Está en la página 1de 25

Las violencias económicas v sociales, las vislencias

politicas, as vioiencics tecnoisgicas y las violencias de


la notureieza, que a menudo se provocan o se ampliti-
can mutuanmis, generan cstrás. pénico y angustias.
En estc epoca de cLsisrona difusien de las imégenes
y la infurnoricn, kos miecdos se combinon con las
vioiencics. *ate co:be es orpiesivo.
El mundo comemyordon ros ionfroni con una
verdacere madcjo de mietss. y ss s t 3 1 s t e a ese
madeja que nos tenemas qie irentur gre desersre
darla y trotar de anaiizor tos avsns, *onssciencids y
continuaciones posles del utestor goryrcizede
Seciododas urrongs
que parece permear is
amenazor su equilibric. Marc Augé
LOS NUEVOS MIEDOS

PAIDÓSESPOSDELABER

ISBN 978-950-12-6592-7
8074092

www.planetadelibros.com
www.paidosargentina.com.ar 9789 1265927
Marc Augéé

Los nuevOS miedos

Traduccióón de Alcira Bixio

PAIDÓS
Buenos Aires - Barcelona - México
Titulo original: Les nouvelles peurs
Publicado en francés por
Editions Payot & Rivages

Diseño de cubierta: Gustavo Macri

Augé, Marc
Buenos Aires:
Los nuevos miedos -1 ed.- Ciudad Autónoma de
Paidós, 2014.
72 pp.; 20x13 cms

Traducido por: Alcira Bixio


ISBN 978-950-12-6592-7

Cultura. I. A!cira Bixio, tred. . Tituio.


1. Sociología de la
COD 306
1 edición, abril de 2014

Reservados todos los derechos. Queda rigurcsanente prohioida,


si
Juan Pablo
'as a n c i r t s tengan miedo!",
proclamaba
la autorización escrita de los tirulares dei cofyrighi. isajs
0rai de s t a bs
"iNo entronización. E invitaba
establecidas en las leyes, la reproducción parciai 1978, el día de
o su
ia rerograi2 y ct II en
Esta-
por cualquier medio
o procedimiento, inciuidas
a la humanidad a abrir "las fronteras de los
tratamiento informático.
económicos, los
dos, de los sistemas políticos y
2013, Editions Payot & Rivages
inmensos dominios de la cultura
de la civilización
2013, Marc Augé Romano
2014, Alcira Bixio (por la traducción) desarrollo". Treinta años después,
y del
2014, de todas las ediciones en castellano:
Editorial Paidós SAICF Prodi, periódico La Croix, decía que aquellas
en el
Publicado bajo su sello PAIDÓS
palabras habían sido "proféticas" y subrayaba que
Independencia 1682/1686, Occidente cada v e z
Buenos Aires - Argentina había sido u n a llamada a u n
E-mail: difusion@areapaidos.com.ar más dominado por el miedo. El adjetivo "proféti-
más a
co", empleado retrospectivamente, se aplica
www.paidosargentina.com.ar

la interpelación misma que al contenido del


men-
Queda hecho el depósito que previene la Ley 11.723
Impreso en la Argentina - Printed in Argentina
saje. Pues, si bien la apertura anunciada o esperada
Impreso en Primera Clase,
California 1231, Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
por Juan Pablo II se ha hecho efectiva en la esfera
económica, donde consagra el triunfo del capita-
en marzo de 2014.
lismo financiero dominante, hoy verdaderamente
Tirada: 2.000 ejemplares
ISBN 978-950-12-6592-7
Mart Ang
Los nuevos miedos
haría falta mucho
mundo los signos optimismo para iocalizar en el
seguros de una ueva una
justificación de la primera (la indignación es
ra, aunque fuera árabe.
Más que nunca, elprimave- una forma sublimada del miedo) y como la consta-
tiene miedo. mundo tación de su fracaso, pues Stéphane Hessel denun-
El cambio de escala cia tanto el trato al que se somete a los
en el
que afecta la vida humana inmigran-
conjunto del
planeta es tes como la dictadura de los mercados
financieros,
económico y tecnológico: las fundanientalmente el acrecentamiento de las
desigualdades y, de
nológicas crean nuevos bienes innovaciones
de
tec-
los
manera general, los aspectos perversos de la glo-
cuales, a su consumo, balización capitalista.
vez, renuevan la demnanda
las nuevas formas de y ordenan El miedo a la vida habría reemplazado hoy al
capitalismoha
organización
del trabajo. El
miedo a la muerte?
logrado crear un mercado
sivo con la Tierra entera. coexten- Esta es, al menos, la impresión que puede dar-
Las grandes
escapan a la
lógica financiera del interés empresas
nacional.
nos sobrevolar la actualidad cotidiana, marcada
La lógica financiera por el aumento de las violencias de toda índole.
Y,
impone su ley a los
Estados. on todo, esta comprobación general no debe
súbitamente, esta dominación se ha hecho tan
evidente que llega a ser hacernos ignorar la diversidad de las situacio
inapelable, salvo por los
clamores de las manifestaciones es. Según las regiones del mundo y los regíme-
de protesta que la
nes políticos, según la pertenencia étnica o social,
acompañan sin modificarla en lo más mínimo. La la pertenencia a un sexo o a otro, las razones del
lucha de clases se ha librado,
pero la clase obrera
la ha perdido. La Internacional temor difieren, la muerte está más o menos pre-
triunfa... pero es sente y la vida es más o menos intolerable. Están
capitalista. los temores de los ricos y los temores de los
En nuestros días los ancianos son más pobres, y esos miedos respectivos se meten miedo
bien miedos de los miedos
locuaces, reciprocamente, miedos,
y en 2010 Stéphane Hessel es quien res- cuadrado, de alguna manera. Los occidenta-
ponde en eco al papa desaparecido: "Indígnen- les no se lanzan al mar en embarcaciones
se!". Esta segunda apelación suena a la vez como frágiles
para huir de su continente aun poniendo sus vidas

