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Editor: Jesús Domingo

Coordinación editorial: Paloma González


Traducción: Antonio Gude

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento


informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico,
mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito
de los titulares del Copyright.

© Paul Keres y Harry Golombek 1964 y 1966


Selección de las partidas © 1997 by B.T. Batsford
Notas, material adicional, incluyendo capítulos 7 a 10 ©by John Nunn 1997
Traducción al inglés de las partidas 5 3 , 64, 69, 83 , 86 y 89 © Graham Burgess 1997

Traducción del libro The Quest for Perfection de Paul Keres y John Nunn,
publicado por acuerdo con B.T. Batsford

© 1999 de la versión española


by EDICIONES TUTOR, S.A.
Marqués de Urquijo, 3 4. 280 0 8 Madrid
Tel: 9155 9 98 32 Fax: 915 41 02 35

Socio fundador
de la World Sportpublishers Association
(WSA)

Maquetación: Juan Moraño


Diseño de cubierta: Digraf
Fotografía de contracubierta: por cortesía de la revista Gambito

ISBN: 84-7902-228-0
Depósito legal: M - 15 647-1999
Impreso en Printing Book, S.L.
Impreso en España - Printed in Spain
7

SUMARIO

Prólogo de John Nunn. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

1 Acontecimientos y torneos de los años 1950-1952............................ 11


2 Un gran torneo: Budapest 1952 ........................................... 43
3 Competiciones de los años 1952-1955 ...................................... 56
4 Nuevos asaltos al Campeonato Mundial, 1955-1956 ......................... 98
5 Torneos de los años 1957-1958 ............................................ 126
6 Torneos de Candidatos, 1959-1962 ........................................ 145
7 Torneos de los años 1962-1964 ............................................ 175
8 El último ciclo de Candidatos . . ........................................... 180
9 Éxitos en torneos, 1965-1971.............................................. 189
10 Últimos años . ... . .... . .. . . . . . . . ... . . .... . .. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .
. 228

Lista de torneos y palmarés .................................................. 260


Índice de oponentes . .. . . . . .. . . . . . . . . . . . .... . .. . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 266
Índice de aperturas ......................................................... 267
9

PRÓLOGO

Éste es el segundo tomo de las partidas y ficas como los comentarios a las partidas,
carrera ajedrecística de Paul Keres, que excepto en lo que concierne a la p artida
cubre el período desde 1 9 5 0 h a s t a s u N.0 89 (traducida también del ruso por
muerte, e n 1975. L a colección d e partidas Graham Burgess ). He tratado de ceñirme,
sobre la que se basa la presente obra -que en la medida de lo posible, a la forma de
se inicia en la número 52 y con el diagra­ comentar las partidas de Keres, de modo
ma 232, como continuación de las 51 parti­ que los lectores encontrarán menos va­
das y 231 diagramas del libro El Camino riantes de las que normalmente incluyo en
hacia la cumbre-, constaba de tres volú­ mis análisis. Algunas de estas p artidas
menes y finalizaba en 1962 (partida N.0 88, también fueron comentadas por el propio
contra Geller). Dado que los lectores pue­ Keres, por lo que ocasionalmente hago re­
den ser confundidos por la autoría de las ferencia a sus notas. Sin embargo, el texto
distintas secciones, me gustaría detenerme publicado en ese tramo de la obra es mío
sobre este punto para explicarlo. Hasta la y, por tanto, asumo la responsabilidad por
página 177 de este libro, el texto está en­ los eventuales errores que pueda conte­
teramente escrito por Keres, con la ex­ ner.
cepción de la introducción al capítulo 6 Ha sido un gran placer trabaj ar en es­
(páginas 147-148), escrita por Harry Go­ tos dos libros. Durante mi trabajo he desa­
lombek. De las 37 partidas correspondien­ rrollado una gran admiración por Keres, a
tes a esa sección de este libro, 32 apare­ quien nunca tuve la suerte de conocer per­
cían en la edición inglesa de Golombek. sonalmente. En el verano de 1996 tuve la
Cinco partidas (N."" 53, 64, 69, 83 y 86) es­ satisfacción de realizar un viaje a Estonia,
taban incluidas en la edición rusa del libro, donde pude visitar la tumba de Keres, en
pero no en l a edición inglesa. Le estoy un cementerio a las afueras de Tallinn, un
muy agradecido a Graham B urgess por lugar muy sencillo bajo algunos árboles, si
traducir los comentarios de Keres a estas bien en una zona reservada a estonianos
partidas, de modo que han podido final­ famosos. Pude comprobar que la memoria
mente ser incluidas aquí. Desde la página de Keres está muy presente en Estonia.
178 hasta la 265 todo el texto ha sido escri­ Estoy seguro de que muchos lectores ha­
to por mí, tanto las introducciones biográ- brán visto fotografías con el numeroso
1O EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

gentío que acudió a su funeral, y tambien también es sorprendente que el peor re­
habrán oído que en su país se han emitido sultado de Botvinnik lo haya sido contra
billetes de banco y sellos de correos con su el colista Euwe.
efigie. Existe un centro aj edrecístico con Las tentativas de analizar las partidas
su nombre en Tallinn, con numerosas fo­ en busca de una evidencia acerca del su­
tografías y recuerdos, que preside su ami­ puesto suicidio deportivo de Keres son in­
go, el maestro internacional Iivo Nei. fructuosas. Todo jugador de ajedrez es ca­
Curiosamente, la vida y la carrera aje­ paz de producir partidas impresionantes
drecística de Paul Keres han adquirido contra oponentes más flojos y también es
cierta dimensión política y esta obra que­ capaz de conseguir que un debutante pase
daría incompleta si no nos referimos a ello por un fuerte adversario. Por otra parte,
aunque sea brevemente. Existe una teoría jugadas flojas que no podrían ser explota­
en el sentido de que Keres perdió delibe­ das ni siquiera por ajedrecistas de alto ni­
radamente algunas de sus partidas contra vel, sí pueden serlo de forma implacable
Botvinnik en el Campeonato Mundial de por los verdaderamente mej ores. Ade­
1948, a cambio de no ser castigado por ha­ más, la presión psicológica de luchar con­
ber jugado en torneos en la Europa ocu­ tra el favorito también juega su papel. Si
pada por los nazis. De no haberlo hecho, examinamos los errores cometidos por
sigue el razonamiento, habría sido Keres y Anand en su match por el campeonato
no Botvinnik quien se hubiese proclama­ mundial de la PCA, contra Kasparov, en
do campeón del mundo. Esta teoría pare­ 1 995 (30 Cb6?? en l a 1 1 .8 p artida , y 1 9
ce estar generalmente aceptada en Esto­ dxe6? e n l a 13.8 partida) llegaremos fácil­
n i a , y mu c h o s o t r o s a u t o r e s t a mbién mente a la conclusión de que son errores
parecen creer en ella de un modo u otro. elementales, peores que los cometidos por
Sin embargo, a mí no me parece convin­ Keres en sus partidas de 1948 contra Bot­
cente. Keres tenía un mal tanteo contra vinnik, y a nadie se le ha ocurrido que
Botvinnik ( +3 =9 -8) , es decir un resulta­ Anand haya perdido de forma deliberada
do negativo aun sin incluir las partidas del contra Kasparov.
mundial de 1948. Una de sus tres victorias En mi opinión, sólo la evidencia docu­
se produjo precisamente en la última ron­ mental podría resultar convincente. Pues­
da de aquella competición, cuando Bot­ to que muchos archivos soviéticos son
vinnik ya era el nuevo campeón mundial y ahora accesibles, quizá esta circunstancia
podría excusársele que no estuviera total­ permita resolver la principal incógnita
mente concentrado en dicha partida. Bot­ acerca de la vida de Keres.
vinnik ganó todos los matches contra sus En cualquier caso, el principal legado
distintos adversarios en el torneo de 1948 de Keres lo constituyen sus maravillosas
y finalizó con tres puntos de ventaja sobre partidas y sus escritos. Espero que los lec­
Smyslov, a pesar de su mencionada derro­ tores disfruten con su ajedrez tanto como
ta en la última partida. Por supuesto, es yo lo he hecho.
sorprendente que B otvinnik venciese a
Keres por el amplio margen de 4-1 , pero ]OHNNUNN
11

Acontecimientos y torneos de los años 1950-1952

Tras el torneo de B udapest, tuve poco en un estado anímico mucho mejor y ma­
tiempo para descansar, ya que poco des­ yor confianza en. .mí mismo. Sin embargo,
pués comenzaba en B ad Salzbrunn (Sc­ el comienzo del torneo no fue precisamen­
zawno Zdroj ) un gran torneo internacio­ te prometedor. Después de tres tablas en
nal dedicado a la memoria del conocido otras tantas p artidas confusas, conseguí
maestro polaco Przepiorka. Acudí a este vencer a Geller, tras haber omitido éste la
torneo con sensaciones contradictorias, ya mejor continuación en una posición com­
que la segunda parte del torneo de Buda­ plicada, perdiendo material por un error
pest había demostrado que aún no había de bulto. A continuación perdí contra
superado la crisis en mi evolución creati­ Alatorzev una p artida muy mal j ugada
va. Las primeras partidas del torneo mos­ por mí, me las arreglé para conseguir ta­
traron, sin embargo, que las cosas habían blas en una posición perdida contra Sue­
evolucionado en el buen sentido. Una vez tin, y el mismo resultado en un final con
más, tras un largo intervalo, estaba jugan­ un buen peón de más contra Tolush. En
do con un estilo fácil y despreocupado, y las ocho primeras rondas sólo había suma­
por esta razón mis resultados mejoraban do cuatro puntos, me encontraba a dos de
en justa correspondencia. Mantuve mi po­ los líderes y sólo quedaban nueve rondas
sición en el grupo de cabeza durante la por jugar.
mayor parte del torneo, siendo mi más di­ Mi situación no era precisamente para
recto rival el maestro húngaro B arcza. echar las campanas al vuelo, pero enton­
Hasta nuestro encuentro (partida N.0 52), ces conseguí una serie de éxitos. Se repi­
no estaba claro cuál de nosotros consegui­ tió, más o menos, la experiencia del tor­
ría adelantarse en la carrera por el primer neo de Semmering, donde prácticamente
puesto. Conseguí ganar esta crucial parti­ cada plan que trazaba era coronado por el
da con buen estilo posicional y el camino éxito. En la 14.3 ronda había alcanzado a
hacia el triunfo final quedó libre. los líderes y en la 15.3 me encontraba ya
A continuación tenía que participar en solo en cabeza, con medio punto de venta­
el l8.° Campeonato de la URSS , que se ja sobre mis inmediatos seguidores. En las
celebraría en Moscú a finales de año y, siete partidas anteriores había cosechado
tras la victoria en el torneo anterior, acudí nada menos que seis puntos y medio. Me
12 E N BUSCA D E L A PERFECCIÓN

resulta difícil explicar la razón de series de tres años, volvía a conseguir el título de
tan largas de buenos resultados (o de re­ campeón de la Unión Soviética.
veses importantes), pero parece que sue­ No fue menos emocionante el desarro­
len ocurrir con frecuencia en torneos, in­ llo del siguiente campeonato, el 19.0, que
cluso en aquellos en que la oposición es también se celebró en Moscú. En aquel
muy fuerte. torneo j ugué de forma más consistente
Pese a esta serie de éxitos, el torneo no que el año anterior, pero también en esta
estaba, ni mucho menos, decidido, incluso ocasión tuvo que decidirse el vencedor en
aunque sólo quedasen dos partidas por ju­ la última ronda. Comencé la competición
gar. En la ronda siguiente obtuve clara con tres victorias y una derrota, siendo mi
ventaj a con blancas, contra Petrosian, pe­ partida más interesante de estas cuatro la
ro entonces me permití entrar innecesaria­ que le gané a Geller (N.0 55) con un inte­
mente en grandes complicaciones, en las resante j uego de sacrificios. A continua­
que perdí el rumbo y, finalmente, tuve que ción la lucha se fue equilibrando y, tras
rendirme. En ese momento se produj o haber dej ado escapar una excelente posi­
una curiosa situación e n l a que tres juga­ bilidad ganadora contra Botvinnik, se lle­
dores estaban empatados al comienzo de gó a una posición de verdadero suspense
la última ronda, por lo que el resultado fi­ en la tabla, al final de la 13.8 ronda: Bot­
nal del campeonato dependía de una sola vinnik, Geller, Smyslov y yo compartía­
partida. mos la cabeza, con 8,5 puntos, y sólo a me­
Tenía que j ugar con negras contra di o p u n t o se e n c o n t r a b a n Averbaj y
Averbaj y puede imaginarse mi desagrado Petrosian. Estaba claro que dada la situa­
cuando mi oponente abrió el juego con la ción cada partida tenía una tremenda im­
Apertura Cuatro Caballos (partida N.0 portancia.
54) . Sin embargo, resultó que la elección En la ronda siguiente se produj o mi
de apertura de Averbaj no estaba motiva­ encuentro decisivo con S myslov ( N . 0
da por el deseo de entrar en una aburrida 56). Pude hacerme c o n la iniciativa e n
posición de tablas, y pronto se produjo un un emocionante medio juego y, u n a vez
interesante medio juego, en el que pude que mi oponente dej ó escapar una opor­
conseguir una pequeña ventaja posicional tunidad favorable de pasar a un fin a l
y la partida se aplazó en un final favorable igualado, conseguí un fuerte ataque, a
para mí. En cuanto a mis rivales, Tolush pesar de las escasas piezas supervivien­
había hecho tablas ya con B oleslavsky, tes. La partida derivó entonces a un fi­
mientras que Aronin tenía mejores posibi­ nal de alfiles a mi favor , que conseguí
lidades contra B orisenko. Al reanudarse ganar, sumando así un punto vital para
el juego, conseguí penetrar en la posición mí. En la misma ronda, Geller venció a
de Averbaj y ganar un final lleno de com­ Botvinnik, Petrosian a Simagin y Taima­
binaciones, en el que la tensión nerviosa nov a Averbaj , de modo que la cuestión
de ambos contrincantes ejerció su influen­ de la victoria final seguía abierta . S ólo
cia sobre el desarrollo del juego. Por otra quedaban tres rondas más. La siguiente
parte, Aronin trató, durante largo rato, de tampoco resolvió la cuestión, pues tanto
quebrar la tenaz resistencia de Borisenko, Geller como yo ganamos, lo mismo que
pero sin conseguirlo. Así, tras un intervalo Petrosian y Smyslov.
KERES- BARCZA, SCZAWNO ZDROJ, 1 950 13

Las partidas de la siguiente ronda tu­ conclusión. Esta capacidad es, ciertamen­
vieron una influencia vital sobre el de­ te, de la mayor importancia para todo j u­
senlace del torneo. Como en el campeo­ gador de torneo.
n a t o anterior, tenía que j ugar contra
Petrosian en la penúltima ronda. Quizá
debido a la mala memoria de mi partida PARTIDA N.o 52
del año precedente, o quizá a causa de la KERES - BARCZA
tensión del torneo, lo cierto es que mi po­ Sczawno Zdroj , 1950
sición empeoraba jugada a jugada. Pron­ Apertura Ruy López
to había perdido dos peones y además es­
taba acosado por los apuros de tiempo. 1 e4 eS
Pero entonces Petrosian no sacó el máxi­ 2 tt::lf3 tt::lc6
mo partido de sus posibilidades. Conse­ 3 �b5 a6
guí llevar el juego a un final de torres con 4 �a4 tt::lg e7
peón menos y al día siguiente me salvé Es bien sabido que el gran maestro
con unas tablas. Las cosas no fueron tan Barcza no se siente muy cómodo en posi­
bien para mi más directo rival, Geller, ciones que contienen abundantes posibili­
que h abía sido vencido por B ronstein. dades tácticas, y que requieren un cálculo
D ado que Smyslov también había gana­ concreto y exacto. Prefiere métodos de
do su partida, al entrar en la última ronda juego posicionales en los que su sobresa­
yo tenía medio punto de ventaj a sobre liente capacidad para la maniobra estraté­
mis rivales inmediatos, Geller, Petrosian gica puede manifestarse en toda su fuerza.
y Smyslov. Botvinnik, tras haber perdido De ahí que B arcza no se encuentre espe­
ante Geller, había quedado fuera de la cialmente feliz contra 1 e4. La jugada tex­
lucha por el primer puesto. tual es característica de su estilo. Trata de
Así que, por segunda vez consecutiva, llevar el juego fuera de los senderos teóri­
tenía que j ugar en la última ronda una cos en la esperanza de confundir a su ad­
partida decisiva a efectos del primer pre­ versario.
mio. Esta vez me enfrentaba al gran ma­ 5 �b3
estro Taimanov, contra quien jugué una La teoría recomienda 5 d4 o 5 tt::lc 3, pe­
de mis partidas más espeluznantes (N.0 ro las negras debían estar preparadas con­
57). Conseguí un fuerte ataque en el flan­ tra estos movimientos. Por el tiempo en
co de rey y, aunque no lo ej ecuté con pre­ que se jugó la partida, la textual me pare­
cisión, fue suficiente para ganar la parti­ .cía muy buena y, al menos en la presente
da. El público se entusiasmó tanto con partida, el experimento resultó estar bien
esta partida decisiva que el j uego en los fundado.
últimos momentos tuvo.que trasladarse a 5 •.. f6
otra sala más tranquila. Esta valiosa vic­ Nadie hace voluntariamente una juga­
toria me reportó por tercera vez el título da así, pero había que parar la molesta
de campeón de la URSS, pero al mismo amenaza 6 tt::l g 5 , y si las negras j ugaban
tiempo también demostró que había pro­ 5 ... h6, entonces 6 d4 sería más efectiva
gresado mucho en la forma de conducir que en el movimiento anterior, mientras
la lucha en partidas decisivas hasta su que tras 5 ... tt::lg6 el ataque blanco 6 h4 se-
14 E N BUSCA D E L A PERFECCIÓN

ría desagradable. Las negras esperan des­


viar al alfil blanco de la diagonal a2-g8, pe­
ro eso no es tan fácil de conseguir.
6 d4 d6
7 c3 tiJaS
A fin de completar su desarrollo, las
negras están obligadas a realizar j ugadas
artificiales. Es cierto, sin embargo, que el
alfil era demasiado fuerte sobre la diago­
nal a2-g8. Por ejemplo, 7 ... �g4 sería ma­
lo, debido a 8 ttJxeS ! ttJxeS 9 f3, con ven­
taja blanca.
8 .iit. c2 g6
Las negras no tienen tiempo para ocu­
par la diagonal crítica con 8 ... �e6, ya que Aquí las blancas podrían haber obteni­
después de 9 b4 tlJc4 10 .iit.b 3, se encontra­ do una buena partida mediante la conti­
rían con una molesta clavada. Conclusión: nuación normal 13 0-0 �c8 14 ttJc4 �e6
con 7 ... tiJ aS las negras sólo han aliviado 1S ttJe3, o 1S ttJe1 , seguido de 16 ttJd3, pe­
sus penas momentáneamente. ro jugando así permitirían a las negras en­
9 ttJbd2 �g7 rocar. A fin de impedirlo, las blancas han
Una vez que las negras hayan enroca­ concebido un plan muy concreto, iniciado
do, su posición será totalmente satisfacto­ en su 10.3 j ugada, y ahora prosiguen su
ria. Pero con el cambio en eS y el juego curso lógico.
que sigue, las blancas tratan de impedir Si las negras, después de la textual,
precisamente el enroque. De hecho, la lu­ continúan con su plan original, es decir,
cha en tomo a la posibilidad del enroque 13 . . . �c8 14 ttJ e3 �e6, entonces sigue
negro se ha convertido en el núcleo estra­ 1S tiJdS ! , cuando las negras no pueden en­
tégico del juego. rocar, debido a 16 ttJxc7. En consecuen­
10 dx e5 dxe5 cia, las negras tratan de llevar a cabo su
10 ... fxeS es malo, ya que después de plan de forma un tanto diferente. Natural­
1 1 b4 ttJ ac6 12 � b3 , las negras deben mente, las blancas no piensan permitirlo.
afrontar las amenazas 13 tlJgS y 13 h4. 13 �g4
11 b4 tlJac6 14 �c2 �d7
12 .iit. b3 .iit.d7 15 ttJe3 � e6
La idea de las negras es luchar por la No, por supuesto, 1S ... �xf3 16 gxf3,
diagonal con 13 ... �c8 y 14 ... .iit.e 6, a fin cuando el fuerte alfil de b3 agarrota toda
de poder enrocar. En tal sentido, era de la posición negra. Con la maniobra 13 . . .
considerar 12 ... �d6, pero entonces 13 a4 �g4, seguido d e 14 ... �d7, las negras han
�e6 14 bS, seguido de 1S �a3, podría ser conseguido impedir que las blancas juga­
muy molesto para las negras. Las blancas sen 16 ttJdS.
podrían también j ugar 13 �c2 � e6 14 16 0-0 tiJdS
ttJc4 �d7 1S 0-0, con mejor juego. Las negras se encuentran finalmente
13 ttJtl en disposición de enrocar, pero desisten
KERES - BARCZA, SCZAWNO ZDROJ, 1 950 15

de hacerlo por propia voluntad, y con ra­ 21 ••• axb5


zón, ya que después de 16 ... 0-0 17 l:t d1 22 cxb5 �d7
�c8 18 ltJd5, las blancas tendrían ventaj a No hay que decir que si 22 ... ltJxb5, las
e n todos los aspectos y l a s negras segui­ blancas ganan con 23 �xb5.
rían sin contrajuego. Con la textual las ne­ 23 .ta3
gras tratan de reagrupar sus piezas, en es­ También era muy fuerte 23 b6, forzan­
pecial de mej orar la posición del caballo do la réplica 23 ... ltJxd5. No obstante, las
de c6. blancas difícilmente podrían haber gana­
17 l:t d1 .txb3 do más rápidamente con dicha jugada, ya
Todavía sería peor p ara las negras que tanto 24 l:lxd5 c6 25 l:ld3 y 24 �xd5
17 ... �c6 18 ltJd5. habrían permitido a las negras ofrecer una
18 �xb3 �c6 resistencia tenaz, con . . . �f7 ! Con la tex­
19 ltJdS ttJf7 tual, las blancas amenazan 24 ttJxc7+, for­
20 c4 ltJd6? zando el cambio en d5.
23 ••• ttJxdS
24 l:t xd5 b6
De nuevo prácticamente forzado, ya
que si 24 . . . � f8 , las blancas tendrían
un ataque decisivo después de 25 b6 c6
26 tD xe5 ! (26 1:[ d3 � f7 ! ) 26 . . . fxe 5
2 7 l:txe5+ c;.fj¡d8 2 8 l::t dl. Ahora, a l dej ar a
su oponente con un mal alfil y conseguir
un absoluto control de las casillas de su
color, las blancas obtienen una partida po­
sicionalmente ganada.
25 .txd6 cxd6
26 tiJd2
Al llevar este caballo a c4, desde don­
de ataca las debilidades d6 y b6, las blan­
Hasta aquí las negras han defendido cas subrayan, una vez más, la superioridad
muy bien su difícil posición. Ahora, sin de esta pieza sobre el alfil contrario. Otra
embargo, no consiguen prever la fuerte buena continuación era 26 l:tc1 , seguido
amenaza que sigue y caen en una situación de 27 l:tc6.
posicionalmente desesperada. En este 26 �c7
momento era esencial eliminar el fuerte 27 ttJc4 .tf8
caballo central con 20 . . . ttJ xd5 21 exd5 28 l:lad1 l:td8
�d7, aunque a pesar de todo las blancas 29 .l::t5d2 (Ver diag. 234)
•••

tendrían un juego muy superior después Una vez que las blancas han obtenido
de 22 c5. una posición ganadora, comienzan a jugar
21 b5! de forma indecisa, bajo la influencia de in­
Con este avance las blancas rompen la minentes apuros de tiempo, permitiendo
defensa de su oponente, a la vez que retie­ así a las negras cierto contrajuego. La for­
nen al rey negro en el centro. ma más sencilla de ganar era, sin duda,
16 E N BUSCA D E L A PERFECCIÓN

Las b l ancas se d a n cuenta, j us t o a


tiempo, de que su proyectada continua­
ción, 34 aS bxaS 3S 'iff3 ®g7 36 'ifc6 no
daría resultado, a causa de 36 ... 'ifg4! Las
negras se las arreglan ahora para conse­
guir que su torre entre en juego, pero el
peón extra de las blancas, junto con la ac­
tividad de sus piezas, les asegura una posi­
ción ganadora.
34 •.• ® g7
3S h3 l:tc8
36 'ifdS Ad4

29 a4 �e7 30 aS ! y esto, después de 30 ...


bxaS 31 b6, pronto habría convencido a
las negras de la futilidad de toda resisten­
cia ulterior.
29 ... dS!
Las blancas pensaban, después de 30
ltle3, llevar el caballo a la dominante posi­
ción de dS y entonces ocupar la columna e
con sus torres. Este sacrificio de peón es,
por tanto, prácticamente forzado. Las ne­
gras pueden ahora desarrollar su alfil, con
lo que podrán ofrecer una resistencia ver­ 235

daderamente tenaz.
30 l:r. xdS l:t xdS Junto con la amenaza 37 ... l:tcS, ésta
31 exdS es la única posibilidad que las negras tie­
También a q u í e r a más s e n c i l l o 3 1 nen de contrajuego. Ahora, sin embargo,
l:t xdS �eS 3 2 a4, con l a amenaza 3 3 aS, las blancas tienen la oportunidad de finali­
pero las blancas siguen otro plan. zar la partida con una bonita, aunque evi­
31 ..
. � es dente combinación.
32 d6 'ifd7 37 !:[ xd4! l:teS
33 a4 El fin a l , después de 37 . . . e x d 4 3 8
Una continuación lógica del plan de las ltlxb6 l:t el+ 39 ® h2, seguido d e 40 d7,
blancas, pero que, sin embargo, resulta también es desesperado.
deficiente. Era mucho más fuerte la inme­ 38 ltlxb6 l:t xdS
diata 33 'iff3, que habría impedido al rey 39 ll xdS 'iffS
contrario escapar a la relativamente segu­ Después de 39 ... 'ifd8 40 d7, el avance
ra casilla g7. del peón a gana rápidamente.
33 ®t8 40 d7 ( 1-0)
34 'iff3
KERES - BORISENKO, MOSCÚ, 1 950 17

PARTIDA N.o 53 inocuo entre la 4.3 y la 7 . 3 jugada, contiene


KERES - B OR ISENK O cierto veneno, ya que las piezas negras no
Moscú, 1950, 18.° Campeonato de la se hallan en buenas posiciones defensivas.
URSS El juego adopta ahora un carácter forza­
Apertura Inglesa do.
8 ••• dxe5
� c4 eS 9 'i!Vxd8+ lt:JxdS
2 g3 g6 En caso de 9 ... �xd8, las blancas con­
3 d4 d6 tinuarían con 10 e4.
Una buena respuesta, ya que dxe5 y el 10 e4 lt:Jhf7
cambio de damas, ahora o en las jugadas É sta es una defensa natural contra la
siguientes, no concede ventaj a a las blan­ amenaza 1 1 lt:Jxe5 , pero permite a las
cas. La partida adopta el carácter de una blancas llevar a cabo una larga combina­
Defensa India de Rey, con la diferencia de ción. Sin embargo, tampoco eran total­
que las negras omiten ...lt:Jf6 por tiempo mente satisfactorias para las negras 10 ...
indefinido, tratando de generar presión fxe4 1 1 lt:Jg5, ni 10 ... lt:Jdf7 1 1 0-0. La par­
añadida contra d4. tida se vuelve ahora muy interesante.
4 �g2 lt:Jc6 11 lt:JdS lt:Je6
5 lt:Jf3 �g7 Las negras tienen, de nuevo, poca elec­
6 e3 ción. La jugada intermedia 11 ... fxe4 en­
Las blancas quieren diferir el cierre del trega la calidad después de 12 lt:J xc7+
centro, con d4-d5, hasta que las negras no � d7 1 3 lt:J x a 8 exf3 1 4 .il h 3 + lt:J e 6 1 5
hayan jugado .;.lt:Jf6, a fin de que necesi­ �xe6+ �xe6, seguido de 1 6lt:Jc7+, etc.
ten preparar la ruptura estándar .. .f5. No 12 exf5 gxf5
es peligroso para las blancas 6 ... �g4, de­ 13 lt:Jh4 c6
bido a 7 'i!Vb3.
6 ••• f5
Esta j ugada sería buena si obligase a
las blancas a cerrar el centro. Sin embar­
go, este leve debilitamiento del flanco de
rey negro le concede a las blancas la opor­
tunidad de crear algunas amenazas tácti­
cas. Por consiguiente, era mejor 6 ... lt:Jf6.
7 lt:Jc3 lt:Jh6?
Las negras conducen la apertura de
forma original, pero esta j ugada resulta
ser un simple error. El caballo estará mal
situado en h6, una vez que se produzcan
complicaciones tácticas. Si las negras no
querían jugar la crítica 7 ... e4, deberían
haber optado por 7 ... lt:Jf6. También esto es prácticamente forza­
8 dxe5! do, ya que después de 1 3 . . . lt:Jd6 sigue
Ahora este cambio, que hubiera sido 14 c5.
18 E N BUSCA D E L A PERFECCIÓN

Con la textual las negras esperaban 14


tt:J e3 lt:Jd4, cuando desaparecen todos sus
problemas, pero van a llevarse una desa­
gradable sorpresa.
14 tt:Jxf5!
Probablemente Borisenko considera­
ba esta captura desfavorable, puesto que
las blancas pierden material. Sin embar­
go, quedarán con dos peones por calidad
y u n a fu e r t e p a r ej a de alfi l e s , lo q u e
constituye compensación más q u e sufi­
ciente.
14 cxd5
15 cxd5 lt:Jd4
16 tt:Jxg7+ <ifi>f8 Ésta es la única defensa contra la ame­
Las amenazas 17 ... <ifi>xg7 y 17 ... tt:Jc2+ naza 24 <ifi>bl .
obligan a las blancas a ceder material. 24 <ifi>b1 tt:Jc2
17 tt:Je6+! il.xe6 25 Axe5 l:theS
1S dxe6 tt:Jc2+ O bien 25 . . . 1:1 hd8 26 il.e4, y las ne­
19 <ifi>d1 tt:Jxa1 gras pierden el peón de h7. En una posi­
20 exf7 .rt dS+ ción tan abierta como ésta, la superiori­
Cuando las blancas, en la jugada 1 1 , se dad de los dos alfiles y los dos peones
embarcaron en esta larga combinación, sobre torre y caballo es perfectamente
habían considerado primero 20 ... <ifi>xfl, discernible.
estimando que después de 21 �d2 l::t ac8 26 il.d5+ <ifi>f8
22 Ac3 bS 23 �xeS quedarían con un fi­ 27 ..tf4 lt:Jd4
nal favorable. Sin embargo, pronto quedó 27 ... l:te2 falla por 28 .l:l c1 , ganando el
claro que las blancas todavía contaban con caballo.
una jugada más fuerte, 21 �gS ! , y si 21 .. . 2S ..th6+ <ifi>e7
h6, 22 �h4. amenazando 23 <ifi>d2. Si 22 .. . 29 � e3 tt:Jc6
.rt ac8, entonces 23 Ae4 y no hay defensa La inmediata 29 ... .rt ed8, obviamente
contra 24 <ifi>d2. Con la jugada de la parti­ no sirve, debido a 30 ..tgS+, mientras que
da las negras s alvan su caballo, pero a a 29 ... <ifi>d6 sigue 30 il.b7, y ahora sería
cambio las blancas ganan algunos tiempos mala 30 ... l:tb8, en vista de 31 ..tf4+.
importantes. 30 l:t d1 <ifi>f6
21 ..td2 <ifi>xf7 31 h4
22 <ifi>cl Naturalmente, las blancas no están in­
No es buena 22 il.xb7, a causa de 22 .. . teresadas en ganar un peón a costa de la
.l:td7, mientras que 22 Ae4 permite 22 .. . p arej a d e alfiles ( 3 1 ..t xc6 .rt xc6 32
ll d4. La jugada de rey es muy molesta pa­ Axa7).
ra las negras. 31 ... a6
22 :teS+ 32 �g2!
23 ..tc3 b5 Ahora que la torre blanca no tiene
AVERBAJ- KERES, MOSCÚ, 1 950 19

oposición en l a columna d, las blancas uno d e los mejores sistemas para evitar to­
pueden estar seguras de la victoria. do tipo de complicaciones en la primera
32 �es fase del juego y está considerada, por tan­
33 .:r.d6+ �t7 to, por los maestros como una apertura ta­
34 .tdS+ �e7 blista. Sin embargo, hay algunas líneas en
3S l:t xa6 �c4 las que las negras pueden conseguir un
36 ..tr4 �d7 medio juego con lucha. En primer lugar,
Un grave error, debido a los apuros de decidí abstenerme de realizar dudosos ex­
tiempo, aunque la posición negra era ya perimentos de apertura, en espera de des­
desesperada. Su última posibilidad era cubrir las verdaderas intenciones de mi
plant�ar la celada 36 . . . l:t ed8. Entonces oponente.
37 Ag5+ �f8 38 �xd8? significaría entrar 3 �f6
de cabeza en el mate (38 ... �d2+ !), mien­ 4 ..tbS Ab4
tras que después de 37 A xc4 .l:l d1 + 38 S 0-0 0-0
�c2 IH1 , las negras seguirían oponiendo 6 d3 d6
resistencia. Sin embargo, las blancas po­ 7 �e2
drían continuar simplemente con 37 l:t e6+ Después de 7 �gS las negras se enfren­
� d7 (37 . . . � f7 38 l:t c6+, etc.) 38 l:t e1 , tarían a una difícil elección, ya que la prin­
parando ambas amenazas. cipal variante, 7 ... .txc3 8 bxc3 �e7, le
37 l:t a7+ ( 1-0) permite a las blancas entrar, si lo desean,
en una posición de tablas evidentes, con 9
.txc6. En tal caso, probablemente yo hu­
PARTIDA N.o 54 biera elegido una continuación no muy re­
AVERBAJ- KERES comendable, según la teoría, pero que al
Moscú, 1950, 18.° Campeonato de la menos es complicada, a saber, 7 ... �e7.
URSS La textual, sin embargo, muestra que
Apertura Cuatro Caballos la elección de A verbaj de la Apertura
Cuatro Caballos no respondía a una tácti­
1 e4 eS ca de jugar a tablas. La partida evoluciona
2 �f3 �c6 ahora hacia un interesante medio juego.
3 �c3 7 �e7
Esta partida se jugó en la última ronda 8 c3 .tas
del torneo y su resultado era decisivo para �g3 c6
9
decidir el primer puesto, ya que al co­ 10 .ta4 �g6
mienzo de esta ronda tres jugadores se en­ 11 d4 �e6
contraban igualados en cabeza: Aronin, Ha surgido una posición simétrica en
Tolush y yo. Así, de los resultados de estos la que, como regla general, el valor del
tres jugadores dependía el desenlace del tiempo extra le concede al primer jugador
campeonato. una prolongada iniciativa. En este sentido,
En vista de estas circunstancias, la las blancas realizan el avance d4 para si­
elección de apertura de las blancas me re­ tuar a su oponente a la defensiva. Las ne­
sultó muy desagradable, pues es bien sabi­ gras podían haber respondido de forma si­
do que la Apertura Cuatro Caballos es métrica, 11 ... dS , pero también entonces
20 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

las blancas se asegurarían la iniciativa, con


12 �g5.
A fin de llegar a un medio juego lleno
de posibilidades de lucha, las negras de­
bían buscar otros métodos para desarrollar
sus piezas. En la partida Alekhine-Euwe
(Amsterdam 1 936), las negras ensayaron
11 ... l:te8 12 �b3 exd4, con idea de ejer­
cer presión sobre e4. Sin embargo , des­
pués de 13 cxd4, resultó que las negras no
podían j ugar 13 . . . lt'lxe4, a causa de 14
lt'lxe4 J::tx e4 15 lt'lg5 , o bien 15 �xf7+ y,
por lo tanto, tenían que continuar con 13
. . . � e6 . D espués de 14 lt'l g5 � xb3 15
'i+'xb3 'it'd7 16 f3, las blancas, no obstante, Una réplica inesperada, que plantea a
obtuvieron una mejor posición. las blancas algunos incómodos problemas
Con la textual las negras se embarcan defensivos y le da a las negras la iniciativa.
en una tentativa por mejorar el método de Ahora las principales amenazas son 14 ...
juego de Euwe. Después de 12 �b3, quie­ exd4 y 14 ... lt'Jh4, obligando a las blancas
ren j ugar 12 . . . ll e8, sin cambiar en d4. a debilitar su estructura de peones, que no
Entonces 13 lt'lg5 no tendría sentido y las podrían impedir con 14 dxe5lt'Jxe5. Dado
blancas tendrían que buscar otra forma de que tampoco son satisfactorias para las
asegurarse la iniciativa. blancas 14 l:l e3 d5 ! , ni 14 � e3 exd4 15
12 �c2 �xd4 lt'Jh4, la posición negra debe consi­
Las blancas deberían haber continua­ derarse ya preferible.
do con 12 �b3. Después de la textual, las 14 lt'lfS?
negras consiguen buen j uego sin mayor Las blancas , parece que asumiendo
problema. que están peor, eligen una continuaci�n
12 ... l::te8 que le asegura a las negras una pequeña
13 l:te1 pero nítida ventaja. En lugar de esta juga­
Como consecuencia de este descuida­ da, las blancas deberían haber optado por
do movimiento, con el que la torre se sitúa el sacrificio de peón 14 h3 ! �xf3 15 'it'xf3
en la misma diagonal que el alfil de a5, las exd4 16 b4 �b6 17 �g5, cuyas complica­
negras tienen la oportunidad de hacerse ciones no son fáciles de controlar en la
con la iniciativa de forma sorprendente. práctica. Así, por ejemplo, la continuación
Por otra parte, después de 13 � e3 las natural 17 ... lt'Je5 18 'it'f5 lt:'led7 permitiría
blancas tendrían una pequeña ventaj a es­ a las blancas lanzar un peligroso ataque
pacial. con 19 e5 ! dxe5 20 lt'lh51, y después de 17
13 ... �g4! 1:!. e5 las blancas no tienen por qué cam-
•.•

1 Si bien, después de 20 ... h6 no se ve una forma evidente de proseguir el ataque. El doble cambio en f6 só­
lo le da a las blancas un jaque en h7, mientras que la engañosa 21 �b3 (amenazando �g6) puede con­
testarse con 21... � h8.
AVERBAJ- KERES, MOSCÚ, 1950 21

biar de inmediato en f6, sino que pueden cas ganan ! Después de 1 8 . . . c5 , por otra
incrementar la presión con 18 tt:Jf5. parte, las blancas pueden jugar 1 9 tt:Jb3, o
Naturalmente, las negras no están obli­ bien optar por la continuación combinati­
gadas a permitir el ataque enemigo en esta va 19 �g5 't!fxg5 20 �xd5.
variante y pueden, por ejemplo, simplifi­ 19 .id2 dxe4
car la posición con 17 ... tt:Je5 18 't!ff5 h6 19 20 l:f.xe4 .l:.xe4
Axf6 't!fxf6 20 't!fxf6 gxf6, conservando, al 21 't!fxe4 �xd4
mismo tiempo, su peón de más. Con todo, 22 cxd4
las blancas deberían haber optado por es­
ta aguda variante, en la que le habría re­
sultado mucho más difícil a las negras en­
contrar una defensa correcta.
14 ... d5!
Al abrir el centro las negras consiguen
concretar su ventaja. Las jugadas siguien­
tes son prácticamente forzadas.
15 h3 Axf3
16 't!fxf3 tt:Jxe4
Después de 16 ... exd4, las blancas con­
seguirían una fuerte iniciativa con 17 �g5,
y también sería digna de considerar 17
tt:Jxd4. La textual es mucho más sencilla.
17 .ixe4 exd4
18 tt:Jxd4 �b6! Ésta era la posición que las negras bus­
Con esta j ugada las negras muestran caban. Las blancas tienen un peón aislado
sus triunfos. Pretenden cambiar en d4, en d4, y la casilla d5 , enfrente de e l l a ,
creándole a las blancas un peón aislado, constituye u n a plataforma ideal para las
conservando al mismo tiempo un buen piezas negras. El alfil blanco no tiene pers­
caballo contra el mal alfil contrario de pectivas, ya que sus propios peones están
casillas negras . Las blancas no pueden situados en casillas del mismo color. La si­
hacer nada contra este plan, ya que cual­ guiente tarea de las negras consiste en for­
quier j ugada de cab allo permitiría un zar el cambio de damas, privando así a su
doble cambio en e4, seguido de j aque en oponente de toda posibilidad de ataque en
dl. el flanco de rey.
Las tentativas por conseguir algo más 22 We7
que un final favorable de esta posición es­ 23 't!Vg4 't!fd6
tán condenadas al fracaso. Después de 18 24 l:t e1
. . . 't!fe7, las blancas disponen del recurso Tras esta rutinaria jugada, las negras
defensivo 19 tt:\f5, seguido de 20 tt:\g3, y 18 dan un gran paso adelante en la ejecución
... 't!fh4 podía haber producido un desenla­ de su plan, forzando el cambio de damas.
ce trágico para las negras después de 1 9 El final resultante es muy favorable a las
't!ff5 ! P o r ej emplo: 1 9 . . . .U. xe4 20 .i g5 negras, probablemente hasta incluso esté
l:txe1+ 21 l:[ xe1 't!fh5 22 g4 y ... ¡las blan- ganado, pues no es fácil encontrar un plan
22 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

defensivo con perspectivas de superviven­ Ahora el plan de las negras es acercar


cia para las blancas. su rey al centro y, eventualmente, situarlo
Las blancas deberían indudablemen­ en d5, para atacar el débil peón d4. Las
te haber aprovechado la ocasión de mo­ blancas no pueden emprender nada acti­
lestar a su oponente en el flanco de rey, vo, por lo que no tienen otra alternativa
con 24 h4! En tal caso la tarea de las ne­ que esperar a ver de qué forma pretenden
gras hubiera sido mucho más difícil. La las negras reforzar su posición.
posible ganancia de un peón, con 24 . . . 2s �n � t7
h5 25 'ii xh5 'ii xd4 2 6 A c3 ! 'ii xh4 27 29 i..a5 b6
'ii x h4 lLl xh4, no le ofrece a las n egras 30 .ic3 .l:tdS
verd a d e r a s p o s i b i l i d a d e s d e victor i a , 31 i..b2 l:td6
después d e 28 .l:t d l . En consecuenci a , 32 g4
tendrían que haber continuado con 2 4 . . . Un útil avance para las blancas, ya que
lLl f8 2 5 h 5 lLl e6, consolidando s u venta­ priva a su oponente de la posibilidad de
ja. desviar a la torre con .. .f5, impidiendo así
24 ••• 'iid5! que proteja a su peón d. Por otra parte, to­
Ahora las negras amenazan no sólo do cambio de peones ayuda a las blancas.
con ganar el peón a, sino también 25 ... h5, 32 hxg4
después de lo cual las blancas tendrían 33 hxg4 l:. e6
que cambiar damas. Lo cierto es que las
blancas no pueden parar simultáneamente
ambas amenazas.
25 b3 h5
26 'ii e 4
De otro modo se pierde el peón d sin
compensación alguna.
26 'iixe4
27 l:txe4 f6

241

Esta tentativa de abrir paso a su rey


mediante un cambio de torres no es el me­
jor de los planes. En primer lugar, no abre
un camino que le permita a su rey llegar al
puesto deseable de d5, y en segundo lugar,
cualquier cambio ulterior sólo sirve para
aliviar la presión sobre la posición blanca.
A pesar de que el final es muy favorable a
las negras (por ej emplo, después de 34
AVERBAJ- KERES, MOSCÚ, 1 950 23

l:txe6 � xe6 3S � e2 � dS 36 � d3 ) , las se encuentran en un compás de espera, es


blancas, en vista de lo reducido del mate­ decir, en situación pasiva, ya que en la
rial, siguen contando con muy buenas po­ práctica sólo pueden mover su rey. Así, las
sibilidades de plantear resistencia. negras tienen tiempo para preparar una
En consecuencia, y considerando que ruptura decisiva, es decir, el avance ... bS.
la partida debería aplazarse poco después, Esta jugada resultaría prematura si se rea­
hubiera sido mejor continuar con 33 . . . liza de inmediato, por ejemplo, después de
lt'lf8, seguido d e 3 4 ... lt'le6 y 3 S . . . l:tdS, al­ 41 �e2, ya que 41 ... bS 42 aS b4 (un poco
canzando una posición que se produciría mejor es 42 . . . a6) 43 a6 le concede a las
más adelante en la partida. blancas algún contrajuego, tanto tras 43 .. .
34 t3 lt'lc7 44 �d3 lt'lxa6 4S �c4, como de 43 .. .
Averbaj parece estar convencido de l:taS 44 dS cxdS 4S J::[xb4.
que el final estaría perdido para él tras un Las negras, por consiguiente, trazan un
cambio de torres en e6, y evita esta posibi­ plan para reforzar su posición , condicio­
lidad, tanto ahora como más adelante. nado a que las blancas opongan una de­
34 lt'le7 fensa meramente pasiva, que consiste en
35 .tcl lt'ldS llevar su rey a d7, jugar . . . b6, seguido de
36 .td2 .l:f.d6 un eventual . . . a6, y sólo en el momento
Las negras, en vista de que no pueden oportuno, . . . bS. Es improbable que las
forzar el avance de su rey, proceden a rea­ blancas pudieran defenderse con éxito
grupar sus efectivos. Al mismo tiempo contra este plan, aunque hubiesen j ugado
evitan la transición a un final de caballo de forma totalmente pasiva.
contra alfil, evitando el cambio de torres. 41 �g3 � e7
37 �e2 l:t d8 Tras el inmediato avance 41 ... bS, a las
38 �f2 lt'lc7 negras no les gustaba el posible sacrificio
39 a4 de peón 42 �f2 bxa4 43 bxa4 1:[ aS 44 dS
Un debilitamiento del flanco de dama cxdS 4S l:t b4. Con esta línea las blancas
prácticamente obligado, ya que se amena­ habrían activado sus piezas y conseguido
zaba 39 ... lt'lbS. Tras la jugada de caballo, algún contrajuego. De ahí que lo primero
la protección del peón d con 40 �e3 lt'lc3, que quieren hacer las negras es llevar su
o con 40 �e3 lt'ld6, conduciría a la pérdi­ rey a d7.
da de la calidad. 42 gS?
39 ••• lt'le6 Las blancas no soportan la táctica de
40 Ae3 �dS espera y deciden forzar algún contrajuego
En esta posición se aplazó la partida, y en el flanco de rey mediante un sacrificio
las blancas sellaron su jugada secreta. La de peón , pero esta acción sólo consigue
superioridad posicional de las negras está aligerar la tarea de las negras, acelerando
fuera de dudas, y la única cuestión es si el colapso de la posición blanca. Después
podrá convertirse en ventaja material. La de 42 �f2, la tarea de las negras sin duda
respuesta requiere un examen detenido habría sido más complicada, aunque tam­
de la posición. bién en este caso el plan antes descrito les
Las piezas blancas están atadas a la de­ habría garantizado una ventaj a decisiva.
fensa del peón d, de modo que las blancas 42 ... fS!
24 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

Naturalmente, las negras no toman el salvar la posición para las blancas. El final
peón, ya que después de 42 .. .fxgS 43 �g4, es muy interesante e instructivo y merece
las piezas blancas se activarían. la pena que se le dedique un análisis dete­
43 l:r. eS �d6 nido.
44 1:. xd5+ �xdS En primer lugar, salta a la vista 5 1
�e6, con idea de asegurarse las tablas con
�f7. �xg7, �f6, seguido del avance del
peón g. Las negras, sin embargo, disponen
de la fuerte 51 ... aS ! , con lo que la situa­
ción de las blancas se vuelve crítica. No
pueden jugar, por ejemplo, 52 f4 a4 53 fS
a3 54 f6 gxf6 55 g7 a2 5 6 g8'it' a l 'it' 57
'it'f8+ �b3 y las negras ganan fácilmente.
Por otro lado, 52 �f7 a4 53 �xg7 a3 no
reporta nada bueno a las blancas, ya que
tras una jugada de rey, las negras fuerzan
el cambio de damas, con 54 �f7 a2 55 g7
al 'it' 56 g8'it' 'it' a2+. ¿No sería hora de
rendirse después de 57 � f8 'it'xg8+ 5 8
�xg8 �c4? Y sin embargo, precisamente
45 g6! en esta posición que se diría desesperada,
Por lo que se ve , en este inteligente resulta haber un recurso salvador para las
avance habían depositado las blancas sus blancas: 59 f4 �dS 60 �f7 ! Si, entonces,
esperanzas, al jugar 42 gS. Al parecer, las 60 ... �e4, 61 �e6! �xf4 62 �dS, con una
negras pueden tomar el peón, con 45 . . . posición de tablas, después de 60 ... b4, las
ltJ xd4, sin riesgo alguno, ya que n o hay blancas , alcanzan, de modo similar, una
por qué temer 46 �f4, a causa de 46 ... eS, posición de tablas teóricas tras 61 fS b3 62
pero las cosas no son tan fáciles. f6 b2 63 �g7 bl'it' 64f7. ¡Un increíble re­
45 ... aS! curso!
La astuta trampa de las blancas queda Quizá las negras podrían conservar al­
al descubierto en el final que se produce gunas posibilidades ganadoras en la va­
después de 45 ... ltJxd4 46 .ili.xd4 �xd4 47 riante antes indicada, si se abstienen de
� f4, que a primera vista parece desespe­ cambiar damas y continúan con 57 . . .
rado para las blancas. La mejor continua­ 'it'a8+ 5 8 �g7 'it'xf3 . El final resultante,
ción de las negras, 47 ... bS ! 48 axbS cxbS sin embargo, está considerado como uno
d a lugar a una difícil posición para las de los más difíciles por la teoría y hasta
blancas, pero aun así, existe una escapato­ hoy no se ha podido determinar si está o
ria. Con 49 b4! � c4 50 � xfS � xb4, las no ganado2•
blancas pueden forzar una posición en la La otra posibilidad defensiva de las
que disponen de algunos recursos salvado­ blancas, 51 f4! , todavía debe considerarse
res. Aparentemente, hay dos formas de más fuerte. Ahora no bastan 51 . . . � eS

' Este fi nal es ciertamente tablas, como demuestra una base de datos especializada.
AVERBAJ- KERES, MOSCÚ, 1 950 25

52 <if;>e6 ! b4 53 f5 b3 54 f6, cuando el peón También era posible 48 . . . b5 49 �b6


amenaza coronar con j aque, ni 51 ... <if;>c3 b4 50 �xa5 eS , pero l a de la partida es
52 <if;>g5 ! b4 53 f5 b3 54 f6 gxf6+ 55 <if;>xf6 igualmente buena.
b2 56 g7 bl 'ir 57 g8'ir le crean mayores di­ 49 <if;>h5
ficultades a las blancas, ya que en el últi­ Después de 49 �el , las negras ganan
mo final mencionado las negras no tienen mediante la maniobra 49 . . . c4 50 bxc4+
posibilidades de ganar. Sin embargo, des­ <if;>xc4 51 i.b2 b5 52 axb5 <if;>xb5 53 i_xg7
pués de 51 ... aS ! la situación parece crítica (ésta es la única posibilidad de contrajue­
para las blancas, ya que entonces 52 <if;>e6 go de las blancas) 53 ... lt:Jxg7 54 <if;>g5 a4
a4 53 f5 a3 54 f6 gxf6 conduce a una posi­ 55 <if;>f6 a3. En respuesta a la textual, las
ción que está ganada, como ya hemos vis­ negras también podrían jugar 49 ... c4 50
to, para las negras. No obstante, las blan­ bxc4+ <if;>xc4 51 �xb6 <if;>b4, seguido de 52
cas siguen disponiendo de un recurso, 52 ... <if;>xa4, cuando el peón pasado a decide
<if;>e4 ! a4 53 <if;>d3 y el rey blanco llega a la partida.
tiempo de parar el peón. De hecho, las ne­ 49 ... <if;>e5
gras incluso tendrían dificultades para En lugar de seguir el sencillo y claro
conseguir las tablas. método ganador descrito en el comentario
Naturalmente las negras no hubieran anterior, las negras comienzan a manio­
podido calcular todas estas sutilezas du­ brar, especulando con que su adversario
rante la partida. Sin embargo, evaluaron se halla apurado de reloj , en la esperanza
correctamente la posición después de 45 ... de ganar más fácilmente. Sin embargo,
lt:Jxd4, lo que les permitió abstenerse de una táctica así no es apropiada y eventual­
capturar el peón d4. Con la textual, ame­ mente puede dar lugar a que las negras
nazan 46 ... lt:Jxd4, ya que el tiempo extra pasen por alto algún oculto recurso defen­
conseguido con ... aS, hace que el final de sivo, que ponga en peligro la victoria.
peones esté fácilmente ganado para las 50 i.cl
negras.
46 <if;>h4 lt:Jxd4
Aunque esta captura era posible en es­
te momento, no es, sin embargo, muy lógi­
ca, ya que elimina un peón que encerraba
al alfil enemigo. Era más sencillo 46 ... b5,
para llevar este peón a b4 antes de tomar
el de d4. Ahora las blancas consiguen al­
gún contrajuego.
47 �h6! lt:Je6
No h ay que decir que las negras no
pueden tomar el alfi l , debido a 48 g7 ,
mientras que después de 47 ... lt:Jxf3+ 48
<if;>h5 lt:Je5 49 �xg7 lt:Jxg6 50 <if;>xg6 f4, las
blancas mantienen buenas posibilidades
defensivas con 51 �f6. 50 lt:Jd4
48 �e3 c5 Una vez perdido el claro sendero gana-
26 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

dar, las negras se complican innecesaria­ error, en apuros de tiempo, omitiendo la


mente la vida. Es cierto que 50 ... �d4 51 excelente posibilidad defensiva 53 �d8!
.t b2+ � e3 ? sería un grave error, pues Durante la partida las negras pensaban
tras 52 .txg7 ltJxg7+ 53 �gS las negras ya que esta jugada era mala, a causa de 53 ...
no pueden ganar, por ejemplo, 53 ... �xf3 ltJxb3 54 Axb6 c4, cuando las blancas in­
54 �f6 ltJhS+ 55 �xfS �e3 56 �eS �d3 cluso perderían su alfil. Sin embargo, en
57 �fS ! y las blancas amenazan un ataque lugar de 54 Axb6, las blancas disponen de
perpetuo sobre el caballo . Ni tampoco una continuación mucho más fuerte: 54
bastaría para ganar 53 . . . lLl e8 54 � xfS �gS ! , que plantea la problemática amena­
�xf3 55 �e6 �e4 56 �d7. za 55 ii..f6! Las negras no tendrían enton­
Con 50 . . . f4 las negras podrían tratar ces nada mejor que 54 . . . ltJ d4 55 � xb6
de ganar un segundo peón, pero esta con­ ltJxf3+, en cuyo caso las blancas tendrían
tinuación también le daría a las blancas excelentes perspectivas tanto con 56 �f4,
buen contrajuego después de 51 �g4 �f6 como con 56 �hS. No conduce a mejor re­
5 2 � b2+ � xg6 5 3 .t eS ! , con i d e a d e sultado 54 . . . f4, debido a la sencilla res­
�b8-a7. puesta 55 �xf4.
Con la textual las negras no van a nin­ Como quiera que sea, las negras pue­
guna parte, puesto que para ganar de la den seguir forzando la victoria después de
forma más fácil el caballo debe volver a 53 ii.. d 8, siempre y cuando j ueguen 53 .. .

e6. � d7 ! , e n lugar d e l a defic i e n t e 5 3 . . .


El método ganador más claro para las ltJxb3? Si entonces 54 Axb6, el alfil está
negras consiste en crear un peón pasado perdido con 54 ... ltJxb3 55 �gS c4, mien­
en el flanco de dama, y en tal sentido, lo tras que si las blancas intentan 54 A f6
apropiado hubiera sido 50 . . . � dS. Si en­ ltJ e6 55 AeS, entonces las negras ganan
tonces 51 �b2, las negras ganan como si­ con la maniobra siguiente: 55 . . . � c6 56
gue: 51 ... c4 52 bxc4+ �xc4 53 �xg7 (de .txg7 (forzado, en vista de las amenazas
otro modo, 53 ... bS) 53 ... ltJxg7+ 54 �gS 56 ... bS y 56 ... �dS) 56 ... ltJxg7+ 57 �gS
lLle8 55 �xfS �dS y las blancas ya no tie­ lLle8! 58 �xfS �d6 y el caballo negro es
nen defensa contra la amenaza 56 . . . bS. más fuerte que los peones pasados blan­
Por esta variante podemos ver que la vic­ cos. Si ahora, por ejemplo, 59 f4, entonces
toria de las negras se ha vuelto mucho más 59 ... �dS 60 �gS �e6 61 fS+ �eS, y des­
complicada que en la jugada 49. pués de 59 � f4 � e6 60 �e4, las negras
51 Ah6 ganan con 60 ... ltJd6+ 61 �f4 �f6 62 g7
51 Ab2 era, por supuesto, malo, debi­ �xg7 63 �eS c4. Está claro que después
do a 51 ... �f4. de 53 Ad8 el juego habría sido de lo más
51 ••• �f6 interesante, mientras que con la mala ju­
Lo más fácil era 51 ... lLle6, trasponien­ gada textual, se produce un rápido desen­
do a una posición que ya hemos visto en lace.
nuestras notas. Las negras, sin embargo, 53 ••• gxh6
prosiguen otro plan. 54 �xh6 lLlc6!. (Ver diag. 244)
52 Ag5+ �e6 Parece que Averbaj había omitido esta
53 �h6? sencilla posibilidad. Ahora el peón blanco
Las blancas cometen un tremendo es detenido y las negras ganan fácilmente.
GELLER- KERES, MOSCÚ, 1951 27

es que , a pesar de que durante más d e


medio siglo de intenso escrutinio analíti­
co y experiencia práctica, aún no se ha
llegado a una conclusión definitiva en
cuanto a qué plan le concede a las blan­
cas mej ores posibilidades d e conservar
la iniciativa.
6 l::te 1 b5
7 �b3 d6
8 c3 0-0
9 h3 l:Da5
Una de las más interesantes y menos
244 habituales continuaciones es el avance de
peón 9 ... aS, con el que he conseguido re­
55 g7 l:De7 sultados muy satisfactorios en buen núme­
56 �h7 � t7 ro de partidas.
57 �h6 �g8 10 �c2 c5
58 f4 � t7 11 d4 VJ!/c7
(0-1) 12 l:Dbd2 cxd4
Entre las diversas continuaciones ensa­
yadas en millares de partidas de maestros
PARTIDA N.o 55 (como, por ejemplo, 12 ... �d7, 12 ... �b7,
GELLER - KERES 12 . . . I:Dc6, 12 ... l::t e 8, etc.) , este cambio,
Moscú, 1951, 19.° Campeonato de la seguido de ... d5, era la más de moda por
URSS entonces. Geller había preparado una in­
Apertura Ruy López novación contra este plan y la emplea en
la presente partida.
1 e4 e5 13 cxd4 �b7
2 l:Df3 l:Dc6 14 l:Dfl
3 �b5 a6
4 �a4 l:Df6
5 0-0 �e7
Este método cerrado de defens a , in­
troducido en la práctica de torneo por
Chigorin, es en la actualidad una de las
continuaciones más populares en la Ruy
López. Una de las razones es, sin duda,
que el sistema Chigorin suele conducir a
posiciones muy vivaces, llenas de acon­
tecimientos, en las que la imaginación
de ambos jugadores encuentra un terre­
no abonado de estímulos. Una prueba
de la complicada naturaleza del sistema
28 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

En los años recientes se ha afirmado demostrado que las negras también ha­
que cerrar el centro, con 14 d5, es la conti­ brían conseguido fuerte contrajuego por su
nuación más eficaz contra el sistema de las sacrificio de peón, después de 17 ... J:l fd8 !
negras. Después de 14 ... �c8, Bronstein 18 lt:Jxe4 lt:Jxd5, pero y o n o quería entrar
descubrió la interesante j ugada 15 ll b1, en una variante que había sido cuidadosa­
para oponerse a la maniobra . . lt:Jb7-c5
. . mente preparada por mi adversario.
Después de 15 ... lt:Jb7 habría seguido, de La textual, que liquida por completo
hecho, 16 b4! , ya que entonces podría con­ el centro, es muy arriesgada, como de­
testarse a 16 ... aS con 17 a3, y el caballo de mostrarían análisis posteriores. Las aqui­
b7 habría quedado descolocado durante latadas posibilidades que tales análisis
mucho tiempo. exploraron no eran, sin embargo, fáciles
Por otra parte, con el avance 14 d5 las de prever ni, mucho menos, de calcular
blancas renuncian a todas sus posibilida­ ante el tablero. La posición de la partida
des en el centro, basando sus esperanzas se hace ahora extremadamente complica­
en el flanco de dama, en cuyo sector, sin da.
embargo, el éxito no está asegurado. En 17 .tg5! h6?
mi opinión, por tanto, la cuestión en cuan­
to a qué plan le concede a las blancas me­
jores perspectivas y la elección del mismo
depende del gusto del jugador.
14 ••• .l:r.acS
15 �b1
Ésta es la variante preparada por Ge­
ller. Las continuaciones habituales son 15
�d3 y 15 1:. e2, cuando las negras realizan
su proyectado sacrificio de peón, 15 ... d5
16 exd5 e4, con lo que está generalmente
aceptado que consiguen una duradera ini­
ciativa. Por otra parte, 15lt:Je3 es un error,
que en la partida Boleslavsky-Keres (Bu­
dapest 1950) le permitió a las negras con­
seguir una abrumadora ventaj a después Aunque esta jugada es coherente con
de 15 . . . lt:Jxe4 ! 1 6 lt:Jf5 'iVxc2 17 lt:Jxe7+ el método de desarrollo elegido por las
�h8. negras, tácticamente es incorrecto, ya que
15 •.. d5 ahora las blancas podían haber lanzado un
16 exd5 exd4!? ataque irresistible en el flanco de rey me­
La clave de la innovación de Geller se diante un sacrificio de alfil. Tampoco ser­
pone en evidencia en la otra posible va­ vía la inmediata 17 ... lt:Jxd5, debido a 18
riante, 16 . . . e4. En tal caso las blancas .txh7+, con lo que las blancas consegui­
pensaban continuar con 17 lt:Jg5 , aprove­ rían un ataque decisivo después de 18 . . .
chando que el alfil no está atacado, como � xh7 19 .txe7 lt:Jxe7 2 0 lt:Jg5+ � g6 2 1
habría sido el caso si las blancas hubiesen lt:Jg3 ! Sin embargo, e n preparación d e esta
j ugado 15 �d3. Análisis subsiguientes han captura, era necesario 17 . . . l:t fe8, con lo
GELLER- KERES, MOSCÚ, 1 951 29

que las negras habrían obtenido una posi­ guir ventaj a en l a apertura y buscar l a
ción muy satisfactoria. igualdad c o n 1 9 i. xe7 ttJ xe7 20 ttJ xd4
18 .t h4? .l:f. fd8 21 �g4.
Después de esta retirada, la partida re­ 19 ... g6
gresa a su curso normal, y las negras consi­ 20 .tg3
guen un juego satisfactorio, quizá incluso Las blancas experimentan algunas difi­
mejor. Sin embargo, análisis posteriores a cultades para recuperar el peón. Después
la partida demostraron que las blancas po­ de 20 .txe7 ttJxe7, las negras pueden con­
dían haber obtenido un abrumador ata­ seguir ya mejor juego, tanto después de 21
que con el sorprendente sacrificio de alfil �xd4 .txf3 , como de 21 ttJ xd4 n fd8 22
18 .txh6 gxh6 19 �d2. Por ejemplo: 19 ... �e3 ttJc4 23 �xe7 l::tx d4.
.l:. fd8 (después de 1 9 . . . .txd5 20 �xh6 20••• �d6
.txf3 21 ltJg3 ! , la amenaza 22 ltJf5 ! le ase­ 21 i.,xd6
gura a las blancas una ventaj a decisiva, o La tentativa de ataque 21 ttJe5 se com­
bien 19 ... r3;g7 20 ltJg3 ttJg8 21 ttJf5+ r3;h8 bate con 21 ... ltJc4! , ya que después de 22
22 ttJ xe7 ! y las blancas ganan) 20 �xh6 ttJ, ·g6 fxg6 las negras cuentan con adecua­
.l:. xd5 21 .l:. e4! (después de 21 ttJg3 i.f8! dús recursos defensivos. Por ej emplo: 23
22 �xf6 .tg7 23 �h4 d3, las negras tienen � xg6+ � g7 24 � e 6 + r3; h 8 25 .t xd 6
buen juego) 21 ... l:l h5 22 .l:. g4+ ttJxg4 23 ltJf4 ! , o bien 2 3 .l:. e6 l::tf6 2 4 .l:. xf6 ttJxf6
�xh5 ltJ f6 24 �g5+ r3;f8 25 �h6+ r3;e8 25 �xg6+ �g7.
26 � f5 , con un ataque ganador de las 21 �xd6
blancas. 22 �d2?
Por estas líneas puede verse que tras
18 .txh6, las negras difícilmente pueden
capturar el alfil, por lo que deben buscar
una defensa a partir de 18 ... l:f. fd8. Pero
esto no debe bastar para conseguir una to­
tal igualdad, ya que las blancas podrían ju­
gar, por ejemplo, 19 .tg5 .t:t xd5 20 �d3
g6 21 h4 ! , con excelentes perspectivas de
ataque.
18 ... ttJxd5
19 �d3
Tras algunas imprecisiones en la aper­
tura, se ha alcanzado un interesante me­
dio j uego. Las blancas siguen pensando
que están mejor y prosiguen sus esfuerzos
por atacar en el flanco de rey. Es cierto Con la textual Geller piensa capturar
que con la textual fuerzan la jugada debili­ el peón h y, gracias a ello, conseguir algu­
tadora 19 ... g6, pero no pueden explotar nas posibilidades de ataque, pero una tác­
esta debilidad a causa del excelente desa­ tica así es arriesgada, teniendo en cuenta
rrollo de las negras. Mejor hubiera sido, el subdesarrollo de sus piezas. Aquí debe­
por tanto, renunciar a toda idea de canse- ría haber restablecido el equilibrio mate-
30 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

rial con 22 'it'xd4, después de lo cual el li­


geramente superior desarrollo de las ne­
gras no habría sido suficiente para conse­
guir una ventaj a real.
22 ... tLlf4!
Con este inesperado sacrificio de pie­
za, las negras se apoderan de la iniciati­
va y, tras la acep tación del sacrificio ,
consiguen un ataque decisivo e n el flan­
co de rey. Las piezas blancas del flanco
de d a m a e s t á n m a l s i t u a d a s , la d a m a
queda fuera de j uego en a S y l a torre y
caballos resultan incapaces de aportar la
debida protección a su rey. Por otro la­
do, las negras consiguen dos peones por Después de 24 ... 'it'd7 25 'it'd2 g5, las
la pieza. blancas tienen una adecuada defensa con
23 'it'xaS 26 l:t e4.
A Geller le encantan las posiciones 25 'it>g2
agudas y complicadas, de ahí que acepte Más flojo era 25 'it>hl , ya que después
sin dudarlo el sacrificio de pieza de su de 25 ... 'it'f4! las blancas no disponen de
oponente. Sin embargo, 23 �e4! era ob­ una satisfactoria defensa. Por ejemplo:
j etivamente mej or, ya que de esta forma 1 ) 26 'it;> g2 'it' h4 27 'it' d2 (27 tLl h2
las blancas podrían finalmente incorpo­ tD f4+ 28 <t> hl 'it'xf2 y las negras ganan,
rar al j uego sus piezas del ala de dama. como también después de 27 l:t e4 'it'xf2+,
Las negras pueden, en tal caso, conservar seguido de 28 ... 'it'xfl +) 27 ... tLl f4+ 28
su peón extra con 23 . . . tb c6, pero des­ 'it;>gl 'it'g5+ 29 tLlg3 tLlh3+, ganando la da­
pués de 24 tüe5 tbxe5 25 'it'xf4 g5 deben ma.
concederle a su adversario algún contra­ 2) 26 Ae4 tLlxf2+ 27 'it;>gl (o 27 'it> g2
juego, en vista de su debilitado flanco de tbxe4, seguido de 28 ... ll c2+) 27 ... tüxe4
rey. 28 l:r. xe4 'it'xf3, con una posición ganada
No obstante, después de 23 �e4, las para las negras.
negras también podrían devolver su peón 3) 26 tLlh2 puede contestarse con 26 ...
de ventaj a . Por ej emplo: 23 . . . tb c4 24 tLlxf2+ 27 'it>g2 ll c5 ! , con ataque decisivo.
'it'xd4 Axe4 25 l:t xe4 tLle6, o bien con 23 Además, sería muy fuerte la inmediata
... ll fe8 24 Axb7 tLlxb7 25 tLlxd4 l:t xe1 26 26 ... ll c5 .
l:t xel tLl c5 , en ambos casos con una pe­ 25 tLlf4+
queña ventaj a posicional. De cualquier 26 'it>gl tLlh3+
modo, está claro que con 23 Ae4 las blan­ 27 'it>g2 tLlf4+
cas habrían conseguido mucho mej ores Las negras repiten un par de jugadas,
perspectivas prácticas de ofrecer una de­ en vista de los inminentes apuros de tiem­
fensa eficaz. po.
23 Axf3 28 'it>gl 'it'dS
24 gxf3 tLlxh3+ 29 tLlg3
SMYSLOV- KERES, MOSCÚ, 1 951 31

31 'i!t'b4
31 'i!t'd2 habría planteado mayor resis­
tencia. En tal caso, las negras habrían res­
pondido 31 ... .l:l c4, con la amenaza 32 ...
.l:r. xe4. Las principales posibilidades ha­
brían sido las siguientes:
1) 32 Axd3 Il d8 ! (no, sin embargo, 32
... .l:r. xc4 33 .l:r. xe4 'i!t'g5+ 34 'it>fl 'i!t'g2+ 35
'it> e 1 y las blancas tienen el recurso 36
� fl ! ) 33 .l:r. e3 l:t xe4 34 fxe4 'i!t' g5 + 35
l:t g3 ltJh3+, ganando la dama.
2) 32 'i!t' e3 .l:r. xe4 ! 33 fxe4 'i!t' g4+ 3 4
'i!t'g3 d2 ! 3 5 Ac2 dxe1 'i!t' + 36 .l:r. xe1 ltJ e2+
37 1:1 xe2 'i!t'xe2, ganando l a calidad y la
Después de 29 �e4, la línea más senci­ partida.
lla es 29 ... 'i!t'h5 ! , cuando las blancas ya no 3) 32 n e3 'i!t'h3, seguido de mate en
disponen de defensa alguna contra la ame­ pocas jugadas.
naza 30 ... 'i!t'h3 (30 'i!t'd2 'i!t'g5+!). Tampo­ 31 ••• l:t feS!
co pueden j ugar 29 l:t e4, debido a 29 . . . ( 0-1)
'i!t'g5+ 3 0 ltJg3 .l:r. cl +. La amenaza es 32 . . . .l:r. xe4, contra la
29 ••• d3! que no hay defensa. Si 32 A xd3 , podría
Las blancas esperaban oponer mayor seguir 32 ... l:l xe4! 33 .l:r. xe4 'i!t'g5+ 34 'it>fl
resistencia tras 29 ... 'i!t'xf3 30 �e4, pero la 'i!t'g2+ y 35 . . . ltJ xd 3 + , mientras que 32
textual es mucho más fuerte. Ahora las ltJg3 'i!t'h3 conduce al mate.
piezas blancas del flanco de dama quedan
cortadas del teatro de la acción y dos pie­
zas solas son insuficientes para defender el PARTIDA N.o 56
flanco de rey. La amenaza inmediata es 30 SMYSL OV - KERES
... 'i!t'xf3, seguido de mate. Moscú, 195 1 , 19.° Campeonato de la
30 ltJe4 'i!t'fS URSS
Apertura Réti

1 c4 ltJf6
2 g3 c6
El sistema de desarrollo con el fian­
chetto de los dos alfiles fue introducido
por el gran maestro Réti, y se hizo muy
popular en las décadas de los años veinte y
treinta. Con este sistema, las blancas a me­
nudo conseguían, sin que apenas se nota­
se, una fuerte presión sobre el centro ene­
migo, derivándose de ello u n a ventaj a
posicional. D e ahí que un cierto número
32 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

de maestros se aplicasen a l a tarea de su oponente consiga una iniciativa cow :s­


descubrir un esquema satisfactorio con­ tente. Así, por ejemplo, tras la natural 10
tra tal sistema. El primero en conseguirlo ... 'Wic7, podría seguir 1 1 e4 dxe4 12 dxe4
fue el Dr. Lasker, precisamente en su fa­ .th7 13 We2 ! y las blancas conseguirían
mosa partida contra Réti, en el torneo de ventaja, gracias a la posibilidad eS, segui­
Nueva York de 1 924. En la presente par­ do de ttJe4.
tida las negras emplean el mismo sistema 11 e4 dxe4
y demuestran que sigue siendo un buen 12 ttJxe4
arma contra la antaño temible Apertura Ahora 12 dxe4 sería .replicado con la
Réti. desagradable 12 ... bS ! , que plantearía una
3 t¿) f3 dS molesta presión sobre el peón e blanco.
4 b3 .trs Después de la textual, las negras están
5 .t b2 e6 prácticamente obligadas a cambiar en e4,
6 .t g2 tLlbd7 ya que después de 12 ... .1i.e7 13 'Wie2, las
7 0-0 h6 blancas amenazan conseguir ventaja espa­
8 d3 .tes cial con 14 ttJxf6+, seguido de 1S d4.
En esta posición las negras tienen a su 12 ttJxe4
disposición todo un abanico de distintos 13 dxe4 ttJ f6
planes y no es fácil decir qué bando está 14 ttJeS 'Wb6
mej or. En la partida antes mencionada Las negras han salido de la apertura
contra Réti, Lasker se abstuvo de jugar con un juego satisfactorio y ahora amena­
... h6, desarrolló su alfil por d6 y dirigió sus zan con una nueva simplificación: 1S . . .
esfuerzos a realizar el avance central ... eS. �d4. Las jugadas 1S l:t ad1 .l::t ad8 n o cam­
Otros han sostenido que es mejor el desa­ biarían la situación en modo alguno, por
rrollo del alfil por e7, para atacar el peón e lo que Smyslov se decide por un sacrificio
con ... ttJc5, en caso de que las blancas jue­ temporal de peón para darle a la posición
guen e4. Finalmente, también se juega la mayor intensidad.
textual, que a primera vista parece torpe, 15 tLld3
para utilizar el alfil sobre la diagonal g1-
a7, contando con que las blancas realiza­
rán el avance e4. Al jugar de este modo,
las negras no temen la posible ganancia de
tiempo de las blancas con d4, ya que este
avance ataría sus piezas a la importante
casilla e4. En consecuencia, las blancas
descartan esta posibilidad y preparan el
avance e4.
9 ttJc3 0-0
10 W c2 .th7!
Una útil retirada, anticipándose al po­
sible avance e4, pero, sobre todo porque
resulta esencial para las negras jugar con
exquisita precaución, a fin de impedir que
SMYSLOV - KERES, MOSCÚ, 1951 33

A primera vista las blancas parecen lo­ tras que la parej a de alfiles blancos sólo
grar clara ventaja con este interesante sa­ tiene un valor académico. El equilibrio de
crificio de peón, ya que las negras están la posición no ha sido alterado de forma
prácticamente obligadas a cambiar uno de significativa, pero las blancas llevan el far­
sus alfiles. Sin embargo, las piezas negras do más pesado, pues tienen que j ugar con
tomarán ahora posiciones muy activas co­ precisión para no quedar en una situación
mo compensación por la ventaj a de los de inferioridad.
dos alfiles. Con todo, no se puede criticar 22 'ifhS
a las blancas por su plan de campaña, en Más sencillo era 22 l:l ad1, para contes­
primer lugar, porque resulta muy seduc­ tar a 22 ... liJ eS con 23 'iff4. La amenaza
tor, y en segundo lugar, porque las blancas 23 i.a5 se para fácilmente.
pueden seguir manteniendo la igualdad, 22 liJeS
mediante un juego cuidadoso. 23 l:f. ad1 i.g6
15 ... ltJxe4! 24 'ifh4 l:. xd1
A pesar de su aspecto azaroso, ésta es
la réplica adecuada. Después de 15 ... ..td4
16 c5 '*Vd8 17 l:. fe1, seguido de 18 .U. ad1,
el caballo blanco se instalará, antes o des­
pués, en el punto d6, lo que constituiría
una ventaj a nada desdeñable.
16 ltJxcS ltJxcS
17 'ifc3 f6
18 '*Ve3!
Ahora sale a la luz la idea subyacente
en el sacrificio de peón. No pueden impe­
dirse las dos amenazas 19 i.d4 y 19 i.a3,
de modo que las negras deben devolver el
peón. Si las blancas, no obstante, espera­
ban conseguir ventaj a con su maniobra,
les espera una amarga decepción. Antes de regresar con su caballo a d3,
18 ... ltJd3! las negras debilitan la primera fila de las
Naturalmente, no 18 ... ltJe4? 19 Axe4 blancas, retirando un defensor del punto
'ifxe3, debido a 20 i.xh7+. Con la textual f2. Si 24 ... ltJd3, las blancas tendrían una
es forzada una inmediata captura en e6, ya buena defensa con 25 n d2.
que 19 i.d4 se contestaría con 19 ... c5. 25 n xd1 ltJd3!
19 'ifxe6+ c;th8 El caballo regresa a su dominante casi­
20 i.c3 l:. fe8 lla, ganando un tiempo y asegurando ade­
21 '*Vg4 l:f. ad8 más el control de la columna e para la to­
Ahora podemos realizar el balance de rre negra. La situación de las blancas es
la combinación iniciada por las blancas en ahora verdaderamente precaria.
su jugada 15. Las piezas negras están mag­ 26 i.d4?
níficamente desarrolladas y además con­ Esta jugada, con la que las blancas es­
trolan un amplio sector del tablero, mien- peraban ganar tiempo para poder tomar
34 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

medidas defensivas , antes de ejecutar la pueden realizar el sacrificio de calidad 29


amenaza 27 �xf6, debe considerarse co­ 'ifxg6. Por consiguiente, las negras deci­
mo el error decisivo. Si Smyslov se hubie­ den mejorar aún más su posición, sobre la
se percatado a tiempo del peligro, no hay base de que, entretanto, su oponente no
duda de que habría buscado nuevas sim­ puede emprender nada activo.
plificaciones con 26 'i!Yd4, en cuyo caso el 27 '>1;>h7
resultado del final seguramente habría si­ 28 �f3 tt:Jel!
do de tablas.
26 ••• 'i!Ya5
Probablemente las blancas esperaban
26 . . . eS 27 A e3 , que habría significado
una valiosa ganancia de tiempo, a causa
de la amenaza 28 �xh6. La réplica elegi­
da por las negras es, sin embargo, mucho
más fuerte, ya que en primer lugar se ame­
naza 27 . . . l:f. el+, y en segundo lugar, las
negras pueden, en muchas variantes, to­
m a r sencillamente el p e ó n d e a2, por
ejemplo, después de 27 Ae3.
Al realizar esta jugada, las negras sólo
-tienen que calcular con precisión las con­
secuencias del sacrificio 27 �xf6, que, en
realidad, son inocuas para las negras. Des­ Tampoco aquí era recomendable la
pués de 27 ... .U. el+ 28 �fl '>1;>h7 ! 29 l:f. xel captura 28 . . . 'ifxa2, ya que l as blancas
tt:Jxel, las blancas perderían pieza, debido pueden conseguir un peligroso contrajue­
a la amenaza 30 ... tt:Jf3+. El par de peones go con 28 Ah5 !
que obtienen a cambio difícilmente les sal­ Al situar su caballo en e l , las negras
varían de la derrota en el final J . explotan el hecho de que su dama está
27 h3 atacando la casilla h5, con lo que obligan
Las blancas , convencidas de que no al alfil enemigo a situarse en el rincón. La
pueden evitar pérdidas materiales, em­ continuación 29 'i!Y f4 tt:J xf3 + 30 'i!Y xf3
plean la textual para darle a su rey una ca­ .U. el+ 31 '>1;>h2 Ae4 32 'i!Yg4 h5 llevaría a la
silla de escape. Después de 27 ... 'ifxa2, es­ inmediata derrota de las blancas.
peran conseguir algún contrajuego con 28 29 �hl tt:Jc2
'i!Yg4, y después de 28 . . . 'i!Yxb3 incluso Naturalmente, las negras no gastan el

3 Éste es el momento crítico de la partida, pero Keres omite un punto importante. Después de 28 ... r¡p h7,
en l a l ínea anterior, las blancas pueden mejorar con 29 ..t.xg7 ! , una jugada sugerida por Jon Speelman.
La contin uación podría ser 29 ... r¡pxg7 (29 ... J:t xd l 30 �xh6+ c;l;>g8 31 �xg6 l:t xfl+ 32 c;l;>xfl �el + 33
c;l;>g2 �xf2+ 34 c;l;> h3 y las blancas ganan) 30 �d4+ �e5 (después de 30 ... c;l;>g8 31 l:t xd3 �xd3 32 �xd3,
las blancas no están, desde luego, peor) y ahora las blancas pueden hacer tablas tanto con 3 1 �d7+, co­
mo con 31 l:t xd3. En vista de esto, el signo de interrogación con que se califica la j ugada 26 de las blancas
parece impropio.
SMYSLOV - KERES, MOSCÚ, 1 95 1 35

tiempo en calcular las posibles complica­ r,t;> h2 las negras podrían trasponer a la lí­
ciones después de 29 ... 'ifxa2 30 �xf6 4• nea ganadora indicada en la nota anterior,
Con la textual se impide 30 ..txf6, de­ con 31 ... cS.
bido a 30 ... l:l e1+. 31 ... 'ifxe1+
30 �f3? 32 r.t>h2
Ambos contendientes se encontraban Las blancas pierden pieza después de
ya en apuros de tiempo y ahora cometen 32 r,f;>g2 'ifd2 ! , debido a la doble amenaza
algunas imprecisiones. Las blancas debe­ 33 ... lbe1 + y 33 ... lbxd4.
rían haber jugado 30 'iff4, a fin de incor­ 32 ... b6?
porar su dama al juego. Las negras, en tal
caso, no tendrían que responder 30 ... l:[ d8
31 �e4, ni tampoco 30 ... eS 31 .ib2 'ifxa2
32 Axf6 ! , cuando las blancas tienen bue­
nas posibilidades defensivas, sino que de­
berían contentarse con asegurar su sólido
peón de ventaj a mediante 30 ... lbxd4 31
Wxd4 'ifxa2. Después de la textual, la po­
sición blanca pronto debería sufrir un co­
lapso.
30 ... l:[ el+
Aquí las negras podían haber ganado
con 30 ... eS ! , con las posibles líneas:
1) 31 Axf6 l:[ e1 + 32 r.t> h2 (o 32 r,f;>g2
lbe3+ ! ) 32 ... .U. xd1 33 .ixd1 (después de
33 .i xd7, las negras ganarían con 33 . . . En apuros de tiempo, las negras sólo
'ifd2! ) 3 3 ... 'ifd2, ganando. consideran la liquidación para entrar en
2) 31 .ib2 l:[ e1 + 32 l::r. xe1 (o 32 r,f;>g2 un final de alfiles, pasando por alto la in­
l:[ xd1 33 .ixd1 lbe3+ 34 fxe3 'ifd2+) 32 ... mediata victoria con 32 ... eS ! 33 AxcS b6
'ifxe1 + 33 r,f;>g2 y ahora la forma más sim­ 34 ..t d4 'ifd2, cuando las blancas, como
ple de ganar es 33 ... ..td3 34 g4 lbe3+ 3S mínimo, deben perder pieza5•
r,f;>h2 gS. La textual se basa en la misma idea (33
3) 3 1 .ie3 lb xe3 32 fxe3 l:[ xe3 , con .ixc6? 'ifd2 ! ) , pero en una forma mucho
posición ganada para las negras. menos eficaz.
Pero la textual tampoco es mala y de­ 33 'iff4!
bería ganar fácilmente. Naturalmente, las blancas aprovechan
31 l:[ xe1 la oportunidad de incorporar su dama al
Tanto después de 31 r,f;>g2 como de 31 j uego. Ahora las negras no tienen nada

' Aunque entonces 30 ... lt:\d3 ! 31 � d 4 c 5 e s u n a línea ganadora para las negras, ya q u e 3 2 � e 3 se contes­
ta con 32 ... l:!. xe3 !
' Sin embargo, 34 �e3 es una mejor defensa. Después de 34 ... lt:\xe3 35 fxe3 't!ff2+ 36 �g2 't!Vxa2, las ne­
gras ganarán un peón, pero dudo que esta posición sea más fácil de ganar que la que se produce en la
partida.
36 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

mejor que la transición a un final de alfiles


que, no obstante, contendrá varios mo­
mentos instructivos.
33 eS
34 .te3 l2Jxe3
3S 1!fxe3 1!fxe3
36 f:Xe3
Las negras , a pesar de los apuros de
tiempo, buscaban esta posición, estiman­
d o , acertadamente, que el final les era
muy favorable. Las negras cuentan con
buen número de pequeñas ventajas que,
consideradas en conjunto, hacen que el fi­
nal sea desesperado para las blancas. En
primer lugar, los peones blancos del flan­ ron claramente que la posición blanca era
co de dama están situados en casillas del desesperada. Por otra parte, la idea gana­
mismo color que su alfil y, como conse­ dora de las negras es muy sencilla y se ba­
cuencia, las blancas tendrán que entregar sa, sobre todo, en el Zugzwang. Obvia­
uno de los peones o bien resignarse a si­ mente, las blancas no pueden mover su
tuar su alfil en una posición totalmente a l fi l , p o r q u e perderían u n p e ó n t r a s
pasiva. En segundo lugar, las negras dis­ ... �c2. E n consecuencia, sólo pueden rea­
ponen de la fuerte casilla central eS para lizar jugadas de rey. Sin embargo, ante un
su rey, desde la cual -tras haber j ugado juego totalmente pasivo, las negras conti­
.. .f5-f4- amenaza con penetrar en el cam­ núan con ... gS, seguido de .. .fS y, cuando el
po enemigo, vía d4 o f4. Por último, el rey rey blanco no se halle en f3, . f4. En ese
. .

negro puede llegar al centro antes que el momento las blancas están obligadas bien
blanco, lo que le permite llevar a cabo sus a entregar un peón, bien a permitir que el
planes sin obstáculos. La siguiente fase de rey enemigo penetre en su posición por d4
la partida constituye un instructivo ejem­ o f4, lo que conduciría a una inevitable
plo de cómo jugar este tipo de finales. pérdida de material.
36 ... .tb1 Una vez asimilado el plan ganador, el
37 a3 aS! resto del juego no ofrece dificultades.
Impidiendo la posibilidad b4 y fijando, 41 a4
por tanto, las debilidades b3 y c4, que re­ Impide 41 ... �d3, seguido de ... a4, pe­
querirán una continua protección de su al­ ro este movimiento no ejerce influencia
fil. Ahora la principal amenaza es 38 . . . alguna sobre el curso del juego.
�c2. 41 ••• gS
38 �d1 c;fo>g6 42 ® e2 �fS
39 c;fo> g2 c;fo>fS Las negras también po drían h aber
40 c;fo>f3 c;fo>eS (Ver diag. 255) continuado con 42 ... fS, de acuerdo a su
En esta posición se aplazó la partida y plan original, pero aprovechan la ocasión
las blancas realizaron su j ugada secreta. de obligar a los peones enemigos a situar­
Los análisis del aplazamiento demostra- se en casillas del color de su alfil. El final
KERES - TAIMANOV, MOSCÚ, 1 95 1 37

de peones, después de 43 h4 Ag4+, sería PARTIDA N.0 57


desesperado. KERES - TAIMANOV
43 g4 i.bl Moscú, 195 1 , 19.° Campeonato de la
44 <itt f3 f5 URSS
45 gxf5 Apertura de Peón D ama
No realizar este cambio acarrearía una
más rápida derrota. Por ejemplo: 45 <J;>e2 1 c4 lbf6
f4 46 <itt f3 fxe3 47 <J;>xe3 Ae4 y las blancas 2 lb f3 e6
se encuentran en un completo Zugzwang. 3 lbc3 d5
45 ••• cot xr5 4 e3
46 <itt f2 Ae4 Esta partida se j ugó en la última ronda.
46 ... c;;t e4 no conduce a nada, debido a Para conseguir el primer puesto, estaba
47 �h5. Con la textual las negras privan al obligado a buscar la victoria a toda costa,
rey contrario de la casilla f3, y de paso se pues mis más inmediatos rivales se encon­
preparan para jugar 47 ... <itt g6 y 48 ... h5. traban sólo a medio punto. La peculiar
47 <itt g3 <J;> g6 elección de apertura se debe al hecho de
48 c;;t f2 que quería evitar las defensas Nimzoindia
Después de 48 h4 h5 ! 49 <itt h 3 i.d3 50 e India de Dama, predilectas de Taimanov
<J;>g3 i.f5 ! , las blancas estarían de nuevo y en las que es un auténtico experto.
en Zugzwang y tendrían que cambiar en 4 i.e7
g5, después de lo cual, sin embargo, el peón 5 b3 0-0
pasado de la columna h le asegura a las 6 i.b2 b6
negras una fácil victoria. Ahora que se ha Tras la inmediata 6 . . . eS , las blancas
creado una nueva debilidad en h3, la vic­ podrían continuar también con 7 d4, ya
toria resulta muy fácil. que las negras no pueden explotar el re­
48 h5 traso en el desarrollo del flanco de dama
49 c;;t g3 h4+ blanco con un contraataque en tal sector
50 <itt f2 Af5 del tablero.
51 <J;> g2 <itt f6 7 d4 �b7
Antes o después, la penetración cen­ 8 i.d3 dxc4
tral del rey negro será decisiva, puesto que Con este cambio las negras dej an al
el rey blanco está atado a la defensa de h3. bando contrario con peones colgantes en
52 <itt h2 <J;> e6! d4 y c4. La práctica, sin embargo, ha de­
(0- 1 ) mostrado que tales peones a menudo re­
La última sutileza. Tras la continua­ sultan muy fuertes, sobre todo en conjun­
ción forzada 53 <itt g2 <J;>e5 54 <itt h 2, segui­ ción con la amenaza latente d5. Con este
ría 54 ... i.b1 ! 55 <J;>g2 <J;>e4 56 <itt f2 <itt d 3, esquema puede vislumbrarse ya un medio
ganando. juego tenso, que era lo que yo ansiaba en
una partida tan vital como ésta.
9 bxc4 c5
10 0-0 cxd4
Las negras deben realizar este cambio
de inmediato, ya que, por ejemplo, des-
38 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

pués de 10 ... ltJc6, las blancas pueden con­ negras deberían haber iniciado una inme­
seguir ventaj a con 11 dS lLlb4 12 e4. diata acción contra el centro enemigo, y
11 exd4 lLl c6 en este sentido lo mejor era 12 ... ltJb4.
12 'it' e2 Naturalmente, consideré esta posibili­
dad durante la partida y pensaba respon­
der 13 �bl . Mi cálculo de la posible va­
riante fue como sigue: 13 ... �xf3 14 't!fxf3
'it'xd4 1 5 a3 ltJ a6 1 6 'it'b7, y las negras
pierden pieza. Aparentemente, todo está
en orden, pero resulta que hay un fallo en
el análisis . Las negras pueden entregar
tranquilamente pieza, con 1 6 ... �d6, ya
que después de 17 't!fxa6 .txh2+ obtienen
un ataque al menos lo bastante bueno co­
mo para hacer tablas.
Las blancas deben, por tanto, buscar
otra continuación en respuesta a 12 . . .
lLlb4. Una posibilidad es 1 3 �bl Axf3 14
gxf3 'it'xd4 15 ltJ e4, con excelentes pers­
Con esta j ugada las blancas plantean pectivas de ataque a cambio del peón per­
u n a interesante celada. Si ahora 12 . . . dido. Otra posibilidad es 13 .U. fdl ltJxd3
ltJxd4?, entonces 13 lLlxd4 'it'xd4 14 lLld5 ! 14 l:. xd3, cuando es cierto que las blancas
y las blancas ganan pieza. Por ejemplo: 14 han entregado su fuerte alfil, pero a cam­
... 'it'cS 15 �xf6 gxf6 (15 ... �xf6 16 'it'e4) bio de adelantarse en el desarrollo y de
16 'it'g4+ �h8 17 'it'h4. amenazar ya jugadas de ataque como dS o
No obstante, 12 'it'e2 no debe conside­ liJeS 6•
rarse la mejor jugada en esta posición, ya 13 l:[ fd1 l:t c8
que permite a las negras un molesto ata­ 14 l:t acl 'it'd6
que sobre el centro blanco. Era mejor 12 Ahora que las blancas han completado
1:. el , anticipándose a l a amenaza 12 . . . su desarrollo, las negras experimentan di­
lLlb4. ficultades para hallar un contrajuego acti­
12 ••• ll e8 vo. Con la textual pretenden llevar su da­
Las negras realizan esta j ugada pre­ ma a f4, a fin de crear las amenazas ... ltJg4
ventiva para volver inofensivo el avance y ... lLlb4, pero este plan no podrá llevarse
dS, pero con ella conceden tiempo a las a cabo con éxito. 14 ... �d6 no era mejor,
blancas para movilizar sus torres, con lo ya que entonces las blancas podrían res­
que el medio juego será claramente favo­ ponder 15 ltJ e4 ltJxe4 16 il.xe4, cuando,
rable a este bando. En consecuencia, las antes que nada, las negras deberían preo-

6 Aquí Keres es un tanto optimista. Las dos líneas que indica, a partir de 12 ... lt:l b4, parecen ser favorables
a las negras. Por ejemplo, después de 13 l:!. fd l lt:\xd3 14 l:!. xd3 �a6 1 5 lt:\e5 J:l c8, seguido de .. :fkc7, las
negras pueden explotar la desaparición del alfil de casillas blancas para montar un serio ataque contra el
peón de c4.
KERES - TAIMANOV, MOSCÚ, 1 95 1 39

cuparse por el eventual ataque blanco en


el flanco de rey.
Muy interesantes complicaciones se
derivaban de 14 ... ttJb4 15 it.bl it.xf3. Las
blancas sencillamente podrían retomar de
peón, 16 gxf3, pero el sacrificio de peón 16
'iVxf3 l:r. xc4 17 d5 ! también es muy atracti­
vo. Después de 17 . . . exd5 18 a3 ttJc6 1 9
� a2, seguido de 2 0 ttJ xd5 , l a s blancas
consiguen una excelente posición de ata­
que '.
Podemos ver que las negras no han si­
do capaces de obtener la total igualdad en
la apertura. Esto significa que los peones
colgantes de las blancas no son una debili­ 17 cxd5
dad, sino que, por el contrario, constitu­ Las blancas consumieron un tiempo
yen una fuerza potencial de ataque, algo considerable en analizar las consecuencias
que deberían tener bien presente las ne­ de 17 ttJ xd5. Dado que , tras 17 . . . Wh6
gras. 1 8 l:t el , las blancas quedarían con mejor
15 �b1 'iVf4 posición sin sacrificio alguno, 17 . . . ttJ xd5
Con esta jugada las negras han llevado 18 cxd5 it.f6 es prácticamente forzado.
a cabo su plan, pero entretanto las blancas Durante la partida llegué a la conclu­
han tenido tiempo para iniciar una acción sión de que la tentativa de ataque con 19
decisiva. La posición se hace ahora muy Wc2 .txb2 20 dxc6 no sería satisfactoria.
complicada. Las negras pueden responder tranquila­
16 d5! mente 20 ... ..txcl ! 21 Wxh7+ � f8, des­
Una ruptura típica en estas posiciones, pués de lo cual no hay una buena conti­
que aquí se ejecuta a pesar de la presencia nuación. Por ej emplo: 22 cxb7 l:t cd8, 22
en la columna de la dama blanca, de una l:t d7 Wh6 o 22 Wh8+ � e7 23 l:t d7+ (23
torre negra. Toda la posición suele girar W xg7 1:{ xc6 y 23 l:l e l + � d6 tampoco
en torno a esta ruptura y, cuando se reali­ conducen a nada) 23 ... �f6 24 Wh5 g6 y
za, los acontecimientos normalmente fa­ en todos los casos las negras rechazan el
vorecen a las blancas. ataque8•
16 ... exd5 También estuve considerando durante

