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Las

Suplemento N º 26 de la Revista AJEDREZ

Petrosian v. Spassky
Sus dos matches por

Campeonato mundial

de ajedrez

1966 y 1969

Las 43 partidas jugadas


se publican extensamente
comentadas por maestros.

Editorial Sopena Argentina S. A.


Es propiedad
Derechos reservados
Copyright 1969 by Editorial Sopena Argentina S.A.C.f. e l.
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
Prohibida la reproducción total o parcial

Agosto de 1969

IMPRESO Y EDITADO EN LA ARGENTINA


Cronología de los Campeones del Mundo
Año Año en Año en Detalle de
del Jugadores que adqui- que la los matches
match rió la su- perdió
premacía

Ruy López de Segura 1572 1575

Giovanni Leonardo da Curti (il Puttino) 1575 1580

Pablo Boi Da Notro (italiano) llamado el Siracusano 1580 1598

Al morir Boi se abre un paréntesis, apareciendo varios aje-


drecistas de calidad, como Polerio, Salvio y Cabrera, y aproxi-
madamente en 1610 ya se consideró como el mejor del mundo
al italiano Greco, llamado el Calabrés, quien falleció en 1634.

Gioachino Greco 1610 1634

Nuevamente se produjo algo así como la vacante del título al


morir este gran jugador Greco. Puede citarse, entre los que se
destacaron en esa época, a Scipiani del Groto, a Janssen y a
Stamma, quienes dominaron durante un largo período hasta
que pasado el primer cuarto del siglo XVIII surgió a la consi-
deración el extraordinario ajedrecista francés Francisco Andrés
Danicán Filidor. Fue imbatible en su época y aún cuando su
verdadera pasión fue la música, al ser uno de los «emigrés» de
Francia, en una época de terror, radicado en Londres tuvo que
jugar al ajedrez, espemente partidas simultáneas a ciegas, para
ganarse el sustento. Y fue en Londres donde publicó su excep-
cional libro «Análisis del juego de ajedrez», que todavía en
nuestros tiempos tiene gran valor.

1746 Francisco Andrés Danicán Filidor (francés) 1746 1795

Filidor venció en 1746 a Janssen y al año siguiente a Stam-


ma, considerados los dos mejores de la época.

Murió Filodor en 1795 y entonces aparecieron Bernard, Car-


lier, Verdoni y Leger, todos superados en el concepto general al
surgir el francés A. L. H. Lebreton Deschapelles, quien mantu-
vo el cetro hasta 1821, cuando fue derrotado por el famoso La-
bourdonnais.

1815 A. L. Lebreton Deschapelles (francés) 1815 1821

Louis Charles Mahé de Labourdonnais (francés) 1821 1840

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Fue un gran maestro. Sus interminables matches con el in-
glés MacDonnell son famosos. Cuando falleció en 1840 se esti-
mó que su sucesor era el francés Saint-Amant y entonces se or-
ganizó un match con el inglés Staunton, considerado también
muy fuerte, y ganó éste.

1851 Howard Staunton (inglés) 1843 1851 +11 -6 = 4

Ya para esa época causaba admiració¡ un jugador prusiano


por sus espectaculares combinaciones. Era Adolfo Anderssen,
al que hoy en día todavía se le considera como uno de los más
grandes combinadores de todo tiempo. Y en 1851 se organizó
el primer torneo internacional, en Londres, donde también jugó
Staunton, ganando Anderssen brillantemente. Desde entonces
se le consideró el mejor del mundo, hasta que en el firmamento
del ajedrez apareció como una estrella fugaz Pablo Morphy,
norteamericano. De este genial ajedrecista, considerado aún
por muchos maestros actuales, como el más grande que ha teni-
do el ajedrez de todos los tiempos, opinaba Reti: «Morphy fue
no sólo ampliamente el jugador más fuerte de su época, sino,
además, un creador en ajedrez y el prototipo de lo que podría
llamarse el estilo perfecto». Y Capablanca, por su parte, dijo:
«Empezando por Labourdonnais e incluyendo a Lasker, encon-
tramos que el estilista más grande ha sido evidentemente
Morphy. La fuerza principal de Morphy no estriba en su poder
de combinación, sino en su juego de posición y su estilo gene-
ral, pues las partidas de sus grandes matches las ganó de mane-
ra directa y sencilla, y es en ese poder sencillo y lógico donde
radica la verdadera belleza de su juego».

Y fue así que el 20 de diciembre de 1858 comenzó un match


entre Adolfo Anderssen y Pablo Morphy en la ciudad de París.
Y su resultado final, con una brillante y espectacular victoria
de Morphy, causó asombro en todo el mundo del ajedrez.

1858 Morphy v. Anderssen 1858 +7 -2 =2

Morphy comenzó a jugar muy espaciadamente y puede de-


cirse que en 1863 ya estaba totalmente alejado. En 1875 enlo-
queció y fue internado. Murió en 1884. Y entonces volvió a
considerarse como campeón del mundo a Anderssen, organi-
zándose en 1866 el match contra Wilhelm Steinitz (bohemio)
que se elevaba rápidamente. Stcinitz venció en ese match y lue-
go mantuvo 28 años consecutivos el cetro del ajedrez mundial..

1866 Steinitz v. Anderssen 1866 1894 +8 - 6 =0

Durante su reinado Steinitz defendió el titulo en cinco opor-


tunidades, según se verá.

1886 Steinitz v. Zukertor +10 -5 =5

1889 Steinitz v. Chigorin +10 -6 =1


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1891 Steinitz v. Gunsberg +6 -4 =9

1892 Steinitz v. Chigorin +10 -8 =5

1894 Lasker v. Steinitz +10 -5 =4

Después de perder su titulo frente a Lasker, pudo Steinitz ju-


gar la revancha en el año 1896, pero nuevamente fue vencido
por el extraordinario maestro prusiano.

1896 Lasker v. Steinitz +10 -2 =5

Y Lasker, que alcanzó a tener el título durante 27 años, lo


defendió en otras cinco oportunidades.

1907 Lasker v. Marshall +8 -0 =8

1908 Lasker v. Tarrasch +8 -3 =5

1910 Lasker v. Janovski +7 -1 =2

1910 Lasker v. Schlechter +1 -1 =8

Este último match resultó emocionante, pues recién pudo


Lasker conserval su título al ganar la última partida.

En esta época el match por el campeonato era organizado


por entidades que formaban una bolsa y los candidatos a desa-
fiantes eran elegidos por el mismo campeón. Lasker nunca se
midió con el extraordinario Akiba Rubinstein y después dilató
todo lo que pudo un cotejo con el genial Capablanca. Fue un
error, pues de haber jugado algunos años antes de 1921, el re-
sultado pudo muy bien ser otro.

1921 Capablanca v. Lasker 1921 1927 +4 -0 =10

1927 Alekhine v. Capablanca 1927 1935 +6 -3 =65

Fue un match sensacional en el que Alekhine demostró sus


grandes condiciones de luchador y estudioso. Después de con-
quistar eI campeonato, Alekhine tuvo ctuaciones sobresalien-
tes, especialmente en San Remo, en 1930. Defendió el título en
dos oportunidades frente a Bogoljubow, lo perdió después an-
tes Euwe y lo recuperó a los dos años. Esto fue en 1937 v
Alekhine falleció en 1943.

Desde ese año quedó vacante el titulo y la Federación Inter-


nacional tomó a su cargo la organización de los campeonatos
mundiales. Hizo disputar en 1948 un torneo por el titulo y salió
victorioso Botvinnik.

1929 Alekhine v. Bogoljubow +11 -5 =9

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1934 Alekhine v. Rogoljuborv +8 -3 =15

1935 Euwe v. Alekhine 1935 1937 +9 -8 =13

1937 Alekhine v. Eurve 1937 1943 +11 -6 =13

1948 Torneo por el título vacante, por fallecimiento de Alekhine. 1948 1957
Ganador Miguel Botvinnik (soviético).

1951 Botvinnik v. Bronstein +5 -5 =14

1954 Botvinnik v. Smyslov +7 - 7 =10

1957 Smyslov v. Botvinnik 1957 1958 +6 -3 =13

1958 Botvinnik v. Smyslov 1958 1960 +7 -5 =11

1960 Tal v. Botvinnik 1960 1961 +6 -2 =13

1961 Botvinnik v. Tal 1961 1963 +10 -5 =6

1963 Petrosian v. Botvinnik 1963 1969 +5 -2 =15

1966 Petrosian v. Spassky +4 -3 =17

1969 Spassky v. Petrosia 1969 +6 -4 =13

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Tigran Petrosian, campeón mundial desde 1963 hasta 1969

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Tigran Petrosian
Nació en A¡menia el l? de junio dc 1929 y juega aI ajedrez desde que tenía 12
años. Su campaña, en un período que abarca veinticuatro años, se detalla a con-
tinuación.

Año Competencia Colocación

1945 Campeonato de Georgia 1º


1945 Torneo juvenil soviético 1º/3º
1946 Campeonato de Georgia 5º
1946 Campeonato de Armenia 1º
1946 Torneo juvenil soviético 1º
1947 Campeonato de Armenia 1º/2º
1947 Torneo de candidatos a maestro 1º
1947 Semifinal campeonato soviétieo 5º
1948 Campeonato de Armenia 1º/2º
1949 Campeonato de Armenia 2º
1949 Torneo de Usbekian 1º/2º
1949 Semifinal campeonato soviético 2º
1949 XVII campeonato soviético 16º
1950 Torneo de Moscú 3º
1950 Semifinal campeonato soviético 2º/3º
1950 XVIII campeonato soviético 12º/13º
195l Semifinal campeonato soviético 1º
1951 Torneo de Tiflis 2º/3º
1951 Torneo de Moscú 1º
195l Campeonato de Letonia 2º/4º
195l XIX campeonato soviético 2º/3º
1952 Interzonal, Estocolmo-Saltsjobaden 2º/3º
1952 Torneo de Budapest 7º
1953 Torneo de Bucarest 2º
1953 Torneo de Zurich - Candidatos 5º
1954 Torneo soviético (Equipos - 1er. tablero) 1º
1954 Torneo de Belgrado 4º/5º
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1954 XXI campeonato soviético 4º/5º
1955 Interzonal - Gotemburgo 4º
1945 XXll campeonato soviético 3º/6º
1956 Torneo de Amsterdam - Candidatos 3º/7º
1956 Semifinal campeonato soviético 1º
1956 Campeonato de Moscú 1º/2º
1956 Match con Simagin (ganó por 3 puntos a 1) 1º
1957 XXIV campeonato soviético 7º/8º
1957 Semifinal campeonato soviético 1º
1958 XXV campeonato soviético 2º
1958 Interzonal - Portoroz 3º/4º
1958 Olimpíadas en Munich (2do. tablero) 1º
1959 Torneo de Yugoslavia - Candidatos 3º
1959 XXVI campeonato soviético 1º
1959 Espartaquiada soviética (3er. tablero) 1º
1960 Torneo de Beverwijk 1º/2º
1960 Torneo de Copenhague 1º
1960 XXVII campeonato soviético 2º/3º
1960 Olimpíadas en Leipzig (2do. tablero) 1º
1960 Torneo soviético (Equipos - 2do. tablero) 2º/4º
1961 XXVIIII campeonato soviético 1º
1961 Torneo de Zurich 2º
1961 Torneo de Bled 3º/5º
1961 Torneo soviético (Equipos - ler. tablero) 6º
1962 Interzonal - Estocolmo 2º/3º
1962 Torneo de Curazao - Candidatos 1º
1962 Olimpiadas en Varna (2do. tablero) 1º
1963 Torneo de Los Ángeles (Estados Unidos) 1º/2º
1963 Match con Botvinnik (ganó por l2½ a 9½) 1º
1964 Torneo de Buenos Aires 1º/2º
1964 Olimpíada en Tel Aviv (1er. tablero) 2º
1964 Torneo soviético (Equipos - 1er. tablero) 3º/4º
1965 Torneo de Zagreb 3º
1965 Torneo de Erevan 2º/3º
1966 Match con Spassky (ganó por 12½ a 11½) 1º
1966 Torneo de Santa Mónica 6º/7º
1966 Olimpíada en La Habana (1er. tablero) 1º
1966 Torneo soviético (Equipos - ler. tablero) 3º/4º
1967 Torneo de Venecia 2º/3º
1967 Espartaquiada soviética (1er. tablero) 4º/5º
1967 Torneo de Moscú 9º/12º
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1968 Torneo de Bamberg 2º/3º
1968 Torneo de Moscú 1º/2º
1968 Olimpíada en Lugano (ler. tablero) 1º
1968 Torneo de Palma de Mallorca 4º

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Boris Spassky, que se clasificó campeón mundial de ajedrez
el 17 de junio de 1969
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Boris Spasky
Nació en la ciudad de Leningrado el 30 de enero de 1937 y comenzó a desta-
carse en ajedrez en el año 1952. Su campaña, que ha sido brillante, es la siguien-
te:

Año Competencia Colocación

1952 Cuartos de final campeonato soviético 7º/8º


1952 Campeonato de Leningrado 2º
1953 Torneo de Bucarest 4º/6º
1954 Torneo aspirantes a maestro 1º
1954 Torneo soviético (Equipos - 1er. tablero juvenil) 1º
1954 Semifinales campeonato soviético 4º
1955 Torneo de Estudiantes (Equipos - 2do. tablero) 1º
1955 XXII campeonato soviético 3º/6º
1955 Campeonato mundial juvenil 1º
1955 Interzonal - Gotemburgo 7º/9º
1956 XXIII campeonato soviético 1º/3º
1956 Torneo desempate campeonato soviético 3º
1956 Torneo de Amsterdam - Candidatos 3º/7º
1956 Semifinales campeonato soviético 1º/5º
1957 XXIV campeonato soviético 4º/5º
1957 Semifinal campeonato soviético 1º/2º
1957 Torneo de estudiantes (Equipos - 2do. tablero) 1º
1958 XXV campeonato soviético 5º/6º
1958 Semifinal campeonato soviético 1º/2º
1958 Torneo de estudiantes (Equipos - 2do. tablero) 2º
1959 XXVI campeonato soviético 2º/3º
1959 Torneo de Moscú 1º/3º
1959 Campeonato de Leningrado 1º
1959 Semifinal campeonato soviético 1º/2º
1959 Torneo de Riga 1º
1959 Espartaquiada soviética (ler. tablero) 2º
1960 XXVII campeonato soviético 4º/10º
1960 Torneo de Mar del Plata 1º/2º

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1960 Semifinal campeonato soviético 1º
1960 Torneo de Estudiantes (Equipos - ler. tablero) 3º
1960 Campeonato soviético por equipos (3er. tablero) 1º/2º
1960 Torneo «Trud» 1º
1960 XXVIII campeonato soviético 5º/6º
1961 Campeonato de Leningrado (Semifinal soviética) 1º/2º
1962 XXIX campeonato soviético 1º
1962 Torneo de La Habana 2º/3º
1962 XXX campeonato soviético 5º
1962 Olimpíada en Varna (3er. tablero) 3º
1963 Torneo de Hastings 2º/3º
1963 Semifinal campeonato soviético 2º
1964 XXXI campeonato soviético 1º/3º
1964 Desempate campeonato soviético 2º
1964 Torneo Zonal de Moscú 1º
1964 Interzonal - Amsterdam 1º/4º
1964 Torneo de Sochi 4º
1964 Torneo de Belgrado 1º
1964 Olimpíada en Tel Aviv (2do. tablero) 2º
1965 Selección mundial (con Keres ganó 6 a 4) 1º
1965 Selección mundial (con Geller ganó 5½ a 2½) 1º
1965 Selección mundial (con Tal ganó 66½ a 3½) 1º
1965 Torneo de Sochi 1º/2º
1966 Torneo de Hastings 1º/2º
1966 Match con Petrosian (perdió 11½ a 12½)
1966 Torneo de Santa Mónica 1º
1966 Torneo de Sochi 3º
1966 Olimpíada en La Habana (2do. tablero) 3º
1966 Torneo soviético (Equipos - ler. tablero) 8º/9º
1967 Torneo de Beverwijk 1º
1967 Torneo R. S. F. S. R. 2º
1967 Espartaquiada soviética (ler. tablero) 2º
1967 Torneo de Moscú 6º/8º
1967 Torneo de Sochi 1º/4º
1967 Torneo de Winnipeg 3º/4º
1968 Selección mundial (con Geller ganó 5½ a 2½) 1º
1968 Selección mundial (con Larsen ganó 5½ a 2½) 1º
1968 Selección mundial (con Kortchnoi ganó 6½ a 3½) 1º
1968 Olimpíada en Lugano (2do. tablero) 3º
1968 Torneo de Palma de Mallorca 2º/3º

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EL PRIMER MATCH ENTRE PETROSIAN Y SPASSKY
ABRIL - MAYO DE 1966

PROGRESIÓN DEL MATCH

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Petrosian ½ ½ ½ ½ ½ ½ 1 ½ ½ 1 ½ ½
Spassky ½ ½ ½ ½ ½ ½ 0 ½ ½ 0 ½ ½

13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
Petrosian 0 ½ ½ ½ ½ ½ 0 1 ½ 1 0 ½
Spassky 1 ½ ½ ½ ½ ½ 1 0 ½ 0 1 ½

Resultado final: Petrosian 12½ ─ Spassky 11½

las competencias actuales.


PRIMERA PARTIDA
6.h4 h6 7.¤f3 ¤d7 8.¥d3
[B19]
Spassky, Boris Vasilievich Hace tiempo se consideró que el avan-
Petrosian, Tigran V ce 8.h5 era fuerte, pero si bien es cierto
que ese avance ocasiona alguna restric-
1.e4 c6 2.d4 d5 3.¤c3 dxe4 4.¤xe4 ción en el movimiento de los peones ne-
¥f5 5.¤g3 ¥g6 gros del flanco rey, tiene la desventaja de
ceder al adversario una buena iniciativa al
Y tenemos una de las posiciones más dejar de fiscalizar el primer jugador la im-
analizadas de la Defensa Caro Kann. Las portante casilla g5. Pero la práctica actual
principales continuaciones son ahora: vuelve a demostrar que el avance h5 es
6.¤1e2; 6.¥c4; y 6.h4 siendo esta última enérgico. Veamos una variante típica: 8.h5
la que con mayor frecuencia se emplea en ¥h7 9.¥d3 ¥xd3 10.£xd3 £c7! 11.¥d2
Página 16
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¤gf6 con juego parejo. O bien 8.h5 ¥h7
9.¥d3 ¤gf6 10.¥xh7 ¤xh7 11.¥f4 £a5+
12.c3 e6 13.0-0 ¥e7 14.c4 0-0 15.a3 ¦fc8
16.¦e1 ¤df6 17.¤e5 ¦d8 18.b4 £a6 y las
negras tienen excelente contrajuego (par-
tida Kholmov v. Bronstein, Moscú, 1962).

8...¥xd3 9.£xd3 £c7

lmpidiendo ¥f4 y preparando el enro-


que largo. No obstante, también es facti-
ble 9...e6 10.¥d2 ¤gf6 11.0-0-0 £c7
12.¦he1 ¥d6 etc.
Amenazando ...¤e4 y ...¥f6. La situación
10.¥d2 e6 11.0-0-0 0-0-0 12.c4 va aclarándose rápidamente y ambos ban-
¤gf6 13.¢b1 dos tienen una posición sólida.

La idea de esta movida es impedir el 19.¤xf6 ¥xf6 20.¥xf6 ¤xf6


cambio del alfil dama, que las negras po- 21.¤e5
dían conseguir con ...¥d6 y ...¥f4.
Instalando un punto fuerte, pero que
13...c5 no alcanza a causar trastornos en el cam-
po adversario.
Y las dificultades propias del planteo
han sido bien resueltas por el segundo ju- 21...¦xd1+ 22.¦xd1 ¦d8 23.¦xd8+
gador. ¢xd8

14.¥c3 El rey también es pieza. Ahora se pre-


para el desalojo del caballo enemigo con
El intento de hacerse fuerte en la casilla 24...¤d7.
e5, jugando 14.£e2 no prosperaría a cau-
sa de 14...¥d6 15.¤e4 ¤xe4 16.£xe4 ¤f6 24.£d3+ ¢e7 25.£d4 h5
17.£e2 a6 18.¤e5 cxd4 y el caballo será
desalojado. En una partida de Spassky v. Matulovic,
las negras jugaron 25...¤e8? y después de
14...cxd4 15.¤xd4 a6 26.c5 las blancas quedaron con ventaja
neta. En cuanto al inmediato 25...¤d7 era
Malo es 15...¤e5 por 16.£e2 ¤xc4 en este momento inferior a causa de
17.¤b5 y la ventaja es de las blancas. 26.¤xd7 £xd7 27.£xd7+ ¢xd7 28.h5! con
un final muy delicado para las negras.
16.¤f3
26.a3
Esto es mejor que 16.£e2 ensayado
por Smyslov frente a Botvinnik en el Contra 26.£f4 se contestaba satisfacto-
match por el campeonato, en 1958. riamente 26...¢e8.

16...¥c5 17.£e2 ¥d6! 18.¤e4 ¥e7 26...¤d7 27.¤xd7

Página 17
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Si 27.¤d3 entonces 27...£d6 con buena En algunas ocasiones, especialmente
defensa. por parte de Gligoric, se ha jugado 7.¥xf6
pero ello no importa peligro para las ne-
27...£xd7 28.£c5+ gras.

Si 28.£xg7 £d3+ etc. 7...b6

28...£d6 29.£g5+ ¢e8 30.£e3 Y estamos en la variante Tartakower.


En la elección de esta variante seguramen-
Nuevamente, si 30.£xg7; o bien te tuvo mucho que ver aquí el maestro
30.£xh5 seguía 30...£d3+. Bondarevsky, que actuó como segundo
de Spassky, y que era muy partidario de
30...£c6 dicha línea de juego.

Las negras están ya dispuestas a no 8.cxd5


complicar las acciones, pues de no ser así
También es frecuente 8.¥d3 empleada
habrían entrado en la variante 30...£d1+ algunas veces por Alekhine, quien estima-
que exigía a las blancas mucha atención. ba que de esa manera podían ponerse rá-
Por ejemplo: 31.¢a2 £g4 32.£c5 £xg2 pidamente en acción a las torres, pero en
33.£c8+ ¢e7 34.£c7+ ¢f6 35.£f4+ ¢g6 definitiva tampoco otorga mayores venta-
36.f3 y aunque con susto, las blancas pue- jas al primer jugador. Por ejemplo: 8.¥d3
den mantener el equilibrio. ¥b7 9.0-0 (si 9.¦c1 ¤e4!) 9...¤bd7
10.¦c1 c5 11.£e2 ¦c8 12.cxd5 ¤xd5
31.£g3 g6 32.b3 £e4+ 33.¢b2 e5 13.¥xe7 £xe7 14.¤xd5 ¥xd5 15.¥a6 ¦c7
34.£e3 con igualdad. O también como ocurrió en
la partida de Najdorf v. Filip, Buenos Ai-
Anulando todo peligro. res, 1964 8.¥d3 ¥b7 9.0-0 c5 10.£e2
cxd4 11.exd4 dxc4 12.¥xc4 ¤c6 13.¦ad1
34...£xg2 ¤b4 14.¤e5 con posibilidades equivalen-
tes.
A pesar de que con 34...£xe3 se desar-
ticulaban algo los peones enemigos, ello 8...¤xd5
no representaba mayor peligro para las
blancas. También puede capturarse con el
peón. Por ejemplo: 8...exd5 9.¤e5 (o bien
35.£xe5+ ¢f8 36.£h8+ ¢e7 9.£b3 ¥e6 10.¦d1 ¤e4 11.¥xe7 £xe7
37.£e5+. ½-½ 12.¥e2 ¤xc3 13.bxc3 c5 etc. O también
9.¥d3 ¥e6 10.0-0 ¤bd7 11.¤e5 ¤xe5
12.dxe5 ¤d7 13.¥xe7 £xe7 14.f4 f5 am-
bos casos con igualdad) 9...¥b7 10.¦c1
SEGUNDA PARTIDA ¤bd7 11.¤xd7 £xd7 12.¥d3 ¤e4! con po-
sición pareja.
[D59]
Petrosian, Tigran V 9.¥xe7
Spassky, Boris Vasilievich
En el mencionado certamen de Buenos
1.c4 e6 2.¤c3 d5 3.d4 ¥e7 4.¤f3 Aires de 1964, la partida de Wexler v. Ju-
¤f6 5.¥g5 0-0 6.e3 h6 7.¥h4 lio Bolbochán siguió así 9.¥g3 c5 10.¦c1
¥b7 11.¥d3 cxd4 12.exd4 ¥d6 13.0-0
Página 18
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¥xg3 14.hxg3 ¤c6 15.¦e1 ¦c8 y fue tab- 15.0-0 ¤a6 16.dxc5
las. Asimismo, en el torneo Interzonal de
Amsterdam de 1964, Ia partida de Evans En vez de la pujante ¥b5 y £a4 presio-
v. Spassky continuó en forma muy pareci- nando sobre las casillas blancas, Petrosian
da: 9.¥g3 c5 10.¥d3 cxd4 11.exd4 ¥b7 opta por una simplificación para jugar
12.0-0 ¤d7 13.¦c1 ¤7f6 14.¦e1 ¦c8 etc. contra los clásicos peones colgantes.

9...£xe7 16...bxc5 17.¤d4 ¥d7 18.¥xa6

Menos activa es la jugada 9...¤xe7. Es evidente que la entrada del caballo


negro habría resultado muy molesta para
10.¤xd5 exd5 11.¦c1 las blancas. Ahora, contra la inseguridad
de los peones colgantes tienen las blancas
Seguramente la movida más racional. una debilidad en su peón b2.
Resultó interesante la continuación de la
partida Spassky v. Pachman, La Habana 18...¦xa6 19.¤e2
1962 11.¥e2 ¥e6 12.¤e5 c5 13.0-0 ¦d8
14.¦c1 f6 15.¤g6 £d6 16.dxc5 bxc5 Si 19.¤b3 entonces 19...¥b5 y 20...¥c4.
17.¤f4 ¥f7 18.£c2 ¤d7 19.¦fd1! y las
blancas quedaron con gran juego. Otra 19...a4
posibilidad es 11.¥d3 ¥g4 12.0-0 ¤d7
con igualdad. Insistiendo en presionar por el flanco
dama, pero esta complicación es peligro-
11...¥e6 sa. Más seguro era jugar 19...¥b5 20.¦fe1
¥xe2 21.¦xe2 d4 o bien 21...¢f8 con pa-
Puede jugarse 11...¥b7 12.¥e2 c5 ridad.
13.dxc5 bxc5 14.0-0 ¦c8 con juego satis-
factorio, pero la salida del alfil dama por 20.¦fd1!
b7 no está en el espíritu de la variante
Tartakower, dado que las negras deben Y ahora surge el peligro contra los peo-
nes colgantes.
vigilar primordialmente las operaciones
en el flanco del rey. 20...£d6 21.¦d2
12.£a4 c5 13.£a3 Petrosian no quiere arriesgarse y busca
un final donde las negras no tengan con-
Maniobra clásica en la presente línea trajuego. Pero era mejor continuar con
de juego. 21.¤c3 d4 22.¤e4 £g6 23.f3 etc. ganando
un peón y haciendo dificultosa la defensa
13...¦c8 14.¥e2 a5 del adversario.
Una innovación, posiblemente hecha 21...¥e6 22.h3 ¦c7 23.¤f4!
por Spassky para buscar una demostra-
ción en el flanco de la dama en vista de Forzando la contestación de las negras
que dispone de un buen punto de entrada en vista de la amenaza ¤xd5.
en b4. La alternativa es jugar 14...£f8; y
también 14...¢f8; mientras que si 23...c4
14...£b7? sigue 15.dxc5 bxc5 16.¦xc5
¦xc5 17.£xc5 £xb2 18.¤d4 y para las ne- El problema de los peones colgantes ha
gras el juego se torna muy difícil. sido resuelto, pero a costa de algunas de-
Página 19
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bilidades en los cuadros negros. 26...¥f5

24.£xd6 ¦xd6 25.¤e2 De otra manera sería molesta la contes-


tación ¦b1.

27.¤c3 ¦cd7 28.¦d4 ¢f8 29.f3

Aquí es donde Petrosian dejó escapar


sus mejores posibilidades al omitir el fuer-
te golpe 29.¦cd1! que obligaba a
29...¥d3.
29...¢e7 30.¦cd1 ¥e6

Retroceso obligado, puesto que si aho-


ra 30...¥d3 seguiría 31.¦d2 ¢e6 32.¦b2
dominando la importante columna.
El final es muy interesante. En la pre-
sente posición debe preferirse el caballo 31.¦b1
al alfil, por el hecho de que puede saltar
con eficacia a d4 o a c3, pero Spassky de- Era preferible 31.¢f2 Petrosian cometió
fiende la situación con gran serenidad. Di- algunas indecisiones en esta parte de la
gamos de paso que si 25.a3 sería muy lucha y ello es aprovechado muy bien por
buena la réplica 25...¦b7. Spassky, quien realiza una excelente ma-
niobra y lleva su rey a colaborar en la de-
25...a3! fensa.

