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Apuntes de Semiología - Examen Neurológico PUC
Apuntes de Semiología - Examen Neurológico PUC
MEDICINA
Apuntes de Semiología
Objetivos:
En esta sección se presentan brevemente algunos conceptos que se relacionan directamente con el
examen neurológico. Para más detalles se recomienda revisar textos de anatomía y fisiología.
El sistema nervioso central está formado por el encéfalo y la médula espinal. El sistema nervioso
periférico consta de los nervios craneanos y los espinales (que dan origen a los nervios
periféricos).
Las células más importantes son las neuronas. Estas tienen un cuerpo celular y axones
que son fibras que conducen impulsos y conectan distintos sectores.
La materia blanca está formada por los axones neuronales que están cubiertos por
mielina -que da el color blanco- y permite que el impulso viaje más rápido.
En el lóbulo frontal está la corteza motora que controla los movimientos voluntarios y
la formación de palabras (área de Broca). En el lóbulo parietal se registran los datos
sensoriales: interpretación de sensaciones táctiles (dolor, tacto, presión, temperatura,
discriminación entre dos puntos). En el lóbulo temporal se interpretan los sonidos y la
comprensión del lenguaje hablado y escrito (área de Wernicke). El lóbulo occipital es
el centro principal de la visión y cada hemisferio recibe información de la mitad
temporal de la retina del ojo ipsilateral y de la mitad nasal de la retina del ojo
contralateral (la decusación de las fibras ocurre a nivel del quiasma óptico).
El cerebelo está formado por dos lóbulos interconectados por el vermis. Tiene una
función importante en el tono muscular, la coordinación de los movimientos y, junto
con el sistema vestibular, en el equilibrio.
Los nervios craneanos: son doce pares y sus principales funciones son:
Nervio
Nº Función
craneano
I Olfatorio Olfato
II Optico Visión
III Oculomotor Constricción pupilar, apertura de los ojos y la mayoría
de los movimientos extraoculares
IV Troclear Mirada hacia abajo en dirección nasal
VI Abducente Desviación lateral de los ojos
V Trigémino Motor: músculos temporales y maseteros
(masticación y movimientos laterales de la mandíbula)
Sensorial: sensibilidad de la cara (rama oftálmica,
maxilar y mandibular)
VII Facial Motor: movimientos de la cara (frente, orbiculares,
peribucales)
Sensorial: sensibilidad gustativa de los 2/3 anteriores
de la lengua (sabor salado, dulce, amargo y ácido)
VIII Auditivo Audición (rama coclear) y equilibrio (rama vestibular)
IX Glosofaríngeo Motor: faringe
Sensorial: sensibilidad gustativa del tercio posterior
de la lengua (sabor salado, dulce, amargo y ácido),
sensibilidad de la faringe, de la porción posterior del
tímpano y del conducto auditivo externo
X Vago Motor: velo del paladar, faringe y laringe
Sensorial: faringe y laringe
XI Accesorio espinal Motor: músculo esternocleidomastoídeo y porción
superior del músculo trapecio.
XII Hipogloso Motor: lengua
Las fibras sensoriales llevan los impulsos desde receptores ubicados en la piel,
mucosas, músculos, tendones o vísceras. Entran por las raíces posteriores y hacen
sinapsis con neuronas sensitivas secundarias que llevan los impulsos en dirección al
cerebro. Algunos impulsos hacen sinapsis directa con neuronas motoras y dan lugar a
reflejos espinales como son los reflejos tendíneos.
Reflejos espinales.
Los reflejos tendíneos profundos son reflejos involuntarios que en su forma más
simple involucran una fibra aferente (sensorial) y una eferente (motora), con una
sinapsis entre ellas. Para provocar el reflejo se da un golpe en el tendón del músculo
(que previamente se ha estirado un poco), y se genera un impulso sensorial aferente
que hace sinapsis con neuronas motoras que inervan el mismo músculo y que se
ubican en el asta anterior de la médula espinal. El impulso motor vuelve por las raíces
anteriores, nervio periférico y al llegar a la unión neuromuscular se estimula el
músculo.