' De nuevo, una apreciación optimista. Las negras pueden continuar con 19 ... lt:l e 5 ! 20 "ifh3 (20 �g3
�d6! es peor) 20 ... J:!. c7 21 ltlxd5 ltlxd5 22 �xd5 J:!. xcl 23 �xcl �c7, y los dos alfiles le conceden a las
blancas alguna compensación por el peón, pero son las negras quienes tienen posibilidades de ganar.
• En estas líneas el ataq ue blanco es bastante más fuerte de lo que Keres creía. A l final d e la última línea,

las blancas incluso pueden continuar con 25 �xg6! J:!. e7 (25 ... fxg6 26 "irh7 �xf3 27 gxf3 �xc6 28 "irh4+
�g5 29 �d4+ �f5 30 �g4+ �f6 3 1 l:!. d6+ �e5 32 J:!. xg6 gana) 26 J:!. xe7 �xe7 27 cxb7, con una posi­
ción muy confusa. Sin embargo, la principal mejora se produce después de 22 cxb7 J:!. cd8, cuando las
blancas pueden j ugar 23 �h8+ � e7 24 J:!. el + �d7 25 � f5+ �xf5 26 J:!. xe8 J:!. xe8 27 "irxe8+ � xe8
28 b8"ir+, seguido de "irxa7+ y "irxb6, y las blancas q uedan con dos peones de ventaja.
40 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

u n l argo rato el s acrificio d e dama 1 9 21 l:l c8?, debido a 21 ... l:t xb2 ! , mientras
dxc6! l:[ xe2 20 cxb7, pero no conseguí cal­ que después de 21 .txf6 �xf6 22 n c8
cular hasta el final las extremadamente l:r. ee8 23 b8� I:t xc8 24 �xa7 �b2, o de
complicadas variantes, de modo que final­ 23 l:t dcl �e6, las negras seguirían tenien­
mente me incliné por la sencilla j ugada do muy buenas posibilidades de salvar la
textual, que le asegura a las blancas mejor partida) 21 ... �e7 22 it.xe7 (después de
j uego sin riesgo alguno. Pero sigue pare­ 22 l:t c8 .txa3 23 l:t dd8, seguiría de nuevo
ciéndome interesante investigar las conse­ 23 ... �c1 + ! ) 22 ... l:[ xe7 23 l:l c8 g6 (o bien
cuencias del sacrificio de dama. Me gusta­ 23 . . . n xb7 24 : dd8) 24 b8� �xb8 2S
ría, por tanto, analizar la posición un poco ll xb8 l:t xb8, cuando la ventaja blanca en
más en detalle: el final no es suficiente para ganar.
1) 20 ... l:t xc1 21 l:t xcl .itd8 (o bien 21 Resumiendo, podemos decir que tam­
... l:. e8 22 l:r. c8 �a4 23 g3 �d7 24 �fS y bién después de 17 tt:JxdS pueden las blan­
las blancas ganan) 22 ll c8 � d 6 23 g3 cas asegurarse una considerable ventaj a,
n xb2 24 �e4, y las blancas ganan. aunque no necesariamente la victoria. Te­
2) 20 . . . n ce8 21 � xf6 (pero no 21 niendo en cuenta que, al calcular estas
n c8? it.xb2 22 : dd8, cuando las negras complicadas variantes ante el tablero, es
disponen del recurso salvador 22 ... �el+ fácil cometer errores, debemos concluir
23 l:t xcl l:t xd8 24 l:r. c8 l:t ee8) 21 ... gxf6 que la captura 17 cxdS es la más lógica en
(después de 21 �xf6, las blancas ganan la práctica.
con 22 l:t c8 �e6 23 l:. cd8, y 21 . . . �b8 17 ... tt:J b8
permite la fuerte réplica 22 tt:Jd4!) 22 l:t c8 Después de 17 . . . tLl aS 18 l:t d4 � d6
4;;; g7 23 b8� (pero no 23 l:t dcl, a causa de 19 �d3, el caballo quedaría mal situado
23 . . . �d4 ! 9) 23 ... �xb8 24 l:t xb8 l:t xb8 en aS.
2S g3, y el final está ganado para las blan­ 18 .ll d4 �d6
cas. 19 .l:r.cd1 �f8?
3) 20 . . . l:t b8 21 �eS ! l:t xeS 22 tt:JxeS En una difícil posición, las negras co­
g6 (tampoco serviría 22 ... �xeS, debido a meten un error que permite a su oponente
23 l:t c8+ �e8 24 l:r. dcl , cuando 24 ... .teS lanzar un ataque decisivo en el flanco de
2S n xe8+ .:. xe8 26 n el conduce a un fi­ rey. Deberían haber puesto en j uego su
n a l perdido p a r a las negras 1 0 ) 23 tD d7 caballo de b8, con 1 9 . . . tt:J bd7, aunque
( d e s p u é s de 2 3 l:t c8+ 4;;; g7 24 1:[ xb8 también en este caso conservarían las
il,xeS, las negras tienen un peligroso con­ blancas peligrosas amenazas, a partir de,
trajuego) 23 . . . l:. xb7 24 g3 ! , y las negras por ejemplo, 20 tLlgS.
d e b e n entregar su alfil (24 . . . � f3 2S 20 tt:Je4!
�e4!). Aparentemente, Taimanov subestimó
4) 20 ... l:l f8 21 Aa3 (no, naturalmente, la fuerza de esta jugada de caballo. Tras el

• Incluso aquí ganan las blancas con 24 l:!. fl �g4 25 b8� l:!. xc8 26 �xa7.
'" Esta línea no es concluyente, pues las negras pueden desclavarse con 26 ... l:!. d8, de modo que habría sido
mejor para las blancas continuar con 26 l:!. c8 �f8 27 ..txh7 g6 28 g3 , seguido de f4-f5. El peón de b7 pa­
raliza las piezas negras, y es difícil de imaginar que las negras puedan sobrevivir si las blancas crean un
segundo peón pasado en el flanco de rey.
KERES - TAIMANOV, MOSCÚ, 1 95 1 41

cambio del caballo de f6, el rey negro no


tendrá piezas que lo protejan y será vícti­
ma de un ataque concentrado de fuerzas
enemigas, contra el que no hay adecuada
defensa.
20 000 ttJxe4
Si 20 ... �xd8, 21 ttJxf6+ �xf6 22 l:t e4
es parecido a la partida.
21 l:t xe4 l:t xe4
22 �xe4 �h6
22 ... g6 permitía mejores posibilidades
defensivas, ya que después de 23 �d4 f6
24 tlJgS?, las negras dispondrían del recur­
so táctico 24 ... �xdS ! , pero 24 h4 ttJfl 2S
hS también le daría a las blancas un fuerte por la tensión de este vital encuentro y
ataque. también por las dificultades del medio j ue­
En respuesta a 22 ... g6, otra fuerte lí­ go y, por si eso fuera poco, ambos nos en­
nea de ataque es 23 tlJ gS �g7 24 �h4. contrábamos también en apuros de tiem­
Ahora 24 ... f6 falla por 2S �xg7 ci;; xg7 26 po y c o m e n z a m o s a j ug a r c o n c i e r t a
�xh6+ ! , y después de 24 . . . hS 25 ttJ e4 imprecisión. E n lugar d e entregar s u fuer­
�d8 26 ttJf6+ ci;; h 8, el ataque se haría ver­ te alfil, concediéndole así a su oponente
daderamente intenso con 27 AfS ! l:t cS 28 contrajuego sobre la primera fila, las blan­
�gS, amenazando 29 Axg6 1 1 • cas podían haber ganado más rápidamen­
23 ttJg5! Ad6 (Ver diag. 258) te con 26 ttJ xf7 ! ci;; xf7 27 �e6+ ci;; f8 28
Naturalmente, no 23 ... g6, debido a 24 �xd6+ ci;; g8 29 �e6+ ci;; h 8 30 d6.
ttJxfl. Con la textual las negras entregan 26 000 gxf6
su peón h para restar fuerzas al ataque Después de 26 ... �xf6 27 �xh7+ ci;; f8,
enemigo, pero las blancas no se conforma­ pensaba continuar el ataque como sigue:
rán con tan poco y prefieren, por supues­ 28 l:t el ! (después de 28 tlJ e4, las negras
to, proseguir con su ataque. pueden seguir defendiéndose con 28 .. .
24 h4! tiJd7 �d4!) 28 ... g6 (28 ... .tes 29 ttJf3 y 28 .. .
25 �f5 tiJf6 �h6 29 � fS pierden de inmediato) 29
26 �xf6 ttJxfl! (o 29 �xg6 �xdS 30 ttJxfl ! , ganan­
Ambos contendientes se encontraban do), cuando el ataque blanco es decisivo.
a estas alturas de la partida muy cansados Después de, por ejemplo, 29 ... �xf7, las

" Hay varios flecos tácticos en este análisis. El primero es que 22 ... g6 23 lLlg5 Jl.. g7 24 �h4 h6 25 Jl.. xg7 se
contesta con 25 . . . �xd5 ! , mientras que después de 26 �g4 f5 ! 27 J:l xd5 fxg4 28 J:l d l <t;xg7, las blancas
q uedan con un peón menos en el fi nal. Por consiguiente, las blancas deberían optar por 25 lLl e4, pero
después de 25 . . . 'iVd8 es casi inevitable un final de tablas (26 ltJ f6+ es malo, como veremos a continua­
ción). El segundo es q u e 24 . . . h5 25 lLl e4 'iVd8 26 ltJ f6+? debe repl icarse con 26 . . . Jl.. xf6 ! 27 �xf6
(27 Jl.. xf6 �xd 5 ! gana en el acto) 27 . . . 'i:!i'xf6 28 Jl.. xf6 Jl.. x d5 y los dos alfiles no compensan del todo e l
peón perdido, a u n q u e e s m u y probable q ue la partida acabe en tablas. L a concl usión es q u e 2 3 �d4 ofre­
ce m uchas mejores perspectivas de ataque que 23 lLlg5.
42 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

blancas ganan con 30 'i!Vh8+ 'iig8 31 'i!Vf6+ 27 . . . 'ii c l . La presión del tiempo no me
'i!Vf7 32 'i!Vxd6+, mientras que 29 . . . l:. c7 permitió reflexionar debidamente sobre la
permite tanto 30 �xg6, como la solución nueva posición, pues de no ser así difícil­
combinativa 30 l:t e8+ ! � xe8 31 tt:l xd6+ mente se me habría escapado la sencilla
'iix d6 (31 ... �d8 32 'i!Vxc7+!) 32 �xg6+ y, forma de ganar con 28 tt:lxd6 ! 'i!Vxdl+ 29
a fin de evitar el mate, las negras deberán �h2, cuando las negras perderían rápida-
perder la dama. mente después de 29 . . . 'i!VxdS 30 'i!VxdS
27 tt:lxf7 'i!Vcl �xdS 31 tt:lxc8, o de 29 ... l:t c7 30 'iie 6+.
Las jugadas siguientes fueron realiza­
das por ambos bandos a la velocidad del
rayo.
28 •••

29 tt:lxd6
Después de 29 'i!VhS, las negras podrían
intentar 29 ... �f4, amenazando la simpli-
ficación 30 . . . 'i!Vxd l + , y las blancas ten-
drían que encontrar 30 tt:ld8! para conse­
guir una victoria por K.O.
29 Wxd1+
30 �h2 'i!Vxd5
31 tt:lxb7
Más sencillo que 3 1 'i!V h 8 + � e7 32
tt:lxc8+ ri;; d7 y las negras ganan el caballo.
Las negras omiten una mejor posibili­ Después de la textual, las amenazas ne­
dad defensiva, 27 ... �xf7 ! que, teniendo gras son insuficientes para conseguir un
en cuenta la presión del reloj , le habría contrajuego adecuado.
planteado a su oponente algunos desagra­ 31 ••• 'iie5+
dables problemas. Sin embargo, las blan­ 32 g3 l:t c7
cas podrían ganar como sigue: 28 'ii d 7+ El contraataque 32 ... 'iie l se refutaría
�g8 (28 ... �e7 29 d6 l:t c1 30 'iixe7+ �g8 con 33 'i!VfS l:t el 34 � e4, pero también
31 'i!Vxh7+ ! ) 29 'i!Vxd6 l:t cl 30 'iib 8+ i.c8 basta para ganar 33 'iih 8+ �e7 34 Wxc8.
31 l:t xcl 'iix cl+ 32 �h2 'i!Vxbl 33 'i!Vxc8+ 33 'i!Vh8+ �f7
ri;; f7 34 d6, y las negras no pueden parar el 34 h5 .l::l xb7
avance del peón. Las negras ya no tienen defensa contra
28 Wxh7+ la amenaza 35 �g6+.
Estaba profundamente inmerso en el 35 Wh7+ �e6
análisis de las líneas derivadas de 27 . . . 36 'i!Vxb7 Wxh5+
�xf7, cuando Taimanov realizó l a jugada 37 �g2 ( 1- 0)
43

Un gran torneo: Budapest 1952

En la primavera de 1952 fui invitado a par­ nik, de modo que había alcanzado a Geller.
ticipar en el Torneo Memorial Maroczy, A medio punto seguía Stahlberg y, un pun­
un evento con una impresionante nómina to detrás de él, Botvinnik y Smyslov.
de participantes. Además del Campeón Una vez más, tenía que jugar la partida
del Mundo, Botvinnik, también jugarían decisiva en la última ronda, y aquí me vi­
Geller, Petrosian, Smyslov, Stahlberg, Sza­ nieron a la mente las buenas lecciones
bo y Pilnik, entre otros. El torneo resultó aprendidas en los dos últimos campeona­
ser un éxito para mí, y no sólo en el aspec­ tos de la URSS. Jugué contra B arcza de
to puramente deportivo, porque logré pro­ forma tranquila y, tras haber conseguido
ducir una serie de excelentes actuaciones la iniciativa durante la apertur a , pude
artísticas, como por ej emplo las partidas transformarla en victoria gracias a un j ue­
contra Smyslov (N. 0 58) , Geller (N. 0 59), go lógico. Entretanto, Geller sólo conse­
B arcza (N. 0 60) y Pilnik. También Geller guía tablas ante O ' Kelly y Stahlberg era
se encontraba en buena forma. Comenzó derrotado por Benko. Así, pude finalizar
con una serie de excelentes victorias y, al primero en solitario, consiguiendo el exce­
finalizar la 13_8 ronda, marchaba en cabeza lente resultado de acumular cuatro prime­
con 10 puntos. Le seguía, can 9,5 puntos, el ros puestos en otros tantos torneos inter­
gran maestro sueco Stahlberg, que tam­ nacionales en un par de años.
bién se hallaba en una forma espléndida.
A continuación me encontraba yo, con 9, y
Botvinnik, con 8,5. En las cuatro últimas PARTIDA N.o 58
rondas debía producirse el desenlace. KERES - SMYSLOV
En las tres rondas siguientes no se perfi­ Budapest, 1952
ló en modo alguno el posible ganador. Ge­ Torneo Memorial Maroczy
ller concluyó sus tres partidas con pacíficas Gambito de Dama Aceptado
tablas, lo mismo que Botvinnik, mientras
que Stahlberg sumaba igualmente 1,5 pun­ 1 d4 dS
tos, aunque perdiendo su partida ante Sza­ 2 c4 dxc4
bo. Mi esprint final fue más feliz: gané a Normalmente, Smyslov prefiere diver­
O'Kelly y Troianescu y entablé con Botvin- sas variantes de la Defensa Eslava o de la
44 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

Grünfeld, y rara vez se le ve j ugando el 8 ... tL\c6


Gambito de Dama Aceptado. En la pre­ Esta jugada no encaj a bien en el plan
sente partida desea, por lo visto, repetir la de desarrollo elegido por las negras y
aguda variante que había empleado con­ planta las semillas de sus dificultades pos­
tra Petrosian, en el 18.° Campeonato de la teriores. Era mejor 8 ... cxd4 9 exd4 i.b7,
URSS, y en la que probablemente hubiese para desarrollar el caballo dama por d7,
descubierto algunas importantes mejoras. como sucedería en la partida B arcza-Ke­
Las blancas , p o r consigu i e n t e , con s u res (N.0 60) de la última ronda.
próxima jugada tratan y a d e llevar la par­ 9 a4
tida por otros senderos. Otra buena continuación era 9 dxcS
3 e3 tLlf6 �xcS 10 a3, que habría conducido a una
Según la teoría, la respuesta más senci­ posición simétrica, pero con tiempo de
lla es 3 . . . eS , pero, como ya se ha dicho, más para las blancas. Sin embargo, la tex­
S myslov busca una variante concreta y tual también plantea a las negras un mo­
trata de evitar todas las rutas alternativas. lesto problema.
4 i.xc4 e6 9 ••• b4
5 tLlf3 c5 La práctica ha demostrado que el avan­
6 0-0 a6 ce 9 . . . c4 concede mej or posición a las
7 'if e2 b5 blancas, después de 10 �c2 �b7 1 1 ttJc3.
8 �d3 Además de las amenazas en el flanco de
Por la época en que se jugó esta parti­ dama, las negras deben afrontar, antes o
da, la variante de moda era 8 �b3 �b7 9 después, el avance eS. La captura 9 ... bxa4
a4 tL\bd7, seguido del arriesgado sacrificio tampoco es satisfactoria, ya que, además
de peón 10 e4. En la partida antes mencio­ de 10 tLlc3, las blancas disponen de la desa­
nada, entre Petrosian y Smyslov, siguió 10 gradable respuesta 10 i.c2. Después de la
... cxd4 11 eS (después de 11 axbS tLlcS 12 textual, la casilla c4 queda muy debilitada,
i.c4 d3 13 'ife3, como se jugó en la parti­ y las blancas podrán utilizarla más tarde
da Kotov-Flohr, B udapest 1 9SO, las ne­ para un ataque en el flanco de dama.
gras podían h aber conseguido un j uego 10 dxc5
excelente con 13 ... aS !) 11 ... tLlg4 12 axbS
i.cS? 13 bxa6 y las blancas consiguieron
ventaj a. Sin embargo, análisis ulteriores
convencieron a Smyslov de que el juego
negro podía mejorarse. Así, por ejemplo,
con 11 ... tLldS 12 axbS d3 ! 13 'ifxd3 tLlcS,
y las negras quedan muy bien.
Las blancas, considerando esta posibi­
lidad, eligen, con la textual, otro método
de juego, a fin de distraer a su oponente
de las variantes preparadas. Como demos­
trará la partida, la táctica fue adecuada,
puesto que las blancas pronto consiguen
tener éxito.
KERES - SMYSLOV, BUDAPEST, 1 952 45

En esta posición las blancas tienen que sión en el flanco de dama. No es fácil para
decidir de inmediato qué plan van a elegir. las negras liberarse de las consecuencias
La continuación de la partida apunta a e4, de su inferior variante de apertura.
de ahí que dejen la torre en f1 para prote­ 15 lLlc4
ger el punto f2. Otra atractiva posibilidad La inmediata 1S l:t fd1 también era po­
era 10 l:t d1 , omitiendo la captura en eS , sible, para conservar el alfil, después de 1S
con idea de realizar la maniobra lLlb1-d2- ... lLlf4 16 Afl. Pero las blancas no desean
c4. impedir el cambio , ya que como conse­
Finalmente, también era de considerar cuencia del mismo se incrementará la acti­
el sacrificio de peón, con 10 lLlbd2, cuya vidad de sus piezas.
aceptación (10 . . . cxd4 11 exd4 lLlxd4 12 15 ... lLlf4
lLlxd4 'ifxd4) dejaría a las blancas con una 16 l:t fd1!
muy peligrosa iniciativa , después de 13 No, por supuesto, 16 lLlcxeS? lLlxeS 17
l:t d1 o de 13 lLlc4. Está claro que las blan­ lLlxeS 'ifgS, y las negras ganan pieza.
cas han salido de la apertura con mej or Después de la textual, las negras están
juego. más o menos obligadas a cambiar en d3, ya
10 ... i.xcS que tras 16 ... 'iff6 17 �fl . su "ataque" lle­
ll e4 eS garía a punto muerto y tendrían que afron­
Obviamente, las negras no deben per­ tar la desagradable amenaza 18 ll d6.
mitir el avance 12 eS. Una vez fijada la po­ 16 ... lLlxd3
sición de los peones centrales, las blancas Después de 16 ... il.g4, las blancas po­
enfocan la lucha en el flanco de dama, pa­ drían embolsarse el peón, con 17 lLlcxeS !
ra tratar de explotar las debilidades del lLlxeS 18 'ifxf4 �xf3 1 9 Ae2 !
sector. En primer lugar, deben cambiar los 17 l:t xd3 'if e7
alfiles de casillas negras, para lograr el 18 lLlb6 l:t b S
control de la casilla cS. 19 l:t cl 'it'b7
12 A e3! Ax e3 No, naturalmente, 1 9 ... �b7, debido a
La ocupación de d4, con 12 ... lLld4 13 20 lLl d7, pero con l a textual las negras
lLlxd4 Axd4, no conduce al resultado ape­ tampoco se aseguran un desarrollo armó­
tecido. Las blancas sencillamente continúan nico de sus piezas.
con 14 lLld2 ! , y después de 14 ... �xb2 1S 20 lLldS il.d7 (Ver diag. 261)
I:t ab1 i. c3 1 6 lLl c4, obtienen un fuerte Las blancas amenazaban 21 l:t xc6.
ataque a cambio de su sacrificio de peón. 21 lLld2!
13 'ifxe3 0-0 Con la amenaza, en algunos casos, de
14 lLlbd2 llJhS lLlf6+.
La tentativa de contrajuego en el flan­ 21 ... �hS
co de rey no alivia la posición de las ne­ En respuesta a 21 ... f6, es muy fuerte
gras, y sólo conduce a nuevos cambios a 22 lLlc4.
costa de algunos tiempos. Sin embargo, es 22 lLlb3
difícil encontrar un plan aceptable para las También aquí habría sido muy molesta
negras. Después de, por ej emplo, 14 . . . para las negras 22 lLl c4, que plantea l a
'ife7 1S l:t ac1 �b7 1 6 lLl b 3 , las blancas amenaza 2 3 lLld6, que quizá s e a más fuer­
conservarían mejor juego mediante pre- te que la textual. Si, por ej emplo, 22 . . .
46 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

lDc5 l:t xd3 26 'i+'xd3 gana un peón como


mínimo. Por último, 24 a5 ! t ambién es
muy fuerte, ya que las negras no tienen
buena defensa contra la amenaza 25 lLlc5.
24 'i+'xb6 l:t xb6
25 l:t xd7 l:t bb8!

Ae6, entonces 23 lLld6 'it'd7 24 lLlb6! 'i+'c7


25 a5 gana, ya que las negras no tienen
una defensa adecuada contra 26 'i+'c5. Sin
embargo, la jugada de la partida también
es muy fuerte.
22 ••• l:r. fc8!
23 lLlb6!
Evitando una trampa. Después de 23 En una difícil situación, las negras se
lDc5 tLld4 ! , las negras tendrían una buena defienden muy bien. Las blancas no deben
posición12• jugar 26 J:t xf7, debido a 26 ... lLl d4 ! , cuan­
Con la textual las blancas fuerzan nue­ do, debido a la amenaza de mate en la pri­
vas simplificaciones y trasponen a un final mera fila, las negras ganan pieza.
en el que las negras sólo tienen unas posi­ 26 g3
bilidades mínimas de salvar la partida. Una pequeña imprecisión , que hace
23 ••• 'i+'xb6 más difícil la transformación de la ventaja
Tras la alternativa 23 ... .l:r d8, las blan­ blanca. Era mejor 26 c;t>fl , para acercar el
cas pueden elegir entre varias continua­ rey a la defensa de la columna e, vía el. Si
ciones favorables. En primer lugar, pue­ las negras respondiesen con 26 ... ltJd4, en­
den optar por 24 l:t xd7 .l:r xd7 25 ttJ c5 tonces tras 27 l:t xc8+ l:t xc8 28 tLlxd4 exd4
.U. dl + ! (las negras pierden material des­ 29 l:t xd4 a5 30 c;t>e2 se produce un final de
pués de 25 . . . 'i+'xb6 26 tLl xd7 'it'xe3 27 torres fácilmente ganado por las blancas.
fxe3) 26 l:t xdl 'it'xb6 27 .l:r d6, con consi­ 26 ••• h6?
derable presión, y en segundo lugar, l a Tras la entrega del peón f, el fi n a l
sencilla continuación 2 4 tLl xd7 l:t xd7 25 pronto s e hace desesperado para l a s ne-

" Esto no es correcto, ya que las blancas disponen de la fortísima réplica 24 llJe7 ! Las negras no pueden ju­
gar 24 ... l:t c7, ya que el alfil de d7 queda en el aire tras la liquidación que se inicia con 25 llJxb7, lo que
significa que perderán material después d e , por ej emplo, 24 . . . W/a7 25 llJ xc8 l:t xc8 26 l:t xd4 exd4
27 �xd4 y las blancas tienen un sólido peón de ventaja.
KERES - SMYSLOV, BUDAPEST, 1 952 47

gras, ya que las blancas pueden conseguir Ahora las blancas sólo tienen que li­
dos peones pasados y unidos en el centro. quidar el peón d enemigo y eliminar el par
De ahí que fuese absolutamente esencial de peones del flanco de dama para traspo­
26 ... f6, después de lo cual las blancas ten­ ner a un final fácilmente ganado. Las ne­
drían que superar algunas dificultades téc­ gras no disponen de ninguna defensa con­
nicas. Si, por ejemplo, 27 .l:. d6, entonces tra este plan.
seguiría 27 . . . ltJ d4 ! 28 .l:txc8+ .l:. xc8 29 30 l:t c2
ttJxd4 exd4, y el final de torres no es fácil 31 .l:. xd4 .l:. xb2
de ganar. Por ej emplo: 30 .l:. xa6 h6 3 1 32 �g2
Il d 6 I:t c 2 32 .l:. x d 4 .l:. xb2 , o b i e n 3 0 32 Il d6 se habría apartado un paso del
l:l xd4 aS 31 �fl �g8 3 2 �e2 b3 3 3 �e3 camino correcto. Las negras podrían en­
Il c2 34 .l:. d2 .l:. c4 35 .l:. d3 .l:. xa4, y en am­ tonces replicar 32 ... .l:. e2 ! , y si 33 f3?, en­
bos casos las negras tienen buenas posibi­ tonces 33 . . . b3 y las negras ganan. Las
lidades defensivas. blancas no quieren que el peón a contrario
Sin embargo, 26 ... f6 hubiera sido insu­ juegue un papel en la fase final de la parti­
ficiente para contener la posición. Las da.
blancas no tendrían que apresurarse con 32 b3
la continuación forzada 27 .l:. d6, sino que 33 Il b4 �h7
podrían, como en la nota anterior, seguir 34 �f3
con 27 �fl , con intención de 28 �el. En De nuevo habría sido inútil intentar
este caso, es difícil imaginar que las ne­ 34 .l:. b6 l:t b1 35 .l:. xa6 .l:. e1 ! , pero ahora
gras, con sus piezas pasivamente situadas, las blancas amenazan con capturar el
pudiesen impedir la pérdida de material. peón a con 35 .:f. b6, d e ahí que l a s i ­
27 .1:[ xt7 ttJd4 guiente maniobra s e a t a n b u e n a como
La única posibilidad de conseguir con- forzada.
trajuego. 34 lt bl
28 Il xc8+ l::f. xc8 35 l::t b6 a5
29 ttJxd4 exd4 36 l:[ b5 b2
30 l:t d7!

264
48 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

La única forma de proteger los peones. 6 bS


El final resultante de 36 rL al 37 l:t xb3
. . . 7 �b3 0-0
l:t xa4 38 h4 habría sido igualmente deses­ 8 c3 dS
perado para las negras. El sacrificio de peón es mucho más
37 'itf4 �g6 prometedor en esta variante que después
38 h4 'itf6 de 6 l:t el , ya que después de 9 exd5 ttJxd5
39 hS �e6 10 ttJxe5 ltJf4 11 'We4 ttJxe5 12 d4 �b7 las
40 l:t b6+ 'ite7 negras obtendrían adecuada compensa­
41 'itfS l:f. h1 ción por el peón sacrificado. Por otra par­
Habría sido igualmente desesperado te, las negras pueden, tras 9 exd5, conti­
permanecer pasivo, ya que entonces las nuar enérgicamente con 9 ... .ilg4, que les
blancas podrían avanzar su peón e o bien concedería excelentes posibilidades de
lanzar un ataque sobre el peón g. ataque , a cambio del peón s acrificado,
42 l:t b7+ ( 1-0) después de 10 dxc6 e4 1 1 d4 exf3 12 gxf3
Después de 42 ... �f8 43 l:t xb2 ll xh5+ �h5.
44 � e6, o bien de 42 ... �d6 43 e5+ �d5 9 d3
44 l:t xb2 l:t xh5+ 45 �g6 l:t g5+ 46 �f7. la En mi opinión, esta jugada defensiva
ulterior resistencia habría sido inútil. constituye la mej or posibilidad de las
blancas de mantener la tensión en la parti­
da. Las negras deben ahora procurar que
PARTIDA N.o 59 sus peones centrales no se conviertan en
KERES - GELLER objetivos de ataque.
Budapest, 1952 9
••• ll e8
Torneo Memorial Maroczy Una innovación de Geller. Normal­
Apertura Ruy López mente, las negras continúan con 9 ... �g4
1 0 h3 � h5 , permitiendo a las bl ancas
1 e4 eS ejercer fuerte presión sobre d5, o bien 9
2 ltJf3 ltJc6 . . . d4. Tras esta última jugada, la práctica
3 �bS a6 demuestra que con 1 0 cxd4 ttJ xd4 1 1
4 � a4 ltJf6 ttJ xd4 'ir xd4, surge una posición e n l a
5 0-0 �e7 que las negras n o consiguen malos resul­
6 'We2 tados. Con todo, me parece que las blan­
He empleado esta jugada de dama en cas consiguen un prometedor medio jue­
numerosas ocasiones, en partidas importan­ go siempre y cuando ej erzan p r e s i ó n
tes, durante los últimos años, y no sin éxito. sobre l a s debilidades enemigas d e la co­
Por supuesto, es difícil decir si la textual o la lumna e, con 12 � e3 'ird6 13 ll el . De
continuación 6 ll el ofrece las mejores posi­ ahí que la tentativa de Geller por mejo­
bilidades, y al final la elección debe hacerse rar la defensa de las negras merezca es­
según el gusto de cada jugador. Una de las pecial atención.
principales razones por las que a menudo 10 l:t e1
he preferido 6 'We2, radica en el hecho de También aquí, ganar el peón de d5 no
que se juega mucho más raramente y, por era especialmente seductor para las blan­
tanto, es menos conocida que 6 .U. el. cas. Las negras podrían, en tal caso, res-
KERES - GELLER, BU DAPEST, 1 952 49

ponder con 10 ... ll:lxd5 11 ll:lxe5 ll:lxe5 12 En lugar de esta jugada muchos maes­
'Wxe5 �b7, o bien 10 . . . ll:l a5 , en ambos tros recomend a r o n 1 3 . . . d 4 , a fin d e
casos con una fuerte iniciativa a cambio ejercer una molesta presión sobre e l peón
del peón. Sin embargo, si las blancas jue­ d, tras 14 cxd4 ll:l xd4 15 ll:l xd4 Wxd4.
gan 10 �g5, entonces las negras pueden Sin embargo, es dudoso que las negras
defenderse con 10 ... �e6. pudieran obtener una posición satisfac­
Por otro lado, además de la textual, toria con esta línea de j uego, ya que, en
merece consideración 10 l:r. d1, a fin de rea­ lugar del cambio, las blancas disponen
lizar el avance d4 cuando la ocasión lo de una mejor continuación, 1 4 l:t adl. En
permita. este caso, a las negras no les resultaría
10 ••• i.b7 fácil formular un plan adecuado, mien­
Con su novena jugada, Geller debilitó tras que las blancas podrían reforzar su
la diagonal a2-g8, sobre todo la casilla f7. posición con ll:lg3, abriendo el j uego en
Por consiguiente, era de considerar 10 ... el momento oportuno, mediante el cam­
Jl.e6. Parece que a Geller no le gustaba la bio en d4.
posible respuesta 11 ll:lg5, en cuyo caso las Con la jugada textual, las negras obli­
negras deberían ceder la pareja de alfiles, gan al alfil enemigo a abandonar la fuerte
o bien alejar a este alfil del centro, con 1 1 diagonal a2-g8, ya q u e d e s p u é s de 1 4
. . . �g4 1 2 f3 �h5. ll:lxe5 We6 1 5 exd5 ll:lxd5, las piezas blan­
11 ll:lbd2 'Wd7 cas quedarían desagradablemente clava­
12 ll:lfi l:r. ad8 das.
13 �gS 14 �c2 dxe4
También era muy bueno 13 ll:lg3, con­ 15 dxe4 ll:lc4
trolando la importante casilla f5, pero la Geller opta de nuevo por una solu­
textual también tiene sus ventajas, porque ción táctica para proteger s u peón e.
ahora las negras deberán aclarar de inme­ Ahora, después de 1 6 b3 ll:l a3 17 ll:l xe5
diato sus intenciones en el centro. We6, las negras recuperan su peón con
13 ••• ll:laS buen j uego. Sin embargo, la sencilla 1 5
. . . We6 también era perfectamente j uga­
ble.
16 ll:le3 ll:lxb2?
Las negras no deberían tomar este
peón, ya que ahora las blancas tienen la
ocasión de capturar el peón e contrario,
en circunstancias favorables. Aquí la juga­
da era 16 ... ll:lxe3, que habría conducido a
una nueva simplificación, después de 17
Wxe3 ll:l g4, j ustificando la esperanza de
las negras de conseguir una total igualdad.
Podría haber seguido, por ej emplo, 1 8
'We2 �xg5 1 9 ll:lxg5 h6 20 l:t ad1 'Wc8 21
ll:lf3 ll:lf6.
17 ll:lxeS 'We6
50 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

25 �xe2 �xdS
26 a4!

Obligado, ya que 17 ... 'iWd2 1S �b3, o


17 ... 'iWd6 1S �f4 le concederían una acu­
sada ventaja a las blancas.
18 lbxt7! Ahora podemos efectuar el balance de
Con este momentáneo sacrificio de la combinación iniciada por las blancas en
pieza se ponen en evidencia las debilida­ su jugada 1S. Se ha llegado a un final de
des de las negras sobre la diagonal a2-gS. torre y alfil en el que las blancas cuentan
El resultado de las complicaciones es que con un sano peón de ventaj a en el flanco
las blancas llegan, eventualmente, a un fi­ de rey. La ventaja posicional también está
nal con peón de más, después de lo cual del lado de las blancas, ya que, en primer
la victoria sólo requiere una buena téc- lugar, el peón a del oponente constituye
nica. un objetivo de ataque, y, en segundo lugar,
18 ... 'iWxt7 las negras deben protegerse contra moles­
Aceptar el sacrificio es obligado, en tas clavadas tanto a lo largo de la columna
conj unción con las jugadas defensivas si­ d como sobre la diagonal a2-gS.
guientes, si las negras quieren evitar ma­ Pero antes de que las blancas empren­
yores pérdidas de material. dan el ataque decisivo, era preciso el avan­
19 �b3 l2Jc4 ce preparatorio textual. Si, de inmediato,
20 l2Jxc4 bxc4 26 �xa6, las negras tendrían buenas posi­
21 �xc4 lLJdS bilidades de salvar la partida en el final de
22 �xe7 'iWxe7 torres, con 26 ... l:t aS 27 c4 �xg2 2S �xg2
D espués de 22 . . . � xe7 , las blancas l:l xa6, o incluso 27 ... � xa6 2S cxd5 .l:l a5
pueden jugar tanto 23 'iWd2 como 23 'iWb2, 29 a4 �fS. La clavada inmediata, 26 .tl d 1 ,
conservando el peón de ventaj a. Como­ también sería inútil, debido a 2 6 ... .U eS !
quiera que traten de defenderse las ne­ Ahora, sin embargo , las negras deben
gras, no podrán conseguir nada mejor que pensar seriamente en estas dos posibilida­
un final con peón menos. des.
23 exdS 'iWxe2 26 ••• l:l d6
24 It xe2 It xe2 Las negras no pueden jugar 26 ... aS, ya
KERES- GELLER, BUDAPEST, 1 952 51

que después de 27 lt d 1 l::t e8 28 1::[ xdS afrontar el contraataque 29 ... l:t c6 con 30
l:r. xe2 29 g3 l:t c2 30 l:t cS , perderían otro �g4+.
peón. 29 �n
27 l:t d1 �t7 Tampoco aquí era bueno 29 �xa6, de­
Las negras se defienden con ingenio bido a la réplica 29 ... i.b3, y el final de to­
contra la amenaza 28 l:t xdS. Si las blan­ rres después de 29 l:t xdS l:t xe2 30 � fl
cas se embarcasen ahora en un final de 1::[ a2 31 1::[ eS � f8, sigue ofreciendo a las
peones, con 28 .l::t xdS l:t xdS 29 �c4, en­ negras posibilidades de defensa. Después
tonces seguiría 29 . . . �e6 30 � fl �d6 31 de la textual, las negras deben perder otro
�xdS �xdS 32 �e2 �c4 33 � d2 �b3 y peón, pero aun así plantearán a su opo­
las negras consiguen adecuado contrajue­ nente las mayores dificultades posibles.
go gracias a su rey activo. Por otra parte, 29 �b3
el final que se produciría tras 27 ... �b7 30 l:t d7+ �f8
28 1::[ xd6 cxd6 29 aS sería desesperado 31 .l::t xc7 l:t e5
para las negras, a causa de la debilidad fi­ 31 ... l:t e1 32 f3 l:t a1 33 l:t cS es, obvia­
j ada de a6. mente, en vano. Ahora las negras ganan,
28 a5! al menos, el peligroso peón a.
Así, la debilidad de a6 queda definiti­ 32 .l::t c6 l:t xa5
vamente fij ada y con ella todos los posi­ 33 l:f. b6!
bles finales de alfiles son desesperados pa­ La ú l t i m a s u t i l e z a . D es p u é s de 3 3
ra l a s n e g r a s . A d e m á s , las b l a n c a s l:t xa6 l:. cS, las blancas podrían perder su
amenazan ahora 2 9 �xa6, ganando u n se­ peón e, cuando la victoria sería dudosa.
gundo peón. En el siguiente final, con dos peones me­
28 000 l:t e6 nos, las negras ya no tienen la menor posi­
bilidad, y sólo realizan las j ugadas que si­
guen por p u r a inerci a , h a s t a l l e g a r a l
control d e tiempo.
33 �c2
34 l:. xa6 l:. c5
35 l:t a3 l:. d5
36 f3 l:t d1
37 �t2 l:. cl
38 h4 �g6
39 i.c4 � e7
40 g4 h6
41 i.d5 ( 1-0 )

Antes o después las negras deben libe­


rarse de la clavada sobre la columna d.
Después de, por ej emplo, 28 . . . � e6, las
blancas pueden continuar con 29 f4, para
52 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

PARTIDA N.o 60
BARCZA - KERES
Budapest, 1952
Torneo Memorial Maroczy
Gambito de Dama Aceptado

1 tLlf3 d5
2 d4
Normalmente Barcza juega aquí 2 g3,
trasponiendo más tarde al sistema de de­
sarrollo derivado de 1 c4. Como esta parti­
da se disputó en la última ronda, y tenía
una importancia vital para decidir el pri­
mer puesto, las negras vieron con agrado
la posibilidad de trasponer a una apertura guieron mej or posición, debido al fuerte
como el Gambito de Dama Aceptado, puesto de su caballo en c4. La presente
que da lugar a posiciones llenas de posibi­ partida demuestra, sin embargo, que el
lidades de lucha. juego negro puede mej orarse de forma
2 tLlf6 considerable y arroj a dudas sobre que la
3 c4 dxc4 jugada 8 .id3 sea realmente mejor que la
4 e3 e6 acostumbrada 8 �b3.
5 �xc4 eS 10 ..• bxa4!
6 0-0 a6 Esta simple captura es mucho mejor
7 'it'e2 b5 que 10 ... b4, que era la respuesta habitual
8 �d3 hasta esta partida. Las blancas deben per­
Como en una partida anterior de este der tiempo ahora para recuperar el peón,
mismo torneo, entre Keres y Smyslov (N.0 y la relativa debilidad del peón a negro
58), B arcza opta por esta infrecuente reti­ queda compensada por el contrajuego so­
rada de alfi l , en lugar de la habitual, 8 bre la columna b, donde existe la fuerte
il.b3. Sin embargo, en la presente partida casilla b4 es un objetivo para un caballo
las negras adoptan un sistema defensivo negro. La experiencia acumulada en l a
mucho mejor que el empleado por Smys­ práctica actual demuestra que e s muy difí­
lov en la partida citada. cil para las blancas conseguir ventaj a en la
8 cxd4 apertura.
9 exd4 .ib7 11 It xa4
10 a4 ••• (Ver diag. 269) Con esta inmediata captura las blancas
Este avance es la causa de que la teoría no plantean a su oponente mayores pro­
considere favorable a las blancas toda la blemas de apertura. También era inocuo
variante, tomando como base la partida 11 tLl c3, ya que podría seguir 11 . . . tLlc6,
Landau-Reshevsky (Kemeri 1 93 7 ) . En ganando un tiempo importante gracias al
aquella partida, Reshevsky prosiguió con ataque sobre d4.
10 ... b4, y las blancas, después de 11 tLlbd2 La jugada más molesta para las negras
�e7 12 tLlc4 a5 13 �f4 0-0 14 lHd1 , consi- parece ser 11 �c2, amenazando con ejer-
BARCZA - KERES, BUDAPEST, 1 952 53

cer una duradera presión sobre la diago­ brar con su alfil de casillas blancas hasta
nal a4-e8. Por ejemplo, después de 11 . . . llevarlo a bS, dificultando un posible ata­
i,.e7 12 ..txa4+ lt:'lbd7 13 lt:'leS. Sin embar­ que blanco en el flanco de rey.
go, también en este caso podrían resolver 15 lt:'laS �bS
las negras sus problemas de apertura, ju­ 16 lt:'l c4
g a n d o 12 . . . lt:'l fd 7 ! , e n l u g a r d e 12 . . . Es bien sabido que en el Gambito de
ltJ bd7, seguido de 1 3 ... 0-0. Dama Aceptado, las blancas deben buscar
Finalmente, en la partida Furman-Ke­ un juego activo en el flanco de rey, pues
res (24.° Campeonato de la URSS, Moscú de otro modo las negras, sobre todo tras
19S7), las blancas ensayaron 11 i.gS, pero algunos cambios simplificadores, consi­
después de 11 ... i,.e7 12 lt:'lc3 0-0 13 lt:'lxa4 guen mejor posición gracias a la debilidad
lt:'l c6 1 4 l:[ fd1 ltJ b4, tampoco pudieron de d4. De ahí que podamos entender por
conseguir ventaja. La experiencia práctica qué Barcza se abstiene de la posible sim­
ha justificado, hasta ahora, la captura 10 ... plificación 16 il.xbS 'iYxbS 17 'iYxbS axbS
bxa4. 18 �gS , ya que en tal caso sólo tendría
11 ... i,.e7 perspectivas de conseguir una difícil igual­
12 lt:'lbd2 dad.
Con esta jugada Barcza inicia una des­ 16 ••• 'iYb7
ventajosa maniobra de caballo, que no só­ 17 lt:'lfeS
lo le dej ará sin la menor perspectiva de Con esta jugada las blancas sólo facili­
conseguir ventaja en la apertura, sino que tan el desarrollo a su oponente, ya que
incluso le obligará a situarse a la defensi­ ahora estarán obligadas a cambiar caba­
va. La continuación normal aquí es 12 llos. Era mejor la inmediata 17 Ae3, aun­
lt:'lc3 0-0 13 �gS , cuando las negras pue­ que también en este caso, después de 17 ...
den responder 13 . . . aS , o también 13 . . . lt:'lc6 18 l:r acl lt:'lb4 19 i.b1 aS, es preferi­
lt:'lc6. ble la posición negra.
12 ••• 0-0 17 ••• lt:'lc6
13 lt:'lb3
En esta casilla el caballo está mal situa­
do y será la razón de las dificultades que
van a sufrir las blancas. Era mejor 13 lt:'lc4,
aunque en este caso las negras podrían
utilizar la interrupción del ataque sobre a6
para desarrollar su caballo, 13 ... lt:'lc6, se­
guido de un eventual ... lt:'lb4. Como puede
verse, las negras han salido de la apertura
con buen juego.
13 ••• �c6
14 l:l a1 'iYb6!
Eliminando, de una vez por todas, la
amenaza sobre su peón a, ya que ahora las
blancas no tienen nada mejor que 1S lt:'laS.
Por otra parte, las negras podrán manio- 18 Ae3?
54 EN BUSCA DE LA P E R FECC I Ó N

Una imprudente j ugada, después de


que las piezas blancas hayan sido desvia­
das a posiciones desfavorables y desapare­
cido sus posibilidades de juego activo en el
flanco de rey. Era preciso cambiar antes
18 ttJ xc6 'Wxc6 y sólo entonces jugar 19
it.e3 , con lo que al menos podía mante­
nerse la coordinación entre las piezas
blancas.
18 tbb4!
19 Ab1 l:t.ac8
20 l:t.cl l:t.fd8
La superioridad de las negras ha que­
dado patente. Sus piezas están muy bien
situadas, las clavadas sobre la columna e Un error que, como mínimo, cuesta un
son muy molestas para las blancas y, ade­ peón. Las negras amenazaban 23 ... tbxe3
más , las negras , en vista de la debilidad 24 'Wxe3 l:t xd4, y si las blancas se defien­
contraria en d4, poseen un absoluto con­ den con 23 Af2, entonces 23 ... it.gS sería
trol de la importante casilla dS. Aunque muy molesto. En vista de su difí�il posi­
todavía no la amenazan directamente, tie­ ción, las blancas deben intentar una de­
nen todas las posibilidades de reforzar su fensa austera, por ejemplo, con 23 ci;; h l .
presión posicional, mientras que las blan­ Aunque e n este caso, las negras estarían
cas deben esperar pasivamente el desarro­ indudablemente mejor, la explotación de
llo de los acontecimientos. La experiencia la ventaj a distaría de ser fácil y requiere
demuestra, sin embargo, que en tales posi­ un juego cuidadoso y consistente.
ciones el bando defensor antes o después 23 ... f5!
cometerá algunas imprecisiones, lo que se Con esta jugada se decide la partida. Si
confirmará, una vez más, en la presente las blancas retiran el alfil con 24 it.b1 , las
partida. negras podrían implementar su amenaza
21 b3 g6 con 24 ... tbxe3 25 'Wxe3 l:t.xd4, ganando
Las negras querrían continuar con un peón con posición abrumadora. De ahí
... ttJ fdS, pero antes deberán asegurar la que las blancas traten de sobrevivir me­
posición de su rey, ya que la inmediata diante complicaciones tácticas, con las que
21 . . . tD fdS sería un error, a causa de sólo conseguirán acelerar la derrota.
22 Axh7+. 24 it.xd5 exd5
22 f3 25 tba5 .U. xcl+!
Esta nueva debilidad hace la posición Este cambio se realiza en el momento
blanca aún más difícil. Era mejor 22 tbd3, oportuno , ya que ahora las blancas no
para aliviar un poco la posición mediante pueden responder 26 .U. xcl , debido a 26 ...
cambios. 'Wb6, ganando pieza. Las blancas pronto
22 tbfd5 deberán perder material, a causa de la de­
23 it.e4? safortunada posición de sus piezas, en par­
ticular el caballo de aS.
BARCZA - KERES, BU DAPEST, 1 952 55

26 .ixcl �b6 sición, las negras no tienen problemas pa­


27 �d1 :teS ra forzar la victoria.
También era posible, por supuesto, ga­ 31 l:la2
nar un peón con 27 ... ttJc2, pero las negras Las blancas esperan, después de 31 . . .
no tienen prisa y antes pretenden activar ttJxd4, activar un poco s u s piezas con 32
al máximo sus piezas. Con la textual, ame­ .te3, creando así algún contrajuego, pero
nazan, entre otras cosas, sencillamente 28 las negras no le permiten a su oponente
... l:lxcl , ganando dos piezas por la torre. ninguna posibilidad .
28 �h1 ttJc2 31 ttJb4!
29 ttJac6 32 IU2 � c3
Una desesperada tentativa que, sin em­ 33 .ib2 ltJd3
bargo, no altera la situación. Después de Quebrando la última línea de resisten­
29 .U. a2, las negras ganan simplemente con cia. Las blancas podían haber detenido
29 . . . �xd4 30 �xd4 ttJ xd4, y 29 ttJ ac4 tranquilamente su reloj .
permitiría, además de 29 ... �xd4, la deci­ 34 l::t c2 ttJxb2
siva 29 ... dxc4 30 �xc2 �xd4 31 .ib2 c3. 35 �el �xb3
29••• l:. xc6 36 l:t xb2 �e4
30 ttJxc6 �xc6 37 l:lc2 �fl+
Con dos piezas por la torre y mejor po- (0-1 )
56

Competiciones de los años 1952-1955

Teniendo en cuenta que los resultados de Estaba claro que me encontraba en un


los dos últimos años demostraban que me período de depresión en lo que concierne
encontraba en buena forma, acudí muy ilu­ a mi creatividad. Era esencial, por tanto,
sionado a la Olimpiada de Helsinki, en salir cuanto antes de esa situación, ya que
1952, a pesar de que, puesto que defende­ en el otoño del año siguiente iba a cele­
ría el primer tablero, era previsible que me brarse un torneo de la mayor importancia:
enfrentase a una fuerte oposición. Debo el torneo de Candidatos al Campeonato
confesar que me encontraba, sin embargo, del Mundo, que tendría lugar en Zurich.
en el peor momento de forma de los últi­ Era imperativo para mí j ugar otra vez al
mos años. Nada me salió bien y en la final mejor nivel en este torneo. De modo que,
apenas pude arreglarme para conseguir, a para ponerme en forma consideré que de­
duras penas, el 50% de la puntuación. Este bía jugar algunos torneos y decidí tomar
momento crítico de mi baja forma se pro­ parte, una vez más, en el Campeonato de
longó hasta finales de año, cuando se dis­ Estonia, tras un largo intervalo. El torneo
putó el 20.° Campeonato de la URSS. Du­ se disputó en la primavera de 1953 en Tar­
rante casi todo el torneo mi puntuación tu. Naturalmente, no podría verificar mi
osciló en torno al 50% y sólo poco antes estado de forma en este torneo, ya que el
del final conseguí mejorar un poco mis re­ nivel general de los participantes no era
sultados. En ese momento, a falta de cua­ de la fuerza necesaria, pero ciertamente
tro rondas para la terminación del torneo, podría constituir un buen entrenamiento,
perdí dos partidas sucesivas, y sólo mi vic­ como así fue.
toria sobre Korchnoi (N.0 61 ) me permitió También se organizó un torneo de en­
recuperar el nivel del 50 % . Finalmente, trenamiento con la participación de los
compartí el l0.0/l 1.0 puesto con el maestro miembros del e q u i p o n a c i o n a l d e l a
Suetin. É se fue mi peor resultado, no sólo URSS, que s e celebró e n Gagra en e l ve­
en el Campeonato de la URSS, sino tam­ rano, y me demostró que estaba lejos de
bién en torneo, de la última década. Por mi mejor forma, pero para entonces ya me
otro lado, la calidad de mis partidas en el encontraba jugando razonablemente bien.
torneo en cuestión fue inferior a la que ha­ Me limité, por tanto, a esperar que la lon­
bía exhibido en los últimos años. gitud del torneo de Zurich (28 partidas ca-
COMPETI CIONES DE LOS AÑOS 1 952-1 955 57

da jugador) fuese suficiente para permitir­ puesto que S myslov era derrotado por
me recuperar mi mejor forma. Kotov, me situé ciertamente muy bien.
El comienzo del torneo de Zurich de­ Sólo me hallaba a un punto de Smyslov, y
mostró algo que en realidad yo temía y es­ a medio punto d e B r o n s t e i n . Tod avía
peraba a la vez. Estaba claro que aún no quedaban ocho partidas por jugar y, por
había superado mi crisis de forma, y mis t a n t o , las p o s i b i l i d a d e s e s t a b a n muy
resultados de la primera mitad del torneo, abiertas.
7 puntos de 14 partidas, distaban de ser sa­ En la siguiente partida, le gané la cali­
tisfactorios. Compartía el 8.0 y 9.0 puesto y dad a Kotov con una interesante combina­
tampoco estaba satisfecho con la calidad ción, pero j ugué tan mal la continuación
de mi juego. Mis tres victorias de esta pri­ que sólo pude conseguir tablas. Sin em­
mera mitad revelan que Szabo me había bargo, a renglón seguido gané un punto
regalado un peón en las primeras jugadas, importante contra Geller. En ese momen­
Boleslavsky no había estado afortunado al to había superado en la tabla a Bronstein
entrar en una línea de sacrificios y Stahl­ y me encontraba a sólo medio punto de
berg se empeñó en ser superado en una Reshevsky y Smyslov, aunque este último
posición clara de tablas. En cuanto a las había disputado una partida menos. La
partidas perdidas, elegí una variante de partida decisiva con Smyslov estaba por
apertura refutada contra Smyslov, contra jugar. Si conseguía ganar, me situaría en
Bronstein jugué mal la apertura y contra cabeza del torneo con muchas posibilida­
Averbaj dejé en el aire un importante peón des de lograr la victoria final, aunque unas
central. Además, no conseguí vencer en tablas tampoco acabarían con mis espe­
una posición claramente ganada contra ranzas de triunfo y, por tanto, no debería
Reshevsky, y lo mismo sucedió contra Pe­ afrontar esta partida de forma demasiado
trosian, donde no conseguí imponer un arriesgada. Sin embargo, volví a cometer
peón de ventaja, y contra Najdorf sólo me un error que ya había cometido en nume­
salvé de la derrota gracias a una impreci­ rosas ocasiones, al apostar todo a una car­
sión de mi oponente en la última jugada ta. Le ofrecí a mi oponente un complicado
antes del aplazamiento. El resultado era sacrificio de pieza, cuya aceptación hubie­
francamente malo y tenía que depositar ra sometido el rey de Smyslov a un feroz
todas mis esperanzas en la segunda mitad ataque. Pero, tras larga reflexión, Smyslov
del torneo. descubrió una excelente defensa y, una
Las primeras partidas de esta segunda vez que descarté la posibilidad de igualar
fase evidenciaron alguna mejora en mi en favor de un plan deficiente, las conse­
juego. Tras no pocas maniobras, gané a cuencias no se hicieron esperar. Sufrí una
Petrosian mediante un ataque directo en ignominiosa derrota y con ella tiraba por
el fl anco d e rey. Siguieron tablas con tierra todas mis posibilidades de conseguir
Averbaj , Szabo y Euwe y, después de una el primer puesto, ya que de nuevo me en­
victori a ante Stahlberg, me coloqué en contraba en cuarta posición. La penosa lu­
cuarta posición, a sólo dos puntos del cha por remontar posiciones tenía que
líder, Smyslov. Al derrotar en la ronda volver a empezar.
siguiente a B oleslavsky , gracias a una Curiosamente, los acontecimientos de
interesante novedad teórica (N.0 62) , y la siguiente ronda (¡en la que yo descansa-
58 EN BUSCA D E LA P E R FECC I Ó N

b a ! ) me ayudaron en tal s e n t i d o . Mis enfrenté por primera vez a Tal en el match


más directos rivales fueron derrotados: entre Estonia y Letonia. En una partida
Reshevsky ante Smyslov, y Bronstein ante conseguí forzar la victoria, tras un intere­
Geller. De modo que me mantenía a me­ sante medio juego (N.o 63), mientras que
dio punto de uno de ellos y a un punto del la otra partida fue tablas. A continuación
otro, pero tenía que jugar una partida más realicé un largo viaj e a Argentina, como
que ellos. Por otra parte, nuevos peligros miembro del equipo de la URSS y me batí
habían surgido, ya que tanto Kotov como el cobre con Julio Bolbochán en cuatro
Najdorf se habían colocado a medio punto partidas, ganando una, perdiendo otra, y
de mí. entablando las otras dos. En el camino de
En las dos rondas siguientes la situa­ regreso jugamos un match contra un equi­
ción siguió siendo la misma, ya que tras po en representación de Francia. Me en­
entablar con Reshevsky y Bronstein, me frenté al veterano Dr. Tartakower y logré
mantenía en cuarta posición. Sin embargo, ganar ambas partidas (la N.0 64 es una de
a continuación vencí a Gligoric y así, a fal­ ellas). Apenas había finalizado este viaj e
ta de dos rondas, me situaba en tercera cuando y a estaba e n marcha otro, esta vez
posición. Sólo tenía medio punto menos a los Estados Unidos. En la lucha contra
que Bronstein, pero con una partida más este equipo jugué cuatro partidas, contra
por jugar, y tenía medio punto de ventaja Pavey y Kevitz, sumando tres puntos, A la
sobre Reshevsky, que había perdido en vuelta gané mis dos partidas contra Wade
esta ronda con Bronstein. En la penúltima en un match contra Gran Bretaña, y el
ronda las cosas se equilibraron, ya que mismo resultado se produjo en mis parti­
Reshevsky venció a Gligoric, de modo das contra Stoltz en Estocolmo.
que los tres llegamos a la última ronda con Se pensará que estos matches naciona­
la misma puntuación. En esa jornada final les ejercieron una influencia favorable en
los tres hicimos tablas en nuestras respec­ mi juego, ya que al comienzo de la Olim­
tivas p artidas y la consecuencia fue que piada de Amsterdam, de nuevo volví a en­
compartí el 2.0/4.0 puesto con Bronstein y contrarme en buena forma. En este even­
Reshevsky. Aunque había j ugado real­ to j ugué sin ningún tipo de tensión y sin
mente bien en la segunda parte del torneo caer en apuros de tiempo, en un estilo que
(consiguiendo el mejor resultado, con 9 era a la vez sencillo y claro. Todo funcio­
puntos de 14 partidas), había sido insufi­ naba a las mil maravillas, una victoria si­
ciente para compensar los fallos de la pri­ guió a otra y el resultado final fue que, con
mera mitad. El resultado global fue, sin 13,5 puntos de 14 partidas, logré el mejor
embargo, satisfactorio y me daba derecho resultado individual de la O l i mp i a d a .
a participar en el siguiente Interzonal, sin También j ugué realmente bien e n e l tor­
tener que disputar los torneos clasificato­ neo que tuvo lugar poco después en Has­
rios. tings, y a pesar de una derrota ante Fude­
El año siguiente, 1954, se caracterizó rer, pude compartir el primer puesto con
por una intensa actividad ajedrecística por Smyslov. En estas competiciones jugué un
mi parte, no tanto en grandes torneos amplio número de buenas partidas, de las
cuanto en numerosos matches nacionales que he seleccionado para este libro mis
y en largas �iras. A comienzos de año me victorias sobre Sajtar (N.0 65) en Amster-
KERES - KORCHNOI , MOSCÚ, 1 952 59

dam y contra Alexander (N.0 66) y Szabo bargo, llegó mi derrota ante Mikenas y to­
(N.0 67) de Hastings. das las esperanzas de conquistar el primer
Mi siguiente torneo, el 22.° Campeona­ puesto desaparecieron. Jugué el resto del
to de la URSS, resultó ser un nuevo fiasco. torneo desmotivado y tuve que confor­
La razón no fue que hubiese jugado mal marme con el 7.0/8.0 puesto compartido, a
en el torneo. Porque el caso fue más bien medio punto de los j ugadores empatados
lo contrario. En este evento jugué varias en el 3.0/6.0 puestos. En la última ronda
buenas partidas, la mejor de las cuales qui­ conseguí ganarle una corta partida a Bot­
zá sea la que me enfrentó a Taimanov (N.0 vinnik, que adoptó una incorrecta varian­
68) . Lo que quizá me impidió una mej or te de apertura.
clasificación final esta vez fue, si es lícito En la p r i mavera t o m é p ar t e e n e l
decirlo, pura mala suerte. Los infortunios match Hungría-URSS, e n B udapest, y a
comenzaron en la primera ronda, cuando continuación el equipo de Estados Unidos
gané un sano peón pasado contra Spassky, nos devolvió la visita, acudiendo a Moscú.
permitiendo que mi oponente se escapase En este match jugué cuatro partidas con­
con unas tablas. Tras unas nuevas tablas tra Robert Byrne, en las que conseguí su­
con A verbaj y una victoria ante Simagin, mar 3,5 puntos. En la primera pude salvar­
llegó mi encuentro con Smyslov. Me en­ me en una posición perdida entrando en
contré en dificultades, pero pude, sin em­ un curioso tipo de final, y en la tercera dis­
bargo, superarlas con una sutileza táctica y putamos una interesante lucha llena de al­
de nuevo la posición estaba igualada. Pero ternativas, a partir de una venerable va­
en ese momento ¡situé una torre en prise! riante del Gambito de Rey Aceptado, que
Otros ejemplos de mala suerte estaban en rara vez se ve en nuestros días (N.0 70).
camino. En la siguiente ronda, en tremen­ Además , j ugué un torneo en Parnu ,
dos apuros de tiempo, perdí ante Furman, designado como d e entrenamiento para el
luego hice tablas con Flohr, y contra Ili­ Torneo Interzonal, que debía iniciarse en
vitsky llegué a un final con algunas posibi­ breve en Gotemburgo. Un buen número
lidades de ganar. Fue entonces cuando se de grandes maestros soviéticos j ugó en
produjo mi segundo caso de auténtica ma­ Parnu y yo conseguí ganar el torneo con
la suerte. Literalmente situé en prise toda una excelente puntuación. Ahora estaba
una torre y así, después de la séptima ron­ listo para participar en el siguiente evento
da, me encontraba en uno de los lugares importante: el Interzonal de Gotemburgo.
más bajos de la tabla, con 2,5 puntos.
Gané mis dos partidas siguientes, de
modo que pude mejorar un tanto mi situa­ PARTIDA N.0 61
ción, pero entonces, en una posición fácil­ KERES- KORCHNOI
mente ganada contra Korchnoi, me sentí Moscú, 1952
incapaz de explotar una calidad de ventaj a 20.° Campeonato de la URSS
para forzar la victoria. Dos victorias suce­ Defensa Holandesa
sivas me permitieron una nueva progre­
sión, para situarme con 7 puntos de 12 1 c4 f5
partidas, con lo que sólo estaba a punto y El gran maestro Korchnoi no es un
medio del líder. En ese momento, sin em- gran creyente en largas variantes teóricas,
60 EN B U SCA DE LA PE RFECCIÓN

sino que tiene inclinación por sistemas de lares de la India de Rey, pero aquí es du­
desarrollo poco analizados. La Defensa dosa, precisamente a causa del debilita­
Holandesa es muy adecuada en este senti­ miento en la estructura de peones negros,
do, porque el juego pronto adopta un ca­ creado por .. .fS.
rácter original. 9 'ifa4 eS
2 ttJf3 tiJf6 10 dxc6!
3 g3 g6
Una viej a continuación de la Defensa
Holandesa, que ha sido reintroducida en la
práctica por los maestros de Leningrado.
Esta escuela ha analizado exhaustivamente
la variante, hasta elaborar un nuevo siste­
ma defensivo. Korchnoi es uno de los auto­
res de este sistema, de ahí que esté perfec­
tamente familiarizado con sus sutilezas.
4 �g2 i.. g7
S tiJc3 d6
6 d4 0-0
7 0-0 tiJc6
Este desarrollo de caballo es caracte­
rístico del Sistema Leningrado 1 3• Las ne­
gras preparan el avance . . . eS, forzando En esta posición el cambio en c6 es
prácticamente a las blancas a jugar dS. La muy prometedor para las blancas, en con­
posición es muy similar a algunas líneas de traste con las posiciones emparentadas de
la Defensa India de Rey, con la diferencia la India de Rey. Las negras quedan con
de que las negras han jugado ya .. .fS. Que varias debilidades posicionales en el cen­
esta circunstancia sea muy provechosa pa­ tro y pronto tendrán que superar verdade­
ra las negras es dudoso, ya que en muchas ras dificultades.
variantes la debilidad de la casilla e6 se 10 ... ttJxc6
acusa notablemente. Las negras no pueden jugar 10 ... bxc6,
8 dS tiJaS porque esto conduciría sencillamente a la
Una innovación que, se diría, Korch­ pér d i d a d e u n peón tras 11 ttJ d4. Por
noi había preparado especialmente para ejemplo: 11 .. Ad7 12 ttJxc6, o bien 11 .
. ..

esta partida. La continuación habitual ttJe4 12 ttJxc6 ttJxc6 13 ttJxe4!


aquí es 8 ... ttJeS, y si 9 ttJxeS dxeS 10 e4, Sin embargo, parece evidente, después
entonces 10 ... e6. Pachman afirma que las de la textual, que la jugada ...fS no encaj a
blancas consiguen ventaja con los simples e n e l sistema d e desarrollo elegido por las
cambios 11 dxe6 �xe6 12 exfS, pero esto negras. Puede afirmarse con total seguri­
requiere verificación práctica. dad que las blancas han salido de la aper­
La textual se juega en posiciones simi- tura con mejor juego.

13 Así se jug aba e nt o nces . Actu alme nte las negras sue le n cont i nu ar con .. .'�!fe8 y, e ve ntualme nte , ... c6 y
. . ltJ a6 , con ide a de conservar el control de d5 y bloquear la diagonal de l alfil de g2 .
.
K E RES - KORCH NOI , MOSCÚ , 1 952 61

11 .l::t d 1 tiJaS? go, plantea ahora problemas insuperables.


Este juego al escondite del caballo es 13 ... ttJ e8?
demasiado original y hará que pronto las Tras haber caído en una difícil situa­
negras se encuentren en dificultades. En ción , las negras deberían haber optado
cierto sentido, por tanto, éste puede consi­ por la mejor forma de salir de ellas, relati­
derarse el error decisivo. Aunque su posi­ vamente hablando, que consiste en entre­
ción no habría sido particularmente agra­ gar el peón de d6. Con, por ejemplo, 13 ...
dable, con 1 1 . . . �d7, seguido de . . . .l:t c8, � c7 1 4 cxd6 exd6 15 � xd 6 � xd 6 1 6
las negras podrían lograr contrajuego en l:t xd6 �c6, puesto que sus piezas están
el flanco de dama. bien desarrolladas, podrían haber plantea­
12 eS! do considerables dificultades a las blancas,
Parece que Korchnoi sub e stimó l a a pesar del peón de desventaja.
fuerza d e este avance d e peón, con e l que 14 �gS!
las blancas inician un ataque decisivo con­ Esta jugada decide virtualmente el si­
tra la posición central enemiga. no de la partida, ya que las negras ya no
12 ... �d7 disponen de una defensa adecuada contra
15 cxd6.
14 ... �e6
Un poco mejor era 14 ... �f6 (pero no
14 . . . h6 15 cxd6 ! ) , pero también en este
caso la posición negra sería muy incómo­
d a , por ej emplo tras 15 � xf6 1::[ xf6 1 6
tLl d5 .l:t f8 1 7 tLl f4 ! Si, entonces, 17 . . . e5,
podría haber seguido 18 ttJ xe5 dxe5 19
tLle6 y las blancas ganan.
Después de la textual, las negras pier­
den dos piezas por torre, después de lo
cual la ulterior resistencia es desesperada.
15 cxd 6 ttJxd6

Naturalmente, las negras no quieren rea­


lizar una jugada como 12 . . . d5 que, des­
pués de 13 �f4, les dejaría con una posición
perdida, en razón de la debilidad de las casi­
llas centrales de su color. Por consiguiente,
tratan de solucionar el problema por me­
dios tácticos, pero ya no hay remedio.
13 �a3!
Ahora las negras no pueden tomar el
peón con 13 . . . dxc5, porque después de
14 ttJ e5 no podrían evitar la pérdida de
material. La protección de d6, sin embar-
62 EN BUSCA DE LA P E R FECCI Ó N

15 ... ttJc4 también es desesperado des­


pués de 1 6 dxe7 'i:Wxd1 + 17 .l:t xd1 ttJxa3
18 exf8'i:W+ �xf8 19 l2Jd4 �xd4 20 .:!.xd4,
ya que las negras pierden al menos otro
peón.
16 .l:t xd6! 'i:Wxd6
17 'i:Wxa5 b6
Ahora las blancas tienen dos caballos
por la torre, junto con una buena posición,
y eso, por supuesto, es suficiente para ga-
nar.
18 'i:Wa4 �d7
19 'i:Wh4 �xc3
Las blancas amenazaban no sólo 20
� xe7, sino también 20 n d 1 , de modo Hasta aquí el juego ha seguido la senda
que las negras no pueden cubrir e7 me­ de la bien conocida Defensa Chigorin con­
diante 19 ... .l:lae8. En lugar de la textual, tra la Ruy López, y la posición que reflej a
las negras también podían haberse rendi­ el diagrama se ha producido millares de
do. veces en el ajedrez magistral. A pesar de
20 �xe7 'i:We6 toda esta inmensa suma de juego práctico
21 bxc3 .l:t fe8 y de toda la investigación realizada en tor­
22 l2Jd4! (1-0 ) no a la variante, en algunos casos verdade­
ramente profunda, aún no se ha llegado a
una conclusión definitiva en cuanto a cuál
es la mejor continuación para las negras
PARTIDA N.o 62 en este punto. En la presente posición se
BOLESLAVSKY- KERES han ensayado las más diversas jugadas, co­
Zurich, 1953 mo 12 ... ttJc6, 12 ... cxd4, 12 ... �d7, 12 ...
Torneo de Candidatos �b7, 12 ... .l::te 8 y otras, pero ninguna de
Apertura Ruy López ellas ha podido resolver por completo to­
dos los problemas de la posición. La mis­
1 e4 eS ma posición se me planteó unas rondas
2 ttJf3 l2Jc6 antes, en la partida con Averbaj , donde ju­
3 �b5 a6 gué 12 ... �b7 y, después de 13 ttJfl , opté
4 �a4 l2Jf6 por la continuación de gambito 13 ... cxd4
5 0-0 �e7 14 cxd4 .l:t ac8, seguido de . . . d5. Durante
6 l:t e1 b5 aquella partida me vino a la mente una
7 �b3 0-0 nueva idea: si uno desea realizar el avance
8 c3 d6 . . . d5, ¿por qué habría que prepararlo con
9 h3 l2Ja5 12 ... �b7, antes que, por ejemplo, con 12
10 �c2 c5 . . . .l:t d8? Por supuesto, durante la partida
11 d4 'i:Wc7 no fui capaz de analizar exhaustivamente
12 l2Jbd2 la idea, y tuve que descartarla, ya que re-
BOLESLAVSKY - KERES, Z U R I C H , 1 953 63

quería mucho tiempo de reflexión. Pero sión después de que la variante fuese plan­
tras algunos breves análisis caseros la idea teada en numerosas ocasiones.
quedó lista para sufrir un test práctico, en 14 exdS
cuanto a los principios generales se refie­ No es fácil para las blancas determinar
re, y la presente partida era una buena cuál es la mejor de tantas posibles líneas.
ocasión para plantearla. La primera jugada que entra en considera­
12 ... .U. d8! ción es 14 ltJxe5, pero entonces, después
El signo de admiración no significa, de 14 ... dxe4, no puede verse cómo pue­
naturalme n t e , que la j ugada sea en sí den conseguir ventaja las blancas. Ganar
misma mejor que las demás continuacio­ un peón, con 1 5 .t xe4 liJxe4 1 6 li xe4
nes empleadas hasta este momento. En �b7 17 l::t el cxd4 18 cxd4liJc6 le concede
ciertos casos concretos, sin embargo, es­ a las negras suficiente contrajuego, y des­
ta jugada es la más efectiva, es decir, la pués de 15 liJg3 cxd4 16 cxd4 �d6, como
más molesta para el oponente. Es evi­ se jugó en la partida Nilsson-Keres (Ams­
dente para las blancas que la idea de la terdam 1954), las negras consiguen una fá­
jugada radica en efectuar el avance ... d5, cil igualdad. Como demuestra la presente
y para oponerse a ello disponen de nu­ partida, la continuación del texto también
merosas posibilidades. Pero encontrar la le concede adecuado contrajuego a las ne­
correcta durante el curso de una partida, gras.
con el limitado tiempo de reflexión de Sólo un año después de que esta parti­
que se dispone, no es tarea fácil , sobre da se jugase, descubrió el maestro Vasiu­
todo si consideramos que es la primera kov un método con el que las blancas po­
vez que las blancas se enfrentan al pro­ drían resolver la tensión en el centro de
blema, mientras que su oponente segura­ forma favorable. Su idea con si ste en el
mente ha estudiado ya la idea en sus aná­ cambio 14 dxe5 dxe4 (después de 1 4 . . .
lisis caseros. ltJ xe4 15 liJe3 � e6 1 6 'We2, l a s blancas
13 liJfl d i s p o n e n d e la m o l e st a a m e n a z a 1 7
Las blancas no tienen nada mejor que liJxd5), y ahora n o el sacrificio d e dama 15
permitir que el juego transcurra por los exf6 :txd1 16 fxe7, a causa de la respuesta
caminos previstos por su oponente, ya que 16 ... .te6 ! , sino la sorprendente 15 liJld2 !
después de 13 dxe5 dxe5, o de 13 d5 �d7, Tras las j ugadas forzadas 1 5 . . . exf3 1 6
las negras, en relación con las variantes exf6 �xf6 1 7 'Wxf3 �e6 18 liJe4, l a posi­
normales, h abrían ganado u n val i o so ción blanca es muy superior.
tiempo. Por e s t a ú l t i m a vari a n t e p o d e m o s
13 ... dS comprender por qué deben las negras in­
Este golpe central es la clave de la in­ tercalar el cambio de peones 13 ... cxd4 14
novación negra. La torre de d8 apoya de cxd4, antes de jugar ... d5. La razón es que
forma eficaz el ataque contra el centro de esa forma se abre la columna e y las
enemigo y ejerce una molesta presión so­ blancas no podrían jugar liJe4, como en la
bre la dama blanca. Análisis ulteriores última línea, porque el alfil de c2 quedaría
han demostrado que las negras deberían desprotegido. En otras líneas, sin embar­
intercalar el cambio de peones 13 ... cxd4 go, el juego de las negras sería satisfacto­
14 cxd4, pero sólo se llegó a esta conclu- rio.
64 E N BUSCA DE LA P E R FECC I Ó N

Todas estas circunstancias, sin embar­ cluso 16 . . . i.e6 17 Axe7 'ifxe7 son res­
go , sólo salieron a la luz más tarde, una puestas eficaces. Pero 16 tLlgS ! , sí plantea
vez que la variante había sido exhaustiva­ a las negras problemas mucho más difíci­
mente analizada y ensayada en numerosas les.
ocasiones en la práctica. Por esta razón, es Naturalmente, las negras no pueden
difícil criticar a Boleslavsky por no haber contestar ni 16 ... tt:Jf6 17 'it'f3, amenazan­
hallado la continuación más fuerte en la do 18 'ifxa8 y 18 i.xh7+, ni 16 . . . h6 17
presente partida, confrontado por primera 'ifhS. Las blancas también quedan mejor
vez a esta innovación teórica. después de 16 ... i.xgS 17 AxgS, pero las
14 exd4 negras pueden rechazar el ataque directo
15 cxd4 tt:Jxd5 j ugando 16 . . . g6 ! Si 17 tt:J xh7, entonces
16 'it'e2 podría seguir 17 ... cxd4, con la amenaza
18 ... d3, y después de 17 'iff3 Af8, no se
ve de qué modo pueden continuar su ata­
que las blancas.
En cualquier caso, ésa era la continua­
ción que deberían haber adoptado l a s
blancas, y a que la pérdida d e tiempo que
se deriva de la textual permite a las negras
consolidar su posición, cuando ya no ten­
drán nada que temer y las blancas deberán
despedirse de toda posibilidad de conse­
guir ventaja.
16 •.• i.b7
Las negras se anticipan así a la amena­
za 17 i.gS, ya que han protegido la última
fila, a lo que seguiría simplemente 17 . . .
Si consiguen resolver satisfactoriamen­ AxgS 18 tt:JxgS h6. L a tentativa d e ataque,
te el problema de la defensa de su flanco con 17 tt:JgS g6 es igualmente inocua, ya
de rey, las negras tienen todos los motivos que después de 18 tt:Jxh7, las negras dispo­
para estar satisfechas con el resultado de nen del fuerte recurso defensi vo 1 8 . . .
la apertura. Está claro, por tanto, que las 'it'c6! D e ahí que las blancas tendrían que
blancas deben buscar sus posibilidades en olvidarse de las tentativas de ataque y ju­
un ataque al flanco de rey. Sin embargo, gar 17 dxcS , que conduciría a un j uego
1 6 i.gS no sirve a este obj etivo, ya que aproximadamente igualado14•
después de 16 . . . i.xgS 17 tt:JxgS g6, o in- 17 lt:Jg3 cxd4

"Des pués de 17 tt:lg 5 g6 18 tt:lxh7 �c6 ! la s ituac ión no es tan c lara si las blancas juegan 19 �f3 ! En tal c a­
so, las negras no puede n t omar el caballo, ya que si 19 ... 'iPxh7 , con 20 �xf7+ 'iP h8 2 1 �xg6 tt:lf6 22 J:!.e4
las blanc as ganan, de modo que la mejor respuest a es 19 . cxd4 , pero después de 20 �e4 �d6 21 �g5 ! ,
..

las blanc as puede n segu ir es pe rando consegu ir ventaja. Por ejemplo: 2 1 .. �xg 5 22 tt:lxg 5 f5 23 �xf5 !
.

gxf5 24 �xf5 J:!. d7 25 J:!.e6 , ganando. Tambié n vale la pena observar que las negras no puede n conseguir
t ablas con 18 ... <¡f¡¡ xh7 , a c aus a de la línea forzada 19 �h5+ 'iPg 8 20 �xg6 fxg6 2 1 �xg6+ 'iP h8 22 .!:leS .
BOLESLAVSKY - KERES, Z U R I C H , 1 953 65

Mejor era aquí la inmediata 17 . . . g6, a las blancas desplegar un peligroso ata­
privando a las blancas de la ocasión de que. Por ej emplo: 21 . . . f5 22 it.xg5 , y si
complicar el juego con ll:lfS. Después de la ahora 22 ... ll:lb4, entonces 23 it.xd8 l:t xd8
textual se podían haber producido intere­ 24 ¡fxd4! , etc.16
santes complicaciones. Además, también es perfectamente j u­
18 ll:lxd4 gable la continuación de Naj dorf, 19 ll:lg5,
aunque las negras podrían d e fenderse
muy bien con 19 ... it.xgS 20 it.xgS f6.
Sin embargo, no están claras las conse­
cuencias de la propuesta de Bronstein, 18
. . . �b4. Las blancas pueden, en tal caso,
contestar simplemente 19 1:[ d1, pero la j u­
gada de Najdorf 19 ¡fd3 es realmente pe­
ligrosa para las negras. Si ahora continúan,
por ej emplo, con 19 . . . � xe 1 20 ll:lh6+,
seguido de 21 ¡fxh717, o si juegan 19 ... g6
20 ll:lh6+ �g7 21 l:t e4, en ambos casos las
blancas logran excelentes posibilidades de
ataque a cambio del material sacrificado.
Después de 18 ll:lf5 , la mejor defensa
de las negras parece ser 18 ... �f8. a fin de
Indudablemente, era mej or 18 ll:lfS , defenderse contra 19 ¡fd3 o 19 ll:lg5, con
con lo que las blancas habrían dado paso a 19 . . . g6. Las blancas podrían entonces
complicaciones casi incalculables. Si las continuar , por ej emplo, con 1 9 ll:l3xd4,
negras respondiesen 18 ... it.f6, entonces con lo que sus piezas quedarían, en cual­
las blancas podrían jugar la sorprendente quier caso, situadas más activamente que
19 ll:lh6+ ! , ya que no puede contestarse 19 en la partida.
... gxh6, debido a 20 ¡fe4Lí, Después de 19 18 ••• g6!
... �h8, 20 ll:lgS ! it.xgS 21 ¡fd3 permitiría Con esta fuerte j ugada defensiva las

"Es to req uiere anális is más detallados , ya q ue las negras puede n contes tar 20 . . .lt:lf4 !? 2 1 'i!f h7+ (2 1 .txf4
�xe4 22 �xc7 �xc2 23 �xa5 d3 y las negras ganan) 21 . . . <Jo>f8 y las negras q uedan bie n , tant o después
de 22 �xh6+ .tg7 23 �xf4 'i!t'xc2 , como de 22 'i!ff5lt:lxh3+ 23 gxh3 �g7 . E n este último caso ambos re­
yes q uedan expues tos , pero las negras cuentan con s u peón de ve n taja. La contin uación correcta es 22
�d2 ! , y 22 . . . �g7 , 23 � b4+ .l:!. d6 24lt:lxd4 ! , o 22 . . .lt:lc6 23 �xh6+ �g7 24 �xf4 ! � xh6 25 �xc7 s o n
m u y buenas para las blancas .
"'Es ta línea, s i n e mbargo, e s i ncorrecta. Las negras puede n j ugar 2 2 . . . .l:!. f8 ! , y ahora 23lt:lxf5 pierde mate­
rial tras 23 . . .lt:lb4 , de modo q ue el caballo de h6 es tá atrapado. Las blancas te ndrían que s acrificar el ca­
ballo, pero no podrían conseguir compe nsación s uf iciente a cambio.
17 Es to tambié n es muy cues tionable , y a que las negras ganan después de 20lt:l h6+ r,t>f8 21 �xh7 �xf2+!

22 <Jo>xf2lt:lf6 23 'i!Vh8+ (23 'i!ff5 d3! 24 .txd3 .l:!.f5) 23 ... <Jo>e7 24 �xg7 �xc2+. Otras pos ibilidades , en la
j ugada 22 , no parecen mejores . Por ejemplo: 22 <Jo> fl li:lf6 23 �h8+ <Jo>e7 24 �xg7 �c4+ es lo mismo,
mientras que después de 22 <Jo> h 1 las negras probable mente puedan j ugar 22 . . . gxh6. E n este anális is Ke­
res s obres timó claramente las pos ibilidades de ataq ue de las blancas .
66 EN BUSCA DE LA P E R FECCIÓN

negras privan a las piezas enemigas de la por ejemplo después de 22 1:[ adl �g7 23
importante casilla f5 , obstaculizando así il,xg7 �xg7, el peón extra de las negras
posibilidades ofensivas, a la vez que se resultará decisivo, de modo que empren­
aseguran mejores perspectivas, debido a den un sacrificio de calidad para compli­
la posición más activa de sus piezas. car las cosas un poco. Tras la captura en
19 il.h6 al, pretenden utilizar las debilidades de
Quizá tenga razón Bronstein al reco­ las casillas negras, en particular sobre la
mendar aquí el desesperado sacrificio de gran diagonal, para llevar a cabo un ata­
pieza 19 lb df5 , como mejor posibilidad que en el flanco de rey. Pero tales espe­
para las blancas. Pero después de 1 9 .. . ranzas resultan ilusorias. Gracias al buen
gxf5 (también es posible la simple 1 9 . . . desarrollo de sus piezas, las negras pueden
�f8) 20 lbxf5 Af8, las perspectivas blan­ rechazar el ataque y, después de eso, es ta­
cas de llevar a cabo un ataque serían indu­ rea fácil convertir la superioridad material
dablemente menores que las de defender­ en victoria.
se con éxito las negras. Con todo, este 22 .txa1
sacrificio conduciría a una posición com­ 23 l:t xa1 f5!
plicada, con algunas posibilidades prácti­
cas para las blancas, mientras que tras la
textual la ventaj a va pasando, lenta pero
seguramente, a manos de las negras.
19 000 il.f6
20 lbb3
D e spués de 20 ll adl , las negras no
irían a ninguna parte con 20 ... lbb4, a cau-
sa de 21 �bl ! , pero con 20 ... lbf4! podrían
conseguir la ventaja de la parej a de alfiles,
con mej or posición. Con la textual las
blancas defienden su peón de b2 por el
momento, ya que 20 ... .txb2? se contesta­
ría con 21 lbxa5 �xa5 22 �xg6 ! , pero es­
ta defensa sólo es momentánea.
20 000 lb c4 Los avances debilitadores de este tipo
Ahora el peón ya no puede defender­ no suelen realizarse de forma voluntaria,
se, lo que significa que las negras han con­ pero en esta posición concreta es el mejor
seguido una posición estratégicamente ga­ procedimiento, ya que esto dará lugar a
nada. La materialización práctica de esta nuevos cambios, facilitando así la transfor­
ventaja se enfrenta, sin embargo, a consi­ mación de la ventaj a material.
derables dificultades, ya que las blancas 24 lbxb7
consiguen un fuerte contrajuego sobre ca­ Lamentablemente para las blancas, es­
sillas negras. te cambio es obligado , ya que tanto 24
21 lb e4 il. xb2 lbe6 �e5, como 24 lbg5 lbf4 conducen a
22 lbbc5 nuevas pérdidas materiales.
Las blancas están convencidas de que, 24 000 �xb7
TAL - KERES, TALL I N N , 1 954 67

25 tLlcS ¡vc6 PARTIDA N.0 63


26 tLld3 lLlc3 TAL- KERES
27 'iWe1 'iWf6 Tallinn, 1954
Ahora los caballos negros se encuen­ Match Estonia-Letonia
tran tan bien situados que las posibilida­ Defensa India de Rey
des de ataque de las blancas son práctica­
mente nulas, y esto significa que la partida 1 d4 tLlf6
está decidida. 2 c4 g6
28 f4 ttJe4 3 lLl c3 Ag7
No, desde luego, 28 ... l:t xd3 29 Axd3 La Defensa India de Rey es una apertu­
'iWd4+ 30 �h2, cuando las negras no pue­ ra que rara vez se encuentra en mis parti­
den jugar 30 ... 'iWxd3? , debido a 31 'iWe6+. das. Sabía que Tal era un maestro de estilo
Con la textual, sin embargo, amenazan 29 muy agudo, amante de las complicaciones,
... .U. xd3. y en consecuencia quería elegir una apertu­
29 �h2 'iWc3 ra que le diese grandes posibilidades de
30 'iWb1 complicar el juego. No puede decirse que
El final después de 30 'iWxc3 ttJxc3 se­ esta partida tuviese carencias en ese aspecto.
ría, obviamente, desesperado para las 4 e4 d6
blancas. Esta jugada de dama permite un 5 ttJf3
precioso remate. El descubrimiento de Sarnisch, 5 f3, se
30 ttJcd2 ha puesto en años recientes muy de moda
31 'iWcl l:t xd3! y las posibilidades que se derivan de este
avance han sido profundamente explora­
das, hasta el medio juego, tanto teórica­
mente como en la práctica. Que las blan­
cas obtengan mejores resultados con esta
jugada que con la textual o si la elección
depende de la moda, es una cuestión que
sólo el futuro puede contestar.
5 0-0
6 Ae2 eS
7 Ae3
Una continuación poco empleada, que
no plantea a las negras muchas dificulta­
des. Después de 7 0-0, la variante por en­
tonces muy de moda era 7 . . . ttJ c6 8 d5
ttJe7 9 ttJe1 ttJd7 10 lLld3 f5 1 1 f3 f4, cuan­
32 .txd3 'iWxd3 do el ataque de las negras en el flanco de
33 'iWc7 tLlf3+! rey lo contestan las blancas atacando en el
(0-1 ) flanco opuesto. A pesar de una considera­
Después de 34 gxf3 'iWe2+, las blancas ble cantidad de experiencia práctica, toda­
reciben mate en tres jugadas. vía no está claro cuál de los dos ataques
tiene más posibilidades de éxito.
68 EN B U SCA DE LA P E R FECC I Ó N

Con este desarrollo de alfil, Tal trata alfil de e3. Pero si la intención de las blan­
de crear un nuevo plan, absteniéndose de cas en esta partida era llevar a cabo la ma­
enrocar de inmediato, con lo cual el ata­ niobra lt:J d2, seguido de f3, hubiera sido
que negro en el flanco de rey perdería su preferible realizarla de inmediato. Tal y
habitual virulencia, mientras que el de las como juegan las blancas, la jugada h3 sólo
blancas en el flanco de dama tendría más crea una debilidad en su posición'8 •
posibilidades de triunfar. 9 ••• lt:J d7
7 ... tt:Jc6 10 lt:Jd2
Las negras reaccionan contra el plan Dado que las blancas ya han jugado 9
de campaña enemigo. Otra idea es buscar h3, lo más lógico ahora sería 10 g4. Si las
s i mp l ificaciones mediante 7 . . . exd4 8 negras responden 10 ... f5, entonces puede
tt:Jxd4 l:. e8 9 f3 c6, puesto que las blancas seguir 11 exf5 gxf5 12 'i!fc2 y 13 0-0-0, con
no pueden impedir el avance liberador un j uego agudo, no desfavorable a las
... d5 (Lisitsin-Taimanov, 21.° Campeonato blancas. Después de la textual, las negras
de la URSS, 1954). consiguen una excelente posición.
8 d5 10 ... f5
Se sabe desde hace tiempo que des­ 1113 fxe4!
pués de 8 0-0 las negras consiguen una A primera vista parece un tanto sor­
buena posición con 8 ... l:. e8 (9 d5 lt:Jd4!) prendente, pero en realidad se basa en só­
pero, como ya hemos comentado, un en­ lidas consideraciones. Las blancas, por
roque rápido no entraba en los planes de ej empl o , no deben retomar ahora de
Tal. peón, pues si 12 fxe4, seguiría 12 ... tt:Jxd5 ! ,
8 tt:Je7 utilizando l a debilidad creada por 9 h3 pa­
9 h3 ra explotar la amenaza táctica de mate, 13
. . . 'i!fh4. Por otra parte, tras la captura de
caballo, su colega negro puede llegar a la
fuerte casilla d4 (vía f5), con lo que las ne­
gras consiguen igualar.
12 tt:Jdxe4 lt:Jf5
13 �g5 lt:Jf6
No, naturalmente, 13 ... 'i!fe8, debido a
14 lt:Jb5.
14 i.. d3 'i!fe8
En lugar de esta jugada, es de conside­
rar la inmediata 14 . . eS, asegurándole al
.

caballo la importante casilla d4. Si, en res­


puesta a ello, las blancas cambian peones
con 15 dxc6 bxc6, entonces las negras con­
siguen mejor posición, debido a sus peo­
La clave de esta jugada es proteger al nes centrales móviles.

'" Seg ú n la teoría act ual, la mejor j ug ada es 9 tt:ld2, a menudo con idea de realizar el avance g4, para difi­
c u ltar el avance de las negras .. .f5.
TAL - K E R E S , TALL I N N , 1 954 69

15 ttJe2 ttJxe4 significativa su flanco de rey, lo que más


16 .i.xe4 �f6 tarde resultará fatal. Lo correcto era, sen­
cillamente, 20 0-0, con posición más o me­
nos equilibrada.
20 ••• ttJ e7
21 0-0
Después de 21 g5 l:t e6, resulta que la
torre negra no estaba tan mal situada co­
mo pudiera pensarse y el nuevo avance
del peón g habría debilitado aún más su
flanco de rey. La combinación 22 � dS
cxdS 23 cxdS se traduciría en clara ventaj a
de l a s negras tras 23 . . . ttJ xdS 24 'ifxdS
l:t b8. Pero también era de considerar 21
0-0-0, después de lo cual la posición sería
muy complicada.
Con la textual las blancas piensan se­
Las negras han conseguido una buena guir con 22 f4, pero las negras consiguen
posición, pero ahora cambian innecesaria­ desbaratar este plan mediante acciones en
mente su fuerte alfil, con lo esperan explo­ el centro.
tar más tarde las debilidades contrarias so­ 21 .i.a6
bre casillas negras, pero en realidad no 22 b3 d5!
logran nada tangible. Era mucho más pro­
metedor el avance 16 ... eS, reforzando su
control de la casilla d4. De nuevo, tras 17
dxc6 bxc6, las negras tendrían una exce­
lente posición, debido a su centro de peo­
nes móviles (18 .i.xfS? l:t xf5 ! ) .
1 7 ..txf6 1:[ xf6
18 'ifd2 c5
El avance de este peón sigue siendo
adecuado, y obliga a las blancas a caml-Jiar
peones, pues de otro modo las negras se
harían fuertes con su caballo en d4 y, más
tarde, conseguirían buenas posibilidades
en el flanco de dama con ... bS.
19 dxc6 bxc6
20 g4? Con esta enérgica ruptura central, las
Con este avance Tal aparentemente negras se apoderan de la iniciativa, situan­
esperaba poder explotar la insegura posi­ do a su oponente completamente a la de­
ción de la torre negra en f6, pero tal y co­ fensiva.
mo evoluciona el juego, sin éxito. De he­ 23 'ilg5
ch o , l a s b l ancas d e b i l i t a n de fo rma Tal trata de conseguir contrajuego ata-
70 EN B U SCA DE LA P E R FECC I Ó N

cando el peón desprotegido de eS , con lo A 28 'ifb2 seguiría lo mismo de la par­


que crea problemas a las negras. Por su­ tida, 28 ... l:r. e3.
puesto, 23 cxd5 � xe2 24 'i!Yxe2 cxd5 25 28 ••• l:. e3
� d3 tt:J c6 le daría a las negras una clara 29 ltJ g3
ventaj a , y la inmediata retirada 23 A d3 A pesar de su difícil posición, Tal se
conduce, tras 23 . . . 'i!Yfl, a la misma posi­ defiende ingeniosamente. Ahora piensa
ción de la partida. contestar a 29 ... l:t xf3 con 30 l:t xf3 'i!Yxf3
23 .... 'i!Yf7 31 l:. e1 , consolidando su posición, pero las
24 �d3 dxc4! negras toman primero en c4, dejando que
Con este cambio las negras renuncian a el peón f3 siga siendo un fardo para las
su hermoso centro de peones, pero en rea­ blancas.
lidad es la continuación más efectiva de 29 1Wxc4
ataque. Las blancas deben permitir ahora 30 tt:Je4!
el cambio de su buena pieza defensiva -el
alfil de d3-, ya que después de 25 bxc4
l:. d8, tendrían que afrontar amenazas verda­
deramente molestas sobre la diagonal fl-a6.
25 ..txc4 �xc4
26 bxc4 l:. f8

Tal de nuevo defiende su peón f con


astucia. Si ahora 30 ... l:t exf3, entonces 31
l::txf3 l:. xf3 32 1We5, o bien 31 ... 1Wd4+ 32
®g2 l:. xf3 33 ®xf3 'ii'x a1 34 'i!Yd6, en am­
bos casos con buen contrajuego a cambio
del peón.
Ahora las blancas son castigadas por 30 ••• 'i!Yd4!
su mala jugada 20 g4. El ataque sobre el Las negras sellan definitivamente su
peón f3 ya no puede ser parado y con la ventaj a con esta fuerte jugada. Las blan­
caída de este peón el rey blanco quedará cas no pueden seguir con 31 ®g2 l:t e2+,
sometido a un feroz ataque. Puesto que ni tampoco con 31 ®h1 , por 31 ... l:. exf3.
las negras amenazan, además, 27 ... 'ifxc4, Sin embargo, Tal encuentra la forma de
la respuesta blanca es forzada. evitar mayores pérdidas materiales.
27 'i!Yxe5 l:. e6 31 l:. adl! l:. d3+
28 'i!Yh2 32 tt:Jf2 l:. fxf3
KERES - TARTAKOWE R , PARÍS , 1 954 71

Las negras han ganado, por fin, un peón, un final, con 39 Wxe3+ ltJxe3 40 l:t e1 , aun­
conservando ventaj a posicional, por lo que la posición seguiría estando ganada
que podría pensarse que el juego está ya por las negras. La razón es que en el final
decidido. Sin embargo, en la última fase las blancas podrían h aber seguido opo­
de la partida Tal ofrece la más dura resis­ niendo una tenaz resistencia, mientras que
tencia posible, aunque no consiga cambiar ahora las negras ganan fácilmente.
el sino de la lucha. 39 000 ri;;h 5!
33 l:t xd3 J!xd3 No 39 ... ri;;xg5?, por 40 Wxe3+ ltJxe3
34 'ii' b8+ ri;;g7 41 ltJ e4+, mientras que después de 39 . . .
35 Wc7 'it'e3 Wxg5+ 40 ltJg4+, las blancas seguirían dis­
36 'ii' b 7 poniendo de algunas molestas amenazas.
Necesario, ya que las blancas deben La textual fuerza una decisión inmediata,
evitar la transición a un final fácilmente ya que ahora el final, tras 40 Wxe3 ltJxe3,
ganado, con 36 ... 'it'g3+. sería desesperado, a causa de la debilidad
36 ri;; h6 de g5.
37 'ii' b8 .U. d2 40 'ii' b7 'it' g3+
38 'ifb3 ltJd5 41 ®h1 l:t.xf2
En apuros de tiempo, las negras quie­ Lo más simple. El rey negro escapa fá­
ren evitar posibles complicaciones des­ cilmente de los j aques.
pués de 38 ... 'it'f4 39 g5+ Wxg5+ 40 ltJg4+ 42 Wxh7+ ri;;x g5
e invitan a su oponente a entrar en un fi­ 43 h4+
nal. En realidad, sin embargo, habría ga­ Lamentablemente, 43 l:t g1 falla por 43
nado más rápidamente 38 . . . 'it'f4, puesto ... .U. h2++.
que podía contestarte a 39 g5+ sencilla­ 43 000 ri;; f6
mente con 39 ... ®h5 ! ( 0-1)
39 g5+? Después de 44 'it'h8+ ri;; f7 45 'it'h7+
ri;;e 6 46 l:t e1+ ri;;d 6, o bien 46 'it'g8+ ri;;d7
47 'it'g7+ ri;;d 6, los jaques se han termina­
do y las blancas tienen pieza menos en el
final.