Ingenioso avance que debió ser calcu- 31...¦a6! 32.a4 ¢d6! 33.¢f2
lado con exactitud, ya que deja al adversa-
Instructiva era esta otra variante: 33.e4
rio con un peón libre. Las blancas estaban ¢c5! 34.¦bd1 ¦ad6? 35.exd5 ¥xd5
amenazando a3 y después ¤c3 y la pre- 36.¦xd5+ ¦xd5 37.¦xd5+ ¦xd5 38.¤xd5
sión sobre el peón dama sería muy fuerte, ¢xd5 39.¢f2 ganando fácilmente el final.
mientras que con la jugada hecha por las Por eso, lo correcto sería 34...¢b4!
negras se quita a las blancas el apoyo del 35.¤xd5+ ¥xd5 36.exd5 ¦xa4 37.d6 ¢c5!
caballo con su peón caballo. y es tablas.
26.bxa3! 33...¢c5 34.¦d2
Era interesante la variante 26.b3 procu- Probablemente era mejor g4.
rando explotar la situación indefensa de
las torres negras, pero contra ese avance 34...¦a5 35.¢e2
habría seguido 26...¦dc6 27.¤d4 ¦c5
28.b4 c3 29.¦dc2 ¦c4 30.b5 ¥d7 31.b6 (si Aún era tiempo de g4.
31.¦b1 entonces 31...¦xd4! 32.exd4 ¥f5!)
31...¦b7 32.¦xc3 ¦xb6 33.¦xc4 dxc4 35...¥f5!
34.¦xc4 (si 34.¦c3 ¦b1+ 35.¢h2 ¦b2
etc.) 34...¦b2! y ahora cae el peón a2 Y la ventaja de las blancas desapareció
blanco, pues si 35.¦c2? ¥f5! 36.¦e2 ¥d3 por completo. Las negras amenaza
etc. ...¥xb1 y ...¥d3+ seguido del eventual
Página 20
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...d4. La contestación de las blancas es for- peranza de victoria.
zada. Por otra parte, si 36.¦b5+ habría se-
guido 36...¦xb5 37.axb5 ¥d3+ 38.¢e1 46...¥c6! 47.g4 ¦b7 48.¦f2 ¦d7
¢b4. 49.¦d2 ¦b7 50.h4 f6.

36.e4 dxe4 37.fxe4 Y a propuesta de Petrosian se convino


el empate. ½-½
Por supuesto, no 37.¦xd7 exf3+ etc.

37...¦xd2+ 38.¢xd2 ¥d7 TERCERA PARTIDA

[D26]
Spassky, Boris Vasilievich
Petrosian, Tigran V

1.e4 c6 2.d4 d5 3.exd5 cxd5 4.c4

El ataque Panov, inaugurado con este


avance, es la forma más enérgica de se-
guir con las blancas. No obstante, se trata
de una variante muy analizada y los recur-
sos defensivos son muchos.
Buena jugada, aunque imprescindible, 4...¤f6 5.¤c3 e6
ya que si se continuaba con 38...¥e6? ga-
naban las blancas por medio de 39.¦b5+! Se juega también 5...¤c6; y 5...g6 A es-
¦xb5 40.axb5 ¥d7 41.a3! ¢d4 (si ta última jugada, que Petrosian había em-
41...¥xb5 42.¤xb5 ¢xb5 43.¢c3 etc.) pleado algunas veces, puede seguir
42.a4 ¢c5 43.¤d5! ¢d4 44.¤c7! etc. Y si 6.£b3! ¥g7 7.cxd5 0-0 8.¥e2 ¤bd7 9.¥f3
44...¥c8 es decisivo 45.a5!; Asimismo, si ¤b6 10.¥g5! y las negras deben pasar por
44...¢c5 45.¢c3 etc. muchas dificultades o bien seguir como
Y si después de 40.axb5 se contesta en la quinta partida de este match.
40...¢b4 entonces sigue 41.¤d5+! ¢c5 En cuanto a 5...¤c6 puede seguir
42.¢c3 ¥c8 43.¤c7! ¢b6 44.¤e8 ¥d7 6.¥g5 £a5! 7.¥xf6 (si 7.£d2 ¥f5!) 7...exf6
45.¤d6 ganando (si 45...¢c5 entonces 8.cxd5 ¥b4 9.£d2 ¥xc3 10.bxc3 £xd5
46.e5 ¢d5 47.b6 ¢c6 48.b7 ¢c7 49.¤xf7! 11.¤f3 con juego algo mejor para las blan-
¢xb7 50.e6! ¥a4 51.¢b4 etc.) cas.
39.¦b7 ¢c6 40.¦b8 6.¤f3 ¥e7 7.cxd5
Y no 40.¦b5 por 40...¦xa4. Interesante es el avance 7.c5; que exige
a las negras mucha atención. Sin embargo,
40...¢c5 41.¦f8 ¥e6 42.¦b8 ¥d7 pueden salvarse las dificultades. Por ejem-
43.¦b7 ¢c6 44.¦b2 ¢c5 45.¢e3 ¦a7 plo: 7.c5 0-0 8.¥d3 b6 9.b4 a5 10.¤a4
46.¦d2 ¤bd7! (contra 10...¤fd7 es muy fuerte
11.£c2!) 11.£c2 £c7! 12.cxb6 (o también
Intentando ir por otra senda en vista de 12.c6 ¥xb4+ 13.¥d2 ¥xd2+ 14.¤xd2 ¤b8
que la columna caballo dama no tiene ya etc., o bien 12.b5 bxc5 13.¥a3 e5! etc.)
valor. Pero Spassky le quita ahora toda es- 12...£xc2 13.¥xc2 axb4 con buen contra-
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juego. 16.¥c1 ¥b4 17.¥d2

7...¤xd5

La captura con el peón resulta arriesga-


da. Por ejemplo 7...exd5 8.¥b5+ ¤c6
9.¤e5 ¥d7 10.0-0 0-0 11.¦e1 con peligro
para las negras. Pachman sugiere la esca-
brosa variante 11...¤e4!? 12.¤xd5 ¤xe5
13.dxe5 ¥xb5 14.¦xe4 ¥c6 15.¤xe7+
£xe7 con la esperanza de que los alfiles
de distinto color salven la partida.

8.¥c4

Algunos teóricos se pronuncian en fa- En realidad puede afirmarse que la ini-


vor de 8.¥d3 a lo que puede seguir ciativa pasó a manos de las negras, pero
8...¤xc3! 9.bxc3 £c7 10.0-0 ¤d7 con po- Spassky juega siempre en forma incisiva e
sibilidades equivalente. interesante. Si ahora se hubiera engolosi-
nado Petrosian con la ganancia de un
8...¤f6 peón, jugando 17...¥xf3; habría seguido
18.£xf3 £xd4 19.¥xh6!! y ahora, si
No había que apurarse con este retro- 19...£g4 seguía 20.£xg4 ¤xg4 21.¥d2
ceso. Es más posicional la variante 8...¤c6 manteniendo igualdad de material, pero
9.0-0 a6 10.¦e1 b5 11.¥xd5 exd5 12.¥g5 con excelente disposición. Y si 19...¥xc3
0-0 con chances pareJas. entonces 20.bxc3 ¦xc3 21.¥f4! con serias
amenazas.
9.0-0 0-0 10.£e2
17...¥xc3
Alekhine aconsejaba 10.£d3 ¤c6 11.a3 Dominando la casilla fuerte delante del
a6 12.¥g5 b5 13.¥a2 ¥b7 14.¦ad1 con peón aislado.
un juego más activo.
18.bxc3
10...¤c6 11.¥e3
También esto implica el sacrificio de un
Un poco mejor era 11.¦d1. peón que Spassky hace con el propósito
de obtener mayor agilidad para sus pie-
11...¤a5! 12.¥d3 b6 zas. Por otra parte hay que destacar que
18.¥xc3, no era apropiado porque daba a
A esta altura del juego las negras han las negras un tema claro de explotación
resuelto bien los problemas iniciales y su del peón aislado.
plan inmediato es jugar contra el peón ais-
lado de las blancas. 18...£d5 19.£f1
13.¥g5 ¥b7 14.¦ad1 ¦c8 15.¦fe1 Sacrificio de un peón a todo trance,
h6 aunque debe decirse que con un juego
pasivo, permitiendo a las negras un even-
Más pujante era 15...¥b4 aunque bas- tual ¤c4, el porvenir de las blancas se tor-
tante complicado. naba incierto.
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19...£xa2 20.¤e5 ¤b3 33.¦ad2 ¦ad8 34.¦d3 a6?

Cambiando el alfil de dos dama de las Echando a perder un buen esfuerzo.


blancas. Era de consideración la agresiva Después de 34...£e7! la situación de las
variante 21.¥xh6 gxh6 22.¦e3. blancas habríase tornado crítica y Petro-
sian habría podido ganar con su ventaja
21.¦e2 ¤xd2 22.¦exd2 £d5 23.c4 material. Ahora recibió Spassky una opor-
tunidad espléndida para salvar la partida.
La única esperanza de las blancas es
ahora amenazar constantemente con el 35.£g5
avance de los peones centrales.
Y ahora sí, las negras deben prestar el
23...£d6 24.£e2 ¦fd8 máximo de atención contra el avance d5.
Más preciso que 24...¤d7 a lo que ha- 35...¤e4 36.£h4 ¤f6 37.¦b3
bría seguido 25.¤g4 f5 26.¤e5 con buena
reacción. Resulta curioso que sean ahora las
blancas las que no quieren tablas con re-
25.h3 ¤d7 petición de jugadas.
Ahora si es factible esta movida, con la 37...£c7 38.d5! £e5
que se neutraliza la eficacia del caballo
blanco. Si 38...exd5 39.¤f5+! con grave riesgo
para las negras.
26.¤g4 h5 27.¤e3
39.¦xb6 exd5 40.¤xd5! ¤xd5
Contra 27.¤e5 era forzoso contestar
27...g6; como en la partida, mientras que 41.cxd5 ¦xd5
si 27...¤xe5? 28.dxe5 £c6 29.¥h7+ obte-
nían ventaja las blancas.

27...g6 28.¦a2 ¦a8 29.£c2


Intentando el ventajoso sacrificio de
una pieza por varios peones.

29...¢g7 30.¥e4

Jugado con buen criterio, pues el alfil


negro es bastante molesto.

30...¥xe4 31.£xe4 ¤f6 32.£h4


Y parecería que todavía no terminaron
Y por fin tienen las blancas una amena- los peligros para las blancas, pues si
za seria (d5). 42.¦xd5 ¦xd5 la defensa resultaría delica-
da. Pero Spassky había calculado bien las
32...¦d7 contingencias y tenía reservada una es-
pléndida continuación.
Anulando la citada amenaza, pues si
33.d5 £e5! etc. 42.£xd8!!
Página 23
Página 23 de 100
Y el final resultante, de dos torres con- Y las blancas deben tomar una decisión
tra dama, no puede ser forzado. Es tablas, concreta.
pues ambas torres pueden defenderse
mutuamente. 12.c5!
42...¦xd8 43.¦xd8 £e1+. ½-½ Sin discusión, lo más lógico. Se demora
así el libre accionar del alfil dama negro.

CUARTA PARTIDA 12...b4

Por supuesto, si se permite a las blan-


[E08] cas jugar b4, el alfil dama negro no saldrá
Petrosian, Tigran V más.
Spassky, Boris Vasilievich
13.¤a4 ¥a6 14.¤e1
1.c4 e6 2.g3 d5 3.¥g2 ¤f6 4.¤f3
¥e7 Si 14.£d2 ¥b5; etc.
Es sabido que si las negras quieren cap- 14...¥b5 15.¤d3 a5 16.a3!
turar el peón, solamente deben hacerlo
después de que las blancas jueguen d4.
Un ejemplo instructivo es el siguiente:
1.c4 e6 2.g3 d5 3.¥g2 dxc4 4.£a4+ ¥d7
5.£xc4 ¥c6 6.¤f3 ¤d7 7.0–0 ¤gf6 8.¤c3
¥d6 9.d3! 0–0 10.e4 y las blancas queda-
ron con posición superior.

5.0-0 0-0 6.d4 c6

Optando por un juego cerrado. La alter-


nativa es 6...dxc4.

7.b3 b6
También era muy prometedor 16.f3
Sólida es la continuación 7...¤bd7 aunque más complicado. La idea de a3 es
8.£c2 b5 9.¤bd2 bxc4 10.bxc4 ¥a6 con intensificar la ofensiva en el flanco dama
igualdad. en vista de que en el otro costado las ne-
gras no pueden intentar nada efectivo.
8.¥b2 ¥b7 9.¤c3 ¤bd7
16...bxa3 17.¥xa3 ¦b8
Prácticamente estamos en una de las
posiciones de la Defensa India de la Da- Después de 17...¥xa4 18.bxa4 el salto
ma. 18...¤b6 no tendría ninguna eficacia por
la réplica 19.¤b2.
10.£c2 ¦c8
18.¦b1 ¦e8
Buena movida. Si ahora 10...¦c8 11.e4
dxe4 12.¤xe4 c5 etc.
Intentando el avance del peón rey
11.¦ad1 b5 eventualmente, pero es un plan lento.
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19.¤c3 35.¥xd6 £xd6 36.¥xd5

La maniobra que inicia Petrosian es Eliminando la fuerte pieza negra. Ya se


buena, aunque también era eficaz la conti- encamina el juego hacia el empate.
nuación 19.¥c1, seguido oportunamente
de 20.¥f4. 36...exd5 37.£a4
19...¥a6 20.¦fd1 ¥f8 21.e4! Movida expuesta que da algunas posi-
bilidades al adversario. Lo justo era
Buen avance que hace que se abra el 37.£a6 ¦a8 38.£b7 ¦cb8 39.¦xc6 £xg3+
juego en forma peligrosa para las negras, y tablas.
teniendo en cuenta sus debilidades en el
flanco dama. 37...¦b6 38.¦c5 £e6! 39.b4 ¦cb8
40.¦xc6 ¦xc6 41.£xc6!
21...dxe4 22.¤xe4 ¥xd3!
Peligroso era 41.¦xc6 por 41...£e1+
Cambio justificado, ya que en la pre- 42.¢g2 £e4+ 43.¢g1 £xd4 etc. O tam-
sente posición los caballos blancos resul- bién 42.¢g2 ¦xb4.
taban más eficaces que los alfiles negros.
41...£xc6 42.¦xc6 ¦xb4 43.¢f1
23.£xd3 ¤d5 24.¦dc1 ¦xd4 44.¢e2
Con vista al salto 25.¤d6 que forzará la Y la partida se dio por tablas. Contra
apertura de la columna alfil dama. 44...¢f8 podría seguir 45.¢e3 ¦d1 46.¢e2
¦a1 47.¦c5 d4 48.¦d5 y la ventaja mate-
24...¤7f6 rial de las negras no puede concretarse.
Inferior habría sido 24...¤b4 por ½-½
25.¥xb4 con una posterior presión por la
columna torre dama.
QUINTA PARTIDA
25.¤d6 ¥xd6 26.cxd6 £d7 27.£a6
¦ec8 28.£xa5 ¤e8!
[B14]
Recuperando el peón y llegando a una Spassky, Boris Vasilievich
posición perfectamente aceptable. En una Petrosian, Tigran V
situación expuesta Spassky condujo la de-
fensa con gran serenidad. 1.e4 c6 2.d4 d5 3.exd5 cxd5 4.c4
¤f6 5.¤c3 g6
29.£c5 ¦b5 30.£c4 ¦bb8
Aquí la partida toma un curso distinto
No es posible 30...¤xd6? por 31.¥xd6, al de la tercera. La presente movida es
seguido de 32.£xb5. muy vieja y se juega poco por considerar-
se que las negras tropiezan con mayores
31.£c5 ¦b5 32.£c4 h6 dificultades que con otras variantes.

Con plena confianza, Spassky rehúsa el 6.£b3 ¥g7 7.cxd5 0-0


empate.
En la línea elegida no hay más remedio
33.¦c2 ¦bb8 34.¦bc1 ¤xd6 que entregar temporariamente un peón.
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8.g3 Amenaza 20.¦b3

Al comentar la tercera partida dimos la 19...¥g5 20.¥xd5 exd5


variante principal con la que se estima
que las blancas tienen juego variante pre- Mayores riesgos tendría 20...¦xd5 por
ferible (8.¥e2 etc.). La movida hecha aho- 21.¤c3.
ra por Spassky tiene una idea similar a la
de ¥e2, puesto que lo mismo coloca el al- 21.h4 ¥d8 22.¦c1!
fil rey en la principal diagonal. Pero pro-
bablemente ahora debieron contestar las Amenazando doblar las torres con gran
negras 8...e6 forzando un juego complica- eficacia.
do.
22...¦e7 23.¤f4
8...¤a6 9.¥g2 £b6!?
Si 23.¥f6 seguía 23...¦c7.
Decisión de responsabilidad. Los peo-
nes negros del flanco dama quedarán en 23...¥e6 24.¦dc3 ¥d7
mala posición, pero ello será compensado
por la inmediata valorización de la torre
dama, lo cual permitirá eventualmente al-
gún tema de contraataque.

10.£xb6 axb6 11.¤ge2 ¤b4 12.0-0


¦d8

Si 12...¥f5 era buena la continuación


13.a3.

13.d6

Devolviendo el peón para mantener


una buena iniciativa. En cambio, si Triste necesidad. El peón no podía de-
13.¥g5 puede seguir 13...¤bxd5 14.¤xd5 fenderse, pues si se jugaba 24...¦d7 en-
¤xd5 15.¦fe1 h6 16.¥d2 ¥e6 con buena tonces 25.¦c8 ¦xc8 26.¦xc8 ¢f8
defensa. 27.¤xe6+ fxe6 28.¥f6 ¢e8 29.g4 con po-
sición netamente superior.
13...¦xd6
25.¤xd5 ¦e6!
Resultaba inadecuado 13...exd6 por
14.d5. Esto es mejor que 25...¦e8 dado que
entonces podría haber peligro con la va-
14.¥f4 ¦d7 15.¦fd1 ¤bd5 riante 26.¥c7 ¥c6 (ahora no servía
26...¢g7 27.¤xb6) 27.¤xb6 ¦a6 28.¥xd8
Era erróneo jugar 15...¤fd5 a causa de ¦xd8 29.d5 ¦xb6 (si 29...¥xd5 30.¦c8)
16.a3 ¤xf4 17.¤xf4 ¤c2 18.¦ac1 ¤xd4 30.dxc6 etc.
19.¤fd5, con fuerte presión de las blan-
cas. 26.¥c7

16.¥e5 ¥h6 17.a3 e6 18.¤xd5 A nada claro conducía 26.¤f4 por


¤xd5 19.¦d3! 26...¦c6 27.d5 ¦xc3 28.¦xc3 ¦c8 29.¦xc8
Página 26
Página 26 de 100
¥xc8 etc. No aparece muy claro el objetivo de es-
ta jugada, pero tampoco se ve nada efecti-
26...¢g7! vo con la continuación 34.¦c7 ya que se
contestaría 34...¦b6 dificultando al máxi-
Bien jugado. En cambio, si 26...¥c6 se- mo la tarea de las blancas.
guia 27.¤xb6 ¥xc7 28.¤xa8 ¥d8 29.d5
¥xd5 30.¦d3 ganando. 34...¦h8 35.¤d3

27.¥xd8 ¦xd8 28.¤e3 b5 29.d5 Spassky cambia de plan y opta por en-
tregar el peón libre, a pesar de que dicho
La posición actual es indiscutiblemente peón constituiría un freno para cualquier
ventajosa para las blancas, pero aún para reacción de parte de las negras. Pero es
grandes maestros resultan extremadamen- necesario reconocer que Petrosian ya dis-
te dificultosas y no es fácil decidirse por ponía de buenos recursos. Si, por ejem-
uno u otro camino. Por ejemplo, la irrup- plo, 35.¦c7 que era uno de los principales
ción de la torre en campo negro habría objetivos perseguidos por las blancas, se-
conducido a este final: 29.¦c7 ¥c6 guía 35...¥h3+ 36.¢g1 ¥g4 con contra-
30.¦d1 ¥f3! (en cambio, si 30...¥d5; en- chances reales.
tonces 31.¤xd5 ¦xd5 32.¦d2 ¦ed6
33.¦xb7 con final favorable) 31.¦d2 ¦ed6 35...¦d6 36.¤e5 ¥h3+! 37.¢f3
32.d5 ¥xd5 33.¤xd5 ¦xd5 34.¦xd5 ¦xd5 ¦xd5
35.¦xb7 con un peón de ventaja pero en
una situación en que las blancas no pue- Y desapareciendo el famoso peón li-
den alcanzar la posición ideal para ganar, bre, la tarea defensiva de las negras no es
que es tener su torre detrás del peón libre. angustiosa como antes.
Así, por ejemplo, si eliminamos los dos
peones de caballo dama (el blanco y el 38.¦c7 ¥e6
negro) y las blancas llegasen a colocar el
peón en cuatro torre dama, teniendo su
torre en uno caballo, el final podría ganar-
se, pues a cualquier movida del adversa-
rio continuarían con ¦a1. Por otra parte, a
29.¦c7 también puede jugarse ...¦b6 con
una posición de gran resistencia.

29...¦b6 30.¤c2

Movida débil. Tanto con 30.b4; como


con (mejor aún) 30.¦b3! los problemas
defensivos de las negras se tornaban muy
difíciles.
Muy difícil era tomar el mejor camino
30...h6! 31.¤b4 frente al tablero después de una lucha
agotadora, pero parece que lo mejor ha-
Quizá habría sido mejor reconocer la bría sido jugar 38...¦e8! con estas posibles
equivocación anterior y volver con el ca- variantes: a) 39.¤c4 (si 39.¤xf7 ¦xe3+ . y
ballo a e3. si; 39.¦xf7+ ¢g8 etc.) 39...g4+ 40.¢f4
(40.¢e2 ¦ed8 etc.) 40...¦d4+ etc.
31...g5 32.hxg5 hxg5 33.¢g2 ¦f6 b) 39.¤d3 (que parece lo mejor para las
34.¦e3 blancas, entonces) 39...g4+ 40.¢e2 ¥f1+!
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41.¢xf1 ¦xe3 42.fxe3 ¦xd3 43.¦xb7 ¦b3 Forzado, pues de lo contrario caería el
y es tablas. Otra posibilidad es 39.¤d3 peón caballo rey. La prosecusión del jue-
¦f5+ 40.¢e2 ¥f1+! 41.¢d2 ¦xe3 42.¢xe3 go es ya inútil.
(si 42.fxe3 ¦d5 43.¦c3 ¢g6! etc.)
42...¥xd3 43.¢xd3 ¦xf2 con un final algo 68...¢e7 69.¤g6+ ¢d7 70.¤f4 ¥c6
favorable para las negras aunque difícil de 71.¤d3 ¢c7 72.¦f8 ¥b5 73.¤f4 ¢d7
desnivelar. 74.¦f7+ ¢e8 75.¦b7 ¦xb4 76.¤d5
¦b2+ 77.¢e3 ¦b3+ 78.¢f4 ¥c4
39.¦xb7 ¦c5 40.¦a7 79.¤xf6+ ¢f8. ½-½
Si 40.b4 seguía 40...¥d5+ 41.¢g4 ¥xb7
42.bxc5 ¥d5 con buena defensa.
SEXTA PARTIDA
40...¥d5+
[D41]
Con 40...¦c2 se llegaba rápidamente a Petrosian, Tigran V
tablas. Spassky, Boris Vasilievich
41.¢g4 ¦c2 42.¢xg5 ¦xf2 43.¤d3 1.c4 e6 2.d4 ¤f6 3.¤f3 d5 4.¤c3 c5
¦f3 44.¦ae7 5.cxd5 ¤xd5
Entrañaba mayor peligro para las ne- Es inferior 5...cxd4 a causa de 6.£xd4
gras la continuación 44.¦xf3 ¥xf3 45.g4 exd5 7.e4 ¤c6 (si 7...dxe4 sigue 8.£xd8+
etc. ¢xd8 9.¤g5 ¥e6 10.¤xe6+ fxe6 11.¥g5
¥b4 12.0-0-0+ ¢e8 13.¤xe4 ¤xe4
44...¦xe3 45.¦xe3 f6+ 46.¢f4 ¢f7 14.¦d8+ ¢f7 15.¦xh8 ¤xg5 16.¥c4! con
47.¤b4 ¥c4 48.¦c3 ¦h2 49.b3 ¥e6 ventaja) 8.¥b5 a6 (aquí hay varias conti-
50.¤d3 nuaciones, todas del mismo valor, como
ser 8...dxe4; y 8...¥d7; Quizá la más ins-
Parece fuerte 50.¤c6 pero se neutraliza
con 50...¥d5. tructiva es 8...¤xe4 siguiendo 9.0-0 ¤f6
10.¤e5 ¥d7 11.¤xd7! £xd7 12.¥xc6 bxc6
50...¦a2 51.¦c7+ ¢g6 13.¥h6 0-0-0 14.¦ac1 ¢b8 15.¤a4 con
juego ventajoso para las blancas) 9.exd5!
A pesar de algunas imprecisiones, es axb5 10.dxc6.
digno de destacarse eI extraordinario es-
fuerzo realizado por Petrosian en una par- 6.g3
tida que le fue desfavorable durante la
mayor parte del tiempo. Con igual preferencia suele jugarse e3
o bien e4.
52.¤c5 ¥f7 53.¦b7
6...¤c6
Si 53.¦a7 b4! 54.a4 ¦a3 etc.
En el torneo de Cuarazao de 1962, la
53...¦xa3 54.¦xb5 ¦a1 55.¤e4 partida de Benkó contra Kortchnoi siguió
¦f1+ 56.¢e3 ¦e1+ 57.¢f3 ¦f1+ con 6...cxd4 7.¤xd5 £xd5 8.£xd4 £b5
58.¢e2 ¦b1 59.¤d2 ¦g1 60.¢f2 ¦c1 9.e4 £b4+ 10.£xb4 ¥xb4+ 11.¥d2
61.b4 ¦c2 62.¢e3 ¦c3+ 63.¢f4 ¦d3 ¥xd2+ 12.¢xd2 ¤c6 13.¦c1 ¥d7 con po-
64.¤f3 ¥d5 65.¤h4+ ¢f7 66.¦b8 sición equilibrada, aun cuando en la ci-
¦d4+ 67.¢e3 ¦e4+ 68.¢f2 tada partida se impusieron las blancas.
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7.¥g2 ¤xc3 13.¥e2 £c5 las blancas tendrían algunas
molestias, pero parece que era preferible
La alternativa es 7...¤xd4 8.¤xd4 ¤xc3 a lo del texto.
9.bxc3 cxd4 10.£xd4 £xd4 11.cxd4 ¥d6
12.¥f4! (si 12.a4 sigue 12...¦b8 13.¥a3 11...£c7 12.¤f3 h6 13.b4
¢e7 con posición preferible para las ne-
gras) 12...¥xf4 13.gxf4 ¦b8 y la posición Es dudoso que esta entrega de peón
es pareja. obtenga suficiente compensación, pero el
hecho real es que Petrosian no se da por
8.bxc3 cxd4 9.cxd4 ¥b4+ 10.¥d2 enterado y comienza en seguida una ofen-
¥e7 11.0-0 0-0 12.¦b1 siva en el sector del rey.
A 12.e3 seguiría 12...¦b8 sin problemas 13...g5! 14.¥g3 h5 15.h4 gxh4
defensivos. 16.¥f4 0-0-0

12...¤xd4 13.¤xd4 £xd4 14.£c2 Y se advierte con claridad que la situa-


£c5 15.£xc5 ¥xc5. ción de las blancas es muy expuesta. El
enroque blanco ha quedado debilitado y
Y se convino el empate. En esta forma las baterías negras entrarán rápidamente
se produjeron seis empates consecutivos. en acción.
½-½
17.a4 c4 18.¥e2 a6

Colocándose en disposición de cerrar


SÉPTIMA PARTIDA el flanco dama ante cualquier amago del
adversario.
[D03]
Spassky, Boris Vasilievich 19.¢h1 ¦dg8 20.¦g1 ¦g4!
Petrosian, Tigran V
Fuerte movida que lleva implícita la
idea de un sacrificio de calidad.
1.d4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.¥g5 d5
4.¤bd2 ¥e7 5.e3 ¤bd7 6.¥d3 21.£d2 ¦hg8 22.a5 b5 23.¦ad1
¥f8!
Las blancas realizan un juego lento.
Más pujante es la continuación 6.c4 adop-
tando la variante que en varias ocasiones
empleó Capablanca. Puede seguir 6...c6
7.¥d3 0-0 8.0-0 h6! 9.¥h4 c5 10.¦c1 b6
con buen contrajuego.

6...c5 7.c3

Jugando una especie de sistema Colle,


pero consideramos que es mejor 7.c4.

7...b6 8.0-0 ¥b7 9.¤e5? ¤xe5


10.dxe5 ¤d7 11.¥f4
Preparándose a explotar la debilidad
Después de 11.¥xe7 £xe7 12.f4 c4 central de las blancas por medio de ...f6, y
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si 24.£d4 entonces 24...¥g7 con una posi- Una partida pobre de parte de Spassky.
ción muy incómoda para las blancas. 0-1

24.¤h2 ¤xe5!
OCTAVA PARTIDA
De acuerdo con el plan preestablecido.

