Está en la página 1de 24

PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN EN LA ESCUELA:

CIENTÍFICOS, TECNOLÓGICOS Y CIUDADANOS

AURORA LACUEVA (*)

RESUMEN. El trabajo defiende la actualidad y pertinencia dc la ensefianza basada


en proyectos, y plantea tres grandes tipos de proyectos que pueden desarrollar los es-
tudiantes en la escuela: cient(ficos, tecnológicos y ciudadanos. Para cada uno de ellos
se sefialan rasgos principales, nociones, habilidades y valores que fomentan, y algu-
nos casos reales ilustrativos. Aunyue la clasificación no debe asumirse r(gidamence,
puede ayudar a vislumbrar otras posibilidades de trabajo didáctico, más allá de las in-
dagaciones de corte estriccamente cientffico o de las meramente documentales, y
muy lejos de la escuela de la repetición y la copia. Se reconoce que la ensefianza por
proyectos es mucho más que un añadido dentro de la rutina escolar preponderante:
asumida cabalmente es parte fundamental de una nueva escuela, distanciada del tay-
lorismo didáctico y concebida como casa de la cultura, donde las nifias y nifios pue-
den vivir experiencias importantes y ricas.

INTRODUCCIÓN y que tiende hacia una democratización


fuerte, hacia la criticidad y hacia la prepara-
La propuesta de trabajar por proyectos de ción cultural profunda.
investigacián ha estado presente en la escue- Hoy, particularmente en las socieda-
la, de una u otra forma, desde hace décadas, des más afluentes, los avances democráti-
aunque con per(odos de flujo y reflujo, y cos, los nuevos perfiles laborales necesa-
con mucho mayor predominio en la teorfa rios, las poderosas tecnolog(as disponibles
c^ue en la verdadera práctica cotidiana. Múl- y los mayores presupuestos educativos
uples circunstancias, escolares y extraescola- abren inéditas pos^bilidades par^ peda go-
res, entraban en el desarrollo de este plan- g(as com^le!'as y significativas, centradas
teamiento tan rico y relevante para la en la actrvidad rnvestigadora escudiantil.
auténtica formación infantil: factores pol(ti- Aun en pafses relativamente pobres, los
cos, socio-económicos y socio-educativos desarrollos polfticos y los esfirerzos por
han dificultado la expansián de una iniciati- priorizar la inversión educativa pernuu-
va pedagógica que requiere wlas minimas rfan avanzar por caminos pedagógicos
bases de recursos y de preparación docente, como los mencionados. Reconocemos

(') Universidad Crntral dc Vrnezuela.

Rer^lrta d^ f:^%ururróu, núm. 323 (2000), pp. 2G5-2R8 Z^iS


I^echa de rntrada: 8-G-1999 I^erha de aceptación: 2 i- ^ 1.-I')^)')
que en ningún caso los progresos están cando, diálogo en el mundo y sobre el
asegurados: se alza ante nosotros, entre mundo, que parte de lo que el educando
otras, la temible amenaza de una creciente ya sabe y durante el cual el aprendiz y el
diferenciación entre sociedades ricas y docente van rrabajando y elaborando
rnuy ricas con escuelas de formación cul- (re-elaborando) los conocimientos. Por su
tural potente, y sociedades obres y muy parte, Freinet (1975, 1977b, 1979a,
pobres con una mayoría dp escuelas de 19796) nos ha legado una rica colección
formación cultural escasa y débil. Para las de prapuestas teórico-prácticas, surgidas
mismas sociedades privile giadas, puede de su experiencia e investigaciones> que
consolidarse la fragmentación en redes es- apuntan hacia la construcción de una es-
colares de elite y depauperadas. Y su es- cuela verdaderamente basada en la partici-
cuela de elite no tiene por qué ser la escue- pación crftica y reflexiva de cada niña y
la estimulante y abierta de la investigación cada ni6o en su pro pio proceso educativo:
y la creación compartidas, sino quizás la propuestas como el texto libre, la asam-
institución de la preparación técnica par- blea de clase, la correspondencia interes-
celada, de los saberes-instrumento, útiles colar, la bibtioteca de trabajo, los archivos
sólo para el acceso a ciertas posiciones la- «vivos», los ^lanes infantiles, las conferen-
boraIes «competitivas». Sin ernbargo, hoy cias e invesugaciones, la evaluación para el
más que nunca antes se abren las posibili- éxito...
dades para el desarrollo sostenido y(al Pero, con todo lo que podemos y de-
menos relativamente) masivo de la escuela bemos beneficiarnos de la o6ra de quienes
de la investigación. avanzaron en una pedagogfa de la investi-
Concretar estas posibilidades en la ac- gación y la criticidad, queda mucho por
ción implica> desde luego, esfuerzos consi- pensar y hacer, y por repensar y rehacer,
derables. Entre ellos, esfuerzos pedag6^icos en el camino hacia la escuela investigativa
considerables. Contamos con proposicio- para todos.
nes teóricas y teórico- rácticas de grandf- Algunos de los planteamientos actua-
simo interés y utilidád. Destacamos el les pecan de una concepción demasiado
aporte de dos excepcionales pedagogos: estrecha y/o demasiado canalizante de los
Paulo Freire y Célestin Freinet. Otros au- proyectos escolares, como explicaremos
tores, como Dewey o Kilpatrick, constitu- en próxima sección. En otras ocasiones,
yen también referencias necesarias. No detectamos escasez de reflexiones y suge-
deja de ser llamativo, entre paréntesis, rencias que vinculen proposiciones gene-
cómo la dinámica polftico-cultural domi- rales de interés con los procedimientos
nante considera «desactualizados» a Freire que pudieran hacerlas realidad en el dfa a
o a Freinet, cuando sus planteamientos dfa del salón de clases; de esta manera, el
son más frescos y están más de acuerdo bagaje de instrumentos en el malet(n del
con la investigación psicoló gica y psicope- educador no se enriquece, y a la hora de
dagógica más reciente que las propuestas actuar, a pesar de las grandes frases, no tie-
super-estructuradas, heterocontroladas y ne más remedio que echar mano de las he-
escolásticas de muchos supuestos cons- rramientas y procedímientos de siempre:
tcuctivistas de última hora. En efecto, los ejercicios del texto, los dibujos para
Freire (s.£, 1973), ya desde los afios sesen- identificar partes, el resumen, el cuestio-
ra, critica a la educación «bancaria» que nario y, todo lo más, los yue podrfamos
pretende simplemente depositar nociones Ilamar «proyectos de copiar y pegar».
en la mente de pasivos alumnos recepto- En este escrito, tratamos de avanzar
res, y aboga por una educación «liberado- en la caracterización de tres posibles tipos
ra», basada en el diálogo educador-edu- de proyectos de investigación estudiantil,

2GG
centrándonos sobre todo en nuestra espe- cidas por él o ella; series de ejercicios o fi-
cialidad, la ensefianza de las ciencias natu- chas de trabajo (por más ingeniosas e inte-
rales. Estimamos que tal caracterización resantes que sean); búsquedas de informa-
puede contribuir a abrir perspectivas a los ción que culminen en un informe. Estas
educadores para su reflexión y su acción o, últimas, por cierto, constituyen lo que de-
mejor, su investigación-acción. nominamos «^royectos de cortar y pegar»,
y son las actividades que más se suelen
confundir con los verdaderos proyectos: el
^QU^ ES Y QUÉ NO ES UN educador (o el curr(culo oficial) sefiala un
PROYECTO? tema, los niños buscan información sobre
él en libros, periódicos, revistas, Inter-
Bajo esta denominacidn se engloban hoy net...; luego, transcriben retazos de lo en-
actividades muy diferentes, algunas fran- contrado en cada fuente y, finalmente,
entregan un informe con todos los retazos
camente pobres. Deseamos reservar el
hilvanados. A menudo los estudiantes no
nombre de proyectos o, de manera más
se involucran en este tipo de tareas y co-
precisa, de proyectos de investigación, para
pian casi sin entender lo que están cop^an-
los trabajos escolares que cumplan con las
do. Los más variados, diffciles y lejanos te-
siguientes caractertsticas:
mas pueden ser falsamente resueltos con
• parten de una pregunta, de una in- esta rnetodologta: desde el Antiguo Egip-
quietud, de un reto que los alumnos to hasta las estrellas, desde las zonas climá-
o bien se han ^lanteado (gracias ticas del mundo hasta la evolución del
muchas veces al tnteligente esttmu- transporte.
lo y a^oyo de la escuela), o bien han En ocasiones, hemos visto desarrollar-
escogido entre un suficiente núme- se de manera más acertada esta clase de la-
ro que la escuela les propone, bor: los nihos participan en la selección
• exigen para resolver esta pregunta del tema, la bús queda documental se pla-
o reto de una inda^ación, la cual nifica con cuidado, el informe final no se
los estudiantes planifican con ayu- forma con recortes tomados de aquí y dc
da del educador y que implica va- allá sino que es una elaboración pro pia,
rias semanas de labor, resultado de la comprensión y el análisis
• esta indagación normalmente abar- de lo letdo. De esta manera, se desarrolla
ca: momentos de documentación y una actividad valiosa, pero que preferimos
otros de investigación emptrica de Ilamar documentación o elaboración de dos-
algún tipo, siers, y no proyecto. En aras de la claridad
• el trabajo fructifica en productos, y el rigor, es mejor reservar esta última de-
que se presentan o comunican a norninación para las auténticas investiga-
ciones, tal como las caracterizámos ance-
otros.
riormente.
De acuerdo con esta caracterización, Por otra parte, en el área de la ense-
no consideramos proyectos a labores esco- ^ianza de las ciencias naturales con fre-
lares como las siguientes: trabajos cortos cuencia se ha considerado «investigación
de uno o dos dtas de duración; cuestiona- estudiantil» la realización, siguiendo pau-
rios; experiencias de laboratorio estructu- tas muy estrechas, de observaciones o ex-
radas (aunque incluyan experimenta- perimentos asignados. Mas actividades
ción); encuestas, observaciones o tan estructuradas no pueden cualificarse
auditortas ambientales hechas por encar- como proyectos de investigación. Tal cual
go del docente y siguiendo pautas estable- sucede con las documentaciones, estos

