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El
Salvador
A continuación se expone un breve comentario sobre la sentencia en el Caso Colindres
Schonenberg Vs. El Salvador de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en
adelante, la Corte). El fallo es uno de los pocos dictados a favor de funcionarios judiciales,
en particular, jueces que han sido destituidos en contravención al Pacto de San José.
El comentario se divide en tres apartados. El primero atinente a la necesidad de crear o
modificar la normativa interna, conforme al artículo 2 de la Convención, aspecto que fue
solicitado por los representantes de la víctima y por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (en adelante, la Comisión), pero desestimado por la Corte. El segundo,
sobre la aplicación del control de convencionalidad como mecanismo para evitar
violaciones a los derechos contenidos en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (en adelante, la Convención); en el que también se analiza, a la luz de algunos
criterios doctrinales y académicos, la verdadera efectividad de esta. El tercero, en relación
con las puntuales consideraciones que hace la Corte acerca del principio de legalidad y su
relación con la aplicación de la interpretación analógica de la ley. Finalmente, el cuarto
apartado versa sobre la integralidad de las medidas de reparación otorgadas y de la
importancia de las no otorgadas, atendiendo al contexto político, jurídico e institucional
de El Salvador.
En la sentencia notificada el día de hoy en el Caso Colindres Schonenberg Vs. El Salvador,
la Corte Interamericana de Derechos Humanos (“Corte” o “Tribunal”) encontró al Estado
de El Salvador responsable por la destitución arbitraria del señor Eduardo Colindres
Schonenberg de su cargo de magistrado del Tribunal Supremo Electoral.
Caso Colindres Schonenberg Vs. El Salvador (27 de septiembre de 15:00 a 18:00 horas). El
caso se relaciona con el cese del señor Eduardo Benjamín Colindres Schonenberg de su
cargo de magistrado del Tribunal Supremo Electoral por parte de la Asamblea Legislativa
el 17 de marzo de 1998, en presunta violación a múltiples garantías del debido proceso,
entre ellas el derecho a contar con un juez competente y la garantía de imparcialidad, así
como el principio de legalidad. Puede ver la resolución mediante la cual se convoca a
audiencia
Lo anterior también constituyó una violación del derecho del señor Colindres Schonenberg
de permanecer en un cargo público en igualdad de condiciones. Por consiguiente, el
Estado violó el derecho a las garantías judiciales, contenido en el artículo 8.1 de la
Convención, en relación con la obligación de respetar derechos, el deber de adoptar
disposiciones de derecho interno y el derecho a permanecer en un cargo público en
condiciones de igualdad, establecidos en los artículos 1.1, 2 y 23.1.c. Asimismo, la Corte
declaró la responsabilidad de El Salvador por la inefectividad de las acciones de amparo
presentadas por el señor Colindres Schonenberg a partir de la segunda destitución, lo cual
constituyó una violación el derecho a las garantías judiciales y la protección judicial,
contenidos en los artículos 8.1 y 25 de la Convención, en relación con la obligación de
respetar derechos, establecida en el artículo 1.1. Comunicado Corte Interamericana de
Derechos Humanos CorteIDH_CP-05/19 Español Si tiene problemas para visualizar este
mensaje haga clic aquí Finalmente, la Corte concluyó que El Salvador violó el plazo
razonable por haber tardado quince años en la tramitación y ejecución de la demanda de
daños y perjuicios interpuesta por el señor Colindres Schonenberg, todo ello en violación
de las garantías judiciales establecidas en el artículo 8.1, en relación con la obligación de
respetar derechos, establecida en el artículo 1.1.
Cabe recordar que el caso se relaciona con el cese del señor Eduardo Benjamín Colindres
de su cargo de magistrado del Tribunal Supremo Electoral por parte de la Asamblea
Legislativa el 17 de marzo de 1998, en presunta violación a múltiples garantías del debido
proceso, entre ellas el derecho a contar con un juez competente y la garantía de
imparcialidad, así como el principio de legalidad.
Caso Colindres Schonenberg vs. El Salvador (2019) Por su parte, en el caso Colindres
Schonenberg vs. El Salvador, sentencia de 4 de febrero de 2019 se declaró la
responsabilidad internacional del Estado por la destitución arbitraria del señor Colindres
de su cargo de magistrado del Tribunal Supremo Electoral, al haber sido removido por un
órgano incompetente, y sin que existiera un procedimiento previamente establecido.
Además, tampoco tuvo acceso a un recurso efectivo para garantizar su protección judicial
y existió una demora excesiva del proceso civil de daños y perjuicios. Es evidente, que en
este caso se actuó, prácticamente, por las vías de hecho. Lo anterior vulneró los derechos
a las garantías judiciales, protección judicial, el derecho a permanecer en el cargo en
condiciones de igualdad, las obligaciones de respetar y garantizar derechos y la obligación
de adoptar disposiciones de derecho interno.
Colindres Schonenberg fue nombrado como magistrado del TSE el 11 de agosto de 1994
propuesto por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y a raíz de un conflicto dentro del
partido fue destituido el 4 de noviembre de 1997, pero fue restituido por la Sala de lo
Constitucional al considerar que no se le habían garantizado el derecho de audiencia.
Colindres explicó que luego de ser restituido los diputados del PDC presentaron un nuevo
pedido de destitución, a lo cual la Asamblea Legislativa conformó una Comisión
Especial resultando en su destitución el 2 de julio de 1998.
Ante esto Colindres presentó dos procesos de amparo, las cuales fueron declaradas sin
lugar e improcedentes. Asimismo, la víctima presentó una demanda por los daños y
perjuicios generados por la primera destitución. El 22 de diciembre de 2009 la Corte
Suprema de Justicia dictó sentencia definitiva a favor del señor Colindres Schonenberg. El
Estado realizó el pago correspondiente el 7 de febrero de 2014.
Finalmente, la Corte concluyó que El Salvador violó el plazo razonable por haber tardado
quince años en la tramitación y ejecución de la demanda de daños y perjuicios interpuesta
por el señor Colindres Schonenberg, todo ello en violación de las garantías judiciales
establecidas en el artículo 8.1, en relación con la obligación de respetar derechos,
establecida en el artículo 1.1. En virtud de estas violaciones, la Corte ordena a El Salvador
pagar la cantidad de US$ 32.000,00 (treinta y dos mil dólares de los Estados Unidos de
América) por concepto de ingresos dejados de percibir, a favor del señor Eduardo
Benjamín Colindres Schonenberg. Y en concepto de daño moral la cantidad de US$
10.000,00 (diez mil dólares de los Estados Unidos de América)