25.¤xg4 hxg4 26.e4 ¥d6 [A33]


Petrosian, Tigran V
Naturalmente, si 26...dxe4? 27.¥xe5. Spassky, Boris Vasilievich
27.£e3 ¤d7 28.¥xd6 £xd6 1.c4 c5 2.¤f3 ¤f6 3.¤c3 ¤c6 4.d4
29.¦d4 cxd4 5.¤xd4 e6 6.e3 ¥e7 7.¥e2
La única justificación que pueda tener Es muy frecuente la salida de este alfil
esta débil jugada es que las blancas no por el fianchetto, antes de mover el peón
previeron la fuerte réplica de las negras. rey, pero en la presente ocasión las blan-
cas optan por una de las líneas más sóli-
29...e5! 30.¦d2 f5!! das y tranquilas.
La maniobra efectuada por Petrosian 7...0-0 8.0-0 d6 9.b3
resultó enérgica y concluyente. La posi-
ción de las blancas se torna ahora angus- Jugada lógica, ya que el alfil dama
tiosa. blanco ocupará así una importante diago-
nal.
31.exd5

Si 31.exf5? seguía 31...d4 32.cxd4 £d5 9...a6 10.¥b2 ¥d7 11.£d2 £c7
ganando fácilmente. 12.¦ac1 ¦ac8 13.¦fd1 £b8

31...f4 32.£e4 ¤f6 33.£f5+ ¢b8 Escapando al fuego indirecto de la to-


34.f3 ¥c8 35.£b1 g3 36.¦e1 h3 rre enemiga. 14.¤f3 ¦fd8 15.¥d3 ¥e8
37.¥f1 ¦h8 16.£e2 Necesario, para restarle eficacia al
próximo avance del peón dama negro.
Las jugadas de las blancas han sido
prácticamente obligadas, para evitar males 16...d5 17.cxd5 ¤xd5 18.¤xd5
mayores. No se ve ya ninguna defensa sa- ¦xd5 19.a3 ¦cd8 20.¥e4 ¦xd1+
tisfactoria. 21.¦xd1 ¦xd1+ 22.£xd1 £d8
23.£xd8 ¥xd8. ½-½
38.gxh3 ¥xh3 39.¢g1 ¥xf1
40.¢xf1 e4 41.£d1 ¤g4!
NOVENA PARTIDA
También se ganaba con 41...£d7 pero
esto parece más rápido.
[D42]
42.fxg4 Spassky, Boris Vasilievich
Petrosian, Tigran V
Si 42.¦g2 seguía 42...exf3 43.£xf3
¦h1+ ; etc. 1.e4 c6 2.d4 d5 3.exd5 cxd5 4.c4
42...f3 43.¦g2 fxg2+. ¤f6 5.¤c3 e6
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En la quinta partida el campeón mun- 1.¤f3 ¤f6 2.g3 g6 3.c4 ¥g7 4.¥g2
dial jugó 5...g6; y quedó inferior. Por lo 0-0 5.0-0 ¤c6 6.¤c3 d6 7.d4
visto aquella experiencia no fue de su
agrado y ahora vuelve al planteo de la ter- Por trasposición de movimientos he-
cera partida. mos llegado a una de las posiciones clási-
cas de la India del Rey. Con la colocación
6.¤f3 ¥e7 7.cxd5 ¤xd5 8.¥d3 del caballo dama negro en c6 antes de
avanzar el c, como ocurre en la variante
Aquí Spassky toma otro camino, prefe- yugoslava, se ha planteado la variante
rido por muchos teóricos. preconizada por el gran maestro argentino
Oscar Panno.
8...¤c6
7...a6
Es más segura la continuación 8...¤xc3.
En reemplazo de esta movida puede ju-
9.0-0 0-0 10.¦e1 ¥f6 garse satisfactoriamente 7...¥g4 8.h3 ¥xf3
9.¥xf3 ¤d7 10.¥g2 ¤xd4 11.¥xb7 ¦b8
Menos recomendable es 10...¥d7 por 12.¥g2 ¦b4! con posición pareja. En cam-
11.¤xd5 exd5 12.¤e5 ¤xe5 13.¦xe5! con bio, resulta peligroso jugar 7...¥f5 como
partida preferible. ocurrió en una partida de Donner v.
Spassky, Gotemburgo, 1955, la que siguió
11.¥e4 ¤ce7 12.£c2 g6 así: 8.b3 ¤e4 9.¥b2 £d7 10.¦c1 ¤b4
11.¤xe4 ¥xe4 12.£d2 a5 13.a3 ¤c6 14.d5
Resulta un poco forzado el juego de- ¥xf3 15.exf3! ¥xb2 16.£xb2 ¤e5 y ahora
fensivo con 12...¤g6 13.£b3 ¤de7 etc. las blancas obtienen posición superior
con 17.¦c3! con la fuerte amenaza de f4 y
13.¥h6 ¥g7 14.¥g5 f6 15.¥d2 ¦e1.
¥d7 16.£b3 ¥c6
8.d5
Y ahora se produce una simplificación
mayor. Las negras han consolidado su si- Con este avance, que no es frecuente,
tuación en buena forma. se formará un centro más rígido y seguro.
Las blancas mantienen la iniciativa, pero
17.¥xd5 exd5 sin un juego tan pujante como en otras va-
riantes. La continuación 8.b3, exige a las
Si 17...¥xd5 18.¤xd5 exd5 19.¥b4 etc. negras mucha atención. Por ejemplo 8.b3
¦b8 9.¥b2 b5 (si 9...¥g4 sigue 10.h3 ¥d7
18.¤e4 ¦f7 19.¤c5 ¤f5 20.h3 ¥f8 11.¦c1 b5 12.cxb5 axb5 13.d5 ¤a7
21.¤e6 £d7 22.¤xf8 ¦fxf8 23.¥b4 14.¤d4 con mejor juego. Partida Ilivitzky
¦fe8 24.¦xe8+ ¦xe8 25.¦e1 ¦xe1+ v. Pilnik, Gotemburgo, 1955) 10.cxb5
26.¥xe1. ½-½ axb5 11.d5 ¤a5 12.¤d4 b4 13.¤cb5 e5
14.dxe6 fxe6 15.¤a7 ¥d7 16.¤ac6 ¤xc6
17.¤xc6 ¥xc6 18.¥xc6 ¤d7 19.¥xg7
¢xg7 20.£d4+ ¢g8 21.¦ac1 las blancas
DÉCIMA PARTIDA obtienen posición superior; Pero después
de 14.dxe6 las negras deben continuar así:
[E66] 14...c5! 15.exf7+ ¦xf7 16.¤c6 ¤xc6
Petrosian, Tigran V 17.¥xc6 £b6 etc. Asimismo, muchas ve-
Spassky, Boris Vasilievich ces se ha empleado la continuación 8.h3,
a lo que puede seguir, por ejemplo como
Página 31
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en una partida de Smyslov v. Petrosian, Movida que está de acuerdo con las ne-
Amsterdam, 1956, que fue así: 8.h3 ¦b8 cesidades de la posición, teniendo en
9.¥e3 b5 10.cxb5 axb5 11.d5 ¤a5 12.b4 cuenta que en varias de las variantes que
¤c4 13.¥a7 ¦b7 14.¥d4 e5! 15.dxe6 fxe6 pueden producirse, las negras disponen
16.¥xf6! (si 16.¦e1 quedan mejor las ne- de la jugada ...¥h6, atacando indirecta-
gras después de 16...e5) 16...£xf6 17.¦c1 mente al peón alfil dama blanco. En una
d5 con posición equilibrada. de las partidas del campeonato mundial
Y también merece destacarse la exce- de 1957, Botvinnik, con las blancas, frente
lente partida que Panno, con las piezas a Smyslov, jugó 11.a3, y la partida conti-
negras, le ganó a Donner en el ya citado nuó con 11.a3 b6 12.b4 ¤b7 13.¦b1 ¥d7
torneo de Gotemburgo de 1955. Veamos: 14.¤de4 ¤xe4 15.¤xe4 £c7 16.bxc5 ¤xc5
8.a3 ¤a5 9.¤d2 c5 10.e3 ¥g4 11.¤e2 (es 17.¤xc5 bxc5 18.¥d2 ¦fb8 19.e4 con po-
mejor 11.f3) 11...cxd4 12.exd4 ¦c8 13.h3 sición equilibrada.
¥f5 con posición superior de las negras.
11...¤g4 12.e4 f5 13.exf5 gxf5
8...¤a5 9.¤d2 c5 10.£c2 14.¤d1

Preparando la expulsión del caballo rey


enemigo.

14...b5 15.f3 e4

Spassky se esfuerza por encontrar com-


plicaciones favorables, pero tropieza con
una defensa segura de parte del campeón.

16.¥b2 exf3 17.¥xf3 ¥xb2


18.£xb2 ¤e5 19.¥e2 f4 20.gxf4 ¥h3

Tenemos ejemplos de esta posición en


varias partidas de importancia. Por ejem-
plo, en Wageningen, 1958, el encuentro
entre Botvinnik y Donner siguió así:
10...¦b8 11.b3 b5 12.¥b2 bxc4 13.bxc4
¥h6 14.f4 e5 15.¦ae1 y las blancas fueron
aúmentando la presión con mejor juego.

10...e5

En el campeonato soviético de 1952, en


la partida de Botvinnik v. Geller, las ne-
gras jugaron 10...¥f5 que no es recomen- A pesar de que esta jugada tiene buena
dable. Dicho encuentro siguió así: 11.e4 apariencia, no es la mejor y permite a las
¥d7 12.b3 b5 13.¥b2 bxc4 14.bxc4 ¦b8 blancas lucirse con una combinación a ba-
15.¤d1 y las blancas quedaron con posi- se del sacrificio de la calidad. Debió jugar-
ción superior. se 20...¦xf4! 21.¦xf4 £g5+.

11.b3 21.¤e3!
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Muy bien jugado. Como de costumbre, nes de otras líneas de la Defensa France-
Petrosian aprecia la posición con extraor- sa. El inconveniente estriba en que se ce-
dinaria calidad. de prematuramente el centro y las blancas
obtienen así una buena iniciativa, aunque
21...¥xf1 no es nada fácil materializar esa ventaja.

Ahora es distinto. Si 21...¦xf4 seguía 4.¤xe4 ¤d7 5.¤f3!


22.¦xf4 £g5+ 23.¤g4 £xf4 24.¤xe5 dxe5
25.¥f1 etc. Esto está considerado como lo más
fuerte por los teóricos. En la partida de
22.¦xf1 ¤g6 Botvinnik v. Guimard, Groninga, 1946, el
gran maestro ruso inauguró una concep-
Nuevamente tenemos la maniobra ción moderna: 5.g3 pero después de
22...¦xf4 pero ahora tampoco es conve- 5...¤gf6 6.¤xf6+ ¤xf6 7.¥g2 c5 (también
niente. Por ejemplo, 23.¦xf4 £g5+ puede jugarse 7...e5 8.¤f3 exd4 9.£xd4
24.¦g4! ¤xg4 25.¤xg4 h5 26.£f6! £xd2 ¥e6 con igualdad) 8.¤e2 £b6 9.0-0 ¥d7
27.£g6+ seguido de 28.¤f6 etc. 10.c4! cxd4 11.¤xd4 ¦d8 12.¥e3 ¥c5 y
las negras disponen de buenos recursos
23.¥g4 ¤xf4 24.¦xf4! defensivos. Por ejemplo: 13.b4 £xb4
14.¦b1 £c3 15.¦xb7 0-0 16.£e2 ¦c8
La forma más rápida de definir la lucha. 17.¤b5 ¥xb5! 18.¦xb5 ¥xe3 19.fxe3
Ya no quedan esperanzas para el segundo ¦fd8 con posibilidades equivalentes.
jugador.
5...¤gf6 6.¤xf6+ ¤xf6 7.¥g5
24...¦xf4 25.¥e6+ ¦f7
Es una lástima que Spassky no haya en-
Obligado, puesto que a 25...¢f8 segui- sayado la famosa variante de Capablanca,
ría 26.£h8+ etc. 7.¤e5! movida que Spielmann refutó con
la continuación 7...£d5 8.¥e3 ¥d6 9.¤f3
26.¤e4 £h4 27.¤xd6 £g5+ ¥d7 10.¥e2 b5!? 11.0-0 ¥c6 12.a4 a6
28.¢h1 ¦aa7 29.¥xf7+ ¦xf7 13.¤e1 e5! etc. Pero resulta que a 7...£d5
30.£h8+. puede jugarse 8.c4! ¥b4+ 9.¢e2! y las
complicacion.es resultantes son muy peli-
Y las negras abandonaron, pues que- grosas para las negras.
dan con un peón y un caballo de menos.
1-0
7...¥e7

Es interesante el avance inmediato del


UNDÉCIMA PARTIDA peón alfil. Por ejemplo 7...c5 8.¥c4 (malo
es 8.£d3 como jugó Tal frente a Petro-
[C10] sian, Curazao, 1962, pero igualmente
Spassky, Boris Vasilievich aceptable es; 8.¥b5+ ¥d7 9.¥xd7+ £xd7
Petrosian, Tigran V 10.£e2! ¥e7 11.0-0-0 0-0 12.dxc5 £c7
13.¤e5 £xc5! 14.¥xf6 ¥xf6 15.¤d7
1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 dxe4 ¥xb2+! 16.¢xb2 £b4+ 17.¢c1 £a3+
18.¢d2 £a5+ 19.c3 ¦fd8 20.¢e1 £xc3+
La variante Rubinstein, constituida por 21.¢f1 ¦ac8 etc.) 8...cxd4 9.0-0 ¥e7
esta captura de peón, es un arma favorita 10.£e2 h6 11.¥f4 0-0 12.¦ad1= Tal v.
de los que buscan evitar las complicacio- Benko, Curazao 1962.
Página 33
Página 33 de 100
8.¥d3 c5 Con su sólido pero incisivo estilo de
juego, Petrosian maniobra con gran clari-
Lo mejor, mientras que si 8...h6 como dad de concepto. Ahora provoca un cam-
se jugó en una partida de Fischer v. Aloni, bio de piezas, especialmente las de mayor
Varna, 1962, las negras tropiezan con ma- peligro del adversario, pero Spassky pare-
yores dificultades. Por ejemplo: 9.¥h4 0-0 ce decidido a complicar las cosas y ofrece
10.£e2 ¤d5 11.¥g3 ¥b4+ 12.¤d2 etc. En a toda costa un peón. Digamos que a esta
la citada partida las negras jugaron 12...f5!? altura del match, con dos puntos menos,
13.¥e5 ¥d6 14.c3 pero aquí, en vez de el pretendiente al título debe jugar en esa
14...¥xe5; debieron jugar 14...¤f4! con forma para descontar la ventaja.
buena defensa.
15.¤xc6! ¥xg5+ 16.hxg5 £xg5+
9.dxc5 £a5+ 10.c3 £xc5 11.£e2 17.¢c2 bxc6
¥d7
En definitiva, las blancas se dieron el
Ambos rivales han maniobrado de ma- gusto de sacrificar un peón, no obstante
nera de estar a la expectativa para enrocar lo cual la compensación no es muy visi-
en uno u otro costado. ble.

12.¤e5 18.¦h5 £f4 19.¥e4 £c7 20.£c4 c5


21.£b5
En esta variante de la Francesa siempre
resulta fuerte la colocación de este caballo Después de 21.¦xh7 ¦xh7 22.¥xh7 las
en e5. negras, si no desean meterse en los líos
emergentes de 22...g6; pueden 22...¤f6
12...¥c6 13.h4 sin peligro.
Pero lo que resultaba extraordinaria-
Declarando ya las intenciones de enro- mente complicado es 21.¥g6!? contra lo
car largo y a la vez para estar en disposi- cual parece que la única defensa acep-
ción de jugar ¤xc6. En cuanto al peón table es 21...£b6! con un juego de contra-
que se ofrece, las negras no podían correr golpes sumamente interesante.
el riesgo de tomarlo, pues habría una po-
sición de ataque muy promisoria para las 21...g6 22.¦h4 0-0 23.£c6 £xc6
blancas después de 13...¥xg2 14.¦g1 etc. 24.¥xc6 ¤e5 25.¦xd8 ¦xd8 26.¥b5.

13...¦d8 14.0-0-0 ¤d7! Y en este momento Petrosian ofreció


tablas, a lo que Spassky accedió. Las ne-
gras tienen un peón de más, pero las de-
bilidades en el flanco dama constituyen
una preocupación. ½-½

DUODÉCIMA PARTIDA

[A42]
Petrosian, Tigran V
Spassky, Boris Vasilievich

1.¤f3 g6 2.c4 ¥g7 3.d4 d6 4.¤c3


Página 34
Página 34 de 100
¤d7 5.e4 e6 sen el centro con 16...e4 las posibilidades
de las blancas de abrir líneas en el flanco
Una movida algo original que segura- dama les proporcionaría mejores perspec-
mente empleó Spassky como sorpresa, a tivas.
fin de provocar posiciones poco anali- 15.¥d3 ¥c8 16.¢g2 ¤f6 17.¤e4
zadas, pero en realidad no consiguió su ¤h5 18.¥d2 ¥d7
propósito. Lo corriente es 5...e5 entrando
en líneas normales. Con las últimas movidas las negras con-
siguieron completar su desarrollo de pie-
6.¥e2 b6 7.0-0 ¥b7 8.¥e3 ¤e7 zas menores y ahora procuran crear pers-
9.£c2 pectivas de ataque, aprovechando que su
columna f se ha abierto.
Otra posibilidad es 9.£d2 que tiene co-
mo objetivo principal jugar .¥h6 para pro- 19.¢h1
vocar el cambio de alfiles y actuar por ca-
sillas negras. La tentativa de ganar una pieza con
19.g4 fracasaba por 19...¤h4+ 20.¤xh4
9...h6 £xh4 21.gxh5 £h3+ recuperando la pieza
con ataque.
El planteo adoptado por Spassky resul-
ta bastante curioso. Hay cinco peones en 19...¤e7 20.¤h4 ¥h3 21.¦g1 ¥d7
la tercera línea y sus piezas livianas están 22.¥e3 £e8 23.¦de1 £f7 24.£c2
en la segunda fila. Pero ¿cómo aprovechar ¢h8
esta situación?
Era prudente escapar de la presión que
10.¦ad1 0-0 11.d5 e5 las blancas ejercen por la diagonal blanca.

Ahora se ha producido un esquema 25.¤d2 ¤f5


que se ve con frecuencia en la India del
Rey, pero en el presente caso el alfil dama Está claro que era malo 25...g5 26.¤g6+
negro está relativamente mal colocado en ganando material.
b7.
26.¤xf5 gxf5 27.g4!
12.£c1 ¢h7 13.g3
Enérgica jugada que tiende a provocar
Anticipándose a la tentativa de expan- un disloque en la estructura de peones
sión por parte de las negras por medio de negros, forzando a la vez peligrosas com-
...f5 y ...f4. Al mismo tiempo, las blancas plicaciones para el segundo jugador.
apoyan un eventual salto del caballo a
cuatro torre rey. 27...e4

13...f5 14.exf5 ¤xf5 Se ve claramente que si 27...fxg4 seguia


28.¥g6 ¥f5 29.¥xf7 ¥xc2 30.¥xh5 ga-
Más temerario resultaría 14...gxf5 pues nando. También fracasaba 27...f4 28.¥g6
en ese caso las blancas podrían optar por £f6 29.gxh5 fxe3 30.fxe3 con un peón de
15.¤h4 y después f4. Y si las negras cerra- ventaja.
Pero las negras disponían de mejor va-
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riante 27...f4 28.¥g6 £e7! con bastante 31...exd3
contrajuego.
En cambio, no era posible tomar el ca-
28.gxh5 f4 ballo. Por ejemplo: 31...exf3 32.¥d2 £e7
33.¥c3+ ¦f6 34.¦g6 ¦af8 35.£d2 y las
negras quedaban en una posición inde-
fendible a causa de las piezas clavadas y
de la precaria situación del rey.

32.¤xe5 dxc2 33.¥d4!


Amenazando mate en dos jugadas.

33...dxe5

Obligado, puesto que si jugaran


33...c1£ ganarían las blancas después de
34.¤xd7+ ¢h7 35.¤xf8+ ¦xf8 36.¦xc1,
etc.
El momento álgido de la partida. Petro-
sian inicia ahora una ingeniosa y muy 34.¥xe5+ ¢h7 35.¦g7+ ¢h8
bien calculada combinación que a primera 36.¦f7+
vista parecía incorrecta, estimándose que
la posición de las blancas resultaría inade- No alcanzaba para ganar 36.¦xd7+ a lo
cuada al desaparecer el alfil que corre por que seguía 36...¢g8 37.¦g7+ ¢h8
casillas negras. Pero la maniobra del cam- 38.¦xc7+ ¢g8 39.¦g7+ ¢h8 40.¦g1+ ¢h7
peón es excelente, provocando lucidas al- 41.¦g7+ (si 41.¦c1? ¦ac8 con contrajue-
ternativas que finalmente derivan en un go), y también en este caso era tablas.
empate por jaque perpetuo.
36...¢g8 37.¦g7+ ¢h8 38.¦g6+
29.¦xg7! £xg7 30.¦g1 £e5 ¢h7 39.¦g7+.

La dama negra no dispone de otras ca- Y tablas por jaque perpetuo. ½-½
sillas aceptables. Si, por ejemplo, juegan
30...£f6 seguía 31.¤xe4; y si la dama
abandona la diagonal negra, es fuerte DECIMOTERCERA PARTIDA
31.¥d4+. En cuanto a la continuación
30...exd3 también conducía al empate
después de 31.£xd3 ¥f5 32.¥d4 (no [B19]
32.£d4 por 32...£e5) 32...¥xd3 33.¦xg7 y Spassky, Boris Vasilievich
siempre se amenaza el perpetuo. Petrosian, Tigran V

1.e4 c6 2.d4 d5 3.¤c3 dxe4 4.¤xe4


31.¤f3! ¥f5 5.¤g3 ¥g6 6.h4 h6 7.¤f3 ¤d7
8.h5
Elegante y sorpresiva movida que deja
a las blancas con tres piezas atacadas. No En la primera partida de este match se
obstante, las negras no tienen más reme- jugó 8.¥d3 La movida del texto tiene pre-
dio que entrar en variantes forzadas de ferencias sobre la anterior por el hecho de
tablas. que se restringe el movimiento de los
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peones negros del flanco rey y, además, Amenazando ¥e3 y ¤d6+.
eventualmente puede sacarse al juego a la
torre por cuatro torre. Por otra parte, la 17...¤c5 18.¤c3 f6!?
práctica magistral de esta variante está de-
mostrando que las negras encuentran mu- Con buen criterio Petrosian no quiere
chas dificultades para mantener el equili- hacer un juego pasivo, lo cual le sería fa-
brio, si es que ello es posible. tal. Desaparece así algo de la presión
blanca, pero por otro lado surge una debi-
8...¥h7 9.¥d3 ¥xd3 lidad en el e6.

Es de considerarse la continuación de 19.exf6 ¥xf6 20.£c4! £b6 21.b4!


la partida Kholmov v. Bronstein, campeo-
nato soviético de 1962. 9...¤gf6 10.¥xh7 Enérgica continuación que debió ser
¤xh7 11.¥f4 £a5+ 12.c3 e6 con defensa calculada muy bien por Spassky, ya que
aceptable. se expone al ataque adversario en el flan-
co dama.
10.£xd3 £c7 11.¥d2
21...¤a6 22.¤e4
Si 11.¦h4 siguiendo con la idea primor-
dial de la octava movida, sigue 11...e6 Las blancas no caen en la trampa. Si
12.¥f4 ¥d6 13.¥xd6 £xd6 14.¤e4 £e7 22.£xe6+ ¢b8 y a 23.a3 ¦xd2 ganando.
15.0-0-0 ¤gf6 16.¤xf6+ gxf6! y las negras
disponen de buena defensa. 22...¤c7

11...e6 12.£e2 Quizá habría resultado más prudente


22...¦d5 23.¦he1 ¦hd8 etc.
Dominando el punto fuerte e5.
23.¦he1 ¦d4
12...¤gf6 13.0-0-0 0-0-0
Malo era jugar 23...¥e7 por 24.¤c5
Si ahora se quiere impedir el salto del ¥xc5 25.bxc5 con un final ventajoso para
caballo jugando 13...¥d6 los inconvenien- las blancas.
tes de las negras serían mayores. Por
ejemplo 13...¥d6 14.¤f5! ¥f4 15.¤xg7+ 24.£b3 £b5 25.c3 ¦xe4
¢f8 16.¤xe6+ fxe6 17.£xe6 con serias
amenazas. Prácticamente obligado, ya que si la to-
rre se retira seguiría 26.¤c5 con gran fuer-
14.¤e5! za.

Y después del obligado cambio se ad- 26.¦xe4 £xh5 27.£c4 £f5 28.£e2
vertirá una mayor restricción en los peo- h5 29.¥e1 ¦e8 30.g3 a5
nes negros del flanco rey.
Las negras consiguen desarticular en
14...¤xe5 15.dxe5 ¤d7 16.f4 parte la posición de los peones blancos,
pero a cambio de darle a la torre blanca
Ahora el primordial objetivo de las central un mayor radio de acción.
blancas es apuntar hacia el punto d6.
31.bxa5 £xa5 32.£c2 £f5 33.¦a4
16...¥e7 17.¤e4 g5

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Buscando la mayor cantidad de cam- 43.¦f1 ¤f6 44.¦e2 c5 45.¦f5 ¢d6
bios para que disminuya la fuerza de la 46.a4!
calidad.
Surge una nueva amenaza, que es ¢b3
34.fxg5 ¥xg5+ 35.¢b1 £xc2+ seguido de ¢c4. Contra esto deben tomar
36.¢xc2 e5 37.¦e4 ¤d5 38.¥f2! inmediatas medidas las negras.
Colocando esta pieza estratégicamente, 46...¢d5 47.¢d3 ¤g4 48.¦b2!
puesto que cumple funciones ofensivas y
defensivas. En cambio, si 48.¦xh5 sigue 48...¦f8
con contrajuego.
38...¤f6 39.¦a4 ¢c7 40.¥c5!
48...¦h8 49.a5 c4+ 50.¢e2 ¢e4
51.¦f7 bxa5 52.¦b8 a4 53.¦c8 ¥f6
54.¦xc4+

En esta forma se complican las cosas


innecesariamente. Era mejor jugar así:
54.¦xh8 ¥xh8 55.¦h7 ¥f6 56.¦xh5 ¥e7
57.¦h7 ¥d6 58.¦a7 a3 59.¦a4 con un fi-
nal claramente ventajoso.

54...¢f5 55.¦a7 a3 56.¦xa3 ¦b8


57.¦b4 ¦c8 58.c4 ¥e7 59.c5 e4

Está claro que si 59...¥xc5 seguiría


Spassky conduce esta parte de la parti- 60.¦f3+ ¢e6 61.¦c4 ganando con facili-
da con extraordinario concepto. La tarea dad.
defensiva de las negras se torna así cada
vez más difícil. 60.¦a7 ¥f6 61.¦h7 ¢g6 62.¦d7
¢f5 63.¦d5+ ¥e5
40...¤d5 41.¦e4 b6 42.¥g1
No puede dejar de admirarse la heroica
Parece ser algo mejor 42.¥d4 ¥f6 43.c4 resistencia de Petrosian, quien mantiene
¤b4+ 44.¢b1 c5 45.¥c3 con amenazas. sus piezas centralizadas a fin de oponerse
Pero Spassky, según lo dijo después de la denodadamente a los planes del adversa-
partida, consideró que el asunto no era rio.
claro y que, por otra parte, la movida ¥g1
constituiría una sorpresa para el adversa- 64.¦b6 e3! 65.¢f3
rio.
Si 65.¥xe3 seguía 65...¢e4! forzando
42...¥d8 66.¦xe5+ esfumándose la ventaja de las
blancas.
Boleslavsky indicó la variante 42...¦g8
y si ahora las blancas se engolosinan con 65...¤f6 66.¦d3 ¦xc5 67.¥xe3 ¦c2
43.¦xe5? entonces 43...¤xc3 44.¢xc3 ¥f6 68.¦d8
45.¥d4 ¦xg3+ 46.¢c4 ¦g4!! ganarían las
negras. En este momento Petrosian estaba muy
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apremiado por el reloj, no obstante las 83.¥b2 ¥c7 84.¦c5 ¥d6 85.¦c1!
blancas no se dejaron llevar por el ritmo
acelerado. Si hubiesen jugado 68.¦d2? ha- Amenazando 86.¦h1 El juego está ya
bría seguido 68...¦xd2 69.¥xd2 ¥xg3! y perdido para las negras.
habría sido tablas.
85...¤e7 86.¦e1+ ¢f5 87.¦a1 ¤c6
68...¦c3 69.¢e2 ¦c2+? 88.¦a6 ¥e5 89.¦xc6 ¥xb2 90.¦c5+
¢g6 91.¢f4 ¥g7. 1-0
Y el apuro de tiempo hizo crisis. Según
opinión del maestro internacional Rai-
mundo García, lo justo era 69...¥c7!
70.¦b5+ ¢e6 71.¦c8 ¤d5 con posición de DECIMOCUARTA PARTIDA
nulidad.
[A05]
70.¢d1 ¦c3 71.¥f2 ¤e4 Petrosian, Tigran V
Spassky, Boris Vasilievich
Otro error motivado por la misma cau-
sa antes mencionada. Había que jugar 1.¤f3 ¤f6 2.g3 b5
71...¤g4.
Un avance nada frecuente que a veces
se ha hecho con las blancas. El juego ad-
72.¦f8+ ¢g5 quiere así un planteo irregular.
Perdiendo la última oportunidad. Des- 3.a4 b4 4.d3 ¥b7 5.e4 d6 6.¥g2
pués de 72...¥f6! 73.¦fxf6+ ¤xf6 ¤bd7 7.0-0 e6 8.a5 ¦b8 9.¤bd2 ¥e7
74.¦xf6+ ¢xf6 75.¥d4+ ¢g5 76.¥xc3 h4 10.¤c4 0-0 11.¦e1 a6 12.¥f4
era tablas. En consecuencia, las blancas
tendrían que buscar otro camino después Incitando a ...e5, lo cual dejaría a las
de 72...¥f6; Asimismo, Raimundo García blancas con buenos puntos de entrada
indica esta otra línea: 72...¢g4 73.¦g6+ por casillas blancas.
¢h3 74.¥e1 ¦e3! 75.¦e6 ¥xg3 76.¥xg3
¤f2+! etc. Realmente, un excelente esfuer- 12...¥a8 13.£e2 ¦e8 14.h3 ¥f8
zo malogrado lamentablemente, Ahora 15.¤cd2 g6 16.¥g5 h6 17.¥e3 ¥g7
aprovechan las blancas para asegurarse el
triunfo. Ambos bandos se han cuidado para no
ceder posiciones y han maniobrado con
73.¦b5! ¦d3+ 74.¢e2 extremada prudencia.

