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AHURA MAZDA

Para el Zoroastrismo, Ahura Mazda es la divinidad suprema. Es el creador, juez,


benefactor, protector y defensor de la verdad, de la justicia y Asha, la orden
cósmica. Es la personificación de la perfección y la fuente de todo lo bueno que
hay en el universo, mismo que resguarda con su basto ejercito de ahuras,
espíritus, ángeles y seres universales. Responde a las solicitudes de sus
seguidores y puede ser contactado en persona mediante la justicia, el sacrificio,
las oraciones, los rituales y las invocaciones.
Pero, de ninguna forma debe adorársele en forma de imagen. La simple expresión
de su nombre ya resulta suficiente como para destruir la maldad de los daevas y
los druj, los espíritus malignos. En la Jorda Avesta proclama al Zoroastro
incontables nombres como “Dador de multitudes”, “El mejor curador”, “Golpeador
de demonios”, “Perfecta santidad”, “El conocimiento”, “Señor”, “Benefactor”,
“Inocuo”, “Invencible”, “El que todo lo ve”, “Creador y Omnisciente (Mazda)” y
“Dador de la prosperidad”. A continuación te presentamos algunos de los atributos
más importantes de Ahura Mazda.
El dios creador.
Ahura Mazda es el creador tanto del mundo espiritual como del material. Creó un
tiempo finito a partir de un tiempo infinito. Creó los Amesha Spentas, a los
arcángeles, espíritus guardianes y ahuras o señores divinos en el mundo
espiritual. También creó el agua, el aire y el fuego de la tierra, al hombre primitivo,
al buey primitivo, a las plantas, animales y a los metales del mundo material.
Estableció el orden (asha) en el mundo que creó. Es responsable por la creación
de todas las cosas buenas, de todas las cosas brillantes y de las cualidades
divinas. Sin embargo, según se menciona en los antiguos textos zoroastristas, no
tuvo que ver con la creación del Angra Mainyu (Ahirman) o las tinieblas y las
cosas malas que forman parte del dominio de Ahirman. Toda vez que el dios es
justo, nada malo puede provenir de él.
El dios justiciero
Ahura Mazda se considera una deidad pura y justa, que mantiene una vigilancia
constante sobre los mundos que creó para certificarse de que no sean dominados
por las fuerzas del mal. Castiga a aquellos que andan por el camino del mal y del
pecado y recompensa a quienes se conducen por el camino del bien. A los seres
humanos les otorga la oportunidad de expiar sus pecados a través del
arrepentimiento y de las oraciones honestas. En el día del Juicio Final, juzgará
a las personas y les atribuirá un cielo o un infierno, según sus acciones.
 
El dios protector
Ahura Mazda promete firmemente proteger del mal a todos aquellos que profesen
ser sus seguidores, que se comprometan con la religión mazdayasna y que sigan
sus enseñanzas tanto en acción como en espíritu. Garantiza protegerlos de
Ahirman, de los daevas, drujs, hechiceros, brujas, kayags, karbs, tiranos,
malhechores, herejes y pecadores. Promete proteger a aquellos que se mantienen
puros siguiendo tres reglas fundamentales: buenos pensamientos, buenas
palabras y buenas acciones, que sigan sus enseñanzas, respeten al fuego
sagrado, lleven una vida justa y eviten el pecado, entierren a los muertos según el
método descrito por él, ejecuten los rituales de sacrificio según las
especificaciones realizadas en las escrituras y busquen su protección y bendición
a través de las oraciones y las invocaciones.

