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En la sección 

Matemoción del Cuaderno de Cultura
Científica somos unos apasionados de la poesía, así como de la
relación de esta con las matemáticas. Si miramos en el histórico
de la misma podremos encontrar muchas entradas vinculando
ambas, desde la serie Los números poéticos (primera
parte, segunda parte y tercera parte) en la que se hablaba de
poemas con temática matemática, como el poema sobre el
número pi de la premio nobel de literatura polaca Wisława
Szymborska o Los números oscuros de la poeta barcelonesa Clara
Janés, hasta poemas en cuya estructura hay matemáticas, como
poemas sobre una banda de Moebius (véase la entrada Poesía
retorcida sobre la banda de Moebius), la combinatoria de la obra
poética Cien mil millardos de poemas del escritor francés
Raymond Queneau (véase 100 000 000 000 000 poemas) o el
uso de la sucesión de Fibonacci, tanto en la obra Alfabeto de la
poeta danesa Inger Christensen (véase ¡Nos encanta Fibonacci! ),
como en los llamados poemas Fibonacci (véase Poemas
Fibonacci).

Un soneto me manda hacer Violante,


que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante,


y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,


y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
Como se ve en este ejemplo, los cuartetos de un soneto tienen
rima ABBA, a la cual se la conoce como rima abrazada. A la
estructura rítmica en la cual riman los cuatro versos AAAA se la
conoce como continua o cuarteto monorrimo. Un ejemplo lo
encontramos en el Libro del buen amor del Arcipreste de Hita
(aprox. 1283-1350), en el capítulo Enxiemplo del garçón que
quería casar con tres mujeres.

Era un garçón loco, mançebo bien valiente:


Non quería cassarse con una solamente;
Synon con tres mugeres: tal era su talente.
Porfiaron en cabo con él toda la gente.

Su padre é su madre é su hermano mayor


Afyncáronle mucho que ya por su amor
Con dos que se cassase, primero con la menor,
Dende á un mes conplido, casase con la mayor.
A la rima ABAB se la conoce como rima cruzada. Nos podemos
encontrar ejemplos de esta rima en muchos poemas, por ejemplo,
en el poema del poeta valenciano Miguel Hernández (1910-1942),
titulado Niño yuntero, del que mostramos las primeras estrofas.

Carne de yugo, ha nacido


más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,


a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Releyendo algunos poemas del poeta portugués Fernando Pessoa
(1888-1935), también he encontrado muchos cuartetos con rima
ABAB, como el siguiente poema.

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que de veras siente.

Y quienes leen lo que escribe,


sienten, en el dolor leído,
no los dos que el poeta vive
sino aquél que no han tenido.

Y así va por su camino,


distrayendo a la razón,
ese tren sin real destino
que se llama corazón.
Pero también encontramos cuartetos con otras rimas, como
AABA, en el poema que empieza así.

Siervo impasible de un fin desolado,


No creas o descreas demasiado.
Lo mismo da que pienses o no pienses.
Todo es irreal, anónimo, impensado.
Pero existen más estructuras rítmicas posibles para un cuarteto,
AAAB, AABB, ABAA, ABBB, AABC, ABAC, ABCA, ABBC, ABCB,
ABCC e incluso sin rima ABCD. En total, hay quince estructuras
rítmicas para cuatro versos.
Matematicopoema n.
20, del poeta visual catalán Toni Prat. Imagen de su blog Poesía
visual
Lo siguiente sería obtener cuántas estructuras de rimas posibles
hay para estrofas o poemas de cinco versos. Podéis listar vosotras
mismas todas las posibilidades que existen y descubriréis que son
52, aunque nosotros vamos a aprovechar para utilizar unos
diagramas muy especiales para mostrarlas.

En la novela clásica de la literatura japonesa El romance de Genji,


de la escritora Murasaki Shikibu (aprox. 978-1014), aparecen
representados con bonitos diagramas las 52 estructuras rítmicas
posibles. Las líneas verticales con los versos de la estrofa o poema,
y las líneas horizontales unen las líneas que riman. Cada capítulo,
en total son 54, empieza con la imagen de uno de esos diagramas,
aunque hay uno que se repite y otro extra. Los símbolos utilizados
en El romance de Genji son los que aparecen en esta imagen.
Por ejemplo, el primer signo se correspondería con la rima
ABACC, el número 37 con ABCAA o el número 52 con ABABA. Un
ejemplo de rima ABABB, que es el diagrama 29 de la imagen
anterior, es el poema Noche oscura del fraile y poeta castellano
Juan de la Cruz (1542-1591), que empieza así:

En una noche oscura


con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras, y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!
a oscuras, y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
La
demostración (2008), del poeta colombiano Rafael García Z., que
aparece en el libro El mago natural y otros abracadabras
Y podríamos seguir estudiando cuantas estructuras de rimas son
posibles para estrofas o poemas de seis o más versos.