Si 74.¢e1 ¦d1+! etc. 18.¢h2 £e7 19.¦a2 ¢h7 20.¤g1


d5
74...¦d5 75.¦xd5 ¤c3+ 76.¢f3 Se produce ahora la escaramuza más
¤xd5 77.¦a8 interesante con amenazas recíprocas en el
centro.
Y no 77.¢e4 por 77...¤f6+.
21.f4 e5! 22.fxe5 £xe5 23.d4 £e6
77...¢f5 78.¦a5 ¢e6 79.¥e1 ¤f6 24.e5 ¤e4 25.¦aa1 c5 26.¤xe4 dxe4
80.¦b5 ¤d5 81.¥d2 ¥g7 82.¥c1 ¥e5 27.c3
Página 39
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Las blancas colocaron una cuña en cin- 53.¦c1 ¦h3+ 54.¢d4 a4 55.¥xe4
co rey y tratan de mantener su formación ¥xe4 56.¢xe4 a3 57.¢d4. ½-½
de peones, pero la misma tiene poca con-
sistencia y no habrá más remedio que
cambiar dicho peón rey. DECIMOQUINTA PARTIDA
27...bxc3 28.bxc3 cxd4 29.cxd4 f6
[B25]
No hay más remedio que cambiar y de Spassky, Boris Vasilievich
esa manera ambos rivales quedan con un Petrosian, Tigran V
peón suelto en el centro.
1.e4 c5 2.¤c3
30.exf6 ¤xf6 31.¦ab1 ¤d5 32.£d2
¦xb1 33.¦xb1 £d6 34.¤e2 £a3 Este sistema cerrado, sin la inmediata
35.¥g1 £d3 ocupación del centro, causa menores
preocupaciones a la defensa. La idea pri-
La maniobra efectuada por Spassky re- mordial es organizar con las blancas el
sultó acertada y ahora deberán jugar con ataque por el flanco rey, pero la contrade-
mucha atención las blancas. mostración de las negras en el flanco da-
ma es bastante efectiva.
36.£e1 ¥c6 37.¦d1 £a3 38.¤f4
¤xf4 39.gxf4 ¥b5 40.¥e3 ¥d3 2...¤c6 3.g3

La alternativa es 3.f4 (movida que com-


binada con ¥b5 constituye el sistema pre-
conizado por Larsen) 3...e6 4.¤f3 d5
5.¥b5 ¤ge7 6.exd5 ¤xd5!; o bien 6.£e2
dxe4! con excelente juego para las negras.
Asimismo, puede jugarse 3.f4 g6 4.¤f3
¥g7 5.¥b5 d6 6.0-0 ¥d7 7.¥xc6 ¥xc6
8.d3 ¤f6 9.£e1 ¤d7 10.¥e3 b5! con igual-
dad. Partida Pietzschh v. Elizkases, Tor-
neo de las Naciones, Leipzig, 1960.
3...g6 4.¥g2 ¥g7 5.d3 d6
Así quedó suspendida la partida. Las Esto es más racional que 5...e6 a lo que
negras disponen de piezas más ágiles, pe- puede seguir 6.¥e3 d6 (malo es 6...¤d4
ro el contrajuego de las blancas es satis- 7.¤ce2! ¤e7 8.c3 ¤xe2 9.¤xe2 d6 10.£d2
factorio. ¥d7 11.¥h6 con superioridad) 7.¤ge2
¤d4 8.£d2 £a5 9.0-0 ¤e7 10.¢h1 ¥d7
41.h4 £d6 42.h5 g5 43.£g3 ¥xd4 11.f4 ¦b8 12.g4 h5 13.f5 ¥e5 14.fxg6
44.¥xd4 £xd4 45.fxg5 £e5 46.£xe5 ¤xg6 con juego parejo. Partida Smyslov v.
¦xe5 47.gxh6 ¦xa5 Kottnauer, 1946.
A igual resultado se llegaba con 6.¤h3
47...¦xh5+ 48.¢g3 ¦xa5 49.¢f4 etc.
Spassky se aparta de los caminos cono-
48.¢g3 ¦g5+ 49.¢f2 a5 50.¦a1 cidos. Lo que más se emplea es 6.¥e3; y
¢xh6 51.¥h1 ¦xh5 52.¢e3 ¥c2 6.¤ge2. Por ejemplo: 6.¥e3 ¤d4 7.£c1
Página 40
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¥d7 8.¤d1 e5 9.c3 ¤e6 con buen juego. 21.¥d2 c4 22.£f3 ¤e7 23.dxc4
Y contra 6.¤ge2 puede seguir 6...¦b8 bxc4 24.b3 ¤c8 25.bxc4 dxc4 26.¥c1
7.0-0 b5 8.f4 b4 9.¤d5 con posibilidades £a4 27.¦d1 ¦df8
equivalentes. Asimismo, también es juga-
ble 6.f4 e6 7.¤f3 ¤ge7 8.0-0 0-0 9.¤e2 f5 Engolosinarse con un peón habría re-
10.c3 etc. sultado muy peligroso para las negras, por
ejemplo: 27...¦xd1 28.¦xd1 £xa2
6...¤f6 7.0-0 ¥g4 8.f3 ¥xh3 29.¦d8+ ¦f8 30.¦xf8+ ¥xf8 31.£b7 £a1
9.¥xh3 0-0 32.£xc8 £xc1+ 33.¥f1 con ventaja clara.

Por ahora la ventaja de la salida es ínfi- 28.¥e3 ¤b6


ma. Las negras tienen una posición per-
fectamente sólida. Si ahora 28...£xa2 seguía 29.£c6.

10.¥e3 ¤e8! 29.¥c5 ¦c8 30.¥b4 ¤a6 31.¥d6


£a5 32.g4 £xc3 33.£e2 £f6 34.¦fe1
Trasladando esta pieza al otro costado ¦d7
para iniciar la típica contrademostración.
Parece que era algo mejor el salto
11.£d2 ¤c7 12.¦ae1 b6 13.¤d1 d5 34...¤c5.

Y contra la pequeña ventaja de la pare- 35.¥e7! ¦xe7


ja de alfiles que tienen las blancas, las pie-
zas negras adquieren gran movilidad. Una entrega de calidad obligada, pues-
to que si 35...£f7 habría seguido 36.¦xd7
14.£e2 e6 15.f4 f5 ¤xd7 37.¥b7 etc.

Naturalmente, no se podía permitir el 36.£xe7 £xe7 37.¦xe7 ¤c5


fuerte avance del peón alfil rey de las 38.gxf5 c3 39.fxg6 hxg6 40.¦e2
blancas.
Contra 40.¦c1 seguía 40...¤ba4 satis-
16.¥c1 ¦f7 17.¥g2 £d7 18.¤f2 factoriamente. Y si 40.¦xa7 se contestaba
¦d8 19.c3 b5 20.exd5 exd5 40...¥d4!
40...¦c7 41.¤e4 ¤e6

Y la partida entra ahora en su faz más


interesante. Las blancas no deben permitir
el eventual avance ...b4. Así quedó suspendida la partida. La se-
Página 41
Página 41 de 100
sión complementaria resultó interesante, 9.bxc3 dxe5 10.dxe5 ¥g4 con posición fa-
con una serie de contragolpes bonitos. vorable para las negra) 7...b5 8.¥d3 £c7
9.e5 dxe5 10.£xe5 £d8! 11.£f4 ¤a6 12.a4
42.¤xc3! ¤d4 ¤c7 13.¦d1 con posición equilibrada.
La alternativa era 42...¤xf4 a lo que se- 4...e6 5.c3 ¤d7 6.0-0 ¤e7 7.¤bd2
guía 43.¦e8+ ¢f7 44.¤b5! etc. b6 8.a4 a6 9.¦e1 ¥b7
43.¦e5 En la presente partida ambos maestros
desarrollan un juego por demás cauteloso,
No se ve nada mejor para las blancas temperamento que, por supuesto, favore-
que devolver la calidad en vista de la ce por ahora a Petrosian, por su ventaja
amenaza ...¦xc3 y de que ahora no servía de un punto en lo que va del match.
el jaque de la torre en e8.
10.¥d3 0-0 11.¤c4 £e8 12.¥d2 f6
43...¥xe5 44.fxe5 ¦xc3 45.¦xd4 13.£e2 ¢h8 14.¢h1 £f7 15.¤g1 e5
¢f7 46.¦d6 ¦c5 47.¦f6+ ¢g7 48.¥e4 16.dxe5 fxe5 17.f3
¦xe5 49.¦xg6+ ¢f7 50.¥c2 ¦e1+
51.¢f2 ¦a1 52.¦c6 ¦xa2 53.h4 ¤d5
54.¢f3 ¦a3+ 55.¢e4 ¦c3. Está claro que 17.f4 no sería adecuado,
puesto que en tal forma se valorizarían los
Y se declaró tablas porque si 56.¢xd5 alfiles negros.
¦xc6 57.¢xc6 queda un final teórico don-
de el peón torre no puede coronarse. Por 17...¤c5 18.¤e3 £e8 19.¥c2 a5
otra parte, lo mismo era tablas jugando 20.¤h3 ¥c8 21.¤f2 ¥e6 22.£d1 £f7
55...¤f6+. ½-½ 23.¦a3 ¥d7 24.¤d3 ¤xd3 25.¥xd3
¥h6

Spassky intenta ahora encontrar algún


DECIMOSEXTA PARTIDA camino promisorio, siempre dentro del
maniobrar lento, pero el juego de las blan-
[B06] cas es muy sólido, sin acusar debilidades
Petrosian, Tigran V explotables.
Spassky, Boris Vasilievich
26.¥c4 £g7 27.¦e2 ¤g8 28.¥xg8
1.d4 g6 2.e4 ¥g7 3.¤f3
Las blancas optan por este cambio ante
Es interesante la partida de Pomar v. el peligro que podría significar el traslado
Bilek, del torneo de Estocolmo de 1962. del caballo negro a tres alfil y cuatro torre.
Fue así: 3.f4 c5 4.d5 e6 5.¤c3 a6 6.a4 d6
7.¤f3 exd5 8.¤xd5 manteniendo las blan- 28...¦xg8 29.¤d5 ¥xd2 30.¦xd2
cas excelente posición. ¥e6 31.b4 £f7 32.£e2 ¦a7 33.¦a1
¦f8 34.b5
3...d6 4.¥e2
Y se produce un bloqueo casi comple-
De igual valor parece ser 4.¥c4 ¤f6 to que anula cualquier tentativa de desni-
5.£e2 0-0 6.¤c3 (o bien 6.0-0 d5 7.exd5 velación.
¤xd5 8.¦d1 ¤b6 con igualdad) 6...c6
7.¥g5 (si 7.e5 sigue 7...¤d5 8.0-0 ¤xc3 34...¦aa8 35.£e3 ¦ab8 36.¦f1 £g7
Página 42
Página 42 de 100
37.£d3 ¦f7 38.¢g1 ¦bf8 39.¤e3 g5 6...0-0 7.¤h4
40.¦df2 h5
Spassky se apresura a movilizar el flan-
co rey donde han enrocado las negras, sin
preocuparse mucho por completar el de-
sarrollo. Lo habitual es 7.0-0 a lo que pue-
de seguir 7...d6 8.h3 e5 9.¢h2 ¤d4
10.¥e3 b5 11.a3 ¥d7 12.¤e2 a5 13.c3
¤xe2 14.£xe2 con igualdad. Partida
Smyslov v. Moiseiev, 1952.

7...¦b8

Por su parte, Petrosian se dispone a


atacar en el flanco de la dama.
En esta posición quedó suspendida la
8.f4 d6
partida. Las negras se colocaron en dispo-
sición de iniciar una demostración de ata-
que contra el enroque enemigo, si éste Por supuesto, había que impedir el
diera una oportunidad. Pero tal eventuali- avance e5.
dad es poco menos que imposible a esta
altura del juego. 9.0-0 ¥d7 10.f5

41.c4 £g6 42.¤d5 ¦g8 43.£e3 El plan de las blancas se ha cumplido,


¢h7 44.£d2 ¦gg7 45.£e3 ¢g8 puesto que ya han tomado contacto con
46.¦d2 ¢h7 47.¦df2 ¦f8 48.£d2 los peones enemigos del flanco rey. Pero
¦gf7 49.£e3. ½-½ para lograr su objetivo han dejado a las
negras con una fuerte casilla en e5, donde
podrán colocar convenientemente a un
caballo.
DECIMOSEPTIMA PARTIDA
10...b5 11.¥g5 b4 12.¤d5 a5
[B25] 13.¢h1
Spassky, Boris Vasilievich
Petrosian, Tigran V También podía jugarse 13.¥xf6 a lo
cual las negras habrían respondido con
1.e4 c5 2.¤f3 ¤c6 3.¤c3 13...¥xf6 con equilibrio.

Al contrario de lo que ocurre con la 13...¤e5 14.£d2 ¥c6


continuación habitual, d4, esta salida del
caballo dama tiende a mantener cerrado Ambos bandos tienen perspectivas
el centro y activar después el juego en el buenas desde sus respectivos puntos de
flanco del rey. vista. Las negras tienen dispuestas conve-
nientemente sus piezas menores, especial-
3...g6 4.g3 ¥g7 5.¥g2 ¤f6 6.d3 mente el caballo de e5, mientras que las
blancas se han colocado de manera de
Con 6.d4, se entra en líneas corrientes. estar listas para cualquier oportunidad de
Página 43
Página 43 de 100
ataque contra el enroque enemigo. que igualarán la partida. Pero de todos
modos, si, por ejemplo, 23...d4 habría se-
15.¦ae1 a4 16.£e2 £d7 17.¥c1 guido 24.¤xf6+ ¥xf6 25.¦f2 con juego
parejo.
Las blancas, con sus dos últimas movi-
das, parecen reconocer que fracasó su pri- 24.¤xf6+ ¥xf6 25.¦e3 ¦xe3
26.£xe3 ¦e8 27.£f2 ¦xe1+ 28.£xe1
mitivo plan y ahora buscan otros horizon- ¢f7 29.£e2 £e7. ½-½
tes.

17...£b7
DECIMOCTAVA PARTIDA
Forzando al adversario a aclarar inten-
ciones. Hay que retroceder con el caballo [E12]
de cinco dama o cambiarlo. Petrosian, Tigran V
Spassky, Boris Vasilievich
18.¤e3 e6!
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 b6 4.¤c3
¥b7 5.a3
Petrosian ha jugado esta línea en varias
oportunidades. En cambio, Spassky acos-
tumbra jugar en esta posición 5.¥g5; que
da lugar a juegos como éstos: 5.¥g5 h6
6.¥h4 g5 (o bien 6...¥e7 7.e3 ¤e4 8.¥xe7
£xe7 9.£c2 con igualdad. Partida Flohr v.
Keres, AVRO, 1938) 7.¥g3 ¤h5 8.e3 ¤xg3
9.hxg3 ¥g7 y la posición es pareja.
5...¥xf3

Ataque directo al puesto avanzado de Aquí suele jugarse 5...d5 6.cxd5 ¤xd5
las blancas. Petrosian ha jugado con gran 7.e3 ¥e7 8.¥b5+ c6 9.¥d3 ¤d7 10.0-0 c5
claridad de concepto y ahora comienza a con posibilidadcs equivalentes. Partida Pe-
asumir la dirección de los acontecimien- trosian v. Szabó, Portoroz, 1958; En cuan-
tos. to a 5...¥e7 puede seguir 6.d5! d6 7.e4 c6
8.dxe6 fxe6 9.¤g5 ¥c8 10.f4 0-0 11.¥d3
19.fxe6 fxe6 20.¤f3 ¤xf3 21.¦xf3 e5 12.f5 con mejor posición de las blan-
d5 cas. Partida Petrosian v. Keres, Zurich,
1961. El cambio que hace Spassky se em-
Y las negras pasan decididamente al plea poco.
ataque.
6.gxf3 ¥e7 7.f4 d5 8.f5
22.exd5 exd5 23.¤g4
Buena movida con la que se provoca
Las blancas deben jugar ahora con mu- una ruptura central.
cha atención para no quedar en posición
inferior. 8...exf5 9.¥g2 0-0 10.cxd5 ¥d6
11.£d3 g6 12.¥g5 ¦e8 13.h4
23...¦be8
El contrajuego que inicia Spassky es ex-
Con esta movida se originarán cambios celente. De ahora en adelante las blancas
Página 44
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deberán maniobrar con mucho cuidado. 34.¢d3! con lo que podría fracasar la ma-
niobra de las negras.
13...¤bd7 14.h5 ¦b8 15.hxg6 fxg6
16.0-0-0 b5 17.¤xb5 £c8 18.¦d2 32.¥xe8 ¤xd1 33.¢xd1. ½-½
£b7 19.¤c3 £b3!

DECIMONOVENA PARTIDA

[C11]
Spassky, Boris Vasilievich
Petrosian, Tigran V

1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¤f6 4.e5

Con este avance queda planteada la va-


riante Steinitz, la cual se considera menos
eficaz que la variante normal con 4.¥g5
dado que con el avance del peón a cinco
Con la fuerte amenaza de 20...¥xa3. rey se deja a las negras con el alfil rey,
que es la pieza más valiosa para la defen-
20.£c2 ¢g7 21.¥f3 h5 22.£xb3 sa en esta apertura.
¦xb3 23.¦c2 ¦eb8 24.e3 ¢f7 25.¦d1
¤b6 4...¤fd7 5.¤f3
La presión de las negras va en aumen- Interesante, aunque insuficiente, es el
to, a pesar de la firme defensa de las blan- ataque Gledhill 5.£g4 a lo que puede
cas. 5...c5 6.¤f3 cxd4 7.¤xd4 ¤xe5 8.£g3 ¤g6
9.¤db5 ¤a6 10.h4 ¥e7! con posición
26.¥xf6 ¢xf6 27.¥e2 h4! 28.f4 equilibrada.
¦e8 29.¢d2 ¦xc3! En cuanto a la continuación más popu-
lar, 5.f4 puede seguir así: 5...c5 6.dxc5
Una fina maniobra que mereció mejor ¤c6 7.a3 ¥xc5 8.£g4 g6! con igualdad. O
suerte. Por supuesto, de rey no puede to- bien 8...0-0 9.¥d3 f5 10.£h3 ¥xg1
marse. Y si 30.bxc3 entonces 30...¤xd5 11.¦xg1 £b6 etc.
con mucha fuerza. La jugada hecha por Spassky en la pre-
sente partida, desarrollando el caballo rey
30.¦xc3 ¤xd5 31.¥b5 sin apoyar previamente la cadena de peo-
nes con f4, es una idea nueva.
No había nada mejor. Tanto contra
31.¦b3; como contra 31.¦d3 seguía 5...c5 6.dxc5 ¤c6 7.¥f4 ¥xc5
31...¤xe3! 8.¥d3 f6 9.exf6 ¤xf6
31...¤xc3 La posición de las negras es ya satisfac-
toria, si bien es cierto que los peones de
El momento es sumamente instructivo. dama y rey, que ahora fiscalizan el centro,
Parecía muy fuerte y de dificil defensa constituyen también un punto de mira pa-
31...¦xe3 a lo que podría seguir 32.¦xe3 ra el ataque de las blancas.
¥xf4 33.¦de1 y ahora parece que lo úni-
co aceptable es, después de 33...¢g5! 10.0-0 0-0 11.¤e5 ¥d7 12.¤xc6
Página 45
Página 45 de 100
¥xc6 13.£e2 £e7 14.¦ae1 una decisión con sus peones, ya que si
38...¤d7 habría seguido con fuerza
La estrategia de las blancas está defini- 39.¦d1.
da. Concentran sus fuerzas principalmente
sobre el peón retrasado del enemigo. 39.¤d4 ¢h6 40.¦d1 ¦c8

14...¦ae8 15.¥g3 a6 16.a3 £f7


17.b4 ¥d4 18.¥e5

Prácticamente obligado, pues en otro


caso la jugada ...e5 de las negras sería
muy fuerte. Cambiados los alfiles el avan-
ce tendrá menos peligro.

18...¥xe5 19.£xe5 ¤d7 20.£g3 e5

Comienza ahora una serie de manio-


bras posicionales de interés. Las blancas
tratarán de fijar la debilidad de los colgan-
tes peones centrales adversarios, para Las blancas amenazaban 41.fxe4 dxe4
tratar posteriormente de atacarlos por los 42.¤f5+ etc. EI juego de las negras ofrece
flancos, y las negras buscarán su valoriza- mayores puntos débiles que el de las
ción. blancas y Petrosian tuvo que realizar una
defensa bastante dificultosa. La partida se
21.f3 £f4 22.£xf4 ¦xf4 23.¦f2 g6 suspendió en la presente posición.
24.¦d2 ¤b6 25.¦de2 ¤d7

Naturalmente. cuando existen peones 41.fxe4 dxe4 42.¤e6 ¤c4 43.¥xc4


colgantes como en la presente ocasión, ¦xc4 44.¤c5
sólo hay que avanzar uno de ellos cuando
se obtiene un beneficio concreto, pues si Ocasionando así mayores problemas
tal avance es obligado por la fuerza de las defensivos para las negras.
circunstancias, tiene el inconveniente de
debilitar demasiado al peón que queda re- 44...¦f7 45.¦a1 ¢g5 46.¦a5 ¢f4
trasado y de ceder importantes casillas al
enemigo. 47.¢f2

26.¤d1 b5 27.c3 ¦f7 28.¥c2 ¢g7 Amenazando mate. Comienzan las ju-
29.¥b3 h5 30.¤e3 ¤b6 31.¤c2 ¤d7 gadas obligadas para las negras.
32.¦e3 h4 33.h3 ¦f6 34.¤d4 ¥b7
47...¥d5 48.¤b3 ¢e5+ 49.¢e2 ¦c6
Después de una serie de maniobras 50.¤d2 ¢e6 51.¤xe4 ¥c4+ 52.¢d2
preparatorias ingeniosas, Spassky asume ¦d7+ 53.¢c2 ¢f7 54.¦e5 ¢g7
el control de las operaciones con una 55.¤d2 ¥b5 56.¤f3 ¥a4+ 57.¢b2
ofensiva central y por el flanco dama. ¦d1
35.a4 ¦d8 36.¤e2 bxa4 37.¥xa4
¤b6 38.¥b3 e4 En esta incursión fijan las negras sus úl-
timas esperanzas de salvación, pero el jue-
Y las negras se ven compelidas a tomar go es ya muy ventajoso para las blancas.
Página 46
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58.¦5e4 ¦f1 59.¦e1 Esto es lo más corriente, pero resulta
muy instructivo el juego que se produce
Eliminando toda posibilidad de sorpre- con 8...cxd4 a lo que puede seguir así:
sas. Por otra parte, Spassky trataba aquí 9.axb4 dxc3 10.bxc3 dxc4 11.¥xc4 b6
de sacar rápido provecho del apuro de 12.£b3 ¥b7 13.¦d1 £c7 14.¥e2 ¦fd8
tiempo que tenía su adversario. 15.¥b2 ¦xd1+ 16.¦xd1 ¦d8 17.¦xd8+
£xd8 18.c4 a5 19.bxa5 ¤xa5 20.£b5 con
posición de equilibrio. Partida Stein v. Iv-
59...¦xe1 60.¦xe1 ¦f6 61.¦e4 g5 kov, 1963.
62.¤xg5 ¦f2+ 63.¢a3 ¥c6 64.¦xh4 O también 8...cxd4 9.exd4 dxc4 (es ma-
¥xg2 65.¤e4 ¦e2 66.¤c5 ¥f1 67.¦f4 lo 9...¥e7 10.c5! a5 11.¦b1 ¦e8 12.b4 ¥f8
¦e1 68.h4. 13.¦e1 axb4 14.axb4 ¥d7 15.¥f4 ¤h5
16.¥g5 ¥e7 17.¥xe7 etc.) 10.¥xc4 ¥e7
Y las negras perdieron al exceder en el 11.£d3 b6 ; con juego satisfactorio. O
límite de tiempo de reflexión. De todos bien 10...¥xc3 11.bxc3 £a5 12.£b3 £h5
modos ya no había defensa posible. 1-0 13.£b5 £xb5 14.¥xb5 ¥d7 con igualdad.

9.bxc3 dxc4
VIGÉSIMA PARTIDA En muchas ocasiones se ha practicado
9...£c7 pero es más expuesto. Por ejem-
[E59] plo: 10.cxd5 exd5 11.¤h4 £e7 12.f3 ¤e4
Petrosian, Tigran V 13.g3! ¤xc3 14.£c2 c4 15.¥xc4 dxc4
Spassky, Boris Vasilievich 16.£xc3 ¥h3 17.¤g2 b5 18.¥b2 con su-
perioridad. Partida Pachman v. Milic,
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 ¥b4 4.e3 0- 1961.
0 5.¥d3 c5 6.¤f3 d5 7.0-0 ¤c6
10.¥xc4 £c7
Estamos en una de las posiciones más
analizadas de la variante Rubinstein en la La continuación 10...£e7 es inadecuada
Defensa Nimzoindia. Ahora hay varios ca- a causa de 11.¤e5! ¤xe5 12.dxe5 ¤d7
minos para elegir. Por ejemplo: 8.cxd5 13.f4 ¦d8 14.£c2 ¤b6 15.¥e2 con supe-
exd5 (si en cambio se juega 8...cxd4 sigue rioridad de las blancas.
9.dxc6 dxc3 10.bxc3 ¥xc3 11.¦b1 bxc6
12.¥a3 con juego preferible) 9.¤e5! ¦e8 11.¥d3
(en cambio, si 9...¤xe5 sigue 10.dxe5
¥xc3 11.bxc3 ¤d7 12.f4 £e7 13.£f3 ¤b6 También es frecuente 11.¥b5 a6
14.e4 con posición ventajosa, pues a 12.¥d3 e5 13.£c2 ¦e8 con juego parejo.
14...d4 sigue 15.cxd4 cxd4 16.a4! etc. Y si
14...dxe4 15.£xe4 etc.) 10.¤xc6 bxc6 11...e5 12.£c2 ¥g4
11.£a4 ¥d7 (también puede jugarse
11...£a5 satisfactoriamente) 12.a3 ¥xc3 Una continuación sana es 12...¦d8
13.bxc3 c4 14.¥b1 ¤e4 con posición 13.h3 £e7; mientras que si directamente
equilibrada. 12...£e7 13.¤xe5 ¤xe5 14.dxe5 £xe5
Y contra 8.¤e2 (amenazando a3) sigue 15.f3! con mejor juego.
8...cxd4 9.cxd5 exd5 10.¤exd4 ¥g4!
11.£b3 ¦b8 con igualdad. 13.¤xe5 ¤xe5 14.dxe5 £xe5 15.f3
¥d7
8.a3 ¥xc3
Si 15...¥e6 entonces 16.f4 £d6 17.¦d1
Página 47
Página 47 de 100
£e7 18.c4 con ventaja posicional. nativa era 29...¦eb8 pero después de
30.£e3, las blancas ganarían rápidamente.
16.a4!
30.£b2

Si 30.¥xb6 ¦ab8!

30...¦ba7 31.¥xb6 ¦a2 32.£b4


¦c2?

Error que hace perder la partida. Lo jus-


to era 32...¦2a4 33.£e7 ¦b8 34.¦5b2
¦aa8 etc.

33.¥f2! £c7 34.£e7!

Buena movida que exige mucha aten- Decisivo. Ya no hay defensas.


ción al segundo jugador. También es fuer-
te 16.e4 con esta posible variante: 16...c4 34...¥xh3
17.¥e2 £c5+ 18.¢h1 ¦fe8 19.£b2! etcéte-
ra, como sucedió en la partida de Furman Juego desesperado. Por otra parte, si
v. Spassky, campeonato soviético de 1955. 34...¦a6 seguía 35.¦b6.
En cambio, si 16.¦e1 sigue 16...¥a4!
35.gxh3 ¦xf2 36.¢xf2 £h2+
16...¦fe8 17.e4 c4 18.¥e2 37.¥g2 ¤e5 38.¦b8+ ¦xb8 39.¦xb8+
¢h7 40.¦d8 ¤g6 41.£e6. 1-0
Ahora Spassky debió jugar 18...£c5+ lo
que habría sido más prudente que lo que
jugó. VIGESIMOPRIMERA PARTIDA

18...¥e6 19.¥e3 £c7 20.¦ab1 ¤d7 [C13]


21.¦b5! Spassky, Boris Vasilievich
Petrosian, Tigran V
La situación de las negras se ha vuelto
delicada ante la presión que ejercen las 1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5
blancas en el flanco dama. dxe4
21...b6 22.¦fb1 £c6 23.¥d4 f6 Así queda planteada la variante Rubins-
24.£a2 ¢h8 25.¥f1 h6 26.h3 ¦ab8 tein diferida, empleada por Petrosian por
27.a5 ¦b7 primera vez en este match, pues en la un-
décirna partida jugó la variante Rubinstein
Por supuesto, era muy malo 27...bxa5 directamente (3...dxe4) y en la decimono-
28.£xa5 con ventaja clara. vena adoptó Spassky la variante Steinitz
(4.e5).
28.axb6 axb6 29.£f2 ¦a8
5.¤xe4 ¥e7 6.¥xf6
Spassky prefiere entregar ya un peón
para no quedar demasiado atado. La alter- Si 6.¤xf6+ entonces 6...gxf6!
Página 48
Página 48 de 100
6...¥xf6 15...¤xe4 16.¥xe4 ¥g4!