8 9
Los nuevos miedos
Marc Aug

confusión
en peligro. Se contentan obsesión que despierta el otro, en una
con socorrer a
algunos el miedo
náufragos y depiorar que haya habido muertos; de todas las categorías de alteridad, y por
temor tienen
ademas, os sobrevivientes
molestan, siluetas fan- al futuro. Pero esa obsesión y ese
múltiples. De modo tal que la histo-
tasmagóricas vetiidas de otras partes que elios no componentes
enfrenta a una
saben cómo sacarse de Cncima. ria del mnundo contemporáneo nos
es la que
Digamos que un inventario rápido de ios nue- verdadera madeja de miedo. Esa madeja
vos miedos humanos tiene eviúentemente ia tratar de desenredar a fin de poder
tenemos que
las posi-
obligación de registrar ei ascenso de formas de analizar las causas, las consecuencias y
violencia relativamente inéditas y tanto más bles continuaciones del malestar generalizado que
signi- de las sociedades huma-
ficativas por cuanto los países más favorecidos de parece haberse apoderado
Occidente también están expuestos a elias. Esas nas y amenazar su equilibrio.
violencias pueden repartirse en tres categorias, a
su vez
compuestas por subcategorias: las violen-
Cias económicas y sociales, particularmente en el
marco de la empresa; las violencias políticas (entre
las que se incluyen el
racismo y el terrorismo), y,
por último, las violencias tecnológicas y las vio-
lencias de la naturaleza, estas últimas a menudo
desencadenadas por aquellas. Estas tres formas de
violencia engendran miedos específicos: el estrés,
el pánico o la angustia; pero los temores, como
las violencias, se agregan unos a otros, se combi-
nan entre sí y se destiñen unos sobre otros, con
mayor razón en una época de difusión acelerada
de las imágenes y de los mensajes por la totalidad
del planeta. En conjunto, se manifiestan por la

10 11
Abro el diario, lo recorro rápidamente y pron-
to comprendo que me expongo al contagio, puesto
según dicen, el miedo es contagioso.
que,
He aquí que el desorden y la inseguridad se

instalan en el corazón de la institución más arro-

gante y más segura de sí misma de estos últimos


años: la empresa. Hasta no hace mucho, se habla-
ba todo el tiempo de la "cultura empresarial" para
referirse a la vez a un ejemplar de inte-
modelo
gración local (de solidaridad eficaz) y, aún más
importante, a un modelo exportable y generaliza-
ble hasta el punto de que ciertos jefes de Estado
hacían alarde de su ambición de gestionar el Esta-
do como si fuera una empresa. El modelo estalló.
Ciertamente, muchas empresas continúan obte-
niendo beneficios, pero a expensas del supuesto

13
Marc Auge
Los nuevos miedos

modelo. La crisis actual ha


mérito de echar tenido, al menos, el La metáfora es el arma de los fuertes. La utili-
una cruda luz sobre las enormes zan hasta saciarse para hacerla natural y evidente.
divergencias de intereses entre los
obreros, ios directivos de sueldos empleados u De pronto, las palabras mismas dan miedo.
fabulososy los
propietarios accionistas cuyos dividendos La amenaza del desempleo o del cambio de
tan con aumen- empleo después del cierre de un sector provoca
cada
social,
"reestructuración", con cada "plan innumerables dificultades en la simple gestión de
es decir, cuando despiden empleados
se
los más corrientes de la vida cotidiana.
y obreros. Estas aspectos
nen efectos concretos
divergencias de intereses tie- Los trabajadores, como sabemos, deben ser tam-

los
einmediatos en ia vida de bién, y ante todo consumidores, y el crédito los
trabajadores. Mientras las polémicas sobre la
ayuda o, más exactamente, los incita a cumplir esa
edad de retiro no cesan, ilos
empieados cargos
intermedios de las empresas saben
de función. Se los ha alentado a ser "propietarios",
muy nen uue a pero propietarios "a crédito". Qué hacer
con una
partir de los cincuenta años los amenaza e! retiro casa no hemos terminado de pagar cuando se
que
anticipado: cuestan demasiado. Cuandes se usca nos invita a trasladarnos lugar de
a nuestro nuevo
la mayor
ganancia, la organización del trabaj es
la variable de trabajo a solo unos cientos de kilómetros de allí?
ajuste más fácil de retocar. Desem- El hombre y la mujer que habían tenido la suer
pleo técnico, horarios desfasados,
empieo tem- te de conseguir cada uno su trabajo se encuentran
poral, contratos de duración determinada: todo de pronto ante espantosos problemas de gestión
lo que tiene
que ver con la "elasticidad" o la "fle- escuela irán los niños?, ¢a qué guardería
xibilidad", para emplear el lenguaje deliberada- (a qué
los más pequeños?) y de logística (icómo finan-
mente metafórico de los
dirigentes de las empre- ciar un segundo automóvilP). A veces se les permi-
sas, corresponde a una serie de medidas exigentes te expresar durante unos segundos por televisión,
impuestas a cada individuo, que desde entonces con voz tímida, la situación imposible en que se
experimenta temor acerca de su futuro inmedia- encuentran y, de inmediato, se pasa a la cobertu-
to, por no mencionar la
angustia que le inspira el ra del Tour de France o de los Juegos Olímpicos.
futuro más lejano.
La movilidad -ideal del capitalismo cuyo elogio

14 15
Mart Auge In nurvva miudn

renuevan todos los días en la misnma Tomo otro. Con referencia al cierre de la
fii-
la misma pantalla de
televisión los periodistas ien de Aulnay programado por Peugern
5.A. e
de derecha- choca con las pensantes ca

"rigideces" de la resi- evoca la epidemia de suicidios Tegistrada en Fra


dencia (sin embargo, se ha alabado lo en muchz5 r a s empre-
el "acceso
suficiente ce Telecom. pero además
a la propiedad"!),
las dificuitades
con justamente, PETO 2m
de la circulación y con el sas, entre ellas Peugeot.
Poste. e
precio de la bién EDF, Renault, Thales, H&M ; La
Esta es una contradicción del sistema gasolina. de los primeros
que tiene servicio de correos. La aparición
frente a sí a hombres de carne unos veinte
y hueso, un espa- suicidios empresas se remont2
en 2
cio que no tiene nada de virtual
años atrás. Ante un suicidio siempre quedzn
nt
y una vida social
que no puede reducirse a la de la mouvaciones. pero zlguDOs
empresa. Pero rrogantes sobre las
quienes primero viven esta misma contradicción de los suicidas habían dejado mensajes e p l i c t s
física, psicológica y moralmente son individuos de
estresados que, además, y la progresión de conjunto es innegable. Ivzn
comprenden muy bien
que el súbito nerviosismno de la
Roy, en su libro Orange stres (La
Découverte

esta cierra un sector


empresa, cuandop 2009) ha analizado los métodos de la "gestión por
para "reducir su velamen", Teleco. E
anuncia días aún más negros. Estrés estrés que prevaleceria en France
acompaña- esa empresa impone a ada emplezdo cambeo
se
do de angustia: tal es el nmenú del día. El estrés trecuentes de tunción: como los de mavoE edad
y la angustia, ese motor de dos tiempos de la s
tienen mas diticultades para soportar e e T m a
depresióin. los incita a partirr desde los cincuenta año«
SE

