecho normativo anterior al incumplimiento. Por ende, la indemniza- Otro rasgo distintivo se encuentra en el campo de la atribuc:irí11
ción correspondiente al daño producido tendría el carácter, no de una (imputación). Hemos visto que en la responsabilidad por hecho ilícito
sanción, sino de una prestación establecida por la norma primaria. se atribuye al Estado la conducta de ciertas personas actuando en deter-
minadas condiciones. Sus comportamientos se consideran un "hecho
Esta ubicación en el tramo de la norma primaria milita en favor de del Estado", básicamente cuando esas personas o entidades son órga-
aquellos que prefieren ver en la reparación una garantía que el empre-
nos del Estado (artículo 4), o ejercen atribuciones del poder público
sario -particular o estatal- ofrece como condición de licitud de su
(artículo 5) o actúan bajo la dirección o control del Estado (artículo 8),
actividad peligrosa, más que una responsabilidad propiamente dicha.
En todo caso parece un poco tarde para cambiar el nombre, desde que o lo hacen en ausencia o defecto de las autoridades oficiales (artículo 9).
en todos los sistemas jurídicos del mundo, incluido el internacional, se En los tratados en que se establece la responsabilidad sine delicto, en
la conoce con el nombre de "responsabilidad" con un aditamento cambio, las conductas que originan el daño no se atribuyen al Estado, y
como el de "objetiva'', o "por riesgo", "causal" "sine delicto'', etc. ' las obligaciones que a éste incumben nacen simplemente porque dichas
actividades se desarrollan bajo su jurisdicción o control.
Lo único que ambos tipos de responsabilidad tienen en común es Así sucede en el único caso en que se asigna directamente al Estado
que ambas se ocupan de las consecuencias jurídicas de ciertos hechos, una responsabilidad sine delicto, el de la Convención sobre responsabi-
pero por motivos radicalmente diferentes: en una de ellas a partir de Ja lidad por daños causados por objetos espaciales (el Estado de lanza-
violación de una obligación y en la otra de la mera producción de un miento) así como en los convenios en los que, imponiéndose la
daño material, sin que medie violación de obligación alguna. responsabilidad al explotador, se atribuye al Estado una responsabili-
Para completar el concepto que desarrollamos: entraríamos en el dad subsidiaria en relación con las víctimas.7 No parece, sin embargo,
terreno clásico de la responsabilidad por hecho ilícito solamente si el que esta responsabilidad se origine en la imputación al Estado de cier-
responsable, una vez producido el daño que tiene la obligación de tas conductas de personas físicas o morales, sino más bien en la atribu-
indemnizar, no cumple con esta obligación, poniendo así en movimien- ción de las consecuencias transfronterizas de tales conductas (daños
to las consecuencias de dicha violación y por ende la responsabilidad causados) que el Estado asumiría presumiblemente por su condición de
consiguiente. sujeto del derecho de gentes.
La diferencia comentada respecto a las normas primarias y secunda-
rias es el reflejo en la esfera normativa de la diferencia esencial que 7 El artículo 7 de la Convención de Viena sobre responsabilidad civil por daños nucle-
media en la realidad de la conducta entre estos dos tipos de responsabi- ares dispone que: " ... El Estado de la instalación garantizará el pago de las indemnizacio-
lidad que consideramos: una se produce por una actividad, o conducta nes por daños nucleares que se reconozca ha de abonar el explotador, aportando para
ello las cantidades necesarias en la medida en que el seguro o la garantía financiera no
ilícita y la otra por una lícita. basten para cubrir las indemnizaciones ... ".
Por otra parte, la distinción entre normas primarias y secundarias no En el mismo campo de la energía nuclear, la Convención de Bruselas, complementaria
es un mero mecanismo de análisis, sino un instrumento lógico que no se de la de París, limita la responsabilidad del explotador en 5 millones de D.E.G. (derechos
especiales de giro) por incidente, pero lo que va entre esa suma y 175 millones debe ser
deja relativizar y trasciende de la realidad de la que deriva: en un caso, provisto en fondos públicos por el Estado de la instalación, y lo que va entre esa última
la conducta que origina ciertas consecuencias legales (establecidas en la cantidad y 300 millones debe ser puesro por el conjunto de Partes contratantes, de acuer-
norma secundaria) es una conducta ilícita, porque surge de la violación do con una fórmula establecida en el artículo 12. En nuestra opinión, también esta res-
ponsabilidad subsidiaria del Estado es sine delicto y relativiza Ja afirmación general de
de una obligación, mientras que en el otro es una conducta lícita desde
que la Convención espacial citada es la única en la que el Estado tiene ese tipo de respon-
que ninguna obligación se incumple (y las consecuencias del daño se sabilidad.
atribuyen por la norma primaria).
LA RESPONSABILIDAD SINE DELICTO
Juuo BARBOZA

ilícito (ver Capítulo 17), haría notar el hecho, también búsiw, tk q1u•
La anterior es, ciertamente, una consideración importante. No se puede en la responsabilidad sine delicto no se produce ningún daiio )uríd" o,
asignar al Estado, en el campo de la responsabilidad por hechos ilíci-
desde que no hay violación de obligación.
tos, las consecuencias de la conducta de terceros que le son enteramen-
te ajenos, o que no actúan de alguna manera como sus órganos, de jure
o de facto. Ya habíamos visto que cuando aparentemente eso sucede, e) La reparación
como en caso de atentado a una Embajada por individuos no vincula- En cuanto a la reparación, sabido es que el principio dominante t'll
dos al Estado ni actuando bajo su control, en realidad el Estado sería la responsabilidad por ilicitud es el de la in integrum restitutio, "borrar
responsable por la eventual negligencia de sus propios órganos en las consecuencias del hecho ilícito y restablecer la situación que hubiera
impedir el atentado y no por la acción de esos terceros. Por el contra- existido si el hecho no hubiera tenido lugar" . 10 Si bien hay una tendcn··
rio, la responsabilidad sine delicto surgiría, en las convenciones que cia a que en la responsabilidad sine delicto se llegue asimismo a similar
as1gn.an alguna responsabilidad al Estado, por el simple hecho de que la resultado, y que incluso alguna forma de restitución también se ensaye
actividad peligrosa que causó el daño tuvo lugar bajo la jurisdicción 0 en el terreno del daño al medio ambiente cuando se imponen medidas
el control del Estado de origen, o sea que sería más amplia.8 de restauración del statu quo ante, el hecho de que sea una actividad
lícita la que origina el daño hace posibles otras diferencias, como la de
d) El daño fijar topes a las indemnizaciones, 11 rasgo contrario a la lógica de la
El papel que en uno y otro caso desempeña el daño es otro rasao dis- reparación del daño causado por el hecho ilícito.
6.ntivo entre los tipos de responsabilidad que considerarnos. Corno La noción de que pueden distribuirse los costos, de forma tal que
vimos,. ~a. Parte I dd proyecto de responsabilidad de los Estados (por algunos gastos de prevención hechos por el Estado de origen se des-
he.cho 1lic1~0, s~ entiende) no asigna al daño ninguna función para deter- cuenten de las indemnizaciones por daños transfronterizos no puede
mmar la v10lac1ón de una obligación internacional, siendo esa una de las descartarse enteramente en la responsabilidad sine delicto, pero sería
características salientes del proyecto de la CDI.9 En cambio en la res-
po~s~bilida~ sine delicto el daño es condición sine qua non d~ la respon-
acaso impensable en la otra.
Esto parece indicar que la reparación no tiene la misma naturaleza
sabilidad: sm daño no existe obligación alguna por parte del eventual en los dos tipos de responsabilidad: cuando media la violación de una
responsable, ya que es el daño el que pone en movimiento el mecanismo obligación, el principio es categórico: hay que borrar las consecuencias
de la n.~rma primaria que rige esta responsabilidad y hace exigible la del hecho ilícito. Cuando no existe dicha violación, la equidad y la jus-
prestac1on que es el contenido de la obligación de indemnizar. ticia aconsejan llegar lo más cerca posible de la regla de Chorzow, pero
puede ceder este principio a consideraciones de tipo práctico, como por
Un comemario que tuviera en cuenta el daño jurídico, al que personal- ejemplo que no puedan conseguirse seguros para cantidades proporcio-
mente asignamos un papel fundamental en la responsabilidad por hecho
nalmente muy grandes, o que el pago total condene a la empresa que
conduce la actividad peligrosa pero socialmente útil a costos que la
. , 8 fa nuestra opinión .que la imputación de conducta del órgano al Estado es una ficción
¡und1ca destmada a facilitar la utilización del mecanismo de la responsabilidad antropo· hagan antieconómica, etc.
morf1zando a un .su¡eto_ de derecho que no posee características humanas. Pero es claro que
en la responsabilidad sme de/reto emplear esa técnica es imposible e inútil, por tratarse en 10 CPJI, El caso de la fábrica de C:horzow, 1928, Serie A, N" 17, p. 47. (Traducción
tod~ ~aso de una responsabilidad donde la intención culpa no cumple papel alguno.
. Sm embargo, parece. evidente ... que el daño no es una condición indispensable para nuestra.)
11 Véase, por ejemplo, el artículo l 1 del Convenio sobre daños causados a terceros en
la existencia de un hecho mternac1onalmente ilícito, ni un elemento constitutivo particu-- la superficie por aeronaves extranjeras, de Roma ( 1952), que limita la indemnización en
lar de .tal co~cepto". Anuario ... , 1973, Vol. 11, p. 187. Véase el razonamiento completo
relación con el peso de la aeronave.
de la Com1S1on en el punto 12) del comentario al artículo 3 de la Parte I del proyecto.
486
Juuo BARBOZA
LA RESPONSABILIDAD SINE DEL!CTO ·I H/
f) La cesación
Habría también una diferencia aparente en cuanto al concepto más o d .
el derecho mtcrnac10na . l como actividades de efectos 11odtJos,
. . .
menos ortodoxo de cesación, esto es, la terminación del acto continuado os por 1 1 h motivos para pensar que serían en prn1n¡11"
respecto a as cua es ay l · t .· ele.: culpa
violatorio, que es considerado por la CDI como una de las dos consecuen- ilícitas en el derecho internacional general, por a ex1s e_~ºª,. . .
cias del ilícito (siendo la otra la reparación) y por ende de la esencia de la 15 uando entra en juego, entonces, la cesac10n es poi qut
lato sensu.
. "d dC c estion . , pue d e h a b er per dido su carácter ong111al dr
responsabilidad por ilicitud. 12 Se ha dicho -y en eso nos incluimos- que en ya 1a act1v1 a en u l b"lidad ciuc cahría
ser una activ1. "d a d de riesgo·' en tal caso a responsa lT ·
la responsabilidad sine delicto no hay cesación de la actividad, porque es
aplicar a partir de allí sería eventualmente por hecho I ICito.
igualmente de la esencia de esa responsabilidad que la actividad continúe.
., . 1 s aplicable en la responsabilidad si11c
Pero una posterior reflexión parece indicar otra cosa. La cesación, en La cesac1on s1mp em:n::e~~e:ente se impone es porque la naturalc-
la responsabilidad por ilícito, cabe cuando la violación es continua, o de/1cto, porque cuando -~ 1 ., aplica entonces a un hecho
sea es causada por un acto continuo. La continuidad del acto, 13 en el za de la actividad cambio y a cesac1on se
campo de la responsabilidad sine delicto tiene la virtud de transformar ilícito continuado.
la naturaleza de la actividad. En efecto, si lo que produce el daño
transfronterizo es un acto continuo, 14 llegaría un momento en que ., d ¡ p nsabilidad sine delicto
dicho acto, por ser continuo y de resultado perfectamente previsible,
g) La colectivizac1on e a r~sde~echo del medio ambiente, la complc-
En Ciertos terrenos, como e d .b . , ca u-
cambiaría el carácter de la actividad. Tal tipo de daño ya no es contin- .. d d de las causas del daño dificultan el proceso e su atn uc10~, . -
gente, sino necesario y lo que pudo concebirse corno simplemente peli- JI a esuntamente lo generaron. El concepto c as1eo
groso se transforma en simplemente nocivo. El concepto de riesgo sal a las c~~duhctas dque pr lazado a veces por construcciones jurídicas
implica, precisamente, el de la contingencia del daño, y en la hipótesis de causac1on a si 0 reemp . · 1 · tos casos de
que consideramos llegaría un momento en que puede haber certeza del como la responsabilidad ~uasi colectiva, por e¡:~; ~e::r~~;ón del dai"io
- l' . Es muy mteresante anotar qu .
perjuicio, no obstante lo cual el acto violatorio continúa. Este tipo de dano eco og1co. . cidente que produjo dicho
actividades fue calificado en un primer proyecto en la CDI sobre res-
·etos que no causaron e1 m
se reparte entre su¡ l ión estrecha con la actividad peligrosa. Las
ponsabilidad por las consecuencias perjudiciales de actos no prohibi- daño, pero que tienen re ac l. . , d la responsabilidad, la responsa-
·ón la cana 1zac1on e .
re d es d e protecc1 ' t ·os son meca111s-
12
bT d d residual del Estado o los fondos compensa on .
Hemos expresado nuestra opinión, en el capítulo anterior, sobre la verdadera natura·· ii a ue consideraciones prácticas prevalecen sobr_e. conceptos
leza de la cesación. Pero es evidente que uno de los elementos de la cesación es el dejar de mos en los q !' . , de la responsabilidad es un
hacer. En suma, que para "poner fin" a una violación continuada, además de hacer algo estrictos de causalidad. La cana 1zac10n , . 1 . -
establecido por la obligación original, es menester dejar de hacer lo que se estaba haciendo. 1 . )n revalecen criterios pragmaticos como a s1111
En realidad, el hacer algo diferente implica dejar de hacer lo que constituía la violación. recurso en cuya e ecc1c p d 1 facilidad de ciertas personas
plific;ció~;: l:;r~:~~~~::ns~e:~;~~~s;os~os del seguro al precio de ~u.s
13
La violación por acto continuado, según dijimos en el capítulo anterior, tiene la vir-

;:~:ctt:s, la conveniencia de las víctimas de encontrar una cabeza v1s1-


tud de prolongar la existencia de la obligación primaria en el campo de la responsabili-
dad por hecho ilícito. En el campo de la responsabilidad sine delicto tiene el efecto que se
indica arriba.
14
Hacemos una distinción entre acto y actividad. Sin intentar aquí una definición for-
mal de actividad, parece que esta última estaría normalmente compuesta de muchos ----- , , te la o )inión coincidente en principio con lo q11r d1ji
actos, generalmente orientados hacia un fin común. La fundición del acero es una activi-- 11 Veremos un poco mas adelan l l 'd. b" t de la Comisión l\ru11ila11d.
d ·ho de me 10 am 1en e
dad lícita, pero puede haber actos de esa actividad, caracterizados por el uso de ciertos mos del Grupo de Expertos en erec . b el daño en forma tal q11e i·str. ' .'"
' . · 1 proceso que causa a ¡
elementos en el proceso productivo -como en el caso de la f1111dició11 de Traif- que pro-- Naturalmente que s1 se cornge e . l leado en la producción, o id 1111 1
. . . l l biar un cierto e emento emp . , .l
duzcan el daño transfronterizo y que sean, asimismo, continuados. el1mma, por e¡emp o, a cam . d ·1 o habría ya mas razon para q111 •I
, f"lt
zar a lgun 1 r o o al tomar otra medida e ese esn o, n
actividad cesara.
LA RESPONSABILIDAD SINE DELICTO 489
488 ]uuo BARBOZA
brio de intereses entre las diferentes partes dicta un sistema que es neu-
ble contra quien instituir procedimientos judiciales, etc., sobre los víncu- tro a la culpa y que toma en cuenta los costos de las empresas que lle-
los causales. En el mismo sentido hay que considerar la responsabili- van a cabo actividades peligrosas, su viabilidad económica y los
dad residual del Estado, cuando ésta se impone para completar los beneficios que ellas aportan a las sociedades. La responsabilidad sine
montos de indemnización, cualquiera sea su responsabilidad en la cau- delicto se preocupa más por elementos como las estadísticas, los costos
sación del daño, simplemente porque la actividad que lo provocó esta- y su distribución equitativa, los seguros y otras consideraciones prácti-
ba bajo su jurisdicción. Del mismo modo deben ser vistos los fondos cas que por la culpa lato sensu, la violación de obligaciones y la restitu-
compensatorios como un mecanismo para distribuir entre un número ción integral. Se interesa, en cambio, por la continuación de las
de explotadores las pérdidas emanadas de accidentes causados por la actividades peligrosas pero socialmente útiles, en lugar de su cesación.
actividad, ya tengan dichos explotadores relación o no con el accidente Está más influenciada por un factor que, en el campo de la responsabi-
mismo, y así sucesivamente. La participación de estos personajes en el lidad por ilicitud ocupa un lugar modesto, como es el riesgo. Tiene que
escenario de la responsabilidad nada tiene que ver con la causación ver con conductas lícitas y no con conductas ilícitas. Una y otra perte-
individual, que es esencial y no transferible en la responsabilidad por necen a diferentes especies, acaso también a géneros diferentes: un león
16
hecho ilícito. Esta forma de atribución "colectiva" en forma de redes o es un león y una jirafa es una jirafa, aunque ambos sean vertebrados.
de capas de responsabilidad tiene que ver, en algunos casos, con la incer-
tidumbre y complejidad de los vínculos de causalidad en lo relativo al
medio ambiente, por ejemplo, o con el manejo de tecnologías complica- 4. La responsabilidad por daño causado en el derecho
das que hacen muy difícil discernir las causas productoras del daño. internacional general

h) Conclusión
¿Cuáles son las consecuencias en el derecho de gentes del daño trans-
Lo indicado más arriba muestra una decisiva diferencia entre dos fronterizo causado? ¿Existen normas que den fundamento a la respon-
formas distintas de respuesta a estímulos que son también diferentes sabilidad sine delicto? La pregunta es importante, y lo fue también en el
(hecho ilícito o daño). Parecen existir dos ejes en la responsabilidad sine debate de la CDI sobre el tema correspondiente. La posición más con-
delicto estrechamente ligados entre sí: la ausencia de culpa y la existen- servadora se manifestaba en contra de la existencia de tales normas: no
cia de riesgo. Tal combinac!ón posibilita el equilibrio de los diversos hay ninguna regla del derecho internacional general que obligue a
intereses enfrentados: no hay nadie a quien culpar por los perjuicios indemnizar por los daños causados por un acto no prohibido. Algunos
que cause la actividad peligrosa. miembros, por cierto, disentían completamente con ese aserto. 17 El
Cualquier teoría que no tome en cuenta el riesgo creado por las tec- estudio del Secretariado sobre la práctica internacional en este terreno 18
nologías de nuestro tiempo sería ciega a las realidades más importantes,
no sólo de la responsabilidad, sino también de la vida moderna. El ries-
17 La cuestión se zanjó finalmente al seguirse la sugerencia del entonces Relator Espe-
go es un hecho aceptado en nuestras sociedades, y por ello mismo las
cial (Barbaza de que la Comisión no se pronunciara sobre el punto, desde que si no exis-
entidades que lo crean no pueden ser responsables como si tuvieran por
tían tales normas en el derecho consuetudinario, la COI tenía facultades para proponer
ello alguna culpa. La responsabilidad sin culpa es la respuesta: el equili- en sus proyectos el desarrollo progresivo del derecho internacional. El Relator Especial
era el autor de este libro.
18 "Estudio sobre la práctica de los Estados relativa a la responsabilidad internacional
16
Por lo menos para la imputación de conductas. A veces las consecuencias se trans- por las consecuencias perjudiciales de actos no prohibidos por el derecho internacional",
fieren del autor a otro sujeto, como en el caso del padre respecto a los daños causados Doc. NCN.41384, del 16/10/84.
por sus hijos menores, pero no se le imputa a éste la conducta de sus hijos.
490
]uuo BARBOZA

no daba cuenta, sin embargo, de que se hubieran encontrado normas LA RESPONSABILIDAD SINE DELICTO 491
consuetudinarias expresas y específicas que aceptaran el principio de la
responsabilidad sine delicto.
trabajos puldieraln aca_rreda: ~a~ ~ge::~,,ª(bastardillas nuestras).21 En el
. normal en las relaciones vcci-
ªles 0 en a ut1 1zac1on ·, d E t
n d · · · 21 de la Declarac1on e s o-
a) El daño transfronterizo causado con culpa lato sensu mismo ~'entido, acet~ c~:~~n~~~~a
;l de las Naciones Unidas y con
Creemos que se puede decir, sin temor a equivocarse, que sí existe colmo: De con ormi ª E d · en el derecho
1 . . íos del derecho internacional, los sta os nen .
una regla general de derecho internacional que impone a los Estados la s~~~;~~~pde explotar sus propios recursos en aplicación ~e- prop~:
su
obligación de tomar precauciones para evitar que actividades en su terri- . 1 1 bl" ·ón de asegurar que las act1v1dades q
torio causen un daño en el territorio -personas o bienes- de otros Esta-
dos. Los casos de jurisprudencia internacional que normalmente se citan
;:::~~:n':~;~:~,::0°¿, •;:~•mi,dioción obojo'";on;::'.:~::~;;
<liquen al medio de otros Estados o de zonas s1tua as
para probar la vigencia del axioma sic utere tuo et alienum non !acedas, jurisdicción nacional"·
que ordena el buen uso del propio territorio para prevenir los daños
transfronterizos, establecen una obligación general de prevención. Son .
La práctica internacional y 1a 1u~1spru
. . d e ocia que constituyen tales
suetudinaria
las violaciones a esa obligación general las que originan responsabilidad, entonces indican la existencia de una norma con h
por supuesto, por hecho ilícito. casos, , . d ciclo cuando no se an
que hace ilícito el daño transfrontenzo pr~t ulo o sea con culpa lato
tomado las precaucion~s raz.onabples pa·r~ evp~:~ti;a ni l; jurisprudencia
Abonan la conclusión anterior ciertos casos clásicos, como el del (
sensu por
d lo 0 negligencia). ero 01 ª d d
Canal de Corfú ("Entre Estados independientes, el respeto de sus f d o nto claro y expreso a la m . demnización por activi a es .
soberanías territoriales es una base esencial de las relaciones interna- dan .un un ame oducen dano - a traves , d e accidentes ' cuando tales .acc1-
cionales'', y "la obligación de cada Estado de no permitir consciente- de nesgo,
dentes que producido
se han pr . no o b stante h a b erse tomado las precauciones
mente que su territorio sea utilizado para realizar actos contrarios a aconsejables.
los derechos de otros Estados"(bastardillas nuestras), 19 el de la Fun-
dición Trail ("ningún Estado tiene el derecho de usar o permitir el
. de1icto
b) La responsabilidad sme . Por el daño transfronterizo
1 bTdad
uso de su territorio de tal manera que se cause daños por emanacio-
nes en o al territorio de otro o a los bienes o personas dentro de él,
1 tus en derecho general de a responsa i I
¿Cuál es, entonces, e st1a .. d d de r1'esgo' Por lo que se dirá a
cuando el asunto es de consecuencias serias y el daño se establece d - sen as act1v1 a es ·
por los anos que cau . . ·p1·0 emergente una norma
º
mediante pruebas claras y convincentes"J, 2 el del Lago Lanós, a
continuac10n, parece qu
e hubiera un pnnc1
f .,
,
e impone responsabilidad
contrario sensu ("No se ha afirmado claramente que los propuestos consuetudinaria en avan.zada ormac10n q~ idades de riesgo.
19 para el daño transfrontenzo causado por a~t1v_ . bien asentados del
"Corfú Channel, Merits, Judgement", ICJ Reports 1949, pp. 35 y 22 respectiva- Su fundamento teórico está en otros prmc1p10s, 1 no es indife:ente
mente. Traducción nuestra. Los párrafos rezan así en inglés: "Between independent Sta- derecho internacional, puesto que el daño, en genera '
tes, respect far territorial sovereignty is an essential foundation of international
al derecho.
relations ... " y "every State's obligation not to allow knowingly its territory to be used far
acts contrary to the rights of other States".
ZO Id., p. 1965. Traduccion nuestra. En inglés: " ... under the principies of Internatio-
na/ Law, as wel/ as of the law of the United States, no State has the right to use or permit . ,, Traba'o citado del Secretariado, p. 250.
the use of its territory in such a manner as to cause injury by fumes in or to the territory 21 "Estudio de la práctica de los Estados.'.. . J 1 sentido de que el Tribunal
. . "E saje puede mterpretarse en e . l .
of another or the properties or persons therein, when the case is of serious consequences El comentano dice que ste pa ¡- onstituyen un problema especia , Y SI
and the injury is established by clear and convincing evidence". opinó que las actividades anormalmente pe tgrosfas c , propuesto conllevaba un riesgo
. d · d ue el provecto rances . . . ,, (B
España hubiera etermma o q d ... , d 1T ºbunal hubiera sido d1stmta . as-
anorma 1de d anos
- e n España ' tal vez la ec1s10n e n
tardillas nuestras.)
492 Juuo BARBOZA LA RESPONSABILIDAD SINE DELICTO 49.1

c) La soberanía territorial El daño pone en movimiento los mecanismos de la responsabilidad:


En contra de la responsabilidad por actividades de riesgo se ha invo- si los Estados tienen, en ámbitos de su jurisdicción soberana, ciertos
cado el argumento de que la soberanía territorial otorga a un Estado la deberes con respecto a los derechos de otros Estados y a los de súbditos
libertad de autorizar cualquier actividad en ámbitos de su jurisdicción. extranjeros, a fortiori, el Estado que origina un daño tendría los mis-
La soberanía territorial tiene, sin embargo, dos caras: una es la libertad mos deberes hacia las víctimas del daño cuando éstas lo reciben estando
y la exclusividad de la acción del Estado en el propio territorio y la otra en su propio país.
es la integridad e intangibilidad de ese mismo territorio. La soberanía Sabemos, por otra parte, que la doctrina internacional presume que
estatal queda también vulnerada cuando se produce en su territorio un los daños causados a los extranjeros por la violación en ciertas circuns-
daño proveniente de otro Estado. tancias de aquellos deberes implica un daño causado a los Estados de
los que son nacionales.
"La soberanía territorial, ... implica el derecho exclusivo de desplegar Tales Estados pueden promover la protección diplomática corres-
las actividades de un Estado. Este derecho tiene, como corolario, un pondiente, o una acción judicial o arbitral en su caso, porque son ellos
deber: la obligación de proteger dentro del territorio los derechos de
y no los individuos los titulares de ese derecho y acción en el plano
otros Estados, en particular su derecho a la integridad y a la inviolabi-
internacional.
lidad en tiempo de paz y en la guerra, junto con los derechos que cada
Estado puede reclamar para sus nacionales en territorio extranjero ...
La soberanía territorial no puede limitarse a su aspecto negativo, esto d) El enriquecimiento sin causa
es, a excluir las actividades de otros Estados, ya que aquélla sirve para Luego hay principios evidentes, tales como el enriquecimiento sin
dividir entre las naciones el espacio sobre el cual se ejercen las activi- causa que significaría, como vimos, hacer soportar a terceros los costos
dades humanas, para asegurarles en todo momento el mínimo de pro- externos de una actividad peligrosa que representan los daños causados
tección de la que el derecho internacional es guardián" .22 a terceros.

El certero párrafo de Huber nos hace ver que la soberanía territorial, e) Los principios generales del derecho
que excluye toda injerencia extranjera, no es exclusiva del Estado don- Tampoco sería alejado de la realidad buscar un fundamento en los
de se desarrolla la actividad ni ampara su libertad irrestricta de permitir principios generales del derecho del artículo 38.3 del Estatuto de la CIJ,
esa actividad peligrosa, sino que pertenece igualmente a los que pueden puesto que los principios de la responsabilidad objetiva, por riesgo o
ser tocados por sus efectos. Por ende, la libertad que un Estado tiene sine delicto son un rasgo común a los derechos internos más conocidos.
para desarrollar o autorizar en su territorio cualquier actividad está
limitada, en cuanto a sus efectos transfronterizos, por la soberanía f) Los tratados. Los pagos ex gratia
territorial de los demás Estados, sus pares. Por último, existen como dijimos antes numerosos tratados que
Esta misma soberanía territorial tampoco admite la derogación por imponen un régimen especial sobre las actividades de riesgo en los
una interferencia venida del exterior y da fundamento al aforisma: sic cuales los Estados descargan su responsabilidad en los explotadores
utere tuo ut alienum non laedas. Consiguientemente, es también la base privados. En algunos otros, los Estados conservan una dosis de respon-
de la norma que obliga a los Estados a un uso inofensivo de su territo- sabilidad subsidiaria. En uno de ellos, los Estados asumen plena res-
rio respecto a los derechos de los demás Estados. ponsabilidad por ciertos daños.
En las relaciones entre Estados, las actividades peligrosas que se lle-
22
UN Report of lnternational Awards, Vol. 2, p. 839. (Traducción nuestra.) van a cabo bajo su jurisdicción o control han comenzado inicialmente
LA RESPONSABILIDAD S!NE DEL!(.'/() ·i'I',
·l'!·I
Juuo BARBOZA
Creemos, por lo demás, que los pagos ex gratia, corno el q11<' l1i111 .. J
sm que el Estado de origen se haya creído en la obligación de pedir per- Gobierno de los Estados Unidos al de Japón en el caso dt'I /11"''/"'''''
miso para ello a los que eventualmente pudieran resultar afectados, y Fukuyu Maru, o el del mismo Gobierno a los habitantes dl' J;i:; 1.,J.1.,
han contmuado hasta que la gravedad del riesgo se ha puesto de mani- Marshall24 ratifican que el Estado que paga tiene concic11ci:1 d<' q1ll'
fiesto, muchas veces a través de algún accidente más o menos catastró- pesa sobre él una obligación básica, o general de indemni1.:ir, pno 1111
fICo, o de su inminencia. A partir de allí, los Estados han llegado a obstante prefiere evitar la creación de un precedente q uc prt'j 111.1'.111·
acue:dos sobre la creación de un régimen convencional entre ellos que sobre el alcance de aquella obligación de indemnizar que le rn111JH'I 1·.
preve la contmuac1ón de la actividad cuestionada, a veces sobre la base No se realizaría un pago semejante si no existiera tal co11cirnl'i:1, ;11111
de adoptar ciertos estándares de prevención por el Estado de origen y que la obligación misma pudiera tener un perfil no bien definido.
de. pagar indemnizaciones -generalmente a cargo de los explotado:es Estas soluciones de la práctica internacional nos sugieren que los l:.. ,1;1
pnvados- por ~úios producidos. El anterior es un patrón que ha dos están convencidos de que corresponde indemnización por daí-1os \':111
ve111do confirmandose a medida que se celebraban convenciones esta- sados por el riesgo que crearon, con la responsabilidad que parc\'1'11
b.lec!end~ regímenes jurídicos para actividades específicas de riesgo reclamar para sí aquellas actividades por su índole misma: una for111a di·
s1g111ficat1vo: aviación civil, actividades nucleares, transporte de petró- responsabilidad sin culpa o sine delicto. Ello es significativo en cuanto :1 J,1
leo por mar, desechos peligrosos, buques nucleares, etc. Una variante opinio juris de los Estados que actuaron de esa manera.
en esta tendencia es el Convenio sobre la responsabilidad internacional
por daños causados por objetos espaciales, dentro del marco del Trata- g) Dos técnicas de ¡nevención
do del Espacio, don~~ no es el explotador privado sino el Estado el que El daño no es indiferente al derecho: el daño transfrontcri1.o 1111 111·
tl~~e una responsabilidad absoluta (así se la llama en el Convenio y sig- ne por qué ser una excepción. Si admitimos un deber de utili1.:1ci1-111
mf1ca lo que nosotros llamamos sine delicto) por cierto tipo de daños.23 inocua del propio territorio, como quedó bien establecido en el 11ú1111·
ro anterior, la finalidad del establecimiento de ese deber -que se IH1st:1
Entendemos que hoy en día existe consenso en la existencia de normas asegurar con la aplicación de cierta técnica jurídica como es la rl'spo11
consuetudinarias de prevención respecto de las actividades de riesgo. La sabilidad por hecho ilícito-- reclamaría otras veces la aplicaci<'>11 dt' l.1
CDI, al tratar el tema de la responsabilidad por actos no prohibidos,
propuso c'.ertas normas de prevención para las actividades peligrosas:
24 En 1954, "Los dai'ios resultantes del ensayo de una bomba de hidr(1grno el'" 111.1il 11
autonzac10n previa del Estado de origen para su desarrollo, evaluación
por los Estados Unidos en el atolón de Eniwetok rebasaron considerahlmw11tl' lo•, 1!11111<",
del impacto transfrontcrizo, consultas con vistas a la creación de un de la zona de peligro; se causaron daños a pescadores japoneses en alta mar y"' rn111.11111
régimen jurídico para esa actividad, con vigencia entre las partes intere- nó una gran parte de la atmósfera y un número elevado de peces, causándose as1 11•·11111
sadas: Posteriormente, a partir de 1997, la CDI separó el tema de la pre- baciones considerables en el mercado japonés de pescado. El Japón pidió una indrn11111.. 1< 1< 111
venc1on del de la responsabilidad, y propuso a la Asamblea General la Evita11do toda refere11cia a la responsabilidad legal el Gobierno de los Estado•; l l111d11•,
ofreció en una nota pagar al Japón una indemnización por los daños causados por..¡,., 111
convocatoria a una conferencia codificadora para acordar una Conven-·
del ensayo". (Bastardillas nuestras.}
ción a ese respecto. Las normas finalmente propuestas siguieron las líneas Con respecto a los habitantes de la,; Islas Marshall perjudicados por las r.1d1,1• 111111·"
generales que la CDI había acordado antes al respecto. consecuentes a ensavos nuckarcs en la zona, en l 964, el presidente Johnso11 pr111111ill',11
una ley por la que l~s Estados Unidos daban una indemnización de 950.000 d11l.11<'" '' 111;
habitantes de la zona de Rongelap, afectados por una explosión tennom1Ll<·:1r •·11 l\11<1111,
-, 3 E d b- 1 Islas Marshall, en 1954. El Gobierno del presidente Reagan destinó 100 111illn1wo, dr d11lo1
. ~ sto se e 10 a_ as especiales circunstancias que rodearon la sanción de ese conve- i
rno: los Estados preve1an ·-y también querían-, por razones políticas inherentes a las acti-:
v1dades espaciales mismas, que ellas fueran desarrolladas por los Estados con exclusión
de los particulares_ ¡ res en 1982 para resolver reclamaciones de isleños afectados por la 111i~;111;1 ':111•u1. "1 1111
dio sobre la práctica de los Estados ... ", cit., pp. 2.90, 2.9L
Juuo BARBOZA
LA RESPONSABILIDAD SINE DELICTO 497

otra técnica, la responsabilidad sine delicto, cuando la actividad tenga


el carácter no de dañina sino meramente de peligrosa.
5. El tratamiento del tema en la Comisión de derecho internacional

h) El equilibrio de intereses En 1997, la Comisión decidió separar el tema de la prevención de los


daños transfronterizos del de la responsabilidad por tales daños, que
Creemos que todo esto origina un estado de cosas que crea para las
venían tratándose conjuntamente desde el comienzo. En 2001 presentó a
partes, por lo menos, una obligación de negociar. Y tienen esta obligación
la Asamblea General (Sexta Comisión) un proyecto de 19 artículos y un
de negociar en el sentido indicado por el fallo de la Plataforma Conti-
preámbulo, bajo el título "Prevención de daños transfronterizos causa-
nental del Mar del Norte, esto es, de sentarse a la mesa de las negociacio-
dos por actividades peligrosas" y pidió a la Asamblea General de la
nes, de buena fe, tratando de contemplar los intereses de la otra parte
ONU que elaborase una convención basada en dichos textos ..
pero sin que ello signifique la obligatoriedad de arribar a un acuerdo.
En 2002 la Comisión comenzó la primera lectura de otro mstrumen-
to un "Pro~ecto de principios sobre la asignación de la pérdida en caso
Las negociaciones en cuestión estarían orientadas por el principio del
equilibrio de intereses, según el cual el Estado de origen debe, por un
lado, adoptar las mayores precauciones para evitar que la actividad
d: daño transfronterizo resultante de actividades peligrosas", que termi-
nó en 2004. En 2005 se recibieron las observaciones de los Gobiernos
produzca daños transfronterizos y eventualmente consultar con los
previas al comienzo de la segunda lectura. Es de hacer notar, sin embar-
Estados probablemente afectados para establecer un régimen que esta-
go, que por primera vez en más de 25 años ha habido un acuerdo en la
blezca entre ellos aquel equilibrio de intereses: aceptación por parte del
CDI que permitió terminar la primera lectura del proyecto.
Estado afectado de las medidas de prevención a adoptarse e indemniza-
ción de daños futuros, ya sea por el Estado mismo o por la vía de los
a) La prevención.
explotadores privados y sus seguros, con acceso a los tribunales para
las víctimas extranjeras. Los artículos relativos a la prevención se basan en un proyecto que
presentó un grupo de trabajo en 1996, con pequeñas modifi~aciones. 26
Si el daño ya se ha producido, en ausencia de un régimen de derecho
El proyecto se aplica (artículo 1) a las actividades no proh1b1das por el
internacional particular que lo contemple, el Estado de origen tendría,
derecho internacional que entrañan el riesgo de causar, por sus conse-
además, la obligación de negociar con el Estado afectado con respecto a
las indemnizaciones por los daños causados. cuencias físicas, un daño transfronterizo sensible.
• Se define dicho riesgo (artículo 2, a)) como abarcando desde la
Tal parece ser una formulación aproximada de la práctica internacio-
alta probabilidad de causar un daño sensible hasta la baja proba-
nal en la materia, que se expresaría en una norma emergente -aunque no
bilidad de causar un daño catastrófico (actividades ultra peligro-
todavía cristalizada- de derecho internacional general que señalaría Ja
sas, como la nuclear). .
necesidad de no dejar sin indemnización el daño transfronterizo ca usado
• Establece la obligación de los Estados de adoptar las medidas
P?r actividades de riesgo. Esto parece reflejarse en el "Proyecto de princi-
apropiadas para prevenir un daño transfronterizo sensible o, en
p10s sobre la asignación de la pérdida en caso de daño transfronterizo
todo caso, minimizar el riesgo de causarlo.
resultante de actividades peligrosas" cuya primera lectura la CDI ha ter-
minado recientemente en el año 2004 y que se comenta a continuación.25
26 Dicho grupo, presidido por el Relator Especial del tema, basó a su vez su proyecto
-con muy escasas modificaciones- en los informes presentados por el menc10nado Rel_a-
25
El año 2005, la Comisión no trató el tema a la espera de los comentarios de los tor Especial (Barboza) durante 11 años, con la excepción del proced1m1ento de soluc10n
gobiernos, como se hace habitualmente al terminarse la primera lectura y antes de iniciar de controversias, que no se había contemplado como posibilidad hasta entonces,_ aunque
la segunda. se hubiera mencionado en alguna oportunidad la conveniencia de un proced1m1ento de
establecimiento de los hechos.
Juuo BARBOZA
LA RESPONSABILIDAD SINE DELICTO ·l'!'I
• Proclama los principios de cooperación entre los Estados para los
objetivos de los artículos (artículo 4) y les impone: acuerdo entre las partes para solucionar las diferencias por los 11wle1dm
- la obligación de adoptar ciertas medidas específicas, corno habituales, el proyecto propone un procedimiento obligatono_ de· c".l ,1
aquellas de índole legislativa, administrativa o de otra naturale- blecimiento de los hechos (Comission d'enquétes). La Co1111s1011 c11c .11
za necesarias a ese respecto (artículo 5),
gada de establecerlos presentará a las partes en la controversi:1 1111
- la autorización previa por el Estado de actividades de riesgo informe con sus conclusiones y recomendaciones, que aquellas comide·
(artículo 6),
rarán de buena fe pero que no es vinculante (artículo 19.6).
- la evaluación del riesgo de que causen daño transfronterizo
sensible (artículo 7),
b) La responsabilidad . .,
- la notificación (artículo 8) a los Estados presuntamente afecta- Es menester subrayar que nunca había aceptado la Corn1s1011 q11c-
dos -con transmisión de información técnica sobre la actividad existiera responsabilidad internacional por daños transfronterizos et'.'
en cuestión- para facilitar el paso siguiente, que es
sacios por actividades de riesgo en el derecho internacional gen~ral. '"'.'
la consulta con los afectados relativa a las medidas de preven- el proyecto de 1996 se propuso por el Grupo de traba¡o un art1cu lo S,
ción a adoptarse por el Estado de origen (artículo 9), que simplemente decía que, de acuerdo con los artículos proyec~~Hlos,
la obligación de intercambiar informaciones disponibles respec- existía responsabilidad por el da11.o sensible causado por una actividad
to a esa actividad conducentes a la prevención, mientras se lleve de las que se ocupaba el proyecto, y que tal daño daría lugar a mdem111
a cabo la actividad, e incluso hasta después si ello es considera- zación 0 a otra forma de compensación. La Comisión, en el debate, 110
do oportuno por los Estados interesados (artículo 12 ), alcanzó a pronunciarse sobre este capital aspecto del proyecto, Y eleve'>
la obligación de informar al público que pueda resultar afecta- Jos artículos del Grupo de trabajo, sin pronunciarse al respecto, a la
do sobre la actividad, sus riesgos y al daño que pueda causar, Asamblea General simplemente para conocimiento y eventuales comen-
así como consultar su opinión (artículo 13 ), tarios. En 1997, la nueva Comisión empezó todo de nuevo. En el actual
la obligación de no discriminar entre las personas afectadas por proyecto (2004) se establece como un objetivo (artículo 3) "gara_nt1~,ar
la actividad, ya sea por razones de nacionalidad o residencia, o una pronta y adecuada indemnización a las personas naturales o Jund1 ..
del lugar en que se produjo el accidente, al garantizar a esas cas, incluidos los Estados, que sean víctimas de un daño transfr~nten­
personas su acceso a procedimientos judiciales o de otra índole zo incluidos los daños al medio ambiente". Pero cuando se descnbe, en
si solicitan protección u otro remedio apropiado (artículo 15), el ~rtículo 4, la mencionada garantía, surge que no se trata, ni en ést_a
la obligación del Estado de origen de prepararse para emergencias ni en las siguientes provisiones, de obligaciones "duras", ya que se util1·-
en cooperación con el Estado eventualmente afectado y organiza- za en todos los casos la palabra "debería" o "deberían". Se trata, en
ciones internacionales competentes (artículo 16), así corno notifi. suma de "principios" que "deberían" inspirar a los Estados en sus
car al Estado que pueda resultar afectado cualquier situación de relaci~nes recíprocas en el terreno de esta clase de actividades.
emergencia relacionada con la actividad de riesgo en cuestión y Los rasgos más importantes de este proyecto son los siguiente~'..
facilitarle toda la información pertinente disponible (artículo 18). • Se aplica a las mismas actividades del proyecto de prevencwn (ar-
Finalmente, se remite en su artículo 19 a la obligación de resolver las
tículo 1). . .
controversias que pudieran surgir en cuanto a la interpretación o apli- • Se definen términos: daño, medio ambiente, claílo transfrontenzo,
cación de los artículos por los medios del artículo 33 de la Carta de la actividad peligrosa, explotador (artículo 2).
ONU. Como rasgo original, hay que subrayar que .5i no se logra un • Se proclama el objetivo de los artículos (artículo 3. Ver punto f1)
anterior).
500 JULIO BARBOZA

• Se describen algunas medidas que el Estado "debería" adoptar para Quinta parte: Régimen internacional de los espacios
garantizar a las víctimas en su jurisdicción una "pronta y adecuada y del medio ambiente
indemnización" (artículo 4.1), corno la "canalización" 27 de la res-
ponsabilidad hacia el explotador (artículo 4.2), la constitución y Capítulo 20
mantenimiento de un seguro, una fianza u otra garantía financiera
para enfrentar las indemnizaciones (artículo 4.3), la creación, en los Espacios comunes, cursos de agua y medio ambiente
casos apropiados, de un fondo financiado por la correspondiente
rama de la actividad en el país (artículo 4.4 ), la oferta, por el Esta-
do, de fondos adicionales si las provisiones anteriores son insufi-
cientes para garantizar una indemnización adecuada (artículo 4.5).
• Otras medidas a cargo del Estado si fuera necesario con la asis-
tencia del explotador, corno las llamadas "medidas de respuesta A. Los espacios internacionales comunes
para reducir al mínimo el daño transfronterizo resultante de las
actividades contempladas en el proyecto (artículo 5).
1. Introducción

6. Conclusiones Llamados "global commons", en inglés, podrían traducirse literal-


mente corno "espacios comunes internacionales" 1 y son áreas más allá
Si se aprueba por la Asamblea General este proyecto se habrá dado de las jurisdicciones de los Estados, que no están por ende sujetas a la
un cierto paso adelante en la codificación de la responsabilidad sine soberanía de ninguno de ellos ni son tampoco susceptibles de apropia-
delicto, porque al menos la comunidad internacional habrá expresado ción nacional por reivindicación de soberanía ni por ninguna otra mane-
corno un principio, aunque no lo haga compulsivo, la indemnización ra. Dichas áreas están, por lo demás, abiertas y disponibles para ser
por los daños causados por actividades de riesgo que benefician princi- utilizadas por todos los Estados, a veces bajo determinadas condiciones.
palmente al Estado en cuyo territorio se realizan. Tal es indemnizacio- En ellas, las jurisdicciones de los Estados se ejercitan a través de la
nes se imponen normalmente en el derecho interno de la mayoría de los nacionalidad, esto es, por la supremacía personal del Estado: su suprema-
Estados a favor de las víctimas individuales. Asimismo, el enunciado en cía territorial sólo se ejerce, naturalmente, dentro del territorio propio.
una convención o en una resolución de la Asamblea General de los
otros principios, corno principalmente el de no discriminación, expresa-
ría valores comunes de la comunidad internacional y serviría para 2. ¿Cuáles son?
desencadenar un proceso de formación de normas consuetudinarias
obligatorias (recordar la nueva costumbre) que remedie lo que los Estarnos hablando del alta mar, del espacio aéreo suprayacente al
gobiernos no se atrevieron todavía a consagrar. alta mar, de los fondos marinos y oceánicos más allá de las jurisdiccio-

1 En su momento nos inclinamos a traducirlo del inglés como "espacios públicos


internacionales", una denominación que hoy es preferida por algunos autores. Acaso un
27 La "canalización" de la responsabilidad significa que se crea un único responsable apego más literal a la versión inglesa refleje mejor el carácter descentralizado de la comu-
del daño que cause el incidente (se "canaliza" hacia él la responsabilidad). nidad internacional.
ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE 50.l
502 Juuo BARBOZA
b) Fondos marinos allende las jurisdicciones nacionales
nes nacionales (la llamada Zona en la Convención de las Naciones Uni- Antes de que los adelantos tecnológicos permitieran la exploración y
das sobre derecho del mar) y el espacio ultraterrestre. Algunos autores explotación de los fondos marinos y de su subsuelo, la comunidad de
aña~en también la Antártida,2 naturalmente con su espacio aéreo y la naciones les dedicó escasa o nula atención. De un tiempo a esta parte,
atmosfera que rodea el planeta. Vamos a anticipar sus rasgos esencia- sin embargo, esa actitud varió fundamentalmente. En 1967, el conocido
les, para examinar el tema con mayor detenimiento al tratar los corres- embajador Arvid Pardo 3 acuñó para estas regiones submarinas el con-
pondientes capítulos.
cepto de "patrimonio común de la Humanidad'', con la intención de
proteger para los países en desarrollo sus grandes recursos naturales y
a) El alta mar
evitar su agotamiento por los países que ya entonces poseían la tecnolo-
Este espacio comienza más allá de la Zona económica exclusiva gía para su explotación.
(ZEE), según lo acepta la más moderna doctrina y práctica internacio-
nales, a diferencia de lo que sucedía al principio de la negociación de la Las riquezas que más concitaron el interés del mundo en desarrollo eran
Convención de derecho del mar, en que dicha ZEE se asimilaba al alta principalmente los que se conocían entonces con el nombre de "nódulos
mar, sobre la cual poseía el Estado ciertos derechos soberanos, princi- de manganeso", por su riqueza en ese metal y que hoy son llamados
palmente la exploración y explotación de los recursos naturales. "nódulos polimetálicos", porque en realidad contienen varios minerales
Tiene carácter residual, tal como la designa el artículo 86 de la Con- metalíferos, como el cobre, el cobalto, etc., además del manganeso.
vención de Montego Bay de 1982: "todas las partes del mar no inclui-
~as ~n la zona económica exclusiva, en el mar territorial o en las aguas La expresión y el concepto se abrieron camino muy rápidamente en
mtenores de un Estado, ni en las aguas archipelágicas de un Estado la terminología del derecho de gentes, y tras ser incluidos en varias
archipelágico. Este artículo no significa limitación alguna de las liberta- resoluciones de las Naciones Unidas hallaron un lugar en el artículo
des de que gozan todos los Estados en la zona económica exclusiva de 136 de la Convención de derecho del mar que los aplica a la llamada
conformidad con el artículo 58. Zona, que no es otra que la extensión de fondos marinos y oceánicos,
Las aguas ubicadas encima de la plataforma geomorfológico más así como su subsuelo, más allá de las jurisdicciones nacionales, o sea,
allá de la zona económica exclusiva forman parte del alta mar. pasando la proyección hacia abajo de las zonas económicas exclusivas
No está sujeta a apropiación nacional por soberanía ni por ninguna de los Estados o sus plataformas continentales (artículo 1.1 (1)). Esto
otra vía, y está abierta a todos los Estados del mundo para que éstos último hace que no sea idéntica en su extensión al alta mar, desde que
practiquen, sin exclusividad ni prioridades en su ejercicio las cinco puede haber Estados con plataformas continentales que excedan en
lib~rt~des de la ~Ita mar": de navegación, de pesca, de asent:r cables y extensión a su ZEE en ciertas partes o en el todo.
canenas submannos y de sobrevuelo (artículo 2), así como las acorda- El artículo 136 citado se encuentra en la Parte XI de la Convención
das por la Convención de Montego Bay de 1982 (artículo 87) consis- titulada precisamente "La Zona", que es controlada por la Autoridad
tentes en la libertad de investigación científica y la de construir islas de fondos marinos con poderes para explorarla o explotarla, directa-
artificiales y otras instalaciones permitidas por el DI. mente o por concesiones a particulares. Si bien es cierto que Estados
El espacio aéreo sobre el alta mar tiene similares características: libre
a~ce~o ª.,todos los Estados, libertad de vuelo, no apropiación por rei-
3 Arvid Pardo era Representante permanente de Malta ante las Naciones Unidas y
vmd1cac1on de soberanía o de ninguna otra manera.
tuvo una actuación muy destacada en la Y Conferencia de las Naciones Unidas solm·
2
derecho del mar.
Erróneamente, a nuestro criterio.
504 Juuo BARBOZA
ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE 505
Unidos y otros países occidentales rechazaron su redacción original, un
Acuerdo relativo a la aplicación de la Parte XI de la Convención, apro- Subcomité de asuntos jurídicos. Allí han tenido origen la mayor parte
bado por la Asamblea General el 28 de julio de 1994 subsanó ese de las iniciativas que, maduradas finalmente en convenciones, compo-
inconveniente y hoy en día la Convención y su concepto de patrimonio nen la urdimbre de normas jurídicas hoy existente al respecto.
común de la Humanidad para esa zona se encuentran vigentes. La pieza básica del derecho espacial es el Tratado del Espacio de
La jurisdicción de los Estados se ejerce sobre las actividades de sus 1967, precedido como ha sucedido en casos similares, por una declara-
nacionales (personas físicas o empresas estatales o privadas) o que se ción de principios del espacio cósmico expresada en la Resolución
encuentren bajo su control efectivo o el de sus nacionales, según el AGNU 1962 (XVIII) de 1963.
artículo 139.
El Tratado del espacio es lo que se conoce como un tratado marco,
esto es, un instrumento que consagra principios generales. Su utilidad
c) El espacio ultraterrestre
es que fija, precisamente, el marco jurídico dentro del cual han de inser-
El Tratado del espacio de 1967 establece que la exploración y utili- tarse tratados sobre aspectos o actividades sectoriales.
zación del espacio ultraterrestre, así como de la Luna y otros cuerpos Es así como a ese Tratado siguieron otros, como el Acuerdo para el
celestes, estarán abiertas sin discriminación a todos los Estados; que salvamento y la devolución de astronautas y la devolución de objetos
deberán hacerse en provecho y en interés de todos los países y que lanzados, de 1968; el Acuerdo sobre responsabilidad internacional en
incumben a toda la Humanidad (artículo 1). Tampoco será aquel espa- actividades espaciales de 1972; el de registro de objetos lanzados al
cio ni los cuerpos celestes "objeto de apropiación nacional por reivindi- espacio de 1975 y el tratado de la Luna de 1979, entre otros.
cación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera".
ii) Delimitación inferior
Tales son las características básicas de un espacio común internacio- No existe un límite bien definido y aceptado por la comunidad inter-
nal. Como este tema no va a ser desarrollado en otra parte de esta nacional que divida el espacio ultraterrestre del espacio aéreo, no obs-
obra, conviene detenerse aquí en el examen de régimen jurídico que lo tante la importancia que reviste como separador de un régimen de
gobierna y de su breve historia.
soberanía nacional, como es el que se ejerce sobre el espacio aéreo
El status jurídico del espacio ultraterrestre comienza a tener impor- suprayacente al territorio de los Estados y el régimen de libertad del
tancia práctica a partir del envío hacia esa región de misiles de todo espacio superior, amén de otras diferencias destacables.
tipo y en particular de la colocación en él de los primeros satélites. De No faltan, desde luego, las teorías al respecto, que se apoyan en dis-
hecho, una fecha importante en este desarrollo es la del envío del satéli- tintos fundamentos para reclamar carácter de divisorias a las líneas que
te soviético Sputnik en el año 1957. A él siguieron muchos otros, junta- propician. Las hay de carácter científico, como las que sostienen que el
mente con una actividad espacial intensa: hoy existen satélites que se espacio aéreo termina donde termina también la atmósfera, o el campo
utilizan para las telecomunicaciones, la radio y la televisión, la meteo- de gravitación terrestre; las hay también funcionales, como la que pre-
rología, la navegación, la geodesia, etc.
fiere la línea más arriba de la cual las aeronaves no encuentran más sus-
i) El derecho del espacio
tento y también las que eligen una zona mensurable en kilómetros: los
El derecho del espacio ultraterrestre que se va elaborando para 90, los 100, los 110 kilómetros de altura. Por último, hay quienes pien-
reglar las referidas actividades es, por cierto, un derecho nuevo. De él se san que se ha formado una costumbre internacional que es la que fija el
ha ocupado la doctrina, en particular las asociaciones científicas, y ha mencionado límite en la órbita del satélite más bajo. La costumbre se
encontrado un motor importante en las Naciones Unidas, especialmen·· apoyaría en el hecho de que no se han registrado protestas de los países
te en la Comisión del espacio ultraterrestre con fines pacíficos y en su subyacentes a esa órbita y por ende tales países consideran que su espa-
cio aéreo, donde ejercen soberanía, termina por lo menos a esa altma.
ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE

506 JULIO BARBOZA


fondos marinos y oceánicos allende las jurisdicciones nacionales o el

No nos detendremos en los títulos con que los autores de tales teorías mismo espacio cósmico.
• ·Patrimonio o interés común de la Humanidad?
validan sus argumentos, porque realmente ninguna de ellas ha encon- <'. 1 ,
Esto ha llevado a que se atribuyera al espacio que nos ocupa e carac-
trado esa aceptación general de los Estados de la que nos habla el artí-
ter de patrimonio común de la Humanidad, carácter que sin duda poseen
culo 38 del Estatuto de la CIJ para que una práctica adquiera la
la Luna y otros cuerpos celestes por expresa disposición del tratado que
dignidad de costumbre.
los rige, pero cuya aplicación al espacio dentro del cual se mueve~
iii) La órbita geoestacionaria
aquellos cuerpos no resulta tan clara. En efecto, el conc~pto ~e patn-
La falta de delimitación referida no ha dejado de ocasionar ciertos
monio común tiene, valga la redundancia, aspectos patnmomales que
problemas en la práctica internacional. Por ejemplo, existe la llamada
son mejor aplicados a los recursos existentes en los espacios comunes
órbita geoestacionaria, de singular importancia para las comunicacio-
nes por satélite, puesto que es solamente allí donde pueden colocarse que a los espacios mismos.
satélites sincrónicos geoestacionarios, o sea que al seguir el movimiento No obstante que el artículo 136 de la Convención del mar dice que "la
de la Tierra, permanecen fijos con respecto a ésta. Constituye la men- Zona y sus recursos" constituyen el patrimonio común de que trata, Y
cionada órbita un recurso relativamente limitado, puesto que existe un que el artículo 11 del Tratado de la Luna lo repite con respecto a ese
límite a los satélites que en ella pueden ubicarse y tiene por ello una sig- satélite el artículo 4 de este último tratado considera separadamente lo
nificación económica y cultural mayúsculas. relativ~ a "la exploración y utilización de la Luna'', de las que dice que
Pues bien, como esta órbita se encuentra sobre el Ecuador, a 35.871 "incumbirán a toda la Humanidad y se efectuarán en provecho e inte-
km de distancia, los países ecuatoriales han emitido una declaración, en rés de todos los países, sea cual fuere su grado de desarrollo económico
y científico". Eso parece indicar que, cuando no se trata de recursos, es
Bogotá y en 1976, haciendo notar su especial situación respecto a ella y
el otro concepto el que predomina. Por lo demás, desde entonces hasta
proclamando ciertos derechos de soberanía. Esto, por supuesto, no
ahora ha aparecido una doctrina que limita el anterior concepto, y que
sucedería si estuviera bien establecido que el límite inferior del espacio es la del "interés común de la Humanidad" (ver Capítulo XX) cuya
cósmico está por debajo de la órbita geoestacionaria. A nuestro conoci- ausencia motivó que la del patrimonio común se extendiera a terrenos
miento, la declaración de Quito no ha tenido mayores consecuencias no adecuados para su aplicación, como fue el caso del Compromiso
prácticas, pero no carece de interés en el tema que comentamos. sobre recursos fitogenéticos que se gestó en la FAO y que calificaba de
iv) El Tratado del espacio 4 patrimonio común de la Humanidad a recursos que se encontraban
Como vimos más arriba, al considerar las características de espacio bajo la soberanía territorial de Estados determinados.
común internacional del espacio ultraterrestre, el Tratado del espacio
consagra en su artículo primero el más importante de sus principios: el Que los recursos de la Luna, así como el de otros cuerpos cele_stes,
de que la exploración y utilización de ese espacio debe ser realizada en sean patrimonio común parece acordar bien con la naturaleza misma
provecho e interés de todos los países, y que el espacio ultraterrestre es de recursos que poseen, pero respecto al espacio cósmico, si se acude a
de incumbencia de la Humanidad. Esta es una fórmula singular, que la caracterización del artículo primero, la cosa parece cambiar algo. Las
hace referencia pero que no refleja acaso con precisión, lo que era un palabras utilizadas son provecho 5 e interés, y sobre todo, el concepto
sentimiento general de la opinión respecto a espacios nuevos, como los de incumbencia es pariente cercano del de interés común.

5 "Provecho" no quiere decir necesariamente provecho económico; puede limitarse a


4
Su nombre completo es: Tratado sobre los principios que deben regir las actividades un beneficio de otro tipo, como cultural, informativo, etc.
de los Estados en la exploración y explotación del espacio ultraterrestre, incluso la Luna
y otros cuerpos celestes.
'\()8
Juuo BARBOZA (i()l)
ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE

Nuestra impresión es que, no teniendo los autores del Tratado del


Contiene también disposiciones proclamando el libre acceso a tocios
espacio una fórmula ya acuñada -puesto que esta expresión del interés
los Estados y la necesidad de la no contaminación ele los cuerpos celes-
co~ún nace años más tarde- utilizaron otras palabras que se acercan
tes proveniente ele la Tierra o viceversa.
mas a un concepto (interés) que al otro {patrimonio). De haber tenido a
Ya hemos comentado lo relativo al patrimonio común de la Luna y
mano la nueva fórmula, acaso la habrían empleado.
• Los otros principios sus recursos.
Otros principios son: - Tratado de registro de objetos ele 1975 7
La identificación ele los objetos lanzados al espacio es necesaria por
- La libertad de exploración y utilización, sin discriminación para
todos los Estados del espacio cósmico, variadas razones, entre otras por la responsabilidad que su lanzamiento
implica y para su devolución en caso de que se extravíen. Establece este
- la igualdad a ese respecto, cualquiera sea el grado de desarrollo de
aquellos, convenio la obligación del Estado ele lanzamiento ele llevar registro y
notificar al Secretario General de las Naciones Unidas sobre los lanza-
- la _imp~sibi_l'.dad jurídica de apropiación de parte alguna del espacio
por re1vmd1cac10n de soberanía, uso u ocupación, mientos y los objetos lanzados. El Secretario General llevará un registro
central.
. , - la utilización del espacio con fines pacíficos y por ende la prohibi-
- Convenio sobre responsabilidad de 1972 8
c10n de colocar en órbita armas nucleares u otras de destrucción en
Este es el único convenio multilateral existente que establece una res-
masa, o establecer bases u otras fortificaciones, o realizar maniobras 0
ensayos militares o ensayos de armas, ponsabiliclacl sine delicto del Estado con respecto a ciertos daños causa-
dos por objetos espaciales.
- la responsabilidad de los Estados y organizaciones internacionales
por actividades propias o de entidades no gubernamentales bajo su
Jurisdicción o control; En efecto, el ya considerable número de convenciones que establecen
una responsabilidad de este tipo en actividades de riesgo, canalizan la
- la cooperación y asistencia mutua;
responsabilidad hacia el explotador (responsabilidad civil). Véase el
- la subordinación de las actividades espaciales al derecho internacio- Capítulo XIX para un desarrollo de este concepto.
nal, incluida la Carta de las Naciones Unidas.
Los anteriores principios fijan el marco dentro del cual se desenvuel- En realidad, el convenio contempla dos tipos de responsabilidad
ven las actividades espaciales de los Estados. según que el daño se cause, sin violación de obligación, por un objeto
• Trata dos sectoriales
espacial sobre aeronaves en vuelo o sobre la Tierra o por hecho ilícito
Y es dentro de ese marco de principios que los siguientes tratados, sobre otra nave espacial. En el primer caso hay una responsabilidad
entre otros, completan el régimen jurídico del espacio cósmico. que los anglosajones llaman absoluta ·-esto es, sin violación de obliga-
- Tratado de la Luna, 19796
ción y con muy escasas excepciones- y en el segundo se aplican las
Originado por la llegada del hombre a la Luna, este tratado repite reglas de la responsabilidad por ilicitud.
los principios del tratado marco. Agrega que, cuando llegue a ser posi- Se cumple con este convenio el principio contenido ya en el Tratado
ble la explotación de los recursos de la Luna, aquélla estará sometida a del espacio de 1967, artículos VI y VII, sobre responsabilidad de los
un régimen internacional.
actores en el espacio por sus actividades espaciales.

6
Acuerdo que debe regir las actividades de los Estados en la Luna v otros cuerpos 7
celestes. · Convenio sobre el registro de objetos lanzados al espacio ultraterrestre.
8 Convenio sobre la responsabilidad por daños causados por objetos espaciales.
510 JULIO BARBOZA
ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA y MEDIO AMBIENTE

Un caso de daño espacial fue el del satélite soviético Cosmos 954,


. , que se produce la asignación, coordinación y registro de tld,
que cayó accidentalmente en territorio del Canadá y por el cual la zac1on . ,
URSS pagó tres millones de dólares. Canadá invocó, entre otros títulos, ·
f recuenc1as Y de bandas de frecuencia. el'·
, . INMARSAT una organización
el convenio que comentamos. En 1976 se creo, por convento, · ' · res transmil
- Salvamento y devolución, de 19689 nada a utilizar los satélites para mayor segundad y me10
El Tratado del espacio de 1967 ya impone el deber a los Estados nes en el mar·
miembros de cooperar en el salvamento de astronautas y el de devolu-
ción de objetos lanzados al espacio. El que ahora consideramos amplía d) La Antártida h '.
Sabido es que hay siete países, incluido el nuestro, q~~ an avan~IL'.
~e l~d~n:!~!~ª¿; rt::a%:i¿~et:~rt~.
los conceptos anteriores y establece ciertos deberes de los Estados
miembros con referencia a la tripulación de un objeto espacial que haya reclamaciones soberanía sohbre ,
sufrido un accidente, o esté en peligro de sufrirlo, o haya debido efec- ciones del continente que no an s1 . d á
1 E la actualidad es un tratado internacional, el Trata ~ ant .
tuar un aterrizaje forzoso, ya sea en su jurisdicción o en alta mar o en a gu:iaq. u; establece el status de aquella enorme ~r~a, y es obvio .qdue,!
cualquier otro lugar no colocado bajo la jurisdicción de ningún Estado. co, . . . l Ciertas op1mones son part1 ar1
ha teñido c:~á~~d~:~a ~;::~~~:ª~n régimen de espacio común inte
1
Tales deberes son:
- notificar de ese hecho a la autoridad de lanzamiento, o si no puede de ~ue l~ ~ el marco de las Naciones Unidas. No les interesa q~e, cudad '
identificarla o comunicarse con ella, hacerlo público inmediatamente. nac1ona e . h congeladas por virtu e
Notificará también del hecho al Secretario General de las Naciones do s~ pron;nc::r~~t~:~i~:c:::t:~t~~:s co:o res nullius; hoy habría e.. ·,,
Unidas, que a su vez deberá difundir la noticia por todos los medios aque trata o, b. d su carácter. Posición, naturalmente, rechaza<la por •
apropiados de comunicación de que disponga. todo caso caro ia o , ,
- Prestar la asistencia necesaria si cae dentro de su jurisdicción y si quienes tienen reda~aciones d~ so~~:m:~ claro que ellos estarían más .
cae fuera de ella, la que esté en condiciones de dar. Tocante los e~p~c1os no r~c am , status territorial no paree'
allá de las jurisd1cc1ones nacionales, pero su '
- Devolver en seguridad y sin demora la tripulación y los objetos
recogidos. claramente definido. ·
• Comunicaciones por satélites Recordemos que en la Antártida la jurisdicción de los Estados se basl\
· ·, · 'fea y
Excedería las proporciones de este libro hacer un comentario com- . lºd d que rige la libertad de investtgacion c1ent1 l ,
en 1a nac1ona 1 a , · , d 1 medio
pleto de todos los usos del espacio ultraterrestre. Nos referiremos sola- . ·¿ por el Protocolo de protecc1on e
que el turismo es reconoc1 o ,
mente a las comunicaciones y a la teleobservación de la Tierra. ambiente antártico de 1991, articulo 3.4.
- INTELSAT e INMARSA T
Sabido es que a través de los satélites de comunicación, se transmiten e) La atmósfera . " s acio común" al conjunto.·
señales telefónicas, radiales y de televisión. En 1964 se estableció la Hubo tentativas de considerar como ~ p
Organización Internacional de Telecomunicaciones por Satélite de la atmósfera qule rode~ el ~lanetqau: ~~~=~·arte de la atmósfera, est'·
(INTELSAT), con la idea de crear un servicio público internacional. En Sabido es que e espac10 aereo, ,
. la soberanía del Estado subyacente y por en~e. no sena ~n espl;
1971 se celebraron los acuerdos definitivos y es a través de esta organi- su¡eto a , . . 1p 1 atmósfera, siendo umca por la interdt:'I,
cio comun mternacwna · ero ª , ·etas a soberan(&,~
ciencia de sus di versas partes, es ten o no su¡ d. T";;,;
9 Acuerdo sobre el salvamento y la devolución de astronautas y la restitución de obje- pen . . d ue un daño causado en una parte J .
tos lanzados al espacio ultraterrestre. nacional, y la cir.cundstancia e q rtes ignorando el hecho político dt;; '
atmósfera se ext1en e a otras pa ,
Sl2 ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE 513
Juuo BARBOZA

fronteras na~ionales, tiene rasgos que la podrían presentar como un internacional a los canales y toda otra vía de agua artificialmente crea-
espac'.o co,mun internacional, lo que arrastraría a esa condición a los da, que unan dos o más ríos o afluentes situados en diferentes Estados.
espacios aereos nacionales. lo Como se ve, los Estados ribereños de un río internacional comparten
La expresión inglesa global commons puede prestarse a que se inclu- un recµrso, el agua, que tiene la característica de fluir, de forma que en
yan dentro, de la categoría que designa algo que no sea un territorio, los ríos de curso sucesivo hoy está en el territorio de un Estado y maña-
c_omo ~o_dna ser el clima o ciertos otros conceptos como los recursos na en el de otro. En cuanto a los de frontera, resulta también evidente
foo~ene~icos, 0 bien un territorio que por sus características presente que el uso del río en la parte propia de un Estado afecta inmediatamen-
un mteres prepo_nd:rante para la comunidad internacional, como la sel- te los usos de ese mismo río en la parte del otro Estado: piénsese en la
va :rop1cal bras1lena. Innecesario es referirse a las proyecciones de tal irrigación, por ejemplo, que si es utilizada abusivamente puede hacer
actitud_ y ~,que en el estado actual del derecho internacional, ni la descender el nivel del agua en ambas riberas. La interdependencia de
los ribereños determina que la soberanía de cada uno de ellos respecto
co~unzzaczon d_e la atmósfera ni la de espacios bajo jurisdicción nacio-
na carece de asidero en el derecho de gentes. al recurso agua que fluye en su propio territorio sea necesariamente
limitada en la medida en que los derechos de los otros se interponen.

B. Los ríos internacionales


2. Ríos internacionalizados
1. Introducción
La anterior descripción se refiere simplemente a la situación geográ-
fico-política de los ríos internacionales, esto es, al hecho de que tales
a) Definición
corrientes de agua no están, en todo su recorrido, dentro del territorio
. Según la clá:ica definición del artículo 108 del Acta del Congreso de de un solo Estado. A esa situación del río corresponde un régimen jurí-
V1e~a ~e 18b, un río internacional es el que atraviesa o divide los dico: el del derecho internacional general. Pero todos los grandes ríos
terntonos de dos o más Estados.
internacionales del mundo, y muchos menores, se encuentran sometidos
E 1 . ·
d °,e pnmer caso, o sea cuando atraviesa sucesivamente el territorio a tratados que establecen para ellos regímenes particulares: se dice de
e mas de un Est~do, se llama de curso sucesivo. En el segundo, cuando los ríos sujetos a un tratado que están internacionalizados. Entonces, lo
separa los terntonos de dos Estados se llama río de fro t · que los rige no es, en principio, el derecho internacional general sino el
El , p , . ' n era o contiguo .
. no arana e~ un e¡emplo de ambos: es de curso sucesivo porque atra- particular de cada tratado.
viesa el terntono de Brasil antes de adquirir el carácter de río de fronte-
ra entre Paraguay y Brasil, luego entre Paraguay y la Argentina, para Tal es el caso del Rin, del Danubio, del Elba, del San Lorenzo, del
perder su calidad.de _fronterizo cuando penetra en territorio argentino. Níger, del Nilo y entre nosotros del Paraná, del Uruguay y del Plata,
,Los lagos seran mternacionales cuando sus riberas pertenezcan a entre tantos otros.
m~s de un Estado, como sucede en el caso del Lago Lehmann (0 lago de
Gmebra), entre Francia y Suiza, o en el del lago Constanza entre Suiza
Alemama y Austria. Se incluye dentro del concepto de c~rso de agu; 3. La navegación

º Ver
1
"D eve l oprnents m
· the Law-International Environrnental Law" 1991· 104
Lo anterior es particularmente cierto para la navegación, y los acuer-
H arvard Law Relllew, pp. 1484 y ss. ' ' ' dos que la rigen. Sin embargo, no puede decirse que la libertad de nave-
514 Juuo BARBOZA ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE \ 1\

gación en los ríos internacionales esté establecida como una norma del territorio de los diferentes ribereños sólo estarían abiertas a la navega-
derecho internacional general, puesto que a falta de tratado la situación ción de los otros ribereños por imperio de tratados o de concesio11\'s
no es perfectamente clara. unilaterales. 12
En Europa ha habido declaraciones sobre libre navegación de los Históricamente, el derecho de cada soberano en las porciones del
ríos internacionales y tratados que la imponen en relación con determi- curso de agua que le pertenecían era absoluto, como consecuencia de lo
nados cursos de agua. cual solía imponerse un peaje para el tránsito de buques. Fue la Revolu-
La jurisprudencia de la CPJI, que entendió en litigios sobre ríos ción Francesa la que comenzó a proclamar el principio de la libertad de
internacionales, habla sobre la existencia de un derecho fluvial interna- navegación fluvial, por un decreto del Consejo Ejecutivo del 20 de
cional. Dice Barberis, fundándose en la opinión consultiva de la CPJI noviembre de 1792 que ordenaba a los ejércitos franceses en Bélgica
sobre la Comisión europea del Danubio (8-XII-192 7) y en la sentencia asegurar la libertad de navegación y de transporte en el Mosa Y el
sobre la Comisión internacional del Oder (10-IX-1929), que la Corte Escalda. La justificación del decreto era que:
sostiene la existencia de "ciertos principios consuetudinarios" en esta
materia: " ... una nación no podría pretender, sin caer en injusticia, el derecho
de ocupar exclusivamente el canal de un río e impedir que los ribere-
"Según el Tribunal, a partir del Congreso de Viena de 1815 se han ños que bordean las costas superiores gocen de iguales ventajas".
suscrito numerosos tratados relativos a la navegación fluvial. Dado
que algunas cláusulas se han repetido regularmente a través de las dis- Este principio se reafirmó en posteriores tratados de Francia respecto
tintas convenciones, la Corte sostiene que esta repetición constante y al Mosa, al Escalda y al Rin. Sin embargo, sólo en 1815 se declaró a tra-
uniforme de dichas cláusulas ha dado origen a una norma consuetudi- vés de los artículos 108 a 117 del Acta del Congreso de Viena, que este
naria que va a regir aun cuando aquéllas no fueren insertas en los principio era válido para todos los Estados, fueran o no ribereños del río.
futuros tratados". 11 El artículo 338 del Tratado de Versalles, uno de los que pusieron fin
a la Primera Guerra Mundial, pretendió establecer como régimen defi-
Pero concluye lo siguiente, citando a Berber: nitivo la libertad de tránsito de las vías navegables, y en persecución de
ese objetivo se celebró la Convención de Barcelona de 1921 b~j? los
"En efecto. Berber, que analiza detalladamente este problema en su
auspicios de la SN, que aunque reunió 42 Estados, sólo fue rat1f1cacla
obra Rivers in International Law, admite que existen algunas normas
por unos pocos, con lo que su efecto en la formación o declaración de
consuetudinarias en derecho internacional fluvial que han sido crea-
das mediante una repetición uniforme y constante de ciertas cláusulas reglas generales fue magro.
a través de un cierto nÚmC'ro de tratados, pero señala expresamente
que dichas normas de costumbre tienen validez regional y que en 12 Ver también Lucius Caflisch, "Regles générales des cours d'eau internationaux", en
América del Sud no ocurre este fenómeno". Recueil des Cours, T. 219 (1989-VII), pp. 125 et seq. Esta afirmación es refrendada pm
la autoridad de Alejandro Álvarez, quien anota que "El principio de libertad de navega
ción en los ríos no ha evolucionado en la misma manera" -que en la Convenció~ de llar
Y por cierto que en América parece que esta norma no es aceptada celona- "en el continente americano. ·La libertad de navegación ha sido allí adm1t1da, no
regionalmente, ya que las secciones de aquellos cursos ubicadas en como una extensión del principio europeo, sino como una concesión acordada volu1111~
riamente por los Estados ribereños a través de acuerdos in ter partes o de actos lcg~slal 1
vos" (League of Nations, Barcelona Conference, Verbatim Records and Texts Re/at111~ /11
11
Julio A. Barberis, Eduardo A. Pigretti, Régimen jurídico del Río de la Plata, Buenos the Convention on the Regime of Nauigable Waterways of hztemat1011al Concent, <11111•
Aires, 1969, p. 65. bra, 1921, pp. 2251226).
516 Juuo BARBOZA ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE 517

Los siguientes constituyeron los rasgos más salientes de dicho instru- La situación de los afluentes quedaba por aquella definición vienesa
mento:
en un limbo jurídico y por otra parte favorecía la consideración de los
• Llama "vías de agua de interés internacional" a ríos y lagos inter- ríos internacionales como meros conductos de agua.
nacionales. De esta manera se incluyen naturalmente los lagos Era disputable en doctrina el carácter -nacional o internacional- de
cuyas costas pertenecen a diferentes Estados.
los afluentes de los ríos internacionales, particularmente de aquellos
• Declara la libertad de navegación sin discriminaciones para todos que se encontraban íntegramente en el territorio de un solo Estado. En
los Estados partes en la Convención.
1929 el Gobierno polaco sostuvo ante la CPJI que la jurisdicción de la
• La navegac10n de cabotaje, sin embargo, se reservaba para los Comisión Internacional del Oder no se extendía a las porciones navega-
Estados ribereños. Tampoco regía la libertad de navegación para bles de los tributarios que estaban enteramente dentro del territorio
los buques de guerra.
polaco. La CPJI falló contra esa pretensión. 14 Repárese que el fallo se
• Los Estados ribereños tenían facultades reglamentarias, como así refería a las porciones navegables de los afluentes, o sea que era el uso
también de policía y de sanidad.
internacional, la navegación en este caso, lo que iba cambiando el
En el período entre las dos guerras mundiales el principio de la libre .
carácter de las aguas de nac1ona 1a mternac10na
. . 115
.
navegación se vio disminuido. El gobierno de Hitler, por ejemplo, noti- A medida que los usos de los ríos se fueron haciendo más intensos
ficó el 14 de noviembre de 1936 a los Estados representados en las dife- -la navegación primero y luego los otros usos, como los industriales,
rentes comisiones fluviales que no reconocía como válidas
agrícolas y demás- y que las nociones de solidaridad internacional se
fueron abriendo camino, los Estados comenzaron a advertir primero la
" .. .las reglamentaciones contenidas en el Tratado de Versalles relativas
a las corrientes navegables en territorio alemán, como así tampoco a las comunidad de intereses de los ribereños y más tarde el carácter de
actas, relativas a las corrientes internacionales, basadas en dichas regla- recurso natural compartido de las aguas de los cursos de agua y las
mentaciones'', aunque por otro lado anunció que la navegación en los obligaciones que esa naturaleza imponía a los ribereños, además del
cursos alemanes estaba abierta a los buques de todos los Estados en paz interés que la navegación de los grandes ríos despertaba en la comuni-
con Alemania, sin discriminación, presuponiendo la reciprocidad.13 dad internacional más allá de los ribereños. En un principio, y antes de
que el concepto de comunidad de intereses y de cuenca de drenaje die-
Después de la Segunda Guerra Mundial, y a iniciativa de la URSS el ran cuenta de la realidad de un recurso compartido como el agua de los
régimen del Danubio fue cambiado en un sentido menos favorable ~ue cursos internacionales, se planteó la cuestión de si el Estado territorial
antes hacia los no ribereños.
tenía derechos absolutos sobre un río internacional, o bien si debía res-
tringir sus usos de manera que no causara a los otros ribereños algún
4. La noción de cuenca y de sistema hidrográfico daño sensible.
El esquema básico es el que se le planteó al juez Huber en el caso de
Aquella antigua noción del Acta de Viena respecto al carácter interna- la Isla de Palmas: si un Estado tiene derecho a la utilización de su terri-
cional de ciertos ríos giraba alrededor del concepto de frontera política, y
no ha sido abandonada enteramente aún hoy en día por alguna doctrina. 14 Jurisdicción territorial de la Comisión Internacional del río Oder, Serie A, Nº 23,
pp. 5, 11, 31132.
15 Cf. Schwarzenberger, Intemational Law, 3' ed., 1957, p. 219. Ver también la defi··
13 nición de Rousseau: "Aquellos cursos de agua que en sus partes naturalmente navegables
Marjory M.Whiteman, Digest of lnternational Law, Publicación del Departamento
de Estado 7737, Washington, 1964, p. 881. separan o atraviesan territorios de diferentes Estados". Derecho internacional público,
Barcelona, 1966, p. 391.
519
ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE
518 Juuo BARBOZA

torio sin tener en cuenta los efectos nocivos que tal utilización puede b) Fallo de la CP]I sobre el asunto del río Oder
El fallo de la CPJI, citado arriba, sobre la jurisdicción territorial de
producir en el territorio de otros Estados.
la Comisión Internacional del Río Oder, constituye un importante hito
a) La doctrina Harmon. La contradoctrina Harmon: en el camino a considerar los cursos de agua internacionales como una
Fauchille y Oppenheim comunidad de intereses entre los ribereños. Como es sabido, dicho fallo
Consultado que fue en 1895 el Procurador General de los Estados tenía en cuenta sólo la navegación, por lo que sus conceptos serían a
Unidos, señor Judson Harmon, sobre la controversia que su país tenía fortiori de aplicación más necesaria respecto a los otros usos de los ríos,
con .México respecto a la utilización del Río Grande, dio su opinión en y a las necesidades vitales que satisfacen, que aparecieron con intensi-
sentido de que la soberanía absoluta de un Estado sobre la parte de un dad más tarde.
río internacional que estuviera situada dentro de su territorio era un
" ... cuando se considera la forma en que los Estados han contemplado
principio básico del derecho de gentes. Esta doctrina, si bien fue oficial-
las situaciones concretas emergentes del hecho de que un mismo curso
1~ente patrocinada por los Estados Unidos, nunca fue puesta en ejerci-
de agua atraviesa o separa el territorio de más de un Estado ... se ve
c10 en forma efectiva y en la actualidad puede decirse que nadie la enseguida que la solución del problema se ha buscado, no en la idea
considera vigente. de un derecho de paso a favor de los Estados de aguas arriba, sino en
el de una comunidad de intereses de los Estados ribereños. Esta comu-
Están en contra de tal posición numerosos antecedentes de la práctica nidad de intereses en un río navegable es la base de un derecho común
internacional, tales como el fallo de la Isla de Palmas citado, el del cuyos rasgos esenciales son la igualdad perfecta de todos los Estados
Canal de Corfú (un Estado no puede utilizar o permitir que se utilice ribereños en el uso de todo el curso del río y la exclusión de todo
conscientemente su territorio en detrimento de los derechos de otros privilegio preferencial de cualquier Estado ribereño en relación con los
Estados), el de la Fundición Trail y otros conocidos, hasta llegar al
otros.
fallo sobre el río Oder ya citado, al Principio 21 de la Declaración de Es sobre esta concepción que se basa el derecho fluvial internacional,
Estocolmo y posteriores. como fue fijado por el Acta del Congreso de Viena de junio 9, 1815 y
. b . . ,, 16
aplicado o desarrollado por convenc10nes su s1gmentes ....
El reverso de la posición de Harmon es la doctrina de la integridad
territorial absoluta, que patrocinaron Oppenheim y Fauchille: un Estado
Así es como en tiempos más recientes se ha comenzado a considerar
tiene derecho a continuar recibiendo agua en la misma calidad y canti-
a los ríos internacionales, sus afluentes y otros elementos hidrográficos
dad que ha venido fluyendo a través de la frontera. Como la menor dife-
como un todo y a utilizar para este todo las denominaciones de cuenca
rencia en las condiciones anteriores afectaría la intangibilidad de la
fluvial (Institut de Droit lnternational, que luego cambió por cuenca
integridad territorial de los otros ribereños, no es aceptable cambio algu-
hidrográfica en su reunión de Salzburgo de 1961 ), o cuenca de drenaje,
no en las condiciones naturales del curso de agua. Tampoco esta teoría
denominación utilizada por la International Law Association. Esta últi-
ha tenido el menor andamiento en la práctica internacional.
ma noción de cuenca de drenaje se refiere a
Ambas, sin embargo, tienen fundamento en un principio bien afir-
mado del derecho de gentes, como es la soberanía territorial, pero nin- " ... un área en los territorios de dos o más Estados en la que todas las
guna de las dos tiene en cuenta la esencial naturaleza del agua y la corrientes de agua superficial, tanto naturales como artificiales, dre-
interdependendencia que ella origina entre los ribereños. La soberanía,
como Jano, es bifronte y ambas caras valen igualmente, por lo que se
16 CPJI, Jurisdicción Territorial .. ., Serie A, Nº 23, pp. 5, 26, 27.
impone un compromiso entre ambas posiciones extremas.
520 Juuo BARBOZA ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE

nan una cuenca común y terminan en una desembocadura común o en proceso se desarrolla sin solución de continuidad ... en lo que re~pec:ta , -
desembocaduras comunes ... "_ 17 al agua, todo lo que asciende vuelve a descender. Más aún, el ciclo lt
produce a un ritmo bastante rápido: cada 12 días prácticamente toda
Es claro que un uso cualquiera de las aguas en una porción de la el agua en la atmósfera cae y es sustituida" .19 ·
cuenca puede repercutir sobre los usos en otra porción del mismo sis-
tema, y si la cuenca es internacional -esto es, si el territorio que abarca Del agua que cae a la tierra en distintas formas de precipitación, p~~·~
se divide entre varios Estados- pueden surgir problemas entre dichos te es interceptada por la vegetación sin llegar nunca al suelo, part~ P~F:
Estados. manece en la superficie de la tierra, humedeciendo el suelo o form;ilq~g _
charcos, parte se infiltra directamente en el suelo y el resto forrna,~4 ·"
Por ejemplo, puede tratarse de un uso como la irrigación, en que el corrientes y comenzará a fluir hacia tierras más bajas.
Estado de aguas arriba -valiéndose de la ventaja que le proporciona su .. j)
co~di:ió~ ge.ográfica- utilice en exceso las aguas del curso de agua y Las corrientes formadas afluyen a los ríos y el agua termina por, V'F_j ·.
de1e d1smmmda la porción correspondiente a los ribereños inferiores. terse en lagos o en el mar. Y durante este proceso, parte del agua ac:1tj'
mulada en charcas o lagos, o que fluye por el cauce de los ríos penetra
Es por eso que la International Law Association, en su ya citada en la tierra y se infiltra lentamente hasta alcanzar el nivel freático, qd5 ·
Conferencia en Nueva York (1958), adoptó como un principio de dere- es el nivel natural de las aguas subterráneas libres. Esta agua no puecf•
cho internacional la siguiente declaración: seguir filtrándose cuando tropieza con una capa geológica impermeiil ·
ble y tiende a fluir horizontalmente por el subsuelo hasta alcanzat.'JP•'
"Un sistema de ríos y de lagos en una cuenca de drenaje debe ser tra- superficie terrestre a una altura inferior, donde reaparece colllo füe~~!:
tado como un todo integrado (y no como partes sueltas)" .18 o pozo artesiano, o bien sigue fluyendo bajo la superficie hasta de•fr•'
guar en un lago o en el mar. El agua jamás permanece en reposo. 14,.
aguas subterráneas, que pueden estar conectadas a un curso de ag~-~z
S. El ciclo hidrológico bien pueden no estarlo, en cuyo caso se llaman confinadas, son .1~ P, r·
te más importante del ciclo hidrológico y se calcula que constituy~n;'. ' .
97 por ciento del agua que existe en el planeta, excluyendo nat~fr .
A medida que fue creciendo la comprensión de que el movimiento mente los océanos, los casquetes polares y los glaciares. ' ·' ·
del agua por un curso de agua es sólo una fase del llamado "ciclo .,,,
hidrológico'', otros elementos, además de los ríos y lagos -como las Desde el punto de vista jurídico, lo más importante del ciclo hidtc;il6.
aguas subterráneas y los glaciares- fueron incorporándose a la noción gico es que· demuestra la estrecha interdependencia entre las aguas
de "curso de agua". La unidad de un sistema de curso de agua está diversas partes del curso de agua, incluyendo glaciares que pueden '
basada en la naturaleza del ciclo hidrológico. sus fuentes o aguas subterráneas. Por ejemplo, la contaminación d~i·
'¡"\
aguas de superficie puede amenazar a las subterráneas, y viceversa.
"La naturaleza del ciclo hidrológico es de una total simplicidad cuan-
do se hace patente que, a escala mundial, el agua que abandona la
masa terrestre del globo terráqueo retorna en una cantidad igual. Este
19 Ver Primer Informe sobre el derecho de los cursos de agua internacionale
17
Report of the 4gth Conference, Nueva York, 1958, p. 99. (Traducción nuestra.) fines distintos de la navegación, por el señor Stephen M. Schwebel, Relator Espe' .
18 !bid.
Anuario d~ la Comisión de Derecho Internacional, Vol. II, 1ª parte, 1979, p. 149o1,l ·''
mu;;¡

ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE


52.1
522 JULIO BARBOZA

"Por 'curso de agua' se entenderá un sistema de aguas de superficie y


6. La codificación del derecho de los cursos de agua para usos distintos
subterráneas que, en virtud de su relación física, constituyen un con-
de la navegación.
junto unitario y normalmente fluyen a una desembocadura común".