Estos reflejos se localizan en distintos niveles de la médula espinal (p.ej.: reflejo del
bíceps en el brazo: C5-C6; reflejo rotuliano: L2-L4).
Otros reflejos son los cutáneos abdominales y los plantares que se desencadenan
estimulando la piel.
Se distinguen tres tipos de vías motoras que conectan con las células de
las astas anteriores: tractos corticoespinales, sistema extrapiramidal y
sistema cerebelar.
Estas tres vías motoras superiores afectan los movimientos sólo a través
de las neuronas motoras inferiores, la llamada "vía final común".
Cualquier movimiento, ya sea que se inicie voluntariamente en la corteza,
"automáticamente" en ganglios basales, en forma refleja en receptores
sensoriales, deben últimamente traducirse en acción por la vía de las
células de las astas anteriores.
Los impulsos sensoriales participan en los reflejos espinales -como ya se vio-, pero
también participan en las sensaciones conscientes.
Un complejo sistema de receptores sensoriales registran impulsos de estímulos
externos, la posición del cuerpo, procesos internos como la presión arterial. Fibras
sensitivas registran sensaciones como dolor, temperatura, posición, tacto. Viajan por
los nervios periféricos y entran a la médula espinal por las raíces posteriores. Los
impulsos llegan a la corteza sensorial del cerebro ya sea por la vía de los tractos
espinotalámicos o por las columnas posteriores.
Las fibras que llevan el dolor y la temperatura entran a las astas posteriores y hacen
sinapsis con neuronas sensitivas secundarias cuyos axones cruzan al lado opuesto y
suben por los tractos espinotalámicos.
Las fibras que conducen las sensaciones de posición y vibración pasan directamente
a las columnas posteriores de la médula y suben hasta el bulbo raquídeo en dónde
hacen una sinapsis con neuronas sensitivas secundarias cuyos axones cruzan hacia el
lado opuesto y se dirigen al tálamo.
Las fibras nerviosas que llevan la sensación de tacto superficial toman una de dos
vías. Algunas fibras conducen tacto fino (que permite localizar y discriminar en forma
precisa). Estas fibras viajan por las columnas posteriores junto con las fibras que
llevan la sensación de posición y vibración. Un segundo grupo de fibras transmiten el
tacto grueso (que permite sentir el estímulo táctil pero sin una localización exacta).
Estas fibras hacen sinapsis en las astas posteriores con neuronas sensitivas
secundarias cuyos axones cruzan al lado opuesto y suben por los tractos
espinotalámicos hasta el tálamo. Como los impulsos táctiles que se originan en un lado
del cuerpo suben por ambos lados de la médula espinal, la sensación táctil a menudo
se preserva a pesar de un daño parcial de la médula.
A nivel del tálamo el carácter general de la sensación se percibe (p.ej.: dolor, frío,
algo agradable o desagradable), pero no se logra una distinción fina. Para una
percepción completa, un tercer grupo de neuronas sensoriales llevan los impulsos
desde las sinapsis en el tálamo hasta la corteza cerebral en el cerebro. En este sitio
se efectúa la localización y discriminación fina.
Los dermátomos son bandas de piel que son inervadas por la raíz sensitiva de un
determinado nervio espinal. Existen mapas que dibujan los distintos dermátomos del
cuerpo y permiten ubicar las lesiones. Algunos dermátomos que conviene recordar
son:
pezones D4
ombligo D10
regiones inguinales L1
Otros dermátomos:
En manos: En piernas:
pulgar e índice C6 rodilla L3
anular y meñique C8 ortejos 1, 2 y 3 L5
ortejos 4, 5 y talón S1
El examen neurológico.
Introducción.