PARTIDA N.o 64
KERES-TARTAKOWER
París, 1954
Match Francia-URSS
Defensa Caro-Kann

1 e4 c6
Es difícil acordarse de otro jugador de
aj edrez con un repertorio de aperturas
Aquí, por supuesto, las blancas deberían más amplio que Tartakower, quien a me­
haber aprovechado la ocasión de entrar en nudo usa planes considerados más que du-
72 EN BUSCA DE LA P E R FECC I Ó N

dosos por la teoría. En esta partida el ve­ tiJ aS, o bien de 10 f4 exf4 1 1 ..txf4 tiJ aS,
terano maestro rápidamente abandona los pero ahora el traslado del caballo a fS es
caminos trillados. una amenaza real.
2 tt:lc3 d5 Tartakower, por consiguiente, opta
3 tt:lf3 d4 por una pequeña combinación, esperando
La teoría recomienda 3 . . . � g4 o 3 parar el ataque blanco.
dxe4. Ahora la batalla se torna interesan­ 10 tt:lxe4
te. 11 tt:lxe4 �xh4
4 tt:le2 c5
5 tt:lg3
Las blancas no deben apresurarse a
minar el punto d4 con S c3, ya que después
de S ... dxc3 6 bxc3 tt:lc6 7 d4 cxd4 8 cxd4
e6, la posición se abre y las negras obten­
drían algunas posibilidades tácticas.
5 ••• tt:lc6
6 ..tc4 eS
Esta jugada aumenta el radio de acción
del alfil de c4. Las negras deberían haber
mantenido cerrada su posición, jugando,
por ejemplo, 6 ... g6 y 7 ... �g7.
7 d3 ..te7
8 0-0
8 tt:lgS AxgS 9 �hS también es bueno, 12 f4!
asegurándose la pareja de alfiles, pero las Naturalmente, las blancas podrían re­
blancas no querían simplificar la posición cuperar el peón sencillamente con 1 2
prematuramente, esperando, en cambio, tt:lxcS, pero después d e 1 2 . . . ..tgS dej arían
poder lanzar un ataque a partir del avance escapar las posibilidades de ataque inicia­
f2-f4. das en su 10.a jugada. Ahora las negras de­
8 .•• tt:lf6 ben tomar en f4, ya que las blancas no sólo
9 tt:lh4! amenazan 13 �hS, sino también 13 fS.
No me gustaba 9 tt:lgS 0-0 10 f4, debido 12 exf4
a 10 ... h6 11 tt:lf3 exf4 12 ..txf4 tiJaS, for­ 13 �xf4 �e7
zando el cambio de alfiles de casillas blan­ 14 �h5 �e6!
cas. Las negras deben defender de inme­
9 ••• 0-0 diato la casilla f7, puesto que las blancas
La combinación 9 . . . tt:l xe4 10 tt:l xe4 amenazaban 1S �c7, pudiendo producirse
il.xb4 es arriesgada, en vista de la respues­ la interesante línea que sigue: 1S . . . �xc7
ta 11 tt:l xcS , o bien de 11 �hS , y si 11 . . . 1 6 %lxf7 � h8 ? 17 tt:l gS h6 1 8 �xh6+!
0-0, entonces 12 il.gS, etc. gxh6 19 l:r. h7++. No era bueno, por su­
10 a4 puesto, 14 ... g6, en vista de 1S �h6, ame­
Las b l ancas no quieren permitir el nazando 16 tt:lgS.
cambio del alfil de c4, después de 10 tt:lhfS 15 l:r. f3 !
KERES - TARTAKOWE R , PARÍS , 1 954 73

Otra vez podían las blancas recuperar do el ataque y como resultado se arriesgan
el peón, continuando con 15 i.xe6 fxe6 16 a perder su ventaja.
ttJxcS. Si las negras tratan de ganar pieza 18 .l:t tT3 gS?
con 16 . . . g6, entonces podría seguir 1 7 Es evidente que Tartakower se ha can­
'i!Vg4! ..txcS 18 't!Vxe6+ .U. f7 ( o bien 18 . . . sado con su difícil defensa. Esta j ugada de­
�g7 19 �eS+ ttJxeS 2 0 't!Vxe5+) 19 i.d6! bilita la posición de su propio rey. Precisa­
't!Vxd6 20 'i!Vxf7+ �h8 21 .l:t ae1 , con exce­ mente en e s t e p u n t o h a b í a l l e g a d o e l
lente posición. momento e n que era posible cambiar alfi­
Al mantener constantes amenazas, las les, ya que después de 18 . . . i.xc4 no es
blancas neutralizan los esfuerzos de las posible 19 l::th 3, debido a 19 ... .ill.g 8. Des­
negras por eliminar el alfil de c4. pués de 18 ... i.xc4 19 dxc4 'i!Ve6 20 ttJxcS
15 000 'i!Vd7 �xcS 21 't!VxcS, la posición blanca sólo es
No es bueno 15 . . . i.xc4, debido a 16 un poco mejor. También era posible 19 ...
.U. h3 h6 1 7 .l:t g3 , etc. , pero ahora las ne­ 'i!Ve8 20 'i!VfS, y las blancas tienen perspec­
gras disponen de una amenaza: 16 ... i.g4. tivas de ataque por el peón.
16 l:t g3 Ahora, sin embargo, la partida entra
A 16 ttJxcS Tartakower pensaba res­ en una fase de grandes complicaciones
ponder 16 ... i.g4. Por ejemplo: 17 ttJxd7 tácticas, y las negras tienen que sufrir de­
� xh S , con posibilidades equilibradas. bido a sus debilidades en el flanco de rey.
Ahora las blancas amenazan 17 ..th6, im­ 19 .l:th3!
pidiéndole, una vez más, a las negras eli­ Probablemente a Tartakower se le es­
minar el alfil de c4. capó esta j ugad a , o bien subestimó su
16 000 �h8 fuerza.
17 .U. fl 19 000 �fS
Teniendo en cuenta que el cambio en
c4 sigue sin ser posible, debido a 18 l:t h3,
y que 17 ... fS permite la misma respuesta,
las blancas continúan incorporando tran­
quilamente sus reservas. Este objetivo, sin
embargo, se habría conseguido mejor con
17 l:t e1 , que hubiera privado a las negras
de su respuesta de la partida.
17 000 f6!
En difícil situación, Tartakower se de­
fiende magníficamente, rechazando todas
las tentativas blancas de ataque. Ahora las
blancas deberían admitir este hecho y con­
centrarse en recuperar el peón sacrificado.
D espués de 1 8 ttJ xcS! i.xcS 1 9 � xe6
'i!Vxe6 20 .U. h3! 'i!Vg8 21 'i!VxcS, quedarían En este punto no había mejor defensa.
con material igualado y una pequeña pero Después de 19 ... ..txh3 20 .l:t xh3, las ne­
clara superioridad posicional. Las blancas, gras deben entregar la dama, 20 ... 't!Vxh3
sin embargo, se obstinan en jugar buscan- (no es bueno 20 ... ..td8, debido a 21 Ad6
74 EN BUSCA DE LA P E R FECC I Ó N

l:Ie8 22 �f7) 21 Wxh3 gxf4 22 Wd7, con


gran ventaja de las blancas. En caso de 19
. . . l:If7, podría seguir 20 �xg5 , con clara
ventaja.
20 g4!
Un nuevo golpe, que elimina la más
importante pieza defensiva de las negras.
El ataque blanco se hace decisivo.
20
••• �xe4
De nuevo, forzado, ya que si 20 ... gxf4
21 gxf5, o bien 20 ... We8 21 gxf5 Wxh5 22
l:Ixh5 gxf4 23 l:Ifh3, son líneas desespera­
das para las negras. Ahora, sin embargo,
las blancas ganan calidad.
21 dxe4 �d8 29 �d5+ tLl t7
22 �d6! 30 Axb7
La lucha está decidida, es cierto, pero Las blancas asumen que un ataque li­
ahora las negras tratan de hacer el camino neal no romperá la resistencia enemiga,
hacia la victoria lo más difícil posible. de modo que toman el peón de b7, des­
22
••• �c7 pués de lo cual la casilla b3 puede usarse
Las negras perderían rápidamente tan­ como un camino de entrada de sus torres
to después de 22 ... l:Ie8 23 �f7, como de hacia el campo enemigo. Por consiguiente,
22 . . . l:Ig8 23 Ae6 Wg7 24 �f5. las negras eliminan el poderoso alfil blan­
23 Ae6 Wg7 co, que amenazaba con volver a la casilla
24 �xf8 ll xf8 d5.
25 �f5 l:It7 30 �xh2+
26 �xh7! 31 l::txh2 l:Ixb7
Se diría que ha llegado la hora de que 32 l:t e2 'lf¡¡f8
las negras depongan las armas, pero Tar­ Las negras deberían jugar de inmedia­
takower continúa descubriendo recursos to 32 . . . Wh6 33 Wxh6 tLl xh 6 34 l:I xf6
defensivos. Su control de las casillas ne­ r;¡f¡¡g 7, trasponiendo a la continuación de la
gras le permite ofrecer una tenaz resisten- partida.
cia. 33 l:If5
26 ••• ll e7! (Ver diag. 288) Ahora las blancas podían haber gana­
Naturalmente, no 26 ... Wxh7?, en vis­ do de inmediato con 33 Wh1! , pero una
ta de 27 Wxf7. vez más dan por supuesto que la posición
27 eS! se gana de cualquier forma.
Amenazando 28 �e4+ �g8 29 �d5+ 33 Wh6
'if¡¡f8 30 Wb8+ y sigue mate. 34 Wxh6+ tLlxh6
27 ••• tLlxeS 35 l:Ixf6+ r;¡f¡¡g7
27 ... Wxh7 falla, por supuesto, ante 28 36 l:Ic6 tLl xg4
Wg6. Si 36 ... l:lxb2, entonces 37 l:Ie7+ 'lf¡¡f8
28 Ae4+ r;¡f¡¡gS 38 l:Ixa7, ganando en el acto.
KERES - SAJTAR, OLI M P IADA DE AMSTERDAM, 1954 75

37 l:t xc5 �f6 bailo dama por c6 o d7, según las circuns­
38 l:t e4 lbe3 tancias.
39 b3 6 .t gs lbbd7
Las blancas podían haber ganado más Normalmente, aquí se juega 6 . . . e6,
fácilmente, con 39 llxd4 l:lxb2 40 l:t d6+ pero el sistema defensivo iniciado con esta
� e7 41 lla6, cuando el rey negro se en­ jugada tampoco es malo para las negras,
cuentra en una red de mate. Ahora Tarta­ ya que conservan la posibilidad de desa­
kower realiza su última tentativa desespe­ rrollar su alfil rey por g7.
rada para crear contrajuego con ayuda de 7 ii.c4 e6
su peón g. Con este movimiento las negras mez­
39 l:t d7 clan dos sistemas defensivos, ambos bue­
40 �f2 �g6 nos en sí mismos, y por esta razón pronto
41 l:t e8 l:t f7+ caen en dificultades. Si las negras no quie­
42 �e2 lbf5 ren jugar 7 ... g6 y 8 ... Ji.g7, deben jugar 7
43 l:l e6+ �h5 . . . 'iWa5 , y sólo después de 8 'iWd2, conti­
_
44 �d3 �g4 nuar con 8 . .. e6. Las numerosas partidas
44 ... g4 es malo, debido a 45 �e4 �g5 que se han iniciado de esta forma en tor­
46 J::tee5, ganando el caballo. neos recientes demuestran que las negras
45 b4 �f4 consiguen un juego aceptable.
46 l:Ie4+ �f3 8 0-0 'iWc7?
47 l:t e1 �f4
48 l:t fl+ � g4
49 b5 l:f. f6
50 aS ( 1-0)

PARTIDA N.o 65
KERES-SAJTAR
Olimpiada de Amsterdam, 1954
Defensa Siciliana

1 e4 c5
2 lbf3 d6
3 d4 cxd4
4 lbxd4 lbf6
5 lbc3 a6 E s t a continuaci ó n l e permite a l a s
Este sistema defensivo , que guarda blancas realizar un sacrificio d e pieza
cierto parecido con la Variante B oles­ muy prometedor, pero en este momento
lavsky (5 ... tbc6 6 ii.e2 eS) ha conseguido es muy difícil recomendar una jugada sa­
una gran popularidad en los últimos años. tisfactoria a las negras. El s acrificio 9
Después de 6 ii.e2 e5, las negras, a dife­ .txe6 también es muy fuerte después de
rencia de la Variante Boleslavsky, tienen 8 .. ii.e7 u 8 . . b5, y en cuanto a 8 . . . 'iWa5,
. .

la ventaj a de que podrán desarrollar su ca- las blancas pueden responder sencilla-
76 EN BUSCA DE LA P E R FECC I Ó N

mente 9 f4. En este último caso, la tenta­ Las blancas quieren decidir el j uego
tiva de ganar pieza con 9 . . . 'Wc5 10 �b3 mediante un ataque directo, pero eso no
e5 no debe temerse, ya que con 11 fxe5 es fácil de conseguir, ya que las negras
dxe5 12 � e3! exd4 13 �xd4, seguido de tienen piezas suficientes para una eficaz
1 4 e5 , las blancas consiguen un ataque defensa. Aunque las blancas conservan
decisivo 19 • un fuerte ataque en la siguiente fase de la
Quizá 8 ... h6 9 �h4 tLle5 10 �b3 tLlg6 partida, no puede demostrarse que sea
sea relativamente lo mejor, pero tampoco suficiente para ganar. Por consiguiente,
es del todo satisfactorio. era de considerar la sencilla 11 tLlxf8, pa­
9 �xe6! ra ganar un peón con 12 'Wxd6. Las blan­
Un sacrificio de pieza característico en cas tendrían así tres peones por la pieza
este tipo de posiciones . A cambio de la sacrificada y, gracias a la amenaza e5, dis­
pieza las blancas obtienen dos peones, pondrían de buenas posibilidades de ata-
junto con un excelente desarrollo. Al mis­ que.
mo tiempo, impiden el enroque a su opo­ 11 ••• �t7!
nente y consiguen una magnífica posición Las negras encuentran la mejor defen­
de ataque. sa. 11 . . . tLlxd5 12 exd5 �f7 sería mucho
9 ••• fxe6 más flojo, ya que entonces las blancas ase­
10 tLlxe6 'Wc4 guran definitivamente la posición de su
La mejor respuesta, aunque las negras caballo en e6, conservando un ataque de­
ceden un tercer peón. Después de 10 . . . vastador, tanto con 13 l:r. e1 , como con 13
'W b 8 , la dama negra quedaría fuera d e b3, seguido de l:r. e l . Después de la tex­
j uego y las blancas dispondrían d e u n ata­ tual, sin embargo, la tarea de las blancas
que decisivo con 11 tLld5. es mucho más difícil.
11 ttJd5 12 �xf6 �xe6?

•• Esto es un error , ya que las negras g anan con 13 ... �xd4+ 14 �xd4 �c5. De hec ho, el error parte de 9
f4 , de modo que la mejor respuesta a 8 ... �a5 es 9 �d2 , revirt ie ndo a la l ínea 7
... �a5 8 �d2 e6 9 0-0.
De ello se induce que la cr ít ica de Keres a la jug ada 7 ... e6 es injust ificada.
KERES - SAJTAR , OLI M PIADA DE AMSTERDAM, 1954 77

Esta imprecisión dej a a las negras con 15 ttJb6


una posición perdida. Aquí podían haber Con esta jugada la partida ha finaliza­
jugado con sangre fría 12 ... ttJxf6, a pesar do a todos los efectos. Las negras no tie­
del debilitamiento de la casilla b6. Si aho­ nen compensación suficiente por la pérdi­
ra 13 ttJg5+ �g8 14 ttJb6, entonces, con 14 da de l a c a l i d a d y s u s t e n t at i v a s p o r
... 'i;fc5 15 tüxa8 'i;fxg5, las negras quedan encerrar a l caballo e n a 8 son e n vano.
con dos piezas por torre y dos peones, con 15 ••• W c6
una posición muy satisfactoria. 16 ttJxaS
Durante la partida pensaba responder También podía j ugarse de inmediato
a 12 ... tüxf6 con 13 b3, dado que la única 1 6 'i;fd5+, pero las blancas no tienen por
retirada posible de la dama, 13 . . . 'i;fb5 , qué apresurarse a realizar esta jugada.
permite ganar una torre limpia con 1 4 16 ••• �e7
ttJ ce7. Las negras tienen , s i n embargo , 17 a4 b6
una mejor defensa entregando la dama, 13 Este avance no era posible en el movi­
... 'i;fxfl +! 14 'i;fxfl il.e6. La posición re­ miento anterior, ya que si 1 6 . . . b 6 , 1 7
sultante es difícil de evaluar, ya que, ha­ ttJ xb6 'i;f xb 6 1 8 'iY g4+ , per o ahora las
blando en términos materiales, las negras blancas encuentran la forma de salvar su
no tienen nada que lamentar, pero en vis­ caballo.
ta de la insegura posición de su rey, ten­ 18 'i;fd5+ �d7
drán que contar con una gran actividad de 19 l:. a3 �d8
la dama enemiga. Después de, por ejem­
plo, 15 ttJc7 l:lc8 16 ttJxe6 �xe6 17 f4, el
rey negro está muy expuesto en el centro,
y las negras deberán hacer un gran esfuer­
zo para desarrollar sus piezas. Considero,
por tanto, que las posibilidades de las
blancas habrían sido mejores también en
este caso, pero el resultado final sería in­
cierto y las negras sin duda tendrían mejo­
res perspectivas que en la partida.
13 �c3!
El objetivo principal de esta jugada es
impedir la retirada del rey negro vía f7, ya
que ahora, después de 13 ... �f7 14 'i;fh5+
g6 (o 14 ... �g8 15 We8) 15 'iff3+ �g8 16
tiJf6+, las blancas ganarían. Así, las negras 20 ttJxb6+! ( 1-0)
no disponen ya de ninguna defensa eficaz S i 2 0 . . . � xb 6 , 2 1 'if f7 + � d 8 22
contra la amenaza 14 'il'g4+, de modo que 'i;fxf6+, y si 20 ... Wxb6, 21 'i;ff5+, y en am­
tienen que abandonar la protección del bos casos las blancas ganan sin mayores
punto b6, después de lo cual la s blancas problemas.
fuerzan una decisiva ganancia de material.
13 ttJf6
14 il.xf6 gxf6
78 EN B U SCA DE LA P E R FECC I Ó N

PARTIDA N.0 66
KERES-ALEXANDER
Hastings, 1954-1955
Defensa Petrov

1 e4 e5
2 tLlf3 tLl f6
Alexander está considerado uno de los
mayores expertos en la Defensa Petrov,
con la que ha obtenido buenos resultados
contra los mejores jugadores del mundo.
La práctica ha demostrado que es muy di­
fícil para las blancas conseguir cualquier
ventaja perceptible contra esta defensa, si
las negras j uegan la apertura con preci­ l:t xe4 Axf3 11 'it'xf3 tLlxd4 n o conduce a
sión. Tampoco en esta partida consiguen n a d a . Las blancas mantienen algunas
las blancas nada digno de mencionar en la perspectivas de ventaj a mínima con 9 c4,
apertura. porque tras 9 . . . .txf3 (la inmediata 9 . . .
3 tLlxe5 tLlxd4? pierde pieza después d e 1 0 .txe4)
En los últimos tiempos se ha jugado a 10 'it'xf3 tLlxd4 l l 'it'e3, las blancas dispo­
menudo 3 d4 exd4 4 eS tLle4 5 'ifxd4 d5 6 nen de algunas molestas amenazas. Según
exd6 tLlxd6 7 tLlc3, pero tampoco en esta la teoría actual, tras la última jugada de las
variante se ha descubierto ningún método blancas, las negras consiguen igualar.
de juego que le asegure ventaja a las blan­ 9 ... tLlf6?
cas. Puede decirse que la Defensa Petrov Una vez que las negras han entrado en
es idónea para aquellos jugadores que no esta variante, no deberían evitar las gran­
aspiren a otra cosa que · la igualdad en la des complicaciones que surgen tras 9 ... f5.
apertura. Después de 10 c4 .th4! , o 10 'it'b3 0-0! , se
3 d6 producen posiciones que la teoría conside­
4 tLlf3 tLlxe4 ra satisfactorias para las negras, pero son
5 d4 d5 muy complicadas y encierran más de una
6 Ad3 Ae7 sorpresa.
El propio Alexander había comproba­ La retirada de caballo es ilógica, pues
do ya por sí mismo, en 1938, que el sacrifi­ con ella las negras entregan voluntaria­
cio de peón, 6 ... Ad6 7 0-0 0-0 8 c4 .tg4 9 mente la iniciativa al contrario, renuncian­
cxd5 f5 no es del todo correcto. La textual do sin lucha al motivo de orgullo de su po­
se considera la mejor posibilidad para las sición: el puesto avanzado de e4.
negras. 10 .tg5 'it'd7?
7 0-0 tLl c6 El plan elegido por Alexander es am­
8 .U. e1 .tg4 bicioso, pero incorrecto en el plano posi­
9 c3 (Ver diag. 293)
... cional. Su idea es enrocar largo y empren­
Desde hace tiempo se sabe que la va­ der un ataque en el fl anco de rey. S i n
riante simplificadora 9 .t xe4 dxe4 1 0 embargo, e l flanco d e rey blanco n o tiene
KERES - ALEXAN D E R , HASTI N G S , 1954-1955 79

debilidades y, por tanto, no ofrece objeti­ de una debilidad en su posición, que per­
vos de ataque. Por otra parte, las blancas mite a las blancas conseguir una decisiva
están en condiciones de llegar antes con su ventaja por medios combinativos. A estas
ataque en el flanco de dama. Por estas ra­ alturas es difícil sugerir un plan razonable
zones las blancas se abstienen de cambiar para las negras, ya que con el enroque lar­
en f6, porque abrirían en detrimento suyo go han colocado a su rey en una situación
la columna g, privando, además, a sus pro­ muy peligrosa. Si, por ejemplo, 12 ... i.d6,
pias piezas de la casilla eS. entonces, además de 13 �bS, las blancas
El plan correcto para las negras está pueden continuar más enérgicamente con
vinculado a 10 ... 0-0, a lo que las blancas 13 b4 � b8 14 bS ttJ e7 1S tLl eS � xeS 1 6
habrían respondido también 1 1 ttJ bd2, dxeS , con clara ventaja. L a misma conti­
con una mínima ventaj a posicional. nuación es muy fuerte contra la jugada de­
11 tLl bd2 0-0-0 bilitadora 12 ... a6.
Las negras se dirigen al desastre. A pe­ 13 Ah4 g5
sar de la pérdida de tiempo 10 ... 'ifd7, se­ 14 .tg3 �xf3
guía siendo jugable 11 ... 0-0. 15 ttJxf3 g4
12 1Wa4
Aquí e n t r a b a en cpnsideración 1 2
.tbS, con l a molesta amenaza 13 .txc6,
pero las blancas querían desclavar su ca­
ballo lo antes posible. Ahora, sin embar­
go, las negras deben prevenir la amenaza
13 �bS.
12 ••• h6

Ahora queda clara la idea defensiva de


las negras. Pretenden sacrificar un peón,
tras 16 ttJ h4, con 16 . . . tLl e4! 17 � xe4
dxe4, y si ahora 18 .U. xe4, 18 ... fS, con po­
sibilidades de ataque en el flanco de rey
(19 l:. e2 f4! ), pero como ya hemos dicho,
el plan contiene un agujero, como demos­
trará de forma convincente la continua­
Para enfrentarse a la amenaza mencio­ ción de la partida.
nada, las negras buscan la forma de impe­ 16 tLle5!
dir que el caballo blanco llegue a eS. Esta A primera vista sorprendente, pero en
idea tiene, sin embargo, un fallo a causa realidad no es tan difícil de encontrar co-
80 EN B U SCA DE LA P E R FECC I Ó N

mo parece. Las negras se enfrentan ahora


a problemas defensivos casi imposibles de
resolver, ya que el ataque blanco asume
proporciones aterradoras.
Es interesante observar que existía
otra solución del problema, igualmente
efectiva. Las blancas podían tranquila­
mente ignorar el ataque sobre su caballo y
continuar con 16 �b5 ! , y después de 16 ...
gxf3 17 �xc6 'ifxc6 (las negras recibirían
mate, en caso de 17 . . . bxc6 18 'ifxa7) 18
.l:t xe7 ! 'ifxa4 1 9 .l:t xc7+ � b8 20 .U. c4+
� a8 21 l:lxa4, las blancas quedarían con
una excelente posición, incluido un buen
peón de ventaj a. La continuación de la 20 l:t e3!
partida, sin embargo, plantea mayores En esta importante ganancia de tiem­
problemas a las negras y les ofrece más po radica el quid de la cuestión. Las ne­
posibilidades de equivocarse. gras no pueden permitirse perder su peón
16
••• tt'lxe5 a, porque eso supondría que la posición
17 �f5! de su rey se vendría abaj o . Por consi­
Este segundo sacrificio de pieza consti­ guiente, su respuesta es prácticamente
tuye la clave de la combinación blanca. A forzada.
fin de evitar lo peor, las negras deberán 20 'it'a6
devolver el material ganado, perdiendo al 21 'ifxa6 bxa6
menos un peón en el proceso. 22 �e5! ( 1-0)
En cualquier caso, el otro sacrificio de Tras la pérdida forzosa de la calidad,
pieza, 17 'it'xa7 tt'lc6 18 'it'a8+ tt'lb8 dista­ 22 ... .l:t d6 23 �xd6 cxd6 24 .l::r. e7, seguir
ba de estar claro, ya que a 19 .l:t e5 las ne­ resistiendo sería inútil.
gras pueden responder tranquilamente 19
. . . 'it'd6, conservando por el momento la
pieza de ventaja. PARTIDA N.o 67
17
••• 'ifxf5 KEKES-SZABO
18 .l:t xe5 'it'd3? Hastings, 1954-1955
En difícil posición, las negras cometen Defensa India de Rey
un error que se traduce en la inmediata
derrota. Sin embargo, la tentativa de con­ 1 c4 tt'lf6
servar la pieza, con 18 ... 'it'd7, también le 2 tt'lf3 g6
concedería a las bl ancas u n a posición 3 b3
abrumadora, después de, por ejemplo, 19 No hay que decir que con esta jugada
'ifxa7 'it'e8 20 .1:[ ae1 tt'l e4 21 'it'a8+ �d7 las blancas no pretenden conseguir ven­
22 'i!t'xb7, o bien 19 ... 'it'd6 20 l:t e3, y las taj a en la apertura. Su idea es construir
negras deben devolver el alfil. una posición sólida y desarrollar tranqui­
19 l:. xe7 .l:t d7 lamente sus piezas, apartando, de paso, a
KEKES - SZABO, HAST I N G S , 1954- 1955 81

su oponente de los habituales senderos Las negras tuvieron que prever con
teóricos. exactitud las consecuencias de esta jugada,
3 i.. g7 ya que si las blancas consiguen neutralizar
4 �b2 O-O la presión sobre el peón d4 con j ugadas
5 g3 d6 naturales de desarrollo, entonces en la
6 d4 textual se revelará una pérdida de tiempo.
Puesto que este avance de peón no Sin embargo , ahora las blancas experi­
puede impedir ahora . . . eS ni . . . eS , habría mentan problemas para defender el punto
sido más lógico completar el desarrollo d4, lo que significa que los cálculos de las
con la inmediata 6 �g2, seguida de 0-0. negras fueron correctos, por lo que conse­
Después de la textual, las negras pueden guirán buen juego sin mayores dificulta­
iniciar complicaciones en modo alguno des.
desfavorables para ellas. 8 0-0
6 •.• c5 Las blancas no pueden atacar de inme­
También era posible 6 ... eS, para res­ diato el caballo enemigo, pues 8 lt:Jbd2 po­
ponder a 7 dxeS con 7 ... lt:Jg4. De esta for­ dría contestarse con 8 . . . WaS , mientras
ma se habría traspuesto a las líneas nor­ que a 8 lt:Jfd2 las negras jugarían 8 ... lt:JgS,
males de la India de Rey, mientras que siguiendo con su plan de incrementar la
con la textual el j uego entra en grandes presión sobre d4 con ... lt:Je6.
complicaciones. 8 ... lt:J c6
7 � g2 9 lt:Jbd2 lt:Jxd2?
Con este cambio las negras anulan los
beneficios conseguidos con su séptima j u­
gada, convirtiendo el salto del caballo en
una pérdida de tiempo. Sólo puede j uz­
garse el j uego negro considerando e n
profundidad las consecuencias d e s u me­
jor respuesta en este momento, 9 . . . i.. fS.
Con esta jugada las negras completan su
desarrollo, se aseguran el control de la
casilla central e4 y refuerzan la presión
sobre d4. Se diría que la posición negra
sería entonces completamente satisfacto­
ria.
Durante la partida pensaba responder
a 9 . .. �fS con 10 lt:Jh4 lt:Jxd2 11 Wxd2, pe­
El avance 7 dS habría permitido el con­ ro esto n o conduce más que a la igualdad.
tragolpe inmediato 7 . . . bS , aunque tam­ Las negras pueden continuar ahora con 1 1
bién habría sido una buena réplica 7 ... e6. . . . cxd4 12 lt:J xfS gxfS 1 3 i.. xc6 bxc6 1 4
Mantener la tensión central indudable­ �xd4, o con 11 . . . lt:Jxd4 12 lt:JxfS , seguido
mente se traduce en un tipo de juego más de 13 �xb7, en ambos casos con una posi­
interesante. ción más o menos igualada. Esto demues­
7 ••• lt:J e4! tra, sin embargo, que el sistema de desa-
82 E N BUSCA DE LA P E R FECCIÓN

rrollo elegido por las negras es muy bueno consecuencias de su deficiente novena ju­
y que el fallo de la apertura debe buscarse gada.
en algún otro punto. 14 h4 bS
10 �xd2 � g4 Debido a la amenaza 15 h5, las negras
Este método de ataque a d4 no es efi­ ya no t i e n e n tiempo de preparar es t e
caz, ya que las blancas, al simplificar la po­ avance con 14 . . . a6. Tratar d e impedir el
sición, pueden conseguir ahora ventaja de avance del peón h con 14 . . . h5 sería aún
espacio. más arriesgado, ya que después de 15 g4
11 dS �xb2 las blancas amenazan con abrir dos líneas
12 �xb2 �xf3 de ataque en el flanco de rey.
13 �xf3 !LlaS? 15 cxbS �b6
Naturalmente, las negras habrían pre­
ferido continuar con 15 ... 1:!. b8, pero esto
hubiera permitido la aguda continuación
16 a4 a6 17 b4! Con la textual las negras
recuperan su peón, pero esa recuperación
supone alej ar otra pieza de la defensa de
su enroque.
16 a4 a6
17 hS axbS
Las negras no podían jugar 17 ... g5 pa­
ra mantener cerrada la posición de su rey,
ya que entonces las blancas dispondrían
de la molesta réplica 18 b4! En tal caso, las
negras no podrían seguir con 18 . . . !Ll c4,
debido a 19 � el ! , amenazando tanto
Se diría que las negras sobrestiman su �xc4 como �xg5+, mientras que después
posición. Su objetivo es iniciar un contraa­ de 18 ... cxb4 19 �xb4, las blancas senci­
taque en el flanco de dama con ... b5, y en llamente conservarían su peón de ventaja,
este sentido el caballo está, por supuesto, con mejor posición.
bien situado en aS . Sin embargo, resulta Sin embargo , una vez abierta la co­
que las negras olvidan por completo que, lumna h, las negras deben afrontar un
tras el cambio de alfiles de casillas negras, ataque directo de mate y, en consecuen­
la posición de su rey será muy expuesta. cia, no tienen tiempo para iniciar ningún
Al óesaparecer su última pieza menor del contrajuego efectivo en el flanco de da­
flanco de rey, las negras permiten desple­ ma.
gar a su oponente una peligrosa iniciativa 18 hxg6 hxg6
en ese sector. En consecuencia, era mejor 19 �g2 f6
13 . . . !Ll e5, aunque también en este caso 20 l:t h1 �g7
las blancas conservarían una mej or posi­ Las amenazas en el flanco de rey no
ción, con 14 �g2, sobre todo gracias a su dejan a las negras tiempo para capturar
actividad en el centro y flanco de rey. To­ el peón de a4. A 20 . . . bxa4 las negras res­
das estas dificultades de las negras son ponderían sencillamente 21 .!::f. xa4, pero
KEKES - SZABO, HAST I N G S , 1954-1955 83

parece más fuerte 21 'Wc2 rJ;g7 22 'We4F0• Impidiendo, una vez más, 22 . .. l::t h8,
Las negras tendrían entonces grandes ya que después de 23 l:r. xh8 l:t xh8, el ca­
dificultades para proteger su peón e, debi­ ballo quedaría colgando. Ahora, a fin de
do a que tanto después de 22 ... l:t ae8, co­ parar la amenaza 23 'Wh6+, las negras de­
mo de 22 ... l::ta 7, sigue 23 'We3, y a 22 ... ben debilitar todavía más su flanco de rey.
'Wc7, la respuesta 23 l::tx a4 es suficiente 22 g5
para conservar la ventaja posicional. 23 'We3 'Wd7
Con la textual las negras tratan de me­ 24 �g4!
jorar su posición proponiendo el cambio La posición de las negras es desespera­
con 21 . . . 1::[ h8, pero las blancas no conce­ da y las blancas disponen de muchas for­
den oportunidad, ya que combinan su ata­ mas de incrementar su ventaja. De todas
que en el flanco de rey con amenazas con­ ellas la textual es la más agradable. Las
tra el caballo fuera de juego. blancas podrían haber ganado también
21 axb5 'Wxb5 con 24 'W d 3 , ya que tras 24 . . . l:t h 8 25
l:t xh8 .U. xh8, las blancas pueden tomar
tranquilamente el caballo, sin preocuparse
por 26 ... 'Wh3+.
24 ••• 'Wc7
N o , n a t u r a l m e n t e , 24 . . . 'W xg4 25
'Wxe7+ lH7 26 l:t h7+.
25 .trs rJiJf7

Las negras deben descartar el proyec­


tado cambio con 21 . . . I:t h8, ya que des­
pués de 22 l::tx h8 l::tx h8 23 'Wc3 lt:lb7 24
'We3! , las blancas no sólo tienen un peón
más, sino que también cuentan con una
acusada ventaj a posicional. Sin embargo,
la textual también conduce a una rápida
catástrofe. Las negras ya no pueden defenderse
22 'Wd2! contra el j aque de h7. Por ejemplo, des-

'" En realidad, parece más fuerte 21 l::!. xa4, ya que 21 ... �xb3 pierde por 22 �al �b5 23 l::!. b1 �a6 24
�c3, y las negras pierden su caballo de aS, y 21 . . . lt:lxb3 22 l::!. g4 cJ;; g7 23 �e4 le da a las blancas un tre­
mendo ataq ue. Por el contrario, después de 21 �c2 <t;g7 22 �e4, las negras pueden defenderse con 22 . . .
�b7 !
84 EN BUSCA DE LA P E R FECC I Ó N

pués de 25 . . . l:t h8 26 1:{ xh8 1::[ xh8, las negras una posición totalmente satisfacto­
blancas pueden jugar 27 l:t xa5 ! �xa5 28 ria después de 7 ... �xc3+ 8 bxc3 �xf6.
�xe7+, seguido de mate. La textual ape­ 7 ... gS
nas prolonga la resistencia de las negras Parece que Euwe temía este avance ,
algunas jugadas. cuando cambió piezas en la partida antes
26 .l::f. h7+ �eS mencionada. Pero, como demuestra l a
27 J::!. ah1 �b7 presente partida, este avance e n e l flanco
28 .ll h8 ( 1-0) de rey es de doble filo, ya que las negras
La torpe situación del caballo en aS se debilitan su posición en el centro y flanco
ha puesto en evidencia. No sólo no pudo de rey. En partidas posteriores del mismo
acudir en ayuda de su rey, sino que ade­ torneo, con esta variante, las negras conti­
más interfirió notablemente en la organi­ nuaron con mayor cautela, 7 ... �e7, una
zación de una defensa eficaz. jugada que indudablemente encaja mejor
en la naturaleza de la posición.
8 �g3 lt:Je4
PARTIDA N.a 68 9 �c2 �xc3+
KERES-TAIMANOV 10 bxc3 d6
Moscú, 1955 11 �d3 fS
22.° Campeonato de la URSS
Defensa Nirnzoindia

1 d4 lt:Jf6
2 c4 e6
3 tt:Jc3 �b4
4 tt:Jf3
Esta jugada se considera inocua para
las negras, probablemente con razón. En
la presente partida, sin embargo, las blan­
cas persiguen objetivos concretos. En su
partida contra Gligoric de Zurich (1953),
Taimanov empleó una línea dudosa con­
tra la que yo había preparado una mejora.
Sólo tenía que esperar y ver si entretanto
Taimanov también había descubierto los Taimanov no parece percibir el peligro
inconvenientes de la variante. y repite su partida citada, contra Gligoric,
4 b6 en la que, después de 12 0-0 tt:Jd7 13 tt:Jd2
S �gS �b7 lt:Jdf6, había conseguido buen juego. Para
6 e3 h6 mí la posición no era nueva, pues se había
7 �h4 producido en la partida Keres-Rozdest­
Naturalmente, las blancas no quieren venski (Campeonato de Estonia, 1953), y
entrar en la variante simplificadora 7 pude emplear una nueva y fuerte conti­
� xf6 que, en la 27.3 partida del match nuación que parece refutar toda la varian­
Euwe-Alekhine (1937) , le concedió a las te elegida por las negras.
KERES - TAI MANOV, MOSC Ú , 1955 85

12 d5! partida. Se diría que ambas continuacio­


Una continuación lógica, con la que nes son suficientes para mantener la ven­
salta el orgulloso centro enemigo y es eli­ taja de las blancas.
minada, al mismo tiempo, la mejor pieza 13 ... �xd5
negra, el caballo de e4. Todo eso al precio
de un sacrificio de peón, lo que tiene ma­
yor importancia considerando que, gracias
a las numerosas debilidades de la posición
negra, las blancas obtienen buenas posibi­
lidades de ataque y un adecuado contra­
juego. Es interesante observar que en sus
comentarios a la partida Gligoric-Taima­
nov, el gran maestro Bronstein recomen­
daba este sacrificio de peón, estimando
que, una vez aceptado, las blancas queda­
ban mejor.
12 .. . exd5
Está claro que sólo esta réplica puede
cuestionar el avance de las blancas, aun­
que en este caso las negras tengan una ma­ 14 lt:ld4! lt:ld7
la experiencia. Sin embargo, puesto que Obviamente, las negras deben, antes o
las negras ya consideran mala su posición después, devolver el peón, ya que f5 no
y buscan un camino para salir de su dudo­ puede ser defendido. En la partida Keres­
so desarrollo, es de considerar 12 ... lt:ld7. Rozdestvenski citada, las negras continua­
Las blancas dispondrían entonces de dos ron con 14 . . . 'li'f6 que, después de 15 f3
continuaciones prometedoras. En primer lt:lg3 16 hxg3 lt:ld7 17 �xf5 0-0-0, condujo
lugar, 13 dxe6 lt:l dc5 1 4 lt:l d4 'li'f6 15 f3 a la posición de la presente partida. Con la
lt:l xd3+ 1 6 'li'xd3 lt:lc5 1 7 'li'xf5 'li'xf5 1 8 textual las negras devuelven el peón en el
lt:lxf5 lt:lxe6 19 e4, con u n sólido peón de acto, para contestar a 15 tb xf5 con 15 . . .
ventaja, y en segundo lugar, 13 ltJd4 ltJdc5 lt:ldc5 . Sin embargo, las blancas no están
14 �e2, con la amenaza f3 21 • dispuestas a desviarse del plan de ataque
13 cxd5 que ya se han marcado.
En sus notas, el gran maestro Brons­ 15 f3 lt:lxg3
t e i n recomi e n d a aquí la inmediata 1 3 16 hxg3 'li'f6
lt:ld4, que, después de 13 . . . 'li'f6, debería Ahora 1 6 . . . lt:l c5 no tendría sentido,
conducir aproximadamente a la misma debido a 1 7 �xf5. Con la textual las ne­
posición que más tarde se produce en la gras tratan de poner en seguridad a su rey,

21
Es curioso que la idea de Keres, 12 d5, no haya sido, en definitiva, la refutación de esta variante, q u e se
ha venido j ugando de cuando en cuando, casi hasta hoy en día. Aceptar el peón es, desde l uego, malo y
en partidas más recientes las negras se han decantado por 1 2 tt:ld7 o 1 2 . . . tt:lc5. Sin embargo, su obser­
. . .

vación de que debería j ugarse antes .. .'fi/e7 ha resultado profética, porq ue es precisamente esta línea la
más popular en la actualidad.
86 EN BUSCA DE LA P E R FECC I Ó N

pero, como demostrará la partida, los pro­ posibilidad de contrajuego. La posición


blemas derivados del emplazamiento del del rey blanco también es un tanto preca­
rey no se resuelven con el enroque largo. ria, lo que podía explotarse con 18 ... 'ife5
17 �xfS 0-0-0 19 c;;t> t2 h5, con la amenaza ... h4.
De esto podría deducirse que la prime­
ra tarea de las blancas consiste en desba­
ratar este contrajuego y, una vez consegui­
do, las negras pueden sentarse y esperar a
ver cómo se desarrolla por sí solo el ata­
que blanco en el flanco de dama. Una ju­
gada apropiada en tal sentido era 19 g4! ,
fij ando la debilidad de h6 y neutralizando
la amenaza negra . . . h5-h4. Pero en lugar
de ello las blancas juegan de forma descui­
dada la siguiente fase y permiten a su opo­
nente un considerable contrajuego.
19 c;;1;> f2 hS!

18 'ifa4!
Una jugada muy molesta para las ne­
gras, ya que ataca su vulnerable peón a. El
debilitamiento que sigue es prácticamente
forzado, ya que 18 ... eS falla por 19 lt:lbS.
En la partida antes mencionada, Rozdest­
venski ensayó 18 ... WeS 19 c;;t> t2 aS 20 g4
l:lfe8, pero lo único que consiguió fue per­
der su peón h en pocas jugadas. Taimanov
encuentra una mejor defensa.
18 ••• aS
A estas alturas estaba claro ya que la
apertura se había decidido a favor de las
blancas y que las negras se encontraban en No hay que decir que las negras cazan
una situación crítica. Las piezas blancas al vuelo la oportunidad de realizar este
son mucho más activas y amenazan con avance, antes de que las blancas jueguen
lanzar un fuerte ataque contra el rey ne­ g4 22 .
gro, sin que se vislumbre posibilidad algu­ 20 l:l ab1
na de contraataque para las negras. Sin También esta jugada demuestra que
embargo, las negras sí disponen de una las blancas han perdido el rumbo del ata-

22 Muchos años después, la partida Tai-Vaganian (Campeonato de la U RSS, 1 974) siguió así: 19 ... .tb7 20
g4 "fl/e7 21 l2Jc6 "fl/g7 22 l2Jxd8 l:!. xd8 23 "fl/d4, con posición ganadora para las blancas, aunque las negras
consiguieron finalmente hacer tablas gracias a un notable timo.
KERES - TAI MANOV, MOSC Ú , 1955 87

que. 20 e4 il.b7 21 lt:Je6! era muy fuerte, 22 gxh4 gxh4


a me n a z a ndo t a n t o 22 lt:J xd 8 como 22 23 lt:Je6
'it'c4.
20 h4
21 e4

-
�·- - - � �

- -" � -
� -
-" - B - ' �

- _ .t _ it _
'

�- �' � - � -"
- D" - � � D"
�- - =�- � �
Por fin las blancas cazan el plan de ata­
-M- - -M 105 que correcto, tal y como se indicaba en la
nota a la jugada 20 de las blancas. Entre­
El contraj uego negro en el flanco de tanto, sin embargo, las negras han conse­
rey se ha hecho molesto. Así, por ejemplo, guido crear algún contrajuego en el flanco
la jugada natural 21 g4 podría contestarse opuesto y pueden ofrecer, por tanto, una
con 21 ... 'it'e5, amenazando la desagrada­ defensa mucho más dura de la que hubie­
ble . . . 'it'g3+. En consecuencia, las blancas ran podido ofrecer unas jugadas atrás.
deben acelerar sus acciones en el flanco de 23
... lt:Je5?
dama, si no quieren perder la iniciativa. Las negras, aparentemente convenci­
Sin embargo, la textual conduce a grandes das de lo desesperado de su posición, tiran
complicaciones y permiten al oponente un la esponja demasiado pronto. En lugar de
contrajuego que no debería subestimarse. la textual, que equivale a la rendición, las
Por consigu i e n t e , parece mej or 2 1 negras podrían haber dificultado la tarea
gxh4 gxh4 22 l:t b5 .tb7 2 3 'it'c4 ! , amena­ de su oponente mucho más difícil con 23
zando, en primer lugar, 24 l:t xb6, y si las ... 'it'xc3 ! A primera vista esta jugada pare­
negras contestan 23 ... d5, entonces el sa­ ce estúpida, debido a 24 .1::[ hc1 'it'd2+ 25
crificio de calidad con 24 l:t xd5 ! , que le c;lo>g1 , pero es precisamente en este punto
daría a las bl ancas un ataque decisivo, que las negras pueden producir un recurso
mientras que 23 ... c;io>b8 24 lt:Jc6+ �xc6 25 de problema, con 25 ... h3 ! 26 l:t xc7+ c;io>b8
'it'xc6 sería suficiente para demostrar lo 27 l:t xb7+ y ahora no 27 ... c;io>xb7, debido
desesperado de la posición negra. a 28 lt:Jxd8+, sino 27 ... c;io> a8 ! Las blancas
21
000 il.b7 ya no disponen de un jaque efectivo y des­
El cambio de peones, 21 . . . hxg3+ 22 pués de 28 �xh3 'it'e3+ 29 c;io> h2 l:t xh3+,
c;lo>xg3 , liquidaría la presión sobre g3, ali­ las negras tienen como mínimo tablas por
viando simplemente la tarea de las blancas. jaque perpetuo.
88 EN BUSCA DE LA P E R FECC I Ó N

¿ Q u é d eberían , entonce s , j ugar las dad, ya que si 24 ... l:t d7, sería decisivo 25
blancas contra 23 ... 'iYxc3? Naturalmente, f4 24• Ahora sigue un remate combinativo.
es de considerar 24 l:t hdl, pero esta juga­ 25 tt:Jxc7+ <;i¡> b S
da no tiene consecuencias convincentes. 26 'iYxb6 tt:Jd3+
Las negras contestan 24 . . . .tc6 25 'iYd4 27 <;i¡>fl_ tt:Jb4
'iYxd4 26 l:t xd4, y ahora no 26 ... l:t dg8 27
.U. c4 <;i¡>b7 28 l:t xc6 ! <;i¡>xc6 29 tt:Jd4+ <;i¡>c5
30 <;i¡> e3, y el rey negro ha caído en una red
de mate, sino simplemente 26 ... <;i¡>b7! 27
tt:Jxd8+ l:[ xd8, y las negras pueden seguir
ofreciendo una tenaz resistencia en el fi­
naF3.
Aunque esta última variante es perfec­
tamente aceptable para las blancas, uno
no puede quitarse de encima la sensación
de que la posición debe contener algo me­
j or. Una más exhaustiva consideración
nos revela la sorprendente retirada 24
'iYdl ! , que plantea a las negras los proble­
mas más difíciles , ya que además de 25
tt:Jxd8, las blancas amenazan 25 l:t el . Está Con idea de pescar en río revuelto,
claro, en cualquier caso, que la jugada 23 después de 28 cxb4 'iYc3 .
. . . 'iYxc3 ! , aunque difícilmente podría sal­ 28 l:t xb4! axb4
var la partida, plantearía a las blancas mu­ 29 tLlbS ( 1-0)
chos problemas, por lo que las negras ten­
drían algunas posibilidades prácticas.
Después de la textual, la tarea de las blan­ PARTIDA N.0 69
cas es fácil. KERES-SZABO
24 'iYd4! Budapest, 1955
Naturalmente, las bl ancas también Match Hungría-URSS
pueden tomar la calidad, pero esta jugada Defensa Siciliana
es más fuerte. El caballo blanco vale bas­
tante más que la pasiva torre negra. 1 e4 eS
24 ••• l:t dg8 2 tt:Jf3 d6
La única forma de poder salvar la cali- 3 d4 cxd4

" Después de 24 . . . �c6, las blancas pueden j ugar 25 J:[ d3 ! La continuación 25 ... �b2+ (25 . . . �xa4 26
J:[ xc3 'it>b8 es peor, ya que 27 J:1 c4 atrapa el alfil) 26 J:1 xb2 �xa4 27 J:1 c3 'it>b8 28 J:1 xc7 (ahora 28 J:1 c4
puede contestarse con 28 . . . llJe5, debido a que hay un doble en d3, pero, por supuesto, 28 llJxd8 también
es muy bueno para las blancas) 28 ... J:1 c8 29 J:1 xc8+ J:1 xc8 30 tt:lf4 es excelente para las blancas. Las pie­
zas negras están desorganizadas, y después de tt:ld5 las negras perderán, como mínimo, el peón b.
" Después de 24 . . . J:1 d7, la réplica 25 tt:lxc7 ! es totalmente demoledora (25 f4 es menos clara, a causa de 25
. . . J:1 h5 ! , ya q ue 26 fxe5 J:1 xf5+ ! resultaría favorable a las negras).
KERES - SZABO, BU DAPEST, 1955 89

4 tt'lxd4 tt'l f6
5 tt'lc3 tt'l c6
En los años siguientes se jugó con más
frecuencia S . . . a6, pasando a ser el siste­
ma de desarrollo del caballo por c6 una
segunda opción. En mi opinión, este fe­
nómeno es temporal, ya que el sistema
clásico es uno de los mejores para las ne­
gras.
6 A g5 e6
7 'iYd2 �e7
Indudablemente, una de las continua­
ciones más fuertes. Si 7 ... h6, 8 �xf6 y las
negras están obligadas a responder 8 . . .
gxf6, dado que las blancas ganan u n peón 14 ... h6, las negras salvan la pieza y consi­
tras 8 . . . 'iYxf6 9 tt'\ dbS. También consi­ guen buen juego.
guen mejor juego las blancas en la varian­ 12••• tt'l d7
te 7 . . . a6 8 0-0-0 � d7 9 f4 h6 10 A h4 Las negras afrontaban una difícil elec­
tt'lxe4 1 1 'iYel . ción. No podrían organizar su posición en
8 0-0-0 0-0 el final que se produciría después de 12 ...
9 f4 a6? 'iYxd2+ 13 .U. xd2 tt'ldS 14 �xe7 tt'l xe7 1S
Esta novedad tiene un dudoso mérito, �d3, con una posición claramente superior
porque conduce a las negras a una difícil de las blancas. Tampoco quedarían dudas,
situación. El gran maestro Geller j ugó en caso de 12 . . . tt'l dS 13 � xe7 'iYxe7 14
más tarde la aguda 9 ... eS, pero tras 9 tt'lfS tt'le4, de la superioridad de las blancas, por
la posición blanca es prometedora. Más no mencionar la posibilidad 13 h4.
adelante se pondría en práctica una va­ Las negras esperan crear contrajuego
ri� nte cuyo objeto es llevar el juego a un atacando el peón de eS, pero, como de­
final: 9 ... h6 10 �h4 tt'lxd4 11 'iYxd4 'iYaS mostrará el transcurso de la partida, esto
12 eS dxeS 13 'iYxeS 'iYxeS 14 fxeS tt'ldS, y no es fácil de conseguir.
la opinión general es que materializar la li­ 13 h4!
gera ventaj a blanca en desarrollo es muy 13 � xe7 W/xe7 1 4 'iY e 3 también es
difícil. bueno, pero la textual es más fuerte.
10 e5! 13 ... .U. b8
Muy fuerte. Las blancas abren el cen­ 14 'iYe3 .U. eS
tro , reforzando su control de las casillas Defendiendo el alfil y liberando así a la
negras. Las siguientes jugadas de las ne­ dama de esa tarea. Esta maniobra, sin em­
gras son virtualmente forzadas. bargo, pierde tiempo y las blancas consi­
10 dxe5 guen intensificar la presión en el flanco de
11 tt'lxc6 bx c6 rey. En cualquier caso, es difícil ya reco­
12 fxe5 ... (Ver diag. 308) mendar un plan eficaz para las negras. 14
12 'iYxd8 l'l xd8 13 l:r. xd8+ �xd8 14 ... h6 sería muy arriesgado, a causa de 1S
fxeS era demasiado tranquilo. Después de Axh6 !
90 EN B U SCA DE LA P E R FECCI Ó N

15 l:t h3 'it'a5 contra varias amenazas: 22 h6+, 22 tt:J d6


Es fácil de entender que el final des­ y 22 �xa6 2S.
pués de l S . . . 'it'b6 no era muy seductor No era mejor 17 ... cJi;f8, cuando lo más
para las negras, pero sin embargo era su simple es 18 .l:t el.
mejor posibilidad. Ahora las blancas po­ 18 .l:t xd7!
nen en marcha un peligroso ataque. Este sacrificio de calidad elimina la
16 �xe7 1:[ xe7 única pieza negra que protege a su rey, li­
17 .U. g3 l:. e8 quida el acoso al peón de eS y gana tiem­
pos importantes para el ataque. El rey ne­
gro, privado de su principal defensor, no
podrá resistir el asalto de las piezas blan-
cas.
18 ... �xd7
19 �d3 h6
Las blancas amenazaban jugar 20 'it'gS
g6 21 hS , etc. É sta sería también la res­
puesta a 19 ... 'it'b4, ya que. el j aque en b2
no tendría la menor importancia 26•
Si 19 . . . 'it'b6, entonces 20 'it'h6 'it'gl +
21 cJi;d2 'it'f2+ 22 tt:Je2 g6 23 hS y el punto
g6 no puede ser protegido.
La continuación elegida por las negras
contiene una pequeña trampa (20 'it'xh6
Al resolver su problema de la última 'it'xeS). Sin embargo, las blancas descar­
fil a , las negras renuevan su ataque al tan esa opción.
peón de eS , con lo que esperan desviar a 20 'it'f4
la torre blanca de la columna abierta (18 También bastaba para ganar 20 'it'e4.
l:[ el ) , pero las blancas cuentan con una Por ejemplo: 20 . . . g6 21 .l:t xg6+ ! fxg6 22
continuación notablemente más fuerte. 'ifxg6+ cJi;f8 23 'ifxh6+ cJi;í7 24 Ag6+, etc.,
Era difícil para las negras hallar una de­ y si 20 ... cJi;f8, entonces 21 l:t xg7 ! cJ;; xg7 22
fe n s a r a z o n a b l e c o n t r a 18 'it' gS ( q u e 'it'h7+ cJi;f8 23 'it'xh6+ cJ;; e7 24 'it'f6+ cJi;f8
t a m b i é n h a b r í a s i d o la réplica a 1 7 . . . 2S �g6, con un rápido mate.
'it'b6). Si, por ej emplo, 1 7 . . . g6, entonces Después de la textual, las blancas ame­
18 l:[ el , seguido de hS, o bien 18 hS de nazan 21 l:. xg7+ y también 21 'it'f6, y si 20
inmediato. En caso de 18 . . . 'it'xeS , des­ ... 'it'b4 o 20 ... 'it'b6, entonces lo más senci­
pués de 19 'ifxeS ttJ xeS 20 l:[ d8+ cJ;; g7 llo es 21 'ifxh6.
21 tt:J e4 ! , las negras deberían defenderse 20 •••

" Si , entonces, 21 . . . l:l. b4 ! ? , las blancas conservan su ventaja con 22 h6+ lifi>xh6 23 ll:Jf6 lifi>g7 24 lLle8+ l:l. xe8
25 l:l. xe8 �b7 26 l:l. b3 l:l. xb3 27 axb3 y las negras no podrán defender sus peones del flanco de dama.
26
Por ejemplo: 20 'it'g5 'it'xb2+ 21 lifi>d2 g6 22 h5 l:l. ed8 23 'it'f6! (no 23 hxg6 fxg6 24 _¡_xg6 _¡_e8+ 25 _¡_d3+
�g6 y las negras se defienden) 23 ... _¡_es 24 h6 lifi>f8 25 :ct xg6 l:l. xd3+ 26 lifi>xd3 , ganando.
BYRN E - KERES, MOSCÚ, 1955 91

neos de los próximos veinte años, el lugar


de privilegio que había tenido medio si­
glo atrás.
2 ••• exf4
3 t¿)f3 g5
Como me informó mi oponente des­
pués de la partida, había pensado plan­
tearme el Gambito de Rey desde su prepa­
ración para este match. Mientras lo hacía,
había podido verificar numerosas varian­
tes nuevas refrescando sus conocimientos
de ellas. Cuando, sin embargo, se encon­
tró con la posibilidad 3 .. g5, estaba acom­
.

pañada de la observación de que ningún


21 l:t xg7! ajedrecista optaría por tal método de jue­
El cerco se ha ido cerrando en torno al go bajo ninguna circunstancia. Me decidí
rey negro y ya no es posible impedir el por esta defensa clásica, sobre todo por­
mate. que rara vez tiene uno la oportunidad de
21 ... �xg7 defenderse contra el Gambito de Rey y
22 'i!ff6+ �f8 estaba especialmente interesado en descu­
A 22 ... �g8 las blancas ganan con 23 brir si mi oponente había encontrado al­
'i!fxh6 f5 24 exf6, etc. guna mejora en sus análisis a esta vieja de­
23 ..tg6! ( 1-0) fensa.
4 h4 g4
5 ttJe5
PARTIDA N.0 70 Teniendo en cuenta la refinada técnica
BYRNE-KERES defensiva de nuestros días, sacrificios co­
Moscú, 1955, match URSS-EE.UU. mo el que se deriva del Gambito Allgaier,
Gambito de Rey Aceptado 5 lDg5 h6 6 tDxfl, ya no ofrecen la menor
perspectiva de éxito.
1 e4 eS 5 ••• ttJf6
2 f4 6 �c4
El Gambito de Rey es un raro visitan­ El maestro Byrne opta por una de las
te de los torneos modernos. Su aparición líneas de juego más antiguas de la varian­
suele saludarse con una desdeñosa sonri­ te. Por entonces se consideraba 6 d4 la
sa, estableciéndose comparaciones con continuación más fuerte, pero también
las partidas del siglo X I X . Sin embargo , después de ella consiguen las negras un
creo que esa actitud ante el Gambito de j uego satisfactor io , con 6 . . . d 6 7 ltJ d3
Rey no está justificada y debe ser la con­ ttJxe4 o 7 ... f3.
secuencia de que esta apertura se e n ­ 6 ••• d5
cuentre actualmente pasada de moda. No 7 exd5 �g7
sería sorprendente, sin embargo, que el Esta continuación está considerada
Gambito de Rey recuperase, en los tor- más precisa que 7 ... ..td6, aunque también
92 EN B U SCA DE LA P E R FECC I Ó N

con esta última consiguen las negras buen a las negras. La textual es j ugable, pero
juego. deja abiertas más posibilidades a las blan-
8 d4 li:lh5 cas.
9 0-0 13 li:lb5 c6
La otra continuación considerada por 14 li:l c7?
la teoría, 9 lb c3 , concede mej or juego a
las negras después de 9 . . . 0-0 10 li:l e2 c5 !
Después de la textual surge una posición
muy complicada, aunque se simplifique
un tanto con el cambio de damas que si­
gue.
9 ... �xh4

Las blancas prosiguen con su plan para


ganar la calidad, pero de esa forma entre­
gan la iniciativa por completo a las negras,
que además consiguen suficiente material
por la calidad, de modo que ahora la ven­
taja pasa de su lado.
Obviamente, las blancas debían utili­
10 �el! �xel zar la transposición de jugadas de su '1po­
11 l:f. xel 0-0 nente y continuar con 14 dxc6! Dado que
12 li:l c3 las blancas recuperarían el peón con buen
Indudablemente, mej or que la jugada juego después de 14 ... bxc6 15 li:lxc6, las
de corte defensivo 12 c3, recomendada en negras deben responder 14 ... li:lxe5. Aho­
muchos libros teóricos, ya que entonces la ra hay dos posibilidades abiertas para las
clavada 12 . . . l:l e8 le asegura una clara blancas. Pueden jugar, por ej emplo. 1 5
ventaj a a las negras. Después de la textual, cxb7 � xb7 1 6 dxe5, cuando l a s negras
las negras, en vista de las amenazas 13 pueden provocar grandes complicaciones
li:l e2 y 13 li:lb5, deben actuar con la mayor con 16 ... l:t ac8 17 li:ld6 l:t c5. La otra posi­
energía. bilidad, 15 dxe5 bxc6 16 li:lc7 n b8 17 e6,
12 ... li:l d7 conduce también a complicaciones muy
Aquí era más precisa la inmediata 12 . . . confusas después de 17 . . . l:l b4 ! Ambas
c5 , para jugar . . . li:l d7 sólo después d e 1 3 continuaciones darían lugar a posiciones
li:lb5 o 13 dxc5. E n este caso, e l cambio de cuyo desenlace dependería mucho de los
peones 13 dxc6 li:lxc6 sin duda favorecería recursos de ambos oponentes, mientras
BYRN E - K E R E S , MOSCÚ , 1955 93

que ahora las negras obtienen una clara Las negras se apresuran demasiado
ventaja posicionaF7 • con esta captura. Una presión más consis­
14 ... cxd5! tente se conseguiría con 18 ... .l:r. d8, vetan­
También era posible 14 . . . .l:r. b8, des­ do la fuerte casilla d5 al caballo enemigo,
pués de lo cual, además de 15 dxc6, las y sólo después de 19 ..tc3, 19 ... �xc2. De
negras tendrían que afrontar el avance 15 este modo las negras habrían conseguido
d6. El sacrificio de calidad que implica la una clara ventaja, mientras que ahora las
jugada textual es mucho más enérgico y blancas obtienen un considerable contra­
asegura a las negras una duradera inicia­ juego.
tiva. 19 l:t acl ..td3
15 tbxa8 20 tLld5 b5
Rehusar el sacrificio , con 1 5 � xd5
l:t b8, o 15 tb xd5 tbxe5 16 dxe5 �e6, le
concedería a las negras una buena posi­ - -" · -
�-
- - - � · -. ·
ción, además de un peón extra.
15 ••• dxc4
16 ..td2
Ahora las negras tienen dos peones
- - - -
por la calidad, además de un juego activo -
� .t. -
� lD D" _ ,..
de piezas, mientras que las blancas deben
perder más tiempo para incorporar al jue­
- · - -" · - �
go el caballo de a8. La inmediata 16 tbc7 - - j_ - -
sería contestada con 16 ... tbxe5 17 dxe5
n d8 y las blancas tendrían muchos pro­
¿D R -¿-
blemas para desarrollar su flanco de da­ - a" a" = . 113

ma.
La captura 16 tbxg4 no parece buena, Como consecuencia de su imprecisa
ya que 16 ... �xd4+ 17 tLlf2 (o 17 �h2 f5) jugada 18, las negras experimentan ahora
17 ... tbe5 ! deja a las blancas con una ina­ serias dificultades para defender su peón
decuada protección contra la amenaza 18 de f4. Con la textual hacen que la tarea de
. . . tb g4. Con la textual las blancas entre­ las blancas resulte demasiado fácil. Hubie­
gan un tercer peón. ra sido mucho mejor entregar el peón con
16 tbxe5 20 . . . l:t d8 21 tb xf4 tLlxf4 22 ..t xf4 l:t d5.
17 dxe5 ..trs Después, las negras podrían realizar la
18 tbc7 ..txc2? maniobra de rey . . . �f8-e7-e6, o bien ata-

27 Al principio yo era escéptico acerca de la posición q ue se produce después de 17 ... l:l. b4! , debido a la ré­
plica 1 8 e7, pero un análisis detenido demostró que Keres tenía razón: 1 8 ... l:l. xc4 1 9 eS� �d4+ ! 20 <;f;> h2
(20 <Ji> h l l:l. xe8 21 l:l. xe8+ <Ji>g7 22 l:l. xc8 lt:\ g3+ 23 <Ji>h2 lt:\f1 + 24 <Ji> h 1 l:l. c5 25 lt:l e8+ <J;> g6 26 l:l. xc6+
l:l. xc6 27 �xf4 l:l. c5 28 g3 l:l. h5+ 29 <;f;>g2 l:l. h2+ 30 <J;>xfl l:l. hl +, ganando) 20 . . . l:l. xe8! 21 l:l. xe8+ <Ji> g7 22
l:l. xc8 l:l. xc2. En esta posición las negras ganan , a pesar de tener u n a torre m e n os en el fi nal ( ! ) . Por
ej emplo: 23 lt:\ b5 f3! 24 �h6+ (única) 24 ... <J;>xh6 25 l:l. xc6+ l:l. xc6 26 lt:lxd4 l:l. c4, o bien 23 lt:\ e8+ <J;>g6
24 lt:\ d6 f3 25 l:l. g8+ �g7 26 l:l. xg7+ lt:lxg7 y la masa de peones del flanco de rey gana fáci lmente.
94 EN B U SCA DE LA P E R FECCIÓN

car los peones enemigos del flanco de da­


ma en el momento oportuno. - - - - �
21 .txf4
Se diría que a las blancas no les gusta­
� - - � · -. ·
ba el final resultante de 21 lüxf4 lüxf4 22 - -·- -
Axf4, y con razón. La textual conduce a
interesantes complicaciones, aunque tam­ -·- D m �

bién aquí las negras tienen mejores pers­ -·- -·-


pectivas a largo plazo.
21 l:r. d8 - - .t - -
�o - -�-
•••

Después de 21 . . . lüxf4 22 lüxf4 .tfS


23 lü hS , las blancas tienen un molesto
contrajuego. La textual es mejor. - -
� g �� = � � n4

22 lü e7+ �f8
23 .t gs : es lüxd3 �g3+, en ambos casos con ventaja
24 lüc6 lü g3 negra. Sin embargo, después de 26 ... lüe2+
La posición es muy complicada y a! •1- las blancas disponen de la sorprendente ré­
bos jugadores se encuentran ahora presio­ plica 27 �fl ! , y no es fácil para las negras
nados por los apuros de tiempo. En un in­ encontrar una continuación prometedora
tento por forzar los acontecimientos, las de ataque. 27 ... iüc3+ falla ante 28 l:r. xd3, y
negras entregan demasiados peones en el después de 27 ... lüg3+, sigue 28 lügl.
flanco de dama, con lo que prácticamente Las negras deberían haber continuado,
dejan escapar toda su ventaj a. La textual por tanto, con 27 ... lüg3+ 28 �g1 �g6 29
no es mala en sí misma pero habría sido lüc6 iüfS 28, o con 27 . . . iüf4+ 28 �g1 aS !
más lógico privar antes al caballo enemigo 29 �xf4 axb4 30 A d2 AxeS 31 Axb4+
de la casilla b4, con 24 . . . aS. Después de �g8 32 .tc3 .txc3 33 bxc3 l:r. a6, conser­
2S lüxaS l:r. xeS, el peón de bS ya no esta­ vando posibilidades de ganar en ambos
ría atacado y las negras conservarían su casos.
ventaj a. 26 ••• �xeS
25 l:t cd1 .U. e6 Aquí es digna de consideración 26 . . .
También aquí debería haberse jugado b4, antes d e la captura, y a que e l peón e
2S ... aS. Por otra parte, no se habría con­ no escapará.
seguido nada con 2S ... lüe2+ 26 �f2 l:r. e6, 27 lüxbS lüe2+
a causa del recurso 27 l:r. xe2! 28 l:r. xe2!
26 lüxa7 ... (Ver diag. 314) Forzado, como es evidente. Las blan­
Las blancas dejan escapar la ocasión de cas, al entregar la calidad, rompen la pun­
j ugar 26 lüb4! Aparentemente, en apuros ta de lanza del ataque negro, llevando el
de reloj , a Byrne le preocupaba la posible juego a un final en el que las negras tienen
réplica 26 . . . lü e2+. Si, entonces, 27 �h1 dificultades técnicas para imponer su peón
l:t xeS 28 iü xd3 cxd3, o 27 �f2 �xeS 28 de ventaja.

'" Esta l ínea n o t i e n e s e n t i d o , ya q u e las negras están totalmente perd i d as después d e 30 .!:!. d8+ .!:!. e8
31 .l:!. xe8+ 'it>xe8 32 .l:!. d l .
BYR N E - K E R E S , MOSCÚ, 1955 95

28 ...
�xe2 peones negros del flanco de rey, haciendo
29 l:r. d8+ l:r. e8 más difícil la tarea de las negras.
Lamentablemente, las negras están 33 ci:;e3 � h2
obligadas a cambiar torres, ya que des­ 34 �f4 � gl+
pués de 29 ... ci:; g7 30 tt:J d4 tendrían que 35 ci:;d2 hS
entrar en un final de alfiles de distinto 36 g3 �t2
color (no 3 0 . . . l:r. g6 , por 31 tt:J f5 + + ) . Amenaza 37 ... h4, que no serviría de
Después del cambio d e torres las negras inmediato, en vista de 37 gxh4 �f2 38 h5
tienen grandes dificultades para realizar g3 39 �e3.
su pequeña ventaj a material, sobre todo 37 tt:Jdl �d4
porque las blancas consiguen bloquear 38 tt:Jc3 ci:;c6?
los peones contrarios del flanco de rey. En lugar de la textual, las negras debe­
Tras un emocionante medio juego, se ha rían haber jugado 38 ... �f6, para forzar el
llegado a un final en el que la solución esencial avance . . . h4. El desplazamiento
de los problemas técnicos requiere un del rey a c6 le entrega a las blancas un va­
juego muy preciso por p arte de las ne- lioso tiempo, ayudándoles a avanzar sus
gras. propios peones.
30 l:. xe8+ ci:;xe8 39 b4! �f6
31 ci:;t2 �d3 40 b5+?
32 tt:Jc3 ci:; d7

316

315
Con su última jugada para el control
Otra imprecisión, consecuencia de los de tiempo, las blancas compensan el error
apuros de tiempo. Las negras tenían que de su oponente en la j ugada 38. Con la
haber jugado 32 ... h5, para contestar a 33 textual debilitan su formación de peones
ci:; e3 con 33 ... f5. En tal caso las blancas en el flanco de dama y las negras, al blo­
no podrían jugar 34 .tf4, debido a 34 . . . quearlos sobre al diagonal a5-d8, les qui­
�xf4+ 3 5 ci:;xf4 h4, con una posición fácil­ tan toda su peligrosidad. Si las blancas hu­
mente ganada por las negras. Ahora las bieran jugado 40 a4! , entonces las negras
blancas logran bloquear por completo los tendrían que enfrentarse a problemas mu-
96 EN BUSCA DE LA P E R FECC I Ó N

cho más difíciles. No se ve, en tal caso, na­ Con esto queda claro el plan de cam­
da mejor que 40 ... h4 41 gxh4 �xh4, pero paña de las negras. Pretenden regresar
entonces sigue 42 aS g3 43 bS+ y los peo­ con su alfil a d3 y, una vez que las blancas
nes blancos del flanco de dama se han sitúen el suyo en f4, jugarán ... �b4. deján­
vuelto muy fuertes. Sería más que dudoso, dolas en Zugzwang. No se ve qué pueden
entonces, que las negras mantuviesen po­ hacer las blancas para oponerse a este
sibilidades de ganar. plan. Su alfil debe proteger g3 y si tratan
Ahora se han terminado los apuros de de llevar el rey al flanco de dama, enton­
tiempo y con ellos las imprecisiones. La ces la amenaza ... il.f2, seguida de ... h4, se­
partida prosigue dentro de su cauce nor­ ría decisiva.
mal y el final que se ha producido todavía 48 il.d6
nos brindará muchos momentos intere­ Después de 48 �e3, lo más fácil para
santes. decidir la partida es 48 ... �xc3 49 �xe4
40 ••• �b7 �eS ! , ya que en el final de peones las ne­
41 a4 �d8! gras consiguen otro peón pasado con ... h4.
Con esta jugada se pone de manifiesto Ahora, sin embargo, las negras realizan su
el defectuoso avance del peón b. El alfil original plan.
negro no sólo bloqueará, desde aS , los 48 .td3
peones enemigos, sino que también clava­ 49 �f4 �b4!
rá el caballo blanco, inmovilizando tanto a
esta pieza como al rey contrario.
42 ltJd5 - - - -
Las blancas no pueden impedir la cla­
vada del caballo, ya que no deben permitir -·- - -
el avance del peón e, y su alfil no puede - - - -
-�- - -·
proteger c3 y g3 al mismo tiempo.
42 �e4
� -. · -
•••

43 ltJ c3 .tf3
La inmediata 43 ... �aS podría contes­
� -. · -

tarse con 44 �e3. Además, a fin de sacar - �. _¡_ -
� D.
el máximo partido a la clavada, las negras
deben restringir antes la actividad del alfil
- = - - �

enemigo, con .. .f6. - - - - 117

44 �e3 .tb6+
45 �d2 f6! Ahora el problema de las negras está
4S . . . � a5 no consigue nada tras 46 resuelto. Las blancas ya no pueden mante­
.teS. Ahora, sin embargo, se ha completa­ ner su alfil sobre la diagonal h2-b8, y por
do la preparación de esta clavada y las consiguiente las negras obtendrán un
blancas sólo pueden adoptar una táctica peón pasado en el flanco de rey, además del
de espera, para ver de qué modo piensan que ya tienen en el de dama. La siguiente
las negras mejorar su posición. fase del final es puramente una cuestión
46 .td6 �a5 de técnica.
47 �f4 �e4! 50 il.e3 h4!
BYRN E - KERES, MOSC Ú , 1955 97

El peón pasado de la columna g fuerza 57 �xh7


una rápida decisión. 58 � e2 gl'iW
51 gxh4 g3 59 �xgl � xgl
52 hS g2 60 lL:ldS �d4
53 h6 fS 61 lL:lxf4 c3
Esto es jugable, debido a la variante 54 62 lLld3 �xd3+!
h7 f4! La manera más expeditiva de acabar
54 �12 f4 con la tenaz resistencia enemiga. Ahora el
55 �gl �aS final es muy simple.
56 �h2 �b6 63 �xd3 �b6
Una forma más sencilla de ganar es 56 64 �c2 �as
... f3 57 �e3 (o 57 �gl �b6) 57 . . �xc3
. 65 �b3 �eS
58 � x f3 � d2 59 � x g2 c3 , pero por su­ 66 � c2 �xa4
puesto la textual también es adecuada. ( 0-1 )
57 h7 Una interesante partida, en el viejo es­
Las blancas encuentran el modo de tilo del siglo anterior.
ofrecer alguna resistencia.
98

Nuevos asaltos al Campeonato Mundial, 1955-1956

Compartir el 2.0/4.0 puestos en el Torneo das. Cuando, al finalizar la undécima ron­


de Candidatos de Zurich no me dio derecho da, todos los grandes maestros soviéticos
a tomar parte en el siguiente Torneo de se habían enfrentado entre sí, yo me en­
Candidatos. Por tal razón, tuve que parti­ contraba a dos puntos de Bronstein, que
cipar en el Torneo Interzonal de Gotem­ había sumado 8 puntos en sus 10 primeras
burgo. D ado que el siguiente Torneo de partidas. También se encontraba muy
Candidatos contaría con diez participan­ bien situado Panno, con 8 de 11, mientras
tes, y de éstos sólo uno -el perdedor del que yo tenía 6 de 10. Me esperaba, por
match entre Botvinnik y Smyslov- estaba tanto, la perspectiva de un duro trabajo en
designado de antemano , eso significaba la segunda mitad del torneo, si quería ase­
que los nueve primeros del Interzonal se gurarme un puesto entre los líderes.
clasificarían para el Candidatos. Jugando En esa segunda parte del torneo jugué
normalmente tenía buenas perspectivas mejor, y hasta la ronda 18 pude seguir el
de seguir avanzando en la ruta hacia el ritmo del gran maestro Bronstein, que se­
Campeonato del Mundo. guía jugando brillantemente, aunque me
En Gotemburgo volví a jugar un buen encontraba a punto y medio de él. Entre­
ajedrez. Según una decisión del Congreso tanto, había conseguido derrotar a Panno
de la FIDE , los j ugadores de un mismo en buen estilo posicional (N.o 72), también
país debían emparej arse al comienzo del superé a Najdorf en un torbellino de com­
torneo, de modo que mis resultados de las binaciones (N.o 73), y a Guimard, tras tre­
primeras rondas no fueron lo que se dice mendas complicaciones, mientras que con
sobresalientes. Gané a Spassky con una Fuderer, pude ganar una partida intere­
interesante combinación que incluía un sante desde el punto teórico de la apertura
sacrificio de dama (N.0 71), pero perdí con (N.0 74). Gracias a esta serie de victorias,
B ronstein una hermosa partida llena de me aseguré el segundo puesto en el grupo
s acrifici os , sumando sólo el 5 0 % de l a de cabeza, medio punto por delante de
puntuación e n las seis primeras rondas. El Panno, quien había j ugado una p artida
gran maestro Bronstein, por otra parte, se más. En la ronda siguiente, sin embargo,
encontraba en una forma terrorífica, ya perdí ante Stahlberg, con lo que mis espe­
que consiguió 6,5 de sus primeras 7 partí- ranzas de conquistar el primer puesto no
N U EVOS ASALTOS AL CAM PEONATO M U N D IAL, 1955-1956 99

sólo se habían esfumado, sino que también tratégicamente ganadas contra Spassky y
había puesto en peligro las de conseguir el Pilnik, de modo que Geller y Smyslov me
segundo puesto. Tuve que vencer a Unzic­ alcanzaron. En la penúltima ronda Smys­
ker en una violenta partida y a renglón se­ lov incluso me superaba en medio punto,
guido a Sliwa, para poder mantener a raya mientras que Geller estaba en tercera posi­
a Panno. Unas tablas con Szabo en la últi­ ción, medio punto por debajo de mí. En­
ma ronda, en la que Panno descansaba, me tonces llegó la desafortunada partida con
aseguraron el segundo puesto. Filip. Tras un medio juego pleno de vicisi­
La siguiente competición fue el Tor­ tudes, conseguí una posición claramente
neo de Candid ato s , que tuvo lugar en ganada, pero cometí un grave error, cuan­
Amsterdam en la primavera de 1956. En do la ventaja pasó a manos de mi oponen­
esta ocasión diez grandes maestros toma­ te. A pesar de una larga resistencia , no
rían parte en un torneo a doble vuelta, co­ puede salvar el final y con ello desapare­
mo en el de Budapest 1950. Adopté una cían mis opciones de conseguir el primer
nueva táctica en este torneo, siendo la puesto. En la última ronda jugué casi con
idea básica ahorrar el máximo de energía indiferencia contra Petrosian, y sólo con la
posible. En este sentido me preparé para ayuda de mi adversario pude salvarme con
aceptar una serie de tablas cortas, siempre tablas, lo que era suficiente para conseguir
que la posición ofreciese pocas posibilida­ el segundo puesto, que al menos me conce­
des realistas de conseguir ventaja. Entre­ día el derecho automático a participar en
tanto, procuraría ganar puntos aquí y allá. el siguiente Torneo de Candidatos sin ne­
Cada cual es libre, por supuesto, de tener cesidad de tener que clasificarme.
su propia opinión acerca de este tipo de Poco después del Torneo de Candida­
táctica, pero en Amsterdam me dio muy tos , viaj é a Hamburgo para disputar un
buen resultado. En la primera vuelta enta­ match amistoso con el gran maestro Un­
blé 7 partidas, gané a Pilnik y Panno y, con zicker. El match constaba de ocho parti­
5,5 puntos, compartía el 2.0/3er puesto con das. Después de unas tranquilas tablas en
Bronstein, sólo medio punto tras Geller. la primera, conseguí ventaja en la segunda
En la primera partida de la segunda contra una vieja defensa, y decidí la lucha
vuelta se produj o mi decisivo enfrenta­ mediante un ataque directo en el flanco de
miento con B ronstein, quien consiguió rey (N.0 75). La tercera partida también
buena presión en la apertura y aplazó la fue tablas , aunque sólo después de una
partida en posición muy favorable para él. emocionante lucha, y en la cuarta pude
Pero al reanudarse el juego Bronstein no conseguir mi segunda victoria mediante
encontró la mej or continuación, cayó en una interesante combinación. El momen­
graves apuros de tiempo y fue cediendo no to crucial llegó en la quinta partida. Unzic­
sólo su ventaja, sino que también acabó ker jugó en muy buen estilo de ataque, pe­
perdiendo la partida. Puesto que, más o ro en apuros de tiempo floj e ó y acabó
menos al mismo tiempo, Geller perdía an­ incluso perdiendo. Esto rompió la resis­
te Petrosian, yo pasaba a ser el único líder. tencia de mi adversario. Después de unas
En las tres rondas siguientes se produjo el tablas en la sexta partida, Unzicker j ugó
verdadero desenlace del torneo. No conse­ desganado la séptima y sufrió otra derro­
guí transformar en victoria posiciones es- ta. La última partida fue unas rápidas ta-
100 E N BUSCA D E LA P E R FECC I Ó N

bias, de modo que gané el match por el ex­ Normalmente, la Defensa India de Da­
celente tanteo de 6-2. Una interesante cu­ ma se considera un tipo de apertura en la
riosidad acerca del match fue que todas que las negras no experimentan mayores
las partidas se abrieron con la Ruy López. dificultades. En esta partida, sin embargo,
Después del match con Unzicker, acu­ el juego pronto entra en un sendero en el
dí a Yugoslavia como miembro del equipo que no faltan las complicaciones.
de la URSS, en un match entre los dos paí­ 3 b6
ses. Allí conseguí una interesante victoria 4 e3 ..tb7
téorica contra Karaklajic. En otoño se ce­ S ..td3 �e7
lebró en Moscú la Olimpiada. Jugué real­ 6 0-0 0-0
mente bien, finalizando con 7 partidas ga­ Aquí las negras pueden elegir entre
nadas y 5 tablas, sin perder ninguna dos sistemas diferentes de desarrollo, que
partida. S i n embargo, tuve una actuación se distinguen por las jugadas .. d5 y . . . cS.
bastante peor en el Memorial Alekhine, Puesto que las negras han enrocado, está
que se disputó en Moscú después de la claro que apuntan al avance ... d5, ya que 7
Olimpiada. Perdí dos partidas en este tor­ tb c3 c5 no sería bueno, a causa de 8 d5.
neo, una tras un ataque muy bien conduci­ Teniendo esto en cuenta, las blancas se
do por mi oponente, Unzicker, y la otra abstienen de la inmediata tbc3, pues este
por culpa de un error en un final de tablas caballo puede desarrollarse en algunas va­
con Szabo, pero la razón principal de mi riantes por d2.
pobre resultado no radicó en estas derro­ 7 b3 dS
tas. Mi fracaso se debió al hecho de que 8 �b2 t2Jbd7
no conseguí ganar ninguna partida contra 9 tbc3
los oponentes relativamente más floj os, Ahora que las negras han desarrollado
mientras que mis más directos rivales tu­ su caballo dama por d7, el caballo blanco
vieron éxito al conseguir precisamente lo está mucho mejor situado en c3 que en d2,
contrario. Conseguí ganar una partida de ya que, además, las blancas no tienen que
interés teórico contra Golombek (N.0 76) preocuparse por la protección de su peón c.
y en la última ronda gané una partida im­ 9 ... eS
portante para decidir el primer puesto en
el torneo, contra el Campeón del Mundo,
B otvinnik (N.0 77), pero todo esto sólo me
bastó para compartir el 7.0/8.0 puesto.

PARTIDA N.o 71
KERES- SPASSKY
Torneo Interzonal, Gotemburgo, 1955
Defensa India de Dama

1 d4 tbf6
2 c4 e6
3 t2Jf3
KERES - S PASSKY, GOTEMBU RG0, 1955 101

Las negras incurren en u n a apenas Pero esto es ciertamente un error, que


perceptible, aunque importante, impreci­ permite a las blancas apoderarse de la ini­
sión en la apertura. Si querían jugar . . . c5, ciativa y lograr una clara ventaja posicio­
debieran haberlo hecho una jugada an­ nal. Las negras deben elegir el mal menor
tes, desarrollando a continuación su ca­ y j ugar 12 . . . cxd4 13 exd4, aunque las
ballo por c6. De esta forma, el caballo es­ blancas seguirían estando claramente me­
t a r ía m u c h o m ej o r s i t u a d o y p o d r í a , jor.
eventualmente, contribuir a ejercer pre­ 13 dS!
sión sobre el punto c4, mediante ... ttJ a5 o La experiencia nos dice que las blancas
. . . ttJ b4. Si las negras hubieran jugado así, siempre logran ventaj a en este tipo de po­
las blancas deberían desarrollar su caba­ siciones cuando pueden realizar el avance
llo por d2. d5 en buenas condiciones. Esta partida es
Una vez, sin embargo, que las negras un buen ejemplo. Las negras no pueden
ya han jugado 8 ... ttJbd7, sería mejor que continuar 13 . . . exd5 14 cxd5 ttJ xd5 1 5
renunciasen a la idea de j ugar 9 . . . c5 y ttJxd5 �xd5, y a que 16 �xh7+ � xh7 17
continuar, en cambio, con 9 ... ttJe4 y .. .f5. l:t xd5 ttJf6 18 l:t g5 ! , le daría a las blancas
Después de la textual, las negras se verán un ataque muy peligroso.
incordiadas por algunos molestos proble­ 13 ooo a6
mas de apertura. Las negras están obligadas a dej ar el
10 'ife2 dxc4 fuerte peón enemigo incrusta d o en s u
Con este cambio las negras sólo consi­ campo y quedan ahora condenadas a una
guen empeorar su posición, ya que ahora mala posición. Con la textual se protegen
las blancas obtienen una mayoría en el contra la amenaza 14 d6, y planean con­
centro, que plantea la amenaza del avance testar a 14 e4 con 14 ... eS, cerrando el cen­
d5. De nuevo era mejor 10 ... ttJe4, aunque tro y facilitando su tarea defensiva. Sin
la posición de las negras no sería muy sa­ embargo , con e l cambio q u e sigue las
tisfactoria después de 11 l:t fdl. blancas abren líneas para sus piezas y de­
1 1 bxc4 'ifc7 jan una seria debilidad en la posición con­
12 1:1 ad1 l:t ad8? traria ( e6), contra la que pronto se dirigirá
el ataque blanco.
14 dxe6 fxe6
15 ttJ gS Wc6
Las blancas amenazaban 16 ttJ xe6, ya
que después de 16 . . . Wc6 disponen de la
defensa 17 ttJf4. Ahora la debilidad de e6
queda fijada.
16 f4 h6
17 ttJf3 Wc7
Ahora podemos realizar el balance de
la apertura. Las piezas blancas están desa­
rrolladas de forma ideal, la posición con­
traria tiene la acusada debilidad de e6, y
en l a casilla g6 disponen d e u n puesto
102 E N B U SCA DE LA P E R FECCIÓN

avanzado para sus piezas. Por otra parte, jugadas, realizar el avance ... eS, debido a
las piezas negras carecen de puntos fuer­ ltlfS, pero ahora tal avance se ha converti­
tes en el centro y no cuentan con un plan do en una amenaza genuina. Con la tex­
eficaz de contrajuego activo. Su única po­ tual las blancas impiden de nuevo ... eS, de­
sibilidad reside en el avance ... eS, y la si­ bido a 22 ltlfS, amenazando a su vez 22 e4.
guiente fase de la partida gira en torno a La inmediata 21 e4 eS 22 fS también ha­
este problema. bría sido una buena continuación para las
18 ltl h4 �d6 blancas, pero con la textual esperan con-
19 �b1 seguir más.
21 ••• ltlh5
Es difícil encontrar nada mej or para
las negras, pues de otro modo no podrían
afrontar la amenaza 22 e4.
22 'it'h3 ltlf6
23 ltlg6
También era muy fuerte 23 g4, inician­
do un ataque directo al rey, pero la tex­
tual, con lo que las blancas buscan el con­
trol de g6, también es buena.
23 ••• e5
Por fin las negras han podido ejecutar
su avance, liberando parcialmente su posi­
ción. Tampoco podían retrasarlo más ya
que, por ejemplo, 23 ... 'it'fl 24 ltleS 'it'c7
Las blancas, tras haber conseguido una 2S tt:lg4 le concedería a las blancas un ata­
indudable ventaj a posicional, prosiguen que formidable.
de forma imprecisa y permiten a su opo­ 24 ltld5!
nente algún contrajuego real, basado en Aunque las blancas cuentan con
... eS. Este avance no puede realizarse de otras buenas continuaciones, por ej em­
inmediato, pues 20 ltl fS ! le permite a las plo 24 ltl xf8, la textual constituye la for­
b lancas toda una serie de formidables ma más efectiva de proseguir su ataque.
amenazas. De ahí que las negras deban Las blancas abren ambas diagonales pa­
antes reagrupar sus piezas con . . . l:t e8 y ra sus alfiles, aportando refuerzos al ata­
... ltlf8, con lo que, de paso, reforzarían su que. Lamentablemente, ambos jugado­
casilla g6. Teniendo esto en consideración, res habían caído ya en apuros de tiempo
las blancas deberían haber continuado con y esta circunstancia tuvo un considera­
19 �g6 ! , impidiendo este reagrupamiento ble efecto sobre el ulterior desarrollo de
y paralizando la mayoría de las piezas ne­ la partida.
gras. 24 ••• A xd5
19 l:t fe8 Después de 24 . . . ltl xdS , s ería muy
20 'it'f2 ltlf8 fuerte 2S fxeS.
21 'it' g3 25 fxe5! �xe5
Las negras no podían, en sus últimas No, naturalmente, 2S ... �xc4, cuando
KERES - S PASSKY, GOTEMBU RGO, 1 955 1 03

podría seguir 26 exf6! ..txfl 27 .l:r. xfl , con en marcha un plan efectivo. D ado que las
un ataque decisivo. blancas no amenazaban nada en este mo­
26 ll:lxe5? mento, las negras creen que tienen tiem­
po para emprender acciones en el flanco
de dama, pero mejor habría sido emplear
ese tiempo en mej orar la posición con
nuevos cambios, con 28 ... ll:l 6d7. En tal
caso las blancas también habrían conser­
vado cierta presión. Por ejemplo: 29 A e4
ll:l xe S 3 0 � xeS 'iY e7 3 1 ..t c6 l::t c8 3 2
l::t d 6 , pero en cualquier caso l a s negras
hubieran sobrevivido al ataque inmedia­
to.
29 : n ll:l6d7?

321

Aquí se hace evidente el penoso efecto


de los apuros de tiempo. Durante la parti­
da ambos contrincantes estábamos con­
vencidos de que las blancas no podían ju­
gar 26 � xeS .U. xeS 27 ll:l xeS, dado que
entonces las negras ganarían pieza con 27
... Ae6 28 'iYg3 .l:r. xd1 29 .l:r. xdl lLlhS. Am­
bos habíamos omitido que la combinación
de las negras contenía un grave agujero.
En lugar de 28 'iYg3? las blancas pueden 322

j ugar 28 �fS ! y, con calidad de ventaj a ,


consiguen u n a posición fácilmente gana­ Un error en apuros d e tiempo, que
da. pierde al instante. Las negras omiten el
Tras el error de esta última jugada las sacrificio de dama que sigue y pierden
blancas pierden la mayor parte de su ven­ pieza.
taja. Ahora se produce una posición con Tampoco hubiera dado resultado 29 ...
igualdad material en la que las blancas só­ ll:l8d7, debido a 30 ll:lxd7 'iYxg3 31 ll:lxf6+,
lo conservan una pequeña superioridad pero después de 29 . . . ll:l 8h7 o d e 29 . . .
posicional, en razón de sus posibilidades ll:l6h7, n o existe una victoria clara para las
de ataque en el flanco de rey. blancas. Podrían j ugar, por ej emplo, 30
26 ..te6 l:. f4, con una muy buena posición y exce­
27 'iYg3 l:. xdl lentes posibilidades de ataque, pero aun
28 .l:r. xdl b5 así las negras podrían ofrecer una tenaz
Las negras, tras haber salido de lo peor, resistencia.
de repente se ven incap aces de poner 30 'iYxg7+! ( 1-0 )
104 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

D espu és d e 30 . . . rJ;; xg7 3 1 ltJ xd7 +


rJ;; g 8 32 lt:J f6+, seguido de 33 lt:Jd5+, las
blancas ganan pieza.

PARTIDA N.0 72
KERES - PANNO
Torneo Interzonal, Gotemburgo, 1955
Defensa Siciliana

1 e4 c5
2 lt:Jf3 d6
3 d4 cxd4
4 lt:Jxd4 lt:Jf6 La práctica nos enseña que las blancas
5 lt:Jc3 a6 pueden muy bien continuar con 8 lt:Jb3,
La variante de la Defensa Siciliana ele­ dado que el final resultante de 8 . . . 'iWe3+ 9
gida por las negras resultó ser muy popu­ 'iWe2 'iWxe2+ 10 �xe2 es muy favorable al
lar en Gotemburgo, revelándose nuevos primer j ugador. Actualmente las negras
planes, tanto para blancas como para ne­ prefieren 7 . . . h6, para jugar . . . 'iWb6 sólo
gras. En la presente partida las blancas después de que las blancas hayan retirado
emplean una continuación que es muy co­ su alfil a h4. Entonces 9 lt:Jb3 sería un sa­
nocida en la actualidad, pero que por en­ crificio de peón de doble filo, debido a 9 . . .
tonces era prácticamente territorio desco­ 'iWe3+2'J.
nocido. La textual es, naturalmente, mucho
6 �gS e6 más aguda, ya que tras la aceptación del
7 f4 sacrificio, el juego se vuelve tan complica­
Hasta ese momento la continuación do que es muy difícil encontrar la mejor
habitual era 7 'iWf3, pero este nuevo avan­ continuación, incluso en el análisis casero.
ce de peón le causó a las negras muchos 8 ••• lt:Jc6
dolores de cabeza en Gotemburgo. Entre Aunque no podemos exactamente ca­
las diversas respuestas ensayadas, Panno lificar a esta jugada de error, es, sin em­
opta por la más aguda , pero cambia de bargo, ilógica y permite a las blancas una
plan sobre la marcha y entra en dificulta­ posición muy agradable. Una vez que las
des. negras han j ugado 7 . . . 'iW b6 , deberían
7 'iWb6 proseguir con 8 . . . 'iWxb2. Para j ustificar
8 'iWd2 el juego de las negras podemos decir, sin

29 Según la teoría moderna, 8 tt:Jb3 no es especialmente peligroso, ya que las negras pueden j ugar más ade­
lante .. .'V// c 7, una vez desviado el caballo de d4 a la casilla menos activa de b3. Por consiguiente, no hay
razón para intercalar ... h6, que le concede a las blancas posibilidades adicionales de ataque en algunas lí­
neas. Por supuesto, la variante del peón envenenado ha sido extensamente analizada desde su aparición
en escena, pero todavía hoy siguen sin resolverse muchos de sus problemas.
KERES-PANNO,GOTEMBURGO, 1955 105

embargo, que ni siquiera años después de


esta partida se ha podido llegar a una
evaluación definitiva de las complicacio­
nes que se producen tras 8 . . . 'f!fxb2. De
modo que la decisión correcta era tanto
más difícil para Panno cuanto que se vio
obligado a afrontar el problema ante el
tablero , sin haber podido prepararlo de
antemano.
9 0-0-0 'f!fxd4
No puede criticarse a las negras por rea­
lizar este cambio ya que, por ejemplo, des­
pués de 9 . . . � e7 podría seguir 10 tt:J f3 ,
con l a molesta amenaza 1 1 eS. Puesto que
las negras se han abstenido de capturar en No, naturalmente, 14 . . . �e7, debido a
b2, tienen que enfrentarse a las dificulta­ la réplica 1S Ag3. Con la textual las ne­
des normales de la apertura. gras protegen indirectamente el peón, ya
10 'f!fxd4 tt:Jxd4 que después de 1 S gxh6 .i.xh6+ 1 6 <J;; b 1
11 :!xd4 tt:Jd7 Ae3, obtendrían u n excelente contraj ue­
Difícilmente puede recomendarse algo go�o.
mejor, en vista de la molesta amenaza 12 Las blancas, sin embargo, explotan el
eS , que sería la respuesta, por ejemplo, a hecho de que las negras deben perder otro
1 1 . . . Ad7. Después de 11 ... h6, las blancas tiempo en recuperar el peón para iniciar
disponen de dos buenas continuaciones: una peligrosa acción en el flanco de dama.
12 Ah4 y 12 Axf6 gxf6 13 �e2. 15 tt:Ja4!
12 Ae2 h6 Esta j ug a d a , con l a que l a s b l ancas
13 Ah4 g5 consiguen llevar su caballo a b6, aislando
Las negras no tienen tiempo para jugar las piezas negras del flanco de dama del
13 . . . A e7, ya que después de 14 A xe7 juego subsiguiente, es prácticamente la ju­
<J;;x e7 1S ll hd1 no pueden defender d6. gada decisiva. Las negras, a pesar de sus
Con la textual las negras se embarcan en desesperados es fu erzo s , n o consiguen
un interesante plan. Mediante un momen­ oponer una satisfactoria defensa desde es­
táneo sacrificio de peón, consiguen a cam­ te momento hasta el final de la partida.
bio el excelente puesto eS para sus piezas, 15 ... .i.e7?
logrando cierto contrajuego. Su plan tiene Después de este error la posición ne­
un buen fundamento posicional y tendría gra puede considerarse virtualmente per­
todas las posibilidades de éxito si las blan­ dida, ya que ahora no serán capaces, hasta
cas no dispusieran de tal ventaj a en desa­ el mismo final, de liberar sus piezas del ala
rrollo. de dama. La continuación 1S . . . bS 1 6 tt:Jb6
14 fxg5 tl:Je5! l:t b8 17 tt:Jxc8 l:t xc8 18 a4 no era satisfac-

"La s bla ncas pueden conserva r su peón ex tra con 17 �f6!, a unq ue es ci erto q ue la s negra s q ueda ría n con
la pa reja de a lfi les despué s de 1 7
... .!:!. h6 18 �x e5 dx e5 19 .!:!. d3 ii. d4.
106 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

toria para las negras, de modo que deben exfS 22 eS, debido a que después de la tex­
optar por el mal menor, 1S ... ttJc6, para tra­ tual el alfil negro de c8 queda encerrado
tar de organizar algún tipo de resistencia. para siempre.
16 lLlb6 l:. bS 21 ••• f4
17 �g3 hxg5 22 cxd6 �xd6
18 l:t hd1 f6 Mayor resistencia habría ofrecido 22 . . .
Esta segunda protección del caballo es �d8 2 3 � f2 �xb6 2 4 �xb6 �d7, con lo
necesari a , ya que 1 8 . . . � d7 le costaría que las negras habrían conseguido, al me­
pieza tras 19 �xeS y, por otra parte, hay nos, liberar sus piezas del flanco de dama.
que tener presente la desagradable ame­ Sin embargo, también en tal caso, los alfi­
naza 19 �xe4 dxeS 20 ll c4. Ahora las ne­ les blancos, con ayuda del peón extra, hu­
gras pretenden poner en juego su alfil da­ bieran logrado forzar una decisión.
ma, con 19 . . . �d7, pero eso no será fácil. 23 ll xd6 fxg3
19 c4! 24 hxg3 ll t7
Ahora, en caso de 19 . . . �d7, las blan­ Aquí las negras debían haber intenta­
cas dispondrían de la fuerte réplica 20 eS ! do 24 ... ttJfl 2S l::t.6d2 eS, a lo que las blan­
19 0-0 cas habrían respondido 26 �c4. Después
20 l::t.4d2 f5 de la textual, las piezas negras se traban de
forma tragicómica.
25 <t>b1!
N o sucede muy a menudo que u n a
fuerte j ugada d e ataque tenga u n a apa­
riencia tan inofensiva. Ahora, sin embar­
go, las blancas amenazan tanto 26 l:. d8+ y
26 Itc1 , ganando pieza. Por tanto, la res­
puesta de las negras es forzada.
25 Itc7
26 ItdS+ <t>g7
27 Itel! lLlc6

325 a..ta - -
Las negras ya no disponen de ninguna
_,_
� - - � �

j ugada útil y, por lo tanto, se deciden por i�JS\ -i- -


la textual, a fin de emprender algún tipo
de contrajuego, pero sólo consiguen acele­
- - - - �

rar el colapso de su posición. Está claro, - -¿- -


por otra parte, que el juego pasivo no alte­
raría el resultado final, aunque sí podría - - - D �

prolongar la resistencia.
21 c5!
¿O _j¡_¿_
Esto es aún más efectivo que 21 exfS -��� - - �26
KERES-NAJDORF,GOTEMBURGO, 1955 107

Esto me recuerda aquellos estudios 3 d4 cxd4


compuestos en que las negras se defien­ 4 tt'lxd4 tt'lf6
den situando sus piezas en posición de 5 tt'lc3 a6
ahogado. Las negras no tienen nada mejor 6 �gS e6
si quieren evitar perder pieza con 27 . . . 7 f4
l:f.xcl + 2 8 ..txcl .
28 eS 'i1tg6
29 �d3+ ..ttrT
Después de 29 . . . 'i1th5 30 l:f.h8+ 'i1tg4
31 l::t h3, el rey negro se encuentra en una
red de mate.
30 .l:f.hS 'i1te7
31 Ag6! ( 1-0 )

Este enérgico avance, bastante más pe­


ligroso que 7 'Wf3, fue una variante muy
popular en Gotemburgo. Una de las prin­
cipales opciones para oponerse al plan de
las blancas (8 'Wf3 y 9 0-0-0) es el agudo
contraataque 7 . . . 'Wb6, que me plantearon
327 en este torneo Panno y Fuderer. En am­
bos casos respondí en estilo de gambito,
La posición final es única. Sin haber su­ 8 'Wd2.
frido grandes pérdidas de material, las ne­ Panno no se arriesgó a aceptar el sacri­
gras sólo pueden mover sus peones a y g, ficio de peón, jugando 8 . . . tt'lc6, y después
pero además están amenazadas de mate en de 9 0-0-0 'Wxd4 10 'Wxd4tt'lxd4 1 1 l:t xd4
e8. Esta partida le habría proporcionado quedó en un final inferior (N.0 72). Fude­
un gran placer al gran maestro Nirnzovich. rer, por su parte, se atrevió a capturar el
peón, 8 . . . 'Wxb2, pero después de 9 II b1
'Wa3 10 eS no eligió la mejor defensa, 10 . . .
PARTIDA N.0 73 dxe5 1 1 fxe5tt'lfd7, sino que respondió di­
KERES- NAJDORF rectamente 10 . . . tt'lfd7? Entonces, un se­
Torneo Interzonal, Gotemburgo, 1955 gundo sacrificio de peón, 11 f5 ! , le conce­
Defensa Siciliana dió a las blancas un ataque decisivo (N.0
74).
1 e4 c5 Más tarde se j ugó toda una serie de
2 tt'lf3 d6 partidas con este gambito, con resultados
108 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

favorables a uno y otro bando. A pesar de bían preparado conjuntamente para este
todas las investigaciones realizadas, sigue encuentro, dado que en cada tablero se
sin estar claro a qué bando favorece esta produj o la misma posición, y en las tres
extraordinariamente complicada variante, partidas las blancas realizaron este prome­
lo que sugiere que seguirá empleándose tedor sacrificio. Las negras caen baj o el
en muchas partidas importantes. fuego de un fuerte ataque contra el que
En esta partida Najdorf introduce otra resulta muy difícil encontrar una defensa
posibilidad defensiva, que había sido es­ satisfactoria 31•
pecialmente analizada y preparada para 11 fxe6
esta ocasión. 12 'it'h5+ cotf8
7 �e7
8 'it'f3 h6
9 �h4 g5!?
É sta era la novedad que los jugadores
argentinos habían preparado contra la va­
riante del texto. Las negras, a costa de un
peón, tratan de obtener el total control de
la importante casilla eS. Sin embargo, de­
bido a su retraso en desarrollo , toda la
idea parece dudosa.
10 fxg5 tLlfd7
Esta retirada permite a las blancas rea­
lizar un sacrificio de caballo muy promete­
dor, que en la práctica plantea a las negras
problemas defensivos insolubles. Aunque
análisis ulteriores demostraran que las ne­ A primera vista parece que las blancas
gras quizá puedan defenderse, ante el ta­ tienen dificultades para proseguir su ata­
blero y con tiempo limitado, debe consi­ que con éxito. El problema es que las ne­
derarse una tarea casi imposible. gras amenazan situar ahora el caballo en
Parece mejor, por tanto, 10 . . . hxgS 1 1 el fuerte puesto defensivo de eS , desde
.it.xgS tLlbd7, con l o que las negras s e ase­ donde podrá controlar todas las tentativas
guran el control del punto eS , aunque en de ataque de las blancas. Después de, por
mi opinión, eso por sí solo no constituye ej emp l o , 13 .t c4 tLl eS 14 0-0+ cotg7 1 S
compensación suficiente por el peón. �g3 tLlbc6 ! , las negras habrían consegui­
11 tLlxe6! do apuntalar su caballo en el punto fuerte
En esta misma ronda también se juga­ de eS.
ban las partidas Geller-Panno y Spassky­ Las blancas, sin embargo, disponen de
Pilnik, de modo que se planteó un peque­ una sorprendente continuación de ataque
ño match entre j ugadores soviéticos y con la que pueden impedir que su opo­
argentinos. Los maestros argentinos se ha- nente se afirme en su base de operaciones.