~a CDI incluyó el tema en el programa de su 23er período de


Se trata, entonces, de un sistema hidrológico, integrado por distintos
sesiones (1970), en cumplimiento de la Resolución 2669 (XXV) de la
componentes a través de los cuales fluye el agua, tanto de superficie
AGNU Y lo terminó en 1994, año en que envió el proyecto a la
como subterránea. Es esencial esta interrelación entre los componentes,
Asamblea General con la recomendación de que se convocara a una
que hace del curso de agua un verdadero sistema. El comentario de la
c?,nferencia codificadora que lo utilizara como base de una conven-
CDI a esta norma explica:
c1on. Un grupo plenario de trabajo de la Sexta Comisión lo consideró
p_or mandato de la Asamblea General, le introdujo algunas modifica- "Esos componentes abarcan ríos, lagos, acuíferos, glaciares, embalses y
c10nes Y se lo envió de vuelta para su adopción como texto de una canales. En la medida en que están interrelacionados, esos componen-
c_onv.ención en la materia. Este texto fue adoptado, con ligeras modi- tes forman parte de un curso de agua ... Como las aguas de superficie y
f1cac_10nes, Y está a la firma de los Estados. Los textos de artículos que subterráneas forman un sistema y, en virtud de su relación física, cons-
se citan ~ continuación son los de la Convención adoptada; los tituyen un todo unitario, la intervención humana en un punto del siste-
23
coment~nos pertenecen al correspondiente informe de la CDI sobre ma puede tener repercusiones en cualquier otro punto" .
los eqmvalentes propuestos, excepto en el artículo 7, que fue conside-
rablemente alterado. La unidad del "curso de agua" está dada cuando sus aguas fluyen
E"n la Convenc10~·, 20 se m~enta
· definir la noción de "curso de agua" y hacia un término común. Dos cuencas de drenaje diferentes conectadas
de c~rso de agua mternac10nal" para luego determinar los principios por un canal, por ejemplo, no formarían un solo sistema según este
que ngen sus usos. Como se explica en el informe de la Comisión a Ja requisito.
Asamblea General de 1994,21 el concepto de "curso de agua" 0 de "sis-
tema de curso de aguas" no es nuevo, porque se ha venido usando des- "Tampoco corresponde considerar que el Danubio y el Rin forman un
d~ hace _tiempo en convenios internacionales para referirse a un río, sus solo sistema por el mero hecho de que en ciertas épocas del año las
tnbutanos y los canales relacionados con ellos. aguas fluyen por vía subterránea del Danubio al Rin a través del lago de
Constanza. El sentido común y la razón práctica exigen que el Danubio
24
y el Rin sigan considerándose conjuntos unitarios separados" .
a) Curso de agua
El artículo 2, inciso a), 22 dice:
La palabra "normalmente" tiene principalmente en cuenta ciertos
casos específicos, como los del Río Grande, el Irawaddy, el Mekong y
2º"La Comisión de derecho internacional de las Naciones Unidas incluyó el tema titu- el Nilo, que reúnen todas las características de un sistema de curso de
:ado El de~e~~o de los usos de los cursos de agua internacionales para fines distintos de agua y que fluyen al mar en todo o en parte por vía subterránea, con
a navegac10n e_n 1971 y lo terminó en 1994, año en que pasó a la Asamblea General de ramificaciones que pueden distar una de otra hasta 300 km, o bien que
las N~c1ones Unidas con la recomendación de que se convocara a su respecto a una con-
vencwn cod1f1cadora. desaguan en lagos en ciertas épocas del año y en el mar en otras.
21 "I nf orme ... " , A 1iuarzo
21 El C . , 1 . d. de la CD!, Vol. II, Segunda parte, 1994, p. 97 (para. 9) .
- omite P enano e la Sexta comisión invirtió, con toda lógica, el orden del artícu-
lo del proyecto d_e la COI, pero no cambió su sustancia. Primero define lo que es un curso 23 Id., p. 96. La bastardilla es nuestra.
24 Id., p. 97.
de agua en el mc1so a) Y luego lo que es un curso de agua internacional en el inciso b).
524 Juuo BARBOZA ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y :\1EDIO AMBIENTE

b) Curso de agua internacional rentable- en su territorio de un curso de agua internacional y la ohli¡',;1


Vaya lo anterior para definir el concepto de "curso de agua". El inci- ción de no privar a otros Estados del mismo curso de agua de su dnc
so b) del mismo artículo 2 dice que: cho de utilización equitativa.
No hay duda de que el Estado de un curso de agua tiene derecho a
"Por 'curso de agua' internacional se entenderá un curso de agua utilizar las aguas de un curso de agua internacional en su propio terri
algunas de cuyas partes se encuentran en Estados distintos".
torio. Este derecho es un atributo de la soberanía, y goza de él cada uno
de los Estados cuyo territorio atraviesa o bordea un curso de agua
La cuestión de saber si algunas partes de un curso de agua se encuen-
internacional.
tran en Estados distintos depende de factores físicos, cuya existencia se
La segunda frase del inciso desarrolla el concepto anterior al decir
puede determinar en la gran mayoría de los casos por simple observa-
que el uso razonable y equitativo es el que tiende a lograr una utilización
ción. Los ejemplos más comunes serían los de un río o caudal que cons-
óptima y un disfrute máximo del curso de agua que sean compatibles
tituya una frontera o la cruce, o de un lago a través del cual pase la
línea fronteriza. con su protección adecuada. Con ello no se quiere decir que se requiera
el uso tecnológicamente más avanzado o el pecuniariamente más lucrati-
Aclara también el comentario al artículo, que venimos citando, que la vo; menos aún que se busquen las ventajas a corto plazo a costa de pér-
expresión "se encuentran" referida a las aguas no quiere decir que didas en el largo. Tampoco apunta la norma a que el Estado capacitado
éstas sean estáticas, por el contrario están en constante movimiento. para un uso más eficiente tenga mejores derechos en cuanto a la utiliza-
ción del curso de agua. Más bien significa obtener el disfrute máximo
c) Utilización y participación equitativa y razonable de un curso de para los Estados del curso y la máxima satisfacción posible de todas sus
agua necesidades con el mínimo detrimento o el mínimo de necesidades insa-
El artículo 5 del proyecto establece: tisfechas, para cada uno de los Estados del curso de agua.
l. Los Estados del curso de agua utilizarán en sus territorios res- El inciso 2 aclara que la "participación equitativa" supone, no sólo
pectivos un curso de agua internacional de manera equitativa y el aprovechamiento equitativo de cada Estado, sino también su obliga-
razonable. En particular, los Estados del curso utilizarán y apro- ción de cooperar en su protección y aprovechamiento.
vecharán un curso de agua internacional con el propósito de Visto de otro ángulo, cada Estado del curso de agua tiene derecho a
lograr una utilización óptima y sostenible y el disfrute máximo la cooperación de los demás en
compatibles con la protección adecuada del curso de agua inter-
nacional, teniendo en cuenta los intereses de los Estados del cur- "· ... cuestiones como las medidas de lucha contra inundaciones, los
so de agua de que se trate. programas de reducción de la contaminación, la planificación de
2. Los Estados del curso de agua participarán en el uso, aprovecha- medidas para combatir la sequía, la lucha contra la erosión, la lucha
antivectorial, la regulación de los ríos (capacitación), la protección de
miento y protección de un curso de agua internacional de manera
las obras hidráulicas y la protección del medio ambiente, de conformi-
equitativa y razonable. Esa participación incluye tanto el derecho
dad con las circunstancias de cada caso". 25
de utilizar el curso de agua como la obligación de cooperar en su
protección y aprovechamiento, conforme a lo dispuesto en la pre- Respecto a la naturaleza de consuetudinarias que estas normas poseen,
sente Convención. la CDI llegó a la conclusión que:
La primera frase del inciso l establece el derecho de un Estado del
curso de agua a una utilización razonable y equitativa -así como sus·· 25 /d.,p.104.
., ! /
ESPACIOS C01'1UNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE
526 Juuo BARBOZA

"Como se desprende del análisis de todos los datos de que se dispone El artículo 7 de la Convención dice así:
sobre la práctica de los Estados, generalmente aceptada como dere-
cho, en relación con los usos de los cursos de agua internacionales "l. Los Estados del curso de agua, al utilizar un curso de agua i1111.·r
para fines distintos de la navegación (en particular las disposiciones de nacional en sus territorios, adoptarán todas las medidas aprop1:1
los tratados, la posición adoptada por los Estados en litigios concretos, das para impedir que se causen daños sensibles a otros Estados dl'I
las decisiones de los tribunales judiciales y arbitrales internacionales, curso de agua.
las formulaciones del derecho preparadas por organismos interguber- 2. Cuando a pesar de ello se causen daños sensibles a otro Estado dl'I
namentales y no gubernamentales, las opiniones de prestigiosos trata- curso de agua, el Estado cuyo uso los cause deberá, a falta dl'
distas y las decisiones de los tribunales nacionales en casos similares, acuerdo con respecto a ese uso, adoptar todas las medidas apropia-
la doctrina de la utilización equitativa como principio general del das, teniendo debidamente en cuenta lo dispuesto en los artícu.los S
derecho que sirve de orientación para la determinación de los dere- y 6 y en consulta con el Estado afectado, para eliminar .~ m1t1gar
chos y obligaciones de los Estados en este campo ha obtenido un apoyo esos perjuicios y, cuando proceda, examinar la cuestion de L1
abrumador". 26 indemnización".

d) Obligación de no causar daño sensible El párrafo 1 establece la obligación general de los Estados del curso
Esta obligación, combinada con el derecho de utilización equitativa de agua de tomar todas las medidas apropiadas para unhzar e~ curso d.c
y razonable en el territorio de cada Estado del curso de agua son el agua internacional en su territorio de manera de no causar danos sensi-
meollo mismo del derecho de los cursos de agua para fines distintos de bles a otros Estados del curso de agua. .
la navegación. El párrafo 2 trata de una situación en la que, pese a las preca~c10nes
Cabe señalar que la expresión "daño sensible" (significant en inglés, adoptadas, un uso del agua en el territorio de u~ Estado causa dano s~n­
no es equivalente a daño "sustancial", ni a otro vocablo que como sible a otros Estados del curso de agua. Si ha ex1st1do un acuer~o prev1c~,
"importante" suele usarse para indicar un daño de gran magnitud. Se se deberán adoptar las medidas que éste indique; de lo contrano, el arti-
trata de un daño que es más que una mera molestia que deba ser sopor- culo 7 impone al Estado de origen tomar todas las medidas apropiadas,
tada en aras a la buena vecindad, sino un daño de cierta magnitud. Ori- teniendo en cuenta las disposiciones de los artículos 5 y 6 y en consulta
ginalmente se había propuesto la expresión "perceptible" pero se con el Estado afectado, para eliminar o mitigar el daño, y cuando resulte
consideró inadecuada por cuanto podía referirse a un daño muy pequeño apropiado, para discutir el asunto de la indemnización. Si las consul.t~s
pero que alcanzara a ser percibido. Desde luego que se trata de algo muy no conducen a una solución, se aplicarán los proced1m1entos de soluc1011
difícil de medir, pero que debe ser apreciado en cada caso particular. de controversias contenidos en el artículo 33 del proyecto.

En derecho abundan expresiones de ese tipo, que sirven simplemente e) Otros derechos y obligaciones del proyecto
de ayuda al intérprete pero que no pueden cuantificarse. ¿Cuál es el i) La obligación de cooperar
cuidado de un "buen padre de familia" (artículo 413 del Código civil Existe, por el artículo 8, una obligación general de los Estados del c.L~r·-
argentino) o simplemente los "cuidados de un padre"? (artículo 412 so de agua de cooperar para obtener la utilización óptima y la pr~tecc10n
del mismo Código). adecuada del curso de agua. Como consecuencia de esta obhgac1on gene·
ral, surgen obligaciones específicas, como entre otras la de intercambiar
los Estados regularmente entre sí datos e informaoones sobre el <.:stado
26 Id., p. 105. del curso de agua para mejorar su utilización (artículo 9).
Sl.8
Juuo BARBOZA ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE 529

ii) Relación de los usos entre sí


C. Régimen del Río de la Plata
En principio, ningún uso de un curso de agua tiene, en sí, prioridad
sobre otros usos y en caso de conflicto prevalecerá el uso que mejor
satisfaga los factores y principios del artículo 6 sobre equilibrio de inte- El Río de la Plata ha sido sometido a varios tratados internacionales,
reses, que hemos mencionado antes y en caso de duda, aquel uso que particularmente en cuanto se refiere a la libertad de navegación. La con-
me1or tenga en cuenta las necesidades humanas esenciales. sideración de tales tratados es de interés, teniendo en cuenta lo que diji-
mos más arriba en sentido de que las normas consuetudinarias que rigen
El artículo 6 desarrolla los factores y circunstancias pertinentes a una
en Europa respecto a la navegación libre no alcanzan a nuestra región.
utilización equitativa y razonable de un curso de agua internacional.
Así, deben tenerse en cuenta los factores geográficos, hidrográficos,
hidrológicos, climáticos, ecológicos y otros naturales (inc. a); las nece-
sidades económicas y sociales de los Estados del curso de agua, (b); la l. La navegación
dependencia de la población respecto del curso de agua (c); los efectos
que el uso o los usos del curso de agua en uno de los Estados produz- En el período colonial España sólo permitió la navegación del Río de
can en otros Estados del mismo curso de agua (d); los usos existentes la Plata por buques de su propia bandera. El gobierno patrio celebró su
Y potenciales del curso (e); la conservación, la protección, el aprove- primer tratado sobre el río en 1825 con Gran Bretaña, 27 a la que se le
chamiento y la economía en la utilización de los recursos hídricos del dio el trato de nación más favorecida en cuanto a la navegación del río,
curso de agua y el costo de las medidas utilizadas a tal efecto (f); la cláusula que sólo pudo hacer efectiva cuando Brasil obtuvo, en el Tra-
existencia de alternativas, de valor correspondiente, respecto de un tado preliminar de paz con la República, la libre navegación por quince
uso particular o previsto.
años del Plata y sus afluentes. 28
Rosas cerró los ríos argentinos a toda navegación extranjera. Por el
iii) Nuevas medidas proyectadas
artículo 14 del Tratado de alianza de 21 de noviembre de 1851, entre
Cuando un Estado del curso de agua proyecte una obra o medida Brasil, Entre Ríos, Corrientes 29 y el Gobierno sitiado de Montevideo,
nueva, deberá cumplir con ciertos pasos procesales: primero notificar Entre Ríos y Corrientes "se comprometen a emplear toda su influencia
oportunamente a los Estados que puedan sufrir daño sensible en su cerca del Gobierno que se organizare en la Confederación Argentina
consecuencia, acompañando los datos técnicos e información sobre las para que ésta acuerde y consienta en la libre navegación del Paraná y de
medidas contempladas. Si no hay acuerdo del Estado notificado, se lle- los demás afluentes del Río de la Plata, no sólo para los buques perte-
ga a una consulta y eventualmente a negociaciones con vistas a lograr necientes a los Estados aliados sino también para los de todos los otros
una solución equitativa. En caso de que la consulta no lleve a las partes ribereños que se presten a la misma libertad de navegación en aquella
a una solución de mutuo acuerdo, la controversia se resolverá por los parte de los mencionados ríos que les perteneciere".
medios pacíficos que impone el artículo 33 arriba citado.
La libre navegación de los ríos fue declarada por los artículos 12 y
26 de la Constitución de 1853.
La Convención incluye un capítulo referente a la protección y preser-
vación del medio ambiente de los cursos de agua, incluyendo desde
luego la prevención, reducción y control de la contaminación y otro
sobre solución pacífica de controversias, como vimos. 27 Tratados, T. VIII, 1911, p. 278.
28 Id., T. II, p. 419.
29 Id., T. I, p. 71.
530
Juuo BARBOZA
ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE SJI

a) Los tratados de la República


El 20 de noviembre de 1857, Derqui suscribió con Silva Paranhos,
• Del 10 de julio de 185 3
enviado brasileño, un tratado por el cual se reitera la libre navegación
En la fecha del acápite se suscribieron tratados del mismo texto con para todas las banderas de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay des_d,e
Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos de América, este último el Río de la Plata hasta los puertos habilitados o que cada Parte habili-
complementado con otro instrumento similar del 27 de julio del mismo tara. El cabotaje y la navegación de los afluentes quedó reservado al
año. La Argentina concedió por los tratados del 10 de julio la libertad Estado territorial (artículo 2). Se eximía del pago de todo derecho a los
de navegación por los ríos Paraná y Uruguay, en la parte de su curso buques en tránsito, así como de todo examen o demora, con poc~s
que le perteneciera, de los buques mercantes de todas las banderas y excepciones especificadas, todo ello en beneficio exclusivo del Brasil,
acuerda a los cosignatarios la cláusula de nación más favorecida.
cuyos tramos no eran para tránsito.
Los tratados arriba comentados no incluyen el Río de la Plata, ya
Hay en el artículo 5 de dichos tratados una provisión curiosa: las par- que su ribera occidental pertenecía al Estado de Buenos Aires, pero
tes contratantes se comprometen a emplear su influjo para que la isla aquellos convenios parecen serle aplicables, porque la libre navegación
Martín García no fuera retenida ni conservada por ningún Estado del
del Paraná y del Uruguay es dependiente de la del Plata.
Río de la Plata que no hubiese adherido al principio de la libre nave-
gación.
El Estado de Buenos Aires se incorporó a la Confederación en noviem-
bre 11 de 1859, por el Pacto de San José de Flores, en consecuencia
• De la Confederación con el Imperio del Brasil del cual se convocó a una Convención constituyente. Barberis es de
Ya vimos que las Provincias Unidas, en la paz con el Brasil de 1828 opinión que la ribera que corresponde al entonces Estado de Buenos
habían concedido la libre navegación del Plata y sus afluentes por quin~ Aires no está incorporada al Tratado, debido al artículo 22 de la
ce años. Más tarde, en 1851, entró el Imperio en una alianza secreta Constitución de 1853, que exime a la provincia de los "tratados ratifi-
con el Paraguay, en la cual ambas partes convinieron en auxiliarse cados antes del Pacto del 11 de noviembre de 1859" y porque, siendo
mutuamente para obtener la libre navegación del Paraná hasta el Río un problema de sucesión de Estados en materia de tratados, no le son
de la Plata para los buques de ambos Estados. aplicables a la provincia tratados contra los cuales se opone un conve-
nio entre el Estado sucesor y el que se le incorpora, o una declaración
Derrotado Rosas, y siendo Urquiza el Presidente de la Confedera-
unilateral de este último. 30
ción, reconoció éste en primer lugar la independencia del Paraguay y
acordó más tarde la libertad de navegación requerida por el Brasil.
• Con el Paraguay
Por acto unilateral, la Confederación incluyó en la Constitución de
Se celebró un primer tratado en 1876, luego de la Guerra de la Triple
1853 la libertad de navegación por los ríos argentinos, como ya vimos.
Alianza. Por él se establece la libertad de navegación desde el Río de la
En marzo 7 de 1856, Juan María Gutiérrez celebró, en nombre de la
Plata (inclusive), para buques mercantes y de guerra de ambos países.
Confederación, un tratado con el Brasil por el cual se dispone que los
El cabotaje se reserva para cada ribereño en su trecho.
buques mercantes y de guerra de ambas banderas podrán navegar los
Un nuevo tratado de 1967 no abroga al anterior, por lo que aquél
ríos Paraná, Uruguay Y Paraguay, en la parte en que ambos pertenecen
sigue vigente en cuanto sea compatible con el nuevo (artículo 30, Con-
a los contratantes. Esta libertad de navegación se mantenía aunque
vención de Viena sobre derecho de los tratados), equipara los buques
al~una de ellas -~stuviera en guerra con una tercera potencia. Hay una
cla~sula de nac1on más favorecida para ambas partes y la estipulación
30 Julio A. Barberis y Eduardo Pigretti, Régimen jurídico del Río de la Plata, Buenos
arnba comentada respecto a Martín García.
Aires, 1969, p. 82.
532 juuo BARBOZA ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE

de la otra parte a los nacionales para la navegación del Paraná, Para- buques extranjeros se equiparan a los nacionales de las partet¡t
guay y del Plata. Excluye el cabotaje y, a diferencia del anterior, tam- razones obvias. · '• 11\f
bién a los buques de guerra. Como es normal, el cabotaje se reserva para los ribereños y el r61
• Con Bolivia de navegación no comprende a los buques públicos de los Estados nO·W
En el tratado del 9 de julio de 1868 con Bolivia sobre el Río de la reños y no rige en caso de beligerancia de alguno de los Estados paDt
Plata se declara por el artículo 12 la libertad de navegación para Hay otros aspectos relacionados con la navegación que el Tratador
buques de ambas partes en el río y sus afluentes (artículo 12), así como • el practicaje se reserva a prácticos de ambos países. Se tom ·.
el igual tratamiento a buques mercantes y de guerra de los dos países práctico de nacionalidad del puerto de zarpada y si el buque:.11/
(artículos 12/14). de afuera del río, el del puerto de destino.
• los alijos y complementos de carga se realizarán en las zona:t·
fije la Comisión administradora creada por el mismo Trata
con intervención de las autoridades del puerto al que está dead
2. El tratado del Río de la Plata y su frente marítimo
da la carga en los alijos y las del puerto de donde venga la C:
complementaria, en el otro caso. ' ·pl
Con el Uruguay rige actualmente el Tratado del Río de la Plata de ·::¡
1973 que regula, además de la navegación, todo lo relativo al régimen b) Otros aspectos del Tratado en cuanto al río
jurídico del río, las jurisdicciones y límites entre los Estados partes, la
i) El Protocolo Sáenz Peña-Ramírez como antecedente 1 "

línea de su límite exterior, la división de jurisdicciones marítimas argen- En el preámbulo del Tratado que entramos a examinar se cita'el'¡ ,
tina y uruguaya, así como una zona común de pesca.
tocolo Sáenz Peña-Ramírez de 1910 entre los documentos inspiracll,
del espíritu de cordialidad y buena armonía entre las partes. Ese Pro u

a) Navegación lo es importante, porque marca el principio de la indivisión de las a


La situación, hasta ese entonces, era la libertad de navegación para del Río de la Plata, que permitió superar la diferencia de posiciones• ,
los buques de bandera de ambos países. Consecuentemente con ello, la la Argentina y Uruguay sobre la eventual división de jurisdiccionelil• ··
libertad de navegación es reconocida por ambas partes y a perpetuidad río. Como vimos más arriba, el instrumento que comentamos se limi
y se asegura la continuación de las existentes facilidades para el acceso mantener el statu qua imperante hasta ese momento.
mutuo a puertos de la otra. Las dos partes tienen derecho al uso de los Reza el Protocolo:
canales que estén en las aguas de uso común.
Los buques de terceras banderas pertenecientes a Estados de la " .. .la navegación y el uso del Río de la Plata continuarán sin1
Cuenca del Plata, ya se trate de buques públicos o privados, podrán ción, como hasta el presente".
navegar libremente en las aguas de uso común del río; tocante los de
otras banderas, sólo gozarán de esa libertad los buques mercantes y no ii) Cuestiones de jurisdicción · '·
los de guerra, aunque se mantienen los derechos otorgados por los tra- Técnicamente, el Río de la Plata se extiende desde el paral
tados en vigor. Punta Gorda, que marca su parte más estrecha, hasta la línea
La libertad de navegación comprende la que se efectúa por la parte Declaración Conjunta de ambos países sobre el límite exterior.1
navegable del río, la entrada en los puertos y las operaciones que son de 30 de enero de 1961, que es una línea imaginaria que une P
normales tocante a los pasajeros y a las mercaderías. En tal sentido, los Este con Punta Rasa, en el cabo San Antonio.
534
Juuo BARBOZA
ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE

Decir que las aguas continúan indivisas no sería estrictamente exac-


fuere y no se llegase a un acuerdo en la Comisión, se notificará a la <>IT:t el
to, puesto que cada parte se ha reservado una franja costera de jurisdic-
proyecto de que se trate, a través de la misma Comisión. Si finalmellt'~~ 110
ción exclusiva adyacente a su costa. Estas franjas tienen una extensión
hubiere acuerdo entre las partes, se aplicará el procedimiento de solución
de siete millas marinas en la parte ancha del río (entre el límite exterior
de controversias de la parte cuarta (artículos 17 a 22 inclusive).
y la línea imaginaria Punta Lara-Colonia) y de sólo dos en la parte
iv) Lecho y subsuelo
angosta, desde dicha línea hasta el paralelo de Punta Gorda.
En el Capítulo VII se divide el lecho y subsuelo siguiendo una línea
Fuera de dichas franjas, en efecto, no hay división de las aguas y rige
marcada por puntos indicados en su latitud y longitud por el artículo
la libertad de navegación para los buques de ambos países, que perma-
41. Aunque no se dice así, esa línea divide aproximadamente por mita-
necen bajo la jurisdicción de su bandera. No obstante ello, si la seguri-
des el lecho del río. Cada Estado podrá explorar y explotar los recursos
dad de una de las partes se ve afectada o si un delito cometido a bordo
del lecho y subsuelo en su parte, sólo que si se tratara de un yacimiento
de un buque tiene efectos sobre el territorio de una de las partes, esta
0 depósito extendido a uno y otro lado de la línea, deberá ser explota-
parte tendrá jurisdicción sobre el buque (artículo 3 ). Si en el ejercicio de
do de forma tal que la distribución de los volúmenes del recurso que se
esta jurisdicción una de las partes verifica un ilícito en un buque de
extraigan sea proporcional al volumen del yacimiento o depósito que se
cualquier bandera, podrá iniciar la persecución de dicho buque hasta el
encuentre respectivamente a cada lado de dicha línea (artículo 43 ).
límite de la franja costera de la otra parte. Si penetrara en ésta, se pedi-
En la explotación se hará de acuerdo con las exigencias de un apro-
rá la colaboración de la autoridad de la otra parte, que en todos los
vechamiento integral y racional del recurso y sin causar daño sensible a
casos hará entrega del infractor a la autoridad que inició la persecución
(artículo 5). la otra parte (artículo 43 ).
v) Islas
La parte que haya construido una obra tendrá a su cargo su mante-
Las islas ya existentes o las que se formen -puesto que se trata de
nimiento y administración y si la obra construida es un canal, además
zonas de aluvión- pertenecen a una o a otra parte según donde se
de las obligaciones anteriores dictará la reglamentación aplicable y ejer-
encuentren con respecto a la línea de división del lecho (artículo 44).
cerá el control de su cumplimiento (artículo 12). En otros casos no pre-
Martín García es una excepción y tiene un régimen especial (artículo 45).
vistos, las partes coordinarán a través de la Comisión administradora
La isla de Martín García, que como es sabido se encuentra en las
del río la distribución razonable de responsabilidades en el manteni-
proximidades de la costa uruguaya, pero de nuestro lado del canal
miento, administración y reglamentación de los distintos tramos de los
natural de navegación, que es el Canal del Infierno, seguirá bajo la
canales (artículo 13 ). La responsabilidad civil, penal y administrativa de
jurisdicción de la República Argentina pero dedicada exclusivamente a
hechos que afecten la navegación de un canal, su uso o el de sus instala-
reserva natural para la conservación y preservación de la flora y de la
ciones, estará bajo la competencia de la parte que mantiene y adminis-
fauna autóctonas. Será sede de la Comisión administradora, que gozará
tra el canal y se regirá por su legislación (artículo 15).
iii) Las obras nuevas de inmunidad de acuerdo al DIP.
Sabido es que existe una formación aluvional muy próxima a la isla,
El tratado establece un régimen de consultas respecto a la construcción
que la Argentina llamó Punta Bauzá para significar su carácter acceso-
de nuevos canales, la modificación o alteración significativa de los exis-
rio de Martín García, y Uruguay bautizó como Isla Timoteo Domínguez
tentes, o de obras nuevas que una de las partes quiera construir en el río.
para realzar su carácter independiente. Es previsible que en el futuro
Las consultas se harán a través de la Comisión administradora, la que en
dicha formación se integre con la isla, a la que aumentará en su períme-
primera instancia determinará si el proyecto puede producir daño sensible
tro actual. En tal caso, el artículo 46 establece que habrá un límite seco
al régimen del río o a la navegación de la otra parte. En caso de que así
entre la Argentina y el Uruguay, y que ese límite seguirá el actual con-
536 juuo BARBOZA ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTF ..

torno de Martín García, según se dibuja en la Carta II-118, carta a la ii) Los recursos vivos
que se refiere el artículo 41.
Tocante los recursos vivos del mar, se establece una zona dl' pl'.';c;1
Sin embargo, si se producen aumentos por aluvión de la isla que comun , mas , a ll'a de las doce millas medidas desde las correspond1t·11ll'S
afecten sus accesos naturales actuales a los canales de Martín García líneas de base costeras, de la siguiente manera: con centro e1~ cada 11110
(Buenos Aires) o del Infierno, tales aumentos pertenecerán a la isla. de los puntos extremos del límite exterior del río (Punt~ del Este. y 1'1111
vi) Contaminación, pesca, investigación científica ta Rasa), se trazan arcos de circunferencia de 200 millas marinas di'
Hay en el Tratado disposiciones sobre contaminación y pesca. radio (artículo 73). El área comprendida entre ambos arcos e~ la zona
Tocante la contaminación, resalta el artículo 51, por el que cada parte común, donde los volúmenes permitidos de captura por especies dehc
será responsable a la otra por los daños inferidos como resultado de la rán dividirse entre las partes en forma equitativa y proporc1on~~I a la
contaminación causada por sus propias actividades o por las de perso-
nas físicas o jurídicas domiciliadas en su territorio.
riqueza ictícola que aporta cada una de las partes (artículo 74). l:c'.'º.
t~s
así porque hay diferente proporción en la magmtud de los aportes 1ct 1-
En cuanto a la pesca, las partes tienen derecho exclusivo en sus fran- colas que provienen de las zonas exclusivas de cada parte.
jas territoriales y libertad de pesca en la zona indivisa (artículo 53). Si Dentro de su cupo, las partes pueden conceder permisos de pesca a
la intensidad de la pesca lo hace necesario, las partes acordarán los terceras banderas. En todo caso, ninguna de las disposiciones de este
volúmenes de captura máximos, a distribuir por igual entre ambas. capítulo se aplica a mamíferos acuáticos.
Todo el río está abierto a la investigación científica de cada parte,
iii) La contaminación . . , .. ·_
con el sólo requisito del aviso previo a la otra e información sobre el Se fija una zona, determinada por puntos cuya lataud. y long1tu~ dese11
carácter de la investigación y eventualmente de hacerle conocer los be el artículo 78, dentro de la cual se prohibe el vert1m1ento de hidrocar-
resultados obtenidos (artículo 57). La parte notificada tiene derecho a buros provenientes del lavado de tanques, achique de sentmas y ~e lastre Y
participar, en todas las fases de la investigación que emprenda la otra. en general, cualquier otra acción que pueda tener efectos contammantes.
vii) La Comisión administradora
iv) La investigación científica . ,
Se establece una Comisión binacional para coordinar la acción de las El artículo 79 regla la investigación científica en la zona de mteres
partes en todos los aspectos del régimen del río, como lo establece el común en forma similar a la que se practica dentro del r.ío. Puede, s111
artículo 66. 1\1uy especialmente, actuará como una primera instancia en embargo, denegarse el permiso correspondiente en Circunstancias
la consideración de controversias entre las partes en relación con el río excepcionales y solamente por períodos l11111tados.
Y su régimen. Si la cuestión no se resuelve en esa sede en 120 días Ja
v) La Comisión técnica mixta .. , . .
Comisión la pasará a los Gobiernos para el establecimiento de nego~ia· El frente marítimo tiene su propia Com1s1on para coordmar. !·'
ciones directas (artículos 68 y 69).
acción de las partes. Muy particularmente, la acción de ..est.ª, Com1s10,11
se dirige a todo lo relativo a los recursos vivos del .1~1ar: f11ac1on de ~<.'.l'.1~
c) El frente marítimo
menes de captura permitidos por especie, promoc1on de estudios du 1p
i) El límite lateral
dos a mejor conservar y preservar dichos recurs~s, así como su racional
La línea de base recta que cierra el Río de la Plata es la recta imagi-· explotación, etc. Su sede es la ciudad de Montevideo.
nana que va de Punta del Este a Punta Rasa, en el Cabo San Antonio.
Desde el punto medio de dicha línea parte, hacia el mar, el límite marí- d) Solución de controversias .
timo entre ambos países, que sigue la equidistancia determinada por el Es un muy importante rasgo de este Tratado que las cc:ntrovns1.a~.
método de costas adyacentes (artículo 70). que se susciten entre las partes respecto de su mterpretac10n o a plil •I
538
JULIO BARBOZA
ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE

ción puedan ser sometidas por cualquiera de ellas a la Corte Internacio-


futuro entre los ribereños de la hidrovía o entre éstos y terceros Esta
nal de Justicia. Esta norma incluye las controversias relativas al río, que
(artículo 3 ). '' .
fueron llevadas para su eventual conciliación al seno de la Comisión
Por el artículo 4, los signatarios se reconocen recíprocamenue:
Administradora y que no fueron resueltas (artículos 68 y 69). Si al cabo
libertad de navegación en toda la hidrovía de las embarcaciones de<tt
de 120 días el asunto no fuera resuelto, pasa a los Gobiernos; si éstos, a
banderas así como la de embarcaciones de terceras banderas, y pQJ•
su vez, tampoco llegan a un acuerdo dentro de los 180 días de la notifi-
artículo 's los signatarios se comprometen a no establecer ninl
cación que la Comisión les hizo (artículo 69), entonces queda abierto el
camino de la CIJ. impuesto, gravamen, tributo o derecho sobre el transporte, las emb
caciones o sus cargamentos, basado únicamente en el hecho de la na.
gación. Asimismo, en todas las operaciones reguladas por el acuet
los signatarios otorgan recíprocamente a las embarcaciones de ban~
3. La hidrovía Paraguay-Paraná (Puerto de Cáceres-Puerto de Nueva
Palmira) de los demás países signatarios idéntico tratamiento al que concede
las embarcaciones nacionales en materia de tributos, tarifas, tasas, 'l.
vámenes derechos trámites, practicaje, pilotaje, remolque, servi.,
portuarios y auxili~res, sin que pueda discriminarse en manera alglÍ
En los ríos Paraguay-Paraná, trecho de Puerto de Cáceres a Puerto
de N~eva Palmira, se superpone al régimen creado por los tratados
por razón de la bandera (artículo 6). "' ·
anteriormente mencionados el que establece uno nuevo celebrado en
Esa intención de igualdad se manifiesta también en la obligació~
julio de 1992 y que en suma es un acuerdo de transpo~te fluvial por
los signatarios de compatibilizar y armonizar las legislacion~s .de ·,
esos rí~s. en el t~amo mencionado. Son partes en el tratado la Argenti-
uno de ellos, en la medida de lo necesario, para crear cond1c1one
na, Bol1VIa, Brasil, Paraguay y Uruguay. Por su artículo 31 se lo declara
igualdad de oportunidad, de forma que permitan simultáneament
abierto a la adhesión, previa negociación, de los países miembros de la
liberalización del mercado, la reducción de costos y la mayor campe .
ALADI que deseen participar en todos los aspectos del Programa de la
Hidro vía. vidad (artículo 7). Al mismo tiempo, y por virtud del artículo 8, e
signatario extiende a los países miembros del tratado una cláusul•
El acuerdo en cuestión se formalizó dentro del marco otorgado por
nación más favorecida en relación con terceros Estados.
el Tratado de la Cuenca del Plata y es por ende un convenio tendiente a
Se reconoce la libertad de tránsito de embarcaciones, bienes y pe~·
favorecer la integración física y económica de los países de dicha Cuen-
nas de los países signatarios, a quienes sólo podrá cobrarse la tasa r,
ca. Su objetivo inmediato es "facilitar la navegación y el transporte
butiva por servicios que efectivamente les fueron prestados (artícul
comercial, fluvial longitudinal en la hidrovía Paraguay-Paraná (Puerto
y se eliminan, a favor de las embarcaciones de bandera de los p
de Cáceres-Puerto de Nueva Palmira)" (artículo 1, bastardillas nues-
que integran la hidrovía, las limitaciones existentes al transport
tras). Busca el tratado establecer un marco normativo común "que
determinados bienes que naveguen bajo bandera nacional del paí
favorezca el desarrollo, modernización y eficiencia de la navegación y el
destino o de origen. · . ··
transporte" en los espacios fluviales mencionados, así como en el Canal
Por lo demás, el convenio contiene cláusulas que facilitan el tt
Tamengo, afluente del Río Paraguay, compartido por Bolivia y Brasil.
porte y el comercio en los artículos 16 y 17 y otras que garantl
Se exceptúan de las facilidades arriba anticipadas los buques de gue-
mutuamente a los países miembros los servicios portuarios y auxiH
rra Y otras embarcaciones que desarrollen actividades sin fines comer-
ciales, así como el transporte fluvial transversal fronterizo, que se rigen de navegación. También se comprometen los miembros, por el ~~.f,;;
20, a optimizar los servicios de practicaje y pilotaje para el. tra ..
por los tratados y otras normas existentes o que se concierten en el
fluvial para las embarcaciones de los países que integran la h1drovi ,
540 juuo BARBOZA
ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMl\11-:N 11 . '1·11

. Se c:ean ór~anos del acuerdo: el Comité Intergubernamental de la que sólo la vida vegetal, animal y otros objetos que tamhi(·11 _.,e d.111 1·11
H1drov1a es el organo político y es a la vez órgano del Tratado de la Cuen- la naturaleza, además de su interrelación, deben incluirse. ( ltrn'> t.1111
ca ,del Pl~ta y la Comisión del Acuerdo, que es el órgano técnico. Los bién abarcarían objetos de origen humano, si son importa11t1·s p;i1 .1 1•1
paises. m1e'.nbros designan los organismos nacionales competentes para patrimonio cultural de un pueblo". 32
la apl1cac1on del Acuerdo (artículo 22) .
. , Las contro.versias que se susciten respecto a la interpretación, aplica- Es sabido que el medio ambiente humano está en peligro, an-d1;1do
c1on o cumplu111en~o del Acuerdo, así como de sus protocolos -que son por múltiples amenazas.
vanos-- se som.eteran al proceduniento de solución de controversias del
Prot~colo ad1c1onal mencionado en el artículo 17, e). Son varias las fuentes de donde provienen: del incremento de la i111li1"
d Dicho. artículo a~ticipa que, para lograr el cumplimiento del Acuer- tria y de la agricultura intensiva, de la enorme generación dl' l'lll'l'J',l.1,
o pnnc1pal, los miembros convienen en celebrar - s1·11 q ue ¡a ¡·1sta sea tanto de origen termoeléctrico como nuclear, de la depredaciú11 dl' lm
.
ex haust1va- los siguiente protocolos adicionales:
.~ ,.
recursos vivos, de la explosión demográfica, de la calefacciún do111t·st 1

a) Asuntos aduaneros. ca, de la miseria, de la superabundancia de automotores, de aviones y
de buques, de la guerra, y de muchos otros rasgos de la vida moderna
b) Navegación y seguridad.
que sería largo enumerar.
c) Seguros.
d). Condiciones de igualdad de oportunidades para
petitiv1dad. una mayor com- Tales amenazas no reconocen fronteras, se desplazan por el 1ncdio
ambiente gracias a la interdependencia de los sistemas ecológicos y pr!'
e) Solución de controversias.
sentan problemas que no pueden resolver los Estados aisladamente. Poi
f) Cese provisorio de bandera.
eso muchas cuestiones antes consideradas de exclusiva jurisdicci<.>11
doméstica son ahora de interés internacional -de orden bilateral, l'l'!',i<>
na! o global- y sólo pueden ser materia del derecho internacional.
D. La protección internacional del medio ambiente31
Es este orden jurídico el que debe reglar la protección, entrc otras
cosas, de la atmósfera, de los bosques, de la diversidad biológica, de lm
recursos terrestres, de agua potable, oceánicos y marítimos, incluyendo
L Introducción
las áreas costeras. Protección contra manejos dai1inos de la biotccnolo
Por " me d. am b.iente h umano" debemos entender, en principio, gía, de los productos químicos tóxicos, de la agricultura, de los des!'
t 'º chos tóxicos, sólidos y radiactivos, etc.
_odo aquello que rodea al ser humano, que forma su hábitat. No hay
consenso sobre el preCiso alcance jurídico de este término. Un concepto cercano es el de ecología, "rama de la biología q11<' trata
de las relaciones de los organismos vivos con sus alredcdon·s, sus
Según el libro verde (Green Paper) de la Comisión de Ja Unión euro- hábitos y modos de vida. El 'ecosistema' es una 'unidad de ccologÍ;1'. ..
pea, "Respecto a la definición de 'medio ambirnte', algunos arguyen

31
En esrn parre d ,¡ C , ¡ 1 . . ¡¡ .
protección se sigue lac bap1tdu º1;h1,¡1_sL1 Scgard a lo rdcrcni-c a principios y mecanismos de .E Citado en el Undécimo informe so/;re la res/Jo11sabi/idad intemacirmal /""' l.i" '1111
,
!mu V 1 I M -h -, ' o ra e
. . 1 tppe an s Pr
. "' o ¡· [11tcnrat1011a
. , r11c1¡J¡,. · ¡ e11u1ro11111e11tal
· sec11e11cias perjudiciales de actos 110 ¡;ro/Jibidos por el derecho intemaciorral, l'"I' 1·1 '.1
• o· , J anc ester Umvers1ry Prcss (Manchestcr y Nueva York), 1995. Capítulos ¡ y 2 . Julio Barboza, Relator Especial. Doc A/CN.4/468, del 25/4/1995, p. 4.
__ ...,,,~

542
Juuo BARBOZA ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE

que incluye las plantas Y animales que se dan juntos más una parte de para proteger a peces, pájaros y focas. La primer convención ballenera
su medio sobre el cual tienen influencia". 33 data de 1931. Caracterizaba a estas medidas un concepto primordial-
mente utilitario, como el que inspiró la Convención de 1902 que pro-
La expresión "derecho in~ernacional ambiental" se refiere a aquellas tegía a los pájaros útiles para la agricultura.
normas d~ d~recho mternac10nal, tanto sustantivas como de procedi-
m1e~to o mst1tuc10nales cuyo objetivo primordial es la protección del Hubo en este período dos interesantes arbitrajes: el de las focas del
medio ambiente.
Pacífico y el de la Fundición Trail. El primero fue entre Estados Unidos
y Gran Bretaña respecto a la alegada explotación excesiva por parte de
esta última de las focas peleteras en áreas más allá de las jurisdicciones
2. Pequeña historia nacionales. El laudo rechazó el argumento de que los Estados tenían el
derecho de establecer su jurisdicción sobre recursos naturales en espa-
. El derecho ambiental de nuestros días se rastrea hasta Ja mitad del cios comunes como el alta mar para asegurar su conservación y dictó
siglo XIX, aproximadamente. algunas reglas para la adecuada protección y preservación de esas focas
fuera de límites jurisdiccionales. 35
a) Primer período: la protección de los recursos individuales El segundo caso, de la Fundición Trail, que se comenta más abajo, se
Un prim~~ período comienza con las cuestiones sobre la protección de refiere al daño transfronterizo causado en territorio de los Estados Uni-
~ec_urs_os. ~t1lizados por Ja industria pesquera, compartidos 0 fuera de la dos por las humos de una fundición situada en Canadá. Este arbitraje
J~nsdicc10~ de los Estados:~ 4 que se instrumenta en tratados de pesque- dio origen a la concepción que presidió la segunda etapa en el desarro-
nas Y termma con la creac10n de las Naciones Unidas en 1945. Este tra- llo del derecho ambiental, centrada en la elaboración de reglas de res-
'.11º se _ca_ract:riza por la concientización de que el desarrollo y la ponsabilidad por las externalidades producidas por el desarrollo
mdustna11zac1on deterioran importantes recursos naturales, como Ja flo- industrial de un Estado sobre el territorio de otros Estados o sobre
~a Y l_a fauna Y por ende debían buscarse instrumentos jurídicos para espacios comunes.
mduc1r a los Estados a poner limitaciones a su desarrollo industrial y a
la explotación de ciertos recursos naturales. b) Segundo período: la protección del medio ambiente
Sin embargo, los_ recursos son tratados en forma individual, sin tener El segundo período se inicia con la creación de la ONU y de sus
en cuenta sus relac10nes con el medio en que se hallan inmersos, ni el organismos especializados que, no obstante la ausencia de menciones
concept~ de recursos que sean del patrimonio o interés común de Ja específicas en la Carta, comienzan a defender el medio ambiente global
Humamdad, ya que los recursos que se encuentran en los espacios y regional. Por primera vez, las preocupaciones ambientales incluyen
comu~es_ ~on _considerados como res nullius y sujetos, en principio, a las actividades llamadas "ultra-peligrosas" 36 y comienza a advertirse la
aprop1ac10n sm límites por cualquier individuo. relación entre el desarrollo económico y social y el medio ambiente.
El Consejo Económico y Social de la ONU convoca en 1949 la Con-
Para resolver los problemas que surgen de la explotación abusiva de ferencia sobre la conservación y utilización de los recursos (UNCCUR
los recursos pesqueros Y de otros recursos se suscriben convenciones
33
Sands, op. cit., p. 17. 35Sands, op. cit., pp. 28/29.
Se llaman así aquellas actividades que ofrecen una probabilidad baja de producir
Ver fa, de~inición d: Ed Wilson, en The Diversity of Life, que incluye los sistemas de
34 36
. daños catastróficos, como la industria nuclear, la espacial o el transporte de petróleo por
mterconex10n Íls1ca Y qu1m1ca entre los organismos y su hábitat.
mar.
,
544 Juuo BARBOZA ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE

es su sigla inglesa). Como consecuencia de esta última se reúne en 1954 convenios multilaterales para la protección de las especies J!1i8~~tOLI
la Conferencia sobre los recursos vivos del mar, que fue el antecedente la de los hábitats, la contaminación aérea transfronteriza, la regulacl
inmediato de la importante convención de Ginebra de 1958 sobre el -y prohibición- de las actividades minerales antárticas, etc.
mismo tema. Bajo los auspicios del PNUMA (Programa de las Naciones Unld
Ya a esta altura, la relación entre conservación y desarrollo es una para el medio ambiente) se redactaron en 1978 un conjunto de pl'li
p~eoc~pación central y el énfasis cambia de la protección de la flora y pios de conducta en el campo del medio ambiente y en 1982 la Ca
vida silvestre a procesos asociados con la actividad industrial y militar. mundial de la naturaleza. En 1983 la AGNU estableció la Comisi6
En este último sentido, hubo varias resoluciones de la Asamblea Gene- medio ambiente y desarrollo, llamada también la Comisión Bruntla
ral sobre la actividad nuclear, que condujeron a la prohibición de ensa- por su Presidenta, la Primer Ministra de Noruega. Su informe signifi.
yos atómicos de 1963. un cambio notable en la cosmovisión ambiental; el mundo dividido
En 1957, el laudo arbitral del lago Lanós, entre España y Francia compartimentos según las jurisdicciones nacionales, o según las activ,
consagró principios de interés en cuanto al uso de ríos compartidos'. dades o áreas de preocupación ambiental se disolvió pues no había dli
Pero se fue avanzando fragmentariamente y sin la ayuda de una coordi- rentes crisis ecológicas sino que todas eran partes de la misma y únia
nación estratégica. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre medio El informe, que fue publicado en 1987 definió la expresión "desarrol
ambiente de Estocolmo fue llamada, precisamente, a colmar esos vacíos, sustentable" y propuso, entre otras cosas, un programa para lograrl
Y es considerada la piedra fundamental en el desarrollo del derecho Se creó un fondo, llamado GEF (Global Environmental Facility), p ·
internacional de protección del medio ambiente. financiar proyectos en beneficio del medio ambientei y el Consejou
Seguridad llegó a decir que las cuestiones ecológicas podían constit
Dos de los resultados más importantes de dicha Conferencia fueron amenazas a la paz y seguridad internacionales. La CDI completó,
una Declaración que contenía 26 principios y un Plan de acción con proyecto sobre cursos de agua internacionales, con numerosas real
más de 100 recomendaciones. El más importante de aquellos fue el protectoras del medio ambiente en tales cursos y avanzó -hasta ter
Principio 21, que se comenta in extenso un poco más abajo. Como nado- en la consideración de otro sobre responsabilidad por actos n
consecuencia del Plan de acción, la Asamblea General crea el Progra- prohibidos por el derecho internacional, que tiene muy en cuenta 11
~a de la~ _Naciones Unidas para el medio ambiente (PNUMA), de pro- actividades peligrosas para el medio humano. Termina este tramo, c..
ficua acc1on en el campo de su competencia. la Conferencia de las Naciones Unidas sobre medio ambiente y desar
llo (UNCED, según su sigla inglesa) llevada a cabo en Río de Janeiroít
c) Tercer período: el medio ambiente en relación con el desarrollo 1992, que culmina un intenso período de actividad internacional¡; t
humano parte dedicado a su preparación. Adoptó tres instrumentos no vin.
El tercer período se extiende entre la conferencia de Estocolmo de !antes: la Declaración de Río sobre medio ambiente y desarrollo,: '
1972 Y la de Río de Janeiro de 1992 (Conferencia de las Naciones Uni- afirmación de Principios sobre bosques y la llamada Agenda 21, qu.
da~ ~obre medio ~mbiente y desarrollo), durante el cual se adoptaron un frondoso plan de acción. Asimismo dos tratados, negociados '
mult1ples y muy importantes instrumentos regionales y globales como anterioridad a su celebración, fueron en Río abiertos para la fir,m"
respuesta a los acuciantes problemas ambientales. De éstos acaso el Convención sobre diversidad biológica y el Convenio marco sobre e.
, . ' bio climático. Muchos de los principios de la Declaración que come :
mas importante haya sido la Convención de las Naciones Unidas sobre
dere~ho del mar, de Montego Bay, 1982, en particular en su capítulo mos son examinados más abajo. El núcleo de la Declaració*;;
relativo a la protección del medio ambiente marino. Hubo numerosos formado por los artículos 3 y 4: el primero trae un principio de eq~.
,
546 Juuo BARBOZA
ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE
generacional y el segundo establece la indivisibilidad de desarrollo y pro-
tección del medio ambiente, de tal forma que el desarrollo esté condicio- Originalmente, los recursos encontrados en espacios comunes,.,eN.
nado a la protección del medio. Asimismo, el principio precautorio, el considerados res nullius y sujetos a apropiación por parte de cualq~l
de contaminador-pagador, el derecho a la información en materias individuo. La comunidad internacional desarrolló luego el concepto,
ambientales, lo que origina la evaluación del impacto ambiental de cier- "patrimonio común de la Humanidad" para determinar que en,,
tas actividades, la notificación, el intercambio de información y la con- explotación de determinados recursos hallados en ambientes comutj
sulta. La Agenda 21 recomienda la creación de una Comisión para el debía preverse una participación en los beneficios de tal explotaci'
desarrollo sustentable y otros mecanismos de coordinación en la ONU. por parte de todos los países y no solo de aquellos que tuvieran la PQ.·
También propone una Conferencia sobre sequía y desertificación. bilidad económica de realizarla. En consecuencia, los recursos de
Zona y los hallados en la Luna, por ejemplo, no pueden ser conside~
d) Cuarto período: la protección sistémica del ambiente humano dos res nullius sino sometidos a un régimen especial previsto en los t~
El cuarto período, que es el actual, podría acaso caracterizarse por tados que regulan tales espacios. .
ser uno de integración, o sea cuando las preocupaciones ambientales se La Convención de Derecho del Mar consagra, para los fondos m~ ·
deberían integrar, como tema de derecho y política internacionales, a nos y océanicos más allá de las jurisdicciones nacionales, el principio;
todas las actividades humanas. 37 En tal sentido, cabe mencionar instru- que tales recursos son patrimonio común de la Humanidad. Concret~i;:·;·
mentos como el Protocolo de Kyoto en materia de cambio climático, la mente, se establece una Autoridad de los fondos marinos, de la qll.• ·
Convención sobre especies altamente migratorias, la Convención sobre depende el otorgamiento de concesiones de exploración y explotacióq
el derecho de los cursos de agua para fines distintos de la navegación, de esos recursos, y que recauda los fondos que se recojan por esos con·
así como los desarrollos producidos por grupos de trabajo en materia ceptos de modo de distribuirlos entre los Estados miembros, teniendo
de daños a la diversidad biológica, etc. particularmente en cuenta la situación de los países en desarrollo. La
Autoridad personifica de algún modo al titular del derecho de dominiO,
que es el que debe percibir los fondos recaudados y distribuirlos en la
3. La soberanía y los derechos de los Estados sobre los espacios comu- forma establecida en la Convención.
nes y sus recursos
La Humanidad, de alguna manera, parece estar representada o pe~­
a) El patrimonio común de la Humanidad sonificada en este contexto. Al mismo tiempo, la Autoridad parece
El desarrollo del derecho ambiental sobre los espacios comunes dio también ser el titular de cualquier acción tendiente a prevenir o
lugar a la creación de determinados conceptos para determinar la reparar el daño a aquellos recursos, al menos entre los miembros del
extensión de los derechos que los Estados podían ejercer sobre los espa- tratado. El Tratado de la Luna establece que los recursos de ese saté·
cios comunes y sus recursos. lite, así como el de otros cuerpos celestes, pertenecen también a ese
patrimonio común, aun cuando no se crea una entidad capaz de ·
hacer cumplir el precepto o de ser titular específico de los derechos
37
Una consecuencia inesperada de la aplicación del principio son los nuevos derechos consiguientes.
de propiedad sobre el ambiente con la creación, por ejemplo, del comercio internacional
en permisos de emisión. Tal comercio permite a los Estados que cumplen con sus obliga-
ciones internacionales relativas a la protección del medio ambiente obtener un beneficio b) El interés común de la Humanidad
derivado de tal cumplimiento a través de la venta de los permisos de emisión que no nece- No obstante el desarrollo de este concepto nuevos problemas ambieri~¡
siten utilizar.
tales relacionados, no ya con la utilización de los recursos, sin~ ~on. ~.y{
OfOteCCÍÓn V J!'.I nrnTPrriAn rla. ..,......,J....:,... ............. -~----- -
ESPACIOS co:-.rnNES, CURSOS DE AGUA y MEDIO AMBIENTE
548 Juuo BARBOZA

el espacio ultraterrestre dieron nacimiento al concepto de "interés mismo, generalizando, podría decirse del desarrollo sustentable y de la
común de la Humanidad". Este concepto es útil para lograr una equita- equidad intergeneracional: ambos parecen basarse en el principio del
tiva distribución de los costos de la protección del medio ambiente. En interés común de la Humanidad.
el caso del clima, por ejemplo, la Convención de cambio climático bus-
ca estabilizar la producción de gases de efecto invernadero por parte de
los Estados. Los Estados, al asumir compromisos de reducción de emi- 4. Principios y mecanismos jurídicos de protección del medio ambiente
siones, se obligan internacionalmente a utilizar los recursos dentro de
sus fronteras de acuerdo a los límites que la Convención los obliga a a) Introducción
respetar. Se hará referencia solamente a los principios jurídicos que han mere-
Este concepto de interés común es mencionado en las Resoluciones cido alguna consagración en la práctica internacional.
de la Asamblea General 43/53, 44/207 y 451212, así como en la Decla- Al decir "principios" hacemos referencia a conceptos muy generales,
ración de expertos jurídicos y políticos de Otawa del 22 de febrero de de los que se desprenden por lógica un conjunto de normas particulares
1989, en la Declaración de La Haya sobre medio ambiente del 11 de de derecho positivo; tales normas son las que hacen al principio operati-
marzo de 1989 y en otros documentos, como el preámbulo del Conve- vo. 39 "Una norma responde a la pregunta: '¿qué?'; un principio contesta
nio sobre protección del cambio climático de 1992 y el Convenio sobre a la pregunta: '¿por qué?"'. Ese mismo principio puede inspirar normas
protección de la diversidad biológica del mismo año. 38 positivas en otros terrenos del derecho internacional, a través de un tra-
En realidad, el principio del interés común de la Humanidad es el tado o de una costumbre, o puede por la vía interpretativa, ampliar el
que inspira las obligaciones de los Estados hacia su propia diversidad alcance de algunas normas. De allí la importancia de los principios.
biológica y acaso también el que ayude a fundamentar ciertas otras
obligaciones, apoyadas también en b solidaridad internacional, no ya Por ejemplo, el artículo 136 de la Convención de las Naciones Unidas
sobre derecho del mar otorga a la zona y recursos de los fondos mari-
de los Estados poseedores de la diversidad biológica sino de aquellos
nos allende las jurisdicciones nacionales el carácter de patrimonio
desarrollados, como las de transferencia de tecnología y de fondos nue-
común de la Humanidad. Cuando se trató de dictar normas conven-
vos para que aquellas obligaciones puedan cumplirse. El principio del
cionales sobre la Luna y otros cuerpos celestes, se consideró que su
interés común parece tener dos vertientes, una que da injerencia a la naturaleza imponía la extensión a ellos del mismo principio. En la
comunidad del tratado, o a la comunidad internacional, o a los Estados medida en que sea recogido consuctudinariamcnte, el principio podría
miembros de aquélla y de ésta, en supervisar el cumplimiento de las extenderse a otras regiones de la misma naturaleza en los otros espa-
obligaciones impuestas a los Estados respecto a su propia diversidad cios comunes internacionales.
biológica, y otra que impone a los Estados que se benefician con el one-
roso mantenimiento de la diversidad biológica por los Estados que la A veces, los principios se enuncian expresamente en los tratados, en
poseen, las obligaciones de transferencias de tecnología y de fondos. Lo cuyos preámbulos se los enuncia; otras se deducen por la doctrina. Sue-
len encontrarse en los preámbulos y otras veces son difíciles de distin-
38 Un principio puede no tener carácter de derecho positivo, por ejemplo si figura en guir de las obligaciones generales que los convenios suelen incluir.
el preámbulo de un tratado como suele ser el caso. Necesita de normas positivas para
funcionar. Asimismo, revisten tal generalidad que, aunque fueran normas positivas, su
19 Sir Gerald Fitzmaurice, "The General Principies of lnternational Law Consi(krcd
aplicación sería difícil; algo así como sucede con las normas constitucionales, que requie-
ren de las leyes para su reglamentación, o de las leyes mismas que reclaman decretos from the Standpoint of the Rule of Law", en Recuei/ des cours, Academie de Droit 111!1•1..
reglamentarios. national, 1957, II, p. 7.
ESPACIOS C:O.\IUNES, CURSOS DE AGUA Y .'v!EDIO A:Vlllll'.N 11

juuo BARBOZA

mamás amplia en su artículo 3, cuyo subtítulo es "la libertad dl' ;1n 11111
Hay principios que son particulares a ciertos campos, por ejemplo, y sus límites", ya que lo hace extensivo a cualquier actividad -110 .•;id" .1
en el artículo 4.2 de la Convención de Basilea sobre desechos peligrosos la explotación de los recursos naturales- que produzca un dalH>'1º 11.111"
se estipula la obligación de asegurar que la generación y el movimiento fronterizo no solamente ambiental. Dice así:
de tales desechos se reduzca al mínimo. Este puede considerarse un
principio propio a este ámbito jurídico o acaso una obligación general "La libertad de los Estados para desarrollar o permitir que se dc."111"
fundamentada en el principio de prevención. Nos ocuparemos de los llcn actividades en su territorio o de otra manera bajo su j urisdin 1<>11
principios generales. o control no es ilimitada. Está supeditad;_¡ a la obligación grncr;il d1·
prevenir o minimizar el riesgo de causar un daño trnnsfronterizo St'll\I
ble, así como a las obligaciones jurídicas concretas que se hayan ª"1
b) Status de los fnincipios en el derecho internacional general
mido a ese respecto para con otro Estado". 41
El derecho de protección internacional del medio ambiente es muy
nuevo y en general son pocos los principios que se convierten en
Y si bien se mira, tanto aquélla como esta expresión caben dentro dl'
"duros" o bien establecidos en la costumbre. Hay en cambio un cierto
aquel principio jurídico tan consagrado del utere tuo et alienum 11011
número de principios emergentes que muy probablemente, dado el dina-
laedas.
mismo de este derecho, se consagren en tiempo relativamente breve.
i) Parámetros del principio
Este principio tiene dos parámetros, que deben hacerse compatibles.
Ya vimos que la así llamada nueva costumbre, como fue explicada en
el fallo de la CIJ relativo a la plataforma continental del Mar del Nor-- Cada uno de ellos es fuente de muchos otros principios, ya establecidos,
te puede surgir en un tiempo relativamente corto, siempre y cuando ya emergentes, que abarcan prácticamente toda la panoplia de la pro-
sea aplicada uniformemente, que lo sea con cierta intensid;_id e incluya tección internacional del medio ambiente.
a los países más interesados en dicha aplicación. • El primer parámetro se enfoca en el ámbito de libertad interna.
No necesita desarrollo, puesto que se basa en la soberanía territo-
c) El principio 21: Un "principio de principios" rial considerada positivamente como la competencia exclusiva y
El principio 21 de la Declaración de Estocolmo es, a nuestro parecer, excluyente del Estado en su territorio. Lo que decía hace ya tiem-
el reflejo de un principio mucho más general, no aplicable solamente al po el árbitro Huber en el caso de la isla de Palmas. 42 Sin embar-
medio ambiente. Dice así: go, la libertad para realizar actividades en el ámbito interno de los
Estados tiene un límite, explicado en el segundo parámetro.
"De conformidad con la Carta de las Nciciones Unidas y con los prin- • El segundo parámetro ad exteros, constituye el límite a la libertad di:.:
cipios del derecho internacional, lus Estados tienen el derecho sobera- los Estados y consiste en no perjudicar el medio ambiente de otros
no de explotar sus propios recursos en aplicación de su propia política Estados como resultado de las actividades realizadas dentro del
ambiental, y la obligación de asegurar que las actividades que se lle- ámbito de su jurisdicción. Esta limitación se basa, paradójicamente,
van a cabo dentro de su jurisdicción o bajo su c;ontrol no perjudiquen sobre el mismo principio de soberanía territorial, sólo que contem-
al medio de otros Estados o de zonas situadas tueni de toda jurisdic-
ción nacional".

40 Doc. A/51/Hl, p. 109.


Eí Informe del Grupo de trabajo establecido en 1996 en el proyecto 41 Ver más adelante, p. 559.
de la COI sobre responsabilidad por las consecuencias perjudiciales de 42 UN Re(Jmt uf Intanaticmal Awards, Vol. 2, p. 839. (Traducción nuestra.)
los actos no prohibidos por el derecho internacional lo expresa en for-
Juuo BARBOZA 11 1
ESPACIOS C:OMU!'JES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO A~IBIENTE

piado en forma negativa: la no interferencia exterior (a través del


A fortiori, un Estado no tiene derecho a causar daños a través de las
daño) sobre el propio territorio, o sea la intangibilidad territorial.
actividades que se desarrollen bajo su jurisdicción a personas que csLi11
viviendo en el territorio de su propio Estado, ni al medio ambiente dl'
Como el dios Jano, la soberanía territorial es bifronte: afirma la liber-
otros Estados.
tad de acción en el propio territorio pero rechaza todo efecto perjudi-
cial venido de afuera. Uno y otro deben hacerse compatibles y lo son • Caso del Canal de Corfú
en forma de un compromiso: el del uso inofensivo del territorio. Cual- En el caso del Canal de Corfú, la Corte encontró que:
quier actividad humana es permitida en derecho internacional si el
Estado la emprende o autoriza, pero si ésta causa un daño a otro Esta- "Entre Estados independientes, el respeto por la soberanía territorial
do -en este caso, a su medio ambiente- algo nuevo pasa. Para hacer es una base esencial de las relaciones internacionales ... " y reconociú
ambos parámetros compatibles, surge cierta responsabilidad del Esta- " ... la obligación de cada Estado de no permitir conscientemente que
do de origen (indemnización del daño) o eventualmente un cambio en su territorio sea utilizado para realizar actos contrarios a los derechos
la actividad que la torne inofensiva o su prohibición si el daño se hace de otros Estados" .44
insoportable.
Es importante señalar que estas afirmaciones de la Corte no se referí-
ii) El Principio 21 en el derecho internacional general an únicamente al caso que estaba juzgando: formuló una enunciaciún
El principio ha sido recibido en la jurisprudencia y en la práctica general del principio jurídico aplicable a situaciones similares.
internacionales. • El caso de la Fundición Trail
En la jurisprudencia: Es notable por la anticipación en su texto de varios conceptos que
° Caso de la isla de Palmas. Según el árbitro Huber: hoy son moneda corriente en el derecho de la protección del medio
ambiente. En este caso, una fundición de propiedad privada en Canadá
"La soberanía territorial, como se ha dicho, implica el derecho exclusivo afectaba bosques y tierra arable en el estado de Washington, Estados
de desplegar las actividades de un Estado. Este derecho tiene, como Unidos, por la emisión de humos deletéreos que causaban daños que,
corolario, un deber: la obligación de proteger dentro del territorio los aunque económicamente significativos, eran fJequeíios en proporción al
de.rechos de otros Estados, en particular su derecho a la integridad y a la valor de la producción de la fábrica.
inviolabilidad en tiempo de paz y en la guerra, junto con los derechos Respecto a la responsabilidad del Estado. por este tipo de daños, el
que cada Estado puede reclamar para sus nacionales en territorio
Tribunal Arbitral es elocuente:
extranjero.( ... ) La soberanía territorial no puede limitarse a su aspecto
negativo, esto es, a excluir las actividades de otros Estados, ya que aqué-
" ... es por lo tanto, deber del Dominio del Canadá lograr que esta con-
lla sirve para dividir entre las naciones el espacio sobre el cual se ejercen
ducta" (la de la fundición) "esté en conformidad con la obligación dd
las actividades humanas, para asegurarles en todo momento el mínimo
de protección de la cual el derecho internacional es guardián". 41
44 UN Reports of Internatio11al Arbitral Awards, Vol. III, p. 1963. Traducción nll<'S

tra. En inglés: " ... it is, therefore, the duty of the Governme11t of the Dominion of Cm1111/11
43 Corfú Channel, Mcrits, Judgement: ICJ Repnrts 1949, pp. _;5 y 22 respectivamente. to see to it that this co11duct should be i11 co11for111ity with the obligation of the Do111i11i"11
u11der i11tenzational law as herei11 determined. As Professor Eagleton puts it (in Res/Jflll.<i
Traducción nuestra. Los párrafos rezan así en inglés: "Betwee11 i11depe11de11t States, res-
bility of States in Internatio11al Law, 1928, p. 80) 'A State mues at ali times a d11ty ffJ /mi
pect for territorial sovereignty is an essential fozmdation of i11tenzatio11al relations ... " y
tect other States agai11st iniurious acts by individuals from within its ¡11risdidifl/I, .. '
"every State's obligaticm 11ot to allow k11owingly its territory to be used for acts co11trary
to the rights of other States". Intenzatio11al decisions, in various 111atters, from the Alabama case onwai-ds, are ihtsc•d ""
the sa111e general principie ... ".
ESPACIOS C:O~lU'.'IF.S, CURSOS DE AGUA Y ~1EDIO A~11\ll'N IT.
SS4 JULIO BARBOZA

especiales orientadas a la minimización del riesgo ambiental para pr<'V<'


Dominio en el derecho internacional tal como aquí se determina".
nir la ocurrencia de un daíi.o. Fue recogido en el proyecto de la ( :1 >1
Para no dejar dudas de lo que se trata, el Tribunal hace la siguiente
sobre responsabilidad por actos no prohibidos por el derecho i111rn1;1
cita: "Como lo dice el profesor Eagleton (en Responsibility of States in
cional. 47 De él surgen obligaciones y mecanismos específicos, incluido:;
Intemational Law, 1928, p. 80) 'Un Estado debe en todo momento
proteger a otros Estados contra las consecuencias perjudiciales de en numerosos tratados, como los siguientes:
actos de individuos dentro de su jurisdicción ... '. Los fallos internacio- - Obligación de la evaluación del impacto ambiental (EIA) en cicr1;1:•
nales en varias materias, desde el caso del Alabama en adelante, se actividades de riesgo. Tal el contenido de la Convención de Espoo d<' L1
; •!.
basan en los mismos principios generales" .45 -~ '
Comisión económica para Europa de 1991, sobre EIA en el co11tcxl<>
transfronterizo. Asimismo, el artículo 1 O del proyecto recién aludido d<'
Finalmente, en su decisión expresa el Tribunal: la CDI. 48
- Necesidad de autorización preuia por el Gobierno del Estado dondc
" ... según los principios del derecho internacional, tanto como del de van a conducirse actividades de riesgo. Hay muchas convenciones q11c
los Estados Unidos, ningún Estado tiene el derecho de usar o permitir exigen autorización previa. Adem~ís de la recientemente citada de Espoo,
el uso de su territorio de tal manera que se cause daiíos por humos en también la requiere la ele Helsinki de 1992 sobre efectos transfronterit.os
o al territorio de otro o a los bienes o personas dentro de él, cuando el de accidentes industriales, así como el proyecto citado ele la CDI.
asunto es de consecuencias serias y el daiio se establece mediante prue- - La obligación de aplicar el ¡nincipio j>recautorio, según el cual
bas claras y convincentes" .46 (Bastardillas nuestras.)
frente a una amenaza de dafio irreparable al medio ambiente, la falta dc
certidumbre científica sobre la producción de ese daño no debe demo-
•En los tratados multilaterales y bilaterales
rar la adopción de medidas para prevenirlo.
Muchos instrumentos dan fundamento al mismo prmcip10 del sic
--Cooperación internacional, que importa concretamente, ínter alia,
utere tuo. Entre los tratados multilaterales, el Capítulo 12 de la Con--
coordinación de políticas respecto a ciertas actividades, creación de
vención de Naciones Unidas sobre el derecho del mar, las convenciones
cuerpos conjuntos, como por ejemplo las comisiones fluviales, in ter
sobre responsabilidad por da1'ios nucleares, o por daños producidos por
cambio de informaciones, procedimientos de emergencia (aviso tempr;i
el transporte o explotación marinos de petróleo, o por objetos espacia-
no, planes contingentes).
les, etc.
-El derecho de jJarticipación del Estado sobre cuyo territorio recae u11
iii) Algunas consecuencias del Principio 21: el principio de preven-
riesgo de da1'io ambiental, en la prevención del daíi.o y en la minimiza·
ción. Corolarios y mecanismos
ción del riesgo. Tal participacicín cumple con el principio de prevención
El principio de prevención busca evitar la producción del dafio
porque una mayor participación de los Estados afectados por un riesgo
empleando la debida diligencia. Se enfoca en los resultados de la crea-
mejora las probabilidades ele prevenir efectivamente la ocurrencia del
ción de "riesgo" ambiental. Debido a que la creación del riesgo
dafio. De este derecho también surgen la obligación ele notificar al Esta·
ambiental es generalmente un resultado de actividades lícitas, corno por
ejemplo el transporte de hidrocarburos, su regulación requiere normas
47 Id., p. 56. Se evalúa el riesgo de daíío transfronterizo, incluido el daño al medí<>
<1111 bien te
de otros Estados.
41
48Es de carácter relativo y debe consider.Hsc caso por caso, V<l que podría eventual
Id., p. 1965. mente admitirse si el nuevo daiío resulta considerablemente menor, por ejemplo. Pucd1·
46
Subtítulo del artírnlo 4: "La prevención". "Los Estados adoptarán todas las medidas tambii'.n tener un contenido político y referirse a empresas multinacionales que desvían
apropiadas para prevenir o minimizar el riesgo de causar un dai1o trnnsfronterizo sensible ciertas actividades a países cuyas leyes ;;ohrc mecho ambiente son más laxas o permisiva ...
y. cuando éste se haya producido, para minimizar sus efectos". Doc. A/CN.4/L.533, p. 28.
Juuo BARBOZA
ESPACIOS CO~-IUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO i\~11\llN 11

do eventualmente afectado, la de intercambio de información y la obli- constituya una violación de una obligación internacional de cs\' l ·'. .. 1.11111
gación de consultarlo acerca de las medidas de prevención tomadas 0 a lo hace internacionalmente responsable.
adoptar. Estas obligaciones figuran en todas las convenciones citadas en iv) Desarrollo del Principio 21. El interés de la Comunidad l11t<·111.1
este contexto, así como en el proyecto también citado de la CDL cional
-Participación del ¡níblico en la adopción de decisiones. La gente Existe u na zona del derecho de gentes que toca los aspectos dl' 111 t('
presuntamente amenazada por un daño transfronterizo futuro debe ser rés, no ya de uno o más Estados en particular, sino de la con111111tl.1<l
informada para que puedan tomar parte en la EIA y en la toma de deci- internacional en su conjunto.
siones que pueden afectarla.
- Medidas de ataque en la fuente del daño, como en el artículo 2.3 de Así como en el derecho interno hay un derecho privado que ha,<' .d
la Convención de Helsinki de 1992 sobre protección y uso de cursos de interés de las personas individualmente consideradas y otro púhJi, <•,
agua y lagos internacionales. donde predomina el interés del Estado, en el derecho de gente~ li.1
comenzado a distinguirse, desde hace un tiempo, también un sector <"ti
- No transferencia del daiío de uno a otro lugar o de un sector del
que se siente la gravitación de la comunidad internacional: hicieron ~11
medio ambiente a otro. Por ejemplo, por evitar dañar un lago con la
aparición las obligaciones erga omnes, las imperativas o de jus cog1•11'
echazón de basuras, quemarlas y así da11ar la atmósfera.49
y consiguientemente aparecen ciertos principios jurídicos que rcfk¡a11
-Principio del rontaminador-pagador. Aunque también se refiere a ese interés supnior de la comunidad internacional. Como veremos, :1.si
indemnizaciones de daños causados, originalmente fue un principio sucede con el principio que consagra ciertos recursos como patrinw
preventivo, que conserva, y ordena que el operador, presumiblemente nio común de la J-1 umanidad y ciertos otros como de interés común de
contaminador, cargue con los costos de prevención. esa misma Humanidad. Del mismo modo, según dónde se descargw: el
Estos ejemplos muestran de qué manera los Principios del derecho daño, por ejemplo, en ciertos espacios comunes internacionales, la~
internacional ambiental, originalmente no vinculantes, se transforman obligaciones de prevención y de reparación también habrán de obede
en obligaciones vinculantes para los Estados al ser incorporados dentro cer a la protección de un interés común, que es el que predomina l'Il
de tratados o normas de la costumbre internacional. En tal caso, su aquellos espacios comunes.
incumplimiento (aun en la ausencia de un da11o), hará responsable
internacionalmente al Estado que incumpla sus obligaciones de preven- Tradicionalmente, los principios que pertenecían al sector denomina·
ción. Corno consecuencia del incumplimiento de una obligación inter- do de interés común de los Estados se referían a los usos y la explota-
nacional, en teoría, el Estado afectado podría exigir una compensación ción de recursos en los espacios comunes, como el alta mar.
por tener que soportar un mayor riesgo ambiental sobre su territorio 50 El desarrollo del derecho ambiental moderno amplía el significado
ya que como vimos antes, el artfculo 1 de los textos sobre responsabili-· del Principio 21 e incorpora la posibilidad de aceptar que la utilización
dad de los Estados producidos por la CDI y recogidos en la Resolución de los recursos naturales por parte de los Estados dentro de su propio
AGNU 56/83 establece claramente que toda conducta de un E.st:ado que territorio, también puede ser objeto de un interés común por parte de la
comunidad internacional sobre la manera en que se realiza tal explota-
ción. Tal interés se rnanifiesta por ejemplo, en el interés de la comuni-
49
.. Caso de b fábrica Chorzow: la Corte Permarn:ntc de Justicia lnt~rnacional estable· dad internacional por la preservación de selvas tropicales que se
ció en el año 192X q,ue -"es un principio de derecho int<:rnacional ... que cualquier vIOla encuentran en el territorio de diversos países. En consecuencia, el pri-
c1011 de una obligac1on mcluve una obligación de reparar el daño". C:PJI Serie A N" 17 mer parámetro del Principio 21 según el cual los Estados pueden reali-
p. 29 (1928). (Traducción nuestra.) · ' ' '
su Philippe Sands, o¡). cit., p. 13. zar el tipo de actividades que deseen dentro de su territorio, estaría
558 }ULIO BARBOZA

ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE


limitado tanto en su ámbito externo, por la obligación de prevenir
daños fuera de la jurisdicción del Estado, como en su ámbito interno limitaciones impuestas por el estado de la tecnología y de la orsln
por la obligación asumida internacionalmente de realizar las activida- ción social sobre las posibilidades del medio para satisfacer necealdí
des productivas de acuerdo a normas internacionales acordadas multi- presentes y futuras. 51 Este principio figura en varias convencione1¡ en;
lateralmente por los Estados. El mejor ejemplo de este desarrollo se de protección a la diversidad biológica hay varias disposiciones, qu
encuentra en la Convención sobre Biodiversidad de 1992, donde el ar- desarrollan, por ejemplo, su artículo 6. '
tículo 3 transcribe textualmente el Principio 21 de Estocolmo, bajo el • La equidad intergeneracional
sugestivo subtítulo de "El principio". Sin embargo, su preámbulo (pun- Este principio y el anterior son como el anverso y el reverso dé
tos 4 y 5), va más lejos aceptando lo que hemos descripto como un nue- misma moneda: el desarrollo sustentable carece de sentido si no se,p
vo parámetro, la limitación a la libertad de acción del Estado dentro del en relación con el de equidad intergeneracional, o sea con el debe~t
propio territorio. Dice allí: cada generación de legar a las próximas un estado de la naturalez
más cercano posible a aquel en que la recibió.
"Afirmando que los Estados tienen derechos soberanos sobre sus propios Este principio es difícil de desarrollar jurídicamente, ya que las¡
recursos biológicos"; "reafirmando también que los Estados son respon- raciones no son sujetos de derecho, además de que el término "gen
sables de la conservación de su diversidad biológica y por el uso de sus ción" es demasiado impreciso. Parece más bien que su razón de ser!,
recursos biológicos de manera sustentable" (bastardillas nuestras).
de explicar y comentar el principio anterior, o la de configurar' m
bien una idea-fuerza. ;Tf
Esto significa que, no obstante tener los Estados derechos soberanos , Pi(
sobre sus recursos naturales, tienen obligaciones hacia la comunidad e) ¿Quién es el sujeto pasivo de las obligaciones asumidas ,p(J~t~''.
internacional en su conjunto de conservarlos y utilizarlos de manera Estados en espacios comunes? ,;
sustentable. La Convención nombrada consagra diversas obligaciones El Principio 21 trae una expresa mención al daño causado mA11il,,
generales de los Estados tendientes a la conservación de su propia de las jurisdicciones nacionales, al que equipara al daño que se prod A
diversidad biológica por las cuales los Estados parte en conjunto se han al territorio de otro Estado, pero esta posibilidad no ha sido unive
obligado internacionalmente a limitar el alcance de su soberanía sobre mente recogida por la práctica internacional. ,
el medio ambiente bajo su jurisdicción. Las razones que dificultan la realización de un reclamo por, :él1

producidos a ambientes comunes son las siguientes: ,


d) El uso sustentable • Los espacios comunes internacionales no pertenecen a ,n~,
Este principio del uso sustentable es de naturaleza poco menos que Estado, por ende 1 ; ,
revolucionaria en el derecho de gentes y ha dado lugar a otros que se • no habría en principio ningún Estado directamente lesiona,
están abriendo camino en el derecho internacional de protección del el daño con título a una acción internacional.
medio ambiente. • Se suele hablar de la Humanidad como si fuera titular dlí' ·
El Informe Bruntland define el desarrollo sustentable como el que chas. Pero en realidad, la Humanidad no es un sujeto de 1d1 ..
"satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de '' ;¡1l~
las generaciones futuras para satisfacer las suyas". En esta definición -- ,,,,
hay dos conceptos claves; uno el de necesidad, en particular las necesi- 5!Acuerdo sobre la aplicación de las disposiciones de la Convención de la1 ,,.
Unidas sobre Derecho del Mar del 10 de diciembre de 1982 relativas a la conH'
dades esenciales de la generación presente, y otro el concepto de las
ordenación de las poblaciones de peces transzonales y las poblaciones de pece•: ,
migratorias (1995). Artículos 3 y 35. '•·Mi
S60 juuo BARBOZA ESPACIOS COMUNES, CURSOS DE AGUA Y MEDIO AMBIENTE S<d

internacional y aunque pudiera entenderse que con esa palabra se caso el Estado B, al defender sus propios intereses, estaría simultánea-
hace referencia a la comunidad internacional, lo cierto es que mente defendiendo aquellos de la Comunidad Internacional referidos a
tampoco ésta es, hasta ahora y en materia ambiental un sujeto del la protección de los recursos pesqueros.
derecho de gentes. • Organismo representante de la Comunidad Internacional: Una
Existen en actual desarrollo diferentes enfoques para resolver el tema consecuencia de la realización de convenciones multilaterales es la crea-
bajo estudio.
ción en muchos casos de instituciones con competencias específicas
• Obligaciones convencionales: En primer lugar, el desarrollo de como la Autoridad sobre los fondos marinos en la Convención sobre
acuerdos entre la mayoría de los Estados existentes en el mundo sobre Derecho del Mar. Como se explicó anteriormente, la Autoridad sobre
la manera en que se utilizarán los ambientes comunes (como los referi- los fondos marinos podría ser titular del derecho a reclamar el cumpli-
dos a la prevención del cambio climático, a la protección de la capa de miento de las obligaciones de las partes en el área bajo su competencia.
ozono, a la protección de especies altamente migratorias y a la protec- Tal Autoridad tiene personalidad jurídica para ser parte en procesos
ción de los recursos en el alta mar) permite crear obligaciones multilate- judiciales, por lo cual, si fuera necesario, podría ejercer tal derecho en
rales entre los Estados referidas a la protección de ambientes comunes y representación de los intereses de la comunidad internacional. 53
sus recursos. En tal caso, cada Estado se obliga voluntariamente frente • Obligación erga omnes: Otra manera de hacer efectivas estas obliga-
a otros Estados a realizar actividades en los espacios comunes de deter- ciones es considerar que cualquier Estado de la Comunidad Internacional
minada manera.
es lesionado por daños provocados a espacios comunes, desde que la obli-
El Acuerdo sobre la protección y manejo de poblaciones de peces gación de no causar daño es erga omnes y que estaríamos frente a una
transzonales y altamente migratorias, por ejemplo, se aplica a la conser- actio popularis, o sea una acción que correspondería a cualquier Estado
vación y manejo de estas poblaciones de peces en áreas fuera de los por el hecho de que la violación de una obligación erga omnes afecta a
límites de las jurisdicciones nacionales. En consecuencia, los Estados todos los miembros de la comunidad internacional. Pero es dudoso que
parte se obligan a realizar sus actividades en áreas comunes, de acuerdo esta acción no tiene aún carta de ciudadanía en el derecho de gentes.
a determinados principios incluidos en tal acuerdo. En el caso en que
incumplan sus obligaciones, "los Estados parte serán responsables de En el caso del África sudoccidental (segunda fase) la C:IJ no consideró
acuerdo con el derecho internacional por el daño o las pérdidas que les que el derecho internacional general la aceptara. 54 En el de los ensa-
sean atribuibles en relación con este acuerdo" _s2 yos nucleares, siete jueces opinaron que la acción popular no existe
Es un tema complejo determinar qué Estado tendrá la legitimación positivamente en el DI, pero cuatro estimaron que, aunque contro-
pasiva para reclamar el cumplimiento de tal obligación. Ello se solucio- vertida, su existencia es susceptible de ser argumentada jurídicamente
na generalmente previendo que el Estado que realiza el reclamo pueda en forma racionaI. 55 Actualmente, el artículo 48 de la CD! del texto
probar la existencia de un daño a sus intereses. En este caso, por ejem- recogido por la Resolución AGNU 56/83, al permitir a un Estado
"no lesionado" invocar la responsabilidad del autor de una violación
plo, si un Estado A realiza sobrepesca en áreas de Alta Mar violando
obligaciones asumidas en el ámbito del acuerdo antes descripto, otro
Estado B cuyos ingresos económicos sean reducidos debido a tal sobre
53 ( 1966)ICJ Reports 6, p. 47.
pesca podría realizar un reclamo en el ámbito de tal acuerdo. En tal 54 La expresión utilizada fue que eran susceptible de "rational legal argument"
(1974), ICJ Reports, p. 370.
52 55 Ver Gutiérrez Espada, Cesáreo, ¿ "Actio popularis en derecho internacional? En
Protocolo sobre los privilegios e inmunidades de la Autoridad Internacional de los Estudios de derecho internacional en homenaie al profesor Ernesto}. Rey Caro. Córdo-·
Fondos Marinos, artículo 3 (1998).
ba, Argentina, 2002, pp. 549/577.
562 Juuo BARBOZA
Capítulo 21
a obligaciones erga omnes o erga omnes partes que protejan un inte-
rés colectivo, así como pedir la cesación y hasta la reparación para el El derecho del mar
Estado lesionado, parece acercarse bastante a admitir una actio
popularis.