Súbitamente, los indicadores


imaginados por el out. Uno a uno. uno por uno, los individas ce
sistema (cntre ellos, la famosa encuesta mensual de dan sometidos al deber de la rentabilidad y s e
hogares) empiezan a parpadear. Los titulares de la riurosamente obsenadosr jurgads i s n a
prensa echan más lefña al fuego: ";La angustia se ridad se vive oomo un estisnma. Otrss invesaT-
apodera de los curopeos!", proclamaba en su por- ciones han señalado la pnysion ål snim
lada el diario al que acabo de echarle una
ojeada. de soledad que se egistra en Francia. pruriei
Alerta! mente la soledad en el trabain laa snsaie i w
SuiCe

Los nuevos miedos


iars irge

los temporal o los antidepre-


pedidos de licencia
ser ya importante para nadie, progresió11 que
se
efímero y frágil. Los
recurso
vuelve aun más preocupante porque hasta ahora, sivos constituyen u n la
dividían la vida profesional de
en general, se solía subrayar ei caricter social1zan- tabiques que o, más pre-
vida privada han saltado en pedazos
te
del trabajo. La raginenticióu que sutre hoy el cisamente, estos ámbitos han dejado
de s e r com

trabajo tendría, pues, ios mismos efectos de deses- estancos; a quienes han sido atrapa-
tructuración que el desempico. Hace tiemp solía partimentos
el sentimiento irreversible de.
denominarse a ciertas granjas aisiadas de nuestras dos para siempre en

no les queda un solo minuto


zonas rurales "la granja deB ahorcado", en iecuer total desposesión, ya
ni siquie-
do del drama que se desarrolió un dia y que si de libertad, u n solo instante de pausa,
Viven la experien-
bolizaba la soledad de ciertos campesinos. Hoy, la radurante las horas de sueño. íntimo está expuesto0,
cia de sentir que su ser más
"empresa de los suicidados" completa ci cuzdro de
sufren una
la miseria humana. desnudo ante la mirada de los otros, y
Habrá llegado a ser el suicidio la única manera forma de soledad que se asemeja a u n a expulsión
También
de afirmar la propia individualidad? de sí mismos. Están más allá del miedo.
de la cólera, que habría sido lo único capaz de sal-
No el miedo lo que varlos pues les habría permitido reconstituir una
es
empuja al suicidio cuan-
do la vigilancia obstinada de un
supervisor de relación, aunque fuera de rebelión y de enfrenta-
poca monta nos tortura, es la imposibilidad de miento, con su perseguidor.
vivir tal vigilancia, la necesidad de desemba-
con Vuelve a mi cabeza la voz siempre amable y
razarnos de ella. Con el miedo en las
entrañas, solícita (una voz anónima venida de no sé dónde)
la vergüenza de soportar lo
insoportable es una de joven o esa muchacha que me responde
ese
presencia física, un cáncer que roe, que no per- cuando, por teléfono, expreso mi inquietud por los
mite que se lo olvide y hace de cada o por la cantidad
mañana, de aparentes fallos de mi Livebox
cada partida hacia el lugar de trabajo, la antecá- de puntos acumulados en mi tarjeta Flying Blue.
mara de la
pesadilla. Son pocos los que pueden Aunque las fórmulas utilizadas al comienzo son
"hacer de tripas corazón" y resistir; para muchos, convencionales y pertenecen a lo que desde hace

18 19
Mar Aug
un
tienmpo los asesores en
conunicon
ca llaman "elementos de politi- sa que debe suscitar. Pues esos
especialastas en el
enguajc,
siemprc con un tono quienes
dicen las recitan las el cliente
ta convicción. Al final de la
de atbsolu- contacto con
deben
superar una tensun
doble: tanto su propia fatiga como el nerviKsme
conversación, la
mc
agradece la llamada, me
pregunta si he
voz
de sus interlocutores cuando estos, exasperaden
do satisfecho con las queda- por la espera y el anonimato de los mensajes gTa
otra respucstas y alguna si tengo bados, tienen súbitamente la sensación de. por fin,
prcgunta quc hacer. No, no
Nos saludamos tengo ninguna. poder hacerse escuchar y se entregan a lox repro
y colgamos. Como
lenta, a veces, soy de reaccion ches y la cólera.
cuenta de
después de un momento
caigo en la
quc se me ha olvidado hacer la Luego, insensiblemente. me invade la somhra
ta más
importante. Vuclvo pregun- de una duda. Y n e pregunto si esa duda,su esa

las
a
telefoncar. Obedez-
co
instrucciones que me da una voz
pecha de duda, no constituye, paradoncamente.
gentil, pero esta vez igualmente el fondo de las inquietudes de todas las victimas
2, marque 3"). Estimagrabada ("Marque 1, marque deesta gestión a través del estrés
y, más amplia-
que el tiempo de espera
llegará a los tres minutos. Escucho sin
no
mente, del malestar de todos aquellos que se pre
impaciencia la retahíla difundida por el demasiada
disco guntan:";Haciadónde vamos?". Y si todos eson

bado
previamente, hasta que finalmente una gra- trastornos de la comunicación, esa brutalidad
voz ostentada de los modos de dirección, esos cam-
me
responde, otra voz, pero tan amable y solíci- bios incesantes de estrategia estuvieran retlejando
ta como la primera. A cuántos
clientes sucesivos sencillamente la incompetencia de los empleado-
atiende pacientemente cada una de
voces de esas
res? No solo en el nivel de tal o cual empresa par-
inflexiones estudiadas? Cuántas demandas
únicas ticular, sino en el nivel del sistema capitalista en
y a
impacientes angustiadas? Los clientes
veces o
general. Nos hemos acostumbrado de tal imanera a
constituyen los eslabones y el engranaje de ese las evidencias inducidas por el lenguaje de la eco-
nuevo
trabajo en cadena; de pronto, me pongo a nomia y a sus metaforas, a esta especie de nueva
imaginar el esfuerzo que demanda esta disponibili- naturaleza constituida por la ley de la oferta y la
dad indefinidamente renovada y la tensión nervio- demanda, el nerviosismo de los mercados y el des-

