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EL LEGADO PARA LA SIGUIENTE GENERACIÓN: Una Fe

Intro. Yo tuve el privilegio de crecer en una familia cristiana. Desde muy pequeño, la vida familiar
giraba alrededor de Dios. Iglesia, amigos, diversión, vida familiar, todo era consistentemente vivido a
través de una perspectiva cristiana de la vida. Llegó el tiempo de empezar a decidir acerca de
asuntos de fe. Aunque hubo momentos de duda y lucha, lo que me ayudó mucho es que mis padres
y la generación que me precedía me habían conducido a una relación con Dios a través de sus
enseñanzas y su ejemplo.

Hoy somos la generación que está desarrollando una relación con Dios

1. Le estamos conociendo, hemos disfrutado de sus bendiciones. Le hemos visto obrar en nuestras
vidas y en las vidas de otros. Estamos muy apasionados con nuestra relación con Dios.

Somos como Josué que dijo al pueblo: “Si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién
sirváis pero yo y mi casa serviremos a Jehová”

Hemos tomado o estamos tomando decisiones similares para nuestras propias vidas y familias.

Pero no podemos quedarnos allí, tenemos que pensar más allá de nuestra generación. Debemos
pensar en el legado de fe que dejaremos para la siguiente generación.

Tenemos que reconocer que No siempre estaremos por aquí. V. 8-10

1.Todo esa generación de Josué y sus contemporáneos pasó. Si el Señor no regresa antes, lo mismo
ocurrirá con la nuestra.

2. Esta es una realidad ineludible. A muchos no nos gusta hablar o pensar en esto, pero no por eso
no va a ocurrir.

3. Hay ciertos atisbos de esta realidad, que los años están pasando y más pronto de lo que crees ya
no estaremos aquí: Por ejemplo, si conociste el “mimeógrafo”, el Long Play o acetato, si te
apasionaba la música de menudo, si veías disneylandia en tu televisión sin control remoto, si
pensabas que los hornos de microondas eran televisiones, si conociste el edificio que llamaban “el
elefante blanco”, si leías memín pinguín, Si veías a Jacobo Sabludoxqui dando las noticias con sus
audífonos grandotes, etc.

4. Son pequeñas señales de que hemos recorrido ya bastantes años, unos menos y otros más, pero
nuestras generación comienza a declinar. No siempre estaremos aquí.

5. Por eso es importante, aprovechar mientras estamos el tiempo para impactar a la siguiente
generación. Para dejar nuestro legado de fe a la siguiente generación.

6. Porque si no nos abocamos a la tarea, nos puede pasar la tragedia que le ocurrió a la generación
de Josué: v. 10b : “y SE LEVANTO DESPUÉS DE ELLOS OTRA GENERACIÓN QUE NO CONOCIA A
DIOS, NI LA OBRA QUE ÉL HABÍA HECHO POR ISRAEL”

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7. Nada sería más trágico para nuestra generación que la generación que nos siga no reciba el
legado de fe de la nuestra.

Las consecuencias de que esto ocurra, son igual de trágicas:

1. v. 11-12: “Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los
Baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto y se
fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales
adoraron, y provocaron a ira a Jehová”

2. Si la siguiente generación es más inteligente, más tecnificada, más refinada, más próspera, pero
abandona la fe en nuestro Dios, y se vuelve tras los ídolos de su corazón, habremos fracasado como
generación.

Por eso hermanos, tenemos una gran responsabilidad y privilegio: dejar un legado de fe a la
siguiente generación. No importa si somos casados o solteros, si tenemos hijos o no los tenemos, si
hemos vivido 20 o 60 años, si tenemos 30 o 2 años de cristianos, no importa, de igual manera
tenemos la responsabilidad y privilegio de dejar un legado de fe a la siguiente generación.

Basándonos en el versículo 10, que refleja el problema de la generación que sucedió a Josué,
podemos deducir 2 aspectos de fe muy importantes que debemos legar a la siguiente generación.

I. La Siguiente generación debe conocer el Carácter de Dios

v. La Biblia dice que se levantó una generación que no conocía a Dios.

1. No conocía cómo era Dios, que no conocía que lo caracterizaba, qué le agradaba, qué amaba, qué
aborrecía. No conocía a Dios.

Es importante que en nuestro legado de fe le dejemos a la siguiente generación un claro perfil bíblico
del carácter de Dios.

1. Si conocemos a Dios como soberano, fiel, santo, amoroso, lleno de gracia y misericordia, justo,
que todo lo sabe, que todo lo puede, entonces la siguiente generación debe conocer a ese mismo
Dios como se revela en las Escrituras.

2. Por eso es muy importante la educación cristiana, la instrucción de la siguiente generación.


Aprovechemos todas las oportunidades cotidianas y también las formales para instruir en el carácter
de Dios.

3. Pero también es importante modelar el carácter de Dios. Si Dios es nuestro padre y nosotros
somos sus hijos, debemos parecernos más a nuestro padre. Tú y yo somos una “ayuda visual” del
carácter de Dios para la siguiente generación.

a. Si la siguiente generación escucha que Dios, nuestro padre, es amor y ve que tú y yo (sus hijos)
nos odiamos. Entonces estaremos representando mal el carácter del Padre.

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b. Por eso, la siguiente generación tiene que ver con claridad en ti y en mí, el reflejo del carácter del
Padre.

C. Ilustra: Para mí fue bastante fácil comprender que Dios es un Padre amoroso, porque tuve uno.
Que podía ser firme, pero también mostraba su cuidado y atención para mí. Lamentablemente, no
todos tuvimos este tipo de padre y ahora cuando pensamos en Dios como padre, la imagen de
nuestro padre terrenal nos perjudica para entender el carácter de Dios. Por eso, me pregunto ¿Qué
tipo de Padre estoy siendo para Josué y Nadia? ¿Le estoy ayudando a conocer el carácter de Dios o
seré un estorbo para este fin?

II. La Siguiente generación debe conocer las obras de Dios

1. La Biblia dice que se levantó otra generación que no conocía a Dios ni las obras que él había hecho
por Israel. Esa generación no sabía las señales y prodigios que Dios había hecho en Egipto y en el
desierto, no vio caer los muros de Jericó por el poder de Dios, no sabía del mar rojo ni del río jordán
que se abrieron para que el pueblo pasará, no sabía del agua de la roca, ni de las codornices en el
desierto. No conocía las obras que Dios había hecho.

2. Necesitamos hacer del conocimiento de la siguiente generación la obra de nuestro Dios en la


historia y en nuestras vidas. Cuenta tu historia, comparte lo que Dios ha hecho en el pasado y lo que
hace en el presente, y lo que ha prometido hacer en el futuro. No te quedes callado, comparte las
obras de Dios para que la siguiente generación no pierda la perspectiva histórica de la fidelidad del
Señor para con su pueblo.

3. Ilustra: La operación de mi hermana lety, - historia de fe de mis padres. – Dios es fiel de


generación en generación.

Conclusión: No pienses que porque no tienes hijos no tienes la responsabilidad hacia la siguiente
generación. Por supuesto, nosotros los que tenemos hijos somos los primeros responsables hacia
ellos. Pero tu hermano, hermana que eres soltero o no tienes hijos también tienes el privilegio de
impactar la vida de otros: Dando clase de a los niños, siendo el líder de un grupo de jóvenes,
enseñando a tus sobrinos, primitos, o vecinos. Dios nos puesto para dejar un legado de fe para la
siguiente generación. Alguien lo hizo para nosotros, nosotros debemos pasar la estafeta a los que
vienen después de nosotros para conozcan quién y qué ha hecho nuestro buen Dios.

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