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Resumen

El siguiente estudio Tarea de Selección de Wason consiste en presentar cuatro tarjetas y una
regla que enuncia la relación existente entre los elementos que se presentan al sujeto; este
tiene que comprobar si la regla es o no cierta levantando el menor número de tarjetas posible.
Esta tarea ha sido presentada en dos versiones: una condición abstracta y otra condición
deóntica (facilitadora). Se pretende encontrar diferencias en la ejecución que reflejen la
evolución del razonamiento condicional en los estadios de operaciones concretas (7 a 12 años)
y operaciones formales (12 en adelante) a través de ambas modalidades de tarea y el
pensamiento que en esa etapa muestra el sujeto.

Introducción
Siguiendo unas pautas ordenadas de pensamiento conseguimos a través del razonamiento el
llegar a una conclusión sobre los objetivos que nos hemos marcado, por tanto a través de la
información inicial, las premisas, llegamos a la conclusión. Existen dos tipos de razonamientos:
el deductivo, en el que partiendo de que una información es válida y suficiente podemos llegar
a la conclusión final -si haces los deberes te llevo al cine” y por otro lado el razonamiento
inductivo, donde una información concreta nos permite obtener otra nueva, más o menos
probable, no en términos absolutos y que puede en función de la interpretación estar sujeta a
la aparición de errores.

La tarea de selección de Wason, de 1966 es un experimento clásico sobre el razonamiento


condicional (deductivo), en la que se presentan a los participantes cuatro tarjetas sobre una
mesa, escritas en ellas por un lado, un número, y por el otro una letra y se acompaña de un
enunciado condicional para averiguar qué tarjetas lo validan o más correctamente dicho lo
falsean. En una gran mayoría, contrariamente a lo que se pueda pensar, sólo un 10% aciertan
las dos tarjetas que hay que levantar, poniendo en evidencia que el razonamiento no solo es
un aspecto lógico sino que evidentemente existen otros factores que influyen a la hora de
tomar decisiones, pudiendo ser correctas o erróneas.

La mayoría de participantes levanta la tarjeta E, para ver si hay debajo un 4, y la tarjeta 4 para
comprobar que hay una E; pero la solución es la E y la 7, ya que al levantar la tarjeta con la E se
comprobaría que hay un 4, en caso contrario, no es correcto el enunciado y la 7 lo falsaría si
aparece E. No hay que levantar la tarjeta con la D, pues es irrelevante por el enunciado, ni hay
que levantar la tarjeta con el 4 ya que si tiene una E lo verifica, pero ya lo hemos hecho con la
primera tarjeta, y si no tiene una E, estamos como en el caso anterior.

Método
Materiales
El material utilizado es un juego de tarjetas específico p no-p Q no-q Prue
para la modalidad abstracta y otro para la facilitadora y ba
en cada modalidad muestran características comunes. E D 4 7 H

4 7 D E 8
Para la modalidad abstracta, similar a la clásica de Wason,
las tarjetas presentan por una cara solamente un número y por la cara contraria solamente
una letra.
p no-p Q no-q Prue
ba
41 16
32 11 55
En la modalidad facilitadora presentan por una cara un dibujo de un vehículo o una bicicleta y
un niño o una persona mayor por la otra; ninguna de las imágenes aportaba ambigüedad.

Participantes
Para ello hemos utilizado tres grupos de sujetos, compuesto cada uno de ellos por 8
individuos, todos forman parte de estudiantes que reciben apoyo en una academia.

 Grupo A: 4 niñas y 4 niños entre 8 y 12 años.


 Grupo B: 4 niñas y 4 niños entre 13 y 16 años.
 Grupo C: 4 niñas y 4 niños entre 17 y 18 años.

Los grupos se encuentran equilibrados tanto en periodos evolutivos, sexo y número.

Procedimiento
El modo de proceder en ambas modalidades es idéntico salvo por el material utilizado.

Utilizado la entrevista personal dirigida, cada sujeto ha participado en ambos experimentos de


forma individual y en orden aleatorio; y considerando la posibilidad de que el orden de las
actuaciones pudiera contaminar el resultado se presentó en primer lugar la tarea deóntica
(facilitadora). Esta se inicia presentando a cada participante sobre una mesa las cuatro tarjetas
en el orden preestablecido con la cara visible subrayada que aparece en el siguiente cuadro.

A continuación se le explica el contenido de cada carta, presentándole una tarjeta prueba (p.e.
camión – 50 años) para que la inspeccionara. Tras ello se le presentó en una cuartilla el
enunciado condicional sobre el que debía contestar, indicándole que en un primer momento
debía señalar la/s tarjeta/s que validaban el enunciado. Una vez anotadas las respuestas se le
solicita argumente su decisión y el porqué descartó otras, si lo hizo. Acto seguido se le solicita
levante las tarjetas explicándole la relevancia que cada una aportaba al enunciado. Durante los
diez o quince minutos que duró cada prueba se grabó la conversación con autorización expresa

Resultados
Los datos que vamos a analizar reflejan la evolución del razonamiento condicional en los
estadios de operaciones concretas y operaciones formales; y de igual manera la actuación en
la modalidad abstracta y facilitadora.
Como podemos apreciar y en virtud de lo expuesto, en la condición facilitadora, esperábamos
alcanzar un porcentaje de aciertos mayor; las investigaciones sitúan este porcentaje en torno
al 50% y hasta el 90%. Nuestros resultados se sitúan ligeramente por debajo de lo que predice
el modelo.