Ahora es distinto, pues si 6...gxf6 obtie- Para quedar con un final de alfiles de
nen posición ventajosa las blancas con distinto color.
7.¤f3 b6 8.¥b5+ c6 9.¥d3! ¥b7 10.£e2
£c7 11.0-0-0 ¤d7 12.¢b1 0-0-0 13.¥a6! 17.£b3
etc. O bien como ocurrió en la partida de
Estrin v. Nikitin, Moscú, 1957 7.g3 f5 Por supuesto, después de 17.¥xb7 ¦b8
8.¤c3 c6 9.¥g2 b6 10.d5! ¥b7 (si la situación de las blancas se tornaría ex-
10...cxd5 11.¤xd5!) 11.dxe6 £xd1+ puesta.
12.¦xd1 fxe6 13.¤b5! ¤a6 14.¤d4 ¥f6
15.¤xe6 ¥xb2 16.¤e2 seguido de 17...£d6
17.¤6d4, con rápida decisión.
Y se van esfumando las esperanzas de
7.c3 Spassky. Ahora se entra en otra pequeña
liquidación.
La alternativa es 7.¤f3 como se jugó
después en la vigesimotercera partida. 18.¦h4 £f4+ 19.£e3 £xe3+
20.fxe3 ¥xf3
7...¤d7 8.¤f3 0-0 9.¥d3
En este momento Petrosian ofreció tab-
Es más pujante la continuación 9.£c2 las pero Spassky no aceptó.
e5 10.0-0-0 etc.
21.gxf3 c6 22.¢d2 ¦fe8 23.b4 ¥f6
9...e5!
Preparándose a eliminar definitivamen-
Avance efectuado oportunamente. Con te el dominio de la columna por parte del
equilibrio central los problemas propios adversario. Podría jugarse eventualmente
del planteo han desaparecido. ...¢g7 y ...¦h8.

10.£c2 exd4 11.cxd4 g6! 12.h4 24.¦g4 ¦e7 25.¥d3 ¦ae8

Las blancas, con un centro endeble no


pueden crear peligro con un ataque con-
tra el rey, máxime teniendo en cuenta que
es muy sólida la estructura del juego ne-
gro.

12...¥g7 13.h5 ¤f6

Con lógica, las negras traen más piezas


al sector amenazado.

14.hxg6 hxg6 15.0-0-0

Quizá era de considerarse como más En realidad ya no pueden las blancas


fuerte 15.¤eg5, pero no es nada fácil mos- pretender nada en concreto. El juego de
trar alguna variante efectiva. En tal caso las negras no ofrece puntos débiles y Ios
podría seguir 15...¤d5 16.¥e4 ¥g4 anu- alfiles de distinto color acentúan la igual-
lando el peligro. dad.
Página 49
Página 49 de 100
26.¥c4 Desfavorable para las blancas es la va-
riante 3.¥d3 f5 4.exf5 ¥xg2 5.£h5+ g6
Un chiste. Si 26...¦xe3 27.¦xg6+ 6.fxg6 ¥g7! etc.

26...¢g7 27.¦e1 a6 28.¦gg1 ¦h8 3...a6 4.¥e3 e6 5.¤d2 ¤f6 6.c3


29.¦h1
Petrosian realiza un juego extraordina-
Un cambio casi forzado y un paso más riamente seguro a la espera de que sea su
hacia la nulidad. adversario quien intente arriesgarse en
complicaciones.
29...¦xh1 30.¦xh1 ¦d7 31.¥b3
¥d8 32.f4 f5 6...¥e7 7.¥d3 d6 8.a4

Un bloqueo que conduce a más cam- Buena movida que dificulta las aspira-
bios. Lo que resta no tiene ya importancia. ciones de expansión de las negras en el
flanco dama.
33.¢d3 a5 34.bxa5 ¥xa5 35.¦c1
¢f6 36.¦c4 ¦d8 37.¢e2 8...c6 9.¤e2 ¤bd7 10.0-0 0-0
11.¤g3 ¦e8 12.axb5 axb5
Si 37.¦a4? ¦a8 ; amenazando ...b5.
Más activa era la continuación ...cxb5,
37...¥c7 38.¦a4 g5 39.fxg5+ ¢xg5. pese a desviar uno de los peones que ac-
½-½ cionan en el centro.

13.¦xa8 £xa8 14.£c2 ¥f8 15.b4


VIGÉSIMOSEGUNDA PARTIDA
Impidiendo toda posibilidad de reac-
ción de las negras en base el avance ...c5.
[A40] No obstante, el segundo jugador tiene una
Petrosian, Tigran V posición bastante sólida y no es fácil in-
Spassky, Boris Vasilievich tentar un ataque eficaz contra sus baluar-
tes.
1.d4 b5
15...£b8 16.¤b3 g6 17.¦a1 e5
Teniendo necesidad de hacer dos pun-
tos y medio en las tres últimas partidas del Hay que reconocer que la tarea de
match, Spassky se lanza a un juego extra- Spassky en la presente partida era por de-
vagante en procura de sorprender a su ad- más dificultosa, dado que tenía que in-
versario.
tentar ganar en semejante posición de tan-
2.e4 ta solidez.

En una vieja partida de Schmidt v. Bo- 18.£f2!


goljubow se jugó así: 2.¤f3 ¤f6 3.¥f4
¥b7 4.e3 a6 5.c4 bxc4 6.¥xc4 e6 7.¤c3 Mayor control sobre las casillas negras
¥e7 8.0-0 0-0 9.h3 con ventaja posicional del flanco dama.
de las blancas.
18...d5 19.dxe5 ¤xe5 20.¥c2 ¥g7
2...¥b7 3.f3 21.¥a7

Página 50
Página 50 de 100
Las blancas pudieron intentar algo más
efectivo con 21.¥d4, pero la movida del Todo es malo. Si 32...¤xe4 seguía
texto es psicológica, ya que plantea al ad- 33.¥xe4 ¥xe4 34.¥xg7 ¢xg7 35.£d4+
versario el dilema de aceptar una repeti- ganando. Ahora Petrosian remata el juego
ción de jugadas y declarar tablas el juego, con una movida simple pero elegante.
o bien desviarse hacia otro camino que in-
dudablemente resultará inferior.
33.¥b3! ¥f5
21...£c7 22.¥b6 £b8 23.¥a7 £c7
24.¥b6 £b8 25.¥a7 Había poco para elegir ante la doble
amenaza de las blancas, que era ¦a7 y
En este momento pudo Petrosian recla- ¥xf6. Por ejemplo, si 33...£c6 34.¦a7
mar tablas al juez, dado que se ha produ- ¥d5 35.¥xd5 etc.
cido por tercera vez la misma posición,
pero al considerar que Spassky no tenía 34.¦a7 ¤d7 35.¤f3 £b8.
más remedio que seguir repitiendo las ju-
gadas o caer en inferioridad, optó por se-
guir. Y Spassky abandonó sin esperar la con-
tundente 36.c6. 1-0
25...£c8 26.¥d4!
Y el alfil se coloca en excelente posi- VIGÉSIMOTERCERA PARTIDA
ción después de que la dama negra adop-
tó una posición inadecuada.
[C13]
26...h5 27.h3! Spassky, Boris Vasilievich
Petrosian, Tigran V
Con la fuerte amenaza de f4 y e5.
1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5
27...h4 28.¤f1 dxe4 29.fxe4 ¤ed7 dxe4 5.¤xe4 ¥e7 6.¥xf6 ¥xf6 7.¤f3
30.¤fd2! c5
Tomando un camino distinto al de la
Y por fin jugará el alfil, pero ya es tar- vigésimoprimera partida.
de. La posición de las negras es muy en-
deble y ello es explotado debidamente 7...¥d7
por las blancas.
Un momento de decisiones: si se hace
31.¤xc5 ¤xc5 32.bxc5 ¥xe4 el enroque corto puede sobrevenir un ata-
que contra el rey; si 7...¥e7; intentando
conservar la pareja de alfiles, se cede es-
pacio; y si 7...¤d7 las blancas continua-
rían como en la partida, con £d2 y des-
pués el enroque largo. La jugada ...¥d7
tiene el inconveniente de privar al caballo
dama una salida natural y eso motivará en
seguida una pérdida de tiempo con ese al-
fil.

8.£d2! ¥c6 9.¤xf6+ £xf6

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Probablemente debió preferirse 9...gxf6 más los peones del ala dama de las negras
10.£f4 ¥xf3 aunque de todos modos el son débiles.
juego de las blancas es ya algo mejor.
15...cxd4 16.£xf6 ¤xf6
10.¤e5 0-0 11.0-0-0 ¤d7
Parecería que las negras han consegui-
Indudablemente esto es un error, como do librarse de sus problemas al cambiar
e! mismo Petrosian lo reconoció después sus peones doblados, pero su posición
de la partida. Había que decidirse por presenta serias dificultades debido a los
11...¦d8 para seguir con ...¥e8 y oportu- peones desunidos que quedaron en el
namente ...¤c6 o bien ...c5. flanco dama.
12.¤xc6! bxc6 13.h4! 17.¦xd4 ¦b7 18.¦b3 ¦xb3 19.axb3
Consciente de haber obtenido una po- El nuevo cambio de las blancas fue pa-
sición ventajosa, Spassky comienza una ra atacar después las debilidades negras.
maniobra enérgica en procura del triunfo.
La idea central de este avance no es, pre- 19...¦a8 20.¦c4 ¤e8 21.¦a4
cisamente, preparar algún ataque contra
el rey, sino colocarse en disposición de Mientras las piezas blancas juegan un
trasladar la torre rey al flanco dama para papel de ataque, las negras se ven reduci-
accionar contra los debilitados peones das a una penosa defensa.
enemigos.

13...¦ab8 14.¦h3 c5 21...¤d6 22.g3 ¢f8 23.¥g2

Jugada prácticamente forzada ante la En forma sencilla, pero efectiva, las


amenaza 15.¦c3. blancas han ido aprovechando sus posibi-
lidades; ahora cae el peón a7 y la presión
15.£g5! sigue en aumento.

23...¦c8 24.¦xa7 ¢e7 25.¢d2 h6


26.c4 g5

Un intento desesperado de abrir líneas


para emprender contrajuego en el flanco
rey, mas ya es tarde.

27.hxg5 hxg5 28.¢c3

El rey blanco también se prepara a fin


de intervenir en la lucha si fuese necesa-
rio, a la vez que apoya el avance de sus
peones, lo que será concluyente.
Con magistral concepto Spassky provo-
ca el cambio de damas a fin de aprove- 28...¢d7 29.b4 ¦h8
char la mayor acción de sus piezas meno-
res; sus torres tienen mayor campo de ac- Buscando un contraataque que fracasa;
ción y el alfil en una posición abierta tiene las blancas deciden la lucha en el flanco
mayores perspectivas que el caballo, ade- dama.
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30.b5 ¦h2 31.¥c6+ 15.h3 ¤a6 16.¢h2 h5 17.f4 ¤b4

Las negras abandonaron. Si 31...¢d8 Necesario, ya que las blancas amenaza-


32.c5 ¤c8 (32...¤f5 33.b6 , etc.) 33.¦a8 ban e4 y e5.
con la amenaza terminante de 34.¥b7.
Una buena partida posicional de Spassky. 18.¦f1
1-0
Anticipándose a la apertura de la co-
lumna.
ÚLTIMA PARTIDA 18...e5 19.fxe5 dxe5 20.d5 ¦d8
21.e4
[E61]
Petrosian, Tigran V También era factible en seguida
Spassky, Boris Vasilievich 21.¤a2, pero las blancas prefieren fortale-
cer primeramente el centro.
1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.g3 ¥g7 4.¥g2 0-
0 5.¤c3 d6 6.e3 21...¤d7

Con 6.¤f3 ¤c6 7.0-0 se entra en la va- Peor para las negras era la variante
riante del maestro argentino Oscar Panno. 21...h4 22.g4 ¥xg4 23.hxg4 ¤xg4+
Otra alternativa es 6.¤f3 c5 7.0-0 ¤c6 24.¢h1 ¥h6 25.£e1 etc.
8.dxc5 dxc5 con buen juego (variante Yu-
goslava). 22.¦b1 ¤c5 23.¤a2 ¤ba6 24.£e3
£b6 25.¤ec1! £a7
6...¤bd7 7.¤ge2 a6 8.b3 ¦b8 9.a4
Botvinnik opina que cuando Petrosian
Amenazando apretar a las negras con hace un sacrificio no hay que aceptarlo
a5. nunca; Si ahora 25...¤xa4 seguía 26.£f3!
¦d7 27.¤d3 ¤4c5 28.£f2! , ganando.
9...a5 10.¥a3!
26.¤d3 ¤xd3 27.£xd3 ¦e8 28.¦b2
Accionando fuertemente sobre el cen- ¤c5 29.£e3 ¤d7 30.£c1
tro.
Petrosian comienza a jugar ahora en
10...c6 11.0-0 £c7 forma algo débil. Mejor era 30.£g5 aun
cuando todavía mantienen las blancas su-
El juego se desarrolla lentamente y se perioridad.
evidencia el deseo de las blancas en espe-
cial, de no complicar las cosas, aun cuan- 30...£b6 31.¦bf2 f6
do a Petrosian ya no se le podía arrebatar
el título, pues perdiendo empataba el Si 31...£xb3 32.¦f3!
match. Pero era una cuestión de prestigio.
32.¦f3 £d8 33.¤c3 ¤f8 34.£c2
12.£d2! ¦e8 13.¦ac1 ¦a8 14.¦fd1 ¤h7 35.¦d3 £c7 36.£e2 ¥h6 37.h4
¤b8 ¥f8 38.d6

Preparándose a entrar por b4 en procu- Quizá habría resultado bastante enérgi-


ra de contrajuego. co 38.¥xf8 y 39.£d2.

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38...£f7 39.¥h3 ¥xh3 40.¢xh3 Parece que Petrosian jugó esta partida
¦ed8 sin mayor interés. Lo lógico era jugar
52.¦f2 y después 53.¦fb2.

52...¦e8 53.¦f1 ¢f7 54.a5 ¢e6


55.¥b4 ¥e3

Aprovechando las debilidades cometi-


das por el adversario, las negras crearon
una posición excelente y ahora están has-
ta en cierto modo amenazantes
56.¦e2 ¥d4 57.¢h3 ¦f8 58.¦c1
¦aa8 59.¢g2 ¦g8 60.¤e1 g5 61.¤f3
gxh4 62.¤xh4 ¦g4 63.¤f5 ¦ag8
En esta posición quedó suspendida la Con la amenaza de h4.
partida. Hay una pequeña ventaja posicio-
nal de parte de las blancas, con un peón 64.¢h3 ¦8g5
central libre, pero las negras disponen de
buenos recursos defensivos y se torna su- El citado avance de peón parece que
mamente difícil poder concretar esa ahora resultaba bastante prometedor para
ventaja teórica. Por otra parte, en la sesión las negras (64...h4 65.gxh4 ¦f4 etc.).
complementaria Spassky maniobró con
gran precisión y pudo anular los peligros 65.¦b1 ¦xe4
existentes.
La segura posición de las negras permi-
41.c5 £e6+ 42.¢g2 ¥h6 43.¤d1 te ahora efectuar esta maniobra sin nin-
¤f8 gún peligro.
Reforzando la defensa del punto d7, 66.¦xe4 ¦xf5 67.¦e2 ¦f3 68.¢g2
para restarle eficacia al peón enemigo. ¦d3
44.¤b2 ¤d7 45.¦df3 £g4 46.£c4+ Los peones negros se muestran más efi-
¢g7 47.¤d3 ¦e8 48.¦b1 caces y compensan perfectamente la cali-
dad sacrificada.
Petrosian se equivoca aquí, tomando
un camino erróneo. Lo mejor era 48.¥b2! 69.¦d2 ¦e3 70.¦a2 f5
en vista de que si 48...£e6 seguiría
49.¤xe5! fxe5 50.£xe6 ¦xe6 51.¦f7+ , ga- No era posible 70...¥xc5 a causa de
nando. O bien 48.¥b2 £e6 49.¤xe5 ¤xe5 71.¥xc5 ¤xc5 72.¦xb7 etc.
50.£xe6 ¦xe6 51.¦xf6 ¦xf6 52.¥xe5
¦af8 53.d7, ganando. 71.¥e1
48...£e6 49.£xe6 ¦xe6 50.b4 Según opinión de Petrosian lo mejor
era aquí 71.¥a3 h4 72.gxh4 f4 73.¦xb7
Complicación innecesaria. Era preferi- f3+ 74.¢f1 ¤f6 75.¦e7+ con buenas pers-
ble 50.¤b2. pectivas.
50...axb4 51.¦xb4 ¦a7 52.¦b2 71...¤xc5 72.¥f2 ¦b3 73.¦xb3
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¤xb3 74.¦a3 ¤c5 75.¥xd4 exd4 Y en este morr¡ento, a proposición de
76.¦f3! d3 77.¢f2. Spassky, se declaró tablas terminando el
match. ½-½

───────────────

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Pablo Morphy, el genial norteamericano que mantuvo la
supremacía del ajedrez mundial desde L858 hasta 1863

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El doctor Emanuel Lasker ganó el campeonato mundial en
el año 1894 y mantuvo el cetro durante 27 años. Perdió
ante Capablanca en 1921.
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El doctor Alejandro Alekhine fue otro aiedrecísta excepcional, Obtuvo el carnpeonato en
1927 cuando venció a Capablanca. Lo perdíó en 1935 ante Euwe y lo recuperó en 1937,
manteniéndolo hasta el momento de su muerte, en 1943.

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EL cubano Josó RaúI Capablanca, un genio indiscutido, mantuvo el campeonato
desde 1921 hasta 1927.
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Doctor Max Euue, holandés. Vencíó a Alejandro Alekhine en 1935 y luego perdió el título
frente al mismo maestro en 1937.

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El soviético Miguel Botvinnik, de extraordinaria calidad, ganó el campeonato en 1948. Perdió
frente a Smyslov en 1957 y recuperó el título en 1958. Volvió a perder en 1960 con Miguel
Tal, y nuevamente lo recuperó al año siguiente. En el año 1963 perdió el título ante Tigran
Petrosian.
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Miguel Tal, un ajedrecista de gran talento. Ganó el campeonato en 1960 al derrotar a
Botvinnik, pero lo perdió al año siguiente.
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EL SEGUNDO MATCH ENTRE PETROSIAN Y SPASSKY
14 DE ABRIL - 19 DE JUNIO DE 1969

PROGRESIÓN DEL MATCH

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Spassky 0 ½ ½ 1 1 ½ ½ 1 ½ 0 0 ½
Petrosian 1 ½ ½ 0 0 ½ ½ 0 ½ 1 1 ½

13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
Spassky ½ ½ ½ ½ 1 ½ 1 0 1 ½ ½
Petrosian ½ ½ ½ ½ 0 ½ 0 1 0 ½ ½

dad. O también 8.£g4 ¤f6!; con buen jue-


PRIMERA PARTIDA go (partida Ivkov v. Polugaievsky, La Ha-
bana, 1962).
[B42]
Spassky, Boris Vasilievich 6.¤xc6
Petrosian, Tigran V
La principal alternativa es 6.¥e3 ¤f6
1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 4.¤xd4 7.c4 ¥b4+ 8.¤c3 d5, con buena posición.
a6 5.¥d3
6...bxc6
Spassky elige en esta partida uno de
los sistemas de desarrollo más tranquilos,
donde las negras no tienen mayores pro- En el torneo de la candidatura de 1959,
blemas. la partida de Keres v. Tal siguió así:
6...dxc6 7.0-0 e5 8.¤d2 £c7 9.a4 ¤f6
5...¤c6 10.£f3 ¥c5 11.¤c4 0-0 y la posición re-
sultó pareja.
Igualmente satisfactorio es 5...¥c5
6.¤b3 ¥a7 7.0-0 ¤c6 8.£e2 d6 con igual- 7.0-0 d5 8.¤d2
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Esto parece ser lo más pujante. En el El alfil dama blanco era la pieza que
torneo de Mar del Plata de 1962, en la mayores molestias podía ocasionar a las
partida de Parma v. Pachman se jugó: 8.c4 negras, dada la debilidad de las casillas de
y después de 8...¤f6 9.exd5 cxd5 10.cxd5 color negro. Su desaparición es un punto
¤xd5 11.¥e4 ¦a7! el juego se equilibró. a favor de Petrosian.

8...¤f6 9.£e2 ¥e7 10.b3 0-0 18.£f2 axb3 19.axb3 ¦a2 20.fxg6
11.¥b2 a5! fxg6 21.h3 £e7 22.£d4 c5 23.£f4
¥b7
Esta excelente movida, que no es nue-
va, tiene gran importancia en la presente Y las negras han conseguido un desa-
posición y obliga a las blancas a prestar rrollo completo.
atención en su flanco dama. El futuro
avance ...a4 puede ser neutralizado por 24.¦de1 £g7 25.£e3 d4 26.£e6+
las blancas con un a3, pero en esta oca- £f7 27.£e2 ¦e8 28.£f2 ¦xe1
sión el primer jugador prefiere activar su 29.£xe1 £e8
demostración en el flanco rey.
Con la esperanza de que, después del
12.f4 g6! cambio de damas, pueda valorizarse el
peón libre.
Una decisión de responsabilidad, ya
que si bien es cierto que se aminora el 30.£xe8+ ¤xe8 31.¥e4 ¦xd2
efecto de cualquier avance de peón del 32.¥xb7 ¤d6 33.¥d5+ ¢g7 34.b4
adversario, se crean peligrosos puntos dé-
biles en la posición del enroque negro. Buena movida, pero necesaria. A cual-
quier maniobra dilatoria las negras adqui-
13.¦ad1 ¤d7 14.c4 a4 15.f5! rirían preponderancia con ¦b2 y ¤f5.

34...cxb4 35.c5 ¤f5 36.c6 ¦c2 37.g4


¤d6 38.¦f4 d3.

Amenazando ganar pieza 39.¦xb4? d2;


o bien 39.¢f1 ¦c1+
39.¦d4 d2 40.¥b3 ¦xc6 41.¦xd2

Y el juego entra en su momento álgido.


Hay ahora varias amenazas que las negras
deben tomar en consideración, pero el
campeón mundial sigue el juego con su
acostumbrada seguridad y salva los obs-
táculos.

15...exf5 16.exf5 ¥f6 17.¥xf6


¤xf6 La partida quedó suspendida en la pre-
Página 64
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sente posición, bien interesante por cier- tiempo ganado y el paso del rey negro es-
to. Las negras tienen un peón de ventaja, tá demorado. Por ejemplo: 53.¦a5! ¤c3
no obstante lo cual no es claro ningún 54.¦a6+ ¢e5 55.¦b6 b1£ 56.¥xb1 ¤d5+
procedimiento efectivo. Es tentadora 57.¢d2 y tablas. Y también 52.¢e3 ¤a4
41...¢f6 pero las blancas desbaratan todo 53.¦a5 ¦c3+ 54.¢d2 ¦a3 55.¥b1 ¦a1
intento contestando 42.¦d4. Y contra 56.¢c2 ¤c3 57.¦a2 y tablas. O bien más
41...¦c3 podía seguir: 42.¦xd6 ¦xb3 simplemente 53.¦h4.
43.¦d7+ ¢h6 44.¢g2, amenazando h4. El
campeón del mundo efectúa ahora una 52...¢e5 53.¦b6 ¤a4 54.¦e6+
maniobra excelente.
Contra 54.¦b4 las negras ganaban con
41...¤e4! 54...¦a1! 55.¦xa4 ¦xa2 56.¦b4 ¢d5; etc.

Elegante y correcto. Si ahora 42.¦d4 las 54...¢d4 55.¦e4+ ¢c5!


negras obtenían ventaja con 42...¦c1+!
43.¢g2 ¤c5! y no sirve 44.¦xb4 por Si 55...¢c3? 56.¦c4+ ¢d2 57.¦b4 , y
44...¦b1 ; ganando la pieza; y si; 41...¤e4 tablas.
42.¦d4 ¦c1+ 43.¢g2 ¤c5 44.¥d5 b3 , etc.
56.¦xa4 ¦a1
42.¦d7+ ¢f6
No hay defensa, pues si 57.¦c4+ ¢b5
Si 42...¢h6? 43.h4 con grave peligro. 58.¦c8 ¦xa2 59.¢e3 ¦a6 ganando. 0-1

43.¦xh7 ¦c1+ 44.¢g2 ¤c5 45.¥f7


b3 46.g5+ ¢xg5 47.h4+ ¢f6 48.h5 SEGUNDA PARTIDA
¦c2+

Después de 48...b2 49.¥xg6 y el even- [D34]


tual sacrificio del alfil, quedaría un final de Petrosian, Tigran V
tablas. Spassky, Boris Vasilievich

49.¢f3 b2 50.¥a2 gxh5 51.¦xh5 1.c4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 c5 4.cxd5


¦c1 52.¦h6+ exd5 5.¤f3 ¤c6 6.g3
Un encomiable esfuerzo de parte de las Así queda inaugurado el famoso y agre-
blancas echado a perder con esta movida sivo ataque denominado Schlechter-Ru-
errónea. Era muy difícil el final, pues si, binstein.
por ejemplo 52.¦h2 de buena apariencia,
habría seguido 52...¤a4 53.¦h4 ¤c3 6...¤f6
54.¦b4 ¦c2 55.¢e3 ¤xa2 56.¦b5 ¢e6
57.¢d3 ¦h2 58.¦b8 ¢d5 y el rey negro
entra en forma decisiva. A pesar de ser expuesta, la variante
Pero la jugada justa era 52.¢e3!! des- sueca 6...c4 ideada por Gosta Stoltz, es
pués de lo cual las blancas salvaban la aceptable. Por ejemplo: 7.e4 dxe4 8.¤g5!
partida. Por ejemplo 52...¦c3+ 53.¢d4 £xd4 9.£xd4 ¤xd4 10.¥xc4 ¥e6! con
¦d3+ 54.¢xc5 ¦a3 55.¦h6+, seguido de buen juego. O bien 7.¥g2 ¥b4 8.0-0
56.¦b6 y tablas. O bien 52...¦a1 53.¦xc5 ¤ge7 9.a3 ¥a5 10.e4 0-0! también con
¦xa2 54.¦b5 etc. La variante más intere- juego aceptable.
sante es 52...¤a4 pero con respecto a la
partida, las blancas tienen un importante 7.¥g2 ¥e7 8.0-0 0-0 9.¥g5
Página 65
Página 65 de 100
Ahora se juega con mayor frecuencia
9.dxc5 ¥xc5 10.¤a4 ¥e7 11.¥e3 ¤e4
12.¦c1 £a5 13.¤d4 ¥d7! equilibrando. En
cambio 9.dxc5 resulta muy peligroso a
causa de 9...d4 10.¤a4 ¥f5 11.¥f4 ¥e4!
12.¦c1 £d5 13.£b3¡, etc.
Pero debe tenerse en cuenta la reco-
mendación de Najdorf, 9.b3 , accionando
en la gran diagonal con el alfil dama.

9...cxd4 10.¤xd4 h6!

Contra 10...¤xd4 obtienen posición 41.h4! ¢f8 42.¢f1 ¢e7


preferible las blancas después de 11.£xd4
¥e6 12.¦ac1 £a5 13.a3 ¦fd8 14.£d3! etc. El final resultante después de 42...£xg3
43.£xd5 £xh4 44.£xc5+ sería más peli-
groso para las negras.
11.¥e3 ¥g4 12.¤b3 ¥e6
43.¢f2 £e6 44.£b5 £d6 45.£b7+
Una ida y vuelta con el alfil que no es ¢f6 46.£b5 £c7 47.£d3 c4 48.bxc4
fácil explicar. dxc4 49.£c3+ ¢e6

13.¦c1 ¦e8 14.¤b5 £d7 15.¤5d4 Ya se esfumaron las esperanzas de las


¥h3 16.¤xc6 bxc6 17.£d3 ¥xg2 negras.
18.¢xg2 a5 19.¦c2 a4 20.¤d2 £b7
21.¢g1 ¦ac8 50.¢e3 £c5+ 51.£d4 £a3+
52.¢d2 £a5+ 53.¢c2 £b5 54.¢c3
£b3+ 55.¢d2 £b4+ 56.¢c2 £a4+
Las negras maniobraron acertadamente 57.¢c3 £a5+
y adquirieron una posición más ágil. Aho-
ra tratarán de hacer valer sus peligrosos La última tentativa, pero no prospera.
peones de dama y alfil dama.
58.¢xc4 £c7+ 59.¢d3 £xg3
22.¦fc1 ¤d7 23.¤f3 c5 24.b3 axb3 60.£c4+ ¢f6 61.£d4+ ¢e7. ½-½
25.axb3 ¥f8 26.¦a1 ¤f6 27.¦ca2 ¦a8
28.¦xa8 ¦xa8 29.¦xa8 £xa8 30.£c2
¤e4 31.¤d2 ¤xd2 32.¥xd2 £a6 TERCERA PARTIDA

La posición de las negras es preferible, [B36]


pero se trata de un final sumamente difícil Spassky, Boris Vasilievich
donde no se ve la forma de explotar debi- Petrosian, Tigran V
damente la principal debilidad de las blan-
cas, el peón aislado. 1.e4 c5 2.¤f3 ¤c6 3.d4 cxd4
4.¤xd4 g6
33.¢f1 £b5 34.¥c3 g6 35.£d1
£c6 36.f3 £e6 37.¢g2 h5 38.h3 ¥d6 Así queda planteada la Variante del
39.£d3 ¥e5 40.¥xe5 £xe5 Dragón acelerada.

