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Informe del cultivo de rulo (Musa Acuminata) y Banano o

guineo:

Introducción:

En el mercado mundial de productos alimenticios existe esa calificación de productos


tropicales exóticos. El rulo entra en la categoría. El rulo es uno de ellos, porque tiene un
mercado especializado, gente que lo busca por sus cualidades nutricionales,
recomendado para las personas que padecen diabetes. Tiene un almidón duro, vitamina
A y D, fósforo y calcio. El rulo también tiene un espacio en los grupos étnicos asiáticos.
En el mercado hay una diversidad de demanda a partir del tipo de rulo. El rulo más
convencional es tipo verde cáscara ceniza.

El banano es una planta herbácea perenne de gran tamaño que carece de verdadero
tronco, pero puede alcanzar una altura de hasta 7 metros. Es la fruta intertropical más
consumida del mundo. En invierno, cuando la temperatura desciende por debajo de 12º
C, los tejidos de hojas y frutos experimentan daños.

Características morfológicas: 
El banano se define como una planta herbácea con pseudotallos aéreos que se originan
de cormos carnosos, en los que se desarrollan numerosas yemas laterales o "hijos”. Las
hojas tienen una distribución helicoidal y las bases foliares circundan el tallo (o cormo)
dando origen al pseudotallos. La inflorescencia es terminal y crece a través del centro
del pseudotallos hasta alcanzar la superficie.
Sistema radicular:

El sistema radicular está formado por una abundante cantidad de raíces primarias,
secundarias y terciarias. Existen dos clases de raíces primarias: las horizontales y las
verticales, las cuales conforman un sistema entrecruzado que ofrece un magnífico
anclaje al suelo a la planta, denominándose pioneras a las verticales y alimentadoras a
las horizontales.

Cormo o bulbo (tallo verdadero):

Es un bulbo sólido de forma tuberosa o cilíndrica, su contextura es corta, gruesa y


carnosa, con mucho contenido de agua. Juega un papel vital por las reservas energéticas
que almacena. Se origina de una yema vegetativa de la planta madre que da origen al
pseudotallo y al penacho foliar. La yema floral da origen al tallo verdadero y al racimo
con sus frutos. En la zona interna del bulbo se originan las raíces y varias yemas
vegetativas que dan origen a los hijos. Las yemas axilares, que se encuentran en la
unión de la hoja y del cormo, se transforman para poder producir hijos. Toda yema tiene
la capacidad para desarrollarse y producir un nuevo tallo normal. En su región externa,
el cormo está formado por entrenudos cortos marcados por las cicatrices de las hojas
que lo atravesaron durante su desarrollo.

Sistema foliar:

se conforma de tres partes principales: vainas foliares, pseudopeciolos y lámila foliar.


Las vainas foliares se originan en el cormo y están conformadas por la prolongación y
modificación de las hojas, las cuales están insertadas en el rizoma creciendo de forma
helicoidal, conformando vainas envolventes que se traslapan a lo largo dando origen al
pseudotallo. Éste almacena sustancias hídricas amiláceas y crece de adentro hacia afuera
a medida que van apareciendo las hojas. El pseudotallo, inicialmente es de color blanco,
tornándose verde al exponerse a la luz solar.

El fruto.

Es carnoso y suave, compuesto por tres carpelos que son los últimos órganos florales
que aparecen, fusionándose rápidamente para formar el estilo y el estigma. Es de forma
angulosa cuando es joven y progresivamente cilíndrica a medida que va aumentando de
grosor por la acumulación de almidón.
El tiempo necesario para el desarrollo de la fruta es de 70 a 90 días (10 a 13 semanas).
En lugares con temperaturas entre 20 °C y 26 °C y períodos largos de luminosidad, el
desarrollo puede tardar de 98 a 112 días (14 a 16 semanas).

Fenología del cultivo: 

El ciclo de desarrollo del banano comienza con la fase vegetativa, de lento crecimiento,
donde se producen entre 35 y 36 hojas, con una frecuencia de una hoja/semana en época
de lluvias y entre 0,4 y 0,6 hoja/semana en condiciones de sequía. Esta tasa de
producción de hojas le permite a la planta reemplazar aquellas hojas que han cumplido
su ciclo o que han sido afectadas por plagas o enfermedades. La planta puede producir
de 30 a 50 o más hojas en el ciclo de cultivo, pero en un mismo tiempo sólo mantiene de
10 a 14 hojas fotosintéticamente activas.

Requerimientos del cultivo: 

Las condiciones más favorables para el desarrollo de este cultivo son:


El clima exitoso para el cultivo de banana es tropical húmedo, siendo la región de
referencia subtropical húmeda. La temperatura media óptima para el cultivo es de 25°C.
Un rango de temperaturas entre 25 a 30°C favorece su desarrollo. Cuanto más baja sea
la temperatura, el ciclo vegetativo del cultivo se prolonga. La actividad vegetativa de la
planta queda fuertemente reducida cuando la temperatura baja de los 16°C,
paralizándose completamente la salida de hojas.

La precipitación necesaria varía de 120 a 150 mm mensuales o precipitaciones de 44


mm semanales. Los requerimientos de agua en la planta de banano son altos debido a su
naturaleza herbácea y a su gran superficie foliar expuesta a la evapotranspiración.
Aproximadamente, el 85-88% del peso del banano está constituido por agua, por lo
tanto, requiere un suministro mensual durante todo el año de aproximadamente 1,200 a
1,300 m3/ha.