2(7
e)ercicios prácticos pueden tener sei utili- Melero, 1995; Newman, Griffin y Cole,
dad pero, simplemente, no son proyectos 1989).
ni pueden por lo tanto aportar a los estu- Frente a tales concepciones, la escuela
diantes los beneficios que los proyectos de los ejercicios, el resumen y el libro de
aportan. texto se queda patéticamente corta, mien-
tras que la escuela de los proyectos de in-
vestigación cobra toda su relevancia: los
LA IMPORTANCIA DE LOS proyectos parten de las nociones que ya
PROYECTOS tienen los estudiantes, y tienden a su desa-
rrollo; movilizan la afectividad de los ni-
Cada d[a más, nos alejamos de las concep- fios a favor del proceso de aprender, pues-
ciones atomistas, mecanicistas y/o mera- to c)ue los escolares asumen retos, toman
mente conductistas del aprendiz^^e. Aun- decisiones, proponen ylo escogen a lo lar-
que se está lejos de un dominio firme del go del proceso; por lo mismo, los proyec-
área, la investigación actual reconoce que, tos permeten también la puesta en uego
sobre todo en el caso de los aprendizajes de mecanismos metacogneuvos sofistica-
rnás complejos, los nuevos contenidos no dos; adicionalmente, fomentan la colabo-
se amontonan junto a otros ya adquiridos, ración, el intercambio entre iguales y con
de manera simple, ni se organizan sólo por el docente y otros expertos; estemulan la
asociaciones sencillas, sino que tienden a problematización y la criticidad, y abren
participar en redes mentales («mini-teo- amplios horizontes culturales.
rlas») que ya posee el aprendiz, modificán- De modo creciente, la investígación
dolas en mayor o menor medida o, en psicolágica y la investigación pedagógica
ocasiones, desencadenando procesos de reafirman lo que grandes pedagogos como
cambio radical (desde el campo de la ense- Freinet (1977a, 19776, 1979b) o Freire
fianza y el aprendizaje de las ciencias, pue- (1973, 1993) han dicho desde hace déca-
den consuItarse a este respecto, y para das: la ense6anza super-estructurada, de
apreciar enfoques diversos, Strike y Pos- recorridos cuidadosamente preparados
ner, 1985; Duckworth, 1988; Claxton, desd^ afuera para que los estudiantes los si-
1994; Kuhn, 1997). gan fielmente, enceerra a los nibos y jáve-
Para los aprendizajes de alto nivel, pro- nes en un rol demasiado pasivo y por lo
pios de la acción escolar, se destaca también tanto no propicia 1os aprendezajes más sig-
la importancia de los factores meta-cogniti- nificativos, pertinentes y trascendentes.
vos y de los afectivos: el aprendiz debe saber Siendo ello asf, el trabajo por proyectos,
hacia dónde va en su aprendizaje y debe dadas su apertura, su estructuración dtsdr
querer ir allf. La rnetafórica unión de mente, adentro, su flexibilidad, su variedad, su
corazán y manos es fundamental en el potencial retador y su carga afectiva, abre
aprcndizaje complejo: un proceso activo, perspectivas ^romisorias para la más com-
orgánic:o, con sentido para quien lo desarro- pleta formaceón infantil (Fourez y otros,
Ila y energizado por la afectevidad {Blumen- 1994).
feld y otros, 1991; Pintrich, Marx y Boyle,
1993; Claxton, 1994).
Por otra parte, se relieva el peso de los LOS PROYECTOS COMO PARTE
factores socio-culturales: el papel de la co- INTEGRAL DE ^tOTRA» ESCUELA
laboración con otros cercanos y de la utili-
zación de productos culturales ricos al No podemos ocuparnos de ello en este
aprender (Luria, Leontiev, Vygotsky y trabaJo, pero reconocemos que para su de-
otros, 1973; Vygotsky, 1979; Fernández y sarrollo cabal (os proyectos requeeren de

268
transformaciones en otras áreas del fun- maneras de investigar la realidad, y la es-
cionamiento escolar: la evaluación, la or- cuela debe fomentar las tres, en la
ganización y gobierno de aula y plantel, la búsqueda de una formación integral de
planificación, los recursos y su adminis- niños y jóvenes. En particular, la exclusi-
tración... (Lacueva, 1997). vidad de la investigaclón de corte cient[fi-
Requieren también, seguramente, de co nos parece limitante.
actividades acompafiantes, algunas más
amplias y menos precisas que ellos, y
otras más estructuradas y acotadas, que PROYECTOS CIENTIFICOS:
junto a los propios proyectos va yan DESCRIBIR, EXPLICAR Y PREDECIR
creando una escuela como medio cultu-
ral denso, creativo y estimulante, provee- En los proyectos de este tipo, la indaga-
dora también de apoyos precisos y de ción se desarrolla de manera affn o cercana
momentos de sistematlzación, de refuer- al punto de vista del cientffico, espec[fica-
zo y de revisión. En esa escuela, es más mente del cientffico natural. En este senti-
factible que surjan ideas para proyectos do, lo que principalmente interesa y se
de investigación, y que las mtsmas se quiere alcanzar es conocer mejor los fenó-
puedan implementar sln esfuerzos exce- menos de la naturaleza: caracterizarlos,
sivos ni distorsíones graves. clasificarlos, encontrarles regularidades
En rigor, creemos que hace falta otra y/o explicarlos.
escuela, tan diferente a la actual, que po- De manera espontánea, los nifios des-
drfamos hablar de un cambio de paradig- de muy pequeños observan y«experimen-
ma educativo. Para los educadores que, tan» con objetos y fenómenos. La escuela
por sus circunstancias, deban cum lir con les puede ofrecer concepciones teóricas,
los requisitos de la escuela tradpcional, métodos y técnicas para un trabajo más
quizás algunos proyectos al afio puedan profundo y riguroso (Giordan, 1985;
representar, al menos, avanzadillas en un Harlen,1998). Serfan ejemplos de proyec-
nuevo y fértil territorio, hasta ahora inex- tos cient[ficos: realizar un estudio de ca-
plorado. Otros docentes, en mejores con- racterfsticas y actividades de un animal
diciones, podrán acampar en esos territo- doméstico, experirnentar libremente con
rios por largas temporadas. imanes y objetos metálicos y no metálicos
En este artículo nos detenemos en la diversos tratando de encontrar regularida-
caracterización y valoración de tres tipos des, o proponer y comprobar experimen-
de proyectos de investigación estudiantil talmente hi pótesis acerca de las condicio-
(Lacueva, 1993, 199G): cientlficos, tecno- nes para el mejor desarrollo de unas
lógicos y ciudadanos, e intentamos ofre- plantitas.
cer sugerencias que ayuden a concretarlos
en la acción dlarla de docentes y estudian-
tes. Nuestros sefialamientos están espe- RIESGOS: DEL EMPIRICISMO AL
cialmente dirigidos a los años de la escola- CONSTRUCTIVISMO RADICAL
ridad obligatoria, correspondientes a la
formación eneralista de todo ciudadano Plantear que las niñas y nifios incursionen
y toda ciudádana. No queremos exa gerar en el mundo de la investigación cientffica
la diferenciación entre las tres esferas: nos lleva a preguntarnos por la naturaleza
cientffica, tecnológica y ciudadana, que de este tipo de indagación. Hace unas dé-
muy bien pueden solaparse en la inda ga- cadas imperaba una visión muy empirista
ción infantil. Pero hay, sin embargo, dis- y simplificada de la misma, la cual se pro-
tinciones relevantes en cada una de estas pagó entre los especialistas en ensefianza

269
de las ciencias. Se lanteaba que toda in- mers, 1992, 1998). Así, no es posible la
vestigación cient(f^ca comenzaba con la observación desde cero, la observación
observación, y que observando atenta- neutra: el que observa lo hace orientado
mente «saltartan» ante los ojos de los in- por las nociones que ya tiene en la mente.
vestigadores las hipótesis explicativas de Específicamente, el investi gador cientffi-
los fenómenos, las cuales posteriormente co posee un marco teórico bien estructu-
se habrían de comprobar gracias a experi- rado que le ayuda a precisar qué es lo qu^ e
mentos. Se consideraba que la verdad es- quiere observar y por qué, le permite refle-
taba allá afuera, escondida entre la hoja- xionar sobre lo que ha observado y le lleva
rasca, podrtamos decir, y habla que a disefiar nuevas observaciones y diversos
buscarla con atención y rigor. Se pensaba experimentos. A partir de todo ello, la teo-
que el método cient(fico era uno solo y rta irá a su vez cambiando. La verdad cien-
servta no meramente a los investigadores t[fica no es una especie de joya escondida
de las diversas disci^linas, sino también a en el monte que se ha de buscar, sino un
cualquier persona mteresada en resolver selecto licor que la ropia investigación va
problemas de cualquier faceta de la vida. destilando. La verdád cienttfica es un pro-
Se aceptaba la existencia de un reducido ducto de la creatividad humana, y está su-
número de «procesos de la ciencia» que jeta por tanto a la posibilidad de impor-
pod(an ensefiarse en la escuela, los cuales, tantes cambios, según los resultados de
partiendo de la observación, inclutan la nuevos esfuerzos humanos de investiga-
clasif:cación, la medición, el uso de nú- ción. Pero, por otra parte, no es una pura
meros y el disefio de experimentos, entre invención nuestra, desbocada, sino una
otros. invención sujeta a la confrontación con la
Estos planteamientos se prestaron a experiencia rigurosa y con el saber ya pro-
desviaciones didácticas como, por ejem- ducido.
plo, pretender ir ensefiando los supuestos La ciencia no se desarrolla solamente
procesos de la ciencia uno a uno, de ma- por acumulación de conocimientos. En
nera desconectada, comenzando por la sus diversas ramas, hay etapas durante las
observación en adelante. Incluso, se po- cuales los conocimientos se van acrecen-
pularizó la idea de que los procesos senci- tando dentro de grandes marcos teóricos
llos se ensefiaran en los grados iniciales y aceptados. Pero pueden presentarse tam-
los procesos complejos se reservaran para bién etapas de «revolución cient[fica»
los cursos superiores de la escolaridad. Se- (Kuhn, 1970), durante las cuales antiguos
gún esta concepción, un nifio de primer marcos teóricos se derrumban y de sus es-
grado no podta experimentar, pues no le combros surgen nuevas propuestas. A lo
correspondta todav(a. Tenía que terminar largo de estos esfuerzos --con avances y
primero de aprender los procesos más retrocesos-, la ciencia va logrando un co-
sim ples y básicos, como la observación, la nocimiento, en conjunto, cada vez más
medición y la clasificación. completo y profundo del mundo, en
Con el tiempo, las concepciones em- aproximaciones sucesivas que, sin embar-
piristas han ido perdiendo vigor, aunque go, nunca tienen fin, porque nunca Ilega-
todavta cuentan con sus seguidores. Hoy, mos a conocer totalmente la realidad.
gracias a diversos estudios y teorizaciones Aunque ciertos rasgos básicos son
sobre la investigación cient(fica, a nuevos comunes a todos los investigadores cientt-
análisis y reconsideraciones, muchos reco- ficos, también se presentan variaciones
nocen el carácter más complejo, raciona- en sus métodos y técnicas según su área.
lista-materialista de la indagación (Kuhn, Una lista sencilla de procesos de la ciencia
1970; Lakatos y Musgrave, 1975; Chal- podr(a ser ast engañosa, y más aún un

270
pretendído método científico a seguir es- En los últimos años ha ido arraigando
trictamente paso a paso. entre al^unos especialistas de enseñanza
Por otra parte, no es recomendable de las ciencias una visión excesivamente
compartimentalizar los procesos de inda- idealista del conocimiento, apo yada en
gación en la escuela, convirtiendo su prác- una concepción constructivista demasia-
tica en ejercicios sueltos s'tn mayor senti- do radical (para una cr[tica de esta con-
do. Tampoco se justifica ignorar ciertos cepción puede verse Kelly, 1997). T'al
procesos en los primeros grados, a fuer de pareciera que la verdad o, más prudente-
diflciles, cuando todo niño desde su nací- mente, el saber es una roducción muy
miento ha puesto en práctica, con sus li- personal, que cada uno dé nosotros puede
mitaciones de niño, procedimientos inda- aceptar si asf le convence, interpretando a
^atorios complejos. Sin embargo, resulta nuestro entero albedr[o los datos de nues-
tluso pretender que los niños redescubran tra experiencia. Para al^unos, los nifios
las grandes explicaciones cienttficas a tra- construyen sus conoctmtentos cientfficos
vés de procesos de indagación guiados, gracias a una solitaria introspección y lo
que tratan de re producir en pocos dfas que de al1t salga es tan válido corno l0 4ue
años y años de esfuerzos de diversos equi- digan los libros de ciencia. Esta posición
pos cienttficos re^artidos por el mundo. parece ignorar que la cultura hurnana es
Este redescubrimtento es forzado y artifi- una construccidn colectiva e histórica.
cial: si se de'a a los nihos pensar por sf mis- Los humanos, desde el surgimiento de
nuestra especie, estamos aprendiendo
mos, con f^ecuencia no llegan a las con-
clusiones que se esperan de ellos, pues unos de otros por transmisión de conoci-
careciendo de las teorfas apropiadas no mientos, y este proceso no ha hecho síno
aumentar y complicarse cada vez más gra-
ven lo que queramos que vean en un expe-
cias a nuevos medios de registro y a nuevas
rimento, y lo que s[ ven a menudo no lo
instituciones y mecanismos productores y
interpretan de la forma que querrfamos
dífusores de los saberes acumulados. En la
(Ausubel, 1964; Hein, 1968; Smith y
escuela, los niños inician precisamente su
Anderson, 1984). Además, se ha demos-
apropiación sistemática del ca ital cultu-
trada que resulta simplista la pretensión
ral producido por la humanidád hasta la
de que el supuesto «método cientifico» fecha, parte fundamental del cual son las
sirve igualmente para resolver problemas
nociones cientffcas y tecnalógicas. Aspi-
de la vida diaria o de la sociedad. Otros ramos a yue se les ayude a realixar esa
procedimientos y otra perspectiva sobre la aprop iaeión de manera dinámica y crftica>
realidad son necesarios en estos casos, que los capacite al máximo para discrimi-
como lo explicaremos al hablar de los pro- nar en lo ya elaborado y para contribuir
yectos ciudadanos. eventualmente a acrecentarlo.
Pero la indagacíón escolar dentra de
los marcos cientlficos nos parece impor-
tante y útil, adecuadamente complemen- EXPLORANDO EL MUNDO COMO L,OS
tada con otras formas de investigar. Per- CIENTÍFICOS
mite a los níños, en cíerta forma, conocer
esta perspectiva desde adentro, a preciar Lo c^ue le da a los proyectos cientff cos in-
por sf mismos --dentro de sus posibilida- fantiles el sabor cercano a la investigacián
des- la naturaleza del trabajo que hacen p rofesional es yue no sean tareas que se
los cíentfficos, y anar un conocimiento hagan bajo mandato, sino propuestas yue
del mundo que s^o esta perspectiva pue- surjan de la iniciativa de los propios nitios
de dar. o que, al menos, ellos hayan escogido

27l
entre varias sugerencias, y que Ileven a modelización apoyada en programas
cabo de acuerdo con una planificación computacionales son constituyentes
propia, supervisada por el educador, pre- esenctales de la labor estudiantil en este
cisando sus propias preguntas y buscando esfuerzo. El caso de Roth es interesante
generar respuestas, y no confirmar algo ya por el rigor y complejidad de su trabajo
establecido en clase o en un libro de texto. docente y de su elaboración teórica,
En estas circunstancias, el grupo de niñas aunque no compartimos el énfasis cien-
y niños puede interactuar más ^ropia- tificista extremo que él da a la enseñanza
mente como una pequefia comunidad de de las ciencias.
investigación y no corno pupilos siguien- Por nuestra parte, aunque todavía
do una clase (Gil, 1993, 1994). Más tem- con muchas limitaciones, hemos tenido
prano gue tarde, la indagación infantil o^ortunidad de ensayar mini-investi ga-
podrá llevar a confrontar ideas propias ciones cienttficas con escolares venezola-
con las de la ciencia del momento y a pro- nos, gracias a la colaboración con educa-
piciar el enriquecimiento o el cambio dores interesados. Por ejemplo, los ni6os
concep tual o, al menos, la desestabiliza- de un 6.° grado investigaron las activida-
ción de las mini-teorfas legas no apropia- des, lenguaje, emociones... de un bebé
das que los nifios y niñas puedan poseer. escv^ido por ellos en cada caso, a lo lar go
En la obra de Giordan ( 1985) pueden de diferentes momentos y situaciones de
verse buenos ejem los de trabajos de in- su cotidianidad (Lacueva y Viloria,
vestigación cient(fí^ca de escolares: en el 1994}. Los escolares llevaron un registro
aula hay cultivos y se cr(an animales, y a lo de sus observaciones, incluyendo al gunas
largo del tiempo surgen preguntas alrede- cuali-cuantitativas, como número de pa-
dor de estas actividades, que dan pie a in- labras dichas por el bebé o infante, clasi-
dagaciones sobre: «tQué comen Ios rato- ficadas según tipología propuesta por los
nes?» o«^Dbnde germinan mejor las pro^ios nifios-investigadores. Las obser-
semillas?». ^vlás recientemente, el autor ha vaciones se organizaron, se complemen-
trabajado en proyectos de educación am- taron con informaciones documentales y
biental, que caer(an dentro de los que he- se plasmaron finalmente en un informe.
mos llamado «ciudadanos» (Giordan y El estudio de los bebés generó variadas
Souchon, 1995). preguntas sobre el desarrollo de la mente
En Canadá, Roth ( 1995), junto a un y las caracterfsticas del sistema nervioso
colega colaborador, trabajó con estu- humano y motivó a los ni6os a comparar
dianres de los grados 8.°, 11.° y 12.°, en a los más pequefios con alumnos de
lo que él denomina ciencia escolar autfn- preescolar de su propio plantel, y a averi-
tica. Los jovencitos, inspirados or el guar con sus familiares sobre su propiv
tipo de instrumental dispvnible ^bun- pasado como bebés.
dante, variado y muy sofisticado), por Están surgiendo en la literatura traba-
investigaciones previas y/o por discusio- jos, dir(amos> de nueva generación, que
nes teóricas, acomet(an problemas abordan el aprendizaje estudiantil basado
como: «La relación entre temperatura, en proyectos (project-based learninp^, y
humedad y profundidad de una muestra que se realizan en contextos escolares y no
de suelo y la presencia en él de lombrices «de labvratorio» a partir de la colabvra-
de tierra» o^<Cuál es el efecto de la visco- ción, más o menos dialogtstica, entre in-
sidad y la densidad de un Ifquido en el vestigadores universitarios y docentes de
movimiento de un objeto que cae a tra- nivel primario o medio ( Brown, 1994;
vés de él». La medición cuidadosa, el White y Frederiksen, 1998). Estos traba-
manejo computacional de los datos, la jos buscan superar algunas insuficiencias

272
o errores de pasados intentos en la investi- habilidades mentales vinculadas a la teori-
gación educativa: el empiricismo, el su- zación y la problematización reflexiva.
puesto descubrimiento, la artificiosidad Como dijimos, no tiene sentido redu-
contextual y/o el papel de los docentes de cir las actividades de los nifios peque6os a
aula como simpíes ejecutores de instruc- la descripción y!o a la clasificación mien-
ciones externas. Por otra parte, la partici- tras se reserva la experimentación y otros
pación de los expertos universitarios per- procesos complejos para los últimos gra-
mlte una más culdadosa planificación de dos. Los más peque6os, dentro de sus li-
la labor pedagógica, un uso más rico y di- mitaciones, también pueden llevar a la
versificado de recursos (incluyenda tecno- práctica procesos complejos, y privarlos
log[as electrónicas), y un seguimiento, de ello es empobrecer su experiencia esco-
anállsts y reflexión sobre lo realizado mu- lar (Metz, 1995). Desde los primeros gra-
cho más minucioso y complejo de lo que dos, los nihos pueden emprender investi-
usualmente le es poslble alcanzar a un gaciones de acuerdo con fines propios,
educador aislado. Los casos citados se cen- plantear explicaciones tentativas y some-
tran en proyectos estrictamente cientffi- terlas a prueba, discriminar factores que
cos, pero otros investigadores han alenta- intervienen en un fenómeno observado,
do proyectos más cercanos a los que estructurar ciertos controles en sus mi-
llamamos «ciudadanos»; los mencionare- niexperimentos, anticipar resultados, etc.
mos al hablar de estos últimos. Sin embargo, es necesario tener en
cuenta que la mente de un nifio de siete
afios es diferente a la de un ni6o de cator-
ce. Aunque no conviene hacer distincio-
HABILIDADES, NOCIONES Y VALORES EN nes rtgidas, ni ubicar en categorfas estre-
LOS PROYECTOS CIENT'fFICOS chas a los muy diferentes estudiantes de
una escuela, s[ podemos reconocer que las
Entre las principales habilidades que se fo- capacidades de abstracción, planificación,
mentan con estos proyectos podemos predicción y control experimental no son
mencionar: pIanteamlento de problemas, las mismas en ambas casos. Generar au-
realización de predicciones, formulación ténticas hipótesis, controlar variables de
de hipótesis, dlsefio de experiencias para manera completa y sistemática, fiinda-
obtener evidencia emptrica (experimen- mentar suficientemente las conclusiones,
tos, estudios de cam^o, encuestas...), in- contando con las evidencias necesarias y
ventiva en el monta^e y uso de equipos sin precipitarse con base sólo en eviden-
cíentfficos, observación y registra de datos cias muy parciales, proponer modelos pu-
(incluyendo el uso de instrumentos de ob- ramente mentales, pensar de maliera pro-
servación y medición), organización de babil(stica, todas ellas no son habilidades
datos, interp retación de resultados a la luz que ueda coronar un ni ^o pequeño (evi-
de teor(as, fundamentación de conclusio- tandó una concepcián r(gida y totalizanre
nes, reconstrucción de ideas teóricas con de estadios del desarrollo, aceptamos so-
base en experiencias y reflexiones. bre este tema importantes ensefianzas de
Creemos que esta lista se aleja de las la psicologfa piagetiana y pastpiageriana;
tradicionales consideraciones em piricistas véase un buen resumen contemporáneo
sobre el aprendizaje cient(fico en la escue- del campo en Flavell, 1992). Precisamen-
la, centradas en la observación, la inferen- te, sus primeros trabajos cienttficos esco-
cia, la manipulacidn instrumental y, si lares le servirán al nifio para irse adenrran-
acaso, el diseño y la realización de experi- do en el dc^minio de los mencionados
mentos. Hemos tratado de reconocer las proccsos, empezando desde las inferencias

?7i
más sencillas, los ensayos con menos rigu- tual, si bien no siempre presente, resulta
roso control, las explicaciones no total- clave en el avance de la ciencia; la meticu-
mente sistemáticas y el razonamiento más losidad, el cuidado en el traba'o, son im-
cercano a lo concreto. portantes para una labor cientfíica exitosa;
Las nociones aprendidas dependerán la actitud reflexiva, que no acepta las ideas
del tema estudiado. Podemos estimar que de buenas a primeras sino que razona so-
al participar de manera auténtica en estos bre pruebas y fundamentos, es otro positi-
trabajos el avance conceptual será segura- vo rasgo que puede estimularse en este
mente significativo y perdurable. Los pro- tipo de proyectos; paralelamente, es posi-
yectos pueden ser mucho más poderosos y ble fomentar la apertura a nuevas infor-
efectivos que las estrategias puntuales de maciones e ideas, aunque reconocemos If-
«cambio conceptual» para alentar a las ni- mites en este sentido, pues los verdaderos
fias y niños a movilizar sus ideas, clarifi- cientfficos tienden a rechazar propuestas
carlas, confrontarlas con las de compafie- c^ue no quepan dentro de sus marcos teó-
ros, docentes, libros, expertos y con la ricos.
experiencia directa, y de esta manera irlas Otro rasgo que puede estimularse con
transformando en nociones cada vez más estos trabajos es la confianza en st mismo
coherentes, mejor fundamentadas y más o sf misma como productor de explicacio-
acordes con el pensamiento cienttfico de nes, a confrontar con otros y con la expe-
la época. riencia. Y también puede fomentarse la
No es provechosa la desordenada acu- creatividad: la dispostción y ca pacidad
mulación de pequeñas nociones o datos, para salir de lo ya sabido y aceptado y ge-
de un tema y de otro y de otro. Con los nerar nuevas y me) ores propuestas.
proyectos, se apunta hacia el dominio de Creemos que los proyectos cienttficos
teorfas y leyes, organizadoras de mucha pueden as[ mismo estimular el respeto, el
información de manera or^ánica. a recio y, más aún, el compromiso con las
En relación con las actitudes y valores dí^versas formas de vida en la Tierra y con
cientfficos, se ha Ilegado a exageraciones nuestro planeta como un todo, al ayudar a
insostenibles: algunos textos didácticos conocer mejor sus comple)'as caractertsti-
presentan a los cient(ficos y cientfficas cas y sus entrecruzadas relaciones. Tam-
como seres humanos prácticamente per- bién, son seguramente capaces de desper-
fectos, movidos sólo por intereses altruis- tar la estima por el esfuerzo de los
tas e incapaces de mentir. Lo cierto es que investigadores, quienes con su dura labor
entre las y los investigadores los hay más y nos permiten saber más del mundo en que
menos virtuosos, con mayores o menores vivimos y de nosotros mismos. Adicional-
flaquezas. Sin embargo, s[ podemos acep- mence, el trabajo en el área permite a los
tar que para que los procesos investigati- ni6os valorar la fuerza y la belleza de las
vos y sus resultados sean óptimos hacen grandes teor[as cienttficas. Y les ofrece la
falta ciertas actitudes y valores, y que los oportunidad de experimentar la emoción
mismos pueden por lo tanto fomentarse al de descubrir y conocer.
alentar a los nifios y nifias hacia investiga-
ciones cientfficas bien orientadas. Ast, el
afán por conocer es una actitud importan- PROYECTOS TECNOLÓGICOS:
te en un científico, junto a la convicción DISEÑAR, ELABORAR Y EVALUAR
de que el mundo puede ser conocido;
también lo es la perseverancia, pues la in- En los proyectos tecnológicos la finali-
vesu^ación está lejos de ser fácil ni de ofre- dad es elaborar un producto o diseñar un
cer frutos rápidos; la honestidad intelec- proceso que funcionen y que sirvan para

274
resolver alguna necesidad, aplicando para por ejemplo, la red de transporte de una
ello conoc^mientos, ex periencias y recur- localidad, un comedor escolar o una fábri-
sos. En estos proyectos lo fundamental no ca de calzado. Si bien en estos casos los es-
es, como en el caso de los cientfficos, des- tudiantes no son estrictamente produc-
cribir o explicar, sino producir algo nuevo tores, st desarrollan actividades cruciales
con el fin de resolver de manera económi- dentro de la producción tecnológica: las
ca y efectiva un requerimiento práctico. de valoración o apreciación de productos
Sin embargo, puesto que se trata de inves- y procesos para determinar su calidad,
tigación tecnológica y no meramente de pertinencia, eficacia y viabilidad, entre
actividad técnica, resulta importante la re- otros factores relevantes (Aitken y Mills,
flexión junto a y detrás de la elaboración o 1994).
la propuesta. Asf, en los proyectos tecno- La producción infantil y el estudio de
lógicos debe atenderse a la consideración lo hecho por otros y en uso dentro de la
de las teor[as que gufan la acción y que sociedad pueden combinarse. As1, es posi-
pueden resultar modificadas por ella. Sin ble que los estudiantes desrnonten equi-
olvidar ^ue la investigación tecnológíca es pos reales, o estudien sus cro quis y a la vez
oportunista y no se mueve con rigor en un hagan prototipos a escala infantil. Puede
marco teórico muy acotado, sino ue pue- darse, as[ mismo, la visita a industrias
de recurrir a aportes que le sean útiles de donde se vean los aparatos e instalaciones
campos teóricos diversos, ast como tam- reales en acción.
bién a saberes prácticos y a intuiciones, Es dable que en algunas oportunida-
pues lo que le interesa es desarrollar algo des los niños tornen parte en un proceso
ue de verdad funcione en la práctica tecnológico «real». Tonucci ( 1990) cita
(^ggleston, 1992; Waddington, 1987). una ex periencia en una ciudad italiana,
Algunos ejemplos de proyectos tecno- donde los nifios de diferentes escuelas vi-
lógicos escolares serfan: disefiar ropa in- sitaban panaderfas bien temprano en la
formal para jóvenes, proponer una nueva mafiana: allf se les daba la oportunidad de
manera de organizar las áreas y servicios amasar un panecillo, el cual luego intro-
en un automercado cercano o construir ducfan en el horno, llegando por último el
«mini-casas» con materiales diversos. p roducto terminado a manos de cada ela-
También incluimos en este tipo de borador para su «puesta a prueba» final.
proyectos aquellos trabajos que se centran Harlen ( 1987) cita !a visita de un grupo
en la evaluación de una determinada tec- de escolares en Gales, Gran Bretafia, a una
nolog(a o^rupo de tecnologfas o en la fa- fábrica artesanal, donde pudieron hacer
mílíarizac:dn y reflexión sobre una tecno- mufiecos de trapo. Estas experiencias,
logfa especffica. Hay muchas tecnologfas cuando sean posibles, resultan muy valio-
de importancia que merecen ser estudia- sas pues implican participación en la au-
das y evaluadas or los estudiantes, a pesar téntica actividad social, más allá del mun-
de que, por d^ificultades técnicas o de do «de imitacióm> que involucra el
tiem po u otras limitaciones, no puedan quehacer tecnológico en la escuela. El tra-
ser desarrolladas directamente por ellos ba^o en el ambiente de fábrica o taller da
mismos. Serta el caso de aparatos comu- pie ^ara otros aprendizajes, además de los
nes y de gran incidencia en nuestra vida estrictamente implicados en la elabora-
como la televisión, la computadora, o, in- ción del producto: pueden apreciarse allf
cluso, la sencilla poceta o inodoro. Pue- las edificaciones, las maquinarias y equi-
den considerarse también sistemas que in- pas, los trabajadores y sus actividades y
tegran diversos ec)uipos y personal en la com portamientos, el trato entre el perso-
realización de senes de procesos> como, nal, la división y jerarqufas en el trabajo,

275
las condicianes ambientales, entre otros fico como hacia el de las relaciones cien-
relevantes aspectos del complejo mundo cia-tecnologfa-sociedad. En el caso de lo
iaboral. cient(fico, porque detrás del diseño, la
En ocasiones, la producción o la valo- evaluación y el desarrollo de los productos
ración tecnológicas pueden orientarse no y procesos tecnológicas hay implicados
al presente sino al pasado, estudiando 0 saberes de las diversas ciencias, y es Inevi-
reproduciendo tecnologfas aplicadas por los table que los nifios lleguen de una u otra
humanos en otras épocas, o vigentes hoy manera a ellos si su hacer tecnalógico es
sólo en pequeña escala. Asf, la producción reflexivo y no simplemente instrumental.
de fuego por frotación de dos palos, la ela- Los conacimientos cient[ficos se ree-
boracián de velas de sebo o el estudio de la laboran dentro del contexto tecnológico,
máquina de vapor. Estos proyectos enri- en el sentido de que entran en relación
quecen el conocimiento histórico de los con otros saberes propiamente tecnológi-
nrfios y les pueden ayudar a comprender cos, y con saberes de otras ciencias, for-
mejor tecnologfas actuales. Es posible mando parte as( de nuevas redes de con-
combirlatlos con investi gaciones sobre el ceptos (Acevedo D[az, 1996; Layton,
contexto de utilización de las tecnologfas 1993). También los énfasis son diferentes.
involucradas, la vida y la obra de tecnólo- Una ventaja es que el enfoque es aqu( más
gos importantes, y el im^acto social que práctico, menos abstracto, por lo que faci-
tales creaciones tecnológlcas tuvieron. La lita en muchos casos la comprenslón de
visita a una antigua instalación fabril con- las nociones.
vertida en museo, a un viejo molino o tra- Por otra parte, hemos de considerar
piche, o a una recreación de una aldea o que en el mundo adulto profesional, camo
una granja del pasado, puede ser parte también puede suceder en el infantil, la re-
central en un proyecto de esta naturaleza. lación ciencia-tecnologfa se da as( mismo
Otra Ifnea interesante es la produc- en sentido inverso. En efecto, la ciencia se
ción de objetos que hagan falta en la es- ve influenciada por logros tecnológicos que
cuela: instrumentos cient[ficos rústicos> le permiten abordar nuevas áreas o alcanzar
estanter(as, archivadores, materos... Y mayor complejidad en sus elaboraciones.
también la producción de ju^uetes o de Pensemos, por ejemplo, en el papel de los
objetos divertidos, de distraccrón. Las ne- instrumentos y aparatos: desde la balanza
cesidades de mejorar el ambiente del aula, al microscopIo, desde los satélites a los su-
de adornar la escuela para una festividad, mergibles. Asf mismo, las necesidades tec-
de regalarle algo en Navidad a un amigo, nológicas pueden plantearle nuevos pro-
de hacer t[teres para las dramatizaciones, blemas a la clencia, como en el campo de la
etc. son las que motivan el trabajo de pro- pred'icción del tiem po o en el de la preven-
ducción en estos casos. crón de enfermedades transmisibles. El re-
querido control preciso de movimientos fi-
nos en los robots industriales ha impulsado
VINCULACIONES DE LA INVESTIGACIÓN nuevos desarrollos matemáticos y cientffi-
TECNOLÓGICA CON LA CIENT(FICA Y CON cos. Los Qropios conocimientos y metodos
IA CIUDADANA tecnoló^ICOS ueden enriquecer a las disci-
plinas crentffí^cas.
La investigacián tecnológica puede resul- Se señala que la ciencia actual está
tar atractiva a muchos nifios, por los retos cada vez más vinculada con la tecnologfa, lo
que implica y por las destrezas que permi- que incluso se manifiesta en la creciente
te poner en j uego. A la vez, tiende puentes constitución de equipos de investigación
tanto hacia el campa estrictamente cientf- mixtos. Adicionalmente, las computadoras

276
u ordenadores y su integración en diversos ron en pequefias experiencias percibiendo
instrumentos cientfficos abren dimensio- diferentes sonidos, demostraciones do-
nes totalmente nuevas a la investigación. centes, observación de modelos del ofdo
Algunos remarcan que la ciencia de hoy se humano, discusiones... Posteriormente,
está transformando en «tecnociencia» los niños trabajaron en la elaboración de
(Hurd, 1994). instrumentos musicales rústicos. Para
En el caso de los proyectos infantiles, ello, se basaron en ideas tomadas de fichas
puede suceder que, a partir de un requeri- de trabajo o de su texto, pero introducien-
miento tecnológico o gracias al dominio do modificaciones. Construyeron tambo-
de una tecnologfa antes desconocida para res, un xiláfono colgante, bon go^ s, casta-
ellos, los niños y ni6as se planteen nuevas fiuelas, maracas, una cítara, flautas de
interrogantes de naturaleza cientffica. Pan, conjuntos de campanitas... Cada
En el área de lo cientffico-social, o de equipo redactó un informe sobre su traba-
las relaciones ciencia-tecnolo^fa-sociedad, j o, cuya escritura costó bastante a los esco-
muchos proyectos tecnológ ^cos pueden lares y les llevó a niveles de precisión y sis-
extenderse con facilidad hacia nuevas in- tematicidad nuevos, según informa la
vestigaciones o, al menos, nuevas lecturas docente. Se realizaron también visitas a
y discusiones sobre el impacto económi- un taller universitario de luterfa y a una
co, ambiental y cultural que tiene sobre la colección de instrumentos musicales me-
sociedad y sobre los propios trabajadores cánicos. Los nifios y niñas disfrutaron to-
la tecnolo^fa considerada. Asf puede ocu- cando sus instrumentos, y mostrándolos a
rrir, por elemplo> al abordar el estudio de sus padres en un acto especial.
los motores de combustión, el de la pota- En Venezuela, Bolfvar y otros (1987)
bilización del agua o el del uso de los sue- condujeron un trabajo con estudiantes
los en la agricultura. Vinculaciones con la de 8.° grado, el cual desde la asignatura
historia, la geograffa o, incluso, el arte taller de comercio se extendió cubriendo
pueden también surgir al calor de estas temas de otras áreas. I.os estudiantes for-
consideraciones. maron mini-empresas cooperativas y se
La investigación tecnológica en sf propusieron la elaboración de un pro-
misma plantea exigencias en áreas muy di- ducto, en este caso, encurtidos. Los so-
versas: económica, funcional, estética, cios dieron nombre a su empresa, elabo-
cultural, ética... Estas exigencias pueden raron los estatutos, forrnaron el capital
entrar en conflicto, y el arribo a la mejor inicial y establecieron cargos y responsa-
solución posible es un esfuerzo muy valio- bilidades. Posteriormente, realizaron un
so que los estudiantes deben hacer (Ste- estudio de mercado e investigaron sobre
wart, 199C). el proceso de p roducción que deberfan
seguir. En la clase de educación art(stica
disefiaron diversos modelos de etiquetas
ALGUNOS CASOS DE PROYF.CTOS para su producto; un concurso determi-
TECNOLÓGICOS ESCOLARES nó el modelo escogido entre todos los
creados. La elaboración de los encurtidos
Un ejemplo interesante lo reporta Kane se realizó en la cocina del colegio. Una
(1992), quien desarrolló una unidad so- «Feria del Encurtido» desarrollada en el
bre el sonido con nifios de 6 y 7 afios, du- plantel permitió colocar la mayor parte
rante 9 semanas de un curso de verano en de la produccián. Por último, en la etapa
el Reino Unido. La unidad cubrió temas de cierre, cada administrador mostró su
de asignaturas diferentes, desde ciencias libro de contabilidad y entregó cuentas,
hasta arte. I.as sesiones iniciales se centra- para la aprobación del resto de los socios.

277
HABILIDADES, NOCIONES Y VALORES EN problemas con los recursos disponibles, su-
LOS PROYECTOS TECNOLÓGICOS perando diversas limitaciones existentes.

Los proyectos tecnológicos son un benefi-


cioso enriquecimiento en la actividad es- PROYECI'OS CIUDADANOS:
colar porque exigen y desarrollan habili- CLARIFICAR, DECIDIR Y ACTUAR
dades y conocimientos poco explotados
en investigaciones estrictamente cientiff- Los proyectos cientlficos y tecnológicos
cas o en aquéllas de corte ciudadano. Asf, son importantes porque permiten a los ni-
estimulan la inventiva en el disetío y cons- ños y mfias vivir estas disci^linas «desde
trucción de objetos, aumentan el dominio adentro» y desarrollar conoclmlentos, ha-
práctico sobre materiales y herramientas bilidades y actitudes útiles y ricos. Adicio-
diversos, obligan a desarrollar categorfas nalmente, permiten alentar vocaciones en
especlficas para la evaluacián de sus resul- ambas áreas. Sin embargo, con mucho, los
tados, permiten la aplicación y la prue- proyectos de mayor trascendencia en la es-
ba-por-la-práctica de nociones clentfficas. cuela son los que hemos llamado proyec-
También, desarrollan saberes específicos tos ciudadanos. Porque en este caso las in-
sobre el comportamiento y la utilidad de vestigaciones se realizan desde el punto de
diversos materiales, las caracterfsticas y la vista no del cientffico ni del tecnólogo
eficiencia de diferentes procesos, y las po- sino del ciudadano culto y crltico, y eso es
tencialidades de diversas herramientas. lo que debe preocuparnos más acerca de
todos nuestros alumnos y alumnas: que
En el hacer constructivo, los nifios se alcancen a ser personas cultas y crfticas,
comunican de manera distinta a la oral o construyendo estas caracterfsticas desde
escrita. Ello da pie a la manifestación de su nifiez (Hurd, 1982; Fensham, 1987;
competencias de aquéllos más tlmidos o Aikenhead, 1996).
todavfa poco diestros en la lecto-escritura: La investigación ciudadana en la es-
sus éxitos con «el lenguaje de las cosas» les cuela implica caracterizar problemas sa-
pueden ayudar a me^orar sus debilidades ciales o socio-personales, proponer solu-
en otras formas de expresión. ciones a los mismos y, de ser posible,
Estos proyectos pueden estimular las ponerlas en práctica. Algunos temas que
actitudes favorables hacia el in genio tec- se pueden abordar con proyectos de este
nológico humano bien canalizado, que no tipo: el uso de la ener^fa en nuestro ho gar
destruye el ambiente ni daña a las perso- y comunidad, condiclones y posibilidades
nas. Pueden despertar vocaciones en el de los parques de nuestra ciudad, la vio-
área. Y pueden ayudar a afinar valores lencia en la escuela, de qué nos enferma-
acerca del mundo de la innovación y desa- mos más y por qué...
rrollo de productos y procesos diversos Desde el punto de vista metodológi-
(Aitken y Mills, 1994). Asf mismo, ayu- co, creemos que estos proyectos caen bási-
dan a estar alerta ante los valores embebi- camente dentro de la esfera de la investi-
dos en distintas tecnolog(as presentes en gación-acción. Cada vez más, en diversas
nuestro medio, sea en sf mismas o en el partes del mundo, la investigación-acción
rnodo como se utilizan. se está utilizando ^ara capacirar a las per-
El éxito en la indagación tecnológica sonas en el abordale de las s^tuaciones que
exige rigor y organización. También dispo- viven como trabajadores, vecinos, usua-
siaón a la acción e in^eniosidad. Esta últi- rios... y, más ampliamente, como ciuda-
ma es, podrfamos decir, la variante « prácti- danos. Qué mejor que empezar a preparar
ca» de la creatividad, y lleva a solucionar a los nifios y nifias desde la escuela para

278
que sepan utilizarla: es la metodologfa centrarán sus proyectos casi siempre en si-
propia de la práctica reflexiva, y en sus nI- tuaciones cercanas a ellos. Por otra parte,
veles más ambiciosos implica también no podemos olvidar que a menudo par-
eventualmente un aporte teórico a algún tiendo de una situación local podemos lle-
campo: educación, defensa del ambiente, gar a involucrarnos en una problemárica
estudios de género, derechos de los pa- nacional o mundial más amplia, sobre
cientes crónicos, entre otros casos. todo con la globalización de la vida huma-
Los estudiantes que en el futuro ter- na en todos sus órdenes, cada vez más
minen siendo cient(ficos o tecnólogos acentuada.
también se benefician al tener oportuni- Por ejemplo, estudiando el servicio de
dad de realizar investigaciones ciudadanas agua en nuestra comunidad podemos lle-
en la escuela. Pues aprenden as( a apreciar gar a enfrentarnos a los problemas de uso
crtticamente las relaciones de la ciencia y del agua en el ^a(s o en un ámbito re gional
la tecnologfa con la sociedad y a pensar y más amplio; Investigando de dónde vie-
actuar sobre problemas más allá de las pa- nen algunos alimentos que consumimos
redes del laboratorio o del taller. Ello les podemos acercarnos a las realidades del
ayudará posteriormente a ubicarse mejor comercio alimentario mundial.
en su contexto socio-histórico, a ser más Cuando usamos la palabra «proble-
conscientes y posiblemente más responsa- ma», no nos referímos sólo a situaclones
bles y socialmente pertinentes como pro- patentemente negativas que requieren ser
fesionales. resueltas con mayor o menor urgencia: la
Sin la investigación ciudadana, la cla- contaminación atmosférica, la mala dis-
se de ciencias pierde mucho de su alma. posición de las basuras o la falta de cloacas
Corre el riesgo de encerrarse en un acota- en una comunidad. Estudiarlas y afron-
do campo de conceptos y procesos cienti- tarlas es importante. Pero también inclui-
ficos donde no hay lugar para las inquie- mos circunstancias y eventas que los ni-
tudes y las necesidades de la mayoría de ños no conocen cabalmente y que quieren
los estudiantes y donde se deja de pre parar estudiar mejor. Generalmente, toda situa-
a los nifios en áreas clave para sus vldas. ción social es susceptible de mejora, mas
en estos casos no se trata de realidades ne-
cesariamente negativas. Por ejemp lo:
^CUÁI.ES SON LOS PROBLEMAS DE LA cómo hacer el Rincón de Ciencias del sa-
INVESTIGACIÓN CIUDADANA? lón, quó posibilidades de recreación in-
fantil o juvenil ofrece nuestra población o
No pensamos que la investigación ciuda- comunidad, cuáles son las caracterEsticas
dana exija siempre abordar macro-proble- de la cantina o cafeterfa escolar, o cuál es
mas. Las situaaones pueden ir desde las nuestra vinculación con el r(o cercano.
muy locales hasta las de incidencia nacio- Estímamos poco recomendable afincarse
nal o incluso planetaria: todo dependerá sólo en situaciones negativas, en especial
del momento y de la edad y capacitación aquéllas de la comunidad donde viven los
de los alumnos. Tampoco se trata de qu^ e niños, pues esta reiteración puede cubrir a
los niños pequefios estudien sólo proble- los ^royectos ciudadanos de un manto de
mas locales y los mayores sólo problemas peslmismo y tristeza. "I'ambién, conviene
nacionales. Un adecuado equilibrio debe- yue predorninen los proyectos donde los
rá estar presente siempre (con la edad, los estudiantes puedan realizar alguna acción.
niños podrán abordar de manera más pro- Hay que evitar que la problematiza-
funda y completa los problemas locales), ción sea del educador o de la educadora y
aunque estimamos que los más pequeños no de los niños. Precisamente, uno de los

^7^)
beneficios de los proyectos ciudadanos es puede llegar más lejos. Quizás, por ejem-
c(ue enseñan a los estudiantes a problema- plo, se presente un reclamo, que se
tizar mejor las situaciones sociales y perso- dlfunda en la escuela o que, según el caso,
nales. Imponer o, de manera más sutil, se Ileve a algún medio de comunicación
conducir canalizadamente a los niños al social. A veces, la protesta puede exten-
problema que al docente le preocupa o le derse a proposiciones concretas de solu-
parece importante les privarfa de la ca pa- ción de un problema. En otras oportuni-
citación en este importante proceso. No dades, se puede avanzar un paso más y
hay que olvidar que, frecuentemente, a Ilegar a desarrollar efectivamente alguna
medida que se avanza en el proyecto la de- acclón de cambio: bien sea en el hogar, en
finición del problema cambia, porque al ir la escuela o en la comunidad. Esta acción
aclarando más la situación se com prenden puede abarcar desde la divul gación de la
mejor los I[mites y hasta la naturaleza mis- ^roblemática en la comunidad hasta la
ma del problema que se está realmente Implementacián de mejoras, pasando por
afrontando. la presión sobre instanclas gubernamenta-
Otro aspecto importante es que los te- les o comunales para que actúen de cierto
mas sociales presentan con frecuencia un modo. Puede ser muy formativo que los
carácter controversial: no todo el mundo estudiantes se incorporen a alguna acción
piensa lo mismo sobre ellos. Serfa contra- comunal ya en marcha, y vivan la expe-
producente censurar determinados pun- riencia de participar junto a otros en un
tos de vista p or no ser del agrado de la pro- esfuerzo de mejoramlento más grande y
fesora o el profesor. Tampoco puede complejo.
imponerse la perspectiva profesoral a los Estamos acostumbrados a que en la
niños y niñas, sino e^ue conviene estimu- escuela se aprende la respuesta correcta,
larlos para que consideren opiniones di- que se repite luego en los exámenes. Pero
versas y las sopesen con cuidado antes de en la investigación ciudadana no hay una
llegar a conclusiones. St es posible, cuan- respuesta 4^correcta», la incertidumbre y la
do el docente lo considere apropiado, que ambigiiedad son parte inte gral de estos
él o ella manifieste con claridad su posl- proyectos y los estudiantes deben apren-
ción ante el problema, pues no tiene por der a trabajar en esas condiciones. Lo que
qué mantenerse fingidamente neutral. se busca es acercarse a la mejor respuesta
Pero debe abrir el espacio para que los posible, dadas las circunstanclas (Schwab,
alumnos puedan atender a otras ^osicio- 1983). Adicionalmente, a diferencia de
nes y sostener sus propias o Inlones, los p roblemas de los libros de texto, los
siempre dentro de un contexto dé res^eto problemas socio-tecnológicos no siempre
a los derechos humanos y a la inte grldad pueden resolverse en el momento. En oca-
de nuestro planeta, tal cual se establece en siones, la resolución habrá de quedar pen-
convenciones internaeionales mayorita- diente para otros momentos o para otros
riamente apoyadas. actores. I✓sa es una realidad que los estu-
diantes tienen que aprender a afrontar. Su
logro habrá sido el de estar más claros so-
INVESTIGAR Y ACTUAR bre situaciones importantes y com plejas y
más preparados para enfrentarlas de nue-
En ocasiones, la investigación alcanzará vo posteriormente. Aunque, desde luego,
sólo a la iluminación de un aspecto social el educador velará porque los niños no
que permanec(a oculto o mal entendido y traten de abordar recurrentemence pro-
a la elaboración de sugerencias ^enerales blemáticas demasiado duras y resistentes a
de mejoramiento. En otras ocaslones, se cualquier posible acción de su parte. Debe

280
buscarse un punto medio entre abordar mos propuesto, como por estudios que
problemas banales de fácil resolución y desde el punto de vista del ciudadano se
p retender la imposible solución de pro- enfoquen sobre al^una tecnologta o sobre
blemáticas sociales complejas gracias a un alguna práctica clentffica determinadas,
proyecro escolar. Muchas envestigaciones tanto actual como, a veces, del pasado.
útiles y educativas pueden centrarse en el No podemos simplemente aceptar sin
mundo más cercano a los nifios y a su pro- más cualquier producto tecnológico 0
ceder diario: su comportamiento y viven- cualquier resultado de la indagación cien-
cias cotno consumidores, como usuarios ttfica profesional cual verdades acabadas,
de diversos servicios públicos, como visi- últimas e intocables. La ciencia y la tecno-
tantes de parques, playas y otros centros logta de cada época son trabajos realízados
recreativos, como miembros de un hogar, ^or seres humanos dentro de contextos
una escuela y una comunidad. msutucionales y sociales determinados.
La proyección hacia el futuro puede Como tales, sufren de las influencias del
ser parte importante de algunos proyectos poder político, de los intereses económi-
ciudadanos. Las nifias y ni6os de hay no cos, de las presiones culturales, y también
pueden limitarse a estudiar el presente, ni de las pasiones, prejuicios y debilidades de
a conocer el pasado. Necesltan también los investigadores. A su vez, la ciencia y la
mirar hacia el futuro y considerar escena- tecnolog[a influyen sobre la sociedad y
rios posibles, probables, plausibles y pre- pueden motorizar cambios pol(ticos, eco-
feridos que se plantean según diversos nómicos y culturales más amplios, positi-
cauces de acción (Selby, 1996). vos o negattvos.

CUANDO EL CIUDADANO ANALIZA A LA ALGUNOS EJEMPLOS DE PROYECTOS


CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA CIUDADANOS ESCOLARES

La investigación ciudadana aprovecha sa- Plonczak, Zambrano y Salcedo (1989)


beres cient(ficos y tecnalógicos para en- trabajaron con estudiantes venezolanos de
tender de manera más profunda los pro- 7.° grado en el proyecto «Serviguta del ba-
blemas «de la vida real» que considera. rrio». EI propósito era elaborar una guta
Pero también las ^ropias actividades cien- informativa, dirigida al público en gene-
t(ficas y tecnológlcas pueden caer bajo su ral, acerca de los servicios existentes en el
escrutinio (Rico, 199U; Fensham, 1987). barrio popular donde está ubicada la es-
El ciudadano crttico tiene que ganar cuela y en sus alrededores. Luego de algún
una comprensión más acertada y profun- trabajo de aula para estudiar teóricamente
da de la naturalcza de la investigación los servicios y reco^ilar la información
cient[fica y tecnológica profesional, de su que permitiera plantficar la actividad, los
impacto, de sus logros también de sus estudiantes, en equipos, salieron a reco-
errores y omisiones. NYo puede simple- lectar los datos. Posteriormente, procesa-
mente deslumbrarse ante ella, mitificán- ron y organizaron la información, la cual,
dola. Ni tam poco puede darse el lujo de después de revisiones, transcribieron
ignorarla. Debe, por el contrario, sopesar- usando las computadoras del colegio. El
la, valorar sus as pectos positivos y enfren- folleto resultante fue reproducido y distri-
tarse a los perjudiciales. buido.
Desde la escuela, esta capacitación En la Universidad de Michigan, en
puede irse logrando tanto por la propia Estados Unidos, un grupo de profesa-
«imitación» de estos trabajos, que ya he- res desarrolla un interesante trabajo en

281
colaboración con educadores locales de gen datos, como sobre la calidad del a^ua
prirnaria y secundaria, alrededor del del arroyo, con instrumentos portátiles
aprendizaje por proyectos en la escuela vinculados a computadoras. Analizan los
(Marx, Blumenfeld, Krajcik y Soloway, datos recogidos gracias a programas com-
1997). A diferencia de otras iniciativas si- putacionales ad hoc, que les permiten vi-
milares de equi pos universitarios, ence- sualizar relaciones con facilidad; y cons-
rradas en un enfoque de ciencia pura, es truyen modelos para sistemas dinámicos
de destacar en este caso el centramiento usando otro programa producido por los
en proyectos que parten de problemas investigadores. El uso estudiantil de
«de la vida real», ^ue pueden ser recono- Internet es también amplio, incluyendo
cidos como significattvos por los estu- la publicación en la red de resultados de
diantes. Aunque los autores proponen sus proyectos.
una metodologta cienttfica para el abor- En un suburbio de Chicago, según in-
daje de los proyectos, que vienen a ser asf forma Doane (1993), ella y un colega de-
trabajos de «ciencia aplicada» , algunas cidieron trabajar con sus estudiantes de
veces la dinámica parece acercarlos a lo 6.° y 7.° grados en proyectos de un mes de
que hemos llamado investigación ciuda- duración, dentro de una unidad Ilamada
dana. La pregunta inicial del proyecto es «Problemas del Mundo: una mirada a los
propuesta por los educadores, pero los casos y a sus soluciones». Temas propues-
alurnnos la van perfilando luego en tos por los estudiantes, como el control de
sub-pre^untas suceslvas, que dan ori gen armas, los sin techo, la violencia policial o
a investlgaciones. De esta manera se han el hambre en el mundo, han sido aborda-
abordado temas como la ftsica de la ati- dos dentro de esta unidad, en un enfoc^ue
neta, la calidad del aire de la ciudadpo la investigador colaborativo que puede in-
contaminación del a^ua en un arroyo cluir consultas en la biblioteca pública,
cercano. Para este últtmo proyecto, por demanda de informacián por correo a ins-
ejem lo, los estudiantes realizaron ma- tituciones diversas, entrevistas con autori-
pas dé una sección del arroyo, identifica- dades, realización de encuestas, grabacio-
ron y midieron contaminantes, desarro- nes en video de ciertos ambientes,
Ilaron un fndice de calidad del agua y mini-lecciones de apoyo de los docentes...
monitorearon la población de macroin- Y que puede derivar hacia acciones como
vertebrados bentónicos del lugar. Los in- presentar resultados a compafieros y a pa-
vestigadores, acertadamente, le dan mu- dres, escribir una carta a sus congreststas o
cha importancia a los productos realizar trabajo voluntario. Todo proyecto
elaborados por los estudiantes durante el se plasma en un informe final, que debe
proyecto, resuttados tangibles del trabajo mencionar al menos cinco fuentes biblio-
que ellos llaman artefactos. Ast, en el caso gráficas, y que se acompaña con un plan
del proyecto sobre el arroyo de su pobla- de acción sobre problemas detectados.
ción, los estudiantes realizaron una pre-
sentación ante el Comité de Aguas local.
Otros artefactos elaborados han sido pro- HA8ILIDADES, NOC[ONES Y VALORES EN
grarnas computacionales, documentos LOS PROYECTOS CiUDADANOS
multimedia y Ltna exhibicián para el mu-
seo de los nifios de su población. Los au- Gracias a este tipo de indagación las ni-
tores ofrecen a los nifios y jóvenes de las fias y niños adquieren conocimientos po-
escuelas p articipantes un uso muy rico y derosos y multifacéticos sobre la sociedad
diverso de las nuevas tecnologías electró- en la cual viven. Las saberes trascienden
nicas. De este modo, los alumnos reco- los conceptos científicos de por sí, pues

282
tales conceptos se aprenden o se afianzan cuela la oportunidad de hacerlo as(: no
relacíonándolos con nociones sobre pol(- ^odemos limitarlos sólo al ámbito de la
tica, economía, derecho, ética... en entra- indagación cienr(fica, sino que debemos
mados complejos y en ocasiones algo di- incorporarlos también a estas investiga-
fusos, pero fuertemente pertinentes y ciones de otra naturaleza y de otros proce-
trascendentes. deres.
La investigacibn ciudadana ayuda a No resulta fruct(fero pretender c^ue
cada estudiante en el conocimiento de sí las ^ersonas se desenvuelvan en la vida
misma o de s[ mismo: pues lo enfrenta a diaria con la racíonalidad del cient(fico,
reflexiones, a decisiones, a tomas de ^osi- dado que ella no es ^ertinente para los
cidn que le hacen pensar y pueden factlitar problemas y las situactones de la cotidia-
la introspección. nidad, sean éstas de micro o de macroni-
En el campo de las habilidades, los ni- vel. En el mundo de cada d(a, es valioso
ños y nifias pueden aumentar su dominio buscar el conocimiento útil y no sólo ni
de algunas tan valiosas como detectar pro- ^rincipalmente el verdadero, y es también
blemas sociales y socio-personales impor- tndispensable contextualizar en vez de
tantes; buscar y procesar informacibn de abstraer (o, mejor, contexcualizar y tam-
utilidad; tomar decisiones; or^anizarse y bién abstraer, en vaivén). También, la
trabajar con efectividad en equtpos demo- parsimonia puede perjudicar, pues a me-
crácicos; negociar; y emprender acciones nudo se requieren soluciones rápidas a
de cambio de manera racional, pertinente problemas acuciantes, aunque resulten
y prudente, buscando aliados, minimi- menos aseguradas contra errores y más
zando enemi gos y priorizando esfuerzos. bastas; similarmente, los registros precisos
Son habilidades sociales, socio-co^nitivas y las mediciones cuídadosas pueden im-
y pol(ticas de importancia para el ciudada- plicar costos demasiado onerosos, siendo
no consciente, que actúa lo más sabia- ventajosamente sustituidos por aproxima-
mente posible y que quiere vivir una vida ciones cualitativas. Por otra parte, el es-
significatíva. Puede apreciarse que, en Fuerzo interdisciplinario y, más allá, trans-
contraste con un razonamiento cient(fico disc^plinario, resulta t^ndamental: no
tradicional, abstracto, especializado, ana- pueden abordarse las situaciones sociales y
t(tico y más bien lineal, se estimula aqu( sociopersonales en la pureza de las teor(as
un razonamiento contextualizado, inte- cient(ficas; habrán de aplicarse teor(as más
grador, y más hol(stico y dialéctico. difusas mestizas, que se alimenten de di-
Con frecuencia se ha dicho y ue los versas disciplinas y las trasciendan. Proce-
procesos de la investigacibn cient(fica son dimientos menos destacados en el ámbito
útiles en la resolucibn de todo tipo de pro- cienrlfico cobran im^ortancia en el mun-
blemas, incluidos los de la vida personal y do lego: la negociacibn pol(tica, la toma
social fuera del laboratorio. Sin embar go, de decisiones prácticas, la acción social
esto no es as(. Los problemas del ciudada- prudente, la prevísíón de consecuencías
no cr(tico no son los mismos que los pro- secundarias de la accibn en ámbitos diver-
blemas del cient(fico> ni sus procedimien- sos y la deteccián de posibles obstáculos al
tos de resolución son iguales (Hurd, cambio. Lo importante es que esta racio-
1970, 1971, 1982; Howe, 1996). Si que- nalidad lega, en sus pro^ios términos, sea
remos que los estudiantes vayan apren- cada vez más sístemát^ca, cr(tica, perti-
diendo a usar los conocimientos cient(fi- nente e innovadora.
cos y tecnológicos para comprender mejor Los proyectos ciudadanos, más que
su sociedad y Qara actuar en ella con 'usti- nin gún otro upo de proyectos, ayudan a
cia y prudencia, debemos darles en ^a es- explicitar y clarificar valores, a tratar de

283
darles coherencia y a ir construyendo ast varios niños y niñas podrán trabajar jun-
un sistema de valores propio, orgánico y tos en un proyecto inte^rado, que
fundamentado. Estas indagaciones alien- impli ue para cada uno asumir un rol dis-
tan la disposición a analizar la realidad, a tinto ^algunos alumnos podrtan ser «cien-
no quedarse con la primera respuesta más t[ficos» y otros «tecnólogos», por ejem plo,
superficial, con la respuesta tradicional, trabajando de consuno hacia algún fin).
con lo ya sabido sobre la vida y sus cir- Sin embargo, tomada sin rigidez, la clasi-
cunstancias. También buscan incitar el ficación nos ^arece útil para evidenciar y
interés por el aprendizaje autónomo. Por precisar posibilidades didácticas, pues
otra parte, fomentan la responsabilidad ayuda a pensar con mayor apertura en la
hacia s1 mismo y hacia los demás. Estimu- diversificada naturaleza de las investiga-
lan el sentido de justicia, as! como la acti- ciones que son posibles y necesarias en la
tud partici^ativa en el mejoramiento per- escuela.
sonal y social (Hausmann, 1992). No pensamos que la clase donde los
La involucración en estos proyectos niños investigan requiere condiciones ex-
facilita el reconocimiento de que nuestra cepcionales del educador, una dotación
perspectiva no es estática sino que puede muy costosa o circunstancias fuera de lo
carnbiar: puede desarrollarse de manera normalmente posible en muchos patses.
más completa y armónica si trabajamos Pero tampoco puede prosperar en una es-
hacia ello, reexaminando nuestras ideas y cuela misérrima, de docentes mal pagados
creencias, confrontándolas con las de y abandonados a su suerte, de texto y piza-
otros y alimentándonos con nuevas expe- rrón como únicos recursos y donde impe-
riencias, lecturas y reflexiones. Se incenti- re una cultura institucional reforzadora de
va también la disposición a fundamentar la rutina más desecante.
planteamientos propios y a buscar la fun- La formación de ciudadanos y ciudada-
damentación de los ajenos. nas cultos, crtticos y participativos necesita
Por otra parte, gracias a estos proyec- de profesoras y profesores bien preparados y
tos los estudiantes pueden ganar concten- adecuadamente remunerados, con estudios
cia de qu^ e formamos parte de un planeta a nivel superior, capacidad de auto-aprendi-
cuyos diversos elementos y seres están zaje, fuentes de información al alcance, in-
unidos por multitud de redes de interac- tercambios con otros educadores y un cierto
ción. Por lo tanto, las elecciones que haga- número de horas semanales dedicadas a la
mos y las acciones que realicemos, indivi- preparación de su aaividad docente. Nece-
duales y/o colectivas, repercuten en el sita también de una escuela con una dota-
presente y en futuro de todo el globo y, ción básica en cuanto a libros, videos, ins-
por supuesto, de nosotros mismos. No es- trumentos y equipos. Y, de manera más
coger y no actuar ya son de por sf opciones profunda, la invesagación infantil, como
y pueden tener también implicaciones. parte de la formación más completa y signi-
ficativa de los estudiantes, se va haciendo
cada vez más preponderante y de mejor cali-
ABRIENDO PERSPECTIVAS HACIA dad conforme la institución escolar rompe
OTRA ESCUELA las cadenas del viejo paradigma de enseñan-
za paso-a-paso, programación extrínseca y
La tipologfa que presentamos tiene carác- taylorismo didáctico y se organiza según
ter indicauvo y no debe asumirse estricta- otros principios, otros fundamentos y otras
mente. Muchos proyectos concretos no metodologfas: la escuela como casa de la
serán puros, y compartirán rasgos de dos o cultura, donde los nifios y niñas pueden vi-
más de los tipos aqu( señalados. O bien, vir experiencias importantes y ricas, pueden

284
organizar su propío trabajo gracias a cíertos CHALMERS, A.: La ciencia y cómo se elabora.
«andamtos» y otms apoyos disponibles y Madrid> Siglo XXI, 1992 (Scíence and its
pueden interaccionar con personas y con re- fabrication. Open Universiry Press/Milton
cursos que les ayudan a desarrollar conoci- Keynes, 1990).
míentos, comportamientos, intereses, acti- -^Quf es esa cosa llamada cíencia? 22.a ed.
tudes y valores orgánicos, fundamentados y Madrid, Siglo XXI, 1998. (lX/hat is this
queridos, thing called science? 2nd ed. University of
Queensland Press, 1984).
CLAXTON, G.: Educar mentes curíosas. El reto
BIBLIOGRAFIA. dr la ciencia en la escuela. Col. Aprendizaje.
Madrid, Visor, 1994 (Educating the Inqui-
AcEVEDO DtAZ, J. A.: «La tecnologfa en las re- ringMind, 1991).
laciones CTS. Una aproximación al tema», DOANE, C.: «Global Issues in Gth Grade?
en Ense^ianza de las Ciencias, 14, 1(1996), Yes!», en Educational Leadership, 50, 7
pp. 35-44. (1993), pp. 19-21.
AIKENHEAD, G. S.: Towards a First Nations DUCKWORTH, E.: Cómo tener ideas maravillosar
Cross-Cultural Science and Technology Cu- y otros ensayos sobre cómo enseñar y aprender:
rrieulum for Economic Development, Envi- Madrid> Visor/MEC, I988 (The having of
ronmental Responsability and Cultural Sur- wondeíful ideas and other essays on teaching
vival. Ponencta presentada en el Octavo and learning. Nueva York, Teachers College,
Simposio de la International Organization Columbia Universiry, 1987).
of Science and Technology Education
EGGLESTON, J.: Teaching Design and Techno-
(IOSTE). Edmonton, Alberta, Canadá,
logy. Serie Developing Science and Tech-
material policopiado, agosto, 1996.
nology Education. Buckingham/Phila-
AtTKEN, J.; M1LLS, G.: Tecnologfa creativa.
delphia, Open Universiry Press, 1992.
Madrid, MEC/Morata, 1994 (Creative
technolagy. Londres/Glasgow, Collins FENSHAM, P. J.: «Changing to a Science, Society
and Technology Approach», en J. L. LEW1s,
Educational, 1990).
y P. J. KEL1.Y: Science and Trchnology Educa-
AUSUBEL, D. P,: «Some psychological and
tion and Future Human Needs. Coleccidn del
educational limitations of learning by dis-
mismo nombre, vol. 1. Oxford, Pergamon
covery», en The Arithmetic Teacher, may
Press, 1987, pp. 67-80.
(1964), pp. 290-302.
BLUMENFELD, P. C.; SOLOWAY, E.; MARX, R. FF.RNÁNDEZ BERROCGAL, P,; MELER() LABAL,
W.; KRAJCIK, J. $.; GU7_DIAL, M.; M. A., (comps.): La interacción socútlen con-
tcxtos educativos. Madtid, Siglo XXI, 1995.
PALINCSAR, A.: «Motivating project-based
learning: sustaining the doing, supporting F ^ .AVE ^ .1., J. H.: «Cognidve Development:
the learning», en Educational Psychologist, Pasr, Present and Future», en Drvrlopmen-
2G, 3 y 4(1991), pp. 369-398. talPsychology, 28, 6 ( t 992), pp. 998- t U05.
BOLIVAR, R. E.; CAL"IACORTA, R.; SALCEI)O, FoURr•.z, G. y otros: Alphabftisatron scientifrque
A.; 7AMBRANO, A.: Trabajo productivo es- et technique. Btuselas, De Boeck, 1994.
colar y organi,usción de los alumnos. Ponen- FREINET, C.: Tfcnicas Frelnet d^ /a escuela mo-
cia al Primer Congresillo Pedagógico, Co- derna. 6,1 ed. México, D.F., Siglo XXI,.
legio «Presidente Kennedy», Fe y Alegrfa. 1975 (Les techniques Frrinet de l'fcole mo-
Petare, Edo. Miranda, Venezuela, material derne. 4., ed. Paris, Armand Colin, 1966).
policopiado, julio, 1987. - Paráholas para una pedagogfa popular. Edi-
BROWN, A. L.: «The advancernent of lear- ciones de Bolsillo. 4.' ed. Barcelona, Laia,
ning», en Educational Researcher, noviem- 1977a (Les dits de Mathieu. Delachaux et
bre (1994), pp. 4-12. Niestlé. Neuch3tel, 1967).