20
21
Marc Aug Los nuevos miedos

ánimo de la vida doméstica que, por depiorables clamor. Lo mismopuede decirse de


de su propio
que nos parezcan algunas de sus nanitestaciones,
las iniciativas reformistas inspiradas por la social-
las consideramos ineluctables. É.os eronotristas democracia o por la ecología política, afectadas
y los dirigentes "serios" eran los expertus de este también por la ineptitud de los responsables de
nuevo mundo, los especialistas en esta
segunda mantener el sistema en equilibrio. Los políticos,
naturaleza, y, al menos, los creiamos técnicanente
independientemente de la orientación que tengan,
capaces. La crisis ha derribado esta certeza implí- dan la impresión de estar jugando con fuego sin
cita y, de pronto, la visión idílica de
Fukuyama
acuerdo unánime sobre la fórmula política ideal:
(el saber muy bien qué lo enciende, qué lo alimen-
ta ni en qué dirección sopla el viento. Nadie se
economia de mercado + democracia
representativa, lo arriesgaría hoy a predecir qué pasaría si el sistema
que él llama "el fin de la historia") súbitamente -**

sedesplomara. Lo que expresa nuestro miedos es


se revela tan obsoleta el
como
viejo sueño de la ante todo horror vacui. Los proletarios ya no sue
sociedad sin clases. ñan con derribar el sistema, sino que temen que el
Dios ha muerto, Marx ha muerto y la Bolsa no sistema se derrumbe solo.
se siente muy bien.
Salvo que (y, en este punto, la duda se despla-
Uno empieza a dudar de las cualidades de ges- za y se hace más obsesiva y al mismo tiempo más
tión de los
dirigentes así como de la fiabilidad del inquietante), salvo que el cinismo del sistema y de
conjunto del sistema precisamente en el momento sus responsables sea tan evidente que nos encandi-
en que se dan a conocer las
diferencias gigantescas le o, peor aún, que su racionalidad fría escape a la
entre los ingresos de la gran masa de asalariados
buena o la mala fe de los mismos que se creen sus
y los de los directivos. Por otra parte, después de
amos y termine por imponérsenos a todos inexo-
que el siglo xx nos demostrara tan claramente la
rablemente. La distancia creciente que separa a los
ineficacia de la economía socialista y la perversi- más ricos entre los ricos de los más pobres entre
dad de sus consecuencias
políticas, la indignación los pobres en el conjunto del planeta, tanto en
de los que hoy
protestan, por legítima que sea, los países desarrollados como en los países emer-
corre el riesgo de no
despertar
más el eco
que gentes y los países subdesarrollados, solo podría

22 23
Mar iuge Los nuevos niiedos

comenzar a reducirse si el
mundial tuviera aparato productive acaudalados, los consunidores y los excluidos del
necesariamente qie ampliar Su Consumo.
mercado. Ahora bien, esa necesidad
no es de nin- La misma está compuesta de per-nrRiuA
gún modo evidente. No es oligarquía
económico tenga necesidadseguro que el sistema
de nucvos consumi-
sonalidades muy diversas (responsables de los u
dores. Sabemos, grandes grupos internacionales, presidentes deI'avwia
ciertamente, que ia idieología que
domina el mundo es una empresas, políticos, especuladores, deportistas
ideología consumista y
que, ya nos lo han repetido lo profesionales, artistas...) que, entre todas, aun-
mo suficiente, el consu-
es el motor del crecimiento; los
que en proporciones desiguales, tienen el mono0
sistema se inclinan sobre ese mecánicos del polio del conocimiento y del capital financicro.
motor, lo escrutan El desahogo material (que para algunos va hasta
atentamente, se inquietan ante sus menores
Pero el "empujón fallas. una insolente y ostentosa riqueza) es el único
inicial" que pone en marcha el rasgo que tienen en común. Los consumidores, e
mundo del consumo, actualmente es la
de la oferta, no
la de renovación por su parte, están en situaciones muy diversas; a
la demanda: la innovación menudo se los agrupa bajo la denominación "cla-
tecnológica nodeja de crear nuevos productos ni ses medias" (expresión que, significativamente,
de suscitar nuevos
deseos, pronto transformados en francés suele utilizarse en plural), conjunto en
en nuevas
necesidades. Teléfonos celulares y com- el cual se incluyen los más débiles de entre ellos
putadoras pasan de moda y se
velocidad. El surgimiento de losreemplazan toda para evitar caer en la categoría de los excluidos.
a

países Lo que los reúne es la atención que les presta el


en el mercado
mundial ha aumentado emergentes
el número aparato publicitario en el sentido amplio -es decir,
de consumidores cautivos de la
innovación, el aparato que engloba todos los medios en toda su
paralelamente, ha contribuido a ahondar la pero,bre- diversidad-, que los incita a consumir y, finalmen-
cha entre los más ricos entre los
ricos y los más te, a endeudarse. La crisis actual fue, al comienzo,
pobres entre los pobres. La sociedad planetaria de como sabemos, una crisis de
mañana estará dividida -todavía más sobreendeudamiento,
netamente pero su resultado último habrá sido perennizar
que la de hoy- en tres clases: la
-
oligarquía de los oficialmente la clase de los excluidos. Es como si,
E

24 25
Marc Aug
Los nuevos miedos .
nGosT

So t
para garantizar ei dinamisT!o del sector del ha dejado perplejo. Por supuesto, el pro
mo, fueranecesario exciuir de éi
consu- tal,me

humanidad y conharla, desde parte de la


a una
medio de vida ha aumentado: se vive más y, en
de los entonces, al cuidado general, en mejor condición. Pero la moneda tiene
servicios sociales -en las democracias más
evolucionadas- o de
instituciones caritativas en
su reverso:
la obsesión de la forma física y la apa-
riencia corporal, en algunos casos,
todo el de los países. Pero ia crisis las
resto tal que gene
es
ticas de rigor hacen cada día más
y polí- raangustia ante la aparición dela primera arruga
tenue ia frontera o la primera cana o ante la declinación eviden-
entre quienes todavía
pueden iiamarse "cor1sumi- te del rendimiento físico de cualquier índole. La
dores" y los excluidos del sistema. De ahí el
de todos aquellos pánico angustia del envejecimiento es precisamente con-
que la ven aparecer súbitamen- comitante con la vulnerabilidad de las posiciones
te en el horizonte de sus
derroteros declinantes.
Le Monde informa los resultados de adquiridas en la empresa por los cuadros medios o
una encuesta superiores y da una coloración particular al even
realizada por Ipsos en siete
países: 63% de los
el tual fracaso profesional. Este caso emblemático (el
europeos temen caer en la precariedad. Si expe descalabro fisico, social y profesional) es mayori-
rimentan ese terror pánico es
porque saben muy tariamente masculino, pero hay que decir que el
bien que la frontera de la exclusión solo se
atravie- número de mujeres que ocupan cargos impor-
sa en un único sentido.
tantes en las empresas es bastante restringido. El
De ahora en adelante, en la tierra
ya no hay licenciamiento, aunque esté acompañado de salu-
purgatorio. taciones y alabanzas, es el reconocimiento antici-
pado de una insuficiencia del cuerpo y de la per-
El otro día, leía yo en un diario británico
que, sona que cada uno procuraba prevenir o disimular,
para los ingleses, la mediana edad se considera es la revelación de la obra del tiempo que todas las
ahora los cincuenta y cinco años. La cuarentena
ha inclinado hacia el lado de la
se
publicidades se empeñaban en hacer ignorar. Lo
los británicos, uno no
juventud y, según que ocurre es que el tiempo social, más impiado-
llega viejo hasta los setenta
a
so que el biológico, hace caer las máscaras detrás
años. Esta información, si
podemos juzgarla
como de las que este se disimulaba intentando hacerse