31 Geller fue el primero de los tres j ugadores soviéticos en j ugar 11 lL!x e6.
KERES-NAJDORF, GOTEMBURGO, 1955 109

13 .tb5! ejemplo: 16 . . . �xh4 (después de1 6 . . . �g5


La idea de esta jugada -a primera vista 17 .ixd7 tLlxd7 18 l:r.afl , las piezas negras
sorprendente- se pone en evidenci a al están prácticamente paralizadas) 17 Wxh6
considerar la variante 13 . . . tLle5 14 .ig3. l:. xf7 18 gxf7+ rJi;xf7 1 9 'it'h7+ y, pese a las
Ahora se amenaza 15 .txe5 y las negras dos piezas de menos, las blancas siguen te­
ya no pueden proteger su punto fuerte, ya niendo muy buenas perspectivas de ata­
que después de 14 . . . tLlbc6 o 14 ... tLlbd7, que y las tablas al alcance de la mano en
este caballo sería simplemente capturado cualquier momento . Una investigación
por el alfil de b5, seguido de 16 �xe5 con más minuciosa de la posición nos llevaría
ataque de mate. La partida Geller-Panno demasiado lej os y, en cualquier caso, no
siguió 13 . . . tLle5 14 .ig3, pero las negras entraría dentro del campo de la presente
no encontraron n a d a mej or que 1 4 . . . partida.
�xg5 y pronto quedaron en una posición 14 0-0 tLl e5
totalmente perdida, después de 15 0-0+ En esta posición la defensa 1 4 . . . 'it'g8
rJ;;e7 16 Axe5 , etc. t a m b i é n era d i g n a d e c o n s i d e r a r . Las
Debe observarse que, después de 13 ... blancas continuarían entonces su ataque
tLle5, las blancas deben jugar 14 �g3 in­ con 15 g6 ! Por ej emplo: 15 . . . � xh4 1 6
mediatamente, ya que si 14 0-0+? rJi;f7 15 Wxh4 ! (más fuerte que 1 6 l:r. f7+ Wxf7
�g3, las negras dispondrían de la defensa 17 gxf7 .t f6 1 8 � xd7 tLl xd7 1 9 l:r. fl que,
15 . . . hxg5 ! de todos modos , también daría lugar a
13
••• rJ;;g7 un fuerte ataque) 1 6 . . . 'it'd8 (después 1 6
Esta defensa es, desde luego , mucho . . . axb5 sigue 17 We7+ rJ;; x g6 1 8 l:r. f3) 17
más fuerte que la jugada de Panno 13 . . . ll f7+ rJ;; x g6 1 8 l:r. e7 ! y las negras difícil­
tLl e5 , y requiere d e las blancas u n j uego m e n t e p o d r á n d e f e n d e r a un r e y t a n
preciso e ingenioso para proseguir el ata­ vulnerable. Como vemos, tras e l sacrifi­
que. Está claro que ni 13 ... axb5 14 0-0+ ni cio de caballo surge un complicado labe­
13 . . . 'it'e8 14 0-0+ rJ;;g7 15 gxh6+ son posi­ rinto de variantes, cuyo preciso análisis,
bles para las negras. incluso después de la partida, no resul­
Sin embargo , 13 . . . : h7, j ugada por t a fácil en modo algu n o . Se diría , s i n
Fischer contra Gligoric en Portoroz 1958, embargo , q u e la opinión general acerca
es una defensa que merece consideración. de esta posición es favorable a las blan-
Gligoric respondió 14 Wg6 l:r. f7 15 Wxh6+ cas.
rJ;; g8 1 6 'it'g6+ : g7 17 Wxe6+ rJi;h8 1 8 15 �g3 tLlg6
�xd7 tLlxd7 1 9 0-0-0, y las negras s e de­ Una vez más vemos la necesidad de 13
fendieron con éxito contra todas las ame­ .ib5 ! , ya que las negras no pueden refor­
nazas con 19 ... tLle5 ! La partida pronto fi­ zar su caballo de e5 con 15 . . . tLlbc6 ni con
nalizó en tablas. 1 5 . . . tLl bd7. En caso de 1 5 . . . 'it' g 8 , las
Después de 13 ... l:. h7, no obstante, el blancas podrían ganar de forma interesan­
ataque 14 0-0+ rJ;;g8 15 g6 l:r. g7 es mucho t e : 1 6 .i xe 5 + dxe5 1 7 .i e 8 ! W xe 8 1 8
más peligroso para las negras. Ahora no gxh6+.
es bueno 16 Wxh6 para las blancas, debi­ Con la textual las negras protegen mo­
do a 16 . . . tLl e5 ! , pero pueden lograr un mentáneamente todas las casillas amena­
ataque muy peligroso con 1 6 l:r. f7 ! Por zadas. Por otra parte, amenazan a su vez
1 1O EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

16 . . . hxg5 , de modo que las blancas están 19 .l:!.fl+ �eS


obligadas a tomar medidas urgentes. Después de 19 . . . �f6, las blancas ga­
16 gxh6+ I:rxh6 nan de inmediato con 20 '!Wh7+ � f8 2 1
'!Wxg6.
20 '!Wxg6+ �d7
21 .l:!.f7 lb c6

17 l:l f7+!
Sin este recurso el ataque blanco ha­
bría llegado a punto muerto.
17 ... �xf7 Aquí las negras disponían de una am­
18 '!Wxh6 axb5 plia elección de posibilidades defensivas,
Por el momento las negras tienen dos pero ninguna parece ser suficiente para
piezas de ventaja, han rechazado la prime­ salvar la partida. Es evidente que dos peo­
ra o l e a d a del ataque en emigo y ahora nes , perspectivas favorables de ataque y
piensan escapar con su rey, vía e8, hacia el posición subdesarrollada de las negras
flanco de dama. Sin embargo, las blancas constituyen una amplia compensación por
recuperan una de las piezas en el acto , la pieza, incluso sin tener que pasar por el
quedan con dos peones por la otra pieza y filtro analítico. Si, por ejemplo, las negras
conservan excelentes posibilidades de ata­ continuasen con 21 . . . b4, entonces un nue­
que, en vista de la desfavorable posición vo sacrificio de pieza, 22 lbd5 ! , permitiría
de las piezas contrarias. De modo que, aun intensificar el ataque, ya que si 22 . . . exd5,
con la mej or defensa, las negras apenas tie­ sencillamente 23 exd5 ! , con amenazas
nen perspectivas de salvar la partida. muy fuertes.
No parece , por otro lado, que las de­ Es más difícil demostrar con un claro
más posibilidades defensivas sean mej o­ análisis cómo se gana después de 21 . . .
res. Después de, por ej emplo, 18 ... '!Wh8, �c6, pero en tal caso las negras se verían
las blancas ganan con la bonita continua­ acosadas por múltiples dificultades . Las
ción 19 l::t fl + �f6 20 �e8+ ! �xe8 (o 20 ... blancas podrían , por ej emplo, j ugar 22
'!Wxe8 21 '!Wh7+) 21 '!Wxg6+ �e7 22 .l:!.xf6 ! '!Wh7, y después de 22 ... �g5 23 e5 d5 24
Tampoco era efectiva 18 . . . �f6, que falla 'iW d 3 , o bien 22 . . . b4 23 lb d5 exd5 24
por 19 '!Wh7+ �f8 20 '!Wxg6 axb5 21 nn. exd5+ y el ataque blanco es tan feroz que
KERES-FUDERER,GOTEMBURGO, 1955 111

en la práctica las negras no tendrían la me­ Después d e 2 3 . . . exd5 seguiría, d e nue­


nor posibilidad. vo, 24 Wxd6+ <iti>e8 25 'it'g6 !
La textual parece ser la respuesta más 24 tZ:lxe7
natural, pero ahora llega otra sorpresa. É sta es la continuación más simple ,
22 tZ:ld5! aunque 2 4 1:. g7 también h abría ganado.
Este nuevo sacrificio de pieza dej a a Por ejemplo: 24 ... exd5 25 Wxd6+ <iti>e8 26
las negras sin recursos. La amenaza inme­ 'it'g6+ <iti>d7 27 'it'g4+ <iti>e8 28 l:t g8+.
diata es, simplemente, 23 tZ:lxe7, seguido 24 ••• tZ:lxe7
de 24 .th4. 25 'it'g5 ( 1-0)
22 ... l:t xa2 En la partida Spassky-Pilnik, con el
La aceptación del sacrificio, con 22 . . . peón h en h3 , las negras siguieron 25 . . .
exd5, l e concedería a las blancas amena­ l:t a1+ 2 6 <iti>h2 'it'd8 27 Wxb5+ <iti>c7, pero
zas decisivas tras 23 'it'xd6+ <iti>e8 24 'it'g6! también aquí tuvieron que deponer las ar­
Por ejemplo: 24 . . . 'it'b6+ 25 Af2, o bien 24 mas tras 28 'it'c5+ <iti>b8 29 .txd6+ <iti>a8 30
. . . Ae6 25 �f3+ (también es suficiente 25 �xe7 .l:r.a5 31 'it'b4.
Wxe6) 25 . . . <iti>d7 26 exd5 , y si 26 . . . �xd5 Esta emocionante partida, llena de sa­
27 'it'f5+ �e6 28 �d3+, y las blancas ga- crificios, constituye un tipo de lucha que
nan. rara vez se encuentra actualmente entre
23 h4 grandes maestros.
Es interesante la coincidencia de que
el juego siguió hasta aquí el mismo curso
q u e la p a r t i d a S p a s s k y-Pi l n i k . A q u í PARTIDA N.0 74
Spassky jugó 2 3 h 3 , renovando la amenaza KERES-FUDERER
24 tZ:lxe7, seguido de 25 �h4, pero no hay Torneo Interzonal, Gotemburgo, 1 955
una diferencia apreci able entre ambos Defensa Siciliana
movimientos de peón. Las negras se en­
frentan ahora a las mismas dificultades 1 e4 c5
que en la jugada anterior. 2 tZ:lf3 d6
23 ••• 'it'h8 3 d4 cxd4
4 tZ:lxd4 tZ:lf6
5 tZ:lc3 a6
6 Ag5 e6
7 f4 'it'b6 (Ver diag. 333)
Esta partida se j ugó unas rondas des­
pués del encuentro Keres-Panno (N.o 72) .
Dado que Fuderer repite la variante em­
pleada por Panno y a continuación toma
el peón de b2, se supone que debe haber
realizado una exhaustiva preparación ana­
lítica. La presente partida, sin embargo,
revela que las consecuencias de 8 . . . Wxb2
no son fácilmente estimables, sobre todo
con el limitado tiempo de que dispuso Fu-
1 12 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

derer entre ambas partidas para realizar precederla del cambio 10 . . . dxe5 11 fxe5.
su preparación. Pasar revista a las exhaustivas investiga­
8 'i!Vd2 'i!Vxb2 ciones realizadas sobre la variante no en­
La continuación lógica de la jugada an­ tra dentro del propósito de esta obra, pero
terior. La textual es, en cualquier caso, sí vale la pena observar que tras los análi­
más coherente que la de Panno, 8 .. tt:Jc6.. sis e investigaciones de los últimos años,
Hay que tener presente también que Fu­ sigue sin determinarse cuál de los bandos
derer se siente como pez en el agua en po­ debe conseguir ventaja.
siciones complicadas que requieren un di­ Una cosa , sin embargo , quedó clara
fícil cálcu l o , antes que en el tranquilo tras esta partida: la inmediata retirada del
juego posicional. caballo no es jugable para las negras, ya
9 l:l bl que las convierte en presa fácil de un feroz
Otra interesante posibilidad aquí es 9 ataque en el flanco de rey.
tt:lb3, cuando las negras pueden continuar 11 f5!
tanto con 9 . . . tt:Jc6 como con 9 ... 'i!Va3. De Con este sorprendente sacrificio de
cualquier forma, las blancas no necesitan peón, las blancas abren numerosas líneas
buscar otras formas de ataque hasta que para sus piezas , consiguiendo un ataque
no se haya demostrado que 9 l:[ b1 es ine­ decisivo, por lo que la inversión de los dos
ficaz. peones resulta mera anécdota. Es muy im­
9 ••• 'i!Va3 portante para las blancas, además de abrir
10 e5 tt:lfd7? (Ver diag. 334) la columna f, debilitar la casilla e6, obli­
Cuando se j ugó esta partida, toda la gando a las negras a mantenerse siempre
variante, como ya hemos dicho, apenas se alerta sobre la posibilidad de sacrificios en
había analizado, de modo que ambos con­ este punto.
trincantes tuvimos que resolver ante el ta­ Las últimas jugadas de las negras pare­
blero la m a y o r í a de l o s c o m p l i c a d o s cen indicar que sólo esperaban que las
problemas q u e en ella se plantean. Ac­ blancas recuperasen el peón con 1 1 .U. b3
tualmente, todo el mundo sabe que esta 'i!i'a5 12 exd6, cuando pensaban conseguir
retirada es deficiente y que es necesario buen juego con 12 . . . tt:lc5.
KERES-FUDERER, GOTEMBURGO, 1955 1 13

11 ... ttJxe5 negras su posición tras 1S 0-0. Por el con­


No hay nada mejor para las negras, ya trario, entre otras, tendrían que afrontar
que tienen que reforzar la protección del la amenaza 16 'iff4. La textual parece más
punto e6. Así, por ejemplo, después de 1 1 lógica, ya que con ella las negras conser­
. . . dxeS, las blancas pueden continuar tan­ van , al menos, el buen puesto defensivo
to con 12 ttJxe6 fxe6 13 fxe6, como con la para el caballo en eS. Pero como quiera
muy fuerte réplica 12 fxe6 ! exd4 13 ext7+ que jueguen las negras, nunca podrán re­
�xt7 14 Ac4+, con un fuerte ataque32• solver los mayores inconvenientes de su
Con la textual las negras parecen atajar posición, a saber, la expuesta situación de
todo peligro, pero sólo es una impresión. su rey y su deficiente desarrollo.
12 fxe6 fxe6 15 lLle4!
Ahora se amenaza 16 1:. b3, seguido de
17 ttJ xd6+, lo que fuerza la respuesta de
las negras.
15 .. . d5

13 .ite2!
Aunque las blancas tienen dos peones
menos, pueden permitirse este tranquilo
desarrollo. La clave reside en el hecho de
que a las negras les resultará muy difícil ha­ 16 0-0 Wa4
llar un plan aceptable para poner a cubier­ Las negras se vieron obligadas a debilitar
to a su rey, una necesidad urgente, pues la posición de su caballo de eS (con 1S ... dS),
tras el enroque las blancas estarán amena­ y esto permite a las blancas nuevas oportu­
zando ya un asalto directo al rey negro. nidades de proseguir su ataque, con Wd4 o
13 ••• lLlbc6 'iff4. Si añadimos a esto la posible amena­
14 ltJxc6 bxc6 za 17 �hS+, podremos llegar fácilmente a
Después de la partida, muchos comen­ la conclusión de que las negras ya no dis­
taristas recomendaban 14 . . . ttJ xc6, pero ponen de defensa contra tantas amenazas.
no puede verse cómo podrían mejorar las Con la textual las negras se protegen

"La segu nda l ínea pa rece mucho más f uerte, ya q ue tras 12 lt:lx e6 fx e6 13 fxe6 lt:\f6! es dif íci l vi slumbra r
una conti n ua ci ó n convi ncente pa ra la s bla nca s.
1 14 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

contra las dos primeras amenazas, pero la talmente olvidada desde unos cincuenta
tercera resulta decisiva. años atrás y que está considerada, con jus­
17 �h5+ c;t>d7 ta razón, no muy favorable a las negras.
Pero ¿acaso mi oponente había preparado
alguna innovación? 3\
4 0-0 tt:Jxe4
5 d4 f¿e7
6 �e2 tt:Jd6
7 �xc6 bxc6
Hasta ahora todo ha seguido conforme
a la teoría. Es sabido que las negras quedan
en una difícil posición después de 7 ... dxc6
8 dxeS tt:JfS 9 l:l d1 �d7 10 e6! fxe6 1 1 tt:JeS
y de ahí que las negras se vean obligadas a
llevar su caballo a la triste casilla de b7.
8 dxe5 tt:Jb7
l37 9 tt:Jc3 0-0
10 tt:Jd4
Las negras ya no tienen defensa. Si 17
... g6, 18 tt:Jf6+ es, por supuesto, decisivo, y
después de 17 . . . tt:Jg6 1 8 �xg6+ hxg6 19
�f2 ! , no se ve defensa contra el mate en f7.
18 l:l xf8! ( 1-0)
Si 18. . . . l:l xf8, 19 tt:Jc5+ gana.

PARTIDA N.o 75
KERES- UNZICKER
Hamburgo, 1956
2.3 partida del match
Apertura Ruy López

1 e4 eS
2 tt:Jf3 tt:Jc6 La continuación habitual. Con 10 l:l e1
3 �b5 tt:Jf6 se plantea la Variante Río de Janeiro, im­
Si Unzicker quería sorprenderme con pidiendo por el momento el avance . . . dS.
su elección de vari ante, desde luego lo La práctica nos enseña, sin embargo, que
consiguió por completo. Esperaba de un después de 10 . . . tt:JcS 11 tt:Jd4 tt:Je6 12 Ae3
especialista en la Ruy López, como él, al­ tt:J xd4 13 � xd4 eS 14 f¿ e3 dS 15 exd6
go muy distinto de esta línea de juego, to- �xd6, los dos alfiles negros en una posi-

33 En la actuali dad 3 ... lt:lf6 de nuev o es popular, pero las negras casi si empre juegan 5 ... lt:l d6, en lugar de
5...Jl.. e7.
KERES-UNZICKER, HAMBURGO, 1956 115

ción abierta son compensación suficiente ¿Cómo pueden aprovecharse las


por las debilidades del flanco de dama. blancas d e estas deficiencias e n la posi­
Quizá era precisamente en esta variante ción enemiga? Una buena i d ea p arece
donde Unzicker había preparado una me­ ser 13 b4, ya que amenaza 14 b5, y la res­
jora. puesta 1 3 . . . .t e6 no daría resultado , a
La textual rara vez se ha visto en la causa de 14 'i+'a6. Otra posibilidad es el
práctica, pero en mi opinión no merece cambio 13 exd6, con el que las blancas
ser desdeñada. Las blancas atacan c6, im­ abren la posici ó n , esper an d o explotar
pidiendo, en consecuencia, el avance . . . d5. las debilidades de los peones colgantes.
Para poder realizar este avance las negras En la partida las blancas eligen la segun­
están prácticamente obligadas a entregar da posibilidad.
su alfil de e7, pero la consecuencia es que 13 exd6 cxd6
el avance . . . d5 pierde mucho de su fuerza 14 b4!
original, dado que la estructura de peones Una j ugada muy buena, que fij a los
negros contiene numerosas debilidades. peones negros débiles, amenaza b5 y man­
La presente partida constituye un ejemplo tiene el caballo negro fuera de juego por
característico de las dificultades a las que tiempo indefinido. Está claro que las ne­
se enfrentan la s negras después de 1 0 gras no han sido capaces de resolver de
tLld4. forma satisfactoria sus problemas de aper­
10••• tura.
Si ahora 10 . . . tLlc5 , entonces 1 1 l:t d1 14••• :t eS
'i+'e8 12 tLl f5 y las negras quedan en una Todo este método de j uego tiene una
posición muy incómoda (12 . . . f6 se con­ considerable edad, casi cincuenta años, ya
testa con 13 .th6 ! ) . que se empleó por primera vez en la parti­
1 1 l:t d1 .txd4 da Schlechter-Réti (Viena 1914) . En di­
Aquí las negras podían intentar 11 . . . cha partida Réti se defendió con 14 . . .
.1:[ e 8 , y a q u e la continuación 1 2 tLl xc6 'i+' f6 , pero después d e 1 5 .t e 3 .t f5 1 6
'i+'h4 13 g3 'i+'h3 14 tLl d4 d6 no sería es­ l::t ad1 a6 1 7 g4 ! , pronto cayó e n insupera­
pecialmente buena para las blancas. Sin bles dificultades. La j ugada elegida por
embargo, las blancas podrían replicar 12 Unzicker es más lógica, ya que con ella las
'i+' h 5 ! , y si e n t o n c e s 12 . . . g6 13 'i+' f3 negras controlan al menos la columna e,
.t xd4 1 4 l:l xd4 l:t xe5 1 5 il.f4 , con un pero no basta para rehabilitar toda la va­
peligroso ataque, a cambio del peón sa­ riante.
crificado. 15 iLe3 .te6
12 ll xd4 dS 16 'i+'f3
También aquí se contestaría a 12 . . . En respuesta a 16 'i+'h5, las negras tie­
l:t e8 con 1 3 'i+'h5. Las negras han conse­ nen la defensa 16 . . . 'i+'f6 17 tLle4 'i+'e5. La
guido, por fin, realizar el avance . . . d5 , pero idea de la textual es oponerse al avance 16
a un alto precio. Han debilitado las casillas 000 d5.
negras, su caballo está mal situado en b7, 16.•• 'i+'d7? (Ver diag. 339)
no hay piezas que protejan a su rey y, por Con esta j ugada las negras caen en
si todo eso fuera poco , las blancas están serias difi cu lt ad es , y a q u e d ej a n a las
mejor desarrolladas. bl ancas las manos libres en el flanco de
1 16 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

blancas una clara ventaj a posicional, de­


bido a la desfavorable posición del caba­
llo enemigo, aunque las negras podrían
conseguir algún contraj uego con 19 . . .
aS.
18 lt:lg3!
Mediante este sacrificio de peón, se
desvía la última pieza negra de la defensa
de su flanco de rey. Las negras están más
o menos obligadas a aceptar el sacrificio,
ya que después de 18 ... �g6, es muy fuer­
te 19 h4!
18 �xc2
19 l:!cl �a4
rey. A pesar de su aparente riesgo , las 20 lt:lhS
negras deberían haber j ugado 1 6 . . . dS .
Si, entonces, 17 bS, no 17 . . . cxbS , que le
d aría clara ventaj a a las blancas , tanto
con 18 lt:lxdS como con 1 8 lt:lxbS , sino la
audaz 17 . . . eS ! D espués de 1 8 1:! dd1 d4
19 'l:W xb7 'l:W aS , surgiría una complicada
posición en la que las negras recuperan
l a pieza con buenas perspectivas de
igualar.
En caso de 1 6 ... dS probablemente se­
ría mej or para las blancas abstenerse de
realizar el avance 17 bS , y optar por un
j uego p o s icion a l , con 17 � f4 ltJ d6 1 8
�xd6 'l:Wxd6, cuando conservarían alguna
ventaj a, en vista de su control de las casi­
llas negras.
17 lt:le4 �fS? Una j ugada imprecisa que permite a
O tr a i m p r e ci s i ó n , q u e p o d r í a m o s las negras ofrecer una tenaz resistencia.
considerar el error decisivo, puesto que Aquí las blancas descartan la continuación
ahora el rey negro sucumbe al ataque 20 lt:lfS, para no darle a las negras la opor­
concentrado de todas las piezas blancas. tunidad de defenderse con 20 .. . 1:! e6. Si
Era esencial para las negras continuar después de la textual, 20 . . n e6 permitiría
.

con 1 7 ... �dS. Las blancas no deberían a las blancas ganar en el acto con 21 'l:Wg4.
e n t o n ce s s a cr i ficar el cab a l l o , con 1 8 Sin embargo, la jugada natural de ata­
lt:lf6+, dado que tras 1 8 . . . gxf6 1 9 .l::t g4+ que 20 lt:lfS era indudablemente la forma
c;t> f8 no se ve cómo proseguir el ataque. más rápida de ganar. A 20 . . . l:I e6 podría
Sin embargo , la sencilla continuación 18 seguir 21 .l::t h4, cuando no se ve cómo po­
c4 ! � xe4 19 n xe4 l e aseguraría a las drían defenderse las negras contra las nu-
KERES-UNZICKER, HAMBURG0, 1956 1 17

merosas amenazas 22 'it'h3 , 22 'it'h5 o 22


�d434 .
20 ••• fS!
Una excelente jugada defensiva, con la
que las negras privan a su oponente de la
importante casilla de ataque g4, prote­
giendo, al mismo tiempo, g7. Si las blancas
intentasen ahora 21 �h6, las negras jue­
gan 21 . . . 'it'e6 ! , amenazando mate en la
primera fila. Sin embargo, las blancas ha­
llan el modo de intensificar su ataque.
21 l:tf4
Ahora las blancas amenazan no sólo
22 l:r. xf5 , sino también 22 �d4 que, des­
pués de, por ejemplo, 21 ... l:. f8, se asegu­ La mejor defensa, 23 . . . ri;xg7, falla por
r a r í a el c o n t r o l de g7 ( 2 2 . . . l:r. f7 2 3 24 � h6+ o 24 'it'g4+ , y tras la esforzada
.t xg7 ! ) . Tampoco daría resultado 21 . . . defensa 23 ... l:t af8, las blancas ganan con
'it'e6 22 l:r. xf5 l:r. f8, y a que las blancas res­ la elegante 24 tt'l e 6 ! Por ej emplo: 24 . . .
ponden 23 tt'lxg7 ! ri;xg7 24 'it'g4+, ganan­ .U. xf5 25 'it'g4+ rilh8 26tt'lxf8, o bien 24 .. .
do la dama. 'it'xe6 25 'if g4+ ril h 8 26 lLl xf8 , o 24 . . .
21 ••• ne7 'ifxe6 25 'it'g4+ 'it'g6 (25 . . . rilh8 26 .td4+
22 l:t xfS ll t7 (Verdiag. 341) l:r. f6 27 l:r. xf6 ! ) 26 l:r. g5 y las blancas han
Las negras esperan forzar el cambio de conseguido ventaj a material decisiva.
torres, rechazando así el ataque directo, 24 .th6 'it'e7. (Verdiag. 342)
pero ahora recibirán una amarga sorpresa. La torre no puede moverse, ya que si
23 tt'lxg7! 24 . . . l:r. f7 , 25 l:r. g5+ gana, pero la tentativa
Este sacrificio de pieza, que hace peda­ de aportar reservas a la defensa del rey,
zos el flanco de rey negro, sólo es posible con 24 ... l:r. e8, fracasa, ya que entonces las
gracias a que las piezas menores contra­ blancas j uegan 25 h4, con la amenaza 26
rias están alej adas e inactivas en el flanco �xg7. Con la textual las negras protegen
de dama, lo que les impide acudir en ayu­ f8 y amenazan 25 . . . l:r. g6, lo que obliga a
da de su rey. las blancas a capturar de inmediato en g7.
23 ••• l:r. xg7 25 .txg7 'ifxg7

"Este comentario no es muy preciso. En primer l ugar, después de 20 .!LJh5 las negras pueden, ciertamente,
j ugar 20 ... .l:!. e6, ya que 21 'ilt' g4 f5 ! 22 'i!Vxf5 J:H8 23 'ilt' g4 .l:!. e7 no es una línea contundente. Las piezas
menores de las negras siguen mal situadas, pero las blancas no tienen una forma clara de ganar. En se­
gundo lugar, 20 .!LJ f5 .l:!. e6 21 .l:!. h4 no es una continuación efectiva, debido a 21 ... .l:!. f6 ! K eres probable­
mente subestimó esta j ugada a causa de 22 tLl h6+, pero después de la tranquila 22 ... 'Ot> h8 , resulta que las
blancas se han pasado de la raya. El fondo de la cuestión es que la ventaja blanca todavía no es decisiva.
Probablemente sea la siguiente j ugada de las negras la verdadera culpable de la derrota, ya que no sólo
entrega el peón f (lo que sería necesario, en cualquier caso), sino que también permite al alfi l blanco ocu­
par d4 sin pérdi d a de ti empo.
1 18 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

Naturalmente, esta preferencia tiene su la­


.1- - -·- do bueno, ya que Golombek conoce todos

-l.tl-
� � 11 -· ¡a¡
los misterios relativos a esta defensa. Por
otra parte, la preparación para la partida
-·-
� - m � es claramente más fácil para sus oponen­

- - a na tes, puesto que pueden estar prácticamen­


te seguros de la defensa que jugará su ri­
.i.O - - - val.

- - -�- Con todo, si consideramos el carácter


sólido de la Defensa Caro-Kann , difícil­
�- - D�D mente podemos prever sorpresas especia­
les, lo que le ha permitido a Golombek
- a - = � � 142 obtener buenos resultados con su sistema
defensivo.
Después de 25 . . . <l;xg7, las blancas ga­ 2 d4 d5
nan con 26 �c3+ <i;g8 27 l:l f3 , con las 3 ttJ c3 dxe4
amenazas 28 l:r. g3+ y 28 l:r. el . Obviamen­ 4 ttJxe4 �f5
te, el rey negro, abandonado por sus hues­ Uno de los sistemas más sólidos de la
tes, no puede resistir mucho tiempo el ata­ D efensa Caro-Kann que, dicho sea d e
que de las piezas pesadas blancas. paso, también fue empleado por Botvin­
26 h4 h6 nik en sus últimos matches por el cam­
Perdiendo pie, pero las negras ya no peonato mundial. La práctica demuestra
disponían de una defensa adecuada contra que las blancas no pueden conseguir nin­
la amenaza 27 l:r. g5 . Más tenaz era 26 . . . guna ventaj a perceptible, aunque nor­
l:r. f8, pero también e n tal caso ganarían fá­ malmente sí lograr construir una posición
cilmente las blancas, con 27 ll e1 , o bien más libre.
con 27 l:r. xf8+ � xf8 2 8 � g4+ <i; h8 29 5 ttJg3 �g6
� d4 + � g7 (o 29 . . . <l;g 8 30 li c 3 ) 30 6 �c4
�xa7. É s t a es u n a recomendación d e l ex
27 l:r. c4! ( 1-0) campeón mundial Dr. Euwe. No puede
afirmarse que esta continuación sea más
fuerte para las blancas que la (hasta aho­
ra) habitual, 6 h4 h6 7 ttJf3, pero tiene sus
PARTIDA N.0 76 ventaj as. La más importante, en mi opi­
KERES- GOLOMBEK nión, es el hecho de que las posibilidades
Moscú, 1956 que puede dar lugar no han sido lo bastan­
Torneo Memorial Alekhine te ensayadas en la práctica y, por lo tanto,
Defensa Caro-Kann ambos contrincantes están obligados a
pensar por sí mismos desde una fase muy
1 e4 c6 temprana de la partida. El resultado es
En la última década el maestro Go­ que Golombek es desprovisto de uno de
lombek rara vez ha contestado a 1 e4 con sus triunfos , a saber, su superior conoci­
otra defensa que no sea la Caro-Kann. miento de los misterios propios de esta
KERES - GOLOMBEK, MOSCÚ, 1956 1 19

apertura. Incluso podríamos decir que es


cierto lo contrario, pues ahora es el adver­
sario quien ha podido preparar mejor las
variantes derivadas de 6 Ac4, en la tran­
quilidad de su casa.
6••• e6
Muchos comentaristas han recomen-
dado aquí 6 . . . lLl d7 , para contestar a 7
lLl 1 e2 con 7 . . . eS . En mi opinión , sin em-
bargo , todo el plan es básicamente falso,
ya que abrir la posición sólo puede favo­
recer a las b l ancas , debido a su mej or
desarrollo. En cualquier caso, después
de 8 0-0, las negras se enfrentan al pro­
blema de qué hacer con sus peones cen­ Ahora las intenciones de las blancas
trales. están claras. Quieren abrir la columna f
7 lLlle2 con f5 y activar sus piezas para el ataque
El comienzo de una interesante idea. contra la posición del rey enemigo . Así,
Las blancas quieren poner en marcha un por ejemplo, después de 9 . . . 0-0 10 f5 exf5
ataque contra la posición del rey enemigo, 1 1 tLlxf5, las negras caerían en serias difi­
a base de f4-f5, y por tal motivo evitan de­ cultades, debido a las numerosas amena­
sarrollar su caballo por f3, para no interfe­ zas. De ahí que Golombek adopte medi­
rir con el avance del peón. Las bl ancas das radicales contra tales amenazas, pero
amenazan, además, cuando la ocasión se sin éxito.
presente, jugar lLl f4, seguido de h4, que 9 ••• W/ c7
dejaría a las negras en un dilema, en rela­ Después de 9 . . lLle4, las blancas pue­
.

ción con su alfil de g6. En consecuencia, den continuar con 10 f5 ! Por ej emplo: 10
las negras deben jugar la apertura con la ... il,xg3 11 tLlxg3 tLlxg3 12 fxg6 ! tLlxf1 13
mayor precisión, si no quieren caer en difi­ gxf7+, y si 13 . . . ri;;xf7, entonces, además
cultades. de la sencilla 14 W/xfl +, también 14 W/g4
7••• tLlf6 l:t e8 15 i.h6 ! es una muy fuerte continua­
Tras esta jugada natural de desarrollo, ción de ataque. Con la textual las negras
las blancas pueden ejecutar su plan sin es­ creen haber impedido 10 f5, ya que tras un
torbos. Después de la partida, Golombek doble cambio en f5 el peón h de las blan­
sostenía que hubiera sido más exacto 7 . . . cas qued aría colgando, pero les espera
i.d6, d e modo que, tras 8 0-0 W/c7 9 f4, las una penosa sorpresa.
negras pudieran proteger una vez más f5, 10 f5!
con 9 . . lLl e7 . En caso de 7 . . . il. d6, las
. Las b l a n c a s r e a l i z a n e l a v a n c e d e
blancas tendrían que alterar su plan y ju­ acuerdo a s u plan. E l sacrificio d e peón
gar, por ej emplo, 8 h4 h6 9 tLl f4, con un que implica esta j ugada es interesante y,
juego muy prometedor. caso de ser aceptado, le asegura a las blan­
8 0-0 il.d6 cas excelentes posibilidades de ataque.
9 f4! Las negras tienen, sin embargo, poca elec-
120 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

ción, ya que rehusar el sacrificio también una fuerte presión posicional, a cambio
le concedería a las blancas una duradera del peón sacrificado. Es cierto que la in­
iniciativa. Se diría que las negras no han mediata 14 t¿)f4 no conduciría a nada, de­
conducido la apertura con éxito. bido a 14 . . . 1We7 ! , pero 14 �g5 t¿)bd7 15
10 ... exf5 t¿)f4 es una buena continuación, dado que
11 t¿)xf5 .txh2+ las negras no pueden jugar 15 . . . 0-0-0, en
En una partida posterior, contra Fichtl, razón de 16 �xfP .
en la Olimpiada de Munich ( 1 958) , Go­ 13 g3!
lombek no se arriesgó a tomar el peón, y Esto corta la retirada del alfil y gana
continuó con 1 1 . . . �xf5 12 ll xf5 t¿) bd7, material. La combinación que sigue no es
pero tampoco esta línea puede considerar­ difícil, pero requiere un cálculo preciso.
se enteramente satisfactoria para las ne­ 13 ... �xf5
gras. Las blancas, con su parej a de alfiles y La tarea de las blancas sería más com­
su excelente desarrollo, tienen, sin duda, plicada después de 13 ... t¿)g4, aunque con
mejores perspectivas. esta jugada las negras correrían el riesgo
12 �h1 0-0? de perder una pieza limpia. Podría seguir,
por ejemplo, 14 l:r. f4 .txf5 (o 14 . . . .th5 15
'iffl) 15 ll xf5 �xg3 16 1Wg1 , y las negras
pierden material después de 16 . . . t¿)f2+ 17
�g2 t¿)e4 18 1We3.
Tampoco es suficiente 13 . . . 'ifd7, pues
las blancas consiguen clara ventaja con 14
'ifd3 t¿)g4 15 1We4! Como quiera que j ue­
guen las negras, es inevitable la pérdida de
material.
14 .U. xf5 .txg3
15 l:f.xf6!
El método más sencillo de conseguir
para las blancas una ventaj a cristalina, pe­
ro también era posible 15 1Wg1 , ya que tras
la jugada de la dama, ni 15 . . . �h4 16 �h6,
Un error, debido a que las negras no ni 15 . . . t¿)e4 16 1We3 hubieran sido espe­
h a n prestado suficiente atención al s i ­ cialmente seductoras para las negras.
guiente encierro d e s u alfil. L a mejor de­ 15 ... 1We7! (Ver diag. 345)
fensa de las negras era eliminar el fuerte Golombek se defiende con ingenio en
caballo blanco, 12 . . . .txf5 13 l:t xf5 , segui­ una difícil posición. Después de 15 . . . gxf6
do de 13 . . . .td6. En tal caso, aunque no 16 1Wg1 , la posición de las negras sería de­
sería fácil para las blancas obtener una sesperada, en razón de su rota estructura
ventaj a concreta, seguirían conservando de peones en el flanco de rey, pero ahora,

3 5 Esto
parece un tanto optimista. D espués de 1 4 � g5 tt:l bd7 1 5 tt:lf4 0-0, las blancas tienen, es cierto, algu­
nas posibilidades de ataque, pero las negras tienen todas sus piez as en juego y ninguna debilidad eviden­
te. Yo evaluaría esta posición como ligeramente superior para las negras.
KERES-GOLOMBEK, MOSCÚ, 1956 121

por otra parte, las negras quedarían relati­ Ahora podemos advertir el éxito de la
vamente bien después de 16 tt::l xg3 'i!fxf6. combinación iniciada por las blancas en su
Las blancas, por tanto, deciden perseguir jugada 13. Las negras tienen, es cierto, to­
su principal objetivo: dislocar la estructura rre y dos peones por los dos alfiles enemi­
de peones del enroque negro. gos lo que, en términos materiales, signifi­
16 'i!ffl! 'i!fe4+ c a u n a co mp e n s a c i ó n s u fi ci e n t e . S i n
Después de 1 6 . . . 'i!fxf6 17 'i!fxf6 gxf6 embargo, los peones negros del flanco de
18 tt::l xg3, las blancas habrían conseguido rey están dislocados y son débiles, y esto
su objetivo. Si las negras juegan 16 . . . tt::l d7, inclina la balanza a favor de las blancas.
las blancas conservan su pieza de ventaja Las negras, a pesar de su ulterior resisten­
con 17 l:[ xf7 (también era posible la origi­ cia, ya no están en condiciones de salvar
nal 17 l:t h6) 17 . . . 'i!fh4+ 18 <iftg2 'i!fh2+ 19 su posición.
<if;>f3. 22 tt::l d 7
17 'i!ff3 23 .ilh6 l:t fe8
17 <iftg1 'i!fh4 1 8 'i!ff3 conduciría a la 24 <if;>f3 <if;>hS
misma posición. Las blancas amenazaban con un ata­
17 1Wh4+ que decisivo sobre l a columna g . Así,
18 <iftg2 1Wh2+ por ej emplo, 24 ... tt::l f8 sería contestado
19 <iftfl con l a fuerte réplica 25 ltJ h 5 ! 1:[ e7 26
Con esto el "ataque" negro ha llegado a tt::l xf6+ <if;>h8 27 l:t h 1 , con amenazas de
su fin y la ventaj a material de las blancas mate.
debe resultar decisiva. Es interesante ob­ 25 tt::l h5 llg8
servar que el rey blanco está a cubierto de Las negras no tienen nada mejor con­
las. amenazas negras, a pesar de haber desa­ tra la amenaza 26 � g7 + , seguido de 27
parecido su barrera protectora de peones. l:t g1 , pero ahora las blancas ganan calidad
19 'i!fh3+ y esto les deja con pieza de ventaja.
20 1Wg2 1Wxg2+ 26 Jixf'T l:t g6
21 <if;>xg2 gxf6 27 Jl.xg6 hxg6
22 tt::l xg3 28 tt::l g3
122 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

PARTIDA N.o 77
·- - - - � KERES- BOTVINNIK

-·-�-
�� � - Moscú, 1956
Torneo Memorial Alekhine
-·- -· m Defensa Siciliana

- - - - 1 e4 c5
- D - - 2 llJf3 llJc6

- - -��� '
El ex campeón mundial B otvinnik es
uno de los pocos jugadores de elite que no
�D�a � - -

se han inclinado por seguir la moda, op­

a - - -
tando por 2 ... d6, seguido de un eventual
' U7 . . . e6. Una vez más, emplea el planteo clási­
co de la Siciliana.
Las negras ni siquiera pueden tratar de 3 d4 exd4
cortar la ruta de regreso del alfil, con 28 ... 4 llJxd4 llJf6
g5 , ya que 29 .U. el gana. La ulterior resis­ 5 llJc3 d6
tencia, con pieza de menos, es desespera­ 6 Ag5 e6
da. 7 �d2 h6
2S ::tes Ésta es una de las variantes predilectas
29 Af4 � g7 del ex campeón mundial en la Defensa Si­
30 llJe4 g5 ciliana. Las negras están obligadas, tras el
31 liJ d6 l:r. e6 cambio 8 �xf6, a retomar de peón, pues,
32 � g3 b6 como es bien sabido, 8 . . . �xf6 perdería
33 l:r. e1 ll xe1 un peón después de 9 llJdbS. Tras 8 . . . gxf6
34 �xe1 � g6 se produce un agudo juego y en esta línea
35 liJ eS c5 B o t v i n n i k ha c o n s e g u i d o n u m e r o s o s
36 dxc5 llJxe5 éxitos e n l a práctica. Sin embargo, las par­
37 llJxa7 f5 tidas más recientes jugadas en esta varian­
3S �f2 liJd7 te tienden a demostrar que la sólida posi­
39 �d4 �h5 ción defensiva de l a s n egr as t i e n e u n
40 liJ eS llJfS carácter demasiado pasivo y que, s i juegan
41 llJ e7 f4 con la suficiente energía, las blancas debe­
42 llJf5 llJg6 rían conseguir una posición más promete­
43 llJ g7+ �h6 dora.
44 � e4 llJfS Surgen otras dudas acerca de la correc­
45 llJf5+ ( 1-0) ción de este complicado sistema defensi­
vo, si tenemos en cuenta que esta partida
se j ugó en la última ronda del torneo , y
que Botvinnik sólo necesitaba medio pun­
to para asegurarse el primer puesto. Apa­
rentemente, el ex campeón del mundo es­
taba convencido de que la mejor forma de
KERES - BOTVINNIK, MOSCÚ, 1956 123

asegurarse las tablas era jugar una partida lbxd4 15 .U. xd4 � c6, después de la cual
de lucha intensa, antes que seguir una es muy difícil para las blancas asaltar la
tranquila táctica en busca de simplificacio- posición enemiga con la menor probabi­
nes. lidad de éxito. La textual impide esa po­
8 i.xf6 gxf6 sibilidad, que en vista de la restringida
9 0-0-0 a6 posición de las negras , es absolutamente
10 f4 hS lógica.
En partidas anteriores con esta varian­ 13••• 0-0-0
te, Botvinnik normalmente optó por 10 ... 14 l:thfl ltJaS
�d7, para completar lo antes posible el Las negras tratan de aliviar su tarea
desarrollo de su flanco de dama. La textual, mediante cambios y privar así, de paso, a
sin embargo, es antes o después necesaria, su oponente de posibilidades concretas de
a fin de impedir la amenaza posicional ataque en el flanco de dama. No obstante,
.te2-h5, puesto que en h5 el alfil ejercería la textual es un tanto prematura y será la
una desagradable presión sobre la posi­ causa de las dificultades que van a experi­
ción negra. Así, por ej emplo, la partida mentar las negras. Aquí deberían haber
Bondarevsky-Botvinnik (29.° Campeona­ optado por 14 ... 'i.tb8, cuando las blancas
to de la URSS, 1951) continuó: 10 . . . .td7 continuarían con 15 l:t f3 , planteando la
1 1 A e2 'iV b 6 1 2 � h5 ttJ xd4 1 3 'iV xd4 amenaza l:t h3.
'iVxd4 14 l:t xd4 l:t g8 15 g3 y las blancas 15 l:t f3
consiguieron una fuerte presión posicional E l simple cambio 1 5 lb xa5 'iVxa5 1 6
a pesar del cambio de damas. lH3 también d a lugar a una creciente pre­
11 'i.tb1 it.d7 s i ó n , ya que después de 1 6 . . . 'i.t b8 las
12 �e2 'iVb6 b lancas pueden proseguir con 1 7 'iV d4
.t e7 18 b4 'iV c7 19 lb d5 ! exd5 20 l:t c3
.tc6 21 exd5 . Sin embargo, la textual no
es, en absoluto, inferior.
15 lbxb3
16 axb3 'i.tbS

13 lbb3!
En la partida Keres-Petrosian (Ams­
terdam 1 956) , las blancas permitieron la
simplificación 1 3 .l:t hfl 'iVxd4 14 'iVxd4 349
124 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

17 lba4!
Al permitir el cambio en b3, las blan­
cas se han asegurado la casilla a4 para su
caballo , y ahora amenazan un peligroso
ataque al rey.
17 ••• 'f/a7
Aquí la dama queda fuera de j uego,
pero no es fácil proponer nada mejor para
las negras. El cambio 17 . . . �xa4 entrega­
ría a las blancas la pareja de alfiles, dándo­
les la posibilidad de crear una molesta
presión sobre casillas blancas, con l:t b3.
Después de 17 ... 'f/c7, podría seguir, sin
embargo, 18 'f/d4 � e7 1 9 l:t c3 ..tc6 20
lb b6, con l a desagradable amenaza 21 23 lLJ cS , pero a ú n sería más fu erte 22
lLJdS. l:t g7 ! bxa4 23 'f/b4+ � a8 24 eS ! , cuando
18 f5! �e7 las negras no podrían oponer una defensa
Esta j ugada defensiva normal pierde eficaz.
un peón de forma sorprendente, pero la Con la textual las negras entregan un
posición negra era ya difícil. El cambio 18 peón, en espera de conseguir contrajuego
... exfS 1 9 exfS �c6 le concedería a las ne­ con sus dos alfiles. Sin embargo, la activa
gras buen juego de piezas, pero su estruc­ posición de las piezas blancas, en conjun­
tura de peones habría quedado definitiva­ ción con la desfavorable situación de la
mente dañada. Las blancas , en tal caso, dama negra, hacen que tales esperanzas
podrían conservar una clara ventaj a con resulten ilusorias.
20 l:t h3 o 20 l:t g3 . Ahora, a cambio del 21 l:t g6! b5
peón, las negras consiguen al menos una Las negras no pueden dej ar etern a­
razonable actividad para sus piezas. mente su dama en posición de ahogada,
19 fxe6 fxe6 pero de esta forma surgen nuevas posibili­
20 l:r. xf6! dades de ataque para las blancas en el
Este sacrificio parece evidente, ya que flanco de dama.
l a s negras n o p u e d e n responder 20 . . . 22 lbc3 'f/c5
�xf6, a causa de 2 1 'f/xd6+, seguido de 22 23 lba2!
lbb6+, ganando la dama. Con todo, rehu­ Una vez que este caballo llegue a d3
sarlo requiere un cálculo exacto. (vía b4) , la ventaja de las blancas quedará
20 ••• l:l h7 (Ver diag. 350) definitivamente sellada.
No, naturalmente, 20 . . . �xa4, debido 23 �a7
a 21 l:t xe6, pero el cálculo principal estaba 24 lbb4 .: f8
relacionado con el contraataque 20 . . . bS, 25 �f3 h4
con idea de responder a 21 l:t f7 con 21 . . . 26 h3 �eS (Ver diag. 351)
�e8. Las blancas podrían, entonces, con­ El intento de perseguir a la torre blan­
seguir una excelente posición de ataque ca con 26 . . . .te8 27 l:t xe6 ..td7 sería en
con el sacrificio de calidad 22 l:t xe7 'f/xe7 vano, ya que las blancas pueden respon-
KERES - BOTVINNIK, MOSCÚ, 1956 125

l a textual, las negras esperan 29 .:t. xf6


.i.xf6 30 W/xd6 W/xd6 31 l:!xd6 .teS 32
1::[ d8 .i.xf4 33 1:! xc8, en cuyo caso podrían
ofrecer una tenaz resistencia en el final de
alfiles de distinto color. Las blancas, sin
embargo, no se contentan con tan peque­
ña ventaja.
29 .i.g4! l::t.x g6
Después de 29 ... 1::[ hf7 se ganaría otro
peón con 30 ltJxe6 .i.xe6 31 .i.xe6, asegu­
rándole a las blancas, además, un ataque
muy fuerte.
351 30 ltJxg6 .i.b7
Las negras ya no disponen de defensa
der simplemente 28 l:!g6 .i.e8 29 ltJ d3 y contra la amenaza 31 ltJxe7, seguido de 32
30 1:! h6. Las negras no pueden hacer otra W/xd6. En apuros de tiempo , las n egras
cosa que esperar a ver de qué modo pien­ parecen omitir que el peón de e4 está indi­
san las blancas mejorar su posición. rectamente protegido, por lo que ahora
27 lt::ld3 W/c7 pierden otro peón, lo que hace desespera­
En caso de 27 ... W/d4, sería molesto 28 da toda resistencia ulterior.
W/el . 31 .i.xe6 .i.d8
28 ltJf4 .l:t f6 32 .i.d5 ..txd5
No , n a t u r a l m e n t e , 2 8 . . . .i. f6 ? 2 9 33 W/xd5 1:! f7
l:!xf6 ! , seguido d e 3 0 W/d4+. Después de 34 e5 (1-0)
126

Torneos de los años 1957-1958

1 957 fue de nuevo un año rico en eventos tes de la última ronda, me encontraba en
para mí. A principios de año participé en el cuarta posición, con medio punto menos
24.° Campeonato de la URSS, que se cele­ que los tres líderes. Aunque en la jornada
bró en Moscú. Mi comienzo sólo fue discre­ de clausura le gané a Antoshin una parti­
to. Tras unas tablas con Mikenas, siguió da muy arriesgada, no me bastó para con­
una derrota ante Spassky, luego unas difíci­ seguir el primer puesto, ya que al ganarle
les tablas con Jasin y sólo en la cuarta ron­ a Tolush, Tal se aseguró el triunfo en soli­
da pude conseguir una buena victoria posi­ tario. Yo comp artí el segundo y tercer
cional ante Furman. En mi partida contra puesto con Bronstein, a medio punto del
B oleslavsky de la quinta ronda introduje vencedor. En este torneo también cedí de­
una innovación en una bien conocida va­ masiados medios puntos ante j ugadores
riante de la Defensa Siciliana y, dado que que finalizaron en los puestos bajos de la
mi oponente no encontró la defensa co­ tabla, lo que me impidió una mejor clasifi­
rrecta, gané rápidamente. Siguió una serie cación. En conjunto, sin embargo, me con­
de tablas y cuando, transcurridas diez ron­ sideré satisfecho con mi juego.
das, eché un vistazo a la tabla de clasifica­ Poco después del Campeonato de la
ción, resultó que no me ofrecía un aspecto URSS, realicé, en compañía del gran maes­
agradable. Con 7,5 puntos se encontraba, tro Kotov, una larga gira por Sudaméri­
en cabeza, Tolush, entonces en plena for­ ca. Mi participación en el tradicional tor­
ma, mientras que yo, con 5,5 puntos, estaba neo de Mar del Plata fue un éxito. Parecía
muy distanciado, hacia la mitad de la tabla. estar verdaderamente en forma y las parti­
En las dos rondas siguientes conseguí das se sucedían una a otra sin sufrir un par­
mej orar sustancialmente mi posición, ya ticular estress, a pesar de las altas tempera­
que gané ambas partidas, remontando po­ turas. El final del torneo fue emocionante,
siciones hasta situarme en el tercer puesto. ya que Naj dorf y yo teníamos la misma
Después de la 15.8 ronda me encontraba puntuación al iniciarse la última ronda. Yo
en cabeza, con medio punto de ventaj a so­ gané relativamente pronto mi parti d a ,
bre mis más próximos rivales. En ese mo­ mientras que Najdorf estaba envuelto e n
mento, sin embargo, perdí una floj a parti­ u n a dramática lucha con Panno. Naj dorf
da a n t e Tal , y e s t e e n c u e n t r o r e s u l t ó consiguió una posición claramente ganada
decisivo a efectos del primer puesto. An- y además Panno se encontraba en graves
KERES-ELISKASES, MAR DEL PLATA, 1957 127

apuros de tiempo, pero entonces el prime­ ellas conseguí una bonita victoria (N.0 81).
ro jugó de forma tan descuidada que no En otra sucumbí ante un fuerte ataque en
sólo dejó escapar toda su ventaja sino que el flanco de rey, mientras que las otras dos
por último tuvo que admitir su derrota. finalizaron en tablas.
Así, gané el torneo con la excelente pun­ También tomé parte en el Campeona­
tuación de 15, de 17 partidas, sin perder un to de la URSS por equipos, que tuvo lugar
solo juego. A continuación viajamos a Chi­ en Vilnius, y en el que, para sorpresa ge­
le, donde tomamos parte en un pequeño neral , Estonia fin alizó en una excelente
torneo en Santiago. También conseguí el cuarta posición. Hacia fin de año debía
primer puesto, cediendo sólo dos tablas. disputarse la Olimpiada de Munich. En
En esta colección se incluyen dos partidas esta competición defendí el tercer tablero
de la gira, ambas de Mar del Plata: contra de la URSS, consiguiendo el mejor resul­
Eliskases (N.0 78) y contra Lombardy tado en ese tablero, con 7 partidas gana­
(N.o 79), esta última de cierto valor teórico. das, 5 tablas y ninguna derrota.
Apenas había regresado a casa cuando
tuve que desplazarme a Leningrado para
disputar el tradicional match contra Yu­ PARTIDA N.0 78
goslavia. Luego viajé a Viena con la selec­ KERES - ELISKASES
ción soviética, para participar en el primer Mar del Plata, 1 957
Campeonato de Europa de equipos nacio­ Defensa Francesa
nales. En ambas competiciones j ugué un
ajedrez tranquilo, sin especiales pretensio­ 1 e4 e6
nes y el resultado global en estos dos 2 d4 d5
eventos fue de dos partidas ganadas y 3 tt:Jc3
ocho tablas. En el otoño nuestros amigos La textual conduce normalmente a va­
húngaros vinieron a Tallinn para disputar riantes más agudas que la alternativa 3
un match amistoso. En esta ocasión tuve tt:J d2. Dado que Eliskases pertenece a la
un mal resultado, ya que perdí mis dos escuela de tranquilos jugadores posiciona­
partidas contra el gran maestro Barcza. les , me mentalicé para tratar de crear
Al finalizar el año, tras un largo inter­ complicaciones desde el comienzo de la
valo, participé, una vez más, en el Congre­ parti d a , y e s t a j ug a d a permite b u e n a s
so de Hastings. En aquella ocasión me en­ oportunidades e n ese sentido.
c o n t r a b a en u n a exce l e n t e for m a , 3 �b4
ganando una partida tras otra. E n las ocho 4 eS c5
primeras partidas sumé 7,5 puntos. Aun­ 5 a3 �xc3+
que perdí en la última ronda ante Gligo­ 6 bxc3 tt:Je7
ric, conseguí ganar el torneo en solitario. La réplica más habitual, con la que las
De las partidas de este torneo merece negras declaran ya su voluntad de aceptar
a t e n c i ó n la m i n i a t u r a c o n t r a C l a r k e las grandes complicaciones que suelen de­
(N.0 80) , además d e algún interés teórico. rivarse de 7 'it'g4. Los jugadores más pru­
En el verano llegó el match anual con­ dentes prefieren aquí 6 . . . 'it'c7, que con­
tra Yugoslavia, en el que tenía que jugar duciría a la posición de la p ar t i d a po r
cuatro partidas contra Gligoric. En una de transposición de movimientos, pero que
128 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

permite a las negras, tras 7 lllg4, defender A las blancas les gustaría desarrollar el
su peón g7 simplemente con 7 . . . fS. alfil por a3, pero la inmediata 9 .ia3 permi­
7 ltJf3 ltJbc6 tiría a las negras la simplificación 9 ... cxd4
Muchos expertos sostienen que 7 . . . 10 cxd4 'i!VaS+ 1 1 lll d 2 lll x d2+ 1 2 � xd2
lilaS es más enérgico, pero esto es discuti­ ltJf5, y las blancas sólo conseguirían un final
ble, sobre todo cuando se relaciona con la un poco mejor. A fin de impedir esta posibi­
idea de bloqueo . . . lll a 4. Así, por ejemplo, lidad, las blancas realizan la jugada textual,
después de 7 . . . lilaS 8 llld2 llla 4, las blan­ que a primera vista parece un tanto extraña.
cas pueden continuar con 9 dxcS , con lo Como preparación de la idea las blancas,
que el juego adopta otro carácter y el blo­ sin embargo, deberían haber optado por 9
queo de a4 resulta ilusorio. En general, la A e2, seguido de 10 0-0, planteando a su
cuestión de uno u otro método de j uego oponente algunos difíciles problemas.
depende del gusto de cada jugador, por lo 9000 b6
que resulta muy difícil realizar una valora­ Las negras j uegan de forma ilógica.
ción objetiva. Puesto que se han decantado por el siste­
8 a4 lllc7 ma vinculado al movimiento ... 'i!Vc7, debe­
Aquí se considera mejor 8 ... lilaS, para rían continuar con 9 . . . f6 ! , recomendado
continuar, después de 9 �d2 o de 9 llld 2, por el gran maestro Bondarevsky. Como
con 9 . . . i.d7 y, posiblemente, . . . c4, segui- demostró la p a r t i d a Smyslov-B o n d a ­
do de . . . 0-0-0. La textual guarda relación revsky (Parnu 1 947) , las negras, después
con otra idea, a saber, un contraataque al de 10 exf6 gxf6 11 �e2 c4 12 lllh6 ltJg6 13
centro blanco, con . . . f6, a cuyo fin la dama ltJh4 l:r. g8 14 �hS lllg 7, obtienen una po­
se halla indudablemente mejor situada en sición perfectamente satisfactoria.
c7. Pero en definitiva parece que también 10 i.d3
aquí la preferencia tiene más que ver con La cuestión de si el alfil rey debe desa­
el gusto del jugador, porque es difícil, ob­ rrollarse a d3 o a e2 constituye un proble­
j etivamente hablando, dictaminar la supe­ ma importante.
rioridad de un sistema sobre el otro. Normalmente, se juega 10 .i e2, a fin
9 'i!Vd2 de que las negras no puedan ganar un
tiempo con el avance . . . c4, que resulta ne­
cesario en cualquier caso. Sin embargo, 10
�d3 es una jugada correcta en la presente
posición, ya que después de 10 . . . c4 1 1
.ie2 f6 puede explotarse la apertura de la
diagonal a3-f8, mediante el prometedor
sacrificio de peón 12 � a3 ! fxeS 1 3 dxeS
ltJxeS 14 ltJd4!
10 ... �d7
11 0-0 c4
Es difícil proponer nada mejor para las
negras. Si, por ejemplo, 1 1 . . . liJaS, enton­
ces la respuesta 12 'i!VgS es muy molesta. Si
las negras quisieran impedir esta jugada de
KERES - ELISKASES, MAR DEL PLATA, 1957 129

dama, con 11 ... h6, entonces podría seguir


12 'i!Wf4. En la partida Belavenets-Botvin­
nik (21 .° Campeonato de la URSS, 1939),
las blancas consiguieron una clara ventaja
después de 12 ... c4 13 �e2 0-0 14 �a3.
Debido a su incoherente tratamiento
de la apertura, las negras han caído ya en
dificultades, a las que no es fácil encontrar
una salida.
12 �e2 tt':!f5
Si ahora 12 . . . f6, entonces las blancas,
naturalmente, no cambian en f6, sino que
podrían optar por un interesante sacrificio
de peón, con 13 � a3 ! La posición resul­
tante de 13 . . . fxe5 14 dxe5 tt':!xe5 15 tt':!d4! A 1 8 . . . h4 las blancas pueden contestar
le daría pocos motivos de alegría a las ne­ simplemente 19 �g4, en lugar de preocu­
gras. Puede decirse que las blancas han sa­ parse por ganar un peón con 19 �xf5 exf6
lido de la apertura con una clara ventaja 20 exf6 y 21 tt':!xh4. La continuación 18 . . .
posicional. tt':!a5 tampoco constituye u n a amenaza, y a
13 �a3 h5 que, después d e 19 l:r. ae1 �xa4, las blan­
14 l:He1 f6 cas recuperan el peón con ventaj a median­
Ahora las blancas pueden proteger de­ te 20 exf6 gxf6 21 l:r. xe6.
bidamente el punto e5, de modo que esta 19 l:r. ae1 'i!Wc8
jugada carece de fuerza. Por otra parte, las Las b l a ncas a m e n a z a b a n g a n a r u n
negras deben intentar algo, ya que, por peón con 2 0 �xf5 exf5 21 e6 � c 8 2 2 tt':! h4.
ejemplo, después de 14 . . . 0-0-0 15 g3, las Si las negras tratan de aliviar su posición
b l ancas p r e p a r arían g r a d u a l m e n t e e l mediante cambios, con 19 . . . fxe5, podría
avance g4 con h3, además d e intercalar fa­ seguir más o menos como en la partida, 20
vorablemente las jugadas 15 tt':!g5 �e8. �xf5 exf5 21 dxe5 �e6 22 tt':!g5. Además,
1s �n o-o-o también es muy fuerte 20 tt':!xe5 lUxeS 21
16 g3 <ifi>b7 l:r. xe5 tt':!d6 22 f3 , o 22 il.xd6.
17 �h3 %1 deS (Ver diag. 353) 20 �xf5
En este momento las negras deben Las blancas no pueden seguir reforzan­
afrontar la amenaza 18 �xf5 exf5 19 �d6 do su posición de ningún modo. En conse­
'i!Wc8 20 exf6 gxf6 21 tt':! h4 , que dej aría cuencia , el ataque que inician con este
maltrecho a su flanco de rey. Después de cambio está plenamente justificado.
la textual las blancas incrementan tranqui­ 20 ••• exf5
lamente su presión sobre la columna e, 21 tt':!h4
doblando torres. También habría sido muy fuerte 2 1
18 l:r. e2 <ifi>aS exf6 gxf6 2 2 tt':!h4, pero las blancas consi­
Las negras no disponen de posibilidad deran que no hay necesidad de apresurar­
alguna de contrajuego activo, por lo que se a realizar ese cambio.
tienen que adoptar una táctica de espera. 21 ••• fxe5
130 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

355

Las negras no tienen nada mejor, ya Una excelente celada. Si las blancas to­
que debían oponerse a la amenaza ltJ h4- man de inmediato el peón, con 27 ltJxdS,
g6-f4 , o simplemente 22 exf6 , mientras entonces se encontrarían con la sorpren­
que después de 21 ... l:l h6 seguiría 22 exf6 dente réplica 27 . . . ltJxeS ! , y el final que se
I:t xf6 23 'it'g5. También era de considerar p r o d u c e d e s p u é s de 28 ltJ xb 6 + (o 2 8
21 . . . g5, pero en tal caso las blancas j ue­ ttJc7+ 'it'xc7 ! 2 9 ..txc7 l:l xd2, seguido de
gan 22 ltJf3, y las negras tendrían que preo­ . . . ltJ f3+) 28 . . . axb6 29 � xe5 'it'xd2 30
cuparse también por la debilidad de g5 . %:t exd2 l:l xd2 31 l:t xd2, le concede a las
Tras 22 . . . f4, ganaría muy fácilmente el sa­ negras buenas posibilidades de tablas, en
crificio de calidad 23 exf6 l:l xe2 24 l:l xe2 razón de los alfiles de distinto color .
..tg4 25 ltJxgS �xe2 26 'it'xe2. Las blancas, sin embargo , no tienen
22 dxeS! por qué apresurarse a capturar el peón de
Las negras pueden cerrar la columna e, d5. Con su siguiente jugada aseguran an­
pero ahora las blancas trasladan la presión tes el fuerte puesto de su caballo en f4, y a
al peón d negro, mucho más difícil de de­ continuación se disponen a tomar el peón.
fender. En primer lugar, las blancas llevan 27 h4! l:l xd6
su caballo a f4, desde donde presionará efi­ Una decisión desesperada, pero las ne­
cazmente sobre el objetivo de ataque:· d5. gras estaban convencidas, a estas alturas
22 �e6 de la partida, de que no tenían otra forma
23 ltJ g6 l:t h6 de defender su peón d contra la amenaza
24 ltJf4 'it'd7 28 'it'e3, seguido de Wf3. Con este sacrifi­
25 l:l dl l:l dS cio las negras obtienen un peón a cambio
26 �d6 ••• (Ver diag. 355) de la calidad, pero esto no resulta suficien­
Estas jugadas son fáciles de entender y, te para salvar la partida. Las blancas, con
al menos por parte de las negras, práctica­ su fuerte caballo y el control de la colum­
mente forzadas. Con la textual el peón de na e, mantienen una clara ventaj a posicio­
d5 parece condenado, pero Eliskases con­ nal, que basta para ganar.
sigue encontrar una inteligente defensa. 28 exd6 Wxd6
26••• �17! 29 'it'e3 'it'a3
KERES-ELISKASES, MAR DEL PLATA, 1957 131

No 29 . . . l:. e8, a causa de 30 l:. xd536• .U. d4, es desesperado. La textual tiene por
El contraataque en el flanco de dama objeto impedir 36 'ifc6.
iniciado con la textual es tan desesperado 36 aS!
como otras tentativas de defender la posi­ Ahora se abren nuevas líneas contra el
ción, pero de hecho la resistencia más te­ rey negro, lo que arroj a una rápida deci-
naz se ofrecía con 29 . . . g6. sión.
30 'iff3 g6 36 ••• �eS
Ahora es demasiado tarde para j ugar Las negras no pueden tomar el peón.
30 . . . 'i:fd6, debido a la simple 31 tL'lxhS. Después de 36 ... �xa5 , gana 37 Wb7, y en
31 tL'lxdS �b7 caso de 36 . . . bxa5 , las blancas refuerzan
32 l:i[ e7+ decisivamente su ataque con 37 'it'f4, dado
que las negras no pueden defenderse so­
bre las casillas de su color. La textual no
altera de ningún modo la posición.
37 axb6 Ac6
Este contraataque sobre la gran diago­
nal es la única posibilidad de las negras.
38 l:. al+ �xb6

356

Est a ) ugada es, desde luego , conclu­


yente, pero las más modestas 32 1:. ed2 o
32 �g2 habrían finalizado el juego más rá­
pidamente, debido a la amenaza 33 tL'lb4.
En el final resultante las negras, aunque
con calidad menos, siguen ofreciendo una
obstinada resistencia.
32 ••• tLlxe7 39 'iff4! We4
33 tL'lxe7+ �a6 Era un poco mejor 39 . . . Wd5, a lo que
34 l:. xd8 'ifxe7 las blancas responderían 40 Wb8+ �b7 y
35 l:t dl 'ife6 ahora tanto 41 'it'xa7+ �c7 42 Wa5+ (con
El final que se produce tras el cambio un final fácilmente ganado), como 41 f3 !
de damas, 35 . . 'if e4 36 'i:f xe4 fxe4 37
. E n este último caso , n o e s posible 4 1 . . .

3630 l:!. xd5 es u n error, ya que las negras pueden continuar con 30 . �f8 ! , recuperando l a calidad. Las
. .

blancas deben contestar a 29 . . . l:!. e8 con 30 �f3 l:!. xe2 31 �xe2, amenazando los peones de c4 y h5.
132 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

W xf3 , d e b i d o a 42 'if d 6 + , s e g u i d o de complicadas es la que se produce en esta


l:t b1+, seguido de mate37• partida.
D espués de la textual, las negras no 6 a3
pueden evitar el mate. Posteriormente se ha empleado tam­
40 Wb8+ ..tb7 bién la continuación 6 tt:Jg3, a fin de jugar
41 'ifd6+ (1-0) e4 lo antes posible. Si las negras contestan
Si 41 . . . Wc6 o 41 . . . �f6, sigue mate en 6 . . . eS , sigue 7 d5 exd5 8 cxd5 A xfl 9
pocas jugadas, comenzando por 42 l:t b1 +. 'iifi xfl ! , con idea de f3 y e4 y excelente jue­
go para las blancas, como en la partida
Geller-Matanovic (Match URSS-Yugos­
PARTIDA N.o 79 lavia, 1958). Reshevsky ha conseguido al­
LOMBARDY - KERES gunas bonitas victorias con este sistema.
Mar del Plata, 1957 6 ... Ae7
Defensa Nimzoindia Muchos sostienen que esta retirada es
dudosa y recomiendan 6 . . . �xc3+ 7 tt:Jxc3
1 d4 tt:Jf6 d5. La práctica también demuestra que las
2 c4 e6 negras consiguen excelentes resultados
3 tt:J c3 .1t.b 4 con esta línea, pero la textual es más ambi­
4 e3 gua y conduce a posiciones más interesan­
La costumbre y la moda desempeñan tes.
hoy en día un importante papel a la hora 7 tt:Jf4 d5
de decidir la apertura. Mientras que hace 8 cxd5 .txn
unos veinte años la continuación 4 Wc2 9 dxe6
era casi siempre la favorita de las blancas Este sacrificio de pieza se ha conside­
contra la Defensa Nimzoindia, en la ac­ rado, en los últimos años, insuficiente para
tualidad ha desaparecido casi por comple­ las blancas, a pesar de que consiguen dos
to de la práctica de torneo. Su lugar lo peones y muy buenas perspectivas de ata­
ocupa ahora 4 e3, que ha relegado todas que a cambio de la pieza. En su lugar se ha
las demás variantes al cuarto trastero. Sin hecho popular la alternativa 9 'iiti xfl exd5
embargo, dentro de otros veinte años es 10 g4 que, por ej emplo , le reportó a las
muy probable que la jugada 4 e3 se vea blancas una rápida victoria en la segunda .
tan raramente como en nuestros días ve­ partida del match de 1954 entre Botvinnik
mos 4 Wc2 o 4 tt:Jf338• y Smyslov.
4 ••• b6 En lo que a mí respecta, apenas puedo
5 tt:J e2 �a6 creer que este arriesgado método de juego
Esta j ugad a , practicada por primera sea tan fuerte que obligue a las negras a
vez por Bronstein (en su match con Bot­ descartar por su causa toda la variante. En
vinnik de 195 1 ) da paso a un buen número cualquier caso, después de la textual se
de líneas interesantes y una de las más produce una interesante posición rica en

37 Después de 41 f3 las negras pueden defenderse momentáneamente con 41 ... a5, de modo que la pri mera
línea es la forma de ganar más clara.
38 Lo cierto es que ¡4 'irc2 de n uevo es extremadamente popular!
LOMBARDY - KERES, MAR DEL PLATA, 1957 133

posibilidades para ambos bandos, y sobre Otra seductora posibilidad era 1 2 dS,
la que la teoría aún no ha pronunciado la pero la tarea de las negras sería entonces
última palabra. menos dura. Podrían, por ejemplo, j ugar
9 i.a6 12 . . . tLl bd7 13 tLl e6 (después de 13 d6
10 exf7+ cj;; xf7 i. f8, las negras amenazan . . . tLl eS ) 13 . . .
11 e4 'ii'b 8 14 f4 l:l e8, para devolver l a pieza, ca­
so de 1S eS, con 1S . . . ttJ xeS. En esta va­
riante la insegura posición de su rey tam­
poco le permitiría a las blancas utilizar
toda la fuerza de su centro de peones.
1 2 eS s e r í a m a l a , a c a u s a d e 1 2 . . .
'ifxd4! y las negras devolverían l a pieza
con una excelente posición.
12 ••• tLl c6
13 'ii'b3+
Una interesante continuación con la
que las blancas liberan a su peón d del ata­
que. Las negras tienen que responder aho­
ra 13 ... c4, ya que después de 13 . . . cj;; e 8 14
'ifa4, las blancas, debido a la amenaza 1S
dS , recuperarían su pieza. Por otra parte,
La tentativa de ataque 1 1 'ii'b 3+ cj;; e8 las blancas tampoco tienen alternativa, ya
12 tLle6 resulta ser insuficiente, a causa de que después de 13 dS tLleS, las negras pron­
12 . . . 'ifd7 ! , aunque con ella las blancas to conseguirían una posición ganadora.
obtienen un tercer peón por la pieza. La 13 ••• c4
textual es una recomendación de Bonda­ 14 'ifd1
revsky y, desde luego, es más peligrosa pa­ Ahora las blancas amenazan de nuevo
ra las negras, ya que la posición de su rey 1S eS, después de lo cual el caballo no tie­
sigue siendo muy insegura y la movilidad ne buena casilla de retirada. Las blancas
del centro blanco de peones puede hacer­ podrían haber ganado un tiempo con 14
se muy peligrosa. Las negras deben, por 'ifa4, pero esta j ugada también tiene sus
tanto, iniciar un inmediato ataque contra inconvenientes, puesto que la dama no es­
el centro enemigo, antes de que las blan­ tá especialmente bien situada en a4. Des­
cas tengan tiempo de completar su desa­ pués de 14 ... 'ifc8 1S eS, el caballo negro
rrollo. tiene a su disposición la buena casilla g4 y
11•.. eS! no parece probable que en esta línea las
12 i.e3 blancas puedan llevar a cabo un ataque
Las blancas conducen el ataque con con éxito.
considerable agudeza. Si ahora las negras 14 ••• i.d6!
capturan el peón, con 12 ... cxd4, tendrían Las negras deciden correctamente de­
que sufrir un feroz ataque después de 13 volver la pieza por dos peones. De esa for­
'ii'b 3+ cj;; e8 14 0-0-0, teniendo en cuenta ma neutralizan el ataque enemigo, y con
que el centro se ha abierto. sus dos alfiles obtienen una excelente po-
134 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

sición que resuelve los problemas de la plemente 17 . . . 'ilfc8 18 0-0 �b7 y la dama
apertura de manera completamente satis­ blanca quedaría mal situada en a4. Más
factoria. La tentativa de conservar la pieza prometedor es 17 'ilff3, en cuyo caso las
dejaría a las negras en una incómoda posi­ negras responderían 17 . . . 1l:Vc8 y seguirían
ción. Por ejemplo: 14 . . . l:t f8 15 e5 ltJe8 16 teniendo ventaja, pero las blancas queda­
1l:Vf3, con varias feas amenazas. rían mejor que en la partida.
15 eS 17 ... l! e8
Las blancas deben aprovechar la opor­ 18 ltJxf6
tunidad mientras puedan, ya que las ne­ 1 8 'ilff3 se contestaría sencillamente
gras amenazaban 15 . . . �xf4, seguido de con 18 ... '>f;>g8. Después de la textual, las
la captura del peón d. negras podrían pasar al final con 18 . . .
15 ttJxe5 'ilfxd1 + 1 9 l:t xd1 �xf6, pero prefieren es­
16 dxe5 �xe5 perar un momento más oportuno.
17 ltJfd5 18••• 'ilfxf6
19 0-0 �b7
Naturalmente, las negras no piensan
tomar el peón, ya que eso conduciría, tras
19 . . . �xc3 20 bxc3 1l:Vxc3? 21 'ilfd7+, se­
guido de 22 �d4, a una posición ganada
para las blancas.
20 1Wg4 1We6
Las negras comprenden que, a pesar
de la fuerte diagonal b7-h1 para su alfil, no
tienen perspectivas reales de ataque, por
lo que vuelven a su antiguo plan. Ahora
las blancas están prácticamente obligadas
a cambiar damas, pues tras 21 'ilfh5+ '>f;>g8,
las negras obtendrían un ataque en el flan­
co de rey mediante . . .1l:Vc6 y . . . l! e6.
Tras la devolución de la pieza, las ne­ El final resultante está estratégicamen­
gras se han hecho con la iniciativa y las te ganado para las negras, ya que los dos
blancas deberán preocuparse de igualar el alfiles y la mayoría de peones en el flanco
juego. Sin embargo, los cambios resultantes de dama deben traducirse, antes o des­
de la textual sólo pueden favorecer a las pués, en una ventaj a decisiva. Pero antes
negras, ya que con su pareja de alfiles y su que nada deberán resolver buen número
mayoría en el flanco de dama se sentirían de problemas prácticos.
felices de entrar en un final, donde tendrían 21 1l:Vxe6+ .l:t xe6
excelentes posibilidades de ganar. En con­ 22 l:t ad1 �c6
secuencia, las blancas deben tratar de con­ 23 �d4 �c7
servar el mayor número posible de piezas, Naturalmente, las negras no quieren
creando complicaciones en el medio juego. cambiar uno de sus dos fuertes alfiles, pe­
17 1l:Va4 sería poco útil en ese sentido, ro ahora están hechos todos los prepara­
ya que las negras pueden responder sim- tivos necesarios en el flanco de dama y
LOMBARDY - KERES, MAR DEL PLATA, 1957 135

la avalancha de peones puede comenzar. trampa a las negras, ya que si ahora 28 . . .


24 t3 �e5?, entonces 2 9 tlJg5+ r;i;>f6 3 0 tlJ h7+ !
Esta jugada de espera con el alfil es posi­
ble gracias al hecho de que las negras toda­
vía no amenazan 28 ... b4, debido a 29 axb4
axb4 30 �c5, que sería muy molesto en ra­
zón de las amenazas 31 �xb4 y 31 tlJd6+.
Por otra parte, las blancas no pueden utili­
zar esta pequeña pausa para aproximar su
rey al centro, pues tras 28 r;i;>f2 las negras
pueden continuar con 28 ... b4! , y si enton­
ces 29 axb4 axb4 30 �c5 l:t a2 ! , con una
considerable ventaja de las negras.
28 ••• :t eS
29 �d4
360 A pesar de los intensos apuros de tiem­
po, las blancas se abstienen de llevar la
Una buena jugada con la que las blan­ partida a un final de torres, co n 29 � g3
cas se aseguran un punto de apoyo para su �xg3 30 hxg3 �xe4 31 fxe4, puesto que
caballo de e4. La alternativa 24 f4 sólo en eso le daría a las negras una clara ventaj a
apariencia habría sido más activa y, de he­ después d e 31 . . . b4!
cho, lo único que conseguiría sería aumen­ 29 ••• b4
tar el radio de acción del alfil negro de c6. Esto es más sencillo que la jugada pre­
24 ••• b5 paratoria 29 . . . ll d8 que, de todos modos,
25 l:tfel l:t xel+ también le habría asegurado superioridad
El cambio de un par de torres tiene los a las negras después de 30 �c3 (o bien 30
parabienes de las negras, ya que disminu­ �c5 ll d5) 30 ... ll b8, seguido de 31 ... b4.
ye las posibilidades de contrajuego enemi­ 30 axb4 axb4
gas y añade fuerza al avance del peón. 31 �eS �xe4!
26 l:t xel aS
27 tlJe4!
El caballo está aquí magníficamente si­
tuado, planteando a las negras problemas
muy difíciles. Naturalmente, las blancas
no deben jugar 27 �xg7, a causa de 27 ...
�b6+, mientras que después de 27 � e5
�d8 28 tlJe4, las negras pueden jugar 28 . . .
�xe4 2 9 ll xe4 ll c8, seguido d e 3 0 ... b4.
27 ••• h6
28 �f2
Las blancas pretenden seguir con 29
�g3, que forzaría el cambio de alfiles, pe­
ro al mismo tiempo plantean una pequeña
136 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

Ahora que los peones se encuentran


bien avanzados, llegó la hora de cambiar
uno de los alfiles. La textual constituye la
forma más sencilla de ganar, aunque tam­
bién era perfectamente posible 3 1 . . . b3.
32 fxe4
Las negras pueden ganar el final que se
produce después de 32 l:t xe4 l:t xe4 33
fxe4 de dos formas distintas. En primer lu­
gar, pueden jugar 33 . . . b3 ! 34 jg,d4 �e6 3S
� f2 jg,eS 36 �e3 c3 ! , con victoria inme­
diata, y en segundo lugar, también ganan
con 33 . . . �eS 34 �xb4 Axb2 3S .teS ! c3
36 Ad4 .tal 37 Ae3 �e6 38 �f2 �eS 39
� f3 A b2, cuando el peón e le costará el decidir el juego, como demuestran las si­
alfil a las blancas. guientes posibilidades:
32 ••• �eS 1) 34 l:t e2 Ad4+ 3S �fl l:l b8 y la to­
Las negras, convencidas de que el final rre negra irrumpe en la posición blanca
está fácilmente ganado, y considerando con efectos decisivos.
además los fuertes apuros de tiempo de su 2) 34 �f2 ..td4+ 3S �f3 .::t b8, y si aho­
oponente, se vuelven un poco descuida­ ra 36 l::t dl , entonces 36 . . . AeS, con simila­
das, h aciendo más difícil la victoria. El res consecuencias a las de la variante l .
cambio de peones que permite la textual 3 ) 3 4 �fl �f6 ! 3 S l:l e2 (las blancas no
es bienvenido por las blancas, que así se li­ tienen jugada útil) 3S ... �eS y con el ata­
beran, además, de la carga de su peón b. que al peón de h2, las negras ganan el
La continuación lógica era 32 . . . b3 ! que, tiempo necesario para jugar 36 ... .U. b8J9•
debido a la amenaza 33 ... jg,eS , habría ga­ 33 ••• e3!
nado rápidamente. Por ej emplo: 33 ..td4 La idea de las blancas radica en que si
A aS 34 l:l e2 r.t d8 3S .teS l:l d7, seguido 33 ... ..txb2? 34 l:t xc4 l:t c8 3S l:l xb4! , pero
de 36 . . . � e6, con fácil victoria. el avance del peón e resulta inmediata­
33 l:t cl? (Ver diag. 362)
••• mente decisivo. Después de 34 b3, además
En graves apuros de tiempo, las blan­ de 34 . . . l:t b8, las negras pueden jugar sen­
cas pierden los pedales y ahora sucumben cillamente 34 ... l:t c8 3S �xb4 c2.
sin lucha. Después de 33 Axb4 ..txb2, las 34 bxc3 jg,xc3
negras tendrían que afrontar serias dificul­ 35 l:tfl+
tades para explotar su ventaja. Aun así, el De otro modo las blancas pierden el
fuerte peón pasado de las negras debería peón e.

39 Esta última variante podría continuar con 36 ll c2 ! ll c8 37 h3, que impide a las negras j ugar ... ll b8. Des­
pués de 37 ... c3 38 �f2 (38 �e2 ll c4 39 �a5 ll xe4+ 40 �d3 ll d4+ 41 �c3 ll c4 42 �d3 también pare-
ce tablas) 38 ... ll c4 39 �a5, seguido de �e3-d3 , la posición es tablas. En consecuencia, las negras debe-
rían j ugar 34 . . . ll b8. Sin embargo, está claro que esta variante ofrecía muchas mejores posibilidades de
tablas que la de la partida.
KERES-CLARKE, HASTINGS, 1957-58 137

35••• c;;it e6 Con la textual las blancas pretenden des­


36 l::t b1 l:t b8! viar el juego de los caminos teóricos nor­
Después de 36 ... l:[ c8 las blancas po­ males , pero eso no significa que puedan
drían seguir ofreciendo alguna resistencia conseguir mejores resultados con ella que
con 37 �xb4 l::t b8 38 �xc3 .U. xb1+. Con con la jugada normal, 7 0-0.
la jugada de la partida las blancas no pue­ 7 ••• f6
den impedir el avance del peón b, ya que si La respuesta más sencilla es, induda­
37 l:r. b3, las negras ganarían con 37 ... c;;it e 5. blemente, 7 . . . � e7 , cuando las blancas
37 c;;it f2 b3 pueden continuar 8 �xe7 'f/fxe7 9 0-0 lLlf6
38 c;;it e2 b2 10 lLl bd2, con la esperanza de poder ex­
39 c;;it d3 i.eS plotar la pequeña debilidad creada en el
40 g3 l::t d8+ flanco de rey con ... g6. Después de la tex­
Aquí se aplazó la partida y las blancas tual surge una interesante posición, con
realizaron la jugada secreta. posibilidades para ambos bandos.
41 c;;it e3 ( 0-1) 8 �e3 i/.. g7?
Durante su análisis del aplazamiento las
blancas pudieron comprobar que las negras
ganaban pieza como sigue: 41 . . . l::t c8 ! 42
i.d4 l:r. c1 43 l:l xb2 l:r. e1 + , y ahora, si 44
c;;it d 3, 44 ... l::t d1+, o bien si 44 c;;it d2, simple-
mente 44 ... il..xd4 45 l::t b4 i.t2.

PARTIDA N.o 80
KERES- CLARKE
Hastings, 1957-58
Apertura Ruy López

1 e4 eS
2 lLlt3 lLl c6
3 �b5 a6 Es sorprendente que esta j ugada nor­
4 �a4 d6 mal de desarrollo sea un error, con el que
Esta forma de la D efensa Steinitz le las negras entran en dificultades. D ebe­
concede a las negras una posición segura, rían haber jugado 8 ... lLlh6, a lo que yo pen­
con mayores posibilidades de juego activo saba responder 9 dxe5 . Después de 9 . . .
que la misma defensa sin la jugada 3 . . . a6. fxe5 10 i.g5 , seguido d e 1 1 il.. f6, l a posi­
5 c3 i.d7 ción sería muy molesta para las negras, y si
6 d4 g6 9 . . . dxe5 , entonces sencillamente 1 0 0-0,
7 �g5 para seguir, eventualmente, con c4 y lLlc3.
La continuación habitual aquí es 7 0-0 9 h4!
i.g7 8 dxe5 dxe5, pero la práctica demues­ Este enérgico avance pone en eviden­
tra que a las blancas les resulta muy difícil cia las deficiencias de la posición negra. Si
romper la resistente posición contraria. se trata de detener al peón con 9 . . . h5, en-
138 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

tonces, después de 10 dxe5 , las negras se punto f5. Las blancas deberían haber con­
enfrentan a una desagradable elección. siderado, por tanto, 12 �xd7+, y sólo en­
Después de 10 . . . fxe5 1 1 lbg5 las blancas tonces 13 lbh4.
obtienen un absoluto control de la casilla 13 � c2
· fS?
g5, mientras que tras 10 . . . dxe5 11 c4, se­ Las negras deberían haber asumido
guido de 12 lb c3 , las blancas ejercen una que la batalla por el control de f5 estaba
gran presión sobre el centro. perdida, y optar por 13 ... g5 14 lbf5 �xf5
En consecuencia, las negras deciden 15 exf5 lbh6, aunque la posición resultan­
permitir el ulterior avance h4-h5 , que le te no sea para echar las campanas al vue­
concederá a las blancas nuevas ventaj as. lo. Con la textual Clarke trata de crear
9 000 lbh6 complicaciones, pero la realidad es que
10 hS lbg4 sólo conseguirá perder un peón sin com­
Las negras tienen que prevenir la desa­ pensación de ningún tipo.
gradable amenaza 11 lbh4, que sería posi­ 14 exfS
ble después de, por ejemplo, 10 ... lba5. Las blancas ven que consiguen ventaja
11 �el lbaS con esta captura y, en consecuencia, n o s e
preocupan por buscar algo mejor. Mucho
más fuerte, sin embargo, era 14 f3 ! que,
tras 14 ... tbf6 (o 14 ... lbh6 15 hxg6) 15 h6
�f8 16 exf5 les habría reportado un peón,
conservando una clara ventaj a posicional.
Por otra parte, después de la textual las
negras consiguen un contrajuego real.
14 000 gxhS!
15 dxeS �xeS
D espués de 1 5 . . . dxe5 1 6 lb d2 , las
blancas disponen en e4 de una base de
operaciones ideal para su caballo.
16 lbf3 0-0

12 lbh4!
Esta fuerte jugada amenaza, en primer
lugar, 13 'Wxg4, y en segundo lugar, 13 f3
lbh6 14 hxg6. La inminente lucha posicio­
nal gira en torno al punto f5. Si las blancas
consiguen obligar a su oponente a j ugar
. . . g5 y luego ocupan la casilla f5 con su ca­
ballo, pueden confiar en lograr una clara
ventaj a posicional.
12 ... bS
Con este avance las negras conservan
su alfil de casillas blancas, para proteger el
KERES-CLARKE,HASTINGS, 1957-58 139

Si las negras esperaban proteger su su rey está mal situado en h8 y permite a


peón de h4 por medios combinativos, tal las blancas incrementar de forma decisiva
esperanza pronto resultará ser falsa y el rey su ventaja. Resulta, sin embargo, difícil re­
negro sucumbirá rápidamente a un ataque comendar una continuación satisfactoria a
concentrado de las piezas blancas. Era rela­ las negras. Quizá pudieran intentar 19 . . .
tivamente mejor 16 ... 'i/e7, aunque incluso l:[ f7 4 1 .
en este caso, tras 17 'i/e2 o 17 tLlxeS, la ven­ 20 tLlh4!
taja blanca estaría fuera de toda duda. Merece la pena observar que la j ugada
17 l:r. xhS! tLlf6 tLlh4 le ha ganado a las blancas esta parti­
La admisión tácita, por parte de las ne­ da. La primera vez, en la jugada 12, le ase­
gras, de haber perdido un peón, ya que la guró a las blancas una ventaj a posicional,
tentativa de recuperar el material perdido y ahora, la segunda vez, permite ganar
les habría conducido a un final trágico. material decisivo. Las blancas amenazan
Así, por ej emplo, 17 . . . 'i/e8? se contesta no sólo 21 tLl g6+, sino también 2 1 f4, ga­
simplemente con 18 l:t g5 + , y la j ugada nando pieza. Las negras no pueden parar
táctica 17 ... �xc3+, con idea de respon­ ambas amenazas.
der a 18 ttJxc3 con 18 ... 'i/e8+, le permiti­ 20
... l:r. gS
ría a las blancas, tras 18 �fl ! �f6 (18 . . . Las negras esperan 21 tLlg6+ l:[ xg6 22
�g7 19 'i/d5+ � h 8 2 0 l:r. xh7+ ! 40) 19 tLlgS ! , fxg6 �xh3, pero ahora las blancas ejecu­
desplegar u n ataque feroz. tan la otra amenaza.
18 l:r. h3 'i/e7 21 f4!
19 �n �hs? Esto liquida prácticamente la lucha, ya
que las negras pierden pieza. Las tentati­
vas de las negras de conseguir algún tipo
de ataque resultan, naturalmente, infruc­
tuosas y no le crean a las blancas especia­
les dificultades.
21 tLlg4
22 t'xeS dxeS
23 'i/e2
Por supuesto , también se podía h a­
b er j ugado 23 tLl g6+ l:[ xg6 24 fxg6, pero
las blancas se conforman con su pieza de
ventaj a y evitan ulteriores complicado-
nes.
23
... l:r. afS
24 tLld2 tLlh6
Las negras evacuan la casilla g8 para su Es cierto que ahora cae el peón f, pero
torre, como defensa contra 20 �h6, pero con ello también se simplifica la posición y

"' Un final atractivo se produci ría con 20 . . . <t>xh7 21 f6+ <t> h8 22 �h5+ �h6 23 �xh6 tt:lxf6 24 �h4 <t>g8,
y ahora las blancas dan mate en seis, con 25 �g5+ <t>f7 26 �g7+ <t>e6 27 tt:l c3 d5 28 �f4, etc.
" Pero hay que tener en cuenta que 19 . . . l:!. f7 pierde material después de 20 tt:l g5, seguido de 21 f4.
140 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

las posibilidades de ataque de las negras prácticamente relegada de la práctica ma­


se hacen aún más remotas. gistral, pero no obstante concede buenas
25 lbdf3 llJxfS oportunidades de dar paso a posiciones in­
26 llJxfS �xf5 teresantes y emocionantes. La práctica de­
27 �xf5 l:. xf5 muestra que no es tan fácil para las negras
28 'it'e4 'it't7 defenderse como se supone. En cualquier
caso, en años recientes he conseguido con
esta variante muy buenos resultados.
6 ... b5
Muchos sostienen que es mejor la tran­
quila continuación 6 . . . d6, que conduce,
tras 7 fi.xc6+ bxc6 8 d4 lbd7 9 dxe5 dxe5 ,
a una posición difícil de valorar. Las ne­
gras deben tratar de utilizar su parej a de
alfiles para equilibrar sus peones débiles
del flanco de dama.
7 fi.b3 d6
8 llJdS
Las blancas deben realizar esta jugada
de inmediato, ya que las negras amenazan
con cambiar el fuerte alfil con 8 . . . lba5.
29 g4! l:. f6 8 ... fi.b7!
30 c;t g2 lbc4
31 �g5 (1-0)
Después de 31 . . . l:. xg5 32 lbxg5 l:. f2+
33 c;tg1 , los jaques se han acabado, y des­
pués de otras jugadas de torre, es decisivo
32 l:. ah l .

PARTIDA N . o 81
KERES - GLIGORIC
Zagreb, 1958
Match URSS-Yugoslavia
Apertura Ruy López

1 e4 eS
2 lbf3 lbc6 Una jugada recomendada por Panno,
3 �b5 a6 que constituye una de las mejores réplicas
4 �a4 lbf6 al sistema blanco. Es sabido que después
5 0-0 fi.e7 de 8 . . . lba5 las blancas obtienen muy bue­
6 lb c3 nas perspectivas con 9 lbxe7 'it'xe7 10 d4,
Esta viej a continuación ha quedado y la aguda continuación 8 . . . lb xe4 9 d4
KERES-GLIGORIC, ZAGREB, 1958 141

(según Euwe , t ambién es muy fuerte 9 revela superior a su colega de b7. En una
tlJxe7 W/xe7 10 d4) 9 . . . it.b7 tiene conse­ partida entre los mismos oponentes, dis­
cuencias que no son tan claras como gene­ putada en una ronda posterior, Gligoric
ralmente se cree. jugó con más precisión 12 ... tiJ aS , igualan­
En la partida Keres-B arcza (Tallinn do por completo después de 1 3 A xb7
19S7) las negras tuvieron éxito con 8 ... 0-0 W/xb7 14 d 4 cS.
9 c3 tlJxe4 10 d4 it.b7, pero eso se debió a 13 il.b3! c5
un juego inexacto por parte de las blancas. 14 d4 Wic7
Más tarde se demostró que las blancas po­ 15 a4!
dían haber conseguido un fuerte ataque Con esta j ug a d a las bl ancas inician
con 11 W/d3 tiJf6 12 tlJgS ! una acción en el flanco de dama, cuyo ob­
9 tiJxf6+ j etivo a largo plazo es el rey enemigo. Las
No hay nada mejor, ya que después de negras no perciben el peligro a tiempo y,
9 .l:t e1 las negras realizan su amenaza 9 ... tras una imprecisión apenas perceptible,
tiJaS, y si entonces 10 tiJxe7 W/xe7 1 1 d4, se encuentran de pronto e n una difícil
las negras j uegan 1 1 . . . tiJ xb 3 12 axb3 posición.
tlJxe4 y no puede verse qué han consegui­ 15 Ac6
do las blancas a cambio de su peón. Por 16 axb5 axb5
otra parte, si las blancas juegan 9 c3, pue­ 17 l:t xa8 l:t xa8?
de seguir 9 . . . tiJxe4 10 b4 tiJ aS y, una vez
más, no hay compensación suficiente por
el peón. La textual simplifica la posición y
permite a las negras resolver satisfactoria­
mente sus problemas de apertura.
9••• it.xf6
10 it.d5
Con esta clavada las blancas no consi­
guen nada más que una nueva simplifica­
ción de la posición, por lo que merecía se­
ria consideración 10 c3.
10••• W/c8
Después de 10 ... tiJ aS 11 �xb7 tiJxb7
12 d4, las blancas tienen mejor posición.
11 l:t e1
No se ve una clara razón para esta ju­ Por sorprendente que pueda parecer,
gada, de ahí que parezca más normal 1 1 c3 esta jugada natural constituye el error de­
0-0 12 d4, como sucedió en la partida San­ cisivo, ya que dej a desprotegido el punto
guinetti-Panno (Mar del Plata 19S8). f7 y permite a las blancas poner en marcha
11 ••• 0-0 un ataque muy peligroso en el flanco de
12 c3 tiJe7 rey. Lo correcto era 17 . . . Axa8, cuando
Con esta negligencia las negras permi­ las blancas podrían continuar con 18 h3,
ten a su rival la oportunidad de conservar con idea de realizar la maniobra tiJ h2-g4.
su alfil de casillas blancas y esta pieza se En tal caso, aunque las blancas quedarían
142 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

mejor, las negras no estarían amenazadas . . . � b7-c8 , pero el ataque blanco llega
por ningún peligro directo. antes. La siguiente j ugada de las blancas
18 �g5! abre un camino para su dama, de paso
Gligoric había subestimado, por lo que que el caballo pretende llegar a e3 , vía
se ve, la fuerza de esta jugada. El proble­ fl .
ma es que las negras no pueden contestar 24 tLld2 �b7
18 . . . � xg5 , ya que después de 19 tLl xg5
no podrían proteger Íl. Por ejemplo: 19 . . .
c 4 2 0 'it'h5 cxb3 21 'it'xV+ �h8 2 2 tLle6, y
las negras pierden la dama. Por lo tanto,
deben permitir a las blancas el cambio en
f6, que debilita decisivamente el flanco de
rey y permite a las blancas lanzar un peli­
groso ataque en el sector.
18 ... c4
Con este avance se cierra, al menos, la
peligrosa diagonal del alfil.
19 Axf6 gxf6
Después de 19 ... cxb3, las blancas pue­
den ganar un peón sencillamente con 20
Axe7 'it'xe7 21 d5, seguido de 22 'it'xb3, o
bien por medios táctico s , con 20 dxe5 ! La tentativa de conseguir contrajuego
gxf6 21 exd6, en ambos casos con una acu­ con la reacción central 24 . . . d5 sólo con­
sada ventaj a42• duciría a una mayor apertura de líneas, sin
20 �c2 tLlg6 particular alivio para la posición negra.
D e esta forma se evita momentánea­ Las blancas podrían entonces continuar
mente la fuerte j ugada 21 tLl h4, pero las con 25 'it'f3 'it'e6 26 exd5 Axd5 27 Ae4,
blancas pueden desviar de inmediato este obteniendo una clara ventaja posicional.
caballo. Por ej emplo: 27 ... �xe4 28 tLlxe4 exd4 29
21 h4! �h8 tLlg5 ! 'it'b6 (el contragolpe combinativo 29
El eventual contrajuego en la columna . . . tLlxh4, para contestar a 30 gxh4 con 30
g es la única posibilidad de las negras. De ... 'it'd6+, seguido de 31 ... fxg5, le da clara
otro modo, el ataque blanco en el flanco ventaj a a las blancas después de 30 'it'f4 !
de rey iría tomando mayores proporcio­ 'it'c6 31 tLl xf7+ � g7 3 2 'it'xh4) 3 0 tLl e6 !
nes, desarrollándose por sí solo. (también es d e considerar 3 0 l:t e6 ! ) 3 0 . . .
22 g3 l:r. g8 fxe6 31 'it'xf6+ l:t g7 3 2 h 5 y las blancas re­
23 c;,fj>h2 'it'd7 cuperan la pieza, conservando una dura­
La s negras se preparan p a r a j u gar dera iniciativa 43•

" La última línea gana, en realidad, d o s peones.