Página 66
Página 66 de 100
5.c4 columna abierta. Hay un poco de mayor
espacio para las blancas, pero se produce
Este viejo sistema de ataque, ideado ahora una liquidación de piezas y el juego
por el gran maestro húngaro Geza Ma- se aclara mucho.
roczy, vuelve ha emplearse ahora en los
torneos internacionales. La idea de este 17.¦xc8+ ¦xc8 18.¦c1 ¦xc1
avance es mantener por largo tiempo el 19.¢xc1 ¢f8 20.¢c2 e6
control del centro.
Buena movida que desorganizará la
5...¤f6 formación de peones enemigos y que
obliga a tomar decisiones. Si 21.dxe6, des-
La continuación natural 5...¥g7 es la pués de fxe6 las perspectivas serían exce-
principal alternativa. Puede seguir 6.¤c2 lentes para las negras.
d6 7.¥e2 f5! con buena reacción.
21.a4 exd5 22.exd5 ¢e7
6.¤c3 ¤xd4 7.£xd4 d6 8.¥e3
Y el final resultante es muy parejo.
Otra posibilidad es 8.c5 ¥g7 9.¥b5+
¥d7 10.¥xd7+ £xd7 11.cxd6 0-0 y el jue- 23.¥d3 ¥e5 24.g3 ¢e8 25.¢d2
go se iguala. Y también conduce a una ¢e7 26.¥b6 ¥e8 27.f4 ¥g7 28.g4
posición equilibrada 8.b3 ¥g7 9.¥b2 0-0
10.¥e2 £a5 11.0-0 ¥e6 12.¦ac1 ¦fc8 co- Spassky hace esfuerzos por encontrar
mo ocurrió en la partida de Kortchnoi v. alguna situación favorable, pero la posi-
Benkó, Buenos Aires, 1960. ción de las negras es muy sólida.
8...¥g7 9.f3 0-0 10.£d2 ¥e6 28...¥d7 29.h3 h5 30.¥e2 hxg4
11.¦c1 31.hxg4 ¥b2 32.¢e3 ¥c1+ 33.¢f3
¥b2 34.¥d3 ¥c3 35.f5 gxf5 36.¥xf5
La columna alfil dama se abrirá a corto ¥xf5 37.gxf5 ¢d7 38.¢e4 ¥e1
plazo y las blancas se anticipan para in-
tentar dominarla. Es ya inútil empecinarse en ganar. La
posición no ofrece posibilidades para nin-
11...£a5 12.¥e2 ¦fc8 13.b3 a6 guno de los bandos.
14.¤d5 £xd2+ 15.¢xd2 ¤xd5
16.cxd5 ¥d7 39.¢d3 ¢c8 40.¢c4 ¥d2 41.b4
¥e1 42.b5 ¥d2 43.¥d4.
La partida quedó suspendida en la pre-
sente posición, pero fue declarada tablas
sin reanudarse. 43...¥e1 Jugada secreta.
½-½

CUARTA PARTIDA

[D34]
Petrosian, Tigran V
Spassky, Boris Vasilievich
Las negras sortearon bien los peligros,
anulando el intento del adversario en la 1.c4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 c5 4.cxd5
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exd5 5.¤f3 ¤c6 6.g3 ¤f6 7.¥g2 ¥e7 debilidad de su flanco rey. Realmente, el
8.0-0 0-0 9.¥g5 cxd4 10.¤xd4 h6 juego de Petrosian en la presente partida
11.¥e3 ¥g4 12.¤b3 ¥e6 13.¦c1 ¦e8 es desconcertante.
14.¦e1
23...¦b4 24.b3 ¤c6! 25.£d2 ¦b6
Hasta aquí la partida siguió el mismo
curso que la segunda, en la cual Petrosian ¿Por qué no jugar 26.¤a4? Si las negras
jugó 14.¤b5 y después ocupó la casilla contestan 26...¤xd4 seguiría 27.exd4 ¦e6
fuerte cuatro dama. No obstante, al correr 28.g5 etc. Y si 26...¦b4 entonces se puede
de la partida obtuvo Spassky cierta supe- volver 27.¤c3 y las negras tendrían que
rioridad y de ahí seguramente el cambio buscar otro camino si es que quieren ga-
de procedimiento por parte del campeón. nar. Y si 26.¤a4 ¦a6 27.¥f1 y habría que
entregar la calidad.
14...£d7 15.¥c5 ¦ac8 16.¥xe7
£xe7 17.e3 ¦ed8 18.£e2 ¥g4 19.f3 26.¤ce2 ¥h7 27.¥g2 ¦e8
¥f5
La columna abierta resultó eficaz para
Estratégicamente el primer punto a fa- los planes de las negras y ahora Spassky
vor se lo acreditaron las negras, pues obli- se prepara a ejercer presión por la colum-
garon al adversario a debilitar la forma- na rey, donde las blancas acusan evidente
ción del enroque. debilidad.
20.¦cd1 ¤e5 21.¤d4 ¥g6 22.¥h3 28.¤g3 ¤xd4! 29.exd4 ¦e6
¦c4! 30.¦xe6 £xe6 31.¦c1 ¥g6!
Preparando la entrada decisiva de las
piezas en el desorganizado sector rey ene-
migo.
32.¥f1 ¤h7 33.£f4 ¤f8 34.¦c5
¥b1 35.a4 ¤g6 36.£d2 £f6 37.¢f2
¤f4!
La alta estrategia desarrollada por
Spassky culmina ahora con la instalación
y ocupación de un formidable puesto
avanzado.
Esta incursión de torre en las líneas 38.a5
enemigas debió ser calculada con exacti-
tud por las negras. Como se verá más ade-
lante, la columna alfil dama adquiere
gran valor para Spassky.
23.g4
Las blancas, conscientes de haber en-
trado en dificultades, buscan a todo trance
organizar un contrajuego, pero habría si-
do mejor cualquier cosa antes que abrirse
en forma tan peligrosa como lo hacen
aquí las blancas, aumentando mucho la
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Con la esperanza de aprovechar cual- ¥e6 7.e4, con superioridad.
quier dilación de las negras. Por otra par-
te, no se ve nada satisfactorio; por ejem- 6.e4 ¤xc3 7.bxc3 cxd4 8.cxd4
plo, si 38.¤f5 seguía 38...£g5! con inme- ¥b4+
diato derrumbe de la posición blanca.
Con el avance de peón efectuado tam- En esta variante las negras tienen que
bién quedan perdidas las blancas, pero es jugar como lo hacen, pues una defensa
interesante ver la forma brillante con que lenta, como ser con 8...¥e7, les resulta
Spassky remata el juego. perjudicial; por ejemplo: 9.¥e2 0-0 10.0-
0 b6 11.£d2! y las blancas consiguen me-
38...¥d3!! jor posición.
Bonita jugada de intercepción que no 9.¥d2 ¥xd2+
tiene réplica adecuada. Se amenaza mate
en dos jugadas. Es conocida la variante, mala para las
negras 9...£a5? 10.¦b1! ¥xd2+ 11.£xd2
39.¤f5 £g5 £xd2+ 12.¢xd2 0-0 13.¥b5! etc.
Ahora se amenaza ganar la dama.
10.£xd2 0-0 11.¥c4! ¤c6
40.¤e3 £h4+ 41.¢g1
Si 11...b6; es fuerte 12.d5. Muchos teó-
Así quedó suspendida la partida. La ju- ricos se pronuncian en favor de 11...¤d7.
gada secreta fue:
12.0-0 b6
41...¥xf1
En este momento, el procedimiento
Y las blancas abandonaron, dado que más corriente es colocar la torre rey en
si 42.¤xf1 se gana en seguida con uno dama y la otra torre en uno alfil da-
42...¦e2. Y contra 42.¢xf1 seguiría ma, accionando por la columna abierta y
42...£h3+ 43.¢g1 ¦xe3 etc. O bien apoyando el eventual avance del peón da-
43.¤g2 ¤xg2 44.£xg2 ¦e1+ etc. 0-1 ma. Por ejemplo 13.¦fd1 ¥b7 14.£f4 £f6
15.£e3 ¦fd8 16.e5 £h6! 17.¦ac1 £xe3 y
el juego es parejo. O bien 13.¦fd1 ¥b7
14.£f4 ¦c8 15.d5 exd5 16.¥xd5 £e7
QUINTA PARTIDA 17.¤g5 ¤e5! , y la lucha es equilibrada.
En la presente partida Spassky prescin-
[D41] de de la ocupación de la línea abierta por
Spassky, Boris Vasilievich ahora y se dispone a tomar medidas inme-
Petrosian, Tigran V diatas en el centro.

1.c4 ¤f6 2.¤c3 e6 3.¤f3 d5 4.d4 c5 13.¦ad1 ¥b7 14.¦fe1 ¦c8

Ahora es Petrosian el que plantea la de- A pesar de tratarse de una movida lógi-
fensa Tarrasch, como lo hizo su adversa- ca, es 14...¦c8 el origen de las dificulta-
rio en la segunda y cuarta partidas. des. Debió jugarse 14...¤a5 y si 15.¥d3
£e7 y después colocar las torres conve-
5.cxd5 ¤xd5 nientemente.

No es conveniente 5...exd5 por 6.¥g5 15.d5


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Si 25...¤c4 es fuerte 26.¤d4.

26.¤d4 £b6 27.¦c8!

Si ahora 27...£xd4; se gana con


28.¦xd8.

27...¤b7

Por supuesto, también amenazaban las


blancas ganar rápidamente con 28.£xb5.
Y si se hubiese jugado ahora 27...a6 se
producía esta bonita variante: 28.¦e8!
Ahora comienza a tornarse incómoda la £xd4 29.¦xf8+ ¦xf8 30.¦xf8+ ¢xf8
situación de las negras. Es necesario anali- 31.£c5+!! etc.
zar con cuidado, pero lo más racional pa-
rece ser obligar al alfil a salir de su actual 28.¤c6! ¤d6 29.¤xd8!
colocación, jugando 15...¤a5 Petrosian no
lo entiende así. Un remate muy elegante.
15...exd5 16.¥xd5 ¤a5 17.£f4! 29...¤xf5 30.¤c6.
£c7
Y las negras abandonaron. Se amenaza
Hay muchas amenazas sobre la posi- mate, y si se juega 30...¤d6 sigue simple-
ción de las negras. No obstante, parece al- mente 31.¦xf8+ ¢xf8 32.d8£+ con una
go mejor 17...£e7. torre de ventaja. 1-0

18.£f5 ¥xd5
SEXTA PARTIDA
El juego es extraordinariamente delica-
do para Petrosian. Si 18...¦cd8 seguiría
con gran fuerza 19.¤g5. [D56]
Petrosian, Tigran V
19.exd5 £c2 Spassky, Boris Vasilievich

Uno de los momentos más interesantes 1.c4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¥e7 4.¤f3
de la lucha. Las negras amenazan ganar ¤f6 5.¥g5 h6
material o forzar el cambio de damas en
buenas condiciones, pero Spassky opta En términos generales la teoría aconse-
ahora por una audaz y espléndida manio- ja demorar esta movida hasta que las blan-
bra. cas hayan jugado e3, y la razón principal
estriba en el hecho de que ahora puede
20.£f4! £xa2 21.d6 ¦cd8 22.d7 seguir 6.¥xf6 ¥xf6 7.e4! con excelente
£c4 23.£f5! h6 24.¦c1 posición. Una probable continuación po-
dría ser 7...dxe4 8.¤xe4 ¤c6 9.¤xf6+
£xf6 10.£d2 0-0 11.£e3! (y no 11.0-0-0
A cambio del peón sacrificado las blan- por 11...e5!) 11...¦d8 (ahora, en cambio,
cas tienen amplio dominio de la posición. no sirve 11...e5 por 12.dxe5 £e7 13.0-0-0
¥g4 14.¥e2 etc.) 12.0-0-0 ¤e7 13.¥d3
24...£a6 25.¦c7 b5 ¤f5 14.£f4! etc. En cuanto a la pretensión
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de quedarse con la pareja de alfiles con- Ahora este alfil domina una diagonal libre.
testando, a 8.¤xe4 ¥e7; implica jugar con
dos tiempos menos. 25.£b3 ¥b5 26.¤e4 ¤f6 27.¤xf6+
£xf6 28.£b2 £e7 29.¦a1
6.¥h4 0-0 7.¦c1 ¤e4
Necesario, pues las negras amenazaban
Así queda planteado el viejo sistema de doblar las torres en la columna abierta.
la desclavada de Lasker.
29...¦xa1 30.¦xa1 ¦a7 31.¦xa7
8.¥xe7 £xe7 9.e3 c6 10.£c2 £xa7
La alternativa es 10.¥d3 a lo que puede Ahora ha perdido importancia la co-
seguir 10...¤xc3 11.¦xc3 dxc4! 12.¥xc4 lumna abierta, pues no hay piezas para sa-
¤d7 13.0-0 e5 con excelentes perspecti- car provecho de la situación.
vas favorables para las negras.
32.¥e4 £e7 33.£a3 g5 34.£c3
10...¤xc3 11.£xc3 ¤d7 12.a3 dxc4 £d6 35.¥f3 ¢f8 36.e4 ¢g7 37.e5
13.¥xc4 b6 14.0-0 ¥b7 £e7

Las negras también completaron su de- La posición se ha aclarado demasiado y


sarrollo y han desaparecido los inconve- la partida se encamina rápidamente hacia
nientes propios del planteo. la nulidad.

15.¦fd1 ¦fd8 16.¥e2 ¦ac8 17.b4 38.¥e4 £d8 39.£a1 £e7 40.£a3
¦c7 18.¦c2 ¦a8! £d8 41.£a1 £e7 42.£c3 £a7
43.¢h2 £a2 44.£f3 £d2 45.£f6+
¢g8 46.£d8+ ¢g7 47.£f6+ ¢g8. ½-½

SÉPTIMA PARTIDA

[D19]
Spassky, Boris Vasilievich
Petrosian, Tigran V

1.d4 d5 2.c4 c6 3.¤f3 ¤f6 4.¤c3


dxc4 5.a4
Preparándose a realizar una demostra- Este avance es conocido con el nombre
ción en el flanco de la dama en procura de Ataque Alapín y es una de las mejores
de alguna posibilidad favorable. Es el esti- variantes para las blancas.
lo característico de Spassky, que no se
aviene a mantener posiciones estáticas 5...¥f5
con maniobras lentas.
Tanto contra 5...e6; como contra
19.¤d2 a5 20.¥f3 ¦a7 21.¦b1 axb4 5...¤a6; y 5...c5 sigue satisfactoriamente
22.axb4 £f8 23.h3 £e7 24.¦cc1 ¥a6 6.e4.
Fue buena Ia maniobra de las negras. 6.e3
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Muchos teóricos consideran a esta con- 22.¦ac1 ¦c7 23.¤g3 £f7 24.¤e1
tinuación como la más conveniente para ¦cd7
las blancas, en vista de que con la vieja
variante 6.¤e5 , las negras obtienen exce- El juego ha entrado ya en un punto
lente contlajuego después de 6...e6! 7.f3 muerto.
¥b4 8.¥g5 h6! etc.
25.¤f3 ¦c7 26.£e4 ¦cd7 27.£g4.
6...e6 7.¥xc4 ¥b4 8.0-0 ¤bd7 ½-½
9.£e2 0-0 10.e4

La alternativa es 10.¦d1 ¥g4 11.e4 £e7


12.h3 ¥xf3 13.£xf3 e5 con juego parejo. OCTAVA PARTIDA

10...¥g6 11.¥d3 ¦e8 12.e5 ¤d5 [D37]


13.¥xg6 fxg6 Petrosian, Tigran V
Spassky, Boris Vasilievich
Este esquema no es nuevo. Por ejem-
plo, Smyslov lo ha jugado, pero colocan- 1.c4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¥e7
do la dama en dos rey y manteniendo la
torre en la columna abierta, con las ne- Las negras no muestran todavía sus in-
gras. De paso, digamos que 13...hxg6 no tenciones con respecto a la elección de la
sería conveniente para las negras porque defensa.
habría la posibilidad por parte del primer
jugador de organizar una buena demostra- 4.¤f3 ¤f6 5.¥f4
ción con h4.
Se practica poco esta salida de alfil en
14.¥d2 ¥e7! vez de 5.¥g5, por el hecho de que en tal
forma las blancas renuncian a la habitual
Precaución necesaria, pues de lo con- presión sobre la casilla d5.
trario las blancas podrían jugar ¤e4 y lle-
garían a dominar peligrosamente el punto 5...c5 6.dxc5 ¤a6 7.e3 ¤xc5 8.cxd5
d6. exd5 9.¥e2 0-0 10.0-0 ¥e6
15.£e4 ¤f8 16.a5 ¦c8 17.¦fc1 El juego tranquilo de las blancas permi-
tió a Spassky completar en muy buena
No parece que haya nada efectivo des- forma su desarrollo.
pués de 17.a6 b6.
11.¥e5
17...a6 18.£g4
La continuación lógica era 11.¤d4 ocu-
Otra vez con vistas a un eventual ¤e4 y pando en seguida el punto fuerte. La ma-
¤g5, pero las negras lo impiden definiti- niobra realizada por las blancas es muy
vamente. rebuscada.

18...h6 19.¤e4 £d7 20.h4 ¦ed8 11...¦c8 12.¦c1 a6 13.h3


21.¦c4 £e8
Probablemente Petrosian temió un
Anticipándose a cualquier maniobra a eventual salto 13...¤g4 pero no parece
base de h5. que este avance de peón fuese necesario.

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13...b5 14.¥d3? Aparte de impedir cualquier posible
chiste a base de 27...¦e8 28.¤c6, las ne-
Es incomprensible que un campeón gras se preparan a presionar sobre el
mundial cometa tan grosero error. Eviden- peón alfil rey blanco.
temente Petrosian pasa por un mal mo-
mento de su carrera ajedrecística. 28.¤f4 g6 29.£a3 £f6 30.¤d3
¦ec8 31.¦d1 ¦c4
14...d4!
Ahora la columna abierta ocupada por
Y las blancas pierden irremediablemen- ambas torres será un factor decisivo en el
te la calidad y quedan en posición infe- ataque final.
rior.
32.b4 ¦ac8 33.b5 ¦c3 34.£a1
15.¥xd4 ¤xd3 16.£xd3 ¥c4
17.£b1 ¥xf1 18.¦xf1 ¤d5 Las blancas están perdidas. Si 34.£xa4
seguía igualmente 34...¦xd3 35.¦xd3
Buscando cambios que faciliten la con- £xf2+ ; ganando fácilmente. Y si 34.£a2
creción de la ventaja. entonces 34...¦xd3 35.¦xd3 ¦c1+ 36.¢h2
¤xf2; también con inmediato desastre de
19.¤e2 ¥f6 20.¦d1 £c7 21.¥xf6 las blancas.
¤xf6 22.¤fd4 £e5 23.£d3 ¦fd8
24.a4 34...¦xd3 35.¦xd3 £xf2+ 36.¢h2
£g3+ 37.¢g1 £f2+ 38.¢h2 £g3+
Intentando alguna reacción favorable 39.¢g1 ¤f2 40.¤c6 ¤xh3+ 41.¢h1.
en el flanco dama, pero parece que habría
sido más prudente jugar 24.¤f4. Así quedó suspendida la partida, sin
defensa para las blancas. La maniobra ga-
24...bxa4 25.¦a1 ¤e4! nadora es simple. Siguió así:

41...¤f2+ 42.¢g1 ¤xd3

La tentadora 42...¤g4 que parece muy


fuerte por la amenaza de ...£h2+ y
...£h1+ es inferior pues se entra en un fi-
nal largo y dudoso después de 43.¦a3!
£h2+ 44.¢f1 £h1+ 45.¢e2 £xg2+
46.¢d3 etc.

43.¤e7+ ¢f8 44.¤xc8

Igualmente se pierde en seguida des-


pués de 44.£h8+ ¢xe7 45.£xc8 £xe3+
La instalación del caballo en tan impor- 46.¢h2 £f4+ 47.¢g1 £c1+ etc.
tante casilla crea ahora a las blancas una
situación bastante incómoda. Malo sería 44...£xe3+
seguir con 26.¤c3 por 26...¤xc3 27.bxc3
£a5 etc. Y las blancas abandonaron. No hay
ninguna defensa. Si 45.¢h2 £e5+ etc. Y si
26.£xa6 ¦a8 27.£d3 ¦e8 45.¢h1 seguía 45...¤f2+ 46.¢h2 ¤g4+
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47.¢h1 £h6+ ganando la dama. 0-1 Una vez más Spassky se muestra ambi-
cioso y opta por una maniobra agresiva
contra el enroque enemigo. Es una deci-
NOVENA PARTIDA sión expuesta, ya que las negras pueden a
su vez aprovechar la situación abierta de
las blancas en el sector rey y emplazar un
[A56] buen contrajuego. Pero la principal justifi-
Spassky, Boris Vasilievich cación del ataque contra el rey en este
Petrosian, Tigran V momento es el que el centro está bloquea-
do.
1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.d5
17...h5 18.g5 ¤h7 19.h4 f6
Volviendo a lo antiguo. La teoría mo-
derna aconseja jugar ...d6 y después ...e6, Petrosian trata ahora por todos los me-
provocando un juego menos cerrado y dios de no quedar con un juego demasia-
con mejores perspectivas de contrajuego do restringido.
para las negras.
3...e5 4.¤c3 d6 5.e4 20.0-0-0 fxg5 21.hxg5 ¥g4
22.¦dg1 £e8 23.b5 ¦a8 24.¢c2 ¦f3
En la presente línea de juego, el semi- 25.¤g3 a6 26.a4 axb5 27.cxb5 £f7
bloqueo es más conveniente para las
blancas. Preparando una entrega de calidad pa-
ra salir del aprieto.
5...g6
28.¥e2 ¦f4 29.f3
En el moderno sistema Indobenoni,
con ...e6, como ya indicamos, la salida del Tomar ahora la torre sería hacerle el
alfil por el fianchetto tiene mayor fuerza. gusto a las negras, puesto que después de
29.¥xf4 exf4 30.¥xg4 hxg4 la contrade-
6.¥d3 ¤a6 7.¤ge2 ¤b4 8.¥b1 mostración de las negras por el flanco da-
¥g7 9.h3 ¥d7 10.¥e3 0-0 11.£d2 ma sería peligrosa.
¤a6 12.¥d3 ¤b4 13.¥b1 ¤a6
29...¦xf3
¿Invitación a tablas?
Malo habría sido jugar 29...¥d7 a causa
14.a3 ¤c7 15.¥d3 ¦b8 16.b4 b6 de 30.¤xh5 , ya con ventaja real para las
17.g4 blancas.

30.¥xf3 £xf3 31.¦h2 £f8 32.¦f2


£c8 33.¤f1 ¦a7 34.£d3

Previendo las intenciones del rival que


pretende eventualmente sacrificar otra ca-
lidad.

34...£a8 35.£c4 £d8 36.¤h2 ¥d7


37.¤f3 ¥g4 38.£f1 ¥d7 39.¢b3 ¥e8
40.¤d2 ¤f8

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¤h7 56.¦a3 ¤f8 57.¦ga1 ¤h7

Petrosian considera que ya ha conse-


guido una posición de resistencia y está a
la espera de los acontecimientos, estiman-
do, por otra parte, que la maniobra del
adversario con a5 quedará suficientemen-
te neutralizada.

58.a5 bxa5 59.¤xa5 ¥xa5 60.¦xa5


¤c7 61.¦b1 ¤f8 62.¥e3 ¤d7 63.£f2
¢g7 64.¢d3 ¢g8 65.£a2 ¤b6.
Así quedó suspendida la partida. Es Y en esta posición Spassky aceptó la
evidente que las blancas tienen mejor po- propuesta de tablas formulada por el cam-
sición y que la acción de las piezas negras peón. ½-½
adolece de una casi incurable inanición.
No obstante, no es fácil señalar un proce-
dimiento más o menos claro para con-
cretar la ventaja. Por su parte, Petrosian DÉCIMA PARTIDA
defiende la situación con mucha sereni-
dad.
[E48]
41.¤c4 ¤h7 42.£g2 Petrosian, Tigran V
Spassky, Boris Vasilievich
Contra 42.¤xb6, habría seguido
42...¤xb5 43.¤xb5 £xb6; asumiendo al- 1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 ¥b4 4.e3 0-
guna iniciativa. 0 5.¥d3 b6 6.¤ge2

42...¥f8 43.¦a2 Contra el fianchetto dama hecho por


las negras esta salida del caballo rey pare-
Quizá lo más acertado habría sido de- ce ser la más efectiva, preparando la ma-
volver la calidad por medio de 43.¦f6 y si niobra con f3 que, aunque poco frecuen-
43...¤xf6 44.gxf6 £xf6; entonces 45.¤xb6, te, otorga buena posición al primer juga-
pero seguramente Spassky consideró dor.
arriesgada la maniobra y no quiso dar a su
adversario chances innecesarias. Por eso 6...d5 7.0-0 dxc4 8.¥xc4 ¥b7 9.f3
es que optó por mantener las cosas como
están y procurar valorizar un peón libre Y se completó la idea de las blancas.
en el flanco dama con el previo avance Las negras deberán esforzarse ahora por
del peón torre. contrarrestar la fuerte formación de peo-
nes centrales blancos y ello las induce al
43...¦b7 44.¢c2 ¥e7 45.¦b1 £b8 avance siguiente, que no es muy acep-
46.¦ab2 ¤a8 47.¦a2 ¥d8 48.¢d3 table.
¥d7 49.¦ba1 ¤f8 50.¢c2
9...c5 10.a3
Muchas jugadas a la expectativa.
Buena movida, siguiendo una idea de
50...¥e8 51.£e2 ¥c7 52.¦f1 ¥d8 Lövenfisch puesta en práctica en posicio-
53.¦aa1 ¤h7 54.¦g1 ¤f8 55.¥d2 nes algo parecidas.
Página 75
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10...cxd4 11.axb4 dxc3 12.¤xc3 ¤d4.

Esto es mejor que 12.bxc3, a lo que ha- 22...f5


bría seguido 12...£c7 y si 13.£b3 ¥d5
con buena reacción de las negras. Anulando las intenciones del rival, pero
debilitando más la posición.
12...¤c6 13.b5
23.exf5 exf5 24.¦a4! ¦e8 25.¥d2
Ya se ve claramente cuál es el punto de £c5
mira de las blancas: el peón torre dama
negro. Con la esperanza de que después del
cambio de damas disminuya algo la pre-
13...¤e5 14.¥e2 £c7 15.e4 ¦fd8 sión de las blancas.
16.£e1 £c5+
26.£xc5 bxc5 27.¦c4
Después de 16...¤d3 17.¥xd3 ¦xd3
18.£e2 las blancas ganarían un importan-
te tiempo por tener que replegarse la to-
rre negra, ya que si 18...£c4; seguía
19.¦a4 etc. Y si 18...£d6 19.¤d5 etc.

17.£f2 £e7 18.¦a3

Fina jugada posicional que prepara la


doblada de las torres para seguir con el
plan de ataque contra la debilitada posi-
ción enemiga del flanco dama y, a la vez,
impide el salto 18...¤d3. En efecto, si aho-
ra 18...¤d3 seguía 19.¥xd3 ¦xd3 20.¤d5
con clara ventaja. Petrosian, cuya reacción a esta altura
del match es significativa, nos demuestra
18...¤e8 que no en vano ostenta el título de cam-
peón mundial, rematando la partida én
De otra manera las blancas jugarían forma espléndida y enérgica.
¥g5 y ¦fa1 con neta superioridad.
27...¦e5 28.¤a4
19.¥f4 ¤g6 20.¥e3 ¤d6
Esto es mucho mejor que f4.
Y las negras tienen que apelar ya a re-
cursos penosos, como es el tener que de- 28...a6 29.¤xc5! axb5 30.¤xb7
fender sus peones con entorpecimiento
de las propias piezas.
El golpe de gracia. Las negras podrían
21.¦fa1 ¤c8 22.¥f1 abandonar.

Preparando una eventual maniobra de 30...¦xa1 31.¦xc8+ ¢f7 32.¤d8+


ataque a base de ¤e2, g4 y.¤g3 o bien ¢e7
Página 76
Página 76 de 100
Por supuesto, si 32...¢f6 33.¥c3 etc. 12...¤e4 13.a4

33.¤c6+ ¢d7 34.¤xe5+ ¢xc8 Está claro que si 13.¤xd5 seguía


35.¤xg6 hxg6 36.¥c3 ¦b1 37.¢f2 b4 13...¥xd5 14.£xd5 ¤c3; etc.
38.¥xg7. 1-0
13...¤df6 14.b5 ¤xc3 15.£xc3
¤e4 16.£c2 ¦fc8 17.¥b2 c6
UNDÉCIMA PARTIDA
Explotando la situación de la dama
enemiga. No hay más remedio que abrir la
[E12] columna en forma favorable para las ne-
Spassky, Boris Vasilievich gras.
Petrosian, Tigran V
18.bxc6 ¥xc6 19.£b3 £d7 20.¦a1
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 b6
No podía jugarse 20.£xb6 por
Aunque esta jugada no es mala, debe 20...¦cb8 . Ya han comenzado las dificul-
conceptuarse como bastante pasiva y de tades para las blancas.
menor valor que 4. g3, vieja variante que
sigue gozando del favor general, pues
20...b5 21.a5
permite a las blancas mantener la iniciati-
va de la salida.
Esto deja a las negras con un peón libre
4.a3 ¥b7 5.¤c3 d5 6.e3 firmemente apoyado, pero la alternativa
21.axb3, no mejoraba las cosas para las
Quizás era mejor jugar previamente blancas, dada la presión que ejercería el
6.¥g5 para no quedar con ese alfil ence- campeón por la columna abierta.
rrado.
21...¥b7 22.¤e5 £d8
6...¤bd7 7.cxd5 exd5 8.¥e2 ¥d6
9.b4 Las negras no le hacen el gusto al ad-
versario. En efecto, si 22...¥xe5 23.dxe5
Las blancas consiguieron dificultar el ¤d2 seguía 24.£b4 ¤xf1 25.¥g4 con ex-
característico avance de las negras ...c5 en celente reacción.
la presente línea de juego, pero en cam-
bio han quedado con el clásico alfil maIo. 23.¦fd1 £h4

9...0-0 10.0-0 a6 11.£b3 £e7 Forzando un debilitamiento del enro-


12.¦b1 que blanco.