26 27
Mare Aug Los nuevos miedos

olvidar. "El rey está


destacar que desntido", suele decirse para la gripe aviar, nos hacen cuestionar la seguridad
un
poderes0 de este mundo, despo- alimentación. La más reciente de estas
jado de los
oropeles de su función, se encuentra denuestra
reducido amenazas es la de los organismos genéticamente
miserabie condición
a su
ese
sentido, todos los hombres son humana.el sis-
En modificado5, cuyas últimas experiencias parecen
tema económico se las reyes y confirmar su carácter nocivo. Cada vez con mnayor
lo que en
ingenia
ellos
para quitarles todo frecuencia, oímos mensajes alarmantes relativos
de la emparentaba con las potencias
se
a tal o cual lote de
productos alimenticios retira-
imaginación, para utilizar el lenguaje de La dos del mercado
Rochefoucauld o de Pascal: así vemos en
prevención de una catástro-
hoy obre- fe. Los clientes de los supermercados vigilan las
ros
profesionales, ingenieros o comerciantes súbi- fechas límite de consumo inscritas en los envases:
tamente arrastrados a su verdad de seres humna- los productos que alcanzan la fecha de vencimien-
nos
envejecidos, inutilizados y muy pronto fuera to, pero considerados todavía consumibles duran-
de servicio. Todavía se sienten
****

el jóvenes: todo está te un breve período, con frecuencia se entregan a


en
"todavía", surgido de la noche a la mañana los comedores de caridad, cuyos comensales,
como una sentencia sin por
apelación. En plena forma lo tanto, se estiman menos frágiles que el mortal
y expulsados del mundo del
el tiempo libre
trabajo, tienen todo promedio. Las advertencias referentes a ciertos
para entregarse a una reflexión de medicamentos y las dudas sobre la fiabilidad de
orden metafísico sin estar
seguros de encontrar en ciertos laboratorios farmacéuticos completan el
ellaalgún consuelo a su brusco ocio obligado. cuatro de un mundo en el cual
En este contexto, la la esperanza de yida
"vigilia sanitaria" a la que
los medios de toda índole aumenta, pero en el que las desigualdades entre
dedicar una parecen las clases sociales entre los
parte importante de
y continentes pesan,
su
tiempo adquiere una sig- Sin embargo, de manera decisiva sobre el destino
nificaciónparticular. A intervalos regulares, hacen
su
aparición entermedades que uno creía erra- biológico.
dicadas definitivamente, como la
tuberculosis, o
epidemias originales que, como la "vaca loca"o

28
29
"Tengan miedo!", fue la advertencia lanzada y
reiterada por Bin Laden. Distamos mucho de olvi-
dar los atentados del 11 de septiembre de 2001, que
marcaron simbólicamente nuestra entrada en el
nuevo siglo. Ciertamente, no fueron los
primeros
de la larga lista de actos terroristas que, particular-
mente en Francia, habían creado, a lo largo de los
úlümos treinta años del siglo xx, un clima de inse-
guridad sumamente ansiógeno. Tampoco cerraron
los acontecimientos del 11S la larga lista de atenta-
dos suicidas que se perpetúan por todos los rinco-
nes del planeta. Pero, si hubo un antes y un después
del 11 de septiembre, como hubo un antes y un
después de Hiroshima, ello se debió no solamente
a que esos atentados representaron espectacular-
mente -por el número y el origen de las víctimas

31
Mar Aage Los nuev0s miedos

(2973, pertenecientes a 93 países


elección de los biancos (el diterentes), por la Así como la manía persecutoria afecta general-
Trade Center) y los mediosPentágono y Worid
el mente a individuos que tienen buenas razones para
19 pilotos
(4 aviones desviados, sentirse perseguidos, los miedos que nos acosan
sacrificados)- un condensado de
las locu- desde hace un tiempo tienen fundamentos objeti-
ras y de los furores
que amenazan al mundo, una vos y eso los vuelve aún más temibles: suelen ser
suerte de
a
globalización del terror; tambin debió se malos consejeros y podemos temer tanto sus con-
que esos eventos desencadenaron una forma de
secuencias como los hechos que los desencadena-
esquizofrenia colectiva de la que ya no nos libra-
mos. "Doble vínculo", sentimiento ambivalen-
ron.
Elengranaje de los miedos es el arma absolu-
t eo, si se
ta de todos los Terrores- GCA
quiere, doble temor. Por un lado, nadie El terrorismo de los kamikazes, de las bombas
soportaba la idea de volver a ver algún día imáge- humanas que explotan con sus víctimas es todavía
nes como las
que había difundido y redifundido la más aterrador porque un hombre que ha decidido
televisión del mundo entero. Por el
otro, era dificl morir es muy difícil de manejar. El "mártir" que se
adherir sin reservas a la
"guerra contra el terroris-
mo" decidida por George Bush contra
sacrifica para asesinar a otros representa la forma
además de
Irak, que, más perversa que pueda darse de lo que los etnó-
equivocarse aparentemente de blanco, logos llaman "posesión. La posesión, en las cultu-
oficializaba la existencia de una
especie de conflicto ras politeístas, no tiene nada
mundial larvado cuyas que ver con la pose-
razones -y lo que en verdad sión diabólica justiciable de los procedimientos de
estaba juego-
en no
quedaba muy claras. Todavía exorcismo de la tradición católica. Es, triplemente,
no hemos salido de tal conflicto continuamos un acto de vida:
y para aquel o aquella sobre quien
enfrentado cada día situaciones tanto más descon- cae el dios, porque este solo toma posesión de ese
certantes por cuanto sus
protagonistas cambian de cuerpo de manera provisoria y el poseído vive esta
rol y de rostro de un
episodio a otro: el aliado fiel prueba -que, por otra parte, debe olvidar de inme-
de la víspera se transforma en el
insoportable dic- diato- como un renacimiento; para el dios mismo,
tador del mañana, y los terroristas de
ayer, en los que por lo general se lo considera un antepasado y
aliados responsables de hoy. que continuará reencarnándose en el transcurso de

