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01 Psicot y Cambio Cap 1panorama
01 Psicot y Cambio Cap 1panorama
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Psicotercpia y Cambio
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psicuerrapeütas
-€obre todo paa quieones no estún muy reledonadm con un dstema lera-
m partiorlar- -¿qué de lo gue hc
Péutico
$ae la intetrogantsecerca de
el cambio?', siendo ctn frecr¡encia t" pni^.ra dificultad
herho ha sido efcaz para
in"l r.o h detenninrión de ,¿quÉ he hecho
realmenüe?'-
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26 rs¡corer AprA y cA ta Bto - ure r'¡or an,o¡ ¿¡ rurlrnr¡¡¡¡ / r¡¡¡¡rr¡ xr¡¡¡¡r
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FIa habido esfirerzos, tanto .i
empíricos como teóricos, para definir
de casrbio. A continuación prónta'e estos factores
.b,il;-J; :;
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z.r. Aproximaciones emplricas a I
la determinación de factores T
;.
c¡r{ru¡¡ r: Pr¡or¡¡¡ cr¡rn¡t r ¡xlr.¡¡ crfr¡co ¡¡ r¡ l|r¡mc¡t¡ón
¡r rllcor¡rAttr 27
De lo anterior se conduyó que la efectiüdad dependúa de los factores inespe-
cíficos, tales como compromiso y comprensióo gue son independientes
de la
formación profesional y de la e¡periencia en el eiercicio de la psicoterapia.
rÉ
ü
Ia hipóüesb ptaneada por Bozoky Biihter p
126,TdA) en b referente
(19gg,
's
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a Ia relación enhe los factores específicos e inespecíficus $
se orienh, en parte, F
en esüa mi6ma "Se podría fomrular q,..los hctores no específicpe
r:
sean el 'material'y loo específicos, la,forma'-ya que
forma y material son t)'
+
inseparable (pues todo material tierre alguna úorma),
toda e&ctividad ¡nes-
.t
pecffica deberá maniftstarse a harÉs de una configumción
determinada'. Esta it
noción concuerda c0n una de las hi6tesis oElicatirns
deTschuschke y Czo-
:\
.a
.f
t
Luborsky, M1t^ellao wbody, ó?ri"n yAuerbach
(19s5) inrentaron oha .t
cra-
sificación de los factores de cambio inespecíficua, 'i
definiendo la helping alliane ,{
(alian?ade a¡rudao, "alianzaterapéuticaoo "reración
de a¡rda,) fi)mo determi-
I
nante eeencial del éxito terapéuüco e íntentando i
relacionarla con caracterústicas I
del terapeuta' sin su postu¡a ha sido rebaüda por diversas inrresti-
Thgo,
gaciones (por ejemplo: Barret & wright,
a
¡
.t
c¡lrulo l: PinoütrA ntr LIAx^tr¡¡t crfrreo o¡r¡ tryF fc c¡óx ¡r rt wwm^ 28
estado civil etc')' sino aquéllas que se puden definfu como aportes
del clientea
Ia terapia a saber,las actitudes del diente en la situación
tutrpeuti.a yr el modo
y la inüensidad de zu participación en el Eab.ajo terapéutico.
Los re$¡ltados anteriormente señalados ofrecen una posibüdad
adicional
para la deliuútación de los factores de casrbio rnespecfficm;
no obstante, dan
tambÉn la irnpresión qtre las ca¡acterúsücre del ter:apeuta
no tuüeran impor-
tancia dgtttta lo q¡re no Parec€ plausible, debido a
que las interacriones no Ee
constnr¡ren de manera unilaterat y a que justamente
las características relevarrtes
del diente son aquellas gue ümen que ver con
la interaoción hr lo tantq ls fu-
hrras im¡€sügaciones deberian incluir el apore
del cliente a la "alianza tera¡Éu-
tica", pero sin perder devista el carácterinteractivo
de la situación de terapia.