Insistiendo en realizar una demostra- 24.g3 £e7 25.f3


ción en el flanco dama, pero lo cierto es
que esta torre no queda muy bien coloca- Intentando parapetarse detrás de una
da, y si a eso agregamos la mala situación sólida cadena de peones.
de encierro en que se dejó al alfil dama,
debemos aceptar que el planteo de las 25...¤g5 26.h4 ¤e6 27.f4 f6 28.¤f3
blancas fue inadecuado. ¤d8 29.¢f2 ¤f7
Página 77
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Mirando ya hacia la fuerte casilla e5. pues de otra manera las negras jugarían
41...¥d5 y continuarían con su plan de
30.¤d2 ¦c4 ataque con mayor comodidad.

41...¥xd5 42.¦d1

Ahora son las negras las que ofrecen la


calidad. Y parece que tarde o temprano
no habrá más remedio que aceptar el sa- En esta posición quedó suspendida la
crificio, dejando que se abra la gran diago- partida. Evidentemente, la situación de las
nal blanca con gran ventaja para la acción blancas es casi desesperada, pese a la cali-
del alfil dama de las negras. dad de ventaja. Pero los peones negros
del flanco dama son muy poderosos y
31.£d3 puede decirse que ellos deciden la lucha.
La idea para el ataque final es entrar con
Después de 31.¤xc4 dxc4 32.£c2 ¥e4 la dama en campo enemigo. Por ejemplo
seguido de ...¥d5 la situación de las blan- 42...£h3 contra lo cual las blancas no tie-
cas sería muy mala. nen nada mejor qué jugar 43.¦h1 (si
43.¦g1 sigue 43...c3 , como en la partida)
31...¦e8 32.¥f3 ¥b4 33.¥a3 y entonces sigue 43...£g4! 44.£d1 £f3+
45.£xf3 exf3 46.¦d1 ¦c5!; y considera-
Por fin pueden las blancas desprender- mos que la posición es ganadora para las
se de su alfil malo, pero a pesar de ello no negras. No obstante, esta variante exige a
se alivia la presión. las negras mayor precisión en la maniobra
final. Por otra parte, tratándose de la mo-
33...¥xa3 34.¦xa3 ¤d6 35.¦e1 f5 vida dejada bajo sobre, era necesario un
36.¦aa1 ¤e4+ 37.¥xe4 fxe4 38.£b1 análisis muy profundo. Por tal causa Pe-
£d7 39.¦a2 ¦ec8 40.¤xc4 trosian optó por otro camino que, en reali-
dad, persigue la misma idea pero es más
Ya no era posible demorar por más seguro y mejor.
tiempo la captura de la torre, pues la co-
lumna abierta, dominada por las negras 42...c3! 43.¦c2 £h3
con sus dos torres y más tarde la dama,
produciría efectos desastrosos para el pri- Por supuesto, tanto ahora como en la
mer jugador. variante indicada en el comentario ante-
rior, el alfil no puede tomarse porque se
40...dxc4 41.d5 perdería la dama.

Unica forma de tener alguna esperanza, 44.¦g1


Página 78
Página 78 de 100
Igualmente, si 44.¦h1 seguía con fuer- en apariencia pero ingeniosa, en que
za 44...£g4! ; y ya no existiría la movida Spassky resuelve el problema defensivo.
45.£d1 por 45...£xd1 seguido de ...¥b3.
15.£c2 ¦d8 16.b3 ¤e5 17.¥b2
44...£g4 45.¢g2 £f3+ 46.¢h2 £d7 18.f3 ¥h5
£xe3 47.f5 £c5 48.¦f1 b4 49.f6 b3
El cambio del fuerte alfil rey blanco por
Aquí lo justo habría sido abandonar, medio de 18...¥h3 no era conveniente
pues solamente existen lances de pinpon. porque la dama negra quedaría peligrosa-
mente fuera de juego.
50.¦cf2 c2 51.£c1 e3 52.f7+ ¢f8
53.¦f5 b2 54.£xb2 c1£ 55.£xg7+ 19.£f5 ¤c6 20.£xd7 ¦xd7
¢xg7 56.¦g5+. 21.¤xc6 bxc6 22.¤a4
Y sin esperar la contestación las blan- Ahora la debilidad más visible en el
cas abandonaron. Es de imaginarse que juego de las negras es el peón c6 y los
Petrosian no iba a jugar 56...¢h6; reci- cuadros negros de ese sector. Las blancas
biendo mate, sino simplemente; 56...¢h8. se apresuran a intentar explotar la situa-
0-1 ción.

22...¤e8 23.¦c1 ¦c7 24.¥e5 ¥d6


DUODÉCIMA PARTIDA 25.¥xd6 ¤xd6 26.¦fd1 ¤b5 27.¢f2
f6
[D34] Para trasladar al alfil a la defensa del
Petrosian, Tigran V punto vulnerable.
Spassky, Boris Vasilievich

1.c4 e6 2.d4 d5 3.¤f3 c5 4.cxd5 28.e3 ¥f7 29.¥f1 ¤d6 30.¦c3 ¢f8
exd5 5.g3 31.¤c5

Planteando el sistema de ataque


Schlechter-Rubinstein, como ya lo hizo
Petrosian en la segunda partida. La conti-
nuación 5.¤c3 ¤f6 6.¥f4 como sucedió
en la octava partida, no resultó agradable
para las blancas.

5...¤c6 6.¥g2 ¤f6 7.0-0 ¥e7


8.¤c3 0-0 9.¥g5 cxd4 10.¤xd4 h6
11.¥e3 ¥g4 12.£a4

Petrosian cambia de plan. En la segun-


da partida, que hasta este momento había Instalando una importante cuña en
sido igual, jugó 12.¤b3, pero esta vez pa- campo enemigo, pero Spassky sigue la
rece que se vino con un estudio casero. defensa con gran serenidad y anula los
12...¤a5 13.¦ad1 ¤c4 14.¥c1 £c8 peligros.

Es interesante destacar la forma, simple 31...a5 32.¦dc1 ¦e7


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Las blancas amenazaban ¤a6. cuando ello ocurra las negras contestan
...¢c6.
33.¥h3 ¦aa7 34.a4 g5! 35.¦d1
48...hxg4 49.¢g3.
En vista de que ya no se ve forma de
seguir presionando eficazmente sobre el En este momento Spassky propuso tab-
peón alfil dama negro (si 35.¤d3 ¥e8), las y Petrosian aceptó. ½-½
las blancas cambian de táctica.

35...¢g7 36.¤d3 ¥e8 37.¤c1 f5 DECIMOTERCERA PARTIDA


No puede discutirse que la posición
ofrece mejores perspectivas para las blan- [C42]
cas, pero la defensa activa que realiza Spassky, Boris Vasilievich
Spassky es excelente. Petrosian, Tigran V

38.¤e2? 1.e4 e5 2.¤f3 ¤f6

Era mejor en seguida 38.¥g2 Esta vieja línea de juego, que Petrosian
adopta por primera vez en una partida de
38...g4! responsabilidad, es perfectamente juga-
ble, y tiene la ventaja de eludir aperturas
Explotando la posibilidad del jaque en extensamente analizadas y conocidas.
e4.
3.¤xe5
39.¥g2 gxf3 40.¥xf3 ¤e4+
41.¥xe4 fxe4 42.¤d4 ¦f7+ Esta captura y 3.d4, comparten las pre-
ferencias de los teóricos.
Así quedó suspendida la partida. Hay 3...d6
una ligera superioridad de parte de las
blancas, o mejor dicho, una mayor liber- Es bien sabido que después de
tad de acción de sus piezas, pero la situa-
ción es perfectamente defendible. El jue- 3...¤xe4 4.£e2! £e7 5.£xe4 d6 6.d4 f6
7.f4 ¤d7 8.¤c3!, las blancas obtienen po-
go siguió así: sición netamente superior.
43.¢g2 ¦f6 44.¦f1 ¦xf1 45.¢xf1 4.¤f3
h5
Es erróneo jugar 4.¤xf7 ¢xf7 por
Era curiosa esta variante 45...¢f6? 5.¥c4+ d5! , etc.
46.¤xc6 ¦c7 47.¤b4 etc.
4...¤xe4 5.£e2
46.¢g2 ¥d7 47.¦c2
Contra la vieja variante 5.d4, se llega a
Ahora sí se amenaza ¤xc6. la igualdad con 5...d5 6.¥d3 ¥e7! 7.0-0
¤c6! ; etc.
47...¦a6 48.g4
5...£e7 6.d3 ¤f6 7.¥g5 £xe2+
La última tentativa de forzar el juego
entrando por cuatro alfil con el rey, pero Lo mejor, mientras que si 7...¥e6 obtie-
Página 80
Página 80 de 100
nen ventaja las blancas por medio de 24.¥c4 ¤c7 25.¦de1 ¦e7. ½-½
8.¤c3 ¤bd7 9.0-0-0 h6 10.¥h4 g5
11.¥g3 ¤h5 12.d4 ¤xg3 13.hxg3 , etc. O
bien 7...¥g4 8.¤c3 ¤bd7 9.0-0-0 0-0-0
10.£d2!; también con ventaja para las DECIMOCUARTA PARTIDA
blancas.
[D55]
8.¥xe2 ¥e7 9.¤c3 c6 Petrosian, Tigran V
Spassky, Boris Vasilievich
De igual valor es 9...¥d7 10.0-0-0 h6
11.¥h4 ¤c6 12.d4 0-0-0; etc. O bien 1.c4 e6 2.d4 d5 3.¤f3 ¤f6 4.¥g5
9...¥d7 10.0-0-0 0-0 11.¦he1 ¤c6 12.d4 ¥e7 5.e3 0-0 6.cxd5 exd5 7.¤c3
¦fe8; también con posición pareja. ¤bd7 8.¥d3 b6
10.0-0-0 ¤a6 Planteando así una especie de sistema
Tartakower. La alternativa es 8...c6, a lo
Con la misma idea de saltar a c5, pero que sigue 9.¦c1, entrando en las viejas va-
dejando libre al alfil dama. Y eventual- riantes que restringen bastante a las ne-
mente puede efectuarse la maniobra gras.
...¤c7─...¤e6.
9.0-0 ¥b7 10.¦c1 c5 11.¥f5
11.¤e4 ¤xe4 12.dxe4 ¤c5
13.¦he1 ¥xg5+ 14.¤xg5 Esta jugada es buena y, por otra parte,
Petrosian debe tenerla analizada. Pero de-
be citarse la movida 11.£e2, de apariencia
más racional, que parece otorgar a las
blancas excelente juego. Por ejemplo:
11.£e2 c4 12.¥b1 a6 13.¤e5 b5 14.f4 ¤e4
15.¥xe4 dxe4 16.¤xd7 £xd7 17.¥xe7
£xe7 18.f5! con mejor posición (18...f6
19.¦f4 ). O también 11.£e2 ¤e4 12.¥f4
¤xc3 13.bxc3 c4 14.¥f5 g6 15.¥xd7 £xd7
16.¤e5 £e6 17.¥h6, también con superio-
ridad de las blancas.

11...¦e8
Y las acciones se han equilibrado. No
hay suficiente fuerza como para sacar pro- Si 11...¤e4; sigue con fuerza 12.¥f4.
vecho de la debilidad momentánea del
peón dama negro. 12.¦e1 ¤f8 13.dxc5 bxc5
14...¢e7 15.¤f3 ¦d8 16.¤d4 g6 Ahora quedaron las negras con la cono-
17.¥f1 ¢f8 cida posición de peones colgantes, que
constituyen un arma de dos filos, y que
Un buen enroque artificial y escapando puede resultar favorable si se consigue va-
de la presión de la torre blanca. lorizar la acción del alfil de b7 con el
eventual ...d4. Pero veremos accionar a
18.b4 ¤e6 19.¤b3 b6 20.¦e3 ¥b7 Petrosian de manera de quitarle bastante
21.a3 ¦d7 22.g3 ¦e8 23.h4 ¦dd8 eficacia a esos peones.
Página 81
Página 81 de 100
14.¤a4! ¤e4 15.¥xe7 £xe7 28.b3! £xd2 29.¦xd2 ¥a6
16.¤d2 ¤d6 17.¥g4
A 29...cxb3; se contestaba 30.axb3.
Y ahora no hay más remedio que avan-
zar el peón c5 para no perderlo, con lo 30.¦ed1 ¦ed8
que se deja al adversario con una formida-
ble casilla en su cuadro d4. Si 30...¤d3; seguía 31.¥g2, con serias
amenazas.
17...c4 18.¤f3 f5 19.¥h3 ¤d7 20.g3
¤f6 21.¤d4 31.¦b1! ¢f7 32.¥e2 ¤d3 33.¦dd1

Y esta formidable cuña será en adelan- Anulando el golpe c3 que las negras
te un motivo de preocupación para las ne- amenazaban.
gras. Estas han quedado prácticamente
con un alfil malo. 33...¢e7 34.¢f1 ¤b4 35.a3 ¤a2

Un momento muy interesante de la


21...g6 22.¤c3 ¤de4 23.¥f1 ¦ac8 partida. Petrosian debió analizar con mu-
24.¦c2 £b4 cha precisión las contingencias posibles
ante el doble del caballo negro a sus to-
Ahora se produce una interesante con- rres. Ahora se pone en evidencia el gran
trademostración por parte de las negras, concepto posicional que encerraba el mo-
las que tratan de sacar provecho de su ex- vimiento 31 de las blancas.
pansión en el flanco dama.
36.bxc4! ¤c3 37.¦b6! ¦d6
25.¤xe4 ¤xe4 26.£e2 ¤c5
27.£d2! a5 Si 37...¤xd1 seguía 38.¦xa6 ¤c3
39.¤c6+, y el final resultante favorecería a
las blancas.

38.¦xd6 ¢xd6 39.¦c1 ¤xe2


40.¢xe2 dxc4 41.¢d2 ¦b8 42.¢c3
¢d5 43.¦d1 ¢e4

La defensa de las negras fue ingeniosa


y hasta parecería que han conseguido pre-
ponderancia en las acciones, pero el cam-
peón mundial había calculado con exacti-
tud las consecuencias de su maniobra, y
ahora realiza una movida que refuerza la
posición y obliga a Spassky a una aclara- Así quedó suspendida la partida. Las
blancas podían jugar tranquilamente
ción que es conveniente para las blancas. 44.¦d2 y a 44...¦b6 45.f3+ ¢e5 46.¦e2 ,
Página 82
Página 82 de 100
con amenazas. Pero a 44.¦d2, las negras cambio, si 48.¢xb3 sigue 48...¥xf3
contestaban 44...¦b1 y serían las blancas 49.¢a4 g5; para continuar con ...f4 y
las que tendrían qu cuidarse. Petrosian de- ...¥e4; etc.) 48...a4 49.¦d4! ¢f2 50.¦xa4
jó bajo sobre una jugada mucho mejor. ¢g2 51.¢d2! ¥f1 52.¢e1! ¥d3 53.¦b4
¢xh2 54.¢f2 ¥c2 55.a4 b2 56.¦xb2 ¥xa4
44.f3+! ¢xe3 57.¦b7 h5 58.¦g7 ¥d1 59.¦e7 ¥a4
60.¦e6 h4 61.gxh4 ¢h3 62.¦xg6 ¢xh4
Si 44...¢d5; seguía 45.¤b3+, etc. y co- 63.¢e3 ¥c2 64.¢d4 ¢h5 65.¦g5+ ¢h6
mo tampoco es posible ...¢e5, la captura 66.¢e5, ganando fácilmente.
que hace Spassky es obligada. Otra posibilidad sería 47.¦d6! ¥e2
48.f4 a4 49.¦d4 ¥b5 50.¦b4 ¥c6 51.¦b6
45.¦d2 ¥d7 52.¦b7 ¥c6 53.¦xh7 ¢f2 54.¦g7
¥e8 55.¦g8 ¥f7 56.¦a8 ¢g2 57.¦xa4
Y ahora, ante la amenaza de mate, no ¢xh2 58.¢d4! ¢xg3 59.¢e5 ¢g4 60.¦b4
hay más remedio que entregar la calidad. y no hay defensa para las negras. Si
60...g5 sigue 61.fxg5+ ¢xg5 62.a4 ¥e8
45...¦b3+ 46.¤xb3 cxb3 63.a5 ¥c6 64.a6, etc.

Hemos llegado a un interesante final 47.¦d7 h5 48.¦a7


cuya análisis es recomendable. Del repaso
de las principales variantes surge como la Después de haber permitido a las ne-
mejor carta salvadora para las negras la gras ganar un importante tiempo con
maniobra a base de ...h5 y, de no ser ...h5, las cosas son distintas. En efecto, si
apremiadas, el eventual h4. 48.¦d6 seguiría 48...¥e2 49.¢xb3 ¢xf3
En consecuencia, y sin abrir un juicio 50.¦xg6 ¢g2 51.¦g5 ¥g4 52.¢a4 ¢xh2
terminante por tratarse de una posición 53.¢xa5 ¢xg3 etc. O bien 48.¦d6 ¥e2
que deberá analizarse exhaustivamente, la 49.¦xg6 ¢xf3! 50.¦f6 ¢g2 51.¦xf5 ¥g4
movida hecha por Petrosian otorga a las etc. O igualmente 50.¢xb3 ¢g2 51.¢a4
negras un importante tiempo para la idea ¢xh2 52.¢xa5 ¥g4 53.a4 ¢xg3 54.¢b4
central de la defensa. Y es por tal causa etc.
que estimamos que bien puede ser gana-
dora la maniobra que veremos a continua- 48...¥f1 49.f4 h4
ción.
Y la más importante jugada defensiva
de las negras pudo por fin efectuarse.

50.gxh4 ¢xf4 51.¦xa5 ¢e4


52.¢xb3 f4 53.¦g5 f3! 54.¦xg6 ¥h3
55.¦g1 f2 56.¦c1. ½-½

DECIMOQUINTA PARTIDA

[C42]
Spassky, Boris Vasilievich
Petrosian, Tigran V
Nosotros consideramos ganadora Ia si-
guiente variante:47.¦d6! ¥e2 48.f4 (ame- 1.e4 e5 2.¤f3 ¤f6
nazando ganar con ¦e6+ y ¦xe2, etc. En
Página 83
Página 83 de 100
Esta Defensa Petroff ya fue empleada buen juego.
por el campeón en la decimotercera parti-
da. 10.dxc5
3.¤xe5 d6 4.¤f3 ¤xe4 5.£e2 £e7 Nos inclinamos en favor de 10.¦c1
6.d3 ¤e4! 11.¥xe7 £xe7 12.dxc5 ¦fd8 13.¤d4!
como ocurrió en la partida de Najdorf v.
Ambos maestros siguen las líneas gene- Michel, Mar del Plata, 1943.
rales de la citada partida anterior y pare-
cen estar dispuestos a darse un día de 10...¥xc5 11.¥xf6
descanso haciendo tablas rápidamente.
Esto no favorecía a Spassky.
Ahora, a 11.¦c1 sigue 11...¥b6!! 12.b3
6...¤f6 7.¥g5 £xe2+ 8.¥xe2 ¥e7 ¦e8 13.e3 ¤b4 14.¤d4 h6 ; con igualdad.
9.¤c3 c6 10.0-0-0 ¤a6 11.¦he1 ¤c7
12.¥f1 ¤e6 13.¥d2 ¥d7 14.d4 h6 11...£xf6 12.¤xd5 £xb2 13.¤c7
15.¥d3 d5 16.h3 ¦d8 17.a3 0-0 ¦ad8 14.£c1
18.¥e3 ¥c8. ½-½
Petrosian ha maniobrado en gran forma
y su actual posición ofrece excelentes po-
sibilidades. Las negras deben jugar con
DECIMOSEXTA PARTIDA atención.

[D34] 14...£xc1 15.¦axc1 b6 16.¤xe6


Petrosian, Tigran V fxe6
Spassky, Boris Vasilievich
Este peón aislado será un tema de ata-
1.c4 e6 2.d4 d5 3.¤f3 c5 4.cxd5 que para las blancas. No obstante, vere-
exd5 5.g3 ¤c6 6.¥g2 ¤f6 7.0-0 ¥e7 mos a Spassky conducir la defensa con se-
guridad.
La variante 7...cxd4 8.¤xd4 ¥c5
9.¤xc6! bxc6 10.£c2 £b6! 11.¤c3! ¥d4 17.¦c4 ¤d4 18.¤xd4 ¦xd4
12.¤a4 es favorable para las blancas. 19.¦xd4 ¥xd4 20.e3 ¥c5 21.¦d1 ¦f7
22.¥e4 g6 23.h4 ¦c7 24.¢g2 ¥e7
8.¤c3

Se estima que las blancas consiguen ex-


celente posición con las movidas 8.dxc5
¥xc5 9.¤bd2 0-0 10.¤b3 ¥b6 11.¤bd4
¦e8 12.b3! etc.

8...0-0 9.¥g5 ¥e6

Ahora no resulta conveniente jugar


9...c4 a causa de 10.¤e5! ¥e6 11.f4 con
posición preferible. En la segunda partida
Spassky jugó 9...cxd4 10.¤xd4 h6! con
Página 84
Página 84 de 100
Y las blancas carecen de entradas peli- ber efectuado estudios especiales, aun
grosas, con lo que ha desaparecido todo cuando se trata de una salida lógica del al-
peligro. Los alfiles de distinto color sellan fil.
ahora el resultado.
9...¥b4! 10.¥b2!
25.¢f3 ¢g7 26.¦d2 ¥b4 27.¦c2
¦xc2 28.¥xc2 ¢f6 29.¥d3 h6
30.¥e4 g5 31.h5 ¥e1. ½-½

DECIMOSÉPTIMA PARTIDA

[B42]
Spassky, Boris Vasilievich
Petrosian, Tigran V

1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 4.¤xd4


d6 Y ya tenemos un momento de gran in-
terés. ¿Se trata de un estudio especial? La
verdad es que las blancas, con su movida
En la primera partida de este match ju-
10.¥b2 están ofreciendo el sacrificio de
gó Petrosian 4...a6 entrando en los juegos
un peón. Nótese que si ahora 10...¥xd2
más analizados. Siguió 5.¥d3 ¤c6 6.¤xc6 11.¥xf6 gxf6 12.£xd2 dxe4 ganarían las
bxc6 7.0-0 d5 y la partida se igualó. negras. Pero, al parecer, la idea de las
blancas era la siguiente; 10...¥xd2
5.¥d3 ¤c6 6.¤xc6 11.£xd2! (Y no 11.e5 por 11...¤e4!)
11...dxe4 12.£g5! exd3 13.£xg7 ¦g8
Siguiendo un esquema parecido a la ci- 14.£xf6 £xf6 15.¥xf6 dxc2 16.¦fc1 (si
tada partida, con la diferencia de que las 16.¦ac1 ¥a6 etc.) 16...¦g6! y ahora se
negras no han jugado ahora ...a6. Es curio- produce un final con alfiles de distinto co-
so el hecho de que Spassky, tanto en lor pero con posición superior de las blan-
aquella partida como en la presente, cam- cas. Una posible continuación sería
bie los caballos permitiendo a las negras 17.¥h4 e5 18.¦xc2 ¥e6 19.¦e1 y las ne-
retomar llevando un peón hacia el centro, gras deberían realizar una defensa angus-
lo cual siempre se ha considerado como tiosa. Realmente, la maniobra de Spassky
conveniente para el segundo jugador para constituye una concepción espléndida.
equilibrar la lucha con mayor facilidad.
Seguramente Spassky ha querido jugar 10...a5 11.c3 ¥e7 12.c4 0-0 13.£c2
una variante menos estudiada.
Ya hay amenazas directas.
6...bxc6 7.0-0 d5 8.¤d2 ¤f6 9.b3
13...h6 14.a3 ¥a6 15.¦fe1 £b6
También desarrolló Spassky su alfil da- Probablemente haya que considerar co-
ma en la misma forma en la primera parti- mo más adecuada la contestación
da. Es evidente que el desafiante debe ha- 15...¦b8 . La jugada hecha por Petrosian
Página 85
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da a las blancas un nuevo tema de ataque ¢f8 28.a4 ¥b4 29.¦e3
por la columna rey y crea algunas compli-
caciones. Bien jugado, mientras que si 29.¦d1 las
negras tendría una buena réplica con
16.exd5 cxd5 17.cxd5 ¥xd3 29...¦d5.
18.£xd3 ¦fd8 19.¤c4
29...¦d8 30.g3 ¦d1+ 31.¢g2 ¦c5
Colocando esta pieza en posición ex- 32.¦f3 f5
tremadamente agresiva. Si ahora se con-
testa 19.¤c4 £b7 para defender el alfil, Esto ayuda a las blancas en su ataque,
seguiría 20.d6 ¤e8 21.£g3, con gran fuer- pero no parece que haya nada mejor. Por
za. ejemplo, si 32...¢g7, podía seguir 33.¤e3
¦d4 (no 33...¦d3 34.¤f5+) 34.h3 h5 35.g4
19...£a6 20.£f3 ¦c3 36.g5.

Ahora se amenaza 21. d6, por lo que 33.g4


no hay más remedio que tomar el peón.
No conviene 20...¤xd5 por 21.¤e5 con No servía 33.¤b2 por 33...¦b1! 34.¤d3
gran juego. Y si 20...exd5 ; entonces ¦c3 35.¤xb4 ¦xf3 36.¢xf3 ¦xb3+ etc.
21.¦xe7 dxc4 22.¥xf6 , con final ventajo-
so. 33...¦d4 34.gxf5 exf5 35.¦b8+ ¢e7
36.¦e3+ ¢f6 37.¦b6+ ¢g7 38.¦g3+
20...¦xd5 21.¦ad1 ¦f5? ¢f8 39.¦b8+ ¢e7 40.¦e3+ ¢f6
Y las negras van barranca abajo. Debió Las blancas dieron varios jaque sin
jugarse 21...¦ad8! cambiar la posición, para llegar al momen-
to de la suspensión cumpliendo con las 40
22.£g3 ¦g5 jugadas. Ahora Spassky dejó su jugada se-
creta en una posición que, evidentemen-
Esto facilita el plan de ataque de las te, es ganadora para las blancas.
blancas, pero lo cierto es que no se ven
jugadas satisfactorias. Contra 22...¦d8;
tendría mayor eficacia la siguiente movida
de las blancas. Y si 22...¥f8 entonces po-
dría ser molesto 23.¤d6.

23.£c7 ¦e8

Era de considerarse la continuación


23...¦a7; dejando menos elección a las
blancas.

24.¥xf6! gxf6

Triste necesidad, pues si 24...¥xf6; se-


guía 25.¤d6! (25...¦e7 26.£d8+ ¢h7 En la sesión complementaria la partida
27.¤e4 etc.). siguió así:

25.¦d7 ¦c8 26.£b7 £xb7 27.¦xb7 41.¦b6+ ¢g7 42.¦g3+ ¢f8


Página 86
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43.¦xh6 f4 11...¦e8 12.¦c1 ¥f8 13.¤b3 ¥e6
14.¤b5
Tratando de crear inconvenientes en el
plan de las blancas. Pero se agotan ya las Para jugar ya con la clásica explotación
movidas buenas. Si, por ejemplo, 43...¦g4 del punto fuerte delante del peón aislado.
seguía 44.¦xg4 fxg4 45.¦b6 y con la sub-
siguiente ¦b5 la posición de las negras se 14...¥g4 15.h3 ¥f5 16.¤5d4 ¤xd4
tornaría indefendible. Por otra parte, las 17.¤xd4 ¥d7
blancas amenazaban ¦h7 y ¦gg7.
Las idas y venidas de este alfil son muy
44.¦gh3 ¢g7 45.¦6h5 f3+ dudosas, pues a cambio de esas pérdidas
de tiempo no crearon las negras mayores
Después de 45...¦dd5 46.¦xd5 ¦xd5 debilidades en el juego del adversario.
47.¦h4 el resultado sería el mismo.
18.£b3
46.¢g3 ¦xh5 47.¦xh5 ¦d3
48.¤xa5 ¢g6 49.¦b5 ¥xa5 50.¦xa5 Esto parece ser inadecuado desde el
¦xb3 51.¦a8 ¦a3 momento que las amenazas no son tales,
pues las negras, con su réplica, defienden
Un final teórico donde no hay ninguna todo indirectamente. Era mejor 18.£d3 en
posibilidad defensiva de parte de las ne- seguida.
gras. Pudo abandonarse ya.
18...£a5 19.a3 ¥d6 20.£d3 £d8
52.a5 ¢g5 53.a6 ¢g6 54.a7 ¢g7
55.h4 ¢h7 56.h5 ¢g7 57.h6+ ¢h7 Y sigue siendo inconveniente para las
58.¢f4. blancas la captura del peón caballo.
Y las negras abandonaron. Una exce- 21.¦fd1 £e7 22.¥d2
lente partida de tipo posicional que tam-
bién tiene interés teórico en la apertura. Parecía fuerte 22.¤f5 pero seguramente
1-0 el campeón no quiso desprenderse de su
fuerte pieza de d4, y, por otra parte, des-
pués de 22...¥xf5 23.£xf5 £e6 no parece
DECIMOCTAVA PARTIDA que haya nada.