32 33
Ias nuevos miedos

las cerenonias como si el hierro de la razón hubiera sido apartado


organ:zAdas co1 CSe fin; y para la
comunidad asociacda ai culto, que cseucha los con- definitivamente de la llaga sin embargo purulenta
sejosque da el dios antepasadn por boca def posei- del oscurantismo. En el momento en que el actual
do durante su pasc entre ios homi1res. La
posesión presidente de la todavia primera potencia mundial
del kamikaze es triplemente un 2cio de mucrte: el puede declarar oficialmente a sus conciudadanos
hombre es portador de una bomiha que lo niatará; que él va a "rezar" por las víctimas de un atentado,.
hará morir a aquellos a quienes sin que nadie se asombre de
tenga cerca, y el semejante lenguaje.
uno puede preguntarse si los sobresaltos de la vida
mensaje destinado a los sobrevivientes será redac-
tado, leído o transmitido por ía organización que pública internacional no están gobernados todavía
lo ha elegido y contendrá otras amenazas de mucr- por los delirios de la ilusión que evocaba Freud.
te. El drama consiste en No faltará quien me diga que ese lenguaje religio-
que, lejos de exorcizar a
ese nuevo
poseído del diablo, hoy le promete
se so con frecuencia no es más que un ropaje, a veces
el paraíso. Los ejércitos más modernos, las fuerzas filosófico (en El porvenir de una ilusión, Freud evo-
policiales más organizadas no están a salvo de esos caba la cobardía de los seres humanos y las contor
hombres y esas mujeres que han aceptado trans- siones del lenguaje que utilizan cuando se trata de
formarse en bombas humanas. Dios) y, en general, cínico. En esta úlima hipó-
tesis, uno se pone a temblar ante la idea de que se
Marx ha muerto, sea, pero Dios., decidida- nos exija elegir entre la visión alucinada de unos y

mente, no estoy tan seguro. Continúa haciendo de la mentira de los otros. El drama que tenemos hoy
las suyas e interpretando los papeles principales en en Occidente es estar condenados a preterir los
el escenario del mundo. mentirosos a los locos, sin perder la íntima certeza
-
Lo que más aterra del espectáculo de las ten- de que ninguna de esas categorías es excluyente de
siones internacionales es el sentimiento de regre- la otra.
sión absoluta que puede inspirar. Unó tiene la sen- Las apreciaciones contradictorias de que pue-
sación de que los fanáticos de Dios más arcaicos den ser objeto las intervenciones occidenta-
han impuesto su lenguaje a la política mundial; es les desde el momento en que la sombra de una

34 35
Marc Augé Los nuevos miedos

duda (jtodavía la sombra de ana dudal) conflicto, el detonante de una explosión generali-
a extenderse sobre sus
empicza
pormenOres sun sente de zada del Medio Oriente cuyas esquirlas llegarian
una
angustia difusa. Qué va a psur? i i sil see a Europa? En Francia, indudablemente la mayo-
ción dedicada a Africa, un
periódica nabla cde las ría de los individuos estádemasiado preocupada
consecuencias de la caída de Kadhati gars la ran-
por sus problemas económicos inmediatos para
ja saheliana de los Estados del Africa
me
negia y yo prestar toda su atención a los hechos relaciona-
pregunto: "Sí o no? Había que apoyar a ios do[ con la "actualidad internacional". Esta cons-
iberales libios o no había que ceder a la tituye, antes bien, el fondo de la escena en la que
naturale-
za de los islámicos
radicales?". Ere ese sí ese y se mueven los personajes más visibles de nuestra
no, hay lugar para un etecto de consternación, vida cotidiana. Pero, como bien sabemos aunque
de incertidumbre
inquieta o angustiada de quie- lo disimulemos y prefiramos no pensar en eso,
nes saben que, de todas maneras, la historia está otros actores sueñan con desempeñar a su_vez
más allá de ellos, un sentimiento de no respon-
sabilidad que en
esos roles protagónicos y están esperando entre
sí mismo es también
ambiguo, bambalinas.
puesto que al alivio se suma la impotencia. Otro Si se piensa bien, la metáfora teatral es muy
diario,
de varios días atrás, ha
permanecido entre- pertinente. A pesar de todo lo que se nos repi-
mezclado en la pila que exploro esta mañana. El te sobre los efectos de uniformización propios
atentado cometido en Bulgaria por un kamikaze del mundo global, basta leer la prensa nacional o
contra turistas israelíes, que había costado la vida
de seis de ellos, ocupaba la
regional, en cualquier parte del mundo, para notar
primera plana. Se sos- diferencias evidentes en la jerarquización de las
pecha de Irán y todo recuerda los momentos más noticias. No hay dos lugares en el mundo donde
negros del terrorismo en las tres últimas décadas se aborde la actualidad desde el mismo punto de
del siglo xx. Doble miedo, una vez más: pavor vista. Por supuesto, no estoy hablando de las apre-
ante esta salvajada (donde, efecto, mezclan
en se ciaciones y las opiniones; estas pueden también
la locura y el cinismo), temor de sus consecuen- variar y oponerse en cada lugar; me refiero fun-
cias. Será este atentado el disparador de un vasto damentalmente a la disposición espacial y crono-

sT 1AS
36 37
SMAA NOTiCAA
P
CATT/ C

Marr Áug
Tosnuevos miedos

lógica de los actores: ei


prime: piano de la esce-
na de uno es el fondo de ia escena de
vocar un alza en la cotización del trigo que podría
los otros e beneficiar a los productores francese
inversamente. Lo cual no deja ie tener consecuen
cias en lo que
podriamos iamar *ei régiinen: de los Estamos más preocupados por los riesgos de
miedos": el terror o ei pánico de aio es ur Simpe accidentes que engendra el contacto entre la natu-
raleza y la tecnología. La existencia de un impor-
motivo de preocupación o de
inguCtud para ios tante parque nuclear, muy visible en muchos de
otros. Unicamente en un escCnario e
sis y de fin del mundo se apocaiip- nuestros sitios naturales, donde ocupa el primer
confundirían indiferen- de la escena, explica esta inquietud trans-
temente todas las formas del
miedo. La anenaza
plano
mitida por los movimientos ecologistas. También
que conllevaría tal confusión es
naturaleza: solo el sida y el peligroinquietante por
nuclear tuvie-
aqui, nos encontramos ante razonamientos contra-
rios, presentados en torma de una doble presión,
ron, hasta el momento, ese temible
cuando el terrorismo y el sistema privilegio, pero, en el balance, el miedo del desastre nuclear
aun
monetario no sigue siendo por ahora un temor militante; la
estén lejos de
pretenderlo
a su vez.
mayoría parece alentar la investigación de formas
En cuanto nuevas de energía sin ceder a la urgencia y menos
las violencias de la
a
están naturaleza, aún al enloquecimiento. Chernobyl y Fukushima.
repartidas de manera desigual y, en Francia, Por aterradores que sean estos episodios dramáti-
observamos a través de la televisi1ón, con conster-
cos de la historia de la energía nuclear, en el teatro
nación pero sin pánico, los
tsunamis y las inunda-
Ciones que arrasan con todo en
francés de la actualidad, no son más que tormas
Japón, los torna- lejanas, en un segundo plano de las preocupacio-
dos que devastan los Estados Unidos
o, más cerca nes de todos.
de nosotros, los sismos
que sacuden Italia. Los En cambio, el uso que puede hacerse de la
lamentamos sin enloquecernos y, a veces, hasta
electrónica inspira un malestar inmediato a todo
con una
sospecha de cálculo egoísta: un suelto de el mundo y el vocabulario rebosa de nuevas pala-
mi diario hace notar
que la sequía que asuela los bras, de extrañas consonancias. Me entero por uno
Estados Unidos y aniquila sus cosechas va a
pro- de los periódicos de esta mañana de que Europa