hr su Parte, Asq' y Lambert (lggg),sobre la base de resultados de procesos
terapéuticos, dividen los factores comunes de cambio
en cr¡atro áreas generales,
a las gue asignan un Porcentaie en función de zu conüibuciór,
t* meioras
de las Pen¡onas en psicoterapia: factores del cüente y "
eventos extraterapéuticos
(40%)' Éactores de Ia relación terapéutica (30%),
epectativas y efecto placebo
(15%) y factores relacionados con las técnicas
y rnodelos teóricos Osil. De esta
manera, los autores
Parecen plantear un punto de eqqübrio relativo en relación
a la participación tanto del terapeuta como
del clienie en el proceso de cambio.
(l)
El más conocido y, posiblemente, más productivo
de estos modelos es el
de Frank Qgzj,,198z). Frank postura
un modero der proceso psicoterapeuüco
desde urn perspectiva sociolqica que
no sólo abarca r", *,rá*,.rqp.oticas,
sinq adernás' considera el eftcto de otras formas "
de asistencia,no científica'
(sanadores, cu¡anderos, *),
üstinguiendo cuatro componentes generales
con_
tenidos en toda influencia terapeuüca (Frank,
19g2).
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JO fSf COf t tAtIA Y CAll f lO . Ux¡ gr¡¡¡ rlor r¡ *¡fi¡n¡¡o / X^rr¡B Ir¡Ú i
,¡
;i
Et segundo comPonente se refiere al hecho qge esta rellión
tiene lugar
O)
dentro de un m¿lrco social.definido (encuadre tera¡Éutico), con exigencias
deterrrinadas en materia de roles y reglas,l"s que legítiman la competencia
del terapeut4le proporcionan podery, con ello, ar¡nentan sus pocibitidades
de influencia. Fsta perspegü\n puede completar la interpretación del
efecto
positivo de lcrs terapeutas legos, señalada en la sección anterior.
es decir'
(d) Como cr¡arto componente Frank menciOna el "ritual terapéutico',
propone toda
la conduch terapéutica o las inten¡enciones concretas que
es-
forma terapéutica especÍñca y que son consideradas (por la respectiva
se puede esta-
cuela tera$uüca) como factorei de cambio. En este Pn¡ntq
ya señalada'
blecer una relación entrre lo pmpuesto por Fnank y la hipotesis,
específicoo e
de Bozok y Bühler (1988), acercÍ¡ de la relación de los factores
inespecífico8 como una relación entre "material'y'forma".
;.
bmsuticoe gmerales
( -t
ylos
a todas hs formas de terapias. Estas funciones que tienenlas "mitologías"
I
;t
i!
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desnroralizador Porque:
"rih¡ales terapeuücosqpermitirían st¡Perar el estado :f
al
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igual qre to6 -¡
Fnrü utilir¡ el aonoePto 'mitologh'pan sfinih qrr esb eeqrsnat
csrcePtuales -ol .-!
a l¡s
mitoe-- m se F¡€den @trtP¡rob8¡ o, nxis dictro' que nr defm¡ores Püeacrr ser 'irrmunes"frente ;l
'f
rcúrt¡c*nes :t
(c) fusibilitannuevasexperiencias.
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J2 rstCorrn A FtA I c^x l¡o - UI. rn ¡. DEor u e¡r¡rrrruo / I¡narr Xrrn t
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(2) El concepto de "desmoralización" como expfesión del estado basal del g
í$
::
diente aI momento de br¡scar la ayuda profesional hinda un punto de contacto I
cun un segurdo modelo teórico, qrre fue desarrollado por Bandura $gm,{ulen 'a
hace hincapié en la influencia de la psicoterapia sobre todo a nivel cognitivo. t
El componente central de zu teoría, la "autoeñcaciao (xlf-{tmcy'¡, puede ser $
el térrrino'fuctores inespecíficu" @ozok & Biihleq 1938; Meyer, t990; Str,tPP, '¿f
'i
1995), adquiriendo en la actt¡alidad nna importante presencia en la investiga- '.*
.t
ción psicotenpeutica baio el nombre de "factores cornunes" (Flubble Duncan, !r'
't
t
& Miüer, LgggtMaione & Chenail, 1999'). ,¡
.-i
it
En térnrinos generales, los factores de carnbio comunes induyen condi- ..:
t
ciones generales de la terapi4 tales como: la alianza terapéutic4 incoqporando el
i:'
,:a ,i-
;!