" Este análisis contiene un importante fallo, pues tras 29 . l!Jxh4 30 �f4, las negras pueden refutar la
. .

combinación contraria con 30 �f5 ! Por consiguiente, las blancas deberían optar por 27 �h5 ! , en l ugar
...

de 27 �e4, conservando cierta ventaja posicional.


KERES-GLIGORIC,ZAGREB, 1958 143

Quizá esta variante ofreciese a las ne­


gras posibilidades un tanto mejores en la
práctica, ya que después de la textual care­
cen por completo de cop.traj uego y sólo
pueden limitarse a esperar pasivamente
de qué forma piensan las blancas intensifi­
car su ataque. Sin embargo, la defensa pa­
siva en tales posiciones suele ser desespe­
rada.
25 �f3
Con este ataque al peón f, las blancas
frustran todas las tentativas negras de con­
trajuego.
25 ... �e6
25 ... �g7 falla por 26 h5 tjj e7 27 h6+, 29 b3!
mientras que si 25 ... �e7, resulta decisivo Forzando el cambio en b3 y abriendo
26 t"fjfl , seguido de 27 tjj e3 44 • una vía de ataque hacia el peón de b5, que
El hecho de que las blancas tengan antes o después deberá sucumbir. La posi­
que gastar un tiempo (26 d5) en respon­ ción de las blancas está ahora estratégica­
der a la textual no reviste la mayor im­ mente ganada.
portancia. 29 cxb3
26 d5 �e7 30 tjj xb3 �g7
27 l:t al! 31 h5 t"¡jf8
D a d o que l a s n e g r a s h a n p o d i d o 32 �d3 �d7
concentrar suficientes piezas e n torno 33 �e2
a su rey, pocas esperanzas pueden te­ También era bueno 33 h6+ � xh6 34
ner las blancas de decidir el j uego me­ �xf6+ tjj g6 35 Ae2, con la amenaza 36
diante un ataque al fl anco de rey. En g4. Las negras tendrían que j ugar, por tan­
consecue nci a , emprenden u n a acción to, 35 . . . �e7, pero después de 36 �xe7
en el flanco opuesto, forzando prácti­ tjj xe7 37 �xb5 el final está fácilmente ga­
camente el cambio de torres que sigue. nado para las blancas. Sin embargo, la tex­
Con ello las negras pierden una de las tual es todavía más fuerte, dado que las
más importantes piezas defensoras de blancas ganan un peón y mantienen las
su rey, una ausencia que pronto se ha­ damas sobre el tablero.
rá sentir. 33 ... f5 (Ver diag. 372)
27 l:t a8 Una desesperada tentativa de contra­
28 l:r. xa8+ Axa8 juego, pero las negras ya no tienen defen-

" Esta afirmación también es errónea. Después de 25 ... "fl/e7 26 tbfl , las negras pueden generar un buen
contrajuego con 26 ... f5 ! 27 1Wxf5 tbxh4. Por ejemplo: 28 "fl/h5 "fl/f6 29 'it'xh4 "fl/xf2+ 30 <t>hl "fl/xe l 31
"fl/f6+ es tablas. 26 l:!. al permite la misma combinación, de modo que las blancas sólo tienen 26 d5, pero
entonces las negras se apoderan de la columna a con 26 ... l:!. a8, con posibilidades mucho mejores que en
la partida.
144 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

35 . . . fxe4 36 �xe4 f5 37 �h4! es muy


desagradable para las negras.
36 ltJd2 ltJh7
37 exf5 ltJf6
Más preciso era 37 ... �xf5, que lleva­
ría a la continuación de la partida, después
de 38 ltJe4 ltJf6 39 ltJ xd6. Después de la
textual, las blancas podrían conservar un
segundo peón, con 38 g4, sin el menor pe­
ligro, pero, en vista de una cierta presión
del reloj , prefieren no alterar su plan pre­
concebido.
372 38 ltJe4 �xf5
39 ltJxd6 ltJ g4+
sa. Así, por ejemplo, 33 ... �c8 no salvaría 39 . . . �xh5 + 40 �xh5 ltJ xh5 41 .tc6
el peón, ya que después de 34 �xb5 �xc3 es, por supuesto, decisivo.
35 �g4+, las negras no tienen defensa: 35 40 �g1 �xh5
... �h8 36 h6 ltJg6 37 �d7 ! y 35 . . . � h6 36 41 f3
�g8 �xb3 37 �xf8+ permiten un ataque É sta fue la jugada secreta de las blan­
de mate, mientras que el intento de salvar cas. También era suficiente para ganar 41
la partida con 35 . . . ltJ g6 es desesperado �f3 o 41 ltJe8+, seguido de 42 f3, pero la
después de 36 hxg6 �xb3 37 gxf7+ �xf7 textual remata el juego igual de rápido.
38 �e6+ �g7 39 �e7+. 41 ..
. ltJf6
34 .txb5 �eS 42 �e3! (1-0)
35 c4 Las negras están prácticamente parali­
Ahora las blancas tienen un peón más zadas. D espués de 42 . . . � g 6 sigue 43
y mejor posición, de modo que el resulta­ �xe5 , y 42 . . . �g5 43 �xg5+ hxg5 44
do de la partida ya no ofrece dudas. .t c6 ! pierde el alfil, pues las negras no
35 ... h6 pueden capturar en c6.
145

Torneos de Candidatos, 1959-1962

Nota: esta introducción fue escri ta por Keres finalizó en una magnífica segunda
Harry Golombek. posición, d i s t i n g u i é n d o s e a d e m á s p o r
haber derrotado a Tal 3-1 e n su confronta­
El año 1 95 9 no comenzó especialmente ción individual. De la última fase del tor­
bien para Keres, ya que en el 26.° Campeo­ neo, en Belgrado, se incluyen sus magnífi­
nato de la URSS, celebrado en Tiflis, fina­ cas victorias sobre Gligoric (N.0 83) y Tal
lizó compartiendo el 7.0 / 8.0 puesto con (N.0 84) .
Averbaj . Con todo, se había clasificado Al filo del año nuevo, 1 959-60, Keres
por delante de grandes j ugadores como participó en un pequeño torneo interna­
Korchnoi, Geller y Bronstein. cional en Estocolmo, donde finalizó terce­
Mejor resultado consiguió en el fortísi­ ro (con 6 , 5 p u n t o s ) , d e s p u é s d e l gran
mo torneo internacional de Zurich, para maestro soviético Kotov y el maestro sue­
conmemorar el 150.0 aniversario de la fun­ co Martin Johansson, que consiguieron 7
dación del Club de Ajedrez de la ciudad. p u n t o s . Keres d ej ó e s c a p a r e l p r i m e r
Su clasificación final fue excelente (3.0/4.0, puesto a l perder contra el sueco Skold.
con Bobby Fischer), sumando 10,5 puntos Un doble match entre Estonia y Fin­
de 15 partidas, un punto por debaj o del landia finalizó con los honores comparti­
vencedor, Tal. En el libro se incluye su dos, pues Keres perdió una partida y ganó
partida contra Gligoric (N.0 82) . otra, ante Oj anen. En el match-torneo dis­
A continuación llegó e l más importan­ putado en Hamburgo en el verano, entre
te acontecimiento del año: el Torneo de Alemania Federal y la URSS, Keres tota­
Candidatos, que tendría lugar en Yugosla­ lizó 5, 5 puntos de 7 partidas, sin perder
via. Puesto que yo fui el árbitro principal ningu n a, y en l a Olimpiada d e Leipzig
del evento, pude estudiar detenidamente consiguió 1 mejor resultado en el tercer

el juego. En realidad, se trató de una lucha tablero, con 10,5 puntos de 13 partidas.
fascinante entre dos grandes j ugadores: En 1961 comenzó con un resultado dis­
Tal y Keres. Por citar sus propias palabras, creto en el match entre Yugoslavia y la
Keres "j ugó bien , pero Tal j ugó mejor". URSS , en Belgrado, donde, en el segundo
De modo que Tal ganó el derecho a desa­ tablero, sólo consiguió el 50% de la pun­
fiar a Botvinnik por el título mundial, pero tuación, 2,5 puntos de 5. Pero en Zurich
146 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

jugó un hermoso aj edrez, ganando el tor­ bias, Geller obtendría el derecho a jugar
neo, ¡ con 9 puntos de 1 1 partidas ! , ven­ en el siguiente Torneo de Candidatos, ya
ciendo, entre otros, a Petrosian y Gligoric. que había sumado mejor Sonneborn-Ber­
La final del Campeonato de Europa de ger en Cura<;ao. Sin embargo, Keres ganó
equipos nacionales se jugó en Oberhausen el match, tras jugar una partida excelente
(Alemania Federal), en junio. Keres con­ (N.0 88) .
siguió 6 puntos de 8 partidas en el tercer
tablero, sin perder partida alguna. De esta
competición incluimos su encuentro con PARTIDA N.o 82
Hort (N.0 8S). KERES- GLIGORIC
El año finalizó con e l fortísimo torneo Zurich, 19S9
de Bled (Yugoslavia), donde empató en el Apertura Ruy López
quinto puesto con Gligoric y Petrosian,
sumando 12,S puntos (de 1 9 partidas), por 1 e4 eS
detrás de Tal y Fischer. 2 l¿)f3 lLl c6
Una vez más, al comienzo de 1962, re­ 3 �b5 a6
gistró un resultado indiferente en el 29.0 4 i.a4 lLlf6
Campeonato de la URSS, j ugado en Ba­ 5 0-0 i.e7
kú, donde finalizó empatado en los pues­ 6 .l:l e1 b5
tos 8.0/ 1 1 .0, j unto con Jolmov, Gipslis y 7 i.b3 0-0
Smyslov, con 1 1 puntos de 20 partidas. 8 c3 d6
Llegó entonces el gran Torneo de Can­ 9 h3 i.b7
didatos, en Cura<;ao, en el que no pudo He jugado toda una serie de Ruy Ló­
conseguir el triunfo final por el más míni­ pez contra Gligoric y en estas partidas am­
mo margen. Una derrota ante Benko en la bos hemos ensayado distintos sistemas.
penúltima ronda ( ¡ tras haberlo vencido en Normalmente, Gligoric empleó el popular
las tres vueltas anteriores ! ) le costó el pri­ sistema Chigorin, 9 . . . lLlaS 10 i.c2 eS, se­
mer puesto, finalizando emp atado con guido de . . . 'f!lc7, pero en esta partida expe­
Geller en el segundo puesto, con 17 pun­ rimenta con un nuevo sistema.
tos, a tan sólo medio del vencedor, Petro­ 10 d4 lLlaS
sian. Era la cu�rta vez que Keres finaliza­ La secuencia de jugadas elegida por las
ba segundo en un Torneo de Candidatos. negras fue empleada en una época por
De esta competición se incluyen sus victo­ Flohr, en combinación con un interesante
rias ante Benko (N.0 86) y Tal (N.0 87) . sacrificio de peón: 10 . . . exd4 11 cxd4 dS
En Moscú se disputó, a continuación, 12 eS lLle4 13 lLlc3 lLlaS 14 �c2 fS 1S exf6
un match entre Keres y Geller para deter­ �xf6, etc. La experiencia práctica de esta
minar la segunda p l aza del Torneo de variante ha demostrado, sin embargo, que
Candidatos, y decidirse así la clasificación la iniciativa de las negras no compensa el
directa para el siguiente ciclo. Fue un en­ peón extra de las blancas.
cuentro muy disputado. Al llegarse a la 11 i.c2 lLl c4
octava y última partida, la puntuación es­ Esta jugada es el comienzo de un nue­
taba igualada, 3 ,S-3,S. Keres tenía que ga­ vo sistema, preparado por Gligoric. Las
nar la partida final ya que, en caso de ta- negras, por supuesto, podrían haber segui-
KERES-GLIGORIC,ZURICH, 1959 147

do los caminos usuales de la Defensa Chi­ las blancas prosigan con un plan consis­
gorin, con 11 ... cS. tente. Otra idea muy buena fue sugerida
12 b3 tt:Jb6 por Vukovic: 15 a4, eventualmente segui­
13 tt:Jbd2 da de �d3 y 'ife2, para obligar al peón de
Las blancas no pueden ganar un peón, bS a definir su posición y, conquistar así la
con 13 dxeS dxeS 14 'it' x d 8 l:t axd8 1 5 importante casilla c4 para las piezas blan­
tt:JxeS, debido a 1 5 . . . tt:Jxe4. Sin embargo, cas.
después de la textual debe protegerse eS. 15 •••

13 ••• tt:Jbd7 16 a4
Con esto, sin embargo, las blancas con­
funden dos buenos planes, de lo que no
puede resultar nada bueno. Si las blancas
querían jugar a4, tenían que haberlo he­
cho en el movimiento anterior, pero una
vez que han jugado 15 tt:J fl , es necesario
poner en práctica otro plan, a saber, 1 6
dxeS dxeS 17 c4 ! , cuando las blancas po­
dían haber utilizado la mala posición del
caballo negro de d7 para ocupar la casilla
evacuada y situar su caballo en dS. Esto
les habría asegurado una pequeña pero
clara ventaja posicional.
16 ••• �fS
17 tt:Jg3
Con su quinta jugada en la partida, es­ Aquí merecía consideración 17. dxeS
te caballo regresa a una casilla que podía dxeS 1 8 'ife2. Después de la textual, las
haber alcanzado en un solo movimiento a blancas deben renunciar a toda esperanza
partir de su posición inicial. Esta pérdida de ocupar el punto dS.
de tiempo plantea serias dudas acerca del 17 ••. 'it'c7
sistema elegido por Gligoric. No obstante, 18 'it'd3
no es fácil, en modo alguno, explotar tal Esta jugada es tácticamente incorrecta,
pérdida de tiempo en una posición cerra­ y permite a las negras realizar una ruptura
da para conseguir una ventaj a concreta. liberadora. Era mej or 1 8 'it' d 2 o, si las
En la partida las blancas se muestran inca­ blancas querían concentrarse en el ataque
paces de mostrar el aspecto negativo del al peón b, entonces quizá 18 �d3.
esquema negro. 18 ••• c4? (Ver diag. 374)
14 �b2 c5 Bajo influencia de la amenaza de doble
15 tt:Jfl captura en bS, las negras se deciden por
Ambos bandos han completado su de­ este avance, resolviendo así la tensión cen­
sarrollo y ahora es cuestión de trazar un tral, que sólo puede favorecer a las blan­
plan prometedor de cara al medio juego cas, según ha demostrado la experiencia
que va a producirse. La textual no es mala práctica. De ahora en adelante las negras
en sí misma, pero sólo a condición de que tendrán que vérselas con dificultades de
148 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

za que un par de jugadas antes, ya que tras


21 exd5 las blancas consiguen mejor jue­
go. Por ejemplo: 21 ... tt:Jxd5 22 �a3 �xa3
23 l:!: xa3 tt:Jf4 24 �e4, o bien 21 ... �xd5
22 ttJ xe5 ttJ xe5 23 dxe5 .l::t. xe5 24 l:!: xe5
1lfxe5 25 1:!. el .
21 �a3! ll ad8

las que no se librarán hasta el final de la


partida.
El modo más simple que tenían las
negras para demostrar la inoperancia de
la amenaza enemiga es la j ugada lógica
18 . . . g6. Las blancas no pueden, en tal ca­
so, ganar un peón. Por ejemplo: 19 axb5
a x b 5 20 1W x b 5 cx d 4 , o b i e n 1 9 dxc5
tt:J xc5 , o, por último, 1 9 dxe5 c4 ! , segui­ Ahora 21 ... d5 sería malo, debido a 22
do, eventu almente de . . . dxe 5 , en todos �xf8, cuando la debilidad del flanco de
los casos con una satisfactoria posición rey negro se pondría de manifiesto. Una
para las negras. vez que las negras han dejado escapar la
Sin embargo, la descuidada jugada de posibilidad de realizar la ruptura liberado­
la dama puede explotarse enérgicamente ra ... d5, deben limitarse a una defensa difí­
con 18 . . . d5 ! En vista de los calzoncillos cil y pasiva.
que se amenazan en e4, las blancas no ten­ 22 l:!: ab1 �eS
drían nada mejor que 19 exd5 , a lo que se­ 23 1We3 �g7
guiría 19 . . . exd4. En esta posición la línea 24 dxe5!
más razonable para las blancas es 20 axb5 Con este cambio se cortan radicalmen­
axb5 21 1lfxb5 � xd5 22 1lf d 3 , pero no te todas las posibles complicaciones deri­
conservan perspectivas reales de poder vadas del avance ... d5, y las blancas desa­
conseguir ventaj a posicional. rrollan una muy fuerte presión. El alfil de
19 bxc4 bxc4 a3, en conj unción con la columna abierta
20 1lfd2 g6? d y la debilidad de c4, añaden ahora pre­
Otra j ugada floja que aumenta las difi­ sión a la posición enemiga, que difícilmen­
cultades de las negras. También en este te puede soportarla.
momento tenían que haber aprovechado 24 ... dxe5
la ocasión de jugar 20 . . . d5. Hay que decir 25 ll ed1 �f8
que este avance no tendría la misma fuer- Las negras ya no pueden tolerar el
KERES - GLIGORIC, ZURICH, 1959 149

fuerte alfil de a3, pero ahora las debilida­ 28 . . . f6, pero ahora amenazan tomar en
des del flanco de rey se hacen sentir. eS. Una vez más, las negras protegen indi­
El intento de aliviar la posición con 25 rectamente el peón.
. . . ltJf8 pronto sellaría el sino del peón c4, 28•••

después de 26 .U. xd8 J:t xd8 27 ltJfl . 29 liJO


2 6 �xfS l:t xfS Otra vez falla 29 ltJxe5, en esta ocasión
D e s p u é s d e 26 . . . ltJ xf8 27 .U. x d 8 por 29 . . . .U. de8 .
.l:t xd8, las blancas disponen d e la mortal Con la textual el caballo se propone
amenaza 28 'ifgS. llegar a e3, desde donde no sólo amenaza­
27 'ifg5! rá el peón e y la importante casilla central
dS , sino que también puede usarse even­
tualmente para atacar el rey enemigo, vía
g4.
29••• ltJe6
Las negras no sólo deben preocuparse
con el ataque en el flanco de rey, sino que
también deben tener presente su debili­
dad de c4. Naturalmente, habrían preferi­
do desviar la dama blanca de su posición
dominante, con 29 . . . n fe8, pero eso ha­
bría conducido a la pérdida de un peón
después de 30 'ifb4, seguido de 3 1 ltJ e3 .
Ahora, sin embargo, las negras caen bajo
el fuego de un ataque de mate.
30 ltJe3 ltJf4
Esta fuerte jugada casi paraliza las pie­ 31 c;tt n
zas negras y además amenaza con em­ Hay que hacer algo contra la amenaza
prender un ataque directo al rey con 28 31 ... ltJe2+. Ahora la mejor posibilidad de
ltJfS. A fin de conseguir un poco de espa­ las negras radica en la entrega del peón e,
cio, las negras deben jugar .. .f6. con 31 ... l:t fe8 32 'ifb4, con la esperanza
27 ... liJeS de poder pescar en río revuelto.
Las negras difícilmente tienen tiempo 31••• f6?
para preparar ... ltJg8 y .. . c¡t¡h8, ya que en­ Este nuevo debilitamiento del flanco
tonces las blancas pedirían explicaciones de rey conduce inevitablemente a la pérdi­
al peón de c4 con 28 n b4. Quizá la mejor da de l a partida. Ahora sigue un bonito
posibilidad práctica de las negras sea en­ ataque final.
tregar el peón e sin lucha en las siguientes 32 ltJg4! ltJd3 (Ver diag. 377)
jugadas, a fin de obtener alguna compen­ Las negras ya no disponen de recurso
sación para liberar sus piezas, pero tales salvador, puesto que 32 . . . l:t de8 se refuta­
concesiones no suelen hacerse graciosa­ ría con 33 ltJxf6+ ! , que también puede ju­
mente. garse en caso de 32 ... c;tt h8. Por otra parte,
28 'ife7 las blancas amenazaban ganar la calidad
No, naturalmente, 28 ltJxeS, debido a con 33 ltJh6+.
150 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

PARTIDA N.o 83
KERES- GLIGORIC
Bled/Zagreb/Belgrado, 1959
Torneo de Candidatos
Apertura Ruy López

1 e4 eS
2 t¿)f3 tt:Jc6
3 .tbS a6
4 .ta4 tt:Jf6
S 0-0 �e7
6 .l:t e1 bS
377 7 �b3 d6
8 c3 0-0
33 l:t xd3! 9 h3 tt:JaS
Mucho más resolutivo que 33 tt:J h6+ 10 .tc2 eS
c;t>h8 34 tt:J t7+ l:t xt7 35 W/xt7, cuando las 11 d4 W/c7
negras podrían seguir luchando con 35 . . . 12 tt:Jbd2 .td7
l:t f8 36 W/e7 W/c5 3 7 Wxc5 tt:J7xc5. 13 tt:Jfl l:t fe8
33••• cxd3
34 �b3+ c;t>h8
3S tt:Jxf6!
La casilla de mate es h7 y para conse­
guir que sea accesible el punto g5 debe
realizarse este segundo sacrificio.
3S••• l:l xf6
36 tt:J gS
Ahora se ha culminado la maniobra:
las negras deben perder l a dama si no
quieren recibir mate.
36••• l:t xf2+
37 c;t> g1!
Por supuesto, también habría ganado
37 c;t>xt2, pero la textual es más acorde al
plan. En lo que concierne a la apertura, el
37••• l:t fl+ lector puede hallar explicaciones y comen­
38 c;t>h2 (1-0) tarios en mis partidas anteriores. Esta lí­
nea es una defensa favorita de los jugado­
res yugoslavos.
A menudo sigue 14 tt:Je3 g6 15 dxe5 o
15 .td2, pero yo quería ensayar una idea
relativamente nueva.
14 a4
KERES - GLIGORIC, BLED/ZAGREB/BELGRADO, 1959 15 1

Este avance no es nuevo. Se j ugó en posibilidades de ataque de las blancas. Por


una partida entre los mismos oponentes otra parte, sin embargo, ahora las negras
en la Olimpiada de Munich (1958), y tam­ tendrán problemas para defender sus casi­
bién en la partida Gligoric-Tal , en una llas blancas, en particular f5. En conj unto
ronda anterior del mismo torneo de Can­ el balance de la apertura puede conside­
didatos. Aunque en ambas partidas las rarse favorable a las blancas.
blancas no consiguieron resultados con­ 21 �gS tt::l d 7
vincentes, quería probar la variante una 22 .l::t a3! dS
vez más. Las negras no quieren limitarse a espe­
14 ••• cxd4 rar mientras las blancas construyen un pe­
15 cxd4 tt::l c6 ligroso ataque, y esperan liberar su juego
Este sistema defensivo fue utilizado con este avance. No obstante, de acuerdo
por Tal en la partida antes mencionada, y a la regla general, es el bando mejor desa­
después de 16 axb5 axb5 17 1:1 xa8 .U. xa8 rrollado el que puede explotar la apertura
18 dxe5, la partida pronto finalizó en ta­ de la posición y, por tanto, tal avance debe
blas. En Munich Gligoric se defendió con favorecer a las blancas.
14 . . . g6 15 �g5 �c6 16 tt::l e3 c4 pero, co­ No es fácil, por otro lado, recomendar
mo veremos, según análisis posteriores , a las negras una continuación totalmente
decidió que esta continuación no era satis­ satisfactoria. Merece atención la jugada de
factoria. contraataque 22 . . . tt::l c2, pero en tal caso
16 tt::l e 3! las blancas también consiguen mejores po­
Neutralizando la amenaza 16 . . . exd4 y sibilidades después de 23 .l::t c3 'iVxc3 24
16 ... tt::l b 4, las blancas desarrollan el caba­ bxc3 tt::l x e 1 25 tt::l x e 1 a4 2 6 tt::l c2 a 3 27
llo a una excelente casilla y simultánea­ 'iVg4.
mente crean l a amenaza posicional 1 7 23 dxeS tt::l x eS
� b 3 . L a s negras d e b e n apresurarse a No es bueno 23 ... dxe4 24 .l::t xe4 tt::l x e5
crear contrajuego en el flanco de dama. 25 tt::l xe5 ll xe5 , debido a 26 �f4.
16 ••• tt::l b4 24 �f4
17 �b3 bxa4 Esta fu erte j ugada le concede a las
Prácticamente forzado, ya que después blancas la posibilidad de incorporar su to­
de 17 . . . .l::t ac8 las blancas disponen de la rre al flanco de rey, lo que dará lugar a un
desagradable réplica 18 �d2 ! Después de, ataque muy peligroso.
por ejemplo, 18 . . . tt::l d3 19 �xf7+ ! �xd7 24 ••• tt::l xf3+
20 'iVb3+ d5 21 'iVxd3, la posición es favo­ 25 .l::t xf3 'iVd7
rable a las blancas. Las negras están convencidas de que
18 �xa4 il,xa4 en caso de 25 . . . 'iVb7 26 e5 las blancas
A 18 . . . � f8 podría seguir 1 9 i.. xd7 contarían con ventaj a posicional y , por
tt::l xd7 20 � d2 ! , ya que 20 . . . tt::l d3 no es consiguiente, impiden e4-e5. Sin embar­
buena por 21 �a5. go, la dama queda mal situada en d7 y
19 .U. xa4 aS permite a las bl ancas la posibilidad de
20 tt::l fS �f8 poner en marcha una peligrosa continua­
Las negras han conseguido cambiar al­ ción de ataque. Tampoco está claro que
files de casillas blancas y esto atenúa las la alternativa recomendada por muchos
152 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

comentarist as, la activa 25 . . . \1Vc2, sea No era mejor 28 ... ll g6, a lo que seguiría
mej or. En tal caso las blancas pueden ju­ 29 tt:lh6+ �xh6 30 \1Vxd7 y la torre de e8
gar 26 tt:lh6+ ! �h8 (26 ... gxh6 no es bue­ está atacada.
no, en vista de 27 l:l g3+ Ag7 28 \1Vd4 f6 29 \1Vxf5 .l:l f6
29 � xh6, etc.) 27 tt:l xf7+ � g8 28 \1Vd4 ! , Las negras no pueden explotar el inde­
con amenazas muy serias. E n este mo­ fenso alfil blanco. En caso de 29 ... tt:ld3 30
mento sería mala 28 . . . �xf7, a causa de .l:l e3, las negras no consiguen nada con 30
29 � h6+, mientras que después de 28 . . . . . . .l:l f6, ni tampoco es motivo de satisfac­
.l:l x e 4 29 ll xe4 \1Vxe4 seguiría 3 0 \1Vb6 ! , ción 30 . . . tt:lxf4 31 \1Vxf4 Axb2 32 exd5 !
cuando l a posición negra e s difícil . Por (32 . . . .l:. xe3 33 \1Vb8+ ), mientras que el fi­
ej emplo: 30 . . . � xf7 31 \1Vb7+ , o bien 30 nal resultante de 29 . . . .l:l ae6 tampoco es
. . . d4 3 1 .t e S ! , c o n l a s a m e n a z a s 32 mejor, tras la sencilla réplica 30 .l:l c1 dxe4
Axd4, 32 \1Ve6 y 32 tt:l h6+. 31 l:t c7, con lo que las blancas disponen
26 ll g3 l:. a6? de peligrosas amenazas.
Después de la textual, la tarea de las
blancas es más fácil.
30 \1Vd7 .l:l fe6
31 .l:l e3! dxe4
32 .l:l g3
Las blancas amenazan ganar material
con 33 A h6. Las negras deberán sufrir
nuevas pérdidas materiales.

32 : as
33 \1Vd4 l:r. g6
34 \1Vxe4 ll c8
35 b3 tt:lc6
36 .l:l d3
Privando al caballo negro de la casilla
Esta j ugada es un grave error, pues d4.
ahora las blancas pueden lanzar un ataque 36 .l:l e6
decisivo. Era preciso j ugar 26 . . . g6, aun­ 37 \1Vc4 l:r. ee8
que también en este caso, después de 27 38 l:l g3 l:r. e6
tt:l h6+ o 27 � h6, la posición negra sería 39 .th6!
muy desagradable. El cambio de alfiles allana el camino
27 ll xg7+! blanco hacia la victoria. Naturalmente, 39
Una sencilla, pero inesperada combi­ . . . .l:l xh6 es ahora desesperado, debido a
nación, que probablemente se les escapó a 40 \1Vg4, atacando g7 y c8 al mismo tiem­
las negras. Las blancas ganan la dama. po.
27 ••• Axg7 39 l:r. g6
28 \IVg4 \1Vxf5 40 �xg7 �xg7
Las blancas amenazaban mate, en g7, 41 \1Vc3+ �g8
además de 29 tt:l h6+, ganando la dama. 42 h4 tt:le7
TAL - KERES, BLED/ZAGREB/BELGRADO, 1959 153

Se amenazaba un ataque de mate con duradera, pero el cambio inmediato en c5


43 h5 . Ahora las negras pierden también también tiene sus ventaj as.
el peón de a5. 10 ... �xcS
43 1I xg6+ hxg6 11 �a4
44 �xaS ll cl+ Una nueva línea, en lugar de la habi­
45 �h2 ( 1-0) tual 11 l:l el . Con la textual las blancas
Aquí se aplazó la partida y las negras pretenden ej ercer la presión temática so­
realizaron la jugada secreta 45 . . . l:t d1 , pe­ bre c5 , tras 11 . . . � e7 12 � e3 . D e ese
ro se rindieron a continuación, sin reanu­ modo obtendrían una posición que les
dar la partida. aseguraría una iniciativa duradera, sin el
menor riesgo de perder. En consecuen­
cia , las negras optan por una continua­
PARTIDA N.0 84 ción diferente, quizá más arriesgada, pa­
TAL - KERES ra llevar el j uego fuera de los caminos
Bled/Zagreb/Belgrado, 1959 trillados.
Torneo de Candidatos 11 �b6
Gambito Dama, Defensa Tarrasch 12 �xb6 axb6
13 � d4
1 �f3 dS
2 d4 eS
Esta partida se jugó en la última vuel­
ta, cinco rondas antes del final del torneo.
En ese momento Tal marchaba en cabeza,
con 2,5 puntos de ventaja sobre mí. Tenía,
por tanto, que intentar ganar a toda costa,
si quería conservar posibilidades teóricas
de conseguir el primer puesto.
3 c4 e6
4 cxdS exdS
5 g3
Este sistema se con oce como de
Schlechter-Rubinstein, y e n l a actualidad
se considera el mej or método de enfren­
tarse a la Defensa Tarrasch. La posición que se ha producido puede
5 �c6 parecer, a primera vista, mucho más favo­
6 �g2 �f6 rable a las blancas de lo que realmente es.
7 0-0 �e7 Es cierto que disfrutan de la ventaj a de la
8 �c3 0-0 pareja de alfiles y que controlan la impor­
9 �gS �e6 tante casilla d4, mientras que la estructura
10 dxcS de peones enemiga contiene acentuadas
Muchos teóricos sostienen que intensi­ debilidades en el flanco de dama. Sin em­
ficar la presión central, con 10 l:l el , le bargo, si tratamos de sugerir un plan que
concede a las blancas una iniciativa más permita a las blancas incrementar su su-
154 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

puesta ventaja, tropezamos con inespera­ go enemigo. Hay que hacer algo por con­
das dificultades. trarrest ar la amenaza posicional 1 5 . . .
Está claro que la posición negra tam­ �h3, dado que, tras el cambio d e alfiles
bién contiene algunas ventajas que no de­ de casillas blancas, las negras no estarían
berían subestimarse. En primer lugar, las peor. Creo que las blancas deberían jugar
negras tienen un buen desarrollo, un peón 15 lbxe6 fxe6 16 �b3, con lo que conser­
en el centro que controla la importante ca­ varían ciertas posibilidades de obtener
silla central e4 y, por último, sus torres ventaja.
pueden resultar muy activas sobre las nu­ 15 ..th3!
merosas columnas abiertas. Estoy, por 16 �d3 l::tfe8
tanto, lejos de estar convencido de que las 17 l:.fel
blancas dispongan de una ventaja que val­ Ahora el peón e requiere protección.
ga la pena de mencionarse. 17 ••• i.xg2
Después de la partida Tal fue muy cri­ 18 �xg2 l:.e4!
ticado por haber realizado la textual, pro­ Las piezas negras toman ahora posicio­
poniéndose la inmediata retirada del alfil, nes muy activas y las blancas son gradual­
13 �e3, para impedir la amenaza 13 ... d4. mente situadas a la defensiva. Dado que el
No es probable , sin embargo, que esto cambio en c6 difícilmente entra en consi­
constituya mej ora alguna, ya que las ne­ deración, las blancas deben entregar la
gras pueden continuar, por ejemplo, con importante casilla d4 a su oponente, lo
13 ... .l:r. a6, seguido, eventualmente, de ... que significa que se verá reducido el radio
�d7, así como también merecen conside­ de acción de su alfil.
ración 13 ... Af5 y 13 . . . l:t e8. En mi opi­ 19 lbf3 l:be8
nión, la razón por la que las blancas caen 20 �d2 d4!
en dificultades radica, sobre todo, en el
hecho de que subestimaron los recursos
con que contaban las negras.
13 ••• h6
14 �f4
Ahora a 1 4 � e3 las negras podrían
contestar con la muy molesta 14 ... lbg4,
seguida de 15 ... �f6.
14••• �d7
15 a3?
Las blancas sobrestiman su posición y,
por lo visto, se imaginan que pueden in­
crementar tranquilamente su presión en el
centro con �d3, l:t fd1, l:t ac1 , etc. La tex­
tual protege el peón a del ataque de la to­
rre sobre la columna e impide el eventual Ahora se amenaza, entre otras cosas,
salto . . . lb b4 de las negras. De hecho, la 21 ... �e6, con lo que la presión sobre e2
posición de las blancas no es tan superior se incrementaría hasta extremos muy de­
como para permitirse ignorar el contrajue- sagradables. Las blancas deciden, por tan-
TAL- KERES, BLEDIZAGREB/BELGRADO, 1959 155

to, eliminar el fuerte peón de d4, pero aun posición, tras la imprecisión de las blancas
así quedan en desventaja, por culpa de sus en la jugada 15.
debilidades en las casillas blancas. Más ló­ 26 �g1 ltlc4
gico habría sido atacar de inmediato los 27 ltle1 l:tb3
peones débiles negros con 21 �5. 28 l:tcl
21 e3 �d5
22 exd4
Prácticamente forzado, ya que las ne­
gras amenazaban ganar un peón con 22 ...
dxe3. Después de la textual, no conduce a
nada 22 ... ltle5, debido a la fría réplica 23
�c3 ! , pero las negras pueden conseguir
ventaj a con j ugadas absolutamente nor­
males.
22 l:t xd4
23 l:t xe8+ ltlxe8
24 �e2 ltld6

- - -·-
-·- -·- � �
Ahora las blancas deberán entregar
material. No hay que decir que 28 �el fa­
[lli\&1 - - � lla por 28 . . . ltld4, mientras que 28 l:t dl

- -¡v- - �e4 sólo serviría para situar la dama ne­


gra en una mejor casilla.
- - - - .
Con la textual las blancas esperan ali­
viar un poco la presión enemiga sobre su
D - -lLJD� �
posición, después de 28 ... ltlxb2 29 l:t bl,
D B�D�D .
pero las negras disponen de una continua­
ción más fuerte.
a - - -
" 182 28 ••• ltlxe3!
29 fxe3 � eS
25 �e3 l:t d3 Las blancas deben entregar ahora el
Las piezas negras controlan ahora todo peón en circunstancias mucho menos fa­
el tablero. La clavada sobre el caballo de vorables, ya que 30 ltld3 sería fatal, en vis­
f3 y las debilidades de las casillas blancas ta de 30 ... �e4. Se diría que la posición
son una carga especialmente penosa para blanca está a punto de desintegrarse, pero
las blancas. Ahora sería suicida 26 �xb6, es admirable el ingenio que exhibe Tal, en
a causa de 26 . . . ltlc4, pero incluso con esta endiablada posición, en la búsqueda
otras continuaciones las blancas difícil ­ de recursos y contrajuego.
mente s e encontrarían e n situación d e evi­ 30 ltlg2 l:t xb2
tar pérdidas materiales. Ahora podemos 31 �d3 �e6
ver con qué rapidez se ha transformado la Las negras han conseguido una posi-
156 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

ción claramente ganada, pero bajo el in­


flujo de inminentes apuros de tiempo, no
j uegan con la mayor precisión, permitien­
do algún contrajuego a su oponente. Aquí
sólo había que fij ar el caballo blanco, con
31 ... g5 ! , con lo que no existirían los me­
nores problemas técnicos para ganar.
32 tt:'lf4 .U.b3
Q u izá también fuera posible 3 2 . . .
'it'a2, pero las negras evitan, en apuros de
tiempo, innecesarias complicaciones. Des­
pués de 32 ... 'it'a2 33 We4 l:f. xh2 34 l:f. fl ,
las piezas blancas estarían situadas muy
activamente y este factor no podría com­
pensarse ganando el inesencial peón de 36 Wxb5 Wxe3+
h2. 37 c;i;Jfl 'it'f3+
33 l:f. c3 38 c;i;lgl We3+
Es probable que objetivamente fuese 39 c;i;Jfl g5
mejor 33 tt:Jxe6 l:f. xd3 34 tt:'ld4, para tratar En apuros de reloj , las negras han re­
de alcanzar un final de torres, pero ese fi­ petido movimientos para acercarse a la ju­
nal de torres sería muy prometedor para gada 40, pero ahora deben variar, para
las negras después de 34 ... .U. xa3 35 tt:Jxc6 evitar la triple repetición de posiciones. La
bxc6 36 .U. xc6 l:f. b3, o quizá debieran con­ textual no puede considerarse mala, pero
tinuar con 34 ... tt:J e5, dejando a las blan­ 39 ... tt:'ld4! habría ganado más rápidamen­
cas con innumerables debilidades . Con te. Entonces 40 Wxb7 pierde pieza, en ra­
damas sobre el tablero, las blancas tienen zón de 40 ... g5, y el final que se produce
que plantear una defensa mucho más ar­ después de 40 'it'd3 Wxd3+ 41 tt:Jxd3 b5
dua, debido a la vulnerable posición de su está, por supuesto, completamente pe.di­
rey. do para las blancas45•
33 .l:txc3 40 tt:'le2 tt:'le5!
34 Wxc3 We4 Las negras encuentran el plan correc­
35 'it'b3 b5! (Ver diag. 384) to. También era buena la simple protec­
El cambio del peón de b5 por el de e3 ción, con 40 ... We7, pero el ataque final
es un excelente negocio, ya que la conse­ que inaugura este movimiento de caballo
cuencia es un nuevo debilitamiento en la es muy efectivo. Lo único sorprendente es
posición del rey blanco. Las blancas no que las blancas consigan defender su posi­
tienen elección, ya que 36 ... tt:'le5 es una ción por tanto tiempo, a pesar de su apa­
fuerte amenaza. rente fragilidad.

"40 ... g5 no es el fin de la historia, ya que las blancas pueden jugar 41 �c8+ <t/g7 (41 ... <t/h7 42 �c4) 42
�g4, pero no es sorprendente que una defensa tan precaria no pueda prolongarse mucho. Las negras ga­
nan con 42 ... f5 43 llJh5+ <t/g6 44 �d1 �e4! 45 <t/f2 �g4 y las blancas deben perder el caballo de h5,
pues de otro modo reciben mate.
TAL- KERES, BLEDIZAGREB/BELGRADO, 1959 157

La textual fue la j ugada secreta. Las El final de dama que se produce des­
blancas disponían de escasa elección, en pués de 44 ... 'it'dl + 45 ct/g2 tt:lel + 46 ct/f2
vista de la amenaza de mate. 'it'xd4+ 47 ct;xel ofrece a las negras algu­
41 'it'xb7 tt:ld3 nas posibilidades ganadoras, aunque un
42 'it'c8+ tanto confusas en vista del fuerte peón pa­
Como es obvio, no tiene sentido dar j a­ sado de la columna a.
f]Ue en a8 o b8, y 42 'it'g2 conduciría, tras 45 ct/g2 'it'e3!
...2 ... 'it'd2, o incluso mejor 42 ... g4, a una Esto es lo mejor que podían conseguir
posición que podría haberse producido las negras a partir de la posición aplazada.
más tarde en la partida46• A pesar de los escasos efectivos que que­
42 ... ct/g7 dan sobre el tablero, las negras conservan
43 'it'f5 'it'd2! un peligroso ataque que conduce a ganan­
Amenazando ganar el caballo con 44 ... cia de material. Las blancas deben j ugar
'it'el +. De nuevo, las blancas tienen poco con suma precisión para evitar el inmedia­
donde elegir. to colapso.
44 tt:ld4! 46 'it'd5!
De nuevo, única. Está claro que no da­
ba resultado la protección del caballo con
- - - - 46 'it'g4 o 46 'it'd7, en vista de 46 ... Wf2+,
y por esta razón sólo pueden considerarse
- - -
� ·- � jugadas de caballo que, sin embargo, con­
- - - - "
ducen a una inevitable derrota, como de­
muestran las líneas siguientes:
- - -�-
� " 1) 46 tt:l b3 (o 46 tt:l c2 'it' e 2 + y 47 . . .
- � - - Wxc2) 46 . . . 'it'e2 47 ct/h3 tt:lf4+ ! , seguido
de mate o ganancia de dama.
B -�- B"
" 2) 46 tt:lf3 'it'e2+ 47 ct/h3 tt:lf2+ 48 ct/g2
- B - B � "
tt:ldl+! 49 ct/h3 'it'fl+, ganando la dama.
3) 46 tt:l c6 'it'd2+ 47 ct/h3 (o 47 ct/gl
- - -�- 185 'it'cl + 48 'it'fl 'it'c5+ ! ) 47 ... tt:lf2+ 48 ct/g2
tt:lg4+ 49 ct/h3 h5, seguido de mate en h2.
La única j ugada posible. Después de 4) 46 tt:l b5 'it' e2 + 47 ct/ g l (47 ct/ h l
44 'it'f3 'it'dl+ sigue 45 ... tt:lel+, o bien 44 tt:lel ! ) 47 . . . tt:le5 y d e nuevo ganan las ne-
'it'e4 'it'el+ 45 ct/g2 'it'f2+, y 46 . . . 'it'fl+. gras.
La retirada de caballo, con 44 tt:lgl falla 46 ... 'it'f2+
por 44 ... 'it'dl+ 45 ct/g2 'it'c2+, por ejem­ Parece muy contundente 46 . . . 'it'd2+,
plo, 46 ct/fl 'it'bl+, seguido de 47 ... tt:lf4+, para conseguir una decisión después de 47
o bien 46 ct/f3 'it'f2+ 47 ct/g4 h5+ 48 ct;xg5 ct/h3 , con 47 . . . tt:l f2+ 48 ct/g2 tt:l d l + 49
f6+. ct/f3 (o 49 ct/h3) 49 . . . g4+ ! Sin embargo,
44 ... 'it'el+ las blancas responden 47 ct/f3 ! y por más

•• Después de 42 'irg2, las negras ganarían en el acto con 42 ... 'i!Vb6!


158 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

que se busque, no se halla una forma con­ ganar con 49 . . . Wa6 tampoco conduce a
creta de ganar. La posición es rica en posi­ nada claro tras 50 lL!c6.
bilidades interesantes. 50 CiteS lL!g4+
47 !ith3 'it'fi+ 51 !itd6 Wxa3+
48 !itg4 lLlt2+! Por fin queda eliminado este potencial
peligro y las negras pueden consagrar su�
energías al aspecto técnico. Aunque las
negras pronto ganan otro peón, el fin de la
partida sigue estando lejos.
52 !itc7 We7+
53 CiteS lL!e3
Ésta era la posición que me había pro­
puesto como objetivo en mi análisis del
aplazamiento. Antes o después las blancas
deben entregar otro peón, lo que les deja­
rá con un final perdido, si bien todavía re­
querirá una buena conducción técnica por
parte de las negras.
También era posible la inmediata 53 ...
We8+ 54 !itb7 lL!xh2, pero las negras no
Con este j aque las negras eluden una querían alejar su caballo del centro de la
diabólica trampa que habría sido fácil de acción.
omitir incluso en el análisis del aplaza­ 54 'it'b5
miento. Parece que las negras pueden ga- No, naturalmente, 54 lL!f5+ lL!xfS 55
nar fácilmente con 48 . . . h5+ 49 Citxg5 (o Wxf5 , debido a 55 ... We6+, forzando el
49 lit xh5 'it' h 3 + ) 49 . . . 'it' f6+ 50 lit xh5 cambio de damas.
lL!eS , pues ¿qué pueden hacer las blancas 54 1We4
contra la amenaza de mate en h6? Sin em­ 55 'it'b2 ..tg6
bargo, ¡ la sorprendente respuesta 51 'it'd6! 56 'it'b6+ f6
transforma la posición en ganada para las
blancas !
Tampoco existe una victoria forzosa -�- - -
después de 48 ... 'it'd1+ 49 !itfS ! , de modo
que las negras deben contentarse con una
- - - -
pequeña ganancia de material. E
,, � - -·-
49 !itf5 'it'd3+
Ahora tampoco puede encontrarse na­ - - - -
da mejor. Después de 49 ... 'ifb1 + 50 CiteS - ��- ' � -
no se consigue nada concreto ni con 50 .. .
lL!g4+ 5 1 !itd6 'it'b8+ 52 CiteS, ni con 50 .. . - - - B "

lL!d3+ 51 !itd6 Wb8+ 52 !itc6, y después


de 49 ... lL!d1 + las blancas salvan la partida
- - - B "

con 50 'it'f3 ! Finalmente, la tentativa de - - - - �87


TAL- KERES, BLED/ZAGREB/BELGRADO, 1959 159

Era técnicamente más sencillo 56 . . .


r;.th5 5 7 'iVf6 r;.t>g4! L a textual implica un - - - -
debilitamiento de la posición del rey, que
concede a las blancas nuevas posibilida­
-�- - -
des. - -�- - �

57 tbe6
58 'iVa6
tbc4
tbe5 -

1� -ltj-
� -· ' �

Amenazando 59 ... 'iVc6+. Una tentati­ - - - -


va desesperada por atacar, con 59 ttJf8+
r;.tf7 60 'iVe6+ no conduciría a nada des­ - - - B '

pués de 60 ... r;.txf8 61 'iVxf6+ ttJf7.


59 ttJc7 'iVc2
- - - -
Ahora las blancas deben perder más - - - - 188

material, con lo que se producirá un se­


gundo momento crítico. Si las blancas j uegan primero 65 Wf7+
60 'iVd6 r;.th4, y sólo entonces 66 ttJ e7, las negras
Naturalmente, 60 'iVe6 falla por 60 . . . dispondrían de la excelente réplica 66 . . .
'iVf5, y el avance 60 h4 perdería, tras 60 .. . Wg2+, seguido d e 6 7 ... We4.
'iVf5+ ! , el peón en circunstancias mucho 65 ... Wt3+
menos favorables. Por ej emplo: 61 r;.tb8 66 <;.teS
(o 61 r;.tb7 'iVf3+, seguido de 62 ... 'iVxg3) En caso de 66 r;.tc7 seguiría 66 ... Wf6.
61 ... ttJd7+ 62 r;.ta7 'iVf2+. 66 r;.th4
El contraataque iniciado con la textual 67 tLlf5+ r;.th3
es la única posibilidad de las blancas. 68 r;.tdS
60 ... 'iVxh2 Naturalmente, no 68 ttJ xh6, debido a
61 ttJd5 'iVf2 68 ... 'iVf8+.
La inmediata 61 ... 'iVxg3, como ocurre 68 h5
más tarde, era lo más sencillo. 69 Wg6 tbe5
62 r;.tb7 70 We6 tbg4
Si 62 'iV e 6 , entonces 62 . . . 'iVc5+ 63 71 Wg6 tbe5
r;.tb7 'iVf8 y las negras se han defendido Esta partida se jugó en la ronda 24. No
con éxito. Con la textual las blancas pre­ es de extrañar, por tanto, que las negras
paran 63 'iVe6 y, en consecuencia, las ne­ cayesen de nuevo en apuros de tiempo y
gras deciden liquidar la posición. que, para ganar tiempo, repitieran j uga­
62 'iVxg3! das.
63 'iVxf6+ r;.th5 72 We6 Wd3+
64 'iVe6! . .. (Ver diag. 388) 73 tiJd4+
Las blancas hacen la vida de su opo­ A una jugada de rey las negras ganan
nente todo lo difícil posible. Ahora ame­ con 73 ... Wd7+ ! , cambiando damas, segui-
nazan 65 ttJf6+ r;.th6 66 tbe4, seguido de la do de ... g4. 73 ttJd6+ tbg4 no es mejor que
captura del peón h. la textual.
64 tbg4 73 tbg4
65 ttJe7 74 Wd5 tbf2!
160 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

6 il.b3 ttJxd4
- = - - ' 7 ttJxd4 exd4
- - - - 8 �dS
Es interesante observar que esta insípi­
- - - - da continuación vuelve a emplearse de vez
- -�- -· en cuando , a pesar de que con ella las
blancas sólo pueden aspirar a la igualdad.
- � - - Pero si lo que quieren las blancas es jugar

- -iV- -· modestamente la apertura, sin otras aspi­


raciones que a unas tablas , entonces es
- - - - mucho más apropiada 8 c3. Si las negras
contestan 8 . . . dxc3, entonces las blancas
- - - - 1119 pueden asegurarse las tablas repitiendo
jugadas con 9 'ifd5 �e6 10 'ifc6+ il.d7 1 1
La forma más fácil de ganar. Ya no hay 'ifd5 � e6. Por supuesto, tras 8 . . . dxc3
defensa contra el avance de peones. también es posible sacrificar un peón.
7S �eS h4 8 ••• I!b8
76 'ifeS 'ife4 9 �c6+ il.d7
77 'iff6 'iff4 10 il,xd7+ 'ifxd7
78 ttJfS ttJe4 11 'it'xd4 tLlf6
79 'ife6 'it'g4! 12 0-0 �e7
( 0-1) 13 ttJc3 0-0
La amenaza 80 . . . tLl g3 fuerza, como 14 a4
mínimo, el cambio de damas. Esta partida
fue una lucha terrorífica.

PARTIDA N.o 85
HORT-KERES
Oberhausen, 1961
Campeonato de Europa por equipos
Apertura Ruy López

1 e4 eS
2 ttJf3 ttJc6
3 � bS a6
4 �a4 d6
S d4
Si las blancas no quieren plantear un Esta posición se ha producido numero­
gambito con la textual, son más promete­ sas veces en la práctica de torneo y se ha
doras las continuaciones 5 c3 y 5 il,xc6+ demostrado que las negras consiguen un
bxc6 6 d4. excelente j uego. Normalmente, las blan­
5 ••• bS cas desarrollan aquí su alfil dama, pero al
HORT- KERES, OBERHAUSEN, 1961 161

hacerlo deben evitar algunos obstáculos.


Así, por ejemplo, después de 14 �g5 b4,
se verían obligadas a la ignominiosa reti­
rada 15 ltJd1, ya que 15 ltJd5? conduciría a
la pérdida de una pieza tras 15 ... ttJxd5 16
'it'xd5 1:. b5. Después de 14 �d2, las ne­
gras consiguieron una fuerte presión en la
partida Stoltz-Alekhine (Bled 1931), con
14 ... l:. fe8 15 'it'd3 b4 16 ltJe2 'it'c6.
La textual trata de inocular sangre fres­
ca a la variante, pero no se verá coronada
por el éxito.
14 000 .:t. feS
15 'it'd3
Preceder este movimiento de la dama que su alfil jugará un papel secundario, de
de un cambio en b5 no ayudaría a las blan­ modo que lo correcto era 21 .ixe5 . Es
cas, ya que la abierta columna a caería fá­ cierto que las negras quedarían un poco
cilmente en manos de las negras. Además, mej or después de 2 1 . . n xe5 22 .: fe1
.

desaparecería el objetivo de ataque de a6. l::t be8, en razón de su control de la colum­


15 b4 na e, pero las blancas no correrían ningún
16 ltJdS aS peligro especial.
17 b3 21ooo l:r.bc8!
Una imprecisión, que debilita la gran Amenazando 22 ... c4 23 dxc4 'it'xa4, y
diagonal y que permitirá a las negras apo­ para impedirlo las blancas deben permitir
derarse pronto de la iniciativa. Era mucho que la dama enemiga llegue a f5.
mejor el desarrollo natural de pieza con 17 22 'iV c4 'it'fS
� f4 , aunque entonces 17 . . . ttJ xd5 1 8 23 'it'bS?
'it'xd5 �f6 quizá pudiera tener un efecto Las blancas, tras experimentar algunas
perturbador. También era de considerar dificultades, pierden los nervios. El con­
17 ttJxe7+ 'it'xe7 18 .l:r.el . traataque iniciado con la jugada textual es
17 ttJxdS desesperado y debería conducir a una rá­
18 exdS �f6 pida catástrofe. Las blancas tenían que ha­
19 l:t b1 c5! (Verdiag. 391) ber intentado 23 l:t bd1 , para consolidar su
Aquí es muy buena esta jugada, ya que posición con l:t d3.
después de 20 dxc6 'it'xc6, la debilidad de 23000 'it'xc2
las blancas en c2 resulta ser un hándicap fS!
mucho mayor que el punto d6 enemigo. Esta jugada es tremendamente fuerte,
También era posible 19 ... c6, para forzar ya que las blancas no tienen una satisfac­
la apertura de la columna c. toria defensa contra la amenaza 25 . . . f4.
20 �f4 AeS Por consiguiente, la partida ya está decidi­
21 .ie3 da desde el punto de vista estratégico,
Las blancas conducen el medio j uego aunque en la práctica sigue habiendo algu­
con cierta carencia de lógica. Está claro nos interesantes acontecimientos.
162 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

25 f3 �b2!? abierto un camino al alfil enemigo. Era


mejor 27 ... �c2, seguido, eventualmente,
de ... b3.
28 �b7!
Ahora las blancas incluso amenazan
ganar después de 28 ... c3? 29 �d4. De re­
pente, las blancas han conseguido contra­
j uego y, afectadas por serios apuros de
tiempo, las negras no encuentran el méto­
do correcto de reforzar su posición . La
manera más fácil de hacerlo probable­
mente era 28 ... �a3 ! , amenazando 29 . . .
b 3 , seguido de 30 . . . �f6. Si entonces 29
l:t fd1, seguiría sencillamente 29 ... �xa4.
392
28
••• l:t b8
29 �a7 l:t a8?
Aquí las negras podían elegir entre va­ Las negras son víctimas de una aluci­
rias continuaciones favorables, pero optan nación. Creen que 29 ... �c2 ! falla por 30
por complicaciones que no están en abso­ l:t xb2 �xb2 31 .td4, pero omiten la répli­
luto claras. Podrían, por ej emplo, haber ca ganadora 31 ... l::t b7 !
g a n a d o un p e ó n con 25 . . . � xh 2 + 2 6 30 �b7 l:r.eb8
'iif¡lx h2 1:[ xe3, con u n a buena posición, o Aún no era demasiado tarde para en­
bien haber obligado a las blancas a permi­ trar en la variante antes mencionada, con
tirles un importante peón pasado en el 30 ... l:t ab8. Ahora, sin embargo, las blan­
centro, con 25 ... f4 26 it.f2 �d4 27 .txd4 cas obtienen un genuino contrajuego.
cxd4. Sin embargo, la más sencilla de to­ 31 �d7 �c2
das era 25 ... �d3 ! , seguida de 26 ... �xd5, 32 �xd6 b3
con lo que las negras se habrían embolsa­ 33 �e6+ 'iifi1h8
do un peón, sin conceder la más ligera po­ 34 d6 �f6
sibilidad de contrajuego a su oponente.
26 �a6!
Muy bien jugado. Hort había caído en
una posición completamente perdida, tras
jugar la primera parte de la lucha sin ner­
vio, pero ahora aprovecha perfectamente
sus posibilidades de contrajuego y la parti­
da entra en una fase muy interesante.
26••• �xb3
27 it.f2 c4
A fin de contestar a 28 �xd6 con 28 ...
c3. Si las negras hubiesen prestado más
atención a las complicaciones que ahora
van a producirse , difícilmente habrían
HORT - KERES, OBERHAUSEN, 1961 163

En su fuerte peón pasado d las blancas


tienen, de repente, un valioso triunfo en
sus manos que requiere prestarle la mayor
atención. Las negras no pueden jugar 34 ...
i.a3 ni 34 ... c3, ya que en ambos casos las
blancas, con 35 �d4, situarían su alfil en
una posición muy activa, creando numero­
sas amenazas sobre la casilla g7. Encon­
trándose ambos en apuros de tiempo, las
negras se embarcan ahora en una intere­
sante combinación, que hace que el juego
se vuelva extremadamente complicado.
35 l:t fcl
Las blancas habían depositado sus es­
peranzas en esta jugada. ¿No están obliga­ Liquidados los apuros de tiempo, las
das las negras a perder uno de sus orgullo­ blancas tienen ahora que realizar su j uga­
sos peones? da secreta. Debido a las amenazas 41 ... c2
35
••• 'i!Vxcl+! y 41 . . . l:t a1 , sus alternativas se limitan a
Una dramática sorpresa, en apuros de dos posibilidades, a saber, 41 'i!Vxb8 y 41
tiempo. Hay que concederle un gran cré­ d8'i!V. En la práctica no es fácil encontrar
dito a Hort por el hecho de que, pese a la la defensa correcta, sobre todo si tenemos
inesperada naturaleza de este sacrificio, en cuenta que ambos contrincantes había­
no haya perdido la cabeza, defendiéndose mos llevado a cabo una dura y tensa lucha
de la mejor manera posible. durante cinco horas.
36 l:l xcl b2 41 d8'i!V ?
37 l:t bl c3
38 'i!Ve2!
Única. Después de 38 'i!Vxf5 l:l xa4, las
blancas ya no dispondrían de una defensa
adecuada contra la amenaza 39 ... l:t al.
38
••• ll xa4
39 d7 h6? (Ver diag. 394)
En fuertes apuros de tiempo, las ne­
gras dejan escapar la mejor continuación.
D eberían h aber parado la amenaza 40
'i!Ve8+ con 39 ... l:t g8 ! , después de lo cual
las blancas no tendrían una buena defensa
contra la amenaza 40 ... .1::[ al . La inmedia­
ta 39 . . . l:l aa8 también era mejor que la 395

textual, para darle a su rey una válvula de


escape, y sólo entonces continuar con Es sorprendente que esta j ugada, que
... l:t al. n o s ó l o ataca la torre de a4 s i n o q u e
40 'i!Ve8+ cJ;>h7 también amenaza, como mínimo, j aque
164 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

perpetuo con 42 �g8+, sea el error deci­ Hort no pudo encontrar nada mejor que
sivo. Hort se había defendido bien y con el inmediato regreso de la torre. De he­
recursos en apuros de tiempo y ahora, cho, la tentativa de salvar el juego con 43
con tiempo más que suficiente en su re­ �b5 no daría resultado, debido a 43 ... c2,
loj , comete un error fatal tras larga re­ aunque en este caso la tarea de las negras
flexión. hubiera sido más difícil. Naturalmente, 44
Podía haber conservado excelentes po­ �xf5+ perdería en el acto tras 44 ... g6, pe­
sibilidades de salvar la partida con la con­ ro en caso de 44 �fl ! las cosas no son tan
tinuación correcta, 41 �xb8! , en cuyo ca­ simples. La continuación 44 ... cxbl � 45
so no bastaría 41 . . . n al ' en razón de 42 �xbl ll d6 no sería lo bastante buena, en
l:t fl ! c2 43 �xb2 ! , cuando el peón de d7 vista de 46 �e3 ! .l:l a6 47 �f2 g6 48 �c2
salva el día47• �g7 49 �el .l:t b6 50 �bl , de modo que
Las negras tendrían que jugar, por tan­ las negras tienen que jugar con más preci­
to, 41 ... c2, cuando es prácticamente for­ sión. El análisis que sigue demuestra que
zado 42 � xb2 � xb2 43 1::[ fl . Ahora la es posible forzar la victoria.
única forma de que las negras conserven Después de 44 �fl , las negras siguen
posibilidades de ganar es 43 ... .!::t. a8! 44 con 44 ... l:t d5 ! , amenazando 45 ... l:!.a5 en
�b6 ll a1 45 d8� l:t xfl+ 46 �xfl el�+. algunas variantes, por ejemplo después de
Entonces, después de 47 �f2, las negras 45 g4. Entonces las blancas tienen tres
pueden, por ejemplo, embarcarse en un principales posibilidades defensivas a con­
ataque con 47 . . . � c3 ! , lo que probable­ siderar:
mente les reportaría un peón, con buenas 1 ) 45 � e3 cxbl � 46 � xb l 1:. aS 47
posibilidades prácticas de victoria48• �f2 �g8 ! 48 �c2 .l:l a1 49 �c8+ �f7 y las
Sea como fuere, una cosa está clara: las blancas no pueden conseguir jaque perpe­
blancas deben aprovechar la ocasión de tuo.
jugar 41 �xb8 ! Con la textual, probable­ 2) 45 g3 cxbl � 46 �xbl g6! 47 � g2
mente sólo esperaban 41 ... c2, que habría �g7 y no puede verse cómo las blancas
conducido a j aque perpetuo después de 42 pueden impedir la amenaza de trasladar la
�g8+. Pero lo que sucede es bien distinto. torre a al.
41
•.• .!::tx d8! 3) 45 g4 (45 l::t el �c3) 45 . . . ll a5 ! 46
42 �xa4 l:t d2! .l:t xb2 �xb2 47 �e3 .l:t a1 48 �xal �xal
La posición que se ha producido es 49 �el fxg4 50 fxg4 �f6, seguido de 51 ...
muy desigual y quizá la más curiosa que �g5 y las negras ganan.
he jugado en toda mi carrera. Las negras La inmediata captura en b2 alivia con­
sólo tienen dos peones por la dama, pero siderablemente la labor de las negras, ya
los peones son tan fuertes que no puede que ganan un tiempo importante para lle­
hacerse nada contra la amenaza 43 ... c2. var a cabo su plan ganador.
'
43 .l:t xb2 43 cxb2
En sus análisis de la posición aplazada, 44 �b3 .l:td8!

"Esta línea conduce a tablas, pero existe la mejora 42 .!le1 ! para las blancas.
" Después de 48 g3 ..tf6 49 �d6 �h1 50 h4 �h2+ 51 r;i;>fl �xh4 52 ..tf2, las negras han ganado un peón,
pero con una precisa defensa el resultado debería ser tablas.
KERES - BENKO, CURACAO, 1962 165

Ahora las negras amenazan 45 ... l:t. a8, originales, que j ustifican su inclusión en
contra lo que nada puede hacerse. esta obra.
45 'ffc2 ll b8
46 'ffb l
PARTIDA N.0 86
KERES -BENKO
- - - - � Cura�ao, 1 962
Torneo de Candidatos
- - - -· Defensa Siciliana
- - - - .

1 e4 c5
- - -·- 2 ltlf3 e6
- - - - 3 d4
4 ltlxd4
cxd4
a6
- - -�- 5 ltlc3 b5
- - B�D �
Este avance, en fase tan temprana de
la partida, es prematuro.
-�- - = � 196 6 �d3 �b7
7 0-0 'ffc7
Después de 46 'ffxf5+ las negras ganan 8 l:t el .tes
con 46 ... �h8 47 'ffb 1 l:t.a8, seguido de 48 B enko elige la misma continuación
... l:t.a149. que me j ugó Oj anen en el match Finlan­
46
••• g6 dia-Estonia (Helsinki 1960). Sin embargo,
No hay defensa contra la amenaza 47 me parece que hubiera sido más lógico lle­
... l:t. a8. A las blancas les falta un tiempo var el juego dentro de los cauces de la Va­
para sacar a su rey de la primera fila. riante Scheveningen, con 8 ... d6. La tex­
47 g4 l:t a8 tual le concede a las blancas demasiadas
48 �g2 .U.al posibilidades tácticas.
49 'ffc2 bl'ff 9 �e3 ltlf6 (Ver diag. 396)
50 'ffc7+ �g7 Ojanen jugó 9 . . . ltle7, pero no consi­
51 .td4 'fffl+ guió mejor resultado. Como veremos, el
52 �g3 f4+ sistema de apertura elegido por las negras
Las blancas podían haberse ahorrado debe descartarse.
esta última fase del juego. 10 ltldxb5!
53 �xf4 · 'fiel+ Con este sacrificio, basado en la venta­
(0-1) ja de desarrollo, las blancas emprenden de
Esta partida no carece de lagunas, pe­ inmediato operaciones decisivas. Por la
ro también contiene muchos momentos pieza consiguen dos peones y un fuerte

'"Esto no es del todo correcto, ya que después de 46 'ifxf5+ �h8, las blancas disponen de la sorprendente
defensa 47 �b6! .l:!.xb6 48 �c8+ �h7 49 'ifc2+, y las negras no pueden evitar el jaque perpetuo, per­
diendo su torre en un doble. De hecho, 46 �xf5+ se refuta con 46 ... g6! Por ejemplo: 47 �d7+ �g7, o
bien 47 �bl .l:!.a8.
166 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

14 b4!
Ésta es la clave. Las blancas recuperan
la pieza, conservando el ataque y la venta­
ja material.
14 ••• t!t'xb4
15 exf6
Las blancas ven que, en caso de 1 5 . . .
.t xb 5 , r e c u p e r a r í a n l a p i e z a c o n 1 6
l:t b 1 , y de otro modo conservarían un
peón de ventaj a y mej or posición. En
consecuencia , no buscan una continua­
ción más fuerte. Quizá mereciese consi­
deración la línea siguiente, como posible
ruta hacia la victoria: 15 tLl c7+ 'itd8 1 6
ataque, lo que compensa de sobra el pe­ tLlxa8, y a 1 6 . . . tLl g4 existe l a fuerte ré­
queño déficit material. plica 17 �e4!
Aquí también hubiera sido fuerte 10 15 ••• tLla6
e5, pero en las complicaciones resultantes 16 l:t b1 ti'f4
de 1 0 . . . ti'xe5 1 1 tLl f5 .t xe3 12 l:t xe3 17 txg7 l:t g8
ti'c5 , las negras tienen algunas posibilida­ 18 �e4!
des de capear el temporal, por ej emplo
después de 1 3 tLl xg7+ 'itf8 14 l:t g3 l:t g8,
cuando el caballo blanco se encontraría en
una difícil situación.
10 axbS
11 tLlxbS ti'c6
12 �xcS t!VxcS
13 eS .tc6
Benko pensó aquí durante más de una
hora, pero no pudo hallar una continua­
ción satisfactoria. Las amenazas de las
blancas son 14 exf6 y 14 tLld6+, mientras
que 13 . . . .t a6 se contestaría con 14 b4 !
Quizá las negras debieran intentar 13 . . .
tLl e4, pero también entonces sería muy
fuerte el ataque blanco. Por ejemplo: 14 Al cambiarse el fuerte alfil de c6, las
.U. xe4 .t xe4 15 tLl d6+ 'ite7 16 ti'h5 ! es negras se ven privadas de toda posibili­
malo para las negras. dad de contraataque contra el rey blan-
La idea de las negras es atrapar el ca­ co.
ballo después de 14 tLlc7+ 'itd8 15 tLlxa8 18 l:[xg7
tLl d5 , etc., pero las blancas disponen de 19 ti'd4 'itf8
una continuación de ataque mucho más 20 g3
fuerte. 20 .t xc6 ti'xd4 2 1 tLl xd 4 dxc6 22
TAL - KERES, CURACAO, 1962 167

tLlxc6, etc. , también bastaba para ganar, Esta posición se ha producido en milla­
pero las blancas continúan jugando al ata­ res de ocasiones en los torneos y es difícil
que, teniendo en cuenta los apuros de re­ encontrar una posición más exhaustiva­
loj de su oponente. La amenaza es 2 1 mente analizada y, a la vez, ensayada en la
'it'xg7+. práctica. Normalmente, las negras conti­
20 'it'b8 núan con 11 . . . 'ifc7 y entonces , tras 1 2
21 �xc6 dxc6 tLlbd2, disponen d e u n amplio abanico de
22 tLld6 'ifa7 opciones. En la presente partida las ne­
Las negras no tienen objeciones a un gras ensayan un nuevo tipo de defensa,
cambio de damas, ya que ahora sólo tie­ cuya idea es prescindir, precisamente, de
nen un peón menos. la jugada ... 'ifc7.
23 'iff6 tLl cS 11 tLld7
No era bueno, por supuesto, 23 ... 'ife7, 12 tLlbd2
debido a 24 'ifxe7+ ri;;xe7 25 tLlf5+.
24 l:tb4 'ifc7
Las negras no tienen tiempo de jugar
24 ... 'ifxa2, en vista de 25 l:tg4.
25 l:td1 l:td8
26 l:tbd4 ll d7
Esto precipita la inevitable derrota de
las negras. Las amenazas eran 27 tLlxf7 y
27 tLlf5.
27 tLle8 ri;;xe8
28 'ifxg7 ( 1-0)

PARTIDA N.o 87
TAL-KERES
Curac;ao, 1962 En Curac;ao ensayé este sistema para
Torneo de Candidatos las negras en tres ocasiones (cuatro, si in­
Apertura Ruy López cluimos una transposición de j ugadas) , y
obtuve el excelente resultado de tres pun­
1 e4 eS tos. Esto tiende a demostrar que no es fá­
2 tLlf3 tLlc6 cil para las blancas encontrar una línea
3 ..tbS a6 prometedora contra mi variante.
4 �a4 tLlf6 La textual es indudablemente el méto­
5 O-O �e7 do normal de desarrollo y, desde luego,
6 l::t e1 bS más prometedor que la anodina línea 12
7 �b3 O-O dxc5 dxc5 13 tLl bd2 , como me jugó Fis­
8 c3 d6 cher. Es probable que tampoco el propio
9 h3 tLlaS Fischer tenga una alta opinión de esta lí­
10 �c2 c5 nea, ya que aunque ganó l a partida en
11 d4 cuestión, en una partida posterior desear-
168 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

tó 12 dxcS, optando por cerrar el centro, 17 tt:Jxd4


con 12 dS50• 18 tt:Jxd4 tt'ld3!
12 ••• cxd4
A la inmediata 12 ... tt:Jc6 son de consi­
derar las respuestas 13 dS y 13 dxcS, segui­
do de 14 tt:Jfl .
1 3 cxd4 tt:Jc6
14 a3
En una partida anterior del mismo tor­
neo, Tal me jugó 14 tt'lb3, pero después de
14 ... aS 1S �e3 a4 no consiguió ventaja al­
guna. El avance 14 dS, recomendado por
muchos comentaristas, también es inocuo
para las negras, que con 14 ... tt'lb4 1S .tb1
aS consiguen adecuado contrajuego.
14 ••• exd4
Con este cambio de peones las negras
aceptan el hándicap de una debilidad en De esta forma las negras entran en los
d6, a fin de conseguir buen juego para sus planes de su oponente, estimando que las
piezas. Otra jugada a considerar era 14 ... complicaciones resultantes les favorecen.
Af6, para contestar a 1S dS con 1S ... tt:Je7. La partida se hace ahora muy interesante.
15 tt'lb3 tt:JdeS 19 tt'lc6
16 tt:Jfxd4 Af6 Esta jugada no puede considerarse un
Ahora las negras ej ercen una fuerte error, ya que forma parte del plan trazado
presión sobre la diagonal a1-h8 y han con­ por las blancas. Continuaciones como 19
seguido unas posibilidades más o menos AaS 'ifxaS 20 'ifxd3 g6 y 19 Axd3 Axd4
equilibradas. Sus activas piezas compen­ 20 .l::t b1 'it'f6, que tienden hacia una peno­
san el peón débil de d6. sa igualdad, no entran, desde luego, en los
17 Ad2? cálculos de las blancas, para justificar su
Tal trata de crear las mayores complica­ jugada 17.
ciones posibles en cada posición y sencilla­ 19••• tt:Jxt2!
mente no puede dej ar escapar ninguna La clave del contrajuego negro. Des­
oportunidad de hacerlas salir a la luz. La pués de 19 ... 'it'b6 20 .txd3 'it'xc6 21 l:. c1 ,
combinación que inicia la textual es, cierta­ las blancas estarían mucho mejor.
mente, muy complicada, pero acaba resul­ 20 'it'f3? ••• (Verdiag.401)
tando favorable a las negras. Habría sido, Es una pena que Tal no eligiese aquí la
por tanto, más recomendable aliviar la pre­ variante principal , 20 'it'hS ! , que habría
sión sobre b2 con 17 ·tt:Jxc6 tt:Jxc6 18 l:t b1 , conducido a complicaciones insondables.
preparando el desarrollo del alfil de el . En tal caso, la continuación de la partida

5°Fischer respondió a esta afirmación en su libro Mis 60 Partidas Memorables, con el comentario: "De
acuerdo a ese razonamiento, Keres tampoco debe estar convencido de la corrección de 11 ll:ld7, ya que
...

más tarde volvió a optar por la antigua 11 ... 'fl/c7 (contra Gligoric, Hastings 1 965)."
TAL - KERES, CURAyAO, 1962 169

bles. Esta variante constituye una refuta­


ción de ciertas críticas, según las cuales las
jugadas precedentes de Tal no fueron sino
meros errores.
Análisis ulteriores han demostrado, sin
embargo, que las negras disponen de una
mejor defensa. En primer lugar, en la va­
riante 20 'WhS 'Wb6 21 eS ttJ e4+ 22 � h2,
en lugar de 22 ... g6 pueden jugar sencilla­
mente 22 . . . ..txeS + ! 23 ttJ xeS tlJf6 ! Es
cierto que las blancas pueden conservar
cierto ataque con 24 'Wh4 dxeS 2S ..tc3 (o
2S ..tgS h6 ! ) , pero esto, tras 2S ... l:! e8 ! y
26 ... ..tb7, sólo debería concederle a las
20 ... ttJxh3+ 21 � h2 �eS+ no sería bue­ blancas perspectivas de igualar51•
n a , debido a 22 'W xeS ! dxeS 23 ttJ xd8 Más apremiante, sin embargo, es l a
.:txd8 24 �aS. En esta línea parece que 21 continuación 20 . . . ttJ xh3+ 2 1 � h2 g 6 !
... 'Wc7 no es suficiente, a causa de 22 eS ! Ahora las líneas 2 2 'Wxh3 �eS+ ! , seguido
g6 23 'Wf3, y las negras deben perder ma­ de 23 ... 'Wc7, y 22 '�VdS 'Wd7, seguido de
terial. 23 ... ..tb7, son desesperadas para las blan­
En respuesta a 20 'WhS las negras pen­ cas, lo mismo que el final después de 22
saban responder 20 ... 'Wb6. Entonces las ttJxd8 gxhS. Por consiguiente, debe j ugar­
blancas podrfan proseguir el ataque con se 22 'Wf3, pero entonces 22 ... AeS+ ! con­
21 eS ! Nos llevaría demasiado lejos tratar duce a la continuación de la partida, con la
de analizar en profundidad todos los posi­ diferencia inesencial de que el peón g está
bles acontecimientos del j uego. Corno situado en g6.
ejemplo, nos detendremos en las variantes 20 ••• ttJxh3+!
que siguen: 21 . . . ttJ e4+ 22 � h2 (no 22 Evitando la alternativa 20 . . . 'W b 6 ,
�e3 'Wxc6) 22 ... g6 23 exf6! (mucho más cuando las blancas pueden obtener u n pe­
interesante que 23 'We2 'Wxc6 24 � xe4 ligroso ataque con la combinación de sa­
..txeS+ 2S �h1 dS, cuando las negras de­ crificio 21 eS tlJg4+ 22 ..te3 ttJxe3 23 exf6
berían conseguir la igualdad) 23 ... gxhS 24 ttJxc2+ 24 �h1 ttJxe1 2S .U. xel.
..txe4 y, aunque las blancas sólo tienen 21 �h2
dos piezas menores por la dama, sus posi­ Otras jugadas tampoco conducen a un
bilidades de contrajuego no son desdeña- mejor resultado. Después de 21 gxh3 o 21

5' E n esta línea las blancas disponen d e l a posible mejora 2 4 .i.xh7+! ll:\xh7 2 5 ll:lg6! Dado que 2 5 ... l:!.d8
26 ll:le7+ c;t>h8 27 'i!fxt7 es malo para las negras, éstas deben entrar en la línea 25 ... fxg6 26 'i!Vd5+ c;t>h8 27
'i!Vxa8 .tb7. A primera vista las blancas pierden su dama, pero en realidad cuentan con el increíble recur­
so 28 'i!Ve8!, cuando 28 ... l:!.xe8 29 l:!.xe8+ ll:\f8 30 l:!.fl es un tanto mejor para las blancas. Por consi­
guiente, las negras deberían responder 28 ... .i.xg2, pero la diversión no se ha terminado, porque las
blancas disponen del recurso 29 .i.e3! Después de 29 ... l:!.xe8 (las negras no tienen realmente una buena
casilla para su dama) 30 .i.xb6 .i.e4, el final es ligeramente mejor para las blancas.
170 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

'Wxh3, sigue 21 ... 'Wb6+ y después de 21


rJth1 'Wb6 22 e5, surge la devastadora ré­
plica 22 ... Ag4! 52, mientras que si las blan­
cas juegan 21 rJtfl, entonces 21 ... 'Wb6 22
e5 �g4 23 �e3 �xf3 24 ..ixb6 �xc6 es
bastante para asegurarle ventaja a las ne­
gras53. Hay que admitir que la textual le fa­
cilita las cosas a las negras.
21 ••• Ae5+!
El método más simple de neutralizar
las tentativas de ataque de las blancas.
22 tt:Jxe5
Después de 22 rJ;>h1 , las negras pueden
j ugar 22 . . . 'Wh4 23 gxh3 ..ig3 ! 24 tt:J e7+
rJ;>h8 25 tt:Jxc8 l::t axc8, o bien 22 ... 'Wc7, en Un descuido en posición perdida, pero
ambos casos con una posición ganada. ya no se podía hacer nada. Después de 26
22 ... dxe5 l:Id5 'Wh6+, seguido de 27 ... tt:Jg5, las ne­
23 l:ted1 gras contarían con un feroz ataque contra
Las blancas no tienen tiempo para cap­ el debilitado flanco de rey enemigo.
turar el caballo, ya que su alfil de d2 está 26 ... 'Wh6+
atacado. Después de 23 ..ib4 seguiría 23 ... 27 rJ;>g1
tt:Jg5. O bien 27 rJ;>g2 tt:J f4+ 28 gxf4 'Wxd6,
23 ... tt:Jf4! (Ver diag. 402) con el mismo resultado que en la partida.
Poniendo de manifiesto la ventaj a de 27 ••• tt:J d4 (Ver diag. 403)
las negras, sin temor a 24 �xf4 por 24 ... Ganando la calidad y haciendo inútil
'Wh4+. Ahora, con dos peones de más, las toda resistencia ulterior. Tal realiza algu­
riegras tienen la partida ganada. nas jugadas más en la esperanza de que
24 g3 tt:Je6 quizá su oponente pueda cometer u n
25 .{c3 error, e n apuros d e tiempo,
Después de 25 ..ib4, las negras dispo­ 28 l:Ixh6 tt:Jxf3+
nen del recurso 25 ... tt:Jd4. 29 rJ;>f2 gxh6
25 'Wg5 30 rJ;>xf3 %:t.eS
26 %:t.d6 31 %:t.h1 rJ;>g7

52 Esta jugada provoca innecesarias complicaciones, porque las blancas pueden responder 23 ..txh7+!, y
después de 23 ... �xh7, 24 'it'e4+, seguido de 25 ..te3, aporta algunas posibilidades de contrajuego. Las
negras, por supuesto, pueden jugar 23 ... �h8, pero la entrega del peón h7 sólo puede traducirse en con­
trajuego para las blancas. En lugar de ello, 22 ... li:Jf2+ 23 �gl (23 �h2 ..tg4 es realmente devastador) 23
... ll:lg4+ 24 �hl dxe5 es la línea más convincente, con fácil victoria de las negras.
53 Una vez más, las blancas pueden jugar 23 ..txh7+! Después de 23 ... �h8 (23 ... �xh7 24 'it'e4+ y 25 �e3

es confuso) 24 'it'e3 'it'xc6 25 exf6 �xh7 26 'it'e4+ 'it'xe4 27 .l:!.xe4 ..tf5 28 .l:!.d4 gxf6 29 gxh3 ..txh3+ 30
�f2. el final no ofrece perspectivas de ganar a las negras, ¡a pesar de sus tres peones de ventaja! Por
ejemplo: 30 ... ..tf5? 31 .!:!. hl + �g8 32 .!:!. f4!, seguido de ..tc3, y las negras pierden. En cualquier caso, las
blancas deberían haber entrado en esta línea.
KERES - GELLER, MOSCÚ, 1962 171

réplica de su oponente. Una partida llena


de momentos interesantes.

PARTIDA N.o 88
KERES - GELLER
Moscú, 1962, 8.a partida del Match
Gambito de D ama,
Defensa Semi-Tarrasch

1 d4 lbf6
2 c4 e6
Ésta era la última partida del match,
cuya puntuación estaba igualada: 3 ,5-3,5.
32 J:.b3 J:.b7 En caso de que finalizase en empate, Ge­
33 J:.d2 f5 ller se habría asegurado el segundo puesto
34 l:txh6 l:lad8 en el Torneo de Candidatos, debido a su
35 l:!.b6 J:.xe4+ mej or puntuación por el sistema Sonne­
36 �e2 J:.f3+ born-Berger. De ahí su elección de aper­
37 �el f4! tura, pues Geller j uega normalmente la
Defensa India de Rey, con 2 ... g6.
3 lbf3 d5
4 lbc3 c5
5 cxd5 lbxd5
6 e3 lbc6
7 J:.c4
Esta variante se ha practicado con fre­
cuencia en los últimos años. Las blancas
suelen continuar aquí con 7 J:.d3. Cuál de
estas dos j ugadas es obj etivamente más
fuerte es cuestión que sigue esperando
respuesta. En este caso concreto, yo que­
ría emplear la continuación menos habi­
404 tual, a fin de evitar variantes preparadas.
7 •.• lbxc3
Frustrando la última posibilidad de las Personalmente, no puedo aprobar este
blancas de activar su alfil de d2, mediante cambio, y prefiero 7 ... cxd4 8 exd4 ii.e7 9
J:.h6+. 0-0 0-0. Después de la textual, las blancas
38 J:.c3 fxg3 controlan el centro sin oposición, y esto
39 l:!.xa6 .l:td4 significa que tienen clara ventaja.
40 l:!.a7+ �h6 8 bxc3 J:.e7
41 l::t t7 ( 0-1) 9 0-0 0-0
Las blancas se rindieron sin esperar la 10 e4
172 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

Este avance quizá sea un poco prema­ Cuál de las dos torres debe moverse
turo. Hubiera sido mej or 10 'ife2 b6 1 1 siempre es un dilema. Aquí las blancas de­
l:t d1 , y sólo después de 1 1 ... 'ifc7, deberían jan inédita su torre de rey, para utilizarse
las blancas jugar 12 e4, cuando el alfil dama en la columna e, tras el eventual avance
pueda desarrollarse por la diagonal cl-h6. d5.
10 ... b6 14 ... cxd4
11 Ab2 Las negras deben hacer algo contra la
Es evidente que las blancas deben pre­ amenaza 15 dxc5, y este cambio es la for­
parar 'ife2, pues de otro modo su peón d ma más sencilla de resolver el problema.
está colgado. También era muy bueno 1 1 Sin embargo, esta maniobra tiene un claro
�f4, pero e l desarrollo por b 2 era muy de inconveniente: el alfil de b2 cobra vida.
mi gusto, ya que este alfil a menudo resul­ Las negras deberán mantenerse alerta pa­
ta muy efectivo sobre la gran diagonal. ra no caer víctimas de un ataque devasta­
11 Ab7 dor, tras un eventual d4-d5.
12 'ife2 tt::la5 Por tanto, se plantea la cuestión de si
no sería mejor jugar 14 ... 'ifc7. Las blan­
cas pensaban responder, entonces, 15 d5,
conservando cierta ventaja. Es fácil perci­
bir, por ejemplo, que las dos piezas meno­
res negras del flanco de dama jugarían un
papel miserable en la lucha.
15 cxd4 Ab4?

Ahora puede verse que las negras es­


tán lastradas por una serie de pequeñas di­
ficultades. El avance 13 d5 siempre está en
el aire y podría conducir a una posición
abrumadora para las blancas después de,
por ej emplo, 12 ... l:t c8 13 d5 ! exd5 1 4 406

�xd5 , seguido, eventualmente, d e c4. La


textual para esta amenaza, pero ahora el Las negras quieren liberar su posición
caballo permanece fuera de j uego en la con un eventual cambio en c3, pero la tex­
banda. Las blancas han salido de la aper­ tual deja la posición de su rey totalmente
tura con mejores perspectivas. desprotegida, lo que propicia un peligroso
13 �d3 :teS ataque. En consecuencia, las negras debe­
14 l:tad1 rían haber intentado 15 ... Af6, a fin de ali-
KERES - G ELLE R , MOSCÚ, 1962 173

viar parcialmente su posición, tras el avan­


ce d5, con el cambio de alfiles de casillas
negras.
16 d5!
Ahora este avance es muy fuerte,
creando nuevas amenazas para las blan­
cas. Las negras deben cambiar peones, ya
que después de 16 ... �e7 sería terrorífica
la jugada 17 ltJd4, mientras que 16 ... .tc3
conduciría a la pérdida de la calidad tras
17 �a3 l:r. e8 18 �b5 54•
No obstante, tras el cambio en dS, am­
bos alfiles blancos se vuelven extremada­ 407

mente poderosos.
16 ... exd5 El sacrificio 19 .txh7+ c¡fj¡ x h7 20 �hS+
17 exd5 �e7 c¡f;g8 21 ltJ g6 no se traduce en nada con­
Aparentemente, la mej or respuesta, creto después de 21 ... �d7, pero el ataque
pues desde luego me obligó a estruj arme iniciado con la textual debe ser decisivo.
el cerebro durante la partida. Más flojo 19 g6
era 17 ... l:r. e8, ya que después de 18 liJeS 20 ltJxg6 hxg6
l a s negras, en vista d e l a amenaza 1 9 21 �xg6 �g7
�xh7+, n o tienen tiempo para explotar la
clavada del caballo. 17 ... �xdS es, natu­
ralmente, muy malo, debido a 18 �eS f6
19 �h5, y después de 17 ... �c3, es muy
fuerte 18 .tfS l:r. c4 19 ltJeS.
18 liJeS f6 (Ver diag. 407)
Las negras deben jugar activamente,
pues de otro modo se encontrarían perdi­
das posicionalmente. Después de, por
ejemplo, 1 8 ... �d6, las blancas podrían
iniciar un ataque ganador con 19 �hS g6
20 ltJ g4! Sin embargo, las consecuencias
de la textual también son poco halagüeñas
para las negras. Se tiene la impresión de 408

que, tras 16 dS ! , la posición negra es muy


difícil de defender. La defensa es extremadamente difícil
19 �h5! para las negras. Las'blancas tienen ya dos

54 Esto permite a las negras un sacrificio de calidad muy prometedor, con 18 ... exd5 19 �xe8 �xe8 20 e5
tt:\c4 21 .i.cl, cuando las negras se habrían hecho con la iniciativa al precio de una pequeña inversión de
material. Es muy fuerte, en cambio, 18 dxe6!, ya que las negras pierden material después de 18 ... J:l.xe6
19 ,.tc4.
174 EN BUSCA DE LA P E RFECC I Ó N

peones por la pieza sacrificada y, además, En lugar de 21 . . . � a6, las negras po­
prácticamente todas sus piezas están listas drían intentar también 21 ... l:t c7, a fin de
para atacar al debilitado rey enemigo. In­ llevar la torre al flanco opuesto para cola­
cluso hablando en términos generales, pa­ borar en la defensa de su rey. Pero esta
rece improbable que las negras puedan sa­ tentativa también es insuficiente. Las
lir sanas y salvas de esta posición. blancas pueden, por ejemplo, responder
La textual lleva a la derrota, pero es di­ 22 d6! Axd6 23 l:t fe1, y después de 23 ...
fícil encontrar una defensa satisfactoria 'it'd8 (o 23 . . . A eS 24 1:[ xe5 ! dxe5 25
para las negras. La principal posibilidad Axe555) 24 1:[ d4, la resistencia de las ne­
parece ser 21 ... .ta6, cuando las blancas gras no puede prolongarse mucho.
pueden proseguir con su ataque de dos 22 l:td3 it.d6
formas prometedoras. Si las negras juegan 22 ... Aa6 23 l:! g3
En primer lugar, entra en considera­ it.xfl , las blancas ganan de inmediato con
ción 22 � f5 , con la fuerte amenaza 23 24 Ji.h7+ ci;;h 8 25 Af5+.
�e6+. Si las negras juegan entonces 22 ... 23 f4! 'it'h8
A xfl , entonces las blancas , además del Esta j ugada es tan desesperada como
ataque de mate con 23 it. e6+, también cualquier otra. No hay una defensa ade­
p u e d e n j ugar sencillamente 2 3 A xc8 cuada contra la amenaza 24 l:t g3.
l:t xc8 24 Wg4+ ci;;f7 25 Wxc8 y las negras 24 Wg4 .teS+
no podrán salvar esta posición. 25 ci;;hl l:tc7
La otra continuación, 22 d6, quizá sea O bien 25 ... Wg7 26 l:t g3. La textual
todavía más forzada. Las negras no pue­ conduce al mate.
den j ugar 22 ... �xd6, debido a 23 l:t fe1 , 26 it.h7+! ci;;f7
seguido de 24 ll xd6. Después de 22 . . . 27 We6+ ci;;g7
Wg7 2 3 d7, sin embargo, ulterior resisten­ 28 l:tg3+ ( 1-0)
cia es inútil. Por ej emplo: 23 . . . li eS 24 Las negras se rinden, ya que es mate a
Ji.f5, o bien 23 ... l:t cd8 24 l:. d4. la siguiente.