La recopilación de la práctica internacional de los Estados Unidos


en sus relaciones exteriores realizada por el Instituto de Derecho
Americano, incluye reglas sobre la responsabilidad por daños causa-
dos a ambientes comunes que reflejan el desarrollo de una práctica
internacional tendiente al reconocimiento de las obligaciones erga
omnes: l. Breve reseña histórica

Obligaciones del Estado con respecto al medio ambiente de otros Desde la antigüedad, el mar ha sido un medio de comunicación entre
Estados y de los ambientes comunes: pueblos y civilizaciones, y su evolución ha seguido los grandes cambios
l. Un Estado está obligado a tomar las medidas necesarias, en la económicos y políticos experimentados por la Humanidad.
medida que las circunstancias lo permitan, para asegurar que las acti- En sus orígenes los acuerdos de carácter regional o local, que plas-
vidades bajo su jurisdicción y control:
maban las costumbres seguidas por los comerciantes y navegantes,
a) sean realizadas conforme a normas internacionales generalmente
constituyeron las normas aplicables en este ámbito.
aceptadas para la prevención, reducción y control del daño al
ambiente de otro Estado o de áreas fuera de los límites de la juris-
Hacia el siglo XVII el derecho del mar adquiere trascendencia interna-
dicción nacional.
cional a través de la controversia sobre la libertad de los mares entre
[ ... ]
Hugo de Groot (Grocio) y el jurista inglés John Selden, que en reali-
2) Un Estado es responsable hacia todos los demás Estados por:
dad reflejaba los intereses de las grandes potencias en la conquista y
a) [... ]cualquier violación a sus obligaciones bajo la subsección l.a), y
predominio de los mares. Grotius justifica, en su Mare Liberum
b) por cualquier daño significativo al medio ambiente de áreas fuera de
(1609) el derecho de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales
los límites de la jurisdicción nacional que resulte de tal violación.56
a navegar la ruta de las especies, dominada por España y Portugal.
Sostiene que el mar y el comercio son propiedad común en el dere-
Este tema, lejos de estar resuelto, es una de las cuestiones más deba- cho de gentes y no un objeto apropiable. John Selden (Mare Clausum
tidas en la actualidad y su desarrollo es constante. La creación de meca- (1635)), sustenta el derecho del monarca de Inglaterra, sobre los
nismos de implementación efectivos para las obligaciones asumidas por maoes vecmos, basado en que el mar es susceptible de apropiación
los Estados sobre sus actividades en espacios comunes, y especialmente privada.
en tratados multilaterales en materia ambiental constituye, actualmen--
te, uno de los mayores desafíos para la comunidad internacional. En los siglos XVIII y XIX, como consecuencia de las necesidades eco-
nómicas de los Estados y de las políticas de colonización, se afirma el
principio de la libertad de los mares, y sobre esta base se desarrollarán
56
Restatement (Third) of the Foreign Relarions Law of the U.S. § 601 (American Law las normas del derecho del mar clásico.
lnstnute, 1987), en Thomas Van Dervort, International Law and Organization, p. 237.
Sage, 1998. (Bastard1llas y traducción nuestras.)
,,._,,~

564 JULIO BARBOZA


EL DERECHO DEL MAR

El primer ensayo de sistematización del derecho del mar tuvo lugar en


poco resolverlos y se redujo a adoptar dos resoluciones sm mayor
el Congreso de París en 1856; las normas de la Declaración de París
importancia. 2
fueron seguidas por numerosos Estados durante largo tiempo. 1 '
La convocatoria a la Tercera conferencia de las Naciones Unidas sobre
el derecho del mar se debió a varias circunstancias. La descolonización
Durante el siglo XX, sobre todo en su segunda mitad, numerosos
trajo consigo el rechazo de disposiciones contenidas en la Convención
hechos imprimen considerables cambios al derecho del mar, tales como
por numerosos Estados nuevos; cuestiones importantes, como la exten-
los reclamos de los Estados sobre sus aguas territoriales, la explotación
sión del mar territorial, habían quedado sin resolver y el rápido desarro-
intensiva de los recursos vivos y no vivos del mar con tecnologías cre-
llo tecnológico había dejado atrás conceptos claves como el de la
cientemente complejas, el establecimiento de extensas jurisdicciones
determinación de la plataforma continental reflejado en las normas de
exclusivas de pesca por los Estados ribereños, las extensión de la juris-
1958. Se consideró entonces conveniente emprender lo que fue uno de los
dicción de los Estados ribereños sobre la plataforma continental y la
esfuerzos de codificación más importantes de la historia y que culminó en
preocupación por la protección del medio ambiente marino de todo
un corpus juris completo sobre el derecho del mar.
tipo de contaminación.
La costumbre fue la fuente primera y clásica del derecho del mar,
La Asamblea General creó en 1968 un Comité especial, para los usos
con posterioridad y acorde con los cambios producidos se agrega la pacíficos de los fondos marinos y oceánicos más allá de las jurisdiccio-
normación sistematizada a través de la codificación internacional. nes nacionales, dependiente de su Primera Comisión (Asuntos políti-
cos y de seguridad). Un año más tarde se creó un Comité Permanente
denominado "Comité de los fondos marinos", 3 para "estudiar la ela-
2. La codificación boración de principios y de normas jurídicas, así como los medios de
promover la explotación y la utilización de los recursos de esa zona".
Sobre un proyecto de la Comisión de Derecho Internacional, la El resultado de estos trabajos se plasmó en la Resolución 2749 (XXV)
Asamblea General convocó la Primera Conferencia sobre el Derecho considerada la Carta de los fondos marinos 4 y en la decisión de con-
del Mar, que se reunió en Ginebra del 24 de febrero al 29 de abril de vocar a la nueva Conferencia sobre el derecho del mar.
1958 y agrupó alrededor de 700 delegados de 86 países. Se aprobaron
cuatro convenciones concernientes: al mar territorial y la zona contigua
(en vigor en 1964); al alta mar (en vigor en 1962); a la plataforma con- 3. La Convención de Montego Bay de 1982
tinental (en vigor en 1964) y a la pesca y la conservación de recursos
económicos (en vigor en 1966), así como un protocolo facultativo El 30 de abril de 1982, en Montego Bay, Jamaica, se adoptó el texto
sobre el arreglo pacífico de controversias. elaborado en la Tercera conferencia. El 16 de noviembre de 1993 se
Para resolver algunos problemas pendientes, notablemente el de la
extensión del mar territorial, sobre el que no había habido acuerdo en
1958, se convocó una Segunda Conferencia sobre el Derecho del Mar 2 Levy, Jean-Pierre, La Conférence des Nations Unies sur le Droit de la Mer, Publica-

en Ginebra, del 16 de marzo al 26 de abril de 1960, que no logró tam- ciones de la RGDIP, Nouvelle Serie, Nº 38, París, Editions A. Pédone, 1983, pp. 33 y ss.
3 Resolución 2467 (XXIII) de la Asamblea General, adoptada el 21 de diciembre de

1968.
4 Resolución 2749 (XXV) de la Asamblea General: "Declaración de principios que
1 Colombos, C. John, The International Law of the Sea, Sixth revised edition, Long-
regulan los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo, más allá de los límites de la juris ..
mans Green and Co. LTD, 1967, pp. 20 y ss. dicción nacional", adoptada el 17 de.diciembre de 1970.
S66 juuo BARBOZA
EL DERECHO DEL MAR S67
depositó el sexagésimo instrumento de ratificación y 12 meses más tar-
de, el 16 de noviembre de 1994 entró en vigor. Estas disposiciones no han de aplicarse a las bahías históricas (artícu-
El apoyo concitado por la Convención proviene del equilibrio de los lo 10, parráfo 6), en las cuales el Estado costero ha afirmado su sobera-
diversos intereses -políticos, geográficos, económicos- de los Estados, nía a través del ejercicio prolongado de sus prerrogativas, con
en un texto general que regula todos los usos fundamentales del mar. Se aquiescencia de los terceros Estados. Sus aguas son consideradas inte-
trató de un "paquete de negociación" cuyas normas resultantes están riores a pesar de que geográficamente no tengan ese carácter.
ligadas entre sí por recíprocas concesiones, de tal manera que la acepta-
ción de unas implica necesariamente la de las otras que las equilibran Como ejemplo de bahías históricas podemos mencionar: la bahía de
en el juego de los intereses enfrentados.s Gabes en Túnez, la bahía de Sidra en Libia, la bahía de Pedro el Gran-
de en Rusia, la bahía de Hudson en Canadá, la bahía de Delaware en
a) Espacios sometidos a la soberanía o control de los Estados Estados Unidos. Según Luis María Drago, el Río de la Plata era tam-
i) Aguas interiores bién una bahía histórica, cuyas aguas eran interiores tanto para la
Son aguas interiores aquéllas situadas en el ámbito del territorio Argentina corno para el Uruguay. El Tratado del Río de la Plata, de
terrestre, al interior de la línea de base del mar territorial (artículo 8.3). 1973, vigente entre ambos países lo considera simplemente un río y
traza la línea de base recta que lo cierra entre Punta del Este en Uru-
Si se trata de líneas de base rectas, en los casos en que éstas pueden guay y Punta Rasa, en Cabo San Antonio, Argentina.
trazarse, las aguas marinas que quedan entre las dichas líneas y la cos-
ta están sometidas también al régimen de aguas interiores. La Convención reconoce al Estado ribereño derechos exclusivos en
sus aguas interiores marítimas y no contiene ninguna regla general que
Dentro de ellas están comprendidas las aguas portuarias, de los ríos limite su jurisdicción en estas aguas. 6
más acá de la línea que cierra su desembocadura entre los puntos de Acceso de buques de terceras banderas a las aguas interiores de un
bajamar de sus orillas (artículo 9). En cuanto a las bahías, solamente Estado
poseen aguas interiores las que pertenecen a un sólo Estado y las llama- Un Estado no podrá cerrar sus puertos sino por razones extremas y de
das bahías históricas.
carácter público. Los buques privados extranjeros que naveguen en aguas
interiores de un Estado están sometidos a la soberanía territorial de ese
Según el artículo 1 O de la Convención será considerada bahía toda
escotadura cuya superficie sea igual o superior a la de un "semicírculo Estado. La visita de buques de guerra extranjeros deberá ser notificada
que tenga por diámetro la boca de dicha escotadura" y cuya abertura por vía diplomática al Estado ribereño y permitida por la autoridad com-
no supere las 24 millas marinas. petente; gozan de inmunidad y están excluidos de la competencia del
Estado ribereño, salvo en el cumplimiento de las leyes territoriales sobre
En las que pertenezcan a un solo Estado y que en la bajamar de sus navegación o las reglamentaciones de carácter sanitario.
puntos naturales de entrada pueda trazarse una línea de base recta no ii) El mar territorial. Extensión
mayor de 24 millas, serán interiores las aguas que queden entre dicha El mar territorial está formado por una franja de aguas adyacente al
línea y la costa. Si las supera, se trazará en el interior de la bahía una territorio y situada más allá de las aguas interiores del Estado.
línea de base recta de la misma longitud. La noción de mar territorial se origina en la práctica de los Estados
de ejercer competencia, por razones de seguridad y defensa, sobre una
5
Ver H. Caminos y M. Molitor, "Progressive development of International Law and
the Package Deal" (1985) 79 American ]ournal of International Law, 87. 6 Y en los ríos que formen estuarios serán aplicables las reglas relativas a las bahíns,

teniendo en cuenta los casos particulares.


568
Juuo BARBOZA EL DERECHO DEL MAR

zona de mar adyacente a sus costas. En un primer momento la práctica Además las líneas de base, en principio, no deben ser trazadas haci;1 11i
de las grandes potencias marítimas la limitaba a 3 millas marinas. desde elevaciones que emerjan en bajamar y queden sumergidas 1•11
pleamar, salvo que se hallen sobre ellas faros o construcciones simila
res que se encuentren en forma permanente sobre el nivel del agua
El jurist~ holandés Cornelio Van Bynkershoek (siglo XVIII) cuya obra
(artículo 7, inciso 4 ).
se dedico en gran parte al estudio de la costumbre, sostenía que el
poder del Estado finalizaba donde termina el poderío de las armas. En El Estado costero tiene la facultad de determinar las líneas de base com-
esa época el alcance del tiro de un cañón ubicado en la orilla era d~ 3 binando diversos métodos (líneas de base normal, líneas de base recta)
millas marinas. según las circunstancias especiales (artículo 7, incisos 1 y 2 y artículo 14 ).
• Delimitación
Po~teriormente, diversos Estados adoptaron a través de decretos 0 Para la delimitación del mar territorial entre Estados con costas
leyes mternas esta extensión, mientras que otros fijaron Ja anchura de enfrentadas o adyacentes el artículo 15 de la Convención consagra una
su mar terntonal en 4, 6, 1O y hasta 12 millas marinas. regla expresada en tres posibilidades: acuerdo; línea de la equidistancia;
La Convención sobre el Derecho del Mar de 1982 pone punto final a circunstancias especiales. Primero ha de estarse al acuerdo entre las par-
estas d1f~renc1as .ªl fijar universalmente la extensión del mar territorial tes y a falta de acuerdo se recurre al método de la equidistancia, a
en 12 ~mllas mannas, medidas desde las líneas de base (artículo 3 ). menos que circunstancias especiales impongan otra solución.7
., Lmeas de base normales y rectas • Régimen jurídico
Según el artículo 5 la "línea de base normal para medir la anchura La soberanía del Estado ribereiio es plena en el mar territorial y se
del mar terntonal es la línea de baja mar a lo largo de la costa". En el extiende al espacio aéreo suprayacente y al lecho y subsuelo de esas
caso de Estados poseedores de costas con ciertas particularidades (pro- aguas (artículo 2, párrafos 1 y 2).
f~ndas aber.turas, escotaduras o franjas de islas a lo largo de Ja costa) Ja El Estado riberei1o tiene competencias legislativas y jurisdiccionales y
lmea de ba1a mar es desplazada por el sistema de las "líneas de base puede, por ende, reglamentar la navegación corno también la actividad
recta" (~rtículo 7), que encuentra su fundamento en el fallo de Ja Corte pesquera. El Estado costero podrá dictar leyes para prevenir, reducir y
Internac1onal de Justicia en el caso de las pesquerías noruegas. controlar la contaminación del medio ambiente marino, establecer un
control aduanero y sanitario, y sancionar las infracciones a estas reglas.
La Corte sostuvo que el método de las líneas de base recta utilizado • El derecho de paso inocente
por Noruega para fijar el límite interno de su mar territorial y cuestio-· La anteriormente descripta soberanía del Estado ribereño sobre su
nado por Gran Bretaña, fue necesario por la geografía panicular de mar territorial está limitada por el derecho de paso inocente de que
las costas noruegas y estaba consolidado por una práctica constante gozan los buques extranjeros. 8
frente a terceros Estados.
El artículo 18 de la Convención define el paso inocente como la
navegación para atravesar el mar territorial de un Estado.
Para ~~itar abus~s en la utilización de las líneas de base rectas, Ja
Con:enc10n determma que estas líneas no deben apartarse de manera 7 Ver Lucius Caflish, "Les zones maririmcs sous juridiction national", Revue Gé11éral
considerable de la dirección general de la costa y que las extensiones de du Droit [11temational Public, N" 39, París, Editions Pédone.
i~ar situadas ent~e estas líneas y la tierra deben estar suficientemente
8 Los principios consuetudinarios de libertad de tránsito de las vías navegables fueron

~1gad.as al do~n11110 t.err.estre para ser sometidas al régimen de aguas


reafirmados y codificados en la Convención de Barcelona de 1921. El principio de paso
inocente de los buques extranjeros en el mar territorial del Estado ribereño fue receptado
mtenores (articulo 7 mc1so 3 ). en el artículo 22 del Estatuto de Barcelona.
570 Juuo BARBOZA
EL DERECHO DEL MAR
El texto del artículo entra en pormenores en cuanto a las posibilidades
que hay de atravesar el mar territorial: la primera es navegarlo simple- Derechos y obligaciones del Estado ribereño respecto a/paso iH
mente, sin entrar en las aguas interiores del Estado ni hacer escalas en
te. Reglamentación
radas o instalaciones portuarias fuera de las aguas interiores. Otra
El Estado ribereño podrá suspender el paso inocente de bu
P?~i~ilidad es que el buque atraviese el mar en paso inocente para
dmg1rse a las aguas interiores, o para salir de ellas o lo atraviese para extranjeros por razones de seguridad (artículo 25, 3). Asimismo, po
~acer escala en radas o instalaciones portuarias fuera de las aguas exigir a los buques extranjeros que utilicen las vías marítimas y 101
1ntenores, o para salir de ellas. positivos de separación de tráfico, dispuestos para seguridad de la n '
gación (artículo 22).
El paso. deb.e ser continuo y rápido y sólo podrá detenerse por inci- No podrá, en cambio, establecer gravámenes a los buques extra
dentes ordmanos de la navegación o por razones de fuerza mayor, difi- ros por el sólo paso por su mar territorial -salvo retribución de IOJ,
cul~ad grave, o para prestar ayuda a personas, navíos o aeronaves en cios prestados- ni realizar ningún tipo de discriminación entre ellos.
peligro. : Jurisdicción civil y penal del Estado ribereño , .
Gozan _del derecho de paso inocente todos los buques extranjeros, El derecho internacional sugiere restricciones al ejercicio soberano ,· ..
;!'
comprendidos los buques de guerra y los submarinos a los cuales se les la jurisdicción civil y penal del Estado costero sobre los buques extraJ\J
exige que naveguen emergidos y portando pabellón. ros. Concerniente a la jurisdicción civil, aunque dicho Estado pu '
hacerlo, la Convención dice que "no debería" el Estado ribereño def
La Corte Internacional de Justicia en el fallo del año 1949, sobre el ni detener buques extranjeros para ejercerla sobre personas a bordq
caso del Canal de Corfú, reconoció que los buques de guerra británi- podrá tomar medidas cautelares o de ejecución contra buques extf
cos podían ejercer el derecho de paso inocente en el mar territorial ros que naveguen por su mar territorial, sino como consecuenda 1,:.¡',,,
albanés. Ver Recueil des Cours, Gran Bretaña contra Albania, 1949.
obligaciones contraídas por dichos buques o de responsabilidaq~ ·
que éstos hayan incurrido durante su paso por las aguas del Estado '
L?s buq~es extranjeros de propulsión nuclear o que transporten sus-
reño o con motivo de ese paso" (artículo 28, párrafos 2 y 3). '..,
tancias nocivas podrán ejercer el paso inocente pero deberán observar
Tocante la jurisdicción penal, tampoco "debería" arrestar a pe~~O
las medidas especiales de precaución establecidas por acuerdos interna-
cionales (artículo 23 ). o realizar investigaciones en relación con un delito cometido a bo~,q
un buque durante su paso inocente, salvo que:
El paso de un buque extranjero tiene carácter de "inocente" cuando
- las consecuencias del delito se extiendan a su territorio,
no afecta "la paz, el buen orden o la seguridad del Estado ribereño"
(artículo 19). - el delito pueda poner en peligro la paz del país o el buen ordo
el mar territorial, y . ,
Este lenguaje resulta poco preciso, es por ello que el artículo menciona - la intervención de las autori?ades locales haya. sido. requeri~~/I.;,;
casos en que no sería inocente. Cualquier acto no pacífico que atente el capitán del buque extran1ero o por el func1onano consul~~Í
contra la integridad territorial o soberanía del Estado ribereño la ese Estado. '
prá.c~ica con "armas de cualquier clase", los actos de propagand~ 0 A estas tres tradicionales condiciones se ha de agregar una e·'
act1v1dades que perturben las comunicaciones o servicios del Estado cuando se trate de combatir el tráfico ilícito de estupefacientes o s~ .
rib~r~ño, todo "acto de contaminación intencional y grave", cualquier
'f'
cias sicotrópicas (artículo 27, párrafo 1).
actividad pesquera, o toda actividad que no esté relacionada con el iii) La zona contigua
paso, le quitarían a la navegación el carácter de paso inocente. Adyacente al mar territorial hay una extensión de zona coit
que empieza en el límite exterior del mar territorial, y donde el E "
572
Juuo BARBOZA
EL DERECHO DEL MAR

ribereño tiene ciertas facultades exclusivas pero limitadas y de c , t


funcional. arac er
iv) Los estrechos internacionales
Los estrechos internacionales han tenido desde épocas remotas gra 11
La_ zona contigua adquiere vital importancia en ciertas ámbitos geo- importancia desde el punto de vista estratégico, así como para la nave-
graficos, como los mares semi-cerrados o cuando l1a . l .d gación comercial. Según una definición geográfica el estrecho es el paso
d" · ' V rs as somctr as
a rstmtas, so_beranías, donde resulta imposible la e~istencia de un~ angosto entre costas que pone en comunicación dos mares.
zona economrca exclusiva. Durante los años de prohibición del aleo- Desde el punto de vista jurídico, la Corte Internacional de Justicia
~º/' los Estados Unidos extendieron su jurisdicción marítima más allá en el caso del Canal de Corfú apuntó como criterio decisivo a la cir-
e mar tentonal, a los efectos de controlar y combatir el contraban- cunstancia de que el estrecho pone en comunicación dos partes de alta
do q_ue ll~gaba a sus costas a través de los buques extranjeros. El mar, como así mismo a que es utilizado con fines de navegación inter-
derecho de contralor de las autoridades fiscales de los Estados Unidos nacional.
fuera de sus aguas territoriales fue reconocido en forma co . .l
por otros Estados. nvencrona Para que un estrecho sea sometido a la regulación internacional debe
reunir ciertas condiciones:
- el estrecho debe estar destinado a la navegación internacional, es
, La Convención de 1982 la fija en 24 millas marinas a partir de las decir abierto a buques de todos los Estados. No necesariamente
:~n~a; de _base utilizadas para medir l_a anchura del mar territorial (artícu- debe ser un paso obligatorio: puede ser facultativo,
. h ' parrafo 2). O sea, de 12 millas a partir del límite exterior de - las aguas del estrecho deben formar parte del mar territorial de un
d JC o mar.
solo Estado (estrecho del Bósforo y de Dardanelos) o de dos o
S~ re~onoce_ al Estado ribereño competencia para prevenir y sancio·· más (estrecho de Magallanes), y
nar. as i~~racc1ones de sus leyes y reglamentos aduaneros fiscales de
mm1gracwn y sanitarios · ·d · ' < '
no debe existir ninguna franja de alta mar para la libre navega-
, 1
(artJCu , ' comet1 os en su territorio o mar territorial ción.
o 33, parrafo 1).
• Régimen jurídico
La actual Convención del Derecho del Mar establ
cu t d"d . ece que esta zona se en- El Estatuto de los estrechos internacionales fue uno de los temas
en ra compren 1 a dentro de la zona económica exclusiva (artículo 55): más debatidos en la III Conferencia sobre el Derecho del Mar, debido
al enfrentamiento de intereses de los Estados ribereiios y de las Poten-
"La_ zon_ a económica exclusiva es un a'rea sr.tuada
más allá del mar cias marítimas. La extensión del mar territorial, de las 3 anteriores a
terntonal y adyacente a éste ... ".
12 millas marinas, implicaba que las aguas de numerosos estrechos
internacionales, que antes tenían franjas navegables de alta mar, se
Esto úfrimo haría pensar lo innecesario de la existencia de una transformaran en territoriales con la consiguiente limitación del dere-
zona c_ont1gua, pero conviene recordar que las facultades del Estado cho de libre navegación, de comercio, de sobrevuelo y de tránsito de
nbere~~ en esa zona garantizan la seguridad de su territorio la buques de guerra.
o~tencwnl d.e recursos financieros, potestades ajenas a la zona ecc;nÓ·
mica exc us1va.9
Por ejemplo, el Estrecho de Gibraltar (puerta de entrada al Meditcrr:í-
neo); el de Hormuz (paso forzoso de los buques petroleros con destino
9 Ver Jean-Pierre Queneudec, "La remise en cause d D . " a los Estados del Golfo); el Estrecho Bab-al-·Mandab (esencial para l'I
du Droit de la Mer. Colleque de Montpellier- Par· Ed. _u . rpo;dt de la Mer en Actua/ités ingreso al canal de Suez) y los estrechos situados en Asia: Singapur,
' is, 1t1ons e one, 1973, pp. 31 y ss.
Malaca, Sunda, San Bernardino y Surigao.
574 EL DERECHO DEL MAR
JULIO BARBOZA

Se desprende de lo anterior que las facultades de control y reglamen


Los ~sta~os ri.bereños pretendían aplicarles el régimen jurídico del ción del Estado ribereño son considerablemente más limitadas par'
mar t:rr~tonal, mientras que las potencias marítimas proponían un paso
"paso en tránsito" que para el "paso inocente". La competencia nacio
en transito para todos los buques, incluidos los de guerra, con condicio- se halla reglamentada por el derecho internacional, que impone al Est
nes bastante más amplias que las establecidas para el paso inocente.
ribereño una obligación de cooperación con los Estados usuarios de~l
• El paso en tránsito ' I'•
estrechos internacionales. Por lo demás, el paso en tránsito se apro>(I
La Con~ención de 1982 acepta la tesis del "paso en tránsito" en los algo más a la libertad de navegación que al paso inocente y hay una u(_
estrechos situados entre "una parte de alta mar 0 una zona , ·
. econom1ca tad de sobrevuelo que el Estado ribereño-niega en el mar territorial. :;f"'
exc~us1va Y otra p~rte de alta mar o de una zona económica exclusiva" 'I
(articulo 37) Y defme el paso en tránsito como "la libertad den v
·' b . . a ega
_ Ciertos estrechos tienen un régimen jurídico especial por acuerdos ~'
~t~n Y so r~vuelo exclusivamente para los fines del tránsito rápido e coexisten con las disposiciones generales de esta Convención sobré"
mmterrump1do" (artículo 38, párrafo 2). Derecho del Mar. Entre otros, los siguientes: a) el Bósforo y los Da
danelos (Convención de Montreux de 1936), b) el Magallanes (trar
El "paso inocente" subsiste en dos casos: a) en los estrechos situados do entre Argentina y Chile de 1984), c) el Estrecho de Mal~o
ent~e una zona de alta mar o zona económica exclusiva y el mar terri- (acuerdo entre Indonesia, Malasia y Singapur de 1977), d) el de C~
torial de un Estado extranjero (artículo 45, párrafo 1), y b) Jos estre- (acuerdo entre Francia y Gran Bretaña de 1988), e) el EstrechQdl
c~os .fo~mados por una isla del propio Estado ribereño y el continente, Torres, acuerdo entre Australia y Papua-Nueva Guinea de 1978. 1./,
s1 .ex1st1ere una ruta navegable alternativa de alta mar 0 zona econó-
mica exclusiva (artículo 38, párrafo 1).
v) Las aguas archipelágicas :
La noción de Estado archipelágico como una unidad geo-pol!~
Los buques Y aeronaves en tránsito están obligados a avanzar sin
con proyección hacia los espacios marítimos que lo rodean, surge det,
demora por el estrecho y a abstenerse de toda amenaza 0 uso de fuerza
el principio del proceso reciente de codificación del derecho del mar., '
contra "la soberan~a, la _int~gridad territorial o la independencia políti-
c~ de los Estados nberenos . Hay por un importante matiz de diferen- En la Conferencia General para la Codificación del Derecho Interna
cia con el paso inocente: el paso en tránsito sólo podrá ser interrumpido cional de La Haya de 1930, ya se había analizado el tema de los Esta•
en caso de_ fuerza -~ayor o dificultad grave (artículo 39). Deberán respe- dos archipelágicos, lo mismo que en la Conferencia de Ginebra d ·
tars~ las vias mant1mas y los dispositivos de separación del tráfico esta- 1958 y en la del año 1960, pero sin llegarse a resultado alguno, ,5 61
~lec1dos. por l~s Estados ribereños de acuerdo a la reglamentación en 1960, a raíz de la independencia de varios Estados archipelágiCOI
1

m:er~ac1on~I v1g:nte (artíc~l~ 41). Y no podrán durante el paso en sumada a la labor de Estados como Filipinas e Indonesia, 10 este te
tra~~1to realizar mnguna act1v1dad de investigación científica sin autori- adquirió creciente importancia en el derecho del mar. ·'·'!11
zac1on del Estado ribereño (artículo 40).

Las competencias del Estado ribereño están contempladas en el artículo


!O En 1972, Filipinas, Indonesia, las Islas Fidji y Mauricio concertaron una polti
42, ~ue establece la facultad de dictar reglamentos y leyes sobre Ja común para exigir el reconocimiento de sus derechos sobre espacios marítimos más•!"C ,
segundad de la navegación; sobre la prevención, control y reducción sos. Sobre la base de estos trabajos se redacta un proyecto sobre los Estados archip1l,
de la contaminación; la prohibición de pesca; y el control aduanero cos, que va a ser incorporado en los textos de negociación de la Tercera Conferencii f
el Derecho del Mar. Ver Tercera Conferencia sobre el Derecho del Mar, Documen
fiscal, sanitario Y de inmigración. El contenido de estas disposicione~ ciales, Vol. III, pp. 262 y ss.
no podrán obstaculizar o suspender el paso en tránsito (artículo 44 ).
576 JULIO BARBOZA
EL DERECHO DEL MAR

La Convención define al Estado archipelágico como el constituido


do en ellas instalaciones permanentes que estén siempre sobre el ni
"totalmente por uno o varios archipiélagos y que podrá incluir otras
del mar o que formen parte del mar territorial de una isla (artículo .
islas" (art~culo 46 a) y por "archipiélago" un "grupo de islas, incluidas
párrafo 4).
partes de islas, las aguas que las conectan y otros elementos naturales
• Régimen jurídico
que estén tan estrechamente relacionados entre sí que tales islas, agua~
Las aguas encerradas por las líneas de base recta y que quedan co
~ ele~entos naturales formen una entidad geográfica, económica y polí-
prendidas entre las aguas interiores y las territoriales son considerad
tica mtrínseca o que históricamente hayan sido considerados como tal"
(artículo 46 b). aguas archipelágicas. El Estado posee soberanía sobre ellas, la cual\
extiende al espacio aéreo situado sobre estas aguas, así como al lech~'
subsuelo, sujeta a limitaciones, como ciertos derechos preexistentes .,
Se desprende de estas definiciones la necesidad de una unidad natural
-entre aguas, tierras y otros elementos naturales- política y económica otros Estados o el paso inocente de terceras banderas a través de 111;;
para que se configure un Estado archipelágico. aguas archipelágicas. .
El Estado archipelágico puede establecer corredores marítimoa,·,
Los archipiélagos a que hace referencia la Convención son los archi- aéreos que permitan el paso rápido e ininterrumpido de buques y aer'
. '! , . 11 naves extranjeros por las aguas archipelágicas (artículo 53, párrafo,
pie agos oceamcos y no los archipiélagos costeros de un Estado.12
• Delimitación Hay que destacar que este régimen de pasaje es similar al derecho· ,,ft
Un Estad~ archipelágico puede fijar líneas de base rectas que sigan el paso en tránsito en los estrechos, lo cual significa que no puede ser SUI•
contorno mas extremo del archipiélago, a condición de que estas líneas pendido por el Estado territorial (artículo 54).
engloben las islas principales y comprendan una zona donde Ja relación El régimen de las aguas archipelágicas es, entonces, comparable11
entre la superficie de las aguas y la de la tierra tenga una proporción del mar territorial, a excepción de su régimen de paso aplicable a'·.
que vaya entre 1 a 1 y 9 a 1 (artículo 47, párrafo 1). vías de circulación marítimas y aéreas. Es dable destacar que Esta
como Malasia, Indonesia, Filipinas, Cabo Verde, Islas Salomon, Sari
Es decir si un Estado archipelágico tiene una relación de 10 a 1, 0 sea Tomé y Príncipe y Papua-Nueva Guinea entre otros, han sido ampl(
10 partes de agua por 1 sola de tierra, no podrá delimitar todo el mente beneficiados con esta nueva Convención que les permite el dofíi
archipiélago con un único sistema de líneas de base recta. nio de vastas extensiones marítimas. · ··
vi) La zona económica exclusiva
El trazado de estas líneas de base deberán seguir "la configuración La noción de zona económica exclusiva es una de las más importa.
gener~I del archipiélago" (artículo 47, párrafo 3) y no podrán partir de tes innovaciones en el ámbito del derecho del mar. Sus orígenel!, 11 1
elevaciones que sólo emergen en bajamar, salvo que se hayan construi- remontan a la Proclama del presidente Harry Truman en el año 19
que reservaba para los Estados Unidos el derecho de establecer z~
de conservación, en áreas contiguas a sus costas y a la declaraci6
' !i
11 S , M . d
., egun , ?mtaz, cita o por René-Jean Dupuy en su libro L'ocean partagé, los archi- Chile de 1947, que reivindicaba soberanía sobre el zócalo continenta
p1elagos oceamcos son aquellos que se encuentran a una distancia de tierra firme como mares adyacentes hasta una distancia de 200 millas marinas.13
para que se l~s .pueda considerar como una unidad independiente, y no como formando
parte del dom1mo terrestre o de una línea costera exterior a ese territorio.
Esta ~ategoría de archipiélagos son los que pertenecen a un Estado asentado sobre
12
.
tierra contmental. Tal el caso de los denominados Estados mixtos como Dinamarca
Noruega, España y Ecuador. ' 13 Ver Orrego Vicuña, Francisco, "Zona Económica Exclusiva", Recueil d'6i
A.D.l. 1966 IV, T. 199, pp. 20 y SS. ' '
578 juuo BARBOZA EL DERECHO DEL MAR

Este concepto de derechos sobre la producción, explotación y conser- No cabe duda de que esta zona no es parte integrante del mar ce{'
vación de los recursos existentes, fue incorporado por las legislaciones ria!, puesto que el artículo 55 la ubica más allá. Tocante su ev
de países latinoamericanos como Argentina, Perú, México y Ecua- pertenencia al alta mar, ésta se basaba en que los terceros Ea
dor.14 Las proclamas unilaterales se incorporaron luego, en acuerdos ejercen allí las libertades de alta mar, con la única excepciq!l
multilaterales como la "Declaración sobre la Zona Marítima" adopta- explotación de los recursos naturales: los Estados ribereft.of
da en Santiago de Chile en 1952; la "Declaración de Montevideo" del poseen competencias funcionales circunscriptas a una finalida ,1'
8 de mayo de 1970; la "Declaración de Lima" de 1970; la "Declara- nómica. 16 Sin embargo, el texto de la Convención define el al.t
ción de Santo Domingo" de 1972. La práctica latinoamericana fue como "todas las partes del mar no incluidas en la zona econ .
imitada por los Estados de África y de Asia, quienes constituyeron el exclusiva, en el mar territorial o en las aguas interiores de un Es~(.
'!,,1;·
Comité jurídico afro-asiático sobre el Derecho del Mar, del cual ema- (artículo 86). ' ·
naron las declaraciones de Yaoundé (1972) y de la Organización de la
Unidad Africana (1973). En ellas se utiliza por primera vez el término En realidad, la Convención otorga a esta zona una naturaleza jú'
"zona económica exclusiva", que deja a salvo la libertad de navega-
ción y de sobrevuelo sobre la zona.
ca ambigua y un carácter "sui generis": la de un nuevo espacio m' ' ·
mo que no encuadra en el esquema tradicional del derecho del ma/l
' esto no es más que el resultado de las circunstancias económico-~'()
•Extensión
cas y jurídicas que producen la evolución del derecho en general 'li 3
}
La zona en cuestión podrá extenderse hasta las 200 millas marinas . 117 1 \'
'\'' ;,
contadas desde las líneas de base utilizadas para medir la anchura del
derecho del mar en especia . "'
7¡1 • Delimitación de la zona económica exclusjva . (.,
~i mar territorial (artículo 57). Teniendo en cuenta las 12 millas del mar
La delimitación entre Estados contiguos o situados frente a fre .
territorial medirá 188 millas marinas como máximo.
debe realizarse por acuerdo entre los mismos teniendo en cuentac:{.
normas del derecho internacional (artículo 74.1). Si no llegasen I ¡1
Esta extensión se estableció teniendo en cuenta que la mayoría de los
acuerdo los Estados deberán recurrir a los métodos de solución de,~
grandes cardúmenes (exceptuando las especies altamente migratorias)
troversias que la misma Convención incluye (artículo 74.2) Y si exis · .
se encuentran cerca de la costa y que esas aguas son las más ricas en
fitoplancton, alimento básico de los peces y que se extrae de las pro- al respecto un acuerdo en vigor entre los Estados, se resolverá la de
fundidades por las corrientes oceánicas que circulan en las proximida- tación de conformidad con esas disposiciones (artículo 74.4).
des de las costas. • Derechos del Estado ribereño
El Estado ribereño ejerce "derechos de soberanía" y "jurisdicci
• Régimen jurídico (artículo 56). Los primeros se refieren a la exploración y explotació
La Convención de 1982, en su artículo 55 la describe como "una los recursos naturales en el lecho y subsuelo del mar y aguas supt:
zona situada fuera del mar territorial y adyacente a éste, sujeta al régi- centes, tanto de los vivos como de los no vivos, y con respecto a ac .
men jurídico específico establecido en esta Parte" .15 dades de exploración y explotación económicas de la zona, tales 1 ·

16 Las grandes potencias marítimas, los Estados miembros de la CEE, los Estad ,
14 Ver Blunkin, Silvia, Zona Económica Exclusiva, Separata de la Revista del Colegio dos y la URSS consideraban la zona económica exclusiva dependiente de alta mal''
de Abogados de Buenos Aires, Año 1983, T. XLIII, Nº 2. nocían a los Estados costeros ciertos derechos particulares. ·· 1
¡:' 15 Ver Tercera Conferencia de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, Documen-
17 Sobre este tema ver Dupuy, René-Jean, L'Ocean Partagé, París, Editions A;•,,

I· tos Oficiales, Sesiones Plenarias, Vol. 1, XXIV Sesión. 1979, pp. 67 a 116. '•'

\
580 Juuo BARBOZA EL DERECHO DEL MAR 581

la producción de energía derivada del agua, de las corrientes y de los Estas medidas van desde la visita, inspección y apresamiento hasta la ini-
vientos. ciación de procedimientos judiciales (artículo 73, párrafo 1). La potestad
La segunda se ejerce respecto al establecimiento y utilización de islas sancionadora del Estado ribereño no es absoluta sino limi.tada por la
artificiales, la investigación científica marina, 18 la preservación y con- Convención, al establecer que los buques y tripulaciones apresados serán
servación del medio marino 19 y otros derechos y deberes previstos en la puestos en libertad con prontitud, previo pago de una garantía razonable
Convención. (artículo 73, párrafo 2), que no podrán imponerse penas privativas de
libertad (artículo 73, párrafo 3) y que el Estado del pabellón será notifi-
La importancia de los intereses económicos en la explotación de los
cado con prontitud de las sanciones aplicadas (artículo 73, párrafo 4).
recursos naturales de las aguas adyacentes al Estado ribereño fue reco-
nocida por la Corte Internacional de Justicia en el fallo sobre las Pes-
Por imperio del derecho internacional general, el Estado ribereño no
querías Anglo-noruegas. 2 º podrá hacer uso de la fuerza armada para hacer cumplir sus reglamen-
La última competencia del Estado ribereño se refiere a "otros dere-
taciones.21
chos y deberes previstos en la presente Convención"{artículo 56, párra-
• Derechos de terceros Estados
fo 1 c). No confundir con las denominadas "competencias residuales",
Los terceros Estados gozan en la zona económica exclusiva de todas
que son aquellos derechos no previstos en forma explícita en la Con-
las libertades reconocidas en alta mar -navegación, sobrevuelo, tendido
vención.
de cables y tuberías submarinos- a excepción del derecho de pesca.
El Estado ribereño determina la captura permisible (artículo 61.1) y
Respecto de estas competencias residuales, los Estados desarrollados sos-
su propia capacidad de explotación de los recursos vivos de esta zona,
tenían que debían ser ejercidas por la comunidad internacional, mientras
que los Estados subdesarrollados sustentaban que les correspondía a teniendo en cuenta su utilización óptima (artículo 62, párrafo 1 ). Cuando
los Estados ribereños. En definitiva esta fue la postura triunfante. carezca de capacidad para explotar el cupo establecido dará acceso a
terceros Estados al excedente, con prioridad para los Estados sin litoral,
Las competencias residuales son consecuencia lógica de los derechos para aquellos con características geográficas especiales y para los Esta-
soberanos que goza el Estado ribereño en su zona económica, y de ellos dos en desarrollo de la misma región (artículo 62, párrafos 2 y 3).
se desprende su facultad para adoptar las medidas necesarias para el Todos los Estados que pesquen en la zona económica exclusiva de
cumplimiento de leyes y reglamentos. un Estado deben respetar las leyes y reglamentos que aquél imponga
sobre la fijación de cuotas de captura, transmiitión de tecnología como
18 condición para la pesca, pago de licencias y las especies que pueden
El poder de reglamentar la investigación científica está íntimamente relacionado con
el aprovechamiento económico de los recursos, por ende los terceros Estados deben reque·· capturarse (artículo 62, párrafo 4 ), entre otras.
rir consentimiento del ribereño para desarrollar actividades científicas en su zona econó- La Convención contempla la cooperación entre el Estado ribereño y
mica exclusiva (artículo 246). El Estado ribereño puede negar el consentimiento cuando el tercer Estado que pesque en su zona económica, en forma directa o
medien circunstancias especiales (artículo 246) y también exigir el cese de las investigacio-
nes permitidas (artículo 253, párrafo 1). Este tema enfrentó a los Estados en desarrollo
por intermedio de organizaciones especializadas, con el fin de proteger
que defendían sus derechos sobre sus zonas económicas y los Estados desarrollados que se ciertas especies marinas.
resistían a ver limitados los suyos. Ver Actas de las Sesiones plenarias del 2 período de
sesiones, Vol. II, XXVI sesión.
19 21 Ver el caso de los pesqueros españoles "Valle de Atxondo" y el "Burgoamendi",
En relación a la preservación del medio marino, esta disposición es una de las com-
prendidas dentro del imperativo ecológico de lucha contra la contaminación que recogió que fueron perseguidos y cañoneados por la marina francesa cuando se encontraban pes·
la Convención sobre el Derecho del Mar (artículo 56, párrafo 1 c). cando ilegalmente en la zona económica del Estado francés. Pastor Ridruejo, Derecho
20
Ver CIJ, Recueil des Cours 1951, pp. 115 y ss. internacional público, p. 409.
582 Juuo BARBOZA EL DERECHO DEL MAR 58.l

Las especies altamente migratorias como el atún; los mamíferos mari- morfológica y jurídica, y la define como la prolongación natural del
nos como la ballena; las especies anádromas como el salmón, que se territorio del Estado costero "hasta el borde externo del margen conti-
caracterizan por desovar en aguas dulces y luego emigrar hacia al mar nental o hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desde las
y volver al río para continuar su ciclo vital, y las especies catádromas líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territo-
como la anguila que viven en aguas dulces pero desovan en el mar. rial, en los casos que el borde exterior del margen continental no llegue
a esa distancia" (artículo 76, párrafo 1 ). Se satisfacen así los intereses
• Estados sin litoral y Estados en situación geográfica desventajosa de los Estados con plataformas muy extendidas y los de aquellos sin
Los Estados que no poseen litoral marítimo carecen de zona econó- plataforma o con una plataforma muy estrecha.
mica exclusiva propia sobre la que puedan reivindicar los anteriores El límite interior de la plataforma continental coincide con la pro-
derechos. El artículo 69 les reconoce el derecho a "participar sobre una yección hacia abajo del límite exterior del mar territorial. El exterior
base equitativa" en los recursos de los Estados ribereños de la misma puede fijarse por dos métodos: 22 a) el que se basa en el espesor de las
región o subregión.
rocas sedimentarias;23 2) el que fija ciertos puntos extremos o más ale-
jados.24 No puede en ningún caso extenderse más allá de 350 millas
Ese derecho depende de la existencia de un excedente de la captura
marinas medidas desde las líneas de base o de las 100 millas desde la
permisible (artículo 62, párrafos 2 y 3) y de la negociación de un
isobara de los 2500 metros de profundidad (artículo 76.5).
acuerdo con el Estado ribereño, el que deberá tener en cuenta los per-
juicios que se podría provocar a las comunidades pesqueras y las per- En realidad la zona económica exclusiva y la plataforma continen-
turbaciones económicas en los Estados cuyos nacionales pescaban tal no sólo se asemejan en la extensión, sino también en su función. En
habitualmente en esa zona. ambos espacios los derechos del Estado ribereño tienen una finalidad
económica, relacionada con la explotación de los recursos y se diferen-
Los Estados desarrollados sin litoral pueden participar de la explota- cian en la extensión de esos derechos, ya que en la plataforma conti-
ción de la zona económica exclusiva de los Estados ribereños desarro- nental tienen carácter exclusivo y en la zona económica un carácter
llados de la misma subregión o región (artículo 69.4 ). preferencial.
Los Estados en situación geográfica desventajosa o con características El profesor René-Jean Dupuy en su obra L'Ocean Partagé expresa
geográficas especiales son aquellos -incluidos los ribereños de mares que la plataforma continental existe como una realidad natural mien-
cerrados y semicerrados- que no pueden reivindicar una zona económi- tras que la zona económica exclusiva es un concepto creado por los
ca propia o que teniéndola no satisface las necesidades económicas bási-
cas relacionadas con la capacidad de nutrición de la población y por lo
22 Estos métodos se denominaron "fórmula irlandesa" y "fórmula Hedberg" respecti-
tanto dependen de la pesca en la zona económica exclusiva de otros vamente, en honor a la delegación y a la persona que los presentaron en la Tercera Confe-
Estados de la región. rencia sobre el Derecho del Mar.
El resto de las disposiciones que rigen estos Estados (artículo 70) son 23 El espesor de las rocas sedimentarias es un indicador de la presencia de yacimientos
de hidrocarburos. Ver Bollecker-Stern, Brigitte, "Problemes récents du droit petrolier", en
idénticas a las desarrolladas para los Estados sin litoral. la Collection Droit Economique de /'bzstitut des Hautes Etudes Internationales de París,
vii) La plataforma continental París, Pedone, 1978. El método consiste en unir a través de líneas rectas (cuya extensión
El germen del concepto se encuentra en la Declaración Truman de no puede ir más allá de 60 millas marinas) los puntos fijos extremos en cada uno de los
cuales el espesor de las rocas sedimentarias sea el 1 % d';! la distancia entre ese punto y el
1945. En la Convención respectiva de Ginebra, 1958, la plataforma
pie del talud continental (artículo 76, párrafo 4 y párrafo 7)
continental se definía por criterios de profundidad, explotación y adya- 24 A una distancia máxima de 60 millas medidas a partir del pie del talud (artículo 76,
cencia. La actual Convención, en cambio, recurre a una noción geo- párrafo 4 a ii).
584 jULIO BARBOZA EL DERECHO DEL :VIAR

gobiernos para extender su poder económico. La plataforma ha sido tribución los Estados en desarrollo que sean importadores netos dl' 1111
descubierta, la zona económica exclusiva ha sido inventada. 2 5 mineral extraído de su plataforma continental (artículo 82).
• Derechos y obligaciones del Estado ribereño • Delimitación
El Estado ribereño ejerce "derechos de soberanía" sobre la platafor- Han surgido numerosas dificultades en la delimitación de la platafor111:1
ma continental para la exploración y explotación de sus recursos natu- continental entre Estados con costas adyacentes o situadas frente a frc111 e.
rales. Tienen carácter exclusivo, excluyen todo tipo de reivindicación El régimen instituido en la Convención sobre la Plataforma Continrn
por terceros Estados fundada en la ocupación o utilización efectiva, aun tal de 19 5 8 consagra la regla acuerdo/línea media para los Estados con
cuando el Estado riberei"ío no realice explotación alguna. También tie- costas enfrentadas y acuerdo/línea de la equidistancia para los aclyacc11
nen carácter funcional y abarcan los recursos minerales así como los no tes, pero prevé también una excepción a esta regla general: "las circu11s
vivos del lecho del mar y subsuelo. En cuanto a los recursos vivos, sus rancias especiales" (artículo 6) aplicables en los casos ele irregularidades
derechos se circunscriben a las especies sedentarias (artículo 77, párra- o configuraciones excepcionales del fondo del mar o sus costas.
fos 3 y 4). La CIJ en la sentencia del 20 de febrero 1969, recaída en el caso de la
Se especifican también otros derechos: el de construir islas artificia - Platafórma Continental del Mar del Norte, determinó que el artículo 6
les, instalaciones y estructuras sobre la plataforma continental, regla· tenía un carácter meramente convencional -esto es, no consuetudinario-
mentar su construcción, operación y utilización y establecer zonas de '~ que el método de la equidistancia/circunstancias especiales no tiene carác-
seguridad a su alrededor (artículo 80); el derecho a "autorizar y regular ter obligatorio y que según el derecho consuetudinario la delimitación
las perforaciones que con cualquier fin se realicen en la plataforma con- de la plataforma continental se debe realizar conforme a los principios de
tinental" (artículo 81) y el de explotación del subsuelo mediante la equidad, teniendo en cuenta las circunstancias especiales de manera de atri-
excavación de túneles (artículo 85). buir a cada Parte la totalidad de las zonas de la plataforma continental
Estos derechos están estrictamente circunscritos: el artfculo 78 esta- que constituyen la prolongación natural de su territorio en el mar. 26
blece "que los derechos del Estado ribereíl.o sobre la plataforma conti- A partir de este fallo, las siguientes sentencias jurisprudenciales van a
nental no afectan la condición jurídica de las aguas suprayacentes ni a suplir el principio ele la equidistancia por el principio ele la equidad, en
la del espacio aéreo situado sobre tales aguas", ni tampoco puede afec- la delimitación de las plataformas de los Estados con costas enfrentadas
tarse el derecho a la navegación u otras libertades reconocidas a los ter- o adyacentes. Así lo establecen, entre otros, los siguientes fallos y lau-
ceros Estados. dos internacionales:
El Estado ribcreilo no podrá impedir el tendido o conservación de Caso de la delimitación de la plataforma continental entre Francia
cables o tuberías submarinas por terceros Estados en su plataforma (ar- y el Reino Unido en el Canal de la Mancha y el Atlántico. Senten-
tículo 79.2) pero podrá establecer condiciones para la entrada de cables o cia arbitral de 1977, donde el principio de la equidistancia queda
tuberías submarinas en su territorio o mar territorial (artículo 79. 4). supeditado a la finalidad equitativa de la delimitación, conside-
En el supuesto ele la explotación de recursos minerales en la parte de rando a las islas anglo normandas como circunstancias especiales.
la pJ;itaforma continental situad;-i más allá de las 200 millas, un porcen- Caso de la frontera marítima entre Guinea y Guinea-Bissau. Sen-
taje del producto ele esta explotación debe ser cedido por el Estado tencia arbitral del afio 1985, en la cual se establece que la delimila-
riberei1o a la Autoridad ele los Fondos Marinos, para ser distribuido ción del mar territorial, zona económica y plataforma continental
entre los Estados partes ele la convención. Quedan exentos de esta con- entre ambos Estados se hará sobre la base de principios equitativos.

.'.'· Dupuy, Rrné-Jcan, obra citada, pp. 104, 105 y ss. 26 CIJ, R. F. Alemana/Dinamarca y Paíse; Bajos, Remeil des Cours, 1969.
586 Juuo BARBOZA

- Caso de la plataforma continental entre Túnez y Libia. Sentencia Capítulo 22


de la C.I.J del 24 de febrero de 1982. Como primera regla se con-
sagró el acuerdo entre las partes y se destacó el valor de la equidad Los espacios públicos internacionales en el derecho del mar
al considerar para cada caso todas las circunstancias pertinentes. 27
- Caso de la frontera marítima en la región del Golfo de Maine
entre Canadá y los Estados Unidos. Sentencia del 12 de octubre
de 1984, se fija la delimitación de la zona económica exclusiva y
de la plataforma continental a través de criterios equitativos.
- Caso de la plataforma continental entre Libia y Malta. El tribunal A. El alta mar
trazó una línea media para lograr una delimitación equitativa. 28
- Caso de la delimitación marítima de la zona situada entre Groen-
landia y Jan Mayen, entre Dinamarca y Noruega. Sentencia del 14 1. Introducción
de julio de 1993, en la cual se determina que con el fin de adoptar
disposiciones que permitan el acceso equitativo a los recursos pes- Desde el siglo XVII quedó consagrado el principio de la libertad del
queros y de determinar la línea de delimitación de la zona econó- alta mar como norma consuetudinaria, codificada por primera vez en la
mica y de la plataforma continental entre Dinamarca y Noruega, Convención de Ginebra de 1958. La Convención de Montego Bay aco-
la zona reivindicada por las partes se divide en tres zonas.29 ge también el principio y define a esta zona por exclusión, al establecer
Esta transformación fue recibida en la Convención sobre el Derecho que se aplicarán las disposiciones de esa parte de la Convención a todas
del Mar de 1982, en los artículos 74 y 83, en los cuales se establece que las partes de mar no incluidas en la zona económica exclusiva, en el
la delimitación de la zona económica exclusiva y de la plataforma con- mar territorial o en aguas interiores de un Estado, o en las aguas archi-
tinental respectivamente, de los Estados con costas adyacentes o situa- pelágicas de un Estado archipelágico (artículo 86).
das frente a frente se realizará por acuerdo entre ellos, mediante la De esta definición se desprende una característica impuesta por esta
aplicación del derecho internacional a fin de arribar a una solución Convención al alta mar: el menoscabo de su amplitud a expensas de la
equitativa. Con todo, las críticas a las soluciones jurisprudenciales arri- territorialización de los Estados costeros.
ba mencionadas se han hecho sentir. Alain Pellet y Patrick Daillier Todos los Estados ribereños o sin litoral pueden hacer pleno uso del
dicen al respecto: alta mar respetando las normas y exigencias impuestas por el orden
público internacional, pero la evolución de la comunidad internacional
Resulta, entonces, que no existen en la materia reglas generales aplica- en lo económico, estratégico y tecnológico, impuso reajustar la exten-
bles, c::da asunto es un unicum y debe resolverse en función de las cir- sión de aquella concepción tradicional.
cunstancias propias en la especie, lo que confiere al juez o al árbitro
una tan grande facultad de apreciación, que resulta, inevitablemente,
subjetiva. De ello dan testimonio muchas decisiones recientes". 30 2. Libertades del alta mar

27 CIJ, Recueil des Cours, 1982. El principio general de la libertad en alta mar se compone de un núme-
28 CIJ, Recueil des Cours, 1984. ro de libertades específicas contenidas en el artículo 87 inciso 1 de la
29 IJC, Reports, 1993.
30 Patrick Daillier, Alain Pellet, Droit i11temacional public, 7"' edición, París, p. 1189. Convención de Jamaica. Esta enumeración no es taxativa y comprende:
588 JULIO BARBOZA Los ESPACIOS PÚBLICOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO DEL MAR 589

- la libertad de navegación, Los buques de guerra y los pertenecientes a un Estado o explotados


- la libertad de sobrevuelo, por él, destinados a un servicio no comercial gozan de inmunidad de
- la libertad de tender cables y tuberías submarinos, jurisdicción frente a otro Estado (artículos 95 y 96). 2 En virtud de la
- la libertad de pesca, ausencia de soberanía territorial en alta mar, ningún Estado puede ejer-
- la libertad de construir islas artificiales, cer actos de jurisdicción sobre buques extranjeros.
- la libertad de investigación científica.
b) La libertad de tender cables y tuberías submarinos
a) La libertad de navegación
La libertad de instalación de cables y tuberías submarinos se des-
Todos los Estados sean costeros o sin litoral tienen derecho a que los prende de la naturaleza misma del alta mar como espacio no sometido
buques que enarbolan su pabellón naveguen en alta mar: esta libertad a la soberanía de ningún Estado. Pero esta facultad no implica su ejerci-
encuentra su fundamento en el ius communicationis. 1 Cada Estado fija, cio absoluto e indiscriminado (artículo 113 ). Siendo abierto a todos los
de acuerdo a su ordenamiento jurídico interno, las condiciones necesa- Estados por igual, cuando un Estado construye o ubica estas instalacio-
rias para atribuir su nacionalidad a los buques. La Convención codifica nes debe tener en cuenta la existencia de cables o tuberías submarinas
esta norma consuetudinaria reconocida al establecer en el artículo 91 el ya instaladas por otros Estados para no deteriorarlos u obstruir su
principio de discrecionalidad del Estado en este sentido (a cada Estado reparación y debe mantener el buen estado de sus propios cables y
corresponde establecer los requisitos para dar su nacionalidad a los tuberías submarinos.
buques, para ser inscriptos en un registro y para tener derecho a enar-
bolar su pabellón). Agrega que debe existir un vínculo auténtico entre Asimismo, son responsables los Estados por las rupturas o deterioros
el buque y el Estado, que permita a éste ejercer en forma efectiva sobre producidos por buques que enarbolen su pabellón o por personas
aquél control y jurisdicción. De esta forma se trata de limitar la existen- sometidas a su jurisdicción, del mismo modo responde ante los pro-
cia de los pabellones de conveniencia. pietarios de buques que prueben que hayan debido sacrificar un ancla
Como consecuencia de esta libertad, la Convención consagra que los o cualquier instrumento de pesca para no causar daño a un cable o
buques deben navegar bajo el pabellón de un solo Estado, cuya juris- tubería submarina (artículo 115).
dicción es exclusiva salvo excepciones previstas por la Convención o
tratados internacionales (artículo 92). c) La libertad de construir islas artificiales, instalaciones, estructuras
El Estado ribereño tiene jurisdicción exclusiva sobre estas instalacio-
Un buque que navegue bajo los pabellones de dos o más Estados puede nes, que de ningún modo adquieren la condición jurídica de islas. Es
ser considerado sin nacionalidad (artículo 92,2). Los Estados deben lle- necesaria la previa notificación para construirlas y es obligatorio adver-
var un registro de buques y adoptar todas las medidas necesarias sobre tir de su presencia a los efectos de la seguridad de la navegación, la pro-
su dotación, condiciones de trabajo y capacitación de los tripulantes, tección de la pesca y el medio rnarino. 3
utilización de señales, mantenimiento de comunicaciones, prevención
de abordajes e instrumentos marítimos, conforme a los reglamentos,
procedimientos y prácticas internacionales aceptadas con el objeto de 2 La Corte Permanente de Justicia Internacional en el caso Lotus afirmó que los

garantizar la seguridad de la navegación en el mar (artículo 94). buques en alta mar, salvo en los casos particulares establecidos en el derecho internacio-
nal, no se encuentran sometidos a ninguna otra autoridad que no sea la del Estado cuyo
1
pabellón enarbolan. Ver CPJI, 1927, serie Nº 10, p. 25.
Principio alegado en el fallo sobre el Canal de Corfú. CIJ, Recueil des Cours, 1949, 3 La Convención remite a la Parte 6 -Zona Económica Exclusiva- específicamente ni
pp. 4 y SS. artículo 60 que regula las islas artificiales, instalaciones y estructuras en aquella zona.
590 JULIO BARBOZA Los ESPACIOS PÚBLICOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO DEL MAR

d) La libertad de pesca Todas las medidas que se adopten deben tener en cuenta los "faotor•f :.;
La libertad de pesca de los Estados en alta mar se encuentra limitada ambientales y económicos ", incluyendo especialmente los intcrc111 dd
los Estados en desarrollo como asimismo "las normas m!nimAI
por las restricciones establecidas en la propia Convención (artículos
internacionales regionales, subregionales o mundiales generahnentt·
117, 118, 119y120) y por otros tratados internacionales ya sean bila-
recomendadas".
terales, multilaterales o regionales. 4 La reglamentación internacional en
cuanto a la pesca intenta esencialmente proteger y conservar los recur-
1
sos, principalmente por delegación a los Estados del deber de adoptar i) Los mamíferos marinos /f
medidas en relación con sus nacionales -teniendo en cuenta la jurisdic- El último artículo de esta sección se refiere a la conservación y adml~~
1

ción que ejercen sobre los buques de su pabellón- que garanticen la nistración de los mamíferos marinos. Esta preocupación respect0 11' '

protección de los recursos vivos. algunas de sus especies, en especial la ballena, nace en la primera eOftilo
A la actividad individual y responsable de cada Estado ha de sumar- vención para regular la pesca de la ballena en el año 19 31 y se pro Ion~
se la cooperación conjunta para los objetivos deseados, incluyendo acti- ga con la creación de la Comisión Ballenera Internacional en 1946, La
vidades distintas de la pesca que puedan afectar la conservación de los conservación de recursos en alta mar se remite a lo regulado en ·eatt
recursos vivos en las zonas de alta mar. Contempla también la Conven- aspecto en la zona económica exclusiva, porque cerca del 99% de lot'
ción la necesidad de establecer acuerdos regionales o subregionales para recursos explotados comercialmente se encuentran en las 200 milla~ 1 ~ •.
1
los Estados cuyos nacionales exploten idénticos recursos vivos o dife- no hay stocks conocidos que sólo existan en alta mar: la mayoría de 10'1
rentes recursos situados en la misma zona.s que existen se originan en la zona económica exclusiva o ingresan·'efti
Los Estados, al determinar la captura permisible y las otras formas ella para su reproducción, cría o alimentación.
de conservación de las especies para producir el máximo rendimiento ii) Las especies compartidas
sustentable, deberán tomar medidas basadas en "los datos científicos Estas especies compartidas configuran los llamados straddllttJ ,
más fidedignos de que dispongan los Estados interesados" con el objeti- stocks, recursos pesqueros a ambos lados del límite de las 200 mUlal!'.
vo que se eviten los graves perjuicios al medio marino de la captura marinas, 8 y su pesca en alta mar por otros Estados disminuye l•dl'
indiscriminada. 6,7 recursos pesqueros de los Estados ribereños en sus zonas económic,. ·..
exclusivas.9 Intentando resolver ese conflicto de intereses, la Convenir
ción de Jamaica en el artículo 63 inciso 2 establece que el Estado e~'''.
4 Convención sobre las Pesquerías del Atlántico Norte (1959); Convención de Londres tero y los Estados que pescan en alta mar procurarán llegar a acuer'
sobre Pesca (1964); Convención de Pesca en el Atlántico Norte (1967); Comisión interna- para la conservación de esas especies, en particular a través de órgr
cional de pesca del Báltico; Comisión del Pacífico Norte; Comisión del Océano Índico, etc. zaciones regionales o subregionales. Adoptan la misma solución
5 Ver Lupinacci, Julio César, "Los derechos de pesca en alta már" en El Derecho
Internacional en un mundo en transformación, Montevideo, Uruguay, Fundación de Cul- artículo 64, inciso 1, sobre especies altamente migratorias y el 11
tura Universitaria, 1994, pp. 773 y ss.
6 Sobre este tema ver Resolución de la Asamblea General 44/225 del 22112189 sobre

"Pesca de altura en gran escala con redes de enmalle y deriva y sus efectos sobre los
Ver Carroz, J., "Les problemes de peche dans la convention sur le droit de li ril
1
recursos marinos vivos en los océanos y mares del mundo" y Resolución 45/197 del 8
22/10/90 que reafirma la resolución anterior la pratique des Etats" en Bardonnet D., Virally M. (ed.), Le nouveau droit intlrlfls
1
7 Al hacer referencia a "normas mínimas" la Convención apunta a aquellas que con- de lamer, Pedone, 1983, pp. 196 y ss. ' ' ·
tienen disposiciones básicas y al hablar de "normas generalmente recomendadas" se 9 Ver sobre este tema, Hey, Ellen, "El régimen jurídico para recursos pesquei~.
refiere a las emanadas de conferencias diplomáticas , organizaciones internacionales com- atraviesan la zona de 200 millas" en Anuario Argentino de Derecho Internaclolfd ,
petentes en el tema y no a las que surgen de tratados internacionales obligatorios. Asociación Argentina de Derecho Internacional, 1994-1995, Córdoba, pp. 151 • ~ :~.
Los 59.l
592 Juuo BARBOZA ESPACIOS PÚBLICOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO DEL MAR

que consagra el derecho de pesca en alta mar y que se remite a su vez a sobre la Pesca en Alta Mar y continúa trabajando intensamente en la
los artículos 63 y 64 a 67 . 1 º misma tarea.
Estas normas, sin embargo, no resuelven en la práctica los conflic- • Conferencia de Río sobre medio ambiente y desarrollo
tos por cuanto carecen de soluciones alternativas a la cooperación o a La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y
la negociación. Por esto se gesta entre un grupo de Estados ribere- desarrollo (CNUMAD), llevada a cabo en Río de Janeiro en junio de
ños, 11 que consideran estas disposiciones demasiado favorables a los 1992, también se ocupó del tema. La Agenda 21, que fue uno de sus
Estados que pescan en alta mar, un movimiento de revisión que inten- resultados, establece en el Capítulo 17 de la Sección II la necesidad de
ta hacer prevalecer sus derechos e intereses en las zonas económicas fijar los derechos de pesca de las especies transzonales y evitar que la
exclusivas que les pertenecen, en relación con la pesca de poblaciones pesca excesiva en alta mar afecte la capacidad de captura de los Estados
transzonales. en sus zonas económicas exclusivas. Así se protegen más efectivamentt•
• Reuniones de la FAO los recursos marinos en procura de objetivos sociales económicos y de
La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) orga- desarrollo a largo plazo. 14
nizó varias reuniones en las cuales se analizó y discutió esta cuestión, •Acuerdo de Nueva York
tal como la Conferencia Internacional de pesca responsable que tuvo Una de las resoluciones finales de la CNUMAD fue recomendar In
lugar en Cancún, México, del 6 al 8 de mayo de 1992. 12 En ella se convocatoria de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre poblacio-
adoptó la Declaración de Cancún, que acuña el concepto de pesca res- nes de peces transzonales y altamente migratorios (Nueva York, 1993)
ponsable, entendido como la utilización sustentable de los recursos que produjo el Acuerdo sobre la aplicación de las disposiciones de la
pesqueros de manera armónica con el medio ambiente, desde su captu- Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar relativas a
ra hasta su comercialización. Proclama también que la libertad de pes- la conservación y ordenación de las poblaciones de peces transzonales y
ca en alta mar está limitada por el deber de cooperación con otros las poblaciones de peces altamente migratorios, de agosto de 1995.
Estados para el mantenimiento de la cantidad, diversidad y disponibili- En él se reafirma el "principio precautorio", que pone límite a la
dad económica de los recursos en consonancia con la Convención del explotación de los recursos sobre los que se carece de información cien·
Derecho del Mar. tífica, lo cual imposibilita determinar fehacientemente los criterios de
La Conferencia pidió a la FAO que, con otros organismos dedicados protección necesarios. Este acuerdo establece deberes para los Estados
al estudio de esta problemática, elaborara un Código Internacional de costeros y para los Estados que pescan en alta mar, como también san·
Conducta para la Pesca Responsable. En respuesta, el Comité de Pesca ciones a los buques que cometan infracciones y la creación de organiza-
de la FAO (COFI) organizó en Roma, en 1992, 13 la Consulta Técnica ciones regionales o subregionales competentes para establecer medidas
de conservación y ordenación de recursos transzonales o altamente
IO Ver Informe de la Conferencia de Naciones Unidas sobre las poblaciones de peces migratorios.
cuyos territorios se encuentran dentro y fuera de las zonas económicas exclusivas y las Se contempla en especial la situación de los Estados en desarrollo y
poblaciones de peces altamente migratorios, COFU95/lnf.7. se determina la necesidad de cooperación para lograr el efectivo cum-
11 Entre ellos se encontraban: Argentina, Chile, Australia, Canadá, Nueva Zelanda.
12 Ver COFU93/Inf.7: Declaración de la Conferencia Internacional de Pesca Responsa· plimiento de las normas contenidas en el acuerdo.
ble, México, 1992.
13 Ver Informe del 20 período de sesiones del Comité de Pesca, Informe de Pesca Nº

488, Roma, Italia 15 al 19 de marzo de 1993; COFI /95/Inf.4: Informe de la Consulta 14 Ver La Cumbre de la Tierra, ECO 92 ¿Hacia una nueva conciencia Ecológica Mun-

Técnica sobre el Código de Conducta para la Responsable, Roma, 26 de setiembre al 5 dial?, Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de La Plata, Serie Publica-
de octubre de 1994. ciones, pp. 120 a 123, noviembre, 1992.
594 Juuo BARBOZA Los ESPAClOS PÚBLICOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO DEL MAR

e) La libertad de investigación de Jamaica otorga a cada Estado un poder de policía destinado a garl
La libertad de investigación científica está regulada en la parte XIII tizar la seguridad, la salubridad y el orden. En ejercicio de esta potel!
de la Convención. El alta mar se encuentra abierto a todos los Estados cualquier Estado puede intervenir -limitándose de esta forma la cdmpe~
(costeros o sin litoral), como asimismo a las organizaciones internacio- tencia de las autoridades del pabellón- en las siguientes cuestiones:
nales competentes, pero no sin condiciones: la libertad se sujeta al cum- i) Transporte de esclavos
plimiento de ciertas obligaciones: Los Estados deben tomar medidas para impedir y castigar el transpor-::
- El alta mar debe utilizarse con fines pacíficos, y por ende está te de esclavos en buques que enarbolen su pabellón. Todo esclavo que 11 ~
vedada cualquier tipo de actividad militar. refugie en un buque cualquiera quedará libre ipso facto (artículo 99), .
- Las instalaciones y materiales necesarios para la investigación no ii) Piratería
deben impedir la navegación internacional, ni cualquier otra acti- La piratería consiste en actos ilegales de violencia, depredación''if
vidad permitida en alta mar. detención -también se extiende a los actos de terrorismo- 15 cometido,
- Las investigaciones no deben afectar el medio marino, so pena de con un propósito personal por la tripulación o los pasajeros de U·
que los Estados u organizaciones internacionales que las desarro- buque privado, o de una aeronave privada, en alta mar o en un luga'
llen incurran en responsabilidad internacional. no sometido a la jurisdicción de ningún Estado, contra un buque o urtt* ·.
- Los Estados u organismos darán a conocer los resultados de sus aeronave o contra las personas o bienes a su bordo.
investigaciones para cooperar con otros Estados en la prevención Los actos descriptos perpetrados por un buque de guerra, o por uri
y control de daños al medio marino. buque o una aeronave de Estado se asimilarán a la piratería si la tripli•
!ación se ha amotinado y apoderado del buque o de la nave (artícul'c·.(''
102). Se considerará buque o aeronave pirata a los destinados por las ''
3. Poder de policía en alta mar personas a cuyo mando se encuentren a realizar actos de piratería (ardcu·
lo 103). La conservación o pérdida de nacionalidad de tales buques O
Siendo el alta mar uno de los espacios sustraídos a la soberanía terri-
aeronaves se rige por el derecho interno (artículo 104). .
torial de los Estados, el orden jurídico aplicable es el del Estado del
Configurado un acto de piratería, cualquier Estado es competente"
pabellón. Por ejemplo, en caso de abordaje o de cualquier otro incidente
para detener al buque pirata, apresarlo y someterlo a su jurisdicción
de la navegación que implique responsabilidad penal o disciplinaria para
(artículo 105). ·'
el capitán o cualquier otra persona al servicio del buque sólo el Estado
iii) Tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas ·:
del pabellón o el Estado del cual sean nacionales esas personas tendrán
El Estado del pabellón solo o en cooperación con los otros Estados
jurisdicción para someterlos a un proceso, y el buque sólo podrá ser
tiene la obligación de poner fin a ese'tráfico (artículo 108).
apresado por las autoridades del Estado del pabellón (artículo 97).

La Convención revierte expresamente, por esta disposición, la juris- b) Competencias particulares


prudencia de la CPJI en el caso del Lotus, que provocó importantes i) Emisiones no autorizadas de radio y televisión desde alta mar
disidencias doctrinarias. Son transmisiones que se realizan desde un buque o una instalación
en alta mar, dirigidas al público en general, en violación de las regla·
a) Represión a cargo de cualquier Estado
Ante la necesidad de proteger el orden público internacional por un 15Ver Pancracio, Jean-Paul, "L'Affaire de L'Achille Lauro et le Droit lnternation11I'''
lado, y la carencia por otro de un control centralizado, la Convención en AFDI, 1985, pp. 221 y ss.
596 Juuo BARBOZA 1 ., /
Los ESPACIOS PLJBLJCOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO llF.I. MAi(

mentaciones internacionales. La Convención establece que son compe- reglamentos del Estado ribereño que sean aplicables de co11lor1111d.11I
tentes para apresar a las personas o buques dedicados a esas tareas y con la Convención a la zona económica exclusiva o a la platalorn1o1
someterlos a su jurisdicción: continental, incluidas tales zonas de seguridad.
El Estado del pabellón del buque.
El Estado destinatario o afectado por esa emisión no autorizada.
El Estado del cual la persona que realiza esas transmisiones es 4. Protección y preservación del medio marino
nacional (artículo 109).
ii) El derecho de visita La Convención de Montego Bay consagra su parte XII a la protec
Cuando exista sospecha fundada que un buque mercante en alta mar ción y conservación del medio marino. Las causas de contaminación del
está cometiendo algunas de las actividades ilícitas mencionadas, un mar son numerosas y provienen de diversas fuentes, tales como: los des
buque de guerra de otro pabellón podrá someterlo al derecho de visita. perdicios que se vierten al mar desde la tierra -producidos por el hrn11
También si el buque de guerra tiene sospechas de que el mercante no bre- aguas cloacales, toxinas, desagües; desperdicios industriales
tiene nacionalidad, o bien que es realmente de su pabellón y está utili- compuestos por sustancias químicas destructivas; los buques cisternas
zando otro (artículo 101). El derecho de visita consiste en la verifica- averiados que derraman toneladas de petróleo, los pesticidas y fertilizan
ción de la documentación y si esto no resulta suficiente, en un examen a tes arrastrados por la lluvia de la tierra a los ríos y por éstos al mar, etc.
bordo del buque. Sólo los buques de guerra tienen la facultad de ejercer
el derecho de visita; si las sospechas resultaren infundadas, el buque Según informes de las Naciones Unidas, la polución marítima se d\'he
visitado será indemnizado por todo daño o perjuicio sufrido. en un 44 'Yo a productos provenientes del continente, 33 % de la atmús
iii) Derecho de persecución fcra, 12% del transporte marítimo, 1 % a la producción de petróleo 1·11
El Estado ribereño puede ejercer el derecho de persecución en alta mar el mar. 16
Y llegar a apresar a un buque extranjero cuando tenga motivos fundados
para creer que ha cometido una infracción a las leyes y reglamentos en Combatir estas causas de la degradación de los recursos marinos ha
las zonas bajo su jurisdicción. Debe comenzar cuando el buque extranje- sido preocupación de los Estados y los ha llevado a elaborar varias con
ro o alguna de sus lanchas se encuentre en algún punto de dichas zonas venciones de carácter general o regional, en las cuales se ha consagrado
(aguas interiores, archipelágicas, mar territorial, zona contigua) y sólo plenamente el derecho de preservación y protección del medio marino. 17
podrá continuar fuera del mar territorial o zona contigua a condición de
n? habers~ interrumpido. Si la persecución se inicia en la zona contigua, a) Obligación general de los Estados y res/JOnsabilidad
solo podra emprenderse la persecución por violación de alguno de los La Convención consagra, en su artículo 192, la obligación general dl'
derechos del Estado en la dicha zona. La persecución di:be ser continua los Estados de proteger y preservar el medio marino.
ininterrumpida y cesará cuando el buque entre en el mar territorial del
Estado de su pabellón o en el de un tercer Estado (artículo 111 ).
16 Sobre este tema ver: Jean-Luc Mathicu, La protectio11 i11ternatio11ale de /'e11uim1111<'
111e11t, C:ollection Que sais-je?, Presses Univcrsitaire <le France, 1995, pp. 86 a 92.
Mutatis mutandi, se aplicará el derecho de persecución a las infraccio- 17 Por ej: la Convención de Londres de 1954 relativa al derrame de hidrocarburo•;, ¡,,

nes que se cometan en la zona económica exclusiva o sobre la plata- Convención de Oslo de 1972 relativa al vertimiento de desechos industriales, la ( :011V<'ll
ción Internacional para la prevención de la polución provocada por los navíos, la 1 :011
forma continental, incluidas las zonas de seguridad en torno a las vención de París de 1974 sobre la polución de origen telúrico, el Protocolo de l '!8'1 "11!111
instalaciones de la plataforma continental, respecto de las leyes y la polución radioactiva, entre otros.
\'1 11
Los ESPACIOS PÚBLICOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO DEL :1-li\il
598 Juuo BARBOZA

no causen per¡u1c1os por contaminación a otros Estados o sL~ '.11t'dio


A su vez consagra las medidas de policía a ejercer por parte de los . . , causada por incidentes o act1v1dadl's
Estados entre sí en el supuesto de violación de las obligaciones impuestas, ambiente y que 1a contammac1on I
ba ·o su jurisdicción o control no se extienda más allá de las zonas '<_>~1
como por ejemplo: a) la investigación de buques extranjeros en caso de
del ejercen derechos de soberanía de conformidad con la Convenc1011
infracciones (artículo 226), b) medidas represivas impuestas a los buques
para prevenir, reducir y controlar la contaminación causada por buques, (artículo 194.2). p d 1
Las medidas que se adopten en conformidad co~ est_ª, arte e .;t
c)medidas unilaterales de intervención, tal el caso de un accidente maríti-
Convención se refieren a todas las fuentes de contammaoon del mecho
mo que amenace las costas de un Estado u otros intereses, en este supues-
to el Estado afectado podrá tomar medidas que guarden proporción con marino.
el daño real o potencial dentro o fuera de sus aguas jurisdiccionales. 18
Y en su artículo 235.1 establece que todos los Estados deben velar B. Los fondos marinos y oceánicos más allá de las jurisdicciones nacio-
por el cumplimiento de sus obligaciones internacionales relativas a la
nales (la zona)
protección y preservación del medio marino y que su responsabilidad
en caso de incumplimiento se establecerá de acuerdo con el derecho
internacional. En el inciso 2 establece que aquellos Estados deben ase- 1. Introducción
gurar que sus sistemas jurídicos internos ofrezcan recursos que permi-
- 1970 la Asamblea General de las Naciones Unidas sentó el
tan la pronta y adecuada reparación por la contaminación del medio En e1 ano ' d ¡ l' · d 1 •
marino por personas naturales o jurídicas bajo su jurisdicción. . . . los fondos marinos y oceánicos fuera e os imites e as
pnnop10 que . , ·d d"
·urisdicciones nacionales eran "patrimorno cornun de la Humam a ,
b) Principio 21 de Estocolmo J 1 "Declaración de Principios" anexa a su Resolución 2749 _(XXV),
Emulando el Principio 21 de la Declaración de Estocolmo sobre ~:~o:ada por 108 votos a favor, ninguno en contra y 14 abstenciones.
medio ambiente, el artículo 193 proclama también el derecho soberano
. . d . xplotables más allá de las plataformas
de los Estados de explotar sus recursos naturales con arreglo a su polí- El conocumento e riquezas e ., .. , ,_
.
contmenta es1 de los Fstados
· , estimuló la creac1on de la Com1s1on espc
. . . ·
tica en materia de medio ambiente, pero en conformidad con su obliga-
cial de fondos marinos por la Asamblea Gener~l en 1967, .ª 1111ciat1va
ción de proteger y preservar el medio marino. de la delegación de Malta, presidida por el ya celebre emba1ador Alv1d
Según estos principios, los Estados tomarán las medidas individuales Pardo. El criterio de la extensión de la plataforma continental q~'.e
o conjuntas necesarias para prevenir, reducir y controlar la contamina·- había fijado el artículo 1 de la Convención,resp~ct1va de 1958, o sc,1'..
ción del medio marino procedente de cualquier fuente; utilizarán para 11 ta los 200 metros de profundidad, o mas alla hasta don?_e la pro
ello los medios más viables de que dispongan y se esforzarán por armo- as ·· 1 1 tac1on de los
fundidad de las aguas suprayacentes perm1t1era a exp o . .
nizar sus políticas al respecto (artículo 194.1 ). aturales del suelo y subsuelo marino, no resultaba viable,
recurs Os n 1 , , 1•
Asimismo, tomarán las medidas necesarias para garantizar que las or cuanto la tecnología lo había dejado atrasado: ya e~ a epoca ~ '.·
actividades bajo su jurisdicción o control se realicen en forma tal que p . , de la Comisión especial se podía explotar pracucamentc ,¡
creanon ·
cualquier profundidad.