dado l tpr al concepto"alianza terapéutica"están enüe los mayormente inves- ;
tigadoo.Ya m 1.985, Luborsky, Lfcl€llan, Vribody CfBrian yAuerbach señalaron
rf.
i¡
tado cada vez más a abarcar asuntos de ma¡rcr compleiidacl. De este modo, se I
!
galik & Hettinger; 1988). ,i
s
Araízde este nuevo enfoque han salido a la luz algunos mecanismos del
proc€so de cambio (véanse los resultados de investigación en la sección 3.2).
En el plano metgdológico, por su parte, se hizo evidente la necesidad de una
flexibüdad mayor, lo que se hadujo en un interés creciente por los métodos de
investigación cualitativos (Gaston & Mamrar, 7989; Hill, 1990; Elliotb Slatick, &
Urmaru 2001) y en un intento por combinar métodoa orantitativos y oralitativos
(De Ia hrra &von Bergeru 2OOl¡ Gaston & I{arnrar 19Í19; Marma[, 190).
J'
mente a la recolección de datos considera que la percepción humana es
-se ii:
xi
el rneior 'instn¡mento & recolección'de lc pahones y episodios del proceso ili
{l
terapetrtico (Marmar, 1990F apliaíndose en rnenor gFado en la fase del an¡i-
i;
lisis de los datos, en la que pennanece aún la tendencia ma)rormente cr¡antita- ri¿:t¡
tl
ii
tl
e Esta es la dihrmcia er¡E€ la frrrra tr¿dicimal de inrcstigaciltn def pmceso teraÉutico y la'investiga-
ción de praeso uientada at deorbdmientro-, la cr¡d discr¡tiré máe adelante. il;
ü;
I
de predecir los resultados de la terapia. I'Iasta ahora se han postulado e invesü- 'i¡r¡l
ll
gado diversos mecanism$ de acción y dimensiones de este conshucto. Horvath il
..1
y Greenberg (1986) de Bordin (1979'r-llegaron a tres dimensiones
-partiendo li
il
de la"alianza de trabaio terapéutico."que pueden tener un efecüo positivo en el .tl
:ll
.il
resultado de la terapia: el lazo personal enhe el terapeuta y el cliente, el actrerdo
'¡
de ambos mn respecto a las metas y el acuerdo ac€rca de las tareas terap'orticas. i¡
Sobre la base de un análisis factorial h,larmaf Gasto& Gallagher yltrompson
(1990,citado en Goldfried, Greetrberg & Marmar,t999) postulan cinco dimen-
siones, de las cuales dos se refieren al diente, dos al terapeuta y una a la díada
terapeuta-diente. [^as dos primeras dimensiones son la confianzayla capacidad
de habaio del diente.I¿ tercem está compuesta por la aonprensión y el com-
promiso del terapeuta, la cttarta se refiere al aporte negativo del terapeuta y la
quint4 a la desavenencia entre diente y terapeuta en 1o que r€specta a defini-
ción de metas y procedimientm.
Goldfried et al. (1990) le aEibuyen una rele\¡ancia especial a los procesos
cognitivos en la e4plicación de los procesos de cambio terapéuüco, viéndolos, a
la vez, como un posible punto de contacto para la integracíón de distintos sis-
temas terapÉuticos (un interés que cornparten con Bastine et al., 1939).Iártiendo
de los habaios antiguos de Kelty (1955),los autores n¡brqnn las posibitidades
contenidas en conceptos como 'estmcturas cognitivas profundas,,, oesquemas,,
o " represenüaciones cogniürraso.
