Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La definición de salud de la OMS nos dice que esta debe abarcar no sólo el estado
físico del individuo, sino también el psicológico y el social. Por ello es imprescindible
que todo el personal sanitario tenga una cierta formación en las ciencias psicosociales.
A menudo se acusa a los sanitarios de deshumanización en el trato con los pacientes.
Es hora ya de acabar con ello: no podemos asistir adecuadamente al cuerpo si
descuidamos el bienestar de la mente.
Podemos distinguir en nuestro sistema nervioso dos partes: el SNC (sistema nervioso
central) y el SNP (sistema nervioso periférico).
- El SNC está formado por el encéfalo y la médula espinal.
El encéfalo, a su vez, engloba varias estructuras:
o Tronco encefálico: formado por el bulbo raquídeo, el puente y el
mesencéfalo.
o Cerebelo
o Diencéfalo: formado por el hipotálamo y el tálamo. (El hipotálamo
regula funciones tan importantes como la temperatura corporal, las
sensaciones de sed y hambre, etc.)
o Cerebro
Encéfalo
Sistema nerviso
central
Médula espinal
Nervios
craneales
Nervios
Nervios
espinales
Sistema nervioso
periférico
Simpático
Porción
autónoma
Parasimpático
Consciencia
Existen distintos grados de activación de nuestro sistema nervioso: desde el estado de
máxima alerta hasta el estado de sueño profundo. Es lo que llamamos estado de
consciencia. La consciencia sigue lo que llamamos ritmos circadianos: en el caso
de la vigilia-sueño el ritmo es aproximadamente de 1 día para completar un ciclo. El
sueño es imprescindible, pues permite la recuperación del organismo tanto física como
psicológicamente. Su privación produce irritabilidad, desorientación, pérdida de
memoria, incapacidad para la concentración, etc.
Para hacernos una idea clínica del nivel de consciencia de un paciente podemos
utilizar una serie de signos y síntomas como son:
La capacidad de atención
La orientación
El humor y las reacciones afectivas
Los cambios en los hábitos personales (higiene, por ejemplo)
Alteraciones de la percepción y del pensamiento
Alteraciones de la conducta motora.
La conducta
La conducta es la manera de comportarse, actuar o proceder de una persona en
respuesta a una situación.
Eliminar conductas puede ser más o menos complicado en función del tiempo
que lleve produciéndose y lo placentera que resulte. Puede estimularse con
consecuencias negativas o desagradables cuando la conducta aparezca, o
estimulando el que no aparezca con recompensas.
Cambio de Cambio de
Información
actitud comportamiento
La percepción
El ser humano recibe la información del exterior en forma de estímulos que capta con
los receptores sensoriales. Estas informaciones darán lugar a sensaciones y
percepciones:
La sensación se refiere a experiencias inmediatas básicas, producidas por
estímulos simples. Nuestros órganos receptores captan temperatura, luz,
sónido…
La percepción es selectiva: como los estímulos que recibe la persona son muchísimos,
no todos son atendidos sino que se selecciona una parte. Diferentes aspectos
condicionarán la percepción, como la necesidad o la motivación. Una madre distinguirá
de entre todos los sonidos que está recibiendo el llanto de su bebé.
La atención
La atención es la habilidad de focalizar la percepción hacia un estímulo interno o
externo. De entre todas las sensaciones que estamos recibiendo y que nuestra
percepción elabora, sólo algunas merecen realmente nuestra atención. Existe una
atención activa o voluntaria, que mantenemos en función de nuestros intereses, y una
atención pasiva o involuntaria, que prestamos sin habérnoslo propuesto, ante un ruido
inesperado, por ejemplo.
La memoria
La memoria es la capacidad de adquirir, retener y utilizar una experiencia. Por tanto, la
memoria comprende tres fases:
La adquisición de la información: se realiza a partir de los procesos de
percepción y atención que ya hemos estudiado.
El registro y mantenimiento de la información: supone el almacenamiento de
información en el cerebro. Podemos distinguir entre:
o Memoria sensorial: visual, auditiva. Por ejemplo, somos capaces de
escuchar un sonido y asociarlo a aquello que lo produce aunque no lo
estemos viendo porque lo recordamos de experiencias anteriores.
o Memoria a corto plazo: aquella que manejamos en el momento. Al cabo
de un tiempo corto desechamos aquellos recuerdos que consideramos
que no van a sernos útiles: por ejemplo, lo que hemos comido o de qué
color era el coche que iba delante de nosotros.
o Memoria a largo plazo: la que archivamos durante largos periodos de
tiempo, incluso toda la vida.
La salida de la información: consistente en la recuperación de la información
almacenada.