El suelo debe poseer gran porosidad, buen drenaje interno, alta fertilidad y su
profundidad debe ser de 1.2 a 1.5 metros. Los suelos aptos para el desarrollo del cultivo
de banano son aquellos que presentan textura franco arenoso, franco arcilloso, franco
arcillo limoso y franco limoso, preferentemente para poder retener agua.

El banano ofrece una gran tolerancia orgánica, pues vegeta sobre suelos cuya reacción
varía de pH 4.5 a pH 8, pero, las plantaciones de mejor aspecto se encuentran en
condiciones ligeramente ácidas o muy ligeramente alcalinas: pH 6 a 7.5. La condición
ideal de pH del suelo es de 6.5.

Altitud:

las zonas comprendidas entre los 0 y 30 msnm son las adecuadas para el desarrollo del
cultivo. No obstante, el banano se adapta a alturas que alcanzan hasta los 2.200 msnm.

Manejo del cultivo: 


Comprende una serie de labores entre las que se pueden mencionar; riego y
fertilización, deshije, deshoje, control de malezas, apuntalamiento del cacho, control de
plagas y enfermedades.

Plantación:

pueden ser hileras simples o dobles. Las hileras dobles suelen utilizarse con el objetivo
de producir plantines y para aumentar la superficie implantada.
Densidad de la plantación: Es variable y depende de la zona, características del suelo,
disponibilidad de agua y material vegetal a implantar. Lo normal es 3,5 x 3 m (952
plantas/ha), aunque hay marcos de plantación de hasta 2.500 plantas.

Riego y fertilización:

Se utilizan dos sistemas de riego. El gravitacional, donde la fertilización es manual y el


presurizado, donde la fertilización está incluida en el sistema de riego. Este último,
cobra importancia por la productividad y eficiencia que produce en el cultivo.

Deshije:

Se utiliza para mantener la densidad inicial de la plantación. Se eliminan hijos


indeseables (de aguas) y/o plantas dañadas.

Deshoje:

Es fundamental para mantener la circulación e aire dentro de la plantación. Mejora la


calidad de los racimos y ayuda al control de plagas y enfermedades.

Despunte:

Después de formadas todas las manos, se elimina bellota o flor masculina y una o dos
de las últimas manos del racimo. Esta práctica es útil para estimular la precocidad de
maduración y mejor desarrollo del racimo y frutos, cuando la práctica es realizada a
tiempo.

Cosecha:
Se realiza en forma manual según el “grado” que va aumentando, a la vez que se
pierden las angulosidades o las aristas de los dedos que conforman las manos. Existen
diferentes formas de marcar y cuidar la fruta:
Con “Cintas”: donde se marca el tiempo de cosecha y se definen diferentes colores para
cada semana; este sistema es útil para calcular la cantidad de fruta disponible en el
campo.
Embolsado:

Esta práctica permite proteger la fruta de plagas, enfermedades y daños mecánicos. Se


corta el cacho completo y se transporta hacia el empaque en acoplados acondicionados,
siempre teniendo la precaución de evitar golpes para no marcar la fruta

Rulo (musa Acuminata)

Características:

Es una hierba, de gran tamaño; las vainas foliares se desarrollan formando estructuras llamadas
pseudotallos, que se asemejan a fustes verticales, aunque no son leñosos. Alcanzan los 7 m de
altura. Produce numerosos retoños a partir de rizomas superficiales o subterráneos, que son la
principal forma de difusión de los híbridos o variedades triploides; los retoños reemplazan al
tallo principal después de florecer y morir éste. Las hojas son lisas, tiernas, oblongas o elípticas,
con el ápice trunco, dispuestas en espiral, normalmente glaucas, de color verde, a veces con el
envés rojizo o purpúreo. Se despliegan hasta alcanzar 3 m de largo y 60 cm de ancho; el pecíolo
tiene hasta 90 cm, y suele ser muy delgado, con el margen erecto, muchas veces con una orla
roja.

Las flores forman inflorescencias subhorizontales o deflactas, con el pedúnculo y


el raquis pubescentes, más raramente glabros; toman forma de espigas terminales, protegidas
por brácteas de color púrpura, agudas en el ápice, glaucas por el lado exterior. Las flores están
arracimados en verticilos dobles a lo largo del tallo floral. Son blancos, tubulares, con el margen
dentado, ricos en néctar.

Las flores femeninas ocupan las columnas inferiores, hasta 10, con aproximadamente 16 por
bráctea; tienen el tépalo compuesto de hasta 4 cm, blanco, amarillento o purpúreo, con los
lóbulos claros. El ovario es verde o amarillo pálido, glabro o apenas velloso. Las superiores son
masculinas, hermafroditas o neutras; forman capullos ovoides a turbinados, imbricados sólo en
la punta, desarrollándose en 20 flores por bráctea con el tépalo compuesto blanco, amarillento o
anaranjado, con las pultas amarillas y un apéndice filiforme de hasta 2 mm, los estámenes del
largo del perianto y las anteras rosáceas. El ovario de las primeras se desarrolla
por partenocarpia. La polinización está a cargo de murciélagos frugívoros, Macroglossus
sobrinus, en su hábitat natural.

El fruto es una falsa baya de forma lineal o falcada, de 8 a 13 cm de largo y hasta 3 de diámetro,
cubierta por un pericarpo coriáceo verde en el ejemplar inmaduro y amarillo intenso al madurar.
La pulpa es blanca, rica en almidón y dulce. Puntos negros que motean la pulpa son el resto de
los óvulos no desarrollados. En los raros casos de fertilización de ejemplares diploides
las semillas son negras, ovoides o tuberculadas, de hasta 8×3 mm de tamaño.

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