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3.2. Resultados de la inyestigación del proceso
¡l
psicoteraffutico 2
¡{
5;
.t
.t
L¡s resultadm generales de la inrrestigación del proceso terapeutico muestran ,41
i
t
que las características del Proceso corutitu¡ren mejores predictores del efecto de
ú
la terapia que las características (prwias a la relación de a1'uda) del cliente o del
terapeuta (I(olb Davis, & Beutler, 1985).Asimismo, confirman la importancia de I'i
.T
:J
irwestigaciones sobre el efecto teriapéutico. hr otra parte,la üvencia del cliente d
(
(Orlinsky & Howanü 1y78,1986) y su compromiso en el proc€so tenapéutico ,t
I
.a
Kolb Davis, & Beutler, 1985) corutihryen oros dos elementos de importancia. s
Igualmente importantes resultan algunos aspectoo del"encaje"particular entre 't:i
¡l
''|
los estilos de interactión del terapeuta y del cliente (Calvert, Bzutler, & Grago,
( I
1e88).
,:
[¡s resultados epecíñcos pueden zuMiüdirse temáticamente segrin si pro- {
ta
üenen de la investigación acerca de: ,t
..t
I I
¡
(a) las técnicas o procedimientos terapeuticos; :t
-t
I
o) la conducta y vivencia del cliente;
J
.l
¡
(c) looprocesos encubiertos;
(b) La @nducta y Ia oioencia itel climte Con respecto a este punto existe una
revisión de esh¡dios acerca de las e¡periencias del clientá de psicoterapia
hecha por Elliott Y Ia¡nes (1989)- Elliott y
lames argumentan que el proceso lr
terapéutico sólo se entenderá de mejor forma cuando erista información ..1
?i
ahora, los autores diüden las elgeriencias de los clientes en nueve catefto- i¡
t'
fi
rías. L¿s primeras cinco se refiercn a los procesos psíguicos propios durante l!
la terapia: intenciones, sentimientos, tipo de referencia a sf mismo, tipo de
relación con el teraPeuta y preocupaciones centrales. Dos categorías se re-
fieren a cómo se experimentan las intenciones del üerapeuta y str proceder
y ofras dos dicen relación con la vivencia del cambio te*É"tico (resultados
inmediatos y efectos a largo plazo). Cada una de las nuery€ categorías se
subdiüde, a su vez, en forrnas específicas de experiencias del cliente.
No obstante gue el nabaio realizado por Elliott yJames ofrece una buena cnrn-
pilación de investigrciones sobre este tema, sus afirmaciones conllwan pro-
.40lstco¡BtA?l^YcAMsto.Ur¡lrrro¡ol¡o¡|¡'r'r'Ff'ro^D/r.üAIr(l¡o¡.
fornal qge de contmido, constituyendo una excepción las dos categorías que
ogeriencbs de cambio dd dienb (categorías oclro y nueve),
se refieren a las
nte-
en las que aparece un ma¡pr mntenido (poeiblemente debido al enfoque
todológico de los esh¡dios considendos).
*
de los esh¡dios
F¡nto habría que recordar la interpretación de los ¡en¡ltados '*
T
con terapantas legm, en la sección dos de este capítulo).
,*
i*
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la implementación de nuer¡as formas de comportarniento.
:l
En condusión, si bien la investigación del proceso tenapéutico aporta inte- I
,!