"Al principio pensé que las negras podían defenderse aquí con 25 ... l:!.f6 26 'iWg5 l:!.d6!, pero las blancas
ganan con la atractiva línea 27 �f7+! �xf7 28 'iWg7+ �e6 (28 ... �e8 29 'iWg8+ y blancas ganan tras 29 ...
�d7 30 'ilg4+ li;>d8 31 �xd6, o 29 ... �f8 30 �xf8+ �xf8 31 �xd6+) 29 l:!.xd6+ �f5 30 g4+ �e4 31
'iWg6+ �xe5 32 f4+ �xf4 33 �f5+, que conduce a un rápido mate.
175

Torneos de los años 1962-1964

Tras haber concluido con éxito su match rrotas, pero sólo quedaban dos rondas y
con Geller, y en la seguridad de estar clasi­ no había otra opción que j ugar a ganar.
ficado para el siguiente ciclo de Candida­ Tras derrotar a Olafsson, Keres se enfren­
tos, Keres tomó unas vacaciones de casi tó a Gligoric, con negras, en la última ron­
tres semanas , antes de p articipar en l a da. En esta partida un espectacular ataque
Olimpiada de Varna, donde, jugando en en el flanco de rey (N.0 89) le permitió em­
el cuarto tablero, sumó 9,5 puntos de 1 3 patar en el primer puesto con Petrosian,
partidas, invicto y colaborando decisiva­ que acababa de arrebatar, dos meses an­
mente en la victoria de la Unión Soviética, tes, el título mundial a B otvinnik. Keres
aunque la medalla de oro fue el resultado jugó muy bien en Los Ángeles y no pare­
casi rutinario durante la década de los se­ cieron afectarle los nervios que en otras
senta. También j ugó con solidez en el ocasiones hacían su aparición en escena
Campeonato por equipos de la URSS , poco antes del final del torneo.
que se disputaría a finales de octubre, con En agosto Keres j ugó en el Campeona­
dos partidas ganadas y tres tablas. to de equipos de la URSS, esta vez tam­
Keres se tomó entonces un descanso bién con éxito. Aunque perdió en la pri­
de seis meses del ajedrez, y regresó con re­ mera ronda con Geller, totalizó cuatro
novadas energías durante el verano de victorias, y el resultado final (5,5 de 8) es
1 963. Comenzó venciendo por 1 ,5-0,5 a digno de mención.
Ojanen, en el match por equipos Estonia­ En el torneo de Moscú que siguió tuvo
Finlandia. A continuación viaj ó a Los una actuación mucho menos feliz. Aun­
Ángeles, para participar en uno de los que participaba un buen número de juga­
principales torneos del año, el Trofeo Pia­ dores importantes, como Tal, Smyslov y
tigorsky. Keres comenzó bien, con 6,5 Gligoric, la nómina era mucho menos
puntos en las primeras diez partidas, in­ fuerte que en el Torneo Piatigorsky. Ke­
cluida una excelente victoria ante Benko. res comenzó mal, perdiendo ante Anto­
Pero a renglón seguido sufrió sendos reve­ shin, y aunque ganó un par de partidas,
ses, al perder sucesivamente ante Najdorf nuevas derrotas ante Simagin y Liberzon
y Reshevsky. Muchos jugadores se habrían lo mantuvieron en la zona baja de la tabla.
contentado con unas tablas tras estas de- Sólo tres rondas antes del final pudo supe-
176 EN BUSCA DE LA PE RFECCIÓN

rar el 50% de la puntuación y aunque fina­ y cediendo sólo dos tablas. Entre sus vícti­
lizó con 8,5 puntos (de 15), eso sólo le per­ mas se contaban jugadores como Gligoric
mitió compartir el sexto puesto. y Pfleger.
Beverwijk, en enero de 1964, fue el re­ Tras esta exhibición de buena forma,
greso a un Keres en plena forma. Sumó Keres se tomó tres meses de descanso pa­
1 1 ,5 puntos de 15 partidas, sin derrota, fi­ ra prepararse de cara a una de las más du­
nalizando empatado en el primer puesto ras pruebas de su carrera: el match de
con Nei, que conseguía así uno de los me­ Candidatos contra Spassky.
j ores resultados de su carrera. Ambos
adelantaron a Portisch en medio punto,
que había sido líder durante la mayor par­ PARTIDA N.o 89
te del evento. En mayo Keres se anotó su GLIGORIC-KERES
tradicional punto y medio (de 2) en el Los Ángeles, 1963
match Estonia-Finlandia, esta vez contra Defensa Nirnzoindia
Book, antes de viajar a Buenos Aires, to­
davía hoy una importante capital del aje­ 1 d4 ltJf6
drez. Su total de 12,5 puntos (de 17) sólo 2 c4 e6
fue empañada por una derrota ante Fo­ 3 lbc3 il.b4
guelman, tras olvidarse de un peón en po­ 4 e3 O-O
sición ya inferior. En cualquier caso, su 5 il.d3 dS
puntuación fue suficiente para compartir 6 ltJf3 eS
el primer puesto con Petrosian, un punto 7 O-O
por delante de Robert Byrne. Esta posición ya se había producido en
Keres sólo consiguió el 50% de la pun­ varias partidas anteriores entre Gligoric y
tuación en el Campeonato por equipos de yo, y normalmente continuaba aquí con 7
la URSS (en 1 964) , tras perder ante Luti­ ... b6. Sin embargo, la presente partida se
kov en la última ronda, pero tuvo bastan­ desarrollaba en la última ronda y en caso
te más éxito en la Olimpiada de Tel Aviv de ganar, yo tendría buenas posibilidades
d e l mismo a ñ o , d o n d e , j ugando en e l de compartir el primer puesto con el en­
cuarto tablero , totalizó 1 0 puntos d e 12 tonces campeón mundial, Petrosian. Así
partidas. Sólo Smyslov, con 1 1 de 13, con­ que no quería repetir el mismo plan con­
siguió en el equipo soviético un mayor tra un oponente que podría haberse pre­
porcentaje. Keres realizó la mejor pun­ parado meticulosamente.
tuación en el cuarto tablero (empatado 7 ... dxc4
con Pfleger y Friedgood). Sólo perdió una 8 �xc4 lbbd7
partida, ante Lothar Schmid, pero consi­ En algunas partidas de este torneo las
guió nueve victorias, incluyendo una es­ negras ensayaron la defensa 8 . . . b6. Sin
pléndida ante Walther. No hay que decir embargo, quería volver a ensayar una va­
que la Unión Soviética ganó el evento con riante que ya había jugado en la 7.8 partida
facilidad, superando en 4,5 puntos a Yu­ de mi match contra Geller.
goslavia. La impresionante forma de Ke­ 9 'i!fd3
res se mantuvo en Hastings, donde consi­ Geller j ugó 9 'i!fe2 a6 1 0 a3 cxd4 1 1
guió un gran éxito, ganando siete partidas axb4 dxc3 '12 bxc3 'i!fc7, y ahora, con 1 3
GLIGOR I C - KERES, LOS ÁNGELES, 1963 177

e4! consiguió mejor juego. Yo pensaba va­ Esta nueva idea, que guarda relación
riar con 10 ... �aS, pero mi oponente eli­ con ... l::[ d8, parece buena. Las blancas re­
gió otra variante. tiran ahora voluntariamente su alfil, a fin
La textual no parece mala en absolu­ de prevenir la jugada ... tiJb6, que tendría
to. La dama blanca ocupa una excelente desagradables consecuencias en diversas
posición en caso de que las negras cam­ variantes.
bien en d4, y entonces la partida adopta Hay que decir que el avance 1 1 dS se­
el carácter de un G a m b i t o de D a m a ría totalmente benigno para las negras, a
Aceptado. Sin embargo, las negras n o ne­ causa de 1 1 . . . ttJ b6 ! , cuando l a posible
cesitan tomar en d4, y debido a ello la po­ combinación 12 dxe6 ttJ xc4 13 exf7 +
sición de la dama en d3 puede resultar 'YWxf7 14 ttJgS se refuta con 1 4 . . . liJeS !
desafortunada. 11 �b3 l1 d8
9 ••• a6 12 Ac2
10 a4 Las blancas están realizando dema­
Sería más consistente 10 a3. La idea de siadas j ugadas con su alfil. Era preciso
la jugada 9 'YWd3 radica en la variante 10 ... completar el desarrollo de sus piezas y
i. aS 11 dxcS i. xc3 , cuando las blancas jugar 12 � d2, sin temor a 1 2 . . . cxd4 1 3
pueden continuar ventajosamente con 12 exd4 liJ eS , ya q u e disponen d e l recurso
'YWxc3. Sin embargo, las negras pueden ju­ 14 'YWc4 !
gar mejor: 11 ... ttJxcS, cuando después de 12 ••• b6
12 'YWxd8 �xd8 tienen todas las posibili­ Ahora las negras tratan de completar
dades de defenderse con éxito. También su desarrollo con 13 ... Ab7, asegurándose
merece atención 10 ... cxd4 11 exd4 Axc3, un buen juego. Las blancas deberían jugar
además de 10 ... Axc3 1 1 'YWxc3 bS, con su­ activamente, para generar algún tipo de
ficiente contrajuego. contrajuego.
Estas variantes dan motivos para con­ 13 ttJa2
cluir que 9 'YWd3 le ofrece perspectivas a Aquí está de acuerdo con los reque­
las blancas. rimientos de la posición realizar el avan­
10 ... 'YWc7! ce e3-e4, pero no están en condiciones
de hacerlo. No era buena la inmediata
1 3 e4, debido a 1 3 ... cxd4 1 4 'YWxd4 .t eS,
de modo que las blancas se preparan pa­
ra ej ecutar el avance. Si, después de la
textual, las negras j uegan 1 3 . . . � aS , en­
tonces seguiría 14 e 4 ! Las n e g r a s n o
pueden j ugar 1 4 . . . cxd4, a causa de 1 S
b4.
13 ••• a5!
Esta excelente j ugada corta de plano
todo el plan de las blancas. Las negras
asumen ahora la iniciativa.
14 ttJxb4 axb4
15 l:t e1 e5!
178 EN BUSCA DE LA P E R FECC I Ó N

Al atacar el alfil, Gligoric espera ganar


tiempo para defender su rey, pero las ne­
gras se las arreglan para mantener la pre-
sión.
19 ... tt:lg4
20 h3
Esto pierde de forma forzosa, pero
también la mejor, 20 g3, dejaría a las blan­
cas en posición desesperada, tras 20 . . .
tt:lde5. En caso d e 20 tt:lxc6 las negras pro­
seguirían su ataque con 20 . . . 'iVxh2+ 2 1
'iit fl 'iVh4! y n o hay forma satisfactoria de
defender el peón de f2.
20 'iVh2+
Más enérgico que 15 ... b5 o 15 ... �b7. 21 ..tn tt:ldeS!
Las negras amenazan 16 . . . e4, y 1 6
dxe5 tt:l xe5 e s inaceptable para las blan­
cas. La apertura se ha saldado con una ne­
ta ventaj a posicional de las negras.
16 'iVb3 � b7
17 dxcS
Las blancas no querían aceptar una po­
sición inferior con 1 7 tLl xe5 tLl xe5 1 8
dxe5, y s i 18 ... it.d5, 1 9 'iVd3. Con l a tex­
tual esperaban responder a 17 ... bxcS con
18 e4! , etc.
17 ••• e4!
Este sacrificio de peón le concede a
las negras un ataque muy amenazador.
La variante principal es 18 tt:l g5 tt:l e5 ! , y
tras 1 9 cxb6, las negras disponen de una Esta jugada decide el sino de la parti­
continuación de ataque extremadamen­ da. Las blancas no tienen defensa contra
te peligrosa, 19 . . . 'iVc5 ! Las negras ame­ las numerosas amenazas de las negras, in­
nazan 20 . . . �d5, y sus posibilidades de cluidas 22 ... �d5 y 22 ... 'iVh1 +.
a t a q u e c o mp e n s a n s o b r a d a m e n t e e l 22 hxg4
peón s acrificado. P o r consiguiente, e s Desesperación, pero no había nada
natural q u e Gligoric quiera realizar u n mejor. A 22 tt:lxc6 las negras disponían de
sacrificio de desviación. L a natural 1 8 dos continuaciones ganadoras: 22 ... tt:lf3 !
cxb6 tampoco e s buena, debido a 1 8 . . . y 22 . . . 'iVh1+ 23 'iit e2 'iVxg2.
'iVc5 ! con las amenazas 19 . . . �d5 y 19 .. . 22 ... it.dS
exf3 . Ésta es la clave. En vista de la amenaza
18 c6 it.x c6 23 ... it.c4+, las blancas están obligadas a
19 tt:ld4 entregar su dama.
GLIGOR I C - KERES, LOS Á N G ELES, 1963 179

23 'Wxd5 l:t xd5 28 �f5 .l:f. dd8


24 Axe4 l:t ad8 La actividad de las blancas se ha para­
25 t3 lizado, por lo que podrían rendirse pronto.
Gligoric decide no ceder su alfil, ya Gligoric, sin embargo, se encontraba en
que tras 25 .txd5 .U. xd5 sería difícil defen­ apuros de tiempo tan dramáticos que, sen­
der la posición de su rey. A 26 f3 podría cillamente, no tenía ocasión de hacerlo.
seguir 26 ... h5 o 26 . �d3, con amenazas
.. 29 i.b1 �c4
decisivas. Ahora, sin embargo, las blancas 30 .l:f. a1 g6
sólo tienen dos piezas por la dama, y ade­ 31 b3 �d2+
más las negras pueden proseguir su ata­ 32 �f2 gxf5
que. 33 �xf5 'Wh4+
25 .l:f. 5d6 34 �e2 ll xe3+
26 aS bxa5 35 �xe3 'Wxe1+
27 .l:f. xa5 : es ( 0-1 )
180

El último ciclo de Candidatos

El sistema para decidir el aspirante al bastante como para inquietar a un jugador


campeonato del mundo se había cambia­ como Keres. Entonces el match se inclinó
do, con relación al ciclo anterior. En lugar a favor de Spassky. Con su sistema favorito
de un sistema de liga a varias vueltas, el contra la Defensa Nimzondia, la Variante
nuevo sistema consistía en una serie de Leningrado, Spassky ganó la tercera parti­
matches eliminatorios. La razón principal da, pero fue en la cuarta donde se vislum­
fueron las protestas de Fischer en el senti­ bró ya como vencedor del match. Keres
do de que los j ugadores soviéticos estaban jugó con blancas la Apertura Ruy López
de acuerdo unos con otros para impedir en un pasivo estilo. Sus cambios tempra­
que un jugador de otro país pudiese aspi­ nos le dieron a Spassky una fácil igualdad,
rar a la lucha por el título mundial. El sis­ como suele suceder cuando l as blancas
tema de matches eliminatorios ha prevale­ juegan tal apertura sin energía. Pronto
cido hasta la actualidad. Obviamente, la asumieron la iniciativa las negras, consi­
fortuna en el emparejamiento desempeña guiendo una victoria desmoralizadora. En
un importante papel en el sistema elimina­ la 5.8 partida Spassky cambió a 1 e4, mos­
torio, y el sorteo no le favoreció a Keres, trando la decisión que le había faltado a
ya que en cuartos de final debía enfrentar­ Keres en la partida anterior. Keres adoptó
se a Spassky. En 1955 Spassky había gana­ la Defensa Chigorin de la Ruy López Ce­
do el campeonato mundial juvenil, y en la rrada, pero pronto se quedó con un peón
década siguiente h abía consolidado gra­ d débil y un caballo inactivo. Spassky ex­
dualmente su reputación. En los meses plotó sus triunfos posicionales , consi­
anteriores al match de candidatos Spassky guiendo su tercera victoria consecutiva.
había evidenciado una gran forma y era Las dos partidas siguientes finalizaron en
uno de los más serios aspirantes al título. tablas, dejando a Keres con un 5-3 en con­
Keres golpeó primero, ganando la pri­ tra, a falta de tres partidas.
mera partida con negras (N.0 90). Su tácti­ Ése podría h aber s i d o el fin a l d e l
ca psicológica Gugar de forma muy aguda match contra algunos adversarios, pero
desde el comienzo de la partida) se reveló Keres regresó a la vida con un tormentoso
un éxito. Spassky consiguió una pequeña juego en la 8.8 partida. Abriendo de peón
ventaj a en la segunda partida, pero no lo d por primera vez en el match, Keres sa-
SPASSKY- KERES, RIGA, 1965 1 81

crificó dos peones para llevar a cabo un vez en nuestros días, eclipsada por la más
ataque masivo y acabó con Spassky en 25 combativa 6 ... �b4 7 e3 g5 8 �g3 tbe4 9
jugadas (N.0 91). La 9.8 partida fue tablas, 'irc2 � xc3+ 1 0 bxc3 (véase partida N . o
de modo que Sp assky sólo necesitaba 68) . S i n embargo, y a pesar de su actual
unas tablas en la última partida para ganar impopularidad, las blancas sólo pueden
el match. Keres volvió a su 8.8 partida, con esperar una pequeña ventaja, aun con el
1 d4, y en lugar de contestar con un sólido juego más preciso.
Gambito de Dama, Spassky replicó con la 7 e3 tbe4
Defensa India de Rey. El juego se volvió 8 �xe7
aún más tenso al adoptar Keres una de las Según la teoría actual, 8 A g3 es una
líneas más agudas del Ataque de los Cua­ prueba más exigente. En tal caso, después
tro Peones. Sin embargo, no era el día de de 8 ... �b4 9 Wc2 Axc3+ 10 bxc3 d6, te­
Keres: Spassky jugó su mejor ajedrez en el nemos la misma posición que en la nota
match y derrotó a Keres en el torbellino anterior, excepto que el peón negro sigue
de las complicaciones. Así finalizó la sépti­ en g7. Por un lado, esto les concede menos
ma y última aparición de Keres en el ciclo espacio a las negras en el flanco de rey, pe­
de Candidatos. ro por otro, las blancas no tienen la ruptu­
Debido a su mala suerte al ser enfren­ ra h2-h4, y con el peón en g7 las negras
tado a Spassky en la primera eliminatoria pueden seguir pensando en enrocar.
del Candidatos, Keres no consiguió una 8 Wxe7
clasificación automática para el ciclo si­ 9 tbxe4 �xe4
guiente. No le sirvió de consuelo, por tan­ 10 �e2 Wb4+
t o , que Spassky ganara fácilmente sus
otros matches: 5 ,5-2,5 ante Geller y 7-4
contra Tal, con lo que lograría el derecho
a enfrentarse a Petrosian por el título
mundial.

PARTIDA N.o 90
SP ASSKY -KERES
Riga, 1965, Candidatos (l. a partida)
Defensa India de Dama

1 d4 tbf6
2 c4 e6
3 tbf3 b6
4 tbc3 �b7 Ésta es una j ugada arriesgada y provo­
5 �g5 h6 cadora. Quizá Keres pretendía plantar ba­
6 �h4 �e7 talla a Spassky antes de que su relativa­
Keres adopta una línea sólida contra la mente inexperto rival se acomodase al
variante 4 tbc3 de la Defensa India de Da­ match. De ser así, se trata de un jaque psi­
ma. Esta variante sólo se encuentra rara cológicamente justificado. Curiosamente,
182 EN BUSCA DE LA P E R FECC I Ó N

Spassky empleó una estrategia similar en . . . tt:l e7 1 6 dxe6 dxe6 1 7 � a4+ � c6 1 8


1974, en su match de Candidatos contra el 'iVa6, las negras no pueden enrocar.
joven Karpov, jugando de forma muy agu­ 13 ... tt:lc6
da en la primera partida y anotándose una La glotona 1 3 . . . �xb2 es mala. Por
buena victoria. Sin embargo, el resto del ej emp l o : 14 � h5 l:t f8 ( 1 4 . . . tt:l c6 1 5
match se inclinó claramente de un lado y �xf7+ �f8 16 jLh5 ! es muy fuerte, ya que
Spassky perdió de forma convincente (7- 1 6 . . . � xg7 conduce al mate: 17 � g4+
4), sin ganar ninguna otra partida. �f8 18 �f4+ �e7 19 �h4+ �f8 20 �f6+
10 ... 0-0 es una continuación más sóli­ �g8 21 'iVf7++) 15 �xf7+ l:t xf7 16 �h5
da. Por ejemplo: 1 1 0-0 c5 12 l:. c1 d6 13 a3 �xa1 + 17 � e2 y las blancas tienen un
tt:l d7 14 b4 l:t ac8 15 �b3 .U. c7 16 dxc5 ataque decisivo.
dxc5, con igualdad, Zysk-Stohl (Bundesli­ La textual pretende contestar a 1 4
ga 1993). �h5 con 1 4 . . . 0-0-0, cuando l a pérdida del
11 tt:ld2!? peón de f7 se equilibraría con la captura
La línea crítica. Después de 11 �d2, del peón de b2.
las tablas son más o menos inevitables. 14 eS!
Por ejemplo: 1 1 ... �xd2+ 12 tt:lxd2 �b7 Una excelente y dinámica jugada, que
13 .tf3 �xf3 14 tt:lxf3 d6 15 �e2 tt:ld7 16 corta la retirada de la dama y plantea va­
b4 � e7, con total igualdad. Spassky-Va­ rias amenazas para atrapar la dama. Re­
siukov (Hastings 1 965-66). Pero no sería sulta que las negras están más o menos
inteligente buscarle especial significación obligadas a tomar en c5, pero entonces la
a esta partida, ya que seguramente fueron abierta columna b hará que el enroque
unas tablas preparadas. largo sea muy peligroso para las negras.
11 ... .txg2 Así, al precio de un peón, las blancas fijan
Las negras deben aceptar el desafío, ya al rey negro en el centro y ponen en mar­
que de otro modo no tendría sentido dar cha un peligroso ataque.
el j aque de dama. 14 ... bxc5
12 l:t g1 �b7 Apenas hay elección. Por ejemplo: 14
13 I:t xg7 ... 'iVxb2 15 tt:lc4 'iVc3+ 16 �fl tt:la5 (única
A primera vista el cambio de peones g forma de liberar la dama) 17 .l:l cl �b4 18
ha sido favorable a las negras, ya que sólo tt:le5 0-0-0 1 9 tt:lxf7 l:t dg8 20 l::t g3 l:t xg3
tienen que jugar ... �f8 para expulsar la to­ 21 hxg3 l:t h7 22 tt:le5 y las blancas tienen
rre y entonces seguir con ... tt:lc6 y ...0-0-0, la ventaja de que su estructura de peones
poniendo a su rey en seguridad. La estruc­ es superior y que la dama negra sigue es­
tura de peones negros del flanco de dama tando fuera de juego.
es más sólida que la de las blancas, de mo­ Tampoco es mejor 14 ... 0-0-0, ya que
do que su rey estaría más seguro. El pro­ 15 a3 'iVxb2 16 tt:lc4 'iVc3+ 17 �fl tt:la5 18
blema es que después de 13 ... �f8 14 l:t g3 l:t c1 �b3 19 �xb3 tt:lxb3 20 l:r b1 tt:la5 21
tt:lc6, las blancas pueden jugar inmediata­ tt:lxa5 bxa5 22 l:t xf7 le concede a las blan­
mente 15 d5, y el caballo no tiene una casi­ cas un final muy favorable.
lla especialmente tentadora. 15 . . . tt:l e5 15 a3 'iVa5
permite a las blancas ganar más tiempo No 15 ... �b6 16 tt:lc4 y la dama negra
con 1 6 f4, mientras que después de 1 5 queda atrapada.
SPASSKY - K E R E S , A lGA, 1965 183

16 b4! te, jugar ... l:t g8, seguido de . . . l:t xg3, per­
É s t a e s l a clave d e l s a crificio de mite a las blancas mejorar la seguridad de
Spassky. Ofrece un segundo peón para su rey con hxg3. La posición está más o
desclavar su caballo con ganancia de tiem­ menos equilibrada, pero en la práctica
po. creo que es más difícil j ugar para las ne-
16••• cxb4 gras.
17 lLlb3 20 ••• ttJ e7
Tal y Koblents propusieron la línea 17 Keres no quiere regresar con su caba­
axb4 'it'xb4 18 �hS liJd8 19 l:t b1 'it'f8 20 llo a la casilla pasiva de d8, de modo que
'it'g4 A c6 21 ltJ c4 d6 22 liJ aS � d7 23 se prepara para responder a ttJ eS con
ttJb7, pero las negras disponen de una for­ ... Ac6. Su caballo está entonces listo para
ma de ganar instantánea con 21 ... Af3 22 jugar fS, desalojando la torre y, por tanto,
'it'xf3 'it'xg7 23 'it'xa8 'it'g1 +, ganando cali­ haciendo . . . .:. g8 (debido a que, tras un
dad. Las negras también podrían conside­ cambio de torres, las blancas no podrán
rar la defensa más activa 19 . . . 'it'd6 20 recapturar con el peón h).
Axf7+ ttJxf7 21 :l xb7 'it'xh2, cuando las 21 liJeS Ac6
blancas no tienen, desde luego, ventaja al­
guna. En consecuencia, Spassky optó por
la mejor jugada.
17••• 'it'a4
17 . . . 'it'b6 18 axb4 viene a ser lo mis­
mo.
18 axb4 'it'xb4+
19 c;itfl 'it'fS
Las blancas amenazaban cortar la reti­
rada de la d ama con liJ eS , seguido de
l:t b1, de,.modo que las negras se apresuran
a expulsar la torre.
20 l:t g3
Esta posición es muy difícil de evaluar.
A cambio de dos peones, las blancas ejer­
cen una molesta presión sobre la posición 22 e4?
negra, pero no hay amenazas directas. Las Un error. Esta jugada tiene un doble
negras, por ejemplo, pueden contestar a propósito: impedir . . . liJ fS y crear la ame­
liJeS con ttJd8. Más preocupante para las
..• naza de abrir la columna e mediante dS,
negras es el hecho de que su posición es sacrificando un tercer peón. En realidad,
débil en ambos flancos, de modo que no la columna abierta e nunca plantea una se­
hay garantía de seguridad para su rey en ria amenaza a las negras, porque pueden,
ninguna parte del tablero. También el rey sencillamente, llevar su rey a d8 o f8.
blanco podría estar expuesto al contrajue­ La pieza defensiva clave es el alfil de
go enemigo, pero por el momento las pie­ c6, que controla varias casillas vitales y es
zas negras no son lo bastante activas como también útil para crear un eventual con­
para crear un contraataque. Por otra par- trajuego contra el rey blanco. Esto sugiere
1 84 EN BUSCA DE LA PE RFECCIÓN

que el mejor enfoque consiste en cambiar de dama hará que la torre negra de a8 se
el alfil con 22 .tf3. Si las negras contestan active mucho más fácilmente.
22 ... .:f. g8, como en la partida, entonces 23 Lilienthal sugirió la variante 23 tl:l a6
l:lxg8 'ti'xg8 24 .txc6 tl:lxc6 2S dS (el cam­ l:r. c8 24 'ti'c2 l:r. xg3 2S hxg3 'ti'g7 26 'ti'c5, y
bio de alfiles facilita el avance del peón d) ahora Tal y Koblents indicaron que era
2S . . . exdS 26 'ti' xdS es peligro s o , por mala 26 ... .txe4 debido a 27 tl:lxc7+ c;t;>d8
ejemplo 26 ... 'ti'g4 27 l:r. a4 'ti'h3+ 28 c;t;>e1 , 28 l:l xa7 tl:ldS 29 .ta6. Esta línea puede
con ataque decisivo. Las negras pueden continuar así: 29 ... li b8 30 �bS l:r. c8 31
evitar el cambio de alfiles con 22 ... dS, pe­ 'ti'd6 ! (31 tl:lxe6+ fxe6 32 'ti'f8+ Wxf8 33
ro a costa de anular a su propio alfil y de .1I xd7+ c;t;>e8 34 l:r. c7+ c;t;> d8 es jaque per­
asegurar la posición del caballo contrario petuo) 31 ... .td3+ 32 c;t;>g2 �xbS 33 tl:lxdS
de cS. Después de la respuesta 23 .tg4, se exdS 34 'ti'b6+ c;t;>e8 3S WxbS y las blancas
plantea la molesta amenaza 24 .txe6. 22 tienen ventaj a . Sin embargo , las negras
. . . tl:l fS probablemente sea la mejor res­ pueden mejorar con 28 ... 'ti'gS ! 29 dS (29
p u e s t a , pero entonces tanto 23 .t xc6 'ti'b6? 'ti'c1 +) 29 . . . .txdS 30 'ti'c3 f6 y el
tl:lxg3+ 24 hxg3 dxc6 2S 'ti'a4 'ti'd6 26 tl:le4 ataque ha llegado a punto muerto. Por
'ti' d8 27 'ti'xc6+ c;t;> f8 28 li aS, o 23 li g4 ej emplo: 31 A a6 'ti'eS 32 't!VxeS fxeS 33
.txf3 24 'ti'xf3 dS 2S .:f. f4 le concede a las Axc8 tl:lxc8, y las negras ganan.
blancas una razonable compensación. Es probable que 23 dS exdS 24 exdS
22
••• l:r. g8 sea la mej or tentativa práctica, ya que le
concede a las negras la posibilidad de
equivocarse con 24 ... tl:lxdS 2S 'ti'd4 l:t xg3
26 hxg3, cuando las blancas disponen de
amenazas genuinas , por ej emplo 26 . . .
'ti' d 6 2 7 A a6 tl:l f6 2 8 'ti' e3 + c;t;> f8 2 9
't!Vxh6+ c;t;>g8 con, al menos, j aque perpe­
tuo, o bien 26 . . . .U. b8 27 � f3 li b4 28
'ti'eS+ c;t;>d8 29 jlxdS 'ti'xc5 30 'ti'h8+ c;t;>e7
31 .1I e1+, ganando. La respuesta correcta
es 24 ... AxdS 2S Af3 .U. xg3 26 hxg3 'ti'g7 !
27 AxdS tl:lxdS 28 tl:lxd7 (o 28 .l:l a2 c6 29
l:f. e2+ c;t;> d8 30 'ti'e1 'ti'h8 31 'ti'aS+ tl:lb6)
28 ... l:r. d8 y las blancas luchan por conse­
414 guir compensación.
23 ••• l:r. xg3
Una tranquila respuesta. Ignorando el 24 l:r. xg3 l:r. b8
avance central enemigo, las negras se dis­ Ahora las negras han incorporado al
ponen a cambiar las piezas atacantes de juego todas sus piezas, mientras que las
las blancas. blancas todavía tienen que crear una ame­
23 l:f. aa3 naza concreta. Aunque seguiría siendo fá­
E s t o p arece d e m a s i a d o lento . Las cil para las negras desviarse del camino
blancas quieren retomar en g3 con la to­ correcto, ahora está claro que el ataque
rre, pero la ausencia de torre en el flanco blanco se va diluyendo.
KERES - SPASSKY, RIGA, 1965 185

25 d5 29 .txg6 fxg6
O bien 25 i.hS �d8 26 l:t f3 f5 27 d5 30 tt:Jxe4 l:. b1+
exd5 28 W'd4 i.b5+ 29 �g2 .te2 y todo 31 �e2 l:t b4
ha terminado. Este avance es la mejor po­ 32 lt:Jf6+ �d8
sibilidad práctica para las blancas, pero só­ 33 W'a1 W'c5
lo se requieren unas cuantas jugadas para (0-1)
rechazar el ataque.
25 ••• exd5
PARTIDA N.o 91
KERES - SP ASSKY
Riga, 1965, Candidatos (8.3)
Defensa Nimzoindia

1 d4 lt:Jf6
2 c4 e6
3 lt:Jc3 .tb4
4 e3 b6
5 i.d3
Actualmente, se considera 5 lt:Je2 la lí-
nea principal.
5 .tb7
415 6 lt:Jf3 lt:Je4
7 0-0
26 W'a1 Spassky, en este momento del match,
Después de 26 exd5 lt:Jxd5 27 i.f3 (27 dominaba el marcador por dos puntos de
W' d4 .U. b 1 + 28 i. d 1 %:[ xd 1 + 29 W' x d 1 ventaja, de modo que Keres está feliz de
W'xc5 3 0 .U. g8+ �e7 31 W'e2+ � d 6 y las poder sacrificar un peón para conseguir
n egras ganan fácilmente), las negras po­ buenas perspectivas de ataque.
dían equivocarse con 27 ... l:t b5 28 .txd5 7 ••• .txc3
l:t xd5 29 l:t b3 ! , y no tendrían nada mejor Todas las formas de aceptar el peón
que la confusa réplica 29 . . . �e7. Una lí- son peligrosas. El camino alternativo, 7 . . .
nea más correcta es 27 . . . lt:J f6 28 W'd4 tt:Jxc3 8 bxc3 .txc3, se h a jugado e n algu­
.txf3 29 l:t xf3 .l:f. b1 + ! (a fin de asegurarse nas ocasiones, pero resultó muy arriesga­
un j aque de dama en e7 o g7) 30 � g2 do después de 9 I!b1 lt:Jc6 10 l::f. b3 .taS 1 1
l::t b6 31 I:t e3+ (31 l:t xf6 W'g7+) 31 ... �d8 e4. La mejor línea para las negras, consi­
y el ataque blanco ha llegado a su térmi- derada hoy en día lo bastante buena como
no. para igualar, es la modesta 7 . . . f5 8 W'c2
26 ••• dxe4 .txc3 9 bxc3 0-0.
Las negras tienen cuatro peones de 8 bxc3 lt:Jxc3
ventaj a a cambio de muy poco. Spassky pensó durante 50 minutos en
27 i.h5 l:t b5 sus jugadas 7.3 y 8.3, lo que revela que el
28 W'd4 lt:Jg6! sacrificio de peón de Keres le había cogi­
Lo más sencillo. do por sorpresa. Su decisión de aceptar la
1 86 EN BUSCA DE LA P E R FECCI Ó N

oferta puede haber sido propiciada por el 12 ... �Xf3+


posible jaque perpetuo que se produce en 13 .l:!. g2
pocas j ugadas. Sin embargo , Keres de­ Amenazando ganar el caballo con 14
muestra que puede evitar el jaque perpe­ .itb2 o 14 .ita3.
t u o s acrificando un segundo p e ó n . S i 13 ... fS
Spassky hubiese imaginado la tormenta Las negras n o p u e d e n j u g a r 1 3 . . .
que iba a desatar, seguramente habría ju­ �dl+ 1 4 �xdl ttJ xdl , debido a 1 5 Jt c2
gado de forma menos provocadora en la ltJ c3 1 6 .it b2 , ganando pieza, a fin de
apertura, sobre todo teniendo en cuenta la preparar una casilla de retirada para el
situación del match. caballo. La idea alternativa, 1 3 ... d5, fa­
9 � c2 Jtxf3 lla tras 14 Jt a3 dxc4 (o bien 14 . . . ltJ e4
10 gxf3 �gS+ 1 5 cxd5 exd5 1 6 Jt xe4 �xe4 1 7 �xc7
11 c;t>h1 �hS ttJ d7 18 .l::t el f5 19 �d6, con un ataque
a b r u m a d o r ) 15 Jt xc4 ttJ d 5 1 6 Jt x d5
�xd5 1 7 � xc7 ttJ d7 18 .l:l e l .l:!. d 8 1 9
�xa7, y el rey negro está demasiado ex­
puesto.
14 Jta3
Ciertamente mej o r q u e 1 4 � xc3
�dl+ (112-1/2), Petrosian-Averbaj (Cam­
peonato de la URS S , Moscú 1 95 5 ) . La
p a r t i d a Taimanov-Kluger ( B u d a p e s t
1961) continuó 14 .itb2 ltJe4 15 .l:!. fl ltJc6
1 6 .it e2 ( 1 6 d5 ttJ b4 1 7 Jt xe4 �xe4 es
aproximadamente igualado) 16 ... �h3 17
d5 ltJaS 18 dxe6, con ventaja de las blan­
cas. Por ejemplo: 18 ... dxe6 19 f3 ltJf6 20
.l::!. xg7 ltJhS 21 .l:t g5 .l:!. f8 22 .l::t dl l:l d8 23
Todas estas jugadas son forzadas, si las f4 l:lxdl + 24 �xdl ltJf6 25 Jtxf6 � xf6 26
negras quieren evitar perder su caballo de .l:!. g8+, ganando. Sin embargo, la propues­
c3. ta de Euwe, 17 ... ttJe7, es una mejora, con
12 l:I g1! la que las negras evitan quedar con su ca­
Este segundo sacrificio de peón es ballo apartado del juego en aS. Después
esencial si las blancas quieren jugar a ga­ de 18 dxe6 (18 f3 ltJ cS 19 .l:!. xg7 .l:!. g8 20
nar. A primera vista, es improbable que .l:!. fgl .l:!. xg7 21 l:l xg7 �h4 es excelente
las blancas tengan suficiente compensa­ para las negras) 18 ... dxe6 19 f3 ltJ cS 20
ción por estos peones, sobre todo conside­ .l:!. xg7 � g8 21 l:l xg8+ ttJxg8, la posición
rando que la torre de g2 queda clavada. es confusa.
Sin embargo, la ventaja blanca en desarro­ Resulta que la jugada de Keres, .ita3,
llo y sus activos alfiles aportan compensa­ es más fuerte que la de Taimanov, .itb2,
ción más que s uficiente. Después de la pero no se trataba de una mejora prepara­
partida, nadie se ha dignado repetir el jue­ da, ya que ni Keres ni Spassky conocían la
go de Spassky. partida anterior.
KERES - SPASSKY, A l GA, 1 965 1 87

14 ••• lbe4
15 : n
Defendiendo e l peón d e f2 , preparan­
do Ae2 para expulsar a la dama, seguido
de f3, rechazando también el caballo. De
esta forma las blancas desclavan su torre
con ganancia de tiempo, desvían la dama
negra y comienzan a hostigar los caballos
enemigos.
15
••• l:r. g8?!
Esta pasiva jugada le dej a a las blan­
cas las manos libres para desarrollar su
iniciativa. La línea crítica era 1S . . . lb c6
1 6 dS (no 1 6 �e2? De inmediato, debi­
do a 16 . . . lb xd4 17 exd4 'it'xa3) 16 . . . Las negras sólo pueden elegir entre al­
liJ eS (las negras n o pueden jugar . . . lbb4 ternativas insatisfactorias. Retirar el caba­
con el alfil en a3) 17 �e2 'it'h3 1 8 f4 (18 llo a d6 no es mejor: 17 ... lb d6 18 eS lbf7
f3 liJeS) 18 ... lbg6 19 dxe6 0-0-0 (no 19 ... (después de 18 ... bxcS 19 'it'xcS lbc6 20 dS
dxe6 20 'if a4+ � d 8 21 'if c6 l:t b 8 22 exdS 21 'it'xdS, el rey negro está demasia­
.!:[ d 1 + � c8 23 eS ) 20 eS ! Ahora 20 . . . do expuesto, por ej emplo 21 . . . � e7 22
'it' xe3 sería demasiado codicioso. Las Ac4 l:r. ae8 23 'it'd2 l:r. h8 24 Axd6+ cxd6
blancas continúan con 21 cxb6 axb6 (21 2S l:t xg7+ � d8 26 'it'xd6 l:t e7 27 l:r. xe7
. . . 'it' xb6 22 e7 .!:[ de8 23 l:t b 1 'it' c6 24 lbxe7 28 'it'b8+ lbc8 29 �a6, ganando) 19
� bS ! es una atractiva línea ganadora) dS exdS 20 �d3 'it'hS 21 A xfS g6 22 e4
22 exd7+ l:t xd7 23 'it'a4 eS 24 �bS l:r. d6 (abriendo líneas sin remordimientos) 22 ...
2S 'it' a8+ � c7 26 'it' a7+ � c8 27 � b2 , lb h 6 23 cxb6 axb6 24 'it' xc7 .!:[ x a 3 2S
creando decisivas amenazas. Sin embar­ 'it'xb8+ �f7 26 'it'd6 l:l xf3 27 'it'xd7+ �f6
go, l as negras disponen de una mejor de­ 28 l:l c1 y, una vez más, las blancas ganan.
fensa: 20 . . . � b8 ! Las blancas tienen, 18 d5 �f1
ciertamente, peligrosas amenazas contra Las negras no pueden iniciar el desa­
el mal defendido flanco de dama negro. rrollo de su flanco de dama con 18 ... lb a6,
Por ej emplo: 21 e7 .!:[ de8 22 cxb6 axb6 debido a 1 9 dxe6 liJ eS 20 � xcS bxcS 21
(22 . . . cxb6 23 'it' d 1 ! ) 23 l:t c1 lb h4 24 exd7+ lbxd7 22 Ad3.
'it'xc7+ � a8 2S �fl ! ? , pero en esta va­ 19 e4 c5
riante, al menos , las negras tienen algu­ La única esperanza de las negras es po­
nas posibilidades de contraj uego. der cerrar líneas para restringir la activi­
16 �e2 'it'h3 dad de los alfiles blancos. 19 ... lba6 sigue
17 f3 siendo imposible, a causa de 20 l:r. g3 'it'h6
La inmediata 17 dS también es posible, 21 dxe6+ dxe6 22 exfS l:l ae8 23 eS lbxcS
pero eso permitiría al caballo de e4 reti­ 24 �xcS bxcS 2S fxe6+ l:l xe6 26 �c4, ga­
rarse a eS, tras el ulterior avance f3 de las nando material.
blancas. 20 �b2
17 ••• lbf6 Ahora que la diagonal a3-f8 está cerra-
1 88 EN BUSCA DE LA P E R F ECCIÓN

da, las blancas llevan su alfil a la diagonal rían tener el cuidado de no precipitarse
abierta contigua. en el ataque. 24 'ife4 es impreciso, ya que
20 ••• f4 las negras pueden j ugar 24 . . . l:t gd8, y
Las negras siguen, de forma coherente, ahora ganar pieza con 25 dxe6+ dxe6 26
su política de bloquear la posición, pero la 'ii b 7+ <if;> g8 27 'ifxa6 se vuelve contra las
significativa ventaj a en desarrollo de las blancas después de 27 . . . l:t d2. Tampoco
blancas no puede ser contenida. es del todo convincente 24 l:t f2 ttJ g7 25
21 eS ttJh5 l:t xf4+ ttJ fS 26 'ii a4 tLl b8 27 il. d3 'ifh6
21 ... ttJe8 pierde de inmediato, tras 22 28 dxe6+ <if;> xe6. La mej or continuación
'ife4. es 24 'if a4 tLl b8 25 ..i d3 (amenazando
22 <if;> g1 il.e4 para atrapar la torre de a8) 25 ... aS
Las blancas deben afrontar la amenaza (después de 25 . . . a6 26 'ii b 3, las negras
... ttJg3+, de modo que las negras obtienen no pueden defender el peón de b6, de
un tiempo gratis. Sin embargo, las blancas modo que la dama blanca penetra en el
amenazan l:t g4, seguido de l:t f2 y il.fl , ca­ flanco de dama enemigo) 26 il. e4 1:1 a6
zando la dama. La única defensa contra 27 l:t d1 <if;>g7 28 dxe6 dxe6 29 l:t d6 <if;> h8
esto es jugar el caballo de hS, pero por el 30 'ifd1 (30 l:t xe6? bS) , cuando el peón
momento está atrapado. Así, las negras de e6 cae y con él se tambalea toda la po­
están obligadas a crear una casilla de esca­ sición negra.
pe para el caballo. Nótese que la tentativa de trasladar el
22 g6 caballo a fS, con 23 ... ttJg7, falla después
23 l:t g4 de 24 'ife4 ttJa6 25 l:t xf4+ ttJfS 26 dxe6+
<if;>xe6 (aquí las blancas pueden tomar el
caballo tras 26 ... dxe6 27 'iib 7+) 27 'ifdS+
<if;>e7 28 e6 l:t gd8 29 exd7, con ataque ga­
nador.
24 il.d3!
Las negras deben haber esperad J 24
'ife4, a lo que seguiría 24 . . . ttJ a6 ! , como
en la nota anterior, pero esta jugada, que
amenaza il,xg6+, es mortal.
24 ... l:t gS
25 l:t f2 ( 1 - 0)
En vista de 25 ... ttJg7 26 il.xg6+ hxg6
27 'ifxg6+ <if;> e7 (27 ... <if;>f8 28 dxe6 dxe6
418 29 l:t d2) 28 'iff6+ <if;>e8 29 l:t xg7 l:l xg7+
30 'ifxg7 'iffS 31 dxe6 'ifxe6 (31 ... dxe6 32
23 l:t d8?! l:t d2) 32 'ifh8+ <if;>e7 33 .U. g2.
Esto permite a las blancas ganar rápi­ Rara vez un jugador de la categoría de
damente. La mej or defensa era la natu­ Spassky ha sido castigado tan duramente
ral 23 . . . ttJ a6, cuando las blancas debe- por tomar peones en la apertura.
1 89

Éxitos en torneo: 1965-1971

Keres volvía a participar en torneos, ape­ match URSS-Yugoslavia de 1 966, donde


nas un mes después de su match contra Keres firmó cuatro tablas en cuatro parti­
Spassky. En Marianske Lazne sumó 1 1 d<. · , las más largas de tan sólo 26 jugadas.
puntos de 1 5 partidas, sin perder ninguna, hay un raro tipo de jugador que, andando
finalizando primero empatado con Hort. los años, puede mantenerse al más alto ni­
El campeonato de equipos de la URSS vel por pura fuerza de voluntad: Korchnoi
fue otro buen resultado: 5 de 7, también es un jugador de este tipo, pero Keres for­
sin derrotas. El Campeonato de la URSS ma parte de la inmensa mayoría de j uga­
de 1965 fue un torneo gigante de 20 juga­ dores que, al llegar a la madurez, necesi­
dores. 19 rondas quizá sean demasiadas tan economizar sus energías, sobre todo
para un hombre de 49 años, sin que expe­ en torneos largos. Su siguiente competi­
rimente falta de energías. Aunque Keres ción fue el campeonato de la URSS por
comenzó bien, ganando a Korchnoi y Sue­ equipos, y esta vez sólo consiguió un mo­
tin (ambas con negras) y sumaba 4,5 pun­ desto resultado: el 50% de la puntuación,
tos en 6 rondas, perdió ante Taimanov y sobre 10 partidas. Así en frío, este resulta­
entonces se atascó en una serie de nueve do puede parecer un fracaso, pero entre
tablas. Una nueva victoria cerca del final sus oponentes se encontraban j ugadores
le situó en sexta posición, con 1 1 de 19, del calibre de Petrosian, Smyslov, Botvin­
tres puntos por debaj o del vencedor, nik, Spassky, Geller y Tal. La única derro­
S tein. ta de Keres lo fue en 27 jugadas ante Bot­
Tras un descanso de cinco meses, nos vinnik. En cierto modo, a lo largo de toda
encontramos en el verano de 1966. Keres su carrera, Keres nunca pareció tomarle la
participa en el tradicional match Estonia­ medida a Botvinnik.
Finlandia, esta vez consiguiendo dos vic­ Keres sólo j ugó un torneo individual
torias ante Ojanen. en 1 966, en Estocolmo, a final de año ,
A estas alturas estaba claro ya que Ke­ donde una vez más demostró lo letal que
res no podía jugar con todas sus energías podía ser contra una oposición de segundo
cada partida. Las rápidas tablas hacían es­ nivel. El resultado fue: siete partidas gana­
porádica aparición y no tan esporádica en das y dos tablas, a pesar de que la oposi­
sus encuentros, como , por ej emp l o , el ción no era realmente tan débil. Keres in-
1 90 EN BU SCA DE LA P E R FECC I Ó N

fligió una dura derrota a Larsen (N.0 92), ganó seis y finalizó en el tercer puesto
que pronto conseguiría el mejor resultado (comp artido con Portisch ) , con medio
de su carrera, al vencer en el Interzonal de punto menos que Botvinnik y Geller. El
Sousse, en 1967. El propio Keres no jugó siguiente evento, en Tallinn, empezó tres
en el torneo clasificatorio de Sousse, quizá semanas después, pero Keres volvió a ju­
porque empezar de nuevo (y esta vez des­ gar bien, consiguiendo 9 puntos de 13, sin
de abajo) no era algo que le atrayese de­ perder partida. Stein, que se encontraba
masiado. en una tremenda forma, fue el vencedor
En 1967 Keres no jugó hasta el verano, de este torneo, con 10,5 puntos. Keres
cuando participó en un fuerte torneo in­ compartió el segundo puesto con Nei. En
ternacional en Moscú. Se trataba, de nue­ mayo Keres jugó en Luhacovice , finali­
vo, de un largo evento de 17 rondas, y Ke­ zando segundo, tras Korchnoi. Su resulta­
r e s t o t a lizó el 5 0 % de l o s p u n t o s , do fue de siete partidas ganadas, siete ta­
venciendo a Tal y Pachman, pero perdien­ blas y una derrota ante Kozma, tras una
do ante Portisch y Stein, además de 13 ta­ lamentable omisión en un final ganado. El
blas. Aunque algunas de estas parti d as campeonato por equipos de las repúblicas
fueron duramente luchadas, muchas atl as soviéticas, en Tashkent, fue menos brillan­
fueron tablas de salón. En el campeonato te. Keres sumó 4,5 puntos de 7 partidas,
de la URSS por equipos, en 1 967, tuvo pero contra advers arios relativamente
más éxito, sumando 5 ,5 puntos de 8, sin flojos.
perder partida, si bien la oposición no fue Keres comenzó 1970 ganando un tor­
del mismo nivel que el año anterior. Su so­ neo en Budapest. Su balance fue de cinco
lidez continuó evidenciándose en Winni­ tablas y diez victorias, finalizando un pun­
peg, donde consiguió dos victorias y siete to por delante de Szabo. En marzo tuvo
tablas, suficiente para clasificarse en el lugar en Belgrado el famoso encuentro
tercer puesto compartido. URSS-Resto del Mundo. Keres jugó en el
En 1968 Keres recuperó su antigua for­ décimo tablero, contra Ivkov, y consiguió
ma y comenzó a obtener una serie de un gran éxito, al vencer por 3-1. Sus victo­
magníficos resultados en abril, en el tor­ rias en este match fueron excelentes y vale
neo de Bamberg. Nueve partidas ganadas la pena reproducir estas partidas. En el
y seis tablas le sirvieron para conquistar el Campeonato de Europa por equipos, cele­
primer puesto, con un asombroso margen brado en Kapfenberg, Keres se encontra­
de dos puntos sobre Petrosian y Schmid. ba en una notable forma, j ugando cinco
Su victoria individual contra Schmid (N.0 partidas y ganándolas todas. He elegido su
93) de la primera ronda es una verdadera partida contra Dely (N.0 95) , pero también
obra maestra. El campeonato de la URSS es excelente su victoria contra Kurajica.
por equipos también constituyó un éxito En Tallinn 1 971 tuvo otra magnífica
para él, con dos partidas ganadas y nueve actuación: ocho partidas ganadas y siete
tablas, incluyendo una partida espectacu­ tablas le permitieron empatar en el primer
lar contra Mikenas (N.0 94). puesto con Tal. Durante largo tiempo pa­
1 969 comenzó con otro buen resulta­ recía que Keres ganaría fácilmente, pero
do, esta vez en Wijk aan Zee. Keres sólo Tal consiguió cazarle una vez que Furman
perdió una partida (ante Portisch), pero le arrancó tablas al propio Keres en la últi-
KERES - LARSEN, ESTOCOLMO, 1 966 1 91

m fl ronda. Su victoria contra Westerinen 1970) , Keres seguía estando entre los diez
(N.o 96) es muy instructiva. Unos meses mejores en 1971. Había estado entre ellos
más tarde se organizó otro torneo en Es­ desde 1 937 hasta 197 1 , un lapso de nada
tonia, esta vez en Parnu. Stein ganó este menos que ¡34 años ! Durante ese tiempo,
torneo, medio punto por delante de Keres sus actuaciones en los ciclos por el cam­
y Tal. Keres sólo perdió una partida ante peonato mundial fueron notables por su
el vencedor, pero consiguió siete victorias, altísimo y consistente nivel, aunque sólo
entre ellas una buena partida contra Luti­ en una ocasión tuviese la oportunidad de
kov (N.0 97). En julio Keres participó en el jugar por el título mundial. Su registro de
Torneo IBM de Amsterdam. Sus posibili­ victorias en torneo también es espectacu­
dades de éxito se vieron afectadas por una l a r , como el lector p o d r á c o m p r o b a r
inesperada derrota ante Hartoch, después echando u n vistazo a la lista que aparece
de que permitiese que el contrajuego del al final de esta obra. Entre sus muchos
jugador holandés en el flanco de rey esca­ éxitos, no hay que olvidar, por último, tres
para de su control. Sin embargo, ésa fue su Campeonatos Soviéticos.
única derrota en el torneo y sus cuatro vic­
torias le permitieron compartir el segundo
puesto con Portisch y Browne, un punto PARTIDA N.o 92
menos que el vencedor, Smyslov. He ele­ KERES - L ARSEN
gido de este torneo su victoria ante Tim­ Estocolmo, 1966
man (N.0 98). Defensa Nimzovich
Durante el período 1968-71 Keres con­
siguió unos excelentes resultados en tor­ 1 e4 lLJc6
neo, lo que resulta una notable actuación 2 d4 d5
para un jugador que se encontraba en la 3 lLJc3
cincuentena. Quizá había asumido que la Ésta es la forma más aguda de j ugar
lucha por conseguir el campeonato mun­ contra la variante 2 . . . dS de la D efensa
dial había terminado y que ahora podía Nimzovich. A cambio del peón, las blan­
dedicarse de lleno a jugar torneos interna­ cas consiguen una considerable ventaja en
cionales sin tener que pensar en las clasifi­ desarrollo. Ahora es posible responder
caciones para los ciclos de Candidatos. En tranquilamente con 3 ... e6 y, desde luego,
1971 el mundo del ajedrez se veía sorpren­ Nimzovich prefería este plan, pero Larsen
dido por una idea innovadora: los ratings acepta el reto implícito de la tercera juga­
Elo. Es interesante echar un vistazo a los da blanca.
mej ores del mundo, según registraba la 3 ... dxe4
lista El o el 1 o de julio de 1971 (listas que 4 d5 lLJbS
entonces sólo aparecían una vez al año): Actualmente esta línea ha quedado
Fischer 2760, Spassky 2690, Korchnoi apartada de la teoría de esta defensa. En
2670, Larsen 2 6 6 0 , Petrosian y Polu­ primer lugar, las blancas a menudo j uegan
gaievsky 2640, Botvinnik 2630, Smyslov y 2 lLJ f3 , evitando por completo las líneas
Tal 2620, Geller y Keres 2615. principales. Si las blancas juegan 2 d4, en­
Teniendo en cuenta que Botvinnik se tonces la variante con 2 ... eS es más popu­
había retirado (su último torneo databa de lar que 2 ... dS. Finalmente, aunque se lle-
1 92 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

gue a la posición de la partida después de vo 8 . . . b4 9 ttJxe4 ttJxdS es muy arriesga­


4 dS, lo normal es que las negras jueguen 4 do. Puede refutarse, aunque no con la
... liJeS. En los libros de teoría 4 ... ltJb8 se tentadora combinación 1 0 i. xc7 Wxc7
considera ligeramente favorable a l as (10 . . . ttJxc7 le cuesta a las negras su da­
blancas , bas ándose precisamente en la ma después de 11 l::t d 1 , ya que interpo­
partida Keres-Larsen (Estocolmo 1 966) . ner p i e z a e n d7 p e r m i t e ttJ d 6 + + ) 1 1
Sin embargo, como veremos, la posición A xdS l:t a7 (no 1 1 . . . i. b 7 ? ? 1 2 i. xb7
se iguala en un momento dado, de modo 'i!Vxb7 1 3 ttJ d6+) y las blancas no tienen
que el veredicto podría no ser válido. nada claro. Resulta más efectivo el sim­
5 �f4 ttJf6 ple desarrollo: 10 0-0-0! i.b7 (o bien 10
6 �c4 a6 . . . �e6 11 liJeS) 11 liJeS �c6 12 We4 e6
Esto parece una seria pérdida de tiem­ 13 ttJxe6 fxe6 (13 . . . We7 14 �xdS Wxe6
po, considerando que las negras se en­ 1S �xe6 Axe4 16 Ah3, ganando el peón
cuentran ya peligrosamente retrasadas en de c7 y las negras deberán prevenir l a
desarrollo, pero es esencial para impedir 7 amenaza l:t e1 ) 1 4 Wxe6+ We7 1S Wc8+
ltJ bS (que sería la demoledora respuesta 'iY d8 ( 1 S . . . � f7 1 6 l:l xdS) 1 6 Wxd8+
a, por ejemplo, 6 ... ttJbd7?). Por otra par­ � xd8 1 7 A xdS , con u n peón extra y
te, las negras preparan ... bS, que les permi­ buena posición.
te ganar espacio en el flanco de dama. 9 dxc6 ttJxc6
7 W e2 b5 10 l:t d1
8 Ab3 Recuperar el peón, con 10 ttJxe4, per­
mite a las negras desarrollar sus piezas del
flanco de dama e incluso conseguir una
pequeña ventaja tras 10 ... ltJd4 1 1 ttJxf6+
gxf6 12 'i!Vd2 �b7.
10 ... Wa5
11 �d2 ltJd4
A pesar de que algunos comentaristas
han criticado esta jugada, no le veo ningún
defecto, aunque también sea jugable la al­
ternativa 11 ... Ag4. En tal caso, la partida
Urzica-Tomescu (Bucarest 1 994) conti­
nuó 12 f3 exf3 13 ttJxf3 Wc7 14 �gS e6 1S
�xf6 gxf6 1 6 ltJ dS WaS+ 17 c3 � e7 18
We4 Axf3 19 Wxf3 0-0 20 ttJxf6+ �xf6 21
Wxf6, con ventaj a blanca. Sin embargo,
8 c5 no es difícil encontrar mejoras. Por ejem­
Es fundamental para las negras elimi­ plo: 17 ... �g7, mientras que incluso antes
nar el res trictivo peón de d S , pues de 13 ... ltJd4 ! ? 14 ltJdS 'iYd8 1S ttJxf6+ gxf6
otro modo las blancas conseguirían una 16 We4 i.xf3 17 gxf3 fS 18 We3 ttJxb3 1 9
gran ventaj a en desarrollo. Por ejemplo: �c3 ttJd4 2 0 .U. xd4 Wc7 dej a a las blancas
8 . . . ttJ b d 7 9 0-0-0 ttJ eS 1 0 f3 exf3 1 1 sin nada convincente.
ttJ xf3. Sin embargo, el método alternati- 12 ttJxe4
KERES - LAR S E N , ESTOCOLMO, 1 966 1 93

m a l o . Por ej e mp l o : 1 3 1!f e 3 t'i:J xb 3 1 4


t'i:Jxf6+ gxf6 1S cxb3 l:t g8 y , d e nuevo, sus
activos alfiles les conceden ventaj a a las
negras. Esto sólo dej a a la línea táctica 13
t'i:Jxf6+ gxf6 14 1!fe4 .tb7 ! (no 14 ... WeS
1S ..t dS A g4 16 .t e3 W xe 4 17 A xe4
t'i:J xc2+ 1 8 .t xc2 .txd1 1 9 Axd1 y aquí
están mejor las blancas) 1S Wxd4 Axg2 y
no veo cómo pueden las blancas obtener
suficiente compensación por la inminente
pérdida de la calidad. La clave es que des­
pués de 16 AdS l:t d8 17 f3 Axh1 18 A f4
eS 19 Ac6+ r:J;e7 20 WcS+ l:t d6, el sacrifi­
cio en eS no resulta, pues 21 ..txeS fxeS
Las blancas explotan la clave táctica 12 22 WxeS+ li e6 clava la dama.
... t'i:Jxe2? 13 .txaS, amenazando mate en Parece que Larsen creía que su jugada
d8, a fin de recuperar el peón. era, al menos, tan buena como estas alter­
12000 1!fd8? nativas, pero se le había escapado el agu­
El momento crítico para las negras. do plan de ataque de Keres.
¿Dónde deberían situar la dama? La res­ 13 W e3 t'i:Jxe4
puesta es: ¡ en cualquier parte, menos en La inmediata 13 ... t'i:Jxb3 es mala, de­
d8! Lo más sencillo es 12 . . . 1!fb6, y des­ bido a 14 .tb4! t'i:JdS 1S Wxb3 e6 16 t'i:Jf3 y
pués de 13 t'i:Jxf6+ gxf6 14 1!fe3, las negras las negras tendrán que renunciar al enro­
disponen d e l recurso defensivo 1 4 . . . que para completar su desarrollo en el
.tb7 ! 1 S f3 (1S t'i:Je2? Axg2) 1 S ... e6! 16 flanco de rey. Las negras, sin embargo,
c3 �cS 17 cxd4 ..txd4 y el caballo de g1 podían haber obtenido una posición satis­
está perdido. Así, las blancas no tienen factoria con 13 . . . t'i:J g4, seguido de 14 . . .
nada mej or que repetir j ugadas con 1 3 t'i:Jxb3.
.te3 1!faS+. 14 .tb4!
La alternativa 12 ... 1!fc7 es más com­ Este punto táctico le concede a las
plicada, aunque también es jugable, y tie­ blancas una pequeña ventaja, puesto que
ne la ventaj a de que las blancas no pue­ las negras tendrán que mover su peón e,
d e n forzar t a b l as por r e p e t i c i ó n d e cuando el cambio en f8 les privará de la
jugadas. S i las blancas juegan 13 .tf4, en­ posibilidad de enrocarse en el flanco de
tonces las negras pueden aceptar tablas si rey.
lo desean, pero también pueden conti­ 14 000 eS
nuar con 1 3 ... 1!fxf4 14 .:txd4 t'i:J xe4 1S Las negras deben defender el caballo
AdS l::t a7 16 .txc4 l:t d7, alcanzando una de d4, porque pierden material después de
posición desigual en la que ambos bandos 14 ... e6 1S Axf8 r:J;xf8 (o bien 1S ... WaS+
tienen que comenzar a desarrollar sus 16 c3) 16 Wxe4.
piezas del flanco de rey. Las negras tienen 15 �xf8 r:J;xf8
una pequeña ventaja, gracias a sus dos al­ Las negras no pueden zafarse por me­
files. Jugar tranquilamente también es dios tácticos, con 1S ... WaS+ 16 c3 t'i:Jxc3,
1 94 EN BUSCA DE LA PE RFECCI Ó N

debido a 17 'iVxc3 (17 bxc3 �xf8 18 'iVxe5 1 7 lt:J f3 . En tal caso, 17 . . . � f5 18 'iVe3
lD xb3 es menos claro) 17 . . . 'iVxc3+ 1 8 �xc2 1 9 tt:Jxd4 exd4 20 .ll xd4 'iVa5+ 21
bxc3 tt:Jxb3 19 �b4 a S 20 �d6 y e l caballo 'iV c3 'iV xc3 + 2 2 bxc3 n e7 + 2 3 � d2
está cazado. A xb3 24 axb3 conduce a un final muy
16 'iVxe4 favorable para las blancas, y que el peón
a negro está en serio peligro. Tampoco
es adecuado 17 . . . f5 , ya que el rey negro
sigue muy mal situado. Por ej emplo: 1 8
'iVd3 tt:J xf3+ 1 9 'iVxf3 'iVe7 2 0 0-0 g 6 2 1
.ll fel �g7 22 'iVc3 .ll e8 2 3 .ll d5 y e l peón
e cae. La mej or opción de las negras es
17 . . . 'iV a5 + 18 c3 tt:J xb3 19 axb3 .ll e7
20 0-0 f6, cuando las blancas pueden as­
pirar a una pequeña ventaj a , pero nada
más.
17 'iVxe5 'iV eS
Después de 17 ... 'iVa5+ 18 �fl tt:Jxb3
19 axb3 , las negras pierden un peón a
cambio de nada, ya que 19 . . . Axc2 falla
por el doble 20 'iVc5+.
Un momento crítico. Las cosas no le 18 'iVxeS+ .ll xe8+
han salido bien a las negras en esta fase de 19 �d2 h5
la partida, pero podrían consolarse pen­ Aunque el rey blanco está mal situa­
sando que el desarrollo del flanco de rey do y las negras disfrutan de una momen­
blanco aún no ha comenzado. tánea ventaj a en desarrollo, no pueden
16 ... �f5? explotarla en virtud de la posición de su
Las negras deciden sacrificar un peón. propio rey. La textual pretende activar
A cambio consiguen una iniciativa mo­ la torre rey vía h6, pero las blancas están
mentánea, pero sin la participación de su a tiemp o de consolidar su posición y
torre de rey no pueden lograr una com­ mantener el peón extra. Después de 1 9
pensación suficiente. La mej or defensa . . . tt:J xb3+ 2 0 axb3 .ll d8+ 21 � el .ll xdl +
era 1 6 . . . .tl a7, cuando no es fácil para las 2 2 � xdl � e7 2 3 lt:J f3 ll d8+ 2 4 � el , las
blancas demostrar que tienen ventaja. La blancas también conservan el peón, y
natural 17 c3 se contesta con la sorpren­ aquí c3 , seguido de lt:J d4, situará el caba­
d e n t e 1 7 . . . � b 7 1 8 'iV g4 h5 1 9 'iV g3 llo en una fuerte casilla central inataca­
'iVa8 ! , mientras que después de 1 7 lt:J e2 ble.
'iV a5 + (las blancas ganan un peón des­ 20 lt:Jt3!
pués de 17 ... .ll e7 1 8 0-0 �b7 1 9 tt:Jxd4 Mejor que 20 c3 tt:Jxb3+ 21 axb3 �e6,
� xe4 20 tt:Je6+ .ll xe6 21 l:t xd8+ .tl e8 22 cuando 22 � c2 �f5+ lleva a una repeti­
.ll xe8+ � xe8 23 .ll el) 18 c3 .ll e7, las ne­ ción de jugadas, mientras que 22 b4 Ab3
gras tienen buenas posibilidades de igua­ le concede algún contrajuego a las negras.
lar. 20 .ll e2+
Q uizá la línea más prometedora sea 21 �c3
KERES - L. SCH M I D, BAMBERG, 1 968 1 95

Siempre es difícil saber cuándo se debe


tomar un segundo peón, si ya se tiene uno
de ventaja. Por una parte, existe el conoci­
miento generalizado de que un peón de­
bería ser suficiente para ganar, aunque el
proceso puede ser una larga lucha. Por
otra, dos peones harían que la victoria fue­
se trivial, siempre y cuando nada desastro­
so sucediera de inmediato. Si se dispone
de bastante tiempo para calcular que la
captura del peón es segura, entonces ése
suele ser el camino más fácil hacia la victo­
ria, pero si hay algún riesgo importante,
entonces más vale ser prudente.
21 ••• lLlc6 En esta posición Keres ha calculado
A primera vista las negras deberían te­ todo con exactitud. Unas cuantas jugadas
ner algún modo de aprovechar la incómo­ liquidarán las amenazas negras y entonces
da posición del rey blanco, pero en todos la partida habrá finalizado.
los casos las blancas pueden explotar la de­ 28 l:t g6
bilidad de la última fila. Por ejemplo: 21 ... 29 g3 l:l b8+
ltJxf3 22 : d8+ l:r. e8 23 l:r. xe8+ c;ftxe8 24 30 <ifta3 liJeS
gxB, o bien 21 ... ltJxb3 22 l:r. d8+ l:r. e8 23 31 b3 Il. gS
l:txe8+ c;ftxe8 24 l:r. e1 +. Si las negras no pue­ Las negras amenazan mate en dos con
den hostigar eficazmente al rey blanco, en­ 32 ... lLlc4+, de modo que la respuesta es
tonces éste se encontrará bien situado para obligada.
atacar los peones negros del flanco de dama. 32 c;ft a4 l:r. g6
22 l:r. d2 b4+ El ataque ha terminado y las blancas
Después de 22 ... l:r. e4 23 �d5 b4+ 24 ganan simplemente empujando su peón c.
c;ftb3, el rey sigue estando seguro, y las ne­ 33 c4 l:l gb6
gras tendrían que liquidar piezas con 24 ... 34 l:r. cl c;ft gS
Ae6. La jugada de la partida conduce a la 3S c5 l:r. b4+
pérdida del peón b, pero un claro peón de 36 <ifta3 aS
ventaj a sería suficiente, en cualquier caso, 37 f4 lLl g4
para ganar. 38 ltJc6 ( 1 -0)
23 <iftc4 l:t eS
Esta jugada es una admisión tácita de
la derrota, pero 23 ... l:r. e4+ 24 c;ftcS toda- PARTIDA N.0 93
vía es peor. KERES - L. SCHMID
24 � a4 l:r. h6 Bamberg, 1968
2S lLld4 liJeS+ Defensa Siciliana
26 c;ftb3 �d7
27 il.xd7 ltJxd7 1 d4 c5
28 c;ftxb4 Durante la década de los sesenta Lo-
1 96 EN B USCA DE LA P E R FECCI Ó N

t h ar Schmid era bien conocido por su 4 eS ttJe4


adopción de lo que ahora se llama Schmid Las negras también pueden jugar 4 ...
Benoni, una forma de la Defensa Benoni tLldS, que traspone a la línea 1 e4 eS 2 tLlf3
en la que las blancas no se obligan a jugar tLlf6 3 eS tLldS 4 d4 cxd4. Según la teoría,
c4. Un ej emplo típico lo tenemos en la las blancas pueden conseguir una pequeña
partida Spassky-Schmid (Olimpiada de ventaja con S 'it'xd4 e6 6 �c4 ttJc6 7 'it'e4
Varna, 1962), que continuó así: 2 dS d6 3 d6 8 exd6.
e4 g6 4 ttJf3 .1i.g7 S Ae2 tLlf6 6 ttJc3 tLl a6 7 S 'it'xd4 dS
0-0 ttJc7 8 .l:t e1 0-0 9 a4 a6 10 .1i.gS. Este ti­ 6 tLlbd2
po de posición puede resultar de varias No está claro que esto sea lo mej or.
aperturas, como demuestra, por ejemplo, Por extraño que parezca, el año anterior a
la última partida del match por el campeo­ esta partida Lothar Schmid ya había teni­
nato mundial entre Karpov y Korchnoi do esta posición con blancas. La partida
(Baguio City 1 978) , que comenzó siendo en cuestión continuó así: 6 exd6 ttJxd6 7
una Defensa Pire. �f4 ttJc6 8 'it'd2 .1;,.g4 9 .1i.e2 tLle4 10 'it'e3
Keres, en consecuencia, emplea una 'it'aS+ 1 1 c3 tLl f6 12 tLl a3 tLl dS 1 3 'it'c1
aguda transposición que lleva el j uego a tLlxf4 14 'it'xf4 'it'fS 1S 'it'a4, con ventaj a
los cauces de la D efensa Siciliana, una d e las blancas, y a que las negras todavía se
apertura en la que supone Schmid se sen­ encuentran a tres jugadas de poder enro­
tirá menos a gusto. car corto. L. Schmid-Alster (Viena-Baden
2 e4 cxd4 1 967, Campeonato de Europa por equi­
3 tLlf3 tLlf6 pos).
Después de 3 ... ttJc6, 3 ... d6 o 3 ... e6, 6 tLl c3 es otra idea muy natural. Por
las blancas jugarán 4 ttJxd4 y estaríamos en ej emplo: 6 . . . ttJ xc3 7 'it'xc3 tLl c6 8 A bS
una Siciliana normal. Si las negras tratar de 'it'b6 9 Aa4 e6 10 o-o Ab4 1 1 'it'd3 Ad7 12
aferrarse al peón con 3 ... eS, entonces las c3, y de nuevo las blancas tienen ventaja,
blancas pueden entrar en un tipo favorable Opocensky-Podgorny (Campeonato de
de Gambito Morra, con 4 c3. Lo mejor en­ Checoslovaquia 19S9).
tonces para las negras es rehusar el peón 6 ••• tLlc6
con 4 ... ttJc6, trasponiendo a la línea 1 e4 c5 7 AbS
2 c3 eS 3 tLlf3 ttJc6 4 d4 cxd4. Quizá la me­ Más o menos forzado, pues de otro mo­
j or y más aguda continuación sea 3 ... a6, do las blancas perderán mucho tiempo con
apuntando a una Variante O ' Kelly favora­ su dama. El peligro es que las blancas pron­
ble, tras 4 ttJxd4 tLlf6 S tLlc3 eS. Las blancas to estarán obligadas a cambiar en c6, y des­
quizá deban jugar 4 c3 en cualquier caso, pués de ... e6 se produce una posición pare­
con un Gambito Morra en el que las negras cida a la Defensa Francesa, excepto en el
están obligadas a jugar un temprano ... a6, hecho de que las blancas han cambiado vo­
aunque puesto que muchas líneas contra la luntariamente su buen alfil por un caballo.
Morra implican jugar ... a6, esta jugada no 7 ••• AfS
tendría por qué ser una concesión. Una ambiciosa jugada, basada en dos
La jugada textual es la única otra tenta­ ideas. En primer lugar, a las negras les
tiva de las negras para sacar partido del inu­ gustaría mantener su caballo en e4 por el
sual orden de movimientos de las blancas. momento, ya que si lo cambian volunta-
KERES - L. SCH M I D , BAM BERG, 1 968 1 97

riamente por el de d2, entonces las blan­ 8 ••• a6?


cas consiguen un tiempo extra, desarro­ Esto es un claro error. Las negras no
llando su alfil dama. En segundo lugar, las pueden permitirse perder un tiempo en
negras quieren desarrollar su alfil por fue­ esta jugada, cuando a su rey le faltan tan­
ra de la cadena de peones, antes de jugar tos movimientos para poder enrocarse. 8
. . . e6. Entonces la posición se parece a la . . . ttJ xd2 9 � xd2 también es malo. Por
Defensa Caro-Kann (3 eS) más que a la ejemplo: 9 ... e6 (9 ... Axc2 es suicida: 10
Francesa. Este plan no tiene nada malo, e6 fxe6 11 1:1 acl A e4 12 tL! eS ) 10 't!f a4
pero 7 ... tL!xd2 8 .txd2 e6 también es po­ 't!fb6 1 1 tLld4, con excelente posición para
sible. La Enciclopedia de Aperturas Infor­ las blancas.
mator indica 9 'ti'g4 como claramente me­ La jugada correcta es la lógica 8 . . . e6.
jor para las blancas, pero después de 9 ... Una vez iniciada la estrategia de mantener
't!fb6, no puedo ver en qué consiste la ven­ el caballo en e4, las negras deben ceñirse a
taja. Las blancas pueden elegir entre cam­ ella. En tal caso las blancas pueden inten­
biar en c6 y entregar su peón b, ninguna tar 9 't!fa4 't!fb6 (9 ... Wc7 es malo, debido
de cuyas opciones parece prometedora. a que después de 10 ttJxe4 .txe4 11 tLl d4
Yo prefiero 9 0-0 a6 10 i.xc6+ bxc6, como l:r. c8, el peón de a7 siempre está colgando)
se j ugó en la partida Smed erevac-Puc 10 tL!xe4 (10 tLlb3 tL!cS 1 1 tL!xcS �xcS 12
(Campeonato de Yugoslavia , 1 9SS ) , y b4 Ae7 13 Ae3 es tentador, pero falla por
ahora es realmente tentador 1 1 'ti'g4, ya 13 . . . .txc2) 10 . . . i.xe4 1 1 tLl d4 1:[ c8 12
que la ventaj a blanca en desarrollo co­ �e3 �eS 1 3 c3 0-0 14 Axc6 (de otro mo­
mienza a ser abrumadora. La diferencia do, el peón de eS es débil) 14 ... bxc6 1S b4
entre 9 'ti'g4 y 11 'ti'g4 es que en el último �xd4 16 �xd4 't!fbS y las negras no debe­
caso las negras han gastado un tiempo en rían tener mayores problemas para man­
la inútil jugada . . . a6, que sólo sirve para tener el equilibrio. Las blancas pueden ga­
encerrar al alfil de c8. Si las negras quieren nar un peón con 17 Wxa7 : as 18 't!fcS ,
desarrollarlo por a6, tendrían que gastar pero después de 18 ... 1:1 a3 sus posibilida­
un segundo tiempo con ... aS. des de ganar son prácticamente nulas. En
8 0-0 cualquier caso, los alfiles de distinto color
ejercen un factor de tablas.
9 .txc6+ b x c6
10 Wa4 't!fd7
Después de 10 ... tL!xd2 1 1 Axd2 't!fd7
12 .tb4, las negras están mal situadas, ya
que tendrán que renunciar al enroque si
quieren completar su desarrollo.
11 tL!xe4 �xe4 (Ver diag. 424)
Forzado, ya que las blancas ganan un
peón después de 1 1 ... dxe4 12 tL!gS cS 1 3
Wxd7+.
12 e6!
Una jugada excelente, tanto más cuan­
to que no plantea ninguna amenaza de-
1 98 EN BUSCA DE LA P E R FECCIÓN

'We2 les deja sin el menor consuelo mate­


rial por su miserable posición.
14 ttlxe4 dxe4
15 i,.f4
El principal problema de las negras es
su incapacidad para jugar el peón e, pues­
to que la dama tiene que defender c6. Si
tratan de sacrificar un peón para liberar
sus piezas con 1S ... eS 16 �xeS i,.e7, en­
tonces 17 l:f. fe1 fS 18 'Wc4 de nuevo impi­
de el enroque.
15 ... fS
Las negras esperan poder desenmara­
ñar su posición con ... 'it'e6, ... rt;f7 y ... g6,
vastadora. A cambio del peón, el flanco de pero esto resulta demasiado lento.
rey negro queda paralizado durante algu­ 16 'Wc4!
nas jugadas, en las que las blancas podrán Una buena j ugada que impide tanto
desarrollar sus torres y abrir columnas cen­ ... rt;f7 como ... 'i:fe6. 1 6 l:f. ad1 'We6 17 f3
trales contra el rey negro. Esta partida es tí­ también hubiera sido muy fuerte.
pica del j uego de Keres en sus últimos 16 ... eS
años: excelente psicología en su elección de Una tentativa desesperada por lograr
apertura, un fino instinto para desarrollar alguna libertad, al precio de devolver el
la iniciativa pero, ¡ ay!, también serias impre­ peón, pero las blancas no tienen necesidad
cisiones derivadas de los apuros de tiempo. de tomar en cS. Tratar de desarrollar el alfil
12 ... 'Wx e6 por g7 falla: 16 ... 'Wf6 17 l:! ad1 g6 18 �gS !
O b i e n 1 2 . . . fxe 6 1 3 ttl eS 'W d6 1 4 17 l:! ad1!
ttl xc6 (mucho m á s convincente q u e 1 4 Mucho más fuerte que 17 'WxcS We6
Af4 'WcS 1S 'Wxc6+ 'Wxc6 16 ttlxc6 Axc2 18 l:f. ad1 ll c8.
17 ttld4 AfS) 14 ... Axc2 1S "Wxc2 l:t c8 16 17 ... 'Wc6
�f4 l:t xc6 (16 ... 'Wxf4 17 l:! ac1 g6 18 'We2
también es muy molesto) 17 'Wa4 'Wd7 18
il.eS y el flanco de rey negro sólo puede
desarrollarse a base de la tortuosa manio­
bra ... l:! g8, ... g6 y ... i,.g7. En este momen­
to las blancas tenían que haber j ugado
l:! ac1 , cambiar damas y ganar, como míni­
mo, el peón a. Los peones pasados y uni­
dos resultantes del flanco de dama decidi­
rían, entonces, la lucha.
13 ttl gS 'it'g6
El deseo de las negras de aferrarse al
peón es comprensible, pues 13 ... 'Wd7 14
ttl xe4 dxe4 1 S 'Wxe4 e6 1 6 �f4 'WdS 17
KERES - L. SCHM I D , BAMB E R G , 1 968 1 99

A primera vista, parecía que este mo­ 22 l:r d7!


mento era bueno para que las negras juga­ Evitando la trampa 22 1:[ fe1 1:[ d8 ! ,
sen 17 ... e6. Ciertamente, algunas réplicas cuando no hay nada totalmente definitivo.
evidentes no serían lo bastante efectivas. Por ej emplo: 23 .U. xd8+ �xd8 24 l:t xe4
Por ejemplo: 18 'it'a4+ rJ;; f7 19 l:t d7+ �e7 �xc7 2S l:r c4 �b6+ 26 rJ;; fl rJ;; d 7 es segu­
20 .td6 ll he8 21 �xc5 'it'f6 es malo, pero ro para las negras, mientras que 23 'it'xd8+
no desastroso, para las negras. La táctica � xd8 24 l:t xe4 fxe4 2S l:t d6 0-0 y 2 3
18 �eS �e7 19 l:t d7 ! es más fuerte, cuan­ l:t xe4 l:t xd1+ 24 rJ;; t2 fxe4 2 S 'it'c8+ l:r. d8
do 19 ... 'it'f7 (19 ... rJ;; xd7 20 'it'a4+ rJ;; d 8 26 'it'xe6 l:t f8 27 rJ;; e3, aunque promete­
21 'it'c6 gana en el acto) 20 l:t fd1 0-0 21 dor para las blancas, permite a las negras
� d6 l:t fd8 22 � xe7 'it' xe7 23 l:t xd8+ posibilidades de resistencia.
1:[ xd8 24 l:t xd8+ 'it'xd8 2S 'it'xe6+ rJ;; h8 26 22 ••• .td8
h3 conduce a muy buen final para las blan­
cas. Sin embargo, la mejor de todas es la
temática 18 f3 exf3 19 lit xf3 �e7 (19 . . .
rJ;; f7 2 0 l:t g3 'it'f6 21 �gS 'it'g6 2 2 l:t d7+
rJ;; g8 23 'it'c3 conduce a la catástrofe en
g7) 20 .U. e3 0-0 21 l:t xe6 'it' f7 22 l:t d7
l:r fe8 23 �d6, y las negras pierden pieza.
18 t3
Una vez abierta la columna e, el rey
negro quedará a merced de las cuatro pie­
zas atacantes de las blancas.
18 ••• h6
No hay jugada buena, porque 18 ... e6
19 lit d6 ! �xd6 20 'it'xe6+ rJ;; d 8 21 l:t d1 y
18 ... exf3 19 l:t xf3 g6 20 �eS pierden in­
mediatamente. Es notable cómo las blan­ 22 ... �f6 pierde por 23 .td6.
cas han utilizado un detalle táctico tras otro 23 l:t xd8+! l:r xd8
para impedir que las negras jugasen ... e6. 24 'ifxg7 l:t f8
19 txe4?! No hay defensa, ya que después de 24 ...
Las blancas se dificultan las cosas con 'it'd4+ 2S 'it'xd4 l:r xd4 26 .teS, las torres
esta captura. Después de 19 .U. fe1 ! exf3 20 negras no pueden defenderse una a otra.
l:r d6 'it'c8 21 'it'a4+ rJ;; f7 22 l::t c6 'it'b7 (22 25 �xh6 'it'd4+
... 'it'd7 23 'it'b3+ rJ;; e8 24 'it'xf3, con ata­ Las negras pueden rendirse después de
que decisivo) 23 'it'c4+ rJ;; e 8 24 'it'e6, las 2S ... l:t f7 26 'it'g8+ rJ;; e7 27 �gS+.
amenazas blancas son devastadoras. 26 'it'xd4 l:t xd4
19 'it'xe4 27 c3
20 'it'xc5 e6 Una pequeña sutileza que no era real­
21 'it'c7 � e7 mente necesari a , ya que con 27 � xf8
Por fin el alfil sale a la luz del día, pero rJ;; xf8 28 g3 gana fácilmente.
demasiado tarde para poder ayudar a su 27 l:t d6
bando. 28 �xf8 rJ;; xfS
200 E N BUSCA D E LA PERFECCIÓN

Éste es el momento de la partida en rey. El plan más sencillo era 35 eS .l:t h6 36


que el comentarista normalmente escribe: h3 .:t. g6 (36 . . . c;f¡¡ g3 37 ll d6 , seguido de
"el resto es cuestión de técnica", pasando ll g6+) 37 c;f¡¡ f2 e4 38 l:lel (jugando la to­
a la partida siguiente. Por supuesto, un fi­ rre de forma temática, es decir, detrás del
nal de torres con dos claros peones de peón pasado) 38 ... e3+ 39 c;f¡¡ fl l:t c6 (39 ...
ventaja, sólo debería ser eso, una cuestión e2+ 40 c;f¡¡ f2 ) 40 b4, y ahora que la torre ne­
de técnica. Sin embargo, la habilidad para gra está inmovilizada enfrente del peón e,
ganar tales posiciones sin permitir el me­ las blancas pueden ganar avanzando sen­
nor contrajuego no es fácil de adquirir y, cillamente sus peones del flanco de dama.
de hecho, muchos jugadores nunca la ad­ 35 l:f. h6
quieren. En esta partida Keres juega el fi­ 36 l::t h3 l:t g6
nal de forma tan deficiente que casi per­ 37 l:t h4+ c;f¡¡ g5
mite a Schmid conseguir tablas. En gran 38 g3 a5
parte eso se debió a los apuros de tiempo,
pues de no ser así seguramente Keres ha­
bría conducido el final con su habitual
destreza. Sin embargo, es perceptible que
j ugadores que tienen un talento natural
para los finales, como Karpov, pueden ju­
gar estas posiciones técnicas muy bien, in­
cluso en circunstancias adversas como los
graves apuros de reloj. Keres no tenía un
talento natural para los finales, como pue­
de verse por las partidas de su juventud, y
tuvo que aprender a j ugarlos por medio
del estudio y la experiencia. Tales jugado­
res carecen del mismo instinto para el final
y son más proclives a equivocarse cuando
se hallan presionados. 39 c5?
29 l:I el c;f¡¡ t7 Éste, sin embargo, ya es un error más
30 c;f¡¡ f2 c;f¡¡ f6 serio. Las blancas quieren jugar l:t c4, pero
31 c;f¡¡ e2 e5 la respuesta negra corta a la torre sobre la
32 l:l dl .l:t b6 cuarta fila. Después de 39 l:t h8, las blan­
33 b3 c;f¡¡ g5 cas deberían ganar cómodamente.
34 e4 c;f¡¡ f4 39 ••• e4
35 l:t d3?! Esto no sólo impide .l:t c4 , sino que
Entretanto, no ha pasado nada irreme­ también amenaza ... .U. c6, ganando el peón
diable, pero ahora Keres decide jugar su e que las blancas han avanzado tan a la li­
torre enfrente de los peones del flanco de gera, dejándolo descolgado del soporte de
rey para anular el ataque negro sobre las su colega de b3.
columnas g y h. Este plan es suficiente pa­ 40 c;f¡¡ e3 l:f. g8?
ra ganar, pero existe el peligro de que la Schmid es ahora quien se equivoca y,
torre quede desplazada en el flanco de una vez superado el control de tiempo,
KERES - M I KENAS, AlGA. 1 968 201

Keres gana de forma convincente. 40 . . . PARTIDA N.0 94


ll c6 ! 4 1 c¡tJd4 l:r e6 le habría ocasionado a KERES - MIKEN AS
las blancas problemas bastante mayores. Riga. 1968, Campeonato de la URSS
Si las blancas quieren evitar tablas por re­ Defensa Alekhine
petición de jugadas, tendrán que situar su
torre en el, con 42 l:f. f4 e3 43 l:f. fl e2 44 1 e4 tiJf6
l:r el . Resulta que las blancas siguen pu­ Mikenas, que se había caracterizado
diendo ganar este final, pero sólo tras una por un agudo estilo táctico, empleó la De­
lucha muy cerrada: 44 . . . c¡tJ g4 45 c¡tJ d5 fensa Alekhine casi a todo lo largo de su
l:r e8 46 c6 c¡tJf3 47 c7 c¡tJf2 48 ll bl el 'W 49 carrera, aunque la alternó con otras aper­
l:r xel �xel 50 c¡tJc6 c¡tJf2 51 c¡tJd7 l:t h8 52 turas, como la Defensa Francesa. Al en­
c8'W l:l xc8 53 c¡tJxc8 c¡tJg2 54 c¡tJd7 (no 54 frentarse a un oponente con particular in­
a3? c¡tJxh2 55 b4 axb4 56 axb4 c¡tJxg3 57 b5 clinación por una apertura determinada,
f4 58 b6 f3 59 b7 f2 60 b8'W+ c¡tJg2, con ta­ suele ser buena idea llevar el juego fuera
blas, pero 54 h4 c¡tJxg3 55 h5 f4 56 h6 f3 57 de los senderos habituales. Mientras que
h7 f2 58 h8'W f1 'W 59 'We5+ c¡tJg4 60 'Wxa5 casi siempre podemos encontrarnos en
conduce a un final de 'W+2 peones contra desventaja ante un jugador c1ue ha dedica­
'W, que también debería ganarse) 54 . . . do toda su vida al estudio de una apertura
c¡tJxh2 5 5 c¡tJe6 c¡tJxg3 5 6 c¡tJxf5 y las blancas concreta, una variante infrecuente puede
ganan. ser poco familiar para ambos contendien­
41 l:t f4 l:r. d8 tes.
41 ... l:r c8 42 h4+ c¡tJg6 43 g4 también 2 ttJ c3 d5
gana fácilmente. 3 exd5 ttJxd5
42 h4+ c¡tJf6 4 ttJ ge2
42 ... c¡tJg6 43 g4 l:r d3+ 44 c¡tJe2 fxg4 45 Ésta es una jugada muy poco habitual.
l:r xe4 no es mejor. Con diferencia, 4 .tc4 es aquí la j ugada
43 g4 más popular, pero 4 d4 y 4 ttJxd5 también
Ahora las blancas tienen ya demasia- se ven raramente. La idea parece ser con­
dos peones. tinuar con ttJxd5, seguido de ttJc3 , aunque
43 ll d3+ es dudoso que esto plantee problemas a
44 c¡tJe2 c¡tJ e5 las negras.
45 l:r xf5+ c¡tJd4 4 ••• Ag4? ! (Ver diag. 428)
46 g5 ll e3+ A los jugadores de ataque les gusta op­
47 c¡tJfi ll h3 tar por acciones concretas, y Mikenas bus­
48 c6 l:r xh4 ca desbaratar de inmediato el plan de las
49 g6 e3 blancas. Su intención es jugar ... ttJ xc3 en
50 g7 l:r hl+ un momento en que las blancas no puedan
51 c¡tJe2 Il h2+ retomar de caballo. Sin embargo, el rápi­
52 c¡tJel ( 1 - 0) do desarrollo de este alfil se le volverá en
su contra, porque las blancas pueden ga­
nar tiempo, atacando tanto el alfil expues­
to como el indefenso peón de b7. Pode­
mos comparar esta línea con el sistema de
202 E N BUSCA D E LA PE RFECCIÓN

Mucho más fuerte que S tLlxdS 'it'xdS 6


tt::l c3 'it'eS+ 7 �e2 �xe2 8 Wxe2 Wxe2+ 9
tt::l xe2 tt::l c6, y las negras han conseguido,
como mínimo, la igualdad.
5 ... tt::l xc3
6 bxc3 �f5?!
Una nueva imprecisión, después de la
cual las negras entran en dificultades.
También es dudosa 6 ... �hS, ya que en hS
el alfil no puede contribuir a la defensa de
su flanco de dama. Las blancas podrían
continuar con 7 1:[ b1 (7 g4 'it'dS 8 l:t g1
�g6 9 �g2 �e4 es menos convincente,
pues el flanco de dama negro sigue intac­
la Apertura Vienesa que resulta de 1 e4 eS to) 7 ... b6 8 g4 (8 c4 eS 9 g4 �g6 10 �g2
2 tt::l c3 tt::l f6 3 g3 dS 4 exdS tLlxdS S �g2 c6 1 1 0-0 también es bueno para las blan­
tt::l xc3 6 bxc3. En este caso las blancas es­ cas) 8 ... 'it'dS 9 l:t g1 �g6 10 �g2 �e4 1 1
tán felices de retomar con el peón b, por­ c4 'it'b7 1 2 �xe4 Wxe4 1 3 d3, y las activas
que su centro se refuerza y porque, más piezas de las blancas son un factor más im­
tarde, con n b1 podrán presionar sobre portante que el hecho de que no puedan
b7. De esto se concluye que la captura enrocarse.
bxc3 no es una concesión de las blancas, Las negras podrían reforzar su peón de
sino que, por el contrario, se trata de una b7 con 6 . . . �c8, pero eso, además de la
jugada que puede resultar útil. Abundan­ ventaj a blanca en desarrollo, sería como
do en este razonamiento, véase la partida admitir que su estrategia de apertura ha­
Keres-Foltys, Salzburgo 1 943 (N.0 38 del bía sido un completo fracaso.
tomo precedente, El camino hacia la cum­ La mejor defensa de las negras es 6 ...
bre). En esta partida se produce una posi­ �xe2 7 �xe2 c6, cuando pueden desarro-
ción muy similar, y las blancas pueden ele­ llar sus piezas con . . . e 6 , . . . � d6 , . . . 0-0,
gir libremente entre bxc3 y tt::l xc3 , y sin ... tt::l d7 y, si tienen que defender b7, ... 'it'c7.
embargo eligen la primera posibilidad. Las blancas tendrían ventaj a gracias a su
Obj etivamente hablando, la apertura parej a de alfiles, pero las negras no esta­
de las blancas es inocua, y cualquier juga­ rían lastradas por debilidades reales. Este
da normal de desarrollo le aseguraría a las plan es similar al que se adopta en algunas
negras excelentes posibilidades de igualar, líneas de la Defensa Escandinava, relacio­
por ejemplo 4 ... g6 o 4 ... eS (en este caso nadas con ... �g4 y ... �xf3, donde las ne­
estaríamos en una Apertura Vienesa). La gras establecen un sólido muro de peones
alternativa 4 ... eS es menos precisa, ya que en casillas blancas, con ... c6 y ... e6, mien­
se habría producido una transposición a la tras esperan acontecimientos. Aunque un
línea 1 e4 eS 2 tt::l e2 tt::l f6 3 tt::l bc3 dS 4 exdS poco pasiva , este tipo de estructura es
tLl xd S , que favorece ligeramente a las muy difícil de vulnerar.
blancas. 7 l:t bl 'it'd5
5 h3 Una vez más, Mikenas prefiere una ju-
KERES - M I KENAS, AlGA. 1 968 203

gada activa a la defensa pasiva, con 7 . . . de 0-0, con una iniciativa muy peligrosa.
'it'c8, pero tendrá que lamentar s u precipi­ 8 ... il.g6 9 c4 'i+'c6 10 il.e2 no es mejor,
tado desarrollo de dama. Un juego activo ya que el peón de b7 tiene problemas.
por parte de las negras, en fase tan tem­ 9 c4 'it'a5
prana de la partida, sólo está justificado si 10 il.b2!
las blancas han jugado de forma provoca­ Un bonito cambio de dirección. Tras
dora la apertura. Contra un desarrollo haber obligado al alfil negro a retroceder
normal, el riesgo es que las amenazas ne­ mediante las amenazas latentes sobre el
gras pronto desaparezcan y sus piezas "ac­ peón b7, las blancas ejercen presión sobre
tivas" sean acosadas por las piezas meno­ el peón de g7, a fin de retener el alfil con­
res blancas, con las consiguientes pérdidas trario inmovilizado.
de tiempo. Después de 7 . . . 'it'c8 8 lLl g3 10 ... c6
�g6 9 �e2, las blancas tienen una agra­ Mikenas seguramente no estaba muy
dable posición, puesto que pueden conti­ feliz de tener que realizar otra jugada que
nuar con 0-0, seguido de f4-fS, para ame­ no desarrolla pieza, pero en realidad tenía
nazar el alfil de g6, o simplemente .tf3, poca elección. Las negras tienen que jugar
con presión posicional contra el flanco de ... eS en la misma fase, o nunca podrán de­
rey negro. sarrollar su alfil de f8 y enrocarse, pero la
8 ltJg3 inmediata 10 ... eS pierde el peón por 1 1
Keres consideraba el sacrificio de peón .tc3 'i+'cS 1 2 1:. b S . Tampoco servía una
8 c4 'it'xc4 9 ttJc3 (9 l:. xb7 �xc2 10 ltJc3 preparación más minuciosa, con 10 ... ltJc6
es una ingeniosa idea, pero después de 10 1 1 il. c3 'i+'a4 1 2 .t d3 eS 1 3 0-0 � d 6 1 4
... 'it'xfl + 11 .l:[ xfl .txdl, las negras no tie­ 'i+'hS, pues las negras seguirían sin poder
nen problemas) 9 ... 'it'e6+ 10 �e2, pero enrocar y su dama quedaría fuera de juego
esto parece innecesario , dado que una en a4. Esa es la razón de la textual, que
simple jugada de desarrollo les asegura un prepara la retirada de la dama a c7, des­
buen juego. Es cierto que, al final de esta pués de il.c3 de las blancas.
línea, 10 ... 'it'c8, seguido de ... e6, les per­ La codiciosa 10 ... 'i+'xa2 podría repli­
mite a las negras tantas posibilidades de carse con 11 �d3 lLlc6 12 0-0 eS 13 il.c3
completar su contrajuego como en la par­ 'i+' a6 1 4 .U. el � e7 l S eS 'it' a 3 1 6 � xeS
tida, y tienen el consuelo de contar con un ttJxeS 17 .U. xeS, recuperando el peón con
peón extra. un ataque masivo.
8 ... �eS 11 .tc3 'i+'c7
Mikenas tiene que admitir, finalmente, 12 �d3
que su plan de apertura ha fracasado, y su Las blancas también podía n haber
alfil vuelve a casa, dej ando a su dama ocupado el centro con 12 d4, y sólo enton­
completamente solitaria en el centro del ces jugar �d3 y 0-0. Esto le concedería in­
tablero. Sería muy arriesgado tomar el dudablemente ventaj a , pero en esta par­
peón con 8 . . . 'it'xa2 9 .1:[ xb7 'i+'xc2 (9 ... ticular posición es mej or desarrollar los
.txc2 10 'i+'g4 ltJ d7 1 1 .1:t xc7 también es alfiles por delante de los peones, para dis­
muy bueno para las blancas), por ej em­ poner de diagonales desde las que presio­
plo 10 .tbS+ (pero no 10 ttJxfS? 'i+'e4+) nar sobre el flanco de rey negro.
10 . . . c6 11 ttJxfS 'i+'xfS 12 il.e2, seguido 12 . .
. eS
204 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

ganar tiempo para poner sus piezas en jue­


go. Sin embargo, y teniendo en cuenta la
falta de desarrollo de las negras, una de­
fensa basada en consideraciones tácticas
es una estructura inestable: un solo empu­
jón y todo el edificio puede venirse abajo.
Después de 14 ... exf4, la línea más sen­
c i l l a es 1 S � hS + � d 8 ( 1 S . . . � f7 1 6
l:tbe1+ i.e7 17 i.b4 gana en el acto) 1 6
tt:J e2 , seguido d e tt:J xf4, recuperando el
peón con un ataque letal.
15 fxe5 tt'ld7
Ésta es la idea negra, para seguir con
... 0-0-0 y retomar entonces en eS o, si las
Por fin las negras consiguen bloquear b l ancas d e fi e n d e n el cab a l l o , j u gar
la diagonal c3-g7, pero una rápida compa­ ... tt:JxeS directamente.
ración entre las cuatro piezas blancas de­ 16 exf6!
sarrolladas y el apacible ej ército negro Esto conduce a un elegante remate.
basta para presentir que se avecina una También eran prometedoras otras juga­
tormenta. das. Por ej emplo: 16 lt:J e4 tt:J xeS (16 . . .
13 0-0 fxeS 17 lt:J gS e s desesperado) 17 lt:J xf6+
Esta jugada natural no puede ser mala, gxf6 1 8 l:txf6 i.cS+ (18 ... �e7 19 �hS !
pero la posición blanca es tan fuerte que �xf6 20 i.xeS+ �xeS 21 l:tfl+, ganando
admite más de una solución. Después de, la dama) 19 �h1 tt:Jxd3 20 l:t xe6+ �d7 21
por ej emplo , 13 �hS , las negras no dis­ cxd3 �xe6 22 �g4+ �d6 23 .teS+ �xeS
pondrían de una continuación razonable. 24 �g3+ y la dama negra desaparece.
Una posible línea sería 13 . . . tt'ld7 (13 . . . También era tentador 1 6 tt'lhS. Por
� d 6 14 eS �xcS 1S .txeS �e7 16 lt:Je4 g6 ejemplo: 16 ... fxeS (16 ... tt:JxeS 17 tt:Jxf6+,
17 �e2 gana) 14 �fS .td6 1S lt:Je4 g6 16 como antes) 17 lt:J xg7+ � xg7 1 8 �hS+
� xd7+ � xd7 1 7 �e2 � e7 1 8 f4 f6 19 � e7 19 �gS+ .t f6 20 l:t xf6 tt:J xf6 2 1
fxeS fxeS 20 0-0, con ataque decisivo. i.xeS, ganando.
13 ••• f6 Keres comentó que había evitado estas
14 f4 continuaciones porque en ambos casos las
Las blancas están adelantadas en desa­ negras podrían responder 16 . . 0-0-0, en­
.

rrollo, de modo que necesitan abrir líneas tregando material para poner a cubierto
para permitir que sus piezas más activas su rey y completar su desarrollo. Creo que
penetren en la posición negra. después de 16 lt:Je4 0-0-0 17 exf6, las ne­
14 ••• i.e6 gras tienen poco que hacer por los dos
En una posición desesperada, las ne­ peones, pero la continuación elegida por
gras conciben un plan defensivo basado en Keres no puede criticarse porque conduce
el desprotegido caballo de g3. Su idea es a una victoria forzada.
que tras fxeS, el peón quedará clavado a 16 �xg3
causa del caballo, permitiendo a las negras 17 fxg7
KERES - MIKENAS, AlGA. 1 968 205

Las blancas también podían haber ga­ l:t bxel <t>e7 21 � f5 y 19 ... 'it'd6 20 �f5
nado con 17 l:t f3 'it'g5 18 'it'el ! tt:J c5 19 <t>e7 21 'it'h4+ no ofrecían esperanzas a las
fxg7 Jt.,xg7 20 .U. g3 y lo mejor que pueden negras. La textual sacrifica un alfil y una
esperar las negras es quedar con tres peo­ torre con jaque, a fin de crear la amenaza
nes menos. ... 'it'h2++.
Después de la textual, la posición ne­ 20 'ifxe6+
gra parece completamente desesperada, Keres señala la victoria menos espec­
pues 17 ... �xg7 pierde por 18 'it'h5+ <t>d8 tacular 20 'it'xg3 �xg3 21 l:t f3 Ae5 22 l:t el
19 l:t f3. Sin embargo, Mikenas encuentra � xc3 23 l:t xe6+ <t>d8 24 dxc3 l:t xg7 25
una ingeniosa idea defensiva, basada en l:t h6, pero considerando que la textual da
plantear una amenaza de mate en h2, con resultado, pocos se resistirían a realizar la
la que casi consigue salvar la partida. combinación que sigue.
17 Ac5+ 20
••• <t>dS
18 <t>h1 l:t g8 21 'it'xg8+
Después de 21 <t>gl, las negras podrían,
bien repetir jugadas con 21 . . . � c5+ 22
<t>hl � d6 (dándole a las blancas una se­
gunda oportunidad de encontrar la conti­
nuación ganadora), bien jugar 21 ... 'it'h2+
22 <t>f2 'it'g3+ 23 <t>e2 l:t e8, pero en este
caso las blancas conservan una clara ven­
taja con 24 'it'xe8+ <t>xe8 25 �xh7 <t>e7 26
l:t xb7.
21
••• <t>c7

Después de 18 ... 0-0-0 las blancas ga­


nan eficazmente con 19 l:t f3 (más sencillo
que 19 gxh8'it', cuando 19 ... �d6 le da a
las negras posibilidades de complicar).
19 'it'e1
A veces la mejor forma de refutar una
trampa es caer en ella. Esta jugada le permi­
te a Mikenas desvelar su idea, pero su com­
binación contiene un fallo. Las blancas tam­
bién podían haber ganado con 19 'it'h5+
<t>d8 20 l:tf3 'it'c7 21 Axh7 y las negras tie­ Con su dama atacada y la amenaza de
nen demasiado material de desventaja. mate en h2, las blancas necesitan algo es­
19 ••• �d6!? pectacular.
Las líneas alternativas 19 ... 'ifxel 20 22 l:t xb7+!
206 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

Ésta es la clave. Las blancas pueden PARTIDA N.0 95


destruir la amenaza de mate con una serie KEKES-DELY
de jaques, después de lo cual el peón de g7 Kapfenberg. 1970
decide la lucha. Campeonato de Europa por equipos
22 ••• �xb7 Defensa Siciliana
23 l:.b1+ ltJb6
Las negras todavía quedan peor después 1 e4 c5
de 23 ... �c7 24 �a5+ ltJb6 25 'iVt7+, o 23 ... 2 ltJf3 ltJc6
� a6 24 c5+ Wxd3 25 Wxa8. La j ugada 3 d4 cxd4
textual permite a la dama blanca escapar 4 ltJxd4 g6
del ataque de la torre ganando un tiempo. 5 c4 ltJf6
24 Wf7+ �c7 Las negras disponen de dos ideas prin­
cipales que oponer al Sistema Maroczy.
La primera es jugar 5 ... i.g7 6 �e3 ltJf6 7
ltJc3, seguido de 7 ... ltJg4 o 7 ... 0-0. La se­
gunda idea comienza por la jugada tex­
tual, para cambiar caballos en d4 antes de
que las blancas hayan podido proteger el
caballo con �e3. Entonces las blancas re­
tomarán de dama y las negras esperan ga­
nar tiempo, porque más tarde la dama
blanca tendrá que moverse de d4. Es un
sistema perfectamente viable, que todavía
se juega en la actualidad.
6 ltJc3 ltJxd4
7 'iVxd4 d6
8 �e2 i.g7
Con el alfil clavado no hay seria ame­ 9 i.d2
naza contra el rey blanco. Keres emplea un orden de jugadas po­
25 �g1 co habitual, que apenas se ve en nuestros
El fin de la diversión para las negras. días. El sistema más popular para las blan­
Las blancas tienen cuatro peones de ven­ cas es 9 �g5 0-0 10 Wd2, desarrollando el
taja, uno de los cuales en séptima, y ame­ alfil a una posición activa, antes de que la
nazan c5. El contrajuego de las negras no dama bloquee la diagonal cl-h6. La idea
existe, puesto que sus dos piezas menores del desarrollo del alfil por d2 es dificultar
están clavadas. Todo ha terminado. a las negras la localización de una buena
25 ••• .U. d8 casilla para su dama, pues tanto a5 como
25 . . . Wh2+ 26 �f2 Wg3+ 27 � fl no b6 están atacadas directa o indirectamen­
sirve de ayuda a las negras. te. Sin embargo, cuando se juega este sis­
26 c5 .U. xd3 tema, las blancas normalmente lo juegan
27 cxd3 Wh2+ con 9 0-0 0-0 10 We3, optando por i.d2
28 �f2 Wg3+ sólo en el turno siguiente.
29 �e2 (1-0 ) No obstante, el juego de apertura de
KEKES- DELY, KAPFENBERG. 1 970 207