El dios defensor de la verdad, de la justicia y del orden

Ahura Mazda mantiene el orden (asha) a través de la verdad. Y es a través de su


poder de la verdad que emerge el flujo de orden y justicia. Es el Señor Justo, el
que va a juzgar en el Día del Juicio y a librar al mundo completamente del
mal, concediendo la eternidad a todos aquellos que permanezcan con él y
sus enseñanzas.
El dios sabio
Ahura Mazda es la fuente de todo el conocimiento existente. Es el autor real de
todas las enseñanzas sagradas, y su conocimiento tiene el poder de proteger a las
personas del mundo del mal. Reveló su sabiduría al Zoroastro con el fin de ayudar
a la humanidad a protegerse de las acciones del mal. Se comunica con aquellos a
quienes cree dignos de recibir sus sagradas enseñanzas. También muestra al
pueblo el camino a seguir para mantenerse libre mientras viven en el mundo
material. Solamente él sabe cómo atrapar a Ahirman en el mundo material y,
finalmente, llevarlo a la justicia.
El dios benefactor
Ahura Mazda es benévolo y generoso. Concede las peticiones a las personas que
se acercan con devoción y presentan sus oraciones con sinceridad. Siempre está
con aquellos que siguen sus enseñanzas de forma obediente, rechazan el mal y
ayudan a los demás a conducirse por el camino de la justicia. A estos individuos
es a quienes confiere sus abundantes regalos: la victoria contra los enemigos,
vigor, salud, conocimiento, abundancia, felicidad, descendencia noble, longevidad
y vida celestial. También es curandero y sana a través del conocimiento, de la
medicina, bendiciones y por la destrucción del mal.
 
Etéreo e infinito
Ahura Mazda no tiene forma y es infinito. No es posible atribuirle una forma o
cuerpo y tampoco puede ser representado como un ídolo. No debe adorársele en
forma de imagen. Sin embargo, puede adorarse a través de rituales de sacrificio o
Yasnas, oraciones, canticos e invocaciones. Puede ser llamado mediante el
silencio y la reverencia de sus devotos seguidores en sus propios corazones. En
muchos aspectos fundamentales, Ahura Mazda es semejante al Dios de los
judíos y de los musulmanes.
El dios destructor del mal
Las escrituras zoroastristas no dejan lugar a dudas sobre la supremacía de Ahura
Mazda. Pero que sea omnipotente en el sentido estricto de la palabra es algo
discutible. Aunque sea el señor del universo, constantemente es desafiado y
socavado por el espíritu del mal, Ahirman, que parece tener un plan y estar libre
del control de Ahura Mazda, al menos en la parte visible y material de la creación.
Mientras Ahura Mazda es el creador de todo, no se tiene la certeza de que él creó
al espíritu de la maldad. Algunos textos posteriores describen al mal como un
gemelo creado por Ahura Mazda a partir de su imagen. Pero la cosmología del
Zoroastro hace alusión a la existencia del mal durante el tiempo infinito antes de
que Ahura Mazda iniciara su creación. Además, cuando Ahura Mazda se
encontraba ocupado creando a los seres y las cosas, Ahirman se ocupaba
también creando otras cosas y espíritus malignos. Pero lo que sí es cierto es que
Ahura Mazda es más poderoso que su adversario, y eventualmente destruirá a
Ahirman liberando al mundo del mal.
 
Ahura Mazda y sus manifestaciones
El zoroastrismo incluye elementos monoteístas, politeístas y también dualistas.
Es monoteísta por qué reconoce a Ahura Mazda como el dios supremo. Es
politeísta en el sentido de que sus seguidores reverencian a los seres universales
o Amesha Spentas y a una serie de otros espíritus. Y dualista en el sentido de que
reconoce los principios de un dios y un anti-dios, presente en muchos aspectos del
mundo material.
Amesha Spentas
Finalmente, la tradición que reverencia a Ahura Mazda es mucho más antigua que
la tradición judía de reverencia a Jehová, algunos historiadores concluyen que el
mazdeísmo originó la monolatría hebrea, que más tarde dio origen al
monoteísmo en una época en que el Zoroastro ya había reformado al mazdeísmo
con la introducción de conceptos mesiánicos y milenaristas allá por el siglo 6 a.C.

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