18 Esta medida fue tomada por Gran Bretaña al bombardear y hundir el "Torrey Can- . o espacio llamado en la Convención de Montego Bay "l;1
E ¡ r'cursos
yon" (1967) para evitar que el petróleo que derramaba llegara a sus costas. Ver Lucchini, z ste,, nuev ' d l E d
quedó así excluido de la soberanía e os sta os y os e . .
L., "A propos de l'Amoco-·Cadiz. La lutte contre la pollution des mers: evolution ou revo- q=~ae~ él se encuentren deben ser explotados en interés de todn 111
lution du droit international", AFDI, 1978, pp. 721 a 754.
(,()() Juuo BARBOZA Los ESPACIOS PÚBLICOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO DEL MAR. (,{) 1

Humanidad. Desde ese momento comenzó a plantearse la diversidad de 2. Régimen establecido para la Zona en la Convención del Mar
intereses -en relación con la explotación de recursos minerales- presen-
tes en este tema. Estos intereses eran los de: El mecanismo de regulación de la Zona fue establecido en la Parte
- los Estados industrializados; XI de la Convención (artículos 133 a 191), en el Anexo 3 (Disposicio-
- los de Europa Oriental; nes básicas relativas a la prospección, exploración y explotación) y en
- los Estados en desarrollo; el Anexo 4 (Estatuto de la Empresa). La Parte XI comprende una Pri-
- los Estados productores terrestres de los minerales.19 mera sección destinada a disposiciones generales introductorias, una
No es casual que la Parte XI de la Convención relativa a los fondos Segunda sección que establece los principios que rigen la Zona: dispone
marinos y oceánicos sea la más extensa, ni tampoco que fuera severa- que la Zona y sus recursos sean patrimonio común de la Humanidad y
mente cuestionada por los Estados industrializados tocante la explota- que las actividades que en ella se realicen tendrán exclusivamente fines
ción de los fondos, las condiciones financieras de los contratos , la pacíficos y serán en beneficio de toda la Humanidad; una Tercera sec-
transferencia de tecnología y la adopción de decisiones en el Consejo 0 ción donde se regula el sistema de exploración y explotación de los
en la Autoridad de los Fondos Marinos, que configuraban un cuadro recursos; una Cuarta sección sobre los poderes y funciones de la Auto-
de proteccionismo comunitario inaceptable para las corrientes de liber- ridad (organización creada por la Convención para organizar y contro-
tad de mercados y liberalismo económico encabezadas por los Estados lar la actividad en la Zona, junto con la Empresa, su órgano comercial)
Unidos. Como consecuencia de estos desacuerdos, los países desarrolla- y una Quinta sección sobre solución de controversias, donde se crea la
dos no ratificaron la Convención: cuando el 16 de noviembre de 1993 Sala de Controversias de los Fondos Marinos del Tribunal Internacio-
se depositó el sexagésimo instrumento de ratificación, todos los ratifi- nal del Derecho del Mar.
cantes eran del grupo de Estados en desarrollo. A su entrada en vigor el
16 de noviembre de 1994, sólo un tercio de la comunidad internacional a) Sistema de exploración y explotación
la había ratificado, lo cual creaba dudas sobre su futuro funcionamien- Los regímenes de exploración y explotación son organizados por la
to. Ante esta situación y la del cambio global político y económico Autoridad y se dividen en dos sistemas diferentes, según que la explota-
representado por la caída general de los regímenes commiistas, la gene- ción sea realizada directamente por la Empresa o en asociación con la
ralización de las economías de mercado, el aplazamiento de la explota- Autoridad, los Estados partes, las empresas estatales o empresas priva-
ción minera de· los fondos marinos hasta el siglo siguiente y demás, el das con patrocinio estatal (sistema paralelo).
Secretario General de la ONU convocó a reuniones oficiosas de consul-
ta en relación con el régimen legal de la Zona y sus recursos, para El sistema paralelo representa un compromiso entre los países indus-
lograr una participación universal en la Convención. trializados y los en desarrollo. Los primeros preferían que solamente
los Estados, sobre licencias concedidas por la Autoridad, pudieran
Estas reuniones finalizaron con la adopción del "Acuerdo relativo a
encargarse de la exploración y explotación de los recursos, mientras
la aplicación de la Parte XI de la Convención de las Naciones Unidas
que los segundos las reservaban exclusivamente para la Empresa.
sobre el Derecho del Mar del 10 de diciembre de 1982", adoptado el
16 de noviembre de 1994. Todas .las actividades desarrolladas en la Zona, así como la preven-
ción de su monopolización (artículo 150 g y Anexo 3, artículo 6, 3 c) se
19
Ver ]agota S. P., "Les fonds marins au-dela des limites des jurisdictions nationales", realizarán de acuerdo a un plan de trabajo aprobado por el Consejo
en Droit Inernational, Bitan et Perspectives, Mohamed Bedjaoui, Rédacteur généra, T. 2, previo examen de la Comisión Jurídica y Técnica (artículo 153, y Ane-
París, Editions A. Pedone, 1991, pp. 977 a 1011. xo 3, artículos 3 y 4).
Juuo BARBOZA Los ESPACIOS PÚBLICOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO DEL MAi\ ¡,() 1

La Empresa, por sí sola o junto con un Estado o un consorcio, será tación de los recursos mineros y la distribución equitativa de las Vl'll
la encargada de extraer los minerales en la parte reservada; cuenta para tajas económicas y financieras obtenidas en la Zona y la toma d,·
ello con la ventaja de que los estudios previos fueron realizados por el medidas que protejan a los Estados en desarrollo y a los productorl's
solicitante del área. terrestres, así como la aprobación del presupuesto anual (artículo 1<10)
La Empresa tendrá a su disposición la tecnología que el solicitante
utilice en la Zona, y que le deberá transferir si la Empresa determina ii) El Consejo
que no puede obtener en el mercado la misma tecnología en condicio- El Consejo es el órgano ejecutivo de la Autoridad y establece la polí-
nes comerciales equitativas y razonables (Anexo 3, artículo 5). tica concreta que ha de seguir aquélla en relación con toda cuestión de
su competencia (artículo 162). Los 36 miembros que lo componen se
En relación con estos temas, la Tercera Conferencia de las Naciones dividen de la siguiente manera:
Unidas sobre el Derecho del Mar, adoptó en 1982 dos resoluciones - Cuatro entre los Estados que hayan hecho las mayores inversiones
incluidas en el Acta Final, cuyo objetivo era la puesta en marcha pro- en la minería oceánica.
gresiva del sistema desde la firma de la Convención hasta su entrada
- Cuatro entre los principales consumidores o importadores de los
en vigor.
minerales extraídos de los fondos oceánicos.
La Resolución I crea la Comisión preparatoria de la Autoridad Inter-
- Cuatro entre los mayores exportadores terrestres de los mismos
nacional de los Fondos Marinos y el Tribunal Internacional de dere-
cho del mar. La Comisir)n preparatoria comenzó a sesionar en minerales.
Jamaica en marzo de 1983, y creó cuatro comisiones especiales, la pri- Seis entre los representantes de los Estados con intereses especia-
mera sobre los problemas de los Estados productores terrestres, la les (Estados sin litoral, en situación geográfica desventajosa y pro-
segunda sobre la Empresa, la tercera sobre las reglas, reglamentos y ductores potenciales).
procedimientos que rigen la explotación de los fondos marinos y la - Dieciocho sobre la base de la distribución geográfica (por lo
cuarta sobre el Tribunal Internacional de Derecho del Mar. menos uno de cada región).
El sistema de votación varía según el tema a tratar, en algunos se
b) La Autoridad requiere consenso, en otros la mayoría de los miembros presentes y
La Autoridad deberá organizar y controlar las actividades realizadas votantes y en otros las dos terceras partes o las tres cuartas partes.
en la Zona y la administración de sus recursos. Está compuesta por tres iii) La Empresa
órganos: La Asamblea, el Consejo y una Secretaría. La Empresa forma Es el órgano a través del cual la Autoridad desarrolla sus actividades
también parte de la Autoridad. industriales y comerciales (artículo 170). El Anexo 4 establece el régi-
i) La Asamblea men jurídico de la Empresa y determina que actuará de conformidad
Son miembros de la Asamblea todos los Estados partes, es el órgano con la política general de la Asamblea y realizará sus actividades de
supremo de la Autoridad y ante ella responden los demás órganos. Está transporte, tratamiento y comercialización de minerales extraídos de la
encargada de programar la política a seguir por la Autoridad. Zona a través de una Junta directiva y un Director General que será el
representante legal de la Asamblea.
Entre sus funciones se destacan: la elección de los miembros del Con- iv) La Secretaría
sejo, de la Secretaría, del Consejo de Administración y el Director Está formada por el secretario general y el personal necesario. Tie-
General de la Empresa; el examen de los informes presentados por el nen calidad de funcionarios internacionales que no reciben instruccio-·
Consejo y la Empresa; la aprobación de las reglas relativas a la explo- nes de ningún gobierno ni ninguna otra fuente ajena a la Autoridad
604 Juuo BARBOZA
Los ESPACIOS PÚBLICOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO DEL MAR 605

(artículo 168). El secretario general durará cuatro años, es propuesto


El acuerdo establece un procedimiento simplificado para su entrada
por el Consejo y elegido por la Asamblea.
en vigor (artículos 4 y 5) con el objeto que los Estados lo ratifiquen
antes del 16 de noviembre de 1994, pero como esto resultaba muy difí-
c) Sala de Controversias de los Fondos Marinos y Oceánicos cil se establecieron disposiciones que permiten su aplicación provisional
En la Parte XI, Sección 5, la Convención crea la Sala de Controversias (artículo 7) de manera que al entrar en vigor la Convención, la Parte XI
de los Fondos Marinos del Tribunal Internacional de Derecho del Mar. de la misma y el Acuerdo puedan interpretarse y aplicarse en forma
conjunta.
Esta Sala es competente para resolver las controversias entre los Esta- Por aplicación del Acuerdo se produce una situación peculiar, cual es
dos partes; entre un Estado parte y la Autoridad; entre las partes de que la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos se integra por
un contrato; entre la Autoridad y un probable contratista, por la dene- los Estados que son parte en la Convención y por aquellos que no son
gación de un contrato. La ley aplicable para resolver los litigios serán
parte de la Convención pero que aceptaron la aplicación provisional
las normas de la Convención de Montego Bay, los reglamentos y pro-
del Acuerdo.
cedimientos de la Autoridad, las cláusulas de los contratos concernien-
tes a las actividades de la Zona, vinculados con el litigio (Anexo 6, Los reclamos de los Estados industrializados (que influyeron decisi-
artículo 38). vamente en la modificación de la Convención) se plasmaron en nueve
reglas, cada una de ellas desarrolladas en una sección del Anexo del
Acuerdo relativo a la Aplicación de la Parte XI.
Todas las diferencias referidas a la Parte XI y sus anexos deberán ser
i) La Asamblea: se ve debilitada a expensas del Consejo; ya no puede
sometidos a esta Sala o a pedido de las partes a una Sala ad hoc de la
adoptar de manera autónoma la política de la Autoridad. Se reducen
Sala de los Fondos Marinos o a una Sala especial del Tribunal Interna-
cional de Derecho del Mar (artículo 188). las atribuciones de la Autoridad a un número de funciones determina-
das en el Anexo del Acuerdo. Este órgano ya no será sólo financiado
La Sala no tendrá competencia res.pecto del ejercicio de las faculta-
por los Estados partes, sino por el presupuesto de las Naciones Unidas,
des discrecionales de la Autoridad. Las decisiones de la Sala son ejecu-
lo cual implica una reducción considerable de su autonomía.
tables en los territorios de los Estados partes, de la misma manera que
ii) La Empresa: no operará sino por medio de un sistema de empren-
las sentencias del Tribunal Supremo del Estado en cuyo territorio se
solicite la ejecución (Anexo 6, artículo 39). dimientos conjuntos (joint ventures). Recordemos que en la Conven-
ción la Empresa podía explotar por su propia gestión las áreas no
destinadas al sector privado.
d) Régimen establecido por el Acuerdo relativo a la Parte XI de la iii) Adopción de decisiones: la Asamblea fija la política general de la
Convención del Derecho del Mar
Autoridad en colaboración con el Consejo. El Consejo se compone de
El Acuerdo de 1994 relativo a la Parte XI modifica sustancialmente 36 miembros divididos en 5 cámaras. Cada cámara está integrada por
la normación de los Fondos Marinos y Oceánicos tal como había sido cada uno de los grupos que conforman los grandes Estados consumido-
c~ncebi~a en la Convención del Derecho del Mar de 1982. Las disposi- res o importadores; los Estados mayores inversores de la Zona; grandes
ciones de este Acuerdo se dividen en dos categorías, una suprime direc- Estados exportadores; Estados en desarrollo y Estados elegidos para
tamente artículos de la Parte XI y de los Anexos 3 y 4, la otra asegurar una distribución geográfica equitativa. El principio general
determina en qué condiciones tal o cual artículo ha de aplicarse. Se que se establece para la toma de decisiones es la regla del consenso, si
establece una supremacía de las disposiciones del Acuerdo sobre la éste no se logra las cuestiones de fondo se adoptarán por la mayoría de
Convención en el supuesto de colisión de normas.
las 2/3 partes presentes y votantes y las de forma por mayoría de miem-
juuo BARBOZA Los ESPACIOS PÚBLICOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO DEL MAR 1111/

bros presentes y votantes. Este mecanismo de votación otorga a los En definitiva la Convención ha sido modificada en relación con 1:1
. i
Estados que integran los tres primeros grupos un amplio poder para Zona para que los Estados industrializados con interés en la explota
bloquear decisiones de fondo. ción de los recursos fortalezcan su posición y aseguren así mayor
iv) Lá Conferencia de revisión: se suprime, remitiendo al procedi- influencia en las decisiones relativas a la administración de los Fondos
miento previsto para las enmiendas contemplado en los artículos 314, Marinos y Oceánicos. Resumiendo estas características, el Consejo se
315 y 316 de la Convención de Derecho del Mar. ha transformado en el centro de gravedad de la Autoridad, y los países
v) Transferencia de tecnología: se deja sin efecto el artículo 5 del industrializados en el centro de gravedad del Consejo. 20
Anexo 3 de la Convención donde se establecía la obligatoriedad de la
transferencia de tecnología por parte de los Estados de mayor desarro-
llo y se lo sustituye por un sistema de cooperación voluntaria. C. Solución de controversias sobre la interpretación y aplicación de la
vi) Política de producción: el aprovechamiento de los recursos de la Convención de las Naciones Unidas sobre derecho del mar
Zona se hará conforme a una serie de pautas comerciales entre las cua-
les se encuentran: la aplicación del Acuerdo General sobre Aranceles
Aduaneros y Comercio a las actividades de la Zona y los acuerdos que l. Introducción
le sucedan; la no discriminación entre los minerales extraídos de la
Zona Y los de otras fuentes a través de barreras arancelarias 0 no aran- La Parte XV de la Convención se ocupa de la solución de las contro-
celarias; en principio el no otorgamiento de subsidios a las actividades versias que pudieran surgir de su ínterpretación o aplicación.
realizadas en la Zona. El Acuerdo establece la no aplicación del artículo En la Sección 1 figuran las disposiciones generales, que articulan un
151 d~ ~a Convención que establecía las políticas de producción y las sistema totalmente voluntario de solución de controversias con los
d1spos1c10nes del Anexo 3 referidas a este tema. recursos del artículo 33 de la Carta. Sólo si en esta etapa no se consigue
vii) Asistencia económica: la compensación a los productores terres- solucionar una controversia de las así descritas, entrarían a jugar las
tres se limita considerablemente. Desaparece el fondo de compensación disposiciones de la Sección 2: "Procedimientos obligatorios conducen-
permanente y será reemplazado por ayudas eventuales y en cada caso tes a decisiones obligatorias".
en particular, siempre que se cumplan las condiciones verificadas por el Baste lo dicho para que surja clara la diferencia, en estos aspectos,
Comité de Finanzas. de la Convención de Montego Bay respecto de otros instrumentos codi-
viii) Disposiciones financieras de los contratos: las cláusulas financie- fica torios que a lo sumo llegan a un procedimiento de conciliación obli-
ras ya no son tan gravosas. Se determina el pago de un canon fijo gatoria, pero que no incluyen la obligatoriedad de la eventual
anual, desde la iniciación de la producción comercial, cuyo monto ¡0 propuesta del mediador.
establecerá el Consejo. Quedan suprimidas las disposiciones de los
párrafos 3 a 10 del artículo 13 del Anexo 3 .
. ix) El Cor:iité de Finanzas: se crea un Comité de Finanzas con quince 2. Procedimientos obligatorios
m1,embros, cmco de los cuales deben representar a los contribuyentes
mas importantes del presupuesto de la ONU. Este comité prevalece La Sección 2 parte con un principio interesante; el del carácter vincu-
so~re la Com_is_ión Jurídica y Técnica y sobre la Comisión de planifica- lante de sus procedimientos de solución de controversias.
CIOn .. ~as dec;s1ones de fondo deberán ser adoptadas por consenso y el
Comite podra formular recomendaciones a la Asamblea y al Consejo. 20 Ver Pastor Ridruejo, op. cit., p. 432.
. ._.,.,,,~

h08 Juuo BARBOZA Los ESPACIOS PÚBLICOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO DEL MAH (,()•)

a) La regla general do el que ejerce estas libertades y usos relacionados con ellas ha sido
El artículo 286 contiene la regla general en la materia: cuando la imputado de actuar en contravención con: las disposiciones de la Con-
controversia no ha podido ser resuelta por virtud del capítulo anterior vención al respecto, las leyes y reglamentos del Estado ribereño dicta-
cualquiera de las partes en ella podrá pedir que la cuestión se someta a das en conformidad con la Convención u otras normas del DIP no
la Corte o el tribunal que sea competente de acuerdo a lo que se dispo- incompatibles con ella.
ne en esa misma sección. Aunque la disposición parece citar una regla Por último, también habrá jurisdicción compulsoria cuando el Esta-
general, su real alcance se advertirá en el punto b) más abajo. do ribereño sea imputado de actuar en contradicción con reglas y están-
i) La declaración de aceptación de un tribunal competente dares internacionales relativos a la protección del medio marino, que le
Según el artículo 287.1, todos los Estados, al firmar, ratificar o sean aplicables a dicho Estado ribereño.
adherir a la Convención, o en un momento ulterior, podrán hacer una O sea que, cuando se trate de los derechos soberanos o de jurisdic-
declaración aceptando la competencia de alguno de los tribunales que ción que la Convención establece para los Estados ribereños, la regla de
se establecen en la misma disposición. De no hacerlo así, se considerará la jurisdicción obligatoria se invierte y no se aplica sino en la forma
competente al tribunal arbitral establecido en el Anexo VII (artículo anteriormente establecida, esto es, para casos en que estén comprometi-
287.3). Lo mismo sucederá si las partes en la controversia han elegido das las libertades del mar en la zona económica exclusiva y otros usos
diferentes tribunales en su declaración. legítimos que protege la Convención, amén del medio marino.
ii) Los tribunales competentes
Se instituyen cuatro tribunales competentes para el caso previsto c) Las limitaciones facultativas
anteriormente: Los Estados, al formular sus declaraciones del punto i), podrán
El Tribunal internacional de derecho del mar; excluir aquellas controversias sobre delimitación, entre Estados con
- La Corte Internacional de Justicia; costas adyacentes o situadas frente a frente, ya sea del mar territorial, a
- Un tribunal arbitral, constituido de acuerdo al Anexo VII; cuyo respecto cabe incluir la determinación de títulos históricos (artícu-
- · Un tribunal arbitral constituido de acuerdo a lo dispuesto en el lo 15), de la zona económica exclusiva (artículo 74) o de la plataforma
Anexo VIII, si la diferencia versa sobre pesquerías, protección y continental (artículo 83 ).
conservación del medio marino, investigación científica marina, También podrán hacerlo con respecto a las actividades de buques y
navegación, incluida la contaminación causada por buques y su aeronaves del Estado dedicados a servicios no comerciales y a aquellas
vertimiento. actividades destinadas a hacer cumplir las normas relativas a los dere-
chos soberanos o de jurisdicción excluidos de la jurisdicción obligatoria
b) Limitaciones a la regla de jurisdicción obligatoria según el artículo 297, 2 y 3, referentes a la investigación científica mari-
En realidad, la regla de la jurisdicción obligatoria cede cuando las na y a las pesquerías.
controversias giren sobre el ejercicio por un Estado de sus derechos
soberanos o de su jurisdicción según son establecidos por la misma d) La conciliación obligatoria
Convención. En tales casos la jurisdicción será obligatoria solamente si Si bien las materias que venimos de especificar han sido sustraídas a
el Estado ribereño fuera imputado de actuar en contradicción con los la jurisdicción obligatoria de un tribunal, en cambio no escapan algu-
usos de la ZEE consagrados por el artículo 58 (libertad de navegación, nas de ellas de la conciliación obligatoria. Así sucede con lo relativo a
sobrevuelo, tendido de cables y tuberías submarinos y otros usos legíti- la pesca y a la investigación científica en la ZEE, así como con la deli--
mos del mar relacionados con dichas libertades), o inversamente, cuan- mitación de los espacios marítimos y títulos históricos.
610 JULIO BARBOZA

Bien entendido que aunque sea obligatorio sentarse a la mesa de la


conciliación, y actuar en ella de buena fe, no lo es la propuesta que pue- Sexta parte: La comunidad internacional organizada
da emanar de la Comisión de conciliación, que continúa siendo de
aceptación facultativa. Capítulo 23

e) Sala de controversias d~l Tribunal de derecho del mar Las organizaciones internacionales
La competencia de esta Sala no es afectada por ninguna de las limita-
ciones enunciadas. Tiene, entonces, jurisdicción obligatoria sobre las con-
troversias relativas a la Zona y a su respecto poseen jus standi no sólo los
Estados, sino también la Autoridad, la Empresa y los particulares.

f) Conclusión
Es claro que el sistema de la Convención de las Naciones Unidas A. Conceptos generales
sobre derecho del mar, con respecto al de otras convenciones codifica-
doras, significa un adelanto en la vía de la obligatoriedad de la solución
de controversias. Si bien fue imposible extender la regla general del ar- 1. Introducción
tículo 286 a todas las diferencias relativas a la interpretación y aplica-
ción de sus textos, también lo es que las limitaciones tocan puntos en Las organizaciones internacionales (01) se encuentran en un plano. .
que los Estados han sido extremadamente renuentes para aceptar solu- secundario con respecto a los Estados, que ocupan en la comunidad · ·
ciones de terceros, y que quedó para ellos, como procedimiento resi- internacional un lugar preponderante. Aquellas entidades, que haq '.
dual, la conciliación obligatoria. Pensemos que el procedimiento de cambiado la estructura exclusivamente interestatal y primariamente~.
conciliación es lo máximo que se ha obtenido en otros instrumentos del bilateral de las relaciones internacionales, adquirieron notable desarro~ •..
mismo carácter que la Convención de Montego Bay. llo en el siglo xx. Puede decirse que, si bien no alcanzaron a producij1'
una ruptura con el modelo de la sociedad internacional de Estados• l.,'.111
transformación que originaron en aquel modelo lo adaptó a las exigen:
cias de nuestros días. 1 · ;;•·

Llamaremos organización internacional a toda asociación de Estado. ·


que adopte una estructura orgánica permanente. .
Dentro de esta definición caben también otras posibilidades, com, .
1
que la organización comprenda también a otras organizaciones intern'''
cionales e incluso que esté compuesta solamente por organizacio '"
internacionales.
Tienen estas asociaciones cuatro caracteres principales:
- Están compuestas esencialmente por Estados;

1 Ver Pastor Ridruejo, op. cit., p. 689, citando a J.A. Carrillo Salcedo, BI d

internacional en un mundo en cambio, Madrid, 1984, p. 41. ' ·


\,,@M

612 Juuo BARBOZA LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES (1 l.I

A diferencia de los organismos no gubernamentales (ONG) contem- • El primero se ubica entre los años 1815 y 1914, desde el Congre-
plados en el artículo 71 de la Carta, que sirven de valiosos auxiliares a so de Viena, que crea la Comisión central para la navegación del Rin,
la acción de las OI. hasta la Primera Guerra Mundial, que termina con la Sociedad de
Naciones.
- Son creadas por tratado;
Ya vimos que las tentativas de gobierno de las Potencias, que se con-
A veces pueden serlo por resolución de una organización internacional cretaron en las alianzas posteriores al Congreso de Viena (Cuádruple
ya existente, como sucedió con UNCTAD, sigla inglesa de la Conferen- Y Quíntuple Alianza, Santa Alianza), tuvieron forma en el Concierto
cia de las Naciones Unidas para el comercio y el desarrollo, originada europeo y éste significó en los hechos una manera precursora de las
en la Resolución 1995 (XIX) de la AGNU. Otras veces un entendi- OI de nuestro tiempo. Recordemos que el Concierto celebraba congre-
miento político da lugar al nacimiento de entidades con características sos periódicos hasta la década de los años veinte y luego los limitó a
de OI, como la Carta de París para la nueva Europa, del 21/Xl/1990, las ocasiones en que se hacían necesarios por las circunstancias políti-
entendimiento político que creo la CSCE (Conferencia para la seguri- cas del momento. El Concierto carecía de una Carta fundamental de
dad y cooperación europeos). Por virtud del Documento de Budapest sede y órganos permanentes. En la segunda mitad del siglo XIX int:rvi-
(6/XII/94), aquélla se transformó en OSCE, o sea, Organización en no, entre otros, en los problemas de expansión colonial (Berlín, 1885),
lugar de Conferencia. De todos modos, ni la Carta de París es un trata- en China y bajo su existencia se celebraron las conferencias de La
do ni, en rigor, tampoco la OSCE es una organización internacional Haya de 1899 y 1907.
con personalidad jurídica internacional.
Se desarrolla principalmente en lo relativo a la cooperación técnica,
- Poseen una estructura orgánica permanente, y como ocurrió en el campo de las comunicaciones telegráficas y postales.
- una personalidad jurídica propia. La creación de la Unión Telegráfica Internacional en 1865 y de la
Carecen, en cambio, de soberanía, sus competencias les son asigna- Unión Postal General en 1875 fue un hito en este itinerario.
das por los Estados en los tratados constitutivos y están al servicio de • El segundo se extiende entre las dos Guerras Mundiales. La paz de
ciertos intereses comunes de sus miembros, que tienden a satisfacer. Versalles del 28 de junio de 1919, contenía los instrumentos constitutivos·
de la Sociedad de Naciones y de la Organización Internacional del Traba-
jo, primeras instituciones internacionales permanentes de carácter políti·-
2. Origen y evolución co y universal.
• El tercero, que va desde la segunda posguerra hasta nuestros días,
El fenómeno de las OI es comparativamente nuevo, se remonta a acentúa la marcada tendencia hacia el universalismo reflejado en el
principios del siglo XIX. Hasta entonces, el derecho internacional públi- nacimiento de la Organización de las Naciones Unidas en el año 1945.
co sólo regulaba las relaciones entre los Estados, que actuaban en for- Compuesta hoy por la gran mayoría de los países del mundo, la ONU
ma individual y separada; no existían otras categorías de entes dotados responde a la necesidad de una organización general de Estados, cuyo
de personalidad propia. Apareció entonces la necesidad de cooperación principal propósito sigue siendo, al igual que el de su antecesora, el
para resolver problemas de carácter internacional y surgieron los pri- mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales.
meros ejemplos de 01. En nuestros días, las organizaciones internacionales forman una
El nacimiento y desarrollo de las organizaciones internacionales compleja red dentro de la estructura de la comunidad internaciona 1
reconoce tres períodos bastante bien definidos: organizada. Según ciertas estadísticas, existían en el año 2000 unas 992
LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONAi.ES.
614 Juuo BARBOZA

organizaciones internacionales y 9.998 organizaciones no gubernamen-


mente analizado por la doctrina. Existe hoy unanimidad en r1con
personalidad jurídica, que puede estar proyectada en varias dlrl'OO
tales (ONG). Si a eso se le suman entidades asociadas a acuerdos multi-
En primer lugar es corriente que la personalidad internacional
laterales, o bigubernamentales y otras orientadas internacionalmente, el
01 sea reconocida no sólo por los miembros, sino también p'O .
número de estas entidades de creciente actuación en el plano internacio- Estados: así, pueden concluir acuerdos internacionales, y manten · · rela•
nal se elevaría a 30.000 para aquel año. Sin duda que a la fecha (2007)
ciones diplomáticas o cuasi diplomáticas con los Estados mient~ros y
ese número se ha elevado considerablemente. 2 ·~
con terceros Estados. ·
Hoy es unánime la aceptación de la personalidad jurídica internacio·
na! de las 01, pero diferenciada de la que tienen los Estados, ya que
3. Clasificación
está limitada por sus fines y por los medios que para su obtención esta•
blecen sus estatutos fundacionales. Esta postura encuentra apoyo en el
Existen diversas formas, según la doctrina, de clasificar a las 01; una
análisis de los tratádos constitutivos de las organizaciones, en la prácti·
es hacerlo, como Diez de Velazco, por sus fines, por su composición y
ca internacional y en la jurisprudencia de los tribunales. ""
por sus competencias.
Decisiva en sentido de la aceptación general de la personalidad inter.:
• Por sus fines: la creación de una organización internacional puede nacional de las 01 fue la opinión consultiva de la CIJ, de fecha 11 de
responder a fines generales o específicos. En el primer caso, las organi- abril de 1949, expedida por el alto tribunal en relación con la reparación
zaciones actúan sin limitación expresa y en el segundo, que es el más
de daños sufridos al servicio de las Naciones Unidas. El Conde Folke Ber·
común, actúan en ámbitos bien definidos, como las organizaciones de
nadotte, mediador de la ONU en Palestina, fue asesinado en Jerusalén
cooperación militar, económica, social, etc. por terroristas judíos. La ONU, que debió pagar indemnizaciones e incu·
• Por su composición: las hay de vocación universal, abiertas a la rrir en otros gastos con ese motivo, planteó la cuestión de si tenía capaci•
participación potencial de todos los Estados (como la Sociedad de las
dad para reclamar reparación, en su nombre y en el de los causa-habientes,
Naciones o la ONU), y regionales como la OEA, o aquellas que simple- del Estado que hubiera sido responsable si el daño hubiera sido causado
mente restringen su participación a un número limitado de Estados que a otro Estado, y no a una 01. La Corte se expidió en general sobre la
reúnen ciertas condiciones, como la OTAN.
capacidad de obrar de las organizaciones internacionales. ·
• Por sus competencias: se dividen en dos grandes grupos: las de coope-
ración o coordinación, como la mayor parte de las organizaciones interna- En opinión de la CIJ, para cumplir con los objetivos que motivaron su
cionales clásicas y las de integración, surgidas recientemente, que registran fundación, la ONU debía tener una amplia medida de personalidad inter•
una mayor cesión de competencias por parte de los Estados miembros. nacional y la correspondiente capacidad de obrar. "Se debe admitir que
sus miembros, al asignarle ciertas funciones, con los deberes y responsabi,;
lidades que les acompañan, la han revestido de la competencia necesari,,
4. Personalidad para cumplir efectivamente esas funciones". En consecuencia, la Cor~t
llega a la conclusión de que la Organización es una persona internaci~~
La capacidad de las 01 para adquirir derechos y contraer obligacio- na!. "Esto no equivale a decir que la Organización sea un Estado,·!~
nes en el plano internacional, así como la capacidad para hacer valer los que ciertamente no es, o que su personalidad jurídica, sus derechos d
deberes sean los mismos que los de un Estado, cualquiera que seS: 1 íL:¡<
primeros y responder por la violación de las segundas, ha sido intensa-
sentido de esta expresión. Ni siquiera implica ello que todos los dere~ ;f
chos y deberes de la Organización deban encontrarse en el terre ·
2 Yearbook of Internacional Organizations, UIA, 2000.
e''<';.> 'fl'J'.JJ'M".t.t,a;;;;

¡,¡¡, Juuo BARBOZA


LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES lil I
internacional, de la misma manera que no todos los derechos y deberes
de los Estados deben encontrarse en él. Esto significa que la Organiza- 5. Toma de decisiones
ción es un sujeto de derecho internacional, que tiene capacidad para ser
titular de derechos y deberes internacionales y que tiene capacidad para Teniendo personalidad jurídica propia y autonomía con respecto a
prevalerse de estos derechos por vía de reclamación internacional". 3 las voluntades de los Estados que son sus miembros, las 01 deben
adoptar decisiones independientes a través de sus propios órganos. Para
Tocante la responsabilidad de las 01, esto es, el aspecto pasivo de la diferenciar, entonces, su voluntad de la de sus miembros, hay diversos
personalidad, la Comisión de derecho internacional se ha abocado a su modos de adoptar decisiones.
codificación y desarrollo progresivo desde el año 2002 (55 período de • El método diplomático clásico, derivado de la igualdad soberana de
sesiones) en que consideró el primer informe de su Relator Especial, el los Estados, era el de la unanimidad. Hasta la Sociedad de Naciones,
profesor Gaja. La Comisión emprendió el estudio de la responsabilidad inclusive, fue aplicado prácticamente sin variantes en los foros internacio-
internacional de las organizaciones internacionales no bien terminó con nales y consagrado en el artículo 5 de aquella Sociedad. Aunque adapta-
el largo proceso de la codificación de la responsabilidad de los Estados, do a los modos de actuar entre Estados, la unanimidad tuvo por
y lo está haciendo en forma similar a la que había adoptado en relación resultado una cierta parálisis de las organizaciones internacionales y fue
con el derecho de los tratados, esto es, siguiendo mutatis mutandi para abandonada ya en la Carta de las Naciones Unidas debido a las exigen-
las organizaciones internacionales lo hecho para los Estados. cias actuales de la vida internacional.

Así lo decidió la CDI tentativamente al iniciar el examen del tema; Una forma de suavizar la rigidez de la unanimidad es la llamada en
expresó a este respecto su opinión de que, si el examen de la responsabi·- inglés contracting out, que consiste en que una resolución pueda
lidad de las organizaciones arrojaba resultados que no diferían mucho adoptarse por mayoría (absoluta o calificada) pero los Estados que no
de aquellos a que llegó la Comisión en su análisis de la responsabilidad quieran que se aplique a ellos puedan evitarlo por una manifestación
de los Estados, debía ser éste el modelo a seguirse tanto en sus líneas posterior. Eso los pone en situación de tener que ir contra una deci-
generales como en sus matices particulares. Pero en este proceso debían sión ya adoptada y hace algo menos fácil destruirla, amén de que no
tenerse en cuenta, no sólo las diferencias entre organizaciones y Estados, altera la validez de la decisión. Tiene un efecto parecido al de las
sino también las muy importantes existentes entre las propias organiza- reservas a los tratados multilaterales.
ciones, debido a su limitada capacidad en el derecho internacional, sus
diferentes objetivos y la gran variedad de sus reglas de organización. • La votación es el modo adoptado modernamente, desde la Carta
de la ONU. Un Estado, un voto, es la fórmula del artículo 18.l de
Se admite, entonces, que las OI tienen responsabilidad internacional, dicha Carta y luego se establecen diversas formas de mayorías exigidas
como lo aceptó en su momento la ONU cuando acordó las indemniza- según la importancia de las cuestiones sometidas a votación. Menester
ciones a Bélgica y otros Estados cuyos nacionales sufrieron daños con es apuntar que el carácter no obligatorio de las resoluciones de la Orga-
motivo de las operaciones de las Naciones Unidas en el Congo. En nización facilita la toma de decisiones por votación y que en aquéllas
aquella ocasión, la ONU reconoció su responsabilidad internacional y del Consejo de Seguridad que no sean de procedimiento el veto garan-
concluyó acuerdos con los Estados en cuestión para indemnizarlos con tiza la protección de intereses fundamentales de los cinco miembros
sumas globales. permanentes.

3 CIJ, Recueil, 1959, p. 178. Una forma que coexiste con las votaciones es el llamado consenso. El
consenso se impuso en las Naciones Unidas desde que los occidentales
,pqrg ,,,Q!aj

LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES 61 ')


618 JULIO BARBOZA

El artículo 100 de la Carta de la ONU es expresivo de la anterior


perdieron las mayorías automáticas en la AG y ofrece ciertas ventajas. característica general. Dice que "l. En el cumplimiento de sus deberes,
Consiste en la propuesta presidencial -que hoy se da por supuesta, a
el Secretario General y el personal de la Secretaría no solicitarán ni
menos de decisión contraria- de aprobación por consenso, en vista de recibirán instrucciones de ningún gobierno ni de ninguna autoridad
que las consultas y negociaciones realizadas entre las diversas tendencias ajena a la Organización, y se abstendrán de actuar en forma alguna
de la Sala llevaron al acuerdo sobre un texto de. compromiso. Tales con- que sea incompatible con su condición de funcionarios internacionales
sultas previas tuvieron por propósito, justamente, allanar las dificulta-
responsables únicamente ante la Organización. 2. Cada uno de los
des opuestas por algunos miembros y llegar a textos que pudieran Miembros de las Naciones Unidas se compromete a respetar el carác-
satisfacer las posiciones en disidencia. El consenso no es la unanimidad: ter exclusivamente internacional de las funciones del Secretario Gene-
cuando ésta se requiere, un Estado cualquiera puede frustrar cualquier ral y del personal de la Secretaría, y a no tratar de influir sobre ellos
decisión. En el consenso existe siempre la posibilidad de finalmente en el desempeño de sus funciones".
abandonarlo, votar la resolución y sancionarla por mayoría, de forma
que la presión sobre los opositores está siempre presente. A su vez, una
b) La justicia administrativa _
variante del consenso es la adopción sin voto de una decisión. Si el Pre-
Existe un corpus normativo, basado en regulaciones de la Asamblea
sidente, por iniciativa propia o a propuesta de alguna delegación, decla-
General y en reglas que en su consecuencia emite el Secretario General,
ra que el texto fue adoptado sin voto, quiere ello decir que no fue el
resultado de un compromiso, sino que su adopción se realizó práctica- que rige las relaciones entre la ONU y las organizaciones de su familia
mente por unanimidad, lo que refuerza políticamente la resolución por un lado y los funcionarios internacionales que trabajan en ellas por el
tomada. otro. Al principio, la ONU instituyó una junta tripartita (Comisión pari-
taria de apelaciones, o joint Appeals Board) compuesta de un miembro
La fórmula de "un Estado, un voto" no es universal. En ciertos orga- elegido por el personal, otro por la administración y un tercero de una
nismos, como los financieros (FMI, BIRF) el voto es calificado y está en lista elaborada por acuerdo entre el personal y la administración. En
proporción con los aportes de los miembros. casos de aplicación de sanciones disciplinarias, este cuerpo no era compe-
tente, ya que intervenía con el mismo carácter el Comité disciplinario. En
ambos casos, se trataba de cuerpos meramente asesores del Secretario
General, que podía seguir o no sus recomendaciones. El mecanismo era el
6. El funcionariado internacional siguiente: las decisiones administrativas del Secretario General o del
Director general de organizaciones de la familia de la ONU que afectaran
a) Lealtad a la Organización
individualmente a funcionarios de la respectiva Organización y respecto a
Las OI actúan a través de personas individuales, los funcionarios
las cuales éstos no estuvieran de acuerdo podían ser objeto de un recurso
internacionales que, en virtud del derecho interno de la Organización
por ante el mismo Secretario o Director general que la había emitido. Si
forman parte de su personal. Es difícil dar una definición amplia que
la autoridad no revisaba su decisión, el funcionario tenía la oportunidad
abarque todos los tipos de funcionarios internacionales existentes; un
de acudir a un procedimiento cuasi-judicial ante la Comisión paritaria (o
mínimo común denominador es que tanto su nombramiento como el
el Comité disciplinario, si se trataba de una sanción) quien establecía los
control sobre sus funciones estén a cargo de la Organización de que
hechos y emitía una recomendación dirigida a la autoridad y relativa a la
dependen y que el carácter e interés de su prestación sean internaciona-
revisión o no de la resolución administrativa en cuestión.
les. Por consiguiente, en el desempeño de sus funciones sólo deberán
Ese mecanismo continúa aún vigente, pero como no existía forma de
lealtad a la Organización y obedecerán a sus instrucciones, con inde-
apelación ni posibilidad de acudir a los tribunales locales en vista de la
pendencia del interés o la voluntad de sus propios Estados nacionales.
LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES 621
620 Juuo BARBOZA

De conformidad con aquellas ideas, el Tratado de paz de Versalles


inmunidad de jurisdicción de que gozan las organizaciones internacio-
de 1919 incorporó a su articulado el pacto de la Sociedad de las Nacio-
nales, los empleados quedaban sin una garantía judicial en sus agra-
nes (SN). Paradójicamente, Estados Unidos no participó finalmente de
vios. Por tal razón, la Asamblea General promulgó en 1949 un Estatuto
dicha Organización.
del Tribunal administrativo de las Naciones Unidas (TANU), en el cual
se retiene dentro del procedimiento a la anterior Comisión paritaria con
idéntico carácter consultivo. El Tribunal sirve de órgano de apelación El 10 de enero de 1920, entró en vigor el Tratado de Versalles, y ese
mismo año inició sus actividades la Sociedad de las Naciones, con
contra las decisiones del Secretario General, ya se basen o no en el dic-
sede permanente en la ciudad de Ginebra. Nacía así la primera OI de
tamen de la Comisión paritaria.
carácter Universal.
La Organización Internacional del Trabajo tiene su propio tribunal
administrativo (el Tribunal de la OIT) que atiende además las cuestio-
nes que se susciten entre ciertas organizaciones de la familia de la ONU
que se han afiliado a su competencia en forma voluntaria y sus respecti- 2. Fines
vos funcionarios.
En la actualidad, todo el sistema de justicia administrativa de las Según el preámbulo del Pacto, la Sociedad buscaba desarrollar la
Naciones Unidas está siendo objeto de un examen que eventualmente cooperación internacional y garantizar la paz y la seguridad, objetivos
puede conducir a la reforma sustancial de sus instituciones. ambiciosos que circunstancias políticas diversas impidieron finalmente
lograr.
R. La Sociedad de Naciones

3. Estructura
l. Orígenes
Tres eran sus órganos principales: la Asamblea, el Consejo y la
La Primera Guerra Mundial puso en evidencia que el sistema de
Secretaría Permanente. También había dos órganos autónomos: la Cor-
diplomacia de conferencias (vigente hasta principios del siglo xx), no
te Permanente de Justicia Internacional (CPJI), y la Organización Inter-
bastaba para garantizar la seguridad de un mundo dividido en Estados
nacional del Trabajo (OIT). Los órganos principales eran secundados
territoriales, celosos de su soberanía, algunos de ellos con pretensiones
por otros especiales, comisiones e instituciones, creados por la Asam-
hegemónicas de alcance mundial.
blea o el Consejo, para colaborar en el estudio técnico de algunas cues-
La idea fue lanzada por Woodrow Wilson; "era necesario crear una tiones o ejercer tareas administrativas o ejecutivas.
organización internacional que garantizara la paz en el mundo", decía
y en 1917, ante el Senado, habló de la necesidad de una "liga para la a) La Asamblea
paz", con la fuerza suficiente para impedir que las naciones recurrie- La Asamblea estaba integrada por representantes de todos los Esta-
ran a la guerra. Más adelante previó la formación de una "asociación dos miembros, cada Estado tenía un voto. Se reunía una vez por año en
general de naciones, establecida en virtud de pactos detallados, con el forma ordinaria, y podía realizar sesiones extraordinarias. Estaba divi-
fin de proporcionar garantías recíprocas de independencia política e
dida en seis comisiones de trabajo, donde se analizaban los temas que
integridad territorial, tanto a los Estados grandes, como pequeños"
luego se someterían a la Asamblea en pleno.
(discurso ante el Congreso el 8 de enero de 1918).
622 JULIO BARBOZA
LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

b) El Consejo
Las resoluciones adoptadas por estos órganos tendían principalmen•',,
El Consejo tenía miembros permanentes y no permanentes. En un
te a asegurar la paz y consistían en llamamientos dirigidos a los Estado1 ·
principio, los primeros fueron las principales potencias aliadas en la
miembros a resolver sus conflictos por alguno de los medios padfiCOI, .
guerra (Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón; Estados Unidos, como se
conocidos. Los Estados, a pesar de que conservaban su soberanía, que/~'
sabe, no formó parte de la SN); los no permanentes se elegían entre los
daban obligados moralmente -ya que no jurídicamente- a actuar el\'.¡,·
miembros de la Sociedad por la Asamblea. Cuando el Consejo trataba
consecuencia.
temas que interesaran particularmente a Estados no miembros, se les
permitía su participación mediante un representante ad-hoc con voz
pero sin voto. El Consejo poseía facultades políticas de mucha impor- 4. Significación y realizaciones
tancia. Compartía con la Asamble.a algunas funciones, como la de ·r
aprobar enmiendas al pacto, designar nuevos miembros permanentes A diferencia de la ONU, la Sociedad de las Naciones nunca alcanzó·,
del Consejo, nombrar al Secretario General y elegir los jueces en la Cor- un alto grado de universalidad.
te Permanente de Justicia Internacional. .
Los aliados se opusieron al ingreso de Alemania hasta 1926, y 11.,.
La composición inicial fue variando con el tiempo, consecuencia de URSS no fue admitida hasta 1934, cuando ya Alemania se había retl,
circunstancias políticas diversas. El número de miembros permanentes rado de la Organización (1933). Japón se retiró en el mismo año ql,Jf
se vio reducido desde el comienzo a cuatro, cuando Estados Unidos Alemania, cuando la Asamblea censuró su ataque a China, e Italia lo'
1
decidió no participar de la Sociedad de las Naciones. En 1936 el hizo en 1937, tras la adopción de sanciones por su invasión a Abisl•
número de miembros no permanentes era de once, mientras que el de nia. Varios países sudamericanos se retiraron de la Sociedad (Costa ·
miembros permanentes quedó reducido a tres (Francia, Gran Bretaña Rica en 1924, Brasil en 1926, Guatemala, Honduras y Nicaragua en
y Unión Soviética). El Consejo se debía reunir periódicamente, cuando 1936, Paraguay y El Salvador en 1937; Venezuela en 1938, y Perú en
'11 las circunstancias así lo reclamaran, y como mínimo _una vez al año. 1939), mientras que otros se ausentaron temporalmente de la misma ;,
Necesitaba la mayoría de sus miembros como quorum para sesionar. (Bolivia entre 1923 y 1929, Perú y Honduras entre 1924 y 1929; la
Argentina entre 1920 y 1933). México sólo ingresó en 1931 y Ecua•
Las resoluciones se adoptaban por unanimidad, tanto en la Asamblea dor, que había firmado el Pacto en 1919, sólo lo ratificó en 1934.
como en el Consejo, aunque no fuera ésta una regla absoluta, ya que las España llegó a anunciar su retirada en 1926, pero se reintegró a la
cuestiones llamadas "de procedimiento" requerían para su aprobación misma en 1928, sin prácticamente solucipn de continuidad. La UR.SS
fue expulsada de la Sociedad en 1939 por su ataque a Finlandia.
una mayoría de dos tercios. Esta rigidez limitó sustancialmente el accio-
nar de la Organización y fue una de las causas de su final fracaso. Además de todas estas retiradas, suspensiones y expulsiones, la con·
tinuada ausencia de los Estados Unidos constituyó un factor de debili· '
c) La Secretaría
dad de la SN y una de las causas más destacadas de su disolución al ·
El tercer órgano principal era la Secretaría Permanente, que tenía la
término de la Segunda Guerra Mundial.
administración de la Sociedad, preparaba los temas a tratar por la Asam-
Cabe señalar tres períodos en la evolución de la Sociedad. '··
blea y el Consejo y actuaba como ejecutora de las resoluciones tomadas 1 ~'f

• El primero, entre 1920 y 1923, corresponde a sus años de forma~ ¡i·


por aquellos. Su jefe era el Secretario General, designado por el Consejo
ción, cuando se crean y estructuran sus instituciones. El saldo de la pri~ ;;¡'
con la aprobación de la mayoría de la Asamblea. Existían dos secretarías
mera etapa de la Sociedad fue positivo, y preparó el terreno a una etapa;{
adjuntas y tres subsecretarías generales.
de expansión, que se extiende de 1924 a 1930. !.:.
1
11

,, 11,
¡,_>.¡ Juuo BARROZA LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

En este primer período la SN resolvió litigios importantes, como la de 1932-1933 no llegaron a resultados prácticos, y la gucrr;1 dr J··"I'"
disputa de Vilna, entre Polonia y Lituania, la división de la Alta Silesia ña de 19 36 a 19 3 9 agudizó las tensiones internacionales.
entre Alemania y Polonia, y el conflicto entre Grecia e Italia en oca-
sión del incidente de Corfú. La Sociedad también contribuyó a la recu- El 14 de diciembre de 1939, la SN adopta la decisión simbúlic:1 d1·
peración económica de Austria al proporcionar un marco para la expulsar a la URSS de su seno a consecuencia de la invasión a Fi11Li11d1.1
ayuda internacional a ese país y varias conferencias internacionales pero ya entonces nada podía hacer para detener la Segunda ( ;11rn.1
contribuyeron a crear un clima de paz y buenas relaciones entre las Mundial.
potencias: Conferencia de Barcelona sobre comunicaciones y tránsito Aunque la Sociedad de las Naciones no fue capaz de enfrentarse co11
de 1921, Conferencia de Washington de 1921-1922 sobre desarme, y los graves problemas internacionales de su tiempo, la experiencia 1111
Conferencia económica de Génova de 1922.
resultó infructuosa. Por un lado, algunos de aquellos problemas fucrn11
resueltos utilizando los mecanismos previstos en el Pacto. Luego,
"Entre 1924 y 1930, la Sociedad consigue sus principales realizacio-- muchas de sus instituciones subsistieron en alguna u otra forma y '1:111
nes. Con el ingreso de Alemania en 1926 parece que aquélla se va a sido heredadas por el sistema de las Naciones Unidas. Pero, sobre todo,
transformar, de una organización de potencias vencedoras, en una su experiencia ha servido de base para el establecimiento de una nueva
auténtica organización mundial. En 1928 se firmó el Pacto Briand- organización mundial, más permanente y eficaz que la anterior, y al re
Kellogg, de renuncia a la guerra como instrumento de política nacional, dedor de la cual giran un g,ran número de instituciones internacionales
primera vez en que la guerra es formalmente prohibida. de cooperación.

El período se inicia con el Protocolo de Ginebra de 1924, y los Trata-


dos de Locarno de 1925, que parecen prometer un largo periodo de C. La Organización de las N acioncs Unidas
estabilidad entre Alemania y sus vecinos occidentales. Algunas dispu-
tas importantes, como la crisis greco-·búlgara de 1925 y las disputas de
Memel y Mosul, fueron resueltas sin consecuencias graves.
l. lntroducción

" La tercera etapa registra los fracasos y virtual desaparición de la La ONU constituye el logro históricamente más importante y univer-
SN. Las esperanzas que se podían albergar en el terreno político a fines sal -no obstante sus numerosas falencias- en la seguridad colectiva y,
de los años veinte se frustraron por la crisis económica mundial y la acaso más aún, en la cooperación internacional. Creada en 1945, cuen-
expansión del fascismo en Europa y Japón. La década de los treinta, ta al momento de escribirse estas líneas con la participación de 19 1
que marca el tercero y último período de la SN se caracteriza por una miembros, lo que constituye la casi totalidad de los Estados que com-
marcada agudización de los conflictos internacionales, y culmina con el ponen la comunidad internacional.
estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939.
La guerra hizo p<1tente la nece'.>idad de un;i nueva organización mu11·
En 1931, _Japón se lanzó a la conquista de Manchuria. En 1935, Italia dial con cimientos más firmes que la anterior. En la Carta del Atlfot i
conquista por la fuerza el Imperio etíope. En 19 36 la Alemania de co (declaración conjunta anglo-norteamericana del 14/8/41 Roosl'vl'lt
Hitler remilitarizó unilateralmente la Renania, y firmó acuerdos con y Churchill previeron "el establel:imiento de un sistema más amplio y
Italia que prepararon la alianza fascista de la Segunda Guerra Mundial permanente de seguridad general". La expresión "Naciones Unida:-."
(Eje). La Conferencia económica mundial y la Conferencia dr desarmr se usó en una declaración común de las potencias aliadas (9/1/42.). F11
1
,.au, u4;;¡¡

(,}.'/
LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES
Juuo BARBOZA

a) Propósitos
la de Moscú sobre seguridad gerieral (30/10143 ), los Estados Unidos En su artículo 1, la Carta establece los Propósitos, esto es, los fines
el Reino Unido, la Unión Soviética y China se comprometieron a esta: comunes u objetivos que constituyen la razón de ser de la Organización.
blecer "una organización internacional general basada en el principio
• El mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales es la
de igualdad soberana de todos los Estados amantes de la paz y abier-
ta a I~ admisión de todos los Estados amantes de la paz, ;randes 0 tarea principal.
pequenos, para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacio-
Subrayamos "internacionales" ya que no compete a la ONU inmis-
nales". Los planes para la nueva organización se establecieron en la
cuirse en los asuntos internos de los Estados (artículo 2. 7).
confer~ncia de _Du_mbarton Oaks donde participaron las cuatro poten-
oas aliadas prmc1pales (Estados Unidos, Reino Unido, URSS y Chi-
na), entre el 21 de agosto hasta el 7 de octubre de 1944, y tras unos • El segundo Propósito alude al fortalecimiento de las relaciones de
retoques en la Conferencia de Yalta en febrero de 1945 finalmente la amistad entre las naciones, base de la paz universal.
Conferencia de San Francisco, celebrada entre abril y junio de 1945
adoptó la Carta de las Naciones Unidas y el estatuto de la Corte Inter: Este fortalecimiento debe fundarse ineludiblemente en la igualdad
nacional de Justicia. soberana de los Estados y en el respeto a la libre determinación de los
pueblos.
Las Naciones Unidas son algo más que un sistema de mantenimiento
d~ la paz; a tra:és de sus diferentes órganos subsidiarios y de los orga- • El tercer Propósito consiste en realizar la cooperación internacional.
msmos es~ec1alizados que le están asociados, abarca un amplio espec-
Este objetivo se persigue en el vasto terreno de las cuestiones económi-
tro ~e act1v1d~des de cooperación entre los Estados, como el comercio,
cas, sociales, culturales o humanitarias y del respeto por los derechos
los_ mtercamb10s monetarios, la salud, el clima, la aviación civil el tra-
humanos y libertades fundamentales de todos, sin discriminación.
ba¡o,_ la navegación marítima o las comunicaciones, la protecci¿n de la
propiedad mtelectual, el medio ambiente, etc. • El cuarto persigue la finalidad de convertir a las Naciones Unidas
en un foro o centro armonizador de los esfuerzos desplegados por los
Estados para el logro de los anteriores Propósitos.
2. Generalidades de la Carta
b) Principios
En la Conferencia de San Francisco, que da nacimiento formal a la Para la consecución de los anteriores objetivos, el artículo 2 enumera
ONU, participaron cincuenta países. La Carta de la ONU estableció los Principios dentro de los cuales ha de desenvolverse la Organización,
una distinción entre las "Naciones Unidas" (Estados aliados) y "Esta- que son el marco general de la actuación de sus órganos. Los Principios
dos enemigos" (potencias del Eje). A estos últimos no se les permitió enumerados en la Carta pueden ser resumidos en los siguientes términos:
entrar en !ª Organización como Estados fundadores y sólo pudieron • La igualdad Soberana de todos los Estados miembros .
hacer!~ mas adelante, cuando cambiaron las circunstancias políticas. • El cumplimiento de buena fe por ellos de las obligaciones interna-
. _A diferencia de la Sociedad de las Naciones, en la ONU esta distin- cionales contraídas de conformidad con la Carta.
c1on entre vencedo,res y vencidos desapareció de hecho en corto plazo. • El arreglo de las controversias internacionales por medios pacífi-
Su Carta establec10 una estructura más compleja que la de su predece- cos, de tal manera que no se pongan en peligro la paz y la seguridad
s~ra Y entre otras cosas eliminó la unanimidad de los votos como requi-
internacionales ni la justicia.
sito para aprobar las resoluciones.
fo) 11
628 Juuo BARBOZA LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

• La abstención de recurrir a la amenaza, o al uso de la fuerza contra d) Miembros


la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, La Carta distingue entre los miembros originarios, que suscribieron 111
o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Carta de San Francisco (artículo 3) (en total sumaban 51 miembros), Y
1
Naciones Unidas, que no admite otra excepción sino la legítima defensa los admitidos, que ingresaron de acuerdo al procedimiento del artículo 1.
(artículo 51 de la Carta), y la adopción de medidas colectivas por la
Organización (Cap. VIII de la Carta). Polonia es considerado miembro originario a pesar de no haber parl i
cipado de dicha conferencia, por las particulares circunstancias políti-·
• La asistencia a las Naciones Unidas en cualquier acción que ésta
cas que eran suyas en aquel entonces. En la práctica la distinciún
cumpla en conformidad con la Carta y la abstención de ayudar a cual-
carece de importancia, ya que todos, con la salvedad de los miembros
quier Estado contra el cual la Organización estuviere ejerciendo acción permanentes del Consejo de Seguridad, gozan de los mismos derechos
preventiva o coercitiva. y están sometidos a las mismas obligaciones.
• La obligación de la ONU de hacer comportarse a los Estados no
miembros de acuerdo con los anteriores Principios, en cuanto ello sea Para ser miembros "deben ser Estados amantes de la paz, que acep-
necesario para el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales. ten las obligaciones establecidas en la Carta, y que, a juicio de la Orga-
• La no intervención en los asuntos que sean esencialmente de la nización, estén capacitados para cumplir dichas obligaciones y que se
jurisdicción doméstica de los Estados.
hallen dispuestos a hacerlo".
A éstos pueden agregarse dos Principios más que rigen la conducta Cinco requisitos deben cumplirse, uno objetivo y cuatro de carácter
de los Estados miembros de la ONU, y que surgen de la Resolución subjetivo. El objetivo es la calidad de Estado, que puede sin embargo
2625, del año 1970, y que son: presentar algunas dificultades tocantes a su condición de independiente.
• El Principio de la no intervención de un Estado o grupo de Estados
en los asuntos de jurisdicción interna de otros Estados. Dos de sus miembros originarios, Ucrania y Bielorrusia, formaban
• El Principio de la cooperación pacífica entre los Estados, de con- parte de la Unión Soviética al momento de suscribir la Carta de San
formidad con la Carta. Francisco. La India, por su parte, era un dominio británico. Lo que
indica una gran flexibilidad en los criterios de admisión.
c) Modificación de la Carta
La reforma está prevista en el artículo 108, el que exige para ello el Debe ser un Estado amante de la paz, condición cargada de conteni-
voto de las dos terceras partes de los Miembros de la Asamblea Gene- do político y que en la actualidad carece de significación precisa, debe
ral, y la posterior ratificación, de conformidad con sus respectivos pro- aceptar las obligaciones de la Carta -normal para el ingreso de cual-
cedimientos constitucionales, de las dos terceras partes de los Miembros quier Estado que ingrese al sistema de un tratado- y debe estar dispues-
de las Naciones Unidas, incluyendo los cinco permanentes del CS. Así to a cumplirlas.
adoptadas, dichas reformas entrarán en vigor para la totalidad de los La admisión se realiza por decisión de la Asamblea General a reco-
Miembros de la Organización, incluidos los que se hubieran opuesto a mendación del Consejo de Seguridad (artículo 4 ).
ellas. Podrá suspenderse a un miembro cuando haya sido objeto de acción
coercitiva por parte del Consejo de Seguridad, a recomendación del
Por este medio se han efectuado algunas modificaciones a la Carta, mismo Consejo, pero por decisión de la Asamblea General. El Consejo
por ejemplo, la que aumentó el número de miembros no permanentes podrá restituirlo eventualmente a su calidad de miembro. En la práctica
del Consejo de Seguridad. esta sanción no se ha tomado en ninguna oportunidad (artículo 5).
630 JULIO BARBOZA
LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES 1111
. Todo miembro que "haya violado repetidamente los principios conte-
mdos en la Carta" podrá ser expulsado de la Organización por la Asam- ciones a los gobiernos, sólo el Consejo está facultado para adoptar
blea General a recomendación del Consejo de Seguridad (artículo 6). algunas decisiones que, en el campo de la paz y seguridad, son de obli-
Tampoco hay ejemplo de dicha medida en la práctica de la Organización. gatorio cumplimiento para los Estados miembros.
Las funciones y poderes que la Carta le asigna al Consejo son las
siguientes:
3. Órganos • Mantener la paz y la seguridad internacionales de conformidad
con los propósitos y principios de las Naciones Unidas;
a) El Consejo de Seguridad • Investigar toda controversia o situación que pueda crear fricción
i) Responsabilidad primordial internacional; recomendar métodos de ajuste de tales controversias o
De conformidad con la Carta, al Consejo de Seguridad le compete la condiciones de arreglo;
responsabilidad primordial por el mantenimiento de la paz y la seguri- • Formular planes para el establecimiento de un sistema que regla-
dad internacionales. mente los armamentos;
ii) Miembros y votos. El veto • Determinar si existe una amenaza a la paz, un quebrantamiento
. Está compuesto por 15 miembros, cinco permanentes (China, Fran- de la paz o un acto de agresión y recomendar qué medidas se deben
cia, los Estados Unidos de América, el Reino Unido y Rusia, anterior- adoptar;
mente la Umón Soviética) y diez que duran dos años, elegidos por la • Instar a los miembros a que apliquen sanciones económicas y otras
Asamblea General. medidas que no entrañen el uso de la fuerza, con el fin de impedir o
Cada miembro del Consejo tiene un voto. Las decisiones sobre cues- detener la agresión. Si fuera necesario, adoptar una acción militar con-
tiones de procedimiento se adoptan mediante voto afirmativo de, por lo tra el agresor;
menos, nueve de sus quince miembros. Las decisiones sobre cuestiones • Recomendar la admisión de nuevos miembros.
sustantivas requieren también nueve votos, pero incluidos en éstos los • Ejercer las funciones de administración fiduciaria de las Naciones
votos afirmativos de los cinco miembros permanentes. Unidas en zonas estratégicas;
• Recomendar a la Asamblea General la designación del Secretario
Es el de~echo de ueto, con el que las grandes potencias se aseguraron General y, junto con la Asamblea, elegir a los miembros de la Corte
~a pos1b1hdad de bloquear cualquier resolución que no convenga a sus Internacional de Justicia.
I~tereses. ~e ha intentado limitar este privilegio de las grandes poten-
cias, por e¡emplo, cuando se resolvió que la abstención o la ausencia
El Consejo de Seguridad está organizado con el fin de velar constante-
de una de ellas no significaba un voto negativo o cuando la Asamblea
mente por la seguridad colectiva y por ello funciona permanentemen-
decidió considerar como cuestiones de procedimiento ciertos asuntos
te; un representante de cada uno de sus miembros debe estar presente
que consecuentemente no requieren la mayoría especial de las cuestio~
en todo momento en la sede de las Naciones Unidas.
nes sustantivas.

iii) Resoluciones y poderes iv) Procedimiento en casos de controversias (Capítulo VI de la Carta)


De acuerdo a la Carta (artículo 25) todos los miembros de las Los Estados miembros están obligados a resolver, por los medios pací-
Naciones Unidas convienen aceptar y cumplir las decisiones del Conse- ficos establecidos en el artículo 33 de la Carta, todas las controversias
jo. Aunque otros órganos de las Naciones Unidas formulan recomenda- entre ellos cuya prolongación sea susceptible de poner en peligro la paz y
seguridad internacionales. Tales medios son la negociación, la investiga-
632 LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES (,\ \
Juuo BARBOZA

ción, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organis- La Asamblea General, que tiene funciones concurrentes con el Con-
mos o acuerdos regionales o cualquier otro medio que de común acuerdo sejo en materia de paz y seguridad, se abstendrá sin embargo de hacer
elijan . recomendaciones sobre una controversia o situación respecto de la cual
• Quiénes pueden llamar la atención del es hacia una controversia el CS esté desempeñando las funciones que le asigna la Carta, a no ser
La existencia de una controversia, o de una situación que, sin serlo, que el mismo es se lo solicite (artículo 12).
sea susceptible de crear fricción internacional u originar una controver-
Resulta claro que el es no puede imponer a las partes los términos del
sia, podrá ser llevada al CS por cualquier miembro de la Organización
ajuste, sólo recomendarlos, excepto naturalmente que "su poder resi-
(artículo 35 .1 ), o por cualquier Estado no miembro pero que sea parte
dual para tratar casos de amenazas a la paz y actos de agresión perma-
en la controversia, si acepta las obligaciones de arreglo pacífico de la
nece intacto (p. ej. el caso Lockerbie)" .4 O sea, que el Consejo puede
Carta (artículo 35. 2).
eventualmente encontrar que se trata de una situación que equivale a
La Asamblea General (artículo 1 L3) y el Secretario General podrán una violación del artículo 39 (amenaza a la paz, quebrantamiento de la
llamar la atención del es sobre controversias que puedan poner en peli- paz o acto de agresión). Pero debe advertirse que, en realidad, "el es
gro la paz y seguridad internacionales (artículo 99). El CS tiene faculta- está interesado en los aspectos políticos más que en los legales y su tarea
des para investigar toda controversia o situación como las indicadas, es la de mantener la paz más bien que la de juzgar lo que es ajustado a
para determinar si en efecto su continuación hace peligrar la paz y derecho en una disputa". 5
seguridad internacionales (artículo 34 ).
Todo lo anterior tiene que ver con las facultades del CS de acuerdo
En algunos casos, en efecto, el mismo Consejo procede a la investiga- con el Capítulo VI de la Carta. Lo atinente a las decisiones obligatorias
ción, nombrando representantes especiales o pide al Secretario Gene- de aquel cuerpo se relaciona con las amenazas a la paz, quebrantamien-
ral que interponga sus buenos oficios.
to de la paz o actos de agresión y se tratan en el Capítulo VIL
.. Medidas del CS v) Acción en casos de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz
El CS, si lo estima necesario, instará a las partes a que resuelvan su 0 actos de agresión (uso de la fuerza en la seguridad colectiva)

diferencia por los medios pacíficos anteriormente mencionados (artícu- • En el Consejo de Seguridad
lo 33.2). También podrá, en cualquier estado en que se encuentre una La otra forma de utilización legítima de la fuerza es la que utiliza
controversia o situación de índole semejante, recomendar los procedí-· por el organismo mundial, en particular el Consejo de Segu_ridad. Debi-
mientos apropiados (artículo 36.1 ), teniendo en consideración todo do a la ausencia de los acuerdos del artículo 43, que hubieran puesto
procedimiento que las partes hayan adoptado para su arreglo (artículo bajo sus órdenes directas a tropas aportadas por diversos Esta_dos
36.2) y también que las controversias de orden jurídico deben general- miembros, se ha venido aplicando el uso de la fuerza por el Consejo a
mente ser sometidas por las partes a la CIJ, en conformidad con su través de recomendaciones para que fueran los Estados miembros los
Estatuto (artículo 36.3). que conduzcan las operaciones con fuerzas propias. Si bien es cierto
Si las partes en la controversia no logran arreglarla por los anteriores que esta acción colectiva de los Estados podría encuadrarse d~ntro de la
procedimientos, la someterán al es (artículo 3 7.1) y si éste estimare que figura de legítima defensa colectiva, en realidad hay diferencias, ya que
la controversia realmente pone en peligro la paz y seguridad internacio-
nales, decidirá si proceder de acuerdo al artículo 36 -esto es, recomen··
dar un procedimiento o método de ajuste-· o recomendar directamente 4 Ver Martin Dixon, op. cit., p. 2.26.
5 Ibid.
los términos del arreglo que considere apropiados (artículo 37.2).
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LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

ambas instituciones están regidas por normas diferentes y la defensa Situaciones que sólo indirectamente se relacionan con la paz y scguri ·
colectiva puede tener lugar -en los casos que hemos visto- antes de la dad internacionales han sido considerados en diversos casos crn110
autorización de cualquier organismo internacional. amenazándolas, como en los casos de Rhodesia del Sur (Resoluciones
Es menester recordar, por lo demás, que el artículo 51 de la Carta 221, 232 de 1966 y 253 de 1968) y de Sudáfrica (Resolución 418 dr
prevé el carácter provisional de la defensa colectiva "hasta que el Con- 1977), en que se adoptaron diversas sanciones contra dichos países.
sejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para restaurar la Lo mismo sucedió en los casos de Libia, por promover el terrorismo
paz y seguridad internacionales". En otras palabras, es el Consejo el internacional, 1993, Haití (1995) y de Somalia (1994).
órgano encargado primariamente del mantenimiento de la paz y seguri-
dad; el derecho de legítima defensa, tanto individual como colectiva, Las sanciones del artículo 41 no involucran el uso de la fuerza arma-
cede ante su competencia. da; son de tipo político y económico y obligatorias para los Estados
Es el Capítulo VII de la Carta el que se ocupa de este fundamental miembros de la ONU. Van desde la ruptura de las relaciones económi-
poder del Consejo y su artículo 39 el que lo autoriza, en caso de ame- cas o de las comunicaciones hasta la de relaciones diplomáticas.
naza a la paz, ruptura de la paz o actos de agresión por parte de un
Estado o Estados, a tomar las medidas de los artículos 41 y 42, que son Los casos citados de Rhodesia del Sur y el embargo de armas y mate-
sanciones destinadas a impedir o a subsanar aquellos actos contrarios a rial de guerra a Sudáfrica, así como el embargo de vuelos a Libia y las
sanciones a Irak y Serbia son ejemplos de aplicación del artículo 41.
la seguridad colectiva.
Siendo el Consejo de Seguridad un cuerpo eminentemente político,
Si las medidas anteriores no son suficientes para restablecer la paz y
queda a su criterio determinar cuándo una situación de las contempla-
seguridad o disipar la amenaza contra ellas, el artículo 42 autoriza al
das en el artículo 39 se ha producido. Sus acciones no están supedita-
CS a utilizar la fuerza armada. La Carta preveía, en su artículo 43, que
das a revisión judiciaL
aquella fuerza iba a estar compuesta por contingentes de diversos Esta-
dos miembros, puestos a disposición del es por éstos según acuerdos
La Asamblea General adoptó una Resolución, la 3314 (XXIX) de
1974, sobre definición de agresión, destinada a servir de guía al es en celebrados entre éste y aquellos. Pero las disidencias que surgieron,
la identificación de conductas agresoras. La Resolución misma, que sobre todo entre los Estados Unidos y la entonces URSS, respecto de
adopta el sistema de una definición general seguida de ejemplos parti- varios puntos referentes a dichas fuerzas imposibilitaron la concreción
culares, prevé en su artículo 2 que el Consejo puede, en conformidad de los acuerdos para que el CS pudiera tenerlas a su disposición. Nun-
con la Carta, concluir que la determinación de que se ha cometido un ca, entonces, funcionó el sistema como fue concebido originariamente.
acto de agresión no se justifica a la luz de otras condiciones relevantes, En cambio, se acudió a las recomendaciones del CS: éste recomenda-
incluyendo el hecho de que los actos en cuestión o sus consecuencias ba o autorizaba a los Estados miembros a promover acciones militares
carecen de la gravedad suficiente. Por otro iado, su artículo 4 expresa contra los Estados agresores o que amenazaban la paz. Esta práctica se
que los ejemplos dados en la Resolución no son exhaustivos y que el basa en las facultades generales del Consejo, en cumplimiento de su pri-
Consejo puede determinar qué otros actos no contemplados constitu-
mordial y preferente función de mantener la seguridad colectiva y se ha
yen también agresión.
establecido firmemente: el CS no da una orden mandatoria a los Esta-
dos de utilizar la fuerza, simplemente los autoriza a hacerlo.
Las facultades del Consejo de Seguridad no se limitan a situaciones
El primer caso de esta modalidad se tomó en 1950, cuando la ausen·
de tipo militar, ya que el concepto de "amenazas a la paz" ha sido
cia de la URSS permitió que se adoptara una recomendación de asistir a
interpretado en forma amplia, sobre todo en los últimos tiempos.
Corea del Sur bajo comando unificado de la ONU (Resoluciones de 2'7
636 JULIO BARBOZA LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

junio y 7 julio). Esa operación fue dirigida desde el comienzo por los demás, pero no se crean en consecuencia del Capítulo VII de 11 Ó,.~"
Estados Unidos. Otro caso notable fue el de la guerra del Golfo, significan acción coercitiva, según lo reconoció la CIJ en su O .
6
originada en la invasión de Kuwait por Irak. La Resolución 678 autori- consultiva sobre ciertos gastos de la Organización, desde que 10, .'
zó a los Estados miembros a utilizar "todos los medios necesarios" plegadas y operan con el consentimiento del Estado territorial•. T.·;···¡
para restaurar la soberanía de Kuwait, medios entre los que se encon- co requieren por eso la autorización del es, aunque desdc,hl ,,
traba sin duda la fuerza armada. Este es el camino que parece estableci- tiempo es el propio Consejo el que resuelve el envío de ~stas.expe. ,
do en la práctica del es para estas emergencias. nes, como sucedió en el caso de Chipre y en el Medio oriente. CO ,
Lo más interesante en esta expansión de los poderes del CS son las todas maneras implican acciones en el terreno por parte de mili~
medidas complementarias que éste ha adoptado en estos casos recien- bajo la bandera de la ONU, parecen ir más allá del Capítulo VI )' 1 ¡
tes, en virtud de sus poderes implícitos. Así, el CS impuso a Irak la sido coloquialmente consideradas como creadas dentro del Cap(túl~¡
aceptación de un arreglo de paz y le fijó su frontera con Kuwait. Lo y medio.
obligó asimismo a destruir una cantidad de armamentos y le impuso,
sobre su renta petrolera, una serie de descuentos destinados a indemni- b) La Asamblea General
zaciones por los daños que produjo su invasión a Kuwait, incluyendo el Composición y votos .·
daño ambiental y el vaciamiento de recursos naturales y ha sobrepasa- La Asamblea General (AG) es el principal órgano deliberativo di·
do en diversas formas lo que era acostumbrado en épocas anteriores. Naciones Unidas. Está compuesto por representantes de todos 101. ·
• En la Asamblea General dos miembros cada uno de los cuales tiene derecho a un voto. LH. ·
La parálisis que afectó al Consejo de Seguridad como consecuencia siones sobre ~uestiones importantes (paz y seguridad, admls16 _
del abuso del veto por las grandes potencias, motivó que la Asamblea nuevos miembros, cuestiones presupuestarias) requieren una .may
General tratara de suplir su acción a través de la famosa resolución de dos tercios, las de otras cuestiones, simple mayoría.
111 "Unidos para la paz" (Resolución 377 (V) de 1950), que establecía que Funciones y poderes
en caso de que el Consejo de Seguridad no pudiere actuar en materia de Las funciones y poderes de la Asamblea versan sobre: i'i i

seguridad colectiva por el veto de alguno de sus miembros permanentes, • Paz y seguridad internacionales, incluso desarme Y limitac:.,~
la Asamblea General podía abocarse inmediatamente a ese asunto con armamentos;
vistas a emitir recomendaciones a los miembros, incluyendo en el caso de ,,
Puede considerar y hacer recomendaciones sobre tales asuntos¡ '
la ruptura de la paz o de un acto de agresión, el uso de la fuerza armada i .'~'

si fuere necesario para restaurar la paz y seguridad internacionales.


• cualquier cuestión dentro de los límites de la Carta o que •f
Esta resolución se utilizó varias veces; entre otras en Corea en 1950
los poderes o funciones de cualquier órgano de las Naciones Un.¡d
y en Afganistán, en relación con la intervención soviética, en 1980.
• cooperación política internacional, desarrollo del derecho in
• Las fuerzas de paz
cional y su codificación, derechos humanos y libertades fundam .
En 1956, la AG también la utilizó en el caso de la incursión franco-
y colaboración internacional en los campos económico, social,'C
británica en el Canal de Suez y creó por primera vez una de las llama- . . .t
educativo y samtano;
das "fuerzas de paz", conocida por sus iniciales de UNEF (United
Nations Emergency Force), con el consentimiento de Egipto. Estas tro- Puede iniciar estudios y hacer recomendaciones al respecto.·
pas no responden a la aplicación de la fuerza por las Naciones Unidas;
son observadoras de las treguas, separan las facciones en lucha y 6 Certain Expenses Case, 1962 ICJ Reports, 151.
(1\'I
LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

638 Juuo BARBOZA

cional creada por el Tratado de Versalles. Su Estatuto forma parte de la


• recibir y considerar informes del Consejo de Seguridad y otros Carta y está basado en el de la CPJI, como lo reconoce expresam~nte d
órganos de las Naciones Unidas; , '¡ 92 T do miembro de la ONU es ipso facto parte en el btatll-
arttcu o . o d' ·
• presupuesto de las Naciones Unidas y cuotas de los miembros; to y aun los no miembros pueden serlo,7 de acuerdo con las con 1e1<>-
• elección de los miembros no permanentes del CS, los del Consejo nes que en cada caso fije la AG a recomendación del_ CS (artículo 93).°
Económico y Social y los elegibles del Consejo de Administración Fidu- La CIJ está integrada por quince jueces, elegidos con!untamente por b
ciaria; participación con el es en la elección de los magistrados de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad en votac10nes separadas.
Corte Internacional de Justicia y, a recomendación del CS, nombra- El artículo 94 de Ja Carta establece el compromiso de todos ~o.s
miento del Secretario General. miembros de Ja ONU de cumplir las decisiones de la Corte en los liti-
gios de que sean parte, y en caso de que alguna de l~s par~es se negare a
La AG sesiona en forma ordinaria anualmente, desde el tercer martes de cumplirla faculta a la otra para dirigirse al CS. Este,. si lo considera
setiembre hasta mediados de diciembre. Tiene seis comisiones principa- necesario, podrá hacer recomendaciones o tomar medidas para que el
les: la primera, tráta asuntos de desarme y de seguridad internacional, la
fallo incumplido se ejecute. . .,
segunda cuestiones económicas y financieras, la tercera cuestiones socia- Aunque la Corte sea el órgano judicial principal _d_e la Orgamz_ac10n,
les, humanitarias y culturales, la cuarta asuntos relativos a la descoloni- los Estados miembros tienen total libertad para utthzar ~tras tribuna-
zación, la quinta cuestiones administrativas y de presupuesto y la sexta
les ya sea aquellos a cuya jurisdicción se hubieren sometido por acuer-
cuestiones jurídicas. Durante un tiempo funcionó también una Comisión
llamada "Política Especial". Además de los ordinarios, la Asamblea pue-
do~ existentes, 0 que puedan concertarse en el futuro (a~tículo 95).
La Corte ejerce dos tipos de funciones, una contenciosa,-~ otra con-
de reunirse en períodos extraordinarios de sesiones, a solicitud del Con-
sejo de Seguridad, de una mayoría de los miembros de las Naciones sultiva, como ya lo vimos en el capítulo relativo a la soluc10n de con-
Unidas, o de un miembro si la mayoría de los miembros está de acuerdo. troversias internacionales.