22...¤e4 23.¥e1 ¥e5 24.£b3


[D34] ¥xd4 25.¦xd4 ¥c6 26.h4 £e5
Petrosian, Tigran V 27.£e3 £f6 28.¥xe4
Spassky, Boris Vasilievich
Optando por una aclaración de la posi-
1.c4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 c5 4.cxd5 ción que iguala el juego.
exd5 5.¤f3 ¤c6 6.g3 ¤f6 7.¥g2 ¥e7
8.0-0 0-0 9.¥g5 cxd4 10.¤xd4 h6 28...¦xe4 29.¦xe4 dxe4 30.¥c3
11.¥e3 £f5 31.¦d1 ¦e8 32.¦d6 f6
Hasta aquí fue igual a lo ocurrido en la Impidiendo combinación a base de
decimosegunda partida, donde las negras 33.¥xg7
respondieron 11...¥g4.
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33.¦d4 a6 34.¢h2 £g4 35.a4 ¢f7 ¦e5 49.¥d4 ¦f5 50.¥c5 £c2 51.£d2
36.¢g1 ¦e5 37.¦d6 ¦f5 38.b3 £h3 £b3 52.£d1 £b2

Las blancas tienen que defenderse aho- Las negras no quieren rendirse a la evi-
ra con cuidado, pues hay algunas amena- dencia. Todavía tienen alguna esperanza.
zas a base de 39...¦f3.
53.£d2 £a1+ 54.£d1 £e5 55.£d4
39.¥e1 £g4 40.¥c3 £h3 £e8 56.£c4 ¥b5 57.£e6 £xe6
58.¦xe6 ¦d5 59.¦d6. ½-½

DECIMONOVENA PARTIDA

[B94]
Spassky, Boris Vasilievich
Petrosian, Tigran V

1.e4 c5 2.¤f3 d6 3.d4 cxd4 4.¤xd4


¤f6 5.¤c3 a6 6.¥g5 ¤bd7

Tiene preferencias la continuación


Así quedó suspendida la partida. Las 6...e6 y si 7.£d2 h6 8.¥xf6 £xf6 con posi-
blancas tienen que defender su peón f2 ción satisfactoria. O bien 7.£f3 ¥e7 8.0-
volviendo con el alfil a e1 o, como lo ha- 0-0 £c7 también con juego bueno. La
cen, con ¥d4. Después de 41.¥e1 ¦f3 idea de 6...¤bd7 consiste en prepararse a
42.£c1 e3 43.¦xc6 las negras estarían retomar con el caballo cuando las blancas
mal. Y si 41.¥e1 g5 entonces 42.h5! etc. cambian su alfil dama y, además, dificultar
el avance 7.f4 en cuyo caso resulta eficaz
41.¥d4 h5 la contestación 7...£b6.
Veamos ahora si se juega 41...¦f3 últi- 7.¥c4 £a5
ma esperanza de las negras. Seguiría
42.exf3! (si 42.£c1 ¦xg3+ 43.fxg3 £xg3+ Puede jugarse 7...e6 y si 8.0-0 entonces
etc.) 42...exf3 43.£e6+! £xe6 44.¦xe6 es satisfactorio 8...h6.
¢xe6 45.a5! ¢d5 46.¥e3 ¥b5 47.b4 y tab-
las. 8.£d2 h6
42.¥c3 ¢g8 Ahora, cuando las blancas no han enro-
cado corto todavía, esta jugada es inade-
Y hay que desechar definitivamente la cuada y, como decía Tarrasch, constituye
famosa combinación, pues ahora tampoco una señal de ataque contra el enroque. La
sirve 42...¦f3 por 43.£d4! e3 44.exf3 ¥xf3 teoría aconseja jugar 8...e6 a lo que puede
45.¦xf6+ ganando. O bien 42...¦f3 seguir 9.0-0-0 b5 10.¥b3 ¥b7; o bien
43.£d4! ¦xg3+ 44.fxg3 £xg3+ 45.¢f1 e3 9.0-0 ¥e7 10.¦ad1 h6 con posición acep-
46.¦xf6+ gxf6 y tablas. table.

43.¦d8+ ¢h7 44.¦d6 £g4 45.a5 9.¥xf6 ¤xf6 10.0-0-0 e6 11.¦he1


£g6 46.b4 £f7 47.¥d4 £c4 48.¥c5 ¥e7 12.f4 0-0 13.¥b3 ¦e8
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Las negras se desenvuelven ya dentro 19.¦df1 £d8
de muchas dificultades y es necesario
prestar gran atención. Las blancas tienen Las blancas amenazaban fxe6 y ¦xf6; Si
ya un plan de ataque claro contra el sector 19...e5 20.¤de2.
rey enemigo, estando su juego armónica-
mente, desarrollado. 20.fxe6 fxe6 21.e5!

14.¢b1 Y el desastre final para las negras se


produce en pocas movidas. No puede ju-
Ahora si, por ejemplo, 14...¥d7 segui- garse ahora 21...¤d5 por 22.¦xf8+ etc.
ría 15.¤d5 £xd2 16.¤xe7+ ¦xe7 17.¦xd2
y la defensa de las negras se tornaría muy 21...dxe5 22.¤e4!
difícil. Y de igual valor era 15...£d8 por Aprovechando que el caballo negro es-
16.¤xe7+ con gran presión por la colum- tá prácticamente inmovilizado, pues sola-
na dama. mente puede moverse como lo hace, de-
14...¥f8 fendiendo su casilla g7.
22...¤h5 23.£g6! exd4
No hay defensa posible. Si 23...¤f4 se
ganaba con 24.¦xf4 exf4 25.¤f3! y en se-
guida 26.¤fg5 etc. (Si 25...£a5 26.¤f6 £f5
27.£xh6+! etc.).
24.¤g5.
Y las negras abandonaron, pues si
24...£xg5 25.¦xg5 ¤f6 26.¦xf6 hxg5
27.¦f3 subsiste la posición de mate. Y si
24...hxg5 25.£xh5+ ¢g8 26.£f7+ ¢h8
27.¦f3 etc. Una aplastante derrota del
15.g4! campeón mundial. 1-0
Al ataque sin necesidad de preparacio-
nes. No hay nada mejor que aceptar el sa-
crificio. VIGÉSIMA PARTIDA

15...¤xg4 16.£g2 ¤f6 [D55]


Petrosian, Tigran V
¿Y qué otra cosa pueden hacer las ne- Spassky, Boris Vasilievich
gras? Si 16...e5 seguía 17.¤f5 ¥xf5 18.exf5
con ataque igualmente irresistible. 1.c4 e6 2.d4 d5 3.¤f3 ¥e7 4.¤c3
¤f6 5.¥g5 0-0 6.e3 h6
17.¦g1 ¥d7
Poco frecuente es 6...b6; en seguida, a
En cualquier caso el próximo avance lo cual puede seguir 7.¥xf6! (única forma
del peón f blanco es muy fuerte... de combatir esta variante Tartakower, se-
18.f5! ¢h8 gún opinión general de los teóricos),
7...¥xf6 8.¥d3 ¥b7 9.cxd5 exd5 10.h4 c5!
Tanto contra 18...exf5; como contra y ahora tenemos un buen ejemplo en una
18...e5 es contundente la continuación partida de Teschner v. Spassky, 1959,
19.£g6. 11.¥xh7+ ¢xh7 12.¤g5+ ¢h6 13.£c2 g6
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14.h5! ¢xg5 15.f4+ ¢h6 16.hxg6+ ¢g7 dama blanca accionará eficazmente por la
17.¦h7+ ¢g8 18.0-0-0 ¥g7 19.¦dh1 £f6 columna abierta.
20.gxf7+ ¦xf7 21.g4 ¤d7 conjurando todo
peligro, según opinión de Spassky. 11...c6 12.¥d3 ¤d7 13.0-0 ¦e8
14.¦fc1
7.¥xf6
Y todas las piezas blancas actúan armó-
La alternativa es 7.¥h4 b6 8.cxd5 ¤xd5 nicamente. La posición puede considerar-
9.¥xe7 £xe7 10.¤xd5 exd5 11.¦c1 (si se ya como superior para las blancas.
11.¥d3 ¥b7!) 11...¥e6! 12.£a4 c5 13.£a3
¦c8 14.¥e2 ¤d7 15.0-0 £f8 16.dxc5 bxc5 14...a5
17.¤d2 f5! 18.¤b3 a5! y se llega a la igual-
dad. Lo previsto. Las negras no pueden per-
manecer encerradas y ahora tratan de en-
7...¥xf6 8.£d2 contrar algún alivio abriendo el juego.
Jugada posicional que tiende a efectuar 15.bxa5!
la ofensiva por el flanco dama. Más popu-
lares son 8.£b3 para preparar la ruptura Y quedó ampliamente justificada la ma-
central, a lo que sigue 8...c6 9.e4 ¤d7! niobra de Petrosian.
10.cxd5 que también conduce al equili- 15...¦xa5 16.¥f5 ¦a6 17.¦b3 g6
brio. Pero lo que otorga una ligera ventaja 18.¥d3 ¦a7 19.¦cb1 ¥g7 20.a4
a las blancas es 8.¦c1 c6 9.¥d3 ¤d7!
10.0-0 dxc4 11.¥xc4 e5 12.¤e4 exd4 Naturalmente, era imprescindible impe-
13.¤xf6+ ¤xf6! 14.£xd4 £e7 15.£e5 ¦e8! dir la maniobra de las negras ...b5 ...¤b6 y
y el juego de las negras es algo delicado. ¤c4.
8...b6 9.cxd5 exd5 10.b4 20...£e7 21.¥f1!
Excelente movida posicional que difi- Preparándose a entrar con un caballo
culta por mucho tiempo el contrajuego de por d3.
las negras en el flanco dama.
21...¥a6
10...¥b7 11.¦b1!
Intentando algún alivio en la posición
al cambiar el poderoso alfil blanco, pero
ahora surge otro tema de ataque para las
blancas: el peón c negro.
22.h4! ¥xf1 23.¦xf1 h5
De lo contrario resultaría molesto el
eventual avance h5 seguido de ¤e2 y
¤g3.
24.¦e1 ¦aa8 25.g3 £d6 26.¢g2
¢f8 27.¦eb1 ¢g8

Fina jugada que encierra un gran con- Realmente, la situación en que se en-
cepto. Si las negras no quieren morir asfi- cuentran las negras es muy desagradable,
xiadas, tarde o temprano tendrán que ju- pues tienen que estar a la espera de los
gar ...a5 o bien ...c5, y entonces la torre acontecimientos y a merced de las accio-
Página 90
Página 90 de 100
nes que el adversario pueda emprender. Así quedó suspendida la partida. Aho-
ra, con 40...¦a5 41.¤b4, la posición de las
28.£d1 ¥f8 29.¦3b2 ¥g7 30.¦c2 negras es indefendible, pero Petrosian ju-
¦a7 31.¦bc1 gó todavía en forma más enérgica.
Iniciando la embestida final contra el 41.£xb6 ¦xa4 42.¦c5 ¦a6
vulnerable peón c. 43.¦xd5!
31...¤b8 Y también quedan las blancas con un
peón de ventaja y posición superior, co-
Ni ...¦c8; ni ...¦c7 servían a causa de mo en la variante antes mencionada. Si
32.¤b5. ahora 43...¦xb6 44.¦xd6 ¥e7 45.¦d5 etc.
32.¤e2 ¦c7 43...£xf4 44.£xa6 £e4+ 45.f3 £e6
46.£c4 £xe3 47.¤e5 ¦f8 48.¦c5
Está claro que no puede jugarse ¥e7 49.¦b1! ¥xc5 50.¦xb8.
32...¦xa4 por 33.¦xc6.
Y las negras abandonaron (50...¥d6
33.£d3 ¦a7 34.£b3 ¦a6 35.¤f4 51.£xf7+ etc). 1-0
¦d8 36.¤d3 ¥f8 37.¤fe5 ¦c8
38.¦c3! ¥e7
VIGESIMOPRIMERA PARTIDA

[C92]
Spassky, Boris Vasilievich
Petrosian, Tigran V

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6 4.¥a4


¤f6 5.0-0 ¥e7 6.¦e1 b5 7.¥b3 0-0
8.c3 d6 9.h3 ¤d7

Vieja continuación de Chigorin que fue


empleada muchas veces por el gran maes-
Las dificultades de las negras han ido tro Keres.
en aumento y ya tienen una posición de-
sesperada. Creemos que aquí tenían las 10.d4
blancas una continuación enérgica con lo
cual habría dejado a Spassky sin contes- Después de 10.a4 ¥b7 11.d4 ¤a5 , el
tación satisfactoria, pues si, por ejemplo juego es equilibrado. Esta variante ha sido
39.e4! lo cual habría dejado a Spassky sin jugada en algunas oportunidades por Pe-
contestación satisfactoria pues si, por trosian.
ejemplo, 39...¦a5 seguía 40.¤f4 sin répli-
ca satisfactoria. De todos modos, también 10...¥f6
es ganadora la continuación hecha por las
blancas. La alternativa es 10...¤b6 a lo que sigue
11.¤bd2 ¥f6 12.¤f1 ¦e8 13.¤g3 g6
39.¤f4 ¥f6 40.¤ed3 ¦a5 14.¥h6 con posición preferible para las
blancas.

Página 91
Página 91 de 100
11.¥e3 pación de la columna caballo dama por
parte de las blancas, las dificultades de las
Si ahora 11.a4 debe contestarse negras serían mayores.
11...¤a5! y a 12.¥c2 ¤b6! con buena par-
tida. 21...¤c5 22.axb5 axb5 23.¦a1

11...¤a5 12.¥c2 Y esta nueva columna abierta resultará


de excepcional importancia para el primer
Otra posibilidad es 12.¤bd2 ¤xb3 jugador. Ahora se amenaza 24.¦a5.
13.¤xb3 a5 14.dxe5 ¤xe5 15.¤xe5 ¥xe5
con posición pareja. 23...b4 24.£e2 ¤bd7 25.¥d3?
12...¤c4 13.¥c1 ¥b7 14.b3 ¤cb6 Mal jugado. Lo justo era 25.¤c4! a lo
15.¥e3 ¦e8 16.d5 que podría seguir 25...¥a6 26.¤fd2 ¤b6
27.¥xc5 ¥xc4 28.¤xc4 ¦xc5 29.¤a5 con
Bloqueo lógico, ya que de esta manera excelente juego.
los alfiles negros tendrán dificultades en
su accionar durante mucho tiempo. 25...¤xd3

16...¦c8 17.¤bd2 c6 Las negras devuelven la atención. Pe-


trosian disponía aquí de la siguiente inte-
Intentando romper el bloqueo, pero las resante continuación: 25...¥xd5! 26.¥xc5
blancas no lo permiten. ¤xc5 27.exd5 e4 28.¤xe4 ¤xe4 (si
28...¥xa1 entonces 29.¦xa1 f5 30.¤xc5!
18.c4! cxd5 19.cxd5 £c7 20.¦c1 ¦xe2 31.¤a6 £b6 32.¥xe2 ¦c2 33.¢f1
£b8? etc.) 29.¥xe4 ¥xa1 30.¦xa1 (no sirve
30.¤g5 h6 31.£h5 hxg5 etc.) 30...f5
Era mejor jugar 20...£c3; o bien 31.¤g5 £b7! (y no 31...fxe4 por 32.£h5
20...¥d8. h6 33.£f7+ ¢h8 34.¤e6 ¦g8 35.¤g5 etc.)
32.¤e6 fxe4 33.£xe4 y si bien es cierto
21.a4! que las blancas tienen una fuerte avan-
zada en seis rey, el juego de las negras es
perfectamente bueno.
En cambio, con la movida hecha por
las negras, éstas quedan con un final infe-
rior.

26.£xd3 ¥a8

Las blancas amenazaban 27.£b5.

27.¤c4 ¤c5 28.¥xc5! ¦xc5

Y los alfiles negros, al seguir restringi-


dos en su accionar, son en este caso infe-
Asegurado el centro, y sin posibilidades riores a los dos caballos.
inmediatas de alguna reacción enemiga
en el flanco rey, Spassky inicia su ofensiva 29.¦a4 h6 30.£d2
en el flanco de la dama. Si ahora se cam-
bian los peones, con la subsiguiente ocu- Y comienza una dificilísima tarea de-
Página 92
Página 92 de 100
fensiva para las negras. El peón b4 no VIGESIMOSEGUNDA PARTIDA
puede defenderse con éxito, pues si
30...¦b5 seguiría 31.¦ea1 etc.
[D55]
30...¥e7 31.¦ea1 ¥b7 32.£xb4 f5 Petrosian, Tigran V
Spassky, Boris Vasilievich
Y las negras entran ya a buscar recur-
sos extremos. Su defensa se hace cada vez 1.c4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¥e7 4.¤f3
más penosa.
¤f6 5.¥g5 0-0 6.e3 h6 7.¥xf6 ¥xf6
33.¦a7 ¦c7 34.exf5 £c8 35.¤e3 e4 8.£d2 b6 9.cxd5 exd5 10.¦d1
36.¤d4 ¥f6 37.¦f1
Habrá que esperar a que los protago-
Precaviéndose contra cualquier golpe nistas de este match den su opinión acer-
táctico a base de ...¦c1 y ...¥e5. ca de la actual posición para saber por
qué motivo no volvió a jugar Petrosian
37...¥a6 38.¦xc7 £xc7 39.£a4! 10.b4!?, que tan buen resultado le propor-
¦a8 40.¦d1 £b8 cionó en la vigésima partida. Allí, después
de 10...¥b7 11.¦b1 la superioridad de las
blancas se hizo pronto visible.

10...¥e6

Este es el desarrollo característico de la


variante Tartakower.

11.g3 ¤d7 12.¥g2 ¥e7 13.0-0 c6


14.£c2 ¦c8 15.¤e5 ¤xe5 16.dxe5 f6

Y el juego de las negras ya se ha libera-


do de los inconvenientes del planteo.
En esta posición Spassky dejó su juga-
da bajo sobre. La amenaza de las negras, 17.exf6 ¥xf6 18.¤e2 £d6 19.¦d2
41...¥e2 queda en seguida anulada y el ¦fd8 20.¦fd1 £e7 21.¤f4 ¥f7
juego está perdido para el campeón mun- 22.¥h3 ¦c7 23.¥f5 g5
dial.

41.¤c6 £b7 Y son las negras las que ahora tienen


alguna iniciativa.
Si 41...£e8 seguía 42.£b4!
24.¤e2 c5! 25.e4 ¥d4 26.¤xd4
42.£xe4 £xb3 43.¦e1 ¥c3 44.¦b1 cxd4 27.£d3 dxe4 28.¥xe4 ¢g7
£a2 45.¤b4 £a4 46.£e6+ ¢h8 29.£f3 £f6 30.£xf6+ ¢xf6 31.b3 a5.
47.£xd6 ¥e2 48.¤c6 £a2 49.¦b8+
¦xb8 50.£xb8+ ¢h7 51.£g3 ¥h5 Y se convino el empate. A esta altura
52.¢h2 ¥e1 53.f6! del match da la impresión de que Petro-
sian ya estaba resignado a perder el título.
Si 53...gxf6 54.¤f5. 1-0 ½-½
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10.£e2 d6 11.f4 ¤ed7 12.¤b3
ÚLTIMA PARTIDA (23ª) ¥xe3+ 13.£xe3 b6 14.¦ae1 ¥b7

[B48] Las negras han completado su desarro-


Spassky, Boris Vasilievich llo, pero las blancas tienen una excelente
Petrosian, Tigran V disposición de piezas. Esto era lo que pre-
cisamente convenía a Spassky: una posi-
1.e4 c5 2.¤f3 ¤c6 3.d4 cxd4 ción sólidamente defendida y sin peligros.
4.¤xd4 £c7 5.¤c3 e6 6.¥e3 a6
7.¥d3 ¤f6 8.0-0 15.e5 dxe5 16.fxe5 ¤d5 17.¤xd5
¥xd5 18.¦f4! b5 19.¤d4 ¦b8 20.c3 g6
Es interesante destacar la variante
8.£e2 a lo cual, si las negras juegan con- Después de 20...¥xa2 21.¦a1 las ne-
fiadamente 8...¤xd4 9.¥xd4 ¥c5 enton- gras tendrían muchas dificultades.
ces obtienen ventaja las blancas por me-
dio de 10.¥xc5 £xc5 11.e5! con juego 21.a3 0-0 22.¦h4
bastante restringido para el segundo juga-
dor. Pero después de 8.£e2 lo correcto es Forzando la respuesta a causa de la
8...¥e7 (arriesgado, aunque parece facti- amenaza 23.£h6.
ble, es 8...¥d6 9.h3 b5 10.¤b3 0-0 11.0-0
¥f4 12.¦ae1 ¥xe3 etc. como ocurrió en 22...f5 23.exf6 ¦xf6 24.¥e4 ¤c5
una partida de Diurasevic v. Taimanov, 25.¥xd5 exd5 26.£e7
1958) 9.0-0 0-0 10.f4 d6 (inferior es
10...¥c5 a causa de 11.¤xc6 ¥xe3+
12.£xe3 dxc6 13.e5 etc.) 11.¢h1 ¤xd4
12.¥xd4 e5 con igualdad.

8...¤e5

Un juego muy firme tienen las negras


con la variante 8...¤xd4 9.¥xd4 ¥c5
10.¥xc5 £xc5 11.£e2 d6 12.¢h1 b5 13.f4
b4! , con equilibrio. Pero en el estado en
que se encontraba el match a esta altura,
cuando Petrosian tenía que ganar forzosa-
mente las dos últimas partidas, es correcta Los esfuerzos del hasta este momento
la decisión de apartarse de lo más conoci- campeón mundial resultaron inútiles ante
do en busca de complicaciones. la serenidad y corrección del juego de
Spassky. Ahora es obligado el cambio de
9.h3 ¥c5 damas y de esa manera se entra en una fa-
se del juego que es por demás desalen-
La alternativa era 9...b5; a lo que podría tadora para las negras.
seguir 10.f4 ¤c4 11.¥xc4 £xc4 12.£d3 d5
13.exd5 £xd3 14.cxd3 b4 15.¤e4 ¤xd5 26...£xe7 27.¦xe7 h5
16.¥d2 f5 con posibilidades equivalentes.
Pero en esta variante es mejor para las Triste necesidad.
blancas jugar 13.e5 y si 13...¤d7 14.£d2
con juego preferible. 28.¤f3 ¤e4 29.¦d7 ¦d6
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¿Qué otra cosa puede hacerse? Si En esta posición quedó suspendida la
29...¦f5 30.¤d4 , etc. partida y al día siguiente, 17 de junio, fue
declarada tablas. Y en esa forma el título
30.¦xd6 ¤xd6 31.¦d4 ¤c4 de campeón mundial de ajedrez pasó a
32.¦xd5 ¤xb2 33.¦d6 a5 34.¦xg6+ manos de Boris Spassky.
¢h7 35.¦c6 ¤c4 36.a4 ¤b2 37.axb5 Una cómoda continuación para las
¦xb5 38.c4 ¦b7 39.c5 ¦a7 40.¦d6 blancas sería 41.c6 ¢f8 42.¦d2! etc. ½-½
¢g7.

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ÍNDICE PÁGINA Y PARTIDA
ECO IPÁG.1 BLANCAS
819 16 Spassky, Boris vs
NEGRAS
Petrosian, Tigran
RESULTADO! PARTIDA
½ ½ 1ª
1 AÑO
1966
D59 18 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 2ª 1966
D26 21 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 3ª 1966
E08 24 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris ½ ½ 4ª 1966
814 25 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 5ª 1966
D41 28 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 6ª 1966
D03 29 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran o 1 7ª 1966
A33 30 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 8ª 1966
D42 30 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 9ª 1966
E66 31 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris 1 o 10ª 1966
C10 33 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 11ª 1966
A42 34 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 12ª 1966
819 36 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran 1 o 13ª 1966
A05 39 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 14ª 1966
825 40 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 15ª 1966
806 42 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris ½ ½ 16ª 1966
825 43 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 17ª 1966
E12 44 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 18ª 1966
C11 45 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran 1 o 19ª 1966
E59 47 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris 1 o 20ª 1966
C13 48 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 21ª 1966
A40 50 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris 1 o 22ª 1966
C13 51 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 23ª 1966
E61 53 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 24ª 1966
842 63 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran o 1 1ª 1969
D34 65 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 2ª 1969
836 66 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 3ª 1969
D34 67 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris o 1 4ª 1969
D41 69 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 5ª 1969
D56 70 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 6ª 1969
D19 71 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran ½ ½ 7ª 1969
D37 72 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris o 1 8ª 1969
A56 74 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 9ª 1969
E48 75 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris 1 o 10ª 1969
E12 77 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran o 1 11ª 1969
D34 79 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 12ª 1969
C42 80 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran ½ ½ 13ª 1969
D55 81 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 14ª 1969
C42 83 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 15ª 1969
D34 84 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris ½ ½ 16ª 1969
842 85 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 17ª 1969
D34 87 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 18ª 1969
894 88 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran 1 o 19ª 1969
D55 89 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris 1 o 20ª 1969
C92 91 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 21ª 1969
D55 93 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris ½ ½ 22ª 1969
848 94 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 23ª 1969

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ÍNDICE ECO (Apertura)
IEcol PÁG. BLANCAS NEGRAS RESULTADO PARTIDA AÑO
A05 39 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 14ª 1966
A33 30 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 8ª 1966
A40 50 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris 1 o 22ª 1966
A42 34 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris ½ ½ 12ª 1966
A56 74 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 9ª 1969
806 42 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 16ª 1966
814 25 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran ½ ½ 5ª 1966
819 16 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 1ª 1966
819 36 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 13ª 1966
825 40 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran ½ ½ 15ª 1966
825 43 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 17ª 1966
836 66 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 3ª 1969
842 63 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran o 1 1ª 1969
842 85 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 17ª 1969
848 94 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 23ª 1969
894 88 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran 1 o 19ª 1969
C10 33 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 11ª 1966
C11 45 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 19ª 1966
C13 48 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran ½ ½ 21ª 1966
C13 51 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 23ª 1966
C42 80 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 13ª 1969
C42 83 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran ½ ½ 15ª 1969
C92 91 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 21ª 1969
D03 29 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran o 1 7ª 1966
D19 71 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran ½ ½ 7ª 1969
D26 21 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 3ª 1966
D34 65 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 2ª 1969
D34 67 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris o 1 4ª 1969
D34 79 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 12ª 1969
D34 84 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 16ª 1969
D34 87 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris ½ ½ 18ª 1969
D37 72 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris o 1 8ª 1969
D41 28 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 6ª 1966
D41 69 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran 1 o 5ª 1969
D42 30 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 9ª 1966
D55 81 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 14ª 1969
D55 89 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris 1 o 20ª 1969
D55 93 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 22ª 1969
D56 70 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 6ª 1969
D59 18 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris ½ ½ 2ª 1966
E08 24 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 4ª 1966
E12 44 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 18ª 1966
E12 77 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran o 1 11ª 1969
E48 75 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris 1 o 10ª 1969
E59 47 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris 1 o 20ª 1966
E61 53 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris ½ ½ 24ª 1966
E66 31 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris 1 o 10ª 1966

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ÍNDICE BLANCAS Y NEGRAS
ECO PÁG.1 BLANCAS
D59 18 Petrosian, Tigran
1 1
vs
NEGRAS
Spassky, Boris
!RESULTADO
½ ½
PARTIDA

AÑO
1966
E08 24 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 4ª 1966
D41 28 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 6ª 1966
A33 30 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris ½ ½ 8ª 1966
E66 31 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris 1 o 10ª 1966
A42 34 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 12ª 1966
A05 39 Petrosian, Tiaran vs Spasskv, Boris ½ ½ 14ª 1966
806 42 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 16ª 1966
E12 44 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 18ª 1966
E59 47 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris 1 o 20ª 1966
A40 50 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris 1 o 22ª 1966
E61 53 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 24ª 1966
D34 65 Petrosian, Tiaran vs Spasskv, Boris ½ ½ 2ª 1969
D34 67 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris o 1 4ª 1969
D56 70 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 6ª 1969
D37 72 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris o 1 8ª 1969
E48 75 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris 1 o 10ª 1969
D34 79 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 12ª 1969
D55 81 Petrosian, Tiaran vs Spasskv, Boris ½ ½ 14ª 1969
D34 84 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 16ª 1969
D34 87 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 18ª 1969
D55 89 Petrosian, Tiqran vs Spasskv, Boris 1 o 20ª 1969
D55 93 Petrosian, Tigran vs Spassky, Boris ½ ½ 22ª 1969
819 16 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 1ª 1966
D26 21 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiaran ½ ½ 3ª 1966
814 25 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 5ª 1966
D03 29 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran o 1 7ª 1966
D42 30 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran ½ ½ 9ª 1966
C10 33 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 11ª 1966
819 36 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 13ª 1966
825 40 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiaran ½ ½ 15ª 1966
825 43 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 17ª 1966
C11 45 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 19ª 1966
C13 48 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran ½ ½ 21ª 1966
C13 51 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 23ª 1966
842 63 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran o 1 1ª 1969
836 66 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiaran ½ ½ 3ª 1969
D41 69 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 5ª 1969
D19 71 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 7ª 1969
A56 74 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran ½ ½ 9ª 1969
E12 77 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran o 1 11ª 1969
C42 80 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran ½ ½ 13ª 1969
C42 83 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiaran ½ ½ 15ª 1969
842 85 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 17ª 1969
894 88 Spassky, Boris vs Petrosian, Tigran 1 o 19ª 1969
C92 91 Spasskv, Boris vs Petrosian, Tiqran 1 o 21ª 1969
848 94 Soasskv Boris vs Petrosian Tiaran ½ ½ 23ª 1969

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