I
resantes altematir¡as de aproximación empírica al cambio tera¡Éutico, algunos ;
i
(por ejemplq Basüne et al, 1989,p. 16,TdA) consideran zus resultados bastante I
t
.1
modestos: todavh se están buscando las aproximaciones metodológicas aPro- :!
t
piadas y aún no se perfila '¡¡Íla teoría del proceso con importante base empíric4
que pueda apuntar nuls AU de los respectivoo cas{08 indiüduales analizados".
fbr ejemplo, en la aproximación metodológcu del episodio aún quedan
problemas por resolver, como la divergencia entre el cliente, el terapeuta y,
er¡enhralmenté, el experto, en la definición de los episodios rele'vantes. Memiás,
esta aproximación metodológica debe, tambiérU enfrentar la posibilidad de
que el efecto de la terapia no dependa tanto de episodios aislados, sino de
la cone¡ción y concatenación de éstos (Fiedler & Rogge, 1989r, o biery de su'
interacción con determinadas características contextuales. De esto último, en
mi opinión, sólo se puede dar cuenta si se considera el Proceso terapéutico en
forma compteta, incluyendo su relación con el contexto de la üda cotidiana y
la biografía del diente.
¿
litativos. l;l
hrúlümq la aproximación metodológica de la investigacióndel proceso ha Ii]
. _.1
¡il
producido dos "efectos colaterales": .ijr
lr l;fl
En cr¡anto al aporte del presente libro, esperaría gue la conjunción de ele- ii fi:H
i
l r
terapéuticos es uno
(1) [a cornparabilidad del efecto de los distintos métodos en psicote- ri I
inexplicados dSla inves{igación "i
i
de los descubrinrientos hasta ahora
res¡ltados:
'rapia. Existen pcibillxtades de ir,terpretación de estos ! t
^lrÁ* .l
terapeuticos puede deberse a
:.)
I
(c)I¡sfactoresespecíñcosPodríansertafidependientesunosdeoBoo,que
& Czogalik'
imposible sepuarlos (Ischuschke
resulta metodoló gicamente
I
1ee0).
(
(dlhdríamosestat'realmente"'aÍrteeleftctodefactoresdecanrbioinespe- I
clficos.' I
C¡rfn¡¡o rl P¡rotr¡r 6¡¡r¡et I rrf r,u¡¡ crfaco D¡ r¡ nr¡¡r¡c¡cró¡ nr tar"nrr"^t,. {5
(7) Tschuschke y Czogalik (1990) establecen una relación entre la teoría del
terapeuta con la idea de 'encaieoenhe el terapeuta y el paciente. $in embargo,
\
Clf¡r¡ro r: prxot¡¡¡ Ggt¡r^L r A¡¡lrn crf¡¡o o¡ rr ¡¡rr¡r¡eroo o *r,-raa^, _
4T
al mismo tiempo, estos autores Plantean que se hata
más bien de la adopción de
la teoría terapéuüca del terapeuta por parte del cliente. 65,
por ende, un;encaie,,
que se pude obsenar sobre todo al final de una terapia
G*¡tosa). E , que me_
dida puede esta avenencia ser una'cóndición de enhada'y córno'se
.tor,rt ,riri"
a lo largo de la terapi4 es un tema que requiere de investigación
adicional y que
será retomado cuando se rwisen en detalle alguroa estudios
cualitativos.
(b)
ryonstruir el proceso terapéutico en detalle y sin la coerción que conllonn
los procedimientos cr¡antitativos;
en
Con todo, deseaía deiar en claro que' con rcsPecto a la investigpción E
cuantita-
psicoterapia, no me inclino Po{ un reemPlazo de los procedimientos ü
,ft
puede haer
tiuo, potios o¡alitativos, sino sólo deseo subrayar las ventaias que fi
el ma¡r<ir uso de los segundc' :il
,t
q¡alitativos y
Sin embargo, cada vez que se hate de integrar procedimienüos
"rl
cuantatitativoo, se debe considerar que tas dirrersas aProximaciones
metodo- il
.*
lódcas no sólo oftecrn persp€ctira, dbtinbs, sino que preden"construir"di- i¡
'i¡
-,1
ftrmtes obietos de estudio (vease mi crítica de la inr¡estigrción realizada ¡nr .{
¡F
út.
