Taller de oración Bíblica CIV

Taller de oración bíblica

1) La oración con la palabra: (Fundamento)

* Dios ve más allá de nuestras palabras, el aspecto principal en nuestra vida

de oración es la condición de nuestro corazón. ¿Estamos amando a Dios
más que a su respuesta a nuestra petición?, ¿Estamos acercándonos a El
reconociendo quien es El, y que su voluntad es mejor que la nuestra?.
Podríamos conocer muy poco de la palabra de Dios, sin embargo si
nuestro corazón está correctamente posicionado nuestra oración no será
en vano.

* Este taller es importante porque aunque hayan canciones muy hermosas

que digan que Dios no rechaza una oración, la palabra nos anuncia todo lo
contrario. Dice que si pedimos según nuestros impulsos humanos y no de
acuerdo a la voluntad de Dios “pedimos mal” (Santiago 4: 3). Que nuestra
condición al orar puede llevar a que Dios cierre su oído a nuestro clamor
(Isaias 59: 1-2). Necesitamos aprender a orar si queremos ver resultados.

A) ¿Por qué orar con la palabra?

Iniciar y mantener reuniones de oración con diferentes personas es todo un
reto. Tiene sus dinámicas y para perseverar tiempos prolongados de oración
corporativa se debe buscar la dirección de Dios, es por ello que no hay mejor
lugar para encontrarla que la biblia, la palabra de Dios.

B) Aquí compartimos una lista de 6 razones por las que "Orar con la palabra
de Dios" hará productiva y edificante cada reunión de oración:

1- Trae salud doctrinal

Todos hemos estado presentes en reuniones de oración que se tornan
incómodas porque oímos las oraciones que realizan nuestros hermanos y
notamos  que, en ocasiones, éstas  desencajan con nuestra forma de orar y
aveces con la doctrina que profesamos. Solamente la palabra puede conciliar
las diferentes formas y hacer del contenido de nuestras oraciones, algo que
edifique nuestros corazones al orar y el corazón de quienes nos oyen. La
palabra nos da el vocabulario correcto y establece las bases necesarias para
que nuestro oración trascienda  emociones circunstanciales y se alinee a la
voluntad del Padre.
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2- Trae unidad a la iglesia

Como consecuencia de la anterior, una iglesia que entiende lo necesario de
la guía bíblica durante sus tiempos de oración pronto experimentará profunda
unidad. La palabra nos traerá juntos y de acuerdo a buscar el rostro del
Señor sin estorbarnos mutuamente. Entenderemos las oraciones de nuestros
hermanos y nos será mucho más sencillo unirnos a ellas. 

3- Ensancha nuestra visión 

Lejos de limitarnos, como muchos piensan al principio, la palabra expande
los límites de nuestro acostumbrado repertorio de oración al darnos
vocabulario y entendimiento de la voluntad de Dios. Orar con la palabra
significa que oraremos bajo la instrucción de Su autor, siendo enseñados
poco a poco por nuestro Maestro. Isaias 55: 9 dice "Como son más altos los
cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y
mis pensamientos más que vuestros pensamientos". La única forma de
acercarnos a esos pensamientos, es dejando que su palabra rebose nuestro
entendimiento y traiga claridad a nuestra visión. Entonces allí se cumplirá el
verso que dice: Mateo 21: 22 "Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo,
lo recibiréis".  Y nos guardamos de no caer en este otro verso: Santiago 4: 3
"Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites".

Oraremos eficazmente, cuando la palabra de Dios impregne cada palabra

que pronunciamos, y al  pagar el precio por alinear nuestro clamor al corazón
de Dios. La palabra de Dios nos lleva a orar con solidez y profundidad
mientras que las oraciones basadas solo en las circunstancias, pueden ser
muy poéticas y emocionales pero poco profundas y desgastantes en relación
a sus escasos resultados. Evitaremos las vanas repeticiones al utilizar la
palabra como nuestro manual de oración.

Debemos usar la palabra de Dios al orar sobre nuestras peticiones

circunstanciales.

4- Hace efectiva nuestra intercesión

Muy pronto se hace notar el resultado de nuestra oración cuando le pedimos
a Dios lo que El quiere darnos. Obtenemos respuesta de Dios cuando le
pedimos aquello que El desea hacer. Mientras pidamos a Dios basados en
nuestra perspectiva natural serán muy pocas las veces en que veremos
resultados y nos frustraremos. Esto es porque Dios no está obligado a
respondernos de la forma en que esperamos ser respondidos, pero si su
palabra revela algo que El espera que le pidamos, entonces, no perdamos
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tiempo ni esfuerzo en otras cosas, pidamos aquello que El ya dijo que nos
daría. Recordemos Lucas 11: 13 "Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el
Espíritu Santo a los que se lo pidan?"  Y,  Mateo 6: 33  "Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas”.

Jesús en la oración conocida como “El Padre nuestro” nos indicó que la clave
en la oración es pedir que sea hecho conforme a la voluntad de Dios y no a
la nuestra, que nuestro gol al orar es su reino viniendo a nuestras vidas. El
capítulo 9 de Daniel nos revela la profunda realidad de que hay cosas por
las que Dios está esperando que oremos, ellas están escritas en la palabra
de Dios, la pregunta es ¿Las estamos orando?

5- Produce convicción y devoción

La palabra expone la realidad del reino de los cielos en contraste con aquella
que nos rodea. Somos convencidos por El Espíritu Santo y avivados al ser
tocados profundamente por aquellas que son más que palabras. Como una
aguda espada de doble filo, la palabra nos exhorta y enciende una llama en
el rol sacerdotal al que hemos sido llamados.

6- Ayuda a perseverar por mucho más tiempo en oración

Por último, y a pesar de que no siempre en la oración debemos estar usando
palabras, al quedarnos sin vocabulario nos volvemos monótonos, aburridos y
hasta inconstantes en la oración. Al crecer en nuestra vida de oración con la
palabra como modelo, serán más los minutos y las horas que podremos
pasar buscando el rostro del Señor en oración. Cada vez encontraremos más
atractivo el tiempo de oración y el compartir los diferentes motivos de
oración resaltados en la palabra y enseñados por Jesús, los apóstoles y los
profetas. Encontraremos más disfrutable el tiempo de oración, pudiendo así
perseverar mucho más en la presencia de Dios creciendo y siendo edificados
en amor.

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2) Enséñanos a Orar
Los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara a orar después
de haber escuchado sus oraciones. Todos los días aprendemos algo
acerca del COMO, de esa forma iremos cada vez más profundo en
intimidad al orar, pero tan importante que el COMO es el QUE, Orar.
Dios desea que oremos. Orar es tener comunión con Dios y somos
llamados a que esa comunión no se pierda en ningún momento de
nuestras vidas. Mateo 6: 6

Alineados a la voluntad de Dios

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