Keres a menudo se caracterizaba por un en esta línea, ya que la presión sobre la co­
sello psicológico. A primera vista, jugar lumna a es molesta) 12 ... Wxe3 13 Axe3
Ad2 es sólo una transposición de movi­ l:.fc8 14 l:.fcl a6 lS f3 Ae6 16 b3 ri;;f8 17
mientos, y eso es lo que sucede en muchos a4 aS 18 ttJdS ttJd7 19 l:. dl AxdS 20 cxdS
casos. Sin embargo, también deja abierta Ac3 21 �bS ltJcS 22 l:.dcl Ab4 23 g4 f6
la posibilidad de no enrocar corto. Las ne­ 24 h4 ri;; f7 2S ri;;g2 l:t.c7 26 l:tc4 l:. ac8 27
gras no captan la razón del orden de juga­ gS l2Ja6 28 gxf6 l:.xc4 29 � xc4 exf6 30
das y permiten que Keres ponga en mar­ �xa6 bxa6 31 .U. cl lle8 32 l:tc7+ l:.e7 33
cha un ataque muy peligroso en el flanco lic6 fS 34 �gS l::t a7 3S �f4 �e7 36 �e3
de rey. l:. b7 37 l:. x a 6 � e l 38 � f4 fxe 4 3 9
9••• 0-0 Axd6+ ri;;f7 40 fxe4 �xh4 41 l:txaS (1-0).
10 'i!Ve3 l2Jd7 Keres-Lengyel (Tallinn 197S).
Como se ha explicado antes, esto es lo 3) 10 ... �e6 11 0-0 Wb6 12 b3 'i!Vxe3 13
que las blancas esperaban. Si las negras �xe3 l:l fc8 14 l:tacl a6 1S f3 l2Jd7 16 f4 fS
juegan 10 ... �d7 o 10 ... Ae6, entonces las (esta jugada rara vez es efectiva contra el
blancas enrocarán, revirtiendo el juego a Sistema Maroczy; las negras liberan un
las líneas normales con Ad2, pero retirar poco su posición, pero a costa de la aper­
el caballo del flanco de rey permite a las tura de la diagonal f3-b7 y la columna e
blancas una posibilidad que están encan­ para las piezas blancas) 17 exfS gxfS 18
tadas de aceptar. Keres siempre fue un es­ A f3 l:.c7 19 l:.fel ttJf8 20 Ab6 l:.c6 21
pecialista en esta línea y en otras tres par­ At2 ®f7 22 Axc6 bxc6 23 eS l2Jd7 24 cxd6
tidas suyas llegó a esta posición. Entre las exd6 2s .:. edl � xc3 26 n xc3 .t ds 27
cuatro partidas sumó la excelente puntua­ l:.h3 l2Jf8 28 l:.hS �e6 29 l:th6+ ttJg6 30
ción de 3,S. He aquí las otras partidas: h4 ri;; f7 31 l:.xh7+ ri;; g 8 32 l:thS l:.f8 33
1) 10 ... e6 11 0-0 dS 12 cxdS exdS 13 l:t d3 l:lf6 34 l:. g3 eS 3S l:f. xfS l:. xfS 3 6
exdS l:.e8 14 'i!Vg3 ttJxdS lS AbS l:teS 16 l:t xg6+ ® f7 37 ;t. x d 6 c 4 38 g 4 � e7 39
1:1 adl 'i!Ve7 17 ttJxdS l:t xdS 18 Ac4 l:. d4 AcS (1-0). Keres-Hug (Interzonal de Pe­
19 AgS 'i!Ve8 20 llxd4 Axd4 21 l:.dl �e6 trópolis, 1973).
22 l:.xd4 Axc4 23 h4 Ae6 24 Ah6 f6 2S 11 h4!
'i!Vd6 l:tc8 26 l:te4 ri;; f7 27 l::tf4 'i!Ve7 28
'i!Vd4 l:f.cl+ 29 ®h2 .U. c4 30 'i!Vxa7 'i!Vc7 31
'i!Va3 l:tcS 32 'i!Vg3 (32 g3! le habría dado a
las blancas buenas posibilidades de ganar,
pero hay una natural reticencia a debilitar
las casillas blancas, aunque aquí es más
importante desclavar la torre de f4, man­
teniendo a la vez la clavada sobre la torre
negra) 32 ... l:.fS 33 .U. xfS 'i!Vxg3+ 34 ri;;xg3
�xfS 3S ri;;f4 �bl 36 a3 ®e6 37 Af8 �c2
38 Ab4 hS 39 Ac3 fS 40 ®e3 ®dS (112-
112). Keres-Barczay (Budapest 1970).
2) 10 ... Ad7 11 0-0 'i!Vb6 12 l:tabl (las
blancas normalmente no cambian en b6
208 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

Muchos años después , en la partida cas, ya que los dislocados peones negros
Gross-Michenka (Campeonato de Che­ del flanco de rey dejan a su monarca un
coslovaquia, 1991), las blancas eligieron la tanto expuesto.
esquemática 11 b3 ttJcS 12 0-0 a5 13 l:.acl 14 �a3 l2Jc5
..t d7 14 : fdl .t c6 lS f3 �b6 16 ltJ dS La alternativa es 14 . . . l2Jf6 lS .t gS
..txdS 17 exdS l2Jd7 18 �xb6 ttJxb6, con ..te6, con idea de cambiar el caballo de
igualdad. La jugada de Keres es bastante dS. Entonces , 16 0-0-0 A xdS 17 l:. xdS
más dinámica. La idea de ... ttJd7 era conti­ �c7 es confuso. Por ej emplo: 18 A xf6
nuar con ... ttJcS y ... ..td7-c6, una maniobra l:.xf6 19 l:.hdl �b6 y el peón de f2 está
habitual contra el Sistema Maroczy, a fin colgando. Una mejor posibilidad es 18
de presionar sobre el peón de e4. Sin em­ l:l xd6 l2Je4 19 .U. e6, pero la posición no
bargo, la jugada h4 anula de inmediato ese le ofrece a las blancas una ventaj a con­
plan, ¡porque las negras no tienen ahora cluyente. Las blancas deberían preferir
tiempo para maniobras tan lentas! 16 l:idl, tanto a causa de que el peón de
11 ... f5! f2 está defendido como porque en el su
Las negras deciden responder al ata­ rey podría caer baj o el fuego del alfil de
que de flanco con una reacción en el cen­ g7. Después de 16 ... AxdS 17 l:.xdS �c7
tro . Si tratasen de mantener cerrado el 18 l:.xd6 l2Je4 19 l:.dS, las blancas están
flanco de rey con 11 ... h6, entonces 12 hS claramente mejor.
(a 12 f4 se contesta con 12 ... eS, abriendo 15 .tg5 �d7
líneas en el centro) 12 ... gS 13 g3 eS (de 16 0-0-0
otro modo es fuerte f4, ahora que crea Sería poco inteligente ganar la calidad
una ruptura con el peón de gS) 14 0-0-0 con 16 l2Jb6 axb6 17 �xa8, porque des­
(no 14 �g4 l2Jb6, cuando lS ..t xc8 falla pués de 17 ... f4 (amenazando ... h6) 18 hS
por lS ... l2Jxc4) y las blancas tienen una h6 19 Ah4 l2Ja6, las negras han encerrado
amplia ventaj a posicional: el peón de d6 a la dama blanca y disponen de un contra­
es débil y la estructura de peones del juego extremadamente peligroso.
flanco de rey significa que . . .fS implicaría 16 ... ttJe4
un debilitamiento suicida de las casillas 17 �e3?
blancas. Esto conduce a complicaciones muy
12 exf5 gxf5 oscuras. Las blancas tienen una posición
13 l2Jd5 e5? prometedora, de modo que no debería ser
Esta j ugada es posicionalmente erró­ difícil hallar un plan que no implique ries­
nea. Avanzar el peón e dej a al caballo gos excesivos. Aquí lo correcto era 17 f3!
b lanco totalmente seguro en dS y blo­ Después de 17 ... ttJf2 (abrir la columna h
quea la diagonal del alfil de g7. A pesar con 17 ... ttJxgS 18 hxgS es muy peligroso;
de sus defectos, las negras probablemen­ por ejemplo, 18 ... �d8 19 f4 exf4 20 �h3)
te j ugaron . . . eS porque no encontraron 18 ttJ e7+ 'ii;> h8 19 l:l xd6 ttJ xhl 20 l:.xd7
otra alternativa razonable. Sin embargo, A xd7 21 �d6! , las blancas tienen una
podían haber continuado con 13 ... ltJeS, gran iniciativa. Por ejemplo: 21 ... l2Jg3 22
y si 14 f4, 14 ... e6 lS fxeS exdS 16 exd6 Ad3 Ac6 23 Ah6 y las negras están en se­
�xd6 17 0-0-0, con una posición de doble rias dificultades.
filo que favorece ligeramente a las blan- 17 ... h6
KEKES-DELY, KAPFENBERG. 1 970 209

parov es sencillamente cuestión de cálculo


puede ser un salto en el vacío para un ju­
gador menor. Sin embargo, suele estar cla­
ro cuando es posible o no calcular las con­
secuencias de un sacrificio. Los sacrificios
basados en el análisis normalmente dan
paso a amenazas concretas que sólo pue­
den contestarse con un número limitado
de posibilidades. El árbol de análisis con­
tiene relativamente pocas ramas y el juga­
dor competente puede eliminar una por
una las posibles defensas. Por otra parte,
los sacrificios intuitivos, que se realizan
normalmente a largo plazo, dan lugar a al­
El intento de las negras de resolver su gunas amenazas inmediatas y están basa­
problema por medios tácticos obliga a las dos en consideraciones posicionales tanto
blancas a tomar una decisión crítica. Co­ al menos como en el cálculo concreto.
mo siempre, iniciar un juego táctico a par­ El sacrificio de Keres corresponde sin
tir de una posición inferior es jugar con duda a la segunda categoría. A cambio de
fuego, pero en esta posición la decisión de la pieza, las blancas obtienen un peón, la
las negras está justificada. Jugar tranquila­ columna abierta h y un peligroso peón en
mente permitiría a las blancas consolidar g5. También inciden varios factores que
su ventaja, de modo que las negras deben ya estaban presentes en la posición: el ca­
provocar a las blancas para que sacrifi­ ballo de d5 no pude ser fácilmente desalo­
quen, antes de que estén verdaderamente jado o cambiado y la dama de d7 impide a
listas para hacerlo. las negras desarrollar sus piezas del flanco
Una posible idea es el sacrificio de pie­ de dama. Sin embargo, las amenazas blan­
za 18l1Je7+ (18 .txh6l1Jxt2 es seguro pa­ cas requieren varias jugadas para madu­
ra las negras) 18 . . . c;t>h7 19 g4 l1Jxg5 20 rar, y en tal situación las numerosas posi­
l1Jxf5, propuesto por Keres. Sin embargo, bilidades de que d i s p o n e el d e fe n s o r
después de 20 . . . liJf7 21 .td3 c;t>g8, creo hacen que, como mínimo, l a aventura sea
que las posibilidades defensivas de las ne­ un tanto arriesgada.
gras no son peores que en la partida, por 18 ... hxg5
ejemplo, 22 g5 h5 23 l1Jxg7 c;t>xg7 24 �e4 19 hxg5
l:l h8 es muy confuso. La amenaza es 20 gxf5, de modo que la
18 g4!? dama negra deberá moverse.
Los sacrificios se dividen normalmente 19 ... �d8
en dos categorías: aquellos cuyo resultado Después de 19 ... �f7 20 g6 �d7 21 c5!
es susceptible de un cálculo exacto y aque­ (21 gxf5 liJf6 es menos claro, después de
llos otros en los que interviene un amplio 22 �f3 �d8 23l1Jxf6+ l:txf6, o de 22 �h3
factor de criterio y de intuición. En esta .rt e8) 21 . . . l1Jxc5 22 .t c4 l1Je6 23 �h3
división incluye un amplio ingrediente de l:te8 24 gxf5, y la posición negra hace cri­
subjetividad. Un sacrificio que para Kas- sis.
21 O EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

20 l:thS � g7 27 l:l h7+ � xh7 28 'i!fh3 + � g6 29


'ifh6++) 27 �xd1 le concede a las blancas
una clara ventaja.
El error de las negras en esta línea es la
jugada 22 ... l:tc8. Parece normal desarro­
llar la torre ganando un tiempo, pero en
c8 quedará tácticamente expuesta cuando
las blancas jueguen 'i!fh3. Por consiguien­
te, las negras deberían jugar 22 ... ttJc5! de
inmediato, cuando 23 �xf5 .l:l xf5 24 'i!fh3
se contesta con la sencilla 24 . . . l:t xg5 .
Tampoco tiene éxito 23 ttJf6+, ya que tras
23 ... l:txf6 24 gxf6 �xd3+ 25 .l:t xd3 'i!fxf6
las negras ganan.
Debemos retroceder hasta la jugada
anterior para encontrar una mejora al jue­
Las bl ancas tienen que concederle go blanco. 22 l:tg1 es mejor, con lo que las
tiempo a la defensa de su peón de g5, pero blancas amenazan 23 �d3. Parece natural
de paso se preparan a doblar torres sobre bloquear la columna g con 22 ... ..tg6, pero
la columna h. Todo esto parece desespera­ puede contestarse con 23 l:th6! ? Enton­
damente lento porque ni siquiera enton­ ces, 23 . . . ..txh6 24 gxh6 � h7 25 llxg6
ces dispondrán las blancas de una amena­ �xg6 26 'i!fxe4+ �xh6 27 'i!fh1+ conduce
za letal, pero la defensa dista de ser fácil. al jaque perpetuo, mientras que después
20
••. tLlcS? de 23 ... ..tf5 las blancas pueden repetir ju­
Una jugada ilógica, toda vez que aleja gadas con 24 .U. h5. Por supuesto, las ne­
el caballo del flanco de rey. Era mucho gras no están obligadas a jugar 27 ... �g6,
mejor tratar de eliminar el caballo enemi­ pero en cualquier caso, el ataque blanco
go con 20 ... �e6. En tal caso, una línea probablemente sea bastante compensa­
natural sería 21 gxf5 (no 21 g6 �xd5 22 ción por la pieza.
'i!fh3 ttJf6, ni tampoco 21 �f3 l:tc8) 21 ... Después de la jugada textual, Keres re­
�xf5 22 �d3 :t c8 23 b3 y el ataque blan­ mata en excelente estilo.
co es muy peligroso. Si las negras juegan 21 l:r.dhl fxg4
23 ... ttJc5, entonces las blancas ganan con Las negras deben impedir 'i!fh3.
24 .�xf5 l:f.xf5 25 'i!fh3! llxg5 (25 ... .l:r. f7 22 b4 •••(Ver diag. 436)
26 g 6 ) 26 n xg5 'if xg5 + 27 f4 'i!f d 8 28 No 22 g6? l:tf4 23 ttJxf4 exf4 24 'ifxf4
'ifxc8. Si, por otra parte, las negras juegan 'ife7 y las negras se defienden. La jugada
23 ... ttJxf2, entonces 24 tLlf6+, y ahora 24 de la partida es un poco sorprendente,
. . . l:t xf6 25 'i!fxf2 �xd3 26 gxf6 �g6 27 pues las blancas avanzan un peón del flan­
l:r.g1! �xh5 28 l:txg7+ �f8 29 l:th7 �f7 co de dama enmedio de un furioso ataque
30 .l:r. h8+ �g8 31 'i!fg3 �f7 32 l:th6, y las en el flanco de rey. El caballo, sin embar­
blancas ganan. La captura alternativa, 24 go, no dispone de buena casilla. Las opcio­
... �xf6, sólo es ligeramente mejor, puesto nes son: devolver la pieza, llevar el caballo
que 25 ..txf5 ttJxd1 26 ..te6+ l:tf7 (no 26 ... todavía más lejos, o bien jugarlo a e6 o d7
KERES-WESTERINEN, TALLINN. 1 971 21 1

abrirse paso con 24 g6 ! �xg6 (24 . . . 'ifd7


25 l:. xf5 l:. xf5 26 �xg4) 25 l:tg5 Af5 (25
. . . 'lf;;;f7 26 l:. xg6 <J;;; x g6 27 'ife4+ 'lf;;;f7 28
'iff5+ 'lf;;;g 8 29 'ifh7+ 'lf;;;f7 30 'ifh5+ 'lf;;;g 8
31 �xg4, ganando) 26 l:. hh5 ! (es increí­
ble, pero el alfil no tiene casillas en la dia­
gonal b1-h7) 26 . . . l:l f7 (26 . . . � h7 27
.U. xg7+ <J;;;xg7 28 'ifh6+) 27 l:. xg7+ l:. xg7
28 l:.xf5, llegándose a una posición deses­
perada para las negras.
23 c5
La otra clave de 22 b4 queda así reve­
lada: el alfil blanco puede incorporarse al
ataque desde otra dirección.
para bloquear la diagonal c8-f5, permi­ 23
••• �e6
tiendo, por tanto, 'ife4. O bien 23 . . . dxc5 24 g6 l:. f5 (24 . . . 'ifd7
22••• ltJa4 25 l:l h8+ A xh8 26 'ifh6 'ifg7 27 ltJ e7+
Las negras deciden despachar el caba­ 'if xe7 28 'ifxh8++) 25 l:t h8+ � xh8 26
llo a la banda opuesta del tablero, pero ll xh8+ 'lf;;; x h8 27 'ifh6+ <J;;; g 8 28 'if h7+
después de esto no es extraño que no pue­ 'lf;;;f8 29 'ifh8++.
dan defender su flanco de rey. 24 g6 AxdS
22 . . . liJd7 pierde tras 23 'ife4 'lf;;;f7 24 24 . . . l:l f5 25 l:l h8+ �xh8 26 n xh8+
Ad3 'lf;;;e8 25 'ifg6+ l:.f7 26 'ife6+ '!J. e7 27 'lf;;;xh8 27 'ifh6+ <J;;;g8 28 'ifh7+ 'lf;;;f8 29 g7+
ll h8+ �xh8 28 .:. xh8+ liJf8 29 liJf6++, 'lf;;;e8 30 �b5+ también conduce al mate.
pero 22 ... ltJe6 es una propuesta más te­ 25 .tt h8+ (1-0)
naz. Ahora no son efectivas ni 23 �xg4 Las negras se rindiero n , en vista de
ltJ f4 24 liJf6+ l:t xf6 25 gxf6 'ifxf6, ni 23 que después de 25 . . . � xh8 26 l:. xh8+
Ad3 l:t f3, ni tampoco 23 g6 liJf4 24 ltJxf4 'lf;;;g7 27 'ifh6+ 'lf;;;f6 28 g7+ 'lf;;;f7 , las blan­
l:.xf4. La línea ganadora es 23 'ife4 'lf;;;f7 cas disponen de una agradable elección
(23 ... ltJxg5 24 'ifg6 liJh3 25 Ad3, ganan­ entre dos líneas de mate: 29 gxf8'if+ Wxf8
do, ya que las negras no pueden parar la 30 l:. h7+ 'lf;;; e 8 31 �b5+ �c6 32 A xc6+
amenaza .11 h8+) 24 'iff5+ 'lf;;;e 8 25 'ifg6+ bxc6 33 'ife6+, y 29 g8'if+ l:txg8 30 l:l h7+
l:.f7 (25 ... 'lf;;;d7 26 Axg4) 26 l:.h8+ Axh8 'lf;;; e8 31 'if h5 + 'lf;;; f8 32 'if f5 + 'lf;;; e 8 3 3
(26 . . . ltJf8 27 l:tg8 �f5 28 'ifh5, ganando) �b5+.
27 l:txh8+ liJf8 28 'ifh5! (una jugada muy
atractiva) y las negras no tienen defensa
contra la amenaza 29 l:Ixf8+. PARTIDA N.o 96
El propio Keres recomendaba devol­ KERES- WESTERINEN
ver la pieza con 22 . . . �f5 23 bxc5 ll c8, Tallinn. 1971
evaluando la posición como ligeramente Defensa Alekhine
favorable a las blancas. Pero como es cos­
tumbre en él, subestimaba sus posibilida­ 1 e4 liJf6
des de ataque , pues las blancas pueden 2 eS liJdS
212 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

3 t2Jc3 t2Jxc3 tinuar con 6 ... .tg4 o bien, entrar en un fi­


4 dxc3 nal con 6 ... dxe5.
Una línea de juego inhabitual para las 6 .tc4 t2Jc6
blancas. A primera vista parece torpe per­ Ésta es una j ugada natural, porque
mitir peones doblados sin ninguna com­ ahora las líneas relacionadas con ..tb5 no
pensación estratégica , pero las blancas son posibles. A pesar de ello, era más pre­
quieren realizar un rápido desarrollo de ciso 6 ... .tg7. Después de 7 t2Jg5 e6 7 .tf4
piezas. Al llevar el peón de d2 a c3 ha que­ 0-0 o 7 'ife2 d5, las negras tienen una posi­
dado abierta la diagonal para el alfil dama, ción cómoda.
lo que significa que puede desarrollarse 7 .tf4
sin pérdida de tiempo. Objetivamente ha­
blando, esta variante no plantea especial
peligro a las negras, pero por el tiempo en
que se jugó esta partida era tan infrecuen­
te que obligó a Westerinen a pensar por sí
mismo desde la cuarta jugada.
4 ... d6
5 t2Jf3 g6
Esto no es que sea irremediablemente
malo, pero las negras incurren en riesgos
innecesarios. A Westerinen probable­
mente no le gustaba 5 . . . dxe5 6 ';Wxd8+
�xd8 7 t2Jxe5 � e8 8 ..tc4, dado que las
piezas blancas emergen rápidamente y el
rey negro se ha quedado en el centro. Sin
embargo, si las negras continúan con 8 ... 7 e6
e6, seguido de . . . �d6, . . . � e7 y . . . t2Jd7, Esta jugada es la primera señal de que
pueden completar su desarrollo y consi­ no todo está bien en la posición negra. Al
guen expulsar al caballo blanco de eS. Sin haber jugado ... e6 y ... g6, las negras se en­
damas sobre el tablero, la ventaja blanca frentarán al dilema de qué hacer con su al­
en desarrollo no es especialmente preo­ fil de f8. La presión contra d6 impide
cupante y las negras deberían acabar ... ..tg7, mientras que ... .te? dej aría muy
igualando. Al elegir esta línea, Keres debilitadas las casillas negras del flanco de
puede haber confiado en factores psico­ rey.
lógicos. Westerinen es un jugador al que La línea crítica es 7 . . . Jt.g7 8 t2Jg5 (8
le gustan l as posiciones complej as del 'ife2 0-0 9 0-0-0 'ife8 10 h3 t2Ja5 11 �b5
medio j uego, y al que no le tentaría una ..td7 12 ..txd7 'ifxd7 13 �b1, con igual­
rápida liquidación en la apertura para en­ dad, en la partida Laven-Thiel, Bundesli­
trar en un final. ga 1990) 8 . . . 0-0 9 e6 f6 10 t2Jf7 'ife8 1 1
Una segunda alternativa razonable es ';We2. E n esta posición d e doble filo, la
5 ... t2Jc6, que actualmente es la respuesta partida Galego-Tisdall (Olimpiada de
más popular. Después de 6 �f4 (también Erevan, 1996) continuó: 1 1 ... t2Ja5 12 ..tb5
es posible 6 ..tb5), las negras pueden con- c6 13 .td3 b5 14 h4 l:t xf7 15 exf7+ ';Wxf7
KERES-WESTERINEN, TA LLINN.1971 213

16 hS gS 17 h6 �h8 18 �d2 eS 19 a4 tt::lc4 Probablemente sea mejor mantener el


20 axbS cxbS 21 �el y las negras no tie­ alfil en juego con 12 �d3, incluso al precio
nen suficiente compensación por la cali­ de bloquear la columna d. Después de 12
dad. Sin embargo, las negras pueden me­ ... �b7 13 hS gS 14 �e3, las negras conti­
j orar su j uego con 1 1 . . . tt::l e S ! , con una núan teniendo problemas con la seguridad
cómoda posición. de su rey. La dama no puede j ugar, prepa­
Ahora es demasiado tarde para que las rando el enroque largo, debido a que que­
negras entren en un final, con 7 . . . dxeS, daría en el aire el peón de gS, y por otro la­
porque tras 8 tt::l x eS e6 9 tt::l x c6 bxc6 10 do las piezas blancas están bien situadas
Wxd8+ 'it>xd8 1 1 0-0-0+, quedarían en una para emprender un ataque al rey en el ca­
posición penosa. so de que las negras jueguen ... 0-0.
8 exd6 La jugada textual crea algunas posibili­
Las blancas conservan con esta jugada dades tácticas, pero con un preciso juego
una ligera ventaja, pero hubiera sido más de las negras, ninguna de ellas conduciría
preciso mantener la tensión con 8 We2. a nada.
Después de 8 . . . i.g7 9 0-0-0 dS 10 �gS 12
••• d5?!
'i!Vd7 11 h4, las piezas negras están muy Las negras están muy cerca de igualar,
restringidas y les resulta difícil progresar pero este avance es demasiado compro­
en su desarrollo. metido. La mej or continuación era 12 . . .
8 ••• cxd6 tt::l aS 13 'i!Vd2 (las blancas deben empren­
9 We2 �e7 der acciones concretas, pues de otro modo
Esto es relativamente lo mejor, ya que las negras prosiguen su desarrollo con
9 ... �g7 10 0-0-0 eS puede contestarse con ... tt::lx b3+, seguido de ... �b7) 1 3 ... dS 14
11 �gS 'i!Vc7 12 'i!Vd3, con fuerte presión 'i!Vd4 0-0 lS hS gS 1 6 Ag3 �b7 17 h6 f6,
sobre d6. Nótese que el sacrificio 11 tt::lxeS con una posición de doble filo. Las tentati­
es incorrecto. Por ejemplo: 11 ... �xeS 12 vas de ataque inmediato no prosperan.
�xeS tt::lxeS 13 AbS+ 'it>e7 14 f4 �g4 y las Por ejemplo: 18 .l:t hel (o 18 Wg4 tt::lxb3+
negras ganan material con una compensa­ 19 axb3 eS 20 We6+ 'it>h8) 18 ... tt::lx b3+ 19
ción insuficiente para las blancas. Sin em­ axb3 eS, y la masa de los peones centrales
bargo, sería un error 11 ... tt::lxeS , ya que negros probablemente sea más importan­
las blancas quedarían con un peón de ven­ te que la ligera debilidad en la posición del
taj a tras 12 � b S + 'it> f8 ( 1 2 . . . �d7 1 3 rey negro. Las blancas deberían j ugar más
l:rxd6 0-0 1 4 �xd7 tt::l x d7 l S 'i!V b S ) 1 3 tranquilamente, con 14 hS, conservando la
�xeS �xeS 14 WxeS dxeS lS .l:t xd8+. ventaj a , aunque en cualquier caso sería
10 0-0-0 a6 más seguro para las negras que la conti­
Una buena decisión. La inmediata 10 nuación de la partida.
... 0-0 haría el juego a las blancas, cuyo ata­ 13 .l:t he1
que se pondría en marcha con 11 h4. Las No 13 hS gS 14 Ae3 i.b7, y las negras
negras deben progresar en el flanco de da­ prosiguen su desarrollo. Parece feo jugar
ma, manteniendo a las blancas en la duda h4 y a continuación .l:t hel, pero el peón h
acerca del eventual destino de su rey. está listo para avanzar si las negras enro­
11 h4 b5 can corto, mientras que la presión sobre
12 �b3 las columnas centrales da lugar a posibili-
214 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

dades tácticas, si el rey negro permanece �b7 (no hay nada mejor) 1 7 tt::lxc6 .txc6
en el centro. 18 .td6 y las negras pierden. 15 ... f6 tam­
13 ••• .td7? bién pierde después de 16 tt::lxc6 .txc6 17
�e6 �d7 18 �xf6 %lf8 19 l:t xe7+ �xe7
20 �xc6+ �f7 21 �xd5+ �e6 22 �b7+
�g8 23 Ah6 y las blancas quedan con tres
peones de ventaja.
La mej or j ugada es 15 . . . li a7 , que
plantea a las blancas problemas reales pa­
ra justificar su juego. Después de 16 ll xd5
las negras tienen dos defensas razonables,
16 ... �a8 y 16 ... �c8, ambas basadas en
las mismas claves tácticas, a saber, que las
blancas no pueden recuperar la pieza con
17 tt::lxc6 ..txc6 18 ll e5 0-0 19 ::txe7 l:l xe7
20 �xe7' debido a 20 ... n e8.
Considerando primero 1 6 . . . �a8, la
tentadora línea 17 l:t xd7 !? l::lxd7 18 �e4
Esto permite a las blancas una peligro­ .ll d6 19 tt::lxf7 (19 tt::lxc6 se contesta con 19
sa continuación de ataque. Ahora no era ... .ll e 6 ! ) 19 ... �xf7 20 .t xd6 .txd6 21
posible 13 ... tt::l a5, debido a 14 .txd5 exd5 �d5+ �g7 22 �xd6 conduce a una posi­
15 l:t xd5 .td7 16 .tc7, pero las negras po­ ción en la que las blancas tienen tres peones
dían haber j ugado 13 . . . 0-0 14 h5 g5 , o por pieza, pero su ataque prácticamente
bien 1 3 . . . l:t a7 14 .t gS f6 15 .t h6 tt::l a 5, ha d e s a p areci d o . Las negras p u e d e n
con una posición confusa en ambos casos. continuar con 22 ... �c8, seguido d e 23 . . .
14 .txd5! l:t e8, con posibles tablas. S i s e busca una
Una imaginativa e inusual combina­ alternativa más fuerte, se viene a la mente
ción, que explota la posición centralizada la idea 17 A e3 . Las bl ancas ganan u n
de las piezas blancas. tiempo atacando l a torre enemiga, y pre­
14 ••• exd5 tenden presionar sobre e7 jugando .teS.
15 tt::le5 Las negras pueden ignorar simplemente la
La única continuación posible, ya que amenaza a la torre con 17 . . . tt::l xe5 1 8
en caso de 15 %lxd5 �c8 (con idea de ju­ .U. xc5 Ae6 19 .txa7 �xa7 2 0 h5, pero de­
gar . . . .t e6 o . . . 0-0) 1 6 tt::l d 4, seguiría la volver material no significa que no puedan
fuerte réplica 16 ... 0-0! y el rey negro que­ enrocar. Por ej emplo: 20 . . . 0-0 21 hxg6
da libre de peligro. hxg6 22 l:t xe6 fxe6 23 �xe6+ n f7 24
15 ••• tt::lxe5 �xg6+ l:f.g7 25 �e6+ l:t f7 26 l:t e3 (con
Una defensa floj a, después de la cual cuatro peones por la pieza, las blancas es­
las negras están virtualmente obligadas a tán contentas de forzar la liquidación) 26
devolver la pieza, quedando con un peón ... .tgS 27 �g6+ l:t g7 28 �e8+ �h7 29 f4 !
menos en un final lamentable. 15 ... �b8 y las negras no tienen nada mejor que en­
es mala, debido a 16 g3 (pero no la confu­ trar en un mal final con 29 ... l:t e7. Si las
sa 1 6 tt::l x g6 hxg6 17 .t xb8 l:t xb8) 16 . . . negras no pueden enrocar, entonces tie-
KERES-WESTERINEN, TA LLINN.1971 215

nen problemas, ya que las piezas blancas favorable para las blancas. Tienen dos
ejercen una fuerte presión. Así, las negras peones por la calidad, su rey está comple­
tienen que jugar su torre, pero 17 ... .l:r. b7 tamente seguro en b2 y el rey negro sigue
pierde inmediatamente ante 18 Ac5 Ae6 expuesto. Sin embargo, las negras tienen
19 tL!xc6 �xdS 20 'WeS. La única posibili­ una mejor defensa con 17 ... .ll b7 ! La con­
dad restante es 17 ... .ll c7, pero entonces tinuación 18 tL!xc6 Axc6 19 'Wd4 0-0 20
la atractiva continuación 18 Ab6 .l:r. b7 19 Ah6 f6 21 Axf8 Wxf8 es virtualmente for­
.U. xd7 ! l:. xd7 20 'Wf3 fS 21 tL!xd7 <if;>xd7 zada, pero esta posición es favorable a las
'WdS+ <if;>e8 23 AcS y las blancas ganan. negras. Aunque la torre de dS no esté in­
Así, 16 ... 'Wc8 mediatamente amenazad a, después de
. . . Wf7 la torre tendrá que jugar, pero en
este momento está atrapada. Las blancas
pueden crear espacio para ella con 22
'Wd2, pero 22 ... Wf7 23 .U. d4 Wxa2 pone a
las blancas en problemas.
La mejor jugada en el diagrama ante­
rior es 17 �h6, que impide el enroque y
amenaza 18 tL!xc6 Axc6 19 .l:r. eS. 17 ... f6
no resulta una defensa adecuada después
de 18 tL!xd7 .: xd7 19 We6. Por ejemplo:
19 . . . Wc7 20 Wxf6 .l:r. xdS (20 . . . .U. g8 21
.U. cS) 21 Wxh8+ <if;>d7 22 Wxh7, con cua­
tro peones por la pieza, o bien 19 . . . l:t c7
20 Wxf6 .U. g8 21 .U. d6 tL!d8 22 .tgs Wb7
23 .U. b6 Wa7 24 .U. xa6 'Wb7 2S .l:r. b6 Wa7
es la mejor respuesta a 16 .U. xdS. 26 .l:r. b8, con ataque decisivo. Por consi­
Esto defiende el caballo de c6, de mo­ guiente, las negras deberían j ugar 17 . . .
do que la continuación 17 �e3 li b7 18 A e6 1 8 ttJ xc6 W xc6 1 9 W eS � x d S 20
�eS .te6 favorece a las negras. Una idea Wxh8+ <if;>d7 21 l:t d1 , y a diferencia de la
ahora es 17 'We3, amenazando 18 ttJxc6. Si posición similar anterior (en la que el alfil
las negras responden 17 ... �e6, entonces blanco estaba en f4, en lugar de h6), las
18 ttJxc6 Wxc6 19 'WeS �xdS (19 ... 'ii"xdS negras disponen de la defensa 21 ... <if;>e6 !
20 'Wxh8+ Af8 21 .l:r. dl! Wxa2 22 l:t d8+ Aunque sorprendente, quizá no exista una
<if;>xd8 23 'Wxf8+ <if;>d7 24 'Wd6+ <if;>e8 2S continuación decisiva, y 22 'Wd4 .teS o 22
'Wb8+ <if;>e7 26 Wxa7+ .td7 27 .tgS+ le da �f4 �f6 (no 22 . . . f6? 23 Wg8+ <if;>fS 24
a las blancas una posición ganadora) 20 .l:r. xdS+ <if;>xf4 2S .l:r. d4+ <if;>eS 26 g4) sólo
'Wxh8+ <if;>d7 21 l:t d1 deja a las negras en favorece a las negras. De hecho, no puedo
una situación muy incómoda. 21 ... 'Wc4 22 ver nada mejor que repetir posiciones con
'W b 8 ! � eS 23 b3 'W e4 24 b4 A xf2 2S 22 .l:r. e1+ <if;>d7 23 .l:r. dl.
'Wd6+ <if;>c8 26 .l:r. xdS gana para las blan­ Todo esto parece sugerir que el sacrifi­
cas, de modo que las negras están obliga­ cio sólo era bueno para conseguir tablas,
das a j ugar 21 . . . A f6. Sin embargo , 22 pero siempre vale la pena tratar de inver­
.U. xdS+ 'WxdS"23 'Wxf6 .l:r. a8 24 b3 es muy tir jugadas en una secuencia forzada para
216 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

ver si puede obtenerse un mejor resulta­


do. Hemos visto cómo 17 'ife3 casi rompe
las defensas de las negras, de modo que
¿por qué no intentarlo una jugada antes?
Puede parecer sorprendente que haya una
mejor jugada que la evidente captura 16
l:r. xdS, pero resulta que 16 'ife3 ! es la cla­
ve del ataque. La clave principal es que si
las negras juegan la defensa que antes les
servía, 16 ... l:r. b7, entonces después de 17
tbxc6 il,xc6 18 'ifcS !, las blancas ganan un
tiempo vital debido a que el alfil de c6 está
desprotegido. Entonces la respuesta 18 ...
.td7 es forzada, pero después de 19 l:r. xdS
h6 (de otro modo, .tgS) 20 'ild6 il.e6 21 blancas ha penetrado en séptima, y no es
l:r. xe6! 'ifxd6 (o bien 21 ... fxe6 22 'ifxe6 fácil para las negras forzar el cambio de
gana) 22 l:r. exd6 il.xd6 23 l:r. xd6, las blan­ esta torre. Las casillas negras del segundo
cas tienen una gran ventaja en el final. La jugador son débiles a todo lo ancho del ta­
única posibilidad restante es 16 ... d4, pero blero, puesto que cada uno de sus peones
entonces 17 cxd4 tb b4 (después de 17 . . . se encuentra situado en casillas del color
tbxeS 18 'ifxeS l:r. g8 19 dS, las blancas tie­ de su alfil. Las debilidades del flanco de
nen un ataque ganador) 18 dS .U. c7 1 9 rey son particularmente serias, ya que si
l:l d2 0-0 20 tD c6 ! � x c 6 2 1 dxc6, y las jugasen las blancas, con .teS y hS dispon­
blancas ganan. drían de un claro ataque en el flanco de
Este análisis demuestra que a veces es rey, con la inmediata amenaza de hxg6,
posible encontrar la línea de juego correc­ seguida de l:r. hl. Por último, si la posición
ta ¡analizando antes la jugada errónea! se simplifica, el rey blanco tiene un cami­
16 WxeS 0-0 no ya hecho hacia el flanco de dama vía d4
No hay nada más, porque 16 . . . f6 17 y cS. Teniendo en cuenta todos estos fac­
WxdS (amenazando tanto 18 l:r. xe7+ co­ tores, no hay duda de que la posición es
mo 18 .td6) 17 ... .:t a7 18 il.d6 il.g4 19 f3, ganadora para las blancas, a pesar de la
conduce a victoria de las blancas, lo mis­ presencia de alfiles de distinto color.
mo que 16 ... l:r. f8 17 l:r. xdS f6 18 'ife3 l:r. f7 ¿Por qué, pues, permite Keres que se
1 9 l:r. ed1 'ilaS 20 ll xd7 'ifxa2 21 'il e4 desate una tormenta en este final, consin­
l:r. c8 22 'ilb7. tiendo casi que Westerinen se salve con
17 Wxe7 Wxe7 unas tablas? Probablemente, debido a un
18 l:r. xe7 .te6 (Ver diag. 440) cierto número de factores. El abrupto
La posición se ha aclarado. Las blancas cambio de la posición, pasando de un jue­
han ganado un útil peón, pero además go agudo, de sacrificios, a un final técnico
cuentan con una clara ventaja posicional. requiere un reajuste de la actitud mental,
El peón aislado de dS es débil, lo que hace algo que no es fácil de conseguir. En se­
difícil que las negras puedan jugar su alfil gundo lugar, el hecho de que la posición
de la pasiva casilla e6. Una de las torres sea ciertamente ganadora puede haber in-
KERES-WESTERINEN, TA LLINN.1971 217

ducido la sensación de que apenas era ne­ l:t xd5 l:t xh4 26 l:t d3 h5 27 \t>d2, cuando
cesario pensar para que la partida llegase el rey blanco puede dirigirse a g2, dejando
a una conclusión satisfactoria. Sin embar­ a la torre libre para que pueda atacar los
go, el factor principal debe haber sido que peones negros del flanco de dama. Sin em­
mientras que Westerinen no había mos­ bargo, esto seguiría requiriendo un consi­
trado ninguna cualidad positiva en el jue­ derable trabajo para ganar y no es mejor
go precedente, ahora comienza a defen­ que la jugada de la partida.
derse muy bien. Un oponente que juega 20 l:r. xe8
flojo inevitablemente le lleva a uno a creer 21 �f6 hS
que sólo hay que esperar por un nuevo 22 f3 l:f.c8
par de errores. Pensar así es un grave 23 \t>d2 \t>f8
error. El único momento en que uno pue­ 24 .l:t e1
de verdaderamente relajarse es cuando la Las blancas continúan jugando sin nin­
partida ha finalizado. gún plan preconcebido, sino que pasan
19 �eS? sencillamente de una jugada a la siguiente,
Esto es un error. Las blancas quieren esperando que las negras cometan u n
llevar su alfil a d4, pero queda tácticamen­ error. E n posiciones como ésta, cuando el
te expuesto en e5. La primera tarea de las oponente carece por completo de contra­
blancas es evitar el cambio de su torre ac­ juego, la regla básica es no apresurarse. Si
tiva de e7. De hecho, las negras no amena­ es posible realizar algunas mejoras en la
zan nada por el momento, puesto que des­ propia posición, atando oportunamente
p u é s de . . . .U. fe8 las b l a n cas p u e d e n cabos sueltos, entonces sería conveniente
responder ];[ b7, y e l alfil impide una nue­ hacerlo, incluso aunque no puedan verse
va propuesta de cambio a la torre. De esto variantes concretas en las que tales mejoras
se deduce que casi cualquier jugada sería pueden resultar útiles. Aquí, por ejemplo,
adecuada. Por ejemplo, las blancas podrían las blancas podían jugar tranquilamente a3,
activar su rey con 19 \t>d2, o bien progre­ seguido de \t>e3-f4, llevando el rey a una
sar en el flanco de rey con 19 h5 (si enton­ posición más activa, puesto que entretanto
ces 19 ... i.g4?, 20 f3 �xh5 21 g4 atrapa el las negras no pueden emprender nada con­
alfil) . Por último, podrían jugar 19 .l:t b7. creto. Las blancas sólo deberían pensar en
En todas estas líneas las blancas sólo tras­ cómo progresar tras haber mejorado gra­
ladarían su alfil a la diagonal a1-h8 cuando dualmente su posición, sin emprender nin­
todo lo demás estuviese seguro. guna acción comprometida. Si, por ejem­
19 ••• l:He8 plo, las negras han llevado ya su rey al
20 l:txe8+ centro, entonces g4 sería una opción efectiva.
Las blancas podían evitar el cambio de 24 ••• \t>e8
torres con 20 l:t c7 l:t ac8 21 l:t b7, pero 25 g4
después de 21 ... �h3 (21 ... l:tc4 22 i.d4 Esto es prematuro. El rey blanco no
�c8 23 l:t b6 todavía es más favorable a está en condiciones de apoyar el avance
las blancas) 22 gxh3 l:txe5, las blancas de­ de peones en su flanco, y la torre pronto
ben tener cuidado a causa de sus peones quedará atada a la defensa del peón de g4.
dislocados del flanco de rey. La mejor lí­ 25 hxg4
nea es 23 l:t d7 l:t c4 24 .U. 7xd5 l:t xd5 25 26 fxg4 \t>f8!
218 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

De pronto las negras comienzan a de­ 30 ••• l:r. g8?


fenderse con precisión. No conduce a na­ Un grave error, que tira por los suelos
da 27 hS � xg4 28 h6, después de 28 . . . todo el buen trabajo de las negras. La me­
r;¡f¡¡ g 4, y a que 2 9 h7+ r;¡f¡¡ x h7 30 .ll h1+ se j or línea era 30 . . . r;¡f¡¡ h 6 31 l:r.h1 llg8 32
contesta con 30 ... .thS. .te3+ r;¡f¡¡ h 7, apoderándose de la columna
27 l:l g1 abierta g. Una vez activada su torre, y te­
Las blancas tienen poca elección , ya niendo en cuenta el vulnerable peón h y el
que j ugar g5 h aría imposible crear un peón débil c2 de las blancas, las negras dis­
peón pasado en el flanco de rey. El rey ne­ pondrían de buenas posibilidades de tablas.
gro podría entonces retroceder sin peligro 31 l:r. xg8!
hacia el centro. Keres está alerta y saca partido del
27••• r;¡f¡¡ g8 error de las negras. Es posible que con las
28 hS? torres sobre el tablero las blancas tuviesen
Una vez más, las blancas no pueden re­ problemas para ganar con un peón de
sistir realizar una jugada comprometida, ventaja, pero ahora que las torres se han
aunque la consecuencia sea un peón h dé­ cambiado las blancas pueden ganar inclu­
bil. Activar el rey seguía siendo lo correc­ so aunque tengan que entregar el peón de
to, tanto con b3, seguido de r;¡f¡¡e3-d4, como c2.
con a3, seguido de r;¡f¡¡e3-f4. 31 ••• r;¡f¡¡xg8
28
••• gxhS 32 b4
No 28 ... r;¡f¡¡ h 7? 29 h6 puesto que, tras la Ésta es la jugada clave, fijando el peón
ulterior gS, el rey negro nunca podría salir débil de a6. Si el rey blanco penetra entre
del rincón derecho superior, a causa de los peones negros del flanco de dama, en­
h6-h7. tonces las negras no podrán salvar aquel
29 gxhS r;¡f¡¡h7 peón, ya que ... �c8 puede contestarse con
Las negras incluso amenazan con ga­ r;¡f¡¡c 7, desviando el alfil, seguido de r;¡f¡1 b7,
nar el peón h, mediante 30 ... r;¡f¡¡ h6 31 l:r.h1 que caza definitivamente el peón.
�g4. 32 ••• �fS
30 �d4 33 .tes r;¡f¡¡h7
Las negras deciden controlar el peón h
con su rey, liberando al alfil para que ac­
túe en cualquier otro sector. El resultado
sería el mismo si las negras utilizaran su
alfil para detener al peón. Por ejemplo: 33
. . . r;¡f¡lf8 34 r;¡f¡¡ e 3 r;¡f¡¡ e 7 35 r;¡f¡¡ d 4 r;¡f¡¡ e 6 36 h6
.txc2 37 .i.f4 .tb1 38 r;¡f¡¡ cS �c2 39 r;¡f¡¡b 6
r;¡f¡¡d7 40 r;¡f¡¡x a6 r;¡f¡¡c6 41 r;¡f¡¡ aS y ahora las ne­
gras están en Zugzwang. Deben jugar su
alfil a lo largo de la diagonal b1-h7, cuan­
do a4 crea un segundo y decisivo peón pa­
sado.
34 ilf4 .tg4
35 h6 ilfS
KERES-LUTIKOV, PÁRNU.1971 219

36 rote3 Axc2 PARTIDA N.0 97


37 rotd4 �b1 KERES-LUTIKOV
38 a3 Parnu. 1971
Apertura Ruy López

1 e4 eS
2 tbf3 lbc6
3 AbS a6
4 �a4 d6
La Defensa Steinitz diferida, que ha
conservado cierta popularidad a todo lo
largo del siglo xx.
S 0-0 tbe7
Una jugada muy poco habitual, en lu­
gar de las más frecuentes 5 ... Ad7 y 5 ...
Ag4. Tiene ciertos defectos que resulta­
442 rán evidentes tras la réplica de las blancas.
Si las negras juegan 5 ... �d7, pueden res-
Las negras sólo pueden esperar a ver ponder a 6 d4 con 6 . . . b5 7 Ab3 tb xd4.
cómo cae su peón de a6. Por consiguiente , las blancas a menudo
38 �a2 responden a 5 ... A d7 con 6 c3 , a fin de
39 roteS rotg6 realizar con garantías el avance d4. El pe­
40 rotb6 Ac4 ligro de jugar 5 . . . tb e7 reside en que las
41 rotxa6 Ad3 negras no podrán tomar en d4, tras 6 d4, y
Las negras no pueden evitar una nueva por lo tanto, las blancas habrán ahorrado
concesión en el flanco de dama. Con el al­ un tiempo al omitir c3.
fil en d3 las blancas pueden jugar a4 y crear 6 d4 tbg6
un peón pasado en la columna b, pero si el Lutikov decide no tomar en d4 y en la
alfil defendiese el peón b desde a4 o e8, posición resultante ha perdido tiempo, en
entonces rot b6-c5 ganaría el peón d, y las relación con las líneas normales. El único
negras no podrían impedir a4 o c4, crean­ plan consistente es 6 ... exd4. Por ejemplo:
do más peones pasados para las blancas. 7 c3 (7 tbxd4 b5 8 tbxc6 tbxc6 9 �b3 liJaS
42 rotas rotf6 es relativamente seguro para las negras) 7
43 a4 bxa4 . . . dxc3 8 tb xc3 A d7 (8 . . . tb g6 9 lb d4
44 rotxa4 rote6 � d7 10 tb f5 tb ce7 11 tb d 5 � x a4 12
4S rotas ( 1-0) 'iVxa4+ c6 13 l:te1 b5 14 'iVa3 tbc8 15 'iVc3
le concedió a las blancas una fuerte inicia­
tiva en la partida Fedorov-Ríos, Filadelfia
1992) 9 tb d5 tbg6 10 tb d4 A e7 11 tb f5
� f6 12 A d2 0-0 13 'iVh5 .U. e8 14 l:t ae1
Axb2 15 � b3 � f6 16 f4, con un fuerte
ataque por los dos peones, Johansson­
Rantanen (Aabybro, equipos, 1989).
220 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

La captura alternativa 6 . . . b5 7 �b3 decide cambiar, una sencilla y clara reso­


tt:Jxd4 (7 ... exd4 8 tt:Jg5 ! es bueno para las lución de la tensión central que le concede
blancas) 8 tt:J xd4 exd4 parece aún más a las blancas una pequeña pero segura
arriesgado. Por ej emplo: 9 c3 (el propio ventaja. También se han ensayado otras
Keres recomendaba 9 a4) 9 . . . dxc3 10 opciones como, por ejemplo, 9 d5 tt:Jb8 10
tt:Jxc3 tt:Jg6 11 f4 �e7 12 �h5 0-0 13 tt:Jd5 b4 0-0 11 �xd7 �xd7 12 tt:Je1 f5 13 tt:Jd3
�e6? 14 f5 �xd5 15 fxg6, ganando, Kin­ fxe4 14 tt:J xe4 �f5 (Lukin-Zeshkovsky,
dermann-Castro (Olimpiada de Novi Sad, Campeonato de la URSS , 1967) es una
1990) . A pesar de los evidentes riesgos posición que se parece a la Defensa India
que implicaban, las negras deberían haber de Rey. Sobre la base de principios gene­
elegido una de estas líneas. rales, esta posición debería ser buena para
7 c4 las blancas, porque han cambiado su mal
A primera vista 7 d5 parece tentador, alfil de casillas blancas y han situado una
pero después de 7 ... b5 8 �xb5 (o bien 8 sólida pieza en e4. Es cierto que el desa­
dxc6 bxa4 9 c4 �g4, las negras tienen ade­ rrollo de las negras es un tanto mejor que
cuado contrajuego) 8 ... axb5 9 dxc6 tt:Je7 en la India de Rey, pero esto no debería
y el peón de c6 cae. de bastar para servir de contrapeso a los
7 i.d7 triunfos estratégicos de las blancas a largo
8 tt:Jc3 i.e7 plazo. La otra posibilidad es 9 i.e3, para
mantener la tensión central, y ahora 9 . . .
0-0 10 .l:tc1 (10 h3 tt:Jxd4 11 tt:Jxd4 exd4 12
i.xd4 i.xa4 13 �xa4 �f6 14 .l:tad1, Mi­
nic-Mestrovic, Campeonato de Yugosla­
via, 1968, puede darle a las blancas una li­
gera ventaja) 10 ... �g4 11 it.xc6 bxc6 12
h3 exd4 13 i.xd4 �e6 14 b3 c5 15 �e3 f5
16 exf5 .l:txf5 17 tt:Jh2 �g5 es aproximada­
mente igualado, Smagin-Babu (LonJres,
Lloyds Bank, 1990).
9 ••• tt:Jgxe5?!
Lutikov tiene un estilo agresivo, tácti­
co, y las decisiones estratégicas no son su
fuerte. Aquí las negras deberían haber
continuado 9 ... dxe5, manteniendo un par
En algunas partidas las blancas juga­ de caballos extra sobre el tablero. Esto ha­
ron c3, seguido de d4, y sólo entonces c4, bría favorecido a las negras, ya que el ca­
llegándose a esta posición pero ¡jugando ballo de g6 tiene más posibilidades de jue­
las negras ! go activo (con ... tt:Jf4, por ejemplo) que el
9 dxe5 caballo de f3, que sólo puede alcanzar una
La estructura de peones centrales le casilla activa con una larga maniobra. Por
plantea a las blancas la necesidad de to­ otra parte, una vez desaparecido el caba­
mar una decisión habitual: pueden avan­ llo de f3, la dama blanca puede trasladarse
zar, cambiar o mantener la tensión. Keres al flanco de rey, evacuando la casilla d1
KERES-LUTIKOV, PARNU.19714 221

para una torre. Si la diagonal d1-h5 estu­


viese bloqueada, las blancas no dispon­
drían de una jugada activa de dama simi­
lar, con la que desaloj ar la columna d.
Después de 9 ... dxe5 10 lt:ld5 0-0 11 �e3
.ig4 12 h3 Axf3 13 'ifxf3 lt:ld4, por ejem­
plo, las blancas sólo tienen una ventaja mí­
nima.
Es posible que Lutikov pensara cam­
biar el caballo de f3 con el fin de crear un
puesto avanzado, en d4, para su otro caba­
llo. Sin embargo, las blancas pueden cu­
brir d4 con su alfil y las negras no tendrán
ocasión de ocupar esta casilla.
10 lt:lxe5 dxe5 con ... c6. A las negras no debe preocupar­
Las negras también quedan mal situa­ le.- que las blancas jueguen lt:lxe7+, ya que
das tras 10 ... lt:lxe5 11 .ixd7+ 'ifxd7 12 b3 1& estructura simétrica de peones significa
�f6 13 .ib2, ya que las blancas tendrán que el alfil sólo tiene una superioridad
una amplia ventaja de espacio después de marginal sobre el caballo. Este plan pue­
f4 y 'ifd2. d e , no o b s t a n t e , neutralizarse con 13
11 Ae3 0-0 Axd7 lt:lxd7 (13 ... 'ifxd7 14 'ifb3 b6 15
12 lt:ld5 l:tfd1 gana material) 14 'ifg4 ! 'it;>h8 (14 ...
A primera vista, la presión de las blan­ lt:l f6 15 lt:l xf6+ � xf6 16 .U. ad1 'ifc8 17
cas no parece muy importante, pero un l:td7 l:td8 18 l:tfd1 le concede a las blan­
examen más detenido revela que no es fá­ cas una fuerte presión) 15 l:f. ad1 �d6 16
cil para las negras liberarse. El caballo de b4 (16 eS? sería una combinación errónea,
d5 es su principal motivo de preocupa­ debido a 16 . . . lt:lxc5 17 .i xc5 .i xc5 18
ción. Si consigue permanecer en su activa lt:lb6 .ixb6 19 l:f.xd8 l:f.axd8 que casi con
posición, las blancas sólo tendrán que mo­ certeza conduce a tablas) 16 ... c6 17 .tg5
ver su dama y situar una torre en la colum­ f6 18 lt:le3 'ifc7 19 lt:lf5 y las negras se en­
na d, cuando la dama negra carecerá de cuentran en serias dificultades.
una casilla natural. Por último, la idea de realizar la ruptu­
12 ••• l:rc8. (Ver diag. 444) ra ... b5 , mediante 12 . . . It b8, se contesta
El plan de las negras es jugar . . . .tg5, con 13 'ifd3, seguido de .U. adl. Así, los
con idea de cambiar alfiles y conseguir así problemas de las negras no son fácilmente
el punto d4 para su caballo. La textual es resueltos. En cualquier caso, es difícil pro­
una preparación de tal maniobra, prote­ poner cualquier mej ora a la j ugada tex­
giendo el peón de c7. Sin embargo, las ne­ tual.
gras nunca consiguen j ugar . . . .i g5 , de 13 'ifh5
modo que el plan no dará los frutos apete- Esto impide a las negras seguir con su
cidos. La alternativa natural es 12 ... lt:lb8, plan ... .ig5. Es cierto que tras la respuesta
con idea de cambiar alfiles, jugar ... lt:ld7 y, ... g6 la dama blanca se verá obligada a re­
por último, expulsar al caballo enemigo tirarse, pero entonces la debilidad de las
222 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

casillas negras en el entorno del rey resul­ móviles le aseguraría a las negras un juego
tará significativa. satisfactorio.
13 . .
. g6 16 ltJd4
14 'iff3 17 i.xd4 .tx bS
Keres ind ica que también era muy 18 �xeS �xn
buena 14 'ife2. Por ejemplo, después de 19 l:txfl
14 ... ttJ d4 (14 ... �g5 15 l:tad1 �xe3 16
'ifxe3 ttJb8 17 Axd7 ttJxd7 18 'ifh3, ame­
n a z a n d o 19 'if xd 7 , g a n a material) 15
�xd4 exd4 16 �xd7 1!fxd7 17 l:tad1, las
blancas ganan el peón d, pues 17 . . . eS
pierde por 18 lbb6.
14 ... bS
Tampoco después de esto tienen las
negras una vida fácil. Como siempre, la
amenaza de las blancas es sencillamente
llevar una torre a d1 y preguntarle a las
negras dónde piensan situar su dama.
Gracias al debilitamiento ... g6, la única
forma de salir de la columna d es ... 'ife8,
con lo que perderían calidad tras �h6. La
tentativa de ocupar d4 con 14 . . . ltJ d4 le Las jugadas sencillas a menudo son las
costaría un peón a las negras, después de mejores. Las blancas podían haberse deja­
15 .txd4 exd4 16 i.. x d7 'ifxd7 17 l:Hdl. do tentar por 19 ltJf6+ i..xf6 20 �xf6, ya
Tratar de cambiar alfiles con 14 . . . �g5 que la tentativa de rescatar el alfil con 20
aún es más costoso, porque tras 15 .txg5 . . . .t e2 falla, por 21 'iff4. Sin embargo,
'ifxg5 16 'iff6, las blancas ganan pieza. después de 20 .. 1!1 d2 21 l:t xfl !He8, las
.

La jugada de la partida es un intento blancas no han mej orado su posición en


característico de Lutikov de solucionar relación con la que consigue la textual.
sus problemas por medios tácticos. Sin Un simple vistazo a la posición basta
embargo, en vista de que las piezas blan­ para convencerse de que las blancas tie­
cas son más activas, sería muy afortuna­ nen muy buena compensación por la cali­
do si una tentativa de este tipo tuviera dad. El caballo y los dos peones valen al
éxito. menos tanto como una torre, y además las
15 cxbS axbS blancas ejercen una fuerte presión contra
Después de 15 ... lbd4 16 �xd4 exd4 el seriamente debilitado enroque negro.
17 'ild3 axb5 18 �xb5, las blancas conser­ La amenaza inmediata es 20 .U. d1, con un
van un peón de ventaja. ataque demoledor, de modo que las ne­
16 �xbS gras tienen que adoptar medidas inmedia­
Las blancas siguen la combinación de tas para reducir la presión sobre la gran
las negras, y sacrifican calidad. La pasiva diagonal.
16 �b3 ltJd4 17 Axd4 exd4 difícilmente 19 .
. . f6
es de considerar, ya que la masa de peones Mejor que 19 ... c6, a lo que seguiría 20
KERES-LUTIKOV, PÁRNU. 1971 223

0,f6+ �xf6 21 �xf6 �d6 22 l:tdl �e6 23


�f4, con ataque decisivo de las blancas.
Por ejemplo: 23 ... h6 24 eS gS 2S �f3 l:!. aS
26 h4 y el flanco de rey negro comienza a
derrumbarse.
20 �c3 c6
Las negras se defienden lo mejor que
pueden y ahora tratan de expulsar a las
piezas blancas de sus activas posiciones
centrales. Sin embargo, el respiro sólo es
momentáneo. El alfil de c3 está perfecta­
mente defendido y no hay perspectivas
reales de que las negras puedan desalojar­
lo de su posición . Esto le reporta a las
blancas una permanente presión contra el plemente a c3) 24 . . . hxg6 2S �xf4 �fS
flanco de rey negro y ata sus piezas a la (2S ... �e7 26 �g4, con doble ataque so­
defensa del punto f6. bre eS y g6) 26 eS fxeS 27 �g4 �eS 2S
21 tbf4 l:t f7 �xg6+ l:tg7 29 �fS , las blancas ganarán
22 h4 el peón de eS. Con tres peones por la cali­
A pesar de la ventaja de las blancas, no dad, las blancas deberían ganar, incluso
existe una forma inmediata de ganar. Por aunque se cambiasen damas.
el momento las negras han defendido sus La mejor defensa de las negras era 23
puntos débiles y las blancas tienen que . . . gS , pero incluso en tal cas o , 24 tb e6
"trabajar" el flanco de rey negro, si quie­ �d7 2S tbd4 conduce a la ocupación de la
ren progresar. La idea de esta jugada es débil casilla fS. Entonces la partida podría
seguir con h4-hS, cambiar en g6 y crear así continuar con 2S . . . �eS 26 tb fS c;t> hS 27
una nueva debilidad en tal casilla. Si las �xeS fxeS 2S l:tdl �e6 29 �g3, cuando
negras contestan a hS con ... gS, entonces la las amenazas 30 �xgS y 30 l:td6 no dejan
debilidad se crea en fS. a las negras con más opción que devolver
22 ... �d6 la calidad en fS. Sin embargo, el peón ex­
Una reacción natural. Las negras no tra de las blancas , junto con los débiles
sólo impiden que las blancas jueguen eS, peones de las negras y su rey expuesto, le
sino que preparan ... �eS para anular el concederían a las blancas una posición ga­
peligroso alfil enemigo. nadora.
23 h5 ... (Ver diag. 446) 24 tbe6
El momento crítico. La idea defensiva de las negras se ba­
23 ... �c7? saba en la línea 24 hxg6 hxg6 2S tb xg6
Esta jugada conduce a un rápido co­ �h2+ 26 c;t>hl l::t h7, con algún contrajue­
lapso de la posición negra. Era tentador li­ go, pero incluso esto sería bueno para las
quidar con 23 ... �xf4, pero después de 24 blancas después de 27 �g4! c;t>f7 2S tbh4
hxg6 (24 �xf4 gxhS 2S eS �dS 26 exf6 l:tgS 29 �fS .l:th6 30 g3. Sin embargo, las
l:teS 27 l:tel l:txel+ 2S �xel también es blancas no tienen necesidad de implicarse
prometedor, ya que el alfil regresará sim- en complicaciones ya que la textual es
224 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

efectiva para hacer pedazos la posición de mover su caballo de c3, dejando el alfil
negra. La dama debe jugar, pero entonces de b4 dando palos de ciego.
hxg6, seguido de 'it'g4, plantea un ataque 8 tt:Ja4
imparable a g6. Esto parece más natural que 8 i.d2
24 ..• 'it'd7 cxd4 9 exd4 .i.e7 10 �f4 dS y las negras
Después de 24 ... 'ife7 2S hxg6 hxg6 26 han conseguido igualar.
'it'g4, el remate podría ser 26 . . . l:l e8 27 Después de la textual, la amenaza in­
'ifxg6+ �h8 28 lt:JgS .l.lff8 29 g3 (amena­ mediata es 9 a3 it.aS 10 dxcS.
zando 30 �g2) 29 ... 'ifg7 30 �xf6. 8 ••• 'ife7
2S hxg6 hxg6
26 'ifg4 �h7
O bien 26 ... gS 27 'iffS, amenazando 28
'it'g6+ y 28 it.xf6.
27 it.xf6 �f4
Si 27 ... ll xf6, 28 tt:JgS+ gana la dama
negra.
28 'ifxf4 ( 1-0)

PARTIDA N.o 98
TIMMAN-KERES
Amsterdam. 1971
Defensa Nimzoindia

1 d4 tt:Jf6 Después de 8 ... cxd4 9 a3 �e7 10 exd4


2 c4 e6 d6 (la ventaja de haber jugado a3 y tt:Ja4 es
3 tt:Jc3 �b4 que puede contestarse a 10 . . . dS con la
4 e3 c5 fuerte 11 eS) 11 .i.f4 tt:Jbd7 12 lle1 lle8
S tt:Jf3 b6 13 �fl dS 14 tt:Jc3 dxc4 1S it.xc4 l:. c8 16
6 �e2 ...• .i.b3, Sajarov-Ionov (Semifinal Campeo­
Una fea y pasiva jugada. La lucha por nato URSS, 1983), tenemos un caso típico
el control de la casilla e4 es fundamental de peón dama aislado, que puede evaluar­
en la Defensa Nimzoindia, de modo que se como igualado.
aquí es más natural 6 �d3 cuando, des­ 9 a3 �as
pués de 6 ... �b7, el juego revierte a una 10 dxc5
línea estándar (que, por cierto, a veces es Keres criticó esta jugada, pero no veo
llamada Variante Keres). una mej or alternativa. La rutinaria 10
6 ••• �b7 �d2 .i.xd2 11 tt:Jxd2 cxd4 12 exd4 tt:Jc6 es
7 0-0 0-0 igual, pero 10 tt:JeS ! ? d6 11 tt:Jd3 tt:J a6 12
Q u i z á l a lín e a más precisa sea 7 . . . l:t b1 es más interesante, tratando de ex­
�xc3 8 bxc3 d6, cuando las negras tienen plotar la posición del alfil de aS , prepa­
una posición muy sólida. La j ugada tex­ rando b4. Las negras responden 12 . . . dS,
tual le concede a las blancas la posibilidad cubriendo de nuevo b4, y ahora la conti-
TIMMAN-KERES, AM STERDAM .1971 225

nuación táctica 13 dxcS bxcS 14 lbdxcS? d6. Por ejemplo: 14 lbd4 a6 1S il.d2 lbbd7
lbxc5 lS lbxcS �xcS 16 b4 �c7 17 bxaS 16 f3 liJeS 17 l:r. bl lb fd7 resultó ligera­
dxc4 no da buen resultado, ya que las ne­ mente mejor para las blancas, en la parti­
gras cuentan con un peón pasado de ven­ da Taimanov-Matanovic (match URSS­
taja. 13 cxdS es un refinamiento de esta Yugoslavia, 196S ) . S i n embargo , e n la
idea, esperando 13 . . . exdS 14 dxcS bxcS continuación las negras consiguieron de­
1S lbaxcS lbxcS 16 lbxcS �xc5 17 b4 y las sarrollar u n peligroso contraj uego: 18
blancas están claramente mejor. El punto �el fS 19 �g3 eS 20 lbb3 lbe6 21 l:r. fdl
flaco es que las negras juegan 13 ... lbxdS f4 22 exf4 lbxf4 23 ..tfl l:r. f6 24 �t2 y aho­
14 dxcS bxcS y, aunque las negras tienen ra hubiera sido muy peligroso 24 ... lbh3+!
un peón aislado, las piezas blancas están 2S gxh3 �xf3. El peligro de jugar 13 ... d6
mal coordinadas puesto que la torre de bl es que las negras nunca conseguirán recu­
y el caballo de d3 apuntan a b4 y ahora tal perar su peón.
avance es imposible. Las piezas menores La sencilla 13 ... �xaS probablemente
blancas, en particular, no defienden efi­ sea la mejor, aunque las blancas pueden
cazmente a su rey. aspirar a la ventaja, ya que sus dos alfiles
10 bxcS son algo más importantes que su peón e
11 lbxc5 �xc5 aislado.
12 b4 �c7 14 g3?!
Las negras n o p u e d e n j ugar 12 . . . Enfren t a d o a l a amenaza d e mate,
..txb4? 13 axb4 �xb4, debido a 14 �a3, Timman responde bloqueando instintiva­
ganando calidad. mente el ataque sobre h2. Sin embargo,
13 bxaS lbg4 esto crea una debilidad permanente sobre
la diagonal hl-a8 y más tarde veremos
muchas líneas en las que las negras explo­
tan este voluntario debilitamiento.
La mejor jugada era 14 l:r. el ! , cuando
14 ... ..txf3? pierde material tras lS ..txf3
�xh2+ 16 �fl �hl+ 17 �e2 �h4 18 g3.
Por lo tanto, las negras tendrían que conti­
nuar más tranquilamente con 14 . . . lb c6,
pero incluso entonces lS h3 lbgeS 16 �d2
favorece a las blancas, ya que las negras si­
guen sin poder tomar en aS.
14 ... lbc6
Mej or que 14 . . . �xaS lS lb d4 y las
blancas tienen ventaja.
15 .id2 lbxaS
Las negras quieren forzar la jugada de­ Las negras han recuperado su peón y
bilitador a g3, cuando su alfil de b7 sería cuentan con una posición confortable, de
muy efectivo. Sin embargo, veremos que modo que las blancas deberían pensar en
g3 no es obligado. mantener la igualdad y enfocar el j uego
Tampoco conseguía la igualdad 13 . . . hacia las tablas.
226 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

16 lbgS?!
El comienzo de un plan muy ambicio­
so, que implica un ataque contra f7. El
propio Keres indicó que 16 ..txa5 (16 1:. b1
también conduce a una posicón más o me­
nos igualada) 16 ... ti'xa5 17 ti'xd7 .ixf3
18 .ixf3 lbe5 19 'it'b7 l:r. ab8 20 'it'e4 f5 21
'it'f4 h6, amenazando 22 ... g5, era ligera­
mente favorable a las negras, pero las
b lancas disponían del golpe táctico 22
.id5 ! , con una posición prácticamente ga­
nada. En consecuencia, las negras debe­
rían contentarse con 19 ... tt:Jxc4 20 'it'b4
'it'xb4 21 axb4 1:. ab8, que conduce a ta­
blas. 25 ..te7 y las blancas ganan, ni tampoco 20
16 lbf6 . .. a5 ! ? 21 ..te7 lbd5 22 'it'b1, con compli­
17 .ib4 l:r. fc8 caciones poco claras) 21 lb f7+ cJ;; g8 y el
18 .ihS? temerario alfil ha sido reemplazado por
Coherente, pero erróneo. 18 .id6 'it'c6 un caballo igualmente incansable: después
19 .i f3 'it' xc4 también es malo, pero la de 22 .ig6 'it'c6 23 f3 tt:Jxe3 24 lbe5 'it'a6
continuación 18 l:r. c1 h6 19 lbf3 lbe4 sería 25 .if7+ cJ;; h8 26 lb g6+ cJ;; h7, las negras
aproximadamente igualada. ganan material sin permitir ningún peli­
18 •••
tt:Jxc4! groso contrajuego.
En contraste con la j ugada 14 de las 20
•.• h6
blancas, Keres no juega la respuesta refle­ Keres evita la trampa 20 . . . 'it'e5? 21
ja 18 ... g6? ! , que expulsaría el alfil a costa ..txe6 ! 'it'xd4 (21 . . . 'it'xg5 22 .i xc4) 22
de debilitar la diagonal a1-h8. En lugar de lbf7+ cJ;; g8 23 lbh6+ y las blancas fuerzan
ello, permiten a las blancas ej ecutar su el jaque perpetuo.
amenaza, demostrando que no lo es en ab­ 21 f4
soluto. La captura en f7 sólo conduce a un Las blancas no pueden evitar las pérdi­
simple j aq u e , pero después las piezas das de material, de modo que abandonan
blancas quedarán extraviadas en territorio el caballo con la esperanza de poder expo­
enemigo, y sólo pueden retirarse en total ner al rey negro. Sin embargo, todos sus
desorden. esfuerzos son en vano, por culpa de la de­
19 .ixt7+ cJ;; h8 (Ver diag. 449) bilidad de la diagonal h1-a8. 21 lbh3 lbe5
20 'it'd4 conduce al desastre en f3, mientras que 21
Las blancas continúan jugando al ata­ 'it'h4 'it'e5 22 lb h3 'it'f5 también es poco
que, a pesar de que se arriesgan a perder esperanzador: el alfil sigue extraviado y la
una de sus aventureras piezas. Por otra amenaza ... lb e5 le costará material a las
parte, la tentativa de ataque 20 .ih5 no es blancas (23 f4 pierde por 23 ... 'it'e4).
muy seductora, porque las negras replican 21
••• hxgS
20 ... h6! (no 20 ... lbxh5? 21 'it'xh5 h6 22 22 fxgS 'iVc6
lb f7+ cJ;; h7 23 tt:Jxh6 ! gxh6 24 'it'f7+ cJ;; h 8 Si no fuera por la posición expuesta de
TIMMAN-KER E S, AMSTE R DAM .1971 227

su rey, las blancas pronto podrían recupe­ Otras líneas también p i e rd e n . Por
rar la pieza, después de 22 ... ltlh7 (no, por ej emplo: 23 e4 eS 24 'ifxc4 Wb6+, o 23
supuesto 22 ... ltle4? 23 ll f4, ganando) 23 Wh4+ ltlh7 24 e4 'ifxe4 25 'ifxe4 �xe4 26
g6. g6 ltlg5.
23 ll a2 23 ••• ltleS!
Había otras líneas ganadoras, pero és­
ta es la más simple. Hay dos amenazas di­
rectas: 24 . . . ltl xf7 y 24 . . . ltl f3 + , pero al
despej ar la columna e, esta jugada de ca­
ballo plantea una tercera amenaza. Las
blancas no pueden pararlas todas.
24 gxf6
Si 24 'ifxeS , 24 . . . W hl+ conduce al
mismo mate.
24 ... 'ifhl+
25 �f2 'ifg2+
( 0-1)
Las blancas se rindieron, en vista de 26
450 �el ll cl+ 27 Wdl ltld3++.
228

10

Últimos años

En los años 1972 y 1973 vemos que los re­ dos. Su juego allí resultó mucho menos
sultados de Keres van empobreciéndose. fiable que de costumbre. Comenzó muy
Aunque sigue siendo un gran maestro bien, con tres victorias consecutivas, a las
muy fuerte, su tendencia a cometer graves que siguió una partida ganada con fortuna
errores va en aumento. Su reacción natu­ ante Larsen en la quinta ronda y sendas
ral era jugar seguro siempre que fuese po­ victorias merecidas en las rondas sexta y
sible y confiar en su excelente técnica de octava. En ese momento el primer puesto
finales. Aunque esta actitud produjo algu­ parecía que le estaba claramente reserva­
nas p artidas muy instructivas desde el do. Pero entonces perdió ante Portisch, y
punto de vista técnico, su deslumbrante volvió a perder, dos rondas más tarde, an­
capacidad táctica sólo haría acto de pre­ te Evans, y la victoria en el torneo queda­
sencia muy de tarde en tarde. ba ya fuera de su alcance. Keres finalizó
Sin embargo, el año 1972 comenzó con con dos rápidas tablas y acabó situado en
un buen resultado para él, en el Campeo­ el quinto puesto, con un punto menos que
nato por equipos de las repúblicas soviéti­ los vencedores, Karpov, Petrosian y Por­
cas, que se celebró en Moscú. Keres sumó tisch. Sin embargo, le quedó el consuelo
5 puntos en 7 partidas, sin perder ninguna. de ganar el premio de brillantez por su
También consiguió un resultado sólido en partida contra D. Byrne (N.0 100).
Saraj evo, con 4 partidas ganadas y 11 ta­ Keres j ugó de nuevo en Tallinn, en
blas, pero esto sólo fue suficiente para marzo de 1973. En este fuerte torneo per­
compartir el 3 .0/5 .0 puestos, con Jansa y dió tres partidas, pero ganó seis y finalizó
Hort, detrás de Szabo y Petrosian. Sin em­ empatado en el 3.0/6.0 puesto, con Bala­
b argo , produj o una partida fascinante shov, Bronstein y Spassky. El vencedor fue
contra Ivanovic (N.0 99). Keres ganó las Tal, que consiguió el increíble resultado
t r e s p ar t i d a s d e l match p o r e q u i p o s de 12 puntos (de 15 partidas) , mientras
URSS-Hungría que tuvo lugar en mayo Polugaievsky fue segundo, con 10,5. En la
en Budapest. Una de las victorias lo fue partida contra Westerinen (N.0 101) reali­
contra Barcza y las otras dos contra Honfi. zó un inusual sacrificio de calidad. En
Su principal torneo de 1972 fue, no obs­ Dortmund, las once tablas de Keres fue­
tante, el de San Antonio, en Estados Uni- ron demasiadas para aspirar a una de las
IVANOVIC - KERES, SARAJ EVO , 197 2 229

primeras posiciones. Al final, compartió increíble éxito: 10,5 de 15, sin sufrir derro­
con Keene el 6.0n.o puestos. Más tarde, en ta alguna, un punto entero por delante de
el mismo año, Keres participó en el Inter­ Spassky y F. Olafsson. He elegido su exce­
zonal de Petrópolis, su primer torneo en lente victoria ante Tal (N.0 102) de este
un ciclo del Campeonato Mundial desde evento. En mayo viajó a Canadá para to­
el match de 1965 con Spassky. Un comité mar parte en el Open de Vancouver, que
especial se había formado para conceder ganó con la excelente puntuación de 8,5
algunas plazas a discreción. Tales plazas (de 10), sin perder partida. Incluyo su par­
les fueron concedidas sobre todo a maes­ tida de la última ronda contra Browne
tros veteranos y Keres fue uno de los que (N.0 103). Es triste que esta partida fuese
recibió una plaza. Habiendo competido la última jugada por Keres. En su viaje de
tan a menudo en el Torneo de Candida­ regreso a Tallinn sufrió un ataque al cora­
tos, debe ser descorazonador tener que zón y falleció en Helsinki, el 5 de junio de
participar a un nivel inferior. Ciertamente, 1975.
su juego no fue especialmente brillante.
Finalizó con 8 puntos de 17 partidas, la
primera vez que su resultado se situó por PARTIDA N.o 99
debajo del .50 % , desde 1939. El Campeo­ IVANOVIC - KERES
nato de la URSS de 1973 también fue de­ Sarajevo, 1972
cepcionante. Aunque ganó una excelente Apertura Ruy López
partida contra Beliavsky, perdió ante Tal
y Geller. Las restantes 14 partidas fueron 1 e4 eS
otras tantas tablas. 2 ttJf3 ttJ c6
En 1974 Keres sólo participó en un tor­ 3 il.bS a6
neo soviético por equipos, anotándose dos 4 il.a4 tiJf6
victorias y tres tablas, contra una oposi­ S O-O il.e7
ción relativamente débil. 6 l:r. e1 bS
A comienzos de 1 975 Keres tenía 58 7 il.b3 0-0
años. Muchos jugadores, a medida que se 8 c3 d6
hacen mayores, prefieren retirarse antes 9 h3 tiJaS
que aceptar que sus resultados se vayan 10 il.c2 eS
deteriorando. Ese fue, por ejemplo, el ca­ 11 d4 ttJd7
mino elegido por Botvinnik. Otros conti­ Esta línea de la Ruy López se conoce
núan practicando el juego que aman, dis­ como Variante Keres, desde el torneo de
frutando del placer de j ugar al aj edrez, Candidatos de Curac;ao (1962), en el que
aunque eso suponga tener que aceptar los Keres la empleó en cuatro ocasiones, con­
inevitables efectos de la edad como parte siguiendo tres puntos. La idea es prescin­
de la vida. Smyslov eligió este camino. El dir de la normal . . . W/c7 y apoyar el peón
sino de Keres no era ni lo uno ni lo otro. de e5 de distinta forma. La ventaja consis­
En 1975 regresó al ajedrez en Tallinn, la te en que en algunas líneas las negras
ciudad que más se asocia eón el nombre pueden activar sus piezas con un doble
de Keres y en la que sigue siendo recorda­ cambio en d4, seguido de ... il.f6. El incon­
do incluso hoy en día. El resultado fue un veniente es que las negras tienen que aca-
230 EN BUSCA DE LA PERFECCI Ó N

bar desarrollando su dama en cualquier El aspecto negativo de la jugada es que


caso. En la actualidad no es especialmente las ambiciones de las blancas apuntan al
popular, ya que existe la sensación gene­ flanco de rey, de modo que emprender ac­
ralizada de que el desarrollo . . . 'i!/ c7 y ciones en el flanco de dama significa apar­
... �d7 es el más lógico, dejando paso a la tarse del plan real y sólo sirve para abrir lí­
torre de f8. neas y facilitarle a las negras el cambio de
12 lbbd2 piezas.
12 dS y 12 dxcS son las principales al­ 14 a3 es otra posibilidad, tal y como se
ternativas. La segunda fue empleada por jugó en la famosa partida Tal-Keres (Cu­
Fischer en la partida que le ganó a Keres ra�ao 1962, Candidatos) [véase partida N.0
en Cura�ao 1962, es decir, el único punto 87].
ganado por las blancas en las cuatro parti­ 14
••• bxa4
das mencionadas. Una jugada perfectamente razonable
12 cxd4 y, desde luego, mejor que 14 . . . ttJ xd4 15
13 cxd4 ttJc6 ttJ xd4 exd4 16 ltJ f3 , con alguna ventaj a
14 a4 para las blancas, o bien 14 ... b 4 15 lbb3 y
las blancas han conseguido su meta sin
pérdida de tiempo. Sin embargo, el propio
Keres sugirió 14 ... �b7 como la solución
más sencilla a los problemas de las negras.
Esta jugada se ensayó un par de años más
tarde en la partida Beliavsky-Romanishin
(URSS 1974), que continuó 15 axbS axbS
16 l:. xa8 'i!/xa8 17 lbb3 (las blancas han
conseguido situar su caballo en b3, pero a
costa de tiempo y de cambios que han ser­
vido para activar las piezas negras) 17 . . .
lb b 6 1 8 � d 3 'i!/a4 1 9 dxeS dxeS 2 0 �e3
tbc4 21 �xc4 'i!/xc4 22 'i!/dS f! d8 y la po­
sición está igualada. Por ejemplo: 23 'i!/xc4
bxc4 24 lbbd2 se contesta con 24 ... .ib4
Una jugada muy poco habitual. Las ju­ 25 l:tc1 ttJaS 26 ttJxc4 lbb3 27 l:tfl f6 y el
·

gadas más populares son, con diferencia, 14 peón de e4 sucumbe.


tbfl y 14 lbb3, ambas con idea de liberar el 15 �xa4
alfil de el. La idea de 14 a4 sigue siendo ju­ Después de 15 l:. xa4 lb b6 (no 15 . . .
gar lbb3, pero sólo tras haber neutralizado exd4 1 6 ttJ xd4 � b7 1 7 ttJ xc6 � xc6 18
el contrajuego en el flanco de dama que las l:. d4 y la torre blanca se ha activado) 16
negras suelen crear, tras 14 lbb3 aS. Una l':t a1 exd4 17 lbb3 lbb4 18 .ib1 d3, las ne­
vez que el caballo está sólidamente instala­ gras cambian el alfil contrario de casillas
do en b3, sin temer a que sea desalojado blancas, igualando el juego.
con el avance del peón a negro, las blancas 15
••• .ib7?!
tratan de desarrollar sus restantes piezas y Probablemente esta jugada no sea la
organizar un ataque en el flanco de rey. más precisa. 15 ... ttJxd4 16 ttJxd4 exd4 17
IVANOVIC-KERES, SARAJ EVO , 1972 231

tt:Jf3 tt:Jc5 es la línea igualadora más senci­


lla. Por ej emplo: 18 i.c6 l:r. b8 19 tt:J xd4
i.f6 20 �d5 Wic7, seguido de ... Ae6, y la
presión contra b2 dificulta el desarrollo
del alfil dama.
Las negras también podrían haber ju­
gado la más compleja 15 ... lt:Jb4. La tácti­
ca juega en favor de las negras en la línea
16 Wib3 aS 17 �xd7 i.xd7 18 dxe5 Ae6
19 Wia4 dxe5 20 tt:Jxe5 Wic7, amenazando
tanto . . . Wixe5 como . . . 0c2, mientras que
16 i.xd7 Axd7 17 dxe5 lt:J d3 18 l:te3 le
permite a las negras elegir entre la segura
18 ... tt:Jxe5 19 tt:Jxe5 dxe5 20 tt:Jf3 Ab5 y
el interesante sacrificio de peón 18 ... Ab5 que las blancas disponen de u n amplio
19 exd6 �xd6. Quizá la mejor respuesta abanico de posibilidades atractivas. La ju­
sea la sólida 16 lt:Jc4, con la que las blancas gada elegida es muy tentadora para un ju­
mantienen posibilidades de conseguir ven­ gador de ataque, como es Ivanovic, puesto
taja. que en muchas líneas esta torre puede
16 tt:Jc4 trasladarse rápidamente al flanco de rey.
La jugada más evidente, que debería Sin embargo, las complicaciones resultan­
bastar para conseguir alguna ventaj a , si tes no parecen ofrecer a las blancas más
bien el desprotegido caballo de c4 consti­ que la igualdad. Las blancas, por tanto,
tuye una debilidad táctica. 16 lt:Jb3 es poco deberían haber optado por una continua­
más o menos igual de buena. Entonces, 16 ción más posicional, pero ¿qué continua­
... �f6 17 d5 tt:Jb4 (17 . . . tt:Ja7 18 Ad2 es ción concreta? Avanzar en el centro con
muy prometedor para las blancas) pierde 17 d5 tt:J a7 (no 17 . . . lt:J b4? 18 Wib3 y las
material por 18 i.d2 lt:Jd3 19 .i.a5, y 16 ... blancas ganan) 18 i.xd7 'it'xc4 es excelen­
tt:Jxd4 17 tt:Jbxd4 exd4 18 tt:Jxd4 le conce­ te para las negras. Tampoco da resultado
de a las blancas una segura ventaja. Final­ mantener la tensión con 17 ttJ e 3 . Por
mente, después de 16 . . . lLl b6 17 A xc6 ej emplo: 17 ... tt:J xd4 (17 ... lLl b6 18 d5
i.xc6 18 dxe5, las blancas ganan un peón, tt:Ja7 19 i.d2 es favorable a las blancas) 18
aunque es cierto que los dos alfiles le per­ tt:Jxd4 exd4 19 Wixd4 Af6 20 lt:Jd5 Axd5
miten a las negras disponer de alguna (pero no 20 . . . � xd4 21 tt:J xc7 l:r. ac8 22
compensación. lt:Jd5 �xd5 23 i.xd7 l:r.c2 24 exd5 i.xf2+
16
••• Wic7 (Ver diag. 452) 25 c¡f¡> fl) 21 Wixd5 tt:Jb6 22 Wia5 l::t fc8 y,
No hay otra jugada, dado que tanto 16 una vez más, el peón débil de b2 impide
... tt:Jxd4 17 tt:Jxd4 exd4 18 i.xd7 Wixd7 19 que las blancas consigan ventaja .
tt:Jb6 como 16 . . . exd4 17 i.xc6 i.xc6 18 Keres creía que lo mejor era 17 i.d2,
tt:Jxd4 i.b7 19 tt:Jf5 son muy malas para las pero las negras también pueden igualar en
negras. tal caso: 17 ... tt:Jxd4 18 tt:Jxd4 exd4 (18 ...
17 ll a3 Wi xc4? 19 tt:J f5 gana material) 19 : el
Una posición muy interesante, en la tt:Jc5 20 Aa5 Wib8 21 lt:Jb6 �d8 ! (no 21 ...
232 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

.1::[ a7 22 1!fxd4 �f6 23 eS �xeS 24 .1::[ xeS Explotando la posición de la torre de


lbxa4 2S .l::t gS f6 26 lbd7 y la posición ne­ a3. Después de 19 ... lbcS 20 lbfS, las blan­
gra se hunde) 22 1!fxd4 (no hay nada me­ cas tienen una peligrosa iniciativa, ya que
jor) 22 ... �xe4 23 lbxa8 �xaS 24 .l::t xe4 20 ... �xe4 pierde material tras 21 lbxe7+
lb xe4 2S 1!fxe4 1!fxa8 26 1!fxa8 l:l xa8 27 1!fxe7 22 b4 dS 23 lbb6.
.l::t c6 y las complicaciones derivan a un fi­ 20 .l::t g3!
nal de tablas. Las blancas están obligadas -a atacar.
Creo que la jugada más precisa es 17 Después de 20 exdS �xa3 21 dxc6 (o 21
b3, que impide 17 . . . lb xd4, a causa del lbxc6 �eS) 21 ... �b4 22 �d2 �xd2 23
doble b6 al final de la línea, mientras que l::t e7 � b4 24 1:. xd7 1!ff4, las blancas tie­
después de 17 . . . exd4 18 � xc6 � xc6 nen alguna compensación por la calidad,
19 lb xd4 �f6 20 � f4 �eS 21 lbxeS dxeS pero sólo pueden esperar, como mucho, la
22 l:. el exf4 23 l::t xc6 1!feS 24 lbf3 1!fe7 igualdad.
2S .1::[ c7 , l a s bla ncas conservan cierta 20 dxc4
presión. 21 lbfS
17 ... exd4!?
Esta j ugada de doble filo da lugar a
complicaciones que, eventualmente, resul­
tan bien para las negras. También es com­
plejo 17 ... dS, y conduce a la igualdad tras
18 e x d S lb xd4 19 d6 � x d 6 20 lb x d 6
1!fxd6 2 1 �xd7 (no 21 lbxd4 exd4 22 .1::[ d3
lb eS ! y las blancas tienen problemas, ya
que 23 l:f.xd4 pierde por 23 ... 1!fg6, mien­
tras que después de 23 �f4 1!fdS 24 l::t g3
lbg6, no está claro cómo van a recuperar
las blancas su peón) 21 . . . �xf3 22 gxf3
1!fxd7 23 l:f.xeS .l:l ad8 24 �e3.
Las negras disponen de una sólida y
válida alternativa, 17 . . . lbxd4 ! 18 lb xd4
exd4 19 1!fxd4 (19 �xd7 1!fxc4) 19 ... dS ! 21 �f6
20 .U. a1 (no hay nada mejor: si, por ejem­ En esta complej a posición Keres opta
plo, 20 .l:l g3, entonces 20 ... 1!fxg3 ! 21 fxg3 por la mejor defensa, pues 21 ... lbf6? 22
� eS , o bien 20 .l:l c3 �b4) 20 . . . �eS 21 l::t xg7+ �h8 23 1!fd2 le daría a las blancas
1!fd2 (21 1!fd1 lbb6 y el peón de f2 cuelga un ataque muy peligroso. Por ejemplo, la
tras un cambio en b6) 21 ... lb f6 22 exdS evidente 23 . . . � xe4 falla por 24 .l:l xe4
lbxdS. Aquí los alfiles negros apuntan de .1::[ ad8 2S n xe7 1!f xe7 (2S 0 0 0.1::[ xd2 26
forma amenazadora al flanco de rey ene­ l::t xc7 l:t d1+ 27 � h2 .l::t xc1 28 l:t gxf7
migo, mientras que las blancas todavía tie­ l:t xf7 29 .1::[ xf7 lbg8 30 .1::[ f8 le concede a
nen que organizar el desarrollo de su flan­ las blancas un final ganado) 26 1!fgS 1!feS
co de dama. 27 f4 y la dama negra no puede mantener
18 �xc6 �xc6 el control de g7. Tampoco sirve 23 ... 1!feS,
19 lbxd4 dS debido a la respuesta 24 1!fh6 (amenazan-
IVANOVI C - KERES, SARAJ EVO , 1972 233

do ,.tg5) 24 . . . A xe4 25 !1J xe7 'Wlxe7 26


Ag5 !1Jg8 27 l:l xg8+ l:l xg8 28 �f6+, ga­
nando la qama con jaque.
22 l:r.xg7+
No 22 Ah6 g6 y el ataca llega a punto
muerto.
22
••• �xg7
D e spués d e 22 . <;it h8 23 l:r. xh7 +
. .