38 39
Marc Augé
Los nuevos miedos

está bajo la mirada de los


pirates chinos, los espías
cibernéticos. El ejércite
chino, ne dice el
diario,
para tener acceso a cualquier lugar oficial juzga-
recluta cibermilicianos de a miles do potencialmente "sensible" (La admninistración del
con el
sito de reforzar su
ciberdefensa. Sabemos propó- que los
miedo, Barataria, 2012). Ese pórtico es un recorda-
torio insistente de la necesidad de una política "de
ciberataques son una de las tormnas de la
guerra
moderna. seguridad" ante todos los riesgos de la "infiltra-
Pero los medios cibernéticos se ción"; su existencia subraya el carácter lábil e invi-
más en el plano interior. Si emplean ade- sible de los
peligros que nos amenazan. Los Jue-
debo creer lo que gos Olimpicos son el ejemplo extremo y absoluto
dicen las páginas nacionales del
mismo periódi- de la vigilancia electrónica que, combinada con el
co, los franceses se sienten
ras que han
"espiados". Las cáma- patrullaje policial, permite asegurar la difusión a
puesto a toda Inglaterra bajo vigi- todo el mundo de
lancia, en Francia reciben
una imagen gloriosa y apacible
una
acogida mitigada, de la globalización triunfante.
pues se sabe que deslizan su mirada hacia la vida
Hay que agregar que las quejas referentes a las
de las empresas y, más
allá, hacia la vida privada condiciones de vida en la empresa son el reverso
de los individuos. Las
quejas dirigidas a la Comi- de las visiones idílicas e ilusorias que algunos tie-
sión Nacional de la Informática las
y Libertades nen del universo de la comunicación. Ilusión de
(CNIL) ponen cada vez más en tela de juicio la relaciones fáciles entre "avatares" seguros de su
videovigilancia, pero también la localización de las anonimato, expresión libre e instantánea de los
personas mediante la señal de sus teléfonos móvi- movimientos del humor y de las opiniones en las
les y el espionaje del correo los
y mensajes electró- redes sociales, publicación de diarios íntimos, sen-
nicos. El Gran Hermano de Orwell se moderniza. timiento de existir en la pantalla como las estre
Paul. Virilio puede denunciar lo que ha llamado llas del mundo global: todas tentaciones en las
l a administración del miedo" como medio de que muchos deploran un poco tarde haber caído,
gobierno de las personas, cuyo emblema sería el más precisamente cuando al poner nuevamente los
arco bajo el que han que pasar, solo para tomar
no pies sobre la tierra descubren sus efectos perver-
un vuelo en cualquier aeropuerto, sino también sos. La circulación de textos, de fotos y de videos

40 41
Aiart Ang Los nuevos miedos

de contenido muy personai puede ranstorinarse migrantes saben ya adónde ya no hay nue-
van:

eso reciarmar a vos mundos por conquistar, pero


los campos de
para ellos en una pesaditi2 y por
la CNIL que haga respetar el "dercho aì olvido" refugiados se multiplican. Lo simbólico ha sido
en Internet. Independientemente de ias
infamias destruido y habría que reconstruirlo en lugar de
y las manipulaciones de ciertos internauras,
}a rel- ceder a las ilusiones vertiginosas y enloquecedo-
vindicación de un "derecho al olvid" hace pensar ras de una comunicación sin fin, sin
término y sin
anulación tradicionales tenían sentido
que ese derecho solo puede referirse a ia objeto. Los temores
de las huellas materiales. En el universo "a puertas en un mundo estrictamente localizado, estrecha
cerradas" de la Web, la memoria, como el infierno mente cuadriculado por una organización
simbó-
de Sartre, son los otros. lica arbitraria: hasta los "aparecidos" tenían allí su
En resumidas cuentas, el futuro ya no es para lugar. Adónde han ido a parar nuestros queridos
nadie una puerta a los sueños. Individualmente, fantasmas?
los jóvenes, en general, están preocupados por
su supervivencia cotidiana y los mayores se pre- ALore HA
guntan si les van a recortar o no.sus.jubilacio-
nes. Colectivamente, alertados día tras día por T o
los medios, todos ven el futuro con desconfianza, LA R C
cuando no se las ingenian para desviar la mira-
da. El individualism0, tan presente en nuestros Los
días, en muchos casos no es el fruto de un espí-
PoyecTOS
ritu de iniciativa, sino de la dificultad para crear
relaciones: el aislamiento o la multitud (pasiva o
fanatizada) son dos modalidades crecientes de la
no relación con los demás. La inmediatez triun-
fa: velocidad y contacto directo, sin mediaciones,
ni la del tiempo ni la del espacio. Ni siquiera los

42
A slAmeNTO. 43
Retorno a la metáfora teatral: como fondo de
decorado, en el último panel que descubre fugiti-
vamente el ir y venir de los cortinados del escena
rio, se perfila por instantes la imagen de un pla-
neta maltratado que los seres humanos casi han
terminado de explorar (todavía quedan los gran
des fondos de algunas fosas marinas), pero no de
explotar. Han agotado numerosos yacinmientos,
secado algunos mares interiores, enterrado dese-
chos radioactivos, arrasado bosques, agujereado la
capa de ozono, contaminado el cielo, los mares y
la atmósfera. Se nos habla de calentamiento global
tener próxima-
y de las consecuencias que podría
mente en nuestro medio: desertificación, derre-

timiento de los hielos, ascenso del nivel del mar.