Las decisiones de la AG carecen de obligatoriedad jurídica para los d) El Consejo Económico y Social
gobiernos, pero generan una obligación moral y tienen peso en la opi- Composición, votos y funciones . . , .
nión pública mundial. Además, como vimos en el capítulo correspon- El Consejo Económico y Social es el principal orga~o coordma~or _de
diente, pueden servir de base para la transformación de algunas de sus la labor económica y social de la ONU y de los orgamsm~s e msti~uci~­
normas, o de todas, como reglas consuetudinarias y en algunos casos nes especializados que conforman "el sistema de _las Naoones Umdas ·
expresar el derecho. La Asamblea General es el órgano más democráti- Actualmente está integrado por 54 miembros elegidos por la Asamblea.
co de la Organización, ya que en él participan todos los miembros y no
existen privilegios para ninguno de ellos.
s s decisiones se adoptan por mayoría simple y son sólo recomendato-
_uas· cada miembro tiene derecho a un voto. El ECOSOC (así llamado)
celebra anualmente dos períodos de sesiones de un mes d e d urac1on,
n ' ··
c) La Corte Internacional de justicia
uno en Nueva York y el otro en Ginebra. Su tarea permanente la llevan
La Carta de las Naciones Unidas incluye un corto capítulo dedicado a a cabo sus organismos subsidiarios, que le presentan informes.
la Corte Internacional de Justicia (CIJ). El resto de las normas que rigen
su funcionamiento se encuentran en el Estatuto, anexo como ya vimos a ~fue el caso de Suiza, por ejemplo, mientras su -~ropia int~rpretación de la nc~\t\~~
la Carta, y en las reglas de procedimiento que la misma Corte se dio. lidad le impidió solicitar su ingreso en la ONU. Cambio de parecer, sm embargo, Y
La Corte es el principal órgano judicial de las Naciones Unidas (artícu- de septiembre de 2002 fue aceptada como miembro.
lo 92) y es sucesora de la antigua Corte Permanente de Justicia Interna-
640 Juuo BARBOZA LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES 641

Sus funciones son amplísimas, aunque fundamentalmente actúe ses independientes. El Consejo de Administración Fiduciaria actúa
como órgano preparatorio de resoluciones de la Asamblea. Son las más bajo la autoridad de la AG o, en caso de zona estratégica, bajo la auto-
importantes:
ridad del CS.
• servir como ámbito central para el examen de los problemas eco- Como la situación actual ha privado de objeto al Consejo, consideramos
nómicos y sociales internacionales, de naturaleza mundial; innecesario explayarnos sobre su descripción. Su número de miembros se
• hacer o iniciar estudios, informes y recomendaciones sobre asuntos ha reducido al ir disminuyendo el número de países administradores.
de carácter económico, social, cultural, educativo, sanitario y asuntos El Consejo consta ahora sólo de cinco miembros: los Estados Unidos
conexos;
(Miembro administrador), y los demás miembros permanentes del Con-
• promover el respeto por los derechos humanos y las libertades fun- sejo de Seguridad, ya que por tratarse de una zona estratégica, el terri-
damentales de todos y la observancia de estos derechos y libertades; torio en fideicomiso de las Islas del Pacífico cae, como dijimos, dentro
• convocar a conferencias internacionales y preparar proyectos de de las responsabilidades del Consejo de Seguridad. La votación se reali-
convención sobre cuestiones de su competencia para someterlos a la za por simple mayoría y cada miembro tiene derecho a un voto. Sus
consideración de la Asamblea General; funciones principales se limitan a examinar y considerar los informes
• negociar acuerdos con los organismos especializados en los cuales rendidos por la autoridad administradora respecto del adelanto políti-
se definan sus relaciones con las Naciones Unidas· co, social, cultural y educativo de los habitantes de los territorios en
'
• celebrar consultas con las organizaciones no gubernamentales que fideicomiso, asimismo examinar peticiones provenientes de los territo-
se ocupen de asuntos en los que entiende el Consejo. rios en fideicomiso y realizar visitas periódicas a éstos.
Dependen del ECOSOC muchos órganos subsidiarios como: las
comisiones de derechos humanos, de estadística, de desarrollo social, de f) La Secretaría General
población, de la condición de la mujer y de control de estupefacientes. Composición y funciones
Existen además, bajo la órbita del Consejo Económico y Social, cin- La ONU tiene un Secretario General y los funcionarios que de él
co comisiones que atienden asuntos regionales, seis comités permanen- dependen. El Secretario General es el más alto funcionario de la Orga-
tes y diversos organismos permanentes de expertos que se ocupan de nización, y asume la dirección de los servicios administrativos de las
temas diversos como la prevención del delito, la planificación del desa- Naciones Unidas.
rrollo, y el transporte de mercaderías peligrosas. Pero además de sus funciones burocráticas, cuenta con importantes
competencias políticas y diplomáticas. De hecho representa a la Orga-
e) El Consejo de Administración Fiduciaria nización frente al exterior y ante la opinión pública, y le corresponden
Este Consejo se estableció como órgano principal de supervisión de funciones de mediación y conciliación en el caso de conflictos entre los
la ONU sobre el régimen creado por la Carta para administrar terri- Estados. La Carta faculta incluso al Secretario General a convocar una
torios en fideicomiso, cuyo objeto era promover el adelanto de los reunión del Consejo de Seguridad en caso de urgencia, y a llamar la
habitantes de los territorios en fideicomiso y su desarrollo progresivo atención de éste sobre cualquier cuestión que ponga en peligro el man-
hacia el gobierno propio o la independencia. Dichos objetivos se han tenimiento de la paz y la seguridad internacionales, así como a interpo-
cumplido a tal punto que sólo queda uno -un fideicomiso estratégi- ner sus buenos oficios para contribuir a resolver las controversias
co- de los once territorios iniciales: el de las Islas del Pacífico, admi- internacionales.
nistrado por Estados Unidos. Los demás alcanzaron un nuevo status Conforme al artículo 100 de la Carta, cada Estado miembro se com-
ya sea como Estados independientes o mediante su unión a otros paí~ promete a respetar el carácter exclusivamente internacional de las fun··
642 Juuo BARBOZA

ciones del Secretario General y del personal de la Secretaría, y a no tra- Capítulo 24


tar de influir sobre ellos en el desempeño de sus funciones.
La labor de la Secretaría es tan variada como la lista de los proble- Seguridad colectiva
mas que examinan las Naciones Unidas: administración de operaciones
de mantenimiento de la paz, organización de conferencias internaciona-
les sobre problemas económicos y sociales mundiales, preparación de
estudios sobre temas como los derechos humanos, el desarme y el desa-
rrollo, e interpretación de discursos, traducción de documentos y
distribución, a los medios de comunicación social del mundo, de infor-
mación acerca de las Naciones Unidas.
Elección
El Secretario General es elegido conjuntamente por la Asamblea y el A. La ONU y el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales
Consejo de Seguridad por periodos que suelen fijarse por cinco años
pudiendo ser reelegido.
l. Procedimiento en casos de controversias (Capítulo VI de la Carta)

Ya vimos en el Capítulo 13, punto 4 (La solución de controversias a


través de las organizaciones internacionales) todo lo relativo al procedi-
miento en el Consejo de Seguridad, cuando se trata del Capítulo VI de
la Carta. Lo atinente a las decisiones obligatorias de aquel cuerpo se
relaciona con las amenazas a la paz, quebrantamiento de la paz o actos
de agresión y se tratan en el Capítulo VIl. 1

2. Acción en casos de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o


actos de agresión (uso de la fuerza en la seguridad colectiva)

i) En el Consejo de Seguridad
La otra forma de utilización legítima de la fuerza es la que se utiliza
por el organismo mundial, en particular el Consejo de Seguridad.
Debido a la ausencia de los acuerdos del artículo 43, que hubieran
puesto bajo sus órdenes directas a tropas aportadas por diversos Esta-
dos miembros, se ha venido aplicando el uso de la fuerza por el Conse-
jo a través de recomendaciones para que sean los Estados miembros

1 Ver también a este respecto el Capítulo 12 de este libro sobre uso de la fuerza.
644 juuo BARBOZA SEGURIDAD COLECTIVA

los que conduzcan las operaciones con fuerzas propias. No se deben Las facultades del Consejo de Seguridad no se limitan a situaciones
confundir estas operaciones, llevadas a cabo por recomendación del de tipo militar, ya que el concepto de "amenazas a la paz" ha sido
Consejo, con la legítima defensa colectiva emprendida por los Estados interpretado en forma amplia, sobre todo en los últimos tiempos.
mismos. Hay diferencias, ya que ambas instituciones están regidas por
normas diferentes y la defensa colectiva puede tener lugar -en los Situaciones que sólo indirectamente se relacionan con la paz y seguri-
casos que hemos visto- antes de la autorización de cualquier orga- dad internacionales han sido consideradas en diversos casos como
amenazándolas, como en los casos de Rhodesia del Sur (Resoluciones
nismo internacional.
221, 232 de 1966 y 253 de 1968) y de Sudáfrica (Resolución 418 de
Es menester recordar que el artículo 51 de la Carta prevé el carác-
1977), en que se adoptaron diversas sanciones contra dichos países.
ter provisional de la defensa colectiva "hasta que el Consejo de Segu-
Lo mismo sucedió en relación con Libia, por promover el terrorismo
ridad haya tomado las medidas necesarias para restaurar la paz y internacional, 1993, de Haití (1995) y de Somalia (1994).
seguridad internacionales". En otras palabras, es el Consejo el órgano
encargado primariamente del mantenimiento de la paz y seguridad; el Las sanciones del artículo 41 no involucran el uso de la fuerza arma-
derecho de legítima defensa, tanto individual como colectiva, cede da; son de tipo político y económico y obligatorias para los Estados
ante su competencia. miembros de la ONU. Van desde la ruptura de las relaciones económi-
Es el Capítulo VII de la Carta el que se ocupa de este fundamental cas o de las comunicaciones hasta la de relaciones diplomáticas.
poder del Consejo y su artículo 39 el que lo autoriza, en caso de ame-
naza a la paz, ruptura de la paz o actos de agresión por parte de un Los casos citados de Rhodesia del Sur y el embargo de armas y mate-
Estado o Estados, a tomar las medidas de los artículos 41 y 42, que son rial de guerra a Sudáfrica, así como el embargo de vuelos a Libia y las
sanciones destinadas a impedir o a subsanar aquellos actos contrarios a sanciones a lrak y Serbia son ejemplos de sanciones del artículo 41.
la seguridad colectiva.
Siendo el Consejo de Seguridad un cuerpo eminentemente político, Si las medidas anteriores no son suficientes para restablecer la paz y
queda a su criterio determinar cuándo una situación de las contempla- seguridad o disipar la amenaza contra ellas, el artículo 42 autoriza al
das en el artículo 39 se ha producido. Sus acciones no están supedita·· CS a utilizar la fuerza armada. La Carta preveía, en su artículo 43, que
das a revisión judicial. aquella fuerza iba a estar compuesta por contingentes de diversos Esta-
dos miembros, puestos a disposición del es por éstos según acuerdos
La Asamblea General adoptó una Resolución, la 3314 (XXIX) de celebrados entre éste y aquellos. Pero las disidencias que surgieron,
1974, sobre definición de agresión, destinada a servir de guía al es en sobre todo entre los Estados Unidos y la entonces URSS, respecto a
la identificación de conductas agresoras. La Resolución misma, que varios puntos referentes a dichas fuerzas imposibilitaron que se celebra-
adopta el sistema de una definición general seguida de ejemplos parti- ran los acuerdos previstos en el artículo 43 para que el es pudiera
culares, provee en su artículo 2 que el Consejo puede, en conformidad
tenerlas a su disposición. Nunca, entonces, funcionó el sistema como
con la Carta, concluir que la determinación de que se ha cometido un
fue concebido originariamente.
acto de agresión no se justifica a la luz de otras condiciones relevantes,
En cambio, se acudió a la recomendación o autorización del CS: éste
incluyendo el hecho de que los actos en cuestión o sus consecuencias
carecen de la gravedad suficiente. Por otro lado, su artículo 4 expresa recomendaba o autorizaba a los Estados miembros a promover acciones
que los ejemplos dados en la Resolución no son exhaustivos y que el militares contra los Estados agresores o que amenazaban la paz. Esta
Consejo puede determinar qué otros actos no contemplados constitu- práctica se basa en las facultades generales del Consejo, en cumplimien-
yen también agresión. to de su primordial y preferente función de mantener la seguridad cok-e:-
SEGURIDAD COLECTIVA 647
646 JULIO BARBOZA

• Las fuerzas de paz


tiva y se ha establecido firmemente: el es no da una orden mandatoria a
En 1956, la AG también la utilizó en el caso de la incursión franco-
los Estados de utilizar la fuerza, simplemente los autoriza a hacerlo.
británica en el Canal de Suez y creó por primera vez una de las llamadas
"fuerzas de paz", conocida por sus iniciales de UNEF (United Nations
El primer caso de esta modalidad se tomó en 1950, cuando la ausencia de
la URSS permitió que se adoptara una recomendación de asistir a Corea
Emergency Force), con el consentimiento de Egipto. Estas tropas no res-
del Sur bajo comando unificado de la ONU (Resoluciones de 27 junio y 7 ponden a la aplicación de la fuerza por las Naciones Unidas; son
julio). Esa operación fue dirigida desde el comienzo por los Estados Uni- observadoras de las treguas, separan. las facciones en lucha y demás,
dos. Otro caso notable fue el de la guerra del Golfo, originada en la inva- pero no se crean en consecuencia del Capítulo VII de la Carta ni signifi-
sión de Kuwait por Irak. La Resolución 678 autorizó a los Estados can acción coercitiva, según lo reconoció la CIJ en su opinión consultiva
miembros a utilizar "todos los medios necesarios" para restaurar la sobe- sobre ciertos gastos de la Organización,2 desde que son desplegadas Y
ranía de Kuwait, medios entre los que se encontraba sin duda la fuerza operan con el consentimiento del Estado territorial. Tampoco requieren
armada. Este es el camino que parece se ha impuesto en la práctica del CS. por eso la autorización del es, aunque desde hace ya tiempo es el propio
Consejo el que resuelve el envío de estas expediciones, como sucedió en
Lo más interesante en esta expansión de los poderes del CS son las el caso de Chipre y en el Medio oriente. Como de todas maneras impli-
medidas complementarias que éste ha adoptado en estos casos recien- can acciones en el terreno por parte de militares bajo la bandera de la
tes, en virtud de sus poderes implícitos. Así, el CS impuso a Irak la ONU, parecen ir más allá del Capítulo VI y han sido coloquialmente
aceptación de un arreglo de paz y le fijó su frontera con Kuwait. Lo consideradas como creadas dentro del Capítulo VI y medio.
obligó asimismo a destruir una cantidad de armamentos y le impuso,
sobre su renta petrolera, una serie de descuentos destinados a indemni-
zaciones por los daños que produjo su invasión de Kuwait, incluyendo B. Acuerdos regionales
el daño ambiental y el vaciamiento de recursos naturales. Asimismo,
impuso en Yugoslavia una política de prohibición de vuelos (no-fly
1. Introducción
policy) a las facciones en pugna y ha sobrepasado en diversas formas lo
que era acostumbrado en épocas anteriores. El artículo 52 de la Carta legaliza, dentro del marco mundial, la
ii) En la Asamblea General existencia de acuerdos regionales. Esta disposición fue introducida por
La parálisis que afectó al Consejo de Seguridad como consecuencia del insistencia de los Estados americanos, que tenían especial interés en
abuso del veto por las grandes potencias, motivó que la Asamblea Gene- mantener su propio sistema regional. Al amparo de la mencionada nor-
ral tratara de suplir su acción a través de la famosa resolución "Unidos ma de la Carta se desarrollaron otros, como la Organización de la Uni-
para la paz" (Resolución 377 (V) de 1950), que establecía que en caso de dad Africana (OUA) y el Consejo de Europa. Se trata de organizaciones
que el Consejo de Seguridad no pudiere actuar en materia de seguridad que intentan llevar a cabo, en el orden regional, los Propósitos de la
colectiva por el veto de alguno de sus miembros permanentes, la Asam- Carta y dar vigencia a sus Principios. Se hace necesario para ello coor-
blea General podía abocarse inmediatamente a ese asunto con vistas a dinar la acción de las Naciones Unidas y de la organización surgida del
emitir recomendaciones a los miembros, incluyendo en el caso de la rup- acuerdo regional, como veremos que sucede en el caso de la Organiza-
tura de la paz o de un acto de agresión, el uso de la fuerza armada si fue- ción de Estados Americanos.
re necesaria para restaurar la paz y seguridad internacionales.
Esta resolución se utilizó varias veces; en Corea en 1950 y en Afga- 2 Certain Expenses Case, 1962 ICJ Reports, 151.
nistán, en relación con la intervención soviética, en 1980.
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JULIO BARBOZA SEGURIDAD COLECTIVA

2. El sistema interamericano. Antecedentes históricos Confederación" entre Perú, Gran Colombia, México y Centro Amt:ril'a.
Si bien el resultado no alcanzó las expectativas que alentara Bolívar, l'S
La organización internacional de los Estados de las Américas es la hasta hoy un antecedente simbólico de la unidad de América.
más antigua del planeta en cuanto tiene antecedentes que se remontan a
los primeros años de la independencia. Ha sido, en gran medida, el b) Otras tentativas
modelo en el que se han inspirado organizaciones similares en otros Hubo varias otras tentativas en el mismo sentido: constituir una con-
continentes, e incluso la propia organización mundial en 1918. Como federación contra la agresión exterior (Lima, 184 7), tratado sobre
escribe Fenwick, es un caso singular en cuanto el sistema es anterior a diversas materias de cooperación, además de un compromiso de absten-
su documento constitutivo. 3 ción de recurrir a la guerra y un sistema de mediación (Santiago de Chi-
Resultaba natural una colaboración entre las diferentes porciones del le, 1856), Unión Hispanoamericana para mantener la paz y fijar los
Imperio Español en América, que reconocían un origen común, la mis- límites respectivos (1864 en Lima), 6 arbitraje y unión continental (Cara-
ma lengua y comunidad de creencias. Si bien después de la independen- cas, 1883). La participación fue muy parcial y ninguno alcanzó resulta-
cia las fuerzas centrífugas llevaron a una atomización de las divisiones dos significativos.
administrativas del antiguo Imperio, aparecieron también atracciones El 29 de noviembre de 18 81 el secretario de Estado norteamericano
centrípetas, que impulsaban a la unidad y a la cohesión necesaria para James Blaine invitó a los países latinoamericanos a una conferencia en
enfrentar los peligros del mundo externo, europeo, que avanzaba pro- Washington para el año 18 82 para discutir las formas de prevenir gue-
pósitos colonialistas. rras entre las naciones americanas. Lamentablemente, la guerra entre
Perú, Bolivia y Chile frustró la iniciativa.
a) El Congreso bolivariano de Panamá
Así el Libertador Simón Bolívar, desde Perú, envió en 1824 un oficio c) Washington, 1889
a los Gobiernos de Chile, Colombia, las Provincias Unidas del Plata, Retomada seis años después por el Congreso de los Estados Unidos,
México, Brasil y Centro América recordando que ya en 1822 había que emitió la autorización correspondiente, el secretario de Estado
propuesto se creara una confederación que celebraría en Panamá un Bayard formalizó las invitaciones para el encuentro a partir del 2 de
Congreso de plenipotenciarios de cada nuevo país americano a fin que octubre de 1889.
"actuara como un consejo en caso de conflictos, o de peligros comu- El 14 de abril de 1890 se firmó un informe que, entre otras cosas,
nes ... y conciliara las diferencias que pudieran surgir" ,4 y pedía con disponía que los Estados se unirían para establecer un Buró Internacio-
urgencia se reuniera el Congreso. nal americano 7 con sede en Washington. El resto de las propuestas y
No todos los invitados concurrieron al Congreso de Panamá 5 cele- propósitos de la conferencia tuvieron poco éxito y se alcanzaron resul-
brado en 182.6, que adoptó un "Tratado de Unión Perpetua, Liga y tados limitados en materia comercial, así como una recomendación
para establecer una Unión Monetaria. Igualmente se recomendó esta-
blecer un Plan de arbitraje obligatorio, que nunca entró en vigor por
J Charles Fenwick, The O.A.S., p. 3.
4 El texto en Co11fere11cias Tntemacionales Americanas 1889-1928, Washington, falta de ratificaciones.
1938.
5 No participaron Brasil, Chile y el Río de la Plata, donde existieron presiones para no 6 Sarmiento participó como observador, al hallarse casualmente en Lima en viaje
aoistir sospechando que la Gran Colombia abrigaba propósitos hegemónicos y dominaría hacia los EE.UU.
el Congreso. Los EE.UU. fueron invitados y el presidente Adam designó delegados que, 7 Sobre la posición argentina V. McGann, Argentina, EE.UU. y el sistema interameri-
sin embargo, no pudieron llegar. cano, Buenos Aires, Eudeba, 1962.
SEGURIDAD COLECTIVA
650 Juuo BARBOZA

Pero la importancia de esta reunión radica en que inició la serie de intervención, por el que Estados Unidos se plegó al concepto latinoame-
conferencias que constituyeron el comienzo del sistema interamericano ricano de la no intervención en los asuntos internos o externos de los
vigente hasta la actualidad. ' Estados.
Al principio no se le asignó a esta unión un carácter político sino tan
solo comercial. Así, en 191 O el Buró comercial recibió el nombre de f) El procedimiento de consultas
"Unión Panamericana", con que se identifica hasta la actualidad a esta En la octava Conferencia (Lima, 1938) se adoptó el procedimiento
organización. 8 de consulta de los Ministros de Relaciones Exteriores para el caso de
amenaza a la paz, seguridad o integridad territorial de cualquier repú-
d) Las conferencias interamericanas blica americana (Declaración de Lima), que echa los cimientos del siste-
El sistema funcionó reuniéndose a intervalos no específicamente fija- ma de seguridad colectiva posteriormente adoptado por los Estados
dos en Conferencias interamericanas (la segunda en México 1901-1902. amen canos.
la tercera en Río de Janeiro, 1906; la cuarta en Buenos Aire~ en 1910; ¡~ Los hechos históricos no hicieron esperar la inauguración del proce-
quinta en Santiago de Chile en 1923; la sexta en La Habana, 1928; la sép- dimiento de consulta: el 1 de septiembre de 1939 estalló la Segunda
tima en Montevideo, 1933; la octava en Lima, 1938; la novena en Bogo- Guerra Mundial con la invasión de Polonia por la Alemania nazi.
tá, 1948 y la décima en Caracas, 1954). El 23 de septiembre, por invitación del Gobierno panameño, se reali-
La novena conferencia de Bogotá fue la última del sistema informal, zó la Primera Reunión de consulta de los Ministros de Relaciones Exte-·
ya que en esa oportunidad se adoptó la carta de una nueva institución riores en Panamá, en la cual declararon su neutralidad frente a los
internacional a la que se denominó Organización de los Estados Ameri- acontecimientos europeos y definieron una zona de seguridad del
canos (OEA), que recogió la tradición histórica de esta antigua conjun- hemisferio occidental como medida de autoprotección continental.
ción de Estados, dándole una forma acorde con los tiempos que corrían La Segunda Reunión de consulta se celebró el 20 de julio de 1940 en
e insertándose en el marco de la nueva organización mundial (ONU La Habana, para afrontar el peligro que parecía cierto que Alemania
capítulo VIII, artículos 52 al 54). ' venciera en Europa y se apoderara de las colonias de Francia y Gran
Bretaña en América.
e) Intermedio entre conferencias
Los acontecimientos políticos internacionales a partir de la Primera Aprobó dos resoluciones de seguridad colectiva: a) Declaración de
Guerra Mundial y de la crisis económica de 1929 se sucedieron con cre- Asistencia Recíproca y Cooperación para la Defensa de las Naciones
Americanas, y 2) el Acta de La Habana sobre la administración provi-
ciente gravedad y obligaron a los gobiernos de las Américas a tomar
sional de las colonias y posesiones europeas en las Américas.
decisiones a su respecto.
A iniciativa del presidente Franklin D. Roosevelt se reunió en Buenos
Aires una "Conferencia para el mantenimiento de la Paz", en] 936, que La Tercera Reunión de Consulta (Río de Janeiro, 1942) se reunió a
adoptó un "Tratado para el mantenimiento, la preservación y el resta- raíz del ataque japonés a los Estados Unidos (Pearl Harbor, 7 de
blecimiento de la Paz", así como un Protocolo adicional relativo a la no diciembre de 1941) que refirmó la solidaridad interamericana, resolvió
reorganizar el Comité de Neutralidad, recomendó el rompimiento de
relaciones diplomáticas con Japón, Italia y Alemania, aunque a pedido
8
de Argentina y Chile se aclaró que se permitía a los diferentes Estados
Cf. Fenwick, "The lnteramerican regional system", en International Law ¡11 the 20th
century, 1969, pp. 772 y ss. actuar según sus diversas circunstancias.
SEGURIDAD COLECTIVA 65.1
652 Juuo BARBOZA

g) Conferencia sobre los problemas de la guerra y de la paz (México, al ascenso en la jerarquía de los participantes, que ha llegado hasta
1945) incluir las reuniones de Jefes de Estado y de Gobierno -el rasgo más
Estando próximo el triunfo aliado en la Segunda Guerra, los Estados reciente- con el sistema llamado de las "Cumbres de las Américas".
Unidos, Gran Bretaña, URSS y China se reunieron en Dumbarton Oaks
(Washington) para reorganizar el mundo de la posguerra mediante una i) Carta de la OEA
organización mundial que reemplazara a la Liga de las Naciones. Los La organización instituida en la Carta constitutiva adoptada en la
países latinoamericanos no fueron invitados a participar, y ante su pre- novena Conferencia Internacional Americana en 1948 tuvo inspiración
ocupación por esta omisión México los invitó a una Conferencia sobre en la entonces reciente Carta de las Naciones Unidas, en cuyo Capítulo
el futuro del mundo y de la región, reunida entre el 21 de febrero al 8 VIII se insertó.
de marzo de 1945, que adoptó dos resoluciones importantes, a saber, el Se utilizó como base del nuevo instrumento la experiencia acumula-
"Acta de Chapultepec" sobre asistencia recíproca y solidaridad ameri- da por los Estados americanos en los años de la difusa Unión Panameri-
cana; y la reorganización, consolidación y reforzamiento del sistema cana. Al decir de Fenwick
interamericano. "La Carta representa un intento de coordinar el sistema que se desa-
Adoptada la Carta de las Naciones Unidas en la Conferencia de San rrolló a lo largo de más de medio siglo, clarificando los principios que
Francisco (26 de junio de 1945), se había previsto en Chapultepec que le sirvieron de base, mejorar la maquinaria a través de la cual funcio-
los Estados de América concluirían un pacto de seguridad regional naba y definir más cuidadosamente las relaciones entre los órganos".
colectiva una vez terminada aquella conferencia. Se reunieron pues en
Quitandinha (Brasil) el 15 de agosto de 194 7 en la Conferencia Intera- i) Estructura
mericana para el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Continentales, El artículo 51 de la Carta establece los órganos designados para
adoptando, después de dos semanas de trabajo, el Tratado Interameri- "realizar los fines" de la OEA:
cano de Asistencia Recíproca (TIAR), firmado en Río de Janeiro el 2 de • la Asamblea General;
septiembre de 1947, aún vigente y que se analizará más adelante. • la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores;
• los Consejos y
h) La IX Conferencia en Bogotá. Redacción de la Carta de la OEA • la Secretaría General.
Así llegamos a la novena Conferencia Interamericana celebrada en Además se enumeran
Bogotá entre el 30 de marzo y el 2 de mayo de 1948, que adoptó la • el Comité Jurídico interamericano;
Carta de la Organización de Estados Americanos y, además, el Pacto de • la Comisión Interamericana de derechos humanos;
Bogotá (Tratado americano de soluciones pacíficas), la Convención • las Conferencias especializadas y
interamericana sobre concesión de los derechos políticos a la mujer y el • los organismos especializados.
Convenio Económico de Bogotá. La OEA cumple con el postulado democrático de que a cada Estado
Mientras los citados instrumentos reunían el número de firmas y le corresponde un voto. De allí que el órgano supremo sea la Asamblea
ratificaciones para entrar en vigor, se reunió en Caracas la última con- General cuya principal función es "decidir la acción y la política gene-
ferencia interamericana, la décima, en 1954. A partir de allí se han ido rales de la Organización" (artículo 52). Se reúne una vez al año (artícu-
produciendo sucesivas modificaciones en el sistema, tanto en cuanto a lo 55), aunque eventualmente "en circunstancias especiales" podrá
reuniones como a la aparición de nuevos órganos y entidades, que enu- celebrar sesión extraordinaria con la aprobación de los dos tercios de
meraremos al referirnos a sus aspectos institucionales, como en cuanto los Estados miembros del Consejo Permanente (artículo 56).
654 Juuo BARBOZA SEGURIDAD COLECTIVA

ii) La Reunión de consulta de los Ministros de Relaciones Exteriores vi) Miembros


Adoptada la Reunión de consulta, como dijimos al historiar el siste- Son miembros de la OEA todos los Estados americanos que ratifi-
ma, en la Conferencia de Lima (1938), la Carta la mantuvo en el capí- quen la Carta9 y que sean independientes y miembros de la Organiza-
tulo 12. A fin de considerar problemas urgentes, se reúne a pedido de ción de las Naciones Unidas al 10 de diciembre de 1985.
cualquier Estado miembro dirigido al Presidente del Consejo, que deci-
de por mayoría absoluta de votos. En caso de ataque armado dentro j) Sistema de seguridad colectiva
del territorio de un Estado americano deberá convocarse de inmediato La principal razón de ser de la Organización, que llevó a su concreción
por el Presidente del Consejo. en 1948, fue establecer un sistema propio, interamericano, de seguridad
iii) El Consejo Permanente colectiva. Esto es, que una agresión contra un Estado americano fuera
Está constituido el Consejo permanente por un representante por considerada una agresión contra todos los demás, de manera que la segu-
cada Estado miembro, siendo presidido sucesivamente durante seis ridad fuese responsabilidad colectiva de todos los Estados americanos.
meses según el orden alfabético español de los países miembros. La Carta se ocupó del tema consagrándole su Capítulo VI, y estable-
Sus funciones son amplias, ya que actúa en forma permanente, como ciendo dos principios básicos: solidaridad frente a la agresión contra la
su nombre lo indica, y se ocupa de cualquier asunto que le encomiende integridad o violación del territorio de un Estado americano, y la apli-
la Asamblea General o la Reunión de Consulta. Actúa provisionalmen- cación de "las medidas y procedimientos establecidos en los tratados
te como órgano de consulta en el caso de ataque armado a un país ame- especiales".
ricano. Pero su función política principal consiste en velar por las
relaciones amistosas entre los Estados miembros para lo cual los asisti- Existe un solo "tratado especial" que es el TIAR, adoptado como ya
rá en la solución de controversias que pudieran presentarse. vimos en la Conferencia Interamericana para el mantenimiento de la
iv) La Secretaría General Paz y Seguridad del Continente, celebrada en Río en 1947, que es por
El órgano central y permanente de la OEA es la Secretaría General. tanto anterior a la misma Carta.
El Secretario General es elegido por la Asamblea General por un perio-
do de cinco años y podrá ser reelegido por una sola vez. Dirige la Secre·· Preocupación de la OEA fueron las actividades subversivas que
taría y participa con voz pero sin voto en todas las reuniones de la pudieran ser consideradas agresiones encubiertas a las repúblicas ameri-
Organización. Sus funciones específicas están enumeradas en los artícu- canas, en un primer tiempo, de ideología nazi-fascista y posteriormente
los 118y119. comunista, en la etapa de la Guerra Fría. La octava Reunión de Consul-
v) Otros órganos
ta (1962) creó la "Comisión Especial de Consulta sobre seguridad".
La Organización cuenta con Consejos con funciones determinadas De manera que el TIAR, que se aplicó en numerosas oportunidades
por la Carta. Ellos son: ;
en que surgieron conflictos entre Estados americanos, to estuvo básica-
t, '
0 el Consejo para el Desarrollo Integral, que estará formado por un
representante por cada Estado miembro, con nivel ministerial o
9 El gobierno marxista-leninista de Cuba fue excluido de participar en la OEA por la
equivalente. Su función primordial es promover el desarrollo inte- Octava Reunión de Consulta (Punta del Este, enero de 1962). Por su parte el Protocolo
gral para contribuir a la eliminación de la pobreza crítica. de Washington de 1992 dispone la posibilidad de suspender a cualquier miembro cuyo
s el Comité Jurídico interamericano, cuerpo consultivo de la Orga- gobierno constituido sea derrocado por la fuerza.
11' Entre Costa Rica y Nicaragua (1948-1949), Haití-Dominicana (1950), Guatemala
nización en asuntos jurídicos; y ( 1954), Honduras-Nicaragua ( 1957), República Dominicana ( 1960-1962), situación
• la Comisión interamericana de Derechos Humanos. cubana (1961-1962).
SEGURIDAD COLECTIVA <Sl
656 Juuo BARBOZA

mente orientado a servir de instrumento a la política de los Estados nal y la autorización dada en el artículo mencionado no tendría sentido
Unidos en su confrontación con la entonces Unión Soviética. En 1975 si en cada caso se requiriera el visto bueno del Consejo de Seguridad.
se realizó una Conferencia de Plenipotenciarios para la Reforma del
TIAR, que elaboró un texto al efecto que nunca entró en vigencia 11 Tal es la práctica que surge de los asuntos llevados ante el Consejo de
dado que los Estados americanos parecieron perder interés en el sistema Seguridad. Así, en el de la República Dominicana, en que la sexta
Reunión de Consulta autorizó aplicar las medidas previstas en el ar-
de seguridad regional.
tículo 8 del TIAR, el Consejo de Seguridad se limitó a tomar nota de
Durante la guerra de las Islas Malvinas (1982), la Argentina procuró
la información que le hiciera llegar el Secretario General de la OEA.
configurar, a través del TIAR, la existencia de una agresión extraconti- Lo propio ocurrió con motivo de la exclusión del Gobierno de Cuba
nental (británica) a una república americana. La vigésima Reunión de del sistema interamericano. Cuba planteó la cuestión al Consejo de
Consulta aprobó una resolución el 28 de abril de 1982 sobre la "grave Seguridad, e incluso demandó que el Consejo requiriera una opinión
situación planteada en el Atlántico Sur" y una segunda resolución el 29 consultiva a la Corte Internacional de Justicia, pero no obtuvo los
de mayo de 1982. En esta última se condenó "el injustificado y despro- votos necesarios para ello.
porcionado ataque armado consumado por el Reino Unido ... " y se
resolvió "reiterar su más firme requerimiento al Reino Unido para que ii) Legítima defensa
cese de inmediato las acciones bélicas que lleva a cabo contra la Repú- El artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas dispone que se debe comu-
blica Argentina" y "solicitar a los Estados partes del TIAR que presten nicar inmediatamente al Consejo de Seguridad las medidas que se tomen en
a la República Argentina el apoyo que cada cual juzgue apropiado para el ejercicio del derecho de legítima defensa. En tal caso dichas medidas no
asistirla ante esta grave situación". requieren la autorización del Consejo de Seguridad, sea que las tome indivi-
i) Relaciones del sistema de seguridad de la OEA con el de la ONU dualmente un Estado o lo sean colectivamente por un organismo regional.
La cuestión está contemplada en el Capítulo VIII de la Carta de la
ONU (artículos 52 al 54). 1) La cooperación en la Carta de la OEA
La Carta se refiere a la acción de las organizaciones regionales desde La Carta en el Capítulo XIII, incorporado por el Protocolo de
una doble perspectiva: para el arreglo pacífico de controversias interna- Managua de 1993, establece el Consejo Interamericano para el Desa-
cionales, y para la seguridad colectiva. rrollo Integral (CIDI), que viene a sustituir los antiguos Consejos Eco-
En cuanto al arreglo pacífico la Carta se refiere a la solución por nómico y Social y el de la Educación, Ciencia y Cultura.
organismos regionales en el artículo 33, inciso 1 y en el artículo 52, El CIDI tiene como finalidad "promover la cooperación entre los
inciso 2, disponiendo que las partes de un acuerdo regional "harán Estados americanos con el propósito de lograr su desarrollo integral y,
todos los esfuerzos posibles" para solucionar los diferendos en el orga- en particular, para contribuir a la eliminación de la pobreza crítica".
nismo regional antes de recurrir al Consejo de Seguridad. Para ello reenvía al Capítulo VII de la Carta sobre desarrollo inte-
Respecto de la acción colectiva se ha discutido la interpretación de gral, que "abarca los campos económico, social, educacional, cultural,
las palabras "medidas coercitivas" del artículo 53 inciso 1, que dispone científico y tecnológico".
que no se podrán aplicar sin autorización del Consejo de Seguridad. Se Las metas a alcanzar· no son de la OEA, sino las que se fije cada país
ha entendido que la disposición impone una limitación relativa y no miembro.
absoluta, de otro modo las Naciones Unidas inhibirían la acción regio· En los artículos 41 al 44 la Carta se refiere a la integración como
uno los objetivos continentales y, por tanto, se comprometen a acelerar
11 Argentina nunca lo ratificó. ese proceso a fin de lograr un mercado común latinoamericano.
658 Juuo BARBOZA SEGURIDAD COLECTIVA 6.'i9

Se preven también en el Capítulo XVIII organismos especializados nómico por fases de unión aduanera -aranceles externos comunes a
que cumplirán "funciones en materias técnicas de interés común". todos los miembros- y mercado común, que se caracterizan por la libre
1) Las reuniones cumbres circulación interior de bienes, servicios y personas. Hay grados superio-
En el tema del desarrollo económico y social se tomaron diversas ini- res de integración: por ejemplo, luego del Tratado de Mastricht, la
ciativas en el ámbito americano, la principal de las cuales se debió al Comunidad Económica Europea (CEE) cambió su nombre por el de
presidente Kennedy con su "Alianza para el Progreso" establecida en la Unión Europea, adoptaron la mayoría de sus miembros una moneda y
Carta de Punta del Este de 1961, cuyos resultados no alcanzaron a col- un banco central comunes. En lo político se puede transitar desde un
mar las ambiciosas expectativas con que se iniciara. compromiso de consultas en materia exterior hasta una defensa común
Más recientemente el presidente Clinton invitó a los otros presiden- y al manejo de porciones importantes de las relaciones exteriores.
tes de las Américas a un nuevo sistema continental que se ha denomina-
do "Cumbre de las Américas'', que se reunirá cada cuatro afros. La
primera Cumbre se reunió en Miami en 1994, la segunda en Santiago 1. La integración latinoamericana
de Chile en 1998.
Los países latinoamericanos, a partir de la década del 60, iniciaron
"Las Cumbres forman parte de un sistema interamericano más amplio una política de integración económica como medio de responder a los
surgido de la época de la post-Guerra Fría ... y ofrecen la oportunidad de desafíos del mundo exterior y al estancamiento en que habían caído sus
explicar al público este nuevo sistema. Algunos piensan todavía que el respectivas economías.
sistema está exclusivamente constituido por la O EA. Hoy el sistema es
mucho más amplio e importante para los habitantes del hemisferio" .12
a) La ALALC y la ALA DI
Por su parte, Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay, Perú y
C. El fenómeno de la integración. La integración latinomcricana Uruguay, en 1960, concluyeron el "Tratado que establece una zona de
libre comercio e instituye la Asociación Latinoamericana de Libre
Comercio" (ALALC), al que luego adhirieron Bolivia, Colombia, Ecua-
La integración es un fenómeno que se está produciendo en varias dor y Venezuela.
partes del mundo, y en particular en América y en Europa. Consiste en La ALALC no alcanzó los fines que esperaban los países miembros
que ciertos países, guiados muchas veces por afinidades políticas, racia- y, en definitiva, fue sustituida por la Asociación Latinoamericana de
les, de lengua, o por lo que fuere y generalmente amparados en una Integración (ALADI), adoptada el 12 de agosto de 1980 en Montevi-
propincuidad geográfica, van cediendo porciones de su soberanía a una deo, que entró en vigor en mayo de 1981 y aún está vigente.
entidad central, una organización de integración. El camino seguido Los fines de la ALADI son más modestos que los de su antecesora en
hasta el presente, sobre todo en Europa, ha sido el de integrarse prime- cuanto al proceso de integración, pero tiene objetivos más realistas y,
ro en el campo económico con vistas eventualmente a un grado de por tanto, más alcanzables. El tratado en su artículo 2 fija las funciones
unión política más avanzado, de forma tal que se cedan al ente integra- de la Asociación, estableciendo un área ele preferencias económicas.
do importantes porciones de soberanía que pueden transitar en lo eco- De todos modos, al igual que la ALALC, la ALADl es más un foro
de políticas que quieren ser pragmáticas con vistas a una integración
.
12
Informe sobre la política de las Cumbres publicado por la North-South Ctntcr de la concebida como una meta a alcanzar, pero que ha servido como medio
Universidad de Miami, abril de 1998, p. 9. para canalizar otros esquemas más concretos como han sido el Pn~·to
660 Juuo BARBOZA
SEGURIDAD COLECTIVA

13
Andino en su momento y el Mercosur, al que nos referiremos en mo. Una forma más avanzada de integración es el mercado común, una
seguida, sistematizado en ALADI como ACE 18.14 unión aduanera que además permite el libre movimiento de los factores
de producción entre los países miembros.17 Desde 1991 y hasta diciem-
b) El Mercosur
bre de 1994 (período de transición), el Mercosur ha sido más bien una
Los antecedentes más próximos están en el Programa de Integración Zona de libre comercio. De acuerdo a los plazos fijados en el Tratado de
Y Cooperación Económica (PICE, 1985), así como en el Tratado entre Asunción, debía constituirse un Mercado común a partir de aquella últi-
la Argentina y Brasil de Integración, Cooperación y Desarrollo de ma fecha (artículo 1 ). Pero en realidad, no ha pasado de ser una Unión
1988. Otro antecedente fue el Acta de Buenos Aires (1990, Argentina y Aduanera, y aun así algo imperfecta, por no tener un arancel externo
Brasil), que favorecía la creación de una zona de libre comercio. Se común para la totalidad de los productos. Los productos que no tienen
sumaron con Acuerdos de Alcance Parcial Paraguay y Uruguay y final- un AEC son las excepciones a ese arancel (aproximadamente un 12 % ).
mente se firmó el Tratado de Asunción, el 26 de marzo de 1991, que Los acuerdos con Chile y Bolivia de 1997, con duración de diez años,
dio origen al Mercosur. Desde 1991 y hasta fines de 1994 se desarrolló crearon Zonas de libre comercio de esos Estados con el Mercosur a tra-
el llamado Periodo de Transición. vés de un Programa de Liberalización Comercial de desgravaciones pro-
Los Estados partes del Mercosur firmaron el llamado Acuerdo de gresivas y automáticas sobre los aranceles para terceros países.
Complementación Económica Nº 18 (ACE Nº 18). En 1996, Chile, y Los propósitos y principios del Mercosur están consignados en el
en 1997, Bolivia, pasaron a formar parte de una Zona de Libre comer- capítulo 1 del Tratado de Asunción. El artículo 1 señala, pedagógica-
cio con el Mercosur.
mente, los presupuestos básicos para establecer un mercado común.
Desde un punto de vista jurídico esta inquietud integracionista viene Para llegar al establecimiento del objetivo final (el mercado común) e
a manifestarse como la prevalencia de lo regional frente a lo bilaterai.15 impulsar la integración se fijan los instrumentos (artículo 5) que serán:
En lo económico, que es la razón que ha movido a los Estados a iniciar - un programa de liberación comercial;
está política de integración, se sostiene que ella producirá un incremen- - la coordinación de políticas macroeconómicas;
to del comercio internacional que, a su vez, mejorará el bienestar gene- - un arancel externo común, y
ral, ya que las uniones aduaneras, primera etapa de la integración, - la adopción de acuerdos sectoriales.
conducen a un mejoramiento si los miembros poseen economías com- El artículo 2 define la política básica del instrumento: la reciprocidad
petitivas pero potencialmente complementarias.16 de derechos y obligaciones, que se flexibiliza en el artículo 6 al recono-
El Mercosur es, en rigor, una unión aduanera que se ha fijado como cer diferencias puntuales al Paraguay y al Uruguay. Así pues, aparece
meta avanzar hacia la creación de un mercado común. La unión aduane- una asimetría que establece un ritmo para Paraguay y Uruguay y otro
ra es, teóricamente, una forma de discriminación comercial en cuanto diferente para Argentina y Brasil, mientras dure el periodo de transición
rebaja los aranceles dentro de la unión y establece una barrera arancela- (artículo 6 y anexo I artículo 7).
ria externa común, con lo cual combina libre comercio con proteccionis- Al iniciarse el proceso el autor uruguayo H. Gros Espiell 18 estimaba
que era necesario disponer claramente que el Mercosur debía instituirse
13 como una organización internacional con personalidad internacional, e
Concluido en Cartagcna en agosto de 1961 entre Bolivia, Colombia, Chile, Ecua-
dor y Perú.
14
ACE (Acuerdo de complementación económica). 17
15
Cf. Dominique Carreau, Droit intemational, p. 88. Id., p. 345.
16 18 H. Gros Espiell, "El Tratado de Asunción y algunas cuestiones jurídicas que plan·
Cf. Bo Sodersten & Geoffrey Reed, lnternational Economics, New York, 1994, p. 322.
tea", en Derecho-jurisprudencia, 1991.
Juuo BARBOZA SEGURIDAD COLECTIVA 663

inspirado en las ideas que motorizaron a la Unión Económica Europea. Asimismo, existe la Comisión de Representantes permanentes del
Aquel autor pensaba en la supranacionalidad para que tuviera sentido Mercosur (CRPM) y su Presidente, creada en 2003. Su Presidente
la formación de un derecho comunitario. representa al Mercosur frente a terceros.
Algunas de estas ideas inspiraron el Protocolo de Ouro Preto del 17 El Mercosur también funciona habitualmente mediante Reuniones
de diciembre de 1994, que dispone que el Mercosur posee personalidad de Ministros (RM), Reuniones Especializadas (RE), Conferencias, Y
jurídica internacional (artículos 34 al 36). Reuniones ad-hoc.
i) Estructura ii) Miembros
En el artículo 9 del Tratado de Asunción se estableció la estructura Son los cuatro Estados que suscribieron originariamente el Tratado
orgánica del Mercosur durante el período de transición: el Consejo del de Asunción, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Mercado Común (CMC) y el Grupo Mercado Común (GMC). Por el iii) Estados asociados al Mercosur
Protocolo de Ouro Preto se actualizó la estructura básica del Tratado El Tratado estuvo abierto a la adhesión de los demás países de la
de Asunción y se incorporaron nuevos órganos. El Programa Mercosur ALADI. Por ACE 35 se asoció Chile (1996) que puede participar de las
2000 agregó nuevas instituciones. reuniones abiertas y de los foros de los que reciba invitación de sus
El órgano superior es el Consejo, creado en 1991 e integrado por miembros titulares. Chile forma parte de una categoría intermedia. Más
ocho miembros: los ministros de Economía y de relaciones Exteriores de tarde también se asoció Bolivia, por ACE 36 (1996).
los Estados partes. Se reúne cada vez que así lo decidan sus miembros y, Otros Estados asociados son Perú (2003 ), Colombia (2004 ), Ecua-
por lo menos, una vez al año, con la participación de los presidentes de dor (2004), y Venezuela (2004). Estados todos integrantes en ese enton-
los Estad.os. La presidencia del Consejo se rota entre los cuatro países. ces de la Comunidad Andina (CAN). La condición de Estado asociado
El Grupo Mercado Comun (GMC) es el órgano ejecutivo del Merco- responde a acuerdos bilaterales entre el Mercosur y cada país asociado,
sur y posee la facultad de iniciativa de cuanto juzgue necesario para la acuerdos donde se indica el cronograma para la creación de una zona
marcha de la institución. Está integrado por cuatro miembros titulares de libre comercio con los miembros del Mercosur y la creciente reduc-
y cuatro alternos por cada país, que representan a los Ministerios de ción de aranceles entre el Mercosur y los firmantes, además de partici-
Relaciones Exteriores y Economía y al Banco Central respectivos. Las par como invitados a las sesiones de los organismos del Mercosur.
decisiones se toman por consenso.
Además del GMC se estableció la Comisión de Comercio, que tiene Venezuela, por su parte, entra como Estado miembro, de pleno dere-
por objeto vigilar la aplicación de la política comercial común; la cho, al firmar el Protocolo de adhesión al Mercosur el 4/7/2006.
Comisión Parlamentaria, reemplazada en 2005 por el Parlamento del
Mercosur, que empezó a funcionar el 7 de mayo de 2007 19 el Poro El Mercosur prevé la incorporación de otros Estados de la región, ya
Económico y Social como órgano de consulta con representantes de la sea como asociados o como miembros plenos.
actividad privada. Por último, existe una Secretaría administrativa iv) La normativa
(SAM) con sede en Montevideo, creada en 1994, y el Tribunal admi- El Protocolo de Ouro Preto enumera las fuentes normativas:
r)jstrativo laboral del Mercosur, para conflictos con el personal, crea- • El Tratado de Asunción, como tratado-marco y sus instrumentos
do en 2003. tanto complementarios como adicionales.
• Los acuerdos posteriores en su marco.
19 Este órgano viene a institucionalizar la necesidad de contar con un gobierno de • Las decisiones del Consejo y del Grupo Mercado común, así
democracia representativa para poder formar parte del Mercosur. como las directivas fijadas por la CCM.
664 Juuo BARBOZA SEGURIDAD COLECTIVA 665

La internalización de las normas del Mercosur y su rango respecto Bélgica, Italia, Luxemburgo y Países Bajos, por el Tratado de París, del
de las normas del derecho nacional de cada Estado miembro es una 18 de abril de 1951.
cuestión aparte que depende de la modalidad adoptada por cada uno Posteriormente, por el Tratado de Roma de 1957, se da nacimiento
de dichos Estados. En. Argentina y Paraguay los trata dos y protocolos a las otras dos comunidades: la Comunidad Económica Europea (CEE)
ratificados se ubican por encima de las leyes nacionales, en tanto que en y la Comunidad europea de la energía atómica. Era la Europa de los
Brasil Y Uruguay los tratados y protocolos tienen el mismo nivel que las seis (los tres países del Benelux más Alemania Federal, Francia e Italia).
leyes, Y por ende la norma de fecha posterior prevalece (/ex posteriori En 1972 ingresaron el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca. (Noruega
derogat priori). Lo importante parece ser que cada Estado miembro ha firmó el tratado, pero no lo ratificó en ese entonces.)
establecido procedimientos que facilitan su incorporación de las nor- En 1981 ingresó Grecia, en 1986 España y Portugal y en 1995 lo hicie-
mas del Mercosur a sus legislaciones domésticas. ron Austria, Finlandia y Suecia. El 1 de mayo del 2004 se incorporaron la
v) Solución de controversias República Checa, Chipre (sólo la parte greco-chipriota), Eslovaquia, Eslo-
En el Anexo III del Tratado, y luego en el Protocolo de Brasilia del venia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta y Polonia. En enero 1,
11 de diciembre de 1991, se establece un sistema de solución de contro- 2007 se incorporaron Rumania y Bulgaria. Son candidatos a ingresar en
versias. El Protocolo dispone una secuencia de etapas que comienzan un futuro más o menos indefinido Turquía, Macedonia y Croacia.
con las negociaciones directas entre las partes en conflicto, pasando, si i) Desarrollos posteriores
esto no alcanzara, al GMC. En caso necesario, esto es cuando el GMC Hubo instrumentos posteriores que tienen carácter constitutivo: el
no lograra una solución satisfactoria para las partes, está previsto el Acta única europea, firmada en Luxemburgo y en La Haya el 17 y 18
procedimiento arbitral por tribunales compuestos por tres miembros de febrero de 1986 y el Tratado de Mastricht, llamado Tratado de la
elegidos de las listas que avanzarán las partes, diez por cada Estado. unión europea (TUE), del 7 de febrero de 1992 que dio comienzo a una
Asimismo se prevén (Capítulo V) los reclamos de particulares, que nueva evolución al crear la Unión Europea y dotarla de cierta forma de
deberán formalizarse ante la sección nacional del GMC, que decidirá. Si política exterior y de seguridad común, así como de una mayor coope-
su decisión no fuera aceptada, el asunto pasará al GMC principal, que ración en asuntos de justicia y del interior. Posteriormente se suscribió
deberá convocar a un grupo de expertos para que emita un dictamen. el Tratado de Amsterdam de 1997, que profundizó la integración e ini-
Si se aceptara el reclamo en contra de un Estado parte cualquier otro ció la reforma de las instituciones europeas al fortificar el papel del Par-
Estado Parte podrá requerirle la corrección de la medida cuestionada 0 lamento europeo. Su texto introduce algunas modificaciones al TUE y a
su anulación. De no prosperar el requerimiento el Estado parte recu- los tratados constitutivos de las comunidades.
rrente podrá acudir directamente al procedimiento arbitral. Luego, el Tratado de Niza, en vigencia desde febrero 1 de 2003,
desarrolló otras reformas institucionales con vistas a la mayor amplia-
ción histórica de la Unión con los países de Europa del Este. El proceso
2. La integración europea20 hacia una constitución europea continuó con la Convención europea
clausurada en julio del 2003, la Conferencia Intergubernamental (CIG)
Comienza el largo camino de la integración europea con la creación de 2003/2004 y la Constitución europea, firmada en octubre de 2004. Este
de la Comunidad del Carbón y del Acero (CECA) entre Francia, la RF A, itinerario se vio obstaculizado por el resultado negativo de las consultas
populares en Francia y en los Países Bajos en 2005, por lo cual se llam<Í
20
Se siguen en esta exposición las líneas generales de la obra de Manuel Diez de a una nueva Conferencia lntergubernamental con el objeto de que se
Velazco, Las organizaciones internacionales, Madrid, 1977, pp. 472 a 537. propusiera un nuevo tratado para la reforma antes de que termine 200'7.
1
(

666 JULIO BARBOZA SEGURIDAD COLECTIVA f1f1 /

Los objetivos generales que persiguen esos tratados que constituyen Su 1111 s1on principal es aprobar las leyes europeas. El Parla111rnl11
la UE son, en suma, la integración económica y unión política progresi- Europeo comparte esta responsabilidad con el Consejo de la ll,11io11
va de sus miembros. Obviamente, en el campo económico el progreso Europea, mientras que las propuestas legislativas provienen de la <.<>1111
en esa dirección es considerable. El objetivo político, sin embargo, no sión Europea. El Parlamento y el Consejo también comparten la l'\'S
figura expresamente entre los objetivos constitucionales, por lo que el ponsabilidad de aprobar el presupuesto anual de la UE.
paso que significa el nuevo tratado constitucional sería necesario como Los sucesivos tratados de reforma han ido reforzando el papel d('I
acto de voluntad política. 21 Parlamento en los procesos de toma de decisión europeos, y en el nuevo
ii) Estructura tratado constitucional se simplifican los procedimientos legislativos. Su
Se inspiran los modelos institucionales de las comunidades en el de aplicación convertirá al Parlamento, por el proceso de "codecisión ", en
la CECA. Aunque los órganos principales y la administración de las un poder colegislador en compañía del Consejo, que entre ambos ad'.>p-·
comunidades quedaron unificadas, principalmente por el tratado de tarán las leyes y leyes-marco europeas. Por el nuevo tratado constitu-
fusión de abril 8 de 1965, que crearon un Consejo y una Comisión úni- cional, esta competencia se extiende grandemente. Par~ ciertas de esas
cos. Las instituciones comunitarias son la Comisión, el Consejo, el Tri- leyes y leyes-marco se requiere un procedimiento especial, con consulta
bunal de Justicia y el Parlamento Europeo.
• La Comisión
1 o a veces aprobación del Parlamento.
• El Consejo de la Unión Europea ...
Por sus funciones, tiene cierto parecido con el Poder Ejecutivo de un Llamado anteriormente Consejo de Ministros, comparte como d1p-
Gobierno. Desempeí1a un papel central en el proceso de integración, está
compuesta por 27 personas, una por cada país de la UE. La designación 1 mos antes la responsabilidad de aprobar las leyes junto con el Parla-
mento, así como la de adoptar decisiones políticas. Es responsable de
de sus miembros es el producto de un complicado proceso: en primer
término, los Estados, previa consulta con el Parlamento europeo, desig-
i la UE en lo relativo a la política exterior de la Unión, así como en
materias de seguridad y de justicia. Los votos con que cuenta cada
nan al Presidente. Luego, en consulta con éste, se designa a los demás Estado miembro están en proporción, en líneas generales, con su
miembros. Es necesario un voto de aprobación del Parlamento. La población, aunque en el reparto de votos resulten algo .1~ás favorecidos
Comisión es independiente de los Estados, ya que defiende los intereses los países chicos. Las decisiones se adoptan por votac10n. mayonta1:1a,
de Europa como un todo. Entre las funciones de la Comisión está muy pero en algunos asuntos especialmente importantes (m.m1grac1on,
especialmente la defensa de los intereses comunitarios. Por esa razón ha asuntos fiscales, política exterior) se requiere la unanurndad de los
sido llamada "Guardiana de los tratados" que consagran dichos intere- miembros. Adolece de una cierta ambivalencia, ya que representa a los
ses. Tiene iniciativa legislativa y presupuestaria; competencias de ejecu- Estados miembros siendo simultáneamente una entidad de carácter
ción de normas establecidas por el Consejo, en particular desde la comunitario. Tiene nivel ministerial, lo que hace que cambie según el
sanción del Acta única europea; así como ciertas competencias en mate- tema que aborde: serán a veces los ministros de economía los q~e se
ria de relaciones exteriores. reúnan, 0 los de agricultura, etc. Los ministros de relaciones extenorcs
~ Parlamento Europeo forman el Consejo general, que coordina 3 los que se forman con
Representa a los pueblos de los Estados miembros y se compone de ministros de otros ramos. Tiene una Secretaría general Y un cuerpo
representantes elegidos directamente por sufragio universal. En el seno del auxiliar, el COREPER, formado por los representantes permanentes
Parlamento, los representantes suelen agruparse por afinidades políticas. (embajadores) de los Estados miembros ante las comumdades cuya
. d e1 e,onse10
misión es preparar los tra l)a JOS . y rea 11z· ar las tareas (llll'
21 Diez de Velazco, op. cit., p. 479. éste le encomiende.
SEGURIDAD COLECTIVA 669
668 JULIO BARBOZA

Las funciones del Consejo son importantes. Adopta decisiones y re su simultáneo carácter de institución comunitaria. El Parlamento
actúa como factor decisivo en la formulación de normas de derecho representa a los pueblos. El Tribunal es neutral y asegura el imperio
comunitario derivado. del derecho.
•El Consejo Europeo El funcionamiento es igualmente complejo. La función legislativa
Órgano de gran importancia, funcionó primero sin un tratado que corresponde, como vimos, a tres órganos; la iniciativa es de la Comi-
lo constituyera y se institucionalizó más tarde por el Acta única euro- sión, el Parlamento da su dictamen y la decisión final es del Consejo. En
pea y luego por el TUE. Es una reunión de jefes de Estado o de cuanto a la función ejecutiva, ésta pertenece al Consejo, quien la delega
Gobierno, con lo que se advierte su máximo nivel. También se sienta en la Comisión. Las competencias presupuestarias son compartidas entre
en él el presidente de la Comisión y asisten a los jefes de Estado los el Consejo y el Parlamento, aunque también participa la Comisión.
ministros de asuntos exteriores. En la práctica, ha fijado líneas de
orientación generales.
En el Tratado constitucional actual se dice que el Consejo en cues-
tión dará los impulsos necesarios para el desarrollo de la Unión y defi-
nirá sus orientaciones y prioridades políticas generales. Se le asigna un
papel importante en el ámbito de la acción exterior de la Unión, desde
que identificará sus intereses y objetivos estratégicos. Esta labor de pla-
nificación no debe confundirse con la aplicación de las políticas, que es
materia de la Comisión, el Parlamento y el Consejo. Se le otorga asimis-
mo competencia en relación con algunas decisiones constitucionales y
participación en el nombramiento de importantes dignatarios, al propo-
ner al Parlamento el presidente de la Comisión y al nombrar, de acuer-
do con dicho presidente, al representante de la Unión para las relaciones
exteriores.
o El Tribunal de Justicia
Su función es interpretar y aplicar los tratados, que comparte con los
tribunales de los Estados miembros y con un tribunal de primera ins-
tancia creado en 1989. A diferencia con los tribunales internacionales,
éste tiene jurisdicción obligatoria en las materias de su competencia y es
responsable de que el derecho comunitario se aplique en manera unifor-
me en todo el ámbito de la Unión. Cada Estado miembro tiene un juez.
iv) Conclusión
Se trata de una estructura muy particular, que se articula en función
de la representación de intereses: la Comisión representa el interés
comunitario, el Consejo y el Consejo europeo son de naturaleza inter-
gubernamental y representan básicamente los intereses de Estados
miembros, aunque siempre con la ambivalencia expuesta que le confie-
Séptima parte: El individuo en el derecho internacional

Capítulo 25

La personalidad internacional del individuo

l. Introducción

La definición, vigente tanto tiempo, de que el derecho de gentes es un


derecho entre Estados, excluyó la posibilidad de considerar al individuo
como un sujeto de ese orden jurídico y contribuyó a la actitud negativa a
su respecto aún luego de superada aquella definición original.

Ilustres negadores como Anzilotti han utilizado un argumento de ese


tipo y aun quienes la admiten, como Verdross, la confinan a un limbo
jurídico, a una zona marginal del DIP considerado lato sensu.

Sin embargo, ya autores como Oppenheim admiten la necesidad de


corregir tal óptica:

"Los diversos desarrollos ocurridos después de las dos guerras mun-


diales no justifican más la opinión que, en derecho positivo, sean los
Estados los únicos sujetos del derecho internacional. A medida que la
conciencia de ese hecho gana terreno, debe aumentar la disposición
para tratar a los individuos, dentro de una esfera limitada, como suje-
tos del derecho internacional" . 1

1 Traducción nuestra. En inglés reza así: "The various developme11ts since the two

world wars no longer cou11tenance the view that, as a matter of positive law, States are
the only subiects of International Law. fo proporticm as the realisation of that fact gai11s
groimd, there must be an increasing disposition to treat i11divid11als, within a limited
sphere, as sub¡ects of International Law", Oppenheim's Internatio11al Law. Lauterpacht,
8" ed, T. I, Londres, Longman, 1962, p. 639.
Juuo BARBOZA
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO 673
El párrafo anterior sin duda tiene en cuenta la aparición de las orga-
nizaciones internacionales como sujetos del DIP, así como la existencia El único sujeto pleno del derecho de gentes es el Estado soberano, y
de otras personas que, en una forma u otra, se asimilan a los Estados. aun así su capacidad de obrar no deja de acotarse por tratados o por
el derecho general. Ha habido Estados que no obstante ser dependien-
Pero todas ellas, incluyendo las 01, son colectividades o actúan en
tes gozaron de importante autonomía, como Egipto cuando era vasa-
representación de colectividades. El individuo es más difícil de contem-
llo de Turquía, al punto de mantener un condominio internacional
plar como sujeto de un derecho que normalmente acoge a entes colecti- sobre el Sudán con Gran Bretaña en 1898. Los laender del Imperio
vos. De allí las dificultades del tema.
alemán de Bismarck podían entrar en ciertos tratados con potencias
extranjeras y Baviera gozaba del derecho de legación. Las organizacio-
nes internacionales, sujetos indiscutibles hoy en día, tienen una perso-
2. El planteo nalidad recortada por los fines de sus estatutos y por los medios que
ellos ponen a su disposición para cumplir aquellos fines. En suma que
si el DIP conoce y acepta personas no plenas, no puede entenderse por
Es muy importante plantear correctamente el problema. Cuando se qué el individuo, también una entidad de personalidad limitada, no
pregunta sobre la personalidad internacional del individuo lo que inte- sería a su vez un sujeto de aquel derecho.
resa es si hay en la práctica internacional una relación inmediata del
individuo con el derecho de gentes. El individuo es, la mayor parte de Por lo demás, el contacto directo del individuo con el derecho de
las veces, representado por el Estado de su nacionalidad, por ejemplo, gentes se ha hecho mucho más intenso a partir de la segunda posguerra
cuando éste presenta en los casos permitidos por el DIP una reclama- mundial, en la misma medida en que la comunidad internacional fue
ción diplomática por daños que se le causaron. En esos casos, en que el adquiriendo mayor presencia en el escenario internacional y coincidien-
individuo actúa a través de su Estado, no lo hace como un sujeto de do con la aparición de un sector, por así decirlo, "público" o "comuni-
aquel derecho. tario" en aquel orden jurídico.

Tampoco es relevante para este tema la posición de aquellos que sos· "Al crecer la magnitud del papel comunitario crece también, aunque
tienen que el individuo es el único sujeto del DIP porque, en definitiva, pueda parecer paradoja!, la importancia del individuo. Las entidades
es su destinatario final, aquel en quien va a repercutir cualquier efecto intermedias entre individuos y comunidad, que son los Estados, en
internacional, como sostienen Duguit, Krabbe o Politis. Por supuesto cierta medida ven su propia esfera de acción limitada y encogida. Y si
que lo es, ya que no hay otro derecho que el que crean y viven los bien se mira, podrá advertirse que siempre que aparece el individuo en
seres humanos individuales. Sólo se trata de saber si el DIP faculta u el derecho de gentes lo hace en función de algún interés comunitario y
obliga a los seres humanos solamente a través de sus Estados o bien si también generalmente en detrimento de alguna competencia estatal". 2
hay derechos u obligaciones internacionales que se aplican directa-
mente a las personas individuales.
3. Personalidad activa del individuo
El desarrollo del tema nos irá mostrando que el individuo es, en
muchos casos, directamente tocado por el derecho de gentes y que Por personalidad activa en el derecho de gentes se entiende la posibi-
posee una personalidad estrictamente limitada, que le ha sido conferida lidad de una persona de ese derecho de reclamar directamente ante una
~a ~or el d~recho convencional, ya por la costumbre, pero que no por
limitada de¡a de constituirlo en un sujeto del DIP. 2 Julio Barbaza, "Individuo, comunidad y derecho internacional", en Jurisprudencia

argentina, Año XXIX, 1967-L Número del 15/2/1967, p. 6.


~,
V

LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO

674 Juuo BARBOZA


entre súbditos de uno y otro bando antes de la entrada en vigor de los
instancia internacional, esto es, sin la intermediación de terceros, por la tratados de paz. Asimismo, la Sala de controversias del Tribunal de
violación de sus derechos subjetivos. derecho del mar admite el jus standi de individuos particulares en con-
troversias relativas a la Zona.

a) En el derecho internacional general


i) En el campo de los derechos humanos
El individuo carece de esta personalidad en el derecho general, o sea,
Corno bien lo señala Cahier, 4 hay algo de profundamente novedoso
en el consuetudinario. En cambio, como veremos, la posee en ciertos
en esta materia: el derecho internacional no se ocupaba antes de la pro-
casos limitados del derecho convencional.
tección de los individuos, a menos que fueran extranjeros y aquella pro-
Sabido es que un individuo víctima de un hecho ilícito del derecho de tección atendía en primer término a los derechos del Estado de quienes
gentes no puede llevar al Estado violador a una instancia internacional. eran nacionales. La relación entre el Estado y sus propios nacionales
Tampoco puede entablar una reclamación directamente ante aquel era asunto interno del Estado en cuestión.
Estado, sino que debe acudir al mecanismo de la protección diplomáti- Gran parte de la protección internacional de los derechos humanos
ca de su Estado nacional, enteramente librada en cuanto a su otorga- se realiza, sin embargo, a través de la acción de los Estados, que recu-
miento, persecución y disposición de la eventual indemnización que se rren a los medios diplomáticos para hacer cumplir tratados protectores.
obtenga, al Estado de su nacionalidad. El Estado, según una bien acre- Pero hay, sin embargo, ciertos aspectos que parecen consagrar la perso-
ditada noción, hace valer en realidad su propio derecho, "el derecho nalidad del individuo en el derecho de gentes. Por de pronto, la Con-
que tiende a hacer respetar en la persona de sus súbditos, el derecho in- vención europea de derechos humanos declara en su artículo 1 que:
ternacional" .3
"Las Altas Partes contratantes reconocen a todas las personas bajo su
b) En el derecho convencional jurisdicción los derechos y libertades definidos en el Título 1 de la pre-
A través de tratados se ha reconocido al individuo una circunscrip- sente convención".
ta personalidad internacional.
Un lenguaje semejante utiliza el artículo 1 de la Convención america-
Históricamente, el Tribunal internacional de presas creado por la Con- na sobre derechos humanos.
vención de La Haya de 1907 admitía las reclamaciones de ciertos indi- Los mejores ejemplos de otorgamiento de personalidad a individuos
viduos (neutrales o beligerantes). Del mismo modo, la Corte de justicia
se encuentran en tratados regionales. Dentro de ellos se destacan el sis-
centroamericana creada en 1907 y disuelta en 1918, que tenía facultad
tema interamericano y el europeo.
para recibir demandas de individuos, consideró cinco casos, aunque los
rechazó por cuanto no se habían agotado los recursos internos. Se crea-
En la Convención europea de derechos humanos (Roma, 1950), a par-
ron en diversas oportunidades, por medio de tratados, Tribunales arbi--
tir de la entrada en vigencia del Protocolo XI que la modifica, los indi-
t ralcs mixtos entre países determinados, como en el caso de la Primera
viduos y personas jurídicas del orden interno tienen acceso directo a la
( ;ucrra Mundial entre potencias aliadas y asociadas y Alemania, por
Corte europea. Con anterioridad, los recursos de individuos eran
los tratados que pusieron fin a dicha guerra. Los individuos podían
atendidos por la Comisión, tal como sucede en la actualidad en l:i
reclamar por daños ilegales sufridos debido a las acciones u omisiones
Convención interamericana de derechos humanos.
del Estado demandado o a litigios respecto a contratos concluidos

4 Of;. cit., p. 145.


3 CPJI, Scri'" A, N" 2., p. 12.
Juuo BARBOLA l.A PERSONALIDAD INTERNACIONAL llEL l~lllVllJUO 677
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ----·---- ------------- ---------------

Se ha hecho notar, particularmente por los escépticos en cuanto a la En su opinión consultiva sobre la reparación ele daños sufridos al
personalidad internacional del individuo que en el sistema de la Comi- servicio ele la Organización, la CIJ define lo que entiende como "agen- i,
sión europea ;rnterior al Protocolo XI y en la actual intcramericana, tes internacionales" 11

carecen de poder jurisdiccional y que sus facultades solamente se origi- 1

nan en la firma de un protocolo facultativo o en la emisión de una " ... quienquiera que, funcionario rcmu1H.:rado o no, empleado a título
11
permanente o no, haya sido encargado por un c'irgano de la Organiza-
declaración ad !me, como en el caso de la Comisión interamericana.
ción de ejercer, o de ayudar a cicrcer, una de las funciones de aquélla; 1111
:1
Pero ¿es necesario recordar que los Estados tampoco tienen a su dispo-
en breve, toda persona por la que actúa la Organización ''. 5
sición tribunales con jurisdicción compulsoria, a menos que se hubieren
obligado expresamente a ello? Pensamos que esa relación de fondo Las relaciones entre tales agentes y la Organización se rige por reglas
directa entre el individuo y el derecho internacional ocurre en estos
¡1
emanadas de la Asamblea General así como reglamentaciones produci-
casos por la vía convencional; los individuos pueden presentar peticio- das por el Secretario General, que constituyen su derecho interno.
nes a la Comisión y así poner en movimiento una instancia internacio- En el orden regional, la Organización de Estados Americanos tam-
11.1
nal cuya misión es tratar de que se cumplan derechos individuales bién posee un derecho interno y una jurisdicción para juzgar. Algo
·¡
internacionalmente otorgados. Esta instancia, por otra parte, tiene similar sucede con el Banco Mundial.
11,11
medios de una eficacia no despreciable, aunque no sean coercitivos, Obviamente, la fuente última de validez de estos tribunales, así como
para hacer cumplir los derechos garantizados a los individuos. (funcla- de las normas que aplican, es la Carta de las Naciones Unidas, esto es, 1

¡,
mentaimente, exposic1(m pública del Estado violador ante l::i opinión un tratado del derecho internacional. Pertenecen, entonces, las normas ·1,
internacional.) ii
del derecho interno de las organizaciones inttmacionales al derecho ·¡,
,:1

En el orden mundial la protección es menor. El protocolo facultativo internacional y rigen con txclusión de las del derecho del p;1Ís sede de la
al Pacto ele derechos civiles y políticos de las Naciones Unidas admite organiz<iciún de que se trate. Por su parte, los tribunales en cuesti<'>n tic· :I
que los individuos presenten reclamaciones al Comité de derechos nen un c;ir<Ícter verdaderamente judicial, como lo dijo la C:IJ en su opi :111
,1

humanos. Este derecho ele petición se resuelve en un traslado, por pane nión consultiva de 1954 relativa al efecto de las decisiones del TJ\NlJ,
1'
dei Comité., al Est;ido objeto de la acusaciún, el que le presenta sus cuando reconoció que aquellas tenían efecto obligatorio entre las parres.«
observaciones al r<éspecto. El Comité, finalmente, participa sus compro- Dc111ús cstú dcc_ir que en el derecho comunitario de la lJnión Europea
baciones al individuo y al Estado interesado, Cabe observar que s1 la el papel del individuo es mucho mús extenso que en las organizaciones
/notación de lm derechos individuales puede resultar, e11 el orden internacionales. Los reglamentos co111u1iit<uios emanados del Consejo y
mundial, menos eficaz que en lo regional, sin embargo en ambos casos dt la Comisi(m de acuerdo con el artículo 189 del Tratado de la CEE se
es el individuo el que pone en movimiento una instanci;1 internacional aplican directamente a los individuos de todos los Estados miembros,
protectora de sus derechos, otorgados también internacionalmente. incluso sin publicación en su boletín oficial. El derecho comunitario es
ii) El derecho mterno ele las organizaciorws intcrnacion,tles superior al nacional y por ende origina en los individuos derechos subje-
Los tribunales administrativos del sistema de las Naciones Unidas tivos que las autoridades locales dcbtn respetar y proteger. Por ende,
son ilustrativos de la posibilidad de los individuo'., de rnov1~r una instan tocia disposición contraria del derecho interno se torna inaplicable.7 !i
cia mternacionai en reclamación de su~ derechos, Ex1skn dos, el de las 1

Naciones Unidas (TANU) y el de la O!T (TOIT), q1w considera11 las 1


UJ, Remeil, 1949, p. ]'//,(Traducción nuestra.) 1 i

demandas de los funcionarios de las org;111J:1:<1ciones de las Naciones


1
' UJ, Recueil, 19\4, pp. 4?/63.
1¡'.: "
7 ''
Cahier, o¡J. cit., p. l43. Ver fallo de la Conc de fusticia de las Comunidades d1
Unidas. !1
1974, i!(faire 167· 17.3, Rernei!, 1974, p. 371-
678 JULIO HARBOZA
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO

4. Personalidad pasiva. La Responsabilidad fJenal del individuo


A todo ello cabe agregar que ciertas garantías, como la irretroactiv1
Por regla general, las violaciones de las obligaciones internacionales dad de la ley penal, han sido proclamadas por instrumentos protecto!'l'~.
originan responsabilidad del Estado. Pero ciertas infracciones a normas de los derechos humanos y que ciertas convenciones sobre tales crí111l'
internacionales dan lugar a una responsabilidad penal de los indivi- nes específicos determinaron algunas de sus características especiales,
duos. Si el individuo actúa como órgano del Estado, la responsabilidad como el carácter de imprescriptibles que tienen.
individual puede correr aparejada a una responsabilidad, de tipo civil, Competencia para juzgar. La jurisdicción universal
del Estado. La jurisdicción es la potestad de decir el derecho: es una potestad del
Como veremos, el primer contacto del individuo con el DIP se produ- Estado en relación con ciertas personas. Los fundamentos de la j urisdic
ce históricamente cuando éste lo eleva a su plano para castigarlo: el indi- ción son así definidos por Cherif Bassiouni:
viduo tiene, desde muy antiguo, una responsabilidad por ciertos actos
realizados a título individual y penalizados por el DIP; también la tiene, "Las bases tradicionales de la jurisdicción son: primero el principio
más modernamente, por actos ejecutados como úrgano de un Estado. rerrirorial, 8 que l;1 determina por referencia al lugar donde se comctii'>
Aunque la figura delictiva es normalmente establecida por el derecho el cielito; segundo el principio de la nacionalidad, 9 que la cleten11i11;1
con referencia a L1 nacionalithd o al e;1dcrer nacional de la persona del
de gentes, la punición tradicionalmente estuvo a cargo de los tribunales
delincucnrc; rcrccro el principio protccror, IO que la determina con refe-
de derecho interno que tuvieran jurisdicción sobre tales crímenes y que
rencia al interés nacional lesionado por el delito; cuarto el principio de
pudieran establecerla en los hechos. Son los derechos interno~; los que
univcrsalidad, que fija la jurisdicción con respecto a la custodia del
fijan el monto de la pena aplicable en la mayor parte de los casos.
delincuente y quinto el princirio de la nacionalidad pasiva que la fija
La creación de los tribunales mtcrnacionales de Niiremberg y de . 1Le
por la n;1cionalidad o el car<Íctcr nac1ona . da " . 11
1 1a persona 1es1ona
Tokio, tras la Segunda Guerra Mundial, significaron un revolucionario
cambio al respecto, y están en el ongen de una tendencia que se manifestó Como se ve, respecto del Estado, la jurisdicción territorial, aunqul'
en el establecimiento de tribunales en 1~1 antigu;1 YugosL1via y Ruamb por muy importante y acaso la principal, no es la única y tampoco lo es en
el Consejo de Seguridad para el juzgamicnto de criminales de guerra en nuestro sistema penal. De un tiempo a esta parte han venido aparecic11
esos escenarios. La Corte Penal Internacional que creó el Tratado de Roma do signos cada vez más evidentes de que, al lado y muchas veces por
de junio de 1998 ha marcado un punro alto de la mencionada tl'.ndencia.
Se crearon también tribunales especiales en Sierra Leona y Ca111bodia.
:1 El Código penal argentino dice, en su anic:ulo 1:"Este Código se aplicará: 1. 1'01
El Tribunal Especial de Sierra Leona u, un tribunal ,1fric,rno, c.•;tablci.:i-
dl'litos cometidos .. en el territorio de la Nación Arg•:ntina, o en los lugares sometido, ·'
do para ¡ uzgar a personas acusacfas de crímenes de lesa 1-I u1n;11ndad y :;u jurisdiccic.in". Y precis;1 el ,1rtículo 18 del Código Procesal Penal: "La co.mretc11ci.1
crfmenes de guerra cometido:; •:n aquel pais. Fue creado conjumarncnrc penal :,e ejerce por los jueces y tribunales que la Constituciún Nacional y la ley 111st1tuya11,
por las Naciones Unidas y el gDbicrno d" Sierra Leona. Se rrnta de un y se extender;Í a todos los delitos que se cometieren en su terntono, o en alta mar a lior
tribunal internacional y nauonal, <:on jueces inrcrnacirnwle:, v :,icrralc- do de huqul's narionalcs, cuando éstos arnben a un puerto de la Capital.... "'. . ,
9 También el artículo 1, CP sigue una inspirc1l.ÍÓ11 parecida al dar 1ur1sd1cc1011 a lllll"'•
oncses, y establecido e11 el p.1ís donde se corncticron los crínwncs. En
tro país " ... Por delitos cometidos en el extranjero por agc:ntcs o empleados de: autorida
C:.ambodia se creó una Corte con simihrcs caractcrísricas para ju/.gar
des argentinas en desempeiio de su cargo". . .
los crírncnes contra la 1-lurnanidad cometidos por los Khrncr ro11gt·s. 10 Artículo 1, CP "Por delitos ... cuvos efectos deban producirse en el tcrntono "" l.1
Tiene dos Cámaras Exl!aqnli11;ir1;.1s, u1n para juzgar a lo:; <1Cusados de Nación Argentina, o en los lugares sometidos a su jurisdicción".
haber asesinado miles de civiles durante la década de 1970 y la orra 11 Ihssiouni, citando Harvard rcsearch 011 /11/ematirnzal L<1w: Jurisdictirm 1oit/1 ,., ...
pect to Crimc, 2.9 AJIL, 435, 445 ( l 93\'). Abo, Rcstatement (scr:ond) of the Foreig11 l(..J,,
para ofr ;tpdac1oncs dcmro del actual sist•,·rna judici;:il camboyano.
tions Law ol the United Sta tes# 1O ( l %S}.
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO
680 JULIO BARBOZA

penales. Es como una trinchera exterior que a!lade una mayor defensa
encima de la comunidad estatal, existe otra comunidad, la internaicio- de aquellos derechos humanos fundamentales.
nal, con su derecho propio que es el derecho de gentes. 12 Ahora bien, crímenes internacionales son aquellos que atentan con-
Junto con la creciente presencia de la comunidad general y d<e las tra valores fundamentales de la comunidad internacional en su conjun-
comunidades particulares aparece un sector -por así decirlo- público en to. Hay, entonces, conductas que atacan valores fundamentales de las
ese panorama. comunidades nacionales y figuras penales que las reprimen, paralela-
mente a conductas que atacan valores fundamentales de la comunidad
Recordemos entre otros testimonios, las obligaciones erga omnes y de
internacional en su conjunto y figuras penales internacionales que las
ius cogens, la protección internacional de los derechos humanos; y la
repnmen.
del medio ambiente, la aparición de principios emergentes c01mo el
La represión penal internacional está, en pnnc1p10, confiada a los
patrimonio común de la Humanidad o el interés común de la Htuma-
nidad y particularmente el cumplimiento del derecho humanitario., por
Estados. Pero éstos no actúan en tales casos en nombre propio sino
no citar sino algunos de los campos y de las normas jurídicas dconde como agentes del derecho internacional. En la represión penal, el Estado
más claramente se nota la presencia de la comunidad intcrnaciona1l. tiene dos bonetes, uno propio y otro de la comunidad de naciones.
Si bien es cierto que la aparición ele rrihunales internacionales ha
Este orden público internacional conformado por los intereses co>mu- sido un rasgo espectacular de la última década, aún así éstos tienen
nitarios, generales a la comunidad internacional en su conjunto,, así todavía un carácter supletorio de los tribunales internos. Aún hoy, en
corno los correspondientes a las comunidades particulares, son pro1tegi- paralelo con el Tribunal de la antigua Yugoslavia, tribunales penales de
dos en ciertos casos por organismos internacionales, pero en la maY'oría derecho interno han dictado sentencias sobre asuntos ele la jurisdicción
de las veces, debido al carácter descentralizado del orden jurídico inter- ele aquel Tribunal, corno entre otros el asunto de Nikola Jorgic, un ser-
nacional, y a la ausencia hasta hace poco de tribunales penales interna·· bio de Bosnia condenado por genocidio por un tribunal alemán.13
cionales, son los propios Estados los que están a cargo de velar por elllos. La jurisdicción ele los tribunales nacionales cuando actúan con el
Un producto no menor de este proceso es la aparición de la proitec- bonete de la comunidad internacional les es conferida por el derecho de
ción internacional de los derechos humanos: en la panoplia de ins;tru- gentes; no podría ser de otra manera ya que si fuera el propio Estado
mentos protectores de tales derechos figura la represión de los crí1rnenes quien se las confiara estaríamos ante casos de extraterritorialidad del
internacionales cometidos por individuos. No olvidar que las viola cio- derecho interno enteramente injustificados. La ley nacional tiene vali-
nes del derecho humanitario implican normalmente las de derechos dez dentro del territorio del Estado y sólo excepcionalmente es ejecuta-
humanos fundamentales cuya protección se da en la forma de sanciones da fuera de dicho territorio y por razones que no hacen al derecho
internacional sino a la cooperación entre los Estados para obtener un
12 Esto se aplicaría tanto a la comunidad internacional corno a otras comunidadtes de mejor funcionamiento de las administraciones nacionales de justicia.
Estados y de personas. Tales serían las comunidades creadas por ciertos tratados mu ltila-
teralcs de gran importancia para los Estados que son partes, como la convención s;obre No hay que engañarse por la existencia de leyes internas que repiten la
torturas o la de genocidio. Los Estados miembros de tales tratados forman comunidlades
normativa internacional: lo hacen para facilitar la tarea de los jueces,
de derecho particulares y estas comunidades parecen tener también ellas un cierto onlen
público particular conformado por los valores más importantes que el tratado intenta
proteger y relacionados acaso con su objeto y fin. El derecho internacional se parecte, en
ese ~entido, a un archipiélago de islas que representarían las comunidades ueadas. por 11 El Tribunal Superior del Land de No1d Rhein 'Westphalia. Cadena perpetua pm
trarados multilaterales, unificado en el gran océano del derecho generaL Conviene acllarar genocidio configurado por la muerte de 30 musulmanes bosnios en 1992. Agence Fr:111,.,,
además que el orden público particular, para decirlo Je alguna maneta., debe ser siempre Presse, enero 16, 2001.
compatibk con el de la comunidad internacional en su conjunto.
682 JULIO BARBOZA
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO 683
que obedecen en primer término a su derecho nacional o para no dejar
dudas respecto al principio de nu!lum crime, nulla pena sine lege. Pero en Como vimos, las dos convenciones universales sobre derecho del
nuestra opinión el verdadero fundamento de la represión penal es aquí la mar equiparan la piratería aérea con la marítima. Hay otras infraccio-
norma, convencional o consuetudinaria, del derecho internacional. nes por el individuo al derecho internacional. 14
ii) Trata de esclavos
Pues bien, siendo los Estados los principales agentes de la comuni- El Acta final del Congreso de Viena reflejó el deseo de las potencias
dad internacional, parece lógico que ellos tengan jurisdicción para juz- de terminar con el comercio de esclavos, pero por diversas circunstan-
gar los crímenes que afecten a esa comunidad, aunque no los afecten a cias -entre ellas la rivalidad entre Gran Bretaña y Francia como las prin-
ellos directa y primariamente. Tal sería la base de la jurisdicción univer- cipales potencias navales de entonces- sólo en 1885 y 1890, fechas del
sal en relación con esos crímenes internacionales, en particular de los Acta de Berlín y del Acta antiesclavista de Bruselas, se asentó la regla de
crímenes contra la Humanidad. El mecanismo apropiado es el que se que "conforme al derecho de gentes, la trata de esclavos está prohibi-
expresa con el dicho latino de aut dedere, aut judicare, y que consiste da". El terna fue retomado en una convención de la Sociedad de Nacio-
en imponer al Estado que custodia al acusado de un crimen contra la nes de 1926, enmendada en 1953, así como por las convenciones de
Humanidad la obligación de juzgarlo o de entregarlo a otro Estado con derecho del mar de 1958 y 1982..
competencia sobre el crimen imputado, para que lo juzgue. iii) Tráfico de estupefacientes
El instrumento más completo sobre el tráfico de estupefacientes es la
a) Cuando el individuo actúa a título /Jersonal Convención única del 30 de marzo de 1961, completada por la de Vie-
Algunas conductas individuales fueron de tal manera atentatorias de na de 1971 y por un protocolo de marzo 25 de 1972. En 1988 una
intereses comunitarios considerados vitales que la comunidad interna- nueva convención de Viena puso los anteriores instn1mcntos al día.
cional reaccionó penalizándolos. iv) Interferencias ilícitas con la aviación internacional
i) La piratería en alta ma o en otra jurisdicción internacional Por su lado, la convención de Tokio de 1963 rnndcna ciertos delitos
Este crimen es de origen consuetudinario y contempla los actos violen- relacionados con la navegación aérea, la de La 1laya de 1970 trata del
tos cometidos con fines de lucro contra los bienes y las personas en el alta apoderamiento ilícito de aeronaves y la dt' Montreal de 1971 condena
mar. El lugar de comisión es esencial: no hay piratería internacional los actos ilícitos contra la seguridad de la aviaciún civil internacional.
cometida en tierra o en el mar territorial. Esta figura delictiva se codificó También aquí son los tribunales lornles los que juzgan a los culpables y
en las convenciones de Ginebra, 1958 (artículos 14 a 22) y de Montego aplican las penas del derecho interno.
Bay de 1982 (artículos 100 a 107). Las penas correspondientes a la pirate- v) Terrorismo internacional
ría son impuestas por el derecho penal del Estado que apresó a los piratas. La OEA tomó la primera iniciativa al respecto con un convenio
sobre prevención y represión del terrorismo en forma de crímenes con-
Ambas convenciones identifican la piratería cometida en buques y tra las personas o extorsión conexa. L:1 Asamblea General ele la ONU
aeronaves y la caracterizan como todo acto ilegal de violencia o de adoptó en 1973 una convención sobre un proyecto preparado por la
detención o todo acto de depredación cometidos con un propósito Comisión de derecho internacional sobre prevención y castigo de los
personal por la tripulación o por los pasajeros de un buque privado delitos contra personas especialmente protegidas, incluso agentes diplo-
producidos en alta mar contra aquel buque o contra personas o bienes
a bordo de ellos o bien idénticos actos contra una aeronave, persona o
bienes a bordo de ella, en un lugar no sometido a la jurisdicción de 14
Ver respecto a estos ítems lo desarrollado m Nguycn Quoc Din, Patrick Daillier y
ningún Estado (artículo 101). Ala in Pellet, Droit i11ternatio11al pub/ic, L(;DJ, París, 1994, pp. 621/625, y las fuentes allí
citadas.
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO 685
684 Juuo BARBOZA