<;i;> xh7 24 'Wlh5+ <;i;> g8, las blancas tienen


tablas por j aque perpetuo, pero también
podrían jugar a ganar con 25 l:l e3 l:t.fd8 26
l:f.g3+ (26 !1J h6+ <;i;> g7 27 'Wixf7+ <;i;>h8 28
!1Jf5 también parece muy peligroso) 26 ...
'Wlxg3 27 fxg3, cuando, a pesar de su teóri­
ca ventaj a material, las negras se enfren­ Las complicaciones inmediatas han fi­
tan a serios problemas a causa de su ex­ nalizado y ahora podemos tomarnos una
puesto rey. pausa para evaluar la situación. A menu­
23 'Wlg4 'WleS do sucede que un ataque con sacrificios es
24 �h6 'Wlf6 neutralizado por el defensor mediante la
Única. 24 ... l:r.fe8 pierde por 25 �xg7 entrega de la dama, de modo que este ca­
'Wfxf5 26 exf5 l:l xel+ 27 <;i;>h2 l:r.e4 28 'Wlg5 so es habitual. Las negras siguen conser­
f6 29 Axf6+ <;i;>f7 30 'Wlg7+ <;i;>e8 31 'Wlg8+ vando una pequeña ventaja material, a pe­
!1Jf8 32 Ag7, ganando el caballo contrario sar de la pérdida de su dama, pero en una
de f8, y las blancas quedan con demasia­ lucha entre una dama contra diversas pie­
dos peones. zas, no es el cálculo del valor teórico lo
25 �xg7 que cuenta. La dama se encuentra en el
Las blancas no tienen nada mejor que apogeo de su fuerza en una situación de
jugar a ganar la dama negra. Después de ataque, cuando el rey enemigo está ex­
25 e5 !1Jxe5 26 l:r.xe5 l:r.fe8 (pero no 26 ... puesto y cuando el ejército contrario está
l:l a e 8 ? 27 � xg7 'Wl g6 28 � f6 ! h 6 29 mal coordinado. El poder de ataque múl­
!1Jxh6+ <;i;> h7 30 l:r.h5, ganando) 27 �xg7 tiple de la dama significa también que
'Wlg6 28 l:r.xe8+ l:l xe8 29 Ac3, las blá:Jcas puede explotar la posición de piezas des­
no tienen suficiente compensación por la protegidas. En consecuencia, el factor de­
calidad. cisivo es a menudo si queda o no ataque, a
25
••• 'Wlg6 pesar de los esfuerzos del bando defensor.
26 !1Je7+ En el comentario a la jugada 22 de las ne­
26 � c3 plantea algunos trucos, pero gras hemos visto una situación en la que,
las negras pueden refutar el ataque con 26 aunque las negras contaban con dos torres
. . . l:r.fe8 27 !1Jh6+ <;i;> f8 28 �b4+ <;i;>g7 29 y un alfil por la dama, se encontraban en
!1Jf5+ 'iit h8. una situación difícil. Por esa razón, la en­
26 <;i;>xg7 trega de la dama impidió el inminente de­
27 !1Jxg6 hxg6 sastre, pero las blancas siguen conservan­
28 eS do buenas posibilidades de ataque. En la
234 E N BUSCA DE LA PERFE CCI ÓN

presente posición, la ventaja material de ltJf8, controlando firmemente el punto e6,


las negras es mucho menor, pero el trasla­ y las negras tienen ventaja.
do del peón de h7 a g6 ha dado más segu­ 30 Wd4
ridad a la posición de su rey. Otro punto Las blancas se encontraban en fuertes
importante es que la dama colabora bien apuros de tiempo y su juego, carente de
con otras piezas, pero es menos efectiva plan, permite en las próximas jugadas asu­
por sí sola. Aquí las blancas sólo cuentan mir la iniciativa a las negras. Keres comen­
con una torre para operar con su dama, tó que jugar f4 y g4 sería muy arriesgado
pero la torre está mal situada para atacar para el rey blanco. Sin embargo, creo que
al rey negro. éste era precisamente el plan correcto pa­
Teniendo todo esto en cuenta, pode­ ra las blancas. Es cierto que desnudar al
mos evaluar la posición como igualada, en rey blanco implica ciertos riesgos, pero las
el peor de los casos, para las negras. Sin piezas negras no están lo bastante bien
embargo, hay otros factores que atenúan coordinadas para poder explotar este factor.
una posible ventaj a negra. El primero es Si las blancas actúan con pasividad, enton­
"que aunque el grueso del ataque ha sido ces las negras consolidarán su posición pa­
rechazado, las blancas tienen una mayoría ra hacer que les resulte mucho más difícil
de cuatro peones contra dos en el flanco a las blancas crear contrajuego alguno. La
de rey. Si las blancas pudieran avanzar al­ mejor línea es 30 f4 �b5 31 Wd4 l:l c8 32
gunos peones y cambiar uno de los que g4 l:l c4 33 Wd2 l:. e8 (33 ... ltJc5 34 f5 l:tc6
protegen al rey negro, entonces el ataque 35 e6 fxe6 36 Wg5) 34 b3 l:l. c5 35 h4, con
blanco sería reavivado. Por otra parte, en una posición confusa.
este momento las piezas negras no están 30 000 .U. b8
bien coordinadas. Las torres todavía tie­ 31 l:l cl
nen que entrar en juego y el caballo es po­ Las blancas quizá podrían haber inten­
co efectivo en d7 (estaría mucho mejor si­ tado 31 f4 l:l b5 32 l:l c1 l:l d5 33 Wf2, se­
tuado en e6). guido de h4. La textual amenaza l:l xc6.
28 000 l:l fe8 31 000 l:l b7
Keres decide entregar el peón de c4, 32 b4 ttJf8
aunque eso signifique decir adiós a su ven­ Las negras han mejorado sustancial­
taja material. Si las negras se aferran al ment� su posición. El caballo defiende el
peón, con 28 ... �b5, entonces 29 e6 ltJf6 flanco de rey y está listo para situarse en
30 'i!fd4 fxe6 (o 30 ... .ll ad8 31 'i!fa7, segui­ e6, si fuera necesario.
do de e7 y el peón blanco se vuelve peli­ 33 h4 �g8
groso) 31 l:r.xe6 ll ae8 32 l:t.d6 y las negras 34 l:l c5 �d7 (Ver diag. 455)
sufren una clavada muy molesta. 35 f3?
29 'i!fxc4 l:l e6?! Un grave error, que pierde el peón de
La torre no es un buen bloqueador y b4 a cambio de nada. Lo correcto era 35
mej or hubiera sido j ugar 29 . . . � b5 30 'iff4 l:l eb6 36 l:l c4 �e6 37 .U. d4, defen­
'i!fd4 �g8 (después de 30 ... .U. ad8 31 e6+ diéndolo todo. Entonces sería muy difícil
ttJ f6 32 'i!V b 6 fx e 6 33 l:l x e 6 ,!;! x e 6 34 para las negras hacer progresos sin expo­
Wxe6, el rey negro está expuesto a los ja­ ner a su propio rey, y las tablas serían el
ques y las tablas son casi seguras) 3 1 f4 resultado más probable.
IVANOVIC-KERES, SARAJ EVO, 197 2 235

para generar un contraj uego real. S i las


blancas j uegan h5, entonces las negras
pueden contestar ... gxh5.
41 h5
La jugada secreta.
41 ... :! d5
Una respuesta sorprendente, que con­
funde a las blancas. Una continuación más
ortodoxa habría sido 41 . . . lt::l e6, aunque
las blancas conservarían posibilidades de
tablas con 42 'YWf6 �b1 43 l:t a3 gxh5 44 f4
I:t d3 45 11 xd3 �xd3 46 �f2 (pero no 46
f5? l:tbl+ 47 �h2 l:tfl), por ejemplo, 46 ...
l:t b2+ 47 � e3 � fl 48 f5 :t e2+ 49 � f3
35 l:t eb6 lt::l d4+ 50 �f4 .l:l xg2 51 �e3 y la activa da­
36 l:t c4 �e6 ma blanca aporta contrajuego.
37 l:r.c2 l:r.xb4 42 hxg6?
La posición debería estar ahora gana­ Este cambio elimina muchas de las
da para las negras. Si las blancas no hacen amenazas blancas contra el rey enemigo y
nada por impedirlo, el peón pasado a re­ le da a las negras tiempo para entrar en
sultará decisivo, de modo que están obli­ acción con sus torres. La única buena ju­
gadas a crear amenazas contra el rey ne­ gada era 42 h6, en cuyo caso las negras
gro. Sin embargo , las amenazas serán tendrían que tener mucho cuidado con su
ahora mucho menos peligrosas, ya que to­ rey. Entonces 42 ... :l xe5 sería malo, debi­
das las piezas negras están bien situadas. do a 43 'YWd8, y ni 42 ... lt::l e 6 43 Wf6, ni 42
38 'YWd8 : d7?! . . . :t e6 43 f4 son muy convincentes. Las
Las negras comienzan a perder el rum­ negras conservan algunas posibilidades
bo y se limitan a expulsar la dama sin nin­ ganadoras después de 42 ... aS, pero al me­
guna meta constructiva in mente. Un plan nos las blancas tienen perspectivas de lu­
seguro era 38 ... :t b2 39 :t xb2 (las blancas cha.
no pueden permitir que las torres negras 42••• �xg6
se instalen en la segunqa fila) 39 ... l:txb2, Amenazando 43 ... f6.
o bien 38 ... l:t7b5 39 l:r.e2 aS, atando a la 43 f4 lt::l e6
torre blanca, y avanzando a continuación 44 Wf6 l:t d1+ (Ver diag. 456)
el peón a. Dado que las casillas a4 y a2 ya 45 �f2?!
están cubiertas, el peón a podría avanzar Después de esta jugada, la partida de­
muy rápidamente. bería haber finalizado. 45 �h2 habría sido
39 'YWg5 �f5 una defensa mucho más tenaz. Aunque las
40 .U. a2 l:t b6? negras tendrían, en tal caso, un buen nú­
Un grave error en la última jugada del mero de líneas prometedoras, no es fácil
control de tiempo. La línea correcta era 40 encontrar una claramente ganadora. La
... lt::l e6 41 'YWf6 �d3 42 g3 �c4 43 l:tf2 aS jugada más evidente es 45 .. :t bbl, cuan­
.

y las piezas blancas son demasiado pasivas do 46 :t xa6 pierde por 46 . . . :1 hl+ 47
236 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

Lo mejor es 45 ct>h2, a lo que se con­


testaría con la propia recomendación de
Keres, 45 . . . l':t f1 46 l::f. a4 1:1 bb1 (46 . . .
�d3? 47 f5 llxf5 48 l!fh6 le concede a las
blancas un peligroso contrajuego) 47 Il c4
(después 47 l:txa6 llh1+ 48 ct>g3 l:tb3+ el
juego ha traspuesto a la primera línea del
párrafo anterior) 47 . . . l:t h1+ 48 cJi> g3
tt:l g7, cuando las negras disponen de un
ataque decisivo. Por ej emplo: 49 .U. c8+
ct>h7 50 li'd8 l:tb3+ 51 ct>t2 Il b2+ 52 ct>g3
tt:lf5+ 53 ct>f3 tt:lh4+ 54 ct>e3 tt:lg2+ 55 ct>f3
456 tt:l h4+ 56 'it> e3 tt:l f5+ 57 'it> f3 l:th3+, ga­
nando.
ct>g3 .:. b3+ 48 ct>g4 (48 ct>t2 .:. b2+ 49 ct>f3 45 ••• Abl
l:tfl+ 50 ct> g3 �e4 liquida a las blancas) 46 l:l a4
48 ... tt:lg7 ! 49 li'd8+ ct>h7 y las blancas tie­ La torre blanca debe abandonar la se­
nen que jugar 50 1:[ xg6 para evitar el ma­ gunda fila, porque 46 l:t e2 � d3 gana el
te. Sin embargo, una mejor defensa es 46 peón f blanco (si 47 f5, entonces sencilla­
f5 ! Las blancas pueden seguir resistiendo mente 47 ... �xe2). Ahora, sin embargo,
después de 46 . . . tt:l f4 47 l!fe7 o de 46 . . . la otra torre negra se incorpora al ataque
l:tfl 47 llxa6, pero 4 6 ... liJeS parece muy con ganancia de tiempo.
fuerte, amenazando 47 . . . l:l h1+ 48 ct> g3 46 l:t b2+
tt:l e4+. Si l a dama se alej a , entonces las 47 'it>g3 Il gl
bl ancas pierd e n . Por ej emplo: 47 l!fc6 48 .U. c4
: h1+ 48 ct> g3 .:. b3+ 49 ct> g4 .:. b4+ 50 Si 48 l:txa6, entonces 48 ... ..te4 gana.
Rg3 (después de 50 ct> f3 il. h 5 + 51 g4 48 ... l':t gxg2+
.l:t xg4 52 l:t g2 l:t fl+ 53 ct> e3 l:t e1+ 54 49 'it>h3
ct> d2 l:txe5 55 li'c8+ ct>h7, la ventaja ma­ O bien 49 ct>f3 tt:lg5+ 50 'it>e3 l:tg3+ 51
terial de las negras decide, ya que las blan­ ct>d4 tt:le6+ 52 'it>d5 Aa2 y las negras ga-
cas no pueden explotar la mala situación nan.
de las piezas contrarias) 50 . . . tt:l e4+ 51 49 ... l:t g6?
ct>f3 (51 ct>f4 Axf5) 51 ... l:tb3+ 52 ct>xe4 Un error que hace la victoria más com­
n h4+ 53 ct> d5 1:1 d3+ 54 ct> c5 : c3+ y la plicada. La regla básica en tales posiciones
dama cae. No es mejor la jugada alternati­ es que si se puede ganar con jaques, hay
va de dama 47 l!f e7 , después de 47 . . . que hacerlo así. La razón es que con esa
: h1+ 4 8 ct> g3 .:. b3+ 4 9 ct> g4 � h5+ 50 técnica se reducen las posibilidades de co­
ct> g5 l:tg3+ 51 ct> f4 l:tg4+ 52 ct>e3 l:te4+ meter un error de cálculo o de omitir un
53 ct>d2 1:[ e2+ 54 ct>c3 .U. xa2. Sin embar­ recurso del oponente. Aquí las negras po­
go, las blancas tienen una mej or defensa dían haber ganado de corrido con 49 . . .
con 47 l:ta4 ! (47 l:te2 también puede ser tt:l g5+ 5 0 fxg5 l:t h2+ 5 1 ct> g3 l:t bg2+ 52
posible), y es difícil encontrar una buena ct>f3 l H2+ 53 ct> g3 l:txf6 54 l:tc8+ 'it> h7,
continuación para las negras. con pieza de ventaja.
KERES-D. BYRNE, SAN ANTONIO , 1972 237

50 .l:r. c8+ t2Jf8


51 .l:r. xf8+
51 e6 .l:r. xf6 52 e7 falla por 52 ... �f5+.
51 'ii;> xf8
52 'iWh8+ 'ii;> e7
53 'iWc8
Después de 53 'iWh4+ 'ii;> e 6, no hay más
jaques, de modo que ésta es la única for­
ma de impedir la mortal ... �f5+. Sin em­
bargo, no es sólo una jugada defensiva, ya
que las blancas amenazan ahora tanto 54
'iWc5+ como 54 f5.
53 ... l:t h6+
54 'ii;> g4 .l:t g6+
Keres estaba apurado de tiempo, de 59 ••• l:r. b8
modo que repite jugadas. ( 0-1)
55 'ii;> h3
Las b l ancas podían haber causado
más problemas con 55 'ii;> f3, sobre todo a PARTIDA N.o 100
un oponente en apuros de reloj . Las ne­ KERES-D. BYRNE
gras ganarían de todos modos con la agu­ San Antonio, 1972
da maniobra 55 . . . .l:I bb6 56 f5 (o bien 56 Defensa Grünfeld
'iW c5 + 'ii;> d7 57 'iW d 5 + 'ii;> e 8 5 8 'iW a 8 +
'ii;> e7 y el rey se escapa) 56 . . . � xf5 5 7 1 d4 l2Jf6
'iWxf5 .l:I gf6 ! , pero esta línea no hubiera 2 c4 g6
sido fácil de ver, dadas las circunstan- 3 l2Jc3 d5
cias. 4 t2Jf3 �g7
55 ••• .l:r. b3+ 5 e3
56 'ii;> h4 Keres adopta un sistema tranquilo y no
Después de 56 'ii;> h2, las negras ganan especialmente peligroso contra la Defensa
con la misma maniobra de la nota ante­ Grünfeld. Las líneas críticas implican bien
rior, es decir, 56 . . . l:!. bb6 57 f5 �xf5 58 un cambio en d5, seguido de e4, bien un
'iWxf5 .l::t h6+ 59 'ii;> g3 n bg6+ 60 'ii;> f4 llf6. temprano desarrollo del alfil de el a f4 o
56 l:t h6+ g5. Aunque 5 e3 permite a las blancas de­
57 'ii;> g4 l:t g6+ sarrollar sus piezas del flanco de rey, su al­
58 'iit h4 ••• (Ver diag. 457) fil dama queda encerrado.
58 ••• -tf5! 5 0-0
Una atractiva forma de rematar la par­ 6 cxd5 t2Jxd5
tida. 7 �c4 l2Jb6
59 'iWxf5 8 �b3 c5
Obligado, ya que las blancas no dispo­ 9 0-0 cxd4
nen más que de un jaque: 59 'iWc5+ 'ii;> e 8, o 10 exd4 l2Jc6
59 'iWc7+ 'ii;> e 8. Esta posición puede surgir de diversas
238 E N BUSCA DE LA PERFE CCIÓN

aperturas, como, por ejemplo, la Defensa rico más detallado sobre el tema, a la obra
Caro-Kann (1 e4 c6 2 d4 d5 3 exd5 cxd5 4 Secrets of Grandmaster Play (páginas 186-
c4 lLJ f6 5 lLlc3 g6 6 cxd5 lLJxd5 7 lLJf3 �g7 187).
8 ..t c4 lLl b6 9 �b3 lLJ c6 10 0-0 0-0) . En 12 ... h6
tanto que posición con peón dama aislado, Una respuesta precisa, obligando al al­
ésta es relativamente favorable a las ne­ fil a declarar de inmediato sus intenciones.
gras. El alfil de g7 está bien situado para Es interesante comparar esta partida con
ejercer presión sobre el peón de d4 y las la disputada entre Nunn y Seirawan (Lon­
negras pueden minar este punto con la dres 1984), que prosiguió así: 12 ... ..tg4 13
clavada ... ..tg4. Esto obligaría a las blan­ h3 Axf3 14 'Wxf3 lLJxb3 (probablemente
cas a jugar d5, pero entonces el alfil de b3 sea más precisa 14 ... 'W d7) 15 axb3 'W d7
quedaría tapado por su peón. Las blancas, 16 l:t fd1 lLlc8 17 'We3 l:t e8 18 Af4, que re­
cierto es, disponen de mayor espacio y el sultó favorable a las blancas. En este
peón de d5 puede restringir la posición ne­ ejemplo las negras tuvieron problemas pa­
gra, pero el dictamen general es que las ra realizar la maniobra de bloqueo ... lLlc8-
negras deberían poder igualar. d6, debido a la presión contra los puntos
11 dS lLlaS e7 y a7.
13 �e3
Las blancas tienen poca elección. Des­
pués de 13 �h4 o 13 Af4, las negras res­
ponden 13 ... g5, y a continuación pueden
tomar el peón d, tras . . . lLl xb3, . . . �xc3 y
... 'Wxd5. Después de la textual, sin embar­
go, el peón de h6 quedaría colgando al fi­
nal de la secuencia.
13 Ag4
14 h3 �xf3
15 'Wxf3 lLlbc4
Esta jugada es perfectamente satisfac­
toria para las negras, pero también podían
haberse decantado por la simplificación:
15 . . . lLJ xb3 1 6 axb3 A xc3 1 7 bxc3 ( 1 7
12 �gS ..txb6 'Wxb6 18 bxc3 e 6 19 dxe6 'Wxe6 20
Las blancas deben apuntar a la única c4 'Wb6 21 l:t ad1 l:t fd8, 1 /2-1 /2, Pachman­
debilidad real de la posición blanca: el Kavalek, Netanya 1 973) 17 . . . 'Wxd5 1 8
peón de e7, pero la cuestión es si sería más 'Wxd5 lLJxd5 1 9 Axh6 l:t fd8 2 0 c4 lLl b4,
preciso hacerlo con la textual o con 12 con unas rápidas tablas en la partida Ka­
l:t el. Como veremos en la partida, las ne­ valek-Hort (Las Palmas 1973).
gras no tienen problemas tras 12 �g5, de 16 �el lLlxb3
modo que probablemente 12 l:t e1 sea una La línea más sencilla y segura. Tam­
mejor opción. Éste no es un libro sobre bién es posible 16 ... l:t c8, pero la codicio­
teoría de aperturas, así que remitiremos a sa 16 ... 'Wb6 17 �c2 lLJxb2 es demasiado
los lectores interesados en un debate teó- arriesgada. Por ejemplo: 18 l:t b1 lLlac4 19
KERES-D . BY RNE, SAN ANTONIO , 1972 239

tb a4 'li'aS 20 �xb2 �xb2 21 'li'd3 l:t ac8 pueden ocupar fácilmente b6 con su caba­
22 ttJxb2 tLld2 23 �b3 ttJxfl 24 d6 ! , con llo, mientras esté atacado el peón de b2. Si
un peligroso ataque. las blancas continúan con 20 g4 (para im­
17 axb3 ttJd6 pedir 20 ... 'iffS), entonces 20 ... .l::!: ac8 21
Comparando esta posición con la par­ ttJa4 'li'bS 22 f4 .l:He8 es prometedor para
tida Nunn-Seirawan antes mencionada, las negras.
vemos que mientras que las blancas han 19 .te3
estado moviendo adelante y atrás su alfil,
las negras han completado el traslado de
su caballo a d6, lo que debería concederles
una pequeña ventaja. Sin embargo, una
cosa es tener una pequeña ventaja y otra
mantenerla o incrementarla. El problema
básico de las negras es que aunque sus pie­
zas ocupan buenas casillas, no les resulta
fácil adoptar un plan constructivo . Los
peones doblados de la columna b son muy
útiles para controlar casillas sobre la co­
lumna e, como c4, que de otro modo po­
drían convertirse en puntos fuertes para
una invasión enemiga (por ej emplo, con
. . . .l:t c8-c4) . Las negras querrían cambiar
damas, pero Keres se mantiene atento pa­ 19 b6?!
ra no concederles nunca esa oportunidad. Puesto que las negras jugarán más tar­
De hecho, el mejor plan de las negras pro­ de ... bS, hay que considerar esta jugada co­
bablemente sea avanzar sus peones del mo una pérdida de tiempo. Las negras po­
flanco de dama para expulsar al caballo de drían haber ganado tiempo con 19 . . . aS.
c3. Esta maniobra tendría varios efectos Por ejemplo: 20 �f4 (20 tLl a4 bS es malo
beneficiosos: el peón de dS quedaría debi­ después de 21 ttJb6 l::t a6, o bien 21 ttJ cS
litado, el peón de b2 expuesto, y la colum­ �xb2) 20 ... ll c8 21 .txd6 (21 �eS �xeS
na e se abriría para una posible penetra­ 22 n xeS bS y las negras están listas para
ción de torre. Las negras acaban optando jugar ... b4) 21 ... exd6 22 .U. xe8+ 'ifxe8 23
por este plan, pero sólo tras incurrir en .l:t xaS 'ife1+ 24 �h2 �eS+ 2S g3 �d4, y el
pérdidas de tiempo, lo que permite a las resultado más probable es tablas, después
blancas organizar el contraj uego en el de 26 � g2 � xc3 27 bxc3 J.::t xc3 28 'li'f6
flanco de rey. .l:f. xg3+ 29 fxg3 'ifxaS 30 'li'xd6 'li'a2+.
18 ll e1 .l::!: e8 20 �f4 'li'd7
Una jugada mecánica que no es estric­ El peón de a7 está atacado, de modo
tamente necesaria en este punto, ya que el que las negras necesitan otra jugada pre­
peón de e7 no está amenazado. Más flexi­ paratoria, antes de seguir con . . . .U. c8. En
ble era 18 ... 'li'd7 19 �e3 a6. En tal caso, conjunto, las negras no han encontrado el
20 ttJ a4 'iffS 21 �f4 l::t fe8 22 'li'e3 ll ad8 modo más eficiente de preparar su avance
no es peligroso , porque las blancas no en el flanco de dama.
240 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

21 .U. a4!? Mejor hubiera sido dejar que las blan­


La posición está ahora igualada y hay cas cambiasen en g7, porque en tal caso el
varios planes razonables para las blancas. peón de h6 quedaría protegido por el rey.
21 �e5 sencillamente, es una idea, cuando 24 ... b5 sería una jugada lógica, cuando la
21 ... �f5 22 �xf5 tt:Jxf5 23 �xg7 �xg7 partida podría continuar así: 25 � xg7
24 tt:J b5 l:t ec8 25 g4 tt:J d6 26 tt:Jxa7 .l::t c2 �xg7 26 tt:Je4 (la única forma de tratar de
debería conducir a tablas, mientras que explotar la situación del rey en g7) 26 . . .
después de 21 ... l:r. ad8 22 �xg7 �xg7 23 tt:Jxe4 27 .l:t xf7+ �g8 2 8 l::t xe4 �xd5 29
l:t e5, seguido de .l:t ae1, la presión sobre la 1:[ ff4 ! (29 .:. f6 exf6 30 n xe8+ � f7 3 1
columna e compensa los peones débiles �xd5+ l:r. xd5 es favorable a las negras) 29
de las blancas. La jugada de Keres es más ... ft c1+ 30 �h2 .l::!. c2 31 l:l xe7 .l:t xf2+ 32
combativa, pues evita una temprana liqui­ �xf2 (32 �g1 .l::t fl + 33 �xfl �xf3+ 34
dación. .U. xf3 .l:t xe7 también es tablas) 32 ... .l:t xe7
Es interesante comparar esta partida 33 .l:t f8+ � h7 34 .l::t h8+ � xh8 35 �f8+
con la famosa Tal-Keres en la Defensa Ta­ �g8 36 �xe7 �xb3 37 �e5+ � g8 38
rrasch (N.0 84). La estructura de peones es �e8+ �g7 39 �e7+ �f7 40 �e5+ y las
muy similar aunque, por supuesto, con co­ complicaciones derivan hacia unas tablas.
lores invertidos. 25 .l:t xe5 b5
21 ... l:t ac8 26 �e3 �c7
No 21 ... b5 22 .:_ a6 y el flanco de dama Gracias al caballo de d6, el flanco de
negro parece muy estropeado. rey negro por el momento se sostiene por
22 g4?! sí solo, siempre y cuando el caballo blanco
Esto parece prematuro. Las blancas no pueda incorporarse al ataque. Después
quieren impedir que la dama o el caballo de 26 ... '!J. c7 27 .l::t f3 �g7 28 �d4 �h7 29
negros j ueguen a f5 , pero tal posibilidad tt:Je2 It c2 30 tt:Jf4, por ejemplo, el ataque
no era una amenaza real. De ello se dedu­ comienza a parecer verdaderamente peli­
ce que 22 � e5 hubiera sido una jugada groso.
más flexible. Entonces a 22 ... �f5 seguiría 27 .l:t f3 b4
23 .1::[ f4, mientras que 22 ... tt:Jf5 23 �xg7 28 tt:Je2
�xg7 24 g4 obliga al caballo a retroceder
a d6, y las blancas han ganado tiempo.
22 ... a5
23 �e5 .l:t c5
Las negras no están en condiciones de
jugar ... b5, ahora porque el peón de a5 es­
tá colgando.
24 .l::t f4
La torre cruza el tablero para colabo­
rar en el contrajuego del flanco de rey. Es­
to permite avanzar a los peones negros,
pero las blancas no disponían de otro plan
consistente.
24 ••• �xe5
KERES-D. BYRNE, SAN ANTON IO, 1 972 241

28••• a4? forma con que cuentan las blancas de rom­


Un grave error, después del cual el ata­ per la defensa enemiga, pues, por ejemplo,
que blanco derriba las defensas. También 31 l:l e6 a2 32 l:r. xg6+ fxg6 33 'fi'xg6+ �h8
era dudoso 28 . . . r1; g7 , pues el caballo sólo conduce a jaque perpetuo.
blanco se hace activo tras 29 ltl d4. Por También es insuficiente 31 ltlf4, aunque
ejemplo: 29 ... l:r. cl + 30 �g2 l:r. d1 31 ltlc6 no por la razón que expone Keres, quien
e6 32 ltld4! exd5 33 ltlb5 ltlxb5 34 l:r. xe8 creía que 31 ... a2 32 ltlxg6 al 'it'+ 33 �g2
lbd4 35 l:r. f6! �xf6 36 'it'xh6, con ataque 1Wxe5 le permitiría defenderse a las negras,
decisivo. pero de hecho las blancas conservan un
La d efen s a correcta es 28 . . . � h 7 , ataque decisivo después de 34 ltlxe5 (ame­
cuando 29 ltlf4 l:r. c2 es bueno para las ne­ nazando 35 l:r. xf7) 34 . . . e6 (34 ... l:r. f8 35
gras, ya que el caballo no va a ningún lado ltlg6) 35 l:r. f6 (amenaza 36 ltlg6 y 36 1!fg5+
desde f4, de modo que las blancas debe­ �f8 37 l:l h6) 35 ... l:l c2 36 ltlxf7! (no 36
rían continuar también con 29 ltld4. Las ne­ 'it'g5+ �f8 37 l:r. h6 l:r. xt2+ 38 �gl l:r. g2+ ! ,
gras pueden defenderse en tal caso con 29 n i tampoco 36 ltlg6 l:r. xf2+ 3 7 l:l xt2 fxg6 38
... l:r. cl + 30 �g2 l:r. dl 31 ltlc6 e6 32 ltld4 1!fxg6+ 'it'g7, que no es una victoria directa
'it'b6! (lo que no era posible con el rey en para las blancas) 36 . . . l:r. xf2+ 37 l:r. xf2
g7) 33 ltlf5 'it'xe3 34 ltlxe3 l:l bl 35 dxe6 ltl xf7 38 'it'g6+ � f8 39 'it'h7 l:r. c8 40 d6
fxe6 36 l:r. f6 l:r. xb2 37 l:l exe6 l:r. xe6 38 'it'b7+ 41 �h2, con tablas fáciles.
l:r. xe6 ltl f7, con un final de tablas. Otra La respuesta correcta a 3 1 ltl f4 es la
posibilidad, más aguda pero que también sorprendente 31 ... l:r. cl + ! 32 � g2 l:l gl +
parece conducir a tablas es 29 ... f6! ? 30 3 3 rl;xgl 'it'cl+ 3 4 rl;g2 a2. A l sacrificar la
lb e6 Il cl + 31 c;t> g2 'it'c8 32 ltlg5+ hxg5 ! torre, las negras clavan el caballo de f4 con
(no 32 ... �g8 33 l:l xe7 fxg5 34 l:r. f6 l:l xe7 ganancia de tiempo, con lo que consiguen
35 'it'xe7 'it'e8 36 'it'xd6 'it'e4+ 37 l:r. f3) 33 el suficiente para crear una peligrosa ame­
l:. xe7+ �h6 34 l:r. xf6 l:r. xe7 35 'it'xe7 'it'a6 naza con el peón a. Las blancas pueden
y las complicaciones finalizan en j aque forzar tablas con 35 l:r. h5, pero no tienen
perpetuo. nada más.
29 'it'xh6 31 ••• a2
Las b lancas aceptan el desafío con
buen criterio. Keres permite que el peón a
alcance la casilla de promoción , pero la
desaparición del peón h y la posición de la
dama en h6 le conceden a las blancas un
ataque tan fuerte, que la dama extra de las
negras no servirá de gran ayuda.
29 a3
30 bxa3 bxa3
31 l:. g5!
Una j ugada sencilla y fuerte, puesto
que las negras no disponen de una res­
puesta adecuada a la amenaza l:. xf7. Por
otro lado, la textual es también la única
242 EN BUSCA DE LA PER FECCIÓN

Las negras están indefensas después de tes posiciones de la India de Rey. En vista
31 ... 'it'b6 32 l:r. h5 gxh5 33 gxh5. de esto, es un tanto arriesgado para las ne­
32 l:r. xt7 a1'it'+ gras abrir la posición en fase tan temprana
33 r;tg2 ( 1-0) de la partida, sobre todo si consideramos
Una pintoresca posición final, en l a que requerirán más tiempos para recupe­
que las negras no pueden evitar mate en rar el peón.
pocas jugadas. Esta partida recibió un pre­ 4 ... .!Llf6 es una jugada natural de desa­
mio de belleza. rrollo, pero algunos jugadores creen que
es imprecisa. La razón es que las blancas a
menudo pretenden seguir con W d2 y
PARTIDA N.o 101 Ah6. Cuando las blancas juegan ..ig5 con­
KERES - WESTERINEN tra la Pire, las negras con frecuencia difie-
Tallinn, 1973 ren ... .tg7, con idea de responder a ..ih6
Defensa Moderna con ... ..if8xh6, ahorrándose un tiempo en
relación con ... ..if8-g7 y ... ..ig7xh6. En la
1 d4 g6 Defensa Moderna, las negras ya han juga­
2 e4 .tgT do . . . .t g7 , y si prosiguen con . . . .!Ll f6 de
3 .!Llc3 d6 nuevo perderán un tiempo si contestan a
4 .tgs .th6 con ... ..ixh6 (que es, de hecho, la res­
Por el tiempo en que se jugó esta parti­ puesta más habitual). La única forma de
da, 4 .tg5 no era una continuación que se evitarlo es retrasar ... .!Llf6. En consecuen­
adoptase con frecuencia. Desde entonces, cia, una de las jugadas más frecuentes de
los sistemas con .tg5 están generalmente las negras es 4 ... c6, con idea de expansio­
aceptados contra la defensas Pire y Mo­ narse en el flanco de dama, siguiendo con
derna, aun sin alcanzar grandes cotas de ... b5, a la vez que mantienen el caballo rey
popularidad. Esto es sorprendente, si te­ en su casilla inicial, para impedir ..ih6. El
nemos en cuenta que las líneas estratégi­ riesgo evidente de tal estrategia es que el
camente similares con ..ie3 se han conver­ rey negro tiene que permanecer en el cen­
tido en una de las principales armas contra tro durante largo tiempo. Las jugadas 4 ...
estas aperturas. .!Lld7 y 4 ... a6, también muy populares, se
4 ••• eS basan en el mismo principio.
Ésta no es una de las mejores respues­ 4 . . . .!Ll c6 es una idea completamente
tas para las negras. Parece muy natural distinta. La j ugada pretende explotar el
contestar a �g5 con ... c5, abriendo la dia­ hecho de que el alfil no se ha desarrollado
gonal para el alfil de g7 hacia el flanco de a e3, atacando directamente el peón de d4,
dama, que podría sufrir de la ausencia de y conduce a posiciones muy desequilibra­
su propio alfil de casillas negras. Cierta­ das.
mente, una estrategia así es habitual en los Por último, lo mejor es evitar 4 ... h6.
sistemas de la India de Rey en que las Las blancas responden 5 ..te3 y la jugada
blancas juegan �g5. Sin embargo, en esta extra ... h6 resulta perjudicial para las ne­
posición las blancas no han gastado un gras, que casi con seguridad tendrán que
tiempo en jugar c4, de modo que su desa­ gastar un tiempo para proteger el peón h6
rrollo es mejor que en las correspondien- de la presión que sobre él plantearán las
KERES - WESTERINEN, TALLINN, 1 973 243

blancas con 'it'd2. En el peor caso posible, única defensa realista es jugar el alfil de c8
las negras corren el peligro de no poder para permitir una retirada a su dama.
enrocar corto de forma más o menos per­ 7 ••• .i.e6
manente. Como veremos , el alfil no está muy
S dxcS 'it'aS bien situado en e6. Sin embargo, 7 ... �d7
No 5 . . . dxc5 , por 5 'it'xd8+ c;t> xd8 7 tampoco consigue igualar después de 8
0-0-0+, seguido de i.c4, con una horrible .te3 'it'c8 9 � d4 tLl f6 1 0 A xf6 ! exf6 1 1
posición para las negras. 'it'b4 'it'xc2 12 lLle2 (amenazando 1 3 :t cl ,
6 'it'd2 'it'xcS?! 13 'it'xd6 y 13 'it'xb7) 1 2 . . . lLl a6 13 'it'xb7
Keres correctamente señaló que era l:r. b8 14 'it'xa6 l:r. xb2 15 f3 0-0 16 'it'xd6 y
mejor 6 ... �xc3 7 bxc3 'it'xc5. Las blancas las blancas mantuvieron su pieza de venta­
han ensayado 8 l:r.bl y 8 �d3 en partidas ja en la partida Ulibin-Bonoev (Campeo­
recientes , pero sin demostrar ninguna nato de Rusia, Elistá 1994).
ventaja. Curiosamente, no pude encontrar 8 c4
partidas con la jugada que recomendaba Esto es más preciso que 8 Ae3 'it'c8 9
Keres, 8 'it'd4! Después de 8 ... e5 9 'it'xc5 Ad4, que permitió a las negras igualar en
dxc5 10 0-0-0 f6 1 1 �e3 b6 12 f4, las blan­ la partida Cámpora-Rukavina (Belgrado
cas abren la posición para sus alfiles antes 1988), después de 9 ... tLlf6 10 tLlxf6+ exf6
de que las negras puedan desarrollar sus 1 1 tLlf3 0-0 12 Ad3 tLlc6 13 �c3 d5. Keres
piezas, lo que debería darle a las blancas proponía 8 Ab5+ lLld7 9 c4, que le parecía
una pequeña ventaja. más preciso, pero esta línea se enfrenta a
7 tLldS! una buena defensa: 9 ... .txd5 (no 9 ... a6?
10 A e3 'it'c8 11 lLl b6) 10 .t e3 (10 exd5
tLlgf6 es satisfactorio para las negras; las
blancas siempre quieren retomar en d5
con el peón e, a fin de explotar la situación
expuesta de la dama enemiga) 10 ... �h6 ! ,
y las blancas n o tienen ventaja.
8 ••• tLld7
9 :[ el
Otra jugada precisa. Si las blancas le
permitieran a su rival jugar ... �xd5, segui­
do (tras cxd5) de ... l:r. c8, entonces su ven­
taja se habría esfumado. Ahora, si las ne­
gras quieren cambiar en d5, tendrán que
seguir perdiendo tiempo con su dama.
9 ••• tLlgf6
Una jugada muy difícil de neutralizar 10 t3 ••• (Ver diag. 463)
para las negras. La amenaza inmediata es 8 Keres no comenta en absoluto esta j u­
�e3 'it'c6 9 �b5, ganando la dama. Dado gada, pero de nuevo es muy precisa. Las
que 7 ... Axb2 pierde por 8 l:r.bl lLlf6 (8 ... blancas tienen que defender el peón de e4,
Ag7 9 Ae3 cuesta material) 9 l:r. xb2 lLlxe4 y teniendo en cuenta la elección entre la
(ingenioso pero incorrecto) 10 � e3 ! , la j ugada de desarrollo A d3 y una que no
244 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

sa posición de dama y alfil. La conclusión


es que las negras tendrían que continuar
con 10 ... Axd5, pero después de 11 cxd5
'ifb6 12 �e3 'ifd8 (12 ... liJeS 13 b4 es im­
posible aquí) 13 lbe2 0-0 14 lbc3, las blan­
cas tienen una duradera iniciativa, gracias
a sus dos alfiles y a su ventaja de espacio.
Sin embargo, debería haberse jugado esta
línea, o bien 10 . . . 'ifc8 11 lb e2 'ifd8 12
lbd4 Axd5 13 cxd5 0-0, porque lo que va a
suceder en la partida es todavía peor.
10
... aS?!
Es fácil ver por qué realizaron las ne­
gras este movimiento, pero se trata de un
desarrolla nada como f3, creo que muchos error. Las negras quieren jugar . . . �xd5 ,
jugadores habrían optado por la primera. seguido de ... 'it'b4. Sin embargo, al jugar
Sin embargo, eso le habría permitido a las ... a5 debilitan tanto b5 como b6. La debili­
negras continuar (después de 10 �d3) con dad de b5 es importante, si las negras se
10 . . . � xd5 1 1 cxd5 'it'b6 12 � e3 (o 12 ven obligadas a jugar ... Axd5 y defenderse
lbe2 liJeS) 12 ... liJeS. Las blancas no pue­ pasivamente. Las negras no dispondrían
den ganar pieza con 13 b4, debido a que entonces de alfil de casillas blancas para
las negras pueden replicar 13 ... lbxd3+, ni proteger su frágil flanco de dama y la casi­
tampoco pueden las blancas retirar su alfil lla b5 puede convertirse en un maravilloso
con 13 Ab1 , debido a 13 ... lbcxe4. puesto avanzado para un caballo o para el
La textual es mucho más incómoda pa­ alfil de fl . En situaciones similares de la
ra las negras. El peón de e4 está sólida­ Defensa India de Rey, el alfil blanco de es­
mente protegido y no hay alfil expuesto en te color es normalmente difícil de desarro­
d3. Aunque las negras tienen cinco piezas llar, pero aquí b5 es un destino tentador. La
desarrolladas (por las cuatro de las blan­ importancia de la debilidad de b6 se hará
cas), y es su turno de juego, se encuentran evidente a medida que la partida avanza.
en una difícil situación. La razón es que su Si las negras no pueden evitar ... �xd5,
dama está horriblemente situada en c5 y entonces sería mejor jugarlo de inmedia­
esa debilidad estratégica afecta a toda la to, sin debilitar el flanco de dama, como se
posición de las negras. Su primer problema menciona en la nota anterior.
es que no pueden enrocar porque el peón 11 Ae3
de e7 quedaría en el aire. Si la dama estu­ Ahora la dama negra tiene que retirar­
viera en d8, la posición estaría más o me­ se y su plan de jugar a b4 queda, por tanto,
nos igualada, pero puesto que no hay otra completamente anulado. Las blancas tam­
forma de proteger el peón de e7 que a tra­ bién podían haber conservado cierta venta­
vés de la poco sugestiva maniobra .. .'i!fc8- ja con 11 lbe2 Axd5 12 cxd5 'it'b4 13 lbc3
d8, la única alternativa es tomar en d5. La­ 0-0 14 �e2, pero la textual es más fuerte.
mentablemente, no pueden jugar ... lbxd5, 11 'it'cS
porque cxd5 gana pieza, gracias a la peno- U lbe2 'it'b8
KERES-WESTERINEN, TALLI NN, 1 973 245

La nueva idea de las negras es jugar 16 l:[ xcS!


... tücS , seguido bien de ... �xdS (sin per­ Este inesperado golpe conduce a un
der tiempo por el ataque a su dama), bien ataque devastador. Muchos jugadores ha­
de ... tüxdS y ... �d7, eliminando el caballo brían dudado en sacrificar, con dos piezas
de dS, pero conservando su alfil de casillas del flanco de rey todavía por desarrollar,
blancas. Las negras no pueden jugar de in­ pero Keres ha calculado que las negras
mediato ... lüc5, a causa de la réplica lüb6, nunca podrán generar el contrajuego sufi­
lo que explica la textual. Sin embargo, la ciente que les permita explotar este factor.
dama no está bien situada en b8, puesto Ganar un peón, con 1 6 A xcS dxcS 1 7
que no sólo está lejos del centro, sino que .U. xcS, sería una mala idea, y a que las ne­
además obstruye la acción de la torre de gras no sólo podrían enrocarse , sino que
a8. Después de 12 ... �xdS 13 cxdS lücS además ejercerían un poderoso control so­
14 lüc3 0-0, o de 12 ... ¡fd8, las negras ten- bre las casillas negras. Después de, por
drían una posición miserable, pero no es­ ejemplo, 17 ... 0-0 18 Ad3 l:t c8 19 l:t xc8+
tarían totalmente perdidas. ¡fxc8 20 lüc3 ¡feS, las tornas se habrían
13 lüd4 lücS vuelto y ahora es el rey blanco el que está
14 lüb5 tüxd5? atascado en el centro, con lo que las ne­
Ésta era la clave del plan de las negras, gras tendrían compensación suficiente por
pero la consiguiente pérdida de un nuevo el peón. Si las blancas quieren ganar un
tiempo demuestra ser más de lo que la frá­ peón, entonces 16 AxcS dxcS 17 d6 exd6
gil posición de las negras puede soportar. 18 lü xd6+ � e7 19 tü xf7 es la forma de
14 ... AxdS 1S cxdS lüfd7 16 �e2 evita un hacerlo. Esta línea es buena para las blan­
desastre inmediato, aunque la posición re­ cas, por ejemplo después de 19 ... l:t f8 20
sultante sería muy mala para las negras. El ..ic4 Ac6 21 lügS 1:[ d8 22 ¡ff2, seguido de
caballo de bS paraliza su posición y, mien­ ¡fh4, pero el sacrificio de calidad es aún
tras que este caballo nunca podrá ser de­ más efectivo.
salojado, el negro de eS sí puede ser expul­ 16
••• dxcS
sado, con b3, a3 y b4. 17 d6 exd6
15 cxd5 ..id7 Otras jugadas son desesperadas. Por
ej emplo: 17 ... ..i xbS 18 A xbS+ � f8 1 9
dxe7+ �xe7 2 0 AxcS+ � f6 2 1 ¡fd7, ga­
na, como mínimo, la dama negra. En caso
de 17 ... 0-0 18 dxe7 gana material, y si 17
. . . e6, 18 lü c7+ <,Íil f8 19 tü xa8 ¡fxa8 20
.txcS gana un peón, conservando todas
las ventaj as posicionales de las blancas.
Por último, después de 17 ... b6 1 8 lüc7+
� d8 19 dxe7+ �xe7 20 A f4 � d8, si las
blancas no quieren ganar la dama enemi­
ga con 21 lüe6+, pueden optar por la aún
más efectiva, 21 ¡fd6.
18 tüxd6+ �f8
19 tüxt7!
246 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

M ej o r que 1 9 � xc5 <it> g8 20 0. xf7 23


Ae6, cuando al precio de un par de peo­ 24 0.xf7
nes, las negras desarrollan un cierto con­ 2S li:J gS
trajuego. El caballo regresa a su casilla clave con
19-· �e6 efectos devastadores. No hay forma de de­
20 li:J gS fender la diagonal a2-g8.
Esta apremiante continuación aún es 2S 'irel+
más fuerte que 20 0. xh8 'if e5 2 1 A f4 26 � 1'2 Wb2+
'it' d4 , cuando el flanco de dama de las 27 Ae2 ..tr6
blancas se encuentra bajo presión. 28 'ifdS+ <it> g7
20••• Axa2 29 'it'xb7+ �h6
Única, ya que el alfil carece de casillas 30 0.t7+ ( 1- 0)
en la diagonal a2-g8. Si 20 ... 'ife5, enton­
ces 21 f4 'if f6 22 eS 'iff5 (22 . . . 'it'e7 23
Axc5) 23 Ad3 'it'g4 24 h3, ganando. PARTIDA N.0 102
21 AxcS+ � g8 KERES - TAIMANOV
Tallinn, 1975
Defensa India de Dama

1 d4 li:Jf6
2 li:Jf3 e6
3 c4 b6
4 e3
Éste es un sistema relativamente tran­
quilo y sólido contra la Defensa India de
Dama. Aunque sigue viéndose ocasional­
mente, 4 g3 y 4 a3 son bastante más popu­
lares hoy en día.
4 il.b7
S �d3 Ae7
6 0-0 0-0
Las torres negras son un triste espec­ 7 b3 eS
táculo en esta posición. 8 Ab2
22 b4! 8 dxc5 bxc5 9 Ab2 no tiene sentido.
Un hermoso final. El alfil no tiene casi­ Después de 9 ... d6 las blancas han cam­
llas sobre la diagonal, y 22 ... axb4 falla: por biado un peón central por otro lateral, sin
23 'ifxa2+ ! l:l xa2 24 Ac4++. razón especial alguna.
22 ••• Ab3 8 ••. cxd4
23 Wd3 9 exd4 dS
Omitiendo la inmediatamente decisiva Ahora las blancas tienen que decidir
23 'ifc2 ! .ii. f7 24 �c4, pero en cualquier por dónde tienen que desarrollar su caba­
caso, sólo se prolonga ligeramente la par­ llo dama.
tida. 10 li:Jbd2
KERES-TAIM A NOV, T A LLINN, 1 975 247

10 tt::J c3 dxc4 1 1 bxc4 tt::J c6 traspone a tar por el momento . . . dxc4, ya que este
una p artida anterior Keres-Taimanov cambio le daría a la blancas la posibilidad
(véase partida N.o 57). Esta vez Keres de­ de activar ambos alfiles con d5. Asumien­
cide desarrollar su caballo a la otra casilla. do que las negras eviten este error, la úni­
10 ... tlJc6 ca esperanza de las blancas, para poder
Es posible que las negras desarrollen progresar en el flanco de rey, es jugar en
aquí su caballo por d7, pero parece más algún momento tt::J e5. Si las negras cam­
activo en c6. La amenaza es . . . tlJb4, a lo bian en eS , entonces tras dxe5, quedará
que la respuesta debe ser � b l . La si­ abierta la columna d para la torre blanca,
guiente jugada de las blancas incorpora la y al mismo tiempo se ampliará la diagonal
torre dama al juego, para evitar bloquear­ del alfil de b2. Normalmente, las negras
la si las negras j uegan efectivamente rehusarán la invitación al cambio. El otro
... tt::J b4. posible plan para las blancas es empren­
11 l::t cl l::t c8 der acciones en el flanco de dama con eS,
12 'i+'e2 : es seguido del avance del peón b. El proble­
Es curioso que la misma posición (ex­ ma de e s t a i d e a es q u e el c a m b i o
cepto que el caballo blanco de d2 está en ... bxc5/dxc5 deja u n peón blanco débil en
c3 y el negro de c6 en d7) puede produ­ c5 y una peligrosa mayoría central de peo­
cirse en esta línea de la Defensa India de nes negros. El plan de realizar el avance eS
Dama. sólo suele ser recomendable tras un juego
13 l::t fd1 impreciso de las negras.
Por su parte, las negras deben restrin­
gir las ambiciones blancas en el flanco de
rey. El método usual de hacerlo es me­
diante la maniobra a menudo empleada
en la Ruy López, a saber, ... l::t e8, ... � f8,
... g6, y ... il.. g7. Con esto se bloquea la dia­
gonal b1-h7 y, al mismo tiempo, las negras
procuran neutralizar el alfil de b2 sobre la
gran diagonal.
Las negras no deberían preocuparse
demasiado en esta posición. El problema
de las blancas es que su plan principal,
tt::J e5, a menudo conduce a cambios y a
una liquidación general, antes que a un
genuino ataque directo. Por otra parte, en
Una posición típica en esta variante de este momento las blancas distan de estar
apertura. El plan principal de las blancas preparadas para jugar tt::J e5, como pronto
es desplegar la iniciativa en el flanco de veremos. Si las negras consiguen trasladar
rey. Sus alfiles ya están apuntando en di­ su alfil a g7 antes de que las blancas pue­
rección al rey negro, aunque el de b2 está dan jugar tt::J e5 , entonces esta maniobra
seriamente restringido por el peón de d4. todavía resultará menos efectiva.
Por consiguiente, las negras deberían evi- 13••• �f8
248 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

14 'ife3 Estas líneas indican la inoperancia de


La inmediata 14 lt:J e5 falla por 14 . . . la apertura blanca. Una vez que las negras
dxc4, atacando d4, d e modo que las blan­ sitúan su alfil en g7, ya no tienen por qué
cas deben preparar lt:J e5 , defendiendo temer lt:Je5, puesto que han neutralizado
previamente su peón d4. 14 c5 también es el potencial de los dos alfiles blancos. En
malo después de 14 ... bxc5 15 dxc5 lt:Jd7 este caso, lt:Je5 conduce a cambios que só­
16 �a3 e5, y los peones centrales comien­ lo favorecen a las negras, debido a la po­
zan a rodar. tencial debilidad a largo plazo de los peo­
14...
g6 nes colgantes blancos.
15 h3 16 tt:Jn
Las blancas deciden seguir preparando La clave de las negras, 15 ... lt:Jh5, era
lt:J e5 . La inmediata 15 lt:J e5 era posible, impedir de nuevo 16 lt:Je5, ahora debido a
pero no le concede ventaj a a las blancas 16 ... dxc4 17 bxc4 tt:Jxe5 1 8 'it'xe5 (si 1 8
después de 15 . . . dxc4 16 bxc4 (16 tt:Jxc6 dxe5 � c5 19 We2 lt:J f4, y las negras ga­
l:t xc6 17 bxc4 �g7 18 lt:Jf3 es más o me­ nan) 18 ... �d6 19 'ife3 ..tf4 y las negras
nos una posición igualada) 16 ... tt:Jxe5 17 tienen ventaja. Las blancas podrían des­
dxe5 �c5 18 'ifh3 lt:Jg4 19 'it'xg4 'ifxd3 20 viar el caballo con 16 g4 lt:Jf6 17 lt:Je5, pero
lt:Jb3 'ife4 21 'ifxe4 �xe4 22 l:t d7 a6 y las después de la sólida 17 . . . .it. g7, este pe­
blancas pronto tomarán en c5, lo que con­ queño triunfo no justificaría el debilita­
duce a una posición con alfiles de distinto miento del flanco de rey blanco.
color, con tendencia a tablas. Con la jugada textual las blancas pre­
15••• lt:Jh5 tenden llevar a cabo la maniobra lt:J lh2-
Esta jugada fue posteriormente critica­ g4, a fin de controlar e5 y apuntar, ade­
da, pero en mi opinión no es responsable más, a la casilla h6.
de la derrota negra. Sin embargo, las ne­ 16 ••• 'ifd6
gras disponían de opciones más sólidas co­ Ésta es la única continuación coheren­
mo, por ejemplo , 15 . . . 'ifc7 16 � fl (16 te de las negras con su jugada anterior. De
lt:Je5 dxc4 17 bxc4 �g7 18 lt:Jdf3, con jue­ jugar 16 ... �g7 17 lt:J lh2 lt:J f6, entonces,
go equilibrado) 16 ... �g7 17 c5 bxc5 18 después de 18 tt:Je5, mientras que las blan­
l:t xc5 lt:J d7 1 9 l:t ccl 'ifb6 conduj o a la cas han trasladado su caballo de d2 a h2,
igualdad y a unas rápidas tablas, en la par­ las negras han estado moviendo el suyo
tida Eingorn-Lutz (Ostende 1992). Quizá adelante y atrás.
la línea más segura de todas sea 15 ... .it.g7 17 lt:Jlh2 ••• (Ver diag. 467)
16 lt:Je5 dxc4 17 bxc4 lt:Je7 18 lt:Jdf3 (des­ No 17 c5 bxc5 18 dxc5 'it'f4 y las blancas
pués de 18 'iff4 lt:Jf5 19 g4? .it.h6 20 'ifh2 no pueden bloquear los peones centrales.
tt:J xd4, las negras ganaron en la partida 17 ••• .it. g7?!
Bellón-Arnason, Olimpiada de Salónica, Esta inconsistente jugada crea dificul­
1984) 18 ... lt:Jf5 19 .it.xf5 exf5 20 'ifa3 �h6 tades a las negras. Tras haber planeado la
21 l:t al a5 22 d5 lt:Je4 23 d6 .it.fB 24 Wb3 ocupación del punto f4, es un error apar­
a4 25 Wxa4 .it.xd6 26 'it'd7 'ifc7, y las ne­ tarse ahora de la idea. La línea correcta es
gras quedaron con una cómoda posición 17 ... 'iff4 18 'ife2 �g7, cuando las negras
en la partida Smyslov-Ribli (Londres han impedido 19 lt:Je5, debido a 19 ... dxc4
1983, Candidatos, 1 .8). 20 bxc4 tt:Jxd4 21 �xd4 'ilxd4. Las blan-
KERES-TAIMANOV, TALLINN, 1 975 249

concesiones estratégicas. La más impor­


tante de ellas es la mala posición del caba­
llo de h5, un problema que afectará a las
negras durante toda la partida. No hay
perspectivas de que el caballo pueda salir
de allí y cuando el caballo blanco llegue a
g4, planteará molestas amenazas basadas
en las débiles casillas negras en torno al
rey contrario.
22 ••• l:t ed8
23 ttJ g4 l:t d7
En las próximas jugadas las negras po­
drían tratar de sacar a su caballo de la in­
cómoda posición que ocupa. Ahora, por
cas pueden rechazar la dama con g3, pero ejemplo, con 23 ... 't!Ve4 24 't!Vc3 (las blim­
el debilitamiento del flanco de rey blanco cas deben conservar damas, ya que su ven­
le permite a las negras generar contrajue­ taja se basa en un eventual ataque al flan­
go sobre la gran diagonal, mediante un co de rey) 24 . . . tiJ f4, pero esta tentativa
oportuno cambio . . . dxc4. Un ejemplo es: no tiene éxito: 25 f3 l!fc6 26 't!Ve3 tiJ hS 27
19 ... 't!Vd6 20 ttJg4? tiJb4 21 �b1 dxc4 22 �h2 y las negras no han mejorado su posi­
bxc4 ttJxg3 y las negras ganan. ción de forma significativa.
La invasión alternativa, 17 . . . tiJf4 1 8 24 l:t d2 l:t cd8
�fl n o e s efectiva, y a que 18 . . . � h 6 no 25 l:t cd1 l!Ye4
conduce a nada tras 19 <;fo>h1 , y las blancas Las negras se deciden finalmente por
conseguirán expulsar el caballo de f4 ju­ la maniobra antes comentada.
gando, en un momento dado, ttJeS. 26 Wc3
18 ttJe5
Ahora que las blancas han ocupado es­
ta casilla clave, toda idea de invasión de f4
es irrealizable y las j ugadas . . . ttJ h5 y
... 't!Vd6 se revelan una pérdida de tiempo.
18••• dxc4
Las negras deciden liquidar en el cen­
tro, pues de otro modo las blancas prosi­
guen con su plan. Por ejemplo: 18 ... l:t ed8
19 ttJhg4, o bien 18 ... tbf6 19 tiJhf3, ame­
nazando ttJgS.
19 bxc4 ttJxe5
20 dxe5 'ilc5
21 J.d4 'ilc6
22 �fl
Las negras han desarrollado una inicia­ 26 Wc6
tiva momentánea, pero a costa de graves Una tácita oferta de tablas. 26 . . . tiJ f4
250 E N BUSCA DE LA PE R F E CCIÓN

se contestaría con 27 f3 'iVc6 28 We3 (no las blancas tienen un fuerte ataque. Sin
28 �e3 liJd5) 28 ... liJh5 29 �h2 y el caba­ embargo, las negras disponen de la senci­
llo está otra vez en la jaula. lla réplica 31 ... 'iVc7.
27 .ie3 La mejor línea consiste, sencillamente,
Jugando, con razón, a ganar. El trasla­ en cambiar torres con 31 l:r. xd7 'iVxd7,
do del alfil a g5 no sólo hará más difícil cuando 32 g4 parece fuerte, pero las ne­
que las negras defiendan la columna d, si­ gras tienen dos defensas razonables. En
no que incrementará la presión sobre las primer lugar, 32 ... �e7 33 �xe7 Wxe7 34
casillas negras. 'iVd2 liJg3 35 fxg3 Wc5+ 36 � h2 'iVc6 y,
27 �f8 de existir alguna ventaja, la tendrían las
28 � g5 l:r. xd2 negras. La ingeniosa réplica 32 ... �eS aún
29 l:r. xd2 l:r. d7 podría ser mejor. Las blancas no pueden
30 liJh6+ tomar el caballo, ya que si 33 gxh5, 33 ...
Por fin las blancas inician el ataque fi­ 1Wc6 conduce al desastre, pero de no ser
nal, que debería conducirles a la victoria. así, las piezas negras están bien situadas
Sin embargo, ambos bandos se encontra­ para llevar a cabo un fuerte contraataque.
ban en serios apuros de tiempo y el juego, La continuación correcta al cambio de to­
desde aquí hasta la jugada 40, contiene al- rres es: 32 �e2 �e7 33 �el ! , cuando las
gunas imprecisiones. negras no pueden afrontar la amenaza
30 ••• �g7 �xh5. Su mejor defensa relativa es 33 ...
No era mejor 30 ... �h8. Por ejemplo: �f8 (peor es 33 ... Ae4 34 g4 g5 35 liJf5+!)
31 l:r. d6 'iVc8 (31 ... 'iVa4 32 Wd4 �xd6 33 34 .t xh5 gxh5 35 'iY g3 'ir' d l + 36 � h2
exd6+, ganando) 32 Wd4 �xd6 33 exd6+ �e8, pero incluso entonces, con 37 'iVg8+
ltJg7 34 i.f6 'iVf8 35 g4 �c6 (35 ... l:r. xd6 (37 �g5 �f8 38 liJg8 �d7 es menos con­
3 6 � xg 7 + 'iV xg7 3 7 'iV xd 6 W xh 6 3 8 vincente) 37 . . . � d7 38 � g5 A xg5 3 9
'iVb8+) 3 6 g5 conduce a una curiosa situa­ Wxg5 deberían ganar las blancas, y a que
ción de parálisis total. Las blancas pueden su rey está seguro y todos los peones ne­
ganar cambiando alfiles con �g2, y antes gros del flanco de dama son débiles.
o después el Zugzwang obligará a las ne­ 31 ••• � g8
gras a mover su torre, dej ando libre al 32 l:r. d3
peón d. Las blancas se deciden por un plan di­
31 ltJg4? ferente. Su idea es jugar Wd2, para apode­
Los apuros de tiempo comienzan a rarse de la columna d. Como no hay forma
afectar al juego, pero no era fácil en modo de impedirlo, las negras deciden cambiar
alguno elegir la línea ganadora entre nu­ de inmediato.
merosas posibilidades atractivas. La direc­ 32 l:l xd3
ta 31 �f6+ ltJxf6 32 exf6+ es un error, ya 33 'iVxd3 'iVc7
que después de 32 ... � h8 (pero no 32 ... 34 �e2 Ae7
�xh6 33 We3+ g5 34 h4) las blancas han Tratando de aliviar la presión median­
minado su propio caballo, dej ando esca­ te cambios. Si las negras adoptan una tác­
par su ventaja. Otra interesante idea es 31 tica de espera, entonces las blancas pue­
Wf3, de modo que después de 31 ... 'iVxf3 den mej orar gradualmente su posición.
32 l:r. xd7 'iVa3 33 l:r. xf7+ � h8 34 l:r. xb7, Por ej emplo: 34 ... a6 35 liJ h6+ � xh6
KERES - TAI MANOV, TALLINN, 1 975 251

36 i.xh6 l:i:Jg7 37 g4, y el caballo negro no a jugar l:i:Je3, en cualquier caso. Mejor es
es más feliz en g7 que en hS. que las blancas jueguen 38 1:i:JeS, activando
35 i.xe7 �xe7 el caballo antes de que las negras puedan
36 �d6 jugar .. .f6. La continuación podría ser 38 ...
l:i:Jf4 39 i.fl f6 40 l:i:Jd7+ c¡t¡Jf7 41 g3 l:i:J hS 42
c5 bxc5 43 l:i:JxcS .i.c6, con posibles tablas.
El caballo negro sigue estando un tanto
fuera de juego, pero su rey está lo bastante
cerca como para anular el peligro que
plantea el peón d.
37 �c7 i.e4
Las negras están obligadas a deshacer-
se de su peón a, dado que después de 37 .. .
�c8 38 �e7 (amenazando 39 1:i:Jh6+) 38 .. .
c¡t¡Jg7 39 l:i:Je3, las negras no pueden impe­
dir i.xhS.
38 �xa7 'it'a8
Tampoco sirve de mucho 3 8 . . . �b4,
después de 39 1:i:Jf6+ l:i:Jxf6 40 exf6 Wd6 41
No hay mucho más que puedan hacer �e7, con un peón extra y peligrosas ame­
las blancas por progresar, pero esta jugada nazas en la última fila.
probablemente no debería bastar para ga- 39 We7?
nar. El primero de dos errores consecutivos
36 ••• �f8? que tiran por tierra gran parte de la venta­
Un grave error de valoración. Las ne­ ja blanca. Keres debería haber simplifica­
gras permiten a la dama blanca penetrar do con 39 �xa8+ .ixa8 40 l:i:Jf6+ l:i:Jxf6 41
en c7, atacando tanto el alfil como los peo­ exf6, con un final fácilmente ganado. Por
nes del flanco de dama. La mejor defensa ejemplo: 41 ... c¡t¡Jf8 42 f4 c¡t¡Je8 43 c¡t¡Jf2 c¡t¡Jd7
era 36 ... �xd6 37 exd6 c¡t¡Jf8 y ahora Keres 44 .i.f3 i.xf3 4S c¡t¡Jxf3 c¡t¡Jd6 46 c¡t¡Je4 c¡t¡Jc5
indicaba 38 i.d1 como una jugada proba­ 47 <;fteS y el rey negro pronto tendrá que
blemente ganadora para las blancas. Sin retroceder, ya que el peón de f6 es dema­
embargo, no estoy de acuerdo, ya que con siado rápido, si las negras toman en c4.
38 ... f6 39 i.a4 eS, las negras erigen una 39 ••• c¡t¡Jg7 (Ver diag. 470)
barrera que hace difícil para las blancas 39 ... �xa2 pierde por 40 l:i:J h6+ c¡t¡Jg7
incorporar su caballo al juego. Si juegan 41 1:i:Jxf7 (41 �xfl+ c¡t¡Jxh6 42 �f8+ l:i:Jg7
40 l:i:Je3, las negras contestan 40 ... l:i:Jf4 y el 43 Wf4+ gS es menos directo, ya que 44
caballo blanco no es más activo que antes, �f6+ .i.g6 4S f4 falla por 4S . . . �b1 + 46
mientras que el negro puede jugar a e6 y � h2 �fS) 41 . . . �xe2 42 l:i:J d8+ �h6 43
luego a cS. La astuta 40 l:i:Jh6 se contesta �f8+ l:i:Jg7 44 �f4+, seguido de mate.
con 40 ... l:i:Jf4 41 d7 c¡t¡Je7 42 l:i:Jf7 l:i:Je6 y el 40 �g5
caballo blanco tiene que retirarse, con lo Las blancas dejan escapar una segunda
que ... l:i:Jc5 gana el avanzado peón d. Si las oportunidad de victoria en el control de
blancas esperan, entonces ... .ia6 obligará tiempo, pero ésta era mucho más compli-
252 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

1Wa1 +) para impedir la defensa menciona­


da en el comentario que sigue.
41 ••• 1i'b2?
Un grave error , después del cual las
blancas deberían ganar. Las negras no po­
dían jugar 41 ... 1Wxe2?, debido a 42 1Wh6+
�g8 43 lbf6+, pero la mej or defensa era
41 . . . � f8, cuando la amenaza al alfil es
real. Después de 42 1Wh6+ � e8 43 1We3
1Wc2, las blancas conservan cierta ventaja,
pero la victoria ya no está garantizada.
42 'ifh6+ �g8
43 1We3!

cada y no es extraño que pueda escapárse­


le a cualquiera, incluso sin estar presiona­
do por los apuros de tiempo: 40 lbf6 lbf4
(40 . . . tt:J xf6 41 exf6+ � g8 42 �g4, ame­
n a z a n d o � x e 6 , es d e s e s p e r a d o ) 4 1
�fl.�.xg2 42 tt:Je8+ �g8 43 tt:Jc7! 1Wc6 (43
. . . 1We4 44 1i'd8+ � g7 45 lb e8+ � h6 46
1Wh4+ tt:Jh5 47 f4 1Wxf4 48 1Wxf4+ tt:Jxf4 49
�xg2 gana pieza) 44 1i'd8+ �g7 45 lbe8+
� h6 46 'if h4+ tt:J h5 47 A xg2 1Wxe8 48
�f3, y ahora las líneas 48 ... 'ifh8 49 .ixh5
gxh5 50 'iff6+ 1Wxf6 51 exf6, seguido de
c5, y 48 ... 1Wg8 49 .ixh5 gxh5+ 50 �fl . se­ 471

guido de 1Wf6+, son desesperadas, ya que,


tras el cambio de damas, el peón pasado Esta jugada resulta enormemente in­
potencial de las blancas en el flanco de da­ cómoda para las negras.
ma decide la partida. Por consiguiente, las 43
••• .ib1
negras deben j ugar 48 . . . � g7 49 .i xh5 Las negras deciden mantener su alfil en
gxh5, aunque el final de damas probable­ la diagonal b1-g6, a fin de defender el flan­
mente esté perdido para ellas. co de rey en caso de lbh6+ y �xh5. Si se
40 ••• 1Wxa2 retira sobre la otra diagonal, entonces 43
Ahora la ventaj a material de las blan­ . . . .i c6 (después de 43 . . . 1Wc2 44 lb f6+
cas ha desaparecido y su única posibilidad tt:Jxf6 45 exf6, las amenazas de mate son
ganadora consiste en reavivar el ataque en mortales) 44 lbh6+ �f8 45 .ixh5 gxh5 46
el flanco de rey. 1Wg3 �e8 47 Wg8+ �e7 48 1i'g5+ �d7 (o
41 �h2 bien 48 ... �f8 49 f3 1Wc2 50 lbg8 1Wg6 51
Esta jugada es un tanto imprecisa. Las lbf6 1Wxg5 52 lbxh7+ �e7 53 tt:Jxg5 y las
blancas deberían haber jugado 41 1Wh6+ blancas deberían ganar el final) 49 lb g8
�g8 42 �h2 (no 42 lbf6+? tt:Jxf6 43 exf6 �c6 50 1i'd8 y las blancas ganan pieza, ya
KERES-TAIM ANOV, TA LLINN, 1 975 253

que 50 'ifxe5+ 51 g3 �d7 52 liJe7+ �d6 pero ahora que las blancas disponen del
53 'it'b8+ gana la dama. peón pasado e, no hay posibilidad de que
La partida se aplazó aquí, sellando las eso tenga éxito.
blancas su próxima jugada. 49 gxfS exf5
44 liJh6+ �f8
Las negras caen en una red de mate
después de 44 ... �g7 45 g4 liJf4 46 'ifxf4
'ifxe2 47 'it'xt7+ �xh6 48 'it'f8+ �g5 49
�g3.
45 g4
La ventaja de las blancas es tan grande
que incluso disponen de otra forma de ga­
nar con 45 c5 bxc5 (45 ... b5 46 c6) 46 g4
'it'd4 47 'ifxd4 cxd4 48 gxh5 d3 49 � f3
(unas pocas jugadas precisas bastan para
contener al peón d) 49 . . . gxh5 50 Axh5
�c2 51 liJg4 �d1 52 �g3 d2 53 �h4 ! , se­
guido de liJe3, con una fácil victoria. 472

45••• liJg7
46 eS! 50 'it'e3
Los análisis de los aplazamientos por Las blancas también podían haber ga­
parte de Keres eran generalmente buenos, nado con la continuación forzada 50 e6
y aquí no comete ningún error. Es curioso fxe6 51 c7 'ifc3 (51 ... 'ifc2 52 'it'b4+ �g7
que la evidente 46 'it'f4 sea inferior, por 53 'it'e7+ �xh6 54 'it'f8+ �g5 55 h4+ �f4
dos razones. En primer lugar, las blancas 56 'it'b4+ � eS 57 c8'if 'it'xc8 58 f4+ � f6
no ganan de inmediato en la línea 46 ... f5 59 'it'f8++ es una línea atractiva) 52 �c4
47 exf6 liJ e8 48 f7 'it' xe2 49 fxe8'if + eS 53 'ifh4 liJxc7 54 'it'f6+ �e8 55 'ifc6+
�xe8, y en segundo lugar, la sorprenden­ �f8 (55 ... �d8 56 liJt7+) 56 'ifd6+ � g7
te 46 ... �f5 47 gxf5 exf5, seguido de liJe6, 57 liJ xf5+ gxf5 58 'ife7+ � g6 5 9 � f7+
se traduce en una posición en la que el ca­ �g7 60 �e8+, seguido de mate.
ballo mal situado de las blancas pone en 50••• liJe7
peligro la victoria. Después de 50 ... �g7, el método gana­
46
••• b5 dor más sencillo es 51 e6 fxe6 52 'it'xe6
Las negras no tienen elección, pero liJ c7 5 3 liJ xf5 + gxf5 5 4 'it' e7 + � g6 55
ahora el peón pasado e es una poderosa 'it'd6+.
arma adicional. 51 �f3 b4
47 c6 liJeS Las alternativas no son mej ores. Por
La única forma de parar al peón, ya ejemplo: 51 ... �g7 52 �g2 liJe6 53 liJxt7
que 47 ... 'ifc2 48 'ifa3+ conduce al mate. � xf7 54 'if a7+ � f8 55 c7 , o bien 5 1 . . .
48 'it'f4 �f5 liJe6 52 �d5.
48 ... f5 49 exf6 'it'xe2 no da resultado 52 � g2 'it'e3
aquí, a causa de 50 'it'b4+, de modo que Después de 52 ... b3 53 �d1 , las blan­
las negras intentan el sacrificio de pieza, cas ganan el peón b.
254 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

53 Wa7 mas y a un final que suele ser tablas en la


Evitando las innecesarias complicacio­ mayoría de los casos.
nes de 53 li:) xf5 gxf5 54 W h6+ �g8 55 No es sorprendente, por tanto, que
Wg5+ �f8 56 Wxf5 b3. Browne elija un camino distinto.
53 000 WxeS 4 d3
54 Wb8+ (1-0) Este movimiento se jugó muchas veces
Las negras se rindieron, en vista de 54 en el Campeonato Mundial de 1886 entre
... �e7 55 li:)g8+ �d6 56 'Wf8+ y mate, y Steinitz y Zukertort, y sigue saliendo a la
de que 54 . . . � g 7 falla por 55 'W h8+! superficie de cuando en cuando. Una de
�xh8 56li:)xf7+ �g7 57li:)xe5. sus mejores reapariciones fue en la partida
Short-Gulko (Linares 1990).
4000 d6
PARTIDA N. o 103 5 c3 �e7
BROWNE- KERES La línea más sólida. La partida Short­
Open de Vancouver, 1975 Gulko mencionada continuó así: 5 ... �d7
Apertura Ruy López 6 li:)bd2 g6 7 l¿)fl �g7 8 �g5 h6 9 �h4
li:)a5 10 �a4 �xa4 11 Wxa4+li:)c6 12li:)e3
En esta partida de la última ronda Keres y las blancas acabaron ganando. Es un po­
sólo necesitaba unas tablas para asegurar­ co más dinámico desarrollar el alfil por g7
se el primer puesto, mientras que Browne que por e7, si bien al desarrollarlo por
estaba obligado a ganar si quería conse­ e7 las negras a menudo juegan ... �f8, ... g6
guir un buen premio. Una situación así y ... it.g7. En definitiva, la jugada textual
puede traducirse en favor de cualquiera no tiene nada de malo.
de los contendientes, según su respectivo 6 li:)bd2 0-0
temperamento. A veces es útil saber que 7 0-0 it.d7
sólo sirve ganar, en cuyo caso no necesita­ 8 l:te1
mos perder tiempo en decidir si vale o no A veces las blancas juegan 8 it.a4, a fin
la pena arriesgarse, o si debemos entrar en de prevenir que las negras fuercen un
una línea de tablas. Sin embargo, a menu­ cambio de alfiles con ...li:)a5. Sin embargo,
do opera de forma diferente. Un jugador probablemente no haya nada que temer y
al que le bastan las tablas sólo tiene que la textual es más flexible.
jugar con solidez, mientras que su opo­ 8ooo l:te8
nente debe llevar el peso del juego y pen­ Después de 8 ... li:)a5 9 �xd7 Wxd7 10
sar continuamente en nuevas formas de d4, las blancas tienen una ligera superiori­
incordiar a su rival. dad en el centro.
1 e4 eS 9 li:)fl �f8 (Ver diag. 473)
2 lt)f3 li:)c6 10 it. gS
3 �bS li:)f6 Ahora las negras igualan cómodamen­
Una buena elección para una partida te. Es muy raro jugar �g5 en la Ruy Ló­
como ésta. Una de las líneas principales pez Cerrada, cuando el alfil negro puede
que se derivan de esta variante es 4 0-0 regresar a e7, precisamente porque a me­
li:)xe4 5 d4li:)d6 6 �xc6 dxc6 7 dxe5li:)f5, nudo conduce al cambio de alfiles de casi­
que conduce a un temprano cambio de da- llas negras, lo que reduce considerable-
BROWNE- KERES, OPEN DE VANCOUVER, 1975 255

El cambio de dos pares de piezas me­


nores alivia la posición de las negras,ase­
gurándoles una completa igualdad.
13 �xe7
No 13 .tg3 tt:'lxe3 14 :txe3 il.. f6 y las
blancas no pueden jugar 15 d4,puesto que
sale a relucir la desafortunada posición de
la torre tras 15 ... tt:'lxd4 16 tt:'lxd4 exd4. Si,
por otra parte,las blancas retiran antes la
torre con 15 1Ie1,entonces 15 ... �g4 no
sólo impide d4,sino que también plantea
una molesta clavada.
13 ••• tt:'lxe7
No,desde luego,13 ... tt:'lxe3? 14 �xd8
mente la presión sobre la posición más tt:'Jxd1 15 Ji.xc7 tt:'lxb2 16 l:tab1 y el caba­
restringida de. las negras. Una mejor posi­ llo queda atrapado.
bilidad era 10 tt:'lg3 g6 11 .ta4 �g7 12 d4 14 tt:'lxg4
tt:'la5 13 .tc2 eS 14 d5 b5 15 h3 tt:'lc4 16 El juego de las blancas en los próximos
tt:'lh2 h5,como en la partida Romanishin­ movimientos se basa,en gran parte,en la
Fernández (Yurmala 1983), alcanzando situación del torneo. En razón de su deslu­
una posición normal de la Ruy López. cido juego de apertura,las blancas no tie­
10 ... h6 nen ni sombra de ventaja,pero están obli­
11 �h4 �e7 gadas a encontrar algún modo de jugar a
Ahora las negras están listas para pro­ ganar. En consecuencia, Browne decide
poner un cambio de alfiles. Por otra parte, lanzar un ataque en el flanco de rey,a pe­
las blancas no pueden completar la manio­ sar de que no hay una justificación posi­
bra de caballo típica (tt:'ld2-fl-g3),porque cional que respalde este plan. Las blancas
con ...g5 quedaría atrapado el alfil de h4. no ejercen un mayor control sobre el cen­
12 tt:'le3 tro que las negras,y no hay debilidades vi­
Si las blancas avanzan en el centro,en­ sibles en la posición del rey negro. El úni­
tonces las negras pueden forzar la liquida­ co efecto que tendrá el plan blanco es
ción 12 d4 tt:'lxd4 13 tt:'lxd4 exd4 14 �xd7 descentralizar algunas de sus piezas im­
tt:'l xd7 15 � xe7 :t xe7 16 cxd4 tt:'lf6 17 portantes.
tt:'lg3 c6,seguido de ...'*Yb6 y ... :tae8,que Si las blancas se conformaran con ta­
dejaría a las blancas sin posibilidades rea­ blas, podrían, por supuesto, encauzar el
les de victoria. Si las negras tuvieran inten­ juego en tal sentido,con 14 Ji.xd7 '*Yxd7
ción de arriesgar,incluso podrían jugar 13 (no 14 ... tt:'lxe3? 15 Wa4) 15 tt:'lxg4 Wxg4
... c6!?,aunque en última instancia proba­ 16 h3 Wf4 y en este momento el punto po­
blemente se produciría una liquidación si­ dría ser perfectamente compartido.
milar,después de 14 �a4 exd4 15 '*Yxd4 14 ... .txb5
(15 cxd4 tt:'lxe4) 15 ... d5 16 exd5 tt:'lxd5 17 15 tt:'lh4
il..xe7 :txe7. Las blancas nunca pueden avanzar en
12 ... tt:'lg4 el centro . Después de, por ejemplo, 15
256 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

'ifb3 Ac6 (15 ... �d7 16 h3 'ifc8 también tendrían que intentar 17 ttJxh6+ gxh6 18
es jugable) 16 d4,las negras replican 16 ... 'ifh5. Ahora las negras también pueden
h5! 17 ttJg5 l:r.f8 18 tiJe3 (18 d5 hxg4 19 equivocarse con 18 ... 'iff6 19 l:r.f3 'ife6 20
dxc6 bxc6 gana un peón) 18 ... tlJg6 19 d5 tiJf5 �f8 21 ttJxh6 tiJd8 22 'ifg5,con ata­
'if xg5 20 dxc6 bxc6 21 'it'b7 l:r. ab8 22 que decisivo, pero 18 ... l:r. e6! refuta la
'ifxc7 1:[ xb2 y las negras tienen una clara combinación. Las blancas pueden seguir
ventaja. Si las blancas tratan de recuperar luchando con 19 l:r.g3+ (19 tiJf5 se contes­
el peón con 23 'ifxd6,entonces 23 ... tiJf4 ta con 19 ... 'iff8) 19 ... �f8 20 tiJf5 (20
24 �fl 'ifh4 y las negras ganan. 'ifg4 'ifg5) 20 ... 'iff6 21 'ifg4 'ifh8,pero
15 �d7 los recursos defensivos de las negras bas­
16 l:r.e3? tan para rechazar el ataque.
Nótese que aunque 16 ... h5 gana pieza,
también permitiría a las blancas desplegar
un fuerte ataque con 17 tiJh6+ gxh6 18
'ifxh5.
La jugada de la partida es suficiente
para defenderse,pero la posición resul­
tante sólo le ofrece a las negras una pe­
queña ventaja.
17 l:tg3
Después de 17 'if f 3 tiJ d5 ! 18 exd5
'ifxh4 19 h3 f5 20 tiJh2 l:r.f8,las negras tie­
nen una posición prometedora.
17 ••• tlJgS
Lo más sencillo . El caballo de h4 no
puede saltar hacia delante, ya que si 18
Ésta es la lógica consecuencia de la ju­ tiJf5 g6 19 tiJfe3 h5 20 Ilh3 �g7 gana pie­
gada anterior de las blancas, pero toda la za,de modo que las blancas tienen que re­
estructura del ataque blanco parece tam­ troceder.
baleante, pues el caballo de h4 está des­ 18 tiJh4 i.xg4
protegido y la jugada textual ocupa la úni­ Keres se da por satisfecho con forzar
ca casilla de escape del caballo de g4. una posición igualada,pues de otro modo
16 ••• �h7? habría intentado 18 ... tiJf6 19 tiJe3 c6,con
Keres deja escapar la ocasión de explo­ una pequeña ventaja,debido a que la to­
tar la momentánea fragilidad de la posi­ rre de g3 está mal situada.
ción blanca. Después de 16 ... tlJc6!, las 19 l:txg4 tiJf6
blancas deben perder material y la única La liquidación ha eliminado todo peli­
cuestión es si podrán obtener a cambio gro en el flanco de rey y ahora la posición
una compensación suficiente. Las líneas es virtualmente simétrica,excepto que la
17 g3 h5 18 tiJh6+ gxh6 19 'ifxh5 'ifg5 o 17 torre blanca está mal situada en g4. Sin
tiJ f5 � xf5 18 exf5 h5 19 l:r. h3 hxg4 20 embargo,la naturaleza estática de la posi­
'ifxg4 'iff6 21 'ifh5 �f8 ofrecen poco a las ción significa que no es un hándicap espe­
blancas a cambio de la pieza,de modo que cial,ya que las blancas disponen de mucho
BROWNE- KERES, OPEN DE VANCOUVER, 1975 257

tiempo para incorporar la torre al centro We7 23 l:r.e1 d5 24 eS c6 25 h3 tt'le4 26 c4,


del tablero antes de que las negras puedan que conduciría a un juego de doble filo.
emprender acciones concretas. No obstan­ 21
ooo d5
te, las blancas se empeñan en intentar Ahora que todo está dispuesto, las ne­
romper en el flanco de rey con un ataque, gras emprenden acciones en el centro. Si
a pesar de que se trata de una tarea impo­ las blancas no retroceden pronto con su
sible, teniendo en cuenta el reducido ma­ torre, no podrán impedir que las negras se
terial que queda sobre el tablero. apoderen de la columna d.
20 l:r.h4 22 We2
Por el momento no hay particular peli­ Las negras también quedan con una li­
gro. También hubiera sido perfectamente gera ventaja después de 22 exd5 Wxd5, o
seguro jugar 20 l:r.g3 d5 (no 20 ... tt'lh5? 21 de 22 Wb3 dxe4 23 dxe4 c5 24 l:r.d1 Wc7.
tt'lg5+) 21 tt'ld2, aportando una ruta de re­ 22 Wd7
greso al centro para la torre, por si fuera 23 tt'lh4 dxe4
necesaria. 24 dxe4 l:r.ad8
20 000 c¡f¡¡gS 25 tt'lf5
Comoquiera que jueguen las blancas,
las negras conservarán siempre el control
de la columna d. Esto no debería bastar,
por sí solo, para ganar la partida, pero in­
dica que las blancas tendrán que afrontar
una larga y penosa tarea defensiva. Des­
pués de, por ejemplo, 25 l:r.e3, la inmedia­
ta 25 ... Wd2 no conduce a nada tras 26
tt'lf3, pero 25 ... l:[ e6 mantiene la presión.
25
000 W'd2
26 Wt3?
Las blancas siguen persiguiendo la qui­
mera del ataque, pero el total control de la
columna d por parte de las negras hace
que tal ataque no pueda plasmarse. Las
Otra medida de seguridad. Si las ne­ blancas deberían haber jugado 26 l:[ e3,
gras juegan la inmediata 20 ... d5, entonces pero incluso así, 26 ... l:[ d7, seguido de
21 Wb3 es un poco incómoda, ya que 21 ... ... l:r.ed8, conserva la ventaja de las negras.
dxe4?, las blancas quedarían bien con 22 26
000 l:r.e6!
tt'lg5+. Una excelente jugada, que pone de re­
21 l:r.h3? lieve los problemas de las blancas. Sería
Después de esto las blancas caen en una un error 26 ... Wxb2, ya que entonces 27
posición inferior. Ahora era el momento de :tfl l:r.e6 (27 ... tt'lh7 28 l:r. xh6 gxh6 29
realizar (¡por fin!) el avance 21 d4. Las ne­ Wg4+ tt'lg5 30 tt'lxh6+ c¡f¡¡h7 31 Wxg5 es fa­
gras podrían elegir en tal caso entre mante- vorable a las blancas) 28 Wg3 g6 29 l:lxh6
ner el equilibrio, con 21 ... We7, o desequili- l:r.d7 30 Wh4 tt'lh5 31 tt'lg3 es muy peligro­
brar la posición con 21 ... exd4 22 Wxd4 so para las negras.
258 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

Keres, con buen criterio, mantiene la Wxf3 30 gxf3 c;t>h7 31 lLJe3 lLJh5 32 l:tg4
dama en d2 por el momento,desde donde lLJf4,la torre blanca quedaría desconecta­
protege el vulnerable peón de h6,y afron­ da del juego en el flanco de rey durante
ta tranquilamente la amenaza blanca varias jugadas,tiempo que aprovecharían
lLJxh6+. Las negras no tienen prisa en ma­ las negras para penetrar con sus torres en
terializar su ventaja posicional, y sólo to­ la retaguardia enemiga.
marán un peón cuando estén seguras de 29 ... Ilee8
que el contrajuego blanco pueda ser con­ Las negras también podían haber ga­
tenido. nado con 29 ... .l:txd1+ 30 Wxd1 lLJxe4 31
27 l:.g3 .l:tf3 Wd2 32 Wxd2 lLJxd2 33 lLJxh6+ c;t>g7
Después de 27 Ilfl,las negras respon­ 34 .l:td3 lLJc4 35 b3 c;t>xh6 36 bxc4 l:f.c6,
den 27 ... Wf4!, a lo que puede seguir 28 cuando ganarían un peón y conservarían
W xf4 exf4 29 f3 Il b6 30 b3 Il a6 31 a4 ventaja posicional.
Ild3,y cuando las blancas consigan sacar 30 lLle7+
su torre del encierro de h3,habrán perdi­ Después de 30 Ile1 Wxf3 31 lLJxh6+
do la mayoría (si no todos) de sus peones c;t>g7 32 .l:txf3 l:te6 33 Ilh3 Ild2 (pero no
del flanco de dama. 33 ... Ilh8? 34 lLJxf7 l:f. xh3 35 lLlg5),las
27 g6 blancas quedan con torre y caballo atrapa­
28 Ilfl dos en la columna h. Pueden salvarlos con
34 g4 Ilxb2 35 g5 lLJh5,pero entretanto su
posición ha quedado en ruinas.
30 ... c;t>g7
31 lLJd5 Wxf3
32 l:f.xf3
O bien 32 gxf3 lLJh5 33 Ilg4 c6 34 lLle3
l:f.xd1+ 35 lLJxd1 Ild8,con fácil victoria.
32••• c6
33 lLle3 Ilxdl+
34 lLJxdl Ild8

476

28 'ii'f4
Tampoco ahora hay necesidad de per­
mitirle contrajuego a las blancas con 28 ...
Wxb2 29 lLJxh6+ c;t>f8 30 lLlg4 lLJxg4 31
Ilxg4 Wxa2 32 l:th4 c;t>g7 33 Wh3. Des­
pués de la textual,la situación de las blan­
cas es desesperada.
29 Ildl
En caso de 29 Ile1, después de 29 ... 477
BROWNE- KERES, OPEN DE VANCOUVER, 1975 259

Del ataque blanco en el flanco de rey 37 l:.g3 f5


no queda ni rastro, mientras las negras, 38 lbxf5+ gxf5
con su control de la columna abierta, do­ 39 h4 f4
minan por completo la posición. Las blan­ Las blancas podían haberse ahorrado
cas no sólo pierden ahora un peón, sino estas últimas jugadas.
que subsiste el problema de su torre en 40 l:.g4 �g6
fuera de juego, lo que facilita la tarea téc­ 41 hxg5 hxg5
nica de las negras. 42 g3 �f5
35 lbe3 lbxe4 43 f3 l:.d1+
36 h3 lLJgS 44 �g2 (0-1)
260

Lista de torneos y palmarés

La lista siguiente incluye todos los eventos en que tomó parte Keres a lo largo de su carre-
ra. El lector encontrará (por este orden) el año,el lugar,el puesto en que se clasificó,el
número de partidas jugadas,ganadas,perdidas,tablas y puntos obtenidos.

l. Torneos

1929 Campeonato de Plirnu 2.0 18 13 4 1 13,5


1930 Tallinn,Cto. Juvenil Estonia 1 .0 9 7 o 2 8
1932 Tartu,Cto. Juvenil Estonia 1.0 9 9 o o 9
1933 Plirnu,Cto. Juvenil Estonia 1 .0 12 11 o 1 11,5
1933 Tallinn,Cto. Estonia 3.0/4.0 7 5 2 o 5
1934 Rakvere,Cto. Estonia 2.0 9 6 1 2 7
1935 Tallinn,Cto. Estonia 1.0/2.0 9 6 2 1 6,5
1935 Tartu 1.0 24 22 o 2 23
1935 Tallinn 2.0 8 5 2 1 5,5
1935 Varsovia,Olimpiada 19 11 5 3 12,5
1935 Helsinki 2.0 8 6 1 1 6,5
1936 Tallinn 1.0 10 8 o 2 9
1936 Bad Nauheim l.o/2.o 9 4 o 5 6,5
1936 Dresde 8.0/9.0 9 2 4 3 3,5
1936 Zandvoort 3.0/4.0 11 5 3 3 6,5
1936 Munich,Olimpiada oficiosa 20 12 1 7 15,5
1937 Tallinn 1 .0 9 6 o 3 7,5
1937 Margate l.o/2.o 9 6 o 3 7,5
1937 Ostende 1.0/3.0 9 5 2 2 6
1937 Praga 1.0 11 9 o 2 10
1937 Viena 1 .0 6 4 1 1 4,5
1937 Kemeri 4.o/5.o 17 8 2 7 11,5
LISTA DE TORNEOS Y PALMARÉS 26 1

1937 Plirnu 2. 0/4. 0 7 3 1 3 4,5


1937 Estocolmo,Olimpiada 15 9 2 4 11
1937 Semmering-Baden l. o 14 6 2 6 9
1938 Hastings 2. 0/3. 0 9 4 o 5 6,5
1938 Noordwijk 2. 0 9 4 o 5 6,5
1938 AVRO (Holanda) 1. 0/2. 0 14 3 o 11 8,5
1939 Leningrado-Moscú 12. 0/13. 0 17 3 4 10 8
1939 Margate l. o 9 6 o 3 7,5
1939 Buenos Aires,Olimpiada 19 12 2 5 14,5
1939 Buenos Aires 1. 0/2. 0 11 7 1 3 8,5
1940 Moscú,Cto. URSS 4. 0 19 9 4 6 12
1941 Leningrado-Moscú,Cto.
Absoluto de la URSS 2. 0 20 6 4 10 11
1942 Tallinn,Cto. Estonia l. o 15 15 o o 15
1942 Salzburgo 2. 0 10 4 2 4 6
1942 Munich 2. 0 11 6 2 3 7,5
1943 Praga 2. 0 19 11 1 7 14,5
1943 Poznan l. o 5 5 o o 5
1943 Salzburgo 1. 0/2. 0 10 5 o 5 7,5
1943 Tallinn,Cto. Estonia l. o 11 6 1 4 8
1943 Madrid l. o 14 12 o 2 13
1944 Lidkoping 2. 0 7 4 2 1 4,5
1945 Riga l. o 11 10 o 1 10,5
1945 Tallinn,Cto. Abierto Estonia l. o 15 11 o 4 13
1946 Tiflis,Cto. Abierto Georgia l. o 19 17 o 2 18
1947 Leningrado,Cto. URSS l. o 19 10 1 8 14
1947 Parnu l. o 13 7 1 5 9,5
1947 Moscú 6. on. o 15 6 3 6 9
1948 La Haya-Moscú,Campeonato
del Mundo 3. 0/4. 0 20 8 7 5 10,5
1948 Moscú,Campeonato URSS 6. 0/9. 0 18 5 4 9 9,5
1949 Moscú,Campeonato URSS 8. 0 19 7 4 8 11
1950 Budapest,Candidatos 4. 0 18 3 2 13 9,5
1950 Sczawno-Zdroj l. o 19 11 1 7 14,5
1950 Moscú,Campeonato URSS l. o 17 8 2 7 11,5
1951 Moscú,Campeonato URSS l. o 17 9 2 6 12
1952 Budapest l. o 17 10 2 5 12,5
1952 Helsinki,Olimpiada 12 3 2 7 6,5
1952 Moscú,Campeonato URSS .
10 11 0 / . 0 19 5 5 9 9,5
1953 Tartu,Cto. Abierto Estonia l. o 19 17 o 2 18
1953 Neuhausen-Zurich,Candidatos 2. 0/4. 0 28 8 4 16 16
1954 Amsterdam,Olimpiada 14 13 o 1 13,5
1955 Hastings 1. 0/2. 0 9 6 1 2 7
262 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

1955 Moscú, Campeonato URSS 7.0/8.0 19 7 4 8 11


1955 Parnu l.o 11 9 o 2 10
1955 Gotemburgo, Interzonal 2.0 20 9 2 9 13,5
1956 Amsterdam, Candidatos 2.0 18 3 1 14 10
1956 Moscú, Olimpiada 12 7 o 5 9,5
1956 Moscú 7.0/8.0 15 4 2 9 8,5
1957 Moscú, Campeonato URSS 2.0/3.0 21 8 2 11 13,5
1957 Mar del Plata l.o 17 13 o 4 15
1957 Santiago (Chile) l.o 7 5 o 2 6
1957 Viena, Cto. Europa equipos 5 1 o 4 3
1958 Hastings l.o 9 7 1 1 7,5
1958 Munich, Olimpiada 12 7 o 5 9,5
1959 Tiflis, Campeonato URSS 7.0/8.0 19 5 3 11 10,5
1959 Zurich 3.0/4.0 15 7 1 7 10,5
1959 Bled-Zagreb-Belgrado,
Candidatos 2.0 28 15 6 7 18,5
1960 Parnu l.o 15 9 o 6 12
1960 Leipzig, Olimpiada 13 8 o 5 10,5
1960 Estocolmo 3.0 9 5 1 3 6,5
1961 Zurich l.o 11 7 o 4 9
1961 Oberhausen, Cto. Europa eq. 8 4 o 4 6
1961 Bled 3.0/4.0 19 7 1 11 12,5
1962 Bakú, Campeonato URSS 8.o/11.o 20 4 2 14 11
1962 Cura�ao, Candidatos 2.0/3.0 27 9 2 16 17
1962 Varna, Olimpiada 13 6 o 7 9,5
1963 Los Angeles l.o/2.o 14 6 3 5 8,5
1963 Moscú 6.on.o 15 5 3 7 8,5
1964 Beverwijk 1.o12.o 15 8 o 7 11,5
1964 Buenos Aires l.o/2.o 17 9 1 7 12,5
1964 Tel-Aviv, Olimpiada 12 9 1 2 10
1965 Hastings l.o 9 7 o 2 8
1965 Marianske Lazne l.o/2.o 15 7 o 8 11
1965 Tallinn, Campeonato URSS 6.0 19 4 1 14 11
1966 Estocolmo l.o 9 7 o 2 8
1967 Moscú 9.0/12.0 17 2 2 13 8,5
1967 Winnipeg 3.0/4.0 9 2 o 7 5,5
1968 Bamberg l.o 15 9 o 6 12
1969 Wijk aan Zee 3.0/4.0 15 6 1 8 10
1969 Tallinn 2.0/3.0 13 5 o 8 9
1969 Luhacovice 2.0 15 7 1 7 10,5
1970 Budapest l.o 15 5 o 10 10
1970 Kapfenberg, Cto. Europa eq. 5 5 o o 5
1971 Tallinn l.o/2.o 15 8 o 7 11,5
LISTA DE TORNEOS Y PALMARÉS 263

1971 Parnu 2. 0/3. 0 13 7 1 5 9,5


1971 Amsterdam 2. 0/4. 0 15 4 1 10 9
1972 Sarajevo 3. 0/4. 0 15 4 o 11 9,5
1972 San Antonio 5. 0 15 6 2 7 9,5
1973 Tallinn 3. 0/6. 0 15 6 3 6 9
1973 Dortmund 6. o/7. o 15 3 1 11 8,5
1973 Petrópolis, Interzonal 12. 0/13. 0 17 3 4 10 8
1973 Moscú, Campeonato URSS 9. o/12. o 17 1 2 14 8
1975 Tallinn l. o 15 6 o 9 10,5
1975 Vancouver, Open l. o 10 7 o 3 8,5

Total 1609 808 154 647 1131,5

2. Matches

1935 Friedemann 3 2 1 o 2
1935 Kibberman 4 3 1 o 3
1936 P. Schmidt 7 3 3 1 3,5
1938 Stahlberg 8 2 2 4 6
1939-40 Euwe 14 6 5 3 7,5
1944 Ekstrom 6 4 o 2 5
1956 Unzicker 8 4 o 4 6
1962 Geller 8 2 1 5 4,5
1965 Spassky 10 2 4 4 4

Total 68 28 17 23 39,5

3. Competiciones por equipos 56

1929 Parnu-Viljandi 2 o 1 1 0,5


1930 Parnu-Viljandi 2 o o 2 1
1932 Parnu-Moisaküla 2 2 o o 2
1936 Parnu, Cto. Estonia eq. 3 1 1 1 1,5
1937 Estonia-Lituania 2 1 o 1 1,5
1938 Tallinn, Cto. Estonia eq. 6 4 o 2 5
1938 Estonia-Letonia 2 o 1 1 0,5
1938 Tartu, Cto. Estudiantes del Báltico 3 2 1 o 2

,. Curiosamente, los resultados correspondientes a Olimpiadas y Campeonatos de Europa por equipos na­
cionales han sido incluidos por los autores en el apartado 1, Torneos. (N. del T.)
264 EN BUSCA DE LA PERFECCIÓN

1938 Estonia-Finlandia 2 2 o o 2
1939 Estonia-Letonia 2 2 o o 2
1939 Estonia-Lituania 2 o o 2 1
1940 Tallinn, Cto. Estonia eq. 4 4 o o 4
1940 Tartu, Cto. Estudiantes eq. 5 5 o o 5
1940 Estonia-Lituania 2 o o 2 1
1940 Tallinn, provincias estonianas 1 o o 1 0,5
1944 Tallinn-Nomme 1 1 o o 1
1945 Match Kalev-Daugava 2 2 o o 2
1945 Tallinn-Riga 2 2 o o 2
1945 Match Kalev-Daugava 2 1 o 1 1,5
1946 URSS-Gran Bretaña (radio) 2 1 o 1 1,5
1946 URSS-Estados Unidos (radio) 2 1 o 1 1,5
1947 Estonia-Letonia 2 2 o o 2
1947 Match Kalev-Daugava 2 2 o o 2
1947 URSS-Gran Bretaña 2 1 o 1 1,5
1951 Kiev, Cto. URSS equipos 3 1 o 2 2
1954 Estonia-Letonia 2 1 o 1 1,5
1954 URSS-Argentina 4 1 1 2 2
1954 URSS-Francia 2 2 o o 2
1954 URSS-Estados Unidos 4 3 1 o 3,5
1954 URSS-Gran Bretaña 2 2 o o 2
1954 URSS-Suecia 2 2 o o 2
1955 URSS-Hungría, match-torneo 7 3 o 4 5
1955 URSS-Estados Unidos 4 3 o 1 3,5
1956 URSS-Yugoslavia, match-torneo 7 2 1 4 4
1957 URSS-Yugoslavia, match-torneo 5 1 o 4 3
1957 Estonia-Hungría 2 o 2 o o
1958 URSS-Yugoslavia 4 1 1 2 2
1958 Vilnius, Cto. URSS equipos 7 1 o 6 4
1959 Estonia-Letonia 2 o o 2 1
1959 Estonia-Finlandia 2 o o 2 1
1959 Moscú, Cto. URSS equipos 8 5 o 3 6,5
1960 Estonia-Finlandia 2 1 1 o 1
1960 URSS-Italia-Túnez, match-torneo 3 3 o o 3
1960 URSS-Alemania Federal, match-t. 7 4 o 3 5,5
1960 Moscú, Cto. URSS equipos 2 1 o 1 1,5
1961 URSS-Yugoslavia, match-torneo 5 1 1 3 2,5
1961 Campeonato URSS equipos 2 o o 2 1
1962 URSS-Holanda 2 o o 2 1
1962 Estonia-Finlandia 2 1 o 1 1,5
1962 Campeonato URSS equipos 5 2 o 3 3,5
1963 Estonia-Finlandia 2 2 o o 2
LISTA DE TORNEOS Y PALMARÉS 265

1963 Campeonato URSS equipos 8 4 1 3 5,5


1964 Estonia-Finlandia 2 1 o 1 1,5
1964 Campeonato URSS equipos 5 1 1 3 2,5
1965 Campeonato URSS equipos 7 3 o 4 5
1966 Estonia-Finlandia 2 2 o o 2
1966 URSS-Yugoslavia, match-torneo 4 o o 4 2
1966 Campeonato URSS equipos 10 2 2 6 5
1966 Match Kalev-Joud 2 1 o 1 1,5
1967 Estonia-Georgia 2 o 1 1 0,5
1967 Campeonato URSS equipos 8 3 o 5 5,5
1967 Match Kalev-Joud 2 1 1 o 1
1968 Estonia-Finlandia 2 o o 2 1
1968 Match Kalev-Joud 2 2 o o 2
1968 Campeonato URSS equipos 11 2 o 9 6,5
1969 Estonia-Finlandia 2 1 o 1 1,5
1969 Estonia-Bulgaria 2 o o 2 1
1969 Match Kalev-Joud 2 2 o o 2
1969 Campeonato URSS repúblicas 7 3 1 3 4,5
1970 URSS-Resto del Mundo 4 2 o 2 3
1970 Estonia-Bulgaria 2 o o 2 1
1971 URSS-Yugoslavia, match-torneo 4 1 o 3 2,5
1972 Campeonato URSS repúblicas 7 3 o 4 5
1972 Hungría-URSS 3 3 o o 3
1973 Campeonato URSS equipos 4 2 o 2 3
1974 Campeonato URSS equipos 5 3 o 2 4
1975 Estonia-Leningrado 2 o 1 1 0,5

Total 267 121 20 126 184

4. Otros eventos

1968 Keres-Suiza, entrenamiento 18 15 o 3 16,5


1972 México 3 3 o o 3
Varias partidas entrenamiento 15 12 1 2 13

Total 36 30 1 5 32,5

Total carrera 1980 987 192 801 1387,5


266

Índice de oponentes

Los números hacen referencia a la página.

Alexander 78 Korchnoi 59
Averbaj 19 Larsen 191
Barcza 13, 52 Lombardy 132
Benko 165 Lutikov 219
Boleslavsky 62 Mikenas 201
Borisenko 17 Najdorf 107
Botvinnik 122 Panno 104
Browne 254 Sajtar 75
Byrne, D. 237 Schmid 195
Byrne, R. 91 Smyslov 31, 43
Clarke 137 Spassky 100, 181, 185
Dely 206 Szabo 80, 88
Eliskases 127 Taimanov 37, 84, 246
Fuderer 111 Tal 67, 153, 167
Geller 27, 48, 171 Tartakower 71
Gligoric 140, 146, 150, 176 Timman 224
Golombek 118 Unzicker 111
Hort 160 Westerinen 211, 242
Ivanovic 229
267

Índice de Aperturas

Los números hacen referencia a la página.

Alekhine,Defensa 201,211 Moderna,Defensa 242


Caro-Kann,Defensa 71,118 Nimzoindia,Defensa 84,132,176,185,224
Cuatro Caballos,Apertura 19 Nimzovich,Defensa 191
Francesa,Defensa 127 Peón Dama,Apertura 37
Gambito de Dama Aceptado 43,52 Petrov,Defensa 78
Gambito de Dama Rehusado 153,171 Réti,Apertura 31
Gambito de Rey 91 Ruy López, Apertura 13, 27, 48, 62, 111,
Grünfeld,Defensa 237 137,140,146,150,160,167,219,229,
Holandesa,Defensa 59 254
India de Dama,Defensa 100,181,246 Siciliana, Defensa 75, 88, 104, 107, 111,
India de Rey,Defensa 67,80 122,165,195,206
Inglesa,Apertura 17
Otros títulos de ajedrez en TUTOR:

EL CAMINO HACIA LA CUMBRE


PAULKERES

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Especial atención consagra a la superaguda Variante Botvinnik,
que Shirov ha empleado con éxito contra los mejores jugadores
del mundo.
FRR

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