Por ser el examen neurológico una parte más del examen físico, es normal que se
integre al procedimiento global. Es así como la investigación del examen mental y del
lenguaje se puede ir efectuando mientras transcurre la entrevista, aunque
posteriormente se desee profundizar en algunos aspectos. Los pares craneanos se
pueden examinar mientras se examina la cabeza y el cuello, y el examen neurológico
de las extremidades se efectúa concomitantemente con el de los pulsos periféricos y el
sistema musculoesquelético.
Esquema general:
Nº Funciones
I Olfato
II Agudeza visual, campos visuales y fondo de ojo
II, III Reflejos pupilares
III, IV, VI Movimientos extraoculares
Reflejos corneales, sensibilidad de la cara y movimientos de la
V
mandíbula
VII Movimientos de la cara
VIII Audición
IX, X Deglución, elevación del velo del paladar y reflejo faríngeo
V, VII, X,
Voz y lenguaje
XII
XII Inspección de la lengua
Una falla del nervio vago puede determinar dificultad para tragar
(disfagia) y por parálisis del velo del paladar se favorece la
regurgitación de líquidos por la nariz. Si se afecta la movilidad de la
cuerda vocal se produce voz bitonal o disfonía.
Fuerza muscular.
Se examinan distintos grupos musculares siguiendo un
orden. Se le pide al paciente que efectúe determinados
movimientos mientras se le opone resistencia. También,
que mantenga una posición contra la fuerza de gravedad o
mientras se le aplica una fuerza externa.
Tono muscular.
0 No hay respuesta
+ Respuesta débil
++ Respuesta normal.
+++ Hiperreflexia
++++ Hiperreflexia y clonus
Los reflejos más estudiados son los siguientes (con las raíces que los
integran):
Otros reflejos.
Masas musculares.
Para examinar las distintas sensaciones conviene que el paciente cierre sus ojos. Los
estímulos se aplican en distintas partes del cuerpo y se compara un lado con el otro.
La información que se obtiene debe integrarse con los otros hallazgos del examen
como déficit motores y de los reflejos.
El tacto superficial o fino se examina con una mota de algodón o con el pulpejo de
un dedo. El paciente debe estar con sus ojos cerrados o impedido de ver las zonas
que son estimuladas interponiendo una almohada. Conviene pedirle que diga cuándo
siente y cuándo no. El examinador va tocando distintos sitios, alterna entre un lado y
otro, y en ocasiones no toca al paciente para ver el grado de concordancia entre el
estímulo real y la respuesta del paciente.
Cuando existe una lesión de la corteza sensorial, las manifestaciones son en el lado
contralateral en donde se encuentra un aumento de la distancia de discriminación entre
dos puntos, falla el reconocimiento preciso de dónde se aplicó el estímulo y se
produce el fenómeno de extinción.
V. Signos meníngeos.
Cuando existe una irritación de las meninges por una infección (meningitis) o un
sangramiento subaracnoídeo, pueden aparecer signos específicos que orientan a esta
condición. Ellos son la rigidez de nuca, el signo de Brudzinski y el de Kernig.
Para buscar si existe rigidez de nuca el paciente debe estar en decúbito dorsal,
relajado, y sin almohada. Conviene explicarle lo que se va a hacer para que se relaje
bien y no esté con temor. Se toma su cabeza por la nuca. Primero se moviliza hacia
los lados para comprobar que el paciente está relajado y que no existen problemas
musculares o de la columna cervical que desencadenen dolor. Descartadas estas
condiciones se flecta la cabeza poniendo mucha atención en la resistencia que existe
para lograrlo. Se repite esto una y otra vez hasta formarse una impresión.
Indudablemente es necesaria una etapa inicial de entrenamiento para formarse una
idea de cuándo existe una rigidez de nuca. Cuando existe una irritación meníngea, la
resistencia es al flectar la cabeza y no con los movimientos laterales. Esta maniobra no
se debe efectuar si existe el antecedente de un traumatismo de la cabeza o del cuello y
no se está seguro de la estabilidad de la columna cervical.
Cuadro resumen de varias lesiones neurológicas (se mencionan posibles alteraciones, pero no significa que
necesariamente estén presentes).
Preguntas: