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Tema 33
(Tema completo siempre que hagas la "lectura única" y retengas parte de la misma)
Las principales escuelas que elaboran una teoría de base lingüística son :
La lengua literaria :
1. Onomatopeya (ampliar).
2. Aliteración (repetición de un mismo sonido).
1. La rima (ampliar).
2. El acento : trocaico (acento en la 3ª, la 5ª y la 7ª sílabas), dactílico (1ª,4ª,7ª) y
mixto (2ª,4ª,5ª ó 7ª).
3. Tono y entonación expresiva :
- Una misma frase varía su significado, su intención, según si se carga de ironía,
desprecio, alegría, etc...
Recursos léxicos :
1. Metonimia : cambio semántico motivado por las relaciones entre las palabras :
a) el instrumento por el que lo maneja : "pluma" por "escritor"; b) el lugar por el
producto que procede de él : "Champagne"; c) el autor por la obra : "un
Picasso".
2. Sinédoque : a) concebir la parte por el todo : "el pan nuestro de cada día"; b)
mención del todo por la parte; c) mención del singular por el plural : "el hombre
es mortal".
3. Simil, imagen, sinestesia, alegoría, símbolo, eufemismo, ironía, antítesis,
paradoja, hipérbole, prosopopeya : el simil es comparación pero no expresa
una identidad total como la metáfora; la imagen es toda representación de algo;
la sinestesia es el entrecruzamiento de sensaciones visuales, acústicas,etc; la
alegoría (ampliar); el símbolo (ampliar); el eufemismo(ampliar); la ironía
(ampliar); la antítesis (ampliar); la paradoja(ampliar); la hipérbole es una
exageración; la prosopopeya es otorgar cualidades de seres animados a los que
no lo son.
4. La metáfora : A es B; B es A; A de B ("es de oro el silencio"); B de A ("el
tambor del llano"); A,B; A=B=C ("nuestras vidas son los ríos..."); B en lugar de
A ("su luna de pergamino").
3. Estilística y retórica
"PROYECTO AULA" :
Hasta hoy no ha sido posible descubrir ese "algo" propio de la literatura, ni como
propiedad materia, ni como propiedad estructural. No hay "materiales lingüísticos (ya
sean fónicos, mofosintácticos o léxico-semánticos) presentes en textos literarios –en
todos ellos- y ausentes en los que no consideramos como tales. No hay especiales
relaciones o disposiciones de estos materiales que permitan identificar inmediatamente
un texto literario. Por último, las obras literarias no "funcionan" de forma diferente a los
discursos propios de la lengua común.
Con todo, se pueden establecer una serie de diferencias, que han de ser entendida en el
sentido "cuantitativo", más que en el "cualitativo".
La literatura es un fenómeno que emplea como materia prima el lenguaje. Sin embargo,
el lenguaje literario presenta (frente al común) sus propias características. Destacamos
las siguientes:
* Originalidad: el lenguaje literario es un acto de creación consciente de un emisor con
voluntad de originalidad. El Formalismo ruso hablaba de una desautomatización que
realiza el lenguaje literario con respecto del lenguaje común; aquel debe ser inédito,
extraño y siempre original
* El lenguaje se utiliza con voluntad artística: se intenta crear una obra de arte; no existe
una finalidad práctica sino estética. Esta finalidad artística se debe también a una
especial intención comunicativa.
* El mensaje literario crea sus propios mundos de ficción cuyos referentes no han de
corresponder necesariamente a la realidad exterior.
1. La función poética.
Roman Jakobson, destacada figura del formalismo ruso, después de atravesar distintas
corrientes lingüísticas (estructuralismo checo), de contactar con Leví-Strauss y de
impartir docencia en EE.UU. (teorías lingüísticas de Hopkins) determina la "teoría de la
función poética", uno de los giros más singulares de los análisis del lenguaje literario.
Jakobson funde en un mismo plano dos áreas, la lingüística y la poética, dando así un
cambio radical en el tratamiento de las dos disciplinas condenadas ya a entenderse de
una manera fructífera.
Jakobson afirma que "la poesía es el lenguaje en su función estética", precisando que
esa función cumple el cometido de subrayara los elementos formales del enunciado. La
función poética orienta la atención a la expresión verbal mediante recursos de
recurrencia.
Lo que le faltaba a Jakobson era encuadrar la noción de "función poética" en una teoría
más amplia de la comunicación lingüística para distinguir el mensaje literario de otra
suerte de conductas verbales. Esto le lleva a trazar los seis factores que intervienen en
todo acto de comunicación verbal, asociados cada uno de ellos a una precisa función.
Los factores son: emisor, receptor, canal, código, contexto y mensaje. En un solo
mensaje verbal pueden aparecer todas las funciones. Lo importante, sin embargo, no es
el número de funciones sino el orden, de modo que la estructura verbal del mensaje
depende de la función que predomina. Si el mensaje se orienta hacia el referente
(contexto) se bala de "función referencial", si es hacia el hablante, "emotiva"; si es hacia
el oyente, "conativa"; si es hacia el canal, "fática"; si es hacia el código,
"metalingüística" y si es hacia el mensaje, "poética". Todo conduce a la definición de
esta función: "la función poética proyecta el principio de equivalencia del eje de
selección al eje de combinación".
* Lenguaje literal: aquel que está hecho para permanecer en el tiempo; se trata de
aquellos mensajes que están obligados a reproducirse en sus mismos términos, porque si
no, el mensaje se resentiría y perdería su efectividad comunicativa.
Evidentemente, es indiscutible la relación entre ambas. Con frecuencia oímos que una
obra "es como la vida misma"; a veces se toma un texto literario como documento para
estudiar una época. La literatura nace en la sociedad e influye en ella. El escritor
procede de una clase social y escribe para un público. En numerosas ocasiones la
literatura se ha empleado como arma social.
Desde el siglo XVII se hacen estudios historicistas: Madamme Staël advierte en 1800
que la literatura refleja las costumbres, ambientes, creencias y problemas colectivos de
una época determinada. La sociocrítica marxista sobrevalora la presencia de la sociedad,
la consciencia colectiva en una obra literaria. Se critica el virtuosismo formal, el estilo
debe pasar inadvertido. La única literatura válida es la comprometida con su tiempo.
Dos figuras de esta teoría literaria de base sociológica son Luckàcs y J. P. Sarte.
Dentro del verso, diferenciamos por el número de sílabas, los de arte menor y los de arte
mayor. Los primeros (más vivos y ágiles) suelen transmitir emoción, desasosiego,
sentimientos no contenidos. Los de arte mayor (más ceremoniosos, solemnes y lentos),
son más aptos para transmitir sentimientos serenos, elegancia o tristeza.
* La consonante es la más usada en todo tipo de lírica culta, desde las coplas medievales
a los sonetos;
Sobre las pausas hemos de decir que cuanto más similitud existe entre las pausas
morfosintácticas y las métricas, más sensación de equilibro dará el poema. Lo contrario
es el encabalgamiento abrupto, que remarca las palabras encabalgadas de modo brusco
y violento. Un punto intermedio es el encabalgamiento suave (el pensamiento o la
acción fluyen lentamente).
Como expone Jakobson, en el uso del lenguaje literario no sólo se tiene un especial
cuidado en la selección paradigmática (elección de una determinada palabra y no otra)
sino que también en la selección sintagmática: orden de palabras, de las frases, de los
párrafos; hipérbatos, paralelismos, quiasmos...
Las figuras gramaticales son muchas. Cada una aporta un valor determinado. De las
figuras creadas por adición o repetición de palabras destacamos:
* La reduplicación: se produce una repetición entre elementos que están en contacto, sea
al principio, al final o en el interior de un verso o unidad sintáctica. También recibe el
nombre de geminación y los elementos pueden repetirse tres o más veces.
* La gradación o clímax se produce cuando existe una especie de progresión entre las
palabras que se colocan consecutivamente.
De las figuras por supresión, que ofrecen la posibilidad de conseguir una fuerte
condensación expresiva o, por el contrario, dejar abierta la interpretación plural de lo
omitido, señalamos las siguientes:
* La reticencia o aposiopesis consiste en que una parte de los que falta haya sido
bruscamente interrumpida, bien porque se anuncia la intención de no decirlo todo.
* La prolepsis o anticipación, que consiste en refutar una objeción prevista, sin que ésta
haya llegado a plantearse, o bien en adelantar el pensamiento u opinión del interlocutor.
Por último, señalamos las figuras de disposición, esto es, aquellas motivadas por la
"ruptura" de ese "orden natural" de los elementos de la frase ("sujeto + verbo +
complementos"), la creación de un orden "artificial", que vuelve extraña la construcción
y subraya determinados elementos que encontramos en lugares que no corresponden a
nuestra expectativa:
El lenguaje literario se caracteriza por romper las relaciones normales entre significante
y significado. Como consecuencia, aparecen plurisignificaciones, ambigüedades, nuevas
connotaciones, cambios semánticos, etc.
Por otro lado hemos de detenernos en otras figuras de contenido, los tropos. Se conoce
como "tropo" todo cambio semántico realizado en una palabra o en una frase. Estos
"giros semánticos" son:
* La metáfora: traslación del significado propio de una palabra a otro sentido que le
contiene en virtud de una relación de semejanza.
* El símbolo: consiste en la asociación de dos planos, uno real y otro imaginario, entre
los cuales no existe una relación inmediata.
* –Estilística y Retórica.
4.1. Estilística.
Estilística es el término con el que se designa una disciplina que estudia las
características de la expresión lingüística individual o de grupo y, especialmente, del
estilo literario de un escritor, una obra, una escuela e, incluso, una época. Además en la
actualidad, este término se utiliza para designar unas corrientes de análisis de la
expresión lingüística y literaria, a las que Pierre Guiraud alude con las siguientes
denominaciones:
* Estilística genética o del individuo, propugnada por Leo Spitzer, que trata de analizar
las relaciones de la expresión con el individuo o colectividad que la crea. Recursos
estilísticos dependen del temperamento, la cultura, la visión del mundo, etc.
Aparte de estas dos escuelas, Guiraud alude, en un estudio posterior a otras corrientes a
las que denomina estilística funcional (Roman Jakobson, que estudia los valores
estilísticos en función de las necesidades de la comunicación), y estilística textual
(Cressot, Marouzeau, Bruneau, Riffaterre, etc.), en explicación de los textos, con el
objetivo de describir e interpretar los efectos de estilo en su contexto concreto.
La Estilística genética tiene su más claro exponente en Leo Spitzer y a dicha corriente
se vinculan Dámaso Alonso y Amado Alonso. Se propone conectar la lingüística y la
Historia literaria.
En conexión con esta corriente, se desarrolla la estilística española, iniciada por Dámaso
Alonso y Amado Alonso.
4.2. Retórica.
La Retórica, definida en ajustada fórmula clásica como ars bene dicendi o bene dicendi
scientia, tiene por objeto el "bien decir", el "hablar bien", la elocución en su sentido
etimológico. En ambos casos no debemos entender "bien" como "correctamente",
puesto que del correcto hablar se ocupaba la gramática (ars recte loquendi), sino
"adecuado a su fin", "apropiado". En efecto, la Retórica nace de la experiencia oratoria,
y pretende proporcionar a la formación del orador reglas y preceptos útiles para alcanzar
la persuasión del auditorio. Con el paso del tiempo, proyectaría su influencia más allá
del discurso oratorio en prosa y se convertiría en código para toda creación literaria, a la
vez que en instrumento de análisis crítico. Confluirían así Retórica y Poética sujetando
el desarrollo de la literatura a un modelo predeterminado, aunque más flexible de lo que
muchos críticos piensan.
Decimos para concluir que la Retórica, como arte de dar al lenguaje eficacia bastante
par deleitar, persuadir o conmover, se ocupa de los recursos expresivos explicados en el
apartado anterior. Es fundamentalmente teórica, su cometido es ofrecer unos
instrumentos válidos para realizar el análisis de una obra literaria. La Estilística hace
uso de este aparato teórico en su labor de crítica textual.