Elliottylarne s,7989,m la sectión 3.2.b). En mi opiniórU debido a esA dificultad
los resultados
inevitable, se deben tomar medidas de precatrció'n al relacior¡ar
ú
los resultados' I
de distinüoo tratamhntos metodotógico+ por eiemplo: no zumar :"f
de conocimimhr'
sino hatarlos, en todo momento, como fuenteS Separadas
'.1
.,r'
ü.t
.$
.1'
.i:
4.2. Eiemplos y clasificación
de las investigaciones cualitativas -1i
1.1
en PsicoteraPia ll
.:f
¡.
está en el it
El límite entre las investigaciones cualitativas y orantitativas no sólo .i
método,sinoque se encuenEa, también, en una penpectira distinta del análisis
.l?
:r.
requiere f
del objeto de eitudio. De hecho, el método cuantitativo habitualmente :t
'¡
de una perspectina mrás focalizada en tanto el ctlantitativo invita
a considerar .!i
"t
.'l
elemmtos contextuales, con ftecuencia de carácter psicosocial' ,i
A continuación clasificaré temáticamente las invesügaciones cualitatir¡as en ;i,s
que facilite rt
psicoterapiA a fin de gue el lecüor disponga de un Panofarta ggneral ,.¡
il
ciones de conflicto y crisis psicosocial con el fin de estudia¡, enhe otro6 aspectos,
el proceso de decisión de buscar ryuda y el acceso a la ayuda profesional.
En mis propios trabajos he analizado los procesos de búsqueda de ayuda
de clientes de r¡n c€nbo de inveügación en crisis de Berlín (Krause, 1993a) y la
busqueda de a¡rda en general compárando antecedentes empÍricos obüenidos
en Alemania y en Chile (Krause Uribe; lMnkler, & Ar¡endañq 1994r.
't
Las siguientes son las preguntas orientadoras que pretendo ;l
irrespondiendo
,i;
a lo largo de este libro: ri
'{ii
(a) ¿cómo ybajo cu.íles circr¡nstancias se qpta porla a¡rda proftsional? i¡'
,¡i
'.r
O) ¿Cómo se accede a la a¡rda profesional? 't
..f
.?l
(c) ¿Qué significa y qué se logra a través del primer contacto con el terapeuta? ,{
i$
(d) ¿Cómo se constnrye la retación de a¡rda? {
'tl
fil
É
C¡rhu.o ¡: paro¡¡xa crx¡r n ar¡L$r¡ crfnco D¡ rivlrnc¡ctér q rcrcdrrAr
^ 53
LA
ll
H
]t;
u
general y su biografia. En la interacción con el terapeuta proftsional se pro,
B
H
ducen proaesos de resignificación, en los que el diente cambia sr¡s cons¡-¡¡cto6
H subjetivos acerca de zu problemríticay formula teorías subjetiras sobre n¡ propio
r
H modo de ser.
H
{. lbr consiguiente, el eie conc€ptual del proceso de cambio desarrolladq a
a
ri havés de los capÍtulos de este libro, lo constituyen los cambios que la a¡nrda
¡i
psicológica profesional facifita en los Pahones zubieüvos de e¡plicación y r¡alo-
É
¡a
tl ración y en las teorías subjeüvas de loo consultantes. A este fenórneno central
i¿
ri
t+;
:; se asocian categorías de análisis especfficas, que se refieren a las condiciones,
It
rnriaciones o manifestacione, mecanismos de elaboración y consecuencias de
1!..
r,
i-Ii
rl este fenórnmo, todas las cuales detallaré más adelante.
t.:
Con el prop&ito de comprendei estos aspectos, he dividido el proceso de
:l
cambio psicoterapéutico en distintas etapas, las cuales han derir¡ado de los resul-
ii J.
:t tados de las invesügaciones revisadas y realizadas. En cada una de estas etapas
$
:F analizaré tanto las carac{erísticas centrales de la a}'r¡da y del cambiq como tam-
.'l bién las condiciones, formas de producción y consecuencias de éste.
ii
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i¿ RsrsRBNcrAs BrglrocnÁrrc¡,s .i
. t.'
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1*
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