285
- Por una escuela del pueblo. Col. Cuadernos ce. 2nd ed. Paul Chapman Publishing
de Educación, núm. 49-50. Caracas, La- Ltd., 1993. lst ed., 1985).
boratorio Educativo, 19776 (Pour l'école HAUSMANN, H.: El niño: futuro ciududano.
du peuple. Paris, Maspero, 1971). Caracas, Monte Ávila, 1992.
- La educación moraly efvica. Col. Biblioteca HEIN, G. E.: «Children's science is another
de la Escuela Moderna, núm. 4. 3.a ed. culture». Material policopiado. School of
Barcelona, Laia, 1979a (L éducation mora- Education, Stanford, Cal., EEUU, Stan-
le et civique, Cannes, Éditions de 1'École ford Universiry, 1968. Reproducido de
Moderne, 1960). TechnologyReview, December (1968).
- Las invariantes pedagógicas. Col. Biblioteca HoWE, A. C.: «Development of Science Con-
de la Escuela Moderna, núm. 2. 6.' ed. cepts within a Vygotskian Framework», en
Barcelona, Laia> 19796 (Les invariantes pe- Science Education, 80, 1(1996), pp.
dago^ques. Cannes, Éditions de 1'École 35-51.
Moderne, 1964). HURD, P. DeH.: «Scientific enlightenment
FIti;Itti:, P.: Educación como práctica de la liber- for an age of science», en The Science Tea-
tad. Bogotá, Ed. América Latina (s.f.). cher, 37, 1 (1970), pp. 13-15.
- Pedagogfa del oprimido. 10.a ed. Buenos - Projections for the future in science teaching:
Aires, Siglo XXI, 1973. the challenge of the 1970 ^. Material polico-
piado. Stanford, Cal., EEUU, Stanford
- Pedagogta de la esperanza. México, D.F.,
Universiry, 1971.
Siglo XXI, 1993.
-«Biology for life and living: perspectives for
GiL PEREZ, D.: «Ensefianza de las Ciencias»,
the 1980s», en F. M. H1cKt^tAN y J. B.
en D. GII. PÉtzEZ, y M. de GvzIKÁN: Ense-
KAHLE (eds.): New Directions in Biology Tea-
ñanza de las Ciencias y!rt Matemática. Ten-
ching. Reston, Virginia, National Associa-
deneias e innovaciones. Serie Educación,
tion of Biology Teachers> 1982, pp. 1-9.
Ciencia, Tecnologfa. Madrid, OEI/Ed.
-«New minds for a new age: prologue to mo-
Popular, 1993, pp. 15-92.
dernizing the science curriculum», en Science
- «Relaciones entre conocimiento escolar y Education, 78, 1(1994), pp. 103-116.
conocimiento cientffico», en Investigación KANE, T.: «Making musical instruments at
en la Escuela, 23 (1994)> pp. 17-32. Key Stage 1 at Uplands County Primary
G[oRDAN, A.: La enseñanza de las ciencias. 2.a School», en J. EGGLESroN: Teaching De-
ed. Madrid, Siglo XXI, 1985 (Une pédago- sign and Technology. Serie Developing
gie pour les science ezpErimentaks. Paris, Science and Technology Education. Buc-
Editions du Centurion, 1978). kingham/Philadelphia, Open University
GIORDAN, A. y SOUCHON, CH.: La educaCión Press, 1992, pp. 82-90.
ambirntal.• gula ráctica. Serie Fundamen- KELLY, G. J.: «Research traditions in compa-
tos, núm. 5. Co^Investigación y Enseñan- rative context: a philosophical challenge to
za. Sevilla, Dtada, 1995. radical constructivism», en Science Educa-
HAIU.EN, W.: «Industry and technology in the tion, 81, 3(1997), pp. 355-375.
primary school: some general principles», KUHN, D.: «Constraints or Guideposts? De-
en D. J. W,^wDIN^TON ( ed.): Education, velopmental Psychology and Science Edu-
Industry and Technology. Col. Science and cation», en Review of Educational Reseurch,
Technology Education and Future Hu- 67, 1 (1997) , pp. 141-150.
man Needs, vol. 3. Oxford, Pergamon KUHN, T.: The structure of scientific revolu-
Press, 1987> pp. 5-14. tions. Chicago, University of Chicago
- Ensenunza y aprendizu'e de lrrs ciencias. 2.^ Press, 1970. (Hay trad. cast.: ha estructura
ed. actualizada. Ma^rid, MEC/Morata, de las revoluciones cientfficas. México, U. F.,
1998 (Teachingand learningprimaryscien- Fondo de Cultura Económica, 1981).

286
LACUEVA, A.: Por una didáctica a favor del dente Kennedy» , Fe y Alegrla. Petare, F.do.
ni^io. Col. Cuadernos de Educación, núm. Miranda, Venezuela, 1989.
145. Caracas, Laboratorio F.ducativo, RAO, A. N. (ed.): Food, agricu[ture and educa-
1993 (2.a edición, 1997). tion. CoL Science and Technology Educa-
- Las Ciencias Naturales en la Escuela Básica. tion and Future Human Needs, voL 6.
Col. Procesos Educativos, núm. 10. Cara- Oxford> Pergamon Press, 1987.
cas, Fe y Alegrfa, 1996. RICO VNRCHER, M.: Educación ambiental.• di-
-«Retos y propuestas para una didáctica sefio curricular. Serie Educaci6n y Futuro.
contextualizada y crftica», en Educación y Monograffas para la Reforma, núm. 15.
Pedagogla, IX, 18 (1997), pp. 39-82. Barcelona, Cincel, 1990.
LACUEVA, A.; VILO[tIA, A.: «Investigando en RoTH, W.-M.: Authentic School Science. Kno-
la escuela: Un dfa con un bebé», en El wing and Learning in Open-Inquiry Science
Acontista, II, 7(1994), pp. 8-12. Laboratories. Science and Technology
LAKATOS, L; Musc.RAVE, A.: La crltica y el de- Education Library, vol. 1. Dordrecht/Bos-
sarrollo del conocimiento. Barcelona, Grijal- ton/I.ondres, Kluwer, 1995.
bo, 1975 (Criticism and the growth of
SCHWAF3, J.: «Un enfoque práctico como len-
knowledge. Cambridge, Cambridge U.
guaje para el curriculum», en J. G[MeNo
Press> 1970).
SACRISr^N y A. P>~RF^.^ Gc^MF:r: La ense-
LAYTON, D.: Technalogy s challenge to seience
ñanza: su teorla y su práctica. Madrid, Akal,
education. Serie Developing Science and
1983, pp. 197-209 (^^The practical: a lan-
Technology Educacion. Buckingham/Phi-
guage for curriculum», en Schoo! Revieru,
ladelphia, Open University Press, 1993.
78 (1969), pp. 1-23).
LURIA, A. R.; LEONTIEV, A. N.; Vlco'rsFCV, L.
SELBY, D.: «Educación globaL• hacia una irre-
S. y otros: Psicologta y Pedagagta. Madrid,
ductible perspectiva global en la escuela»,
Akal, t 973.
en Aula de Innovaci6n F.ducativa, 51
MARx, R. W.; BLUMF.NPELD, P. C.; KRA^cIK,
(1996), pp. 25-30.
J. S.; So[.oWAY, E.: «Enacting Project-Ba-
sed Science», en The Elementary School SMI"I'H, E. I,.; ANDERSON, Ch. W.: «Plants as
Journal, 97, 4(1997), pp. 341-358. producers: A ca.ce study of elementary scien-
ME7"7., K. E.: «Reassessment of developmen- ce teaching», en Journal ofResearch in Science
tal constraints on children's science ins- Teaching, 21, 7(1984), pp. C85-698 (Trad.
tructiom^, en Review of F.ducational Re- cast.: «Las plantas como productores: un es-
search, 65, 2(1995), pp. 93-127. tudio de caso en la enseFianra elemental dr
NEWMAN, D.; GRIFFIN, P.; Co[.F., M.: The las ciencias^, en R. PoRIAN; ). E. (;ARCIA y
construction zonc Working for cognitive P. CAÑAI. (comps.): Corutructivismo y ense-
change in school. Cambridge, Cambridge nanTa de las ciencias. Sevilla, Dfada, 1988,
University Press, 1989, pp. 157-177).
PIN'rRICFi, P. R.; MARx, R. W.; BOYLI?, R. A.: S'I'f?WAR'F', D.: New direcNons for teelinology
«Beyond cold conceptual change. The role rducation and science educ•atian from 5 tn 1 H
of motivational beliefs and classroom can- in scottisli schools. Ponencia presentada en
textual factors in the process of conceptual el Octavo Simposío de la Interrtational
change», en Review of Fducational Re- C)rganization of Science and "I'echnology
search, G3 (1993), pp. 167-200. I:ducatican (IOSTE). Edmonton, Alberta,
PI.ONC"LAK, 1.; ZAMBRANO, A.; SAI.(:EI)O, A.: Canadá, agosto, 1996.
Condiciones básic•as paru el desarrollo de una S'I'RIKF?, K. A.; Pc)sNt^.R, (;. J.: ^^A concep-
actividad generudora en Séptinro Gradn. tual change virw of Iearning and unders-
Material policopiado. Ponenria al III tanding», en L.. H. T. WF.tir y A. I_ l^Nt:`
Congresillo Pedagógico, Colegio «Prrsi- (ecis. ): C^c^titir^r strru n^m aru! cn^ueptiurl clxrnQe.

287
Orlando/NuevaYorW Londres/Sydney, WADDINGTON, D. J. (ed.): Educacion, Indusrry
Academic Press, 1985, pp. 211-231. and Technology. Col. Science and Techno-
TONUCCI, F.: tEnsefiar o aprender? Col. Bi- logy Education and Future Human Needs,
blioteca del Maestro. Serie A,Iternativas. vol. 3. Oxford, Pergamon Press, 1987.
Barcelona, Graó, 1990. WHiTE, B. Y.; FREDERIKSEN, J. R.: «Inquiry,
VYGOTSKY, L. S.: El desarrollo de los procesos Modeling, and Metacognition: making
psicol6gicos superiores. Barcelona, Cr(ti- science accesible to all students», en Cogni-
ca/Grijalbo, 1979. tion and Irutruction, 16, 1(1998)> pp. 3-118.

288

También podría gustarte