Si hacemos un balance de los resultados que hemos obtenido


sobre cuántas posibles estructuras de rimas existen para estrofas
o poemas con un número fijo n de versos, hemos visto que para
los valores n = 1, 2, 3, 4 y 5, desde uno a cinco versos, la cantidad
de posibles estructuras rítmicas son: 1, 2, 5, 15 y 52.

Estos son los cinco primeros términos de una sucesión importante


de la combinatoria, los números de Bell (la sucesión A000110 en
la Enciclopedia online de sucesiones de números enteros), que
reciben su nombre del matemático y novelista estadounidense
Eric Temple Bell (1883-1960), conocido por ser el autor del
libro Los grandes matemáticos, de Zenón a Poincaré.

En combinatoria se define el número de Bell Bn como el número


de posibles particiones de un conjunto de n elementos, es decir, la
cantidad de formas distintas de distribuir los n elementos de un
conjunto en grupos.

Si para todo número natural n se toma como conjunto de


referencia el conjunto de los números naturales hasta n, {1, 2,
…, n – 1, n}, calculemos las particiones posibles de ese conjunto y,
por tanto, los números de Bell.

Para n = 1, solo hay una partición posible del conjunto {1}, la


trivial, luego B1 = 1;

para n = 2, las particiones del conjunto {1, 2}, es decir, las formas
de distribuir los elementos de ese conjunto en grupos son {1}{2} y
{1, 2}, por lo tanto, B2 = 2;

para n = 3, las particiones de {1, 2, 3} son {1}{2}{3}, {1, 2}{3}, {1,


3}{2}, {2, 3}{1} y {1, 2, 3}, por eso B3 = 5;
para n = 4, son {1}{2}{3}{4}, {1, 2}{3}{4}, {1, 3}{2}{4}, {1, 4}{2}
{3}, {2, 3}{1}{4}, {2, 4}{1}{3}, {3, 4}{1}{2}, {1, 2}{3, 4}, {1, 3}{2,
4}, {1, 4}{2, 3}, {1, 2, 3}{4}, {1, 2, 4}{3}, {1, 3, 4}{2}, {2, 3, 4}{1} y
{1, 2, 3, 4}, es decir, B4 = 15;

de la misma forma podéis calcular las particiones de {1, 2, 3, 4, 5}


y obtener que B5 = 52. En general, los primeros miembros de la
sucesión de números de Bell son

1, 2, 5, 15, 52, 203, 877, 4.140, 21.147, 115.975, …

Como el conjunto sobre el que consideremos las particiones puede


ser cualquiera, esto permite hacer diferentes diagramas e
interpretaciones de los números de Bell. Por ejemplo, si se
consideran puntos en el plano se pueden representar las
particiones de estos como aparece en las siguientes imágenes,
para B3 y B4.
Las 5 particiones del conjunto

de tres puntos Las 15


particiones del conjunto de cuatro puntos
Aunque si le metemos color a las particiones queda más bonito el
diagrama, como la siguiente imagen para el cálculo de B5.
del conjunto de cinco puntos. Imagen: Wikimedia Commons
Por otra parte, si un número N es producto de n números primos
distintos, lo que se suele denominar un número libre de
cuadrados, entonces Bn es igual al número de formas de expresar
N como producto de divisores suyos, salvo el 1. Así, el número 105
puede expresarse como 105 = 3 · 5 · 7 = 15 · 7 = 21 · 5 = 35 · 3 (b3 =
5). Notemos que el conjunto que se considera es el formado por
los divisores primos del número N, en el caso de 105 sería {3, 5,
7}, y cada partición da lugar a una forma de expresar el número N
como producto de divisores suyos, así la partición {3, 7}{5} da
lugar a 105 = 21 · 5 , ya que 21 = 3 · 7.

La
espera eterna, de la poeta catalana Ariadna Torres
Pero volviendo al tema central de esta entrada si ahora se toma el
conjunto de los versos de una estrofa o poema con n versos para
calcular el número de Bell Bn, entonces la cantidad de estructuras
para las rimas de una estrofa o un poema de n versos es igual al
número de Bell Bn, ya que se considera que los versos que están
en un mismo grupo tienen la misma rima.

Si miramos a la sucesión de los números de Bell, B7 = 877, es


decir, existen 877 estructuras rítmicas para estrofas o poemas de
8 versos, entre las que están las rimas ABCBDAD, ABCBADA de
las primeras estrofas del poema Nanas de la cebolla del poeta
Miguel Hernández.
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre


mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre
escarchaba de azúcar,
cebolla y hambre.
An
Inkblack, Triangled, Sequential Letterwork, del artista visual
holandés Pixie Pravda
Bibliografía

1.- Toni Prat, Poesía visual (blog)

2.- Raúl Ibáñez, La gran familia de los números (título


provisional), Catarata, 2020.

Sobre el autor: Raúl Ibáñez es profesor del Departamento de


Matemáticas de la UPV/EHU y colaborador de la Cátedra de
Cultura Científica
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Por César Tomé
2 comentarios
Publicado el 18 de noviembre, 2020 en 

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