máticos. En diciembre de 1979, la AGNU adoptó otra convención, esta órgano nunca se atribuyó al Estado con carácter criminal. Nüremberg
vez sobre la toma de rehenes. no se ocupa de la responsabilidad del Estado; normalmente debe
corresponderle una responsabilidad internacional por lo menos de tipo
b) Cuando actúa como órgano del Estado civil, acaso incluida en las indemnizaciones de guerra.
i) Antes de la Primera Guerra Mundial
Con anterioridad a la Primera Guerra Mundial, el individuo que El proyecto de Código de crímenes para la paz y seguridad de la
actuaba como órgano del Estado no tenía responsabilidad internacio- Humanidad deja a salvo en su artículo 4 cualquier responsabilidad que
pudiere corresponder al Estado en esos casos (la responsabilidad de las
nal, aunque a través de su conducta individual se imputara a su Estado
personas ... "no prejuzga ninguna cuestión de la responsabilidad de los
una violación del derecho de gentes.
Estados en virtud del derecho internacional"). Aunque la regla no fue
El Jefe de Estado y las autoridades nacionales estaban exentos de recogida en el Tratado de Roma, el concepto nos parece correcto.
responsabilidad internacional por el hecho de que sus conductas confi-
guraban "hechos del Estado" y consecuentemente no podían ser juzga- Tocante los llamados "crímenes de guerra", esto es, aquellos cometi-
dos por los otros Estados, por aquello de par in parem imperium non dos contra los usos y costumbres de la guerra, en la primera posguerra
habet. Se citan en apoyo la doctrina de los casos Schooner Exchange vs mundial se reconoció que el DIP autorizaba a los Estados lesionados en
McFaddon y McLeod. A partir del Tratado de Versalles de 1919, que la persona de sus nacionales a imponer su jurisdicción penal sobre los
declaró al Kaiser alemán pasible de ser juzgado, cambia la tradición y responsables, si caían en su poder.
luego de la Segunda Guerra Mundial el Tribunal de Nüremberg, como
vimos, hizo comparecer y juzgó a las autoridades del Reich alemán. Esto abrió la puerta a la responsabilidad de los agentes del Estado, por-
Hoy es un principio aceptado y recogido por el proyecto de Código de que conviene no olvidar que para el DIP aun un simple soldado raso es
crímenes (artículo 5) de la Comisión de derecho internacional y por el un órgano del Estado cuya conducta puede constituir un "hecho del
Estatuto de la Corte creada en el Tratado de Roma de junio de 1998. Estado" 16 y por ende los violadores de los usos y costumbres de la gue-
rra no actuaban a título privado, como en el anterior caso.
Era lógico: la conducta de un individuo-órgano tenía una sola imputa-
ción y era asignada al 'Estado. Pero éste no tenía responsabilidad cri- ii) Nüremberg y Tokio
minal en derecho internacional, y así hubo que incurrir en la doble Luego de la Segunda Guerra Mundial, las potencias vencedoras
imputación: una criminal al individuo y otra civil, 15 al Estado. En ese
resolvieron, por el Acuerdo de Londres del 8 de agosto de 1945, el juz-
entonces, la imputación de crímenes internacionales a los individuos
gamiento de los grandes criminales de guerra nazis y japoneses. Los cri-
favoreció la asunción de competencia por el Tribunal en casos de
minales menores caerían bajo la competencia de tribunales nacionales
infracciones cometidas por la autoridad alemana contra sus propios
nacionales, que no contaba con los instrumentos de protección de los de los países donde hubieran cometido sus delitos.
derechos humanos que existen hoy.
16 Ver Comisión general de reclamaciones Estados Unidos-México, asunto Chatti11:
¿Qué responsabilidad cabe al Estado en caso de un crimen cometido
hay responsabilidad directa del Estado por los hechos de sus funcionarios, tanto de órga-
por uno de sus órganos? En la práctica internacional, la conducta del nos judiciales como ejecutivos, UN Recueil, T. IV, p. 286. Así también esta misma Comi-
sión, caso Mases, en que se rechaza la alegación mexicana fundada en el carácter
15
El artículo 19, de la primera lectura del Proyecto de la CDI sobre responsabilidad subordinado del agente que se había apoderado de los bienes del norteamericano Mases.
de los Estados establecía la existencia de crímenes internacionales del Estado. Fue dejado El gobierno, del punto de vista internacional, es "el conjunto de todos los funcionarios y
sin efecto en segunda lectura. de todas las personas investidas de autoridad". UN Recueil, T. X, p. 732.
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO 687
686 JULIO BARBOZA
• El hecho de que el derecho interno no imponga pena alguna por
La importancia de los principios de Nüremberg en el derecho penal un acto que constituya un crimen del derecho internacional no exime
internacional es notable, porque por primera vez impone la competen- de responsabilidad en derecho internacional a quien lo haya cometido.
cia de tribunales internacionales para el juzgamiento de ciertos críme- Marca el carácter internacional de los crímenes de Nüremberg y
nes. Introducen dos categorías nuevas de figuras delictivas que se han apoya el criterio de la jurisdicción universal y la competencia del tribu-
incorporado al derecho de nuestros días: los crímenes contra la paz y nal incluso cuando los acusados no han cometido delito según la ley
contra la Humanidad e incriminan a los dirigentes y organizadores de local (lex loci). En este sentido, se relaciona con el principio que sigue y
actos de agresión y otros inhumanos que habían actuado, en la perpe- que se refiere a los hechos de autoridades del Estado.
tración de tales actos, como órganos del Estado. • El hecho de que la persona que haya cometido un acto que consti-
iii) Los principios de Nüremberg tuya un crimen de derecho internacional haya actuado como jefe del
La Asamblea General, sobre la base de un proyecto de la CDI, decla- Estado o como autoridad del Estado, no lo exime de responsabilidad
ró como principios del derecho internacional los reconocidos por el con{orme al derecho internacional.
Estatuto y por las sentencias del Tribunal de Nüremberg, afirmados Ya comentamos más arriba este principio.
unánimemente por la Asamblea General en la Resolución 95 (1) del 11 • El hecho de que una persona haya actuado en cumplimiento de
de diciembre de 1946, lo que les confirió carácter de derecho interna- una orden de su gobierno o de un superior jerárquico no la exime de
cional general. responsabilidad con{arme al derecho internacional si efectivamente ha
• Toda persona que cometa un acto que constituya un crimen de tenido la posibilidad moral de opción.
derecho internacional es responsable del mismo y está sujeta a sanción. Este principio establece que la existencia de órdenes superiores de
Ni el Estatuto del Tribunal de Nüremberg ni la CDI definen qué es cometer los crímenes del Estatuto no es eximente de responsabilidad,
un crimen internacional. Simplemente se enumera en siguientes artícu- excepto cuando el acusado no ha tenido realmente una posibilidad
los cuáles son los crímenes internacionales que están sujetos a la res- moral de opción. Pero la obediencia debida puede ser considerada
ponsabilidad individual de quienes los cometieron, o en una u otra como atenuante según las circunstancias.
forma participaron en su comisión.
Es también un principio aceptado desde el Estatuto de Nüremberg; se
Dijo el Tribunal de Nüremberg: "Se ha alegado que el derecho inter- incluye en el de Tokio (artículo 6), la Ley Nº 6 del Consejo de Fisca-
nacional se ocupa de las acciones de Estados soberanos y no prevé el lización (artículo 4) y en los Estatutos de los Tribunales penales para
castigo de los individuos ... En opinión del Tribunal, debe rechazarse la antigua Yugoslavia (artículo 7) y Ruanda (artículo 6), así como en
tal alegación. Hace mucho tiempo que se ha reconocido que el dere- el proyecto de código de 19 54 y en el actual Proyecto de Código,
cho internacional impone derechos y obligaciones a los individuos, así artículo 5.
como a los Estados". 17 Este es el gran legado de Nüremberg y piedra
angular del derecho internacional penaJ. 18
• Toda persona acusada de un crimen de derecho internacional tiene
derecho a un juicio imparcial sobre los hechos y sobre el derecho ..
Esta es una garantía muy general. Los proyectos posteriores y el Tra-
17 Nüremberg; Judgment, p. 52. tado de Roma de 1998 incluyen garantías específicas de acuerdo con
18
Fue reafirmado por los Estatutos de los tribunales para la antigua Yugoslavia y los principios del derecho penal liberal, como el principio de non bis in
Ruanda y por el proyecto de Código de 1954 de la CDI, así como por el reciente proyec-
to de Código de crímenes contra la paz y seguridad de la Humanidad (artículos 2 a 7 de idem y de irretroactividad de la ley penal (artículos 12 y 13 del proyec-
la parte general).
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO 689
JULIO BARBOZA

to de la CDI sobre Código de crímenes contra la paz y seguridad de la implique o no el acto una violación del derecho interno del país donde
Humanidad). Asimismo, el Tratado de Roma de 1998 incluye el princi- se haya cometido.
pio de nullum crime sine lege (artículo 22), nulla pena sine lege (artícu-
lo 23), irretroactividad ratione personae (artículo 24). Esta división tripartita de los crímenes ha permanecido en otros pro-
• El principio VI, según fue codificado por la CDI contiene, más que yectos y ensayos de creación del código de crímenes, que formuló la
un principio una enumeración de los crímenes que constituyen la com- Comisión de derecho internacional a pedido de la Asamblea General.
petencia del Tribunal: los crímenes contra la paz, los de guerra y los de v) El proyecto de código de crímenes contra la paz y seguridad de la
lesa humanidad. Humanidad
" La complicidad en la comisión de un crimen contra la fJaz, de un A pedido de la AGNU, la CDI había presentado en 1951 y 1954 sen-
crimen de guerra o de un crimen contra la Humanidad, constituye asi- dos proyectos de código de crímenes a la Asamblea General. En prime-
mismo un crimen de derecho internacional. ra fila de los crímenes propuestos figuraba la agresión; corno precisamente
Incluye la complicidad, más aún, en el texto del principio VI y eu en esos momentos el tema de la definición de agresión era objeto de la
relación con la agresión, el Estatuto de Nüremberg contiene otras for- tarea de un Comité ad-hoc de la Asamblea General y como el concepto
mas de participación criminal, como la conspiración para perpetrar los básico de agresión estaba lejos de ser objeto de consenso, se decidió que
actos del inciso 1 ). la CDI postergara la consideración del Código de crímenes hasta tanto
iv) Los crímenes de Nüremberg (artículo VI) la AGNU adoptara la definición de agresión, lo que sucedió por Reso-
lución 3314 (XXIX) de 14/12/74. En 1981, la AGNU invitó a la CD! a
'·'Los actos siguientes, o cualquiera de ellos, constituyen crímenes de continuar con sus labores relativas al código de crímenes. En 1996, la
competencia del Tribunal por lPs que habrá responsabilidad personal:
CDI terminó con el proyecto y lo envió a la Asamblea General. El
a) Crímenes contra la paz, a saber: la planificación, preparación, ini-
Código sólo abarcaba los crímenes más graves. Por ejemplo, el fusila-
ciación o realización de una guerra de agresión o de una guerra en
miento de un rehén sigue siendo un crimen de guerra común, pero si
violación de tratados, acuerdos o compromisos internacionales; la
participación en un plan conjunto o conspiración para la realización
hay un fusilamiento sistemático o en gran escala pasa a ser un crimen
de cualquiera de los actos mencionados; contra la paz y seguridad de la Humanidad. Este criterio fue recogido
b) crímenes de guerra, a saber: violaciones de las leyes o costllmbrcs de en Roma. Fueron dejados de lado varios crímenes aprobados en prime-
la guerra. Entre esas violaciones se incluyen, sin que la lista sea raxati· ra lectura: intervención, dominación colonial y otras formas de domi-
va, el asesinato, maltrato o confinamiento a trabajo forzado o con nación, apartheid, mercenarios y terrorismo internacional.
cualquier otro propósito de la población civil de un territorio ocupado vi) Los crímenes internacionales del Tratado de Roma de 1998
o que se encuentre en él; el asesinato o maltrato de prisioneros de gue- Sobre la base provista por el proyecto de Código de crímenes de la
rra o de personas que estén a bordo de naves en los mares, el asesinato CD!, la Conferencia de Roma elaboró los tipos delictivos incorporados
de rehenes, el pillaje de bienes públicos o privados, la destrucción arbi-
al Estatuto de la Corte Penal.
trana de ciudades, pueblos o aldeas y su devastación no justificada por
•Genocidio
necesidades militares;
El artículo 6 sigue la definición de la Convención de genocidio. Su
e) crímenes de lesa humanidad: el asesinato, l::i cxtcrmin<1ción, la escla-
finalidad es destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico,
vitud, Li deportación u otros actos inhumanos cometidos contra cual-
quier población civil, antes o durante la guerra o la persecución por
racial o religioso como tal. Los actos dirigidos a tal finalidad pueden
motivos politicos, racialc:s o religiosos para cometer cu<1lquier crimen agruparse según se trate de un genocidio físico o de uno biológico, aun-
que sea de competencia del rribunal o en relación con ese crimen, que tales categorías no figuren explícitamente en la figura.
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690 Juuo BARBOZA

LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO


Configurarían un genocidio físico la matanza de miembros del gru- 691

po, la lesión grave a la integridad corporal o a la salud física o mental


por el derecho internacional; y c) en caso de conflicto armado de carác-
de sus miembros o el sometimiento intencional del grupo a condiciones
ter no internacional, las violaciones serias del artículo 3, común a las
de existencia que hayan de acarrear su destrucción física total o parcial. cuatro convenciones de Ginebra del 12 de agosto de 1949.
El genocidio biológico consistiría en las medidas para impedir los •Agresión
nacimientos en el grupo, o el traslado forzoso de niilos a otro grupo.
Aunque el crimen de agresión figura en el artículo 5 del Estatuto de
En el Estatuto de Nüremberg no era así. Existían dos categorías de crí- Roma co~o una de las cuatro categorías criminales contempladas para la
menes: los actos inhumanos, contenido del actual artículo 18 del pro- Junsd1cc1on de la Corte, el inciso 2 de aquel artículo dice que la Corte
yecto y la persecución, materia del presente artículo. Su texto: "la ejerc~rá jurisdicción sobre el crimen de agresión cuando se adopten las
persecución por motivos políticos, raciales o religiosos para cometer prov1s1ones, de acuerdo con los artículos 121 y 123, para definir el crimen
cualquier crimen de la competencia del Tribunal o en relación con ese Y para establecer las condiciones bajo las cuales la Corte deba ejercer su
crimen" (las bastardillas son nuestras). 1unsd1cc1ón respecto a ese crimen. Se dice además que aquellas provisio-
nes deberán estar de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas.
Según lo reconoció la CIJ los principios sobre que se basa son vincu- Esto .quiere decir que el crimen de agresión tendrá que entrar por vía
lantes para los Estados, aun sin necesidad de una obligación convencio- de enmienda (artículo 121 ), por lo cual deberán transcurrir al menos
nal. O sea que, para la Corte, tales principios pertenecen al derecho los siete aiios necesarios para introducirlas a partir de la entrada en
internacional general. La lista ha sido tomada de la Convención y es vigor del Estatuto (artículos 121.1 y 123.I)
exhaustiva; el concepto no se aplica al control voluntario de la natali-
dad. El crimen se comete con cualquiera de los actos enumerados, sitie-
nen el claro propósito de causar destrucción total o parcial del grupo. S. El derecho humanitario
• Crímenes contra la Humanidad
Son materia del artículo 7. Las figuras del acápite tienen en cuenta la Clásicamente, el derecho internacional se dividía en derecho de la
evolución del DI posterior a Nüremberg. Se requieren tres condiciones paz Y derecho de la guerra. El llamado jus ad bellum, corno vimos en el
para configurar un crimen semejante: las acciones enumeradas deben Capítulo XIII sobre uso de la fuerza, sólo pudo ser objeto de norrna-
ser ejecutadas en forma sistemática o en gran escala e instigadas o diri- ción positiva a partir del Pacto de la Sociedad de Naciones, del Pacto
gidas por: un gobierno, una organización política o un grupo. Kellogg-Briand de 1928 y de la Carta de las Naciones Unidas. En cam-
El Estatuto de Nüremberg no exigía que los actos fueran en gran bio el jus in bellum, esto es, la reglamentación de la conducción de la
escala o sistemáticos. Además, la llamada "persecución" debía cometer- guerra y del tratamiento a combatientes y no combatientes fue objeto
se en tiempo de guerra y en relación con crímenes contra la paz o crí- desde temprano de limitaciones y de tentativas de humanización.
menes de guerra. En el proyecto de la CDI son crímenes autónomos. Cuando, en 1949, la Comisión de derecho internacional se vio abo-
9 Crímenes de guerra
cada a su tarea de codificación del derecho de gentes, 110 incluyó entre
Son materia del artículo 8. También deben ser ejecutados en forma los temas que se propuso abordar el derecho de la guerra, por diversas
sistemática o en gran escala para alcanzar el nivel del Código. Pueden razones, pero acaso en primer término porque no quería dejar flotando
ser: a) graves violaciones de la Convención de Ginebra del 12 de agosto en la opinión pública la idea de que era necesario normar una actividad
de 1949; b) otras serias violaciones de las leyes y costumbres aplicables prohibida.
en los conflictos armados internacionales, dentro del marco establecido Con mayor realismo, el Comité internacional de la Cruz Roja
emprendió la actualización de ese tema a trave's d~'· la acnón
· d e1
692 Juuo BARBOZA LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO 693

Gobierno suizo, el que convocó en Ginebra a una conferencia interna- se haga cargo de los deberes humanitarios que se asignan a las poten-
cional para codificar lo que entonces comenzó a llamarse derecho cias protectoras.
humanitario, pero que tenía un contenido algo similar a, por lo menos, •Primera y Segunda Convenciones de Ginebra de 1949
una parte del derecho de la guerra en cuanto a su conducción lo más La primera convención se ocupa de la protección a las víctimas de la
humanizada posible con respecto a las personas que la protagonizaban guerra terrestre, del tratamiento a los heridos y enfermos. Su artículo 12
y la sufrían. es básico, pues establece que ciertas personas protegidas, que determina
el artículo 13 (miembros de las fuerzas armadas y otras personas allí
a) Las cuatro Convenciones de Ginebra de 1949 especificadas) que estén enfermas o heridas en campaña, serán tratadas
La Conferencia produjo cuatro convenciones, que forman parte de en forma respetuosa y protegidas. Esta protección se extiende a los esta-
lo que se ha dado en llamar "el derecho de Ginebra" a diferencia del blecimientos y a los móviles que tienen carácter médico, así como al per-
"derecho de La Haya", supuestamente de contenido diferente puesto sonal médico que se dedica al cuidado y socorro de las personas
que este último se ocupa de la conducción de la guerra, pero que en el protegidas. Se extiende también, naturalmente, al personal de las socie-
fondo resulta bastante difícil de distinguir del tenor de las cuatro con- dades nacionales de la Cruz Roja así como al de otras sociedades de la
venciones referidas. misma naturaleza, cuando tienen el reconocimiento de sus Gobiernos.
Es importante señalar que los cuatro instrumentos de Ginebra se La segunda convención tiene un contenido similar a la anterior, sólo
aplican a cualquier conflicto armado entre sus miembros, haya sido o que se aplica a heridos, enfermos y náufragos de las fuerzas armadas en
no reconocido por alguno de ellos el estado de guerra y, en especial, el mar.
aun a aquellos conflictos que no sean de carácter internacional. A • La Tercera convención
ellos se consagra el artículo 3 común a las cuatro convenciones, que Este instrumento se dedica a proteger a los prisioneros de guerra, de
en sí mismo es como un compendio de la protección debida a las per- la que se hace responsable a las potencias en cuyo poder se encuentran,
sonas en conflictos no internacionales. También resulta de interés el con independencia de las personas o instituciones bajo cuya directa
artículo 8, común a todas, que incorpora mecanismos de control supervisión o mando aquellos prisioneros se encuentren. También el
como la institución de las llamadas potencias protectoras, o sea de artículo 12 proclama la obligación de los Estados de velar por el buen
Estados que representan a cada una de las partes contendientes frente tratamiento material y el respeto a su dignidad.
a la otra y que vigilan el cumplimiento de las convenciones. Si bien es • La Cuarta convención
cierto que las partes tienen la obligación de facilitar la tarea de los La Convención cuarta se ocupa de las personas civiles que, en tiem-
representantes de aquellas potencias, han surgido en la práctica serias po de guerra, se encuentren bajo la ocupación militar del enemigo, o
dificultades en cuanto al nombramiento y las funciones de las poten- bien dentro de su territorio.
cias protectoras, en vista de lo cual el artículo 5 del Protocolo I (de
1977) otorga a la Cruz Roja o a cualquier otro organismo humanita-· b) Los dos protocolos de 1977
rio neutral, la posibilidad de ofrecerse como sustitutas de aquellas Para colmar ciertas cortedades de que adolecían las cuatro convencio-
potencias, ofrecimiento que los Estados miembros deben aceptar sin nes citadas, en particular los efectos de ciertas armas sobre las poblacio-
demora. En caso de que no se produzca tal ofrecimiento, el Estado en nes civiles, que crecientemente sufrían las consecuencias de las guerras,
cuyo poder se encuentren las víctimas de la guerra tiene la obligación, el Gobierno suizo convocó en Ginebra a la comunidad mundial en una
por el artículo 10 común a las Convenciones, de pedir a un organis- conferencia internacional que, trabajando desde 1974 en adelante, pro-
mo humanitario, como el Comité Internacional de la Cruz Roja, que dujo dos importantes protocolos a las Convenciones de 1949.
LA PERSONALIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO 695
694 JULIO BARBOZA

cláusula contenida, con el mismo carácter, en las Convenciones de La


• El Protocolo I Haya de 1907:
El primer protocolo se aplica a los casos de conflictos internaciona-
les, definidos como se explica más arriba en el artículo 2 común a las
"Las personas civiles y los combatientes quedan bajo la protección y
convenciones de 1949. El aditamento, propio de la época en que se for-
el imperio de los principios del derecho de gentes derivados de los
muló, fue el de las luchas contra la dominación colonial que en ese usos establecidos, de los principios de humanidad y de los dictados de
entonces estaban en pleno desarrollo. Esto es, se dio carácter interna- la conciencia pública".
cional a tales conflictos, en contra de las tesis de los países colonialistas
en sentido de que las cuestiones entre metrópolis y colonias eran una • El Protocolo II
cuestión interna de esos Estados y por ende no sujetas a la intervención Cubre este protocolo lo relativo a los conflictos armados que no
de las Naciones Unidas ni de potencia extranjera alguna. sean internacionales, que se operen entre las fuerzas armadas de un
Para poder introducir estos conflictos bajo la protección del derecho Estado miembro y fuerzas en oposición, ya sean éstas fuerzas armadas
de Ginebra eran necesarios algunos cambios respecto al concepto y a la o grupos armados bajo un mando responsable. Para ello, estas fuerzas
apariencia exterior de las fuerzas combatientes, desde que los movi- disidentes deben tener control de un cierto territorio y realizar opera-
mientos de liberación nacional en la mayoría de los casos apelaban a ciones militares de cierta envergadura, lo que excluye las situaciones de
tácticas de guerrilla. Distinguir en tales casos a los combatientes de los meros disturbios internos, de las que resulten actos aislados o esporádi-
no combatientes presenta dificultades. Se estableció el carácter de com- cos de violencia (artículo 1 ).
batientes a las personas que llevaban armas abiertamente, ya sea en el Los Estados participantes de las negociaciones pusieron poco interés
combate mismo como durante el tiempo en que se produce el desplie- en la redacción de este protocolo, por obvias razones. Los Estados que
gue militar previo al combate. apoyaban a movimientos de liberación nacional carecían de motivos
Una consecuencia importante de esta disposición es que los comba- para tener en cuenta conflictos que no los afectaban, desde que habían
tientes, si caen presos, tienen el carácter de prisioneros de guerra y deben conseguido introducir en el Protocolo I, y por consiguiente darles carác-
ser tratados en la forma prescripta por la Convención cuarta de 1949. ter de internacionales, a las luchas por la independencia. Los otros
El otro aspecto importante de este Protocolo es que prohibe el Estados tampoco tenían razones para impulsar un cuerpo normativo
empleo de ciertas armas, así como de determinados tipos de proyectiles que coartara su propia libertad de acción en caso necesario. Por consi-
y modos de combatir que causen males o sufrimientos innecesarios guiente, la protección de las víctimas de tales conflictos no alcanza el
(artículo 35). Respecto al medio ambiente, el mismo artículo 35 en su grado a que llega el anterior protocolo.
párrafo tercero fija el criterio del daño en tiempo de guerra: daños
extensos, duraderos y graves. Quedan prohibidos por esa disposición
los medios y métodos de combatir destinados a producir tales daños en
el medio ambiente.
Por último, este protocolo obliga a los combatientes a proteger en
todo momento a las poblaciones civiles, a distinguir entre combatientes
y civiles, así como entre lo que es civil y lo que es objetivo militar.
El Protocolo I exhuma la cláusula Martens, que es una especie de
provisión residual para cubrir aquellas situaciones que no fueron pre-
vistas en los textos de los instrumentos convencionales. Ya estaba esa
Capítulo 26

Nacionalidad y extranjería

A. La nacionalidad

l. Definición
Puede definirse la nacionalidad, como "la pertenencia permanente y
pasiva de una persona a un determinado Estado" (Verdross). Rousseau,
por su parte, cuando define los elementos del Estado dice que su pobla-
ción se encuentra ligada a aquél por el vínculo jurídico y político de la
nacionalidad.

No debe confundirse nacionalidad con ciudadanía, que es atributo de


sólo una parte de los nacionales, los calificados legalmente para ejer-
cer los derechos políticos. Hay nacionales que por razones de edad, de
sexo u otras causas pueden no ser ciudadanos. El tema de la ciudada-
nía no es relevante al derecho internacional, interesa exclusivamente al
derecho interno, mientras que la nacionalidad, como veremos, es un
tema tangencial entre el derecho de gentes y el interno.

2. Nacionalidad y supremacía personal

La nacionalidad tiene que ver con la idea de "nación", y se nutre con


el sentimiento íntimo de pertenencia de un individuo a una comunidad
humana. La población del Estado que tiene su nacionalidad, está some-
tida a su supremacía personal y ésta le impone deberes aun cuando esté
fuera del territorio nacional.
NACIONALIDAD Y EXTRANJERÍA 699
698 Juuo BARBOZA
Como todo lo referente al dominio reservado del Estado, la compe-
En virtud de esta supremacía existe el llamado jus evocandi, por ejem- tencia interna en materia de nacionalidad está sujeta a las obligaciones
plo, del que nos ilustra el caso Harry Blackmer, resuelto por la Suprema internacionales de ese Estado.
Corte de los Estados Unidos:
Así lo expresó la Corte Permanente de Justicia Internacional en su opi-
"Tampoco puede dudarse que los Estados Unidos tienen el poder, inhe-
nión consultiva sobre los Decretos de Nacionalidad en Túnez y
rente a su soberanía, de requerir el regreso a este país de un ciudadano,
Marruecos, emitida a pedido del Consejo de la Sociedad de las Nacio-
residente en otro, cuando así lo requiera y de aplicarle una pena en caso
nes y en relación con la disputa entre Gran Bretaña y Francia a raíz de
de negativa". "La jurisdicción de los Estados Unidos sobre sus ciudada-
unos decretos franceses que consideraban, bajo determinadas circuns-
nos ausentes ... es una jurisdicción in personam desde que ellos están
tancias, como franceses a hijos de ingleses nacidos en los arriba mencio-
obligados a enterarse de las leyes que les son aplicables y obedecerlas".
nados protectorados. Francia sostenía que el asunto era de jurisdicción
interna y que en todo caso, si había conflicto de leyes nacionales, la del
La supremacía personal y la territorial se limitan mutuamente. El jus so/is debía prevalecer sobre la del jus sanguinis. Gran Bretaña man-
Estado no puede imponer a sus súbditos en el exterior deberes que tenía el derecho de opción de una persona en tales circunstancias. La
entren en conflicto con la supremacía territorial del Estado en que resi- Corte sostuvo que las cuestiones de nacionalidad pertenecen al dominio
den, pero tampoco el Estado territorial puede interferir con aquélla; por reservado de cada Estado, pero que tal dominio está limitado por las
ejemplo, no puede impedirles que obedezcan una orden de movilización obligaciones que se haya asumido con otros Estados. La controversia se
de su país, aunque no estén obligados a cooperar para que se cumpla. solucionó al otorgarse a los interesados el derecho de opción.

b) La relación real y efectiva del nacional con el Estado


3. El derecho internacional y el interno en materia de nacionalidad
El caso anterior nos remite al dominio reservado. Los casos de juris-
La reglamentación de la nacionalidad es materia del derecho interno. prudencia que se examinan a continuación fijan el criterio del derecho
Cada Estado determina las condiciones de su otorgamiento, manteni- internacional para resolver un conflicto de nacionalidades. En este sen-
miento o pérdida por su cuenta. Pero el derecho internacional juega un tido, son interesantes los casos Nottebohm y Canevaro.
papel importante cuando se presentan casos de conflictos de nacionali- • Caso Nottebohm
dad (nacionalidad doble o múltiple) o bien de apatridia (falta de nacio- Friedrich Nottebohm, de nacionalidad alemana, se instaló en Guate-
nalidad). mala en 1905 y allí desarrolló actividades comerciales, aunque conser-
vó relaciones familiares y mercantiles con Alemania. En Liechtenstein
a) La nacionalidad es dominio reservado del Estado residía uno de sus hermanos desde 1931 y en abril de 1939, antes de
La competencia exclusiva de los Estados en ese sentido está consa- estallar la Segunda Guerra Mundial, visitó Alemania. En octubre del
grada por el derecho consuetudinario internacional. mismo año viajo a Liechtenstein y solicitó su naturalización, la cual le
Por su parte la Convención de La Haya de 1930, sobre ciertas cues- fue concedida; inmediatamente después regresó a Guatemala. Una vez
tiones relativas a los conflictos de leyes sobre nacionalidad, que entró allí registró su cambio de nacionalidad en el Registro de Extranjeros y
en vigor en 1937, establece en sus artículos 1 y 2 que: en su documento de identidad. En 1943, debido al estado de guerra
entre Guatemala y Alemania, Nottebohm fue arrestado y entregado a
"Corresponde a cada Estado determinar por sus leyes quienes son sus na- las autoridades norteamericanas, que lo internaron durante dos años y
cionales". "Las cuestiones acerca de si una persona posee la nacionalidad tres meses por su calidad de ciudadano de un país enemigo. Al ser libe-
de un Estado, se determinará de acuerdo con las leyes de ese Estado".
700 Juuo BARBOZA NACIONALIDAD Y EXTRANJERÍA 701

rado en 1946, le fue negada la entrada a Guatemala y en 1949 se le resada y para ellos tomar en consideración el conjunto de circunstan-
confiscaron sus bienes en ese país. En tales circunstancias Liechtenstein cias de hecho (conducta personal del interesado, domicilio o residencia
interpuso su protección diplomática y finalmente inició, en 1951, un habitual, lugar de trabajo, idioma utilizado, nacionalidad de la esposa,
proceso ante la Corte Internacional de Justicia contra Guatemala, recla- prestación del servicio militar, etc), que permitan determinar su nacio-
mando reparación por los daños sufridos por su nacional. La Corte nalidad real o efectiva.
debió entonces resolver si la nacionalidad otorgada por Lichtenstein era
real, o si subsistía la nacionalidad alemana que había motivado su tra-
tamiento como ciudadano enemigo. 4. Clases de nacionalidad
Sostuvo en el caso el criterio de la nacionalidad real y efectiva. Reco-
noció que la nacionalidad era una cuestión interna del Estado, pero La nacionalidad puede ser originaria o adquirida. Es originaria cuan-
dijo que al asumir Lichtenstein la protección diplomática de Notte- do se relaciona con el nacimiento de una persona y es independiente de
bohm se había colocado en el plano del derecho internacional. La cues- su voluntad. Es adquirida cuando alguien que ya tiene una nacionali-
tión era, entonces, si Guatemala tenía la obligación, según el derecho de dad, adquiere o toma otra nueva, perdiendo la anterior o conservándo-
gentes, de reconocer la nacionalidad otorgada por Lichtenstein que fun- la en caso de ser posible la doble nacionalidad. Se llama naturalización
damentaba su reclamación. "Los jueces neutrales han acordado su pre- al hecho de adquirir una nueva nacionalidad.
ferencia a la nacionalidad real y efectiva, la que concuerda con los
hechos, la que se basa en los lazos más fuertes entre la persona interesa-
a) La nacionalidad de origen: el jus solis y el jus sanguinis
da y uno de los Estados cuya nacionalidad se disputa. Se toman en con-
La nacionalidad de origen se adquiere por nacimiento, ya sea de
sideración distintos elementos cuya importancia varía de un caso a
acuerdo al ius sanguinis (nacionalidad de los padres) cualquiera sea el
otro; entre ellos figuran la residencia habitual del interesado, sus lazos
país en que nazca, o al ius solis {lugar de nacimiento) que hace predo-
familiares, su participación en la vida pública, la adhesión demostrada
minar al Estado en cuyo territorio nació la persona, sea cual fuere la
a un país e inculcada a sus hijos, etc." . 1
nacionalidad de sus padres. Estas normas no se aplican de modo exclu-
• Caso Canevaro
sivo, pueden aparecer combinadas. Es normal que los países densamen-
El asunto se ventiló en el Tribunal Permanente de Arbitraje, laudo
te poblados o de emigración se inclinen hacia el ius sanguinis y los
del 3 de mayo de 1912. Perú negaba que Italia tuviera derecho a prote-
países escasamente poblados o de inmigración se inclinen hacia el ius
ger al Barón Canevaro, súbdito italiano según el ius sanguinis y súbdi-
solis, pero es erróneo afirmar que el primero es propio de los países
to peruano segun el ius solis. El Tribunal declaró la prevalencia de la
europeos y el segundo de los países americanos.
nacionalidad peruana sobre la italiana porque Canevaro, en actitudes
La Argentina, como se verá, adoptó un sistema mixto, sobre la base
anteriores, había demostrado su intención de inclinarse por dicha
de lo dispuesto en la Constitución de 1853 en su artículo 67.1, ratifica-
nacionalidad: así lo indicaban su candidatura en las elecciones legisla-
do por la reforma de 1994:
tivas peruanas y su pedido de autorización al gobierno peruano para
ser nombrado cónsul honorario en los Países Bajos. Sostuvo el Tribu-
Artículo 75: "Correspon<le al Congreso:
nal que el juez debe buscar la nacionalidad activa o de hecho del inte-
12. Dictar. .. especialmente leyes generales para toda la Nación sobre
Resúmenes de los fallos, opiniones consultivas y providencias de la CI]. 1948-1991
1 naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio de nacionali-
Naciones Unidas, Nueva York, 1992. Doc. ST/LEG/SER.F/1, p. 47. dad natural y por opción en beneficio de la Argentina ... ".
1
702 JULIO BARl\OZA

NACIONALIDAD Y EXTRANJERÍA 703


b) La naturalización
Una persona puede adquirir una nueva nacionalidad usando el pro- Los problemas que origina este tipo de causal han sido objeto de
cedimiento de la naturalización, para ello se requiere una manifestación reglamentación internacional para evitar soluciones injustas o arbitrarias.
de voluntad por parte de esa persona y una concesión voluntaria del
Estado que la otorga. Normalmente, la ley interna establece ciertos En la convención sobre la nacionalidad de la mujer casada, aprobada
requisitos para conceder la nacionalidad, condiciones cuyo objeto es por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1957, se dispone
asegurar la existencia de una cierta vinculación de la persona con el que la nacionalidad de la mujer casada no podrá quedar afectada
país, como la residencia durante determinado tiempo, el conocimiento automáticamente, ni por la cclchración o la disolución del matrimo-
del idioma nacional o cierta edad mínima que asegure la madurez de la nio, ni por el cambio de nacionalidad del marido durante el matrimonio.
También establece que si el marido adq uicre voluntariamente la nacio-
decisión, o bien que compruebe ser un elemento deseable, para lo cual
nalidad de otro Estado que l'I propio o renuncia a su nacionalidad, la
debe presentar buenos antecedentes de conducta, o de su aptitud para
mujer puede conservar la antigua del marido. La mujer cuyo marido
el trabajo, etc Normalmente también se exige que preste juramento de es nacional de otro Estado que el de ella podrá adquirir la naturaliza- ¡:¡·
fidelidad a las instituciones y a las leyes locales. ción mediante procedimiento especial, si así lo solicitara. ¡¡¡,
Algunos Estados exigen la pérdida de la nacionalidad anterior y no
''
haber adquirido ninguna otra nacionalidad por medio de naturaliza- En la Argentina nada estableciú la ley 346 al respecto. La Corte Supre- ·'

ción. Normalmente, es el Poder Ejecutivo el único competente para ma durante 20 años se pronunció de acuerdo a la doctrina de la época: la 1,

conferir la naturalización debido a su carácter político. El Estado puede mujer casada tiene la nacionalidad del marido mientras subsista el matri-
rehusar el pedido sin indicar razones y a la inversa y en contra de prin- monio. En 1891, surgió cierta confusión, por un fallo en que se sostenía
cipios generalmente aceptados del derecho internacional, imponer la que de aquella regla no surgía que la mujer, por el hecho del matrimonio,
naturalización a un individuo contra su voluntad. perdiera su nacionalidad y adquiriera otra, lo que tenía importancia en lo
La naturalización confiere la condición de nacional, pero no siempre referente al fuero. En 1944, en el caso Aslori y Rossetto Humberto, la
los mismos derechos que el nacional de origen; por ejemplo, en algunos Corte Suprema consideró que la mujer casada no pierde su nacionalidad
países, los naturalizados no pueden desempeñar cargos públicos. por matrimonio; sería incompatible con el artículo 2 inc.7 de la ley 346
i) Formas de adquirir la naturalización que la mujer argentina casada con extranjero adquiriera la nacionalidad
Hay varios motivos en que se funda el otorgamiento de la nacionali- del cónyuge y perdiera la de origen, ya que el casamiento con mujer argen-
dad por naturalización. Una de las causas más corrientes es el matrimo- tina da derecho al marido extranjero a pedir la nacionalidad argentina.
nio de extranjero con nacional, otra causal puede ser la opción que se
contempla en la ley en favor de individuos que cumplen ciertas condicio-
nes, otra la adquisición de un domicilio en el país, o el desempeño por 5. Pérdida de la nacionalidad
un extranjero de un empleo al servicio del gobierno, o por recuperación Los Estados determinan de modo discrecional las causas de pérdida
cuando se la ha perdido por naturalización en país extranjero, etc. de su nacionalidad. Existen cinco modos de perderla, aunque no son
ii) La naturalización por matrimonio reconocidos por todos los Estados.
En muchos Estados, la naturalización del hombre casado implica la - Por renuncia: el individuo renuncia a su nacionalidad para adqui-
naturalización de su esposa y sus hijos bajo su patria potestad. En rir otra nueva o quedar apátrida.
otros, se exige el consentimiento del cónyuge para que se produzca la
naturalización.
- Por desnacionalización: una ley interna de un Estado puede adop-
tar como sanción para un individuo o grupo de individuos, la pér- J
¡
dida de su nacionalidad, por ejemplo por traición a la patria.
NACIONALIDAD Y EXTRANJERÍA 705
704 JULIO BARBOZA

derecho a la nacionalidad del Estado sobre cuyo territorio ha nacido, si


- Por expatriación: una ley interna de un Estado prescribe que se le no tuviere el derecho a otra.
quite la nacionalidad a los súbditos que se vayan del país al
extranjero y adquieran residencia en otro país.
Por opción: cuando un individuo por su nacimiento adquiere dos 7. La doble o múltiple nacionalidad
nacionalidades por cumplir con los requisitos de dos Estados dis-
tintos y una ley de dichos países permite que al cumplir la mayo- Se da con frecuencia el caso de que una persona tenga a la vez dos
ría de edad pueda optar entre ellas y elegir su nacionalidad. nacionalidades, adquiridas en el momento del nacimiento. Por ejemplo,
Por sustitución: para algunos países el hecho de que un individuo quien nace en un país que toma por base el ius solis y cuyos padres son
adquiera otra nacionalidad, le hace perder, ipso facto, la que nacionales de un país que sigue el ius sanguinis; caso muy común en la
tenía. Esto no siempre sucede pues hay Estados que en forma Argentina respecto de la inmigración española, italiana, francesa, etc.
especial permiten que un individuo pueda adquirir otras naciona- También puede adquirirse la doble nacionalidad después del nacimien-
lidades y a la vez conservar la de origen. Es un caso típico de to, cuando la persona se nacionaliza en el extranjero y las leyes de su
doble nacionalidad. país no disponen que por ello pierda su nacionalidad de origen, como
sucede con la Argentina y el Uruguay. Otra manera es por matrimonio,
cuando alguien adquiere de esta manera una segunda nacionalidad y
6. La apatridia puede mantener la de origen. Puede existir la triple o múltiple naciona-
lidad como consecuencia de la combinación de las situaciones referidas,
La Convención de Nueva York de 1954 sobre el estatuto de los apá- por ejemplo un uruguayo (ius solis), hijo de españoles (ius sanguinis) se
tridas, define corno apátrida al que no es considerado corno nacional naturaliza argentino y así tiene la nacionalidad uruguaya, la española y
por ningún Estado. Se puede nacer apátrida o llegar a serlo por deter-· la argentina.
minadas circunstancias. Es de origen cuando el individuo, hijo de La doble o múltiple nacionalidad desnaturaliza la institución, debido
padres apátridas, o extranjeros cuyo Estado sólo admite el jus solis, a que una persona no puede ejercer derechos ni cumplir deberes en varios
nace en el territorio de un Estado que sólo admite el jus sanguinis. La Estados a la vez, es una incongruencia política y es fuente de dificulta-
apatridia es adquirida cuando se ha perdido la nacionalidad sin adqui- des entre los Estados en relación con las obligaciones militares y el ejer-
rir otra. cicio de la protección diplomática. Es por ello que para el derecho de
El apátrida carece de protección internacional, no tiene un Estado gentes siempre existe una nacionalidad que es la verdadera y real, como
defensor. Se lo considerará un extranjero en todas partes, lo que le trae se demostró en los casos arriba citados ele Nottebohm y de Canevaro.
aparejado innumerables inconvenientes, incluso para movilizarse de un Para remediar tales inconvenientes, se ha buscado reglamentar la
lugar a otro. En los últimos tiempos tales inconvenientes han aumenta- materia en convenciones multilaterales y bilaterales. En el protocolo de
do considerablemente, debido a las persecuciones políticas en los países La Haya del 12. de abril de 1930 se estableció que la persona que, pose-
de origen. yendo la nacionalidad de dos o más Estados contratantes, resida en uno
La Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por de ellos y a él esté más vinculado, queda exenta de tocias las obligacio-
los Estados Miembros de las Naciones Unidas en 1948, estableció que nes militares en el otro Estado. Se funda en el hecho del domicilio como
nadie puede ser privado arbitrariamente de su nacionalidad y la Con- índice demostrativo de vinculación real y sus efectos comprenden las
vención americana de derechos humanos (Pacto de San José de Costa obligaciones militares tanto en tiempos de paz como de guerra.
Rica de 1969) establece en su artículo 20 que toda persona tiene el
706 juuo BARBOZA NA<:IONAl ll>AI> y 1-:XTRANJERÍA 707
~~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~~~~~

Otra convención que se propone regular los efectos de la doble o húngaro, con el significado de los artículos 246 y 250 del Tratado de
múltiple nacionalidad es la Convención de Estrasburgo del 6 de mayo Trianon, está fuera de d11d:1". 1
de 1963 sobre la reducción de los casos de doble o múltiple nacionali-
dad, y del Consejo de Europa del 26 de mayo de 1968 sobre las obliga- Una sociedad, a diferencia de Lis personas físicas cuya nacionalidad
ciones militares. puede deberse al accidente de su nacimiento en uno u otro lugar, o de
determinados padres, es co11s1 it u ida bajo las leyes de un cierto Estado
(Estado de incorporación) por un número de personas físicas. General-
¡

8. Nacionalidad de las personas morales mente, el derecho interno 110 especifica los criterios según los cuales una i

persona moral va a tener la n:tcionalidad del Estado de que se trate.


También las personas morales se relacionan con los Estados median-
te el vínculo de la nacionalidad, que se inspira en el de las personas físi- a) Af1ariencia y realidad 1•11 las personas morales
cas y que guarda con éste algunos parecidos. Es menester asignar a las Sucede que a veces los accionistas, o la mayoría de ellos, o bien las
personas morales una nacionalidad para que el Estado pueda ejercer a personas que ejercen el control de la sociedad son de una nacionalidad
su respecto la supremacía personal fuera del territorio nacional y sobre diferente a la del Estado de incorporación. Puede también suceder que
todo la protección diplomática. la sede social esté ubicada rn el territorio de un Estado diferente al de
Para el derecho internacional, una persona moral puede ser una socie- incorporación. Se plantean, entonces, problemas respecto a qué Estado,
dad comercial o civil, una asociación sin fines de lucro, una corporación si el de incorporación o el de la nacionalidad de los accionistas, o el de
de derecho público, como una municipalidad, una universidad, etc. la sede social, tiene con la sociedad un vínculo más real y efectivo,
corno sucedería en el caso de las personas físicas.
La CPJI decidió, en el asunto de los Intereses alemanes en la Alta Se han utilizado con ese fin, en la práctica internacional, cinco crite-
Silesia, que la ciudad de Ratibor caía bajo el concepto de "nacionales rios que Schwarzenbcrgcr 1rae a colación:
alemanes" y por ende bajo el artículo 12 de la Convención germano- - la sede social
polaca de mayo 15, 1922. La Corte declaró que: "Es cierto que ... el - el domicilio
término 'nacional' en la Convención de Ginebra contempla general- - el país de constituciún de 1:1 persona moral
I:
mente personas físicas. Pero una relación análoga a la que existe entre -- el control
las personas físicas y un Estado, que se llama nacionalidad, también - el interés beneficia rio.'1 11
existe, aunque en forma diferente, en el caso de corporaciones de dere- 1
Una regla que se ahri<'> considerable camino es que las personas 'i
cho interno". 2 Asimismo, el Tribunal arbitral mixto checoslovaco- :''I'
morales tienen la nacionalidad del Estado de su constitución y donde se
húngaro ordenó a Checoslovaquia devolver, dentro del territorio que
encuentra su sede. La del control efectivo sólo se ha aplicado en cir-
Hungría le había transferido, propiedades que eran de pertenencia de
la Real Universidad Peter Pázmány de Budapest. Autorizada por el cunstancias excepcionales, corno en tiempo de guerra, ya que es difícil
artículo 10 del acuerdo de arbitraje, Checoslovaquia acudió a la CPJI en la práctica establecer la efert ividad del control ejercido sobre una 'I
en apelación, la que confirmó la obligación de Checoslovaquia: "Sien- sociedad. Aunque no lo cita el autor recientemente mencionado, tam-
,¡¡¡;
do la Universidad una persona jurídica, su status como un nacional bién se ha alegado la nacio11alid;1d de los accionistas para justificar la
l
3 CPJI, diciembre 15 de 1933. Serie' Al\, N" <il, pp. 208, 22.71232.
111
,I
2 CPJI, mayo 25, 1926, Serie A, Nº 7, pp. 73/74. 4 Schwarzenbcrger, Intemati01ra! l .1111,, l .011dres, 1957, p. 393. 11
'1
708 juuo BARBOZA NACIONALIDAD Y EXTRANJERÍA 709

protección diplomática del Estado de su nacionalidad. Fue, sin embar- bra, que ellas no tienen ni nombre ni nacionalidad ni responsabilidad
go, expresamente rechazada por la CIJ en el asunto de la Barcelona individual". Las pcrHonns morales, decía Yrigoyen, "deben exclusiva-
Traction, Power and Light Co. (Bélgica vs. España). mente su existencia n In ley del país que las autoriza y por consiguien-
te ellas no son n11cionnlcs ni extranjeras" .6
Bélgica intentó asumir la protección de los accionistas belgas de esa
compañía (fundada en Canadá pero con sede social en España). La
Corte se pronunció en contra, ya que las medidas contra las cuales 9. Nacionalidad de buqut11, aeronaves y naves espaciales
reclamaba Bélgica fueron tomadas contra la compañía y no contra
ningún nacional belga. Dijo la Corte que en el derecho interno, al que Como el Estado ejerce llLI jurisdicción sobre los buques que enarbo-
correspondía remitirse en el caso, había clara distinción entre los dere- lan su bandera, asr como 1mbrc las aeronaves y naves espaciales de su
chos de la sociedad y de los accionistas, y que los daños causados a la matrícula, es mene.ter t1mbi6n asignarles una nacionalidad, o si se pre-
sociedad a veces perjudicaban a éstos, pero eso no quería decir que fiere, una adscripción naclonnl.
ambos pudieran reclamar una indemnización (Rec. 1970, pp. 35-37).
Respecto a los bucju11, el Estado tiene libertad para determinar las
" ... el derecho internacional se funda, aunque en una medida limitada,
condiciones bajo 111 cu1l111 hn de otorgar su pabellón. Esto llevó al
en una analogía con las reglas que rigen la nacionalidad de los indivi-
otorgamiento de 101 l11m1clm1 11 pabellones de complacencia", o sea de
duos. La regla tradicional atribuye el derecho de ejercer la protección
diplomática de una sociedad al Estado bajo cuyas leyes se ha consti- la nacionalidad otor11rclí con facilidad a cambio de una tarifa y a la
tuido y sobre cuyo territorio tiene su sede ... Tocante a la protección existencia en los marta 'd• 1r1n cantidad de buques cuya única relación
diplomática de las personas morales, ningún criterio absoluto aplica- con los Estados CU)'ct'fl~tll6n enarbolan es su anotación en un regis-
ble al vínculo efectivo ha sido aceptado de manera general".5 tro. En un intentoi\Cl. .ntl'atrestar esa tendencia, la Convención de
Ginebra sobre alt&'ftÍi~t¡USS en su artículo 5, y la de Montego Bay
No siendo, entonces, enteramente decisiva la regla llamada "tradi- de 1982 en su artCcy' }tlcl11n que haya un vínculo efectivo entre el
cional" por la Corte, será menester en cada caso pesar los diferentes buque y el Estado 'Jlin
1 pnra que pueda éste ejercer en la reali-
criterios que juegan en cuanto a la nacionalidad de las personas mora- dad su jurisdicci6 ·' JOilobre dicho buque. De lo contrario, se
les para decidir en consecuencia. pierden de vista l 'lptrnguidos por la asignación de naciona-
lidad a los buque
Con motivo de ciertas medidas adoptadas por la provincia de Santa Fe La nacionalid ti
es la del Estado en el cual se matricu-
con respecto a la sucursal del Banco de Londres establecida en Rosa- Jan, según lo est , O 17 de la Convención de Chicago de
rio, Gran Bretaña interpuso una reclamación, que don Bernardo de 1944, y tambi~n, 11 Estado de la matrícula (artículo 19)
Yrigoyen, a la sazón Ministro de Relaciones Exteriores de la Repúbli- quien fija los reqú l·pnra su concesión.
ca Argentina, contestó por nota del 23 de junio de 1876 aduciendo Tocante la naí:i 1:n1ves espaciales, el Convenio de Nue-
que la persona moral o jurídica es una persona "distinta de los indivi-
va York de 1974,{ 1101 objetos lanzados al espacio ultra-
duos que la forman y, aunque ella sea exclusivamente formada por
ciudadanos extranjeros, no tiene derecho a la protección diplomática"
terrestre determi!Wf/; dt al Estado de su matrícula y éste es
y que "No son las personas las que se unen, son simplemente los capi-
el de su lanzami•""':'
tales bajo forma anónima, lo que significa, según el sentido de la pala- . :'l'~.
5 Recueil, 1970, p. 43. (Traducción nuestra.)
NACIONALIDAD Y eXTl\ANJERfA 711
710 Juuo BARBOZA

b) Argentinos por naturalización


El Estado de lanzamiento es tanto aquel que, en efecto, lo organiza y
La nacionalidad argentina por naturalización se concede normal-
promueve, como aquél desde cuyo territorio se produce, o sea que
simplemente presta su territorio o sus instalaciones para que el lanza- mente al extranjero mayor de 18 aí\os que, habiendo residido en la
miento se efectúe, si son diferentes. Tal es la solución del artículo 1 de República por un mínimo de dos al\os, manifieste ante un juez federal
la Convención sobre responsabilidad internacional por daños causa- de sección su voluntad de adquirirln.
dos por objetos espaciales, anterior al Convenio de Nueva York. El período mínimo de dos af\01 puede ser reducido en ciertos casos,
por ejemplo, si el aspirante ha dc11cmpeñado con honradez empleos en
la administración pública nacional, ¡m1vincial o municipal o en el terri-
10. La nacionalidad en el derecho argentino torio nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico
sur, dentro o fuera de la R.epl.\bllea, o servido en las fuerzas armadas
La ley 23.059 7 restituyó a su plena vigencia la antigua ley 346, que argentinas o haber asistido • una occi6n de guerra en defensa de la
el decreto 3213/84 reglamenta. Estos dos últimos cuerpos legales confi- Nación, o tener cónyuge o hijo ar¡entino nativo, o habitar o promover
guran el sistema argentino de ciudadanía y naturalización. el poblamiento del territorio nacional de la Tierra del Fuego, Antártida
e Islas del Atlántico sur, etc,
a) Argentinos nativos Son impedimentos para adquirir la nacionalidad por naturalización
El artículo 1 de la ley 346 opta por un sistema mixto entre el jus soli el no tener ocupación o m•dlonlt,1ubsistencia honestos, estar procesa-
y el jus sanguinis. do en el país o en el extranj.Q;c:,h.lltll no haber sido separado de la cau-
De acuerdo con el jus soli, son argentinos los que nazcan en el territorio sa, por delito previsto en l,1:'1lllilaclón penal argentina o haber sido
de la República, sea cual fuere la nacionalidad de sus padres, lo mismo condenado por delito dolOIO,i,l&lC.. en el país corno en el extranjero con
que en buques de guerra argentinos, o en buques mercantes de pabellón una pena privativa de la Ubff)idf,Cl1 h11t·a tres años.
argentino que se encuentren fuera de la jurisdicción nacional de otro país.
Responde a la noción de jus sanguinis la disposición del inciso 2 del Por la ley 16.569111. '4L10 loM hijos de argentinos nacidos en el
mismo artículo 1, según la cual también son argentinos los hijos de extranjero durante et Olftlc.:c> 'JUC hubieran sufrido SUS padres,
argentinos nativos que, habiendo nacido en el extranjero, optaran son argentinos e,n,., , llllldnd jurídica con los nacidos en el
territorio nacion11~., , poch'n ejercerse hasta un año después
oportunamente por la nacionalidad argentina al cumplir los 18 años.
de que el benefic('. t11do ni territorio nacional o, si fuese
Por último, los hijos de personas amparadas por la extraterritoriali-
menor, que haya e l al'los por ante el juez federal de sec-
dad, corno serían los diplomáticos o funcionarios internacionales, no ción competente. p' l'lo l\Himila al régimen de nacionalidad
siguen el jus soli sino la nacionalidad de sus padres. Así, los hijos de previsto para lof' 'olonarios del Servicio exterior de la
argentinos en esas condiciones que nazcan en el exterior serán argenti- Nación (se consid~,· . l\11tlvos) a los hijos de los argentinos
nos y los hijos de extranjeros, extranjeros para nuestra ley. que prestan servicf . i11clo11cs internacionales de las cuales
la República es E1t
También se consideran argentinos a los nacidos en la repúblicas que
formaron parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata, antes de Por lo demás, se han 'e tnlos ele doble nacionalidad con
la emancipación de aquéllas y que hayan residido en el territorio de la España (1969) y con ltal O efecto es que los nacionales de
Nación, manifestando su voluntad de serlo, como reza el inciso 4. 1 IA nncionalidad de la otra -de
cada una de las partes P~,.
7 Derogatoria de la ley de facto 21.795.
acuerdo con la correspon' 611- pero mantendrán su ante-
712 JULIO BARBOZA
N~111111,\1111111 ., 1\IHAN¡EtziA 713

rior nacionalidad con suspensión del ejercicio de los derechos inheren-


b) Admisión
tes a ésta. Los derechos y deberes inherentes a la nacionalidad se regi-
La entrada, pcr111:1111•111111, lliilP!ll11 \' l'Xpulsión de los extranjeros son
rán por las leyes del país de la nueva nacionalidad, aunque no habrá
competencia excl11siv11 d1•I F•t11td11 t1·111t11ri:1l.
necesidad de repetir el servicio militar si lo hubiere cumplido con ante-
rioridad. Si se regresa al país de origen, se pueden recuperar todos los
La admisiún d1· 11111111\f 111111·•1 11111 1,11 .ll·l cr permanente suele ser más rigu-
derechos y deberes inherentes a la anterior nacionalidad.
rosa que la di' l11tl4t1i'•, 1 "" 11 ¡•,l.1111t·11tación puede estar destinada a
impedir el i11p,rc·~11 1k 1'1·111111111'1 ""1 1.il o políticamente peligrosas, como
inhabilitados o 1l1•1111ln, ni l 11t1j1·11 ,., n pulsados con anterioridad, delin-
B. Los extranjeros cuentes, agit11d1111·~ 11 1111·11dll'."'' 111 .... !1· 111ediados del siglo XIX las migra-
ciones han 11111111'11l 11d11 1111l'ildn ,Jl1lr111t·11te, con graves problemas para
ciertos país<'.~, q111• ~I' \'1•11 1111·i1il1d11-. por personas en busca de mejorar
precarias sil 11111·111111·~ M 111111111li 11" 1.1 < :onfcrencia de Emigración e Inmi-
1. Situación jurídica gración n·1111id11 1•11 1(11111i1 111 11'-'·I, ddinió al emigrante como al que
sale de su pai~ 11111 1'11111 d1 li,111111 11.1hajo o el de acompaiiar a su cón-
a) Definición. Derechos civiles y políticos yuge, ascl'lldi1•1111•4 11 tll'M 1·111111 1111", v también hermanos o hermanas,
Extranjeros son todos aquellos que no poseen la nacionalidad del tíos o tías, sohd1111~ \' ~11li1111•1~" '•"" ,·,·111yugcs respectivos o va a reunir-
se con ellos, 1•111lw111l11~ 1•11, • 1111 ..! 1111'111<> fin, o regresa en las mismas
país en que se encuentran, ya sea viviendo o ya sea de paso. A su res-
condicio111·s 111 p11i- 1 111l1111d1 1•11 l11tl11na emigrado anteriormente.
1 1

pecto, es el Estado en que se encuentran, en ejercicio de su supremacía


territorial, el que fija el régimen al que estarán sujetos mientras conti-
En la Argent'i1111 111 ( :1111~11111111111 N11t i1111al (artículo 25) impone al
núen bajo su jurisdicción. Esta potestad del Estado encuentra también
gobierno federal 111 ohli11111 ltlll d1· le 1111c·111 :1 r la inmigración europea y
ciertos límites en el derecho internacional, tanto particular (tratados
prohibe restringir, lii11ll111 1111111v111 11111 1111p11cstos la entrada de extran-
celebrados a este respecto por el Estado del territorio) corno en el gene-
jeros que traigan p11r 11hjPlt1 111'11111 111 llnra, mejorar las industrias e
ral a través de la costumbre.
introducir y ensdi11r 111~ 11tltt- \' lit~ 111•1111:1s. El régimen de admisión,
La condición jurídica de los extranjeros, tan marcadamente distinta
permanencia y ex p11lhl(1ll tl11 11111f1lltj1•111•, 1· .. 1:i regulado por el decreto ley
de la que ostentaban los nacionales en otros tiempos, no los es tanto en
4805 de 1963 y la lry 1H.ti~' 11~1 l 1J '11
nuestros días, aunque aún hoy haya ciertas diferencias. Muchos Esta-
dos asimilan los extranjeros a los nacionales en materia de derechos
c) Expulsión
civiles, o poco menos, pero en general hay todavía diferencias en ese
campo como en el de los derechos políticos, que se reservan casi exclu- Ya dijimos qut• 111 l'llJlttl,ltlll 111 1 1·~l1111qt·ros es también resorte del
derecho interno dd 11.1111ulo 1
sivamente para los segundos.
En lo tocante a los derechos civiles, hay exclusión del extranjero
motivada por razones de seguridad nacional, por ejemplo en cuanto a Las exp11l~i11111 1 - 11h111hiH•ll 11 il1l1•11·11t1·:-. nitcrios. Generalmente se
expulsa al 1'Nll1l1tl11111 l'll\'ll lllí~111• l.i,.., ¡wrj11dicial para la seguridad o
la adquisición de bienes raíces en zonas fronterizas, que suelen prohi-
el orden p1'il1lirn,
birse a los extranjeros, o bien en lo referente a los empleos públicos,
que suelen reservarse para los nacionales, etc.
El decreto ley 11HO \ 11• ltffd tH1f111 l111 11 l:t Dirección Nacional de
Migraciones a l'Xp11ltu11 11l 1u11t1llljl'f11 1111·11 111grcso o permanencia se
NAC:IONAllllAI 1 \' 1 Xl'l<ANIERÍA 715
714 Juuo BARBOZA

i) El tratamiento a extranjeros
considere ilegal por haber entrado al país sin haberse sometido al con-
En el derecho internacional 1"11\~;il'o, 110 cx1st1an normas que regla-
trol sanitario o por un lugar no habilitado o por permanecer en el país
mentaran el tratamiento de 1111 l·'.HI 11do a sus nacionales, asunto que se
vencido el plazo autorizado. La ley 18.235 de 1969 establece otras
consideraba del resorte cxchrnivu dd dnccho interno. Veremos cómo
causales:
eso ha cambiado actualnwntt•, ¡wro 111'111 en aquel entonces, como tam-
- Si el extranjero ha ocultado a las autoridades de admisión una
bién ahora, un Estado no pmlí11 d111 11 los extranjeros en su territorio un
condena por delito doloso.
tratamiento inferior a un drrto .~l1111d11rd i11ternacional.
- Si es condenado por un delito doloso por un tribunal argentino.
- Si realiza actividades que afecten la paz social, la seguridad nacio-
"Los hechos 1:011 r1•spr1111 11 111 1¡•,11:ildad de tratamiento de extranjeros
nal o el orden público.
y nacionales p11t'd1•11 ~1·1· i111p111't111111•s para determinar los méritos de
Según la convención interamericana de 1928 sobre condición de los un reclamo dt: 11111hr11111 11 1111 1·xtrn11jcro. Pero esa igualdad no es la
extranjeros, en su artículo 6, las personas que fueren expulsadas deben prueba decisiva di• 111 1 tllTl'll 11111 dl' los actos de las autoridades a la
ser acogidas por sus países de origen. luz del dcn:d10 i1111·1·111111!1111il, l·>.. 1 pl'ucba es, hablando en general, si
los extranjeros so11 11'11111il11•1 d1· ;lrnndo con standards ordinarios de
d) Derechos y deberes de los extranjeros civilización". H
En general, se acuerdan a los extranjeros en el orden civil los mismos
derechos que a los nacionales en las relaciones de familia, en los contra- No basta, en tal s1•11tido, 1¡111• 1·1 ¡:,!;lado requerido alegue que da al
tos, en las sucesiones, etc. Con ciertas restricciones en ciertos países, extranjero el mismo tl'llt11111it•11to q111· :1 sus nacionales, si el que les otor-
también los derechos relativos a la libertad de tránsito y de circulación, ga está por debajo dd .~t1111il111'íl i11tl'rnacional. Un standard, por lo
de pensamiento, de culto, de idioma y de educación. Es común encon- demás, no demasiado Mdl d11 d1•11·1111i11:1r pero a cuyo respecto podría-
trar restricciones a los extranjeros en cuanto al ejercicio de funciones y mos intentar algunas p11t1l11H.
empleos públicos, la pesca comercial, la navegación de cabotaje y las
profesiones liberales. Salvo reciprocidad, también en lo tocante a la " ... el tratamil'llt'O 11 1111 l'~l 11111jn11, para constituir una violación inter- 1

hospitalización gratuita y las indemnizaciones por accidentes de trabajo. nacional, ddw lh•Uill' il rn11~1l11111 1111 ultraje, mala fe, abandono volun-
tario del dchr1·, 11111111 111-111!1'11·111 i,1 ill' acción gubernamental tan lejana
La Argentina tiene vigentes tratados de reciprocidad sobre asistencia al standard i1111•r1111d111111I q111· rn11lq11icr persona razonable e imparcial
médica y hospitalaria gratuita con los Países Bajos, Bélgica y Dina- pueda rcconol'l'l'ln l'OlllO 111~11111 il'11ll'. Es indiferente que la insuficien-
marca. Y tiene en vigor tratados donde aseguran la reciprocidad por el cia provcn~n du UIHI 11jw111'11'111 ddicicnte de una ley inteligente, o del
pago de los accidentes de trabajo con los siguientes países: España, hecho de qur l11N l!!Yl!N th•I pul~ 110 capacitan a las autoridades en la
Italia, Bélgica, Austria, Dinamarca, Suecia, Yugoslavia, Gran Bretaña, medida cxi~id11pot'11-1• d1111d111d 1111rrnacional". 9
República Checa, Eslovaquia, Polonia, Lituania, Hungría, Bulgaria y
Chile. Según la Constitución Nacional el extranjero demandado judi- Por lo demás, cxiNlr 1111 illilll'I' d1· prntccción del Estado territorial a
,1
cialmente posee el privilegio del fuero federal. los extranjeros, dcbct' rll l'llYll l~11111pli111icnto el Estado territorial debe !

Todos los habitantes deben pagar los impuestos, cuyo objeto es pro·
veer al bienestar común. Algunos países han suscrito tratados de amis- 8 Opinión de la C:o111ltilfl11 Mlw111 ilt• lt1'1 l.111111c·iones Estados Unidos-México, Caso
tad y comercio que exceptúan a los extranjeros de las contribuciones Roberts, p. 105. (Trnd11cdt111 llllfl-fl'fl, 1
9 Id., Caso Neers, p. 7,\,
extraordinarias.
""!111'.

NACIONALIDAD Y EXTRANJERÍA 717


/ 1(, JULIO BARBOZA

bunal nacional que no produce manifiesta injusticia no implica dene-


poner la debida diligencia. Como en todas las obligaciones de ese tipo,
gación de justicia. Esta denegación puede producirse también por no
la debida diligencia que se requiere debe ser estimada caso por caso.
existir para el extranjero el debido proceso legal, o porque los tribu-
Por ejemplo, el Estado territorial que tenga un razonable sistema poli- nales locales son conocidamente corruptos y contrarios a los extranje-
cial y de seguridad que proteja igualmente a nacionales y extranjeros ros, o porque no existe en la legislación un remedio de fondo para el
cumple con ese deber en general. reclamo del extranjero, etc.".
Pero el Estado no cumple con su deber si un extranjero o grupo de
extranjeros es objeto de discriminación en cuanto a la protección que el Como consecuencia de lo anterior, la proteccion diplomática tiene
Estado territorial les otorga, o bien si hay disturbios xenófobos o las siguientes características, en el plano internacional:
muchedumbres amenazantes contra los extranjeros, o contra los de • El recurso procede cuando existe el vínculo de la nacionalidad
cierta nacionalidad y el Estado no toma los recaudos suficientes para entre el damnificado y el Estado que interpone su protección Y esta
evitar que se les haga daño. Tampoco si, conocidos los responsables de nacionalidad debe existir desde el momento en que se produjo el daño
los daños, se omite castigarlos de acuerdo con la ley local. original hasta la fecha de la sentencia o laudo arbitral.
Si el Estado territorial no cumple, entonces, con esta obligación de • El Estado puede rehusarse a interponer cualquier acción ante el
protección, se hace responsable por la violación de una obligación Estado de origen del daño, desde que obra por su propio derecho.
internacional y pasible de las consecuencias que eventualmente corres- (Eso, naturalmente, a menos que en su orden jurídico interno hubiera
pondieren. establecido otra cosa respecto a su relación con los nacionales damni-
ii) La protección diplomática ficados.)
Como la capacidad del individuo no lo habilita para hacer él mismo • Asimismo, puede desistir de su acción en cualquier momento, o
una reclamación al Estado territorial en el plano internacional, el dere- entrar en una transacción respecto a las prestaciones debidas como
cho internacional general, considera que el daño a los nacionales de un reparación por el Estado de origen, acordar una suma global a todo
Estado es un daño que se causa a la persona misma de su Estado, al que título, etc.
llama un daño mediato. El Estado que sufrió el perjuicio puede interpo- iii) Expropiaciones y nacionalizaciones
ner respecto al otro el mecanismo de la protección diplomática de sus La expropiación que interesa al derecho internacional es la toma de
nacionales y lo hace por derecho propio sobre la base del daño produci- la propiedad de un extranjero por el Estado territorial; la nacionaliza-
do. Para que la vía internacional quede abierta, es necesario primero que ción se refiere, en cambio, a una expropiación amplia y generalizada de
el particular damnificado haya agotado los recursos internos disponi- bienes extranjeros, por ejemplo, de toda una industria, como la petrole-
bles, o sea que haya intentado una acción judicial en todas las instancias ra (México), o la de extracción del cobre (Chile), etc. Ha habido nume-
abiertas, con resultado de haber recibido una denegación de justicia. rosos ejemplos de nacionalización en distintas épocas, como las de la
Revolución rusa de 1917 o las realizadas por distintos Estados árabes
El artículo 9 del proyecto de Harvard de 1929 dice así: "Un Estado es después de la Segunda Guerra Mundial.
responsable si el daño a un extranjero resulta de una denegación de Han existido numerosas cuestiones relativas al fundamento del dere-
justicia. Existe denegación de justicia cuando hay una negativa, una cho a la nacionalización por parte del Estado. Originalmente se pensó
demora u obstrucción injustificable del acceso a los tribunales, gruesas
que debía fundarse en la utilidad pública, pero ahora este fundamento
deficiencias en la administración del proceso o de los remedios judicia-
se aplica exclusivamente al caso de las expropiaciones puntuales, ya
les, o una falla en el otorgamiento de aquellas garantías que son gene-
que lo que realmente interesa en esta materia es la indemnización qm•
ralmente consideradas indispensables para la adecuada administración
de justicia, o una sentencia manifiestamente injusta. El error de un tri- debe pagarse por las propiedades expropiadas.
718
Juuo BARBOZA
NACIONALIDAD Y EXTRANJERÍA 719

Que los particulares expropiados deban cobrar alguna indemniza-


ción no parece ser una premisa discutible, como lo reconocen expresa- en día convencidos de la bondad de la inversión extranjera en sus eco-
mente la Resolución 1803 (XVII) del 14112162, sobre soberanía nomías y que compiten duramente entre sí para obtenerla.
permanente sobre los recursos naturales y el artículo 2 de la Declara- Por la vía de convenios particulares entre los Estados en desarrollo
ción de derechos y deberes económicos de los Estados. Pero no está interesados y los países desarrollados se han obviado muchas de las
bien establecido si la indemnización debe ser total, al contado e inme- incertidumbres del derecho general.
diata, o pueden admitirse descuentos y modalidades de pago. La anti-
gua fórmula, propiciada en primer término por los Estados Unidos, es e) El régimen de los pasaportes _ . . .
que la indemnización debía ser "inmediata, adecuada y efectiva'', pare- El pasaporte es, básicamente, un documento de 1dent1dad mternac10-
ce en la práctica internacional aplicarse más bien al caso de las expro- nal, esto es, un instrumento que prueba ante otros Estados, con la fe
piaciones. Tocante las nacionalizaciones, resulta mucho más difícil de que merece el Estado que lo emite, ciertos datos referent~s. a su porta-
aceptar, por los enormes precios que intervienen y la reducida capaci- dor como su identidad, su nacionalidad, edad, estado c1v1l, etc. Nor-
dad de pago de algunos de los Estados que realizan la nacionalización. mal:Uente, es otorgado por un Estado a sus nacionales para habditarlos
a salir del país y eventualmente regresar, al tiempo que lo capacita, pre-
"En conclusión, todo lo que podemos decir a partir de la práctica via visación por el cónsul respectivo en muchos casos, para entrar en
internacional es: que subsiste la obligación de indemnizar; que sólo territorio extranjero. Según convenios internacionales, suelen algunos
cuando el Estado que nacionaliza sostiene inequívocamente su volun- Estados prescindir, con reciprocidad, del requisito de la visa. Así sucede
tad de no indemnizar comete una violación del derecho internacional; entre la Argentina, por ejemplo, y la mayoría de los países de Europa
que no puede hablarse de ilícito mientras pueda demostrarse una seria tanto como lo fue hace un tiempo con los Estados Umdos. Con nues-
voluntad de alcanzar un acuerdo con el particular expropiado o con el tros limítrofes, basta un documento de identidad nacional como la
Estado de su nacionalidad, por el cual se fije negociadamente una cédula respectiva o el DNI.
indemnización o se someta a una instancia arbitral la determinación
Un Estado puede, si lo considera conveniente, otorgar ~asaportes a
de la misma; que si dicho acuerdo se realiza entre Estados, éstos pue-
residentes extranjeros que carezcan de un documento equivalente pro-
den incluso sacrificar los intereses del particular expropiado, a fin de
obtener otras ventajas" .10 pio. Es por eso que es mejor decir que el pasaporte es un do~~mento de
identidad más que uno de nacionalidad. Luego de la revoluc10~ bolche-
iv) Los convenios de garantías de inversión vique de octubre de 1917, muchos rusos emigraron, especialmente
Todo este derecho general sobre expropiaciones y nacionalizaciones hacia otros países europeos; eran aproximadamente 2_.000.00~ de per-
se forjó en épocas anteriores al actual auge del liberalismo económico, sonas, que se encontraban sin recursos, sin nacionalidad y sm doc~­
y del interés de los países de desarrollo de atraer para sí la mayor cuan- mentación. Se crearon entonces los Certificados Nansen, por Conven10
tía posible de capital extranjero. Obviamente, la normativa de las reso- internacional el 5 de julio de 1922. Los Estados contratantes expedirían
luciones de las Naciones Unidas relativas a la soberanía permanente a dichas personas certificados de identidad personal y de tránsito que
sobre los recursos naturales y las partes correspondientes de la Declara- las habilitaba para entrar en los demás Estados contratantes.' lucg~>
ción sobre derechos y deberes económicos de los Estados estarían muy dichos certificados se hicieron extensivos a los refugiados armemos, nst·
lejos de alentar inversiones en países, muchos de los cuales parecen hoy rios, caldeos y turcos. La Argentina extendió, a su v~z, numerosos pnsn·
portes de no-argentinos para personas apátridas _res1d~ntes en el PllÍN, O
IO Benedetto Conforti, op. cit., p. 277. a las que se les negaban pasaportes de su nac10nahdad por riw.0114111
0

políticas.
720 JULIO BARBOZA NACIONALIDAD Y EXTRANJERÍA '/). J

f) La extradición Las principales garantías se referían a:


La extradición es un procedimiento por medio del cual un Estado • la protección de la vida y de la libertad, así como el ejercicio libre
entrega determinada persona a otro Estado, que la requiere para some- de la religión, sin distinción por razón de nacimiento, nacionalidad,
terla a su jurisdicción penal a causa de un delito de carácter común por idioma, raza o religión, para los habitantes en general.
el cual se le ha iniciado proceso formal o se le ha impuesto condena • En principio y para ciertos habitantes, adquisición automática de
definitiva. No es obligatoria en el derecho internacional general, debido la nacionalidad del Estado contratante o facilidades precisas para
a lo cual se han celebrado muchos tratados, tanto bilaterales como mul- adquirirla.
tilaterales, para facilitar la cooperación judicial entre los Estados. • Para las nacionalidades, igualdad ante la ley y en el ejercicio de
Para que proceda es necesario que el Estado requirente impute a la todos los derechos políticos y civiles.
persona reclamada un delito del derecho criminal, ya sea como autor, • Libertad de asociación para fines religiosos y educativos.
cómplice o encubridor. • Provisión por el Estado de la enseilanza elemental, en su idioma,
La imputación debe reunir las siguientes condiciones: en las zonas donde existiera una minoría determinada.
- debe tener por causa un hecho que para el Estado requirente y Para asegurar el cumplimiento de las cláusulas de minoría se apoya-
para el Estado requerido sea considerado delito, ron en el derecho constitucional y en el derecho internacional: el Estado
- debe ser un delito de carácter común, no político, contratante reconocía las cláusulas principales como leyes fundamenta-
- la acción penal debe subsistir. les y se comprometía a que ninguna ley, reglamento o resolución oficial
A comienzos del siglo XIX los delitos objeto de extradición estaban estuviera en pugna con ellas. Las cláusulas relativas a las personas per-
enumerados taxativamente: el homicidio, el robo, la falsificación y el tenecientes a una minoría racial, religiosa o lingüística, constituían obli-
incendio. Actualmente muchos Estados abandonan ese método y adop- gaciones de carácter internacional y quedaron 1sometidas a la garantía
tan como base única la pena aplicable, generalmente de prisión por uno de la Sociedad de las Naciones. No podían ser modificadas aquellas
o dos años, según se quiera establecer en el tratado. cláusulas sin el asentimiento de la mayoría del Consejo, cuyos miem-
bros tenían derecho a llamarle la atención sobre cualquier infracción o
g) Protección de minorías peligro de infracción que se produjera. El Consejo podía dar instruccio-
La práctica internacional de garantizar derechos a las minorías tiene nes e impartir órdenes al respecto.
sus orígenes luego de la Reforma religiosa. El Tratado de Osnabrück en Los litigios respecto a la interpretación de las cláusulas entre el Esta-
1648, al terminar la Guerra de los Treinta años, intentó paliar la situa- do contratante y cualquiera de las potencias aliadas o asociadas o bien
ción de las minorías religiosas. Tras la Primera Guerra Mundial, al for- entre los miembros del Consejo entre sí, debían ser sometidos a la Cor-
jarse nuevos Estados como consecuencia de los tratados de paz y te Permanente. Dicho régimen se justificó como un sistema de vigilancia
cambiar de dueño vastas extensiones de territorio, las principales internacional, tanto en los derechos elementales del individuo como de
potencias aliadas y asociadas impusieron la igualdad de trato, justo y la paz internacional.
equitativo, que se debía dar a las minorías raciales, religiosas y lingüís-
ticas en los tratados celebrados con Polonia, Checoslovaquia, el Estado b) El asilo
Serbio-Croata-Esloveno, Rumania, Grecia, Austria, Bulgaria, Hungría y La palabra castellana asilo deriva de la latina asylum, que a su vez
Turquía. Otros países, como Albania, Estonia, Letonia, Lituania e Irak deriva del griego y se podría traducir como sitio inviolable. El asilo
aceptaron obligaciones análogas como condición previa para su admi- territorial se apoya jurídicamente en la supremacía territorial de los
sión en la Sociedad de las Naciones. Estados y la extradición configura una excepción voluntaria a esa
722 Juuo BARBOZA NACIONALIDAD Y EXTRANJERÍA 723
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supremacía para hacer posible la solidaridad internacional en la lucha do de que existíera en principio la obligación de respetar el asilo diplo-
contra el crimen. mático otorgado y de conceder salvoconductos a los perseguidos políti-
Los delitos políticos suelen exceptuarse de la regla de la extradición, cos que tomaban refugio en Embajadas, normalmente de otros países
ya que el perseguido carece de peligrosidad para los demás Estados, y latinoamericanos, bajo una suerte de reciprocidad.
por lo demás, los tribunales del Estado territorial pueden ser sospecha-
dos de parcialidad en el juzgamiento del delincuente político. Los alcances exactos de esa costumbre no son fáciles de definir. Tam-
i) El asilo político poco lo son los rerfiles de los tratados multilaterales que se celebraron 1

rara reglamentarlo: no todos contienen las mismas reglas ni abarcan a 1

Debido a la supremacía territorial que ejerce un Estado sobre todas


los mismos Estados partes, de forma que hubo abundantes litigios
las personas que se encuentran en su territorio, sean súbditos propios 0
1

entre un Estado que era miembro de un tratado y otro que lo era de


ajenos, los Estados extranjeros constituyen un asilo provisional para otro tratado. El asunto fue abordado por la CI_J en el caso de Haya de
todo individuo que, siendo perseguido en su país de origen, cruce sus la Torre, el fundador del APRA, importante partido político del Perú.
fronteras.
A raíz de un golpe militar, el entonces Presidente Haya de la Torre
El asilo no es un derecho que un extranjero pueda reclamar, es el tomó asilo en la Embajada de Colombia en Lima. Como solía suceder,
Estado territorial una vez requerido quien puede o no otorgarlo a quien el país territorial lo acusó de delitos comunes para reclamar su entrega
está eludiendo la acción de la justicia en su país. O sea, es un derecho y el asilante, en cambio, lo consideró un perseguido por razones políti--
del Estado requerido el concederlo, y como vimos más arriba, algunos cas. Así trabada la disputa, la Corte debió considerar el carácter con !''
lo otorgan a los perseguidos políticos. suetudinario de la regla que establecía que el asilante tenía derecho a ,,,
ii) El asilo diplomático calificar el carácter de la ofensa y el Estado territorial la obligaciún de 1:

aceptar esa calificación y entregar el correspondiente salvoconducto.