En la condición deóntica refleja un sesgo confirmatorio (SC) del 45,83% que se va corrigiendo
conforme evoluciona desde el 25% (8-12) pasando al 12,50% (13-16) para terminar en el 8,33%
(17-18), contrastando con la modalidad abstracta en la que se confirma el sesgo de
emparejamiento al seleccionar los sujetos las tarjetas que se referencian en el enunciado, 75%
que se va corrigiendo desde el 33,33% (8-12) pasando al 20,83% (13-16) para terminar en el
20,83% (17-18). Evans explica este efecto basándose en el uso de heurísticos que buscan la
información que se cree relevante, sin poner en marcha la etapa analítica, por lo que
independientemente de que se afirme o se niegue el enunciado, el sujeto se fija primero en (p)
y luego en (q) y, en consecuencia levanta estas tarjetas sin razonar la regla.
Los tramos de edad tambien muestran una trayectoria ascendente del progreso evolutivo en
los participantes en su capacidad de validar correctamente la premisa (SC-F), que
evidentemente supera la modalidad facilitadora con un 45,83% (1-4-6 aciertos) frente a la
abstracta 12,50% (0-1-2 aciertos), aunque en linea con estudios anteriores es un porcentaje
alto atribuible al tamaño de la muestra, y por tramos de edad, en la condición deóntica, se
observa que conforme progresan en ella aumenta su porcentaje de respuestas correctas (4,17-
16,67-25%) aspecto que de forma similar se repite en la condición abstracta, en la que no
aparecen aciertos hasta los 13 años (4,17%) para alcanzar su máximo a los 17 (8,33%).

De igual manera el sesgo confirmatorio, tambien presenta una relación inversa a lo largo de la
vida, partiendo de un 58,33% (25+33,33%) en el primer tramo, 33,33% (12,5+20,83%) en el
intermedio, para terminar en 29,17 (8,33+20,33%) a los 18 años de edad.

Discusión
Los datos reflejan en primer lugar una mejora significativa en la realización de la tarea deóntica
frente a la abstracta a pesar de que la estructura de la prueba era idéntica, una causa de esta
diferencia puede ser debida a la introducción de heurísticos que ayudan a interpretar los
distintos contextos condicionales; son nociones de esquemas de razonamiento y reglas
sensibles al contexto, que de esta manera prescinden de una única herramienta lógica de
razonamiento deductivo que encontramos en el abstracto (Slovic, Finucane, Peters y
McGregor, 2002; Van Benthem, 2005). Eso no quiere decir que una modalidad sea fácil y otra
difícil pues en ambas queda evidente que el porcentaje de aciertos no es elevado, por lo que
todos los grupo evidenciaron tener problemas de comprensión y selección que conforme
avanzan en edad se van resolviendo y por consiguiente en mayor medida se aprecian cuando
la tarea es facilitadora que cuando es abstracta.

La presente prueba también presenta sesgos como el de emparejamiento, reflejado en las


selecciones que los sujetos han realizado sobre las cartas en las que aparecen E y 4, (p y q) por
referencia que hace de ellas la premisa asumiéndose heurísticamente como correctas; prueba
de ello son justificaciones como “yo respondo a lo que dice el enunciado” entre otras similares.

De igual manera la selección de E y 4 evidencia el sesgo de verificación cuando se selecciona


bajo el criterio de qué argumentos validan el enunciado sin contar con los que lo falséan como
podía ser la “figura del tramposo” que en facilitadora sería el menor de edad que
evidentemente no tiene permitido conducir, o el 7 que falsaría el enunciado abstracto.

Conclusión
A la hora de tomar decisiones está comprobado que existen múltiples vías de actuación y que
el rendimiento en tareas de razonamiento deductivo progresa de forma acorde con la edad en
el desarrollo normal del individuo y en base a las capacidades cognitivas que presenta; aunque
el éxito en las tareas de razonamiento no está basado en la complejidad lógica o en la
interpretación semántica de la misma, o que la inferencia válida sea más fácil, frecuente y
natural ante el modus ponens que ante al modus tollens, sino que existen variables como es el
contexto, la información poco explícita o contenido semántico, entre otras, que influyen en
que las decisiones tomadas sean acertadas o erróneas.

El hecho de que buena parte de la población no emplea los condicionales desde el punto de
vista de la lógica normativa, da lugar a malentendidos o males mayores, por lo que el estudio
de los mecanismos que dan paso a las decisiones es plenamente necesario.
Referencias:
Asencio, M; Martín-Cordero, J.I.; García-Madruga, J.A. y Recio, J. (1990). Ningún iroqués era
Mohicano: La influencia del contenido en las tareas de razonamiento lógico. Estudios de
Psicología, 43-44.

García-Madruga, J.A. (1998). La tarea de selección de Wason. En García-Madruga, Corral,


Pardo, Gutiérrez-Martínez y Carriedo. Psicología Evolutiva (Guía Didáctica y Prácticas). Madrid:
UNED.

Gutiérrez Martínez, F.; Vila Chávez, J.O (Coord.)(2012). Psicología del Desarrollo II. Madrid:
UNED. 226-230-232, 233, 234.

López Astorga, M. (2013). Lógica deóntica y algoritmos adaptativos: La relevancia del beneficio
explícito en las versiones de la tarea de selección. Filosofía Unisinos. 14(1):52-69, jan/apr 2013

Valiña García, Mª. D.; Seoane Pesqueira, G.; Ferraces Otero, Mª. J.; Martín Rajo, M. (1995).
Tarea de selección de Wason: Un estudio de las diferencias individuales. Psicothema.

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