Cuando existe una incapacidad para registrar o fijar contenidos nuevos en la memoria
(por lesiones cerebrales, algunas patologías degenerativas…) hablamos de amnesia
La motivación
La motivación es la causa que empuja a una persona a actuar de una forma
determinada. Es un impulso que incita, mantiene y dirige la acción de una persona
para alcanzar una meta. Por ello es fundamental en los procedimientos de
modificación de conducta, aunque volveremos a hablar de ella como componente de la
personalidad del individuo. De hecho, los refuerzos y estímulos que se aplican lo que
pretenden precisamente es la motivación de las personas hacia determinados
comportamientos positivos.
Los motivos que hacen que actuemos de una forma y otra pueden tener un origen
variado:
- Motivos biológicos: buscamos la satisfacción de una necesidad biológica,
como el hambre, la sed, la evitación del dolor, el bienestar físico…
- Motivos psicológicos: podemos incluir motivos como la exploración o
búsqueda de la novedad, la búsqueda de logros para nuestra
autorrealización, el deseo de contactos sociales satisfactorios…
El lenguaje y el pensamiento
El pensamiento es la facultad de ordenar y coordinar los procesos de la memoria para
razonar, crear y solucionar problemas. Para realizar estas funciones, el pensamiento
utiliza las palabras, las imágenes y los conceptos, es decir, elementos del lenguaje.
también influye sobre la realidad, moldeándola. Tenemos una capacidad innata para
utilizar el lenguaje, pero es necesario un “modelo” a quien imitar para poder desarrollar
esa capacidad.
El pensamiento puede ser concreto (utiliza elementos físicos) y abstracto (se trabaja
con ideas o elementos abstractos como justicia, moralidad, solidaridad…). La
capacidad de pensamiento abstracto se adquiere más tarde en la evolución de la
psicología de la persona (en el periodo de adolescencia), y depende de factores como
el nivel de inteligencia, la instrucción, la edad, etc.
Algunos autores incluyen como una capacidad del pensamiento la creatividad (otros
lo consideran un proceso por sí mismo). Esta sería la capacidad de encontrar
enfoques y soluciones nuevas ante los problemas. Está favorecida por factores como
la persistencia, la intuición, la capacidad crítica, la flexibilidad del pensamiento,
mientras que esta inhibida por factores como el conformismo, la censura, el miedo a la
crítica, el convencionalismo…
La inteligencia
Se puede definir como la capacidad de adaptación al medio, la capacidad para
aprender y para el pensamiento abstracto. No obstante no hay un acuerdo total en su
definición. Algunos autores la entienden como algo global, inherente a la persona, y
cuantificable mediante herramientas como el “cociente intelectual” (una relación entre
la edad mental y la edad cronológica: por debajo de 75 se considera que hay un
retraso en diferentes grados, mientras que por encima de 130 se considera
superdotado). Otros profesionales creen que en realidad es la unión de diferentes
componentes (verbal, numérico, espacial, etc.), que deben considerarse y medirse por
separado.
El aprendizaje
Es la adquisición de habilidades que permitan cambios más o menos permanentes en
la conducta.
preparan para una acción que responda al estímulo que la ha causado. Tienen
una clara manifestación corporal, a menudo en la expresión de la cara. Son
emociones básicas el miedo, la sorpresa, la aversión, la ira, la alegría y la
tristeza.
El sentimiento es duradero, es una elaboración más compleja y no tienen por
qué tener una manifestación corporal. Serían ejemplos la felicidad, la
enemistad, el cariño, la desconfianza…
Así que podríamos decir que la emoción sería un estado de excitación fisiológica (que
afecta al sistema nervioso y al sistema endocrino) que aparece como respuesta a un
estímulo. Aparece como una reacción física momentánea que se inicia, llega a un
máximo, y luego disminuye hasta extinguirse.
La inteligencia emocional
Es un concepto muy manejado en los últimos años que describe las capacidades
relacionadas con la comprensión de los sentimientos y el control de las emociones,
tanto propios como ajenos. Durante un tiempo el concepto de cociente intelectual se
utilizó para tratar de prever la posibilidad de éxito en la vida de los individuos, pero
pronto se comprobó que no había una relación entre un alto CI y una vida satisfactoria.
De hecho, muchas personas con CIs excepcionalmente altos acababan fracasando en
sus relaciones sociales. A partir de ahí empieza a considerarse un nuevo concepto, la
inteligencia emocional, que conjuga el concepto tradicional de inteligencia con otro tipo
de capacidades relacionadas con el mundo emocional y de relación de la personas.
Adquirir estas capacidades pasa por desarrollar habilidades que pueden clasificarse
en:
Internas o inteligencia intrapersonal: son las habilidades relacionadas con el
conocimiento de uno mismo y de los propios sentimientos y emociones, el
control de sus manifestaciones al exterior, la capacidad de soportar las
frustraciones…
De relación o inteligencia interpersonal: hacen referencia a las habilidades
de relación con los demás, la comprensión de sus sentimientos, la capacidad
de trabajo en equipo… Las habilidades más importantes en este sentido son la
empatía y las habilidades sociales. Las trataremos en más profundidad cuando
hablemos de la comunicación.