La creación de misiones permanentes hizo posible el asilo diplomáti- ,,,, '
Perú, en realidad, no había ingresado a la Convención de Caracas de
co, debido a su extraterritorialidad. Al principio, y a la inversa de lo que
1':iS6 que establecía expresamente esa facultad. La Corte encontró que
ocurre actualmente, sólo se concedía el asilo a los delincuentes comunes
al respecto no se había formado una costumbre local y que en todo
pues los delincuentes políticos eran considerados un peligro para lo; caso no era oponible al Perú, que desde un comienzo se había negado
regímenes imperantes en ese entonces. Luego, y en la medida en que se a considerar que le fuera aplicable.
iba imponiendo la extradición como un recurso de cooperación judicial
internacional, el amparo de los delincuentes comunes fue desaparecien- El asilo diplomático concluye cuando sale del país el asilado, munido , ,I
do en la práctica. Paralelamente, también el asilo diplomático fue desa- del correspondiente salvoconducto y bajo la protección de funcionarios
,1
pareciendo en Europa como institución del derecho internacional. de la Embajada local.
En la América latina el asilo diplomático adquirió un rasgo de pro- Toda misión diplomática debe indicar el país de destino de los asila-
tección humanitaria. Varias circunstancias contribuyeron a la creación dos, pues desde el momento que sale del país territorial, ya la Misión
de este instituto muy particular a nuestra región: la admisión de cierto carece de competencia respecto al asilado. En cambio, el Estado asilan-
derecho de resistencia a la opresión, necesario por la existencia de dic-- te, que había dado el asilo diplomático, se transforma al lleg;:ir el asila-
taduras militares en el continente, la abundancia de revoluciones y gol- do a su territorio en el otorgante de un asilo territorial o político y el
pes militares con el consiguiente surgimiento de gobiernos que asilado en un refugiado. Debe, entonces, rt>cibirlo con el carácter de así
encarcelaban a sus opositores políticos, la desconfianza al proceso judi- lado territorial y sujetarlo a la radicación temporaria y eventualmente
cial de estos gobiernos surgidos de interrupciones constitucionales y rnunirlo de pasaporte especial (para no nacionales) si quiere radicarse
demás hicieron que se fuera gestando una costumbre regional en sentí- en un tercer país.
Capítulo 27

La protección internacional de los derechos humanos

1. Introducción

El propósito de este capítulo es efectuar un análisis de los diversos


sistemas regionales y globales que se han establecido para la protección
de los derechos humanos, mediante un examen tanto de los mecanis-
mos previstos en los correspondientes tratados internacionales como de
su concreta aplicación a partir de su entrada en vigencia.
La consagración normativa de la existencia de derechos inalienables
a todo ser humano carecería de mayor entidad que la de una manifesta-
ción de buenos deseos si no se estableciera conjuntamente un sistema
destinado a su protección efectiva. Esta tarea ha sido una de las princi-
pales contribuciones modernas del Derecho Internacional y ha significa-
do, por otra parte, un paso importante hacia la determinación de la
personalidad jurídica del individuo.
Se han establecido diversos sistemas internacionales de protección de
los derechos del hombre. Además del creado por la Organización de las
Naciones Unidas han surgido paralelamente diversos sistemas regiona-
les, entre los que pueden citarse el sistema europeo, el interamericano y
el africano. 1

1 A los citados puede añadirse el sistema establecido en 1994 por la Carta Árabe de

los Derechos Humanos, así como la Carta Popular Asiática de Derechos Humanos Nues-
tra Humanidad común, que presentaron varias organizaciones no gubernamentales en
Kwangju, Corea del Sur, el 17 de mayo de 1998. Está basada en la Declaración de Bang-
kok de 1993 elaborada por las organizaciones no gubernamentales de la región Asia-
Pacífico.
726 Juuo BARBOZA
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 727
~~ cr.eciente importancia asignada a las normas destinadas a Ja pro-
tecc~on internacional de los derechos humanos en nuestro país se mani- propósitos, el de promover el respeto a estos derechos y libertades. Esta
festo :n. la refo,rma de la ~onstitución Nacional efectuada en 1994 que cuestión ha sido dirimida por la Corte Internacional de Justicia con
º.torgo ¡erarqma constitucwnal a los principales instrumentos interna- motivo de la opinión consultiva de 1971 relativa a la situación en
cwnales relativos a esta materia.2 Namibia, en la cual se determinó que las disposiciones mencionadas
eran constitutivas de obligaciones jurídicas. 4
• La Comisión de Derechos Humanos
2. El sistema de las Naciones Unidas En 1946 se constituyó en el seno de la ONU la Comisión de Dere-
chos Humanos, la cual comenzó inmediatamente a trabajar en la redac-
. , No ob.stante la existencia de antecedentes con respecto a la protec- ción del instrumento internacional en el que constaría la nómina de los
cwn de ciertos derechos inherentes a la condición humana3 Ja Carta de derechos humanos a los que se garantizaría protección. Para ello se
la ?rganización de las Naciones Unidas constituye la primera manifes- optó por darle forma de declaración, en oposición a la postura que
t~cion orgánica positiva de un conjunto de normas de derecho interna- pugnaba por una convención. Así, el 10 de diciembre de 1948 se apro-
cwnal referidas al respeto de los derechos humanos. bó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Desde el preámbulo de la Carta se expresa el deseo de reafirmar la fe La Declaración, que consta de un Preámbulo y treinta artículos, sien-
~n ,l~s derechos fundamentales del hombre basándose en la igualdad ta el principio de que todos los seres humanos nacen libres e iguales en
¡undica Y la promoción del progreso social. En igual sentido, el artículo dignidad y derechos. En su articulado se contemplan no sólo los dere-
1 º que establece los Propósitos de la Organización propicia el respeto a chos civiles y políticos fundamentales sino también los derechos econó-
los derechos humanos y a las libertades fundamentales sin distinciones micos, sociales y culturales, fijándose en último término la existencia de
en razón de raza, sexo, color, idioma o religión. Esta clara intención de un deber genérico del individuo hacia la comunidad vinculado con el
salvaguarda de los derechos humanos surge en reiteradas oportunidades respeto del ordenamiento jurídico como única limitación al disfrute de
en el texto de la Carta, particularmente en los capítulos dedicados a la los derechos acordados.
Coopera,ci~n Internacio~al (cap. IX), Territorios No Autónomos (cap. En cuanto a su valor jurídico, debe recordarse que su fuerza es la de
XI) Y. Regimen Internacwnal de Administración Fiduciaria (cap. XII). una recomendación que carece de carácter coercitivo. Como tal, se limi-
Asimismo, s: otorgan funciones relativas a la promoción y protección de ta a expresar una voluntad concurrente dirigida en un sentido común
esta categona de derechos a distintos órganos establecidos por la Carta, hacia el respeto por los derechos humanos. 5 Sin embargo, las disposi-
tales como la Asamblea General y el Consejo Económico-Social. ciones de la Declaración han sido invocadas en diversos fallos de la
Se ha discutido el valor jurídico de las normas expuestas en Ja Carta Corte Internacional de Justicia, tales como el caso del Derecho de Asilo
en cuanto a su obligatoriedad para los miembros. Al respecto toman entre Colombia y Perú de 1950 6 o el caso de la Anglo-Iranian Oil
trascendencia las disposiciones del mencionado capítulo IX en especial Company de 1952 7 para fundamentar los derechos de asilo y propie-
el artículo 56 por el cual se establece el compromiso de J;s miembros dad, respectivamente.
de tomar medidas, conjunta o separadamente, para realizar, entre otros

4
CIJ, Reports, 1971, p. 57.
~Ver capfrulo de este Man.ual sobre la jerarquía de los tratados en la Constitución. 5 Al respecto véase Buergenthal, Thomas, International Human Rights, Saint 1'11111
.-, La Soc1ed:d de las Naciones estableció ciertas atribuciones para el Consejo de la Minn., West Publishing, 1995, p. 33.
Sociedad, pero estas se limitaban a la protección de las minorías étnicas. 6 CIJ, Reports, 1950, p. 339.
7 CIJ, Reports, 1952, p. 168.
728 Juuo BARBOZA LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL D)O LOS DERECHOS HUMANOS

a) Los Pactos i) El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos


La necesidad de contar con un instrumento que no se limitara a la En el mismo acto por el cual se aprobó el Pacto de Derechos Econ
enunciación de los derechos considerados fundamentales, sino que ade- micos, Sociales y Culturales, la Resolución 2200 A de la Asambl
más brindara la posibilidad de su protección efectiva motivó que la General del 16 de diciembre de 1966, se aprobó igualmente el Pac
Comisión de Derechos Humanos se avocara a la redacción de una ver- Internacional de Derechos Civiles y Políticos que entró en vigor el 23
dadera Convención destinada a contemplar la cuestión en forma inte- marzo de 1976 (con excepción del artículo 41 que entró en vigor el 2
gral. El proyecto inicial se transformó en la propuesta de tratamiento de marzo de 1979).9 ·'
por separado de los derechos civiles y políticos por un lado y los dere- El Pacto, que consta de un Preámbulo y cincuenta y tres artícul(!;
chos económicos, sociales y culturales por el otro. protege, entre otros, los derechos a la vida, a no sufrir torturas o pen
El Pacto Internacional de Derechos Económicos y Sociales fue apro- crueles o inhumanos, a no ser sometido a esclavitud o servidumbre, ·
bado por la Resolución 2200 A de la Asamblea General del 16 de no ser sometido a prisión en forma arbitraria, al trato humano de lo
diciembre de 1966. Entró en vigor el 3 de enero de 19768 y consta de detenidos, a no ser detenido por un incumplimiento contractual, a c::i ·.
un preámbulo y treinta y un artículos en los que se consagran, entre cular libremente, etc.
otros, el derecho a trabajar, a condiciones laborales equitativas, a for- • El Comité de Derechos Humanos
mar sindicatos, al seguro social, la extensión de esta protección a la La parte IV del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polític
familia del trabajador, el derecho a la educación, etc. En cambio, el prevé la instauración del Comité de Derechos Humanos como órga:
Pacto no contempla el derecho de propiedad. de control y ejecución del mismo y de su Protocolo Facultativo. És
_Debido a la particular naturaleza de los derechos contemplados que está compuesto por 18 miembros, nacionales de los Estados partes, q
exige a los Estados un cierto nivel de desarrollo para su cabal desen- deberán ser personas de gran integridad moral, con reconocida corrip
volvimiento, se ha dispuesto a través de su artículo 2º que éstos sólo tencia en materia de derechos humanos. '
están obligados, en cuanto a la adopción de medidas conducentes Cada Estado parte podrá proponer hasta dos personas de su nac'
hasta el máximo de sus recursos disponibles en un proceso progresiv~ nalidad. La lista que de esa manera se confeccione será sometida al1
que lleve a la plena entrada en vigor de los derechos reconocidos en el votación secreta de los Estados partes en una reunión convocada e :
Pacto. ese propósito por el Secretario General de Naciones Unidas y qué ,' ·
Desde su entrada en vigor, el sistema de informes referentes a las vio- desarrollará en la sede de la Organización. En la misma se proclama!/
laciones de los derechos contenidos en este tratado fue ejercido por un los candidatos que obtengan el mayor número de votos y la mayo~
grupo de trabajo no permanente que elevaba sus reportes al ECOSOC absoluta de los representantes de los Estados partes presentes y votl
la Comisión de Derechos Humanos y los organismos especializados per~ tes, cuidando que en la composición final del Comité no resulte elegi."1
tinentes. Este sistema resultó de escasa efectividad, por lo que el 22 de más de un candidato nacional de un mismo Estado y asegurando, ~
mayo de 1985, a través de la Resolución ECOSOC 1985/17, se decidió otra parte, la equitativa representación de las diferentes áreas geográ
crear el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales como cas, formas de civilización y sistemas jurídicos. "
mecanismo permanente de control y ejecución del Pacto. Los miembros del Comité duran cuatro años en el ejercicio del cal
y pueden ser reelegidos. Se renuevan por mitades cada dos años. ,··.
! ~ /,

8
Aprobado por la República Argentina por ley 23.313 del 17 de abril de 1986 y rati-
9 Aprobado por la República Argentina por ley 23.313 del 17 de abril de 1986 y'~t'
ficado el 8 de agosto de 1986. ficado el 8 de agosto de 1986. ' 1')
730 JULIO BARBOZA
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 731
caso de declararse la existencia de una vacancia en un cargo para cuya
renovación faltaran más de seis meses, el Secretario General lo comuni- que el trámite de éstos se prolongara injustificadamente. Para el tra~a­
cará a los Estados partes, siguiéndose a continuación el procedimiento miento de la cuestión el Comité sesionará a puertas cerradas en reumo-
previsto para la elección de los miembros. nes en las que los Etados involucrados tendrán el .derecho de estar
El Comité celebra sus sesiones ordinarias tanto en la sede de Nacio- representados y presentar exposiciones verbales o escnta.s. ..
nes Unidas en la ciudad de Nueva York como en la Oficina de la Orga- Dentro de los doce meses siguientes a la fecha de recibo. de la .~ot1f1-
nización en Ginebra. El quórum se constituye con la presencia de 12 cación por la cual los Estados interesados manifiestan su ~ntenc10n de
miembros y las decisiones se toman por la mayoría simple de votos de someter la cuestión a su consideración, el Comité presentara, en caso de
los miembros presentes. arribarse a una solución, un informe en el cual efectuará una breve rela-
Cada vez que el Comité lo solicite, los Estados partes deberán elabo- ción de los hechos a la que se agregarán, si no se llegara a una resolu-
rar un informe sobre las disposiciones que hayan adoptado a fin de ción del litigio, las exposiciones escritas y verbales que hayan hecho los
garantizar el pleno ejercicio de los derechos consagrados en el Pacto o, Estados interesados. . .
en su caso, un detalle de las dificultades que pudieran haber surgido Las declaraciones por las cuales se acepta la competencia. ~el ~~m1-
para la adopción de tales medidas. Dichos informes serán analizados té pueden ser retiradas en cualquier momento mediant~ not1~1c,ac1on al
por el Comité quien podrá solicitar la intervención de los organismos Secretario General de la Organización, pero ello no 1mped1ra qu.e se
especializados competentes, de los demás Estados partes y particular- traten asuntos que sean objeto de una comunicación anterior a dicho
mente del Consejo Económico y Social, luego de lo cual presentará sus retiro. .
conclusiones a la consideración de los Estados partes. Si un asunto sometido al Comité no se resuelve satisfactonament.e
El Comité puede admitir y examinar las comunicaciones emitidas para las partes, éste podrá designar una C~misión Especial de Conci-
por cualquier Estado parte en las que se denuncie el incumplimiento de liación conformada por cinco personas nacionales de los Estado~ par-
alguna cláusula del Pacto por parte de otro Estado con la condición de tes del 'tratado que hayan efectuado la declaración de competencia del
que el Estado denunciante haya a su vez admitido respecto a sí mismo , ¡0 41 , con la salvedad de que no podrán ser nacionales
ar t !CU C de· ·'
los
la competencia de este órgano. Estados partes interesados en el asunto en cuestión. Esta om1s10n
El Estado denunciante puede dirigirse al Estado que supuestamente deberá dentro de un plazo de doce meses presentar al presidente del
estuviera incumpliendo las disposiciones del Pacto a través de una Comité un informe en el que se dejará constancia de la sol~ción a que
comunicación escrita, que deberá ser contestada por el Estado destina- hubieran arribado las partes o de la imposibilidad de culmmar con el
tario dentro de tres meses de recibida, informando al denunciante acer- examen de la situación en el tiempo consignado o de avenir a las par-
ca de todos los aspectos que resultaran pertinentes, tales como tes a una solución, en cuyo caso el informe deberá, asimismo, propo-
aclaraciones o detalle de las medidas adoptadas, en trámite o que pue- ner otras posibilidades de resolución de la cues.tión. En caso .d.e
dan utilizarse al respecto. Si dentro de los seis meses contados a partir verificarse este último supuesto, los Estados partes mteresados not1f1-
de la fecha de recepción de la primera comunicación escrita por parte carán dentro de un plazo de tres meses si aceptan o no los términos
del Estado destinatario no se arribara a una solución satisfactoria para del informe de la Comisión. . .
los dos Estados interesados, cualquiera de ellos podrá someterlo al • El Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos CIVI-
Comité, mediante notificación al Comité y al otro Estado. ies y Políticos .,
El Comité conocerá en el caso una vez que se haya cerciorado del Este Protocolo también fue establecido por la Resoluc1on 2200 A
agotamiento de los recursos de la jurisdicción interna disponibles, salvo (XXI) de la Asamblea General de la ONU, el 16 d,e dicie~bre de 1~.~'
y entró en vigor el 23 de marzo de 1976. 10 A traves del mismo se,,elta•
l.l2 Juuo BARBOZA LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 733

ble~e _la -~osibilidad de que los individuos que se encontraran bajo la cuando surgiera alguna controversia entre Estados, relativa a la aplica-
1unsd1Cc1on de un Estado parte del Protocolo denuncien la violación ción, interpretación, ejecución o determinación de responsabilidad en
por parte de dicho Estado de algún derecho contenido en el Pacto Inter- los términos de la Convención, ésta será sometida a la Corte Internacio-
nacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966. Dichas denuncias se nal de Justicia a petición de una de las partes en la controversia.
efectuarán a través de comunicaciones dirigidas al Comité de Derechos
Humanos de la ONU que no podrán ser anónimas y deberán satisfacer Cuando entró en vigor la Convención de genocidio no existía tribunal
el requisito del previo agotamiento de los recursos internos y de no internacional alguno competente para entender en este crimen. Hoy en
estar pendientes de resolución a través de otro procedimiento de exa- día, la Corte Penal Internacional permanente ha llenado ese vacío.
men o arreglo internacional.
,Recibida l~ comunicación del individuo afectado, el Comité la pon- • Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las For-
dra en conoCim1ento del Estado parte involucrado, el cual deberá den- mas de Discriminación Racial
tro de los seis meses, presentar un informe escrito por el cual se ~ciare Adoptada por la Asamblea General a través de la Resolución 2106
el asunto y se señalen las medidas que se hayan adoptado al respecto. (XX) del 21 de diciembre de 1965, abierta a la firma el 7 de marzo de
Todo Estado parte podrá denunciar este Protocolo mediante notifi- 1966, entró en vigor el 4 de enero de 1969. 12 Esta Convención prevé la
cación escrita dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas constitución del Comité para la Eliminación de la Discriminación
pero la denuncia sólo surtirá efecto pasados los tres meses de recibida Racial, ante el cual los Estados parte podrán denunciar el incumpli-
la notificación, por lo que las disposiciones del Protocolo rigen hasta la miento por otro Estado parte de alguna de sus disposiciones. El Comité
fecha en que la denuncia se haga efectiva. dará traslado de la comunicación al Estado parte involucrado, el cual
ii) Otros Tratados deberá presentar las explicaciones del caso dentro de los tres meses de
Otras convenciones relativas a aspectos particulares de la protección notificado de la comunicación. Si dentro de los seis meses no se arriba-
de los derechos humanos se han celebrado bajo los auspicios de la ra a una solución satisfactoria para ambas partes, la cuestión podrá
Organización de Naciones Unidas. Examinaremos las principales desde someterse nuevamente al Comité. Éste recabará la información necesa-
el aspecto de los mecanismos de protección y ejecución que establecen. ria, luego de lo cual nombrará una Comisión Especial de Conciliación
° Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Geno- que elaborará un informe de la controversia y de sus posibles solucio-
cidio nes. Una vez notificados de las conclusiones emitidas por dicha Comi-
Celebrada el 9 de diciembre de 1948, entró en vigor el 12 de enero sión, los Estados partes interesados dispondrán de tres meses para
11
de 1951. Establece una diferencia según que las violaciones a la Con- aceptar o no las recomendaciones del citado informe.
vención hayan sido cometidas por individuos o por Estados. En el pri- Toda controversia entre Estados partes de la Convención que no se
mer caso, somete el juzgamiento de las personas acusadas del delito de resuelva mediante negociaciones o mediante los procedimientos en ella
genoc~dio a los tribunales competentes del Estado en el cual se haya establecidos será sometida a la Corte Internacional de Justicia a instan-
cometido el acto en cuestión o ante la Corte Penal Internacional respec- cia de cualquiera de las partes, a menos que éstas convengan en otro
to de la cual las partes hubieran reconocido jurisdicción. En cambio, modo de solucionarla.
Tocante la posibilidad de efectuar denuncias por parte de individuos
10 o grupos de individuos, la Convención la supedita a la previa acepta··
Aprobado por la República Argentina por ley 23.313 del 17 de abril de 1986 se
adhirió al mismo el 8 de agosto de 1986. '
11
La República Argentina adhirió a este tratado en fecha 5 de junio de 1956. 12 Ratificada por la República Argentina en fecha 2 de octubre de 1968.
734 Juuo BARBOZA LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 735

ción de la competencia del Comité a este respecto, por parte del Estado ción fiable, formulando un informe confidencial respecto de cualquier
del cual se alegue la violación de la norma. Los Estados partes que la Estado parte sospechoso de prácticas de tortura. Asimismo, se prevé un
a~eptaran podrán designar un órgano dentro de su ordenamiento jurí- procedimiento para el caso en que un Estado parte sea el que alegue la
dico. nao.anal, con competencia para la recepción de las peticiones de violación de disposiciones de la Convención por otro Estado parte. En
los md1V1duos o grupos de individuos afectados por la violación de ese caso, el Estado denunciante pondrá su reclamo en conocimiento del
alguna disposición de la Convención. En caso de que la persona afecta- Estado denunciado a través de una comunicación escrita, a fin de que el
da no reciba satisfacción por parte del órgano designado, podrá, dentro receptor exprese las consideraciones del caso en un plazo de tres meses.
de lo.s ,seis meses de agotado el trámite interno, elevar su petición al Si dentro de un plazo de seis meses de la recepción de dicha comunica-
Com1te, el cual a su vez derivará la comunicación al Estado parte invo- ción el asunto no se resuelve a satisfacción de los dos Estados partes,
lucrado, para que este efectúe en un plazo de tres meses las explicacio- cualquiera de ellos tendrá derecho a someterlo a consideración del
nes y propuestas de solución correspondientes. Comité. Éste, dentro de los dos meses, elaborará un informe en el cual
• Convención sobre todas las Formas de Discriminación contra la Mujer hará una breve exposición de los hechos e incluirá el detalle de la solu-
Adoptada por la Asamblea General el 18 de diciembre de 1979 ción arribada o de las exposiciones de argumentos de las partes si no se
entró en vigor el 3 de septiembre de 1981.13 Al igual que las convencio~ llegó a solucionar la controversia. Este procedimiento sólo se llevara a
nes hasta aquí analizadas, esta también prevé la conformación de un cabo si los Estados partes interesados han reconocido expresamente la
órgano de aplicación, el Comité sobre la Eliminación de la Discrimina-
ción contra la Mujer. Sin embargo, las funciones de este Comité son las
competencia del Comité.
Las controversias que surjan entre dos Estados partes que no puedan
ser resueltas mediante el método de negociación se someterán a arbitra-
r
!'11'

de analizar los progresos en la lucha contra esta forma de discrimina··


ción, más que las de servir de ámbito para los reclamos recíprocos entre je, a petición de cualquiera de ellos. Si en seis meses no se arriba a un
los Est,ados partes. A este efecto, la Convención dispone en el párr. 1 acuerdo sobre el compromiso, la controversia puede someterse a la
del articulo 29 que, en caso de existir una controversia entre dos Esta- Corte Internacional de Justicia, salvo que alguno de los Estados partes
dos partes, que no sea solucionada a través de negociaciones se some- interesados hubiera formulado reserva respecto de la aplicación de esta
terá a arbitraje a petición de uno de ellos. Si dentro del pla~o de seis disposición de la Convención. 16
meses de la solicitud de arbitraje las partes no se pusieran de acuerdo La posibilidad de que los individuos o grupos de individuos lleven
sobre la forma del mismo, cualquiera de ellas podrá someter la contro- sus reclamos ante el Comité está subordinada a la previa aceptación de
versia a la Corte Internacional de J usticia.14 los Estados partes de la competencia del Comité para el análisis de esta
'" Convención contra la Tortura y otros Tratos 0 Penas Crueles, clase de peticiones. Verificada la admisibilidad de la petición, el Comi-
Inhumanos o Degradantes té dará intervención al Estado parte involucrado, el cual deberá, dentro
Celebrada el 10 de diciembre de 1984, entró en vigor el 26 de Junio de los seis meses, proporcionar las explicaciones, aclaraciones y pro-
15
de 1987. A través de este tratado se instituye el Comité contra la Tor- puestas de solución que correspondieran. Son requisitos de admisibili-
tura que tiene la facultad de actuar de oficio, ante cualquier informa- dad de una petición que ésta no sea hecha en forma anónima, que el
Estado parte involucrado haya efectuado la declaración de competen-
cia del Comité a este respecto, que la cuestión no sea objeto de otro
13
Ratificada por la República Argentina el 15 de julio de 1985.
14
La República Argentina, al ratificar la Convención manifestó en forma de reserva
que no se consideraba obligado por el párr. 1 del artículo 29. 16 La República Argentina no formuló reserva al respecto, a diferencia de lo hcd10
15
Ratificada por la República Argentina en fecha 24 de septiembre de 1986. con respecto a la Convención de la Mujer, ver ley 23.338 B.O. 26/2/87.
736 Juuo BARBOZA
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 737

procedimiento de investigación o solución internacional y que se hayan


derechos fundamentales del ser humano. Durante los primeros años de
agotado todos los recursos de la jurisdicción interna, salvo retardo
injustificado.17 su existencia y ante la falta de otros órganos a los que se atribuyera esa
competencia específica, la Comisión se transformó en receptora de
• Convención de los Derechos del Niño
decenas de miles de peticiones relacionadas a violaciones de los dere-
Celebrada el 20 de noviembre de 1989, entró en vigor el 2 de sep-
18 chos humanos, no obstante la declaración formulada por ésta en 1947
tiembre de 1990. Esta convención plantea el establecimiento del
según la cual dicho órgano carecía de poder para tomar acción alguna
Comité de los Derechos del Niño, órgano cuya finalidad primordial
en cuanto a las denuncias presentadas. Esta postura, refrendada por la
consiste en el análisis de los progresos efectuados en el campo de la
Resolución ECOSOC 728F del 30 de julio de 1959 fue modificada a
protección de los derechos del niño, pero que no contempla un procedi-
través de dos resoluciones que dan nombre a sendos procedimientos no
miento de protección de esos derechos a través de la presentación de
convencionales ante la Comisión: la Resolución 1235 del 6 de junio de
peticiones o comunicaciones, tales como las detalladas con respecto a
1967 y la Resolución 1503 del 27 de mayo de 1970.20
las convenciones hasta aquí analizadas.
La Resolución 1235 autorizó a la Comisión a examinar, a través de
iii) La aplicación del Sistema
un procedimiento no confidencial, información relevante sobre viola-
El llamado "Sistema de Derechos Humanos de la ONU" no se agota
ciones graves y reiteradas de los derechos humanos y las libertades fun-
en los órganos de ejecución de las convenciones analizadas, sino que se
damentales. Bajo las previsiones de esta resolución, la Comisión creó
nutre de la labor de la propia Comisión de Derechos Humanos del
un complejo sistema de Relatores Especiales designados para elaborar
ECOSOC (ahora el Consejo de Derechos Humanos de la Asamblea
informes sobre la situación en determinados países (llamados Relatores
General), la Corte Internacional de Justicia, el Centro para los Dere-
Especiales geográficos) o con respecto a determinados derechos (cono-
chos Humanos y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos.19
cidos como Relatores Especiales temáticos).
• La Comisión y el Consejo de Derechos Humanos
El llamado "Procedimiento 1235" se caracterizó por su flexibilidad,
La Comisión ha sido reemplazada recientemente por el Consejo de
lo que determinó que se lo utilizara con mayor frecuencia y mejores
Derechos Humanos, por haber caído en descrédito debido a las acusa-
resultados que el establecido por la Resolución 1503. Esta ductilidad se
ciones, tanto de politización creciente de su actividad como de que figu-
debió a la ausencia de reglas de admisibilidad estrictas, particularmente
raban en su composición varios países que se consideraban abiertos
al no requerirse el agotamiento de los recursos internos, así como en la
violadores de los derechos humanos. Conviene, sin embargo, referirse
amplitud en cuanto a las fuentes de información empleadas. En igual
aunque sea brevemente a ella, desde que el Consejo está revisando los
sentido y en virtud de la publicidad del procedimiento, no se requería el
métodos que empleaba para adaptarlos a su propia actuación.
consentimiento ni la cooperación del Estado interesado, si bien se inten-
La Comisión de Derechos Humanos estaba compuesta por 53 repre-
taba conseguirlo en todos los casos.
sentantes de Estados y su misión era promover el pleno ejercicio de los
Por otra parte, aunque este procedimiento fue creado para el análisis
de "situaciones" y no de casos particulares, la posibilidad de actuación
17
Al ratificar esta Convención la República Argentina reconoció la competencia del en comunicaciones individuales se amplió considerablemente en las últi-
Comité para el análisis de las comunicaciones efectuadas tanto por otros Estados partes
como por individuos.
18
La República Argentina la ratificó el 4 de diciembre de 1990.
19 20 Respecto de los mecanismos establecidos a partir de estas re_soluciones véase ".'illán
Por otra parte, numerosos organismos especializados de la ONU, tales como la
Durán, Carlos "La protección de los Derechos Humanos en el Sistema de las Nac1on~s
UNESCO o la OIT, tienen procedimientos propios respecto de la presentación de informes
Unidas y de sus Organismos Especializados", Recueil des Cours, 1997, Strasbourg, lnst1·
sobre la situación de los derechos humanos compre~didos en su área de competencia.
tut International des Droits de l'Homme, 1997, p. 295.
738 JULIO BARBOZA
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 739

mas décadas a través de la instauración de mecanismos siempre que apoyen la sandón los dos tercios de la Asamblea General.
urgente" a cargo de los Relatores Especiales. , .,.
Demás está decir que esta posibilidad no existía en la antigua Comisión.
En cuanto a la Resolución 1503, ésta estableció un procedimient
• La Corte Internacional de Justicia
q~e significó el primer mecanismo extraconvencional para recibir y tra''• La Corte Internacional de Justicia, si bien no ha sido designada
m1tar quejas individuales por violaciones de derechos humanos. sr:' como órgano judicial de intervención en los Pactos de Derechos Huma-
embargo, las quejas individuales sólo se tomaban en cuenta a fin de ver··'
nos de 1966, es el único recurso jurisdiccional previsto en numerosos
ficar a través de ellas la existencia de una situación de violación masiv tratados celebrados bajo los auspicios de la Organización. La Corte ha
de los derechos humanos en un determinado Estado. Esta circunstanci tenido oportunidad de expedirse en numerosas cuestiones que involu-
su carácter confidencial, las estrictas reglas de admisibilidad, la necesi.
craban violaciones a los derechos humanos. 21
~ad d.e q~e el Estado interesado prestara su consentimiento para la
• El Centro para los Derechos Humanos
mvest1gac10nes pertinentes y la complejidad y exagerada duración del' El Centro para los Derechos Humanos de la ONU nació como una
proceso. contribuyeron al descrédito del "procedimiento 1503" y moti· división creada en el seno de la Secretaría General a fin de otorgar fun-
varon diversos proyectos de reforma que proponían desde la eliminación¡ ciones de apoyo a la estructura de la Organización que se desenvuelve
de la confidencialidad hasta la completa derogación del mecanismo. . en el ámbito de los derechos humanos. Esta División de Derechos
El nuevo Consejo de derechos humanos no es, a pesar del nombre unói Humanos fue trasladada a Ginebra en el año 1974, para transformarse
de los. Consejos principales de Naciones Unidas, como lo es el ConseJo de 1 ::, pocos años después en el Centro para los Derechos Humanos, lo que
Segundad o .el Consejo Económico y Social: el nombre elegido simplemen•1 ,1 implicó una jerarquización de la unidad, con el consiguiente incremento
te realza su ¡erarquía y lo distingue de la antigua Comisión. En su preám-i. ,1 de las tareas desempeñadas, las que pasaron a cubrir otros aspectos
bul.o se reafirma "la importancia de las particularidades nacionales y¡. diferentes de la labor de secretaría de todos los organismos de la ONU
regionales, así como consideraciones históricas, culturales y religiosas".
dedicados a los derechos humanos, ampliándose el espectro ahora a
~e compone de 4 7 miembros y sus bancas se distribuyen por gruposi. acciones como la elaboración de informes y reportes, publicaciones, etc.
reg10nales: 13 para África, 13 para Asia, 8 para América Latina y Cari-
• El Alto Comisionado
be, 6 para Europa del Este y 7 para Europa occidental y otros Estados; Por último, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, cargo
Los miembros tendrán un mandato de 3 años y podrán ser reelectos· la que fue establecido en virtud de recomendaciones surgidas de la Segun-
elección se hará en la Asamblea General por una mayoría de 97 mi:m-
da Conferencia Mundial sobre los Derechos Humanos celebrada en
bros de los 192 que la componen. Es un órgano subsidiario de la Asam-
Viena en junio de 1993.
blea General, en lugar de serlo del ECOSOC como lo era la Comisión.
Se reúne durante 10 semanas en el año, en vez de las 6 semanas de la
Comisión, pero podrá ser convocado en cualquier momento si se pro-
3. El sistema europeo
duce una emergencia.
El Consejo deberá conducir una revisión periódica del historial de
a) El Consejo de Europa
derechos humanos de todos los miembros de las Naciones Unidas, empe- Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las naciones del continente
zando por los que componen el propio Consejo, esto último para calmar europeo comprendieron la necesidad de establecer mecanismos regionalc:'
las críticas ar.riba apuntad~s y dirigidas a la antigua Comisión. Asimismo, "
un Estado miembro del Consejo con un historial de violación de los dere-
21 Al respecto ver Travieso, Juan Antonio, Derechos Humanos y Derecho Int'irh/
chos humanos puede ser suspendido en su participación en el Consejo
nal, Buenos Aires, Heliasta, 1990, pp. 151/155. In"~(
740 Juuo BARBOZA LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 741

de integración, tanto en lo económico como en lo político. En forma para- que se establece una serie de derechos que no pueden ser derogados ni
lela a los procesos que culminaron en la conformación de la Unión Euro- siquiera en la situación mencionada, tales como el derecho a la vida
pea se fue gestando un sistema de cooperación que se concretaría en la (salvo para los casos de muerte que sean consecuencia de actos legíti-
creación del Consejo de Europa a través del Estatuto de Londres de 1949. mos de guerra), la protección contra la tortura, la esclavitud y la aplica-
El Estatuto prevé la constitución de los órganos del Consejo: La Secre- ción retroactiva de la ley, entre otros.
taría General, el Comité de Ministros, integrado por los ministros de De conformidad a los artículos 17 y 18, las restricciones impuestas
Relaciones Exteriores de los Estados miembros y la Asamblea Consulti- por la Convención no deben ser aplicadas con otros fines que no sean
va, también conocida como Asamblea Parlamentaria dado que está inte- la protección de los derechos humanos, ni interpretadas de modo que
grada por representantes de los Parlamentos nacionales de los Estados sirvan de medio para que los Estados, individuos o grupos de indivi-
miembros. Tanto el Consejo de Europa como los órganos creados para duos se sirvan de ellas para actuar en pos de la destrucción de los dere-
la protección de los derechos humanos tienen su sede en Estrasburgo. chos en ella contenidos.
Las secciones 11, III y IV de la Convención establecen el mecanismo a
b) La Convención europea través del cual se garantizará la plena vigencia de los derechos enume-
Es precisamente el Consejo de Europa el ámbito propicio del que rados en la primera sección. Para ello se crean dos órganos: La Comi-
surgió el sistema europeo de protección de los derechos humanos, con- sión Europea de los Derechos Humanos y el Tribunal Europeo de
sagrado mediante la Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos, sin perjuicio de las competencias que a este respec-
Derechos Humanos firmada en Roma el 4 de noviembre de 1950, en to se asignan igualmente al Comité de Ministros y al Secretario General
vigor desde el 3 de septiembre de 1953. Esta Convención fue comple- del Consejo de Europa.
mentada posteriormente con la firma de once Protocolos Adicionales y i) La Comisión Europea de los Derechos Humanos
la Carta Social Europea que contempla los derechos económicos y La Comisión está compuesta por un número de miembros igual al de
sociales, firmada ·en Turín en 1961 y que entró en vigor en el año 1965. las partes contratantes. Son electos por el Comité de Ministros por mayo-
A la enumeración de derechos amparados por la Convención se le ría absoluta de votos y su mandato dura seis años, con posibilidad de ree-
han añadido sucesivas consagraciones de nuevos derechos a través de lección. Ejercen sus funciones a título individual. Las decisiones de la
los Protocolos Adicionales. Ello se debe a que es la intención de los Comisión se toman por mayoría de los miembros presentes y votantes.
Estados parte dar protección efectiva a tales derechos en forma progre- La competencia de la Comisión comprende las violaciones a la Con-
siva, cuando se den las condiciones políticas para su aceptación y cuan- vención y sus Protocolos Adicionales efectuadas por los Estados partes.
do en todos los miembros se encuentren disponibles los remedios El acceso a la Comisión es otorgado a los Estados partes que reclamen
procesales para su salvaguarda. Los derechos originalmente amparados contra otro Estado parte y a los individuos, grupos de individuos u
por la Convención están contenidos en su sección 1 y su protección está organizaciones no gubernamentales, quienes sólo podrán efectuar una
garantizada no solo a los ciudadanos sino a todos los habitantes del petición contra un Estado parte cuando éste hubiera aceptado la com-
territorio de las partes contratantes. petencia de la Comisión a tal efecto. 22
Las obligaciones que surgen de la Convención pueden ser derogadas
por los Estados partes en caso de guerra o de otra emergencia pública
22 No obstante, la disposición del artículo 25 de la Convención ha sido dejada de lado
que amenace la vida de la Nación, siempre que al hacerlo no se incum··
por la práctica y en la actualidad no se solicita ese reconocimiento. Por otra parte, el
pla con otras obligaciones de derecho internacional. Esta facultad se reconocimiento de la competencia de la Comisión se ha transformado en requisito para
encuentra igualmente restringida por el inciso 2 del artículo 15 en el ingresar como miembro del Consejo de Europa.
742 Juuo BARBOZA LA PROTECCIÓN INTERNACIONAi. lll\ !.OS DERECHOS HUMANOS 743

Las denuncias son interpuestas a través del Secretario General del medidas por parte del Estado responsable de la violación y establecerá
Consejo de Europa y deben cumplir con el requisito de agotamiento de un plazo para su ejecución. Si dichas medidas no fueran adoptadas en
los recursos locales y ser entabladas dentro de un plazo de seis meses de el plazo fijado el Comité decidirá, con el mismo procedimiento de vota-
la resolución definitiva del proceso interno. No se admiten tampoco ción, cuales serán las consecuencias de dicho incumplimiento y proce-
demandas anónimas, mal fundadas, abusivas, o que se traten básica- derá a la publicación del informe.
mente de cuestiones ya analizadas por la Comisión o pendientes de ii) El Tribunal Europeo de Derechos Humanos
resolución a través de otro procedimiento internacional. A diferencia de la Comisión, el Tribunal Europeo de Derechos
En caso de que la Comisión admita la demanda23 procede a un con- Humanos está compuesto por un número de magistrados igual al de los
tradictorio de las posturas sustentadas por las partes en litigio, ordenan- miembros del Consejo de Europa. Duran nueve años en sus cargos y no
do la realización de una investigación, si resultare necesario, a fin de puede haber dos magistrados que sean nacionales de un mismo Estado.
determinar la veracidad de los hechos invocados. A efectos de la consideración de un asunto el Tribunal se constituirá en
Culminada esta etapa, la Comisión podrá llamar a los interesados a una Sala de nueve miembros entre los cuales deberán estar los magistra-
un arreglo amistoso inspirado en el respeto a los derechos humanos. En dos de nacionalidad de cada Estado interesado, completándose el
caso de ser aceptada esta propuesta se elaborará un informe que con- número requerido por sorteo.
tenga una breve exposición de los hechos y de la solución adoptada. La competencia del Tribunal se extiende a la interpretación y aplica-
Este mforme se transmitirá al Comité de Ministros, al Secretario Gene- ción de la Convención, pero sólo podrú ser ejercida a condición de que
ral y a los Estados interesados, para su publicación. el Estado parte al que se quiera someter a la jurisdicción del Tribunal
Si no se arribara a una solución en los términos apuntados la Comi- haya formulado una declaración reconociendo tal competencia. Esta
sión elaborará igualmente un informe que, a diferencia del anterior, declaración, que será remitida al Secretario General para su publicidad,
deberá determinar en forma de dictamen si los hechos comprobados podrá ser efectuada en cualquier momento, sin convenio especial e
constituyen una violación de la Convención. Este informe, que podrá incluso bajo condición de reciprocidad o por un periodo determinado.
contener las propuestas que la Comisión estimara adecuadas será remi- Aún cuando un Estado parte no haya formulado esta declaración podrá
tido al Comité de Ministros, a los Estados interesados y al d~mandante, ser sometido a la competencia del Tribunal en un caso particular si
en su caso, quienes no tendrán facultad para publicarlo. Esta disposi- presta su consentimiento.
ción tiende a evitar que las conclusiones de la Comisión sean esgrimidas El Tribunal tiene, asimismo, facultad para emitir opiniones consultivas.
como argumento político entre los Estados partes. Esta competencia no surge de la Convención, sino del Protocolo nº 2.24
Conforme a lo dispuesto en el artículo 32 de la Convención, luego A partir de la entrada en vigor del Protocolo nº 9 no sólo los Estados
de la remisión del informe al Comité de Ministros y una vez transcurri- parte y la Comisión tienen facultad para someter un asunto al Tribunal,
do un plazo de tres meses sin que ninguna de las partes habilitadas sino que se posibilita el acceso al mismo a los individuos, grupos de
haya sometido la cuestión al Tribunal, el Comité debe decidir si ha individuos u organizaciones no gubernamentales que hubieran iniciado
habido o no violación de la Convención, por voto mayoritario de sus el procedimiento ante la Comisión.
miembros. En caso afirmativo, dispondrá la adopción de una serie de Cuando el asunto fuera presentado al Tribunal por un individuo,
grupo de individuos u organizaciones no gubernamentales, éste será
sometido con carácter previo a un Comité compuesto por tres de sus
23
Menos del 15% de las peticiones alcanza esta etapa. Ver Buergenthal, Thomas y
Shelton, Dmah, Protectmg Human Rights in the Americas. Cases and Materials Stras- 24
bourg, International Institute of Human Rights, 1995, p. 26. ' No obstante, hasta la fecha no ha hecho ejercicio de esta competencia.
744 Juuo BARBOZA LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 745

miembros, 25 el cual decidirá, por voto unánime, si el asunto debe ser Este Tribunal se compone de un número de jueces igual al de los
examinado por el Tribunal o remitido al Comité de Ministros para que Estados partes en el Convenio, con un mandato de seis años con posibi-
éste tome la intervención prevista en el artículo 32. lidad de reelección y tiene competencia para conocer demandas interes-
En cualquier caso, para que un asunto pueda ser sometido al Tribu- tatales, individuales y opiniones consultivas.
nal deberá comprobarse que ha fracasado el arreglo amistoso previsto A efectos del tratamiento de los diversos asuntos sometidos a su
en el procedimiento ante la Comisión y que no se encuentre vencido el competencia, el Tribunal se divide en Salas de siete jueces cada una.
plazo de tres meses posteriores a la elevación del informe pertinente ante Cuando la demanda hubiera sido entablada por un individuo, grupo de
el Comité de Ministros. Vencido dicho plazo se seguirá el trámite ante el particulares u organizaciones no gubernamentales, antes de su radicación
Comité de Ministros, de conformidad a las disposiciones del artículo 32. en Sala será derivada a un Comité de tres jueces que podrá, por voto uná-
Los Estados parte podrán someter un asunto al Tribunal cuando la nime de sus miembros y en forma definitiva, declarar su inadmisibilidad si
víctima haya sido un nacional de dicho Estado, o cuando se trate del ésta fuera manifiesta y no requiriera de un examen complementario.
Estado que ha iniciado el caso o ha sido demandado ante la Comisión. Los requisitos de admisibilidad varían según que se trate de una
La sentencia, que será definitiva, deberá ser motivada, existiendo demanda individual o interestatal. En ambos supuestos se exige que se
la posibilidad de que los integrantes que disientan con el parecer hayan agotado los recursos internos de conformidad a los principios de
mayoritario expresen su disidencia. En caso de que la sentencia impli- derecho internacional generalmente reconocidos y que la demanda sea
que para un Estado parte la imposición de una obligación de imposi- presentada en el plazo de seis meses desde la resolución interna definiti-
ble cumplimiento a través de sus mecanismos legales internos o que va. A estas condiciones se añaden, en el caso de las demandas indivi-
no garantizara una reparación integral, ésta podrá ser sustituida por duales, la ausencia de litis pendencia, la ausencia de cosa juzgada, la
una satisfacción equitativa que podrá consistir en una indemnización identificación del demandante y la debida fundamentación.
de carácter pecuniario. La ejecución de la sentencia estará a cargo del Una vez radicada la demanda en la Sala respectiva, ésta se pronun-
Comité de Ministros. ciará en forma separada sobre el fondo y sobre la admisibilidad, respec-
iii) La reforma del procedimiento to de la cual el pronunciamiento podrá ser efectuado en cualquier etapa
La necesidad de adecuar el procedimiento de control establecido por del proceso.
el Convenio de Roma a los mayores requerimientos que implica el En cuanto al análisis de fondo, una vez declarada admisible una deman-
aumento de los miembros del Consejo de Europa,26 dio impulso a la da, la Sala procederá a un examen contradictorio del caso con la interven-
celebración del Protocolo nº 11, que sustituye la Comisión y el Tribu- ción de los representantes de las partes. El Tribunal se pondrá a
nal de Derechos Humanos por un nuevo Tribunal permanente. disposición de los interesados a fin de arribar a un arreglo amistoso basado
en el respeto a los derechos humanos, en cuyo caso el procedimiento con-
cluirá con una resolución en la que se expondrán brevemente los hechos Y
25 El miembro del Tribunal que fuera nacional del Estado demandado, o una persona
la solución adoptada. Si no se llegara a tal acuerdo y la Sala declarara la
a elección de dicho Estado, formarán parte del Comité. Si hubiera más de un Estado
demandado el Comité se ampliará en consecuencia. existencia de una violación al Convenio o sus Protocolos se dictará senten-
26 Por razones similares se decidió propugnar la creación de órganos con mayor y más cia a fin de reparar las consecuencias que correspondan y, de estimarse
rápida capacidad de respuesta a fin de encausar situaciones de emergencia, tales como el procedente, se dispondrá la concesión de una satisfacción equitativa.
Comité para la prevención de la Tortura y los Tratamientos o Penas Inhumanas o Degra-
dantes establecido por el Consejo de Europa como órgano de ejecución de la Convención
Dentro del plazo· de tres meses desde la sentencia cualquier parte
Europea para la Prevención de la Tortura adoptada el 26/11/87 y que entró en vigor el podrá solicitar la remisión del asunto ante la Gran Sala, formada por
01102189. diecisiete jueces miembros del Tribunal. En tal caso, se conformará un
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
747
746 ]ULIO BARBOZA

visto reflejada en numerosos documentos tales como el Documento de


colegio de cinco jueces de la Gran Sala que deberá determinar si existe Viena de 1989 0 el de Copenhague de 1990 en que cual se sentaron las
una cuestión grave de interpretación o aplicación del Convenio y sus bases para la creación, en la cumbre de Helsin,ki de 199~, del Alto
Protocolos o una cuestión grave de carácter general que dé lugar a la Comisionado sobre Minorías Nacionales. Este organo esta facultado
revisión del asunto. Si el Colegio acepta el tratamiento del asunto, la para tomar medidas preventivas ante casos de emergencia en los q~e el
Gran Sala se pronunciará sobre él en forma definitiva. Alto Comisionado entienda que de no adoptarse tales medidas la situa-
La Gran Sala conocerá igualmente en los casos en que una Sala, ción podría transformarse en un conflicto de mayores proporciones.
antes de pronunciar sentencia, se inhiba en su favor en razón de la exis-
tencia de una cuestión grave relativa a la interpretación del Convenio o
sus Protocolos o ante la perspectiva de adoptar una solución que fuera 4. El sistema interamericano
contradictoria con la jurisprudencia del Tribunal.
A solicitud del Consejo de Ministros el Tribunal podrá, asimismo, El sistema interamericano de protección de los derechos humanos ha
emitir opiniones consultivas acerca de cuestiones jurídicas relativas a la sido desarrollado bajo la dirección de la Organización de Estados ~me­
interpretación del Convenio y sus Protocolos que no se relacionen con los ricanos, entidad creada durante la novena Conferencia Interamencana
alcances de los derechos consagrados por dichos instrumentos ni con las desarrollada en la ciudad de Bogotá, el 30 de marzo de 1948. En esta
demás cuestiones de las que el Tribunal o el Consejo de Ministros pudie- misma conferencia se adoptó igualmente la Declaración Americana de
ran conocer en virtud de los procedimientos previstos en el Convenio. los Derechos y Deberes del Hombre.
iv) La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa Esta Declaración consagra los ideales de igualdad y respeto entre los
En el año 1994 la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en hombres, pero la carencia de un órgano capaz de dar fuerza ~jecut.o~ia
Europa, creada en 1975 por el Acta Final de Helsinki, se transformó en a estos postulados y velar por el cabal cumplimiento de sus d1spos1c~o­
una organización de carácter permanente. Esta organización, confor- nes impidieron hasta el año 1959 su eficaz apVi~ación. En este. ano,
mada por más de cincuenta Estados de Europa, con más los Estados durante la quinta Reunión de Consulta de Mm1stros de Relac10nes
Unidos y Canadá, colabora estrechamente con las instituciones del Exteriores celebrada en Santiago de Chile, los representantes de los
Consejo de Europa en la promoción de los derechos humanos. Estados americanos, que se encontraban analizando los inform~s .sobre
En el Capítulo 1 del Acta de Helsinki se proclaman los diez Princi- violaciones a los derechos humanos en Cuba y República Dom1mcana,
pios que han de guiar a la organización, entre los cuales se destacan el deciden crear la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que
VII, que establece la obligación de respeto por los derechos humanos y entró en funciones el 6 de junio de 1960.
las libertades fundamentales·, incluyendo la libertad de pensamiento, No obstante las limitadas competencias que le fueron asignadas, ésta
conciencia, religión o credo, y el VIII que consagra la igualdad de dere- logró con el apoyo implícito de los Estados miembro.s, extende~ ~u c~n~·
chos y la autodeterminación de los pueblos. po de acción a través de la práctica. Así, desde su pnmera reumon 01 d1-
Si bien el Acta Final de Helsinki no es un tratado por el cual se naria determinó la procedencia de los reclamos presentados por
determinen obligaciones legales, los compromisos políticos que en ella individuos, no obstante la inexistencia de disposición al respecto en su
se establecen han surtido un efecto positivo en cuanto a la promoción Estatuto ni en su Reglamento. Dicha atribución fue confirmada l'll ~il
del respeto por los derechos humanos. 27 Esta acción de la OSCE se ha Segunda Conferencia Interamericana Extraordinaria cel~b~ada en R10
de Janeiro en 1965 en el marco de un proceso de fortalec1m1cnto lkl rol
27 Sobre el valor jurídico de estos instrumentos véase Buergenthal, Thomas, Interna- de la Comisión que culminó con su consagración como uno d1· lwi
tional Human Rights, Saint Paul Minn., West Publishing, 1995, p. 165.
748 JULIO BARBOZA LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 749

órganos principales de la OEA a partir de la suscripción del Protocolo a) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos
de Buenos Aires de 1967.28 La Comisión es un órgano principal de la OEA que tiene por función
La necesidad de contar con un instrumento que abordara la cuestión principal promover el respeto de los derechos humanos y servir de
de los derechos humanos de manera integral determinó la celebración órgano consultivo a la Organización. Tiene su sede en Washington y
de la Conferencia Especializada Interamericana desarrollada en la ciu- está compuesta de 7 miembros elegidos a título personal por la Asam-
dad de San José de Costa Rica en 1969. En dicha conferencia se aprobó blea General de la OEA por un período de cuatro años con la posibili-
en fecha 22 de noviembre de 1969 la Convención Interamericana sobre dad de ser reelectos por un solo término. De acuerdo al Reglamento de
Derechos Humanos que entró en vigor el 18 de julio de 1978.29 la Comisión, no podrán participar en las votaciones referidas a una
La Convención, también conocida como Pacto de San José de Costa determinada cuestión los miembros que sean nacionales de los Estados
Rica, enuncia en su Primera parte el conjunto de derechos y libertades a involucrados en ella.33
cuya protección está destinada. 30 Así, los artículos 3 a 25 están dedica- Su carácter de órgano principal de la OEA y su inclusión como tal en
dos a los derechos civiles y políticos mientras que los derechos econó- la Carta de la Organización le otorga una doble competencia. Confor-
micos sociales y culturales están escuetamente mencionados en el me los artículos 41 y 44 de la Convención y el artículo 19 del Estatuto
artículo 26 por el cual los Estados parte se comprometen a lograr pro- de la Comisión, ésta tiene competencia para recibir peticiones indivi-
gresivamente la plena efectividad de tales derechos.31 duales contra los Estados que hayan ratificado la Convención. Pero
La segunda parte de la Convención está destinada a los órganos además, de acuerdo al artículo 20 de su Estatuto, la Comisión podrá
encargados de ejecutar y velar por el cumplimiento de sus disposiciones: igualmente recibir peticiones contra los Estados miembros de la OEA
la preexistente Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la que no sean partes del Pacto, atribución que ya poseía antes de la cele-
Corte Interamericana de Derechos Humanos, creada por este tratad 0 .32 bración de dicho tratado.
De ese modo, la Comisión opera en un doble ámbito: el de la Con-
vención para aquellos Estados que la hayan ratificado y el de la Decla-
28
Entró en vigor en 1970. ración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre con respecto
29
A la fecha han ratificado la Convención 25 países. Argentina Barbados Bolivia al resto de los miembros de la OEA.
Brasil, Colombia, Costa Rica, Dominica, Chile, Ecuador, El Salvad~r, Grenad~, Guate'.
Su función primordial es la de velar por la observancia y la defensa
mala~ Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, R::pública
Dominicana, Surinam, Trinidad Tobago, Uruguay y Venezuela. de los derechos humanos. El artículo 41 de la Convención detalla las
30
El avanzado criterio y la amplitud de los derechos protegidos a través de la Con- atribuciones de la Comisión, la cual, para llevar a cabo sus objetivos
vención fue, en opinión de algunos autores, el motivo principal por el cual resultó tan tendrá, entre otras facultades, las de formular recomendaciones y aseso-
dificultoso lograr su entrada en vigor. Véase Buergenthal, Thomas y Shelton, Dinah, Pro-
tecüng Human Rtghts in the Americas. Cases and Materials, Strasbourg, International rar a los Estados miembros, efectuar estudios o informes sobre la mate-
Institute of Human Rights, 1995, p. 42. ria y solicitar a los gobiernos las informaciones que considere pertinentes.
31
A fin de ampliar el alcance de la Convención con respecto a esta clase de derechos A su vez, los artículos 18 a 20 del Reglamento de la Comisión estable-
el 17 de noviembre de 1988 se suscribió el Protocolo Adicional sobre los Derecho~
Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales conocido como Pro-
cen en detalle las funciones que puede ejercer para llevar a cabo sus
tocolo de San Salvador. A la fecha, de los 17 Estados firmantes sólo 8 lo han ratificado.
32
_ La OEA está integrada por 36 Estados de los cuales uno, Cuba, se encuentra sus- 33 En la práctica, los miembros no sólo se abstienen de participar en la votación o de
pendido en su calidad de miembro, 17 han ratificado la Convención y reconocido la ¡ hacer conocer su parecer, sino que además no permanecen en la sala de reunión en la que
competencia de la Corte, 10 han ratificado la Convención pero no reconocen la compe- se debata el asunto. Ver Santoscoy, Bertha, "Le systeme intcraméricain de protection dt'N
tencia de la Corte y 8 no han ratificado la Convención ni reconocen la competencia de droits de l'homme", en Recuei/ des Cours, Strasbourg, Institut International des Droits dr
la Corte. l'Homme, 1997, p. 361.

1
'/)() Juuo BARBOZA LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 751

objetivos. Entre ellas se destacan la elaboración de informes especiales Para que una petición 0 comunicación sea declarada admisi~le debe-
sobre la situación de los derechos humanos en un país en particular, 34 rá cumplir con los requisitos de agotamiento de l~s recursos_ mternos,
así como la posibilidad de efectuar visitas de inspección "in loco" en los presentación en término, ausencia _de li~i:pen~enc1a o cosa_ 1uzgada Y
Estados miembros. 35 Pero sin duda la función de mayor importancia debido fundamento de la petición e 1dent1f1cac10n del denunciante.
otorgada a la Comisión es la de conocer de las peticiones y comunica- El requisito de agotamiento de los recursos internos previsto en el
ciones de conformidad a lo dispuesto en los artículos 44 a 51. artículo 46 parr. 1 inc. a, responde a la necesidad de otorgar al Es~ado
En dichos artículos se determina la competencia de la Comisión y el que hubiera cometido una violación a la Convención,. la oportu~1dad
procedimiento a seguir. Se dispone que tanto los individuos, grupos de de resolver el asunto en su fuero interno.3 7 Este reqms1to se atenua en
individuos o entidades gubernamentales reconocidas en al menos uno el párrafo 2 en el que se eximen los casos de ausencia de un ~~curso
de los Estados miembros de la OEA, estarán facultados para presentar efectivo en la legislación del Estado involucrado para la protec~10n del
peticiones ante la Comisión que contengan denuncias o quejas de viola- derecho cuya violación se alega. Tampoco se exigirá el agotam1e.nto de
ciones de la Convención por un Estado parte. 36 Por lo demás, la Comi- los recursos internos cuando se hubiera imposibilitado a la v!ct1ma s~
sión ha establecido a través del artículo 26.2 de su Reglamento la acceso a tales recursos o su agotamiento. Tampoco cuando el mcum~~1-
posibilidad de actuar de oficio en base a informaciones recibidas por miento se hubiera debido a un retardo injustificado en su resoluc1on
ésta sin que exista un denunciante en particular. imputable al Estado denunciado. 38 . .
Asimismo, los Estados partes pueden hacer reclamos entre sí. En tal El plazo para la presentación de la denuncia no puede exceder los seis
caso, sólo se podrán presentar peticiones con respecto a los Estados meses a partir de la fecha en que el presunto lesionado .en. sus derec~os
partes que hayan aceptado por declaración expresa tal competencia y haya sido notificado de la decisión definitiva del proced1m1ento prev1~to
siempre que el Estado que efectúa la denuncia haya a su vez también en la legislación interna del Estado denunciado. Se discute en_ doctnna
aceptado respecto de sí mismo la posibilidad de ser objeto de este tipo sobre la naturaleza de este plazo dado que mientras algunos sostienen que
de reclamos. Las declaraciones que efectúen los Estados con el alcance siendo un plazo de caducidad la Comisión debe verificar de oficio su ac~e­
antedicho podrán hacerse por un tiempo indefinido de vigencia, por un cimiento y por lo tanto, declarar inadmisibles las peticiones que lo hubie-
período determinado o para casos específicos. ran excedido, para otros autores el plazo sería de prescripción, lo que trae
como consecuencia la posibilidad de la convalidación del defecto formal
39
34 Desde 1960 la Comisión ha realizado más de 40 informes especiales sobre la situa- en forma expresa o tácita por el Estado demandado.
ción de los derechos humanos en diversos países de la región. Véase Santoscoy, Berta, op.
cit., p. 363.
3S A la fecha se han efectuado más de treinta inspecciones "in loco". Estas inspeccio- 37 Si la falta de agotamiento de los recursos locales no fuera invocada como excepción
nes se han transformando en una herramienta típica del sistema interamericano que las en los procedimientos ante la Comisión no podrá op.onerse ante la. Corte" en vlftud .~el
utiliza con mayor frecuencia que ningún otro sistema internacional de protección. Véase · 'pio del estoppel. Al respecto véase: Caneado Tnndade, Antomo A., The Ap~lica··
Caneado Trindade, Antonio A., "Formación, Consolidación y Perfeccionamiento del Sis- prmc1 . 1 L ,, C b 1•e
tion of the Rule of Exhaustion of Local Remedies in Internat10na aw , am m g ,
tema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos", en XVII Curso de Dere-
Cambridge University Press, 1983. . . . ..
cho Internacional organizado por el Comité Jurídico Interamericano (1990), Secretaría 38 La Corte determinó la existencia de otras dos excepciones pos.1bles al ag~tan~1c.111 o
General de la OEA. de los recursos internos en los casos en que la indigencia del pet1c10nante le 1m¡rnhrrn
36 Si bien la Convención sólo contempla las violaciones cometidas por los Estados, en
obtener asistencia legal 0 en aquellos en que existiera un temor geneuhzado sobre IIH1
1985 la Asamblea General de la OEA aprobó la "Resolución sobre las Consecuencias de consecuencias de brindar asistencia legal a la víctima. Corte Interamencana de Dcrrrho~
Actos de Violencia Perpetrados por Grupos Armados·Irregulares en el Goce de los Derechos
Humanos.OC-11/90,parrs.31y35. . . .
Humanos", por la cual se recomienda a la Comisión i~cluir las acciones de grupos armados 39 L Corte se ha inclinado a favor de la necesidad de alegar el venc1m1cnto dl'i plu111
irregulares en su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en la región. por par:e del Estado demandado avalando así la tesis de la prescripción (Conr 111tr1'111lll'
752 JULIO BARBOZA • LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 753

La ausencia de litis pendencia exigida por la Convención implica que física de los denunciantes o testigos. Una vez que la Comisión empren-
la cuestión no se encuentre pendiente de otro procedimiento de arreglo da el análisis del fondo del caso, trasladará la petición al gobierno del
internacional. El artículo 39.2 del Reglamento de la Comisión dispone Estado presuntamente responsable de la violación solicitándole infor-
que ésta no se inhibirá de conocer en un caso cuando el procedimiento maciones al respecto y fijándole un plazo para responder. 41 Recibida
ante otra organización se refiera a un análisis general de la situación en dicha información o vencido el plazo, determinará si subsiste la viola-
un Estado y no al caso particular de la víctima. Tampoco se apartará ción. Si ésta ha cesado, el expediente se archivará, pero en caso de per-
del caso cuando el procedimiento por un mismo asunto ante otro siste- sistir la situación se abrirá una nueva etapa en la cual la Comisión
ma de protección fuera iniciado por una tercera persona o una entidad podrá realizar una investigación, solicitando a las partes todas las facili-
no gubernamental. dades, informaciones o exposiciones verbales o escritas que estimare
En cuanto a la cosa juzgada, la Convención requiere que la petición necesarias. En casos graves y urgentes podrá prescindirse de la etapa en
no resulte una reproducción de otra comunicación ya examinada y la cual se traslada la petición al Estado denunciado. En tal supuesto,
resuelta por la Comisión u otro organismo internacional. Se rechazará previo examen de los requisitos formales de admisibilidad y con la
asimismo, toda petición que no esté debidamente fundamentada por no autorización del Estado presuntamente responsable, se realizará la
exponer hechos que caractericen una violación de los derechos garanti- investigación pertinente de las circunstancias del caso.
zados por la Convención. No debe confundirse el análisis que se efectúa En ambas situaciones, luego de establecidos los hechos, la Comisión
a fin de determinar si .la petición está manifiestamente mal fundada con se pondrá a disposición de las partes para arribar a una solución amis-
el que corresponde al mérito de la misma. Aun cuando existan motivos tosa fundada en el respeto a los derechos humanos. 42 Si se arribara a
en este primer examen para inferir que con posterioridad no se hará esta solución se confeccionará un informe que contendrá una breve
lugar a la petición esto no implica que ella sea declarada inadmisible, exposición de los hechos y de la solución acordada. El informe será
ya que su rechazo en esta etapa debe ser determinado con criterio res- remitido a las partes y Estados interesados y elevado al Secretario
trictivo y excepcional.4 º General de la OEA para su publicación.
Finalmente, se exige una debida identificación del denunciante para Si no se arribara a una solución en los términos expuestos, se elabo-
lo cual deberá consignarse su nombre, nacionalidad, profesión y domi- rará un informe en el que se expondrán los hechos y las conclusiones
cilio. La petición deberá ser suscripta por el o los denunciantes, o el del caso, pero que sólo será transmitido a los Estados interesados, quie-
representante legal de la entidad que interpone la petición, en su caso.
No obstante esta exigencia de identificación, la Comisión no revelará el
nombre del denunciante al Estado implicado si el peticionante no lo 41 En cuanto a la declaración de admisibilidad, a diferencia de otros sistemas interna-
requiriera expresamente. cionales de protección, no existe ninguna norma que la disponga como requisito previo al
examen del fondo del asunto. No obstante, la práctica de la Comisión tiende a realizar tal
Aún antes de efectuar la declaración de admisibilidad, de conformi- declaración con carácter previo a fin de evitar que en la etapa de análisis del fondo de la
dad con el artículo 29 de su Reglamento, la Comisión puede disponer cuestión se introduzcan planteos dilatorios referidos a la ausencia de algún requisito. de
la adopción de medidas cautelares para proteger la vida o integridad admisibilidad. Ver al respecto Caso Velázquez Rodríguez, Excepciones Preliminares, Sen-
tencia nº i del 26 de junio de 1987. Doc. serie C. Corte Interamericana de Derechos
Humanos, pp. 18/19.
ricana de Derechos Humanos. Caso Neira Alegría y Otros. Excepciones Preliminares. 42 La práctica referida a los acuerdos de solución amistosa se ha incrementado en los
Sentencia 11/12/91, parr. 30). últimos años, tales como el alcanzado entre el Gobierno de la República Argentina y el
40
Véase al respecto Faúndez Ledesma, Héctor, El Sistema Interamericano de Protec- periodista Horado Verbistky que permitió la eliminación de la figura del desacato en la
ción de los Derechos Humanos. Aspectos Institucionales y Procesales, I.I.D.H., Costa legislación argentina. C.I.D.H., Informe 22/94 caso 11.012, Argentina, solución ami1to111,
Rica, 1996, p. 225. 20109194. li ~t
754 JULIO BARBOZA
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 755

No puede haber dos jueces de la misma nacionalidad. C.onservan su


nes no estarán facultados para publicarlo.43 A partir de la recepción del
derecho a conocer de un caso aun cuando sean nacionales de un Estado
informe comenzará a computarse un plazo de tres meses dentro del cual
que sea parte en un conflicto sometido a la Corte. En tal situación ~ en
el asunto debe ser solucionado o sometido a la Corte por la Comisión o
caso de que el otro Estado parte en el conflicto no contara con un 1uez
por el Estado interesado. 44 Si vencido dicho plazo no se verificara nin-
de su nacionalidad, podrá solicitar se designe un juez "ad hoc". De
guno de estos supuestos, la Comisión podrá emitir su opinión y conclu-
igual manera podrá procederse en el caso de que ninguna de las partes
siones, efectuando las recomendaciones pertinentes y fijando un nuevo
contara con un juez que fuera de la nacionalidad de dichos Estados.
plazo a los Estados para la adopción de las medidas destinadas a reme-
Sólo los Estados partes y la Comisión están facultados para someter
diar la situación. Una vez transcurrido este nuevo plazo la Comisión
un caso a la Corte. 4 6 Para que ésta pueda conocer de un caso es necesa-
decidirá si el Estado ha tomado o no las medidas adecuadas y en su
rio que se hayan agotado los procedimientos ante la Comisión y que los
caso, dispondrá la publicación del informe.
Estados partes en el mismo hayan reconocido la competencia del tribu-
Si bien se critica tanto el hecho de que las decisiones de la Comisión
nal a tal efecto. 47 No obstante que el asunto haya sido elevado por un
tengan solamente el alcance de recomendaciones como que la máxima
Estado, la Comisión deberá igualmente comparecer en todos los casos. 48
sanción posible ante el incumplimiento por parte de los Estados sea la
El reconocimiento de la competencia de la Corte puede ser hecho
publicación del informe, no debe subestimarse el alcance que estas
bajo diversas modalidades. Así, podrá ser incondicional o bajo condi-
medidas tienen sobre la opinión pública así como la presión política
ción de reciprocidad, por tiempo indefinido, plazo determinado o para
que ésta genera sobre los gobiernos responsables y que frecuentemente
un caso específico y por declaración especial o convención especial.
los obliga a revisar sus procederes violatorios de los derechos humanos.
Además de la competencia contenciosa, la Corte tiene una compe-
tencia consultiva, toda vez que los órganos mencionados en el capítulo
b) La Corte lnteramericana de Derechos Humanos
X de la Carta de la OEA, 4 9 y los Estados miembros de la misma pueden
El restante órgano previsto por la Convención es la Corte Interame-
ricana de Derechos Humanos. La Corte está compuesta por siete miem-
bros, elegidos a título personal entre juristas de reconocida autoridad
46 Sin embargo, el artículo 22 del Reglamento de la Corte permite a la Comis_ió?
moral e intelectual. Son elegidos por un período de seis años y solo pue- designar asistentes "ad hoc" a los abogados de las víctimas para cada caso que esta ulti-
den ser reelegidos en una oportunidad. 45 ma eleve al tribunal.
47 No se han presentado hasta la fecha demandas de un Estado contra otro, pero sí se
ha dado el caso de que un Estado presentara una denuncia contra sí mismo, que fue
4
3 Cuando se trate de un Estado miembro de la OEA pero que no haya ratificado la
desestimada por no haberse agotado los procedimientos ª?,te la Comisión (pe~ición de
Convención, el artículo 53 del Reglamento de la Comisión dispone que luego de estable- Costa Rica en Asunto Viviana Gallardo y otras. Resoluc10n Corte Interamencana de
cidos los hechos, la Comisión emita un informe que incluya las conclusiones y recomen- Derechos Humanos 15/07/81 y 30106183).
48 La presencia en carácter de acusador de un órgano como la_ Com'.sión que tiene e?
daciones pertinentes, cuya reconsideración en virtud de la aparición de nuevos hechos o
consideraciones de derecho puede ser solicitada tanto por el demandado como por el una primera etapa un rol conciliador ha sido señalada como u? 1mped1mento para arri-
peticionante dentro de los noventa días. bar a un resultado imparcial, en virtud de lo cual algunas orgamzac10nes no gubernamen-
44 Este plazo ha sido considerado por la Comisión como un plazo máximo, por lo que
tales han elaborado un proyecto para reservar el rol acusador ante la Corte a l~ víctima Y
en determinadas ocasiones ha dispuesto medidas de cumplimiento perentorio, tales como sus representantes de modo que la Comisión siguiese interviniendo pero asumiendo fon·
la liberación inmediata de un detenido (C.I.D.H. Informe 20/94, caso Loaiza Tamayo, ciones de "Ministerio Público". Véase Santoscoy, Berta, op. cit., pp. 40/41.
Perú). 49 Estos son la Asamblea General, la Reunión de Consulta de los Ministros de Rclai

45 Los jueces siguen conociendo en las causas a que se hubieren avocado y que se ciones Exteriores, los Consejos, el Comité Jurídico Interamericano, l.a Comisi.ó~ Irtter~·
encuentren en estado de sentencia aun cuando su mandato se encuentre vencido (artículo mericana de Derechos Humanos, la Secretaría General, las Conferencias Espec1ahzacl1•~1":
54 in fine, C.A.D.H.). los Organismos Especializados. ',.,;) 111.
·¡r¡
756 Juuo BARBOZA LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

solicitarle opm1on acerca de la interpretación de la Convención así reparar los perjuicios sufridos, por lo que no puede catalogarse al pro-
como de otros tratados de derechos humanos o de la compatibilidad de cedimiento ante la Corte como un proceso penal internacional. 52
la propia legislación interna de los Estados miembros con los citados El fallo es definitivo e inapelable, existiendo la posibilidad para las
instrumentos. 50 Obsérvese que a los efectos del ejercicio de la compe- partes de solicitar dentro de los noventa días de haber sido notificadas,
tencia consultiva no se requiere que el Estado peticionante haya ratifi- las aclaraciones pertinentes sobre su sentido o alcance. Los Estados par-
cado la Convención. 51 tes en la Convención asumen a través de la misma el compromiso de
La Corte puede disponer la adopción de medidas provisionales cuan- cumplir la decisión de la Corte en todo caso en que sean partes. La
do considere que en aquellos asuntos que esté conociendo pudiera oca- Corte debe someter anualmente un informe a la Asamblea General en el
sionarse un daño irreparable. Podrá igualmente adoptar este tipo de que se señalan los casos en que un Estado no ha dado cumplimiento a
medidas en los asuntos que aún no estuvieran sometidos a su conoci- sus fallos.
miento si así lo solicita la Comisión. Esta facultad de ordenar medidas
para casos de urgencia no existe en ningún otro sistema internacional c) Otros tratados del Sistema Interamericano de Protección de los
de protección de los derechos humanos. Derechos Humanos
La introducción de una causa se hará ante la Secretaría de la Corte, El sistema interamericano de protección de los derechos humanos
la que procederá al análisis de los requisitos formales de la demanda. Si establecido por el Pacto de San José de Costa Rica ha sido reforzado a
éstos se encontraran cumplidos, comunicará la demanda a las partes través de la celebración de protocolos y convenciones sectoriales. El pri-
interesadas, las que podrán oponer excepciones preliminares dentro de mero de tales protocolos es el citado Protocolo de San Salvador que
los dos meses siguientes a la notificación de la demanda. El demandado contempla el ámbito de los derechos económicos sociales y culturales.
deberá contestar por escrito la demanda dentro del plazo de cuatro Otro es el Protocolo para la Abolición de la pena de muerte, adoptado
meses desde su notificación. en 1990, en cuyo artículo 1º se establece que los Estados partes no apli-
Si la Corte entiende que ha existido una violación a un derecho con- carán la pena de muerte en su territorio a ninguna persona sometida a
tenido en la Convención podrá disponer que se garantice el ejercicio del su jurisdicción. El Protocolo no admite reservas y plantea corno única
derecho en cuestión, la reparación de las consecuencias de la medida excepción posible las leyes internas aplicables en tiempo de guerra.
que hubiera lesionado a la víctima y el pago de una justa indemniza- Las tres convenciones suscriptas son la Convención Interamericana
ción, según corresponda. En caso de que se disponga el pago de una para la prevención y sanción de la tortura, la Convención Interamerica-
indemnización, ésta podrá ejecutarse a través de los procedimientos na sobre desaparición forzada de personas y la Convención Interameri-
vigentes para la ejecución de sentencias contra el Estado en la legisla- cana para la prevención, sanción y erradicación de la violencia contra
ción interna del Estado condenado. El objetivo del proceso no es impo- la mujer. 53
ner penas a los autores de las violaciones, sino amparar a las víctimas y La Convención Interamericana para la prevención y sanción de la
tortura de 1985 entró en vigor en 1987 y plantea como único mecanis-
50 La Corte ha admitido incluso opiniones consultivas sobre proyectos de ley, señalan-·
mo de supervisión la obligación establecida en su artículo 17 de que los
do que no está en la obligación de evacuarlas de modo de evitar transformarse en un foro
externo al proceso de debate de la norma (OC-4. Propuesta de modificación a la Consti-
tución Política de Costa Rica relacionada con la naturalización). 52 Ver González Volio, Lorena, "Los Derechos Humanos en el Sistema Interamerica-
51 A la fecha se han dictado 14 opiniones consultivas. La número 15 fue solicitada por no", en Recueil des Cours, Institut lnternational des Droits de l'Homme, 1997, p. 481.
Chile el 11 de noviembre de 1996 y retirada el 25 de marzo de 1997, no obstante lo cual 53 Asimismo, se encuentra a la fecha en etapa de preparación un proyecto de Conven-
la Corte ha decidido continuar con el tratamiento de la consulta. ción sobre los derechos de los pueblos indígenas.
758 JULIO BARBOZA
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 759
Estados partes remitan a la Comisión la información sobre las medidas
legislativas, judiciales y administrativas adoptadas en aplicación de la inclusión del concepto de "derechos de los pueblos" que da una idea de
Convención. La Comisión a su turno, se ocupará de analizar la situa- que los derechos humanos en África son en primer tér~in_o _colectivos Y
ción existente en su Informe Anual. sólo en una segunda instancia están dirigidos a los md1v1duos. Otro
La Convención Interamericana sobre desaparición forzada de perso- aspecto único de la Carta de Banjul es el esfuerzo efectuado por_ los
nas de 1994 entró en vigor en 1996 y establece, además de la responsa- redactores para otorgar cierto equilibrio entre los derechos y las obliga-
bilidad individual del perpetrador y de la responsabilidad internacional ciones de los individuos, a quienes se imponen una serie de deberes no
del Estado, el carácter de crimen internacional de las conductas previs- solamente para con sus semejantes sino también frente a la socieda_d, el
tas en dicho instrumento. Como consecuencia, se determina la existen- Estado otras comunidades legalmente reconocidas y la comumdad
cia de una jurisdicción universal para estos casos así como la obligación interna~ional. Por último, la originalidad de la Carta Africana se ve
de extraditar o juzgar a los responsables del crimen, la obligación de no reflejada en el hecho de ser el primer instrumento en consagrar cierto
brindar asilo político a los responsables, la imprescriptibilidad de la tipo de derechos tales como el derecho a un medio ambiente adecuado
acción, etc. Para su supervisión la Convención se remite a los procedi- favorable al desarrollo de los pueblos.
mientos previstos ante la Comisión y la Corte. A fin de proceder a la promoción y protección de los derechos con-
Finalmente, la Convención lnteramericana para la prevención, sanción sagrados en la Carta, se establece una Co~isión conformada, por ~nce
y erradicación de la violencia contra la mujer o Convención de Belem de miembros elegidos por su reconocida capacidad y que actuaran a titulo
Pará de 1994 que entró en vigor el 3 de marzo de 1995 contempla un sis- personal. 55 No obstante que los miembros no representan.ª sus Estad?s
tema de informes a la Comisión a través del Relator Especial creado a tal de origen, no se incluirá en la Comisión a más de un nacional del mis-
fin y reitera la posibilidad de acudir a los procedimientos de peticiones mo Estado. Los miembros son elegidos en votación secreta por la
individuales previstos ante la Comisión y la Corte por la Convención Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA por un período
Interamericana de Derechos Humanos. de seis años con posibilidad de reelección.
La Comisión tiene una competencia consultiva, conforme lo dispues-
to en el artículo 45 inc. 3 de la Carta, y una competencia contenciosa
5. El sistema africano descripta en el capítulo III de la misma. El procedimiento contencioso
se articula en primer término mediante denuncias interestatales. En el
La Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos, tam- caso de que un Estado firmante de la Carta tuviera razones para creer
bién conocida como la Carta de Banjul fue elaborada en la Conferencia que otro Estado firmante ha violado sus disposiciones puede ~ptar por
de Ministros de Justicia de la Organización de la Unidad Africana cele- efectuar una presentación ante la Comisión o utilizar el metodo_ de
brada en Banjul, Gambia, en enero de 1981 y adoptada el 27 de junio negociación bilateral. Si se decidiera por la última opción, se comumca-
de 1981 en la ciudad de Nairobi en el marco de la 18º Conferencia de rá por escrito con el Estado denunciado, comunicación qu~ será igual-
Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA. Entró en vigor el 21 de octu- mente remitida al Secretario General de la OUA y al Presidente de la
bre de 1986, de conformidad con su artículo 63. 54 Este tratado presen- Comisión. Dentro del plazo de tres meses de recibida la comunicación,
ta ciertas originalidades con r~specto a sus equivalentes en otros el Estado requerido deberá ofrecer al requirente las explicaciones Y
sistemas regionales de protección. En primer término, se destaca la aclaraciones del caso, las que incluirán toda la información relevante

54 OAU DOC. CAB/LEG/67/3/Rev. 5 (1981). 55 La creación de una Corte Africana de Derechos Humanos se encuentra actualmente
en etapa de discusión.
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 76'1
760 Juuo BARBOZA

tras lo cual pasará a examinar el fondo del asunto. En caso de encon-


posible, así como las medidas adoptadas para poner fin a la violación trarse la existencia de una serie de graves y masivas violaciones de los
denunciada. Vencido el plazo de tres meses sin que se arribara a una derechos humanos la Comisión lo someterá a la consideración de la
solución satisfactoria para ambas partes el asunto pasará a conocimien- Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno. Ésta, a su vez, podrá solici-
to de la Comisión. tar a la Comisión la elaboración de un informe de los hechos, acompa-
Tanto en el procedimiento descrito como en las presentaciones direc- ñado de las conclusiones y recomendaciones pertinentes, que será
tamente efectuadas ante la Comisión, ésta sólo entenderá en aquellos remitido a los Estados involucrados y comunicado a la Asamblea.
asuntos respecto de los cuales se hubieran agotado los recursos internos Como puede observarse, si bien la iniciativa de la denuncia puede
disp~~i~l~s, salvo caso de retardo indebido. Cumplido este requisito de provenir de la comunicación efectuada por un individuo, el procedi-
adm1Slb1hdad, la Comisión se avocará a la investigación del asunto miento exige la determinación de una conducta reiterada por parte del
para lo cual podrá requerir la colaboración de los Estados interesados Estado, por lo cual serán desestimadas todas aquellas peticiones indivi-
así como valerse de todo otra fuente de información necesaria. Esta eta- duales que no puedan ser incluidas en el marco de una violación masiva
pa culminará con la elaboración de un informe, para cuya confección
y grave.
no se establece un plazo determinado, limitándose la Carta a señalar Todas las medidas tomadas en virtud de las provisiones de este tipo
que éste debe ser razonable. Dicho informe será remitido a los Estados de comunicaciones serán mantenidas en confidencialidad hasta que la
implicados y comunicado a la Asamblea de Jefes de Estado y de Asamblea decida lo contrario. En cuanto al reporte, podrá ser publica-
Gobierno de la OUA. do por el Presidente de la Comisión si la Asamblea así lo dispone.
.Con respecto a las comunicaciones dirigidas a la Comisión por otros El sistema africano de protección de los derechos humanos ha evolu-
su1etos que no sean Estados partes de la Carta Africana, la Carta esta- cionado en las últimas décadas a través de la creación de los relatores
blece que serán analizadas si la mayoría simple de los miembros de la especiales temáticos, tales como el Relator Especial para las Ejecuciones
Comisión lo considera admisible, para lo cual deberán reunirse los Arbitrarias y Extra Judiciales o el Relator Especial sobre Prisiones, entre
s~guientes requ!sitos: a) identificación del autor, aun cuando puede soli- otros, quienes cuentan con ciertas facultades para solicitar informes a
citarse el anommato; b) compatibilidad de la comunicación con las dis- los Estados partes de la Carta acerca de las materias de su competencia.
posiciones de la Carta; c) no utilización de términos insultantes o
despectivos para con el Estado denunciado; d) fundamentación en base
a informaciones que no sean exclusivamente obtenidas de los medios de
comunicación; e) agotamiento de los recursos internos disponibles, sal-
vo caso de retardo injustificado; f) presentación de la comunicación
dentro de un período razonable desde la fecha del agotamiento de los
recursos locales o de la fecha en que la Comisión fuera puesta en cono-
cimiento del asunto; y g) que no se trate de casos que hayan sido ya
resueltos por los Estados involucrados de acuerdo con los principios de
la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, la Carta de la
Organización de la Unidad Africana, o las provisiones de la Carta Afri-
cana de los Derechos Humanos y de los Pueblos.
La Comisión, una vez verificados los requisitos de admisibilidad de
la comunicación, dará conocimiento de la misma al Estado imputado,
Anexos
Anexo 1

Responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente ilícitos


Resolución aprobada por la Asamblea General
[sobre la base del informe de la Sexta Comisión (A/56/589 y Corr. 1)]

Anexo 2

Texto del proyecto de artículos sobre prevención del daño


transfronterizo resultante de actividades peligrosas

Anexo 3

Proyecto de principios sobre la asignación de la pérdida en caso


de daño transfronterizo resultante de actividades peligrosas
Anexo 1
Asamblea General Distr. general
28 de enero de 2002
Quincuagésimo sexto período de sesiones
Tema 162 del programa
01 47800

Resolución aprobada por la Asamblea General


[sobre la base del informe de la Sexta Comisión (A/561589 y Corr. 1)]
56183. Responsabilidad del Estado por hechos
internacionalmente ilícitos

La Asamblea General,
Habiendo examinado el capítulo IV del informe de la Comisión de
Derecho Internacional sobre la labor realizada en su 53º período de
sesiones, 1 que contiene el proyecto de artículos sobre la responsabilidad
del Estado por hechos internacionalmente ilícitos,
Observando que la Comisión de Derecho Internacional decidió reco-
mendar a la Asamblea General que tomara nota del proyecto de artícu-
los sobre la responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente
ilícitos en una resolución e incluyera el proyecto de artículos como ane-
xo de esa resolución, y que estudiase en una etapa posterior, a la luz de
la importancia del tema, la posibilidad de convocar una conferencia
internacional de plenipotenciarios para examinar el proyecto de artícu-
los con miras a concertar una convención sobre el tema,2
Destacando la importancia permanente de la codificación y el desarro-
llo progresivo del derecho internacional, como se menciona en el aparta-
do a) del párrafo 1 del artículo 13 de la Carta de las Naciones Unidas,

1 Documentos Oficiales de la Asamblea Gelleral, quincuagésimo sexto período i/1·

sesiones, Suplemento Nº 1 Oy correcciones (A/56/10 y Corr. l y 2).


2 Ibíd., párrs. 72 y 73.
jULJO BARBOZA

Observando que el tema de la responsabilidad del Estado por hechos Responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente ilícitos
internacionalmente ilícitos reviste gran importancia en las relaciones
entre los Estados,
l. Acoge con beneplácito la conclusión de la labor de la Comisión
de Derecho Internacional respecto de la responsabilidad del Esta-
do por hechos internacionalmente ilícitos y su aprobación del
proyecto de artículos, así como de un comentario detallado acerca
del tema;
2. Expresa su agradecimiento a la Comisión de Derecho Internacio- Primera parte: El hecho internacionalmente ilícito del Estado
nal por su contribución continua a la codificación y el desarrollo
progresivo del derecho internacional;
3. Toma nota de los artículos sobre la responsabilidad del Estado Capítulo l. Principios generales
por hechos internacionalmente ilícitos, presentados por la Comi-
sión de Derecho Internacional, cuyo texto figura en el anexo de la 1. Responsabilidad del Estado por sus hechos internacionalmente ilícitos
presente resolución, y los señala a la atención de los gobiernos, Todo hecho internacionalmente ilícito del Estado genera su respon-
sin perjuicio de la cuestión de su futura aprobación o de otro tipo sabilidad internacional.
de medida, según corresponda;
4. Decide incluir en el programa provisional de su quincuagésimo 2. Elementos del hecho internacionalmente ilícito del Estado
noveno período de sesiones un tema titulado "Responsabilidad Hay hecho internacionalmente ilícito del Estado cuando un compor-·
del Estado por hechos internacionalmente ilícitos". tamiento consistente en una acción u omisión:
a) Es atribuible al Estado según el derecho internacional; y
85ª sesión plenaria b) Constituye una violación de una obligación internacional del
12 de diciembre de 2001 Estado.

3. Calificación del hecho del Estado como internacionalmente ilícito


La calificación del hecho del Estado como internacionalmente ilícito
se rige por el derecho internacional. Tal calificación no es afectada por
la calificación del mismo hecho como lícito por el derecho interno.