Observamos las variaciones del termómetro con

45
Marc Augé Los nuevos miedos

SOspecha y truncinos ei ceño ante cada bolctín corriente de estos datos sumarios, datos que, por
meteorologico. lo demás, son con todo rigor
inimaginables, pero,
Sabemos, además, que hasta el fin de este siglo por impregnación, por capilaridad, de alguna
la población mundial será de aproximadainen- manera, se dan a conocer, más o menos progre-
te diez mil millones de individuos. En Francia, sivamente, a las conciencias humanas. Podremos
los más aprensivos se aterran de ver el exceso de dentro de poco hablar de una democratización
población mundial verterse en París, en el subie de la angustia pascaliana ("El silencio eterno de
Iráneo, en los trenes suburbanos y en la periferia. esos espacios intinitos me aterra")? Ia
Los alcanzará el síndrome de la India sin que
sobrecarga
demográfica y el infinito del cosmos someten a la
hayan siquiera corrido el riesgo de viajar? iDesde imaginación a una dura prueba y algunos, como
ya se sienten apretados, les cuesta respirar, sín el filósofo que imaginaba Pascal ante el desafío
tomas físicos de la angustia. Hay que decir que, de andar sobre una plancha entre las dos torres de
desde hace algún tiempo, las fotografías toma- Notre-Dame, "No podrían mantener ese pensa-
das por los satélites nos han habituado a los seres
humanos a cobrar conciencia de la pequeñez del
miento sin palidecer ni sudar". Estamos condena-
dos alternativamente o simultáneamente a la asfi-
planeta en que vivimos; algunos turistas afortuna- xia y al vértigo?
dos pueden evadirse de él por un momento y rega- No lo creo.
larse estadía en una estación espacial; el pri-
una Hay, en efecto, dos tipos de miedos: los induci-
mer vuelo turístico suborbital estaba dos por la ignorancia y los deducidos del conoci-
previsto para
2013. Pero no hay necesidad de embarcarse en un miento, o, más exactamente, los inducidos por el
cohete para tratar de hacerse una idea de cuál es hecho de creer que uno cree, es decir, por la fe,
la del
situación dentro del Univer-
planeta Tierra
so. Centenares de miles de millones de estrellas
y los deducidos del hecho de saber que uno no
sabe, vale decir, deducidos del espíritu crítico y
en nuestra
galaxia (un disco de ochenta mil años cientúfico.
luz de diámetro), cientos de miles de millones de
galaxias en el Universo: no todo el mundo está al

46 47
Marc Augé
Los nuevos miedos

La ignorancia es
compieja y ei micdo
frecuencia de un exceso de racionalidad nace con se juega en todo el planeta, y hacemos bien en
de establecer relaciones aparente y temer sus efectos.
abusivamente: en ia bús- Sin embargo, temer los efectos no es necesa-
queda de las causas, la razón y la sinrazón se con-
jugan y se confunden. Este es el fenómeno riamente lo mis1mno que tener miedo. Las amena-
conocido de la caza de brujas muy zas hoy sobre la libertad de
que parte de cons-
que pesan expresión,
tataciones la instrumentalización de los jóvenes sin empleo
objetivas (una muerte, una enfermedad, y sin educación librados ciegamente en las calles
un desorden
climático) y de observaciones preci- para masacrar a los impíos, los llamamientos a
sas (la buena salud de
otro, su mala relación con la
persona entermao que ha muerto, resucitar los procedimientos jurídicos más anti-
su humor extraño y sus eventualmente guos y más reacCionarios, a volver a poner a las
palabras immprudentemente mujeres en el lugar de donde nunca debieron ale-
sibilinas) para llegar a la conclusión de que hay allí
una relación de causa y efecto: cortocircuito jarse, deberían suscitar indignación y no miedo.
del Para los
- -

pensamiento del que proceden todos los oscuran- espíritus verdaderamente libres, no es
tolerable que la idea arcaica del Dios único de
tismosy todos los movimientos de pánico. Hoy, y
muchos de los fenómenos de la sociedad se su
hijo o sus profetas pueda pretender tener fuer-
a la
deben za de
ley. No me interesa el "blasfemo" porque se
ignorancia y a sus temores, y por eso mismo
dan miedo. Nada hay más temible sitúa en el terreno de los
el que creen saber en qué
nacido de la ignorancia. Es razonableque miedo "creen", pero ciertos combates deben librarse y,
tratar de inquietarse y antes que temblar ante la cólera eventual de aque-
prevenirlo. Pero es igualmente temible el llos que se sentirán ofendidos
hecho de que a su vez por tal o cual insul
del mismo tipo, por
puede desencadenar miedos to a la
religión o a Dios, sería mejor apoyar sin
ejemplo, cuando una acción sambages la lucha de las mujeres tunecinas que, con
terrorista despierta reacciones
ciegamente racistas. la cabeza descubierta, desfilan
por la calle como
Además, hay quienes saben jugar con el miedo y una manera de
graduar sus provocaciones para inducir a error al negarse que
a unos machos barbu-
enemigo. Tenemos conciencia de ese juego, que dos, de armas tomar, las arrastren cien años atrás.

GAe o

) . 48
49
Marr ArgE Los nuevos miedos

El conocimiento tainbién futuro, experimental y dogmática. Ciertamen-


es coiplezo porque no

está constantemente difícil de concebir mundo en el


en contactG con ie quc se le te, es
algo en un

escapa y lo provoca. En ci dominic: de ias cien- que nunca se parte de cero y donde la voluntad de
cias de la naturaleza, las hipótesis y su veriicac:ón ensayar, de reformar y de refundar corre el riesgo
permiten progresar desplazando las fronteras de de debilitarse en contacto con la realidad existen-
lo desconocido. En ei terreno de ia cconor7ia en te. Y, sin embargo, sería la única política capaz de
general y de la gestión de los hombres en part:cu- ayudarnos a disipar nuestros miedos y a afrontar
lar, la ignorancia y sus certezas sor, tentadcras y los males que los inspiran: las locuras de la igno-
fáciles; el conocimiento y sus duas lo son muciho rancia y del fanatismo, pero también las de la codi-
menos. Cuando se habla de una poiítica pasada cia y de la arrogancia.
como de una "experiencia", la experiencia comu- Contra los temores nacidos de la ignorancia, no
nista, por ejemplo, se está empleando un lenguaje hay otros remedios diferentes del ideal de la Ilus-
tración: el conocimiento. El jardín que Voltaire «
engañosamente metatórico; el comunismo nunca nos invitaba a cultivar es hoy coextensivo con el
fue vivido ni concebido por sus responsables como
una experiencia en el sentido cientifico del térmi- planeta, que no es nada, pero que lo es todo. Loir
no, es decir, como el proceso de poner a prueba hemos recorrido, pero no estamos definitivamen-
una hipótesis provisoria y revisable (la acusación te encerrados en él. Voltaire es el correctivo que
de revisionismo"', por el contrario, era inape- siempre debe acompañar la lectura de Pascal. El
lable). El término "experiencia" tampoco puede silencio y el infinito también pueden despertar el
aplicarse a las "lecciones de la historia" que per- deseo y la curiosidad. Siempre estamos al borde
mitirían hacer un balance y establecer un orden de la aventura. Nuestro jardín se ha agrandado.
entre lo positivo y lo negativo. La historia pasa No renunciemos a cultivarlo. El "nosotros" que
y derriba todo a su paso. Los historiadores estu- empleo aquí hace.referencia a la especie humana
dian la historia, pero no la hacen. A veces uno se genérica de la que todo individuo humano partici-
pone a soñar con una política verdaderamente, es pa y sin cuya conciencia no sería nada.
decir, modestamente, científica: orientada hacia el
UMNTAR EL

50 51 NO
GNORANC

También podría gustarte