Capítulo Il. Atribución de un comportamiento al Estado

4. Comportamiento de los órganos del Estado


1. Se considerará hecho del Estado según el derecho intcrnacio11al 1·1
comportamiento de todo órgano del Estado, ya sea qu<.: l:jcrz:1 11111
ciones legislativas, ejecutivas, judiciales o de otra índole, c11:i lq1111·111
770 JULIO BARBOZA
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR HECHOS JNTERNACIONAL:-.1ENTE ILÍCITOS 771

que sea su posición en la organización del Estado y tanto si pertene-


sona o ese grupo de personas ejerce de hecho atribuciones del poder
ce al gobierno central como a una división territorial del Estado.
público en ausencia o en defecto de las autoridades oficiales y en cir-
2. Se entenderá que órgano incluye toda persona o entidad que ten-
cunstancias tales que requieren el ejercicio de esas atribuciones.
ga esa condición según el derecho interno del Estado.

S. Comportamiento de una persona o entidad que ejerce atribuciones 10. Comportamiento de un movimiento insurrecciona! o de otra
del poder público índole
Se considerará hecho del Estado según el derecho internacional el 1. Se considerará hecho del Estado según el derecho internacional el
comportamiento de una persona o entidad que no sea órgano del Estado comportamiento de un movimiento insurrecciona! que se convier-
según el artículo 4, pero esté facultada por el derecho de ese Estado para ta en el nuevo gobierno del Estado.
ejercer atribuciones del poder público, siempre que, en el caso de que se 2. El comportamiento de un movimiento insurrecciona! o de otra índo-
trate, la persona o entidad actúe en esa capacidad. le que logre establecer un nuevo Estado en parte del territorio de un
Estado preexistente o en un territorio sujeto a su administración se
6. Comportamiento de un órgano puesto a disposición de un Estado considerará hecho del nuevo Estado según el derecho internacional.
3. El presente artículo se entenderá sin perjuicio de la atribución al '1
por otro Estado i
Se considerará hecho del Estado según el derecho internacional el Estado de todo comportamiento, cualquiera que sea su relación
': 1

comportamiento de un órgano puesto a su disposición por otro Estado, con el del movimiento de que se trate, que deba considerarse 'I:1' 1

siempre que ese órgano actúe en el ejercicio de atribuciones del poder hecho de ese Estado en virtud de los artículos 4 a 9. !lf 1
1

público del Estado a cuya disposición se encuentra. 1

1 1 1: 1:
11. Comportamiento que el Estado reconoce y adopta como propio 1'11'
1;11' 1
7. Extralimitación en la competencia o contravención de instrucciones El comportamiento que no sea atribuible al Estado en virtud de los ':1:11
El comportamiento de un órgano del Estado o de una persona o artículos precedentes se considerará, no obstante, hecho de ese Estado ti!!¡¡
entidad facultada para ejercer atribuciones del poder público se consi- según el derecho internacional en el caso y en la medida en que el Esta-- , 'I
11 ·,'

derará hecho del Estado según el derecho internacional si tal órgano, do reconozca y adopte ese comportamiento como propio. 1 ·,,i 1
:1.1'
¡¡; ¡
persona o entidad actúa en esa condición, aunque se exceda en su com-
petencia o contravenga sus instrucciones. :,i'I ' 1·1
!,·1·•.

Capítulo III. Violación de una obligación internacional ''I j


8. Comportamiento bajo la dirección o control del Estado i !'
,, ¡!;
1

Se considerará hecho del Estado según el derecho internacional el 12. Existencia de violación de una obligación internacional , '\!
comportamiento de una persona o de un grupo de personas si esa per- Hay violación de una obligación internacional por un Estado cuando 1¡~
sona o ese grupo de personas actúa de hecho por instrucciones o bajo •;¡
un hecho de ese Estado no está en conformidad con lo que de él exige
la dirección o el control de ese Estado al observar ese comportamiento. esa obligación, sea cual fue~e el origen o la naturaleza de esa obligación.

9. Comportamiento en caso de ausencia o defecto de las autoridades


13. Obligación internacional en vigencia respecto del Estado
oficiales
Un hecho del Estado no constituye violación de una obligación int!'I'
Se considerará hecho del Estado según el derecho internacional el
nacional a menos que el Estado se halle vinculado por dicha ohlignci1111
comportamiento de una persona o de un grupo de personas si esa per-
en el momento en que se produce el hecho.
772 Juuo BARBOZA RESPONSABILllJAD DEL ESTADO POR HECHOS INTERNACIONALMENTE ILÍCITOS 773

14. Extensión en el tiempo de la violación de una obligación interna- a) Lo hace conociendo las circunstancias del hecho internacional-
cional mente ilícito; y
1. La violación de una obligación internacional mediante un hecho b) El hecho sería internacionalmente ilícito si fuese cometido por el
del Estado que no tenga carácter continuo tiene lugar en el Estado que presta la ayuda o asistencia.
momento en que se produce el hecho, aunque sus efectos perduren.
2.. La violación de una obligación internacional mediante un hecho 17. Dirección y control ejercidos en la comisión del hecho interna-
del Estado que tiene carácter continuo se extiende durante todo el cionalmente ilícito
período en el cual el hecho continúa y se mantiene su falta de con- El Estado que dirige y controla a otro Estado en la comisión por este
formidad con la obligación internacional. último de un hecho internacionalmente ilícito es internacionalmente
3. La violación de una obligación internacional en virtud de la cual responsable por este hecho si:
el Estado debe prevenir un acontecimiento determinado tiene a) Lo hace conociendo las circunstancias del hecho internacional-
lugar cuando se produce el acontecimiento y se extiende durante mente ilícito; y
todo el período en el cual ese acontecimiento continúa y se man . b) El hecho sería internacionalmente ilícito si fuese cometido por el
tiene su falta de conformidad con esa obligación. Estado que dirige y controla.

15. Violación consistente en un hecho compuesto 18. Coacción sobre otro Estado
l. La violación por el Estado de una obligación internacional El Estado que coacciona a otro para que corneta un hecho es ínter··
mediante una serie de acciones u omisiones, definida en su con-· nacionalmente responsable por este hecho si:
junto corno ilícita, tiene lugar cuando se produce la acción u omi- a) El hecho, de no rnediar coacción, constituiría un hecho interna
sión que, tomada con las demás acciones u omisiones, es cionalmente ilícito del Estado coaccionado; y
suficiente para constituir el hecho ilícito. b) El Estado coaccionan te actúa conociendo las circunstancias del
2. En tal caso, la violación se extiende durante todo el período hecho.
que comienza con la primera de las acciones u omisiones de la
serie y se prolonga mientras esas acciones u omisiones se repi- 19. Efecto del presente cnpítulo
ten y se mantiene su falta de conformidad con la obligación f.l presente capítulo se 'entiende sin perjuicio de la responsabilidad
internacional. internacional, en virtud de otras disposiciones de estos artículos, del
Estado que cometa el hecho en cuestión o de cualquier otro Estado.

Capítulo lV Responsabilidad del Estado en relación con el hecho de


0

otro Estado Capítulo V. Circunstancias que excluyen la ilicitud

16. Ayuda o asistencia en la comisión del hecho internacionalmente 20. Consentimiento


ilícito El consentimiento válido de un Estado a la comisión por otro 1:,.,1;1d11
El Estado que presta ayuda o asistencia a otro Estado en la comisión de un hecho determinado ex:cluye la ilicitud de ·tal hecho c11 11·!.1• 11111
por este último de un hecho internacionalmente ilícito es responsable con el primer Estado en la medida en que el hecho pcrma1H·u· d1·1111" .¡,
mternacionalrnente por prestar esa ayuda o asistencia si: los límites de dicho consentimiento.
774 Juuo BARBOZA
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR HECHOS INTERNACIONALMENTE ILÍCITOS 775

21. Legítima defensa b) Es probable que el hecho en cuestión cree un peligro compara-
La ilicitud del hecho de un Estado queda excluida si ese hecho cons- ble o mayor.
tituye una medida lícita de legítima defensa tomada de conformidad
con la Carta de las Naciones Unidas. 25. Estado de necesidad
l. Ningún Estado puede invocar el estado de necesidad como caus.a
22. Contramedidas en razón de un hecho internacionalmente ilícito de exclusión de la ilicitud de un hecho que no esté de conformi-
La ilicitud del hecho de un Estado que no esté en conformidad con dad con una obligación internacional de ese Estado a menos que
una obligación internacional suya para con otro Estado queda excluida ese hecho:
en el caso y en la medida en que ese hecho constituya una contramedi- a) Sea el único modo para el Estado de salvaguardar un interés
da tomada contra ese otro Estado de acuerdo con lo dispuesto en el esencial contra un peligro grave a inminente; y
capítulo II de la tercera parte. b) No afecte gravemente a un interés esencial del .Est~~o o de los
Estados con relación a los cuales existe la obligac10n, o de la
23. Fuerza mayor comunidad internacional en su conjunto.
l. La ilicitud del hecho de un Estado que no esté de conformidad 2. En todo caso, ningún Estado puede invocar el estado de necesidad
con una obligación internacional de ese Estado queda excluida si como causa de exclusión de la ilicitud si:
ese hecho se debe a un caso de fuerza mayor, es decir, a una fuer- a) La obligación internacional de que se trate excluye la posibili-
za irresistible o un acontecimiento imprevisto, ajenos al control dad de invocar el estado de necesidad; o
del Estado, que hacen materialmente imposible, en las circunstan- b) El Estado ha contribuido a que se produzca el estado de nece-
cias del caso, cumplir con la obligación. sidad.
2. El párrafo 1 no es aplicable si:
a) La situación de fuerza mayor se debe, únicamente o en combi- 26. Cumplimiento de normas imperativas
nación con otros factores, al comportamiento del Estado que la Ninguna disposición del presente capítulo excluirá la ilicitud ~e c~:l­
invoca; o quier hecho de un Estado que no esté de conformidad co~ una obligaCion
b) El Estado ha asumido el riesgo de que se produzca esa situa- que emana de una norma imperativa de derecho mternac1onal general.
ción.
27. Consecuencias de la invocación de una circunstancia que excluye
24. Peligro extremo la ilicitud
l. La ilicitud del hecho de un Estado que no esté de conformidad La invocación de una circunstancia que excluye la ilicitud en virtud
con una obligación internacional de ese Estado queda excluida si del presente capítulo se entenderá sin perjuicio de:
el autor de ese hecho no tiene razonablemente otro modo, en una a) El cumplimiento de la obligación de que se trate, en el caso y ~n la
situación de peligro extremo, de salvar su vida o la vida de otras medida en que la circunstancia que excluye la ilicitud haya de1ado
personas confiadas a su cuidado. ~~~ . .
2. El párrafo 1 no es aplicable si: b) La cuestión de la indemnización de cualquier pérdida efectiva
a) La situación de peligro extremo se debe, únicamente o en com- causada por el hecho en cuestión.
binación con otros factores, al comportamiento del Estado que
la invoca; o
776 Juuo BARBOZA

RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR HECHOS INTERNACIONALMENTE ILÍCITOS 777


Segunda parte: Contenido de la responsabilidad internacional
del Estado l. Las obligaciones del Estado responsable enunciadas en la presente
parte pueden existir con relación a otro Estado, a varios Estados
0 a la comunidad internacional en su conjunto, según sean, en
Capítulo L Principios generales particular, la naturaleza y el contenido de la obligación interna-
cional violada y las circunstancias de la violación.
28. Consecuencias jurídicas del hecho internacionalmente ilícito 2. La presente parte se entiende sin perjuicio de cualquier derecho
La responsabilidad internacional del Estado que, de conformidad que la responsabilidad internacional del Estado pue_da generar
con las disposiciones de la primera parte, nace de un hecho internacio- directamente en beneficio de una persona o de una entidad d1stm-
nalmente ilícito produce las consecuencias jurídicas que se enuncian en ta de un Estado.
la presente parte.

29. Continuidad del deber de cumplir la obligación


Capítulo 11. Reparación del perjuicio
Las consecuencias jurídicas del hecho internacionalmente ilícito con
arreglo a lo dispuesto en esta parte no afectan la continuidad del deber
34. Formas de reparación
del Estado responsable de cumplir la obligación violada.
La reparación íntegra del perjuicio causado por el hecho internacio-
30. Cesación y no repetición nalmente ilícito adoptará la forma de restitución, de indemnización Y
de satisfacción, ya sea de manera única o combinada, de conformidad
El Estado responsable del hecho internacionalmente ilícito está obli-
gado: con las disposiciones del presente capítulo.
a) A ponerle fin, si ese hecho continúa;
35. Restitución
b) A ofrecer seguridades y garantías adecuadas de no repetición, s1
las circunstancias lo exigen. El Estado responsable de un hecho internacionalmente ilícito está
obligado a la restitución, es decir, a restablecer la situación que ~~xistía
31. Reparación antes de la comisión del hecho ilícito, siempre que y en la medida en
l. El Estado responsable está obligado a reparar íntegramente el per- que esa restitución:
juicio causado por el hecho internacionalmente ilícito. a) No sea materialmente imposible; .,
2. El perjuicio comprende todo daño, tanto material como moral, b) No entrañe una carga totalmente desproporcionada con relac10n
causado por el hecho internacionalmente ilícito del Estado. al beneficio que derivaría de la restitución en vez de la indemniza-
ción.
32. Irrelevancia del derecho interno
El Estado responsable no puede invocar las disposiciones de su dere- 36. Indemnización
cho interno como justificación del incumplimiento de las obligaciones 1. El Estado responsable de un hecho internacionalmente ilícito está
que le incumben en virtud de la presente parte. obligado a indemnizar el daño causado por ese hecho en la medi-
da en que dicho daño no sea reparado por la restitución.
33. Alcance de las obligaciones internacionales enunciadas en la pre- 2. La indemnización cubrirá todo daño susceptible de evaluacic'i11
.sente parte financiera, incluido el lucro cesante en la medida en que éste st·:t
comprobado.
778 JULIO BARBOZA
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR HECHOS INTE¡{NACIONALMENTE ILfCITOS 779

37. Satisfacción 2. La violación de tal obligación es grave si implica el incumplimiento


1. El Estado responsable de un hecho internacionalmente ilícito está flagrante o sistemático de la obligación por el Estado responsable.
obligado a dar satisfacción por el perjuicio causado por ese hecho
41. Consecuencias particulares de la violación grave de una obliga-
en la medida en que ese perjuicio no pueda ser reparado mediante
ción en virtud del presente capítulo
restitución o indemnización.
1. Los Estados deben cooperar para poner fin, por medios lícitos, a
2. La satisfacción puede consistir en un reconocimiento de la viola-
toda violación grave en el sentido del artículo 40.
ción, una expresión de pesar, una disculpa formal o cualquier
2. Ningún Estado reconocerá como lícita una situación creada por
otra modalidad adecuada.
una violación grave en el sentido del artículo 40, ni prestará ayu-
3. La satisfacción no será desproporcionada con relación al perjuicio
da o asistencia para mantener esa situación.
y no podrá adoptar una forma humillante para el Estado respon-
3. El presente artículo se entenderá sin perjuicio de las demás conse-
sable.
cuencias enunciadas en esta parte y de toda otra consecuencia que
una violación a la que se aplique el presente capítulo pueda gene-
38. Intereses
rar según el derecho internacional.
1. Se debe pagar intereses sobre toda suma principal adeudada en
virtud del presente capítulo, en la medida necesaria para asegurar
la reparación íntegra. La tasa de interés y el modo de cálculo se Tercera parte: Modos de hacer efectiva la responsabilidad
fijarán de manera que se alcance ese resultado. internacional del Estado
2. Los intereses se devengarán desde la fecha en que debería haberse
pagado la suma principal hasta la fecha en que se haya cumplido
la obligación de pago. Capítulo l. Invocación de la responsabilidad del Estado

39. Contribución al perjuicio 42. Invocación de la responsabilidad por el Estado lesionado


Para determinar la reparación se tendrá en cuenta la contribución al Un Estado tendrá derecho como Estado lesionado a invocar la res-
perjuicio resultante de la acción o la omisión, intencional o negligente, ponsabilidad de otro Estado si la obligación violada existe:
del Estado lesionado o de toda persona o entidad en relación con la a) Con relación a ese Estado individualmente; o
cual se exija la reparación. b) Con relación a un grupo de Estados del que ese Estado forme par-
te, o con relación a la comunidad internacional en su conjunto, y
la violación de la obligación:
Capítulo III. Violaciones graves de obligaciones emanadas de normas i) Afecta especialmente a ese Estado; o
imperativas del derecho internacional general ii) Es de tal índole que modifica radicalmente la situación de
todos los demás Estados con los que existe esa obligación con .
40. Aplicación del presente capítulo respecto al ulterior cumplimiento de ésta.
l. El presente capítulo se aplicará a la responsabilidad internacional
generada por una violación grave por el Estado de una obligación 43. Notificación de la reclamación por el Estado lesionado
que emane de una norma imperativa del derecho internacional 1. El Estado lesionado que invoque la responsabilidad de otrcf ·
1 ~ 1

general. do notificará su reclamación a ese Estado. ', .•.·


Juuo BARBOZA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR HECHOS INTERNACIONAL~1ENTE ILÍCITOS 781

2. El Estado lesionado podrá especificar, en particular: 48. Invocación de la responsabilidad por un Estado distinto del Esta-
a) El comportamiento que debería observar el Estado responsable do lesionado
para poner fin al hecho ilícito, si ese hecho continúa· l. Todo Estado que no sea un Estado lesionado tendrá derecho a
b) La forma que debería adoptar la reparación de c~nforrnidad invocar la responsabilidad de otro Estado de conformidad con el
con las disposiciones de la segunda parte. párrafo 2 si:
a) La obligación violada existe con relación a un grupo de Esta-
44. Admisibilidad de la reclamación
dos del que el Estado invocante forma parte y ha sido estableci-
La responsabilidad del Estado no podrá ser invocada:
da para la protección de un interés colectivo del grupo; o
a) Si la reclamación no se presenta de conformidad con las normas
b) La obligación violada existe con relación a la comunidad inter-
aplicables en materia de nacionalidad de las reclamaciones·
nacional en su conjunto.
b) Si la reclamación está sujeta a la norma del agotamient(: de los
2. Todo Estado con derecho a invocar la responsabilidad según el
recursos internos y no se han agotado todas las vías de recurso párrafo 1 podrá reclamar al Estado responsable:
internas disponibles y efectivas.
a) La cesación del hecho internacionalmente ilícito y las segurida-
45. Renuncia al derecho a invocar la responsabilidad des y garantías de no repetición, de conformidad con lo dis-
La responsabilidad del Estado no podrá ser invocada: puesto en el artículo 30; y
a) Si el Estado lesionado ha renunciado válidamente a la reclama-
b) El cumplimiento de la obligación de reparación, de conformi-
ción; o dad con lo dispuesto en los precedentes artículos, en interés del
Estado lesionado o de los beneficiarios de la obligación violada.
b) Si, en razón del comportamiento del Estado lesionado, debe
entenderse que éste ha dado válidamente aquiescencia 3 la extin- 3. Los requisitos para la invocación de la responsabilidad por parte
ción de la reclamación. de un Estado lesionado previstos en los artículos 43, 44 y 45 se-
rán de aplicación en el caso de invocación de la responsabilidad
46. Pluralidad de Estados lesionados por parte del Estado con derecho a hacerlo en virtud del párrafo l.
Cuando varios Estados sean lesionados por el mismo hecho interna-
cionalmente ilícito, cada Estado lesionado podrá invocar separadamente
la responsabilidad del Estado que haya cometido el hecho internacional-· Capítulo ll. Contramedidas
mente ilícito.
49. Objeto y límites de las contramedidas
47. Pluralidad de Estados responsables l. El Estado lesionado solamente podrá tomar contramedidas contra
L Cuando varios Estados sean responsables del mismo hecho inter el Estado responsable del hecho internacionalmente ilícito con el
nacionalmente ilícito, podrá invocarse la responsabilidad de cada objeto de inducirlo a cumplir las obligaciones que le incumban en
Estado en relación con ese hecho. virtud de lo dispuesto en la segunda parte.
2. Ei párrafo 1; 2. Las contramedidas se limitarán al incumplimiento temporario de
1.)No autoriza 3 un Estado lesionado a recibir una indemnización obligaciones internacionales que el Estado que toma tales medidas
supenor al daño que ese Estado haya sufrido; tiene con el Estado responsable.
b) Se entenderá sin perjuicio de cualquier derecho a recurrir con- 3. En lo posible, las contramedidas serán tomadas en forma q1w pn
tr;J los otros Estados responsables. mitan la reanudación del cumplimiento de dichas obligacirnws.
!''1'"

]uuo BARBOZA
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR HECHOS INTERNACIONALMENTE ILÍCITOS 783
50. Obligaciones que n d f
1 L . o pue en ser a ectadas por las contramedidas
. as contramed1das no afectarán: b) La controversia está sometida a una corte o un tribunal facul-
a) La obligación de abstenerse de rec . 1 tados para dictar decisiones vinculantes para las partes.
d urnr a a amenaza o al uso 4. No se aplicará el párrafo 3 si el Estado responsable no aplica de
e ~a fuerza, como está enunciada en la Carta de las Na .
U111das; Clones buena fe los procedimientos de solución de controversias.
b) Las obligaciones establecidas para la protección de los dere-
chos humanos fundamentales· 53. Terminación de las contramedidas
c) Las obligaciones de carácte~ hum .t . , Se pondrá fin a las contramedidas tan pronto como el Estado respon-
. am ano que prohiben las sable haya cumplido sus obligaciones en relación con el hecho interna-
represa l1as;
d) Otras obligaciones que emanan de . . cionalmente ilícito de conformidad con lo dispuesto en la segunda parte.
d h . normas 1mperat1vas del
erec o mternacional general.
54. Medidas tomadas por Estados distintos del Estado lesionado
2. El. Esta~o ql ue tbome c?ntramedidas no quedará exento del cumpli- Este capítulo no prejuzga acerca del derecho de cualquier Estado,
miento. e as o 11gac1ones que le incumban:
facultado por el párrafo 1 del artículo 48 para invocar la responsabili-
a) En virtud de cualquier procedimiento de solu . , d
· ¡· bl c10n e controver- dad de otro Estado, a tomar medidas lícitas contra este Estado para
sias ap ICa e entre dicho Estado y el Estado bl
b) D l . . responsa e· asegurar la cesación de la violación y la reparación en interés del Esta-
e respetar a mv10labilidad de los agentes local . h' .
d d. l ' es, are tvos y do lesionado de los beneficiarios de la obligación violada.
ocumentos ip omáticos o consulares.

51. Proporcionalidad
Cuarta parte: Disposiciones generales
Las contramedidas deben s
. d
· ¡
er proporc10na es al perjuicio sufrido
t e111en o en cuenta la gr d d d 1h 1 . '
los d h . , ave a e ec JO mternacionalmente ilícito y
erec os en cuest10n. 55. Lex specialis
Los presentes artículos no se aplicarán en el caso y en la medida en que
52. Condiciones del recurso a las contramedidas las condiciones de existencia de un hecho internacionalmente ilícito, el
1. Antes de tomar contramedidas, el Estado lesionado· contenido de la responsabilidad internacional de un Estado o el modo de
a) Requerirá al Estado responsable de conform1·d d. 1 , hacerla efectiva se rijan por normas especiales de derecho internacional.
l 43 ' a con e art1cu-
o ' que cumpla las obligaciones que le incumben en virt d
de la segunda parte; y u 56. Cuestiones de responsabilidad del Estado no reguladas en los
b) Notificará .al Estado responsable cualquier d ec1s10n
.· . , d e tomar presentes artículos
d
contrame idas y ofrecerá negociar con ese Estado Las normas de derecho internacional aplicables seguirán rigiendo las
2. No ob.stante lo dispuesto en el apartado b) del párr~fo 1 1 E cuestiones relativas a la responsabilidad del Estado por un hecho inter-
do les1~nado podrá tomar las contramedidas urgentes '~e s:~: nacionalmente ilícito en la medida en que esas cuestiones no estén regu-
. necesanas para preservar sus derechos. q ladas en los presentes artículos.
3. Las contramedidas no podrán tomarse .
t d , Y' en caso de haberse 57. Responsabilidad de una organización internacional
orna o, de~eran suspenderse sin retardo injustificado, si:
a) El hecho mternac1onalmente ilícito ha cesado; y Los presentes artículos se entenderán sin perjuicio de cualquier ClH'S
tión relativa a la responsabilidad, en virtud del derecho internacio11:1 I,
de una organización internacional o de un Estado por el comporta- Anexo 2
miento de una organización internacional.
Texto del proyecto de artículos sobre prevención del daño
58. Responsabilidad individual transfronterizo resultante de actividades peligrosas
. , Los pre.sentes artículos se entenderán sin perjuicio de cualquier cues-
t1on relativa a la responsabilidad individual, en virtud del derecho
internacional, de cualquier persona que actúe en nombre de un Estado.

59. Carta de las Naciones Unidas


Los presentes artículos se entenderán sin perjuicio de la Carta de las
Naciones Unidas.
Prevención del daño transfronterizo resultante
de actividades peligrosas

Los Estados Partes,


Teniendo presente el apartado a) del párrafo 1 del Artículo 13 de la
Carta de las Naciones Unidas, que dispone que la Asamblea General
promoverá estudios y hará recomendaciones a fin de impulsar el desar-
rollo progresivo del derecho internacional y su codificación,
Teniendo presente el principio de la soberanía permanente de los
Estados sobre los recursos naturales que se encuentran en su territorio
o en otros lugares bajo su jurisdicción o control,
Teniendo presente además que la libertad de los Estados de realizar
o permitir actividades en su territorio o en otros lugares bajo su juris-
dicción o control no es ilimitada,
Recordando la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, de 13 de junio de 1992,
Reconociendo la importancia de promover la cooperación interna
cional,
Han convenido en lo siguiente:

1. Alcance
Los presentes artículos se aplicarán a las actividades no proliiliid:1~.
por el derecho internacional que entrañen el riesgo de causar, p111 ~"'"
consecuencias físicas, un daíío transfronterizo sensible.
PREVENCIÓN DEL DAÑO TRANSFERIZO 787
786 Juuo BARBOZA

2. Términos empleados mecanismos de vigilancia apropiados, para aplicar las disposiciones de


A los efectos de los presentes artículos: los presentes artículos.
a) El "riesgo de causar daño transfronterizo sensible" abarca los
riesgos que se presentan como una alta probabilidad de causar 6. Autorización
daño transfronterizo sensible y una baja probabilidad de causar daño 1. El Estado de origen establecerá el requisito de su autorización
transfronterizo catastrófico; previa para:
b) Se entiende por "daño" el causado a las personas, los bienes o el a) Cualquier actividad comprendida en el ámbito de aplicación de
medio ambiente; los presentes artículos que se lleve a cabo en su territorio o en
c) Se entiende por "daño transfronterizo" el daño causado en el otros lugares bajo su jurisdicción o control;
territorio o en otros lugares bajo la jurisdicción o el control de un b) Cualquier cambio importante en una actividad mencionada en
Estado distinto del Estado de origen, tengan o no los Estados inte- el apartado a);
resados fronteras comunes; c) Cualquier plan de efectuar un cambio en una actividad que
d) Se entiende por "Estado de origen" el Estado en cuyo territorio, o pueda transformarla en otra comprendida en el ámbito de apli-
bajo cuya jurisdicción o control en otros lugares, se planifican o cación de los presentes artículos.
realizan las actividades a las que se refiere el artículo l; 2. El requisito de la autorización establecido por un Estado será
e) Se entiende por "Estado que pueda resultar afectado" el Estado aplicable con respecto a todas las actividades preexistentes que
en cuyo territorio exista el riesgo de daño transfronterizo sensible queden comprendidas en el ámbito de aplicación de los presentes
o que tiene jurisdicción o control sobre cualquier otro lugar en artículos. Se revisarán las autorizaciones ya concedidas por el
que exista ese riesgo; Estado para actividades preexistentes a fin de cumplir lo dispues-
f) Se entiende por "Estados interesados" el Estado de origen y el to en los presentes artículos.
Estado que pueda resultar afectado. 3. En el caso de que no se observen las condiciones de la autoriza-
ción, el Estado de origen tomará todas las medidas que resulten
3. Prevención apropiadas, incluido, cuando sea necesario, el retiro de la autori-
El Estado de origen adoptará todas las medidas apropiadas para pre- zación.
venir un daño transfronterizo sensible o, en todo caso, minimizar el
riesgo de causarlo.
7. Evaluación del riesgo
Cualquier decisión con respecto a la autorización de una actividad
4. Cooperación
comprendida en el ámbito de aplicación de los presentes artículos debe-
Los Estados interesados cooperarán de buena fe y recabarán, según
rá basarse, en particular, en una evaluación del daño transfronterizo
sea necesario, la asistencia de una o más organizaciones internacionales
que pueda causar esa actividad, incluida la evaluación del impacto
competentes, para prevenir un daño transfronterizo sensible o, en todo
ambiental.
caso, minimizar el riesgo de ca usarlo.

5. Aplicación 8. Notificación e información


Los Estados interesados adoptarán las medidas legislativas, adminis- l. Si la evaluación a que se refiere el artículo 7 muestra que existe un
trativas o de otra índole necesarias, incluido el establecimiento de riesgo de causar daño transfronterizo sensible, el Estado de origen
'/88 Juuo BARBOZA
PREVENCIÓN DEL DAÑO TRANSFERIZO 789

deberá hacer la oportuna notificación del riesgo y de la evalua- c) El riesgo de que se cause daño sensible al medio ambiente y la dis-
ción al Estado que pueda resultar afectado y le transmitirá la ponibilidad de medios para prevenir ese daño o minimizar ese
información técnica disponible y toda otra información pertinente riesgo o rehabilitar el medio ambiente;
en que se base la evaluación.
d) La medida en que el Estado de origen y, cuando corresponda, el
2. El Estado de origen no tomará decisión alguna con respecto a la Estado que pueda resultar afectado estén dispuestos a sufragar los
autorización de la actividad antes de que reciba, dentro de un pla- costos de prevención;
zo que no exceda de seis meses, la respuesta del Estado que pueda e) La viabilidad económica de .la actividad en relación con los costos
resultar afectado.
de prevención y con la posibilidad de realizar la actividad en otro
lugar o por otros medios, o de sustituirla por ot{a actividad;
9. Consultas sobre las medidas preventivas
f) Las normas de prevención que el Estado que pueda resultar afectado
1. Los Estados interesados celebrarán consultas, a petición de cual- aplique a la misma actividad o a actividades comparables y las nor-
quiera de ellos, con el objeto de alcanzar soluciones aceptables mas aplicadas en la práctica regional o internacional comparable.
respecto de las medidas que hayan de adoptarse para prevenir un
daño transfronterizo sensible o, en todo caso, minimizar el riesgo 11. Procedimientos aplicables a falta de notificación
de causarlo. Los Estados interesados acordarán, al comienzo de 1. Si un Estado tiene motivos razonables para creer que una activi-
esas consultas, un plazo razonable para llevarlas a cabo. dad que se proyecta o lleva a cabo en el Estado de origen puede
2. Los Estados interesados deberán buscar soluciones basadas en un entrañar un riesgo de causarle daño transfronterizo sensible,
equilibrio equitativo de intereses a la luz del artículo 10.
podrá solicitar al Estado de origen que aplique la disposición del
3. Si de resultas de las consultas a que se hace referencia en el párra- artículo 8. La petición irá acompañada de una exposición docu-
fo 1 no se llegare a una solución de común acuerdo, el Estado de mentada de sus motivos.
origen deberá tener en cuenta, no obstante, los intereses del Esta- i il
2. En caso de que el Estado de origen llegue, no obstante, a la con-
do que pueda resultar afectado en caso de que decida autorizar la clusión de que no está obligado a hacer la notificación a que se
;

i
1

realización de la actividad en cuestión, sin perjuicio de los dere- refiere el artículo 8, informará de esa conclusión al Estado solici-
chos de cualquier Estado que pueda resultar afectado. 11
tante dentro de un plazo razonable y le presentará una exposición
documentada de las razones en que ella se funde. Si el Estado soli- 1

10. Factores de un equilibrio equitativo de intereses


citante no está de acuerdo con esa conclusión, a petición de este
Para lograr un equilibrio equitativo de intereses a tenor del párrafo 2 Estado, los dos Estados entablarán sin demora consultas en la for- ¡I
del artículo 9, los Estados interesados tendrán en cuenta todos los fac- ma indicada en el artículo 9.
tores y circunstancias pertinentes, en particular:
3. Durante las consultas, el Estado de origen deberá, a petición del 11
a) El grado de riesgo de daño transfronterizo sensible y la disponibi- otro Estado, disponer las medidas adecuadas y viables para mini-
lidad de medios para prevenir ese daño o minimizar ese riesgo o mizar el riesgo y, cuando proceda, suspender la actividad de que
reparar el daño;
se trate por un período razonable.
b) La importancia de la actividad, teniendo en cuenta sus ventajas
generales de carácter social, económico y técnico para el Estado 12. Intercambio de información
de origen en relación con el daño potencial para el Estado que Mientras se lleve a cabo la actividad, los Estados interesados deberán
pueda resultar afectado;
intercambiar oportunamente toda la información disponible sobre esa
790 Juuo BARBOZA
PREVENCIÓN DEL DAÑO TRANSFER!ZO 791
actividad que sea pertinente para prevenir un daño transfronterizo sensi-
ble o, en todo caso, minimizar el riesgo de causarlo. Ese intercambio de 17. Notificación de una emergencia
información continuará hasta que los Estados interesados lo consideren El Estado de origen deberá notificar sin demora y por los medios
oportuno, incluso hasta después de que haya terminado la actividad. más rápidos de que disponga al Estado que pueda resultar afectado por
cualquier situación de emergencia relacionada con una actividad com-
13. Información al público prendida en el ámbito de aplicación de los presentes artículos y facili-
. Los Estados interesados deberán proporcionar, por los medios apro- tarle toda la información pertinente disponible.
piados, al público que pueda resultar afectado por una actividad com-
prendida en el ámbito de aplicación de los presentes artículos la 18. Relación con otras normas de derecho internacional
infor~ación pertinente relativa a esa actividad, el riesgo que entra¿a y Los presentes artículos se entenderán sin perjuicio de cualquier obli-
el dano que pueda resultar, y consultarán su opinión. gación de los Estados de conformidad con los tratados pertinentes o
con las normas del derecho internacional consuetudinario.
14. Seguridad nacional y secretos industriales
Los datos e informaciones vitales para la seguridad nacional del 19. Solución de controversias
Estado de origen o para la protección de secretos industriales o dere- 1. Toda controversia acerca de la interpretación o aplicación de los
chos de ~ropiedad intelectual podrán no ser transmitidos, pero el Esta- presentes artículos será resuelta rápidamente mediante los medios
do de ongen cooperará de buena fe con el Estado que pueda resultar de solución pacífica que elijan de mutuo acuerdo las partes en la
afectado para proporcionar toda la información posible en atención a controversia, incluidos la negociación, la mediación, la concilia-
las circunstancias. ción, el arbitraje o el arreglo judicial.
2. De no lograr acuerdo sobre los medios para la solución pacífica
15. No discriminación de la controversia en un plazo de seis meses, cualquiera de las
Salvo que los Estados interesados hayan acordado otra cosa para la partes en la controversia podrá solicitar que se establezca una
pr~tección de los intereses de las personas, naturales o jurídicas, que
comisión imparcial de determinación de los hechos.
esten o puedan estar expuestas al riesgo de un daño transfronterizo sen- 3. La comisión de determinación de los hechos estará integrada por
sible como resultado de una actividad comprendida en el ámbito de un miembro designado por cada una de las partes en la controver-
sia y además por un miembro que no tenga la nacionalidad de
apli~ación de l?s p~esentes artículos, un Estado no discriminará por
motivos de nac10nahdad o residencia o de lugar en que pueda ocurrir el ninguna de ellas, que será elegido por los miembros designados y
daño, al garantizar a esas personas, de conformidad con su ordena-
1¡'
,.}1
que actuará como presidente.
miento jurídico, acceso a los procedimientos judiciales o de otra índole ·'.J
\
4. Si una de las partes en la controversia está constituida por más de
1:.
para que soliciten protección u otro remedio apropiado. un Estado, y si éstos no designan de común acuerdo a un miem-
l bro de la comisión y cada uno de ellos procede a designar a un
16. Preparación para casos de emergencia l miembro, la otra parte en la controversia tendrá derecho a desig-
~ nar a igual número de miembros de la comisión.
El Estado de origen deberá establecer planes de contingencia para '
hacer frente a las situaciones de emergencia, en cooperación, cuando j' 5. Si los miembros designados por las partes en la controversia no
j

p_roced~, con el Estado que pueda resultar afectado y con las organiza- ¡ pueden ponerse de acuerdo en el nombramiento de un presidente
en un plazo de tres meses a contar desde la solicitud de estableci-
c10nes mternacionales competentes. 11

miento de la comisión, cualquiera de las partes en la controversia


1
792 Juuo BARBOZA
Anexo 3
podrá solicitar al Secretario General de las Naciones Unidas que
nombre al presidente, el cual no tendrá la nacionalidad de ningu- Proyecto de principios sobre la asignación de la pérdida en caso
na de las partes en la controversia. Si una de las partes no desig- de daño transfronterizo resultante de actividades peligrosas
nare miembro para la comisión en un plazo de tres meses a contar
desde la solicitud inicial presentada con arreglo al párrafo 2, cual-
quier otra parte en la controversia podrá solicitar al Secretario
General de las Naciones Unidas que designe a una persona que no
tenga la nacionalidad de ninguna de las partes en la controversia.
La persona así designada constituirá una comisión unipersonal.
6. La comisión aprobará su informe por mayoría, a menos que sea
una comisión unipersonal, y lo presentará a las partes en la con- La Asamblea General,
troversia, exponiendo en él sus conclusiones y sus recomendacio- Recordando los principios 13 y 16 de la Declaración de Río sobre el
nes, que las partes en la controversia considerarán de buena fe. Medio Ambiente y el Des(:lrrollo,
Recordando asimismo el proyecto de artículos sobre la prevención
del daño transfronterizo resultante de actividades peligrosas,
Consciente de que pueden producirse incidentes con ocasión de
actividades peligrosas aun cuando el Estado involucrado cumpla las
disposiciones del proyecto de artículos sobre la prevención del daño
transfronterizo resultante de actividades peligrosas,
Observando que como resultado de esos incidentes otros Estados y/o
sus nacionales pueden sufrir daños y graves pérdidas,
Preocupada por que se pongan en práctica medidas apropiadas y efi-
caces a fin de garantizar, en cuanto sea posible, que las personas natu-
rales y jurídicas, entre ellas los Estados, que sufran daños o pérdidas
como resultado de esos incidentes obtengan una pronta y adecuada ind-
emnización,
Observando que los Estados son responsables del incumplimiento de
sus obligaciones de prevención en virtud del derecho internacional,
Reconociendo la importancia de la cooperación internacional entre
Estados,
Recordando la existencia de acuerdos internacionales que regulan
categorías específicas de actividades peligrosas,
Deseando contribuir al desarrollo ulterior del derecho internacional
en este campo,
]uuo BARBOZA ASIGNACIÓN DE LA PÉRDIDA EN CASO DE DAÑO TRANSFRONTER!ZO
795

La Comisión se reserva el derecho de volver a examinar en segunda d) Se entiende por "actividad peligrosa" una actividad ~ue :~trañe
lectura la cuestión de la forma definitiva del instrumento, a la luz de los un riesgo de causar daños sensibles por sus consecuencias f1s1cas;
comentarios y observaciones de los gobiernos. e) Se entiende por "explotador" toda persona que dir_ija .º controle
En el caso de que la Comisión tuviera que preparar un proyecto de la actividad en el momento en que se produzca el mc1dente cau-
convención marco, habría que introducir algunos cambios en el texto sante del daño transfronterizo.
de los proyectos de principio 4 a 8 y efectuar algunas adiciones, sobre
todo en lo que respecta a la solución de controversias y a la relación Principio 3. Objetivo . . .
entre el proyecto de convención y otros instrumentos internacionales. El presente proyecto de principios tiene por ob1eto gar~nt~z~r un_a m~­
emnización pronta y adecuada a las personas naturales o 1ur~dica_s, m~lut­
Principio 1. Ámbito de aplicación dos los Estados, que sean víctimas de un daño transfrontenzo, mclmdos
El presente proyecto de principios se aplicará a los daños transfron- los daños al medio ambiente.
terizos causados por actividades no prohibidas por el derecho interna-
cional que entrañen el riesgo de causar, por sus consecuencias físicas, Principio 4. Pronta y adecuada indemnización . .
un daño transfronterizo sensible. l. Cada Estado debería adoptar las medidas necesanas a f1~ ~e que
las víctimas de daños transfronterizos causados por act1v1dades
Principio 2. Términos empleados peligrosas realizadas en su territorio o en otros lugares bajo su
A los efectos del presente proyecto de principios: jurisdicción 0 control reciban una pronta y adecuada mdem-
a) Se entiende por "daño" un daño sensible causado a las personas, nización. ..
los bienes o el medio ambiente; el daño comprende: 2 Esas medidas deberían incluir la asignación de la responsabilidad
i) La muerte o las lesiones corporales; . al explotador 0 , cuando proceda, a otra persona o entidad. Esa
ii) La pérdida de un bien, o un daño causado a un bien, incluido responsabilidad no debería depender de la prueba de la culpa. ~as
cualquier bien que forme parte del patrimonio cultural; condiciones, limitaciones 0 excepciones a que pueda estar su1eta
iii)Una pérdida o un daño resultante del deterioro producido en el esa responsabilidad deberían ser compatibles con el proyecto de
medio ambiente; principio 3. . .,
iv)Los costos de las medidas razonables de restablecimiento del 3. Esas medidas deberían incluir también la o~hgac1on a cargo del
bien o del medio ambiente, incluidos los recursos naturales; explotador 0 , cuando proceda de otra persona o entid,ad ~e co~s­
v) Los costos de medidas razonables de respuesta; tituir y mantener un seguro, una fianza u otras _gara~t1as fmanc1e-
b) El "medio ambiente" comprende: los recursos naturales, tanto ras para hacer frente a las demandas de indemn~zac'.on. . .
abióticos como bióticos, tales como el aire, el agua, el suelo, la 4. En los casos apropiados, tales medidas debenan mclutr la obh-
fauna y la flora, y la interacción entre esos factores; y los aspectos gación de crear en el ámbito nacional un fondo financiado por la
característicos del paisaje; correspondiente rama de actividad. ,
c) Se entiende por "daño transfronterizo" el daño causado en el terri- s. En el caso de que las medidas mencionadas en los pa_rraf.~s ante-
torio o en otros lugares bajo la jurisdicción o el control de un riores sean insuficientes para garantizar una mdemmzac10n ade-
Estado distinto del Estado en cuyo territorio u otro lugar bajo su cua da, el Estado también debería velar por que se asignen
jurisdicción o control se realizaron las actividades mencionadas recursos financieros adicionales.
en el proyecto de principio 1;
7% juuo BARBOZA ASIGNACIÓN DE LA PÉRDIDA EN CASO DE DAÑO TRANSFRONTERIZO 797

Principio 5. Medidas de respuesta 2. Esos acuerdos podrán incluir la creación de fondos de indemniza-
A fin de reducir al mínimo todo daño transfronterizo resultante de ción financiados por la rama de actividad y/o por el Estado con
un incidente relacionado con actividades comprendidas en el ámbito de miras a aportar una indemnización complementaria en caso de que
aplicación del presente proyecto de principios, los Estados, si fuere los recursos financieros del explotador, incluidas las medidas de
necesario con la asistencia del explotador o, cuando proceda, el garantía financiera, sean insuficientes para cubrir las pérdidas sufri-
explotador, deberían adoptar sin demora medidas de respuesta eficaces. das como resultado de un incidente. Estos fondos podrán tener por
Tales medidas de respuesta deberían incluir la pronta notificación a objeto complementar o sustituir los fondos nacionales financiados
todos los Estados que puedan resultar afectados y, cuando proceda, la por la rama de actividad.
consulta y la cooperación con ellos.
Principio 8. Aplicación
Principio 6. Recursos internacionales y recursos internos 1. Cada Estado debería adoptar las medidas legislativas, reglamen-
l. Los Estados deberían prever procedimientos apropiados para tarias y administrativas necesarias para aplicar el presente proyec-
garantizar que se otorgue una indemnización, de conformidad to de principios.
con el proyecto de principio 4 a las víctimas de dai1os transfron- 2. El presente proyecto de principios y las disposiciones de apli-
terizos resultantes de actividades peligrosas. cación deberían llevarse a efecto sin discriminación alguna por
2. Esos procedimientos podrían incluir el recurso a procedimientos razón, por ejemplo, de nacionalidad, de domicilio o residencia.
internacionales de solución de reclamaciones rápidos y que 3 . Los Estados deberían cooperar entre sí en la aplicación del pre-
entra11en unos gastos mínimos. sente proyecto de principios, de conformidad con las obligaciones
3. En la medida necesaria a los efectos de otorgar una indem- que les incumben.
nización de conformidad con el proyecto de principio 4, cada
Estado debería velar por que sus mecanismos administrativos y
judiciales tengan la competencia necesaria y ofrezcan recursos
efectivos a las víctimas. Dichos mecanismos no deberían ser
menos rápidos, adecuados y efectivos que aquellos de que dispon-
gan sus nacionales y deberían incluir el acceso apropiado a la
información necesaria para utilizarlos.

Principio 7, Elaboración de regímenes internacionales específicos


L Los Estados deberían cooperar en la elaboración de acuerdos
internacionales apropiados de carácter bilateral, regional o
mundial a fin de tomar disposiciones sobre las medidas de preven.
ción y de respuesta que habría que aplicar con respecto a determi-
nadas categorías de actividades peligrosas, así como sobre las
medidas que habría que adoptar en materia de indemnización y
garantías financieras.
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Indice general

Prólogo 9

Primera parte: Introducción y conceptos generales

Capítulo 1: El Derecho Internacional Público 11


1. Concepto 11
2. Sujetos 13
3. Objeto 14
4. Características del derecho internacional 15
a) Las funciones legislativas: creación de normas por los
tratados y por la costumbre 18
b) Las funciones ejecutivas y administrativas 20
c) Las funciones judiciales 20
d) Los Estados como sujetos y como órganos del DIP:
la autotutela de los propios derechos 22
e) Derecho de subordinación y derecho de coordinación 23
5. Derecho internacional general y derecho internacional
particular 23

Capítulo 2: La comunidad internacional 25


1. Desde la organización del Estado moderno hasta el
Congreso de Viena 25
a) La comunidad de Estados 25
b) El derecho internacional de esta etapa 26
824 Juuo BARBOZA
ÍNDICE GENERAL 825

i) La soberanía estatal 27
Capítulo 4: Derecho internacional y derecho
ii) La igualdad jurídica de los Estados 27 interno 55
iiz) El equilibrio del poder 2 7 1. Introducción 55
iv) Otros desarrollos del derecho de gentes 27 2. La tesis dualista 55
2. Del Congreso de Viena a la Primera Guerra Mundial 28 a) Triepel 55
a) El Directorio europeo 28
b) Anzilotti 56
b) El Concierto europeo 30
3. Las teorías monistas 57
c) El derecho internacional 32
a) Kelsen 57
3. Desde el fin de la Primera Guerra Mundial hasta 4. La práctica internacional 60
nuestros días 33
a) Las Constituciones nacionales 61
a) La Sociedad de Naciones 33
i) El Reino Unido 61
i) Antecedente: el Concierto europeo 33 ii) Estados Unidos 62
ii) Vocación de universalidad 34 iii) Alemania 63
iii) El régimen de mandatos 35
iv) Italia 63
iv) Protección de minorías y refugiados 35 v) Francia 63
v) La Corte Permanente de Justicia Internacional y la OIT 35 vi) La Constitución argentina 64
vi) Balance de la Sociedad de Naciones 35 b) En el ámbito internacional 67
b) Las Naciones Unidas 36
5. Algunas conclusiones 69
c) La estructuración de la Comunidad internacional 36
d) El desarrollo del derecho 40
Capítulo 5: La relación entre los tratados internacionales y
el derecho argentino 71
Capítulo 3: Fundamento del derecho internacional 43 1. Antes de la reforma de 1994 71
1. La validez del derecho internacional 43 a) El sistema normativo 71
a) Teorías formalistas 43
b) La jurisprudencia 71
i) Los voluntaristas 43
i) Hasta el caso Ekmedjián 71
La autolimitación de la voluntad (Jellinek) 44 ii) El primer gran cambio, el caso Ekmedjián 73
La voluntad común (Triepel) 45 c) La interpretación de los tratados
ii) Las teorías norma ti vistas 4 7
internacionales 76
La norma pacta sunt servanda como norma jurídica 2. Los tratados en el texto constitucional de 1994 76
fundamental {Anzilotti) 48 a) Tratados con jerarquía constitucional 80
La norma hipotética fundamental (Kelsen) 49 b) Tratados por encima de la ley pero debajo de la
b) Más allá del formalismo 51
Constitución 81
i) El jusnaturalismo 51
ii) El neo-jusnaturalismo (Verdross, Le Fur) 52
iii) El objetivismo 53
826 Juuo BARBOZA
ÍNDICE GENERAL 827

Segunda parte: Formación del derecho internacional 2. La Convención de Viena de 1969 109
a) Definición 110
i) Acuerdo internacional 110
Capítulo 6: Fuentes del derecho internacional. La costumbre 87 ii) Celebrado por escrito 111
1. Las fuentes del derecho internacional 87 iii) Entre Estados 112
a) El concepto de fuente del derecho 87 iv) Formas 112
b) El artículo 38 del Estatuto de la CIJ 88 b) Clasificación 112
2. La costumbre internacional 91 c) Celebración 114
a) Introducción 91 i) Conformación del texto 114
b) Definición 92 Negociación 114
i) El elemento material 93 Adopción del texto 114
ii) La generalidad 94 Autenticación del texto 114
iii) El llamado elemento "psicológico": la opinio juris 96 ii) Manifestación del consentimiento en obligarse 115
iv) El tiempo de formación 97 La firma 115
v) La llamada "nueva costumbre" 98 La ratificación 115
Costumbres formadas sobre tratados normativos 98 La adhesión 116
Costumbres formadas sobre la base de resoluciones iii) El proceso constitucional argentino 116
de la AGNU 99 d) Reservas 117
Costumbre formada sobre otros textos 100 i) La regla de la unanimidad 118
Rasgos diferenciales de la nueva costumbre 100 ii) La regla panamericana 118
Resurrección de la costumbre 101 iii) La opinión consultiva de la CIJ 119
Costumbres regionales y locales. iv) La Convención de Viena 120
Costumbres especiales 101 e) Entrada en vigor 122
3. Una versión diferente de la costumbre 102 f) Observancia y aplicación 123
a) El período formativo 102 g) Irretroactividad 123
b) La costumbre universal 104 h) Interpretación 125
i) Toma de conciencia y declaración 104 i) Las reglas principales: el artículo 31 126
ii) 104 ii) Las reglas complementarias 128
iii) La ofJinio juris 105 i) Nulidad de los tratados 130
iv) ¿Hay un elemento de compulsión? 106 i) Falta de capacidad del órgano del Estado 130
v) La "novedad" de la nueva costumbre 107 ii) Vicios del consentimiento: error, dolo, coacción 131
vi) El "objetor persistente" 108 iii) Violación de una norma de ius cogens 132
Obligaciones imperativas 133
Jurisdicción obligatoria de la CIJ 134
Capítulo 7: Los Tratados 109 j) Efectos de la nulidad 135
1. Concepto y nomenclatura 109 k) Los tratados y los terceros Estados 136
828 JULIO BARBOZA ÍNDICE GENERAL 829

i) En cuanto a las obligaciones 136 Tercera parte: Los sujetos del derecho internacional
ii) Derechos 136
iii) Normas de tratados transformadas
en consuetudinarias 137 Capítulo 9: La personalidad internacional 159
l) Enmienda y modificación de los tratados 137 l. Introducción 159
m) Terminación de los tratados 138 2. Los sujetos del derecho internacional 160
i) Por voluntad expresa o tácita de las partes 138 a) Los Estados 160
ii) Denuncia o retiro 138 b) Las organizaciones internacionales 161
iii) El cambio fundamental de circunstancias 139 c) Sujetos ligados a la actividad religiosa 161
iv) La violación del tratado 140 i) La Iglesia Católica 161
v) Suspensión de un tratado 141 ii) La Ciudad del Vaticano 162
vi) Solución pacífica de controversias 141 iii) La Soberana Orden Militar de Malta 164
vii) Depósito, registro y publicación 142 d) Sujetos ligados a la beligerancia 164
i) Sujetos del derecho humanitario 164
ii) La comunidad beligerante 164
Capítulo 8: Principios generales del derecho. Fuentes auxiliares. iii) Los movimientos de liberación nacional 165
Otras fuentes 145 iv) El individuo 166
l. Los principios generales del derecho 145 3. Los Estados. Condiciones del Estado 167
a) Naturaleza de los principios en cuestión 145 a) La población 167
b) Autonomía como fuente del derecho de gentes 14 7 b) El territorio 168
c) ¿Fuentes formales? 148 c) El gobierno 170
d) Aplicación supletoria. Las llamadas "lagunas d) La soberanía 170
del derecho" 148 e) La identidad del Estado 172
Travaux préparatoires 149 4. Formas de organización de los Estados 173
e) Aplicación quasi internacional 150 a) El Estado federal 174
2. Las fuentes auxiliares 150 b) La confederación 174
a) La jurisprudencia 150 5. Estados sin personalidad internacional o con personalidad
b) La doctrina 152 parcial 175
3. Otras fuentes 153 a) Protectorados y Estados vasallos 175
a) ¿Es la equidad una fuente de derecho? 153 b) Mandatos 175
b) Los actos unilaterales 154 c) Fideicomisos 176
i) Actos unilaterales de los Estados 154 d) Estados Miembros de una federación 177
ii) Actos unilaterales de organismos internacionales 156 e) Estados y territorios,neutralizados 178
6. Reconocimiento de Estados 179
a) Doctrinas 180
i) Constitutiva 181
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830 JULIO BARBOZA


ÍNDICE GENERAL 831
ii) Declarativa 182
Naturaleza del reconocimiento según Kelsen 183 iii) El Tratado Antártico 210
Panorama actual 184 La "cláusula paraguas" 210
b) Oportunidad del reconocimiento 185 Exclusividad de actividades pacíficas 210
c) Admisión a una organización internacional y La investigación científica 211
reconocimiento 186 Las partes consultivas 211
d) Reconocimiento expreso o tácito 187 Protección del medio ambiente antártico 211
7. Reconocimiento de gobiernos 187 La Antártida, ¿es un espacio común internacional? 212
a) El reconocimiento según Jefferson y Wilson 18 9 c) Las formas derivadas de adquisición territorial 212
b) Doctrina Tobar 189 i) La cesión 212
c) Doctrina Estrada 190 ii) La conquista 213
d) Efectos 190 iii) La prescripción adquisitiva 214
8. Reconocimiento de otras situaciones 191 iv) El uti possidetis juris 216
C. Espacio aéreo y marítimo 218
1. El espacio aéreo 218
Capítulo 10: Espacios jurisdiccionales de los Estados. Sucesión a) Introducción 218
de Estados 193 b) La Convención de París de 1919 218
A. Ambito de las competencias del Estado 193 c) La Convención de Chicago de 1944 219
1. El territorio del Estado 193 d) Triunfo del bilateralismo 221
a) Naturaleza jurídica del territorio 193 e) Actos ilícitos relacionados con la aviación civil
i) Teorías 193 internacional 221
ii) La soberanía territorial 195 i) Convenio de Tokio de 1963 222
b) Espacios que comprende 200 ii) Convenio de La Haya de 1970 222
B. Territorio terrestre 200 iii) Convenio de Montreal de 1971 222
1. Introducción 2000 2. El territorio marítimo 223
2. Modos de adquisición de territorios. Formas originales y
derivadas 201
a) Las formas originales 202 Capítulo 11: La sucesión de Estados 225
i) Asignación de territorios por el Papado 202 1. Introducción 225
ii) El descubrimiento 202 2. Definición 226
iii) La ocupación 203 3. Teoría de la sucesión de Estados 227
iv) La accesión 207 4. Sucesión en materia de tratados 229
v) Adyacencia, continuidad y contigüidad 207 a) Estados de reciente independencia 229
b) Las regiones polares 208 i) La norma general 229
i) El Artico 208 ii) Excepciones a la regla anterior 230
ii) La Antártida 209 iii) Excepción a la excepción 230
iv) Los tratados multilaterales 230
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ÍNDICE GENERAL 833


832 JULIO BARBOZA

a) El caso del Caroline 254


b) Casos de sucesión en que no participan Estados
b) El uso transfronterizo de la fuerza 25 6
de reciente independencia 231
i) El "ataque armado" 256
i) La secesión 231
ii) El ataque armado indirecto 258
ii) Cesión de una parte del territorio 232
iii) La acumulación de eventos 259
iii) Fusión de Estados 232
iv) El objetivo necesario para el empleo transfronterizo
iv) Disolución de uniones de Estados 232
de la fuerza 260
v) Participación en organizaciones internacionales 233
v) La proporcionalidad 261
5. Sucesión en materia de bienes, archivos y deudas del Estado 234
vi) Los criterios de valoración de la proporcionalidad 263
a) Transmisión de los bienes del Estado 234
c) Legítima defensa colectiva 264
Bienes con sujeción al territorio 234
5. El uso de la fuerza fuera de la legítima defensa 266
Bienes sin sujeción al territorio 235
a) Legítima defensa preventiva 266
b) Sucesión en las deudas 235
b) Las represalias armadas 268
6. Relaciones entre Estados a través de los derechos
c) Algunas reflexiones marginales
individuales 236
sobre las represalias armadas 269
a) Los derechos adquiridos 236
d) Protección de nacionales y bienes en el exterior 2 72
b) Los derechos públicos de los ciudadanos 23 7
e) Intervención humanitaria 274
6. La guerra contra el terrorismo internacional 278
a) Antes del 1119 2 78
b) Después del 1119 279
Cuarta parte: Las relaciones internacionales
i) Ataque armado 279
ii) Doctrina de la legítima defensa
preventiva (pre-emptive) 282
Capítulo 12: Los grandes principios del derecho internacional 239
7. Las etapas en el derecho de la Carta 284
l. Introducción 239
A. El no uso de la fuerza 235
l. Introducción 240
Capítulo 13: Los grandes principios del derecho internacional
2. El derecho antes de la Carta de la ONU 241
(continuación) 287
a) El uso de la fuerza hasta la Sociedad de Naciones 241
b) El derecho de la Sociedad de Naciones 242
El arreglo pacífico de las controversias internacionales 287
c) El Pacto Kellog-Briand 243
1. Las controversias internacionales 287
d) El pacto antibélico de Saavedra Lamas 245
a) Controversias jurídicas y políticas 287
3. El derecho de la Carta 245
b) La solución de controversias en algunos instrumentos
a) La regla general 247
internacionales 288
b) Alcance de la regla general del artículo 2.4 248
c) Naturaleza del arreglo pacífico de controversias 289
c) La Resolución AGNU 2625 (XXIX) de 1970 250
i) ¿Obligación de jus cogens? 290
4. La legítima defensa, alcance de la excepción 251
8.l4 Juuo BARBOZA
ÍNDICE GENERAL 835
ii) Libre elección de medios 292
2. Procedimientos diplomáticos y judiciales 293 d) Los acuerdos regionales 313
a) Procedimientos diplomáticos 293 Capítulo 14: Los grandes principios del derecho internacional
i) La negociación 293 (continuación) 315
ii) Buenos oficios y mediación 293 A. La no intervención 315
iii) La investigación o encuesta (determinación de hechos) 1. Introducción 315
294 2. En el DI clásico 315
iv) La conciliación 295 3. El artículo 2. 7 de la Carta 316
b) Procedimientos jurisdiccionales 296 4. Las Resoluciones 2131(XX) y 2625 (XXv) 317
i) El arbitraje. Los Convenios de La Haya de 1899 5. La naturaleza del principio 319
y 1907 297 B. El principio de la igualdad soberana de los Estados 320
La Corte Permanente de Arbitraje 298 1. La soberanía 320
Arbitraje facultativo y obligatorio 298 2. La igualdad 321
El compromiso arbitral 298 C. El principio de la libre determinación de los pueblos 323
El derecho aplicable 299 1. El derecho internacional "clásico" 323
El procedimiento 300 2. El derecho de la Carta y su evolución posterior 324
El laudo arbitral 300 3. Alcance del principio 325
Nulidad del laudo 301 a) Pueblos y territorios 327
it) Arreglo judicial 302 b) Contenido del principio 328
Antecedentes 302 D. El principio de la buena fe 329
Cortes regionales y con competencias específicas 303 1. Introducción 329
3. La Corte Internacional de Justicia 304 2. Autonomía y contenido del principio 330
Los jueces 304
a) Jurisdicción 305
Capítulo 15: El derecho diplomático y consular 335
i) Contenciosa 305 1

,L A. Las relaciones diplomáticas 335


ii) Consultiva 307 ·~
1. Introducción 335
b) El procedimiento contencioso 308 %
2. El derecho aplicable 335
i) Excepciones preliminares y medidas provisionales 309
3. Los órganos del Estado para las relaciones
Los fallos 31 O
internacionales 336
El recurso de interpretación y de revisión 31 O
4. Organos centrales 336
Cumplimiento 310
a) Jefes de Estado y de gobierno 336
4. La solución de controversias a través de las organizaciones
b) Ministro de Relaciones Exteriores 337
internacionales 311
5. Organos periféricos 337
a) El Consejo de Seguridad 311
a) La Misión diplomática 337
b) La Asamblea General 312
i) Funciones. Representación. Protección diplomática.
c) El Secretario General 313
Negociación. Observación e información 338
836 JULIO BARBOZA ÍNDICE GENERAL 837

b) Deberes de la Misión 338 vi) Inmunidad de jurisdicción 34 7


i) No intervención en los asuntos internos del Estado Inmunidad penal 348
receptor 338 Inmunidad civil 348
ii) Comunicaciones con el gobierno local 339 vii) Renuncia a la inmunidad 348
iii) Sumisión a la ley local 339 viii) Exención fiscal 348
c) Los miembros de la Misión 339 .1 6. Misiones especiales 349
i) El jefe de Misión 339 a) Entrada en funciones 349
ii) Nombramiento del jefe de Misión 341 b) Personal de la misión 349
iii) Entrada en funciones 341 c) Comienzo y fin de la misión especial 350
iv) Acreditaciones múltiples 41307 7. Misiones ante organismos internacionales 350
v) Fin de funciones 341 a) Introducción 350
vi) El encargado de negocios ad interim 342 b) Misiones permanentes 351
d) El personal diplomático 342 i) Establecimiento de la misión 351
i) Entrada en funciones 342 ii) Personal de la misión 351
ii) Fin de funciones 342 iii) Terminación de funciones 351
e) El personal técnico y administrativo 342 iv) Privilegios e inmunidades 352
1) Nombramiento y remoción 343 c) Misiones de observación 352
f) El personal de servicio 343 B. Las relaciones consulares 352
i) Nombramiento y remoción 343 l. Introducción 352
g) Personas no pertenecientes al personal de la Misión a) La Oficina Consular 353
que gozan de un estatuto especial 343 b) El jefe de la Oficina Consular 354
i .l
i) Familiares de los agentes diplomáticos 343 c) El personal de la Oficina Consular 354
ii) Criados particulares 343 d) Fin de las funciones 355
h) Declaración de "Persona Non Grata" 343 e) Privilegios e inmunidades consulare~ 355
i) Privilegios e inmunidades diplomáticos 344 i) Inviolabilidad de la Oficina Con~ular 355
i) Fundamento 344 ii) Inviolabilidad de los miembros de la Oficina Consular 356
Teoría del carácter representativo del agente diplomático 344 iii) Inmunidad de jurisdicción 356
Teoría de la extraterritorialidad 344 f) Cónsules honorarios 356
Teoría del interés de la función 345 g) Secciones consulares de las misiones diplomáticas 357
ii) La inviolabilidad diplomática 345
Inviolabilidad de la sede 346
Inviolabilidad de la correspondencia oficial y de los Capítulo 16: Inmunidad de jurisdicción del Estado 359
archivos 346 l. Introducción 359
iii) Protección especial de la Misión 34 7 2. Inmunidades del Estado y de sus bienes 360
iv) Inviolabilidad de los agentes diplomáticos 347 a) Fundamento 360
v) Protección especial de los agentes diplomáticos 347 b) Evolución de las inmunidades 361
838 Juuo BARBOZA ÍNDICE GENERAL 839

c) La actividad mercantil del Estado extranjero 363 c) El daño 395


i) Finalidad o naturaleza del acto? 363 d) El desdoblamiento de la responsabilidad 396
ii) La lista de casos de inmunidad 365 3. Las nuevas relaciones jurídicas 397
iii) Resumen 366 ¿Unicidad o pluralidad de relaciones? 397
d) Entidades a las que se aplica 367 4. Calificación de la ilicitud por el derecho internacional 399
e) Inmunidad de ejecución 368 B. Los elementos del hecho ilícito 400
f) El proyecto de la CDI y su evolución posterior 369 l. El hecho del Estado 400
g) Una observación introductoria 3 70 a) La atribución de una conducta al Estado 401
i) Los órganos del Estado 401
h) El concepto de ~stado a efectos de la inmunidad 3 71
j) El concepto de empresa estatal u otra entidad creada ii) Personas o entidades que ejercen atribuciones
por el Estado con respecto a las transacciones mercantiles 3 73 del poder público 402
k) Contratos de trabajo 374 iii) Órganos puestos a disposición de un Estado
1) Inmunidad del Estado respecto a medidas coercitivas 376 por otro Estado 403
m)Efecto del consentimiento a la jurisdicción iv) Actuación ultra vires o contra instrucciones
sobre las medidas coercitivas 3 77 de órganos del Estado 404
3. La legislación argentina 378 v) Comportamiento dirigido o controlado por el Estado.
a) Introducción 378 La noción de control 405
b) El cambio de jurisprudencia y la ley 24.448 379 vi) Comportamiento bajo la dirección o control
i) Los alcances de la inmunidad concedida 380 del Estado 407
Alcance rationae personae 380 vii) Comportamiento en caso de ausencia o defecto
Ante quién se goza la inmunidad jurisdiccional 381 de autoridades oficiales 407
Casos en que no se aplica la inmunidad de jurisdicción 381 viiz) Comportamiento que el Estado reconoce y adopta
La renuncia tácita 382 como propio 408
La jurisdicción de los tribunales locales emergente del ix) Comportamiento de un movimiento insurrecciona!
"derecho internacional" 383 o de otra índole 409
x) Hechos de una organización internacional 410
2. El elemento objetivo (la ilicitud) 411
C~pítulo 17: La responsabilidad de los Estados por hechos ilícitos:
a) La violación de una obligación internacional 411
ongen de la responsabilidad 387 b) La violación de una obligación como crimen internacional
A. Conceptos generales 387 del Estado 413
1. Introducción 387 c) La responsabilidad del Estado en relación con la violación
2. Cuatro aspectos de la nueva normativa 389 por otro Estado de una obligación internacional 418
. a) Enfoque general de la responsabilidad. El tratamiento C. Circunstancias que excluyen la ilicitud 420
a extranjeros 390 l. Introducción 420
i) Normas primarias y secundarias 391 2. Las circunstancias eximentes 421
b) La culpa 392 a) El consentimiento 421
840 Juuo BARBOZA ÍNDICE GENERAL 841

b) La legítima defensa 422 iii) La indemnización 446


c) Las contramedidas en razón de un hecho iv) La satisfacción 448
internacionalmente ilícito 422 v) Contribución al perjuicio 448
d) La fuerza mayor 423 B. Violaciones graves de obligaciones emanadas de normas
d) Peligro extremo (distress, détresse) 424 imperativas (Capítulo III) 450
e) Estado de necesidad (del Estado) 425 : 1 l. El desdoblamiento de la responsabilidad 450
3. La familia de la necesidad 427 a) La importancia de la obligación violada 450
b) Las obligaciones imperativas 451
c) Aplicación del Capítulo III 452
Capítulo 18: La responsabilidad internacional. Responsabilidad C. Modos de hacer efectiva la responsabilidad internacional
internacional por hechos ilícitos: contenido, formas y grados 429 del Estado 455
A. Contenido de la responsabilidad internacional del Estado 429 l. Invocación de la responsabilidad 455
l. Introducción 429 a) Introducción 455
2. Principios generales 429 b) El actual artículo 42 456
a) Consecuencias de la violación 429 c) El artículo 48 457
b) Continua vigencia de la obligación primaria 430 2. Consecuencias procesales: las contramedidas 461
c) Cambio de óptica: el Estado lesionado 430 a) Introducción 461
d) Cesación y no repetición 430 b) Naturaleza jurídica 464
e) Seguridades y garantías de no repetición 434 c) El sistema de las contrarnedidas en el texto de la CDI 465
f) La reparación integral. La regla de Chorzow 435 d) Tres rasgos fundamentales. El artículo 49 466
g) Irrelevancia del derecho interno 437 e) Las limitaciones. El artículo 50 467
·'I
h) Alcance de las obligaciones internacionales enunciadas f) La proporcionalidad. El artículo 51 468
en la presente parte 43 7 g) El procedimiento 4 70
3. El daño y la reparación 43& h) Terminación 471
a) El daño 438 3. Medidas tornadas por Estados distintos del Estado lesionado 472
i) El daño directo (indernnizable) 439 4. Disposiciones finales 4 75
ii) Distintas especies de daño reparable 440
iii) ¿Es necesario el concepto de "daño"? Significado
de la expresión "responsabilidad internacional" Capítulo 19: La responsabilidad sine delicto 477
del artículo 1 441 l. Introducción 4 77
iv) El daño jurídico 443 2. Naturaleza de esta responsabilidad 4 78
v) Daño moral y daño jurídico 445 3. Diferencias entre la responsabilidad por hecho ilícito
vi) La "vuelta a la legalidad" 444 y la sine delicto 480
b) Reparación del perjuicio 445 a) Distinto fundamento 481
i) Formas de la reparación 445 b) Normas primarias y secundarias 481
ii) La restitución 445 e) La atribución de conducta al Estado 483
842 Juuo BARBOZA
ÍNDICE GENERAL 843
d) El daño 484 ,.\
e) La reparación 485 iii) La órbita geoestacionaria 506
f) La cesación 486 iv) El Tratado del Espacio 506
g) La colectivización de la responsabilidad sine delicto 487 d) La Antártida 511
h) Conclusión 488 e) La atmósfera 511
4. La responsabilidad por daño causado en el derecho B. Los ríos internacionales 512
internacional general 489 l. Introducción 512
a) El daño transfronterizo causado con culpa lato sensu 490 a) Definición 512
b) La responsabilidad sine delicto por el daño 2. Ríos internacionalizados 513
transfronterizo 491 3. La navegación 513
c) La soberanía territorial 492 4. La noción de cuenca y de sistema hidrográfico 516
d) El enriquecimiento sin causa 493 a) La doctrina Harmon. La contradoctrina Harmon:
e) Los principios generales del derecho 494 Fauchille y Oppenheim 518
f) Los tratados. Los pagos ex gratia 494 b) Fallo de la CPJI sobre el asunto del río Oder 519
g) Dos técnicas de prevención 495 5. El ciclo hidrológico 520
h) El equilibrio de intereses 496 6. La codificación del derecho de los cursos de agua para
5. El tratamiento del tema en la Comisión usos distintos de la navegación 522
de derecho internacional 497 a) Curso de agua 522
a) La prevención 497 b) Curso de agua internacional 524
b) La responsabilidad 499 c) Utilización y participación equitativa y razonable de
6. Conclusiones 500 un curso de agua 524
d) Obligación de no causar daño sensible 526
e) Otros derechos y obligaciones del proyecto 527
Quinta parte: Régimen internacional de los espacios i) La obligación de cooperar 52 7
y del medio ambiente ii) Relación de los usos entre sí 528
iii) Nuevas medidas proyectadas 528
Capítulo 20: Espacios comunes, cursos de agua y C. Régimen del Río de la Plata 529
medio ambiente 501 l. La navegación 529
A. Los espacios internacionales comunes 501 a) Los tratados de la República 530
l. Introducción 501 2. El tratado del Río de la Plata y su frente marítimo 532
2. ¿Cuáles son ? 501 a) Navegación 532
a) El alta mar 502 b) Otros aspectos del Tratado en cuanto al río 533
i) El Protocolo Sáenz Peña-Ramírez como antecedente 533
b) Fondos marinos allende las jurisdicciones nacionales 503
c) El espacio ultraterrestre 504 ii) Cuestiones de jurisdicción 533
i) El derecho del espacio 504 iii) Las obras nuevas 534
ii) Delimitación inferior 505 iv) Lecho y subsuelo 535
v) Islas 535
ÍNDICE GENERAL 845
844 JULIO BARBOZA

vi) Contaminación, pesca, investigación científica 536 iv) Desarrollo del Principio 21. El interés de la Comunidad
vii) La Comisión administradora 36 Internacional 557
c) El frente marítimo 536 d) El uso sustentable 558
i) El límite lateral 536 e) ¿Quién es el sujeto pasivo de las obligaciones asumidas
ii) Los recursos vivos 537 por los Estados en espacios comunes? 559
iii) La contaminación 537
iv) La investigación científica 537
v) La Comisión técnica mixta 455 Capítulo 21: El derecho del mar 563
d) Solución de controversias 537 1. Breve reseña histórica 563
3. La hidrovía Paraguay-Paraná (Puerto de Cáceres-Puerto 2. La codificación 564
de Nueva Palmira) 538 3. La Convención de Montego Bay de 1982 565
D. La protección internacional del medio ambiente 540 a) Espacios sometidos a la soberanía o control de
1. Introducción 540 los Estados 566
2. Pequeña historia 542 i) Aguas interiores 566
a) Primer período: la protección de los recursos ii) El mar territorial. Extensión 567
individuales 542 iii) La zona contigua 571
b) Segundo período: la protección del medio ambiente 543 iv) Los estrechos internacionales 573
c) Tercer período: el medio ambiente en relación con el v) Las aguas archipelágicas 575
desarrollo humano 544 vi) La zona económica exclusiva 577
d) Cuarto período: la protección sistémica del ambiente vii) La plataforma continental 582
humano 546
3. La soberanía y el derecho de los Estados sobre los espacios
comunes y sus recursos 546 Capítulo 22: Los espacios comunes internacionales en el derecho
a) El patrimonio común de la Humanidad 546 del mar 587
b) El interés común de la Humanidad 547 A. El alta mar 587
4. Principios y mecanismos jurídicos de protección del 1. Introducción 587
medio ambiente 549 2. Libertades del alta mar 587
a) Introducción 549 a) La libertad de navegación 588
b) Status de los principios en el derecho internacional b) La libertad de tender cables y tuberías submarinos 589
general 550 c) La libertad de construir islas artificiales, instalaciones,
c) El Principio 21: un "principio de principios" 550 estructuras 5 89
i) Parámetros del Principio 551 d) La libertad de pesca 590
ii) El Principio 21 en el derecho internacional i) Los mamíferos marinos 591
general 552 ii) Las especies compartidas 591
iii) Algunas consecuencias del Principio 21: el Principio e) La libertad de investigación 594
de Prevención. Corolarios y mecanismos 554 3. Poder de policía en alta mar 594
ÍNDICE GENERAL 84 7
:~ {
846 JULIO BARBOZA
. l.
b) Limitaciones a la regla de jurisdicción obligatoria 608
a) Represión a cargo de cualquier Estado 594 c) Las limitaciones facultativas 609
i) Transporte de esclavos 595 d) La conciliación obligatoria 609
ii) Piratería 595 e) Sala de Controversias del Tribunal de Derecho del Mar 610
iii) Tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias f) Conclusión 610 '
sicotrópicas 595
b) Competencias particulares 595
i) Emisiones no autorizadas de radio y televisión desde
alta mar 595 Sexta parte: La comunidad internacional organizada
ii) El derecho de visita 596
1.
iii) Derecho de persecución 596
~
4. Protección y preservación del medio marino 597 ,1
Capítulo 23: Las organizaciones internacionales 611
' (
a) Obligación general de los Estados y responsabilidad 597 A. Conceptos generales 611
b) Principio 21 de Estocolmo 598 l. Introducción 611
B. Los fondos marinos y oceánicos más allá de las jurisdicciones 2. Origen y evolución 612
nacionales (la Zona) 599 3. Clasificación 614
l. Introducción 599 4. Personalidad 615
2. Régimen establecido para la Zona 5. Toma de decisiones 617
en la Convención del Mar 601 6. El funcionariado internacional 618
a) Sistema de exploración y explotación 601 a) Lealtad a la Organización 618
b) La Autoridad 602 b) La justicia administrativa 619
• 1
i) La Asamblea 602 B. La Sociedad de Naciones 620
ii) El Consejo 603 1. Orígenes 620
iii) La Empresa 603 2. Fines 621
iv) La Secretaría 603 3. Estructura 621
c) Sala de Controversias de los Fondos Marinos y a) La Asamblea 621
Oceánicos 604 b) El Consejo 622
d) Régimen establecido por el Acuerdo relativo a la Parte XI c) La Secretaría 622
de la Convención del Derecho del Mar 604 4. Significación y realizaciones 623
C. Solución de controversias sobre la interpretación y aplicación de C. La Organización de las Naciones Unidas 625
1
la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar 607 1
l. Introducción 625
1. Introducción 607 2. Generalidades de la Carta 626
2. Procedimientos obligatorios 607 a) Propósitos 62 7
a) La regla general 608 , b) Principios 627
i) La declaración de aceptación de un tribunal c) Modificación de la Carta 628
competente 608 d) Miembros 629
ii) Los tribunales competentes 608
848 JULIO BARBOZA ÍNDICE GENERAL
849

3. Organos 630 i) Carta de la OEA 653


a) El Consejo de Seguridad 630 i) Estructura 653 .
i) Responsabilidad primordial 630 ii) La reunión de consulta de los Ministros de Relac10nes
ii) Miembros y votos. El veto 630 Exteriores 654
iii) Resoluciones y poderes 630 iii) El Consejo Permanente 654
iv) Procedimiento en casos de controversias 631 iv) La Secretaría General 654
b) La Asamblea General 637 v) Otros organos 654
c) La Corte Internacional de Justicia 638 vi) Miembros 655
d) El Consejo Económico y Social 639 j) Sistema de seguridad colectiva 655
e) El Consejo de Administración Fiduciaria 640 i) Relaciones del sistema de seguridad de la OEA con el
f) La Secretaría General 641 de la ONU 656
ii) Legítima defensa 657
k) La cooperación en la Carta de la OEA 657
Capítulo 24: Seguridad colectiva 643 i) Las reuniones cumbres 658
A. La ONU y el mantenimiento de la paz y seguridad C. El fenómeno de la integración. La integración
internacionales 643 latinoamericana 658
l. Procedimiento en casos de controversias (Capítulo 6 1. La integración latinoamericana 659
de la Carta) 643 a) La ALALC y la ALADI 659
2. Acción en casos de amenazas a la paz, quebrantamientos b) El Mercosur 660
de la paz o actos de agresión (uso de la fuerza en la seguridad i) Estructura 662
colectiva) 643 1 ii) Miembros 663
i) En el Consejo de Seguridad 643 iii) Estados asociados al Mercosur 663
ii) En la Asamblea General 646 iv) La normativa 663
B. Acuerdos regionales 647 v) Solución de controversias 664
1. Introducción 647 2. La integración europea 664
2. El sistema interamericano. Antecedentes históricos 648 i) Desarrollos posteriores 665
a) El Congreso bolivariano de Panamá 648 ii) Estructura 666
b) Otras tentativas 649 La Comisión 666
c) Washington, 1889 649 Parlamento europeo 666
d) Las conferencias interamericanas 650 El Consejo de la Unión europea 667
e) Intermedio entre conferencias 650 El Consejo europeo 668
f) El procedimiento de consultas 651 El Tribunal de Justicia 668
g) Conferencia sobre los problemas de la guerra y de d) Conclusión 668
la paz (México, 1945) 652
h) La IX Conferencia en Bogotá. Redacción de la Carta de
la OEA 652
ÍNDICE GENERAL 851
850 JULIO BARBOZA

Capítulo 26: Nacionalidad y extranjería 697


Séptima parte: El individuo en el derecho internacional A. La nacionalidad 697
1. Definición 697
2. Nacionalidad y supremacía personal 697
Capítulo 25: La personalidad internacional del individuo 671 3. El derecho internacional y el interno en materia de
1. Introducción 671 nacionalidad 698
2. El planteo .672 a) La nacionalidad es dominio reservado del Estado 698
3. Personalidad activa del individuo 673 b) La relación real y efectiva del nacional
a) En el derecho internacional general 674 con el Estado 699
b) En el derecho convencional 674 4. Clases de nacionalidad 701
i) En el campo de los derechos humanos 675 a) La nacionalidad de origen: el ius soli
ii) El derecho interno de las organizaciones y el ius sanguinis 701
internacionales 676 b) La naturalización 702
4. Personalidad pasiva. La responsabilidad penal i) Formas de adquirir la naturalización 702
del individuo 678 ii) La naturalización por matrimonio 702
a) Cuando el individuo actúa a título personal 682 5. Pérdida de la nacionalidad 703
i) La piratería en alta mar 682 6. La apatridia 704
ii) Trata de esclavos 683 7. La doble o múltiple nacionalidad 705
iii) Tráfico de estupefacientes 683 7. Nacionalidad de las personas morales 706
iv) Interferencias ilícitas con la aviación internacional 683 a) Apariencia y realidad en las personas morales· 707
v) Terrorismo internacional 683 8. Nacionalidad de buques, aeronaves y naves espaciales 709
b) Cuando actúa como órgano del Estado 684 9. La nacionalidad en el derecho argentino 71 O
i) Antes de la Primera Guerra Mundial 684 a) Argentinos nativos 71 O
ii) Nuremberg y Tokio 685 b) Argentinos por naturalización 711
iii) Los principios de Nuremberg 686 B. Los extranjeros 712
iv) Los crímenes de Nuremberg (artículo 6) 688 1. Situación jurídica 712
v) El proyecto de código de crímenes contra la paz y a) Definición. Derechos civiles y políticos 712
seguridad de la Humanidad 689 b) Admisión 713
vi) Los crímenes internacionales del Tratado de Roma c) Expulsión 713
de 1998 689 d) Derechos y deberes de los extranjeros 714
Genocidio 689 i) El tratamiento a extranjeros 715
Crímenes contra la Humanidad 690 ii) La protección diplomática 716
Crímenes de guerra 690 iii) Expropiaciones y nacionalizaciones 717
Agresión 691 iv) Los convenios de garantías de inversión 718
5. El derecho humanitario 691 e) El régimen de los pasaportes 719
a) Las cuatro convenciones de Ginebra de 1949 692 f) La extradición 720
b) Los dos protocolos de 1977 693
ÍNDICE GENERAL 853
852 JULIO BARBOZA

g) Protección de minorías 720 c) Otros tratados del Sistema Interamericano de Protección


h) El asilo 721 de los Derechos Humanos 757
i) El asilo político 722 5. El sistema africano 75 8
ii) El asilo diplomático 722

Capítulo 27: La protección internacional de los derechos humanos 725 Anexos


1. Introducción 725 Anexo 1: Resolución 56/83 aprobada por la Asamblea
2. El sistema de las Naciones Unidas 726 General. Responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente
a) Los pactos 728 ilícitos 765
i) El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos 729 Anexo 2: Prevención del daño transfronterizo resultante
El Comité de Derechos Humanos 729 de actividades peligrosas 785
El Protocolo facultativo del Pacto Internacional de Anexo 3: Proyecto de principios sobre la asignación
Derechos Civiles y Políticos 731 de la pérdida en caso de daño transfronterizo resultante
ii) Otros tratados 732 de actividades peligrosas 793
Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito
de Genocidio 732 Bibliografía 799
Convención Internacional sobre la Eliminación de Indice 823
todas las formas de Discriminación Racial 733
Convención sobre todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer 734
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes 734
Convención de los Derechos del Niño 736
iii) La aplicación del Sistema 736
3. El sistema europeo 739
a) El Consejo de Europa 739
b) La Convención europea 740
i) La Comisión Europea de los Derechos Humanos 741
ii) El Tribunal Europeo de Derechos Humanos 743
iii) La reforma del procedimiento 744
iv) La Organización para la Seguridad y la Cooperación
en Europa 746
4. El sistema interamericano 747
a) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos 749
b) La Corte lnteramericana de Derechos Humanos 754
Esta tirada de 1000 ejemplares
se terminó de imprimir en
Talleres Gráficos Leograf, Rucci 408,
provincia de Buenos Aires,
en el mes de febrero de 2010.
UNIVERSIDAD EMPRESARIAL Siglo 21

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